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LA ARQUITECTURA DE LOS NUEVOS

MATERIALES.
La arquitectura en el siglo XIX.

1.- EL SIGLO DE LA INDUSTRIALIZACIÓN.


2.- LA ARQUITECTURA DEL HIERRO.
3.- LA ESCUELA DE CHICAGO.
1.- EL SIGLO DE LA INDUSTRIALIZACIÓN.

El siglo XIX fue una época de intensas transformaciones políticas, económicas y sociales.
La pervivencia de los grandes imperios coloniales y los cambios sociales debido al impacto y el
avance de las revoluciones burguesa e industrial, van a reflejarse en las diversas sensibilidades y
corrientes culturales.
Un siglo que comienza recreando el Partenón y termina por construir la Torre Eiffel es un siglo
contradictorio.

(AMPLIAR CON LAS PÁGINAS 384 Y 385 DEL LIBRO DE TEXTO)


A la belleza depurada de las
formas clásicas se opone la lógica
mecánica de los nuevos
materiales, es decir, a la estética
de la forma se opone la estética de
la función.
Será en las décadas finales cuando
se imponga la libertad de creación,
lo que supondrá el fin de la
tradicional homogeneidad de
estilos.
Toda esta novedad no fue inmediata pues se tuvo que hacer frente al impacto que producía en la
opinión de los arquitectos académicos, que consideraron que los edificios construidos con nuevos
materiales eran obras de ingeniería sin carácter artístico, lo que suponía la escisión entre arquitectos
e ingenieros.
A lo largo del siglo dos grandes líneas de acción definirán las edificaciones: la arquitectura-arte y la
arquitectura-ingeniería. La persistencia de la primera buscando su camino en las formas y la audacia
de la segunda guiada por la técnica, ofrecen un panorama complejo.
Para los arquitectos la diferencia entre ambas no es tan marcada, pues arquitectos historicistas
como Viollet-Le-Duc van a investigar en las posibilidades de los nuevos materiales (hierro) y otros
constructores-ingenieros como Eiffel o Labrouste van a preocuparse por las posibilidades
puramente estéticas de la ingeniería.
La nueva sociedad y cultura industrial necesita una respuesta arquitectónica a sus necesidades, lo
que no conseguirá hasta el siglo XX.
El arte no se mantuvo ajeno a este periodo revolucionario y los estilos se suceden con rapidez: el
Romanticismo, la Escuela de Chicago, El Realismo, El Impresionismo, el Postimpresionismo, se pasa
de la arquitectura tradicional a la del hierro.
Varias son las condiciones que influyen en la variada trama de la arquitectura que conviene
considerar:

Cateral de Lausana. Una de las últimas


restauraciones de Viollet-Le-Duc.
a.- EL ROMANTICISMO:
Es el grito de rebeldía contra el siglo de la Razón y de las Academias. A la gran Europa napoleónica
se oponen las nacionalidades que luchan por su independencia (Grecia, Polonia…) Otros países como
España o Francia buscarán en sus propias fuentes medievales la raíz de su personalidad y su
desvinculación de la dictadura clásica.

El gótico, el mudéjar o el románico serán la fuente de inspiración de ciertas concepciones


arquitectónicas del momento.

Palacio de Laredo. Alcalá de Henares


Museo de Artes y Costumbres
Populares de Sevilla. Obra
neomudéjar de 1915, de Aníbal
González.
b.- LA AVENTURA COLONIAL.

La economía europea necesita mercados como consecuencia del desarrollo industrial, y esto lanza
a las principales potencias económicas a la creación de nuevos imperios.
El Medio Oriente, la India y el sudeste asiático, así como África serán repartidos en zonas de
administración o de influencia.
De estas colonias, sobre todo de Asia, retornará a las metrópolis europeas toda una exótica cultura
que será aceptada por aventureros e imaginativos: palacios, invernaderos, cafés, monumentos,
adquirirán aires indios, árabes o incluso chinos.

