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sábado 21 de abril del 2018
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“Hasta lo que no se ve en la foto me cuenta una historia”, asegura Contreras que es historiador, investigador y curador de arte. Gracias a su trabajo se ha recuperado el recuerdo de una Lima que se fue.
— ¿Qué es la fotografía incidental?
Entrevista La fotografía incidental era una foto
Daniel Contreras
del momento, que no era pensada ni
planeada. Sus antecedentes llegan
Medina a principios del siglo XX, cuando la
revista “Mundial” publicaba fotos
de la sociedad limeña y los artistas
famosos tomadas en la calle. Pero las
Historiador del arte
incidentales eran fotografías para las
familias y sus álbumes. Este fenóme-
no también se desarrolló en México,
Tengo 45 años. De niño me gustaba mucho ver con Colombia y Chile.
una lupa los álbumes de la familia. Trato de buscar
elementos no convencionales para contar historias,
— ¿Por qué los fotógrafos tomaron
el Centro de Lima?
como esta de fotografías anónimas adquiridas a En 1935, los clientes se alejaron de los
vendedores de segunda mano. estudios fotográficos debido a la ma-
sificación de las cámaras automáti-
cas. En los años 40 y 50 se abrieron pe-
queños estudios de revelado sin gran
“No quedará
éxito. Como era necesario sobrevivir,
lanzaron al fotógrafo a la calle.
— ¿Cómo eran ellos?
Eran empíricos. Si tenías una cámara,
registro físico
te daban el trabajo. Iban como una
especie de cazadores por el Centro
de Lima buscando jovencitas, caba-
lleros, familias y madres con sus hi-
jos. Tenían labia para convencerlos.
de lo que
Su labor era terminar el rollo que le
daba el estudio para recibir su pago.
Tomaban la foto y pedían la dirección
al fotografiado. Era una especie de
competencia llevar más clientela. Y
hacíamos en
competencia entre estudios para ver
quién revelaba más rápido. Conocí
a dos de ellos, pero ya estaban muy
mayores.
este siglo”
— ¿Qué significado tienen hoy en
día estas imágenes?
Constituyen el gran álbum de la foto
urbana en Lima durante los años 40
y 60. Los fotógrafos aficionados nos
han dejado un archivo de cómo fui-
mos y dónde estuvimos. Urbes que
se van. Oficios y modas que desapa-
recen. Después de mucho tiempo in-
tentamos darles un espacio y de paso
reconocernos. “El incidente: fotogra-
fía peatonal en Lima 1940-1960” es
más fotos de ese tipo en tiendas de un homenaje para ellos.
E
lilia córdova tábori
antigüedades y recicladores.
Así logró recolectar 1.000 fotos — ¿Por qué estas fotos terminaron
n el 2010, el historia- en papel blanco y negro. Con una en el triciclo de un ropavejero?
dor y curador de arte selección, realizó en el 2012 la ex- Si no hay una memoria colectiva,
Daniel Contreras co- posición “El incidente: fotografía tampoco hay una memoria personal.
menzó su investiga- peatonal en Lima 1940-1960”, que Es el desamor por la historia de uno
ción sobre un tipo de formó parte de la primera Bienal mismo, de su familia. Cuando moría
fotografía denominada incidental, de Fotografía de Lima. Siguiendo el abuelo, lo primero que hacían era
que se desarrolló en Lima entre las la misma temática, Daniel acaba botar sus ropas y por ende sus fotos.
décadas del 40 y 60. El recuerdo de de publicar un libro en formato ta- Lima está llena de carretilleros que
una imagen de su bisabuela, toma- bloide y con una gráfica extraída de van recogieron estos restos y rastros
da por asalto en la calle, fue el inicio los sobres que usaban los estudios familiares que están en los barrios y
de un proyecto que lo llevó a buscar fotográficos de la época. siempre terminan en Tacora o jirón
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hugo pérez
Camaná. Cuando comencé esta in-
vestigación en el 2010, veías bolsas
inmensas de rafia con álbumes. “El
“La fotografía incidente” nace de estas fotografías
incidental era una disgregadas y desechadas. Memorias
llevadas al olvido.
foto del momento,
que no era pensada — ¿A qué te refieres con esta frase:
ni planeada”. “El pasado se acaba”?
Recuerdo cuando en la avenida Grau
se encontraban por montones las re-
vistas “Mundial” y “Variedades”. Se
hizo negocio y se terminó. Igual pa-
“Esas fotos son el sará con las fotos. En un momento,
la memoria antigua se va a acabar.
gran álbum urbano Mientras más avanza el tiempo, no-
de Lima durante los sotros mismos nos volvemos pasado.
años 40 y 60. Nos
Para mi hijo, los años ochenta fueron
hace un montón de tiempo. El pasado
dejaron un archivo se va renovando.
de cómo fuimos”. — ¿Cómo logras que este libro se
haga realidad?
Había la intención de hacer un catálo-
go de la muestra, pero en su momen-
to no se pudo. Hasta que apareció la
“‘El incidente’ nace convocatoria del Ministerio de Cultu-
de estas fotografías ra llamada “Infoartes”, que impulsa
investigaciones relacionadas al pa-
disgregadas y trimonio. Lo mandé y ganó.
desechadas.
Memorias llevadas — ¿Por qué es un libro objeto?
Quisimos hacerlo en formato tabloi-
al olvido”. de para jugar con la idea de lo urbano.
Todo el fenómeno incidental ocurre
en las calles y los jirones. Un diario
está en las esquinas. Un diario pa-
sa de mano en mano. Era el formato
idóneo para tener esta investigación
y soltar el tema del libro duro. Así lle-
garemos a más personas como estu-
diantes, urbanistas, arquitectos, fo-
tógrafos, entre otros. Además, tiene
muchas lecturas y formas de ver. Lo
edité con Canal Museal.
— ¿Qué es Canal Museal?
Es un proyecto de difusión de cróni-
cas y reseñas de temas de museogra-
fía, curaduría e investigación, que
dirijo con la historiadora del arte Te-
resa Arias.
— ¿Qué pasará con las fotos de estos
años donde lo digital nos ha vuelto
rehenes de un smartphone?
Desconfío de la memoria digital. Un
montón de mis archivos en discos
compactos se han perdido. Estoy se-
guro de que se van a rescatar histo-
rias de colectivos, procesos políticos,
sociales y sobrevivencia en formato
digital; pero no va a quedar un regis-
tro físico, la foto impresa tal cual la
conocemos, de lo que hacíamos en
este siglo.