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El sarampión, más conocido como rubeola, es una infección viral de las vías respiratorias. El
sarampión es una contagiosa que puede propagarse a través del contacto con moco y saliva
infectadas. Tosa o el estornudo de una persona infectada puede liberar el virus en el aire. El
virus puede sobrevivir en superficies durante varias horas. A medida que las partículas
infectadas entran en el aire y se depositan sobre las superficies, cualquier persona en el
entorno puede estar infectada con el virus del sarampión.
Beber de la copa de una persona infectada o al compartir utensilios de uso personal con una
persona infectada aumenta el riesgo de infección.
El sarampión es una causa principal de muerte en los niños. De los 139.300 relacionada con la
mortalidad mundial por sarampión en 2010, la Organización Mundial de la Salud informa que
la mayoría de las víctimas eran menores de 5 años
Es necesario ponerse en contacto con un médico inmediatamente si usted sospecha que tiene
sarampión. Si usted no ha sido vacunado contra el sarampión y ha hecho contacto con una
persona infectada, visite a su médico para recibir una vacuna contra el sarampión dentro de
las 72 horas de contacto para prevenir la infección. También puede prevenir la infección con
una dosis de inmunoglobulina tomada dentro de los seis días de contacto con una persona
infectada.
La falta de vitamina A es también un factor de riesgo para el sarampión. Los niños con muy
poca vitamina A en sus dietas tienen un mayor riesgo de contraer el virus.
•Tos
• Fiebre
•ojos rojos
•sensibilidad a la luz
•dolores musculares
• Goteo de la nariz
•dolor de garganta
Una erupción cutánea generalizada es un signo clásico de sarampión. Esta erupción puede
durar hasta siete días y aparece generalmente dentro de los primeros tres a cinco días de
exposición al virus. Una erupción del sarampión comúnmente se desarrolla en la cabeza y
lentamente se extiende a otras partes del cuerpo. Los signos de una erupción del sarampión
incluyen rojo, comezón y ronchas.
El diagnóstico de sarampión
Su médico puede confirmar el sarampión mediante el examen de una erupción de la piel y la
comprobación de síntomas que son característicos de la enfermedad, tales como manchas
blancas en la boca, fiebre, tos y dolor de garganta. Si no puede confirmar un diagnóstico
basado en la observación, el médico puede ordenar una prueba de sangre para detectar el
virus del sarampión.
• Suplementos de vitamina A