Pabellón Real de Brighton. Inglaterra. 1818-1821.


c.- REVOLUCIÓN INDUSTRIAL: LAS NUEVAS
NECESIDADES.
El proceso de industrialización tuvo una gran repercusión en las ciudades. El masivo éxodo rural
rompió el tradicional equilibrio entre el campo y la ciudad.
Las ciudades crecieron por lo que había necesidad de construir numerosos inmuebles y de crear
nuevas tipologías de edificios para las necesidades de los núcleos urbanos e industriales.
En la nueva arquitectura, el hierro llegará a ser el material exclusivo en unos edificios que fueron
principalmente mercados, fábricas, pabellones para exposiciones, galerías, mobiliario urbano…,
edificios en los que se buscaba la funcionalidad.

Mercado Les Halles (París, 1854-66)


Puente de de Coalbrookdale (1777-
1779)

Nacen nuevos medios de


comunicación como el
ferrocarril, que exige
estaciones, puentes y
grandes obras públicas.

Además las nuevas


industrias requieren
instalaciones de
características y
dimensiones desconocidas
hasta el momento.
Ferdinand Duter y Víctor Contamin. Galería de las Máquinas. Exposición
Universal de París. 1889.

Henri Labrouste. Biblioteca Nacional de


París. 1862-68.
Se potencian factores culturales y son
necesarios museos y bibliotecas.
Gracias a los nuevos mercados surgen las
exposiciones internacionales con sus
enormes instalaciones provisionales que
exigen un alto desarrollo de la técnica
constructiva, principalmente del hierro.
d.- LOS NUEVOS MATERIALES.
La introducción del carbón mineral permitió la obtención del hierro fundido cuya dureza fue
aprovechada para la construcción del ferrocarril y las máquinas industriales y enseguida empezó a
utilizarse en la arquitectura.
Se asoció a la construcción de vigas de gran tamaño y poco tiempo después se empezó a combinar
con el acero.

En ella vemos a 11 trabajadores comiendo su almuerzo,


pero lo raro es donde están sentados, sobre una viga a
cientos de metros del suelo. Ebbets tomó la foto un 29 de
septiembre de 1932 y apareció en el New York Herald
Tribune en el suplemento de fotografía del domingo 2 de
octubre. Los obreros estaban construyendo el piso 69 del
Edificio GE, durante los últimos meses de la construcción.

Los nuevos materiales se generalizan y se desarrollan medios de transporte en los que la energía del
vapor deja paso a la electricidad y al petróleo. Es el inicio de la ciudad moderna, cosmopolita e
industrial con una fuerte burguesía capitalista.
El hierro colado permite fabricar largas vigas pero también la elaboración de adornos a un coste
reducido.
El vidrio cobra gran importancia al lograrse producir hojas de mayores tamaños. Los invernaderos,
las estaciones de ferrocarril, museos, nuevas tiendas, pabellones para exposiciones, lo utilizan con
el fin de sustituir el muro o la cubierta.

Quiosco de música del Jardín de la Estrella. Lisboa.


Galería de Máquinas de la Exposición Universal de París
(1889).

Palacio de Cristal. Joseph Paxton.


Las ESTACIONES DE FERROCARRIL fueron otras de las tipologías de la arquitectura del hierro.
Al estar en medio de las ciudades, la estación tenía un gran impacto en el medio urbano por lo que
combinaba bien la labor del ingeniero y la del arquitecto.
La construcción de hierro se usaba en los andenes, mientras que la fachada era de otros materiales
y estilos historicistas-modernistas funcionaban como un telón, dando al edificio cierta
representatividad.
La arquitectura industrial se basa en el uso de nuevos materiales como los anteriores, el hormigón
armado o el acero para que, al fin y al cabo, se puedan construir edificios más grandes y ligeros al
permitir que la edificación se sustentara en pocos soportes abriendo de esta manera grandes
espacios sin muros que ya no cumplen su función de sostén, pues están rellenos de cristal.
Otra ventaja es que permitían construir con rapidez puesto que se podían utilizar piezas
prefabricadas.

