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Urim y Tumim

Urim y Tumim es el nombre dado por los antiguos israelitas a los instrumentos empleados
para descubrir la voluntad de Dios sobre determinado evento. Ambas palabras en
plurales provienen del hebreo que significa luces y perfecciones.

Hay diversidad de criterios con respecto a los objetos Urim y Tumim. Los cristianos creen
que Urim y Tumim eran dos piedras colocadas en el pectoral del Sumo Sacerdote de Israel,
y frente al velo del Santísimo se consultaba a Jehová y dependiendo de la piedra que sacara
el Sumo Sacerdote, era confirmada una respuesta positiva o negativa, siempre con la
premisa de que ese era la opinión de Dios ante la interrogante planteada.

La antigua tradición hebrea afirma que el sacerdote usaba el Urim y Tumim y al ser
positiva la respuesta de Dios, se encendían doce luces sobrenaturales de diferentes colores,
con los nombres de las doce tribus de Israel, ubicadas en el pectoral del sacerdote. Existe la
creencia de que las dos piedras eran un elemento simbólico que representaba un don
especial concedido al Sacerdote.

De acuerdo con la visión judaica, Urim y Tumim remontan al Sumo Sacerdote de Israel y
su uso cesó cuando los ejércitos babilonios comandados por el rey Nabucodonosor
desolaron a Jerusalén y destruyeron su templo en el 607 a.C.

Urim y Tumim en la Biblia


El Urim y Tumim como parte de la indumentaria del Sumo Sacerdote para investigar la
voluntad de Dios en los asuntos dudosos del ámbito nacional. A pesar de no ser
mencionadas explícitamente, la Biblia las describe como elementos que se usaban en el
pectoral del Sumo Sacerdote para traducir o adivinar la voluntad de Dios.

“Mete en el pectoral de la decisión divina las piedras sagradas de la suerte; ellas irán sobre
el pecho de Aarón cada vez que entre en la presencia del Señor. De esta manera, cuando
esté en la presencia del Señor, Aarón llevará siempre sobre su pecho las decisiones divinas
acerca de los israelitas.” (Ex. 28:30).

“Se presentará ante el sacerdote Eleazar, que consultará el juicio del Señor sobre él por
medio de las suertes. Toda la comunidad de Israel acatará sus órdenes.” (Nm 27:21)
URIM Y TUMIM

Objetos que se emplearon para determinar la voluntad divina en cuestiones de importancia


nacional para las que era necesaria la respuesta de Jehová.

Como se registra en Levítico 8:8, Moisés puso el Urim y el Tumim en el pectoral después
de colocar este sobre Aarón. Aunque la preposición hebrea que aparece traducida en este
pasaje por “en” (“dentro”, BAS) puede comunicar la idea de “sobre” (TA), la misma palabra
se utiliza en Éxodo 25:16 al hablar de la colocación de las dos tablas de piedra en (“dentro”,
Mod) el arca del pacto. (Éx 31:18.) Se ha supuesto que el Urim y el Tumim eran las doce
piedras fijadas al pectoral. Pero esta idea no tiene fundamento en el texto bíblico, pues en la
ceremonia de inauguración sacerdotal se le puso a Aarón el pectoral completo con las doce
piedras cosidas sobre él, y luego se puso en el pectoral el Urim y el Tumim. De igual
manera, una comparación de los versículos 9, 12 y 30 del capítulo 28 de Éxodo refuta la
teoría de que el Urim y el Tumim fuesen las dos piedras de ónice que iban sobre las
hombreras del efod del sumo sacerdote. (Éx 28:9-14.) Es evidente que estas eran objetos
distintos.

Su uso. Es de destacar que el Urim y el Tumim tenían que estar sobre el corazón de Aarón
cuando este se encontrara “delante de Jehová”, probablemente refiriéndose a cuando Aarón
estaba de pie en el Santo, delante de la cortina que daba al compartimiento Santísimo, para
inquirir de Jehová. El que estuviesen situados “sobre el corazón de Aarón” parece indicar
que el Urim y el Tumim estaban en el pliegue o bolsa que formaba el pectoral. Estas
piedras eran para “los juicios de los hijos de Israel”, y se utilizaban cuando se necesitaba
una respuesta de Jehová a una pregunta de importancia para los líderes nacionales y, por
consiguiente, para la nación misma. Jehová, el Legislador de Israel, daba una respuesta al
sumo sacerdote en cuanto al proceder correcto que se había de seguir sobre cualquier
asunto. (Éx 28:30.)

