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UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

CURSO DE INTRODUCCIÓN A LAS TÉCNICAS


PSICOTERAPÉUTICAS
Y
CURSO DE CORRIENTES TEÓRICO – TÉCNICAS

JORNADAS DE PAREJA Y FAMILIA

“RUPTURAS Y CONTINUIDADES”
Montevideo, 15 – 16 de agosto de 2003

Envejecimiento y la vejez en las familias actuales


Psic. Mónica Lladó

Ciclo vital y envejecimiento - crecer es envejecer, nos lo planteamos así para refutar la
idea de que crecer es hasta la edad adulta y luego se empieza el declive “envejeciendo”,
hacia la involución. La identidad no es una meta que finaliza cuando se alcanza la adultez
¿Cómo entendemos el envejecimiento? De tal manera que el trabajo existencial de los
hombres consistiría en aceptar que "la vida contiene e implica la precariedad del sentido en
continuo suspenso, la precariedad de los objetos investidos, la precariedad de las
actividades investidas y del sentido del que las hemos dotado"1. El desafío para comprender
el problema del proyecto en la vejez, es la aceptación de la precariedad de todos los
proyectos, en todas las edades.”2

A través de la noción de tiempo social y ciclo vital de Neugarten (1975), se deslizan


prescripciones sociales, normales y esperables. Se entiende que cada etapa del ciclo vital

1
Castoriadis, C. Ídem, pág. 101
2
Berriel, Lladó, Perez. “Por los viejos tiempos”. en “2das Jornadas de la Psicología Universitaria” .Ed.
Multiplicidades. Montevideo 1995
está condicionada por lo que socialmente se espera3. El peso de estas significaciones
sociales recaerán en el individuo como guardianes del tiempo del proyecto vital (Berriel,
2001) (Salvarezza, 1996). Y oiremos de nuestros mayores decir “a mi edad, no estoy para
estas cosas”, “yo ya hice, ya cumplí”, “ya es tarde para...”, etc. La marca de estos tiempos
que en definitiva construimos y aceptamos nosotros mismos, son las que son pasibles de
cambiar. Los mandatos sociales que se conformarán así, le quitarán al proyecto vital la
capacidad creativa de sentidos que conlleva el tiempo imaginario (Castoriadis, 1993)

Prejuicios, efectos siniestros sobre el psiquismo


Partimos de la necesidad de analizar los efectos del imaginario social que construimos
sobre la vejez. Dichas construcciones imaginarias se asientan sobre aspectos prejuiciosos, y
se trata de prejuicios que acompañan a la humanidad de acuerdo a la construcción social de
cada imaginario sobre la vejez en las diferentes épocas. El prejuicio sobre la vejez,
viejismo, se trata del “conjunto de prejuicios y discriminaciones que se aplican a los viejos
simplemente en función de su edad” (Salvarezza, 1996)
Por efectos de prejuicios y negaciones, lo temido se proyecta en otros, se vuelve extraño.
Lo feo, lo malo, lo temido equivalen a No Yo. Los viejos son otros. Esto funciona a manera
de profecía auto-cumplidora. Que en la cotidianeidad del viejo, opera a nivel psíquico,
corporal y vincular, construyéndose así un imaginario social respecto a la vejez.
Enumeraremos algunas construcciones prejuiciosas que dificultan al viejo colocarse como
sujeto deseante:
_ la sexualidad en el viejo como cosa del pasado
_ la teoría del desapego4
_ planteo de que el mecanismo predominante en la vejez es la regresión
_ la ecuación vejez = enfermedad

3
Ciclo vital normal y expectable”: “las normas y la expectativas sociales relacionadas con la edad operan
como sistemas de control social, con incentivos y frenos sobre las conductas, y que los sujetos tenderían a
percibirse a sí mismos y a determinar su nivel de satisfacción vital de acuerdo con tales expectativas.”

