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Inmunología e

Inmunoquímica
Fundamentos

Quinta edición

Ricardo Aníbal Margni


P rofesor Em érito de la U niversidad de Buenos Aires. P rofesor H onorario de la U niversidad del Salvador. Ex-Profesor
Titular Plenario de Inm unología e Inm unoquím ica de la F acultad de F arm acia y B ioquím ica de la U niversidad de
Buenos A ires. M iem bro de la C arrera del Investigador Científico (Investigador clase Superior) del C onsejo N acional
de Investigaciones C ientíficas y Tecnológicas (CO N ICET). D irector del ID EH U -Instituto de Estudios d e ia
Inm unidad H um oral (CONICET--UBA)

ERRNVPHGLFRVRUJ : ! V B
UaiCACíON

ll\A ' ¡BOiS

______ e d i t o r i a l m e d ic a ----------_
C^paaamericana^
M A R C E L O T. DE ALV EAR 2145 - BUENOS A IRES
B O G O T Á - C A R A C A S - M A D R ID - M É X IC O - S A O P A U L O
P rim era edición, octubre de 1972
S egunda edición, setiem bre de 1977
T ercera edición, enero de 1982
C uarta edición, ju lio de 1989
Q uinta edición, setiem bre de 1996

ISBN 950-06-1495-2
84-7903-317-7

IM PR E SO EN LA A R G EN TIN A

Q ueda hecho el depósito que dispone la ley 11.723.


Todos los derechos reservados.
E ste libro o cualquiera de sus partes
no po d ráa ser reproducidos ni archivados en sistem as recuperables,
ni transm itidos en ninguna form a o por ningún m edio,
ya sean m ecánicos o electrónicos, fotocopiadoras, grabaciones
o cualquier otro, sin el perm iso previo
de Editorial M édica P anam ericana S.A.
»

© 1996 ED ITO R IA L M ÉD ICA P A N A M E R IC A N A S.A.


M arcelo T. de A lvear 2145 - Buenos A ires, A rgentina

E sta edición se term inó de im prim ir


en'e.' .mes de setiem bre de 1996
en los talleres de Editorial M édica P anam ericana S.A.
A v. A m an d o A lcorta 1695, Buenos A ires
Colaboradores

Leopoldo F. Abdon Leonardo Fainboim


D ocente de la C átedra de Inm unología de la Facultad de Profesor Titular del D epartam ento de M icrobiología, Para-
Farm acia y B ioquím ica de la U niversidad de B uenos A ires sitología e Inm unología, áren Inm unología, de ¡a Facultad
M iem bro del IDEHU de M edicina de la U niversidad de B uenos Aires, M iem b ro
de la C arrera del Investigador C ientífico del C O N ÍC E T
Élida Álvarez
Profesora A djunta de Inm unología, Facultad de Farm acia y Alberto Fossati
B ioquím ica cíe la U niversidad de B uenos Aires. M iem bro P rofesor A djunto de Inm unología de la Facultad d e C ie n ­
de la C arrera de Investigador Científico del CO N ICET. cias E xactas de la U niversidad N acional de La Plata,
M iem bro del ID EH U M iem bro de la C arrera del Investigador C ientífico del
C O N IC E T , M iem bro del IDEHU
Angel Basualdo
Profesor Titulíu- de M icrobiología de la Facultad de M ed i­ Mirta Franco
cina de la U niversidad N acional de La Plata P rofesora A djunta de M icrobiología de la I’acultad d e F ar­
m acia y B ioquím ica de la U niversidad de B uenos A ires
Guillermo Blanco
M iem bro de ia Carrera deJ Investigador Científico del Mirta Giordano
C O N IC E T, M iem bro del ID EH U Instituto de Investigaciones H em atológicas de la A cadem ia
N acional de M edicina, M iem bro de la Carrera del In v e sti­
Marta Braun gador Científico del CO N IC E T
Profesora T itular de Inm unología de la Facultad de
V eterinaria de la U niversidad de B uenos Aires, M iem bro Fernando Goldbaum
de la C arrera del Investigador Científico del C O N IC E T D ocente de la C átedra de Inm unología de la F acu ltad de
F arm acia y Bioquím ica d e la U niversidad de B u en o s Aires
Gloria E. Cerrone M iem bro del ID EH U
B ecaria Posdoctoral del CONICFH’, Laboratorio de B io lo ­
gía M olecular, Hospital de C línicas “José de San M artín” , Stella M. González Cappa
Facultad de M edicina, D ocente de la Cátedra de G enética y P rofesora Titular del D epartam ento de M icrobiología, P a­
B iología M olecular de la Facultad de Farm acia y B io q u í­ rasitología e Inm unología de la Facultad de M ed ic in a de la
mica de la U nivei'sidad de Buenos A ires U niversidad de Buenos A ires, M iem bro de la C a rrera del
Investigador C ientífico del C O N IC E T
Ménica G. Chíaramonte
B ecaria Posdoctoral del CO N IC E T. D ocente de la Silvia E. Hajos
C átedra de Inm unología de la Facultad de Farm acia y P rofesora Titular de Inm unología de la Facultad d e I:<'arma-
B ioquím ica de la U niversidad de Buenos Aires. cia y B ioquím ica de la U niversidad de Buenos A ires,
M iem bro del ID EH U M iem bro de la C arrera del Investigador Científico del
C O N IC E T . M iem bro del IDEHU
Ramón A. de Torres
P rofesor T itular de M icrobiología de la Facultad de F arm a­ Nora Halperin
cia y B ioquím ica de la U niversidad de Buenos A ires, L aboratorio de Inm unogenética. H ospital de C lín icas “José
M iem bro de la C arrera de! Investigador Científico del de S an M artín”
CO N IC E T
Ileaiia Malan Borel
Elvira L. Durante de Isola D ocente de la Cátedra d e Inm unología de la F acu ltad de
P rofesora A djunta de) D epartam ento de M icrobiología, I’a- F arm acia y B ioquím ica de la U niversidad de B u en o s Aires
rasitología e inm unología de la Facultad de M edicina de la M iem bro de la C arrera del Investigador C ientífico del
U niversidad de Buenos A ires C O N IC E T . M iem bro del ID EH U
VI Colaboradores

Emilio L. Malchiodi Clelia M. Riera


Profesor A djunto de Inm unología de la Facultad de Farm a- Profesora T itular de Inm unología y Serología de la F acu l­
cia y B ioquím ica de la U niversidad de Buenos Aires. tad de C iencias Q uím icas de la U niversidad N acional de
M iem bro de la C arrera del Investigador Científico del Córdoba, M iem bro de la C arrera del Investigador C ientífi­
CO N IC ET. M iem bro del IDEHU co del CO N IC E T

Marcela A. Manghi María Rivas


Profesora A djunta de Inm unología de la Facultad de F ar­ Servicio de Inm unología del H ospital N acional de Pediatría
m acia y B ioquím ica de la U niversidad de Buenos Aires. “Dr. Juan P. G arrahan”
M iem bro de la C arrera del Investigador C ientífico del
CO N IC ET. M iem bro del IDEHU Estela Roux
D epartam ento de B rom atología y Nutrición de la Facultad
Irina Mathov de Farm acia y Bioquím ica de la U niversidad de Buenos
D ocente de la C átedra de Inm unología de la Facultad de Aires. M iem bro de la C arrera del Investigador C ientífico
Farm acia y B ioquím ica de la U niversidad de Buenos A ires del CO N IC E T
M iem bro del IDEHU
M. Leonardo Satz
Gerardo Mirkin Profesor A djunto del D epartam ento de M icrobiología,
D ocente del D epartam ento de M icrobiología, P arasitología Parasitología e Inm unología, área Inm unología de la
e Inm unología de la Facultad de M edicina de la U niversi­ Facultad de M edicina de la U niversidad de Buenos
dad de Buenos Aires Aires, M iem bro de la C arrera del Investigador C ientífico
del CO N IC E T
Marta Minvielle
Profesora A djunta de M icrobiología de la F acultad de Norma S. de Speziale
M edicina de la U niversidad N acional de L a P lata Profesora A djunta de Q uím ica B iológica P atológica de la
Facultad de Farm acia y B ioquím ica de la U niversidad de
Claudia Mongini Buenos A ires, M iem bro de la C arrera del Investigador
B ecaria Posdoctoral de C O N IC E T. D ocente de la Cátedra Científico del C O N IC E T
de Inm unología de la Facultad de Farm acia y Biociuímica
de la U niversidad de Buenos A ires. M iem bro del ID EH U Liliana G. Vauthay
D ocente del D epartam ento de B iología C elular, H istología,
Laura Morelli Em briología y G enética de la Facultad de M edicina de la
D ocente de la Cátedra de Inm unología de la Facultad de U niversidad de Buenos A ires, P rofesional Investigador,
Farm acia y B ioquím ica de la U niversidad de Buenos Aires D epartam ento B ioterio y C áncer E xperim ental, Instituto de
M iem bro de la C arrera del Investigador Científico del O ncología “A ngel R offo” ,
CO N IC ET. M iem bro del ID EH U
Claudia Waldner
Ricardo Negroni Becaria Posdoctoral del C O N IC ET, D ocente de la
C entro de M icología de la F acultad de M edicina de la U ni­ C átedra de Inm unología de la Facultad de Farm acia y
versidad de B uenos A ires B ioquím ica de la U niversidad de Buenos A ires, M iem bro
del ID EH U
M. Rosa Padrós Vindrola
Laboratorio de Inm unogenética. C entro de Investigaciones Nora Yranzo-Volonté
M édicas A lberto Einstein. Profesora de la Facultad de M e­ D ocente de la C átedra de Inm unología y Serología de la
dicina de la U niversidad del Salvador Facultad de Ciencias Q uím icas de la U niversidad N acional
de Córdoba, M iem bro de la Carrera del Investigador C ien ­
Marco Pizzolato tífico del C O N IC E T
Profesor A djunto del D epartam ento de A nálisis Clínicos,
O rientación Q uím ica de P roteínas de la Facultad de F ar­ Marta Zelazko
m acia y B ioquím ica de la U niversidad de Buenos A ires Jefe del Servicio de Inm unología del H ospital N acional de
Pediatría “Dr. Juan P. G arrahan”
Edgardo Poskus
Profesor T itular de Inm unología de la F acultad de F arm a­ Norberto W. Zwirner
cia y B ioquím ica de la LIniversidad de Buenos Aires, Becario Posdoctoral del C O N IC E T. D ocente de la C átedra
M iem bro de la C arrera del Investigador Científico del de Inm unología de la Facultad de Ciencias Exactas de la
CO N IC ET. M iem bro del ID EH U U niversidad N acional de La Plata, M iem bro del ID EH U
Indice

Prólogos IX 13. El reconocimiento antigénico y


activación de los linfocitos B y T 257
R icardo A. M argni
I. A SPEC TO S BÁSICO S D E LA 14. Evolución del sistema inmune 267
INM UNIDAD I Guillerm.o Blanco

15. Respuesta inmune humoral 278


1. Mecanismos de defensa contra R icardo A. M argni
la agresión 3
R icardo A. M argni 16. Hipersensibilidad tardía y otras
reacciones de inmunidad mediada ■
2. La respuesta inmune 14 por la activación de macrófagos 296
R icardo A. M argni Marta. Braun
3. Bases celulares de la respuesta 17. El sistema inmune de mucosas 306
inmune. Órganos linfoides primarios
PR IM E R A PA R TE
y secundarios 33
M aría E.nela R oux
M arta Braun

4. Antígenos 47 S E G U N D A PA R T E
R icardo A. M argni Regulación neuroendocrina de la
inmunidad de mucosas: un sistema
5. Anticuerpos 75
interactivo-adaptativo 317
R icardo A. M argni
M aría Estela R oux y Liliana G raciela Vauthay
6. El origen de la diversidad de los
18. Regulación de la respuesta inmune 327
anticuerpos 131 M arta Braun
M. L eonardo Satz y Ricardo /l. M argni
19. Anticuerpos no precipitantes,
7. Estructura y organización genética anticuerpos asimétricos de las
del receptor T 144 clases IgG. Su relación con los
M. L eonardo Satz
precipitantes 345
8. Reacción antígeno-anticuerpo R icardo A. M argni
in vitro. Interacción primaria 154 20. Inmunización activa y pasiva 362
Ricardo A. M argni
R icardo A. M argni
9. Reacción antígeno-anticuerpo
in vitro. Interacción secundaria 176
Ricardo A. M argni
II. M EC A N ISM O S E F EC T O R E S
D E L A RESPU ESTA INM UNE 373
10. El complejo mayor de histocom­
patibilidad y su relación con la 21. Mecanismos citotóxicos mediados
respuesta inmune 201 por células 375
M. L eonardo Satz. M artín Isturiz y M irta G iordano
II . Moléculas de adhesión 219 22. Complemento 386
M arcela A. M anghi R icardo A. M argni

12. Citoquinas 231 23. Inflamación 435


Elida Alvarez N orm a S. de Spezicile
VIII índice

III. INMUNOPATOLOGÍA 473 39. Inmunoanálisis radiométrícos 821


Edgardo Poskus
24. Inmunología de las infecciones 40. Metodologías básicas en biología
microbianas 475 molecular. Técnicas de hibridizaeión
M irta Franco y reacción en cadena de la
25. Inmunología de las micosis 496 polimerasa (PCR) 852
Ricardo N egroni G loria E. C errone y Laura MorelU

26. Inmunología de las infecciones


parasitarias 521 V. MÉTODOS INMUNOQUÍMICOS 867
Stelia M. G onzález Cappa, Elvira L D urante
de J.^olay Gerardo A. M irkin 41. Métodos cromatográficos de fase
27. Inmunología de las infecciones líquido-sólido (LSC) aplicados a
virales 531 la purificación de proteínas 869
Juliana Leone, Irina M atov y Leopoldo
Ram ón A. de Torre.y, Juan A n g e l Ba,gualdo
E. A bdon
y M arta C. M invielle

28. Autoinmunidad 559 42. Electroforesis en gel de


Clelia Riera, Juliana L eoni y Nora
poliacrilamida; isoeleetroenfocado;
Yranzo-Volonté
inmunotransferencia
(“immunoblotting”) 906
29. Estructura y función del complejo Ricardo A. M argni, Em ilio L. M alchiodi
mayor de histocompatibilidad 593 y M ónica G. C hiaram onte
M. Leonardo Satz y L eonarch F ainboim
43. Antígenos bacterianos 923
30. Inmunodeficiencias 609 Ricardo A. M argni
M arta Zelazkj) y M aría Rivas
44. Antígenos proteicos 932
31. Gammopatías monoclonales 627 Ricardo A. M argni
¡Marco Pizzolato
45. Preparación de sueros inmunes y
32. Manifestaciones de hipersensibilidad. purificación de anticuerpos 937
Alergia 639 Ricardo A. M argni
Ricardo A. M argni
46. Fraccionamiento de
33. Inmunología tumoral 664 inmunoglobulinas 945
Silvia E. Hajos Ricardo A. M argni
34. Inmunología de la reproducción 681
Ricardo A. M argni e Ileana M alan B orel
VI. APÉNDICES 951

695 I. Preparación de adyuvantes 953


IV. M E T O D O L O G IA S
R icardo A. M argni

II. Soluciones buffer más comunes


35. Métodos utilizados para la usadas en inmunología 957
identificación y cuantificación R icardo A. M argni
de antígenos y anticuerpos 697
Ricardo A. M argni III. Coeficientes de extinción molar
(E“^„,) de sustancias de bajo pe'S’o
36. Metodologías para la evaluación de molecular usadas en inmunología
las células inmunocompetentes 729 y Coeficientes de extinción porcentual
Claudia M ongini y Claudia W akiner
(E|'*n,) de proteínas usadas en
37. Hibridomas y anticuerpos inmunología 960
monoclonales 781 Ricardo A. M argni
Fernando A lberto G oldbaum
IV. Nomenclatura de los aminoácidos 962
y Carlos A lberto Fossati
R icardo A. M argni
38. ELISA 798
N orberto W. Z w irner índice analítico 963
Prólogo de la quinta edición

El avance acelerado de los conocim ientos volucradas, se han incorporado sendos ca p í­


en e] cam po de la inm unología, sustentados tulos sobre estos tem as y el capítulo sobre in­
en hipótesis planteadas y en el desarrollo de flam ación ha sido actualizado sobre la base
una m etodología de avanzada, ha hecho que de esos conocim ientos. Del mismo m od o se
los textos sobre tem as relacionados con esta incluye" el análisis de los eventos b io q u ím i­
ram a de las ciencias biológicas deban ser re­ cos que ocurren durante la tran sd u cció n de
novados perm anentem ente, y muy esp ecial­ señales que llevan a la activación de lo s lin­
mente si ellos pretenden dar una visión gene­ focitos T y B y a la desgranulación y lib e ra ­
ralizada de los fen óm en o s inm unológicos. ción de m ediadores quím icos por las células
H asta no hace m ucho tiem po, un libro con b a só fila s e sp ec ífic am e n te e stim u la d a s. El
cinco años de antigüedad, salvo raras ex cep ­ avance en el conocim iento de la estructura y
ciones tenía plena vigencia. En la actualidad, función de los anticuerpos IgG asim étricos
ese tiem po m arca la necesidad de elab o rar nos h a llevado a la am pliación del capítu lo
una n ueva edición con la in corporación de correspondiente y a la incorporación d e un
todos los conocim ientos surgidos durante ese capítulo sobre Inm unología de la R eproduc­
período. ción, proceso en el que estos anticuerpos de­
Ése es el m otivo de la 5"' edición de In m u ­ sem peñan un papel im portante.
nología e Inm unoquím ica y es nuestro deseo D esde el punto de vista m etodológico los
que ésta llegue a tener la acogida de las cua­ capítulos correspondientes han sido a c tu a li­
tro ediciones anteriores. Para que ello pueda zados, incorporando nuevas técnicas d e uso
concretarse se ha hecho una revisión p o rm e­ corriente en el laboratorio inm unológico co­
norizada de los diferentes capítulos que co m ­ mo son las técnicas básicas de biología m o le ­
ponen el libro, incorporando nuevos concep­ cular, hibridaciones, PCR, crom atografía l í ­
tos e hipótesis así com o la m etodología m ás quida de alta eficiencia (HPLC, FPLC), téc­
adecuada para poder encarar, desde el punto nicas p ara estudios de la inm unidad celular,
de vista experim ental, los diferentes estudios etc., y todas aquellas que resultan in d isp en ­
que puedan llevar a la clarificación de h e ­ sables para un buen estudio inm unológico e
chos aún no dilucidados. Se ha procurado, inm unoquím ieo.
además, que la m ayor cantidad posible de las L a base del desarrollo de nuestros conoci-
figuras sean en colores para que sus interpre­ m entos es el ID EH U -Instituto de E studios de
taciones se vean facilitadas. Inm unidad H um oral (C O N IC ET-U B A ) y la
D ada la im portancia de las m oléculas de c á te d ra de In m u n o lo g ía de la F a c u ltad de
adhesión en el desarrollo del proceso in m u ­ F arm acia y Bioquím ica de la U niversidad de
nológico, al igual que las citoquinas en él in­ Buenos Aires. Jóvenes que con el co rrer del
X Prólogo de la quinta edición

tiem po se han ido incorporando a nuestro lu- lincam ientos generales del libro, pero han le­
gar de trabajo, se han transform ado hoy en nido plena libertad para expresar sus conocí-
expertos en diferentes aspectos de la inm u- mientos.
nología. Es por este m otivo que a los inm u- Finalm ente, quiero expresar mi agradecí-
nólogos de prestigio que colaboraron en la m iento a Editorial M édica Panam ericana por
edición anterior, se sum an en esta 5"* edición todo lo hecho p ara que esta nueva edición
nuevos autores, que aportan todos sus cono- del libro pudiera concretarse,
cim ientos adquiridos en el desarrollo de sus
tem as de trabajo. Como en ediciones anterio­
res, los diferentes autores han respetado los R ic a rd o A. M arg n i
Prólogo de la primera edición

En la últim a década se han pubhcado nu­ su Ko (constante de asociación intrínseca pro­


m erosos y muy buenos textos sobre Inm uno­ m edio), n (valencia) y a (factor de hom oge­
logía e Inm unoquím ica, escritos p rin c ip a l­ neidad), han sido desarrollados en detalle.
m ente en inglés y fran cés, algunos d e los L a p a rte segunda in cluy e la d escripción
cuales fueron traducidos al español. L am en­ detallada de los m étodos serológicos m ás im­
tablemente, dado el tiem po transcurrido entre portantes para la identificación y cuantifica­
su escritura en el idiom a original y la apari­ ción de antígenos y anticuerpos.
ción de las traducciones, y la constante evo­ U na serie de técnicas de uso frecuente en
lución de los diferentes aspectos de la In m u ­ In m u n o q u ím ic a han sido a g ru p a d as en la
nología, algunos de los capítulos incluidos p a rte tercera.
en aquéllos han perdido actualidad. M étodos para la activación de resin as de
Cuando se decidió la publicación de este intercam bio iónico, preparación de colum nas
libro, en ningún m om ento se pensó en térm i­ para crom atografía y filtración por g eles, dis­
nos de com petición. Sim plem ente, se procu­ tintos buffer de uso en Inm unología e Inm u­
ró escribir en español un texto que pudiera noquím ica y una hsta de los y de
ser útil y accesible no sólo a nuestros alum ­ num erosas sustancias, en especial haptenos
nos de la carrera de B ioquím ica que deben de com posición quím ica definida y proteínas
cursar Inm unología e Inm unoquím ica, sino antigénicas o con actividad anticuerpo, for­
tam bién a todos aquellos que deseen iniciar­ m an parte de los tres apéndices.
se en estas disciplinas y no dominen lenguas Se ha incluido un buen núm ero de gráficos
extranjeras, en especial el inglés. y fotografías, de modo que faciliten la inter­
El libro ha sido dividido en tres partes, y se pretació n de los hechos. Han sido elab o ra­
han incluido adem ás tres apéndices. En la dos, en su mayoría, con datos experim entales
parte prim era se han expuesto los conceptos provenientes de nuestro laboratorios.
teóricos básicos de la Inm unología. A dem ás En el capítulo 4, para la identificación dei
de hacerse el estudio de los antígenos, anti­ Complemento, de los com plejos in term edio s.
cuerpos y complemento y sus mecanism os de resultantes y de los productos de degradación
interacción in vitro e in vivo, se han incluido enzim ática de algunos de sus com ponentes,
un capítulo sobre enfermedades autoinmunes, se ha em pleado la nom enclatura antigua. Ello
en especial las de tipo experimental, y otro so­ ha sido realizado con el objeto de facilitar a
bre las bases inm unológicas de) rechazo al in­ los que recién se inician, el acceso y com­
jerto homólogo por considerarlo de sum a im­ prensión de la bibliografía no m uy reciente
portancia en el m om ento actual. Los funda­ sobre e) tema. N o obstante en la p a rte final
mentos teóricos sobre el concepto de afinidad del capítulo se transcribe ia nom enclatura ac­
de los anticuerpos y los métodos para medir tual, recom endada por la O rganización iVIun-
XII Prólogo de la primera edición

dial de la Salud, así com o sus relaciones con bliográficas están indicadas en el pie de p á­
la utilizada. gina.
Puesto que es éste un lib ro p ara p rin c i­ Al finalizar este breve prólogo se deja e x ­
p ian tes, la b ib lio g rafía no fo rm a p arte del presado el reconocim iento del autor a todos
texto. Al final de cada capítulo se acom paña aquellos que de una u otra m anera han co n ­
una Bibliografía en la que se indican los li­ tribuido a que sus deseos de escribir un l i ­
bros, actualizaciones y trabajos m ás im por­ bro en español sobre fundam entos de la In ­
tantes, que el lector podrá consultar píira p o ­ m unología y la Inm unoquím ica se co n creta­
der am pliar sus conocim ientos. ran.
En los casos particu lares de d escripción
d e m étodos o técn icas, las re fe re n cia s b i­ R ic a rd o A. M a rg n i
Prólogo de la segunda edición

La circunstancia de que la prim era edición m en te esc rita en español, con los c o n o c i­
de Inm unología e Inm unoquím ica se agotara m ie n to s in m u n o ló g ico s básico s a c tu a liz a ­
antes de lo previsto planteó la necesidad in ­ dos, y en la que adem ás fuera posible hallar
m ediata de su segunda edición. la m etodología necesaria para poder llev ar a
Com o en los últim os cinco años gran parte cab o los ex p erim en to s q u e p u d ieran p la n ­
de los conocim ientos en los diferentes cam ­ tearse aquellos que se inician en la inv esti­
pos de la Inm unología experim entaron cam ­ g a c ió n in m u n o ló g ica . P o r tal m o tiv o , esa
bios de im portancia, la m ayoría de los capí­ m e to d o lo g ía h a sido am pliada, in clu y en d o
tulos del libro original fueron m odificados, las técnicas indispensables para los estudios
reescritos íntegram ente, subdivididos y am ­ de in m un id ad a nivel celu lar, los m étodos
pliados para su adaptación. in m u n o q u ím ic o s m ás ú tiles para p u rific a ­
D e las consultas y sugerencias recib id as ción de diferentes tipos de antígenos y anti­
surgió la necesidad de incorporar nuevos ca­ cuerpos y toda la m etodología acceso ria ne­
pítulos, en especial sobre órganos linfoides y cesaria para estos fines.
células que intervienen en la respuesta inm u­ Es nuestro m ayor deseo que este libro, en
ne; la respuesta inm une mediada por células; el que figura una m etodología am pliam ente
algunos aspectos de inm unopatología com o e x p erim en tad a, pueda e sta r en la m e s a de
las inm uno deficiencias y las enferm edades trab ajo de aquellos que están h a c ie n d o sus
por autoagresión desarrolladas en el hom bre; prim eras armas en el cam po de la Inm unolo­
los anticuerpos no precipitantes; problem as gía y la Inm unoquím ica.
particulares en el campo de la inm unoquím i­ N o podría cerrar este breve prólogo sin an­
ca, y otros. Ello hizo que para el desarrollo de tes agradecer profundam ente a todos los que
algunos de esos temas, que no eran de nuestra han colaborado en su redacción, a quienes
esp ecialid ad , so licitara la co lab o ració n de con sus com entarios hicieron apreciar la ne­
destacados inm unólogos de nuestro m edio. A cesidad de una am pliación en su contenido y
quienes lean la segunda edición de Inm unolo­ a E ditorial M édica Panam ericana, responsa­
gía e Inm unoquím ica no les quedarán dudas ble de esta segunda edición, por to d o el em­
de que todos lo han hecho con el m áxim o de p e ñ o p u e sto p a ra q u e p u e d a n c u m p lirs e
eficacia y que la experiencia por ellos vertida nuestros deseos.
habrá de resultarles muy útil.
El objetivo inicial de la redacción de este
libro fue el de presentar una obra o rig in al­ R ic a rd o A. M a rg n i
Prólogo de la tercera edición

Dos años y medio fueron suficientes para cóticas e Inmunidad tumoral, los que han sido
que la segunda edición de Inmunología e Inm u­ escritos por especialistas en los respectivos te­
noquímica se agotara. Pero en este lapso tam­ mas. Los restantes capítulos han sido corregi­
bién se clarificaron algunos conocimientos en dos y actualizados para que el libro mantenga
el campo de la inmunología y surgieron hechos vigencia permanente.
y metodologías que hicieron que optáramos por A los colaboradores iniciales y a los que se
elaborar una nueva edición del libro en lugar han incorporado en esta edición, mi sincero
de su reimpresión. agradecimiento por su contribución, la que in­
Para que este manual pueda prestar utilidad dudablem ente habrá de ser apreciada por los
al mayor número de personas interesadas en la lectores. A E ditorial M édica Panam ericana,
inm unología se incluyeron nuevos capítulos, responsable de la edición, mi reconocimiento
entre ellos: Inmunogenética, Inmunidad en las por todo lo hecho.
infecciones bacterianas. Inm unidad en las in­
fecciones virales. Inmunidad en las infecciones
parasitarias. Inmunidad en las infecciones mi- R ic a r d o A. M arg n i
Prólogo de la cuarta edición

Los avances logrados en el cam po de la sorias y las diferentes poblaciones de lin fo c i­


biología m olecular, los aportes de la ingenie­ tos en los m ecanism os de reconocim iento de
ría genética, el uso de anticuerpos m onoclo­ los epitopes antigénicos y en la regulación de
nales, de cepas seleccionadas de anim ales de la respuesta inm une, los avances tam bién han
experim entación y el desarrollo de sofistica­ sido notables.
das m etodologías, entre otros, han hecho que T odos estos hechos son los que han d eter­
num erosos conocim ientos inm unológicos h a­ m inado la reedición de nuestro libro d e In ­
yan sido clarificados en lo que va de la déca­ m unología e Inm unoquím ica escrito en esp a ­
da de 1980. A ello se debe que tengam os hoy ñol -c u y a liltim a edición data de 1 9 8 2 - para
un concepto claro sobre el origen de la di v er­ p o d er incorporar los grandes avances d e la
sificación de las cadenas L y H de las inm u­ inm unología que tuvieron lugar durante estos
noglobulinas, la que en gran parte es conse­ últim os seis a siete años.
cuencia de recom binaciones de exones cuya En esta o p o rtu n id ad p articip aro n v e in ti­
ubicación en el genom a se conoce. Lo m is­ cuatro colaboradores, aportando cada u n o su
m o cabe decir para el receptor antigénico de experiencia en determ inados temas. E llo ha
los linfocitos T y para algunas interleuqui­ h echo que algunos capítulos fueran m o d ifi­
nas, así com o para los antígenos H L A . En cados sustancialm ente o reescritos y q u e fue­
este caso no sólo se ha avanzado en lo que a ra necesario incorporar otros nuevos com o:
H L A y re s p u e s ta in m u n e se re fie re , sin o El origen de la diversidad de los anticuerpos
tam bién a posibles relaciones entre H L A y y ontogenia linfocitaria B; Estructura y orga­
enfermedad. nización genética del receptor T; R espuesta
Los estudios de difracción de rayos X de inm une humoral; Inm unología de las m u co ­
com plejos form ados por el fragm ento F ab de sas; A nticuerpos no precipitantes de la clase
inm unoglobulinas m onoclonales y m oléculas IgG y su relación con los precipitantes; M e­
an tig én icas p e q u eñ as han p e rm itid o te n e r canism os citotóxicos m ediados por células;
una idea mucho más precisa sobre el sitio de R egulación de la respuesta inmune; In flam a­
com binación de los anticuerpos y la topogra­ ción; El com plejo m ayor de histocom patibili­
fía de algunos determ inantes antigénicos. dad humano: HLA.
En el cam po del diagnóstico, el em pleo de Puesto que nuevas m etodologías sero ló g i­
reacciones inm unológicas de tipo inm unoen- cas y de uso inm unoquím ico han surgido úl­
zim áticas ha d em ostrad o su e x trao rd in aria tim am ente, capítulos sobre R adioinm unoen­
sensibilidad y la posibihdad de su desarrollo sayo (RIA), Enzim oinm unoensayo (ELISA );
sin necesidad de tener que recurrir a reacti­ H ib rid o m a s y a n tic u e rp o s m o n o c lo n a le s;
vos radiom arcados o al em pleo de m icrosco­ Electroforesis en gel de poliacrilam ida; isoe­
pia óptica no convencional. lectro en fo cad o ; in m u n o tran sferen cia (“im ­
A nivel celular, en especial en lo referente m u n o b lo ttin g ”), han sido in co rp o rad o s. El
a la participación que tienen las células acce­ capítu lo sobre m étodos cro m ato g ráfico s ha
XVI Prólogo de la cuarta edición

sido am pliado, habiéndose incluido adem ás ra encontrarse en la m esa de trabajo de aque­


el crom atoenfocado. En el capítulo Fraccio­ llos que desarrollen su actividad en los cam ­
nam iento de Inm unoglo b u lin as, se h a d e s­ pos de la inm unología básica y la aphcada.
cripto la m etodología para la degradación en­ El libro continúa siendo una obra integra­
zim ática de las diferentes clases de inm uno- da. N o obstante, se ha dejado en libertad a
g lo b u lin as de ratón, dado que no to d as se los d istin to s c o la b o ra d o re s p ara que cad a
com portan de m anera sim ilar a las de otros uno, sig u ien d o los lin cam ien to s gen erales
vertebrados y al uso frecuente que se hace de trazados, p u ed a expresar su punto de vista
ellas por m edio de los anticuerpos m onoclo­ sobre el tem a que relata y, en especial, sobre
nales obtenidos por hibridización. aquellos tópicos que todavía constituyen m o­
La cuarta edición de Inm unología e Inm u­ tivo de discusión.
noquím ica, que en su versión original fuera N o q u isiera cerrar este prólogo sin antes
concebida para nuestros alum nos de la carre­ agradecer profundam ente a los diferentes au­
ra de B ioquím ica, podrá, en su versión ac­ tores, especialistas en sus tem as, por el e x ­
tual, ser útil para todos aquellos que cursen traordinario aporte que ha significado cada
diferentes carreras con orientación biológica una de sus contribuciones.
com o medicina, veterinaria, biología, ya que A Editorial M édica Panam ericana, al igual
no sólo están desarrollados los aspectos bási­ q u e en ed icio n e s an terio re s, m i a g ra d e c i­
cos de la inm unología, sino que tam bién es­ miento por el esftierzo realizado para que e s­
tán d escrip tas d istin tas in m u n o p ato lo g ías. ta cuarta edición haya podido concretarse.
A dem ás, dada la am plia m etodología que el
libro contiene, sería nuestro deseo que pudie­ R ic a r d o A. M argni
ASPECTOS BASICOS
DE LA INMUNIDAD

I
Mecanismos de defensa
contra la agresión

RICARDO MARGNI 1
El hombre y los animales normalmente no do o infectado, no alcanzan por sí mismos otros
sufren el impacto de los agentes patógenos y tejidos o visceras, sino que lo hacen por inter­
de todos aquellos agresores reales o potencia­ medio de sustancias que, elaboradas por ellos
les que los rodean. Ello se debe a que poseen en el lugar donde se han localizado, son volca­
m ecanism os defensivos protectores que les das al medio interno y, vehiculizadas por la san­
aseguran cierta integridad, y sólo por fallas de gre o la linfa, llegan a los diferentes órganos y
esos m ecanism os se producen infecciones o tejidos, donde producen lesiones características.
agresiones. A los m icroorganism os que actúan p o r el
primer mecanismo se los conoce con el nom bre
de infectantes, en tanto que a los segundos se
MECANISMOS DE LA INFECCIÓN los denomina microorganistnos tóxicos. Estos,
a su vez, pueden ser toxiinfectantes o exclusi­
La mayor parte de las bacterias deben inva­ vamente tóxicos. El inicroorganismo es toxiin-
dir los tejidos del huésped parasitado y multi­ fectante cuando penetra en el huésped, prolife-
plicarse en ellos para poder ejercer su acción ra en el tejido invadido, infecta, y elabora en
nociva, lo cual presupone que se encontrarán ese lugar las toxinas que por difusión van a
con condiciones biológicas y bioquímicas par­ producir la sintomatología clásica de 1a enfer­
ticulares que harán posible esa invasión y m ul­ medad. Actúan de este modo los bacilos dei té­
tiplicación. tanos, de la difteria, de la gangrena gaseosa.
Cuando un m icroorganism o penetra en el Hay también otro tipo de microorganismos
huésped por cualquier vía, se instala en él, se que no necesitan invadir para elaborar sus toxi­
multiplica y, ya sea por efecto mismo de su ac­ nas; por el contrario, no se multiplican en los
ceso a los tejidos o por acción de ciertos pro­ tejidos del hombre, pero son capaces de elabo­
ductos de su m etabolism o conocidos con el rar en el medio externo exotoxinas potentes, las
nombre de toxinas, produce lesiones locales o a que, al ser ingeridas por aquél, pueden produ­
distancia. Esto es, origina una infección. cirle alteraciones sumamente graves, capaces
Esta infección puede ser generalizada o loca­ de llevarlo a la muerte. El caso típico de m i­
lizada. En el primer caso hay una invasión que croorganismo que actúa de esta manera, y que
alcanza a diversos tejidos y se producen bacte- es por ello considerado tóxico, es el C lo stri­
riemias, septicemias, localizaciones en diferen­ dium botulinum.
tes visceras. En el segundo se destaca la agre­ Las bacterias tóxicas y toxiinfectantes son
sión que sufren los tejidos que circundan el lu­ las que ejercen su acción patógena por interm e­
gar donde se ha producido la m ultiplicación dio de sustancias de elevada toxicidad, difusi­
bacteriana la cual está, en cierto modo, deter­ bles, a las que se deben las lesiones y síntomas
minada por propiedades inherentes a la bacteria característicos de la enfermedad. Las toxinas
misma en la mayoría de los casos. bacterianas son de dos tipos: las exotoxinas,
Existen qtros microorganismos que ejercen que son eliminadas al medio externo, y las en­
su acción nociva de manera distinta. Si bien se dotoxinas, que quedan unidas al protoplasm a
multiplican también en el tejido que han invadi­ bacteriano.
4 Aspectos básicos de la inmunidad

Por procesos de filtración a través de mem­ por agentes patógenos. Esos mecanismos pue­
branas filtrantes adecuadas es posible separar den ser inespecíficos y específicos, siendo los
las exotoxinas del medio de cuUivo donde ha primeros de carácter general, capaces de defen­
proliferado el germen productor. Son marcada­ derlo contra cualquier agresor, en tanto que los
mente activas y sumamente antigénicas; esto específicos sólo actúan contra entidades bien
significa que, inoculadas a un animal sensible, definidas.
estimulan la producción de antitoxinas que las
neutralizan específicamente, reacción para la Mecanismos inespecífícos
que unas y otras guardan proporcionalidad di­
recta. Son de dos tipos: a) los constituidos por las
Las endotoxinas no pueden ser separadas por barreras naturales, y b) los de la inmunidad in­
simple filtración; es necesario recurrir a otros nata o inespecífica.
tratamientos físicos, tales como congelación y
descongelación, empleo de solventes, ultraso­ Las barreras naturales
nidos, acción citolítica de detergentes, desinte­
gración mecánica, etcétera. Su índice tóxico es Los microorganismos patógenos se caracteri­
inferior al de las exotoxinas y son, además, ter­ zan por su capacidad de penetrar y multiplicarse
moestables y no precipitables por el sulfato de en los tejidos que invaden. Para defenderse de
am onio, propiedades que no com parten las esa posible agresión, existen en los vertebrados
exotoxinas. Tienen muy escaso poder inmuno­ barreras naturales que, impidiendo la penetra­
génico y en algunos casos resulta prácticamen­ ción de los agentes patógenos reales o potencia­
te imposible preparar sueros antitóxicos. les, les permiten mantener su integridad.
Las exotoxinas son proteínas, en tanto que Debemos considerar en primer lugar la piel,
las endotoxinas son en su mayoría complejos la cual, intacta, actúa como una efectiva barrera
glucidolipidoproteieos. que impide el paso de las bacterias, no sólo co­
Inm unizando animales con endotoxinas se mo mero hecho físico, mecánico, sino también
consiguen antisueros que neutralizan pocas do­ por la presencia de ácidos grasos que dificultan
sis letales mínimas de ehas, pero nunca se con­ e impiden la proliferación bacteriana y actúan
sigue la relación lineal entre las cantidades de como verdaderos elem entos inespecíficos de
antitoxina y toxina en una mezcla exactamente defensa.
neutralizada que, en cambio, se logra en las La boca, el estómago y el intestino también
exotoxinas. lo son. Las bacterias que llegan a la boca son
Es necesario recordar que, adem ás de las retenidas en parte por fijación a la secreción
exotoxinas y endotoxinas, las bacterias pueden que recubre el epitelio bucal. A quellas que
producir otros metabolitos que a su vez son ca­ pueden llegar al estómago sufren la acción bac­
paces de incidir de diferente manera en el curso tericida del jugo ácido de este órgano, el cual
de las infecciones. Algunos microorganismos, las destruye en su mayoría, y por ello los exá­
como los estafilococos por ejemplo, son activos menes bacteriológicos del líquido duodenal y
productores de coagulasa, que tiene la particula­ de la porción alta del intestino delgado denotan
ridad de coagular el plasma humano y de otros frecuentemente ausencia de bacterias.
vertebrados; los estreptococos producen fibrino- La nariz, la nasofaringe y las vías respirato­
lisinas, capaces de digerir los coágulos de fibri­ rias, por su estructura anatómica y su capa de
na; varios microorganismos son productores de células vibrátiles, actúan como elementos de­
hialuronidasa, factor de difusión que facilita la fensivos barriendo la capa mucosa que las re­
penetración, y muchos de ellos elaboran enzi­ cubre. En las fosas nasales, la cantidad de m i­
mas de diferentes tipos que pueden tener cierta croorganismos es indudablemente superior a la
influencia en la infección al producir alteracio­ que hay en tráquea y bronquios; a nivel de es­
nes en el metabolismo normal celular. tos últimos, el número es escaso y puede a ve­
Además de las bacterias, otros agentes agre­ ces ser nulo.
sores reales (virus, parásitos) o potenciales La conjuntiva ocular está íntimamente rela­
pueden producir daños hísticos u orgánicos y cionada con las vías respiratorias superiores por
provocar como consecuencia de ello la reac­ intermedio de los conductos lagrimales. El par­
ción del huésped. padeo y las lágrimas barren la superficie ocular
y eliminan por los lagrimales en las vías respi­
ratorias altas las bacterias que pudieran hallarse
MECANISMOS QUE IMPIDEN en ella; por otra parte, no hay que olvidar que la
LA INFECCIÓN secreción lagrimal es muy rica en una sustancia
bacteriolítica natural denominada lisozima, que
Los vertebrados poseen diferentes mecanis­ a alta dilución tiene la particularidad de produ­
mos para defenderse de la agresión originada cir la lisis de muchos microorganismos. Esta
Mecanismos de defensa contra la agresión 5

sustancia bacteriolítica no sólo se encuentra en Si las barreras naturales han sido vencidas y
la secreción lagrimal sino también en muchas hay penetración de los microorganismos pató­
secreciones mucosas, y su presencia ha podido genos, se ponen en marcha otros mecanismos
ser demostrada hasta en la misma piel. de resistencia “naturales”, involucrados dentro
Las vías genitales están totalmente recubier­ de lo que se conoce como “inmunidad innata” .
tas por una capa dérmica. En el hombre, la m a­
yor parte de los microorganismos son barridos Inmunidad innata
por la orina. La vagina, por su parte, debido a
que normalmente posee una flora rica en lacto- Sus mecanismos comienzan a actuar in m e­
bacilos, origina un medio con un pH bajo que diatamente después de la penetración del agente
impide la proliferación de otros microorganis­ agresor, a diferencia de lo que ocurre con la “in­
mos. Junto a estos mecanismos de barrido en el m unidad esp ecífica” que requiere de c ierto
caso del hombre y de producción de ácido lác­ tiempo para que se haga efectiva. Lo que se
tico por los bacilos acidúricos en la mujer, la procura en primera instancia es la eliminación
mucosa genital en ambos casos posee un mar­ del agente infectivo y la reparación del daño ti­
cado poder bactericida y ello se debe a su con­ sular originado, jugando un papel muy im por­
tenido en lisozima e inhibina. tante en ello el denominado proceso inflam ato­
Además de la necesidad de vencer los meca­ rio. En este evento participan células (m onoci­
nismos anteriormente citados, para que un m i­ tos, polimorfonucleares, neutrófilos, células NK
croorganismo pueda penetrar e infectar, deben [“natural killer”, asesinas], células endoteliales),
darse ciertas condiciones, tales como tempera­ moléculas (citoquinas, componentes del sistema
tura adecuada para su supervivencia y multipli­ complemento resultantes de la activación por la
cación. Esto serviría para explicar ciertos casos vía alterna, metabolitos del ácido araquidónico),
de inmunidad natural hacia determinados m i­ m o lé c u la s de a d h esió n (L F A -1 , IC A M -1 ,
croorganismos ya que, experimentalmente, se ICAM-2, ELAM-1, entre otras) y receptores de
ha podido comprobar que algunos de los ani­ componentes del sistema complemento (C R I,
males inmunes a la infección pueden contraería CR2, CR3 y CR4) (véanse caps. 11 y 12).
cuando se los expone a variaciones térmicas; se Las células que actúan en primera instancia
recuerda como ejemplo el clásico experimento son los m acrófagos locales, que ligan a su
de Pasteur de la infección de la gallina por car­ mem brana al agente agresor. Este mecanismo
bunco al someterla a enfriamiento. tiene lugar a través de la unión de un receptor,
La tensión de oxígeno en los tejidos puede frecuentemente CRI y CR2, con los productos
crear condiciones favorables o por el contrario del sistema complemento C3b y C3bi unidos al
desfavorables para la multiplicación microbia­ microorganism o y provenientes de su activ a­
na; el caso de los clostridios, cuya proliferación ción por la vía altema, inducida por componen­
en el torrente sanguíneo re su lta dificu lto sa tes de la pared celular de las bacterias. Esas
cuando hay una oxigenación acentuada de él, uniones también ocurren entre pares de m olécu­
es un ejemplo de ello. las de adhesión (véase cap. 11). Como conse­
La presencia de metabolitos, o su ausencia, cuencia de esa interacción los macrófagos sinte­
puede desem peñar un papel importante en la tizan y liberan interleuquina 1 (IL-1), factor ne­
proliferación de microorganismos que, habien­ crosante de tumores (TNF) y factor quimiotácti­
do franqueado las barreras anteriormente des­ co de neutrófilos (NCF). Estos factores inducen
critas, llegan a los tejidos. La ausencia de algu­ la rápida emigración de los pohmorfonucleares
nas sustancias indispensables impide su m ulti­ neutrófilos circulantes a los sitios extravascula-
plicación y ha podido demostrarse con mutan­ res donde se encuentra el agente patógeno, esta
tes particulares, en infecciones experimentales migración es mediada por la interacción de m o­
efectuadas en animales, que el añadido de esos léculas que se expresan en la membrana de los
metabolitos esenciales -en la dieta o mediante neutrófilos (L FA -l) y las moléculas de ad h e­
inoculaciones- allana la dificultad y favorece sión ELAM-1 (moléculas endoteliales de adhe­
la infección. sión de leucocitos), ICAM -l e ICAM-2 (m olé­
Además de la lisozima, ya referida, existen culas de adhesión intercelular) que se expresan
en los tejidos del hom bre y de los anim ales en el endotelio de los vasos, inducidas p o r la
otras sustancias que tienen acción bactericida o IL-1 y TNF de origen macrofágico. Estas cito-
bacteriostática, como la espermina y la esper- quinas inducen, a su vez, alteraciones en el en­
rnidina, capaces de actuar sobre los bacilos tu­ dotelio vascular a través del cual se produce la
berculosos; la fagocitina, obtenida de los poli­ emigración de los neutrófilos.
morfonucleares; (3-lisinas; los péptidos antim i­ Las interacciones entre las moléculas de la
crobianos sintetizados por células de mamífe­ membrana de los neutrófdos y las del epitelio
ros conocidos con el nombre de “defensinas” ; vascular transducen señales, en las que partici­
etcétera. pan proteínas G, fosfolipasa C, proteinquinasa
6 Aspectos básicos de la inmunidad

C, entre otras, y llevan a la activación del neu- mo de oxígeno y glucosa, con acumulación de
trófilo. La injuria tisular inducida por éste es d e ­ ácido láctico y disminución del pH por aumen­
bido a la liberación de productos intermediarios to de la glucólisis, hiperproducción de agua
del oxígeno (H^Oj, anión superóxido, radicales oxigenada y de los llamados radicales de oxí­
hidroxilo) y a la exocitosis de los contenidos de geno (anión superóxido, oxígeno singlete, radi­
los gránulos citoplasm áticos, especialm ente cal hidroxilo). Estos productos son marcada­
elastasa. Los oxidantes desnaturalizan a las pro­ mente tóxicos para las bacterias y las matan en
teínas y facilitan su degradación por las enzimas pocos segundos. (Para otros aspectos de la fa­
proteolíticas. En este proceso de injuria partici­ gocitosis, véanse caps. 3 y 21.)
pan también los metabolitos del ácido araquidó­ En casos particulares como las infecciones
nico (tromboxanos, leueotrienos) y los fragmen­ virales, procesos citotóxicos mediados por cé­
tos C3a y C5a del sistema complemento, resul­ lulas NK pueden constituir efectivos mecanis­
tantes de su activación por la vía alterna. mos inespecíficos de defensa (véase cap. 3).
Todo este proceso hace que los polimorfonu­ Las células NK, cuyo origen no está bien defi­
cleares neutrófilos sean Jas células defensivas nido, presentan semejanzas con los linfocitos
que acuden en primer término al lugar de la in­ T, de los que se diferencian por carecer de re­
fección, observándose acumulo de ellas en las ceptores para el antígeno. Su unión a las célu­
primeras 24 horas, y posterior destrucción, por las “blanco” se hace por moléculas de adhe­
fagocitosis, de los neutrófilos que participaron sión; de esa unión surge la formación de poros
activamente en el proceso. A partir de ese m o­ en la m em brana de la célula im pactada y su
mento las células predominantes son los macró­ consecuente destrucción. Este daño celular está
fagos los que, dada su distribución, tardan más mediado por moléculas de la familia de las po-
tiempo en llegar y son las que al fagocitar las rinas o perforinas que funcionan de manera si­
bacterias habrán de provocar su destrucción. milar al componente C9 del sistema com ple­
La muerte de las bacterias tiene lugar por me­ mento (véase cap. 22).
canismos endocelulares que ocurren en los ma­ En la defensa inespecífica del huésped pue­
crófagos y por mecanismos exocelulares media­ den participar también las llamadas proteínas
dos por el sistema complemento. La acción fa­ de la fase aguda, entre las que se encuentran la
gocítica se ejerce no sólo cuando un microorga­ proteína C reactiva, la cx2-macroglobulina y la
nismo llega al tejido celular subcutáneo, sino al-a n titrip sin a . En determinadas circunstan­
también cuando hay una invasión del torrente cias, estos componentes séricos normales pue­
circulatorio. Intervienen en este complejo pro­ den incrementarse grandemente y, a través de
ceso, además de los polimorfonucleares neutró­ diferentes mecanismos, amplificar las defensas
filos sanguíneos, las células histioides libres y naturales contra la agresión exógena.
aun las fijas, localizadas en hígado, bazo, sinu­ La inmunidad innata constituye, en realidad,
soides venosos, etc. (Para mayor información la etapa previa de la respuesta inmune específi­
sobre inflamación, véase cap. 23.) ca, pues para que ésta se lleve a cabo se necesi­
Los m icroorganism os fagocitados son, en ta la captación de los agresores por los macró­
gran parte, destruidos por acción enzimática y fagos, su degradación y procesamiento en pe­
metabolizados como material extraño. El pasa­ queños péptidos para su presentación adecuada
je de las partículas al citoplasma de los fagoci­ en la membrana celular, requisito indispensable
tos no es simple y ello ocurre previa invagina­ para su reconocim iento por los linfocitos T,
ción de la membrana citoplasmática que engol­ elem entos de la respuesta inm une adquirida
fa a la partícula en su fase inicial y la rodea fi­ (véase cap. 2).
nalm ente, originando un fagosoma. Seguida­ Otros productos inespecíficos de defensa son
mente, los gránulos lisosomales se unen al fa­ los interferones (lEN). Son péptidos con activi­
gosoma y forman un fagolisosoma; durante es­ dad antiviral que desempeñan un papel impor­
te proceso las enzimas de los gránulos lisoso­ tante en la resistencia inespecífica a la infec­
males pasan al interior del fagolisosoma y se ción; en un comienzo se supuso que era una
inician los procesos de digestión del material sustancia tínica elaborada espontáneamente co­
fagocitado, que es consecuencia de la activa­ mo respuesta a una infección viral. En estos
ción que ha experimentado el macrófago. D u­ momentos se sabe que a! menos hay tres enti­
rante este proceso hay un aumento de los re­ dades distintas denominadas a , p y y, las que
ceptores para Fe y C3b que esta célula expresa no sólo funcionan como antivirales, sino que
en su membrana. Entre las hidrolasas lisosoma­ también han demostrado un efecto antiprolife-
les que son liberadas durante la fagocitosis se rativo y una participación activa en los meca­
encuentran fosfatasas, ribonucleasas, desoxiri- nismos regulatorios de la respuesta inmune.
bonucleasas, proteasas, lipasas, glucosidasas y Si bien el interferón no es específico para el
esterasas. Ocurren aquí cambios en el metabo­ virus inductor, presenta ciertas características
lismo celular caracterizados por mayor consu­ de especificidad con relación a las células res­
Mecanismos de defensa contra la agresión

ponsables de su elaboración. Así, el interferón ferón, el primero conserva su poder infectivo.


logrado por inducción de un determinado virus El ácido nucleico viral al penetrar en una célula
es eficaz contra cualquier otro tipo de infección com ienza a replicarse y es durante esta fase
viral, pero únicamente protege a las células de cuando la célula, por algún tipo de información
la especie animal de donde proviene. Ello se recibida, reactiva el material genético conteni­
debería a que su elaboración es patrimonio de do en el ADN nuclear transcribiendo un m en­
la información genética de la célula y no del vi­ saje en un ARNm, que se pone en contacto con
rus; de ahí su especificidad para aquélla. los ribosomas del citoplasma. La traducción de
En condiciones normales, todas las células ese mensaje significa la síntesis de la proteína
somáticas son potenciahnente capaces de pro­ “interferón”. Cada especie animal elabora su
ducir interferón, pero sólo lo elaboran por esti­ propio IFN, que abandona la célula productora,
mulaciones preferentemente virales. No es éste destinada a morir por la infección viral. Por sí
el único mecanism o para inducir su produc­ solo es incapaz de salvar a una célula agredida,
ción; la inoculación de virus atenuados ARN, pero resulta efectivo para la protección de célu­
polirribonucleótidos sintéticos de doble cadena las no invadidas.
como poli Lpoli C y algunos extractos bacteria­ En relación con la actividad antiviral, los
nos -entre otros- pueden resultar eficaces. IFN interfieren en la formación de nuevos vi­
Hasta el momento se han identificado los in­ riones. No son proteínas que inhiben ¡a replica­
terferones a , P y y, que presentan diferencias ción viral, sino que inducen a las células a sin­
antigénicas y son sintetizados por poblaciones tetizar las proteínas responsables del efecto an­
celulares distintas. El IFN -a es producido por tiviral. Los interferones no penetran en las cé­
leucocitos estimulados por virus y polirribonu­ lulas; muy posiblemente interaccionen con un
cleótidos. Los mismos inductores, al actuar so­ receptor de la superficie de la célula y se expre­
bre fibroblastos, dan origen al INF-p. El IFNy sen vía un segundo mensajero. En apoyo de
es producido por leucocitos estimulados por vi­ ello está el hecho de cjue la inyección intracelu­
rus y polirribonucleótidos. Los linfocitos esti­ lar de INF no induce efecto antiviral.
mulados con antígenos o mitógenos, producen El mecanismo básico de acción del IFN pa­
IFNy, de allí que se lo conozca también como recería que está relacionado con la interferencia
interferón inmune, que funciona como una lin­ a que moléculas de ARNm traduzcan m olécu­
foquina. Los tres interferones tienen pesos mo­ las tempranas o progenitoras de la síntesis vi­
leculares próximos (18, 20, 21-24 kD) y están ral. Se ha demostrado que el IFN induce la sín­
constituidos por 189, 187 y 143aa, respectiva­ tesis de proteínas celulares, algunas con activi­
mente. Presentan diferencias antigénicas entre dad enzimática. Una de ellas tiene capacidad
ellos. (Para más información véase capítulo 12.) para convertir, en presencia de ARN de doble
Los genes que codifican para los tres interfe­ cadena, al ATP en un oligo A particular, que a
rones han sido clonados. Se han identificado 14 su vez activaría una endorribonucleasa que hi-
genes para el IFN -a, 2 a 5 para el IFN-p y 1 drolizaría los ARNm virales, inhibiendo de este
para el IFN-y. Este último no presenta homolo­ modo la síntesis de proteínas estructurales del
gía con los otros genes de IFN, pese a que co­ virus. El IFN también inhibiría la síntesis pro­
difica una proteína de tamaño similar en la que teica en forma indirecta al inducir una protein­
ciertos aminoácidos ocupan las mismas p o si­ quinasa que, en presencia de ARN de doble
ciones en los IFN a y p. Los interferones a y P cadena, fosforila el factor de elongación, inter­
son estables a pH 2 a 4“C y se mantienen acti­ firiendo de esta forma en el proceso de traduc­
vos en presencia de dodeciisulfato de sodio. El ción. Ei IFN puede, además, potenciar la inhi­
IFN-y, en cambio, es sensible a ambos trata­ bición de la síntesis proteica al in d u cir una
mientos. Los IFN P y y son glucoproteínas, no fosfodiesterasa, la que escinde las secuencias
así el IFN -a. term inales 3 ’ CCA del ARNt, im pidiendo la
Se han aislado IFN de pesos moleculares su­ unión del aminoácido. Si bien los mecanismos
periores al indicado, lo cual podría deberse, en descritos podrían explicar la interferencia de
parte, al hidrato de carbono acom pañante, a los IFN en la síntesis de las proteínas v irales,,
que el IFN formara dímeros o a que se asociase existen todavía interrogantes que no han recibi­
con otras proteínas no liberadas durante la puri­ do respuesta adecuada.
ficación.
De todos los interferones, el a y el P son los Elementos específicos de defensa
que han demostrado un efecto viral más mani­
fiesto, en tanto que el IFN-y, si bien conserva Si bien las barreras naturales y los m ecanis­
esa actividad, funciona mejor como una linfo­ mos de la inmunidad innata son de valor ex­
quina. traordinario para la defensa del huésped, sabe­
El IFN no actúa como un anticuerpo neutra­ mos que, si se produjesen soluciones de conti­
lizando al virus; en una mezcla de virus e inter­ nuidad u otras alteraciones, pueden d e ja r de
8 Aspectos básicos de la inmunidad

cumplir eficazmente su cometido. En esos ca­ inmunidad. Conceptos generales;


sos, los agentes agresores, al penetrar y ejercer mecanismos
su acción nociva sobre tejidos y órganos, pro­
ducen enfermedad. ¿Significa ello que cuando El término “inmunidad” proviene del voca­
los mecanismos naturales inespecíficos dejan blo latino inmun (in privativo; munus, carga; o
de actuar se han agotado nuestros medios de sea privado de carga, privilegiado). Este voca­
lucha contra la agresión? En estos casos dispo­ blo se utilizaba en la época del hiiperio Roma­
nemos de quim ioterápicos y antibióticos que no pai-a identificar a las personas eximidas del
pueden ser eficaces en algunas oportunidades; pago de impuestos, beneficio que podía obte­
pero podemos además crear mecanismos de­ nerse por herencia o adquirirse mediante algu­
fensivos específicos, los de la inmunidad, cuyo na acción particular que era prem iada por el
estudio habremos de encarar. Estado. Pero desde el punto de vista médico, y
Cuando un agente agresor real o potencial para no incurrir en confusiones, es necesario
(antígeno) penetra en un vertebrado adulto (pri­ determ inar exactam ente qué se entiende por
mer estímulo), éste experim enta una serie de “inmunidad” . Se la considera como sinónimo
modificaciones que determinan que su compor­ de resistencia y sirve para expresar la resultante
tamiento ulterior frente a nuevas penetraciones de dos sistemas opuestos, el agente invasor y
del mismo antígeno pueda ser de naturaleza di­ las reacciones del huésped invadido, resultante
ferente. Ello depende de las dosis antigénicas que puede tener todos los valores, desde cero a
empleadas en cada caso, del tiempo transcurri­ infinito. La inm unidad se caracteriza porque
do entre el primer estímulo y los siguientes, de como respuesta al estím ulo antigénico no se
la calidad de los anticuerpos específicos forma­ desencadenan manifestaciones colaterales per­
dos, de ciertos factores genéticos propios del judiciales para el huésped, cosa que en cambio
individuo, etc., todo lo cual configura modifi­ ocurre en la alergia. En un sentido más amplio,
caciones de la sensibilidad. Si las reestim ula­ y sobre la base de los conocimientos que ac­
ciones antigénicas provocan en el huésped va­ tualmente se tienen sobre los fenómenos inm u­
riaciones cuantitativas de la sensibilidad (nor- nológicos, debe considerársela como la re s­
mosensibilidad o hiposensibilidad) con respec­ puesta de un huésped a un agente agresor real o
to a la acción directa que ejerce el antígeno, se potencial y las consecuencias de ella derivadas.
dice que hay inmunidad. El ejemplo clásico es Un vertebrado inmune posee ciertos elemen­
el de la inoculación de una toxina microbiana a tos específicos que actúan sobre el antígeno o
dosis subletales en un animal de experimenta­ agente agresor que les ha dado origen, neutrali­
ción. T ranscurrido cierto tiem po, el anim al zándolo o impidiendo un daño real o potencial
puede recibir dosis superiores sin sufrir trastor­ en el organismo. ¿Pero cómo y dónde se for­
nos, lo que significa, desde el punto de vista man esos elem entos? ¿Por qué en un animal
cuantitativo, que ha modificado su sensibilidad sus componentes normales no expresan esa ac­
para la toxina. El animal es inmune a la acción tividad? ¿En qué casos particulares y cóm o
tóxica. pueden formarse productos que actúen contra
Cuando las inoculaciones de antígenos pro­ los propios componentes orgánicos dando lugar
ducen en el huésped modificaciones tales que a las llam adas enferm edades por autinm uni-
hacen que reaccione con cambios cualitativos dad? ¿Cuál es la causa del rechazo de los injer­
de la sensibihdad frente a la reinoculación del tos homólogos y heterólogos? Si bien hasta no
mismo antígeno, se dice que hay alergia. Así hace mucho tiempo nuestra ignorancia al res­
ocurre, por ejemplo, al inocular un cobayo con pecto era grande, num erosos hechos experi­
100 mg de ovoalbúmina y reinocularlo tres se­ mentales han facilitado su interpretación.
manas después, por vía endovenosa, con canti­
dades inferiores de antígeno. El animal reaccio­ Tipos de inmunidad
na frente al segundo estímulo con una sensibili­
dad exagerada que puede llevarlo a la muerte Dijimos ya que los inmunes eran privilegia­
(choque anafiláctico). Es indudable que esa hi­ dos y que este privilegio podían tenerlo desde
persensibilidad no es causada por el antígeno el nacimiento -poseían por lo tanto una inmu­
en sí, ya que se le inocularon dosis menores nidad natural-, o conseguirlo ulteriormente -la
que las del primer estímulo. Ello se debe a la li­ inmunidcid era en este caso adquirida- Desde
beración de mediadores químicos como conse­ el punto de vista médico existen también esos
cuencia de la interacción del antígeno con sus dos tipos de inmunidad.
anticuerpos específicos fijados a células (mas­
tocitos). Esos mediadores modifican la sensibi­ Inmunidad natural
lidad y ésta es de una calidad distinta a la pro­
vocada directam ente por el antígeno (véase Si bien es poco lo que se sabe de ella, es un
cuadro 1-1). hecho cierto que diferentes especies animales
Mecanismos de defensa contra la agresión

Cuadro 1-1. Respuesta del huésped a su agente agresor


Huésped R eacción F enóm eno

Espontánea
A ctiva
Prim er estím ulo Experim ental
M odificaciones
cuantitativas de la_ - Inm unidad Espontánea
M odificación de sensibilidad (nor- Pasiva
la capacidad raosensibilidad o E xperim ental
reactiva norm al hiposensibilidad)
A doptiva I Experim ental

Estím ulos A c tiv a


A nafilaxia
poste- — P a s iv a
riores A nticuerpos
séricos fijos
A c tiv a
IVIodificaciones Inm ediata a células A topia
cualitativas de la P a siv a
sensibilidad A lergia
(hipersensibilidad) A nticuerpos Fenóm eno /Votivo
séricos circu ­ de A rthus
lantes P asiv o

, [c é lu la s esp ecífica m en -í Alergia tipo tuberculínico


K ctaiüaaa 4 sensibilizadas 1 „ , ,. ■■ , ,
[ Rechazo al nomoinjerto, etc.

presentan resistencia variada a la acción de los cruzi que, si bien no infecta a la rata adulta, tie­
distintos microorganismos o de sus toxinas. La ne marcado poder infectivo sobre las crías lac­
razón de ello puede residir en diferentes causas: tantes de menos de una semana de vida.
3) Influencias hormonales. Variaciones hor­
1) Factores genéticos y raciales. Existen nu­ monales pueden producir modificaciones en la
merosos ejemplos que demuesti'an influencias resistencia a la infección por diferentes agentes
de ese tipo. Los animales carnívoros y las aves agresores. Los diabéticos son susceptibles a las
son resistentes al carbunco; no ocurre así con infecciones de piel, en especial la furunculosis;
los hervíboros, que son sensibles aunque dentro tanto los hipotiroideos como los hipertiroideos
de ciertas limitaciones. Entre las ovejas, las de -y se suman quienes padecen de hipoadrenalis-
raza europea son sensibles, mientras que las ar­ m o - poseen mayor susceptibilidad a la infec­
gelinas son resistentes a dicha infección. ción que los individuos normales.
Otro hecho curioso lo presenta el gonococo, 4) Anticuerpos naturales. En algunos anim a­
que, si bien enferma al hombre produciéndole les con marcada resistencia a distintos agentes
blenorragia, no tiene capacidad para infectar a agresores se ha demostrado la existencia de an­
ninguno de ¡os anim ales de experim entación ticuerpos específicos similares a los formados
normalmente utilizados. en el proceso inmunitario adquirido. Se obser­
Dentro del género humano hay factores ra­ va a veces que individuos que exhiben alta re­
ciales que confieren a los individuos distinta sistencia a ciertas exotoxinas bacterianas tienen
resistencia. La raza negra, por ejemplo, es m u­ en su sangre circulante antitoxinas similares a
cho más sensible que ¡a blanca a la tuberculo­ las que aparecen en infectados o vacunados
sis y algunas enfermedades tropicales, e inclu ­ contra ellas. Esto podría deberse a infecciones
so dentro de la última, hay individuos más o subagudas que pasaron inadvertidas, pero que
menos resistentes a diferentes m icroorganis­ han servido para dejar algún grado de resisten­
mos. cia. Lo que resulta muy difícil de explicar es
2) Edad. Es otro factor que debe tenerse en que en determ inadas personas o anim ales se
cuenta. El virus del sarampión, cuando infecta encuentran anticuerpos contra numerosos m i­
al hombre, por regla general no deja secuelas, croorganismos, lo que significaría, de acuerdo
pero si la infectada es una embarazada con me­ con la concepción anterior, que han sufrido in­
nos de tres meses de gestación el embrión pue­ fecciones m últiples, cosa un tanto difícil de
de sufrir lesiones cardíacas graves, cataratas, aceptar, sobre todo teniendo en cuenta que esos
sordera. Fetos de mayor edad son resistentes. anticuerpos han sido observados a veces en
Otro ejem plo lo tenemos en el Trypanosoma anim ales refractarios a la acción de lo s m i­
1o Aspectos básicos de la inmunidad

croorganism os cuyos correspondientes an ti­ defensivos y además es de larga duración por­


cuerpos contienen. Cuando se iiaga referencia a que - a pesar de que los anticuerpos elabora­
la incidencia de las mutaciones somáticas en la dos, como proteínas que son, se metabolizan y
creación de diversificación en las inm unoglo­ eliminan por los emuntorios en un período no
bulinas (cap. 6) se podrá apreciar la posibilidad superior al m e s- el aparato encargado de su
de aparición de estos anticuerpos como conse­ fo rm a ció n sig u e tra b a jan d o y re p o n ie n d o
cuencia de ese hecho. constantemente, por un tiempo bastante largo,
Por hibridación de células de bazo de ratones los anticuerpos que van desapareciendo del
embrionarios con células de plasmocitom a se torrente circulatorio.
han conseguido híbridos que sintetizan an ti­
cuerpos específicos de la clase IgM, de baja 2) La inm unidad adquirida pasiva puede ser
afinidad. Dado que los embriones no fueron es­ también:
timulados ni expuestos a antígenos extraños, a) Espontánea (congénita)
ello significa que en sus células de bazo ya b) Conferida artificialmente
existía información para la síntesis de ciertos
tipos de anticuerpos, los que, dadas las circuns­ La inmunidad adquirida en forma pasiva y
tancias expuestas, deben ser considerados co­ espontánea es la que tiene el recién nacido co­
mo naturales. mo consecuencia de su transferencia por la ma­
Sea cual fuere el mecanismo que confiere la dre a través de la placenta o el calostro; en
inmunidad natural, es innegable que hay una cambio, la pasiva conferida artificialmente es
resistencia particular, natural o genética, que la que se consigue por inoculación de suero
hace que la resultante de la interacción de ese proveniente de otros individuos o animales in­
sistema opuesto “agente invasor-huésped infec­ munizados con anterioridad y en los cuales hay
tado” se desplace totalmente hacia este tiltimo un alto contenido de anticuerpos específicos.
lado y ese privilegio natural o inmunidad natu­ Este tipo de inmunidad es de corta duración,
ral sea un hecho concreto. pues los anticuerpos son metabolizados como
todas las proteínas y eliminados por los emun­
Inm unidad adquirida torios a breve plazo, de modo que el estado in­
munitario termina con la desaparición de di­
Es la que en realidad nos interesa, ya que se chos anticuerpos por no estar estim ulado su
trata de una lucha específica entre el agente in­ propio aparato formador.
vasor y los anticuerpos y células sensibihzadas La inmunización activa artificial provocada
por él originados. Puede ser de tres tipos: acti­ por vacunación persigue el logro de una protec­
va, pasiva y adoptiva. ción de larga duración para que actúe preventi­
vamente. Como las defensas en este caso tardan
1) La inmunidad activa se divide a su vez en: un tiempo en aparecer, algo más de una semana,
a) Adquirida espontáneamente la vacunación no puede ser utilizada como cura­
b) Provocada artificialmente tiva. Se apelará entonces a la inmunización pa­
siva, mediante seroterapia o la administración
En la inmunidad activa adquirida espontá­ de inmunoglobulinas hiperinmunes, ya que esos
neam ente, las defensas específicas se co n si­ anticuerpos introducidos actuarán de inmediato,
guen como consecuencia de la penetración en neutralizando el agente mórbido o sus toxinas y
el individuo de un agente invasor que lo enfer­ favoreciendo el restablecimiento.
ma. No obstante, el huésped invadido consigue
activar las células del sistema inmune y elabo­ 3) Inmunidad adoptiva:
rar anticuerpos específicos, los que perm ane­
cen en el organismo aun mucho después de ha­ Es la que se consigue cuando se transfieren
ber desaparecido el agente infectante. células inm unológieam ente com petentes. Su
La inm unidad activa provocada artificial­ duración será distinta según que las células
mente se consigue mediante la inoculación de transferidas sean isólogas, homólogas o heteró­
antígenos, que pueden ser proteínas com ple­ logas.
jas, m icroorganism os vivos atenuados, m i­
croorganism os m uertos, o bien las toxinas Mecanismo de la inmunidad antiinfecciosa
m ism as, pero m odificadas de modo tal que
conserven su capacidad antigénica aunque en Cuando las bacterias se introducen directa­
el proceso de modificación hayan perdido su mente en la sangre, gran parte de ellas son en­
acción tóxica (toxoides). El huésped, ante es­ globadas por los macrófagos e histiocitos fijos
tos estímulos, responde como en el caso ante­ del hígado, bazo, sinusoides venosos y en parte
rior. La inmunidad es activa porque el infecta­ son fagocitadas por los polim orfonucleares e
do o vacunado elabora sus propios elementos histiocitos de los pulm ones, donde floculan
Mecanismos de defensa contra la agresión 11

parcialmente. Si las bacterias que han penetra­ gún tejido o zona donde el pasaje sanguíneo es
do son avirulentas, este mecanismo las elimina muy lento, la infección puede no llegar a la san­
rápidamente, En el caso de bacterias de marca­ gre y quedar en los ganglios, donde puede per­
do poder patógeno, a esa primera eliminación manecer por mucho tiempo aunque el animal no
parcial le sigue una multiplicación exagerada experimente reacciones que indiquen enferm e­
en el sitio donde se han localizado y sobreviene dad, En la eliminación de algunas bacterias par­
como consecuencia una invasión al torrente ticipan también, como ya se ha visto, sustancias
sanguíneo; del triunfo de la multiplicación so­ bactericidas elaboradas por el huésped, que ac­
bre el mecanismo de la eliminación, o vicever­ túan por sí solas o formando parte de sistemas.
sa, depende la infección. Hemos considerado hasta ahora el m ecanis­
La muerte del animal por septicemia aguda mo por el cual son eliminadas hasta cierto pun­
se produce cuando esos mecanismos resultan to las bacterias que han penetrado en un animal
insuficientes. normal, pero ese mecanismo puede increm en­
Las bacterias que penetran por otras vías su­ tarse m ediante la inm unización esp ecífica a
fren un mecanismo de eliminación sim ilar al partir de un cultivo muerto de dichos m icroor­
anterior -n o tan intenso-, que depende funda­ ganismos.
mentalmente de la naturaleza del tejido donde Un animal inmunizado activamente reaccio­
se han localizado. Si la inoculación es intrape­ na frente a las bacterias como si éstas fueran
ritoneal, la invasión al torrente sanguíneo es rá­ avirulentas o de virulencia muy escasa y logra
pida; lo es menos si la inoculación ha sido he­ entonces que el equilibrio se desplace de modo
cha por vía intram uscular y menos aun si se que los mecanismos de fagocitosis y de elim i­
inocula por vía subcutánea. nación predominen sobre los de penetración de
El pasaje de las bacterias desde el punto de las bacterias e impidan la infección. Para con­
inoculación a la sangre se realiza siempre por seguir este desplazamiento en el equilibrio pue­
los linfáticos, y en la eliminación de los m i­ de hacerse una inmunización activa, com o ya
croorganismos invasores los macrófagos de los hemos dicho, o en cambio inmunizarse pasiva­
ganglios linfáticos regionales desempeñan un m ente mediante la inoculación, en la m ayor
papel preponderante. Si las bacterias son aviru- parte de los casos, de suero proveniente de ani­
lantas o de virulencia relativa y penetran en al­ m ales in m u n izad o s activ am en te. A d em á s,

Eliminación

sanguíneo

Fig. 1-1. Esquem atización de los diferentes fenóm enos que pueden ocurrir cuando una bacteria penetra en un v erteb rad o
adulto. A, B acteriem ia, elim inación por fagocitosis. B, Infección aguda, septicem ia y m uerte. C, Infección m oderada, fo r­
m ación de anticuerpos, inm unidad.
12 Aspectos básicos de la inmunidad

cuando ha habido infección en un individuo no ten enormemente las defensas específicas (véa­
inmunizado, en los períodos finales de la infec­ se cap. 24).
ción, y como consecuencia de la elaboración de Nuestros conocimientos sobre la inmunidad
anticuerpos específicos contra el microorganis­ antiviral no son tan claros como desearíamos;
mo infectante, se crea un estado inm unitario no obstante sabemos que en la defensa contra
que hace que el proceso infeccioso pueda ser los virus los principales elementos de defensa
vencido si no se debe a microorganismos m ar­ son los linfocitos citotóxicos. Es necesario te­
cadamente virulentos (fig. 1-1). Este es el me­ ner en cuenta una serie de factores que pueden
canismo más común de respuesta inmune a una incidir en dicha inmunidad, factores que están
infección bacteriana; no obstante, en algunos relacionados con la especie animal, la edad del
casos particulares, la inmunidad mediada por sujeto en experimentación, el tejido donde se
células tiene participación activa. im planta el virus, la vía de inoculación. Un
El suero de los animales inoculados con do­ ejemplo lo tenemos en el virus de la influenza,
sis repetidas de toxina diftérica, tetánica u otras que inoculado por vía subcutánea no infecta al
exotoxinas, adquiere la propiedad de^ neutrali­ ratón pero, si en cambio es inoculado por vía
zarlas por formación de antitoxinas. Éstas, que intranasal, sí le produce la típica neumonía vi­
constituyen la base de la inmunidad antitóxica ral al cabo de una semana.
considerada como el tipo más simple y sencillo El mecanismo de invasión viral y las opera­
de inmunidad y que ejercen una acción neutra­ ciones de limpieza llevadas a cabo por el ma-
lizante específica sobre las exotoxinas, pueden croorganismo infectado son muy similares a lo
encontrarse en el suero del hom bre o de los que ocurre en las infecciones bacterianas pero
animales como consecuencia de procesos in­ no debemos olvidar cuál es la estructura y me­
fecciosos por bacilos toxigénicos, o por la ino­ tabolismo de los virus y su exclusiva prolifera­
culación experimental de toxinas o toxoides. ción en las células del huésped.
Además de estas antitoxinas originadas por un Lo que sí es evidente es que, cuando se ino­
proceso inmunitario activo, puede conseguirse culan por las vías que corresponden suspensio­
cierto título de las mismas en la sangre circu­ nes de virus atenuados, o en los casos de infec­
lante del hombre o animales de experim enta­ ciones virales por enfermedad, se consigue una
ción m ediante su inoculación bajo form a de inmunización activa de largo plazo, muchas ve­
suero antitóxico. La inm unidad antitóxica es ces de por vida, mucho más eficaz que la inmu­
simple, ya que se produce mediante la neutrali­ nidad bacteriana. Es también evidente que me­
zación directa de la toxina por su respectiva an­ diante la inoculación de esos virus atenuados a
titoxina existente en el medio circulante, sin animales adecuados puede conseguirse la pre­
que haya necesidad de que intervengan los ma­ paración de sueros antivirus para ser emplea­
crófagos y otros fagocitos indispensables para dos eficazm ente en la inm unización pasiva
la inmunidad antibacteriana. (véase cap. 27).
Su mecanismo en nada depende del comple­
jo sistema de células que, en cambio, es funda­ In m u n id ad local
mental en el caso de que la infección sea pro­
ducida exclusivamente por microorganismos y Desde hace mucho tiempo se sospechaba la
no por sus toxinas. Un hecho muy característi­ existencia de un estado inmunitario local, en
co de la inmunidad anütóxica es que la concen­ cierto modo independiente de la inm unidad
tración de la antitoxina microbiana presente en general, pero sólo en los últimos tiempos, con
el torrente circulatorio es relativam ente baja; el descubrimiento de los anticuerpos citofílicos
así, en el caso de la difteria hay inm unidad y la inm unoglobulina IgA secretoria (véase
cuando la concentración de antitoxina circulan­ cap. 5) se ha logrado una explicación convin­
te, conseguida como consecuencia de una in­ cente.
munización activa, es alrededor de 0,01 U.A. Sabemos que en el hombre y ios animales
Esta pequeña cantidad de antitoxina sería sufi­ existen diferentes clases de inmunoglobulinas
ciente para neutralizar la toxina originada en que pueden tener especificidad para un mismo
una infección primaria. Si las cantidades de to­ determinante antigénico; tenemos conocimien­
xina rebasan la capacidad neutralizante de la to también de que los anticuerpos, como con­
antitoxina la infección puede producirse, pero secuencia de modificaciones en sus estructu­
es necesario hacer notar que en los individuos ras, pueden variar en su comportamiento bio­
inm unizados activam ente, a diferencia de lo lógico. Algunos de ellos tienen capacidad para
que pasa con los no inmunes, pequeños estím u­ fijarse a células, en especial a macrófagos: son
los, conseguidos como consecuencia del nuevo los anticuerpos “citofílicos” y se caracterizan
ingreso de toxina a los tejidos, hacen que rápi­ porque al fijarse a receptores celulares del ma­
damente y con suma facilidad elaboren gran crófago lo “arm an” con anticuerpos específi­
cantidad de antitoxina y de este modo aumen­ cos capaces de fijar al antígeno. El armado de
Mecanismos de defensa contra la agresión 13

los macrófagos con anticuerpos citofílicos, vía regulación de la inmunidad local, por su parti­
receptor para Fe, puede ocurrir en el curso de cipación en la defensa de las membranas y ca­
una infección, en la zona inflamada donde se vidades abiertas contra los agentes de la agre­
ha originado el proceso o en los nódulos linfá­ sión (véanse caps. 5 y 17).
ticos, por contacto de los macrófagos con célu­
las form adoras de anticuerpos o anticuerpos B IB L IO G R A FIA
circulantes. Los macrófagos armados pueden, B ossche H y Van D en (Eds): Biochem istry o f p a ra site s and
regionalmente o a distancia de la infección ini­ líost-parasiíe relationships. North tto lla n d Publ, 1976.
cial, posibilitar la fagocitosis del antígeno por C ohén S y Sadun EH (Ed.): Im m unology o f P arasitic Infec-
fijación previa a su membrana, lo que favorece tions. B lackw ell Sci Publ O xford, 1976.
D ean R T y Jessup W: M o n o n u clea r phagocyte.s: p h ysio -
su endocitosis, o facilitar su destrucción por un logy a n d pathology. E lsevier Science Publ., 1985.
mecanismo no fagocítico. No caben dudas de D ick G (Ed): Im m unological A sp ects o f Infectious D isea-
que los m acrófagos que tienen fijados an ti­ .ses, M T P , 1978.
cuerpos citofílicos deben desempeñar un papel Friedm an Fl, Linna TJ, Prior JE (Eds): Infection, Im m u n ity
a n d G enetics. M TP, 1979.
im portante en la inm unidad local contra los Joiner K. A, Brow n, E. J. & Frank, M . M .: “C o m p lem en t
agentes agresores externos. and b a c te ria ” . A n n u a l R eview o f Im m u n o lo g y", 2:4 6 1 -
Bl hecho que ha contribuido a una m ejor 4 9 1 ,1 9 8 4 .
comprensión de la inmunidad local ha sido el L ehrer R. L, U ch ten stein , A. K. & G anz, T.: “D efensins:
a n tim ic ro b ia l and c y to to x ic p e p tid e s o f m a m m a lia n
d escubrim iento de que la inm unoglobulina c e lls ” . A n n u a l R e v ie w o f Im m u n o lo g y , 1 1 :1 0 5 -1 2 8 ,
IgA, que se encuentra en el torrente sanguíneo 1993.
en pequeñas cantidades, está presente en con­ M cG hee JR, M estecky J, B abb JL (Eds): Secretory Im m u-
centraciones relativamente altas en el calostro, nity and Infection. A d va n ces in Experim ental M ed icin e
a n d B iology, vol. 107, Plenum Press. N ew York, J9 7 9 .
sahva, lágrimas, secreción bronquial e intesti­ M üller-E berhard, H. J. (Ed.): “Innate Im m unity” . C urrent
nal. En todas estas secreciones, la IgA no res­ O pinión in Im m unology. 2 (N° 1): 3-77, 1989/90.
ponde a su estructura normal, sino que adquie­ N otkins A L (Ed): Viral Im m u n o lo g y cmd. Im m u n o p a th o -
logy. A cadem ic Press. N York, 1976.
re una estructura dimérica asociada a un com ­ Sher, A. & Coffm an, R. L.: “R egulation o f itnm unity to pa­
ponente “S” o secretorio, diferente de los pép­ rasites by T cells and T cell-clerived cytokines” . A n n u a l
tidos constitutivos de las inm unoglobulinas, R eview o f Immunology, 10:385-409, 1992.
elaborados por las células epiteliales glandula­ S tew art, W . E.: The In terferó n System . S pringer V erlag .
B erlín, 1979.
res y que le confiere al anticuerpo resistencia a Stew art W E y Schellekens H (Eds): The biology o f th e in-
la acción de las enzim as proteolíticas. Esta terferon system , 1985. E lsevier Science Publ, 1986.
IgA es de origen local y está elaborada por las S tringfellow DA (Ed.): C linical application o f in terferó n
células formadoras de anticuerpos ubicadas su- a n d their inducers. M arcel Dekker, Inc., 1986.
U nd erd o w n , B. J. & S ch iff, J. M .: “Im m u n o g lo b u lin A:
bepitelialm ente en las glándulas m ucosas y strategic defense initiative at the m ucosal su rface” . A n ­
membranas. Es de singular importancia en la nual Review o f Im m unology, 4:389-417, 1986.
La respuesta inmune

RICARDO MARGNI 2
En el capítulo 1, al discutir los mecanismos células. Por un lado macrófagos y células simi­
de la defensa contra la agresión de patógenos lares que actuando en forma inespecífica parti­
reales o potenciales, se enfatizaba que en todos cipan, de la captación del antígeno, su procesa­
los vertebrados adultos podía activarse un sis­ miento y presentación para el reconocimiento
tema de reconocimiento específico del agente por los linfocitos, células con actividad especí­
agresor, conocido como sistema inmune. A fi­ fica. Algunas estirpes de estas células sólo son
nes del siglo pasado y en los comienzos de esta capaces de reconocer al antígeno por contacto
centuria, se discutió vivamente si ese mecanis­ directo, cuando les es presentado por el macró­
mo era mediado por moléculas o por células, fago en forma adecuada; otras secretan molécu­
siendo activos defensores de estas postulacio­ las denominadas anticuerpos, poseedoras de es­
nes Ehrlich y Metchnicoff. Este último sostenía tructuras especiales, que pueden unirse al antí­
que la defensa inmune era ejercida por los m a­ geno específicam ente y neutralizar su efecto
crófagos, los que al fagocitar las bacterias por agresor. A las células capaces de interaccionar
un proceso similar al que ocurre con las partí­ específicamente con el antígeno o de secretar
culas inertes, aseguraban su destrucción. Ehr­ moléculas que puedan hacerlo se las denomina
lich, en cambio, consideraba que las células inmunocompetentes, y a las que participan en
elaboraban receptores específicos en sus mem­ otras etapas de la respuesta inmune células ac­
branas los que, luego eran liberados al plasma cesorias.
circulante, y que esas moléculas eran las que En el hombre y demás vertebrados normal­
neutralizaban al antígeno o agente agresor. mente existen estas células, de modo que ten­
Entre los años 1930 y 1960, especialmente gan asegurada la posibilidad de poner en mar­
en lo que a respuesta humoral se refiere, dos ti­ chados mecanismos de defensa específica con­
pos de teorías fueron expuestas. Las instructi­ tra los agentes patógenos, agresores reales o
vas postulaban que el antígeno inoculado, ac­ potenciales. ¿De dónde provienen esas células?
tuando como molde o matriz, interfería en la ¿Cómo se originan y adquieren capacidad para
conformación de la gamma globulina que nor­ el reconocimiento específico? ¿Cómo es ese re­
malmente se sintetizaba, haciendo que su es­ conocim iento y cuáles son los m ecanism os
tructura fuese complementaria de la del antíge­ efectores? ¿Las células inm unocom petentes
no. Las otras teorías, denominadas selectivas, constituyen una única estirpe celular o hay va­
consideraban que el antígeno no influía sobre rios tipos de ellas con funciones distintas?
el tipo de anticuerpo que habría de formarse,
sino que aquél seleccionaba y estim ulaba las Células indiferenciadas multipotentes
células que elaboran el anticuerpo específico,
para lo que estaban programadas desde el naci­ Las células del sistema inmune se originan
miento. durante la hematopoyesis, proceso por el cual a
Con el correr del tiempo los conceptos han partir de eélulas indiferenciadas multipotentes
ido cambiando, en gran parte se han integrado o “stem cells” y en función del microambiente
y actualmente sabemos que el sistema inmune que las rodea, estas células pueden diferenciar­
está formado por dos grupos fundamentales de se en distintas líneas celulares: mieloide, linfoi-
La respuesta inmune 15

de, eritroblastoide, monocitoide, megacarioci- capaces de diferenciarse en células mieloides, o


toide. Aquellas células de la serie linfoide ori­ células linfoides, o células eritroides.
ginadas durante este proceso constituyen el Segtin el microambiente que las rodee, y su
componente celular específico del sistema in­ posibilidad de interaccionar con matrices celu­
mune (fig. 2-1). lares como hialuronato, otras moléculas pro tei­
Al comienzo del desarrollo embrionario las cas de membranas celulares y moléculas libres
primitivas células indiferenciadas desarrollan a del tipo de las interleuquinas, especialm ente
partir del m esénquim a; a m edida que el em ­ IL-7, una célula indiferenciada podrá derivar
brión evoluciona se las encuentra en el saco vi- en una determ inada línea celular del sistem a
telino, hígado fetal, bazo y médula ósea, lugar hematopoyético. Todo ello tiene lugar por in­
éste donde perduran durante la vida extrauteri­ teracciones proteína-proteína, jugando un p a ­
na. Durante el desaiTollo óseo las células me- pel muy importante en este mecanismo la m o­
senqui males se localizan en el área subendos- lécula CD44, uno de los constituyentes de los
tal, surgiendo por un lado los osteoblastos y os­ “elu ster” o grupos de diferenciación (v éase
teoclastos y por el otro las células indiferencia- cap. 11) y el ácido hialurónico. CD44 es una
das o “stem cells” pluripotentes. Estas células proteína trasm em bránica, cuyo gen tíene 20
se dividen dando células hijas, algunas de las exones IO de los cuales pueden ser ensam bla­
cuales retienen sus características subsistiendo dos en forma alternativa, originando isoformas
com o células in diferen ciad as, en tanto que cuyo dom ino extracelular expresa diferentes
otras se diferencian en las distintas líneas celu­ aminoácidos insertados en la forma estandard
lares del sistema hematopoyético. Se han en ­ de la proteína, lo que hace que se pueda un ir a
contrado “stem cells” con capacidad de desa­ diferentes ligandos, hecho regulado por el m i­
rrollo más limitado dentro del linaje de las cé­ croambiente en el que prolifera. En embriones
lulas sanguíneas. Así, algunas de ellas sólo son de ratón la molécula CD44 es deteetable cu an ­

Antiouerpos
Y A
AA

Progenitor eritroide

F ig. 2-1. G eneración de células hem atopoyéticas a partir de una célula indiferenciada o “stem ceU" pluripotente. C 'FU:
unidad form adora de colonias; G M -CSF: factor estim ulante de colonias d e monocitos; G -CSF: factor estim ulante d e ca o lo - .
nias de granulocitos; 11.-1, lL -3, lL-7: interleuquinas ), 3 y 7.
16 Aspectos básicos de la inmunidad

do se desarrolla el mesodermo y endodermo y canismos de supresión existen en una respuesta


cuando ocurren las migraciones celulares, per­ inmune, y es muy probable que los mismos es­
mitiendo de este modo, según el sitio de reca­ tén regulados a nivel molecular por interaccio­
lada, las diferenciaciones de las “stem cells” . nes mediadas por moléculas sintetizadas por
Mediante el uso de anticuerpos monoclonales las otras estirpes linfoides conocidas.
específicos esta molécula ha sido detectada en Los linfocitos T y B no son diferenciables
las células indiferenciadas, en progenitores de morfológica ni tintorialmente; no obstante ello
la serie linfoide y en las células que penetran puede hacerse a través de la detección, median­
al timo y son inducidas a diferenciarse en ti­ te el uso de anticuerpos monoclonales específi­
mocitos. cos, de los marcadores de membrana propios
Otras moléculas que juegan un rol importan­ que cada uno de ellos expresa. A las células
te en la fijación y migración de estas células en linfoides que no poseen los marcadores clási­
su entorno son los componentes de la familia cos de membrana se las denomina linfocitos T
de las integrinas (véase cap. 12), glucoproteí­ nulos o TO.
nas constituyentes de los receptores de adhe­ Si una célula indiferenciada, inmunológica-
sión. Isoform as de una de ellas, la proteína mente incompetente, adquiere competencia in­
VLA, pueden actuar como receptores para la- munológica en el ambiente de la bursa de Fa-
minina, fibronectina y colágeno. Las integri­ bricius (aves) u otros órganos linfoides prima­
nas, de las que se han identificado 20 formas rios de otros vertebrados (médula ósea, placas
distintas, son heterodímeros formados por las de Peyer, amígdalas, apéndice cecal), la célula
cadenas peptídicas a y (3 no covalentem ente resultante será un linfocito B. Si lo hace en el
unidas; de éstas se conocen 14 y 8 cadenas di­ ambiente del timo, el producto de diferencia­
ferentes, respectivam ente. V arias isoform as ción será un linfocito T. El contacto de estas
son originadas por empalmes alternativos de células con células epiteliales de los órganos
exones ocurridos a nivel génico y algunas mo­ linfoides primarios, bursa o bursa símilis y del
dificaciones postraduccionales. Estas integrinas timo, inducen programas de expresión de genes
parecen desempeñar un papel importante, fun­ que serán específicos para los linfocitos B o los
cionando como verdaderas señales durante la linfocitos T, respectivamente. Dicha expresión
migración celular a distintos órganos y tejidos. tiene lugar a lo largo de la diferenciación que
experimentan estas células hasta lograr la com­
Linfocitos petencia inmunológica y su funcionalidad, por
lo que la identificación de determinados marca­
A partir de estas células indiferenciadas deri­ dores de membrana permitirá, en cada una de
van las distintas estirpes de linfocitos o células estas líneas celulares, establecer el grado de
inmunológieamente competentes. En los mamí­ madurez adquirido.
feros, entre el 0,5% y 10% de las células pro­
ducidas diariamente son linfocitos, muchos de Linfocitos B: características y ontogenia
los cuales mueren en pocos días, mientras que
algunos se mantienen como células de larga vi­ Durante el proceso de diferenciación los lin­
da (células con memoria). focitos B evolucionan, a partir de una “stem
Existen poblaciones de linfocitos funcional- cell”, en célula “Pro-B” o precursor B inmadu­
mente distintas, hecho relacionado con el órga­ ro, célula “Pre-B” , linfocito B inmaduro y lin­
no linfoide primario en el que han adquirido focito B maduro, el que a su vez puede diferen­
competencia inmunológica. Entre estas células, ciarse en célula plasmática. En los diferentes
los linfocitos B (LB) son los productores de an­ estadios aparecen en la membrana celular pro­
ticuerpos o inmunoglobiilinas; los linfocitos T teínas específicas o marcadores, algunos de los
(LT), en cambio, carecen de esa propiedad. Los cuales perduran durante la mayor parte de la
LT pueden ser “efectores” como los LT citotó­ evolución y otros son propios de distintos esta­
xicos (Te) o citolíticos (CTL) que matan y des­ dios celulares.
truyen aquellas células “blanco” que expresan La célula Pro-B se caracteriza por expresar
epitopes extraños en su superficie, o “regulado­ en su superficie marcadores típicos del linaje
res” como los linfocitos T cooperadores o “hel- B, pero no sintetiza ninguna de las cadenas
per” (Th) que ayudan a los LB y Te a cumplir constitutivas de inmunoglobulinas. En este es­
su función eficientemente. Si bien con frecuen­ tadio de diferenciación sólo se produce el rea­
cia se hace mención de una población de linfo­ rreglo de los genes D^,, Jj_, y V,_, (véase cap. 6).
citos T reguladores, capaces de expresar una La enzima deoxinucleotidil transferasa termi­
función supresora (Ts), contraria a la desarro­ nal (TdT) está presente en el núcleo de los pri­
llada por los Th, hasta el momento no se ha po­ meros progenitores de los linfocitos B y T y
dido aislar ningún clon de células linfoides que tiene un papel importante en la creación de di­
expresen exclusivamente tal función. Los me­ versificación, ya que su función es catalizar la
La respuesta inmune 17

incorporación al azar de nucleótidos en extre­ da a un segmento J¡_, (“joining”), produciéndose


mos expuestos de ADN. Ello lleva a la inser­ un rearreglo Dj^/Jj_,, el que a su vez se une a uno
ción de residuos de origen no germinal durante de los varios segmentos VH (“variable”), origi­
ei rearreglo de los genes D,.,, y Vj^, aumen­ nando VjyDj.,Jj.j. En el hombre esto ocurre en
tando la diversificación del sitio de combina­ uno de los cromosomas 14. Si se logra ensam ­
ción de la molécula anticuerpo, especialmente blar un gen activo que codificará para el seg ­
a nivel de CDR3 (tercera zona de hipervariabi­ mento variable de la cadena, el otro haplotipo
lidad de las cadenas H). Esta enzima constituye de cadena pesada presente en el otro crom oso­
un excelente marcador del estadio inicial de di­ ma 14 permanece sin cambios o reordenamien­
ferenciación de los linfocitos B y T, ya que en tos (en configuración germinal). Si en el prim er
el estadio siguiente esta enzima no se expresa. intento no se logra ensam blar un gen activo
Los antígenos del Complejo Mayor de H is­ (recombinación abortiva), se procede a reorde-
tocompatibilidad llamados HLA-DR son molé­ nar los genes de cadena pesada del otro crom o­
culas que se expresan en los linfocitos B desde soma. No se conocen las señales que regulan
los comienzos de su diferenciación y perduran estos hechos, pero ellos explican el fenómeno
durante todo el linaje de las células B, dejando de exclusión alélica.
de hacerlo en los plasmocitos. Estos antígenos Las células Pre-B tienen reordenados su ge­
son fundamentales para la expresión en mem ­ nes para la síntesis de cadenas |Li, las cadenas H
brana de los péptidos antigénicos que habrá de o pesadas de IgM, pero no han adquirido aún la
reconocer el linfocito Th para ejercer su efecto capacidad de expresar las cadenas livianas K o
cooperativo (véase más adelante). X. Simultáneamente aparecen cadenas |Li en el
Las moléculas CDl 9 y CD24 son marcado­ citoplasma. En este estado se expresan dos ge­
res que se expresan en las eélulas Pro-B. El pri­ nes adicionales, X5 y VpreB, y sus productos ca­
mero de ellos se conserva hasta en el linfocito dena (X) (omega, 18 kDa) y cadena t (iota, 14
B activado, mientras que CD24 se pierde du­ kD a), constituyen la denom inada cad en a L
rante la activación. “su stitu ía ” o “pseudo” cadena L que p u ed e
Las células Pre-B expresan CDIO, una endo- combinarse con una cadena naciente y expre­
peptidasa neutra, y C D l9, glucoproteína trans­ sarse en la membrana celular. Se ha demostrado
membránica que puede asociarse no covalente­ que la cadena se une covalentemente al produc­
mente con los componentes del complejo que to del gen X5 (cadena (o) y se asocia no cova­
constituye el receptor antigénico del linfocito lentemente al producto del gen Vp„B (cadena i).
B. CD20 y CD22 comienzan a expresarse tam ­ Los genes X5 y VpreB tienen secuencias hom olo­
bién en este estadio, perdurando el primero en gas con las cadenas ^ y no han experimentado
los linfocitos B activados, lo que no ocurre con rearreglos antes de su expresión. Parecería que
CD22. E stu d io s estru ctu rales sugieren que la función que cumple esta asociación, que no
CD20 podría ser un canal iónico que funciona­ tiene actividad de receptor de antígeno, es la de
ría durante la activación celular. Otra proteína facilitar interacciones del linfocito Pre-B con
detectada en los progenitores iniciales de la di­ células estromales y otros componentes del m i­
ferenciación es CD34, con una estructura pare­ croam biente de la médula ósea. No obstante,
cida a la mucina y que funcionaría como m olé­ estudios recientes parecen demostrar que la ex­
cula de adhesión por un mecanismo similar al presión de cadenas ja en la superficie celular es
de las leetinas. condición indispensable para que tenga lugar la
Una molécula del linaje B maduro es CD21, expresión de cadenas livianas.
que muestra baja afinidad por el componente En este estado de diferenciación se expresan
del complemento C3d y constituye el receptor también otros dos genes relacionados con el re­
del virus Epstein-Barr, productor de la mono- ceptor B. Son los identificados en el ratón como
nucleosis infecciosa y el linfoma de Burkitt. La mb-1 y B29, cuyos productos de expresión, las
molécula CD21 se pierde durante la activación proteínas Ig a e ígP, asociadas a la IgMm cons­
linfocitaria. tituyen el complejo que funciona como receptor
El marcador típico del linfocito B es su re­ antigénico del hnfocito B (véase cap. 11).
ceptor antigénico, el que está constituido por Las células proceden luego a reordenar los
una molécula monomérica de inmunoglobulina genes de cadenas livianas (V^^ y Jj^). A parente­
de la clase IgM í(|0.k)2 o (jAA-jj], idéntica al anti­ mente el orden de los sucesos no ocurre al azar,
cuerpo que habrá de secretar luego la corres- sino que se observa un orden jerárquico. Se co­
poncüente célula plasmática (véase cap. 5). El mienza con la familia k (kappa) en un crom o­
reordenamiento de los genes que dirigen la sín­ soma 2; si el suceso es exitoso, el otro haploti­
tesis de las cadenas pesadas (fj.) constitutivas de po k y ambos cromosomas 22 que llevan 1a fa­
la IgM tiene lugar en el estadio Pro-B. El pri­ milia X (lambda) se conservan en configuración
mer hecho suele ser la aproximación de un seg­ germinal. Si el primer intento X resulta aborti­
mento Dy (“diversity”) del gen de cadena pesa­ vo, se procede a reordenar el segundo haplotipo
18 Aspectos básicos de la Inmunidad

