DOMINGO III PASCUA

Queridos fieles:
El evangelio de san Lucas nos narra en este Domingo III de Pascua una de las apariciones
de Cristo resucitado a sus discípulos. Es una verdad nuclear en la fe de todo cristiano, la
misma que va a predicar el apóstol san Pedro a la multitud de personas, como señala la
primera lectura de hoy.
El Señor se presenta en medio de ellos. A los discípulos les cuesta reconocerlo ya que
creen que es un “fantasma”, fruto de sus imaginaciones y de la tristeza de no verlo caminar
con ellos. El Señor los quiere despertar de ese letargo: pasar del miedo a la alegría y
seguridad. En verdad ha resucitado y ha vencido a la muerte, el demonio ya no tiene sobre
El. Jesucristo suscita en ellos una reacción que tendrá efectos permanentes en sus vidas:
“en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los
pueblos…ustedes son testigos de esto.”
En estos días la Iglesia de la que somos todos los que participamos en la parroquia, ha
recibido el gran anuncio del Resucitado y también los efectos de su obra salvífica
repercuten en nuestra vida cotidiana. Somos también testigos de Él, debemos manifestarlo
a tantas personas que ignoran o son indiferentes a su presencia. Como comunidad católica
tenemos el deber de salir y decirle al vecindario, al cónyuge, al colega y al que se cruza
con nosotros en la calle de la Gran Noticia. Eres testigo de su Resurrección, no puedes
quedarte callado, ni debes tener miedo de su presencia.
Que el Señor y la Virgen Inmaculada nos acompañe en esta semana.
P. Luis Miguel A. Gamboa
Párroco