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LINEAMIENTOS EDITORIALES PARA LAS COLABORACIONES

Los artículos deberán cumplir ESTRICTAMENTE los siguientes requisitos:

1. Los artículos serán inéditos y enviados por correo electró- • Leyes o decretos:
nico a la dirección gestionyestrategia@correo.azc.uam.mx, en México, Secretaría de Comercio y Fomento Industrial,
procesador de texto con extensión “.doc”. Además se deberá Dirección General de Normas Oficiales Mexicanas
Rector General incluir un resumen (español) y un abstract (inglés) de media
Dr. Enrique Fernández Fassnacht (1990), Normas oficiales mexicanas.
cuartilla cada uno (250 palabras).
Comité Editorial • Organismos:
Secretaria General 2. El artículo deberá tener un título claro, sin ser mayor de 15 OCDE (1992), Estudios económicos, París.
Elvia Espinosa Infante (Presidenta)
Mtra. Iris Santacruz Fabila palabras y debe dar razón fidedigna del contenido, así como
José Luis Zarazúa Vilchis • Conferencias:
introducción, desarrollo del argumento y conclusiones.
Diana Caldera González Rangel Sosstman, Rafael (1993), “Necesidad de un sis-
Rectora de la Unidad Azcapotzalco Héctor R. Nuñez Estrada 3. Los artículos enviados a la revista Gestión y estrategia para
tema educativo orientado hacia la competitividad”, po-
Mtra. Gabriela Paloma Ibáñez Villalobos Ángel W. Vázquez García su publicación tendrán una extensión de 15 a 30 cuartillas, a
nencia presentada en el V Congreso Internacional de
doble espacio, letra Arial, 12 puntos y usará solamente cursi-
Calidad Total, Monterrey.
Secretario de la Unidad vas (no se usarán negritas ni subrayados)para resaltar partes
Ing. Dario Eduardo Guaycochea Guglielmi Asesores Internacionales del texto y palabras en lenguas distintas al español. Citas tex- 9. El comité editorial decidirá si se publican los artículos
Alejandro Medina Giopp tuales más largas de cinco renglones, llevarán sangría. presentados, basándose en los dictámenes elaborados por
Director de la División de Ciencias Sociales y (República Dominicana) especialistas en el tema. La decisión del comité editorial es
4. Las citas bibliográficas se deberán incluir dentro del texto y
Humanidades Dagoberto Páramo Morales inapelable.
se presentarán de la siguiente manera: entre paréntesis apelli-
Dr. José Alfredo Sánchez Daza (Colombia) do paterno del autor, año de la publicación y página, es decir: 10. Anexar una ficha que contenga los siguientes datos del
(Guillén, 1991:10); en caso de que sean más de dos textos del autor:
Secretario Académico Diseño de Portada mismo autor en el mismo año, deberán listarse con los incisos • nombre completo
Mtro. Cristian E. Leriche Guzmán Carlos Pineda a, b, c, esto es: (Guillén, 1991a:10) o (Guillén, 1991b:10). • dirección
Imagen de portada tomada de internet: 5. Las notas se deberán presentar al final del artículo. Servirán • institución a la que pertenece
Jefe del Departamento de Administración
http://imagenes.mailxmail.com/cursos/imagenes/8/4/ únicamente para explicar, ampliar o precisar elementos con- • currículum vitae resumido (una cuartilla)
Mtro. Salvador de León Jiménez
empresa-institucion-basica-del-sistema-capitalista- tenidos en éste, para contextualizar, ampliar o discutir fuentes, • área(s) de investigación de su especialidad
1-2_29248_7_1.jpg etc., pero no para señalar las fichas bibliográficas correspon- • teléfono y correo electrónico
Coordinador de Difusión y Publicaciones
de la División Imagen de portadilla del libro dientes a las fuentes citadas, ya que éstas se enlistarán al final 11. Es responsabilidad exclusiva del autor la posible afecta-
Mtro. Santiago Ávila Sandoval The principles of scientific management (1998) del artículo. ción de derechos de terceros por el contenido de sus artícu-
de Frederick Winslow Taylor, Dover publications inc., USA, 6. Todas las abreviaturas utilizadas se explicarán en el texto los, por lo que se obliga a sacar en paz y a salvo y releva de
tomada de internet: http://admon.8m.com/imagenes/ del artículo, en la primera ocasión que aparezcan. toda responsabilidad a la Universidad de cualquier demanda
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moral que se considere con derechos sobre el artículo, res-
serán numerados en sistema arábigo y las gráficas en romanos;
pondiendo por su autoría y originalidad, asumiendo todas las
tendrán un título y llevarán la indicación precisa de su proce-
consecuencias jurídicas y económicas si el artículo no fuese
dencia; cuando se trate de elaboraciones propias, se indicará
Revista Gestión y estrategia, año 19 número 38, julio-diciembre 2010, es una publicación semestral editada por la Universidad Autónoma producto de su creación original.
esta característica y se señalarán las fuentes en que se basa la
Metropolitana, Unidad Azcapotzalco, División de Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de Administración. Prolongación Canal de elaboración. Los cuadros deberán presentarse en original, en 12. La propuesta de un artículo para su publicación en la
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Coll, César y Elena Martín (1992), Psicología genética y blicación, ceden por este supuesto a la Universidad, el dere-
junio de 2010, con un tiraje de 500 ejemplares.
aprendizajes escolares, Madrid, Siglo XXI. cho a que sean publicados en la revista Gestión y estrategia
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(1989), “Marketing Performance, What do you Expect”, en nes no afectarán su contenido.
creación original.
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• Publicaciones oficiales:
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México, Banco de México (1995), Informe anual. Comité Editorial
departamento de administración

Número 38 JULIO / DICIEMBRE 2010

CONTENIDO
3 Agradecimientos 61 El control administrativo de F. W. Taylor, cien
5 Presentación años después
11 Sumario Arturo Hernández Magallón
Guillermo Ramírez Martínez

75 Taylorismo, fordismo y administración cientí-


ARTÍCULOS fica en la industria automotriz
José Othón Quiroz Trejo

17 Frederick Winslow Taylor y la administración 89 El taylorismo: implicaciones técnicas y políti-


científica: contexto, realidad y mitos cas, a cien años de distancia
Antonio Barba Álvarez Arturo A. Pacheco Espejel

31 A cien años de la administración científica. 97 Los nuevos usos de Taylor en el control del
Análisis de las aportaciones de Taylor comportamiento humano
Gilberto Calderón Ortiz Anahí Gallardo Velázquez
María Teresa Magallón Diez Antonio E. Zarur Osorio
Héctor R. Núñez Estrada
109 Reflexiones sobre el sujeto femenino en el
49 A cien años de la administración científica: discurso taylorista
repensar a Taylor para enfrentar los retos Aria Devónica Tánori Piña
organizativos de la sociedad del conoci-
miento
Giovanna Mazzotti Pabello
Pedro Constantino Solís P.
Agradecimientos

“A cien años de la administración científica.


Repensando a Taylor”

L
a revista Gestión y estrategia nace en 1991, por iniciativa de un grupo de profesores del Depar-
tamento de Administración de la uam-Azcapotzalco que deseaba tener un espacio para dar a co-
nocer al resto de la comunidad académica los avances de sus investigaciones. Hoy es una revista
de difusión de los trabajos científicos en la disciplina administrativa y busca contribuir a su discusión
y desarrollo.
Gestión y estrategia cumple con los objetivos de divulgar los resultados de las investigaciones de los
profesores del Departamento de Administración de la división de Ciencias Sociales y Humanidades
de la uam-a, así como los trabajos de calidad producidos en otros centros de investigación, ya sean
nacionales o internacionales, y enfocados a la temática de la revista. También se publican trabajos
de expertos profesionales, técnicos e intelectuales de alto nivel, no necesariamente ligados a una
institución específica. De igual forma se dan a conocer estudios de casos y experiencias que valoren
preferentemente la práctica que se da en el entorno empresarial, industrial, comercial, gubernamental
y social. Por último, y no por eso menos importante, se dan a conocer traducciones, comentarios y
reseñas de libros y artículos de reciente publicación.
Gestión y estrategia, espacio de debate en el que se pueden expresar las diferentes posturas teóri-
cas del conocimiento administrativo moderno, sabe de la importancia de F. Taylor y ha dedicado un
número especial para repensar las aportaciones de este significativo autor, sus propuestas y vigencia a
100 años de la publicación de su libro: Principios de la administración científica.
En estas líneas sólo hemos querido recordar lo que es la revista, manifestar la importancia de
este número especial y dar nuestro profundo agradecimiento a los autores quienes respondieron

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


a la convocatoria con gran entusiasmo y nos han enriquecido con sus reflexiones, obligándo-
nos a repensar la realidad, explicándonos desde otras aristas, invitándonos a una reflexión más
amplia; a los dictaminadores quienes desde el anonimato han realizado un exhaustivo trabajo y
han colaborado a pesar de sus múltiples ocupaciones; una mención especial merece el Dr. Luis
Montaño Hirose quien amablemente ha realizado la presentación de este número. No podemos
olvidar al maestro Salvador de León Jiménez, Jefe del Departamento de Administración, de quien
hemos recibido respetuoso apoyo en todas las actividades e iniciativas de la revista, así como
al Dr. José Alfredo Sánchez Daza Director de la División de Ciencias Sociales y Humanidades
y la Maestra Paloma Ibáñez Villalobos, Rectora de la Unidad Azcapotzalco. Finalmente a todos
los integrantes del Comité Editorial quienes con su esfuerzo, han hecho posible este número y
los eventos que de él se desprendan. También nuestro reconocimiento a la señora María Teresa
Ángeles Arellano, secretaria de la revista y a la licenciada Noemí Palacios Fermín, quien se ha in-
corporado como ayudante, bienvenida a este arduo trabajo. Nuevamente nuestro agradecimiento
a todos por enriquecer este espacio que es su espacio.

Elvia Espinosa Infante


Presidente del Comité Editorial

3
Presentación

Conmemorando cien años de administración científica


Luis Montaño Hirose
Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa

T
oda conmemoración posee una función social esencial: la de conservar en la memoria colectiva
hechos trascendentes que han marcado el devenir de una sociedad. Así, por ejemplo, en nuestro
país se conmemoran este año dos hechos fundamentales que permiten comprender mejor nues-
tra historia: 200 años de independencia y 100 años de revolución. Además de la alegría popular que
pudieran producir ambos acontecimientos, se genera un clima propicio a la reflexión sobre aspectos
cruciales de la actualidad: ¿cómo hemos llegado a ser lo que hoy somos, tanto en términos de identi-
dad nacional como de justicia y progreso sociales? ¿Qué hemos ganado, qué hemos abandonado y qué
no hemos podido cosechar en este largo camino?, ¿qué nuevas rutas pueden trazarse en la intersección
entre lo posible y lo deseable? La conmemoración representa siempre la posibilidad de efectuar un
alto en el camino. Reconocer el peso de la densidad histórica en la instantaneidad del presente y en la
construcción incierta del futuro, es el gran desafío al que nos invita la conmemoración. El pasado no
representa una simple sucesión de acontecimientos narrados en pretérito, sino una disputa social que
permite cargar de sentidos el presente y esbozar ideas de futuro.
Dicha condición se extiende al ámbito de las ideas y adquiere un tinte especial al desprenderse de su
anclaje geográfico. Así, el año pasado se conmemoraron 200 años del nacimiento de Charles Darwin y
150 de la publicación de su famoso libro La evolución de las especies por medio de la selección natu-
ral, en el que plantea lo que Freud calificaría más tarde como una de las grandes heridas narcisistas de
la humanidad: que toda forma de vida es resultado de un lento proceso de selección natural. El libro,
cuenta la anécdota, se agotó totalmente el día de su publicación, causando gran conmoción mundial. El

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año pasado se realizaron en muchos países reuniones de discusión, reediciones comentadas, biografías
actualizadas, libros y artículos que permitieron tanto recordar ese punto de inflexión de nuestra percep-
ción de la naturaleza humana como hablar de los excesos del darwinismo social, de la relevancia de la
investigación científica y de la cerrazón de la jerarquía eclesiástica, entre otros grandes temas.
Por eso saludamos con gran entusiasmo la iniciativa de la revista Gestión y Estrategia de conme-
morar la aparición, en 1911, del libro Principios de la administración científica de Frederick Taylor,
caracterizado desde sus inicios por el sello de la controversia. La administración es un asunto social
entendido en sentido amplio y no un mero campo especializado confinado a los negocios. La eficien-
cia, piedra de toque del taylorismo, transita por espacios geográficos y sociales diversos, trastocando
sustantivamente el sentido de la actividad cotidiana. Además de su alta recepción internacional, de-
bemos mencionar su vocación original y peculiar de incrustarse en rincones extremadamente insospe-
chados, como el corte de cabello y la organización familiar —incluidos los paseos al campo los fines
de semana y la preparación de alimentos en casa—. Dicha vocación se extiende a diversos campos de
la acción organizacional, ya que, como profetizó Taylor, los principios de la administración científica
“pueden ser aplicados con igual fuerza a todas las actividades humanas: a la administración de nues-
tros hogares; a la de nuestras granjas; a la de los negocios de nuestros artesanos, grandes y pequeños; a

5
Presentación

la de nuestras iglesias, de nuestras instituciones filantrópicas, de nuestras universidades, y de nuestros


departamentos de gobierno” (Taylor, 1961:17).
La instalación de la eficiencia como principio de acción social se sustentó en una múltiple justifi-
cación moral (Rendón, 2010). Para iniciar, podemos señalar la académica, al dársele la bienvenida a
la nueva ciencia de la administración en el recinto universitario; en segundo lugar encontramos una
justificación económica al reducirse los tiempos muertos de la producción, posibilitando el incremento
de la ganancia empresarial y el aumento de los ingresos de los trabajadores en función de la producti-
vidad, lo cual, en términos políticos, permitiría anunciar alegremente el fin del antagonismo entre las
clases sociales. Además de ello, resulta importante recordar que la eficiencia constituía, de acuerdo
con el presidente Theodor Roosevelt, una actitud patriótica, desmentida con el paso del tiempo, ya
que propiciaba un uso moderado de los recursos naturales. “No podríamos pedir mayor motivo pa-
triótico —señalaba—, aunque sea egoísta, que el que proporciona la administración científica” (Ca-
llahan, 1962:20). Finalmente, Taylor representa el punto de transición entre el fin de la ética religiosa
—protestante— y el inicio de la visión racional. Como el mismo Weber comenta nostálgicamente: “El
espíritu se esfumó: el cofre permanece vacío sin que pueda saberse si para siempre. Como quiera que
sea, el capitalismo triunfante, siendo que se apoya en bases mecánicas, ya no requiere más de la ayuda
religiosa” (Weber, 1979:112).
Algunos investigadores (Wrege y Stotka, 1978) han llegado a cuestionar si el libro fue realmente
redactado por Taylor y señalan que el verdadero creador fue su joven ayudante, el ingeniero Morris
Cooke, a quien le confiara una gran cantidad de tareas, como el famoso informe sobre las universida-
des estadunidenses que encargara la Fundación Carnegie. Se ha llegado a señalar también que fue el
mismo Cooke quien propuso el presuntuoso concepto de administración científica, en contraproposi-
ción al de administración sistemática propugnado por Taylor, y el que realizara, además, una amplia
tarea de difusión de estos principios, aplicándolos a diversos ámbitos fuera del industrial. Participó,
dicho sea de paso, como enviado especial del presidente Franklin D. Roosevelt para coordinar las
negociaciones con el gobierno mexicano frente a la expropiación petrolera de 1938, el cual le otorgó,
años más tarde, la Medalla del Aguila Azteca (Trombley, 1954).
Taylor conoció grandes dificultades para la publicación del libro, al ser éste rechazado por la Aso-
ciación Americana de Ingenieros Mecánicos, de la cual él mismo había ocupado la presidencia. La
primera edición del libro fue asegurada, de manera personal, con sus propios recursos. Una vez publi-
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cada la obra, conoció un gran auge; fue rápidamente traducida al japonés en 1913, y retomada, bajo
los auspicios de Lenin, en la antigua Unión Soviética, tratando de disociar, ingenuamente, la ideología
capitalista de la verdadera propuesta científica. Se tradujo al español en 1928 con el título de Princi-
pios del manejo científico con el sello de Ediciones de la Compañía Fundidora de Fierro y Acero de
Monterrey y la Editorial Cultura.
Así, hace cerca de 100 años, un joven ingeniero llamado Frederick Winslow Taylor pasaría a engro-
sar la lista de los hombres famosos al escribir los Principios de la administración científica. Sin saberlo,
realizaba una propuesta que tendría una enorme trascendencia al modificar sustancialmente la manera
de producir y consumir en buena parte del mundo, suscitando con el tiempo el advenimiento de una
gran loa al egoísmo individual y el goce de lo efímero. Sus adversarios visibles eran la flojera sistemá-
tica, la más contagiosa de todas, y los tiempos muertos, los más inútiles en la vida del ser humano; sus
armas serían el cronómetro y el departamento pensante, y su principal obsesión, la armonía entre traba-
jadores y patronos. Sin embargo, la historia, poco clara pero terca, comenzó a dibujar desde un inicio
otro relato: los verdaderos adversarios de Taylor resultaron ser los obreros; los tiempos muertos se trans-
formaron en actividades rutinarias y monótonas que destruían en la prisa del gesto cualquier resquicio
de sentido; la precisión y el análisis devinieron en instrumentos de sujeción, mientras que la obstinada
búsqueda del óptimo universal atropelló incesantemente cualquier particularidad emergente.

6
Presentación

Los trabajos contenidos en el presente número de Gestión y Estrategia se inscriben en este orden
de ideas y abordan diversos aspectos del libro de Taylor. Así, Antonio Barba Álvarez, en su trabajo
Frederick Winslow Taylor y la administración científica: contexto, realidad y mitos, estudia las primeras
tres décadas del taylorismo, principalmente en Estados Unidos y Japón, y proporciona argumentos
que tienden a comprender cómo, a pesar de los avances tecnológicos y organizacionales, éste aún
conserva plena vigencia en la actualidad. Señala cómo, en el contexto de la ética protestante en Esta-
dos Unidos, los empresarios asumieron una actitud paternalista con los obreros, y les proporcionaron
instrucciones claras para la realización de actividades extremadamente simples, producto de la divi-
sión detallada del trabajo. El autor reconoce la importancia de un movimiento previo, conocido como
administración sistemática, que constituirá el antecedente más cercano, al iniciar el estudio formal,
aunque fragmentado, del funcionamiento productivo de la fábrica. Antonio Barba suscribe la tesis
de la descalificación del obrero como proyecto político, teniendo como pretexto la lucha contra la flo-
jera sistemática. La transferencia temprana del modelo taylorista a Japón, por otra parte, no se realizó
—comenta el autor— de manera lineal, sino que, siguiendo la tradición de modernización de aquel
país, éste fue objeto de ajustes mayores, comenzando por los provenientes del contexto cultural y polí-
tico; ello provocó una disminución del carácter individual del trabajo, al enfatizar la identificación del
obrero con la empresa, hecho facilitado por la ausencia de una mano de obra organizada. Con eso se
logró, además, una flexibilidad no considerada en el modelo original. Este modelo, “remasterizado”,
como lo denomina el autor, es posteriormente encapsulado y difundido mundialmente por diversos
autores estadunidenses en la década de 1970, bajo la modalidad de los programas de calidad total.
Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Díez y Héctor R. Núñez Estrada, en su trabajo A
cien años de la administración científica. Análisis de las aportaciones de Taylor, enfatizan las conse-
cuencias negativas de la apropiación del trabajo por parte del empresariado gracias a una técnica
aparentemente inocua, el cronómetro, y extienden, por otra parte, el análisis de la relevancia del tay-
lorismo en la corriente hegemónica actual de la administración pública, debido a la creciente impor-
tancia de la eficiencia como valor abstracto. Argumentan que el taylorismo ha desempeñado un papel
central en la conformación de la administración como disciplina académica y destacan su función en
el crecimiento y auge de las licenciaturas y maestrías en administración en todo el mundo. Apuntan,
por otro lado, las condiciones económicas de alta desigualdad prevaleciente en la época: grandes
fortunas amasadas frente a un desempleo exasperante, y búsqueda desenfrenada de la productividad

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que provoca todavía mayor concentración de riqueza, lo que agrava aún más las condiciones de vida
material de la mayoría. La administración que pensaba Taylor, recuerdan los autores, tendría como
consecuencia la máxima prosperidad de los patrones y los obreros; sin embargo, como la historia se
ha encargado de demostrarlo, sus consecuencias negativas no se han resentido exclusivamente en este
terreno, sino que se han extendido a diversas esferas de la vida social. El ámbito de la administración
pública es ilustrativo de las graves consecuencias que implica el traslado del concepto de eficiencia
empresarial al terreno de lo público. La tendencia actual a utilizar de manera indiscriminada sistemas
de evaluación sustentados en indicadores cuantitativos ha provocado una pérdida de sentido de la
acción política. Los autores señalan, en esta dirección, el grave riesgo de suplantar el signo, mero
transmisor de información, por el símbolo, dispositivo creador de sentido. Así, la eliminación de los
denominados “tiempos muertos”, necesarios para alcanzar los indicadores de eficiencia, constriñe
gravemente el acceso a la vida simbólica al clausurar la posibilidad del intercambio comunicativo y
recortar el tiempo necesario para la construcción del consenso.
Por su parte, Giovanna Mazzotti Pabello y Pedro Constantino Solís Pérez enfatizan en A 100 años
de la administración científica: repensar a Taylor para enfrentar los retos organizativos de la sociedad
del conocimiento, la importancia del taylorismo en la construcción de la sociedad industrial y en la
conformación de un sujeto a su servicio, y se interrogan acerca de la posibilidad de lograr un cambio

7
Presentación

social drástico que permita un nuevo reordenamiento político en el contexto de la llamada sociedad
del conocimiento. Después de revisar los principios propuestos por Taylor, los autores retoman el
concepto weberiano de burocracia, modelo representativo de la modernidad y considerado como
un espacio social de tensión y fragmentación. Sustentándose en la idea de modernidad reflexiva de
Ulrich Beck, en el que el discurso científico se confronta con sus resultados y promesas incumplidas,
los autores analizan las posibilidades vislumbradas por la sociedad del conocimiento, sustentada en
una visión “interdisciplinaria, hermenéutica y reflexiva”, capaz de incorporar en su análisis diversos
aspectos políticos, sociales y ecológicos y de generar nuevas formas de organización, sustentadas en
las teorías del actor-red.
Arturo Hernández Magallón y Guillermo Ramírez Martínez nos proporcionan una interesante re-
flexión acerca de la noción de control administrativo. En su trabajo, El control administrativo de F. W.
Taylor, 100 años después, los autores mencionan la personalidad obsesivo-compulsiva del ingeniero
estadunidense y el gran auge que conoció su propuesta internacionalmente, sobre todo en Inglaterra,
la Unión Soviética y China, considerando que el sistema Taylor era utilizado no sólo por su capacidad
de incrementar la productividad, sino también por su potencial discursivo, es decir, como una forma de
control social y de legitimación política. Los autores trabajan sobre la hipótesis de que las actuales he-
rramientas administrativas del control de gestión no sólo se inspiran en los planteamientos tayloristas,
sino que, mediante ciertos ajustes, hacen pervivir dichos principios. Después de recordar las bases de
la propuesta de Taylor, los autores señalan que es en la década de 1960 cuando comienza a forjarse la
idea moderna de control administrativo. En este artículo se critica la formulación rígida, cerrada y
racional de los modelos de control inspirados en la tradición taylorista, por excluir aspectos centrales
del comportamiento humano, como la cultura y el entorno, así como la diversidad de estrategias ex-
presadas por los múltiples actores y su contenido político y subjetivo.
José Othón Quiroz Trejo reflexiona acerca del desarrollo y evolución del taylorismo; en su artícu-
lo, Taylorismo, fordismo y administración científica en la industria automotriz, aborda la relación de
complementariedad entre el taylorismo y el fordismo y su subsecuente transformación, que diera lugar
a las nuevas propuestas productivas de la década de 1980. Su mirada se centra en los cambios que
ha sufrido la industria automotriz. El autor destaca la importancia del ambiente religioso, el desarrollo
tecnológico y la bonanza económica de principios de siglo en Estados Unidos, así como la doble vía
utilizada para enfrentar la fuerza de trabajo organizado mediante la represión y, por otro lado, la ideo-
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logía y la racionalidad científica. La introducción de la cadena de montaje y los transportadores aéreos


propiciaron la transformación de la fábrica en un espacio móvil que, inspirándose en los principios
tayloristas, modificaron sustantivamente los procesos de producción en la industria automotriz. Para
enfrentar el descontento y las protestas obreras contra los nuevos tiempos impuestos por tal sistema,
Henry Ford decidió incrementar sustantivamente, bajo una aureola falsamente humanista, el salario
de los trabajadores. Con la introducción, por otra parte, de sistemas de control externo del comporta-
miento de los trabajadores, el fordismo asumía a “la sociedad como un todo subordinado a la fabrica-
ción”. El autor apunta atinadamente que si bien la investigación sobre el taylorismo en México resulta
escasa, se pueden distinguir, tomando al sector automotriz como referencia, tres grandes etapas de su
evolución.
En El taylorismo: implicaciones técnicas y políticas, a 100 años de distancia, Arturo A. Pacheco Es-
pejel nos presenta otra faceta crítica del taylorismo: su aplicación fragmentada y sus consecuencias en
el terreno de la lucha política y en la emergencia de una nueva concepción identitaria del trabajador.
El autor apunta también la transfiguración del taylorismo en toyotismo, conservando vigentes muchas
de sus premisas y secuelas. La propuesta de Taylor, nos recuerda Arturo Pacheco, es una lucha abierta
contra el desperdicio de recursos, pero sobre todo de energía humana; la respuesta es la elaboración de
un método científico, sustentado en leyes de tipo universal aplicables a todo tipo de acción humana.

8
Presentación

Con ello, Taylor pretendía lograr la “máxima prosperidad”, eliminando para siempre la confrontación
entre clases sociales. El incremento de la productividad traería como consecuencia mayores ganancias
tanto para patrones como para obreros; sin embargo, el sistema capitalista genera intrínsecamente sus
propias crisis de sobreproducción, rompiendo dicho círculo virtuoso y afectando de manera drástica a
los obreros al incrementarse la tasa de desempleo y disminuir sus ingresos. La eficiencia constituye, en
este sentido, un arma de doble filo. Además, en el ámbito más individual, el trabajador fue excluido del
diseño y control del proceso de producción, al asignársele sólo la tarea de ejecución, provocando en
él una pérdida de sentido de su acción y trastocando seriamente su propia identidad. El toyotismo pre-
senta, de acuerdo con el autor, una continuidad con el taylorismo en lo que concierne a la búsqueda
de la eficiencia productiva, pero un rompimiento en términos de disciplina y obediencia; éstas no son
resultado de un acto externo de autoridad, sino de interiorización de la regla con el fin de que el traba-
jador asuma de manera colectiva, flexible y creativa las responsabilidades que le asigna la dirección.
Ello provoca una “paradoja técnico-política” que genera una fuerte tensión social en la negociación
identitaria de los actores involucrados.
En el artículo Los nuevos usos de Taylor en el control del comportamiento humano, Anahí Gallardo
Velázquez y Antonio E. Zarur Osorio parten de la idea del antagonismo entre las clases sociales y ubi-
can en ese contexto la función administrativa. Definen la organización fabril como un fenómeno cre-
cientemente complejo y dinámico, cuyos antecedentes directos se remontan a la primera revolución
industrial en Inglaterra y continúa su desarrollo en el siglo xix, en la región noreste de Estados Unidos.
En un mundo concebido como mecánico, el positivismo constituyó, de acuerdo con los autores, el
sustento de la propuesta taylorista, otorgándole a la naciente disciplina administrativa sus pretendidas
características científicas al basarse en la observación, la cuantificación precisa y la universalidad,
generando con ello más bien una ideología, en su vertiente de falsa conciencia, que una verdadera
aproximación científica. Después de mencionar la complementariedad del taylorismo con el fordismo,
Anahí Gallardo y Antonio Zarur señalan las nuevas formas de organización del trabajo, sustentadas
en la flexibilidad, adaptabilidad, innovación, participación, enriquecimiento de las tareas, empode-
ramiento y la calidad, las cuales establecen nuevas exigencias que no pueden ser aseguradas por los
sistemas tradicionales de organización y dan pie —para incrementar la productividad— al desarrollo
de equipos de trabajo autorregulados al asumir, implícitamente, la tesis del neotaylorismo. De entre las
graves consecuencias para los trabajadores, los autores destacan el incremento del estrés y el burn-out

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o quemadura interna.
Finalmente, Aria Devónica Tánori Piña, en su trabajo intitulado Reflexiones sobre el sujeto femenino
en el discurso taylorista, nos ofrece una aguda mirada femenina sobre los Principios de la administra-
ción científica. La autora argumenta que el sistema fabril provocó la separación entre la esfera indus-
trial y la doméstica. La primera se construyó desde una óptica masculina, aunque incorporando, por
el efecto del uso de la maquinaria, algunas labores que anteriormente realizaba la mujer en casa; a la
inversa aconteció algo similar, algunos trabajos domésticos masculinos fueron asumidos por la mujer.
La segunda, por su parte, fue crecientemente desvalorizada y, aunque es considerada frecuentemente
como improductiva, ha contribuido de manera indirecta, pero importante, en la reproducción del sis-
tema político-económico. La sujeción de la mujer al ámbito doméstico provocó en ella un alto grado
de sometimiento, lo que propició que su inserción posterior en el mundo fabril se realizara de manera
sencilla, lo que contribuía, además, al mantenimiento de los bajos salarios. Si bien se ensalzaban las
cualidades femeninas, como la obediencia —recuerda la autora—, el discurso sobre el trabajador se
realizó de forma neutral, sin alusión alguna al género. Aria Tánori aborda posteriormente el caso ex-
puesto por Taylor de las supervisoras de calidad de los balines para bicicleta y concluye que la mano
de obra femenina fue incorporada por las labores que requerían menor esfuerzo físico, que estaban de
alguna manera relacionadas con las labores domésticas, o bien por no requerir una gran capacidad

9
Presentación

intelectual. A la mujer se le consideraba como poseedora de una personalidad elemental y había, de


acuerdo con Taylor, que retribuirle inmediatamente su recompensa económica por carecer ella de la
posibilidad de relacionarla, con el paso del tiempo, con la actividad realizada.
Conmemorar 100 años de taylorismo representa una oportunidad de seguir reflexionando sobre
la modernidad que nos ha tocado vivir y que hemos ya empezado a heredar, sobre nuestras formas
de producción y de consumo, sobre nuestra identidad de género, el juego de nuestras inclusiones y
exclusiones, nuestros recursos naturales, nuestros antagonismos de clase, las modalidades de nuestra
administración pública, las promesas de la ciencia y los desengaños ideológicos y, entre otros, nos
brinda la oportunidad de alejarnos o reformular drásticamente el concepto de eficiencia y, por lo tanto,
de repensar los términos de la convivencia social. En fin, estamos seguros de que el presente número de
Gestión y Estrategia aportará elementos para tan necesario debate.

Fuentes bibliográficas Taylor, Frederick (1961), Principios de la adminis-


tración científica, Herrero, México [1911].
Callahan, Raymond E. (1962), Education and the Cult Trombley, Kenneth E. (1954), The Life and Times of
of Efficiency. A Study of the Social Forces that have a Happy Liberal. A Biography of Morris Llewellyn
shaped the Administration of the Public Schools, Cooke, Nueva York, Harper.
Chicago, The University of Chicago Press. Weber, Max (1979), La ética protestante y el espíritu
Rendón, Marcela (2010), “La construcción social del capitalismo, México [1905].
del desempeño”, en Eduardo Chávez, Rosalinda Wrege, Charles y Anne Marie Stotka (1978), “Cooke
Gámez y Sandra Reyes (coords.), Paradigmas de Creates a Classic: The Story Behind F. W. Taylor’s
los estudios organizacionales, México Universidad Principles of Scientific Management”, en Academy
Autónoma de Sinaloa (en prensa). of Management Review, octubre.
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

10
Sumario Summary

1. Frederick Winslow Taylor y la administración Abstract


científica: contexto, realidad y mitos

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


Antonio Barba Álvarez Antonio Barba Álvarez

El objetivo de este trabajo es analizar el contexto The objective of this work is to analyze the con-
en que se desarrolla la generalización de la or- text in which the generalization of the Scientific
ganización científica del trabajo en las primeras Organization of the Work in the first three de-
tres décadas del siglo xx. A partir de la investi- cades of century XX is developed. From the doc-
gación documental de este periodo, se revisará umentary research of this period, the discussion
la discusión sobre distintos tópicos que implicó, will be reviewed on different topics that implied,
por ejemplo, la aplicación de la administración for example, the application of the Scientific
científica en las organizaciones de principios de Management in the organizations of principles
siglo, tanto en Estados Unidos como en Japón. of century as much in United States of America
Con ello se intenta ayudar a la explicación de as in Japan. With it is tried to help to the expla-
la permanencia y expansión global de la admi- nation of the permanence and global expansion
nistración científica durante un siglo, a pesar de of the Scientific Management during a century in
la emergencia de formas alternativas de organi- spite of the emergency of forms of alternative or-
zación del trabajo. Además, se destacan líneas ganization of the work. In addition mythical lines

11
Sumario

míticas y efectos reales que dominaron en el ám- and real effects stand out that dominated in the
bito de la administración científica a lo largo de scope of the Scientific Administration throughout
un siglo. a century.

2. A cien años de la administración científica. Abstract


Análisis de las aportaciones de Taylor

Gilberto Calderón Ortiz Gilberto Calderón Ortiz


María Teresa Magallón Diez María Teresa Magallón Diez
Héctor R. Núñez Estrada Héctor R. Núñez Estrada

Con la entrada del crónometro en el taller como With the introduction of the chronometer in the
dispositivo simbólico de control, quedaba claro workroom as a symbolic control device, it was
que, con miras a la consolidación del capitalismo clear that the ownership of the time and people
industrial, la propiedad del tiempo y de los movi- performance was expropiated from workforce to
mientos era expropiada al trabajador para pasar management, towards capitalism consolidation.
a manos del management que, con la aplicación With the principles of Scientific Administration,
de los principios de la administración científica, the former savoir-faire, once owned by workers,
se encargaría de codificar, medir, fragmentar was to be codified, measured, and put into sepa-
todo ese savoir-faire, antes patrimonio exclusivo rated pieces. The goal was to take the workers
del artesano, para regresarle un único método, back a unique method, one best way, which in-
one best way, que incluye los movimientos y las cludes proper procedures and tools in order to
herramientas idóneas con tiempos controlados control time for minimizing time and effort ap-
para la minimización del tiempo y el esfuerzo plied to achieve specific tasks.
requeridos en la realización de la tarea. All the above led to changes in many different
Este hecho representó un cambio organizacional fields, such as economic, ideologies, social,
que, inevitablemente, llevó a transformaciones politic, labour and work unions and ecological
de orden económico, ideológico, social, políti- transformations. These changes impacted the
co, laboral y sindical, ecológico y, por supues- beginning of the concept of Administration as a
to, en términos de los inicios de la concepción science.
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

de la administración como ciencia. Si bien los We must recognize that the main principle of the
Principios de la administración científica son el “Scientific Administration” is still the post-indus-
retrato de un momento histórico en el que el ca- trial capitalism era, but these principles are the
pitalismo industrial comenzaba a consolidarse, portrait of an historical moment in which indus-
no podemos dejar de reconocer que el principio trial capitalism began to consolidate itself.
fundacional se mantiene en la era del capitalis- Through the logics of control and measurement,
mo postindustrial. La lógica del control y de la technocracy was achieving its golden dream:
medición lograría el sueño dorado de toda tec- abolition of conflict and resistance.
nocracia: la abolición del conflicto y de toda re- These pages are dedicated to the consequences
sistencia. of taylorism in different fields.
Al análisis de las consecuencias de la aparición We will finalize showing how Taylor´s thoughts
del taylorismo en diversos ámbitos, dedicamos impact today more than ever in a field as special
este trabajo. Finalizamos exponiendo cómo es as public organizations Management, under or-
que hoy, más que nunca, el pensamiento de ganizacional schemata that lead efficency above
Taylor cobra vigencia en un sector tan delica- other values like legitimity and politic effective-
do como el de la gestión de las organizaciones ness.

12
Sumario

públicas según esquemas organizacionales que All actions towards efficiency are based, un-
incentivan la eficiencia por encima de otros va- doubtedly, in taylorism.
lores, como la legitimidad y la eficacia política.
Este tipo de acciones, indudablemente, encuen-
tra sus cimientos en el taylorismo.

3. A cien años de la administración científica: Abstract


repensar a Taylor para enfrentar los retos
organizativos de la sociedad del conocimiento

Giovanna Mazzotti Pabello Giovanna Mazzotti Pabello


Pedro Constantino Solís P. Pedro Constantino Solís P.

El centenario de la administración científica nos The centenary of The Scientific Administration


permite repensar y reflexionar acerca de la enor- allows us to rethink and to reflect about the enor-
me influencia que tuvieron las aportaciones de mous influence which they had the contributions
Taylor en la configuración del mundo tal como of Taylor in the configuration of the world as we
lo conocimos hasta hace unas cuantas décadas. knew it until does a few decades. These contribu-
Dichas aportaciones han sido valoradas y criti- tions have been valued and criticized from many
cadas desde muchos puntos de vista y por innu- points of view and innumerable author, for that
merables autores, por esa razón, en este artículo reason, in this article we considered to reflect on
nos planteamos reflexionar sobre la forma espe- the specific form that took the paradigm from mo-
cífica que tomó el paradigma de la modernidad dernity in the technical proposal done by Taylor,
en la propuesta técnica hecha por Taylor, con la with the purpose of analyzing, through study of
finalidad de analizar, a través del estudio de las the new organizations, to what extent the para-
nuevas organizaciones, hasta qué punto el para- digm of modernity has been modified giving rise
digma de la modernidad se ha modificado para to new forms of relation and to the generation of
dar lugar a nuevas formas de relación y a la ge- new forms to understand the knowledge.
neración de diferentes modos de entender el co- Key words: scientific administration; method, or-
nocimiento. ganization, relations and knowledge.

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


Palabras clave: administración científica, méto-
do, organización, relaciones y conocimiento.

4. El control administrativo de F. W. Taylor, 100 Abstract


años después

Arturo Hernández Magallón Arturo Hernández Magallón


Guillermo Ramírez Martínez Guillermo Ramírez Martínez

Los trabajos de Frederick Winslow Taylor son Frederick Winslow Taylor’s writings from the
el punto de partida de una nueva corriente del later 19th and early 20th centuries have been tak-
pensamiento administrativo que comenzó a fi- en as the starting point to the new approach of
nales del siglo xix y principios del xx, denomi- management’s thinking, which he called Scien-
nada “administración científica”, y que se basa tific Management. The purpose of this discipline
en la generación de métodos administrativos y is to develop methods for management as well
de organización del trabajo para el incremento as organization of work to improve productivity.

13
Sumario

de la eficiencia de las actividades productivas. Taylor’s principles had been a big input to apply
Su aportación es un intento por aplicar métodos the scientific methods into the analysis of the
científicos al análisis y solución de problemas de industrial problems. The Management Control
la industria. El control es uno de los elementos is one of the main fields in his Scientific Man-
centrales de su propuesta. Así, este artículo se agement Theory. Honoring the first Century of
enfoca al análisis de este tema a 100 años del Scientific Management this writing analyses the
surgimiento de la administración científica. Para Taylor’s Management Control Theory and its de-
ello se revisa la propuesta de Taylor sobre el veloping up to date.
control y su evolución, abordando los desarro-
llos actuales sobre el tema.

5. Taylorismo, fordismo y la administración Abstract


científica en la industria automotriz

José Othón Quiroz Trejo José Othón Quiroz Trejo

A partir de un recorrido de Estados Unidos a From an examine that begins in EUA and ends
México, pretendo —histórica y analíticamen- in México, I pretend, historically and analyti-
te— rescatar las características del taylorismo y cally, made a recovery from the characteristics
la continuidad de sus inquietudes en los segui- of taylorism and the continuity of its inquietudes
dores —directos e indirectos— de la administra- in the followers —directs and indirect— of sci-
ción científica; dar un panorama de la relación entific business administration. I want to show a
del taylorismo y el fordismo con la gestión y con- panoramic view of the relationship between tay-
trol de la producción y el trabajo en la indus- lorism and fordism with management, control of
tria automotriz y su pervivencia, a pesar de las production and labor in the automotive industry
transformaciones que siguieron a la década de and its permanence, in spite of the transforma-
los ochenta del siglo xx, años en los que centra- tions after the eighties decade from twenty cen-
ré mis reflexiones. Cierro el artículo con algunas tury, period of years where I will concentrate my
acotaciones sobre lo que vino después. reflections. The article finishes with some notes
over the posterior changes on these matters.
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

6. El taylorismo: implicaciones técnicas Abstract


y políticas, a 100 años de distancia

Arturo A. Pacheco Espejel Arturo A. Pacheco Espejel

En este trabajo nos proponemos hacer revisión This text has the aim of carrying out an integral
integral del taylorismo, retomando sus principa- assessment of taylorism, taking into account first
les propuestas de tipo técnico y organizativo del of all its main proposals about the technical and
trabajo, las cuales fueron acompañadas, de la organizational type of work, which were accom-
necesidad ineludible de la retribución adecuada panied, as mentioned above, by the unavoidable
que asegurara el involucramiento y la motiva- necessity of the adequate retribution that assures
ción del trabajador. the involvement and motivation of the worker.
Posteriormente analizaremos las implicaciones We will subsequently analyze the ideological
ideológicas y políticas que tales propuestas téc- and political implications that such technical
nicas tuvieron en las relaciones de poder entre proposals had on the power relations between
los principales actores empresariales —patrones the main business actors —employers and work-

14
Sumario

y trabajadores—, particularmente en la disputa ers—, particularly in the dispute for the control
por el control del proceso de trabajo, con resul- of the work process, with eminently negative re-
tados eminentemente negativos para los nive- sults for the collective conscience levels of the
les de conciencia colectiva de los trabajadores workers as potential actors of social change.
como actores potenciales de cambio social. Finally, we will develop some reflections about
Finalmente, haremos algunas reflexiones sobre the historical significance of F. Taylor´s proposal
el significado histórico de la propuesta de Taylor in the evolution of the forms of organizing the
dentro de la evolución de las formas de organi- work processes, contrasting it with the so-called
zar los procesos de trabajo, al contrastarse con el toyotism which had its origin in Japan in the
llamado toyotismo, que tuvo su origen en el Ja- 1970s and 1980s. In this regard, we will pin-
pón de los años 70 y 80 del siglo pasado. En ese point the validity and pertinence of taylorism in
sentido, ubicaremos la vigencia y la pertinencia the current conditions of capitalist globalization
del taylorismo en las condiciones actuales de and of intense and fierce competition in which
globalización capitalista y de intensa y salvaje modern-day firms are situated.
competencia en las que se encuentran las em-
presas hoy en día.

7. Los nuevos usos de Taylor en el control Abstract


del comportamiento humano

Anahí Gallardo Velázquez Anahí Gallardo Velázquez


Antonio E. Zarur Osorio Antonio E. Zarur Osorio

A casi 100 años de las importantes aportaciones It has been almost one hundred years, since
de Frederick Winslow Taylor, se hace necesario Frederick Winslow Taylor made significant pro-
repensar sus propuestas, sobre todo a la luz de posals and it is time to rethink all of them, under
los nuevos usos que se hace del control del pro- the highlight of the new uses of the control labor
ceso de trabajo, y cuyo fin prevalece, en tanto se process which objective remains; increase the
busca un aumento en la productividad y rentabi- productivity and profitability of organizations.
lidad de las organizaciones. In the survey, we present a review of Taylor´s

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


En el artículo se presenta una revisión de las con- contributions according to the theory and the
tribuciones de Taylor a la teoría y práctica de la practice of management, situated in the devel-
administración. Por supuesto, se contextualizan opment of capitalism. The emphasize is in the
en el desarrollo del sistema capitalista, haciendo control of human behavior, in order to describe,
énfasis en el control del comportamiento huma- what has happen in the last two decades with
no, para llegar a describir lo sucedido en las dos self regulated work application.
últimas décadas con la aplicación del control con- Finally, we reflect about the consequences of this
certado o autorregulación del trabajo. new form of control labor process, that paradoxi-
En el apartado final se reflexiona sobre las conse- cally diminishes the worker´s quality of life.
cuencias de esta nueva forma de control laboral, Keywords: Taylor, Control Labor Process, In-
que paradójicamente parece disminuir las con- volvement.
diciones de vida del trabajador.
Palabras Clave. Taylor, control del proceso de
trabajo, involucramiento.

15
Sumario

8. La administración científica aplicada al sujeto


femenino Abstract

Aria Devónica Tánori Piña


Aria Devónica Tánori Piña
El presente artículo tiene como objetivo mostrar
las reflexiones derivadas de una relectura del The objective of the present paper is to express
taylorismo mediante el análisis de dos obras de the reflections derived from a second reading of
Frederick Winslow Taylor y las anotaciones rea- taylorism, which are based on the analysis of two
lizadas, a principios del siglo xx, por dos estudio- publications made by Frederick W. Taylor and
sas del fenómeno en industrias feminizadas de the annotations thereof made by two specialists
Estados Unidos. on the phenomenon of feminine industries in the
La revisión —a partir de una visión de género— United States.
de Shop Management y Principios de la administra- A deeper analysis of Taylor´s main publications,
ción científica, así como el análisis del contexto Shop Management and The Principles of Scien-
histórico en el que se desarrollaron las primeras tific Management, made from a gender perspec-
incursiones de las mujeres en la industria, permi- tive, together with the analysis of the historical
ten identificar con claridad, que el ingreso de la context in which the first incursions of women in
mujer a las organizaciones modernas tuvo efec- the industry were developed, allow us to identify
tos tanto en el discurso de las mismas, como en with clarity, that the entrance of women in mod-
sus prácticas. ern organizations had effects in their speech and
No obstante, estas modificaciones no se ven practices.
reflejadas en los planteamientos teóricos de Tay- However, these changes are not reflected in the
lor, donde el individuo femenino es nulificado a theoretical expositions of Taylor, where the femi-
favor de la configuración de un “sujeto neutral”. nine individual is nullified in favor of the configu-
Asimismo, las reflexiones de Ainslee y Wyatt ration of a “neutral subject”. Also, the reflections
(1914) proporcionan un punto más de contras- of Ainslee and Wyatt (1914) provide another con-
te, al dejar claras las consecuencias adversas de trasting point, as it makes clear the adverse conse-
la introducción del estudio de tiempos y movi- quences of introducing the study of times and
mientos en las vidas de las mujeres trabajadoras movements in the lives of the women workers of
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

de su época. their time.

16
Frederick Winslow Taylor y la administración
científica: contexto, realidad y mitos

Antonio Barba Álvarez


Profesor-investigador del Departamento de Economía, dcsh, uam-i

En su esencia, el sistema de dirección científica implica una


total revolución del espíritu de los obreros, una revolución
completa en relación con la manera en que ellos contem-
plan sus deberes frente a su trabajo, frente a sus emplea-
dores. El sistema implica también una revolución completa
del estado de ánimo de quienes están en la dirección […]
Y, si esta evolución del espíritu no es completa por ambas
partes, entonces el sistema de dirección científica no existe
(Taylor citado por Aktouf, 1998:65).