K, manteniendo X en configuración germinal. Si baja afinidad para IgE, es un marcador exclusi­


este intento también falla, recién se procede a vo de este estadio de activación del linfocito B.
utilizar la familia X, intentando primero uno de La característica fundamental del receptor de
los dos alelos. La preferencia en la utilización los hnfocitos B es su capacidad para reconocer
de cadena liviana K puede tener que ver con la antígenos en solución, sin necesidad de inter­
mayor posibilidad de diversidad que ofrece este mediarios. En la membrana celular se encuen­
sistema respecto del X y se refleja en las inmu­ tran asociadas a la IgM las cadenas peptídicas
noglobulinas circulantes: en el ratón el 95% de Ig a e IgP, las que tienen una activa participa­
los anticuerpos poseen cadenas liv ian as K, ción en los mecanismos de transducción de se­
mientras que en humano el 60% utiliza k . Ello ñales al interior de la célula cuando el receptor
es consecuencia de que en el ratón existen apro­ antigénico del LB interacciona con el antígeno.
ximadamente 250 genes Vk, en tanto que hay Los linfocitos B experim entan durante su
solo dos genes YX, mientras que en el hombre evolución un proceso que los lleva a la no reac­
esos valores son 50 y 30, respectivamente. tividad contra los antígenos propios. Ello ocu­
Finalmente, una vez que la cadena liviana se rre en los primeros estadios de la diferencia­
transcribe y se traduce, en el citoplasma se une ción, donde los contactos prematuros con esos
a la cadena pesada para ensamlslar una IgM antígenos pueden inducir anergia, deleción clo­
monomérica que se expresará en la membrana nal y muerte celular.
celular (IgMm). A continuación por empalme Los linfocitos B maduros se localizan en di­
(“splicing”) alternativo del pre-ARNm, las cé­ ferentes órganos linfoides secundarios, pasando
lulas sintetizan en form a sim ultánea cadenas a formar parte de la población de linfocitos B
pesadas p. y 5 y expresan en la superficie IgM e recirculantes, los que están en condiciones de
IgD. Todos los hechos descritos en el proceso responder a un estímulo antigénico. El 20% de
de diferenciación de los linfocitos B ocurren en estas células se encuentran en sangre periférica;
alrededor de tres días. el 70%, repartido aproximadamente en partes
A partir de aquí la célula está madura y mi­ iguales, en el bazo, zona fohcular de los gan­
gra hacia los órganos linfoides secundarios. glios linfáticos y conducto torácico; el resto en
Luego de la activación antigénica las células médula ósea y amígdalas.
dejan de expresar IgM e IgD de superficie y La figura 2-2 esquematiza los distintos esta­
pasan a secretar IgM. El CD23, un receptor de dios de diferenciación y los marcadores celula­

Célula B Y
con memoria

Anticuerpos

Célula Célula Pro-B Célula Pre-B Célula


indiferenciada (Precursor inmaduro) plasmática

TdT (-h-H-t) HLA-DR {++++) HLA-DR (++++) HLA-DR (++++) CD38 (-t-t)
HLA-DR (+) CD10 (+-H-H-) CD10 (-H-+H-) CD19 (-t-t-H-) CD78 {+++)
CD10 (-I-) CD19 (-t-t-i-H-) GD19 (-I--I-+-!-) GD20 {+++) (i en citoplas­
CD19 {+++) CD20 {++++) GD20 (++++) CD23 (+-H--F) ma (-H--H-)
CD24 (-I--H-) GD24 (-i-f++) GD24 ^++-1-) GD72 (++++) Genes H reor­
CD72 {++) CD22 (+++) GD22 (+++) GD78 (+++) denados (-H--I-I-)
Genes H reor­ CD72 (-t-h+-t) GD72 (-H--H-) IgM sup (+-I-+H-) Genes L reor­
denados (-H-h) CD78 {++) GD78 {+++) Genes H reor­ denados (-H--H-)
|i en citoplas­ IgM sup (-r-H-t) denados (-H--H-)
ma (-)-i-++) IgD sup (-(-+-M-) Genes L reor­
Genes H reor­ Genes H reorde­ denados (-H--H-)
denados (-H--H-) nados (-t-t++)
Genes L, inicia­ Genes L reorde­
ción reordena­ nados {++++)
miento (-t-t)

Fig. 2-2. Evolución y expresión de m arcadores durante el proceso de diferenciación por los com ponentes celulares de la
línea de linfocitos B.
La respuesta inmune 19

res que identifican a las células de linaje B. Por jerto contra huésped, defensa contra virus y cé­
inm unofluorescencia indirecta y usando anti­ lulas tumorales, o en procesos de regulación de
cuerpos m onoclonales específicos para cada la respuesta inmune. Las células que entran al
marcador, se los puede poner en evidencia. Por timo provienen de la médula ósea y son TdT" y
el mismo procedim iento, usando suero an ti­ HLA-DR+. Este último marcador se pierde in­
gamma globulina, puede detectarse en los lin­ mediatamente. En el microambiente del timo,
focitos B su receptor antigénico (véase cap. 3). como consecuencia del entorno y la influencia
de productos de naturaleza peptídica (timosina,
Linfocitos T: características y ontogenia etc), la célula indiferenciada comienza a dife­
renciarse. Los primeros cambios ocurren en la
Las células indiferenciadas que migran al ti­ zona cortical del timo; estos timocitos inm adu­
mo encuentran el microambiente para su dife­ ros (protim ocitos) expresan los m arcadores
renciación en linfocitos T. Estas células pueden CD2 y CD7, y posteriormente CD5 (tim ocito
participar en ciertos mecanismos inm unológi­ inmaduro). En esta etapa los timocitos com ien­
cos como el rechazo de injertos, reacciones de zan a reordenar los genes que codifican para el
hipersensibilidad retardada, reacciones de in­ receptor antigénico, un heterodímero form ado

TIMO

dula

T dT

SANGRE
CIRCULANTE

F ig. 2-3. D iferenciación de los linfocitos T. La p rim era etapa ocurre en la corteza del tim o, continuando luego en la zona
m edular. D urante este pasaje los linfocitos experim entan estadios de diferenciación caracterizados por la ap a rició n en
m em brana de diferentes m arcadores antigénicos. F inalm ente se separan en dos grupos, los que expresan los m arcadores
CD4 y C D 8, respectivam ente. A lcanzado ese grado de diferenciación los tim ocitos se vuelcan al torrente linfático y san­
guíneo y constituyen las poblaciones de linfocito T que expresan CD 4 (T H I y TFI2) y CDS (Te).
20 Aspectos básicos de la inmunidad

por dos cadenas peptídicas, a/|3 o X/b, unidas citos T y glóbulos rojos de carnero, reacción
covalentemente (véase cap. 7). Los genes que que durante cierto tiempo fue considerada co­
se reordenan primero son los T[3 y Ty. Reorde­ mo una de las más efectivas en la identifica­
nados los genes, com ienza a expresarse en ción de esta estirpe de Hnfocitos. El adveni­
ARNm. La etapa siguiente de maduración tiene miento de los anticuerpos monoclonales y la
lugar en la zona m edular del tim o (tim ocito identificación de diferentes moléculas CD, le
“común”), y en su inicio incorporan nuevos an­ han quitado primacía a las llamadas rosetas E.
tígenos y marcadores de membrana: C D l, CD4 Los linfocitos Th que expresan CD4 se dife­
y CD8. La denominación de timocito “común” rencian en dos grupos, TH l y TE12. El primero
proviene de que estas células expresan ambos de ellos sintetiza IL-2 e lEN-y y normalmente
marcadores CD4 y CD8. Dentro de la zona me­ son los responsables de las reacciones de hiper­
dular, en una etapa posterior de diferenciación, sensibilidad tardía (véase cap. 16). Los TH2,
los LT pierden C Dl e incorporan el antígeno que sintetizan IL-4, IL-5 e IL-10, son los que
CD3, asociado al receptor antigénico, pero las ejercen el efecto cooperativo. A aquellos linfo­
células ya se diferencian en dos grupos: el que citos que sintetizan las interleuquinas produci­
expresa CD4 y el que expresa CD8, marcado­ das por am bos grupos (T H l + TH2) se los
res de los linfocitos Th y Te respectivamente. identifica como THO.
Además se reordenan y expresan los genes T a Los linfocitos CD8+, citotóxicos, secretan IL-
(véase cap. 7). Teniendo en cuenta varias simi­ 10 e lEN-y, y ejercen un efecto supresor sobre
litudes en el desarrollo entre los linfocitos B y los T H l y la síntesis de inmunoglobulina IgE.
T, es de esperar que una cadena “a sustituta” Un efecto similar, a través de la IL-10 que se­
juegue en el linfocito T un papel similar al ejer­ cretan, ejercen los TH2 sobre la población T H l.
cido por la cadena “L sustituta” en el linfocito La IL-10 secretada regula a su vez la actividad
B. En ratones CD3+CD4"CD8" deficientes en de las células CD8+, lo que demuestra que estas
cadenas a , se han encontrado timocitos grandes células pueden ejercer un efecto supresorio a
que expresan cadenas |3 asociados, vía puente través de moléculas que ellas elaboran, y que la
d isulfuro, a una glucopro teín a denom inada IL-10, por otra parte, tiene un efecto regulatorio
gp33, cuyo gen ha sido clonado. Éste codifica en la proliferación de células T. Estos datos
una proteína con un dominio extracelular, una confirmarían la suposición de la inexistencia de
porción transmembránica que contiene dos re­ una estirpe única de linfocitos T (Ts) responsa­
siduos polares idénticos a los de la cadena a , y ble de los fenómenos de supresión que ocurren
una porción citoplasmática. En las cadenas a durante una respuesta inmune.
normales estos dos residuos son necesarios pa­ En los linfocitos maduros ya está predeter­
ra el ensam blado y transporte del com plejo minado cuál va a ser el elemento restrictivo pa­
C D 3.TcR ap. Por este motivo a la gp33 se la ra el reconocimiento antigénico (CMH clase I o
denomina “cadena a sustituta” del pre-receptor II). Esta cualidad no es heredada, se la adquiere
T (pTa), la que tendría un papel similar al de la durante la maduración linfocitaria. Los linfoci­
“cadena L sustituta” codificada por los genes tos T han aprendido este reconocimiento parti­
A.5 y VpjeB. El receptor del linfocito T sólo reco­ cular durante su evolución en el timo, habiendo
noce péptidos antigénicos provenientes del pro­ experimentado en primer lugar una selección
cesado, por las células presentadoras: a) de an­ positiva y luego una selección negativa. Duran­
tígenos endógenamente sintetizados (proteínas te la primera sólo han sobrevivido aquellos ti­
virales, antígenos tum orales), expresados en mocitos inmaduros que reconocen a los antíge­
membranas celulares y asociados a antígenos nos del CMH de clase I o de clase II propios
del Complejo M ayor de H istocom patibilidad expresados en el epitelio tímico, y durante el
(CMH) clase I (linfocitos Te), o b) de antíge­ proceso de selección negativa mueren aquellos
nos extraños y asociados al CMH clase II (lin­ timocitos que reconocen a sus antígenos pro­
focito Th). Esto constituye una restricción del pios asociados a sus antígenos del CMH de cla­
reconocimiento antigénico por los componen­ se I o de clase II. Los que sobreviven son aque­
tes del CM H clase I, para los linfocitos Te, llos que poseen receptores capaces de interac­
efectores y del CMH clase II, para los linfoci­ cionar con antígenos extraños adecuadamente
tos Th, reguladores (véase cap. 7). procesados por las células presentadoras de an­
Cuando los timocitos completan su madura­ tígenos y asociados a antígenos del CMH pro­
ción se vuelcan al torrente sanguíneo como lin­ pios. Este proceso selectivo evita que prolife-
focitos T maduros, que expresan en membrana ren aquellos linfocitos capaces de reconocer
como m arcadores más representativos CD2, antígenos propios e inducir una respuesta in ­
CD3, CD4, CD5, CD7 (Th) y CD2, CD3, CD5, mune de autoagresión, y hace que sólo perdu­
CD7, CD8 (Te) (fíg. 2-3). ren los que reconocen a los agentes agresores
CD2 es el responsable de la formación de ro­ extraños, contra los que ponen en marcha los
setas que tiene lugar cuando se mezclan linfo­ mecanismos de la inmunidad.
La respuesta inmune 21
Los linfocitos que mueren durante este pro­ monocitos, células dendríticas, astrocitos, célu­
ceso de selección lo hacen por apoptosis o las de Langerhans, pudiendo también cum plir
muerte programada, la que es inducida por se­ esa función los linfocitos B activados y las cé ­
ñales específicas. La muerte no es por necrosis; lulas B de origen tum oral. La característica
hay fragmentación del núcleo y destrucción ce­ fundamental de estas células es expresar en sus
lular. De la población total de células que se di­ membranas antígenos codificados por el CM H
ferencian en el timo, sólo el 5% sobrevive y de clase II y además, especialmente en los m a­
pasa a circulación como linfocitos T maduros. crófagos, de sintetizar y excretar factores cono­
A aquellos linfocitos que han madurado pero cidos con el nombre de monoquinas, siendo el
que no han sido impactados por el antígeno se principal de ellos la interleuquina 1 (IL-1), fac­
los identifica como células “náíve” (cándidas, tor estim ulativo de fundam ental im portancia
inocentes, vírgenes). Cuando un antígeno inte­ para que los linfocitos en estado de rep o so
racciona con un linfocito no estimulado (“naV- (GO) puedan excitarse, pasar a la fase G1 e in ­
ve”) éste se diferencia a células efectoras/regu- gresar al ciclo celular. Las células accesorias
ladoras, parte de las cuales perdurarán como son generalmente fagocíticas y por ese m eca­
células con “memoria”. nismo captan al antígeno, lo procesan y se acti­
Estudios realizados por Prince y col. por ci­ van, incrementando la producción de lL-1.
tometría de flujo bicolor y tricolor, han demos­ A las CPA se las designa “profesio n ales”
trado que las células “naíve” son CD45RO% cuando en condiciones normales expresan an tí­
C D 45R A ‘""’'" y las célu las con “m em o ria” genos del CMH en su superficie, así co m o
C D 45R O *“™'", C D 4 5 R A \ L as c é lu la s otras moléculas de adhesión. Las CPA son “no
C D 4 5 R O '““ '", C D 4 5 R A - y C D 4 5 R O '‘>^” , profesionales”, no clásicas, si sólo bajo deter­
CD45RA‘*‘“™son exclusivam ente hnfocitos T, minadas circunstancias expresan en su superfi­
en tanto que las CD45RO“, CD45RA‘'™“ pue­ cie antígenos del CMH.
den ser células T, células B y células “killer” . El contacto de los antígenos con las células
En la conversión “náíve” a “memoria” se in­ fagocíticas se hace a través de receptores, en
crementa la proporción de CD25 y disminuye especial por intermedio de CRl y CRII, los que
ladeC D 38: tienen como ligandos a C3b y C3bi, co m p o ­
nentes del complemento resultantes de su acti­
CD45RO-, CD45RA>“"”'’......CD 25 (5% ); CD 38 (76%) vación por la vía alterna. Estos componentes, al
CD451™, C D 45R A '‘“ >......C D 25 (24% ); CD 38 (53%) estar unidos a los antígenos e interaccionar con
CD45RO'"™", C D 45RA -......CD 25 (42% ); CD38 (27%) los receptores CRl y CRII actúan como puentes
entre el antígeno y el macrófago facilitando su
Las moléculas C D l la, CD2 y CD4 aumen­ en d o cito sis. La adhesión del antígeno a la
tan en las células “con memoria” . Ello ocurriría m em brana del macrófago puede ocurrir ta m ­
después de la pérdida de CD45RA y aparición bién por interacciones proteína-proteína o por
de CD45RO y no durante los estadios interme­ la unión de ciertas proteínas con funciones de
dios como ocurre con CD25 y CD38. lectinas que se fijan a los hidratos de carbono
Los linfocitos B y T que han adquirido com­ de algunas glucoproteínas aisladas o co m o
petencia inmunológica pasan a poblar los órga­ componentes de membranas celulares,
nos hnfoides secundarios, en la proporción y Los antígenos del CMH de clase I, que se ex­
distribución ya indicada para cada uno de ellos. presan en la membrana de todas las células hu­
En ese conjunto de linfocitos recirculantes están manas, excepto los eritrocitos y espermatozoi­
expresados los receptores capaces de reconocer des, están constituidos por una cadena a inserta­
a los diferentes antígenos, cuyo número se esti­ da en la membrana celular, asociada no covalen­
ma en 5 X 10*^’ hasta 1 x 10’, pudiendo cada uno tem ente a una cadena del p2 microglobulina.
de ellos expresar entre 5 y 10 epitopes diferen­ Los antígenos del CMH clase II están formados
tes, en promedio. Dado que cada linfocito B o T por dos cadenas peptídicas, a y P y asociadas no
expresa un receptor capaz de reconocer sola­ covalentemente, y ambas insertadas en la m em ­
mente un epitope antigénico, la población nor­ brana celular. Dentro del citoplasma celular y
mal de linfocitos, calculada para el ratón en 10®, antes de su expresión en membrana, los antíge­
es suficiente para cubrir el panorama de especi­ nos de clase II tienen una tercera cadena peptídi­
ficidades necesario para que la labor defensiva ca llamada y o invariante, que no presenta iso­
contra los agentes agresores sea efectiva. formas y cumple un rol importante en el trans­
porte del péptido antigénico (véase cap. 10).
Células accesorias Los péptidos resultantes de la degradación de
los antígenos fagocitados constituyen los epito­
Las células con funciones accesorias que pes que finalmente reaparecerán en la superficie
pueden presentar epitopes a los LT para su re­ de las células accesorias, asociados a los antíge­
conocimiento dual (CPA) son los macrófagos. nos del CMH mediante uniones hidrofóbicas, y
22 Aspectos básicos de la Inmunidad

Cambio
conformacional
CMH-clase I I TAP1 TAP2

Péptido

CITOPLASMA
Proteasoma Complejo
proteasoma-péptido

F ig. 2-4. Procesado por la CPA y expresión en la m em brana celular de péptidos provenientes de antígenos de síntesis en ­
dógena asociados a CM H-L Parte de la figura por debajo de la línea quebrada: visión am plificada del proceso de fragm en­
tación del antígeno (Ag) por interm edio de los proteasom as (PTS) y transporte al lum en del REÍ a través de los transporta­
dores de péptidos insertados en la m em brana del RE, a efectos de su interacción con los antígenos del CM H -clase L Com o
consecuencia del proceso éstos sufren cam bios conform acionales, los que aseguran una m ejor unión y transporte al Golgi.
P arte superior: pasaje del com plejo péptido-C M H -I a través del aparato vesicular del Golgi y trans-G olgi h asta la m em bra­
na celular para su presentación al receptor antigénico (R C T) de LT.

en ese contexto son presentados a los linfocitos En el primer caso, la proteína viral u otra si­
T. La única excepción a la restricción para el re­ milar de origen citoplasmático es degradada en
conocimiento dual por los LT son los antígenos el citosol por un grupo de proteosomas (PRT),
del CMH extraños (alotípicos), ya que en ese -unidad que contiene sitios catalíticos m últi­
caso particular no es necesaria la participación ples-, y se originan simultáneamente y a partir
de los antígenos del CMH propios. del mismo sustrato diferentes péptidos. Estos
sitios proteolíticos múltiples facilitan la p ro ­
Procesado y presentación del antígeno ducción preferencial de los pequeños péptidos
que habrán de constituir los epitopes antigéni­
¿Qué acontece cuando un antígeno penetra cos secuenciales a reconocer por los linfocitos
por primera vez en el hombre u otro vertebrado T. Estos péptidos son transferidos a las unida­
que ya ha desarrollado su sistema inmune? Las des transportadoras (TAP) que residen en la
células que actúan en primer lugar son los m a­ m em brana del retículo endoplásm ico (RE) y
crófagos y otras células presentadoras de antí­ que transfieren a su vez los péptidos al lumen
genos. El procesamiento de ese antígeno será del RE, los que en el Golgi se unen a las nue­
distinto según se trate: a) de un antígeno endó­ vas inoléculas del CMH de clase 1. Esta unión
genamente sintetizado, como lo son las proteí­ induce cambios conformacionales en las molé­
nas virales correspondientes a virus que infec­ culas CMH, que habrán de llevar a su estabih-
tan las células, los neoantígenos producto de zación y facilitar el transporte del com plejo
células que han sufrido transformación malig­ péptido-CMH clase 1 a la superficie celular pa­
na, etc, o b) que el agente agresor sea un coin- ra su reconocimiento por el receptor antigénico
ponente antigénico externo del tipo de las bac­ del linfocito T (fig. 2-4).
terias, parásitos o proteínas extrañas. Los antígenos extraños adheridos a la super­
La respuesta inmune 23

ficie de la célula que habrá de participar en su sitoria, impidiendo su unión a péptidos endóge­
presentación serán endocitados por pinocitosis, nos en el RE y asegurándole de este modo su
proceso que consiste en la ingestión de partícu­ participación en la vía endocítica. Si bien el en­
las solubles o fluidos, o por fagocitosis cuando samblado de la cadena no es un requerimiento
se trate de restos celulares, bacterias o produc­ absoluto para la expresión del heterodím ero
tos de agregación. En ambos casos se forman aP , incrementa la eficiencia del proceso. Las
vesículas o vacuolas que se vierten en los en­ inoléculas de clase II transportadas a partir del
dosomas tempranos, primer compartimento do­ RE lo hacen bajo la forma de un armazón com ­
tado de proteasas eficientes a pH ácidos, nece­ plejo constituido por 3 cadenas y en el que se
sarias para iniciar la degradación del antígeno. insertan 3 hetrodímeros ap.
Entre éstas, las dos más importantes son la ca- C u an d o las m o lécu las lleg an al re tíc u lo
tepsina B y D. El proceso continúa luego en los trans-G olgi (RTG) y como consecuencia de
endosomas tardíos y concluye con la participa­ una señal determinada, el complejo aP y se diri­
ción de las vesículas lisosomales, caracteriza­ ge, por alguno de los mecanismos de la v ía en­
das por contener un elevado ntímero de enzi­ docítica cuya localización no ha sido determ i­
mas proteolíticas. nada hasta el presente, a los endosom as que
Las moléculas de antígenos procesadas por contienen los antígenos procesados. D urante
la vía endocítica no tienen posibilidades de este tránsito la cadena y es degradada y el h ete­
unirse a los antígenos del CMH clase L Sólo lo rodímero a p puede entonces unirse a los p ép ti­
hacen a moléculas de clase IL El ensamblado dos antigénicos exógenos (fig. 2-5). El tiempo
de tas cadenas a y P de los antígenos del CMH que las moléculas del CMH clase II tardan en
clase II para formar el heterodímero tiene lugar atravesar la ruta endocítica y aparecer en la su­
en el RE. Durante la biosíntesis de estas molé­ perficie celular es de 1-3 horas. El pH ácido
culas una tercera cadena denominada y o inva­ predominante en los endosomas/lisosomas con­
riante (Ii) se une al heterodímero en forma tran­ tribuye a una mejor degradación de las m olécu­

Ag exógeno
Péptido exógeno
CMH-clase ['
Péptido e n d ó g e n o L iJ
CMH-clase II

F ig. 2-5. P rocesado p or la C PA y expresión en la m em brana celular de péptidos provenientes de antígenos de sín tesis ex ó ­
gena y endógena, asociados al CM H-II,
24 Aspectos básicos de ía inmunidad

LINFOCITO Th

CMH-clase II
CELULA PRESENTADORA DE ANTIGENO

Aminoácidos componentes del epitope

Aminoácidos componentes dei agretope

Fig. 2-6. E pitope y agretope. El conjunto de am inoácidos identificados con que contactan con el RCT, constituyen
el epitope-, los identificados con (□), que contactan con el CM FI-clase II constituyen el agretope.

las de antígeno endocitadas y a un aumento de clase IgG contra antígenos procedentes de una
la eficiencia de la unión de los péptidos a las infección viral, las que sólo tienen lugar si el
moléculas del CMH clase II. linfocito B es “ayudado” por un linfocito T
Si bien los antígenos del CMH clase II nor­ “helper” que ha aprendido a reconocer pépti­
malmente presentan péptidos provenientes de dos andgénicos asociados al CMH clase II. Su
antígenos exógenos, pueden también, en deter­ mecanismo no está bien determinado; podría
m inadas circunstancias, presentar antígenos ocurrir que antígenos endógenos expresados
endógenamente sintetizados. Ello ocurre en las en la membrana celular asociados a CMH cla­
respuestas con formación de anticuerpos de la se I para su reconocim iento por las células

LINFOCITO Th

Fig. 2-7. Procesam iento del an tí­


g eno por el m acrófago y p resen ­
ta c ió n d e l c o m p le jo p é p tid o -
C M H -II a las cadenas a y |3 del
R C T de un Th. Se in d ican a d e ­
m ás las cadenas peptídicas cons­
titutivas de CDS y la fam iha zeta,
C D 4 y la interacción entre CD28
y B7 y de un par de m oléculas de
adhesión (C D 2/LFA -3) com o re­
Ag procesado presentativas de estos procesos.
La respuesta inmune 25

CD8+ fueran luego endocitados. En este caso de las membranas de ambas células tienen lu­
el proceso seguiría la vía endocítica que lleva gar (véase cap. 11).
a la asociación con antígenos clase II y su ex­ Sim ultáneam ente las células m acrofágicas
presión en la superficie celular para su recono­ sintetizan y secretan lL-1 y TNF, m oléculas
cimiento por los receptores antigénieos de las que activan a los linfocitos que reconocieron al
células CD4+. Otra posibilidad es que se for­ antígeno por ellas presentado y se encuentran
men autofagosomas que incorporen proteínas en fase de reposo o GO e inducen su pasaje a
citoplasmáticas y que después de la fusión con las fases G1 y S, o de síntesis, del ciclo de vida
estructuras lisosomales esas proteínas antigé­ celular (fig. 2-7). Si el linfocito T era del sero-
nicas sean procesadas por la vía de los antíge­ tipo CD8+ y su RCT tenía restricción para antí­
nos del CMH clase II. genos CMH clase I, el linfocito excitado habrá
La vía endógena de procesamiento del antí­ adquirido capacidad para reconocer y destruir,
geno, utilizada cuando los péptidos resultantes como célula citotóxica o linfolítica efectora, a
se van a unir a antígenos del CMH clase 1, es cualquier otra célula que exprese en su m em ­
distinta de la que tiene lugar cuando los antíge­ brana ese producto CMH clase Lpéptido. Si la
nos van a ser presentados por moléculas de cla­ célula T era CD4+, su RCT poseía restricción
se 11. En el primer caso el proceso puede ser para CMH clase II y sintetizaba IL-2, el linfo­
bloqueado con inhibidores de síntesis de pro­ cito T estimulado adquirirá capacidad para in­
teínas o mediante brefeldina A, un inhibidor ducir respuestas de hipersensibilidad tard ía
específico del transporte entre el RE y el Golgi, cuando encuentre al péptido antigénico especí­
y no es alterado por cloroquina. Esta droga en fico presentado en el contexto del CMH clase
cambio, al igual que el NH4C1, impide la acidi­ 11. Estos linfocitos, como ya se indicara, son
ficación de los endosomas y produce el conse­ identificados como T H l. Algunas de estas es­
cuente bloqueo del procesamiento del antígeno tirpes eelulai'es pueden ejercer efecto coopera­
a ser presentado por moléculas de clase II. tivo o “helper”. Si la célula T CD4* que reco­
Un antígeno extraño, endógeno o exógeno, noce al CMH clase 11-péptido es productora de
será procesado por los macrófagos y otras célu­ IL-4, IL-5 e IL-10, identificada como TH2,
las presentadoras del huésped, y en el contexto ejercerá un efecto cooperativo sobre los linfoci­
de los antígenos del CMH clase 1 y clase II, pe­ tos B, asegurando una respuesta efectiva de es­
queños péptidos de 8-15 aminoácidos serán ex­ tas células (fig. 2-8).
presados en sus membranas. Los complejos es­ Un linfocito B reconoce al antígeno en fase
tarán en condiciones de ser reconocidos por fluida, sin necesidad de degradación p revia y
aquellos linfocitos T maduros que se encuen­ sin requerimiento de célula presentadora de an­
tran en los órganos linfoides secundarios for­ tígeno o restricción de antígenos del CM H,
mando parte del conjunto de células T recircu­ Cuando el receptor B (IgM de membrana) cap­
lantes, dentro de las limitaciones de su restric­ ta al antígeno, el LB se activa, se diferencia en
ción y especificidad. célula plasmática y secreta inm unoglobulinas
Los pequeños péptidos antigénieos se unen de la misma especificidad que la de su recep­
en forma lineal, por uniones no covalentes, a la tor. Si el antígeno que indujo la respuesta es T-
parte variable de los antígenos del CMH clase I independiente, ella será con producción de an­
y clase II, que en esa zona presentan una es­ ticuerpos IgM ya que los antígenos de ese gru­
tructura en forma de celdilla que, por estudios po, por poseer efecto mitogénico o determinan­
de cristalografía de rayos X, se ha demostrado tes antigénieos próximos y repetidos, producen
que está form ada por proteína con estructura agregación de los receptores y transducen las
secundaria de dos a-hélices cruzadas por es­ señales que llevan a la activación y diferencia­
tructuras en lámina p plegadas (véase cap. 10). ción celular, aparentemente sin la necesidad de
Los aminoácidos del péptido que se unen al an­ otros intermediarios. Hay estudios que parece­
tígeno del CMH constituyen el agretope y no rían indicar que en algunos casos se necesitaría
son necesariamente los mismos que se exponen el estímulo de IL-1. Los antígenos T-indepen-
para ser reconocidos por el RCT (epitope) (fig. dientes no inducen cambio o “switch” de clase
2-6). Experimentalmente se ha demostrado que de inmunoglobulina por lo que la respuesta es
en el péptido obtenido de mielina de rata y pos­ siempre de tipo IgM. El cambio de IgM a IgG
teriorm ente acetilado, compuesto de 11 am i­ u otros isotipos de inmunoglobulinas es depen­
noácidos (A c.A la-Ser-G ln-L ys-A rg-Pro-Ser- diente del antígeno y de las diferentes interleu­
Gly-Arg-His-Gly), la Gln que ocupa el lugar 3 quinas sintetizadas principalmente por los lin­
y la Pro hacen contacto con el RCT; la Ala y la focitos Th.
Lys lo hacen con los antígenos del CMH. Si el inmunógeno es un antígeno T-depen-
Pai'a que la unión CPA-LT se efectivice ade­ diente, el antígeno por sí solo no es suficiente
cuadamente, además de la unión RCT-péptido para que la respuesta inmune sea efectiva. Para
otras interacciones entre moléculas de adhesión que ello ocurra necesita de la cooperación de
26 Aspectos básicos de la inmunidad

los linfocitos Th. D urante mucho tiem po se se II. Al mismo tiempo el LB expresa recepto­
consideró que el Th, para ejercer su efecto coo­ res para IL-2 e IL-4, los que interaccionan con
perativo reconocía, del antígeno fijado por el la IL-2 o IL-4 secretada por el Th. Estas inte­
LB a través del epitope, a la parte soporte o racciones son las que estimulan al LB y lo lle­
“carrier” la que actuaba como puente entre am­ van a diferenciarse en piasmocito y a sintetizar
bas células. anticuerpos con la misma especificidad que su
E.ste concepto dejó de ser válido cuando se receptor específico (IgMm) (fig. 2-8).
demostró que el LT sólo reconocía pequeños Cuando un antígeno es inoculado por prime­
péptidos resultantes de la degradación del antí­ ra vez en un animal virgen, los eventos que se
geno, asociados a antígenos del CMH. El LT ponen en marcha son los indicados; la respues­
había aprendido a reconocer al antígeno pre­ ta primaria es iniciada por unos pocos linfoci­
sentado por el macrófago de una manera dife­ tos (células “nai've”) que poseen receptores es­
rente a la efectuada por el LB, ya que éste lo fi­ pecíficos para el antígeno (fig. 2-9). Además,
jaba por su epitope a través de la IgM de mem­ linfocitos T y B que no se transforrnan en célu­
brana (IgMm). Actualmente esto ha sido clari­ las efectoras, perduran en el huésped por perío­
ficado, pues se ha demostrado que el linfocito dos prolongados como células con “memoria”
B cuando fija al antígeno por su receptor espe­ inm unológica. Nuevos estím ulos antigénicos
cífico lo internaliza, procesa y expone en su contactarán rápidamente las células con mem o­
mem brana los diferentes péptidos resultantes ria las que, por el hecho de tener especificidad
asociados a moléculas de antígenos CMH clase definida y formar parte de una población celu­
II, de modo análogo al que hacen las células lar más numerosa que las que pudieron recono­
presentadoras de antígeno. Este producto es el cer al antígeno durante el primer estímulo, in­
que reconoce el linfocito Th. Esto implica que ducen una respuesta más acelerada y de mayor
el LT no reconoce el mismo epitope cjue el LB, magnitud. El clon celular correspondiente a los
y que el efecto cooperativo lo pueden ejercer linfocitos T se habrá incrementado y la produc­
los distintos Th capaces de identificar a cada ción de anticuerpos por las células de la línea B
uno de los diferentes péptidos, resultantes de la será de un nivel superior. En este caso la res­
degradación antigénica, expuestos en membra­ puesta inmune inducida se denomina “secunda­
na del LB asociados a antígenos del CMH cla­ ria”, la que resulta mucho más efectiva que la

Ag T-indOTendiente

Diferenciación

• Epitope
Péptidos
Y Y Y • CMH-I
IgM Proliferación y « C M H -ll
diferenciación « Mastocito
■oliferaclón)
, ■< Receptor B
IgM; IgG; IgA C é lu la V ^R e ce p to rT (C M H -I)
IgD; IgE Y ' ' plasmática S r'R s c e p to rT (CM H-ll)

Fig, 2-8. Interacciones entre células presentadoras de antígenos (CPA ), linfocitos B, linfocitos T (Th, Te) y los productos
solubles por ellas sintetizados (interleuquinas), ante una estim ulación con antígenos T-independientes (A) y T -dependien­
tes (B)
La respuesta inmune 27

MÉDULA ÓSEA

L1‘
Células
indiferenciadas

BURSAI
TIMO

LB j J I d O I I ICtLIV

'^ m e m o r i a ( ) LTCD4+ (Th1)\


(hipersensibi­
lidad tardía)
(efectores)
LT CD8", Te
K qmM Respuesta primaria
Respuesta primaria

F ig. 2-9. R espuesta inm une prim aria y secundaria. L as células indiferenciadas de la m édula ósea pueden adquirir c o m p e ­
tencia inm unológica a través del tim o o de órganos b u rsa sím ilis, diferenciándose en linfocitos T y B, respectivam ente, los
que pasan a integrar la población de linfocitos recirculantes que no ha sido im pactada p o r antígenos. C uando esto ocurre
los linfocitos B se replican y diferencian en células plasm áticas sintetizadoras de anticuerpos (IgM ); los linfocitos T o rig i­
nan clones de células efectoras (CD4+ T H l y Te) y reguladoras (CD4+ TH 2). Parte de las células perd u ra por largos p e río ­
dos com o células de m em oria, las que ante nuevos estím ulos antigénicos se m ultiplican y diferencian rápidam ente, con
una respuesta secundaria m agnificada respecto de la respuesta prim aria.

respuesta “primaria” . Durante este proceso hay B IB L IO G R A F ÍA


maduración de la respuesta inmune, caracteri­
zada por el cambio de clase de inmunoglobuli­ 1. A da GL, N ossal, G. “The clonal selection th e o ry ” . S ci­
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28 Aspectos básicos de la inmunidad

Proliferación de Síntesis de
linfocitos i anticuerpos

Fig. 2-10. D iferentes interleuquinas que participan en la activación del linfocito B y en el cam bio o “sw ich” de clase de
inm unoglobulina.

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K arasuyam a H,, W inkler T,, R olink AG, “Roles o f Ig 29, Zinkernagel R M , D oherty PC, “M H C -restricted cy to ­
H and L chains and o f surrogate H and L chains in the toxic T cells: studies on the biological role o f polym or-
dev elo pm ent o f cells o f th e B lym phocyte lin eag e” , phic m ajor transplantación antigens determ ining T-cell
A n nual R eview o f Im m unology, 12:209, 1994, re s tric tio n s p e c if ic ity ” , A d v a n c e s in Im m u n o lo g y ,
17. M o n aco JJ, “A m o le c u la r m o d e l o f M H C c la s s-I- 27:51, 1979,
re s tric te d an tig en p ro c e s s in g ” , Im m u n o lo g y Today, 30, Prince HE, Y ork J, Jensen ER, “Phenotypic com pari­
13(.5):I51, 1992, son o f the trree p o p u la tio n s o f h um an ly m p h o cy tes
18. N eefjes JJ, Ploegh H, “Intracellular tra n sp o n o f M HC defined by C D 45R O and C D 45R A expression” C ellu­
class II m o lecu les” , Im m u n o lo g y Today, 13(5): 179, lar Im m unology 145: 254, 1992,
1992,
La respuesta inmune 29

Compilado por: L. Fainboim


Anexo I: Listado de clusters de diferenciación (CD) leucocitarios basado en los resultados del
V Taller Internacional realizado en Boston, en noviembre 1993. Referencia sobre los m ism os
pueden encontrarse en: Leuiiocyte Typing V.- wlrite cell differentiation antigens. Eds. S. Schloss-
man y col. Oxford University Press, 1994.
CD O tras denom inaciones P M (kD) P apel biológico D Lnribución celular

CDl a T6 49 ? Ligando para cél. T y8 Tim ocito, CL


C D lb W M 25 45 Igual que C D l a Igual que C D l a
D ]c M241 43 Igual que CD 1a Igual que C D l a, Subpob. B
^ ,| 1
CD2 50 L igando para CD58 T, N K
CD2R 50 V ía alternativa de activación T T activados
CD3 T3 5 cadenas A sociado al TCR. T ransducción T
de señales T
CD4 T4 55 Interactúa con M HC clase II T que reconocen M H C clase II
T ransducción de señales
CD5 TI 67 Ligando para CD72 T, subpob. B (B la )
CD6 TI 2 100 7 A lgunos T y algunos B
CD7 40 7 T
CDS TS (hom odím eros y 34 Interactúa con M H C clase I T que reconocen M H C clase I
heterodím eros) T ransducción de señales
CD9 24 A ctivación plaquetaria? Pre-B, B inm aduros, M o, Pl
CDIO CA LLA 100 Idéntica a la endopeptidasa neu- Pro, algunos Pre-B, algunos B m ad u ro s,
ral (enkefalinasa) Gr
C D l la L FA ^Í 170 CD 11 a/C D 18 ligando L
IC A M -I e lC A M -2
C D llb CR3,M A C-1* 165 C D l lb /C D 1 8 interactúa con pro­ Cél. M ié y NK
teínas de la m atriz y es el re­
ceptor para iC3b
C D llc p l5 0 150 C D l Ic/C D l 8 ligando de fibrinó- Cél. M ié, altos niveles en Ma, m a rcad o r
geno de LCV
C D I2 90-120 7 M o, G r, Pl
CD13 150 A m inopeptidasa Prec. m ielom onocíticos, Mo, Eo, N e,
CEp, intestino delgado, túbulos ren .,
m em b. sinápticas, F i, Oc
CD14 55 (mo) R eceptor del com plejo de LPS y M o, M a, algunos Gr, B
64 (B) la proteína que une LPS
CD15 Lew is X* trisacárido El A cM inhibe fagocitosis y N e, Eo
efecto m icrobicida en N E
CD15S sLex,* form a siali- Ligando para CD 62E Igual a C D l5
tada
CD16 FcR IIIA / 50-65 R eceptor baja afinidad para IgG N K, M a
FcRIllB agregada
C D l 6b FcR lIIB 48 Unión a m em brana po r G PI. No Ne
envía señales
C D w l7 LacC er LacC er de los N e involucrado en Ne, M o, Pl
exocitosis 0 em paquetam iento
granular
CD18 cadena |32 de las inte­ 95 V éase C D l l V éase C D l 1
grinas
CD 19 B4 95 R egulación proliferación B Pro- B hasta B activadas, CFD
CD20 Bl 33-37 R egulación activación y prolife­ Pre-B hasta B activadas
ración B
CD2I CR2 145 R eceptor para C3d y EBV activa­ B m aduras, CFD, subpoblación tim ím i-
ción B ca, epitelio faríngeo
CD22 BL-CA M 130/I40Í C adena (3 ligando para C 45R 0 y B m aduras (60-80% ), I.CV citop. d e
C D 72 pro-B , pre-B, B
CD23 F ceRII, Blast-2 45 R eceptor baja afinidad IgE F cella: B. Fcellb: M o
CD24 35-45 ? Pro-B , pre-B y B, Gr, Ti (2%), n eu ro -
blastom a, T act.
CD25 IL-2R 55 Induce activación y proliferación Cél. activadas T, B y Mo
cel. T ,B ,tim ., N K, M a.
CD26 110 P roteasa de superficie celular T y B en reposo y activadas. C E p ren al
e intest., canal, biliar
CD27 55 hom odí­ L igando de CD70, señal coesti- T, Ti m edulares, B activ,, Pl
mero m uladora cél. T vírgenes
CD28 44 hom odí­ L igando de CD 80 (señal coesti­ T C D 4 (95% ), T CDS (50%)
m ero m ulatoria)
CD29 subunidad p i integri­ 130 H eterodím eros C D 29/C D 49 me­ L e en reposo y activados
nas dian adhesión célula-célula y a
m atriz
C o n tin ú a
30 Aspectos básicos de la inmunidad

Anexo I. (Continuación)

CD Otras denom inaciones P M (Ií D) P apel l)iológico D istribución celular

C D 30 Ki^ 1 105 T y B activ. Cél. R eed-Stem berg, linfo­


mas a cél. grandes anaplásticas, Pl,
M o, Gr, CE
CD31 PECA M - 130-140 M o, Pl, Gr, Ce y sus uniones
C D 32 FcyRIIA 40 R eceptor baja afinidad IgG Todas las form as en Mo, C E y trofo­
blasto. FcyRIIA y C en Ne. FC^RIIB
en B
CD33 67 Prec. M ié (luego de CD 34), M o
C D 34 105-120 Cél. hem atopoyéticas inm aduras y CE
CD 35 CRl 250 M ediador de fagocitosis por su Ne, Eo, subp T, B, M o, podocitos glo-
unión a C 3b y C4b m erulares
CD 36 88 ? R eceptor eritrocitario para G licoproteína m ayor de Pl, M o, CE, v e­
Plasm odium falciparum na um bilical
CD 37 40-45 7 B. B aja expresión céls. M ié
CD 38 TIO 43 Prec. T y B tem pranos, T y B activ, P
C D 39 78 B activ, N K activ, Subp. T, Ma, CD, C L
C D 40 50 C ooperación T-B a través de CD, B, algunas CEp
unión a gp39 en T activados
C D 41# G PIlb 125/22 C adena a del heterodím ero con Pl, m egacariocitos
C D 6 I, involucrado en adhesión
y agregación plaquetaria. Une
fibrinógeno, fibronect, vitro-
nect.
C D 42a G PIX 23 P arte del com plejo CD 42 Pl, m egacariocitos
C D 42b G P IB ,a 135,23 U nión a factor de von W ille- Pl, megacariocito.s
brand. R eceptor a trom bina
C D 42c G PIB ,p 22 Parte del com plejo CD42 Pl, m egacariocitos
C D 42d GPV 85 Parte del com plejo CD42 Pl, m egacariocitos
CD43 Sialoforina 95 (T) Ligando de CD 54 Ti, T, Gr, M o, Ma, NK, Pl, B activ, P,
115-135 (Ne) stem cells de M O y timo
C D 44 Pgp-1 80-95 R eceptor para ácido hialurónico. T, B, M o, Gr, Ti m edulares, Er, CEp,
por el cual une Li a HEV cél m em oria
Sustancia b lan ca de SNC, miisculo es-
quelético, tum ores
C D 44R 210 V ariante de CD 44 con condroitín Li
sulfato
C D 45 LCA ,B 220 180-240 A ctividad fosfo-tirosino-fosfata- Excepto Er, todas las células hem atopo­
240 (cél B) a sa. C D 45R O ligando de CD 22 yéticas. Las isoform as C D 45RA,
180 (Ti) CD 45RB , CD 45RC y C D 45R O se ex ­
presan diferencialm ente en distintas
células (véase texto)
C D 46 M CP,TLX 51-58 y 59- C o 'facto r proteico de m em brana Ti, T, B, M o, Gr, NK, Pl, CE, C Ep, F,
68 (M CP) que al unir C3b o C4b placenta, esperm a
perm ite que el factor I degrade
C3b o C4b
C D 47 47-52 Todas las cél. hem atopoyéticas, CEp,
CE, F, esperm a
C D 48 Blast-I 40-47 T, B, Ti, M O (30% ), Eo, CEp bronquial
y salival
C D 49a VLA-1 (cadena a l ) 210 H eterodím eros C D 49/C D 29 ad­ T reposo (CD49d)
hesión a m atriz extrace-m edia- T m em oria aum enta C D 49e,f
da por la secuencia Arg-Gly- Ti (CD 49d,f), B (CD 49b,c,d)
C D 49b V LA -2 (cadena a 2 ) 160 A sp (RG D ). C olágeno M o (CD 49b,e,f), Pl (C D 49b,e,t)
(CD 49a,b), Lam i-(C D 49a,b,c), C Ep (C D 49f a.sociado a cadena (34)
fibronectina (CD 49c,d,e), HEV
C D 49e V LA -3 (cadena a 3 ) 125 de placas P eyer (CD 49d)
C D 49d V LA -4 (cadena a 4 ) 150 A diferencia de otras integrinas
C D 49/C D 29 m edia adhesión
célula a célula por su unión al
C D 49e V LA -5 (cadena a 5 ) 135,25 ligando VCAM -1
CD 49f V LA -6 (cadena a 6 ) 120,25
C D 50 ICA M -3 124 Ligando LFA-1 Ti, T, B, M o, Gr
CD51 140 R eceptor para vitronectina, Pl, m egacariocitos
cadena a v (C D 51/C D 61). R econoce RGD
en m atriz extracelular, (von
W illcbrand, fibrinógeno, vitro­
nectina)
C D 52 Cam path-1 21-28 T i , T , B , G r ( l 5 % ) , E o (30% )
CD 53 32-40 Ti, T, B, M o, Pl, Gr, Oc, Ob
La respuesta inmune 31

Anexo I. (Continuación)

CD Otras denom inaciones P M (kD) P apel biológico D istribución celular

CD 54 IC A M -I 80-114 L igando para L F A -1 A m plia. Cél. hem atopoyéticas y n o h e­


(C D I I a /C D 1 8 ) y M a c - l. R e­ m atopoyéticas
ceptor para R inovirus
CD55 DAF 70 P rotege a los tejidos del daño por A m plia. Cél. hem atopoyéticas y n o h e­
el C ’ autóiogo, im pide el arm a­ m atopoyéticas
do de la C3 convertasa
CD56 N^CAM 17.5-185 A dhesión hom otípica N K, alg. tejidos neurales
M ol. de adhesión
neural
CD57 HNK-1 lio 7 NK, 25% T y B, algunos Mo
CD58 LFA -3 55-70 L igando para CD2 A m plia en cél. hem atopoyéticas, C E
CD59 M IR L 18-20 R egula la acción del C ’ por su Le, C E, CEp, Pl
unión a C8 y C9
CD w 60* U M 4D 4 Trisacárido 7 T (25-45% ), Pl, M o
CD61 G P Illa 110 Es la cadena (3 que se asocia a Pl, M eg, IVla, cél. no hem atopoyéticas
CD41
CD 62E ELAM 4 115 Ligando del epitope sLe* C E activadas
R eceptor para N e y T
CD 62L LAM-1 75-80 Unen linfocitos a HEV L vírgenes
C D 62P PAD G EM 150 M edia la interacción de plaq. ac­ Pl activadas, IVIeg, CE
tiv. con neu. y mo. U ne sLex
CD63 53 7 Pl activ., Mo, M a, débil en Gr, B, T
CD64 FcyRI 75 R eceptor de alta afinidad IgG Mo y Ma
U nico que une m onóm eros
CDw65''‘ V lM -2 oligosacárido A ctivación de neutrófilos G r y algunos M o
C D 66a BG P 180-200 Los C D 66 pertenecen a la fila, de Ne, precursores m ieloides, ribete en ce­
CD66b CD 67 95-100 A gs carcino-em brionarios de pillo de epitelio colónico
CD66c N CA 90-95 m oléculas de adhesión involu­
CD66d C G M l 30 crada en adhesión hom otípica
C D 66e CEA 180-200
CD67 actual C D 66b
CD68 no 7 G ránulos citoplásm icos y su p erficie de
M o, M a, N e, Ba, L grandes
CD69 MLR^3 28,32 Es la m olécula que se expresa C onstitutiva en Pl, Ti CD4-^/CD8-^- T
hom odím ero m ás tem prano en la activ. cel. activadas
CD70 55,75,95,110, L igando de CD27 B y T activ.
120
CD71 95 R eceptor para transferrina T y B activ., Ma
M etabolism o del hierro y creci­
m iento y proliferación celular
CD72 42 L igando para CD5 Pro-B a B activada, M a
hom odím ero
CD73 69 Ecto. 5 ’nucleotidasa Ti, CD4-^ (10% ). C D 8+ (50%), B
(70% ), CEp, CE
CD74 43/41/35/53 C adena invariante (Ii) H L A clase B, M o, Ma, subp T act., CEp
(4 form as) II. P resentación Ag.
CDw75 53 9 T (20% ), B (aum enta con activ.) C E p ,
precurs. eritroides
C D w76 antes CD76 7 7 Subp. T , B. M elanocitos, CE, C E p , (he­
patocitos, tub. renales)
CD77* BLA epitope 7 B de centro germ inal. M arcador
carbohidrato Lin fo m a de B urkitt
CDw78 A ntígeno Ba 7 Pre-B a B (aum enta con activación),
M a, CEp
CD79a lg a ,ra b -l 33,40 Parte del com plejo recep to r de Pre-B hasta B
antígeno B . Form a un heterodí­
m ero con CD79b
CD79b Igp,B 29 33,40 V éase C D 79a Pre-B hasta B
CD80 B7,BB1 60 Ligando para CD28 y C T L A -4 Cd, subp. B y todas las B activ.
CD8) T A PA -I 22 A cM o anti-T A P A -l tien e efecto L, líneas de neuroblastom a y m e la n o ­
anti-proliferativo mas
CD82 R 2 JA 4
CD83 HB15 43 7 Alta: CID , CD, C L
Baja: L i activados
CD w84 267,152-1D5 73 7 M a, Pl, B y T activados
CD85 V M P-55 120 7 B, M o, LCV , m ielom as
CD86 B 7.2, FUN ^l 80 Señal coestim ulatoria en CPA CD, B y M o activados

C ontinúa
32 Aspectos básicos de la inmunidad

Anexo I. (Continuación)

Otras
CD denotninaciones P M (kD) P apel biológico D istribución celular

CD 87 U PA -R 50-65 Receptor para el activador del Ne, M o, M a, Eo, CE, Fi, T acüvadas, ti­
plasm inógeno tipo-urokinasa mo fetal
que prom ueve actividad fibri-
nolítica
CD 88 C5aR 42 R eceptor de la anafilotoxina C 5a Gr, M a, M astocitos, m. liso
C D 89 F caR 55-75 U ne IgA sérica y secretoria Mo, Gr, Ma, subp. B y T
C D w 90 Thy-1 25-35 ? Pro-Ti, cerebro y otros tejidos no linfoides
CD91 a2 m R (heterodí­ 600 Receptor a2-m acroglobulina. M o, M a, Fi, m. liso, hepatocitos, sincicio-
m ero) 515 M edia endocitosis del receptor trofoblasto, neuronas
85 unido a proteinasa
C D w 92 p70 70 7 Gr, M o, CE, U -9 3 7 ,T H P -I
CD93 V1MD25 120 7 Gr, M o, CE, U -9 3 7 ,T H P -I
C D 94 KP43 43 A dhesión de NK con integrinas N K, subpob. T. Aum. con activ.
CD95 A P O -l,F a s 42 A sociado con la inducción de Linaje T y m ieloide
apoptosis
C D 96 T A C TIL E 160 A dhesión de T y N K en fase tar­ T y N K activadas
día de respuesta inm une
CD 97 VIM3 74,80,89 7 T y B act., M o, NK, Gr, Pl
CD 98 4F2 80,40 7 Baja en T, B, N K, Gr. A lta en: M o, T y
N K act,, m. cardíaco, queratinocitos b a­
sales
CD 99 E2, M IC2 32 ? (form ación de rosetas con Er) Ti, Li periféricos
C D 99R 32 7 Form a más restringida de CD99
C D l 00 B B I8,A 8 150 7 A mplia. Subpob. CD4 y CD8 que se acti­
van por CD28
C D w lO l BB27, BA27 140 7 Gr, M o
C D 102 IC A M -2 60 Ligando para L F A -1 (no para L, M o, C E (alta expresión no m odulada
M ac-1) por la inflam ación)
C D l 03 HML-1 150,25 ? C adena a E de integrinas Li intraepit. de intestino
Se asocia con integrina p7
C D l 04 205 ? C adena (34 de integrinas H em idesm osom as epitehales, cél,
A sociada con a ó (CD 49f) une Schw an, CE, neuro, trofoblasto
lam inina y epiligrina
C D l 05 Endoglin 95 7 CE, M a activados
C D l 06 VCAM -1 100, l i o Ligando para V LA -4 CE
C D l 07a LAMP-1 lio Posible rol en adhesión A m plia en citop, sup, de Pl activadas, T
^ citotóxicos
C D l 07b L A M P-2 120 ? 60% hom ología con LA M Pl ídem
C D w l0 8 80 7 Li, leucem ias agudas
C D w l0 9 8A 3,7D 1 170-150 7 Pl, M eg, C E capilar y venular, T activ.
C D l 15 C S F -IR ; M -CSFR 150 La unión de M -C SF induce la di­ M o, M a y sus precursores
m erización del receptor
C D w ll6 G M -C SFR 150 C adena a del receptor une GM - M o, M a y sus precursores, Pl
CSF. Junto a la cadena |3 gene­
ra receptor alta afinidad
C D l 17 c-K it 145 R eceptor para factor de creci­ ,Stem cells, m astocitos
m iento de stetn cells
CD w 119 IFNyR 90 U ne IFN y con alta afinidad M ac, M o, B, fibro., epit., endo.
C D I 20a T N FR; 55kd 55 C D l 20a y b unen T N F a y TN Fp La m ayoría de las cél, expresan uno o am ­
con relativa alta afinidad. Co- bos TN FR s
m odulan con el antígeno Fas
C D l 20b T N FR; 75kD 75 V éase C D I2 0 a V éase C D l2 0 a
C D w l2 1 a IL -IR tipo 1 80 R eceptor IL -1 A m plia
C D w l2 1 b IL - 1R tipo 2 68 R eceptor IL -1 A m plia
C D l 22 1L-2RP 75 C adena P del 1L-2R T ,B
C D w l2 4 1L-4R 140 R eceptor IL-4 A m plia
C D l 26 IL-6R 80 R ec ep to rIL -6 A m plia
C D l 27 IL-7R 75 R ec ep to rIL -7 Precur, hem atopoyéticas
C D w l2 8 IL8R 58,67 R eceptor de IL-8 Ne, M o, queratinocitos, basófilos, sub­
pob, T
C D w l3 0 g p l3 0 ,S IG 130 S ubunidad p del receptor de IL-
6, transduce señal

(*): ep ito p e h id ro ca rb o n a d o , ($): U n id as a la m em b ra n a p o r un io n es fo sfatid il inositol. (#): C D 41 = gpMb es un h e te ro d ím e ro 120/63, q u e


fo rm a un c o m p lejo c o n g p llla (C D 61). E x p re sió n en tejidos: B, T , N K : lin fo cito s B, T y N K ; P: p lasm o cito s; Pl: plaq u e ta s; L: leucocitos;
Li: linfocitos; M o: m o n o cito s; G r: g ra n u lo c ito s; M a: m ac ró fa g o s; E o: eo sin ó filo s; N e: n eu tró filo s; Er: eritro cito s; M O : m éd u la ósea; M eg;
m eg a cario c ito s; C E p: células ep iteliales; C E; cé lu la s e n d o te lia le s; F i: fib ro b la sto s; T i: tim o cito s; C D ; cé lu la s d endríticas; C L; cé lu la s de
L an g e rh a n s; Oc; osteo cla sto s; Ob: osteo b iaslo s; C ID : cé lu la s in terd ig itad as; M ié: cé lu la s m ielo id es; LCV:. leucem ia de c é lu la s vellosas.
Bases celulares de la respuesta
inmune. Órganos linfoides primarios
y secundarios

MARTA BRAUN 3
CONCEPTOS PRELIMINARES muy especialm ente las de la serie m onocito-
macrófago.
El ingreso de un antígeno no propio dentro Así, para que se produzca una respuesta hu­
de un organismo induce una respuesta inmune moral, por ejemplo, si bien los linfocitos B pue­
específica dirigida contra ese mismo antígeno den reconocer por sí mismos el antígeno para el
que, por la adaptabilidad del sistema inmune, cual están comprometidos, pero para que se es­
puede tomar distintas modalidades: producción timulen, se diferencien a plasmocitos y secreten
de inmunoglobulinas de diferentes clases, res­ anticuerpos, deben recibir la colaboración de
puesta celular con activación de macrófagos, una subpoblación de linfocitos T, los linfocitos
efectos citotóxicos, etc. Es el antígeno quien T colaboradores o “helper” (Th). Para que los
“elige” los clones de linfocitos específicos, pre- Th reconozcan al antígeno para el cual están
comprometidos para reconocerlo, a los que va ' pre-comprometidos, éste debe haber sido proce­
a activar y que van a producir alguna de esas sado y presentado, junto con un antígeno de
respuestas. Pero, para que sucedan todos esos histocompatibilidad (CMH) propio, por otra cé ­
mecanismos efectores específicos, no sólo de­ lula, ya sea un m acrófago u otro linfocito B
ben preexistir linfocitos que reconozcan al antí­ (véase cap. 10). A su vez, la respuesta inmune
geno, sino que deben interactuar varias pobla­ efectora casi siempre se ejerce con la colabora­
ciones celulares, que colaboran entre ellas, an­ ción de células o factores inespecíficos: por
tes de que sea patente uno o más de esos meca­ ejemplo, para que las Igs secretadas tengan un
nismos efectores. efecto de protección contra el antígeno extraño,
De estas poblaciones, la única que reconoce salvo contadas excepciones, como puede ser la
específicamente a los antígenos es la de los lin­ neutralización de virus o toxinas, deben interve­
focitos. Pero aunque éstos aparezcan morfoló­ nir otras células, como fagocitos o células ki­
gicam ente idénticos entre sí, son funcional­ ller, o factores, como el complemento.
mente muy diferentes, no sólo por su especifi­ Por todo esto, se comprende que la respuesta
cidad, para la cual ya están com prom etidos inmune provocada por un antígeno extraño es
desde su maduración, sino también por sus fun­ un proceso complicado en el cual intervienen,
ciones. en forma de cascada exquisitamente regulada,
Existen dos grandes poblaciones de linfoci­ una serie de células y factores de los que no to­
tos: los linfocitos B y los linfocitos T. Los pri­ dos pertenecen al sistem a específico p ro p ia ­
meros son los encargados, casi exclusivamente, mente dicho, constituido por los linfocitos.
de la síntesis de inmunoglobulinas. Los linfoci­ Las células, tanto específicas como inespecí­
tos T tienen, por el contrario, una serie de fun­ ficas, que intervienen en la respuesta inm une
ciones, algunas de ellas efectoras y otras de co­ tienen un origen común, las células troncales
laboración y regulación, que ejercen sobre los (“stem cells”) de la médula ósea, pero luego
linfocitos B y sobre otras subpoblaciones de T. tienen diferentes vías de diferenciación, lo que
Además, para que se inicie una respuesta inm u­ da por resultado poblaciones celulares con di­
ne deben colaborar otras células'no linfoides. ferentes funciones. Esta diferenciación se inicia
32 Aspectos básicos de la inmunidad

Anexo I. (Continuación)

Otras
CD denominaciones P M (IcD) P apel biológico D istribución celular

CD 87 U PA -R 50-65 Receptor para el activador del Ne, M o, M a, Eo, CE, Fi, T acüvadas, ti­
plasrainógerro tipo-urokinasa mo fetal
que prom ueve actividad fibri-
nolítica
CD 88 C5aR 42 R eceptor de la anafilotoxina C 5a Gr, M a, M astocitos, m. liso
C D 89 F caR 55-75 U ne IgA sérica y secretoria Mo, Gr, Ma, subp. B y T
C D w 90 Thy-1 25-35 ? Pro-Ti, cerebro y otros tejidos no linfoides
CD91 a2 m R (heterodí­ 600 Receptor a2-m acroglobulina. M o, M a, Fi, m. liso, hepatocitos, sincicio-
m ero) 515 M edia endocitosis del receptor trofoblasto, neuronas
85 unido a proteinasa
C D w 92 p70 70 7 Gr, M o, CE, U -9 3 7 ,T H P -I
CD93 V1MD25 120 7 Gr, M o, CE, U -937,T H P-1
C D 94 KP43 43 A dhesión de NK con integrinas N K, subpob. T. Aum. con activ.
CD95 A P O -l,F a s 42 A sociado con la inducción de Linaje T y m ieloide
apoptosis
C D 96 T A C TIL E 160 A dhesión de T y N K en fase tar­ T y N K activadas
día de respuesta inm une
CD 97 VIM3 74,80,89 7 T y B act., M o, NK, Gr, Pl
CD 98 4F2 80,40 ? Baja en T, B, N K, Gr. A lta en; M o, T y
N K aet,, m. cardíaco, queratinocitos ba-
sales
CD 99 E2, M IC2 32 ? (form ación de rosetas con Er) Ti, Li periféricos
C D 99R 32 7 Form a más restringida de CD99
C D l 00 B B I8,A 8 150 7 A mplia. Subpob. CD4 y CD8 que se acti­
van por CD28
C D w lO l BB27, BA27 140 7 Gr, M o
C D 102 IC A M -2 60 Ligando para L F A -1 (no para L, M o, C E (alta expresión no m odulada
M ac-1) por la inflam ación)
C D l 03 HML-1 150,25 ? C adena a E de integrinas Li intraepit. de intestino
Se asocia con integrina p7
C D l 04 205 ? C adena (34 de integrinas H em idesm osom as epiteliales, cél,
A sociada con a ó (CD 49f) une Schw an, CE, neuro, trofoblasto
lam inina y epiligrina
C D l 05 Endoglin 95 7 CE, M a activados
C D 106 VCAM -1 100, l i o Ligando pitra V LA -4 CE
C D l 07a L A M P -1 110 Posible rol en adhesión A m plia en citop, sup, de Pl activadas, T
^ citotóxicos
C D l 07b LAMP~2 120 ? 60% hom ología con LA M Pl ídem
C D w l0 8 80 7 Li, leucem ias agudas
C D w l0 9 8A 3,7D 1 170-150 7 Pl, M eg, C E capilar y venular, T activ.
C D l 15 C S F -IR ; M -CSFR 150 La unión de M -C SF induce la di- M o, M a y sus precursores
m erización del receptor
C D w lló G M -C SFR 150 C adena a del receptor une GM - M o, M a y sus precursores, Pl
CSF. Junto a la cadena |3 gene­
ra receptor alta afinidad
C D l 17 c-K it 145 R eceptor para factor de creci­ ,Stem cells, m astocitos
m iento de stem cells
CD w 119 IFNyR 90 U ne IFN y con alta afinidad M ac, M o, B, fibro., epit., endo.
C D l 20a T N FR; 55kd 55 C D l 20a y b unen T N F a y TN Fp La m ayoría de las cél. expresan uno o am ­
eon relativa alta afinidad. Co- bos TN FR s
inodulan con el antígeno Fas
C D l 20b T N FR; 75kD 75 V éase C D l2 0 a V éase C D l2 0 a
C D w l2 1 a IL -IR tipo 1 80 R eceptor IL -1 A m plia
C D w l2 1 b IL - 1R tipo 2 68 R eceptor IL -1 A m plia
C D l 22 1L-2RP 75 C adena P del IL-2R T ,B
C D w l2 4 IL-4R 140 R eceptor IL-4 A m plia
C D l 26 IL-5R 80 R ec ep to rIL -6 A m plia
C D l 27 IL-7R 75 R ec ep to rIL -7 Precur, hem atopoyéticas
C D w l2 8 IL8R 58,67 R eceptor de IL-8 Ne, M o, queratinocitos, basófilos, sub­
pob, T
C D w l3 0 g p l3 0 ,S IG 130 S ubunidad p del receptor de IL-
6, transduce señal

(*): ep ilo p e h id ro ca rb o n a d o , (:¡:): U n id as a la m em b ra n a p o r un io n es fo sfatid il inositol. (#): C D 41 = gpMb es un h e te ro d ím e ro 120/63, q u e


fo rm a un c o m p lejo c o n g p llla (C D 61). E x p re sió n en tejidos: B, T , N K : lin fo cito s B, T y N K ; P: p lasm o cito s; Pl: plaq u e ta s; L: leucocitos;
Li: linfocitos; M o: m o n o cito s; G r: g ra n u lo c ito s; M a: m ac ró fa g o s; E o: eo sin ó filo s; N e; n eu tró filo s; Er: eritro cito s; M O : m éd u la ósea; M eg;
m eg a cario c ito s; C E p: células ep iteliales; C E; cé lu la s e n d o te lia le s; F i: fib ro b la sto s; T i; tim o cito s; C D ; cé lu la s d endríticas; C L: cé lu la s de
L an g e rh a n s; Oc; osteo cla sto s; Ob: osteo b lasto s; C ID : cé lu la s in terd ig itad as; M ié; cé lu la s m ielo id es; LCV:. leucem ia de c é lu la s vellosas.
Bases celulares de la respuesta
inmune. Órganos linfoides primarios
y secundarios

MARTA BRAUN 3
CONCEPTOS PRELIMINARES muy especialm ente las de la serie m onocito-
macrófago.
El ingreso de un antígeno no propio dentro Así, para que se produzca una respuesta hu­
de un organismo induce una respuesta inmune moral, por ejemplo, si bien los linfocitos B pue­
específica dirigida contra ese mismo antígeno den reconocer por sí mismos el antígeno para el
que, por la adaptabilidad del sistema inmune, cual están comprometidos, pero para que se es­
puede tomar distintas modalidades: producción timulen, se diferencien a plasmocitos y secreten
de inmunoglobulinas de diferentes clases, res­ anticuerpos, deben recibir la colaboración de
puesta celular con activación de macrófagos, una subpoblación de linfocitos T, los linfocitos
efectos citotóxicos, etc. Es el antígeno quien T colaboradores o “helper” (Th). Para que los
“elige” los clones de linfocitos específicos, pre­ Th reconozcan al antígeno para el cual están
comprometidos para reconocerlo, a los que va ' pre-comprometidos, éste debe haber sido proce­
a activar y que van a producir alguna de esas sado y presentado, junto con un antígeno de
respuestas, Pero, para que sucedan todos esos histocompatibilidad (CMH) propio, por otra cé ­
mecanismos efectores específicos, no sólo de­ lula, ya sea un m acrófago u otro linfocito B
ben preexistir linfocitos que reconozcan al antí­ (véase cap. 10). A su vez, la respuesta inmune
geno, sino que deben interactuar varias pobla­ efectora casi siempre se ejerce con la colabora­
ciones celulares, que colaboran entre ellas, an­ ción de células o factores inespecíficos: por
tes de que sea patente uno o más de esos meca­ ejemplo, para que las Igs secretadas tengan un
nismos efectores. efecto de protección contra el antígeno extraño,
De estas poblaciones, la única que reconoce salvo contadas excepciones, como puede ser la
específicamente a los antígenos es la de los lin­ neutralización de virus o toxinas, deben interve­
focitos. Pero aunque éstos aparezcan morfoló­ nir otras células, como fagocitos o células ki­
gicam ente idénticos entre sí, son funcional­ ller, o factores, como el complemento.
mente muy diferentes, no sólo por su especifi­ Por todo esto, se comprende que la respuesta
cidad, para la cual ya están com prom etidos inmune provocada por un antígeno extraño es
desde su maduración, sino también por sus fun­ un proceso complicado en el cual intervienen,
ciones. en forma de cascada exquisitamente regulada,
Existen dos grandes poblaciones de linfoci­ una serie de células y factores de los que no to­
tos: los linfocitos B y los linfocitos T, Los pri­ dos pertenecen al sistem a específico p ro p ia ­
meros son los encargados, casi exclusivamente, mente dicho, constituido por los linfocitos.
de la síntesis de inmunoglobulinas. Los linfoci­ Las células, tanto específicas como inespecí­
tos T tienen, por el contrario, una serie de fun­ ficas, que intervienen en la respuesta inm une
ciones, algunas de ellas efectoras y otras de co­ tienen un origen común, las células troncales
laboración y regulación, que ejercen sobre los (“stem cells”) de la médula ósea, pero luego
linfocitos B y sobre otras subpoblaciones de T. tienen diferentes vías de diferenciación, lo que
Además, para que se inicie una respuesta inm u­ da por resultado poblaciones celulares con di­
ne deben colaborar otras células'no linfoides. ferentes funciones. Esta diferenciación se inicia
34 Aspectos básicos de la inmunidad

en los órganos primarios del sistema inmune, TIMO


en ausencia de antígenos externos, y luego se
continúa en los órganos secundarios, a conse­ Origen y desarrollo
cuencia de la entrada de esos antígenos.
El timo es un órgano bilobulado y es el pri­
mer órgano linfoide en aparecer durante el de­
ÓRGANOS LINFOIDES PRIMARIOS sarrollo fetal. Deriva del endodermo de la ter­
Y SECUNDARIOS cera y cuarta bolsas branquiales: el endodermo
de dichas bolsas, con parte del ectodermo, pe­
Concepto netra en el mesodermo que lo rodea para iniciar
la formación del timo y las glándulas paratiroi-
Se entiende por órganos primarios (también des; más tarde, el rudimento tímico se separa y
llamados centrales) del sistema inmune a aque­ penetra dentro de la cavidad torácica.
llos que proveen un microambiente en el cual La población celular tímica es variada, pues
los linfocitos maduran y adquieren inm uno- está compuesto por células provenientes de los
competencia. Los linfocitos inmaduros provie­ procesos branquiales, sobre todo de origen epi­
nen de células troncales (“stem cells”) de la telial, y células que penetran en oleadas sucesi­
m édula ósea (véase ontogenia) y, al salir de vas de migraciones a partir de la sangre: son las
ella, ya están precom prom etidos para la fun­ de la serie monocito-macrófago y los linfoci­
ción T o B, o sea, son linfocitos pro-T y pro-B, tos, que aquí son llamados timocitos. En la m a­
respectivamente. El microambiente de los ór­ durez de un individuo, el 99% de las células tí­
ganos primarios se caracteriza no sólo por la micas son timocitos.
presencia de células y factores que estimulan la Luego de migrar al tórax, el rudimento tími­
maduración de los linfocitos, sino también por co recibe una primera oleada de hnfocitos, que
la ausencia de antígenos provenientes del me­ es seguida rápidamente de otra oleada de pre­
dio externo. El órgano primario para la madu­ cursores de linfocitos T. A partir de ese m o­
ración de los linfocitos T es el timo en todos mento, en condiciones fisiológicas, ya no pene­
los vertebrados superiores. Para los linfocitos trarán al timo nuevas oleadas de células inma­
B, en las aves es la bursa de Fabricius y en los duras provenientes de la médula ósea, pero su
m am íferos, sus equivalentes (véase cap. 2, función se conserva y podría actuar como re­
fig. 2-1). servorio para una regeneración masiva del ti­
A estos órganos llegan lin fo cito s p ro v e ­ mo, si fuera necesaria en etapas posteriores de
nientes de la médula que, pese a ser m orfoló­ la vida.
gicam ente iguales a los maduros, no son in­ Durante el desarrollo fetal y las etapas tem­
munocompetentes, es decir, son incapaces de pranas de la vida extrauterina, el timo aumenta
reconocer antígenos. Los linfocitos, en gene­ de tamaño absoluto y llega a su máximo en la
ral, no salen de los vasos, pero llevan en su pubertad, cuándo comienza su involución hasta
superficie moléculas de adhesión (véase cap. llegar a una marcada atrofia. Pero debe remar­
11) que les perm iten adosarse a las vénulas carse que, en la mayoría de las especies inclui­
p o scap ilares del órgano p ara el cual están da la humana, antes del nacimiento, desde el
comprometidos y así penetrar en la intimidad segundo tercio del desarrollo fetal, comienzan
de su tejido. a salir del timo hnfocitos T maduros inmuno-
Los órganos secundarios o periféricos del competentes, que migrarán hacia los órganos
sistema inmune son aquellos que proveen un secundarios y los poblarán. Además, la vida
microam biente donde los linfocitos maduros, media de los linfocitos T es muy larga y sus
tanto B como T f provenientes de los órganos clones podrían durar incluso más que la vida
primarios, pueden interactuar tanto con los an­ del individuo; de hecho, el establecimiento in
tígenos externos como entre ellos y con otras vitro de líneas celulares T es muy fácil y mu­
células accesorias, muy especialmente con las chas han perdurado durante tiempos muy pro­
células presentadoras de antígenos de las línea longados. Estos dos hechos hacen que, en el
monocito-macrófago. Esta interacción o cola­ momento del nacimiento, en la mayoría de las
boración intercelular es la que permite el com­ especies (salvo en la especie experimental por
plicado proceso de la respuesta inmune especí­ antonom asia de la inm unología - e l ra tó n - y
fica. otras pocas excepciones), la función del timo
Los principales órganos secundarios son los ya esté cumplida y pueda ser extirpado sin in­
ganghos linfáticos, el bazo y el tejido linfático convenientes. De hecho, en los albores de la ci­
asociado a las mucosas: amígdalas, placas de rugía cardíaca correctora de m alform aciones
Peyer, tejido linfático asociado al intestino fetales, cuando aún el timo era “un órgano en­
grueso y delgado, etc. y células linfoides libres docrino de función desconocida”, los cirujanos
de la submucosa. extirpaban el timo de los recién nacidos some­
Bases celulares de la respuesta Inmune 35

tidos a operaciones cardíacas, pues les impedía Los tim ocitos inm aduros de la co rteza no
un acceso fácil al tórax; esos niños no padecie­ sintetizan la enzima 20-hidroxil-esteroide dehi­
ron después deficiencias notables de su sistema drogenasa y son muy sensibles a las hormonas
inmune. esteroides. Durante la pubertad, a consecuencia
de la secreción aumentada de estas hormonas,
Organización disminuyen en forma notable, lo cual origina la
involución tímica típica de esa edad. En la mé­
El timo presenta una corteza periférica, una dula, los timocitos más maduros ya expresan
corteza profunda y una región medular. Es de esa hormona y son corticoide resistentes.
hacer notar que en la corteza, tanto profunda Como veremos más adelante, en el tim o no
como superficial, existe ima barrera hemato-tí- sólo se producen y maduran los linfocitos T, si­
mica que impide, o por lo menos disminuye en no que también sufren una rigurosa selección,
gran medida, el paso de proteínas sanguíneas por la cual los linfocitos no aptos son elim ina­
hacia la intim idad del tejido; esta barrera no dos. Esta selección hace que menos del 1% del
existe en la médula (véase cap. 2, fig. 2-3), total de los linfocitos producidos emigren del
En la corteza superficial, el endotelio de las tim o: el 99% restan te m uere por ap o p to sis
vénulas poscapilares presenta una zona más (m uerte programada) en el mismo timo. Este
densa con estructura particular. Los linfocitos gasto aparentemente enorme tiene una im por­
pro-T reconocen estas estructuras por sus m o­ tancia biológica también enorme: por una par­
léculas superficiales, se adosan a ellas y de esa te, sólo emigran los linfocitos capaces de reco­
forma llegan a la corteza, donde forman una nocer los antígenos de histocompatibilidad pro­
delgada capa de pocas células de espesor. Allí pios (selección positiva) y los que no reaccio­
se dividen activamente y dan origen a todos los nan ni contra éstos ni contra los otros antígenos
otros timocitos. En esta región, los timocitos propios (selección negativa), lo que hace que la
son grandes, de aspecto inmaduro y presentan producción del timo no sólo sea funcionalmen­
un alto índice de mitosis. En condiciones nor­ te apta, pues reconoce los antígenos de histo­
males, esta capa representa menos del 5% del com patibilidad propios (base de la respuesta
total de timocitos. inmune T, véase cap 10), sino también autoto-
Los timocitos de la corteza superficial mi- lerante, pues no agrede a los tejidos propios.
gran hacia la corteza profunda, que contiene un
85% de los timocitos. Esta región se caracteri­
za por la presencia de células de tipo dendríti- ORGANOS PRIMARIOS
co, de origen epitelial y de aspecto estrellado, DEL SISTEMA B
que contactan con otras células similares por
medio de pequeños desmosomas. Hay además Como se dijo antes, existe en la aves un ór­
células originadas en precursores hematolinfoi- gano primario de maduración de los linfocitos
des, de la serie monocito-macrófago, como cé­ B, que es la bursa de Fabricius: si se extirpa
lulas dendríticas y macrófagos, éstos más abun­ química o quirúrgicamente la bursa durante el
dantes en la médula tímica. En esta región, los desarrollo fetal, su sistema B no se desaiTolla.
timocitos tienen menor tamaño y están en ínti­ Sin embargo, la ablación quirúrgica de este ór­
mo contacto entre sí y, especialmente, con las gano en un animal adulto no impide la produc­
células de tipo dendrítico, que han sido deno­ ción constante de linfocitos B maduros, lo que
minadas células nodrizas, en cuyos repliegues indica cjue esta función cambia de sitio en eta­
se alojan en forma tal cjue hasta parecen pene­ pas posteriores al nacimiento.
trar en ellas. En esta región los linfocitos inm a­ En los m am íferos, el órgano prim ario del
duros sufren una nueva etapa de maduración y sistema B puede variar según la especie. E n los
de .selección, para pasar luego a la médula. ovinos, la maduración de los linfocitos B suce­
En la región m edular, los tim ocitos están de en el tejido linfoide asociado al intestino
raenos compactados que en la cortical; algunos delgado; en el ratón y en el hombre no se ha
son ya linfocitos T maduros, listos para pasar a encontrado un órgano similar, y se admite que
la sangre. Aquí también se encuentran células la producción y maduración de los linfocitos B
epiteliales, organizadas a veces en corpúsculos se realiza íntegramente en la médula ósea. Las
de Hassall, y un número importante de macró­ placas de Peyer han sido propuestas com o ór­
fagos. Los vasos de esta zona son altam ente ganos primarios B en otras especies y, en algu­
permeables a las proteínas plasmáticas; los lin­ nos casos, la m aduración de los linfocitos B
focitos en su última etapa de maduración en­ podría lograrse en órganos, como el bazo, en
tran en íntimo contacto con las proteínas pro­ los que los linfocitos pro-B estén en contacto
pias y sufren aquí el último proceso de selec­ estrecho entre sí. Sea cual fuere el órgano de
ción, que hace a la población migrante alta­ m aduración de los linfocitos B, éstos tienen
mente tolerante hacia las proteínas propias. una vida media corta y, a diferencia de lo que
36 Aspectos básicos de la inmunidad

sucede con los linfocitos T, su producción y guínea, que recogen el fluido extravasado de
maduración continúa durante toda la vida del los capilares que, en los vasos linfáticos, recibe
individuo. el nombre de linfa. La linfa contiene también
células provenientes de la sangre o los tejidos,
muy especialmente linfocitos y células veladas.
ÓRGANOS SECUNDARIOS Estas últimas se originan de las células de Lan­
gerhans de la piel y son las encargadas, junto
Organización de los ganglios linfáticos con los macrófagos, de llevar los antígenos a
los ganglios locales: en éstos se convertirían en
Los ganglios linfáticos son pequeños órga­ células dendríticas residentes, capaces de cap­
nos redondeados u ovoides, que se encuentran tar antígenos y de mantenerlos in situ por tiem ­
generalmente en grupos, en el tejido adiposo pos prolongados.
que rodea a los grandes vasos sanguíneos del La linfa llega al ganglio local por los vasos
abdomen y el tórax, el de la nuca, el cuello, las aferentes que desembocan en un seno que ro­
axilas, las ingles y el hueco poplíteo. Dentro de dea a la corteza, en la periferia del ganglio. De
una cápsula que rodea al órgano y se prolonga allí filtra por el interior del ganglio, en un ca­
en trabéculas en un estrom a reticular, se en­ mino paralelo al de la sangre, y luego sale por
cuentra un gran número de linfocitos y células el hilio, por un linfático eferente. Los linfáticos
de las serie monocito-macrófago, no sólo m a­ eferentes de varios ganglios se juntan entre
crófagos sino también células propias de los ellos y, eventualmente, desembocan en la san­
ganglios, las células dendríticas. gre, a través del conducto torácico u otros co­
La circulación de los ganglios linfáticos pro­ lectores linfáticos. De esta forma se establece
viene tanto de la sangre como de los vasos lin­ una recirculación constante entre la sangre y la
fáticos y tiene una gran importancia en la mi­ hnfa, que permite el pasaje no sólo de los flui­
gración de los linfocitos y en la provisión de un dos sino también de las células, a través de los
microambiente adecuado para la interacción de ganglios linfáticos. Esta recirculación permite
los antígenos con las distintas células inmuno- la migración permanente de los linfocitos entre
competentes y con los anticuerpos (véase fig. la sangre y los órganos linfoides secundarios y,
3-1), importante no sólo en la inducción de res­ eventualmente, los tejidos.
puestas inmunes sino también en su regulación. Los ganglios linfáticos están divididos en
La sangre penetra por el hilio por una arteria tres áreas principales; la corteza superficial, la
cuyas ramas llegan hasta la corteza superficial. corteza profunda y la región medular (fig. 3-1).
En esa zona se incurvan y se forman las vénulas En las dos primeras predominan los linfocitos,
que luego se juntan para formar una vena que y entre ellos corre esa red de canales linfáticos
sale por el hilio. En la zona de la curvatura, su que van de la corteza a la médula.
endotelio presenta un aspecto ensanchado parti­ En la corteza superficial, los linfocitos están
cular y es la región que permite el paso de los en íntimo contacto, muchos de ellos organiza­
linfocitos de la sangre al interior del gangho. dos en nódulos o folículos, compuestos en gran
Los vasos linfáticos tienen su origen en los proporción por linfocitos B; entre los folículos
diferentes tejidos del organismo y forman una hay linfocitos repartidos sin organización parti­
red de canales, paralelos a la circulación san­ cular; la mayoría de ellos son T. Si, a partir de

Vénulas

F ig . 3 -1 . E s q u e m a de
un ganglio linfático. N ó­
te n se las d ife re n te s r e ­
giones tim odependientes
y tim o in d e p e n d ie n t e s
(véase el texto) y la cir­
c u la c ió n d e lin fa y d e
lin fo c ito s p ro v e n ie n te s
de la sangre.
Bases celulares de la respuesta inmune 37

la zona que drena ese ganglio penetra un antí­ efecto, la respuesta inmune frente a antígenos
geno y se estimula la respuesta, los folículos se circulantes se hace principalmente en el bazo.
agrandan y dan lugar a los llamados folículos Tiene además función de reservorio sanguíneo,
secundarios; en ellos aparece un área central poco importante en el hombre pero muy im por­
con células grandes y en mitosis: son los llama­ tante en algunas especies, es el encargado de la
dos centros germinativos. hemocatéresis (destrucción de eritrocitos enve­
Los linfocitos T predominan entre los folícu­ jecidos) y en ciertas patologías puede retom ar
los y en la zona medular: es la llamada zona ti­ funciones de hemopoyesis propias del feto. Es­
mo-dependiente pues no se desarrolla en ani­ tas últimas funciones se cumplen en la pulpa
males timoprivos o en pacientes con deficien­ roja, rica en capilares sinusoides y con alto
cias tímicas, en los que sólo se aprecian los fo ­ contenido en eritrocitos, que forma la m ayor
lículos primarios bien desarrollados. parte del bazo.
En la zona que rodea a los folículos, además La pulpa blanca, donde se cumplen las fun­
de los linfocitos T y entre las células del estro­ ciones inmunes del bazo, forma pequeños hu­
ma, se encuentran numerosas células dendríti­ sos alrededor de las pequeñas arterias y las ar­
cas, cuya importante función es retener y pre­ teriolas. Cada huso rodea a una arteriola, que
sentar los antígenos a los linfocitos: se han en­ termina en una vénula, que nace al final de la
contrado determinantes antigénieos sobre célu­ arteriola y se vuelve hacia atrás, formando el
las dendríticas mucho tiempo después que el seno marginal, que separa la pulpa blanca de la
antígeno fuera inyectado. roja. Por este seno los linfocitos penetran direc­
Es interesante tener en cuenta que, pese a tamente de la sangre al tejido linfoide y luego,
que en el caso de una estimulación antigénica a semejanza de lo que sucede en los ganglios,
se producen mitosis en los ganglios regionales, migran lentamente a través del tejido del m an­
la gran mayoría de los linfocitos que están en guito. Pasan después a la pulpa roja y abando­
un momento dado en los ganglios no son de nan el bazo por su vena y por sus vasos linfáti­
producción local, sino que provienen de la cos. En los husos, al igual que los ganglios, hay
sangre. Los vasos sanguíneos son normalmen­ regiones timodependientes y timo independien­
te impermeables a los linfocitos, pero en la re­ tes: la primera, rica en linfocitos T y en células
gión subcapsular de los ganglios, las vénulas dendríticas y macrofágicas, es un manguito ar-
poscapilares ya m encionadas expresan m olé­ teriolar de tejido linfoide difuso que rodea in­
culas de adhesión que son reconocidas por glu­ mediatam ente a la arteriola; la segunda com ­
coproteínas superficiales de los linfocitos, tan­ prende folículos y nódulos que rodean a ese
to los T como los B de memoria. Éstos se ado­ manguito.
san a la pared del vaso, lo atraviesan y pene­
tran en el tejido linfático, pero sólo permane­ Tejido linfoide asociado a las mucosas
cen unos pocos días en el ganglio, pues van
migrando hacia la médula, para salir luego por Todas las mucosas presentan acúmulos sube-
la linfa y comenzar un nuevo ciclo de recircu­ piteliales de tejido hnfoide, que en estas regio­
lación. nes tiene la particularidad de no estar rodeado
Es de hacer notar que existe una importante por una cápsula de tejido conectivo. Este tejido
selectividad en la recirculación de los linfoci­ linfoide puede presentarse como colecciones
tos: si se marcan e inyectan linfocitos prove­ difusas de linfocitos, plasmocitos y macrófagos
nientes del conducto torácico o de ganglios su­ dispersos en la lámina propia de los órganos, o
perficiales, la gran mayoría se encontrará luego bien como acúmulos más organizados con folí­
en los ganglios superficiales mientras que, si se culos semejantes a los de otros órganos secun­
inyectan linfocitos de bazo, se hallarán en el darios: en el hombre éstos incluyen las am ígda­
bazo en grandes proporciones. Los hnfocitos las, las placas de Peyer y el apéndice cecal. En
de los órganos linfoides asociados a las m uco­ su superficie mucosa, estos acúmulos presentan
sas tienen también sus rutas propias de recircu­ células epiteliales especializadas capaces de
lación (véase cap. 17). Todas estas rutas están captar antígenos. Los hnfocitos que fueron esti­
dirigidas por una serie de moléculas superficia­ mulados en los acúmulos pasan a la linfa y de
les, muchas de ellas ya conocidas (véase cap. allí a los ganghos mesentéricos y a la sangre.
11), que permiten el pasaje de los linfocitos de Del torrente sanguíneo migran a la lámina p ro ­
la sangre al tejido. pia de las mucosas, donde aparecen dispersos y
se transforman en células productoras de IgA o
Organización del bazo IgE.
La importancia de este sistema, la migración
El bazo es un órgano abdominal cuya fun­ especializada de los linfocitos que lo com po­
ción inmune en el adulto es filtrar partículas de nen y su papel en la protección del individuo se
la sangre y concentrar antígenos circulantes; en verán con más detalle en el capítulo 17.
38 Aspectos básicos de la Inmunidad

La médula ósea como órgano secundario que cada determinante se encuentre con un lin­
focito que lo reconozca aumenta notablemente.
Si bien en el ratón y en el hombre la médula En el caso de que penetre un antígeno libre
ósea actúa como órgano primario del sistema por la zona cortical, puede interactuar con célu­
inmune, también tiene función de órgano se­ las dendríticas, siempre que exista suficiente
cundario; los linfocitos B estim ulados en los proporción de anticuerpos. La concentración
ganglios periféricos migran a la médula donde del antígeno va disminuyendo de la corteza a la
se diferencian a plasm ocitos. La m édula se médula y la de los anticuerpos va aumentando
convierte así en un importante sitio de síntesis paralelamente, en razón de la particular circula­
de Igs, sobre todo en los períodos tardíos de la ción del ganglio; en esta forma aumentará las
respuesta inmune primaria y en las respuestas posibilidades de que sea fijado por células den­
secundarias. dríticas. Estas diferencias en las concentracio­
nes de los antígenos y los anticuerpos en la di­
Captación de los antígenos ferentes zonas de los ganglios tiene también
en los órganos secundarios importancia en la regulación de la respuesta in­
mune.
Los antígenos que penetran del exterior se­ En el bazo sucede un fenómeno parecido a
rán tomados por los distintos órganos secunda­ partir de la sangre, pues allí también los antíge­
rios según sea su vía de entrada y su estructura nos penetran a contracorriente de la migración
físico-química. En general, los antígenos solu­ de los linfocitos, lo que favorece la interacción
bles, salvo que sean captados por alguna célu­ entre ambos.
la, no van a quedarse en un órgano secundario:
por esta razón, es raro que induzcan respuestas
inmunes positivas y tendrán tendencia a indu­ M ADURACIÓN DEL SISTEMA INMUNE
cir tolerancia (véase cap. 18). Generalmente,
las sustancias extrañas, muy especialmente si Las células que intervienen en las respuestas
son particuladas, y más aún si están opsoniza- inmunes provienen de los órganos hematopo­
das, son captadas por las células fagocíticas. yéticos, donde células troncales darán origen a
Estas los van a digerir y procesar, para luego los distintos elem entos formes de la sangre.
presentar sus determinantes antigénicos en la Provengan de una misma célula troncal o de
superficie unidos a los antígenos de histocom­ células diferenciadas para precursores de linfo­
patibilidad de clase II. Si penetran a los espa­ citos T o B, los linfocitos que migran de la m é­
cios intercelulares de cualquier tejido y son dula ósea ya son pro-B o pro-T pero, para con­
captados por macrófagos, éstos migran a los vertirse en células inmuno-competentes, nece­
ganglios drenantes. En la piel, pueden ser to­ sitan (sobre todo los T) del microambiente pro­
mados por células de Langerhans, que luego picio que les ofrece el órgano primario. Como
migran hacia el ganglio en form a de células ya se mencionó, éste es elegido por el linfocito
veladas. En el caso de antígenos que no hayan inmaduro circulante mediante sus moléculas de
sido englobados por un fagocito, pueden toda­ adhesión superficiales. En estos órganos, los
vía ser captados en los órganos secundarios, linfocitos inmaduros comenzarán a sintetizar y
siempre que exista por lo menos una pequeña expresar en su superficie una serie de molécu­
cantidad de anticuerpos contra ese antígeno y las que les permitirán, por una parte, reconocer
se formen complejos; en este caso, las células a un determinante antigénico particular y, por
dendríticas, que tienen receptores para el Ec de la otra, interactuar con las otras células involu­
las inmunoglobulinas, pueden fijar el complejo cradas en la respuesta inmune (véase cap. 2,
sobre su superficie. En algunos tejidos existen figs. 2-2 y 2-3).
macrófagos fijos (células de Kupffer del híga­ De todas las moléculas superficiales, la más
do, macrófagos alveolares). A quí el antígeno indispensable es el receptor para el antígeno.
queda en el lugar y no interviene en la estim u­ Este se adquiere durante la maduración, m e­
lación del sistema inmune, pero podría actuar diante un reacomodamiento del material gené­
como reservorio y estimularlo más tarde, pues­ tico en células somáticas, que implica pérdida
to que se ha comprobado que el antígeno del de su ADN. Este proceso, que se describe en
interior de estas células está en equilibrio con detalle en los capítulos 6 y 7, se realiza en au­
el antígeno circulante. sencia de antígenos extraños e implica que ca­
Los antígenos que penetran en los ganglios da linfocito que maduró y sus descendientes
junto con un macrófago, por la particular circu­ tengan una secuencia particular y única en la
lación en los ganghos pueden llegar hasta las zona que codifica para su receptor antigénico,
zonas tim odependiente y tim oindependiente. que le da una especificidad fija. En los linfoci­
Dado que los linfocitos están migrando perma­ tos T, esta secuencia no varía para nada durante
nentemente por estas zonas, la posibilidad de toda la vida de la célula, que es larga, ni varía
Bases celulares de la respuesta inmune 39

tampoco durante sus mitosis, de modo que ca­ de la célula. Estas m oléculas y sus ligandos
da linfocito maduro formará un clon, capaz de pueden ser luego interiorizados por pinocitosis,
reconocer un único determ inante antigénico. lo cual tiene gran importancia en la capacidad
Debe tenerse muy en cuenta que estos clones del linfocito B de presentar antígenos a los lin­
existen independientem ente de la entrada del focitos T, o para eliminarlos.
antígeno que serán capaces de reconocer. Si N um erosos experim entos han dem ostrado
uno o más de los linfocitos de ese clon interac­ que la Ig superficial es la que actúa com o re­
ciona con el antígeno para el cual están com ­ ceptor antigénico del linfocito B y que la unión
prometidos, sucederán nuevas mitosis, sin cam ­ de una ligando a esta Ig inicia una serie de
bios nuevos para los linfocitos T pero con la eventos que culmina con el envío de una señal
posibilidad de mutaciones puntuales para los activadora del linfocito. Si bien la Ig es la en­
linfocitos B (véanse caps. 6 y 7). cargada de reconocer específicamente al antí­
Es de hacer notar que, en la mayoría de las geno, para su función receptora no está sola si­
especies, en el momento del nacimiento el pro­ no t]ue forma un complejo multimolecular su­
ceso de maduración de los linfocitos y su m i­ perficial, pues está acompañada por otras molé-
gración a los órganos secundarios ya se ha rea­ lulas que no sólo la fijan sobre la membrana si­
lizado, es decir, que el individuo es inmunoló- no que contribuyen al envío de la señal al inte­
gicamente maduro. rior de la célula.
En una primera etapa, el linfocito en m adu­
Maduración de los linfocitos B ración reacomoda el ADN que codifica para la
cadena pesada y comienza a sintetizar cadenas
La maduración y activación de los linfocitos de clase p,. Estas no se expresan en la m em bra­
B se cumple en una serie de etapas; comienza na, pero pueden ser detectadas en el citoplas­
durante la vida fetal y se continúa durante toda ma; es la etapa de linfocito pre-B. Luego reaco­
la existencia del individuo, pues los linfocitos moda la cadena liviana y, ahora sí, esta m olé­
B tienen vida corta y son renovados constante­ cula puede expresarse en la membrana.
mente. En el órgano primario, los linfocitos B A partir de este momento, el linfocito B pue­
adquieren esa molécula importantísima que, no de reconocer al antígeno, pero es un linfocito B
sólo los distingue de otros linfocitos no B, sino inmaduro, que tiene la particularidad de que el
que es fundamental para su funcionalidad, que encuentro con el antígeno específico lo lleva a
es la inmunoglobulina (Ig) de superficie y que la tolerancia. Si bien se discute aún cuáles son
actúa como receptor para el antígeno (véase los m ecanism os que llevan a la tolerización
cap. 2, fig. 2-2). de los linfocitos B inmaduros, su efecto fisioló­
La existencia de Ig sobre la superficie de los gico es la eliminación funcional de los linfoci­
linfocitos B y sólo de los B, se conoce desde tos autorreactivos, pues los Ags propios entran
hace tiempo, y se la considera, como el princi­ en contacto con ellos durante esta etapa.
pal marcador de la serie B, Luego se demostró En un paso siguiente, por empalmado (“sph-
que esta Ig es sintetizada por el propio linfocito cing”) alternativo del ARN de la cadena pesa­
y que, si bien puede cambiar en la región cons­ da, el linfocito com ienza a sintetizar Ig D e
tante, es prácticam ente idéntica en su región IgM. Se trata ahora de un linfocito maduro, al
variable a la Ig que secretará ese linfocito y sus cual el encuentro con su Ag específico llevará
descendientes luego de su estimulación por el a la activación. Estos linfocitos maduros, que
antígeno. A este respecto, cabe remarcar que la sintetizan simultáneamente IgM e IgD y expre­
Ig de superficie es algo más larga que la circu­ san ambas en la membrana, salen de los órga­
lante, puesto que en el extremo C terminal tie­ nos primarios y migran a los órganos secunda­
ne dos dominios más, uno hidrofóbico, que es rios donde formarán los folículos prim arios.
el que atraviesa la membrana y un último h i­ Algunos linfocitos expresan también IgA en la
drofílico, que permanece en el citoplasma. La superficie desde esta etapa y se encuentran en
capacidad del sistem a inm une para producir el tejido linfoide asociado a las mucosas (véase
tantos clones con tantas especificidades distin­ cap. 17). De no mediar un estímulo antigénico,
tas se debe al reacomodamiento del ADN que este linfocito maduro virgen tiene vida corta,
codifica para la región variable de esta Ig. no recircula y muere en menos de 30 días en la
Dado que la membrana celular es fluida, las m ayoría de las especies. Si hay un contacto con
moléculas superficiales pueden moverse. La in­ el Ag y con factores de los linfocitos T (véanse
teracción de las Igs superficiales con ligandos caps. 2 y 13), suceden una serie de nuevas eta­
polivalentes, ya sean antígenos o anticuerpos pas de mitosis y diferenciación, que converti­
,dirigidos contra ellas, que puedan form ar un rán al linfocito B maduro en plasmocitos, p ro ­
enrejado sobre su superficie, lleva a la form a­ ductores de Igs, también de vida corta, o bien
ción de casquetes (“capping”) o sea, a la acu­ en linfocitos B de memoria, de vida más larga
mulación de todas las moléculas sobre un polo y recirculantes. Esta diferenciación está gene-
40 Aspectos básicos de la inmunidad

raímente acompañada de otros dos fenómenos: rios y que permanecerán recirculando durante ■
por una parte, puede haber una nueva pérdida la vida del individuo. A este respecto, en vista
de ADN, y el linfocito ya no podrá sintetizar de la dispensabihdad del timo desde el naci­
IgM e IgD y sólo sintetizará otras clases de Igs: miento en la mayoría de las especies incluida
es el llamado “sw itch” o cambio de Igs; por la humana, muchos autores han postulado que
otra parte, por empalme o “splicing” alternati­ existirían órganos extra-tím icos que cum pli­
vo del ARN, se pueden perder los dominios in- rían la función de maduración de los linfocitos
tramembrana e intracitoplasmático de la Ig, de T durante la vida extrauterina. Sin embargo, en
modo que ésta no queda fijada a la membrana vista de la larga vida de los linfocitos, cuyos
sino que se secreta; las células que sufren este clones pueden perdurar in vitro indefinidamen­
proceso son las que se diferencian a plasmoci­ te, muchos autores aceptan hoy que tales órga­
tos (véase cap. 2, fig. 2-2). nos no son necesarios y que los clones m adu­
rados en el timo durante la época fetal pueden
Plasmocitos acompañar al individuo durante toda su vida.
Otra consideración que conviene hacer al res­
En el caso de diferenciación a plasmocito, la pecto, es que existen mecanismos, aún no co­
célula sufre varios procesos, entre los que se nocidos, que mantienen más o menos estable
incluye una diferenciación morfológica, pues la población total de hnfocitos T de un indivi­
adopta el típico aspecto de célula ovoide, de duo. Después de cada estimulación antigénica
abundante citoplasma y núcleo excéntrico y en se produce una im portante expansión de los
rueda de carro. La iniciación de la diferencia­ clones que reconocen al inmunógeno y, a dife­
ción a plasmocito se hace en las regiones ti- rencia de lo que pasa con los plasmocitos, un
moindependientes de los órganos secundarios, gran número de los hnfocitos T no mueren lue­
y muchos de los plasmocitos se encuentran en go de cumplir su función, sino que se diferen­
folículos de bazo, ganglios o tejido linfoide cian a células T de memoria. Ello no significa
asociado a las mucosas. Una proporción impor­ que la población total de linfocitos T aumente
tante de ellos migra y puede establecerse en indefinidamente durante toda la vida a conse­
otras regiones del ganglio o bazo, en la médula cuencia de los estímulos antigénieos repetidos
ósea o como células linfoides no organizadas que recibe cualquier individuo normal. Si bien
en las submucosas. existen mecanismos homeostáticos que inter­
El plasmocito es una célula terminal, que vi­ vienen para mantener constante la población T
ve pocos días y cuya única función es la secre­ total, muchos de esos mecanismos no son co­
ción de Igs. Toda la Ig que produce es de tipo nocidos aún.
circulante, sin región intram em brana ni cito­ Así como el conocimiento sobre la im por­
plasmática. Esta célula ha perdido la Ig de su­ tancia del timo se logró mediante estudios en
perficie, así como otros receptores funcionales el ratón, una de las pocas especies en que la ti­
de linfocitos B. Por lo tanto, ya no podrá ser mectomía neonatal lleva a la desaparición de la
activada ni ser pasible de regulación negativa. función T, la maduración de los linfocitos T se
estudió también en el ratón y luego en el hom ­
Maduración de los linfocitos T bre. Si bien no se ha estudiado en todas las es­
pecies, los datos obtenidos hasta ahora en es­
Las primeras observaciones que permitieron pecies dom ésticas de vertebrados superiores
comprobar que el sistem a inm une posee dos sugieren que seguirían pasos similares en to­
grandes tipos de respuestas, humoral y celular, dos éstos.
adjudicaron sólo la función de inmunidad m e­ Durante su maduración, los hnfocitos T ad­
diada por células al sistema T y a ésta, casi ex­ quieren la molécula principal para su función,
clusivamente la de vigilancia inmunológica an- el receptor antigénico o TCR, en una forma si­
titumoral. Poco después, se comprobó que la milar a la adquisición de la Igs por parte de los
función de las células derivadas del timo era linfocitos B, es decir, por reacomodación con
muchísimo mayor, pues se vio que su colabora­ pérdida del ADN que codifica para el receptor.
ción es indispensable para prácticamente todas Pero también adquieren y pierden otra serie de
las respuestas humorales. Al adjudicársele tam­ moléculas, con importantes funciones, cuya lis­
bién una importante función de regulación, por ta y modo de detección se detallan en el capítu­
medio de los linfocitos T supresores, el timo lo 2 (fig. 2-3).
pasó a ser considerado como “el director de la Como ya se mencionó, los linfocitos pro-T
orquesta inmunológica”. Ninguno de estos con­ provenientes de la médula, se alojan en la cor­
ceptos ha perdido vigencia hoy, pero debe te­ teza superficial del timo y comienzan a sufrir
nerse en cuenta que no es el timo, p er se, el que varios ciclos de mitosis. Durante estos ciclos,
dirige la orquesta, sino las células que en él se hace el reacomodamiento del ADN que co­
maduraron, que poblaron los órganos secunda­ difica para las diferentes cadenas del TCR.
Bases celulares de la respuesta ¡nmune 41

