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1

EL PODER DE LA
MENTE
2

Cómo aprovechar al
máximo nuestros
recursos

Herbert Benson,
M.D.
con William Proctor
3

A Arman Simone
y Joseph
J.
Schildkra
ut,
con
agradeci
miento y
en
amistad
4

Indice

Prólogo……………………
………………………………
………

Primera parte
5

EL SECRETO PARA
REMODELAR LA
MENTE,
LOS HABITOS Y LA
VIDA

1. ¿Se puede
cambiar realmente
la manera de pensar
y de actuar?
6

2. El Principio de la
Maxi-Mente
3. Los canales del
cambio

Segunda parte

CÓMO CAMBIAR SU
VIDA
7

4. El sistema de
autoayuda
fundamental
5. Su salud al
máximo
6. El secreto para
ponerse en forma
7. El secreto para
mejorar el poder
mental
8. El lado espiritual
8

9. Las cimas de la
mente
9

Prólogo

Este libro reúne


hallazgos
provenientes de más
de veinte años de
actividades
docentes, clínicas y
de investigación en
la Facultad de
Medicina de Harvard
10

y en otras
instituciones a ellas
adscritas. En mi
argumentación me
he basado en
pruebas de campos
a veces tan dispares
como la medicina
clínica, la fisiología,
psiquiatría,
psicología, religión,
11

filosofía y hasta el
atletismo. El
conjunto de esta
información
interdisciplinar
ayuda a definir una
notable capacidad
humana, que yo
llamo la Maxi-Mente
(es decir, el poder de
la mente llevado al
12

máximo). El libro
ofrece también
diversas
orientaciones
prácticas para
alcanzar resultados
beneficiosos.

A medida que se
profundice la
investigación de las
13

amplias
manifestaciones de
la Maxi-Mente, es
probable que
nuevos datos
aporten
comprobaciones
nuevas. Pero
nuestros
convincentes
resultados
14

obtenidos con
muchos pacientes, e
interpretados dentro
de un marco
científico unificador,
justifica que
presentemos ahora
a la consideración
general el Principio
de la Maxi-Mente.
15

El Principio de la
Maxi-Mente tiene
potencialidades de
transformar la vida,
y por esta razón es
necesario tomar
ciertas
precauciones. En
especial, si cualquier
lector o lectora
decide valerse del
16

Principio para
cuestiones ya sean
médicas o
espirituales, debe
proceder bajo la
dirección de lo que
llamamos “un guía
mental máximo”.

El guía deberá ser


un profesional de la
17

salud si el mayor
interés del lector es
el mejoramiento de
su salud. Por
ejemplo, si usted
decide aplicar este
Principio al
tratamiento de la
hipertensión o de
cualquier otra
enfermedad, debe
18

hacerlo solamente
con la aprobación y
la consiguiente
supervisión de su
médico. De modo
similar, un sacerdote
de la religión o culto
que el lector
practique sería el
guía adecuado para
quien tenga como
19

objetivo cambiar su
vida espiritual.

A veces puede ser


útil contar con un
guía mental máximo
su uno quiere usar el
Principio de la Maxi-
Mente para
perfeccionarse en
algún dominio
20

particular del
conocimiento; por
ejemplo para
adelantar en el
estudio de una
lengua extranjera
podemos buscar un
especialista que
controle nuestros
progresos, o hablar
con un entrenador si
21

queremos mejorar
nuestra capacidad
atlética o deportiva.
Para cuestiones más
sencillas lo más
probable es que se
pueda trabajar sin
guía, confiando en
lecturas como las
que se citan en las
22

secciones de la fase
dos del libro.

Todos los casos que


se presenten son
reales, aunque el
nombre, el sexo y
otras circunstancias
de las personas han
sido modificados
23

para respetar el
anonimato.

Agradezco
muchísimo a Nancy
E. Mackinnon, Anna
K. Arthur, Irene L.
Goodale, Anne
Jacobs, Ferry A.
Bard, Frederick
Commoner, Gregory
24

C. Benson y Fafa
Demasio la
excelente ayuda que
me han prestado en
la preparación del
libro. Aprecio
también las
contribuciones del
doctor George S.
Everly, hijo de
Robert L. Allen y de
25

Samuel S. Myers,
quienes colaboraron
indirectamente en
esta obra mediante
nuestras
conversaciones y
nuestros proyectos
de investigaciones
en colaboración. A
Robert A. Cowden
III, le agradezco sus
26

consejos. El interés y
las sugerencias de
mi buen amigo T.
George Harris me
han sido muy útiles
y los reconozco. Y
nuevamente estoy
en deuda con
Marilyn, mi esposa
por sus excelentes
consejos, su
27

paciencia y su
apoyo.

Distintos aspectos
de este libro fueron
posibles gracias a
fondos de la John E.
Fetzer Foundation,
Arman Simone, la
Ruth Mott Fund y
William K. Coors.
28

Reconozco también
con agradecimiento
el apoyo financiero
de Laurance S.
Rockefeller, George
S. Warburg y Francis
X. Meany. Para la
investigación y
elaboración del libro
se contó también,
en parte, con becas
29

del Servicio de Salud


Pública de los
Estados Unidos (HL-
22727 y HL-07374),
de la Fundación
Nacional de la
Ciencia (NSF INT
8016982) y del
American Institute
of Indian Studies.
30

Herbert
Benson
31

Primera parte

El secreto para
remodelar la mente,
los hábitos y la vida
32

¿Se puede cambiar


realmente la
manera de pensar y
de actuar?

El Dalai Lama, un
gran estudioso de la
mente humana a la
vez que el líder
33

espiritual de los
budistas tibetanos
dijo en una ocasión:
Nosotros, los seres
humanos, tenemos
un cerebro
evolucionado y un
potencial sin límites.
Si con paciencia se
puede entrenar
gradualmente
34

incluso a los
animales, la mente
humana también
puede ser entrenada
gradualmente, paso
a paso. Con
paciencia, cada uno
puede llegar a saber
esto por propia
experiencia.
35

Tal como da a
entender el Dalai
Lama, el cerebro es
una parte
maravillosa de la
anatomía humana.
Al mismo tiempo, es
también muy
misterioso. Hay
mucho que no
sabemos y que quizá
36

nunca lleguemos a
saber acerca del
funcionamiento de
la mente humana.
Pero poco a poco
algunos misterios se
van desvelando,
para gran beneficio
de la medicina
moderna… y para
cualquiera que
37

desee mejorar sus


potencialidades
personales.

¿Con tanta
frecuencia no nos
hemos criticado
nosotros mismos
porque teníamos la
sensación de no
estar viviendo a la
38

altura de nuestras
potencialidades?
Muchas veces nos
hemos dicho: Si
pudiera:
-liberarme de este
mal hábito;
-superar este
problema de salud;
-ser una persona
muy productiva;
39

-ser más
disciplinado/a;
-perfeccionarme en
tal o cual actividad o
rama del
conocimiento.

La mayoría de
nosotros queremos
salir adelante.
Queremos mejorar,
40

subir otro peldaño


en nuestros logros.
Pero muchas veces
parece que algo nos
bloqueará el
camino.

Vuelva usted a
pensar en lo que
fueron sus
aspiraciones durante
41

los últimos años.


¿Cuántos programas
de autoayuda ha
intentado o querido
intentar?

Quizá siempre haya


querido ir a una
escuela nocturna
para obtener algún
título. O tal vez su
42

principal objetivo
sea estudiar un poco
por su cuenta… una
lengua extranjera
que siempre habría
querido dominar,
pongamos por caso.
Por otra parte,
también puede
haber pensado
seriamente en
43

iniciar un programa
independiente de
lectura y estudio de
las grandes obras de
la literatura que no
alcanzó a leer
cuando era más
joven.

O bien, puede ser


que sus intereses – y
44

sus frustraciones-
estén centrados más
bien en el área de la
salud y de la buena
forma física. Quizá
se esté acercando a
los treinta o los
cuarenta… o más, y
vea que el físico de
que tanto se
enorgullecía ya no
45

es el mismo. Sabe
que le sobran unos
cinco o diez kilos y
quisiera (y en alguna
ocasión hasta lo ha
intentado, sin
conseguirlo) librarse
de ellos
desesperadamente.
46

Es obvio que un
antídoto razonable
para su problema
sería un programa
de ejercicios,
incluyendo un
régimen regular de
flexiones,
extensiones, salto,
estiramiento o lo
que fuere. Pero son
47

muchas las veces


que ha iniciado un
programa así, sólo
para volver muy
pronto a su antigua
vida sedentaria.

Por otra parte, es


posible que lo que le
interese sea
disciplinarse más en
48

su trabajo. Tal vez le


preocupe mucho la
idea de si está
haciendo lo que
debe para obtener
un ascenso. Usted
sabe que para
conseguirlo tendría
que mejorar en
varios campos en los
que flojea, en
49

finanzas y
contabilidad,
digamos. Pero, por
más que se esfuerza,
no consigue poner
en práctica un
programa que
convierta esas
deficiencias en
valores primitivos.
50

También podría ser


que su principal
preocupación está
en el lado o
vertiente espiritual.
En la lucha por
triunfar en el mundo
y mantener la vida
personal y social a
tope, ha descuidado
los niveles más
51

profundos de la
existencia humana.
En pocas palabras,
quiere saber más
acerca de Dios, de
las enseñanzas de su
iglesia o templo, y
de las apremiantes
cuestiones
teológicas y
espirituales para las
52

que nunca ha
podido encontrar
respuesta adecuada.
Quizá quiera
experimentar
también otros
niveles de
conciencia
espiritual, pero estas
preocupaciones, que
usted reconoce
53

como
importantísimas,
van quedando de
lado porque no
parece que haya
manera de
encontrar tiempo
para ellas.

Todos hemos
sentido estas
54

frustraciones y
presiones cuando
encontramos que no
somos capaces de
llevar una vida que
esté a la altura de
nuestras
expectativas
personales. En
última instancia, nos
sentimos “atascados
55

en una rutina”.
Parece que no
pudiéramos
quitarnos de encima
los antiguos malos
hábitos o los
problemas de salud
que nos han
limitado en el
pasado,
impidiéndonos la
56

adquisición de
formas nuevas y
benéficas de
autodisciplina. Con
frecuencia, caemos
en la tentación de
decirnos: “Bueno,
me parece que no
puedo hacer nada
para cambiar y para
superar mis
57

limitaciones. Soy así,


y lo mejor será que
lo acepte”.

Nada de eso. Mis


investigaciones me
han convencido de
que es posible
esperar cambios
importantes en
nuestra vida:
58

-es posible superar


los malos hábitos de
antaño;
-es posible aliviar
muchas
enfermedades que
han estado
molestándonos;
-es posible cambiar
los modos de pensar
59

improductivos y
cultivar disciplinas
nuevas que nos
ayudarán a realizar
nuestras
potencialidades; y
-es posible iniciarse
en un modo de vida
realmente distinto.

Ahora bien, ¿cómo?


60

El principio de este
cambio es lo que yo
llamo llevar al
máximo las
potencialidades de
nuestra mente, y es
un proceso que se
relaciona
directamente con la
Relajación.
61

La Relajación ha
sido el punto central
de mis
investigaciones
médicas y de mi
práctica clínica
durante los últimos
veinte años. Para los
lectores que no
estén familiarizados
62

con mi trabajo, diré


que la Relajación se
refiere a la
capacidad del
cuerpo para entrar
en un estado,
científicamente
definible que se
caracteriza por una
reducción general
de la velocidad del
63

metabolismo, una
disminución de la
presión sanguínea,
del ritmo
respiratorio y
cardíaco y la emisión
de ondas cerebrales
más nítidas y más
lentas.
64

La Relajación ejerce
más poderosamente
su influencia cuando
se combina con lo
que he llamado el
Factor Fe, lo cual
implica que la
inducción de la
Relajación se haga
en el contexto de un
conjunto de
65

creencias
personales,
filosóficas o
religiosas
profundamente
arraigadas.

Hasta ahora he
recomendado que la
Relajación se use
principalmente para
66

combatir los efectos


dañinos y
desagradables del
estrés, tanto sobre
la mente como
sobre el cuerpo. Sin
embargo,
observaciones
recientes han
demostrado que el
alcance de este
67

fenómeno es
considerablemente
mayor.

De hecho hemos
descubierto que la
Relajación actúa
también, de manera
bastante
extraordinaria, como
una especie de
68

puerta hacia una


renovación mental y
un cambio de vida.
Puede permitirnos
cambiar incluso los
malos hábitos más
profundamente
arraigados. Puede
permitirnos cultivar
disciplinas nuevas y
benéficas, y mejorar
69

nuestra salud por


medios que siempre
habíamos
considerado
inaccesibles. Dicho
brevemente, la
Relajación es el
primer paso, y
probablemente el
más decisivo para
conseguir el éxito en
70

cualquier programa
de autoayuda que
nos propongamos
seguir.

¿De qué manera,


exactamente, puede
actuar la Relajación
como un catalizador
que promueva una
renovación mental?
71

¿Cómo puede
ayudarnos a cambiar
de hábitos, a
mejorar nuestra
salud y transformar
nuestro estilo de
vida?

LOS CANALES DE LA
MENTE
72

A lo largo de los
años, en el cerebro
se van formando
“circuitos” y
“canales” de
pensamiento, es
decir, vías físicas que
controlan la forma
en que pensamos y
actuamos, y con
frecuencia también
73

nuestra manera de
sentir. Muchas veces
estas vías o hábitos
llegan a estar tan
fijados que se
convierten en lo que
yo llamo una
“instalación”, tal
como hablamos de
la instalación
eléctrica. Dicho de
74

otra manera los


circuitos o canales
llegan a estar tan
“empotrados” que
casi parece
imposible
transformarlos. De
hecho, se convierten
en parte del
cerebro; son parte
de nosotros.
75

El funcionamiento
del cerebro es
demasiado
complicado, y
nuestros
conocimientos
demasiado limitados
como para que
podamos resumir en
términos sencillos su
76

funcionamiento.
Pero los
investigadores han
descubierto que hay
algunas reglas
elementales de
validez general y
cuyas implicaciones
prácticas son de
vasto alcance.
77

Neurofisiólogos
como los doctores
Roger Sperry y
Michael S.
Gazzaniga, han
estado investigado
los llamados
fenómenos del split
brain (cerebro
dividido), que
permiten conocer
78

las actividades de
los hemisferios
derecho e izquierdo
del cerebro. Entre
otras cosas, estos
investigadores han
demostrado que el
hemisferio izquierdo
es en gran medida
responsable del
control de buena
79

parte de los
procesos del
pensamiento y de
las habilidades
analíticas, de
inferencia y de las
relacionadas con el
lenguaje. El
hemisferio derecho
es el área en donde
reside en su mayor
80

parte el
pensamiento
intuitivo, artístico y
creativo.*

Consideremos, por
ejemplo, la cuestión
de cómo se puede
cambiar un mal
hábito o adquirir
una habilidad nueva.
81

Mediante diversas
inferencias lógicas-
el cerebro izquierdo
puede “decirnos”
que ciertos cambios
benéficos, ya sea en
nuestra
personalidad,
nuestros hábitos o
nuestras
habilidades, son
82

imposibles. Y pese a
sus inexactitudes,
nos creemos lo que
estamos oyendo
¿Por qué? Porque
con muchísima
frecuencia, habrá
muy poca oposición
o discusión de parte
del hemisferio
derecho.
83

En términos muy
prácticos, pues, en
gran parte son los
circuitos arraigados
del lado izquierdo
del cerebro los que
nos dicen que no
podemos cambiar
nuestro modo de
vida, que los malos
84

hábitos son para


siempre, que
estamos hechos de
tal o cual manera y
que tenemos que
aceptar que es así.

Pero todo eso,


sencillamente, no es
verdad.
85

Son posibles
cambios
importantes, e
incluso
espectaculares.
¿Cómo? Induciendo
la Relajación por
medio de la
meditación, la
plegaria u otras
técnicas, puede uno
86

preparar la escena
para importantes
cambios cerebrales
capaces de alterar la
mente y los hábitos.
Además, seremos
capaces de
liberarnos para
entrar a un modo de
vida nuevo en que
desarrollaremos al
87

máximo nuestras
capacidades innatas.

Dicho de manera
más específica, este
cambio puede
producirse como
resultado de un tipo
de comunicación
diferente entre
ambos lados del
88

cerebro. La
investigación
científica ha
demostrado que la
actividad eléctrica
entre el hemisferio
derecho y el
hemisferio izquierdo
se coordina mejor
durante ciertos
estados de
89

meditación u
oración.

Mi propia
experiencia con los
pacientes me ha
demostrado que
mediante estos
procesos la mente
se vuelve
decididamente más
90

susceptible de ser
alterada y más capaz
de hacer funcionar
al máximo sus
capacidades.

Con el fin de
producir cambios
benéficos, en las
páginas siguientes
estudiaremos de
91

que manera puede


usted aumentar sus
probabilidades de:

-tener éxito en
programas de
autoayuda;
-fortalecer la
autodisciplina;
92

-alcanzar objetivos
difíciles en gimnasia
y atletismo;
-aumentar su
creatividad y
habilidad para
tomar decisiones;
-reforzar los efectos
de la psicoterapia;
-disminuir alguna
medicación que
93

pueda estar
tomando;
-superar sus miedos
irracionales;
-abandonar sus
pautas de
pensamiento
morboso y
destructivo; y
94

-fortalecer y
expandir su vida
espiritual.

ALGUNAS REGLAS
BASICAS PARA LEER
ESTE LIBRO

Antes de seguir
adelante me
95

gustaría establecer
algunas reglas
básicas en lo que se
refiere a cómo
abordar el tema de
una renovación de la
mente.

Lo primero de todo,
la mayor parte de la
fuerza para el
96

cambio en su vida se
mantendrá a medida
que aprenda usted a
usar de diferentes
maneras las partes
de su cerebro. En
particular, tiene que
aprender a utilizar
en forma más plena
la actividad del lado
creador e intuitivo
97

de su mente, es
decir, el hemisferio
derecho de su
cerebro.

Cuando alguien
intenta explicar a
otra persona como
expandir sus
posibilidades para
usar el lado derecho
98

del cerebro,
aparecen ciertos
problemas
inmediatos. El
lenguaje, principal
instrumento de la
instrucción, es en sí
mismo, en gran
parte, una función
del hemisferio
izquierdo. Por
99

definición, pues las


operaciones del lado
derecho no se
pueden expresar
con palabras tan
fácilmente como las
del lado izquierdo.

En realidad, y como
usted sabe, hay
cosas que de ningún
100

modo se pueden
expresar con
palabras. Usted ya
conoce muchas de
esas experiencias
inefables; esa puesta
de sol
impresionante rojo
anaranjado; ese
estremecimiento
interior cuando se
101

consigue un objetivo
largamente
buscado; esa
reacción
profundamente
positiva –o negativa-
frente a una persona
o acontecimiento;
ese destello de luz
mental que de
pronto nos ilumina
102

con una idea o


concepto creativo;
esa visión interior
espiritual o mística
que nos cambia la
vida, esa intuición o
“sensación” de que
algo está bien o mal;
la vivencia de estar
enamorado.
103

Es indudable que
todas estas cosas
son reales. De
hecho, con
frecuencia son más
reales que las ideas
o las vivencias que
uno puede reducir
con toda exactitud a
palabras. Estos
acontecimientos
104

profundos son algo


que, sin que
sepamos bien por
qué son inefables.
Desafían a la lógica
ordinaria al análisis y
a la descripción.

De modo similar,
mucho de lo que
hemos de analizar
105

en las páginas
siguientes estará al
menos en parte,
más allá de nuestra
capacidad mental de
organizarlo en
pulcros paquetes
analíticos verbales.
La verdad es que
reducirlo todo a
palabras, es
106

imposible, debido a
la forma en que está
hecho nuestro
cerebro. Sin
embargo, aunque
las palabras se nos
escapen, debemos
recordar lo más
importante que el
cerebro posee una
capacidad inherente
107

de cambio, una
capacidad que he
llamado el Principio
de la Maxi-Mente.
De hecho, como
todos usted tiene el
poder de alterar en
forma espectacular
su manera de
pensar y de actuar.
108

Como muchos de
los conceptos de
este libro sólo es
posible vivenciarlos
de manera no
verbal, quiero
proponer una
manera optativa de
leerlo. Claro que
puede leerse como
cualquier otro libro,
109

y en este caso podrá


sacar abundante
partido de él. Pero si
uno de sus objetivos
es alejarse de un
enfoque puramente
analítico de la vida,
la estrategia
optativa está
pensada para
ayudarle a que,
110

según vaya leyendo


pueda la ir liberando
el Principio de la
Maxi-Mente. ¡Quizá
termine por
encontrarse, de
hecho, con que a
medida que lee el
libro puede usar el
Principio para
111

entender el
Principio!

Pues bien he aquí


lo que sugiero.

Primero léase el
libro lo mismo que
leería cualquier otro,
pero con una
diferencia: intente,
112

al comienzo de cada
lectura, alcanzar la
Relajación. De esa
manera se abrirá la
posibilidad de
cambios
significativos en su
vida, en la medida
que los hemisferios
izquierdo y derecho
del cerebro se
113

coordinen con más


facilidad. Digamos
también que este
enfoque será muy
adecuado para
quienes ya estén
familiarizados con el
mecanismo de la
Relajación. Por
cierto que este
método le exigirá un
114

poco más de tiempo


que si se limitará a
leer el libro del
principio al final,
pero los beneficios
potenciales que
puede obtener al
transformar sus
hábitos personales y
configuraciones
mentales justificarán
115

con creces la
inversión de tiempo
extra.

Imagínese algunas
de las posibilidades:
puede empezar
efectivamente a
aprender un
idioma , a practicar
una especialidad
116

atlética que le atrae


desde hace tiempo o
a eliminar una fobia
u otro problema
médico, mientras va
leyendo el libro. Y la
clave de esas
experiencias que
pueden cambiar su
vida puede no ser
más que su
117

disposición a dedicar
un poco más de
tiempo a sus
sesiones de lectura.

Si es realmente
ambicioso, podría
probar con una
técnica algo más
rigurosa. Cuando
llegue a una parte
118

del libro que toque


en usted una cuerda
muy sensible intente
leer varias veces ese
apartado antes de
continuar.
Igualmente al
comienzo de cada
lectura induzca el
mecanismo de la
Relajación. Esto le
119

ayudará a poner en
funcionamiento los
poderes creativos y
renovadores de la
mente que operan a
niveles más
profundos.

He ideado este libro


de forma que le
resulte fácil volver a
120

él repetidamente
cuando, en el futuro,
siga intentando
cambiar o mejorar
diversos aspectos de
su vida. Es probable
que ahora lo que le
interese
principalmente sea
cultivar una actitud
más positiva hacia la
121

vida. Más adelante,


tal vez quiera
trabajar con un
programa regular de
ejercicios. Sean
cuales fueren sus
objetivos, siempre
puede volver a
aquella parte del
libro que más
importancia tenga
122

para usted en un
momento dado.
Durante un período
de días, semanas e
incluso meses, le
sugeriría que vuelva
a leer regularmente
esa parte del libro
que le interesa,
luego de haber
123

entrado en la
Relajación.

Como verá usted, la


inducción del
mecanismo de la
Relajación – y el
período
inmediatamente
posterior- son muy
importantes en sus
124

esfuerzos por
transformar su
mente y su vida.
Esos son los
momentos, creo, en
que uno es más
receptivo para la
alteración de sus
circuitos mentales
arraigados, y para
efectuar cambios
125

benéficos. Es el
momento en que su
“pizarra” mental
está más limpia y
más abierta. Por
eso,
inmediatamente
después de
terminada la
meditación o la
plegaria, es
126

importante que se
concentre sin
pérdida de tiempo
en cosas que se
relacionen con los
objetivos que
cambiarán su vida,
tal como lo veremos
en los capítulos
siguientes. No
tardará en ver que
127

sus pautas de
pensamiento se
desplazan, a veces
muy sutilmente,
hacia sendas más
productivas: de ello
se seguirán cambios
en las acciones y en
la vida. Los
resultados serían
emocionantes e
128

incluso asombrosos,
cuando aprenda las
maneras de
incorporar
plenamente a su
vida el Principio de
la Maxi-Mente.

Ahora antes de
adentrarnos más en
las implicaciones
129

prácticas de estos
conceptos, vamos a
examinar un poco
más de cerca lo que
sabemos sobre la
base científica del
Principio de la Maxi-
Mente.
130

El Principio de la
Maxi Mente

El funcionamiento
del cerebro humano
sigue estando más
allá de nuestra total
comprensión.
131

Hemos dado pasos


gigantescos en la
comprensión de la
fisiología del cerebro
y de su capacidad
para controlar las
múltiples e
intrincadas
operaciones de
nuestro cuerpo y de
nuestras pautas de
132

pensamiento. Y sin
embargo, es todavía
mucho lo que no
sabemos.

Por ejemplo,
continuamos
preguntándonos:

-¿Es maleable la
mente en algún
133

sentido? O, dicho de
otra manera, ¿se la
puede moldear y
cambiar de tal modo
que se produzcan
pautas de
pensamiento nuevas
e impresionantes y
hábitos que cambien
nuestra vida?
134

-¿En qué medida


exactamente, es
posible amplificar el
poder del cerebro,
en especial en lo
que se refiere a
influir sobre las
reacciones y
funciones del
cuerpo?
135

-¿Hay alguna
diferencia entre la
“mente” y el
cerebro?

-¿Hay alguna
relación entre lo que
consideramos las
dimensiones
“mentales” y
136

“espirituales” de
nuestra existencia?

¿Cuáles son las


funciones exactas de
las diferentes partes
del cerebro, y qué es
lo que podemos
hacer para favorecer
tales funciones?
137

-¿Será posible
alguna vez que la
mente reflexione en
forma significativa y
alcanzando un grado
de entendimiento
importante, acerca
de sí misma?

Es probable que
jamás podamos dar
138

una respuesta
completa a muchas
de estas preguntas.
Algunas, sin
embargo, van
encontrando
respuestas poco a
poco, a medida que
seguimos
investigando y
haciendo retroceder
139

cada vez más las


fronteras de la
investigación
psicofisiológica.

Uno de los
principales
descubrimientos
recientes es que el
cerebro no es una
entidad estática e
140

inmutable. De
hecho, es un órgano
capaz de ser
transformado y
utilizado de formas
nuevas y
extraordinarias.
Mediante lo que he
llamado el Principio
de la Maxi-Mente,
las posibilidades de
141

esta plasticidad
mental pueden ser
realmente
asombrosas, tal
como lo demuestran
los casos siguientes:

DE REGRESO EN EL
HIMALAYA
142

Los que hayan leído


mis libros anteriores
saben que uno de
nuestros proyectos
de investigación en
la Facultad de
Medicina de Harvard
fue la exploración de
las fronteras de la
mente, en la
vertiente india del
143

Himalaya. Aquella
zona constituye el
hogar en el exilio del
Dalai Lama y de
muchos budistas
tibetanos. Es
indudable que otras
religiones han
registrado también
proezas físicas y
mentales
144

extraordinarias,
curaciones y otros
sucesos
espectaculares, pero
hacía ya años que yo
había decidido
concentrar mis
esfuerzos en la
investigación
científica de los
datos provenientes
145

de una tradición
oriental, en
particular, el
budismo tibetano.

Una de las cosas


que inicialmente me
habían interesado
en aquellos monjes
era la capacidad que
se les atribuía de
146

elevar en forma
espectacular la
temperatura de la
piel cuando se
hallaban en un
ambiente frío,
valiéndose de una
forma de meditación
conocida como yoga
gTum mo. Se supone
que con esta
147

práctica, cuyo
nombre significa
literalmente “mujer
fogosa”, se crea en
el cuerpo humano
un fuego interno de
purificación que
contrarresta la
falsedad y estimula
un estado de
conciencia elevado.
148

Mientras meditan
los monjes siguen
mentalmente una
imagen de la energía
corporal conocida
como “prana”, la
cual se supone que
enciende un intenso
“calor interno”.
149

Lo que nos
interesaba no era
solamente el
propósito religioso
de tales prácticas,
sino también sus
manifestaciones
fisiológicas: si
realmente aquellos
monjes podían
elevar la
150

temperatura en
condiciones de
intenso frío, eso se
podía medir con
nuestros
instrumentos y el
resultado,
esperábamos, sería
una comprensión
más profunda de la
151

interacción mente-
cuerpo.

En nuestro primer
viaje al Alto
Dharmsala en las
estribaciones indias
del Himalaya,
nuestro equipo de
investigadores
descubrió que los
152

monjes en
meditación, que
estaban
prácticamente
desnudos podían
elevar
efectivamente la
temperatura de la
piel en unos diez
grados centígrados.
Además, lo hacía
153

cuando la
temperatura del aire
no pasaba de unos
quince grados
centígrados. Pero
quedó mucho por
investigar en este
campo, mucho por
explorar en la forma
en que la mente
154

puede influir sobre


el cuerpo.

Específicamente, en
1978 nos habíamos
informado, leyendo
las obras de
Alexandra David-
Neel, de que estos
monjes podían,
según se afirmaba,
155

elevar la
temperatura de la
piel lo suficiente y
durante períodos lo
bastante largos,
como para secar
sábanas mojadas
sobre su cuerpo en
condiciones
invernales. Pero
hasta entonces
156

ningún científico
había conseguido
documentar el
fenómeno. Los
informes no tenían
otro fundamento
que el comentario
oral y la leyenda.
Nuestros
investigadores
querían estudiar por
157

si mismos esa
fascinante historia.

En el verano de
1984, como parte de
nuestra continuada
colaboración, recibí
una invitación del
Dalai Lama para
estudiar este
fenómeno. Envié a la
158

India un equipo de
filmación para que
presenciara y
registrara el hecho…
si es que realmente
los monjes eran
capaces de
semejante hazaña.
Nuestro grupo que
incluía a los
realizadores Russel
159

Pariseau y Michael
Edwards, llegó en
febrero de 1985 a un
monasterio tibetano
situado en el valle
de Kulu, en el norte
de la India. Allí los
monjes celebraron
una ceremonia
secreta que hasta
donde nosotros
160

sabíamos ningún
occidental había
presenciado jamás.

Con una excitación


en constante
aumento, los
encargados de la
filmación instalaron
su equipo en el
pequeño
161

monasterio y se
quedaron esperando
hasta
aproximadamente
las tres de la
mañana, cuando
entraron en el
recinto una docena
de monjes. La
temperatura en la
habitación no
162

alcanzaba los cinco


grados centígrados.
Los monjes se
desvistieron
completamente
quedándose solo
con un mínimo
taparrabo, y se
sentaron en el suelo
con las piernas
cruzadas. En unos
163

cubos de agua que


habían sido
colocados frente a
ellos sumergieron
sábanas de algodón
de unos noventa
centímetros por un
metro ochenta; el
agua estaba a una
temperatura
aproximada de unos
164

nueve grados y
medio.

Bajo la supervisión
de un superior del
monasterio,
estrujaron entonces
las sábanas
empapadas para
quitarles el exceso
de agua y se
165

envolvieron con
ellas la parte
superior del cuerpo.
Las sábanas estaban
tan mojadas que la
tela dejaba traslucir
el cuerpo de los
monjes cuya piel se
podía ver
claramente a través
de ellas.
166

En aquel momento,
los monjes
empezaron a
practicar su
meditación yoga
gTum mo… y
empezó a producirse
un fenómeno
asombroso. Aunque
la mayoría de las
167

personas habría
empezado a tiritar
violentamente el
verse expuesto así a
la humedad y al frío,
ellos no mostraron
reacción alguna.
Permanecieron en
cambio
tranquilamente
sentados, y habían
168

pasado entre tres y


cinco minutos
cuando las sábanas
con que se envolvían
empezaron a echar
vapor. La habitación
se llenó de vapor de
agua a tal punto que
los lentes de las
cámaras se
empañaban y había
169

que estar
secándolas
continuamente.
Entre los treinta y
cuarenta minutos las
sábanas con que los
monjes se habían
envuelto estaban
completamente
secas.
170

Entonces volvieron
a empezar todo de
nuevo. Sumergieron
otro fuego de
sábanas en el agua
fría, las estrujaron
un poco y se las
envolvieron sobre
los hombros. De
nuevo empezaron a
practicar la
171

meditación gTum
mo, y otra vez las
sábanas
comenzaron a echar
vapor a los pocos
minutos y
estuvieron
completamente
secas en una media
hora. Luego
volvieron a repetir el
172

proceso una vez más


y aunque la
ceremonia entera
llegó a durar varias
horas, ni una sola
vez los monjes que
participaron en ella
temblaron ni se
estremecieron de
frío, ni dieron
tampoco ninguna
173

otra señal de
incomodidad.

EL EXPERIMENTO
DE LOS 18 GRADOS
BAJO CERO

A continuación
nuestro equipo viajo
a la ciudad india de
174

Leh, situada en la
extensión occidental
de la meseta
tibetana de Ladakh.
El destino era un
monasterio situado
sobre un precario
precipicio a más de
cinco mil metros
sobre el nivel de
mar.
175

El lugar es una
planicie alta y árida,
sembrada de
gigantescos
pináculos rocosos
que se elevan hacia
el cielo. Los
monasterios de
Hemis y de Gotsang
se encuentran
176

próximos a la
cumbre de algunos
de esos
promontorios, a una
altura aproximada
de unos cinco mil
metros. Las
observaciones
habían sido
programadas para
una noche que,
177

según la predicción
de los tibetanos,
sería una de las más
frías del año: la del 5
de febrero de 1985.
La verdad es que la
temperatura llegó a
ser de 18 grados
centígrados bajo
cero.
178

Los filmadores
vestidos como para
las condiciones
climáticas del Ártico,
partieron a
medianoche,
acompañados de un
grupo de diez
monjes, que a su vez
calzaban sandalias y
se cubrían con un
179

taparrabo y una
ligera tela de
algodón. El grupo
terminó por subir a
mayor altura hasta
un voladizo que se
asomaba sobre un
acantilado, a unos
seis mil doscientos
metros sobre el nivel
del mar.
180

En ese lugar gélido


e inhóspito, los
monjes se quitaron
las sandalias y se
sentaron en cuclillas.
Después,
inclinándose hacia
delante, apoyaron la
cabeza sobre el
suelo y se echaron
181

sobre el cuerpo la
delgada tela de
algodón. En esa
posición,
prácticamente
desnudos, se
pasaron toda la
noche practicando
una forma especial
de la meditación
gTum mo, conocida
182

como Repeu. Casi


parecía que habían
entrado en un
estado de muerte
aparente. Ni siquiera
reaccionaron
cuando, a primeras
horas de la mañana,
les cayó encima una
ligera nevada.
183

Ninguna persona
ordinaria podría
haber soportado
tales condiciones; de
eso estamos
seguros. Y sin
embargo, los monjes
no exhibieron
ningún efecto
negativo. Se
limitaron a
184

permanecer
inmóviles en su
postura meditativa
durante unas ocho
horas consecutivas,
tan quietos y
silenciosos que un
observador no
informado podría
haber temido que se
hubieran congelado.
185

Finalmente,
respondiendo al
sonido de un
pequeño cuerno, se
pusieron de pie, se
sacudieron la nieve
de la espalda, se
calzaron las
sandalias y volvieron
a bajar
186

tranquilamente la
montaña.
Perfectamente
podrían haber sido
un grupo de
hombres de
negocios al salir de
las cómodas y
abrigadas
habitaciones de su
hotel, con la
187

intención de
desayunar tras una
noche de sueño
profundo.

Es indudable que
una persona común
habría empezado en
seguida a tiritar
violentamente tanto
durante el ejercicio
188

de las sábanas
mojadas como al
permanecer toda la
noche a una
temperatura de
dieciocho grados
bajo cero.
Normalmente el
cuerpo reacciona así
para generar el calor
suficiente para
189

poder mantenerse
con vida. De hecho,
es casi seguro que
sin temblar – o sin
alguna otra forma
de moverse- ni el
lector ni yo
habríamos sido
capaces de aguantar
semejantes
condiciones. E
190

incluso temblando
violentamente, con
una temperatura de
dieciocho grados
centígrados bajo
cero no habríamos
podido evitar la
congelación y hasta
es posible que nos
hubiéramos muerto.
191

¿Cómo era posible


que esos monjes
consiguieran
semejante cosa?

Creo que un factor


clave, subyacente a
cualquier respuesta
es su capacidad para
alcanzar la
Relajación. A
192

medida que,
confiando
firmemente en su fe
budista se
entregaban a una
forma específica y
profunda de plegaria
y de meditación, en
su mente y en su
cuerpo se producían
cambios
193

espectaculares. Pero
la Relajación no es
más que uno de los
mecanismos físicos y
mentales que
operan en estos
monjes. Aunque
todavía no
conocemos todas las
respuestas, se han
adelantado algunas
194

explicaciones más
para estos poderes.

Una de estas
teorías sostiene que
los monjes pueden
haberse valido de un
proceso al que se ha
denominado
“termogénesis sin
temblores”, que
195

pone en juego la
capacidad que tiene
el cuerpo, en ciertas
circunstancias de
quemar o
metabolizar un tipo
de grasa que es
capaz de generar
una elevada
cantidad de calor.
Antes los científicos
196

creían que solo


cierto tipo de
mamíferos no
humanos, en
especial los que
están sujetos al
proceso de
hibernación, podían
quemar ese tipo de
grasa, pero ahora
parece que también
197

los seres humanos


podemos tener la
capacidad de
generar calor a
partir de ella. Según
nuestra hipótesis,
podría ser que los
monjes hubieran
aprendido a hacerlo
valiéndose de
poderes mentales
198

generalmente
desconocidos.

En todo caso, está


claro que tanto
nuestra mente como
nuestro cuerpo son
capaces de hazañas
que hasta ahora se
han considerado
imposibles, y que
199

incluyen -sin
limitarse
ciertamente a ello-
la capacidad de
superar los efectos
de un frío intenso.
Pero estas
posibilidades
espectaculares no se
limitan a los monjes
tibetanos, también
200

están abiertas para


usted, en la medida
en que aprenda
cómo valerse de
esas capacidades
mentales que hoy
no usa.

LOS SECRETOS DE
LOS SABIOS
201

El punto focal físico


de este poder
parece ser el estado
especial que hemos
identificado hace
más de una década,
al que llamamos
respuesta de
Relajación, y de la
cual he dado una
202

breve explicación en
el capítulo
introductorio. ¿Cuál
es exactamente, la
forma de provocar
esta reacción?
¿Cuáles son los
pasos prácticos
necesarios para
abrir las puertas a
cambios
203

extraordinarios en
nuestra manera de
pensar y actuar?

Son varios los pasos


básicos que se
requieren para
alcanzar la
Relajación.
204

Paso1: Elija para


concentrarse una
palabra o una frase
breve que esté
firmemente
arraigada en su
sistema personal de
creencias. Por
ejemplo, un
cristiano podría
elegir las palabras
205

iniciales del Salmo


23, “El señor es mi
pastor”; un judío la
palabra “Shalom” y
una persona que no
sea religiosa, una
palabra neutra,
como “uno” o “paz”.

Paso 2: Siéntese
sosegadamente en
206

una posición
cómoda.

Paso 3: Cierre los


ojos.

Paso 4: Relaje los


músculos.

Paso 5: Respire en
forma lenta y
207

natural, y mientras
lo hace, repita al
exhalar la palabra o
frase elegida.

Paso 6: Adopte una


actitud pasiva y no
se preocupe de si lo
está haciendo bien o
mal. Cuando otros
pensamientos
208

acudan a la mente,
limítese a decirse:
“Ya está bien” y
vuelva
apaciblemente a la
repetición.

Paso 7: Continúe
así de diez a veinte
minutos.
209

Paso 8: Practique la
técnica una o dos
veces al día.

Nuestras últimas
investigaciones han
revelado que
aunque todos estos
pasos son
importantes, hay
dos absolutamente
210

importantes: son la
repetición de una
palabra, un sonido,
una plegaria, una
idea o una acción
muscular y la actitud
pasiva hacia los
pensamientos que
interfieran. Con
estas dos
condiciones, se
211

aminoran los efectos


de la intrusión de
pensamientos,
actividades y
mecanismos que
pueden impedirle a
uno entrar en un
estado meditativo.
Además,
desentenderse
pasivamente de los
212

pensamientos
cotidianos le
ayudará a ir
desarmando algunas
de las viejas pautas
de funcionamiento
mental negativo, y a
abrirse a las
influencias positivas
renovadoras que
213

pueden llegar a
cambiar su vida.

Al seguir estos
pasos –si lo hace en
el contexto de sus
creencias más
profundas- se
encontrará usted
con que va
encaminándose
214

hacia una expansión


increíble de sus
capacidades
mentales. Estará
avanzando en las
direcciones
exploradas por los
monjes tibetanos,
los místicos y
sanadores cristianos
y judíos, y por otras
215

personas que llevan


una vida arraigada
en la plegaria y la
meditación.
Igualmente, a
medida que su
mente se expanda
hasta abrirle las
puertas que le
conducirán a nuevas
aventuras interiores,
216

irá adquiriendo la
capacidad de
cambiar sus hábitos
personales… incluso
aquellos que lo
aplastan con su
peso, como el
proverbial albatros,
e incrementará sus
probabilidades de
217

cultivar disciplinas y
nuevos hábitos.
218

EL CEREBRO
MARAVILLOSO

Para hacerse una


idea de cómo se
puede adquirir esta
capacidad para el
cambio, es
importante
considerar ciertas
teorías referentes a
219

la forma como
funciona el cerebro.
Pero este es un
tema, que debemos
abordar con una
dosis de humildad.
Aunque durante las
últimas décadas los
resultados de la
investigación del
cerebro han
220

ensanchado en
forma extraordinaria
nuestros
conocimientos, la
comprensión que
tenemos de la
fisiología cerebral
sigue siendo
relativamente
rudimentaria, dada
la increíble
221

complejidad del
cerebro humano.

Anatómicamente,
el elemento
estructural básico
del cerebro es la
célula cerebral o
neurona. En cierto
nivel se puede
considerar a estas
222

células como
fábricas vivientes,
que utilizan como
combustible el
oxígeno y el azúcar
transportados por la
sangre. Mediante
pasos bioquímicos
bien definidos, este
combustible
produce la energía
223

que posibilita una


gran cantidad de
trabajos biológicos,
necesarios para
mantener la vida de
la célula. Por
ejemplo, cada célula
interactúa con otras,
desempeña un
importantísimo
papel de apoyo en
224

las complejas redes


que producen el
pensamiento y la
acción y finalmente,
produce elementos
de deshecho que la
sangre se lleva para
eliminarlos.

Sin embargo, es
importante recordar
225

que cada una de


esas células
cerebrales está
realmente viva, con
todo el potencial
para el poder y la
debilidad que
entraña el hecho de
estarlo. Si la
neurona se ve
privada de su
226

combustible –que
proviene
principalmente de lo
que comemos y del
aire que
respiramos-, se
morirá. En otras
palabras, que si el
aporte sanguíneo
portador de
combustible al
227

cerebro se
encuentra
bloqueado, como
sucede cuando hay
un endurecimiento
grave de las arterías,
puede suceder que
las células del
cerebro abastecidas
por la arteria
bloqueada dejen de
228

funcionar. La
consecuencia es un
“ataque” o “schock”,
es decir, un
accidente vascular
cerebral.

Entre otras cosas,


un cerebro sano
acumula y transmite
información, y ésta
229

es lo que, en última
instancia, se
convierte en lo que
llamamos
pensamientos. Es
muy difícil escribir
exactamente lo que
sucede en este
proceso, porque el
acto de pensar,
como tal, es
230

sumamente
complejo y pone en
juego una cantidad
enorme de neuronas
cerebrales que
interactúan en
nuestros procesos
mentales. Piense el
lector, por ejemplo
que en su cerebro
hay
231

aproximadamente
10,000 millones de
células cerebrales.

Además, al
observar
cuidadosamente la
estructura de cada
una de ellas, se
comprende que
todo el asunto es
232

indescriptiblemente
más complicado.
Cada una de las
células nerviosas
tiene numerosos
tentáculos, es decir,
axones y dendritas.
Durante la actividad
cerebral estos
elementos se
“comunican” con los
233

tentáculos de otras
células, a través de
conexiones llamadas
sinapsis; de esa
manera interactúan
y hacen su trabajo
las células
cerebrales. Las
dendritas se
comunican también
234

con otras partes de


su propia célula.

Pero ahora piense


en lo siguiente: cada
célula nerviosa tiene
entre 1,000 y
500,000 conexiones
y cada conexión
tiene la
potencialidad de
235

comunicarse con
cualquier otra
conexión celular del
cerebro. Esto
significa que el
número de
conexiones posible
en el cerebro es
incomprensiblement
e pasmoso.
236

¿Cuántas son las


conexiones
posibles? Por
expresarlo con una
sola cantidad, la
cifra sería de
25.000.000.000.000.
000.000.000.000.00
0.000. Dicho de otra
manera: si usted
empieza a apilar
237

sobre su escritorio
hojas de papel de
máquina, una
encima de otra,
igual al número de
sus posibles
conexiones
cerebrales, la pila
llegaría más allá de
la luna. Llegaría más
allá del planeta
238

Plutón, más allá de


nuestra galaxia, e
incluso más allá de
los límites conocidos
del universo, ¡a
distancia de unos
dieciséis mil
millones de años
luz!
239

Con esta
complejidad
increíble, se
entiende que jamás
podamos llegar a
comprender la
totalidad de las
posibilidades
inherentes al
cerebro humano. De
hecho, cuanto más
240

se investiga, más
sobrecogedor
resulta ser el
proceso del
pensamiento.

Por ejemplo,
sabemos ahora que
esos billones y
billones de
conexiones que
241

alberga el cerebro
“conversan” entre sí
por medio de ciertas
sustancias químicas,
a las que se
denomina
neurotransmisores,
que son segregadas
en los extremos de
las conexiones entre
las células
242

cerebrales. Es decir
que las conexiones
existentes entre las
células cerebrales
no son conexiones
físicas, sino que más
bien hay una brecha
– una brecha
minúscula
microscópica- en
cada una de ellas. La
243

conversación entre
una célula y otra se
lleva a cabo
mediante la acción
de esas sustancias
químicas.

Para complicar un
poco más las cosas,
muchas células
nerviosas contienen
244

dos o más agentes


neurotransmisores,
y hasta el momento
se han descubierto
más de sesenta de
ellos. Pero la
complejidad no
termina aquí. Al
comunicarse con
otras células, los
neurotransmisores
245

también influyen
sobre otras
conexiones en su
entorno inmediato.
Es decir, es como si
se filtrarán a otras
conexiones en su
entorno inmediato.
Es decir, es como si
se filtrarán a otras
conexiones
246

neuronales. Estas
penetrantes
acciones químicas
son lo que permite
que un mensaje
pase de una célula a
otras, y es así cómo
creemos que se
produce la
conversación entre
las células.
247

Pero aún hay más.


