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MATEMÁTICAS
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MATEMÁTICAS 31
1.er curso de ESO
6 Metodología didáctica
En 3.º de la ESO existe un alumnado variado, con diferentes experiencias, aprendizajes, intereses y
ritmos de trabajo. Durante este curso, los alumnos continúan con una evolución en su pensamiento,
haciéndose más complejo y abstracto. Este proceso suele ser desigual en el alumnado, por lo que la
metodología se adapta a las diferentes situaciones que se presenten.
Las matemáticas en el primer curso de ESO continúan el proceso, iniciado en Primaria, de construir
los fundamentos del razonamiento lógico-matemático y no únicamente la enseñanza del lenguaje
simbólico-matemático.
En el primer curso de la ESO se inicia a los alumnos en la elaboración de abstracciones matemáticas
a partir de la obtención de información, en la observación de propiedades, en el establecimiento de
relaciones y en la resolución de problemas concretos.
Todo proceso de enseñanza-aprendizaje debe partir de una planificación rigurosa de lo que se pre-
tende conseguir y de un conocimiento previo. Nos coordinaremos con el profesorado del curso
anterior, con la realidad sociocultural, económica y con las características de los alumnos: tanto las
personales como las académicas basadas en el nivel competencial adquirido hasta el momento, con
el fin de propiciar un aprendizaje competencial y efectivo en el alumno.
El docente debe ser el orientador, promotor, motivador y facilitador del desarrollo competencial. Se
plantearán la realización de tareas o situaciones-problema, planteadas con un objetivo concreto, que
el alumno debe resolver haciendo un uso adecuado de los distintos tipos de conocimientos, destre-
zas, actitudes y valores; asimismo, se tendrá en cuenta la atención a la diversidad y el respeto por los
distintos ritmos y estilos de aprendizaje mediante prácticas de trabajo individual y cooperativo.
Los métodos docentes deben favorecer la motivación por aprender en el alumno y procurar gene-
rar en ellos la curiosidad y la necesidad por adquirir los conocimientos, las destrezas, las actitudes
y valores presentes en las competencias. Asimismo, se potenciará el gusto por las matemáticas, el
reconocimiento y valoración de ellas en la vida cotidiana y la satisfacción en el proceso de resolución
de problemas.
Para conseguir lo anterior se proponen las siguientes orientaciones metodológicas:
Recursos manipulativos. Para alcanzar la adquisición significativa de los conceptos matemáticos
se puede recurrir a distintos tipos de recursos manipulativos, que acerquen dicho concepto a la
realidad antes de llegar a la abstracción del mismo. Esta forma de trabajo enlaza con la metodo-
logía más usual empleada en Primaria.
Resolución de problemas. Una buena didáctica de resolución de problemas debe trabajar los di-
ferentes tipos de problemas de una forma ordenada y progresiva. Explicar los procesos mentales
que se sigue para resolver un problema, las preguntas que se formula, las estrategias, los razo-
namientos, las dudas que se le plantean, los errores que comete o puede cometer, etc. Es muy
conveniente pautar el proceso de resolución de los problemas distinguiendo, como mínimo, las
cuatro fases de Polya: comprensión del problema, configuración de un plan, ejecución de las es-
trategias y valoración de la solución y del proceso seguido para la estrategia. Hay que reflexionar
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en el proceso de extracción de datos, identificar las incógnitas, identificar el tipo de trabajo, etc.,
mejorando con ello la buena comprensión lectora del alumno y su capacidad para expresarse
correctamente con un vocabulario matemático apropiado. El trabajo por parejas o de forma coo-
perativa en grupos heterogéneos de cuatro o cinco personas, puede favorecer la resolución de
problemas.
Automatización de estrategias y algoritmos. Es importante diferenciar la resolución de problemas
de los ejercicios mecánicos. Cuando el alumno sabe cómo resolver una situación problemática
y alcanza la solución a través de un algoritmo de cálculo automatizado, estamos ante un ejer-
cicio de aplicación y no ante una situación de resolución de problemas. La automatización de
estrategias y algoritmos, siendo importante, adquiere sentido solo después de la comprensión
a través de la manipulación real de objetos y situaciones, la verbalización de lo observado y su
transcripción a lenguaje gráfico y simbólico. Aprender a aplicar algoritmos requiere práctica, se
trata de adquirir hábitos y automatismos. Para ello, resulta recomendable el trabajo individual o
por parejas.
Trabajo por proyectos. El trabajo por proyectos, especialmente relevante para el aprendizaje por
competencias, se basa en la propuesta de un plan de acción con el que se busca conseguir un
determinado resultado práctico. Esta metodología pretende ayudar al alumno a organizar su
pensamiento favoreciendo en ellos la reflexión, la crítica, la elaboración de hipótesis y la tarea
investigadora a través de un proceso en el que cada uno asume la responsabilidad de su aprendi-
zaje, aplicando sus conocimientos y habilidades a proyectos reales. Este enfoque metodológico
busca promover las ventajas que ofrece el trabajo en grupo, siempre fundamentándose en el
aprendizaje cooperativo. Se favorece, por tanto, un aprendizaje orientado a la acción en el que se
integran transversalmente varias materias: los estudiantes ponen en juego un conjunto amplio
de conocimientos, habilidades o destrezas y actitudes personales, es decir, los elementos que
integran las distintas competencias.
Uso del portfolio. Es recomendable el uso del portfolio, que aporta información extensa sobre
el aprendizaje del alumno, refuerza la evaluación continua y permite compartir resultados de
aprendizaje. El portfolio es una herramienta motivadora para el alumno que potencia su autono-
mía y desarrolla su pensamiento crítico y reflexivo.
