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Belgrano se había formado en el Colegio de San Carlos y luego en las Universidades de

Salamanca y Valladolid, en España. En 1794, asumió como primer secretario del


recientemente creado Consulado, desde donde se propuso fomentar la educación. Creó
Escuelas de Dibujo, de Matemáticas y Náutica. Se incorporó a las milicias criollas para
defender la ciudad durante las invasiones inglesas y fue uno de los más fervorosos
defensores de la causa patriota durante la Revolución de Mayo. Fue vocal de la Primera
Junta de Gobierno, encabezó la expedición al Paraguay, durante la cual creó la bandera,
el 27 de febrero de 1812. En el Norte encabezó el heroico éxodo del pueblo jujeño y logró
las grandes victorias de Tucumán, Salta y Las Piedras. Luego vendrían las derrotas de
Vilcapugio y Ayohuma y su retiro del ejército del Norte. En 1816 participó activamente en
el Congreso de Tucumán.

El 20 de junio de 1820 moría en Buenos Aires Manuel Belgrano en la pobreza extrema,


asolado por la guerra civil. Además de ser el creador de la bandera, Belgrano fue uno de
los más notables economistas argentinos, precursor del periodismo nacional, impulsor de
la educación popular, la industria nacional y la justicia social, entre otras muchas cosas.
Las ideas innovadoras de Belgrano quedarán reflejadas en sus informes anuales del
Consulado. Hemos elegido para recordarlo en esta fecha una de sus preocupaciones
centrales en materia económica: el fomento de la agricultura y de la industria.

Economista: En un artículo aparecido en el Correo de Comercio, Belgrano destacaba la


imperiosa necesidad de formar un sólido mercado interno, necesario para una distribución
equitativa de la riqueza: “El amor a la patria y nuestras obligaciones exigen de nosotros
que dirijamos nuestros cuidados y erogaciones a los objetos importantes de la agricultura
e industria por medio del comercio interno para enriquecerse, enriqueciendo a la patria
porque mal puede ésta salir del estado de miseria si no se da valor a los objetos de
cambio… Sólo el comercio interno es capaz de proporcionar ese valor a los predichos
objetos, aumentando los capitales y con ellos el fondo de la Nación porque buscando y
facilitando los medios de darles consumo, los mantiene en un precio ventajoso, tanto para
el creado como para el consumidor, de lo que resulta el aumento de los trabajos útiles, en
seguida la abundancia, la comodidad y la población como una consecuencia forzosa”.

Sus incansables preocupaciones abarcaron desde la enseñanza estatal gratuita y


obligatoria, hasta la reforma agraria. Infatigable ante los obstáculos encontrados a su
paso diría: “Mi ánimo se abatió, y conocí que nada se haría a favor de las provincias por
unos hombres que por sus intereses particulares posponían el bien común. Sin embargo,
(…) me propuse echar las semillas que algún día fuesen capaces de dar frutos”
Fue un gran precursor de la ilustración de la mujer, la idea de un desarrollo económico nacional, la defensa de lo que hoy
llamamos medio ambiente, la educación, la promoción de las ciencias y las artes. Humanista brillante, uno de los hombres más
cultos de su tiempo, fue también, como militar, un jefe humanitario y sensible, justo con sus tropas, generoso con los enemigos,
magnánimo y modesto en el triunfo, firme "como la roca del mar" incluso en las peores derrotas. Belgrano tuvo una concepción
predominantemente nacional, en la que lo nacional equivalía a lo americano, y siempre antepuso los intereses de la Patria a los de
los partidos, sectores o individuos.

Pero aquel hombre se supo distinguirse de sus pares por el gran amor a su país que demostró en cada uno de sus actos, siempre
priorizando los intereses de la Patria a los propios, resignando incluso su merecida recompensa económica, donándola para la
creación de escuelas.
Este es un homenaje a un gran héroe, muchas veces olvidado u opacado por las hazañas de otros grandes, como el Libertador San
Martín, Artigas, o Simón Bolivar, pero es preciso recordar que esta figura del General Belgrano fue fundamental y clave en la lucha
por la independencia y la organización del país, a la vez que sirvió a la empresa de la emancipación latinoamericana. Fue un
hombre que dio su vida por los valores que consideró loables: libertad, justicia, paz, tolerancia, educación y que dejó testimonio
de honor, amor a la patria, coraje, intelectualidad, sabiduría, valentía y humildad. Valores que hoy siguen siendo fundamentales
para que la Argentina pueda ser el país por el que luchó, por el que Belgrano soñó.

Una bandera simboliza la unión de un pueblo, bajo los ideales del respeto y la igualdad.??

Claro que omiten decir que Belgrano nació rico y que invirtió todo su capital económico y
humano en la Revolución. No dicen que Belgrano no se resignó a morir pobre y reclamó
hasta los últimos días de su vida lo que le correspondía: sus sueldos atrasados, y que se
aplicaran a los fines establecidos los 40.000 pesos oro que había donado para la
construcción de escuelas y que le fueron robados por los perpetradores de la
administración pública.