Estación del Norte. Valencia. Estación de Francia. Barcelona.

Estación San Lázaro. Paris. Monet.

Estación d´Orsay. París.


Estación del Norte. Demetrio Ribes.
Fachada Estación de Francia.
Barcelona.

Galería de las Máquinas. Exposición


Universal de París.

Palacio de Cristal. Parque del


Retiro. Madrid.
Ricardo Velázquez Bosco y Alberto
de Palacio y Elissague.
2.- LA ARQUITECTURA DEL HIERRO.
Hay que señalar que ya en el siglo XVIII se utiliza el hierro en grandes obras públicas. En 1777 se
construye el primer puente de hierro.

Puente de de Coalbrookdale (1777-1779)

MUSEO DE HISTORIA NATURAL. Oxford. 1850. Deane y


Woodward.

Este es un buen ejemplo de adecuación del


hierro al espíritu neogótico.
En él los arcos apuntados son de hierro y la leve
decoración es de hierro colado. El museo ofrece
una estructura diáfana y limpia y los haces de
columnas suscitan una intención vegetal y
naturalista directamente relacionada con el
contenido del museo.
BIBLIOTECA DE SANTA GENOVEVA (1861) de París.
Construida en 1855 Henry Labrouste, quien es el primer representante de la nueva arquitectura en
el siglo XIX.
Divide el espacio (ver pág. 389) longitudinal en dos partes que cubre con bóvedas de cañón metálicas
con los apoyos en los muros exteriores y con columnas de hierro sobre un basamento de piedra en
el interior.

BIBLIOTECA NACIONAL DE PARÍS. (Henry Labrouste)

Enteramente de hierro, metal que aporta extrema ligereza a las columnas que soportan airosas
bóvedas vaídas ajenas a cualquier connotación historicista. Una vez más el hierro propone su propio
lenguaje formal en el que el sentido ornamental queda supeditado a las estructura metálicas.

Fragmentó el espacio con claraboyas apoyadas sobre arcos y columnas de hierro.


Resuelve el compromiso arquitectónico entre arte e ingeniería.
EXPOSICIONES UNIVERSALES.

Aquí se encuentran los mejores exponentes de la arquitectura del Hierro.


La naturaleza de las mismas, dadas las grandes dimensiones que requerían para
albergar el conjunto de productos, máquinas, inventos, etc. exigía pabellones
enormes que dieran a todo ello una unidad de aspecto.
Como, a pesar de ser universales, eran el exponente orgulloso del país que las
organizaba para mostrar sus innovaciones científico-técnicas e industriales, los
novedosos pabellones se construyeron con los medios técnicos más avanzados.
Como no tienen que perseguir una monumentalidad de estilo, los arquitectos-
ingenieros se preocuparon al máximo de la funcionalidad. Estos grandes edificios
acabarán por modificar la construcción tradicional.
Los tres edificios más significativos son:

a.- PALACIO DE CRISTAL. Joseph Patxon. Londres. 1851.

En el concurso para la primera Exposición Universal de Londres se exigía que los materiales pudieran
ser empleados de nuevo y que pudiera desmontarse.
La poca duración de las exposiciones y la necesidad de demolición será una constante en todas ellas
por su carácter de novedad que cada una de ellas debía ofrecer.
Joseph Patxon gana el concurso y lo resuelve con elementos prefabricados que se montan o se
desmontan pieza a pieza.
La estructura principalmente longitudinal es aprovechada para deslizar sobre ella una plataforma
donde se hallan los obreros que van colocando las placas de vidrio. Todo ello da lugar a una gran
simplicidad y belleza de líneas.
Revolucionó la arquitectura al sustituir por
cristal los tradicionales muros y cerramientos
de forma que el edificio era como una enorme
vitrina, en la que se exponían los ingenios de la
hegemonía industrial inglesa.