En los primeros estadios de maduración, las ca­ saldrán del timo linfocitos funcionales, es de­
denas que se reacomodan son las j y 5, que dan cir, linfocitos capaces de reconocer los antíge­
origen a linfocitos j/5 positivos. Estos, por lo nos de histocompatibilidad propios (véase cap.
menos en el hombre, tienden a disminuir en pe­ 2, fig. 2-3).
ríodos posteriores de la vida, y se los encuentra D ado que el reacom odam iento se hace al
especialmente en los tejidos linfáticos asocia­ azar, pueden surgir linfocitos capaces no sólo
dos a las mucosas. Luego comienza la reaco­ de reconocer sino también de reaccionar contra
modación del ADN de las cadenas (3 y a , según antígenos de histocompatibilidad propios uni­
se datalla en el capítulo 7. El TCR se expresa dos a péptidos propios, es decir, capaces de ini­
en la membrana en un complejo polimolecular, ciar reacciones autoagresivas. Este hecho ha
unido al CD3, cuya función será, no sólo la de llevado a que evolucione una segunda form a de
anclar el TCR a la membrana, sino también la selección, una selección negativa, que se lleva
de contribuir para el envío de la señal de acti­ a cabo mayoritariamente en la médula del timo.
vación del linfocito T. También comienzan a No está demostrada cuál es la diferencia entre
sintetizarse y expresarse otras dos moléculas reconocim iento simple y reconocim iento con
importantes en la activación del linfocito T: el reacción, pero muchos autores la atribuyen a
CD4 y el CD8. una diferencia en la afinidad de unión del TCR
Estos linfocitos CD4+-CD8^ positivos se en­ con su antígeno específico. Sea por interacción
cuentran en gran cantidad en la corteza profun­ de alta afinidad o por otra causa, un reconoci­
da del timo. En estos momentos el linfocito en miento de antígenos propios seguido de reac­
maduración es capaz de reconocer antígenos, ció n , lleva al lin fo c ito en m ad u ració n a la
pero conviene tener en cuenta desde ya que lo muerte, en este caso a cargo de los macrófagos
único que puede reconocer un linfocito T ma­ medulares.
duro son los antígenos de histocompatibilidad Debe tenerse en cuenta que, en la médula, la
propios, de clase I o IL unidos a un péptido barrera hematotímica ya no existe, y las proteí­
propio o extraño. Comienza ahora el proceso nas plasmáticas pueden penetrar allí. P o r otra
que en una época se llamó aprendizaje tímico, parte, las células propias del timo sintetizan un
pero se trata más bien de una selección tímica, gran número de moléculas típicas de otros ór­
pues los linfocitos no seleccionados mueren. ganos. Esto perm ite que, para casi to d o s las
Esta selección tiene dos etapas: una selec­ proteínas propias del organismo, cuyos pépti­
ción positiva y una negativa. La primera, es la dos sean presentados junto con antígenos tanto
que permite vivir a aquellos linfocitos inmadu­ de clase I como II, exista tolerancia, pues los
ros que sí reconocen antígenos propios de Cla­ clones capaces de reaccionar contra ellos han
se I o II. En efecto, el reordenamiento de las sido eliminados por esta selección negativa.
cadenas a y P del TCR se hace al azar, por lo Los linfocitos que han terminado su madura­
que sólo una proporción relativamente pequeña ción y han sido así seleccionados están en con­
de los linfocitos que reacomodaron su TCR re­ diciones de abandonar el timo y dirigirse a los
conocerá los alelos propios, ya sean de Clase I órganos secundarios, a través de los cuales, co­
o II. Las células de origen epitelial del timo ex­ mo ya se explicó, recirculan en forma de linfo­
presan ambas clases de antígenos de histocom­ citos maduros vírgenes, hasta tanto encuentren
patibilidad. En esta etapa, el timocito en madu­ al antígeno para el cual están precomprometi­
ración ha activado su sistema de muerte pro­ dos para reconocer y reaccionar.
gramada o apoptosis: si en este momento no es
capaz de reconocer algunas de las proteínas de Subpoblaciones funcionales
clase I o II que las células le muestran, muere de los linfocitos T
por apoptosis. Si en cambio reconoce alguna de
esas moléculas de histocompatibilidad, recibe De lo expresado antes, se d esp ren d e que
una señal que anula la muerte program ada y ex isten dos grandes clases de lin fo cito s T:
continúa su ciclo. aquellos que reconocen antígenos de C lase I y
Este linfocito así rescatado pasa entonces a expresan CD8 y los que reconocen los de Cla­
alojarse entre los repliegues de la membrana de se II y expresan CD4, La distribución y fun­
las células nodrizas, dónde puede continuar su ciones de estas dos moléculas se detallan en el
maduración. La clase del antígeno que ha reco­ capítulo 10, pero conviene tener desde ya en
nocido también es importante; si reconoció una cuenta que los de Clase I se expresan en casi
molécula de Clase I, se reprime el gen que co­ todas las células del organismo y salen a la su­
difica para CD4 y el linfocito continúa sinteti­ perficie unidos a péptidos de proteínas sinteti­
zando sólo CD8, Por el contrario, si reconoció zadas en la mism a célula; en cambio, los de
Clase II, se reprime el gen para el CD8 y el lin­ Clase II, se expresan casi exclusivam ente en
focito sólo sintetizará CD4, La consecuencia fi­ los linfocitos B y las células de la línea mono­
siológica de esta selección positiva es que sólo cito-macrófago, que son células especializadas
42 Aspectos básicos de la Inmunidad

para la presentación de antígenos a los linfoci­ lógica. Lo que no es real es dividirlos, como se
tos T, y salen a la superficie unidos a pépfidos hace muy a menudo, en subpoblaciones funcio­
de proteínas que han sido fagocitadas o pinoci- nalmente rígidas, y atribuir a los CD8-H las fun­
tadas por la célula. ciones citotóxicas y supresoras y a los CD4, las
Es de comprender entonces que los linfoci­ de colaboración e hipersensibilidad tardía, pues
tos T CDS positivos pueden interactuar con ca­ todas estas funciones son influenciables por las
si cualquier célula del organismo y pueden re­ señales que va recibiendo cada linfocito T du­
conocer y reaccionar con cualquiera de ellas rante su larga vida.
que esté sintetizando proteínas no propias, co­
mo pueden ser las proteínas de un virus. La Linfocitos no-T no-B
función de estos linfocitos es principalm ente
citotóxica, pero también producen factores de Además de las dos grandes poblaciones de
colaboración y regulación. T am bién en esta linfocitos T y B, existe otra población de linfo­
subpoblación se ha determinado la presencia de citos que no presenta moléculas superficiales
función supresora, muy discutida en este mo­ propias de los linfocitos T ni de los B. Estos
mento. linfocitos “nulos” no pertenecen al sistema in­
Por el contrario, los linfocitos CD4-I- sólo mune específico, pues no tienen receptores pa­
pueden interactuar con células presentadoras de ra el antígeno, por lo que no se los puede consi­
antígeno y reconocen y reaccionan contra antí­ derar funcionalmente como linfocitos propia­
genos que hayan sido internalizados y procesa­ mente dichos, sino que son células pertenecien­
dos previamente por una de ellas. Esta pobla­ tes a los sistemas inespecíficos de protección.
ción CD4-H no tiene en general función efectora Estas células son además distinguibles morfo­
directa sino que produce factores solubles de lógicamente de los linfocitos específicos, pues
colaboración y constituyen la población de Th. son más grandes que ellos y presentan granula­
No se han encontrado diferencias entre los ciones en su citoplasma, por lo que se los ha
linfocitos CD4+ vírgenes, es decir entre los que llamado linfocitos grandes granulares (LGL).
atin no han encontrado a su antígeno. Pero en­ Su función es principalm ente citotóxica: son
tre los Th previamente sensibilizados o de me­ las encargadas de la citotoxicidad espontánea,
moria, pueden reconocerse dos subpoblaciones: es decir, son las células citotóxicas naturales o
los Thl y los Th2, que se diferencian por la NK y también ejercen función de citotoxicidad
concentración en que expresan un biotipo de la celular anticuerpo dependiente (véase cap. 21).
molécula CD45. No hay acuerdo en si los lin­
focitos Th están precomprometidos para dife­ Células de la línea monocito-macrófago
renciarse a una de estas dos subpoblaciones an­
tes de la estimulación por el antígeno, pero evi­ Los linfocitos T y B son las únicas células
dencias recientes apuntan a que el m icroam ­ capaces de reconocer y distinguir entre sí a los
biente y las señales que reciben al ser estimula­ diferentes antígenos y de reaccionar contra
dos por el antígeno son esenciales para que se ellos, es decir, son las únicas células específi­
conviertan en una u otra subpoblación luego de cas. Pero para ejercer su función inmune nece­
su primer contacto con el mismo (véase cap. sitan de la colaboración de otras células, tanto
18). Sea cual fuere el origen de estas dos sub­ en la fase aferente de la respuesta como en su
poblaciones, sus funciones son diferentes. fase eferente o efectora. Las principales células
Los Thl son efectores y capaces de llevar a que colaboran con ellos son las de la línea mo-
la agresión: al ser estimulados por el antígeno nocito-m acrófago, pertenecientes al llam ado
producen y secretan al medio una serie de lin­ sistema reticuloendotelial.
foquinas, cuyo efecto es activar a los macrófa­ Estas células también se originan en la mé­
gos y aumentar su capacidad citolítica, lo que dula, a partir de células troncales, que por dife­
da por resultado una reacción inflamatoria cró­ renciación producen monocitos que salen a la
nica, cuyo exponente más típico es la hipersen- circulación sanguínea (véase cap. 2, fig. 2-1).
siblidad tardía. Por el contrario, los Th2, al ser Estos abandonan la sangre y, en los diferentes
estimulados, producen y secretan al medio una tejidos, se diferencian tomando formas distin­
serie de interleuquinas, cuya función es colabo­ tas pero manteniendo, en general, funciones si­
rar con los linfocitos B, lo que da por resultado milares. Una gran proporción se diferencia a
una respuesta humoral. Además, ambas supo- macrófagos residentes (por ej., macrófagos al­
blaciones pueden ser también regulatorias e in­ veolares en el pulmón, células de Kupffer en el
cluso citotóxicas. hígado), de vida larga, con función macrofági­
Como se verá en detalle en otros capítulos, ca pero que, como ya se dijo, no intervienen
los linfocitos T ejercen realmente un número activamente en la presentación de antígenos y
grande de funciones muy diferentes y son, ver­ no expresan normalmente antígenos de histo­
daderamente, directores de la orquesta inmuno- compatibilidad de clase II.
Bases celulares de la respuesta inmune 43

Los macrófagos propiamente dichos son cé­ cerlas como antígenos extraños, sino en forma
lulas migratorias que se encuentran en todo el mecánica, al envolverlas con sus seudopodios.
tejido conectivo, en especial rodeando la m em ­ La fagocitosis es más eficiente si, por alguna ra­
brana basal de los pequeños vasos sanguíneos; zón, la adherencia entre la membrana del fago­
como ya se mencionó, se encuentran también cito y la partícula se ve aumentada. Esto puede
en los órganos linfoides primarios y secunda­ suceder por cargas eléctricas diferentes y com ­
rios. Estas células tienen vida larga y presentan plementarias y, muy especialmente, cuando la
un retículo endoplásmico bien desarrollado y partícula está recubierta por Igs y/o C3b; los fa­
m itocondrias. Una proporción im portante de gocitos, que tienen receptores que ligan ambas
estas células expresa antígenos de histocompa­ sustancias, se pegan en ellas, con lo cual la ad­
tibilidad de clase II y son capaces de presentar herencia de la partícula está asegurada.
antígenos a los linfocitos Th. También ejercen La partícula adherida a la membrana celular
funciones efectoras, pues son fagocíticos y es rodeada por los seudopodios de la célula,
pueden lisar la m ayoría de las partículas que que la abrazan y terminan uniéndose entre sí,
han ingerido. Como veremos en otro capítulo, dejando englobada la partícula en un fagosoma,
son activados por las linfoquinas de los hnfoci­ dentro del citoplasma. La fagocitosis de partí­
tos T hl, lo que los hace mucho más activos en culas viables, como las bacterias, es seguida
su función lítica. muy a menudo (pero no siempre) de lisis. Esta
En otros tejidos, los monocitos se diferen­ se lleva a cabo por dos mecanismos. Por una
cian en otros tipos celulares: células de Langer­ parte, los gránulos se unen al fagosoma, que
hans en la piel, células veladas en la linfa y cé­ pasa a convertirse en un fagolisosoma, en el
lulas dendríticas de los ganghos, que ya fueron cual vuelcan sus enzim as preformadas. Estas
mencionadas. En los glomérulos renales, cons­ enzimas tienen acción bactericida o hacterios-
tituyen las células mesangiales, en el sistema tática, sobre todo a pH ácido, y tienen tam bién
nervioso central, la m icroglia y en el tejido acción proteolítica, por lo que se digieren los
óseo, los osteoclastos. microorganismos muertos. Este mecanismo no
Todas estas células tienen características su­ es oxígeno dependiente.
perficiales propias, reconocibles por anticuer­ Por otra parte, la ingestión de una partícula
pos monoclonales dirigidos contra sus molécu­ aumenta la actividad de la vía de las hexosas
las de superficie y, además de los antígenos de monofosfato, lo que genera NADPH, el cual,
histocompatibilidad de clase I y II, expresan re­ en última instancia, reduce el citocromo b245
ceptores comunes, funcionalmente muy im por­ propio de la membrana plasmática, con un au­
tantes, como son los receptores para el Ec de mento explosivo del consumo de oxígeno, co­
las Igs y para el C3b del complemento. Estos nocido como estallido metabólico. Este oxíge­
receptores, que actúan sinergísticamente, p er­ no se convierte en anión superóxido, peróxido
miten la fijación de partículas opzonizadas so­ de hidrógeno, o libre o naciente y radicales hi­
bre su superficie, lo cual produce un importan­ droxilo, todos ellos de potente acción m icrobi­
te aumento de su capacidad fagocítica. cida. Además, la mieloperoxidasa actúa sobre
el peróxido y sobre iones haluro, dando como
Fagocitosis y lisis resultado un sistem a halogenante de p otente
acción bactericida. Finalmente, el consumo de
La fagocitosis es un mecanismo inespecífico iones hidrógeno eleva el pH de manera que se
de defensa, pero es a menudo el primer paso permite la función óptima de las proteínas ca-
que llevará a la iniciación de una respuesta in­ üónicas de los gránulos (véase cap. 21).
mune. Es una función ejercida por los macrófa­ Ambos mecanismos, oxígeno dependiente e
gos y también por los leucocitos polimorfonu­ independiente, dan por resultado la lisis de las
cleares o neutrófilos. Estos últimos son células bacterias fagocitadas, constituyendo así un im­
también provenientes de la médula, pero son de portante mecanismo de defensa inespecífico.
vida corta y no expresan antígenos de h isto ­
compatibilidad de clase II, por lo cual no ejer­ Interacción con el sistema inmune específico
cen función de presentación antigénica. Tienen
abundante cantidad de glucógeno y poseen tres Si bien el sistema inmune específico es filo-
tipos de gránulos: los primarios o azurófilos, genéticamente más avanzado que todos los sis­
que contienen m ielopero x id asa, liso zim a y temas inespecíficos de defensa, al igual que en
otras proteínas catiónicas; los secundarios, que otros casos de la evolución, por ejemplo el sis­
poseen lactoferrina y lisozima, y los terciarios, tem a nervioso central, el sistem a n u ev o no
parecidos a los hsosomas convencionales, que reemplazó al más antiguo sino que pasó a ac­
contienen hidrolasas ácidas. tuar en íntimo acuerdo con él.
Tanto los macrófagos como los neutrófilos En la rama aferente de la respuesta inmune,
ingieren partículas no solubles, no por recono­ las células fagocíticas tienen un importante pa-
44 Aspectos básicos de la Inmunidad

peí, no sólo en la eliminación del exceso de antí­ Desde hace muchos años se conoce la exis­
geno y su digestión, sino también en la produc­ tencia de factores protectores en el suero, los
ción de factores quimiotácticos e inflamatorios, anticuerpos, y de otras reaccioties inmunes no
que acumulan células específicas en el siüo de transferibles por el suero. Pero para conocer la
entrada del agente extraño. Además, la función base de la dualidad del sistema inmune, debió
de presentación antigénica de los macrófagos a recurrirse a la ablación de órganos primarios de
los linfocitos T es esencial para la iniciación de animales inmunológicamente inmaduros: el ti­
una respuesta inmune T, sin la cual la respuesta mo en ratones recién nacidos y la bursa de em­
humoral tampoco puede existir. briones de pollos. Esto dio lugar a un gran
En la rama efectora de la respuesta inmune avance, pues permitió el estudio de animales T
también juegan los fagocitos un papel esencial o B privos, pero también indujo a confusiones,
y son muchas veces los encargados de eliminar porque ni todos los vertebrados parecen tener
al invasor que ha sido “marcado” como blanco órganos equivalentes a la bursa de Eabricius, ni
por los anticuerpos. Einalmente, la acum ula­ todos nacen con su sistema T inmaduro.
ción y la activación de los macrófagos, con au­ Otro avance muy importante fue la detección
mento de su poder lítico, es el resultado de una de un aloantígeno, presente en el cerebro y en
reacción de inmunidad mediada por los linfoci­ los linfocitos T de los ratones, que fuera deno­
tos T hl. m inado 0 (theta) y actualm ente es llam ado
Todo esto ejemplifica una vez más la com­ Thy. 1, que permitió identificar los linfocitos T
pleja relación intercelular que implica una res­ murinos mediante inmunofluorescencia. Ade­
puesta inmune, pues abarca no sólo las células más, con anticuerpos anti-Thy.l más comple­
específicas sino también los sistemas inespecí­ mento, pudieron prepararse poblaciones despro­
ficos. vistas de linfocitos T, lo que permitió trabajar in
vitro o inyectar ratones previamente irradiados
con poblaciones desprovistas de linfocitos T ; de
DETECCIÓN E INDIVIDUALIZACIÓN esta manera pudo descubrirse la necesidad de
DE LAS CÉLULAS QUE COMPONEN colaboración entre los linfocitos T y B.
EL SISTEMA INMUNE Pero también la necesidad de trabajar in vi­
tro para establecer la mayoría de los conoci­
La inmunología, sobre todo en sus aspectos mientos sobre la respuesta inmune ha traído
celulares, es una ciencia muy joven y en cons­ otros inconvenientes a la inmunología. En la
tante expansión, que ha estado durante muchos mayoría de los casos no se tiene en cuenta el
años muy atrasada con respecto a otras ramas resto del organismo y la interrelación del siste­
de la fisiología y la biología. Este atraso se de­ ma inmune con los otros sistemas del indivi­
bió, en gran parte, a las dificultades para identi­ duo, muy especialmente con el sistema nervio­
ficar diferentes poblaciones de linfocitos que, so central y con el endocrino. Estas interaccio­
pese a parecer todos iguales, cumplen funcio­ nes tien en gran im p o rtan c ia en la fu n ció n
nes distintas. Además, el sistem a inm une no homeostática del sistema inmune y recién en
cuenta con un órgano fijo, como casi todos los estos últimos años se están empezando a cono­
otros sistemas de un individuo, sino que está cer (véase cap. 17, 2da. parte).
repartido por diferentes regiones del vertebra­ La identificación de las subpoblaciones lin­
do. Para terminar de hacer difíciles las cosas, foides es útil, no sólo para el m ejor conoci­
las células que componen el sistem a inmune miento de la maduración, diferenciación, fun­
muestran una tendencia a la migración no com­ ciones y otras características fisiológicas del
parable con la de ninguna otra célula, pues pa­ sistema inmune, sino también desde un punto
san de los órganos primarios a la sangre, al ór­ de vista aplicado o clínico, para el diagnóstico
gano secundario que les corresponde, a la linfa, y pronóstico de enfermedades linfoproliferati-
a la sangre, a un tejido o nuevamente al órgano vas o con compromiso inmunológico.
secundario, etc., en una sucesión constante y En una primera instancia, se utilizaron sue­
mediante vías y sistemas regulatorios no todos ros inmunes, generalmente producidos en co­
completamente conocidos. Por otra parte, son nejos o cabras, dirigidos contra moléculas ais­
capaces de cam biar su m igración fisiológica ladas de la superficie de los linfocitos o, en el
habitual obedeciendo a factores quimiotácticos caso de las Igs, del suero sanguíneo. Luego se
que se producen en zonas de inflamación. Nin­ pasó a la producción de anticuerpos monoclo­
guna de estas migraciones es al azar, sino que nales, generalmente a partir de esplenocitos de
van siendo reguladas y dirigidas por las molé­ ratones inyectados con células enteras de esa u
culas superficiales de cada linfocito y por las otra especie. Los diferentes grupos que produ­
m oléculas presentes en cada uno de los mi- jeron estos anticuerpos intercam biaron infor­
croambientes para los que está comprometido mación, y esto permitió la identificación de una
el linfocito. serie de grupos o acúmulos (clusters) de mono-
Bases celulares de la respuesta inmune 45

clónales dirigidos contra una misma estructura la maduración de los linfocitos B y su diferen­
de diferenciación, lo que definió las diferentes ciación a plasmocitos o linfocitos B de m em o­
moléculas superficiales, que llevan ahora, en el ria. M ás aún, utilizando anticuerpos dirigidos
hombre y otras especies pero no en el ratón, el contra dos o más clases de Igs, marcados con
nombre de CD (“cluster of differentiation”) se­ diferentes sustancias, se pudo demostrar la exis­
guido de un ntimero. A ctualm ente se cuenta tencia de células doble y triplemente positivas,
con una batería de anticuerpos monoclonales lo cual llevó a la demostración del fenómeno de
contra los CD humanos. En el Apéndice del “splicing” alternativo en los linfocitos.
cap. 2, se da la lista de los CD conocidos hasta La identificación de los linfocitos T en los
hoy y sus funciones. ratones se hizo mediante el uso de sueros anti-
Para individualizar cada célula se las puede T hy.l, como se dijo antes. En el hombre no se
incubar con el anticuerpo marcado con sustan­ encontró un antisuero similar y durante mucho
cias fluorescentes y luego observarlas en m i­ tiempo se utihzó la particular tendencia a la ad­
croscopio con luz ultravioleta. También se pue­ hesión a otras células que tienen los linfocitos
de usar este mismo tipo de reactivo para apre­ T, que forman rosetas con los eritrocitos de
ciar las proporciones de cada subpoblación en carnero; estas rosetas permitieron tam bién la
una suspensión dada mediante el uso del cito­ purificación de poblaciones T hum anas m e­
fluorómetro. Este método permite también te­ diante centrifugación en gradientes. Hoy se sa­
ñir una célula con dos o más sustancias dife­ be que estas rosetas se hacen a través del C D 2.
rentes y medir simultáneamente otras caracte­ Actualmente, para identificar, aislar o eliminar
rísticas de cada una de las células de la pobla­ poblaciones de linfocitos T humanos, se utili­
ción, como tamaño, cantidad de ADN, etc., lo zan anticuerpos dirigidos contra moléculas co­
que puede aportar mucha información sobre la munes a todos los hnfocitos T (anti-pan T), co­
población celular estudiada. Además, permite mo CD2 o CDS. La identificación de la subpo­
separar subpoblaciones por diferencias en bri­ blación Th se hace, generalm ente, con anti
llo, equivalente a la concentración de la molé­ CD4 y de la población citotóxica/supresora,
cula marcada en la superficie celular, u otra ca­ con anti CDS.
racterística. Aquí también, la medición de las proporcio­
También se puede aislar una población m e­ nes relativas de las subpoblaciones T puede te­
diante el uso de estos anticuerpos absorbidos ner gran importancia clínica. Por ejemplo, un
sobre superficies, ya sea fondos de recipientes d e sc e n s o en la re la c ió n de lin fo c ito s
o gránulos, sobre las que se pegarán las células CD4+/CD8+ es índice de avance de la enferm e­
con la molécula en cuestión, y pueden ser res­ dad en el SIDA.
catadas en pureza. Por fin, se puede eliminar
una población con esos mism os anticuerpos Otras moléculas superficiales
más complemento.
La identificación y aislamiento de los linfo­ Todos los hnfocitos expresan moléculas de
citos B se hace, principalmente, por la Ig de la histocompatibilidad de Clase I en alta concen­
membrana; dado que los otros linfocitos no sin­ tración y otras moléculas sumamente im portan­
tetizan ni expresan Ig superficial, su presencia tes para su función inmune. Los linfocitos B
es el mejor marcador para reconocer los linfo­ expresan también antígenos de histocom patibi­
citos B. Para identificarlos, los mejores m éto­ lidad de clase 11; estos últimos, que aumentan
dos están basados en la incubación de pobla­ con la estimulación antigénica, permiten al lin­
ciones mixtas, viables o fijadas, con anticuer­ focito B presentar antígenos al linfocito T, co­
pos anti-Ig marcados con sustancias flu o res­ mo se indica en el capítulo 10. Los linfocitos T
centes, que luego pueden ser detectadas por no expresan, en reposo, antígenos de clase II,
microscopia de fluorescencia o citofluorome­ pero pueden hacerlo cuando están activados.
tría. Como se comprende, para visualizar los La m ayor parte de los linfocitos B tien en
linfocitos B se deben incubar con anti-Ig de también en su superficie receptores capaces de
modo que no se formen casquetes, ya sea im pi­ ligar la región Ec de las Igs modificadas por
diendo el metabolismo celular con temperatura unión con el antígeno. Su función está relacio­
baja o antimetabolitos, o fijando el sistema de nada principalm ente con la regulación d e la
microtúbulos y microfilamentos celulares. respuesta inmune. Los linfocitos T activados
Mediante estas técnicas no sólo se pueden tam bién expresan a veces receptores para Fe.
identificar los hnfocitos B, sino que se pueden Aproximadamente un 50 a 75% de los linfoci­
determinar las clases de Igs que sintetizan y ex­ tos B expresan receptores para la fracción C3b
presan, utilizando anticuerpos, monoclonales o del com plem ento, de tipo CRI y CR2, cuya
polielonales, específicos para una clase de Ig de función está relacionada con la regulación.
la especie. Así se pudo determinar la secuencia La identificación de estas moléculas, que se
de expresión de diferentes clases de íg durante realizaba mediante la formación de rosetas con
46 Aspectos básicos de la inmunidad

E special
eritrocitos recubiertos con anticuerpo (rosetas
EA) o con anticuerpo y las primeras fracciones Picker, L. I., Burcher, E. C.: Physiological and m olecular
del complemento (rosetas EAC), hoy se hace m echanism s o f lym phocyte hom ing. A nnual R eview o f
con anticuerpos monoclonales dirigidos contra Im m unology, 10, 561, 1992.
Ik u ta , K ., U c h id a , N ., F rie d m a n , J., W e is sm a n j, I. L.
estos receptores. L ym phocyte developm ent from Stem Cells, A nnual R e­
view o f Im m unology, 1 0 ,7 5 9 , 1992.
Jorggensen, I. L. y col. M o lecu lar com ponents o f T-C ell
B IB L IO G R A FÍA reco g n itio n . A n n u al R eview o f im m u n o lo g y , 10, 835,
1992.
G eneral Janew ay, Ch. A. T he T. Cell receptor as a m ulticom ponent
signalling m achine: CD 4/C D 8 coreceptors and CD45 in
C entner, J., de W eck, A. L. A tlas o f Imm uno-AU ergology. T cell activatio n . A nnual R eview o f Im m unology, 10,
Llogrefe & tíu b e r Publishers, Bern, 1995. (H ay versión .561, 1992.
en castellano.) M acL ennan, I. C. M . G erm inal Centers. A nnual R eview o f
Fainboin, L ., Satz, M . L.: Introducción a la Inm unología Im m unology, 12, 117, 1994.
H um ana. 3“ edición. E dición del autor, B uenos A ires, Pfeffer, K., M ak, T. W . Lym phocyte ontogeny and activ a­
1995. tion in gene targeted mice. A nnual Review o f Im m uno-
A bbas, A. K., Lichtm an, A. H., Pober, J. S. C ellular and logy, 12, 367, 1994.
M olecular Im m unology, 2“ edición. W .B. Saunders Co., Robey, E., Fow lkes, B. J. S elective events in T cell deve-
U .S.A ., 1994. lopmenL A nnual R eview o f Im m unology, 12, 635, 1994.
Antígenos

RICARDO MARGNI 4
GENERALIDADES puede conjugarse covalentemente a una m olé­
cula proteica que, al ser inoculada a un Verte­
Son antígenos las sustancias que introducidas brado, induce la formación de anticuerpos con
en el organismo de un vertebrado adulto indu­ especificidad para aquél. Un hapteno sim ple,
cen una respuesta inmune, dando lugar a la pro­ dentro de la molécula antigénica, constituye un
ducción de otras sustancias denominadas anti­ “determinante antigénico estructural” (véase
cuerpos o a la proliferación de células sensibili­ fig. 4-2).
zadas con las que específicamente reaccionan. En proteínas complejas resulta difícil diluci­
La palabra antígeno, que significa formador dar cuál es la estructura del determinante anti­
de anticuerpos, es una contracción de aní/soma- génico. No obstante, estucüos llevados a cabo
tógeno, vocablo propuesto por Deutsch en 1899. con proteínas de las que se conoce su estructu­
Por definición, antígeno significa capacidad ra primaria y terciaria, como la mioglobina, li­
para inducir la producción de anticuerpos y es­ sozim a, insulina, nucleasa e sta filo c ó cic a y
pecificidad para reaccionar con ellos. En la na­ otras, han demostrado que en algunos casos el
turaleza existen ~o pueden obtenerse a partir de determinante antigénico está íntimamente rela­
ciertas sustancias- fracciones capaces de reac­ cionado con uno o pocos aminoácidos c o n ti­
cionar con los anticuerpos (especificidad), pero guos presentes en la secuencia primaria (deter­
no de engendrarlos (poder inm unogénico) y m inante continuo), m ientras que en otros es
que Landsteiner,^ para identificarlas, las deno­ responsable de la conformación de una restrin­
minó haptenos. Estos a su vez pueden ser hap­ gida zona de la molécula (determinante confor­
tenos complejos cuando la reacción hapteno- macional) (fig. 4-3 1),
anticuerpo efectuada in vitro es visible, o hap­ Actualmente se sabe que en muchas m acro­
tenos simples cuando ella no origina un fenó­ m oléculas, entre ellas lisozim a de huevo, la
meno deteetable a simple vista. parte del antígeno que interacciona con el sitio
A la zona restringida de la molécula antigé­ de combinación del anticuerpo está constituida
nica que determina la especificidad se la deno­ por residuos aminoacídicos localizados distan­
mina determinante antigénico. Dado que pue­ tes dentro de la secuencia de su estructura p ri­
den existir varios determinantes antigénieos di­ maria pero próximos uno a otros como conse­
ferentes en una molécula, la inoculación de és­ cuencia de la estructura terciaria o cuaternaria.
ta originará en el receptor anticuerpos con dis­ Estos determinantes antigénieos topográficos
tinta especificidad (fig. 4-1). sólo funcionan mientras la molécula conserve
Un hapteno o grupo hapténico definido, tal su estructura nativa (fig. 4-3 11). Se los identifi­
como: ca tam bién con la denom inación de determ i-
O^N C1 ncmtes antigénieos discontinuos (para m ayor
información, véase cap. 5).
Jem e ha propuesto para el sitio, grupo o área
^ 0 d) del determinante antigénico el nombre de epi-
tope, y el de epitipo para el conjunto o fam ilia
NH,
46 Aspectos básicos de la inmunidad

E special
eritrocitos recubiertos con anticuerpo (rosetas
EA) o con anticuerpo y las primeras fracciones Picker, L, I., Burcher, E, C.: Physiological and m olecular
del complemento (rosetas EAC), hoy se hace m echanism s o f lym phocyte hom ing. A nnual R eview o f
con anticuerpos monoclonales dirigidos contra Im m unology, 10, 561, 1992.
Ik u ta , K ., U c h id a , N ., F rie d m a n , I., W e is sm a n j, I. L.
estos receptores. L ym phocyte developm ent from Stem Cells, A nnual R e­
view o f Im m unology, 1 0 ,7 5 9 , 1992.
Jorggensen, I. L. y col. M o lecu lar com ponents o f T-C ell
B IB L IO G R A FÍA reco g n itio n . A n n u al R eview o f Im m unology, 10, 835,
1992.
G eneral lanew ay, Ch. A. T he T. Cell receptor as a m ulticom ponent
signalling m achine: CD 4/C D 8 coreceptors and CÉ)45 in
C entner, J., de W eck, A. L. A tlas o f Imm uno-AU ergology. T cell activatio n . A nnual R eview o f Im m unology, 10,
H ogrefe & H uber Publishers, Bern, 1995. (H ay versión 561, 1992.
en castellano.) M acL ennan, I. C. M . G erm inal Centers. A nnual R eview o f
Fainboin, L., Satz, M . L.: Introducción a la Inm unología Im m unology, 12, 117, 1994.
H um ana. 3“ edición. E dición del autor, B uenos A ires, Pfeffer, K., M ak, T, W . Lym phocyte ontogeny and activ a­
1995. tion in gene targeted mice. A nnual Review o f Im m uno­
A bbas, A. K., Lichtm an, A. H., Pober, I. S. C ellular and logy, 12, 367, 1994.
M olecular Im m unology, 2“ edición. W .B. Saunders Co., Robey, E., Fow lkes, B. I. S elective events in T cell d ev e­
U .S.A ., 1994. lopm ent. A nnual R eview o f Im m unology, 12, 635, 1994.
Antígenos

RICARDO MARGNI 4
GENERALIDADES puede conjugarse covalentemente a una m olé­
cula proteica que, al ser inoculada a un Verte­
Son antígenos las sustancias que introducidas brado, induce la formación de anticuerpos con
en el organismo de un vertebrado adulto indu­ especificidad para aquél. Un hapteno sim ple,
cen una respuesta inmune, dando lugar a la pro­ dentro de la molécula antigénica, constituye un
ducción de otras sustancias denominadas anti­ “determinante antigénico estructural” (véase
cuerpos o a la proliferación de células sensibili­ fig. 4-2).
zadas con las que específicamente reaccionan. En proteínas complejas resulta difícil diluci­
La palabra antígeno, que significa formador dar cuál es la estructura del determinante anti­
de anticuerpos, es una contracción de aní/soma- génico. No obstante, estudios llevados a cabo
tógeno, vocablo propuesto por Deutsch en 1899. con proteínas de las que se conoce su estructu­
Por definición, antígeno significa capacidad ra primaria y terciaria, como la mioglobina, li­
para inducir la producción de anticuerpos y es­ sozim a, insulina, nucleasa e sta filo c ó cic a y
pecificidad para reaccionar con ellos. En la na­ otras, han demostrado que en algunos casos el
turaleza existen ~o pueden obtenerse a partir de determinante antigénico está íntimamente rela­
ciertas sustancias- fracciones capaces de reac­ cionado con uno o pocos aminoácidos c o n ti­
cionar con los anticuerpos (especificidad), pero guos presentes en la secuencia primaria (deter­
no de engendrarlos (poder inm unogénico) y m inante continuo), m ientras que en otros es
que Landsteiner,^ para identificarlas, las deno­ responsable de la conformación de una restrin­
minó haptenos. Estos a su vez pueden ser hap­ gida zona de la molécula (determinante confor­
tenos complejos cuando la reacción hapteno- macional) (fig. 4-3 1).
anticuerpo efectuada in vitro es visible, o hap­ Actualmente se sabe que en muchas m acro­
tenos simples cuando ella no origina un fenó­ m oléculas, entre ellas lisozim a de huevo, la
meno detectable a simple vista. parte del antígeno que interacciona con el sitio
A la zona restringida de la molécula antigé­ de combinación del anticuerpo está constituida
nica que determina la especificidad se la deno­ por residuos aminoacídicos localizados distan­
mina determinante antigénico. Dado que pue­ tes dentro de la secuencia de su estructura p ri­
den existir varios determinantes antigénicos di­ maria pero próximos uno a otros como conse­
ferentes en una molécula, la inoculación de és­ cuencia de la estructura terciaria o cuaternaria.
ta originará en el receptor anticuerpos con dis­ Estos determinantes antigénicos topográficos
tinta especificidad (fig. 4-1). sólo funcionan mientras la molécula conserve
Un hapteno o grupo hapténico definido, tal su estructura nativa (fig. 4-3 II). Se los identifi­
como: ca tam bién con la denom inación de determ i-
O^N C1 ncmtes antigénicos discontinuos (para m ayor
información, véase cap. 5).
Jem e ha propuesto para el sitio, grupo o área
^ 0 d) del determinante antigénico el nombre de epi-
tope, y el de epitipo para el conjunto o fam ilia
NH,
48 Aspectos básicos de la inm unidad

'' inoculación a
vertebrado „
3 3 adulto

B = antígeno
poliespecífico

1, 2, y 3 = determinantes a, b, c = anticuerpos
antigénicos con especificidad para
los determinantes
antigénicos 1, 2 y 3
respectivamente

Reacción Ag - Ac R eacción Hp - Ac

entre un antígeno mono- entre el determinan­


específico y su corres­ te antigénico y el
pondiente anticuerpo anticuerpo originado
por el antígeno mo-
Reacción Ag - Ac
noespecítico
entre un antígeno poliespecífico y los diferentes
anticuerpos formados

Fig. 4-1. R eacciones antígeno-anticuerpo y iiapteno-anticuerpo.

de epitopes relacionados. Al sitio conaplemen-


tario de la estructura del determinante antigéni­
co ubicado en el anticuerpo lo llama paratope.
Esta denominación resulta litil en algunos ca­
sos, como ocurre con los antígenos somáticos
de las salmonelas, o con los constituyentes an­
tigénicos de los hematíes correspondientes al
sistema ABO, en que todos poseen un poliósido
comiin y sólo difieren por la naturaleza del
azijcar no reductor terminal.
Esta nomenclatura ha tenido gran aceptación
0,N y en estos momentos la mayoría de los inm u­
.(CH,), NO, nólogos la ha adoptado, identificando el deter­
m inante antigénico como epitope, cualquiera
Hapteno que sea su naturaleza.
Los determinantes antigénicos o epitopes por
unidad de antígeno, sea ésta una tnolécula o
una partícula, varían grandemente, y la periodi­
Determinante antigénico cidad de su repetición es función del número
de determinantes antigénicos diferentes presen-

Fig. 4-2. R epresentación esquem ática de una m olécula de


Antígeno antígeno, su determ inante antigénico estructura! y e! grupo
haptém ico.
Antígenos 49

F ig . 4 -3Í. Estructura hipotética de un fragm ento proteico. Las zonas A y B, deUmitadas por h'neas de puntos, señ alan
áreas que podrían constituir determ inantes antigénieos conform acionales, de los que form an parte m uy pocos re sid u o s y
que afectan a una o a las dos cadenas peptídicas. La reducción del puente S-S de la zona A o el desplegam iento de la B p o ­
drían hacer perder la especificidad de los determ inantes antigénieos allí locahzados. La zona C podría corresponder a un
determ inante antigénico estructural.

tes en la misma. Se ha comprobado que una topes, los cuales, segtin diferentes iiavestigado-
m olécula de ovoalbtim ina posee 30 epitopes res, no se encuentran aislados sobre la superfi­
efectivos y 62 epitopes potenciales sobre su su­ cie bacilar, sino dispuestos en placas. La valen­
perficie, cifras que contrastan con las halladas cia total del antígeno está dada por el número
en una partícula enormemente mayor, un bacilo de determ inantes antigénieos presentes en la
tífico, en el que se han calculado 5,6 x 10* epi­ molécula, expuestos y ocultos. La valencia fu n ­

F ig . 4 -3 II. L os residuos id e n tifi­


cados con círculos rojos dentro de
la zo n a d elim itad a por líneas de
p u n to s, co n stitu y en un d e te rm i­
nante anigénico topográfico h ipo­
tético.
50 Aspectos básicos de la inmunidad

cional corresponde a los determinantes antigé­ m olecular bajo, como el glucagón (P.M. 3,8
nicos expuestos, capaces de reaccionar directa­ kD), y las insulinas (P.M. 6 kO), que inocula­
mente con los anticuerpos. das junto con adyuvantes originan anticuerpos.
Existen ciertos hechos relacionados con la Por copulación de cupleína con isocianato de
definición de antígenos que conviene dejar fenilo se obtiene un complejo de peso molecu­
aclarados. Sustancias de peso m olecular no lar no superior a 4,5 kO, que inoculado a cone­
muy elevado pueden ser excretadas rápidamen­ jos da lugar a la formación de anticuerpos pre­
te y por esta circunstancia estimular deficiente­ cipitantes.
m ente la producción de anticuerpos; pero, si Los polipéptidos de síntesis han sido muy
aquéllas son inoculadas junto con adyuvantes, útiles para los estudios de antigenicidad. Han
los resultados pueden m odificarse favorable­ sido empleados con tal fin homopolímeros (po­
mente. Por otra parte, macromoléculas que reú­ límeros de un solo aminoácido); pequeños pép­
nan todas las condiciones para la antigenicidad tidos de secuencia conocida unidos a bloques
pueden ser buenos agentes inmunizantes para de copolímeros; copolímeros obtenidos al azar,
algunos anim ales y m alos para otros, como en los que se conoce su composición, pero no
ocurre con los polisacáridos neum ocócicos, su secuencia; copolímeros con multicadenas,
que inducen buena respuesta inmunológica en con un péptido funcionando com o colum na
el hombre y el ratón, no así en el conejo. He­ vertebral con sitios de recepción múltiples a los
chos similares suelen ocurrir en animales ino­ que pueden unirse cadenas peptídicas. Han sido
culados con antígenos para cuyas especificida­ elaborados exclusivamente con D-aminoácidos
des pueden tener cierta tolerancia inmunológi­ o L-aminoácidos o con mezcla de ambos. Esta
ca como consecuencia de poseer antígenos em­ variedad de productos ha servido para tener
parentados, lo que hace que su reactividad sea una información más acabada de las exigencias
escasa o nula. que rigen en la inducción de la respuesta inm u­
Por este motivo se prefiere reservar el nom­ ne. Se ha comprobado que los polímeros de D-
bre de inmunógeno para las sustancias capaces aminoácidos generalmente no inducen form a­
de inducir respuesta inmune y el de antígeno ción de anticuerpos, cosa que hace la mayoría
para aquellas que interaccionan con los produc­ de las preparados con L-aminoácidos.
tos de dicha respuesta. No obstante, son térmi­ Sela, Maurer, Benacerraf y otros han puesto
nos que frecuentemente se emplean como sinó­ en evidencia que polipéptidos de síntesis de pe­
nimos. so molecular aproximado de 4 kD, y aun me­
nos, pueden form ar anticuerpos cuando son
inoculados a vertebrados adultos, pero ese peso
CARACTERÍSTICAS DE LAS QUE molecular debe ir asociado a una estructura es­
DEPENDE LA ANTIGENICIDAD pacial determinada, ya que algunos polipépti­
O CAPACIDAD PARA INDUCIR dos hneales de bajo peso molecular no forman
RESPUESTA anticuerpos, en tanto que lo hacen los ramifica­
dos. Por otra parte, existen proteínas de peso
¿A qué se debe que ciertas macromoléculas molecular elevado, como la histona, las prota-
al ser introducidas en el organismo induzcan minas, la gelatina, etcétera, que normalmente
respuesta inmune y otras en cambio no tengan no inducen la producción de anticuerpos.
capacidad inmunogénica? Para que una sustan­
cia pueda actuar como antígeno, aun cuando Grupos químicos activos
ella reúna todas las condiciones para la antige­
nicidad, es indispensable que su concentración No sólo el tam año m olecular es un factor
sea la óptima cuando se la inocula al huésped, preponderante en la capacidad inmunitaria de
pues pequeñas dosis podrían ser inefectivas y las moléculas antigénicas, sino que muchas de
un exceso podría actuar como inhibidor. ellas, fundamentalmente las proteínas, necesi­
tan de la preponderancia de ciertos radicales,
Tamaño molecular sobre todo los ácidos, para que ella se cumpla.
La no antigenicidad de la gelatina, cuando se
Los antígenos completos son proteínas o hi­ la inyecta en solución sin adyuvantes, se debe­
dratos de carbono, pero para que puedan en­ ría a la ausencia de aminoácidos tales como la
gendrar anticuerpos deben tener un peso mole­ tirosina y la fenilalanina, que serían factores
cular exageradamente grande, como la albúmi­ preponderantes. Proteínas copuladas con los
na; 70 kD, globulinas; 150 a 900 kD, polisacá­ diazoderivados de los ácidos p-am inobence-
ridos de los neumococos: 150 kD. Se admite noarsénico (ácido arsalínico) y p-aminobence-
que para que una sustancia pueda actuar como nosulfónico (ácido sulfanílico), cuando son
antígeno, su peso molecular debe ser superior a inoculadas, originan anticuerpos específicos
10 kD. No obstante ello, hay algunas de peso para dichos radicales, lo que nos habla de la
Antígenos 51

importancia de éstos en la estructura de la m o­ anticuerpos con la o-cloroanilina, m-cloroanili-


lécula. Un hecho análogo ocurre con proteínas na o cualquiera de los otros derivados m encio­
a las que se les han fijado grupos dinitrobence­ nados en posición orto y meta. En estos casos
no o trinitrobenceno. las reacciones cruzadas son menos m arcadas
Grupos básicos fuertes dentro de la molécula que las o b servadas cuando los an ticu erp o s
proteica tienen una acción efectiva, al igual que reaccionan con los otros derivados, con radica­
los grupos ácidos, en la dirección de la especi­ les diferentes, pero ubicados en la misma posi­
ficidad. Otro prerrequisito para la antigenicidad ción del núcleo aromático (cuadro 4-1).
es la rigidez en la estructura para los grupos de­
terminantes; la alta especificidad de los grupos Influencia de la estructura espacial
aromáticos en los antígenos de síntesis obteni­ del determinante antigénico
dos por diazotación y copulación es debida pre­
cisamente a la rigidez del benceno. En cambio, Ya hemos visto en el caso anterior la im por­
la inactividad com o grupo antigénico de las tancia que tiene la posición de un determinado
grandes moléculas de los ácidos grasos se debe radical o grupo aromático con respecto a la es­
a que las largas cadenas de los hidrocarburos pecificidad, lo que nos está indicando que la
son fácilmente distorsionadas y sufren altera­ posición de éstos en el espacio es significativa
ciones constantes. para aquélla. Landsteiner pudo diferenciar se-
Con respecto a la de los determinantes anti­ rológicam ente los ácidos D- y L-paminoben-
génicos de los polisacáridos, generalmente es zoilfenilaminoacético.
consecuencia de combinaciones de dos o más Del mismo modo, copulando con proteínas
unidades de hexosas. Ha podido establecerse los ácidos levo, dextro y meso-p-aminotartraní-
que en el dextrano los grupos determ inantes lico e inoculándolos a conejos, se obtienen anti­
consisten en unidades de, por lo menos, tres cuerpos capaces de reaccionar específicamente
aD-glucopiranosa, las que se repiten. Para es­ con los respectivos ácidos tíu-táricos, ya sea uni­
tos antígenos, el determ inante antigénico d e­ dos a la proteína a la cual fueron copulados para
penderá de la secuencia de los azúcares que lo transformarlos en antígenos y emplearlos en la
componen y su modo de unión, más que de su inm unización de los conejos, ya sea unidos a
conformación. otras seroproteínas de diferente origen animal.
El cuadro 4-2 esquematiza lo expuesto ante­
Posición de los radicales riormente.
en el núcleo aromático Sela y col. demostraron en materia de anti­
genicidad la im portancia de los am inoácidos
Cuando el determinante de un antígeno es un que contienen grupos aromáticos y de su posi­
grupo aromático sin radicales ácidos, la especi­ ción en las cadenas proteicas. Estos autores,
ficidad es menos precisa que en estos últimos trabajando con polipéptidos de síntesis, p(Tyr-
casos y depende en gran parte de la posición ,G lu)-pA la-pL ys, pA la-p(T yr-G lu)- -p (L y s-
que los diferentes radicales ocupan en dicho Ala), han llegado a la conclusión de que, para
núcleo. Si se inoculan conejos con un antígeno los polipéptidos lineales y ramificados de peso
obtenido por diazotación de la p-cloroanilina y molecular 4 kDa, la posición que el am inoáci­
copulación con albúmina bovina, se obtienen do aromático ocupa en la cadena polipeptídica
anticuerpos específicos para la p-cloroanilina, es factor preponderante en la antigenicidad. Por
pero que también reaccionan con la p-nitrosoa- otra parte, han llegado a establecer que p o li­
nilina y la p-metilanilina. Esta especificidad, en péptidos lineales de ese peso molecular, p o r re­
cambio, está enormemente reducida o anulada gla general, no son antigénicos, en tanto que
cuando se varía la posición del radical determi­ los m ism os, como polipéptidos ram ificados,
nante, como ocurre al hacer reaccionar estos adquieren poder inmunogénico. Ello indica que

Cuadro 4-1. Posición de los radicales en el núcleo aromático.

cc
ra
'(D
2 Cl

N=N ( o )

NH2
52 Aspectos básicos de la inmunidad

C u ad ro 4-2. Especificidad inmunológica de diferentes ácidos tartáricos

A N T ÍG E N O S

C O O H — ^ (R) CO O H (R) CO O H -— (R)

Í-ÍO— C — H H-^C^OH H— C— OH
Suero inm une
contra
I I
H— C — O H ho - - c ^ h H— C— OH
I I
COOH CO O H C O OH

A cido ]-tartárico A cido d-tartárico A cido m -tartárico

Á cido 1-tartárico +++


Á cido d-tartárico
Á cido m -tartárico +

los núcleos aromáticos y la posición espacial de suma importancia en lo relativo a la antige­


de las cadenas constitutivas de las proteínas o nicidad de la sustancia. Resultados similares
de los determinantes antigénieos son factores con otros tipos de experiencias han sido obteni­
dos por otros investigadores, entre ellos Maurer
y Benacerraf.
------ p (Glu, Tyr)
Mediante el empleo de copolímeros con mul-
ticadenas se ha podido comprobar que es indis­
pensable que la región “antigénicamente impor­
•< ------ p-DL-Ala
tante” de la molécula sea accesible al mecanis­
mo que induce la formación de los anticuerpos,
= - < • - p-Lys pero ello no significa que dicha región antigéni­
ca deba encontrarse al final de las cadenas pep­
tídicas, según se deduce del siguiente hecho ex­
perim ental. Se prepararon copolím eros con
m ulticadenas de la mism a composición y un
péptido de polilisina como columna vertebral.
En un caso las cadenas laterales unidas a la lisi-
na fueron polialanina, con sustituciones termi­
-p-DL-Ala nales de poliglutamiltirosina. En el otro fue in­
vertido el orden de unión. Sólo el primero de
— p (Glu, Tyr) los polímeros fue antigénico en el conejo. Se
pudo comprobar además que, cuando el péptido
^ p -L y s
que funcionaba como columna vertebral era un
copolímero de lisina y alanina, la unión de la
cadena peptídica p (Glu, Tyr)-pAla le confería
antigenicidad, cosa que no ocurría en el caso
anterior. Ello probablemente se deba al mayor
espacio existente entre los e-aminogrupos de la
lisina a los que se unen las cadenas peptídicas,
lo que permite una mejor exposición de la re­
gión antigénicamente importante; esto demues­
tra que no necesita ser terminal en todos los ca­
sos. La figura 4-4 esquematiza lo expuesto.
Es de hacer notar que lo anteriormente dicho
es válido cuando se inmuniza con un solo antí­
geno o determinante antigénico ya que, si se
utilizan varios a la vez, por fenómenos de com­
petición puede estar inhibida la actividad de al­
guno de ellos. Esto significa que, al inmunizar
con varios antígenos simultáneamente, debe re­
Fig. 4-4. Polipéptido.? A y C antigénieos. P olipéptido B: gularse su concentración para conseguir buena
no antigénico. respuesta inmune para todos.
Antígenos 53

Hidrofíliddad y predicción de epitopes elemento crítico de la especificidad geométrica


de los sitios de unión. Los residuos polares son
El desconocim iento de la estructura trid i­ necesarios en las interacciones proteicas; los
mensional de muchas proteínas ha hecho que grupos no polares ayudan, pero no son absolu­
se buscaran otros parám etros que perm iten tamente necesarios.
predecir si las superficies expuestas de estas La reciente literatura indica que muchos la­
m oléculas hacen que sean antigénicas o no. boratorios, para localizar sitios antigénicos so­
Dado que los sitios hidrofílicos son general­ bre una proteína, se basan en la predicción de
mente hallados en la superficie de la proteína sitios hidrofílicos como probables regiones de
expuesta al agua, se considera que los mismos alta antigenicidad, lo que puede incluir, ade­
podrían ser “blanco” de los anticuerpos. Los más, consideraciones sobre la estructura se­
análisis de numerosas proteínas han dem ostra­ cundaria (p. ej., a-hélice, hoja plegada en p,
do que estos sitios son componentes de deter­ curvaturas en (3).
minantes antigénicos. Sin embargo, una gran
parte de los sitios de la superficie son no pola­ Métodos para determinar hidrofilicidad
res, y en varios casos se ha demostrado que re­ y estructura secundaria
siduos aromáticos e hidrofóbicos forman parte
del epitope. Es apropiado determinar simultáneamente la
predicción de la estructura secundaria e hidrofi­
Predicción de epitopes licidad, ya que la estructura secundaria depen­
de de la hidrofóbica e hidrofílica de los seg­
El interés de predecir y definir sitios antigé­ mentos de aminoácidos considerados.
nicos de una proteína comenzó en parte con la La representación del perfil hidrofílico de
producción de vacunas sintéticas. una proteína se ha estandarizado con una escala
Los mayores avances sobre los conocimien­ en la que se indican las secuencias hidrofílicas
tos del sitio antigénico fueron realizados con­ hacia arriba y las hidrofóbicas hacia abajo (fig.
siderando la carga y polaridad de los am inoá­ 4-5). Si se superponen las secuencias secunda­
cidos involucrados. Esto no descarta que inte­ rias con la hidrofilicidad/hidrofobicidad se ob­
racciones hidrofóbicas puedan estabilizar la serva una significativa correlación entre ambas.
unión antígeno-anticuerpo (Ag-Ac). Sin em ­ Los valles profundos generalmente ocurren en
bargo, es probable que la naturaleza direccio- las zonas a-hélices más largas o cerca de las
nal carga-carga y otras interacciones polares zonas de hojas plegadas en |3, las que constitu­
(p. ej., uniones hidrógeno) contribuyan como yen el fino paquete hidrofógico del centro de la

F ig. 4-5. P erfil de hidrofilicidad de


la m ioglobina. A daptada de V an Re- 50 100
g e n m o rte l M . H . V. I m m u n o lo g y
Today, 10:266, 1989. Aminoácidos
54 Aspectos básicos de la Inmunidad

molécula. Las a-hélices más cortas son las zo­ macional. Generalmente, cuando se hace refe­
nas más expuestas de la molécula y, por lo tan­ rencia a péptidos localizados en regiones de
to, están relacionadas con los sitios antigénicos una proteína, se emplea el término “caliente”
de la misma. Para los estudios de predicción de para identificar una zona muy móvil (factores
epitopes en base a estructuras secundarias, se de temperatura altos) y “frío” para las regiones
han elaborado métodos com putacionales que bien ordenadas (factores de temperatura bajos).
usan la información proveniente de unas pocas Los datos provenientes de anticuerpos anti-
proteínas bien definidas y en las que se encuen­ péptidos y del “mapeo” de epitopes proteicos
tran determinadas las escalas de giro o torsión. sugieren que el reconocimiento antigénico en
Un giro es la secuencia de la columna vertebral general involucra la interacción de anticuerpos
de un polipéptido involucrada en el cambio de con zonas de la proteína que puede adoptar for­
dirección de la cadena principal. mas múltiples, distintas de la estructura prome­
dio observada por cristalografía de rayos X.
Papel de la movilidad atómica en la Todo perm ite suponer que la interacción del
antigenicidad e inmunogenicidad paratope del anticuerpo con el epitope antigéni­
de proteínas co es suficiente en primera instancia para el re­
conocimiento, pero que luego, debido a la m o­
El mecanismo de la especificidad depende vilidad atómica, hay una inducción a la estruc­
de la complementariedad entre el epitope anti­ tura del epitope que mejor se adapte. En el caso
génico y el sitio de combinación o paratope del de las interacciones entre péptidos de proteínas
anticuerpo, estando comprometidos en ello los y sus correspondientes anticuerpos, el péptido
puentes de hidrógeno, uniones polares, fuerzas se une al paratope cuando su conformación se
de Van der Walls, etc., que puedan originarse asemeja a la que le corresponde en la proteína
entre ambos (véase cap. 5). Su eficiencia de­ nativa, acomodándose luego, como consecuen­
pende de un buen acomodamiento entre ambas cia de movilización atómica, a la estructura que
estructuras. reaccione m ejor con el sitio de combinación
Para determinantes antigénicos conformacio­ del anticuerpo.
nales o discontinuos (topográficos) es difícil En este sentido resulta muy interesante que
determinar si la movilidad estructural que invo­ en diferentes proteínas relativamente pequeñas,
lucra residuos distantes, ubicados en la secuen­ como la neurotoxina alfa de escorpión, mioglo-
cia aminoacídica, y que pueden diferir signifi­ bina, lisozima nativa, citocromo c, etc., las zo­
cativamente en la movilidad relativa, juega un nas de antigenicidad de la molécula (epitopes)
papel im portante en la determ inación de la estén relacionados, en su mayoría, con regiones
complementariedad de la interacción antígeno- de alta movihdad o “cahentes”, con factores de
anticuerpo. Incluso, en este caso, el desplaza­ tem peratura atómica altos. En el citocromo c
miento de alguno/s de los residuos comprome­ los residuos 44, 60/62 y 89/92, integrantes de
tidos puede dar lugar a cambios en la superficie los tres epitopes detectados en esa molécula,
de contacto originada por los residuos vecinos. están asociados con áreas identificadas como
En el caso de los determ inantes antigénicos móviles en los factores de temperatura cristalo­
contiguos (secuencia continuada de un niimero gráficos. Lo mismo ocurre con los tres epitopes
determinado de residuos), la interpretación de de la ribonucleasa, en cuya estructura partici­
la movilización local en el mencionado fenó­ pan los residuos 1/10, 63/75 y 98/104.
meno es menos ambigua. No obstante lo expuesto, esa relación no de­
La información sobre movilidad relativa de be ser considerada como un hecho general, ya
diferentes átomos en proteínas, llamado “factor que en algunos casos no se ha podido demos­
de temperatura atómica”, proviene de estructu­ trar que dicha relación exista.
ras moleculares refinadas, y es sumamente útil
para entender aspectos dinámicos de estructu­
ras proteicas, en especial acerca de la flexibili­ A LT E R A C IÓ N D E LOS A NTÍG EN OS
dad de residuos aminoacídicos individuales y
elementos estructurales. Han sido muy útiles en Desnaturalización
este sentido estudios de difracción de rayos X
desarrollados con proteínas cristalizadas. Los antígenos, en su gran mayoría proteínas,
Esos factores de temperatura atómica indivi­ pueden sufrir alteraciones derivadas de la ac­
duales no representan diferencias térmicas lo­ ción que algunos agentes físicos o quím icos
cales dentro de la molécula, sino que son lla­ pueden ejercer sobre ellos. El proceso por regla
mados así por la temperatura dependiente de la general es progresivo, se cumple en dos o tres
velocidad del movimiento atómico y la corres­ etapas, y determina que esa proteína desnatura­
pondiente energía térmica disponible para su­ lizada, cuando es inoculada a un animal, esti­
perar esas barreras de energía potencial confor­ mule la producción de anticuerpos, que en al­
Antígenos 55

gunos casos pueden reaccionar con la proteína Esterifícación


primitiva, no así en otros. Ello se debe a las
profundas modificaciones que pueden sufrir los La esterifícación de proteínas origina altera­
determinantes antigénieos originales a causa de ciones que hacen que pierdan su capacidad pa­
la desnaturalización de la proteína. La desnatu­ ra reaccionar con los anticuerpos producidos
ralización suele producirse ya sea por trata­ por la proteína no modificada.
miento con ácidos y bases fuertes, por calenta­ Por su parte, la acilación, halogenación, dia-
miento a altas temperaturas o por otros proce­ zotación, tratam iento con gas de m o staza y
dimientos. otros agentes químicos dan lugar a m odifica­
ciones de resultados análogos. Algunos proce­
Oxidación dimientos físicos, como los ultrasonidos, pue­
den también provocar modificaciones y liberar
M ediante el empleo de peróxidos como el a veces grupos antigénieos de la m olécula no
permanganato de potasio, pueden modificarse evidenciados anteriormente.
las proteínas antigénicas, las que una vez ino­
culadas al animal dan lugar a la formación de
anticuerpos, que presentan la particularidad de C O M P O S IC IÓ N Q U ÍM IC A
no precipitar con otras proteínas modificadas, DE LOS ANTÍGENOS
ni aun con la proteína primitiva no oxidada.
La mayor parte de los antígenos son proteí­
Reducción nas de alto peso molecular que contienen algu­
nos aminoácidos particulares, sobre todo po­
Por este mecanismo pueden alterarse algunas- seedores de núcleos aromáticos, y una estructu­
proteínas, pero generalmente las modificaciones ra espacial definida. Carbohidratos de alto peso
son ínfimas y los anticuerpos que se originan al molecular pueden también actuar como antíge­
inocular animales exhiben reactividades cruza­ nos y habitualmente la antigenicidad está dada
das para la proteína primitiva y la reducida. por la condensación de grupos hexosas.
Estas distintas estructuras moleculares hacen
Digestión que los antígenos puedan inducir respuesta in­
mune directa sobre los linfocitos B (antígenos
Las enzimas, actuando en medio ácido o en T-independientes: poliósidos, lipopolisacári­
medio alcahno, según sus condiciones óptimas, dos, flagelina polim erizada), sin la participa­
pueden producir escisiones profundas en las ción de los linfocitos T, o que necesiten de di­
moléculas proteicas antigénicas haciendo que cha cooperación (antígenos T-dependientes:
las mismas se desdoblen en varios polipépti­ antígenos proteicos, haptenos fijados a soportes
dos, algunos de los cuales, si bien no reaccio­ proteicos).
nan aparentemente con el anticuerpo respecti­ Los ratones nude -q u e por padecer de una
vo, pueden llegar a neutralizarlo, lo cual indica aplasia tímica carecen de linfocitos T -, cuando
que esta digestión muchas veces libera deter­ son inoculados con el antígeno T-dependiente
minantes antigénieos con capacidad reactiva. T N P-proteína (proteína trinitrofenolada), no
dan respuesta anti-TNP, pero lo hacen si el inó­
A cidificación y alcalinización culo es T N P-dextrano (antígeno T -indepen-
diente).
Los ácidos y los álcalis pueden reaccionar Los antígenos T -independientes h a n sido
con las proteínas formando metaproteínas áci­ agrupados en dos categorías; los de tipo I y los
das o alcalinas. La actividad antigénica de éstas de tipo II.
disminuye menos en las metaproteínas alcah- Los de tipo I son mitogénicos de los linfoci­
nas que en las ácidas, y estas últimas presentan tos B e inducen respuesta policlonal de anti­
frecuente reactividad cruzada con otras proteí­ cuerpos. Forman parte de este grupo los lipo­
nas como consecuencia de las modificaciones polisacáridos (LPS) componentes de la pared
experimentadas. celular de las bacterias. Estos antígenos son
tam bién activadores de macrófagos e inducen
Desaminación producción de interleuquinas (IL -1, IL-6, IL-
8), factor necrosante de tumores (T N F -a), in­
La remoción de los grupos aminos libres en terferón a (IFNa), prostaglandinas, etcétera.
las proteínas no produce modificaciones gran­ Los antígenos de tipo II son polím eros de
des en la antigenicidad y características de és­ polisacáridos; poseen secuencias repetidas que
tas. La remoción de más o menos un tercio de actuando como epitopes favorecen la polimeri­
los aminogrupos de la caseína y la albúmina de zación de los receptores antigénieos de los lin­
huevo no provoca alteraciones manifiesta.s. focitos B (Ig de membrana), iniciando la trans-
56 Aspectos básicos de la inmunidad

ducción de señales que llevan a la activación carboxilos de la albúmina, los grupos aminos
de la célula. rem anentes, positivam ente cargados, forman
Las células B purificadas no responden in complejos con los grupos fosfato cargados ne­
vitro a los antígenos tipo IL lo que sugiere la gativamente, existentes en los ácidos nucleicos
necesidad de algiín requerimiento, aunque mo­ desnaturalizados, los que, por esta circunstan­
desto, de alguna citoquina. Las células B en cia, resultan accesibles a la complejación.
reposo (“resting cells”) estim uladas con antí­ Los ácidos grasos no son antigénicos, pero
genos T-independientes de tipo II no secretan sí lo son algunos lípidos complejos, sobre todo
anticuerpos hapteno-específicos o policlona- cuando se encuentran asociados a glúcidos y
les, pero lo hacen si al medio se le añade IL-2 proteínas, como ocurre con algunos constitu­
o IL-5, respectivamente. yentes m icrobianos y componentes de m em ­
Los polisacáridos antigénicos más simples branas celulares. La cardiolipina y la citolipina
son dextrano y levano, los cuales se obdenen H son ejemplos al respecto.
por acción enzimática bacteriana sobre sacaro­
sa. La dextransucrasa origina el dextrano, y la A ntígenos m odificados químicamente
levansucrasa, el levano. El primero resulta de
la condensación de moléculas de glucosa y el Por diferentes procedimientos es posible in­
segundo, de moléculas de fructosa. La unión troducir grupos químicos en proteínas. Muchas
glucosídica es principalmente a (1 —> 6) en el veces los compuestos fijados inducen respues­
dextrano y a (2 ^ 6) en el levano. Hay cepas ta específica y tienen capacidad para neutrali­
microbianas que pueden originar otros típos de zar a los anticuerpos form ados. Son grupos
uniones, tales como a ( l - » 3 ) o a ( l A). hapténicos entre los que figuran anillos aromá­
En algunas oportunidades, sustancias sim­ ticos esteroides, pequeños péptidos, drogas,
ples de bajo peso molecular al ser inoculadas etc. Otras veces, el objeto de la modificación
pueden originar anticuerpos, pero ello no sig­ del antígeno es el de introducir marcas capaces
nifica que por sí solas tengan antigenicidad si­ de ser detectadas, como lo son las sustancias
no que, por combinación con las proteínas pro­ fluorescentes del tipo de la rodamina y la fluo­
pias del huésped, se trasform an en antígenos resceína, materiales densos al flujo de electro­
complejos capaces de dar lugar a la formación nes como la ferritina, o átomos radiactivos.
de anticuerpos. Se ha dado el caso de que el Los fundamentos de los métodos más usa­
plasma extraído de una persona y conservado dos para la introducción de grupos químicos
por el añadido de M erthiolate, cuando le fue en proteínas son los siguientes:
reinoculado produjo un choque anafiláctico
después de la tercera inoculación. Ello se de­ Diazotación y copulación
bió a que la sal mercurial orgánica se combinó
con las proteínas séricas originando un antíge­ Se utiliza para haptenos con grupos -NH li­
no que sensibilizó en las primeras inoculacio­ bres, como los ácidos sulfanílico, arsanílico,
nes, desencadenando finalm ente la reacción paminobenzoico, etc. El producto de diazota­
alérgica. ción se copula a la tirosina, en posición orto,
Algunas enzimas pueden formar anticuerpos pudiéndolo hacer también, en menor grado, a
cuando son inoculadas a vertebrados adultos. la lisina e histidina. Véase esquema pág. 57,
No todas ellas tienen capacidad inmunogénica parte A.
e incluso, cuando forman anticuerpos, éstos
pueden tener especificidad para la función en­ Dinitrofenil derivados
zimática, neutralizándola, o para otros deter­
minantes antigénicos presentes en la molécula, Se obtienen por reacción entre el fluordini-
sin que la actividad enzim ática específica de trobenceno y los grupos amino libres de las
ésta se vea modificada. proteínas, en especial los residuos de lisina.
Los ácidos nucleicos (ADN y ARN) pue­ Véase esquema pág. 57, parte B.
den, en determinadas condiciones, inducir la
formación de anticuerpos, pero generalmente Reacción con carbodiimidas
con reactividad cruzada para algunas de las ba­
ses o azúcares relacionados. Su fórmula general es RN = C = NR y son
En general, los ácidos nucleicos desnaturali­ muy usadas para la fijación, a temperatura am­
zados por calentamiento y enfriamiento rápido biente, de grupos carboxilos a aminos libres de
con el objeto de romper la doble hélice, fun­ proteínas, form ando uniones p eptídicas. El
cionan m ejor com o inm unógenos, esp ecial­ grupo a fijar debe tener un carboxilo libre o lo­
mente cuando se los inocula mezclados con se­ grárselo por oxidación, como ocurre con el hi­
roalbúm ina bovina metilada, la que funciona droxilo prim ario de los nucleósidos. V éase
como adyuvante. Al esterificarse los grupos esquema pág. 57, parte C.
Antígenos 57

CO-NHR;,

Residuo tirosina Residuo lisina Residuo histidina


pH 9,5 4“ C

t
OH OI O
H N<^
\ /
o N

( Í h ,),

CHNH-COR,
HNH-COR,
CO-NHR,
C O -N H R ,
CO-N H R ,

NH,
NO, NO,
Na,GO, / \
A ' « 2)4 + NaPi
PJ
V NO,
4°C P NO,
Fl
i; .h n h - c o r , NH

to^NHR,
ic (CH

Residuo lisina i HNH-COR, B

i 0 -N H R ,

/ ,0 n \
^ /
R 1 -C -0 N^R,
R ,- COOH + R ,- N = C = N - R,------------- ► J-H

NH,

R -C -N -C H ,-P ro te ín a + R ^-N -C -N -R g ^ CH,

H H O H Proteína
58 Aspectos básicos de ía inmunidad

Reacción con isocianatos (R -N =C =0) Reacción mixta con anhídridos


y tiocianatos (R-N=C=S)
Se la usa para fijar compuestos con grupos
La fijación se produce por interacción con carboxilos a grupos amino libres de proteínas.
grupos amino libres de la proteína Aquéllos pueden formar parte de la molécula
original o puede introducírselos, por conve­
Fluoresceína - N = C = S + niencia, para la fijación. Es un método muy
+ H jN - CHj - Proteína empleado para la unión a proteínas de esteroi­
Fluoresceína - N - C - N - CH, - Proteína
des y azúcares ácidos.
H
I SI I HI
H aC ^ ^C H 3 CH,

CH GH
COOH
CH, Tributilamina CHj
----------►
R O

0=G C I 0 = C -0 -C = O
+
H jN -C H j-P roteína

OH-
HgC^ u
;C H - CHj,OH + CO 2+ R - C - N - CH^- Proteína
H ,C -
O H

DIFERENTES TIPOS DE A N TÍG EN O S Algunos microorganismos producen sustan­


cias que son volcadas al medio externo, de ca­
Antígenos bacterianos rácter proteico y con marcado poder toxigénico
para los animales y el hombre. Esas sustancias,
Cuando una bacteria es inoculada a un ani­ conocidas con el nombre de exotoxinas, inmu­
mal se forma más de un anticuerpo y ello se nizan bien, son antígenos eficaces en pequeñas
debe a que un microorganismo debe ser consi­ dosis y pueden ser neutralizados totalm ente
derado com o un verdadero saco antigénico por los anticuerpos que ellos originan. Como
dentro del cual podemos encontrar antígenos muchas bacterias son productoras de enzimas,
diferentes, cada uno de ellos con capacidad in­ la inoculación de un caldo de cultivo a un ani­
munogénica y en condiciones, por lo tanto, de mal puede originar anticuerpos para todos los
originar anticuerpos. Estos antígenos microbia­ antígenos mencionados e incluso para las enzi­
nos pueden ser proteínas, que frecuentemente mas de referencia. El hecho de que un m i­
están situadas en la membrana celular y el es­ croorganismo sea un complejo antigénico ca­
pacio periplasmático; hidratos de carbono, que paz de originar anticuerpos para cada uno de
constituyen sobre todo los antígenos de super­ ellos hace que muchas veces no se interpreten
ficie; y en algunos casos particulares, como el correctamente las reacciones serológicas, sobre
de las enterobacterias, complejos glúcido-fos- todo las reacciones cruzadas que ocurren cuan­
folipídicos que son verdaderas endotoxinas y do se enfrentan sueros inmunes logrados por la
forman parte de la pared celular. No todos los inoculación de un animal con un microorganis­
constituyentes antigénieos de una bacteria tie­ mo diferente al empleado como antígeno de
nen la misma capacidad inmunogénica; algu­ reacción. Estas reacciones pueden ocurrir con
nos originan anticuerpos con suma facilidad microorganismos que poseen cierto grado de
mientras que otros necesitan concentraciones parentesco y se las observa a veces en especies
altas para conseguirlo y, casi siempre, a un tí­ de ubicación totalmente diferente.
tulo o nivel exageradamente bajo. No todos los m icroorganism os tienen una
A los antígenos bacterianos ubicados en el so­ estructura similar. En algunos hay predominio
ma se los denomina antígenos O, a los de envol­ de componentes proteínicos, en tanto que en
tura o capsulares, antígenos y a los ciliares, H. otros los hidratos de carbono constituyen los
Antígenos 59

antígenos que permiten la diferenciación en ti­ les y poseen antígenos som áticos y ciliares.
pos dentro de una especie, tal el caso de los Los antígenos O forman parte del cuerpo celu­
neum ococos. D istin to s in v estig ad o res han lar y se los identifica con números arábigos.
abordado el estudio de la estructura química de Como las diferentes salmonelas pueden conte­
estos polisacáridos, preferentemente por m éto­ ner uno o más de esos antígenos, compartidos
dos que utilizan la metilación. El polisacárido por varias especies, han sido subdivididas en
del neumococo tipo II contiene 7 partes de 2:4 grupos. Los antígenos ciliares pueden ser de
di-o-m etilram nosa, 2:3 di-o-m etilglucosa, 1 dos tipos, específicos e inespecíficos. U na mis­
parte de ácido 2:3:4 tri-o-metilglucurónico y 2 ma salmonela puede presentar las dos varieda­
partes de ácido 2:3 di-o-m etilglucurónico, lo des de antígenos ciliares aunque no sean com­
que ha hecho que la estructura del mismo sea partidos concomitantemente por la especie mi­
considerada como muy ramificada, con una ca­ crobiana. Los antígenos ciliares específicos se
dena principal de moléculas de ramnosa y ca­ identifican con letras minúsculas que van de a
denas laterales de ácido glucurónico y glucosa. a z, designándose con z y subíndices a los des­
Del neumococo tipo VI se ha aislado un oligo­ cubiertos posteriormente. Los inespecíficos se
sacárido cristalino que responde a la estructura encuentran en menor cantidad.
galactosil-(l 3)-glucosil-(l - í ’ 3)-ramnosil- En la Salm onella typhi se ha identificado
(1 -> 3)-ribitol. además un antígeno superficial termolábil, de­
Sobre la base de ensayos de metilación y ais­ nominado Vi. No es un componente exclusivo
lamiento de oligosacáridos, se ha propuesto pa­ de este microorganismo, sino que puede hallar­
ra el neumococo tipo VIII una unidad estructu­ se en otras salmonelas como la S- paratyphi C,
ral que se repite y que responde al siguiente es­ e incluso en otras enterobacterias no pertene­
quema: cientes al género Salmonela.
La estructura antigénica somática y ciliar ha
[-4-|3-D -ácido g lu c u ró n ic o 1 —> 4-¡3-D- servido para la elaboración del esquem a de
glucosa 1 ^ 4-a-D-glucosa 1 -h >4-a-D-galac- Kauffmann-White de identificación de las sal­
tosa 1 ^ ] . monelas.
Los estudios químicos han demostrado que
En otros microorganismos, como los estrep­ el antígeno H es una proteína fibrosa, del tipo
tococos, los constituyentes poliosídicos no son de la miosina y la queratina. La proteína flage­
superficiales y perm iten la diferenciación en lar purificada, llamada flagelina, de peso m ole­
grupos. En los estreptococos del grupo A este cular 41 kD, no contiene fósforo y sí sólo tra­
polisacárido es de peso molecular 8 kD y está zas de lípidos e hidratos de carbono. No contie­
compuesto por ramnosa y glucosa en la propor­ ne histidina, triptófano ni hidroxiprolina y sólo
ción 5 a 2, sin capacidad inmunogénica y con pequeñas cantidades de cisteína. El antígeno O
características de hapteno. De estos microorga­ es un complejo polimolecular formado p o r un
nismos, por extracciones ácidas, se han obteni­ polisacárido específico, una proteína y un fos-
do antígenos proteínicos, tipo específicos, ubi­ folípido. Los análisis químicos indican que en
cados superficialmente, conocidos como M y la fracción hidrocarbonada de las salmonelas y
T. El primero es una proteína soluble en alco­ otras enterobacterias existe un núcleo central
hol, termoestable y rápidamente digerible por formado por cinco componentes: 2keto-3 deo-
enzimas proteolíticas, en tanto que el antígeno xi-octonate (KDO), heptosa fosfato, D -gluco­
T es insoluble en alcohol, resistente a la diges­ samina, D-galactosa y D-glucosa. Las diferen­
tión, termolábil en medio ácido, pero muy re­ tes especies se caracterizan por tener azúcares
sistente al calentamiento en medio alcalino. adicionales que forman cadenas de oligosacári­
De los estafilococos patógenos y no patóge­ dos unidos al núcleo central. La Salmonella p a ­
nos se han aislado polisacáridos diferenciales. ratyphi A, que forma parte del grupo A, posee
Ambos tienen aproximadamente un 4% de ni­ los antígenos 0: 1, 2 y 12, y el polisacárido
trógeno, pero se distinguen por su rotación óp­ contiene glucosa, galactosa, mañosa, ram nosa
tica específica y los tipos de azúcares obtenidos y paratosa (3,6-dideoxi-D-glucosa); el antígeno
por hidrólisis. 2 es el característico de este grupo. El polisacá­
Un constituyente muy particular forma parte rido de la Salmonella typhi murium, del grupo
de la cápsula del Bacilus anthracis. Se trata de B, eon los antígenos 1, 4, 5 y 12, contiene glu­
un polipéptido del D-ácido glutámico, form a cosa, galactosa, m añosa, ram nosa y abecosa
no natural del aminoácido, hecho que podría (3,6-dideoxi-D-galactosa), el que provee las ca­
estar relacionado con la virulencia del microor­ racterísticas al antígeno 4, específico de este
ganismo. grupo. En el caso de la Salmonella typhi, perte­
Un grupo importante de bacterias lo consti­ neciente al grupo D, la especificidad c o rres­
tuyen las salmonelas, de las que se conocen va­ ponde al antígeno 9, que contiene tivelosa (3,6-
rios cientos de especies. La mayoría son m óvi­ dideoxi-D -m anosa). En otras enterobacterias
60 Aspectos básicos de ia inmunidad

también han sido hallados aziícares particula­ da a una cadena peptídica ausente en los otros
res, como la colitosa (3,6-dideoxi-Lgalactosa) bacilos tuberculosos y los acidorresistentes sa­
en la Escherichia coli. profíticos. Esta cera ha sido fraccionada en un
El antígeno Vi es de naturaleza glucolipídica péptido-glucolipoide, de extraordinaria impor­
y difiere químicamente del antígeno somático 0. tancia en la potenciación de los vehículos oleo­
Existe un grupo particular de microorganis­ sos con bacilos tuberculosos constitutivos del
mos, denom inados bacilos acidorresistentes, llamado adyuvante de Freund completo, activa­
entre los que se encuentra el M ycobacterium dor de la antigenicidad (fig. 4-6).
tuberculosi.'s, ricos en componentes lipídicos. Además de los lipoides, se han extraído po­
Por diversos mecanismos se han podido sepa­ liósidos capaces de interaccionar con sueros
rar de la bacteria citada tres fracciones, consti­ provenientes de enfermos tuberculosos. Consti­
tuidas por glicéridos, fosfátidos y ceras. Los tuyen verdaderos haptenos adsorbibles a la su­
fosfolípidos pueden extraerse de los microorga­ perficie de hematíes, transformándose de esta
nismos por tratamiento con alcohol y separar­ m anera en antígenos aglutinables muy útiles
los por su insolubilidad en acetona. Se ha en­ para estudios inmunoserológicos.
contrado que la parte más activa de aquéllos es Uno de esos polisacáridos, que posee carac ­
una sustancia fosforada, sin nitrógeno, consti­ terísticas de hapteno, tiene un peso molecular 9
tuida por ácidos grasos, ácido ghcerofosfórico kD, y está constituido principalmente por ma­
y trazas de inositol. Entre los ácidos grasos se­ ñosa y arabinosa. Otro polisacárido aislado de
parados del fosfolípido, el principal componen­ bacilos tuberculosos aviarios tiene un peso mo­
te es el palmítico, y el oleico entre los no satu­ lecular próximo a 100 kD y por sí solo se com­
rados. Del bacilo tuberculoso tipo humano se porta como antígeno. Está constituido por un
ha aislado un ácido isómero del cerótico, deno­ poliglucosán que por hidrólisis da únicamente
minado ácido phthioico, y de las ceras prove­ moléculas de D-glucosa.
nientes del mismo bacilo, un ácido graso satu­ Como constitutivos de los bacilos tuberculo­
rado denominado ácido micólico, que es acido- sos, se han encontrado también proteínas, co­
rresistente. Las ceras purificadas de los bacilos nocidas con el nombre de tubereulinas, que son
tuberculosos humano y bovino contienen un al­ liberadas en los medios de cultivo por autólisis.
cohol, el phthiocerol, y polisacáridos que por A partir de cultivos en medios sintéticos se ha
hidróhsis dan diferentes azúcares, entre los que obtenido un derivado proteínico purificado que
se encuentran la mañosa, d-arabinosa y galac­ se conoce con el nombre de P.P.D. {Protein
tosa. Ha sido identificado también un ácido le­ Purified Derivative). Por migración electrofo­
vógiro llamado ácido mycocerótico. rética, se ha com probado que existen por lo
De los bacilos tuberculosos se ha extraído menos tres proteínas diferentes denominadas
una cera soluble en cloroformo, la cera D. En A, B y C, de las cuales parecería que A es la
la variedad humana, la misma se encuentra uni­ más efectiva. Estas proteínas inducen poca sen-

Mycoloil

[Arabinosa

:Galactosa

:Ac. N-glicolil murámico

O— Lactil

:N-acetilglucosamina o
:N-acetilgalactosamina
o — • Lactil
:Péptido

F ig. 4-6. Estructura esquem ática de ¡a cera D.


Antígenos 61

sibilidad tuberculínica, pero puede increm en­ de la poliomielitis conocidas hasta el momento
tarse si se las inocula mezcladas con ceras pro­ corresponden a tres tipos antigénieos diferen­
venientes de extractos de bacilos tuberculosos, tes, I, II y III, y cualquiera de eUos puede ser
en especial la cera D. (Para más detalles sobre responsable de epidemias.
antígenos bacterianos, véase cap. 24.) Los estudios serológicos acerca del virus de
la influenza, principalmente mediante virus ad­
Antígenos de rickettsias y virus sorbidos sobre hem atíes, han dem ostrado la
existencia de dos variedades fundamentales, la
Los estudios sobre estructura antigénica de A y la B. En la primera de ellas han sido identi­
rickettsias sólo han adquirido alguna claridad ficados varios subtipos que difieren e n tre sí
después de la obtención de suspensiones de respecto de la especificidad dominante.
aquellas libres de proteínas de tejido. Varias de Ultimamente ha sido muy estudiado el virus
las rickettsias conocidas dan reacciones cruza­ de la hepatitis B (HBV), Es un virus de tipo
das, como la R. prowazeckii con la R. mooseri. ADN, de 42 nm de diámetro, de doble envoltu­
Se han identificado dos antígenos, uno termolá­ ra, inicialm ente conocido com o partícu la de
bil, capaz de ser destruido por calentamiento Dañe. Posee un compuesto antigénico que for­
durante una hora a 60°C, altamente específico, ma un núcleo o core, de 27 nm de diámetro, y
y otro termoestable, no específico, relacionado antígenos de envoltura. Los antígenos del HBV
con una parcela del constituyente antigénico identificados hasta el momento son:
som ático del P roteus 19, responsable de la
aglutinación de dichos bacilos por el suero de HBsAg = antígeno de superficie
enfermos de tifus exantem ático (reacción de HBcAg = antígeno del core
Weil-Félix). HBeAg = antígeno e íntimamente relaciona­
Si Jos conocimientos sobre estructura antigé­ do con la infección por HBV
nica de rickettsias son poco claros, menos cla­
ros aun son los que poseemos sobre los antíge­ El HBsAg posee un componente a, com ún a
nos virales, y ello está relacionado con su ta­ los diferentes subtipos, y componentes desig­
maño, su simplicidad constitucional y su capa­ nados como d, y, w, r, que son codificados por
cidad para multiplicarse únicamente en presen­ el genoma viral y no por el huésped. Los subti­
cia de células vivas. pos principales que resultan de la combinación
En cuanto a su antigenicidad, los virus se pa­ de a con ellos, se comportan como si constitu­
recen a las bacterias y en algunos de ellos ha yeran dos tipos alélicos: d e y por un lado, y
sido posible demostrar varios antígenos; la es­ wJ, w2, w3, w4, y r por el otro. Las 10 catego­
tructura antigénica está frecuentemente sujeta a rías de antígenos de superficie del virus HBV
variaciones. son las siguientes: ayw l, ayw2, ayw3, ayw4,
E ntre los virus anim ales del grupo ADN, ayr, adw2, adw4, adr, adyw y adyr. También
uno de los que mejor se ha estudiado ha sido el han sido identificados otros antígenos de super­
virus de la vacuna. Inicialmente se describió la ficie denominados q, x, f t, j, n y g. Hasta estos
presencia de dos antígenos solubles, uno llama­ mom entos no se conoce claramente qué rela­
do L, que se destruye por calentamiento a 56°C ciones pueden existir entre éstos y los ya co­
durante una hora, y el otro S, que resiste una rrectamente identificados.
hora a 65°C. Se creyó que ambos antígenos es­ Del antígeno e (HBeAg) se conocen dos va­
taban separados y que el componente S era un riedades denominadas HBeAg/1 y HBeAg/2.
poiisacárido con características de hapteno. Los antígenos mencionados son inm unogé­
Actualmente se sabe que son constituyentes de nicos y tienen capacidad para engendrar anti­
una misma molécula proteica. En los corpúscu­ cuerpos específicos (véase cap. 27).
los elementales de la vacuna se han identifica­ La estructura antigénica del HIV o virus del
do además otros dos antígenos llamados N P o síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SI­
antígeno nucleoproteico y el antígeno X, que es DA) ha sido ampliamente estudiado en los últi­
un aglutinógeno. Un suero inmune animal ad­ mos años. Es un retrovirus de la subfamilia de
sorbido con los antígenos SL, N P y X conserva los lentivirus constituido por ARN, transcripta­
todavía poder aglutinante sobre los corpúsculos sa inversa, proteínas estructurales y glucopro­
elementales y poder neutralizante sobre el vi­ teínas de envoltura. Entre las proteínas estruc­
rus, lo que está indicando que además de los turales internas o del “core” se han identificado
descritos deben existir otros antígenos con las las p24, p25, p l7 y p l5 ; enzimas con actividad
propiedades indicadas. polimerasa como las p66, p51 y p33, y las glu­
Por exámenes serológicos se han demostrado coproteínas de envoltura g p l2 0 y gp41, entre
relaciones antigénicas entre los virus ECHO, otras (véase cap. 27). La g p l20 es la que se une
Coxsackie y de la pohomielitis, todos ellos per­ a la molécula de superficie CD4, presente prin­
tenecientes al grupo ARN. Las cepas del virus cipalm ente en los linfocitos T cooperadores.
62 Aspectos básicos de la inmunidad

cuya infección y destrucción inhiben su partici­ fragmento C-terminal (péptido B), de P.M. 38
pación en los mecanismos inmunológicos, ori­ kD, que se agrega con mucha facilidad y resul­
ginándose como consecuencia una inmunodefi­ ta muy difícil recuperarlo en su estado nativo,
ciencia. lo que dificulta su estudio biológico. El péptido
Los virus productores de enfermedades en A no es tóxico (fig. 4-7).
plantas han sido en conjunto los menos estudia­ Las características de las endotoxinas extraí­
dos, no obstante haber sido uno de ellos, el del das de los distintos microorganismos son muy
mosaico del tabaco, el primero en ser obtenido parecidas, y en los animales de experim enta­
en estado cristalino. Estudios serológicos efec­ ción producen sintomatología análoga, caracte­
tuados con estos virus han demostrado la pre­ rizada por elevación térmica, postración y fe­
sencia de componentes comunes responsables nómenos hem orragíparos viscerales. La pro­
de reacciones cruzadas. Lo mismo puede decir­ ducción de anticuerpos en el hombre y anima­
se sobre los bacteriófagos o virus de bacterias, les es escasa o nula. El poder tóxico es varia­
acerca de los cuales últimamente se han inten­ ble, y algunos investigadores han aislado de
sificado estudios de este tipo. salmonelas, especialm ente Salm onella typhi,
glucidolípidos con distintos grados de pureza,
Toxinas microbianas capaces de provocar reacciones febriles en el
ratón blanco con dosis que van de 0,1 ¡ig a
Numerosos microorganismos elaboran sus­ 0,005 |ig.
tancias difusibles o no en el medio externo y Desde el punto de vista de la antigenicidad,
capaces de provocar, en animales susceptibles, las más importantes son las exotoxinas, mien­
lesiones o síntomas característicos. A las que tras que las endotoxinas no son muy activas y
difunden en los medios nutricios donde esos su poder tóxico, de muy difícil valoración bio­
microorganismos son cultivados, se las designa lógica, se expresa en miligramos por gramo de
exotoxinas, mientras que a aquellas que forman peso animal. Las exotoxinas pueden ser medi­
parte del soma microbiano y que sólo son libe­ das sin inconvenientes por procedimiento bio­
radas por autólisis se las denomina endotoxi­ lógico, y se ha establecido al respecto una serie
nas. Ambas son antigénicas, sobre todo las pri­ de unidades.
meras, dado su carácter eminentemente protei­
co, mientras que las segundas son polimolecu- Dosis mortal mínima (DMM o DLM)
lares y forman complejos glúcido-lípidoprotei-
cos. Los anticuerpos respectivos las neutralizan Es la menor cantidad de toxina que inocula­
específicam ente y esta característica precisa­ da a un animal sensible le produce la muerte en
mente es la que permite diferenciarlas de otros un determinado período. Esta definición, para
venenos químicos, de los alcaloides, etcétera. el caso de la toxina diftérica, tal como lo hizo
Los microorganismos exotóxicos ejercen su Ehrlich, es la siguiente: la menor cantidad de
acción a distancia por difusión de sus venenos toxina que inoculada a un cobayo de 250 g de
por vía hemática y linfática. Muchos producen peso, por vía subcutánea, le produce la muerte
más de una toxina, pero por regla general una a las 96 horas de la inoculación. Para otras to­
es la que posee acción preponderante. Elay co­ xinas varía el animal a inocular y la vía de in­
cos que elaboran exotoxinas, entre ellos los es­ troducción del antígeno. Es preciso respetar es­
tafilococos dorados y los estreptococos hemolí­ tas condiciones para que los resultados puedan
ticos, pero los gérmenes toxigénicos más acti­ ser comparables.
vos son bacilos pertenecientes principalmente
al género anaerobio Clostridium. Dosis letal 50 (DL 50)
Algunas exotoxinas, como la tetánica y la
diftérica, han sido altamente purificadas y cris­ Es la menor cantidad de toxina que, inocula­
talizadas. De esta última se sabe que su peso da a cada uno de los animales de un lote o gru­
molecular oscila entre 62 y 63 kDa y que tien­ po, produce la muerte del 50% de éstos en un
de a formar dímeros y agregados de alto peso período determinado. Para el caso de la toxina
m olecular sin pérdidas apreciables del efecto diftérica, los animales a emplear son cobayos
tóxico. Se conoce también parte de su secuen­ de 250 g de peso, la vía de inoculación la sub­
cia primaria. Posee dos puentes disulfuro que cutánea y el tiempo de lectura 96 horas.
al ser reducidos con mercaptoetanol y alquila­
dos hacen que la molécula pierda algo de su to­ Límite nulo (Lo)
xicidad. Si a continuación la molécula es some­
tida a digestión tríptica se originan dos pépti­ Es la mayor cantidad de toxina que, unida a
dos, uno correspondiente al fragmento N-ter- una unidad antitóxica e inoculada al animal re­
minal (péptido A), de P.M. 23 kD, que se man­ ceptivo, no produce síntomas de intoxicación
tiene soluble en agua, y otro constituido por el en un período preestablecido.
Antígenos 63

Límite muerte ( L+) Dosis límite floculante (Lf)

Es la menor cantidad de toxina que, unida a Fue establecida inicialmente por Ramón para
una unidad antitóxica e inoculada por vía subcu­ la toxina diftérica, y actualmente se la emplea
tánea, a un cobayo de 250 g de peso, le produce también para la valoración de otras toxinas. La
la muerte a las 96 horas. Esta definición así ex­ unidad de floculación o Lf es la cantidad de to­
presada corresponde a toxina diftérica ya que, si xina que, mezclada con una unidad antitóxica,
valoramos toxina tetánica (tetanoespasmina), los flocula en el menor tiempo, cuando se ha utili­
animales a utilizar serán cobayos de 350 g de zado para la medición una serie de mezclas que
peso y la cantidad de antitoxina 0,1 U.A. Para co n tien en cantidades variab les de to x in a y
otras toxinas la cantidades de antitoxinas a em­ constantes de antitoxina. Al tiempo de flocula­
plear varían; están especificadas en cada caso y ción se lo denomina Kf y sirve para expresar la
dependen de la actividad de la toxina. Esta uni­ avidez de los sueros o antitoxinas en estudio,
dad es una de las más utilizadas en la medición ya que dos antitoxinas diferentes con el mismo
de actividad de toxinas y antitoxinas. valor de unidades antitóxicas pueden provocar
Como la cantidad de unidades de antitoxina la floculación y consiguiente neutralización de
a utilizar para los diferentes toxinas microbia­ la toxina en diferentes tiempos. Esto expresa
nas es U.A./n, los valores de n establecidos son: distinta rapidez en la neutralización, fenómeno
Antitoxina U.A. que es tenido en cuenta en terapéutica.
En el cuadro 4-3 figura una serie com parati­
D iftérica va de las propiedades de las endo y exotoxinas
Tetánica 10 0,1
Cl. welchii 5 0,2
bacterianas.
Cl. septicum 2 0,5
Cl. histolicum 1 1 V enenos de vegetales superiores
Cl. sordelli 5 0,2
Cl. aedem atiens 50 0,02 De distintos vegetales han sido aisladas sus­
tancias tóxicas con carácter antigénico, desta­
Dosis límite reaccional (LR) c án d o se entre ellas la ab rin a, e x tra íd a del
A brus precatorius; la crotina, del C roton ú-
Esta unidad ha sido definida para la toxina gliun; la ricina, del Ricinus comunis; la curcina,
d ifté ric a después de las o b se rv a c io n e s de del Jatropha curcas, y la robina, de la Robinia
Roemmers sobre el eritema que producía ésta pseudoaccacia. Todas estas sustancias tóxicas
cuando se la inoculaba por vía intradérmica y son de carácter proteico, poseen actividad anti­
la inhibición de este fenómeno por la corres­ génica y son capaces, cuando se las trata por el
pondiente antitoxina. formol, de transformarse en toxoides, o sea to­
Se la define como la mínima cantidad de to­ xinas que han perdido su efecto tóxico, pero
xina que mezclada con 1/300 de unidad antitó­ que conservan su función antigénica.
xica e inoculada por vía intradérmica en el co­ Algunas de estas fitotoxinas han sido purifi­
bayo, en un volumen de 0,2 ml, le produce una cadas por cristalizaciones y estudiadas desde el
lesión cutánea mínima. Inicialmente se usó co­ punto de vista fisicoquímico y biológico.
mo dosis de antitoxina una unidad antitóxica; De otros vegetales se han aislado algunas he­
actualmente se emplea tal como ha sido defini­ maglutininas y hemotoxinas, pero por regla ge­
da e incluso hay autores que establecen la ca­ nera] no son tóxicas para el hombre cuando son
pacidad reaccional de la toxina frente a 1/250 ingeridas. Sólo las cuatro nombradas en primer
U.A. o 1/500 U.A. término poseen aquella característica.