4
Teoría de Cumming y Henry que sostienen que el desapego o desvínculación de los mayores es una función
adaptativa propia del envejecimiento debido al deterioro de las funciones sensoriomotrices, por lo que sería
normal y esperable el desinterés por la vida, por las actividades la retracción social.
_ la incapacidad para el cambio y el aprendizaje
_ la improductividad
_ la abuelidad sólo como hecho biológico
_ la imposibilidad de psicoanalizar

Los elementos de esta lista que ameritaría ser desarrollada minuciosamente, ha sido
trabajados parcialmente por diferentes autores, de los que más trabajamos (Butler, R. y
Lewis, M,1973; Cummings E. y Henry. W., 1961;De Beauvoir, 1970, citados por
Salvarezza, L. 1996, pp.16-55; Berriel, F. 2000; Viguera, V. 1997; Zarevsky, 1999). Estos
y otros tantos autores, se han preocupado por analizar cómo estos prejuicios generan en los
viejos que tratamos, en nosotros, y por lo tanto en los viejos que seremos, sutiles efectos
siniestros (Zarevsky, 1999) en el psiquismo.5
Nos interesa trabajar estos aspectos por que hacen a las constantes vitales de las personas, y
a la posibilidad de trabajar sobre la desarticulación de las construcciones subjetivas que
dejan marcas en el cuerpo y determinan lugares sociales.

¿Cómo opera en la pareja y en la familia, el imaginario de vejez planteado?

 Se iguala viejo-enfermo esto se desliza a que los adultos mayores estén en una lucha
constante en pro de sentirse útiles frente a la idea de no ser una carga para sus hijos. Los
efectos de construcción del imaginario sobre la vejez se pueden apreciar en datos
estadísticos cuando se dice que la percepción general de los adultos mayores de no
percibir ayuda de la sociedad es de un 96% de la población encuestada de adultos
mayores en todo el país, y que el 66% no reciben ninguna ayuda de los hijos mientras
que el 80% de los adultos mayores de 65 años ayudan a sus hijos de alguna manera
(dinero, cuidado de nietos, comida, vivienda o transporte)6.

5
Cuando hablamos de efectos siniestros nos referimos a aquello que se vuelve desconocido y nos genera
ansiedad y/o miedo, siendo algo intrínseco a nosotros mismos, pero que opera desde lo inconsciente (Freud,
1919).

6
Según datos para Uruguay recogidos entre 1999-2000 del Estudio de Salud Bienestar y envejecimiento en
América Latina y el Caribe de la OPS-OMS.
 Rigidez a la hora de valorar a las otras generaciones por el efecto de pérdida de
referentes generacionales que provoca inseguridad en los mayores, y aumenta
enfrentamientos generacionales y el rechazo de “lo nuevo” para unos y de “lo viejo”
para otros.
 Aumento de dependencia de los mayores respecto a sus hijos. Efecto de “reclamos” de
atención.

¿Cómo inciden en los vínculos familiares? cuando la pareja mayor queda sola, es decir
cuando los hijos se independizan respecto a sus padres.
Sexualidad y pareja mayor
Las expectativas sexuales en las parejas mayores estarán limitadas (vergüenza, dificultad de
narcisizar el cuerpo viejo, temores, intolerancia a las relaciones sexuales, bloqueo para
hablar del tema) en buena medida, por las expectativas sociales respecto a la sexualidad de
los mayores (no se acepta, produce rechazo). Es común escuchar que alguna persona mayor
diga que no fue más a tal médico porque le ha sugerido volver a tener pareja o simplemente
salir…”a mi edad, ¿cómo se le ocurre?”. Es común que los gerontólogos digan “se envejece
como se ha vivido”, por lo que aplicado a la pareja, podríamos decir que la sexualidad en
las parejas también llega a la vejez de acuerdo como se halla vivido, según la frecuencia, la
satisfacción y los intereses que se hayan puesto en juego antes. Teniendo en cuenta la
formación de género que han tenido las mujeres mayores de 60 años que hoy nos
encontramos, es común que no hayan tenido una sexualidad plena (con altos porcentajes de
insatisfacción o desinterés) por lo general se caracteriza por ser dependiente de “las
necesidades” del hombre, no pudiendo reconocer o asumir las propias. Por lo que es
frecuente que se plantee para algunas de estas mujeres como un alivio el hecho de no tener
que “cumplir” más con tales obligaciones maritales.
Los efectos de la jubilación en las parejas. Nos encontramos por un lado con los efectos
del modelo de familia patriarcal, que define roles para el hombre y la mujer. La jubilación
impondrá para las parejas más apegadas a este modelo el problema del “retorno” del
hombre al hogar, lo que puede generar un aumento de conflictividad al tener que
enfrentarse a una intimidad que estaba desplazada en la mujer por el cuidado de los hijos y
en el hombre por el trabajo. Nos encontraremos con un aumento de conflictividad personal
y que revierte en la pareja frente a las crisis vitales esperables: estas mujeres encontrarán
una mayor dificultad de encontrar nuevo proyecto de vida, en buena parte por la
dependencia económica real a la que se han visto sometidas toda su vida y en los hombres
el aumento de conflictividad respecto a reformular sus objetivos vitales se daría cuando han
centrado sus logros exclusivamente en los logros laborales y las posiciones de poder
obtenidas se desvanecen frente al retiro laboral.