Los nuevos materiales permiten construir un edificio


innovador por su espacio transparente, mientras que la
simetría compositiva y las formas circulares son más
tradicionales.

Este edificio acabó siendo el prototipo en el que se


inspiraron la mayoría de los palacios de cristal
europeos.

El Palacio de Cristal fue construido en


1887 con motivo de la Exposición de las
Islas Filipinas. Estaba inspirado en
el Crystal Palace de Londres. En Madrid,
el encargado de construirlo fue Ricardo
Velázquez Bosco. Lo característico de
este palacio, es que su estructura es
metálica, y está totalmente recubierto por
planchas de cristal, de ahí su nombre.
b.- GALERÍA DE LAS MÁQUINAS. Dutert y Contamin. 1889.

Resalta por sus dimensiones y su concepción


mecánica, marco adecuado para exhibir el nuevo
dios sobre la Tierra: la máquina.
Fue fruto de la Exposición de París de 1889 y
sorprende por sus dimensiones (420 x 115). Esta
anchura se obtiene con un solo arco constituido
por dos medias parábolas articuladas en su unión.
Es la mayor luz conseguida hasta entonces en arco
o bóveda.
Su sistema de prefabricados permitieron un
montaje y desmontaje rapidísimos y muy
económicos.
La galería fue aceptada por su carácter no
estilístico y por su vinculación con los productos
expuestos.
c.- LA TORRE DE GUSTAVE EIFFEL.

Se ubicó en el Campo de Marte de París como gran arco de entrada para la Exposición Universal
(1889) fecha que conmemoraba el centenario de la Revolución francesa.
La Torre Eiffel es el mayor exponente de la arquitectura industrial al crearse como ejemplo de una
nueva arquitectura construida enteramente de hierro que fusionaba arte y técnica.
A pesar de tener un carácter efímero, no fue demolida gracias al enorme alcance de su antena
vital en la I Guerra Mundial.
Sus 300m son un orgulloso monumento a la técnica y lo hace previendo las dilataciones térmicas
y los empujes del viento.
Da sensación de ligereza lo que se logra por la transparencia, que hace imposible distinguir entre
el interior y el exterior, y su estrechamiento en altura.
Se fija al suelo con cuatro pilares hechos con barras de hierro que se estrechan hasta unirse en la
cúspide rematada con una antena, formando una esbeltísima pirámide de tres niveles o
plataformas con aristas cóncavas.
A pesar de ser muy criticada por sus contemporáneos al considerarla antiestética por carecer de
piedra, acabó convirtiéndose en una torre – símbolo y admirada como un elementos insustituible
del paisaje urbano parisino. Por sí sola puede hacernos comprender el consciente papel de Francia
en la Europa del siglo XIX.
3.- LA ESCUELA DE CHICAGO.
Mientras tanto, América ofrece un panorama prometedor pues sabe descubrir bien pronto los
dilatados horizontes de la industria, del comercio y de todo aquello que iba a constituirla en
gigantesca potencia en el siglo XX.
Consciente de su potencialidad hace previsiones para el futuro y ciudades como Nueva York son
diseñadas para el siguiente siglo con avenidas de 20km en línea recta y, de igual modo, la altura de
los edificios será liberada del canon europeo alcanzando alturas inconcebibles que pronto superarán
a la Torre Eiffel.
América gozaba de una ventaja sobre Europa y era la de no estar encorsetada por ninguna tradición
en su suelo virgen, por ello los edificios pueden diseñarse según las conveniencias del presente, sin
referencias al pasado.
En Estados Unidos, más concretamente en Chicago, se va a formar en el último tercio del siglo XIX
la escuela americana más importante de arquitectura debido a que la vieja ciudad con muchos
edificios construidos de madera había sido destruida por un incendio en 1871 y el ánimo
emprendedor de sus habitantes les lleva a vivir una auténtica carrera constructiva.
Hubo que rehacer Chicago pero la especulación de los terrenos y la gran demanda de viviendas
obligaron a construir en vertical. La solución fue edificar muchos pisos elevados, entre 10 y 16 alturas
sobre una planta reducida, permitiendo el máximo aprovechamiento del suelo. Nace así el concepto
de RASCACIELOS.
Esta escuela, que hizo de Chicago una metrópoli vertical y cuna de la arquitectura moderna, empleó
soluciones de gran audacia técnica:
 El uso de estructuras metálicas de hierro que permiten alcanzar grandes alturas y que
eliminan los muros de carga.
 El uso del pilar de hormigón como soporte.
 El desarrollo del ascensor eléctrico, lo que permitirá construir edificios de mayores alturas.
 Los exteriores lisos y acristalados con predominio de líneas horizontales y verticales, con
atractivas fachadas de mampostería.
 Tras analizar las fachadas de los edificios de la Escuela de Chicago, vemos que planteaban dos
formas fundamentales:
o Una tiende a identificar el cerramiento exterior con la estructura, es decir,
pretende mostrar la estructura constructiva en los elementos exteriores. Se
identifican así, forma y función.
o La otra oculta el armazón mediante recubrimientos decorativos de raíces
historicistas.
 Por primera vez en el siglo XIX se elimina el conflicto entre ingeniero y arquitecto.
FAIR STORE (1891-1892)