C uadro 4-3. Caracteres diferencíales de las toxinas microbianas

Exotoxina.'i Endcítoxincks

N autraleza quím ica Proteínas G lucolipoides


S olubilidad en ácido tricloroacético Insolubles Solubles
Excreción al m edio de cultivo Son excretadas No son excretadas
Toxicidad M uy tóxicas (DEM = 0,001 mg) Poco tóxicas (DEM s 0,1 mg)
Estabilidad a 80°C Inestables Estables
Estabilidad a tem peratura am biente M uy po co estables Estables
Estabilidad a las radiaciones ultravioleta Poco estables Estables
A ntigenicidad M uy antigénicas Poco antigénicas
C om portam iento frente al aldehido fórm ico F orm an toxoides (antigénicos y no tóxicos) No se convierten en to x o id es
64 Aspectos básicos de ¡a inmunidad

-Gly-NH3
-OOC - Arg-
SH

í H,N-
SH SH SH
i- c o o -
Péptido B (PM: 38 kD)

-o o c -
Toxina (PM: 62 kD)

F ig . 4-7. E structura esquem ática de la toxina diftérica y de los péptidos resultantes de la hidrólisis triplica. (Según A. M.
Pappenheim er, Jr. y D. M ichael Gilí. Sciece 182: 353, 1973.)

Venenos de origen animal existen constituyentes de naturaleza proteica y


glucídica con propiedades antigénicas, es lógi­
Numerosos animales producen secreciones co suponer que en los casos en que aquéllos
tóxicas para el hombre; figuran entre ellos es­ lleguen a la intimidad de los tejidos, estimula­
pecies de serpientes, escorpiones, arañas, sala­ rán al sistema reticuloendotelial y originarán
mandras e incluso abejas. Los mejor estudiados anticuerpos.
han sido los ofidios. Estos venenos son proteí­ En algunas parasitosis tales como el paludis­
nas antigénicas transformables en anavenenos mo y la amebiasis, en los períodos de cronicidad
por acción del formol. Del veneno de la víbora hay una marcada resistencia a la reinfección. En
cobra (Naja flava) se ha aislado una potente estos casos no siempre es posible demostrar la
neurotoxina, con un niimero de DMM para el presencia de anticuerpos, pero todo hace supo­
ratón superior a las 100.000 por gramo de ve­ ner que esa resistencia es consecuencia de una
neno. Esta es de bajo peso molecular, entre 2,5 refractariedad específica por inmunidad.
kD y 4 kD, y dializa a través de membranas de En los parásitos unicelulares, por sus condi­
celofán. Los venenos de estos tipos de víboras ciones particulares de vida, resulta difícil el
son neurotóxicos y hemolíticos, pero muy poco aislamiento de sustancias químicas específicas,
o nada hemorragíparos y citolíticos. De otros en tanto que en los pluricelulares, dada su es­
tip.os de serpientes, entre ellos la cascabel tructura compleja, los estudios no son del todo
(Crotalus terrificus), se han aislado proteínas satisfactorios. Las reacciones inmunoserológi-
tóxicas de peso molecular de aproximadamente cas más utilizadas para el diagnóstico de estas
30 kD. Del género Bothrops, especialmente de parasitosis son las de fijación del complemen­
la Bothrops alternata o víbora yarará, se han to, de precipitación, inm unofluorescencia y
obtenido sustancias sum am ente tóxicas cuya ELISA, principalmente para la identificación
principal característica, al igual que en el caso de protozoarios, no así de vermes. Ello no se
del Crotalus terrificus, es su alto contenido en debe a que los primeros tengan antígenos con
azufre. Por haberío hallado también en el vene­ mayor poder inmunizante que los segundos, si­
no de escorpiones y de abejas, algunos autores no que está relacionado con el hábitat normal
consideran que todos los venenos o toxinas de del parásito. Las tenias, áscaris, oxiuros, anqui-
origen animal son ricos en ese elemento. lostomas, viven en el intestino y dan pocas m a­
Los venenos crotálicos, a diferencia de los nifestaciones serológicas, a diferencia de lo que
de cobra, son poco neurotóxicos, pero son he­ ocurre con las triquinas, leishmanias, tripano­
molíticos, coagulantes, muy hemorragíparos y somas, plasmodios, que indudablemente provo­
citolíticos. Los venenos de escorpiones y algu­ can la formación de anticuerpos.
nos arácnidos ejercen sobre el hombre una ac­ Estudios efectuados in vitro con anquilosto-
ción muy parecida a la que se ha descrito para mas y triquinas demuestran que cuando estos
los venenos de serpientes. parásitos vivos se ponen en contacto con sus
La m ayor parte de los venenos anim ales, respectivos anticuerpos aparecen precipitados
tanto los provenientes de serpientes como los m icroscópicos en form a de burbujas o capu­
de insectos, deben su acción tóxica a neuroto- chones que recubren electivamente los orificios
xinas, enzimas proteolíticas y fosfatidasas, an­ bucales de las larvas.
tigénicas en su mayoría. Con respecto a la composición química de
los antígenos parasitarios, se han aislado poli­
Antígenos de zooparásitos sacáridos que dan reacciones específicas con
los sueros de conejos inmunizados con los pa­
H abida cuenta de que en los zooparásitos rásitos de los que provienen. El poiisacárido
Antígenos 65

del Ascaris lumbricoides y de la mayor parte dice que es específico de especie. Inyectados a
de los parásitos es glucógeno, formado por ca­ especies homólogas no producen anticuerpos,
denas de glucosa y muy similar al glucógeno cosa que ocurre si se inoculan a especies hete­
de los mamíferos, aunque de peso m olecular rólogas. En los animales de una misma especie
más bajo. es p osible encontrar proteínas que cum plen
Las proteínas presentes en los zooparásitos distintas funciones en el organismo, presum i­
son poco conocidas porque su estudio no ha si­ blem ente con estructuras diferentes, las que
do encarado a fondo. pueden ser diferenciadas serológicamente. Así,
En cuanto a los lípidos, son los comunes ha­ por ejemplo, la hemoglobina del hombre pue­
llados en otras especies animales. de ser serológicamente diferenciada de las pro­
Dado el carácter crónico de las infecciones teínas renales e, incluso, los distintos com po­
parasitarias, el desarrollo de alergia es muy fre­ nentes del plasma sanguíneo pueden ser dife­
cuente, y puede ser utilizada con fines diagnós­ renciados fácilmente por los métodos inmuno-
ticos si se emplean extractos parasitarios como serológicos. Por otra parte, proteínas q u e en
antígenos desencadenantes. diferentes especies animales cumplen una m is­
Es conveniente recordar que sobre todo en ma función, tíenen, por regla general, una es­
los cestodes y nematodes, como consecuencia tructura parecida y por lo común dan reaccio­
de la presencia de antígenos de grupo, son co­ nes cruzadas.
munes las reacciones cruzadas (véase cap. 26). Cuando los antígenos son particulares de un
De algunos hemoflagelados como el Tripa- órgano de una especie animal se llaman espe­
nosoma cruzi, en especial de la forma epimasti- cíficos de órgano, los que a su vez pueden ser
gote del parásito, obtenida por cultivo en m e­ específicos de órgano y de especie, si la espe­
dios bifásicos y rota por compresión y descom­ cificidad es propia y particular para ambos. El
presión, se ha conseguido separar por centrifu­ ejemplo clásico de este tipo de antígenos es la
gación diferencia] distintos componentes rela­ tiroglobulina. Otras veces la especificidad sólo
cionados con las fracciones nuclear, flagelar, es de órgano, ya que el mismo antígeno puede
ribosomal, mitocondrial, etc., que han sido ana­ encontrarse en diferentes especies; en estos ca­
lizadas desde el punto de vista antigénico. La sos los antígenos son específicos de órganos,
fracción separable a 1.000 g es rica en núcleos, pero heterogenéticos. El ejem plo más re p re ­
flagelos y membranas, las que a su vez pueden sentativo es la proteína del cristalino del ojo,
separarse por centrifugación en gradientes de la que puede hallarse en especies tan diferentes
densidad de sacarosa; las correspondientes a como el hombre y los peces, con la m ism a es­
11.500 g y 30.000 g están muy enriquecidas en pecificidad.
membranas mitocondriales, y el sobrenadante E x isten antígenos, en esp ecial p ro teín as,
de 105.000 g tiene un alto contenido en proteí­ que cumplen la m ism a función en diferentes
nas citoplasmáticas. Algunos de esos antígenos especies animales y que poseen gran similitud
son muy útiles para reacciones serológicas, co­ en sus estructuras, siendo capaces de dar reac­
mo lo es la fracción soluble de 105.000 g, la ciones cruzadas. Un ejem plo de ello son las
que, por otra parte, ha demostrado carecer de insulinas, las que, si bien en un principio se
poder protector en la infección experim ental creyó que eran idénticas, difieren entre sí por
del ratón. La fracción flagelar, en cambio, es la modificaciones en la secuencia de sus am inoá­
que mejor protege. cidos, de los cuales aproximadamente tres son
En nuestros laboratorios, por técnicas com ­ los que están comprometidos. Este tipo de es­
binadas de inm unoquím ica y el uso de an ti­ pecificidad se conoce con el nombre de fu n -
cuerpos monoclonales, ha sido posible separar cional.
componentes antigénicos de T. cruzi. Uno de No todas las proteínas y células de los dis­
ellos, el A gl63B 6, constitutivo de la mem bra­ tin to s anim ales de una m ism a esp ecie son
na del parásito ha resultado ser muy útil para la idénticas, ya que hay posibilidades de diferen­
elaboración de reacciones serológicas de diag­ ciaciones serológicas, las que llevan a la esp e­
nóstico de la enfermedad de Chagas. Presenta cificidad individual o alotípiea, a diferencia de
la característica de no dar reacciones de cruce la especificidad de especie o isotípica. Son
con componentes de Leishmanias, otro parásito ejem plos de estos tipos de especificidad los
que pulula en zonas endémicas de tripanoso­ antígenos de los diferentes sistemas de los gru­
miasis americana y que muchas veces puede pos sanguíneos, ya sean los mucopolisacáridos
confundir el diagnóstico (véase cap. 26). del sistema ABO, o los constituyentes proteicos
de otros grupos, como los MN. Existen en los
Antígenos específicos de especies y órganos distintos individuos de la misma especie otros
antígenos que se heredan, cuya presencia que­
Cuando un antígeno es propio de una espe­ da dem ostrada por la im posibilidad de tra s­
cie y se encuentra en todos sus miembros se plante de tejidos homólogos.
66 Aspectos básicos de la inmunidad

Antígenos heterófilos Cuadro 4-4. Antígenos heterófilos

Forssman fue el primero en demostrar la pre­ A glutinación de hem atíes de carnero


sencia del mismo tipo de antígeno o antígenos
Suero Suero
muy similares distribuidos en forma variada en adsorbido adsorbido
la naturaleza, los cuales pueden ser com parti­ Suero con riñón con hem atíes
dos por bacterias, hongos, vegetales superiores, sin de cobayo bovinos
vertebrados, etc. El más conocido y estudiado Anticuerpos adsorber hervido h ervidos
de estos antígenos ha sido el de Forssman. Se Forssm an + - +
encuentra muy repartido y es posible hallarlo M ononucleosis + ± -
en distintas bacterias, como las shigelas en su infecciosa
form a rugosa, los neum ococos, el B a ciílu s Enferm edad + ±0+ ±0 +
del suero
anthracis\ se lo encuentra también en algunos
parásitos animales, como las triquinas, en algu­
nos moluscos y crustáceos, en reptiles, en el
caballo, la cabra, el carnero, el cobayo, el ra­ ticuerpos anti-Forssman sólo aglutinan los he­
tón, el perro, el gato y otros felinos e incluso en matíes de oveja, no así los de vacuno.
el homljre del grupo sanguíneo A. Aquellos pacientes a los que se les han ino­
Forssm an lo describió por prim era vez al culado dosis repetidas de suero de caballo, pue­
comprobar que conejos inyectados con riñones den formar anticuerpos capaces de aglutinar a
triturados de cobayo producían anticuerpos líti­ los hematíes de oveja, pero no reaccionan con
cos a alta concentración para los hematíes de los antígenos de Forssman, ni con los hematíes
carnero. Si bien a este antígeno se lo ha encon­ de bovinos. El determinante de la formación de
trado muy distribuido en la naturaleza, el con­ estos anticuerpos constituiría, pues, otro tipo de
cepto primitivo de unidad antigénica ha cam­ antígeno heterófilo.
biado, ya que actualmente se considera como Teniendo en cuenta que los anticuerpos anti-
tales a aquellos antígenos que, inoculados a co­ Forssman son adsorbidos por suspensiones de
nejos, producen lisina para los hematíes de car­ riñón de cobayo, pero no por los hematíes bo­
nero. Estos antígenos son solubles en alcohol, vinos; que los anticuerpos de la mononucleosis
resisten a la ebullición y, desde el punto de vis­ infecciosa no son adsorbidos por las suspensio­
ta químico, han sido estudiados por Landstei­ nes de riñón de cobayo, pero sí por los hema­
ner y Levine, quienes han encontrado un alto tíes de bovinos, y que los anticuerpos de la en­
contenido en hidratos de carbono, aproximada­ fermedad del suero son débilmente adsorbidos
mente 55 a 58%, y un 2 a 3% de nitrógeno. En­ por las dos suspensiones mencionadas, es posi­
tre los azúcares obtenidos por hid ró lisis se ble, por ensayos de aglutinación frente a hema­
identificaron hexosaminas. tíes de carnero, del suero del paciente no adsor­
El concepto de antígeno de Forssman ha sido bido y previa adsorción con riñón de cobayo y
sustituido por el de hapteno y se lo concibe, hematíes bovinos, establecer la identidad del
desde el punto de vista serológico, como un anticuerpo en estudio (cuadro 4-4).
conjunto de sustancias similares cuya caracte­
rística particular sería la de producir en el cone­ Otros antígenos compartidos
jo hemolisinas para los glóbulos rojos de carne­
ro. Ese hapteno es de naturaleza glucidolipídi- Existen microorganismos que, sin tener pa­
ca, y la especificidad, atribuible al hidrato de rentesco inmediato de género o especie, com ­
carbono. parten determinantes antigénicos, lo que hace
En el curso de algunas enfermedades, como que en muchas circunstancias ocurran reaccio­
la mononucleosis infecciosa, es posible encon­ nes cruzadas entre algunos de ellos con los sue­
trar anticuerpos heterófilos capaces de agluti­ ros de pacientes o animales inmunizados con
nar los hematíes de carnero. En un comienzo se los otros microorganismos.
los consideró como anticuerpos contra el antí­ Un caso es el del Proteus OX, cuya variedad
geno de Forssman, pero trabajos posteriores OX 19 posee un antígeno común con la Pic-
han permitido comprobar que actúan no sólo kettsía prowazeckii y \'d Rickettsia ricketsli, y la
sobre constituyentes existentes en el estroma variedad OXK posee un antígeno compartido
de los hematíes de carnero, sino también en los con la Rickettsia tsutsugamushi. For este m oti­
del ganado vacuno, especie que por otra parte vo, en la reacción de W eil-Félix se emplean
no posee antígenos de Forssman, lo que está in­ suspensiones de esos microorganism os como
dicando diferencias en estos tipos de antígenos. antígenos para la investigación de anticuerpos
La identificación de éstos puede hacerse por la contra Jas rickettsias nombradas, productoras
aglutinabilidad de los hematíes de carnero y de del tifus exantemático, la fiebre manchada de
vacuno por los anticuerpos de este tipo. Los an- las Montañas Rocosas y fiebre tsutsugamushi.
Antígenos 67

El diagnóstico preciso de sífilis puede lograr­ tancias A y B, en tanto que el O no dirige la sín­
se cuando se emplea como antígeno el Trepone­ tesis de ningún isoantígeno.
ma pallidum, microorganismo no cultivable en No obstante, las células O tienen un antígeno
los medios artificiales y sólo mantenido viable que ha sido reconocido por sueros normales de
por pasajes sucesivos en conejos inoculados por algunos animales -e n especial los provenientes
vía testicular. Pero este microorganismo tiene de terneras y anguilas-, sueros de cabra anti-
una proteína muy similar a otra proteína aislada shigela y algunas proteínas de origen vegetal.
de un treponem a cultivable, el treponem a de Como el antígeno de las células O no sólo está
Reiter, con la que comparte determinantes anti­ presente en el hombre sino también en algunos
génicos. Con esta proteína aislada puede efec­ anim ales, es heterogenético; de ahí que se lo
tuarse una serorreacción de fijación del comple­ llame sustancia H. Esta no puede ser conside­
mento para el diagnóstico de certeza de la sífilis. rada como producto del gene O, ya que es posi­
Compartir antígenos por algunos microorga­ ble, con sueros anti-H, obtener aglutinaciones
nismos y antígenos constitutivos de células o te­ positivas de glóbulos A (homocigotas) y AB.
jidos en el hombre no siempre es beneficioso; Siendo el hombre diploide, homocigota o he­
tal el caso de los dextranos y polisacáridos de terocigota, los dos alelos por individuo pueden
algunos neumococos, como los del tipo II, XII y dar lugar a seis genotipos y cuatro fenotipos.
XX. Personas que como consecuencia de infec­ Las sustancias de los grupos sanguíneos A, B
ciones por estos microorganismos han formado y O no han podido obtenerse puras o serológica-
anticuerpos contra sus poliósidos, pueden sufrir mente muy activas a partir de los hematíes hu­
accidentes graves (choque anafiláctico) al ser manos; pero de tejidos y secreciones animales e
trasfundidos con soluciones de dextranos. incluso de secreciones humanas ha sido posible
También se ha observado que el neumococo su extracción en estado de relativa pureza.
tipo XIV posee un polisacárido cuya estructura Sustancias del grupo A se obtuvieron de pep-
antigénica es compartida al menos por dos hi­ tonas comerciales, mucosa de estómago de cer­
dratos de carbono de los isoantígenos sanguí­ do, del cuarto estómago de la vaca, de la saliva
neos hum anos A, B y 0. Existen num erosos hum ana y otros materiales. De estóm agos de
ejemplos similares a los anteriores, lo que nos cerdos se han aislado sustancias A, B y sustan­
muestra la caprichosa distribución en la natura­ cia con especificidad para el grupo O (H ), al
leza de ciertos constituyentes,que, por el hecho igual que de estómagos de bovinos y de algunas
de compartir determinantes antigénicos, al in- plantas. Cabe señalar que no siempre los pro­
munizai' sensibilizan para ambos antígenos, cu­ ductos extraídos como sustancia A de diferentes
yo resultado puede ser útil en algunos casos o materiales eran activos, no obstante la similitud,
francamente desfavorable como acabamos de en algunos casos, de su contenido en hexosami-
ver. ñas, azúcares reductores, acetilo, nitrógeno, vis­
cosidad relativa, etc. Las denominadas sustan­
C onstituyentes antigénicos de los glóbulos cia A aisladas de materiales de origen humano
rojos hum anos por diferentes autores, si bien son semejantes en
cuanto a su peso molecular y ciertas propieda­
Las comprobaciones efectuadas inicialmente des físicas y químicas, algunas son dextrógiras
por Landsteiner y completadas luego por nu­ y otras tienen poder levorrotatorio.
merosos investigadores, con respecto a la pre­ La sustancia A aislada de diferentes anim a­
sencia en h em atíes hum an o s de d ife re n te s les tiene mucha similitud con la de origen hu­
constituyentes antigénicos, han permitido sub- mano; no obstante, en algunos casos, sobre to­
dividir a aquéllos en distintos sistemas, llam a­ do cuando se efectúan estudios m ediante las
dos ABO, MN, S, P, Rh, etc., los que a su vez, técnicas del bloqueo o inhibición de la hem oa­
de acuerdo con subgrupos y frecuencia, han glutinación, se observan diferencias.
llevado al encasillamiento del hombre en dife­ Las sustancias de los grupos sanguíneos A,
rentes grupos sanguíneos. Como todos estos B y O (H) reaccionan con suero antineumocóci-
factores son hereditarios y cumplen las leyes co tipo XIV, debido muy prob ab lem en te al
mendelianas, la im portancia de su estudio en contenido de glucosa en todas ellas. La distinta
medicina legal, antropología, etc., es de valor especificidad de aquéllas indudablem ente es
significativo. debida a otras diferencias estructurales. Todas
De todos estos constituyentes antigénicos, son polisacáridos que, inyectados en estado de
los mejor estudiados en lo relativo a su compo­ pureza a conejos, no producen anticuerpos y
sición química son los del sistema ABO. sólo lo hacen si previamente son trasformados
Desde el punto de vista genético se ha pro­ en antígenos completos por complejación con
puesto la existencia de tres genes alélicos. A, B proteínas, preferentemente las de Shigella dy~
y O, siendo A y B dominantes respecto de 0. senteriae. Inoculadas al hombre en estado de
Los genes A y B rigen la formación de las sus­ pureza, tal como se obtienen, por extracción fe-
68 Aspectos básicos de la inmunidad

C u ad ro 4-5. Los antígenos más importantes C u ad ro 4-5. (Continuación)


de los diferentes sistemas de los glóbulos rojos
humanos SISTEM A Rh

Sistem a ABO A glutinógenos

Progenitores G enotipo Fenotipo Nom enclatura N om enclatura


de Fisher-Race de W iener
A A x AA AA A
A A x AB AA A (lee rh
AB AB dCe rh'
AA X AO AA A dC»e rh'»
AO A* dcE rh "
A A xBB AB AB dCE rhv
AA X BO AB AB Dce Rh„
AO A* DCe Rh,
AA X 00 AO A* DC»e R h ,»
A B xA B AA A D cE Rhj
BB B D CE Rhj
AB AB D"ce Rh»
A BxA O AA A D “Ce Rh,
AO A* D “cE RH,
AB AB ID“CE RH,
BO B*
A BxBB BB B
AB AB
AB x B O BB B
BO B*
AB AB O tros sistem as Fenotipo
AO A*
A B xO O AO A* MN M
BO B* N
A O x AO AA A MN
00 0 Ss S
AO A* s
AO X BB AB AB Ss
BO B* P P,
A O xB O 00 0 P,
AO A* P
BO B* Lutheran Lu»
AB AB L u”
AO X 00 00 0 Kell K+
AO A* K-
BBxB B BB B Lewis Le‘>
BB x B O BB B Le"
BO B* D uffy Fyo
BB X 00 BO B* Fy"
BOX BO BB B Kidd Jk»
00 0 Jk"
BO B*
BOX 00 00 0
BO B*
00x00 00 0 secretores, dándose el nombre de no secretores
a quienes carecen de ellas. Esta propiedad no
L os g rupos san g u ín eo s A y B m arc ad o s con * son h ete ro cig o lo s.
E n cl c u a d ro sólo se in d ica el gru p o A y n o sus su b tip o s A , y A j
es exclusiva de las sustancias A, B y O (H), si­
no que tam bién parece estar relacionada con
otros constituyentes de los glóbulos rojos, co­
mo el Lewis Le'*,
nólico-alcohólica a partir de estómagos de cer­ Las sustancias de los grupos sanguíneos que
do, producen aumento de los anticuerpos co­ se encuentran en gran cantidad, principalmente
rrespondientes, lo que dem uestra el distinto en los fluidos de los quistes de ovario, están
comportamiento en uno y otro caso. Hay auto­ constituidas aproximadamente por un 25% de
res que sostienen que ello se debe a que, como aminoácidos y 75% de polisacáridos. Tanto las
en el hombre ya existen anticuerpos contra las de origen humano como animal contienen ga­
mismas, al penetrar y combinarse con dichos lactosa, fucosa, n-acetil galactosamina y nacetil
anticuerpos, dado su carácter proteico, harían glucosamina.
que los productos de combinación fueran verda­ Los aminoácidos presentes parecen no tener
deros antígenos y actuaran como estimulantes. mucha significación en cuanto a la especifici­
A aquellos individuos en cuyos fluidos exis­ dad del producto. Ella se modifica por hidróli­
tan las sustancias A, B o O (H) se los denomina sis ligeras que no remueven los aminoácidos
Antígenos 69

Sustancia H Sustancia A Sustancia B

N-acetilgalactosamina N-acetilglucosamina

D-galactosa L-fucosa

Fig. 4-8. R epresentación esquem ática de las estructuras quím icas de las sustancias H , A y B y sus relaciones.

presentes, pero sí producen alteraciones del hi­ grupos determinantes de la especificidad de las
drato de carbono. sustancias A y B. En los casos de grupo O, al
Trabajando con extractos de Tricíiomonas no actuar como soporte de grupos activos, que­
foetus, ricos en enzimas contra las sustancias daría expuesta y podría expresarse como recep­
A, B y O (H), se demostró que algunos glúcidos tor específico (fig. 4-8 y cuadro 4-5).
simples pueden actuar como inhibidores. La fu- Existen otras sustancias de grupos san g u í­
cosa actiia como inhibidora de la sustancia O neos relacionadas con el sistema ABO: los fac­
(H), la n-acetil D-galactosamina inhibe la des­ tores Lewis Le.j y Le,^. El primero de ellos se
trucción de la sustancia A, y la D-galactosa la encuentra en la saliva de la mayoría de los no
de la sustancia B. secretores A, B y O (H). Son glucolípidos no
Los monosacáridos indicados son en reali­ sintetizados in situ sino adquiridos del plasma,
dad los azúcares terminales no reductores cons­ donde son transportados por lipoproteinas. El
tituyentes de los poliósidos responsables de la mecanismo de fijación a la superficie de los he­
especificidad. Con respecto a la sustancia B se matíes es desconocido, se ignora si existen re­
cree que no es exactamente la D-galactosa, si­ ceptores específicos o sólo se encuentran ad­
no la 6-acetil glucosamina. Por la potencia de sorbidos.
la respuesta en los ensayos de inhibición, se es­ Con respecto a otros constituyentes antigéni­
tima que la parte activa son los polisacáridos y cos de los hematíes, como los M y N, poco es
que los aminoácidos hallados son secundarios. lo que se conoce sobre su naturaleza quím ica y
Todo hace suponer que la sustancia H es ela­ parecen localizarse exclusivamente en los he­
borada por un gene H distinto de los genes alé­ matíes. Se sabe que son glucoproteínas y que la
licos ABO. A quélla constituiría un precursor especificidad estaría relacionada con la existen­
m acrom olecular sobre el que se fijarían los cia de pequeños oligosacáridos; la galactosa es
70 Aspectos básicos de la Inmunidad

el carbohidrato predominante. Desde el punto res policlonales pues inducen al mismo tiem ­
de vista físico, difieren de los A, B, O (H) en su po la proliferación de células provenientes de
solubilidad y extractibilidad. diferentes clones. Entre los mitógenos se en­
Sobre los antígenos S, P, Rh y otros menos cuentran las leetinas, como la concanavalina
significativos, se conoce bastante sobre su po­ A (Con A) y la fitohemaglutinina (PHA), pro­
der inm unogénico, herencia, im portancia en teínas con actividad mitogénica sobre los lin ­
medicina legal y antropológica, pero se conoce focitos T, con capacidad para unirse a grupos
poco de su estructura química. De los antíge­ de carbohidratos distintos. Ello les permite in­
nos Rh se sabe que su síntesis está dirigida por teraccionar con glucoproteínás de membranas
tres pares de alelos, Cc, Dd y Ee. Según las ca­ iniciando la transducción de señales y activa­
racterísticas de homocigotas o heterocigotas de ción celular.
los progenitores, surgen los genotipos y fenoti­ La Con A es un tetrámero que fija hidratos
pos de los distintos individuos (cuadro 4-5). de carbono que contienen grupos a-D mañosa
El número de determinantes o receptores an­ o a-D glucosa terminales o grupos relaciona­
tigénicos en la superficie de los hematíes no es dos. Otras leetinas tienen capacidad para unirse
el mismo para los diferentes sistemas. Para el a otros azúcares.
ABO se estim a en 800.000 y para el Rh en Los lipopolisacáridos bacterianos (LPS) ob­
30.000. Para otros sistemas su número es aun tenidos de la pared celular de bacterias Gram­
negativas son activos mitógenos de linfocitos B
y su efecto se ejerce por interacción del lípido
Lo.s antígenos de A, uno de sus constituyentes, con componentes
histocompatibilidad de la membrana plasmática.
Hay mitógenos capaces de activar los hnfo­
La identidad o no identidad entre los antíge­ citos T y B; uno de ellos es el extraído de la
nos de histocom patibilidad del huésped y los hierba carmín o “pokeweed” (PWM).
de un tejido u órgano trasplantado es lo que de­ En los últimos años se han descrito antíge­
termina su aceptación o rechazo. Son antígenos nos exógenos de origen bacteriano, en especial
de superficie y en el hombre han sido detecta­ la enterotoxina de Staphylococcus aureus, y de
dos en los diferentes tipos de células, incluidos otros m icroorganism os como Streptococcus,
los linfocitos. Su presencia no ha sido demos­ Micoplasma, que para inducir una respuesta in­
trada en eritrocitos y espermatozoides. m une específica no necesitan procesam iento
Estos antígenos, insertados en la bicapa lipí­ previo y su degradación a péptidos para su pre­
dica de la membrana celular, son de diferentes sentación por los antígenos del CMH-II al re­
tipos. Los del hombre son codificados por ge­ ceptor de los linfocitos T (RCT) (véase cap. 2).
nes ubicados en el cromosoma 6 y forman par­ Tienen capacidad para activar células T que ex­
te del complejo mayor de histocompatibilidad presan secuencias comunes en sus RCT, inde­
(antígenos HLA). Los de clase I están consti­ pendientemente de la efectividad por el com ­
tuidos por dos cadenas peptídicas, de P.M. 12 plejo péptido-CMH. Dada esta peculiaridad se
kD y 43 kD, respectivamente. La última contie­ los denom ina superantígenos. En el ratón se
ne hidratos de carbono, no así la de P.M. bajo han demostrado que los antígenos endógenos
que ha sido identificada como la p2 microglo­ M is, al igual que algunos antígenos virales,
bulina, proteína cuya presencia en la orina de presentan también esta característica.
pacientes con tubulopatías ha sido establecida Los superantígenos son activos mitógenos;
hace tiempo. la mayor parte son proteínas básicas pequeñas
Los antígenos de clase II están constituidos de 20-30 kD y para inducir una respuesta se
por dos cadenas peptídicas de P.M. 28 kD y 33 unen a la parte lateral de los antígenos del
kD. CMH-II, que no es la convencional. Su unión
En los capítulos 12 y 20 se encontrará infor­ al RCT no se efectúa a través del complejo po­
mación detallada sobre las principales caracte­ lim o rfo c o d ific a d o p o r lo s g e n es V a -
rísticas de esos antígenos. JaVpD(3jp, o sitio de unión al antígeno, sino
que se une lateralmente a determinadas secuen­
M itógenos y superantígenos cias codificadas por genes V|3 (fig, 4-9), Este
puente de unión que se crea entre el CMH-II y
A diferencia de lo que ocurre con los antí­ el RCT es el que provoca la agregación del re­
genos, que activan a los linfocitos interaccio- ceptor y la activación celular,
nando a través de receptores específicos, los A diferencia de lo que ocurre con los antíge­
mitógenos son capaces de inducir división de nos convencionales donde el reconocim iento
linfocitos T y B en forma no específica. Algu­ por el linfocitó T está restringido a péptidos del
nos de ellos son efectivos sobre células B, antígeno procesado asociados a antígenos el
otros sobre células T o ambas. Son activado­ CM H-II propios, para los superantígenos no
Antígenos 71

existe tal restricción; pueden ser presentados DEM OSTRACION


por antígenos CMH-II alogeneicos y sin nece­ DE LA A N TIG EN IC ID A D
sidad de procesado previo por las célalas pre­
sentadoras del antígeno. Cuando un vertebrado adulto es inoculado
Aproximadamente 1/10-^ a 1/10® de la pobla­ con una sustancia extraña, si ésta posee cap a­
ción total de linfocitos responden al estímulo cidad inmunogénica pondrá en marcha los m e­
de un antígeno dado. Teniendo en cuenta que c an ism o s que e n g e n d ra rán la re s p u e sta al
en el ratón el número de genes V[3 identifica­ agente agresor real o potencial.
dos es 20 y en el hombre 50, y asumiendo que ¿Cómo puede ponerse en evidencia esa tras-
todos los genes se expresaran con igual fre­ formación? Ello puede lograrse por la investi­
cuencia, sería lógico esperar que 1/20 a 1/50 de gación en la sangre circulante de los agentes
la población de linfocitos T interaccionen con inmunológicos, los anticuerpos; o mediante la
un determ inado superantígeno. Sin embargo inoculación de una nueva dosis de antígeno y
ese número es 4-5 veces menor porque los su- la investigación de la modificación de la cap a­
perantígenos no a reconocen los productos co­ cidad reactiva normal de los tejidos, si es que
dificados por todos los genes V(3, sino a algu­ el mismo reúne las condiciones necesarias.
nos de ellos. Este elevado número de células En el primer caso el nivel de los anticuerpos
que se activan producen una exagerada síntesis form ados puede establecerse por d iferentes
de citoquinas las que son responsables, en gran mecanismos, ya sea por precipitación específi­
parte, del “shock” tóxico que se produce en es­ ca en medios líquidos o gelosados; por dosaje
tos casos. del complemento consumido, en especial con
lecturas del 50%de hemólisis; por hem oagluti­
nación pasiva; por radioinmunoanálisis (RIA);
A NÁLISIS ANTIGÉNICO inm unofluorescencia (IF); enzim oinm unoaná­
lisis (ELISA), o bien por cuak]uier otro m eca­
Su empleo en bacteriología, micología, viro­ nism o inm unológico que perm ita evidenciar
logía, hematología y aun en genética es muy anticuerpos en sangre.
útil y frecuente, ya que mediante él se puede La investigación de la capacidad reactiva al­
llegar a demostrar diferencias entre microorga­ terada de los tejidos puede efectuarse ex p eri­
nismos, células o proteínas que por otros m é­ mentalm ente por anafilaxia activa, anafilaxia
todos hubiese sido imposible. Consiste en esta­ pasiva o anafilaxia cutánea pasiva. Todos estos
blecer, utilizando antisueros específicos m ono­ mecanism os se describen en los capítulos 11
valentes, cuáles son los constituyentes antigé- y 13.
nicos del agente en estudio. Claro está que en Como algunos antígenos tienen capacidad
cada caso será necesario disponer de reactivos para estim ular una respuesta inmune m ediada
obtenidos con el máximo de garantía, pues ad­ por células, más que por anticuerpos, en casos
sorciones insuficientes o inadecuadas, o inm u­ particulares la inmunogenicidad de una sustan­
nizaciones incorrectas de los animales de ex­ cia debe ser investigada mediante el empleo de
perim entación, pueden llevar a confusiones. métodos inmunológicos destinados a detectar
En la actualidad el uso de anticuerpos mono­ la inmunidad celular (véanse caps. 13 y 36).
clonales ha resuelto muchos de esos inconve­
nientes.
Gran parte del adelanto de la microbiología, D IN Á M IC A DE LO S A NTÍG EN OS
de la inm unología aplicada, de la serología
diagnóstica y del esclarecim iento de nuestra La acción de los antígenos, su dinám ica,
ignorancia sobre problemas transfusionales y puede demostrarse de diferentes maneras. La
de incom patibihdad maternofetal, se deben a anafilaxia activa y pasiva ha aportado datos de
que, mediante correctos análisis antigénieos, valor sobre el particular. Estando dicha dinám i­
han podido establecerse relaciones entre entes ca establecida por la intensidad de la pro d u c­
que no se suponía em parentados. El conoci­ ción de anticuerpos, sólo las dos primeras eta­
miento de la composición antigénica correcta pas de la anafilaxia, la sensibilización y la fase
y completa de muchos microorganismos, como de incubación, sirven para ponerla de m anifies­
el complejo grupo de la familia de las Entero- to, ya que en el desencadenamiento de la reac­
bacteriaceae, ha p erm itid o seleccio n ar los ción alérgica intervienen otros factores ajenos a
reactivos adecuados para un diagnóstico de la interacción antígeno-anticuerpo que no son
certeza y muchas veces una correcta terapéuti­ específicos y ponderables en la determinación
ca, así como, en éstos y otros casos, establecer de la antigenicidad. Cuando un animal es in o ­
las características de una bacteria que permiten culado con un antígeno y se sensibiliza, indica
utilizarla en la preparación de una vacuna. que ha elaborado anticuerpos, y el tiempo de
72 Aspectos básicos de la inmunidad

Linfocito Th F ig . 4 -9 . M ecan ism o de in te ra c ­


ció n d e un s u p e ra n tíg e n o co n el
C M H y el RCT. H ay una unión la­
teral con el CM H y con estructuras
codificadas por V p en el RCT, am ­
CDS RCT Fiia bas por fuera de las zonas a las que
.se unen los antígenos convenciona­
les. C o m p árese eo n la fig u ra 2-7,
capítulo 2.

Céiuia presentadora de Ag

latencia mínimo mide el lapso necesario para hacer que antígenos débiles induzcan una ade­
desencadenar el choque anafiláctico, cuando se cuada respuesta inmune. Estos productos se co­
inocule la segunda dosis. nocen con el nombre genérico de adyuvantes,
Si la determinación de la actividad la hace- los que pueden ser antigénicos o no. Entre los
inos en la priinera etapa, la evaluación se hace primeros se encuentran los bacilos acidorresis-
por la dosis de antígeno capaz de sensibilizar, tentes, bacterias gramnegativas y sus endotoxi­
en tanto que en la segunda se mide por el tiem­ nas, la Bordetella pertussis, los anticuerpos, la
po m ínim o necesario para d esen cad en ar la fitoheinaglutinina, etc. Los no antigénicos pue­
reacción. Indudablem ente que esto es válido den tener distinto origen, como el hidróxido de
para aquellas respuestas inm unes que cursan aluminio, el alumbre, el fosfato de calcio, la
con formación de anticuerpos homocitotópicos, protamina-cinc, la tapioca, la lanolina, aceites
pero no para los que carecen de esa propiedad. minerales, agentes tensioactivos, etcétera.
Si bien este método fue muy usado en un co­ No todos los adyuvantes acttian de la misma
mienzo para estudiar la inmunogenicidad, en la manera, ya que algunos exaltan la respuesta in­
actualidad, el desarrollo de una m etodología mune humoral y otros la mediada por células.
muy sensible para el dosaje de anticuerpos, co­ Se considera que los macrófagos, los linfoci­
mo lo son la hemoaglutinación pasiva de Boy- tos B y los hnfocitos T son las células que par­
den, la inmunofluorescencia, la inmunoenzimo­ ticipan en la exaltación de la antigenicidad. Los
logía, el empleo de radioisótopos, y muy espe­ antígenos particulados o solubles transform a­
cialmente la determinación del ntimero de célu­ dos en particulados por acción de un adyuvante
las linfoides formadoras de placas de hemólisis, serían procesados por los macrófagos, los que
etc., permiten evaluar la actividad de los antíge­ im pedirían su fuga y facilitarían su presenta­
nos sin recurrir al estudio de la anafilaxia; esto ción a las células inm unocompetentes, m ejo­
es muy iinportante sobre todo para los antíge­ rando de este modo la respuesta. Para algunos
nos o conjuntos antigénicos de gran tamaño, co­ de los adyuvantes parecería necesitarse la parti­
mo las bacterias, los hematíes y las células. cipación de los linfocitos T y B en la exaltación
de la respuesta inmune humoral. Experimental­
A dyuvantes y exaltación de la antigenicidad mente se ha comprobado que hay adyuvantes
que no aumentan la producción de anticuerpos
Si bien mediante estímulos a repetición pue­ en animales depletados en células T; otros en
de mejorarse la respuesta inmune como conse­ cambio parecen actuar directamente sobre las
cuencia de la capacidad “adyuvante intrínseca” células B, ejerciendo sobre las tnismas un efec­
que tienen algunos antígenos, en otros casos se to mitogénico. La dosis de antígeno influye en
consigue una exaltación de su inm unogenici­ estos casos, ya que se ha observado una menor
dad añadiéndoles productos con capacidad “ad­ dependencia T cuando la cantidad de inmunó­
yuvante extrínseca”, los que pueden convertir geno inoculada es grande. El requerimiento de
en inmunogénicas a sustancias que no lo son, o células T o B ha sido estimado experimental­
Antígenos 73

mente sobre la base de la influencia del adyu­ reacción inmune humoral y celular, interfirien­
vante en la producción, por parte del huésped, do en la regulación de la síntesis de los anti­
de anticuerpos de tipo IgM o IgG. Como se sa­ cuerpos de tipo IgM, estimulando la adenilci­
be, los primeros no son T dependientes, y sí lo clasa con aumento de AMP cíclico, el que par­
son los segundos. ticipa en la regulación de la síntesis de ácidos
Varios son los mecanismos por los cuales los nucleicos y proliferación celular, etcétera.
adyuvantes pueden ejercer su efecto. Este pue­ M ediante la participación de uno o varios de
de deberse a una liberación lenta y gradual del los mecanism os m encionados los adyuvantes
antígeno cuando se encuentra adsorbido a geles exaltan la inmunogenicidad, haciendo que antí­
coloidales como el hidróxido de aluminio, fos­ genos débiles se transformen en buenos induc­
fato de calcio, etcétera, o emulsionado en vehí­ tores de la respuesta inmune.
culos oleosos. La vida media del antígeno au­ En los últimos años se ha aislado un péptido
menta, con prolongación de su capacidad esti- de la pared celular de las bacterias que forman
m ulativa, lo que asegura una m ayor y m ás parte del adyuvante de Freund completo, que
efectiva producción de anticuerpos. luego fue sintetizado. Es el A^-acetilmuramil-L-
Otro hecho que asegura una mejor respuesta alanil-D-isoglutamina, al que se lo designa mu-
inmune es la acumulación de células inmuno- ramil dipéptido (MDP), y constituye la copia
competentes en los órganos linfoides estimula­ de un fragmento del peptidoglicano bacteriano.
dos por el antígeno, el que se produce a expen­ Este producto y otros derivados han dem ostra­
sas de las células circulantes. La mayor parte do poseer un notable poder adyuvante y ser
de los adyuvantes inducen este fenómeno y al­ moduladores activos de la respuesta inmune.
gunos de ellos -especialm ente el adyuvante de O tra manera de conseguir inmunopotencia-
Freund completo constituido por un vehículo ción es incorporando los antígenos proteicos en
oleoso adicionado de b acilo s tu b ercu lo so s vesículas lipídicas o liposomas y en los llam a­
m uertos- producen un granuloma en el punto dos complejos lipofílicos inmunomoduladores
de inoculación, donde se observa acumulación (ISCOMs), usando como intermediarios deter­
de macrófagos y linfocitos, los que de este m o­ gentes o saponina, los que luego son. elim ina­
do están más expuestos a la acción del inm unó­ dos. Los liposomas se preparan mezclando, en
geno. Este fenómeno es más evidente para los determinadas condiciones, la proteína antigéni­
antígenos particulados, con adyuvancia intrín­ ca con fosfolípidos. Se forman vesículas rodea­
seca, y para los de alto peso molecular adsorbi­ das por una bicapa en la que se incorporan las
dos o emulsionados. El secuestro de células de proteínas, las que orientan sus residuos hidrofí-
la circulación y su reclutam iento en órganos licos hacia la fase acuosa y los hidrofóbicos ha­
linfoides se logra con adyuvantes no inmuno- cia el centro de la vesícula. Los ISCOMs resul­
génicos, y este efecto es más duradero que el tan de la interacción entre colesterol, Quil A y
producido directamente por los antígenos. A de­ residuos hidrofóbicos de las proteínas a incor­
más, el sitio de acumulación de células linfoi­ porar como inmunógenos. Dado que el Q uil A
des depende de la vía de inoculación del antí­ es una m ezcla de varias saponinas, distintas
geno; el bazo es el destinatario si la inyección partidas de Quil A pueden incidir en la obten­
se hizo por vía venosa o intraperitoneal, y el ción de ISCOMs inmunogénicos.
nódulo linfático drenante si se usó la vía subcu­ Los ISCOMs tienen capacidad para inducir
tánea. Parecería que este reclutamiento de célu­ la formación de anticuerpos y de activar linfo­
las inmunocompetentes sería indispensable pa­ citos Te específicos, así como de Th.
ra iniciar la respuesta inmune, y que la función Para la formación de los ISCOMs las proteí­
de los adyuvantes sería la de exaltarla. nas a incorporar deben tener restos hidrofóbi­
Hay adyuvantes que actuarían activando a cos. Es por ello que las proteínas liberadas de
los macrófagos, los que por intermedio de la membrana, que contienen un fragmento trans­
interleuquina 1 (IL-1) sintetizada estimularían membránico de naturaleza hidrofóbica, form an
a los linfocitos y facilitarían su respuesta. Otros buenos ISCOMs. También han resultado efec­
en cambio estimularían directamente la prolife­ tivas proteínas modificadas por tratamiento con
ración y diferenciación celular. Algunos, como ácido palmítico, el que es fijado covalentemen­
los lipopolisacáridos, son mitógenos selectivos te. Por este procedimiento proteínas no hid ro ­
de los linfocitos B, mientras que otros, como la fóbicas como ovoalbúmina y seroalbúmina bo­
vitamina A, lo hacen directamente sobre las cé­ vina, pueden originar ISCOMs inmunogénicos.
lulas T. Podrían actuar también modificando la Los ISCOMs pueden ser usados como inm u­
permeabilidad de la membrana citoplasmática nógenos por vía parenteral y oral, con buenos
de los linfocitos facilitando la captación del an­ resultados. En el últim o caso inducen buena
tígeno. respuesta de IgA.
Se considera que ciertos adyuvantes pueden En los liposomas e ISCOMS las proteínas
ejercer su acción variando la cinética de la incorporadas se expresan como inm unógenos
74 Aspectos básicos de la inmunidad

multivalentes. Estos adyuvantes han comenza­ B en jam in y col.: T h e an tig en ic stru ctu re o f p ro tein s: a
reappraisal. En: A n n Rev Im m unol (W E Paul, C G arrison
do a usarse en la inmunización humana, sobre Fathm an, H M etzger, Eds), 67-102, 1984.
todo en la formulación de vacunas que usan Berzofsky, J. A. & Berkow er, I. J.: “Im m unogenicity and
péptidos como inmunógenos, los que por sí so­ an tig en s tru c tu re ” . En F u n d a m en ta l Im m u n o lo g y (W .
los, en su mayoría, son poco efectivos. Paul, Ed.) Cap. 8, 1993, 3" ed. R aven Press.
C iba F oundation Sym posium : Im m unopotentiation. E lse­
vier Publ. N. Y ork, 1973.
Tiem po de perm anencia de los antígenos C ohén S, Sadun EH: Im m unology o f Parasitic Infections.
Blackw ell Sci Publ O xford, 1976.
La mayoría de los investigadores adm iten C hase M W , K uhns W J (Ed): S p ecificity o f S ero lo g ical
Reactions: L andsteiner C entenial. N Y A c a d Sci 169: I-
que los antígenos permanecen un tiempo relati­ 293, 1970. N Y ork A cad Sci Publ N York.
vamente corto en el organismo y se metaboli- G lynn LE , Stew ard M W ; Im m unochem istry: A n A d va n ced
zarían de la mism a m anera que lo hacen las Textbook. J W iley and Sons. N Y ork y Londres, 1978.
restantes proteínas que llegan al organism o. In te rn a tio n a l A ss o c ia tio n o f B io lo g ic a l S ta n d a riz a tio n
(Eds): Use a n d Standarization o f C hem ical D efin ed A n ­
Otros han podido dem ostrar, trabajando con tigens. S. K arger, 1986.
azoproteínas y proteínas unidas a haptenos K ab at EA : B lo o d G roup S u sta n ces. A cad em ic P ress N
marcados con '^'I, “^C, ^‘’S o su permanen­ Y ork, 19.56.
cia por tiempo prolongado en el organismo ino­ K abat EA: Stru ctu ra l C oncepts in Im m unology an d Im m u-
nochem istry. H olt, R inehart y W inston. N Y ork, 1976.
culado. Es de hacer notar que en estas investi­ Ludevitz O, S taub AM , W estphal O: Im m unochem istry of
gaciones se ha demostrado, en células obteni­ O and R antigens o f S alm onella and related Enterobacte-
das de bazo, radiactividad correspondiente a riaceae. B act R ev 30:192, 1966.
1.000 moléculas de antígeno por célula, cinco N otkins A L (Ed): Viral Im m u n o lo g y cmd Im m unopatho-
logy. A cadem ic Press. N Y ork, 1976.
meses después de la inoculación, y que se redu­ P ap p en h e im er A M , G ilí D M : D ip h te ria. R ec en t stu d ies
cía a 100 a los ocho o nueve meses. Estas expe­ h av e cla rifie d the m o le c u la r m e ch an ism s in v o lv ed in
riencias m uestran la perm anencia por cierto this pathogenesis. S cience 182:353, 1973.
tiempo de materiales antigénieos marcados, no R ace R R; S anger R: B lo o d G roups in M an, 6th ed, B lack ­
w ell Sci Publ O xford, 1975.
así la totalidad del antígeno. Es probable que el Rini, J. M ., S chultze-G ahm en V. & W ilson, 1. A.: “S tru c­
material proteico, que actúa como transporta­ tu r a l e v id e n c e fo r in d u c e d it as a m e e h a n is m fo r
dor no específico, experimente la degradación a n tib o d y -a n ig e n r e c o g n itio n ” . S cien ce 2 55: 9 6 9 -9 6 5 ,
1992.
que normalmente ocurre en esas sustancias. La
R u d b ac h JA , B ak e r PJ (E d s); Im m u n o lo g y o f B a c teria l
posibilidad de que la radiactividad detectada P o ly s a c c h a r id e s . E ls e v ie r N o rth H o lla n d P u b lis h in g
sea consecuencia de productos de radiólisis no C om pany. A m sterdam , 1979.
puede ser descartada. S altón M JR: The B a cteria l C ell Wall. E lsevier. N Y ork,
Investigaciones recientes han dem ostrado 1964.
Sela M; Im m unological studies with synthetic p o ly p ep ti­
que las células dendríticas localizadas en el ba­ des. A d v Im m unol 5.' 1, 1966.
zo retienen antígeno sin procesar, fijado a su Sela M (Ed): The antigens: a com prehensive treatise, vols.
mem brana, por largos períodos. E ste hecho 1-V A cadem ic Press. N Y ork, 1973-85.
cumpliría un papel muy importante en el man­ Sete, A., D oria, G. & A dorini, L.: “A m icrocom puter pro-
gram for h y d ro p h ilicity and am p h ip aticity an aly sis o f
tenimiento de la memoria inmunológica; esos p ro te in an tig en . M o le c u la r Im m u n o lo g y 2J.-8 O 7 -8 I0 ,
antígenos serían los que estimularían en forma 1986.
repetida a los linfocitos que cumplen esa fun­ Sercavz, E. (ed.). “A ntigenic determ inants and im m une re­
ción, asegurando la presencia de células capa­ gulation” C hem ical Im m unology, vol. 46, 1989.
S inger SJ: S tru ctu re and F u n ctio n o f A n tig en and A n ti­
ces de reaccionar con sus antígenos específicos body Protein, En The Proteins, vol III. H N eurath (Ed),
por largos períodos. A cadem ic Press, N Y ork, 1965,
Cabe señalar que lo expuesto corresponde a S tew art-T u ll D E S , D av ies M (Eds): Im m u n o lo g y o f the
antígenos proteicos, ya que los de naturaleza b acterial cell envelope. John W iley and Sons Ltd,, 1985,
T aim er E y col: T he atom ic m obility com ponent o f protein
poliosídica, que se degradan con dificultad, antigenicity. En A n n R ev Im m unol (W E Paul, C G arrison
permanecen en el organismo del huésped por F athm an, H M etzger, Eds), pp 501-536, 1985,
largos períodos. Esta eliminación lenta puede S zentivanyi A, F ried m an H (Eds); Y irus, Im m u n ity an d
producir acumulación, la que a su vez puede Im m unodeficiency. P lenum Publ, 1986,
In te rn a tio n a l A ss o c ia tio n o f B io lo g ic a l S ta n d a riz a tio n
dar lugar a una parálisis inmunológica con au­ (Eds): Use an d S tandarization o f C hem ical D efin ed A n ­
sencia de respuesta inmune (véase cap. 15). tigens. S K arger, 1986,
W eir DM (Ed): H a n d b o o k o f E xp erim en ta l Im m unology,
vol, I, Im m u n o ch em istry , B lack w ell S ci P ubl O xford,
B IB L IO G R A FÍA 1986,
W illiam s CA, C hase M W (Ed): M ethods in Im m u n o lo g y
A lien, P. M.; “A ntigen processing at the m olecular level” . cmd Im m u n o c h em istry, vols I y II, A cad em ic P ress. N
Im m unology Today <S: 210-213, 1987. Y ork, 1967-68.
Anticuerpos

RICARDO MARGNI 5
GENERALIDADES ría unitaria del anticuerpo. Esto ha simplificado
los hechos, pero debemos aclarar que no es ab­
Son proteínas que elaboran los vertebrados soluto ya que, como se verá más adelante, un
al ser estimulados con un antígeno y que tienen antígeno puede originar más de un tipo de anti­
capacidad para reaccionar específicamente con cuerpo con características fisicoquímicas dife­
el inductor. rentes, de ahí su distinta manera de reaccionar
Esto permite excluir de la definición a otras frente al antígeno y su particular co m p o rta­
sustancias que se encuentran en los humores de miento biológico. Debemos admitir que un an­
los animales, que reaccionan de manera más o ticuerpo puede dar una o más de las reacciones
menos específica con ciertos agentes, pero que seiialadas, pero no necesariamente todas. Son
no son anticuerpos; nos referimos a algunos in­ pluripotentes, pero sin alcanzar la totalidad.
hibidores de enzimas proteolíticas presentes en Por análisis electroforéticos de sueros de
el organismo que, si bien tienen acción especí­ animales normales e inmunizados, se com pro­
fica sobre ellas, sus concentraciones no aumen­ bó que estos últimos diferían de los prim eros
tan ni sufren modificaciones por la inoculación en un aumento de la fracción gammaglobulíni-
de dichas enzimas. ca (fig. 5-1), y que había un gradiente progresi­
La mayor parte de los anticuerpos se halla en vo de aumento de dicha fracción si esos sueros
el plasma circulante como constituyentes pro­ provenían de un mismo animal en el transcurso
teicos de aquél. Antes de analizar y tratar de de una inm unización. Esto hizo suponer que
establecer su ubicación entre las proteínas, es los anticuerpos estaban localizados en la frac­
conveniente aclarar conceptos que nos van a ción gammaglobulina, y la demostración feha­
permitir comprender mejor algunos resultados. ciente de que así era se tuvo cuando se hicieron
Los anticuerpos reaccionan específicamente electroforesis simultáneas de un suero p ro ce­
con los antígenos que les han dado origen y co­ dente de un animal inmunizado y del m ism o
mo consecuencia de esa reacción se produce la suero previamente adsorbido con el respectivo
neutralización. Cuando esto ocurre en el tubo antígeno a efectos de eliminar el anticuerpo.
de ensayo generalmente sigue un fenómeno vi­ Como puede verse en la figura 5-2, la depre­
sible que puede ser precipitación, aglutinación, sión del pico de las gammaglobulinas es m ani­
bacteriólisis, citólisis, etcétera, según las carac­ fiesta en el segundo caso. Esto a su vez indica
terísticas del antígeno y la presencia o no de que no toda la gammaglobuhna plasmática tie­
sustancias complementarias. En un comienzo ne actividad anticuerpo para el antígeno en es­
se dio nombre particular al anticuerpo capaz de tudio, sino parte de ella, a la que ha dado en
producir uno u otro tipo de reacción, y se lo lla­ llamársela gammaglobulina inmune.
mó precipitina, aglutinina, anticuerpo fijador La introducción de otros métodos analíticos
del complemento, bacteriolisina, citolisina, et­ como la ultracentrifugación, la electroforesis
cétera, pero estudios posteriores perm itieron en geles en la inmunoelectroforesis sirvió para
comprobar que un mismo antisuero podía dar com probar que la gammaglobulina no es una
todas o casi todas las reacciones serológicas in­ fracción homogénea, sino que puede ser subdi-
dicadas, lo que llevó a la postulación de la teo­ vidida en diferentes componentes. Ya los in-
74 Aspectos básicos de la inmunidad

multivalentes. Estos adyuvantes han comenza­ B en jam ín y col.: T h e an tig en ic stru ctu re o f p ro tein s: a
reappraisal. En: A n n Rev Im m unol (W E Paul, C G arrison
do a usarse en la inmunización humana, sobre Fathm an, H M etzger, Eds), 67-102, 1984.
todo en la formulación de vacunas que usan Berzofsky, J. A. & Berkow er, 1. J.: “Im m unogenicity and
péptidos como inmunógenos, los que por sí so­ an tig en s tru c tu re ” . En F u n d a m en ía l Im m u n o lo g y (W .
los, en su mayoría, son poco efectivos. Paul, Ed.) Cap. 8, 1993, 3" ed. R aven Press.
C iba F oundation Sym posium : Im m unopotenliation. E lse­
vier Publ. N. Y ork, 1973.
Tiem po de perm anencia de los antígenos C ohén S, Sadun EH: Im m unology o f Parasitic Infections.
Blackw ell Sci Publ O xford, 1976.
La mayoría de los investigadores adm iten C hase M W , K uhns W J (Ed): S p ecificity o f S ero lo g ical
Reactions: L andsteiner C entenial. N Y A c a d Sci 169: 1-
que los antígenos permanecen un tiempo relati­ 293, 1970. N Y ork A cad Sci Publ N York.
vamente corto en el organismo y se metaboli- G lynn LE , Stew ard M W ; Im m unochem istry: A n A d va n ced
zarían de la mism a m anera que lo hacen las Texlbook. J W iley and Sons. N Y ork y Londres, 1978.
restantes proteínas que llegan al organism o. In te rn a tio n a l A ss o c ia tio n o f B io lo g ic a l S ta n d a riz a tio n
(Eds): Use a n d Standarization o f C hem ical D efin ed A n ­
Otros han podido dem ostrar, trabajando con tigens. S. K arger, 1986.
azoproteínas y proteínas unidas a haptenos K ab at EA : B lo o d G roup S u sta n ces. A cad em ic P ress N
marcados con '^'I, “*C, ^‘’S o ^H, su permanen­ Y ork, 19.56.
cia por tiempo prolongado en el organismo ino­ K abat EA: Stru ctu ra l C oncepts in Im m unology an d Im m u-
nochem istry. H olt, R inehart y W inston. N Y ork, 1976.
culado. Es de hacer notar que en estas investi­ Ludevitz O, S taub AM , W estphal O: Im m unochem istry of
gaciones se ha demostrado, en células obteni­ O and R antigens o f S alm onella and related E n terobacte­
das de bazo, radiactividad correspondiente a riaceae. B act R ev 30:192, 1966.
1.000 moléculas de antígeno por célula, cinco N otkins A L (Ed): Viral Im m u n o lo g y a n d Im m unopatho-
logy. A cadem ic Press. N Y ork, 1976.
meses después de la inoculación, y que se redu­ P ap p en h e im er A M , G ilí D M : D ip h te ria. R ee en t stu d ies
cía a 100 a los ocho o nueve meses. Estas expe­ h av e ela rifie d the m o le c u la r m e ch an ism s in v o lv ed in
riencias m uestran la perm anencia por cierto this pathogenesis. S cience 7S2.-353, 1973.
tiempo de materiales antigénicos marcados, no R ace R R; S anger R: B lo o d G roups in M an, 6th ed, B lack ­
w ell Sci Publ O xford, 1975.
así la totalidad del antígeno. Es probable que el Rini, J. M ., S ehultze-G ahm en V. & W ilson, 1. A.: “S tru c­
material proteico, que actúa como transporta­ tu r a l e v id e n c e fo r in d u c e d it as a m e c h a n is m fo r
dor no específico, experimente la degradación a n tib o d y -a n ig e n r e c o g n itio n ” . S cien ce 2 55: 9 6 9 -9 6 5 ,
1992.
que normalmente ocurre en esas sustancias. La
R u d b ac h JA , B ak e r PJ (E d s): Im m u n o lo g y o f B a c teria l
posibilidad de que la radiactividad detectada P o ly s a c c h a r id e s . E ls e v ie r N o rth H o lla n d P u b lis h in g
sea consecuencia de productos de radiólisis no C om pany. A m sterdam , 1979.
puede ser descartada. S altón M JR: The B a cteria l C ell Wall. E lsevier. N Y ork,
Investigaciones recientes han dem ostrado 1964.
Sela M: Im m unological studies with synthetic polypepti-
que las células dendríticas localizadas en el ba­ des. A d v Im m unol 5.' 1, 1966.
zo retienen antígeno sin procesar, fijado a su Sela M (Ed): The antigens: a com prehensive treatise, vols.
mem brana, por largos períodos. E ste hecho 1-V A cadem ic Press. N Y ork, 1973-85.
cumpliría un papel muy importante en el man­ Sete, A., D oria, G. & A dorini, L.: “A m icrocom puter pro-
gram for h y d ro p h ilieity and am p h ip aticity an aly sis o f
tenimiento de la memoria inmunológica; esos p ro te in an tig en . M o le c u la r Im m u n o lo g y 2 J.-8 0 7 -8 1 0 ,
antígenos serían los que estimularían en forma 1986.
repetida a los linfocitos que cumplen esa fun­ Sercavz, E. (ed.). “A ntigenic determ inants and im m une re­
ción, asegurando la presencia de células capa­ gulation” C hem ical Im m unology, vol. 46, 1989.
S inger SJ: S tru ctu re and F u n ctio n o f A n tig en and A n ti­
ces de reaccionar con sus antígenos específicos body Protein. En The Proteins, vol 111. H N eurath (Ed).
por largos períodos. A cadem ic Press. N Y ork, 1965.
Cabe señalar que lo expuesto corresponde a S tew art-T u ll D E S , D av ies M (Eds): Im m u n o lo g y o f the
antígenos proteicos, ya que los de naturaleza b acterial cell envelope. John W iley and Sons Ltd., 1985.
T aim er E y col: T he atom ie m obility com ponent o f protein
poliosídica, que se degradan con dificultad, antigenicity. En A m R ev Im m unol (W E Paul, C G arrison
permanecen en el organismo del huésped por Fathm an, H M etzger, Eds), pp 501-536, 1985.
largos períodos. Esta eliminación lenta puede S zentivanyi A, F ried m an H (Eds): Virus, Im m u n ity an d
producir acumulación, la que a su vez puede Im m unodeficiency. P lenum Publ, 1986.
In te rn a tio n a l A ss o c ia tio n o f B io lo g ic a l S ta n d a riz a tio n
dar lugar a una parálisis inmunológica con au­ (Eds): Use an d S tandarization o f C hem ical D efin ed A n ­
sencia de respuesta inmune (véase cap. 15). tigens. S K arger, 1986.
W eir DM (Ed): H a n d b o o k o f E xp erim en ta l Im m unology,
vol. I. Im m u n o ch em istry . B lack w ell S ci P ubl O xford,
B IB L IO G R A FÍA 1986.
W illiam s CA, C hase M W (Ed): M ethods in Im m u n o lo g y
A lien, P. M.; “A ntigen processing at the m olecular level” . cmd Im m u n o c h em istry, vols I y II. A cad em ic P ress. N
Im m unology Today <S: 210-213, 1987. Y ork, 1967-68.
Anticuerpos

RICARDO MARGNI 5
GENERALIDADES ría unitaria del anticuerpo. Esto ha simplificado
los hechos, pero debemos aclarar que no es ab­
Son proteínas que elaboran los vertebrados soluto ya que, como se verá más adelante, un
al ser estimulados con un antígeno y que tienen antígeno puede originar más de un tipo de anti­
capacidad para reaccionar específicamente con cuerpo con características fisicoquímicas dife­
el inductor. rentes, de ahí su distinta manera de reaccionar
Esto permite excluir de la definición a otras frente al antígeno y su particular co m p o rta­
sustancias que se encuentran en los humores de miento biológico. Debemos admitir que un an­
los animales, que reaccionan de manera más o ticuerpo puede dar una o más de las reacciones
menos específica con ciertos agentes, pero que seiialadas, pero no necesariamente todas. Son
no son anticuerpos; nos referimos a algunos in­ pluripotentes, pero sin alcanzar la totalidad.
hibidores de enzimas proteolíticas presentes en Por análisis electroforéticos de sueros de
el organismo que, si bien tienen acción especí­ animales normales e inmunizados, se com pro­
fica sobre ellas, sus concentraciones no aumen­ bó que estos últimos diferían de los prim eros
tan ni sufren modificaciones por la inoculación en un aumento de la fracción gammaglobulíni-
de dichas enzimas. ca (fig. 5-1), y que había un gradiente progresi­
La mayor parte de los anticuerpos se halla en vo de aumento de dicha fracción si esos sueros
el plasma circulante como constituyentes pro­ provenían de un mismo animal en el transcurso
teicos de aquél. Antes de analizar y tratar de de una inm unización. Esto hizo suponer que
establecer su ubicación entre las proteínas, es los anticuerpos estaban localizados en la frac­
conveniente aclarar conceptos que nos van a ción gammaglobulina, y la demostración feha­
permitir comprender mejor algunos resultados. ciente de que así era se tuvo cuando se hicieron
Los anticuerpos reaccionan específicamente electroforesis simultáneas de un suero p ro ce­
con los antígenos que les han dado origen y co­ dente de un animal inmunizado y del m ism o
mo consecuencia de esa reacción se produce la suero previamente adsorbido con el respectivo
neutralización. Cuando esto ocurre en el tubo antígeno a efectos de eliminar el anticuerpo.
de ensayo generalmente sigue un fenómeno vi­ Como puede verse en la figura 5-2, la depre­
sible que puede ser precipitación, aglutinación, sión del pico de las gammaglobulinas es m ani­
bacteriólisis, citolisis, etcétera, según las carac­ fiesta en el segundo caso. Esto a su vez indica
terísticas del antígeno y la presencia o no de que no toda la gammaglobuhna plasmática tie­
sustancias complementarias. En un comienzo ne actividad anticuerpo para el antígeno en es­
se dio nombre particular al anticuerpo capaz de tudio, sino parte de ella, a la que ha dado en
producir uno u otro tipo de reacción, y se lo lla­ llamársela gammaglobulina inmune.
mó precipitina, aglutinina, anticuerpo fijador La introducción de otros métodos analíticos
del complemento, bacteriolisina, citolisina, et­ como la ultracentrifugación, la electroforesis
cétera, pero estudios posteriores perm itieron en geles en la inmunoelectroforesis sirvió para
comprobar que un mismo antisuero podía dar com probar que la gammaglobulina no es una
todas o casi todas las reacciones serológicas in­ fracción homogénea, sino que puede ser subdi­
dicadas, lo que llevó a la postulación de la teo­ vidida en diferentes componentes. Ya los in-
76 Aspectos básicos de ía inmunidad

metidas en su biosíntesis en un sentido mucho


más amplio. Se ha llegado a la conclusión de
que la gammaglobulina inmune no es un tipo
tínico de proteína, sino que es una familia a la
que se denomina inmunoglobulinas y en la que,
segtin Heremans, se incluyen todas las globuli­
nas con actividad anticuerpo. En el hombre se
han identificado las IgG, IgM, IgA, IgD, IgE
gammaglobulinas, y relacionadas con ellas es­
tán las proteínas de Bence-Jones halladas en la
orina de enfermos de mieloma (fig. 5-3).
Se las considera como una familia porque en
todas ha sido posible demostrar la función de
anticuerpo; son elaboradas por un mismo tipo
de célula, las plasmáticas; y además, actuando
como antígenos, cada una de ellas da reaccio­
nes cruzadas con los anticuerpos elaborados
Fig. 5-1. Eleetroforesis en acetato de eelulosa de suero de por las restantes. El análisis químico ha servido
conejo norm al (a) y sueros del m ism o anim al después de la para reafirmar este agrupamiento. Se ha com­
inoculación de ovoalbúm ina (b, c). A m edida que el título
de anticuerpos aum enta se observa increm ento de la frac­ probado que todas tienen una estructura tetra-
ción gam m aglobulina, peptídica básica, con péptidos compartidos y
diferenciales. Estos péptidos, llamados L y H,
están unidos entre sí covalentemente y se en­
munólogos habían observado que algunos anti­ cuentran repetidos en la molécula (fig. 5-4).
cuerpos con igual especificidad para un mismo Estas estructuras tetrapeptídicas pueden en­
antígeno, pero provenientes de animales de dis­ contrarse bajo form a de m onóm eros, com o
tinta especie, tenían características fisicoquími­ ocurre con la IgG, IgD e IgE; de pentámeros,
cas diferentes. Igual fenómeno se había obser­ como en el caso de la IgM; o de monómero, dí­
vado en los anticuerpos que aparecían en los mero y trímero, como en la IgA.
períodos iniciales de una inmunización y en los Las inmunoglobulinas son glucoproteínas y
tardíos. Los anticuerpos contra el soma bacilar el contenido en hidratos de carbono varía para
y contra las cilias obtenidos por inmunización cada una de las clases.
con Salmonella typhi tenían pesos moleculares Las diferentes clases de inm unoglobulinas
muy distintos. normales constituyen una población heterogé­
Todos estos hechos y el desarrollo a un alto nea de moléculas y son de origen policlonal.
nivel de metodologías analíticas fisicoquímicas Esa heterogeneidad es consecuencia de la va­
aplicadas a la biología permitieron abordar el riabilidad de los aminoácidos constitutivos, la
estudio de los anticuerpos y de células compro­ que puede deberse a variaciones isotípicas, que

F ig. 5-2. G raficación de la corrida inm unoelectroforética de un suero inm une antes y después de la adsorción con el an tí­
g eno específico. I, eleetroforesis en acetato de celulosa de suero de conejo inm unizado con ovoalbúm ina. II, eleetroforesis
d el m ism o suero previa adsorción con ovoalbiim ina en zona de equivalencia (m uestra concentrada al volum en original
d espués de la adsorción).
Anticuerpos 77

son comunes a todos los individuos de la m is­


ma especie y que afectan a las distintas clases y
tipos de inmunoglobulinas; a variaciones alotí­
picas, que diferencian formas polimorfas de in­
munoglobulinas, las que no se encuentran pre­
sentes en toda la población molecular de una
determinada clase de inmunoglobulina de una
especie animal, y a variaciones idiotípicas, pro­
pias y particulares de cada molécula (fig. 5-5),
Las inmunoglobulinas que poseen especifici­
dad para un antígeno (anticuerpos) son más ho­
mogéneas que las inmunoglobulinas normales,
pues su síntesis depende de un ntímero restrin­
gido de clones celulares. Las proteínas de m ie­
lomas son inmunoglobulinas homogéneas por
ser de origen monoclonal (fig. 5-6). Estas han
resultado de extraordinario valor para estudios
secuenciales, ya que, en cambio, por su hetero­
geneidad, no se prestan para ello las inmuno-
globulinas normales y la mayor parte de los an­
ticuerpos.
En los últimos años se ha desarrollado una
metodología que permite obtener por fusión de
células tumorales y células productoras de anti­
cuerpos, “hibridomas”, con capacidad para pro­
liferar in vitro y sintetizar anticuerpos homogé­
neos. Estas poblaciones moleculares se están
usando en diferentes laboratorios y en distintas
líneas de investigación, ya que por clonado y
selección se pueden conseguir híbridos que sin­
F ig. 5-3. Inm unoelectroforesiíí de su ero hum ano. C o m o
tetizan anticuerpos de la clase y la especifici­ inm unosueros precipitantes se usaron: 1, suero de co n e jo
dad deseadas. andhum ano total, i , suero de conejo anti-lgG , 3, su ero de
La diferencia más apreciable entre las inm u­ conejo anti-IgA . 4, suero d e conejo anti-IgM .
noglobulinas normales y los anticuerpos es la
capacidad de estos últimos para reconocer sus
correspondientes antígenos, es decir, su especi­ cuerpos. Aquellas están constituidas por una
ficidad. En realidad, las inmunoglobulinas nor­ población molecular infinitamente grande, te ­
males del suero en nada difieren de los anti- niendo cada una de esas moléculas una especi-

Pepsina Pepsina

Fig. 5-4. Esquem atización de una m olécula de IgG (Ig G l). Los núm eros indican las posiciones de los residuos d o nde tie-
ne lugar el clivaje enzim ático. CH O significa hidratos de carbono. Las porciones trazadas con líneas de puntos co rresp o n ­
den a los fragm entos variables d e las cadenas L y H.
78 Aspectos básicos de ia inmunidad

F ig . 5-5. a, variaciones isotípicas. A fectan a todos los com ponentes de la clase o subclase de inm unoglobulina y están lo ­
calizadas en la parte constante de la cadena H, preferentem ente en el fragm ento Fe; b, variaciones alotípicas. N o están pre-
sentes en todos lo.s com ponentes de una m ism a clase o subclase y perm iten diferenciar poblaciones m oleculares dentro de
ellas. C orresponden a determ inantes antigénieos codificados por form as alélicas de un m ism o locus. N orm alm ente están
localizadas en los fragm entos constantes de las cadenas L y H; y c, variaciones idiotípicas. Son propias de cada m olécula y
afectan a los fragm entos variables de las cadenas L y H.

IV V VI VII
Clones celulares ■

• • • • • • •
IgG elaborada - 1 2 3 4 5 6 7
> a
o
1® ^ 2 1 2 3 4 5 6 7

Inmunoelectroforesis • 4 . ^ / ! \ /®\ *\ *\ / t \ / ! \

r T - T T

Suero anti-IgG

F ig. 5-6. Esquem atización de una IgG policlonal y monoclonal.


Anticuerpos 79

ficidad definida. La enorme dilución de cada Por este procedim iento se obtienen dos fra g ­
molécula en la población total y el hecho de no mentos, uno de movilidad electroforética lenta
conocer sus especificidades hace que genérica­ (Fab) y el otro de desplazamiento rápido (Ec).
mente se consideren como no reactivas, cuando En ei primero de ellos se encuentran locali­
en realidad lo que no tienen es capacidad para zados la actividad anticuerpo, los factores ge­
reaccionar con un determinado antígeno en en­ néticos Km (anteriormente designados Inv) y
sayo. los determinantes antigénicos comunes a otras
Para un mejor análisis nos ocuparemos del inmunoglobuhnas, en tanto que el Ec, fragm en­
estudio de las características generales de los to cristalizable, si bien carece de actividad anti­
componentes de esta fam iha y sus relaciones cuerpo, está relacionado con otras propiedades
con la actividad anticuerpo, así como de los di­ inherentes a la molécula entera y posee los d e­
ferentes factores que regulan su producción y terminantes antigénicos propios y los factores
condicionan la especificidad. genéticos Gm exclusivos de la IgG. Este frag­
De todas las inmunoglobulinas, la mejor es­ mento es el que contiene la mayor proporción
tudiada ha sido la IgG ; las investigaciones de los hidratos de carbono, calculada en apro­
efectuadas en las restantes están en su mayoría ximadamente un 75%. Es el responsable de la
relacionadas con esos estudios. Es por ese m o­ fijación de los anticuerpos a piel heteróloga; el
tivo que habrá de ser analizada en forma más que fija el complemento cuando forma parte
pormenorizada. del complejo antígeno-anticuerpo; el que d eter­
La nomenclatura con que se identifican es la mina la capacidad de esta inmunoglobulina p a­
recomendada por la Organización Mundial de ra atravesar la placenta; el que contribuye al
la Salud. control del ritmo catabólieo, y el que se fija a la
proteína A del Staphylococcm aureus.
El fragmento Fab, si bien rétiene la actividad
IN M U N O G L O B U L IN A G (IgG ) anticuerpo, se comporta como univalente. Los
péptidos Fab y Fe tienen la misma constante de
Sinonimia. 1 S y globulina; globulina. sedimentación, 3,5 S y un peso molecular apro­
Por electroforesis aparece como una banda ximado de 55 kD. Esto ocurre cuando el tiem ­
algo difusa, en la zona catódica. El ancho de la po de digestión varía entre 1 y 4 horas; en cam ­
banda depende del soporte de corrida usado. bio, si se lo prolonga a 16 horas, aparece un
Cuando se usan geles la misma es estrecha, a péptido F e’ antigénicamente deficiente con re s­
diferencia de lo que ocurría en los prim eros pecto a Fe (figs. 5-7 y 5-8).
análisis efectuados, en los que se empleaba pa­ P or digestión tríp tic a parcial se o b tien en
pel como soporte. Por inmunoelectroforesis, la p ép tid o s sim ilares, a los que se d en o m in a
IgG da una banda de precipitación que se ex­ Fab(t) y Fc(t).
tiende desde la zona de menor movilidad hasta Si la IgG es clivada con pepsina durante 18
las a 2 globulinas, con zonas de precipitación horas, se obtienen fragmentos con una constan­
de mayor intensidad para las moléculas menos te de sedimentación de 5,5 S y peso molecular
móviles, que son las evidenciables por electro­ 90 kD. Siguen comportándose como anticuer­
foresis en soportes inertes. pos bivalentes precipitantes y se denom inan
La IgG tiene una constante de sedimentación F(cb’)2. Los fragmentos Fe obtenidos por d i­
de aproxim adam ente 7 u n id ad es S vedberg gestión papaínica son destruidos durante el tra­
(6,56 ± 0,32) y éste es el motivo por el que se tam iento pépsico, por desdoblamiento en p e ­
la conoce comúnmente como 7 S gammaglobu­ queños péptidos dializables. Si el tiempo de di­
lina. Su peso molecular, calculado por diferen­ gestión es menor, se obtiene un péptido deriva­
tes métodos, oscila entre 140 y 160 kD. Es la do del Fe, el pF c’, muy similar al fragm ento
inmunoglobulina de menor contenido en hidra­ F e ’ resu ltan te de la digestión papaínica. El
tos de carbono, un 2,6%, de los cuales 1,2% fragmento F (ab’)2 tratado con mereaptoetanol
corresponden a hexosa y 1,14% a hexosamina; u otro reductor se transforma en un péptido que
la relación hexosamina/hexosa es de 0,94. tiene una constante de sedimentación de 3,5 S e
Frente al antígeno específico se com porta inm unológieam ente se com porta como a n ti­
como anticuerpo bivalente y tiene capacidad cuerpo univalente. Esto fue lo que llevó a co n ­
para fijar el complemento, fijarse a piel heteró­ siderar que los anticuerpos bivalentes están
loga y atravesar la placenta. Porter estudió la constituidos por dos subunidades Fab unidas
degradación sufrida por la gammaglobulina de por un puente disulfuro y un fragmento Fe que
conejo cuando era tratada con papaína cristali­ aparece en el digesto papaínico y es degradado
zada activada con cisteína y posteriorm ente por la pepsina, ello deducido de su comporta­
cromatografiada en columna de resinas celuló­ miento frente a los agentes hidrolizan tes. Si la
sicas de intercambio iónico. Estudios similares digestión papaínica se lleva a cabo con papaína
se han efectuado con gamm-aglobulina humana. insoluble en agua (papaína unida a un copolí-
80 Aspectos básicos de ¡a inmunidad

F ig. 5 -7. 1, IgG h u m an a d ig erid a c o n .


p a p a ín a -c is te ín a , d u ra n te 4 h o ra s , a,
Proteína no digerida; b, m ezcla de Fab y
Fe; c, péptidos pequeños (F e ’). 2, IgG
h u m a n a d ig e rid a con p apaína-ci.steína
durante 16 horas. En am bos casos la se­
paración se hizo por filtración a través
de S ep h ad ex G-IOO, y la elu ció n con
buffer de fosfatos 0,01 M, NaCl 0,15 M.
pH 7,6. 3, separación de los fragm entos
Fab y Fe, provenientes del pico b, por
c ro m a to g ra fía en D E A E -c e lu lo sa . La
elución se hizo con gradiente de fo sfa­
tos 0,005 M /0 ,1 M, pH 7,6.

10 20 30 40 50 60 70 90 100 110 120 130 140 O’*’'*®

Tubos

mero de p-aminofenilalanina y leucina), solubi- En condiciones especiales de clivaje, el frag­


lizando luego los productos con detergentes mento constituido por las porciones variables
(dodecil sulfato de sodio), se obtiene un frag­ de las cadenas L y H puede ser escindido del
mento F (ab)2 similar al anterior, pero de P.M. resto de la molécula de inmunoglobulina. Se
84 kD, que se desdobla con cisteína en dos designa fragmento Fv.
fragmentos Fab. En la figura 5-4 se encuentran Cuando la IgG se reduce con m ercaptoeta­
señalados los residuos donde las enzimas m en­ nol, se alquila con iodoacetamida para evitar la
cionadas producen las escisiones. reoxidación y se trata con ácido acético o pro-

F ig. 5-8. Inm unoelectroforesis de IgG hum ana y sus fragm entos obtenidos por digc^iiiMi paj)aíiiis'a. i. a la^ -í ¡loras; I I , a
las 16 horas.
Anticuerpos 81

mi de eluido

Fig. 5-9. Separación de cadenas H y L por filtración a través de Sephadex G-lOO estabilizado con ácido propiónico 1 M,
El producto filtrado proveniente de una IgG hum ana tratada con m ereaptoetanol, alquilada con iodoacetam ida y d ia liz ad a
contra ácido propiónico 1 M. C om o eluyente se utilizó ácido propiónico 1 M.

piónico, se desdobla en cadenas peptídicas de el anáhsis proteico. Se han efectuado hidrólisis


dos tipos; las livianas L {ligltt), de peso mole­ previas con bromuro de cianógeno (BrCN), que
cular aproximadamente 23 kD, portadoras de rompe las uniones del grupo -COOH de la me-
factores Km y determinantes antigénieos com ­ tionina con el grupo -NH^ del aminoácido si­
partidos con las restantes inmunoglobulinas, y guiente, transformando la metionina en hom o-
las pesadas, H {heavy), de peso molecular 52 serina u homoserina lactona; y estos péptidos,
kD, con especificidad propia y factores genéti­ o sus productos de digestión por acción de la
cos Gm. Su separaciíSn se consigue filtrando tripsina, quimotripsina u otros degradantes, han
por Sephadex G-lOO y empleando como elu ­ sido analizados para tratar de establecer, con
yente la misma solución ácida (fig. 5-9). todos esos datos, la estructura de la proteína
Las cadenas L, comunes a todas las inmuno- inicial. Para la determinación del aminoácido
globulinas, son de dos tipos, llamadas kappa C-terminal generalmente se usó el método de la
( k ) y lambda {X), que se encuentran presentes carboxipeptidasa y para el N -term inal el de
en la población de cada inmunoglobulina. No dansyl o el de Edman, sobre todo para las de­
obstante, las moléculas son simétricas y cada gradaciones seriadas.
una posee dos cadenas K o dos cadenas X, las Todas estas investigaciones han perm itido
cuales difieren en su antigenicidad y aminoáci­ com probar que las cadenas L están form adas
dos constitutivos. En una población normal de por dos fragmentos de 107 aminoácidos cada
moléculas de IgG, aproxim adam ente un 60- una. La porción N-terminal es variable, con un
65% de ellas posee cadenas L tipo k , y un 30- total de 75-77 residuos sustituibles (-70% de
35%, cadenas L tipo % (relación k!X = 1,5). El variabilidad), en tanto que la C-terminal es esta­
aminoácido C terminal de las cadenas k es cis­ ble para cada tipo de cadena. Cuatro residuos
teína, y el de las cadenas X, serina, precedido cisteína, dos en la zona variable y dos en la es­
de cisteína, aminoácido éste de suma importan­ table, originan puentes -S-S-, los que form an
cia que contribuye a la formación de los puen­ dos anillos o bucles, de aproximadamente 60
tes S-S entre las cadenas L y H. aminoácidos cada uno, denominados Vj y C,
Distintos investigadores han efectuado análi­ que le confieren cierta estabihdad a la molécula.
sis secuenciales de cadenas L tipo K y X y han La fracción variable presenta zonas estables
dem ostrado que están constituidas por 214 (fig. 5-10). Dicha variabilidad, sobre todo la
(213-218) aminoácidos. Para estos estudios se correspondiente a algunos residuos, com o se
han empleado los métodos generales usados en verá m ás adelante, desem peña un papel m uy
82 Aspectos básicos de la Inmunidad

C uadro 5-1. Relaciones entre el fenotipo Km C u a d ro 5-2. V ariaciones iso típ ica s en la
y estructura primaria de la región constante de estructura prim aria del fragm ento constante
las cadenas K de las cadenas X
Fenotipo R esiduo de am inoácidos
Isotipo Posición Residuo Variante
Km 153 191
Oz 193 Lys +
(í) V al Leu
( 1. 2) A la Leu Arg
(3) A la Val Kern 156 Gly +
Ser _
fvlz 147/174 V al/A sn +
Ala/Lys ~
importante en la actividad anticuerpo de la mo­ M cg 116/118/167 A sp/Thr/l^ys +
A la/Se/Thr -
lécula. Cuando se habla de secuencia variable
se quiere significar que existen muchos lugares
ocupados por aminoácidos diferentes, en otras
cadenas del mismo tipo estudiadas. sitivos o negativos según que den reacciones es­
En la región constante de las cadenas k se pecíficas o no con los correspondientes antisue­
han observado variaciones, que están relacio­ ros. Las relaciones entre ellos y la estructura
nadas con tipos serológicos hereditarios {aloti­ primaria del fragmento constante de las cadenas
pos). Los marcadores genéticos Km se heredan \ comprometido figuran en el cuadro 5-2.
por una serie de tres alelos; K m ‘, Km''^ y K m l Si bien los primeros 20-25 residuos de las
Los análisis secuenciales han perm itido esta­ cadenas L de tipo K y pueden presentar varia­
blecer las relaciones entre -la estructura prima­ ciones consideradas cada una de ellas en con­
ria de estas cadenas y los antígenos Km (1), junto, actualmente y sobre la base de un mayor
Km (1,2) y Km (3) (cuadro 5-1). conocimiento de secuencias, el análisis detalla­
Variaciones similares ocurren en las cadenas do de esos residuos ha permitido subdividir a
X, pero aquí no se trata de marcadores genéti­ las cadenas K en los subgrupos Kj, k „ , . k y
cos, ya que están distribuidos entre las diferen­ y a las cadenas A. en los subgrupos >.j„,
tes cadenas X de todos los individuos. Se deno­ Xjy, y cada uno de ellos con los prime­
minan isotipos y a esas variedades serológica- ros 22 residuos constantes. Estos residuos son
mente identificables se las conoce como marca­ los ubicados antes de la primera cisteína N-ter­
dores Oz, Kern, Mz y Mcg, que pueden ser po- minal.

I— Cadena H

F ig . S-10. Representación esquem ática de una cadena L de tipo K. (Elaborada con datos publicados por Puttnam y M ils­
tein.)
Anticuerpos 83

C uadro 5-3. Secuencia amino-terminal de los subgrupos de cadenas L humanas de los tipos K y X
S e c u e n c ia

Sub^
grupo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 W 11 12 13 14 ¡5 16 17 18 79 20 21 22 23

Vk, A.sp lie Gln M el Thr Gln S er P ro S er Ser Leu S er Ata Ser Val G ly A sp Arg V al Thr lie Thr Cys
Vk,i Asp lie Val M et Thr Gln S er P ro L eu Ser L eu Pro V al T hr Pro G ly G lu Pro A la Ser lie Ser Cys
VKhi Glu lie V al Leu Thr Gln S er P ro Gly Thr L eu S er Leu S e r P ro G ly G lu Arg A la Thr L eu S er Cys
V k,v A sp íle V al M et Thr G ln Ser P ro Asn Ser L eu A la V al S e r Leu G ly G lu Arg A la T h r He A sn Cys

la, PCA S er Val L eu T h r Gln P ro P ro S er (-) Val S er G ly A la P ro G ly Glu Agr Val T hr lie S er Cys
i a „ PCA Ser Ala L eu Thr G ln P ro Ala S er (- ) Val S er Gly S e r P ro G ly G ln Ser lie iT. »h r lie oSc.
er Cys
KX.||j Ser Tyr Glu L eu Thr Gln P ro P ro S er (- ) Val S er V al Ser P ro G ly Gln Thr A la Arg lie Thr Cys
(-) S er Glu L eu Thr G ln Asp Pro Ala (- ) V al Ser Val A la Leu G ly Gln Thr Val Arg lie Thr Cys
PCA S er A la L eu T h r G ln P ro P ro S er (- ) A la S er G ly S e r Pro G ly G ln S er V al T h r íle S er Cys
KX^^ Asp Phe M et I.e u Thr Gln P ro His S er (-) Val S er Glu S e r P ro G ly Lys Thr Val Thr Phe S er Cys

P C A es el s ím b o lo para el re sid u o d erivado del ácido p irro lid -2 -o n a-5 ca rb o x ílic o


L os am in o ác id o s d estac ad o s co rresp o n d e n a residuos in v aria b le s en todas las c a d e n a s secuenciadas.

El cuadro 5-3 muestra los prototipos de los Las cadenas H tienen diferente denom ina­
diferentes subtipos de cadenas L, y el cuadro ción según la inmunoglobulina de que p ro ce­
5-4 los productos de combinación de los frag­ den. Se las designa y para la IgG, \i p a ra la
mentos VL y CL para cada tipo de cadena. IgM, a para la IgA, 8 para la IgD y e para la
Las cadenas K y X que se diferencian entre sí IgE. De todas ellas la mejor conocida es la y,
por la secuencia de los aminoácidos de la mitad de la cual han sido hallados en el hombre cua­
C-terminal, poseen también ciertas fracciones tro tipos diferentes: y,, y^, yj y y^ (cuadro 5-6).
comunes (cuadro 5-5). Las fracciones N-termi~ Se conocen estudios secuenciales completos
nal en ambos tipos de cadenas presentan varia­ de cadenas H (y) (cuadro 5-7) y exámenes par­
ciones individuales, razón por la cual no pue­ ciales de algunas cadenas y de p roteínas de
den tenerse en cuenta para la diferenciación. mielomas y de “enfermedad de Franklin o de
Como consecuencia de su distinta estructura las cadenas pesadas” .
secuencial, las cadenas k y difieren antigéni­ Se ha podido comprobar que la fracción N-
camente. Teniendo en cuenta que se encuentran terminal de cadenas y, obtenidas por pronasa,
presentes en todas las inmunoglobulinas, éstas es Glu-Val-Thr, pero el NH^ grupo del am inoá­
han sido subdivididas en dos grupos, las llama­ cido terminal está bloqueado, formando un ani­
das tipo L (I) que se caracterizan por tener ca­ llo derivado del ácido pirrolidín carboxílico; de
denas L de tipo K y las llamadas tipo L (II), que ahí que su secuencia sea PC A -V al-Thr. Los
contienen cadenas L tipo X (fig. 5-11). primeros 107 a 132 residuos N-terminales de la
cadena H presentan gran variabilidad. Se ha
observado en cambio gran identidad entre pép­
tidos correspondientes a la zona C-terminal, de
C uadro 5-4. Recombinación de los fragm en­
las proteínas de mieloma pertenecientes al m is­
tos variables de las cadenas K y X con sus
mo tipo antigénico y genético.
respectivos fragmentos constantes para form ar
El octadecapéptido C-terminal, separable por
los diferentes subtipos de cadenas L
BrCN, ha sido estudiado en diferentes cadenas
H, presentando gran estabilidad. Se han obser­
vado mínimas variaciones para las cadenas y, y
y^ de origen humano y para las cadenas y de co­
nejo y caballo (cuadro 5-8).
Sobre la base de estos estudios, las cadenas
H pueden ser divididas en dos porciones, la Fd,
que posee el aminoácido N-terminal y se co­
rresponde con la cadena L, y la Fe, poseedora
del aminoácido C-terminal. Esta fracción nor­
malmente es constante en el mismo tipo de ca­
dena, no así la Fd. En el fragmento Fe se en­
cuentran ubicados los determinantes antigéni-
cos específicos de la IgG y la mayor parte de
los factores genéticos Gm. La porción Fd pue­
de ser dividida también en mitades. La N-ter-
84 Aspectos básicos de la inmunidad

Tipo K Tipo L

ic
IgA )T
-jy
X

|K XI

X,
X|

XI

IgE
|K

|K
B.Jones

__JK X mmmrnmmiumé
Fig. 5-11. E s t r u c t u r a t e t r a p e p t í d i c a d e l a s c i n c o c l a s e s d e i n m u n o g l o b u l i n a s d e o r i g e n h u m a n o c o n s u s d o s t i p o s ( k a p p a y
la m b d a ) d e c a d e n a s liv ia n a s .

