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queología y Prehistoria, a través de las distintas ológica- del debate y el estado de conocimientos
fases de desarrollo y formalización de la Antrop- de su época sobre el origen y la antigüedad del
ología Física en España. hombre. De igual modo, ya en el siglo XX, el pa-
leontólogo y prehistoriador alemán H. Oberma-
Metodología ier afincado en España a partir de su llegada con
El método de investigación empleado tiene un el comienzo de la I Guerra Mundial, promoverá
carácter histórico e historiográfico, orientado a la la divulgación de la Prehistoria a través de su céle-
descripción de los momentos, desarrollos y au- bre obra El Hombre Fósil -publicada en 1916 y re-
tores más significativos de la disciplina, enmarca- editada en 1925-, y su magisterio desde la Cátedra
dos en sus contextos sociales y temporales. de “Historia Primitiva del Hombre” (MOURE,
1996: pp. 17-50).
Resultados En la Sección de “Antropología” -posterior-
Primera etapa mente, denominada de “Antropología, Etno-
Nacimiento de la Antropología Física española en el grafía y Prehistoria”- del Museo de Ciencias Na-
marco de la Antropología General (como una Historia turales, heredera del “Real Gabinete de Historia
Natural del Hombre). (1865-1892) Natural”, se logra en 1885 crear la primera Cáte-
En los primeros pasos de la Antropología espa- dra libre de Antropología, a cargo del Prof. Man-
ñola debemos destacar la labor pionera del médi- uel Antón y Ferrándiz, donde se formará la prim-
co y antropólogo P. González Velasco (1815- era generación de antropólogos españoles des-
1882) (ORTIZ y SÁNCHEZ, 1994: pp. 355- de su concepción de la Antropología positivis-
357; DÍAZ, MORA Y CORTADELLA, 2009: ta y morfométrica -Aranzadi, Barras de Aragón
pp. 312-313), fundador de la “Sociedad Antrop- y Hoyos Sainz. Y en 1892, se logra la aprobac-
ológica Española” (1865) (VERDE, 1980, pp. 17- ión de la primera cátedra universitaria de Antro-
38; RONZON, 1991: pp. 259-296) y del “Museo pología en Madrid, también ocupada por Antón
Antropológico” (1875). Formado con Broca en la y Ferrándiz (ORTIZ Y SÁNCHEZ, 1994: pp.
Escuela Francesa, González Velasco practica una 70-75), donde colaborarán sus discípulos Teles-
Antropología basada en la orientación morfológi- foro de Aranzadi (Fig. 1) y Barras de Aragón. El
ca y craneométrica. Otra figura central de esta “Museo Antropológico”, creado en 1875 por el
primera etapa es el médico y naturalista Machado Prof. P. González Velasco, tras su muerte quedará
y Núñez (1812-1896), fundador de la “Sociedad en una difícil situación, resuelta con la adquis-
Antropológica de Sevilla” (RONZON, 1991: pp. ición por el Estado de sus fondos, que uniéndo-
296-309) y pionero difusor del evolucionismo en los a los de la “Sección de Antropología, Etno-
España. Sin embargo, durante estos primeros pa- grafía y Prehistoria” del Museo de Ciencias Na-
sos de la disciplina y en el seno de la “Sociedad turales, formarán en 1910 el “Museo Nacional de
Antropológica” -siguiendo el modelo generalis- Antropología, Etnografía y Prehistoria” (ORTIZ
ta de la joven Antropología decimonónica euro- Y SÁNCHEZ, 1994: pp. 498-502), dirigido por el
pea-, Antropología, Etnología, Prehistoria y Ar- Prof. Manuel Antón.