MANPOSTERÍA.
El pionero de esta nueva concepción
constructiva es HENRY HOBSON
RICHARDSON, quien desde el primer
momento rechaza todo eclecticismo o
compromiso con el pasado. Su obra más
importante son los ALMACENES MARSHALL
(1877), de una sobriedad volumétrica profética
que influye en todos los jóvenes arquitectos
americanos de su momento.
El primer edificio que sirvió como modelo para
la Escuela de Chicago fue construido por HENRY
H. RICHARDSON. (1836-1886) Se trataba del
MARSHALL FIELDS STORE que estableció las
bases para los futuros rascacielos sin serlo.
Construía las fachadas de piedras no
pulimentadas, de aspecto rústico.
Este edificio será reconocido posteriormente
como el prototipo de edificio de oficinas, siendo
muy innovador y avanzado para su época.

Se considera a LE BARON JENNEY (1832-


1907) y a su discípulo LOUIS SULLIVAN (1856-
1924) los fundadores de la Escuela.
El primero es el autor del LEITER BUILDING
(1879) (Chicago), el primer edificio del mundo
levantado con estructura metálica, de 10
alturas, donde el muro ha perdido su función
sustentante, lo que permite abrir grandes
vanos para su iluminación y ventilación.

Con la técnica de engarces de hierro ideada por Le Baron Jeney a base de pilares, vigas y
entramados recubiertos de una sustancia protectora contra el fuego, se logran edificios de
muchos pisos sin la necesidad de que los pilares sean muy gruesos.

El sistema permite además eliminar casi por completo el muro, logrando establecer entre los
pilares numerosos ventanales, las famosas "bow-windows" de tres cristales que permiten la
ventilación de los grandes interiores y la necesaria iluminación. Entre las ventanas recurre a
delgados soportes de hierro forjado apoyándose sobre antepechos de madera. En 1888 se
añadieron dos pisos más al edificio con la misma estructura.
De entre los arquitectos sobresale Sullivan quien
dio personalidad a un edificio en altura como el
AUDITORIUM (1889) de Chicago cuya fachada se
cubre con elementos historicistes.

Es un edificio de complejo programa, destinado a


funciones de teatro de la ópera, para seis mil
espectadores, hotel y oficinas. Los protorrascacielos
de Chicago habían insistido en la estética del bloque,
pensando las fachadas como un elemento de simple
cerramiento externo. Para Sullivan, la fachada del
edificio cobra vitalidad propia, estableciéndose la gradación y densificación de macizos y huecos,
como en los palacios del Quattrocento florentino.
Los primeros pisos son de granito en rústica mientras que los altos, de arenisca, se engloban en
una serie de arcuaciones, sobre las que cabalgan los pisos del remate.
El resultado es la estratificación compensada en sentido vertical y horizontal, y la comprensión
del edificio como un todo íntegro y no como la simple multiplicación de plantas que eran los
protorrascacielos al uso.