David pidió a Abiatar que empleara el Urim y el Tumim cuando Abiatar, habiendo
escapado de una matanza de sacerdotes en Nob en la que había muerto su padre, se
presentó ante David con el efod. Al parecer, era el efod del sumo sacerdote. (1Sa 22:19, 20;
23:6-15.)

Puede que fueran suertes. De las ocasiones que se registran en las Escrituras en las que se
consultó a Jehová por medio del Urim y el Tumim, parece deducirse que la pregunta estaba
formulada de tal manera que bastaba un “sí” o un “no” como respuesta, o, a lo más, una
respuesta muy breve y directa. En una ocasión (1Sa 28:6) se menciona únicamente el Urim,
aunque debe sobrentenderse que se incluía al Tumim.

Varios comentaristas bíblicos creen que el Urim y el Tumim eran “suertes sagradas”. (Éx
28:30, LT, nota.) Algunos piensan que se trataba de tres piezas, una que llevaba escrita la
palabra “no”, otra con la palabra “sí” y una tercera en blanco. La pieza que se sacase daría
la respuesta a la pregunta que se plantease, a menos que saliera la que estaba en blanco, lo
que indicaría que no se daba respuesta. Hay quien opina que también pudieron ser dos
piedras planas, blancas por un lado y negras por el otro. La piedras se arrojaban, y si
coincidían las dos caras blancas boca arriba, significaba “sí”; si las dos eran negras, “no”, y
si una era negra y otra blanca, no había respuesta. Hubo una ocasión en la que Saúl inquirió
del sacerdote sobre la conveniencia de atacar o no a los filisteos y no hubo respuesta.
Preocupado porque alguno de sus hombres hubiese pecado, imploró: “¡Oh Dios de Israel,
de veras da Tumim!”. Saúl y Jonatán fueron apartados, y luego se echaron suertes para
determinar cuál de los dos era el culpable. Puede verse cómo este pasaje distingue entre la
acción de ‘dar Tumim’ y la de echar suertes, y, aunque parecen acciones distintas, el relato
parece indicar que estaban relacionadas. (1Sa 14:36-42.)

Servían para enlazar el reino con el sacerdocio. En Deuteronomio 33:8-10 se alude al


sacerdocio aarónico con las palabras: “Tu Tumim y tu Urim pertenecen al hombre que te es
leal”. El que se diga que estos pertenecen “al hombre que te es leal [a Jehová]” tal vez
aluda a la lealtad de la tribu de Leví (de la que vino el sacerdocio aarónico) demostrada en
el incidente del becerro de oro. (Éx 32:25-29.)

Jehová sabiamente proveyó el Urim y el Tumim y los colocó en las manos del sumo
sacerdote. Así el rey dependía en gran manera del sacerdocio, evitando una excesiva
concentración de poder en manos del soberano. De este modo se hacía necesaria la
cooperación entre la gobernación real y el sacerdocio. (Nú 27:18-21.) Jehová dio a conocer
su voluntad al pueblo de Israel a través de su Palabra escrita, por medio de sueños y de los
profetas, aunque parece ser que se valió de los profetas y los sueños en ocasiones
especiales, mientras que el sumo sacerdote con el Urim y el Tumim siempre estaba presente
al servicio del pueblo.

Su uso cesó en el año 607 a. E.C. Según la tradición judía, el uso del Urim y el Tumim
cesó cuando los ejércitos babilonios mandados por el rey Nabucodonosor desolaron
Jerusalén y destruyeron su templo en el año 607 a. E.C. (Talmud de Babilonia, Sotá 48b.)
Esta opinión está apoyada por lo que leemos con respecto a estos objetos en los libros de
Esdras y Nehemías. Allí se dijo a ciertos hombres que afirmaban ser de la línea sacerdotal
pero que no podían hallar sus nombres en el registro público, que no podían comer de las
cosas santísimas provistas para el sacerdocio hasta que un sacerdote se levantase con el
Urim y el Tumim, pero no hay prueba escrita alguna de que se usasen por entonces, y la
Biblia ya no vuelve a hacer más referencia a estos objetos sagrados. (Esd 2:61-63; Ne 7:63-
65.)