Introducción obra de nuestro autor, presentamos en este tra-

L
bajo una multiplicidad de puntos de vista que
a obra de Frederick Winslow Taylor ha

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


van desde un reconocimiento a la importancia
marcado el rumbo de la organización del de su obra en el mundo actual, hasta posiciones
trabajo en las organizaciones modernas por críticas que lo responsabilizan de crear instru-
un siglo. Su obra más difundida mundialmente, mentos de poder que han contribuido a ciertas
Principios de la administración científica, cum- injusticias en los ámbitos social y organizacional
plirá en 2011 cien años de haberse publicado e individual.
por primera vez. Este artículo es un humilde re- La obra principal de Taylor se desarrolla al ini-
conocimiento a la obra de un hombre que fue cio del siglo xx, en medio de una época marcada
realizada en medio de la genialidad, la ambi- por la búsqueda de la eficiencia, la racionalidad,
güedad, el acogimiento, la resistencia y hasta la la organización del trabajo, la productividad y la
incongruencia que, hasta en la época contem- ganancia como premisas básicas de las nacien-
poránea, sigue incidiendo en el pensamiento de tes plantas industriales herederas de los talleres
académicos, administradores, ingenieros, obre- fabriles del siglo xix. Más adelante, en la primera
ros y empresarios, entre muchos actores que se mitad del siglo xx, nos encontramos, por un lado,
han hecho cómplices de sus postulados o que han con el grado más avanzado del maquinismo y
pasado a las filas de sus más íntimos detractores. la automatización impulsados por el fordismo,
Por ello, y para ser congruentes con la polémica que estimularon la producción en masa, y por

17
Antonio Barba Álvarez

otro, con la optimización de la fuerza de trabajo puso el puritanismo calvinista preocupado por
gracias al taylorismo, es decir, maquinaria con preservar y agrandar la individualidad expresada
alta capacidad productiva manejada eficiente- en la ansiedad de la propiedad. De esta manera,
mente por una masa de obreros normados por la el surgimiento del modelo organizacional ame-
organización científica del trabajo. ricano estuvo muy influido por la disposición
El objetivo de este artículo es realizar, en un mental de los primeros inmigrantes de naturale-
primer apartado, una aproximación al análisis del za práctica, inventiva y curiosa, entre los que la
contexto en el que se desarrolla la generalización acumulación de la riqueza individual era señal
de la organización científica del trabajo en las de haber sido “escogido y gratificado por Dios”
primeras tres décadas del siglo xx. Más adelante, (Barba y Solís, 1997). Por ello se explica, en par-
a partir de la investigación documental de este te, que autores como Frederick W. Taylor estu-
periodo, se revisará la discusión sobre distintos vieran más preocupados por estudiar la manera
tópicos que implicó, por ejemplo, la aplicación de racionalizar las operaciones más elementales
de la administración científica en las organiza- en la fábrica, y en esta misma dirección, la impo-
ciones de principios del siglo xx tanto en Estados sición de una actitud paternalista y disciplinaria
Unidos como en Japón. Posteriormente se inten- sobre el obrero.
ta contribuir a la explicación de la permanencia En este contexto, cabe destacar que al final del
y expansión global de la administración científi- siglo xix y principios del xx se instala la tradición
ca durante un siglo, a pesar de la emergencia de estadunidense de sistematizar los conocimientos
formas alternativas de organización del trabajo. emergentes de las experiencias de la aplicación
Además, se destacan líneas míticas y efectos rea- de nuevas técnicas y procedimientos de la ad-
les que dominaron en el ámbito de la administra- ministración en la industria naciente. Ejemplo
ción científica a lo largo de un siglo de esta tradición lo muestra la práctica de los
ingenieros y asociaciones ingenieriles de Esta-
Contexto histórico de la administración dos Unidos que se esforzaron por documentar
científica: una aproximación los hallazgos relacionados con la administración
industrial, como lo muestra, por ejemplo, el Re-
Estados Unidos es el país donde se concentra porte principal del subcomité sobre administración
principalmente el desarrollo histórico de la ad- de la sociedad americana de ingenieros mecá-
ministración y del estudio de las organizaciones. nicos, publicado en el año de 1912 [Majority
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Cabe destacar que, debido a sus particularidades Report of Sub-Committee on Administration of


económicas, sociales, políticas y geográficas, este the American Society of Mechanical Engineers,
país es cuna de la segunda Revolución industrial 1912]. En este informe se afirma, entre otros
(1880-1930 aproximadamente), en la que se da argumentos, que la importancia de extender el
la transición hacia la producción masiva de la conocimiento de los nuevos descubrimientos de
gran industria. Es en este país donde se dieron las los principios de administración aplicados, por
condiciones más adecuadas para la concepción, ejemplo, en la operación del ferrocarril, hacen
difusión y experimentación de principios de ad- posible un ahorro de un millón de dólares al día
ministración aplicados a las empresas, así como y “es más, estos principios pueden ser aplicados
el análisis de problemas comunes a las organi- con igual éxito en todas la formas de la actividad
zaciones resultado de su acelerado desarrollo, lo de negocios” (Thompson, 2001:153).
que hizo posible el desarrollo del pensamiento Por otra parte, en este periodo en Estados Uni-
organizacional dominante. Entre estas condicio- dos se desarrolla un interés creciente por siste-
nes, destaca la hegemonía política y económica matizar y difundir los hallazgos relacionados con
de la minoría blanca, sajona y protestante de las la administración, con la finalidad de crear un
primeras migraciones europeas hacia territorio espacio de reflexión y discusión que permitiera el
norteamericano en los siglos xvii y xviii, que im- mejoramiento continuo de la práctica administra-

18
Frederick Winslow Taylor y la administración científica…, pp. 17-29

tiva en las empresas. Tal es el caso de la compi- investigación bibliográfica y que presenta una
lación de obras relevantes relacionadas con esta lista completa de los artículos vinculados con la
materia que hacen las asociaciones con el fin de administración industrial publicados en la revista
clasificar y difundir los avances en la materia. Transaction of the American society of Mechani-
Ejemplo de ello es este informe que realiza una cal Engineers, que se muestra en el cuadro 1.

Cuadro 1
Trabajos de administración industrial publicados en Transaction of the American Society
of Mechanical Engineers (1886-1908)

Núm. Título Autor Año


207 “The Engineer as an Economist” Henry R. Towne 1886
256 “A problem in Profit Sharing” Wm. Kent 1887
341 “Gain Sharing” Henry R. Towne 1889
449 “The Premium Plan of Playing for Labor” F.A. Halsey 1891
596 “The Relation of the Drawing Office to the Shop in A. W. Robinson 1894
Manufacturing”
647 “A Piece Rate System” Fred W. Taylor 1895
928 “A Bonus System for Rewarding Labor” H. L. Gantt 1902
965 “Gift Propositions for Paying Workmen” Frank Richards 1903
1001 “The Machine Shop Problem” Charles Day 1903
1002 “A Graphical Daily Balance in Manufacture” H. L. Gantt 1903
1003 “Shop Management” Fred W. Taylor 1903
1010 “Slide Rules for the Machine Shop as a Part of the Taylor Carl G. Bart 1904
System of Management”
1011 “Modifying Systems of Management” H. L. Gantt 1904

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1012 “Is Anything the Matter with Piece Work” Frank Richards 1904
1115 “A History of Introduction of a System of Shop Management” James M. Dodge 1906
1221 “Training Workmen in Habits of Industry and Cooperation” H. L. Gantt 1908

Fuente: elaborado con base en datos de Thompson, 2001:173.

En este contexto distinguimos dos etapas bá- La administración industrial (1880-1910)1


sicas del desarrollo del pensamiento administra-
tivo y organizacional en Estados Unidos, en las El desarrollo de la organización científica del
que establecemos como parteaguas la fecha de trabajo en Estados Unidos tiene sus raíces en la
publicación de Principios de la administración influencia de los artesanos europeos que se dio
científica, la obra más reconocida globalmente a través de los colonizadores y los inmigrantes
de Taylor: la administración industrial (1880- que provenían del viejo continente. La calidad
1910) y la organización científica del trabajo de la artesanía estaba directamente asociada con
(1911-1960). la creatividad innovadora y con las habilidades

19
Antonio Barba Álvarez

manuales del artesano. Alcanzar la calidad de la nización del trabajo, producto de la experiencia
artesanía era una de las principales habilidades empírica de militares (Henry Metcalfe), empre-
desarrolladas por los aprendices. A pesar de que sarios (Henry Towne), funcionarios e ingenieros
las artesanías eran vendidas localmente, el presti- (Frank Gilbreth) relacionados directamente con
gio del artesano rebasaba las fronteras de su loca- los problemas de organización y producción.
lidad. Como ya se señaló, los principales factores Los conocimientos recopilados durante esta
que influyeron en el desarrollo de los métodos de época dan origen a lo que podríamos denominar
producción fabril en Estados Unidos fueron los la “administración industrial”. Esta etapa es muy
económicos, políticos y sociales, así como la ex- importante para el desarrollo de la organización
tensión territorial y la gran cantidad de recursos científica del trabajo, ya que es considerada
naturales de ese país, lo que creó las condicio- como su antecedente más inmediato. El proble-
nes necesarias para la consolidación de la pro- ma principal que intentan resolver los actores de
ducción industrial. Esto permitió a los primeros esta etapa está relacionado directamente con la
colonizadores ser particularmente receptivos en búsqueda de la eficiencia en la producción.
cuanto a las habilidades artesanales y a la nece- Entre las contribuciones más relevantes a la
saria innovación de los procedimientos aplicados administración industrial, resumidas en el cua-
en la producción. dro 2, se mencionan, entre otros, los estudios
En este contexto, la primera Revolución in- de Daniel C. McCallum sobre el control del tra-
dustrial consolidó, primero en Europa y después bajo y la elaboración de organigramas; el dise-
en Estados Unidos, el sistema de fabricación al ño de métodos administrativos (Henry Towne,
establecer el tránsito del taller artesanal al taller 1921); el desarrollo del principio de la unidad
fabril, que se constituye, a su vez, en anteceden- de mando (Henry Metcalfe, 1885); principios de
te inmediato de la fábrica industrial. Este proceso remuneración y gráficas de Gantt (Henry L. Gantt,
forzó, paulatinamente, a los artesanos a conver- 1901; 1910); y el estudio de tiempos y movi-
tirse en obreros, algunos de ellos asumiendo el mientos (Frank y Lillian Gilbreth, 1917). En este
papel de supervisores, pues con el desarrollo del contexto, se sientan las primeras bases para
sistema fabril se hacía cada vez más difícil con- desarrollar la administración como disciplina,
tratar obreros calificados, por lo que era muy cuando en 1881 Joseph Wharton establece por
frecuente recurrir a obreros semicalificados y des- primera vez, a nivel universitario, un curso de
calificados, con las consecuencias que esto tenía administración de negocios.
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en la eficiencia de la producción.
La segunda mitad del siglo xix está marcada La organización científica
por el crecimiento del tamaño de las empresas del trabajo (1911-1960)
norteamericanas. En estas condiciones, aumentó
también el tamaño y la complejidad de los de- La contribución más importante a la organiza-
partamentos de producción, que empleaban una ción del trabajo en la modernidad es desarro-
gran cantidad de inspectores de tiempo comple- llada principalmente por Frederick W. Taylor
to que reportaban directamente a sus respectivos (1856-1915), autor de varias obras, entre las que
supervisores de producción. La eficiencia de la destacan: Shop Management (1903) y los Princi-
producción dependía en gran parte de la habili- pios de la administración científica (1911). A tra-
dad de los obreros, complementada con la vigi- vés de la observación y la experimentación del
lancia de los capataces, o por la supervisión de proceso laboral logra obtener el control del tra-
los ingenieros de producción o por los inspecto- bajo, que era el principal problema en el ámbito
res departamentales. de la producción industrial de principios de siglo
En un principio, a partir de la segunda mitad del xx. Taylor incorpora el cronómetro para analizar
siglo xix, se inicia la sistematización de los cono- los movimientos, separa la ejecución del diseño
cimientos sobre administración industrial y orga- en el proceso de producción y sugiere la incor-

20
Frederick Winslow Taylor y la administración científica…, pp. 17-29

Cuadro 2
Contribuciones relevantes a la administración científica

Año Autor Concepto Obras


1832 Charles Babbage Inicio y desarrollo del enfoque científico On the Economy of Machinery and
(matemático y de la administración. Estudio de Manufactures (1832).
escritor) operaciones repetitivas y de tiempos.
División del trabajo.
1854 Daniel C. Control del trabajo. Enfoque
McCallum administrativo basado en sistemas,
(superintendente informes, sentido común y control.
de ferrocarril) Descripción de puestos. Uso de
organigrama para mostrar la estructura.
1870 Henry Towne Métodos administrativos. Ensayos: El ingeniero como
(presidente de la economista; Reparto de ganancias;
compañía Yale y La evolución de la administración
Towne) industrial.
1885 Henry Metcalfe Unidad de mando. The Cost of Manufactures and the
(capitán y Administration of Workshops Public
administrador de and Private (1885).
arsenales)
1901 Henry L. Gantt Gráfica de Gantt, plan de remuneración, Work, Wages and Profits (1910);
capacitación de obreros y Industrial Leadership (1916).
responsabilidad industrial.
1904 Frank y Lillian Estudio de movimientos, simplificación de Frank: Motion Study (1911); Primer of
Gilbreth trabajo, estándares de trabajo, planes Scientific Management (1912). Lillian:
(ingeniero y de salarios e incentivos. Buscaba la The Psychology of Management
psicóloga) “mejor forma” para realizar un trabajo. (1914). Frank y Lillian: Scientific
Inventaron el micrómetro, película Management in Other Countries than
ciclográfica y los therbligs (refinamiento the United States (1924); The Quest
de los 17 movimientos de manos). of the One Best Way (1924).

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1915 Robert F. Hoxie Primer cuestionamiento al movimiento Scientific Management and Labor
(profesor de la administración científica. (1915); Unionism in the United States
universitario) Resolución Hoxie. (1917).
1920 Lindall F. Urwick Diez principios de organización: The Meaning of Rationalization
(militar y finalidad, especialización, coordinación, (1929), The Elements of Administration
consultor) autoridad, responsabilidad, definición, (1944), The Making of Scientific
correspondencia, supervisión, equilibrio Management (1957).
y continuidad.
1925 Luther H. Gulick Principios fundamentales de Administrative Reflections from World
(profesor y administración: planificar, organizar, War 2 (1948); con Urwick: Papers on
consultor) definir política de personal, dirigir, the Science of Administration (1937).
coordinar, informar y presupuestar.
(P.O.S.D.C.O.R.B.: planning, organizing,
staffing, directing, coordinating,
reporting, budgeting).
Fuente: elaborado por el autor.

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Antonio Barba Álvarez

poración de un departamento pensante y el esta- más conocida: Principios de la administración


blecimiento de una política salarial. científica. El sistema de Taylor se caracteriza
Es importante señalar que Henry Ford (1863- por buscar el aumento de la producción y de la
1947) complementa la propuesta salarial de Tay- productividad. Sin embargo, esta propuesta con-
lor y logra el control del ritmo de trabajo del tribuyó a destruir las habilidades de los obreros
obrero con la cadena de producción semiauto- cuando se estableció la separación del diseño y
mática. Con las propuestas de Taylor y Ford, se la operación con el argumento de la necesidad
resuelven sustantivamente los problemas de la de eliminar la flojera sistemática mediante la or-
eficiencia en la producción, aunque es impor- ganización científica del trabajo. Esta tarea, des-
tante señalar que su obra no tiene una visión or- de la perspectiva de Taylor, era imposible de ser
ganizacional. Es en la década de 1920 cuando realizada por los propios obreros. Para ello era
se inicia el desarrollo del estudio de la organiza- necesario contar con los conocimientos científi-
ción con fundamentos teóricos y metodológicos, cos de los ingenieros, por lo que Taylor propuso
justamente para investigar las causas que moti- la incorporación en la estructura organizacional
vaban la resistencia, principalmente obrera, a la de un departamento de diseño para planear y or-
administración científica. En este contexto se de- ganizar el trabajo. Con esta propuesta tanto los
sarrolla la Teoría de la Organización a partir del obreros como los supervisores se limitan exclu-
experimento de la Hawthorne, que dio origen al sivamente a ejecutar las tareas planeadas en el
enfoque de las relaciones humanas y que creo las departamento de diseño.
condiciones organizacionales que propiciaron A principios del siglo xx, F. W. Taylor, en su
la plena implantación de la administración cien- declaración ante la Comisión del Congreso nor-
tífica, ya que a partir de dicho experimento se teamericano, afirma que los empresarios deben
descubrió que, entre otros hallazgos, la resisten- preocuparse mucho más por la calidad de lo que
cia obrera era causada principalmente por el ca- producen y por la felicidad de los empleados
rácter disciplinario e impersonal que imponía el que por la rentabilidad financiera (Barba, 2002).
nuevo método de organizar el trabajo. También Sin embargo, como se observa, la organización
se descubrió la importancia de la socialización científica del trabajo tuvo como consecuencia
de los trabajadores en la empresa a través de gru- inmediata la eliminación de las habilidades que
pos informales, lo que facilitaba la aplicación de antes tenían los artesanos.
la organización científica de trabajo. Con estos Como consecuencia de la incorporación del
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descubrimientos, y la construcción de un marco departamento de diseño, tiene lugar una reorgani-


teórico explicativo de la problemática estudiada, zación de los departamentos de inspección. Esta
fue posible, finalmente, aplicar la administración tarea se centraliza en un solo departamento que
científica y el florecimiento de esta forma especí- concentra a todos los inspectores bajo el mando
fica de organizar el trabajo en la sociedad capita- de un jefe inspector —todos ellos pertenecían an-
lista. Con las fuerzas de producción plenamente tes a distintos departamentos de producción—, a
liberadas mediante la administración industrial, pesar de la oposición de los inspectores. En parte,
la organización científica del trabajo y la teoría esta oposición se sustentaba en el reclamo de la
de la organización, se establecen las bases para supresión de su participación en la organización
la expansión, el crecimiento y complejización del proceso de producción.
de las organizaciones modernas. Las nuevas tareas encomendadas a los inspec-
tores se centraban en alejar los productos defec-
El sistema Taylor y la “descualificación” tuosos del alcance de los consumidores. Uno de
los métodos más comunes para alcanzar este fin,
Como se comentó anteriormente, a fines del si- era la determinación de lotes de las materias pri-
glo xix y principios del xx aparece la propuesta mas y productos en proceso para evaluar, tomar
de Frederick Winslow Taylor a través de su obra muestras y establecer, a través de la evaluación,

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Frederick Winslow Taylor y la administración científica…, pp. 17-29

la disposición del lote. A partir de la muestra se ya había expresado en el concepto de subsun-


separaban los productos defectuosos del resto. ción real del trabajo en el capital como ins-
Con este procedimiento, Taylor logra reducir trumento de dominio capitalista al enajenar el
sustantivamente la autonomía del obrero en el saber obrero y trasladarlo a la empresa, y que
proceso de producción y, al mismo tiempo, al- venía incorporado en el sistema Taylor como un
canza el control de la organización del trabajo y principio intangible. Con ello, además de resol-
de las características del producto a partir de su ver las limitaciones de la producción, se puede
diseño. Estas propuestas taylorianas trascendie- pensar que este traslado de la obra de Taylor a
ron la cultura occidental y se expandieron por la industria soviética contribuyó a alejar las as-
todo el mundo, como una expresión de su im- piraciones ideológicas sobre la toma del poder
portancia en la sociedad contemporánea. por el proletariado para alcanzar el comunismo.
Una experiencia todavía más documentada so-
Algunas experiencias extraterritoriales bre el traslado del taylorismo la encontramos en
del taylorismo Japón.

Taylor y el comunismo. La expansión del tayloris-


Taylorismo remasterizado en Japón
mo traspasó rápidamente las fronteras. Paradójica-
mente, esta expresión de “explotación capitalista” En el caso de Japón, aun cuando en el periodo de
fue importada a la naciente industria de la Unión posguerra sus productos tenían muy mala fama,
de Repúblicas Soviéticas Socialistas (urss), to- esto no fue siempre así. Durante los siglos xvii y
mando como base su sorprendente capacidad xviii sus productos artesanales, como por ejemplo
de incrementar la eficiencia en la producción, el papel, la seda, los barnices y los sables, eran
condición necesaria para cumplir las metas de la sumamente codiciados, principalmente en Euro-
sociedad socialista. El propio Lenin explica los pa. Sin embargo, la política de aislamiento en
argumentos sobre la urgencia de llevar la admi- el mismo periodo, promovido por el shogunato
nistración científica a la urss, pues consideraba Tokogawa, contribuyó a acumular un atraso sig-
que el sistema Taylor: nificativo en el desarrollo tecnológico (Nonaka y
Takeuchi, 1995).
como todo progreso capitalista, es una combina- La restauración Meiji en 1868, termina con
ción de la refinada brutalidad de la explotación el aislamiento y también con el feudalismo. En

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burguesa y un número de grandes logros cien- consecuencia, el país adoptó y se adaptó rápi-
tíficos en el campo del análisis de movimien- damente a la tecnología industrial occidental.
tos mecánicos durante el trabajo, la eliminación Paralelamente, se da un gran desarrollo en la
de movimientos inútiles y torpes, la elaboración de industria militar, lo que implicó gran competiti-
correctos métodos de trabajo, la introducción vidad de los productos bélicos a principios de la
del mejor sistema de contabilidad y control, etc. segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en este
La república soviética debe adoptar a cualquier mismo periodo, los productos civiles de exporta-
costo todo lo que es válido en este campo en ción no compartían la misma alta calidad, de ahí
cuanto a logros de ciencia y tecnología se refie- surge su mala reputación.
re […] Debemos organizar en Rusia el estudio y Debido a la ocupación norteamericana en
la enseñanza del sistema Taylor, experimentarlo la posguerra, Japón enfrentó graves dificultades
sistemáticamente y adaptarlo a nuestros fines (Le- para la recuperación económica. Algunas em-
nin, 1965:259). presas importantes perdieron a sus principales
clientes, que eran los militares. Su problema
Esta posición leninista hizo posible la plena principal era la transformación de los productos
instalación de la administración científica en la bélicos en producto civiles. Esto implicaba que
urss, en contraposición a los temores que Marx tenían que decidir qué manufacturar, y diseñar-

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Antonio Barba Álvarez

los o copiar los diseños de otros, aprender cómo antes. El segundo estudio, de Ikeda Toshiro, apa-
hacerlos e intentar venderlos en el mercado in- reció con el título de Secrets for Eliminating Futile
ternacional, con la gran desventaja de su mala Work and Increasing Production, y se vendieron
reputación. Como se ve, uno de los obstáculos más de un millón de copias.
para su expansión económica era la percepción El presidente de Mitsubishi, por ejemplo, com-
que el mercado externo tenía de la mala calidad pró 20 000 copias para sus empleados, y el jefe
de sus productos. Por lo tanto, uno de sus retos de Kawasaki Shipbulding circuló casi 15 000 co-
era cambiar esa reputación aprendiendo cómo pias entre sus trabajadores. En 1913, la National
alcanzar una alta calidad. Railways y la industria textil fueron seleccionadas
A pesar de que comúnmente se piensa que el para la aplicación de los métodos tayloristas, aun-
control estadístico de calidad en Japón se inicia que ya a principios de 1908 Iwatare Junihoko, de
con el proceso de ocupación de los aliados, par- Nipon Electric, en una alianza estratégica, había
ticularmente de los norteamericanos en la pos- aplicado los estudios de tiempos y movimientos
guerra, en realidad ya existían antecedentes de la después de una estancia para la observación de
influencia de la administración científica de Tay- esos métodos en la Western Electric. De esta ma-
lor y del desarrollo de este método estadístico nera, la administración científica fue vista por los
en ese país, antes de la gran conflagración. La industriales japoneses como la alternativa para
influencia de las ideas de Taylor en Japón se dio alcanzar la eficiencia industrial, pero también
por diversos caminos (Barba, 2002). Por un lado, ofreció una perspectiva de solución para algunos
la difusión de sus ideas y métodos como resul- problemas crecientes del personal, relaciona-
tado del conocimiento y las traducciones de su dos con el malestar de la fuerza laboral. Si se
trabajo. Por el otro, a través de los textos produ- observa este proceso desde la perpectiva del
cidos por sus intérpretes y los trabajos desarro- contexto socioeconómico, en el que el tayloris-
llados por los consultores, a través de los cuales mo se introdujo inicialmente en Japón, se puede
se analizaba su teoría y las experiencias de la considerar que el ambiente era turbulento.
aplicación de este procedimiento. Para 1940, los administradores japoneses eran
Estudios realizados por Warner (1994) de- considerados “científicos”, en el estricto sentido
mostraron que el taylorismo se estableció, ini- del concepto original de la administración cien-
cialmente, antes de la primera Guerra Mundial tífica, ya que se hicieron expertos en el mane-
(véase cuadro 3, elaborado con base en Barba, jo de la recolección sistemática de información
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2002). Los datos que aporta indican que en Ja- para crear los principios generales. Sea cierto o
pón se instaló la primera sucursal extranjera de no que el sistema gerencial japonés sea “úni-
la Sociedad de Taylor (Taylor Society). Al mismo co”, un punto controversial para argumentar esta
tiempo, los Principios de la administración cien- afirmación es que los japoneses se apropiaron
tífica fueron trasladados a ese país, poco después materialmente, del taylorismo importado. El tay-
de su publicación en Estados Unidos en 1911, lorismo coexistió con las políticas benefactoras
con el título de The Secret of Saving Lost Motion. de los empleadores paternalistas, aunque los tra-
Un año después se vendieron en Japón poco más bajadores se habían resistido de manera muy
de un millón de copias en forma de folleto. En el decidida con la depresión de 1930. Mientras que
proceso de difusión, la popularización del traba- en una primera instancia el taylorismo se había
jo de Taylor fue de gran importancia, ya que dos considerado como una aproximación mecani-
libros en japonés fueron especialmente influyen- cista, más tarde esta visión fue matizada. Res-
tes antes de la década de 1920. pecto a los planteamientos tayloristas, estos se
El primero fue el texto de Hoshino Yukinori, extendieron muy rápidamente, porque se consi-
A Report of Observations, publicado en 1912, deraba que el papel principal de los ingenieros
basado en el trabajo de Taylor que fue visto por japoneses, entusiastas de esta propuesta, se cen-
primera vez en Estados Unidos tan sólo un año traba en la formulación de estrategias. El proceso

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Cuadro 3
Cronología del taylorismo y su impacto en la industria japonesa antes de 1945

Año Suceso
1856 Nacimiento de Frederick Winslow Taylor en Philadelphia, Pensilvania
1878 Taylor inicia su trabajo como obrero en la Middle Steel Works
1898 Es nombrado gerente consultor de la Bethlehem Steel
1903 Publicación de Shop Management
1906 Publicación de The Art of Cutting Metals
1908 La Nippon Electric aplica el estudio de tiempos y movimientos
1911 Publicación de The Principles of Scientific Management
1912 Publicación de The Secret of Saving Lost Motion (traducción al japonés de los Principios)
1912 Los seguidores japoneses de Taylor publican sus propios libros
1913 La empresa National Railways y las empresas de la industria textil japonesa adoptan las técnicas
tayloristas
1915 La empresa Yusukawo Electric introduce un sistema de recompensas bajo la influencia taylorista
1915 La Escuela de Tecnología Port Arthur (ahora Dublín) es la primera en tener cursos de taylorismo
1915 Muere Taylor
1915 Toyobo funda el programa de estudio de tiempos y movimientos
1919 El Estado subsidia el Industrial Efficiency Institute
1923 Araki establece su propio Efficiency Institute
1929 Gilbreth, Emerson y otros tayloristas visitan Japón
1929 Ishida inicia experimentos sobre los procesos de control estadístico en la empresa Tokyo Electric
1929 Se funda el Industrial Rationalisation Programme
1929 Shibaura introduce el job wage system
1931 Japón invade Manchuria
1932 El sistema de incentivos de Shibaura es modificado y se expande; continua sin cambios hasta 1945
1933 El sector organizado (los sindicatos) de la fuerza de trabajo japonés disminuye
1937 Cambia el nombre de la Oficina de Racionalización Industrial (Industrial Rationalization Bureau) por
la Oficina de Control (Control Bureau)
1938 Las empresas Mitsubhi Electric y Shibaura Electric comienzan a abandonar las técnicas del estudio
de tiempos y movimientos
1939 Intento para una mayor regulación de salarios y prácticas de trabajo
1942 Se funda la Japan Management Association constituida por una miscelánea de organizaciones

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1945 Fin de la Guerra del Pacífico
Fuente: Barba, 2002:529.

de apropiación e interpretación del taylorismo la aplicación estricta de los principios de la ad-


por parte de los japoneses se expresa en lo que ministración científica en las empresas japonesas
Kinzley llamó “un punto de vista comunitario nunca fue aceptada plenamente, en parte debido
organicista de la fábrica y de la organización a que las reglas tayloristas hacían rígida la crea-
social” (Warner, 1994:520). Éste es el caso que tividad y las rutinas del trabajo para distinguir
puede ayudar a explicar la distinción de una responsabilidades entre empleados, sindicatos
eventual síntesis de soluciones nativas e impor- y la dirección. La ausencia en Japón, a media-
tadas. dos de la década de 1950, de la influencia de
El taylorismo fue modificado y absorbido por los sindicatos industriales, y la escasez marca-
el sistema debido a múltiples factores comple- damente diferenciada de clasificaciones del tra-
jos. Entre ellos se puede mencionar la naturaleza bajo, también permitió a los gerentes rotar a los
de la fuerza de trabajo. En términos generales, empleados y asignarles múltiples tareas. Ade-

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Antonio Barba Álvarez

más, a pesar del alto formalismo de la regulación La administración científica:


y de los procedimientos en la empresa, una de una realidad controversial
las características principales fue su gran énfasis
en la profesionalización específica de los técni- En este contexto, el taylorismo se puede ubicar
cos, y los ingenieros lo estimulaban. Se llevaba a en la segunda Revolución industrial a fines del si-
cabo una rigurosa selección para capacitar a los glo xix. Su fundamento es el principio mecánico.
trabajadores en el lugar mismo de trabajo. Por En esta etapa del maquinismo se nota una clara
ello, la velocidad de la incorporación de las nue- tendencia a convertir al obrero en un apéndice
vas tecnologías en Japón era más rápida que en de la máquina al profundizar la rutinización de
otros países, como por ejemplo la Gran Bretaña, su trabajo, parodiada magistralmente por Char-
ya que los trabajadores estaban preparados para les Chaplin en su película Tiempos modernos.
esto. Los trabajadores eran socializados más en Para tal fin, Taylor propone cuatro principios
la “membresía” de la empresa que en los grupos básicos para la administración científica que po-
de trabajo. dríamos resumir de la siguiente manera: selección
Los administradores japoneses implantaron científica de los trabajadores; análisis científico del
más minuciosamente la administración científica trabajo; cooperación estrecha entre los planifica-
que en el país de origen. La escala de la implan- dores del trabajo y los trabajadores y, finalmen-
tación y de la institucionalización de las prácticas te, igual responsabilidad entre administración y
tayloristas en Japón puede ser considerada como trabajadores.
una de las más distintivas características de la in- Sin embargo, el taylorismo va más allá de es-
novación organizacional, y ayudan a distinguirla tos aparentemente ingenuos principios. En reali-
de otros casos de adaptación, como por ejemplo dad, lo que pretende es superar el oficio, ya que
el británico, el alemán o el mexicano. éste se constituye como un obstáculo para la
producción en masa por dos razones: en primer
lugar, el oficio es un modo de resistencia obrera
De la realidad al mito: Taylor y su obra a la intensificación del trabajo, ya que a través
Es en la segunda etapa de la Revolución indus- de éste el trabajador monopoliza el conocimien-
trial cuando se consolida el dominio del capital to de los procesos de producción, excluyendo
sobre el trabajo con la aparición de la organiza- a los patrones de él, de tal forma que la única
ción científica del trabajo derivada, sustancial- alternativa del capital para dominar el trabajo es
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mente, de las propuestas de F. W. Taylor y Henry mediante un contrato que le permita sancionar
Ford. a aquel trabajador que no cumpla sus obligacio-
En esta segunda etapa, la división detallada del nes contractuales.
trabajo progresa buscando la fragmentación del tra- En segundo lugar, esta exclusividad del cono-
bajo vivo, y de este modo sólo considera esen- cimiento obrero le da el control de los tiempos de
cial la norma de rendimiento de las fuerzas de producción, ya que conoce la mejor manera
trabajo medida en tiempo de trabajo. Cabe desta- de producir, pero también la peor, lo que le per-
car que la aplicación del taylorismo y del fordis- mite aplicar el ritmo de trabajo que más le con-
mo en los procesos de producción y de trabajo venga, marginando al patrón por su ignorancia
desempeñaron un papel relevante en dicho pro- sobre la forma de producir.
greso, por lo que a continuación revisaremos En pocas palabras, se podría definir el tayloris-
brevemente sus postulados básicos y su influen- mo como la aceleración de la cadencia de ciclos
cia en la transformación de la organización del de movimientos en los puestos de trabajo y la
trabajo, así como sus limitaciones más relevan- disminución del tiempo muerto de la jornada de
tes, que precedieron a formas más sofisticadas trabajo (introducción del cronómetro), mediante
de administración capitalista de la producción principios generales de organización del trabajo,
inscrita en el postaylorismo. disminución de autonomía de los trabajadores y

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vigilancia y control permanente en la ejecución Ford retoma la política de salarios propuesta


de la norma de rendimiento. por Taylor y establece el five dollars day, que en
Debido a la complejidad que empezaban a esa época equivalía al doble del salario promedio
asumir las grandes organizaciones, los patrones recibido por el obrero de la industria automotriz,
de aquella época se ven impedidos de ejercer pero a cambio de este salario el trabajador se
directamente estas propuestas, de esta manera, ve sumido en una forma brutal de control que
la administración se perfiló como una disciplina va desde la intensificación meticulosa de las ta-
específica del capital y el administrador profe- reas desarrolladas en la línea de montaje hasta la
sional con conocimientos técnicos y científicos vigilancia estrecha de sus hábitos sociales y de
que salvaguarda los intereses de aquellos. consumo.
Para el diseño de la organización del trabajo Pero ¿a qué se debe la disminución de la pro-
que permita un control real sobre los obreros, ductividad? Los métodos de Taylor y Ford eran,
Taylor propone el establecimiento de un depar- ante todo, disciplinarios y de enajenación de
tamento pensante (thinking department), cuyas habilidades y conocimientos de los obreros, in-
funciones principales serían la distribución, la augurando así una dimensión neotayloriana. Al
fabricación, salarios y personal. Por otro lado, cabo de cincuenta años, afirma Lipietz:
podríamos considerar el fordismo como la arti-
culación del proceso de producción y del modo casi no había razones para que la mejor manera
de consumo que instaura la producción en (The one best way) no hubiera sido detectada, de-
masa, clave de la universalización del trabajo corticada, sistematizada y generalizada. La masi-
asalariado. Se caracteriza por la instalación de ficación del trabajo había terminado por agotar el
la cadena de producción semiautomática y el gran yacimiento del saber obrero. No es que no
establecimiento de la producción en serie de existan inmensos yacimientos de productividad
medios de consumo de masas, a partir de los en el ingenio humano: pero ellos no pueden ya
años veinte. ser explotados por los métodos taylorianos, los
El fordismo desarrolla la mecanización del del embrutecimiento, de la parcelización de las
trabajo, eleva la intensidad, incrementa la sepa- tareas, de la dedicación de turnos de trabajo a un
ración entre trabajo manual y trabajo intelectual gesto indefinidamente repetido. Además, la pro-
y enfrenta la tecnología con los trabajadores. En pia parcelización encontraba sus propios limites:
suma, el fordismo agrega al taylorismo los si- tiempos muertos en los turnos de trabajo, arreglos

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guientes principios complementarios: finales concentrados al final de la cadena de pro-
ducción, etcétera.
a) Integración de los diferentes segmentos del
proceso de trabajo a través de un sistema Es en este contexto donde se presentan con
de guías y medios de mantenimiento que mayor claridad los límites del fordismo y del tay-
permitan el desplazamiento de las materias lorismo. Al elevarse la producción, se requieren
primas en proceso de transformación y su condiciones sociales apropiadas para una circu-
conducción ante las máquinas herramientas lación de mercancías en rápido aumento. Se
(cadena de producción semiautomática). presenta la imposibilidad de homogeneizar los
b) Asignación de los obreros a puestos de ciclos de movimiento. En el ámbito organizacio-
trabajo cuyo emplazamiento está riguro- nal, los efectos psicológicos sobre el trabajador
samente determinado por la configuración no se hacen esperar y se manifiestan a través del
del sistema de máquinas. El obrero pierde ausentismo, enfermedades por fatiga nerviosa,
totalmente el control sobre el ritmo de tra- aumento de accidentes de trabajo y producción
bajo y su capacidad creativa sobre el pro- defectuosa, como características del postayloris-
ducto. mo. Se puede interpretar que estos efectos expre-

27
Antonio Barba Álvarez

san, a su vez, formas de resistencia asumidas por hace el obrero; no es el estudio de los tiempos y
los trabajadores ante las formas organizativas de los movimientos; tampoco se trata de imprimir
impuestas por el capital. un grueso libro de reglas y dárselo a los hombres
Estos fueron algunos de los factores que oca- diciéndoles: “este es el sistema, utilícenlo” […].
sionaron la crisis del fordismo, sobre todo en Ninguno de estos medios constituye la dirección
los países industrializados. Así, durante los años científica […]. Creo en estos medios, pero quiero
1967-1974 se configura la oposición de los insistir en que ni tomados en bloque ni por se-
obreros especializados frente a los jefes, al de- parado constituyen la dirección científica (citado
partamento de planeación y métodos, a los cro- por Aktouf, 1998:65).
nometradores, etc. Así, la crisis del taylorismo y
del fordismo, aunada a los avances tecnológicos, 2) Cientificidad de la administración y de la
abre las puertas a una forma alternativa de orga- organización del trabajo. Aunque Taylor aplicó
nización. el método científico a la organización del trabajo
sustentado en la elaboración de una hipótesis, la
Taylor: mito institucionalizado observación sistemática, la experimentación, el
registro, la clasificación, la medición, el registro
1) Creador de la administración científica. En y el control, es cuestionable que los motivos que
sentido estricto, el concepto de cientificidad de impulsaron a Taylor respondieran a los requisi-
la administración fue propuesto originalmente tos de la ciencia. Por el contrario, lo que busca-
por Charles Babbage (1792-1871), en su obra ba era responder a las exigencias de incrementar
On the Economy of Machinery and Manufactu- la producción en las fábricas. En todo caso, el
res (1832), a través de la cual postuló y desarro- carácter científico de Taylor, que desarrolló du-
llo el enfoque científico de la administración, así rante 25 años, se concentra en la adecuación en-
como el estudio de operaciones repetitivas y de tre las herramientas y los materiales tratados o el
tiempos, y la división del trabajo. Braverman es corte de metales, que le valió el reconocimiento
más contundente sobre este mito al cuestionar la por sus descubrimientos técnicos a principios
originalidad de los postulados de Taylor: del siglo xx.

Lo que Taylor hizo no fue inventar algo nuevo, Conclusiones


sino sintetizar y presentar como ideas razona-
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blemente coherentes las que abrían germinado y La administración científica de Taylor, como se
alcanzado fuerza en Gran Bretaña y Estados Uni- ha ejemplificado en este texto, se ha expresa-
dos a lo largo del siglo xix. Dio una filosofía y un do históricamente de múltiples formas que dan
título a una serie de iniciativas y experimentos cuenta de su relevancia en la sociedad moderna.
inconexos” (Braverman, 1980:110-111). Una primera lección que aporta la revisión de su
obra y su contexto nos muestra la distancia en-
De hecho, se consideraba a Taylor como la tre el sentimiento tayloriano y la interpretación
culminación de una escuela de pensamiento so- que de él se ha hecho en la academia y en la
bre la administración que se desarrolló con ma- organización industrial. Otra lección relevante
yor fuerza en la segunda mitad del siglo xix. El nos muestra que los postulados de Taylor tran-
propio Taylor puntualiza lo que en su época ya sitaron por senderos tortuosos que estuvieron a
se tergiversaba sobre sus postulados de la admi- punto de cancelar su difusión mediante la Re-
nistración científica y se obliga a aclarar: solución Hoxie del Congreso norteamericano
en 1917. Pero no sólo los políticos cuestionaron
No se trata del pago por pieza, del pago de bo- su pertinencia. En su época, Taylor también re-
nificaciones, del pago de sobresueldos; no es un cibió el repudio principalmente de empresarios
modo de usar un cronómetro y señalar lo que que argumentaban que la administración cientí-

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Frederick Winslow Taylor y la administración científica…, pp. 17-29

fica atentaba contra la tradición creadora de los Barba, Antonio (2002), Calidad y cambio organiza-
obreros norteamericanos, además de que su apli- cional: ambigüedad, fragmentación e identidad.
cación propiciaba el desempleo y, por lo tanto, El caso del LAPEM de México, cfe, uam-cfe.
limitaba la capacidad de consumo. En el mismo — y Pedro Solís (1997), Cultura organizacional.
sentido, los obreros manifestaron una resistencia Enfoques y metáforas en los estudios organiza-
creciente que motivó descontento social. cionales, México, Vertiente.
Sin embargo, la fuerza de su propuesta se Braverman, Harry (1980), Trabajo y capital mo-
expandió por todo el mundo, tanto en el capi- nopolista. La degradación del trabajo en el si-
talismo como en el socialismo real, tanto en el glo xx, México, Nuestro Tiempo.
Occidente como en el Oriente, como ocurrió Gantt, Henry L. (1901), “A Bonus System for Re-
en las lejanas tierras de Japón. Es indudable, por warding Labor”, Transactions of the American
otra parte, que su obra influyó sustantivamente Society of Mechanical Engineers, XXIII.
en la consolidación de una nueva forma de orga- Gantt, Henry L. (1910), “Work, Wages and Pro-
nización que respondía a los intereses económi- fits”, en The Engineering magazine.
cos dominantes de la sociedad capitalista y aun Gilbreth, Frank B. y Lillian M. Gilbreth (1917),
respondió a ideologías tan contrarias como el Applied Motion Studio, Nueva York, Sturgis &
socialismo soviético. Por último y lo más impor- Walton.
tante, la historia nos muestra su plena vigencia Lenin, Vladimir Ilich (1965), “Las tareas inme-
conceptual en la sociedad contemporánea, mis- diatas del gobierno soviético”, en Obras com-
ma que se expresa en la sociedad, las organiza- pletas, vol. 27, Moscú.
ciones y en las aulas. En conclusión, podemos Metcalfe, Henry (1885), The Cost of Manufac-
vivir de acuerdo con los postulados de Taylor o tures and the Administration of Workshops
en desacuerdo, pero no podemos ocultar su fuer- Public and Private, Nueva York, Jhon Wiley.
za en la modernidad. Nonaka, Ikujiro y H. Takeuchi (1995), The
knowledge-creating company: How Japanese
Nota companies create the dynamics of innovation,
New York, Oxford University Press.
1
 tilizamos el concepto de “administración
U Taylor, F. W., (1972), Scientific Management;
industrial” apegándonos a la tradición de los Shop Management; Taylor’s Testimony before
ingenieros norteamericanos de principios de the Special House Committe, Connecticut,

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


siglo xx, que usan esta noción para referirse Greenwood Press.
al conjunto de conocimientos de adminis- — (1981), Principios de la administración cientí-
tración previos a la administración científi- fica, México, Herrero.
ca de Taylor. Cabe señalar que en algunos Thompson, Clarence (2001), Scientific Manage-
libros de texto de administración también se ment. A Collection of the More Significant
denomina a este conjunto de conocimientos Articles Describing the Taylor System of Ma-
como “administración sistemática”. nagement, Bristol, Thoemmes Press, [1914].
Towne, Henry R. (1921), “Industrial Manage-
Fuentes bibliográficas ment”, en The Engineering Magazine, LXI.
Warner, Malcolm (1994), “Japanese Culture,
Aktouf, Omar (1998), La administración: entre tra- Western Management: Taylorism and Human
dición y renovación, Colombia, Gaëtan Morin. Relations Management”, en Organization Stu-
dies, vol. 15, núm. 4.