Estos mensajeros
químicos se
incorporan al
torrente sanguíneo y
pueden afectar a
células cerebrales
muy alejadas de la
fuente original. De
hecho, los
248

neurotransmisores
producen cambios
en su propia “casa”
o lugar de origen, e
influyen incluso
sobre su propia
producción.
Tampoco en los
mensajes hay una
constancia rigurosa.
Cada uno de los
249

miles de millones de
células nerviosas
emite diferentes
señales en
diferentes
momentos, además,
le influyen las
señales que recibe:
la forma en que
habla depende de
cómo le hablen.
250

Uno de los
neurotransmisores
es una sustancia de
estructura parecida
a la del opio,
conocida como
endorfina. Las
endorfinas pueden
aliviar el dolor,
producir euforia en
251

ciertas
circunstancias, o
bien actuar como
sedantes. Después
de haber sido
segregadas por
ciertas células
nerviosas del
cerebro, las
endorfinas pueden
hacer su trabajo en
252

las inmediaciones de
su lugar de origen,
pero también
pueden hacer largos
viajes y llegar hasta
otras células más
alejadas para
producir una
sensación de
bienestar o aliviar el
dolor.
253

Se han obtenido en
laboratorio ciertas
sustancias capaces
de imitar en mayor o
menor medida la
operación de
algunos de estos
neurotransmisores.
Algunos afectan el
estado anímico de
254

una persona, o
sirven de una
manera u otra para
dar a los pacientes
un tratamiento
benéfico, pero la
forma en que actúan
los fármacos en
comparación con el
funcionamiento
natural, delicadísimo
255

y sutilmente
afinado, de los
neurotransmisores
cerebrales.

Otras
combinaciones de
neurotransmisores
se relacionan con la
memoria. Una teoría
nos sugiere que son
256

ellos los que nos dan


la capacidad de
tener varios tipos de
memoria: hay una
memoria para las
habilidades y los
procedimientos, que
almacena hábitos o
funciones
relacionadas con el
“cómo-se-hace”
257

algo. Hay una


memoria
declarativa, que
almacena fechas,
números y otras
cosas que uno dice
tras haber
expresado:
“Recuerdo que…”
Gracias a los dos
tipos de memoria,
258

uno puede recordar


como se anda en
bicicleta o se juega
al tenis, y también lo
que le pasó el día
que cumplió los
dieciséis años.

Nuestros recuerdos
se derivan en parte
de nuestras propias
259

experiencias vitales.
Surgen de las
capacidades del
cerebro, que
permiten que
nuestras
experiencias sean
recibidas,
codificadas,
almacenadas,
recuperadas e
260

interpretadas.
Cuanto más vasta es
nuestra experiencia,
tanto más tiene para
almacenar el
cerebro y por
consiguiente, más
debe interpretar.

¿De qué manera


seleccionamos toda
261

esta información
para que, cuando
tenemos que
abordar una tarea
específica, no nos
abrume y confunda
la cantidad de
conocimientos que
tenemos
acumulados? ¿Cómo
apartamos las
262

señales que son


inmediatamente
significativas y útiles
de todo el “ruido”
que hay en la
memoria?

Gradualmente
estamos
aprendiendo a
reducir un tanto esta
263

complejidad. En el
proceso, hemos ido
descubriendo que
podemos entender
un poco mejor qué
es lo que pasa en el
cerebro humano y
cómo podemos usar
de manera más
práctica esos
poderes
264

impresionantes. Ya
me he referido
brevemente a un
campo de reciente
investigación – la del
llamado split brain -,
que nos proporciona
un acceso al
entendimiento de
las funciones de
nuestros dos
265

cerebros, y de la
posibilidad de
alcanzar un máximo
aprovechamiento de
nuestra mente.

Los científicos que


investigan estos
temas han
demostrado de qué
manera el
266

hemisferio izquierdo
difiere del derecho,
y cómo se relaciona
con él,
especialmente en
pacientes que han
sufrido ataques, se
han sometido a
cirugía cerebral o
padecen algún otro
problema
267

neurológico. Los
estudios de los
doctores Sperry,
Gazzaniga y otros
investigadores han
comprobado que
ambos hemisferios
tienden a tener
funciones
características. Y
cada conjunto de
268

funciones es
importante para que
podamos tener una
experiencia
plenamente
integrada del mundo
en cuánto seres
humanos.

En el caso de las
personas que usan
269

la mano derecha, el
hemisferio izquierdo
del cerebro actúa a
la manera de un
“super-agente de
prensa”. Procura
encontrar sentido en
esa enorme
cantidad de
información, tanto
nueva como
270

almacenada; el
hemisferio izquierdo
selecciona y
categoriza la
información. Extrae
conclusiones y
formula
predicciones. Para
facilitarse esta
función ilativa el
hemisferio izquierdo
271

recurre a sus
amplios depósitos
de habilidades
analíticas, lógicas y
verbales. El hecho
de que podamos
verter nuestros
pensamientos al
lenguaje y dar
razones precisas de
por qué hacemos las
272

cosas es en gran
medida un resultado
directo de esta
función del lado
izquierdo del
cerebro.

Este lado del


cerebro nos presta,
pues servicios
inapreciables. Sin él
273

no podríamos
desempeñarnos
eficazmente como
seres humanos. La
mente humana
alberga demasiada
información como
para que podamos
manejarla en su
totalidad, y el
hemisferio izquierdo
274

nos ayuda,
momento a
momento, a
seleccionar lo que es
importante que
sepamos.

Lamentablemente,
esta función del lado
izquierdo es tan
importante que
275

tendido a hacer
sombra al papel que
corresponde al
hemisferio derecho.
Y sin embargo, al
lado derecho le cabe
un papel clave en la
plasticidad mental
humana, en nuestra
capacidad para
cambiar pautas y
276

hábitos de
pensamiento
profundamente
arraigados. Y tiene
un papel clave en el
funcionamiento del
Principio de la Maxi-
Mente.

El hemisferio
derecho sirve como
277

centro de muchas
de nuestras
funciones mentales
intuitivas y creativas.
Muchas veces, uno
tiene una intuición o
una idea que
aparentemente
viene “no se sabe de
dónde”. Uno sabe
que la idea es válida,
278

pero no llegó a ella


mediante ningún
proceso lógico ni
analítico. Lo más
probable es que esa
idea haya llegado a
la mente por la
acción de los
neurotransmisores
del hemisferio
cerebral derecho.
279

Muchas de nuestras
capacidades y
funciones artísticas
entre ellas la
capacidad de
percepción espacial
de las cosas, suelen
estar radicadas en el
hemisferio derecho.
Entonces, después
de recibir este tipo
280

de aporte, el
hemisferio derecho
le pasa la
información al
izquierdo para que
la interprete, haga la
selección y extraiga
las inferencias del
caso.
Específicamente la
información pasa a
281

través del llamado


cuerpo calloso, que
conecta ambos
hemisferios.

De hecho, el
funcionamiento de
los hemisferios
cerebrales no es
más que un ejemplo
de lo que el doctor
282

Michael Gazzaniga
ha llamado los
“módulos” del
cerebro. Hay tareas
específicas que
tienden a ser
abordadas por
determinadas partes
del cerebro más
bien que por otras.
Una parte se
283

especializa en
imágenes mentales;
otra se concentra en
las funciones
auditivas; puede
haber otra que se
ocupe
principalmente de
los sentimientos.
284

Pero usted se
estará preguntado
qué tiene que ver
todo esto con su
capacidad de
cambiar sus malos
hábitos y de cultivar
formas nuevas y
constructivas de
auto disciplina.
285

El problema con
que todos
tropezamos es que
ciertos módulos del
cerebro son tan
fuertes, y sus pautas
de funcionamiento
están tan
profundamente
arraigadas, que
tienden a controlar a
286

los otros. Este es, en


particular, un
problema que
parece haberse
planteado muchas
veces en la relación
entre ambos
hemisferios, el
izquierdo y el
derecho. Al lado
izquierdo del
287

cerebro, con sus


poderosas
capacidades de
análisis y su poder
de extraer
inferencias
convincentes, se lo
puede describir en
este contexto como
una especie de
“pequeño dictador”
288

que tiene sometido


al lado derecho.
Muchas de nuestras
funciones intuitivas
y creadoras, como
también gran parte
de la información
que necesitamos
tener y usar para
introducir en
nuestra vida
289

cambios positivos,
han estado
efectivamente
esclavizadas por la
“autoridad” racional
del hemisferio
izquierdo. Se podría
decir que estamos
prisioneros del lado
izquierdo del
cerebro.
290

Entonces, es
posible caracterizar
nuestro objetivo
como una especie
de revolución
mental interna:
debemos derrocar la
hegemonía del
hemisferio izquierdo
y permitir que el
291

derecho se libere y
asuma la estatura
que le cabe en el
proceso pensante.
De esta manera
podemos abrigar la
esperanza de abrir la
puerta de nuestra
vida a un nuevo
conocimiento y a
cambios benéficos.
292

Pero ¿cuánto
cambio podemos
esperar de nuestros
cerebros, y cuáles
son los
procedimientos
mediante los cuáles
se produce?
293

Los canales del


cambio

Los hábitos, las


pautas de
pensamiento y las
actitudes que
influyen sobre
294

nuestra manera de
pensar y de
conducirnos no son
nada que tengamos
grabado en nuestra
cabeza como en una
losa de hormigón.
Por el contrario, la
mente es en todos
nosotros algo
maleable, capaz de
295

dejarse imprimir
formas y
disposiciones
nuevas, como una
delicada escultura
viviente.

Tal como hemos


visto, el hemisferio
izquierdo del
cerebro – esencial e
296

importante como es
en su función de
ayudarnos a llevar
una vida eficaz y con
sentido- tiende a
interferir con los
esfuerzos que
hacemos por
cambiar. En cierto
sentido, el
hemisferio izquierdo
297

puede actuar como


una especie de
guardián intelectual
rígido, que
desbarata cualquier
maniobra que
realizamos para
cambiar,
mejorándolos,
nuestros hábitos y
298

disciplinas
personales.

No se trata de que
el hemisferio
izquierdo sea
naturalmente malo,
una especie de
enemigo con quien
tenemos que
enzarzarnos en una
299

lucha a muerte. Se
trata, más bien de
que ha sido
condicionado para
pensar de que
ciertas cosas son
buenas para
nosotros en cuánto
seres humanos,
cuando de hecho
son cosas que
300

pueden ir en
detrimento de
nuestro crecimiento
y de nuestro
bienestar.

Un ejemplo de
cómo “cuida” su
dominio el
hemisferio izquierdo
nos lo proporciona
301

una teoría que en la


profesión
psicológica se
conoce como
“disonancia
cognoscitiva”, y que
es el concepto
formulado por el
doctor Leon
Festinger, pionero
de la psicología
302

social, de que
cuando una creencia
y un
comportamiento
están en conflicto, la
creencia debe
cambiar para
adaptarse al
comportamiento o
el comportamiento
debe cambiar para
303

estar de acuerdo
con la creencia. El
hemisferio izquierdo
al hallarse frente a
un conflicto
relacionado con la
creencia, se ve
impulsado a
buscarle algún
sentido, a establecer
alguna forma
304

coherencia entre
nuestros valores y
nuestras acciones. Y
generalmente,
según Festinger, lo
que cambia es la
creencia.

En un experimento
que ayudó a llegar a
esta conclusión
305

participó un grupo
de estudiantes a
quien se le preguntó
qué les parecía
hacer trampas.
Algunos dijeron que
eso les parecía muy
mal, en tanto que
otros respondieron
que, en realidad, la
306

cosa no era tan


grave.

Posteriormente, a
todos los
estudiantes se les
tomó un examen en
el que era muy fácil
de hacer trampa, de
una manera que era
imposible descubrir,
307

aunque en realidad
los investigadores
podían determinar
quiénes lo hacían y
quiénes no. Los que
dirigían el estudio
comprobaron que,
aun cuando muchos
habían dicho
inicialmente que les
parecía mal hacer
308

trampa, de hecho la
hicieron al verse
frente a una
oportunidad fácil.
Luego, una vez
terminado el
examen se les volvió
a preguntar a todos
los estudiantes qué
pensaban acerca de
hacer trampas.
309

¿Los resultados?
Los que la primera
vez habían dicho
que estaba mal
hacer trampa, pero
efectivamente la
habían hecho ahora
dijeron que no era
tan malo. En otras
palabras, los valores
310

y las acciones
terminaron por
conformarse unos a
otros al entrar en
conflicto con la
situación de tener
que afrontar
directamente la
cuestión de hacer
trampa.
311

En esta situación, el
hemisferio izquierdo
intervino intentando
encontrar algún
sentido en el difícil
reto que se les
planteaba a los
estudiantes.
Mediante un
proceso de
racionalización, los
312

que al hacer trampa


violaban sus propias
creencias
encontraron razones
para modificar sus
valores. Además de
decidir que lo que
habían hecho no
estaba tan mal, el
razonamiento
parece haber sido:
313

“Si en una situación


así todo el mundo
hace trampa,
también puedo
hacerlo yo. Puede
que no sea perfecto,
pero sigo siendo una
buena persona”.

Los sistemas de
valores de algunos
314

estudiantes cayeron
atrapados en la
necesidad del
hemisferio izquierdo
de mantener la
coherencia lógica. Y
este no es más que
un ejemplo de un
problema cuyo
alcance es mucho
mayor. De manera
315

muy semejante a
ésta, el hemisferio
izquierdo puede
aprisionarnos con
otros problemas
como las fobias.

Supongamos, por
ejemplo, que está
usted en la cola de
un supermercado,
316

con la desagradable
sensación de la
multitud que se
agolpa a su
alrededor, y empieza
a sentir que le duele
el estómago.
Además, una vez
fuera el dolor del
estómago no se le
va y usted se pasa la
317

noche
descompuesto.

Es muy posible que


el lado izquierdo del
cerebro establezca
una relación entre el
dolor y la cola en el
supermercado, y le
sugiera el siguiente
mensaje: “No tengo
318

que hacer cola en


supermercados,
porque si la hago, la
experiencia será
desagradable. Esta
conclusión puede
ser completamente
errónea. Es probable
que no haya relación
alguna entre el
hecho de haber
319

estado en la cola del


supermercado y
aquel dolor de
estómago, pero si la
actividad de su
hemisferio izquierdo
consigue llevarlo a
esa conclusión,
podría ser que usted
termine por tener
miedo de hacer cola
320

en un
supermercado.

Evidentemente,
este ejemplo es
simplista; no es
probable que a
usted le pase algo
igual. Una
experiencia más
común se da con las
321

aglomeraciones y
con las colas en los
aeropuertos. Hay
personas que les
enferma viajar
porque en los
aeropuertos han
tenido una serie de
experiencias
desagradables,
exacerbadas quizá
322

por otros problemas


diferentes, pero que
coincidieron en
aquellos precisos
momentos. Estas
personas pronto
comienzan a asociar
los aeropuertos con
circunstancias
desagradables que
les producen
323

angustia, y como
resultado de ello,
comienzan a
ponerse nerviosas y
a sentirse
incómodas ante la
sola idea de
encaminarse al
aeropuerto.
324

Muchas fobias
pueden originarse
de esta manera, es
decir, como
resultado directo de
las interpretaciones
y deducciones que
hace el hemisferio
izquierdo a partir de
las circunstancias y
de los sentimientos
325

que
experimentamos.

Sin embargo, la
gente que las
padece no está
condenada a seguir
siendo siempre
esclava de sus
miedos. Como
veremos en el
326

capítulo siguiente,
muchas formas de
psicoterapia y
psicología
conductista han
ayudado a la gente a
cambiar sus pautas
de funcionamiento
cerebral de modo tal
que las fobias
empiezan a
327

atenuarse y hasta
llegan a
desaparecer. He
comprobado que
una forma de tratar
con éxito las fobias
consiste en hacer
que el individuo
practique
regularmente la
Relajación durante
328

varias semanas e
incluso meses.
Cuando este hábito
ha llegado a
arraigarse es mucho
más fácil corregir las
falsas
interpretaciones que
son parte de la
situación que genera
el miedo y enfrentar
329

los problemas de la
forma más
constructiva.

En otras palabras,
el cerebro es
realmente capaz de
adaptarse para
superar muchas de
estas trabas
emocionales que
330

nos limitan. Ahora


bien en términos
físico, ¿cómo sucede
esto?

CÓMO SE PRODUCE
LA
TRANSFORMACION
MENTAL
331

Dicho brevemente,
es probable que la
consecución de un
rendimiento
máximo de la mente
funcione más o
menos así: cuando
cambiamos nuestras
pautas o modelos de
pensamiento y de
acción, las células
332

cerebrales
comienzan a
establecer
conexiones
adicionales, a hacer
“instalaciones”
nuevas. Estas nuevas
conexiones se
comunican de
maneras nuevas con
otras células, y
333

entonces las
“instalaciones” o
vías nerviosas que
mantenían vivo el
hábito negativo o la
fobia son
reemplazadas o
alteradas.

Otro ejemplo, si
usted decide que
334

quiere aprender a
jugar al tenis, puede
tomar lecciones y
pasarse las horas en
las pistas,
practicando las
jugadas y puliendo
su capacidad física.
Durante este
proceso, las células
cerebrales que
335

controlan este tipo


particular de
habilidad establecen
conexiones nuevas
que le permiten a
usted jugar mejor de
cómo jugaba cuando
empezó.

Lo mismo pasa con


el proceso de
336

pensamiento. Si
usted no hace
ningún esfuerzo por
cambiar de manera
de pensar o de
cultivar habilidades
o disciplinas nuevas,
las células
cerebrales no
llegarán jamás a
establecer las
337

conexiones o pautas
nuevas que para ello
se requiere. De
modo similar, si no
se esfuerza por
mantenerlas, esas
nuevas pautas de
pensamiento y
habilidades físicas
irán disminuyendo.
Por lo que al cerebro
338

se refiere, es
cuestión de “o lo
usas o lo pierdes”.

Lo que ayuda y, a la
vez fundamenta este
proceso de cambio
en el cerebro es el
hecho básico de que
se trata de un
órgano maleable y
339

adaptable. El
sistema nervioso
que incluye nuestros
poderes mentales,
no es inmutable. No
es algo imposible de
cambiar, con
hábitos, modelos de
pensamiento y
habilidades fijados
de una vez para
340

siempre. Por ende,


no hay
absolutamente
ninguna razón por la
cual usted no pueda
hacer progresos
considerables con
todos los programas
de autoayuda que le
resultaban tan
difíciles. Realmente,
341

usted puede
alcanzar muchas de
las mejoras que
usted siempre había
querido lograr en su
salud, en su
espiritualidad y en
las demás
dimensiones de su
vida. Una de las
claves de este
342

cambio es aprender
a eliminar la nociva
dictadura del
cerebro izquierdo y
a armonizar mejor
los dos hemisferios
cerebrales.

El mecanismo
básico que favorece
estos procesos de
343

cambio es la
Relajación, es la
puerta fisiológica
que le abrirá el
camino para
cambiar sus pautas
de pensamiento y su
vida.

De diversas
maneras, la
344

Relajación prepara
el camino para esos
benéficos cambios
cerebrales. Ante
todo las mediciones
que hemos
efectuado en
personas que están
practicando la
Relajación
demuestran que
345

este fenómeno
excluye los aspectos
que crean confusión,
estrés o angustia de
lo que se llama
comúnmente la
“reacción de ataque-
o-fuga”. Al activarse
esta reacción, es
decir, cuando uno
está exaltado,
346

angustiado o
enojado ante un
reto o una situación
difícil, el cuerpo
segrega ciertas
hormonas llamadas
catecolaminas, que
lo “aceleran”,
preparándolo para
enfrentar en forma
347

rápida y decidida la
amenaza percibida.

Para el hombre
primitivo, cuando el
peligro de
encontrarse cara a
cara con un animal
salvaje, era cosa de
todos los días este
tipo de respuesta
348

era muy útil. En


nuestra época, sin
embargo, la reacción
de ataque-o-fuga
tiende a ponernos
más nerviosos e
incómodos, e
incluso a ser dañina.
¿Por qué? Como ya
no utilizamos los
recursos físicos, la
349

huída o la pelea, que


originariamente
permitirían gastar
las energías
provenientes de los
cambios hormonales
que se producen en
el cuerpo en estas
situaciones, nos
sentimos tensos e
incómodos, y
350

nuestra capacidad
de lograr un cambio
útil en nuestra vida
disminuye o
desaparece por
completo.

Tal como cabía


esperar, la reacción
de ataque-o-fuga
tiende a dispararse
351

por obra de las


conclusiones
poderosas y casi
automáticas, a que
llega el lado
izquierdo del
cerebro, por
ejemplo, “es un
tigre…hay que huir”
o “es un enemigo…
hay que luchar”.
352

Pero la Relajación
puede ayudarnos a
superar estas
reacciones tan
arraigadas y que
ahora, con
frecuencia, son
inadecuadas y
puede desconectar
o impedir este tipo
de reacción
353

desproporcionada a
las circunstancias. La
Relajación no altera
en forma
significativa la
excitación requerida
cuando se presenta
un verdadero peligro
o una situación
apremiante. En una
verdadera crisis, el
354

riesgo real de las


circunstancias anula
los efectos de la
Relajación,
probablemente
porque lo que está
en juego es la
supervivencia.

Además la
Relajación también
355

estimula una
importante actividad
cerebral que
intensifica la
comunicación entre
los dos hemisferios
del cerebro. Se ha
confirmado,
mediante estudios
científicos, que
durante el proceso
356

de la Relajación los
dos lados del
cerebro comienzan a
interactuar más,
como lo evidencia la
similitud de las
pautas de ondas
cerebrales que se
observan
simultáneamente en
el hemisferio
357

izquierdo y en el
derecho. En los
electroencefalogram
as de individuos que
estaban entregados
a la práctica de la
Relajación, los
investigadores han
descubierto que en
esos momentos hay,
entre ambos lados
358

del cerebro, una


mayor coherencia
de las frecuencias de
ondas cerebrales
alfa y theta.

Lo más importante
de todo esto es que
este estado mental
prepara la escena
para cambios
359

significativos. Entre
otras cosas, parece
que fuera más fácil
pensar en forma
creativa cuando el
cerebro está
funcionando con
mayor
sincronización entre
sus dos mitades.
Entonces, uno
360

puede examinar y
usar con más
facilidad la
información que
aportan tanto el
lado izquierdo como
el derecho del
cerebro, sin la
interferencia de
pensamientos
ajenos que en otras
361

circunstancias
podrían estorbar. Es
decir, que cuando
uno se encuentra en
este estado de
comunicación
intensa entre ambos
hemisferios, es más
fácil procesar la
información y
considerar las
362

situaciones de
manera nueva e
innovadora. Dicho
de otra manera, se
produce entonces
una “receptividad” o
“plasticidad”
cognoscitiva en la
cual cambia
efectivamente su
363

manera de ver el
mundo.

Esta plasticidad se
utiliza en el proceso
de la hipnosis.
Nuestras
investigaciones han
demostrado que
para pasar a lo que
se llama el estado
364

hipnótico, lo que
primero que se
provoca es la
Relajación. Después
el hipnotizador
puede sugerir
diversas acciones al
individuo a quién
está hipnotizado.
Entre las sugerencias
puede incluirse la de
365

recordar
acontecimientos
aparentemente
olvidados o la de
realizar ciertos
movimientos, como
puede ser la
levitación de un
brazo.
366

Es un hecho
interesante el que
muchas personas
que han logrado la
Relajación – y
experimentado una
mejor comunicación
entre los dos lados
del cerebro-
expresan la
experiencia como
367

una especie de
“totalidad”. Se valen
de expresiones
como “sin
limitaciones”,
“correlación
infinita”, “bienestar”
y “más despiertos”.
Además quienes se
encuentran en ese
estado tienden a
368

percibir con mucha


mayor intensidad la
riqueza de detalles
en el medio donde
se hallan.

Con frecuencia, la
gente dice que es un
estado
indescriptible, que
está más allá de las
369

palabras y del
lenguaje y que sólo
es posible sentirlo,
no describirlo. En su
forma más intensa,
este tipo de
experiencia es lo
que se conoce como
una “experiencia
cumbre”, y para el
caso es lo mismo
370

que se esté
hablando de una
revelación espiritual,
de un logro
deportivo de un
importante progreso
intelectual.

El profesor Stanley
R. Dean, profesor de
psiquiatría en las
371

Universidades de
Miami y Florida,
caracteriza a este
tipo de experiencia
cumbre como algo
que produce una
transmutación
suprahumana de la
conciencia, que se
resiste a la
descripción.
372

Definitivamente
embriagada, la
mente es
literalmente presa
del vértigo de sí
misma a tientas,
penosamente, busca
palabras que tengan
la grandeza y la
exaltación
suficientes para
373

expresar la visión
trascendental. Pero
hasta ahora no
hemos encontrado
las palabras
adecuadas.

Dean cita luego un


pasaje de uno de los
Cuatro cuartetos, de
T. S. Elliot, aun
374

cuando el poeta lo
usa en otro
contexto:

Las palabras se
cansan,
Restallan y a veces
se rompen bajo la
carga,
375

Resbalan, vacilan,
perecen bajo la
tensión,
Se desmoronan con
la impresión,
No quieren
mantenerse en su
lugar,
No quieren estarse
quietas.
376

Por supuesto que


nadie tiene
experiencias
cumbres en forma
constante. De
hecho, muchas
personas no llegan a
las cimas mentales o
espirituales que
otras pueden
alcanzar. Pero no
377

importa a dónde
pueda llegar usted;
es incuestionable
que será más capaz
de mejorar su vida
con sólo que pueda
aprender a
aumentar la
coherencia entre los
lados izquierdo y
derecho del cerebro,
378

mediante el buen
uso de la Relajación.

EL FACTOR FE

Otro factor
importante que le
permite a uno
cambiar su cerebro y
su vida, y al que ya
379

he aludido antes
brevemente, es la
intensidad del
sistema personal de
creencias.

El cerebro
reacciona y cambia
cuando en la vida
cobran importancia
una convicción y una
380

fe personal
profundas. Nuestras
creencias y
convicciones son
parte de nuestros
pensamientos y, por
ende, parte de
nuestro cerebro.
Cuando pensamos o
actuamos por una
convicción profunda,
381

estamos recurriendo
a una “instalación
cerebral” ya
existente. Por lo
tanto, sentimos que
lo que estamos
haciendo es
auténtico y correcto,
nos sentimos
cómodos cuando
operamos
382

apoyándonos en los
cimientos de
convicciones
profundamente
arraigadas.

En estas
circunstancias, las
nuevas pautas de
pensamiento y de
acción se pueden
383

adquirir mucho más


pronto. Las “vías” ya
están, por decirlo así
“engrasadas”, y las
nuevas pautas se
instalan con más
facilidad. De esa
manera, los
neurotransmisores
pueden transmitir
más fácilmente los
384

mensajes, lo que a
su vez simplifica el
desarrollo de los
nuevos procesos de
pensamiento y de
las disciplinas y
habilidades nuevas.
Si bien son muchos
los factores que
contribuyen al
desarrollo de esas
385

nuevas vías, surcos y


configuraciones de
la “instalación” en el
cerebro, la creencia
sigue siendo a
menudo la fuerza
impulsadora
primaria. Lo que en
las investigaciones
médicas se conoce
como “efecto
386

placebo” es un buen
ejemplo del poder
de las creencias en
las interacciones
mente-cuerpo.

Este fenómeno que


describí tanto en El
efecto
mente/cuerpo como
en La Relajación,
387

tiene tres
componentes
esenciales: las
creencias y
expectativas del
enfermo, las
creencias y
expectativas del
médico, profesional
sanitario o sanador,
y las creencias y
388

expectativas
inherentes a la
relación del
profesional sanitario
con el enfermo, o
del sanador con el
enfermo.

Para descubrir tal


poder de las
creencias del
389

paciente, los
investigadores
estudiaron a un
grupo de mujeres
que sufría de
náuseas y vómitos
durante el
embarazo. Para
empezar se les pidió
que se traguen uno
pequeños globos
390

intra-gástricos, que
medían las
contracciones del
estómago. Estos
detectaron las ondas
características de la
náusea y del vómito.
Después se les
administró una
sustancia que, según
se les dijo, les
391

curaría ambos
síntomas, pero en
realidad lo que se
les dio era jarabe de
ipecuana, un
fármaco que se usa
con frecuencia para
provocar el vómito.

¿Los resultados? En
este caso la creencia
392

triunfó sobre las


fuerzas físicas y la
medicina. Como las
pacientes creían que
estaban tomando
una medicación
contra las náuseas, a
muchas de ellas les
desaparecieron las
náuseas y los
vómitos; además,
393

según las
mediciones del
globo, también las
contracciones del
estómago se
normalizaron. Aquí
tenemos una
situación en que la
fe en una sustancia
llegó a invertir, en
los hechos, la acción
394

fisiológica del
fármaco. La
“instalación” del
cerebro demostró
ser más poderosa
que la droga.

Un ejemplo afín,
pero más negativo,
del poder de las
creencias sobre el
395

cerebro se refiere a
un tipo de muerte
súbita, que es el que
se da entre las
víctimas de diversos
delitos. Hay veces en
que el miedo agudo,
o incluso el terror
inducido por la
creencia llega a
liberar en el torrente
396

sanguíneo
cantidades muy
grandes de
noradrenalina,
hormona
relacionada con el
estrés y que puede
tener efectos físicos
devastadores. La
liberación excesiva
de esta sustancia
397

puede
desencadenar una
serie de pasos
bioquímicos que
provocan terminan
enormes cambios en
el músculos
cardíaco, y causando
la muerte. Un
estudio científico
demostró que, de
398

acuerdo con las


respectivas
autopsias, de quince
sujetos que
murieron a causa de
agresión física, once
no tenían ninguna
lesión interna. Lo
que habían sufrido
era un fenómeno
conocido como
399

degeneración
miofibrilar, un tipo
de lesión del
músculo cardíaco.

Este podría ser el


mismo proceso, por
el cual en algunas
sociedades
primitivas, ocurren
las muertes por
400

vudú. Cuando un
poderoso médico-
brujo sanciona con
una maldición a un
individuo, es
frecuente que éste
muere poco
después. Lo que lo
mata más que
ninguna otra cosa,
es su convicción de
401

que va a morir. De
modo similar, el
hecho de que haya
personas de que
mueren durante una
agresión es
resultado de su
miedo al daño que
puede provocarles el
asalto, más que del
asalto mismo.
402

Otros estudios han


demostrado que la
creencia del médico
o del sanador
también es
sumamente
importante. A un
grupo de médicos
que trabajaban para
una compañía le
403

dieron el mismo
tranquilizante, pero
con dos marcas
distintas, de las
cuales sólo una era
de su compañía,
pidiéndoles que
efectuarán pruebas
con ambas.
404

Los resultados
demostraron que la
sustancia que
llevaba el rótulo de
la propia compañía
fue más eficaz que la
otra marca, por más
que entre las dos no
hubiera otra
diferencia que la del
nombre. En pocas
405

palabras, que la fe
de los médicos en su
propio producto
representaba, al
parecer, una
diferencia en la
forma en que éste
actuaba sobre los
pacientes.
406

Un ejemplo del
tercer elemento en
el efecto placebo –el
poder de la relación
médico-enfermo- se
encuentra en un
estudio que se llevó
a cabo en el Hospital
General de
Massachusetts con
dos grupos similares
407

de enfermos a
quienes se estaba
preparando para
cirugía, y que
recibieron un trato
diferente del
anestesista. A uno
de los grupos se les
dieron explicaciones
rápidas y someras.
Con el otro grupo, el
408

mismo anestesista
se condujo de
manera mucho más
cálida y afectuosa.
Se sentó en la cama
para explicar
detalladamente en
que consistía la
operación,
explicándoles el tipo
e intensidad de
409

dolor que cabía


esperar, y les dio, en
general, mucho más
apoyo. Estableció
sólidamente la
relación médico-
paciente, y como
resultado, los
pacientes llegaron a
tener confianza y fe
410

positiva en su
médico.

Después todos los


pacientes fueron
sometidos a los
procedimientos
quirúrgicos y post-
quirúrgicos del caso.
A todos se les
permitió recibir
411

tantos analgésicos
como pidieron.
Durante esta fase,
estuvieron al
cuidado de personal
del equipo
hospitalario que no
sabía a qué grupo
pertenecían los
pacientes, o incluso
que no tenían
412

conocimiento de
que se estuviera
haciendo un
estudio.

Terminado éste, los


investigadores
comprobaron que
los pacientes que
habían recibido un
trato cálido y
413

afectuoso pidieron
la mitad de los
analgésicos que el
otro grupo. Además,
los que habían
tenido una relación
médico-paciente
positiva fueron
dados de alta, como
promedio, dos y
414

medio antes que los


del otro grupo.

En cada una de
estas situaciones, es
evidente el poder de
las creencias sobre
la curación. La
mente comienza a
funcionar
independientement
415

e de la medicación y
de otros factores, y
cobra efectivamente
una vida propia que
influye sobre las
reacciones
corporales. En pocas
palabras, que las
creencias son
capaces de influir
sobre la mente, y de
416

transformarla con
resultados
espectaculares.

¿CUALES SON LOS


LIMITES DEL
CAMBIO?

¿Cuáles son en
última instancia, los
417

límites a nuestro
intento de cambiar
nuestras pautas de
pensamiento y
nuestra vida?

Es un hecho que el
individuo puede
cambiar muchísimo,
pero si a los
cuarenta años
418

alguien quiere
hacerse músico, lo
más probable es que
no pueda
convertirse en un
moderno Beethoven
o Mozart. Si usted
quiere aprender a
jugar al tenis,
probablemente no
podrá competir con
419

Ivan Lendl o una


Martina Navratilova.
Algunas habilidades
hay que empezar a
cultivarlas desde
temprana edad si
uno quiere alcanzar
el máximo de sus
potencialidades. E
incluso si realmente
se empieza
420

temprano, hay
limitaciones
genéticas a lo que
puede lograr cada
uno.

Yo
Mozart

Antes Después
Antes Después
421

Algo
Mucho

CAPACIDAD
MUSICAL

Para entender
cuáles son los límites
422

genéticos que
pueden condicionar
los cambios
cerebrales, es útil
imaginarse una línea
horizontal por cada
aspecto del
comportamiento o
del pensamiento que
a uno le interese
transformar.
423

Supongamos, por
ejemplo, que usted
quiera cultivar su
capacidad musical
aunque tiene ya una
edad mediana. Al
lado izquierdo de la
línea puede escribir
las palabras “Yo-
Antes”, para indicar
424

en qué nivel está su


capacidad antes de
empezar a adquirir
esa habilidad nueva.
Al lado derecho de la
línea podría escribir
“Mozart”. Y luego en
algún lugar
intermedio, puede
anotar “Yo-después
de cinco años de
425

trabajar y estudiar
mucho”.

Dicho de otra
manera:
decididamente, usted
tiene la potencialidad
de mejorar su
capacidad natural
con cierto esfuerzo y
disciplina. Pero por
426

más que se esfuerce


a esta altura de su
vida, es probable que
jamás se aproxime,
en esa línea, a los
logros de Mozart,
que para empezar,
nació con dones
excepcionales. Por
otra parte está la
esperanza de que, si
427

pone usted en la
disposición anímica
adecuada y confía en
el Principio de la
Maxi-Mente,
reforzará sus
probabilidades de
alcanzar grandes
logros,
independientemente
428

de su edad y de sus
capacidades innatas.

Uno de los
problemas más
enigmáticos y
misteriosos con que
se enfrentan los
investigadores de la
función cerebral es la
distinción entre la
429

mente y el cerebro.
¿Son los dos la
misma cosa? ¿O la
mente está hecha
características que
van más allá de la
estructura física del
cerebro?

A lo largo de años,
este punto ha sido
430

sumamente
discutido. Hay
quienes sostienen
que la mente es la
suma total de las
capacidades físicas
del cerebro: nada
más ni nada menos.
Pero sir John Eccles,
Premio Nóbel de
Medicina en 1963, ha
431

rechazado esta visión


mecanicista de los
procesos pensantes
del hombre. Eccles
no cree que el poder
la mente se apoye
exclusivamente en las
células nerviosas, las
dendritas, las sinapsis
y los
neurotransmisores,
432

sino que más bien


sostiene: “Creo que
hay un misterio
fundamental en mi
existencia, que
trasciende cualquier
explicación biológica
del desarrollo de mi
cuerpo (que incluye
mi cerebro) con su
433

herencia genética y
su origen evolutivo”.

Y sigue
argumentando: “Si
digo que la
peculiaridad del ser
humano no se deriva
del código genético ni
de la experiencia,
entonces, ¿de qué se
434

deriva? Mi respuesta
es la siguiente: de
una creación divina.
Cada ser humano es
una creación divina”.

En la misma vena
expresó William
Penfield, el famoso
neurocirujano
canadiense, en su
435

libro The Mistery of


Mind (el misterio de
la mente), que
probablemente el
funcionamiento de la
mente será siempre
imposible de explicar
basándose
únicamente en las
acciones químicas o
eléctricas en el
436

cerebro y en el
sistema nervioso.

“La mente es
independiente del
cerebro- declaró- El
cerebro es un
ordenador, pero está
programado por algo
que es externo a él,
la mente”.
437

Roger Perry, el
ganador del Premio
Nóbel a quién se
debe buena parte de
las investigaciones
sobre el split brain,
no va tan lejos como
Eccles ni como
Penfield, pero llega a
la conclusión de que
438

la mente “es el logro


que corona unos
quinientos millones
de años –o más- de
evolución”. Sugiere
también que la
mente es más que la
suma de los
mecanismos y
componentes físicos
del cerebro. En otras
439

palabras, así como el


oxígeno y el
hidrógeno se
combinan para
producir agua, que es
totalmente diferente
de sus componentes,
también las partes
del cerebro se
combinan para
producir una mente
440

que trasciende sus


cimientos puramente
moleculares.

Cabe preguntarse si
es posible definir la
“mente”.

En términos
científicos,
simplemente no
441

podemos ser
definitivos. Con
seguridad, la mente
reside en gran parte
en el cerebro; en
muchos sentidos
parece, también, que
trasciende los
componentes
individuales del
cerebro. Los grupos
442

religiosos han
reconocido desde
hace tiempo esta
característica
trascendente de
nuestra conciencia, y
por eso usan
expresiones como “el
espíritu humano” u
otras formas de
lenguaje metafísico.
443

Entre la institución
religiosa y este
fenómeno de la
mente existe un
vínculo, que da la
impresión de
trascender de algún
modo lo físico, y en
este sentido me
parece interesante
observar que la
444

forma más frecuente


y más efectiva de
alcanzar la
Relajación, con todos
sus beneficios
psicológicos, ha sido
mediante diversas
formas de plegaria.

Está claro que


hemos alcanzado ya
445

algunas fronteras del


pensamiento y del
entendimiento
científico. Aunque
sea mucho lo que no
sabemos y quizá
nunca sepamos, en lo
referente al
funcionamiento del
cerebro y de la
mente, creo que
446

tenemos justificación
suficiente para
reconocer –e intentar
utilizarlo- el
fenómeno que he
denominado el
Principio de la Maxi-
Mente, es decir, la
capacidad de los
seres humanos para
abrirnos paso a
447

través de hábitos y
formas de
pensamiento
arraigados, y
transformar nuestra
vida. Los rasgos
fundamentales de
este principio, tal
como lo hemos visto
incluyen:
448

-La capacidad para


superar la
“dictadura” del lado
izquierdo del cerebro
y para aumentar la
comunicación y la
coherencia entre los
hemisferios izquierdo
y derecho.
449

-La plasticidad del


cerebro, o su
capacidad de ser
moldeado y
configurado
mediante la
transformación de las
células y la
instalación de vías
nuevas;
450

-El papel central de


las creencias en el
desencadenamiento
de cambios
importantes en el
cerebro y en la
mente; y

-El papel de eje que


desempeña la
Relajación para
451

ayudar a abrir la
puerta a
transformaciones
capaces de
cambiarnos la vida.

Ahora, teniendo
bien presentes estos
puntos básicos
consideremos
algunas formas
452

prácticas en que
usted puede usar el
Principio de la Maxi-
Mente para cambiar
su vida.
453

Segunda parte

Cómo cambiar su
vida
454

El sistema de
autoayuda
fundamental

Vivimos en lo que se
podría llamar una
sociedad basada en
la autoayuda: somos
455

muchos los que nos


centramos
principalmente en
ciertos problemas
personales que
tenemos, y estamos
constantemente
buscando manera de
solucionarlos. Nos
fascinan las técnicas y
los programas
456

prácticos muchos de
los cuales se nos
ofrecen en diversos
libros y revistas de
gran difusión popular,
en forma de guías
que nos
proporcionan
orientaciones o
principios. La verdad
es que los libros de
457

autoayuda son tantos


que ya necesitan una
sección especial en
las librerías.

En el fondo, esta
insistencia en el
intento de mejorar
no tiene nada de
malo. A decir verdad,
si fuéramos más los
458

que nos
preocupásemos por
eliminar nuestros
defectos y malos
hábitos, y por cultivar
disciplinas nuevas y
constructivas, este
mundo sería sin duda
mejor.
459

Pero, ¿por qué es


tan frecuente que los
programas de auto
mejoramiento se
frustren? Quizá la
respuesta resida en
por lo menos dos
problemas
importantes que
suelen plantearse con
cualquier programa
460

de autoayuda. Por
una parte, puede que
nos falte disciplina
para perseverar en el
régimen de
autoayuda hasta
experimentar
realmente algún
cambio en nuestra
vida. Y por otra, los
esfuerzos por
461

transformar la vida
que se descontrolan
y convierten en
obsesiones pueden
hacer más mal que
bien. La verdad es
que, como veremos
en otro capítulo,
abrirse a cambios
significativos
mediante un
462

programa de
meditación no
supervisado puede
ser realmente
peligroso.

ALGUNAS REGLAS
ELEMENTALES PARA
LA
AUTOSUPERACION
463

Para iniciar un
método seguro y
eficaz de auto
superación, me
permitiré sugerirle
que siga tres reglas
básicas que harán
rendir al máximo sus
esfuerzos,
ayudándole a
464

incorporar su vida el
Principio de la Maxi-
Mente.

Regla n° 1: No
intente reemplazar
un sistema básico de
creencias por el
programa de
autoayuda
465

Puede haber
problemas con el
seguimiento de
programas de
autoayuda si éstos no
son más que
sustitutos de una
búsqueda auténtica
de un significado más
profundo de la vida.
Muchas veces la
466

gente se embarca en
un programa de
mejoramiento
personal en un
esfuerzo consciente o
inconsciente, de
encontrar una visión
de mundo amplia y
gratificante. El
intento puede ocultar
incluso un deseo de
467

burlar a la muerte y
alcanzar la
inmortalidad.

Una persona que


comienza queriendo
ponerse en buenas
condiciones físicas
puede terminar
convirtiéndose en un
adicto de la cultura
468

física que dedica


todas sus horas de
vigilia al ejercicio y la
dieta, además de
lecturas múltiples
sobre el tema. He
conocido personas –y
usted también, estoy
seguro- que han
llegado a estar tan
obsesionados con la
469

forma física que


descuidan otras
preocupaciones y
responsabilidades
importantes, sus
compromisos
familiares pongamos
por caso. Algunos
maratonistas, por
ejemplo, terminan
creando una
470

situación familiar
crónica de auténtica
“viudez”, en que el
cónyuge se queda
solo en casa mientras
el obsesivo se
entrena o participa
en carreras. Cuando
un régimen de
autoayuda se
descontrola de esta
471

manera, los
resultados pueden
ser tremendos.

Sé de un caso en
que un profesional, a
quién llamaremos
Guillermo, se
obsesionó a tal punto
con la idea de
mejorar sus tiempos
472

de maratonista que al
final de cada día se
pasaba dos horas o
más entrenándose.
Guillermo estaba
casado, y tenía tres
hijos, pero comprobó
que no tenía tiempo
suficiente para
dedicarle a su
familia… por lo
473

menos, si quería
seguir con aquel
programa de
ejercitación.

Si usted no es
corredor ni atleta
aficionado, tal vez se
pregunte con
asombro en qué
demonios está
474

pensando un
individuo así, para
olvidarse de su
familia y pasarse
todo el tiempo
corriendo por las
aceras. Pero si alguna
vez ha probado a
hacer distancia, es
probable que
entienda un poco
475

dónde está el
atractivo.

En parte, el interés
de este tipo de
deportes reside en
que inducen la
Relajación. A medida
que los pies del
corredor de fondo
golpean
476

rítmicamente el
pavimento, se
producen los efectos
fisiológicos de la
Relajación, y la
mente se abre más al
cambio. Un estado
así puede ser un
fenómeno muy
apacible y
placentero. Por eso
477

los corredores en
buenas condiciones,
después de haber
estado corriendo
durante quince o
veinte minutos,
suelen sentir podrían
seguir eternamente.
De hecho, muchos
relatan una vivencia a
la que se ha llegado a
478

llamar el “cielo de
corredor”.

Al parecer, a
Guillermo, nuestro
maratonista, las
sensaciones
placenteras y la
apertura mental que
le daba acceso a
niveles superiores del
479

condicionamiento
físico le dieron la
experiencia de un
cambio de vida.
Guillermo no se
había interesado para
nada por el atletismo
cuando era más
joven, y siempre se
sentía incómodo
junto a sus
480

compañeros de
tendencia más
deportiva. Muchas
veces había querido
mejorar su forma
física, e iniciarse en
ese tipo de
actividades, pero al
parecer nunca tuvo la
motivación ni la
capacidad atlética
481

natural que se
necesitan para
embarcarse con éxito
en un programa de
entrenamiento.

Sin embargo,
cuando descubrió el
maratón había
encontrado por fin
“lo suyo”. Tras haber
482

dedicado unas
cuantas semanas a
alcanzar un nivel
básico de
condicionamiento,
descubrió que
realmente quería
continuar con el
programa. Dicho de
otra manera, después
de haber dado el
483

primer paso hacia un


cambio de vida, la
regular experiencia
de la Relajación en el
acto repetitivo de
correr distancia, lo
había abierto a
nuevos cambios.

Casi antes de darse


cuenta de lo que
484

sucedía, toda su vida


se había
transformado. Había
reordenado sus
prioridades y la
distribución de su
tiempo de manera de
poder dedicar dos
horas diarias o más a
correr. Además, con
frecuencia dedicaba
485

todo el fin de semana


a viajar fuera de la
ciudad, para poder
participar en
competiciones. De
hecho su afición se
convirtió en su vida.
Todo lo demás pasó a
un segundo plano,
incluso su
486

matrimonio y su
familia.