queología caminaron de la mano, lo que quedaba
de manifiesto tanto en el perfil de los miembros Segunda etapa
como en los temas y debates que protagonizaron Institucionalización de la Antropología como “Ciencia
la actividad de la primera “Sociedad Antropológi- Generalista del Hombre” (1892-1939)
ca Española”. De hecho, entre los fundadores de A partir de la creación de la primera cátedra uni-
la “Sociedad” hay que destacar el importante pa- versitaria -en la Universidad Central de Madrid
pel jugado por autores pioneros de la Prehistoria en el año 1892- y el reconocimiento académico
en España como J. Vilanova y F. Tubino (PUIG- de la primera generación de antropólogos forma-
SAMPER Y GALERA, 1983: p. 43). Y hay que dos por Antón y Ferrándiz -Luis de Hoyos Sainz,
señalar la labor de otros prehistoriadores deci- Telesforo de Aranzadi, Eguren y Bengoa, Barras
monónicos como M. Sales y Ferré -arqueólogo de Aragón, Simancas, Hernández Pacheco, Salil-
y padre de la Sociología española- (PUIG-SAM- las...-, la Antropología logra consolidar su insti-
PER Y GALERA, 1983: p. 63), que contribuy- tucionalización en la universidad y en los ambi-
eron a la difusión -desde una perspectiva antrop- entes científicos del país. La “Sociedad Antrop-
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ción holística e integradora en su composición y ORTIZ Y SÁNCHEZ, 1994: pp. 548-551) había
orientación -hasta su disolución en 1951. En este pasado desde su dedicación universitaria inicial
contexto de los años veinte y treinta, será donde por las Ciencias Naturales y la Antropología a la
convergerán los trabajos de Bosch Gimpera y Prehistoria madrileña -de la mano de Obermaier
toda su Escuela Arqueológica (PERICOT, 1974; en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, y en
RIPOLL, 1977; GRACIA, 2003), los estudios de el Museo Prehistórico Municipal de Madrid, del
J. Cabré sobre Prehistoria y Protohistoria españo- que será director- y la Arqueología americana -re-
la, las investigaciones de Aranzadi sobre Antrop- alizando dos estancias en Colombia, la primera
ología Física y Etnografía -en colaboración con en 1936 y hasta su regreso a España en 1938, y un
Hoyos Sainz- y en el campo de la Prehistoria -jun- segundo viaje en 1946- (VILLARIAS-ROBLES,
to a Barandiarán y Eguren-, y la labor de Oberma- 2008: pp. 433-453). Pérez de Barradas y su amigo
ier en Madrid -como promotor de investigacio- -durante los primeros años de la posguerra- el ar-
nes prehistóricas y paleontológicas desde su Cát- queólogo falangista J. Martínez Santa-Olalla (Fig.
edra y su trabajo en el Museo Nacional de Cien- 3) dirigen y controlan las principales instituciones
cias Naturales-, que darán lugar de modo conver- en el ámbito de la Antropología, Etnología y Ar-
gente a un productivo periodo para la Antrop- queología durante el periodo de primer franquis-
ología y la Prehistoria española. Este mismo plan- mo, conformando una estructura institucional
teamiento integrador cabe observarlo en el mar- de la Antropología y la Arqueología Prehistóri-
co regional de Cataluña, con la creación en 1922 ca española al servicio de los intereses ideológi-
de la “Associació Catalana de d´Antropología, Et- cos y políticos del Estado franquista (GRACIA,
nología i Prehistoria” (PERICOT, 1975: pp. 13- 2008 y 2009; SÁNCHEZ, 1992; CORBÍ, 2009).