C u ad ro 5-5. Cadenas L de tipo Ky X. Comparación de los fragmentos C-terminales


lio 115 120 125
C ad en a K A R G -T H R -V A L -A L A -A L A -P R O -S E R -V A L -P H E -IL E -P H E -P R O -P R O -S E R -A S X -G L U -G I.N 4 .E U -L Y S -S E R

C ad en a X G I.N ^ P R O -L Y S ~ A L A -A L A -P R O -S E R -V A L -T H R -L E U 4 > H E -P R O -P R O -S E R -S E R -G L U -G L U -E E U -G L N -A L A

'TyCT
130 140 145

GLY-THR-ALA-SER-VAL^VAL-CYS-LEU-LEU-ASN-ASN-PHE-PRO-TYR-ARG-GLU-ALA-LYS-VAL-GLN-TRP-I.YS

A S N iY S ^ A L A -T H R -L E U ^ V A L -C Y S -JJÍU -IL E ^ S E R ^ A S P -P H E -T Y R ^ P R O -G L Y -A L A -V A L -T H R ^ V A L -A I.A -T R P -L Y S

150 155 160 165 170


VAL-ASP-ASN-ALA-I,EU-GLN-SER-GLY-ASN-SER-GLN-GLU-SER-VAL^THR-GLU-GI.N^ASP-SER-LYS-ASP-SER

ALA-ASP-SER-SER-PRO-VAL-LYS-AEA~GLY-VAL-GLU^THR-THR-THR-PRC>SERT.YS^GLN-SER-ASN-ASN-I.YS

175 180 185 190


THR-TYR-SER^LEU-SER-SER-THR-LEU-THR-LEU-SER-LYS-ALA-ASP-TYR-GLU-LYS-HlS-I.YS^j''g¿'^TYR-ALA-

TYR-ALA-ALA-SER-SER-TYR-LEU-SER-LEU-THR-PRO-GLU-GLN^TRP^LYS-SER-HIS-ARG^SER-TYR-SER

195 200 205 210


C Y S -G L U -V A L -T H R -H IS -G L N -G L Y -L E U -S E R -S E R -P R O -V A L -T H R -L Y S -S E R J> H E -A S N -A R G -G L Y -G L U -C Y S 'E E l

C Y S -G L N -V A L -T H R -H IS -G L U -G L Y - S E R -T H R -V A L -G L U -L Y S -T H R ^ V A L -A L A -F R O ^ T H R -G E U -C Y S -S E R
Anticuerpos 85

F ig . 5 -1 2 . E s ­ Fragmento
q u e m a d e la e s ­ variable Fragmento constante
tr u c tu r a d e u n a
c a d e n a H (y).

minal, constitutiva del fraginento Fv, es muy sido reclasificada en V H I y V H 7, quedando


variable y participa en la formación del sitio de estas familias conformadas por 11 y 1 genes
combinación, en tanto que la otra mitad consti­ V h funcionales, respectivamente. Por otro lado,
tutiva del fragmento Fb, es estable. El fragmen­ estas fam ilias, sobre la base de su filogenia,
to Fd presenta hom ología con la cadena L. han sido agrupadas en 3 clanes. El clan I con­
Análisis estructurales han permitido comprobar tiene las famihas V h I , V h5 y V h7; el clan 2
que en las cadenas H existen cuatro bucles o contiene las familias V h2, V h4 y V h6; el clan
anillos similares a los observados en las cade­ III contiene la fatnilia Vh3.
nas L, denominados Vj_j, C „l, C,_,2 y C,_,3, los De los aproximadamente 95 genes VH cono­
dos primeros ubicados en el fragmento Fd y los cidos (véase cap. 6), sólo 51 tienen reordenado
dos restantes en el Fe (fig. 5-12). el marco de lectura (“open reading frame”) por
El cuadro 5-9 define los diferentes fragmen­ lo que son funcionales y participan en la crea­
tos constitutivos de una molécula de inmuno- ción de la variabilidad de las cadenas H; los res­
globulina, los que se encuentran representados tantes no tienen abierto el marco de lectura, son
en las figuras 5 -13a y 5 -13b. seudogenes o no han sido secuenciados (cuadro
La secuencia de aminoácidos de las regiones 5 -10b). Estos fragmentos variables de cadenas
variables de las cadenas pesadas (Vj.,) de las in­ H son comunes a las diferentes inmunoglobuli­
m unoglobulinas hum anas, p ro v en ien tes de nas, de lo que se deduce que las distintas cade­
mieloinas, fueron clasificadas originalm ente nas H resultan de la recombinación de un frag­
por Kabat en tres grupos, de acuerdo con la ho­ mento H variable (V^,) común y un fragmento H
mología en la secuencia aminoacídica. E stu ­ constante (Cj^) propio para cada inmunoglobuli­
dios posteriores han hecho posible el reordena­ na, aspecto que se discutirá más adelante.
miento de éstos, sobre la base del 80% por lo Proteínas de mielomas, completas, han sido
menos de homología a nivel de secuencia de analizadas con el objeto de obtener péptidos
nucleótidos, en 6 fam ilias ( V h I , V h2, V h 3 , constituidos únicamente por fragmentos de ca­
Vh4, V h5 y V h6), de manera similar a lo que denas L, de cadenas H y mezcla de ambas uni­
ocurre con las cadenas L. Las seis secuencias das por puentes S-S. Después de la reducción
prototipos de dichos subgrupos figuran en el de dichos puentes con mercaptoetanol se hicie­
cuadro 5-lOa. Recientemente la familia V h I ha ron los anáhsis de los péptidos, algunos de los
cuales coincidieron con los ya conocidos en los
estudios efectuados separadamente en las cade­
C uadro 5-6. Cadenas H (humanas) nas L y H de dichas proteínas. Esto ha perm iti­
do determinar la ubicación de los puentes S-S
D enom inación dentro de las cadenas FI y las uniones L-H, así
inm uno- D enom inación del subtipo de
globulinas de la cadena H Subtipos inm unoglobulinas como del hidrato de carbono ligado a las inm u­
noglobulinas.
Yl Ig G l Del análisis de inmunoglobulinas de mielo-
IgG lg G 2
Y Y2 mas, que son homogéneas, se ha concluido que
y. Ig G 3
Ig G 4 hay cuatro subclases de IgG. En la Ig G l, la
y.
Ig M unión H-L se produce entre la cisteína C-termi-
IgA a «1 Ig A l nal o preterminal de las cadenas L y la cisteína
«2 Ig A 2
de la cadena H ubicada en el residuo 220. Po­
IgD 8 -
IgE e - -
see además dos puentes disulfuro intercadenas
H-H. En las Ig02, IgG3 e IgG4 la unión H-L
86 Aspectos básicos de la inmunidad

C u ad ro 5-7. Secuencia de los aminoácidos constitutivos de una cadena H (y¡) de Ig G l humana

1 10 20
PC A -V al-G In-L eu-V al-G ln-Ser-G ly-A la-G lu-V al-L ys-Lys-Pro-G ly-Ser-Ser-V al-Lis-V al-

30 40
Ser-C ys-L ys-A Ia-Ser-G ly-G ly-T hr-Phe-Ser-A rg-Ser-A la-Ile-Ile-Trp~V al-A rg-G ln-A la-

50 60
Pro-G ly-G ln-G ly-Leu-G lu-Trp-M et-G ly-G ly-Ile-V al-Pi'o-M et-Phe-G ly-Pro-Pro-A sn-Tyr-

70 80
A la-G ln-Lys-Phe-G ln-G ly-A rg-V al-Thr-IIe-T hr-A la-A sp-G lu-Ser-Thr-A sn-T hr-A la-Tyr-

90 100
M et-G lu-L eu-Ser-Ser-L eu-A rg-Ser-G lu-A sp-T hr-A la-Phe-T yr-Phe-C ys-A la-G ly-G ly-T yr-

110 120
G ly-Ile-Tyr-Ser-Pro-G lu-G lii-Tyr-A sivG ly-G ly-Leu-V al-T hr^V al-Ser-Ser-A la-Ser-T hr-

130 140
L ys-G ly-P ro-Ser-V al-Phe-Pro-L eu-A la-P ro-Ser-Ser-L ys-Ser-T hr-Ser-G ly-G ly-T hr-A la-

150 160
A la-L eu-G ly-C ys-L eu-V al-L ys-A sp-T yr-Phe-Pro-G lu-P ro-V al-T hr-V al-Ser-T rp-A sn-S er-

170 180
G ly-A la-lxu-T hr-Ser-G ly-V al-H is-T hr-Phe-Pro-A la-V al-L eu-G ln-S er-S er-G ly-L eu-T yr-

190 200
Ser-Leu-S er-S er-V al-V aL T hr-V al-P ro-S er-S er-Ser-L eu-G ly-T hr-G ln-T hr-T yr-Ile-C ys-

210 220
A sn-V al-A sii-H iS'Lys-Pro-Ser-A sn-Thr-Lys-V al-A sp-L ys-A rg-V al-G lu-Pro-Lys-Ser-C ys-

230 240
A sp-L ys-T hr-H is-T hr-C ys-Pro-Pro-C ys-Pro-A la-Pro-G lu-L eu-L eU 'G ly-G ly-Pro-Ser-V al-

250 260
Phe-Leu-Phe-Pro-Pro-Lys-Pro-L ys-A sp-Tlir-Leu-M et~ lle-Ser-A rg-T hr-Pro-G lu-V al-T hr-

270 280
C ys-V al-V al-V al-A sp-V al-Ser-H is-G lu-A sp-Pro-G ln-V al-Lys^^Phe-A sn-Trp-Tyr-V al-A sp-

290 300
G ly-V al-G ln-V al-H is-A sn-A la-L ys-T hr-L ys-Pro-A rg-G lu-G ln-G ln-T yr-A sx-S er-T hr-T yr-

310 320
A rg-V al-V al-S er-V al-L eu-T hr-V al-L eu-H is-G ln-A sn-T rp-L eu-A sp-G ly-L ys-G lu-T yr-L ys-

330 340
C ys-L ys-V al-S er-A sn-L ys-A ia-L eu-P ro-A la-Pro-Ile-G lu-L ys-T hr-Ile-Ser-L ys-A la-L ys-

350 360
G ly-G ln-P ro-A rg-G lu-P ro-G ln-V al-T yr-T hr-L eu-P ro-Pro-S er-A rg-G lu-G ln-M et-T hr-L ys-

370 380
A sn-G ln-V al-Ser-L eu-T hr-C ys-L eu-V al-L ys-G ly-Phe-T yr-Pro-S er-A sp-lle-A la-V al-G lu-

390 400
Trp-G Iu-S er-A sn-A sp-G ly-G lu-P ro-G lu-A sn-T yr-L ys-T hr-T hr-P ro-Pro-V al-L eu-A sp-S er-

410 420
A sp-G ly-S er-P he-P he-L eu-T yr-S er-L ys-L eu-T hr-V ai-A sp-L ys-S er-A rg-T rp'G ln-G lu-G ly-

430 440
A sn-V al-Phe-Ser-C ys-S er-V ai-M et-H is-G lu-A la-L eu-H is-A sn-H is-T yr-T hr-G ln-L ys-S er-
Leu-Ser-L eu-Ser-Pro-G ly
Anticuerpos 87

C uadro 5-8. Secuencia del octadecapéptido carboxiterminal de cadena,s pesadas de diferentes


inmunoglobulinas IgG

/ i , (Humíina): (M et) - HLS - G L U - A LA ^ LE U ^ HiS ^ ASN - HLS ~ T Y R - TH R - G L N ^ LY S ^ SER - LE U - SER - LEU - SER - PRO - GLY - (C O O H )
^G^ (H um ana): (M et) - HLS - G LU - ALA - LE U - HIS - ASN - A R G - PHE - T H R - G L N - LYS - SER - LE U - SER - LEU - SER - PRO - GLY - (C O O H )
(Conejo): (M et) - H IS - G LU - ALA - LEU - HiS - ASN - HLS - TY R - T H R - G L N - LYS - SER - ILE - SE R - A R G - SER - PRO - GLY - (C O O H )
(Caballo): (M et) - HLS ^ GLU ^ A LA ^ LE U - HÍS ^ ASN - H IS - TY R - T H R - G L N - LYS - SER - V A L - SE R - LYS - SER - PRO - GLY - (C O O H

C u a d ro 5-9. D efinición y características de los diferentes fra g m en to s constitutivos d e las


inmunoglobulinas

Fragm ento

H Cadena peptídica pesada, con caracteres propios para cada clase de inm unoglobulina. Existen dos cad en as
H idénticas po r m olécula de inm unoglobulina.

L C adena peptídica liviana, com partida p or las diferentes clases de inm unoglobulinas. Existen dos ca d en as L
idénticas po r m olécula de inm unoglobulina.

Fab C onstituido po r una cadena L y el fragm ento H y-C ^l de u n a cadena pesada. Se lo obtiene por d ig e stió n pa-
paínica. Se com porta fi'ente al antígeno com o ligando univalente.

Fe D ím ero constituido por dos fragm entos de ca d en a pesada unidos por los puentes disulfuro c o rres­
pondientes a la zona de la bisagra. Se obtiene por digestión papaínica. N o expresa actividad anticuerpo.

F(ab’)2 C onstituido p or dos fragm entos F ab ’ unidos por puentes disulfuro. Se lo obtiene por digestión p ép sic a d u ­
rante 18 hs. Se com porta frente al antígeno com o ligando bivalente. T iene capacidad p ara p recip itarlo p e­
ro no expresa otras propiedades del anticuerpo com o fijación del com plem ento, pasaje placentario, etc.

F ab’ Se obtiene por reducción del fragm ento (F (ab’)2 con m ereaptoetanol y bloqueo de los grupos-SH co n io ­
doacetam ida. Está constituido por el fragm ento Fab y restos de la región bisagra.

F e’ Es un dím ero del fragm ento Cj_j3 de ca d en a H. Se obtiene por digestión p rolongada con papaína.

Fd E stá form ado por el fragm ento V jj-C^l de cadena H. Se lo obtiene por reducción y desnaturalización del
fragm ento Fab,

Fv Constituye la parte variable del fragm ento Fab. Es un dím ero de V h-V, .

p F c’ Es sim ilar al F e ’, R esulta de digestiones cortas con pepsina,

Fb Constituye la parte constante del fragm ento Fab, Es un dím ero de Cj^,l-C,,

C uadro 5-lOa. Secuencia de los primeros 30 aminoácidos N-terminales (F R l) correspondientes


al fragmento variable de las 6 familias de cadenas H humanas
V H l (É’í / I g G l )
P ca-V a l-G ln -L e v i-V a l-G to -S e r-G ly -A la ~ G lu -V a l-L y s-L y s-P ro -G iy -S e i-S e i-V a l-L y s-V a l-S e r-C y s-L y s-A la -S e r-G ly -G ly -T h r-P h e -S e r(;)
V H 2 (COR I g G l )
P ca-V al-T Iir-L e u -A rg -G lu -S er-G ly -P ro -A Ia-L e u -V a l-L y s-P ro -T h r-G ln -T h r-L eu -T h r-L eu -T h r-C y s-T lir-P h e-S er-G ly -P h e-S e r-L e u -S er('2 )
V H 3 ( I g G A l)
G lu -V a l-G ln -L e u -L e u -G lu -S er-G ly -G ly -G ¡y -L e u -V a l-G ln -P ro -G ly -G ly -S e r-L e u -A rg ~ L eu -S er-C y ,s-A la-A la-S er-G ly -P h e-T lir-P h e -S er (3)
V H 4 (X A C /lg M )
P ca-V al-G ln -L eu -G ln -G ln -T rp -G iy -A la-G ly -L eu -L eu -L y s-P ro -S er-G lu -T h i‘-L eu -S er-L eu -T h r-C y ,s-A la-V al-T y r-G ly -G ly -S e r-P h e-S e r (4)
V H 5 (gen 5 J R f)
G lu -V a l-G ln -L e u -V a l-G ln -S e r-G ly -A la -G lu -V a l-L y s-L y s-P ro -G ly -G lu -S e r-L e u -L y s-V a l'S e r-C y s-L y s-G ly -S e r-G Iy -T h r-S e r-P h e -T h r (5)
V m ig e n lG l)
G ln-V al-G Jn -L eu -G ]n ~ G ln -S er-G ly -P ro -G ly -L eu -V al-L y s-P ro -S e r-0 1 n -T h r-L e u -S e r-L eu -T h r-C y s-A la-l)e-S er-G ly -A ,sp -S e r-V a l-S erí6 )

(I), (2), (3): S eq u en c es o f p ro te in s o f im m u n o lo g ica l in tere st, F o u rth E dil,, 1987 (K a b a t E, y col,)
(4): J. Biol. Chem., 2 6 6 :2 8 3 6 -2 8 4 2 , 1991
(5): EM BO J., 7:727-738, 1988
(6¡: Eur. J. Immun., 20:351-3,56, 1990
P C A es el s ím b o lo p a ra cl re s id u o deriv a d o del ácido p irro l¡d -2 -o n e-5 -ca rb o x ílic o
88 Aspectos básicos de la Inmunidad

C u ad ro 5-lOb. Contenido en genes Vh del locus funcional en cromosomas 14

Vh I Vh 2 V h3 Vh 4 Vh 5 Vh 6 Vh 7 Total

Con m arco de lectura reordenado II 3 22 11 2 1 51


C on m arco de lectura no reordenado 1 0 6 0 1 0 9
Pseudogenes 4 1 21 ) O O 30
N o secuenciados 1 0 2 1 0 0 5
Total 17 4 51 13 3 1 95

E lab o rad o con datos to m ad o s d e G. P, C o o k e l.M .T o n iliso n . Immunology Today, 16: 237, 1995.

se produce entre los residuos cisteína de las ca­ fragmentos idénticos de 15 residuos cada uno.
denas L en las posiciones indicadas y los de las Ello hace que su peso m olecular sea de 170
cadenas H ubicados al comienzo de la porción kD. La IgG4 no fija el complemento, la IgG2
constante del fragmento Fd (aproxiinadamente no se fija a piel heteróloga, y sólo las IgGl e
residuo 140). Además, el número de puentes igG3 tienen capacidad opsonizante y son sensi­
disulfuro intercadenas FI-H es cuatro, once y bles a la acción proteolítica de la papaína en
dos, respectivamente. La zona de la bisagra de ausencia de cisteína (fig. 5-14). La subclase
la IgG3 es de mayor tamaño que en las restan­ con mayor actividad fijadora del complemento
tes subclases, a causa de que un fragmento del es la IgG3, que a su vez es la de menor vida
ADN del gen que codifica para Cy (véase cap. media (8 días).
6) se ha cuadruplicado. Tiene 62 residuos re­ La relación cadenas k/X para las diferentes
sultantes de la unión de un segmento de 17 re­ subclases de IgG es la siguiente: IgG l = 2,4;
siduos seguidos en posición C-terminal de tres IgG 2= l,l;Ig G 3 = l,12;IgG 4 = 5.

F (a b ’)2
Anticuerpos 89

F ig . 5 - 1 3 b . D ib u jo s d el
esqueleto de los earbonos
a co rresp o n d ie n tes a una
m olécula de IgG com pleta,
su fragm ento Fv, la región
de la bisagra y el fragm en­
to Fe. (C o m p o sic ió n e la ­
borada con partes de las fi­
guras publicadas p or P ad ­
lan E A , A n a to m y o f lite
antibody m olecule. M o le ­
cular Im m unology, 31: 169,
1994.)

Bisagra

CH2

Fe

Todas estas investigaciones efectuadas sobre mología estructural observada entre las cadenas
estructuras primai'ias de inmunoglobulinas han L y H sostiene la hipótesis de una evolución
llevado a la formulación de la hipótesis de una común y una diferenciación primaria de los ge­
evolución estructural de las cadenas L tipo K o nes que gobiernan esta síntesis (fig. 5-15).
X, a partir de un gen ancestral común. La ho­ Es posible que el ancestro sólo tuviera 300
90 Aspectos básicos de la inmunidad

nucleótidos y que codificara para un péptido de


100 aminoácidos (un bucle); por duplicación
génica y plegadura intragénica se originaron los
IgG,
genes que gobiernan la síntesis de las distintas
cadenas L y H. Ello habría surgido con la evo­
lución. De las cadenas H, las primeras en dife­
renciarse fueron las jj. y luego lo habrían hecho
las restantes. En la figura 5-15 puede verse esa
evolución en el curso del tiempo y las especies.
Cada m olécula de IgG es bivalente, o sea
C/3 IgG, que tiene dos sitios de combinación para el de­
íi L terminante antigénico específico, que está si­
tuado en el dominio formado por las regiones
variables de las cadenas L y H, y ambas contri­
buyen a la formación del sitio de combinación.
En la naturaleza sólo han sido hallados anti­
cuerpos bivalentes para un solo determinante
antigénico. No se conocen anticuerpos heteroli-
gados naturales.
Todos estos estudios sobre productos de de­
gradación de IgG y su reactividad han llevado
a la esquematización de su molécula. Una de
las más aceptadas ha sido la propuesta por Por­
ter (fig. 5-4).
Se han analizado con el microscopio electró­
nico los productos de interacción de la IgG an­
lgG4 ticuerpo antidinitrofenol con el dihapteno co­
rrespondiente unido por cadenas de -C H ^ -.
Igualmente han sido examinados los productos
de reacción del anticuerpo completo y los obte­
nidos por digestión pépsica (Eab^’) y papaínica
F ig . 5-14. E squem a estructural de las diferentes subclases (Eab). Se pudo comprobar que, cuando el que
de IgC hum ana. reacciona es el anticuerpo completo, se forman

K A, X |J,, Ii^a, ttj Y, Yj, Y3 Y4 8 e


AÑOS ERA ESPECIES
(millones)
Primates
-6 0 Kenozoica

Aves
-200 IVIesozoica

Reptiles
Anfibios
Peces

-5 0 0 Paleozoica

^ plegadura intragénica

duplicación génica

F ig . 5-15. E volución de las cadenas L y H de las inm unoglobulinas a partir de un gene ancestral comiin. (Tom ado de E.
V an Loghem . A nn. N . Y ork A cad. Sci. 190: 137, 1971.)
Anticuerpos 91

Fig. 5-16. Microscopía clcclróiiiica. A: l"Ci de concjo ainidiiiilriilv-iuil al ínlcr.iccíoiiar cdu IXNI’- M l - i ( '!Ij;, N(I l)X I'. H:
La misma imnunoglobulina previamente tratada con pepsina. (Tomado de Valentine, R.A. y Green, N. iVI. J. M ol. Biol.,
27:615, 1967.)

predom inantem ente figuras triangulares con tudio de sus estructuras-, pues se encuentran uni­
mamelones en los extremos, los cjue desapare­ dos a sus moléculas a través de restos de aspa­
cen si el anticuerpo ha sido sometido previa­ ragina y son fácilmente separables por hidróli­
mente a digestión pépsica (fig. 5-16). Si el trata­ sis.
miento fue papamico no se forman figuras geo­ Las fórmulas representativas de la IgG se­
métricas. De ello se dedujo que la IgG se ase­ rían Y2K2 y 72^2-
meja a una Y con los dos sitios reactivos en los
extremos superiores (fig^. 5-17). Su tamaño ha
sido calculado en 200 Á de ancho. La figura IN M U N O G L O B U L IN A M (Ig M )
5-18 representa los triángulos formados por la
interacción de tres moléculas de IgG con tres Sinonimias: yM globulina: 19 S inm unoglo­
moléculas del dihapteno, que corresponden a bulina; macroglobulina. Representa la m ás pe­
las figuras observadas al microscopio electróni­ sada de las globulinas del sistema gamma.
co. Los trabajos mencionados han servido, ade­ Desde hace tiempo se conocía la existencia
más, para poner en evidencia que la formación de anticuerpos de alto peso molecular, pero sus
de figuras geométricas triangulares sólo tiene características fisicoquímicas y relaciones in­
lugar cuando el puente que une los dos radicales munológicas y genéticas con las otras globuli­
difenilo tiene un mínimo de seis -CH^-. Si bien nas inmunes han sido determinadas con poste­
la estructura en Y es la que se observa cuando rioridad a los estudios reahzados con IgG.
la IgG ha reaccionado con el ligando, no se tie­ Su concentración en el suero normal es esca­
ne seguridad sobre su conformación cuando se sa, pero en los últimos tiempos se ha logrado
encuentra libre en solución. Hay quienes sostie­ conocerla m ejor com o consecuencia d e una
nen que la indicada en la figura 5-4 podría ser la profundización en los estudios sobre algunas
correcta, en tanto que otros, basados en estudios p ato lo g ías, com o la m a cro g lo b u lin em ia de
de diferentes tipos, consideran que la estructura Waldenstrom y el hallazgo del factor reum atoi­
de la IgG libre es una T, la que dada su flexibi­ deo. Este y la globulina aislada de la enferm e­
lidad adquiriría la forma de Y al reaccionar con dad citada son 19Sy globulinas y se encuentran
un ligando, exponiendo de este modo ciertos re­ en altas concentraciones. La designación de
ceptores ocultos como serían los que facilitan la 19Sy globuhna se hace con el objeto de recor­
fijación del componente C lq del sistema com­ dar su velocidad de sedimentación equivalente
plemento (fig. 5-19). Estudios de difracción de a 19 unidades Svedberg. Su peso molecular es
rayos X efectuados con inmunoglobuhnas mo­ 970 kD y ha sido calculado por ultracentrifuga­
noclonales cristalizadas parecieran confirmar la ción. Exámenes de este tipo evidencian hetero­
estructura en forma de Y. geneidad de ¡a IgM y ello se debe a que, si bien
Todas las inmunoglobulinas contienen hidra­ el componente más importante tiene una cons­
tos de carbono, pero ellos no molestan en el es­ tante de sedimentación de 19 unidades Sved-
92 Aspectos básicos de la inmunidad

Fig. 5-19. Representación esquem ática de la m olécula de


IgG según Edelm an. ®; hidratos de carbono.

seen velocidades de sedimentación de 29 S y


F ig . 5-17. Estructura propuesta para la IgG por V alentine
35-40 S, que constituyen polímeros de la 19 S
y O reen de acuerdo con observaciones hechas a nivel de gammaglobulina.
m icroscopia electrónica. Esta proteína tiene una movilidad electrofo­
rética que va desde la zona media de las gam­
ma hasta las betaglobulinas.
berg, existen siempre fracciones adicionales Su contenido en hidratos de carbono es apro­
que se encuentran en menor proporción y po- ximadamente del 12% con un 5,2% de hexosa

NOg
F ig . 5-18. Esquem atización de las figuras triangulares con m am elones en los extrem os observadas al m icroscopio electró­
nico cuando interaccionan anticuerpos (IgG ) de conejo anti-D N P y el dihapteno correspondiente. Si la reacción se realiza
con los productos de digestión pépsica y el dihapteno, se form an figuras triangulares carentes de m am elones, de lo que se
deduce que los m ism os corresponden al fragm ento Fe de la IgG. Para que la reacción se produzca, el núm ero de - d i z ­
que unen los dos grupos dinitrofenol (D NP) debe ser superior a seis.
Anticuerpos 93

o t/5 o
T ~T X I

SS - 88-

-88- -S 9 ~ - 88-
h é b h h h b b Ii b i aCOO-
ü
X I
-S S O co
■coo-

nK SS /
00
n
\ i f

F ig. 5-20. Estructura esquem ática de IgM m onóm era (A) e IgM polim érica (B).

y 2,9% de hexosamina, lo que determina una Cuando su peso molecular es el indicado, se


relación hexosamina/hexosa de 0,55. Por ultra- ha determinado que su valencia es predom inan­
centrifugación preparativa, crom atografía en temente pentavalente, aun cuando posee otras
columnas de D EA E-celulosa o filtración por cinco valencias de menor afinidad. Su fórm ula
geles se la puede obtener pura. C antidades sería (iJ-jKj), y (M-25^2)5- Recientemente se h a de­
apreciables se pueden conseguir a partir de sue­ mostrado en el plasma humano la presencia de
ros de pacientes con m acroglobulinem ia de IgM constituida por la polimerización de 6 uni­
Waldenstróm. dades monoméricas, lo que estaría relacionado
94 Aspectos básicos de ia inmunidad

La IgM da reactividad cruzada con la IgG,


siendo responsable de ello el péptido L. La trip­
sina d iv a la molécula de IgM por encima del
puente disulfuro in tercadena H, originando
Fab|i monomérico y Fc|0.5 (pentamérico). Si la
IgM es reducida por mereaptoetanol en presen­
cia de urea, se obtienen cadenas L similares a
las que se encuentran en las IgG, siendo esta
fracción de la molécula, al igual que en el caso
anterior, el lugar donde se encuentran locahza­
dos los determinantes antigénieos comunes y
los factores genéticos Km. Las cadenas H tie­
nen características propias y particulares. Se co­
noce el análisis secuencial de cadenas jj, com ­
F ig . 5-2 1 . M icro sco p ia e lectró n ica de u n a m o lécu la de
pletas. Fi logenéti camente se considera que éstas
IgM en la que se puede apreciar su estructura en form a de son las cadenas H más antiguas, de las que se
estrella. (T om ado de F einstein, A. y col.: A nn. N. York diferenciaron las cadenas y hace 200 millones
A cad. Sci., 190: 104, 1971.) de años y las a hace 300 millones de años.
Los factores genéticos Gm, específicos de la
inmunoglobulina, no se encuentran en la IgM.
con la cantidad de cadenas J que sintetiza el Algunos anticuerpos, que se forman por in­
plasmocito (véase más adelante). Aquellas cé­ m unización con antígenos T -independientes
lulas con bajos contenidos de cadenas J secre­ (poliósidos, antígenos somáticos de Salmonella
tan IgM-exámero (igM)6, secretando IgM-pen- typl%i) y algunas isohemoaglutininas, son IgM
támero (IgM)5 las células plasmáticas que tie­ globuhnas. En algunos animales de experimen­
nen alto contenido de cadenas J. Los mitógenos tación e incluso en el hombre, en el curso ini­
y polisacáridos de la pared celular de bacterias, cial de una inmunización con antígenos T-de-
con subunidades de carbohidratos repetidas, in­ pendientes, se forman anticuerpos IgM, pero
ducen en los linfocitos B producción de IgM en nuevas estimulaciones con los mismos antíge­
ausencia de linfocitos Th cooperadores y sin la nos dan lugar a IgG inmunes. Las característi­
participación de IL-2. En estos casos la síntesis cas de estas variaciones en el curso de la res­
de IgM-exámero se ve favorecida. Fija el com­ puesta inmune se exponen en el capítulo 8.
plem ento y su capacidad de com binación es Hasta el momento no se ha podido demostrar
mayor con antígenos particulados que con los fehacientem ente que la IgM atraviese la p la­
solubles (fig. 5-20). Observada al microscopio centa. Algunas pocas comunicaciones sobre el
electrónico por el método de la tinción negati­ hallazgo de esta proteína en la sangre del cor­
va, tiene aspecto estrellado, con un centro en dón umbilical deben ser tomadas con cuidado,
forma de pentágono y cinco prolongaciones la­ hasta tanto no se conozca bien la capacidad de
terales (fig. 5-21). síntesis de aquélla por parte del feto, ya que el
Cuando la IgM es tratada por mercaptoeta- aporte de datos acerca de la síntesis temprana
nol, se disocia en subunidades 7 S, que conser­ de esta globulina es cada vez mayor.
van las características de antigenicidad de la La cadena polipeptídica designada cadena J
molécula total, no así la actividad de anticuer­ (joining) se encuentra asociada con las formas
po plurivalente, si es que la molécula la poseía. poliméricas de IgA y con el pentámero de IgM
La recom binación de las 7 S subunidades se (19S). Es un producto de síntesis de las células
consigue si el mereaptoetanol es eliminado por p lasm áticas, tiene un peso m olecular de 15
diálisis. Estas 7 S subunidades son estables si kDa, es rica en restos -S H y se une a las men­
después del tratamiento con mereaptoetanol se cionadas inmunoglobulinas mediante uniones
impide la reoxidación con iodoacetamida. Se disulfuro. Cuando la cadena J no es detectada
comportan como anticuerpos univalentes aun en los polímeros no tratados, puede ser eviden­
cuando están constituidas por dos cadenas L y ciada por la adición, previa al análisis inmu-
dos cadenas H (P.M. 65 kD). Ello se debe a noelectroforético o a la inm unodifusión, de
que al combinarse con el antígeno no originan agentes reductores.
complejos suficientemente grandes como para Es interesante destacar que en los diferentes
precipitar o aglutinar, como consecuencia de polímeros de IgA y en IgM 19S sólo se ha de­
algún im pedim ento estérico. Que se trata de tectado una cadena J por polímero.
anticuerpos bivalentes, no obstante su aparente La cadena J desempeña un papel muy impor­
com portam iento de univalentes, ha sido de­ tante en el proceso de polimerización. Hay for­
mostrado mediante la preparación de híbridos y mación de uniones covalentes de una cadena J
por estudios de interacción primaria. a dos unidades monoméricas vecinas, indepen-
Anticuerpos 95

dientemente de los monómeros que compongan SH


el polímero. El hallazgo de péptidos a - J - a es Met — -----.A s p COOH
un argumento de valor en ese sentido. Estos es­ S S
tudios han servido también para demostrar que
S S
la cisteína preterminal de la región C-terminal
de las cadenas a y probablemente de las ja. se J _ _ _ ------- L _ pca
"r“
une a las cadenas J. La figura 5-22 muestra la SH
estructura esquemática de la cadena J.
En células plasmáticas elaboradoras de IgG F ig . 5-22. C adena J, estructura esquem ática.
no polimériea se ha demostrado la presencia de
cadenas J, lo que indica que su hallazgo no
siempre significa polimerización. En los polí­ Durante mucho tiempo ha sido inexplorada y
meros su presencia es constante. la mayor parte de la información que se tiene
La IgMs (subunidad monomérica) intracelu­ proviene del estudio de mielomas de tipo IgA.
lar aislada no polimeriza espontáneamente, si­ Se ha demostrado su actividad anticuerpo y
no con previa reducción; esto hace suponer que com probado que se encuentran ubicados en
los residuos de cisteína responsables de las in- ella algunos autoanticuerpos, tales como el an­
teruniones de las subunidades están bloqueados tinúcleo, antitiroglobulina y antiinsulina. N o es
dentro de la célula. fijadora del componente Clq del sistema com­
Inmediatamente antes de la secreción se in­ plem ento y el monóm ero no es precipitante.
corporan la cadena J y los hidratos de carbono Fue considerada en un comienzo como porta­
terminales. dora de la reagina alérgica, sensibilizante de la
Si bien la cadena J participa en la polimeriza­ piel, pero hoy sabemos que ello es patrimonio
ción, no se tiene una idea clara de cómo ocurre de la IgE.
ello, ya que la IgM es siempre un pentámero, en Una característica muy particular de la IgA es
tanto que las células que sintetizan IgA, dispo­ su marcada heterogeneidad, la que se debe a un
niendo de toda la maquinaria para la polimeri­ conjunto de componentes con constantes de sedi­
zación, dan productos constituidos por m onó­ mentación que van de 7 S a 13 S, que se forman
meros, dímeros, trímeros y aun tetrámeros. por polimerización y son disociables por mer-
captoetanol y urea en medio ácido (fig. 5-23).
Su contenido en hidratos de carbono ocupa
INMUNOGLOBULINA A (IgA) un lugar interm edio entre la IgG e IgM . Los
valores son algo superiores al 7% y la relación
Sinonimia: 7-13 S y globulina; p^A globuli­ hexosamina/hexosa es de 0,8. La IgA, al igual
na; Y, A globulina. que la IgM, no atraviesa la placenta.

Dímero (IgA)j

Fig. 5-23. Inm unoglobulina A (IgA).


96 Aspectos básicos de ia inmunidad

F ig. 5-24. Estructura pro-,


puestci para la IgA.

La degradación enzimática con papaína pro­ noglobulinas. La separación de ambos se con­


duce subunidades 3,5 S constituidas por pépti­ sigue por filtración a través de Bio-gel P-200.
dos Fab y pequeños péptidos resultantes de la El F e a obtenido por este procedimiento puede
degradación enzimática del fragmento Fe. Por aislarse como monómero, con una constante
reducción y alquilaeión se obtienen péptidos L de sedimentación 3,0 S y P.M. de 41,5 kDa, o
y H. Las cadenas L son similares a las de otras como dímero con un coeficiente de sedimenta­
inmunoglobulinas: contienen los factores gené­ ción de 5,3 S. Por reducción con ditiotreitol, el
ticos Km y los determinantes antigénicos co­ dímero se transforma en monómero. La men­
munes. Las cadenas H, en cambio, tienen ca­ cionada enzima ha resultado efectiva en el eli-
racterísticas propias. En cadenas (IgA^) se vado de IgA sérica e IgA secretoria, perm itien­
ha demostrado la presencia de factores genéti­ do en ambos casos obtener F ea. Según algu­
cos, a los que se denomina Am. nos autores es efectiva sobre la Ig A l, no así
Dada la dificultad en la obtención de frag­ sobre la IgA2.
mentos proteolíticos de esta inmunoglobulina, Se conocen dos subclases de IgA (IgA l e
similares a los logrados con IgG, las investiga­ IgA2), que difieren antigénicamente y por su
ciones inmunoquímicas se han hecho más difí­ contenido en galactosamina, aminoazúcar que
ciles, en especial las relacionadas con su estu­ sólo está presente en la primera. Los pesos mo­
dio secuencial. Se admite que su estructura es leculares de las cadenas a , y son de 58 kDa
la indicada en la figura 5-24. y 52 kDa, respectivamente. En una forma alotí-
La separación y purificación de una enzima pica de lgA2 (AmJ) se ha observado la ausencia
p roteolítica elaborada por el Streptococcus de puentes disulfuro intercadenas L-H, lo que
sanguis, una bacteria aislada de heces hum a­ hace presumir que la integridad de la molécula
nas, ha significado un aporte im portante al es­ se debe a fuertes uniones no covalentes. La otra
tudio de la IgA. Esa proteasa d iv a a la inm u­ forma alotípiea (Am^O tiene una estructura si­
noglobulina en la zona de la bisagra, por enci­ m ilar a la IgA l y en ambas las uniones L-H
ma de los puentes S-S intercadenas H-H, dan­ son por puentes disulfuro (fig. 5-25).
do origen a los péptidos F a b a y F ea, similar En todos los casos su estructura normal es
este último a los péptidos Fe de las otras inm u­ Kj o

Fig. 5-25. Subtipos de IgA.


Anticuerpos 97

Resulta interesante conocer que, si bien el


contenido de IgA es bajo en el suero sanguíneo
normal (1,5-2,0 mg/ml), es relativamente alto
en otros fluidos tales como la saliva, lágrimas,
secreción intestinal, fluido prostático y calos­
tro, especialmente en este tiltimo. Puede sepa­
rarse de éstos por filtración a través de Sepha­
dex G-200 o por cromatografía en DEAE-celu­
losa. A esta inmunoglobulina se la conoce co­
mo IgA secretoria y difiere en ciertos aspectos
de la sérica. Es predominantemente 11 S y está
asociada a un fragmento antigénicamente dis­
tinto de las cadenas L y H, llamado componen­
te secretorio (S). El peso molecular de la IgA
secretoria es de 385 kD y consiste en dos subu­
nidades monoméricas de IgA (7 S) y el compo­
nente secretorio de P.M de 70 kD, el que pare­
ce estar unido covalentemente a sólo una de las
unidades m onom éricas (fig. 5-26). La unión
entre las unidades 7 S es por puentes disulfuro
y en ella participa la cadena J de manera simi­
lar a lo que ocurre en la formación de los polí­
meros 19 S de la IgM. La fijación al com po­
nente S es por uniones covalentes de puentes
disulfuro y uniones no covalentes.
La IgA secretoria, cuya fórmula genérica es
(a^ k ^)2 S o ( a ^ ^ 2)2 S, es sintetizada por las cé­
lulas plasmáticas ubicadas en el subepitelio, de
donde una pequeña parte puede pasar a la cir­
culación general, mientras que el resto durante el suero normal es de 0,03 m g.m f’. M igra en la
el transporte a través del epitelio glandular o de zona de las beta lentas o gamma rápidas. Su
la superficie intestinal fija el componente se­ constante de sedimentación es 7S.
cretorio, previo a la secreción. Este componen­ Por digestión con papaína y cisteína da Ec y
te, que es elaborado por las células epiteliales, Fab. Por reducción y alquilación con mercap-
le confiere a la inm unoglobulina propiedades toetanol y iodoacetam ida libera cadenas L y
particulares, entre eUas una marcada resistencia H(5) (P.M. 69,7 kD). Las cadenas L son comu­
a la acción de las enzim as proteolíticas (fig. nes a las de las otras inmunoglobulinas y perte­
5-27). Actualmente se sabe que el componente necen a los tipos K y (fig. 5-28). La relación
S está constituido por los cinco dominios extra- cadenas k/X es 0,25.
celulares del RPolylg (receptor de IgM e IgA No posee determinantes específicos de las
poliméricas, que normalmente transporta estas IgG, IgM, IgA e IgE, pero en cambio posee de­
formas de IgM e IgA a través del epitelio intes­ terminantes específicos propios correspondien­
tinal y hepático) liberados por proteólisis. Para tes a sus cadenas H. Responde a la fórmula
mayor información véase más adelante Super­ y y ha sido identificada en otras especies
familia de las inmunoglobulinas y cap. 17. animales. En la superficie de linfocitos B del ra­
La re s iste n c ia c o n fe rid a p ro b ab lem en te tón se ha identificado una IgD similar a la hu­
constituya una necesidad biológica, ya que se mana, con la que presenta reactividad cruzada.
considera que la IgA de las secreciones desem­ Actividad específica relacionada con esta in­
peña un papel importantísimo en los m ecanis­ munoglobulina ha sido demostrada en anticuer­
mos de defensa de las m ucosas frente a los pos antipenicilina, antiinsulina y antitoxina dif­
agresores, especialmente bacterias y virus (in­ térica. De su importancia fisiológica se conoce
munidad local). Para mayor información, véan­ muy poco. Ha sido hallada como inmunoglobu­
se caps. 24 y 27. lina de membrana en linfocitos B, donde fun­
ciona como unidad de reconocimiento de antí­
geno en la respuesta inmune.
IN M U N O G LO BU LIN A D (IgD)
IN M U N O G LO BU LIN A E (IgE)
En el hombre, inicialmente fue hallada en un
caso de mieloma. Constituye el 1% de las in­ Investigaciones efectuadas en la década de
munoglobuhnas totales y su concentración en los 60’, han demostrado que el hasta entonces
98 Aspectos básicos de ¡a inmunidad

F ig . 5-2 7 . B io sín tesis de


a circulación IgA secretoria.
general

%
i
(igA),S

Célula plasmática Epitelio glandular

denominado anticuerpo reagínico humano, res­ M ielom as identificados como de tipo IgE
ponsable de la alergia atópiea, estaba localiza­ han provisto material adecuado para completar
do en una nueva inmunoglobulina, a la que se estos estudios.
denominó IgE o gamma E la que migra en la Anticuerpos similares han sido reconocidos
zona de la IgA. en otras especies animales pero debido a su pe­
Su velocidad de sedimentación en gradiente queña cantidad no han podido ser estudiados
de sacarosa es 7,8 S y su P.M. 185 kD. Por re­ inmunoquímicamente.
ducción y alquilaeión se liberan cadenas H(e) Una inm unoglobulina del cobayo que re s­
específicas (P.M. 72,5 kD) y cadenas L de tipo ponde a esas características ha sido aislada y
K y A, de características similares a las otras ca­ purificada por nosotros.
denas L ya conocidas. Su estructura es y La IgE reducida con mercaptoetanol pierde su
y predominan las que contienen cadenas propiedad de inducir reacción anafiláctica, no
K (fig. 5-29). Se fija a piel homóloga, no así a porque haya modificado su capacidad para unirse
piel heteróloga, y es la responsable de la anafi­ al antígeno, sino porque la reducción de los
laxia activa y pasiva homóloga en el hombre. puentes S-S intercadenas H-H altera la capacidad
Se fija a tejidos de primates, hecho que ha sido del fragmento Ec pai'a fijarse al receptor presente
aprovechado para numerosos estudios experi­ en el mastocito o basófilo sanguíneo. La IgE ca­
mentales. lentada a 56°C se comporta de manera similar.

_
ss-
0 o o
1 X X
ü ü o
H(5).
SS -S S
OHC
-SS .

o o
X X
o o
-SS

Fig. 5-28. P robable estructura de IgD.


Anticuerpos 99

Mayor información sobre el comportamiento malignas y han adquirido la capacidad de pro li­
de la IgE podrá hallarse en el capítulo 32. ferar sin tasa, sin haber perdido el poder de sin­
tetizar la globulina normal. Las proteínas de
Proteína de Bence-Jones Bence-Jones son cadenas L libres que pueden
escapar como producto colateral y, como con­
Sinonimia: gam m aglobulina microm olecu- secuencia de su bajo peso molecular, ser excre­
lar, yL globulina; 1,0-3,5 S y globulinas. tadas por la orina, donde las formas diméricas
En la orina de mielomatosos se encuentra la son las halladas con más frecuencia. D ada su
proteína de B ence-Jones, de peso m olecular homogeneidad, estas proteínas han sido m uy
aproximadamente 40 kD y constante de sedi­ utilizadas para los análisis secuenciales de las
mentación 3,5 S, que da reacciones inmunose- cadenas L (fig. 5-30).
rológicas cruzadas con las inmunoglobulinas. Últimamente se ha demostrado que el ami-
Se ha encontrado también que la orina normal loide de las amiloidosis está constituido por el
contiene vestigios de IgG y de gammaglobuli­ dominio V ,, mezclas de V, y C; y cadenas L
na de bajo peso molecular, de aproximadamen­ enteras. Esto aclara una serie de hechos, en es­
te 1,6 unidades de sedimentación, que antigéni­ pecial los relacionados con la aparición de am i­
camente y por sus propiedades fisicoquímicas, loidosis en los mielomas, ya que el amiloide no
aun para el ensayo del calor, se comportan co­ sería más que producto de la degradación enzi­
mo la proteína de Bence-Jones. Fueron halla­ mática de cadenas L.
das también en sueros humanos normales y se En el cuadro 5-11 se encuentran resumidas
las denomina y^ globulinas o microglobulinas. las propiedades más significativas de las inm u­
Se han identificado dos tipos diferentes de noglobulinas del hombre.
proteínas de Bence-Jones, con cuyos antisueros
pudo clasificarse a las inm unoglobulinas en
dos grupos. La profundización de estas investi­ LOS HIDRATOS DE CARBONO
gaciones ha permitido establecer que las proteí­ DE LAS MOLÉCULAS DE
nas de Bence-Jones están constituidas por ca­ INMUNOGLOBULINAS
denas L y que contienen factores genéticos Km
y los determinantes antigénieos comunes pre­ Las inmunoglobulinas contienen hidratos de
sentes en las inm unoglobulinas. Se conocen carbono (heteropolisacáridos), que norm alm en­
formas monoméricas de P.M. 23 kD, dímeros te están localizados en las cadenas H. Las cade­
de P.M. 45 kD y aun tetrám eros de P.M. 85 nas J, participantes de la polimerización de la
kD. IgM e IgA, y el componente secretorio (CS) de
Experiencias efectuadas con radioisótopos la (IgA)^S están glucosilados; no lo están, en
indican que el aum ento de las proteínas de cambio, las cadenas L.
Bence-Jones en la orina, en los casos de mielo- El contenido en hidratos de carbono v aría
mas, no es una consecuencia de la exagerada para las diferentes clases de inmunoglobulinas,
metabolización de la IgG mielomatosa sérica; o scilando esos valores entre 2% y 3% p ara
serían productos secundarios, colaterales, de la IgG, 7% y 11% para la IgA, 12% para la IgM ,
síntesis globulínica. Su aumento en la orina en 9% y 14% para la IgD y 12% para la IgE.
estos casos se explicaría como una consecuen­ La unión de los hidratos de carbono puede
cia de la exagerada síntesis de la globulina tener lugar por iV-glucosilación u 0-glucosila-
m ielom atosa por parte de clones de células ción, siendo ésta muy poco frecuente en las in­
plasm áticas que han sufrido degeneraciones munoglobuhnas. En el primer caso ocurre por

t l 's s ^ L s s —I
o co O O O
X X X X
O o 0 o
H (e ). 1 1 .
-SS L s s —J 1' l—s's —1 1—ss -J L s s —1
co co w
co co co

r T
o I ü 0 o
X m X 1 I
ü m o o o

Fig. 5-29. Inm unoglobulina E (IgE).


100 Aspectos básicos de ía inmunidad

cd
o >
O
'O
ó
hir¡
O
o
Fluidos en los que está p resente O
‘3

.2 1
o oUt g '&
(U O
1—
i o 'c^3
00

Fijación a proteína G + + , + + + +
+ + + +

Fijación a proteína A + + 1+ + + +
+ + ' +

F ijación a polim orfonucleares neutrófilos + 1+ + + + 4-

Reacción con proteína A del S. aureus + + 1+ 1


i

Fijación a m acrófagos + í + í 1 1 1

Fijación a m astocitos heterólogos + 1+ + 1 1 1

*
Fijación 0 m astocitos hom ólogos 1 1 1

-o
P asaje placentario + + + 1 1

Fijación del com plem ento (vía alterna) 3 P


l i l i + + 1
§^

Fijación del com plem ento (vía clásica) í+ í 1 1 1 1

C antidad sintetizada (m g/kg/día) m


co CN
Vida m edia fdías) ^ O r-- -H 'O
CN r j (N
r- r- r-- r-
% de intravascular cataboUzada p o r día <N

lO CN
D istribución intravascular (%)
o o o o O O
C oncentración sérica (m g %) (N On0^ r- ^
00 (N
<DJS'O
2
^ 'ñ|-
D om inios de la cadena Fl
O O O O
o o o o
p q q q q q S o C
Peso m olecular de la cadena H (kD) \D C
vn VT) 'vO'T'i vn VT) \jT> Ij 1 .Í 3

Tipo de cadena H b a

ro ro co ro
Flidratos de carbono % (N CN CN r-1
3 “
3 *=: z3
Peso m olecular (kD)
\0 'O "O ''O T<3u ío
^^g
^ ^ ^ ^ S §
co
Coefic. sedim entación 00 00 00 00 00 00 00
!> i> i> r- r--
¿I ^ “
m (N ro ^ r-i fSj 3si
■~..o P
Subclase OOÜO < <
o OJ) bi) OX) b£)

es 6
s Clase <OJj H
o
O
U
Anticuerpos 101

C u ad ro 5-12. Estructura de los oligosacári­


dos obtenidos de una mezcla de inmunoglobu­
linas de origen humano. /, ll, l l l y IV: estructu­
ra de diferentes “core ” hallados en conejo

Oligo.sacárido.s unido.'i a la.'i inm uno globulina.'^ po r N -g lu ­


cosilación

A) Tipo com plejo

N euA ca2^6G al(3 1 -4 G lc N ac P | -2 M a n a I

^4M aii|3¡~4G lcN acf3|


G lc N a c P i-
-4G lcN ac-A sn

NeuAca2-6GaiPi-4GlcNacP|~2Mana )

B) R ico en m añ osa
M a n a l- 2 M a n a K
'6
M ana 1 |-S-SR

M a n a l- 2 M a n a 1 ' ® í Monómero Dímero


M an P I -4 G lc N ac P | '4G lcN aC “A sn
3 ^
Fig. 5-30. P roteína de Bence-Jones,
M a n a 1-2 M a n a l-2 M ana 1 '

C) D iferentes “ C ore”
tán presentes en los poliósidos ni guardan las
M ana 1 ■ mismas relaciones inoleculares, aunque g en e­
ralmente lo hacen en una combinación p refe ­
M anP I-4 G lcN a cP (-4 G lc N ac -A sn
rencial, constituida por un oligosacárido neutro
- 3 ^
M ana 1 ^ o “core” y el resto del poliósido conform ado
por los restantes azúcares. Este polisacárido de
M ana U Fuca 1 tipo “complejo” se encuentra en todas las cla­
6 ' o ^
ses de inmunoglobulinas. En algunas de ellas
M an p |-4 G lc N a c P )-4 G lc N a c -A s n se han identificado unidades de hidratos de car­
3 5 bono “ricas en mañosa”, carentes de ácido siá­
lico y galactosa, las que son olivadas de la m o ­
lécula de inmunoglobulina por tratamiento con
6 I la enzima endo-(3-glueosidasa H (cuadro 5-12).
G lcN ac p I -4 M a n |3 1 -4G lcN ac(3 ] -4G lcN ac-A sn
III La glucosilación de las cadenas H y de las L
M ana 1
que tienen el aceptor Asn-X-Ser/Thr, norm al­
mente ocurre por transferencia a una cadena
M ana 1 Pu=« 1.
\ 6 'b j naciente del “core” de oligosacárido, a partir de
¡V G lc N a c P , -4 M a n P , -4 G lc N a c P , -4 G lc N ac -A sn
un lípido transportador, el dolicoldifosfato. La
^^3 I transferencia del “core” a una cadena H nacien­
M an a 1 te retrasa la elongación del polipéptido, dism i­
nuyendo su velocidad de síntesis, hecho que
contribuye a corregir el desequilibrio entre la
síntesis de cadenas H y cadenas L. Durante el
unión de un residuo de iV-acetilglucosamina al período de glucosilación, el “core” fijado es
amido grupo de una asparagina, el que debe es­ procesado y elongado por adición de azúcares
tar formando parte del triplete Asn-X-Ser/ Thr, terminales.
mientras que en el segundo la unión se produce Las unidades de hidratos de carbono están
por interacción entre un residuo de N-acetilga- localizadas principalmente en el fragmento Fe,
lactosamina o galactosa con el grupo oxidrilo y en algunos casos (IgM, IgE) han sido detecta­
de una serina o treonina. das también en el Fd. En condiciones normales,
Los azúcares identificados en los polisacári­ la IgG tiene una unidad por cada cadena H, y la
dos existentes en las diferentes inmunoglobuli­ unión ocurre en el dominio Cj2. La IgM tiene
nas han sido A-acetil-D-glucosamina, A^-acetil- un promedio de cinco oligosacáridos por cade­
D-galactosamina, ácido A-acetil-neuramínico, na ji,, cuatro en el Fe: (Cu^2:l; 0^3:2; C ^4 :l) y
L-fucosa, D-galactosa y D-manosa. No todos es- uno en el Fd (C|^l); la IgE tiene seis unidades
102 Aspectos básicos de la inmunidad

hidrocarbonadas, de las cuales tres están en el sitios de ataque. Hay datos experimentales que
do m in io C e l (Fd) y las re sta n te s en el Fe hacen suponer que estos ohgosacáridos partici­
(C g2:l; Ce3:2). En la IgA l se han detectado parían activamente en la secreción de las molé­
unidades de oligosacáridos; cinco están en el culas de anticuerpos. Si bien durante el pasaje
dominio C a l, una en el C qc2, una en el C(x3 y de la inmunoglobulina a través de los elemen­
una unidad ha sido localizada en la zona FRl tos membranosos de la célula hay incorpora­
del dominio variable (V a). En la (IgAj^S, ade­ ción de carbohidratos, ello no es prueba sufi­
más de las unidades señaladas deben añadirse ciente de la importancia de la glucosilación en
otras dos, una correspondiente a la cadena J, la secreción, ya que hay células plasm áticas
presente también en la IgM, y otra en el com­ que sólo secretan cadenas L que carecen de hi­
ponente secretorio (CS). La IgD posee cuatro dratos de carbono.
unidades hidrocarbonadas en el dominio C51,
una en el C§2 y dos en el CgS.
Un residuo de A^-acetilglucosamina unido a INMUNOGLOBULINAS DE
una treonina, ha sido identificado en la zona de DIFERENTES CLASES DE
la bisagra de sólo una cadena y del 80% de las VERTEBRADOS
moléculas de IgG de conejo. Parecería que en
esta glucosilación asimétrica el azúcar protege­ En distintas especies de vertebrados se han
ría a la molécula de degradaciones biológicas, descrito diferentes clases y subclases de inmu­
impidiendo el acceso de las enzimas proteolíti­ noglobulinas a las que se ha tratado de relacio­
cas a dicha zona. Sobre el particular resulta su­ nar con las identificadas en mamíferos, espe­
gestivo el hallazgo en IgA e IgD de un residuo cialmente el hombre, dado que todas ellas tie­
azucarado similar, en la misma región. nen un ancestro común (cuadro 5-13). El crite­
Los análisis de proteínas de mielomas han rio seguido ha sido el de comparar propiedades
demostrado que cadenas H y L de diferentes fisicoquímicas y biológicas, tales como peso
inm unog lobulinas que poseen la secuencia molecular, movihdad electroforética, coeficien­
A snX-Ser/Thr pueden presentar glucosilacio- te de sedimentación, contenido en hidratos de
nes anómalas, que llegan a afectar diferentes carbono, capacidad para fijar el complemento,
dominios, incluido el Fd. pasaje placentario, sensibilización de piel ho­
Recientemente hemos podido demostrar que móloga y heteróloga, reactividad frente a sue­
los anticuerpos IgG no precipitantes (coprecipi­ ros específicos, etc. Pero esto no puede ser to­
tantes) de diferentes especies anim ales están mado como definitorio ya que en algunas espe­
constituidos por moléculas funcionalmente asi­ cies de peces, reptiles y aves la ubicación de
métricas (cap. 19), debido a que un oligosacári­ las inm unoglobulinas aisladas resulta difícil.
do predominantemente rico en mañosa se halla En variedades de ranas se han descrito anti­
insertado en sólo uno de los Fab de la molécu­ cuerpos de alto peso molecular, similares a la
la. Ese oligosacárido, que se encuentra unido al IgM de mamíferos, que resultan de la conden­
fragmento Fd, es el que altera el sitio de com­ sación de seis subunidades. En algunos peces,
binación y hace que el anticuerpo tenga un como las carpas, estos anticuerpos son tetramé-
comportamiento biológico particular. La con­ ricos. Si bien son similares, no puede decirse
canavalina A -lectina que interacciona con po­ con certeza que sean realmente IgM.
lisacáridos con grupos m anosilo o glucosilo Una mayor definición se consigue a veces
terminales-, covalentemente unida a Sepharosa comparando análisis secuenciales. Como ejem­
(Con A-Sepharosa), fija esos anticuerpos. plo podría citarse el caso de la IgG (T) del ca­
Más curioso aun resulta el hecho de que ballo, considerada por mucho tiempo relacio­
aproximadamente el 10% de las moléculas de nada con la IgA. Cuando se comparan los últi­
IgG normales del hombre y del conejo se fijan mos nueve residuos C-terminales de la cadena
a Con A-Sepharosa, y que el ohgosacárido in- H de esta inm unoglobulina y los correspon­
teractuante está localizado en el fragmento Fd dientes a las cadenas y, a y )J, de IgG, IgA e
de sólo uno de los Fab. Al igual que en el caso IgM humanas, no caben dudas de que su es­
de los anticuerpos coprecipitantes, la unidad hi- tructura presenta similitud con la IgG (cuadro
drocarbonada predom inantem ente es del tipo 5-14). Si bien la comparación de secuencias li­
“rica en mañosa”, y es clivada de la molécula mitadas en algunos casos es suficiente para la
por tratamiento con endo-p-glucosidasa H. diferenciación, en otros no lo es. En el cuadro
Todavía no está claro cuál es la función que 5-14 puede verse que los cuatro últimos resi­
cumplen los hidratos de carbono en la molécula duos C-terminales de IgA e IgM son idénticos
de los distintos isotipos de inmunoglobulinas. (Gly-Thr-Cys-Tyr).
En algunos casos parecería que juegan un papel Con respecto a la distribución de las cadenas
protector de la molécula al chvaje por enzimas K y en las inm unoglobulinas de diferentes
proteolíticas, dificultando la exposición de los animales, se ha observado que más del 95% de
Anticuerpos 103

C uadro 5-13. Inmunoglobulinas de algunas especies de vertebrados


Especie Inm unoglobulinas

P eces 7S 14S, I9S


A nfibios IgG IgM
Reptiles 7S I9S
Aves 5 ,7 S ,7 S 19S
M am íferos
hom bre IgG l IgM IgA IgD IgE
IgG 2
IgG3
IgG 4

ratón Ig G l IgM IgA IgD IgE


IgG 2,
IgC 2,
Ig 0 3

rata Ig G l IgM IgA IgE


IgG 2
IgG2¡,
lgG 2,

cobayo Ig G l IgM IgA IgE


IgG 2

conejo IgG IgM IgA IgE

perro IgG IgM IgA IgE

vaca Ig G l IgM IgA IgE


IgG 2

caballo IgG , IgM IgA IgE


IgG ,
IgG ,
IgG (T)
IgB

oveja IgG l IgM IgA IgE


IgG 2

cabra IgG l IgM IgA IgE


IgG2

E n los casos en q u e sólo fig u ra n los c o e ficien te s d e sed im entación las in m u n o g lo b u lin as aisladas no están relacionadavS c o n las clases d e i n ­
m u n o g lo b u lin a s co n o c id as o n o se co n o c en dato s estructurales p a ra estab le cer re la cio n es.

las inmunoglobulinas séricas del caballo con­ bulinas involucradas en las distintas etapas de
tienen cadenas X, en tanto que no menos del la respuesta inmune, sobre todo si se tiene en
95% de las inmunoglobulinas del ratón contie­ cuenta que ambos animales poseen varias sub­
nen cadenas K. Es posible que ello sea conse­ clases de IgG y la distribución kJX no es la m is­
cuencia de las diferentes clases de inmunoglo­ ma para todas ellas.

C uadro 5-14. Análisis secuencial comparativo del nonapéptido C-terminal IgG, IgA e Ig M
humanas y de IgG (T) equina

Secuencia
Inm unogtoblinas
1 2 3 4 5 6 7 8 9

IgG hum ana -G lu - Lys - Ser - L eu •■Ser - Leu - Ser - Pro - G ly ■-C O O H
IgG (T) equina - Glu - Lys - A sn - Val ■- Ser - H is - Ser - Pro - Gly .-C O O H
IgA hum ana -M et .- A la - G lu - V al ■- A sp - G ly - Thr - Cys - Tyr ■- COOH
IgM hum ana - M et ■- Ser - A sx - Thr •- A sp - G ly - Thr - Cys - Tyr ■- C O O H
104 Aspectos básicos de la inmunidad

HOMOGENEIDAD das de grupos lábiles que no producirían dife­


Y HETEROGENEIDAD rencias en la estructura secuencial primaria, co­
DE LAS INMUNOGLOBULINAS mo ácido siálico, grupos amido, etcétera.
La heterogeneidad puede deberse también a
Como ya indicáramos al comienzo del capí­ distintas glucoformas del péptido que contie­
tulo, las inmunoglobulinas normales y los anti­ nen diferentes restos hidrocarbonados, como
cuerpos no son homogéneos. A causa de ello, consecuencia de la acción de distintas gluco-
en los análisis electroforéticos en acetato de ce­ transferasas.
lulosa a pE[ 8,2 se observa en la zona de corrida
correspondiente una banda ancha, más intensa­
mente teñida en el centro y difusa hacia los ex­ LOS SITIOS ACTIVOS DE
tremos. Esto se comprende fácilmente si recor­ LAS MOLÉCULAS DE
damos que la carga neta de una proteína, que es INMUNOGLOBULINAS
la que determ ina su m ovilidad en un campo
eléctrico, resulta de la suma de las cargas par­ Edelm an, al considerar la hom ología exis­
ciales de cada uno de sus aminoácidos constitu­ tente entre los fragmentos constitutivos de las
tivos. Siendo estas cargas, como consecuencia cadenas L y H como consecuencia de la forma­
de la heterogeneidad, distintas para cada una de ción de puentes disulfuro que originan bucles
las moléculas que componen las inmunoglobu­ de aproxim adam ente 60 residuos cada uno,
linas norm ales, el cam ino a recorrer por las propuso la división de la molécula de inmuno-
mismas será diferente. globuhna en dominios, identificados como V,
Si se hace una corrida electroforética en ge­ y V (variables) y C ,, Cj_, 1 , y C^,3 corres­
les de una IgG normal purificada y se separan pondientes a las zonas constantes, pivoteando
las zonas de mayor y menor movilidad, al co­ la molécula en la zona denominada gozne o de
rrerlas nuevamente se observará que ambas se la bisagra, ubicada en las proximidades de los
desplazan de una manera diferente. Las cade­ puentes disulfuro intercadenas H-H, la que no
nas L y H obtenidas de esas inmunoglobulinas muestra homología con ninguna otra parte de la
habrán de mostrar también distinta movilidad cadena peptídica H. Esta zona es rica en resi­
electroforética, evidenciable en forma de ban­ duos de prolina, aminoácido incapaz de formar
das en gel de pohacrilamida. una hélice a porque su átomo de nitrógeno for­
Las proteínas de mielomas y sus respectivas ma parte de un anillo rígido y no es posible la
cadenas L y H generalmente muestran por co­ rotación del enlace N-C. Esta interrupción de la
rrida electroforética una banda neta que corres­ hélice a origina un rizo o curvatura en la cade­
ponde a la de una de las tantas moléculas cons­ na peptídica, que condicionaría la flexibilidad
titutivas de las inm unoglobulinas norm ales. de los fragmentos Fab (fig. 5-31). Los dom i­
Las proteínas de Bence-Jones y cadenas L de nios de las inmunoglobulinas están separados
inmunoglobulinas de mielomas dan, por elec­ entre sí por cadenas peptídicas de 60-70 resi­
troforesis en gel de poliacrilamida, una o dos duos, siendo la correspondiente a la zona de la
bandas, las que corresponden a monómeros y bisagra de mayor tamaño. Se considera que ca­
dímeros a diferencia de las 8 a 1 0 bandas que da dominio tiene una estructura tridimensional
se observan en las cadenas L de inmunoglobu­ similar y que origina un sitio activo relaciona­
linas normales y que obedecen a fenómenos de do con diferentes funciones de la molécula. El
carga. dominio variable participa en la formación del
En algunas proteínas de mielomas, no obs­ sitio de combinación o paratope del anticuerpo,
tante su homogeneidad constitutiva se ha ob­ responsable de la especificidad, mientras que
servado más de una banda electroforética. La los dominios ubicados en las zonas constantes
causa de ello no es bien conocida. Experiencias son efectores de funciones, algunas de las cua­
realizadas in vitro con cultivos de linfocitos les sólo se expresan después de la interacción
provenientes de ratones portadores de mielo- antígeno-anticuerpo.
mas permitieron comprobar que la inmunoglo­ Los estudios sobre estructura tridimensional
bulina recientem ente sintetizada, que era ho­ de las inmunoglobulinas efectuados por difrac­
mogénea, si se la marcaba con un átomo ra­ ción de rayos X han demostrado que son pro­
diactivo y se la inoculaba a otro ratón de la teínas multiméricas con subunidades globula­
m ism a endocría, se volvía heterogénea en el res (dominios), formadas cada una de ellas por
suero, dando por electroforesis en geles hasta aproxim adam ente 1 1 0 am inoácidos, los que
cinco bandas. Ello ha hecho que la heteroge­ despliegan un perfil común de plegamiento tri­
neidad electroforética observada en proteínas dimensional (“folding”). La estructura secun­
de mieloma sea atribuida a variaciones de car­ daria predominante de estas subunidades es la
ga eléctrica, causadas por la acción sobre aqué­ de hoja antiparalela plegada en |3 (“p pleated
llas de enzimas séricas, que provocarían pérdi­ sheef’). Cada subunidad contiene dos hojas pa­
Anticuerpos 105

Inmunoglobulina
IgG

Fig. 5-31. D om inios de la IgG .

ralelas formando un “sandwich” o emparedado, inmunoglobulinas, a causa de su mayor tam a­


constituida cada hoja por 3 o 4 fibras antipara­ ño, poseen cinco bucles por cadena. El nuevo
lelas de aminoácidos. El volumen interno está dominio en estas cadenas no está insertado d es­
formado por un empaquetamiento de sitios hi­ pués del Cj,3, sino que está ubicado entre los
drofóbicos. Alrededor del 50% de los aminoáci­ dominios C^l y C,.,2 correspondientes a las ca­
dos de las inm unoglobulinas están formando denas H de las otras inmunoglobulinas.
parte de esta estructura. Las dos hojas plegadas Estudios recientes de difracción de rayos X,
en P se hallan covalentemente unidas por un realizados con inm unoglobulinas IgG m o n o ­
puente S-S intracatenario, en una dirección clonales cristahzadas, muestran que los dom i­
aproximadamente perpendicular al plano de las nios V„-Vj^ presentan una estructura tridim en­
hojas. Las diferentes fibras están unidas entre sí sional estable que se adapta a su función de si­
por segmentos en “P turn” o codos (fig. 5-32). tio de combinación con el antígeno. Los dom i­
Varias de las proteínas presentes en superfi­ nios Cj^ 1 y C,.,3 de una cadena H se encuentran
cies celulares que participan en el reconoci­ apareados con los de la cadena opuesta, en fo r­
miento del antígeno, como el receptor de los ma entrecruzada, dando lugar a una estructura
linfocitos T (RCT), el complejo CD3, las molé­ rígida. Los dominios C,.,2, en cambio, no se e n ­
culas Ig a e Igp asociadas al receptor de los lin­ trecruzan y se encuentran separados por dos ca­
focitos B, incluidas dentro de la denominada denas ramificadas de hidratos de carbono —una
“superfamilia de las inm unoglobulinas”, p re­ en cada dom inio- de aproximadamente 2 0 uni­
sentan esta estructura. dades, unidas por A^-glucosilación. La estractu-
En las IgM e IgE existe un dominio Cj^4, co­ ra particular de esas cadenas es la que hace que
mo consecuencia de que las cadenas H de estas los dos dominios Cj^2 de la molécula se m an­
106 Aspectos básicos de la inmunidad

Cadena L

F ig . 5-32. Estructura de lám ina plegada en p de los dom inios variable (V L) y constante (CL) de una cadena L. (A daptado
d e M . Schiffer y col., Biochem istry, 12:4620, 1973.)

tengan separados, con la suficiente flexibilidad Sitio de combinación de los anticuerpos


com o para perm itirle cum plir determ inadas
funciones (fig. 5-33). En las inmunoglobulinas los fragmentos Fab
son los portadores de la actividad anticuerpo,
en tanto que el Fe es el responsable de las otras
propiedades biológicas inherentes a la molécu­
la entera.
En lo referente a la actividad anticuerpo, el
problema que se planteó era saber; a) si ello era
consecuencia del plegamiento proteico o de la
secuencia de sus aminoácidos constitutivos; b)
si estaba localizada en las cadenas L o FI, si
ambas participaban de esa actividad y cuáles
eran los fragmentos comprometidos; c) si el si­
tio de combinación era uniespecífico o pluries-
pecífico y d) cuál era el tamaño aproximado de
dicho sitio.
Diferentes hipótesis se plantearon
a) La hipótesis sostenida inicialm ente por
Haurowitz de que la actividad anticuerpo era
consecuencia de una adaptación de la inmuno-
globulina al determinante antigénico producida
durante su plegamiento dejó de tener vigor des­
de el momento en que se demostró, en un m is­
mo animal, la heterogeneidad de los anticuer­
pos para distintos determinantes antigénieos.
Lo mismo ha ocurrido con la sustentación de
Karush de que ella sería consecuencia del reor­
denamiento de los puentes S-S que forman par­
te de la molécula, ello sobre la base de que su
número es de 20-25 y posibilitaría, estadística­
mente, la elaboración de más de 1 0 * moléculas
F ig , 5 -3 3 . E s tru c tu ra esq u e m á tic a de u n a m o lécu la de
IgG , con sus dom inios, elaborada sobre la base de los da­ diferentes. El hecho de que el fragmento Fab
tos conocidos, especialm ente los provenientes de estudios tenga actividad anticuerpo y los S-S que con­
cristalográficos (C^HO hidratos de carbono). tiene sean mínimos con respecto al total, res­
Anticuerpos 107

tringe enormemente el ntimero de anticuerpos trar que la capacidad de unir ligando se encon­
diferentes que podrían lograrse. Además, ac­ traba principalmente en las cadenas H. El expe­
tualmente se sabe que una molécula de inm u­ rimento desarrollado en este sentido por M etz­
noglobulina reducida y alquilada, que no posee ger y Singer consistió en reducir con mercap-
uniones covalentes de S, sigue manteniendo su toetanol y alquilar con iodoacetamida la IgG
actividad anticuerpo. anticuerpo, que luego fue dializada en ácido
Todo esto hizo suponer, teniendo en cuenta propiónico 1 M, mezclada con e DNP-lisina y
las diferencias estructurales observadas entre filtrada por una colum na de Sephadex G -75
los anticuerpos, que su especificidad estaba re­ equilibrada con ácido propiónico 1 M que co n ­
lacionada con su estructura secuencial, la que a tiene 8 DNP-hsina 6 x 10 '^ M. La absorbancia
su vez determinaría qué fuerzas termodinámicas de los productos de elución fue medida a 280
obligarán a la molécula a adquirir una configu­ nm y 360 nm. Como control se efectuó una e x ­
ración energéticamente estable, que le permiti­ periencia análoga sustituyendo el anticuerpo
ría a ésta cumplir con su función específica. antiDNP por IgG normal de conejo. Las lectu­
b) Los exámenes electroforéticos en gel de ras espectrofotométricas a 280 nm de los elu i­
almidón de inmunoglobulinas normales de co­ dos permitieron ubicar los picos proteicos c o ­
bayo y anticuerpos con diferente especificidad, rrespondientes a las cadenas H (el que eluye en
previamente reducidas y alquiladas, mostraron primer término) y las cadenas L. Las lecturas a
diferencias que hicieron suponer en un comien­ 360 nm hicieron posible la ubicación de la E
zo que las cadenas L fuesen responsables de la DNP-lisina por ser máxima su absorción a esta
actividad específica. longitud de onda. Como puede verse en la fig u ­
A partir de IgG (T) de caballo, neutralizante ra 5-34, la cantidad máxima de ligando está fi­
de la toxina diftérica y de anticuerpos antitetá­ jada en las cadenas H, mientras que es insigni­
nicos y antilecitinasa del mismo tipo, se pudo ficante en las L. Las cadenas H y L de IgG n o r­
demostrar que la ruptura de los puentes S-S de mal no muestran fijación de ligando.
la molécula por reducción y alquilación no m o­ Por estudios de recombinación de cadenas L
d ificab a su activ id ad anticu erp o . A dem ás, y H se ha podido demostrar que hay comple-
cuando se separaron las respectivas cadenas L mentación entre ellas, que es más m anifiesta
y H, se comprobó que gran parte de dicha acti­ cuando derivan de una m ism a m olécula de
vidad estaba localizada en las cadenas H, la IgG, segíin se deduce de los ensayos competiti­
que era potenciada por cadenas L provenientes vos y no competitivos que a continuación se
de la mism a molécula, no así por cadenas L transcriben. A partir de dos IgG homogéneas,
procedentes de otra inmunoglobulina de la m is­ IgG(“) e IgG*'’^ se obtuvieron sus respectivas ca ­
ma clase, pero eon diferente especificidad. Las denas L y H (HW, H'W y U '’>) y con esos
cadenas L, por su paite, prácticamente carecían productos se efectuaron ensayos de recom bina­
de actividad anticuerpo. Todo esto hizo supo­ ción con los siguientes resultados:
ner que la especificidad estaba localizada en
una determinada secuencia de las cadenas H,
Tipo C adenas % de Ig G
que sería com plem entada por las cadenas L, de ensayo recoinhinadas ¡gG fo rm a d a ob ten id o
asegurando de ese modo estabilidad al sitio de
combinación. H («) + L <■» H (“>L <“) 80
Que en la fijación del determinante antigéni­ N o com petitivo
H <“) + L <»> HwL 80
co intervienen principalmente las cadenas H, se
deduciría de los estudios de equilibrio de diáli­ H <"> L I» 65
sis de cadenas L y H aisladas de IgG anti-p-azo- H (“) + L » + LW
fenil-p-lactósido y hapteno monovalente desa­ H w L <>
’) 20
C om petitivo
rrollados por Karush en los que se demostró una H <» L <"> 20
mayor afinidad de las cadenas H por el ligando. H «w + L <») + L<w
En este caso, el aislamiento de las cadenas H, H <») L <1» 65
después de la reducción y alquilación, fue he­
cho por filtración a través de Sephadex G-200
usando buffer Tris IM pH 8 , adicionado de do- Trabajando con anticuerpos IgG obtenidos
decil sulfato de sodio 0,03 M, lo cual evita el del mismo conejo, con igual especificidad pero
agregado de cadenas H que generalm ente se de distinta afinidad, se comprobó que, al re-
produce a pH ácido, base de algunas de las críti­ combinar cadenas H y L, las moléculas form a­
cas a los resultados obtenidos por otros autores das de mayor afinidad para el antígeno eran las
que no habían tenido en cuenta este hecho. obtenidas con cadenas H y L procedentes de
Aprovechando que anticuerpos de conejo an­ anticuerpos de alta afinidad, y que ella era infe­
ti-DNP de alta afinidad pueden fijar hapteno rior cuando la IgG de recombinación provenía
(e DNP-lisina) a pH ácido, fue posible demos­ de cadenas H obtenidas de anticuerpo de alta
108 Aspectos básicos de la inmunidad

100 15 0 200 250

F ig . 5-34. G raficación de los picos de elución correspondientes a proteínas (DO 280 nm ) y D PN -lisina (D O 360 nm ) de
Ig G de conejo norm al (-----) y anti D PN (— ) reducidas y alquiladas y filtradas por Sephadex G-75 equilibrado con ácido
propiónico 1 M y D N P-lisina 6 x IO'*M.

afinidad y cadenas L de baja afinidad. Ello es


una prueba evidente de la com plem entación y '^'I y estableciendo la relación Para
entre las cadenas El y L en la elaboración del aquellos que demuestren radiactividad y no es­
sitio da combinación con el antígeno, y que esa tén comprometidos en la elaboración del sitio
complementación es más efectiva entre las ca­ de combinación, esa relación será próxima a la
denas H y L de una misma molécula. unidad, siendo superior en el caso contrario.
Que la complementación entre dos cadenas Ello se debe a que, como consecuencia de su
es fundamental para la elaboración de la estruc­ interacción con el hapteno, el péptido que for­
tura tridimensional que cumple las funciones ma parte del sitio de combinación es inaccesi­
de sitio de combinación lo da el hecho de que ble al '^'I durante la iodación. El análisis se­
dímeros de cadenas L pueden fijar ligandos. En cuencial posterior de ese péptido ha permitido
la molécula de anticuerpo, esa complementa­ tener conocimiento de algunos de los residuos
ción tiene lugar entre los fragmentos V, y Vj,. de las cadenas L y H que participan en la unión
El interrogante que surgió es si hay residuos del anticuerpo al antígeno.
particulares del sitio de combinación compro­ No obstante esos resultados, hasta el presen­
metidos en la determinación de la especificidad te no existen argumentos válidos que muestren
y en la conformación de esa estructura comple­ que uno o más residuos particulares tengan par­
mentaria a la del ligando, que asegure la pro­ ticipación activa en la elaboración del sitio de
ducción de una unión firme con éste mediante combinación de todos los anticuerpos.
la creación de diferentes tipos de fuerzas no co­ Los estudios comparativos sobre variabili­
valentes estables. dad de cadenas L y H de inm unoglobulinas
Respecto de los posibles residuos compro­ monoclonales de diferentes clases y especies
metidos en la elaboración del sitio de combina­ animales, y de las provenientes de anticuerpos
ción, se ha podido determinar, analizando anti­ homogéneos logrados en conejos por inocula­
cuerpos de conejo antiovoalbúmina, antíseroal- ción de algunos poliósidos, entre ellos los de
búmina bovina y antifenilarzonato que, al m e­ neumococo tipo III (S-III) y tipo VIII (S-VIII),
nos en estos casos, un aminoácido capaz de fi­ son los que han suministrado la mayor infor­
jar iodo radiactivo, identificado luego como un mación sobre posibles relaciones entre residuos
residuo de tirosina, form a parte del sitio de y especificidad. En los fragm entos V^ y V,_,
combinación. Ello ha sido posible por iodación pueden observarse variaciones ocasionales, al­
mediante la técnica diferencial, que consiste en ternativas y múltiples. Las primeras responden
marcar el anticuerpo purificado con y con a variabilidad originada por mutaciones somá­
'^'í al mismo anticuerpo previamente mezclado ticas, la segunda a alotipos y la tercera muy
con el hapteno, el que ha sido modificado de probablemente a la relación de dicho residuo
modo que pueda dar con algún residuo del sitio con la elaboración de la especificidad del sitio
de combinación una unión covalente estable. de combinación del anticuerpo. Como puede
Se mezclan luego los dos productos marcados verse en la figura 5-35, el grado de variabilidad
y se procede a la separación de las cadenas L y (número de aminoácidos diferentes en una de­
El, las cuales son sometidas a digestión tríptica. terminada posición/frecuencia del aminoácido
Los péptidos obtenidos son separados por cro­ más común en esa posición) de las cadenas L
matografía en placa y electroforesis de alto vol­ es máximo en las zonas de los residuos 24-34,
taje combinadas (mapas peptídicos), determi­ 50-56 y 89-97. Analizando cadenas L de anti­
nando en cada uno de ellos el contenido en '^^1 cuerpos anti-DNP y de proteínas de mieloma
Anticuerpos 109

Cadenas L Cadenas H

100 100
90 90

80 80
ii l .1- i si
70 70

60 60

50 50

40 40 —
30 30

20 20

10 10

O m úi O 1
o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 O 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120

Posición de ios am inoácidos Posición de ios am inoácidos

F ig . 5-35. Z onas de hipervariabilidad de cadenas L y H de origen hum ano. Las flechas verticales indican residuos s itu a ­
dos en las zonas de hipervariabilidad o próxim os a ella, y en los que m ediante estudios de afinidad se h a dem ostrado la
unión a haptenos. (Tom ado de C apra, J. D. y Edm unson, A. B. Scientific Am erican, 1977.)

de ratón con actividad anti-DNP, se encontró prom etidos en estas interacciones. Se ha d e ­


que en el primer caso el residuo 87 fijaba hap­ mostrado, entre otros, que los residuos Trp 47-
teno y en el segundo el residuo 32, situado este H (HyHEL-5) y Thr 30-H (HyHEL-10) co m ­
liltimo en la primera región hipervariable y el ponentes de los FR de los respectivos anticuer­
primero muy próximo a los residuos que cons­ pos, interaccionan con la hsozima.
tituyen la tercera región de hipervariabilidad. Como quedara especificado al referirnos a la
En las cadenas H, regiones de mayor variabili­ estructura de cadenas L, existen residuos fijos
dad están com prendidas entre los residuos de ghcina. En la posición 99-101 la secuencia
31-35, 50-65 y 95-102, similares en su ubica­ más común es Gly-Gln-Gly o Gly-Gly-Gly. En
ción a las de las cadenas L. las cadenas H hay dos glicinas situadas en la
Las zonas de hipervariabilidad determinan­ misma posición y las secuencias más comunes
tes de complementariedad se identifican como son Gly-Gln-Gly, Gly-Arg-Gly o GlyGly. Se
C D R l, CDR2 y CDR3 (complementarity de- considera que, dada su posición, podrían fu n ­
termining región) y F R l, FR2, FR3 y FR4 (jra- cionar como pivote para permitirle a esa zona
meworií) a las zonas invariables interpuestas de la m olécula el máximo de flexibilidad de
entre ellas, que sirven para su organización. modo de asegurar un buen contacto del antíge­
- Estudios de estructuras prim aria y trid i­ no con el sitio de combinación del anticuerpo.
mensional de anticuerpos revelan que los ami­ La figura 5-36 esquematiza la zona variable del
noácidos Tyr, His y Asn tienen cierta prepon­ fragmento Fab (Fy) donde puede verse la u b i­
derancia a formar parte de los CDR. cación de las regiones de hipervariabilidad.
Es evidente que en las cadena L y H dos de Los aminoácidos con cadenas laterales aro ­
las zonas de marcada hipervariabilidad se en­ máticas constitutivas de los CDR pueden co n ­
cuentran ubicadas posteriormente y próximas a tribuir significativamente en la unión al ligando
los residuos de cisteína (23 y 8 8 para las cade­ como consecuencia de su mayor tamaño - l a
nas L y 22 y 92 para las cadenas H), que son que im plica un mayor efecto hidrofóbico--, su
los que originan el puente disulfuro que da lu­ mayor polarización -co n una mayor contribu­
gar al bucle de la región variable de ambas ca­ ción a la interacción por fuerzas de Van d er
denas. Esta simetría en la localización de las W aals-, y su habilidad para formar puentes de
zonas de hipervariabilidad de las cadenas L y hidrógeno - a través de sus anillos aromáticos o
H provee la estructura tridimensional del sitio de átomos polares en las cadenas laterales y,
de combinación, el que contiene los residuos además, por su relativa rigidez ya que tienen
complementarios para su unión al determinante pocos grados de libertad y, como consecuencia
antigénico. una menor pérdida de entropía conformacional,
- Si bien la unión al antígeno involucra a los luego de la complejación con el ligando.
fragmentos CDR del Fab, en ocasiones resi­ Las cadenas alifáticas apolares laterales de
duos de los fragmentos FR pueden estar com ­ Val, íle y Leu son incapaces de participar en
110 Aspectos básicos de la inmunidad

H,N NH, nal, que puede ser congelado después de la for­


mación del complejo Fab-ligando, estos am i­
noácidos tienen una contribución negativa en
esta unión.
Las Asp están involucradas en la formación
de puentes de hidrógeno y resultan más efecti­
vas cuando están localizadas en los CDR que
en los FR. Se supone que podrían participar en
la estabilización de los bucles o “loops”.
La alta incidencia de residuos aromáticos ex­
puestos, así como el carácter apolar de las ca­
denas alifáticas laterales en parte de la superfi­
cie del Fv, darían lugar a una estructura com­
pacta que le conferiría a la molécula su capaci­
dad para unir diversos ligandos. La especifici­
dad para un determinado antígeno provendría
de la precisa complementariedad de las superfi­
F ig . 5-36. Sitio de com binación. E structura del fragm ento cies interaccionan tes y de la correcta posición
v ariable de las cadenas L y H; ubicación de las respectivas de los posibles grupos reactivos.
zonas de hip e rv ariab ilid a d y de los resid u o s de cisteína La variabilidad de las cadenas L, y conse­
(véase texto).
cuente creación de diversificación, resulta de la
asociación de genes VI y JL (véase cap. 6). D i­
interacciones iónicas y sólo pueden hacerlo en cha asociación genera diversidad en la tercera
la unión al ligando a través de interacciones de zona de complementariedad (CDR3). Investi­
Van der W aals y de efecto hidrofóbico. T e­ gaciones recientes realizadas por Kimberly y
niendo en cuenta su grado de libertad rotado- Capra con transcriptos de cadenas L de tipo k
generados con hígado fetal humano y linfocitos
de sangre periférica, han demostrado que apro­
ximadamente un tercio exhibía una variación
de la longitud de CDR3, independiente del seg­
mento génico J k usado. El análisis de la se­
cuencia de nucleótidos, reveló que algunos de
los nucléotidos resultantes de la unión V k -J k y
que presentaban variaciones de CDRS, eran co­
dificados por los genes V k y J k usados en estos
transcriptos. No obstante, cerca del 20% de los
transcriptos contenían adiciones de segmentos
N-terminales, resultados coincidentes con una
actividad sim ilar a la TdT (deoxinucleotidil
transferasa terminal). Esas observaciones su­
gieren que TdT o una enzima análoga podría
ser activada en un porcentaje significativo de
linfocitos B humanos durante el rearreglo de
las cadenas L (véase cap. 2). Las variaciones en
la longitud de CDR3 en las cadenas L aumenta
el repertorio potencial y constituye una posibi­
lidad adicional de generar diversificación en la
molécula de anticuerpo.
De acuerdo con estudios de Padlan, del total
de la superficie de los CDR del Fv, sólo el
26,5% y 28,4% es usado en la unión con el an­
tígeno por los anticuerpos anti-lisozim a Hy-
HEL-5 y HyHEL~10, respectivamente. Los re­
F ig . 5-37. D iagram a del esqueleto de los carbonos a del siduos de los CDR que contactan con el ligan­
com plejo lisozim a-Fab (anticuerpo m onoclonal anti-lisozi-
ma). En el fragm ento Fab (parte superior derecha), la cade­ do representan sólo el 37,0% y 35,8% del nú­
na H está indicada con trazo grueso, y con trazo delgado la mero total de residuos de los CDR.
correspondiente a la cadena L, E n la parte inferior izquier­ Con respecto a los CDR3-L y CDR3-H se
da, adosada al sitio de com binación, está ubicada la lisozi­ presume que deben jugar un rol prominente, no
ma. (C orresponde al estudio tridim ensional de un com plejo
antígeno-Fab, analizado por difracción de rayos X. R. Pol- sólo en la unión al ligando, sino también en la
ja k y col., 1986. G entilm ente cedida por .su autor.) unión con el dominio opuesto y en el contacto
Anticuerpos 111

con otros CDR. Probablemente no sea coinci­ llo, sino que es una superficie que presenta p ro ­
dencia que los dos CDR3 presentan el máximo tuberancias y depresiones con posibilidades de
de variabilidad y que CDR3-H sea quien presu­ interacción con diferentes ligandos. La mayor o
me la mayor variabilidad en tamaño y confor­ menor posibilidad de cpe el sitio de combina­
mación, como lo han demostrado recientemen­ ción se una a ligandos diferentes dependerá del
te Wu y colab. balance entre las fuerzas de unión y de repul­
c) Otro hecho que se debe considerar es la sión que se originen en esas interacciones, d on­
uniespecificidad del sitio de combinación del de muchas veces un único residuo aminoaeídi-
anticuerpo. La pregunta que se formula es si las co del ligando o del sitio de combinación del
zonas de hipervariabilidad de una determinada anticuerpo puede jugar un papel importante.
molécula configuran especificidad para un solo Por ello, la especificidad de un suero inmune
ligando, o si en el sitio de combinación existen debe ser considerada como un fenómeno de la
subsitios para más de uno de ellos. Estas dudas población total de moléculas de anticuerpos y
surgen después de haberse demostrado, en pro­ no necesariamente la propiedad de cada m olé­
teínas monoclonales provenientes de mielomas cula de inmunoglobulina.
humanos y de ratón, la capacidad de algunas de Estudios desarrollados por Poljak y col. so­
ellas para fijar más de un ligando. La IgM (K) bre estructura tridimensional de un com plejo
EH, aislada de un paciente con macroglobuli­ Ag-Ac cristalizado (lisozima de huevo de co-
nemia de Waldenstrom, por ejemplo, fija gru­ dorniz-antilisozima) y del mismo antígeno con
pos dinitrofenol, grupos nitronaftil, ADN des­ el correspondiente fragmento Fab, hechos por
naturalizado, ARN, heparina, sulfato de dextra­ difracción de rayos X a una resolución de 2,8
no, ácido poliestirensulfónico, ácido ribitol tei­ A, muestran aspectos muy interesantes. La es­
choico y polímero ribosa-fosfato de origen bac­ tructura terciaria del antígeno lisozima, d e s­
teriano. La IgAj 460 de ratón fija DNP-lisina y pués de reaccionar con el Fab no presenta cam ­
menadiona (vitamina Kj), haptenos no relacio­ bios conformacionales respecto de la lisozim a
nados. En este caso se ha demostrado que, por nativa, y se comporta como un determ inante
modificaciones químicas introducidas en el si­ antigénico topográfico en el que participan re ­
tio de combinación, es posible conseguir que la siduos ubicados en diferentes partes de la m o ­
capacidad ligante sea para el grupo DNP o vi­ lécula, algunos bien distantes entre sí. Estos e s­
ceversa. Si bien esto sugeriría en forma indi­ tudios muestran además que la estructura cua­
recta la existencia de subsitios no continuos pa­ ternaria del sitio de combinación del anticuer­
ra estructuras de determinantes antigénicos no po, no constituye un simple bolsillo en el que
relacionados, en inmunoglobulinas monoclona­ se insertaría el epitope y en cuya formación in ­
les provenientes de mielom as, estos estudios tervendrían las regiones determinantes de com ­
deben ser extendidos a poblaciones de an ti­ plem entariedad de los fragm entos v ariables
cuerpos para obtener respuesta definitiva. En (CDR), sino que se extendería a lo largo de
un comienzo se hipotetizó (Richards y Konigs- ellos como una superficie plana con protube­
berg) que podrían existir diferentes células for­ rancias y depresiones originadas por las cade­
madoras de anticuerpos que originarían inm u­ nas laterales. Un área extensa del antígeno se
noglobulinas con sitios de combinación m últi­ pone en co ntacto con el Fab, y lo hace de
ples, no iguales, en los que la especificidad pa­ acuerdo con la topografía de ambos. Las protu­
ra un ligando podría estar repetida en varias de berancias y depresiones del ligando y del anti­
ellas. Por estim ulación antigénica se origina­ cuerpo facilitan el contacto y las interacciones
rían inmunoglobulinas diversas con especifici­ entre los residuos para formar las uniones no
dad para ligandos distintos (no esencialmente covalentes, de una manera similar a lo que o cu ­
los mismos en cada molécula), pero todos eon rre en las interacciones proteína-proteína. En el
especificidad para el antígeno inductor. Ello sistema estudiado, 16 residuos de la lisozima y
haría que en una población de moléculas de an­ 17 residuos del Fab hacen contacto, correspon­
ticuerpos para un ligando todas tuvieran espe­ diendo 10 de ellos a la cadena H. La m ayor
cificidad para éste, y que la relacionada con los parte de esos 17 residuos están ubicados en la
restantes se viera diluida como consecuencia tercera zona de hipervariabilidad (CDR3).
de la participación de clones múltiples. En algunos casos la simple sustitución de un
Estas especulaciones fueron hechas conside­ aminoácido en el antígeno varía enormemente
rando el sitio de combinación como un bolsillo, la especificidad, como se ha observado en liso-
con varios subsitios, y que cada ligando para zimas de huevo de distintas especies animales
interaccionar tendría que insertarse en él. In ­ cuando reaccionan con el fragmento Fab del
vestigaciones recientes que se describen más anticuerpo monoclonal específico para la liso ­
adelante, desarrolladas con anticuerpos mono­ zima de huevo de codorniz. Este hecho y otros,
clonales, muestran que el sitio de combinación como la diferente afinidad de anticuerpos espe­
del anticuerpo con el antígeno no es un bolsi­ cíficos para un m ism o ligando, las bases e s ­
112 Aspectos básicos de la inmunidad

tructurales de las reacciones cruzadas de un an­ cuencia de sus aminoácidos constitutivos. Tra­
ticuerpo con antígenos heterólogos, los anti­ bajando con varias inmunoglobulinas monoclo­
cuerpos heteroclíticos y las reacciones idiotipo- nales se demostró que usarían para cada región
antiidiotipo, son fácilmente entendibles con el variable CDR sólo unas pocas conformaciones
modelo de sitio de combinación del anticuerpo a las que se denomina “estructuras canónicas”,
descrito por estos autores. Estudios hechos por las que estarían determinadas por un reducido
Padlan y col. con diferentes anticuerpos mono­ número de aminoácidos ubicados en sitios es­
clonales específicos para hsozima de clara de pecíficos de las zonas hipervariables. Esas es­
huevo, permitieron demostrar que, para el mis­ tructuras básicas son las que se indican en la fi­
mo ligando (lisozima), los aminoácidos de los gura 5-39.
Fab que interaccionan con el antígeno no son d) Una apreciación sobre el tamaño del sitio
los mismos para los distintos anticuerpos (cua­ de combinación de un anticuerpo fue inicial­
dros 5-15A y 5-15B). mente lograda por ensayos de inhibición, ha­
La figura 5-37 corresponde a un diagram a biendo resultado útiles en este sentido los anti­
del esqueleto de los carbonos a del complejo cuerpos antidextrano (poli-D-glucosa), antipo-
lisozima-Fab antilisozima, y la figura 5-38 a lialanina y DNP-polilisina.
esa misma interacción con indicación de los re­ La inhibición de la interacción específica an­
siduos del ligando y hgante que interaccionan. tígeno-anticuerpo por oligosacáridos y oligo-
A diferencia de lo que se suponía, se ha péptidos, medida al 50% de efectividad, permi­
comprobado que los paratopes o sitios de com­ tió comprobar que aquélla se consigue con oli-
binación con el antígeno no adoptan múltiples gómeros de 5 a 6 residuos. En el caso del DNP
conformaciones surgidas al azar como conse­ (lisina)n se ha observado que el máximo de in-

F ig . 5 -3 8 . E n el m o d e lo q u e se
m u e s tra lo s á to m o s d e l a n tíg e ­
n o ( li s o z i m a ) y d e l F a b a n t i ­
c u e rp o e s tá n r e p r e s e n ta d o s en
su t o ta l id a d c o m o e s f e r a s d e
1,7 Á d e r a d io . A-. e s tr u c tu r a
d e l c o m p le jo a n tíg e n o F a b ( a n ­
t ic u e r p o ) , L a s c a d e n a s H d e l
f r a g m e n to F a b e s tá n c o l o r e a ­
d o s en a z u l, y e n a m a r illo las
c a d e n a s L, L a lis o z im a e s tá c o ­
l o re a d a en v e rd e y su r e s id u o
G ln 1 2 1 , q u e j u e g a u n p a p e l
m u y im p o rta n te e n la e s p e c ifi­
c id a d , e n ro jo , B : lo s m o d e lo s
c o rr e s p o n d ie n te s a l is o z im a y
al F a b h a n s id o s e p a ra d o s p a ra
m o s t r a r la s p r o t u b e r a n c i a s y
d e p re s io n e s en las s u p e rf ic ie s
c o m p le m e n ta ria s.
Anticuerpos 113

F ig . 5-38 (cont.) C: s u p e rfic ie d e c o n ta c to del F ab y d e l a n tíg e n o . L o s r e s id u o s in te ra c tu a n te s e stá n n u m e ra d o s y c o lo r e a ­


d o s en ro jo , a e x c e p c ió n d e la G ln 121 d e l a n tíg e n o , q u e lo e s tá en v io le ta . L o s re s id u o s d e la c a d e n a L q u e c o n ta c ta n c o n
e l a n tíg e n o s o n ; 1 (H is 3 0 ), 2 (T y r 3 2 ), 3 (T y r 4 9 ), 4 ( T y r 5 0 ), 5 (P h e 9 1 ), 6 (T rp 9 2 ) y 7 (S e r 9 3 ). L o s d e la c a d e n a H : 8
(T h r 30), 9 (G ly 31), 10 (T y r 3 2 ), I I (T rp 5 2 ), 12 (G ly 5 3 ), 13 (A sp 5 4 ), 14 (A rg 99), 15 ( A s p 100), 16 (T y r 101) 17 ( A r g
102). L os re s id u o s d e la lis o z im a q u e c o n ta c ta n co n el a n tic u e rp o son: 1 (A s p 18), 2 (A sn 19), 3 (A rg 2 1 ), 4 (G ly 2 2 ) , 5
(T y r 23), 6 (S e r 2 4 ), 7 (L e u 2 5 ), 8 (A sn 2 7 ), 9 (L ys 1 16), 10 (G ly 117), 11 (T h r 118), 12 (A s p I 19), 13 (V a l 120), 14 ( G ln
121), 15 (lie 124), 16 (L e u 129). (L o s n ú m e ro s e n tre p a ré n te s is in d ic a n el o r d e n d e s e c u e n c ia .) (C o rre s p o n d e al m is in o e s ­
tu d io in d ic a d o e n la fig u ra 5 -3 6 . F o to g ra fía s g e n tilm e n te c e d id a s p o r el D r. R . P o ja k .)

hibición se consigue con DPN (lisina), y que fijarse a mastocitos homólogos o heterólogos,
igual potencia inhibitoria tienen DNP (hsina)g y de unirse a linfocitos B, de atravesar mem bra­
DNP (lisina),. Resultados similares se han obte­ nas biológicamente activas (placenta, pared in ­
nido con anticuerpos antidextrano (fig, 5-40). testinal del recién nacido), de fijarse a la proteí­
Ello indica que el tamaño del sitío de combina­ na A del Staphylococcus aureus, de regular el
ción debe ser tan grande como para rodear a ciclo catabólico de la molécula proteica de la
aquéllos, lo que significa el compromiso de que form a parte, de fijarse a macrófagos,, de
aproximadamente 15-30 residuos de los 1.300 reaccionar con factor reumatoideo, etc, La m a­
que constituyen una molécula de anticuerpo. yor parte de esas funciones están localizadas en
Eos estudios cristalográficos han permitido el fragm ento Fe, en los dominios y C^S
calcular que el área del anticuerpo que interac- para la IgG e IgA, y en los C,_,2, Cj^3 y Cj^4 p a ­
ciona con un epitope tiene un tamaño aproxi­ ra la IgM e IgE.
mado de 700 A^. Si bien el fragmento Ec completo separable
por tratam iento papaínico conserva práctica­
Otros sitios efectores de mente intacta la actividad de la molécula com ­
las inmunoglobulinas pleta, los dominios aislados se muestran m uy
poco efectivos no obstante existir pruebas indi­
Localización de los sitios. Como ya se indi­ rectas de que algunos de ellos son los responsa­
cara, además de los dominios V^j y Vj^ que par­ bles de determinadas funciones. Se ha observa­
ticipan en la formación del sitio de combina­ do que los fragmentos Ec’ y pEc’ de IgG, cons­
ción de la molécula de anticuerpo, o “paratope” tituidos casi exclusivam ente por el dom inio
según la propuesta de Jem e (véase cap. 4), Cjj3, si bien conservan algunos determinantes
existen en los fragmentos constantes de las ca­ antigénicos de la molécula entera y la capaci­
denas H otros dominios, que son efectores de dad de reaccionar con algunos factores reuma-
funciones, algunas de las cuales se ejercen di­ toideos, carecen de la mayor parte de las pro­
rectamente, en cambio otras sólo tienen lugar piedades del fragmento Fe, lo que hace suponer
después de la unión antígeno-anticuerpo. Entre que gran parte de la actividad de este fragmen­
esas propiedades figuran la capacidad de acti­ to está localizada en el dominio Cj^2. Un frag­
var el sistema complemento a través de la vía mento de IgG2a de ratón, obtenido por trata­
clásica (fijación de Clq) o de la vía alterna, de miento enzimático, que responde a las caracte-
114 Aspectos básicos de la inmunidad

Fig. 5-39. A . E l s itio d e c o m b in a c ió n d e lo s


a n tic u e rp o s e s tá f o rm a d o p o r se is b u c le s o c o ­
d o s, tre s c o rre s p o n d ie n te s al d o m in io V. ( L l ,
L 2 y L 3 ) y tre s al d o m in io V „ ( H l , H 2 y H 3 ).
B . E s tru c tu ra s c a n ó n ic a s p ro p u e s ta s p a ra la s r e ­
g io n e s h i p e r v a r i a b le s d e lo s d o m in io s V k y
V H . L a s u p e rf ic ie a c c e s ib le al a n tíg e n o es la
u b ic a d a e n la p a rte s u p e rio r d e las fig u ra s y en
la p a rte in fe rio r la c o rre s p o n d ie n te a la e s tr u c ­
tu ra ríg id a . S e m u e s tra n la c o n fo rm a c ió n d e la
c a d e n a p r in c ip a l y a lg u n a s c a d e n a s la te ra le s
d e te r m i n a n te s d e la s e s tr u c tu r a s c a n ó n ic a s .
(A d a p ta d o d e C h o th ia C ., L e s k A . M ., T r a m o n ­
ta n o A . y c o l., N ature 3 4 2 :8 7 7 , 1989).

al a n tíg en o

Vk

Ll

26 26 ||g

L2

L3

VH

26
Phe 2 9 ^
Anticuerpos 115

rísticas de ese dom inio, ha dem ostrado fijar actividad corresponde al CH2 (P.M. 17 kDa)
Clq, pero su capacidad para activar el sistema de la IgG y al C„4 (P.M. 6 ,8 kDa) de la IgM.
complemento es menor que la del Fe entero. En el caso del ratón, la fijación a macrófagos
Se ha demostrado que en la fijación de C lq a de los anticuerpos de tipo IgM e IgG n o es
la IgG l (Ejj.) humana, tienen activa participa­ competitiva; la primera es Ca^+ dependiente.
ción los residuos Glu (318), Lys (320) y Lys En el cuadro 5-15 figuran algunas de las pro­
(322), ubicados en la parte externa del dominio piedades atribuidas a los diferentes dom inios
CH2, disposición que facilitaría un contacto di­ de la IgG.
recto con C lq . La unión de protema A (frag­ Cómo fu n cio n a n los sitios efectores. Hay
mento B) a IgG l tiene lugar en las proximida­ funciones que son puestas en marcha p o r la
des de la unión de CH2 y CH3. molécula de inmunoglobulina, sin necesidad de
En la IgG l de cobayo, el dominio responsa­ interacción previa con el antígeno. Entre ellas
ble de la activación del complemento por la vía está la capacidad para atravesar la placenta, la
alterna (véase cap. 22) pareciera que es el C H l, unión a la proteína A del Staphyíococcus a u ­
contenido en el fragmento Fd. reus y el control del ritmo catabólieo. Se h a de­
El fragmento Fe de la IgA humana es el que mostrado que esas funciones son inherentes al
fija el componente secretorio y las cadenas J, y fragmento Fe sin la participación del fragmento
en el caso de la IgE, sólo el Fe entero (P.M. 94 Fab. La estructura del fragmento Fe, según la
kDa) conserva la capacidad de fijación a m as­ clase o subclase de inmunoglobulina de la que
tocitos hom ólogos, no así el F e ’ de P.M. 57 provenga, determ ina que su funcionam iento
kDa. pueda ser distinto. En el caso de la regulación
Resulta difícil establecer con seguridad la lo­ del ritmo catabólieo, la degradación de IgG es­
calización de los sitios activos de la porción tá en relación directa con su concentración séri­
constante de las cadenas H, ya que la inefecti­ ca, no así para la IgM e IgA. El catabolismo de
vidad de dom inios aislados puede deberse a la IgD está en relación inversa a su concentra­
modificaciones conformacionales derivadas de ción.
los tratamientos enzimáticos usados para su ob­ La IgG humana intravascular catabolizada
tención. Parecería que los puentes S-S interca- por día varía según la subclase, siendo del 17%
tenarios ubicados en la región de la bisagra y para la IgG3 y del 7% para cada una de las res­
que form an parte del fragm ento Fe tuvieran tantes, lo que determina que la vida m edia de
cierta significación en el mantenimiento de la estas últimas sea de 21 días y sólo de 7 días la
actividad de este fragmento. La reducción de de la IgG3.
esos puentes eon mereaptoetanol determina que En la puesta en m archa de otros procesos
la capacidad de la IgG de unirse a Clq y de fi­ biológicos mediados por anticuerpos es in d is­
jarse a m acrófagos dism inuya considerable­ pensable la interacción previa con el antígeno
mente. La IgE sometida al mismo tratamiento para que aquéllos se efectivicen. Numerosas in­
pierde su capacidad para fijarse a mastocitos vestigaciones han sido desarrolladas con el ob­
homólogos. jeto de conocer el m ecanism o de esa activ a­
Si bien inmunoglobulinas diferentes pueden ción, y todas ellas apuntan a dos posibilidades.
tener propiedades biológicas similares, ello no Una es la que considera que la interacción del
significa que los sitios implicados sean los m is­ antígeno eon el anticuerpo induce en éste cam ­
mos. Dos inmunoglobulinas pueden fijarse a un bios conform acionales, y que esa estru ctu ra
mismo receptor pero con distinta afinidad, por adaptada sería la que tendría mayor afinidad
no ser iguales sus estructuras, lo cual puede de­ por el receptor, dando una unión firme y esta­
mostrarse por competición. Pueden unirse tam ­ ble capaz de poner en marcha un proceso. Si
bién a receptores muy próximos y la fijación de bien por estudios de dicroísmo circulai' se han
una de ellas crear un impedimento estérico para podido detectar cambios de esa naturaleza, y en
la unión de la otra, o ejercer la misma función algunos casos considerárselos como responsa­
por unión a receptores distintos no próximos. bles, la m ayor parte de los autores p arecen
En consecuencia, es difícil establecer correla­ coincidir en que no constituyen una regla gene­
ciones entre dominios de diferentes inmunoglo­ ral. La otra posibilidad estima que lo que debe
bulinas con respecto a una función biológica jugar un papel muy importante es la formación
compartida por ambas. de un retículo estable que, consecuentemente,
Las inmunoglobulinas IgG e IgM fijan Clq aumentaría la afinidad por el receptor y, si esto
con distinta afinidad, siendo la última la más ocurre sobre una membrana celular, el retículo
efectiva. De las subclases de IgG humana, la formado induciría modificaciones que podrían
IgG3 es la que fija más firmemente Clq, h a ­ llevar a una redistribución de los receptores de
ciéndolo en orden decreciente la IgG l e IgG2. superficie. Esta modificación sería la que indu­
La IgC4 no fija el complemento. Los dominios ciría a la célula a cumplir una función determ i­
responsables de ello no son los mismos y esa nada. Entre los argumentos en favor de esta in-
116 Aspectos básicos de la inmunidad

+ + + +

+
II
+
o

+ +
II
+

00 ^ + + +

+
o 2,

Ig + +

+ +
lg
~S o + +
O 'd

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e
a
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O ^

+ + + +

£>^ +

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Anticuerpos 117

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118 Aspectos básicos de ia inmunidad

F ig . 5-40. 50% de in ­
hibición por o ligosacá­
ridos de isom altosa a la
p r e c ip ita c ió n d e 1 m i
de suero anti-d ex tran o
por dextrano.