En el caso de
Guillermo, su mujer
terminó por
divorciarse. Al
principio él se quedó
muy afectado y sin
poder entender lo
que pasaba. Al volver
487

a reflexionar sobre la
situación, recordó
que su mujer y sus
hijos se habían
quejado y le habían
pedido que dedicase
menos tiempo a
correr y más a estar
con ellos. Pero él, sin
saber por qué, había
supuesto que en
488

realidad no estaban
tan afectados como a
veces parecían.
Además, estaba tan
fascinado por el
cambio que se iba
produciendo en su
cuerpo y en su vida
que sentía que no
podía interrumpir lo
que, en realidad era
489

un comportamiento
destructivo.

Es evidente que
Guillermo se había
zambullido en su
programa de
autoayuda sin tener
en cuenta todas las
consecuencias. No
había llegado a
490

evaluar la forma en
que su
condicionamiento
físico y sus
compromisos como
maratonista debían
adecuarse a todos los
aspectos de su vida.

Aunque no tuviera
una fe religiosa
491

determinada.
Guillermo defendía la
importancia de
ciertos valores
familiares. Al volver a
pensar en su
matrimonio
deshecho, reconoció
que si tuviera que
volver a hacerlo todo
nuevo intentaría más
492

bien promover una


vida familiar feliz y
estable que sus
aspiraciones atléticas
de hombre maduro.
Era indudable que la
actividad de corredor
de fondo era
sumamente
importante para él: le
había dado un
493

sentimiento nuevo de
su propio valor, y
había reforzado su
confianza personal.
Pero dejó que su
afición se le escapará
de las manos y siguió
adelante con un
programa de auto
mejoramiento
demasiado exigente,
494

que le dejaba muy


poco tiempo y
energías para el resto
de sus compromisos
importantes.

Guillermo esperó
demasiado tiempo
sin hacer ningún
intento de salvar su
vida familiar. Usted
495

puede aprender de
los errores de él. Es
cuestión de empezar
por decidir cuáles son
sus creencias básicas
en la vida. Después,
hay que hacer que
cualquier esfuerzo de
autoayuda se
conforme a esas
creencias. Si su
496

programa de auto
superación se
convierte en la única
razón y objeto de su
vida, en la fuente de
su forma de entender
la existencia, bien
puede encontrarse
con que su vida
cambia, pero para
empeorar. Pero si el
497

programa de
autoayuda se integra
adecuadamente en
un sistema de
creencias más
amplio, es probable
que encuentre usted
que su vida se vuelve
mucho más
gratificante.
498

Regla n° 2: Confíe en
un guía mental
máximo

En mis escritos
anteriores he
insistido en la
importancia, para los
que creen en Dios, de
practicar la
Relajación en el
499

contexto de una fe y
una tradición
religiosa probadas y
verdaderas. Creo que
cuando una persona
así se introduce en
programas cuyo
objeto es transformar
la vida y llevar al
máximo las
potencialidades de la
500

mente, se hace más


importante que
nunca que se apoye
en la religión
tradicional.

En particular, es
importante que una
persona de
inclinación religiosa,
no sólo confíe, en
501

general, en una fe
religiosa establecida,
sino también en un
guía espiritual
específico
perteneciente a esa
fe. Para quien no sea
especialmente
religioso, es
conveniente que
encuentre lo que yo
502

llamaría un “guía
mental máximo”, es
decir, una persona
madura que pueda
ayudarle a mantener
en perspectiva su
sistema de valores
básicos mientras
comienza a cambiar
por mediación del
503

poderoso Principio
de la Maxi-Mente.

¿Quién debe ser,


exactamente, su guía
espiritual o mental
máximo?

Si su programa se
relaciona con la
corrección de un
504

problema de salud,
es aconsejable que
cuente con la ayuda
de un profesional
médico cualificado,
comprensivo y de
confianza. Si lo que
desea es poner
mayor énfasis en la
espiritualidad, en
todas las religiones
505

importantes hay
quienes han llegado
lo suficientemente
lejos en crecimiento y
en técnicas
espirituales como
para que puedan
aconsejar y guiar a
los recién llegados. El
guía en este caso
puede ser un pastor
506

o un sacerdote,
según de qué religión
se trate. La persona
elegida no debe ser
un mero miembro
nominal de esa
tradición religiosa,
sino alguien
realmente
experimentado y
versado en las
507

sutilezas espirituales
de ese preciso
sistema de creencias.

Un guía espiritual o
mental máximo llega
a tener especial
importancia cuando
uno dedica más
tiempo y energía a
programas de auto
508

superación
potencialmente
eficaces, de los
cuales espera
obtener cambios en
su vida. Entonces
necesita alguien que
le ayude a ver si sus
intentos de auto
transformarse se
adecuan a su sistema
509

fundamental de
valores.

Por ejemplo, ¿no


está yendo
demasiado lejos,
como el maratonista
de quien hablamos
antes? O tal vez no
vaya lo bastante
lejos. Su programa de
510

auto superación,
¿favorece otros
aspectos de su vida o
está privándolo de
relaciones y
actividades
importantes? ¿Cuál
es el objetivo final del
programa?
511

Si no responde usted
adecuadamente a
esta última pregunta,
puede encontrarse
con que ha dedicado
menos, e incluso
años a marchar en
una dirección que, de
hecho, es
improductiva. Una
mujer que trataba de
512

decidir su cultivar su
habilidad para jugar
al bridge o consagrar
su tiempo libre a
ayudar a los
necesitados, optó por
dedicarse al juego,
que por cierto le
daba mucho placer, y
llegó a hacer
513

bastante buen papel


en varios torneos.

Pero después de tres


años de ese tipo de
actividad, al
recapacitar sobre su
vida, comprendió con
tristeza que en efecto
había cambiado de
orientación y
514

cultivado sus
capacidades, pero en
dirección equivocada.
Dado su personal
sistema de valores, se
habría sentido
finalmente mucho
más satisfecha de
haber dado prioridad
al objetivo de ayudar
a sus semejantes. Un
515

guía espiritual o
mental máximo
podría haberle
ayudado desde el
principio a tomar una
decisión adecuada.

Sin embargo, no es
necesario que el guía
adecuado sea un
gurú omnisciente ni
516

un mandamás que
planifique todo
detalladamente para
que uno lo haga sin
chistar. Los guías más
útiles son los que
hacen preguntas
señalando aspectos
que uno puede haber
pasado por alto. Y
cuando mejor
517

funcionan es cuando
insisten en volver a
considerar valores
que quizá uno haya
descuidado
temporalmente.

Regla n° 3: Comience
cualquier intento de
cambiar su vida con
una actitud positiva
518

Con la mayor parte


de las personas, el
problema principal
no está tanto en el
programa de
autoayuda que se
descontrola como en
la total incapacidad
de ponerse en
marcha. Parecería
519

que la mayor parte


de nosotros no
tuviéramos ni
siquiera la disciplina
necesaria para iniciar
un programa de
autoayuda. Decimos
que queremos
aprender tal o cuál
lengua extranjera,
adquirir habilidad
520

con la guitarra,
perder diez kilos,
ponernos físicamente
en forma e
intensificar nuestra
vida espiritual. Pero
después de una serie
de intentos
frustrados,
terminamos por
renunciar al intento.
521

Decidimos que lo que


pasa es que no
tenemos la fortaleza
interior necesaria
para “ponernos en
marcha”, y cambiar
nuestra vida.

Debido a las
experiencias de
fracaso anteriores, es
522

probable que
lleguemos a tener
actitudes negativas
hacia nosotros
mismos y hacia
nuestra capacidad de
cambiar. Nos
convencemos de que
la incapacidad de
hacer algo no es más
que un “reflejo de
523

nuestro modo de
ser” y dejamos de
intentarlo. En
realidad, puede que
el cambio aún sea
posible: sólo se trata
de encontrar primero
la puerta por donde
puede entrar esa
benéfica mejora, y
después,
524

simplemente, de
aprender a abrirla.

Para la mayoría de
las personas, el
primer paso para
iniciar con éxito un
programa de
autoayuda es
liberarse de las dudas
y sentimientos
525

negativos hacia sí
mismas y hacia sus
capacidades. Aunque
haya fracasado
muchas veces,
todavía hay una
posibilidad de que
pueda triunfar. Es,
primera y
principalmente,
cuestión de creer que
526

el progreso y la
evolución son
posibles.

A esta actitud de
“puedo hacerlo” se le
suele denominar
“pensamiento
positivo”.
Lamentablemente, la
popularización
527

misma de estos
conceptos en los
escritos de Norman
Vincent Peale y de
otros autores los ha
hecho tan familiares
que es probable que
estemos demasiado
prontos a
desdeñarlos, o quizá
que creamos
528

entenderlos mejor de
lo que en realidad los
entendemos.

En los años
cincuenta, cuando
apareció el libro de
Peale, El poder del
pensamiento tenaz,
en su edición original
su impacto fue
529

inmediato y
espectacular. Pese a
la aparente novedad
de las ideas, el
evangelio del
optimismo que se
predica en este
volumen contaba con
amplios precedentes.
Peale era el
continuador de una
530

tradición cuyas raíces


en Norteamérica
desde el
trascendentalismo de
Ralph Waldo
Emerson, hasta el
movimiento del
nuevo pensamiento,
desde mediados del
siglo XIX, y también a
una filosofía cristiana
531

de la vida de
tendencia optimista.
Millones de personas
respondieron a los
libros y a los
sermones de Peale
porque sabían, quizás
en forma instintiva,
que su autor había
expresado un
concepto que era
532

fundamental para
alcanzar el éxito,
satisfacción y
felicidad en la vida.

El reverendo Robert
H. Schuller, con su
concepto de
pensamiento “de la
posibilidad”, y otros
autores y oradores
533

posteriores han
continuado
enfatizando los
puntos principales
popularizados por
Peale.

EL PENSAMIENTO
POSITIVO Y LA
PIEDRA ANGULAR DE
534

LA
AUTOSUPERACION

En muchos sentidos,
la actitud del
pensamiento positivo
es condición sine qua
non del éxito de
cualquier esfuerzo de
auto superación. En
otras palabras, que
535

debe usted creer que


puede alcanzar un
objetivo mediante la
autoayuda, antes de
pretender lograrlo.

¿A qué se debe
esto?

Hay varias razones


por las cuales los
536

pensadores positivos
se imponen a los
negativos. Para
empezar, si usted
cree que es capaz de
hacer algo, es más
probable que lo
intente y que siga
intentándolo hasta
ver que realmente le
es posible alcanzar el
537

objetivo. Claro que a


veces puede
equivocarse. Puede
ser que intente varias
cosas y fracase. Pero
al menos existe la
posibilidad de que
sea capaz de lograr
algo que valga la
pena. A la inversa, si
cree que no puede
538

hacer algo, lo más


probable es que ni
siquiera lo intente, o
que haga el intento
con tan poca
convicción que lo
abandone a la
primera señal de
dificultades.
539

Además, una
persona que piensa
positivamente tiende
a estar más alerta a
las oportunidades. Si
usted piensa
negativamente, será
frecuente que se le
pase por alto las
posibilidades sutiles
de diferentes
540

situaciones. Es
probable que se dé
frente a frente con
una oportunidad que
podría cambiar su
vida y que no sea
capaz de verla
porque tiene la vista
efectivamente
obstruida por sus
anteojeras negativas.
541

Respecto a esto,
recuerdo a un sabio
perteneciente al
movimiento
evangélico
norteamericano, que
tenía grandes
dificultades para
encontrar el
momento de la
542

oración. Por la
mañana era incapaz
de levantarse lo
bastante temprano
como para dedicar a
sus devociones todo
el tiempo que, a su
parecer, necesitaban.
Durante la mayor
parte del día estaba
demasiado ocupado
543

con su trabajo y sus


responsabilidades
docentes, y por la
noche dedicaba la
mayor parte de su
tiempo a su familia.
Es decir, que todas
las vías que le
habrían permitido
practicar esa forma
particular de
544

disciplina espiritual
parecían estar
bloqueadas.

Pero el hombre era


un pensador
optimista y estaba
decidido a hacer algo
con su necesidad de
oración. Sabía que sin
la plegaria no podría
545

alcanzar los niveles


de crecimiento
espiritual que
deseaba, de modo
que continuó
buscando.
Finalmente, advirtió
que por la noche,
entre las nueve y
media y las diez y
media, había una
546

pausa en las
actividades de su
familia. Sus hijos
dormían o estaban
totalmente
entregados a una
actividad, su mujer,
generalmente, estaba
también ocupada en
algo suyo a esa hora.
De modo que el
547

hombre encontró
que podía retirarse a
su habitación y allí
disfrutar de una hora,
por lo menos de
tranquilidad sin
interrupciones para
dedicarse a la
oración.
548

El principal factor
que le permitió
encontrar la
respuesta a su
problema fue una
actitud de
expectación positiva:
no estaba dispuesto a
permitir que un
enfoque negativo lo
cegara, no dejándole
549

ver las posibilidades


de cambio que había
en su vida.

CÓMO JULIA LLEGO


A SER MAS
OPTIMISTA

¿Cómo logra uno


tener una actitud
550

optimista,
especialmente
cuando pasa la mayor
parte del tiempo
cavilando sobre las
cosas negativas que
le pasan? O, para
decirlo con los
términos que hemos
venido empleando en
este libro, ¿cómo
551

puede uno empezar a


“reinstalar” sus
conexiones
cerebrales de modo
tal que el
pensamiento positivo
empiece a hacerse
más fácil y más
automático?
552

Una mujer de
negocios llamada
Julia pasó hace
algunos años por una
época increíblemente
difícil. Se quedó sin
trabajo, se divorció,
perdió a su madre y a
su hermano menor
en un accidente de
coche. Julia siempre
553

había tenido la
tendencia a ver el
lado negativo de las
cosas más bien que el
positivo, y aquella
serie de desdichas la
volvió aún más
pesimista.

Su predisposición
naturalmente
554

negativa se combinó
con esta serie de
crisis personales para
producir un ciclo de
pensamiento
negativo del cual
parecía incapaz de
evadirse. Mediante el
uso repetitivo de
pautas de
pensamiento
555

negativo, esas vías o


“instalaciones” en su
cerebro quedaron
relativamente
“fijadas” en
direcciones
improductivas”. El
hemisferio izquierdo
de su cerebro
empezó a hacer un
exceso de
556

deducciones inútiles
acerca de la falta de
posibilidades en su
vida. Julia
simplemente no
podía liberarse de
aquella disposición
de ánimo.

Tal como se podía


esperar, esa manera
557

de pensar negativa,
se manifestaba de
diversas maneras,
tanto emocionales
como físicas. Julia
empezó a creer que
no valía nada y por
ese motivo tuvo
grandes dificultades
para encontrar un
buen trabajo. En las
558

pocas ocasiones que


la contrataron, sólo
duró unos pocos
meses en el cargo y
luego la despedían. El
problema no estaba
en sus capacidades,
sino más bien en que
empezaba con la
expectativa de que la
despedirían, y sus
559

actitudes no
tardaban mucho en
convertirse en
profecías que se
cumplían.

Además, sus
relaciones personales
se resintieron. Al
retraerse cada vez
más dentro de sí
560

misma, fue cortando


sus conexiones con
sus amigos y amigas.
No era que los
amigos y los seres
queridos querían
interrumpir el
contacto, sino más
bien que la propia
Julia perdía el interés
en los demás y sentía
561

que ella tenía muy


poco para ofrecerles.
Estaba avergonzada
por sus fracasos en la
vida, y simplemente
no quería tener que
enfrentarse con otras
personas que le
traían a la memoria la
vida más feliz que
antes había llegado.
562

Empezó, además a
tener varias dolencias
corporales. Primero
fue un malestar
general, una
sensación de no
sentirse bien por las
mañanas o de sufrir,
durante el día,
diversas molestias y
563

dolores imprecisos.
Más adelante la
situación empeoró.
Le apareció una
dolencia crónica en la
espalda, sin que los
médicos pudieran
localizar ninguna
fuente del dolor e
incomodidad.
564

En suma, que su
vida daba la
impresión de ir
irremediablemente
cuesta abajo. Parecía
como si nada que ella
ni nadie pudiera
hacer o decir fuera
capaz de devolverla a
un apacible equilibrio
en su vida y en sus
565

relaciones
personales.

Una cosa a la que


había conseguido
aferrarse durante
aquella mala época
era la semilla de una
fe que le habían
inculcado desde
pequeña. Aunque se
566

había apartado de la
compañía de las
personas que podrían
haberla estimulado y
animado, es probable
que fuera su propio
aislamiento lo que
finalmente terminó
por ayudarle.
567

Mientras se pasaba
largas horas sola,
empezó a confiar
cada vez más en la
oración. Antes,
cuando su vida
estaba llena de las
preocupaciones de la
familia y el trabajo, se
había dedicado muy
poco a la plegaria o a
568

la meditación.
Sencillamente no
tenía tiempo. Ahora,
sin poder volver a
otra cosa que a su
religión, empezó a
pasar largos
períodos, a veces de
una hora o más,
orando o en
meditación. En
569

ocasiones las
plegarias y las ideas
que ofrendaba a Dios
eran tan negativas
como el resto de sus
actitudes, pero
empezó a encontrar
cada vez más placer
en esos momentos
de comunicación
espiritual.
570

Por cierto que su


vida espiritual
empezó a tomar
direcciones más
productivas durante
este período, y al
mismo tiempo era
evidente que en su
cerebro se estaban
produciendo cambios
571

importantes. Tal
como vimos, los
períodos de
meditación que
duran más de diez o
veinte minutos
cambian la forma en
que se comunican
entre sí ambos
hemisferios
cerebrales. Además,
572

este aumento de la
coherencia entre el
hemisferio derecho y
el izquierdo tiende a
hacer que la persona
se abra al cambio.
Parece que en esos
momentos somos
capaces de procesar
información nueva.
573

En el caso de Julia,
esa mayor apertura
podría haber tomado
la dirección opuesta,
según a que tipo de
influencia se hubiera
sometido
inmediatamente
después de los
momentos de
meditación. Si se
574

hubiera quedado
pensando qué
terrible era su vida,
las vías negativas en
su cerebro se habrían
ido fijando cada vez
más.

Por ello siguió un


camino más
constructivo. Un día
575

mientras recorría
distraídamente una
librería, escogió sin
pensarlo un libro de
autoayuda que se
ocupaba del
pensamiento
positivo. El hecho es
significativo, porque
en realidad Julia no
era muy lectora, de
576

modo que ese libro


era prácticamente el
único que tenía en
casa. Aparte, de eso
lo único que leía con
regularidad era la
Biblia.

Como resultado,
durante largos
momentos del día su
577

cerebro estuvo más


expuesto a la
influencia de ese
pequeño volumen de
autoayuda que a la
de ningún otro libro,
revista o periódico.
Algunos pasajes le
parecían tan
fascinantes que
tendía a quedarse
578

mirándolos fijamente
y a releerlos una y
otra vez.

Sin darse ni
remotamente cuenta
de lo que estaba
haciendo, empezó así
a reprogramar su
manera de pensar
siguiendo líneas más
579

positivas y
productivas. A
medida que
alternaba sus
oraciones con el libro
de autoayuda y de la
Biblia, empezó a
encontrar que su
visión de la vida se
iluminaba
considerablemente.
580

Después tuvo una de


esas vivencias que no
se dan más que una
vez en la vida:
mientras se
encontraba sentada
en una mecedora,
meditando después
de un período de
oración y lectura,
experimentó lo que
581

sólo se puede
describir como una
especie de
conversión religiosa.

Tuvo nítidamente la
sensación –que no
tardó en convertirse
en sólida convicción-
de que su vida podía
cambiar totalmente,
582

y junto a esa
sensación, se sintió
abrumada por el
sentimiento de la
presencia de Dios. Ya
no se sentía sola. Por
primera vez en meses
descubrió que quería
salir, restablecer los
viejos vínculos, iniciar
otros nuevos y volver
583

a poner en marcha su
carrera.

Inmediatamente
empezó a incluir en
su agenda nota sobre
las llamadas que
necesitaba hacer, y
sobre la búsqueda de
trabajo que quería
reiniciar. Después
584

notó algo más, algo


sensacional: ya no le
dolía la espalda. Se
apretó varios puntos
que solía tener muy
sensibles, pero no
sintió ninguna
molestia. En su
próxima visita al
médico, éste le dijo
que su afección se
585

había aliviado
mucho.

Julia necesitó un
tiempo considerable
para una
recuperación
emocional completa.
Tuvieron que pasar
varios meses antes
de que lograra volver
586

al mercado laboral y
también necesitó
tiempo para
restablecer sus
diversos contactos
personales. Había
personas que no
podían creer que en
su personalidad se
hubiera operado un
cambio tan
587

espectacular. Era otra


vez la “vieja” Julia
que habían conocido
antes. En todo caso,
era indudable que en
su vida había
sucedido algo
importante cuando
se sumergió
profundamente en la
588

plegaria y en la
meditación.

EL MECANISMO DEL
CAMBIO

¿Cuál fue,
exactamente, el
origen del cambio?
Lo mismo que con
589

muchas experiencias
que cambian una
vida y que tienen sus
raíces en una fe
religiosa, aquí hay
que tener en cuenta
el elemento
espiritual por más
misterioso e
inexplicable que
parezca. Un factor
590

importante fue,
evidentemente, la
creencia cada vez
mayor de que era
posible cambiar su
vida unida a alguna
otra fuerza, interna o
externa, que
inspirase o apoyase
esa creencia.
591

Por otra parte, para


mí es bastante obvio
que al mismo tiempo,
en Julia se estaban
produciendo ciertos
cambios fisiológicos.
Mediante la
operación del
Principio de la Maxi-
Mente, en su cerebro
se iban abriendo vías
592

nuevas que iban


alteraron,
mejorándolos sus
procesos de
pensamiento y de
comportamiento. En
otras palabras,
mediante la palabra
llegó a la Relajación.
Y, tras haberse
abierto de esa
593

manera al cambio,
estuvo expuesta, tal
vez accidentalmente,
a información e
influencias que
terminarían por
efectuar una
transformación
benéfica.
594

La poderosa
combinación de estas
fuerzas mentales y
espirituales produjo,
al parecer, un efecto
curativo sobre sus
emociones y sus
problemas con la
espalda, que no
habían reaccionado a
otros remedios. Creo
595

que si sus esfuerzos


de renovación mental
y espiritual hubieran
estado bajo la
supervisión de un
guía espiritual
apropiado o de un
médico versado en
estos principios, Julia
podría haber
conseguido más
596

rápidamente aun
esos cambios en su
vida.

En muchos sentidos,
su experiencia –
aunque ella no se
diera cuenta alguna
de lo que estaba
sucediéndole- es
prototípica de la
597

forma en que una


persona puede abrir
una puerta interior
hacia una vivencia
que le transforme la
vida. Si queremos
cambiar, debemos
empezar por abrirnos
mentalmente a las
fuerzas de la
renovación, y esto
598

significa usar técnicas


de meditación o
plegarias que nazcan
de nuestras creencias
más profundas.
Luego, debemos
exponernos a las
influencias que
puedan movernos en
la dirección del
599

cambio que hayamos


escogido.

Para muchas
personas, ese primer
paso esencial para
iniciar el movimiento
hacia una actitud
transformadora es
adoptar un enfoque
positivo basado en la
600

posibilidad y en la
capacidad de hacerlo.
Dicho de otra
manera, antes de
embarcarse en
cualquier programa
de autoayuda –ya se
trate de mejorar su
estado físico, de
aliviar dolencias
físicas, de aprender
601

algo nuevo o de
fortalecer su
creatividad o su vida
espiritual –debe
empezar por
convencerse de que
usted es realmente
capaza de hacerlo. Y
eso significa
aprender a pensar en
forma más optimista.
602

Con este objeto,


quiero estimular al
lector a que intente
un ejercicio de
pensamiento positivo
que será la primera
“práctica” que ha de
hacer para cambiar
su manera de pensar
y de actuar. Primero,
603

analice su plan de
acción con su guía
mental máximo.
Después pase a las
dos fases del
ejercicio, que son los
requisitos previos
para incorporar a su
vida el Principio de la
Maxi-Mente.
604

Primero, induciendo
la Relajación, “abra
las puertas” de su
mente al cambio.

Inmediatamente
después, expóngase a
la información, o a
otras influencias que
le ayuden a
“reprogramarse” o
605

“renovar la
instalación” de su
mente siguiendo
líneas productivas.

Ahora, resérvese
veinte o treinta
minutos y prepárese
para convertirse en
una persona más
positiva. Empiece por
606

practicar la
Relajación.

Paso 1: Elija para


concentrarse una
palabra o una frase
corta que esté
firmemente arraigada
en sistema personal
de creencias. Un
cristiano podría elegir
607

las palabras con que


se inicia el Salmo 23,
“El Señor es mi
pastor”; un judío la
palabra “Shalom”; y
una persona no
religiosa, una palabra
neutra, como “uno” o
“paz”.
608

Paso 2: Siéntese
sosegadamente en
una posición
cómoda.

Paso 3: Cierre los


ojos.

Paso 4: Relaje los


músculos.
609

Paso 5: Respire de
forma lenta y natural
y, mientras lo hace
repita al exhalar la
palabra o frase que
hayan escogido.

Paso 6: Adopte una


actitud pasiva. No se
preocupe por lo bien
o mal que lo esté
610

haciendo. Cuando
acudan en su mente
otros pensamientos,
limítese a decirse: “Ya
está bien”, y vuelva
apaciblemente a la
repetición.

Paso 7: Continúe así


de diez a veinte
minutos.
611

Paso 8: Practique la
técnica una o dos
veces al día.

Inmediatamente
después de haber
pasado diez o veinte
minutos practicando
la Relajación, ya está
en condiciones de
612

pasar a la segunda
fase del Principio de
la Maxi-Mente.
Empiece a fijar el
pensamiento en algo
positivo, un
concepto, pasaje o
escrito, o incluso algo
visual. Por ejemplo,
una imagen feliz y
optimista, como la
613

foto de un niño
sonriente. Durante
cinco o diez minutos
obsérvela. Fíjese en
cada momento de
felicidad y júbilo que
pueda encontrar en
ella. O, si ha escogido
un pasaje escrito,
será útil concentrarse
en algo bien
614

arraigado en su
sistema personal de
creencias; puede ser
un pasaje de las
escrituras o un
poema significativo
para usted.

Antes de iniciarse en
esta transformadora
técnica de plegaria y
615

meditación, es
importante
establecer una
distinción clave entre
las dos fases o etapas
del Principio de la
Maxi-Mente, entre la
meditación y la
plegaria que ponen
en marcha el
mecanismo de la
616

Relajación, y el
pensamiento
centrado en algo, que
contribuye a fijar la
nueva dirección que
usted quiere imprimir
a su vida.

En la primera fase, la
obtención de la
Relajación se logra
617

mediante plegarias y
meditaciones libres y
no dirigidas. No debe
concentrarse en el
intento de cambiar.
De hecho, si intenta
concentrarse,
perderá la actitud
pasiva que se
necesita para
alcanzar la
618

Relajación. Por eso es


importante que en la
primera fase se
mantenga pasivo y
sin dirección. En
otras palabras, usted
está dando al
hemisferio derecho
total libertad para
operar e interactuar
con el izquierdo…y
619

para “abrir las


puertas” de su mente
al cambio.

Ahora, para que el


Principio de la Maxi-
Mente llegué a ser
realmente operativo
en su vida es
necesario dar el
segundo paso, es
620

decir, pasar a la
segunda fase a que
nos referimos antes:
después de haber
logrado la Relajación,
tiene usted que
hacerla seguir por
una forma de
pensamiento más
dirigida.
621

Aquí empezará a
ponerse nuevamente
en acción el
hemisferio izquierdo,
especialmente si se
concentra usted en
algún pasaje que
represente la
dirección que quiere
dar a su vida. Este
proceso de
622

pensamiento, más
dirigido, le ayudará a
renovar la instalación
de sus circuitos
cerebrales en
direcciones más
positivas. Entre otras
cosas, se encontrará
con que, al influir de
maneras positivas
sobre su hemisferio
623

izquierdo después de
haber alcanzado la
Relajación, se
habituará a hacer
-sobre sí mismo,
sobre otras personas
y sobre su entorno-
inferencias
productivas con
preferencia a las
improductivas.
624

Estará usted
preguntándose sobre
qué clase de cosas
debe empezar a
concentrarse en esta
segunda fase del
empleo del Principio
de la Maxi- Mente.
625

Tal como ya dije, si


quiere empezar
simplemente por
convertirse en una
persona más
optimista, y si se
inclina por lo visual,
puede concentrarse
simplemente en una
imagen feliz. O, si se
inclina más por las
626

palabras podría tratar


de leer y releer uno o
más de los pasajes
siguientes, y de
pensar
metódicamente en
ellos. Yo le
recomendaría que
eligiera uno
relativamente breve y
dedicara de diez a
627

quince minutos a
evaluarlo y a ver
como puede
relacionarse de
manera personal con
usted. Si elige uno
que de algún modo
se relaciona con su
sistema personal de
creencias, será más
probable aún que
628

empiece a
experimentar una
actitud más positiva.

Para los lectores que


encuentren en la
Biblia una orientación
positiva, he aquí una
breve solución:
629

Una mirada
benévola alegra el
corazón; y una buena
noticia conforta los
huesos.
Panal de miel son las
palabras amables;
dulzura para el alma
y medicina para los
huesos.
630

El corazón alegre es
buen remedio; el
espíritu abatido seca
los huesos.

Proverbios,
15:30; 16:24; 17:22

Por lo demás
hermanos, haced
objeto de vuestra
631

consideración todo lo
que hay de
verdadero,
honorable, justo,
amable, virtuoso y
digno de encomio.
Filipenses,
4:8

Alabad a Dios en su
santuario;
632

Alabadle en su
augusto firmamento;
Alabadle por sus
magnas hazañas;
Alabadle por su
inmensa grandeza;
¡Todo lo que respira
alabe al Señor!
Salmo
150:1-2,6
633

Y en la Sabiduría de
Ben Sira o
Eclesiástico,
encontramos:

No te dejes llevar
por la tristeza,
no te abandones a
pensamientos
negros.
634

La alegría del
corazón es la vida del
hombre,
el contento es lo que
alarga los días…

Puede ser que a


alguien le atraigan las
palabras de la más
antigua autoridad del
pensamiento
635

positivo, Norman
Vincent Peale. Todas
las citas que siguen
son de El poder del
pensamiento tenaz:

Formúlate y
estampa
indeleblemente en tu
mente una imagen
mental de ti mismo
636

triunfando. Mantén
con tenacidad esta
imagen. No permitas
que jamás se
desvanezca. Tu
mente intentará
cultivar esta imagen.
Jamás pintes en ti
mismo fracasando;
jamás dudes de la
realidad de la
637

imagen de la imagen
mental…
Diez veces al día
repite estas
dinámicas palabras:
“Si Dios con nosotros,
¿quién contra
nosotros?”
(Romanos, 8:31)
(Interrumpa ahora la
lectura y repítalas YA,
638

lenta y
confíadamente.)
Piensa que para
todo problema hay
una solución…
No pidas cada vez
que rezas, afirma, en
cambio, que las
bendiciones de Dios
están derramándose,
y dedica la mayor
639

parte de tus
oraciones a la acción
de gracias…
Durante las
próximas 24 horas,
deliberadamente,
habla con optimismo
de todo, de tu
trabajo, de tu salud,
de tu futuro. Haz el
esfuerzo de hablar
640

con optimismo de
todo. Te será difícil,
ya que posiblemente
tu hábito es de
hablar con
pesimismo. De este
hábito negativo
debes apartarte
aunque te exija un
esfuerzo de
voluntad…Debes
641

alimentar tu mente
tal como alimentas a
tu cuerpo, y para que
tu mente este sana
debes alimentarla
con pensamientos
sanos y nutritivos.
Por consiguiente,
empieza hoy mismo a
cambiar tu mente de
una manera de
642

pensar negativa al
pensamiento
positivo… Haz una
lista de tus amigos
para determinar
quién de ellos es el
más optimista, y
cultiva
deliberadamente su
amistad. No
abandones a tus
643

amigos negativos,
pero durante un
tiempo intima más
con los que tienen un
punto de vista
positivo, hasta que
hayas absorbido su
espíritu; entonces,
puedes volver a
frecuentar a los
amigos negativos y
644

ofrecerles tu
flamante pauta de
pensamiento, sin
aceptar su
negativismo.

El reverendo Robert
Schuller es un
exponente más
reciente del
pensamiento
645

positivo. He aquí
algunos
pensamientos suyos
tomados de su libro
Es posible para que
medites sobre ellos
cuando pases a la
segunda fase.

¡Tu imaginación
puede transformar tu
646

apariencia física!
Imagínate con los
ojos chispeantes, el
rostro
resplandeciente y
una personalidad
radiante. Entonces
mantén presente en
tu mente esa imagen,
y te convertirás en
647

esa clase de
persona…
La belleza está en la
mente, no en la piel.
Porque si eres tan
bello, o tan feo, como
crees que eres. Si te
imaginas que eres
agradable, amistoso,
alegre y de
personalidad
648

chispeante, tu
imaginación te
convertirá
exactamente en ese
tipo de persona.
Comienza hoy a
ejercitar esta
imaginación positiva.
¡Descubrirás que los
músculos de la
sonrisa se te
649

fortalecen tanto que


tu aspecto facial se
fortalecerá
realmente!...

¡Dios nos ha
diseñado a cada uno
como individuos
únicos, y nos ha
concedido el equipo
650

y las oportunidades
para triunfar!...

Tu vida no es un
azar, ni eres tú una
víctima de la muerte
o del destino. Eres
hijo de Dios, y si Le
entregas tu vida y te
haces instrumento de
Su voluntad, nada
651

puede detenerte. ¡Tú


puedes!...

El éxito no es lo
opuesto del fracaso.
Un corredor bien
puede llegar el
último, ¡pero si bate
su propio récord, es
un éxito!
652

Los super-
triunfantes conocen
el secreto. El éxito
sólo se mide por lo
que uno es, no por lo
que tiene. ¡Todos
tienen dentro de sí el
potencial para esa
clase de éxito!
653

¡El pensador de
posibilidades jamás
dice que no a
ninguna idea que
tenga alguna
posibilidad para el
bien!...

De todas las
personas que viven
sobre el planeta
654

Tierra, no hay más


que una que tenga el
poder, con su voto,
de matar tus sueños
¡Y esa persona eres
Tú! ¡Y también tienes
el poder de un voto
vivificante y lleno de
esperanzas, y que
diga que sí a tus
sueños!
655

Y de Sé feliz de ser
amado

Tu libertad de elegir
una actitud positiva
es el único tesoro
que Dios no permitirá
que nadie te
arrebate.
656

Si no eres de
naturaleza religiosa,
recorre esta selección
de enfoques positivos
de la vida.

No fue más que un


alegre “buenos días”,
Cuando ella pasó
por el sendero,
657

Pero dejó el día


entero iluminado
Con la gloria de la
mañana.
CHARLOTE
AUGUSTA PERRY,
“Buenos días”

Un solo
pensamiento positivo
pesa más ¿sabes?
658

Que veinte
negativos
MATHEW
PRIOR
“Epístola del
pastor de Fleetwood”

No soy más que uno,


Pero soy uno,
No puedo hacerlo
todo,
659

Pero puedo hacer


algo:
Y porque no puedo
hacerlo todo
No quiero negarme
a hacer el algo que
puedo hacer.
EDWARD
EVERETT HALE,
660

“Poema para
una sociedad
solidaria”

Mirar hacia arriba,


no hacia abajo,
Mirar hacia delante,
no hacia atrás,
Mirar hacia fuera, no
hacia adentro,
Y echar una mano
661

EDWARD EVERETT
HALE, “Diez por uno
diez”

Lo que quieras hacer


habitual practícalo; y
si no quieres que algo
se haga habitual, no
lo practiques, y
habitúate en cambio
662

a hacer alguna otra


cosa.
EPICTETO,
“Cómo se han de
combatir las
apariencias de las
cosas”

Todos se destacan
en algo en lo que
otro fracasa.
663

Poderoso
ciertamente es el
imperio del hábito.
La práctica es el
mejor de los
instructores.
Ningún hombre es
feliz sino cree que lo
es.
PUBLILIO
SIRIO
664

En verdad, ¿qué hay


que no nos parezca
maravilloso
cuando tenemos por
primera vez
conocimiento de
ello?
¿Cuántas cosas,
además, no
665

consideramos
totalmente
imposibles hasta
que han sido
realmente logradas?
PLINIO EL VIEJO,
Historia Natural,
libro VII
666

Muchos golpes
pequeños derriban
grandes robles.
BENJAMIN
FRANKLIN, El
almanaque del pobre
Ricardo

La felicidad humana
no es hija de los
grandes golpes
667

de buena suerte que


rara vez se producen,
sino de las
pequeñas
oportunidades que
ocurren todos los
días.
BENJAMIN
FRANKLIN,
Autobiografía
668

Ha alcanzado el
éxito quien ha vivido
bien, reído
con frecuencia y
amado mucho.
BESSIE ANDERSON
STANLEY, Concurso
de la revista
Brown
Book, 1904
669

¿De qué sirve


preocuparse?
Es algo que nunca
valió la pena.
Embolsa, pues, tus
problemas en tu viejo
saco,
Y sonríe, sonríe,
sonríe.
GEORGE ASAF,
“Embolsa tus
670

problemas en tu viejo
saco”
Tours les jours, a
tous points de vue, je
vais de mieux en
mieux. (Día tras día,
desde todos los
puntos de vista de
me va cada vez
mejor).
671

EMILE
COUE,
(psicotera
peuta
francés).

El mundo sería
mejor y más alegre si
nuestros maestros
insistieran tanto en el
deber de ser feliz
672

como en la felicidad
de cumplir con el
deber, porque es
nuestro deber ser tan
felices como
podamos, aunque
sólo sea porque ser
nosotros mismos
felices es un aporte
sumamente eficaz a
673

la felicidad de los
demás.
SIR JOHN
LUBBOCK,
Lord
Abebury
“Los
placer
es de
la
vida”
674

FINALMENTE,…

Le sugiero que
empiece por rezar o
meditar durante diez
o veinte minutos,
siguiendo los pasos
necesarios para
alcanzar la
Relajación. Esta es la
675

primera fase en el
empleo del Principio
de la Maxi-Mente.
Después, pase
inmediatamente a la
fase dos. Escoja uno
de los pasajes
positivos citados –o
algún otro que a
usted le guste más- y
léalo varias veces.
676

Piense en él y
considérelo desde
tantos puntos de
vista como le es
posible. Procure
determinar qué
significa eso para
usted,
personalmente, y de
qué manera podría
cambiar su vida y su
677

manera de pensar
para que coincidan
más con esa verdad.
Dedique cinco o diez
minutos a esta
manera de pensar
focalizada. Después
repita el proceso
varias horas más
tarde, el mismo día.
678

Cuando haya
seguido este
procedimiento
durante un corto
período, alrededor de
una semana,
empezará a advertir
un cambio sutil en su
manera de pensar y
de actuar. Empezará
a ver el lado más
679

luminoso de la vida, y
reaccionará ante los
demás de manera
más esperanzada,
optimista y
estimulante. En
pocas palabras
descubrirá que se
está convirtiendo en
una persona más
positiva.
680

Para algunos
lectores, quizás este
sea el cambio
importante que
querían conseguir en
su vida. Dicho de otra
manera, ustedes
saben que han sido
demasiado negativos,
y les bastará con sólo
681

aprender a vivir el
lado más luminoso
de las cosas. Pero hay
muchas personas que
persiguen más
objetivos de
transformación. A
quienes deseen ir
más lejos en la
incorporación del
Principio de la Maxi-
682

Mente a sus vidas, los


invito a que pasemos
a considerar la forma
en que es posible
transformar,
mejorándolo, su
bienestar emocional
y físico.
683

Su salud al máximo

Cuando usted
enferma, tiene ante
sí múltiples
alternativas
terapéuticas. Puede
optar por no hacer
684

nada, medicarse
usted solo con
fármacos que no
necesitan receta, o
consultar con un
médico. Hasta puede
decidirse a ver un
sanador. Sea cual
fuere la opción que
elija el Principio de la
685

Maxi-Mente puede
ayudarle.

Pero no me
interprete mal, soy
sincero partidario de
que consulte a un
médico titulado. La
medicina actual es la
mejor que el mundo
haya conocido. Por
686

primera vez en la
historia de la
humanidad,
podemos curar la
neumonía, la sífilis, la
gonorrea y la
tuberculosis. Los
diabéticos pueden
llevar vidas
relativamente
normales gracias a la
687

administración de
insulina. La cirugía
puede corregir
traumatismos que de
otra manera serían
fatales, y devolver la
apariencia normal a
personas
desfiguradas. Es
decir, que si enferma,
deberá consultar un
688

médico formado en
la tradición
occidental, para
poder sacar partido
de todas las
pasmosas maravillas
de la medicina
moderna.

Así y todo, los


modernos remedios
689

de la ciencia
occidental solo
tienen éxito en un 25
por ciento de los
casos que un
paciente promedio
presenta a un médico
promedio. El otro 75
por ciento de las
dolencias, o bien son
auto limitadoras –es
690

decir que se mejoran


solas- o bien se
relacionan con la
interacción mente
cuerpo.

En Occidente, la
práctica médica se ha
mostrado
obstinadamente
renuente a aceptar
691

que las interacciones


mente-cuerpo
pueden estar, como
en el caso del estrés,
relacionadas con la
causa y el curso de la
enfermedad. De
acuerdo con tal
actitud, este tipo de
enfermedades caen
en las “rendijas”
692

entre los que pueden


ofrecer los
tratamientos médicos
y quirúrgicos por un
lado, y la psiquiatría
por el otro. Aún más,
incluso en las
enfermedades que
de hecho caen dentro
del 25% que la
medicina es capaz de
693

tratar eficazmente, la
interacción mente-
cuerpo tiene una
parte de
responsabilidad.

Para entender mejor


que los aportes
relativos de la
influencia mente-
cuerpo sobre la
694

enfermedad,
consideremos
durante un momento
la medida en que
ciertas dolencias
físicas pueden verse
influidas por factores
mentales.

El SIDA y la
neumonía son
695

causadas por
partículas infecciosas
tales como virus y
bacterias. Nuestro
estado físico de
inmunidad y otros
factores que se
utilizan para combatir
la infección pueden
verse influidos por las
interacciones mente-
696

cuerpo y de esta
manera alterar la
infección, pero el
factor principal es,
indudablemente, el
agente infeccioso con
que se ve obligado a
combatir el cuerpo.

La situación es
diferente en el caso
697

de los dolores de
cabeza generados por
la tensión, con los
ataques de angustia y
sus síntomas –
náuseas, vómitos,
diarreas,
estreñimiento-, con
el mal humor, el
insomnio y las fobias.
Todos esos achaques
698

están sometidos a la
influencia de las
interacciones mente-
cuerpo.

HIPERTENSION
MIGRAÑAS
DOLORES DE
CABEZA
699

NEUMONIA ASMA
TRANSTORNO DE
ANSIEDAD
SIDA ULCERAS
FOBIAS

POCO
MUCHO
700

CONTRIBUCION DE
LA INTERACION
MENTE-CUERPO A LA
SALUD

Otras
enfermedades, tales
como la hipertensión,
las migrañas, el asma
y las úlceras pépticas
701

tienen una relación


no tan definida con
esta interacción.

Por cierto que es


sumamente difícil ser
exactos en la
determinación del
grado de influencia
que tienen las
interacciones mente-
702

cuerpo sobre una


enfermedad
determinada. En la
medida en que tales
influencias existan, el
Principio de la Maxi-
Mente es
sumamente
provechoso. Así, en
algunos casos el uso
del Principio es en sí
703

mismo curativo. En
otros, puede mejorar
notablemente los
síntomas. En otras
enfermedades,
recurrir a él puede
hacer que el paciente
se sienta mejor, pero
tendrá poca
influencia sobre el
704

curso de la
enfermedad.

Algunos trastornos
en los cuales es útil
recurrir al Principio
de la Maxi-Mente
incluyen:

-los ataques de
angustia.
705

-las fobias,
incluyendo varios
tipos de miedos
invalidantes;
-el asma;
-diversos tipos del
dolor corporal
intenso;
-las migrañas;
-la alta presión
arterial;
706

-la angina pectoris, o


dolores en el pecho
relacionados con el
corazón;
-los trastornos
inmunológicos;
-el dolor de espalda;
y
-otras dolencias
diversas relacionadas
con el estrés.
707

¿De qué manera


funciona el Principio
de la Maxi-Mente?
Primero, es menester
abrir las puertas al
cambio mediante la
Relajación, y después
se ha de renovar la
“instalación” cerebral
valiéndose de los
708

métodos que
describimos antes.

A los fines de este


análisis, he separado
algunos de los
factores que operan
en el Principio de la
Maxi-Mente en tres
dominios: el del
dolor, el de los
709

trastornos
emocionales y el del
estrés. Es importante
que entienda usted
algo más acerca de
cada uno de ellos
antes de intentar
mejorar su propia
salud.
710

EL FACTOR DOLOR

El dolor es subjetivo,
es decir que su
experiencia reside
literalmente en la
mente. El estado de
ánimo de una
persona, que incluye
su creencia en la
vulnerabilidad del
711

dolor, se encuentra,
pues
inexorablemente
ligado a las
sensaciones
dolorosas. Por
ejemplo, si por
alguna razón usted
cree que va a
empezar a dolerle
alguna parte del
712

cuerpo, eso aumenta


muchísimo las
probabilidades de
que realmente
empiece a dolerle.

Pero esto no es
todo. Así como
nuestra actividad
mental puede
producir dolor,
713

también es capaz de
aliviarlo. Y algunos
medios eficaces de
reducir o eliminar el
dolor corporal
comienzan con el
logro de la
Relajación.

Consideremos un
reciente estudio
714

realizado por los


doctores Andy T.
Wilegosz y JoAnne
Earp, del
Departamento de
Medicina del Hospital
General de Ottawa,
Canadá. Estos
investigadores
estudiaron a 106
pacientes, 63
715

mujeres y 43
hombres afligidos por
enfermedades del
corazón y de las
coronarias.

Como parte del


estudio, los enfermos
fueron sometidos a
angiografías de las
coronarias,
716

procedimiento que
consiste en hacer
radiografías de las
arterias coronarias
para establecer si hay
bloqueos u
obstrucciones debido
al endurecimiento de
las arterias. Los
enfermos tenían los
dolores de pecho
717

característicos de la
angina pectoris, y los
médicos querían
estar seguros del
estado exacto de los
vasos sanguíneos del
corazón. Ninguno de
los enfermos tenía
bloqueos
importantes en las
principales arterias
718

coronarias. En
realidad, se los
clasificó como
expuestos a muy bajo
riesgo de muerte por
ataque cardíaco o
ataques de menor
gravedad. Sin
embargo, seguían
afectados por dolores
en el pecho que
719

exigían atención
médica.