21). Donde serán fundamentales el papel del an- Por su parte, Pérez de Barradas dirige el “Insti-
tropólogo T. Aranzadi y su discípulo S. Alcobé, tuto Bernardino de Sahagún” de Antropología
de los etnólogos T. Carreras y Artau y J.M. Batista y Etnología y el “Museo Antropológico” -desde
y Roca, y los prehistoriadores Bosch Gimpera y 1940, “Museo Nacional de Etnología”-, y Mar-
sus colegas J. Calasanz, S. Rafols y A. del Castil- tínez Santa-Olalla controla la “Sociedad Españo-
lo, A. Durán y Sempere. El resultado de este fe- la de Antropología, Etnografía y Prehistoria” y la
cundo periodo de trabajos se plasmó en el “Butl- “Comisaría General de Excavaciones Arqueológi-
letí de la Associació Catalana de d´Antropología, cas”, en un reparto que les llevará pronto a en-
Etnología i Prehistoria” como marco divulgativo emistarse por sus aspiraciones y ambiciones por
de la institución hasta 1928. Con una actividad el máximo control de las instituciones del área de
divulgadora de la Antropología y la Prehistoria la Antropología, Arqueología y Prehistoria en el
que tendrá como guinda la publicación por Bosch nuevo contexto del Estado franquista. Marcados
Gimpera y su Escuela -Trias de Bes, Rafols, Peri- por su adscripción y compromiso ideológico con
cot- de una obra enciclopédica, que recogería el el régimen franquista, Martínez Santa-Olalla de-
estado de los conocimientos antropológicos del sarrolla una serie de teorías sobre la etnogénesis
momento en la obra “Las Razas Humanas” edita- peninsular con un claro sesgo nacionalista y filo-
da por Gallach en Barcelona en 1928, en la que se fascista (MARTÍNEZ, 1941 y 1946; MEDEROS,
siguen las principales teorías y fuentes alemanas 2004; CASTELO, CARDITO, PANIZO y RO-
de la época (PERICOT, 1975: pp. 13-21). DRIGUEZ, 1995); por su parte Pérez de Barra-
das durante una primera etapa orienta sus intere-
Tercera etapa: ses y los de las instituciones que dirige hacía los
Consolidación de la Antropología (Física) y de la Pre- objetivos de la eugenesia y la mejora racial de Es-
historia como Disciplinas autónomas y formales (1939- paña (SÁNCHEZ, 2008: pp. 404-405), mostran-
1968) do un fuerte giro al respecto a finales de la déca-
Tras el paréntesis de la guerra civil, el continua- da de los cuarenta -tras la caída de los fascismos
dor de Barras de Aragón en la Cátedra de Antro- alemán e italiano. Sus posiciones políticas y teóri-
pología de la Universidad de Madrid, tras su jubi- cas le llevaron a una dura polémica con el antrop-
lación, fue J. Pérez de Barradas. Hasta este mo- ólogo español en el exilio J. Comas, consolidado
mento, Pérez de Barradas (DÍAZ ANDREU, como figura destacada dentro de la Antropología
MORA Y CORTADELLA, 2009: pp. 517-519; Americana, y destacado promotor de la Antrop-
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ología Física en México (BALLESTEROS, 1979: de los cincuenta. Desde 1945, Alcobé (TOMÁS,
p. 48). En este periodo de posguerra, los pro- 2008: pp. 431-432) se hace cargo de la “Sección
cesos de depuración del profesorado universita- de Antropobiología” del “Instituto Bernardino
rio (GRACIA, 2002-2003; VV.AA., 2006) y el ex- de Sahagún”, que tendrá su sede en Barcelona,
ilio de antropólogos como Comas y maestros de para ir logrando progresivamente trasladar el nú-
la Prehistoria en España como Bosch, Gimpera y cleo de la investigación antropológica, de las pub-
Obermaier supondrán un freno importante al de- licaciones y de la actividad fundamental del “In-
sarrollo de las Ciencias del Hombre en los años stituto” a Cataluña. Entre otras líneas promovi-
de la posguerra española (ALCINA, 1979: p. 13; das por Alcobé entre sus discípulos hay que se-
GRACIA, 2011; VV.AA., 2006) . ñalar también los trabajos arqueo-antropológicos
En estos años, el Museo Antropológico cam- de la mano de Turbón. Y otro de sus discípulos,
bia su nombre en 1940, por el de “Museo Na- J. Pons también será un importante promotor del
cional de Etnología”. Y en 1941, se crea el “In- desarrollo de investigaciones antropológicas so-
stituto Bernardino de Sahagún” de Antropología bre poblaciones protohistóricas e históricas pen-
y Etnología en el marco del C.S.I.C. como cen- insulares. Auspiciadas por el “Instituto de Estu-
tro de investigación especializado, con sede en dios Africanos” del CSIC, Alcobé organiza una
el “Museo Nacional de Etnología” en Madrid, y serie de expediciones científicas en los territorios
dirigido por J. Pérez de Barradas, hasta su crisis el Sahara Occidental y Guinea, donde colaboran
y escisión en 1952. En su primera etapa, el “In- con él prehistoriadores y etnólogos, destacando
stituto” además de la sede madrileña, tuvo una la participación de Almagro quien le acompa-
sección de “Antropobiología” con sede en Bar- ña al Sahara en 1944, y Panyella que viaja junto
celona, dirigida por Alcobé desde 1945, una “Sec- a él a Guinea en 1948; quienes aportaron líneas
ción de Etnografía” -también con sede en Cata- de estudio complementarias a sus trabajos sobre
luña-, una “Sección de Antropología Médica” Antropología Física de las poblaciones de las co-
ubicada en Valladolid, y un “Centro de Inves- lonias españolas en África.