29
A cien años de la administración científica.
Análisis de las aportaciones de Taylor

Gilberto Calderón Ortiz


Profesor-investigador del Departamento de Administración, dcsh, uam-a

María Teresa Magallón Diez


Profesora-investigadora del Departamento de Administración, dcsh, uam-a

Héctor R. Núñez Estrada


Profesor-investigador del Departamento de Administración, dcsh, uam-a

Introducción de orden económico, ideológico, social, político,

C
laboral y sindical, ecológico y, por supuesto, en
on la entrada del crónometro en el taller

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


términos de los inicios de la concepción de la
como dispositivo simbólico de control administración como ciencia. Al análisis de las
quedaba claro que, con miras a la conso- consecuencias de la aparición del taylorismo en tan
lidación del capitalismo industrial, la propiedad diversos ámbitos dedicamos este trabajo. Finaliza-
del tiempo y de los movimientos era expropia- remos exponiendo las razones por las que hoy, más
da del trabajador para pasar a manos del manage- que nunca, el pensamiento de Taylor cobra vigen-
ment que, con la aplicación de los principios de cia en un sector tan delicado como el de la gestión
la administración científica, se encargaría de co- de las organizaciones públicas según esquemas
dificar, medir y fragmentar todo ese savoir-faire, organizacionales que incentivan la eficiencia por
antes patrimonio exclusivo del artesano, para encima de otros valores y que, indudablemente,
regresarle un único método, one best way, que encuentran sus cimientos en el taylorismo.
incluye los movimientos y las herramientas idó-
neas con tiempos controlados para la minimiza-
ción del tiempo y el esfuerzo requeridos en la El taylorismo como principio fundacional
realización de la tarea. de la administración
Este hecho representó un cambio organizacio- Los principios de la administración están ligados
nal que, inevitablemente, llevó a transformaciones a la obra fundamental de Taylor: Principios de la

31
Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Diez y Héctor R. Núñez Estrada

administración científica, en la cual se aborda la de las Ciencias Sociales, derivado del método
organización del trabajo y de la producción, y se para establecer tipos de realización del trabajo:
instauran reglas, sistemas contables y de medi- “una vez establecidos esos tipos, se hizo habitual
ción con el propósito de elevar la productividad denominar eficiencia del trabajo a la razón entre
del trabajo y los volúmenes de producción. Su la realización real y la realización tipo” (citado
obra contribuyó indudablemente al desarrollo por Simon, 1988:172).
de las fuerzas productivas al mejorar tanto la efi- También tuvo propuestas sobre estructura or-
ciencia del factor trabajo como el rendimiento ganizacional y toma de decisiones. Al proponer
de los medios de producción, desde esta pers- la centralización señala: “las actividades con las
pectiva debe situarse como una gran aportación que guardan relación las decisiones de ingeniería
al desarrollo industrial. se hallan organizadas en un solo departamento:
Sus descubrimientos se derivan de la aplica- situar la función de la decisión de manera que se
ción del método científico para abordar el pro- asegure la competencia técnica necesaria” (Si-
ceso productivo; observa y experimenta para mon, 1988:132).
arribar a sus planteamientos de tiempos y mo- Estas propuestas implican no solamente la
vimientos, estandarización, especialización de observación, sino un alto grado de abstracción
tareas, controles, medición y organización y di- y poder teorizar sobre el proceso de trabajo y
rección del administrador. De acuerdo con un demostrar los planteamientos a través de eviden-
clásico en teoría de decisiones como Simon, “los cias. Como planteamos en la ponencia, Taylor
principios de administración deben guardar re- utilizó el método científico para llegar a sus con-
lación con la fisiología del cuerpo humano, con clusiones; para sus investigaciones aplicaba con
las leyes de la capacitación y del hábito. Éste es rigor la metodología, por ejemplo, trató de de-
el campo que ha sido cultivado con mayor éxito terminar las condiciones tecnológicas de la efi-
por los seguidores de Taylor y en el que se ha de- ciencia. Quizá no exista un ejemplo mejor de los
sarrollado el estudio de tiempos-y-movimientos” laboriosos métodos científicos que los propios
(Simon, 1988:39). estudios de Taylor acerca del corte de metales
Una de sus aportaciones más destacadas fue (Simon, 1988:42).
la necesidad de la planeación de las actividades El análisis de las aportaciones del taylorismo
productivas. Al respecto, D. Gvishiani señala: no puede separarse de su contexto histórico, de
“Taylor exigía que se planificaran de antemano quien las emplea, las utiliza y aprovecha. En este
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los métodos de trabajo y la actividad de toda la sentido, el capitalista se beneficia del aumento
empresa […] ya el solo planteamiento del pro- de plusvalía que se produce al aplicar los princi-
blema de separar la función de planificación es pios de la administración científica, de ahí que
un mérito indudable” (Gvishiani, s/f: 203). el movimiento obrero rechazara su introducción
H. Simon también destaca las aportaciones de al proceso productivo, al creer que se trataba de
Taylor, una de las cuales fue la supervisión fun- incrementar la explotación del trabajo.
cional, que consiste en “que los obreros estén Otros efectos del taylorismo fue empezar a
sujetos a un capataz en materia de programación ver la administración como una profesión y el
del trabajo y a otro con el funcionamiento de surgimiento del consultor o experto en procesos
las máquinas” (Simon, 1988:25). Con esto au- productivos y en sistemas de trabajo, y de la en-
mentaría la eficiencia del trabajo y la produc- señanza de la administración. Gvishiani afirma
ción, agrega el autor citado, y en el caso del que, a partir de los años veinte del siglo xx,
capataz funcional de Taylor, el obrero puede
aceptar las instrucciones de uno en cuanto a crece a diario el número de escuelas, colegios y
la velocidad de su maquinaria, y las de otro en seminarios de administración, en los centros de
relación con su mantenimiento. Su concepto enseñanza comienzan a darse cursos regulares
de eficiencia fue incorporado a la Enciclopedia de “gestión industrial”, a las investigaciones de

32
A cien años de la administración científica, pp. 31-48

los problemas de la organización de la gestión canciller Bismarck, Clemenceau y Giolitti, “se


se incorporan más y más hombres de ciencia, se esforzaban por promulgar una legislación sobre
multiplican en progresión geométrica las publi- seguridad social que proporcionara un nivel mí-
caciones sobre los problemas de la “administra- nimo a los elementos más pobres de la clase tra-
ción científica” (Gvishiani, s/f: 206-207). bajadora” (Adams, 1979:215).
Había desempleo en términos relativos, pero
En este sentido, Taylor, además de sus apor- también es cierto que los datos absolutos apun-
taciones al proceso productivo, es el fundador taban a que el número de obreros que se incor-
de la disciplina administrativa, incluida en uni- poraba al mercado, en comparación con épocas
versidades y tecnológicos; en la actualidad, las pasadas iba en aumento. Dobb pone el ejemplo
carreras y posgrados en administración son los de Inglaterra, donde, entre 1873 y 1914, se incre-
de mayor demanda. mentó en 50% el número de personas emplea-
das, pero el capital invertido había crecido en
El contexto más de 80% (Dobb, 1977:372-373). Este autor
también sostiene que los momentos de escasez
Antes de abordar los aspectos sustanciales de las de capital se observan cuando si bien las máqui-
ideas de Frederick Taylor, apuntaremos algunos nas se multiplican, trae como consecuencia mayor
rasgos del contexto económico en que se encon- oferta de puestos de trabajo; pero si la deman-
traba la economía de Estados Unidos en los años da no alcanza a cubrir esa necesidad, el salario
previos a la publicación de su obra en 1911. tiende a subir (Dobb, 1977:338-339). Contradic-
Entre los años de 1873 y 1896, antes de que toriamente, los cambios tecnológicos y los nue-
escribiera su libro Taylor, la economía de eua, vos inventos en el siglo xix, “en la medida que la
al igual que la de otros países, se encontraba en invención presentó este carácter, el capitalismo
crisis. En 1894, 17% de los obreros no tenía ocu- a medida que se expandía, pudo economizar a
pación y si bien las cifras entre ese año y 1915 costa de la expansión paralela de su ejército
fueron menores, los índices se mantenían en al- proletariado” (Dobb, 1977:329). El empresario
rededor de 12%. Además del desempleo, por falta capitalista tiende a abatir costos, y los inventos
de ingreso los obreros enfermaban y no contaban de nuevas maquinarias le resultan necesarios
con viviendas adecuadas ni servicios públicos para economizar. En los años que anteceden a
(Adams,1979:216). Aunque los poseedores de la publicación de la obra de Taylor, en 1907-

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


grandes fortunas se mostraban benevolentes con 1908, los precios de los bienes de capital baja-
los pobres, rechazaban a las organizaciones que ron dos veces más que los bienes de consumo
emprendieran acciones para remediar sus males (Dobb, 1977:387-388). De inmediato se observa
y se oponían a reformas que beneficiaran a la cla- una contradicción fundamental en el proceso
se obrera (Adams, 1979:218-219). de acumulación de capital, pues si se realizan
Mientras, a finales del siglo xix, los poseedores inversiones en bienes de producción, contando
de grandes fortunas se permitían todo tipo de des- con que además bajan de precio y, sin embargo,
pilfarros: “en Delmonico’s —en donde se había los bienes salarios no se reducen en esa misma
agasajado a Spencer— los invitados recibían ci- proporción. El mayor aumento en la riqueza no
garrillos envueltos en billetes de cien dólares que tiene, correlativamente, una mayor capacidad de
eran encendidos con una legítima sensación de compra, por que no aumenta la fuerza de trabajo
opulencia. Eran también aquéllos unos tiempos ni los salarios, por ello las crisis son una constan-
de gran pobreza y degradación. Los olvidados te dentro del sistema económico.
obreros que hacían posible esta riqueza vivían Lo anterior no niega que, sin embargo, esta
en fétidas barriadas” (Galbraith, 1969:90). segunda revolución industrial, como apunta
La situación en Europa era similar, sin em- Hobswan, originara la ampliación del mercado
bargo, ahí desde el poder, como en el caso del interno que descansó también en la elevación

33
Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Diez y Héctor R. Núñez Estrada

del nivel de vida de sus trabajadores (Alonso, trusts— se reparten entre sí, en primer lugar, el
1990:9). mercado interior, y se apoderan casi por com-
Las consecuencias más trascendentes de la pleto de la producción del país. Pero bajo el ca-
crisis de 1873-1896 fueron la fusión del capital pitalismo, el mercado interior es inevitablemente
financiero e industrial, los cambios tecnológicos enlazado con el exterior. Hace ya mucho que el
“y la estructuración del trabajo [que posibilitaron] capitalismo ha creado un mercado mundial…Es
una mayor productividad” (Alonso, 1990:7). Esas un nuevo grado de concentración mundial del
transformaciones en el aparato productivo redun- capital y de la producción, un grado incompa-
darían en una mayor oferta de bienes y servicios, y rablemente más alto que los anteriores” (Lenin,
si bien los mercados internos se expandieron, 1963a:73-74). Sin lugar a dudas, este proceso se
como ya hemos visto, no fueron suficientes. Ade- sigue y se seguirá dando mientras el capitalismo
más, la necesidad de materias primas se agregó a subsista.
las exigencias de los empresarios. De lo anterior también se desprenden las si-
Para Alonso, el aumento de la productividad guientes afirmaciones: los cambios tecnológi-
derivaría en una lucha feroz a escala mundial cos, la utilización de máquinas que reducen el
por mercados, colonias y territorios;1 la prime- esfuerzo del trabajador y permiten aumentar la
ra Guerra Mundial fue una consecuencia de producción, así como la aplicación de nuevas
esa disputa entre países desarrollados (Alonso, formas en la gestión del trabajo, es la reestruc-
1990:7). turación de las formas administrativas, a la que
De 1873 a 1914 hay una aumento también denomina Taylor “científica”, el cual contribuye
considerable de la producción agrícola en el significativamente, junto con Fayol y, por supues-
mundo; Estados Unidos contribuyó a ello con los to, Henry Ford, que trajeron como consecuencia
enclaves que instalaron en América Latina y Áfri- una mayor eficiencia en la utilización de los re-
ca (Alonso, 1990:8). No sólo hubo incremento cursos (humanos y materiales). Así encontramos
de bienes con mayor valor agregado, sino que, la siguiente paradoja: la empresa capitalista en
como se ve también en el sector primario de la su interior busca incansablemente mejorar sus
economía, la producción creció. Sin lugar a du- procedimientos de trabajo, es eficiente e incluso
das, la producción de bienes de capital no se puede ser eficaz y, de hecho, lo es, aunque no
limitó al sector secundario, sino que también al- todas las empresas, para proporcionar bienes y
canzó a los productores del campo. Cabe agregar servicios que beneficien a la sociedad, que no
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

que los países del continente americano, dentro agredan el ambiente ni a las especies distintas
de la nueva división internacional del trabajo, se a la humana, y que resuelvan el problema de la
ubicaron principalmente como productores de pobreza, las enfermedades y las carencias del ser
materias primas, bajo el control político, econó- humano. Pero como hemos visto, la eficiencia
mico y militar implícito de Estados Unidos. no puede instalarse en el sistema capitalista, ni
En el caso de la dominación de Estados Uni- ahora ni nunca; mientras la planeación es una
dos en nuestro continente, no necesitó profundi- realidad dentro de la empresa gracias al trabajo
zar sus formas de control en el exterior, ya que de Taylor, Fayol, Ford, etc., es imposible a nivel
contaba con abundante mano de obra que, con agregado de todas las empresas, pues la lucha
los avances tecnológicos, conseguía mayor pro- entre ellas les impide, en general, establecer
ductividad. Las consecuencias también se vieron acuerdos de naturaleza mundial que les lle-
en cuanto a la propiedad de las empresas indus- ve a evitar el despilfarro, el desperdicio, pues
triales, pues se concentró en un número menor cada grupo o empresa (monopolio, oligopolio,
de empresarios que dictaba la política a seguir en competencia imperfecta o imperfecta) actúa,
(Alonso, 1990:9). salvo excepciones, llevado por la obtención de
Resumiendo a Lenin, “las asociaciones mo- la máxima u óptima ganancia. La concentración
nopolistas de capitalistas —cartels, sindicatos, de la riqueza en una minoría es resultado de la

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A cien años de la administración científica, pp. 31-48

mayor eficiencia dentro de la empresa, pero trae, dad de la vista, obtuvo el cargo de ingeniero. Ha-
por otro lado, el desplazamiento de mano de biendo sido obrero, cuando alcanzó altos cargos
obra, más que proporcionalmente, de aquellos en la administración buscó medidas que favore-
que los nuevos inventos y las nuevas formas de cieran tanto al patrón como al trabajador (Chia-
gestión necesita. Por otra parte, los salarios no venato, 1990:42). Obsérvese que no sólo fue un
son una muestra de lo equitativo en el reparto de hombre de acción, sino que su preparación le
la riqueza. permitía analizar, sistematizar información y sa-
Las consecuencias se evidencian en que, como car conclusiones y propuestas que sirvieran para
en todo sistema de dominación —donde unos todo tipo de empresa. Proponemos por ello ex-
son dominantes y otros dominados—, la pobre- plicar la aportación de Taylor en dos rubros: el
za, el desempleo y los salarios menos que pro- propiamente científico, y el de su concreción en
porcionales a la riqueza que produce la fuerza los siguientes apartados: administrativos, econó-
de trabajo son constantes permanentes de todo micos, sociales, políticos, laborales y sindicales,
sistema de explotación de unos respecto a otros. ideológicos y ecológicos. Es a la descripción de
Como quedó asentado en la época en que vivió la obra de Taylor en cada rubro que dedicare-
Taylor, las máquinas han hecho de los hombres mos la siguiente parte de este trabajo.
sus apéndices, se ha superado la forma en que
las herramientas de trabajo eran una extensión Aportación científica
de las extremidades de los obreros, ahora ellos
son los que están al pendiente de la máquina.2 La utilización de la palabra “científica” lleva de
En los años previos a la obra de Taylor, la ex- suyo al sustantivo ciencia. ¿En realidad Taylor
plotación de la fuerza de trabajo en su país no hacía ciencia, o únicamente fue un ingeniero
sólo era de obreros adultos, sino incluso de me- que, como técnico, desarrolló un conjunto sis-
nores de edad. En 1900, 1 700 000 niños que no tematizado de ideas para mejorar los procesos
alcanzaban los 15 años trabajaban jornadas ex- productivos? Si tomamos en cuenta los aportes
tenuantes en fábricas textiles. Los obreros lucha- de Adolfo Sánchez Vázquez, la ciencia en gene-
ban por jornadas de ocho horas semanales, pero ral tiene su fin propio que es el de
a pesar de ello, en años posteriores a la obra de
Taylor, el promedio por semana era de 70 horas. conocer y a él subordina cualquier otra consi-
Pero en la fundición de altos hornos el promedio deración [y] se inserta en determinado contexto

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


en 1922 era de 72. “Estas agotadoras jornadas social, aun siendo un verdadero fin en sí, sirve a
cobraban su tributo; entre el 1 de julio de 1909 y una finalidad externa que le impone ese contexto:
el 30 de junio de 1910, se produjo un accidente contribuir al desarrollo de las fuerzas productivas
mortal cada hora” (Adams, 1979:216). en el caso de las ciencias naturales; contribuir al
mantenimiento (reproducción) de las relaciones
de producción vigentes o a su transformación o
Las aportaciones de Taylor
destrucción, cuando se trata de las ciencias so-
Es importante señalar quién era Frederick Taylor, ciales (Sánchez, 1975:10).
pues de esta forma se tiene también una idea del
hombre que aportó innovaciones y fundó las ba- El trabajo de Taylor está, sin lugar a dudas,
ses de la administración científica El citado “pro- dentro de estos parámetros, pues fue un investi-
cedía de una familia de cuáqueros de principios gador acucioso que combinaba la teoría con la
rígidos y fue educado dentro de una mentalidad realidad. Su objetivo, como se ha sostenido en
de disciplina, devoción al trabajo y al ahorro”. estas páginas, era elevar las fuerzas productivas
Fue un obrero que fue escalando puestos desde dentro de un sistema que le marcaba esa finali-
capataz, jefe de taller y, después de estudiar con dad. No subordinaba su trabajo más que a la bús-
mucho esfuerzo, luego de padecer una enferme- queda de la verdad. Él consideraba importante la

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Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Diez y Héctor R. Núñez Estrada

elaboración de leyes como las siguientes: “La ley taba: “el especialista de la ciencia y la técnica
se limita a aquella clase de trabajo en la que se que conoce su materia, aunque sea burgués,
alcanza el límite de la capacidad del hombre de- tiene asimismo diez veces más valor para noso-
bido a que está cansado […] para cada empuje tros que el comunista presuntuoso, dispuesto en
o tracción determinados por los brazos del indi- cualquier momento del día y la noche a escribir
viduo, es posible que éste se encuentre sometido ‘tesis’, lanzar ‘consignas’ y presentar meras abs-
a carga solamente por un porcentaje definido de tracciones” (Lenin, 1961b:597).
la jornada” (Taylor, 1977:57). La apreciación de Lenin sobre la obra de Tay-
Las matemáticas y las estadísticas fueron fun- lor se expresa en la siguiente cita:
damentales en su quehacer. Apuntó: “Después
que se hubieran investigado estas leyes y que se La última palabra del capitalismo en este terreno
hubieran determinado las fórmulas que las ex- —el sistema Taylor—, al igual que todos los pro-
presaban matemáticamente, todavía quedaba en gresos del capitalismo, reúne toda la refinada
pie la difícil tarea de cómo resolver estos com- ferocidad de la explotación burguesa y varias con-
plicados problemas matemáticos con la suficien- quistas científicas de sumo valor concernientes
te rapidez para hacer que estos conocimientos al estudio de los movimientos mecánicos durante el
quedasen disponibles para su uso diario” (Tay- trabajo, la supresión de movimientos superfluos
lor, 1977:98). y torpes, la adopción de los métodos de trabajo
Ir de lo abstracto a lo concreto y, de nuevo, a más racionales, la implantación de los sistemas
lo abstracto; de lo cualitativo a lo cuantitativo y óptimos de contabilidad y control, etc. La Re-
en sentido inverso; de la teoría a la realidad, etc., pública Soviética debe adquirir a toda costa las
permite sostener que, efectivamente, fue una per- conquistas más valiosas de la ciencia y de la téc-
sona que señaló el método científico aplicado a nica en este dominio. La posibilidad de realizar
la administración. No hay ninguna duda, hablar el socialismo quedará precisamente determinada
de los principios de la administración científica, por el grado en que logremos combinar el Poder
como él le denominó, era y es plenamente acer- soviético y la forma soviética de administración
tado. con los últimos progresos del capitalismo. Hay
La naturaleza de sus aportes a la ciencia de que organizar en Rusia el estudio y la enseñanza
la administración no reconoce fronteras de nin- del sistema Taylor, su experimentación y adapta-
guna naturaleza. Sus principios son aplicables, ción sistemáticas (Lenin, 1978d:692).
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

como se dijo, en cualquier sistema de produc-


ción. Un filósofo, científico y político de la talla Las ideologías que niegan por sus creencias el
de Vladimir Illich Lenin reconoció plenamente avance de las ciencias son un obstáculo al desa-
los aportes de Taylor. rrollo de las mismas y a las aspiraciones de un
Lenin ponía especial atención a los trabajos mundo mejor, en este sentido, las contribucio-
sobre la administración científica, así escribió nes de la obra de Taylor constituyeron un aporte
que era necesario redactar “dos o más manuales para avanzar a una sociedad más desarrollada.
sobre la organización del trabajo en general y Es importante luchar por que los sectores mayo-
especialmente sobre el trabajo administrativo”; ritarios se vean beneficiados y no solamente por
consideraba que se debía de tomar como base que un grupúsculo se siga apropiando del au-
“el libro de Ermanski, cuyo título era La orga- mento de la plusvalía.
nización científica y el sistema Taylor (Lenin,
1961c:830). Aportaciones de la obra de Taylor
Sobre la administración científica, Lenin reco- en distintos rubros
nocía la importancia del trabajo de los especia-
listas en dicha materia, además del de aquellos Puesto que buscaremos mostrar cómo es que los
ingenieros y científicos de otras ramas; así ano- planteamientos centrales de la administración

36
A cien años de la administración científica, pp. 31-48

científica permanecen vigentes, analizaremos plexión del operario también debía tomarse en
los aportes de este texto fundacional a la admi- cuenta.
nistración en cada uno de los apartados centra- En el caso de que se viera que un trabajador
les que se analizan. no alcanzara los promedios generales en cierto
tipo de labores, Taylor sostenía que no se queda-
En el rubro administrativo ba sin fuente de empleo, pues “a la mayoría de
ellos se les dieron inmediatamente otras labores
En este aspecto anotó que “el objeto principal dentro de la Bethlehem Steel Company”, lo que
de la administración ha de ser asegurar la máxi- significaba que la dirección ponía “el trabajo a la
ma prosperidad para el patrón, junto con la altura de los trabajadores” (Taylor, 1977:61-62).
máxima prosperidad para cada uno de los em- Respecto a la dirección, el trabajador debía
pleados” (Taylor, 1977:19). Pero, además, agre- recibir indicaciones de distintos supervisores
gaba que estas máximas, para uno y para otro, para que cada uno, desde su particular especia-
“pueden conseguirse solamente cuando el traba- lización, aportara medidas que permitieran un
jo del establecimiento se haga con la suma de producto de calidad, es decir, las decisiones de
gasto de esfuerzo humano, de recursos naturales dirección no se centralizaban, sino que se com-
y de costo para el empleo del capital en forma de partían entre varios supervisores.
máquinas, edificios, etc.” (Taylor, 1977:21). Considera necesario elaborar los que hoy co-
Que estos principios, no sólo dentro del sis- nocemos como manuales de procedimiento, con
tema capitalista sino de cualquier otra forma de lo que se evitaría parsimonia en el trabajo, pues
producción, deben guiar a los administradores, se requiere, en lugar de hacer las cosas según se
y por extensión a cualquier otra disciplina o tra- piense que es mejor, encontrar “sistemas científi-
bajo, sea científica o no, es indiscutible. En el cos, incluso en los detalles más pequeños de las
caso de la administración, puede considerarse labores de cada oficio”, y desechar el sistema de
una ley de carácter universal en cualquier tiem- administración de uso corriente que deja en li-
po y lugar. bertad al trabajador para que labore “en la forma
Así resumimos el objetivo central de la admi- en que él cree que es la mejor, con relativamente
nistración que plantea Taylor: cómo aumentar la poca ayuda y asesoramiento por parte de la di-
productividad, los rendimientos. Por ello asevera rección” (Taylor, 1977:31).
que “entre los diversos métodos e instrumentos Sobre este aspecto, el citado autor considera

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


utilizados en cada movimiento de cada oficio que los patrones deben hacer a un lado la des-
hay siempre un método y un instrumento que preocupación que tienen para tomar medidas
son más rápidos y mejores que cualquiera de drásticas “para obligar a los trabajadores a [ha-
los demás”. Se requiere, entonces, el estudio y cer su labor] en el menor tiempo posible, a me-
análisis científico “de todos los procedimientos nos que efectúe una demostración práctica a
e instrumentos en uso, junto con un estudio de los trabajadores probándoles concluyentemente
tiempo y movimiento que sea preciso y minu- la rapidez con que el trabajo puede ser hecho”
cioso. Esto comporta ir sustituyendo paulatina- (Taylor, 1977:27). Estas medidas son aplicables
mente los procedimientos empíricos de todas las hoy en día en aquellas pequeñas y medianas
artes mecánicas por otros sistemas científicos” empresas donde el patrón está pendiente sin
(Taylor, 1977:31). descanso del desarrollo de los trabajos, e inclu-
Taylor habla de la división del trabajo, de es- so puede él mismo demostrar a los trabajadores
coger al trabajador adecuado y de poner el traba- que sí se pueden hacer en menor tiempo las fae-
jo a su altura, incluso atendía a las características nas productivas, de esta forma sus asalariados no
físicas del obrero. Planteaba incluso que, si había tendrán excusa para aumentar su productividad;
que palear, debían existir distintos tipos de pa- pero en las grandes firmas esto es imposible; es
las según el material (Taylor, 1977:64). La com- más, en la división del trabajo, ya ni siquiera los

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Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Diez y Héctor R. Núñez Estrada

directores de área podrían hacer lo anterior, mu- de dicho artículo” (Taylor, 1977:24). Pero el fe-
cho menos los patrones o dueños, que ya no son nómeno que se observa de tiempo atrás es que,
un individuo o sus familiares, sino inversionis- incluso con una reducción de los costos, no hay
tas en su consejo los que toman las decisiones más el abaratamiento de los bienes, sino el aumento
importantes, delegando a empleados asalariados de precios; o bien, se da el caso de que en la
—directores generales, directores de área, geren- crisis se estanque la producción, pero la carestía
tes, etc.—, así sea su más alta responsabilidad, el va en aumento.
manejo de la empresa, y en cuanto los resultados Desde luego que en la economía real tales pre-
son desfavorables, su despido es el colofón. misas son privativas para mercados y empresas
en competencia perfecta, no así cuando se ubi-
Su visión económica can en la competencia imperfecta, y mucho menos
en oligopolios; ni qué decir si son monopolios.
Taylor, en el aspecto económico, considera que Bien sabemos que entonces el desperdicio y el
los administradores deben trabajar teniendo en derroche son una constante. Es más, tanto los oli-
mente que la empresa se encuentra en un entorno gopolios como los monopolios incluso detienen
competitivo. Planteaba que había que producir el avance de las fuerzas productivas cuando un
más, según lo que se anotó líneas arriba, utilizar nuevo invento puede poner en riesgo su tasa de
y no desperdiciar los recursos tanto materiales ganancia por la saturación de mejores bienes y
como humanos, pues de no hacerlo: servicios con alta calidad en el mercado; sólo se
da paso a nuevas innovaciones cuando se asegu-
está bien claro que la competencia le impedirá ran de que se elevará su ganancia.
pagar salarios más altos a sus trabajadores que los Entendemos, en la revisión de su obra, que
que están siéndoles pagados a los de su competir. el administrador no debía crear problemas, sino
Y lo que es cierto respecto a la posibilidad de presentar soluciones y resultados.
pagar salarios altos en el caso de dos compañías Lo anterior es su enfoque de cómo se vio res-
que compiten codo a codo, una con otra, tam- pecto a la máxima para el empresario, y no hay
bién reza para distritos enteros del país y hasta que olvidar que también habla de la máxima
para naciones que estén en competencia (Taylor, prosperidad para el trabajador. En este punto, el
1977:21). citado autor no comparte que se haga trabajo a
destajo en las condiciones en que se desarrolla,
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La visión de Taylor iba más allá de su entorno, esto es, con carencia de estímulos, pues sin ellos
pues como parte de un todo, la empresa se en- el conjunto de obreros siempre verá con descon-
contraba y se encuentra en la actualidad con los fianza tal sistema:
mismos retos de entonces: producir más con el
menor gasto de recursos de todo tipo; esto es, En cuanto el trabajador ha visto que la tarifa de
abatir los costos permitirá mayores utilidades destajo del trabajo que está haciendo ha sido
para el patrón y mejores salarios para los traba- disminuida dos o tres veces como resultado de
jadores. En el sistema capitalista la competencia haber trabajado más arduamente y de haber au-
en ciertas condiciones impide que no sea perma- mentado su rendimiento, lo más probable es que
nente la búsqueda de alternativas que permitan prescinda totalmente del modo de ver el caso
a la empresa mantenerse como fuente, en primer propio de su patrón y, que, llevado de su disgusto
lugar, de ganancia, y en segundo, de empleo. decida que no habrá más rebajas en la tarifa si
Para Taylor, una empresa que opere en las puede impedirlo reduciendo su rendimiento (Tay-
condiciones que señala obtendrá como resul- lor, 1977:30).
tado costos más bajos y, por tanto: “El abarata-
miento de cualquier artículo de uso corriente [y] Como alternativa, Taylor propone estimular la
casi de inmediato un aumento de la demanda iniciativa del trabajador otorgándole estímulos

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especiales. “Por ejemplo: la esperanza de una 1977:28). Esta afirmación nos lleva de la mano
mejora o ascenso rápidos; salarios más elevados, incluso a la filosofía, pues se pone en discusión
ya sea en forma de una tarifa más generosa de si el hombre no sólo es perezoso por naturaleza,
destajo o de una prima o bonificación de algu- sino también, si es bueno o malo, o bien si sólo
na especie por el trabajo rápido y bien hecho; busca su provecho personal, individualista, etc.
menos horas de trabajo; mejor medio ambiente Es posible que en Taylor, que asume esta posición
y mejores condiciones de trabajo”; aunado a lo —el ser es perezoso—, su formación religiosa le
anterior, el principal estímulo es “la considera- lleve también a pensar que sólo el trabajo, la
ción personal para los trabajadores [por parte constancia, la perseverancia, el tratar de mejorar
del director] así como de contacto amistoso con permanentemente lo dignifica. Por nuestra parte
ellos” (Taylor, 1977:39). El enfoque de las rela- apuntamos que en las sociedades humanas, des-
ciones humanas en la empresa, como se ve, era de tiempos inmemoriales, en la amplia gama de
también una preocupación del autor analizado. personalidades y conductas, encontramos actos
Respecto a la motivación que se debía gene- de la mayor entrega al trabajo, pero también, en
rar entre los trabajadores —pues es claro que el otro extremo, a aquellos que viven como pa-
repercute en la eficiencia dentro de la empre- rásitos de la única productora de valor, la fuerza
sa–, el mejor sistema según el citado autor es “una de trabajo. Diríamos que entre ellos, además de
administración en la que los trabajadores dan empresarios explotadores —que no todos, pues
su mejor iniciativa” y a cambio los trabajadores hay algunos que se desprende de parte o toda la
reciben alguno de los estímulos antes señalados. riqueza adquirida—, encontramos a parte de
Es difícil estar en desacuerdo con estas propues- la clase política y a todo aquel que en la organi-
tas, y en las grandes empresas de hoy en día, las zación, comunidad, etc., sólo está al acecho de
instalaciones, por ejemplo, son cada vez más obtener privilegios a costa de los que lo rodean.
adecuadas e incluso cuentan con iluminación Incluso podemos decir que, situados en los ex-
y temperatura agradable, música y, en el caso tremos, encontramos hombres desprendidos y
de la escudería Ferrari, los obreros dentro de la otros egoístas y crueles.
planta respiran aire suficientemente sano por Apunta nuestro autor que en “en el futuro se
contar con árboles que, ex profeso, se han plan- apreciará que nuestros dirigentes tendrán que ser
tado en las instalaciones. También, como en la dirigentes instruidos correctamente, y que, con el
mayor parte de las grandes firmas, los emplea- viejo sistema de administración de personal, no

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dos cuentan con comedores, servicio médico, hay ningún hombre que pueda abrigar espe-
etc. Sin embargo, cuando las crisis económicas ranzas de competir con ningún número de hom-
repercuten en la tasa de ganancia, los recortes bres comunes, que se hayan organizado como
o cierre de plantas son una realidad y arrojan a es debido para poder colaborar eficazmente”
los trabajadores, que laboraban contando con (Taylor, 1977:16). La realidad apunta a que, en
estos beneficios, a la calle, o, en el mejor de los general, los propietarios y sus administradores,
casos, realizan paros técnicos con la reducción sobre todo de las grandes corporaciones, son
obligada de salario. como el resto de aquellos que no se acercan a
los valores más valiosos de la cultura universal,
Aspectos ideológicos nacional o local, es gente a la que lo que menos
le interesa es elevarse por encima de sus miserias
Tenía en cuenta, desde su perspectiva, que: “La como persona.
pereza natural del hombre es algo serio, pero
el mayor mal de que padecen tanto los trabaja- Aspectos políticos
dores como los patrones es el bajo rendimiento
sistemático, que es casi universal bajo todos los Si bien son pocas las referencias de Taylor a los
programas corrientes de administración” (Taylor, aspectos sociales, ideológicos, etc., en cuanto a

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Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Diez y Héctor R. Núñez Estrada

los aspectos políticos se encuentran señalamientos cual murieron millones de hombres por intereses
muy claros. En este rubro piensa que si se siguen que no eran suyos.
los lineamientos que propone, sus propuestas se- Habiendo sido un obrero, Taylor anotaba, so-
rían aplicables en todo tipo de organizaciones: bre la explotación de la fuerza de trabajo, que
sentía “gran simpatía por las personas a las que se
Abrigamos la esperanza de que, para los demás las hace trabajar con exceso, pero en general,
lectores, estará bien claro que los mismos prin- tiene aún mayor para los que están insuficiente-
cipio pueden aplicarse con igual fuerza a todas mente pagados” (Taylor, 1977:25).
las actividades humanas: a la administración de Agregaba que habría prosperidad con el au-
nuestros hogares; a la de nuestras granjas; a la mento de la productividad, pues bajaban los cos-
de los negocios de nuestros artesanos, grandes y tos y, por lo tanto, eso traería una disminución
pequeños; a la de nuestras iglesias, de nuestras de la pobreza, no sólo de los trabajadores, “sino
instituciones filantrópicas, de nuestras universi- también para toda la comunidad en contacto in-
dades y de nuestros departamentos de gobierno mediato con ellos” (Taylor, 1977:124). Verdad
(Taylor, 1977:17). irrefutable, pero nunca consideró que el aumen-
to de la productividad trae como consecuencia
Apuntó, además: “los derechos de la gente son, —si bien el nivel de vida de los trabajadores que
pues, más importantes que los del patrón o del no pierden el empleo se eleva en el caso de un
empleado. Y esta gran tercera parte interesada ha aumento de salarios menos que proporcional al
de recibir la parte correspondiente de todo bene- valor que agregan— un desplazamiento de la
ficio”. Para el capital, al aumentar el rendimiento mano de obra mayor a la cantidad de nuevos
a través de innovaciones en maquinaria que des- puestos que se crean. Además, en algunos paí-
plaza al trabajador, trae la prosperidad del mundo ses como México, personas que alcanzan los 35
civilizado, los beneficios han sido para “todo el años de edad o más ya no son contratados.
pueblo, o sea al consumidor” (Taylor, 1977:118). Como en el sueño taylorista de la máxima
Consideraba Taylor que no había “ninguna productividad, en el mundo actual se produce
agitación política pública en pro de una ‘mayor una cantidad de bienes y servicios como nun-
eficiencia nacional’, no se han convocado a re- ca antes lo soñó la humanidad, pero también es
uniones para estudiar la forma en que ésta haya de una realidad que mueren muchas personas, ni-
llevarse a cabo. Pero, de todos modos, siguen ños, adultos y ancianos, debido a las carencias
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dándose señales evidentes de que la necesidad de que tienen de todo tipo y que no cuentan con
una mayor eficiencia es generalmente sentida” recursos para satisfacerlas. En las crisis económi-
(Taylor, 1977:16). No tenía en cuenta que desde cas los primeros que padecen las consecuencias
que nace el capitalismo, en todas partes donde se son aquellos con ingresos fijos por la venta de
instaura, las luchas de los obreros y de parte del su fuerza de trabajo y las familias cuyos jefes no
resto de la sociedad arrancaron al capital obliga- tienen empleo.
ciones para sus trabajadores. Para Taylor, con sus propuestas sobre la ad-
En contradicción con el reconocimiento por ministración científica, incluso reducir las ho-
parte de Taylor de que existe la miseria y, más ras de trabajo trae como consecuencia, por otra
tarde, de que la elevación de la productividad parte, “un aumento de oportunidades para la
y la saturación de los mercados que no podían educación, la cultura y el esparcimiento” (Tay-
realizar las mercancías que ofrecían —no por lor, 1977:123). Lo que Taylor no contempló fue
falta de individuos y grupos que requieran de que intereses de grupos fácticos se apoderarían
ellas, sino porque no tenían trabajo ni ingre- de esas “oportunidades para la educación”, y
sos—, llevó a que el sistema capitalista obligara que desde la época en que vivió hasta nuestros
a los gobiernos a la lucha armada con el objetivo días, lo que predomina es la cultura chatarra,
de ganar mercados, territorios y colonias, en la pues la educación en general tiende a formar

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individuos preparados sólo para ajustarse al sis- ro del sistema ecológico, así apuntó: “Podemos
tema, sin una visión crítica y propositiva de la ver cómo desaparecen nuestros bosques, cómo
sociedad y su desarrollo. nuestras fuerzas hidráulicas se desperdician […]
el final de nuestros yacimientos de carbón de
Aspectos laborales y sindicales piedra y de nuestro mineral de hierro están tam-
bién a la vista”. Para él, la pésima administración
Taylor consideraba que las relaciones laborales, ocasiona que la “pérdida diaria causada por tal
con su sistema, permitirían eliminar las desave- fuente sea mayor que nuestro derroche de bienes
nencias entre patrones y obreros —por cierto, en materiales” (Taylor, 1977:15). La historia ha se-
la traducción que revisamos la palabra obrero no ñalado que su país, en una actitud imperialista,
se utiliza—: “La administración científica signi- por la fuerza la mayoría de las veces, se adueñó
ficará […] la eliminación de casi todas las cau- de territorios que contaban con gran riqueza o
sas de disputas y desacuerdos entre ellos […] el derribó gobiernos que ponían un coto a la depre-
gran aumento de los salarios que acompaña este dación de los recursos que hacían sus empresas
tipo de administración eliminará en gran parte en otras regiones (y en su propio país también).
la cuestión de la paga como fuente de disputas” Las cosas no sólo no han cambiado, sino que
(Taylor, 1977:123). hoy la humanidad se precipita a una desastre
Para Taylor, muy en relación con lo anterior, ecológico debido al ecocidio que comete con la
su visión del papel de los sindicatos era negati- naturaleza; a pesar de que hay tendencias a res-
vo, pues en la mayoría tienden a crear falacias y taurar las calamidades que ocasiona al mundo el
mentiras, en el sentido de que el trabajador tiene hoy predominante sistema capitalista, éstas son
que reducir el rendimiento, ya que aumentarlo va menos que proporcionales a lo que se destruye.
en contra de sus propios intereses, “y las personas
que gozan de más influencia entre los trabajado- Vigencia del pensamiento de Taylor.
res, o sea los dirigentes obreros, así como mu- La administración pública actual
chas personas con sentimientos filantrópicos que a la luz del taylorismo
les ayudan, están difundiendo a diario esta men-
tira y diciéndoles al mismo tiempo que trabajan Si bien Taylor fundó gran parte de la admi-
en exceso” (Taylor, 1977:25). Antes y ahora los nistración, a 100 años de la publicación de su
sindicatos son conquistas laborales que los traba- trabajo sus principios continúan más que vigen-

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jadores han logrado luego de largas luchas y sa- tes. Actualmente, en un entorno de restricción
crificios, incluso de vidas humanas. Son y fueron presupuestal impuesta por un modelo económi-
una respuesta a la insaciable avaricia de los de- co neoliberal, recurrir al discurso de la eficiencia
tentores del capital por aumentar su ganancia al y de la optimización de recursos se ha vuelto una
precio que fuera, representan el contrapeso a las constante. Así, al utilizar indicadores encamina-
decisiones arbitrarías de los patrones o sus perso- dos a la medición y estandarización de tiempos
neros. En un mundo globalizado, esas conquistas en la gestión pública, la situación se complica.
están siendo parcialmente hechas a un lado, pues Los indicadores de tiempo en la administración
ante la amenaza de cerrar las fuentes de empleo y pública tienen una posible deficiencia inherente
trasladar las operaciones a otros países, los sindi- a su propia naturaleza, ya que, al partir de una
catos inteligentemente prefieren sacrificar pues- concepción lineal-cuantitativa del tiempo, “la
tos de trabajo; de los males, el menor. metáfora lineal está ligada al concepto de mer-
cancía; con el desarrollo de la economía indus-
Aspectos ecológicos trial, la concepción lineal de tiempo favorecería
[…] la ecuación decisiva que asocia la acelera-
En la introducción de su obra, Taylor, al igual que ción a la acumulación [y que] confería, de ahí en
los marxistas, ve con preocupación el deterio-

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Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Diez y Héctor R. Núñez Estrada

adelante, un valor humano al tiempo” (Hassard, un proceso de argumentación y, a la vez, como un


1990). trabajo de fina artesanía, en la medida en que se
Desde los comienzos de la administración trata de un producto analítico que no puede ser
como disciplina —proveniente del sector priva- generado “en serie”, de forma mecánica.
do—, Taylor apareció como el heredero de la El carácter artesanal de la formulación de polí-
fábrica de alfileres de Adam Smith, cual sumo ticas se refiere a la capacidad del analista de ser
sacerdote de la utilización racional del tiempo. convincente y de plantear argumentos sólidos, con
Al implementar este tipo de controles en el sector buenas razones y evidencia, a partir de la infor-
público, deberá reconocerse una de sus principa- mación y teoría disponibles, sin bastar para ello
les peculiaridades: fenómenos tan amplios como las reglas técnicas generalizables para aplicar
los implicados con la reforma del Estado se ven en cualquier caso, ya que, además de la esfera pu-
sujetos a un “tiempo social” más que individual ramente técnica (datos, técnicas de procesamien-
(Uvalle, 1998). Es decir, se trata de un tiempo to, métodos, modelos), es fundamental el trabajo
cuya dimensión cualitativa está determinada por personal, artesanal,3 realizado mediante la argu-
las creencias y las costumbres de la colectividad, mentación, que es el “vínculo que conecta los
lo cual se traduce en los ritmos, las pulsaciones y datos y la información con las conclusiones del
la cadencia de la vida social: estudio analítico” en “una mezcla compleja de
enunciados factuales y apreciaciones subjetivas”
estos sistemas, al contrario de aquellos que repo- y que, para su capacidad persuasiva, requiere
san sobre un paradigma lineal, no suponen una evidencia empírica relevante, no simples hechos
uniformidad de ritmos, ni divisibilidad en las du- y datos, sino interpretación, traducida en “infor-
raciones, ni en la suma de momentos. Ellos enfa- mación seleccionada e introducida en puntos
tizan la experiencia cultural en la construcción clave del argumento con el fin de persuadir a un
de significados tratando de explicar el carácter auditorio particular de la verdad o falsedad de
cíclico y cualitativo del tiempo social (Gurvitch, un enunciado de hecho” (Majone, 1997:171).
1958, citado por Hassard, 1990). El análisis pasa de la medición técnica a las
consideraciones políticas, si se considera la fre-
Ese carácter cíclico se ve acentuado por el re- cuencia con que la información, más que ser
conocido hecho de que, en administración pú- utilizada como fundamento de la definición de
blica, la línea más corta para unir dos puntos no acciones, tiene que servir para justificar y legi-
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es una línea recta (Uvalle, 1998). En el sector pú- timar decisiones previamente tomadas. La in-
blico, el cálculo del tiempo en gran parte es un formación se asocia también al poder y sirve de
orden negociado, una construcción colectiva, en base para su ejercicio. En la gestión pública, la
la que los actores tienen todo un repertorio de- toma de decisiones no pone en juego solamente
fensivo de elaborados instrumentos propios de la la información, sino los valores e ideologías: “las
“organización informal” —en términos de la teo- argumentaciones son lecturas objetivadas por los
ría de las relaciones humanas—, que les permite actores que, haciéndose estrategas, retienen so-
influir en los ritmos de producción. lamente algunas facetas del objeto de discurso”,
En ese sentido, la preocupación por la medi- por lo que “la construcción de la argumentación
ción del trabajo —outputs, productividad, efi- se inscribe en una perspectiva de persuasión más
ciencia en las organizaciones públicas— puede que de descripción” (Déry, 1990).
llevar a desdibujar su definición, sus objetivos y La argumentación es básica en un entorno de-
su misión, soslayando entonces lo más importan- mocrático, se convierte en el insumo elemental
te de la acción pública: la calidad, factibilidad y para la definición de rumbos en la acción públi-
oportunidad en la formulación e implementación ca, por lo que el proceso de persuasión recíproca
de políticas públicas. Justamente, Majone (1997: es fundamental en la hechura de las políticas,
170) concibe el análisis de las políticas como modelo en el que la discusión y la deliberación

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pública —que involucra juicios morales y elec- cualquier medida técnica, el establecimiento de
ciones de políticas (Gordon, 2000)— distingue indicadores se ve sujeto a la interpretación y al
al sector público del privado. juego de intereses derivado de la multiplicidad
El taylorismo vuelve por sus fueros y acentúa de actores involucrados en el terreno público.
su influencia —si es que alguna vez desapare- Recordemos el caso del Ministerio de Educación
ció— desde el momento en que comienzan a en Nicaragua, famoso por haber establecido un
abundar afirmaciones como: mecanismo para proveer representación sindical
y ciudadana en el Consejo Ministerial:
la concepción del sector público como un espacio
administrativo-organizacional dominado por la La participación de ciudadanos en este Consejo
observancia de la norma y el procedimiento para resultó en la adopción de nuevos indicadores para
justificar decisiones y comportamientos, es des- el desempeño, incluyendo el número de bancas
plazada por la concepción del aparato adminis- en los salones de clase debido a la tremenda falta
trativo del Estado como un proveedor de servicios de éstas. El sindicato de los profesores se opuso
públicos en el cual los resultados (calidad, efi- porque no consideraban prioritario el uso de re-
ciencia y satisfacción del usuario) son los criterios cursos para ese fin y el Ministerio se encontraba
fundamentales para justificar decisiones y com- operando con un déficit presupuestal. El sindica-
portamientos (Vergara, 2009:30). to abogó por la adopción de un nuevo indicador:
el número de profesores certificados contratados
Concebir la administración pública como pro- para llenar los cargos. Desafortunadamente, ha-
veedora de servicios empuja, inevitablemente, a bía una gran carencia de profesores certificados
transferir modelos organizacionales propios del en el país, y pocas instituciones para certificarlos.
sector productor de bienes y servicios por anto- Los representantes de los ciudadanos se opusieron
nomasia: el sector privado. Con ello, la medi- a la adopción de ese indicador porque resultaría
ción de tipo taylorista se convierte en el criterio en una falta de profesores en las clases (Perlman,
central para definir “calidad, eficiencia y satis- 2003:10-11).
facción del usuario”. El establecimiento de indi-
cadores de desempeño es ya parte de la realidad Como era de esperarse, a través de la adop-
cotidiana en el sector público. Sin embargo, la ción de esos indicadores crecieron las expecta-
naturaleza de este sector habrá de determinar tivas de una mejor infraestructura educacional y

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el tipo de “reapropiación” que se realice de las de un cuerpo de profesores más calificado. La
máximas tayloristas en torno a la medición: si se situación era complicada porque la razón del
trata de hacer realidad la atención privilegiada incumplimiento de indicadores era de carácter
dirigida a los “clientes” propia del sector priva- estructural: debido a una reducción del presu-
do, tendría que procurarse un especial cuidado puesto, ninguna de las dos expectativas logró ser
en asegurar que los indicadores clave utilizados en satisfecha. Así, fue difícil encontrar profesores
las instituciones públicas surjan de los ciudada- certificados, y los que había no podrían ser con-
nos y sean revisados por éstos, aun con las na- tratados porque se cotizaban muy por encima
turales asimetrías de información provenientes del promedio; además, un número adecuado de
del dominio técnico, por parte de la burocracia, escritorios no podría comprarse por falta de pre-
sobre ciertas actividades públicas. supuesto. Con ello, un proceso técnico —como
La compleja naturaleza de la administración el establecimiento de indicadores— terminó por
pública, en principio, representada por la plu- desencadenar un conflicto político de grandes
ralidad de actores que intervienen en su funcio- dimensiones:
namiento, puede llevar a que no se concrete el
ideal taylorista de abolición del conflicto gra- No sólo el Ministerio no cumplió las expectativas
cias al imperio de la medición científica. Como de los ciudadanos establecidas por los nuevos

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Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Diez y Héctor R. Núñez Estrada

indicadores, sino que también la atención al mo- y, respecto al seguimiento de los indicadores al
nitoreo de esos indicadores desvió la atención al tercer trimestre de 2008, se dice que “de los 285
seguimiento de aquellos tradicionales de desem- indicadores que debían reportar avance, 163 re-
peño educacional, como la asistencia estudiantil, portaron un avance superior a 50% de la meta
la matrícula y la proporción estudiante-profesor anual programada, y sólo dos no reportaron avan-
[…] Lejos de mejorar, resultó en un rompimiento ce” (shcp, 2008).
de comunicación entre Ministerio y sindicato y Se trata, entonces, de realizar indicadores
ese, entre otros factores, casi llevó a una huelga sobre los indicadores. Con ello, lejos de cum-
(idem). plir la promesa de pasar a la era de las “orga-
nizaciones posburocráticas”, las disfunciones
Puede presentarse la multiplicación y compli- atribuidas al modelo burocrático pueden verse
cación de indicadores en vez de su reducción y acentuadas, junto con el proceso universal de
simplificación. Tomemos el ejemplo en nuestro racionalización y de confinamiento en “la jaula
país del actual Sistema de Evaluación del Des- de hierro”. Son célebres los términos de “inca-
empeño (shcp, 2007), cuyos dos ejes son: 1) la pacidad adiestrada” y de “ritualismo”, fruto de
evaluación de las políticas públicas y programas la exagerada preocupación por el cumplimiento
presupuestarios, mediante la cual se verificará de las reglas (Merton, 1968) —aplicable también
el grado de cumplimiento de objetivos y me- al cumplimiento de indicadores—, así como las
tas, con base en indicadores estratégicos y de funciones reales de las normas (y, de nuevo, de
gestión; 2) evaluación de la gestión para la ca- los indicadores): legitiman el castigo, encubren
lidad del gasto, mediante el cual se impulsará la dominación, permiten el control a distancia
la puesta en marcha de acciones que incidan en y son utilizadas por los jefes para negociar con
el funcionamiento y resultados de las institucio- los empleados, además de preservar la apatía
nes públicas, a fin de que éstas eleven sustan- al especificar un nivel mínimo de desempeño
cialmente su eficiencia y eficacia; modernicen y (Gouldner, 1954).
mejoren la prestación de los servicios a su cargo; La organización como máquina es la metáfora
y promuevan la productividad en el desempe- que desde el taylorismo se impone y se trasla-
ño de sus funciones y la reducción de su gasto da actualmente del sector privado al público,
de operación. Se establece como meta el ahorro una metáfora bastante socorrida cuando lo que
hasta de 20%, equivalente al gasto de operación se busca es la despolitización del debate, nece-
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

y administrativo de las dependencias del gobier- sariamente implícito en toda medida adminis-
no federal. Ahora bien, ¿qué tipo de información trativa. La narrativa implícita en toda analogía
se genera para el público con los resultados de o metáfora contiene una “fuerza creadora-del-
dichas evaluaciones? mundo”, pero las palabras así creadas pueden
permitir mayor libertad para unos que para
En 2008 se registraron 398 matrices de indicado- otros: “la ‘racionalización de la producción’ o
res para igual número de programas presupues- la ‘competencia por mercados extranjeros’ quizá
tarios, con un total de 3 290 indicadores, a los estrechen la libertad para los trabajadores”, lle-
que se les da seguimiento periódico de acuerdo vándonos entonces a concluir que el verdadero
con su frecuencia de medición; trimestralmente poder es realmente el poder para definir (Brown,
se reportan los avances de 265 indicadores se- 1987, citado por Czarniawska, 1997). Valores
leccionados de 217 programas como los más re- como “racionalización” o “competencia” apare-
presentativos de cada dependencia y entidad; en cen “naturalmente” en contextos en los que el
2009, se registraron 453 matrices de indicadores mercado desplaza —al menos ideológicamen-
para igual número de programas presupuestarios te— al Estado.
con un total de 4 329 indicadores a los que se les Reiterando que las organizaciones son fenó-
dará seguimiento durante el ejercicio fiscal menos culturales —no sólo como fenómenos