Inmoles de oligosacárido añadido

terpretación está el hecho de que la IgE entera lente. Los haptenos simples y antígenos mono-
fijada a mastocito sólo puede desencadenar una valentes carecen de esa propiedad, al igual que
reacción de hipersensibilidad inmediata cuando los fragmentos Fab del anticuerpo reagínico.
reacciona con un antígeno bivalente o poliva- E sta últim a interpretación estaría más de
acuerdo con los hechos, ya que la IgE sola se
fija firmemente al receptor de los mastocitos,
pero la liberación de histamina recién ocurre
C u a d ro 5-16. A lgunas de las pro p ied a d es
cuando se produce la interacción con un ligan­
atribuidas a los dominios constantes de la IgG
do bivalente.
Fragm ento Fe F c’ pF c’
La fijación de Clq a la molécula de IgG e
IgM libre es un hecho conocido, pero esta fija­
D om inios constitutivos C 2 C 3 C„3 C„3 ción no lleva a la activación del sistema com­
plemento si la inmunoglobulina no ha formado
Especificidad de cla.se + -1- +
un complejo Ag-Ac o ha sido agregada por mé­
E specificidad de subcla­ + - todos físicos o químicos. Se presume que ello
se puede deberse a que la agregación expone un
número mayor de receptores por Clq -m olécu­
Especificidad alotípica + -1 -0 -* 0- *
la con seis sitios reactivos sim ilares- y que, co­
C apacidad de com bina­ - -
mo consecuencia, se originaría un aumento en
ción con el Ag la afinidad de la unión. Esta unión firme y esta­
ble, con cambios en la conformación de Clq o
U nión al factor reum a­ + + +
toideo
sin ellos, sería la que aseguraría su capacidad
para iniciar la activación de los restantes com­
Fijación del com plem en­ - - ponentes del sistema complemento (fig. 5-41).
to (vía clásica)

F ijación a m astocitos he­ -t- - -


terólogos VARIACIONES ALOTÍPICAS
C om binación con la pro­ -1- - - En las cadenas L y H de las inmunoglobuli­
teína A del S. aureus
nas del hombre y de otros vertebrados se han
C apacidad para atravesar señalado variaciones alotípicas, correspondien­
m em branas biológica­ tes a la presencia de ciertos péptidos que fun­
m ente activas: cionan como epitopes o determinantes antigé-
placenta + - -
intestino
nicos y que son heredados de acuerdo con las
leyes de Mendel. Algunos de los alotipos son
C ontrol del ritm o cata- H- - - conform acionales, por lo que necesitan estar
bólico asociados a otras cadenas polipeptídicas para
S ólo algunos factores gen é tic o s h an sido d e te ctad o s en el d o m i­ que puedan expresarse, de modo que su estruc­
n io C,.,3 tura tridimensional se mantenga. Se los deno­
** C o rre s p o n d e a en sa y o s efe c tu a d o s en ra to n e s re c ié n n a c id o s,
c o n frag m en to s de IgG de co n e jo (M o rris, T, G. Proc. R. Soc. B. mina también “factores genéticos”, son recono­
160: 276, 1964.) cidos por los receptores antigénieos de las célu-
Anticuerpos 119

F ig . 5-41. Posibles m ecanism os de iniciación de funciones biológicas reguladas por los sitios activos ubicados en el frag^
m entó Fe de las inm unoglobulinas. A. U nión de inm unoglobulina libre a un receptor (pasaje placentario, regulación d e rit­
m o catabólieo; fijación a la proteína A del Staphyíococcus aureus). B. F orm ación de un retículo A g-A c-receptor q ue o rig i­
na m odificaciones en la m em brana celular (hipersensibilidad m ediada po r anticuerpos citotrópicos). C. 1) Form ación d e un
com plejo de baja afinidad (fijación de C lq a la IgG libre, sin activación de los restantes com ponentes de com plem ento). II)
Form ación de un com plejo de alta afinidad (fijación de C lq a un com plejo A g-A c con subsecuente activación de los otro s
com ponentes del com plem ento.

las B y T y pueden ser simples o complejos. El Los distintos alotipos están bajo el respecti­
origen de los primeros puede explicarse fácil­ vo control genético de locus segregados in d e­
m ente por m utaciones som áticas, las cuales pendientem ente. Son autosómicos y codom i-
pueden haber originado formas alélicas de un nantes, lo cual significa que se expresan en he-
mismo locus. El origen de los alotipos comple­ terocigotas y son independientes del sexo.
jos es más difícil de concebir y sobre el parti­ En las cadenas L de tipo k humanas han sido
cular se han formulado diferentes hipótesis. identificados los alotipos Km, y los Gm y Am

C uadro 5-17. Nomenclatura y localización de los alotipos más frecuentes del hoi.ibre y conejo

Especie L ocus Localización A lotipos Aminoácido.^ com prom etidos*

H om bre
G lm C yl (C „I) G lm (4 ) A rg (214)
G lm (1 7 ) Lys (214)
Cyl (C„3) G lm ( I) A sp(356)-G lu-L eu(358)-T hr-L ys
G lm (-I) G lu(356)-G lu-M et(358)-T hr-L ys
G 2m Cy2 (C„2) G2m (23)
G 2m (-23)
G3m Cy3 (C,.,2) G 3m(5)
G 3m(-5)
G3m (15)
G3ni(16)
G3m (21) Tyr(296)
G 3m (-2I) P he(296)
Cy3 (C„3) G 3m(6)
G 3 m (ll) P he(436)
G 3 m (-ll) Tyr(436)
G 3m (13)
G 3m (I4)
Cy4 (G„2) G 4m (4a)
G 4m (4b)
C a 2 (C„3) A 2 m (l) P h e(4 1 1 )-A sp(428)-V al(458)-V aI(467)
G 4m C[- A 2m (2) T h r(4 1 1)-G lu(428)-Ile(458)-A la(467)
K m (l) V al(I5 3 ), Leu(191)
A 2m K m (l,2 ) A la(I5 3 ), L eu(19I)
Km Km(3) A la(I5 3 ), V al(191)

Conejo
V„ A l, A2, A3 S ustituciones múltiples
B4, B5, B6, B 9 Sustituciones miiltiples
C l, C21
c, d ll M et(225)
d l2 Thr(225)
c. e l4 Thr(309)
e l5 A la(309)
Ms c. M sl6 , M sl7

' E í nú m ero e n tre p arén tesis c o rresp o n d e a la ubicación en la s e c u e n c ia am in o ac íd ic a.


120 Aspectos básicos de la inmunidad

en las cadenas y y a de las inmunoglobulinas Fig. 5-18. Factores genéticos “no m arcado­
IgG e IgA, respectivamente. Los alotipos de las res ” o isoalotipos en el hombre
cadenas H (Gm y Am) están asociados con las
diferentes subclases de inmunoglobulinas y go­ ‘'No m a rca d o res”
bernados por loci relacionados, algunos de los
cuales son multialélieos. Subclase N om enclatura N om enclatura
Si bien en un comienzo existió cierta anar­ de cadena original actual
quía en la nomenclatura de los alotipos, actual­
no-Uj n G m l(l)
mente se identifican con las letras que se co­ n o -b n G m 3 (5 )
rresponden con la clase y subclase de cadenas llO-b m G m 3 (l 1)
H, seguido de m y de inmediato y entre parén­ no-g n O m 3 (2 1 )
y., 4b n G m 4 (4 b )
tesis el número del alelo. Ejemplos: G lm (l) y
G lm ( 1 7 ); G 3 m (6 ), G 3 m (1 3 ), G 3 m (1 4 );
A 2m (l) y A2m(2). En las cadenas L de tipo k
han sido identificados tres alotipos, K m (l), A la (1 5 3 ), L e u (1 9 1 ); K m (3) : A la (1 5 3 ),
K m (l,2 )y Km(3). Val(191)].
Cada alotipo Gm está localizado en sólo una En el conejo el conjunto de alotipos es muy
subclase de cadena y. Los alotípos Gm y Am extenso, y marcadores que corresponden a esta
están ubicados en el fragmento constante, espe­ categoría han sido identificados en las cadenas
cialm ente en los dom inios C„2 y Cj,3 (Ec), y (IgG), a (IgA), |i (IgM), k (L) y A (L). Al
aunque algunos de ellos están en el dominio igual ciue en los alotipos humanos, son multia-
Cj^l (Ed). Los alotipos Km se encuentran en el lélicos, codominantes y segregados indepen­
fragmento constante C, de las cadenas K (cua­ dientemente.
dro 5-17). Los alotípos Km están presentes en El locus a tiene tres alelos (al, a2 y a3) y los
todas las clases de inmunoglobulinas, mientras alotipos se expresan en la parte variable de to­
que los Gm y Am lo están exclusivamente en das las cadenas H. Son alotipos complejos, ya
las IgG e IgA. que cada uno difiere del otro en no menos de
En subclases de IgG se ha dem ostrado la seis aminoácidos. Siendo el fragmento variable
presencia de marcadores genéticos (Gm) que de las cadenas H la expresión de un producto
pueden existir como isoantígenos en otras sub­ de recombinación de genes, que aparentemente
clases de cadenas y. Se los designa “no marca­ ocurre al azar, este alehsmo es difícil de expli­
dores” o isoalotípos, y es posible que sean se­ car. Algunos suponen que podría estar localiza­
cuencias básicas comunes a genes de las dife­ do en un fragmento regulatorio adyacente a di­
rentes subclases de IgG. Las variantes 4a y 4b chos genes.
son alelos presentes en las cadenas y^ y se los El locus b, con nueve alelos, cuatro de los
denomina G4m(4a) y G4m(4b). Este último ha cuales (b4, b5, b 6 y b9) son predominantes, de­
sido hallado en la cadena y^, pero expresado en terminan características antigénicas localizadas
ambos genes parentales, lo cual no constituye en el fragmento constante de las cadenas L de
un marcador diferencial. Es posible que la re­ tipo K. Son alotipos com plejos, y cuando se
gión del ADN que codifica para estos antíge­ compíu-an las secuencias de aminoácidos entre
nos en uno de los genes haya podido ser altera­ ellos, muestran diferencias próximas al 30%,
da por mutaciones, generando polimorfismo en El locus c codifica para cadenas L de tipo k .
una de las subclases. El alotipo G lm (l), por Se conocen los alelos c l y c21, y hay conejos
ejemplo, se ha encontrado en las cadenas yj, y homocigotas que no expresan ninguno de ellos.
cuando está presente el fragmento responsable Estos animales se identifican como “c-negati-
es el pentapéptido Asp-Glu-Leu-Thr-Lys en la vos”.
posición 355-360, Cuando en esta cadena se Los alotipos d l l , d l2 , e l4 y e l5 , correspon­
halla ausente [G lm (-l)], la secuencia del pépti­ dientes a los locus d y e, están localizados en
do es Glu-Glu-Met-Thr-Lys, difiriendo del an­ las cadenas y de la IgG de conejo. Los alotipos
terior en dos aminoácidos. La secuencia corres­ d i 1 y d i 2 están ubicados en la zona de la bisa­
pondiente al alotipo G lm (l) se encuentra tam­ gra. El di 1 está asociado con la presencia de
bién en la IgG2 y en la IgG3, pero no en la un residuo de metionina en posición 225 (adya­
IgG4. Puede originar anticuerpos específicos, cente y aminoterminal de la cisteína que parti­
está siempre presente por lo que no es un aloti- cipa en la formación del puente disulfuro inter­
,po, y por tanto en estas subclases de inmuno- cadenas H), mientras que el d i 2 está asociado a
globulina IgG sólo es un “no marcador” (cua­ una treonina en esa posición. Los alelos e l4 y
dro 5-18). e l 5 están ubicados en la porción terminal del
Los alotipos Km están relacionados con va­ fragmento Fe (residuo 309). En el alotipo e l4
riaciones aminoacídicas en las posiciones 153 en esa posición hay treonina, la cual es sustitui­
y 191 [K m (l): Val(153), Leu(191); K m (l,2): da por alanina en el e l 5.
Anticuerpos 121

En las cadenas (i ha sido identificado el lo­ el mecanismo por el cual se genera diversifica-
cus del alotipo Mn, del que se conocen ocho ción en las inmunoglobuhnas, que es el resulta­
alotipos. do de recombinación de múltiples genes V^,
En ratas, ratones y otros mamíferos también V|^, D|,, y que aparentemente ocurre al azar,
se han identificado alotipos de inmunoglobuli­ es comprensible que un mismo idiotipo pueda
nas. l^a rata presenta alotipos en el fragmento estar localizado en sitios de combinación o p a­
constante de las cadenas L k , mientras que en el ratopes correspondientes a anticuerpos con dis­
ratón no existen alotipos para ninguno de los tinta especificidad, y que en algunos casos ha­
subtipos de cadenas k y X,. Ambos anim ales ya sido posible agruparlos en familias, en las
presentan alotipos en los fragmentos constantes que pueden estar incluidos anticuerpos con es­
de las cadenas H (y). Para su identificación se pecificidad no relacionada. A estos idiotipos se
han usado diferentes nomenclaturas. los llam a “públicos” , y “privados” si sólo se
Es posible obtener anti sueros contra los dife­ hallan presentes en una determinada molécula.
rentes alotipos de las inm unoglobulinas del El hecho de que un epitope antigénico pueda
hombre, conejo y otros animales; ello ha per­ ser reconocido por paratopes que no comparten
mitido la tipificación serológica y determina­ el m ism o idiotipo y que un m ism o id io tip o
ción del tipo genético a que pertenecen, en es­ pueda estar en paratopes diferentes constituyó
pecial las inm unoglobulinas hom ogéneas de la base de la hipótesis de Jeme sobre la regula­
mielomas. La tipificación de la IgG provenien­ ción del sistema inmune a través de la red idio-
te de un suero humano normal, constituida por tipo-antiidiotipo.
una mezcla de IgG l, IgG2, IgG3 e IgG4, sólo
perm ite conocer los alotipos presentes en la
mezcla, pero no los individuales. En el conejo, A GLUTIN IN AS PR O C E D E N TE S
el fenotipo hallado depende del carácter homo- DE PLAN TAS E IN VERTEBRAD OS
cigoto o heteroeigoto del animal en estudio.
Los métodos serológicos empleados para es­ A partir de diferentes variedades de h a b i­
tos ensayos se basan en la inhibición de la chuelas (Phaseolus limensis, Vicia craca, Vicia
aglutinación que la inmunoglobulina en estudio gramínea, Vicia fava. Vicia ervília), de sem i­
puede producir, al actuar sobre un sistem a llas de ricino {Ricínus comunis), Bauhinía p u r­
aglutinante constituido por hematíes que tienen purea, etc., se han preparado extractos en los
fijada IgG de genotipo conocido, y su corres­ que se han encontrado sustancias con capaci­
pondiente anticuerpo. Su determinación puede dad para interaccionar con componentes anti-
efectuarse también por ELISA. génicos de los glóbulos rojos y prc lucir agluti­
nación. Estas sustancias, cuya especificidad es
para componentes hidrocarbonados, son cono­
VARIACIONES IDIOTÍPICAS cidas con el nombre de lectinas; pueden fijar
m onosacáridos y oligosacáridos y precip itar
Kunkel pudo dem ostrar que al inocular un glucoproteínas. La actividad más común es an-
conejo con una determinada IgG de mieloma se ti-A, anti-H, anti-N y a veces anti-B y anti-M.
obtenía un antisuero y que, al ser absorbido con No se han encontrado lectinas contra antígenos
otra IgG de mieloma distinta a la anterior pero del sistema Rh. Ello podría deberse a que estos
perteneciente a la misma subclase, quedaba un antígenos son lipoproteínas y en las lectinas só­
remanente de anticuerpos que sólo reacciona­ lo ha podido dem ostrarse especificidad para
ban con la IgG usada como inmunógeno. C on­ azúcares (cuadro 5-19).
cluyó que la especificidad estaba dirigida con­ Estas sustancias han sido empleadas en for­
tra determinantes antigénieos presentes en la ma rutinaria en la agrupación sanguínea, en es­
parte variable de las cadenas L y H de la m olé­ pecial en la determinación de subgrupos A y
cula, los que se identificaron con el nombre de AB y en la investigación de secretores.
idiotipos. Los estudios fisicoquímicos han demostrado
Un determinante simple del fragmento varia­ que, si bien interaccionan con antígenos hem á­
ble (Fv) se denom ina “idiotopo” y se llam a ticos, no son inmunoglobulinas. Se fijan a re­
“idiotipo” a la suma de todos aquellos que se ceptores hemáticos expuestos en la membrana
encuentran presentes en un dominio variable. de la célula y en algunos casos se ha consegui­
Los anticuerpos capaces de reconocerlos se lla­ do, con monosacáridos y oligosacáridos, inhi­
man “antiidiotípicos”. Se han identificado idio­ bir su acción aglutinante. Se han intentado es­
tipos localizados en las cadenas L, H y algunos tudios de interacción primaria con el objeto de
que involucran a am bas. T am bién se los ha determinar la valencia de las lectinas, pero en
identificado en los fragmentos variables de las su mayoría se han visto dificultados por no ha­
cadenas L y H que no están relacionados con la berse podido determ inar con certeza el peso
zonas de hipervariabilidad. Teniendo en cuenta molecular de las sustancias ensayadas.
122 Aspectos básicos de la inm unidad

C u ad ro 5-19. Especificidad de diferentes lee- mentos constantes en las cadenas L y H (fig.


tinas para eritrocitos humanos 4-29) y de subtipos para ambos tipos de cade­
nas, propuso la siguiente nomenclatura:
Especificidad O rigen

P haseolus limensis C adenas L


Phaseolus lunatus
C rotolaria aegyptica C k y Cy para los segmentos constantes de
C rotolaria fa lca ta ambas cadenas.
Vicia peregrina
Anti-A Vicia vilíosa VKp V k „, Vk,jj, V k ,.^, para los subtipos de
D olichos biflorus cadenas K con variabilidad localizada en el seg­
H elix pom atia mento variable.
CUtocyba nebularis V^,, VI,j, V l|„, VX,y, VA,av^, VXy,, para los
O tala lactea
H yptos siiayeolens subtipos de cadenas A, con variabilidad locali­
zada en el segmento variable.
M arasm ius oreales
B andeiraea sim plicifolia
Anti-B C adenasH
Polysporus fom entarius
Sophora ja p ó n ica
Cy, Cft, C a , C5, Ce, para los segm entos
U lex europaeus constantes de las cadenas H de IgG, IgM, IgA,
L otus tetragonolohus IgD e IgE, respectivamente.
Cytisus sessifolis
A nli-H Laburnurn alpinum Vy, Vji, V a, V 8 , Ve, para los segmentos va­
O nonis spinosa riables de las mismas cadenas.
Xylaria polym orpha Para la IgG que tiene cuatro subtipos de ca­
Tetragonolobus purpureas denas H, con diferenciación en el segm ento
A nti-M Iberis am ara constante, Cy se amplía a Cy,, Cyj, Cy, y Cy_^.
De igual modo C|J, C a l, Ca2.
Anti-N
Vicia gram ínea C om o cada segm ento H constante puede
Bauhinia purpurea subdividirse en tres dominios, uno correspon­
diente al segmento Fd y los restantes al frag­
mento Fe, cada fragmento H constante estará
constituido por CH,, CH^ y CH,,.
En la hemolinfa de crustáceos, moluscos y Sobre la base de lo expuesto, las fórmulas de
otros invertebrados se han encontrado también las inmunoglobulinas pueden expresarse de una
aglutininas similares a las anteriores, capaces manera más compleja, pero a su vez más explí­
de aglutinar bacterias y glóbulos rojos de verte­ cita.
brados. Son sustancias proteicas de alto peso La IgG del tipo 1, es decir la IgG l, con ca­
molecular, muy resistentes a las enzimas pro­ denas K del tipo II, tiene la fórmula
teolíticas. En el fluido celónico de loinbrices de
tierra portadoras de injertos heterólogos se han 1(Vk „ . C k) (V y . Cyl)]^
encontrado sustancias no presentes en lombri­
ces portadoras de injertos autólogos, las que re­ Si se quiere hacer referencia a los com po­
presentarían aglutininas contra los antígenos nentes de las fracciones constantes de las cade­
extraños. nas H, la fórmula se amplía:
Algunas de las leetinas conocidas son mito­
génicas de determinados tipos de células linfoi­ [ ( V K „ . C K ) ( V y . C y , ' . Cy, 2. Cy,3)
des; de ahí que últimamente se las haya utiliza­
do con éxito en la diferenciación de linfocitos La fórmula general de la IgM será:
T y B. También, dada su capacidad para inte­
raccionar con hidratos de carbono, algunas de I [ (V k . C k ) (V ^ . C[i) ], 1,
ellas, como la concanavalina A, ha sido utiliza­
da para aislar y purificar glucoproteínas, inclui­ El mismo esquema se utiliza para las restan­
das inmunoglobulinas. tes inmunoglobulinas.
Estas fórm ulas son útiles para expresar la
composición de algunas inmunoglobulinas, en
N O M EN CLA TU RA especial un tipo de IgA en que las dos cadenas
DE LAS INMUNOGLOBULINAS L están unidas entre sí al igual que las cadenas
H, y las uniones L-H no son de tipo covalente
Un comité de expertos de la Organización por puentes S-S. Para ellas la fórmula sería:
M undial de la Salud, teniendo en cuenta la
existencia de segm entos variables y de seg­ (V k . C k) (V a . C a),
Anticuerpos 123

Para el caso de las IgA halladas en secrecio­ Las proteínas que forman parte de la Super­
nes, la fórmula resultante es la siguiente: familia de la inmunoglobulina pueden incluir­
se en diferentes grupos según la función que
[ [ (V k . C k) (V a . C a) J^S cumplen y el tejido con el que están relaciona­
das. Los grupos más importantes son: a) inm u­
Siendo S el componente secretorio. noglobulinas: cadenas H, cadenas k y cadenas
A; b) complejo RCT-CD3: cadenas a ,p o yS del
RCT y cadenas y,5,e de CD3; c) complejo m a­
O T R A S M O L É C U L A S R E L A C IO N A D A S y o r de h isto c o m p a tib ilid a d : cadenas oc de
CO N L A S INMUNOGLOBULINAS CMH-I y pj-microglobulina, cadenas a y ¡i de
CMEl-II; d) antígenos asociados a (i^-micro-
L a superfam ilia globulina: cadenas a de los antígenos TL, Qa
de las inm unoglobulinas y C D l a; e) moléculas de adhesión: CD2, LFA-
3; f) a ntígenos de su p erficie de lin fo cito s:
Bajo este rubro se incluyen moléculas pro­ CD4, cadenas T y II de CD 8 y CTLA-4; g) an­
teicas cuya principal característica es la de pre­ tígenos localizados en cerebro y linfocitos:
sentar en su estructura bucles o “loops” simila­ Thy-1, MRC OH-2; h) receptores de inmuno-
res a los que se observan en los fragmentos va­ globulinas: RPolylg, RPcy2b/yl; i) m oléculas
riables (V) y constantes (C) de las cadenas L y re la c io n a d a s con tejid o n ervio so : N C A M
H de las inmunoglobulinas. El número de bu­ (m o lécu la de adhesión de tejido n erv io so ),
cles no es constante y -varía según el origen de MAG (glucoproteína asociada a m ielina), Po
la molécula. Estos bucles como en las inmuno- (proteína de mielina); j) antígenos tumorales:
globulinas, están constituidos por dos hojas an­ CEA (antígeno carcinoembrionario; k) recep­
tiparalelas plegadas en p, formando un “sand­ tores de factores de crecimiento: RPDGF (re­
wich” o emparedado, presentando cada una de ceptor del factor de crecim iento derivado de
las hojas 3 o 4 fibras. En la mayoría de los ca­ plaquetas), RCSE-1 (receptor del factor esti­
sos ambas hojas están unidas por un puente di- m ulante de colonias- 1 ); 1) moléculas que no
sulfuro perpendicular a las mismas, estando los form an parte de la superficie celular: a ,B g p
residuos hidrofóbicos orientados hacia el cen­ (glucoproteína a,B ), LINK (proteína de unión
tro del núcleo. a membrana basal).
A los dom inios que presentan hom ología En el cuadro 5-20 figuran algunas de las ca­
con el dominio variable de las cadenas L o H, racterísticas más importantes de estas p ro teí­
constituidos por 65-75 residuos, se los designa nas.
V, y con C a los que presentan homología con Casi todas las proteínas de la Superfamilia
los dominios constantes, los que están consti­ asociadas a células tienen una parte citoplas­
tuidos por 55-60 residuos. En este caso se los mática, la C-term inal, seguida de una tra n s­
designa C l , y con C 2 a aquellos que poseen es­ membránica de carácter hidrofóbico y una por­
tructuras intermedias con los dominios V y C. ción extracelular donde se encuentran localiza­
Por regla general la secuencia de aminoácidos dos los dominios V y/o C. Algunas de estas
es menor que la correspondiente al C l, origi­ proteínas no están insertadas en la mem brana
nando un bucle más pequeño. celular, sino que están unidas a ésta por un an­
Cabe hacer notar que a aquellos dominios de claje de tipo glucofoslipídico (fig. 5-42: proteí­
las moléculas de la Superfamilia que presentan nas THy-1, LEA-3, CEA).
hom ología con los dominios variables de las En los receptores antigénicos de los linfoci­
inmunoglobulinas se los denomina V, por su tos B y T la unión al ligando (antígeno o CM H-
similitud con estos dominios, sin que ello sig­ péptido) tiene lugar a través de la superficie
nifique variabilidad tal como ocurre con los do­ que en la parte superior de la molécula forman
minios V de las cadenas L y H (fig. 5-42). los fragmentos V, y C, de la Ig y las cadenas a
Los estudios estructurales de estas proteínas y p del RCT. Las otras interacciones de los do­
llevan a suponer un origen común a partir de minios de las inm unoglobulinas tienen lugar
un gen ancestral correspondiente a un receptor por contacto entre las caras de las hojas plega­
primordial de superficie, que codificaría para das en p como ocurre con C, y C,., (fragmento
1 0 0 residuos, con dos restos de cisteína que al Fb, unión heterofílica) y Cj,3...C^3 (fragmento
unirse y originar un puente disulfuro darían lu­ Fe, unión homofílica). Ello hace suponer que
gar a un bucle. Los genes que codifican para las interacciones entre moléculas de la Superfa­
los diferentes miembros de la Superfamilia ha­ milia tienen lugar por un mecanismo sim ilar,
brían surgido por duplicación génica y diver­ que los dominios V, C l o C2 pueden interac­
gencia a partir de ese dominio primordial. Los cionar con otras moléculas a través de alguna
genes que codifican para estas proteínas están parte accesible de sus superficies, y que las
distribuidos en distintos cromosomas. uniones son no covalentes y de distinta afini-
124 Aspectos básicos de la inmunidad

C uadro 5-20. Principales componentes de la Superfamilia de las inmunoglobulinas, la mayoría


de las cuales se expresan en la superficie de diferentes células

M olécula Tejido en el que se expresan Función

Ig (inm unoglobulinas) Sólo en linfocitos B R eceptor antigénico del LB, A nticuer­


pos
R C T (receptor del LT) En linfocitos T y tim ocitos R eceptor antigénico del LT, N o se co ­
nocen form as solubles del R C T
CD3 (cadenas y, 5, e) En linfocitos T y tim ocitos Form an parte del com plejo RCT-CD 3
C M H (antígenos del com plejo m ayor D iferentes tipos celulares; inducidos Presentan péptidos de antígenos ex tra­
de de histocom patibilidad) po r interferón ños al RC T
P,-m globulina D iferentes grupos de células linfoides Se desconoce su función
C b 2 y LFA-3 Linfocitos y tim ocitos C D 2 de célula T interacciona con
LFA -3 presente en otras células m e­
diante reacciones de adhesión. F un­
ciones sim ilares cum plen las m olécu­
las CA M (moléculas de adhesión ce ­
lular)
C D 4 y CD8 CD 4 y CD8 en tim ocitos y poblaciones C D 4 y CD8 controlan la interacción de
C TLA -4 de linfocitos T los L T con los antígenos CM H clase
CD 4 en m acrófagos lyll,
CD 8 en células N K C TLA-4: función desconocida
C TL A -4 en células T activadas
Thy-1 C élulas linfoides y cerebro. Se locali­ A nticuerpos anti-Thy-I inducen divi­
zan en neuronas, fibroblastos y dife­ sión de los linfocitos T, No se cono­
rentes células linfoides cen sus receptores en el sistem a ner­
vioso
M R C OX-2 Se localiza en neuronas, endotelio y d i­ Se desconoce su función
ferentes linfocitos

R P o ly lg (receptor de IgM e IgA poli­ E pitelio intestinal y hepático T ransporta form as m nltim éricas de
méricas) IgM e IgA a través del epitelio. El
p rim er dom inio fija IgA, Los dom i­
nios extracelulares liberados de
m em brana por proteólisis constitu­
yen el Com ponente Secretorio (S)
RFC-ylb/yl (receptor de IgG) M acrófagos Fija IgA agregada
N C A M (m olécula de adhesión del sis­ Form a parte del grupo de moléculas M edia la adhesión de células nerviosas
tem a nervioso) asociadas al sistem a nervioso. Se la
encuentra en las neuronas y glía
M A G (glucoproteína asociada a m ieli­ C orresponde al m ism o grupo de m olé­ Podría funcionar en m ielinización
na) culas que N CA M , Se localiza en
m ielina central y periférica y algunas
neuronas
P o (proteína de m ielina) M ielina periférica Constituye el 50% de la proteína de
m ielina periférica
CEA (antígeno carcinocm brionario) Células epiteliales y sus tum ores M arcador tum oral. F unción desconoci­
da
R P D G F (receptor del factor de creci­ C élulas m esenquim al es Interacciona con factores de creci­
m iento derivado de plaquetas) m iento para iniciar división celular y
otras actividades
R C S F l (receptor del factor estim ulante M onocitos Sim ilar a R PD G F
de co lo n ias-1)
L IN K (proteína de unión a m em brana M em brana basal (no es una m olécula Actiia com o m olécula de unión entre
b asal) de superficie celular) proteoglicano y hialuronatos
a l B-gp (glucoproteína a IB) G lucoproteína hallada en suero Se desconoce su función y ligandos

dad según la función que esas interaceiones po­ funciones las cumplen no sólo a través de las
nen en marcha. células y tejidos comprometidos con la respues­
Considerando el supuesto origen común de ta ininune, sino también con otros tejidos, entre
estas diferentes moléculas de la Superfamilia de ellos los componentes del sistema nervioso.
las inmunoglobuhnas, se ha sugerido que el rol Si bien las m oléculas descritas han sido
primitivo de estas moléculas ha sido el de reco­ identificadas en vertebrados, sería muy impor­
nocim iento celular, y que una diferenciación tante tener conocimiento sobre su posible exis­
posterior las ha llevado a cumplir distintas fun­ tencia en invertebrados; ello sería de gran utili­
ciones como la adhesión celular, la captación de dad para establecer su evolución estructural y
ligandos actuando coino receptores, etc. Estas funcional.
Anticuerpos 125

Inmunoglobulina Complejo RCT-CD3


(IgM)

F ig . 5-42. Superfam ilia de las imrrunoglobulinas. Las siglas con las que se identifican las diferentes proteínas com i^onen-
tes de esta fam ilia son las indicadas en el cuadro 5-18. Los dom inios señalados con V y Cl presentan sim ilitud con lo s d o ­
m inios V y C de las cadenas H de las inm unoglobulinas. Los identificados con C2 corresponden a estructuras interm edias
com partidas con V y C y son de m enor tam año por estar constituidos po r un núm ero de residuos inferior al co rresp o n d ien ­
te a los dom inios constantes de las inm unoglobulinas. L as m oléculas en las que se representan dom inios distintos a lo s b u ­
cles, corresponden a estructuras no sim ilares a los dom inios V o C de las inm unoglobulinas. El signo (®) indica h id ra to de
carbono. El anclado a m em brana por unión gluco-fosfatidilinositol de algunas de las proteínas está indicado por una flech a
( i ) . (A daptado de W illiam s, A. F., Barclay, A. N. Ann. Rev. Inim unol, 6:381, 1988).
126 Aspectos básicos de ia inmunidad

Cuadro 5-21. Receptores para Fe (humanos)

Am inoácidos A fin id a d para

N om enclatura Cadenas PM (kD ) Citopl. Transm.. E xtracel. CD IgG (Ka) Ig E (K a ) E specificidad

huR IFcy S im ple 72 63 21 273 CD 64 I0**-109 I g G l> Ig G 3 > Ig G 4 » Ig G 2


huR IlF cy S im ple 40 76 28 186 C D w 32 <10’ I g G l= Ig G 3 » Ig G 2 ,Ig G 4
huR IIIFcy a-y2aC 2 50-80 25 21 191 CD 16 <10’ I g G I= lg G 3 » Ig G 2 ,Ig G 4
huR lF ce a|3Y2 45-65 31 21 180 10‘' IgE

Receptores para Fe pueden regular otras funciones como la expre­


sión de linfoquinas, otros receptores celulares e
Por regla general los fragmentos Fe de las iniciar procesos de diferenciación celular.
inmunoglobulinas pueden ser fijados a la su­ Para identificar la inmunoglobulina que son
perficie celular por moléculas del grupo de las capaces de fijar, los RFc llevan adicionada la
glucosiltransferasas que reconocen la parte hi- letra griega de la correspondiente cadena Bl:
drocarbonada de la molécula, por moléculas si­ RFcy, RFc|i., R F ca, RF ce, RF c5. En aquellos
milares a leetinas y por los receptores para Fe. casos que exista más de un receptor por clase
Desde com ienzo de siglo se tenía conoci­ de inmunoglobulina, la letra R va seguida del
miento de la existencia en el suero de factores n ú m ero ro m a n o c o rre s p o n d ie n te : R IF cy,
termoestables y termosensibles conocidos co­ RIIFcy, RIIIFcy, RIFce, RIIFce.
mo opsoninas, con capacidad para unirse a bac­ Los receptores para Fe han sido estudiados
terias y facilitar su captación y fagocitosis por en el hombre y otras especies animales como
los macrófagos. Actualmente se sabe que esos ratón y rata. Se los identifica anteponiendo a la
factores son anticuerpos y componentes del sis­ letra R las siglas “hu”(humano), “mu”(murino),
tema complemento, los que se unen a los fago­ “rt”(rata): huRIFcy, muRFcy2b, rtRIFce, etc.
citos por intermedio de receptores para esos li­ Los receptores para Fe están formados por
gandos. A los que tienen capacidad para-fijar un número variable de unidades según el recep­
inmunoglobulinas se los designa receptores Fe tor; tien en p o rcio n es in trac ito p la sm á tic as,
(RFC). transmembránicas y extracelulares, y presentan
Los RFc fueron identificados en el hombre y dominios similares a los C2 de la Superfamilia
otros vertebrados a partir de 1972, cuando se de las inmunoglobulinas, en la que han sido in­
hicieron los primeros estudios sobre los meca­ cluidos. Hace excepción a esta regla el RIFce,
nismos de la fijación de complejos Ag-Ac so­ que fija moléculas de IgE con uniones de baja
bre linfocitos B y T . Esos estudios estuvieron afinidad.
dificultados por la metodología disponible en Se han descrito receptores para todos los iso­
esos momentos. El advenimiento de los anti­ tipos de inmunoglobulinas, no obstante, son los
cuerpos monoclonales, el clonado de líneas ce­ RFcy y los RFce los que han sido mejor estu­
lulares, la citometría de flujo y los estudios a diados y sobre los que se han volcado la mayo­
nivel de genes han permitido tener un concepto ría de los análisis estructurales correspondien­
claro sobre estructura, función y relaciones en­ tes a estas moléculas.
tre los receptores para Fe de las distintas clases
y/o subclases de inmunoglobulinas. Estos re­ Receptores para Fe de IgG en humanos
ceptores juegan un rol fundamental en aquellos (huRFcy)
mecanismos celulares de defensa iniciados por
la fijación del Fe de moléculas de anticuerpos o Los receptores para Fe de origen hum ano
complejos inmunes sobre diferentes células del con esp ecificid ad para IgG (huRFcy) están
sistema hematopoyético, entre los que cabe ci­ agrupados en tres categorías de acuerdo con su
tar la fagocitosis, la citotoxicidad dependiente e stru c tu ra y re a c tiv id a d : R IFcy, R IIF cy y
de anticuerpo (ADCC), la citotoxicidad por cé­ RIIIFcy. En la figura 5-43 se encuentran esque­
lulas NK (“natural killer”), la captura y presen­ m atizadas dichas estructuras y en el cuadro
tación de antígenos, procesos en los que se ha 5-21 resumidas sus propiedades.
demostrado que el evento inicial para los RFc El R IF cy es de alta afinidad, capaz de fijar
es la agregación. IgG monomérica con una constante de afinidad
Además de participar en funciones efectoras (Ka) del orden 10“-10’ M*‘. Este receptor está
de la respuesta inmune, los RFc, al interaccio­ presente en monocitos y macrófagos, y en poli­
nar con los Fe de las moléculas de anticuerpos, morfonucleares neutrófilos humanos puede ser
Anticuerpos 127

inducido por interferón gamma (INF-y). En al­ nas estirpes de linfocitos T periféricos. La prin­
gunas líneas de monocitos el INF-y puede in­ cipal característica de este receptor es que en
crem en tar h asta 2 0 veces la expresión del macrófagos y células NK se expresa como una
RIFcy, cuyo número normal por célula oscila proteína transmembránica, en tanto que en neu­
entre 1 x IO'* a 5 x lO"*. La Reunión de Expertos trófilos lo hace como una proteína fijada por
en Antígenos de Diferenciación ha designado a una unión glucano-fosfatidilnositol (fig. 5-43).
huRIFc y como CD64. A diferencia de los otros O tra característica de este receptor es que la
receptores de baja afinidad, que poseen dos do­ proteína posee ácido aspártico, aminoácido car­
minios extracelulares del tipo C2, el huRIFcy gado, en la porción correspondiente al sector
tiene tres. Los dos primeros dominios extrace- transmembránico. La expresión transmembráni­
luiares son homólogos a los dominios corres­ ca del RIIIFcy es dependiente de la coexpresión
pondientes a los receptores RIIFcy y RIIIFcy. de la subunidad y del RIFce o de la subunidad ^
Todo hace presumir que el tercer dominio del del complejo RCT-CD3, ambas con residuos
RIFcy debe desem peñar un rol importante en cargados en el dominio transmembránico.
las uniones de alta afinidad del receptor a li­ Aproximadamente 10^ copias de R IIIFcy se
gandos. El RIFcy tiene una masa relativa de 72 expresan en la superficie de los neutrófilos hu­
kD y la capacidad para fijar los diferentes sub­ manos. Estos receptores están altamente gluco­
clases de IgG humanas varía en el siguiente or­ silados y en geles migran como proteínas de 50-
den: IgG l> IgG 3> IgG 4»IgG 2. 80 kDa, en tanto que los expresados en m acró­
Todos los ensayos señalados parecen indicar fagos lo hacen como proteínas de 53 kD. El fac­
que el RIFcy es univalente. La principal fun­ tor de transformación de crecimiento-p (TGF-
ción efectora en la que el receptor participa es p) aumenta la expresión del RIIIFcy en las su­
la ADCC. perficies celulares. Se identifica al RIIIFcy con
El segundo receptor para IgG humano {hu- el antígeno de diferenciación C D l 6 .
RIlFcy) es una proteína de 40-50 kD, presente En los macrófagos, en los que el receptor es
en una variedad de tipos celulares entre los que de tipo transmembránico, activa la fagocitosis.
se incluyen monocitos, macrófagos, plaquetas, En los neutrófilos, en los que el anclado del re­
eosinófilos y linfocitos B; no se lo encuentra en ceptor a membrana es por unión glucano-fosfa-
células T. tidilinositol, se discute que función cum ple.
Siguiendo las recomendaciones del Comité Ello porque el entrecruzamiento de este recep­
de Expertos en Antígenos de Diferenciación se tor mediado por un anticuerpo anti-receptor es­
lo designa CDw32. A nivel genómico se han pecífico induce en los neutrófilos aumento de
identificado tres genes denominados IIA, IIB y calcio libre en el citosol y de actina F, lo que
IIC los que codifican seis transcriptos. Todos estaría indicando que es capaz de mediar algu­
ellos se expresan en monocitos; IIA y IIC se na señal transm em bránica aunque no se en­
expresan en polimorfonucleares neutrófilos y cuentre insertado en ella.
algunas células pluripotenciales, y no lo hacen En cuanto a la especificidad por las inmuno-
en linfocitos y células NK. HuRIIBFcy se ex­ g lo b u lin as es sim ila r a la in dicada p a ra el
presa preferencialm ente en linfocitos. Su nú­ RIIFcy.
mero por células es variable, siendo del orden
de 10-’ en plaquetas, 3 x 10“ en neutrófilos y 2,6 Receptores para Fe de IgE en humanos
X lO"”en macrófagos alveolares. (RFce)
A diferencia del RIFcy, el receptor RIIFcy es
de baja afinidad para IgG monomérica; los va­ Se conocen dos receptores capaces de inte­
lores de Ka son inferiores a 10’ M ‘. No obstan­ raccionar con el fragmento Fe de IgE; el RIFce
te, la función de receptor ha sido demostrada lo hace con una unión de alta afinidad y el
por la capacidad para fijar inmunocomplejos y RIIFce con baja afinidad. Solo el RIFce está re­
se considera que podría participar en fagocito­ lacionado con la Superfamilia de las inm uno-
sis mediada por células mononucleares y poli­ globulinas.
morfonucleares neutrófilos. Se estima también El RIFce es el componente de la superficie
que RIIFcy puede mediar ADCC y la liberación celular que inicia las reacciones alérgicas (véa­
de anión superóxido y factor necrosante de tu- se cap. 32) y a diferencia de los receptores Fcy
mores-(x (TNF-a). y sólo está presente en mastocitos y células ba-
La especificidad de huRIIFcy para las sub­ .sófilas. Su activación induce en estas células
clases de IgG humanas es similar para IgG l e degranulación y liberación de contenidos gra­
IgG3, la que a su vez es mayor que la corres­ nulares como histamina, la síntesis y secreción
pondiente a IgG2 e IgG4. de ácido araquidónico y sus metabolitos como
El huR IIlF cjes un receptor que no se expre­ ias prostaglandinas y los leucotrienos. Además,
sa en monocitos, pero que lo hace en macrófa­ esta activación celular induce la síntesis y se­
gos, neutrófilos, eosinófilos, células NK y algu­ creción del factor estim ulante de colonias de
128 Aspectos básicos de ía inmunidad

CD64
RIFcy

CDw32 CD16 C D 16TM


RIIFCy RIIIFCy RIIIFOy

Extracelular
(T/Q2
GPI

Membrana
celular

Citoplasma

Extracelular
(y/02

Membrana
celular

RIFCe RFC, Citoplasma

F ig. 5-43. Estructura esquem ática de los receptores para el fragm ento Fe de inm unoglobulinas.

granulocitos y macrófagos (GM-CSF) e inter­ Esta cadena y es la misma que usa el RIIIFcy;
leuquinas (IL -la, lL-3, IL-4, IL-5, IL- 6 , INF-y) en cuanto a la cadena p, relacionada con CD20,
entre otras. Para que la activación celular tenga no se conoce qué función cumple.
lugar se necesita, en primer término, que la IgE Se ha demostrado que en el RIFce, la cadena
sintetizada por linfocitos B se fije al RIFce, y a está asociada con una cadena p y dos cade­
luego que la IgE fijada, a través de su paratope nas y unidas entre sí por un puente di sulfuro. El
interaccione con su antígeno específico multi­ sitio de unión en el receptor consiste en tres re­
valente. El receptor es univalente y fija IgE mo­ giones localizadas en el segundo dominio ex­
nomérica y la interacción con el antígeno multi­ tracelular de la cadena a . Este receptor se ex­
valente determina agregación del receptor, he­ presa muy temprano durante la diferenciación
cho fundamental para que el fenómeno se haga celular de los mastocitos y células basófilas;
efectivo. La interacción previa de la IgE con el células en los primeros estadios de diferencia­
antígeno y su posterior unión al RIFce no es su­ ción ya lo expresan en sus membranas.
ficiente para la acüvación celular. De los tres dominios que integran el frag­
El RIFce está constituido por 3 cadenas pep­ mento Fce (Ce2, Ce3, Ce4), una porción ubica­
tídicas denominadas a , |3 y y. Su unión al Fe de da entre Ce2 y Ce3 es la que se une al RIFce.
IgE es con alta afinidad (Ka = 10‘" M"' y al La unión de IgE a RIFce es relativamente es­
igual que el RIIIFcy, la cadena a , necesita de la pecífica. Otros isotipos no coinpiten con IgE,
coexpresión de las cadenas p y y para un co­ pero IgE de otras especies como las de rata y
rrecto ensam blado y transporte a membrana. ratón se unen al huRIFce.
Anticuerpos 129

El huRIlFce, identificado como la proteína macrófagos humanos se ha descrito la presen­


de membrana CD23, es una proteína glucosila­ cia de un receptor para IgA de masa relativa de
da de 45 kD la que ha sido clonada y secuen- 60 kD, cuyo ADNc codifica una proteína de
ciada. Está constituido por un segmento cito­ 287 aminoácidos que presenta homología con
plasmático de 23 aminoácidos, uno transmem­ receptores para Fcy y con el receptor para IgE
bránico que contiene 2 1 residuos hidrofóbicos de alta afinidad (RIFce). Presenta una arginina
y un resto extracelular de 277 residuos. El en la región transmembránica, hecho anómalo
CD23 tiene una orientación inusual, con el re­ que recuerda lo ya descrito para RIIIFcy.
siduo N-terminal en el citoplasma y el C-termi­ Este receptor, que es distinto al RPolylg que
nal extracelular. transporta IgA polimériea a través de epitelios,
Se han identificado dos formas alélicas de­ media por parte de neutrófilos y monocitos fa­
nominadas RlIaEce y RIlbFce. gocitosis de partículas recubiertas con IgA y
Se expresa en la m em brana de monocitos, secreción de anión superóxido.
macrófagos, eosinófilos, plaquetas y linfocitos.
Es un receptor que une IgE con baja afinidad y Receptor para Fe de IgD
no está comprometido en el desencadenamien­
to de reacciones alérgicas. E stu d io s prelim in ares parecen in d ic a r la
Se desconoce cuál es su función; no obstante existencia de un receptor para IgD, denomina­
se ha descrito que la isoforma RIIbEcs expresa­ do RFc 6 , presente en células B normales y neo­
da en monocitos y eosinófilos, y no la RIIaEce plásicas. Esos datos reflejan la posible existen­
expresada en linfocitos B, es capaz de mediar cia de un receptor para Fe de IgD, pero la m is­
fagocitosis de complejos formados por anticuer­ ma deberá ser confirmada.
pos de la clase IgE. Otras funciones atribuidas Receptores similares a los descritos para los
como liberación de ácido araquidónico y sus fragmentos Fe de los diferentes isotipos de in­
metabolitos cuando linfocitos interaccionan con munoglobulinas humanas se han encontrado en
inm unocom plejos de IgE son dubitativas, ya otras especies animales, como ratón y rata, en
que en esos experimentos no puede descartarse los que se ha demostrado, especialmente para
que los resultados obtenidos estén mediados por los REcy, la especificidad de subclase que p o ­
otros receptores diferentes al RIIFce o CD23. seen, las funciones que cumplen y sus relacio­
Conviene recordar sobre el particular que re ­ nes con ios receptores para Fe de origen h um a­
cientem ente se ha dem ostrado que RIIEcy y no.
RIIIFcy fijan inmunocomplejos de IgE.
La presencia de un factor soluble de unión a
IgE o CD23 soluble, resultante del clivaje pro­ BIB L IO G R A FÍA
teolítico de RIIFce, ha sido demostrada y se es­
pecula que el mismo podría jugar un papel im ­ A m it A G y col.: Three-climensional .stractiire and .specifi­
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En granulocitos neutrófilos, m onocitos y Res., 26:421, 1993.
130 Aspectos básicos de la inmunidad

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Frangione B, Prelli F, M ihaesco C, W olfenstein C, IMihaes- D.C., 1990.
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1971. form ational analysis o f im m unoglobulin G -derived aspa-
Ishizaka K, Ishizaka T: H uman reaginic antibodies and im ­ ragine-linked oligosaccharides. En Progress in Im m unol
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Jerry LM, K unkel HG, G rey HM : A bscence o f disulfide R ow e DS, Fahey JL: A new class o f hum an im m unoglobu­
bonds linking the heavy and light chains: a property o f a lin I and I I . . / Aíed, /2/.-171, 1965.
g e n e tic v a ria n t o f y .\2 g lo b u lin . P r o c N a ti A c a d S ci Solom on A: B ence-Jones protein and light chains o f im m u­
65:551, 1970. noglobulins. N ew E ngl J M ed, 1" parte. 29 4 .T7; 2“ parte,
K abat EA: En The B ioiogy o f Idioiypes (M I G reene y A 294:9 \, 1976.
N isonoff, Eds), pp 3-17. Plenum , N Y ork, 1984. T oinasi TB: The itnm une system o f secretio n s. P ren tice
K abat EA. W u TT, B ilofsky H, R eid-M iller M , Perry H: Hall, 1976.
Sequence o f proteins o f im m unological interest. US D e­ Vaerm an JP, H erem ans JE: S ubclasses o f IgA based on d if­
p artm en t o f H ealth and H um an Services. Public H ealth fe re n c e s in th e p o ly p e p tid e ch a in . S cien ce, ¡5 3 :6 4 1 ,
Service. National Institutes o f Health, 1983. 1966.
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Kim berly, V. D., Capra, D. J. “An apparently com m on me- Unkeless, J. C., Scigliano, E., Freedm an, V. H. “Structure
chanism o f generating antibody diversity: lenght varia- and function o f hum an and m urine receptors for IgG ” .
tio n o f th e V ,-J, ju n c tio n ” . M o le c u la r im m u n o lo g y Ann. Rev. Im munol. 6:251, 1988.
3 1 :3 9 ,1 9 9 4 . ' ’ W eir DM (Ed): H a ndbook o f E xperim ental Im m unology,
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iogy an d M edicine. A cadem ic Press, 1984. perfam ily-D om ains for cells surface recognition” . Ann.,
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teins, Bence-.lones proteins and m acroglobulins into tw o W utt, Johnson, G ., K abat, E. A. “L ength distrib u tio n o f
groups on the basis o f com m on antigenic characters. .! C D R H 3 in an tib o d ies” . Proteins: Struct. Funct. Genet.
E xp M ed Ü6.-859, 1962. 16:1, 1993.
El origen de la diversidad
de los anticuerpos

M. LEONARDO SATZ
RICARDO MARGNI 6
T eorías sobre el origen de la diversificación ciación linfocitaria B). Teniendo en cuenta la
de los anticuerpos longitud de las cadenas L y H, se ha estimado
que se requeriría un 15% del genoma de un
A principios de siglo, Ehrlich postuló la teo­ mamífero para codificar los Acs diferentes. Los
ría de “los receptores celulares específicos”, se­ entusiastas de estas nociones justificaban que
gún la cual el antígeno (Ag) interactúa con “re­ los anim ales superiores destinasen una gran
ceptores” específicos en la superficie de las cé­ fracción de su genoma para un mecanismo in­
lulas productoras de anticuerpos (Ac) y activa mune de gran valor para su supervivencia.
las mismas para producir más Acs. Esta idea es Hacia principios de la década del ’60 se d e­
bastante aproximada a la concepción actual de terminaron las secuencias aminoacídicas de va­
la selección clonal. En la década del ’30, Hau- rias cadenas L diferentes. Se observó que todas
rovitz y luego Pauling postularon las llamadas las cadenas difieren entre sí y que todas las di­
teorías instructivas, que intentaron explicar el ferencias están localizadas en los primeros 106
am plio repertorio de reconocim iento de los aminoácidos del extremo aminoterminal (lo que
Acs, aun contra moléculas sintéticas. Se postu­ llamamos región variable de la cadena liviana o
ló que existía una única molécula de Ac, de es­ VL). En 1965, Dreyer y Bennet razonaron que,
tructura flexible, a la cual el Ag, al actuar como si es que existen cientos de miles de genes, de­
molde, instruía de forma de determinar su es­ bía existir un mecanismo especial por el cual
tructura tridimensional única y específica con­ luego de millones de años de evolución se haya
tra él. Hacia la década del ’60, los avances en preservado sin cambios la región constante (C)
la determinación de las secuencias aminoacídi­ y sí se hayan acumulado variaciones o m utacio­
cas de los primeros Acs mostraron su diversi­ nes sobre la región V. Postularon como explica­
dad en moléculas dirigidas contra Ags distintos ción alternativa que, en el genoma, la informa­
e hicieron insostenibles estas teorías. ción para una cadena L no se halla en una se­
Predominaron luego las llamadas teorías se­ cuencia nucleotídica continua, sino fragmenta­
lectivas y, en especial, la noción de la selección da, con la presencia de uno o muy pocos genes
o expansión clonal sugerida por Burnett y Jer- que codifican para la región C y cientos o miles
ne. Se postuló que cada linfocito B es capaz de de genes para la región V. Estos postulados p re­
producir Acs de una especificidad única y que decían que, si existe un solo gen para la región
el Ag selecciona, activa y expande el clon es­ C, una mutación que altere sus secuencias en un
pecífico. Para explicar el origen de la diversi­ gameto o cigota, el cambio se verá reflejado en
dad de los Acs en cada clon, se postularon dos todas las cadenas. Postulaban además que, n e ­
ideas alternativas esenciales; la existencia de cesariam ente, la información presente en los
miles de genes para cadenas pesadas (H) y li­ bloques separados debía generar un gen o un
vianas (L) en la línea germinal, o la existencia ARNm continuo para garantizar la síntesis de
de un solo gen sobre el cual se acumulan muta­ una cadena proteica. Estas nociones, sumamen­
ciones específicas para cada clon (ya sea du­ te radicales en su momento, resultaron ser esen­
rante la vida embrionaria o durante la diferen­ cialmente correctas, como lo han dem ostrado
130 Aspectos básicos de la Inmunidad

D ay, E. D. “A dvanced Im m unochem estry, 2“ ed. W iley- M argni RA , C ástrelo s O D , Paz CB: T h e sheep im m une
Liss Publ. N ew Y ork, 1990. rssponse. Im m unology, 24:1'&\, 1973.
D ixon FJ, K unkel GJJ (Ed): A dv Im m unol, vol 21. A cade­ M elchers F, P otter M , W arner N (Eds): Lym phocyte H ybri-
m ic Press. N Y ork, 1975. d om as, S p rin g er-V erla g . B erlín , H eid e lb erg , N Y o rk ,
Fahey JL, W underlich J, M ishell R: T he im m unoglobulins 1979.
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Feinstein A. R ichardson N, T aussig MJ: Im m unoglobulin A dv Im munol, 12:511, 1970.
flexibility in com plem ent activation. Im m unology Today, M etzger, H. (ed.) “Fe receptors and the action o f antibo­
7.-169, 1986. dies” . A m erican Society for M icrobiology, W ashington,
Frangione B, Prelli F, M ihaeseo C, W olfenstein C, M ihaes- D.C., 1990.
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G, M and A heavy chains. A n n N Y A c a d Sci, Í 9 0 : l \ , tion and properties o f antib o d y bin d in g site s” , i . M ol.
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1971. form ational analysis o f im m unoglobulin G -derived aspa-
Ishizaka K, Ishizaka T: H uman reaginic antibodies and im ­ ragine-linked oligosaccharides. En Progress in Im m unol
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bonds linking the heavy and light chains: a property o f a lin I and I I . . / Aíed, /2/.-171, 1965.
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6.1-557, 1970. noglobulins. N ew E ngl J M ed, 1" parte. 294.-17; 2“ parte,
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K abat EA. W u TT, B ilofsky H, R eid-M iller M , Perry H: Hall, 1976.
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K abat EA: Structural Concepts in Im m unology and Im m u- V alentine RC, G reen NM : Electron m icroscopy o f an anti-
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Kim berly, V. D., Capra, D. J. “An apparently com m on m e­ Unkeless, J. C., Scigiiano, E., Freedm an, V. H. “Structure
chanism o f generating antibody diversity: lenght varia- and function o f hum an and m urine receptors for IgG ” .
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3 1 :3 9 ,1 9 9 4 . ' ’ W eir DM (Ed): H a ndbook o f E xperim ental Im m unology,
K ochw a S, K unkel HG (Ed): Im m unoglobulins. A nn N Y vol I. Im m u n o ch em istry . B lack w ell Sci Publ O xfo rd ,
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K olher H, U rbain J, C azenave P A (Eds): ¡diotypes in B io­ W illiam s, A. F., Barclay, A. N. “T he im m unoglobulin su-
logy an d M edicine. A cadem ic Press, 1984. perfam ily-D om ains for cells surface recognition” . Ann.,
M an n ik IVI, K unkel HG: C lassification o f m yelom a p ro ­ Rev. Im munoL, 6:381, 1988,
teins, Bence-.lones proteins and m acroglobulins into tw o W utt, Johnson, G ,, K abat, E, A, “L ength distrib u tio n o f
groups on the basis o f com m on antigenic characters. J C D R H 3 in an tib o d ies” , Proteins: Struct. Funct. Genet.
E xp M ed Ü6.-859, 1962. 16:1, 1993.
El origen de la diversidad
de los anticuerpos

M. LEONARDO SATZ
RICARDO MARGNI 6

T eorías sobre el origen de la diversificación ciación linfocitaria B). Teniendo en cuenta la


de los anticuerpos longitud de las cadenas L y H, se ha estimado
que se requeriría un 15% del genoma de un
A principios de siglo, Ehrlich postuló la teo­ mamífero para codificar los Acs diferentes. Los
ría de “los receptores celulares específicos”, se­ entusiastas de estas nociones justificaban que
gún la cual el antígeno (Ag) interactúa con “re­ los anim ales superiores destinasen una gran
ceptores” específicos en la superficie de las cé­ fracción de su genoma para un mecanismo in­
lulas productoras de anticuerpos (Ac) y activa mune de gran valor para su supervivencia.
las mismas para producir más Acs. Esta idea es Hacia principios de la década del ’60 se d e­
bastante aproximada a la concepción actual de terminaron las secuencias aminoacídicas de va­
la selección clonal. En la década del ’30, Hau­ rias cadenas L diferentes. Se observó que todas
rovitz y luego Pauling postularon las llamadas las cadenas difieren entre sí y que todas las di­
teorías instructivas, que intentaron explicar el ferencias están localizadas en los primeros 106
am plio repertorio de reconocim iento de los aminoácidos del extremo aminoterminal (lo que
Acs, aun contra moléculas sintéticas. Se postu­ llamamos región variable de la cadena liviana o
ló que existía una única molécula de Ac, de es­ VE). En 1965, Dreyer y Bennet razonaron que,
tructura flexible, a la cual el Ag, al actuar como si es que existen cientos de miles de genes, de­
molde, instruía de forma de determinar su es­ bía existir un mecanismo especial por el cual
tructura tridimensional única y e.specífica con­ luego de millones de años de evolución se haya
tra él. Hacia la década del ’60, los avances en preservado sin cambios la región constante (C)
la determinación de las secuencias aminoacídi- y sí se hayan acumulado variaciones o m utacio­
cas de los primeros Acs mostraron su diversi­ nes sobre la región V. Postularon como explica­
dad en moléculas dirigidas contra Ags distintos ción alternativa que, en el genoma, la informa­
e hicieron insostenibles estas teorías. ción para una cadena L no se halla en una se­
Predominaron luego las llamadas teorías se­ cuencia nucleotídica continua, sino fragmenta­
lectivas y, en especial, la noción de la selección da, con la presencia de uno o muy pocos genes
o expansión clonal sugerida por Burnett y Jer- que codifican para la región C y cientos o miles
ne. Se postuló que cada linfocito B es capaz de de genes para la región V. Estos po.stulados pre­
producir Acs de una especificidad única y que decían que, si existe un solo gen para la región
el Ag selecciona, activa y expande el clon es­ C, una mutación que altere sus secuencias en un
pecífico. Para explicar el origen de la diversi­ gameto o cigota, el cambio se verá reflejado en
dad de los Acs en cada clon, se postularon dos todas las cadenas. Postulaban además que, n e ­
ideas alternativas esenciales; la existencia de cesariam ente, la información presente en los
miles de genes para cadenas pesadas (H) y li­ bloques separados debía generar un gen o un
vianas (L) en la línea germinal, o la existencia ARNm continuo para garantizar la síntesis de
de un solo gen sobre el cual se acumulan muta­ una cadena proteica. Estas nociones, sumamen­
ciones específicas para cada clon (ya sea du­ te radicales en su momento, resultaron ser esen­
rante la vida embrionaria o durante la diferen­ cialmente correctas, como lo han dem ostrado
132 Aspectos básicos de la inmunidad

independientemente Tonegawa y Leder una dé­ demostrado previamente la existencia de dos


cada más tarde, mediante el uso de técnicas de copias por célula. Sus resultados sugirieron la
ADN recombinante. existencia también de sólo dos genes por célula
para la región constante de la cadena Lj^.
Los genes de inmunoglobulinas En 1976, Hozum i y T onegaw a usaron un
se reordenan durante la ontogenia: ARNm purificado de un mieloma (tumor plas-
su hallazgo experimental mocitario) productor de cadenas livianas lamb­
da, para analizar la organización de los respec­
Los primeros experimentos que analizaron la tivos genes en el ADN nuclear. Para ello, puri­
complejidad de los genes de Igs fueron realiza­ ficaron ADN embrionario y ADN del mieloma
dos por P. Leder y col. en los Institutos Nacio­ de ratón (que representan tejidos indiferenciado
nales de la Salud (NIH, E E.U U .) en el año y diferenciado en producción de anticuerpos,
1974. E stos in v estig ad o re s p u rifica ro n un respectivamente) y los fragmentaron con una
ARNm para cadena liviana kappa y sintetiza­ endonucleasa de restricción. Luego fracciona­
ron un ADN complementario (ADNc) para la ron por eleetroforesis el ADN, purificaron nu­
porción constante del mismo, al cual marcaron merosas fracciones según su tamaño molecular
con ^H. Usaron esta “sonda” para evaluar su ci­ e hibridaron cada una de las mism as con el
nética de hibridación a ADN de distintos tipos ARNm antes mencionado (fig. 6-1). El ARNm
celulares, en forma comparativa con la cinética hibridó con dos fragm entos distin to s en el
de un gen de beta globina, para el cual habían ADN em brionario pero hibridó con un solo

ADN EMBRIONARIO ADN DE MIELOMA

V 0

Fragmentación con
endonucleasas de
restricción

i Separación de los
fragmentos según
tamaño por elec-
troforesis
V C
/ - V jI

i Hibridación con
ARNm radioactivo

Dos bandas de hibridación Una sola banda de hibridación


una posee el gen V y otra el C conteniendo los genes V y C en
el mismo fragmento de ADN

F ig . 6 -L Experim entos que m ostraron la diferente organización de los genes de inm unoglobulinas en el ADN em brionario
y en el ADN de células productoras de anticuerpos.
El origen de la diversidad de ios anticuerpos 133

fragmento (diferente de los anteriores) en el La inform ación p ara región variable está
ADN del mieloma. Los datos sugirieron que segmentada en dos familias de genes, denom i­
las secuencias que codifican para las regiones nadas V K y Jk, locahzadas en el mismo crom o­
C y V se hallan separadas en el ADN e m ­ soma, aunque a decenas de miles de nucleóti­
brionario y que se han “rearreglado” en un solo dos de C k (fig. 6-2). Hay aproximadamente 50
fragmento en el ADN de hnfocitos B maduros. genes V k distintos, cada uno precedido p o r un
Los mismos resultados fueron confirmados m e­ pequeño exón (bloque codificante de ADN) pa­
diante la técnica de “Southern b lo f’, mediante ra el péptido señal (leader peptide), del cual es­
la cual el ADN fragmentado, luego de su frac­ tá separado por un pequeño intrón (bloque no
cionamiento por eleetroforesis, es desnaturali­ codificante de ADN). Este péptido señal le per­
zado y transferido a una m em brana para su mite a la cadena su traslocación a través de las
posterior hibridación. m em branas del retículo endoplasm ático (du­
rante el cual es chvado) para su expresión su­
Familia de genes de cadena liviana perficial o secreción. La secuencia de A D N de
k ap p a ( k ) cada gen V k revela la información para los úl­
timos tres residuos del péptido señal y los pri­
En humanos, está localizada en el cromoso­ meros 95 aminoácidos de la región variable. En
ma 2 banda p l l y en el ratón en el cromosoma el hom bre hay cinco genes J k , muy cercanos
6 . La región constante de la cadena liviana ka­ entre sí, cada uno de los cuales puede codificar
ppa está codificada por un único gen constante para los residuos 96 a 108 de la cadena liviana.
denominado C k , cuya secuencia nucleotídica Esta fam ilia está localizada entre los genes V k
mostró la presencia de información para los re­ y el gen C k , a unas 3 kb (3.000 bases) de este
siduos 109 hasta el 214 de la cadena polipeptí- último (fig. 6-2). Esta organización de la fam i­
dica. lia kappa es la hallada en todas las células del

CADENA K

Vk, V k, Vk „ Jk Ck

ADN"
germinal « k -i -it-
1 2 3 4 5 Reordenamiento del ADN

L Vk J Ck
A
ADN
reordenado
4 5

Transcripción y empalme del pre ARNm

L Vk J Ck
ARNm I

Traducción y transporte de la proteína

Proteína madura k
presente en el
anticuerpo

Sk QX. Sk CA.3 J?. QX, JA, c:

40kb

F ig. 6-2. A . O rganización genóm ica en las familias de cadena liviana kappa. Se indican los residuos codificados p o r los
bloques L, V, J y C. Se m uestra un reordenam iento hipotético de un gen Vj^ hacia un gen B. O rganización gen ó m ica
en la fam ilia de cadena liviana lambda. El tramo de A I)N que contiene a los genes CA.2 y C a3 posee una longitud v ariab le
en los distintos individuos, con la presencia de 2, 3, 4 o 5 genes constantes (polim orfism o poblacional); esto d eterm in a
que el níím ero total de genes C a oscile entre 6 y 9, segtin el individuo. Los tres p rim eros genes constantes se c o rre sp o n ­
den con los m arcadores isotípicos M cg, Ke-Oz- y K e-O z+,
134 Aspectos básicos de la inmunidad

organismo, excepto las del linaje B, y se deno­ Ck, o al mecanismo diferente de recom bina­
mina organización germinal. El ratón posee 4 ción que se requiere para producir un rearre­
J k funcionales. Durante la diferenciación linfo- glo productivo. Es interesante notar que en la
citaria B, cada linfocito elige uno de los genes población existe un haplotipo frecuente (deno­
V k (acompañado de su propio exón líder) y lo minado haplotipo 11) que carece de un seg­
reacomoda delante de alguno de los genes J,^. mento de aproximadamente un millón de nu­
A parentem ente la selección del gen V k y Jk cleótidos (1 Mb) de la región distal y por lo
por cada célula es al azar. Luego de este reor­ tanto le faltan los 36 genes V k de esta región;
denamiento genético, los genes V k y Jk previa­ los portadores homocigotas de este haplotipo
mente localizados entre el V k y Jk elegidos, se son tan inmunocompetentes como los que po­
pierden. Nótese en la figura 6-2 que ahora se seen la dotación genética completa.
ha ensamblado un bloque variable kappa conti­
nuo (la suma de V -i- J), a continuación del cual Familia de genes de cadena liviana
todavía pueden hallarse otros genes Jk. Esta lambda (X)
nueva disposición de los genes se denom ina
configuración reordenada y es la que será Aproximadamente un tercio de los anticuer­
transcripta por la célula B en un precursor del pos humanos poseen cadenas hvianas lambda;
ARNm. Este precursor com ienza con la se­ en el ratón constituyen menos del 10%. Los ge­
cuencia del exón líder, continúa con el intrón nes para esta fam ilia están en el crom osom a
que lo separa del gen Vk, el gen V k contiguo a 22ql 1 humano y cromosoma 16 murino. A di­
un gen Jk, los restantes Jk presentes a conti­ ferencia de la familia kappa, existen varios ge­
nuación del usado (separados por pequeños in­ nes que codifican para la porción constante,
trones), y un intrón hasta el gen C k , Durante su Ck, cuyo número varía entre 6 y 9 según el in­
m igración del núcleo al citoplasma, este pre- dividuo. Cada uno de estos genes constantes
ARNm madura, adquiere las modificaciones en está precedido por un gen iX propio (fig. 6 -2 ).
los extremos 5’ y 3’ (cap y poli A) y “empal­ La secuencia nucleotídica de los prim eros
m a” el exón señal con el V k-Jk y el C k , elimi­ tres genes constantes reveló que se correspon­
nando los intrones y los Jk presentes a conti­ den con los marcadores isotípicos Mcg, Ke-Oz-
nuación del usado (“splicing” o empalmado del y Ke-Oz+ presentes en el suero humano (fig.
pre ARNm). Ya en el citoplasm a, el ARNm 6-2). Estas tres cadenas son muy parecidas en­
maduro se traduce en polirribosomas de retícu­ tre sí, difieren en 1-4 aminoácidos, lo que hace
lo rugoso. sospechar de una duplicación reciente de estos
Complejidad de la fam ilia Vk: Los genes genes.
V k humanos se agrupan en siete familias dis ­ Por otro lado, existen numerosos genes VX,
tintas, según el grado de hom ología que po­ cada uno de los cuales codifica para los prime­
seen entre sí. Existen a! menos 76 genes V, de ros 95 aminoácidos de la proteína, y cada uno
los cuales 40 están localizados en un tramo de acompañado de su propio exón señal. Para el
600 kb de AND proximales al locus Ck; 38 de ensamblado de una configuración reordenada,
estos 40 genes Vk, poseen la mism a orienta­ uno de los genes V k se reacomoda próximo a
ción de transcripción que el locus Jk-C k y se uno de los genes J?i, donde ya queda definido
reordenan por mecanismos de acercamiento y cuál de los genes CA, se usará. Nótese que aun
deleción (véase más adelante Mecanismos de cuando el gen C k no contribuye con diversidad
reordenamiento genético). H acia 5 ’ de esta re­ de reconocimiento, sí lo hace cada uno de los
gión de genes Vk, hay un segmento de ADN JA. que lo acompañan.
de 800 kb que aparentemente carece de genes
V y a continuación hay un segmento de 440 Complejidad de lafamilia VX. Se han identificado
kb que posee los otros 36 genes V k ; los genes en el humano al menos 67 genes VA en un segmento
V de este segmento distal tienen orientación de 850 kb de DNA, aunque un 40% de los mismos
de transcripción inversa al locus J k - C k y se parecen ser seudogenes. Se los agrupa en diez fami­
re o rd e n a n p o r m e c a n ism o s de in v e rs ió n lias, con más de 75% de homología entre miembros
(véase más adelante). De los 76 genes identi­ de una misma familia y 55-69% de homología ínter-
ficados, 26 no serían funcionales (seudoge- familia. En esta región también se localiza el gen pa­
oes) y de los otros 50, sólo la mitad (los más ra la cadena VpreB cuyo producto forma parte del
proximales al locus C k ) se reordenan frecuen­ receptor pre B (véase más adelante).
temente. Un estudio reciente de W inter y col. En el ratón se han identificado cuatro genes cons­
mostró que en más de 200 ADNc de cadenas tantes (aunque uno no es funcional), cada uno tam­
livianas k , los V k más distales al locus C k es­ bién acompañado de un gen J. Como se observa en
taban representados en m enos del 5%; esto la figura 6-2, se los halla en unidades agrupadas de a
podría deberse a las distancias relativas de las dos, cada uno precedido de un solo gen VA. El ratón
regiones proximales y distales respecto de Jk- posee entonces, sólo dos genes YA.
El origen de la diversidad de los anticuerpos 135

Familia de genes de cadena pesada originado de la duplicación de un bloque an­


cestral y-y-£-a.
Están localizados en el cromosoma 14q32.3 Durante la diferenciación de los linfocitos B,
humano, estimándose la longitud total del lo­ uno de los prim eros eventos m adurativos lo
cus en 1500 kb. Esta familia posee una organi- constituye el reordenamiento de los genes de
zación algo más compleja: existen varios ge­ cadena pesada. wSe produce primero la elección
nes constantes, uno por cada isotipo de cadena de un gen D,_j que será reacomodado próxim o a
pesada conocido; cada gen constante está a su uno de los genes J^,, con la pérdida de los genes
vez organizado en intrones y exones que co­ comprendidos entre ellos. En una segunda eta­
rresponden a los diversos dominios constantes pa, se produce el reordenamiento de uno de los
CHI, CH2, etc.; finalmente la información pa­ genes Vj_j próximo al bloque Djj/J|,. Esta orga­
ra región variable de la cadena pesada está nización reordenada V/D/J-C|J, es la que será
subdividida en tres familias de genes (en lugar transcripta y los intrones y genes Jj, adicionales
de dos), denominados V,.,, y (véase fíg. serán eliminados durante el “splicing” del pre-
6-3). RNAm.
Cada gen posee información para los pri­ En el ratón el locus H se halla en el crom o­
meros 99 am inoácidos de la región variable. soma 1 2 . Todos los genes C¡_, son funcionales,
Hacia 5’, luego de un intrón de unas 80-100 bp, para la generación de cadenas pesadas mu,
cada gen está precedido de un exón que co­ delta, gamma 3, gamma 1, gamma 2b, gam m a
difica los primeros 15 residuos del péptido se­ 2a, epsilon y alfa. Por lo tanto el ratón ha du­
ñal (los cuatro aminoácidos restantes están co­ plicado sus genes gamma sin afectar los épsi-
dificados al comienzo del exón V^,), lon y alfa.

Complejidad de la familia En el ser humano, Cambio de isotipo de cadena


esta región se extiende por una lOÜÜ Kb, que co­ pesada
mienzan a unas lü Kb 5’ de la región D|_|. Los estu­
dios más recientes de mapeo han identificado 87 ge­ Durante la activación de los linfocitos B en
nes V,_|, de los cuales 29 son seudogenes y al menos la respuesta primaria, la mayoría de las células
46 han sido hallados en inmunoglobulinas (esto es, producen activam ente IgM. Algunas células
son funcionales). Al igual que en los loci de cadenas del clon en expansión dejan de sintetizar cade­
livianas, aquí también hay algunos segmentos (con­ na pesada mu y comienzan a sintetizar algún
teniendo 1 a 4 genes V^,) duplicados o delecciona- otro isotipo: gamma, épsilon o alfa. Para ello,
dos, según el individuo estudiado. De acuerdo a su la célula padece un nuevo evento de reordena­
homología se los agrupa en siete familias, con más m iento genético, por el cual todo el b loque
de 80% de homología entre los miembros de una VDJ se reacom oda próxim o a un nuevo gen
misma familia; las familias V„3, V,j4 y V^^l son las constante; se elim inan los genes constantes
que más miembros poseen. presentes entre C¡i (incluido él) y el nuevo gen
C,_| elegido (fig, 6-3). Nótese que todo el con­
La familia de genes D„ está compuesta por junto VDJ continúa codificando a la porción
un número aproxim ado de 20 miembros. En variable de la cadena pesada, por lo que la es­
general están agrupados en un tramo de 1 0 0 kb, pecificidad de reconocimiento antigénico no se
aunque otros están intercalados con genes y modifica luego del “switch” isotípico.
uno solo está junto a la familia J,_|. l^a secuencia Se han id en tificad o las secuencias en el
nucleotídica de estos genes indica que cada ADN que intervienen en estos procesos de re­
segmento D codifica para 3-4 aminoácidos. combinación: se denominan sitios S y están lo­
La familia de genes en humanos posee 9 calizadas previo a cada gen C^, excepto a C5
miembros de los cuales 3 no son funcionales que no la posee. Se trata de secuencias repetiti­
(seudogenes); el ratón posee cuatro J^. Cada vas de ADN que interactúan entre sí, diferentes
uno codifica para un tramo de 1 0 - 1 2 aminoáci­ a las que operan en los reordenamientos antes
dos. Todos los genes y C,_, poseen la descritos. Hay evidencias de que un m ism o
misma orientación de transcripción, lo que tie­ clon celular puede realizar cambios sucesivos
ne implicancias con los mecanismos de reorde­ de isotipo de cadena pesada, hacia genes Cj^
namiento (véase más adelante). más distales.
Hacia la derecha de la familia (hacia 3’), y El cambio de isotipo es un fenómeno que de­
a una distancia de 8 kb de la misma, comienza pende de la cooperación de las células T (véase
la familia de genes Ch, esparcidos a lo largo de cap. 2). Las células T proveen señales a través
unas 150 kb (fig. 6-3). El orden de los mismos de moléculas de membrana (como CD40) y a
es el siguiente: C|a., C 8 , Cy 3, C yl, Ce2 (un través de citoquinas; por ejemplo IL-4 prom ue­
seudogén). C a l, Cy2, Cy4, C el y C a2. Esta ve el cambio a isotipos IgE e IgG4, T G F p e
organización sugiere que estos genes se han IL -6 a IgA, IIv-10 a IgG, e IgG^,
136 Aspectos básicos de la inmunidad

ADN GERMINAL

LVH, LVH,D„ LVH„ Dh J„ Cfx C5 Cy. C'/i xj/Eg Ccx., Cy, Cy| C e^ CíXg

1500 100 58 51

Reordenamiento durante la diferenciación


L V DJJ Ii cC|j,
u C5 CYj Cy, \|/ej Ca, Cy^ Cy^ Ce, Ca^
ADN
REORDENADO

Cambio (“switch”) isotípico


durante la expansión clonal

L V DJ J Ca,

pre-RNAm
H O lK t ADN

Transcripción y
ensamblado (“splicing”)

L V DJ Ca^
Producción Producción de
L V DJ CS simultánea de
lOIII cadena pesada

I
cadenas n y y

F ig . 6-3. O rganización genóm ica en la fam ilia de cadena pesada. El círculo negro que precede a cada gen constante (ex ­
cepto C8) indica los sitios S. El pequeño cuadrado que sigue a la fam ilia de genes J„ representa al enhancer de cadena p e­
sada. Los genes pesados están esquem atizados sin la subdivisión en exones e intrones. V éase texto para seguir los proce­
sos de reordenam iento y expresión.

7 9 9 7
23 12
V


M r , A r , A G T G | ------- — ------- [ a CATAAAC c !-------- / / -------(g GTTTTTG t ] ¡CACTGTG

CADENA K

IJ k

23

CADENA PESADA

— 7 9 23
23 A ...... 12 12 ®

F ig . 6-4. A. H eptám eros, nonám eros y espaciadores que acom pañan a los genes de las tres lam ilias de cadenas de inm u­
noglobulinas.
El origen de la diversidad de los anticuerpos 137

L Vk,3

F ig. 6-4 (coni.). B. A proxim ación espacial de los genes V y J que recom binan. La estructura secundaria estaría esta b iliza­
d a por el apaream iento de las bases com plem entarias de heptám eros y nonám eros.

Mecanismos de reordenamiento genético servados en longitud y secuencia (fig. 6-4A).


