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Biopsia hepática percutánea

La técnica más comúnmente usada para recolectar una muestra de hígado es


la biopsia hepática percutánea. Para este método, se introduce una aguja
hueca a través del abdomen y dentro del hígado para extirpar un pequeño
pedazo de tejido.

Para ayudar a localizar el hígado y evitar punzar otros órganos con la aguja de
biopsia, los médicos usualmente usan ultrasonido, tomografía computarizada
(TC) y otras técnicas de imagenología.

El ultrasonido es una técnica de imagenología que utiliza ondas de sonido para


producir imágenes de los tejidos y órganos internos del cuerpo. Las imágenes
se muestran en un monitor de video. El médico elegirá el sitio ideal en el
abdomen para introducir la aguja de biopsia y luego lo marcará con un tinte. En
otros casos, se usará ultrasonido durante la biopsia para guiar eficazmente la
aguja a través del abdomen y hacia el hígado.

La TC es una técnica de imagenología que usa rayos X para tomar cientos de


cortes transversales en pocos segundos. Una computadora agrupa las fotos de
los cortes transversales hechos con los rayos X (como cuando se ponen juntas
las muchas rebanadas de un pan de molde) para formar una imagen completa
del órgano.

Algunos médicos no usan la técnica de imagenología y en su lugar ubican el


hígado dando palmaditas en el abdomen.

Durante este procedimiento, el paciente se acuesta boca arriba en una mesa


con la mano derecha reposando sobre la cabeza. Se aplica una anestésico
local en la zona donde se introducirá la aguja de biopsia. Si es necesario, se
administran sedantes y medicamentos para el dolor por vía intravenosa.

El médico hace una pequeña incisión en el abdomen, ya sea hacia la parte


inferior de la caja torácica o justo debajo de ella, e introduce la aguja de
biopsia. Se pide al paciente que exhale y contenga la respiración mientras se
introduce la aguja y se extrae rápidamente una muestra de tejido hepático. Se
pueden recolectar varias muestras que requieren de inserciones múltiples de la
aguja.

Luego, los pacientes deben permanecer acostados sobre su lado izquierdo


hasta 2 horas después de la biopsia para reducir el riesgo de hemorragia. Los
pacientes permanecen bajo observación médica de 2 a 4 horas adicionales
después de la biopsia, antes de ser dados de alta

Biopsia hepática transyugular

Una biopsia hepática transyugular se recomienda con frecuencia a las


personas que tienen problema con la coagulación de la sangre o una gran
cantidad de líquido en el abdomen. La realiza un radiólogo intervencionista, un
médico que se especializa en este tipo de procedimientos.
Durante la biopsia hepática transyugular:
• Su médico insertará un pequeño tubo dentro de la vena yugular (cuello).
• Los rayos X ayudarán a guiar el tubo dentro de una vena de gran calibre en
su hígado.
• Se inserta una pequeña aguja a través del tubo y dentro del hígado.
• La aguja extrae 2 a 3 muestras de tejido.
Si hay sangrado durante una biopsia hepática transyugular, con mayor
frecuencia la sangre se dirige directamente dentro de la vena y no fuera del
flujo sanguíneo.

El procedimiento
• La enfermera le llevará a la suite de radiología. Esta enfermera estará con
usted durante todo el procedimiento.
• Usted se recostará sobre una mesa plana que permite que el médico vea
dentro de su cuerpo con rayos X.
• Se colocarán unos cables en su cuerpo para ayudarnos a controlar su ritmo
cardiaco.
• Tendrá un manguito alrededor del brazo. Éste se inflará de vez en cuando
para controlar su presión sanguínea.
• Un técnico radiólogo limpiará la piel alrededor del área del cuello con un jabón
especial. Infórmele a esta persona si tiene alguna alergia.
• Todo el equipo médico le pedirá que confirme su nombre y le informará lo que
planeamos hacer. Esto es para su seguridad.
• Luego, su enfermera le dará un medicamento que hará que se sienta
amodorrado y relajado antes de comenzar.
• Si es necesario, un intérprete estará en la sala o podrá hablar con usted y
escucharle a través de un intercomunicador.
• Se le aplicará un anestésico (medicamento adormecedor) local a la piel del
cuello. El anestésico arde durante aproximadamente 5 a 10 segundos. Luego el
área se adormecerá y no sentirá ningún dolor agudo.
• Se inserta el catéter dentro de la vena yugular y se la guía hacia las venas del
hígado. Luego se administra contraste (tinte para rayos X) dentro del vaso
sanguíneo.
• Cuando el catéter está en el lugar correcto, se inserta una aguja especial
dentro del catéter y se toma una muestra de tejido hepático. Es normal que
sienta presión en el cuello y un ligero dolor en el hígado.
• Se toma aproximadamente 2 a 3 muestras de tejido y se retira el catéter.
• Se mantiene presión en el cuello, en el lugar donde se colocó el catéter,
durante unos minutos para evitar el sangrado.