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culturales—, Czarniawska (1992:29) agrega que institucional condenaba a los humanos, afirman-
la fortaleza de la metáfora descansa en su poder do que la excesiva racionalización terminaría
para tender un puente entre dos mundos distin- por ahogar todo espíritu creativo y originalidad,
tos, entre dos diferentes dominios. Refiriéndo- permaneciendo relativamente impotentes y su-
se al tipo de metáforas utilizadas en diferentes jetos a presiones isomórficas en el extremo del
disciplinas, Douglas (1986) recordaba que para determinismo, olvidaba que la jaula constriñe,
Elster las explicaciones mecánicas4 eran válidas pero también protege. Los actores “se encierran”
para la física; las funcionales, para la biología en ella si así conviene a sus cálculos estratégicos
—justificándose en virtud del marco teórico más de orden político, si así corresponde a cierta co-
amplio de la selección natural—,5 pero ninguna yuntura o si se está interactuando con cierto tipo
de ellas lo era para el comportamiento humano, de actores y no con otro.
pues los actores usan estrategias vedadas para El análisis organizacional tendría que ser el in-
otros organismos biológicos: retroceden, utilizan tento por poner al actor y sus intereses de vuelta
estrategias de espera y maniobras de naturale- dentro de la ecuación, comenzando por recono-
za política, eluden aparentemente para avanzar cer que la utilización de indicadores y otro tipo
más tarde, efectúan movimientos indirectos, en de controles inspirados en la noción central de
una palabra, desconciertan y vuelven imprede- eficiencia propia del taylorismo, pueden llevar
cible su conducta en múltiples ocasiones. Esto al fetichismo en su utilización. El indicador pue-
se debe a que se trata del único comportamien- de convertirse en un referente vacío de sentido, en
to que puede ser calificado de intencional. De la medida en que sólo transmite información,
ahí que la pregunta emergente sea: ¿basta con muchas veces sin mayor relevancia respecto a
medir tiempos y movimientos en las labores de un contexto social más amplio o espacio organi-
un actor para garantizar la obediencia, la predic- zacional más concreto, debido a que cualquier
tibilidad de su comportamiento, el logro de las producción simbólica
metas? Difícilmente. Si así fuera, la “jaula de
hierro” terminaría por someter toda capacidad es el resultado de una interrelación dialéctica en-
humana de innovar. tre contexto, actores y narrativas sociales [y] el
Hemos dicho ya que, a lo largo de la teoría de símbolo no es sinónimo de signo, pues […] lo
la organización, se le ha interpretado de distintas simbólico —al pertenecer al mundo del imagina-
formas, comparándola con elementos de la rea- rio— responde al pensar, al placer de crear, a la

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lidad “externa”, utilizando para ello metáforas. voluntad de producir sentido y en eso se distin-
Por un principio hermenéutico que recomienda gue del signo que no hace más que informar. Los
explicar lo menos conocido con ayuda de lo modelos tecnorracionalizadores, al querer hacer
mejor conocido, se volvió práctica común que del signo un símbolo, empujados por la raciona-
las ciencias sociales recurrieran a metáforas de lidad económica, empobrecen la organización
la biología o de la misma industria, por ejem- simbólica del trabajo (Chanlat, 1990).
plo, comparar la organización con un organismo
que se adaptaba al medio (metáfora orgánica), o Por ello, al establecer indicadores, debe con-
como una máquina que recibía insumos (inputs), siderarse el tipo de labores que marcan la coti-
los procesaba (en una caja negra) y generaba dianidad del sector público: “una buena parte de
productos (outputs). En este tipo de metáforas la profesiones libres conservan una organización
regularidad y la repetitividad son la regla, pero del trabajo flexible, centrada en tareas ligadas a
en el ámbito organizacional la generación de tales o cuales acontecimientos” (Hassard, 1990).
conductas no es mecánica, sino que obedece a Un ejemplo clásico de ello lo toma Mintzberg
relaciones de tipo iniciativa-respuesta, en las que (1999) del sector de la salud pública en Ingla-
lo interno y lo externo se codeterminan. Metafó- terra: un cirujano de transplantes de hígado, al
ricamente, la “jaula de hierro” a la que la teoría operar a 10 pacientes, diría que su índice de

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Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Diez y Héctor R. Núñez Estrada

éxito era de 8 sobre 10: “Contaba hígados, no ginario y simbólico en una proporción variable
personas”. Un inmunólogo lo pondría en 7 sobre (Barba, 2002:120).
10, argumentando que el cirujano no debería de Acorde con este reconocimiento del “compo-
haber operado a la persona que tenía cáncer. Las nente imaginario y simbólico” en las organiza-
enfermeras, por último, dirían que era de 3 sobre ciones, Clegg y Clarke (1998:305) señalan que
10, considerando la calidad de vida postoperato- “las organizaciones y las redes, materiales o vir-
ria. No existe, por lo tanto, one best way de va- tuales son sistemas construidos a partir de flujos
lorar el desempeño en muchas de las actividades de poder/saber que la gente utiliza para ponerlas
en el sector público, pero, sin duda, la presencia en acto, cuya estructura es el medio y el resultado
de Taylor sigue siendo incuestionable en el dis- de esta relación. Su utilización se fragua en torno
curso administrativo. a las tecnologías que llevan consigo el diseño
pasado y los usos futuros” (cursivas nuestras).
Conclusiones La historia de una organización no aparece
en los indicadores de desempeño, por lo que
A lo largo de este artículo hemos procurado no existe one best way para resolver conflictos,
proporcionar elementos que justifiquen por qué elemento central en cualquier organización, de-
continuamos analizando los Principios de admi- terminante de su desempeño, pero difícilmente
nistración científica, de Taylor. Es, a todas luces, un medible. Si algo más nos queda de la experien-
texto fundacional, a partir del cual comienzan a cia taylorista, es la necesidad de reconocer no
sentase las bases del ejercicio de la administra- sólo los elementos estructurales que intervienen
ción. Si bien surge en un contexto de fuerte pre- en el desempeño de una organización, sino la
sencia estatal y sindical, hoy por hoy el principio capacidad creativa que tienen los actores en
de medición y control propuesto por Taylor se la organización, a partir del uso, interpretación y
mantiene. modificación —muchas veces en el anonimato
Podemos realizar muchas observaciones en y en la cotidianidad— que hacen de dichos ele-
torno a la concepción implícita que de “organiza- mentos estructurales.
ción” se tiene en la obra de Taylor: un agregado
de individuos atomizados fácilmente controlable Notas
y, por lo tanto, dirigible. De acuerdo con Czar-
niawska (1997), las organizaciones son redes de 1
L a discusión amplia entre académicos no iba
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

acción colectiva comprometidas en un esfuerzo a las causas de la primera Guerra Mundial,


por construir su mundo, por lo tanto, la organiza- pues unos sostenían que se debía a la gran
ción es, entonces, una actividad y no el “objeto” sobreproducción de bienes primarios; a las
resultante, es un proceso colectivo y no una serie consecuencias; otros sustentaban que era
de indicadores de desempeño: “no hay nada en debido tanto a la sobrevaloración de la li-
la gente que dé sentido a la organización, excep- bra y la subvaloración del franco, e incluso
to lo que ha sido socializado y se encuentra ya al crack de la bolsa, o bien “a la insisten-
interiorizado en ellos: su habilidad para usar el cia de Francia en que Alemania pagara las
lenguaje y, de ese modo, intercambiar creencias reparaciones que se le exigieron luego de
y opiniones que ayuden a dotar de significado, la primera Guerra Mundial” (Kindleberger,
justificar y planear aquello que hacen en la or- 1985:341).
ganización”. Por eso es que las organizaciones 2
Ya Karl Marx (1867), cuatro décadas antes,
no pueden ser totalmente explicadas “a distan- había visualizado la tendencia que seguía
cia”, ya que “son redes simbólicas socialmente la producción en la empresa capitalista. En
sancionadas, constituidas a partir del discurso de El capital había anotado: “En la agricultu-
sus integrantes […] Es por ello que combinan un ra moderna, al igual que en la industria de
componente funcional y un componente ima- las ciudades, el crecimiento de la producti-

46
A cien años de la administración científica, pp. 31-48

vidad y el rendimiento superior del trabajo probablemente más apropiado usar las organi-
se adquieren al precio de la destrucción y zaciones como metáforas de las máquinas.
la aniquilación de la fuerza de trabajo” (El 5
De acuerdo con Perrow, citado por Czarniaws-
capital, 1864-1877, sólo el libro primero fue ka (1992), la perspectiva institucionalista tiene
terminado por Marx. Versión en español de un acercamiento de tipo “evolucionario-fun-
editorial Cartago, Bs. As., 1973, p. 482). cional” cuya base principal es la metáfora bio-
   La película de Charles Chaplin Tiempos mo- lógica, pero también hay que recordar que las
dernos, filmada en 1936, refleja nítidamente organizaciones vistas como organismos pare-
hasta qué grado los tiempos y movimientos cen ser una muy útil metáfora, especialmente
en la empresa capitalista, encontrados por porque enfatiza el carácter no planeado, in-
Taylor, llevan a la utilización de la fuerza de controlable de muchos procesos organizacio-
trabajo en la producción. Es indudable que nales (hay adaptaciones orgánicas opuestas
los distintos ritmos de trabajo en la actualidad a cambios planeados), e incluso permiten
en algunas ramas industriales conservan esa reconocer modificaciones organizacionales
cadencia que se ve en el filme, como es el que los actores realizan cuidadosos del pa-
caso de las maquiladoras. En otras, aquellas pel que la autopresentación desempeña en la
donde los robots han sustituido al hombre, se supervivencia. Por eso la necesidad de recu-
observa el escaso número de trabajadores, los perar enfoques que resalten las posibilidades
cuales están pendientes de que los procesos de los actores para “jugar” con ese ambien-
no se interrumpan. te, para simular concordancia absoluta con
3
Una característica propia de la época prein- éste, para mimetizarse a conveniencia o para
dustrial era que “casi todos los artesanos tra- contradecirlo abiertamente.
bajaban por su cuenta, en su casa, con sus
propios instrumentos y a su propio ritmo” Fuentes bibliográficas
(Wright, 1968, citado por Hassard, 1990),
dado que, antes de la revolución industrial, el Adams, Willi Paul (1979), Los Estados Unidos
trabajo se caracterizaba esencialmente por su de América, México, Siglo XXI, col. Historia
irregularidad, hasta que el sistema de fábricas Universal.
impuso a los operarios un empleo de tiem- Alonso, Teresa (1990), La economía de entregue-
po mucho más rígido. Trasladar mediciones rras, España, Akal.

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


propias del sector privado al público puede Barba, Antonio (2002), Calidad y cambio organiza-
acentuar formas de gestión industrial en una cional: ambigüedad, fragmentación e identidad.
era pretendidamente postindustrial. El caso del Lapem de cfe, México, uam-cfe.
4
La metáfora de las organizaciones como má- Chanlat, Jean-François (1990), «L’être humain,
quinas, en opinión de Czarniawska (1992), un être symbolique», en Jean-François Chan-
ofrece una desventaja bien conocida: el ca- lat (coord.), L’individu dans l’Organisation. Les
rácter mecánico de la perspectiva. Con ello dimensions oubliées, Canadá, Les Presses de
se refiere no a la perspectiva mecánica so- l’Université Laval/Éditions Eska.
bre las organizaciones, sino a la perspectiva Déry, Richard (1990), “De l’information à
mecánica sobre las máquinas. Si tenemos un l’argumentation”,  en Jean-François Chanlat
acercamiento apropiado a las máquinas, ellas (coord.), L’individu dans l’Organisation. Les
podrían, quizá, servir como metáfora muy útil dimensions oubliées, Canadá, Les Presses de
para organizaciones. No es la materialidad de L’Université Laval/Éditions Eska.
las máquinas (fisicalidad) la que construimos Chiavenato, Idalberto, (1990), Introducción a la
socialmente, aun si nosotros la confirmamos teoría general de la administración, México,
por nuestras acciones, sino nuestra relación McGraw-Hill.
con esa materialidad o fisicalidad. Entonces, es

47
Gilberto Calderón Ortiz, María Teresa Magallón Diez y Héctor R. Núñez Estrada

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48
A cien años de la administración científica:
repensar a Taylor para enfrentar los retos
organizativos de la sociedad del conocimiento

Giovanna Mazzotti Pabello


Profesora-investigadora de la Universidad Veracruzana

Pedro Constantino Solís P.


Profesor-investigador del Departamento de Economía, dcsh, uam-i

Introducción mayor superávit posible), con lo que se fundó

A
la razón ética de la sociedad industrial y se con-
mén de la conmemoración del centena-

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


sumó el objetivo último de la Ilustración y de
rio, identificamos al menos tres grandes la modernidad (tradicional). Hanna Arendt men-
razones para recordar y reflexionar so- ciona que es necesario reconocer que con la
bre la obra de Taylor: en primer lugar, son que aplicación de los principios del método cientí-
la administración científica es la primera y más fico al proceso de trabajo y el establecimiento
definitiva aplicación del método científico a la de la pauta productiva para la incorporación de
producción; en segundo lugar, porque la admi- grandes masas de la población al proceso pro-
nistración científica fue concebida y elaborada ductivo se contribuyó de modo extraordinario
como respuesta a las condiciones sociales y eco- a la construcción de la sociedad laborans y del
nómicas que marcaron la época, con las migra- homo faber (Arendt, 1998).
ciones masivas de personas sin calificación Lo relevante es plantearnos si, a partir de lo
alguna para incorporarse al mercado laboral; y que ahora sabemos, estamos en condiciones de
en tercero, por que en esa obra existe una pro- elaborar un esquema organizativo que permita
puesta para un reordenamiento político de las no sólo responder a las actuales condiciones
fuerzas productivas, que buscó enlazarlas en un sociales de migración, marginación y falta de
esquema de alianza y cooperación para alcan- capacitación de grandes masas de la población
zar una finalidad económica (la producción del (que en muchos sentidos son semejantes a las

49
Giovanna Mazzotti Pabello y Pedro Constantino Solís P.

que han tenido lugar desde hace, al menos, un bajo como principio ordenador del tiempo y del
siglo), sino el establecimiento de un nuevo tipo espacio; b) el proceso como método: al aplicar
de alianza entre los nuevos actores sociales, para el principio de la Natura Vexata de Bacon, o al
la persecución de una finalidad (no económica), obtener los secretos de la naturaleza bajo apre-
desde la cual sea posible reordenar políticamen- mio; y al aplicar la división en partes simples y
te a la sociedad. distintas de problemas complejos, que es el mé-
Lo esencial será reconocer que en la medida todo atomístico de Descartes (Berman, 1987); y
en que la sociedad industrial se ha retirado de la como ontología, en la medida en que consolida
escena, dejando a su paso ejércitos de desem- la suposición de que la mente y el cuerpo, el su-
pleados y minando las bases del orden político jeto y objeto, como entidades radicalmente dis-
sobre el cual se estructuró el Estado-nación, la pares (res cogitans —sustancia pensante— y res
llamada sociedad del conocimiento, en el marco extensa —sustancia extendida—), relacionadas
de la modernidad reflexiva, ha ocupado el esce- entre sí mediante interacciones mecánicas en las
nario. Aún quedan sin resolver las formas organi- que la mente percibe y, con esa base, ordena al
zativas y los mecanismos a partir de los cuales se cuerpo los movimientos necesarios.
incorporarían a las nuevas formas de producción Tales pilares, manifiestos en los cuatro pun-
social las grandes cantidades de desempleados tos básicos que Taylor formula en su Shop Ma-
resultantes del agotamiento del modo de pro- nagement (1903), los desarrolla de manera más
ducción maquinal y de la sociedad industrial. detallada en los principios de la administración
En esa medida, falta resolver también las con- científica con el fin de lograr una forma de orga-
diciones que debería tener un pacto político que nización del trabajo que permita un incremento
asegurara la gobernabilidad y el bienestar de los sustancial de la productividad y del control so-
actores sociales emergentes. Por ello, recuperar bre el proceso de producción.
el trabajo de Taylor y reflexionar sobre las apor- El primero de ellos alude a la aplicación del
taciones de la administración científica publica- cronometraje como principio ordenador de
das hace cien años nos permitirá replantearnos tiempo y espacio; esta cuestión puede resumirse
los actuales desafíos con vistas a elaborar un di- en un cierto número de imperativos que forma
seño organizativo propio de la sociedad actual. parte del método, en el que se aplica la geome-
tría como metáfora cartesiana: división de un
Modernidad: del método científico problema en partes simples, en elementos claros
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

a la producción en masa y distintos para, posteriormente, rearmarlo en el


proceso de la producción. El segundo, que deriva
Más allá de su inicial fracaso y de sus posteriores de ello y resulta de dividir el trabajo en tiempos
modificaciones, lo interesante del trabajo analí- y movimientos elementales, trata de localizar
tico contenido en el modelo propuesto por Tay- los movimientos inútiles del trabajador y elimi-
lor radica en ser la representación técnica de la narlos; de registrar el porcentaje que conviene
síntesis de todo un modo civilizatorio, de la con- agregar a los tiempos reconocidos para cubrir los
cepción moderna del mundo y de la forma en retrasos inevitables; de fijar el porcentaje que es
que éste se produce y se reproduce. necesario añadir para los descansos y de recons-
La reinversión del método científico que hace truir las combinaciones de movimientos elemen-
Taylor al rediseñar el proceso de trabajo bajo los tales que pueden encontrarse con frecuencia en
principios de la administración científica contie- los trabajos del taller.
ne tanto las bases del conocimiento científico y Contra el frenaje sistemático que practican los
de la razón instrumental como el imperativo de obreros, Taylor impone un sistema diferencial
la explotación racional del trabajo, cuya síntesis de salarios que permitiría terminar con lo que se
puede ser vista a través de la referencia a tres pi- denominaba la holganza sistemática del obrero.
lares epistemológicos de la modernidad: a) el tra- Dicho sistema, que fue rápidamente abandona-

50
A cien años de la administración científica…, pp. 49-60

do por conducir a excesos, dio origen a los siste- cuerpo” (Arendt, 1998:165), y con ello, continúa
mas de salarios por primas. Pero más allá de eso, Arendt:
mediante la observación del proceso de trabajo
desarrollado por los trabajadores, y gracias a la las frecuentes quejas que oímos sobre la perversión
contabilidad y la redistribución de los tiempos y de fines y medios en la moderna sociedad, sobre el
los movimientos necesarios para la producción, hecho de que los hombres se conviertan en siervos
Taylor no sólo pudo colocar al trabajador justo de las máquinas que han inventado y se “adapten”
en el puesto justo, sino que, además, logró arran- a sus requisitos en lugar de usarlas como instru-
car el secreto de oficio que poseía el trabajador mentos de sus necesidades y exigencias humanas,
calificado, volver más eficiente la producción al tiene su raíz en la situación real del laborar […]
tener la capacidad de seleccionar, y poner defi- donde la producción consiste fundamentalmente
nitivamente fin, a la autonomía y a la autodeter- en la preparación para el consumo…
minación obrera en la organización del trabajo.
Nos referiremos aquí al cronómetro como sig- El tercer pilar está estrechamente relaciona-
no de la medición y el control sobre los tiempos do con lo anterior y se consolida al introducir la
y movimientos de cada uno de los trabajadores. maestranza funcional encargada, esencialmente, de
También las pruebas psicofísicas que vehiculan preparar el trabajo. Dicha progresión requeriría
la realización de la norma del trabajador justo en de una preparación del trabajo particularmente
el puesto justo y que significaron la posibilidad cuidadosa, de ahí la idea de confiársela a espe-
de determinar las cualidades exactas necesarias cialistas no obreros —separados de la función
para cumplir con una tarea determinada, para se- productiva, pero ligados al proceso de trabajo—,
ñalar que dichos instrumentos, utilizados como que supieran responder a las necesidades cre-
mecanismos para encontrar the best one way, cientes de racionalización de las relaciones de
permitieron afirmar el control de la producción trabajo obrero-obrero y obrero-máquina. De ahí
por parte de los ingenieros técnicos y así garanti- surgirá un nuevo papel de los ingenieros mecá-
zar el aumento de la productividad basada en la nicos, quienes a partir de entonces comienzan a
expropiación del conocimiento de oficio, misma tener una función estratégica en la estructura so-
que estaba en manos de los trabajadores, para cial de la empresa. Esta nueva racionalización de
finalmente convertirla en norma de producción las relaciones sociales y productivas en la fábri-
organizada, con base en instrumentos de control ca consolidó la separación formal y la indudable

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


y maquinaria especializada. jerarquía entre el trabajo intelectual y el trabajo
En efecto, con la definición de tiempos y mo- manual que hoy rige en la fábrica y en la orga-
vimientos simples, que permite la fácil incorpo- nización de la sociedad industrial. La separación
ración de trabajadores no calificados al proceso entre el quehacer manual (no calificado) y el tra-
de producción, se genera una creciente espe- bajo especializado (resultado de conocimientos
cialización fragmentada y una relación con la adquiridos en contextos específicos) tiene una
maquinaria en la que, aun cuando el operario clara asociación con el modo cartesiano de con-
ignore los mecanismos de la máquina, es patrón cebir la relación entre res cogitans —sustancia
de su funcionamiento y exige de él su inteligencia pensante— y res extensa —sustancia extendida,
y su habilidad. De este modo, el sujeto deviene cuya interacción mecánica y unidireccional da
operario defectuoso, la perfección se incorpora lugar a una escisión entre mente y cuerpo, en
al mecanismo. En esta relación se observa el es- la que la mente percibe y ordena al cuerpo los
quema de subordinación entre el obrero y la má- movimientos necesarios.
quina, pues “ya no es el movimiento del cuerpo Recordemos que el ambiente en el que tiene
lo que determina el movimiento útil, sino el de lugar la incorporación de la Organización Cien-
la máquina el que refuerza el movimiento del tífica del Trabajo (oct) es el de Estados Unidos de

51
Giovanna Mazzotti Pabello y Pedro Constantino Solís P.

América en los inicios del siglo xix, marcado por tirían en normas imperativas, impuestas por la
dos grandes oleadas de migración de trabajado- dirección de la producción, y así se afianzaría
res europeos (Coriat, 1982). La primera, ocurrida la separación y la jerarquía entre trabajo manual
entre 1815 y 1860, con aproximadamente cinco y trabajo intelectual que rige en la fábrica y en la
millones de trabajadores europeos provenientes sociedad industrial.
de Europa del Norte y del Oeste desplazados por En este contexto, ocurre la imposición de una
la revolución industrial y por la expropiación de nueva forma de organización del trabajo que,
las tierras campesinas, y la segunda, ocurrida en- como el modelo de la administración científica,
tre 1880 y 1915, en la que llegaron casi quince se caracteriza, siguiendo a Guillén (1994), como
millones de europeos provenientes de Europa aquel en el que los problemas que pretende so-
del Este y del Sur. Todas esas personas sin oficio lucionar son de disciplina, holganza y desorden,
—deskilled— eran consideradas mano de obra y las relaciones de la organización con el en-
potencial para la industria, y estos flujos cons- torno [se conciben como] cerradas; la estructura
tantes de trabajadores modificaron la compo- jerárquica es vertical y managerial, con una alta
sición de la clase obrera y empujaron hacia la centralización y unidad de mando. El control del
conformación de una nueva división del trabajo. proceso productivo se basa en el conocimien-
Sin embargo, en América, el mercado de traba- to estricto de los movimientos necesarios para
jo estaba determinado por la presencia de la afl la producción, y el punto central del desarro-
(American Federation of Labor) que, compuesta llo lo dicta la tecnología. Dicho ordenamiento
exclusivamente por trabajadores con oficio, fun- trae consigo el ejercicio racional del poder que,
damentaba su fuerza en que había gran escasez impuesto a través de la norma y de la regla, lo
de mano de obra con saber de oficio y tenía la convierte en legítimo, neutro y universal, pero
capacidad para gestionar el mercado del trabajo, además, y esto es lo central, erradica la posibili-
los salarios y las tarifas. dad de innovación y de cambio generado desde
Este tipo de soberanía obrera sobre los es- dentro y a favor del proceso productivo (mejora
tándares y el proceso productivo, así como la continua).
relativa autonomía del proceso de trabajo, les El taylorismo garantizaría, entonces, no sólo
permitía a los trabajadores poner un límite a la la rápida y fluida incorporación de mano de obra
intensificación de la explotación y volvía poco no calificada al trabajo en la fábrica, y el decre-
eficientes las formas de retribución por incenti- cimiento de la fuerza sindical como órgano an-
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

vos —tipo trabajo a destajo—. No hablamos de tagónico que le disputase el acceso a la toma de
una organización informal, sino de una que se decisiones de los patrones, sino que afianzaría
mantenía al margen y junto con la organización un nuevo tipo de relaciones sociales y formas
del trabajo en la fábrica, en una suerte de fun- de comunicación que conforma la arena para
ción defensiva a través del frenaje sistemático las organizaciones modernas. Así sea porque los
de los ritmos de la producción, lo que implica- principios organizacionales estén fundados en la
ba conocimiento, el saber hacer por parte de los visión científica del trabajo, posibilitan la sub-
obreros para evadir el control. Tal como lo ex- sunción del saber de oficio, perteneciente al
presa Coriat, el contexto organizativo creado a trabajador, en saber científico, propiedad del in-
partir de los principios científicos mencionados geniero técnico, y asegura el encumbramiento de
está en relación con la necesidad, por parte de la una clase sobre otra con base en la neutral inmu-
incipiente clase empresarial, de someter a con- tabilidad de sus descubrimientos. Con Taylor, el
trol y apropiarse del conocimiento del oficio y conflicto entre clases, política y socialmente de-
el saber hacer del obrero. De este modo, todos finidas como antagónicas, debería transformarse
los conocimientos prácticos y los tiempos de ese en la lucha común del incremento del superávit
saber, adquiridos por cada trabajador, se conver- en el camino al progreso.

52
A cien años de la administración científica…, pp. 49-60

El taylorismo como proyecto social y ético plica un gran cambio […] que camina en el senti-
do de la sustitución de la guerra por la paz, de la
El objetivo último y la legitimidad del modelo contienda y la disputa por la cooperación frater-
propuesto por Taylor se asienta en la necesidad nal, de esforzarse en la misma dirección en lugar
de una forma de organización que asegure el in- de hacerlo en sentido opuesto, de remplazar la
cremento sustancial de la productividad del tra- vigilancia recelosa por la ayuda mutua, de llegar a
bajo y el control sobre el proceso de producción. ser amigos en lugar de enemigos, a lo largo de esa
El punto central de su argumento es asegurar un línea se desarrolla la administración científica.
incremento sustancial e infinito en la producción
de las riquezas, dicha cuestión se asienta en dos de Ambas cuestiones —la incorporación de gran-
los presupuestos de la lógica económica moder- des masas des-killed de la población al proceso
na: la idea de que la escasez es la fuente de la productivo, aunada a la producción del mayor su-
desgracia humana y generadora de todo tipo de perávit posible— contribuyeron de manera muy
conflictos; y la noción de que la pereza es inhe- importante a la formación de la sociedad indus-
rente al ser humano (economía clásica). trial: “se ha remplazado la artesanía por la labor,
El hecho de que Taylor considerara como pro- con el resultado de que las cosas del mundo se
blema principal la baja productividad de la mano han convertido en productos cuyo destino na-
de obra y estableciera que el conflicto entre tural es ser consumido, en vez de productos de
obreros y patrones estaba dado no por intereses trabajo”.
de clases en pugna por la identidad y el control La propuesta del estudio científico del traba-
social, como sostendría Marx, sino por problemas jo de Frederick Taylor1 fue el instrumento que
en la repartición del superávit, justifica plena- permitió, mediante técnicas como el análisis de
mente la instauración de una forma de organi- tiempos y movimientos, la apropiación del sa-
zar el trabajo que garantizaría el incremento del ber artesanal por los departamentos de ingenie-
monto de la producción. De este modo, el incre- ría de procesos, la sujeción física de los obreros
mento en la productividad será tal, anuncia, que en el interior de la fábrica y en sus puestos de
será innecesario pelear por el superávit. trabajo, la parcialización de la producción y la
Preconiza, entonces, la necesidad de una re- capacitación en función de la especialización y
volución mental completa: la disciplina (Coriat, 1982). El management cien-
tífico propició la realización de un trabajo sim-

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


la esencia de la administración científica implica ple, repetitivo, individual y fijo, con niveles de
una revolución mental completa por parte de los calificación de baja escolaridad, facilitando con
trabajadores de cualquier tipo de establecimiento ello la selección y el entrenamiento científicos,
o industria […] en cuanto a sus deberes respecto además de contar siempre con la posibilidad de
a su trabajo, sus compañeros y sus patrones. E im- recambio y despido de obreros en virtud de una
plica una revolución mental igualmente comple- abundante mano de obra barata inmigrante. En
ta por parte del sector directivo […] en cuanto a contrapartida, los obreros recibían un salario
sus obligaciones hacia […] los problemas diarios real comparativamente superior a los que les
de sus compañeros de trabajo en la administra- eran otorgados en otro tipo de empresas, aunque
ción y los obreros. no proporcional al aumento de productividad al-
canzado por los nuevos métodos de producción.
La revolución mental, entendida como la con- Posteriormente, las líneas de montaje necesarias
dición necesaria para producir el “mayor superá- para la producción en masa imponen un control
vit posible”, es aquella en la que: del tiempo y una cadencia que eleva la intensi-
dad del ritmo de trabajo.
el antagonismo debe ser sustituido por la coope- La apropiación del saber artesanal se logra a
ración amistosa y la ayuda mutua […] lo que im- partir de la separación de actividades operati-

53
Giovanna Mazzotti Pabello y Pedro Constantino Solís P.

vas de producción y actividades administrativas Sin embargo, esta identidad de propósito y de


de dirección y control. Un conjunto de nuevos intereses entre patrones y asalariados se asegu-
saberes estructuran la acción en estas organiza- ra de manera contradictoria por la instauración
ciones modernas. Los saberes son ampliamente de un sistema de control individual del obrero
difundidos a través de prácticas, técnicas o ins- que permite otorgar un salario en función de su
trumentos de gestión. Estas nuevas normas de productividad y alentar con ello su ambición e
trabajo son institucionalizadas y generalizadas iniciativa. Las cuadrillas de obreros, según el
en un código formal del ejercicio del trabajo in- modelo de la administración científica, favore-
dustrial que alcanza un formidable incremento cen una holganza colectiva:
de productividad, lo que permite el gran éxito
mundial alcanzado por la forma estadunidense Un análisis cuidadoso ha demostrado que cuan-
de gobernar las empresas. do los obreros son reunidos en cuadrilla, cada
La moralidad de la burocracia subyace en uno de ellos se vuelve mucho menos eficiente
la promesa implícita de tratar a cada individuo que cuando su ambición personal es estimulada;
de manera impersonal, independientemente de la eficiencia individual decae casi invariablemen-
cualquier otro aspecto de su identidad racial, te hasta el nivel o por debajo del nivel del peor
religiosa o de género. La ética protestante y cal- obrero de la cuadrilla; y que todos empeoran, en
vinista dominante en la sociedad estaduniden- lugar de mejorar, al ser reunidos en cuadrillas
se preconiza las virtudes del trabajo duro y del (Taylor, 1911:52).
ascetismo, donde la riqueza alcanzada es signo
de reconocimiento divino y de pertenencia al La ambición individual es señalada también
grupo de los elegidos. La eficiencia de la empre- como una virtud. En esta perspectiva de homo
sa forma parte de un discurso preconizador de economicus, lo seres humanos son entidades
la superioridad de la racionalidad, en el que la cuya finalidad es maximizar su utilidad personal
burocracia también ha sido planteada como un (usualmente comprendida de manera reducida
proyecto de contenido ético y moral.2 Los con- en el número de unidades monetarias), por lo
ceptos de eficiencia y desempeño adquieren un que el mensaje implícito es que los individuos
contenido ético y una condición de valores mo- deben de actuar para tratar de maximizar su pro-
rales. La eficiencia se convierte en virtud, ya que pias utilidades y que la mano invisible del mer-
la eliminación del desperdicio de tiempo, dinero cado hará lo correcto para asignar los recursos
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

y materia prima se traduce en una prosperidad de una manera moral y políticamente óptima. El
común, como identidad de propósito. Esto es, bienestar personal es evaluado en términos de
el principal objetivo del management científico ganancias monetarias y de estatus, entonces los
será asegurar el máximo de prosperidad, tanto fundamentos del mercado libre sugieren que la
para el empleador, para el empleado, como para ética y la moralidad pueden ser intercambiadas
la sociedad en su conjunto: por bienes de consumo que maximicen la utili-
dad personal.
El principal propósito de la administración debie-
ra consistir en asegurar el máximo de prosperi- Las empresas como espacios de tensión
dad para cada empleado. Las palabras “máximo y fragmentación
de prosperidad” son usadas, en su sentido más
amplio, para significar no sólo grandes dividen- La utilización de la burocracia como un tipo
dos para la compañía o para el patrón, sino para ideal es un recurso metodológico que permitió a
el desarrollo de cada rama del negocio a su más Max Weber la constitución de tipologías de ca-
alto grado de perfección, de manera que la pros- rácter universal bajo las formas de dominación,
peridad pueda ser permanente (Taylor, 1911:8). como la tradicional, la carismática y la legal ra-

54
A cien años de la administración científica…, pp. 49-60

cional. La visión weberiana es pesimista acerca Para maximizar el beneficio y la tasa de ex-
del resultado de la racionalización en la socie- plotación, el capitalista debe reforzar y debe
dad moderna y el papel de la configuración de mantener una tensión de doble dimensión in-
la burocracia como jaula de hierro, en razón compatible:
de tensiones estructurales en la sociedad:
a) La necesidad de un mínimo de colabora-
a) La tensión entre burocracia y democracia se ción entre capital y trabajo, y
dibuja sobre el fondo del conflicto entre su b) el conflicto de interés estructural entre tra-
modo de dominación respectivo. El mode- bajo y capital, en razón de que el trabajo es
lo racional legal de la burocracia contrasta, un costo.
en principio, con las formas carismáticas de
los dirigentes del pueblo que tienden a pre- La empresa es una construcción social y es un
valecer en la práctica de la democracia. espacio concreto donde las tensiones estructu-
b) La tensión provocada por el proceso de di- rales señaladas anteriormente son reguladas de
ferenciación de la modernidad, aplicada en manera formal o informal para hacer funcionar
extenso en todos los ámbitos sociales, se a la empresa. La empresa es un sistema de ac-
convierte en realidad en un proceso de frag- ción concreto que mantiene una estructura por
mentación entre la esfera privada y la vida la intermediación de mecanismos de regulación,
profesional, entre los objetivos de la em- cuya importancia se realza en la medida en que
presa y los objetivos individuales, entre los los juegos de poder inducen conflictos y enfren-
operarios subalternos y los directivos de la tamientos, y solamente la mediación de estos
empresa, entre el trabajo remunerado indivi- mecanismos permite alcanzar la acción conjun-
dualmente y la cooperación en el proceso de ta. La empresa se apoya en la regularidad con
producción, por señalar algunos ejemplos. que los diferentes grupos de actores estructuran
su modo de relación, la cual se construye en lo
En el pensamiento de Karl Marx, la explota- cotidiano, poco a poco, a través de las situacio-
ción constituye el fenómeno esencial del modo nes de conflicto repetitivas, de negociaciones
de producción capitalista por la extorsión de la sistemáticas y de acuerdos provisionales.
plusvalía, producida por la fuerza de trabajo y Las organizaciones de principios de siglo son
constitutiva del beneficio capitalista. El trabajo obra de ingenieros. El management científico se

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


obrero, como mercancía en la sociedad indus- institucionaliza, en parte, a través de la profe-
trial, está alienado, en relación con su producto, sión de las ingenierías. Su difusión y extensión
al acto del trabajo, a la naturaleza y a la socie- alcanzan proporciones nacionales en un primer
dad. La alienación en Marx se convierte en un momento, y mundiales posteriormente. Otros
concepto sociológico que significa no solamen- profesionales que contribuyen enormemente al
te que su trabajo se convierte en objeto, en una diseño y racionalización de las organizaciones
existencia exterior, sino que su trabajo existe por modernas son los contadores públicos. La con-
fuera de él, independientemente de él, extraño a taduría suele ser ignorada o, en el mejor de los
él y se convierte en potencia autónoma vis à vis casos, relegada a un segundo plano en la historia
de él, que la vida otorgada a su objeto se opo- de la profesionalización del management, sobre
ne a él, de manera hostil y extraña. En el modo todo cuando es contada por sociólogos. Parte
de producción capitalista la parte de capital em- de los nuevos saberes y de los nuevos códigos de
pleada para la remuneración del trabajo (capital conducta están íntimamente ligados al registro
variable) tiende a decrecer proporcionalmente cotidiano de las actividades de la empresa en su
en relación con la parte invertida en medios de forma contable, a las técnicas de costos, a las
producción (y en materias primas) que lleva el prácticas presupuestales y a los códigos de ética
nombre de capital constante. y prudencia vinculados a esta profesión. La con-

55
Giovanna Mazzotti Pabello y Pedro Constantino Solís P.

tabilidad se interioriza en los miembros de una los dispositivos económicos y productivos que
organización como una preconstrucción mental podrían sustituir a la forma-fábrica como prin-
dominante en la que todo puede ser expresado cipio organizador del trabajo y la demanda de
en términos monetarios de recursos y costos, in- nuevas formas de socialización, está la redefi-
cluidos los recursos humanos. nición del tipo de conocimiento necesario y las
Un conjunto de saberes prácticos, apoyados en habilidades que deberían desarrollarse en los in-
la experiencia, o de ciencia aplicada a la solución dividuos para insertarse de manera eficiente en
de problemas de comando, gobierno y control de los procesos de reorganización de lo social.
las organizaciones, dan como consecuencia la En casi todos los ámbitos se reconoce que las
institucionalización del management con pre- nuevas tecnologías de la información, las nue-
tensiones de valor universal. Una forma en que vas formas de organización del trabajo y la cada
el management asegura su institucionalización y vez mayor productividad de la mano de obra,
difusión es a través de las ingenierías y la con- así como la ampliación del dominio de la com-
taduría en las primeras décadas del presente si- petencia internacional, han invertido de manera
glo, y de la profesión de la administración, cuyo irremediable los términos de la ecuación de la
desarrollo será posterior, específicamente en los sociedad industrial que, bajo la forma de orga-
años cincuenta y sesenta, cuando su crecimiento nización de clases, identificó el trabajo asala-
será sostenido e importante. Si bien la psicología riado y el consumo de masas como la base de
industrial tiene cierto grado de participación, el la economía interna. Por ello, al emanciparse la
management como conjunto de saberes prácti- productividad de la tasa ocupacional, el empleo
cos se institucionaliza principalmente gracias a se vuelve inversamente proporcional a la com-
las profesiones3 de las ingenierías, la contaduría petitividad y “las malas noticias que se producen
y la administración. en el mercado laboral suelen ser acogidas con
salvas triunfales en Wallstreet” (Beck, 2000:13).
Los cambios Tal cuestión trastoca la composición social de
la sociedad, ya que al disminuir el número de asa-
Hoy pocos desconocen que las coordenadas lariados legales, ejércitos de seres humanos son
intrasociales de la sociedad industrial se han arrojados hacia un ámbito desconocido, trans-
desmoronado y que “los ejes de vida de las per- formando a los obreros en lo que Dahrendorf4
sonas han sido liberados respecto a los corsés denomina simplemente la clase de abajo: “más
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

del trabajo y el Estado tal y como han existido en allá de los poseedores de los puestos de trabajo
el siglo xix y xx” (Beck, 1998:110). Lo que no se se encuentra la terra incognita del futuro. En cier-
sabe, o no parece saberse aún, es de qué manera to modo se trata de un campo de reproducción
va a ser organizada, política y económicamente de múltiples actores en donde se recrean desde
esa fuerza de trabajo liberada, cuya formación las redes barriales de sobrevivencia, los trabaja-
ya no es pertinente para las nuevas demandas dores por cuenta propia, las tribus de mendigos,
de la sociedad. Lo que se ignora corresponde a etc... La clase de abajo parece ser inagotable en
los mecanismos sociales e institucionales gene- sus profundidades” (Mires, 1996:26).
radores de empleo socialmente productivo, me- De este modo, al globalizarse la producción,
diante los cuales dicha energía social pueda ser ha surgido un cúmulo de nuevas actividades
canalizada, a modo de evitar que, “librada a su asociadas a las formas microelectrónicas de pro-
suerte, continúe convirtiéndose en energía social ducción (sector servicios), asociadas a su vez a
negativa” (Mires, 1996:25), tal y como está ocu- formas de empleos temporales, flexibles y par-
rriendo ahora en México y en la mayoría de los ciales, de tal manera que lo que se denomina
países del mundo. el fin de la sociedad del trabajo remite al hecho
Frente a la pregunta que interroga sobre los ineluctable de que el trabajo asalariado con-
procesos políticos, los mecanismos sociales y tractualmente asegurado ha dejado de ser una

56
A cien años de la administración científica…, pp. 49-60

cadena de la cual liberarse para convertirse en cusión. Si consideramos que se caracteriza por
un privilegio. Pero no sólo eso, el declive de la definir el conocimiento y la capacidad para
sociedad industrial afecta de manera estructural innovar como los únicos recursos que otorgan
las condiciones de la clase obrera (capital varia- valor y que son infinitamente renovables; que es
ble de la producción), y también las posibilida- resultado del paso de un modo de conocimiento
des de reproducción de las capas medias que, científico tradicional a un modo de conocimien-
al estar situadas entre la pequeña burguesía y la to interdisciplinario, hermenéutico y reflexivo,
inteligencia técnica (profesionales y técnicos de en el que el impacto de las nuevas tecnologías
cuello blanco que no disponen de capital pro- de la información y la comunicación (tic) ha
pio, pero sí de habilidades a partir de las cuales modificado las cantidades de datos disponibles
obtienen rentas apreciables), dependen de espa- y otorgado una velocidad inusitada al intercam-
cios productivos, sociales e institucionales, donde bio. Esto conlleva a transformaciones estructura-
las actividades profesionales que son capaces les que han alterado la relación entre los agentes
de ejercer sean valoradas de manera adecuada tradicionalmente productores de conocimiento
y suficiente. (universidades) y otros productores de bienes y
En efecto, una vez que el paradigma de la servicios, como las empresas, los gobiernos y las
producción en la sociedad industrial “se despide organizaciones intermediarias (Castells, 1999).
del escenario de la historia mundial por la es- Las transformaciones traen consigo nuevas
calera trasera de los efectos secundarios” (Beck, condiciones económicas, políticas y sociales
1998:16), surge la sociedad de riesgo. “De una que, al tiempo que exigen la generación de nue-
manera similar a como en el siglo xix la moderni- vos conocimientos, requieren de otras formas
zación disolvió la sociedad agraria anquilosada de inserción en la sociedad. Los problemas de
estamentalmente y elaboró la imagen estructural la productividad y el crecimiento, propios de la
de la sociedad industrial, la modernización de sociedad industrial, son sustituidos por la nece-
hoy disuelve los contornos de la sociedad in- sidad de resolver el agotamiento de los recursos
dustrial” (Beck, 1998). La modernidad reflexiva naturales y el problema del ambiente y la conta-
resulta de la necesidad de replantearse las posi- minación, mientras que la cuestión del desarrollo
bilidades de desarrollo en función de la genera- se traduce en términos de cohesión social, cali-
ción de nuevas técnicas y nuevos conocimientos dad de vida e integración humana.
para revertir los efectos secundarios de la socie-

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


dad industrial5 que, como se dijo, llega a su fin Conclusiones
al reconocerse los límites del crecimiento, el au-
mento del desempleo, la cada vez más evidente Lo anterior, en el marco de una sociedad del
ingobernabilidad y el exponencial aumento de conocimiento, requiere de un marco transdis-
la contaminación. ciplinario, dinámico y que evolucione hacia la
Lo anterior, en el marco de la modernidad re- solución de problemas, que cuente con compo-
flexiva, se traduce en que el discurso científico se nentes teóricos y empíricos, medios de comuni-
enfrenta a sus productos, defectos o problemas y cación formales e informales basados en redes
provoca la proliferación de discursos y saberes complejas organizadas, a su vez, de manera he-
múltiples. De esta manera se vuelve imposible terogénea en sistemas socialmente distribuidos e
mantener la idea de ciencia única, al hacer que interconectadas en un contexto socioeconómi-
el conocimiento adquiera nuevos referentes de co cuya validación esté dada por la utilidad y la
legitimidad y exija, para su producción, nuevas aplicación del conocimiento generado en dicho
formas de organización. La visión de the best contexto, y cuya legitimidad se adquiera por el
one way ha volado en pedazos. interés intelectual que suscite, por la efectividad
En esta dirección, la noción de sociedad del económica o la aceptación colectiva, la compe-
conocimiento (sc) aporta más elementos a la dis- titividad y la contabilidad social.