Fue el autor de los ALMACENES CARLSON


(1899) que cuentan con la fachada del entresuelo
y la primera planta adornados con hojas de
acanto, mientras que el resto se configura con
planchas lisas y utilizó ventanas apaisadas
uniformemente repartidas en un edificio que da
apariencia longitudinal, resaltando las líneas
constructivas horizontales y permitiendo una
mayor iluminación en plantas de menor altura.
¿Comparar con el románico?
W. Le Baron Jenney, Daniel Burnham y John
Wellborn Root son algunos de los arquitectos de
esta escuela que investigan sobre los nuevos
materiales para obtener de ellos la nueva
arquitectura. Según Root los edificios deben
inspirar, con su masa y proporción, una idea de la civilización moderna.
Los edificios de Chicago van creciendo altos,
dominan la técnica y dan una temprana
lección de funcionalismo
De todo el grupo de Chicago la figura más importante
es de de LOUIS SULLIVAN, quien desarrollará una
prodigiosa labor edilicia. En 1891 termina en San Luis
(mapa USA) el WAINWRIGHT BUILDING de perfectas
proporciones que nacen de la estructura y no al revés
como ocurría en la arquitectura esteticista europea.

Se retoma la idea del edifico en altura concebido como


una columna. Incorporó una fina labor decorativa en la
fachada de ladrillo.

Por ello Sullivan se convierte en un anticipador al


anteponer la funcionalidad al estilo y por lo tanto es la
premonición de lo que será la gran arquitectura
racionalista y orgánica del siglo XX.

Otra de sus grandes obras son los ALMACENES


CARSON (1899) en los que el uso de la ventana
apaisada así como el remarcar las bandas
horizontales, le hacen resultar alargado,
dimensión buscada por él al no poder subrayar
el verticalismo en una construcción de tan solo
diez pisos.

Para comprender su faceta anticipadora es


necesario comparar los edificios coetáneos
europeos: modernismo. (Foto casa Solvay de
Bruselas 1895-1900, victor horta casa de las
mayolicas 1898 mayólica Loza común con
esmalte metálico.
casa mila 1905 1910)

La coherencia entre la organización interna y las fachadas es absoluta.

La fórmula contraria, es decir, el refuerzo del verticalismo, la había adoptado en el GUARANTY


BUILDING de Búfalo (mapa usa) que anuncia en su empuje ascensional los grandes rascacielos del
próximo siglo.
Sullivan es un excelente decorador y aunque dijera que “sería muy conveniente para nuestra
estética si detuviéramos enteramente el empleo de ornamentos durante unos años”, se ocupa de
matizar ciertas partes de sus edificios con una rica ornamentación naturalista de recuerdos góticos,
que le hacen ser un anticipador del modernismo.
En 1902 se inaugura el emblemático FLATIRON
BUILDING de Daniel Burnham.

El nombre del edificio se debe a su forma


aerodinámica al levantarse sobre un solar
triangular de solo dos metros de chaflán
redondeado.

Su fachada de piedra caliza labrada con sillares se


divide en tres partes horizontales, como si de una
columna clásica se tratara: el nivel inferior tiene
decoración de hojas de acanto y sus últimas plantas
se adornan con motivos renacentistas, como
escudos, columnas, grutescos (Tipo de decoración
escultórica o pictórica, en la que se mezclan motivos
vegetales con figuras humanas y mitológicas de
pequeño tamaño. INCLUIR FOTO) y ventanas de
medio punto.

La importancia de la Escuela de Chicago reside en el hecho de haber creado el rascacielos como


alternativa funcional.

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