Escribía en La Gaceta el 1º de septiembre de 1813: "Se han elevado entre los


hombres dos clases muy distintas; la una dispone de los frutos de la tierra, la otra
es llamada solamente a ayudar por su trabajo la reproducción anual de estos
frutos y riquezas o a desplegar su industria para ofrecer a los propietarios
comodidades y objetos de lujo en cambio de lo que les sobra. El imperio de la
propiedad es el que reduce a la mayor parte de los hombres a lo más
estrechamente necesario".

En sus Escritos económicos hay notables párrafos dedicados a la educación: "Los


niños miran con fastidio las escuelas, es verdad, pero es porque en ellas no se
varía jamás su ocupación; no se trata de otra cosa que de enseñarles a leer y
escribir, pero con un tesón de seis o siete horas al día, que hacen a los niños
detestable la memoria de la escuela, que a no ser alimentados por la esperanza
del domingo, se les haría mucho más aborrecible este funesto teatro de la
opresión de su espíritu inquieto y siempre amigo de la verdad.
En cuanto a la distribución de la tierra escribía: "Es de necesidad poner los medios
para que puedan entrar al orden de sociedad los que ahora casi se avergüenzan
de presentarse a sus conciudadanos por su desnudez y miseria, y esto lo hemos
de conseguir si se les dan propiedades que se podría obligar a la venta de los
terrenos, que no se cultivan".

Estamos aquí para conmemorar…

Belgrano fue uno de los hombres mas lucidos, en una época de luces, que se
considera “iluminada”. Por eso que describirlo y definirlo pueda parecer caprichoso

Cuando hablamos de hombres como Belgrano pienso que nos ocurre algo similar
a la enciclopedia china de Borges en la que clasifica a los animales en
amaestrados, que se agitan como locos , sirenas, perros sueltos, etc

Es una clasificación caprichosa, absurda… pero que puede ser cierta.

lo que ocurre es que su capacidad fue tan grande que permote multiples
interpretaciones y recortes de su vida.

Un profesor de ciencias políticas me dijo: la política consiste en construir mitos;


leyendas. Y eso hicimos con Belgrano. Y eso hacemos. Nuestro prócer Belgrano.

La grandeza de la obra de Belgrano nos habilita a realizar muchas


interpretaciones de sus ideas y proyectos, a resaltar uno u otro aspecto de su
ideología, da valorar o despreciar parte de su humanidad. Tenemos a un Belgrano
hecho girones por las interpretaciones

.Y se trata de eso quizás la política, la historia y la filosofía, de construir historias,


pero también de destruirlas. Y en ese construir y destruir encontrar alguna piedra
fundamental que permita seguir la tarea.

Mas allá de las interpretaciones Belgrano..


Fue un gran precursor de la idea de un desarrollo económico nacional, de la defensa de lo que hoy llamamos medio ambiente, de
la educación, de la promoción de las ciencias y las artes. fue también, como militar, un jefe humanitario y sensible, justo con sus
tropas, generoso con los enemigos, magnánimo y modesto en el triunfo. Belgrano tuvo una concepción predominantemente
nacional, en la que lo nacional equivalía a lo americano, y siempre antepuso los intereses de la Patria a los de los partidos,
sectores o individuos.

En 1794, asumió como primer secretario del recientemente creado Consulado, desde
donde se propuso fomentar la educación. Creó Escuelas de Dibujo, de Matemáticas y
Náutica. Se incorporó a las milicias criollas para defender la ciudad durante las invasiones
inglesas y fue uno de los más fervorosos defensores de la causa patriota durante la
Revolución de Mayo. Fue vocal de la Primera Junta de Gobierno, encabezó la expedición
al Paraguay, durante la cual creó la bandera, el 27 de febrero de 1812. En el Norte
encabezó el heroico éxodo del pueblo jujeño y logró las grandes victorias de Tucumán,
Salta y Las Piedras. Luego vendrían las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma y su retiro del
ejército del Norte. En 1816 participó activamente en el Congreso de Tucumán.

debajo de las ropas destrozadas de ese Belgrano siempre queda algo. Siempre
queda algo que nos señala o indica algo que nos enceguece al principio. Esa
piedra fundamental que podríamos llamar “la bandera” de Belgrano, no de la
bandera celeste y blanca sino de aquella piedra fundamental sobre la que
podemos construir nuevamente

Y esa bandera, creo yo, es la obligación de anteponer el interés general de un


pueblo por sobre cualquier interés particular, el nosotros por encima de cualquier
yo egoísta.

Porque aquel que solo sabe preocuparse por la conveniencia propia es un


desdichado.

“Mi ánimo se abatió, y conocí que nada se haría a favor de las provincias por unos
hombres que por sus intereses particulares posponían el bien común. Sin embargo, (…)
me propuse echar las semillas que algún día fuesen capaces de dar frutos”

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