57
Giovanna Mazzotti Pabello y Pedro Constantino Solís P.

“En este aspecto, con la acción se inician pro- miembros y convertirla en innovación. Es en ese
cesos cuyo resultado no se puede vaticinar, de saber intercambiar, saber dar, recibir y devolver
manera que la inseguridad, más que la fragilidad, que crea compromisos y lazos sociales, donde
pasa a ser el carácter decisivo de los asuntos hu- la gente se siente en confianza y crea la forma
manos” (Arendt, 1998:252-253). Esto trae consigo en que se fincan las organizaciones en red. Los
una consideración aún más importante: “El remedio individuos que pertenecen a este tipo de organi-
ante la imposibilidad de predecir, ante la caótica zaciones, al mismo tiempo que adquieren nue-
inseguridad del futuro, se halla en la capacidad vas habilidades, hacen uso del conjunto de sus
de hacer y de mantener las promesas […] las dos conocimientos (implícitos y explícitos) para ge-
facultades corresponden a la condición humana nerar soluciones o propuestas innovadoras.
de la pluralidad” (Arendt, 1998:256-257). En la medida en que nadie puede ser experto
En este sentido, las implicaciones del cambio en todo, una red debe contar con que existan
en el modo de entender, concebir y organizar el y circulen, eficazmente, distintos niveles y tipos
conocimiento, no sólo son de corte social y episte- de conocimientos. De ahí la capacidad de al-
mológico, sino también civilizatorio. Al subvertirse gunos de los miembros de la red para convertir
la relación poder-saber establecida en la moder- la innovación en un determinado nodo, en un
nidad, se provoca un nuevo modo de entender producto. Lo propio de una red es que permite
el poder, ligado a la capacidad para actuar con- participar, parcial y flexiblemente, en diferentes
certadamente, y una nueva forma de concebir el proyectos y alcanzar con ellos niveles de reali-
conocimiento, asociado no a la producción de zación y de impacto imposibles si se llevaran a
cosas, sino a la pluralidad de los asuntos huma- cabo de manera individual o bajo mecanismos
nos y a la construcción de historias con significa- altamente formalizados. La diferencia en rela-
do, vincula las universidades con las alternativas ción con lo propuesto por Taylor es abismal, no
organizativas propias de la sc, que atribuyen a la sólo por la flexibilidad en las formas de trabajar y
innovación y a la producción de nuevos cono- por la apertura al ambiente, sino también por la
cimientos la razón principal para la restructura- horizontalidad y la bidireccionalidad en el flujo
ción organizacional. de la comunicación y la innovación.
No basta con incorporar una mayor descen- Las características organizativas de la red, al
tralización o con emplear las nuevas tecnologías mismo tiempo que condensan los principios seña-
de información, ya que los retos que tienen las lados arriba respecto al nuevo modo de entender
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

organizaciones consisten en lograr que se desa- el conocimiento (Gibbons, Arendt), representan


rrollen espacios que faciliten la capacidad de los una nueva forma de organización, donde la ca-
grupos para actuar conjuntamente. Las organi- pacidad de hacer con otros (Arendt, 2008) es el
zaciones que actualmente crean nuevo cono- elemento principal de eficacia. Esto concuerda
cimiento e información desde dentro redefinen con los cambios en las condiciones económicas,
los problemas, las soluciones y los procesos que políticas y sociales que exigen otras formas de
recrean el ambiente (Nonaka, 1995), es decir, en inserción en la sociedad. Las nuevas necesida-
la medida en que la organización es un sistema des, marcadas en la agendas nacionales e in-
abierto que interactúa con su medio, se recono- ternacionales como urgentes —el agotamiento
ce que en su interior se crea conocimiento y que de los recursos naturales, la contaminación y el
esta situación también modifica e interactúa con problema ambiental y el apremiante impulso al
el ambiente. Este intercambio se genera tanto desarrollo humano y social, entendido en térmi-
dentro de la organización, como entre las redes nos de cohesión social, calidad de vida, equidad
que se crean entre organizaciones. de género, acceso al conocimiento e integración
El potencial más importante de las redes está humana— han impuesto inéditas condiciones.
en la capacidad que tienen dichas formas de or- En este contexto, se vuelve necesario recupe-
ganización para aumentar la creatividad de sus rar la idea de que no sólo es posible, sino que

58
A cien años de la administración científica…, pp. 49-60

resulta urgente, formular principios sociales y de colegas, pares considerados como los
políticos derivados de las exigencias de la socie- únicos competentes, un control reconocido
dad del conocimento y de los nuevos esquemas legalmente y organizado en acuerdo con las
organizativos. Mas allá de la competitividad de autoridades legales, una comunidad real de
las empresas y del incremento del superávit, se miembros que comparten “identidades” e
requiere fundar una nueva cultura que fomente “intereses” específicos; una pertenencia tan-
la realización de actividades orientadas hacia el to en razón de ingresos, prestigio y poder a
restablecimiento de los vínculos comunitarios, los niveles superiores de la clase media.
relaciones de reciprocidad y generación de 4
Der moderne soziale konflikt (1992), citado
conocimientos necesarios para garantizar la re- por Mires en su libro La revolución que nadie
posición de la naturaleza deteriorada. Tales prin- soñó, 1996.
cipios deberán ser considerados como estratégicos 5
Que en el caso de los países “pobres” el deterio-
para aportar soluciones a los problemas de nues- ro no sólo está asociado al exceso de desarrollo
tra época. (i.e., contaminación y derroche de recursos),
sino a los problemas de ausencia de desa-
Notas rrollo o de desarrollo trunco (i.e. pobreza y
desigualdad socioeconómica).
1
E n Estados Unidos de América confluyeron
factores económicos y socioculturales que Fuentes bibliográficas
contribuyeron a crear condiciones propicias
para el surgimiento del management científi- Arendt, Hannah (1998), La condición humana,
co de Taylor. Entre los factores económicos Barcelona, Paidós.
se encuentran una extensa infraestructura — (2008), Sobre la violencia, Madrid, Alianza.
ferroviaria y de comunicaciones, un amplio Beck, Ulrich (1998), Barcelona, La sociedad del
mercado interno en expansión y una abun- riesgo. Hacia una nueva modernidad, Paidós.
dante mano de obra barata. Adicionalmente, — (2008), Un nuevo mundo feliz: la precariedad
los factores socioculturales se refieren a una del trabajo en la era de la globalización, Bar-
sociedad de naturaleza práctica, inventiva, celona, Paidós.
dominada por un individualismo desbordan- Berman, Morris (1987), El reencantamiento del
te y de febril energía dirigida a la obtención mundo, Chile, Cuatro Vientos.

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


de satisfacción y fortuna. Castells, Manuel (1999), La era de la informa-
2
La racionalidad organizacional, expresada ción, la sociedad red, México, Siglo XXI.
en términos de principios burocráticos, se Coriat, Benjamin (1982), El taller y el cronóme-
presenta como garantía contra la discrimi- tro, México, Siglo XXI.
nación practicada en razón de aspectos par- Dimaggio, Paul y Walter Powell (comps.) (1999),
ticulares de identidad, como origen étnico, El nuevo institucionalismo en el análisis orga-
género, edad, religión y sexualidad. nizacional, México, Fondo de Cultura Econó-
3
Por carácter profesional de las ingenierías, mica.
la contaduría y la administración, entiendo Guillén, Mauro (1994), “The age of eclecticism:
una competencia técnica y científicamente current organizational trend and the evolution
fundada, la aceptación y la puesta en prácti- of managerial models”, en Sloan Management
ca de un código de ética que reglamenta el Review, otoño.
ejercicio de la actividad profesional, una for- Gibbons, Michael (1994), “Reconfiguración de
mación profesional larga en establecimien- las instituciones”, La nueva producción del
tos especializados, un control técnico y ético conocimiento, Pomares, Corredor, (col. Edu-
de las actividades ejercidas por el conjunto cación y Conocimiento).

59
Giovanna Mazzotti Pabello y Pedro Constantino Solís P.

Marx, K. (1965), Manuscritos de 1844, México, mica de la innovación, México (traducción de


Arca de Noé. 1999), Oxford University Press.
— y F. Engels (2002), Manifiesto comunista, Ma- Taylor, Frederick (1975), Los principios de la ad-
drid, Alianza. ministración científica, México, Limusa.
Mires, Fernando (1996), La revolución que nadie —, Qué es la administración científica, México,
soñó, Venezuela, Nueva Sociedad. Limusa.
Nonaka, Ikujiro y Hirotaka Takeuchi (1995), Weber, Max (1964), Economía y sociedad, Méxi-
La organización creadora de conocimiento. co, Fondo de Cultura Económica.
Cómo las compañías japonesas crean la diná-
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

60
El control administrativo de F. W. Taylor,
cien años después

Arturo Hernández Magallón


Profesor de la unam-fes Acatlán

Guillermo Ramírez Martínez


Profesor-investigador del Departamento de Economía, dcsh, uam-i

Introducción tivas modernas pueden ser caracterizadas como

S
tayloristas.
on numerosos los artículos y libros destina-

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


A 100 años de la publicación de su libro Los
dos al análisis de las aportaciones de Fre- principios de la administración científica, es opor-
derick Winslow Taylor, algunos de ellos al tuno revisar los avances en el campo de la admi-
estudio de su personalidad, como el realizado nistración. Este artículo reflexiona sobre el tema
por Sudhir Kakar (1970), donde lo define como del control, del cual Taylor fue pionero. Con él se
una persona obsesivo-compulsiva, que escapaba formalizó la preocupación por el control del pro-
de sus problemas gracias al excesivo trabajo y a ceso de trabajo, e incluso algunas de las técnicas
su obsesión por medir. Las biografías de Copley propuestas para su aplicación aún las encontra-
(1923), Nelson (1980) y Kanigel (1997) son una mos en la actualidad. Abordaremos este tema en
muestra de la profunda huella dejada por este tres momentos, en el primero se hace una revisión
ingeniero estadunidense, que ha trascendido de la administración científica, analizando la for-
históricamente en el pensamiento administrativo ma en que ha traspasado sus fronteras geográfi-
con su administración científica, contagiando a cas de origen; en el segundo se describe el estilo
no pocos de su preocupación por el tiempo, el de control desarrollado por Taylor, la manera en
orden, la productividad, la eficiencia, y por en- que estructuró su propuesta de control como un
contrar una mejor forma de hacer las cosas; de sistema; finalmente, en el tercero se realiza, to-
manera que muchas de las prácticas administra- mando como referencia el control taylorista, una

61
Arturo Hernández Magallón y Guillermo Ramírez Martínez

revisión teórica de los sistemas de control admi- aceptara cooperar; y 4) la repartición del trabajo
nistrativo de la actualidad. y la responsabilidad casi por igual entre adminis-
tradores y obreros. Estos principios, que expresan
Taylor, la administración científica la filosofía de su administración científica, ven-
y su influencia en otros países drían acompañados de algunas técnicas para su
aplicación.
La aparición en escena de Frederick W. Taylor, Son diversas las críticas a la propuesta de
“efficiency man” (Smyser, 1925:527) o “speedy Taylor,1 por la incompatibilidad entre los ideales
Taylor” (Kanigel, 1997), como le decían, no es ac- básicos de la administración científica y los del
cidental. Tras una larga etapa de desorden econó- sindicalismo (Hoxie, 1918, en George y Álvarez,
mico en el mundo, la búsqueda de soluciones ante 2005:111); por su falsa cientificidad (Mouzelis,
las crisis se volvió apremiante, había que aumen- 1967:95); porque adaptaba el trabajo a las ne-
tar la productividad y, a la vez, reducir los costos cesidades del capital (Braverman, 1974:107); o
en la industria, de manera que Taylor centró su porque al sustituir al obrero profesional por el
atención en la productividad del trabajo obrero, obrero-masa no cualificado y, sobre todo, no or-
como lo expresó en sus principales escritos, Shop ganizado, el capital modificaba a favor suyo la
Management (1903) y The Principles of Scienti- relación de clases (Coriat, 1979:3). A pesar de
fic Management (1911). Sus ideas describían una ello y de que las evidencias señalan que su efec-
forma distinta de hacer las cosas, o, dicho de otra to en la práctica industrial fue mínima al menos
manera, una mejor forma de lograrlas. hasta 1920 (Fleischman, 2000:604), estas ideas
Los obstáculos por superar en la actividad pro- lograron traspasar las fronteras de su país.
ductiva eran tres: 1) la creencia engañosa de que En Inglaterra, por ejemplo, el taylorismo estu-
entre más productividad de cada hombre o má- vo presente más de lo que usualmente se cree.
quina, vendría como resultado el despido de un No podían ser indiferentes a los cambios técnicos
gran número de obreros; 2) los anacrónicos siste- y administrativos introducidos por sus competi-
mas administrativos; y 3) los métodos de trabajo dores americanos, se aplicaban algunas de las
ineficaces. Para este autor no existían problemas técnicas de la administración científica, como el
entre el patrón y el obrero, sino administracio- estudio de tiempos y movimientos. En algunas de
nes, métodos de trabajo y creencias inadecuadas las revistas especializadas de ingeniería (Cassiers
para la lógica de la producción. Magazine), principalmente en los años 1913 y
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

En su afán de acabar con lo que él llamó 1914, se discutían los planteamientos tayloristas;
“bajo rendimiento sistemático” del obrero en la “veían la administración científica como un de-
producción (Taylor, 1911:26), propuso un mé- sarrollo extremo de los métodos americanos re-
todo de cooperación que asegurara la máxima presentados por Taylor” (Whitston, 1997:226).
prosperidad para el patrón, junto con la máxi- Mientras que en la entonces Unión Soviética
ma prosperidad para cada uno de los emplea- un Lenin prerrevolucionario criticaba la admi-
dos, basado en cuatro principios para aumentar nistración científica, veía en la propuesta taylo-
la productividad: 1) el desarrollo de una ciencia rista una forma de explotación del trabajo, un
del trabajo que permitiera la descomposición de sistema que esclavizaba al hombre a la máquina
las labores de los obreros en sus actividades más (1914:301). Sin embargo, después de la revolu-
simples (estudios de tiempos y movimientos-uso ción de 1917 se puede encontrar otro Lenin con
del cronómetro), cuantificándolas y reorganizán- una opinión distinta, preocupado por la dismi-
dolas; 2) la selección científica de los trabajadores nución de la producción y por la politización
y su mejora progresiva mediante entrenamiento; obrera. En 1918 escribió un artículo (Higher pro-
3) el convencimiento del trabajador por el ma- ductivity of labor) en el Pravda, donde señalaba:
nager de de las bondades de la ciencia, y que

62
El control administrativo de F.W. Taylor, cien años después, pp. 61-73

Nosotros deberíamos tratar cada sugerencia cien- laba: “la administración científica (kexue guanli)
tífica y progresista del sistema Taylor […] La úl- no sólo debe abarcar la administración de los
tima palabra del capitalismo en este campo —el asuntos del Estado, la economía, la sociedad y la
sistema Taylor—, así como todas las medidas cultura, también debe abarcar la administración
progresistas del capitalismo, combinan la cruel- de cada rama de la industria y del gobierno […]
dad refinada de la explotación burguesa y un nú- Para fortalecer y mejorar la dirección de la socie-
mero de los más valiosos logros científicos en el dad, nosotros debemos promover la formación
análisis de los movimientos mecánicos durante de una agenda que abarque sistemas y mecanis-
el trabajo, en la eliminación de los movimientos mos de la administración científica” (citado en
superfluos e inútiles, en la determinación de los Xu y Lao, 2001, en Morgan, 2006:409).
métodos más correctos de trabajo, los mejores Esto permite ejemplificar el impacto de la ad-
sistemas de contabilidad y control, etc. La Repú- ministración científica en el mundo; si se revi-
blica Soviética debe adoptar el valioso y científi- san en detalle nuestras administraciones, al igual
co avance técnico en este campo. La posibilidad que sus técnicas y herramientas, posiblemente
del socialismo estaría determinada por nuestro encontraremos que en mayor o menor grado se
éxito en combinar la regla y la organización ad- encuentran influidas por la filosofía administra-
ministrativa soviética con las últimas medidas tiva de Taylor, como observamos en lo que hoy
progresistas del capitalismo. Nosotros debemos conocemos como control administrativo o de
introducir en Rusia el estudio y la enseñanza del gestión.
nuevo sistema Taylor y su prueba y adaptación
sistemática (Lenin, 1918, en Bedeian y Phillips,
El sistema de control en la administración
2007:29).
científica

Algunos estudios señalan que el taylorismo en El estilo de control propuesto por la administra-
Rusia no se llevó a cabo en la práctica, que sólo ción científica se concentraba principalmente
se trató de una jugada política para mandar un en el proceso de trabajo, de ahí que también se
mensaje: que los nuevos líderes triunfantes de la le denominara “ciencia del trabajo” (Friedman,
Revolución de octubre eran progresistas, que es- 1977). Este control consistía en la determinación
taban a la vanguardia y que tendrían éxito con precisa de la manera en que el obrero debía eje-
el uso de las nuevas tecnologías administrativas2 cutar sus actividades, lo que rompía con la vi-

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


(Bedeian y Wren, 2004:296; Bedeian y Phillips, sión anterior, que exigía tan sólo el cumplimiento
2007). estricto de ciertas reglas, en relación con una
El libro de Taylor The Principles of Scientific supervisión, es decir, una administración ordi-
Management fue traducido a varios idiomas, la naria, como él la llamaba. El control de Taylor
traducción al chino fue realizada en 1916 por intentaba disminuir la capacidad de decisión obre-
Mu Xiangyu, quien estudió en Estados Unidos. ra respecto al trabajo y cualquier otra actividad
China fue un importante impulsor de sus plan- en el taller industrial, para lo cual recomendaba
teamientos, incluso en 1930 crearon la Chinese “quitar de las manos de los muchos obreros el
Scientific Management Association, que promo- control de la maquinaria del negocio, y colocar-
vía la administración científica en la industria la en manos de los administradores, sustituyen-
(Morgan, 2006:413). Estos planteamientos de do la rule of thumb por el control científico” (en
origen norteamericano se habían convertido en Giglioni y Bedeian, 1974:292).
política de Estado. La Chinese Enterprise Mana- Taylor en algunas ocasiones usaba el término
gement Association promovió también en los sistema para referirse de manera indistinta a su
años ochenta estas propuestas, incluso en el año administración científica: “En el pasado, el pri-
2000 el presidente de China, Jiang Zeming, seña- mer lugar le ha correspondido al hombre; en el

63
Arturo Hernández Magallón y Guillermo Ramírez Martínez

futuro, el primer lugar debe ocuparlo el sistema” lor daba indicios de cierta circularidad y orden
(Taylor, 1911:16). en su propuesta, así como relaciones causa-efec-
Por sistema alude a este modo de control que to. Pierre Cossette (2002:174) llevó a cabo un
la administración científica. No obstante, hasta análisis de las ideas de Taylor mediante mapas
Bertalanffy (1968) no habían sido estudiadas las cognitivos, y describe lo que este autor entendía
características de los sistemas; sin embargo, Tay- por sistema (gráfica I):

Gráfica I
El sistema de Taylor

Relaciones armoniosas entre


Asignación de una tarea Alto salario para los patrones y hombres conscientes
diaria por obrero obreros de sus intereses mutuos

Conocimiento exacto del Mantenimiento de un


tiempo necesario para ritmo rápido…
Costo de producción
desempeñar cada tarea Haraganeo (o bajo
o parte de la tarea rendimiento)

Bajo rendimiento
sistemático o deliberado

Fuente: Pierre Cossette (2002:174).


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Este sistema de control que incluía la propues- La solución la observamos en el ejemplo de la


ta administrativa de Taylor estaba compuesto Compañía de Aceros Bethlehem (Taylor, 1911),
por ciertos elementos interrelacionados; su pre- que consiste en a) la disociación del proceso de
ocupación principal era el mantenimiento de un trabajo de la pericia de los obreros mediante la
ritmo rápido y eficiente del proceso productivo y reunión y desarrollo de conocimiento respecto
la disminución del costo de producción. Busca- a éste, clasificándolo, tabulándolo, reduciéndolo a
ba el “óptimo” que podía ser obtenido en un día reglas, leyes y fórmulas; b) la separación de la con-
de trabajo, lo que sólo sería posible si combatía cepción de la ejecución, es decir, la concentra-
aquello que ocasionaba un bajo rendimiento: ción del conocimiento sobre el proceso de trabajo
la inevitable holgazanería procedente de lo que que debía estar bajo dominio de la gerencia, quien
llamó la “flojera sistemática”, cuyo origen se en- dictaría a los obreros las tareas a realizar, para lo
contraba en el conocimiento y dominio de una que ya no necesitaban obreros de oficio, disminu-
actividad por parte del obrero, que utilizaba a yendo los costos de producción; c) la selección
su favor para definir qué tan rápido debería ser científica del obrero para la realización del trabajo
hecho cada trabajo. En este sentido, si el obrero y su concientización respecto al funcionamiento
controlaba el proceso de trabajo, entonces ha- de esta ciencia administrativa; y d) el uso de este
bría que dejarlo al control de la gerencia. monopolio del conocimiento para controlar cada

64
El control administrativo de F.W. Taylor, cien años después, pp. 61-73

paso del proceso de trabajo y su modo de ejecu- acompañado de algunas técnicas y conocimientos
ción (Braverman, 1974:138-146). Este sistema de operativos que permitirían un funcionamiento efi-
control o control científico administrativo vendría ciente de la producción (cuadro 1):

Cuadro 1
Técnicas del sistema de control de Taylor

Técnicas Descripción
Estudio de tiempos y Método para la eliminación de movimientos inútiles en el trabajo. Habría que
movimientos encontrar la mejor forma de llevar a cabo una tarea.
Estandarización Herramientas y procesos estandarizados en concordancia con los diseños
de herramientas y experimentales que mostraban resultados efectivos en un contexto. Con ello
procedimientos el obrero de oficio ya no tiene una caja de herramientas o conocimientos
exclusivos.
Asignación de tareas A cada trabajador debía ser asignada una cantidad específica de trabajo, basada
en los resultados del estudio de tiempos y movimientos.
Bonos monetarios El dinero es lo que el obrero más busca, por lo tanto, debe pagársele de 30% a
100% de salario a cambio de aprender a hacer su trabajo de acuerdo con los
principios de administración científica.
Trabajo individualizado El trabajo en grupo no permite identificar la productividad individual, lo que
promueve el haraganeo sistemático, por lo que el trabajo individualizado es lo
mejor.
Responsabilidad gerencial Los trabajadores no deben aprender de la experiencia de otros trabajadores, que
de la formación tal vez no utilizan la mejor forma de hacer su trabajo, sino de administradores o
gerentes expertos, quienes están familiarizados a conciencia con el trabajo.
La selección científica del Seleccionar sólo trabajadores de primera clase (p.e., con una buena actitud) para
trabajador un trabajo dado, su productividad deberá estar más arriba del hombre promedio.
Horas cortas de trabajo y Las pausas y horas de trabajo deberán estar en proporción a la dificultad del
pausas de descanso trabajo.

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


Fuente: elaboración propia con base en Edwin Locke (1982:15-17).

Estas técnicas y el conocimiento operativo estructura de los recursos consumidos en la épo-


generado por ellos conforman el modelo de ca de Taylor, detalla Lorino, era generalmente la
control de Taylor, sin embargo, la lógica de su mano de obra, que representaba un coste total
operación está en relación con un modelo de muy importante: en general, muy superior a 50%
productividad industrial. Philippe Lorino (1995) del valor añadido. Razón suficiente para que
explica que la eficiencia económica de las em- Taylor centrara su atención en la productividad
presas reside en su aptitud para suministrar un del trabajo obrero, buscando reducir el costo que
máximo consumiendo un mínimo de recursos. representaba (gráfica II). De ahí que su propuesta
Para aumentar el beneficio, es evidente que hay se centrara en controlar la productividad del tra-
que concentrar los esfuerzos en los costes, hay que bajo, fraccionándolo en tareas repetitivas, fáciles
disminuirlos. Hay ciertos costes que son un fac- de aprender para el obrero masa no calificado,
tor dominante en la estructura de los recursos emigrado de Europa, cuyo salario era menor al
consumidos por la empresa, controlan las varia- de un sindicalizado (Coriat, 1979). Resumiendo,
ciones del gasto global. El factor dominante en la había dos tipos de control, uno a micronivel, en-

65
Arturo Hernández Magallón y Guillermo Ramírez Martínez

focado en las actividades de los trabajadores, y la actualidad conocemos como contabilidad de


uno a macronivel, el control contable (que en costos).

Gráfica II
El control de Taylor y la eficiencia económica

Modelo de productividad industrial

Modelo de control
Mecanismos de control

Administración Controlar la actividad Consumo mínimo Eficiencia


científica productiva del trabajo de recursos económica

Obrero masa no calificado

Fuente: elaboración propia con base en Lorino (1995).

El sistema de control administrativo responsabilidad y de la empresa en su conjunto.


o de gestión Para este autor, el control es “un proceso por el
cual los responsables operacionales se aseguran
A partir de Taylor, el control se convierte en fac- de que los recursos son obtenidos y utilizados
tor de importancia para la eficiencia operativa eficaz y eficientemente para el logro de los ob-
y económica. De 1906 a 1925 diversos escritos jetivos de la organización” (en Fiol y Ramírez,
sobre administración ofrecían las primeras apro- 1995:305).
ximaciones al concepto (gráfica III), sin embargo, El enfoque se complementaría más adelante
aún no existía una teoría del control. En el pe- con la planeación estratégica, debido al aumen-
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

riodo de 1925 a 1960 asistimos al nacimiento to de la competitividad, el cambio radical en la


de lo que Hofstede (1978) denomina “modelos de tecnología, así como los hábitos de consumo. En
control cibernéticos”,3 y a la presencia del con- el periodo de los años setenta, se reconoce la im-
trol como área funcional en las organizaciones, portancia del ambiente, principalmente la fuerza
así como elemento del proceso administrativo. mercado como un elemento que determina el
No obstante, era común que su función fuera funcionamiento de las organizaciones. Incluso
confundida con el control financiero o conta- hay quien considera que el mercado es un me-
ble, como hasta ahora suele ocurrir. Fue hasta canismo de control4 (Ouchi, 1979). No obstan-
los años sesenta cuando se fundaron las bases te, en este mismo periodo también encontramos
para su desarrollo teórico, con la generación de una corriente que considera que las actividades
investigaciones y el diseño de modelos de con- organizacionales (como el control) son de una
trol, que si bien buscaban, al igual que Taylor, naturaleza política y no resultado del ambiente
el aumento de la productividad, establecían una (Otley, Broadbent y Berry, 1995:37).
relación clara con ganancias y costos. Una de las En este sentido, Hofstede (1978) encuentra
contribuciones principales fue la de Robert An- en la realidad organizacional diversos tipos de
thony (1965), que propone una nueva visión del control, que dependen de la ambigüedad de los
control basada en el dominio de los centros de

66
Gráfica III
Evolución del control 1906-2009

Church Fayol
Taylor (1914) (1918)
Primeros (1906) Dutton
Diemer (1924)
conceptos
Emerson (1915)
(1910) Lawson Robinson
(1920) (1925)
Holden, Fish, Newman
Davis Smith (1945)
Esquema (1928) Bases para el desarrollo de
(1941) Dimock
teórico (1945) una teoría del control.
Urwick Cornell Newman
(1928) (1930) (1945)
Se reconoce la importancia Dent Trundle
Áreas de control del control. (1935) (1948)
y funcionales Rose Goetz
(1934) (1949)
Donelly, et al. Terry
Libros de Sisk (1971) (1972)
texto Koontz y O´D
(1969)
(1972)
Paik Deverell Mockler
Se reconoce el medio
Estudios de Predomina el control (1963) (1967) (1967)
ambiente externo
investigación contable y financiero. Sordy Welsh Deming

67
(1964) (1968)

Modelos de Koontz y Bradspies


control Anthony (1972) Muth
(1965) (1972)
Lowe y McInnes
Control en Otley
(1971)
organizaciones (1980)
Beer Ouchi Lowe y Machin
abiertas (1972) (1979) (1983) Se reconoce la
Chua, Lowe y Puxty influencia de la
(1989) Ansari y Bell cultura sobre el
El ambiente no Se reconoce la naturaleza
(1991) control
determina el política de la actividad
Laughlin y Broadbent
control organizacional Hofstede (1991)
(1978/1981)
Gambling Ansariy Bell Henri
La cultura y el
(1987) (1990) Fiol (2006)
control Ouchi Gray
(1979) (1991)
(1990)
Anthony
Control estratégico Se reconoce la utilidad del control para el
(1993/2001)
Medición del logro estratégico; surgen instrumentos de
Kaplan y Norton
desempeño medición del desempeño estratégico
(1996/2001/2004)
1906-1925 1925-1960 1960-1972 1972-192 1992-2009

Fuente: elaboración propia con base en Giglioni y Bedeian (1974); Otley, Broadbent y Berry (1995); Dahlgaard-Park (2008); Berry, Coad, Harris,
El control administrativo de F.W. Taylor, cien años después, pp. 61-73

Otley y Stringer (2009)

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


Arturo Hernández Magallón y Guillermo Ramírez Martínez

objetivos de las organizaciones, de la posibilidad como elemento para hacer frente a los retos que
de medir los resultados, del grado de repetición de el complejo ambiente impone a las organizacio-
las actividades y del conocimiento preciso de las nes. Continúa el predominio de las propuestas
relaciones causales en los procesos de decisión. de control cibernético de Robert Anthony (1965),
Estos controles son: a) el político, b) el subjeti- quien encuentra el sistema de control en relación
vo, c) el intuitivo, d) el de prueba y error, e) el con otros dos sistemas: la formulación estratégi-
experto, y f) el rutinario (Hofstede, 1981).5 El ca y el control de operaciones. Por formulación
control de Taylor es uno de los varios que ope- estratégica entiende el proceso de decisión de
ran en muchas ocasiones en una misma organi- los objetivos de la organización y las estrategias
zación. En particular, él promovía un control de para alcanzarlos, las cuales surgen como res-
la productividad del trabajo mediante un control puesta a una amenaza percibida o a una oportu-
rutinario o de prueba y error; por otro lado, pre- nidad. El control de operaciones, mientras tanto,
tendía acabar con el control subjetivo, el exper- es el proceso por el cual se asegura que todas
to, el político y el intuitivo; basta recordar su las tareas específicas se desarrollen con eficacia
señalamiento de cambiar la rule of thumb por el y eficiencia, esto es, que las tareas individuales
control científico. se desarrollen según las normas establecidas
También en este periodo comenzaron las re- en el proceso de control de gestión. El control, en
flexiones sobre el papel de la cultura como un este sentido, es “un proceso por el cual los di-
elemento de influencia que define y redefine rectivos influyen en otros miembros de la orga-
los sistemas de control de gestión, incluso se ve nización para que implanten las estrategias de la
la cultura como una forma de control. William organización”6 (Anthony y Govindarajan, 2001:
Ouchi (1979), por ejemplo, ve en ella una forma 6). En términos generales, el control de gestión
de acortar el ciclo de acción-corrección. Cuan- encuentra en el control de operaciones la forma
do los objetivos, reglas, procedimientos y roles de implantar la estrategia. Michael Porter (1996)
han sido internalizados por los miembros de una también encuentra en la eficiencia operativa
organización, no hay necesidad de personal de un factor para el logro de las estrategias. Esto
supervisión. Esta forma de control establece un representa un cambio sustancial respecto a lo
sistema de normas y de roles informales que que Frederick Taylor percibía, aunque no le res-
determinan la conducta de los miembros en las ta importancia; su modelo de control se basaba
organizaciones, de manera que muchos de sus principalmente en la eficiencia operativa (cuya
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

integrantes comparten valores u objetivos acer- preocupación radicaba en el consumo mínimo


ca de cómo coordinar sus esfuerzos para lograr de recursos), mientras que en la actualidad la
los objetivos organizacionales. Hay una fusión eficiencia operativa no es el control de gestión,
entre los objetivos organizacionales e individua- sino un elemento auxiliar para la implantación
les al socializar. Para el logro de esta sinergia de la estrategia, como lo es también la estruc-
cultural, los empleados incluso pueden ser pre- tura, el manejo de recursos humanos, el control
socializados antes de entrar a la organización contable y, como ya vimos, la cultura.
(Ouchi, 1979:835, 836; Lebas y Weingenstein, En este periodo se da también un fuerte impul-
1986:263, 264; Fiol y Ramírez, 1995). Taylor no so a la generación de instrumentos de medición
negó la presencia de los elementos culturales, del desempeño estratégico. Estas herramientas
aunque no centró su interés en los fenómenos rela- de medición más relacionadas con la eficiencia
cionados con ellos, sin embargo, sí consideraba operativa, de las cuales Taylor es el padre funda-
la selección científica del obrero y su correspon- dor, han sufrido una importante evolución (Rad-
diente concientización sobre el funcionamiento nor y Barnes, 2007): a principios del siglo xx los
de su ciencia administrativa. instrumentos de medición eran de dos tipos, uno
De los años noventa en adelante, encontra- a micronivel, enfocado al trabajo y sus resulta-
mos con mayor fuerza el uso de la estrategia dos (como proponía Taylor), y uno a macroni-

68
El control administrativo de F.W. Taylor, cien años después, pp. 61-73

vel, en el cual las mediciones fueron concebidas dad de las tecnologías, el continuo crecimiento
principalmente en términos de volumen-costo- de cualificación del personal y la especialización
productividad. Después de la segunda Guerra cada vez más profunda. Como resultado de un
Mundial y hasta mediados de los ochenta, la incremento de la competencia, y de la diversifi-
medición del desempeño a micronivel desapa- cación del mercado, el control tampoco se limita
recía poco a poco, se buscaba la medición de al coste, debido a que el valor de los produc-
equipos de trabajo y aquélla relacionada con la tos, lejos de definirse previamente, permane-
calidad total, es decir, una medición basada en ce incierto en tanto no lo confirma la sanción
la satisfacción del cliente; se comenzaba una del mercado; además, ahora es difícil verificar
fuerte relación con el mercado. De mediados de la estructura de los recursos consumidos por la
los años ochenta hasta la fecha, encontramos un empresa, los recursos absorbidos se reparten de
fuerte impulso del funcionamiento organizacio- manera equilibrada entre el trabajo directo y el
nal basado en los procesos, que más tarde daría indirecto (energía, consumibles, prestaciones
entrada a un nuevo tipo de sistema de medición, de servicios, etc.), es raro que un factor aislado
el Balanced Scorecard (Kaplan y Norton, 1997), represente más de 30% del valor añadido total
que ofrece una medición del desempeño multi- (Lorino, 1995:15, 16).
dimensional, un dispositivo para medir (también Sin embargo, la vigencia del control de Taylor
los elementos no financieros) y controlar la apli- radica en su utilidad como herramienta para el
cación de la estrategia.7 posicionamiento estratégico por la vía de la efi-
Los cambios radicales de nuestra realidad so- ciencia operativa. El control de gestión, en la ac-
cial permiten señalar, como se ha inferido en este tualidad, busca en el modelo de Taylor un control
breve recorrido evolutivo sobre el control, que el de las operaciones y la eficiencia operativa como
modelo de Taylor ya no se sostiene por si sólo elemento fundamental para la implantación de
en la actualidad, debido a que la acelerada in- estrategias. En este sentido, el modelo taylorista
novación y creciente apertura comercial ya no no pierde su esencia, tan sólo se integra a un ar-
permiten esperar que los mecanismos de eficien- tefacto de control de gestión de mayor alcance,
cia permanezcan constantes, como en esa época de manera que sigue tan actual como hace 100
de producción en masa y mercados estables; así años, y podemos observarlo en las muchas técni-
como tampoco el pretendido conocimiento ope- cas que en la actualidad son utilizadas y que en
rativo del gerente, frente a la creciente compleji- diversos sentidos portan sus genes (cuadro 2).

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


Cuadro 2
Las técnicas de control de Taylor en la administración contemporánea

Administración científica Algunas aplicaciones en la actualidad


Filosofía
Toma de decisiones Investigación de operaciones (programación lineal, ruta crítica, simulación):
científica técnicas analíticas que ayudan en la toma de decisiones (Dinkel, Kochenberger y
Plane, 1980).
Cooperación Gestión por valores (GpV): modelo que promueve la cooperación y participación
administración-trabajo mediante la interiorización de valores operacionales (Dolan & García, 1999).
Técnicas
Estudios de tiempos Manufactura ágil: métodos para la reducción y eliminación del desperdicio en
y movimientos la manufactura para reducir el costo del trabajo, como la medición del tiempo
de los métodos (mtm); estudio del tiempo con cronómetro, muestreos del trabajo,
diagramas de flujo, diagramas de operaciones, diagramas de procesos, análisis de
operaciones, diseño de estación de trabajo, etc. (Meyers, 2000).

69
Arturo Hernández Magallón y Guillermo Ramírez Martínez

Cuadro 2
Las técnicas de control de Taylor en la administración contemporánea (continuación)

Técnicas
Estandarización Lean Manufacturing: se enfoca a la reducción de siete tipos de desperdicios
de herramientas (sobreproducción, tiempo de espera, transporte, exceso de procesado, inventario,
y procedimientos movimiento y defectos) en productos manufacturados (Hobbs, 2004).
Kaizen: reconoce y elimina desperdicios en la empresa, en procesos productivos,
el mantenimiento de máquinas o, incluso, en procedimientos administrativos
(tppdt, 2002).
Six sigma: metodología para la mejora de procesos que busca eliminar o
reducir los defectos o fallas en la entrega de un producto, para lo cual utiliza
herramientas estadísticas (Brue, 2002).
ISO 9000: normas sobre calidad y gestión continua de calidad (Hoyle, 2006).
Asignación de tareas Management by Objectives (mbo): consiste en establecer metas al nivel más
alto de la organización, clarificar los papeles específicos de quienes tienen la
responsabilidad de alcanzarlas y fijar y modificar objetivos para los subordinados
(Koontz & Weihrich, 1994).
Bonos monetarios Improshare: modalidad de participación de las utilidades, que compara las horas
de trabajo ahorradas para un número de unidades producidas, con las horas
requeridas para producir el mismo número de unidades durante un periodo base.
Los ahorros se reparten entre la compañía y los trabajadores directos e indirectos
involucrados con la producción (Bohlander, Snell y Sherman, 2001).
Responsabilidad gerencial Capacitación: la gerencia determina el tipo de capacitación en relación con la
de la formación productividad, acompañada de una evaluación del análisis de tareas y funciones
del puesto, así como del personal. La capacitación puede ser presencial o
mediante herramientas informáticas, por simulación, como practicante, etc.
(Bohlander, Snell y Sherman, 2001).
La selección científica del Técnicas de selección: pruebas de aptitudes, de rendimiento, de personalidad,
trabajador psicotécnicas, etc. (Montes, 2006).
Fuente: elaboración propia.
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

Conclusiones las actividades industriales, asegurar la producti-


vidad, pero a bajo costo. Para ello, sus esfuerzos
La administración científica se convirtió en su tiem- se centraron en el control productivo del trabajo
po en una propuesta poco convencional para mediante técnicas como el estudio de tiempos y
llevar a cabo la administración de las activida- movimientos, para su posterior estandarización.
des industriales. Tal fue la magnitud de su con- No obstante, esta fórmula de control, concebida
tenido, que logró no sólo sentar las bases de un para organizaciones cerradas, en la actualidad
tipo de administración que pretendía organizar pondría en riesgo cualquier organización some-
científicamente el trabajo, sino que también pro- tida a las fuerzas del mercado; la sola eficiencia
puso técnicas para generar su control. La aparen- operativa y disminución de costos no son sufi-
te lógica operativa que compone la oferta de la cientes en entornos competitivos complejos si
administración científica la llevó, incluso, a ser no están acompañadas de un sentido estratégico.
reconocida en otras realidades, como en Inglate- En este sentido, el control de gestión de nues-
rra, Rusia, China, Japón, Alemania, etcétera. tros días da continuidad al modelo taylorista,
La importancia del control de Taylor residía en encuentra necesario el control operacional para
la capacidad para dotar de eficiencia operativa

70
El control administrativo de F.W. Taylor, cien años después, pp. 61-73

la implantación y posicionamiento estratégicos. so de control, y corrección del proceso (Ho-


El control productivo del trabajo para la eficien- fstede, 1978:451, 452).
cia operativa sigue vigente y lo constatamos en 4
Para Ouchi (1979), el mercado cumple un
las técnicas actuales, cuyo rastro nos lleva hasta papel importante, es una fuerza externa que
aquellas propuestas por Taylor hace cien años. permite el control administrativo del com-
Las raíces teóricas del control de gestión, portamiento, proporciona toda la informa-
como se intuye, son de tradición funcionalista y ción necesaria para una toma controlada y
positivista, preocupada específicamente por te- eficiente de decisiones, donde los precios
mas de desempeño y donde la contabilidad es representan exactamente el valor de un bien
central, lo que limita en gran sentido la inves- o un servicio y los tomadores de decisiones
tigación, al concentrarse en sistemas de control no necesitan otra información.
basados en costos, como hace Robert Anthony, 5
Hofstede ubica el control rutinario en el mo-
quien ha sido guía de muchas propuestas fun- delo de control cibernético, y en determina-
cionales para las administraciones modernas, y das circunstancias también el de prueba y
omite otras formas de control, por ejemplo, el error, así como el de experto. Los restantes los
político o el cultural. ubica en un modelo de control no cibernéti-
En resumen, en la actualidad los modelos de co, los cuales se presentan en las siguientes
control de gestión predominantes concentran condiciones organizacionales: 1) cuando fal-
un control operativo (semejante al de Taylor), y un tan objetivos, cuando no son claros, o cuando
control contable, ambos encargados del logro de cambian; 2) cuando los logros no son medi-
las estrategias. bles; y 3) cuando la información de la retroali-
mentación no es utilizable (1978:455-457).
Notas
6
El control de gestión implica un conjunto de
actividades que incluye: planificación, coor-
1
 sí como fue sujeto de fuertes críticas, tam-
A dinación de la organización, comunicación
bién hubo quien salió en su defensa, como es y evaluación de la información, decisión de
el caso de Peter F. Drucker (1976:355), quien las acciones a tomar e influencia en las per-
señala que “el problema con Taylor era que es- sonas para que cambien su comportamiento
taba tan adelantado a su tiempo que nadie —o (Anthony y Govindarajan, 2001:6).
muy pocas personas— escuchaban, y mucho 7
En los años setenta los franceses ya contaban

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


menos comprendían lo que estaba diciendo y con una herramienta semejante llamada ta-
haciendo”, ya que él no intentaba una revolu- bleau de bord.
ción social, sino una revolución mental.
2
En la administración rusa no tuvo mucha Fuentes bibliográficas
fuerza la administración científica por las
marcadas diferencias culturales; este país de- Anthony, Robert, 1974 (1965), Sistemas de pla-
cidió adoptar el stakhanovismo en el periodo neamiento y control, trad. de Juan Jorge Tho-
de Stalin, que perseguía el mismo objetivo mas, Buenos Aires, El Ateneo.
que la propuesta de Taylor, pero con otros — y Vijay Govindarajan (2001), Sistemas de con-
medios (véase a Bedeian y Phillips, 2007). trol de gestión, Madrid, McGraw-Hill.
3
Por cibernético se entiende un “proceso de Bertalanffy, Ludwin Von, 1982 (1968), Teoría ge-
control en el cual se usa un bucle de retroa- neral de sistemas, México, fce.
limentación negativo representado por el Braverman, Harry, 1975 (1974), Trabajo y capi-
establecimiento de objetivos, medición de tal monopolista: la degradación del trabajo en
logros, comparación de logros respecto a las el siglo xx, México, Nuestro Tiempo.
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73
Taylorismo, fordismo y administración
científica en la industria automotriz

José Othón Quiroz Trejo


Profesor-investigador del Departamento de Sociología, dcsh, uam-a

Introducción taylorismo y la continuidad de sus inquietudes


en los seguidores —directos e indirectos— de la

É
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010
sta es una reflexión sobre Frederick Winslow administración científica; dar un panorama de
Taylor, fundador de la llamada “adminis- la relación del taylorismo y el fordismo con la
tración científica”, a partir de una investi- gestión y control de la producción y el trabajo en
gación que realicé sobre la industria automotriz. la industria automotriz y su pervivencia, a pesar
Relaciono al autor con Henry Ford, pues, además de las transformaciones que siguieron a la déca-
de ser éste un continuador del proceso de racio- da de los ochenta del siglo xx, años en los que
nalización de la producción que inició Taylor, centraré mis reflexiones. Cierro el artículo con
la industria automotriz utilizó el taylorismo y el algunas acotaciones sobre lo que vino después.
fordismo como binomio inseparable e ineludible
en la gestión de la producción y el trabajo en ese Friederick Winslow Taylor y sus aportaciones
sector económico. Fue hasta los años ochenta
del siglo xx cuando, a decir de algunos autores, Según Reinhard Bendix, para el ejercicio de la
entró en crisis el taylorismo y dio lugar a nuevas autoridad en el proceso de producción, desem-
formas más flexibles de administración del tra- peñan un papel fundamental la ideología en
bajo y la producción. A partir de un recorrido de general y las ideologías de la dirección en parti-
Norteamérica a México, pretendo —histórica y cular (Bendix, 1966:2). Entre las segundas están
analíticamente— rescatar las características del “todas las ideas sustentadas por o para aquellos

75
José Othón Quiroz Trejo

que ejercen una autoridad en empresas econó- mero de afiliados dentro de la American Federa-
micas y que tratan de explicar y de justificar esa tion of Labor, fue el blanco del empresario ame-
autoridad” (Bendix, 1966:2). Dentro de las ideo- ricano personificado en Andrew Carnegie, quien
logías directorales —que surgen en las industrias en 1892 decidió terminar con los trabajadores
modernas—, el autor ubica al taylorismo, cuyo calificados de su planta en Homestead. El 4 de
origen en un contexto histórico, técnico-eco- abril decía: “como la vasta mayoría de nuestros
nómico, social y cultural, en el que la religión empleados no están sindicalizados, la firma ha
tiene un papel importante en el imaginario so- decidido que la minoría (los obreros calificados
cial del que abrevó Taylor. A partir de 1850, las sindicalizados) debe dar su lugar a la mayoría.
predicas de Samuel Smiles en Inglaterra sobre el Estos puestos, por lo tanto, serán necesariamente
Evangelio de trabajo y de esperanza gozaron no sindicalizados después de la expiración del
de gran popularidad en eua durante el periodo de presente contrato” (Lens, 1974:74). Por aquellos
su rápido crecimiento industrial. Smiles prego- años, Friederik W. Taylor, nacido en 1856, reali-
naba la necesidad de “usar el pensamiento para zaba sus experimentos en los talleres de la Mid-
desarrollar el carácter y así sobrevivir en un vale Company en busca de lo que, en aquella
medio donde sólo los más aptos triunfaban” época, se había convertido en la nueva piedra
(Bendix, 1966:266). Las ideas con un cariz reli- filosofal de los empresarios: la reducción del
gioso se fueron secularizando y reaparecieron en tiempo y de los movimientos de la producción
el movimiento del “Nuevo pensamiento” (1895- utilizados en la producción de cualquier mercan-
1915), “que deificaba al individuo, hacía de sus cía: the one best way taylorista. La coincidencia
capacidades mentales una emanación de Dios de estos dos personajes en sus deseos de recom-
y concebía el universo como una manifestación poner el trabajo en la industria del acero, el uno
de una esencia vaga, espiritualista y omnipresen- por la vía de la represión directa —desatando
te” (Bendix, 1966:271). Estas ideas, trasladadas una verdadera guerra contra los trabajadores de
al terreno de la producción, generaban consig- Homestead— y el otro por la vía de la aplicación
nas centradas en las cualidades mentales de los de la racionalidad científica y la transformación
individuos y sobre cómo usarlas para alcanzar tecnológica al proceso de producción, era, entre
la cima. Ese imaginario impregnado de religio- otras cosas, una respuesta empresarial ante los
sidad secularizada y del racionalismo moderno desafíos de la clase obrera. El pensamiento y la
influyó en las pesquisas que Taylor realizó en la acción de Taylor —quien vio frustrada su carrera
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

industria. de abogado por un problema físico, se convirtió


Por otro lado, durante los últimos años del en aprendiz y acabó siendo ingeniero consultor
siglo xix y los primeros del xx, la siderurgia ha- de industrias—, se sustentaron en una expansión
bía cobrado gran importancia en los países más sin precedentes de la economía norteamericana,
avanzados. Las fusiones con nuevas aleaciones que exigía la reestructuración de la clase obrera,
permitían la elaboración de aceros de mayor en particular la del sector de los acereros. Como
maleabilidad y con nuevas propiedades. Estos el Carnegie de aquellos años y el Ford en los
aceros posibilitaban la producción de complejos años posteriores, F. W. Taylor iba a cumplir su
bienes de capital y artículos de consumo durade- papel de técnico al servicio del capital. Inclu-
ro que revolucionaron la industria metalmecáni- so se convirtió en un conferencista que recorrió
ca. La producción del acero todavía era realizada su país pregonando sus lecciones de adminis-
por obreros con cierta calificación, trabajadores tración científica de manera gratuita. A la larga,
cuyo oficio estorbaba el desarrollo del capital y a sus métodos serían más eficaces que la burda
los cuales había que sustituir, expropiándoles su represión empresarial, puesto que, aunque las
saber-hacer. La Amalgamated Association of Iron batallas de Carnegie contra los acereros hayan
and Steel Workers (aaisw), uno de los sindicatos traído como consecuencia que la membresía de
más viejos de Estados Unidos y el segundo en nú- la aaisw descendiera de 24 000 trabajadores en

76
Taylorismo, fordismo y administración científica en la industria automotriz, pp. 75-87

1892 a 10  000 en 1894 y 8 000 en 1895 (Lens, b) La descomposición del trabajo mediante el
1974:88),1 los métodos de Taylor serían, a largo uso del cronómetro y las técnicas de tiem-
plazo, más efectivos y se convertirían en parte pos y movimientos, que son la base de los
ineludible de las ideologías directorales en la llamados therblings (micromovimientos que
producción durante el siglo xx. desarrollaron los esposos Gilbreth. Con esa
F. W. Taylor se ocupó no solamente de la desarticulación del trabajo, Taylor logró
administración de la fuerza de trabajo en la pro- romper la base estructural técnico-social de
ducción; su racionalismo y sus experimentos la organización de los obreros de oficio y
lo llevaron a concebir la producción inmediata profesionales. Este proceso de descalifica-
como una totalidad en la que intervenían la fuer- ción pasó por las modificaciones a la forma
za de trabajo y los medios de producción. No de realizar el corte de metales, experimen-
sólo cronometró los tiempos y los movimientos to que culminó con transformaciones en la
del trabajo vivo en el proceso de laboral, sino consistencia del acero y con cambios en las
que implementó mejoras a las herramientas y las máquinas-herramientas utilizadas para su
materias primas como el acero, que transformaron corte, con lo que Taylor lograba separar el
los procesos de su elaboración y las velocidades saber-hacer, la ciencia y la técnica de la cla-
en su producción (Friedmann, 1977:98-99). Tay- se obrera, para revertírselas posteriormente
lor no sólo “racionalizó” los movimientos del como tecnología al servicio del comando
trabajo vivo al reducirlos a su mínima expre- del capital.
sión, descalificó al obrero y lo convirtió en el c) Estas modificaciones al proceso de produc-
“estúpido y flemático que en su conformación ción inmediato desencadenaron una serie
mental ha de parecerse más a un buey que a un de cambios globales que repercutieron en
hombre” (Taylor, 1974:58), como llamaba des- el proceso de valoración en su totalidad y
pectivamente a su prototipo de trabajador ideal, rompieron con la antigua organicidad de los
sino que expropió el saber-hacer que poseía el trabajadores, con sus momentos de socia-
obrero mediante acciones que silenciosa y sigi- bilidad fabril y con su antigua “cotidianei-
losamente coadyuvaron a la extinción del obrero dad” dentro del proceso de trabajo.
de oficio. d) El tiempo productivo para Taylor no conce-
Entre algunas de las medidas técnico-políticas bía los tiempos muertos, su obsesión por la
que Taylor desarrolló tenemos: continuidad en el flujo productivo lo hizo