Un ordenamiento similar de heptámeros, espa­
El análisis de las secuencias de ADN flan­ ciadores y nonámeros está presente también al
queantes a los genes V, D y J de cadena pesada comienzo y fin de cada gen D„ y precediendo a
y V y J de cadena liviana, mostró un patrón cada gen J,
muy conservado de nucleótidos, que se denomi­ Una inspección cuidadosa de las secuencias
nan secuencias de reconocimiento o RS, y que de los heptámeros y nonámeros que siguen al
tienen un papel muy importante en los mecanis­ final de los genes V y D revela que es com ple­
mos de reordenamiento. Los genes de inmuno- mentaria a la presente en los heptámeros y no­
globulinas con RS mutados (por ej. en ciertos námeros que preceden a los genes D y J (véase
seudogenes o por mutaciones realizadas delibe­ fig. 6-4A). Esto hace pensar que estas secuen­
radamente in vitro) no pueden reordenarse. cias podrían facilitar el acercamiento de los ge­
En posición 3 ’ a cada gen V existe un tramo nes que interactúan, prom oviendo el ap area­
de siete nucleótidos, heptámero (idéntico en to­ miento de los tramos complementarios en una
dos los genes); a continuación se halla un tra­ de las hebras del ADN (fig. 6-4B). Estas “hor­
mo de 12 o 23 nucleótidos (segtín la familia) quillas” poseen en su base a los genes acerca­
conservados en longitud pero no en secuencia dos, con los tramos de ADN entre ambos hacia
(denominado espaciador o “spacer”). F inal­ arriba. Esta estructura secundaria se generaría
mente, sigue un nonámero (9 nucleótidos) con­ por el apareamiento de las bases complementa­
138 Aspectos básicos de la inmunidad

rias antes m encionada, y sería la reconocida homología a topoisomerasas (enzimas asociadas a


por un sistema enzimático especializado en su recombinaciones de ADN en una gran variedad de
eliminación. sistemas), es esencial para su función; sin embargo,
En cada familia de genes, la organización de la eliminación de otros segmentos génicos homólo­
los espaciadores hace que siempre el reordena­ gos a dominios con función regulatoria (tales como
miento ocurra entre un gen con espaciador de el extremo N-terminal de RAG-1 que incluye un do­
12 y otro de 23. Los espaciadores de 12 y 23 minio tipo “dedo de Zn”, o un dominio acídico de
bases equivalen, respectivamente, a una y dos RAG-2) no anula la actividad recombinasa.
vueltas de la doble hélice del ADN. Estas ca­ Otras enzimas: hay numerosas evidencias que
racterísticas peculiares de la regla 12/23 sugie­ involucran a otros productos además de los RAG.
ren que esta organización aportaría señales im­ Por ejemplo, los ratones mutantes s c id son inmuno-
portantes para la recombinación. deficientes severos, carecen de linfocitos T y B, y
tienen recombinaciones V(D)J defectuosas. La mu­
M a q u in a r ia e n z im á tic a in v o lu c r a d a e n la r e c o m ­ tación mapea en un locus distinto al de los genes
b in a c ió n . Al conjunto de enzimas y proteínas res­ RAG y además, las células no linfoides exhiben de­
ponsables de los reordenamientos genéticos recién fectos en la reparación del ADN dañado por radia­
descritos, se denomina r e c o m b in a s a . Hay tres evi­ ciones X. Recientemente fue identificada una de las
dencias indirectas que sugieren que una misma re­ proteínas involucradas en estos procesos de repara­
combinasa V(D)J opera en el ünaje B y el T (véase ción enzimática del ADN y que también es necesaria
cap. 7): (a) los loci que reordenan están flanqueados para la actividad de recombinasa V(D)J: se trata del
por RS (heptámeros, espaciadores, nonámeros) con­ llamado “autoantígeno” Ku, una proteína capaz de
servados; (b) ocurren reordenamientos D-J en los lo­ unirse a extremos libres de hebras de ADN. Final­
ci beta del receptor T y de la cadena pesada mu en mente, se sabe que la enzima deoxinucleotidil trans­
linfocitos B y T respectivamente; (c) los mismos dos ferasa terminal es la responsable del agregado de nu­
genes R A G (véase más adelante) que pueden inducir cleótidos al azar en los sitios de yuxtaposición
recombinaeión V(D)J en células de linaje no-linfoi- V(D)J (véase más adelante).
de, se expresan coordinadamente en linfocitos B y T
en los estadios de diferenciación donde ocurre activa Diversidad originada
recombinación. por recombínación somática
R A G -1 y R A G -2 (“gen activante de la recombina­
ción”): son dos genes estrechamente ligados en el Teniendo en cuenta el niimero de genes en
cromosoma 11 humano (sólo distantes 8 kb entre sí), cada familia, se puede estimar el potencial de
extremadamente conservados entre los vertebrados, diversificación que tiene este sistem a. Si la
aunque no poseen homología entre sí. Los mismos elección de genes se produce al azar, es válido
fueron aislados por Baltimore y col. mediante expe­ aphcar combinatoria para el cálculo:
rimentos en los que se transfectaron fibroblastos en
cultivo con ADN genómico total y donde un 0,1% Familia kappa: 50 genes x 5 genes Jj^ =
de los transfectantes dio origen a células eon activi­ 250 cadenas livianas kappa
dad de “recombinasa” estable (evaluada por su capa­ Familia H: 50 genes x 20 genes Dj^ x 6
cidad de reordenar genes V/D/J contenidos en un genes = 6 . 0 0 0 cadenas pesadas
plásmido); luego de sucesivos ciclos de transfección,
se identificaron estos loci por métodos clásicos de Recuérdese que el ensamblado entre cadenas
clonado molecular, con una estrategia similar a la pesadas y livianas para generar un anticuerpo
usada para aislar los primeros oncogenes. Por lo tan­ involucra uniones covalentes entre residuos de
to, aunque la actívidad de “recombinasa” se expresa cisteínas. Vale decir que a priori no hay cons­
reguladamente sólo en líneas linfoides inmaduras, la tricciones estructurales que impidan la combi­
expresión constitutiva de estos dos genes en otras nación de cualquier cadena pesada con cual­
células es suficiente para activar la recombinasa. quiera liviana. Por lo tanto, parece válido vol­
Además, estos dos genes son esenciales para esta ac­ ver a aplicar combinatoria para estimar el total
tividad; ratones mulantes en uno u otro gen RAG de anticuerpos distintos posibles, según el po­
son inmunodeficientes ya que carecen de linfocitos tencial de genes existentes:
B y T. Se desconoce aíin el mecanismo de acción de
los genes RAG. Se han propuesto dos modelos: (a) 250 c a d e n a s L x 6 .0 0 0 c a d e n a s H =
los productos de RAG tendrían actividad enzimática 1.500.000 anticuerpos diferentes
y participarían directamente en la reacción de re-
cOmbinación o (b) tendrían actividad regulatoria y Un núm ero para nada despreciable, si se
activarían la maquinaria de recombinación. El análi­ considera que se requiere de menos de 300 ge­
sis estructura! de los genes favorece la idea de un rol nes en el genoma para su generación y que no
directo de los RAG en la reeombinación: el extremo se incluyó en este cálculo a las cadenas livianas
C-terminal de RAG-1, que posee un dominio con lambda, que en humanos poseen un repertorio
El origen de la diversidad de los anticuerpos 139

similar al de kappa. Cabe mencionar que aun Jjj, pueden poseer especificidades de reconoci­
cuando casi todos los genes eucariotas están miento diferentes debido a estos fenómenos de
fragm entados en exones e intrones, inform a­ flexibilidad en el sitio de enlace y diversifica­
ción que se empalma durante el “splicing” de ción N-terminal. Como consecuencia de estos
los pre-ARNm, los reordenamientos que ocu­ dos fenómenos, es frecuente que en la configu­
rren en los genes de inmunoglobulinas acercan ración reordenada de los bloques no se respete
la información a nivel del ADN, algo no des­ el marco de lectura de los codones (por ej., en
crito para ninguna otra familia de genes euca­ la fig. 6-5, si el tercer nucleótido del codón 95
riotas. se enlazara con el segundo nucleótido del co­
dón 96 en el gen J). La consecuencia del cam ­
Mecanismos adicionales de diversificación bio del marco de lectura es la aparición de co­
dones de terminación de síntesis proteica en las
a) Imprecisiones en la recombinación: Habi­ secuencias D o J y ese reordenamiento no será
tualmente el codón 95 en las cadenas livianas viable (abortivo). De este ejemplo se desprende
es aportado por el gen y el 96 por el gen que los dos m ecanism os recién descritos, si
Sin embargo no existe un límite preciso de fin bien contribuyen para generar diversidad, pue­
y comienzo de estos genes. Por esta flexib ili­ den por otro lado conducir a reordenamientos
dad en el sitio de yuxtaposición se generan co­ abortivos.
dones alternativos para el residuo 96, según La flexibihdad en el sitio de recombinación
cuál sea el último nucleótido contribuido por el y la diversificación N-terminal, se estim a que
gen (véase fig. 6-5). En el primer ejemplo aumentan el repertorio de especificidades por
de la figura, el codón 95 y el 96 son contribui­ un factor de 1 0 en las cadenas livianas y p o r un
dos por V y J respectivamente. En el segundo factor de 100 en las cadenas pesadas. P o r lo
ejemplo, el gen V contribuye con un nucleótido tanto, el núm ero total de p osibilidades que
adicional, por lo que el gen J comienza con el ofrece el sistema es superior a 1 0 ^ (6 . 0 0 0 x fO^
segundo nucleótido del codón 96; esto genera x 2 5 0 x 10= 1,5 X 109).
un nuevo triplete que reemplaza triptófano por El lector no debe pensar que un individuo
arginina en el residuo 96. En el tercer ejemplo debe expresar simultáneamente el total de este
el gen V aporta dos bases extras y J sólo una repertorio en sus linfocitos periféricos. Las cé­
del codón 96; ahora el triplete codifica para lulas B maduras que salen a periferia recirculan
prolina en lugar de arginina o triptófano. Hay con una vida m edia relativam ente co rta, de
situaciones en donde el gen V contribuye con unas pocas semanas y, si no se produce el en­
un triplete entero adicional y esa cadena será cuentro con un antígeno apropiado, m ueren.
un aminoácido más largo (cuarto ejemplo), o Diariamente la médula ósea produce y exporta
con un codón de menos, lo que producirá una al menos 5 x 1 0 ’ linfocitos B, que irán reno­
cadena más corta. Esta flexibilidad en el enlace vando el “pool” de especificidades. Si se re­
de los genes que recombinan se extiende hacia cuerda que los microorganism os enfrentan al
el codón 95 y 97 de la cadena liviana y por otro sistema inmune no con uno, sino con un m osai­
lado, el fenómeno también se observa en la re­ co de epitopes diferentes, lo más probable es
combinación V/D y D/J de la cadena pesada. que exista alguna célula B capaz de reconocer
Hay ejemplos bien documentados en donde el alguno de los epitopes extraños. Aun si la afini­
cambio de un solo residuo en esta tercera re­ dad de ese anticuerpo es modesta, podrá iniciar
gión hipervariable afecta dram áticam ente la la respuesta inmune, a la que contribuirán otros
afinidad de un anticuerpo por un epitope. clones dirigidos contra otros epitopes en los
b) D iversificación N-terminal: Al analizar días sucesivos.
las secuencias de nucleótidos de los ARNm o
de los genes reordenados, se observa frecuente­ Mutación somática
mente en el sitio de recombinación la presencia
de 1 a 6 nucleótidos adicionales no codificados Durante la expansión clonal de los Hnfocitos
por los respectivos genes de la línea germinal. B en la respuesta primaria, las primeras células
Asimismo, la longitud de las secuencias Dj_, y sufren una diferenciación terminal hacia plas­
Jj_, es frecuentemente menor que la codificada mocitos productores de IgM. Otras células pro­
en línea germinal. Este fenómeno aporta obvia­ ducen el cambio de isotipo (switch) que perm i­
mente diversidad adicional al repertorio de es­ tirá la secreción de anticuerpos con otras cade­
pecificidades y ha sido denominado diversifi­ nas pesadas. Una porción de las células activa­
cación N-terminal. La enzima deoxinucleotidil das es la que se expande para generar el pool
transferasa terminal estaría involucrada en este de células B de memoria. Este proceso ocurre
agregado de nucleótidos libre de templado. en los linfocitos B activados (centroblastos)
Para resumir, dos anticuerpos cuyas cadenas presentes en los centros germinales de los gan­
han utilizado idénticos genes V ,, V,^, Dj^ y glios linfáticos. A continuación, las células pa-
140 Aspectos básicos de la inmunidad

^ H g e n j H

RESIDUO: 94 95 97

CCC : TGG A ce
' Pro : Trp Thr

2) CGC : C Gt3 ^ ACG


Pro Arg Thr

CGC : CC G i ACG
Pro : Pro Thr

4) CCC : CCA TGG ACG


Pro ; : Pro Trp Thr

F ig . 6-5. Flexibilidad en la recom binación V-J. Se m uestran las secuencias finales de un gen V k y las iniciales de un gen
J k que recom binan (véase descripción en el texto).

sarían a recircular a la espera del segundo con­ vorecería la expansión de los clones cuya in­
tacto. munoglobulina superficial posee mayor afini­
Durante este proceso de expansión clonal, al dad. En la respuesta secundaria serán predomi­
cabo de 7-10 días de iniciada la respuesta, los nantes estos clones, así como otros que utilicen
genes reordenados de cadena liviana y pesada otros genes variables.
comienzan a acumular una serie de mutaciones
puntuales, a un ritmo de 10 '^ por nucleótido por Expresión de los genes: promotores
generación. Estas mutaciones se evidencian al y enhancers
determinar la secuencia nucleotídica de los ge­
nes reordenados o del ARNm en hibridom as En un linfocito B, la transcripción de los ge­
secretantes de anticuerpos específicos. Si se nes de inmunoglobulinas (comenzando desde
compara esta secuencia con aquella de los ge­ el exón señal que precede a los genes V) no
nes de línea germinal se observan los cambios ocurre en los genes en configuración germinal
puntuales mencionados. Las mismas mutacio­ pero sí en los genes reordenados. Ello se debe
nes, al estar presentes también en las células de fundam entalmente a la presencia de unas se­
memoria, se evidenciarán en la respuesta se­ cuencias aumentadoras cíe la transcripción o
cundaria, durante la cual se agregarán cambios "enhancers”, localizadas en el intrón que sepa­
adicionales. ra al último gen J y el gen constante, tanto en
Todas las mutaciones se esparcen en una re­ cadenas livianas como en pesadas. Los enhan­
gión de 1 .0 0 0 nucleótidos que incluyen a los cers se definen como secuencias regulatorias
genes VJ y VDJ y los intrones que los flan­ que aumentan la transcripción de promotores
quean; no afectan al gen constante, ni a los ge­ vecinos. El promotor (región en el ADN donde
nes no reordenados, aunque sí a los reordena­ la ARN polimerasa inicia la transcripción) de
dos abortivamente en el otro cromosoma (si los los genes de inmunoglobulinas se localiza pre­
hubiere). I^a afinidad de los anticuerpos secre­ vio a cada exón señal de cada gen V. Este pro­
tados por los clones mutados es usualm ente motor está normalmente alejado del enhancer,
5-100 veces mayor que aquella de los anticuer­ excepto cuando ocurre el reordenamiento, que
pos de la respuesta primaria; se detectan tam­ lo lleva contiguo a un gen J y próximo a la ór­
bién unos pocos clones cuya afinidad es igual o bita de acción del enhancer. El enhancer de es­
menor, Muchos de los cambios afectan a resi­ tos genes tiene una longitud de menos de 300
duos críticos en las regiones CDRl y CDR2 de bases y después del cambio de clase (en los ge­
las cadenas. Durante la generación de las eélu- nes de cadena pesada) acom paña al bloque
la.s de memoria, el antígeno seleccionaría y fa­ V/D/J hacia su nueva localización.
El origen de la diversidad de los anticuerpos 141

A unos pocos nucleótidos previos al sitio de exitoso, la cadena pesada p, se asocia tem pora­
iniciación de transcripción de todos los genes riamente en el retículo endoplasmático con una
V„, se halla un octanucleótido conservado, cu­ proteína chaperona de 78 kD denominada BiP,
ya secuencia complementaria se encuentra en y una pequeña proporción de las moléculas se
un sitio análogo en los genes de cadenas livia­ asocian covalentemente a la llamada cadena li­
nas y en el enhancer de las cadenas pesadas. viana sustituía ( “surrogate light chain”) con la
El enhancer de las cadenas üvianas también cual migra a superficie.
posee una secuencia conservada. Estas secuen­
cias son esenciales para la expresión de estos Esta c a d e n a liv ia n a s u s titu ía es un dímero no co­
genes, a los que les conferiría la especificidad valente de dos péptidos llamados (X^ (26 kD) y
de expresión en tejido linfoide. Se han identifi­ (16 kD), que adopta una conformación espacial si­
cado las proteínas nucleares que se unen a estas milar a una cadena liviana. A través de la porción
secuencias regulatorias; las llamadas oct J y se une por enlace disulfuro a la cadena pesada ju y
oct 2 se unen al octanucléotido y NF-kB se une todo el complejo se expresa en superficie junto a las
al enhancer. m.oléculas accesorias Ig e Igfi. Este complejo mole­
cular, denominado r e c e p t o r p r e - B , sería importante
Reordenaraientos y expresión durante en el envío de señales de diferenciación por parte de
la maduración Iinfocitaria células del estroma de la médula ósea y/o sus cito-
quinas. y X5 están codificados por genes loca­
Uno de los primeros eventos en la diferen­ lizados en el cromosoma 22, dentro de la familia de
ciación del linaje B lo constituye el reordena­ genes de cadena liviana lambda; son genes muy
miento de los genes de cadena pesada de inm u­ conservados en distintas especies y n o se r e o r d e n a n
noglobulinas. La célula procede primero con la previo a su expresión. Esta c a d e n a liv ia n a s u s t itu í a
recom binación D/J (habitualm ente en ambos es crítica para e! desarrollo linfocitario B, ya que en
cromosomas 14) y luego con la V — > D/J en ratones mutantes donde se ha alterado deliberada­
uno sólo de los crom osomas 14: si logra en­ mente su estructura para evitar su expresión, la on­
samblar correctamente los genes, se transcribe togenia B se afecta profundamente, con una dismi­
y traduce la cadena pesada (X. Si el reordena­ nución en 40-veces del número total de linfocitos
miento no es productivo (abortivo) debido a pre-B.
deleciones, mutaciones o cambios en el marco
de lectura de los codones, la célula procede a La presencia de una cadena |a, funcional en
reordenar el otro cromosoma 14 del par aléüco. este estadio parece constituir una señal para
Si ambos intentos son aborüvos, la célula m ue­ dos eventos: 1 ) que la célula no proceda a reo r­
re por apoptosis. Luego de un reordenamiento denar los genes del otro cromosoma 14 (si el

ARNm p ara
, c a d e n a 5 de
su p e rfic ie

F ig. 6-6. Síntesis sim ultánea de dos A R N m maduros p ara cadena pesada |i. y cadena p esada delta en linfocitos B m ad u ro s
vírgenes. U n pre A RN m que incluye a todos los exones de C p y C8 se procesa en form a diferencial {splicing alternativo)
para generar dos A RNm m aduros, uno para cadena p y otro para delta, q u e incluyen en am bos casos los últimos ex o n es h i­
drofóbicos M p y M 5 . Los linfocitos B activados transcriben un pre A R N m más corto q u e excluye los exones de C ; al
m adurar, se elim inan los exones hidrofóbicos M p y la cadena term ina en un tram o hidrofílico (S), q ue evitará su an c lad o a
ia m em brana. Las flechas indican los sitios de poli-adenilación.
142 Aspectos básicos de la Inmunidad

primer intento fue productivo); 2) que comien­ brana, se transportan como moléculas solubles
cen los reordenamientos de los genes de cadena dentro de vesículas que liberan su contenido al
liviana. Para las mismas hay una jerarquía en la exterior por exocitosis. Un plasmocito maduro
elección de los cuatro loci disponibles; primero puede secretar hasta 10“’ moléculas de anticuer­
siempre se intenta con la familia kappa, en uno po por minuto.
de los cromosomas 2. Si el evento es producti­ Existe un número muy pequeño de linfocitos
vo, el otro locus kappa y la familia lambda per­ B maduros que exhiben simultáneamente anti­
manecen en configuración germinal. Si el pri­ cuerpos con dos isotipos distintos de cadena
mer intento falla, se reordenan los loci kappa pesada, por ejemplo IgG -i- IgE, etc. El análisis
en el otro cromosohia 2 y, si éste también falla, molecular de este tipo de población fue realiza­
recién entonces se reordenan los genes lambda do en muy pocos casos, en los que se demostró
(también un cromosoma por intento). En otras la presencia de pre-ARNm largos que incluyen
palabras, un clon que expresa cadenas lambda, a más de un gen constante. El procesamiento
posee ambos loci kappa abortivamente reorde­ diferencial del mismo (similar al que ocurre pa­
nados, Estos fenóm enos explican m olecular­ ra la expresión simultánea de IgM e IgD) gene­
mente la llamada exclusión alélica, por la cual raría ARNm maduros para dos cadenas pesadas
una célula B sólo expresa uno de los dos alelos diferentes. Se desconoce si estas células perte­
posibles (materno o paterno) de cadena liviana necen a una subpoblación con relevancia fun­
y pesada, y sólo una de las dos cadenas livianas cional.
posibles.
Una vez que la célula produce una cadena li­
viana funcional, su ensamble con la cadena pe­ BIBLIOGRAFIA
sada ocurre dentro del retículo endoplasmático,
ya sea a través de un intermediario de hemimo- W .J, D reyer y J.C, B ennett. T he m olecular basis for anti­
body diversity: a paradox, Proc. Nat, A cad, Sci. USA 54:
íécula H-L o de un dímero H-H al cual se unen 864-869. 1965.
luego ias cadenas üvianas; estas vías dependen P, L eder y col. T h e organization and diversity of im m uno­
del isotipo de cadena pesada involucrada. En el globulin genes. Proc. N ati. A cad. Sci. U SA 71: 5109-
retículo también comienza la glucosilación de 5114, 1974.
N .H ozum i y S.Tonegaw a. Evidence for som atic rearange-
la proteína, que continúa durante su tránsito ha­ m ents o f im m unoglobulin genes coding for variable and
cia la membrana a través del Golgi. constant regions, Proc, Nat, Acad. Sci. U SA 73: 3628-
En el estadio más avanzado de diferencia­ 3632, 1976.
ción, la célula expresa simultáneamente IgM e M .M , Davis y col, A n im m unoglobulin heavy chain gene is
form ed by at least tw o recom bination events. N ature 283:
IgD en la superficie, marcadores con los que 733-739, 1980.
migra a la periferia. La célula puede producir P.A, H ieter y col. C loned hum an and m ouse kappa im m u­
las dos cadenas pesadas, ya que transcribe un noglobulin constant and J región genes conserve hom o-
pre-ARNm muy largo que incluye el bloque logy in functional segm ents. Cell 22: 197, 1980.
M .M . D avis y col. D N A sequences m ediating class sw it-
variable VDJ, el gen constante C |i y el gen ching in im m unoglobulins, Science 209: 1360, 1980,
constante C5. Por empalme o splicing alterna­ J.V, R avetch y col, T he structure of hum an im m unoglobu­
tivo del pre-ARNm, se producen dos mensaje­ lin mu locus: characterization of em bryonic and rearan-
ros m aduros, uno para cada cadena p esad a ged J and D genes, Cell 27: 583, 1981,
S,J, K orsm eyer y col, A hierarchy of im m unoglobulin gene
(véase fig. 6-6). Ellos incluyen a los dos últi­ rearangem ents in hum an leukem ic pre-B cells, Proc, Nat,
mos exones de cada gen pesado, que poseen A cad, Sci. U SA 78: 7096, 1981,
aminoácidos hidrófobos, y que le permiten a la R.A. Taub y col. T he variable am plifieation o f im m unoglo­
cadena pesada expresarse como una proteína bu lin lam bda lig h t ch ain genes in hum an p o p u latio n s.
N ature 304: 172, 1983,
integral de superficie celular. S, Gillis y col, A tissue specific enhancer elem ent is loca-
Cuando comienza la activación y expansión íed in the m ajo r intron o f a rearanged im m unoglobulin
clonal inducida por el antígeno, sólo se sinteti­ heavy chain gene, Cell 33: 717, 1983,
za IgM; el pre-ARNm no incluye ai gen C5, En A, A rnold y col, Im m unoglobulin gene rearangem ents as
unique clonal m arkers in hum an ly m phoid neo p lasm s,
las células plasmáticas, el anticuerpo no se ex­ N ew England Journal o f M edicine 309: 1593, 1984,
presa en superficie sino que se secreta. Para F,R , B la ttn e r y P ,W , T u ck er, T he m o lecu lar b io lo g y o f
ello, se produce un ARNm para C |l algo más IgD, N ature 307: 417-422, 1984,
corto, que excluye a los últimos exones hidró­ C. B erek, G .M . G riffiths y C, M ilstein, M olecular events
during m aturation o f the im m une response to oxazolone.
fobos y termina al final del dominio CH4 con N ature 316: 412-418, 1985.
20 codones hidrofíiicos. Los niveles acumula­ L,C, Show e y C. Croce. T he role of chrom osom al translo-
dos de ARNm son 20-100 veces mayores a los cations in B and T cell neoplasia. A nnual R eview Im m u-
presentes en un linfocito B en reposo y es con­ nology 5: 253-277, 1987.
M ,S, N euberger y G.P. Cook, T he expression o f im m uno­
secuencia, en partes iguales, de un aumento en globulin genes. Im m unology Today 9: 278-281, 1988.
el ritmo de transcripción y un aumento en la es­ E. L ai, R .K , W ilso n y L,E , H ood. P h y sical m aps o f the
tabilidad de los ARNm. Cuando las cadenas m ouse and hum an im m unoglobulin like loci, A dances in
pesadas carecen de los dominios de transmem­ Im m unology 46: 1-60, 1989,
El origen de la diversidad de ios anticuerpos 143 i

V. P ascual y J.D . C apra. H um an im m unoglobulin heavy SC W illiam s y G W inter. C loning and sequencing o f hu ­
chain variable región genes: organization, polym orphism m an im m unoglobulin V lam bda g ene segm ents. E u r. J.
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Estructura y organización
genética del receptor T

M. LEONARDO SATZ 7
Antecedentes históricos Efectos de ACs monoclonales sobre
el reconocimiento T
Desde el descubrimiento de los fenómenos
de restricción en el reconocimiento antigénico La herram ienta esencial en estos estudios
por los linfocitos T a principios de la década constituyó la disponibilidad de clones de linfo­
del ’70, y durante más de una década, la natu­ citos T, tanto humanos como murinos. Ellos se
raleza del receptor T (TCR) ha sido tem a de obtienen estimulando repetidas veces in vitro
gran controversia en inmunología. La existen­ linfocitos T inmunes con el Ag específico (y
cia de Jgs como elemento de reconocimiento y CPA) y en presencia de IL-2 en el medio de
la existencia de uno o dos receptores para ex­ cultivo. Luego de un tiempo, las células son ca­
plicar la restricción por los linfocitos T fueron paces de crecer y dividirse, teniendo como tíni­
quizá las áreas más debatidas durante ése tiem­ co requisito la provisión de IL-2 exógena. Las
po. células pueden ser clonadas por dilución y el
A lo largo de muchos años, numerosos estu­ clon resultante manifestará un reconocimiento
dios contribuyeron a la noción de que el reco­ antigénico específico, de naturaleza “monoclo­
nocimiento antigénico por parte de los linfoci­ nal”. Se han generado clones T con actividad
tos T es diferente del de los linfocitos B. En lo “helper” que, ante la presentación de Ag por
que se refiere al repertorio o espectro de reco­ CPA singeneicos, aceleran su proliferación y
nocimiento, queda claro que aun cuando puede secretan IL-2 y citoquinas. También se han ge­
haber epitopes reconocidos por células de am­ nerado clones T con actividad citotóxica espe­
bos linajes, los linfocitos B reconocen determi­ cífica.
nantes “nativos” en el Ag (sean lineales o con­ La caracterización fenotípica de los clones T
formacionales), mientras que el TCR sólo reco­ citotóxicos mostró que la mayoría de ellos son
noce péptidos antigénicos generados por las CD 8 -I- y están dirigidos contra epitopes presen­
maquinarias de procesamiento (véase cap. 1 0 ) tados en el contexto de MHC de clase 1. Sin
y presentados en la superficie de las células embargo, un pequeño porcentaje de ellos son
presentadoras de Ag (CPA) por moléculas de de fenotipo CD4-h y reconocen epitopes p re­
histocompatibilidad (MHC). sentados por MHC de clase II. La asociación
Hubo dos estrategias de estudio que, inde­ entre el fenotipo superficial y la clase de molé­
pendientemente, han permitido la dilucidación culas reconocidas sugirió que quizá las molé­
de la estructura del TCR. La primera de ellas culas CD4 y CDS facilitan el reconocimiento
analizó el efecto de Acs monoclonales sobre el y/o la lisis de las células blanco. Si se preincu-
reconocimiento de Ag por células T y, even­ ban los clones T citotóxicos con Acs monoclo­
tualmente, llevó a la caracterización bioquími­ nales anti-CD4 y anti-CD 8 , previo al ensayo de
ca del TCR. La segunda encaró directamente el su actividad biológica, los primeros inhiben la
aislamiento de los genes que codifican para el citotoxicidad de los clones CD4+ y los segun­
TCR. dos la de los clones CD 8 -1-. Este efecto se ob­
Estructura y organización genética del receptor T 145

serva sobre clones dirigidos contra blancos dis­ componentes del CD3 están locahzados física­
tintos y el grado de inhibición de la citotoxici­ mente muy cercanos a las moléculas de 90 kD.
dad varía. Los Acs clonotípicos también fueron utiliza­
Las moléculas CD4 y CD8 (véanse cap. 2 y dos para purificar estas moléculas. Cuando se
cap. 13), presentes en la superficie de las dos analizaron digestiones trípticas de las m olécu­
poblaciones T predominantes en periferia, es­ las aisladas de diversos clones, la crom atogra­
tán codificadas por genes no polim órficos e fía reveló péptidos comunes y otros específicos
idénticos en las distintas células. Por lo tanto, de cada clon. Esta característica sería la que
se especuló como poco probable que ellas sean puede esperarse de una molécula con función
parte del TCR. Sabemos hoy que estas molécu­ de TCR, con regiones C y V, como en las Igs.
las, reconocen estructuras conservadoras (mo- Una de las cadenas se llamó T a y la otra Tp.
nomórficas) sobre las MHC de clase I y clase II Luego se obtuvo información parcial de las se­
(de allí la asociación CD4-clase II y CD8-clase cuencias aminoacídicas de las cadenas purifica­
1). No sólo ayudarían a la estabilización de la das con estos Acs y se demostraron pequeños
interacción de la célula T con la CPA, sino que tramos de homología con las cadenas pesadas y
además transducen señales de activación celu­ livianas de las Igs.
lar (véase cap. 13). Todas estas evidencias experimentales fue­
El complejo molecular CD3 está presente en ron obtenidas durante los años 1983-1984 y su­
la superficie celular del 95% de los hnfocitos T girieron, obviamente, que las estructuras reco­
maduros. Está compuesto por un complejo de 5 nocidas formaban parte del TCR. La confirm a­
cadenas polipeptídicas cuyos PM oscilan entre ción provino de los estudios moleculares de ca­
16 y 26 kD. Se ha observado que durante la ac­ racterización de los genes de la cadena p del
tivación antigénica la cadena CD3-zeta es fos- TCR, lograda en form a independiente en el
forilada en residuos de serina. Cuando se prein- transcurso de los mismos años (véase más ade­
cuban clones de linfocitos T con Acs monoclo­ lante). La segunda fam ilia de genes de TCR
nales contra CD3, según las circunstancias ex­ identificada se creyó que era la correspondiente
perimentales, s'e bloquea la activación antigéni­ a la cadena T a; se trataba en realidad de los ge­
ca o se induce la activación de las células, aun nes Ty, que codifican para un TCR diferente.
en ausencia del Ag específico. Estos efectos Pronto quedó claro que existen dos estructuras
también se manifiestan sobre diversos clones diferentes de TCR, presentes en distintas po­
T, independientemente de la especificidad anti­ blaciones de linfocitos T, que se denom inan
génica. El complejo molecular CD3 no exhibe a /p y y/8 y cuyo origen, distribución y función
variaciones en las distintas células o in d iv i­ parecen ser diferentes. Ambos tipos de recepto­
duos, y por ello no constituye la estructura pri­ res están estrechamente asociados en la mem ­
maria del reconocimiento. brana al complejo molecular CD3 que, como
Los experim entos clave con estos mism os vim os antes, se requiere para el correcto en­
clones T se hicieron cuando se los usó para in­ samblado y transporte del TCR a la superficie
munizar ratones y preparar Acs monoclonales y también para la transducción de señales al in­
contra ellos. Los Acs fueron caracterizados, se­ terior de la célula. El cuadro 7-1 resume las ca­
gún su capacidad para bloquear o inhibir el re­ racterísticas de ambos tipos de células T.
conocimiento antigénico o la activación de los
clones. Algunos de los Acs obtenidos reaccio­ Estrategias de aislamiento
naron e inhibieron específicamente el reconoci­ de los genes de! T C R
miento antigénico por el clon utilizado en la in­
munización y se los denominó “Acs clonotípi­ Durante 1983 M ark Davis y col. establecie­
cos”. Estos Acs clonotípicos fueron utilizados ron una estrategia para el aislamiento de los ge­
para caracterizar bioquímicamente las molécu­ nes del TCR, basada en las siguientes presun­
las contra las cuales estaban dirigidos en la su­ ciones: a) los genes deben expresarse en célu­
perficie celular T. las T y no en células B, b) los ARNm para el
En los diversos clones T, independientemen­ TCR deben hallarse en polisem as adosados a.
te de su fenotipo superficial (CD4 o CD8) su membranas del retículo endoplasmático rugo­
función (helper o citotóxica), o su especificidad so, con la proteína naciente unida al retículo
antigénica, estos Acs reconocen glucoproteínas por el péptido señal, c) los genes que codifican
de alrededor de 90 kD. En estos experimentos el TCR deben sufrir reordenamientos genéticos
de inmunoprecipitación, con frecuencia se co- de hnfocitos T para generar diversidad con es­
purifican también los componentes del comple­ trategias similares a las usadas por las Igs, y d)
jo CD3. Por otra parte, si previamente se entre­ al igual que en los genes de Igs, debe haber re­
lazan las proteínas con Acs contra CD3, se co- giones V y regiones C.
purifican las moléculas de 90 kD arriba mencio­ Sobre la base de estas suposiciones se desa­
nadas; estos experim entos sugieren que los rrolló una estrategia de clonado, teniendo en
146 Aspectos básicos de la inmunidad

C u ad ro 7-1. Descripción comparativa de los linfocitos con receptores a jiy yS

R eceptor aj3 R eceptor yS

Estructura: H eterodím ero unido S-S H eterodím ero unido S-S o no covalente
D iversidad; a : - 6 0 V, -6 0 J, 1 C 8: 5 - I 0 V , 3 D , 4 J , 1 C
P: - 7 0 V, 2D , 13 J, 2 C y: 9 V, 5 J, 2 C
D istribución: Sangre periférica 60-70% Sangre periférica < 10%. Epitelio intestinal, genital, piel.
G anglios, bazo líquido sinovial
Fenotipo: 60% CD 4 + CDS - < 1% CD 4 + CDS -
35% CD 4 - CDS + 20-50% C D 4 - CDS débil
<1% C D 4 - C D S - 50-80% CD 4 - CDS -
100% CD 2+ CD34-, > 95% CD5 -F 100% CD 2+ CD 3+, C D 5- o débil
Ontogenia: T ím ica (tardía) Tím ica (tem prana)
Extratím ica im probable Extratím ica probable
F unción: Reconoce péptidos presentados sobre m olé­ Posibles: prim era línea de defensa contra antígenos m icro­
culas de histocom patibilidad de clase I y II bianos conservados. R econocim iento de péptidos sobre
clásicas m oléculas de histocom patibilidad clásicas o no clásicas
(C D l en hum anos,
TL /Q a m urinos)

cuenta que los linfocitos B y T difieren sola­ ADN m arcado por Se hibridizaron con
mente en la expresión de unos 200-300 genes y ARNm proveniente de linfocitos B para elimi­
que sólo un 3% de los ARNm se hallan unidos nar las secuencias comunes a ambos linajes ce­
a polisomas de retículo rugoso. Se preparó una lulares y los ADNc específicos T restantes se
colección de ADNc a partir de ARNm purifica­ utilizaron como una sonda para identificar clo­
do de polisomas de retículo de células T, usan­ nes con secuencias de ADN homólogas, en otra
do uno de los precursores de la síntesis de colección de ADNc específicos de células T

TCRP TCRa

F ig . 7 -1 . E s q u e m a d e l
c o m p le jo C D 3 /r e c e p to r
T a.p en la su p erficie c e lu ­
lar. Los signos (+) y (-) en
las porciones transm em brá­
nicas representan am inoáci­
dos cargados en las cadenas
del receptor y de las m o lé­
culas CD3. H ay evidencias
a h o ra d e la p r e s e n c ia d e
dos cadenas e en C D 3, u na
aso ciad a a C D 3-8 y o tra a
CD3~y.
Estructura y organización genética del receptor T 147

construidos como antes. Se aislaron clones po­ Familia de genes a. En humanos, está locali­
sitivos, y con cada uno de ellos se evaluó su zada en el cromosoma 14, en el sitio alejado del
expresión exclusiva en linfocitos T y si sus se­ locus de cadena pesada de inmunoglobulinas;
cuencias se hallaban reordenadas en linfocitos en ratón, se hallan en el cromosoma 14. E stá
T y no en B (patrones e hibridizaeión diferen­ compuesta por un único gen constante, denom i­
tes al cortar el ADN de linfocitos B y T con nu­ nado Ca, dividido en cuatro exones. La infor­
cleasas de restricción). Uno de los clones aisla­ mación para la porción variable de la cadena al­
dos cumplió con todos estos requisitos. Se tra­ fa está fragmentada en dos familias, una deno­
tó, en efecto, de la cadena T(3 murina, cuya se­ minada V a y otra Ja. Esta última está com pues­
cuencia nucleotídica reveló tramos de homolo­ ta por al menos 61 miembros, esparcidos en un
gía con las Igs. Este primer clon fue usado a su tramo de unas 70 kb vecinas a C a (fig. 7-3); al
vez como sonda para identificar secuencias ho­ menos cinco J a son seudogenes. Cada J a posee
mólogas en una colección de ADNc preparada una longitud de unos 55-65 bp y por lo tanto
a partir de ARNm tímico. Se identificaron nue­ codifica para unos 18-21 residuos. A continua­
vos clones, cuya secuencia nucleotídica era va­ ción del locus Ja , se halla el locus de genes 5
riable en los primeros 100 codones, pero cons­ (véase más adelante) y luego el conjunto de g e­
tante en los últimos 200. nes V a , cada uno de ellos está precedido por un
Con estrategias sim ilares se identificaron exón señal. Existen como mínimo 60 genes V a
otros genes de los TCR murino y humano. Los clasificados en 29 subfamilias. Esta región del
primeros clones de ADNc perm itieron aislar genom a está extrem adam ente conservada en
luego clones genómieos y conocer la organiza­ murinos, donde también hay unos 60 segmentos
ción de las familias de estos genes. J a y unos 100 genes V a.
Para generar diversidad en esta cadena, du­
rante la diferenciación intratímica, cada célula
Heterodímero a p elige un gen del “pool” V a y lo reacomoda v e­
cino a alguno de los genes Ja. Al cabo de este
La cadena a posee unos 260 aminoácidos y proceso se eliminan todos los genes localizados
la P unos 300, de los cuales los primeros 100- entre ambos V a -Ja que reordenan, incluyendo
120 (del extrem o N -term in a l de cada una) a todo el locus delta (fig. 7-3). Por el gran es-
constituyen la región variable. La yuxtaposi­ paciam iento de la fam ilia Ja , los pre-ARNm
ción espacial de la región V a y v p determina que se generan por transcripción del locus re o r­
el sitio de reconocim iento del receptor (fig. denado son notablemente largos. La transcrip­
7-1). El dominio más próximo a la membrana ción de este locus está regulada por un enhan­
es conservado y se lo llama región constante, cer, localizado a 4,5 kb hacia 3 ’ del gen C a ,
C a y C¡3. Los dominios V y C en ambas cade­ que afecta al promotor de cada gen V a luego
nas poseen puentes di sulfuro intraeatenarios, tí­ de la reeombinación V a /Ja . Por la gran exten­
picos de la estructura general que poseen las sión de la región Ja , se presume que este e n ­
inmunoglobulinas y MHC. Ambas cadenas es­ hancer debe ser lo suficientemente activo para
tán unidas covalentemente por cisteínas locali­ afectar la transcripción de genes V a que han
zadas próxim as a la m em brana plasm ática. reordenado a J a muy distales.
Luego de un segmento hidrófobo transmembrá­ F a m ilia de genes ¡3. Está localizada en el
nico (19-22 aminoácidos), las cadenas term i­ cromosoma 7 humano y 6 murino (alejado de
nan con 5-12 residuos intracitoplásmicos. A m ­ la familia de genes de cadena liviana k). Tanto
bas cadenas están glucosiladas, y poseen una en el humano como en el ratón, existen dos g e­
masa relativa de 45-60 kD y 40-50 kD para la nes constantes denominados C/37 y C¡}2. A m ­
a y p respectivamente. bos son genes funcionales, subdivididos en
La estructura tridimensional de los dominios cuatro exones, con muy alta homología (>95% )
variables de las cadenas a y p del receptor T entre sí. Poseen cierta homología ancestral (32-
(RCT), determinada por cristolografía de rayos 37%) con los genes Ce y el dominio CHI de la
X se observa en la figura 7-2. cadena pesada gamma de inmunoglobulinas.
C p l está precedido en un tramo de -4-5 kb
Genética del receptor ap por un grupo de seis genes 7/3 y un gen D¡5,
mientras que CB2 está precedido por siete j p y
U ICR está codificado por genes que, en lí- un D p (fig. 7-3). Cada gen Dp codifica p ara
nep generales, siguen la misma estrategia que 3-5 aminoácidos y cada Jp para 15-17 residuos.
k' genes de inmunoglobulinas para generar di­ Existen además no raenos de 70 genes V¡3
versidad. Esto es, durante la diferenciación los humanos, cada uno precedido de un exón señal.
linfocitos T reacom odan blo q u es de genes Esta fam ilia está localizada previo a D p i, e x ­
V(D)J para ensam blar una región variable y cepto para un gen v p ubicado unos 10 kb a
traerla próxima a la región constante. continuación de CP2, con una orientación de
148 Aspectos básicos de la Inmunidad

F ig . 7-2. A. E structura tridim ensional


determ inada por cristalografía de rayos
X de los dom inios variables (V) de las
cadenas a (am arillo) y p (celeste) del
receptor para antígenos de las células T
(RCT). Las regiones de com plem enta­
riedad hipervariables que interaccionan
eo n el co m p lejo p é p tid o -m o lécu la de
clase II del C M H están in d icad as en
a z u l ( C D R I ) , b la n c o (C D R 2 ), ro jo
(C D R 3) y en m agenta /a región de íii-
pervariabiU dad 4 (HVA). B. La mism a
estru c tu ra m o stran d o la su p erficie d e
contacto eon el com plejo péptido-m olé­
cula clase II del CM H con el mism o có ­
digo de colores. Fotografías gentilm en­
te cedidas por los Dres. B. A. Fields, E.
L. M alchiodi y R. A. M ariuzza.

transcripción inversa a la del gen constante. Es­ como las CD8+, secm colaboradoras o citotó-
te último gen Vp es funcional. La diversidad xicas/supresoras. Su función es la de reconocer
v p murina es menor, con aproximadamente 25 MHC de clase I o clase II que acarrean pépti­
miembros. dos antigénicos en su sitio de presentación.
Para generar diversidad en la familia p, du­ Correlación en tre la estructura del recep­
rante la diferenciación intratím ica una célula tor T y la especificidad antigénica. La des­
procede a reacomodar estos genes. En primer cripción de los genes a y p como responsables
término se produce la recom binación D p-Jp: de la codificación de las cadenas del receptor
D p i tiene 13 opciones Jp para elegir (seis del antigénico presente en la mayor parte de los
prim er grupo y siete del segundo), m ientras linfocitos T permitió luego encarar estrategias
que Dp2 sólo tiene siete (fig. 7-3). En una se­ experimentales para conocer cuál es la contri­
gunda etapa, uno de los genes VP es elegido y bución de ambas cadenas en la especificidad fi­
reacomodado vecino al bloque Dp/Jp. Los ge­ na del reconocimiento. Numerosos experimen­
nes C pi y CP2 son utilizados indistintamente tos demuestran que ambas cadenas son necesa­
en los linfocitos T, independientemente del fe­ rias para el reconocimiento T. Por ejemplo, Ya-
notipo de superficie o función de los mismos. gue y col. aislaron tres clones T murinos espe­
cíficos contra ovalbúmina de pollo junto a la
Función del receptor aP MHC de clase II, I-A‘'. Los tres clones utilizan
los mismos genes a y P; líneas mutantes que
L as células T p o rtad o res el rec e p to r a p dejan de expresar una u otra cadena, pierden su
constituyen el 60-70% de los linfocitos de san­ capacidad de reconocer Ag, lo que se restaura
gre periférica y son también los predominantes al fusionar dos mutantes (una a y otra P). En
en ganglios y bazo. Esta molécula está presen­ otros modelos de mutantes similares, la intro­
te en la superficie tanto de las células CD4-{- ducción exógena del gen, cuya expresión endó­
Estructura y organización genética dei receptor T 149

gena se ha perdido en ei mutante, también res­ Heterodímero jd


taura ia expresión dei receptor T. Recuérdese
que ias m utantes que no expresan ei dím ero Se expresa en ia superficie asociado ai com ­
T a, P, tampoco expresan CD3 y que ia reex­ plejo m olecular CD3, en linfocitos T que no
presión dei RCT también restaura CD3. expresan el dimero a p . Las cadenas y tienen
Con ei objeto de saber si ia cadena a o ia p una m asa relativa de 45-55 kD (algo m ás de
participan independientem ente dei reconoci­ 300 aminoácidos) y las 8 de 40-50 kDa (~ 275
miento dei epitope antigénico y de ia MHC, se aminoácidos). Ambas están glucosiladas.
hicieron ios siguientes experimentos: a partir En humanos hay dos tipos de cadenas g a ­
de un clon T citotóxico se aislaron ios genes mma que difieren en su posición constante, de­
reordenados T a y Tp y se introdujeron para su nominadas T y l y Ty2 según utilicen genes Cyl
expresión en otro cion citotóxico, de especifici­ o Cy2 (véase más adelante). Tyl forma un dí­
dad distinta. Luego de ia transferencia, ias nue­ mero unido por puentes disulfuro con ia cadena
vas céiuias conservaron su especificidad origi- 5, m ientras que Ty2 se enlaza no co valente­
nai, adquirieron ia especificidad de ias céiuias mente con 5 ya que carece de cisteínas por fue­
“donantes” de ios genes, pero no adquirieron ra del dom inio transm em brana. En el rató n
nuevas especificidades combinadas para reco­ aparentemente todos los TCR y8 poseen enla­
nocer cada uno de los péptidos antigénieos en ces covalentes.
ei contexto de ia MHC del otro cion. Estos re­
sultados sugieren una vez más que ambas cade­ Genética del receptor y§
nas son ias responsables dei reconocim iento
dei complejo péptido-MHC. Está codificado por segmentos génicos que
Por otra parte, no hay una utilización prefe- también se reordenan durante la ontogenia para
renciai de determinados genes variables ( a o p) generar diversidad.
por una u otra subpoblación CD4 o CD8 de lin­ F a m ilia de genes y. Está localizada en ei
focitos T. Estas observaciones coinciden con ia cromosoma 7 humano, en un locus alejado del
noción de que ia MHC de ciase I y de clase II que codifica para los genes beta; en el ratón se
posee una estructura tridimensional similar. halla en el cromosoma 13. Existen dos genes

CADENA p

2 5 kb
CADENA a

L Va Ja Ja Ja Ja J a Ja Ja Ja Ja Ca

80 Kb

CADENA.8

'L V a LV5 LVa D5,_3 J5,_, C5

lfV8 L
15 Kb
CADENA Y

L Vy L Vy Jy Cy, Jy Cy,

F ig. 7-3. O rganización genóm ica en las cuatro fam ilias de cadenas del TCR. El locus delta está entre los genes V a y J a .
V éase el texto para más detalles. Un C om ité de N om enclatura de la O N U acordó recientem ente designar a los resp ectiv o s
genes con letras m ayúsculas, por ej.: T C R A C , es el gen constante C a , T C R A J se refiere a los genes J a , etcétera.
150 Aspectos básicos de la inmunidad

constantes funcionales denom inados C yl y ciones Ty5 parecen ser seleccionadas en en ­


Cy2, separados entre sí por unas 16 kb (fig. tornos extratímicos, presumiblemente por an­
7-3). Cyl es precedido por tres genes J y y tígenos ambientales.
por dos Jy adicionales. Se han identificado 14 En humanos existen fundamentalmente dos
genes Vy, agrupados en 4 familias. La primera subpoblaciones de linfocitos Ty6. La subpobla­
incluye 5 genes funcionales y cuatro seudoge­ ción V8l usa preferentemente una combinación
nes, las otras tres poseen un miembro cada una V81/D51 y D82, y se une en forma no covalen­
aunque sólo un gen (V9) es funcional. Al igual te a cadenas gamma que usan Cy2 y el Jy más
que en las otras cadenas, el apropiado reorde­ vecino que lo precede, pero no tienen preferen­
namiento Vy-Jy permite la transcripción de un cia por un dado Vy. Esta población aparece en
gen funcional. La organización murina es simi­ timo 4-6 meses después del nacimiento, posee
lar, aunque hay cuatro clusters Jy-Cy, uno de gran diversidad en el sitio de yuxtaposición
ellos no funcional. Hay al menos siete Vy mu­ V/(D)J, son minoritarias en sangre, donde exhi­
rinos funcionales. ben un fenotipo CD45 RA. La subpoblación
Familia de genes 5. Este locus se halla en­ V52 es de ontogenia más temprana, aparecen
tre los genes V a y J a (fig. 7-3). Existe un úni­ en timos fetales de 10 semanas y con el desa­
co gen constante CS, organizado en cuatro exo­ rrollo pasan a sangre periférica, donde son más
nes. Está precedido de cuatro segmentos J5 y abundantes que las V 8 l y poseen fenotipo
tres genes D5. Se han identificado hasta el pre­ CD45RO. Están form adas por cadenas delta
sente por lo menos cuatro genes VS, uno locali­ V82/D83 unidas covalentemente a cadenas ga­
zado a continuación de C5 en orientación de mma con uso preferencial Vyl o Vy9/Jyl/Cyl.
transcripción invertida y los otros parecen estar Es como si ambas subpoblaciones balancearan
esparcidos entre los genes de la familia V a. A el uso recíproco de genes.
unas 2 kb hacia 5 ’ del segmento C5 (entre C5 y La población V82 de sangre periférica hu­
J5), se halla el enhancer que regula la trans­ mana exhibe una citotoxicidad inespecífica, ti­
cripción de los genes. La familia está extrema­ po NK, contra determinadas células tumorales,
damente conservada entre humanos y murinos. luego de su activación in vitro con mitógenos
(PHA) e IL-2. También expresan receptores Ec
Función del receptor y§ y algunos clones Ty8 pueden ejercer ADCC.
La población V81, tiene menor potencial cito-
En humanos, las células T con receptores y5 tóxico. Algunos clones T con estas característi­
constituyen una fracción minoritaria de los lin­ cas responden con intensa proliferación ante
focitos T de sangre periférica (<10% ), gan­ ciertos HLA-DR alogeneieos respecto de las
glios, bazo y timo (<1%), esto es, en órganos células T; esta estimulación se bloquea con an­
donde predominan las células T a p . Sin embar­ ticuerpos anti HLA-DR, demostrando el reco­
go en rumiantes, la sangre periférica posee pre­ nocimiento por el receptor y5 de una molécula
dominio de Ty5. Estas células se hallan en di­ de histocom patibilidad. Algunos clones TyS
versos epitelios y se acumulan en lesiones in­ murinos tam bién m ostraron esta reactividad.
flamatorias causadas por numerosos patógenos. Tanto clones humanos como murinos secretan
La mayoría no expresa en superficie las molé­ algunas citoquinas in vitro.
culas accesorias CD4 y CDS; las presentes en En el ratón, los linfocitos Ty8 son los prime­
epitelio intestinal expresan un hom odím ero ros en colonizar el timo en el día 14 de la gesta­
C D Saa. Se desconoce la función precisa de es­ ción, donde reordenan y expresan predominan­
tos linfocitos, aunque las evidencias sugieren temente el gen Vy3. En el día 17 se produce otra
que pueden ejercer diversas funciones efectoras onda de expansión de timocitos y8, que expre­
y regulatorias (véase más adelante). san predominantemente el gen Vy3. En el día 17
Hay evidencias que sugieren que los linajes se produce otra onda de expansión de timocitos
que se diferencian hacia células a[3 y y6 en el y8, que expresan predom inantem ente el gen
timo, son independientes. Se ha postulado la Vy4. Estos linfocitos fetales migran para coloni­
existencia de una célula precursora que inten­ zar la piel y epitelios genitales, respectivamente,
ta reordenar productivam ente el locus gamma: donde exhiben muy limitada diversidad de reco­
de lograrlo, continúa su m aduración reorde­ nocimiento (véase más adelante. Diversidad).
nando el locus delta. Si falla el reordenam ien­ En ratones adultos se halla una población Ty8
to de gamma, la célula reordenaría genes -beta con mucha diversificación, que coloniza epitelio
y finalmente genes alfa. Durante la diferencia­ intestinal y parece desarrollarse (o al menos ex­
ción, las células Ty6 realizan selección positi­ pandirse) en entornos extratímicos.
va y selección negativa y hay evidencias de Papel de las células T yS en infecciones. Se
que tanto las moléculas de histocom paribili- ha comprobado recientemente que en determi­
dad clásicas como las no clásicas están invo­ nadas patologías infecciosas, se acumulan lin­
lucradas en este proceso. A lgunas subpobla­ focitos Ty8 en sitios inflamatorios. En reaccio­
Estructura y organización genética del receptor T 151

nes granulomatosas cutáneas en pacientes con que las células TyS pueden jugar un papel más
lep ra tu b e rc u lo id e , hay ap ro x im a d a m e n te directo en la eliminación de patógenos.
25-35% de linfocitos Ty5, comparado con un En los casos donde se la analizó, la partici­
-5% presente en piel normal. Se pudieron ge­ pación de las moléculas de histocompatibilidad
nerar algunas líneas celulares de estos pacien­ (M HC) clásicas en el reconocim iento p o r la
tes, que proliferaron intensamente ante lepro- TyS constituye una excepción; en algunas si­
mina y PPD, aunque no se estableció claramen­ tuaciones, se requiere una MHC aunque no se
te la necesidad o no de reconocimiento del an­ observa restricción genética. Por otro lado, nu­
tígeno junto a m oléculas HLA. En pacientes merosos clones TyS reconocen células que ex­
con Leishmaniasis cutánea también se observó presan determ inadas MHC no-clásicas, tales
un incremento de 7 veces en el número de lin­ como TL/Qa murinas o C D l y CD48 humanas.
focitos TyS en las lesiones granulomatosas. Por
otro lado, en el líquido sinovial de pacientes M ecanismos de reordenamiento genético
con a r tr itis re u m a to id e a , se a cu m u la un
10-20% de linfocitos TyS. Cuando se incuba in Los miembros de las cuatro familias de ge­
vitro esta población con extractos antigénicos nes del TCR poseen señales de recombinación
de Mycobacterium tuberculosis y proteínas de con heptámeros, nonámeros y espaciadores de
estrés térmico (HSP-60) purificadas, se induce 12 y 23, muy similares a los presentes en los
la activación celular. Una estimulación similar genes de inmunoglobulinas (cap. 6). Su organi­
se observa con células Ty5 de sangre periférica zación muestra que también se cumpliría la re­
de individuos positivos al PPD. Clones TyS gla 12/23 para los genes que interactúan (fig. 7-
(Vy9-i-) de sangre de individuos normales ejer­ 4). Por la disposición de las señales en el locus
cen citotoxicidad contra células preincubadas Tp, nótese que podría ocurrir una recom bina­
con enterotoxinas de estafilococos. Durante la ción V[3-Jp directa, o una recombinación D p i-
fase aguda de infección con el virus de Epstein Dp2, sin violar esta regla (fig. 7-4). Sin em bar­
BaiT, aumentan en sangre periférica los núm e­ go, estos fenómenos no parecen ser habituales.
ros de linfocitos Ty5 Vy9/Vy2. Las Ty5 tam ­ Otro mecanismo de recombinación sería el uti-
bién aumentan en humanos infectados con Sal­ hzado por los genes Vp y VS hallados en posi­
monella o Brucella. ción in v ertid a a co n tin u ació n de los genes
Los modelos experimentales murinos aporta­ constantes CP2 y CS respectivamente.
ron en los últimos año numerosos ejemplos del
papel de las células Ty8. Los ratones donde se Diversidad de los receptores T
eliminaron las células T y5 (por tratamientos in
vivo con anticuerpos monoclonales anti-Ty5, o La diversidad exhibida por los receptores aP
con animales donde se mutaron deliberadamen­ es de una magnitud similar a la de las inmuno-
te los genes y5 de forma tal que no se permite globulinas. En todas las familias de genes del
la m aduración de estas células), son m ucho TCR existe flexibilidad en el sitio de yuxtapo­
menos eficientes en la depuración de bacterias sición de los genes que recombinan y también
o parásitos tales como Listeria, Salmonella o ocurre el agregado de 1-12 nucleótidos libre de
Leishmania. En experimentos muy recientes se tem plado en dichos sitios (diversificación N-
ha docum entado que las células TyS pueden term inal). Esta di versificación en el sitio de
constituir parte de la inmunidad innata produ­ yuxtaposición varía en las diferentes etapas de
ciendo diferencialm ente citoquinas que indu­ ios ontogenia TyS murina, desconociéndose los
cen respuestas T hl y Th2. Así, ratones infecta­ factores que la regulan.
dos por vía intraperitoneal con Listeria, acum u­ Por otro lado, en la familia de genes TP, am­
lan en esta cavidad durante 10 días células TyS bos elementos Dp pueden ser usados en los tres
que secretan INFy; por otra parte, ratones in­ marcos de lectura sin la aparición de codones
fectados con un parásito extracelular {Nipos- de terminación. Esto permite eodificai' distintos
trongylus), acumulan linfocitos TyS que secre­ residuos, lo que aumenta notablemente la di­
tan IL-4. Evidentemente las células TyS pueden versificación. Lo mismo sucede con los genes
discrim inar am bos patógenos en las etapas DS, donde además se han identificado num ero­
tempranas de la infección y producir citoquinas sas cadenas que utilizan simultáneamente dos
asociadas de respuestas Thl o Th2. regiones DS. Estos mecanismos proveen al sis­
El rol de ias células TyS no se hmita a este tem a yS de un enorme potencial pese a que es­
papel regulador de las respuestas inmunes: ra­ tas familias disponen de un aparente reducido
tones que carecen de células T ap , pero que po­ número de genes variables.
seen núm eros norm ales de células TyS, son En el ratón, los linfocitos TyS de la piel y
mucho más eficientes en la eliminación de L is­ epitelio genital expresan predom inantem ente
teria comparados con animales en donde am ­ un par de cadenas yS, donde sus genes poseen
bas poblaciones T están ausentes; esto indica muy reducida variabilidad en los sitios de re-
152 Aspectos básicos de la inmunidad

CADENA a

7
23 ® 12 Ja
Va

CADENA p

— . 7 ü 9 7 Dp 7
12
vp — I_____-/ /■_ 1— 1 Jp

CADENA y

23 12
Jy

CADENAS
D5
— , 7 12
23 12 23
V8. //- -// J8

F ig. 7-4. H eptám eros, nonám eros y espaciadores que ñanciuean a los genes de las cuatro cadenas de los receptores T. O b­
sérvese que, por la disposición de los espaciadores vecinos a D p y D6, se perm ite la recom binación entre dos genes D.

combinación. Por lo tanto, el repertorio de re­ una región transmembrana de unos 26 residuos.
conocimiento de estas células es muy limitado. Este tramo posee un aminoácido con carga ne­
A diferencia de lo que sucede con los genes gativa, que puede constituir uno de los m eca­
de inm unoglobulinas, no hay evidencias que nismos que estabilizan su interacción con las
sugieran la existencia de mutación somática en cadenas del heterodímero receptor, que poseen
lo genes de receptor T. en esta porción uno o dos residuos con carga
positiva.
Moléculas accesorias Las porciones intracitoplasm áticas de los
componentes son significativamente más largas
E l complejo molecular CD3. Ambos hetero- que las de los receptores, por lo que se cree que
dímeros de reconocim iento T están estrecha­ pueden interactuar con otros componentes del
mente unidos en la superficie celular con un citoplasm a en la transducción de señales. Su
grupo de moléculas que colectivamente se de­ secuencia no es homóloga a dominios de actí­
signan complejo CD3 (fig. 7-1). Como se ha vidad quinasa o proteínas que ligan GTP. Co­
mencionado antes, se trata de cinco cadenas mo se describirá en el capítulo 13, los compo­
polipep tídicas de 150-180 residuos, dos de nentes de CD3 participan en la transducción de
ellas glucosiladas llam adas CD3y y CD3s, y señales durante la activación celular.
dos no glucosiladas, denominadas CDSsiépsi- El complejo molecular CD3 es esencial, ade­
lon) y CD3( (zeta), habiendo dos m.oléculas de más, en el ensamblado y transporte del TCR a
esta última por complejo molecular. No se de- la superficie. La unión de las moléculas ocurre
he confundir a estas cadenas con las moléculas en el retículo endoplasmático, donde participa
del receptor Tpropiam ente dicho. una cadena adicional denominada CD3co(ome-
Son proteínas integrales de membrana, uni­ ga). Células mutantes para la expresión de al­
das no covalentemente entre sí, excepto las dos guna de las cadenas de CD3 no exportan el re­
moléculas que están unidas por enlaces di­ ceptor T hacia la superficie.
sulfuro. Excepto CD3i;, el resto de las molécu­ Las cadenas CD3 y, 5 y e se sintetizan desde
las poseen los dos tercios de la proteína e x ­ estadios muy tempranos de maduración tímica,
puestos al exterior, seguidos a continuación de pero permanecen en el interior celular. Recién
Estructura y organización genética del receptor T 153

en los estadios más avanzados de maduración, F. T riebel y T.H ercend. Subpopulation of h um an periphe­
ral T gam a-delta lym phocytes. Im m unol. T o d ay 10: 186-
ei reordenamiento y la expresión de los genes 188, 1989.
del TER permiten el ensamblado del conjunto G .A . E vans y col. M o lec u lar org an izatio n o f th e human
para su exposición superficial. C D 3 gene fam ily on chrom osom e Ilq 2 3 . Im m unogene-
tics 28: 365-373, 1988.
Los genes que codifican CD3 7 , 8 y e están
J.D . A shw ell y R .K lausner. G enetic and m u tational analy­
estrechamente ligados en un tramo de 60 kd del sis o f the T cell antigen receptor. A nnual R ev, Imm uno-
cromosoma 1 lq23 humano y 9 murino. logy 8: 139-167, 1990.
Otras moléculas accesorias. En las células R.D. K lausner y col. T h e T cell antigen receptor: insights
portadoras del receptor a p , las moléculas CD4 into organelle bioiogy. A nnual Rev. Cell B io io g y 6: 403-
431, 1990.
y CD 8 juegan un papel importante en el mco- S R o m á n y col. S tu d ie s on th e h u m an T c e ll rece p to r
noeimiento de porciones no polimórficas de las alpha/beta variable región genes. 1. Id entification o f 7 ad-
MHC de clase II y I respectivamente. También d itio n al V alpha su b fam ilies and 14 J alp h a g en e seg­
m ents. Eur. J. Im m unol. 21: 927-933, 1991.
participarían en la transducción de señales al
L F errad in i y col. S tu d ies on th e hum an T c e ll receptor
interior, ya que están asociadas a una tirosina alpha/beta variable región genes. I. Id entification of four
quinasa que puede fosforilar ¡a cadena CD3 ^ additionaí V beta subfam ilies. Eur. J. Im m u n o l. 21: 935-
(véase cap. 13). 942, 1991.
W H aas, P P erey ra y S T o n e g aw a . G a m m a /d e lta cells.
A nn. Rev. Im m unol, 1 1: 637-685, 1993.
B IB L IO G R A F ÍA W H O -lU IS N om enclature C om m ittee. N o m en clatu re fo rT
cell receptor (TC R ) gene segm ents of the im m u n e Sys­
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N ature 308: 153-158, 1984. v er and thym ius: v ariable regions of chains are restricted
B. T o yonoga y col. O rganization and sequence o f the d i­ to V 1 or V9, due to absence o f splcing o f th e VIO and
versity, joining and eonstant región genes o f the hum an V i l leader intron. Eur. J. Im m unol. 24: 571-5 7 8 , 1994.
T -c e ll re c e p to r b e ta chain, P ro c. N at. A cad . S ci, 82; M K ronenb erg . A n tig en s reeo g n ized by g am m a-d elta T
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receptor delta variable gene segm ents. J. Exp. M ed, 169: IL-4 in response to T h l and T h2-stim ulating pathogens
41-57, 1989. by T cells in vivo, N ature 373: 255-257, 1995,
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro
interacción primaria

RICARDO MARGNI 8
GENERALIDADES química del solvente. Entre ellas figuran unio­
nes electrostáticas (atracción entre átomos car­
L a reacción inm unológica depende de la gados positivam ente y negativamente), unio­
complementariedad que pueda existir entre un nes o puentes de hidrógeno (atracción entre
antígeno y un anticuerpo y constituye una inte­ átomos polarizados opuestos de hidrógeno y
racción típica entre macromoléculas. En el de­ oxígeno), fuerzas de Van der Waals (atracción
terminante antigénico y en el sitio de combina­ entre electrones y núcleos atómicos), fuerzas
ción del anticuerpo específico hay estructuras de dispersión de London (dependen de la pola­
que se corresponden y la regulan. No solamen­ ridad electrónica de los grupos interactivos),
te las estructuras primarias son las responsables etc. Una característica de todas esas fuerzas de
sino que, tal como ocurre con algunas enzimas, atracción es que son inversamente proporcio­
las estructuras secundarias y terciarias también nales a la distancia entre los grupos interaccio-
participan facilitando el acoplamiento, como la nantes. Así, las uniones iónicas son inversa­
llave a la cerradura según la expresión clásica. mente proporcionales al cuadrado de la distan­
Las fuerzas que facilitan esta unión no son cia que los separa, en tanto que las fuerzas de
de tipo covalente, son más lábiles, lo que per­ Van der Waals son inversamente proporciona­
mite en ciertas condiciones la disociación de les a la sexta potencia de la distancia entre los
complejos Ag-Ac ya formados. grupos. Además, en estas interacciones partici­
Cuando antígeno y anticuerpo se encuentran pa la llamada repulsión estérica, que es inver­
en fase acuosa, la interacción de las moléculas samente proporcional a la décima potencia de
de agua con ambos reactivos juega un papel la distancia entre los grupos reaccionantes. Es­
muy im portante en la combinación ligante-li- tas fuerzas se deben a la interpenetración de
gando. Las fuerzas responsables de esa unión las nubes electrónicas de los átomos no uni­
se producen en prim er térm ino como conse­ dos.. C uando hay co m p lem en taried ad entre
cuencia de una disminución de la entalpia que ellos, estas fuerzas se minimizan, ocurriendo
lleva a la sustitución de las interacciones de fi­ lo contrario cuando el ligando no es específico
jación entre el agua y el antígeno o el anticuer­ para los grupos reactivos del sitio de combina­
po, por interacciones más estables entre el antí­ ción del anticuerpo. La contribución de esas
geno y el anticuerpo y, en segundo lugar, por fuerzas a la energía libre de unión es del orden
un aumento de la entropía originariamente de­ de -1 a -2 Kcal/mol para las interacciones ió­
pendiente de la liberación de agua por ambos nicas; de -1 Kcal/mol para los puentes de hi­
reactivos. La energía libre de fijación es la que drógeno, y m enos de -1 K cal/ mol p ara las
tiene que vencer la disminución de la entropía fuerzas de London, La mayor contribución a la
originada a consecuencia de la com binación energía libre de unión no proviene de las unio­
del antígeno con el anticuerpo para formar un nes débiles entre superficies apolares, sino del
complejo Ag-Ac más estable. aumento de la entropía como consecuencia de
D iferentes formas de unión no covalentes la liberación de moléculas de agua alrededor
contribuyen a la formación de la unión Ag-Ac, de grupos apolares de los reactivos interaccio-
las que están determ inadas por la naturaleza nantes, que es de aproximadamente -4,1 Kcal-
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 155

/mol. Cuando residuos hidrofóbicos de un de­ diferentes y originan precipitados o aglutinados


terminante antigénico interaccionan con resi­ que se disocian de distinta m anera según la
duos hidrofóbicos del sitio de combinación del sangría de la que fueron obtenidos. Ello es con­
anticuerpo, las moléculas de agua que estaban secuencia de su distinta afinidad, que depende
en contacto con cada uno de ellos se excluyen, del tipo de fuerzas que gobiernan esas uniones.
lo cual facilita la estabilización de la interac­ ¿Cómo puede medirse esa afinidad?
ción. Ocurre algo similar a lo que acontece con Si consideramos un hapteno con un solo gru­
moléculas proteicas ricas en residuos hidrofó­ po reactivo por molécula (Hp), cuando reaccio­
bicos superficiales, las que en solución acuosa ne con su anticuerpo específico lo hará de la si­
no pueden permanecer como monómeros pues guiente manera;
dimerizan con facilidad. La contribución de los
puentes de hidrógeno a la energía lib re de
unión del complejo Ag-Ac, que podría ser sig­ Ac + Hp ^ A c H p
nificativa, -4,5 Kcal/mol, se ve muy disminui­ k ’i
da como consecuencia de que las moléculas de
agua compiten eficazmente con el antígeno y el
anticuerpo en esas interacciones. La energía li­ AcHp + Hp AcHp^
bre de fijación total de la unión del antígeno k ’.
con el anticuerpo, que es aditiva, oscila entre
-8 y -1 5 Kcal/mol.
Una de las mayores dificultades para el estu­ AcHp„_, + H p ^ AcHp„
dio de las interacciones antígenos-anticuerpos k ’„
séricos es la gran heterogeneidad de éstos. El
advenimiento de los anticuerpos monoclonales n representa el número máximo de moléculas
homogéneos, obtenidos de hibridomas habrá de de ligando m onovalente capaces de unirse a
facilitar los hechos. No obstante, esos resulta­ una molécula de anticuerpo, o sea el número de
dos serán válidos para estudios experimentales, sitios de com binación o valencia de éste; en
ya que la homogeneidad no es la característica tanto que k y k ‘ son las constantes de las velo­
de la población total de anticuerpos séricos de cidades de asociación y disociación (constantes
una respuesta inmune, donde la población mo­ cinéticas) para las distintas etapas de la reac­
lecular, de origen policlonal, está formada por ción, y su relación k /k ’ = K la constante de
anticuerpos de diferente afinidad, que a su vez asociación. El valor de K puede calcularse de­
pueden reconocer diferencias en los epitopes terminando la concentración de cada uno de los
para los cuales tienen especificidad. reactivos cuando el sistema se haya equilibra­
En el laboratorio es factible realizar el estu­ do. El valor de K determinado en esas condi­
dio fisicoquímico de esa interacción y la medi­ ciones se denomina constante de asociación in­
ción de las fuerzas que la regulan en cada caso. trínseca, y la ecuación que expresa ese estado
Para ello, partículas antigénicas tales como de equilibrio es la siguiente;
bacterias, hem atíes, células, etc., no resultan
útiles pues son muchos los componentes anti­ (AcHp)
= K (1)
génicos que las forman. Tampoco son eficaces (Ac) (Hp) k’
la m ayor parte de las proteínas sim ples por
contener varios determinantes antigénicos dife­ Es necesario, para poder comparar los resul­
rentes por molécula, lo que llevaría a la medi­ tados obtenidos con diferentes sistemas, deter­
ción de la interacción simultánea de distintos minar las condiciones de equilibrio para el cál­
sistemas ligando-anticuerpo. Los mejores siste­ culo de K. Se ha establecido que éste corres­
mas son los constituidos por anticuerpos con ponde al caso en que ia mitad o el 50% de ¡os
especificidad para grupos químicos definidos sitios de combinación del anticuerpo estén ocu­
(antiácido arsanílico, antidinitrofenol, antilac- pados por ligando monovalente. Este valor de
tósido, etc.) y sus correspondientes haptenos. K se denomina “constante de asociación intrín­
Puede recurrirse también al empleo de inmuno- seca mediana”, se identifica como y es sinó­
sueros obtenidos por inmunización con deter­ nimo de afinidad. Suele representarse también
minadas bacterias capsuladas, las que por con­ con (constante de afinidad).
tener en sus poliósidos constitutivos algunos De la ecuación (1) deriva la siguiente;
residuos simples, tales como el ácido cellobiu-
rónico en el neumococo tipo líl, originan anti­
cuerpos con especificidad para ellos. K (Ac) (Hp) = (AcHp) (2)
Si se inmuniza un animal y se lo sangra pe­
riódicam ente, los anticuerpos formados reac­ La concentración total de anticuerpo (Act) es
cionan con el agente inmunizante a velocidades igual a la suma de sus moléculas unidas al hap-
156 Aspectos básicos de la inmunidad

teño (AcHp) y las que se encuentran libres en cuál debe ser la concentración aproximada de
el medio (Ac): ligando (Hp) que se debe añadir para poder lo­
grar la saturación de aquél.
(Act) = (Ac) + (AcHp) (3) La ecuación (7) es una expresión de la ley de
acción de las masas, similar a la derivada por
Ello considerando al anticuerpo como univa­ Langmuir para la adsorción de gases sobre sóli­
lente, pero dado que éste posee más de un sitio dos.
de combinación por m olécula (n), este valor De la ecuación (7) puede derivarse otra, que
debe ser tenido en cuenta, como se verá más permite calcular K q determinando las concen­
adelante. traciones de hapteno libre y combinado para
La ecuación (3) puede reescribirse: los diferentes sistem as en equilibrio. Si esa
ecuación es invertida:
(Ac) = (Act) - (AcHp) (4) (Act) 1 -I- K (Hp)
(8)
Sustituyendo el valor (Ac) en la ecuación (2) (AcHp) K (Hp)
por el de la ecuación (4) resulta:
Si se pasa (Act) al lado derecho de la ecuación:
K (Hp) l(Act)-(AcHp)] - (AcHp) (5)
1 1 + K (Hp)
Resolviendo el lado izquierdo de la ecuación (9)
(AcHp) (Act) K (Hp)
y reordenando
Desarrollando el lado derecho de la ecuación:
K (Hp) (Act) - K (Hp) (Ac Hp) = (Ac Hp)
K (Hp) (Act) = (AcHp) 4- K (Hp) (AcHp) ] 1 1
(10)
K (Hp) (Act) = (AcHp) [ 1 K (Hp)] (6) (AcHp) (Act) K (Hp) (Act)
Transfiriendo (Act) del lado izquierdo de la Si sustituimos (AcHp) = hapteno combinado,
ecuación hacia el derecho y [1 4- K (Hp)] en por b y (Hp) = hapteno hbre, por c, la ecuación
sentido inverso, resulta; anterior puede escribirse:
1 1 1
(AcHp) K( Hp) ---------- = --------------- + -------- ( 11)
(7) Act K c Act
(Act) 1 -HK (Hp)
Graficando por el método de Scatchard 1/fo ver­
(AcHp) sus 1/c (fig. 8-1) se obtiene una curva que per­
constituye la relación entre el número mite calcular, además de Kq, los sitios de com­
binación o paratopes existentes en la muestra
de moléculas de hapteno combinado por molé­ por extrapolación de la curva a Mb, ya que en
cula de anticuerpo y equivale a la fracción de la ese punto c - y 1/c = O y, de acuerdo con la
molécula de anticuerpo unida al hapteno. ecuación (11), la ordenada al origen es MAct.
Si en la ecuación (7) (Act) se lo transfiere al Si se trabaja con anticuerpo purificado, puede
lado derecho, se transforma en determinarse su valencia dividiendo la concen­
K (Hp) (Act) tración de sitios de combinación por la concen­
(AcHp) = ---------------- (7 ’) tración de anticuerpo total.
1 -f K (Hp) La ecuación (7) está referida a un anticuerpo
o ligante que posee un solo sitio de combina­
Siendo K q expresado en M ‘ y (Hp) en M, el ción pero, teniendo en cuenta que en los anti­
producto K (Hp) no tiene unidades. Este valor, cuerpos existen n sitios, ella debe escribirse
relativo de 1 determina el grado de saturación
del anticuerpo (Act) por el ligando (Hp). Así, si (AcHp) n K (Hp)
( 12)
K; es 10*' M “' y la concentración del ligando (Act) 1 -)- K (Hp)
(rfp) es 10 '' M, Ko (Hp) = 0,1, por lo tanto, de
acuerdo con la ecuación (7^), el total de anti­ (AcHp)
cuerpo ocupado sérá Si llamamos r a la relación --------- y c a la
0,1 0,1 ( Act)
--------- = ------ = 9 % concentración de hapteno libre (Hp), la ecua­
1-1-0,1 1,1 ción anterior puede escribirse:
Esta observación es muy interesante ya que
permite saber, para una determinada concentra­ nK C
ción de anticuerpo (Act) y conociendo su Kq, (13)
1 - hKc
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 157

obtener una línea cuya pendiente es - K (véase


fig. 8-2A). Ésta no es una recta, índice de la he­
terogeneidad de los anticuerpos.
Cuando la concentración de hapteno libre c
es enormemente grande, r se aproxima a n, y
para r/c = O, el punto en que la curva intercepta
a r será la valencia del anticuerpo o número
máximo de moléculas de ligando monovalente
capaces de fijarse a una molécula de anticuer­
po. Esta graficación, como se verá más adelan­
te, sirve para determinar el valor de Kq.
Pasando 1 -i- Kc al lado izquierdo de la ecua­
ción y reordenando se obtiene;
r -(- r K c = nKc

r = n K c - r K c = c (nK - r)

= nK-rK (14)

1/cxlo^M '’ Al igual que la ecuación (11), la (14) no es


F ig . 8-1. E laborada con los datos del cuadro 8-2. La curva una recta, razón por la que no son las expresio­
experim ental fue linealizada por el método del análisis re­ nes más recomendadas para los cálculos de Kq.
gresivo. In te rcep ció n d e la lín ea a )/b = 8,4 x 10“ M -'. En este sentido es m uy útil la ecuación deriva­
C oncentración de sitios de com binación = 0,119 x 1 0 M.
C o n c e n tra c ió n de in m u n o g lo b u lin a a n tic u e rp o = 0,95 da por Sips de la de Langmuir (9) para la ad­
m g .m l-';K o = 0 ,9 x 1 0 ’ M -'. sorción de un gas en un sólido y que, para el
equilibrio de proteínas e iones en solución, uti­
lizando la nomenclatura ya indicada, resulta:
Esta expresión resulta muy útil ya que si me­
diante la aplicación de alguna de las metodolo­ n (K c)“
gías conocidas es posible lograr diferentes esta­ (J5)
dos de equilibrio para una misma concentra­ I -t (K c)“
ción de anticuerpo y concentraciones variables
de hapteno monovalente, pueden obtenerse di­ en la que a es el índice de heterogeneidad de
ferentes valores de r y de c. Esto permite grafi­ los anticuerpos o grado de disp ersió n de la
car por el método de Scatchard r/c versus r y constante de equilibrio en torno a Ko-

F ig . 8-2. E laborada con los datos del cuadro 9-1. A. graficación por el m étodo de Scatchard. B, g raficación por el méto­
do de Sips.
158 Aspectos básicos de la Inmunidad

Pasando 1 + (Kc)“ al lado izquierdo de la Su representación gráfica se muestra en la figu­


ecuación (15) y resolviendo se obtiene: ra 8-2C. Por esta vía es posible estudiar la ho­
mogeneidad funcional de un anticuerpo mono­
r + r(Kc)“ = n(Kc)^' clonal directam ente de los sobrenadantes de
r = n(Kc)‘>- r(Kc^' cultivos de los hibridomas o de las ascitis que
r = (n - r) (Kc)=> se prepararon para su expansión.

= (K c )“ (16)
Act-b

la que mediante la aplicación de logaritmos se


transforma en:

log = a log K - a log c (17)

Cuando se grafican los valores de log

versus log c se obtiene una recta (fig. 8-2B),


siendo a el valor de la pendiente. Teóricamente
el valor de a (o a , como también se lo designa)
oscila entre 1 y 0. El valor 1 correspondería al
de un anticuerpo en el que todas sus moléculas
tuviesen el mismo valor de K, cosa que a ex­
cepción de los anticuerpos monoclonales, en la
práctica difícilm ente ocurre. Valores de a =
0,5-0,7 se obtienen con mucha frecuencia. Para
valores de c = 0,5, el 75% de los sitios de com­
binación dei anticuerpo analizado tienen valo­ Afinidad y avidez
res de K que oscilan entre 0,025 Kq y 40 Kq.
Esta dispersión es menor cuando el valor de a La ecuación (14) puede escribirse así:
se aproxima a la unidad. Para a = 0,8, ella osci­
la entre 0,27 y 3,7 de K^. — = K (n-r) (18)
La ecuación de Sips puede expresarse de dos
maneras; una de ellas es la (17). de la que deriva
En esta forma, para su cálculo es necesario
aislar y purificar el Ac específico involucrado, = K (19)
(n-r) c
ya que es requisito para la determinación de r.
Ai igual que con la ecuación de Scatchard, Esta ecuación permite establecer el valor de
donde existen dos formas de expresión, una en K q, cualquiera que haya sido el método de gra­
términos de r (ecuación 14) y otra independien­ ficación empleado. Si se trata de un anticuerpo
te de r y que, por ende, no requiere conocer b ivalente, cuando la m itad de sus sitios de
concentración de inmunoglobulina Ac por una combinación estén ocupados, r = 1 y n-r = 1, de
vía independiente (véase cap. 39, ecuación 16), donde
la equación de Sips puede expresarse indepen­ r 1
dientemente de r. Partiendo de una equación -------- = K = — (20)
que veremos más adelante (ecuación 27). (n-r) c c

1 1 1 o sea, que K q será igual a la inversa de la con­


centración de hapteno libre.
Act K“ c" Act Cuando se determina Kq usando como ligan­
do un hapteno simple se habla de afinidad y, si
donde Act corresponde a la concentración total para ello se utiliza un antígeno, se considera
de sitios, tal como se lo definió para la ecua­ que el valor obtenido expresa la avidez, ya que
ción (11) y cuya determinación puede hacerse las fuerzas de unión en este caso están aumen­
por un experimento de desplazamiento, se de­ tadas. Lo que se determina es una constante de
duce que asociación aparente, m agnificada respecto de
K(), pues otras fuerzas, que no son las corres­
log = a log K -I-a log c (17’) pondientes a la unión entre el sitio de combina­
Act-r ción y un epitope aislado, pueden participar.
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 159

Cuando lo que interacciona con un anticuerpo


es un antígeno que posee un solo epitope y un
paratope de la molécula de anticuerpo, puedan
ocurrir otras uniones proteína-proteína entre la
estructura soporte del antígeno y del anticuerpo
no involucradas en el sitio de com binación.
Puede ocurrir también que su interacción con
un sitio de com binación del anticuerpo -p o r
creación de mecanismos alostéricos- haga que
el otro sitio de combinación pueda reaccionar
con el ligando de una manera más efectiva. Si
el antígeno posee repetido un mismo epitope, y
siempre que no haya im pedim entos estéricos
que le permitan interaccionar con más de un si­
tio de combinación de la molécula de anticuer­
po (interacción m onogám ica), originará una
fuerza de unión mayor que cuando interacciona
un ligando simple. Termodinámicamente signi­
fica que para su disociación, no obstante tratar­ Fig. 8-3.
A = inm unógeno.
se de una molécula de antígeno y una molécula B = ligando que d a reactividad cruzada d e tip o I.
de anticuerpo las que interaccionan, se necesi­ C = ligando que da reactividad cruzada d e tip o II.
tará mayor energía que si estuviera unido sólo R = relación B /F del ligando radioinarcado.
R o = lím ite de R, cuando la concentración d e todo el ligan­
un sitio de combinación. do, incluido el trazador, se aproxim a a O (cero ).
En síntesis, toda transgresión a la unión sim­
ple entre un sitio de combinación y un ligando
univalente pequeño como lo es un hapteno (afi­ Recientemente Berzofsky y Schetchter, utili­
nidad, K q), dará lugar a una constante de aso­ zando el radioinm unoanálisis de competición
ciación aparente magnificada respecto de Kq. como método analítico (véase cap. 38), han de­
El valor de esa constante de asociación múlti­ finido dos tipos de reacciones cruzadas. La del
ple o se llama avidez. Singer y Campbell tipo I es la originada por un ligando distinto del
analizaron la interacción entre un anticuerpo y usado en la inmunización, que reconoce al anti­
un antígeno con un epitope repetido varias ve­ cuerpo originado por éste, pero con menor afi­
ces. Llegaron a la conclusión de que la posibili­ nidad. En este caso, las curvas de competición
dad de interacción múltiple “sitios de combina- muestran que el segundo ligando puede llegar a
ción-antígeno” dependía del núm ero de esos desplazar totalmente al trazador, pero con ma­
epitopes por unidad de antígeno. Ello les per­ yor consumo de antígeno que el correspondien­
mitió, para estos casos, expresar la ecuación te al inductor de la respuesta inm une. Ello es
= E • Ko/n como representativa de la avi­ consecuencia de su menor afinidad (fig. 8-3).
dez, siendo F la valencia del antígeno y n el La reactividad cruzada de tipo II tiene lugar
número de sitios de combinación de la molécu­ cuando en el suero en análisis hay una mezcla
la de anticuerpo interviniente. de anticuerpos originados por el antígeno in­
Por este motivo puede ocurrir que anticuer­ ductor. En este caso, el segundo ligando sólo
pos con valores de K q bajos determinados con reconoce algunos de ellos y puede hacerlo con
un hapteno tengan valores mayores cuando el una afinidad similar a la de! ligando original,
ligando es un antígeno. En algunos casos, esas pero aunque se aumente su concentración no
diferencias han llegado a ser 10.000 veces más interacciona con los otros anticuerpos presentes
efectivas. -q u e sí reconocen al prim ero-, de allí que el
Todo lo expresado está relacionado con el desplazamiento del trazador no sea total.
estudio de las fuerzas que regulan la unión de La afinidad de un anticuerpo para dos deter­
los complejos Ag-Ac o afinidad^ que no debe m inantes antigénicos relacionados es mayor
confundirse con especificidad. Esta es mayor para el homólogo, esto es, para el inductor de
para aquellos determinantes antigénicos idénti­ ia respuesta inmune. Existen anticuerpos deno­
cos a los utilizados en la inmunización y dismi­ minados “heteroclíticos”, que tienen mayor afi­
nuye a medida que se diferencian. Determinan­ nidad de fijación por antígenos relacionados
tes antigénicos con grupos compartidos pueden con el inmunógeno que por éste.
dar reacciones cruzadas con los anticuerpos Cuando un suero contiene anticuerpos de al­
o rig in ad o s p o r uno de ellos. In ic ia lm e n te ta afinidad, éstos pueden reaccionar con deter­
Landsteiner y posteriormente otros investiga­ minantes antigénicos relacionados, cosa que
dores han efectuado experiencias bien demos­ generalmente no ocurre con los de baja afini­
trativas sobre el particular (cap. 4). dad. En efecto, un anticuerpo de este típo, ca-
160 Aspectos básicos de la inmunidad.

paz de dar una débil reacción visualizable con en la que K q y son las constantes de asocia­
su determ inante antigénico específico, no da ción determinadas a las temperaturas absolutas
reacciones visibles con antígenos relacionados, T, y T^ respectivamente.
cosa que puede hacer uno de alta afinidad. Ello Resolviendo la ecuación (23) se obtiene:
significa que los sueros con anticuerpos de alta
afinidad pueden tener una especificidad menor AH” / 1 1
que los de baja afinidad, usados a la mism a
concentración. El problema por lo general se
log K ()2 - log Ko, =
2,303 R ( t i)
resuelve diluyendo convenientemente el anti­
suero. log Ko2 - log Ko, A H‘> A H°

1 1 2,303 R 4,576
TERMODINÁMICA
D E LA INTERACCIÓN
H A PT E N O -A N T IC U E R PO
4,576 (log K 02 - log Kq,)
Al formarse los complejos antícuerpo-hapte-
no producen cambios de la energía libre están­ AH° ------------------------------- ^----- (24)
1 1
dar A F°, que puede medirse a partir de K q de
acuerdo con la siguiente ecuación: T, T^
A F° = -R T In K,-o (21 ) La entropía A S° se calcula a partir de:

en la que R es la constante universal de los ga­ A F° = A H” - ■A S° (25)


ses (1,9871 cal/grado/mol) y T la temperatura
absoluta, que se obtiene sumando la temperatu­ de donde:
ra en "C a 273,15; In K q es el logaritmo natural
de Ko, que es igual a 2,303 log Kq. Se emplea A S° ■T = A H° - A F°
el signo menos (-) porque, por convención, un
cambio negativo en la energía libre correspon­ A H“ - A F°
AS" = --------------- (26)
de a uniones positivas. De todo ello resulta

A F“ = — 4,576 T = log K q (22 )


D ET E R M IN A C IÓ N DE
La ecuación (22) es muy interesante, ya que (CONSTANTE DE ASOCIACIÓN
muestra que grandes variaciones de la afinidad INTRÍNSECA PROMEDIO)
pueden significar muchas veces pequeños cam­
bios de la energía libre estándar A F°. Puede hacerse por equilibrio de diálisis, ex­
Si consideramos tres anticuerpos (I, II y III) tinción iquenching) de fluorescencia, polariza­
con valores de 10^ M *, 10'’ M ' y 10^ M ', res­ ción de fluorescencia, por precipitación con
pectivam ente, y la reacción tu v iera lugar a sulfato de amonio de los complejos Ag-Ac for­
20°C, los valores de A F® serían: mados, por ultracentrifugación o filtración por
geles, etc. La mayoría de estos métodos no ne­
(I) A F" = -4,576 X 293,15 X 5 = ^6,7 Kcal/mol cesitan que el anticuerpo en estudio esté purifi­
(II) A F° = -4,576 X 293,15 x 6 = -8,0 Kcal/mol cado, y usan para su análisis suero entero o su
(III) A F" = -4,576 X 293,15 x 7 = -9,4 Kcal/mol fracción gam m aglobulínica. O tros, como el
quenching de fluorescencia sólo pueden llevar­
Ello indica que una diferencia de 100 veces se a cabo con el anticuerpo aislado.
en la afinidad (anticuerpos I y III) significa una
variación de AF“ en -2 ,7 Kcal/mol, práctica­ Equilibro de diálisis
mente la energía de algo más de medio puente
de hidrógeno (4,5 Kcal/mol) o de dos interac­ Se funda en los siguientes hechos: si separa­
ciones iónicas (1 a 2 Kcal/mol). dos por una membrana hemipermeable coloca­
La entalpia A H° puede calcularse haciendo mos en un compartimiento de la cámara una
dos determinaciones de Kq a diferentes tempe­ solución de hapteno dializahle y en la otra el
raturas, de acuerdo con la siguiente ecuación: anticuerpo no dializahle, después de cierto
tiempo parte del hapteno que ha atravesado la
Kn, AH° membrana se combinará con el anticuerpo, lle­
log (23) gándose finalm ente a un estado de equilibrio
2,303 R estable entre las concentraciones de hapteno li­
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 161

H apteno Anticuerpo

Inicial Final

F ig. 8-4. R epresentación esquem ática de un equilibrio de diálisis.

bre de ambos com partim ientos (fig. 8-4). La e) Pequeñas lám inas de papel celofán. Se
cantidad de hapteno com binado, de acuerdo utilizan para separar los compartimientos de la
con la ley de acción de las masas que regula es­ cámara y permitir el equilibrio. Antes de su uso
te equilibrio, dependerá de la concentración de conviene lavarlas con agua destilada para eli­
hapteno colocado inicialmente en su correspon­ minar el apresto que pudieran contener.
diente celda. Es posible, mediante el empleo de f) Pipetas de 1, 2 y 10 mi.
varios juegos de cámaras en las que se coloca g) Agitador adecuado.
la misma cantidad de anticuefpo y cantidades h) Espectrofotómetro.
variables de hapteno en cada una de ellas, con­
seguir diferentes estados de equilibrio en los Método
que el anticuerpo estará bloqueado por el hap­
teno a distintos grados de saturación. Si obteni­ Armar las cámaras de diálisis. Para ello co­
dos los estados de equilibrio se miden las con­ locar entre dos compartimientos una lam inilla
centraciones de hapteno libre y combinado, se de papel celofán y unirlos manteniéndolos fijos
podrán calcular los diferentes valores necesa­ mediante el ajuste de los correspondientes tor­
rios para la graficación de los resultados y de­ nillos. Numerar las cámaras de modo que pue­
terminar K q = 1/c. La concentración de hapteno dan ser identificados los diferentes com parti­
en la celda donde originariamente se la colocó mientos. En un compartimiento de cada una de
dará el valor de hapteno libre, mientras que la ellas colocar 2 mi de la solución de anticuerpo
concentración de hapteno en la celda donde se y en los restantes las diferentes soluciones de
colocó el anticuerpo corresponderá a hapteno hapteno, procurando que quede una burbuja de
libre más hapteno combinado. La concentra­ aire para facilitar la agitación. Cerrar las aber­
ción de este último se determina por diferencia turas de carga.
entre.los valores obtenidos.

P arte e x p e r im e n t a l

Material necesario
a) Anticuerpo antidinitrofenol purificado. Se
obtiene a partir de suero de ovejas inmunizadas
con gamm aglobulina humana dinitrofenoiada
(GGH-DNP). El método de preparación y las
indicaciones para la purificación del anticuerpo
son los especificados en el capítulo 44, Para el
ensayo se prepara una solución 2,5 x 10"^ M
(3,75 mg • mi *) en solución salina fosfatada.
b) Hapteno. Se utiliza dinitrofenol disuelto
en solución salina fosfatada. Para el ensayo se
preparan soluciones 1 x 10"^ M; 5 x 10 '* M; 2,5
X lO-'* M; 1 X lO-"* M; 5 x 10-^ M y 1,5 x 10-’ M,
c) Solución salina fosfatada. NaCl 0,15 M,
fosfatos 0,01 M, pH 7,6.
d) Cámaras para equilibrio de diálisis. Pue­
den usarse distintos modelos. Son muy útiles F ig. 8-5. Pequeñas cám aras de acrílico, para eq uilibrio de
las de acrílico que se muestran en la figura 8-5. diálisis.
162 Aspectos básicos de la inmunidad

C uadro 8-1. Resultados obtenidos p o r equilibrio de diálisis en la determinación de la capacidad


de combinación del anticuerpo con su hapteno específico
H apteno
H apteno com binado
H apteno libre com binado
Cám ara Anticuerpo (c) (h) anticuerpo r/c
N” xia^M X 10-^ M X 70-5 M (r) 10* M-' lo g c log r/n-r

2.5 0,18 1,02 0,41 22,8 -5 ,7 4 4 7 -0 .5 8 5 0


2.5 0,50 1.95 0,78 15,6 -5 ,3 0 3 6 -0 ,1 9 3 8
2.5 1.65 2,80 1,12 7,2 -^ ,7 8 2 5 0.1038
2.5 4.66 3,50 1,40 3 -4 ,3 3 1 6 0,3674
2.5 8,50 3.95 1,58 1,9 -4 ,0 7 0 6 0,5712
2.5 31,60 4,75 1,90 0,6 -3,5 0 0 3 1,2788

A n ticu e rp o an a liz ad o : Ig G l a n ti-D N P d e oveja; P .M .: 160.000; IO/e S : 0,68.


H a p te n o : D in itro fe n o l (D N P -O H ); P .M .: 184; 14.900.

D O (280 nm ) ■0,68
C álcu lo d e la.s m olaridade.s: A n ticu e rp o =
160.000
D O (3 6 0 nm )

14.900

Es necesario colocar como controles cáma­ trofotomctría, se calculan sobre la base del nú­
ras que contengan solución salina fosfatada y mero de c.p.m. de la solución.
hapteno (dosis media) y otra con anticuerpo de El equilibrio de diálisis no excluye la posibi­
especificidad diferente y hapteno. La primera lidad de que el ensayo se efectúe con suero to­
de ellas permite determinar si se ha logrado el tal o la fracción globulínica precipitada con
equilibrio (igual concentración final de hapteno sulfato de amonio al 50% de saturación. En es­
en ambos compartimientos), y la segunda, si el tos casos es necesario colocar controles para
hapteno se ha fijado inespecíficamente. establecer la fijación inespecífica del hapteno,
Todas las cámaras son colocadas en el agita­ que debe ser descontada para los cálculos. Es
dor, que es puesto en funcionamiento. La agita­ preferible usar las globulinas precipitadas por
ción se mantiene durante 18 horas a temperatu­ el sulfato de amonio, dada la gran captación de
ra ambiente, tiempo suficiente para lograr los dinitrofenol por la albúmina, o en su defecto
equilibrios. Transcurrido el lapso, desobturar usar otros haptenos, como la e-dinitrofenil lisi­
ios compartimientos de las cámaras, retirar los na o el ácido dinitrofenil e-aminocaproico, de
contenidos y determ inar la concentración de fijación inespecífica míniina.
hapteno por lectura espectrofotométrica de las
DO a 360 nm. Las lecturas de los contenidos
de los compartimientos en que inicialmente se
colocó el hapteno permitirán calcular el hapte­ C u ad ro 8-2. Determinación de la concentra­
no libre, y las correspondientes a los comparti­ ción de anticuerpo en un suero mediante inte­
mientos en que se ubicó el anticuerpo, el hapte­ racción primaria anticuerpo-hapteno
no libre más el hapteno combinado. Este últi­
mo se calculará por diferencia entre ambas de­ H apteno H apteno
libre com binado
terminaciones. (c) (b) ]/c ]/b
Para transformar las DO (360 nm) en molari­ N" JO-I M 10-'''M W M -' l(P M -i
dades, dividir las lecturas espectrofotométricas
por 14.900 (E rom del dinitrofenol). 1 1,14 1,10 0,87 90,90
2 1,64 1,60 0,61 62,50
Conociendo las concentraciones de anticuer­ 3 2,38 1,99 0,42 50,24
po, hapteno libre y hapteno combinado calcular 4 2.94 2,40 0,34 41,55
las relaciones necesarias para graficar según las 5 5,26 4,31 0,19 23,15
ecuaciones (11), (14) o (17) (cuadros 8-1, 8-2 y 6 7,14 4,75 0,14 21,03
7 10,12 5,81 0,10 17,20
8-3; figs. 8-],8-2A y8-2B ),
Si se dispone de hapteno marcado con -’H y M éto d o d e m edición de la in tera cció n prim aria; P rec ip itac ió n c o n
s u lfato d e am onio al 50% d e satu ra ció n d e los c o m p lejo s an tic u e r­
espectrómetro de centelleo líquido para las lec­ p o -h a p te n o form ados.
turas, el ensayo puede hacerse con cantidades D iiuvenle; Ig G l d e o veja (20 m g • m l‘') aislad a d e un suero norm a]
menores de anticuerpo (10 ^ M), ya que en este d e oveja, djlu id a 1:5 para .su uso.
H apteno; A cido d in itro fen il y-a m in o b u tírico (D N P -G A B A ).
caso las concentraciones de hapteno, que son A ntisuero; A n ti-D N P d e o veja (título ap ro x im a d o 4 m g • ml'*)'
muy bajas y no pueden determinarse por espec- P M IgG ^ ONq-a = 1 6 0 k D .
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 163

C uadro 8-3. Resultados obtenidos por extinción (quenching) de fluorescencia en la determina­


ción de la capacidad de combinación del anticuerpo con. su hapteno específico
Hapteno
Quench Quench comh. Hapteno
Hapteno Corree- Lectura % % l(A e )x 2 x Ubre Hapteno
---------------------- ción p o r corre- (Qmáx (Qm áx Quench. ¡ (c) comh./Ac r/c* log
ú nm ol Lectura volumen gida =100% ) = 7 8 % ) nm ol nm ol (r) r/n-r n m oles'' r/n-r log c

100 100 O O
0,01 0,25 91,7 0,5 92,2 7,8 10 0,23 0,02 0,20 0,11 10,0 ^0,959 -1,699
0,02 0,50 84 0,8 85 15 19 0,44 0,06 0,38 0,23 6,3 -0,638 - 1,222
0.03 0,75 77 1,2 78 22 28 0,65 0,10 0,56 0,38 5,6 -0,420 -0,999
0,04 1 59 1,4 70.5 29.5 38 0,87 0,13 0,76 0,61 5.8 -0,215 - 0,886
0,05 1.25 63 1,6 64.5 35.5 46 1,05 0,20 0.91 0,83 4.5 -0,081 -0,699
0,06 1.50 5< 1.7 57.7 42,3 54 1,24 0,26 1,07 1.15 4.1 0,60 -0,585
0,07 1,75 5! 1.8 52.8 47,2 60 1,38 0,37 1,20 1,50 3.2 0,176 -0,432
0,08 2 46,5 1,9 48.5 51.5 66 1,51 0,49 1,31 1,89 2.6 0,276 -0,3‘10
0,09 2.25 46 48 52 67 1,54 0,71 1,34 2,03 1.8 0.307 -0,149
0,10 2.50 44 46 54 69 1,59 0,91 1,38 2,22 1,5 0,346 -0,041
0,12 3 40 2,5 42.5 57.5 75 1,72 1,28 1,50 3,0 1,17 0.477 0,107
0,14 3.50 38 2,9 41 59 76 1,75 1,75 1,-52 3.16 0,86 0,499 0,243
0,16 4 37 3,2 40 60 77 1.77 2,23 1.54 3,34 0,64 0,524 0,348
0,20 5 35 3,7 39 61 78 1.78 3,22 1.55 3,44 0,48 0.536 0,508

A n ticu e rp o Ig G l a n ti-D N P d e o v eja , 0,575 [xM (2 m i = 1 ,1 5 m |0,m ol); Q tnáx = 7 8 % ,


H apteno: D in itro fe n o l (D N P -O H ), 25 |jM (25 m nm ol/nil).
P ara e x p re s a r K q en L /M , al v alo r de 1/c en n m oles- ' o b te n id o (en este ca so p re v ia m u ltip licac ió n p o r 2 ya q u e se trabajó c o n 2 m i de
solución d e a n ticu e rp o ) m u ltip licarlo p o r 10^’

Extinción (quenching) de fluorescencia ción de anticuerpo, lo que asegura que en esas


condiciones prácticam ente todos los sitios de
Una proteína irradiada con luz ultravioleta a combinación del anticuerpo estén ocupados por
una longitud de onda correspondiente a su m á­ el hapteno. La máxima extinción de fluorescen­
xima absorción (280 nm) adquirirá fluorescen­ cia conseguida en esas condiciones constituye
cia porque la energía absorbida es emitida co­ el quenching máximo (Qmáx) (fig. 8-6).
mo luz de una m ayor longitud de onda (350 A diferencia del equilibrio de diálisis, sólo
nm). El principal crom óforo que actíía como puede hacerse con anticuerpo purificado. Ade­
absorbente es el triptófano. Si un hapteno se más no se puede determinar valencia, dato que
une al sitio de combinación del anticuerpo, par­ ha de conocerse previamente para poder efec­
te de la energía que debe ser em itida com o tuar los cálculos.
fluorescencia por el triptófano puede ser trans­
ferida al hapteno. Ello traerá como consecuen­ P a rte e x p e rim e n ta l
cia una dism inución de la fluorescencia que
normalmente debe emitir la proteína anticuer­ M aterial necesario
po, que estará en relación directa con la con­
centración de hapteno fijado. La máxima efec­ a) Anticuerpo purificado. Solución ap ro x i­
tividad se obtiene cuando el hapteno absorbe madamente 1 |xM de anticuerpo bivalente
en la región de la emisión de fluorescencia. El antidinitrofenol de oveja (IgGl).
método resulta muy útil para los anticuerpos Hapteno. Solución de dinitrofenol aproxi­
antidinitrofenol, pues sus haptenos (dinitrofe­ madamente 25 |iM.
nol, ácido dinitrofenil e-aminocaproico, e-dini- Pipetas de 10 ¡a.1,1 mi, 2 mi y 10 rnl.
trofenil lisina, ácido dinitrofenil y-aminobutíri- Espectrofluorómetro.
co) tienen su máxima absorción a 360 nm.
Para el empleo de este método en los estu­ Método
dios sobre capacidad de combinación del anti­
cuerpo, es necesario saber cuál es la extinción C olocar 2 mi de la solución de anticuerpo en
(quenching) máxim a de fluorescencia que un la cuba del espectrofluoróm etro, previam ente
hapteno puede provocar sobre su anticuerpo es­ calibrado y ajustar a 100% de fluorescencia.
pecífico. Este valor debe ser determinado expe­ Añadir 10 |il de hapteno, mezclar por rotación
rim entalm ente para cada anticuerpo y su co­ con una pequeña varilla de vidrio con su extre­
rrespondiente hapteno, añadiendo a una canti­ midad doblada en ángulo y leer. Continuar con
dad conocida de anticuerpo exceso de hapteno, adiciones sucesivas de 10 )t1 de hapteno hasta
de manera que su concentración final sea no com pletar 150-200 ¡xl, anotando el porcentaje
menos de cien veces superior a la concentra­ de fluorescencia de la mezcla después de cada
164 Aspectos básicos de la inmunidad

mi de DNP-OH 50 ¡xM

F ig . 8-6. D eterm inación dei Q m áx para Ig G l de oveja anti-D N P. Cuando el anticuerpo está saturado por el hapteno sólo
se consigue reducir la fluorescencia en un 78% (Qmáx).

adición. Con los resultados obtenidos, efectuar timo caso es conveniente separar previamente
los cálculos, tenietido en cuenta para ello las la albúmina por precipitación salina pues para
variaciones de volumen que ocurren después algunos haptenos, dinitrofenol en especial, tie­
de cada adición y el valor de la extinción máxi­ ne un marcado poder de fijación inespecífico.
ma de la fluorescencia o quenching máximo Puede usarse para ligandos de mayor tamaño
(Qmáx) para el anticuerpo y hapteno en estu­ siempre que no precipiten con sulfato de amo­
dio. El hapteno combinado se calcula multipli­ nio al 50% de saturación.
cando el valor del quenching por 2 (anticuerpo Para la descripción del método se usará sue­
bivalente) y por la molaridad del anticuerpo de ro de conejo antidinitrofenol como fuente de
ensayo, ello sobre la base de que el quenching anticuerpo, y ácido dinitrofenil e-aminocaproi­
logrado está en relación directa con la cantidad co como hapteno.
de hapteno que se unió al anticuerpo. El hapte­
no libre se determina por diferencia entre el to­ P a r te e x p e rim e n ta l
tal de hapteno añadido y el combinado (véase
cuadro 8-3). Material necesario

Precipitación c o n s u lf a t o de amonio de los a) Suero de conejo normal (diluyente). El


complejos anticuerpo-hapteno formados suero de conejo no inm unizado es m ezclado
con un volumen igual de solución saturada de
Si una mezcla de anticuerpo y hapteno des­ sulfato de amonio (760 g de sulfato de amonio
pués que ha alcanzado el estado de equilibrio disueltos en 1.000 mi de agua destilada y ajus­
es precipitada con sulfato de amonio al 50% de tados a pH 7 con NaOH IN). Se deja a tempe­
saturación, el hapteno libre quedará en el so­ ratura am biente una hora y se cen trifu g a a
brenadante y el combinado en el precipitado. 5.000 r.p.m. durante 30 minutos. Se elimina el
Conociendo la concentración de anticuerpo, la sobrenadante y se disuelve el precipitado en
cantidad total de hapteno añadida y la del so­ NaCl 0,15 M en un volumen cinco veces supe­
brenadante, es fácil calcular hapteno libre y rior al inicial. Esta dilución 1:5 de globulinas
combinado y las relaciones de ellos derivadas. normales es lo que se usa como diluyente.
Si el ensayo se hace en una serie de tubos, para En los casos en que el hapteno no se fije a
una misma concentración de anticuerpo y con­ albúmina, se emplea directam ente suero nor­
centraciones variables de hapteno, los resulta­ mal de conejo diluido 1:5 en NaCl 0,15 M.
dos obtenidos pueden graficarse. b) Suero para valorar o anticuerpo purificado
Este método puede utilizarse para anticuer­ (antidinitrofenol). Si se tratara de anticuerpo
pos puros o antisueros sin purificar. En este úl­ purificado, se prepara con él una solución de 2
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 165

mg/ml, usando como diluyente el indicado en Los valores obtenidos con los tubos de la se­
a). En el caso de sueros totales es conveniente rie A corresponden a concentraciones de hapte­
separar la fracción globulínica y preparar con no libre y los de la serie B a hapteno total. El
ella una solución diluyente 1:5, que contenga 2 hapteno combinado se determina por diferen­
mg-ml'‘ de anticuerpo, determinados por curva cia. Con los valores hallados se calculan las re­
de precipitación de acuerdo con las especifica­ laciones (cuadro 8-4) y se grafica.
ciones del capítulo 34. Al igual que para equilibrio de diálisis, el
c) Hapteno (ácido dinitrofenil e-aminocaproi­ empleo de haptenos marcados con átom os ra­
co). Se preparan soluciones de distintas concen­ d iactivos perm ite desarrollar el m étodo con
traciones. Para la experiencia, usar las siguien­ concentraciones de anticuerpo diez veces infe­
tes; l X lO^' M; 7 x 1 0 -5 M; 5 x 10 ^ M; 2,5 riores a las indicadas.
x 10-5 M; l x 10-5 M; 8 x 10-<> M y 5 x 10-^ M.
Las diluciones de hapteno se hacen en NaCl CÁLCULO DE K(), n, a, Ac
0,15 M, fosfatos 0,01 M, pH 7,6.
d) Tubos de hemólisis. Ko puede calcularse a partir de cualquiera de
e) Pipetas de 0,1, 1 y 5 mi. los valores graficados utilizando las ecuaciones
f) Centrífuga; espectrofotómetro. ^ (11), (14) y (17). La elección depende de los
datos experimentales disponibles.
Método Si no se conoce la valencia ni la concentra­
ción en anticuerpo de la muestra en estudio, el
Numerar dos series de tubos del l al 7 (A) y cálculo de Kq puede hacerse graficando l/b
del r al 7 ’ (B). A todos los tubos de la serie A versus 1/c (ecuación 11) (fig, 8-1). En el punto
añadirles 0,5 mi de la solución de anticuerpo, y en que la curva intercepta a l/b , el valor seña­
a los de la serie B, 0,5 ral de diluyente (suero lado corresponde a la inversa de la concentra­
normal o fracción globulínica normal 1;5). A ción de ligando monovalente que satura to tal­
los tubos 1 y r agregar ) mi de la primera di­ mente al anticuerpo. El doble de dicho valor es
lución de hapteno; a los tubos 2 y 2’ 1 ral de la la inversa de la concentración de ligando cjue
segunda y, de m anera similar, a los tubos si­ sólo satura el 50% de los sitios de com bina­
guientes las restantes soluciones de hapteno. ción. Buscando ese valor en el eje de las orde­
Dejar en contacto a temperatura ambiente (o a nadas y trazando una perpendicular a él, ésta
la deseada) por 30 minutos. Añadir a todos los cortará la curva experimental en un punto. El
tubos 1,5 mi de solución saturada de sulfato de valor correspondiente de la inversa de la con­
amonio y dejar a la misma temperatura durante centración de ligando libre (eje de las abscisas)
una hora. Centrifugar a 5.000 r.p.m. por 30 m i­ será 1/c = Kq.
nutos, separar los sobrenadantes y en ellos cal­ La graficación de la figura 8-1 puede servir
cular las concentraciones de hapteno por lectu­ también para establecer la concentración total
ra de las DO a 360 nm. Las concentraciones de anticuerpo (Act) de la m uestra analizada,
molares resultan de dividir las DO (360 nm) sobre todo cuando se trata de anticuerpos de
por 17.800 (Efcm del ácido dinitrofenil e-ami- muy baja afinidad que no dan uniones firm es
nocaproico). con el antígeno y resultan difíciles de valorar

C uadro 8-4. Precipitación con sulfato de amonio de los complejos form ados en la determinación
de la capacidad de combinación del anticuerpo con su hapteno específico

H apteno
H apteno H apteno com binado
H apteno libre com binado r/c
Anticuerpo total (c) X 10-'' anticuerpo xW ’
N" xlO '> M X 10 '’ M X /0-« M M (r) M'i r/n-r log r/n-r log c

I 2 ,2 2 1,63 0,1 3 1,50 0 ,6 7 51 0 ,5 0 ^ 0 ,3 0 1 - 0 ,8 8 6


2 2 ,2 2 2 ,5 2 0,41 2,11 0 ,9 5 23 0 ,9 0 - 0 ,0 4 6 - 0 ,3 8 7
3 2^22 3 ,9 3 1,01 2 92 1,31 13 1,89 0 ,2 7 6 0 ,0 0 4
4 2 ,2 2 4 ,9 2 1,70 X22 1,45 12 2 ,6 3 0 ,4 2 0 0 ,0 7 9
.5 2^2 5 ,4 7 1,59 3 ,8 8 1,74 11 6 ,6 9 0 ,8 2 5 0 ,2 0 1
6 2 ,2 2 6 .2 9 2 ,5 5 3 ,7 4 1,68 6 ,2 5 ,2 5 0 ,7 2 0 0 ,4 0 6
7 2,2 2 8,2 5 4 ,3 7 3 ,8 8 1,74 3,9 6 ,6 9 0 ,8 2 5 0 ,6 4 0
8 222 11,69 7 ,5 2 4 ,1 7 1,87 2.4 14,3 1,155 0 ,8 7 6

A nticuerpo an a liz ad o : IgG 2 a n ti-D N P p re cip ita n te d e oveja.