Pocos días después


de la angiografía los
investigadores se
pusieron en contacto
con esos pacientes –
ya informados de que
no sufrían
enfermedad alguna
720

en las coronarias- y
les hicieron una serie
de preguntas para
establecer sus
creencias, formas de
comportamiento y
expectativas en lo
referente a la salud
de su corazón y de
sus arterias.
721

Cuando se les
preguntó cuál
suponían era la causa
de su dolencia, el
59% siguió
contestando que era
un problema
cardíaco. Otro 29%
creía que en algún
momento había
tenido un ataque
722

cardiaco, aunque la
mitad de ellos
admitió que nadie les
había dicho jamás tal
cosa. También pese a
mostrar pruebas
escasas o inexistentes
de afecciones
coronarias, el 23%
creía que había una
elevada probabilidad
723

de que entre los


cinco y los diez años
siguientes, les
aparecería una
enfermedad cardiaca.

Aproximadamente,
un año después los
investigadores se
pusieron en contacto
con estos pacientes
724

para ver cómo les


iba, especialmente
en lo que se refería a
los dolores de pecho.
¿Qué descubrieron?
Un cuarto de los
pacientes estaba
totalmente libre de
dolor y un 38% le
habían disminuido
los dolores. Por otra
725

parte el 30% de los


pacientes tenía los
mismos dolores que
había sentido al
comienzo del estudio,
y un 7% declaró que
sus síntomas habían
empeorado. Ninguno
de ellos, sin embargo,
había sufrido ningún
ataque cardiaco
726

durante el año de
seguimiento.

Finalmente, los
investigadores
compararon los
síntomas dolorosos
actuales de los
pacientes con las
creencias y actitudes
que habían
727

expresado un año
antes. De ello resultó
el descubrimiento de
una clara relación
entre la percepción
que tenía el paciente
de su vulnerabilidad
coronaria y el grado
de dolor que sentía.
Dicho de otra
manera, que los que
728

un año después de la
angiografía
declararon que sus
dolores no habían
mejorado eran
también los que
creían que habían
tenido, o que iban a
tener un problema
cardiaco grave.
729

Es obvio, pues que


las creencias
representan una
diferencia importante
en las sensaciones
dolorosas del cuerpo.
Así como la creencia
o la actitud pueden
causar dolor,
nuestros procesos
mentales también
730

pueden reducir o
eliminar las
sensaciones
dolorosas. Y muchos
tratamientos
efectivos ponen en
juego el uso de la
Relajación y el
Principio de la Maxi-
Mente. En los medios
clínicos y
731

hospitalarios, los
médicos recurren
cada vez más a
procedimientos que
inducen la Relajación
para aliviar el dolor.
Dichos
procedimientos han
tenido que satisfacer
ciertas exigencias
para quedar
732

establecidos como
terapias válidas.
Especialmente, las
exigencias o pruebas
son tres:

Test 1: Los cambios


que produce la
terapia propuesta,
¿son de suficiente
magnitud?
733

Si el dolor solo se
puede reducir en un
10% mediante un
determinado
procedimiento la
terapia es de valor
limitado.

Test 2: El
procedimiento,
734

¿puede ser
transferido de un
marco hospitalario o
de laboratorio a un
medio normal
cotidiano?

Si una terapia
requiere de un marco
especial de
laboratorio, o mucha
735

supervisión médica,
no va a ser de gran
utilidad para la
persona promedio.

Test 3: La terapia
propuesta, ¿será
efectiva durante un
tiempo relativamente
largo?
736

En general cualquier
terapia que vaya a ser
usada para reducir el
dolor debe poder
mantener su eficacia
a lo largo de muchos
meses, e incluso
años. Las soluciones
a breve plazo no son
deseables, y por
consiguiente puede
737

ser más útil buscar


mejores terapias.

Cuando las técnicas


para inducir la
Relajación fueron
probadas en función
de estas tres
exigencias, los
resultados fueron
impresionantes. En
738

una serie de
investigaciones que
el doctor John Kabat-
Zin realizó en la
Universidad de
Massachusetts, un
grupo de pacientes
que sufrían dolores
crónicos fue tratado
durante un período
de diez semanas con
739

recursos médicos
ordinarios, sin
mostrar ningún alivio
importante. A un
segundo grupo
comparable con el
primero, se le
impartió un
programa de
meditación destinado
740

a inducir la
Relajación.

En esta investigación
el grupo de
meditación mostró
un marcado alivio del
dolor, en tanto que el
otro grupo no mostró
ningún alivio
significativo. De
741

acuerdo con un
índice de evaluación
del dolor ideado por
los propios
investigadores, los
niveles de dolor en el
grupo de los que
meditaban se
redujeron en más de
un 33% en el 72% de
los pacientes.
742

Además, un 61% de
ese grupo
experimentó una
reducción de más del
50% en el dolor.

Los estudios de
seguimiento que se
hicieron pasados
quince meses,
demostraron que la
743

duración de los
beneficios – en el
sentido de reducción
del dolor- obtenidos
en el grupo que
practicaba la
Relajación se
mantuvo. Además las
técnicas de la
Relajación que había
aprendido este grupo
744

eran transferibles al
ambiente lugareño,
donde los pacientes
practicaron la terapia
por su cuenta, sin
supervisión médica.

Otros estudios han


demostrado que
técnicas similares
para obtener la
745

Relajación han
producido
espectaculares alivios
del dolor de la
cabeza,
especialmente en los
casos en que éste es
producido por
tensión. También las
migrañas y otros
dolores de cabeza de
746

origen vascular
obtuvieron cifras de
alivio significativas.
De paso, digamos
que estos
investigadores se han
centrado en diversos
métodos diferentes
para obtener la
Relajación y que no
ha habido pruebas
747

inequívocas de que
alguna técnica sea
superior a las otras.
En otras palabras, si
quiere usted meditar
usando oraciones
cristianas, judías o
hindúes o
concentrarse en
frases o actividades
no religiosas, por lo
748

que se refiere a su
salud puede esperar
esencialmente los
mismos resultados,
por lo menos en lo
relacionado con los
beneficios directos
de la Relajación.

¿De qué modo


exactamente produce
749

la Relajación este
alivio de dolor?

He aquí una
pregunta bastante
difícil de contestar.
Pero los
investigadores están
estudiando varias
explicaciones
interesantes. Una
750

hipótesis sugiere que


la Relajación libera
endorfinas que
suprimen el dolor.
Otra se relaciona con
la producción de
ondas alfa una vez
alcanzada la
Relajación, que al
parecer intensifica la
producción de las
751

lentas ondas alfa en


el cerebro. Lo
interesante aquí es
que, generalmente el
dolor suprime la
actividad alfa del
cerebro. Cuando se
obtiene la Relajación
durante una
experiencia dolorosa,
se restablece la
752

actividad de las
ondas alfa y,
simultáneamente el
dolor se reduce o
desaparece.

También el hecho de
que el paciente crea
que este tipo de
tratamiento le dará
resultado contribuye
753

a aliviar el dolor. Para


acentuar el alivio el
paciente debe seguir
creyendo que va a
mejorar después de
conseguida la
Relajación. En
muchos casos, esta
expectativa puede
intensificarse si la
persona cuenta con
754

el apoyo y el
consuelo de un
médico que la
mantenga informada.
A medida que las
expectativas de
mejoría van en
aumento, el alivio se
hace mejor.
755

Brevemente dicho:
el dolor disminuye a
medida que se
vuelven operativos
otros ingredientes
adicionales del
Principio de la Maxi-
Mente. Las pautas,
con frecuencia
profundamente
arraigadas, que
756

suelen ser la base del


dolor no tardan
mucho en alterarse y
tomar direcciones
nuevas y el dolor
sigue disminuyendo y
en ocasiones,
desaparece por
completo.
757

EL FACTOR EMOCION

Si usted tiene un
problema emocional
-o un problema físico
arraigado en la
interacción mente-
cuerpo-, la
psicoterapia puede
serle útil. Sin
embargo, los
758

psicoterapeutas
están probando cada
vez la forma en que
se pueden combinar
los métodos para
obtener la Relajación
con las técnicas
terapéuticas
tradicionales.
759

En las tradiciones
religiosas orientales,
y especialmente en el
budismo, se acentúa
enormemente la
importancia de la
comprensión de la
propia psicología.
Esta psicología, o
Abbidhamma, abarca
un complejo análisis
760

de las operaciones de
la mente humana en
lo referente a
pensamientos,
emociones y
comportamiento. Los
budistas piensan que
es importante
entender de qué
manera funciona su
propia psicología
761

personal antes de
intentar alcanzar
estados de
conciencia
superiores. De modo
similar, en la
tradición occidental
muchas personas se
vuelven hacia la
psicoterapia para
alcanzar un mayor
762

entendimiento de sí
mismas. Creen que
entonces podrán
alcanzar mayor
equilibrio interior,
más felicidad y
satisfacción.

En el budismo, sin
embargo, -a
diferencia de lo que
763

pasa con la
psicoterapia
occidental-, la clave
del entendimiento de
la propia psicología
ha sido la
meditación. Los
meditadores budistas
han aprendido que
pueden abrir las
puertas a los cambios
764

en la mente y en el
cuerpo mediante
varias técnicas de
meditación, todas las
cuales inducen la
Relajación. Una de
ellas es la conocida
como meditación de
concentración. Otra
forma de meditación
más avanzada es la
765

que se llama
meditación
consciente.

Al estudiar las
técnicas básicas para
alcanzar la
Relajación, hemos
visto ya cómo
funciona la
meditación de
766

concentración. El
método implica
básicamente
concentrar la
atención en una
palabra, sonido,
plegaria o frase,
objeto visual o
proceso respiratorio
que se repite.
Entonces, cuando la
767

mente se escapa
hacia los
pensamientos
cotidianos, el
meditador
desatiende
pasivamente la
intrusión y vuelve a
centrar la atención en
la palabra, sonido o
lo que sea el motivo
768

escogido. De esa
manera deja atrás el
pensamiento lógico y
entra cada vez más
profundamente en
un estado
característico, que es
el que designamos
como la Relajación.
769

Por el contrario, con


la meditación
consciente el
meditador se centra
más en los procesos
emocionales y
mentales que
suceden dentro de él,
de manera semejante
a lo que se haría bajo
la orientación de un
770

psicoterapeuta. Pero
hay unas claras
diferencias entre esta
forma de meditación
y la psicoterapia. En
la meditación
consciente se
establece primero la
conciencia de la
respiración; es decir,
se obtiene la
771

Relajación. Una vez


conseguido este
estado, uno comienza
a observar
objetivamente la
procesión de
pensamientos e
imágenes mentales
que se suceden en su
interior.
772

A diferencia de la
meditación de
concentración, pues
la meditación
consciente permite
que la atención se
desvíe de la palabra,
frase u otra actividad
repetitiva escogida y
que se desplace
libremente de una
773

percepción a la
siguiente. En este
caso no se considera
que ninguna
sensación o
pensamiento
constituya una
intrusión. Más bien,
cuando hacen su
aparición en la
mente, uno los
774

observa de forma
imparcial, en vez de
desatenderlos con
calma, tal como haría
en la meditación de
concentración.

Alguien podrá
suponer que la
meditación
consciente es muy
775

semejante al
pensamiento normal
o a la ensoñación,
pero no es así. A
diferencia de estas
prácticas, la
meditación
consciente está
pensada para impedir
que uno se entregue
al contenido mental
776

de sus pensamientos.
Más bien uno debe
mantener la
perspectiva de un
observador. Si
realmente llega a
perderse en sus
pensamientos, es
necesario
concentrarse una vez
más en la respiración,
777

en un esfuerzo por
recuperar el punto de
observación objetiva
desde donde iba
siguiendo sus
pensamientos,
imágenes o
emociones.

Quienes tienen
experiencia en estas
778

formas de
meditación terminan
por ir más allá de las
imágenes y
pensamientos
específicos, y
empiezan a
reconocer pautas y
hábitos que influyen
sobre lo que piensan
y lo que hacen. Por
779

ejemplo, si este tipo


de meditador se
enfada, aprende a
hacer frente a su
enfado con
objetividad. Primero,
notará el hecho de
que está enfadado.
Después, dejará de
sentir “Estoy
enfadado”, para
780

adoptar la actitud de
un observador: “Hay
enfado dentro de
mí”. Mediante esta
contemplación de sus
emociones a
distancia, el
meditador se pondrá
en mejor situación
para entenderlas y
781

manejarlas en forma
constructiva.

Entre otras cosas, es


frecuente que las
personas avezadas en
la meditación
consciente
experimenten una
intensificación en su
conciencia
782

perceptual de los
objetos,
pensamientos y
emociones. Esta
mayor intensidad de
la experiencia interior
aporta una mayor
conciencia y nuevos
significados a las
ideas y los hábitos
antiguos. Se acentúa
783

además la plasticidad
o capacidad de
cambio del cerebro, a
la cual ya nos hemos
referido
detalladamente. Y
como resultado el
individuo es capaz de
manejar en forma
más eficaz y más
creativa los datos que
784

recibe del mundo


exterior como de su
propio interior.

En todo este
proceso de
meditación hay un
sentimiento de
dejarse ir, que
describen con
frecuencia los
785

meditadores y otras
personas con
experiencia en
asuntos espirituales.
En este intenso
estado emocional se
aflojan las trabas que
el hemisferio
izquierdo impone a
nuestra conciencia y
a nuestras acciones.
786

El proceso va
acompañado de una
especie de
indefensión o de
vulnerabilidad, y de
un tranquilizador
sentimiento de
cercano y accesible
bienestar. Las
emociones que
pueden haber estado
787

bloqueadas o
suprimidas, como el
miedo, el amor, el
enojo y el júbilo
afloran a la
superficie. De
manera que al
individuo le resulta
mucho más fácil
manejar.
788

Todo este proceso


de meditación
consciente puede
ofrecer lo que se ha
dado en llamar un
“libro elemental de
psicoterapia”. Las
puertas de la mente
se abren a intuiciones
más profundas y
creativas, y el camino
789

está preparado para


escapar de las
obsesiones,
compulsiones o
malos hábitos del
pasado. La relación
de este proceso
meditativo con las
técnicas y los
objetivos de la
790

psicoterapia es
evidente.

Por estas y otras


razones, recomiendo
que en el tratamiento
de muchos pacientes
con malestares
emocionales y físicos
relacionados con el
estrés se combinen la
791

meditación y la
psicoterapia. Usted,
como paciente en
potencia, debe tener
presentes ciertos
principios
precautorios.

Ante todo, cuando


combina psicoterapia
y meditación uno
792

está intensificando
en gran medida el
poder de cambiar su
cerebro y su vida. En
otras palabras, al
aumentar la
plasticidad de su
mente, está
abriéndose a
importantes
transformaciones. Al
793

mismo tiempo, si
usted está haciendo
psicoterapia se
encontrará con que
ya está recibiendo de
su psicólogo o de su
psicoterapeuta, la
ayuda de una especie
de guía mental
máximo. Esa persona
es esencial, y de ella
794

le estarán llegando
algunas influencias
sutiles –y no tan
sutiles- que
apresuran e
intensifican los
cambios que se
producen en su
interior.
795

Está claro que es


sumamente
importante que usted
sepa quién es su
psicólogo o
psicoterapeuta, y qué
sistemas de valores
intenta promover.
Puede estar seguro
de una cosa: que en
lo que se refiere a
796

creencias y valores
básicos, todo
psicoterapeuta tiene
un punto de vista
propio.

Tengo noticias de
varios casos en que
los psicoterapeutas
estaban igualmente
dispuestos a
797

favorecer el divorcio
de un paciente como
a salvar el
matrimonio. El valor
principal que
defendían esos
terapeutas era el
derecho del individuo
a controlar su propio
destino y su potencial
personal. Pero
798

supongamos que el
paciente tenga un
sistema de valores
que insista en
mantener la unión
matrimonial, aunque
eso signifique hacer
ciertos sacrificios que
afecten a su potencial
individual. Los
valores del
799

psicoterapeuta y del
paciente no deben
entrar en conflicto.
En tal caso, merced a
la intensificada
susceptibilidad al
cambio que se da en
el paciente, podría
que ser prevalecieran
los valores del
terapeuta y que se
800

viera socavado el
sistema fundamental
de valores del
paciente.

No estoy sugiriendo
nada relativo a lo que
ningún
psicoterapeuta en
particular debe
aconsejar a un
801

paciente en
determinada
situación. Lo que digo
es que es prudente
entender cuáles son
los valores de un –o
de una-
psicoterapeuta antes
de ponerse en sus
manos. Esta
precaución es
802

especialmente
importante si está
usted planeando
abrirse al cambio
mediante alguna
técnica de la Maxi-
Mente.

Es tan importante
tener muchísimo
cuidado al tomar esta
803

decisión como lo es
el que se ha de tener
en la elección de la
palabra o la frase que
se va a utilizar en la
inducción de la
Relajación. Tanto la
frase meditativa
como la filosofía de
su guía mental
máximo deben tener
804

raíces profundas en
su propio y personal
sistema de creencias
fundamentales.

EL FACTOR ESTRÉS

Las pruebas
científicas tienden
cada vez más a
805

demostrar que las


presiones y tensiones
de la vida pueden
ejercer un influjo
devastador sobre la
salud emocional y
física de una persona.
Como es obvio, hay
una pronunciada
interacción mente-
cuerpo en las
806

tremendas
influencias que
puede tener el estrés
sobre nuestra vida, y
ya en mis libros
anteriores he
documentado
ampliamente estos
efectos.
807

En un estudio sueco
publicado en 1956,
159 pacientes que
padecían dolores de
estómago durante
por lo menos dos
meses al año fueron
sometidos a pruebas
para ver con qué se
podría aliviar su
molestia. Se los
808

dividió en tres grupos


el primero recibió un
fármaco muy
popular, de venta
bajo receta; el
segundo un conocido
antiácido de venta
libre, y el tercero un
placebo. Pasado un
período de tres
semanas, todos los
809

pacientes
experimentaron
aproximadamente el
mismo alivio, es
decir, una
disminución
aproximada de un
25% en la intensidad
o la frecuencia de los
dolores de estómago.
810

A partir de este
estudio los
investigadores
concluyeron que la
clave de la
disminución del
estrés residía más en
la fe del paciente en
el tratamiento que en
cualquier especial
valor curativo que
811

pudieran tener las


medicinas.

-A la mitad de la
gente que viene a
vernos quejándose
del dolor de
estómago no
podemos encontrarle
nada –comentó uno
de ellos-. Estamos
812

empezando a pensar
que el problema es el
estrés, que hay una
interacción entre la
cabeza y las tripas, y
que si ese es el caso,
ningún antiácido en
el mundo dará
resultado.
813

Otra forma en que el


estrés puede minar la
salud es atacando los
sistemas
inmunológicos. De
hecho hay una nueva
disciplina científica,
llamada
psiconeuroinmunolog
ía, que ha llegado a
hacer una síntesis
814

entre la psicología, la
neurología y la
inmunología. De
acuerdo con un breve
informe de la
American Asociation
for the Advancement
of Science
(Asociación
Norteamericana para
el Derecho de la
815

Ciencia), las
funciones
inmunológicas
pueden resultar
dañadas en las
personas que se ven
sometidas a diversos
grados de estrés. Este
grupo incluye a las
mujeres desgraciadas
y separadas, y a los
816

estudiantes de
medicina que
preparen exámenes.
Pero estos problemas
inmunológicos se
pueden anular
practicando la
Relajación y las
técnicas del
pensamiento
positivo. Todo esto
817

ofrece nuevas
pruebas de que hay
relaciones entre el
estrés, el sistema
nervioso central y el
sistema
inmunológico.

Las presiones
internas y externas
pueden provocar un
818

estrés capaz de forzar


en el cuerpo
manifestaciones
emocionales y físicas.
En términos más
precisos ¿de qué
manera interactúa el
estrés con el cerebro
y con la mente?
819

Una explicación
sugiere que ciertas
partes del cerebro
son el asiento de las
reacciones
provocadas por la
angustia. Es probable
que estas zonas se
sensibilicen
enormemente y se
hagan más
820

susceptibles a la
excitación ante la
repetida exposición a
presiones internas y
externas.

Esta
hipersensibilidad
neurológica, que así
se la llama, puede
suponer un proceso
821

de encendido en los
tejidos cerebrales,
referido al fenómeno
de estimulación
repetida de ciertas
partes del cerebro,
que produce la
sensibilización de
esas partes.
Responden a una
estimulación menor,
822

y con más intensidad


a la estimulación
normal. Así pues, la
exposición repetida
al estrés y a diversas
presiones activa los
mecanismos de
excitación del
cerebro y aumenta la
probabilidad de
excitación de
823

maneras que son


físicas y
emocionalmente
debilitantes. Dicho de
otra manera: algunos
individuos cuyo
cerebro ha sido
sensibilizado pueden
ser más propensos a
intensa angustia o
ataques de pánico
824

que otros menos


sensibilizados.

En el nivel biológico
cuando se da este
exceso de
estimulación, las
células cerebrales
tienden a valerse de
más dendritas para
responder a la
825

estimulación. Con
esos cambios en el
cerebro, la situación
puede seguir
empeorando. Se
establecen nuevas
instalaciones o vías
neuronales y el
individuo se habitúa
a reaccionar en
forma excesiva ante
826

las diversas formas


de estrés.

En los animales, se
necesitan por lo
general varias
estimulaciones
repetidas de esta
clase, producidas con
intervalos menores
de veinticuatro horas,
827

para inducir la
respuesta de
sensibilización y los
consiguientes
cambios en la
estructura física del
cerebro. Y cuando la
plasticidad de este
mecanismo mental
ha permitido
bastantes cambios, el
828

aumento de la
sensibilidad al estrés
puede prolongarse
horas, días e incluso
meses.

Pero no terminan
aquí las cosas. Así
como el cerebro
puede cambiar de
maneras negativas
829

como resultado del


estrés, también
puede volver a un
conjunto de vías más
positivas. Los
investigadores han
encontrado que hay
cierta tendencia a
que la
hipersensibilidad del
cerebro disminuya a
830

lo largo de un
período de días o
meses, siempre y
cuando no haya más
estimulación o estrés
del mismo tipo que
inicialmente provocó
el problema.

O sea que si está


usted
831

experimentando
malas reacciones
físicas o emocionales
a determinadas
formas de estrés o
presiones de su vida,
es probable que deba
hacer todo lo posible
por evitar durante un
tiempo la fuente de
tales presiones.
832

En ocasiones, la
escapatoria o la
huída son imposibles.
E incluso si de hecho
evitamos diversas
situaciones
inductoras de presión
y de estrés, es
probable que
estemos
833

descontentos de la
rapidez de nuestra
recuperación
emocional y física.
Para acelerar el
proceso, el doctor
George Everly, de la
Universidad de
Maryland, aconseja
usar como terapia
834

ciertas técnicas de
Relajación.

Tal como él dice:


“Solo recientemente,
durante la última
década, se ha
considerado a las
terapias orientadas
hacia la Relajación
como intervenciones
835

que pueden tener un


importante efecto
terapéutico… La
posibilidad de que
algún día
descubramos que los
trastornos
producidos por la
ansiedad y quizás
otros que semejan
excitación, sean de
836

naturaleza
“biológica” no
invalida en modo
alguno, como
tampoco disminuye
la aplicabilidad de
intervenciones
terapéuticas
conductistas.
837

Lo que equivale a
decir que el cerebro
puede establecer vías
e instalaciones
negativas como
resultado de las
tensiones de la vida.
En un caso así,
dentro de uno se
produce un cambio
físico al sentir que
838

sus angustias,
preocupaciones y
obsesiones van en
aumento y se
expresan en el
cuerpo como
dolencias físicas. Un
tratamiento para este
tipo de trastornos es
conseguir la
Relajación, y después
839

usar el Principio de la
Maxi-Mente.

Vamos a ver ahora


algunos ejemplos
específicos en que el
Principio de la Maxi-
Mente, sólidamente
cimentado en la
Relajación puede
aliviar diversos
840

problemas físicos y
emocionales. En el
resto del libro me
propongo incluir
otros varios estudios
de casos que
demuestran los
efectos saludables
del Principio de la
Maxi-Mente. A esta
altura, sin embargo,
841

me limitaré a
referirme a unos
pocos –e importantes
problemas de salud
para cuya solución el
Principio ha
demostrado ser
eficaz.

Primer problema de
salud : Angina
842

pectoris (dolores en
el pecho
relacionados con el
corazón). A lo largo
de los siglos, las
personas que
padecen estos
dolores han
encontrado alivio
merced a diversos
tratamientos,
843

muchos de los cuales


no parecen haber
tenido más relación
entre sí más relación
que el hecho de que
los enfermos, y
muchas veces los
médicos, estaban
profundamente
convencidos de que
el tratamiento en
844

cuestión podía
funcionar y de que
había además una
sólida relación
médico-paciente.

En nuestra propia
época estamos
comprobando que la
fe sigue siendo tan
poderosa como
845

siempre. Cuando
podemos combinar
esa convicción con
una técnica que alivia
el estrés, a menudo
nos encontramos con
que tenemos una
solución que nos
permite reducir o
eliminar los dolores
de la angina. Un
846

ejemplo excelente y
sucinto de la forma
en que esto funciona
se puede hallar en lo
que le pasó a una de
mis pacientes, que
describe de la
siguiente manera su
experiencia.
847

“Hace diez años, me


diagnosticaron una
angina. Desde
entonces los dolores
han sido
intermitentes, pero
recientemente
aparecieron con más
frecuencia y mayor
intensidad. Hace más
de un año, sentí
848

dolores tan intensos


en el pecho que me
tuvieron
hospitalizada durante
cuatro días. Desde
entonces he seguido
teniéndolos de forma
intermitente, hasta
hace unos doce
meses. En esa época
comencé a practicar
849

la meditación dos
veces al día, como
me lo enseñó mi
médico. La frase
“Cristo ten
misericordia” me
brinda un especial
sentimiento de paz y
consuelo. Mi fe ha
sido la fuente de mis
850

fuerzas durante toda


la vida.

A pesar de
antecedentes muy
graves de angina, hoy
la paciente ya no
sufre dolores. Sigue
utilizando
medicación, pero
menos que antes. En
851

este caso, la mujer


abrió las puertas al
cambio de su mente,
y dispuso su vida de
modo de favorecer
una nueva
orientación de las
vías inductoras del
dolor.
852

¿Cómo sucedió esto


exactamente? Ante
todo, con sabia
intuición, la paciente
decidió fundamentar
su técnica meditativa
en su propio sistema
de creencias, es decir,
la fe cristiana.
Durante esas
primeras fases de
853

práctica de la técnica
se mantuvo, además,
en contacto conmigo,
y al convertirme en
su guía mental
máximo pude
ayudarla a reforzar
los cambios
benéficos que
estaban ya
empezando a
854

producirse en su
mente. La paciente
no abandonó
tampoco el
tratamiento médico
estándar.

Como sucede con


muchos de estos
problemas de salud,
en el caso de esta
855

mujer no era
realmente necesario
que fuera demasiado
específico en cuanto
a pensar o
concentrarse
exactamente en el
cambio que quería
que tuviese lugar en
su mente y en su
cuerpo. No tenía que
856

“visualizar” con
precisión los cambios
que quería. Lo único
que tuvo que hacer
fue estimular el
proceso de cambio
confiando en sus
creencias básicas, y
después seguir
cuidadosamente el
consejo de su
857

médico. De este
proceso se derivó
naturalmente la
reducción de los
dolores en el pecho.

Segundo problema
de salud: Presión
arterial alta. Hemos
alcanzado un
considerable éxito
858

clínico con el uso del


Principio para
disminuir la elevada
presión sanguínea.
Uno de mis pacientes
vino a consultarme
con una presión muy
alta y una gran
diversidad de otros
problemas físicos y
emocionales. Como
859

muchas otras
personas tenía que
superar una larga
historia de
instalación negativa
en el cerebro.

Este hombre había


llevado una vida
bastante activa y
atlética en su
860

juventud, pero al ir
acercándose a los
cuarenta empezó a
tener problemas de
salud.

Un día sintió un
dolor súbito en el
pecho e
inmediatamente
consultó a su médico,
861

quien le dijo que no


le pasaba nada. El
dolor reapareció, y el
paciente volvió al
médico, quien volvió
a decirle que no le
pasaba nada, hasta
que finalmente
terminó por derivarlo
a un psiquiatra.
862

-El psiquiatra me
sugirió que me fuera
y me pasara unas
cuantas semanas
solo, aislado de la
gente –recordaba el
hombre.

Como ya señalamos,
evitar las
estimulaciones o
863

presiones que
pueden producir
estrés o angustia
puede ayudar a que
las partes
sensibilizadas del
cerebro vuelvan a la
normalidad, y a que
las enfermedades
emocionales y físicas
desaparezcan. Esta
864

actitud de
aislamiento o
retraimiento no
funcionó en el caso
de esta persona en
particular, ya que el
paciente en cambio
empeoró.

-Empecé a tener
miedo de que un
865

montón de cosas me
anduvieran mal, y los
miedos iban en
aumento, hasta que
finalmente no podía
entrar en un
ascensor, ni atravesar
un puente o un túnel.
Ni siquiera podía salir
de casa si alguien no
me acompañaba. Me
866

era imposible irme de


vacaciones, con
todos aquellos
miedos…, hasta
miedo a volar, relata
el hombre.

El paciente estaba
acosado por
múltiples fobias que
lo aniquilaban. Y
867

como broche final,


empezó a tener alta
la presión sanguínea.
Esta vez,
preocupadísimo
porque su salud daba
la impresión de ir
cuesta abajo,
consultó a otros
médicos, procurando
encontrar un
868

tratamiento eficaz.
Cada uno le recetó
diversos tipos de
medicación, pero eso
era muy molesto. Por
un lado, le producía
efectos secundarios,
y el hecho mismo de
necesitar medicinas
lo ponía aún más
inquieto y reforzaba
869

sus temores de las


posibles
consecuencias de
estar sufriendo de
presión alta. Y como
a su vez los miedos le
elevaban aún más la
presión, el hombre
estaba atrapado en
un círculo vicioso.
870

Finalmente, vino a
nuestra consulta.
Hicimos que siguiera
con la medicación y
le preparamos un
programa de
meditación basado
en su formación
religiosa. Además, le
asignamos un guía
mental máximo, un
871

médico que podía


vigilar su progreso.

-En menos de un
mes me empecé a
sentirme
estupendamente –
relata el hombre, que
por cierto no se
“curó” de todas sus
872

dolencias de la
mañana a la noche.

Había necesitado
veinte años para
llegar al estado en
que se encontraba
cuando vino por
primera vez a nuestro
consultorio, de modo
que no podíamos
873

esperar que con una


o dos sesiones
quedara como nuevo.
La verdad es que
hace unos tres años
que está en
tratamiento con
nosotros, y durante
ese tiempo, sus
progresos han sido
notables.
874

-He aprendido a
tener conciencia de
mis miedos, incluso
cuando estoy
meditando, y con la
maravillosa ayuda de
(mi médico), he
superado el 99% de
mis miedos.
875

Y continúa evocando
que en los tres
últimos años ha
volado con cierta
frecuencia a
California; ya no tiene
dificultades con los
ascensores, con los
puentes ni con los
túneles, y puede
viajar solo a casi
876

cualquier parte sin


ningún problema.

-En cierta época no


podía siquiera ir con
el coche a la visita
médica si alguien no
me acompañaba –
recuerda-, y ahora,
¡qué sensación
estupenda tengo al ir
877

solo, con una gran


sonrisa, conduciendo
a cualquier parte!
¡Qué bueno es estar
vivo!

La presión arterial se
ha normalizado, y
apenas sí necesita
medicación.
878

Es obvio que esta es


la historia de un éxito
importante, pero no
es un ejemplo
aislado. Hasta una
persona con tantos
problemas
emocionales y físicos
puede tener la
esperanza de lograr
cambios
879

significativos, e
incluso
espectaculares. El
cambio no requiere
más que la decisión
de seguir las sencillas
rutinas que exige el
Principio de la Maxi-
Mente.
880

Este hombre tomó


una actitud mental
de apertura que le
permitió cambiar de
hábitos practicando
la Relajación. Además
se valió de técnicas
meditativas que se
relacionaban con su
sistema de creencias,
bajo la supervisión
881

regular de un
director, en este caso
un médico de
nuestro equipo. La
presencia de un
experto que
simbolizaba la
esperanza y la
posibilidad de
recuperación de su
salud física y
882

emocional fue una


influencia positiva
constante en su vida
a medida que su
salud mejoraba.

Tercer problema de
salud: Fobias. Tal
como lo muestra el
ejemplo anterior, el
Principio de la Maxi-
883

Mente puede ser


muy eficaz para tratar
fobias combinadas
con otras dolencias.
A modo de variación
sobre el tema,
veamos ahora un
ejemplo “más duro”
de fobia, que
demuestra una
aplicación clásica del
884

Principio de la Maxi-
Mente.

Miguel, un hombre
de negocios que
había logrado llegar
al cargo de
vicepresidente
principal de una gran
corporación, se
encontró de pronto
885

ante una situación


bastante incómoda.
En un reciente viaje
de negocios a
Europa, fue a comer
a un pequeño
restaurante en París,
situado en un sótano,
y se encontró con un
salón que parecía un
horno y donde tenía
886

la sensación de que
las paredes se le
caían encima. No
había ventanas, y él
estaba sentado de
espaldas a la única
entrada. El salón se
fue llenando cada vez
más de gente, y la
atmósfera estaba
llena de humo.
887

De pronto Miguel,
que siempre se había
sentido ligeramente
incómodo en los
lugares cerrados,
sufrió un ataque
grave de
claustrofobia. El
aliento empezó a
entrecortársele,
888

sentía como si el
estómago se le
hubiera subido a la
garganta, y sabía que
si no salía lo antes
posible de aquel
lugar, terminaría por
desmayarse.
Masculló cualquier
excusa, diciendo que
se había olvidado de
889

otro compromiso, se
despidió a toda prisa
de la compañía y no
tardó en estar en la
calle, recostado
contra un poste,
jadeante.

Después de aquella
experiencia, se
encontró con que la
890

claustrofobia
empeoraba. No podía
tolerar los ascensores
atestados, y hasta le
costaba ir en el
asiento de atrás de
un coche si éste no
tenía cuatro puertas.
Como es obvio, el
problema que se le
estaba creando podía
891

complicarle la vida si
tenía que cenar con
colegas en
restaurantes muy
cerrados, subir y
bajar en ascensores,
viajar en según qué
tipo de coches o
verse en cualquier
otra situación que le
892

diera una sensación


de encierro.

Consiguió terminar
aquel viaje sin otras
crisis de
claustrofobia, pero
cuando regresó,
inmediatamente le
comentó el problema
a un amigo íntimo
893

que concurría a la
misma iglesia que él.
Afortunadamente, el
amigo conocía
algunas de las
técnicas básicas del
Principio de la Maxi-
Mente, y aconsejó a
Miguel que siguiera
estos pasos:
894

-Ruega a Dios que te


ayude a superar este
problema.

-Después medita
sobre un pasaje de
las Escrituras,
preferiblemente
sobre uno que sea
importante para ti,
aunque no es
895

necesario que tenga


relación con la
claustrofobia.

-Pasados quince o
veinte minutos de
meditación, pídele a
Dios que guíe tus
ojos hacia otro pasaje
de la Escritura que se
relacione de alguna
896

manera con la buena


salud o hasta con el
problema de la
claustrofobia.
Cuando lo
encuentres
concéntrate en él,
piensa en
profundidad en él, e
intenta encontrar de
qué maneras
897

prácticas puede
aplicarse al problema
con que te ves
enfrentado.

-Cuando te
encuentres en otra
situación de encierro,
imagínate que el
propio Jesús está ahí
898

contigo, brindándote
consuelo y apoyo.

Miguel se mostró un
poco escéptico
porque nunca había
intentado esta forma
de meditación y
plegaria, pero como
confiaba en su amigo,
que ahora y en
899

relación con este


problema se había
convertido en su
director espiritual,
decidió hacer el
intento.

Escogió la frase
“Dios es amor”,
tomada de la primera
epístola de San Juan.
900

Después cuando
empezó a buscar
entre sus pasajes
bíblicos favoritos
alguno para usarlo
después de los veinte
minutos de
meditación, se quedó
con unos pasajes del
Salmo 139: “¿A
dónde podré ir lejos
901

de tu espíritu? ¿Y
adónde huiré de tu
presencia?... Si tomo
las alas de la aurora y
si me retiro hasta el
confín del mar, aun
allí me guiará tu
mano y me asistirá tu
diestra” (Salmo
139:7, 9-10).
902

Durante varios días


Miguel siguió este
procedimiento de
meditación, que
encontró muy
reconfortante, pero
todavía estaba por
verse frente a la
prueba de cómo le
resultaría aquello en
la práctica y no tardó
903

en dársele la
oportunidad.

Lo habían invitado a
ir, en el asiento
trasero de un
pequeño coche
deportivo, hasta un
restaurante situado
en el último piso de
uno de los edificios
904

más altos de
Manhattan. Sabía
que cuando subieran
en el ascensor,
todavía habría mucho
movimiento de gente
por la hora punta. Ya
llevaba varios días
meditando y
practicando ejercicios
para el cambio
905

mental, y además
recordaba el consejo
de su amigo, de
imaginarse que Jesús
estaba allí con él
mientras iba en aquel
diminuto coche y
subía en el ascensor
atestado. Incluso
añadió un pequeño
toque personal,
906

practicando sus
ejercicios
respiratorios
habituales y
concentrándose en la
frase “Dios es amor”
mientras se
encontraba en
aquellas situaciones
de tensión.
907

Su recuperación
resultó ser bien
rápida. De hecho,
sintió algunas
punzadas de angustia
al entrar en el coche
y después en el
ascensor. Pero se
había preparado a
fondo, y realmente
creía que la técnica le
908

iba a funcionar bien.


Como resultado, se
sintió relativamente
cómodo durante toda
la velada.

Siguió practicando
aquellas mismas
técnicas durante
varias semanas, y en
todo ese período
909

logró combatir con


éxito otras
situaciones
claustrofóbicas.
Actualmente, su
equilibrio emocional
ha vuelto a ser el
mismo que tenía
antes de aquella
desconcertante
experiencia en París.
910

Como dije al
comienzo de este
ejemplo, el caso de
Miguel es un ejemplo
casi clásico de cómo
puede funcionar el
Principio de la Maxi-
Mente para combatir
las fobias. Aquella
claustrofobia era un
911

problema que aún no


había durado mucho,
e indudablemente
esa fue una de las
razones principales
de que pudiera
liberarse tan
rápidamente de ella.
Pero aún así necesitó
motivación y
disciplina para usar a
912

conciencia las
diversas técnicas y no
tardó en cosechar los
beneficios. Si usted
padece alguna fobia
u otro problema
profundamente
arraigado y que se
remonta a muchos
años, es probable
que tenga que seguir
913

durante más tiempo


el tratamiento, pero
estoy convencido de
que en última
instancia muchas
personas pueden
esperar ver al final el
mismo éxito que tuvo
Miguel.
914

Cuarto problema de
salud: Insomnio. En
nuestra sociedad son
muchas las personas
con dificultades para
dormirse por la
noche,
especialmente a
medida que se hacen
mayores. Con
frecuencia, el
915

problema es que nos


creamos “circuitos
mentales” de
preocupación:
empezamos a pensar
en algún problema o
dificultad antes de
irnos a la cama, y
después seguimos
tocando esa “cinta
mental” una y otra
916

vez cuando nos


acostamos e
intentamos dormir.
La fatiga al final del
día, combinada con la
acrecentada ansiedad
provocada por el
problema, a veces
hace que nos sea
imposible
917

tranquilizarnos y
dormir.

Muchas personas
encuentran que el
solo hecho de inducir
la Relajación en
posición de espaldas
en la cama, es
suficiente para
quedarse dormidas
918

en cuestión de
minutos, pero otras
suelen estar tan
agitadas cuando
llegan a acostarse
que no pueden
calmarse lo suficiente
como para
concentrarse en este
tipo de pensamiento.
Una solución a este
919

problema más grave,


es habituarse a la
meditación o a la
plegaria durante el
día; esta práctica
tiende a poner la
base para una mayor
facilidad de
concentración del
pensamiento, y hace
que sea más fácil
920

dormirse por la
noche. De esta
manera, estimulamos
el cambio en las vías
mentales que crean
la ansiedad y nos
mantienen
despiertos y el
resultado es un
sueño reparador.
921

Adriana, una
profesional que
ronda los cuarenta,
había tenido
problemas de
insomnio desde su
adolescencia.
Generalmente
tardaba por lo menos
treinta minutos, y en
ocasiones tres o
922

cuatro horas, en
quedarse dormida.
Además se
despertaba dos o tres
veces durante la
noche, iba al lavabo y
después volvía a
acostarse, y a
intentar dormirse.
923

Después de haber
cumplido los treinta
años, esta pauta se
modificó.

-Solía despertarme
por la mañana
temprano,
generalmente entre
las dos y las cuatro, y
después tardaba una
924

o dos horas en volver


a dormirme – explica
Adriana-. Y a veces
seguía despierta
hasta la hora de
levantarse, alrededor
de las siete.

Su problema se vio
agravado por el
hecho de que
925

durante aquel
período tuvo dos
hijos y se encontró
con que mientras
eran pequeños tenía
que despertarse
muchas veces para
atenderlos. Y cuando
el menor ya tuvo
edad para dormir
toda la noche.
926

Adriana no pudo
romper el hábito de
levantarse con
frecuencia durante
las horas de la
madrugada.

Aquí tenemos un
ejemplo del proceso
de sensibilización que
se produce en algún
927

momento en el
cerebro. Adriana se
volvió especialmente
sensible al insomnio
durante este período
porque su cerebro
recibió una
estimulación
constante, tanto a
causa de sus antiguas
tendencias a
928

permanecer
despierta por las
noches como por la
presión exterior que
le imponía ser madre
de dos niños muy
pequeños. Nuestra
hipótesis es que sus
células cerebrales
emitieron nuevos
tentáculos que
929

convirtieron aquella
sensibilidad, y el
consiguiente
insomnio, en una
parte de su vida
profundamente
arraigada.

Afortunadamente,
se decidió a recurrir a
una técnica basada
930

en la Relajación para
superar este
problema. Buscó un
médico que supiera
como inducir la
Relajación mediante
una técnica
meditativa tal que
estuviera arraigada
en su propia filosofía
humanista de la vida.
931

En su caso, escogió
para la meditación
unos pocos versos de
uno de sus poemas
favoritos, y después
de la práctica solía
leer pasajes más
largos de esos
mismos poemas,
cuidando
especialmente de
932

que encerrarán un
mensaje calmante y
de paz.

Su médico le animó
a practicar de esa
manera la Relajación
por lo menos una vez
al día, y los
resultados fueron
asombrosos. En
933

apenas una semana,


Adriana se encontró
con que, incluso si se
despertaba a las dos
o a las cuatro de la
mañana, volvía a
dormirse enseguida.
Y hasta comprobó
que no necesitaba
levantarse durante la
noche para ir al
934

lavabo, como le
estaba sucediendo
desde su
adolescencia.

Ahora, -cuenta
Adriana- mi mayor
problema es seguir
practicando
diariamente la
Relajación. Es cierto
935

que me cambia los


hábitos del sueño,
pero una vez que
empiezo a dormir
bien, me descuido, es
decir, dejo de dar
prioridad a la
meditación y me
encuentro con que
otra vez duermo mal,
y de nuevo resuelvo
936

que tengo que


practicar
regularmente, y así
siguen las cosas.

Esta mujer puede


ser un ejemplo
excelente de cómo
funciona el concepto
de sensibilización.
Desde su juventud
937

había venido
ejercitando hábitos o
pautas que le
dificultaban el sueño.
En términos
neurológicos, es bien
probable que en
ciertos sectores del
cerebro hubiera
establecido dendritas
o tentáculos que la
938

hacían
excepcionalmente
sensible al estrés y a
las tensiones que la
mantenían despierta.

Entonces empezó a
abrirse camino por
entre aquellas pautas
negativas mediante la
Relajación, practicada
939

bajo la orientación de
un guía mental
máximo, que era su
médico. Y ella misma
reforzó su evolución
mental en un sentido
más positivo, con sus
lecturas poéticas.

No pasó mucho
tiempo sin que las
940

dendritas
“sensibilizadas al
insomnio” en su
cerebro se
debilitaran, y el
sueño se le hiciera
más fácil. Pero al
mismo tiempo,
seguía siendo
susceptible a un
regreso a las antiguas
941

pautas,
especialmente
cuando – como ella
decía- “se
descuidaba” y dejaba
de practicar la
Relajación y de
emplear el Principio
de la Maxi-Mente.
942

Quinto problema de
salud: Angustia. Se
dice que vivimos en
una época de
angustia, y de
corazón coincido en
que las presiones que
continuamente nos
bombardean son una
característica
distintiva de nuestra
943

época. Y lo más
importante de todo
es que en realidad no
sabemos cómo
manejar estas
ansiedades, y con
gran frecuencia nos
dejamos dominar por
ellas.
944

Pero hay una salida.


En un caso bastante
extremo, una mujer
de setenta años me
contó que había
tenido una larga
historia de angustia
que, en ocasiones,
había llegado a ser
abrumadora e
incapacitante, y que
945

había intentando
diferentes soluciones:

-El valium no hacía


más que atontarme
un poco, después
recurrí a un
terapeuta profesional
y participé en grupos
de autoayuda… que
me aliviaron un poco,
946

pero no tanto para


llevar una vida
soportable.
Finalmente estaba
viendo por lo menos
un médico por
semana.

En definitiva, y como
último recurso
decidió someterse al
947

tratamiento de un
médico que
enseñaba técnica
para inducir la
Relajación, y eligió
concentrarse en la
palabra hebrea
shalom, que significa
“paz”.
Lamentablemente su
larga experiencia de
948

angustia calaba tan


hondo que no
experimentó una
mejoría rápida.

-Decir que
quedarme sentada
pacientemente
procurando relajarme
me era difícil es
quedarse cortísimo –
949

relató-. Tengo que


admitir que me llevó
muchísimo tiempo, y
que en muchas
ocasiones estuve
pensando que todo
eso era inútil, que no
podía hacerlo y que
no me servía de
nada.
950

Para empeorar las


cosas, esta señora
padecía tinnitus,
afección del oído en
que se oye un
continuo
campanilleo, y que
tendía a distraerla,
impidiéndole
concentrarse en la
meditación. Pese a
951

todo, perseveró
durante más de un
año.