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


precursor de la banda de montaje, ya que
a) La noción de colaboracionismo de clase su constante búsqueda de racionalización
sobre la cual se sustentan los sindicatos lla- de los tiempos y movimientos se convertiría
mados blancos y amarillos. Un día Taylor en la nueva religión del empresario y admi-
le contestó a un obrero que le dijo que sus nistrador de principios del siglo xx. Los ca-
técnicas servían para incrementar las ga- pitalistas, sus intelectuales y su intelligentsia
nancias del patrón: “Usted y yo diferimos técnica buscarían, afanosamente, cerrar los
absoluta y radicalmente en algo que usted espacios muertos en la producción.
parece no comprender. Usted postula en e) La separación entre la teoría y la práctica, y
principio que la guerra entre obreros y em- entre las labores de dirección y de ejecución,
presarios es la única vía hacia el éxito para será otra de las medidas que Taylor introdu-
los obreros. Mientras que yo creo —con la ciría en la industria moderna. Taylor decía
misma convicción—, que el camino del éxi- que sus investigaciones en la Midvale Steel
to pasa por la colaboración más estrecha y Co. probaban la importancia de los especia-
más amistosa” (Friedmann, 1977:116-117). listas en organización científica, y a su vez
despreciaba los conocimientos empíricos

77
José Othón Quiroz Trejo

adquiridos por los mecánicos encargados de Este complejo método fue bautizado con el
trabajos repetitivos (Friedmann, 1977:103). nombre de “Cronociclográfico” (Thickett,
f) La lucha por el territorio en la sociedad se 1978:97-107). Con sus incursiones, Gilbreth
inicia en la lucha por el territorio en la fá- marca el inicio de lo que más tarde serán los
brica. Con Taylor se racionaliza el tiempo conflictos laborales en procesos de trabajo
y el movimiento y, en consecuencia, el es- miniaturizados (Goldhaber, 1980:9-32).
pacio. El área de trabajo, la movilidad y el
albedrío en la fábrica se verán restringidos Con la generalización del taylorismo en todas
a partir del desarrollo de la administración sus manifestaciones, se deteriora la importancia
científica aplicada a la producción. El es- estratégico-productiva del obrero profesional. El
pacio de trabajo se convertiría en objeto de significado político de los tiempos y movimien-
pugnas entre el trabajador asalariado y el tos como expresión acabada de la subsunción
capital, ya que éste buscaría a toda costa real del trabajo y ejercicio del poder por parte
la fijeza del obrero en el puesto de trabajo. del comando empresarial en la fábrica se refleja
Esta tendencia, se vería acrecentada a par- en que se reducen los tiempos muertos: como
tir de Henry Ford, continuador de Taylor e posibles tiempos de autovaloración proletaria,
introductor de la cadena de montaje en la utilizados para descansos breves en la jornada
industria automotriz. diaria de trabajo o para la viva plática organi-
g) Finalmente, el taylorismo desempeña un zativa por parte del trabajador. Con la fijación
doble papel en la descomposición del tra- al puesto de trabajo se limitó la movilidad que
bajo en la fábrica, por un lado, cierra los permitía la comunicación entre los trabajadores,
tiempos muertos de la producción al dismi- que igual podía servir para organizar sus luchas
nuir la cantidad de trabajo contenido en la o para tener un respiro momentáneo frente al tra-
mercancía y, por el otro, mediante el uso del bajo repetitivo.
cronómetro y la aplicación de las técnicas
de tiempos y movimientos, descompone y El taylorismo de Henry Ford
recompone las tareas y, con ellas, el saber-
hacer y el ejercicio obrero sobre los tiempos Henry Ford nace en 1863, se convierte en conti-
vivos para el trabajador, muertos para el ca- nuador de la obra de F. W. Taylor y en un puen-
pital. El proceso de reducción de los tiem- te generacional entre el empresario liberal y el
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

pos y movimientos a su mínima expresión que surge de la crisis del librecambismo. En sus
alcanzó su nivel más alto con Frank Bunker discursos vislumbraba las preocupaciones del
Gilbreth, quien desarrolló experimentos so- Welfare State keynesiano, pero desde la óptica
bre los micromovimientos, a los que llamó del empresario privado.2 Ford aplicaría a su ma-
therbligs —palabra formada con las letras nera los principios tayloristas sobre el proceso
de su apellido al revés—. Contemporáneo laboral de la industria automotriz, sobre todo el
de Taylor, preocupado por los tiempos principio de cerrar los poros de la producción
muertos y el ahorro de tiempo de trabajo para eliminar trabajo innecesario y producir en
mediante la simplificación y reducción de serie al menor costo posible.3
movimientos a su mínima expresión, Gil- Junto a las necesidades estrictamente econó-
breth y su esposa utilizaron una cámara de micas, una parte de las propuestas de Carnegie,
cine, luces estroboscópicas y conectaron Taylor, Ford y un sinnúmero de empresarios y
focos a las manos y articulaciones de los profesionistas buscaba controlar y limitar la in-
dedos de los trabajadores para proyectar en subordinación de los trabajadores y su tendencia
una pantalla sus movimientos y tomar sus a mantener un saber técnico-productivo sobre el
tiempos y medir distancias, con la intención que sustentaban su rebeldía y su capacidad de
de eliminar los movimientos innecesarios. contratación. Con el uso de la cadena de monta-

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Taylorismo, fordismo y administración científica en la industria automotriz, pp. 75-87

je, Henry Ford reestructuraría el proceso de tra- se le da hasta la última pulgada de espacio
bajo en una industria como la automotriz, donde necesaria, pero ni una, o en todo caso ni un
el límite técnico del ensamble representaba un pie cuadrado, de más: ‘nuestros talleres no
serio obstáculo para la continuidad en la pro- son jardines públicos’”, declaraba (Fried-
ducción. Ford desarrolló varias medidas técnico- mann, 1977:146-147).
económicas en torno al control de la producción d) Henry Ford lograría la desarticulación del
del auto; la aplicación de la cadena de montaje trabajo mediante la introducción de la ca-
fue sólo una de ellas y, tal vez, la más conocida. En dena de montaje en el ensamble del auto,
resumen, sus técnicas aplicadas a la producción, al crear con ello un ejército de trabajadores
y las formas como ejerció su ideología directoral descalificados o especialistas en una sola
en la fábrica y en la sociedad extrafabril, fueron tarea; un contingente de obreros destinados
las siguientes: a repetir la misma operación; obreros per-
tenecientes al “nuevo artesanado fordiano”
a) A diferencia de Taylor, Henry Ford fundó su (Friedmann, 1977:146-147).
sistema en el de pago de altos salarios y en la
producción masiva. Los altos salarios tenían La aplicación de la cadena de montaje4 a la
para él dos finalidades: la adecuación de industria del ensamble de vehículos automoto-
los trabajadores a la nueva organización del res fue resultado de un largo proceso; todas las
trabajo —menos calificado, monótono y transformaciones fordianas hechas a la organiza-
repetitivo—, y, al mismo tiempo, la amplia- ción de la producción fueron resultado de largos
ción del mercado del automóvil, incluyendo años de experimentación. La desarticulación del
a sus propios obreros como consumido- trabajo en las plantas Ford se desarrolló entre los
res potenciales, lo que significaba un uso años de 1903 a 1914. Ese periodo se convirtió
del salario como inversión. Ford decía: “la en un trazo temporal formado por una sucesión
demanda no crea; debe ser creada” (Fried- indefinida de medidas, que apuntaban hacia el
mann, 1977:131). control y una disciplina impuestos por la cadena
b) Henry Ford concebía la producción como de montaje que después extendería su dominio
un ciclo que unía todos los momentos que a la sociedad.
la integraban —producción, circulación, En 1903 las plantas Ford aún utilizaban el ser-
distribución y consumo—. Debido a ello, vicio de mecánicos versátiles, que se movían a

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tendió a organizar y controlar las condicio- lo largo de la ruta del ensamble como mecáni-
nes de la producción y reproducción de la cos globales y que seguían a pie los pasos en la
fuerza de trabajo. Por eso procuraba con- elaboración del auto, desde el armado del chasis
trolar no sólo la vida del trabajador en la hasta la terminación del producto. Para el año
fábrica, sino también su existencia fuera de de 1908, el obrero ensamblador ya no tenía que
ella: su “tiempo libre”. dejar su puesto de trabajo para hacer viajes a los
c) Como buen “racionalizador científico” de almacenes y proveerse de herramientas, los ayu-
operaciones y conocedor de la dinámica dantes colocados a su lado desempeñaban esa
de la producción, Henry Ford emprendería labor. Entre 1908 y 1909, Henry Ford y su socio
una verdadera batalla contra la movilidad del James Couzens decidieron contratar los servicios
obrero en la fábrica y la discontinuidad en- de Walter W. Flanders para que modernizara
tre las operaciones. Como Taylor, fijaría al el proceso de fabricación de las ensambladoras
obrero al puesto de trabajo y le restringi- Ford. Fue él quien las proveyó con el equipo y
ría al máximo su área de operación. A este maquinaria esenciales para iniciar la producción
respecto, Ford afirmaba que “cada metro en masa que, en 1909 alcanzó el número de 10
cuadrado produce gastos que es necesario mil autos producidos. Al año siguiente comenzó
reducir. A cada hombre y a cada máquina a operar la planta de Highland Park con técnicas

79
José Othón Quiroz Trejo

aprendidas de Flanders y otros adelantos desa- car el principio de “llevar el trabajo al hombre”,
rrollados por Ford y Couzens. Sin embargo, el dándole movilidad a las líneas alimentadoras
problema de la desorganización de los depar- de ensamble de motores, ejes y magnetos. Los
tamentos conectados a la línea final todavía no resultados fueron magníficos, pero a pocas se-
estaba resuelto (Sward, 1975:32-33). manas del cambio, la descompensación entre la
El primer paso firme hacia la racionalización velocidad de los departamentos y la lentitud del
de la producción en la Ford consistió en la me- propio ensamble final se hizo manifiesta (Sward,
dida taylorista de dividir, hasta sus unidades más 1975:35). Todo el verano de 1913 se experimen-
pequeñas, cada operación mecánica requerida taron nuevos cambios, hasta que se utilizó una
para la producción de un automóvil. A conti- rudimentaria cadena de montaje que logró un
nuación fue necesario acomodar máquinas y ensamble final en movimiento. Simultáneamen-
hombres en líneas continuas y paralelas, de tal te los autos eran abordados por los obreros que
manera que el trabajo fluyera de máquina a má- se encargaban de “vestir” —colocar vestiduras y
quina con las menores interrupciones posibles partes externas del auto— y darle el toque final a
y en una sucesión lógica (Sward, 1975:34). El las unidades. Fue hasta el 14 de enero de 1914,
principio que guiaba las transformaciones en la cuando se utilizó una cadena de montaje auto-
planta de Highland Park era el de la búsqueda de mática, y poco más tarde se usó el transportador
mayor continuidad en el proceso de producción, aéreo para proveer de partes a los trabajadores
sin embargo, los trabajadores y las piezas por en- de línea final. El fordismo había completado su
samblar todavía tenían que transitar de banco en primera transformación importante al proceso de
banco. En 1910, para evitar estos movimientos trabajo del automóvil (Sward, 1975:37).
se colocaron planos inclinados entre cada puesto La respuesta obrera comenzó a aflorar desde
de trabajo para que la pieza, por sí sola, circulara 1910, después de las primeras transformaciones
hacia la siguiente operación, lo cual aumentó la importantes en la organización de la produc-
productividad en los departamentos productores ción. Los trabajadores estadunidenses, ante la
de partes que estaban conectados a la línea final modernización, habían mantenido su resistencia
(Sward, 1975:34). pese a la represión explícita al estilo de algu-
Los nuevos métodos fueron aplicados a to- nos empresarios, como Carnegie, o la implícita,
dos los departamentos alimentadores de la línea detonada a partir de Taylor. Sectores importan-
final. Había llegado la hora de reorganizar el tes de la clase obrera americana se negaban a
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

ensamble, y fue en 1913 cuando el ensamble es- desempeñar el papel de conejillo de Indias ante
tacionario fue modificado. El rudimentario mé- aquel férreo bloque que formaban la ciencia y
todo consistía en colocar 60 chasises en fila y, al las máquinas de los empresarios y al servicio de
lado, en una línea paralela, se colocaban las ca- éstos. Las transformaciones que surgieron entre
rrocerías sobre burros de madera esperando a ser 1909 y 1913, produjeron formas de resistencia
montadas. Mientras tanto, los equipos de obreros y rechazo, veladas y silenciosas, pero numero-
realizaban sus tareas sobre los 60 chasises; había sas, como el ausentismo, que se acentuó a partir
equipos colocadores de ejes, de motores, de llan- de 1913. En ese año la deserción de la fuerza de
tas, etc. Cada equipo era seguido por un grupo trabajo de las plantas Ford llegó a 380% (Ford,
de ayudantes que los proveían de herramientas 1922:126-130). El notable crecimiento en la di-
y piezas. Como podemos observar, la novedo- visión del trabajo y la proliferación de los super-
sa técnica todavía resultaba bastante arcaica. En visores hicieron del trabajo en la Ford una tarea
ese año fueron contratados los servicios de C. W. vacía y repetitiva; era tan grande el disgusto ante
Avery y William Klann, técnicos que le darían al la nueva organización de la producción que, en
proceso de fabricación Ford sus toques definiti- 1913, cada vez que la compañía deseaba añadir
vos. El binomio Avery-Klann comenzó por apli- 100 trabajadores a su personal de fábrica, era ne-

80
Taylorismo, fordismo y administración científica en la industria automotriz, pp. 75-87

cesario contratar 963 —previendo la inminente tal y la edición de un periódico, cuyo redactor
deserción de 863— (Sward, 1975:49). Mientras tuvo grandes discusiones y dificultades con Ford,
tanto, gran parte de las ganancias fordistas eran debido a que no pudo cumplir con la exigencia
reinvertidas en compras de maquinaria, de tal fordista de aplicar la línea de ensamble a la pre-
manera que cada día era mayor la importancia paración de las noticias (Sward, 1975:141).
del capital constante en relación con el capital La intervención de Ford en la vida de los obre-
variable —los salarios pagados—: se incremen- ros dentro de la fábrica y el control sobre la pro-
taba la composición orgánica de capital. ducción llegó a sus límites durante la crisis, entre
En estas condiciones, en 1913 arribaron los 1929 y 1943. Harry Bennet, del Departamento
wobblies, sindicalistas revolucionarios y orga- de Servicios, hizo de las fábricas de Ford verda-
nizadores obreros miembros de la International deros espacios de autoritarismo empresarial y pe-
Workers of the World. Comenzaron a repartir sus netró en la vida privada del obrero a través de los
periódicos Solidarity y The emancipator, don- miembros de su extraño departamento, el cual
de llamaban a Henry Ford el Rey de la veloci- tuvo funciones de policía de fábrica. El Departa-
dad, y a sus empresas, las “fábricas de sudor”, e mento de Servicios estaba formado por ex juga-
invitaban a los trabajadores a organizarse en dores de futbol americano, corredores de pista y
“un gran sindicato” —one big union— (Sward, campo, boxeadores y ex marinos, como lo fue el
1975:51). Ante estas amenazas y los efectos eco- propio Bennett (Sward, 1975:291-293). Algunas
nómicos negativos que traían el ausentismo y el funciones de este grupo paramilitar enquistado
turn over para las plantas Ford, Couzens —el so- dentro de las plantas Ford, eran el espionaje, la
cio de Henry Ford— concibió la política de los propalación de la intriga, la represión directa de
cinco dólares al día, que fue anunciada el 5 de los trabajadores rebeldes dentro y fuera de la fá-
enero de 1914 como un “acto de desinteresado brica e, incluso, el asesinato. Carl Brooks, uno de
humanitarismo”. En realidad, este aumento por sus miembros, llegó a ser jefe de la policía de la
encima de lo que otras ensambladoras pagaban, ciudad de Dearborn en 1929 (Sward, 1975:156),
representaba un esfuerzo para adaptar a los tra- llevando así a la sociedad sus técnicas de control
bajadores a los nuevos métodos de organización y represión aprendidas dentro de la fábrica.
del trabajo (Sward, 1975:52). Esta política, ade- Henry Ford siempre había pensado la sociedad
más de retener a los trabajadores dentro de las como un todo subordinado a la producción. Para
empresas Ford, a la larga representó una medida este industrial los momentos de producción, cir-

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


de regulación del crecimiento capitalista —que culación, distribución y consumo estaban ínti-
se adelantaba al keynesinismo— al tomar al sa- mamente interrelacionados. En consecuencia, la
lario como una inversión; el incremento en su vida del obrero debía ser planificada y contro-
monto garantizaría, además de la paz laboral y lada dentro y fuera de la empresa. Controlar la
social, un mercado más amplio para los autos reproducción de la fuerza de trabajo, sus con-
Ford. Era una propuesta que ligaba la producción diciones de vida y su “ocio” fueron una verdadera
a la reproducción, la organización de la fábrica a obsesión para este continuador del taylorismo y
la sociedad, la producción con el consumo. Harry Bennet fue su mejor vehículo, el discípulo
El deseo de extender el poder y la autoridad que aprendió y aplicó las enseñanzas del otro
del centro de trabajo a la sociedad por parte de Ford, aquel que sólo en la intimidad de la pro-
Henry Ford no paró ahí, sus deseos de organi- ducción podía ser conocido, el moderno empre-
zar y planificar la sociedad a partir de la fábrica sario autoritario. Harry Bennet fue el personaje
lo llevaron a realizar actividades como la crea- idóneo para una crisis, llevó la represión y el
ción de una planta que se convirtió en enclave control a todas las esferas de la vida de los traba-
industrial y cuyos alrededores se convirtieron en jadores. Antonio Gramsci apuntaba en America-
un company town; la construcción de un hospi- nismo y fordismo, donde analizaba el taylorismo

81
José Othón Quiroz Trejo

y el fordismo como expresiones de la racionalidad Taylorismo en la industria automotriz


sociopolítica desde la producción, que tendían a en México, 1974-1982
convertirse en fuente y parte de las formas mo-
dernas de ejercer la política en Estados Unidos. En México hace falta una investigación que rastree
Taylorismo, racionalización y fordismo eran, los orígenes de la implantación del taylorismo.
para Gramsci, métodos de adaptación de la vida Una cosa es cierta, las plantas ensambladoras de
extrafabril a la disciplina y el comando empre- autos que llegaron al país a través de la inver-
sarial de la fábrica, que abarcaban incluso la sión extranjera y como parte de los procesos de
relación entre la sexualidad y el trabajo. Sobre el internacionalización del capital, hoy conocidos
tema, escribió: como globalización, trajeron consigo instalacio-
nes, equipo y formas de organización y gestión
la crisis [de la relación entre las costumbres y las de la producción como el taylorismo y el fordis-
nuevas formas de trabajo] se tornó más violenta mo. Si bien las matrices de las multinacionales
[…] por el hecho de que ha tocado todos los es- en el pasado no enviaban las fases más avanza-
tratos de la población y entró en conflicto con las das de sus procesos productivos, en las décadas
necesidades de los nuevos métodos de trabajo que recientes esa situación ha cambiado. Durante los
mientras tanto se venían imponiendo (taylorismo años ochenta había tres tipos de plantas auto-
y racionalización en general). Estos nuevos méto- motrices en México, clasificadas de acuerdo con
dos exigían una rígida disciplina de los instintos el año de su construcción y ciclo o fase técni-
sexuales (del sistema nervioso), es decir, una con- co-económica en los que se incrustaban: 1) las
solidación de la “familia” en sentido amplio (no plantas del ciclo de inicio y consolidación de la
de esta o aquella forma del sistema familiar), de industria automotriz en el país, que se instalaron
la reglamentación y estabilidad de las relaciones entre 1930 y 1954; 2) las del ciclo del desarro-
sexuales (Gramsci, 1975:299).5 llo estabilizador, que llegaron en la década de
los sesenta, y las del ciclo de descentralización y
Mediante la intervención de Harry Bennet, la exportación, que se instalaron entre 1970 y 1985
Ford Motor Company pasó del control en la es- (Quiroz, 2004:92). En el periodo que abarca esta
fera de la producción inmediata por medio del última fase, coexistían diferentes tecnologías y
código fabril, al control de la circulación, del con- formas de gestión del trabajo y de la producción.
sumo y de la vida cotidiana del trabajador. En El arribo de sus procesos productivos ya no fue
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

1930, en las fábricas de Ford se expidió un edic- como en el pasado. Las plantas del ciclo más
to que prohibía, bajo amenaza de despido, beber reciente llegaron con tecnologías y formas de
alcohol en público o en privado; por otro lado, organización del trabajo de punta, similares a las
se llegó al límite de investigar qué marca de au- que se instalaban en Estados Unidos y Canadá. A
tos compraban los obreros de las plantas Ford, y pesar de la diversidad de sus antigüedades, equi-
a “recomendarles” que, de usar marcas ajenas, pos y técnicas de administración del trabajo,
éstas fueran sustituidas por un auto Ford. Esta si- durante el periodo de 1970-1985, en las plantas
tuación generó una acusación del Wall Street Jo- del sector —que combinaban tecnologías de los
urnal sobre las llamadas “ventas forzadas” de la tres ciclos productivos mencionados—, con sus
Ford Motor Company (Sward, 1975:314). Henry respectivas adecuaciones a la realidad produc-
Ford partió de la racionalización y del incremen- tiva del país, predominaban el taylorismo y el
to de la productividad en el proceso de trabajo fordismo.
de inspiración y origen taylorista y, desde allí, Una encuesta realizada por la Facultad de
pretendió organizar la sociedad en concordan- Contaduría y Administración sobre el taylorismo
cia con las características de la organización de y el uso de las técnicas de tiempo y movimientos
la producción de sus plantas. en las empresas Chrysler de México; Ford Mo-
tor Company, S.A.; General Motors de México;

82
Taylorismo, fordismo y administración científica en la industria automotriz, pp. 75-87

Nissan Mexicana; Vehículos Automotores Mexi- bajo y al cronometraje que incrementaban


canos, S.A., y Diesel Nacional6 durante 1974, la plusvalía relativa de las ensambladoras
arrojó los siguientes resultados: no tardó en aparecer. El conflicto individual
y sindical que provocaba la “administra-
a) Todas las empresas aceptaron que usa- ción científica del trabajo”, al cual hacen
ban, en forma generalizada, la técnica mención los encuestados (jefes de departa-
de tiempos y movimientos (Girón Pérez, mentos relacionados con la administración
1974:20-22). En lo que se refiere a Diesel del trabajo en las plantas ensambladoras),
Nacional, si observamos las últimas trans- fue resumida por los autores, de la siguiente
formaciones y estudios que realizaban sobre forma:
su productividad, deducimos que también
utilizaba el taylorismo en sus procesos de los conflictos sindicales […] se presentan en un
producción (Anónimo, 1976:28), combina- alto porcentaje […] debido principalmente a la
do con formas mixtas de participación en la actitud reacia del trabajador frente al cambio, ya
gestión de la producción impulsadas des- que está acostumbrado a realizar su trabajo en
de la gerencia, denominadas “comités de cierto modo y en cierto tiempo, y siente temor
fábrica”. e inquietud de no poder realizarlo en la nueva
b) Entre los objetivos que se perseguían al re- forma dentro del tiempo determinado por el es-
currir a estas técnicas, se mencionaron los tudio; al mismo tiempo cree que va a ser explo-
siguientes: detección de fugas por operacio- tado, pues se le aumentará la carga de trabajo;
nes innecesarias, cálculo de eficiencia, ra- su actitud defensiva ante este cambio lo orilla a
cionalización en gasto de fuerza de trabajo, disminuir su ritmo de trabajo, lo cual redunda en
búsqueda de especialización y reducción perjuicio de la empresa. Por otra parte, los sin-
de costos (Girón Pérez, 1974:27). dicatos no cuentan con los técnicos capacitados
c) Sobre el lugar donde se planeaban las for- en esta materia, y aceptan los argumentos de sus
mas para la implementación del taylorismo, afiliados, provocando de esta manera conflictos
la contestación fue que se desarrollaban en sindicales (Girón Pérez, 1974:32).
los países de origen de las multinacionales
(Girón Pérez, 1974:30). Sin embargo, debi- Éste es un ejemplo de la visión de técnicos y
do a la dinámica de la industria, considero profesionistas sobre la situación del taylorismo

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


que esta situación ha cambiado, y que si en esta industria que, al mismo tiempo, refleja
bien el origen de los planes y las técnicas cómo los trabajadores reaccionan ante dicha for-
de producción está en los países donde ra- ma de gestión de la producción. Bastaba ver des-
dican las matrices, es necesario que antes de otra perspectiva las siguientes aseveraciones
de su aplicación se realicen experimentos presentadas, para comprender que “la actitud
que permitan la adaptación y el ajuste de reacia del trabajador frente al cambio” (Girón
las técnicas a la realidad del país en que se Pérez, 1974:33) tenía fundamento; que cuando
van a aplicar. Estos ajustes dependen de la el obrero “cree que va a ser explotado [con las
escala de la producción, del grado de de- técnicas tayloristas] pues se le aumentará la car-
sarrollo capitalista del país donde se van a ga de trabajo” (Girón Pérez, 1974:34), los en-
aplicar y, sobre todo, del conocimiento del cuestados estaban en lo cierto y que, cuando el
proceso productivo y del grado de organi- obrero, en respuesta silenciosa y preventiva al
zación de la clase obrera que es la princi- cronometraje de su tareas, “disminuye su ritmo
pal afectada con esas técnicas. de trabajo” (Girón Pérez, 1974:34), sólo ejercían
d) La resistencia a la descalificación, a la espe- una forma legítima de defensa ante la organiza-
cialización del trabajo, a la división del tra- ción taylorista del trabajo.

83
José Othón Quiroz Trejo

Crisis, transformaciones y capacidad de ma hablar de crisis de la civilización, fin de una


adaptación del taylorismo y el fordismo época, declinación de la ética protestante del
trabajo. Aparece así la contradicción de la coinci-
En los años ochenta del siglo xx, algunos autores dencia de marginalidad y centralidad del gobierno
pensaban que había continuidad entre tayloris- del trabajo en esta sociedad. La fase actual de
mo y fordismo, posición que comparto. Otros “crisis del taylorismo” representa precisamente
iban más allá y le imprimían a la historia de las uno de estos momentos en que la cuestión de la
ideologías directorales o formas de adminis- organización del trabajo ya no es controlable con
tración científica de la producción y el trabajo las categorías del scientific management y corre
una forzada evolución lineal, cayendo en cier- el riesgo de ser confiada al tratamiento de una
to determinismo y en una visión teleológica del especie de filosofía (Ferraris, 1980:1).
desarrollo de la organización de la producción.
Siguiendo el curso de estos razonamientos, cual- El taylorismo dio lugar a un cuerpo de técnicas
quier modificación en la organización del traba- que surgieron y se desarrollaron en momentos
jo en la fábrica se tendría por prevista o como históricos determinados. Desde 1914 se inició
consecuencia lógica de un proceso lineal, del la batalla contra los excesos del taylorismo y
cual surgirían un neotaylorismo y un neofordis- el fordismo. El ciclo de luchas se inauguró en
mo (Aglietta, 1979:99). Sin negar la importancia Estados Unidos con el ausentismo laboral y el
de aportaciones de Taylor y Ford que llegan a te- turn over. Más tarde, esporádicamente, al sabo-
ner el rango de principios inherentes a cualquier taje y al ausentismo se unirían los paros y las
organización del trabajo contemporáneo, en su huelgas salvajes: taylorismo y fordismo estaban
desarrollo ulterior hay rupturas, discontinuidades siendo cuestionados. En los años treinta surgen
y retrocesos. Taylorismo, fordismo o cualquier propuestas reformadoras en la administración
otra forma de gestión de la producción, involu- de la producción. Se reinició el desarrollo de la
cran clases, estratos o grupos de estatus; repre- psicología industrial, cuyo promotor inicial, H.
sentan verdaderas relaciones sociales complejas Munstemberg, había aplicado la psicología a los
y, por lo tanto, son contradictorias y sus acciones procesos de selección de personal entre los tra-
no son unilaterales o rectilíneas, están sujetas a bajadores de plantas productoras de motores y
los bamboleos, frenos, retrocesos, avances y entre las operadoras de teléfonos a principios del
rupturas que les impone el enfrentamiento en el siglo xx. Posteriormente, Elton Mayo amplió el
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

conflicto de clases a nivel fabril, la competencia uso de la psicología y la introdujo directamente


entre los propios empresarios, las naciones o la en el proceso de producción. Ante el rechazo
presencia de factores ajenos al propio proceso obrero al trabajo taylorista y “fordizado”, Mayo,
de producción. en sus primeros estudios, buscaba resolver el pro-
En las décadas de los sesenta y setenta, el blema de la alta rotación de personal (turn over)
ausentismo, el sabotaje y el turn-over —suma en una fábrica de la industria textil de Filadelfia
de acciones individuales no convenidas colec- durante 1923. Dicha rotación era un reflejo del
tivamente y en ocasiones sin premeditación—, descontento no expreso contra el lado negativo
representaron una muestra del rechazo social de la administración científica del trabajo. La so-
al taylorismo, forzaron la renovada reflexión y lución a esta cuestión fue la introducción de las
pusieron en crisis la administración científica, pausas de descanso. Más tarde, en la Western
como decía Pino Ferraris en los años ochenta: Electric Company, Mayo realizó experimentos
que lo llevaron a concluir que se podía aumen-
En momentos económicamente críticos y en fa- tar la productividad sin modificar o aumentar el
ses de alta conflictualidad social, el gobierno del capital constante. Elton Mayo enfocó sus modi-
trabajo recupera su centralidad obligando a “las ficaciones al proceso laboral, centrándose en los
disciplinas universales” a movilizarse. Esto legiti- trabajadores y sus necesidades subjetivas, con-

84
Taylorismo, fordismo y administración científica en la industria automotriz, pp. 75-87

virtiéndose en el principal precursor de las lla- y administración de la producción. A la derrota


madas relaciones humanas (Mayo, 1972). de esa clase obrera —masificada, estandarizada,
Por aquellos años (1923-1933), Mary Parker taylorizada—, le siguieron los debates académi-
Follet elaboraba sus tesis sobre el papel del Esta- cos sobre el postfordismo y el postaylorismo. En
do en la administración de la sociedad, el con- el mundo y en México se criticaron las visiones
flicto constructivo, el liderazgo no autocrático y críticas obreristas del taylorismo y el fordis-
y el control y la planificación del conflicto. Su mo, por unilaterales, deductivas y escatológicas,
lema fue: “la finalidad del control no es confron- anunciando el surgimiento de nuevas formas de
tarse a una situación explosiva, sino crear una gestión: toyotismo, job enrichment, just in time,
situación sin explosividad” (Mills, 1978:253). En círculos de calidad y un largo etcétera. Los estu-
sus reflexiones están presentes los esbozos de lo dios de caso que pretendían superar las genera-
que sería Estado-plan que surgió con la crisis de lidades de investigaciones del pasado inmediato
1929 y que Keynes coadyuvó a construir. Los cayeron en la singularidad extrema, obreristas
años treinta fueron los años del New Deal ameri- y científicos reiniciaron búsquedas paralelas de
cano, del Plan Sexenal en México, de los Planes definiciones precisas de términos y neologismos;
Quinquenales en la urss. Fueron los años de la o reflexiones sobre las nociones o conceptos que
transformación mundial del Estado capitalista, sustituirían el taylorismo y el fordismo, como
el laissez-faire había quedado temporalmente nuevas categorías predominantes7 que reflejaran
atrás. La organización del trabajo y la produc- los todos parciales de los estudios de caso. Se
ción se modificaron, y en poco tiempo el obre- ganó en el conocimiento de las partes, se perdió
ro masificado surgido del capitalismo de masas, en las referencias al todo. Sin darnos cuenta, nos
uniformado y móvil comenzó a desestabilizar la alienamos en discusiones académicas mientras,
producción. Las huelgas salvajes de la industria afuera del campus, la flexibilidad cuestionaba la
automotriz norteamericana en 1956 inauguraron rigidez del taylorismo, pero éste no desaparecía
un nuevo ciclo de luchas proletarias. En esas ba- del todo.
tallas, los obreros de la línea de montaje pasaron Según la investigadora Elodie Ségal, en las
por encima de sus sindicatos burocratizados, lu- reflexiones actuales sobre el tema hay dos ver-
charon por aumentos salariales, contra la velo- tientes. Unos plantean que hay una pluralidad
cidad de la cadena y pusieron por primera vez y mezcla de modelos productivos dominantes;
en jaque la era del taylorismo. Los obreros de otros, que el taylorismo todavía domina la or-

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


la Renault en el 68 francés, los automotrices y ganización del trabajo (Ségal, 2010:1). Por otro
metalmecánicos en el caliente otoño italiano de lado, la misma autora expresa, a partir de sus
1969, los metalúrgicos del ABC paulista en Bra- pesquisas en 20 empresas multinacionales, que
sil, y los metalmecánicos y obreros de las ensam- surge “un modelo neofordista que ejerce un im-
bladoras en el Cordobazo argentino, mostraban pacto directo sobre la gestión de los recursos
en conjunto, entre otras cosas, el rechazo a la ra- humanos” (Ségal, 2010:1). En suma, las islas de
cionalización taylorista y fordiana aplicada a la producción parecían ser una superación de la
simplificación, división y aceleración del ritmo división del trabajo taylorista en la cadena pro-
de trabajo en las ensambladoras, y algo más. ductiva fordiana, y sin embargo la cadena de
montaje reaparecía en los equipos autónomos
A manera de conclusión de ensamble de autos. La realidad contemporá-
nea superó algunas limitaciones del taylorismo y
A partir de los años ochenta vino la reestructu- el fordismo, pero estos, como la racionalización
ración del comando empresarial en los centros misma, aunque posmoderna, no desaparecieron.
laborales y, con ella, los despidos, la relocali- Como no desaparece la extracción de plusvalía.
zación de las fábricas, su trasformación interna El taylorismo, como el dinosaurio del cuento de
y la proliferación de nuevas formas de gestión Augusto Monterroso, aunque han pasado mu-

85
José Othón Quiroz Trejo

chos años, todavía está ahí, dentro de la fábrica 5


L os contenidos del paréntesis son extraídos
o en la organización y administración del trabajo del propio Gramsci, redactados por mí para
de servicios o, incluso, del posmoderno traba- dar continuidad a la idea de la cita.
jo inmaterial. Ni el taylorismo ni el fordismo han 6
El estudio no contiene información sobre
muerto, sólo se reciclan, subsumen y combinan Dina (empresa que antes funcionaba a Die-
con otras formas de organización y gestión de la sel Nacional y a Renault Mexicana), debido
producción. a que, en el momento de la encuesta (1974),
la empresa se encontraba en huelga. De
Notas cualquier manera, a partir de fuentes alterna-
tivas se comprueba la utilización de técnicas
1
Aunque el autor menciona que las ganan- tayloristas en esta empresa.
cias de la Carnegie Steel Co. en 17 años se 7
Un hallazgo relacionado con este tema sur-
elevaron de 27 000 000 a 1 060 000 000 de gió de una larga plática con un economista
dólares, hay que tomar en cuenta que esta industrial incrustado en una planta de la Ge-
empresa fue la primera en usar en eua la tec- neral Motors hoy desaparecida, quien, entre
nología Bessemer. otras cosas y con otras palabras, me dijo: “En
2
Henry Ford antecede a Mary Parker Follet y la producción no nos detenemos a definir
a John Maynard Keynes cuando pugna por puntualmente si es taylorista, fordista, pos-
una producción y un consumo de masas en taylorista o posfordista”. Las necesidades de
el que participe el mayor número de perso- la producción requieren de su combinación.
nas. Busca medidas generales que permitan No hay fábricas ni departamentos puramen-
limitar las contradicciones de clase a través te fordistas, o puramente toyotistas, o única-
de un control por parte del empresario priva- mente tayloristas. Lo nuevo no desplaza a lo
do del ciclo producción-reproducción. Los viejo si no hay una razón económica que
planteamientos del reconocimiento del con- lo amerite, si lo viejo sigue siendo rentable,
flicto y de la crisis regulada serán retomados se combina con lo nuevo igualmente renta-
por Mary P. Follet y John M. Keynes, sólo ble (Espinosa, 1994).
que ellos depositarán en el Estado las funcio-
nes de planificación y regulación del ciclo Fuentes bibliográficas
global del capital (Mills, 1978:247-254).
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

3
La influencia de Taylor entre los técnicos y Anónimo (1976), “Estudios de sistemas para au-
dueños de empresas industriales era un he- mentar la productividad en el Complejo Indus-
cho. Taylor había estado en Detroit en 1909 trial de Ciudad Sahagún”, en Sahagún, núm.
dando conferencias a técnicos de la empre- 17, abril-mayo.
sa automotriz Packard Motor Car Co. En Aglietta, Michael (1979), Regulación y crisis del
1914 retornó a la capital mundial del auto capitalismo, México, Siglo XXI.
por invitación del Buró Local de Comercio, Bendix, Reinhard (1966), Trabajo y autoridad en
y su audiencia constó de 600 capataces y la industria. Las ideologías de la dirección en
superintendentes traídos todos de las fábri- el curso de la industrialización, Buenos Aires,
cas automotrices de la región (Friedmann, Eudeba.
1977:126). Espinosa, Jesús (1994), El factor humano como
4
Antes de que la Ford utilizara la cadena de elemento principal para incrementar los nive-
montaje, las empacadoras de carne de Chi- les de productividad en la industria automotriz
cago usaban una cadena continua aérea en nacional, tesis de maestro en ciencias, Méxi-
la línea de “desensamble” o “desmontaje” co, ese-ipn.
de cortes y piezas de animales (Sward, Keith, Ferraris, Pino (1980), “Conflicto y respuesta sobre
1975:37). la organización del trabajo: el caso de Italia”,

86
Taylorismo, fordismo y administración científica en la industria automotriz, pp. 75-87

ponencia, Coloquio sobre procesos de traba- Mayo, Elton (1972), Problemas humanos de una
jo y organización obrera, México, División de civilización industrial, Buenos Aires, Nueva
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87
El taylorismo: implicaciones técnicas y políticas,
a cien años de distancia

Arturo A. Pacheco Espejel


Profesor-investigador del Departamento de Administración, dcsh, uam-a

Introducción Así, en la práctica empresarial, muchos admi-

P
nistradores e ingenieros industriales, por ejemplo,
ocos autores tan denostados y venerados

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


aplican únicamente su propuesta de organiza-
en la teoría y en la práctica de la adminis- ción y medición del trabajo, pero tienen cuidado
tración y de la ingeniería industrial como de no mencionar siquiera que también propuso
Frederick Winslow Taylor. De hecho, se le reco- que al trabajador había que pagarle bien, ya que
noce como el padre de esta última disciplina y a sólo así estaría interesado en seguir al pie de la
su propuesta teórico-práctica como “administra- letra los métodos de trabajo que se le indicaran.
ción científica”. Por lo general, en las empresas en las que se im-
Sin embargo, por extraño que parezca, da la plantan sistemas de trabajo supuestamente con
impresión de que pocos, tanto del lado de sus base en la lógica taylorista, en realidad lo hacen en
detractores como del de sus fieles seguidores, forma mutilada, ya que no dicen ni hacen nada
han comprendido cabalmente y asumido en la respecto a retribuir adecuadamente al trabaja-
práctica todas las implicaciones de su propuesta. dor, tal como lo propuso el propio Taylor.
Muchos de los que se dicen tayloristas toman de Por otro lado, habría que agregar que las pro-
Taylor lo que mejor les acomoda, invocándolo puestas técnicas de organización del trabajo de
únicamente para justificar sus implementaciones F. Taylor tuvieron y siguen teniendo implicacio-
sesgadas en los procesos productivos de las em- nes de tipo político e ideológico en la identidad
presas. de los trabajadores debido al aislamiento que les

89
Arturo A. Pacheco Espejel

provocaron como actores sociales transformado- considera como una pérdida de “rendimiento na-
res, dejando en las manos del patrón el control cional”, es menos visible, menos tangible y sólo
total del proceso de trabajo. vagamente apreciable. Podemos ver y compro-
En la exposición del presente trabajo primera- bar fácilmente el derroche de las cosas materia-
mente se hace un análisis de las principales pro- les. Pero movimientos torpes, ineficientes o mal
puestas tayloristas de tipo técnico y organizativo dirigidos de los hombres no dejan nada visible o
del trabajo, las cuales fueron acompañadas de tangible detrás de ellos (Taylor, 1994:129).
la sugerencia explícita e ineludible de retribuir
adecuadamente al trabajador, de tal manera que Pero, ¿cuál era el ambiente laboral ineficiente
se asegurara su involucramiento y motivación. que prevalecía a principios del siglo pasado,
En segundo lugar, se revisan las implicaciones y que dio lugar a las inquietudes y preocupacio-
ideológicas y políticas que tales propuestas téc- nes de Taylor?
nicas tuvieron y tienen sobre las relaciones de
poder entre los principales actores empresariales El propietario-gerente —nos dice P. Hicks—,
—patrones y trabajadores—, particularmente en junto con el personal de ventas y oficinas, solían
lo relacionado con el control del proceso de tra- tener poco contacto directo con la actividad de
bajo. producción. En la mayoría de los casos, se le daba
Por último, se reflexiona sobre el significado responsabilidad plena a un superintendente para
histórico de la propuesta de Taylor en la evolu- manufacturar los productos que pedía el personal
ción de las formas de organizar los procesos de de ventas. Todas las funciones de planeación y de
trabajo y se contrasta con el llamado “toyotismo” organización eran ejecutadas informalmente por
que tuvo su origen en el Japón de los años seten- el superintendente, quien tenía que tratar con
ta y ochenta del siglo xx y se ubica los alcances mecánicos destajistas para intentar que se hiciera
de su pertinencia en las condiciones actuales de el trabajo. No había funciones reconocidas de or-
intensa competencia en los mercados globaliza- ganización, y los métodos de trabajo los determi-
dos en los que se encuentran las empresas hoy naba cada mecánico sobre la base de experiencia
en día. personal, preferencia y tipo de herramientas dis-
ponibles. (Hicks, 2000:6).
El taylorismo: revolución técnica
En pocas palabras, la producción en las em-
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La gran motivación de Taylor para desarrollar su presas de la época se realizaba con base en
revolucionaria propuesta para organizar el tra- inercias sustentadas en la experiencia de los
bajo en las empresas de principio del siglo xx, trabajadores y directivos, lo que sin duda pro-
fue su preocupación por el gran desperdicio de vocaba infinidad de desperdicios de material y
recursos que ocurría (y ocurre) en la sociedad tiempos muertos.
estadunidense, particularmente el del esfuerzo Para lograr un mayor rendimiento, es decir,
humano en los centros de trabajo. para disminuir los desperdicios en los procesos
de trabajo, Taylor ubicó la solución no en buscar
Nos es dable —aseguraba Taylor— ver nuestros al trabajador ideal, sino en diseñar e implantar
bosques devastados, nuestras fuerzas hidráulicas sistemas de trabajo ideales; en sus propias pala-
malgastadas, nuestras tierras arrasadas por el mar bras: “el remedio para esta ineficiencia reside en
en las inundaciones; el agotamiento de nuestros la administración sistemática y no en la búsque-
yacimientos de carbón y de hierro se haya próxi- da de hombres excepcionales o extraordinarios”
mo. Pero nuestro gran derroche de esfuerzo hu- (Taylor, 1994:130).
mano, que ocurre diariamente por incompetencia, Taylor propuso que esa “administración sis-
mala dirección o incapacidad, al cual Roosevelt temática”, era “una verdadera ciencia, que des-

90
El taylorismo: implicaciones técnicas y políticas…, pp. 89-96

cansa sobre la base de leyes, reglas y principios taje fue, simplemente, una extensión lógica de la
claramente definidos […] aplicables a todas las gestión científica (Mol y Birkinshaw, 2008:41).
clases de actividades humanas, desde nuestros
actos individuales más simples hasta el trabajo Ahora bien, un aspecto fundamental del tay-
de nuestras grandes corporaciones, que exigen la lorismo y que ha sido prácticamente olvidado
más esmerada cooperación” (Taylor, 1994:130). —lo cual es entendible desde la perspectiva de
Desde el punto de vista técnico, la administra- los intereses de los patrones—, es el relacionado
ción científica tayloriana del trabajo consistió en con la retribución económica que deben recibir
ubicar las ventajas y los beneficios que conlleva- los trabajadores por realizar bien su trabajo, es
ba la descomposición de los procesos de trabajo decir, por ejecutar repetidamente los mismos
en actividades simples que pudieran mejorarse, movimientos simples en que se descomponía su
medirse y realizarse, sin necesidad de realizar tarea. Tan importante era para Taylor este aspec-
costosas y tardadas sesiones de capacitación a to retributivo para que su propuesta organizati-
los trabajadores. va del trabajo funcionara que, en obra cumbre,
En términos técnicos organizativos de los pro- Principio de la administración científica, la inicia
cesos de trabajo, el taylorismo se fundamenta en con el siguiente párrafo: “El principal propósito
cuatro principios fundamentales que deberían de la administración debiera consistir en asegurar
seguir los directivos (Taylor, 1994:149): el máximo de prosperidad al empleador, unido al
máximo de prosperidad para cada empleado”
Primero: desarrolla, para cada elemento del tra- (Taylor, 1994:133).
bajo del obrero, una ciencia que remplaza los Ante la propuesta política de que los intereses
antiguos métodos empíricos. de los trabajadores y los empresarios son antagó-
  Segundo: selecciona científicamente y luego nicas, Taylor afirmaba que,
instruye, enseña y forma al obrero.
  Tercero: coopera cordialmente con los obreros por el contrario, la administración científica se
para que todo el trabajo sea hecho de acuerdo fundamenta en la firme convicción de que los
con los principios científicos que se apliquen. verdaderos intereses de ambos son idénticos,
  Cuarto: distribuye equitativamente el trabajo y que la prosperidad del patrón no puede existir
la responsabilidad entre la administración y los durante largo periodo de años a menos que vaya
obreros. acompañada de la prosperidad para el emplea-

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


do, y viceversa; y que es posible dar el obrero
Dicha propuesta simplificadora de los proce- lo que más desea —altos salarios— y al patrón lo
sos de trabajo sin duda significó una revolución que más busca: mano de obra barata (Taylor,
en el mundo laboral y provocó una verdadera 1994:134).
explosión productiva. Ahora sabemos que unos
años más tarde, Como solución para lograr este máximo bene-
ficio mutuo entre trabajadores y patrones, propu-
las ideas de Taylor fueron recogidas por Henry so lograr entre ambos la máxima productibilidad
Ford, que las utilizó como base para su mode- en las empresas, “es decir, cuando cada hombre
lo de producción en serie […] había nacido el y cada máquina están rindiendo la mayor pro-
precursor de la cadena de montaje moderna, y ducción posible” (Taylor, 1994:134). Para lograr
Taylor era el auténtico innovador. Peter Druker estos “máximos de productibilidad”, Taylor pro-
calificó las ideas de Taylor como “la contribución puso reforzar la capacitación en los centros de
más duradera que América ha realizado al pensa- trabajo, dado que, “el propósito más importan-
miento occidental desde los Federalist Papers”. La te de los obreros, como asimismo de los jefes
influencia de Taylor, según este autor, fue mayor de administración, debe ser la capacitación y el
incluso que la de Henry Ford. La cadena de mon- desarrollo de las facultades de cada individuo,

91
Arturo A. Pacheco Espejel

de manera tal que pueda efectuar, al ritmo más Pero esto tiene un límite debido, precisamen-
rápido y con el máximo de eficiencia, el trabajo te, a la sobreproducción, ya que la producción,
que mejor convenga a sus aptitudes naturales” en la lógica de acumulación capitalista, no se
(Taylor, 1994:134-135). puede estar incrementando infinitamente; llega
Taylor partía de la idea de que en las fábricas un momento en que aparecen las crisis de de-
existen muchas formas de hacer las cosas, es de- manda y de sobreproducción, y con ello la ne-
cir, de ejecutar una tarea, pero siempre hay una cesidad de disminuir los ritmos de producción y
mejor forma de hacerlo; y de que las formas tra- luego la necesidad de despedir trabajadores, por
dicionales partían del supuesto equivocado de muy eficientes que sean y por muy motivados
dejar al criterio del trabajador esa mejor forma, que estén.
sin apoyarlo y sin asesorarlo. Por el contrario, Habrá que señalar aquí que Taylor no niega
él proponía que “el trabajo debe ser efectuado que pudiera haber situaciones problemáticas aun
de acuerdo con leyes científicas” y, por lo tan- aplicando sus métodos de trabajo, pero conside-
to,” es necesario que haya una división mucho ra que eso ocurre debido a que siempre existirán
más equitativa de la responsabilidad entre la di- hombres perezosos e inhábiles, codiciosos y bru-
rección y los obreros…Esta cooperación personal tales, por lo que se atreve a plantear la siguien-
estrecha e íntima entre la dirección y los obreros te profecía: “Estoy convencido de que, tarde o
constituye la esencia de la moderna administra- temprano, estos principios serán de uso general
ción científica” (Taylor, 1994:143). en todo el mundo civilizado, para felicidad de
Taylor suponía que un sistema que generara todos” (Taylor, 1994:145). Profecía que, por des-
mayor productividad de los trabajadores, traería gracia, después de 100 años podemos asegurar
como resultado “el empleo de un mayor número que no se cumplió.
de ellos, en lugar de provocar el despido, destru-
yendo el sofisma de que una mayor producción El taylorismo: implicaciones políticas
por obrero sería causa de desocupación” (Tay-
lor, 1994:144). Sabemos que esto no es así o, No hay duda; la propuesta técnica de Taylor sig-
en todo caso, dependerá de las condiciones en nificó una revolución en la forma de organizar
que se encuentre la economía del país, ya que los procesos de trabajo, lo que implicó incre-
en condiciones de crisis la demanda disminuye mentos de la productividad similares a los que
y producir más no tiene sentido; por el contrario, produjo la Revolución industrial del siglo xviii en
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

los empresarios lo que intentarán es disminuir su Europa, con la introducción de la máquina de


producción y, con ello, recurrirán al despido de vapor a las líneas de producción.
una parte de sus trabajadores. Pero la propuesta taylorista de fragmentar los
Cabe señalar aquí que el modelo taylorista de procesos de trabajo a su máxima expresión en
organización del trabajo tuvo y tiene sentido en términos de movimientos, tiempos y espacios,
épocas de abundancia y de prosperidad, cuando colocó al trabajador como simple ejecutante,
la lógica del funcionamiento de las fábricas es la enajenado, de tareas repetitivas y sin sentido. El
producción en masa debido a que los mercados trabajador empezó, así, a perder el control de su
exigen grandes volúmenes de producción. En es- proceso de trabajo; dejó de ser el “propietario”
tas condiciones, en efecto, a mayor productivi- de su proceso de trabajo y, con ello, de su iden-
dad, mayores ventas; a mayores ventas, mayores tidad como productor de la riqueza social.
ganancias para los empresarios, y materialmente Por su parte, el directivo se apropió del diseño
es posible conceder mejores salarios e ingresos y del control absoluto del proceso de trabajo y,
a los trabajadores; y a mayores ingresos de los con ello, no sólo de las habilidades y del esfuer-
trabajadores, mejores niveles de vida y mayor zo del trabajador, sino también de su voluntad y
consumo y ventas, cerrándose un círculo econó- de su conciencia. De Gaudemar lo plantea de la
mico virtuoso. siguiente manera:

92
El taylorismo: implicaciones técnicas y políticas…, pp. 89-96

cuando Taylor deduce la necesidad de un “es- convertiría en “apéndice de la cadena tecnológi-


tudio científico y sistemático del tiempo” —lo ca” al servicio de los intereses del patrón.
que va constituir uno de los puntos centrales de
su doctrina— hay que entender que los términos
El taylorismo y el toyotismo
“científico” y “sistemático” significan ante todo
“sometido al control patronal”: sólo ese control Más de medio siglo después de que Taylor die-
podrá determinar los tiempos mínimos, puesto ra a conocer su revolucionaria propuesta para
que tales mínimos no tienen sentido más que organizar el trabajo, aparece en la escena eco-
en relación al interés patronal (De Gaudemar, nómica mundial Japón, usando como punta de
1991:84). lanza la calidad. En los años setenta del siglo
pasado, aparece la avalancha de productos ja-
Así, la propuesta de Taylor significó, política- poneses con estándares de calidad nunca vistos
mente, el paso del control total del proceso de que ponen en severos problemas a las empresas
trabajo de las manos del trabajador al cerebro de todo el mundo, en particular a las de Estados
de los directivos y al bolsillo del patrón; y con Unidos. En menos de veinte años, la economía
ello, los trabajadores fueron despojados de su japonesa ya era la segunda en el mundo por su
identidad como actores sociales útiles, capaces nivel exportador de manufacturas. Se habla de
de tomar en sus manos su propio destino. las empresas flexibles japonesas, cuyo símbolo
Este cambio representó, históricamente, una es la empresa Toyota, armadora de autos, en
involución sociopolítica en la identidad labo- contraste con las empresas rígidas de los Estados
ral y política de los trabajadores, ya que con los Unidos.1
sistemas de trabajo basados en la propuesta de El taylorismo parte de la siguiente lógica:
Taylor, el trabajador pasó de ser el ejecutor puesto que la ganancia se realiza en el mercado,
de varias de las operaciones que componían la al mercado hay que darle exactamente lo que
manufactura total del producto, a ser el ejecu- pide en cantidad y calidad, y eso sólo lo puede
tante de una sola operación en forma repetitiva hacer una fábrica ágil, ligera y flexible; a dife-
durante toda su jornada de trabajo. rencia de la lógica de la empresa rígida tayloris-
De esta forma, el trabajador fue expulsado de ta, que consiste en arrojar al mercado grandes
la lógica integradora del proceso de trabajo; se cantidades de mercancías con bajos costos de
le despojó de la posibilidad de entenderse como producción.