Integración de las Tecnologías de la Información y Comunicación. Su utilización como recurso habi-
tual en una nueva manera de aprender de forma autónoma, facilitando al alumno la posibilidad
de buscar, observar, analizar, experimentar, comprobar y rehacer la información, o como instru-
mentos de cálculo, consulta e investigación, comunicación e intercambio. Existen recursos en los
que nos podemos apoyar como hoja de cálculo, la pizarra digital, programas y aplicaciones de
representación de funciones, de elementos geométricos, de simulación, etc.
Inteligencias múltiples. El manejo de las inteligencias múltiples en el aula favorecerá la creatividad,
el interés y desarrollo integral del alumno y facilitará la atención a la diversidad.
Autoevaluación y coevaluación. Este enfoque metodológico lleva asociado un cambio en la eva-
luación del alumno, haciendo necesario que el mismo sea participe de una manera crítica y
rigurosa de su propia evaluación (autoevaluación) y de la de sus compañeros (coevaluación).
Coordinación docente. Es necesaria una adecuada coordinación entre los docentes sobre las es-
trategias metodológicas y didácticas que se utilicen. Esta coordinación y la existencia de estrate-
gias conexionadas permiten abordar con rigor el tratamiento integrado de las competencias y
progresar hacia una construcción colaborativa del conocimiento.
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6.2 Estrategias
6.2.1 Competencias matemáticas básicas
Antes de desarrollar las estrategias metodología a seguir, debemos plantear algunas competencias
matemáticas que queremos trabajar con los alumnos.
Resolver problemas de manera autónoma. Implica que los alumnos sepan identificar, plan-
tear y resolver diferentes tipos de problemas o situaciones; por ejemplo:
Problemas con solución única, otros con varias soluciones o ninguna solución.
Problemas en los que sobren o falten datos.
Problemas o situaciones en los que sean los alumnos quienes planteen las preguntas.
Se trata de que los alumnos sean capaces de resolver un problema utilizando mas de un proce-
dimiento, reconociendo cuál o cuáles son más eficaces; o bien, que puedan probar la eficacia de
un procedimiento al cambiar uno o más valores de las variables o el contexto del problema para
generalizar procedimientos de resolución.
Comunicar información matemática. Comprende la posibilidad de que los alumnos expresen,
representen e interpreten información matemática contenida en una situación o en un fenó-
meno. Requiere que se comprendan y empleen diferentes formas de representar la información
cualitativa y cuantitativa relacionada con la situación; se establezcan nexos entre estas represen-
taciones, se expongan con claridad las ideas matemáticas encontradas, se deduzcan las informa-
ciones derivada de las representaciones y se infieran propiedades, características o tendencias de
la situación o del fenómeno representado.
Validar procedimientos y resultados. Consiste en que los alumnos adquieran la confianza su-
ficiente para explicar y justificar los procedimientos y soluciones encontradas, mediante argu-
mentos a su alcance que se orienten hacia el razonamiento deductivo y la demostración formal.
Manejar técnicas eficientemente. Se refiere al uso eficiente de procedimientos y formas de re-
presentación que hacen los alumnos al efectuar cálculos, con o sin apoyo de calculadora. Muchas
veces el manejo eficiente o deficiente de técnicas establece la diferencia entre quienes resuel-
ven los problemas de manera óptima y quienes alcanzan una solución incompleta o incorrecta.
Esta competencia no se limita a usar de forma mecánica las operaciones aritméticas, sino que
apunta principalmente al desarrollo del significado y uso de los números y de las operaciones,
que se manifiesta en la capacidad de elegir adecuadamente la o las operaciones al resolver un
problema; en la utilización del cálculo mental y la estimación; en el empleo de procedimientos
abreviados o atajos a partir de las operaciones que se requieren en un problema , y en evaluar la
pertinencia de los resultados. Para lograr el manejo eficiente de una técnica es necesario que los
alumnos la sometan a prueba en muchos problemas distintos; así adquirirán confianza en ella y
la podrán adaptar a nuevos problemas.
la espontaneidad; despertar el interés del alumnado para seguir aprendiendo; presentar la informa-
ción de forma estructurada; exponer los conceptos de forma clara y precisa; explicar la utilidad del
tema tanto para la vida como en otras materias; facilitar la intervención de los alumnos; coordinar
las intervenciones de estos; fomentar la cooperación del aprendizaje; resumir lo expuesto y aclarar
dudas (Ribes Greus, 2008, 85).
El proyecto se presenta en varias fases, un calendario preciso para la realización de cada tarea, roles
específicos del docente y de los alumnos, actividades diversas, así como formas de organización y
catalogación particulares.
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Los proyectos se desarrollan en equipo con el fin de fomentar el trabajo colaborativo, asignando
tareas y posteriormente integrando los resultados. Un buen trabajo en equipo requiere de una gran
responsabilidad de parte de cada uno de sus integrantes; con ello los alumnos también aprenden
a reflexionar, a tomar decisiones adecuadas y a valorar las actitudes y formas de pensar de los com-
pañeros con una actitud democrática y participativa, con lo que se contribuirá a su mejoramiento
personal y social.
A continuación se ofrece un ejemplo de proyecto para el abordaje de un tema en particular relacio-
nado con un contenido de Matemáticas en el primer curso de ESO.
Asimismo, desde esta materia se pretende aprovechar todos los recursos disponibles en el centro: el
aula, los espacios comunes, la comunidad educativa, etc., pero también el entorno social y natural
del centro, ya que el objetivo de la materia es, en parte, facilitarle la comprensión del mundo que les
rodea y poder intervenir con criterio en el mismo.