Recomendaciones para la realización de una Biopsia hepática transyugular

1. Es importante la utilización de introductores de diámetro suficiente para


permitir el paso de los sistemas de punción (al menos 9 Fr)
2. Control radiológico permanente de la trayectoria de la aguja. Los
movimientos de rotación para facilitar la progresión deben ser suaves y lentos
3. Evitar las punciones periféricas; con carácter orientativo se recomienda el
tercio medio de la VSHD
4. Realizar la punción en pausa respiratoria disminuye el riesgo de lesión
hepática
5. En general 3 pases suelen ser suficientes para realizar un adecuado
diagnóstico histológico
Pronóstico

Probablemente esta es la información más relevante que entrega la biopsia


hepática, y puede dividirse en:

Grado de fibrosis: Las enfermedades hepáticas crónicas frecuentemente


presentan una progresión desde el estado normal hasta fibrosis marcada
(equivalente a cirrosis hepática). La biopsia permite conocer en qué etapa de la
enfermedad se encuentra el paciente, lo que permite tomar decisiones en
cuanto a tratamiento.

Grado de actividad: La biopsia hepática permite conocer el grado de


inflamación que presenta el hígado en las hepatitis crónicas (p. ej. hepatitis C),
lo que indica de alguna forma la velocidad de progresión que tiene la
enfermedad.

Complicaciones

Las más frecuentes son las derivadas de la punción cervical,


fundamentalmente sangrado por el punto de entrada, hematomas (en
ocasiones de gran tamaño con afectación de estructuras vecinas), dolor local,
disfonía, parestesias del miembro superior y ocasionalmente síndrome de
Horner por lesión del simpático cervical; sin embargo, suelen resolverse
espontáneamente y son menos frecuentes con la punción guiada por ecografía.

Las complicaciones más graves se relacionan con la realización de la punción


hepática. Entre ellas destaca la perforación capsular por el riesgo de
hemorragia intraperitoneal; en estos casos puede intentarse embolizar el
trayecto de la aguja. La hemobilia, el desgarro de la vena cava y la aparición de
hematomas intraparenquimatosos de gran tamaño son complicaciones
infrecuentes. En cualquier caso, la aparición de complicaciones graves (0,5%) y
de la mortalidad asociada al procedimiento (0,09%) es aceptablemente baja.
BIOPSIA HEPATICA LAPAROSCOPICA

Los médicos usan una biopsia hepática laparoscópica para obtener una
muestra de tejido de una o varias zonas específicas del hígado o cuando existe
el riesgo de propagación de cáncer o infección.

La cirugía laparoscópica es una técnica que evita el hacer una incisión grande,
al realizar una o pocas incisiones pequeñas. Un médico utiliza instrumentos
especiales que incluyen una pequeña cámara de video iluminado que se pasa
a través de las incisiones .El médico puede extraer una muestra de tejido
hepático durante la cirugía laparoscópica.

Durante la laparoscopia, el paciente se acuesta boca arriba en una mesa de


cirugía. Se introduce una vía IV en la vena para administrar sedantes y
analgésicos. Luego, se hace una pequeña incisión en el abdomen. Se
introduce por la incisión un instrumento plástico parecido a un tubo, llamado
cánula, y se infla el abdomen con gas, lo cual permite al médico tener espacio
para poder trabajar dentro de la cavidad abdominal.

Una aguja de biopsia se introduce a través de una cánula y hacia el abdomen.


La aguja se introduce en el hígado y se extrae rápidamente una muestra de
tejido. Se pueden recolectar varias muestras, que requieren de inserciones
múltiples de la aguja. Cualquier hemorragia excesiva debido a la cirugía se
capta fácilmente con la cámara y se trata con una sonda eléctrica.

Luego de recolectar la muestra hepática, se remueve la cánula y se cierra la


incisión con suturas reabsorbibles. Los pacientes deben permanecer en el
hospital o centro ambulatorio por algunas horas mientras desaparezcan los
efectos del sedante.

Los resultados de la biopsia del hígado tardan algunos días. La muestra


hepática se envía a un laboratorio patológico donde se colorea el tejido. La
coloración señala detalles importantes en el tejido hepático y ayuda al patólogo
a identificar las señales de enfermedad hepática. El patólogo examina el tejido
bajo el microscopio y envía un informe al médico del paciente.
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