Otro problema es el efecto de aislamiento en los mayores, cuando reducen sus actividades
sociales se da un efecto de aumento de queja por ausencia o deficiencia de los contactos
con los familiares, aún cuando objetivamente existan contactos asiduos. Se puede ver como
los mayores que no pueden mantener relaciones sociales adecuadas buscan compensar sus
necesidades afectivas en los vínculos familiares provocando un aumento de la dependencia,
de la indiscriminación de roles (mujeres atrapadas en constantes preocupaciones por las
vidas de sus hijos y sus nietos) eludiendo sus propios problemas (de pareja, de salud, sus
deseos, etc.).
Se constata también que frente al empobrecimiento o ausencia de los contactos sociales
mayor es la vulnerabilidad tanto física como afectiva.

Funciones de la comunicación entre las generaciones de adultos mayores y las


generaciones de niños y jóvenes 7
 Ya para los más pequeños: permite una imagen de la ancianidad formando una huella
inconsciente de un devenir de lo humano inevitable.
 Para niños y adolescentes: genera modelos identificatorios conscientes e inconscientes
 Para jóvenes vuelve consciente como intencionalidad en el proyecto vital.
 Permite la transmisión de la historia de los antecesores evitando la traslación de
conflictos que se actúan inconscientemente como repetición de lo silenciado o no
elaborado.
 Tornan reales los orígenes y la historia proporcionando sentimientos de continuidad y
futuro.
 Ayudan a encontrar un sentido a la existencia como parte de un devenir. “Los abuelos
permiten a los jóvenes descubrir las constantes de la vida...” F.Dolto

7
Speir Nora. Comunicación Trigeneracional y prevención. Su función en la infancia y juventud. FLAPAG
Según Nora Speir, a nivel social el adulto mayor que desempeña su rol genera un efecto
continente (templanza y mesura): antídoto a la vertiginosidad de nuestros tiempos, frente a
una aceleración que nos enfrenta a los peligros de la deshumanización, y la destrucción.
Ante la situación de crisis actual la emergencia del pasado y la historia familiar, retorna de
distintas maneras ¿Cómo estas generaciones han vivido los efectos de migraciones
económicas y políticas? ¿Qué papel jugaron en la convivencia con las generaciones más
afectadas por el terrorismo de estado (suponiendo por la edad de presos políticos y
exiliados que se trataba de jóvenes entre 18 y 30 años y adultos entre 30 y 55)? Pueden ser
claves para entender y rescatar historias y recursos.

Obstáculos que dificultan la comunicación trigeneracional 8

Desde los mayores:


 Cuando no aceptan su envejecimiento.
No experimentan la satisfacción y orgullo de su rol de mayores.
 Cuando su autoestima y su autoconfianza están disminuidas no pueden advertir sus
aportes ni valorarlos.