-Con determinación
y constancia, y
meditando tres veces
al día, empecé a
notar que el pulso se
hacía más lento –
contó-, y además, me
952

iba sintiendo menos


angustiada. ¡Qué
maravilla!

Desde su punto de
vista, el cambio fue
tan espectacular (ya
no toma valium ni
ninguna otra
medicación) que
añade:
953

-Todavía no puedo
creer que haya
pasado por todo
aquel sufrimiento, y
que ahora sea capaz
de controlar mi
ansiedad y mi
impaciencia.
954

En la recuperación
de esta persona fue
un factor importante
el guía mental
máximo,
personificado por el
médico. La paciente
confió en el médico
que le enseñó la
técnica de la
Relajación que mejor
955

se adaptaba a su
sistema de creencias,
y había escuchado
atentamente las
explicaciones que él
le dio sobre las
probables causas de
su angustia. Pronto
empezó a entender
en qué forma la
angustia iba cediendo
956

ante los cambios que


iban produciéndose
en su cerebro.

Al actuar después de
que la Relajación
hubiera abierto al
cambio la mente de
la paciente, el médico
fue educándola y
enseñándole los
957

beneficios prácticos
que podía conseguir
en su vida. El
resultado final fue un
cambio importante.

Sexto problema de
salud: Curación de
recuerdos dolorosos.
Aquí empezamos a
entrar en un
958

territorio que, de
hecho, es imposible
de cuantificar
científicamente. Sólo
contamos con los
relatos en que
personas cuyos
recuerdos dolorosos
han sido realmente
curados nos hablan
de su alivio. Este
959

efecto de curación de
los recuerdos es, en
muchos sentidos, el
objetivo de la
psicoterapia. Un
psicólogo o un
psiquiatra guía a una
persona en un viaje a
su pasado en busca
de las causas de las
perturbaciones y
960

problemas que han


llegado a abrumarla.
Con una mayor
comprensión de su
pasado, el paciente
puede seguir
avanzando hacia la
salud emocional.

El que cumple la
función de guía en la
961

curación de la
memoria no siempre
tiene que ser un
psicoterapeuta o
psiquiatra titulado.
De hecho, si los
problemas no son
demasiado graves, es
frecuente que otros
guías no
profesionales puedan
962

desempeñarse tan
bien como los
terapeutas
calificados. Veamos
ahora el caso de
Arturo, un hombre
bastante joven que
con frecuencia se
sentía ligeramente
deprimido y daba la
impresión de vivir
963

continuamente bajo
una nube que pesaba
sobre su vida,
aunque él no pudiera
identificar la causa de
aquella sombra
emocional.

Arturo era cristiano


y creía firmemente
en el poder de la
964

oración. Pero no
sabía por qué la
oración no llegaba a
resolver sus
problemas, por
mucha que fuera la
frecuencia con que
ofrendaba sus
súplicas a Dios. Fue
entonces a ver a un
amigo, también
965

creyente, que le
aconsejó ensayar una
técnica meditativa
valiéndose de un
versículo en la Biblia,
“El Señor es mi
pastor”, para
concentrarse en él.

Con esa técnica,


Arturo logró
966

efectivamente la
Relajación durante
varias semanas, y
consiguientemente
preparó su mente
para cambios
importantes. Cuando
los dos amigos se
reunieron, el mayor,
convertido ahora en
el director espiritual
967

de Arturo, dio
comienzo a la sesión
con unos momentos
de meditación y
plegaria compartidos.

Con delicadeza, pero


firmemente, el
director empezó a
estimular a su amigo
para que indagase en
968

su vida anterior,
procurando descubrir
si no estarían en ella
las fuentes de la
depresión y el
letargo. Pasado un
período de más o
menos una hora,
empezaron a aflorar
recuerdos durante
largo tiempo
969

reprimidos. Arturo
había pasado por una
forma de “amnesia
infantil”, que lo llevó
a olvidar por
completo algunos
incidentes
traumáticos que le
habían sucedido en
edad preescolar.
Específicamente, en
970

varias ocasiones
había sido objeto de
abuso sexual por
parte de un
muchacho mayor que
él. Fue entonces
cuando se apagó la
chispa en su vida, y
apareció la tendencia
a la depresión y al
letargo.
971

Con eso se le abrió


la senda hacia la
curación. Con el
nuevo conocimiento
de lo que le había
sucedido en aquellos
primeros años.
Arturo pudo
enfrentarse en forma
más directa con su
972

situación y valerse de
otros recursos
espirituales a los
cuales le dio acceso
su fe. Por una parte,
a instancias de su
director espiritual,
perdonó
explícitamente al
muchacho que había
abusado de él en su
973

niñez, y además, rogó


a Dios que le curase
aquellas heridas que
habían vuelto a
abrirse, de modo tal
que pudiera empezar
a llevar una vida
normal.

En el caso de Arturo,
el recordar aquellos
974

incidentes de su
niñez no fue más que
el comienzo de un
proceso que tardaría
meses antes de estar
siquiera próximo a
completarse. Pero
aún así empezó a
mostrar una mejoría
gradual y constante
975

en sus actitudes y en
su vida emocional.

Este tipo de
ejemplos se ha
repetido y sigue
repitiéndose en
sesiones de
orientación pastoral
o de psicoterapia, y
también en
976

reuniones más
informales entre
amigos. Cuando los
procedimientos se
llevan a cabo con la
sensibilidad y la
constancia
necesarias, se
pueden obtener
resultados positivos,
independientemente
977

de quién sea el que


asuma el papel de
guía mental máximo.

En casos así, la
mente se va abriendo
al cambio mediante
la práctica de la
relajación a través de
la plegaria y la
meditación. En
978

ocasiones, como en
el caso de Arturo, es
útil prepararse con
una serie de sesiones
de meditación
durante varios días, e
incluso semanas,
antes de hacer
ningún intento de
adentrarse más en
los recuerdos
979

excluidos de la
conciencia. Una vez
que se haya
completado ese
proceso preliminar, y
que las puertas de la
mente estén bien
abiertas, las
posibilidades de
cambiar gracias al
Principio de la Maxi-
980

Mente son
asombrosas.

COMO RENOVAR
NUESTRA PROPIA
SALUD

Volvamos ahora a
usted, a su salud
emocional y física.
981

¿Tiene algún
problema que le
preocupe? ¿Padece
tal vez insomnio, o
bien alguna forma de
angustia o de fobia?
O quizás tiene
dolores de cabeza
intermitentes, o
alguna otra molestia
física. En ese caso, y
982

en la medida en que
sus problemas de
salud estén
condicionados por
sus interacciones
mente-cuerpo, el
Principio de la Maxi-
Mente puede serle
sumamente
provechoso.
983

Una vez más, quiero


dejar en claro que los
tratamientos por
medio de la
Relajación no son
necesariamente
sustitutivos de la
medicina. En
realidad, si usted está
en tratamiento
médico, es muy
984

importante que siga


consultando a su
médico mientras se
vale del Principio de
la Maxi-Mente. Como
es obvio, en estas
condiciones su
convierte en un guía
mental máximo. Es
probable, que
además de la
985

Relajación o de
alguna otra técnica
orientada al cambio
mental, necesite
usted de
medicamento o
incluso cirugía. En
ese caso deje que su
médico decida si ha
de cambiar o no la
medicación que está
986

tomando; no intente
tomar usted solo esta
decisión.

Luego puede aplicar


el Principio de la
Maxi-Mente para ver
si sus males físicos y
emocionales mejoran
con ello. Si encuentra
que todo va bien, lo
987

más probable es que


su médico le reduzca
o elimine la
medicación prescrita.
Pero aun si encuentra
con que no puede
eliminar por
completo los
fármacos, es casi
seguro que la
incorporación del
988

Principio de la Maxi-
Mente a su vida lo
ayudará en alguna
medida.

Ahora intentaremos
aplicar el Principio de
la Maxi-Mente a los
malestares
emocionales y físicos
que quizá estén
989

causándole
problemas. Como
antes, debe empezar
por conseguir la
Relajación.

FASE UNO

Paso 1: Escoja una


palabra o frase breve
que esté firmemente
990

arraigada en su
sistema personal de
creencias.

Paso 2: Siéntese
tranquilamente en
una posición
cómoda.

Paso 3: Cierre los


ojos.
991

Paso 4: Relaje los


músculos.

Paso 5: Respire lenta


y naturalmente y,
mientras exhala,
concéntrese en
repetir la palabra o
frase escogida.
992

Paso 6: Adopte una


actitud pasiva y no se
preocupe por lo bien
que lo esté haciendo.
Cuando acudan a su
mente otros
pensamientos, dígase
para sus adentros:
“Ya está bien”, y
vuelva
993

pacientemente a la
repetición.

Paso 7: Continúe así


durante diez o veinte
minutos.

Paso 8: Practique la
técnica durante una o
dos veces al día.
994

FASE DOS

Ahora que su mente


se ha abierto a
cambios benéficos, es
importante que
durante diez o veinte
minutos empiece
exponerse a
informaciones e ideas
995

orientadas hacia la
salud. He aquí sobre
las cuales puede
concentrarse usted
en esta del Principio
de la Maxi-Mente.
Como es obvio,
tendrá usted que
elegir un
pensamiento que
concuerde con
996

aquello que usted


cree, o con lo cual se
siente más cómodo.

Inútil es que
adelantéis el
despertar,
retraséis el descanso
y comáis pan de
fatiga,
997

¡que El colma a su
amado mientras
duerme!
Salmo 127:2

El Señor es mi luz y
mi salvación; ¿a
quién temeré?
998

El Señor es la muralla
(refugio) de mi vida;
¿de quién he
de atemorizarme?
Salmo
27:1

Pero para vosotros


los que teméis Mi
nombre, saldrá
999

el sol de justicia y
traerá la curación en
sus alas; y avan-
zaréis y saltaréis
como becerros de la
manada.
Malaquías
4:2 (NASB)
1000

No tengáis
inquietudes sino,
orando, suplicando y
dando gracias en
todo, presentad
vuestras súplicas al
Señor. Y la paz de
Dios que supera toda
imaginación
1001

guardará vuestros
corazones y vuestros
pensamientos en
Cristo Jesús.
Por lo demás
hermanos, haced
objeto de vuestra
Consideración todo lo
que hay de
verdadero, de hono-
1002

rable, de justo, de
puro, de amable, de
virtuoso, de digno,
de encomio…
Filipenses,
4:6-7 y 8

Todo surge y todo


pasa. Cuando esto
veas, estarás
1003

por encima del


sufrimiento. Este es
el camino resplande-
ciente.
EL BUDA

Dadme salud y un
día, y volveré ridícula
la pompa
de los emperadores
1004

RALPH WALDO
EMERSON, Nature

Mi larga enfermedad
De salud y vida
comienza ahora a
curarse…
WILLIAM
SHAKESPEARE, Timón
de Atenas
1005

Algo bello es un
placer eterno:
Cada vez más
adorable, no se
hundirá
Jamás en la nada:
nos brindará siempre
La quietud de un
cenador, y un sueño
1006

Pleno de dulces
sueños, y salud, y
tranquilo aliento.
JOHN KEATS,
Endimión

… pide a ese Algo


que entre en ti.
Limítate a decirle
“Seas quién fueres o
lo que fueres, entra
1007

ahora en mí y ayuda
a la naturaleza (que
hay) en mi cuerpo a
reparar este hueso, y
sin pérdida de
tiempo. Gracias, creo
que lo estás
haciendo”. Entonces,
hazte una imagen
mental de la pierna
curada. Cierra los
1008

ojos para verlo así, el


hueso reconstruido y
la carne fuerte y
perfecta a su
alrededor. Y haz
como si vieras una
especie de luz que
brilla y arde e inunda
toda la pierna de
arriba abajo…
1009

Dios hizo, antes que


nada, la luz. Entonces
el Espíritu de Dios se
movió sobre la faz de
las aguas, como nos
dice el historiador,
haciendo todo lo que
puede por expresar
con las palabras de
que dispone
verdades que ni
1010

siquiera nuestra
moderna expresión
“espacio interestelar”
formula en forma
adecuada.

Por consiguiente,
estamos hechos de
energía, no de
materia sólida e
impenetrable. Las
1011

sustancias químicas
contenidas en el
cuerpo –el “polvo de
la tierra”-viven por
acción del soplo de
Dios, de la energía
primaria, de esa
fuerza originaria a la
que llamamos Dios.
Por ser así, no es en
modo alguno extraño
1012

que cuando
establecemos una
relación más íntima
con Dios en la
plegaria, hayamos de
recibir vida más
abundante, en la
forma de un fluir
incrementado de la
energía.
1013

AGNES M.
SANFORD, The
Healing Light

…superar el pánico
es una parte esencial
de cualquier
programa de
recuperación de una
enfermedad grave.
Hay una tendencia
1014

notable,
especialmente si la
enfermedad se
prolonga, a esperar
lo peor. La confianza,
una decisión
profunda, una
disposición alegre, la
risa y la voluntad de
vivir son buenos
agentes
1015

condicionales, cuyo
valor no hay que
subestimar jamás.
Como mínimo
incrementan el valor
del tratamiento
médico que
recibimos…

La actual
investigación
1016

científica de los
beneficios fisiológicos
de la risa bien puede
no ser abundante,
pero es importante.
William Fry, de la
Universidad Stanford,
ha escrito un artículo
muy instructivo, con
el título de “Los
componentes
1017

respiratorios de la
risa alegre”. Me
imagino que se
refiere a lo que se
conoce comúnmente
como risa visceral.
Como Emmanuel
Kant, Fry afirma que
la risa influye
benéficamente sobre
1018

la totalidad del
proceso respiratorio.

Algunas personas,
dominadas por una
risa incontrolable,
dice que les duelen
las costillas. Es
posible que la
expresión sea exacta,
pero es un “dolor”
1019

que deleita, que deja


al individuo relajado
casi al punto de
desplomarse. Es
también una especie
de “dolor” que a la
mayoría de nosotros
nos vendría bien
sentir cada día de la
vida. Es tan
específico y tangible
1020

como cualquier otra


forma de ejército
físico. Aunque sus
manifestaciones
bioquímicas todavía
están por ser
estudiadas y
cartografiadas
explícitamente, lo
mismo que los
efectos del miedo, la
1021

frustración o la
cólera, son
igualmente reales.
NORMAN
COUSINS,
Anatomía de
una
enfermedad.

Aunque tenga
remendados los
1022

pantalones, nunca
tengo tristeza en las
tripas.

FINNLEY
PETER
DUNNE,
Acción de
gracias
1023

Estas son unas pocas


ideas que pueden
ayudarle a comenzar
a modificar sus
hábitos y sus pautas
de pensamiento, y a
echar a andar por
una nueva senda en
dirección de una
mejor salud. Claro
que todo eso puede
1024

sustituirlo por
lecturas, citas o
imágenes de su
elección. Lo que
importa es que se
exponga a influencias
benéficas, que
favorezcan su salud,
inmediatamente
después de haberse
“abierto”
1025

mentalmente
mediante la práctica
de la Relajación.

Pasemos ahora a
otro dominio de la
vida, el de la forma
física, en el cual a
muchos nos vendría
bien una
1026

transformación
benéfica.
1027

El secreto para
ponerse en forma

Un cuerpo bien
condicionado y capaz
de un alto
1028

rendimiento ha
llegado a ser, en
nuestra sociedad, un
símbolo de logro
personal. Un físico
musculoso y bien
formado –como la
capacidad de correr,
nadar o practicar
cualquier deporte
durante horas, y no
1029

por eso quedarse sin


aliento- puede
contribuir a
convencerlo a uno de
que es dueño de su
vida.

Con frecuencia un
buen estado físico
provoca comentarios:
1030

-Por la forma en que


se cuida Fulano debe
valorarse mucho a sí
mismo.

-¡Cómo me gustaría
tener un cuerpo
como el de ella!
1031

-Anda como una


persona muy segura
de sí.

Para tener mejor


apariencia física, los
norteamericanos, en
gran mayoría están
haciendo ejercicio y
sometiéndose a
dietas. En 1961, el
1032

Instituto de Sondeos
Gallup investigó el
número de personas
que hacían
regularmente
ejercicios físicos, y en
aquel momento una
cuarta parte de los
encuestados
respondió
afirmativamente.
1033

Para 1984, la cifra


había registrado un
notable aumento:
casi seis de cada diez
adultos respondieron
que hacían ejercicio
regularmente. Y en
cuanto a los
problemas de peso,
alrededor de un
tercio de las
1034

norteamericanas
entre los diecinueve y
los treinta y nueve
años respondieron a
la encuesta diciendo
que hacían régimen
por lo menos una vez
al mes.

Pero aunque no ceje


en su empeño de
1035

estar en forma, la
gente no está
satisfecha. Un buen
número de personas,
tanto hombres como
mujeres, siguen
estando
disconformes con su
altura, peso, tono
muscular y con las
proporciones de su
1036

cuerpo, según se
desprende de una
reseña publicada en
el número de abril de
1986 de la revista
Psichology Today. La
mitad de los hombres
y casi 6 de cada 10
mujeres, dijeron que
no estaban
satisfechos con la
1037

región media del


torso. En ese estudio
más de un tercio de
los hombres y de las
mujeres que
respondieron dijeron
estar insatisfechos
con su aspecto
actual.
1038

También es común
que la gente se queje
que no puede seguir
un programa regular
de ejercicios o un
régimen para bajar
de peso. Es como si
no tuvieran suficiente
disciplina,
motivación, interés o
tiempo.
1039

En otros casos la
gente que consigue
empezar algo suele
cansarse. Se aburren
del tipo de actividad
deportiva que han
elegido, y se les hace
pesado seguir con
ella. Otros,
especialmente, los
1040

que han llegado a


cierto nivel en los
deportes
competitivos, se
frustran porque les
parece que han
llegado al límite de su
capacidad personal.
Ya no pueden seguir
avanzando en la
práctica de squash o
1041

de tenis en su club, o
no llegan a vencer a
un rival de fin de
semana que siempre
resulta mejor que
ellos.

Afortunadamente, el
Principio de la Maxi-
Mente tiene
respuesta para todos
1042

estos problemas, ya
que puede permitirle
a uno:

-Establecer nuevas
disciplinas para
ponerse más en
forma, aunque no
haya llegado a la
conclusión de que
ciertos cambios en
1043

sus hábitos físicos


son importantes.

-Aumentar su
capacidad de
disfrutar de la
actividad física o
deportiva escogida.

-Mejorar su
rendimiento en los
1044

deportes
competitivos, ya sea
en nivel de
aficionado o de
profesional.

Como con cualquier


otro cambio en las
pautas de
pensamiento, la
transformación de
1045

nuestra disciplina
para estar en forma
depende en primer
lugar de nuestro
sistema de creencias
básico. La práctica de
la Relajación en el
contexto de nuestras
creencias más
profundas pueden
influir directamente
1046

sobre los logros o las


frustraciones en
nuestras tentativas
gimnásticas o
atléticas.

Un ejemplo del
profundo efecto que
pueden tener las
creencias sobre la
experiencia deportiva
1047

se puede ver en el
caso de un paciente
sometido al “test de
los dos pasos”, de
Masters, que consiste
en que la persona
sube a un escalón
elevado o un banco,
primero sube un pie
y luego el otro, y
luego baja, primero
1048

el primer pie y
después el otro,
repitiendo el
procedimiento en
una serie constante
de pasos hacia arriba
y hacia abajo. El
ejercicio tiende a
elevar el ritmo
cardíaco, lo mismo
que las pruebas de
1049

estrés que se realizan


actualmente con esos
modernos aparatos
de los que el test de
Masters fue, en
realidad, precursor.
Antes, muchos
médicos confiaban
en el test de los dos
pasos para acelerar el
1050

ritmo cardíaco con el


ejercicio.

El doctor Bernard
Lown, que recibió
recientemente el
Premio Nóbel de la
Paz por su trabajo
con Physicians for
Social Responsibility
(Médicos por la
1051

Responsabilidad
Social) realizó un
estudio con un
hombre a quien le
aparecían los dolores
de angina pectoris
cada vez que se
sometía al test de los
dos pasos de
Masters. El doctor
Lown descubrió que
1052

a su paciente le
aparecían los dolores
cuando él llegaba a
“cuarenta y cuatro”
en la cuenta que
llevaba durante la
práctica de la prueba.
Como de costumbre,
el doctor empezaba a
contar en alta voz
cuando llegaba a
1053

“cuarenta”, y seguía
con cuarenta y uno,
cuarenta y dos,
cuarenta y tres,
cuarenta y cuatro”.
Precisamente al
contar cuarenta y
cuatro se producían
los dolores.
1054

Tras haber
observado las
reacciones del
paciente, el doctor
Lown decidió hacer
un experimento.
Empezando contando
cuarenta en voz alta
cuando la cuenta real
era “veintiocho,
veintinueve, treinta,
1055

treinta y uno, treinta


y dos”. La cifra real
no tenía importancia.
Cuando él decía
“cuarenta y cuatro”
en casi todos los
casos al paciente le
empezaban los
dolores.
1056

Para investigar más a


fondo el problema,
en las pruebas
sucesivas volvió
algunas veces a
contar bien, de modo
que cuarenta fuera
verdaderamente
cuarenta. En esos
casos, los dolores de
angina no aparecían
1057

hasta que el médico


no llegaba al
verdadero número
cuarenta y cuatro.

Finalmente, en una
ocasión en que el
doctor Lown estaba
haciendo la cuenta
falsa, el paciente le
dijo:
1058

-Doctor, o usted no
sabe contar o me
está engañando: sólo
van veintiocho.

Después de eso, al
paciente ya no le
aparecieron dolores
cuando el médico le
1059

hacía la cuenta más


baja.

Este sencillo
ejemplo demuestra
que la creencia
puede tener
poderosos efectos
sobre la experiencia
deportiva. En
términos médicos, el
1060

estudio que
acabamos de citar es
un ejemplo del
“efecto placebo
negativo”. El hombre
creía que al llegar al
paso número
cuarenta y cuatro del
ejercicio iba a tener
dolores de angina y
por supuesto que los
1061

tenía. Si creía que ya


había dado cuarenta
y cuatro pasos, sentía
dolores aunque la
cuenta real fuese
diferente.

Este ejemplo tiene


importantes
consecuencias en lo
que se refiere a
1062

transformaciones
positivas en la forma
física que pueden
cambiar la vida. Así
como la mente de
hombre estaba
condicionada
negativamente para
sentir dolor, usted
puede condicionarse
positivamente para
1063

que le sea más fácil


alcanzar la forma
física que desea.

Veamos ahora cómo


puede realizarse esto
mediante la
aplicación del
Principio de la Maxi-
Mente en tres
importantes ámbitos:
1064

la adopción de
nuevas disciplinas
para ponerse en
forma; el conseguir
que la actividad que
ya está usted
practicando le resulte
más placentera, y el
mejoramiento de su
actuación atlética o
deportiva.
1065

UNA NUEVA
DISCIPLINA

Para la mayoría de
las personas, sobre
todo alcanzada una
vez la edad adulta, no
es fácil iniciar un
programa nuevo para
1066

ponerse en forma. A
esa edad tendemos a
sentirnos cómodos
con nuestras
costumbres
sedentarias, y se
hace muy difícil
romper con los
antiguos hábitos para
iniciar otros nuevos,
especialmente
1067

cuando la empresa
puede significar
agujetas, músculos
doloridos y otras
incomodidades
físicas.

Lo primero que
tiene que tener
presente quien esté
planteando un nuevo
1068

régimen de ejercicios
es que
probablemente
necesitará lo menos
un mes para obtener
resultados
apreciables. Ese
tiempo de transición
se necesita, por lo
común, para
establecer en el
1069

cerebro nuevas
pautas de
pensamiento que
conformarán nuevos
hábitos para el
futuro. Además,
generalmente son
necesarias dos o tres
semanas para que el
adulto sedentario
promedio empiece a
1070

recuperarse del dolor


inicial proveniente de
ejercitar músculos
relativamente
inactivos.

En general, la
mayoría de las
personas que quieren
poner en forma su
sistema
1071

cardiovascular
recurren a las
actividades de
resistencia llamadas
aeróbicas, tales como
caminar, correr,
trotar, andar en
bicicleta, nadar y
quizás el esquí de
fondo. En la mayoría
de los casos, el
1072

individuo escoge
alguna de estas
actividades y se
dedica a ella hasta
que su nivel de forma
física mejora en
forma significativa. La
marcha y la carrera,
que exigen
relativamente poca
destreza y un mínimo
1073

de equipamiento
suelen contarse
entre las actividades
más populares en
este terreno.

Emplear el Principio
de la Maxi-Mente
durante esta fase de
transición, y después
de ella, contribuirá
1074

enormemente a que
la nueva disciplina o
hábito deportivo
quede integrado en
su comportamiento.

¿De qué manera


actúa el Principio
cuando está usted
tratando de adquirir
una nueva disciplina
1075

para ponerse en
forma?

Como siempre la
Fase Uno requiere
que se empiece por
inducir la Relajación.
Con ello se abrirá
usted a las
posibilidades de
hacer mejor uso de
1076

su hemisferio
derecho. Cuando el
cerebro está así
preparado, es más
fácil transformar en
sentido positivo
cualquier
interferencia negativa
del hemisferio
izquierdo, como
podría ser “Yo soy
1077

constitucionalmente
incapaz de ser
deportista”.

A renglón seguido,
en la Fase Dos deberá
comenzar
inmediatamente a
influir sobre el
hemisferio izquierdo
aportándole
1078

información benéfica,
en la forma de
instrucciones e
imágenes que
promuevan los
cambios que usted
quiere obtener y lo
encaminen en la
dirección de la
disciplina deseada.
De hecho, durante la
1079

Fase Dos estará usted


creando en el
hemisferio izquierdo
nuevas inferencias
que lo renovarán
mentalmente,
ayudándole a
transformar su vida.

En ocasiones, algo
semejante a esta
1080

secuencia en dos
fases puede suceder
aun cuando un
individuo no sabe
nada del Principio de
la Maxi-Mente.
Recuerdo la
experiencia de
Bárbara, una
ejecutiva publicitaria
de poco más de
1081

treinta años, que


inició un programa de
natación mucho
antes de la actual
popularidad de los
programas para
ponerse en forma. Ya
nadaba
razonablemente bien
cuando empezó, pero
eso no habría
1082

bastado para
mantenerla en
marcha si ella no
hubiera visto
inmediatamente una
relación entre la
actividad repetitiva
de la natación y su
propia necesidad de
encontrar alivio a la
tensión producida
1083

por su trabajo en
publicidad.

Desde que cumplió


los treinta, había
estado sintiendo la
edad, como ella
decía. Había
aumentado de peso y
en general se sentía
en mala forma, tensa
1084

y apática. Aunque
nunca había
practicado ninguna
forma de atletismo
en serio, solía
gustarle nadar, de
modo que decidió
asociarse a un club
local y ver si allí podía
mejorar su forma
física.
1085

Esta nadadora en
ciernes nada sabía
del Principio de la
Maxi-Mente ni, para
el caso, de la
Relajación. Además
no tenía ninguna
postura teórica de
autoayuda que le
sirviera para empezar
1086

a cultivar esta nueva


disciplina deportiva.
Lo más probable, si
sus primeras
experiencias en la
piscina le hubieran
resultado incómodas,
o sin interés, era que
hubiese abandonado
el proyecto.
1087

De hecho Bárbara
tenía antecedentes
de abandonar
bruscamente su
actividad deportiva si
no la encontraba
inmediatamente
satisfactoria. Había
empezado a jugar al
tenis, pero lo había
dejado enseguida
1088

porque le hacía sudar


y acalorarse más de
lo que le gustaba,
además no jugaba lo
bastante bien como
para mantener la
pelota en
movimiento durante
un tiempo
apreciable. Después
intentó aumentar el
1089

tiempo que dedicaba


a la marcha, pero al
andar por el duro
pavimento de la
ciudad, donde
intentaba ejercitarse,
le dolían los pies y las
rodillas.

La natación resultó
ser algo muy
1090

diferente,
principalmente
porque en ella acertó
a tener una
experiencia
sumamente positiva
que ponía en juego el
Principio de la Maxi-
Mente. Inicialmente,
tropezó con algunas
dificultades, tal como
1091

le había sucedido con


los otros deportes:
no podía hacer más
de cinco o seis largos
en la piscina olímpica
donde practicaba. Los
músculos de brazos y
piernas se le
cansaban demasiado
para seguir, le faltaba
resistencia para hacer
1092

distancia. Pese a
estas dificultades
físicas, como le
gustaba mucho
nadar, Bárbara
empezó, sin darse
cuenta, a practicar la
Fase Uno del
Principio de la Maxi-
Mente.
1093

-Lo que realmente


me gustaba de la
natación, desde el
comienzo mismo era
el hecho de que el
agua fuese tan
sedante –explicó-. Y
también había algo
en el movimiento
rítmico de los brazos
y las piernas que me
1094

acunaba, llevándome
a un estado que no
puedo acabar de
explicar, pero que
indudablemente era
placentero y me
relajaba mucho.

Tenemos aquí un
ejemplo de esa
inefable vivencia del
1095

cerebro derecho, que


se produce con la
inducción de la
Relajación, y con la
introducción del
Principio de la Maxi-
Mente. Esa sensación
se acentuó más a
medida que Bárbara
adquiría mayor
competencia en su
1096

deporte. Cuenta que


después de haber
estado nadando dos
o tres semanas, el
número de largos de
piscinas que podía
nadar se duplicó, y
después se triplicó.
Poco a poco su
mente empezó a
concentrarse
1097

principalmente en la
brazada que estaba
dando. En particular,
cuando iba nadando
el primer largo, cada
vez que el brazo
izquierdo entraba en
el agua, Bárbara se
decía “uno…uno…
uno”. Y después
repetía el proceso
1098

mientras nadaba el
segundo largo, esta
vez diciendo “dos”
cada vez que el brazo
izquierdo se sumergía
en el agua.

Sin darse cuenta de


lo que hacía, esta
joven nadadora
estaba usando como
1099

foco de meditación el
número de largo que
estaba nadando. Ese
foco, repetido una y
otra vez, al
combinarse con el
movimiento rítmico
del cuerpo le
provocaba la
Relajación.
1100

Bárbara no tardó
mucho tiempo –unas
tres o cuatro
semanas- en
descubrir que
periódicamente
tendía a fusionarse
con el agua. Tenía
casi la sensación de
estar fundiéndose
con las ondas que
1101

fluían suavemente a
su paso. Varios otros
concurrentes a la
piscina le
comentaron que ellos
también tenían esa
vivencia, y esto
reforzó sus
expectativas. Así que
empezó a esperar,
cada vez con mayor
1102

ilusión, este nuevo y


fascinante nivel de
conciencia.

Bárbara se benefició
también de otras
formas de
reforzamiento al
alternar con los otros
nadadores que fue
conociendo en la
1103

piscina. Después de
nadar, era frecuente
que se pusiera a
charlar con otros
nadadores que
esperaban para hacer
sus largos de piscina.
Hablaban de técnicas
de natación, del
equipo, gafas para el
agua o tapones para
1104

los oídos, y del placer


y la satisfacción que
obtenían de aquel
deporte.

Aquellas
conversaciones
acentuaban el interés
de la joven nadadora
por su actividad. Tal
como ella lo
1105

expresaba, “se sentía


como si hubiera
llegado a ser
miembro de un club
nuevo y estupendo”.

Una vez más sin


saberlo, estaba
aplicando el Principio
de la Maxi-Mente:
primero, en la
1106

piscina, inducía la
Relajación. Luego se
concentraba en la
información y en los
conceptos positivos
relacionados con la
destreza que quería
perfeccionar.

Bárbara jamás tuvo


problema alguno con
1107

los antiguos impulsos


de abandonar su
nueva disciplina, cosa
bastante notable, ya
que pasó por un
período durante el
cual tuvo los
músculos un tanto
doloridos. Además
las sesiones de
entrenamiento le
1108

tomaban
generalmente entre
una hora y una hora y
media, desde que
salía de su casa o de
su despacho hasta
que regresaba.

Lo que tenemos aquí


es, pues, un
compromiso
1109

importante con una


habilidad nueva, un
compromiso que se
vio muy facilitado por
la acción del Principio
de la Maxi-Mente.
Las inferencias
negativas de su
hemisferio izquierdo
acerca de los
ejercicios cambiaron
1110

en forma
espectacular. Sólo
más adelante
pudimos definir con
más precisión lo que
probablemente le
había permitido
iniciado y mantener
con éxito aquella
disciplina. En la
actualidad hace
1111

dieciséis años que


Bárbara va a nadar
entre tres y cuatro
veces por semana.
¿Qué se puede
aprender de la
experiencia de esta
mujer, como de otras
y otros que
finalmente han
conseguido
1112

emprender alguna
disciplina para
mantenerse en
forma?

Como es obvio,
Bárbara estaba
motivada. Sentía que
estaba perdiendo su
apariencia juvenil y
como la mayoría de
1113

nosotros, había
tropezado con
múltiples dificultades
en sus intentos de
embarcarse en un
programa de
ejercicios. Sólo
consiguió el éxito
luego de haber
escogido un deporte
que podía practicar
1114

en el contexto del
Principio de la Maxi-
Mente.

De la misma
manera, deberá ser
emplear el método
en dos fases para
practicar el Principio
de la Maxi-Mente.
Dicho de otra
1115

manera: empiece por


inducir la Relajación,
y luego concéntrese
en informaciones y
conceptos tendentes
a reforzar la disciplina
a iniciar.

Hay límites para las


nuevas disciplinas de
forma física que es
1116

posible establecer
mediante el Principio
de la Maxi-Mente.
Por ejemplo, los
aspectos de la forma
física, que exigen una
disminución de peso
pueden requerir un
esfuerzo
considerable. Con las
dietas hay un
1117

problema
importante, que se
ha dado en llamar el
“efecto yo-yo”, y que
es la tendencia de la
persona a rebajar de
peso para después
volver a recuperarlo,
y seguir repitiendo el
mismo proceso.
1118

Por otra parte, si la


reducción de la
angustia es un factor
importante en la
capacidad de
adelgazar, entonces
confiar en el Principio
de la Maxi-Mente
puede ser muy útil y
dar resultados
duraderos. Puede
1119

que la angustia y las


preocupaciones
contribuyan en forma
significativa a su
tendencia a comer en
exceso, pero
valiéndose del
Principio, usted
puede reducir la
angustia, haciendo
así desaparecer un
1120

importante factor
que lo mueve a
comer demasiado.

Sin embargo, los


problemas de peso y
otros similares suelen
ser bastantes
recalcitrantes y
requieren algo más.
Entre otras cosas, le
1121

será útil tener una


firme red de apoyo
para su programa.
Por ejemplo, podría
participar en un
grupo integrado por
personas que tengan
el mismo problema. Y
si tiene un sistema de
creencias sólido en
qué apoyarse, será
1122

mucho más fácil que


alcance éxito en
estos terrenos
difíciles.

Arturo, un hombre
de cuarenta años,
quería rebajar unos
siete kilos. No tenía
un gran exceso de
peso, pero sí lo
1123

suficiente para que


se le formará un
antiestético rollo de
grasa en la cintura,
que le hacía sentir
mal consigo mismo.
Por más que se
esforzaba, no podía
perder peso. Sabía
que la única forma de
conseguirlo era
1124

comer menos, pero


eso le resultaba casi
imposible, porque le
encantaban los
dulces y los postres.

Además, no tenía
tiempo para
participar en un
grupo de personas
empeñadas en
1125

adelgazar, ni le
interesaba hacerlo.
En cambio, era
profundamente
religioso, no sólo
sentía que él quería
librarse de esos kilos,
sino que creía
firmemente que Dios
quería que lo hiciera.
1126

A diferencia de
Bárbara, la nadadora,
Arturo tenía bien
claro cómo podía
ayudarle el Principio
de la Maxi-Mente, de
modo que empezó a
practicar la
Relajación por la
mañana, con sus
oraciones.
1127

Inmediatamente
después de los
momentos dedicados
a la meditación, se
concentraba en algún
pasaje de las
Escrituras que creía
iba a reforzar la idea
de que debía
adelgazar. Los que
1128

más le gustaban eran


estos:

¿O ignoráis que
vuestro cuerpo es
templo del Espíritu
Santo que habita en
vosotros…?
I Corintios, 6:19
1129

…ofreceos a Dios
como resucitados de
entre los muertos, y
vuestros miembros
como instrumentos
de justicia para Dios.
Romanos,
6:13

En su opinión no
poder adelgazar era
1130

ofender a Dios. Por


eso, como creía que
era muy importante
vivir de acuerdo con
sus principios y sus
escrúpulos religiosos,
estaba muy motivado
para hacerlo. Incluso
llevó el tema a un
grupo de discusión y
de oración donde
1131

concurría
regularmente, y los
demás participantes
aplaudieron su
resolución. Al
combinar sus
períodos de plegaria
y meditación con la
cuidadosa
consideración de
pasajes específicos
1132

de las Escrituras,
Arturo consiguió
adelgazar esos kilos
en pocos meses.

Como ya he dicho,
los problemas de
peso son muy
difíciles de resolver, y
el de Arturo no era la
excepción, pese a su
1133

fe y al apoyo que
recibió de sus
compañeros. Durante
los dos meses
siguientes, volvió a
aumentar casi tres
kilos.

Sin embargo,
después su peso se
estabilizó y se sintió
1134

capaz de evitar los


dulces y otras cosas
que podían hacerle
engordar para
mantenerse muy
poco por encima del
peso deseado. Hasta
podía rebajar un kilo
extra de vez en
cuando, al volver a
concentrarse en el
1135

uso del Principio de


la Maxi-Mente.

Como veremos
luego, cuando
consideremos el uso
del Principio de la
Maxi-Mente con las
disciplinas
espirituales, la
relación entre los
1136

cambios producidos
en el cerebro y la fe
religiosa es muy
difícil –si no
imposible- de
describir
científicamente.
Nuestra hipótesis es
que lo sucedido con
Arturo, como con
muchos otros que
1137

han conseguido
éxitos similares, es
que en el cerebro se
crean vías para
nuevas pautas de
acción. Arturo creó
en su hemisferio
izquierdo nuevas
inferencias relativas a
sus hábitos de
alimentación. Es
1138

imposible medir el
ingrediente espiritual
de este proceso, aún
cuando haya sido
evidentemente un
ingrediente
importante en el
logro de lo que se
proponía.
1139

Creo que cualquiera


puede usar el
Principio de la Maxi-
Mente con el fin de
mejorar su estado
físico, incluida la
pérdida de peso;
pero ha de tener en
cuenta que quizá
necesite algo más –
que puede ser un
1140

grupo de apoyo- para


reforzar su sistema
de creencias. En otras
palabras, según la
dificultad de la
empresa, puede que
necesite un apoyo
comunitario si desea
superarla.
1141

DISFRUTE DE SU
PROGRAMA DE
ACTIVIDAD FISICA

Incluso después de
haber avanzado
bastante con uno de
estos programas
puede suceder que
uno vuelva a sus
costumbres
1142

sedentarias. Puede
pasar que alguna
lesión le obligue a
suspender durante u
tiempo su actividad y
pierda así el hábito
de practicarla, o bien
que se aburra y
decida que en
realidad quiere
descansar por un
1143

tiempo o intentar
algo distinto. Es muy
posible que algo así
le lleve a perder la
disciplina que había
logrado.

¿Qué puede hacer


para incorporar su
nueva disciplina a su
1144

vida y no correr el
riesgo de perderla?

Una de las mejores


“pólizas de seguro” a
que puede recurrir es
encontrar la forma de
hacer placentera esa
actividad. En la
sección anterior
vimos como una
1145

nadadora empezó a
tener una vivencia
casi mística de fusión
con el agua. Ese era
su equivalente del
“cielo del corredor”
del que tal vez los
lectores hayan oído
hablar, o incluso lo
hayan sentido. En la
mayoría de las
1146

actividades de
resistencia que
requiere el
movimiento regular y
repetitivo de las
extremidades es
posible pasar por esa
experiencia cuasi
trascendente.
1147

Como ya señalamos,
este tipo místico de
experiencia atlética
conlleva la inducción
de la Relajación, Un
factor clave en ella es
que la repetición de
los movimientos
físicos de la carrera,
la natación o el
ciclismo continúa
1148

durante períodos
relativamente largos.
La cadencia
transporta a la mente
más allá de las
preocupaciones de la
vida diaria, hacia un
estado de conciencia
modificado, más
trascendente. Una
vez experimentado
1149

este estado mental,


en el cual creemos
que la interacción
entre ambos
hemisferios
cerebrales es
diferente, su carácter
placentero bastará
para que intentemos
repetir la vivencia, y
eso puede ser una
1150

poderosa motivación
para volver a una
actividad aeróbica,
aunque uno haya
tenido que dejarla
durante un tiempo.

Recuerdo el caso de
Horacio, un hombre a
quien nunca le había
gustado correr. Tanto
1151

en la escuela
secundaria como en
la universidad se
había visto obligado a
participar en
actividades atléticas y
correr tres o cuatro
kilómetros diarios. Lo
mismo le había
pasado con distancias
bastantes largas,
1152

durante su servicio
militar en la
Infantería de Marina,
pero aún así, Horacio
jamás aprendió a
disfrutar de la carrera
ni del jogging.

Al dedicarse a una
carrera civil en el
ramo comercial, hizo
1153

varios intentos de
iniciar un programa
de jogging, sabiendo
que para mantenerse
en forma necesitaba
alguna forma de
condicionamiento
regular en una
actividad de
resistencia. Pero
después de dos o tres
1154

frustrados intentos
abandonó el
empeño.

Más adelante
cuando a fines de los
años setenta empezó
el auge del jogging,
leyó una descripción
del “cielo del
corredor”, que lo
1155

fascinó porque él
nunca había tenido
una vivencia así
durante el tiempo,
relativamente corto,
en que sin
entusiasmo alguno lo
había practicado en
su juventud. En
aquella época,
siempre suponía que
1156

correr le resultaría
desagradable.

Empezó entonces a
considerar el jogging
con una actitud
diferente. Además de
leer libros populares
sobre el tema se
sumergió
apasionadamente en
1157

la lectura de revistas
para aficionados.
Finalmente, decidió
volver a intentarlo, y
esta vez su
experiencia fue
completamente
diferente.

Gracias a sus
lecturas, sabía que
1158

tenía que pasar un


período de dos o tres
semanas para poner
su cuerpo en
condiciones y
aumentar su
resistencia. Entonces
resolvió practicar su
programa de jogging
durante un mes por
lo menos, y
1159

descubrió que se iba


sintiendo más en
forma, tal como lo
había leído. Al final
del primer mes, los
músculos doloridos y
podía correr entre
cinco y seis
kilómetros sin
quedarse sin aliento.
1160

Observe usted lo
que estaba
sucediendo, este
hombre combinó sus
lecturas y estudios
sobre el tema con los
aspectos repetitivos
del jogging. Estos
factores, unidos a la
creciente sensación
de bienestar que
1161

derivaba de la
actividad física, le
ayudaron a alcanzar
una intensa
convicción de que el
jogging sería una
actividad buena para
él, y, mientras seguía
con su programa,
continuó también
1162

leyendo sobre el
tema.

Además descubrió
que durante los
entrenamientos
pensaba
continuamente en los
conceptos básicos del
ejercicio que
practicaba.
1163

Era obvio que allí


estaba actuando el
Principio de la Maxi-
Mente. Horacio podía
alcanzar la Relajación
mediante el golpeteo
regular de sus pies al
ir recorriendo una
distancia de varios
kilómetros. También,
1164

tanto mientras corría


como antes y
después, se
concentraba en ideas
y pensamientos
positivos
relacionados con su
ejercicio. Es decir que
estaba cambiando la
forma en que estaba
estructurado su
1165

cerebro. Nuevas vías


cerebrales estaban
permitiéndole
desarrollar hábitos
nuevos y positivos
para su forma física.
Horacio estaba
suplantando las
antiguas inferencias
negativas del
hemisferio izquierdo
1166

por otras nuevas y


más positivas.

No pasó mucho
tiempo sin que
experimentase el
“cielo del corredor”,
es decir, el análogo
del fenómeno de
fusión del que
hablaba Bárbara, la
1167

nadadora. Estas no
son vivencias que se
tengan en cada
entrenamiento, es
posible que sólo se
produzcan en forma
esporádica, pero la
sensación de euforia
ocurre con la
frecuencia suficiente
para que el atleta
1168

aficionado insista en
buscarla una y otra
vez.

En el caso de este
hombre, la primera
vez que tuvo esta
vivencia, fue después
de haber corrido, en
uno de sus
1169

entrenamientos,
unos seis kilómetros.

-Hasta ese
momento- recordaba
Horacio-, yo sabía
que el que ponía la
energía para correr
era yo. No sentía
ninguna molestia y
mi nivel energético
1170

era excelente. Pero


seguía siendo yo
quien controlaba los
movimientos de mi
cuerpo.

Entonces,
repentinamente, tuve
la sensación de que
me llevaban. Correr
no me exigía
1171

absolutamente
ningún esfuerzo. Me
sentía como si
pudiera seguir
eternamente.
Además tenía una
sensación de unidad
con los árboles y el
agua que me
rodeaban. Me sentí
realmente muy
1172

exaltado y feliz…
eufórico sería la
palabra justa. Ese día
seguí corriendo hasta
unos diez kilómetros
y ni siquiera entonces
me apetecía
detenerme.

Para Horacio fue una


suerte haber tenido
1173

esa experiencia en
ese momento,
porque más o menos
una semana después
se hizo una lesión
grave jugando un
partido de
baloncesto. Se
rompió los
ligamentos del tobillo
izquierdo y tuvo que
1174

andar con bastones e


incómodamente
enyesado durante
más de un mes.
Naturalmente,
durante ese tiempo
no pudo seguir con
su programa de
jogging.
1175

Muchas veces,
cuando se producen
accidentes así, la
inevitable
interrupción de los
ejercicios hace que el
individuo pierda el
hábito que tanto
esfuerzo le costó
adquirir. En el caso
de Horacio, estaba
1176

desesperado por
volver a la práctica de
su programa de
jogging. El día
después de haberse
quitado la escayola
salió a caminar para
así fortalecer el
tobillo y volver a su
nivel anterior de
condicionamiento. Lo
1177

interesante es que
casi no tuvo dolores
musculares, cuando,
unos diez días
después, empezó a
practicar el jogging. Y
uno de los principales
factores que lo
movían a volver a su
programa de puesta
en forma era el
1178

recuerdo acuciante
de aquella euforia o
éxtasis que había
sentido algunas
semanas antes.

