El calentamiento global: la situación política de España y el desinterés de

EEUU

La realidad del cambio climático es un tema de preocupación en todo el mundo. Sin embargo
muchos países se han puesto de acuerdo en la firma de tratados para disminuir el cambio climático del
mundo. Ya en el 2016 se firmó un acuerdo en Paris donde 196 países se comprometieron a tomar cartas en
el asunto.

La idea es lógica y buena, pero la cuestión del cómo hacerlo preocupa a muchos, especialmente a
quienes tienen sus negocios a base de los combustibles fósiles. Y es que hoy en día el 80% de todos los
negocios involucran liberación de CO2 a la atmósfera.

En un extremo tenemos a España que aún no ha logrado una ley del cuidado del medio ambiente por
las emisiones de CO2, y como si fuera poco, científicos de todo el mundo descubrieron que las emisiones de
CO2 aumentaron un 10% en ese país. Por otro lado, muchas empresas españolas están generando una
fuerte presión sobre el gobierno para que se concrete una ley, de una vez y por todas. Entre esas empresas
se encuentran muchas que se verían afectadas por una ley de ese tipo, sin embargo, necesitan que se
resuelva el problema para poder planificarse hacia el futuro.

Las empresas de gas, no están de acuerdo con la creación de una ley, y está bien claro por qué, ya
que ellas son las principales proveedoras de combustibles fósiles a los hogares. Otras empresas que se
oponen son las de energía eléctrica ya que el 60% de la energía se obtiene también por combustibles fósiles.
Sin embargo, estas empresas piden que si hay una ley, haya también un plan para reemplazarlos
gradualmente, es decir, quieren mantener su negocio por unos años más. Piden que se disminuya de a poco
las emisiones de CO2 hasta el 2030.

Es correcto pensar en otras alternativas energéticas, pero las alternativas son un tanto
preocupantes, ya que los principales interesados en el puesto son empresas de energía nuclear. La energía
nuclear no produce emisiones de CO2 por lo que sería una buena opción para el calentamiento global pero
hablar de energía nuclear no está bien visto, por el prejuicio de la gente, aunque está demostrado que sean
seguras. Además, en Europa en general, se ha logrado un apoyo masivo por las fuentes de energía
renovable, entre ellas las fotovoltaicas (paneles solares), energía hidráulica y eólica calculando que para el
2030 crezcan más del 60%.

En la otra cara de la moneda, podemos ver la actitud de EEUU, quien su presidente Trump dijo
literalmente que el calentamiento global “es un cuento chino”, rechazando el acuerdo de Paris. Debemos
considerar que EEUU es uno de los mayores productores de CO2 en el mundo, pero que la presión industrial
no es la misma que en Europa. EEUU es la cuna del capitalismo, y la preocupación por el medio ambiente no
es un tema en la boca de los empresarios, sino que se piensa en la competitividad de mercado y los
combustibles fósiles demuestran ser una de las fuentes más rápidas y accesibles para ellos.

La situación no es sencilla, aún en el mejor escenario posible, si todos los países respetan el acuerdo
de Paris del 2016, la temperatura global aumentaría 2ºC a pesar de todos los esfuerzos. Aunque estudios
recientes demuestran que el aumento podría ser mucho mayor llegando hasta incluso 5ºC más.