Desde los adultos:


 La existencia de una mala relación previa.
 Juegos de celos y rivalidad con los hijos y con los padres.

Desde los jóvenes:


 Reflejan en sus actitudes las actitudes parentales y las sociales, debido a su dependencia
y plasticidad.
 La omnipotencia se disuelve con continencia (humildad y firmeza).

Sobre Transmisión intergeneracional

Saalvareza hablará de la necesidad de los viejos que no tienen descendencia biológica de


generar lo que se denomina “herederos sociales”. Quien trabaja el concepto de creatividad
desde la idea de crear- criar herederos sociales o sea encontrar formas creativas de
sublimación a través de los que nos continúan, tanto en los hijos como en los otros.

Como efecto de lo que Erikson plantea como conquista madurativa con la generatividad,
según este autor, “la generatividad constituye la preocupación por afirmar 9 y guiar a la

8
Idem
generación siguiente” y sostiene a demás que se trata de “...la capacidad de entregarse por
completo en el encuentro de los cuerpos y de las mentes (que) lleva a una expansión
gradual de los intereses del yo y a un vuelco de catexia libidinal hacia aquello que se está
generando. Cuando este enriquecimiento falla, se produce una regresión de la generatividad
a una necesidad obsesiva de seudointimidad, acompañada con frecuencia de un profundo
sentimiento de estancamiento, aburrimiento y empobrecimiento interpersonal.”10.
Cuando un viejo no acepta su envejecimiento, no puede identificarse con ese rol de mayor,
que le devuelve la sensación de trascendencia, su autoestima y autoconfianza y su
dimensión histórica.”11

Queremos plantear algunas cuestiones respecto a la abuelidad, para superar el mito de la


“naturalidad” 12de volverse abuelo, no se trata de un mero hecho biológico, más bien
implica la necesidad del viejo de encontrar un sucesor, en Nueva Guinea se utiliza la
palabra “tata”, para significar nieto y abuelo, y es el nacimiento del primer nieto para el
abuelo la posibilidad de que pueda morir tranquilo. Pero este acontecimiento familiar,
requiere un proceso de simbolización, de cuestionamiento, de procesos de ambivalencia,
odios, envidias, amor, culpas, etc. Para el adulto mayor implicará reconvertir el proyecto
identitario o realizar una vuelta regresiva, para un narcisismo herido y carente.

La historia del abuelo aportará los emblemas identificatorios, las tradiciones, la novela
familiar, el mito, para el nieto la necesidad de reconocerse en un linaje. Armar una trama en
la que articular en el tiempo su deseo. Ilustraremos con el siguiente dialogo:
Nieta: “abuela yo no te imagino a vos de niña”
Abuela: “Te voy a mostrar luego, cuando vayas a casa, unas fotos para que veas que la
abuela también fue niña como vos, y con el paso de los años quede así.”

9
Nos interesa apuntar que en la búsqueda de sinónimos para la palabra afirmar, nos encontramos desde la
palabra “apoyar2 a la expresión “no dar el brazo a torcer”. Que nos permitiría incluir la necesidad de la
confrontación generacional según Kancyper.
10
Erikson,E. “Identidad, juventud y crisis”. Ed. Paidos. Bs.As 1974
11
Lladó, M. Las edades de Hércules, en Gerontología Latinoamericana, Comp. L.Leopold, Ed.
Multiplicidades, Mveo. 2000.
12
Zarevsky, Hacia un buen envejecer.
Para el abuelo, elaborar situaciones del pasado, darle sentido a su vida. De esta manera el
abuelo o la simbolización de él, funcionará como el historiador-abuelo, y oficiar de puente
a modo de objeto transicional
El abuelo puede dar claves de la historia “secreta”, restituir para que puedan los nietos
investir en el futuro sus propios proyectos, y poder realizar una “transcripción creativa”

¿Los abuelos podrían posicionarse en forma más activa, ejerciendo una suerte de violencia
primaria? Según el planteo de Torriglia y Orortegui13, el abuelo jugaría un papel
fundamental ante la carencia de recursos internos de los padres para resolver situaciones
límites que desbordan su capacidad de pensar. Los abuelos pueden ofrecer recursos de
apuntalamiento, a modo de prótesis removibles para que los padres puedan asumir su
función y restituírsela luego.
Distinto es el caso, cuando la prótesis deviene saturada, y simbiótica, y queda el nieto como
un doble que asegura la inmortalidad.