tigaciones Etnológicas” en la Amazonía Colom- Durante este periodo de posguerra, el ya lon-
biana -derivado de la actividad de Pérez de Bar- gevo Hoyos Sainz todavía permanece activo has-
radas en la Arqueología Americanista. Su revista ta su fallecimiento en 1951, realizando impor-
Trabajos de Antropología y Etnología del I.B.S. servirá tantes publicaciones en diversas y novedosas
de difusión a las investigaciones en España en líneas de investigación (HOYOS, 1947, 1952 y
los campos de la Antropología, Etnografía y Pre- 1953) y constituyendo un puente entre la primera
historia, hasta la década de los setenta. Sin em- Antropología española y las nuevas generaciones
bargo, el hecho de arrastrar el peso de su marca- artífices de la moderna Antropología española, a
da vinculación ideológica a los círculos del pod- partir de los años sesenta. Frente al dominio de
er del primer franquismo supuso un problema a la Antropología morfológica protagonista hasta
su continuidad posterior en los nuevos contextos mediados del siglo XX, Hoyos Sainz había ini-
institucionales de la universidad española. En la ciado nuevas líneas de investigación en Antro-
universidad catalana, Alcobé ocupa la cátedra de pología, con sus trabajos sobre grupos sanguí-
Aranzadi en Barcelona -jubilado en 1931- prime- neos y biodemografía, que verán su expansión en
ro de modo interino y como catedrático en 1941, nuestro país a partir de los sesenta y setenta. En
siendo el formador de una nueva generación de estas décadas, la Antropología española -y espe-
antropólogos a partir de los años cincuenta, den- cialmente, la Escuela Catalana de Antropología-,
tro de la denominada “Escuela de Antropología como el resto de la Antropología Física interna-
de Barcelona” entre los que cabe destacar a M. cional -y fundamentalmente, la europea- del peri-
Fusté, J. Pons y A. Prevosti, a los que orientará odo posterior a la II Guerra Mundial, apostó por
hacía nuevos campos de investigación, como la la especialización frente a concepciones gener-
Genética de Poblaciones, la Biodemografía, la Pa- alistas de la Antropología Física, y por una “biol-
leoantropología o los estudios sobre Crecimien- ogización” en la definición de su objeto y méto-
to y Desarrollo. También hay que destacar su la- dos, con una fuerte diversificación de sus técnicas
bor como introductor de la teoría evolucionista de investigación en las distintas subáreas en de-
en la universidad española, a partir de la década sarrollo -biodemografía, estudios genéticos y mo-
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leculares, técnicas antropométricas-, lo que supu- sidad madrileña (SÁNCHEZ, 2001; GARCIA,
so un cierto distanciamiento respecto de la activi- 2008). Cuando la Cátedra de “Historia Primitiva
dad de arqueólogos y prehistoriadores. del Hombre” pasa a manos de M. Almagro Basch
También durante este periodo de posguerra, la toma la denominación de “Historia Primitiva del
Prehistoria en España adquiere su consolidación Hombre - Prehistoria”, y a partir de 1968 pas-
y autonomía institucional. La Cátedra de “His- ará a denominarse de “Prehistoria y Etnología”.