El Sumo Sacerdote mayor consulta a Jehová. En la carta de Pablo a los Hebreos se dice
que Jesucristo es el gran Rey-Sacerdote a la manera de Melquisedec. (Heb 6:19, 20; 7:1-3.)
En él se combinan la gobernación real y el sacerdocio. Su obra sacerdotal fue prefigurada
por la del sumo sacerdote del antiguo Israel. (Heb 8:3-5; 9:6-12.) Como tal Sumo
Sacerdote, todo juicio de la humanidad está encomendado a sus manos. (Jn 5:22.)
No obstante, cuando estuvo en la Tierra, dijo: “Las cosas que les digo a ustedes no las
hablo por mí mismo; sino que el Padre que permanece en unión conmigo está haciendo sus
obras” (Jn 14:10) y “no hago nada por mi propia iniciativa; sino que hablo estas cosas así
como el Padre me ha enseñado”. (Jn 8:28.) También dijo: “Si juzgo, mi juicio es verídico,
porque no estoy solo, sino que conmigo está el Padre que me envió”. (Jn 8:16.) Sin duda,
en su ensalzada posición celestial, perfeccionado como Sumo Sacerdote para siempre,
continúa en este proceder de sujeción a su Padre, acudiendo a Él por guía en el juicio. (Heb
7:28; compárese con 1Co 11:3; 15:27, 28.)
“URIM Y TUMIN ”
Eran parte del pectoral, una de las vestiduras especiales, particulares y privativas del Sumo
Sacerdote según dice la Torá en Éxodo 28:30.

Estas palabras significan respectivamente “Luces y Perfección o integridad” (ver Éxodo


28:30,), en ellas se manifestaba la voluntad de Dios. Un halo de luz en torno al Urim era
señal de la aprobación divina y una sombra sobre el Tumin era evidencia de su
desaprobación. Los Urim y los Tumim eran dos inscripciones del Nombre Divino.
A Moisés Dios le reveló a Moisés el secreto de cómo hacer los Urim y los Tumim.
Sólo él, podía hacerlos y ponerlos en el pliegue del pectoral. Por lo tanto, en
ningún lugar está escrito que nadie haya contribuido en hacer los Urim y los
Tumim o alguna instrucción a los trabajadores sobre como hacerlos.

Al parecer funcionaban en conexión con el pectoral, este no eran obra de orfebre, (sino fue
entregado de algún modo por Dios a Moisés) aunque fueran de oro y plata y contenían
diferentes piedras preciosas, en las cuales se hallaba inscrito el sagrado Nombre inefable, y
eran utilizados por Dios como medio para comunicar sus sentencias al sacerdote en
determinadas ocasiones.

Se cuenta que sobre las 12 piedras del pectoral estaban escritos los nombres de
las 12 tribus, los nombres de los patriarcas Abraham, Itzjak y Iaacov, y también las
palabras (shivtei Ieshurún –tribus de Ieshurún (uno de los nombres dados al
pueblo de Israel)). En cada piedra había seis letras, incluyendo el nombre de la
tribu, por lo tanto, había 72 letras en total.

Cuando se traía un interrogante ante el Sumo Sacerdote (Cohen Gadol,) él


meditaba en el Santo Nombre de los Urim. Esto provocaba que las letras sobre las
piedras del pectoral se iluminaran o resaltaran. Estas letras formaban la respuesta
a la pregunta. Sin embargo, dado que no estaban especialmente ordenadas,
nuevamente el Cohen Gadol (Sumo Sacerdote) tenía que meditar en el Santo
Nombre de los Tumim y entonces se le daba Ruaj Hakodesh (Espíritu Santo)–
inspiración Divina –un nivel de profecía menor que aquel llamado “nevua” para
ordenar las letras apropiadamente y transmitir la respuesta correcta.

El pectoral constó de dos pedazos, que formaron una colecta, o bolsa, y en el que se guardó
las dos piedras sagradas, llamadas el Urim (representando luz y excelencia) y el Tumim
(representando perfección y realización). Estas piedras eran Dios ordenando instrumentos
en el que el Sumo sacerdote los usaba para inquirir a Dios sobre temas acerca de los hijos
de Israel.

El Urim y Tumim eran dos piedras Preciosas. Cuando alguien requería una respuesta de
Dios antes de hacer una importante decisión, ellos irían al Sumo sacerdote, y le inquirían
para tomar su demanda en la presencia de Dios por una respuesta. El sumo sacerdote estaría
de pie ante la Lámpara parada, sosteniendo el Urim en una mano y el Thummin en la otra.
Cuando la luz reflejada del Urim y el Thummin hacia las piedras del pectoral, esta
llamarada de luz proveía las 24 combinaciones (2 x 12).