La abuelidad. “Supone un cambio de status interno en la familia, en el cual podemos


observar la pérdida de ciertos roles ligados al ser padre o madre. En segundo término,
podemos notar la modificación en las relaciones afectivas que se producen en tanto los
hijos devienen padres. Por último, debemos tener en cuenta la asociación que se realiza
entre el ser abuelo y ser un adulto mayor. 14

“Esto resulta de considerable importancia ya que cada momento histórico y cada grupo
social va determinando modos de contactos, de interacciones, regulaciones del afecto e
incluso posibilidades educativas. Berenice Neugarten y Karol Weinstein, desarrollaron los
siguientes estilos de abuelidad a partir de un estudio realizado a adultos mayores de 55 a 75
años.
Los abuelos "formales" (formal): manifiestan un interés constante por los nietos, pero
estableciendo una ligadura convencional que no interfiere con el rol parental.
Los abuelos "alejados" (distant figures): muestran poco interés por sus nietos y no tienen
con ellos más que contactos episódicos ya sea para navidad o por cumpleaños.

13
De “Repensando el lugar y la función de los abuelos hoy. Susana Torriglia y Patricia Orortegui
FLAPAg/1998
14
Iacub, r. Familia y vejez: la abuelidad, Rev. Virtual. Tiempo Número 8 - Agosto 2001
Los abuelos "reservorios de saber" (reservoirs of family wisdom): son los encargados de
transmitir los valores y de ofrecer modelos de comportamiento a los nietos.
Los abuelos "lúdicos" (fun seeking): rompen la relación de autoridad. Esta relación es
percibida como una fuente de placer y de satisfacción para los niños y los abuelos.
Los abuelos "padres sustitutos" (surrogate): son los que reemplazan a los padres, y en
general es ocupado este rol por las abuelas.” 15

Algunas cuestiones sobre la abuelidad en nuestra sociedad

Podríamos decir que hoy nos encontremos en una fase de transición frente a nuevos modos
de organización familiar (por ej. efectos de multiplicación de parentesco por divorcios)
¿Qué papel harán jugar los terapeutas a los abuelos?
¿Qué efectos en las familias tiene la marcada tendencia a la institucionalización del viejo
enfermo?

Habrá que considerar también, que en nuestro país, muchas veces por cuestiones
económicas se da el retorno o la salida tardía de la pareja joven con hijos, del hogar paterno
de uno u otro integrante de la pareja.

¿Cómo pensar la cuestión de la autonomía, de la tensión dependencia.- independencia en


los vínculos familiares, frente a las determinantes que se imponen cuando se presentan
limitaciones por discapacidad física y/o psíquica que recaen en la familia frente a la
insuficiencia de apoyos sociales y sanitarios y las limitaciones económicas agudizadas por
la crisis social actual?
Tanto las cuestiones económica s como las limitaciones por discapacidad física ponen en
cuestión los problemas de la dependencia-independencia y la autonomía.
Si bien la problemática económica no deja elegir que tipo de rol de abuelo quisiéramos
privilegiar, es notorio el cuestionamiento, casi reclamo desde los abuelos, de no meterse en
la educación de sus nietos. Así como de cuestionar su necesidad de proyectarse en otras
actividades entrando en conflicto con hijos que requieren o exigen el papel de abuelos-
cuidadores.