toria Primitiva del Hombre” -que había queda- Si bien su antecesor Santa-Olalla también con-
do vacante con la salida de Obermaier con oca- cebía la Prehistoria y la Arqueología en un mar-
sión de la contienda civil, su posterior incompa- co general, ligada a la Etnografía, Etnología y la
recencia y renuncia a la misma- es ocupada pro- Antropología Física (proyecto que se vio mate-
visionalmente por el arqueólogo falangista y vin- rializado en dos expediciones Paleoetnológicas y
culado al régimen franquista J. Martínez Santa- Etnológicas a las colonias de Guinea Ecuatorial y
Olalla (SÁNCHEZ, 2001: pp. 249-272). Si bien, del Sahara español, durante la década de los años
le será ganada y ocupada posteriormente por Al- cuarenta, dentro de un planteamiento colonialis-
magro Basch (DÍAZ, MORA Y CORTADEL- ta e imperialista), se distanciaba claramente de
LA, 2009: pp. 73-75)1 en 1953, quien impartirá los americanistas de su misma Facultad, que de-
docencia en la misma junto a Gómez-Tabanera fendían una idea más cercana al modelo norteam-
quien le acompañará como asistente a la univer- ericano de una Antropología de tipo generalista.
Así, no será hasta el momento en que ocupe Al-
1 Almagro Basch representa otra de las principales magro Basch la cátedra, cuando comiencen a im-
figuras de la posguerra en el plano institucional, y también partirse en la misma materias de “Prehistoria”
por su producción académica. Logra tras la guerra el puesto
de director del Museo Arqueológico de Barcelona y del y de “Etnología” -si bien, en un plano desigual,
servicio de Investigaciones Arqueológicas que había dejado siendo la “Prehistoria” una materia obligatoria de
vacante Bosch Gimpera, tras su exilio. En 1943 accede a la los Planes de Estudios de la Sección de Histo-
cátedra de Prehistoria e Historia Antigua de la Universidad ria, y las materias de “Etnología” optativas de las
de Barcelona y, posteriormente, sustituyendo a Martínez
Santa-Olalla, en 1953 ganará en concurso la Cátedra de especialidades de Prehistoria y Geografía. Esta
Madrid. compleja relación entre Prehistoria, Etnología
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y Antropología, entre los prehistoriadores de la 2009: pp. 520-521), principal discípulo de Bosch
posguerra y el primer franquismo -J.M. Martínez Gimpera, tras haber pasado por las universidades
Santa-Olalla, J. San Valero, A. García Bellido, D. de Santiago y Valencia, regresa a Barcelona en
Flechter, M. Almagro Basch, J.M. Gómez-Taba- 1933 con la creación de la Universidad Autóno-
nera- no se correspondía sin embargo, con una ma para impartir la asignatura de “Etnología”.
concepción generalista de la Antropología, sino En 1939, tras superar el proceso de depuración
con su concepción de la Prehistoria, fuertemente universitaria logra seguir ocupando la cátedra de
vinculada -como también lo estaba la Antrop- Etnología, y posteriormente, tras el traslado de
ología de este periodo- con el estudio de la “et- Almagro Basch a Madrid en 1953, pudo ocupar
nogénesis” de las poblaciones peninsulares, así la cátedra de Prehistoria junto a la de Etnología
como con un interés por los “pueblos primitivos” hasta su jubilación en 1969. La labor de Pericot
entendidos como muestras vivas de formas hu- supuso la continuidad de la Escuela Catalana de
manas representativas de estadios histórico-cul- Arqueología, y prosiguiendo el trabajo de Tomás
turales previos. Carrera i Artau en el “Arxiu”, tras su muerte en
La pareja Martínez Santa-Olalla –arqueólogo- 1954, dará continuidad a la ya consolidada pres-
(DÍAZ, MORA Y CORTADELLA, 2009: pp. encia de la Etnografía en Cataluña.