El populismo llevó a degradar a estos objetos a una especie de herramienta premonitoria.


Con las pérdidas de los Templos de Jerusalén, se perdió el rastro y la certeza acerca de
estos misteriosos objetos consagrados.

Oráculo se refiere a un mensaje o respuesta divina a una consulta, por lo general


prediciendo el futuro. Por extensión, también se refiere al lugar, estatua, santuario o
símbolo donde se le hacen preguntas a los dioses. Oráculo viene del latín oraculum y este
del verbo orare (hablar). La palabra se forma con el sufijo -culum / culus, que expresa, la
mayoría de las veces diminutivos, y en otros casos medios o instrumentos. Así el vocablo
conserva su doble acepción de “medio de habla o expresión” de un dios, y “respuesta oral
breve”.

Tumin y Urim estarian dentro de los llamados Oráculos Hebreos mas concretamente
Goral es lo que mal se tradujo de la Tora en otros idiomas como “Lotería”. Existieron
diferentes Goralot entre los Hebreos, uno de ellos fue el Urim y los Tummin a través del
Sumo Sacerdote.

“Y tú pondrás en el pectoral los Urim y los Tumim” (28:30)

PREGUNTA: ¿Qué eran los Urim y los Tumim y como operaban?

RESPUESTA: Los Urim y los Tumim eran dos inscripciones del Nombre Divino. Cuando Moshé
estaba en el cielo estudiando la Torá, Hashem le reveló el secreto de cómo hacer los Urim y los
Tumim. Sólo Moshé, a quien el secreto le fuera revelado, podía hacerlos y ponerlos en el pliegue
del pectoral. Por lo tanto, en ningún lugar está escrito que nadie haya contribuido en hacer los Urim
y los Tumim o alguna instrucción a los trabajadores sobre como hacerlos.

Sobre las 12 piedras del pectoral estaban escritos los nombres de las 12 tribus, los nombres de los
patriarcas Abraham, Itzjak y Iaacov, y también las palabras (shivtei Ieshurún –tribus de Ieshurún
(uno de los nombres dados al pueblo de Israel)). En cada piedra había seis letras, incluyendo el
nombre de la tribu, por lo tanto, había 72 letras en total.
Cuando se traía un interrogante ante el Cohen Gadol, él meditaba en el Santo Nombre de los Urim.
Esto provocaba que las letras sobre las piedras del pectoral se iluminaran o resaltaran. Estas letras
formaban la respuesta a la pregunta. Sin embargo, dado que no estaban especialmente
ordenadas, nuevamente el Cohen Gadol (Sumo Sacerdote) tenía que meditar en el Santo Nombre
de los Tumim y entonces se le daba Ruaj Hakodesh –inspiración Divina –un nivel de profecía
menor que aquel llamado “nevua” para ordenar las letras apropiadamente y transmitir la respuesta
correcta.

Éxodo 28.30 En el pectoral: más precisamente, dentro del


pectoral. Aunque se desconoce la forma que tenían el Urim y el
Tumim, se trataba de objetos para echar suertes y obtener una
respuesta de Dios acerca de las decisiones que era preciso
tomar. Cf. Nm 27.21; Dt 33.8; Esd 2.63; Neh 7.65.
Éxodo 28:30 (RV1960) Y pondrás en el pectoral del juicio Urim y Tumim, para que
estén sobre el corazón de Aarón cuando entre delante de Jehová; y llevará siempre Aarón el
juicio de los hijos de Israel sobre su corazón delante de Jehová.

Según el Talmud (Yoma 73a) describe como al preguntar al pectoral, las piedras se
iluminaban para explicar la respuesta. El libro de Samuel enumera el Urim y Tumim
como una de las tres formas de comunicación divina: sueños, profetas, y el Urim y
Tumim.

1 Samuel 28:6 - "Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni
por Urim, ni por profetas". (RV1960)

Además el Talmud (Yoma 21b), narra que el Urim y Tumim se perdieron cuando
Jerusalén fue saqueada por los babilonios.

Esdras 2:63 - "y el gobernador les dijo que no comiesen de las cosas más santas, hasta que
hubiese sacerdote para consultar con Urim y Tumim". (RV1960)

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