Para la mayoría de
los corredores, el
período de
preparación
preliminar puede ser
1179

relativamente corto,
ya que generalmente
correr no exige
demasiada destreza.
Es decir, que con
frecuencia basta un
período de tres o
cuatro semanas para
establecer la
disciplina y ponerse
en situación de tener
1180

la vivencia de esa
especie de éxtasis. En
todo caso, son
importantes la
repetición y una
actitud pasiva de
“dejar que la cosa
suceda”, tanto para
adquirir y
perfeccionar
habilidades como
1181

para aumentar las


probabilidades de
experimentar ese
estado modificado de
conciencia. Si ese es
su objetivo, debe
usted evitar todo
intento de forzarlo: la
euforia se le dará si
usted se limita a
dejar que se le dé.
1182

PARA MEJORAR SU
CAPACIDAD
ATLETICA

A medida que
dedique más tiempo
al programa de
puesta en forma que
haya escogido, es
1183

posible que comience


a interesarse por los
aspectos
competitivos de su
deporte. Quizá le
interese medir su
fuerza y su habilidad
con las de otros, en
diversos encuentros y
torneos, y eso le dará
una oportunidad
1184

excelente de aplicar a
su actividad atlética
el Principio de la
Maxi-Mente.

En un nivel muy
sencillo, también se
han llevado a cabo
estudios controlados
que demuestran que
la Relajación mejora
1185

el tiempo de reacción
refleja en individuos
normales. En un
estudio realizado en
1980, las catorce
personas cuyas
reacciones reflejas se
controlaron pudieron
reducir su tiempo
reflejo total en 14,41
milésimas de
1186

segundo después de
haber practicado la
Relajación durante
cinco semanas, dos
veces al día.

En años recientes los


atletas profesionales,
lo mismo que los
aficionados que
trabajan en serio, han
1187

tomado mayor
conciencia de las
dimensiones
mentales de un logro
atlético importante.
Diversas figuras
cumbres del mundo
deportivo se han
anotado en cursos en
donde les enseñan a
visualizar el partido,
1188

el juego o el golpe
perfectos. Este
método conceptual,
que es otra aplicación
del Principio de la
Maxi-Mente, les
permite alcanzar
niveles de
concentración
superiores cuando
están entregados a
1189

una actividad
competitiva. Y el
resultado puede ser
una mejora
significativa en su
actuación.

Un procedimiento
eficaz empieza por
inducir la Relajación.
Luego, el atleta se
1190

hace una imagen


mental de lo que
sería la expresión o
actuación atlética
ideal o perfecta.
Mediante este
método, es frecuente
que los atletas de
máximo nivel logren
alcanzar un alto
grado de serenidad
1191

interior y disposición
antes de un partido o
competición.
Finalmente, por
medio de diversas
técnicas de
relajación,
visualización o
imaginación pueden
llegar a mantener ese
sentido de equilibrio
1192

interior durante
buena parte de la
competición.

Algunas de las
mejores técnicas de
alto rendimiento se
pueden hallar en el
tenis y en otros
deportes que se
practican con
1193

raqueta. Estos
deportes exigen un
nivel de habilidad y
entrenamiento
excepcionales, hasta
el punto de que,
entre jugadores de
categorías
superiores, hasta una
ligera variación en la
ejecución de ciertos
1194

golpes puede decidir


entre el triunfo y la
derrota. Se ha
llegado a decir que
en el tenis por lo
menos la mitad, y
quizá incluso un 80%
es mental.

Observar en las
pistas a Chris Evert
1195

Lloyd y a Iván Lendl,


dos de los
campeones mentales
“duros” es un
ejercicio instructivo.
Lloyd y Lendl, son
ejemplos
especialmente
buenos porque al
estudiarlos cuando la
cámara enfoca sus
1196

rostros, a menudo
dan la impresión de
encontrarse en un
mundo particular
propio. Ninguno
parece estar
demasiado afectado
por las distracciones
o las influencias del
mundo exterior, y
parecería que ambos
1197

se encontrasen en un
estado casi
meditativo.

En la jerga del tenis


se suele decir que un
partido jugado a alto
nivel de pericia se
jugó “en la zona”.
Como lo explicaba un
artículo del New York
1198

Times del 5 de
setiembre de 1986,
esta “zona” significa
un estado mental
“tan completo e
intenso que sugiere
un estado casi
semiconsciente de
euforia, al que
muchos atribuyen
cierta semejanza con
1199

la hipnosis, y que
permite a un jugador
o jugadora alcanzar
su actuación
cumbre”.

Se trata de lo que los


psicólogos llaman un
estado modificado de
conciencia, que se
caracteriza por una
1200

tremenda sensación
de felicidad,
intemporalidad,
facilidad y
optimismo. Por lo
común, los que están
jugando en la zona
realmente piensan
que van a ganar.
1201

“En estos dos


últimos años he
jugado partidos en
los que todo ha ido
bien –confió Chris
Evert Lloyd a un
reportero del New
York Times -. Estás
jugando en la zona,
por encima de tu
cabeza, donde todo
1202

es como un sueño.
Cuando juegas un
partido así, quieres
seguir jugando”.

Tenemos, pues, un
caso de alegría
eufórica que han
experimentado los
corredores,
nadadores y otros
1203

atletas, pero con una


diferencia: en este
caso la euforia es un
factor clave para el
triunfo y no solo un
agradable derivado
de la actividad
atlética. Es evidente
que aquí actúa el
Principio de la Maxi-
Mente, cuando los
1204

jugadores alcanzan
un estado mental
trascendente que
produce una
expresión superior de
sus habilidades
atléticas.

Cuando se
encuentran en ese
estado, las ya bien
1205

aguzadas habilidades
de los atletas “dan
todo de sí”,
manifestándose tal
como ellos lo habían
preparado en su
cerebro mediante las
sesiones de
visualización y de
práctica. También es
muy importante que
1206

estén entrenados en
el uso de una actitud
pasiva, en cuanto ese
estado mental les
permite
desentenderse
pasivamente de las
preocupaciones y las
inferencias que
podrían producirles
1207

ansiedad e
impedirles la acción.

Los atletas no
profesionales tienen
experiencias
similares. Un jugador
de squash, tras haber
estado jugando
cuatro veces por
semana durante un
1208

par de años, llegó a


un nivel de habilidad
en el que se podía
jugar largos rallies
con excelentes
rivales. En sus
mejores días, decía,
tenía una sensación
de andar flotando
por las pistas.
1209

-Casi parece como si


no pudiera cometer
ningún fallo-. Mi
oponente me lanzaba
la pelota desde
ángulos muy
diferentes, pero de
algún modo yo
estaba siempre
donde tenía que
estar, sabía
1210

instintivamente hacía
dónde iba a ir su
próximo tiro. Era casi
como si alguien o
algo externo me
moviera, con un
mínimo gasto de
energía. Uno de
aquellos días, cuando
salí de la pista, me
sentí durante una
1211

hora o quizá más,


como si anduviera
flotando en una
nube.

En esos casos, el
requisito previo para
la experiencia
trascendente es un
nivel de preparación
física y de pericia
1212

relativamente
avanzado. Uno tiene
que asumir el
compromiso de
ponerse en
condiciones, y
necesita también
cultivar un nivel de
habilidad atlética lo
suficientemente alto
como para hacer
1213

posible una actividad


prolongada.

Otra forma muy


relacionada en que
puede funcionar el
Principio con los
deportes de raqueta
es mediante otras
técnicas de
visualización durante
1214

el entrenamiento.
Geoffrey C. Harvey,
maestro profesional
de tenis en el Club de
Badminton y Tenis de
Boston, enseña a sus
alumnos a inducir la
Relajación mientras
aprenden a golpear la
pelota. Luego
visualizan un golpe
1215

ideal mediante
grabaciones de video
y mímica. De esta
manera imprimen en
su mente el concepto
y la acción ideales
para cada golpe.

Cabe preguntarse
para qué sirve todo
esto. Harvey sabe
1216

que la mente del


jugador se puede
utilizar mejor en el
proceso de
entrenamiento, y que
la mente es también
la peor enemiga de
una buena actuación.
Sus objetivos son,
primero,
“programar” la
1217

mente, y segundo
conseguir que ésta –
y específicamente el
hemisferio izquierdo
del cerebro, con
todas sus angustias e
inferencias y
expectativas
negativas – se haga a
un lado y deje que el
cuerpo haga lo suyo.
1218

Mariana, una
jugadora de fin de
semana, al descubrir
este tipo de técnica,
descubrió que le
ayudaba a mejorar
notablemente su
juego contra una de
sus oponentes más
difíciles. Mariana,
1219

que se acercaba a los


cuarenta y cinco,
había comprobado
que con esta otra
jugadora se quedaba
atascada a cierta
altura del juego.
Típicamente, no
podía ganarle más
que uno o dos juegos
en cada set, en el
1220

mejor de los casos.


Muchas veces, la
puntuación interna
de los juegos era muy
pareja, pero siempre
Mariana se las
arreglaba para perder
la mayoría de ellos.
Por lo común, su
oponente dominaba,
o sea que ella
1221

siempre se
encontraba
acorralada y jugando
a la defensiva,
intentando apenas
devolver los tiros que
la otra mujer le
colocaba con toda
precisión.
1222

Entonces decidió
empezar a valerse de
una técnica de
meditación y
visualización muy
semejante a la
recomendada por
Geoffrey Harvey. En
la primera ocasión
antes de salir al
campo se estuvo
1223

unos minutos en casa


practicando la
Relajación con
meditación. Después
se imaginó como iba
a ser el partido que
estaba por jugar.
Mentalmente, se vio
avanzando y
retrocediendo por la
pista, anticipándose a
1224

los mejores tiros de


su oponente y
tomando la iniciativa
ella de enviar sus
propios lanzamientos
fuera del alcance de
su rival. Cuando
finalmente llegó a las
pistas, siguió
meditando antes y
después de cada tiro.
1225

Los resultados
fueron realmente
asombrosos –
comentó-. En vez de
perder siempre los
juegos, vi que
realmente, al final del
primer set, yo estaba
acorralando a aquella
muchacha. Íbamos a
1226

cinco fuegos iguales,


era la primera vez
que yo conseguía
esto con ello.
Finalmente ella gano
ese set, pero yo me
di cuenta de que
nuestra forma de
competir ya no sería
la misma.
1227

Es especialmente
interesante que este
fuera el primer
intento de Mariana
de usar el Principio
de la Maxi-Mente en
las pistas de tenis.
Aunque era su
primera sesión
consiguió una
mejoría espectacular
1228

en su juego. Durante
casi todo el tiempo
fue capaz de quitar
de en medio a su
hemisferio izquierdo
con su carga de
ansiedades, dudas e
interrogantes, y de
limitarse a dejar que
su cuerpo avanzara y
retrocediera como
1229

flotando, por la pista.


A veces tuvo la
sensación real de
saber hacia donde
iría la pelota antes de
que su oponente la
hubiera golpeado
siquiera. Claro que
también hubo
ocasiones en que sus
técnicas de
1230

meditación le fallaron
y volvió a su antiguo
estilo. Pero la
diferencia que había
notado al meditar en
la pista era tan nítida
que volvía
inmediatamente a la
modalidad de la
Maxi-Mente.
1231

Aunque el cambio
de sus hábitos se
inició
inmediatamente en
el caso de Mariana,
muchas veces se
requieren días y
hasta semanas, para
observar un progreso
significativo. En
última instancia, y si
1232

nos atenemos a él, el


Principio de la Maxi-
Mente debe elevar
perceptiblemente
nuestro nivel de
juego en casi
cualquier deporte.

También Samuel, un
buen jugador
aficionado de squash,
1233

dio un gigantesco
paso adelante en su
juego como resultado
de una técnica
similar. Había llegado
a dominar algunos
potentes tiros bajos
en diagonal y
rápidos, que le
permitían vencer a
muchos oponentes
1234

que no eran lo
bastante ligeros de
pies. Cuando jugaba
con otros más ágiles,
y más o menos a su
altura; se daba
cuenta de que su
juego no era lo
bastante variado
como para tener la
1235

seguridad de que les


ganaría siempre.

Entonces Samuel se
compró un libro
elemental sobre las
técnicas del squash.
Uno de los tiros que
le interesaron en el
volumen era una
maniobra muy difícil,
1236

un tiro de atrás, con


efecto lateral. Desde
la pared de atrás el
jugador golpea la
pelota para que dé
en la esquina de la
pared frontal y luego
rebote, rozando, en
la pared lateral,
pelota imposible de
contestar.
1237

Samuel empezó por


su sesión de
meditación habitual
para inducir la
Relajación.
Inmediatamente
después, se leyó y
estudió los diagramas
y la descripción de
este tiro en
1238

particular. Además se
imaginó en la pista
efectuándolo frente a
un par de sus
oponentes más
recios. Mientras lo
pensaba, preveía los
problemas que
podría tener con la
ejecución de aquel
tiro. De hecho,
1239

realmente ensayó
mentalmente una
cantidad de jugadas,
cada una de las
cuales terminaba con
este tiro nuevo y
difícil, que estaba
empeñado en
dominar.
1240

Al día siguiente al
llegar a la pista,
continuó meditando
y recordando
mentalmente cómo
deseaba ejecutar el
tiro, de modo que,
cuando tuvo la
oportunidad de
probarlo, estaba
preparado. Le llegó
1241

un tiro difícil y bien


colocado cuando
estaba en el fondo de
la pista. Dando
impulso a su raqueta
golpeó la pelota
dirigiéndola hacia la
pared lateral que
tenía más cerca.
1242

-Fue increíble-
comentaba-. La
pelota hizo
exactamente lo que
describen los
diagramas en el libro.
Golpeó exactamente
en el ángulo superior
de la pared frontal y
luego cayó rebotando
1243

abajo en la pared
lateral.

Es claro que Samuel


no siempre hacía
perfectamente ese
tiro, que es
demasiado difícil
para que un
aficionado de nivel
intermedio lo logre
1244

siempre de manera
impecable, pero
desde el comienzo
logró un alto
porcentaje de tiros
imposibles de
contestar. También se
creó la reputación de
ser un jugador cuyos
recursos había que
tener en cuenta.
1245

Sin embargo, esa


forma de sacar
partido del Principio
de la Maxi-Mente no
se limita en modo
alguno a los deportes
que se practican con
raqueta.
1246

Freeman McNeil, el
zaguero del equipo
de rugby New York
Jets, decía en el
Boston Globe del 10
de setiembre de 1986
que él confiaba en
una práctica llamada
“endodinámica”, que
según dice es una
especie de fusión
1247

mística de
pensamiento positivo
y reacciones físicas.

-
Fundamentalmente,
el concepto es el de
la mente y el cuerpo
–le dijo al periodista-.
Todo lo que ves, lo
correlacionas con tu
1248

cuerpo. Yo estaré
funcionando con
puro instinto, y mi
cuerpo irá siguiendo
lo que mi
inconsciente vea en
ese momento.

A veces, dice,
cuando juega un
partido, lo hace sin
1249

pensar lógica ni
analíticamente en lo
que está haciendo.

-Es como repasar


mis archivos
(mentales) y
limitarme a copiarlos
–dice-. Ahora es solo
un sentimiento, en
1250

que ni siquiera vacilo.


Simplemente lo sigo.

Experiencias como
ésta son difíciles de
formular con
palabras. Ya sabemos
la razón de esto:
McNeil y otros atletas
que utilizan estas
técnicas en gran
1251

parte están tratando


con experiencias del
hemisferio cerebral
derecho que, por
definición, no son
fáciles de expresar
verbalmente. Como
los jugadores de
squash y de tenis que
hemos considerado,
lo que parece
1252

conseguir McNeil es,


simplemente, “que la
mente no interfiera”.

Deja que sus


movimientos
corporales fluyan
bajo la influencia del
hemisferio derecho y,
cuanto más lo hace,
tanto más graba en
1253

su cerebro esas
pautas de acción y de
pensamiento, y tanto
más condicionada
queda su mente para
actuar con eficiencia
y sin tropiezos en
formas nuevas y más
productivas.
Parece que es un
sistema que también
1254

funciona en el
béisbol. Bruce Hurst,
lanzador del Boston
red Sox y estrella en
las Series Mundiales
de 1986, ha asistido a
la Sports
Enhancement
Associaton en
Naples, Florida. Se
dice que el instituto
1255

cuyo motivo es
fortalecer la
confianza en sí
mismos de los
atletas, es la fuente
de buena parte del
éxito de Hurst. El
New York Daily News
(27 octubre 1986)
informaba “Te
enseñan a trabajar la
1256

imaginación y a
centrarte en lo que
tienes que hacer –
dice Hurst-. Es como
lo que solía predicar
John Wooden cuando
decía a sus jugadores
que se tendieran y se
pusieran a visualizar
cómo pasaba la
pelota por la argolla.
1257

Y para mí, todo lo


que diga John
Wooden está bien”.

En todas estas
situaciones, el
proceso de
transformación
mental parece ser
sustancialmente el
mismo. Es decir, está
1258

operando el Principio
de la Maxi-Mente.
Primero, el atleta se
pone en una actitud
relajada y meditativa
con la cual induce la
Relajación, con sus
rasgos fisiológicos
típicos, y luego
visualiza, estudia o de
alguna otra manera
1259

se concentra en los
cambios que quiere
obtener en sus
hábitos mentales o
de juego.

El doctor Armand M.
Nicholi, psiquiatra de
la Facultad de
Medicina de Harvard,
empezó a trabajar
1260

con los jugadores de


rugby profesionales
del New England
Journal of Medicine,
tras ponerse en
contacto conmigo
para hablar de
nuestros estudios
sobre la Relajación,
ideó “un método
para preparar el
1261

equipo para las


competiciones, del
cual varios jugadores
dicen que los han
mejorado mucho”.

Específicamente, un
jugador puede
ensayar mentalmente
una determinada
jugada, y luego
1262

concentrarse con la
que ejecuta con éxito
en un partido. Por
ejemplo, en el último
partido de la
temporada 1983-
1986, los Patriots
tenían que ganar a
los Bengals de
Cincinnati para
conseguir el empate
1263

y quedar clasificados.
A menos de dos
minutos de terminar
el juego, entró un
zaguero suplente que
hasta ese momento
había estado
visualizando la
jugada, ¡y consiguió
el ensayo del triunfo!
1264

Un estudio realizado
recientemente por el
equipo del doctor
Stephen M. kosslyn,
sobre como se
forman y se usan las
imágenes mentales
indicó que todos
podemos tener algún
tipo de imagen
mental. Un pequeño
1265

porcentaje de
personas alcanza un
nivel extraordinario.
Más del 80% de las
imágenes mentales
son en color, en un
40% más o menos,
hay movimiento, y un
10% son imágenes
que aparecen y
desaparecen. Entre
1266

los usos que se les


puede dar están la
toma de decisiones,
la comprensión de las
descripciones
verbales, el cambio
de sentimientos, la
auto motivación y el
entrenamiento para
llegar a la cumbre en
deportes.
1267

Tengo la impresión
de que aunque casi
todos tenemos la
capacidad de usar
técnicas basadas en
la imaginación para
mejorar, no la
usamos tanto como
podríamos. El
Principio de la Maxi-
1268

Mente,
especialmente tal
como se aplica a la
práctica del
atletismo, ofrece una
importante
oportunidad de
cultivar y afinar estas
capacidades de
visualización, y
también de mejorar
1269

significativamente
nuestro estado físico.

Vamos a ver ahora


algunas formas
prácticas de hacerlo,
tras haber visto cómo
otras personas, en
diversas
circunstancias
sacaban partido de
1270

estas técnicas para


adquirir nuevas
disciplinas, disfrutar
más de su actividad
deportiva y mejorar
su actuación, es hora
de que usted mismo
intente obtener tales
beneficios.
1271

Estúdiese y decida
qué es lo que
necesita mejorar
(Primero, si padece
cualquier dolencia o
tiene más de 35
años, hágase un
examen médico
completo). Si es una
persona
completamente
1272

sedentaria, será
mejor que mejor que
empiece con un
programa de
ejercicios moderado.
O, si ya está en un
estado físico
razonable puede ser
que llegue a disfrutar
más de su actividad
deportiva.
1273

Finalmente, si
practica de forma
regular el tenis, la
natación o algún otro
deporte con ánimo
competitivo tal vez le
interese mejorar su
rendimiento.

En todo caso,
póngase un objetivo
1274

y empiece a
introducir cambios
provechosos en su
mente y en su vida.
Analice lo que se
propone hacer con su
guía mental máximo.
Lo mismo que antes,
empezaremos por
inducir la Relajación
en la Fase Uno del
1275

Principio de la Maxi-
Mente, para luego
pasar a la Fase Dos,
concentrando al
hemisferio izquierdo
sobre la información
y los conceptos
claves para la
organización de su
disciplina, que le
ayudarán a
1276

establecer nuevas
vías cerebrales para
sus nuevas
habilidades.

FASE UNO

Paso 1: Concéntrese
en una palabra o
frase corta que
1277

concuerde con su
sistema personal de
creencias. Ya hemos
visto que un cristiano
podría escoger las
palabras iniciales del
Salmo 23, “El Señor
es mi Pastor”, un
judío “Shalom”; una
persona no religiosa,
1278

una palabra neutra


como “uno” o “paz”.

Paso 2: Siéntese
tranquilamente en
una posición
cómoda.

Paso 3: Cierre los


ojos, a no ser que
esté induciendo la
1279

Relajación mientras
hace ejercicios. A
continuación
encontrará una
técnica para usar
durante el ejercicio.

Paso 4: Relaje los


músculos.
1280

Paso 5: Respire lenta


y naturalmente, y
cada vez que exhale
repita la palabra o
frase escogida.

Paso 6: Asuma una


actitud pasiva, sin
preocuparse por sí lo
está haciendo bien. Si
interfieren otros
1281

pensamientos, dígase
“ya está bien”, y
continúe con la
repetición.

Paso 7: Continúe así


durante diez o veinte
minutos.
1282

Paso 8: Practique la
técnica una o dos
veces diarias.

FASE UNO
ALTERNATIVA:
PARA USAR
DURANTE EL
EJERCICIO
1283

Paso 1: Si es mayor
de 35 años o padece
alguna dolencia
física, pida consejo a
su médico.

Paso 2: Póngase en
forma, o sea que
debe ser capaz de
ejercitarse sin fatiga
muscular ni dificultad
1284

respiratoria durante
por lo menos 30
minutos de actividad
sostenida (jogging,
marcha o natación).
O debe ser capaz de
ejercitarse en forma
continua durante un
tiempo equivalente
en algún otro
deporte.
1285

Paso 3: Haga sus


ejercicios de
calentamiento
habituales.

Paso 4: Mientras los


hace, mantenga los
ojos abiertos.
1286

Paso 5: Fíjese en su
respiración.
Concéntrese en el
ritmo de su
respiración mientras
inspira y expira.

Paso 6: En el
momento de la
cadencia respiratoria
o del movimiento
1287

que le sea más


cómodo, repita la
palabra o frase
escogido.

Paso 7: Mantenga
una actitud pasiva.
No se preocupe por si
lo está haciendo
bien. Cuando se le
ocurran otros
1288

pensamientos,
limítese a decirse “ya
está bien” y vuelva a
concentrarse en la
respiración y en la
palabra elegida.

Paso 8: Cuando haya


acabado su sesión de
ejercicios, use una
rutina relajante para
1289

normalizar su
metabolismo.

FASE DOS

Una vez inducida la


Relajación, dedique
diez o veinte minutos
a recorrer algunos de
los pasajes que
1290

siguen y vea cuáles se


aplican mejor a los
cambios que quiere
conseguir.

Quizás encuentre
que, debido a sus
intereses
particulares, tiene
que acudir a otras
fuentes para
1291

encontrar la palabra
o frase que le sirva
para concentrarse, o
tal vez prefiera
visualizar la habilidad
que desea alcanzar.
No dude en pedir
consejo a alguien en
quien confíe y que
comparta su sistema
de creencias. De
1292

cualquier manera
aquí tiene algunos
pasajes para
empezar.

¿No sabéis que sois


templos de Dios, y
que el Espíritu de
Dios mora en
vosotros? Si alguno
1293

destruye el templo
de Dios, Dios lo
destruirá a él, porque
el templo de Dios, el
cual sois vosotros,
santo es.

I
Corintios, 3:16-17
1294

Para que la gente


pueda ser feliz en su
trabajo se necesitan
tres cosas: deben ser
aptos para hacerlo,
no deben trabajar
demasiado, y deben
obtener de él una
sensación de éxito.
1295

JOHN
RUSKIN, Pre-
Raphaelitism

Esta es la ley del


Yukón, que sólo
prosperaran los
fuertes.
Que sin duda
perecerán los débiles
1296

y sólo sobrevivirán
los aptos.

ROBERT
WILLIAM
SERVICE, The
Law of the
Yukon
1297

Oh, excelente es
tener la fuerza de un
gigante; pero tiránico
es usarla como un
gigante.

WILLIAM
SHAKESPEARE,
Measure for
Measure
1298

… de la esperanza
proviene la fuerza.

HOMERO,
Iliada

Mi fuerza es como la
fuerza de diez
1299

Porque mi corazón
es puro.

ALFRED LORD
TENNYSON, Sir
Galabad

Mi fortaleza y mi
cántico es el Señor, y
1300

en mi salvación se ha
convertido

Éxodo,
15:2

Más los que esperan


al Señor tendrán
nuevas fuerzas;
levantarán las alas
1301

como águilas;
correrán y no se
cansarán, caminarán
y no se fatigarán.

Isaías, 40:31
1302

Creo que el hombre


no solo resistirá: se
impondrá.

WILLIAM
FAULKNER
Discurso al recibir
Premio Nóbel en
Estocolmo el
10/12/1950
1303

Hay mayor grandeza


en la resistencia que
en la osadía; cansar a
la fortuna hostil, no
dejarse amedrentar
por dificultades,
mantener el ánimo
cuando todos lo han
perdido, no dejarse
manchar las intrigas,
1304

renunciar incluso a la
ambición una vez
logrado el fin.
¿Quién puede decir
que en esto no hay
grandeza?

WILLIAM
M.
THACKERAY,
1305

The
Virginians

… si al joven
nadador se le enseña
a creer en sí mismo y
a confiar en su
capacidad…
fisiológicamente no
hay límite para lo que
1306

es capaz de hacer. Las


desventajas son
psicológicas, falta de
suficiente confianza.

… si al nadador se le
da la inspiración
suficiente, y está
dotado de
imaginación en
igualdad de
1307

condiciones, no hay
límites para los
resultados que pueda
lograr.

… cuantos más
kilómetros haga un
nadador a lo largo de
los años, año tras
año, mayores
probabilidades de
1308

éxito tendrá,
especialmente
nadando distancias
intermedias. A un
organismo fuerte y
vigoroso no se llega
por atajos ni caminos
fáciles. Este poder
constitucional solo se
puede construir,
como en el caso de la
1309

fuerza muscular,
mediante la
aplicación inteligente
del trabajo, trabajo,
entrenamiento y
trabajo, ad infinitum.
Es un tipo de
condicionamiento
que no se puede
comprar en forma de
píldoras. En
1310

atletismo, el éxito y
los logros, como
todas las cosas
buenas de la vida,
solo se compran con
trabajo duro,
sacrificio y disciplina.

R.J.H.
KIPHUTH, Swimming
(La natación)
1311

Por qué hay que


estar en forma

La investigación ha
demostrado que.

La persona
físicamente en forma
es capaz de resistir la
1312

fatiga durante más


tiempo que quienes
no lo están; la
persona físicamente
en forma está en
mejores condiciones
de tolerar el estrés
físico; el corazón de
la persona
físicamente en forma
es más fuerte y más
1313

eficiente; y hay una


relación entre una
buena disposición de
alerta física, con
ausencia de tensión
nerviosa, y la buena
forma física.

PROGRAMA DE
EJERCICIOS PARA
1314

ESTAR EN FORMA DE
LA REAL FUERZA
AEREA CANADIENSE

Uno de los grandes


principios del
universo es el
principio del
equilibrio. Para
funcionar
adecuadamente,
1315

todas las partes de


nuestro mundo hasta
las más minúsculas,
deben hallarse en un
estado de completo
equilibrio.

Lo mismo pasa con


nuestro cuerpo.
1316

El cuerpo humano
es otra parte del
universo pensada
para que esté en
perfecto equilibrio.
Hemos sido
construidos de
manera tal que
necesitamos
exactamente cierta
cantidad de ejercicio,
1317

no más ni menos.
Necesitamos
exactamente cierta
cantidad de cierto
tipo de alimentos. Y
necesitamos la
cantidad exacta de
sueño y de alivio de
las tensiones y
sobrecargas de la
vida… Donde hay
1318

equilibrio, hay un
sentimiento de
bienestar.

Los ejercicios
aeróbicos son
aquellas actividades
que requieren
oxígeno durante
períodos prolongados
e imponen al cuerpo
1319

exigencias tales que


le obligan a mejorar
su capacidad de
administrar el
oxígeno. Como
resultado del
ejercicio aeróbico se
producen resultados
benéficos en el
corazón, pulmones y
el sistema vascular.
1320

Pero en el centro de
cualquier programa
eficaz de ejercicios
aeróbicos se
encuentra el
principio del
equilibrio…
Investigaciones
recientes han
demostrado que a
1321

menos que una


persona esté
entrenándose para
una maratón u otra
actividad
competitiva, es mejor
que se limite a correr
entre 20 y 25
kilómetros por
semana. Si corre más,
aumentará mucho el
1322

riesgo de lesiones
articulares y óseas, y
otras molestias; por
otra parte, si corre
menos no llegará a
producir en el cuerpo
el mejoramiento
deseado.

Si corre usted más


de 25 kilómetros
1323

semanales, no está
corriendo solamente
por obtener una
buena forma física y
equilibrio emocional,
con la buena salud y
el buen aspecto que
los acompañan.
1324

DOCTOR
KENNETH
H. COOPER
Programa
aeróbico
para un
bienestar
total
1325

La mayoría de las
personas con quienes
he hablado me han
dicho que correr las
beneficiaba
psicológicamente.
Esto no me
sorprendió, pues
hace mucho que a mí
me sucede lo mismo.
Algunos de los
1326

beneficios son fáciles


de describir: una
sensación de mayor
concentración y
energía mental, un
sentimiento de
agudeza mental. (Son
cosas que no
necesariamente se
advierten todos los
días, ni cada vez que
1327

uno corre, pero que


casi todo el tiempo
están allí) Como no
es frecuente que
nuestro lenguaje
cotidiano describa
tales fenómenos, hay
otros beneficios que
son más difíciles de
expresar.
1328

Cuando uno ya lleva


algunos meses
corriendo, advierte
invariablemente
algunas ganancias
psicológicas notables:
una sensación de
calma y de poder, de
ser dueño de la
propia vida. Los
corredores hablan
1329

también de una
adicción… y en cierto
sentido es
incuestionable que la
tienen. Es raro
encontrar a un
corredor, por más
ocupado que esté,
que piense en
abandonar su
deporte. La verdad
1330

suele ser lo contrario,


alguien que corra
cinco o seis
kilómetros por día –
mucho, si es sólo
para estar en forma-
terminará,
inexplicablemente,
por doblar o triplicar
la cantidad.
1331

JAMES F.
FIXX, El libro de la
carrera a pie

Entre 30 y 40
minutos después (de
haber empezado el
ejercicio aeróbico),
algunas personas
experimentan el
1332

fenómeno de la
apertura. Empiezan a
respirar más
libremente, se les
ensancha el pecho y
parece como si todo
el organismo
trabajase con más
facilidad. Es una
sensación poderosa,
maravillosa. Es como
1333

la sensación de que
algo se despertara
dentro de uno.

(Entre los) 30 y 45
minutos de correr…
empieza a producirse
la primera de las
posibles
modificaciones en la
conciencia. Son,
1334

generalmente,
alteraciones
sensoriales. Parece
como si los sentidos
estuvieran más
despiertos. Todos
ellos responden: la
vista, el oído, el tacto,
el gusto, el olfato y la
disposición.
1335

THADDEUS
KOSTRUBAL
A, The Joy of
Running

Como ya he dicho,
éstas no son más que
algunas posibilidades
para concentrarse al
emprender un
1336

programa de este
tipo. Es probable que
después de un
período de oración y
meditación usted
quiera dedicar un
tiempo considerable
a leer material
referente al deporte
o al programa de
ejercicios que le
1337

interesa. Es,
ciertamente, una
buena manera de
ayudarse a renovar la
instalación de las vías
cerebrales que se
relacionan con el
ejercicio y la buena
forma física. Con este
objeto puede leer
alguno de los libros
1338

sobre estos temas


que seguramente
encontrará en las
librerías o en la
biblioteca de su
barrio. Lo importante
es empezar
abriéndose
mentalmente
mediante la
Relajación, para
1339

luego iniciar la
lectura de materiales
que ayuden a que el
cerebro comience a
incorporar esos
cambios benéficos.

Un cuerpo en forma
no es, sin embargo,
más que parte de una
vida de satisfacción y
1340

equilibrio. A casi
todos nos interesa
igualmente, por lo
menos, mejorar
nuestro rendimiento
mental, y eso incluye
la adquisición de
habilidades
intelectuales nuevas
y el afinamiento de
las que ya poseemos.
1341

El Principio de la
Maxi-Mente puede
ser una poderosa
ayuda si lo
orientamos al logro
de tales objetivos.
1342

El secreto para
mejorar el poder
mental

Prácticamente todos
queremos sacar
mejor partido de
nuestra mente, y eso
1343

puede significar una


mayor capacidad de
aprendizaje, más
habilidad para
resolver problemas,
creatividad u otras
capacidades
intelectuales.

Somos muchos los


que hemos iniciado
1344

el estudio de un
idioma extranjero, y
después de unas
pocas lecciones lo
hemos abandonado.
Y somos muchos los
que seguimos
tomando decisiones y
resolviendo
problemas laborales
en el antiguo estilo,
1345

aunque nos damos


cuenta de que no
somos tan eficientes
como podríamos. ¿Y
los que nos
enfrentamos con
cualquier novedad
diciendo que ya no
estamos para
adaptarnos a las
nuevas ideas?
1346

El problema
subyacente a muchos
de estos atascos
intelectuales y
bloqueos mentales es
que con frecuencia
nuestras pautas de
pensamiento están
aprisionadas en
formas ineficaces de
1347

afrontar problemas.
Necesitamos nuevas
intuiciones y
enfoques novedosos,
pero la cuestión es
cómo nos liberamos
de nuestras propias
restricciones
intelectuales. Una
respuesta nos da la
aplicación del
1348

Principio de la Maxi-
Mente.

Para que vea cómo


se puede disfrutar de
un aumento en la
disciplina intelectual
y de lo que
globalmente
llamamos “poder
cerebral”, permítame
1349

contarle tres
ejemplos
representativos
tomados de mi
propia experiencia
clínica. Se centran en
el mejoramiento del
trabajo académico,
de la capacidad para
escribir y de la
1350

eficiencia laboral
diaria.

EL PODER MENTAL
EN DISCIPLINAS
ACADEMICAS

Con algo más de


cuarenta años. Elena
tenía una vida
1351

frenética y ocupada,
no solo como
profesional de
carrera sino también
como madre de cinco
hijos. Pese a todo,
quería retomar los
estudios para
obtener un título
superior que le
permitiría ganar más
1352

y le ofrecería
también mayores
satisfacciones
personales.

Pero también sentía


que estaba sometida
a demasiadas
presiones, y le
parecía que no
estaba manejando el
1353

estrés lo
suficientemente bien
como para afrontar
una nueva aventura
académica y un
cambio de carrera.

Sus problemas se
complicaron con un
diagnóstico de
presión
1354

moderadamente alta,
como resultado del
cual empezaron a
administrarle
medicación
hipotensora. Aunque
la presión sanguínea
disminuyó un poco,
todavía no estaba en
su nivel normal, y le
preocupaban
1355

también los efectos


secundarios de la
medicación, entre
ellos una sensación
de fatiga y una
incapacidad de
concentración que le
impedían sentirse
bien del todo.
1356

Como sabía que el


estrés puede ser
causa de
hipertensión, nos
visitó para ver si
podíamos aportarle
algún alivio sin usar
más fármacos; esa le
parecía la solución
para controlar mejor
su vida y sus
1357

objetivos
académicos.

A la entrevista inicial
vino bien preparada,
ya que había leído
uno de mis libros y
estaba convencida de
que la Relajación
podía ayudarle a
romper el círculo de
1358

angustia y de estrés
que estaba
contribuyendo a su
problema con la
presión sanguínea.

-Este cambio no se
produjo de la noche a
la mañana-
comentaría después-.
Me llevó tiempo y
1359

muchísima
autodisciplina. En mi
primera visita me
enseñaron la
Relajación, además,
empecé un programa
para hipertensos en
el hospital, y eso
añadió régimen y
ejercicios a mi
agenda diaria.
1360

Desde su
perspectiva actual,
sin embargo, el
principal factor de su
mejoría ha sido la
práctica diaria de la
Relajación, por la
mañana y por la
noche.
1361

-Ya no me siento
como si el tiempo me
viniera
continuamente
pisando los talones –
dice Elena-, ni siento
las oleadas de
adrenalina, la
constricción de los
vasos sanguíneos y el
inevitable ascenso de
1362

la presión. En cambio
me siento mucho
más tranquila y poco
a poco la presión
sanguínea se me ha
normalizado.

Lo interesante es
que su vida no tardó
en plantearle más
exigencias, no
1363

menos. Durante su
terapia con la
Relajación, tomó la
decisión de cambiar
la orientación de su
carrera –un cambio
que puede ser fuente
de estrés para
cualquiera – e inició
estudios de
posgraduada.
1364

Como resultado de
las transformaciones
internas que iba
experimentando, se
sentía diferente.
Cumplió con éxito las
exigencias que le
imponían sus
estudios y no tardó
en aprobar sus
1365

exámenes. Además
de la presión de los
estudios, mantenía
un trabajo de
dedicación parcial, y
no había
abandonado
tampoco los rigores –
ni, como ella insiste
en señalar, “las
1366

alegrías”- de la vida
familiar.

Ahora que estoy


cerca de los
cincuenta, me siento
vigorosa y tengo una
intensa sensación de
bienestar –resume
Elena-. Tengo una
auténtica
1367

tranquilidad interior.
He descubierto una
manera de calmarme
durante las épocas de
mucho estrés. Creo
que es una manera
que siempre he
llevado adentro, pero
que estuvo dormida y
latente durante gran
parte de mi vida
1368

adulta. El uso de la
Relajación me ha
dado un poder real y
efectivo de mejorar
mi salud y
consiguientemente,
mi vida.

Elena constituye un
ejemplo instructivo
de cómo el Principio
1369

de la Maxi-Mente
puede reforzar la
capacidad de una
persona para
permanecer tranquila
frente a graves
presiones cotidianas,
y al mismo tiempo,
para promover el
éxito en una nueva
actividad académica.
1370

En realidad ella no
eliminó ninguno de
los puntos de su ya
recargada agenda; se
limitó a cambiar de
orientación y a
asumir
responsabilidades
nuevas, con lo que
tuvo que ampliar y
1371

ejercitar su mente en
un ambiente
universitario de
mucha exigencia.

¿Cómo podemos
explicar lo que
sucedió con sus
mecanismos de
pensamiento durante
esta experiencia?
1372

Para empezar, abrió


las puertas a un
cambio benéfico y
redujo las angustias
contraproducentes
que inhibían su
capacidad de
aprendizaje
practicando
regularmente la
1373

Relajación. Dicho de
otra manera, se valió
de la Fase Uno del
Principio de la Maxi-
Mente. Luego, utilizó
la Fase Dos,
manteniéndose en
contacto
regularmente con
nosotros en el centro
médico, donde le
1374

ayudamos a reforzar
su resolución de
imprimir esa nueva
dirección a su vida.
Además, y quizá sea
lo más importante,
asistía a una
universidad y se
metió de lleno en la
vida académica,
manteniendo
1375

contactos regulares
con profesores y
alumnos
intelectualmente
afines a ella.

Respecto a este
último punto, quiero
insistir en que
participar en una
situación formal de
1376

aprendizaje,
especialmente
cuando se exigen
exámenes y se tiende
a la obtención de un
título, es algo que
respalda los
esfuerzos por cultivar
una nueva disciplina
académica. El intento
de concretar en
1377

forma aislada una


empresa de este tipo
–como sería
aprender una lengua
extranjera valiéndose
solamente de
grabaciones y libros-
es un camino más
difícil de seguir.
1378

Si escoge usted una


forma más individual
y aislada de abordar
el aprendizaje, es
importante que
cultive algunas
influencias que le
ayuden a no
descaminarse; puede
buscar un guía
mental máximo, es
1379

decir, un tutor o un
experto en la
disciplina que haya
escogido, o bien
ponerse de alguna
manera en contacto
con personas,
bibliografía o ideas
que puedan ayudarle
a condicionarse
durante la Fase Dos.
1380

LA DISCIPLINA PARA
ESCRIBIR

En un momento u
otro, muchas
personas
experimentan el
bloqueo del escritor.
Sucede por ejemplo,
1381

cuando a un
aspirante a ejecutivo
le encargan que
prepare un informe
importante, que él
sabe que será
decisivo para el
futuro de su carrera.
Sucede también con
quienes tienen que
levantar actas de
1382

reuniones, preparar
la presentación de
una colecta que
acompaña una
colecta de fondos o
redactar discursos
para promover una
causa. En esos casos,
uno sabe que tiene
que llenar de
palabras la hoja en
1383

blanco que tiene por


delante, pero
sencillamente las
palabras no salen.

Algo así le pasó a


Jaime, un joven de
cerca de treinta años
que no podía
terminar su tesis
doctoral en una
1384

importante
universidad. Cuando
vino a tratarse con
nosotros hace unos
tres años, su principal
preocupación era que
la presión alta que
padecía no respondía
bien a la medicación
que estaba tomando.
En sus
1385

conversaciones
conmigo, me confió
que creía que su
ansiedad se generaba
en el profundo miedo
de estar repitiendo el
problema que había
tenido su padre: una
grave enfermedad
cardiaca que se lo
1386

había llevado un par


de años atrás.

Afrontaba además
otro problema: que
se ponía sumamente
nervioso al
someterse a
exámenes médicos, y
eso tendía a subirle
aún más la presión
1387

sanguínea. De modo
que se veía
prisionero de un
círculo de lecturas de
presión más altas, a
pesar de que estaba
tomando dosis cada
vez mayores de
fármacos, como los
llamadores diuréticos
y bloqueadores beta.
1388

-Tenía un miedo
paralizante –evoca
ahora-. Me sentía
solo, pero no hacía
nada con mi soledad.
En mi trabajo me
faltaba entusiasmo y
la tesis prácticamente
no avanzaba.
1389

Era una excelente


oportunidad para a
aplicación del
Principio de la Maxi-
Mente. Empezamos
por enseñarle una
sencilla técnica de
meditación, la misma
que hemos descrito
varias veces en este
libro como la Fase
1390

Uno del Principio.


Jaime tenía una
sólida formación
católica y estaba
ansioso por
recuperar algo de la
vitalidad de aquella
fe, que durante los
últimos años había
sentido debilitarse.
Eligió, pues una
1391

sencilla oración como


centro de
meditación, y el
resultado fue casi
inmediato. En unas
pocas semanas la
presión había vuelto
a ser normal y ya no
necesitaba
medicación.
1392

-La religión siempre


había sido
importante para mí –
me contó-, pero la
oración diaria no
había seguido siendo
parte de mi vida.
Aunque tuve muchos
años de educación
católica, no me había
dado cuenta del
1393

consuelo que podía


ser la oración. La
meditación me ha
ayudado a superar
mis angustias.

Aquel no fue más


que el primer paso
en la experiencia de
cambio vital que tuvo
lugar con Jaime,
1394

quien por entonces


sufrió varias
influencias
importantes que le
ayudaron a modificar
sus pautas de
pensamiento.

Primero, inició una


psicoterapia, y el
terapeuta le sirvió
1395

como una especie de


guía mental máximo
que le ayudó a
enfrentar algunos
problemas que le
planteaba su trabajo
en investigación y a
salvar el
estancamiento de su
tesis.
1396

Además, se casó con


una mujer que lo
apoyaba mucho,
estimulándolo
constantemente en
su trabajo y en sus
ambiciones.

Y se mantuvo en
contacto con
nosotros en el centro
1397

médico, desde donde


le ayudamos a
reforzar los modelos
de la transformación
que estaba
empezando a
operarse en él.

En cuanto al
resultado final, es el
1398

propio Jaime quien


mejor lo expresa.

-Todavía tengo
muchos miedos, pero
estoy enfrentándome
con ellos mucho
mejor. Este año
pasado fue muy rico
para mí. Terminé mi
tesis y me gradúe en
1399

junio. Mi mujer y yo
hemos comprado una
casa vieja,
encantadora que
estamos arreglando.
Además, esperamos
un hijo para el
próximo mes de
mayo, y yo he
encontrado un
trabajo de
1400

investigación más
interesante, que en
este momento estoy
empezado. ¡Son
muchas cosas
positivas, y
finalmente tengo la
sensación de que
estoy avanzando otra
vez!
1401

En este caso, el
bloqueo para escribir
evidentemente era
parte de un problema
mayor. En todo caso,
Jaime empezó por
reducir las
ansiedades y miedos
excesivos que lo
habían inmovilizado,
y después dejó que la
1402

influencia de
personas y
circunstancias le
ayudará a promover
su transformación
interna. Como
resultado, consiguió
resolver problemas
que eran muy
importantes en su
vida.
1403

Cuando en su
trabajo uno se ve en
una tarea que le
exige mucho y que
incluye la redacción
de un texto muy
difícil, un poco de
presión y de estrés
puede hacerle bien,
en cuanto le mueve a
1404

desempeñarse mejor
y aumenta su apetito
de aprender y
adelantar, pero un
exceso de presión
puede ser una
influencia negativa.
Incluso como sucedió
con Jaime, la presión
puede hacerse tan
abrumadora que lo
1405

inmovilice a uno por


completo.

De todas maneras,
esta consideración no
es ninguna novedad.
En la primera de este
siglo dos
investigadores de
Harvard, Robert M.
Yerkes y John D.
1406

Dodson, demostraron
que a medida que el
estrés y la ansiedad
se intensifican, la
eficiencia y el nivel de
rendimiento también
van subiendo, hasta
que llegado el estrés
a cierto punto, la
eficiencia y
rendimiento
1407

empiezan a
descender.

Jaime, como
muchos, tuvo que
empezar por
encontrar la manera
de reducir el exceso
de estrés en su vida;
sólo entonces pudo
experimentar los
1408

suficientes cambios
benéficos para
superar su bloqueo
para escribir.

LA TRANQUILIDAD Y
LA EFICIENCIA
LABORAL
1409

Entre la motivación
y el logro tiende a
haber una elevada
correlación positiva.
Si a una persona muy
motivada se le
encarga un trabajo, lo
abordará con una
intensidad y un
entusiasmo que hace
pensar a cualquier
1410

empresario que ojalá


todos sus empleados
fueran de esa
manera.