423-424) y Pérez de Barradas -antropólogo físi- En los años del tardo-franquismo, ligado al
co- (SÁNCHEZ, 2008: 399-431), con una orien- relativo aperturismo en el ámbito académico, hay
tación ideológica claramente posicionada con el que destacar la actividad de algunos especialistas
régimen franquista para el estudio antropológico, de la Etnología y la Prehistoria como Gómez-Ta-
etnológico e histórico del pueblo español, domi- banera -asistente de la Cátedra de Prehistoria y
naron las instituciones académicas y de investig- Etnología con Almagro Basch- y Panyella -discí-
ación antropológica, durante el periodo del prim- pulo de Pericot junto a Gómez Tabanera en la
er franquismo. Si bien, precisamente este posic- universidad, y director del “Museo Etnológico
ionamiento estratégico en los entramados políti- de Barcelona”- (ORTIZ Y SÁNCHEZ, 1994:
cos del régimen franquista junto con la difícil pp. 554-556; DÍAZ, MORA Y CORTADELLA,
personalidad de Martínez Santa-Olalla, fueron 2009: pp. 508-509)2, que realizan una importante
los factores que condujeron a su enfrentamien- tarea en la difusión de los conocimientos sobre
to con el resto de autoridades académicas de la Antropología y Prehistoria, a través de sus pub-
Antropología y la Prehistoria española. Derivan- licaciones de divulgación al gran público. Entre
do en una situación que condujo a una progresi- las principales obras de divulgación sobre origen
va pérdida de poder, con el cambio de situación y diversidad humana escritas por etno-prehistori-
derivada del aperturismo que vivió la universidad adores y que tendrán gran difusión en estos años
española a comienzos de la década de los años destacan obras de alta calidad académica como
cincuenta, que facilitó una mejora en las posicio- el libro Humanidad Prehistórica de Pericot y Malu-
nes académicas de algunos profesores silenciados quer (PERICOT y MALUQUER, 1969: p. 187)
y relegados a posiciones periféricas en los años editado en la colección Salvat-RTVE, y otras ob-
del primer franquismo -Pericot, Caro Baroja, Al- ras también de divulgación aunque con un niv-
magro Basch, Alcobé…-, en un marco controla- 2 Panyella, discípulo de Bosch Gimpera y Pericot
do por Pérez de Barradas y Martínez Santa-Olalla -en Prehistoria-, y de Tomás Carrera i Artau -en Etnología-,
que marcaban la guía de la investigación antrop- desarrolla su trabajo primero en el campo de la Prehistoria
y posteriormente en Etnología, interesándose además por
ológica y arqueológica, en el nuevo orden uni- la Antropología Física y la Raciología. Trabajó en el Museo
versitario y científico del franquismo filo-fascis- Arqueológico de Barcelona y dirigió el Museo Etnológico
ta y ultra-tradicionalista. Como resumen de este de Barcelona. Todo lo cual, le sitúa como una de las
periodo de auge de Martínez Santa-Olalla y Pérez principales figuras de esta relación Etnología-Prehistoria
que se mantiene durante varias décadas. Su interés por
de Barradas cabe destacar su mayor protagonis- la etnogénesis y el mosaico raciológico de los grupos
mo en el plano institucional y político, que por humanos le condujo a la Raciología, y su relación con
su producción científica y labor académica, de es- Alcobé -con quien participó en una expedición a Guinea
casa relevancia y poca proyección internacional. Ecuatorial- y con el antropólogo francés Vallois le condujo
a la Antropología Física, constituyéndose como un claro un
Pericot (ORTIZ Y SÁNCHEZ, 1994: pp. ejemplo de Antropología totalizadora, tan poco frecuente
554-556; DÍAZ, MORA Y CORTADELLA, en nuestro país.