Entrecruzamiento de crisis vitales en la familia


Cuando observamos una familia desde la perspectiva de la convivenvia de por lo menos 3
generaciones nos encontraremos con lo que Burín llama entrecruzamiento de crisis16. Por

15
Idem
que seguramente nos encontraremos con la convivencia de adolescentes, adultos
atravesando su crisis de mediana edad y la acomodación al envejecimiento de los adultos
mayores. Respecto a los duelos que habrán de elaborarse según el ciclo vital, esta autora
con el modelo de Arminda Aberasturi para plantear los duelos de la adolescencia describe
los duelos a elaborar en la mediana edad:
a. duelo por el cuerpo juvenil. Que implica el cambio de imagen corporal, la elaboración
de los sentimientos de pérdida, en la mujer, del modelo de belleza juvenil y
reproductora, en el hombre la potencia y fortaleza físicas.
b. duelo por los padres juveniles, en la medida que se haya transitado una adecuada
confrontación generacional, poder darle nuevos sentidos al vínculo con los padres,
recordamos la manida frase “yo no quiero ser como mis padres”, y el problema del
vacío representacional para las mujeres de nuestra época, según Burín.
c. duelo por los deseos e ideales juveniles. ideales de familia, pareja, hijos, que en su
desarrollo personal se encontrará la mujer de esta época con los efectos del fenómeno
que Burín describe como el techo de cristal.

A lo que podemos agregar a los efectos de complejizar este entrecruzamiento de crisis, que
los adultos mayores con los que convivimos hoy, las personas entre 65 años y más, son
personas nacidas entre 1910 y 1940, principios del siglo XX, o sea generaciones que
vivieron en un país diferente. Como sintetiza Berriel para su tesis, aludiendo al trabajo de
Barrán, se trata de generaciones que vivieron los últimos etapas “del pasaje de una “cultura
bárbara” a una “sensibilidad civilizada”, la experiencia de una economía del ahorro y su
transición a una economía del consumo, la integración masiva de la mujer al mundo del
trabajo; el surgimiento, apogeo y deterioro de la integración de clases y la movilidad social,
ligada a una clase media trabajadora como eje social, justamente, de una sociedad
organizada en torno al trabajo.”17

Bibliografía

16
Burín, Mabel. Genero y familia. Ed. Paidos, Bs.As.1999
17
Berriel, F. Imagen del cuerpo, modelos y emblemas identificatorios en los adultos mayores. Tesis para la
Maestría en Psicología social de la UN de Mar del Plata. Montevideo, 2003.
Bachelard, G. (1972). La formación del espíritu científico. Contribuciones a un
psicoanálisis del conocimiento objetivo. Buenos Aires, Siglo XXI editores, segunda
edición.
Berriel, F. (2000) Sobre la psicoterapia con adultos mayores. En: Autores Varios V
Jornadas de Psicología Universitaria. Montevideo: Tack, pp. 183-188
---- (2001) Proyecto y concepción del cargo para el llamado a efectividad a Prof.
Adj. para el SPV. Montevideo: Facultad de Psicología. Mat. Mim.
Berriel, F., Lladó, M., Pérez, R. (1995) Por los viejos tiempos. Reflexiones de la Práctica
Psicológica en el campo de la vejez. En: Facultad de Psicología (1995) Segundas Jornadas
de Psicología Universitaria. Montevideo: Multiplicidades, pp.12 - 16. Publicado en Internet
en: www.psiconet.com/tiempo
Brody, E. (1985) Aspectos psicosociales del prejuicio. Traducción de “American
Castoriadis, C. (1993). El mundo fragmentado. Montevideo. Nordan.
Dabas, E. y Najmanovich, D. Comp. (1995). Red. El lenguaje de los Vínculos. Buenos
Aires. Paidos
Freud, S. (1919). Lo siniestro. En Obras Completas. T.VII de la Ed. Americana.
Neymeyer, R. Comp. (.1997). Métodos de evaluación de la ansiedad ante la muerte.
Buenos Aires. Paidos
Kaës, R. comp. Lo Generacional. Abordaje en terapia familiar psicoanalítica. Ed.
Amorrortu. Bs. As. 1998.
Touraine, A. ¿podremos vivir juntos?, Ed. Fondo de cultura Económica. Bs. As., 1998.

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