Sin embargo,
también esto puede
causar problemas.
Estas personas
pueden tener gran
dificultad para
1411

llevarse con sus


compañeros de
trabajo. Por lo
general, no son gente
que se lo pase muy
bien; es frecuente
que estén
insatisfechas con su
propio rendimiento,
con sus jefes y con
sus compañeros. Sea
1412

por lo que fuere, es


muy común que las
exigencias que se
imponen –y que
imponen- sean tan
elevadas que impidan
la consolidación de
relaciones
satisfactorias.
1413

Juana es una
paciente mía, de
unos treinta y cinco
años, que tenía
algunos de estos
problemas.

-Mientras crecía –
explicaba-, tendía a
ser nerviosa y
exagerada. Siempre
1414

me fue bien en la
escuela, y tenía una
vida familiar
estupenda, de modo
que no sé bien por
qué tendía a estar
tensa.

Otras personas que


advertían esa
característica solían
1415

decirle que se
calmara, porque si no
iba a subirle la
presión.

-A mí me enfermaba
que me dijeran eso-
recuerda Juana-.
Mientras crecía tenía
una salud excelente,
sin rastros de
1416

hipertensión. De
mayor me calmé
mucho, pero nunca
tuve la sensación de
poder relajarme
realmente.

Después, hará unos


cuatro años, una
mañana advirtió que
el corazón se le había
1417

disparado. Un par de
días después se
sometió a un examen
en un hospital donde
le diagnosticaron un
trastorno cardíaco,
un prolapso de la
válvula mitral.

Después de ese
incidente, Juana
1418

empezó a hacerse
chequeos
regularmente, y no
pasó mucho tiempo
sin que le dijeran que
tenía la presión muy
alta. Su médico le
recetó un
medicamento contra
la hipertensión, pero
lo que ella recuerda
1419

es que no apreció
ninguna diferencia.
No se sentía más
tranquila y la presión
seguía haciendo
picos.

Como el hecho de
tomar fármacos le
provocaba más
ansiedad, la presión
1420

sanguínea le siguió
subiendo, y no tardó
en verse atrapada en
un círculo vicioso
que, en cierto
sentido era una
profecía que se auto
realizaba.

Para controlar la
hipertensión recurrió
1421

a algunas técnicas de
autoayuda. Empezó
por asociarse a un
club donde podía
practicar ejercicios
regularmente, pero
no conseguía ninguna
mejora de la presión.
Después comenzó a
prepararse las
comidas sin sal, pero
1422

ese intento de llevar


un estricto control
dietético no le hizo
bajar la presión ni le
redujo la angustia.

Finalmente,
mientras comentaba
su problema con un
compañero de
trabajo, se enteró de
1423

la posibilidad de
controlar la
hipertensión usando
las técnicas de la
Relajación, y terminó
por venir a nuestro
consultorio. Durante
la primera visita,
estaba tan
sensibilizada por los
años en que habían
1424

estado insistiéndole
en que se calmara
por que si no le iba a
subir demasiado la
presión que se
avergonzaba hasta de
tener que hablar del
asunto.

-Estaba convencida –
explicó- de que la
1425

gente pensaría mal


de mí si sabían que
estaba tomando
remedios para la
hipertensión.

Tal como Jaime en


nuestro ejemplo
anterior, Juana era
una persona cuya
historia personal
1426

incluía una profunda


fe religiosa, de modo
que para ella fue fácil
iniciar un programa
de meditación
centrado en una
oración, el Ave María
del catolicismo
romano, que para
ella tenía un sentido
importante. Y pronto
1427

su vida empezó a
mejorar.

-Descubrí que al
repetir para mis
adentros la oración
podía relajarme en
cualquier momento,
aun cuando sintiera
estrés –explicó.
1428

Y agregó que, aún


cuando no estuviera
tratando de meditar,
comenzaba a
experimentar un
sentimiento de calma
cada vez más
profundo, tanto en su
trabajo como en
situaciones sociales.
En muchos sentidos,
1429

Juana se ha
convertido en la
antítesis de aquella
persona tan tensa
que solía ser, y la
principal beneficiaria
de ella ha sido su
vida laboral.

-Si durante la
jornada se plantea
1430

una situación de
estrés –explica-,
siento que una vez
pasada ésta, puedo
volver muy
rápidamente a
sentirme relajada.
Durante la media
hora que tengo para
almorzar, llego a un
nivel de calma que
1431

antes era
inalcanzable para mí,
y encuentro que
algunas cosas que
antes me
exasperaban; como la
temeridad al
conducir, ya no me
irritan de la misma
manera.
1432

Antes, además,
Juana había sido una
persona muy
impaciente… un
rasgo que puede
hacer la vida muy
desagradable, tanto
para uno como para
sus colegas. Ahora ha
aprendido a aceptar
el hecho de que la
1433

vida tiene cierto


ritmo, y que en
nuestro horario
cotidiano todos
tenemos
interrupciones y
demoras. Entenderlo
así ha facilitado sus
relaciones personales
y su manera de
encarar el trabajo.
1434

Ahora comprende
que la impaciencia
contribuía a
mantenerle la
presión alta; ya no
necesita medicarse, y
la presión sanguínea
se mantiene normal.
Contrariamente a lo
que ella misma
1435

esperaba, se ha
producido un cambio
que constituye una
convincente
demostración del
Principio de la Maxi-
Mente.

Juana admite
francamente que
temía que la
1436

meditación no le
diera resultado.

-Intentaba
desesperadamente
hacer pensar a la
gente que era una
persona tranquila.
Pero todos aquellos
sentimientos eran los
que aportaban el
1437

combustible para
hacer subir el
mercurio en el
aparato para medir la
presión. Cuando la
meditación empezó a
servirme a pesar de
mis dudas, comencé
realmente a creer
que era algo que
podía hacerme bien.
1438

Ahora sé que meditar


diciendo el Ave María
me calma y me pone
en paz conmigo
misma.

Juana, como muchas


otras personas, abrió
la puerta al cambio
con sus meditaciones
y plegarias., que
1439

representaron la Fase
Uno del Principio de
la Maxi-Mente. Y
después se sometió a
regularmente a
influencias que
podían cambiar
mentalmente, y
sobre todo al
estímulo y a la
instrucción que
1440

recibía en nuestro
consultorio. Como
resultado en su vida
comenzó a adquirir
eficacia la Fase Dos
del Principio, y
empezaron a
producirse cambios
importantes.
1441

Ella había dudado de


que este método le
diera resultado,
porque ya había
intentado sin éxito
muchos otros, pero
pese a sus reservas la
transformación se
produjo. El poder del
Principio de la Maxi-
Mente empezó a
1442

operar antes de que


estuviera convencida
de que se podía
producir un cambio
en su vida.

¿Podría ser este un


ejemplo de cómo a
veces es necesaria la
fe para que el
Principio funcione?
1443

De hecho, en la
experiencia de Juana
la creencia más
importante estaba
presente, porque se
meditación estaba en
el contexto de su
sistema personal de
creencias. Su fe
religiosa subyacente,
expresada en la
1444

elección de su
plegaria, actuaba
dándole un
sentimiento de
seguridad y
expectación positiva
aunque no estuviera
del todo segura de la
técnica específica
que estaba usando.
1445

En realidad, no tenía
mucha importancia
que Juana creyera o
no que en su cuerpo
y en su cerebro se
produciría algún
cambio abstracto y,
para ella,
indemostrado. Lo
importante fue que el
cambio ocurrió, y
1446

finalmente se
produjo a partir del
contexto de sus
creencias más
profundas. Como
resultado, Juana se
sintió mucho más
feliz y más tranquila,
y a la larga, se volvió
más eficiente en su
trabajo y más hábil y
1447

agradable en otros
aspectos de su vida.

LAS PRUEBAS DE LA
MEJORA
INTELECTUAL

Desde el punto de
vista científico,
todavía hay que
1448

investigar mucho
para establecer la
efectividad de las
técnicas de la
Relajación, y del uso
del Principio de la
Maxi-Mente para
favorecer la actividad
intelectual. Con el
transcurrir del
tiempo se van
1449

acumulando pruebas
provenientes de la
labor clínica y
experimental de
diversos
investigadores.

Por ejemplo, en un
estudio realizado en
1981, los doctores M.
S. Fiebert y T. M.
1450

Mead estudiaron la
capacidad de
aprendizaje de un
grupo de estudiantes
valiéndose de un
programa de técnicas
de meditación
especialmente
ideadas para
aumentar la
capacidad de
1451

atención y
concentración y
mejorar la
percepción de la
realidad.

Tras haberles
enseñado las
técnicas, se les pidió
que les practicaran
antes de estudiar y
1452

someterse a
exámenes. A un
grupo de control que
también usó los
ejercicios de
meditación se les
pidió que los
practicara en otros
momentos que no
tuvieran nada que
ver con sus estudios.
1453

Como se puede ver,


el programa
experimental estaba
destinado a probar la
utilidad del Principio
de la Maxi-Mente: un
grupo de estudiantes
empezaba por inducir
la Relajación e
inmediatamente
1454

después se sometía a
lecturas y ejercicios
relacionados con sus
actividades de
aprendizaje. Los
estudiantes del grupo
de control al no pasar
a la Fase Dos de la
práctica
inmediatamente
después de la Fase
1455

Uno, eran menos


susceptibles a la
operación del
Principio de la Maxi-
Mente.

Los resultados
finales demostraron
que, en comparación
con el grupo de
control, en el grupo
1456

experimental que
había utilizado
efectivamente el
Principio hubo una
mejora significativa
en las notas de los
exámenes. Los
investigadores
señalaron que los
resultados del
estudio no se podían
1457

atribuir a diferencias
en el tiempo de
estudio, porque el
que ambos grupos
dedicaban a
prepararse era
aproximadamente el
mismo.

En otro estudio, una


tesis doctoral del
1458

doctor A, I. Abrams, a
un grupo de niños de
un nivel equivalente
de enseñanza
primaria le
enseñaron diversas
técnicas de
meditación
contemplación o
concentración.
Después se comparó
1459

su rendimiento
escolar con el de un
grupo de control que
no las había
aprendido.
Finalmente, los niños
que usaron las
técnicas se
desempeñaron mejor
en las pruebas de
rendimiento y, de
1460

acuerdo con una


serie de escalas de
medición psicológica,
exhibieron un nivel
superior de
crecimiento
cognoscitivo o, dicho
de otra manera,
demostraron que
habían aprendido
más.
1461

También en este
estudio podemos ver
cómo pudo haber
actuado el Principio
de la Maxi-Mente. La
fase meditativa operó
la apertura mental de
los niños, cuyas
pautas de
pensamiento fueron
1462

luego modificadas
con la enseñanza
recibida en clase
después de la
meditación. Los niños
del grupo
experimental tendían
también a estar más
tranquilos después
de haber practicado
la Relajación, y esa
1463

calma, al reducir su
nivel de ansiedad y
su agitación, los
preparó seguramente
para aprender mejor.

Otros estudios
hacen pensar que el
Principio de la Maxi-
Mente también
puede aumentar
1464

mucho la capacidad
de resolver
problemas de índole
comercial. Como
parte de la
preparación de su
tesis doctoral, el
doctor H. S. Kindler
enseñó ciertas
técnicas de
meditación y
1465

relajación a un grupo
de graduados
administrativos sin
experiencia previa en
este campo. El grupo
de control se limitó a
oír algunas
conferencias
grabadas sobre
solución de
1466

problemas o sobre
meditación.

El investigador
descubrió que las
personas que usaron
las técnicas de
meditación resolvían
los problemas de
equipo con más
rapidez y con menor
1467

cantidad de
transacciones entre
ellas, que las del
grupo de control.
Dijeron también que
se habían sentido
menos tensas y que
el trabajo de equipo
les había parecido
más eficaz que a los
del otro grupo.
1468

Veamos ahora qué


pudo haber sucedido
con las pautas de
pensamiento de
estos graduados.
Primero, el grupo que
usó la Relajación se
abrió mentalmente al
cambio (Fase Uno del
Principio de la Maxi-
1469

Mente), lo que no
solo los preparó para
la transformación
sino que redujo su
nivel de angustia y les
facilitó la relación
interpersonal.

Después, al
participar en el grupo
de solución de
1470

problemas, pasaron a
la Fase Dos, en la que
sus procesos de
pensamiento
funcionaron con más
libertad y eficiencia al
responder a las
difíciles decisiones
empresariales con
que se enfrentaban.
1471

No todos los
estudios han
verificado que el uso
de técnicas como la
meditación o la
contemplación
mejoren las
capacidades
intelectuales, algunos
han llegado a la
conclusión de que
1472

con ellas no se
observa ninguna
diferencia.

Sin embargo, al
analizar estos
estudios negativos se
ve que en ellos sólo
se aplicó la primera
fase del Principio. Es
decir, que el
1473

individuo o grupo
practicó la Relajación
y por ende redujo la
ansiedad y disfrutó
de otros beneficios
físicos y psicológicos,
pero los participantes
no llegaron a la
alteración de las
pautas de
pensamiento que se
1474

produce en la
segunda fase, no se
expusieron a las
influencias que
podrían haberlos
orientado
mentalmente hacia
los cambios
deseados.
1475

Las pruebas van


completando nuestro
conocimiento del
Principio y, aunque
todavía no
entendemos bien
todas las técnicas y
métodos necesarios
para cultivar los
poderes de la Maxi-
1476

Mente, se va
progresando.

Antes de pasar a los


ejercicios prácticos
para aumentar el
poder mental, hay
varias
consideraciones que
conviene que el
lector tenga
1477

presentes por su
valor práctico para
establecer nuevas
disciplinas
intelectuales y
mejorar su capacidad
de resolver
problemas y su
creatividad.
1478

1. No se olvide de
su guía mental
máximo. Tanto en el
dominio intelectual
como en cualquier
otro necesitará usted
reunirse
regularmente con
una persona o un
grupo que lo
estimule, lo oriente y
1479

lo instruya. Quisiera
recordar aquí algunas
observaciones del
doctor Frank R.
Wilson, neurólogo
del Centro Médico de
la Universidad de
California, que en un
artículo publicado en
New York Times
publicado el 13 de
1480

julio de 1986 sostiene


que todos los seres
humanos, incluso los
de edad avanzada
pueden ser músicos.

El doctor Wilson,
que empezó a tocar
el piano a los
cuarenta años, está
convencido de que
1481

todos estamos
hechos para ser
músicos. Además, al
tocar un instrumento,
un individuo puede
refinar y cultivar su
cerebro y su sistema
neuromuscular. He
aquí la declaración
que formuló a un
reportero. “Es
1482

imposible mirar el
cerebro humano sin
darse cuenta de que
es el cerebro de un
organismo diseñado
para tener una
interacción musical
con su medio”.

Entre otras cosas,


dice el doctor Wilson,
1483

el cerebro humano
permite a los
músculos del brazo y
de la mano
movimientos
refinados que nos
capacitan para tocar
instrumentos
musicales; además,
hay partes del
cerebro que han
1484

llegado a estar
altamente
especializadas en el
análisis y el
procesamiento de
sonidos, y estas
capacidades, sostiene
el doctor, son
importantes para los
músicos.
1485

Entonces, ¿por qué


no estamos todos
sacando hermosas
melodías del arpa o
la flauta o algún otro
instrumento musical?
Uno de los
principales
obstáculos con que
tropezamos, dice el
doctor Wilson, es que
1486

muchos profesores
de música no saben
enseñar música. Son
capaces de enseñar a
personas que ya
tienen bastantes
conocimientos
musicales, pero que
no saben qué hacer
con un principiante.
En otras palabras,
1487

Wilson dice que nos


faltan guías o
directores mentales
máximos en el campo
musical, e incluso en
los cambios
benéficos que
pueden producirse, si
está bien guiada, en
una persona que
trabaje con un
1488

programa musical
eficaz. Dice que de
hecho el cerebro
puede cambiar en la
medida que la gente
incremente su
capacidad musical, y
que incluso hay
indicios de que las
transformaciones
pueden contribuir a
1489

retardar el proceso
de envejecimiento.

2. Decídase a
disfrutar del proceso
de aprendizaje, no a
preocuparse por él.
Durante su práctica
pianística, iniciada en
plena madurez, el
doctor Wilson ha
1490

descubierto también
que es esencial dejar
de preocuparse por
impresionar a los
demás y limitarse a
disfrutar del proceso.

-Nadie le dice nunca


que practicar sea
divertido –comenta-,
Volver del trabajo y
1491

ponerse a jugar con


el teclado o con las
cuerdas es una
actividad muy
placentera.

Esta forma de
encarar el
aprendizaje y el
mejoramiento
personal implica una
1492

pasividad que puede


ayudar a uno que se
sumerja en el
proceso de
aprendizaje sin los
lastres de angustia
que tantas veces
impiden que se
pueda iniciar y seguir
practicando una
disciplina intelectual
1493

nueva. Muchas
veces, cuando
empezamos a
relajarnos y a
permitirnos el lujo de
obtener placer de la
experiencia del
aprendizaje, es
cuando empezamos
realmente a avanzar
1494

en nuestras nuevas
capacidades.

Un hombre de edad
mediana que
acababa de iniciar el
aprendizaje del
violonchelo expresó:
“Tengo la sensación
de haber llegado a
una meseta y de ir
1495

progresando muy
lentamente. Y
después, de pronto,
me doy cuenta de
que algo ha
cambiado en mi
manera de tocar. Es
algo muy sutil y que
se infiltra muy
lentamente, y de
pronto me lo
1496

encuentro cara a
cara, y me siento
tremendamente
satisfecho”.

Como recordará el
lector, uno de los
pasos esenciales para
inducir la Relajación
es mantenerse
pasivo. Cuando
1497

aparecen
pensamientos
extraños uno se dice:
“Ya está bien”, y
vuelve a la idea,
plegaria o frase que
usa para meditar. Esa
misma pasividad se
ha de dar en el
proceso de
aprendizaje… y se
1498

dará, si uno aplica en


su debido orden el
Principio de la Maxi-
Mente, empezando
por la Fase Uno y
prosiguiendo por la
Fase Dos.

Al practicar el piano,
por ejemplo, podría
usted empezar por la
1499

Relajación mediante
la técnica de
meditación o de
oración que haya
elegido. Entonces,
terminada esta
primera fase, pasa a
la segunda:
condicionar su mente
o influir sobre ella en
el sentido deseado. Si
1500

se trata de tocar el
piano, puede ser
simplemente que
después de haber
practicado la
Relajación se siente
usted a iniciar su
práctica. O también
podría hacer la
práctica con su
profesor de música
1501

(su guía mental


máximo) o, en alguna
ocasión, dedicarse a
la lectura de algo
referente a la música.

Si sigue usted este


método, lo más
probable es que
tenga el mismo tipo
de experiencias
1502

placenteras que el
doctor Wilson en su
calidad de pianista
aficionado.

3. No subestime el
poder negativo del
estrés. Con
frecuencia hemos
mencionado los
efectos negativos de
1503

un exceso de estrés o
de ansiedad. Estas
fuerzas destructivas
pueden cortar de raíz
sus intentos de
disciplinarse para
aprender algo nuevo
o de encontrar una
forma eficaz de
resolver problemas o
de aumentar su
1504

creatividad. Las
fuentes del estrés se
infiltran en todo.

Una encuesta
reciente llevada a
cabo por Lewis-Harris
indicaba que son los
problemas de salud
causados por el
estrés, más que por
1505

alguna enfermedad
física, los que están
causando buena
parte del absentismo
laboral. En el estudio
que citamos, un
cuarto de los
entrevistados dijeron
tener problemas
relacionados con el
estrés. Y la mitad de
1506

las personas con


problemas de estrés
se habían visto
obligados a restringir
su actividad laboral
diaria.

En los Estados
Unidos, los Centers
for Disease Control
(Centros para el
1507

Control de la
Enfermedad,
conocidos por las
siglas CDC)
confirmaron esta
tendencia al verificar,
recientemente que el
estrés y el
aburrimiento en el
lugar de trabajo
causan importantes
1508

problemas de salud…
y es muy posible que
la situación empeore.
A la gente le
preocupa
especialmente cosas
como el exceso de
trabajo, la falta de
control sobre su
trabajo, la falta de
apoyo de jefes y
1509

colegas, y las
restricciones
impuestas a las
oportunidades
laborales. Los CDC
observaron además
que esas condiciones
de estrés en el
trabajo pueden dar
como resultado
neurosis, depresión,
1510

ansiedad,
irritabilidad, abuso
de drogas o
fármacos, problemas
con el sueño y otras
diversas dolencias
físicas, como pueden
ser dolores de
estómago y de
cabeza.
1511

En una vena similar,


Kenneth R. Pelletier,
de la Universidad de
California en San
Francisco, señala en
su libro Healthy
People in Unhealthy
Places (Gente sana
en lugares
insalubres): “Aunque
el estereotipo del
1512

ejecutivo acosado
por prisa es la
imagen más común
que se le ocurre a
uno al hablar de
estrés en el lugar de
trabajo, este es un
problema que afecta
a todos los
trabajadores. De
acuerdo con una
1513

encuesta nacional
publicada por la Cruz
Azul, cinco de cada
seis trabajadores de
los niveles de empleo
más diversos
indicaron que el
estrés era un factor
importante en sus
ocupaciones, y que
daba como
1514

resultados
insatisfacción,
disminución de la
autoestima, angina,
tos persistente y
comportamientos
neuróticos”.

Si diariamente se
encuentra usted
sometido a presiones
1515

excesivas, no está en
muy buena posición
para aprender nada
nuevo ni para
aumentar el poder de
su cerebro. Uno de
sus primeros
objetivos debe ser
cambiar su situación
para que le origine
menos estrés; algo
1516

que a veces es muy


difícil, e incluso
imposible. Si tal es su
caso, puede usted
por lo menos
aprender a
protegerse de los
efectos perjudiciales
del estrés.
1517

Tal como ya hemos


visto en varios
ejemplos de este
libro, una de las
mejores técnicas para
reducir los efectos
dañinos del estrés es
practicar la
Relajación, o la Fase
Uno del Principio de
la Maxi-Mente.
1518

Entonces, con el
flamante apoyo de
esta capacidad de
adaptarse a diversas
situaciones, puede
uno pasar a la Fase
Dos.

4. Experimente con
su creatividad. La
creatividad es un
1519

concepto muy difícil


de definir, porque
significa diferentes
cosas para diferentes
personas. Para
algunos ser creativos
significa tener ideas.
Para otras, uno solo
es verdaderamente
creativo si en sus
estrategias o
1520

conceptos nuevos
hay una dimensión
práctica.

Además está la
cuestión de la
relación entre la
creatividad y
originalidad. Hay
personas que creen
que para ser creativo
1521

hay que ser original:


la idea, concepto o
punto de vista que a
uno se le ocurre debe
ser completamente
nuevo. Otros dirían
que no es necesario
ser original, que
basta con relacionar
cosas o ideas viejas
de maneras nuevas.
1522

Como se dice en
Eclesiastés: “¿Qué es
lo que fue? Lo mismo
que será. ¿Qué es lo
que ha sido hecho?
Lo mismo, que se
hará: y nada hay
nuevo bajo el sol”.

La creatividad
significa también
1523

cosas diferentes en
diferentes campos.
Para alguien de
orientación
comercial, puede
aludir a la capacidad
de resolver
problemas
financieros que dejan
perplejo a casi todo
el mundo. En
1524

publicidad, el
creativo es la persona
que puede captar lo
esencial de un
producto o servicio
que hay que vender,
y expresarlo con las
palabras o las
imágenes justas.
1525

Al ser tan difícil de


definir, los científicos
sociales se han
encontrado con
grandes problemas
para estudiar la
creatividad. En la
prensa popular, la
dificultad se refleja
en titulares como “La
ciencia se debate en
1526

el rompecabezas
creativo”, que
apareció en The New
York Times el 13 de
marzo de 1984.

En aquel artículo, el
doctor Howard
Gardner, investigador
en psicología en el
Hospital de
1527

Veteranos de Boston
y co-director del
Harvard Project Zero,
describe la gran
diversidad de
definiciones y
manera de entender
la creatividad.
Gardner supone que
para que una persona
sea creativa – o se
1528

entregue a un trabajo
original e importante
-, debe empezar por
pasarse un tiempo
considerable
cultivando las
habilidades
necesarias para
realizar ese trabajo.
Además, dice entre
los seres humanos
1529

hay inteligencias
múltiples. Por
ejemplo, algunas
personas tienen una
capacidad y
creatividad
especiales con las
palabras, otras con
los números, otras
con la información
espacial, con la
1530

música y así
sucesivamente. En
opinión de Gardner,
cada una de estas
inteligencias “pasa
por una particular
historia evolutiva y
cada una tiene una
representación
aparte en el cerebro
humano”.
1531

Otros investigadores
de este nebuloso
dominio de la
creatividad subrayan
la importancia de
dejar que el cerebro
trabaje
inconscientemente
en un problema.
Algunos insisten
1532

incluso en la
importancia de los
sueños que aportan
ideas o conceptos
nuevos, que la
mayoría de las
personas
considerarán
creativos.
1533

Una aplicación
comercial del “pensar
con el cerebro
entero” –es decir, con
coherencia entre los
hemisferios izquierdo
y derecho – fue
ideada por Norman
W. Brown, graduado
de Harvard y jefe de
ejecutivos de la firma
1534

de publicidad Foote,
Cone & Belding
Communications, Inc.
Cuando asumió su
puesto en 1982,
Brown clasificó
inmediatamente a los
ejecutivos contables
de la compañía como
“cerebros izquierdos”,
y a los creativos
1535

como “cerebros
derechos”. Pero lo
más importante fue
que instó a cada
grupo a reconocer los
puntos fuertes del
otro y a tratar de
trabajar más en
colaboración en los
programas de
publicidad.
1536

Una de las razones


por las que Brown
decidiera insistir en
una mayor
cooperación entre el
personal del
hemisferio izquierdo
y el del hemisferio
derecho fue que
advirtió que en la
1537

compañía “se
estaban
desperdiciando
muchas buenas
ideas”.

Pues bien, ¿cómo va


actualmente su
creatividad?
1538

La reputación de
que goza la firma por
su concepción
novedosa e
inteligente de la
publicidad va en
aumento. Muchos
observadores se
quedaron
impresionados por
un anuncio de Foote
1539

que promovía cierta


marca de rosquillas:
una mujer se
deleitaba con una
rosquilla y el
acompañamiento
musical destacaba
sensualmente su
placer. Aquí, por
supuesto había sido
el equipo de
1540

“cerebros derechos”
de la compañía el
que llevó la batuta.
En otro anuncio esta
vez de cerveza, un
actor analizaba la alta
calidad y los
ingredientes
naturales de la
marca: los que se
apuntaron los tantos
1541

fueron los
representantes del
hemisferio izquierdo.

Algo que se
desprende de estos
ejemplos es que el
término creatividad
no es fácil de definir,
y quizá la dificultad
para describir y
1542

entender el concepto
se pueda atribuir a
que sus orígenes
están en el
hemisferio derecho.
Como ya hemos
visto, el hemisferio
cerebral que controla
el habla, las
inferencias y el
análisis lógico es el
1543

izquierdo, y sin
embargo, es probable
que estas cualidades
no sean más que una
parte, e incluso una
pequeña parte, de la
creatividad total de
una persona.

Por eso no siempre


es fácil decir que es la
1544

creatividad y cómo
ha de expresarse en
la vida. De ahí la
necesidad de tener
frecuentes
experiencias del
Principio de la Maxi-
Mente mientras uno
intenta aumentar su
creatividad. Además,
usted se encontrará
1545

generalmente con
que debe empezar
por cultivar ciertas
habilidades básicas –
es decir, hacer la
instalación cerebral
necesaria- antes de
poder empezar
siquiera a
experimentar. Es
bastante difícil, por
1546

ejemplo, ser un
escritor creativo si no
tiene una cierta
experiencia de cómo
organizar las palabras
en oraciones
coherentes. Es
imposible ser un
científico creativo si
no se tienen los
conocimientos
1547

básicos de la
disciplina científica
en que se quiere
ejercitar esa
creatividad.

Quizá todo esto


parezca
dolorosamente
obvio, pero es
sorprendente la
1548

cantidad de personas
que creen que la
creatividad es una
cualidad que se
instala por sí sola en
la mente de alguien,
en la espera de que
la usen y sin que se
requiera para ello
ninguna preparación,
1549

estudio ni
experiencia previa.

Incluso cuando uno


tiene finalmente las
habilidades
necesarias para ser
creativo, no siempre
hay una línea directa
que conduzca a la
idea o la solución
1550

creativa. Muchas
veces uno tiene que
enfocar las cosas
desde distintos
ángulos, e incluso
casi desde fuera de la
mente para alcanzar
un nivel de
creatividad
aprovechable.
1551

Y esto nos lleva a


otra situación en que
es útil valerse del
Principio de la Maxi-
Mente. Primero entra
usted en la Fase Uno
con la práctica de la
Relajación. Después
en la Fase Dos,
empieza a ponerse
en contacto con la
1552

materia prima o el
tema en que quiere
mostrar su capacidad
creativa. Y llegado a
este punto, es
probable que haya
que experimentar. En
vez de lanzarse de
cabeza a atacar el
problema principal,
quizá tenga que
1553

esperar o dar marcha


atrás por un tiempo.

He aquí como
puede funcionar
esto: si se enfrenta
usted con un
problema difícil en el
trabajo, puede
empezar practicando
la Relajación en Fase
1554

Uno. Después, váyase


del despacho y
desentiéndase
totalmente de los
problemas de
negocios que intenta
resolver. Al tomar
distancia de esta
manera, es más
probable que su
mente dé con el
1555

destello de luz
mental creativa que
le dará la respuesta.
Una probabilidad es
que salga a correr un
rato, o que se dé un
paseo mirando
escaparates, o se
llegue hasta su
librería favorita a
hojear las novedades.
1556

O tómese un café con


un colega mientras
charlan de cualquier
cosa. Todas éstas son
maneras de hacer
que el problema que
está reclamando su
creatividad
desaparezca de su
primer plano mental,
y quizás eso sea
1557

precisamente lo que
le hace falta. Para
que su hemisferio
cerebral derecho
tenga la libertad y el
estímulo necesario
para chisporrotear de
creatividad, quizá
tenga usted que
distraer al izquierdo,
no permitiéndole una
1558

concentración
analítica en el tema
que le preocupa.

Es probable que en
última instancia, esta
manera de abordar
las cosas lo vuelva a
usted más creativo.
También puede ser
que le resulte muy
1559

difícil definir o
cuantificar
exactamente los
factores causantes de
los adelantos que
nota usted en su
trabajo o en otras
ocupaciones. La
razón de ello es
también que su
hemisferio derecho
1560

debe estar
íntegramente
sumergido en el
pensamiento
creativo… y no
podemos expresar
fácilmente con
palabras las
operaciones del
hemisferio derecho.
1561

COMO AUMENTAR
LA POTENCIA
CEREBRAL

Ocupémonos ahora
de los aspectos
prácticos. Para
aumentar su
potencia cerebral lo
primero es decidir
1562

qué quiere hacer


para cultivar sus
capacidades
intelectuales:
aprender una
habilidad nueva,
resolver mejor los
problemas o adquirir
mayor creatividad,
digamos. Cuando
tenga bien claro su
1563

objetivo, empiece a
aplicar el Principio de
la Maxi-Mente. Le
reiteramos aquí la
descripción de la Fase
Uno y de la Fase Dos.

FASE UNO
1564

Paso 1: Escoja para


concentrarse una
palabra o frase corta
que esté firmemente
arraigada en su
sistema potencial de
creencias. Como ya
hemos visto, un
cristiano podría elegir
las palabras iniciales
del Salmo 23, “El
1565

Señor es mi Pastor”,
un judío la palabra
“Shalom” y una
persona no religiosa
una palabra neutra
como “uno” o “paz”.

Paso 2: Siéntese
tranquilamente en
una posición
cómoda.
1566

Paso 3: Cierre los


ojos.

Paso 4: Relaje los


músculos.

Paso 5: Respire lenta


y naturalmente,
repitiendo al exhalar
la palabra elegida.
1567

Paso 6: Asuma una


actitud pasiva y no se
preocupe por si lo
está haciendo bien. Si
se le ocurren otros
pensamientos, dígase
simplemente: “Ya
está bien” y continúe
con la repetición.
1568

Paso 7: Hágalo
durante diez o veinte
minutos.

Paso 8: Practique la
técnica una o dos
veces por día.

FASE DOS
1569

Ahora, con la mente


abierta por la
práctica de la
Relajación, es el
momento de
exponerse por lo
menos durante unos
quince o veinte
minutos a influencias
importantes que le
ayudarán a renovar
1570

su mente en función
de las vías
intelectuales que
haya escogido. Quizá
ya tenga alguna
información,
imágenes u otro
material específico
sobre el cual quiera
concentrarse, pero
también puede ser
1571

que prefiera
simplemente “tomar
distancia” durante un
tiempo y dejar que
sean sus propias e
innatas capacidades
creativas las que
asuman el mando. O,
si necesita algunos
conceptos más
naturales para
1572

concentrarse en
ellos, pruebe con
alguno de los
siguientes:

Inventa, ingenio;
escribe, pluma;
que grandes
volúmenes son mi
intento.
1573

SHAKESPEARE,
Love’s Labour’s Lost

Pues ¿Dónde hay en


el mundo autor que
enseñe
Belleza como la que
una mirada de mujer
encierra?
1574

Aprender es sólo un
añadido a nuestro
ser.

SHAKESPEARE,
Love’s Labour’s Lost

… Me embraga el
miedo de dejar dé ser
1575

Sin que mi pluma


haya expresado
Lo que en mi mente
bulle.
JOHN KEATS,
“When I have fears”

Donde yace mi
corazón, yace
también mi mente.
1576

ROBERT
BROWNING, Men
and Women, One
Word More

Pero si el gran sol


por sí solo no se
mueve, sino que es
como un mensajero
en el cielo, si ni una
1577

sola estrella puede


girar si un poder
invisible no la mueve,
cómo entonces ha de
poder latir este
ínfimo corazón, y
pensar este mínimo
cerebro, si no es
porque Dios late, y
piensa y vive, y no yo.
Por el cielo, hombre,
1578

damos vueltas y más


vueltas en este
mundo, como un
torno que el Hado
moviera…

Pensar es, o debería


ser, algo que refresca
y calma, y nuestro
pobre corazón, y
nuestro pobre
1579

cerebro, palpitan
demasiado para eso.

HERMAN
MELVILLE, Moby Dick

De todas las causas


que a cegar conspiran
1580

El falible juicio del


hombre, y a despistar
su mente,
La que más
torcidamente manda
en su débil cabeza
Es el orgullo,
invariable vicio de los
tontos.
1581

Un poco de saber es
cosa peligrosa,
De la fuente de las
Musas bebe a fondo,
o no la pruebes;
En ella la
moderación es lo que
embriaga
Y beber sin tasa a la
sobriedad nos vuelve.
1582

ALEXANDER
POPE, “Ensayo sobre
la crítica”

Con arte curiosa el


cerebro, tan
delicadamente
trabajando, hace de
sí su presa, y
1583

pensando se
destruye.

CHARLES
CHURCHILL
Epístola a
William Hogart
1584

Que el conocimiento
de más en más
crezca,
Pero que en
nosotros la
reverencia more;
Que mente y alma,
en armonioso
acuerdo,
Hagan, como antes,
una música sola.
1585

ALFRED, LORD
TENNYSON, “In
Memoriam”

Ningún hombre
olvidó jamás la visita
que a su corazón y su
cerebro hiciera aquel
poder que creó todas
1586

las cosas de la nada;


visita que fue para él
la autora de la
música, la poesía y el
arte.

RALPH WALDO
EMERSON, Essays:
Love
1587

Demasiada breve es
la vida para
Desperdiciarla en
miradas críticas y
cínicas palabras,
En riñas o
reproches:
Pronto llegará la
noche;
¡Ea! ¡En tu meta
concéntrate,
1588

Y que Dios te
acompañe!

RALPH WALDO
EMERSON, Poemas

La educación es la
instrucción del
intelecto en las leyes
de la Naturaleza,
1589

nombre por el cual


entiendo no
solamente las cosas y
sus fuerzas, sino los
hombres y sus
costumbres; y el
cultivo de los afectos
y de la voluntad en
un serio y amoroso
deseo de actuar en
1590

armonía con esas


leyes…

Para cada hombre el


mundo es tan nuevo
como lo fue el primer
día, y para quien
tiene ojos para
verlas, está
igualmente lleno de
inéditas novedades.
1591

T.H. HUXLEY,
Una educación
liberal

Por cierto que no


sabe saber quien no
sabe también des-
saber.
1592

SIR RICHARD
FRANCIS BURTON
La Caída de
Haji Abdu El-Yazdi, VI,
18

El intelecto es a la
emoción como la
ropa es al cuerpo:
mal podíamos llevar
1593

una vida civilizada sin


ropa, pero bien
pobres seríamos si no
tuviéramos más que
ropa sin cuerpo.

ALFRED
NORTH WHITEHEAD
Diálogos de
Alfred North
Whitehead
1594

El pensamiento es el
trabajo del intelecto,
la ensoñación su
placer.

VICTOR
HUGO, Los
miserables
1595

Los libros no son en


absoluto cosas
muertas, sino que
llevan en sí una
potencia vital tan
activa como el alma
de la cual nacieron; e
incluso preservan
como en una redoma
el más puro y eficaz
1596

extracto del viviente


intelecto que los
engendró.

JOHN
MILTON,
Areopagitica

No poco beneficio se
deriva, cuando está
1597

uno a oscuras de la
cama, de volver a
repasar en la
imaginación los
principales rasgos de
las formas antes
estudiadas, o de
otras cosas valiosas
concebidas por
ingeniosa
especulación.
1598

LEONARDO DA
VINCI, Cuadernos

El objeto Verdad, o
la satisfacción del
Intelecto, y el objeto
Pasión, o la emoción
del corazón, aunque
alcanzables hasta
1599

cierto punto en
poesía lo son mucho
más en prosa.

EDGARD
ALLAN POE, Filosofía
de la composición

La simplicidad del
carácter no es
1600

obstáculo para la
sutileza del intelecto.

JOHN,
VISCOUNT MORLEY,
Vida de Gladstone

Mientras para el
intelecto o la
voluntad
1601

Haya una senda no


transitada,
Y el hombre sea
libre de pensar y
actuar,
Aún vale la pena
vivir la vida.

ALFRED
AUSTIN, ¿Vale la
pena vivir la vida?
1602

En tanto que un
hombre imagine que
no puede hacer esto
o aquello, está
determinado a no
hacerlo, y por ende,
es imposible que lo
haga.
1603

BARUCH
SPINOZA, Ética

La prudencia te
repudiara si tratas de
indagar POR QUE las
cosas son como son o
de donde vinieron, tu
tarea es empezar por
aprender LO QUE ES,
1604

y en la persecución
del conocimiento el
intelecto puro hallará
puro placer, y el
único cimiento para
una filosofía
conforme con la
verdad.

ROBERT
BRIDGES, El
1605

testamento de la
belleza

Hay tres clases de


intelecto: uno que
comprende por sí
mismo, otro que
aprecia lo que otros
comprenden, y un
tercero que no
1606

comprende ni por sí
mismo ni cuando
otros se lo muestran,
el primero es el más
excelente, el segundo
es bueno, el tercero
es inútil.

Cuando la
disposición es
1607

grande, no pueden
serlo las dificultades.

MAQUIAVELO, El
príncipe

Una cita, una


palabra oída al azar
en un lugar insólito,
me pone sobre la
1608

pista del libro


destinado a operar
en mí un avance
intelectual.

GEORGE
MOORE, Confessions
of a Young Man
1609

Dos cosas que en mi


opinión se refuerzan
mutuamente y
permanecen
eternamente
verdaderas son: No
sofoques tu
inspiración y tu
imaginación
convirtiéndose en
esclavo de tu
1610

modelo, y: Toma al
modelo y estúdialo,
porque de otra
manera tu inspiración
jamás alcanzará la
concreción plástica.

VINCENT
VAN GOGH, Cartas a
Theo
1611

Lo más bello que


podemos
experimentar es lo
misterioso, fuente de
todo arte y de toda
ciencia auténticos.

ALBERT
EINSTEIN, Lo que
creo
1612

El lado espiritual

La convicción
personal, y con
frecuencia los
conceptos religiosos
tradicionales, han
1613

desempeñado un
papel importante en
gran parte de lo que
hemos venido viendo
en este libro.

Por ejemplo, la
palabra que le hemos
estado animando a
usar como foco de
concentración
1614

durante sus
meditaciones debe
estar arraigado en el
Factor Fe, o en el
sistema personal de
creencias que le sea a
usted más caro. Con
frecuencia, esta
relación con las
creencias personales
a menudo implica sus
1615

convicciones
religiosas. Sea cual
fuere la fuente de la
creencia, será muy
útil tener algún tipo
de convicción
personal profunda
para conseguir el
pleno efecto de la
Fase Uno del
Principio de la Maxi-
1616

Mente, que, por


cierto, requiere la
inducción de la
Relajación.

Pero muchas veces


el crecimiento
espiritual deriva de
otras formas de
progreso personal. Se
ha comprobado que
1617

al mejorar su salud,
su disposición
anímica, su condición
física o sus
capacidades
intelectuales, muchas
personas
experimentan
también una
ampliación y
profundización de su
1618

visión del mundo y


de su sistema
personal de valores.

A la luz de esto, no
sería desatinado el
intento de aplicar el
Principio de la Maxi-
Mente a nuestro
crecimiento
espiritual. Pero aquí
1619

nos aventuramos en
un terreno muy
delicado. Si en el
capítulo anterior
tuvimos dificultades
para definir lo que es
“creativo”, más
problemas nos
plantea ahora el
intento de definir lo
“espiritual”.
1620

Sería fácil
interpretar mal hacia
dónde apunta
nuestra tentativa de
relacionar el Principio
de la Maxi-Mente
con las cosas
espirituales. Algo que
con demasiada
frecuencia sucede
1621

cuando los
defensores de la
autoayuda y del
control mental
empiezan a promover
elocuentemente su
causa es que, desde
un punto de vista
espiritual, se tome el
rábano por las hojas.
Es decir, que de
1622

hecho es más fácil


que esos esquemas
amenacen sustituir o
desvirtuar las
respuestas más
tradicionales sobre el
sentido de la vida
que a convertirse en
un camino eficaz
hacia ellas.
1623

Quisiera aclarar
desde el principio
que no me propongo
ofrecer ninguna
alternativa a la
religión o a la
espiritualidad
tradicional. Por el
contrario, en lo que a
mí se refiere, éstas
deben ser los
1624

mecanismos de
control básicos para
mantener en la
perspectiva adecuada
cualquier programa
de autoayuda u otra
forma de
mejoramiento
personal.
1625

El objetivo principal
de este capítulo, y de
otras secciones del
libro, es describir la
Maxi-Mente como
una importante
capacidad humana a
la que no sólo es
posible recurrir para
alcanzar ciertas
formas mundanas de
1626

auto superación, sino


también para
fortalecer la propia
fe. De hecho muchas
personas que han
logrado profundizar
en su filosofía
personal y en su
tradición religiosa
están usando ya este
método de
1627

meditación. Lo único
que yo puedo hacer
por ellas es explicar,
en la medida en que
creo que lo permiten
el conocimiento
científico y las
palabras, parte de lo
que va sucediendo en
la mente y en el
cuerpo cuando la
1628

persona que ora y


medita comienza a
ver que en ella se
producen cambios
importantes.

Tampoco me anima
el propósito de
explicar la
espiritualidad
restándole valor. Creo
1629

que las fuentes


últimas de la
espiritualidad
podrían provenir de
fuera de las personas
y no lleguen jamás a
ser accesibles a un
análisis físico o
químico. En pocas
palabras, lo que me
propongo es aclarar
1630

en alguna medida las


implicaciones
científicas de
fenómenos que
trascienden en
mucho a la ciencia tal
como hoy la
conocemos.

Aun cuando este es


un terreno
1631

científicamente
delicado, e incluso
peligroso, me siento
obligado a buscar
una senda razonable
para atravesar este
laberinto rico y
misterioso, y con
frecuencia
traicionero. La
espiritualidad no es
1632

simplemente una
parte de la vida; si se
la define en su
sentido más amplio,
es su fundamento
mismo.

Ya desde el
comienzo de la
historia los seres
humanos buscan sin
1633

cesar el sentido de la
vida y de la muerte.
En la antigua
Epopeya de
Gilgamesh – que es el
relato de la búsqueda
espiritual del rey de
una importante
ciudad sumeria, hace
casi 4,600 años – el
protagonista
1634

Gilgamesh busca
desesperadamente el
significado de la vida.
Su amigo Enkidu ha
muerto por una
decisión arbitraria de
los dioses, y
Gilgamesh siente que
debe conocer el
sentido de la muerte
de su amigo.
1635

Por mucho que lo


intente, no puede
resolver el enigma de
la vida. Una y otra
vez le dicen que su
búsqueda es
infructuosa. La
respuesta final – y
devastadora- que
recibe es que no hay
1636

permanencia en el
universo. Aunque
informado ya de lo
peor, Gilgamesh es
capaz de aceptar la
indeseable noticia y
de volver a la vida
cotidiana con un
sentimiento de
esperanza y de
1637

entrega a su diosa,
Ishtar.

Tampoco en las
partes iniciales de la
Biblia se plantean
preguntas profundas
y se hallan respuestas
enigmáticas. La vida
de Adán y Eva, como
la de sus
1638

descendientes se
centra por completo
en su forma de
relación con Yahvé, el
Dios fiel pero
exigente que
constantemente
interactúa con ellos
desde el momento de
la creación, durante
la caída y después, en
1639

sus actos de rebelión


y obediencia.

La misma saga
espiritual continúa en
la actualidad, aunque
a veces asuma otras
formas. Por cierto
que los
norteamericanos de
hoy son un pueblo
1640

sumamente religioso;
según las encuestas
Gallup llevadas a
cabo durante los
últimos decenios, un
porcentaje muy alto
de la población, cerca
de un 95%, dice creer
en Dios.
1641

¿A qué se debe esta


orientación religiosa
de la humanidad?
Por una parte, el
hemisferio izquierdo
de nuestro cerebro es
capaz,
aparentemente
desde el comienzo
mismo, de inferir que
nos vamos a morir.
1642

Quizá seamos las


únicas criaturas de la
tierra capaces de
reconocer esta
eventualidad. Desde
un punto de vista
lógico, tras haber
inferido la realidad
de la muerte, el paso
siguiente es buscar
un antídoto o una
1643

respuesta para
mantener a raya la
desesperación.
Muchos han
encontrado una
solución en la fe
religiosa, la fe en Dios
puede ayudar a hacer
tolerable la vida,
incluso ante la
1644

certidumbre de la
muerte.