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


parte integrante del proceso de trabajo como un Giovanni Alves define el toyotismo como “un
todo y, con ello, empezó a perder su identidad sistema de organización de la producción basa-
como productor de un satisfactor útil socialmente. do en una respuesta inmediata a las variaciones
Es decir, empezó a perderle sentido a su trabajo de la demanda y que exige, por tanto, una or-
como actividad útil socialmente; se le individua- ganización flexible del trabajo (inclusive de los
lizó y se le aisló. B. Coriat es contundente: “Do- trabajadores) e integrada” (Alves, 2000:29). Se
blegar al obrero de oficio, ‘liberar’ al proceso de desarrollan, entonces, propuestas que giran alre-
trabajo del poder que éste ejerce sobre él para dedor de mejorar sistemáticamente la calidad de
instalar en su lugar la ley y la norma patronales, las mercancías y se responsabiliza a los trabaja-
tal será la contribución histórica del taylorismo” dores de su logro.
(Coriat, 1989:24). Como se aprecia en la figura 1, la empresa
En esta perspectiva histórica, el taylorismo flexible toyotista se distingue por enfocar total-
significó una derrota política e ideológica para mente su funcionamiento a las exigencias de ca-
los trabajadores. Ya no sólo vendía su fuerza de lidad de los clientes, y para lograrlo delega la
trabajo, sino que era despojado de su identidad responsabilidad en todos los trabajadores, a dife-
como actor transformador de la realidad social rencia de la propuesta de Taylor, que limitaba la
y con posibilidad de elegir su propio destino. Se responsabilidad del trabajador a realizar única-

93
Arturo A. Pacheco Espejel

mente unas cuantas tareas repetitivas, tal como le daban, las empresas toyotistas se basan en no
se le había capacitado, durante toda su jornada sólo permitir, sino en estimular su intervención
laboral. creativa en los procesos de trabajo con el fin
Así, a diferencia de las propuestas tayloristas de que diseñe e implante mejoras. Además, se
que se basaban en implantar sistemas de trabajo promueve el trabajo en equipo y la capacitación
que evitaran la intervención creativa del traba- multitareas, en contraste con la visión taylorista
jador, ya que las tareas estaban perfectamente de individualizar a cada trabajador y darle una
diseñadas y el buen trabajador era aquel que se- capacitación profundamente especializada en
guía al pie de la letra las instrucciones que se una sola tarea.2

Figura 1
Características de la empresa taylorista (rígida) y la empresa toyotista (flexible)

Empresa rígida Empresa flexible


El funcionamiento de las empresas se orienta El funcionamiento de las empresas se orienta según el
según el principio de “vender lo que se principio de “producir sólo lo que se va a vender”.
produce”.
Todo el esfuerzo empresarial es para producir Todo el esfuerzo empresarial es para satisfacer al cliente.
más.
La producción se orienta hacia grandes lotes La producción se orienta hacia pequeños lotes con base en la
y por proceso. flexibilidad de procesos.
Se privilegian altos inventarios especulativos. Se busca bajar los inventarios lo más posible.
La comunicación con clientes y proveedores Se induce el encadenamiento con clientes y proveedores.
es muy débil.
La calidad se concibe como el control de la La calidad se concibe como una filosofía de calidad total a lo
calidad al final de cada proceso a través de la largo y ancho de la empresa, por lo que la responsabilidad de
inspección, por lo que el responsable de la la calidad abarca desde los propios dueños de la empresa y
calidad es el área de Control de Calidad. altos directivos, hasta los supervisores y obreros de línea.
Fuente: elaboración propia.
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

Como se aprecia, la lógica toyotista de orga- fil ideal de trabajador para elevar la productivi-
nización del trabajo implicó un cambio radical dad y la calidad en las líneas de producción, al
respecto al toyotismo, particularmente en el per- considerarlo no sólo como fuerza física —que

Figura 2
Evolución del perfil del trabajador

Formas tayloristas Formas toyotistas


Se considera al trabajador como fuerza física, Se considera al trabajador como fuerza física, fuerza
fundamentalmente. intelectual y emocional.
Se tiende a la alta especialización de los Se tiende a la formación de trabajadores polivalentes,
trabajadores. multitareas.
Se propicia el trabajo individual. Se propicia el trabajo en equipo.
Se inhibe la participación del trabajador, Se estimula la participación creativa del trabajador.
exigiéndole sumisión total ante sus supervisores.

Fuente: elaboración propia.

94
El taylorismo: implicaciones técnicas y políticas…, pp. 89-96

era la premisa básica taylorista—, sino también la dimensión puramente técnico-organizativa de


como fuerza intelectual (para ubicar y resolver los procesos de trabajo. En este terreno, sin duda
los problemas de la producción) y fuerza emo- sus propuestas provocaron una verdadera revo-
cional (capaz de apasionarse en y por su trabajo lución que disparó la productividad y dio lugar
y dar lo mejor de sí). Estamos hablando de un a la producción en masa que dominó la primera
trabajador participativo, creativo, polivalente y mitad del siglo pasado.
dispuesto a trabajar en equipo (véase figura 2). Desde una perspectiva estrictamente técnica,
Ahora bien, en términos de la identidad del tra- el taylorismo se fundamenta en la idea de elimi-
bajador, pareciera que el toyotismo le regresa al nar cualquier posibilidad de desperdicio de re-
trabajador lo que el taylorismo le había quitado: cursos, principalmente los humanos, al diseñar y
el control de su proceso de trabajo y, con ello, su ejecutar los procesos de trabajo en forma estricta
identidad y la posibilidad de reintegrarse como y rígida con el fin de “hacer más con menos”. En
actor colectivo y útil socialmente. Pero se trata este sentido, el taylorismo está enfocado a los
solamente de una posibilidad, ya que el toyotis- resultados.
mo —al igual que el taylorismo 70 años atrás— El toyotismo lo que propone es satisfacer las
se desarrolla y se implanta en las empresas con necesidades del cliente al diseñar procesos de
el fin de elevar la productividad y bajar los cos- trabajo flexibles basados en la participación
tos de producción, y así responder a los fines de creativa de los trabajadores con el fin de “hacer
máxima ganancia del patrón. El patrón quiere tra- lo mejor con lo necesario”. Así, el toyotismo está
bajadores participativos, polivalentes, flexibles, enfocado a los procesos, pero su ejecución inclu-
pero no con identidad sólida como trabajadores ye el enfoque en los resultados del toyotismo, ya
y como “dueños de su proceso de trabajo”. Esta- que si se mejoran, sistemáticamente los procesos
mos hablando de una paradoja técnico-política de trabajo los resultados también mejorarán.
provocada por la implantación de formas de tra- A manera de especulación científica, se podría
bajo flexibles, toyotistas, en las empresas desde proponer un escalón más arriba en la evolución
finales del siglo pasado hasta nuestros días. de la organización del trabajo, la cual consistiría
en organizar los procesos a partir de la satisfac-
Conclusiones ción del trabajador mismo, lo cual conllevaría a
la mejora de los procesos y, por ende, a la mejora
A manera de gran conclusión podemos decir de los resultados. Estaríamos hablando de “ha-

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


que las propuestas de Taylor no se limitaron a cerse mejor con y en el trabajo” (véase figura 3).

PLENA

HUMANISTA
“Hacerse mejor con y en el trabajo”
AMPLIA (enfoque en los trabajadores)

TOYOTISTA
“Hacer lo mejor con lo necesario”
(enfoque en los procesos)
ESTRECHA

TAYLORISTA
“Hacer más con menos”
(enfoque en los resultados) Pacheco, 2002

Fuente: elaboración propia.

95
Arturo A. Pacheco Espejel

Finalmente, no hay duda de que las propues- 2


 ay autores que hablan de modelos híbridos
H
tas técnicas tayloristas también tuvieron impli- que resultan de la adaptación de las ideas
caciones políticas de suma importancia, ya que japonesas toyotistas de flexibilización del
significaron, en la práctica, una derrota para los trabajo al momento de intentar aplicarlas en
trabajadores en términos de pérdida de control realidades empresariales occidentales (Mi-
sobre el proceso de trabajo, con el consecuente cheli, 1996).
debilitamiento de su identidad de clase.
El toyotismo, como una nueva forma de or- Fuentes bibliográficas
ganización del trabajo opuesta a la lógica taylo-
rista, abrió la posibilidad para la participación Alves, Giovanni (2000), O novo (e precario)
y la reapropiación técnica de los trabajadores mundo do trabalho, San Paulo, Boitempo.
del control de su proceso de trabajo, pero la re- Coriat, Benjamin (1989), El taller y el cronóme-
cuperación de su identidad política como actor tro. Ensayo sobre el taylorismo, el fordismo y
social transformador dependerá de su grado de la producción en masa, México, Siglo XXI. 4ª
conciencia y de su capacidad de organización ed.
como clase social protagonista en el modo de De la Garza, Enrique (2006), Restructuración
producción capitalista mundializado de inicios productiva, empresas y trabajadores en Méxi-
del siglo xxi. Recordemos que en las empresas de co, México, Fondo de Cultura-Universidad
hoy en día conviven los dos sistemas de organi- Autónoma de México.
zación del trabajo analizados, el taylorismo y el De Gaudemar, Jean Paul (1991), El orden y la
toyotismo, debido a que, no debemos olvidarlo, producción. Nacimiento y formas de la disci-
ambas sirven al mismo fin: servir de herramien- plina de fábrica, Madrid, Trotta.
tas técnicas para asegurar las máximas ganancias Hicks, Philip (2000), Ingeniería industrial y admi-
posibles de los dueños de las empresas capita- nistración. Una nueva perspectiva, 2ª reimp.,
listas. México, cecsa.
Micheli, Jordy (coord.) (1996), Japan Inc. en
Notas México. Las empresas y modelos japoneses, Mé-
xico, Miguel Ángel Porrua-uam-Universidad
1
 na forma genérica de nombrar estas nue-
U de Colima.
vas formas japonesas de organizar el trabajo Mol, Michael J. y Julian Birkinshaw (2008) Las
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

es “toyotismo”; sin embargo, en la literatura grandes revoluciones del management. Las in-
se distinguen otros modelos, como posfor- novaciones que cambiaron nuestro modo de
dismo, lean production, nuevas relaciones trabajar, España, Deusto.
industriales, nuevas formas de organización Taylor, Frederick W. (1994), Principios de la ad-
del trabajo, industrial governance, etc. (De ministración científica, Buenos Aires, El Ate-
la Garza, 2006). neo.

96
Los nuevos usos de Taylor en el control
del comportamiento humano

Anahí Gallardo Velázquez


Profesora-investigadora del Departamento de Administración, dcsh, uam-a

Antonio E. Zarur Osorio


Profesor-investigador del Departamento de Administración, dcsh, uam-a

Introducción determinado, cuyas propuestas son resultado de

L
la forma en que los seres humanos se relacionan
a teoría en administración es un constructo

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


para producir su vida material y las condiciones
acumulativo que se elabora para generar sociales en las cuales se realiza.
respuestas eficientes a los distintos proble- Dicho de otra manera, todo proceso de tra-
mas surgidos en la gestión de las organizaciones. bajo está inserto en un proceso de producción,
Aparece para dotar de racionalidad al control cuya naturaleza específica depende de las re-
del proceso de trabajo y resolver los problemas laciones sociales que lo constituyen. De modo
de la gerencia. Se trata, pues, de una construc- que, estrictamente hablando, todo proceso de
ción compleja, que se desarrolla sobre la relación trabajo y de producción es siempre expresión
entre las fuerzas productivas y las formas de co- de la relación que los seres humanos establecen
operación que, en la relación social capital/tra- con la naturaleza a fin de transformarla para re-
bajo, se caracteriza por ser antagónica, lo que producir su vida, mediada por las relaciones que
se traduce en la necesidad de generar, constan- tejen entre ellos mismos. En concreto, el tipo de
temente, nuevos ordenamientos para hacer con- relaciones sociales de producción reinantes en
verger las voluntades de las partes en los fines una sociedad determina las características de los
perseguidos. procesos laborales y productivos. Así, el proceso
Tanto teórica como prácticamente, el fenóme- de producción en su forma capitalista resulta de
no administrativo es un producto históricamente

97
Anahí Gallardo Velázquez y Antonio E. Zarur Osorio

la unidad del proceso de trabajo y del proceso que da cuenta de los nuevos usos de Taylor en el
de valorización (Sartelli, 2001). mundo capitalista contemporáneo, para el con-
De esta manera, estudiar las transformaciones trol del comportamiento humano en la búsqueda
del proceso de trabajo en la actualidad significa de maximizar la ganancia.
observar los cambios en las actividades cuya fi- Por lo mismo, cuando hoy día hablamos de
nalidad inmediata es la producción de plusvalía, organizaciones, tenemos que reconocer que es-
dirigida por la ley del valor. tamos frente a un aparato complejo con múlti-
Entonces, señala Holloway (1994), la ley del ples conexiones e interferencias, que involucra
valor tiene como motor la relación capital-tra- no sólo a un grupo de individuos asociados, sino
bajo mediada por la relación capital-capital. Es además sus fines, las relaciones antagónicas y
decir, la evolución de la relación capital-trabajo complementarias que se establecen en el inte-
en el seno de la producción está condicionada rior, así como los instrumentos de trabajo, los
por la competencia entre capitales. procesos productivos y las formas de control del
Esto significa que hoy la extracción de plus- trabajo, entre otros muchos. Luego, entendemos
valía (relativa y absoluta) es una imposición de la organización como un todo complejo, conti-
la competencia intercapitalista en el mercado nuo y dinámico, orientado a la satisfacción de
globalizado, que a su vez remite a la propiedad determinados objetivos, pero no exclusivamen-
privada y a la separación del trabajador de los te, ya que el fenómeno organizacional no incluye
medios de producción. únicamente organizaciones, sino además proce-
Luego, las primeras propuestas teóricas apa- sos organizados y los entornos con los que se
recen para favorecer el desarrollo del capital a interrelaciona (Morgan, 1991; Morin, 1995).
fines del siglo xix. Por lo mismo, el legado de Ciertamente, las organizaciones y su gestión
Frederick Winslow Taylor (1856-1915), sus prin- son un fenómeno cambiante social complejo, que
cipios y método, diseñados para la regulación de alude a una unidad indivisible y antagónica, como
las organizaciones, no son en modo alguno neu- advierte Morin (1995). Es un ambisistema, en el
tros ni se dan en el vacío, como ciertas posturas que las dimensiones se conforman y parasitan
parecen sugerir. Más bien son una respuesta a mutuamente de manera contradictoria y com-
las necesidades derivadas del proceso de expan- plementaria, es una combinación acompañada
sión de la gran industria estadunidense del siglo de desórdenes e incertidumbre que se desarrolla
pasado, que lleva en sí el antagonismo de la re- a partir de una paradoja, la permanente ambi-
  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010

lación social de producción capitalista. güedad de su complementariedad.


Desde esa perspectiva, el presente documen- Así es como la teoría en administración fue
to se propone, primeramente, realizar un acer- transitando por distintas etapas de análisis, des-
camiento al trabajo desarrollado y los principios de el individuo hasta la organización inmersa en
generados por el ingeniero Federico W. Taylor, su ambiente, por lo que cada vez se hace más
particularmente a finales del siglo xix, en el con- compleja, conforme el objeto de estudio lo de-
texto del proceso de expansión capitalista que se mandaba.
experimenta en Estados Unidos; a la separación
entre el hacer y el pensar, la racionalización del Niveles de análisis Escuela que lo incorpora
proceso de trabajo y su cometido final, expresa-
Individuo Escuela de la administración
do en una mayor productividad y rentabilidad científica
empresarial. En segundo lugar, el ensayo refiere
los cambios que ha tenido el control del proceso Grupo Escuela del comportamiento
humano
de trabajo —del control jerárquico al concerta-
do— más en la forma que en el contenido, ya Organización Escuela burocrática
que su objetivo organizacional es el mismo. Lo Ambiente Escuela de la contingencia

98
Los nuevos usos de Taylor en el control del comportamiento humano, pp. 97-107

En esa trayectoria, el método de ensayo- Los orígenes del taylorismo


error fue muy utilizado. Lo que tenía éxito re-
presentaba una solución adecuada, hasta que Fue a partir de la Revolución industrial y de los
se presentaban nuevos problemas y nuevas procesos de maquinización que de ella se deri-
soluciones, con lo que crecía la cantidad de varon, cuando la gran industria capitalista pudo
enfoques. convertirse en un fenómeno general. Las máqui-
Cabe señalar que las organizaciones se em- nas que se empezaron a utilizar desde la prime-
piezan a analizar experimentalmente desde fines ra mitad del siglo xviii y los constantes progresos
del siglo xix y, por lo tanto, su estudio es un fe- técnicos dieron paso a la constitución de grandes
nómeno relativamente nuevo. Una característica establecimientos y a la producción en masa. Fue
de estos trabajos es su amplia base interdiscipli- en Inglaterra, en la industria del algodón, donde
naria. Efectivamente, al irse revelando el objeto más se desarrollaron las máquinas y las técni-
de estudio cada vez más complejo, los distintos cas que permitieron intensificar los procesos de
investigadores empezaron a incorporar conoci- producción. Una consecuencia de este proceso
mientos propios de otras disciplinas, pero aplica- y de la reunión de un número significativamen-
bles para desentrañar la naturaleza del fenómeno te grande de trabajadores en un mismo espacio,
en cuestión. Tal como lo señala Kast, se trata de fue la especialización en las diversas tareas de
un trabajo ecléctico cuyas contribuciones “pro- fabricación que se repartieron entre los opera-
vienen de distintas disciplinas afines, como, por rios, con lo que progresó la nueva organización
ejemplo, partes de la sociología, la psicología, industrial.
antropología, economía, ciencias políticas, fi- En Estados Unidos el fenómeno evoluciona de
losofía y matemáticas... Durante el siglo xx las manera notable a partir de la segunda mitad del
organizaciones sociales han sido objeto de inte- siglo xix, en particular en los estados del norte. La
rés creciente, por lo que su estudio se ha vuelto introducción de medios de comunicación, y en
un campo importante, visible y definido” (Kast y particular del ferrocarril, fueron preparando las
Rosenzweig, 1994:8). condiciones para el desarrollo de la gran indus-
Es importante señalar que fue justamente este tria capitalista.
proceso escalar en la complejidad de los estu- Frente a todos estos avances, se fueron profun-
dios de las organizaciones (junto con la realidad dizando las diferencias entre patrones y trabaja-
misma, por supuesto) lo que habría de llevarnos dores por la desconfianza que generaban, entre

  Núm. 38, Julio / Diciembre 2010


a un punto de inflexión entre los desarrollos teó- estos últimos, la maquinización y la reformula-
ricos que no reconocen y los que sí reconocen la ción del proceso de trabajo a ella asociada.
diversidad del objeto de estudio, el carácter sin- En el periodo de 1820 hasta principios del si-
gular de los procesos, la diversidad de elementos glo xx es cuando se van dando las condiciones
que los componen, la multiplicidad de intereses para el nacimiento de las grandes corporaciones,
y la variedad de modelos y métodos para enfren- particularmente en Estados Unidos y, de manera
tar los fenómenos organizativos, en fin, la reali- señalada, en la región nororiental, pues toda esta
dad compleja y dinámica. situación de acelerado desarrollo y altos niveles
Justamente, con el advenimiento de la teoría de producción va desbordando la capacidad de
de la Contingencia esto se hace evidente, pues manejo y control de las organizaciones. Aquí se
se reconoce que no hay un best way, sino mu- inscriben los primeros trabajos de Charles Ba-
chas formas de hacer las cosas, y que los fenó- bbage relacionados con la división del trabajo y
menos organizacionales son singulares, lo que el remplazo de las tareas manuales por procedi-
incrementa exponencialmente la complejidad y mientos mecánicos.
viene a echar por tierra las pretensiones de uni- Justamente es en este contexto cuando, a fi-
versalidad y generalización. nales del siglo xix, Taylor (1911; 1983) empie-

99
Anahí Gallardo Velázquez y Antonio E. Zarur Osorio

za a desarrollar sus experimentos que habrían tal suerte que la propuesta de Taylor no sólo no
de conducirlo a la elaboración de su adminis- resolvió los problemas de manera definitiva, sino
tración científica. ¿Pero quién fue Frederick W. que se generaron otros hasta entonces desco-
Taylor?: un ingeniero nacido en Pennsylvania en nocidos, derivados del agotamiento del propio
1856, proveniente, según los biógrafos, de una modelo, de sus insuficiencias para ver más allá
familia de buena posición económica (acomo- de los síntomas y de la incapacidad para com-
dada), cuáquero de religión (para los que el tra- prender los fenómenos en su totalidad, lo que los
bajo y su eficiencia son un medio para obtener llevaba a suponer que los hallazgos eran aplica-
la gracia divina) que, a partir de 1875, se dedicó bles a todo tipo de organización y, por lo tanto,
a realizar trabajos experimentales que habrían generalizables.
de culminar, a principios del siguiente siglo, con El trabajo de Taylor representa la articulación
su propuesta de la administración científica. Tay- del pensamiento científico dominante a fines del
lor trabajó en una empresa siderúrgica donde siglo xix aplicado a los fenómenos del trabajo y
observó detenidamente el trabajo de los obreros la necesidad derivada de ese tipo de pensamien-
encargados de cortar metal y, a partir de ello, to de establecer bases comunes y racionales a
aplicaría el método positivista a los procesos de todos los fenómenos de la realidad social, que
trabajo para descomponerlos en tareas simples, por aquel entonces influyó hasta en las formas
cronometrarlas y establecer normas para su rea- de ejecutar la pena de muerte, haciendo obsole-
lización en tiempos determinados previamente y ta la horca en algunas áreas de Estados Unidos, a
estandarizados. favor de formas más racionales y eruditas de dar
De acuerdo con Coriat (1994:9), Taylor, a muerte a los delincuentes, es decir, se pasó del
principios de siglo, cambia todo: “‘la holganza’ lazo en el cuello a la silla eléctrica.
obrera se convierte en blanco de ataques hasta Entonces, el pensamiento científico de finales
que consigue limitarla”. Él propone sustituir el del siglo xix se caracteriza por dos aspectos: la
empirismo por la ciencia, la planeación por la incorporación del método positivista de las cien-
improvisación, además de organizar las tareas cias naturales a la investigación (observar, medir
de tal forma que se reducen los tiempos muertos. y verificar mediciones, posibilitando la formu-
Su planteamiento establece el pago de un salario lación de principios de aplicación universal), y
a destajo (por pieza producida) en función del su aplicación a los fenómenos del trabajo. Pero,
tiempo de producción normado, salario que de- como bien establece Silverman, se trata de un
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bía servir como incentivo para la intensificación error fatal, ya que los fenómenos naturales y so-
del ritmo de trabajo. Cuando F. Taylor realizó ciales no son del mismo tipo, pues la vida social
sus estudios sobre la organización del trabajo y tiene una lógica interna que se debe compren-
propuso un modelo basado en la constatación der, mientras que en la ciencia natural se im-
científica, supuso que por ese solo hecho, el pone a los datos una lógica externa (Silverman,
de la aplicación de la ciencia a los fenómenos de 1975:163).
organización, había resuelto de una vez y para Además, la propuesta de Taylor también tiene
siempre los problemas que para entonces arras- un sustrato ideológico, pues empieza por negar
traban las organizaciones. El trabajo de los inge- la idea del conflicto, alegando que trabajadores
nieros y la incorporación masiva de máquinas a y patrones tienen un mismo interés: el máximo
los procesos productivos los llevó, incluso, a so- beneficio y la economía de esfuerzos. En con-
ñar con que de seguir por ese camino, algún día traparte, señala que el peor mal es la reducción
se podría suprimir definitivamente a los trabaja- deliberada de la cantidad de trabajo que se pue-
dores, robotizando absolutamente la producción de lograr, y para ello propone eliminar el bajo
y con ello se eliminaría la fuente del conflicto. rendimiento para asegurar la máxima producti-
Pero el mundo no es tan simple y resultó mu- vidad. De hecho, su propuesta se centra en el
cho más complejo de lo que ellos suponían, de remplazo del empirismo por la ciencia.

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Los nuevos usos de Taylor en el control del comportamiento humano, pp. 97-107

De acuerdo con Mouzelis, puestas válidas. Sin duda, “la historia de los ne-
gocios estadunidenses consiste en una sucesión
El taylorismo y el movimiento de ordenación de nuevos desafíos, problemas y oportunidades.
científica reflejan la ideología confidente del ca- Conforme estos surgían, los directivos cuidado-
pitalismo norteamericano antes de la crisis de los sos experimentaban continuamente con nuevas
años treinta. La principal preocupación ya no es respuestas, algunas fallaban y algunas tenían éxi-
el problema de la democracia y la libertad indivi- to de forma repetida” (Ansoff, I. 1999:51).
dual, sino el problema de la productividad en las Así fue como aumentó la cantidad de perspec-
empresas. El centro del análisis ya no es la socie- tivas en un proceso que empezó con los traba-
dad total, sino el trabajador individual, el miem- jos de Taylor y que llegó a su punto culminante
bro de la organización visto como un instrumento con el enfoque de las contingencias, demostrán-
que puede ser manejado con el fin de incremen- dose que la intención de Taylor de solucionar
tar la productividad (Mouzelis N., 1975:180). los problemas de la organización de una vez y
para siempre no fue más que una ilusión, pues
Sin duda, el sistema taylorista consiguió im- el problema era y sigue siendo de enorme com-
portantes incrementos de productividad en las plejidad, en el que concurren varias disciplinas,
empresas que siguieron sus directrices, pero y donde cada nuevo problema es abordado con
también contribuyó a un progresivo empobreci- distinto enfoque, método, universo, objeto y pers-
miento en la cualificación del obrero, quien sólo pectiva teórica.
tenía que operar según instrucciones, sin pensa- Es indispensable reiterar que las organiza-
miento alguno. Y gracias a los crecientes incenti- ciones y los procesos a ellas asociados no son
vos económicos, se pudo compensar la ausencia fenómenos intemporales y expresan la evolu-
total de motivación en el trabajador integrado al ción de las formas de cooperación humana. Las
sistema. condiciones históricas de la organización bajo
La propuesta taylorista es la concreción de dos el dominio del capital dan cuenta de la necesi-
hechos centrales en la historia reciente del capi- dad del control del trabajo por parte de éste. Por
talismo: primero, la destrucción del saber total lo tanto, hay diferencias fundamentales entre las
del trabajador para convertirlo en parcelado y, formas de cooperación simple y las que se deri-
con ello, enajenarle la capacidad de decidir so- van de los procesos organizados desde la geren-
bre su propio trabajo. Y segundo, el inicio de un cia autoritaria, pues instauran formas de relación

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modo de acumulación basado en la producción radicalmente diferentes de las conocidas hasta
en masa. “El pensamiento patronal se vuelve entonces.
contra el oficio, dedicado por entero a quebran- En efecto, las ideas y los tiempos son muy
tarlo y a soslayarlo para crear las condiciones importantes para conocer la naturaleza de las or-
para la acumulación de capital a gran escala”, ganizaciones y los procesos a ellas asociados, to-
señala Coriat (1994:16). das sus acciones están enmarcadas en el tiempo
Con el advenimiento del fordismo (produc- y en el espacio. No es gratuito que los primeros
ción en serie) se demostraron varias cosas, por trabajos sobre los que se construye la teoría or-
un lado, que efectivamente la producción se ganizacional se den en Estados Unidos a finales
multiplicaba mediante la implantación de la di- del siglo xix, que sean ejecutados por un ingenie-
visión del trabajo hasta los detalles mínimos y la ro, supongan la adopción del método positivista
incorporación de la producción en línea, pero y, mejor aun, se den en una empresa ligada al
que también la implantación de esos métodos ramo metalúrgico.
tendría consecuencias imprevistas que, a su vez, Por lo mismo, los desarrollos teóricos sub-
darían paso a nuevos problemas, y esos proble- secuentes a Taylor se dividen en escuelas, mo-
mas habrían de convertirse en objeto de nuevos vimientos o corrientes que dan cuenta de los
experimentos con el propósito de obtener res- principales cambios habidos en la reflexión acer-

101
Anahí Gallardo Velázquez y Antonio E. Zarur Osorio

ca del fenómeno organizacional, pero también en la máquina una salida eficaz para la destruc-
de los distintos momentos en el desarrollo de las ción del oficio y la parcialización de los procesos
ciencias que han colaborado a la construcción de trabajo y, por otra, revela un planteamiento
de la disciplina, así como de los cambios que donde sus consecuencias organizacionales están
se operan socialmente. Cabría especificar que la previstas de antemano por la dirección.
epistemología que ha dominado los diversos
planteamientos del mundo occidental ha sido el Cambio de paradigma
enfoque estructural-funcionalista, que reconoce
y gira en torno a la noción de equilibrio, posibi- En suma, los requerimientos del desarrollo ca-
lidad de ruptura y reconfiguración. pitalista en tiempos de Taylor, cuando los am-
Sin embargo, también emergen otros métodos bientes eran menos complejos y relativamente
de abordamiento, con visiones, matices y postu- estables, establecieron la pertinencia de la uti-
ras diferentes. Entre ellos la perspectiva de Ga- lización de la racionalidad instrumental en el
reth Morgan, que a partir de la utilización de la ámbito organizacional con el fin de alcanzar
metáfora como enfoque analítico (imágenes or- niveles más altos de productividad, de ahí que
ganizacionales), reagrupa las distintas escuelas y los principios de la administración científica tay-
remarca así sus rasgos característicos (Morgan, lorista proporcionaron la lógica apropiada para
1991), a saber: el control del proceso de trabajo, expresado
en la separación del pensamiento (pensar) y la
• La organización como máquina. Que agru- acción (hacer), el enfoque en el trabajador in-
pa el pensamiento de la llamada “escuela dividual (tiempos y movimientos necesarios) en
de la administración científica” y sus suce- oposición al grupo, y el énfasis en los incentivos
dáneas, incluida la escuela burocrática. económicos como la fuente principal de moti-
• La organización como organismo. Que in- vación. Más adelante, con las aportaciones de
corpora la idea de necesidad y entorno. Fayol (1916), se establecen las pautas para la di-
• La organización como cerebro. Que integra seño general de la organización, tales como la
la inteligencia y los procesos de informa- división de la organización en departamentos,
ción y conocimiento, como santo y seña. la coordinación por áreas funcionales, la admi-
• La organización como cultura. Que entien- nistración de jerarquías, etc., dando fundamento
de la organización como un espacio atra- a las relaciones jerárquicas de autoridad, a la re-
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vesado por valores, ideas, normas, rituales, gla legal-racional o burocracia, en fin, al poder y
creencias. la obediencia como dicotomía básica en la ges-
• Las organizaciones como sistemas de go- tión del proceso de trabajo.
bierno. Que aborda los intereses y el con- Luego, durante la primera mitad del siglo xx,
flicto en juego. el mundo organizacional se estructuró delibe-
• Las organizaciones como prisiones psíqui- radamente alrededor de cuatro características
cas. Donde las ideas de los participantes es- burocráticas: la especialización, la jerarquía de
tán atrapadas en el campo organizacional. autoridad, el sistema de reglas, y la impersonali-
• Las organizaciones y la gestión del cam- dad, lo que facilitó el control del comportamien-
bio. to humano, para incrementar la productividad y
• Las organizaciones como instrumento de la rentabilidad.
dominación. Sin embargo, hacia la segunda mitad de ese
siglo, el entorno se vio afectado por las transfor-
En cuanto a la metáfora de la organización maciones del sistema socioeconómico mundial,
como una máquina, ilustra de manera interesan- mucho más interconectado, complejo y cam-
te el planteamiento tayloriano en dos sentidos: biante, por lo que, para lograr la permanencia
significa, por un lado, que el capital encuentra en los nuevos mercados, ahora más competidos

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Los nuevos usos de Taylor en el control del comportamiento humano, pp. 97-107

y dinámicos, fue necesario el surgimiento de una nizativas burocráticas por otras sustentadas en
nueva forma de gestión. equipos de trabajadores en los que se eliminan
Así aparece la posburocracia y su conceptua- los supervisores innecesarios y otros staffs, se ve
lización, cuando la crisis socioeconómica gene- validada con el argumento de que los equipos
ralizada que se vivía en los años setenta, lleva de trabajo autorregulados generan empresas más
a un replanteamiento de la forma y gestión de productivas, competitivas y, por tanto, rentables,
la producción para dar un nuevo aliento al de- al permitir la autoadministración de los trabaja-
sarrollo del sistema capitalista. Surgen en el di- dores en grupos pequeños, cuyas cualidades sean
seño organizacional, configuraciones flexibles responsabilidad, compromiso y, por supuesto,
de organización del trabajo, que poco a poco mayor productividad (Cohen et al., 1996).
se distancian del modelo taylorista weberiano, Surge entonces una pregunta: ¿estas nuevas
pasando de estructuras rígidas y jerarquizadas a prácticas gerenciales o innovaciones en la ma-
estructuras flexibles y autocontroladas, propias nera de controlar el proceso de trabajo y, por
de la adhocracia. ende, el comportamiento humano, está llevando
En efecto, Wolf Heydebrand (1989), uno de a un cambio de modelo económico o mas bien
los primeros investigadores en hablar de pos- lo ha profundizado?
burocracia, señala que hay una relación directa La experiencia indica que las transformacio-
entre las transformaciones del sistema económi- nes en la forma de control del proceso de trabajo
co y la generación de formas organizacionales no suscriben un nuevo sistema económico, más
nuevas. Lo que incluye el trabajo en equipo, los bien profundizan las relaciones capitalistas, la
círculos de calidad, la gestión de la calidad total, tasa de explotación y la tendencia a la polari-
las alianzas estratégicas, los clusters, las redes, zación de clases, en marcha en América Latina
entre otras, en las que se aprecia la respuesta desde al menos las últimas dos décadas.
a diferentes necesidades organizacionales. Al ser Y, como asienta Willmott (2001), las nuevas
diferentes de las burocráticas en su estructura prácticas gerenciales son un medio para desmo-
y dinámica, se les denominó posburocráticas. vilizar a los trabajadores, una solución al pro-
Así, las últimas dos décadas dan cuenta de un blema fundamental de su resistencia a poner su
cambio en la forma de la administración, que conocimiento al servicio de la racionalización.
migra hacia maneras de gestión posburocráticas
basadas ya no en el control jerárquico, sino en Los parámetros de la nueva

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el control concertado, con la intención de evitar forma de control del trabajo
la rigidez organizacional que obstaculizaba la
creatividad y capacidad de innovación del tra- El control del proceso de trabajo se entiende
bajador y, por ende, estar en la posibilidad de como el conjunto de actividades que atañen a la
responder estratégicamente a la volatilidad de vigilancia técnico-organizativa de la marcha de
los mercados (Orsburn, Moran, Musselwhite y la actividad laboral.
Zenger, 1990). Desde Foucault hasta Drucker se ha señalado
Lo que forma parte de una trayectoria directiva que el control del trabajo implica colocar a la
hacia la descentralización y promoción de equi- gente en el espacio exacto donde sus mayores
pos de trabajo autorregulados, así como para la habilidades puedan ser explotadas, así como
generación de redes flexibles inter e intraorga- observar su desempeño, vigilarlo, sancionarlo,
nizacionales, misma que promueve una cultura apreciarlo.
de involucramiento en la búsqueda de un mayor
compromiso de la fuerza de trabajo con la orga- La disciplina fabrica cuerpos sometidos y ejerci-
nización (Wood y Albanese, 1995). tados, cuerpos “dóciles”. La disciplina aumenta
Por lo mismo, la estrategia de la gerencia nor- la fuerza del cuerpo (en términos económicos)
teamericana de cambiar sus estructuras orga- y disminuye esa misma fuerza (en términos po-

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Anahí Gallardo Velázquez y Antonio E. Zarur Osorio

líticos, de obediencia). En una palabra, disocia jador; de hecho, aquí se comparan los precios
el poder del cuerpo; de una parte, hace de este y las ganancias para evaluar la eficiencia orga-
poder una aptitud, una capacidad que trata de nizacional.
aumentar y, por otra parte, cambia la energía, la Por lo que se refiere al control clan (control con-
potencia que de ello podría resultar, la convier- certado), éste hace uso de la cultura corporativa,
te en una relación de sujeción estricta (Foucault, es decir, de los valores, obligaciones, tradiciones y
1975:142). creencias para regular el comportamiento laboral,
pero para ello es indispensable que el trabajador
Hoy, en las fábricas, los obreros han logrado esté involucrado con la organización, comparta
distanciar a los tomadores de tiempos que, se- sus objetivos y sus valores.
gundo a segundo, forzaban la elevación de la ca- Actualmente, con el creciente uso de la redes
dencia productiva. Pero, a cambio, la gerencia de información e internet en las organizaciones,
establece cupos de producción que deben ser el control burocrático basado en reglas estric-
prontamente satisfechos. Por lo mismo, el control tas y cercana supervisión está disminuyendo su
del proceso de trabajo jerárquico o burocrático efectividad, sobre todo en ambientes cambiantes
ha cambiado, pues ha pasado a las manos de los e inciertos. Por lo mismo, se da paso a la mayor
obreros (control concertado) y emerge algo que utilización del control concertado o autorregula-
los estudiosos llaman “autonomía responsable” ción por parte de los trabajadores.
o involucramiento del trabajador. Así observamos que, para fines del siglo xx y
La participación aparece así como un dispo- principios del xxi, se privilegia el uso del control
sitivo social (generador de prácticas y compor- concertado. Por ejemplo, en los equipos de alto
tamientos en los sujetos) que puede contribuir desempeño, se manifiesta en prácticas colectivas
a incrementar la eficiencia de la organización; de organización del trabajo, es decir, sistemas de
reducir costos, incrementar la productividad y mutuo reforzamiento para desarrollar los conoci-
también la calidad mediante la delegación del mientos y habilidades de los trabajadores, alinear
poder, la autoridad y la capacidad de tomar de- sus objetivos individuales a los de la organiza-
cisiones organizativas en los trabajadores. Esta ción, así como compartir información crucial
participación pretende potenciarles, capacitarles para resolver los problemas de los cambiantes
y dotarles de las herramientas, recursos y discre- mercados globales. En fin, se corrobora su utili-
cionalidad que les permita avanzar en los inte- zación para captar los saberes, el compromiso y
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reses de la organización (Edwards y Collinson, la productividad de los trabajadores.