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la dedicatoria del “II Encuentro” a la figura de la Reforma de Bolonia. Esta consolidación para-
Bosch Gimpera, fallecido ese mismo año de 1974 lela de Antropología Física y Arqueología, como
en México. Pero también, la confrontación de tra- disciplinas relacionadas pero autónomas y en un
bajos en líneas tan dispares, dará lugar a una toma plano de igualdad, como ciencias independientes
de conciencia sobre el estado de cada una de las con una identidad epistemológica propia -objeto,
disciplinas, y llevará a articular nuevas direccio- métodos y técnicas y un cuerpo teórico y con-
nes para cada una de ellas, con objeto de definir ceptual- ofrece una situación nueva donde se dan
una necesaria autonomía precisa para su formal- las condiciones necesarias para promover un pro-
ización académica. Lo que conducirá a la consti- ductivo dialogo interdisciplinar. En esta línea de
tución de la “Sociedad Española de Antropología colaboración en campos de investigación fronter-
Biológica -SEAB-” en 1978 (CALDERÓN, izos, durante las últimas décadas del siglo XX y
1996) -la cual, cambiará su denominación por la comienzos del siglo XXI, a pesar de la creciente
de “Sociedad Española de Antropología Física” especialización de Antropología Física y su orien-
-SEAF- en 2003-, que organiza desde entonces tación a los trabajos de carácter genético y molec-
simposios y congresos bianuales. Por su parte, en ular, hay que destacar los trabajos desarrollados
1980 los antropólogos sociales y culturales cele- en campos como la osteoarqueología y la Antro-
bran el “I Congreso de Antropología en Barce- pología de Poblaciones Históricas y Prehistóricas
lona”, que a partir de entonces seguirán realizan- por parte de antropólogos como M.D. Garralda,
do encuentros propios, desde los años noventa G. Trancho, B. Robledo y A. González -en Ma-
organizados por la Federación de Asociaciones drid-, M.C. Botella -en Granada-, F. Etxebarria
de Antropología del Estado Español -FAAEE- -en el País Vasco- y L. Caro Dobón y J. Herrerín
-creada en 1989, y que agrupa a una importante -en Castilla-León. De igual forma, hay que resalt-
parte de las asociaciones de Antropología Social ar, desde la otra orilla, la contribución a los traba-
y Cultural y Etnología españolas. Por su parte, los jos arqueo-antropológicos del prehistoriador de
arqueólogos llevaban realizando Congresos Na- la Complutense Domínguez-Rodrigo, del equi-
cionales desde 1949, y diversos encuentros aca- po del Prof. Carbonell en la Universidad Rovira
démicos sobre Arqueología y Prehistoria -desta- i Virgil y del grupo de Serrallonga en la Universi-
cando la celebración en 1951 del Congreso Inter- dad de Barcelona.
nacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóri- Si bien durante varias décadas el estudio y la
cas en Madrid. Si bien, el empeño de Pericot, enseñanza de la Prehistoria en las universidades
Ballesteros y otros prehistoriadores y arqueólo- españolas centró su interés en temas como las
gos del periodo les había llevado a participar acti- culturas materiales prehistóricas y protohistóri-
vamente en estos encuentros integradores de los cas, o el arte prehistórico, prestando escasa aten-
años setenta. ción en la investigación y la docencia a los temas
Con el cambio de siglo, el reconocimiento del generales de carácter evolutivo y más específica-
Área de Conocimiento de “Antropología Física” mente antropológicos. A partir de los años no-
en el año 2000, y la posterior creación de pro- venta, aparece una nueva generación de prehis-
gramas oficiales universitarios de formación toriadores que comenzaron a adoptar postur-
en Antropología Física -Programas de Máster y as holísticas y de una mayor orientación antrop-
Postgrados Oficiales- se habría logrado una de- ológica en su concepción y tratamiento de la pre-
finitiva consolidación de la Antropología Físi- historia humana. Destacan en esta novedosa per-
ca en la ciencia española. Por otra parte, la con- spectiva arqueólogos y prehistoriadores como
solidación formal de las ya tradicionales Áreas de M. Domínguez-Rodrigo -en el Departamento de
Conocimiento de Historia y Arqueología, y del Prehistoria y Etnología de la Universidad Com-
Área de Prehistoria, se verá culminada con la cre- plutense-, E. Carbonell -Co-director de las exca-
ación de los estudios de Grado en Arqueología vaciones del Yacimiento de Atapuerca y director
-en la Universidad Complutense de Madrid, la de del Grupo Autoecología Humana del Cuaternar-
Barcelona o la Autónoma de Barcelona- y pos- io y del Instituto Catalán de Paleoecología Hu-
grados en Arqueología y Prehistoria -Universi- mana y Evolución Social (IPHES)- en la Univer-
dad de Cantabria o la Universidad de Rovira i Vir- sidad Rovira i Virgil o el Prof. J. Serrallonga del
gil- dentro del nuevo panorama universitario de Dpto. de Prehistoria, Historia Antigua y Arque-
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