Por otra parte, si la


religión no
desempeña un papel
importante en la vida
de una persona,
puede ser que ésta se
oriente en cambio
hacia algún sistema
1645

de autoayuda o de
superación personal
para sustituirla. Es
probable que lo que
motiva a muchos de
los defensores de la
puesta en forma, o a
los entusiastas de la
auto superación sea
un deseo –a veces
inconsciente- de
1646

vencer o de retardar
la muerte. De hecho,
muchos expertos
piensan que
subyacente a la gran
mayoría de nuestras
angustias, miedos y
fobias se encuentra el
gran miedo a la
muerte. En su libro
The Denial of Death
1647

(La negación de la
muerte), ganador del
premio Pulitzer.
Ernest Becker
declaraba que la
muerte es “el miedo
básico que influye
sobre todos los
demás, un miedo
ante el cual nadie es
inmune, por más
1648

disfrazado que pueda


estar”.

En los últimos años


se han adelantado
múltiples teorías
sobre la forma en
que el lado espiritual
de la vida humana
puede estar
relacionado con la
1649

estructura de nuestro
cerebro.

Una de ellas,
propuesta por Julian
Jaynes, psicólogo e
investigador de la
Universidad de
Princeton, sugiere
que el cerebro del
hombre se ha
1650

convertido en una
estructura bicameral,
en la que el
hemisferio izquierdo
se concentra en el
discurso y el análisis,
en tanto que el
derecho emite los
“comandos internos”.
En una etapa
temprana de la
1651

evolución del
hombre, las voces
internas empezaron a
abrirse paso en la
mente por mediación
del hemisferio
cerebral derecho, y
fueron aceptadas
como una especie de
“mandato divino”
que instaba a la
1652

gente a emprender
tal o cual acción.
Jaynes vio en ellas
una especie de
resultado natural del
desarrollo de las
capacidades
lingüísticas, la
volición personal y
las reacciones ante
situaciones
1653

generadoras de
estrés que exigían
diferentes decisiones.

En opinión de
Jaynes, aunque los
seres humanos
empezaron a usar el
lenguaje
aproximadamente
hacia el 100,000 a.C.,
1654

hasta más o menos el


10,000 a.C., no
llegaron a tener la
capacidad ni la
disposición necesaria
para la reflexión, y
tampoco una
verdadera
comprensión del
tiempo. En aquellos
primeros días, las
1655

“voces internas”,
producto del
hemisferio derecho,
se constituyeron en
guías de las acciones
de la gente, hasta
llegar a considerarlas
divinas. Esta
evolución, según
Jaynes, contribuyó a
1656

dar origen a todas las


religiones.

Tal como él lo ve, en


la Iliada no hay
conciencia, es decir,
que los héroes no se
interrogan, no cavilan
ni deciden, sino que
son tironeados de un
1657

lado a otro por las


voces de los dioses.

¿Sobreviven en la
actualidad esas
voces? Sólo en
alucinaciones del tipo
que pueden
experimentar los
esquizofrénicos,
responde Jaynes, o
1658

quizás en estados
místicos de gran
intensidad.

Otro punto de vista,


con más orientación
biológica, es el que
propone el doctor
Arnold Mandell,
especialista en
química cerebral y
1659

profesor de
psiquiatría en la
Universidad de
California en San
Diego. Según
Mandell, es probable
que haya un
mecanismo
neuroquímico que
puede explicar las
experiencias
1660

espirituales y
trascendentales de la
conciencia.

Específicamente,
Mandell cree que la
plegaria y la
meditación profunda,
el ayuno y los
ejercicios de
resistencia, como la
1661

carrera de fondo,
pueden detener la
acción del
neurotransmisor
serotonina. El
bloqueo de la
serotonina, que
generalmente tiende
a calmar la actividad
cerebral, ayuda
también a intensificar
1662

la actividad eléctrica
en aquellas partes
del cerebro que
controlan los
conceptos espaciales,
la percepción del
movimiento y
también las
emociones. El
resultado final, tal
como lo expresa
1663

Mandell, son
procesos afectivos y
cognoscitivos
característicos del
éxtasis religioso, y los
cambios de
personalidad
permanentes que van
asociados con la
conversión religiosa.
1664

Otros han intentado


integrar las
operaciones del
cerebro en categorías
religiosas. El doctor
James B. Ashbrook,
profesor de religión y
personalidad en el
Seminario Evangélico
y Teológico Garrett
en Evanston, Illinois,
1665

cree que las


inexplicables formas
de operación del
cerebro –que él
define como “mente”
– conectan con el
ámbito de los
significados
trascendentes.
1666

El cerebro no
contiene el cosmos ni
puede contenerlo –
declara Ashbrook -.
No hay ningún
proceso fisiológico
que explique en
forma adecuada la
intencionalidad
humana. Lo que, sin
embargo, sí expresa
1667

un cosmos son las


pautas de la fe, que
ordenan y organizan
lo que es importante
en y para la vida
humana.

Tal como lo ve
Ashbrook, las
operaciones del
hemisferio izquierdo,
1668

analíticas y
orientadas hacia el
lenguaje, se
relacionan con lo que
en religión se conoce
como
“proclamación”, la
cual implica una
enunciación verbal
de lo que es verdad, y
que insta a la acción
1669

a quienes la oyen. En
contraste, lo que
Ashbrook llama
“manifestación”
implica provocar la
maravilla y la
participación sin
recurrir al lenguaje
formal. En su opinión
la manifestación no
es susceptible de
1670

expresión verbal, y es
más objeto de
vivencia que de
expresión. Dicho
brevemente,
tenemos aquí como
vía para la expresión
religiosa, un clásico
canal del hemisferio
derecho.
1671

Mi propia opinión es
que no es posible la
vertiente espiritual
de nuestra
experiencia
solamente en función
de procesos
fisiológicos o
biológicos. Es
indudable que las
experiencias
1672

espirituales pueden ir
acompañada de
reacciones físicas
accesibles a la
meditación con
instrumentos
científicos, pero no
creo que la ciencia
médica objetiva
como se la define
actualmente, permita
1673

explicar las bases


subyacentes a tales
experiencias.

Esta ciencia médica


exige la presencia de
“reductibilidad”, y
esto significa que es
necesario reducir las
causas de una
enfermedad a sus
1674

bases bioquímicas o
fisiológicas
específicas
subyacentes.
Entonces, se la puede
tratar con un fármaco
u otro procedimiento
que invierta la causa
básica. Por ejemplo,
la causa de la
neumonía es con
1675

frecuencia una
invasión de bacterias.
Si se mata las
invasoras con
penicilina, se cura la
enfermedad (hecho
objetivo).

Cuando a una
enfermedad no se la
puede definir o
1676

enmarcar en esos
términos
reduccionistas, se
considera que su
estudio y su
tratamiento
pertenecen a una
ciencia menor
psicológica, por así
decirlo. La angustia,
por ejemplo, es un
1677

trastorno relacionado
con los procesos del
pensamiento y que
no puede reducirse a
una única causa
fisiológica.

El hecho de que
tales fenómenos
mentales no puedan
reducirse más allá de
1678

cierto nivel a causa


de las interacciones
tremendamente
complejas del
cerebro no significa
que sus efectos no
existan. De hecho, no
sólo existen, sino que
pueden dar como
resultado cambios
mensurables,
1679

reproducibles y
predecibles. Dicho de
otra manera,
satisfacen los
criterios básicos del
estudio científico. Ese
tipo de hechos que
no admiten
reducción tampoco
se dejan categorizar
fácilmente en
1680

términos científicos,
ni por ciertas
mentalidades de
orientación científica.
Como observó en
una ocasión William
James: “Si algo hay
que la historia
humana demuestre,
es la lentitud extrema
con que las
1681

mentalidades
académicas y críticas
ordinarias reconocen
los hechos… que se
presentan como
hechos inexplicables,
sin encasillamiento ni
calificación previa, o
como hechos que
amenazan con
1682

desintegrar el
sistema establecido”.

Cuando James habla


de “las mentalidades
académicas y críticas
ordinarias”, se refiere
a aquellas en que
predominan las
funciones del
hemisferio cerebral
1683

izquierdo. El
pensamiento
reduccionista es una
función del
hemisferio izquierdo
porque se basa en la
lógica y está
sometido al análisis y
a la descripción
verbal.
1684

La espiritualidad,
por el contrario,
suele ser una
manifestación de las
funciones del
hemisferio derecho,
que no se dejan
describir fácilmente
con palabras. Por eso
me parece cortedad
de vista denigrar el
1685

estudio científico de
fenómenos humanos
tales como la
espiritualidad, por el
solo hecho de que no
entran en un marco
referencial
actualmente
aceptado.
1686

En pocas palabras,
me pregunto si los
que más enérgica y
exclusivamente
respaldan el
reduccionismo de la
ciencia médica
estrictamente
objetiva no estarán
demasiado
conectados con el
1687

modo de pensar del


hemisferio izquierdo.
Es probable que por
estos motivos tengan
dificultades para
vivenciar los
conceptos del
hemisferio derecho.
Es algo comparable a
la situación de un
adulto que tratara de
1688

explicar a un niño de
cinco años lo que es
el amor físico. Quizás
el pequeño
reconozca que el
adulto intenta
transmitirle algo
importante, pero su
capacidad de
entender plenamente
lo que se le dice
1689

todavía no está
desarrollada.

En cierto sentido,
desde un punto de
vista científico-
práctico, no tiene
importancia hasta
qué punto los hechos
espirituales se den
como
1690

acontecimientos
internos en nuestro
cerebro, o como
entidades aparte. De
cualquiera de las dos
maneras saldremos
ganando.

Por una parte, si los


hechos espirituales, y
entre ellos las
1691

funciones curativas,
tienen una dimensión
cerebral y existen
exclusivamente
dentro de nuestra
cabeza y de nuestro
cuerpo, los
investigadores
futuros quizá
descubran
capacidades
1692

humanas
insuficientemente
utilizadas, y
susceptibles de ser
aprovechadas
mediante diversos
tratamientos médicos
y técnicas de
autoayuda. Por otra
parte, si resulta que
nuestro cerebro es
1693

un receptor de
potencias, fuerzas y
energías que existen
fuera de nosotros, es
probable que jamás
podamos llegar a
hacer de ellas un
análisis científico
completo, pese a lo
cual aún se podría
demostrar que esas
1694

fuerzas externas son


totalmente reales,
poderosas y
potencialmente
benéficas para
nosotros.

Muchos de estos
puntos referentes a
los peligros de un
pensamiento
1695

científico
reduccionista inciden
sobre nuestras
actitudes hacia la
investigación futura.
También hay
implicaciones que
tienen aplicación
directa en el
presente. Para
empezar las
1696

reacciones físicas que


acompañan a la
experiencia espiritual
pueden orientarnos
ahora a un mejor
entendimiento de
dicha experiencia,
que puede incluso
enriquecerla.
1697

Por ejemplo, no creo


que sea por
accidente que
muchos servicios
religiosos de hoy
estén estructurados
de tal manera que la
primera parte de la
sesión incluya
música, meditación,
oración y liturgia.
1698

Después, la parte
final del servicio
consta habitualmente
de una proclamación
que se concreta en
un sermón, homilía o
lectura. Y finalmente,
en algunos grupos,
especialmente en
aquellos con
orientación
1699

evangélica, es
probable que el
servicio religioso
concluya con alguna
forma de llamado a la
acción.

Examinemos a la luz
del Principio de la
Maxi-Mente lo que
sucede en tales
1700

circunstancias. En la
primera parte del
servicio se dan una
serie de pasos que
incluyen oración,
meditación y liturgia,
y que pueden servir
para inducir la
Relajación, es decir,
la Fase Uno del
Principio. Por cierto,
1701

que se trata de un
enfoque que acentúa
el uso del hemisferio
cerebral derecho.

Luego, a medida que


los concurrentes se
acercan a la última
parte del servicio,
están preparados
para oír el sermón,
1702

destinado a influir
sobre su
pensamiento y sus
acciones. En la
primera parte del
servicio se los ha
preparado para esta
exhortación y esta
experiencia de
cambio, de mente y
de vida. Finalmente,
1703

es probable que el
ministro, sacerdote o
rabino concluya con
un toque enérgico,
que puede ser un
llamado a la decisión
o a la acción. En este
caso, el servicio
religioso todo estará
envuelto en la
proclamación de
1704

manera tal que


constituya una
poderosa aplicación
del Principio de la
Maxi-Mente.

Lamentablemente,
como pueden
atestiguarlo muchas
personas que acuden
a ellos, es frecuente
1705

que la estructura de
los servicios
religiosos no esté a la
altura de tales
objetivos. Pero
cuando un servicio se
organiza en la forma
adecuada –y cuando
quienes participan en
él lo hacen con un
sentimiento intenso
1706

de fe y de expectativa
-, pueden suceder
transformaciones
vitales pasmosas.

Incluso en esta
descripción de la
secuencia de lo que
pasa en un servicio
religioso, temo ir
demasiado lejos. La
1707

presentación de este
análisis no es hacer
una presentación
mecanicista de cómo
un sacerdote o
ministro puede
manipular la vida de
las personas, aparte
de la actuación de
una deidad o fuerza
exterior divina. Es,
1708

más bien, un modo


de señalar que la
obra del espíritu, si
queremos llamarla
así, se puede facilitar
mucho si quienes
planean los servicios
religiosos están al
tanto de la
posibilidad de que
haya un diseño
1709

maestro subyacente
en el funcionamiento
de nuestra mente.

Veamos ahora
algunos ejemplos
concretos de cómo
en ciertos individuos
se ha intensificado y
transformado la
faceta espiritual
1710

como resultado del


Principio de la Maxi-
Mente. Empezaré por
dar algunos ejemplos
tomados de mi
propia experiencia.

1. La oración
meditativa puede
reforzar la fe.
Durante casi veinte
1711

años, Roberta ha
estado enferma del
corazón. Ha sufrido
una serie de ataques
menores, registrando
incidentes de fallos
cardíacos congestivos
y ataques graves de
angina pectoris.
También ha estado
semanas enteras
1712

hospitalizada y en
más de una ocasión
debió faltar dos o
tres meses al trabajo
a causa de sus
problemas cardíacos.

Cuando acudió a
nosotros en busca de
ayuda, la gravedad de
su afección, unida a
1713

un problema de
diabetes, la obligaban
a tomar muchos
medicamentos. Le
enseñamos una
técnica de la Fase
Uno que le
permitiera inducir la
Relajación, y para
practicarla, Roberta
escogió “Señor Jesús”
1714

como frase basada en


su fe, aunque a veces
decía también “Padre
celestial”.

He aquí como
describe Roberta el
influjo de este
tratamiento sobre su
salud.
1715

-Cuando empiezo a
sentir que me
amenaza el dolor de
la angina, uso la
Relajación para
hacerlo desaparecer.
Para practicar este
ejercicio,
generalmente
desconecto el
teléfono para que
1716

nadie me distraiga, y
me siento en una silla
de respaldo recto.

A veces, sigue
diciendo Roberta,
cuando tiene la
sensación mientras
está con amigos o
viajando en un
transporte público
1717

“me limito a cerrar


los ojos y a practicar
mi ejercicio de
Relajación, y la
sensación nunca llega
a convertirse en
dolor. Según donde
esté, si no puedo
sentarme en una silla
de respaldo recto, me
limito a respirar lenta
1718

y tranquilamente,
repitiendo mi breve
oración cada vez que
exhalo. Entonces
siento que los latidos
del corazón se van
haciendo más lentos,
y me invade una
sensación de calma y
de paz. Y tampoco en
este caso la
1719

sensación de la
angina llega a
convertirse en dolor
en el pecho”.

En un nivel
puramente físico, la
experiencia de
Roberta es realmente
la historia de un
éxito. Como ella dice:
1720

“Cuando practico
asiduamente la
Relajación estoy
durante meses y años
absolutamente libre
de los dolores de la
angina”.

Pero igualmente
importante es que la
práctica de la
1721

Relajación mediante
esta oración
meditativa le ha
ayudado a reforzar e
intensificar su
antigua fe cristiana.

-El hecho de
sentirme activa,
seguir viva y poder
caminar diez o quince
1722

manzanas sin
cansancio ni dolores
de pecho me
confirman sin lugar a
duda que lo que me
ha sostenido durante
todos estos años ha
sido mi fe en el
Todopoderoso.
1723

Históricamente,
diversos tipos de
curación han
significado un
tremendo impacto
personal y espiritual
para quienes se han
visto así devueltos a
la salud. Por ejemplo,
en el capítulo nueve
del Evangelio de San
1724

Juan, que relata


como Jesús curó al
ciego, vemos como el
sanado estaba
dispuesto a
imponerse y
defender
audazmente a su
sanador ante las
autoridades locales. Y
también cuando
1725

Pedro curó al cojo


(Hechos, 9) éste se
convirtió en una
suerte de evangelista
y predicador que iba
saltando y
proclamando las
alabanzas de Dios. Y
además, se mostró
dispuesto a defender
a Pedro y a Juan de
1726

las acusaciones que


les imputaban
cuando los llevaron
ante las autoridades
del gobierno local.

En el caso de
Roberta, la mejoría
no fue instantánea,
pero tuvo una
influencia
1727

significativa para
reforzar y confirmar
su fe. Tal como ella lo
sentía, la mejoría en
su salud se
relacionaba con los
efectos fisiológicos
habituales de la
práctica de la
Relajación. Sin
embargo, al mismo
1728

tiempo su
experiencia tenía una
dimensión espiritual
que ejerció un efecto
benéfico sobre su fe.

Con frecuencia veo


que muchas personas
profundamente
religiosas no se dan
cuenta de que, de
1729

hecho hay diversas


formas de
meditación que son
parte de su tradición
histórico-espiritual.
Esas personas
pueden empezar
usando la Relajación
para tratar sus
dolencias físicas y
psicológicas, pero
1730

además pueden
encontrarse, como le
pasó a Roberta que
han aprendido una
técnica que les sirve
para cultivar su
espiritualidad.

Otra de mis
pacientes, Edna, era
hipertensa. Iniciamos
1731

con ella un programa


consistente en la
práctica de la
Relajación mediante
una oración
significativa para ella:
“Señor, ten
misericordia de mí”.
Con frecuencia tras
haber practicado la
Relajación, leía algún
1732

tema de naturaleza
espiritual o se
sometía de alguna
otra manera a
influencias benéficas
que reforzaban su fe.

No tardó mucho en
descubrir que la
presión sanguínea se
le había reducido
1733

significativamente, y
los efectos de la
oración meditativa
que usaba
empezaron a hacerse
sentir más allá de su
problema específico
con la hipertensión.
Entre otras cosas,
descubrió que
algunos problemas
1734

de insomnio que
había tenido
comenzaban a
desaparecer, como
también otras
molestias y dolores.

También ha
experimentado
notables beneficios
espirituales: con su
1735

programa oración y
meditación –ideado
inicialmente como
tratamiento para
disminuir la presión
sanguínea – ahora
pasa más tiempo en
comunicación con su
Dios, y como
resultado tiene una
sensación de calma y
1736

paz interior. Por otra


parte, suele estar
más atenta a las
cosas por las que
tiene motivos para
estar agradecida que
a las que son causa
de preocupación.

En estos dos casos


se produjo
1737

naturalmente un
paso de la Fase Uno
del Principio de la
Maxi-Mente –la
práctica de la
Relajación- a la Fase
Dos. A ambas
pacientes, la Fase Dos
las llevó a intensificar
sus actividades
religiosas normales,
1738

que incluían lecturas


de la Biblia, el
estudio de temas
espirituales y la
concurrencia a
diversos servicios
religiosos. Todas
estas actividades
espirituales
favorecieron el
cambio en su actitud
1739

mental y, como
resultado, la salud de
estas mujeres
mejoró, se
profundizó su fe, y su
comprensión
espiritual fue en
aumento.

2. Las experiencias
religiosas en grupo
1740

bien diseñadas
pueden sacar buen
partido del Principio
de la Maxi-Mente.
Una experiencia de
este tipo se comenzó
hace varias décadas
en España, donde en
la Iglesia Católica
organizó un cursillo
sobre cristianismo. La
1741

experiencia, estilo
retiro también es
conocida en la Iglesia
presbiteriana y otras
en las tradiciones
protestantes con el
nombre de Tres Días,
y en ocasiones ha
tenido una influencia
impresionante, en
forma de profundos
1742

cambios espirituales
en quienes participan
en ella. En muchos
sentidos, esta
experiencia puede
constituir un buen
ejemplo de lo
benéfico que es
aplicar en grupos el
Principio de la Maxi-
Mente.
1743

En uno de esos
cursillos, todos los
participantes llegaron
el jueves por la noche
para permanecer
hasta el domingo por
la tarde. Excepción
hecha de los
miembros del equipo
que dirigían los
1744

ejercicios religiosos,
nadie sabía
exactamente lo que
iba a suceder.

Desde el momento
de su llegada, los
participantes se
encontraron
sumergidos en lo que
uno de ellos llamó
1745

“una maratón de
vivencias religiosas”.
Las charlas y
conferencias se
sucedían, ofreciendo
lúcidas explicaciones
de los principios
fundamentales de la
fe cristiana y de sus
expresiones en el
servicio y en el culto.
1746

Se reservaba mucho
tiempo adicional para
la meditación y la
contemplación, y las
reuniones se
celebraban en una
capilla donde las
velas y el incienso
intensificaban el
sentimiento de
solemnidad.
1747

Durante el fin de
semana, los
participantes fueron
constantemente
atendidos por los
miembros del
equipo, tal como
expresó uno de ellos,
recibieron un “diluvio
de amor”, en la
1748

forma de un fuego
cruzado de pequeños
presentes y notas
afectuosas.

Pronto empezaron a
observarse cambios
notables en varias de
las personas que
participaban. Una
mujer dijo que por
1749

primera vez entendía


lo que significaba
amar a Jesús. Aunque
su experiencia
anterior al cursillo se
caracterizaba
ciertamente por la
profundidad de su
compromiso y de su
fe, en su
espiritualidad
1750

faltaban vitalidad y
armonía, y los
cambios producidos
en ella vinieron a
llenar ese vacío.

Otra mujer
experimentó una
especie de
conversión. Aunque
había concurrido
1751

regularmente a la
iglesia, la experiencia
no había sido más
que una parte de su
vida, reservada para
fines religiosos.
Ahora sentía que
debía permitir que
aquella espiritualidad
que antes apenas sí
había llegado a
1752

percibir invadiera
otros aspectos de su
vida familiar y
laboral.

Otro participante,
un hombre que se
había dejado
absorber por los
aspectos
administrativos de su
1753

condición religiosa,
se dio cuenta, como
resultado de las
charlas y de las
experiencias de
meditación, de que
debería estar
dedicando más
tiempo a los
necesitados, y
resolvió participar
1754

regularmente en un
programa de ayuda a
las gentes sin hogar.

Un análisis del
cursillo en función
del Principio de la
Maxi-Mente revela
una dinámica
interesante. Como
dijo un colega mío
1755

que participó en uno


de esos fines de
semana:

-Hubo ante todo una


apertura lograda
mediante los
momentos de
oración y
recogimiento. La
mayoría de los
1756

presentes lograron
un estado meditativo
que sin duda en
muchos casos
conllevaba la
inducción de la
Relajación. A veces,
sentados en la capilla
a oscuras,
alternábamos el
recitado litúrgico con
1757

la contemplación de
los cirios encendidos
y la ofrenda de
nuestras plegarias y
meditaciones.

“Con frecuencia, las


experiencias más
intensas de este tipo
tenían lugar por la
noche, antes de
1758

acostarnos. Las
instrucciones que
tenían los
participantes eran
que inmediatamente
después del servicio
no debían hablar con
nadie, sino más bien
irse directamente a
sus habitaciones y
ponerse a leer y
1759

meditar sobre las


actividades del día, o
bien acostarse.
Muchos de ellos se
pasaban algún
tiempo leyendo y
reflexionando y,
como es natural, esta
es una actividad que
corresponde
exactamente a la
1760

Fase Dos del Principio


de la Maxi-Mente.
Dicho de otra
manera, esa gente ya
estaba mentalmente
abierta y, por ende,
era más susceptible a
recibir nuevas
influencias y a
cambiar como
resultado de sus
1761

reflexiones, lecturas y
estudios.

Además, también
durante el día era
frecuente que las
experiencias de
meditación fueran
seguidas por
conferencias, charlas
y otras
1762

proclamaciones. Para
decirlo en términos
más científicos, la
actividad meditativa
del hemisferio
derecho durante la
Fase Uno iba seguida
por la actividad
analítica y de
orientación verbal del
hemisferio izquierdo,
1763

característica de la
Fase Dos.

Mi amigo se
apresura a señalar,
como tantas veces lo
he hecho yo mismo,
que el pleno impacto
espiritual de una
experiencia como la
de estos cursillos no
1764

se puede explicar
totalmente
valiéndose de
categorías científicas
o biológicas. Es claro
que probablemente
durante la
experiencia hubo
actividad de los dos
hemisferios
cerebrales, y quizás
1765

en este contexto sea


mejor considerarlos
como “conductos”
transmisores de
fuerzas
trascendentes, y no
como algo que en sí
mismo explica las
transformaciones
espirituales que se
produjeron.
1766

Aunque positivas,
este tipo de
experiencias –los
cursillos- me traen a
la memoria otro
aspecto espiritual
más negativo, e
incluso, en ocasiones,
peligroso, del
Principio de la Maxi-
1767

Mente. Llamo a esta


dimensión, más bien
sombría, la “zona de
peligro”.

LA ZONA DE PELIGRO

Así como el Principio


de la Maxi-Mente
puede ser usado de
1768

manera positiva para


favorecer la
evolución espiritual
de una persona,
también se puede
emplear de una
manera que se puede
llamar demoníaca.

Piense el lector en
las técnicas usadas
1769

en varios cultos que


durante las últimas
décadas han sido
objeto de amplia
publicidad. Se trata
de grupos que hacen
que sus adeptos
mediten o realicen
alguna repetitiva, que
puede ser una
salmodia incesante o
1770

un movimiento de
danza simple y
rítmica. En muchos
casos, a los nuevos
miembros se les da
poco tiempo para
reflexionar sobre lo
que está
sucediéndoles. Por lo
común, a las
personas a quienes
1771

se está introduciendo
en el culto se las hace
acompañar por uno
de los guías o
instructores, que las
bombardean con
informaciones y
conceptos destinados
a cambiar sus
creencias y a crearles
nuevos compromisos.
1772

Los que se ven


expuestos a la
influencia de un
medio así durante un
período prolongado
empiezan a cambiar.
Las actividades
repetitivas y las
meditaciones los
preparan para el
1773

cambio mediante la
práctica de la
Relajación, que los
introduce en la Fase
Uno del Principio de
la Maxi-Mente.

Después, mediante
la influencia de los
directores del culto e
inundándolos con
1774

información
especialmente
seleccionada, logran
en ellos la alteración
mental necesaria
para imprimirles las
pautas seleccionadas
por los líderes del
culto. En pocas
palabras: en la
estructura fisiológica
1775

del cerebro de las


gentes que han sido
sometidas a períodos
largos e intensos de
este tipo de
adoctrinamiento se
producen realmente
cambios.

Muchas personas se
han asombrado de
1776

que hayan sido


tantos los que se
dejaron arrastrar a la
práctica del culto de
Jonestown, la
comuna fundada por
el reverendo Jim
Jones, en Guyana
hace casi diez años.
Como se recordará el
18 de noviembre de
1777

1978 el senador
estadounidense Leo
Ryan y otros cuatro
investigadores fueron
muertos a balazos en
la pista de aterrizaje
de emergencia de
Jonestown, y 911
fieles seguidores del
reverendo Jones
murieron en la selva,
1778

algunos de ellos
bebiendo, a
instancias de Jones,
una bebida
adicionada con
cianuro, y los que se
resistieron cayeron
también bajo las
balas de sus
compañeros.
1779

Los seguidores de
Jim Jones no fueron
realmente
engañados; al menos
no lo fueron durante
la última y trágica
fase de su
experiencia en
Jonestown. Lo que
sucedió fue más bien
que, apartados de
1780

otros puntos de
vistas más
responsables y
aisladas en las selvas
de la Guyana,
sufrieron al parecer
una transformación
grupal de sus
procesos de
pensamiento como
resultado de una
1781

aplicación tremenda
y demoníaca del
Principio de la Maxi-
Mente. Sus
compromisos
espirituales, sus
creencias y sus
pautas de
pensamiento
cambiaron así a tal
punto que se
1782

encaminaron por una


senda que los llevó
en última instancia a
la autodestrucción.

En el mundo de los
negocios se han
introducido otras
aplicaciones, mucho
menos extremas pero
igualmente
1783

cuestionables, del
Principio de la Maxi-
Mente. Considérese
este informe
publicado en el New
York Times del 17 de
abril de 1987: “En su
empeño por llegar a
ser más competitivos,
los empresarios
norteamericanos
1784

recurren a gurús
motivacionales que
dicen ser capaces de
cambiar la forma de
pensar de los
empleados”. Las
técnicas usadas por
los empresarios
incluían la
meditación, la
relajación y diversas
1785

visualizaciones, que
evidentemente son
aplicaciones del
Principio de la Maxi-
Mente.

Creo que es esencial


que técnicas tan
poderosas estén
controladas por el
individuo bajo la
1786

dirección del guía


mental máximo que
él – o ella - haya
escogido. Además, el
individuo ha de
sentirse a gusto con
la ideología del
programa ya antes de
iniciarse en su
práctica.
1787

Es obvio que
estamos manejando
un instrumento
poderoso. Hasta el
momento he insistido
en los usos positivos
del Principio de la
Maxi-Mente, y sigo
creyendo que todos
debemos entenderlo
y utilizarlo, tanto en
1788

el ámbito espiritual
como en otros
aspectos de nuestra
vida. Al mismo
tiempo, debemos
tener siempre
presente que es
potencialmente
peligroso.
1789

Por esta razón debo


insistir en lo
absolutamente
esencial que es,
especialmente
cuando empieza uno
a enfrentarse con
cuestiones tocantes a
la realidad
fundamental y a la
espiritualidad,
1790

encontrar un guía
responsable que lo
oriente en el
transcurso de las
transformaciones
interiores que sin
duda experimentará.
Los cultos son
especialmente
peligrosos porque no
han pasado por la
1791

prueba del tiempo ni


han demostrado que
son benéficos para
sus seguidores. Por
esta razón soy
inflexible en lo que se
refiere a la
importancia de
buscar apoyo en una
fe antigua cuya
seguridad haya sido
1792

demostrada, y que
lleve siglos, e incluso
milenios, difundiendo
enseñanzas
altruistas.

Otra preocupación,
relacionada con el
problema de los
cultos, es la forma en
que puede generarse
1793

un sentimiento de
misión entre aquellos
que han
experimentado este
tipo de
transformaciones
personales. El cambio
producido puede ser
tan profundo y
conmoverlo a uno a
tal punto que se
1794

sienta obligado a
compartirlo con sus
semejantes. Esa
actitud, per se, no
tiene nada de malo.
Es más, tiene mucho
de bueno.

Algunos de los
movimientos más
importantes y
1795

benéficos de la
historia humana han
sido iniciados por
creyentes fervorosos
que estaban
totalmente
comprometidos con
su causa o su fe.

Pero en esto hay


también un peligro.
1796

Cuando uno ha
pasado por una
intensa
transformación
interior, es natural
que dé por sentado
que ha encontrado el
único camino
verdadero. También
esta creencia puede
ser no solo algo
1797

positivo, sino
también una parte
esencial de un
impulso y de una
motivación que por
primera vez emergen
desde nuestro
interior. Pero lo que
puede empezar a
causar problemas es
el paso siguiente. La
1798

intensidad de su
experiencia puede
hacer que uno se
ciegue al hecho de
que también otras
personas,
provenientes de otras
tradiciones o
sistemas de
creencias, pueden
haber pasado por
1799

experiencias
similares e
igualmente
conmovedoras, a las
cuales se les ha de
otorgar el mismo
respeto que espera
uno para la suya. Y
esas personas
pueden estar tan
convencidas como
1800

usted del valor único


de sus intuiciones y
vivencias.

De manera que si
como resultado de su
transformación
personal se genera
en usted un
sentimiento
misionero, disfrute
1801

de él libremente. Al
mismo tiempo,
procure ver su
experiencia desde la
perspectiva de la
comunidad. Sobre
todo, sea
comprensivo y
tolerante con otros
que también hayan
experimentado
1802

cambios inefables,
que han alterado la
dimensión de su vida,
pero cuya
experiencia ha
tomado una forma
diferente de la suya.

Finalmente, una
palabra sobre los
medios de
1803

comunicación
modernos, es decir, la
televisión, la radio y
la publicidad: con
más frecuencia de lo
que nos damos
cuenta, nuestros
valores morales y
espirituales (y los de
nuestra familia) están
influidos por lo que
1804

vemos y oímos en la
televisión y en
diversos anuncios. En
este campo, el
peligro va en
aumento si uno se
expone a la influencia
de estos medios
inmediatamente
después de haberse
abierto mentalmente
1805

mediante la práctica
de la Relajación.

Supongamos que
acaba usted de
practicar una sesión
satisfactoria de
meditación o de
plegaria. Si en ese
momento en que
está relativamente
1806

más abierto a otras


influencias
encendiera la
televisión, podría ser
más susceptible que
lo normal al
programa o a la
publicidad, es decir,
que correría el riesgo
de experimentar
cambios indeseables
1807

en sus ideas. Tras


haber terminado su
sesión de Relajación,
puede usted pasar su
tiempo disfrutando
de la compañía de su
familia, leyendo algo
que considere
provechoso o
concentrándose de
alguna otra manera
1808

en temas positivos y
edificantes.

Claro que en última


instancia le
corresponde a usted,
en su condición de
individuo
independiente,
seleccionar de su
personal sistema de
1809

creencias el material
que considere más
adecuado a sus
propias necesidades.
Pero quizá sea
prudente, además,
que usted mismo
identifique y analice
las zonas de peligro
que existen en
nuestra cultura antes
1810

de tomar alguna
decisión definitiva.
Entender cuáles son
las trampas puede
ser un primer paso
en la elección del
sendero espiritual
más benéfico.
1811

LA ADQUISICION DE
UNA DISCIPLINA
ESPIRITUAL

Para ayudarle en el
desarrollo de su
espiritualidad,
resumimos aquí las
dos fases del
Principio de la Maxi-
Mente capaces de
1812

ayudarle a estar
abierto a
transformaciones
benéficas. Recuerde
que el Principio como
tal no tiene poder
alguno para
enseñarle nada
referente a la verdad
fundamental ni a la
naturaleza de Dios.
1813

No es más que una


capacidad humana
que puede contribuir
a que se abra usted a
determinadas
circunstancias que
pueden reforzar su
espiritualidad.

FASE UNO
1814

Paso 1: Concéntrese
en una palabra o una
frase que esté
firmemente arraigada
en su sistema
personal de
creencias. Como ya
hemos visto, un
cristiano podría elegir
las palabras iniciales
1815

del Salmo 23, “El


Señor es mi pastor”,
un judío la palabra
“Shalom”, una
persona que no sea
religiosa algo neutro,
como “uno” o “paz”.

Paso 2: Siéntese
tranquilamente en
1816

una posición
cómoda.

Paso 3: Cierre los


ojos.

Paso 4: Relaje los


músculos.

Paso 5: Respire lenta


y naturalmente y, al
1817

exhalar, vaya
repitiendo la palabra
o frase elegida.

Paso 6: Adopte una


actitud pasiva. No se
preocupe por lo bien
que lo esté haciendo.
Cuando se le ocurran
otros pensamientos,
limítese a decirse “Ya
1818

esta bien” y vuelva a


iniciar la repetición.

Paso 7: Siga así


durante diez o veinte
minutos,

Paso 8: Practique así


la técnica una o dos
veces al día.
1819

FASE DOS

Lo más probable es
que usted conozca ya
la tradición espiritual
que le interesa o le
parece más
promisoria para su
evolución interior. En
vez de intentar
1820

conducirse como una


especie de teólogo
improvisado, yo le
diría que pasara
revista a los textos
básicos de su fe para
exponerse a sus
enseñanzas. En las
transformaciones
espirituales es
especialmente
1821

importante encontrar
un director espiritual
competente, que
puede ser un
sacerdote, ministro o
rabino, en quien
usted confíe y que
esté de acuerdo con
sus objetivos.
1822

Lo mismo que
sucede con cualquier
consideración de
orden espiritual, con
éstas usted está
usted abordando los
problemas más
importantes que
puede afrontar un
hombre, como son
sus valores morales
1823

básicos y su visión del


mundo. No olvide
que es un campo por
donde ha de moverse
con la sensibilidad
adecuada.
1824

Las cimas de la
mente

A medida que se
avanza en la
investigación del
1825

Principio de la Maxi-
Mente, ¿qué
predicciones se
pueden hacer para el
futuro?

En mi opinión, hay
varios frentes
importantes que
esperan ser mejor
investigados, entre
1826

los que se cuentan el


dominio auto
controlado de la
química cerebral, una
expansión del
entendimiento y
empleo del efecto
placebo, y una más
amplia utilización del
Principio de la Maxi-
Mente como ayuda
1827

para el cultivo de
nuestras
posibilidades
espirituales,
intelectuales y
atléticas. Veremos
ahora un poco más
de cerca cada uno de
estos tres campos.
1828

EL CONTROL DE LA
QUIMICA CEREBRAL
Y EL EFECTO
PLACEBO

En otros capítulos de
este libro hemos
visto cómo las células
del cerebro se
comunican o
conectan entre sí por
1829

medio de sustancias
químicas a las que se
conoce como
neurotransmisores.
Allí donde se usan
reiteradamente las
conexiones
cerebrales terminan
por establecerse vías
o instalaciones
permanentes. Estas
1830

conexiones contienen
nuestros recuerdos,
de hecho, son
nuestros recuerdos.

Las conexiones entre


las células cerebrales
pueden recordar un
dolor de cabeza y
también pueden
recordar lo que es
1831

sentirse bien. Son


capaces, además de
recordar el alivio que
se produce
naturalmente o por
obra de una
medicación, y esta
capacidad,
especialmente,
ofrece un gran
potencial curativo
1832

para el tratamiento
médico.

Estoy convencido de
que mediante el uso
del Principio de la
Maxi-Mente será
posible recurrir a las
vías nerviosas que
recuerdan el alivio de
un dolor, por
1833

ejemplo, un dolor de
cabeza. Entonces se
podría utilizar el
Principio para
provocar ese alivio
mediante la acción
de los mismos
neurotransmisores
que se activaron para
detener el dolor
cuando, por ejemplo,
1834

en otra ocasión uno


tomó un fármaco.

Todo esto no es tan


disparatado como
inicialmente podría
parecer. Los
investigadores han
descubierto que
alguno de los
fármacos que
1835

tomamos para aliviar


el dolor actúan como
lo hacen porque
imitan a los
neurotransmisores
que ya tenemos en el
cerebro. Esos
neurotransmisores
imitados, que los
científicos agrupan
bajo la denominación
1836

de “ligandos”,
funcionan como una
especie de llave que
libera ciertas
reacciones
cerebrales. Y a este
respecto, tanto los
fármacos como los
neurotransmisores
pueden servir de
llaves.
1837

Por ejemplo, la
morfina es una droga
que alivia el dolor y
produce una
sensación de
euforia… y lo mismo
hacen las endorfinas,
como se llama a los
neurotransmisores
que actúan en forma
1838

semejante a la
morfina.
Últimamente hemos
aprendido que correr
y otras actividades
naturales pueden
liberar endorfinas y,
sin la intervención de
ningún fármaco,
producir un efecto
1839

semejante al de la
morfina.

Es indudable que
hay muchos otros
neurotransmisores
que también pueden
producir el mismo
efecto que los
fármacos u otros
similares; sólo falta
1840

que aprendamos a
liberarlos de manera
más controlada. Se
ha sugerido, por
ejemplo, que los
fármacos que
llamamos
tranquilizantes, como
el Valium y el
Librium, son eficaces
porque imitan el
1841

efecto de otros
neurotransmisores
que ya poseemos.
Quizá podamos
aprender a conectar
más eficazmente los
neurotransmisores
mediante pautas de
pensamiento
adecuadas.
1842

¿Cómo podemos
alcanzar un resultado
así? Creo que
mediante el uso del
Principio de la Maxi-
Mente podríamos
aprender a poner en
funcionamiento esos
elementos químicos
internos. Es decir que
es bien posible que
1843

interiormente
contemos con la
posibilidad de aliviar
el dolor y de
aumentar de otras
maneras nuestro
bienestar sin recurrir
a ninguna droga.

Nuevas
investigaciones
1844

podrían darnos una


mejor comprensión
del efecto placebo,
además de
sugerirnos otros usos
prácticos para este
fenómeno. Para
empezar, deberíamos
aumentar nuestros
conocimientos de la
base fisiológica de las
1845

curaciones realizadas
por aquellos que
practican la
imposición de manos.
¿Hay, como sostienen
algunos, transmisión
de energías, poderes
o fuerzas del sanador
al paciente, o las
curas se relacionan
más bien con la fe del
1846

paciente en las
capacidades curativas
del sanador?
¿Recordamos
efectivamente cómo
era estar bien, y de
acuerdo con ello
recreamos en
nuestro cerebro las
conexiones del “bien
estar”? Y de manera
1847

similar, podemos
preguntarnos si
sustancias inactivas
como las píldoras de
azúcar no producirían
su saludable efecto
placebo porque
creemos que se trata
de medicamentos
eficaces y activos, o si
tal vez pueden
1848

producir un bienestar
recordado. La
respuesta a estas
cuestiones y a otras
semejantes está
pendiente de
investigaciones.

Ciertamente hay
muchos fármacos
valiosos que no
1849

poseemos en la
forma de
neurotransmisores, y
que por consiguiente
seguirá siendo
necesario usarlos
como medicación.
Dos de esos agentes
son la penicilina y la
tetracilina. Además,
es obvio que no
1850

podremos
reemplazar las
grandes capacidades
curativas de la cirugía
moderna por más
control que
tengamos de la
química cerebral.

Recordará el lector
que
1851

aproximadamente un
75% de las
enfermedades que
hacen que el
paciente promedio
acuda al médico
pertenecen al
dominio de la
interacción mente-
cuerpo. Es obvio que
en este amplísimo
1852

aspecto de la práctica
médica puede
caberle un papel muy
importante a la
adecuada aplicación
del Principio de la
Maxi-Mente. O dicho
de otra manera: la
comprensión y
aplicación del
Principio podrían
1853

servirnos para tratar


aquellas dolencias
que caen entre lo que
pueden resolver la
medicina y la cirugía
modernas por un
lado y, por otro, lo
que pertenece al
campo de la
psiquiatría.
1854

La aplicación del
Principio de la Maxi-
Mente nos llevaría
también a una
práctica médica más
personalizada, menos
tecnificada y más
barata. En primer
lugar, para mejorar la
salud recurriríamos
más a nuestras
1855

propias pautas
personales de
pensamiento y
dependeríamos
menos de
medicaciones y otros
recursos
impersonales.
Segundo, el uso del
Principio impondría
la necesidad de que
1856

el médico u otro
profesional de la
salud se convirtieran
en guía mental
máximo. Como
resultado, el médico
necesitaría conocer
más íntimamente las
necesidades y las
creencias más
arraigadas de cada
1857

uno de sus pacientes.


Y finalmente se
podría llegar a una
práctica menos
onerosa de la
medicina porque es
probable que la
utilización del
Principio sea el mejor
camino hacia todas
1858

las formas eficaces de


autoayuda.

LA FORMA FISICA, EL
INTELECTO Y LA
VERTIENTE
ESPIRITUAL

Preveo también una


aplicación mucho
1859

más amplia del


Principio de la Maxi-
Mente en la
instrucción atlética,
educacional y
religiosa, y este es un
movimiento que en
los Estados Unidos se
está produciendo ya
en muchas escuelas y
en instituciones
1860

dedicadas a la
práctica del
atletismo.

En el aspecto
espiritual, será
importante que las
organizaciones y los
líderes religiosos
distingan entre lo que
es una capacidad
1861

humana, accesible a
todas las personas,
sean de la fe que
fuere, y lo que es la
sustancia inviolable
de su fe, peculiar de
su propia tradición,
cuya comprensión
nuestra humana
capacidad busca a
tientas. Quines
1862

perciban que el
Principio de la Maxi-
Mente se centra en
una capacidad
humana y no en una
sustancia espiritual
irán utilizándolo cada
vez más para realizar
la disciplina
espiritual.
1863

Al acercarnos al
término de esta
exploración del
potencial máximo de
nuestra mente,
honestamente
espero que lo he
intentado expresar
haya resultado
coherente, espero
que el hemisferio
1864

izquierdo de su
cerebro haya captado
estos puntos, aun
cuando muchos de
ellos tengan firmes
raíces en ese
hemisferio derecho
no verbal. Quizás en
el proceso ya haya
conseguido usted
modificar alguna de
1865

las poderosas
inferencias negativas
que pueden haber
estado limitando el
funcionamiento
productivo del
hemisferio izquierdo.

Como ejercicio final,


le sugiero que
termine con una
1866

aplicación práctica
del Principio de la
Maxi-Mente. Para
afirmar bien estos
conceptos y técnicas,
de modo que en el
futuro pueda recurrir
a ellos para cambiar
su vida, podría
empezar por ponerse
en contacto con un
1867

guía mental máximo,


y luego entrar en la
Fase Uno practicando
la Relajación.

Entre después en la
Fase Dos, volviendo a
echar una mirada al
libro y releyendo las
secciones que más le
interesen. Al hacerlo,
1868

tenga en cuenta los


mensajes que ha
recibido y decida qué
cambios necesita
introducir en su vida
en un futuro
inmediato. Espero
fervientemente que
este libro no solo
haya sido en su vida
una pausa agradable
1869

dedicada a la lectura,
sino que funcione
también como una
puerta abierta que le
indique el camino
hacia las importantes
transformaciones
personales que usted
desea.
1870

Al usar el Principio
de la Maxi-Mente,
tan fácil de aprender
y de practicar,
también usted puede
disfrutar –y
disfrutará- de los
beneficios de una
existencia más
positiva y que ponga
en juego la totalidad
1871

del cerebro. Usted


puede acceder a las
impresionantes
posibilidades de su
propia y particular
Maxi-Mente.

Lo que ahora suceda


será cosa suya. Tiene
una opción: su Maxi-
Mente, para
1872

emplearla con todas


sus maravillosas
posibilidades.

FIN

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