2002). Por lo mismo, estas prácticas no sólo implican
Efectivamente, como advierte Ouchi (1979), compartir información relevante con los trabaja-
se pueden adoptar tres estrategias para el con- dores, sino asumir un proceso de descentralización
trol del proceso de trabajo: la burocrática, la del de la toma decisiones operativas, un “enrique-
mercado y la del clan. cimiento del trabajo” para posibilitar el mejora-
En la burocrática, el control radica en la au- miento continuo o, incluso, la innovación ante la
toridad racional legal, es decir, en la utilización hipercompetencia de los mercados globales.
de reglas jerárquicas de autoridad, documentos Es decir, se da una discrecionalidad en el con-
escritos y otros mecanismos para estandarizar la trol del proceso de trabajo por parte del trabajador
conducta laboral y asegurar un buen desempe- y se le provee del entrenamiento y motivación
ño. Estrategia que, como hemos visto, se utilizó pertinentes en beneficio de la rentabilidad orga-
ampliamente a lo largo del siglo xx para regular nizacional (Appelbaum y Berg, 1998).
el comportamiento laboral. Esto muestra distintas maneras de concebir la
Por su parte, el control del mercado se basa flexibilidad laboral u horizontalización de las es-
en la competencia por la vía de los precios para tructuras, iniciada en la década de los noventa,
medir los resultados y productividad del traba- cuando el uso de la capacitación y las prácticas

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Los nuevos usos de Taylor en el control del comportamiento humano, pp. 97-107

motivacionales fueron aplicadas ampliamente, ¿Pero cuáles han sido las repercusiones de
es decir, se promueve una gran participación la aplicación de estas nuevas formas de control
del trabajador, la adquisición de nuevas habi- (control concertado o autocontrol)?, ¿se logra
lidades interpersonales y de trabajo en equipo una mayor productividad y al mismo tiempo un
(enriquecimiento del trabajo), así como planes bienestar para el trabajador?
de carrera, mínimas diferencias de estatus, pago En la literatura al respecto, los estudios res-
por mérito o pago en función del conocimiento ponden negativamente a la pregunta, e incluso
y resultados, entre otras. advierten que el autocontrol, en el contexto ac-
Luego, hablar de facultar al trabajador para tual de mayores exigencias laborales, está pro-
la toma de decisiones operativas, alude a una duciendo un estrés laboral que pone en riesgo la
nueva forma de control del proceso de trabajo, salud de los trabajadores.
hoy denominada empowerment, y que puede
ser caracterizada como aquel proceso gerencial Consecuencias de las nuevas formas
que ofrece mayor autonomía laboral (discrecio- de control del proceso de trabajo
nalidad sobre su actuar), compartiendo con ellos
información relevante y facultándolos para el Respecto al control de calidad y el enriqueci-
control de los factores que influyen en su desem- miento de las tareas, se observa que los emplea-
peño laboral con apoyo para la capacitación y dos están obligados a comunicar a la gerencia
entrenamiento, con prácticas motivacionales que los defectos que observan en el sistema, actuan-
refuercen su autoeficacia y que los involucren do como controladores de calidad al mismo
mental y emocionalmente con la organización. tiempo que trabajan en su tarea productiva
En efecto, la participación en sus diversas va- específica. El sistema es capaz, entonces, de
riantes —grupos de producción, rotación entre ser corregido sobre la marcha allí donde los
puestos, ampliación y enriquecimiento de ta- propios trabajadores ven la falla. Esto equiva-
reas— tiende hacia la utilización al máximo de le a reconducir sobre el trabajador dos tareas
las capacidades individuales de los trabajadores, distintas, la de producción y la de control del
su colaboración para mejorar la eficacia, su saber funcionamiento del proceso. Lo novedoso es
y su creatividad en pos de una mayor producti- la fusión de las dos tareas en los trabajadores
vidad y flexibilidad. Por lo mismo, las políticas (polivalencia), y que aparece como “enriqueci-
participativas de restructuración de las tareas y miento”, cuando en realidad es un aumento de

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los puestos de trabajo, implementadas unilate- la tasa de explotación, dada la intensidad del
ralmente por los dirigentes empresariales, cons- trabajo requerida (Sartelli, 2001). En cuanto a la
tituyen una actualización de las disciplinas de conformación de los equipos de trabajo, es una
control para explotar e intensificar la fuerza de tra- tentativa de los empresarios para controlar no
bajo (Lahera, 2004). sólo el comportamiento productivo de los tra-
Al respecto, Butts y sus colegas (2009) descu- bajadores, sino también el psicológico en cuan-
bren que la relación entre empowerment y los to a la regulación de sus sentimientos e ideas
resultados organizacionales depende de que el innovadoras. Ciertamente, el trabajo en equipo
trabajador perciba un soporte organizacional opera como instrumento de control del proceso
—grado en que los empleados creen que la or- de trabajo en la medida en que se discuten de
ganización realmente los cuida y valora su tra- forma colectiva las fallas, las metas, los cam-
bajo—. No es de sorprender que se muestre que bios por introducir, etcétera.
el empowerment incrementa el compromiso y la La competencia entre los trabajadores es otra
satisfacción cuando los trabajadores se ven va- forma de control del proceso de trabajo, que se
lorados por la organización. La razón es que se establece por el logro de los beneficios extrasa-
sienten obligados a responder en reciprocidad, lariales, como el ofrecimiento de premios por
al recibir apoyo de ésta. productividad, las más de las veces meramente

105
Anahí Gallardo Velázquez y Antonio E. Zarur Osorio

simbólicos o de un valor ínfimo en relación con bajo y las formas que toma la coordinación de
el esfuerzo realizado. los esfuerzos. Pero es necesario destacar que no
La consecuencia esperable de estas transfor- debemos perder de vista, al analizar los trabajos
maciones es el aumento de la intensificación la- de Taylor y sus posteriores usos, algo que parece
boral; por la cantidad y diversidad de las tareas a obvio, pero que en buena parte de la literatura
atender, la velocidad en la entrega de resultados, administrativa y organizacional no se reconoce,
y la falta de descanso requerido para reproducir se refiere al fin de la producción capitalista y que
adecuadamente su fuerza laboral (física y psíqui- consiste en la producción de la mayor cantidad
ca), que puede llevar hasta el agotamiento ex- posible de plusvalor, lo que encara la exigencia
haustivo y derivar en burnout. de aumentar la capacidad productiva como un
Por ejemplo, en el caso de restaurantes de imperativo del orden dominante.
comida rápida, para quienes trabajan a tiem- Este proceso tiene un significado social y de-
po parcial suele no haber descanso alguno a lo termina ciertos fines y la forma de llegar a ellos.
largo de la jornada, y para quienes lo hacen a Si no tenemos claro esto, no se puede entender
tiempo completo, no reciben más de 20 minu- plenamente el fondo de las propuestas que nos
tos en ocho horas; además, como resultado de la ocupan.
polivalencia, estos trabajadores están obligados Ahora bien, como resultado de este ensayo
a llenar los tiempos muertos entre tarea y tarea podemos caracterizar el control del proceso de
(Sartelli, 2001). trabajo actual como un fenómeno que hace un
En definitiva, estas prácticas participativas nuevo uso de los principios tayloristas, esto es,
suponen la construcción de un nuevo dispositi- las nuevas prácticas organizacionales, entre otras
vo disciplinario para incrementar la frontera de el empowerment, buscan y logran un aumento
control de la gerencia sobre la actividad de los de la productividad y rentabilidad organizacio-
trabajadores, a través de una especie de “cruza- nal, pero simultáneamente han significado una
da o ingeniería cultural” que manipula sus con- disminución relativa de los salarios y, por ende,
ciencias y prácticas (Kunda, 1992). un aumento de la tasa de explotación, derivando
en un riesgo de salud para los trabajadores por el
Conclusiones sobreesfuerzo sostenido.

El fenómeno organizacional es, sin duda, com- Fuentes bibliográficas


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plejo, y una muestra de ello la encontramos en


los desarrollos de Taylor y en las aplicaciones Ansoff, H. I., R. Declerck y R. Hayes (1999), El
que de ahí se derivaron. Todo trabajo social o planteamiento estratégico, México, Trillas.
colectivo supone de alguna manera la realiza- Appelbaum, E. y P. Berg (1998), “Hierarchical Or-
ción de tareas que subdividen la labor global, ganization and Horizontal Coordination: Evi-
que están estrechamente conectadas, que se dence from a Worker Survey”, Working Paper.
asignan a distintos individuos que cooperan, que Butts, M. M., R. J. Vandenberg, D. M. DeJoy, B.
requieren de una función directiva que coordine S. Schaffer, y M. G. Wilson (2009), “Individual
las partes para lograr un fin común, de lo cual reactions to high involvement work practices:
se conforma el organismo total. Dice Mintzberg Investigating the role of empowerment and
que toda actividad humana organizada supone perceived organizational support”, Journal of
dos requisitos: la división del trabajo y la coordi- Occupational Health Psychology, núm. 14.
nación de las tareas (Mintzberg, 1999:26). Cohen, Ledford y Spreitzer (1996), “A predictive
Podemos decir que, en general, los estudios model of self-managing work team effective-
tayloristas se centran en la forma en que las dis- ness”, Human Relations, vol. 49, núm. 5.
tintas operaciones son asignadas a los individuos Coriat, B. (1994), El taller y el cronometro, Méxi-
cooperantes sobre la base de la división del tra- co, Siglo XXI.

106
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107
Reflexiones sobre el sujeto femenino
en el discurso taylorista

Aria Devónica Tánori Pina


Candidata a doctora en Estudios Organizacionales, dcsh, uam-i

Introducción predominantes en su tiempo sobre el trabajo fe-

P
menino.
uede aseverarse que las mujeres han par-

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Otro aspecto interesante es que, aparte de la
ticipado en el trabajo remunerado desde obvia exaltación de las virtudes del estudio de
que comenzaron a aparecer las organi- tiempos y movimientos, una lectura más pro-
zaciones modernas (con la apertura de la gran funda permite extraer los aspectos negativos de
fábrica y la desaparición del oficio). Sin embar- aquello que parecía sólo presentar bondades.
go, en los discursos sociales, políticos, económi- Con la finalidad de aportar elementos para
cos y teóricos, las mujeres no aparecían como un comprender lo que este importante autor señaló
sujeto del que se considerara necesario hablar. sobre el trabajo femenino, comenzamos con una
Esto mismo se observa en los planteamientos de breve exploración histórica de la participación
Taylor y sus estudios de tiempos y movimientos. de las mujeres en las organizaciones modernas.
Tanto de su libro Shop Management, como de Posteriormente, se revisan dos de los principales
Principios de la administración científica, pueden trabajos de Taylor y los comentarios que ya des-
extraerse informaciones sobre el tipo de tareas de principios del siglo xx hicieron dos mujeres
que realizaban las mujeres en la industria, ade- —Ainslee y Wyatt (1914)—, acerca de los efec-
más de menciones acerca de los estereotipos tos del taylorismo sobre el trabajo femenino.

109
Aria Devónica Tánori Pina

El contexto discursivo que rodeó el ingreso femeninas pasaran a manos de los hombres. El
de las mujeres a las organizaciones vapor rompió con los tornos y ruecas y las hila-
doras y tejedoras tuvieron que buscar un puesto
El capitalismo imperante durante la Revolución en la fábrica textil. Pero los hombres, al ser los
industrial se convierte en un generador de dis- primeros en abandonar la casa en búsqueda de
cursos muy particulares que se transformaron en subsistencia, ingresan a realizar esos trabajos,
prácticas arraigadas en las organizaciones. Una antes considerados femeninos. Se produce una
de ellas es la separación entre la esfera industrial situación paradójica: en el nuevo discurso a las
y la doméstica. El trabajo doméstico se convirtió mujeres se les considera usurpadoras de puestos,
en servicio privado, lugar de producción de va- sin embargo, los varones también ocupan espa-
lores de uso. Su función era, a partir de ese mo- cios considerados de mujeres (Sullerot, 1970:90-
mento, la reproducción humana sin costo para la 91).
empresa (Artous, 1982:17). A todo lo anterior se añade que las empresas
Para facilitar que las mujeres realizaran ese tra- aprovechan muy bien los estereotipos sobre lo
bajo no remunerado, el capitalismo permitió que masculino y femenino y la división entre trabajo no
se difundiera un relato negativo de su inserción productivo (doméstico) y trabajo productivo (in-
en las organizaciones mismo que, además, tenía dustrial), para hacer una distribución de tareas
la ventaja de mantener los salarios y condicio- segregada, usando a las mujeres para las labo-
nes laborales convenientes para la producción res menos deseables. De este modo, la antigua
de ganancias de la empresa. En este discurso, la división sexual del trabajo3 se hizo más borrosa
mujer era vista como una ladrona del trabajo del y sinuosa al crear nuevas formas de separación
hombre y, además, empeoraba las condiciones e intercambiar actividades que se consideraban
laborales de ambos sexos como consecuencia de uno u otro sexo. Algo quedó claro: sin impor-
de la estrategia empresarial de utilizarlas —jun- tar cuál fuera la distinción entre lo masculino y
to con los niños y los inmigrantes— como arma lo femenino, la mujer siempre participaba en la
para disminuir pretensiones de aumentos de sa- sociedad y en la nueva economía en un estatus
larios o de mejora de las condiciones laborales inferior (Sullerot, 1970:103).
(Sullerot, 1970:87). Por otro lado, durante los siglos xviii, xix y to-
En este contexto prevalece una imagen de davía las primeras décadas del xx, se asiste a un
los trabajadores como recursos-objetos. Esto se discurso moralista y religioso que ensalza la vir-
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observa en las prácticas comunes de la época, tud de la mujer y su papel central como ama de
como la contratación de mujeres jóvenes y solteras casa y encargada de la familia. La mujer recibe
(superfluous woman),1 la creación de pensiones la “oportunidad” de trabajar, de salir de su papel
en las propias fábricas para alojar a los traba- principal, discurso que probablemente permi-
jadores, el establecimiento de relaciones con el tía a los antiguos empresarios no pagarles igual
Estado y la iglesia para el mantenimiento de una que a los hombres.
fuerza de trabajo cautiva para las empresas (wor- La mujer, socialmente, era un sujeto subordi-
khouses en Inglaterra), la práctica del derecho nado. No sólo en el hogar se sometía a su padre,
del señor2 por parte de los empresarios y la la- a sus hermanos o a su esposo, sino que también
bor en jornadas de trabajo de 12 a 18 horas en la fábrica estaba sujeta a los mandatos del
diarias en pésimas condiciones de salubridad y capataz, contramaestre, dueño y al encargado
seguridad. de la pensión. Era un recurso que podía ser fá-
Otra de las consecuencias que produjo el ca- cilmente manipulado y del que podía obtenerse
pitalismo, fue la transformación de economías una alta plusvalía. En este ambiente, las mujeres
agrícolas en industriales, y con ello el despla- eran sujetos de relatos contradictorios: por un
zamiento del trabajo artesanal. Esto llevó a que lado, amas de casa, madres, cuidadoras; por el
casi todas las producciones antes consideradas otro, individuos hábiles, veloces y precisos (ade-

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Reflexiones sobre el sujeto femenino en el discurso taylorista, pp. 109-120

más de baratos). Mujeres frágiles, individuos a zacionales de la mejor forma y dar prioridad a la
los que había que cuidar; mujeres “hacedoras” tecnología y las máquinas sobre políticas de ba-
de las tareas más pesadas, desagradables y ruti- jos salarios e incremento de jornadas laborales.
narias, que ni siquiera los varones querrían rea- La consecuencia práctica de esta ideología fue
lizar.4 que orilló a las empresas a un replanteamiento
de la organización y cómo administrarla. En el
El taylorismo como la innovación antiguo taller, compuesto por una estructura en
organizacional del siglo xx la que destacaban el maestro, capataz y apren-
diz, la organización se implementaba mediante
Como puede deducirse del anterior repaso histó- formas simples de instrucción. El dueño del ne-
rico, desde los inicios de la Revolución industrial gocio se encontraba siempre presente y dispo-
la mujer ya mostraba una incursión de facto en nible para controlar y dirigir todo. Pero con la
las organizaciones, pero su presencia no influyó Revolución industrial los negocios adquirieron
en la construcción y presentación de una narra- una escala enorme y la empresa privada tuvo
ción pública que resaltara su importancia, así que recurrir al único modelo disponible: el mili-
como tampoco las modificaciones que ocasionó tar y burocrático. No es sino hasta fines del siglo
en el discurso y prácticas de las organizaciones xix, con el trabajo de Taylor y su administración
y la sociedad en general. científica, cuando se puede hablar de “el primer
Con el concepto de narración pública5 se intento sistemático por imponer una ideología y
hace referencia al relato que se promueve abier- estrategia sobre el comportamiento industrial y or-
tamente, en el caso de este documento, sobre el ganizacional” (Clegg y Dunkerley, 1980:72-75).
sujeto mujer trabajadora. Se encontró que desde Se puede derivar, a partir de la información
los inicios de lo que puede ser llamado “organi- anterior, que los modelos pretayloristas perdu-
zación moderna”, la mujer es actriz de una obra raron durante mucho tiempo en las fábricas, ya
donde predominan contradicciones, mezcla de que continuaban siendo útiles. En diversos paí-
enunciados “moralinos” y “economicistas” en ses de Europa, como Inglaterra, las empresas se
los que la obtención de ganancia por parte de los beneficiaban de la la reserva de mano de obra
empresarios promueve la utilización de la em- desempleada (como la de mujeres, niños y mi-
presa de “las cualidades femeninas”. grantes), la constante inseguridad en el empleo y
La incursión femenina en las organizaciones la miseria, así como del pago por pieza.

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ocasionó, entonces, cambios en las narracio- Con la depresión de 1870, sin embargo, las
nes sociales y organizacionales, así como en las economías tuvieron que reorganizase. Aquello
prácticas llevadas a cabo por las empresas. En se logró mediante una estrategia doble de re-
este contexto aparecen formulaciones teóricas ducir costos y crear demanda. Se reorganizó la
sobre “la mejor administración” de las mismas, industria, de modo que se utilizaron los medios
pero no obstante, estos cambios observables en masivos para publicitar bienes y entrenar consu-
la organización no son llevados a los plantea- midores que ahora tenían cierto poder adquisitivo.
mientos teóricos. Como verificamos a continua- Los costos se redujeron gracias a la producción
ción, la presencia femenina es nulificada en el en masa y el uso de tecnología de punta, que
discurso teórico, a favor de la presentación de un fueron posteriormente refinados mediante la
“sujeto neutral”.6 administración científica (Clegg y Dunkerley,
Hacia el siglo xix la ideología de los empre- 1980:85).
sarios estaba compuesta por una combinación Al respecto, Coriat menciona que el tayloris-
de autoritarismo con un interés central en la mo introdujo una nueva forma en la relación de
maximización de ganancias y la productividad fuerza entre las clases: el cronómetro se convirtió
orientada al incremento de la fortuna individual. en el nuevo instrumento político de dominación
Su objetivo era administrar los recursos organi- del trabajo. La producción en masa se instau-

111
Aria Devónica Tánori Pina

ró como el nuevo régimen de acumulación de rante las guerras. El estudio de tiempos y movi-
capital que, ayudado por el estudio de tiempos mientos tomó en las fábricas, durante la primera
y movimientos de la administración científica, y segunda Guerra Mundial, una de sus máximas
permitió a la empresa imponer sus propios rit- expresiones al utilizar lo más eficientemente po-
mos y normas a la producción de mercancías. sible las “habilidades y cualidades” de las muje-
Por último, el Estado incursionó también por me- res. Incluso se dio un más claro traslado que en
dio de su participación en la regulación y control estadios anteriores de las mujeres hacia ocupa-
social, convirtiéndose en el operador general del ciones consideradas masculinas, en la industria
trabajo asalariado (2005:2-5). armamentista, y en general los tres sectores de
Otro de los problemas que las organizaciones la economía. Además, las mujeres se enfrenta-
resolvieron con el taylorismo fue el sindicalis- ron a un incremento de su capacitación y a la
mo, que tanto en las potencias europeas como incursión en trabajos profesionales y educación
en Estados Unidos era muy fuerte. Incluso hay universitaria.
quienes afirman que esto, en particular, fue lo Pero esta participación de hecho en las orga-
que mayormente persuadió a los empresarios nizaciones no es recogida por la teoría organi-
para preocuparse del control del trabajo. El ofi- zacional. Incluso los autores importantes de la
cio constituyó “de manera sistemática y general época, como Taylor, hicieron caso omiso de
—durante todo el siglo xix— la piedra angular las características femeninas cuando expusieron las
sobre la que (fue) construida la organización virtudes de sus planteamientos. Aun cuando en
obrera, su capacidad de resistencia, su fuerza” las organizaciones se alababa a las trabajadoras,
(Coriat, 2005:13). en contraposición a los varones, la celeridad, la
Frederick Winslow Taylor produjo un cuerpo parsimonia, la paciencia, sensibilidad motriz,
de conocimiento que controlaba el trabajo tan- precisión e incluso obediencia, y se aprovecha-
to ideológica (mediante la determinación de es- ban grandemente mediante procesos de trabajo
fuerzos) como técnicamente (diseño de tareas), diseñados a través de estudios de tiempos y mo-
configurando un empleado solitario e indivi- vimientos, los teóricos de las organizaciones
dualista. Señaló la importancia de descomponer insistieron en dibujar un trabajador genérico y
el proceso de producción en sus mínimos ele- completamente neutral.
mentos, elevando la productividad y buscando
evitar la que consideraba “inherente flojera del Mujer-económica, mujer-máquina:
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obrero”. Por medio de la observación, el registro revisión de los principios de Taylor


y la experimentación, el ingeniero, figura cen-
tral en este modelo, identificaría regularidades y En Shop Management y Principios de la adminis-
constantes y, por lo tanto, señalar el desempeño tración científica, Taylor expone los beneficios
óptimo (Clegg y Dunkerley, 1980:88). de su sistema a través de la presentación de los
La medición del trabajo (estudio de tiempos resultados obtenidos en diferentes organizacio-
y movimientos) prescribía la división de las ta- nes y diferentes procesos de trabajo. A conti-
reas y su descripción detallada de realización en nuación se hace referencia solamente a aquel
tiempo y forma. Los esquemas de incentivo de- en el que participaban mujeres, con la finalidad
bían fijarse por cada pieza de trabajo, y el pago de comprender cuál era el lugar que el autor les
se realizaría en relación con un nivel prescrito otorgaba dentro de su propuesta.
de producción. Con esto se incentivaba el traba- Uno de los procesos estudiados fue el de ins-
jo individual, por medio de una obvia medición pección de balines de bicicleta. Esta tarea con-
personal del desempeño (Clegg y Dunkerley, llevaba examinar los balines después de haber
1980:88). pasado por el proceso de pulido, para remover
Ahora bien, parte del contexto histórico en el los que estuvieran cuarteados o presentaran cual-
que el taylorismo adquiere gran agudeza es du- quier otra imperfección antes de empaquetarlos.

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Reflexiones sobre el sujeto femenino en el discurso taylorista, pp. 109-120

La compañía en particular había funcionado casi Habría que analizar a profundidad si tal incre-
10 años con una jornada laboral ordinaria, hasta mento no se debió más bien al temor de las em-
que decidió que era momento de reorganizarse, pleadas ante los continuos cambios y a perder
de modo que las más de 120 chicas que hacían sus ingresos, y no al éxito de la administración
ese trabajo fueran habilidosas en sus labores científica en el establecimiento. Además, puede
(Taylor, 1911a y 1911b). discernirse sin necesidad de ir más lejos en el
Las inspectoras trabajaban diez horas y media relato, la intransigencia con la que eran aplica-
por día, incluyendo medio día los sábados. Su ac- dos los métodos por parte de la administración,
tividad consistía en poner las pequeñas bolas de así como la prontitud para justificar el éxito del
acero pulidas en el pliegue entre dos dedos de la nuevo sistema.
mano izquierda; mientras eran giradas una y otra Para dar sustento a su principio de selección
vez, se les examinaba bajo una fuerte luz. Luego, de los trabajadores —con base en las caracterís-
con la ayuda de un imán sostenido con la mano ticas más adecuadas a cada actividad—, Taylor
derecha, se tomaban los balines defectuosos y se (1911a, 1911b) cita en sus libros los estudios
depositaban en cajas especiales (Taylor, 1911a fisiológicos que se habían venido realizando
y 1911b). en distintas universidades. Entre estos relata los
Las mujeres buscaban cuatro tipos de defec- experimentos conducidos para conocer lo que
tos: indentaciones, rasguños, blandura en el ma- llamaban “coeficiente personal”. Cuenta que exá-
terial y fracturas por calor. Tal actividad requería menes aplicados a distintos individuos mostra-
un enorme esfuerzo de atención y concentra- ron, de forma concluyente, grandes diferencias
ción, pues los defectos —a menos que se tuviera personales en tal coeficiente. Se pensaba que al-
un ojo bien entrenado— eran difíciles de notar gunos individuos nacían con inusuales poderes
(Taylor, 1911a y 1911b). Por tal razón, las ins- de percepción, acompañados de un potencial de
pectoras se encontraban en un continuo estado respuesta muy alto. El mensaje era casi instantá-
de tensión, a pesar de trabajar sentadas y no rea- neamente transmitido del ojo al cerebro, y éste
lizar un gasto de energía física muy grande. respondía rápidamente enviando el mensaje co-
No obstante, Taylor encontró que las chicas rrecto a la mano. De las personas de este tipo
pasaban ociosas gran parte de la jornada labo- se decía que tenían “un bajo coeficiente perso-
ral, lo que atribuyó al largo periodo de trabajo. nal”, mientras que aquellos de baja percepción
Por tal razón, sugirió acortar media hora el día. y acción, se les consideraba de “alto coeficiente

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A cada chica se le dio a conocer la propuesta personal”.
a través del capataz, señalando que no implica- La empresa reconoció que las cualidades que
ba una reducción salarial. Éste, en un principio, se requerían de las inspectoras de balines eran
confirmó la aprobación de las mujeres. No obs- un bajo coeficiente personal, junto con gran re-
tante, Taylor observó que, en realidad, se habían sistencia e industria. Se dijo entonces que, por
presentado disentimientos y decidió someter a el bien tanto de la empresa como de las chicas,
votación la propuesta, situación que se tradujo se excluiría a todas las mujeres que carecieran
en una negación total por parte de las inspecto- de un bajo coeficiente. Esto significó deshacer-
ras (Taylor, 1911a y 1911b). se de muchas de las más inteligentes, trabajado-
A final de cuentas, después de unos meses, ras y confiables inspectoras, porque no poseían
se decidió que las horas de trabajo serían recor- la cualidad de tener una aguda percepción se-
tadas en pasos sucesivos, de nueve y media a guida de una rápida respuesta (Taylor, 1911a y
nueve horas y luego a ocho horas y media (con 1911b).
el mismo pago). Los resultados fueron beneficio- Con el nuevo sistema apareció otro proble-
sos para la empresa, ya que con cada recorte de ma: al hacer el pago de las trabajadoras según
la jornada, la producción se incrementó (Taylor, el cumplimiento de cierto estándar de trabajo, el
1911a y 1911b). incremento en la cantidad producida se podría

113
Aria Devónica Tánori Pina

traducir en un deterioro de la calidad del pro- Estas medidas convirtieron las labores en una se-
ducto. Debido a que la razón de ser del puesto cuencia, donde las mujeres tenían que compor-
era vigilar la calidad de los balines, ésta era una tarse como una máquina que podía encenderse
situación que no podía permitirse. Para evitarlo, y apagarse a voluntad de sus empleadores. A esta
se tomaron medidas para hacer imposible que medida se sumó la separación de las empleadas
las trabajadoras aligeraran su trabajo sin que ello como forma de evitar que platicaran durante los
fuera notado. Esto se logró a través del estableci- periodos de trabajo (Taylor, 1911a y 1911b). El
miento de una sobreinspección. mismo Taylor reconoce que para muchos su sis-
Se elaboró, además, un método para revisar tema convertía al trabajador en un hombre de
la honestidad y precisión de la sobreinspec- madera, un autómata, y que se hacían saber co-
ción. Cada dos o tres días el capataz preparaba mentarios respecto a la falta de libertad sobre el
un conjunto de balines entre los que mezclaba proceso productivo.
algunos con defectos de cada tipo. Ni las ins- La aplicación de estas restricciones nos infor-
pectoras ni las encargadas de la sobreinspección ma de una visión del trabajador como un indi-
tenían forma de distinguir este lote preparado de viduo principalmente flojo, e interesado sólo en
los otros. De esta forma se removía la tentación el logro de recompensas materiales (incremento
de aligerar el trabajo o hacer devoluciones falsas de salarios). Es un sujeto al que se debe contro-
(Taylor, 1911a y 1911b). lar estrechamente para evitar que incurra en la
Después de este paso, para asegurar el incre- distracción y en prácticas de resistencia a las se-
mento de la producción, se comenzó a llevar cuencias de producción establecidas por el ne-
un registro de la cantidad y calidad de trabajo gocio.
realizado. Esto permitía al capataz usar a su fa- Como premio a la complacencia con el nuevo
vor la ambición de las inspectoras, por medio ritmo de trabajo, la empresa arregló el pago de
del alza salarial de aquellas que entregaban ma- un bono o premio cuando las trabajadoras cum-
yor cantidad y mejor calidad, a la vez que podía plieran con su tarea. Esto se hizo estableciendo
identificarse a las “incorregiblemente lentas y una tasa diferencial por pieza. Bajo este sistema,
despreocupadas” para eliminarlas del proceso o el pago de cada chica se incrementó en propor-
reducirles el salario (Taylor, 1911a y 1911b). ción a la cantidad y la precisión de su producción
Se observó el modo en que las chicas usaban (Taylor, 1911a y 1911b).
su tiempo de trabajo y se desarrolló un estudio Taylor reconoce que las inspectoras fueron
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de tiempos y movimientos. Se determinó qué tan sometidas a un proceso de adaptación, ya que


velozmente podría desarrollarse la inspección, a antes de que comenzaran a trabajar de la forma
modo de establecer la forma más rápida y ade- establecida, fue necesario presionarlas por me-
cuada, buscando a la vez que la tarea no pro- dio de la medición de su desempeño cada hora.
dujera demasiado cansancio. El estudio señala Además, se necesitó asignar un maestro para en-
haber comprobado que las mujeres gastaban señarles individualmente qué era lo que estaban
gran parte de su tiempo en una ociosidad par- haciendo mal, cómo corregirlo, y para motivar-
cial, hablando y medio trabajando y, en algunos las y ayudarlas a insertarse en el nuevo ritmo
casos, sin hacer nada. Además, después de una (Taylor, 1911a y 1911b).
hora y media aproximadamente de trabajo con- Taylor suponía, además, que para mantener
secutivo, comenzaban a ponerse nerviosas (Tay- la motivación de los trabajadores debía recom-
lor, 1911a y 1911b). pensárseles inmediatamente después de haber
Por tal razón se arregló un periodo de 10 mi- hecho su trabajo. De esta manera, un trabajador
nutos de descanso por cada hora quince minutos promedio podría contrastar su esfuerzo con una
de trabajo (dos por la mañana y dos por la tarde). ganancia. Era de la opinión de que los trabaja-
En los recesos se les obligaba a parar de traba- dores de base eran incapaces de diferir una re-
jar y a dejar sus asientos para caminar o hablar. compensa, y que esto era aún más notorio en

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Reflexiones sobre el sujeto femenino en el discurso taylorista, pp. 109-120

“personalidades elementales” como las de las final sólo representaban la aplicación de más es-
mujeres inspectoras o los niños. Esto último deja fuerzo mental y físico, a pesar de los periodos de
entrever una posición prejuiciosa respecto al ca- descanso y otros beneficios introducidos.
rácter de las mujeres, a las que de algún modo Las autoras comienzan por mencionar que de
consideraba inferiores a los varones. la diversidad de empresas en las que la adminis-
En sus esquemas de recompensa queda implí- tración científica entró con gran empuje durante
cito también su entendimiento de la naturaleza las dos ultimas décadas del siglo xix y la primera
individualista de las personas. Pensaba que una del siglo xx, al menos tres empleaban mujeres.
de las razones de la ineficiencia de los esquemas Reconocen que el grado en que el nuevo sistema
en los que se compartían ganancias era que no se hallaba incorporado no era igual entre ellas y
se daba libertad al individuo de desarrollar su que en algunas se encontraba más o menos utili-
ambición. Para él, la ambición era y siempre se- zado. Otro dato interesante es que tales empresas
ría el incentivo más poderoso para garantizar el se podían considerar características de espacios
esfuerzo. Además, razonaba, esos sistemas pre- donde se aceptaba gran cantidad de mujeres,
sentan grandes dificultades porque el trabajador, incluso desde los comienzos de la Revolución
aunque podría aceptar compartir sus ganancias, industrial. Esto se debe a que ahí se realizaban
no haría lo mismo con las pérdidas. actividades que tenían extremo parecido con la-
Para la empresa, la implantación del sistema bores domésticas.
fue todo un éxito: 35 chicas quedaron haciendo El recuento que hacen es específicamente de
el trabajo que antes realizaban 120. Además, la un molino de algodón en New Jersey, una blan-
precisión y rapidez del proceso de inspección se queaduría en Delaware y una fábrica de termi-
incrementó en dos tercios. Aumentó sustancial- nado de telas en New England. Sus propósitos
mente la calidad del producto, hubo una reduc- fueron los siguientes: “presentar una crónica tan
ción en costos de inspección y se consideró que clara como ha sido posible obtener del efecto
mejoraron las relaciones entre los empleados y de los métodos de la administración científica en
los empleadores. las fortunas de las trabajadoras especialmente las
horas, salarios y la salud general de las mujeres
Una lectura femenina del taylorismo trabajadoras en estas casas…” (Ainslee y Wyatt,
en los albores del siglo xx 1914:807). Para hacer algunos señalamientos in-
teresantes, se retoma el caso de la blanqueaduría

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Por su parte, Ainslee y Wyatt —en un artículo de telas.
publicado en 1914— realizan importantes seña- Ainslee y Wyatt (1914) relatan cómo, a princi-
lamientos respecto a la administración científica pios de 1910, se le pidió a Mr. Gantt que otorgara
aplicada al trabajo de las mujeres. Uno de los una consultoría concerniente a la aplicación de
aspectos que clarifica este punto, es que a princi- la administración científica en una casa de ter-
pios del pasado siglo las aportaciones de Taylor minado de telas. La instalación de dicho sistema
se dejaron sentir, tanto por parte de la empresa se dio con el inicio de una huelga que perdieron
como de los propios trabajadores, como cam- los trabajadores. La huelga comenzó debido a
bios significativos e importantes. que los empleados deseaban un incremento de
No obstante, en las descripciones que se ha- su salario de 10 por ciento.
cen a lo largo del documento, se encuentra que En el documento se expresó que tal reque-
aun cuando para las trabajadoras de aquel tiem- rimiento fue satisfecho con la utilización de la
po algunos de los cambios fueron positivos, real- administración científica, e incluso fue superior
mente distaban mucho de presentar condiciones a 10%. La producción aumentó tanto por la uti-
organizacionales favorables para ellas. Más aún, lización de métodos mejorados como por la in-
algunas modificaciones fueron recibidas con re- troducción de estándares. Pese a ello, también se
celo y resistencia por las trabajadoras, ya que al señaló que, sumado a la petición de incremento

115
Aria Devónica Tánori Pina

salarial, el propio hecho de la utilización de nue- acuerdo con los nuevos periodos de descanso
vos métodos de trabajo tuvo incidencia en que se y optaron por unirlos en dos descansos de 50
iniciara la huelga (Ainslee y Wyatt, 1914:812). minutos, uno a mitad del día y otro a mitad de
El establecimiento de terminado de telas blan- la tarde. Las autoras consignan que esto produjo
queaba, almidonaba y calandraba bombasí, mu- efectos adversos: crearon un ambiente donde el
selina, percal y telas de camisa y las doblada y alargamiento del periodo de trabajo se hacía in-
empaquetaba para su embarque. Se relata que soportable, con descansos tan largos que se ter-
la fábrica tenía buena iluminación, ventilación minaban aprovechando para realizar actividades
y una excelente situación en un terreno abierto. no relacionadas con la producción.
Trabajaban alrededor de 200 mujeres jóvenes, Destaca que las inconformidades con el nuevo
entre americanas, de la Canadá francesa, escocesas sistema fueron minimizadas en la medida de lo
e inglesas, bajo el sistema de bono por tareas. posible. Asimismo, es evidente que las mejoras
Según la descripción, vivían con sus familias en a los métodos de trabajo hacían las labores más
casas bien construidas y en lugares de buen as- cansadas y estresantes, al incluir operaciones en
pecto, con excepción de sólo algunas de ellas. las que la trabajadora no podría dedicar ni un
Uno de los procesos donde se empleaba a mu- solo minuto a actividades distintas a las que se le
jeres consistía en mantener tela corriendo a través había definido.
de una máquina bastidor. El proceso podía ser de Otro proceso implicaba pasar la tela ya seca
dos tipos, dependiendo de la tecnología usada: en por una máquina que la medía. La actividad de
uno, dos chicas se sentaban cada una cuidando las obreras consistía en pararse bajo el marco
una punta de la tela y manteniéndola derecha en de la máquina y sostener los brazos de made-
los ganchos del bastidor. Con nuevas máquinas, ra que hacían la medición. Sus operaciones,
sólo una chica cuidaba ambos bordes de tela y además, consistían en vigilar el funcionamiento
podía estar sentada o parada (Ainslee y Wyatt, de la máquina, marcar defectos en el material,
1914:813). parar la máquina cuando se acabara la tela y
Normalmente estas máquinas bastidor funcio- cargarla hasta una mesa donde la tomaban los
naban lentamente, lo que influía en la monotonía encargados de doblarla e inspeccionarla.
del trabajo. Las mujeres recibían salarios de $6 Cuando se introdujo el sistema de bonos en el
dólares por semana, descansaban tres cuartos de área donde se medía el material más pesado, las
hora en la mañana y otros tres cuartos en la tar- máquinas se elevaron sobre plataformas para que
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de, se daba un periodo del mismo tiempo para la pila de tela estuviera al nivel con una mesa ad-
tomar alimentos al medio día, hacia la mitad de yacente, evitando que la trabajadora la cargara.
un día de trabajo de 10 horas y media. Cuando se La máquina corría con más rapidez y la tarea se
introdujo la administración científica, las chicas incrementó de 115 piezas a 610, el salario de
sólo trabajaban por periodos de 1:20 hr. Tenían tiempo completo subió a $10 dólares, disminu-
20 minutos de descanso, lo que hacía que se in- yéndose 45 minutos de tiempo de trabajo.
tercalaran los periodos de descanso y trabajo du- Una de las características de este proceso es
rante el día. Ahora las máquinas corrían con más que la máquina se paraba presionando con el
rapidez. La tarea de las chicas era pasar 32 000 pie derecho un pedal. Las mujeres a las que se
yardas por día y, si alcanzaban el bono, ganaban les cuestionó sobre ello, expresaron que esto no
hasta $9 dólares. Así, la productividad se incre- significaba ningún esfuerzo o dificultad espe-
mentó en 60% (Ainslee y Wyatt, 1914:813). cial para ellas, pero cuando se consultó con un
Queda señalado en el documento que las chi- médico, se encontró que en los últimos 10 años
cas que trabajaban con las máquinas bastidor se muchas mujeres habían presentado síntomas ad-
sintieron contentas con los cambios y alabaron versos (Ainslee y Wyatt, 1914:815).
el nuevo sistema. Sin embargo, en otra parte de Por otro lado, el incremento de la velocidad
la fábrica las trabajadoras no habían estado de en las máquinas de medición aumentó el núme-

116
Reflexiones sobre el sujeto femenino en el discurso taylorista, pp. 109-120

ro de accidentes. En un extremo de la máquina ficios aparentes sólo en lo salarial y las horas de


había una navaja, pero debido al mayor esfuerzo trabajo. A final de cuentas, es probable que estas
de concentración de las trabajadoras en sus ta- bondades no hayan sido muy apreciadas en con-
reas, no notaban cuando acercaban demasiado traste con el desgaste físico. Un ejemplo de ello
sus dedos (Ainslee y Wyatt, 1914:815). son las opiniones recogidas por las autoras en
Antes de la introducción del sistema de bonos, uno de los procesos más cansinos dentro de la
una sola chica doblaba, inspeccionaba y pegaba fábrica: el dedicado a la elaboración de sábanas
la etiqueta correspondiente a la tela. También y fundas para almohadas.
cargaba el material desde una tabla cercana a En esta área, la tela era llevada en carros a
la máquina medidora, actividad que con las mo- las chicas, quienes tenían que rasgarla en par-
dificaciones al proceso comenzó a ser realiza- tes, siguiendo órdenes escritas por cada pedido.
da por chicos. Aun así, con el nuevo sistema se Los trozos se cortaban con tijeras, poniéndolas
presentó una situación adversa: ya de por sí el en un extremo y rasgando el filo hasta el otro.
traslado de las telas más pesadas era una labor Luego tenían que estampar el material, doblarlo
cansada, pero con el incremento de la rapidez y ponerlo en otro carro para trasladarlo a las má-
en el proceso, esta labor se hizo más pesada que quinas de coser. Tal tarea era muy severa para
antes, por la necesidad de cargar mayor cantidad los músculos de la mano y el antebrazo, causaba
de tela (Ainslee y Wyatt, 1914:816). hinchamiento en los dedos y tensión en las mu-
A esta modificación podrían asignárseles otros ñecas, aun cuando las chicas se las vendaban
efectos inoportunos. Si se considera que esta ac- para evitarlo.
tividad anteriormente era realizada por mujeres, Los resultados del nuevo sistema fueron: 1)
el nuevo sistema hacía necesaria el uso de mano que los salarios se incrementaron de $5.98 a
de obra masculina. Por un lado, con la desventa- $6.75 dólares, llegando incluso a los $7.50 si el
ja de seguir reforzando el estereotipo de debili- estándar de 1 100 sábanas semanales era sobre-
dad física de las mujeres, y por otro, al hacer un pasado; y 2) que el trabajo de cortado pasó a
traslado de una ocupación femenina a manos de manos de varones (Ainslee y Wyatt, 1914:819).
los hombres. Diariamente tenían que ser cosidas 620 sába-
En la misma tarea de doblado, una chica co- nas y se incrementaban los salarios de $7.50, a
menzó a sufrir de nerviosismo constante y miedo entre $8 y $11 dólares, con la nueva velocidad
a no alcanzar su bono. Esta situación, junto con impuesta. Las mujeres, además, tenían que parar

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los efectos planteados anteriormente, nos pro- 10 minutos en la mañana para limpiar las máqui-
porciona un vistazo al gran estrés que producía nas y el desperdicio alrededor de la misma. La
el nuevo sistema. El trabajo de las mujeres estaba tarea de cosido era considerada monótona, des-
más constreñido que nunca y altamente vigila- ventaja a la que se unió el nerviosismo y estrés
do, el incremento de la producción incidía en causado por el pago por bono, ya que quedaban
el número de accidentes de trabajo, y el propio fuera del control de las obreras las continuas des-
sistema, basado en la motivación por el dinero, composturas en las máquinas (Ainslee y Wyatt,
incrementaba la preocupación de la trabajadora 1914:819-820).
por alcanzar su estándar diario de producción.
Todo esto sin considerar que la aplicación, por Conclusiones
parte de la administración, no necesariamente
era la más estricta y uniforme entre todas las tra- Es notoria la manipulación de los discursos socia-
bajadoras, y por lo que no todas se beneficiaban les por las empresas. Se mezcla a conveniencia
de los periodos de reposo. el discurso moral-social con el discurso capita-
Los problemas relacionados con la fatiga y la lista, para producir varios efectos. Por un lado,
salud no fueron resueltos entonces por los nue- se mantiene que el lugar principal de la mujer es
vos sistemas implantados. Se encontraron bene- el espacio doméstico, de lo que se deriva que su

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Aria Devónica Tánori Pina

trabajo extradoméstico sea visto sólo como una más importante es que, con su apuesta, sin que-
ayuda familiar. rer favoreció la magnificación de esa situación,
De la idea de que la mujer no tenía la misma que se tradujo, en algunos casos, en condiciones
capacidad intelectual y física que el varón, nació laborales para las mujeres aún peores de las que
el sustento para su asignación a trabajos ad hoc ya tenían. A este respecto, autoras como Lagrave
y poco calificados, ya que se consideraba que (1991) y Sullerot (1970) señalan que la mujer es,
la mayor parte de sus habilidades se encontraba incluso, el perfecto trabajador taylorizado.
en las tareas del hogar. Esto favoreció, a su vez, En opinión de Sullerot (1970:149), se apren-
una segregación laboral7 de la que se benefició dió pronto que la mujer era dedicada, poseía una
la empresa. “natural complacencia” y aguantaba enormes
Se alaban sólo aquellas virtudes femeninas jornadas aun con bajos salarios. Incluso en las
que convienen a las organizaciones, como rapi- fábricas comenzaron a modificarse los procesos
dez, concentración, docilidad y prestancia de las de trabajo y adaptaron su material para utilizar
mujeres. Se utilizan los aspectos negativos del lo más provechosamente posible sus aptitudes
discurso para dar sustento a pagarles menos que especiales de celeridad, que remediaban su falta
a los varones y no ofrecerles buenas condiciones de fuerza muscular. Dichas fábricas pasaron por
de trabajo. La segregación en esto también des- procesos de racionalización en los que el taylo-
empeña un papel importante, pues al asignárse- rismo y el trabajo en cadena se hicieron centra-
les espacios feminizados (que se caracterizaban les y facilitaron el trabajo de las mujeres.
por reproducir las tareas domésticas), también se Por su parte, Lagrave (1991:86) señala que se
sustentaba el menor pago por la supuesta menor trató de hacer rentables las cualidades femeninas
calificación que requerían. naturales. Cita a Maurice Frois (1926:63), quien
Estas ideas en el discurso social de la época se decía: “las mujeres se distinguen por su valor,
encuentran, de una forma u otra, patentes tam- su habilidad en los trabajos que requieren una
bién en el trabajo de Taylor. Aspecto que pue- gran sensibilidad motriz, movimientos rápidos y
de retomarse, por ejemplo, de sus comentarios precisos. Por otra parte, la mujer es buena ad-
acerca de la personalidad femenina. Pero algo ministradora, previsora por naturaleza, e incluso
mucho más necesario de rescatar es que la mujer ávida de ganancias; a veces, una ligera ganancia
estaba presente en las demostraciones empíricas suplementaria basta para que trabaje por encima
de los principios de Taylor, pero no así en sus de sus fuerzas”.
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enunciados teóricos. En éstos sólo aparecen re- Sin entrar en más detalle en las descripciones
tazos de discurso estereotipados que —sobre la presentadas por Ainslee y Wyatt (1914), se dirá
mujer en las organizaciones—, la sociedad de- solamente que presentan un panorama en el que
claraba a los cuatro vientos. los laureados beneficios de los estudios de tiem-
La trabajadora que Taylor pretende presentar pos y movimientos se tradujeron, en realidad, en
en Shop Management y Principios de adminis- el incremento del ritmo de trabajo y malestares
tración científica no es una trabajadora, sino un físicos y mentales para algunas trabajadoras, pér-
sujeto neutral. Pero las descripciones que nos dida del empleo para muchos y en el traspaso de
presenta en sus páginas no tienen nada de eso. tareas realizadas por mujeres a varones.
No hay nada de neutral en los relatos sobre las Aunque esto último aparece descrito como un
inspectoras de balines que eran contratadas por resultado negativo para las mujeres, es necesario
poseer características que las hacían más ade- señalar también su matiz positivo. Quizá no en
cuadas que los varones para esa tarea. El trabajo ese momento, sino en años posteriores, puede
era estresante, minucioso, requería parsimonia, encontrarse que la mujer comenzó también a
paciencia e industria. incursionar en ocupaciones consideradas típica-
El trabajo que describe Taylor está sustentado mente masculinas. Pero de hecho, la simple in-
fuertemente en estereotipos de género,8 pero lo serción de la mujer en el espacio organizacional

118
Reflexiones sobre el sujeto femenino en el discurso taylorista, pp. 109-120

ya significó un importante ajuste tanto para la y los detentadores de poder. Normalmente


sociedad como para las empresas. Cuestión no- las personas o grupos en situación de sub-
table en que el propio Taylor, que en opinión de ordinación, ya sea por prudencia, miedo o
Clegg y Dunkerley (1988:88) manifestaba prejui- deseo de buscar favores, le darán a su com-
cios sexistas en su trabajo, considerara necesario portamiento público una forma adecuada a
agregar un ejemplo empírico de una tarea reali- las expectativas del poderoso. En este caso,
zada por mujeres. al decir narración pública se hace referencia
De no haber sido por las demandas de todas a la emisión de una narración que se espera
aquellas mujeres que entraron por primera vez en sea acorde con las expectativas de la socie-
las antiguas fábricas, y señalaron la desigualdad dad. Es decir, se dice aquello que no contra-
de condiciones que vivían, todas las ganancias viene las normas y los dichos aceptados.
que en la actualidad se han obtenido, y todos 6
En el ámbito de la teoría de la organización
aquellos espacios en los que todavía trabajan por tradicional, las organizaciones son concep-
ingresar, no serían una realidad. Asimismo, aún tualizadas y teorizadas como neutras respec-
no se considerara un tema digno de teorizar la to a distinciones entre mujeres y hombres.
participación femenina en las organizaciones. Un mecanismo conceptual al que se recurre
comúnmente, es el posicionamiento de un
Notas ser humano general, abstracto, individual o
un trabajador que aparentemente no tiene
1
Mote aplicado en Estados Unidos a aquellas género (Acker, 1992:568).
mujeres solteras y sin familia que buscaban En el escenario organizacional, la segrega-
7 

empleo en las fábricas. ción es conceptualizada como segregación


2
En francés, Droit de Seigneur es un derecho laboral y se presenta tanto en forma espacial
feudal que teóricamente establecía la potes- como funcional. La primera es aquella en la
tad señorial de tener relaciones sexuales con que hombres y mujeres desarrollan sus acti-
toda doncella, sierva de su feudo, recién ca- vidades en distintos lugares; la segunda, en
sada con otro siervo suyo. En el artículo es la que sus actividades o tareas, incluso den-
utilizado para aludir al acoso, por parte de tro del mismo espacio, son distintas (Izquier-
los dueños de las fábricas, en contra de las do, 2001:19).
trabajadoras. En Mosteiro et al. (2001:308) se indica que los
8 

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3
Según Bordieu, la división sexual del traba- estereotipos de género se expresan mediante
jo mediante una distribución muy estricta de la asignación de ciertas características psico-
las actividades asignadas a cada sexo, de su sociales a cada sexo, conformando creencias
espacio, su momento e instrumentos, es uno o generalizaciones que aluden tanto a ras-
de los ejes fundamentales de la desigualdad gos y roles como a características cognitivas.
sexual (Bordieu, 2000:22). En su versión femenina, dichas asignaciones
Sullerot (1970) comenta que, durante la re-
4 
remiten a aquellos rasgos físicos o de perso-
volución industrial, era común encontrar nalidad, conductas y ocupaciones más aso-
mujeres como limpiadoras de cloacas, ba- ciadas a las mujeres que a los hombres, y su
rrenderas, desengrasadoras de máquinas. contraparte masculina, incluye rasgos más
Actividades que los varones, si podían ha- asociados a los hombres. El problema es que
cerlo, rechazaban. no sólo se establecen diferencias, sino que
Concepto creado a partir de la descripción
5 
el estereotipo siempre va cargado de cierta
que hace Scott (2000:24) acerca de lo que direccionalidad, que predispone favorable o
denomina “discurso público”. El discurso desfavorablemente hacia una determinada
público es la descripción abreviada de las categoría, principalmente confiriendo menor
relaciones explícitas entre los subordinados estatus a lo femenino.

119
Aria Devónica Tánori Pina

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120
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