H apteno: ^H D N P^G A B A = 17.500).
L as m olaridades d e h ap te n o en los tubo,‘; de re acc ió n fueron c a lc u la d o s por co n v e rsió n d e c.p.m . en JM, co n o c ien d o la re la ció n M /c.p .m . d el
h ap te n o añadido.
1 (56 Aspectos básicos de la inmunidad

por otros procedimientos específicos. Cuando las afinidades pesada o ponderada por la. con­
la curva experimental intercepta a I/b, el valor centración de los anticuerpos con cada afini­
de la ordenada al origen corresponde a la inver­ dad. La pendiente de la recta que une los pun­
sa de la concentración de anticuerpo total [1/ tos en que la curva intercepta a r/c y r constitu­
Act, ecuación (11)]. Para determinar esa con­ ye Kav, y experimentalmente se calcula deter­
centración hay que tener en cuenta que los va­ minando el cociente entre esos dos valores de
lores de la gráfica para 1/b corresponden a li­ r/c y r.
gando monovalente (moles.litro '), y que por lo Si Kq se calcula graficando log r/n-r versus
tanto debe considerarse la concentración de an­ log c (fig. 8-2B), para lo cual es necesario co­
ticuerpo expresada en sitios de combinación, nocer previamente la valencia y concentración
cuyo PM es de 75 kD (si el anticuerpo es IgG). del anticuerpo en análisis, cuando r/2 = 1 (mi­
Para el caso de la figura 8-1, la curva intercepta tad de los sitios de combinación saturados), log
a 1/b en el valor 8,4 x 10'' M ', cuya inversa r/n-r = 0. Trazando una perpendicular a log r/
equivale a la concentración de sitios de combi­ n-r en el valor O, dicha recta cortará a la traza­
nación del anticuerpo, igual a 0,19 x 10 ' M. Si da con los valores experimentales, lo que per­
se considera para cada sitio de combinación un mitirá determinar el log c en ese punto. Con
PM de 80 kD (IgGl de oveja, PM = 160 kD), ese dato se calcula c, y 1/c = K(>.
la concentración de anticuerpo en la m ezcla La graficación de Sips (fig. 8-2B) permite
analizada será de 0,95 mg.mk'. además calcular a o índice de heterogeneidad
Cuando la concentración de anticuerpo es de los anticuerpos. Dado que éste no es más
conocida, no así su valencia, K q puede ser de­ que el valor de la pendiente de la recta grafica­
terminado graficando r/c versus r (fig. 8-2A), da, puede hallarse determinando
recordando que para el valor r = 1 (mitad de los
sitios de combinación de un anticuerpo biva­ A y
----- = a
lente ocupados por el hapteno), r/c = 7/c, que AX
por definición es igual a K q. Levantando una
perpendicular a r en el punto equivalente a la El valor a puede también calcularse a partir
mitad de la saturación (en este caso r/2 = 1), el de la ecuación (16) o de la siguiente:
valor de r/c correspondiente a la intersección
de dicha recta con la curva graficada con los
valores experimentales será i/c == Kq. (27)
Cuando el valor de r/2 es diferente de 1, para Act K“c» Act
obtener el valor de K q el resultado experimen­ deducida a partir de la (7’), pero adaptada para
tal hay que dividirlo por r/2. Si la curva hubie­ un sistema policlonal, elevando K y c a la po­
se interceptado a r = 2,4, el valor de r/2 sería tencia a, y con la nomenclatura utilizada en la
1,2. Si para ese valor el resultado experimental ecuación (11)
fuera r/c = 8 x 10'' M '’, para transformarlo en Los estudios de interacción primaria ligante-
]/c es necesario dividirlo por 1,2. En este caso, ligando pueden servir también para determinar
Ko = 1/c - 8/1,2 X 105 = 6,6 x 10= M >. el número de receptores y determinantes anti­
Por este procedimiento es posible, además, génicos existentes en una membrana celular,
calculíu' « (valencia o número máximo de mo­ así como su constante de afinidad. En estos ca­
léculas de ligando monovalente que se fijan por sos, la graficación que mejor resulta es l/b ver­
molécula de anticuerpo), ya que en el punto en sus 1/c (fig. 8-1), derivada de la ecuación de
que la proyección de la curva experimental in­ Langmuir adaptada (11).
tercepta a r corresponde al valor r/c - O y r -
oo, o sea aquel en que el anticuerpo está total­ 1 1 1
mente saturado por el ligando. Que r = n s t de­
L.K.c. L
duce de la ecuación:
donde L es el ligante, b y c las concentraciones
de ligando combinado y libre, respectivamente.
Si se quiere determinar, por ejemplo, el nú­
cuando mero de receptores para Fe en la superficie de
un eritrocito, es necesario hacer interaccionar
cantidades iguales de una suspensión de un nú­
mero conocido de células ■mh* con el ligando
luego r K = n K y por lo tanto r n específico (en este caso ÍgM monomérica mar­
cada con = “ ‘^^'LIgM.7S”) a concentracio­
Esta graficación perm ite tam bién calcular nes variables. Transcurrido el tiempo suficiente
Kav o “constante de afinidad media pesada o para que la reacción se equilibre se centrifugan
ponderada”, que corresponde al promedio de los tubos y se determina la radiactividad del so­
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 167

brenadante (ligando libre = c) y del sedimento l


(ligando combinado = b), las que se transfor­ So =■ -t- B (30)
man en molaridades conociendo previamente la F Ka
relación c.p.m./concentración molar del ligan­ La “capacidad fijadora de antígeno” ,
do usado. Con los resultados obtenidos se gra­
1
fica 1/b versus 1/c y la curva obtenida, lineari- ABC = ------------ B (31)
zada por análisis regresivo o por el método de
dil. suero
los cuadrados mínimos, es extrapolada hasta
interceptar 1/b. Este valor corresponde a la in­ ABC puede expresarse también en términos
versa de ligando combinado ('^'I.ÍgM.7S, PM = de sitios de fijación:
180 kD ), que satu ra to talm en te al lig an te
So (no diluido)
(FcR), y con los datos obtenidos se calcula la ABC = -------- ------------- B (32)
concentración molar del ligando y el número So
de moles en el volumen usado. Asumiendo que
a cada FcR se une una molécula de ‘^‘LIgM.7S, donde So (no diluido) es la concentración total
multiplicando los moles fijados por 6,02 x 10^^ de sitios de combinación en el suero sin diluir y
(número de Avogadro) se obtiene el número de So la concentración total de sitios de combina­
moléculas fijadas por la totalidad de las células ción en la dilución del suero en la que B sitios
reaccionantes cuando el ligante está saturado, están combinados; es decir.
valor que equivale al número total de FcR exis­
So (no diluido) 1
tentes. Dividiendo ese valor por el número de
eritrocitos usados en el ensayo se obtiene el nú­ So dil. suero
mero de FcR por célula.
Por este procedim iento hemos podido de­ Se ha observado que la ABC de u n suero,
mostrar que la densidad de receptores hemáti­ medida a diferentes concentraciones de ligando
cos para Fe por célula es 1,2 x 10^ en los eritro­ total, está relacionada con la avidez de los anti­
citos de carnero y 1,2 x 10^’ en los de pollo. cuerpos contenidos en ese suero. Para deducir
Los valores de la constante de afinidad entre una expresión que describa esa relación, se ha
ligante y ligando se calculan en la forma ya in­ definido un nuevo término;
dicada (fig. 8-1).
ABCx
R = (33)
Capacidad fija d o ra de antígeno
En 1975, W. E. Paul y G. J, Elfenbein des­ en la que ABCi es la capacidad de fijación de
cribieron un método que permite calcular afini­ antígeno con una concentración total de ligan­
dades relativas, utilizando la técnica de Farr de do referida com o concentración ín d ice (i) y
precipitación con sulfato de amonio. En los en­ ABCx es la capacidad de fijación de antígeno
sayos tipo Farr, los resultados generalm ente con una concentración de ligando diferente, ge­
son expresados en términos de “capacidad fija­ neralmente menor, llamada concentración en
dora de antígeno” o ABC {antigen binding ca~ análisis o experimental (x).
pacity). Sustituyendo en la ecuación (33) los equiva­
Cuando un hapteno H interacciona con un lentes de la (32), resulta;
anticuerpo que tiene S sitios de combinación
con el ligando y el sistema se equilibra. So (no diluido)
-----^-------------- B (x)
jHS] So (x) So(i) B(x)
(28) R = .---------------------------- = --------------- (34)
[H] [S] So (no diluido) Soíx) B(i)
Si sustituimos [HS] por B (ligando unido o
bound y [H] por F (ligando libre o fre e ), la
ecuación (28) puede escribirse Usando ia expresión (30), la ecuación (34) pue­
de escribirse;
B 1
Ka (29) [(B/F)i (1/Ka) 4- Bi] Bx
F So - B R = ^--------- ^------------- (35)
[B/F)x (1/Ka) + Bx] Bi
La concentración de [SJ libres es igual a la
concentración total de So menos la concentra­ de donde
ción de sitios combinados B, luego [S] = So - B. (B/F) X Bi - (B/F)i Bx
La ecuación (29) puede reordenarse para re­ Ka = --------- ^ ^ ------(36)
solver So (l-R )B i Bx
168 Aspectos básicos de la inmunidad

La expresión (36) permite calcular Ka sin re­ APENDICE


querir el valor de la concentración de los sitios
totales (So). Cuando para estudios de interacción prima­
Para estas determinaciones de afinidades re­ ria se grafican resultados, en especial ///? ver­
lativas, es conveniente comparar sólo ABC ob­ sus 7/ t', muchas veces resulta difícil trazar la
tenidos cuando el 33% del ligando está unido línea que une esos puntos experimentales. Co­
(ABC33), en cuyo caso B/F 0,5. En estas con­ mo la ecuación matemática que representa a di­
diciones, la ecuación (36) se simplifica: cha curva es y = a + bx, puede lograrse el traza­
do de una línea corregida mediante la aplica­
R B i-B x ción de análisis regresivo, o bien, por el méto­
Ka = (37)
2(1 -R ) Bi Bx do de los cuadrados mínimos.
Tomemos como ejemplo el cuadro 8-2 y la
Es conveniente señalar que Ka (37) corres­ curva resultante de la graficación de dichos da­
ponde a la afinidad relativa Kr o Ka 33%, lo tos experimentales (fig. 8-2). En ella x = 1/c, y
que no significa Ko o constante de asociación = I/b, siendo N = número de determinaciones.
intrínseca mediana. Para dichos datos experimentales

Parte experimental: S X = 2,67 Zy = 304


E x2 = 1,4867 Sy^ = 17.384
10 jj,l de ligando específico radioisotópiea- x = 0,38 y = 43,39
mente marcado, a concentraciones 10 M (con­ (Ex)2 = 7,13 (Ey)2 = 92,416
centración índice) y 10 ’ M o 10 M (concen­
tración experimental) se mezclan con 10 |u,l de Exy =159
diluciones seriadas del antisuero. Las mezclas N=7
se dejan 30-60 minutos a 4°C y se les añade a
cada una de ellas 20 [xl de solución saturada de Conociendo las varianeias (S^) de x e y, y la co­
sulfato de amonio. Se incuba 30 minutos a 4“C, variancia, esos datos pueden ser computados y
se centrifuga a 2.500 r.p.m. por 30 minutos a la usados luego para la elaboración de la recta.
misma temperatura. En 20 jul de los sobrena­
dantes (si el radioisótopo em ite radiaciones / (2 x)2 \
gamm a) o en las m ism as cantidades p revia­ S2(x) = ■ (z x = - - - ) = 0 .0 *
mente mezcladas con 6 ml de Aquasol (si el ra­ N -l
dioisótopo emite radiaciones beta) se mide la
radiactividad, utilizando en cada caso el conta­ 1 / (Z y f \
dor de radiaciones correspondiente. S 2 ( y ) = ------ / X y 2 ---- ^ \ = 705
Se incluye una serie testigo en la que el anti­ N-l
suero es sustituido por suero normal de la mis­
ma especie. 1
El porcentaje de ligando unido se define co­ Covariancia (xy) =
mo: N -l

< radiactividad del sobrenadante ' g X )(£ y)


en presencia de antisuero
100- 100 N
radiactividad del sobrenadante
\ en presencia de suero norm al ,
El coeficiente de correlación r =

La dilución de anticuerpo requerida para tal covariancia (xy)


unión (ABC33) se determina experimental mente = 0,97
graficando “porcentaje de ligando fijado” con­ ~ 1 s (X ) S (yT
tra “logaritmo de la dilución del suero” . Ello
permite determinar Siendo S (x) = (x) y S (y) = (y )

El resultado obtenido es un buen valor para


B
dil. una correlación ya que r está matemáticamente
restringido a estar situado dentro del rango -1 a
y con los resultados obtenidos calcular R de -1-1. La ecuación de la línea regresiva de la figu­
acuerdo con la ecuación (33) y Ka mediante la ra 8-1 es
ecuación (37). y = a + bx
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 169

covariancia (xy) INMUNOFLUORESCENCIA (IF)


b = ---------------- ^ =91,3
(X ) Los métodos serológicos comunes resultan
inapropiados para investigar la presencia de an­
siendo: tígenos en la superficie de células, bacterias y
a = y - bx = 8,7 parásitos, así como su distribución, o cuáles
por lo tanto, la ecuación que m ejor une los son las células comprometidas en la biosíntesis
.puntos experimentales de la figura 8 -1 es de los anticuerpos.
Para estas investigaciones, así como para la
y = 8,7 + 91,3 X identificación de microorganismos en m ateria­
les infectados y algunas reacciones antígeno-
Para dos diferentes valores de ;c, dentro de la anticuerpo desarrolladas con cantidades m íni­
escala de la gráfica, se obtienen otros tantos va­ mas de reactivos, ha sido descrito un m étodo
lores de y, con los que puede trazarse la recta de alta sensibilidad y que ha permitido resolver
deseada. Ello puede lograrse también calculan­ problem as insolubles hasta el momento. L la­
do un solo valor de 3; para determinado valor de mado inmunofluorescencia, se basa en el em ­
X ya que el otro punto de la recta sería a pues pleo de anticuerpos marcados con sustancias
ésta es la ordenada al origen. La recta que une fluorescentes como el isotioeianato de fluores­
los puntos experimentales de la figura 8 - 1 lia ceína o lisamina-rodamina. Estas sustancias, al
sido trazada con los valores antes indicados. ser excitadas eon longitudes de onda del rango
Otro método que puede usarse para hallar los ultravioleta, emiten luz de mayor longitud, la
valores de a y ¿> en la ecuación (28) es el de los que se demuestra por fluorescencia am arillo-
cuadrados mínimos. En este caso se determinan verdosa o anaranjadorrojiza, respectivamente.
de la siguiente manera: La inmunofluorescencia puede ser directa o
indirecta. En el primer caso lo que se m arca es
Z x^ • Ey ^ Lx • i: xy el anticuerpo que habrá de interaccionar direc­
tamente con el antígeno. En la forma indirecta
N Í x 2 ^ (X x y se emplea como reactivo marcado un suero an-
ügam m aglobulina (contra la gam m aglobulina
N 2 : xy - E X • E y de la especie animal de la que proviene el anti­
b = cuerpo). Se lo hace actuar sobre el com plejo
N E x2 - (E X) 2
antígeno-anticuerpo no marcado que ha reac­
cionado en una primera etapa.
ALGUNAS R EA C C IO N ES La metodología consiste en colocar sobre un
DE INTERACCIÓN PRIMARIA portaobjetos el material que contiene el antíge­
USADAS PARA LA D ET E C C IÓ N DE no para analizar. En la técnica directa, éste se
ANTÍGENOS Y ANTICUERPOS cubre con el antisuero marcado con fluoresceí-
na y, después de lavado para eliminar el m ate­
En los últimos 25 años se han descrito una rial fluorescente no fijado específicamente, se
serie de métodos de interacción primaria para hace la observación microscópica, utilizando
la detección de antígenos y anticuerpos, de una fuente de luz ultravioleta y los filtros ade­
gran sensibilidad y marcada especificidad, en­ cuados. Cuando se emplea la técnica indirecta,
tre los que merecen destacarse el radioinm u­ lo que se añade al portaobjetos que contiene el
noanálisis, el enzimoinmunoanálisis, la inm u­ m aterial antigénico es el antisuero específico
nofluorescencia y, muy recientemente, el inm u­ sin marca. Luego de cierto tiempo de contacto
noanálisis por quimioluminiscencia. Por regla el preparado se lava, se cubre con suero anti­
general se designan con siglas: RIA (radioin- gammaglobulina marcada, se deja reaccionar y
munoanális; IRMA (análisis radioinm unom é­ se lava nuevamente. Se observa con el m icros­
trico); ELISA (análisis con reactivo inm une copio en la forma ya descrita. En el prim er ca­
marcado con enzima); IF (inmunofluorescencia so, si el antígeno ha fijado el anticuerpo con
directa); IFI (inm unofluorescencia indirecta). marca, el complejo emite fluorescencia. En el
Algunas de estas técnicas han sido modificadas segundo caso, el antígeno fija el anticuerpo sin
y no obstante constituir simples variantes de marcar, pero sobre éste se acopla la antigam ­
ellas, se han usado siglas para su identificación, maglobulina marcada, que es la que emite fluo­
las que muchas veces se prestan a confusiones. rescencia (figs. 8-7 y 8 - 8 ).
Todas ellas se caracterizan porque la identi­ C om o en toda reacción inm unológica, son
ficación del antígeno o del anticuerpo tiene lu­ necesarios controles adecuados. El tratamiento
gar por una interacción simple, sin la participa­ previo del material antigénico con antisuero es­
ción de fenómenos asociados, como ocurre en pecífico sin marcar debe inhibir la fijación del
las reacciones de interacción secundaria. mismo anticuerpo con marca y, por otra parte.
170 Aspectos básicos de la inm unidad

Fig. 8-7. In m u n o flu o re s c e n c ia


d irecta e i,udicecta.

Anticuerpo Antígeno Complejo


marcado sin marca Ag-Ac marcado

I: Esquema de reacción de inmunofluorescencia directa

Primera etapa

¥ .

Anticuerpo Antígeno

Complejo Ag-Ac
sin marca sin marca sin marca

Segunda etapa
^\U/, si/-
-4;

~Vs'*
'/ a''
Complejo Ag-Ac Anticuerpo marcado Complejo Ag-Ac
sin marca (antigammaglobulina) marcado

II; Esquema de reacción de inmunofluorescencia indirecta

la adición de antígeno soluble en exceso al an­ cópico. E sta m etodología es la que proveyó
ticuerpo marcado debe inhibir su fijación pos­ una de las evidencias de que las células plas­
terior al antígeno fijado al portaobjetos. máticas son las principales elaboradoras de los
Se obtiene un buen reactivo cuando el anti­ anticuerpos, y que en los linfocitos B existen
cuerpo ha fijado dos o tres grupos fluorescentes inmunoglobulinas de superficie.
por molécula. Si está muy marcado puede teñir De las técnicas descritas, la directa tiene el
inespecíficamente tejidos. Para reducir al míni­ inconveniente de que debe disponerse de anti­
mo este inconveniente, y con el objeto de eli­ cuerpo m arcado con especificidad para cada
minar la mayor parte de la proteína muy mar­ antígeno. La indirecta, en cambio, solamente
cada, es necesario filtrar por Sephadex G-25, utiliza antigammaglobulina marcada con fluo­
resinas intercam biadoras o adsorber el suero rocromo.
con polvo de tejidos, en especial hígado de ra­ Para detalles metodológicos véase el capítu­
tón desecado con acetona. Si el suero tiene un lo 34.
alto título de anticuerpos (3-5 mg/ml), la dilu­
ción para su uso minimiza las tinciones inespe­
cíficas. RADIOINMUNOANÁLISIS (RIA)
La inmunofluorescencia ha sido muy utiliza­ Y A N Á LISIS RADIOINMUNOMETRICO
da, sobre todo para la investigación rápida y es­ (IRMA)
pecífica de agentes infectivos en m ateriales
sospechosos. Empleando anticuerpos con mar­ La cuantificación de pequeñas cantidades de
cas diferentes, ha sido posible investigar más antígenos, no detectables por los métodos con­
de un antígeno en un mismo preparado micros­ vencionales, puede lograrse sin inconvenientes
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 171

B’ig. 8-8. Epim astigotes de T ripanosom a cruzi,


visualizados por inm unofluorescencia indirecta.

si están marcados con átomos radiactivos. M e­ Para la separación del antígeno libre y com­
diante su em pleo ha sido desarrollado el ra­ binado, valores que se usarán para las grafica-
dioinmunoanálisis, método sensible y específi­ ciones, pueden emplearse métodos fisicoquími­
co, muy utilizado sobre todo en endocrinología cos como la electroforesis, adsorciones croma-
para Ja cuantificación de hormonas peptídicas. tográficas, resinas intercarabiadoras, filtración
Se ha usado también con éxito en estudios de por geles, precipitación salina o con polietilen­
interacción hapteno-anticuerpo y en el análisis glicol, etc., o métodos inmunológicos mediante
de hormonas esteroides. el em pleo de un anticuerpo con especificidad
El hecho más significativo del radioinm u­ para la especie animal del anticuerpo q u e en
noanálisis es el de que utiliza una marcación prim era instancia reaccionó con el antígeno
radioisotópica para discriminar entre antígeno (método del doble anticuerpo).
unido al anticuerpo y antígeno libre. El radioi­ Uno de los radioinmunoanálisis más utiliza­
sótopo es un átomo inestable que se va desinte­ dos es el de competición que se basa en el si­
grando y em ite partícu la s subatóm icas y/o guiente principio; si a una serie de tubos que
energía en la forma de radiación, que pueden contienen una mezcla de anticuerpo y antígeno
ser medidas en aparatos apropiados. Cada isó­ radiactivo en cantidad suficiente para saturar el
topo radiactivo tiene una vida media (t 1/2) es­ 50% de los sitios de combinación, se le añade
pecífica, factor limitante para su uso en algu­ cantidades crecientes de antígeno sin m arca,
nos casos. Los átomos radiactivos más utiliza­ habrá competición por la ocupación de esos si­
dos con 3H (t 1 /2 = 1 2 años), '^'C (t 1/2 = 5.730 tios. Se producirá una caída secuencial del antí­
años), 57Co (t 1/2 = 270 días), (t 1/2 = 60 geno marcado combinado a lo largo de la serie.
días), (t 1/2 = 8 días); la energía emitida es­ Con los datos obtenidos puede graficarse antí­
tá constituida por radiaciones P en los dos pri­ geno marcado combinado (escala lineal) versus
meros y Y en los restantes. antígeno sin marcado añadido (escala lo garít­
El marcado de los antígenos con radioisóto­ mica). Dentro de cierto rango, la curva regresi­
pos puede hacerse por diferentes métodos. va es lineal, lo que permite por interpolación de
172 Aspectos básicos de la Inmunidad

los resultados obtenidos en un ensayo similar ma marcado. Por lavado se elimina el anticuer­
con un antígeno sin marca, de concentración po que no se fijó, y el anticuerpo fijado se de­
desconocida, hacer su cuantificación. tecta añadiendo el sustrato correspondiente,
El análisis radioinm unométrico (IRMA), o que desarrollará color en forma proporcional a
inmunoanálisis utihzando anticuerpo marcado la de anticuerpo presente. Como en la inmuno-
con un átomo radiactivo, es cada vez más utili­ fluorescencia indirecta, el ELISA puede desa­
zado y con frecuencia es más sensible y especí­ rrollarse usando antigammaglobulina contra la
fico que el RIA. El fundamento es similar al especie animal a la que pertenece el anticuerpo
del RIA, pero invariablemente usa una técnica usado en la primera etapa, hecho que lo hace
. de separación en fase sóhda del anticuerpo li­ más general y evita el uso del antisuero especí­
bre, para discriminar entre éste y el anticuerpo fico marcado para cada una de las oportunida­
unido al ligando. En este ensayo, la cantidad de des. En este caso se fijan al plástico diferentes
antígeno es medida en función de la cantidad c o n cen tracio n es de antígeno que se hacen
de anticuerpo marcado que se ha unido. Para reaccionar con anticuerpo específico sin m ar­
más detalles sobre el tema véase el capítulo 38. ca. D espués de lavar se añade la correspon­
diente antigammaglobulina marcada con la en­
zima, y transcurrido el tiempo conveniente y
ENZIMOINMUNOANÁLISIS luego de lavar se adiciona el sustrato adecuado
(ELISA) para el desarrollo de color y lectura de los re­
sultados.
La histoquím ica ha provisto los principios Para detalles técnicos véase el capítulo 37.
que han servido de base para el desarrollo de
una nueva metodología inmunológica, la inmu­
noenzimología, que en forma directa o indirec­ INMUNOANÁLISIS CON REACTIVOS
ta permite identificar antígenos. Los fundamen­ M ARCADOS CON SUSTANCIAS
tos son similares a los de la inmunofluorescen­ LUMINISCENTES
cia, de la que se diferencia en que emplea anti­
cuerpos (método directo) o antigammaglobuli­ La luminiscencia es un fenómeno similar al
na (método indirecto) marcados con una enzi­ de la fluorescencia. La diferencia radica en que
ma capaz de desarrollar una reacción colorea­ en la fluorescencia la energía excitante es luz
da. La enzima usada con más frecuencia para el ultravioleta, mientras que en la luminiscencia
marcado es la peroxidasa y el sustrato la o-fe- es provista por una reacción química.
nilendiamina y H , 0 2 . Existen dos tipos de luminiscencia. La “bio-
A provechando la propiedad que tienen las luminiscencia” es una reacción en la que parti­
proteínas de adsorberse a pH 9-10 a tubos, es­ cipa un organismo viviente, tanto del reino ani­
feras, discos o concavidades en placas de plás­ mal como vegetal. Lo hacen a través de un sis­
tico (poiiestireno y polipropileno), se han desa­ tema enzimático, el de la luciferasa. Algunas
rrollado métodos de ELISA que perm iten la luciferasas son específicas para el ATP, casi
cuantificación de pequeñas cantidades de antí­ siempre con producción de un fotón por cada
genos, con una sensibilidad próxim a a la del molécula de ÁTP que reacciona. Otras lucifera­
RIA, y tiene la ventaja de no tener que usar sas, especialmente las de origen bacteriano, son
m aterial radiactivo ni aparatos especiales de menos eficientes y tienen especificidad para
medición de radiactividad. NADH o NADPH. La reacción de “quimiolu-
El m étodo puede desarro llarse fijando al miniscencia” produce luz a partir de reacciones
plástico cantidades limitantes de anticuerpo, el químicas simples, que involucran la acción del
cual se hace interaccionar con diferentes con­ oxígeno o de peróxidos en la oxidación de sus­
centraciones del antígeno que se ha de valorar tratos orgánicos. Como consecuencia de la ex­
y la cantidad adecuada del m ism o antígeno citación, algunas moléculas del sustrato lumi­
marcado con la enzima. La fijación de ésta es­ n iscente em iten fotones m ientras que otras
tará en proporción inversa a la del antígeno no emiten calor. Los sistemas más eficientes son
marcado. Existiendo una fase sólida que retiene aquellos en los que la emisión de fotones es
al antígeno combinado, la discriminación entre máxima. En los sistemas bioluminiscentes, esa
éste y el antígeno libre, será fácil, datos funda­ eficiencia puede variar entre un 10% y un 90%,
mentales para la graficación y cuantificación. m ientras que en los quim iolum iniscentes los
El ELISA puede hacerse también con anti­ valores oscilan en alrededor del 1%.
cuerpo al que se ha fijado la enzim a o anti­ Recientemente se han desarrollado métodos
gammaglobulina (segundo anticuerpo) marca­ de inmunoanáhsis que utilizan este principio,
da. En el primer caso, a cantidades variables especialmente la quimioluminisceneia por ser
de antígeno fijadas al plástico se le añaden de menor costo, no obstante la mayor eficien­
concentraciones constantes de anticuerpo enzi­ cia de los sistemas bioluminiscentes.
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 173

«y

Biotina
Ac

F ig . 8-9. Inm unoanálisis po r form ación de com plejos avidina-biotina.

Una de las reacciones de quimioluminiscen- heminas como catalizadores. La reacción pue­


cia más estudiada es la producción de luz por el de ser catalizada también por peroxidasa a pH
lum inol en presencia de peróxidos, reacción neutro.
que requiere pH alcalino y algunos metales o La luz producida puede ser medida y su in­
174 Aspectos básicos de la inmunidad

tensidad depende de la cantidad de sustancia lentem ente a antígenos o anticuerpos, estos


lum iniscente presente. Si el lum inol u otras productos pueden ser usados para inmunoanáli­
sustancias quimioluminiscentes como el isolu- sis de quimioluminiscencia.
minol, pirogalol, derivados del luminol y éste- La reacción de quimioluminiscencia del lu­
res ele acridinio, entre otras, son unidas cova­ minol es la siguiente;

O
II
C — O-
NH
+ 2 H ,0 , + OH---------— - Luz
^ ^ catalizador X máx. 430 nm)
ilH
C — O'
NH., NH,
‘ O
a-aminoftaiato
Luminol + N ,+ 3H ,0

FORMACION DE COMPLEJOS biotina covalentemente. Después de producida


AVID IN A-BIOTIN A la reacción se lava y se añade avidina marcada
con peroxidasa, y luego se continúa la reacción
La avidina es una glucoproteína que fija la añadiendo el sustrato correspondiente, como se
biotina con una unión de muy alta afinidad (K^ indicó en enzim oinm unoanálisis (fig. 8-9A).
= 10^-“^ M). Ambos reactivos pueden ser fijados También ha dado muy buenos resultados para
en forma covalente a anticuerpos, antígenos, la identificación de anticuerpos monoclonales
enzimas, sustancias fluorescentes, células, etc., (de origen murino). En este caso, al antígeno
productos que pueden obtenerse en el com er­ fijado a una fase sólida se le añade el material
cio. Esto ha hecho que la formación del com­ que contiene los anticuerpos monoclonales que
plejo avidina-biotina sea usado con buenos re­ se han de valorar. Los complejos formádos se
sultados en estudios de interacciones anticuer­ hacen interaccionar luego con suero antiinmu-
po-ligando, facilitando el desarrollo de enzi­ noglobulina de ratón, obtenido de otra especie
moinmunoanálisis, radioinm unoanálisis, estu­ animal, al que previamente se le fijó biotina.
dio de interacciones antígeno-anticuerpo a n i­ Después de lavar se añade avidina marcada con
vel celular, etcétera. peroxidasa y luego se desarrolla la reacción co­
La biotina es un factor soluble del complejo loreada mediante el añadido del sustrato co­
vitamínico B y actúa como coenzima de enzi­ rrespondiente (O-fenilendiamina y H^O,) (fig.
mas involucradas en mecanismos de carboxila- 8-9B),
ción. Se puede copular fácilmente a anticuer­ Han sido descritas diferentes variantes de los
pos o enzimas sin pérdida de su actívidad. Esta dos mecanismos generales señalados.
unión, de tipo covalente, se produce entre el
grupo carboxilo de la biotina -p rev ia activa­
ción- y los grupos amino libres de las proteí­ B IB L IO G R A F ÍA
nas. 1. B erz o fsk y , J A y S ch ec h ter, A N: T h e co n c ep ts o f
La avidina, compuesto proteico de la clara crossreactivity and specificity in im m unology. M ol h n ­
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neralmente se desarrollan fijando el anticuerpo binding eonstant. J A m Chem Soc, 7 /:3 6 3 , 1949.
específico sin marca a una fase sólida. Después 6. E isen, H N: D ete rm in atio n o f an tib o d y activ ity fo r
haptens and antigens by m eans o f fluorescence quen­
de interaccionar con su correspondiente antíge­
ching. En; M ethods in M edical Reserarch. E isen, H N
no el complejo se lava y se le añade el mismo (Ed). V ol X, pág 115. Y ear B ook M ed Publ. C hicago,
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Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 175

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Reac^íión antígeno-anticuerpo in vitro
Interacción secundaria

■RICAF^DO MARGNI 9
Dada Ja especificidad de la reacción antíge- cuyas características dependen en gran parte
’no-anticuerpo, ésta ha sido utihzada con m ag­ del estado físico del antígeno. Esta etapa se
níficos resultados en "a diferenciación e identi­ acelera con la tem peratura, la agitación y es
ficación de microor£ mismos, hematíes, antíge­ electrólito-dependiente.
nos solubles, así como en la investigación y Es importante separar las etapas de la reac ­
cuantificación de anticuerpos séricos, sobre to­ ción antígeno-anticuerpo. Puede ocurrir que se
do con fines de diagnóstico. En este sentido demuestre la presencia de anticuerpo por inte­
han sido muy útiles las diferentes metodologías racción primaria, pero que éste no sea detecta-
aportadas por la serología. ble por interacción secundaria o terciaria. Esto
En un principio se creyó que los diferentes puede ser consecuencia de variaciones cuanti­
fenómenos visuaiizables de las reacciones antí- tativas, ya que para conseguir fenómenos visi­
geno-anticuerpo, como ya se señaló al comien­ bles son indispensables deternrinadas concen­
zo del capítulo 5, dependían exclusivamente de traciones de anticuerpo, y cualitativas inheren­
las características propias y particulares de és­ tes a las propiedades de la clase de inmunoglo­
tos. Hoy se sabe que en ello participan distintos bulina comprometida en la respuesta inmune,
factores. así como de las características del ligando. Si
En la interacción in vitro de un antígeno bien es posible detectar un anticuerpo mediante
con su correspondiente anticuerpo se distin­ estudios de interacción primaria, como ya se ha
guen dos etapas, la reacción prim aría no vi- visto, ello no significa cjue siempre deban ocu­
sualizable y la reacción secundaria, que sigue rrir reacciones secundarias o tei'ciarias.
a !a anterior y se caracteriza por la aparición Las diferentes m anifestaciones de tipo se
de un fenómeno visible como la aglutinación, eundario serán estudiadas en sus pormenores,
la precipitación, etc. Cuando la reacción ocu­ en tanto que las terciarias podrán ser halladas
rre in vivo, como consecuencia de esta inte­ en los distintos capítulos, en especial en el refe­
racción pueden aparecer fenóm enos b iológi­ rente a m anifestaciones de hipersensibilidad.
cos colaterales como la necrosis en la reacción Las metodologías utilizadas para el desarrollo
de Arthus; los fenómenos vasógenos y de con- de las diferentes reacciones secundarias figuran
íractura de la musculatura lisa en la anafilaxia en el capítulo 35.
como resultado de la liberación de histam ina y
otros mediadores quím icos, etc. Estas m ani­
festaciones se consideran com o reacciones P K E C IP IT A C IÓ N
terciarias.
Los mecanismos que regulan la reacción pri­ Cuando un anticuerpo, excepción hecha de
maria ya han sido expuestos en el capítulo 8. los bloqueantes y no precipitantes, es puesto en
Los complejos iniciales que se forman rápi­ contacto con una solución de la macromolécula
damente y sobre los que, dentro de ciertos lími­ que lo originó, se form an com plejos Ac-Ag
tes, las variaciones de temperatura y concentra­ que se insolubilizan luego en su mayor part:
ción salina tienen poca influencia, se agregan dando una reacción de precipitación, que p u e­
luego para dar diferentes fenóm enos visibles de ser total o zonal (fig. 9-1).
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 177

Como expresáramos al comienzo del libro, geno, lo que posibilita la formación de com ple­
ésta es una propiedad de la mayor parte de los jos mixtos Ac-Ag, insolubles (fig. 9 -Ib).
anticuerpos y no una característica particular de Si se utiliza un antígeno marcado fácil de d e­
un determinado tipo al que originalmente se lo mostrar en el precipitado, es posible conocer la
llamó anticuerpo precipitante. composición de los complejos Ac-Ag que p re­
cipitan, y si se analizan los precipitados que se
Precipitación en medios líquidos forman en una serie de tubos en los que se han
colocado cantidades iguales de anticuerpo y
Precipitación cualitativa variables de antígeno, se verá que las relacio­
nes molares Ac/Ag son aproximadamente 1 en
E^sta reacción se produce en dos etapas. En la la zona de exceso de antígeno, 4 en la zona de
inicial, que se desarrolla rápidamente y es in­ equivalencia o proporciones óptimas y 7 en la
fluida muy poco por la temperatura y los elec­ de exceso de anticuerpo. El peso molecular del
trólitos, se forman los complejos Ac-Ag prima­ antígeno ejerce marcada influencia en esa rela­
rios. A medida que el tiempo transcurre, .esos ción. Siendo el peso molecular y la valencia del
complejos iniciales se agregan, originando mi- anticuerpo constantes, mayor número-de m o lé­
celas de diferentes tamaños, las que finalmente culas de éste podrán interaccionar con moléctl-
precipitan. Algunos complejos no alcanzan a las de antígeno grandes que con pequeñas. En
hacerlo y quedan en solución. La velocidad de la zona de exceso de anticuerpo la relación es
sedimentación es proporcional a V-((p-(po) g, 40 para el sistema tiroglobulina-antitiroglobuli-
siendo V el volumen de la partícula, (p y cpo las na (tiroglobulina PM, 700 kD) y 5 para ovoal­
densidades de las partículas y el solvente, res­ búmina-antiovoalbúmina (ovoalbúmina PM , 43
pectivamente, y g, el campo gravitacional. !cD). Con otras proteínas de diferentes pesos
La'tem peratura acelera esta segunda etapa, m oleculares esas relacio n es varían. P a ra la
siendo además electrólito-dependiente. Cloruro gammaglobulina humana (PM, 150 kD) es 7,
. sódico al 0,85% (0,15 M) es la concentración para la ribonucleasa pancreática bovina (PM ,
óptima en la mayor parte de los casos, excep­ 13,6 kD) es 3 y para si virus del mosaico del
ción hecha de los anticuerpos de origen aviario, tabaco (PM, 40.000 kD) es 650. Estos valores
en que se eleva al 8%. Es rnucho más lenta que están influidos por la especie animal de donde
la inicial, puede durar minutos, e incluso horas, proviene el anticuerpo y su grado de inm uniza­
para que se complete. ción, ello como consecuencia de la calidad de
La form ación de agregados es una co n se­ los anticuerpos elaborados. Es conveniente re­
cuencia de la bivalencia de los anticuerpos y cordar que, en el curso de una inm unización,
multivalencia de los antígenos. Con haptenos los anticuerpos que aparecen primero son IgM
monovalentes o antígenos que poseen un solo y luego IgG, si el inmunógeno es T-dependien­
determinante antigénico por molécula, la preci­ te y no debe olvidarse además la existencia de
pitación no se produce. Experiencias muy inte­ anticuerpos no precipitantes capaces de origi­
resantes sobre el particular se han realizado con nar uniones Ac-Ag, pero no de precipitar, por
ribonucleasa pancreática marcada con dinitro­ ser funcionalmente univalentes.
fenol (D NP-RNAsa) en la que las relaciones La formación de estos diferentes complejos
molares eran 1:1. Los sueros de animales in­ ha sido exphcada mediante la llamada teoría
munizados por DNP-BSA no precipitan con ri­ dél enrejado, que considera que la composición
bonucleasa monodinitrofenilada, pero sí lo ha­ del precipitado formado es una consecuencia
cen los de animales inm unizados con ribonu­ del modo en que anticuerpo y antígeno se han
cleasa.; Ello es consecuencia de la presencia de unido. Dada la bivalencia del anticuerpo y m ul­
uú solo grupo DNP y de varios determinantes tivalencia del antígeno, las posibilidades de
aátigéñjcos específicos para ribonucleasa por com binación varían según que en la m ezcla
molécula de DNP-ARNsa. exista exceso de antígeno, exceso de anticuerpo
Un hecho muy particular lo constituyen los o equivalencia de ambos (fig. 9-2). Las fórm u­
anticuerpos m onoclonales, que en su m ayor las de dichos complejos son; Ac^Ag, Ac^Ag pa­
parte no muestran actividad precipitante. Ello se ra la zona de exceso de anticuerpo; ACjAg,
debe a que en muchos de los casos, especial­ Ac^Ag para la zona de equivalencia; y AcAgj,
mente cuando están dirigidos contra macromo­ Ac^Agj para la zona de exceso de antígeno,
léculas en solución, reconocen a un único epito­ constituyendo complejos solubles, que se for­
pe no repetido, lo que les impide formar agrega­ man en la zona de marcado exceso de Ag.
dos. Con los sueros inmunes obtenidos de ani­
males inoculados con macromoléculas, ¡a preci­ Precipitación cuantitativa
pitación tiene lugar, pues en esos sueros hay
una mezcla de anticuerpos capaces de interac­ Si bien la precipitación en medios líquidos
cionar con diferentes epitopes del mism.o antí­ es muy útil para ia identificación de antígenos
178 Aspectos básicos de la inmunidad

F ig. 9 - la . P recipitación en m edio líquido. T ubos a y d,


precipitación zonal con form ación de un precipitado anu­
lar. Tubo b, precipitación total con enturbiatniento. Tubo
c, testigo.

A n tígen o

A nticuerpo m on oclon al S u e ro inm une

V Y VV V anti-a anti-a anti-b anti-c

y
V
C om plejo A g-A c C om plejo insoluble
n o precipitable

Fig. 9 - lb . Interacción de un antígeno que presenta m últiples epitopes (a, b, c) no repetidos, con un anticuerpo m onoclo­
nal (anti-a) y con un suero inm une que contiene anticuerpos anti-a, anti-b y anti-c. Sólo el suero inm une puede originar
com plejos A c-A g insolubles.
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 179

Fig. 9-2. F orm ación de precipita­


Precipitados
dos o com plejos solubles segíin las
concentraciones de antígeno y an­
ticuerpo presentes en la mezcla.

Ac/Ag = 3 Ac/Ag = 2

Complejos solubles formados en exceso de antígeno

O O a-
Ac/Ag = 0,5
= 0 ,6 7

Complejos formados en exceso de anticuerpo

Antígeno

■( ) Anticuerpo

Ac/Ag = 6 Ac/Ag = 5

y anticuerpos, teniendo en cuenta lo expuesto Un hecho que llama la atención, y que pare­
anteriormente, en lo relativo a la formación de cería que está en desacuerdo con lo expresado
los precipitados, ella puede usarse con fines respecto de la formación de. los precipitados, es
cuantitativos y constituye un buen método, para que la cantidad de anticuerpo no aum enta con
la medida de la concentración de los anticuer­ el incremento de antígeno, sino que existe una
pos presentes en un suero. Puede usarse tam ­ zona óptima, llamada zona o punto de equiva­
bién para medir niveles de antígeno. lencia, ubicada entre las zonas de exceso de an­
Si suponemos que se desea valorar un suero ticuerpo y exceso de antígeno, donde la preci­
antineumocócico tipo III y disponemos del po- pitación es máxima. Si se analiza el sobrena­
lisacárido antigénico suficientemente purifica­ dante de ese tubo, recurriendo a métodos sufi-
do, el método que se ha de seguir es el siguien­
te: en una serie de tubos se colocan voliimenes
iguales del suero para valorar y cantidades cre­
cientes del poiisacárido. Después de la incuba­ C u a d ro 9-1. Valoración de anticuerpos anti-
ción, y producida la precipitación, todos los tu­ polisacáridos neumocócico tipo III
bos son centrifugados y los precipitados lava­ A n á lisis
Poiisacárido
dos con solución salina tamponada (NaCl 0,15 neum ocócico Proteína del sobi'en a d a n te
M, fosfato 0,01 M, pH 7,6) para elim inar las Suero tipo III del ppdo^ Exceso E xceso
proteínas séricas no específicas contaminantes. mi Hg/0,5 rnl (Ac) mg de Ag d e Ac
Si por cualquier procedim iento sensible (mi-
1 25 1,61 +
croKjeldahl, Folin-Ciocalteau, espectrofotome- 1 50 3,32 .... +
tría) valoramos la proteína de los precipitados, 1 75 4,15 - -1-

ella corresponderá al anticuerpo, ya que el antí­ 1 100 4,75 - +


geno no tiene carácter proteico (cuadro 9-1 y 1 150 4,96 -

1 200 4,07 -h -
fig. 9-3), Cuando se hacen estas valoraciones 1 300 3,19 + -
es necesario añadir EDTA al suero para evitar 1 400 2.53 + -
la copreeipitación del complemento.
180 Aspectos básicos de la inm unidad

Sobrenadante

|j,g de Ag añadido

Fig. 9-3. Curva de precipitación correspondiente al sistem a polisacárido neum ocócico tipo Ill-antipolisacárido, elaborada
con los datos del cuadro 9-1.

cientemente sensibles, se observa que en él no DNP-SAB (dinitrofenil seroalbúmina bovina),


hay exceso de anticuerpo ni de antígeno. Ello por lectura espectrofotom étrica a 360 nm se
significa que el anticuerpo contenido en ese puede determinar la concentración de antíge­
precipitado corresponde a la totalidad de él, no y a 280 nm su contenido proteico. C ono­
existente en el suero para valorar. ciendo este hecho de antemano es posible, por
Este hecho se explica si se tiene en cuenta simple sustracción, calcular la proteína anti­
que la reacción de precipitación es reversible y cuerpo del precipitado (véanse cuadro 9-2 y
que tiene lugar bajo rigurosas condiciones de fig. 9-4).
equilibrio: En caso de que el antígeno no tuviese marca,
ovoalbúmina por ejemplo, es necesario por el
Ag . Ac análisis de los sobrenadantes frente a antígeno
: + Ac
(precipitado) y frente a anticuerpo, por separado, determinar
la zona de equivalencia. Como en ese punto la
En exceso de Ag el equilibrio se desplaza, precipitación del antígeno es total, restando del
formándose complejos solubles, y disminuye precipitado la cantidad de él añadida conocere­
por lo tanto la cantidad de anticuerpos en el mos la cantidad de proteína anticuerpo (véase
precipitado: cuadro 9-3).
Cuando en la valoración de anticuerpos por
Ag Ac + Ag Agj Ac
precipitación el punto de equivalencia se deter­
(precipitado) (soluble)
mina mediante la investigación de exceso de Ac
El mismo efecto anterior puede lograrse aña­ o de Ag en el sobrenadante, es indispensable
diendo exceso de hapteno al precipitado. En es­ que el antígeno empleado en este examen sea de
tas condiciones pueden form arse com plejos la máxima pureza. Si no fuese así, la mayor pre­
Hp^ Ac solubles, hecho éste que se emplea con cipitación podría corresponder a mezcla de anti­
suma frecuencia cuando quieren disociarse pre­ cuerpos y además podría ocurrir que anticuer­
cipitados para la purificación de anticuerpos. pos contra la im pureza, que se encuentran a
La mayor o menor cantidad de Hp^ Ac formado concentraciones distintas de las del anticuerpo
dependerá de la afinidad de aquél por el antíge­ para valorar, tengan zonas de equivalencia dife­
no y el hapteno. rentes y dificulten el análisis (fig. 9-5).
Si el anticuerpo para valorar fuera específi­ Si el antígeno empleado en la inmunización
co contra un antígeno proteico, el método de y en la valoración es una proteína con varios
valoración para emplear sería el mismo, pero determ inantes antigénicos, ovoalbúm ina por
en este caso la proteína del precipitado no se­ ejemplo, el título obtenido corresponderá a más
ría exclusivaiíiente anticuerpo. Si el antígeno de un anticuerpo que han precipitado simultá­
tuviera una m arca identíficable, por ejem plo neamente. El problema se complica aun más si
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 181

ng de Ag añadido

F ig . 9-4. C urva de precipitación correspondiente al sistem a D N P -anü-D N P, elaborada con los datos del cu a d ro 5-3.

se tiene en cuenta que cada uno de los determi­ com binación del anticuerpo son bloqueados
nantes puede tener una heterogeneidad distinta por el hapteno, imposibilitando la interacción
con respecto a la afinidad. posterior del antígeno.
Mediante este método ha sido posible tener
Inhibición de la precipitación m ejor información sobre la especificidad del
po r haptenos anticuerpo que cuando se emplea la precipita­
ción cualitativa.
Siendo el hapteno la parte de la molécula an­ El método también puede hacerse cuantitati­
tigénica que le confiere la especificidad, es ló­ vo y generalmente se elige como punto final de
gico que el anticuerpo originado reaccione con la reacción el 50% de inhibición.
ambos. Si bien la interacción directa anticuer- Tiene la ventaja de permitir la medición de
po-hapteno (A c-H p) no puede v isualizarse, la capacidad inhibitoria de haptenos relaciona­
puede ponerse de manifiesto mediante la inhi­ dos y establecer comparaciones entre ambos,
bición de la precipitación cuando es añadido el en especial sus afinidades con relación al antí­
antígeno. Durante la primera etapa, los sitios de geno inmunizante (fig. 9-6).

C u ad ro 9-2. Valoración de anticuerpos antidinitrofenol (anti-DPN)


DO D O (360) DO (280) A c en A g en
Suero A ntígeno x 0 ,6 2 corregido ppdo. ppdo. Relación
mi ¡lg/0,2 m i 360 280 (a) (b) (a-b) - mg fíg Ac/Ag

0,5 40 0,290 1.060 0,180 0,880 1,10 53 20,7


0,5 75 0,385 1,221 0,238 0,983 1,22 70 17,4
0,5 100 0,502 1.305 0,311 0,994 1,25 92 13,4
0,5 125 0,611 1.542 0,379 1,163 1,45 112 12,9
0,5 150 0,740 1,634 0,458 1,176 1,47 136 10,8'
0,5 175 0,796 1.609 0,493 1,116 1,39 145 9.5
0,5 200 0,737 1,530 0,457 1,073 1,34 135 9,9

S u ero valorado: su ero de co n e jo in m u n iz ad o con g am m a g lo b u lin a h u m a n a d in itro fen o la d a (D N P -H G G ).


A n tíg en o em p lea d o : alb ú m in a b o v in a din itro fen o la d a (D N P -B S A ). P ara D O (3 6 0 nm ) = 1 c o rresp o n d e n 93 }Xg d e antígeno (fig . 35-1).
Inc u b ació n : 1 h o ra a 37"C y 24 h o ra s a 4 ‘'’C.
í.ec tu ras: esp e ctro fo to m étric as (v o lu m en final d e lo s tu b o s 2 m i).
10/E^^i^, p ara la Ig G d e conejo: 0,625.
C álculos:
A n ticu e rp o en el p p d o .: D O (280 n m ) (a-b) x 2 x 0 ,6 2 5 : m g/ppdo.
A n tíg en o en el p p d o .: D O (360 nm ) x 2 x 93: )ig/ppdo.
R elación A c/A g: [ig A c en p p d o /|ig A g en ppdo.
T ítu lo d e an ticu e rp o s anti-D Ñ P : m á x im a cantidad d e A c en ppdo. x 2.
P ara el ca so de an alizado: ] ,5 x 2 = 3 m g - mi"' de suero.
182 Aspectos básicos de la inmunidad

Fig. 9-S. C urva de precipÍT


tación efectu ad a con suero
d e o v e ja in m u n iz a d a con
H G G -D N P. En los solwena-
d a n te s se o b s e rv a n tu b o s
c o n e x c e s o d e A g y A c.
Ello es debido a que se trata
de un sistem a m ultiespeeífi-
co, constituido por anticuer­
pos anti-H G G (-------) y an­
ti-DN P

|ig de Ag añadido

-Precipitación con HGG - DNP


-Precipitación con HGG
-Precipitación con BSA - DNP

Reacción de floculación Parecería que es una propiedad dependiente


más de los anticuerpos que de los antígenos.
Un hecho no bien entendido es la llam ada Los sueros que dan floculación son los que se
reacción de floculación. Ésta se caracteriza por obtienen por inmunización de caballos con al­
no formar precipitados hasta que la cantidad de gunos tipos de proteínas, en especial toxinas
antígeno añadido no exceda de ciertos límites, m icrobianas, como la diftérica y la tetánica.
cosa que no ocurre con la precipitación. Aquí Los sueros de los mismos animales inoculados
hay formación de agregados que sedimentan con con polisacáridos se comportan como precipi­
el añadido de cantidades mínimas de antígeno. tantes y no como floculantes. Los conejos, ca­
En la floculación, los complejos formados se bras y ovejas dan sueros precipitantes, cual­
agregan y sedimentan en un rango nruy estre­ quiera que sea el tipo de antígeno empleado.
cho de la relación Ac/Ag; en la zona de exceso En el hombre se ha observado que algunos
de antígeno y exceso de anticuerpos sólo se sueros provenientes de enfermos con tiroiditis
forman complejos solubles. En la precipitación de fíashimoto, enfermedad en la que aparecen
esto es bien manifiesto en la zona de exceso de autoanticuerpos antitiroglobulina, se com por­
antígeno (fig. 9-7). tan como floculantes.

C u ad ro 9-3. Valoración de anticuerpos antio­


voalbúmina
O voal­ Proteína Análi'sis
búm ina DO del d el sobrenadante
Suero llg/0,2 (280 ppdo. Exceso Exceso
ml ml nm,} mg deA g cleA c

0,5 50 0,820 1,03 _ +


0,5 75 1,150 1,44 - +
0,5 100 1,350 1,69 - +
0,5 125 1,550 1,94 _ +
0,5 150 1,795 2,24 _

0,5 175 1,725 2,16 + -


|iM de hapteno añadido _
0,5 200 1,610 2,01 +
0,5 225 1,525 1,90 + -
F ig. 9-6. G raficación de los resultados obtenidos en la in­ C álculos;
hibición de la precipitación por un hapteno. Sistem a reacti­ D O (280) X 0 ,625 x 2: P ro teín a del pre cip ita d o .
vo: D N P-anti-D N P. A nticuerpo: 0,5 m l de suero de oveja (P roteína del ppdo. en zo n a d e eq u iv a le n cia) - (A g a ñ a d id o en zona
anti-D N P (inm unizada con D N P-H G G ). A ntígeno: 150 lig de eq u iv a le n cia) = A n ticu e rp o en ppdo. en zo n a de eq u iv a le n cia.
D N P-BSA (dosis óptim a). H apteno: dinitrofenol (D NP). P ara el caso analizado: 2 ,2 4 - 0,15() = 2 ,09 m g/0,5 m l d e suero.
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 183

Fig. 9-7. Curvas de


p recip itació n y flo-
culación. En la p re ­
cip ita c ió n sólo hay
fo rm a c ió n de c o m ­
p le jo s s o lu b le s en
exceso de antígeno,
en ta n to q u e en la
f lo c u la c i ó n e llo
ocurre en exceso de
an tíg en o y de a n ti­
cuerpo.

P R E C IP IT A C IÓ N

Los sueros con anticuerpos que dan precipi­ trando, creando un gradiente de concentración.
tación se identifican como de tipo R, y como de En la interfase gel-líquido no se form an preci­
tipo H los que producen floculación. pitados, dada la alta concentración antigénica,
Esta denominación se ha adoptado teniendo y aparecen con la forma de bandas cuando la
en cuenta que los sueros de conejo (rabbit) y concentración del antígeno que ha difundido es
los de caballo (horse) son los que tienen esas la óptima.
características. Si en el suero había más de un anticuerpo y
en la solución añadida más de un antígeno que
Precipitación en medios con geles se correspondan, se formarán tantas bandas de
precipitación como sistemas hayan interaccio­
Las macromoléculas pueden difundir libre­ nado.
mente a través de geles; esta difusión está limi­ Esto no es exacto, pues si se tiene en cuenta
tada por la concentración del gel. Empleando que estas separaciones dependen de las veloci­
soportes adecuados, en especial aquellos que dades de difusión de las diferentes moléculas
como base tienen agar disuelto en electrólitos, antigénicas, sólo será cierto si aquéllas son dis­
es posible hacer migrar antígenos y anticuerpos tintas. El número de bandas de precipitación
de modo que al encontrarse interaccionen. Pue­ nos indica la cantidad mínima de sistem as reac­
den utilizarse también geles con base de pecti- cionantes presentes. Esto también es relativo,
na, alginatos, poliacrilamida y aun tiras de ace­ ya que es indispensable que los reactivos no es­
tato de celulosa gelatinizado. tén a concentraciones inferiores a las necesarias
Los precipitados que se originan se visuali­ para que la reacción ocurra.
zan como nítidas bandas de precipitación, que Teniendo en cuenta que la velocidad de mi­
permanecerán estables mientras un mayor aflu­ gración depende del coeficiente de difusión del
jo de moléculas de los reactivos no provoquen antígeno y de su concentración, Oudin trató de
redisolución. aplicar las leyes de la difusión con el objeto de
Se han descrito numerosas técnicas cualitati­ transform ar el m étodo en cuantitativo, estu­
vas y cuantitativas basadas en este principio, diando los factores que influyen en la forma­
entre las que pueden citarse la difusión simple ción de los precipitados. Las fórmulas para la
monodimensional, doble difusión monodimen- cuantificació n p ropuestas por él son las si­
sional, doble difusión bidimensional, difusión guientes:
radial, inmunoelectroforesis.
1) h =K
Difusión simple monodimensional VT

M étodo conocido también como técnica de


2) ÍL = y lo g ^
Oudin simple, por ser éste el autor que lo des­
cribió; consiste en colocar en un tubo de ensa­ VF Ago
yo pequeño agar fundido (solución al 1% en
NaCl 0,15 M) mezclado con un volumen igual
del antisuero para analizar. Producida la solidi­ , h Ag
— = a log —
ficación, se añade la solución de antígeno. Por
difusión a través del gel el antígeno va pene­ VF Ago
184 Aspectos básicos de la inmunidad

h es la distancia desde el borde del gel a la ban­


da de precipitación en un tiempo t; y y a son
constantes y Ag y Ac las concentraciones ini­
ciales de antígeno y de anticuerpo. Agg y ACg
Solución Ag + agar
son los correspondientes valores extrapolados de Ag ai 1%
para en S.F.

h
— = O r 0,5%
VT
La fórmula 2 se aplica cuando el anticuerpo Solución
de Ac Ac + agar
es constante y el antígeno variable, y la 3, en el en agar ai 1%
caso contrario.
Posteriormente, el mismo autor pudo com­ Difusión simple Difusión dobie
probar que hay una relación lineal entre K y lo­
garitmo de la concentración antigénica (log C)

para valores bajos de ~ y entre y el mis-


h
mo logaritmo para valores altos de — . En con-
VF Ag Ag
secuencia, para bajas concentraciones antigéni-
h
se aproxima a log C, mientras que a al­
VT
tas concentraciones lo hace a —
VT
Ac Ac Ac
Han sido propuestos otros métodos de cuan­
tificación incluso el empleo de densitómetros
especialmente diseñados, pero a pesar de ello Precipitación en Precipitación en Precipitación en
actualmente sólo se utilizan como metodología exceso de Ac zona de equivalencia exceso de Ag
cualitativa, ya que para la cuantificación de Ag F ig. 9-8. A . Esquem atización de la inm unodifusión sim ­
y Ac existen otros métodos más eficientes. ple y doble. B . Los tubos indican las características de la
banda de precipitación en la inm unodifusión doble, la que
es nítida y está ubicada en el centro cuando se form a en la
Difusión simple bidimensional zona de equivalencia, y d ifusa y desplazada cuando io h a­
ce en p resen cia d e exceso de an tígeno o an ticu erp o . La
En este caso, la reacción se efectúa colocan­ banda se desplaza hacia la zona del antígeno, y la red iso lu ­
do en la parte inferior del tubo un volumen de ción del precipitado (zona difusa) se produce del lado don­
agar al 1% fundido, mezclado con partes igua­ de está ubicad o el an ticu erp o cu ando h ay exceso d e él;
ocurre lo contrario cuando el antígeno es el que se encuen­
les del antisuero. Producida la gelificación, se tra en m ayor concentración.
agrega agar al 0,5% en solución salina, en un
volumen igual a la mitad del anterior. Después
de la solidificación se cubre todo con un volu­ cuando hay exceso de anticuerpo, y ocurrirá lo
men de agar al 1% fundido, mezclado con igual inverso en caso contrario.
volumen de la solución antigénica. Éste es un buen método cualitativo que per­
Antígenos y anticuerpos migrarán hacia la mite demostrar varios sistemas reactivos simul­
zona media y, cuando los que son equivalentes táneos, cosa que no ocurre en la precipitación
se encuentren, interaccionarán desencadenán­ en medios líquidos (figs. 9-8 y 9-9). Pueden
dose la precipitación cuando las concentracio­ detectarse hasta 10 |J,g por mi de anticuerpo.
nes sean las óptimas. Si las cantidades de Ag y
Ac añadidas son las que corresponden a la zona Doble difusión bidimensional
de equivalencia, la precipitación se producirá
en la parte central de la zona de reacción y las Un método interesante de doble difusión en
bandas formadas serán nítidas y estables, en placas fue descrito por Ouchterlony, que luego
tanto que estarán desplazadas hacia los extre­ fue transformado en micrométodo al emplear
mos cuando estas condiciones no se cumplan, y portaobjetos cubiertos con agar al 1,5% en so­
en parte se redisolverán. Estando la difusión en lución salina como base de la reacción. Consis­
relación directa con la concentración de la sus­ te en enfrentar en pequeñas perforaciones efec­
tancia que difunde, la banda de precipitación tuadas en el agar, y a distancias convenientes,
estará m ás próxim a a la zona del antígeno las soluciones de antígeno y anticuerpo.
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 185

F ig . 9 -9 . In m u n o d ifu sió n d o b le en
exceso de antígeno (1), zona de equi--
v alen cia (2) y ex c eso de an ticuerpo
(3). L as ban d as de p re c ip ita c ió n de
los tubos 4 y 5 corresponden a ia inte^
racció n de distintos sistem as a n tíg e­
no--anticuerpo.

Al difundir ambos y ponerse en contacto, m ediante el empleo simultáneo, en el mismo


producirán una banda de precipitación cuando esquema de reacción, de antígenos y anticuer­
estén en la relación óptima. Si la concentración pos conocidos. O riginariam ente O uchterlony
de Ag y Ac colocados en los reservorios es la describió, de acuerdo con este hecho, tres tipos
que corresponde a la zona de equivalencia, la de reacciones y el esquema correspondiente a
banda de precipitación estará situada aproxima­ ellas puede verse en la figura 9-11. Fueron de­
damente en la distancia media que separa esos nom inadas como reacciones de identidad, no
reservorios. Cuando hay exceso de Ag o de Ac, identidad e identidad parcial.
la banda de precipitación formada estará próxi­ En el primer caso, los dos sistemas reactivos
ma al reservorio del anticuerpo o del antígeno, se funden en una única banda de precipitación.
respectivamente. Si los sistemas no son iguales (reacciones de
Con esta técnica puede tenerse una idea de no identidad), cada uno reacciona independien­
las relaciones entre los pesos moleculares de tem ente originando bandas de precipitación
los antígenos y anticuerpos reaccionantes. Tra­ que se cruzan. Cuando uno de los antígenos
bajando con concentraciones óptimas de Ag y analizados tiene algún com ponente capaz de
Ac, si la banda de precipitación formada es rec­ dar una reacción cruzada con el anticuerpo ela­
ta, indica que los pesos moleculares de ambos borado por el otro (identidad parcial), las ban-
son muy próximos. Si la banda es cóncava con
respecto al reservorio del antígeno, señala que
el peso molecular de éste es superior al del an­
ticuerpo, siendo m enor en el caso en que la
banda presente convexidad.
Todo esto es una consecuencia de las leyes
generales de la difusión, que establecen que la
distancia a la que una sustancia difunde está en
relación directa con su concentración y en rela­
ción inversa con su peso molecular. Mediante
esta metodología es posible identificar varios
sistemas reaccionantes simultáneamente, pues
cada uno de ellos dará una banda de precipita­
ción específica y, además, investigar reaccio­
nes cruzadas, pues en estos casos habrá fusión
de bandas. Teniendo en cuenta ello se han idea­
do distintos modelos de matrices con las que
pueden elaborarse diferentes esquemas reacti­
vos (fig. 9-10).
Este método resulta muy interesante porque F ig . 9-10. D istin to s esquem as para inm unoprecipitación
permite identificar las bandas de precipitación en p lacas de agar (técnica de O uchterlony).
186 Aspectos básicos de la Inmunidad

F ig . 9-11. E squem as de rea c c iO '

das de precipitación de ambos sistemas se unen geneidad de antígenos y anticuerpos purifica­


y funden parcialm ente en una banda, apare­ dos. Resulta muy útil también para la búsqueda
ciendo una prolongación o espolón en la co­ de impurezas, lo cual está limitado por la con­
rrespondiente al antígeno que se empleó para la centración en que ellas se encuentren presentes,
obtención del antisuero. Esto indica que en este ya que la precipitación se hace visible cuando
antígeno hay componentes antigénicos no com­ los reactivos exceden valores mínimos. Para
partidos con el restante. obviar este inconveniente, en la práctica se em ­
Las reacciones descritas son las que respon­ plean generalm ente altas concentraciones de
den a los lincamientos generales de los esque­ Ag y Ac que, si bien no resultan útiles para el
mas expuestos y muy especialm ente cuando sistema principal, pues deja de estar en las con­
Ag y Ac están en relaciones óptimas. Variacio­ diciones óptimas, perm iten aumentar la con­
nes en sus concentraciones pueden influir en centración de la impureza y asegurar su preci­
los resultados, hechos éstos que deben tenerse pitación.
muy en cuenta para su interpretación correcta.
La figura 9-12 muestra algunos de ellos. Difusión simple en placa o difusión radial
La difusión doble en placa es un excelente
método cualitativo para el estudio de la homo- Es un método que resulta poco útil desde el
punto de vista cualitativo, ya que la doble difu­
sión descrita por Ouchterlony provee mayor in­
formación. En líneas generales, consiste en la
preparación de una placa con agar al 3% en so­
lución salina, al que previa fusión se le añade
un volumen igual del suero inmune que contie­
ne los anticuerpos. Producida la soUdificación,
10 se practican orificios en la placa y en cada uno
de ellos se colocan los antígenos para analizar.
Si los sistemas son equivalentes rodeará al ori­
ficio un círculo de precipitación, pero pueden
aparecer varios si se encuentra presente más de
un sistema reaccionante.
Este método ha dado magníficos resultados
para la cuantificación de antígenos; permite de­
tectar en mezclas cantidades mínimas, proble­
ma que no había sido resuelto hasta ese m o­
mento. Cuando un antígeno es colocado en el
orificio circular practicado en la placa de agar
adicionado de anticuerpo m onoespecífico di­
funde en form a radial y, de acuerdo con los
principios básicos de la difusión, el diámetro
A íá del halo de precipitación está en relación direc­
ta con su concentración. Si esta operación se
efectúa colocando en varios orificios de la pla­
ca cantidades variables conocidas del antígeno
F ig . 9 -1 2 . In m u n o p re c ip ita c ió n en p la c a (m é to d o de específico para el antisuero m ezclado con e!
O uchterlony). Pueden apreciarse sistem as sim ples y m últi­ agar y se deja a tem peratura am biente hasta
ples, bandas de identidad, y de no identidad. que el halo de precipitación no se modifique.
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 187

F ig . 9 - 1 3 . C u rv a p a r a la
cuantificación de antígenos
por in m u n o d ifu sió n radial.
El s is te m a u s a d o p a ra su
elaboración ha sido seroal­
búm ina hiim ana-antiseroal-
búm ina hum ana. P arte infe­
rior: fo to g ra fía de los d iá ­
m etros de los halos de p re­
cipitación.

Antígeno (mg/ml)

Reoforesis
con los resultados obtenidos se puede confec­
cionar una curva relacionando la superficie de
los círculos de precipitación o sus r^ con las co­ Es un método de inmunodifusión que se basa
rrespondientes concentracio n es an tigénicas en los siguientes hechos: si en una p la c a de
(fig. 9-13). Esta curva permite calcular la con­ agarosa o agar purificado que contiene anti­
centración de ese mismo antígeno en cualquier cuerpo en un orificio central y antígeno en los
inuestra desconocida, ya que estableciendo circundantes, o viceversa, se confecciona sobre
cuál es el diám etro del halo de precipitación el gel una canaleta periférica en la que se colo­
para un volumen añadido se puede determinar ca buffer y se perfora centralmente la tapa de la
r^ y, con el auxilio de la curva de precipitación, placa, como consecuencia de la evaporación a
establecer la concentración antigénica en él. través de este orificio se originan corrientes del
Por simple cálculo podrá determinarse luego su líquido que obligan al material contenido en los
concentración por ml. La confección de la cur­ orificios periféricos a desplazarse hacia el cen­
va y la valoración del desconocido conviene tro, con lo que se logra una interacción antíge­
h acerlas sim ultáneam en te con el o b jeto de no-anticuerpo más efectiva y por lo tanto mejo­
igualar las condiciones de la reacción. res arcos de precipitación. La figura 9-14 es­
La difusión radial se utiliza con muy buenos quematiza lo expuesto.
resultados en la valoración de proteínas que se
encuentran presentes en mezclas complejas co­ Inmunoelectroforesis
mo lo son los componentes del suero humano.
Es indispensable disponer para ello de antisue­ Grabar y Williams tuvieron la feliz id ea de
ros monoespecíficos destinados a los antígenos concebir un método analítico de proteínas aJ
que se quieren valorar. que llamaron análisis inmunoelectroforético y
188 Aspectos básicos de la inmunidad

Base Tapa como placas de corrida y desarrolló un método


llamado microinmunoelectroforesis, que es el
que se emplea actualmente.
En el comercio existen diferentes modelos
de aparatos con sus correspondientes fuentes
de poder, cubas y matrices para la confección
de las placas, lo que facihta las tareas.
Como el agar no es una sustancia absoluta­
mente neutra, un fenómeno secundario, la elec­
troendósm osis, acompaña a la eleetroforesis,
que consiste en un movimiento de la totalidad
del líquido que em bebe el gel en el sentido
opuesto al de la corriente eléctrica. En efecto,
conteniendo buffer los diferentes soportes (agar, agarosa, acetato
de celulosa) cuando se impregnan en el buffer
F ig . 9-14. E squem a de re o fo re s is ,------- ^ indican el senti­ alcalino, dada su naturaleza, exhiben cargas ne­
do de la corriente líquida originada por la evaporación a gativas. Ello hace que el agua se cargue positi­
través del orificio central de la tapa. vamente dando una unión muy débil con aqué­
llos. Como los soportes no pueden m overse
cuando se aplica la corriente eléctrica, las mo­
que resulta de extraordinario valor para los léculas de agua se disocian y se dirigen al polo
exámenes inmunoserológicos e inm unoquími­ negativo (cátodo). El efecto será más o menos
cos. Si se efectúa la separación electroforética intenso según la naturaleza del soporte; en el
de los constituyentes de una mezcla de antíge­ caso de los medios gelosados, el efecto es má­
nos, en gel de agar como soporte, y aprove­ ximo para el agar y mínimo para la agarosa. In­
chando la técnica de Ouchterlony se hace di­ fluyen tam bién en este fenóm eno el pH , la
fundir lateralmente un inmunosuero específico fuerza iónica y el potencial aplicado. Este mo­
para los constituyentes de la mezcla en estudio, vimiento es regular y no interfiere en los des­
en las zonas correspondientes a la interacción plazam ientos por eleetroforesis. Si estas dos
de cada antígeno con su anticuerpo aparecerá migraciones son iguales tendremos la im pre­
una banda de precipitación. Su ubicación de­ sión de que la sustancia no se ha movido; en
penderá de la movilidad electroforética y velo­ cambio su movilidad será la del sentido de la
cidad de difusión del antígeno, lo que permite corriente, aunque más reducida, si sus molécu­
hacer las diferenciaciones (figs, 9-15 y 9-16). las están fuertemente cargadas. Las moléculas
Algunos antígenos, incluso, pueden ser identi­ poco cargadas son desplazadas por electroen­
ficados mediante reacciones particulares sobre dósmosis en sentido contrario al de su migra­
las bandas de precipitación, aprovechando la ción electroforética real. Las sustancias neutras
presencia en el antígeno de algún grupo reacti­ sólo son movilizadas por la corriente endosmó-
vo especial que pueda ser demostrado por una tica y ocuparán, después de la corrida electro­
reacción química o enzimática. forética, una posición que correspondería al
Para su puesta en marcha no son necesarios punto cero de migración. Este hecho obliga a
dispositivos complicados. Solamente hace falta depositar la sustancia para analizar, si es desco­
una fuente de poder capaz de proveer el voltaje nocida, en un reservorio confeccionado en el
y miliamperaje indispensables, agar purificado, centro de la placa para evitar que algunos cons­
cubas de material plástico, soluciones regula­ tituyentes se desplacen fuera de ella. Para sus­
doras, inmunosueros y algunos reactivos colo­ tancias conocidas, la siembra podrá efectuarse
rantes. en el punto más conveniente, de acuerdo con su
El agar que se utilizará debe ser de muy bue­ comportamiento.
na calidad, libre de impurezas, ya que si éstas Cuando se trabaja con el material indicado,
son de carácter antigénico pueden incidir en los una corriente de 6 volts/cm permite una buena
resultados. El gel se prepara disolviendo el agar separación en 75 minutos. La inmunoprecipita­
al 1,25% en el buffer adecuado; el más usado es ción tiene lugar en las 24 horas siguientes. El
el de veronal sódico de fuerza iónica 0,05, ajus­ examen de las bandas obtenidas puede hacerse
tado a pH 8,4 con ácido clorhídrico IN. directamente o por coloración con negro am i­
Las placas inicialm ente usadas por Grabar do, nigrosina, fucsina ácida, azocarmín u otro
para las corridas elec tro fo réticas eran muy colorante, previa desecación del ge! de agar.
grandes, lo que significaba largos tiempos de Pueden emplearse otros soportes diferentes
corrida e inm unoprecipitación y consum o de del agar, y merecen destacarse las tiras de ace­
apreciables cantidades de antisuero. Scheide- tato de celulosa gelatinizado, por su gran poder
gger propuso luego el empleo de portaobjetos de resolución (fig. 9-17).
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 189

A B
A = esquema para inmunoelectroforesis con un antígeno (a) y dos inmunosueros (1 y 2)
B = esquema para inmunoelectroforesis con dos antígenos (a y b) y un inmunosuero (1)

A = electroforesis en agar
B = esquema de la inmunodifusión posterior a la electroforesis
C = inmunoprecipitación

F ig . 9-15. Inm unoelectroforesis.

“Crossing-over” electroforesis dica. Haciendo un estudio de las distancias a


o contrainmunoelectroforesis las que pueden sembrarse los antígenos y los
anticuerpos, puede lograrse que el desplaza­
Durante la electroforesis en medios gelosa- miento sea convergente y, como consecuencia,
dos a pH 8, las gammaglobulinas y por lo tanto que en la zona de interacción se produzca una
los anticuerpos, no obstante estar cargados ne­ banda de precipitación (fig. 9-18). Este método
gativamente, se desplazan hacia el cátodo co­ se desarrolla en corto tiempo, 20-30 minutos, y
mo consecuencia del flujo endosmótico origi­ perm ite identificar antígenos y anticuerpos en
nado en el proceso. Otras proteínas antigénicas m uestras de sueros desconocidos. H a tenido
en esas condiciones migrarán en dirección anó- gran aplicación, especialmente en la investiga­
190 Aspectos básicos de la inmunidad

I^ig. 9-lí». Inm unoelectroforesis en agar de suero hum ano.

ción del agente causal de la hepatitis viral (an­


tígeno Au).

Electroinmunodifusión o “rocket”
electroforesis
Es un método que sirve para cuantificar pro­ Fig. 9 -Í8 . C ontrainm unoelectroforesis. Sistem a analizado
teínas. Cuando una partícula antigénica se des­ alb ú m in a h u m an a (d erecha); a n tialb ú m in a h u m a n a (iz ­
plaza bajo la acción de un campo eléctrico, en quierda). Soporte: agar.
un medio soporte que contiene el correspon­
diente antisuero, durante la migración electro­ cuerpos, el efecto de electroforesis cruzada no
forética el antígeno y su correspondiente anti­ se cumple en condiciones óptimas.
cuerpo van formando líneas de precipitación en Cuando se hacen estas determinaciones es ne­
el sentido de la corrida; el frente de ella experi­ cesario correr simultáneamente una muestra del
menta sucesivas precipitaciones y redisolucio­ mismo antígeno de concentración conocida, ya
nes, y concluye en un pico delimitado por un que la cuantificación se hará relacionando las al­
precipitado estable formado cuando la concen­ turas de los picos de precipitación obtenidos.
tración del antígeno remanente es mínima. Es­
tos arcos de precipitación, dada su forma pun­ Electroforesis cruzada
tiaguda (fig. 9-19), han sido denominados ro-
ckets y su altura depende de la concentración Laurell describió una modificación de la in­
del antígeno en cuestión. Como soporte de co­ munoelectroforesis, que puede ser utilizada con
rrida puede usarse agarosa o acetato de celulo­ fines cualitativos y cuantitativos. Resulta su-
sa gelatinizado.
El método, descrito por Laurell, tiene ciertas
limitaciones. Proteínas antigénicas como las in­
m unoglobulinas no puede ser cu antificadas
adecuadamente ya que por su movilidad elec­
troforética similar a los correspondientes anti-

B’ig. 9-17. Electroforesis (parte sup erior) e inm unoelectro­


foresis (parte in ferior) en acetato de celulosa de suero hu­ Fig. 9-19. “R ocket” electroforesis desarrollada en acetato
mano. de celulosa gelatinizado.
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 191

mámente útil para estudios de proteínas séricas


y puede desarrollarse sobre agarosa u otros ge­
les, incluso acetato de celulosa.
Cuando se utiliza agarosa como soporte, so­
bre una placa de 1,5 mm de espesor preparada
con ella y usando buffer de veronal pH 8,6, se
hace una corrida electroforética de 3 horas, em­
pleando un potencial de 10 V/cm. Terminada
ésta, se corta una tira longitudinal del gel de
corrida y se deposita en otra placa, en la que a
la agarosa se le ha añadido una dilución conve­
niente de antisuero que contiene anticuerpos
para los antígenos en estudio. Haciendo girar la
placa 90° sobre la cürección de la corrida ini­
cial, se le aplica un potencial similar al ante­
rior. El tiempo de corrida varía entre 30 y 90
minutos, de acuerdo con las proporciones rela­
tivas de antígeno y anticuerpo. En esta segunda
corrida, los antígenos de la tira de agarosa así
como los anticuerpos incorporados al gel mi-
gran según su movilidad electroforética. Para
cada sistema antígeno-anticuerpo se forman zo­
nas de precipitación, las que m igran rápida­ F ig . 9-20. Inm unoelectroforesis cruzada o bidim ensional.
mente influidas por el exceso de antígeno, y así M edio de soporte: acetato de celulosa.
se originan arcos de precipitación que se esta­
bilizan cuando este exceso no ocurre. Los arcos
formados difieren de los logrados por inm u­
noelectroforesis clásica y los resultados obteni­ Cuando la técnica se desarrolla sobre acetato
dos pueden ser utilizados con fines cualitativos de celulosa, la prim era corrida electroforética
y cuantitativos, ya que las áreas de precipita­ se hace sobre un extremo de la p laca y la se­
ción formadas pueden ser cuantificadas (fig. 9- gunda sobre la misma placa girada en ángulo
20 ). de 90°, pero antes se ha recubierto el resto de
La intensidad de las bandas de precipitación su superficie con una dilución conveniente de
puede magnificarse si se recurre al siguiente ar­ antisuero.
tificio: después de la corrida en segunda dimen­
sión, la placa es lavada por 24 horas con buffer Radioinmunoelectroforesis
de fosfatos 0,01 M. Sobre la zona correspon­
diente a las bandas de precipitación se coloca La inmunoelectroforesis puede ser desarro­
un trozo de papel de filtro seco y se deja en llada usando antígenos o haptenos marcados
contacto, a temperatura ambiente, por 2-3 ho­ con radioisótopos, especialm ente [q que
ras. Su finalidad es la deshidratación parcial de permite por autorradiografía visualizar una in­
la zona para que se forme una concavidad te­ teracción ligando-anticuerpo que por sus carac­
nue, sobre Ja que se esparcirán 200 fxl de anti­ terísticas no puede ser detectada directamente.
suero con especificidad para la especie animal Es lo que ocurre con las uniones anticuerpo-
de la que provienen las inmunoglobulinas espe­ hapteno, pequeñas cantidades de antisuero y li­
cíficas usadas en la inmunoprecipitación inicial. gando de gran tamaño o las originadas por anti­
Dejar 24 horas a temperatura ambiente y lavar. cuerpos no precipitantes y sus correspondientes
El método puede simplificarse. Una vez ter­ antígenos.
minada la corrida en la segunda dimensión y Para la investigación de anticuerpos, el sue­
efectuado el lavado de las placas por 24 horas, ro en ensayo es corrido en una p laca de gel co­
éstas se cubren con papel de filtro impregnado mo se hace norm alm ente. Cuando la separa­
en la dilución conveniente del inmunosuero es­ ción de las proteínas se ha completado, en la
pecífico para las inmunoglobulinas, ya señala­ canaleta longitudinal se coloca u n a mezcla de
do. Después de 2-3 horas de contacto, a tempe­ antígeno radiactivo y antisuero contra la frac­
ratura ambiente, se retira el papel de filtro y las ción globulínica del suero en ensayo. El antí­
placas se incuban a la misma temperatura, en geno se combina con el anticuerpo específico
cámara húmeda, por 24 horas. Lavar las placas formando complejos, que luego son precipita­
convenientemente, finahzada la incubación. Si dos por el suero antigammaglobulina. Después
se desea, las bandas pueden ser coloreadas si­ de lavar para eliminar las proteínas no precipi­
guiendo para ello el método ya descrito. tadas, el preparado es secado y previa colora-
192 Aspectos básicos de la inmunidad

INMUNOFIJACIÓN

Es una técnica que ha sido introducida con


éxito para estudios diferenciales de proteínas
hom ogéneas, en especial inm unoglobulinas
monoclonales, tanto para la identificación de la
clase de inmunoglobulina comprometida, como
para establecer el tipo de cadena L.
Consiste en efectuar varias corridas electro­
foréticas paralelas, usando acetato de celulosa
como soporte, preferentemente no gelatinizado
pues éste consume mayor cantidad de inmuno-
suero específico. Terminada la corrida, una de
las tiras es coloreada con el objeto de ubicar la
banda m onoclonal. Inm ediatam ente después,
en esa zona, se cubre cada una de las corridas
restantes con los diferentes sueros monoespecí­
ficos para determinar la clase de inmunoglobu­
lina y el tipo de cadena L. Se dejan actuar los
inmunosueros durante 5-10 minutos, se lavan
las tiras con solución salina para eliminar las
proteínas que no han formado complejos AgAc
insolubles, y se procede al teñido.
La proteína monoclonal sólo se fijará al so­
porte de corrida cuando al interaccionar con los
anticuerpos específicos forme complejos inso­
lubles. Conociendo la especificidad de los in­
munosueros puede establecerse la identidad de
la proteína analizada.
Este método resulta muy útil para identificar
y establecer la movilidad electroforética de un
antígeno presente en una mezcla compleja, en
especial cuando se analizan productos de ex­
tracción de m em branas celulares. El método
adquiere m ayor sensibilidad si se usan anti­
cuerpos marcados con átomos radiactivos, es­
pecialm ente '^’I, y la revelación se hace por
métodos autorradiográficos.
Actualmente otras variantes y nuevos méto­
dos se usan para la investigación de antígenos
y anticuerpos por inmunoprecipitación (véanse
caps. 35 y 42).

AGLUTINACIÓN
F ig . 9-21. Esquem atización de la radioinm unoelectrofore-
sis. 1, electroforesis. 2, inm unodifusión con una m ezcla de
hapteno (*) y anticuerpos antigam m aglobulina (o). 3, in- Cuando un anticuerpo es puesto en contacto
m unoelectrof'oresis. 4, autorradiografía. con su antígeno específico, si éste se encuentra
al estado particulado (hematíes, bacterias, célu­
las), las partículas se agruman y aglutinan. Los
principios que regulan esta reacción son los
ción o sin ella las placas son puestas en con­ mismos que para la precipitación. La ocurrencia
tacto con Una película sensible a los rayos X de uno u otro fenómeno depende de si el antíge­
como la NS-54T de Kodak u otra similar. D es­ no es particulado (suspensión) o está en solu­
pués de una exposición conveniente la película ción. En un comienzo se creyó que el hecho es­
es revelada. La coloración previa de las placas taba regido por el anticuerpo al que se denomi­
permite comparar los resultados obtenidos por naba aglutinina. Hoy sabemos que un mismo
inm unoelectroforesis y radioinmunoelectrofo- anticuerpo puede dar aglutinación con una sus­
resis. La figura 9-21 esquematiza esta metodo- pensión bacteriana y precipitación con un lisado
loeía. obtenido a partir del mismo microorganismo.
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 193

La aglutinación se lleva a cabo en medio sa­ nos y no mezcla de ambos (fig. 9-22). Este he­
lino. La concentración óptima de electrólitos es cho está en total acuerdo con la teoría del enre­
0,15 M. Concentraciones mayores pueden neu­ jado expuesta antes. Lo que probablemente de­
tralizar las cargas superficiales negativas que be ocurrir es que los iones opuestos del electró­
las bacterias y otros antígenos particulados po­ lito neutralizan en parte las cargas superficiales
seen a pH neutro y provocar aglutinación es­ de las partículas antigénicas evitando el recha­
pontánea no específica. C oncentraciones de zo entre ellas y asegurando la aproximación in­
NaCl inferiores a 0,001 M son inefectivas. dispensable para que una molécula de anticuer­
El mecanismo de la aglutinación ha sido ex­ po, al reaccionar con dos de ellas, pueda iniciar
plicado de diferentes maneras. Bordet y Eagle la form ación de los grum os que llev an a la
consideraron que inespecíficamente el electró­ aglutinación específica. Si la interpretación de
lito era el responsable de la aglutinación, sobre Eagle fuera la correcta, los grumos microscópi­
la base del siguiente mecanism o: durante la cos de la experiencia anteriormente expuesta
reacción el antígeno se rodearía de una capa deberían ser mixtos.
monomolecular de globulina anticuerpo; si en
el medio no hay electrólitos, la ionización de la Reacciones de aglutinación
proteína sería suficiente como para mantener la
dispersión, pero la presencia de electrólitos im­ M étodos cualitativos
pediría esa ionización, y al disminuir las cargas
por debajo de ciertos límites se originaría el fe­ Son muy utilizados en serología diagnóstica
nómeno de aglutinación. Esta interpretación es con el objeto de identificar bacterias, en las de­
criticable, ya que si dos antígenos particulados term inaciones de grupos sanguíneos, etc. En
bien diferenciables a la observación e incapa­ estos casos, es indispensable disponer de sue­
ces de dar reacciones cruzadas, son puestos en ros monoespecíficos obtenidos mediante adsor­
contacto con una mezcla de sus respectivos an­ ciones cruzadas. Estas reacciones se efectúan
ticuerpos, en presencia de electrólito se produ­ en portaobjetos mezclando suspensiones de las
ce la aglutinación y al microscopio se observan bacterias o hematíes para identificar con anti­
grumos originados por cada uno de los antíge­ sueros diferentes. La formación de grum os in­

Fig. 9-22. Izquierda: O bservación m icroscópica de la reacción de aglutinación efectuada m ezclando glóbulos rojos de
carnero dinitrofenolados y Salm onella typhi, con suero de conejo antidinitrofenol y am i-Salnionella typhi. S e observan
grum os de eritrocitos y grum os de bacterias aislados y no grum os m ixtos. D erecha: T estigo constituido por u na m ezcla de
am bos antígenos en ausencia de anticuerpos. (V éanse explicaciones en el texto.)
194 Aspectos básicos de la inmunidad

F ig. 9-23. A y B, aglutinación m acroscópica de una suspensión de Salm onella lyphi por diferentes diluciones de su anti­
suero específico. C, control negativo.

dicará la especificidad del sistema reaccionante en placas, el antígeno que se emplea es veinte
(fig. 9-23). No obstante que las bacterias o célu­ veces más concentrado que el usado en la aglu­
las en el huésped (inyección, infección) se de­ tinación lenta y la lectura de los resultados se
gradan y originan anticuerpos contra los antíge­ hace a los 3-5 minutos. Los fundamentos del
nos superficiales y citoplasmáticos, en las reac­ método y determinación del título son similares
ciones de aglutinación sólo interaccionan los a los indicados anteriormente.
primeros, dada la imposibilidad de penetración Fenómeno de prozona. Cuando se valora un
de los anticuerpos al interior de las células. antisuero, la dism inución de los anticuerpos
por dilución hace que decrezca la aglutinación
Valoración de antisueros hasta hacerse nula. No obstante ello, en algu­
nos sueros se observa un comportamiento par­
Los métodos son semicuantitativos y consis­ ticular, caracterizado por ausencia de aglutina­
ten en determinar cuál es la máxima dilución ción en los primeros tubos de la serie, en los
del suero para analizar capaz de aglutinar al an­ que la concentración de anticuerpos es m áxi­
tígeno específico. Las diluciones generalmente ma, con aglutinación positiva a diluciones ma­
se hacen en razcin 2 y el título se expresa por la yores. A este fenómeno se lo llama prozona.
inversa de la máxima dilución aglutinante. Si la Mediante el empleo de anticuerpos marcados y
dilución 1/1024 aglutina y no lo hace la dilu­ otras metodologías, se ha podido demostrar que
ción 1/2048, el título será 1024. Los valores en esos tubos, aun en ausencia de aglutinación,
obtenidos son groseros y pueden aproximarse el anticuerpo está unido al antígeno. Existiendo
efectuando diluciones intermedias. No obstante un marcado exceso de anticuerpo con respecto
ello, es una metodología de singular importan­ a los determinantes antigénicos de la superficie
cia diagnóstica, ya que, efectuada en forma se­ celular, estadísticamente es muy poco probable
riada, la variación del título de anticuerpos que los dos sitios activos del anticuerpo puedan
puede ser muy útil para seguir la evolución de unirse a grupos receptivos específicos ubicados
una infección bacteriana o de una isosensibili- en células diferentes. Teniendo el anticuerpo
zación por antígenos hemáticos. suficiente flexibilidad, las moléculas pueden
El dosaje de anticuerpos por aglutinación bloquear pares de determinantes de la misma
puede hacerse mediante reacciones de lectura célula, inhibiéndose de este modo la formación
lenta o rápida. En el prim er caso se emplean de grumos.
suspensiones diluidas de antígeno, que se mez­ No hay que olvidar tampoco que se han des­
clan con voMmenes iguales de las diferentes crito anticuerpos “incompletos” o bloqueantes,
diluciones del suero para valorar, empleando similares a los anticuerpos coprecipitantes y no
como diluente cloruro de sodio 0,15 M. Los tu­ precipitantes (cap. 19), y que su presencia en el
bos son incubados en baño de agua a 37°C du­ suero, sim ultáneam ente con los anticuerpos
rante dos horas y dejados luego en la refrigera­ normales, puede incidir en ef fenómeno de pro­
dora hasta el día siguiente para que la reacción zona.
se complete. El título se determina buscando
cuál es el líltimo tubo de la serie que presenta Valoración de anticuerpos “incompletos”
aglutinación. o bloqueantes
La aglutinación rápida es muy usada en sero­
logía diagnóstica (reacción de Huddleson para Estos anticuerpos, además de no aglutinar, al
brucelosis, reacción de Widal para las salmone- ser puestos en presencia de las correspondien­
losis, etc.). En este caso, la reacción se efectúa tes partículas antigénicas las bloquean e impi­
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 195

den su aglutinación por el anticuerpo específi­ gar. Si los anticuerpos bloqueantes fuesen hu­
co bivalente. En un comienzo se supuso que m a n o s , la a n tig a m m a g lo b u lin a (s u e ro de
eran univalentes pero algunas experiencias he­ Coombs) será específica para la gammaglobu­
chas con híbridos y estudios sobre equilibrio de lina humana. El método consiste en m ezclar el
diálisis, hacen que deban considerarse como bi­ antígeno con diluciones del suero que contiene
valentes. Impedimentos estéricos o fenómenos los anticuerpos “incom pletos” e in cu b ar las
de carga deben determinar el comportamiento mezclas a 37°C durante una hora. Si bien no
particular de estos anticuerpos. hay aglutinación, hay fijación dei anticuerpo al
Su investigación y valoración son muy co­ antígeno, lo que significa que éste se cubre de
rrientes en clínica hematológica, en especial en moléculas de gammaglobulina. Si después de
isosensibilizaciones maternofetales por antíge­ lavar tres veces con solución salina tamponada
nos del sistema Rh. Su presencia ha sido de­ se añade a todos los tubos suero de Coombs,
mostrada también en algunas infecciones bac­ como éste es específico para los determinantes
terianas, en especial brucelosis y salmonelosis. antigénieos de la gam m aglobulina, en todos
La valoración puede hacerse por bloqueo, aquellos tubos en que exista anticuerpo “in­
c o n g lu tin a c ió n o m e d ia n te el m é to d o de com pleto” fijado al antígeno habrá aglutina­
Coombs o test de la antiglobulina. ción. El título corresponderá a la inversa de la
a) Bloqueo. Para ello, en una batería de tu­ máxim a dilución del suero en examen que dé
bos se colocan volúmenes iguales de la suspen­ aglutinación (fig. 9-24).
sión antigénica con especificidad para el anti­ c) Conglutinación. Si la suspensión antigéni­
cuerpo que se analiza. A todos los tubos se ca se prepara en albúmina bovina al 20% y las
añade un volumen igual de cada una de las di­ diluciones del suero para valorar se hacen en el
luciones en razón 2 del suero a valorar. Se in­ m ism o diluyente, los anticuerpos “incom ple­
cuban a 37°C durante una hora y luego se cen­ tos” pueden aglutinar al antígeno después de
trifugan; se lava el sedimento tres veces con una hora de incubación a 37°C correspondien­
solución salina tam ponada. Se resuspende el do el título a la inversa de la máxima dilución
antígeno en la misma solución hasta igualar el aglutinante. Ello se debería a que, como conse­
volumen original y luego se añade a todos los cuencia de la interacción antígeno-anticuerpos
tubos, en un mismo volumen, anticuerpo biva­ “incompletos” , el complejo formado fija algu­
lente específico en concentración suficiente co­ nos de los componentes del complemento, en
mo para aglutinar el antígeno presente. Se in­ especial C3. En la albúmina bovina existe una
cuba a 37°C durante una hora y se determina sustancia llamada conglutinina, capaz de fijarse
cuál es la dilución máxima del suero capaz de a los hidratos de carbono presentes en las mo­
inhibir la aglutinación. La inversa de ella cons­ lécu las de dicha fracción, originando como
tituye el título del anticuerpo bloqueante en la consecuencia de ello la aglutinación.
muestra examinada. La neutralización de cargas por parte de la al­
b) Método de Coombs o de la antiglobulina. búmina, lo que facilitaría la aproximación de las
Para esta determinación es necesario disponer partículas y por consiguiente su aglutinación, es
de un antisuero específico contra la gamm a- un mecanismo que no puede descartarse, así co­
globulina de la especie animal de la que pro­ mo posibles interacciones entre la albúm ina y el
vienen los anticuerpos que se han de investi­ fragmento Fe de la inmunoglobulina.

Anticuerpos
Glóbulos rojos incompletos Anticuerpos
anti-gamma globulina
(Suero de Coombs)
Complejos Ag-Ac
no aglutinables Complejos Ag-Ac
aglutinables

F ig. 9-24. E squem atización de la reacción de Coom bs para la identificación d e anticuerpos incom pletos.
196 Aspectos básicos de la Inmunidad

Aglutinación cuantitativa C u ad ro 9-4. Valores aproximados de la con­


centración mínima de anticuerpos detectables
Es un método que no se emplea rutinaria­ por los diferentes métodos inmuno serológic os
mente, no obstante lo cual puede servir para
determinar los mg de anticuerpo específico pa­ Anticuerpo Sensibilidad
ra un antígeno particulado existentes en un sue­ M étodo ng ■m f relativa
ro inmune. Para ello se determina por micro-
Precipitación (m edio gelosado) 20 1
Kjeldahl el nitrógeno correspondiente a un vo­ Precipitación (m edio líquido) 10 n
lumen de antígeno puesto en contacto con el F ijación del com plem ento 5 4
suero inmune y el de un volumen igual del an­ (100% de lisis)
tígeno puesto en contacto con suero normal de Fijación del com plem ento 0,2 100
(50% de lisis)
la misma especie animal que contenían los an­ A glutinación 0,4 50 '
ticuerpos. H em aglutinación pasiva 0,15 133
Las determ inaciones de N deben hacerse IFI 0,05 400
previo lavado de los sedimentos con solución E LISA 0,01 2.000
R IA 0,001 20.000
salina para eliminar toda proteína no fijada es­
pecíficam ente, y la reacción de aglutinación P ara los cálculos d e sensibilidad re la tiv a se asig n ó el v a lo r 1 a la
debe efectuarse en presencia de EDTA para in­ c o rresp o n d ien te a p re cip ita ció n en m ed io g eíosado.

hibir la fijación del C. La cantidad de proteína


anticuerpo se calcula multiplicando el N halla­
do por diferencia entre los dos ensayos, por el La aglutinación pasiva es un método semi-
factor de conversión 6,25. cuantitativo que, al igual que la aglutinación,
perm ite determ inar concentraciones relativas
Aglutinación pasiva de anticuerpos sobre la base de la máxima di­
lución aglutinante. Es cuatro veces más sensi­
Cantidades de anticuerpos contra un antíge­ ble que la aglutinación y mucho más aun que
no soluble no pueden detectarse por precipita­ la precipitación.
ción si su concentración no excede los 20 )J,g • Ello es consecuencia del tamaño de las par­
m i '. Teniendo en cuenta que la aglutinación es tículas antigénicas que intervienen en la reac­
más sensible (cuadro 9-4), se ha procurado fijar ción. En la precipitación, el antígeno es mole­
antígenos solubles a partículas, de m odo de cular y se necesitan muchos complejos Ag-Ac
transform ar la precipitación en aglutinación. agregados para que la reacción se visualice, en
Ello se ha logrado, y con magníficos resulta­ tanto que en la aglutinación pasiva se lo ha
dos, mediante su fijación a hematíes y partícu­ transformado en una partícula de gran tamaño,
las inertes como el poliestireno, la bentonita y capaz de dar aglutinados con pocas de ellas. El
el colodión. A la reacción que resulta del em ­ número de moléculas de anticuerpo que inter­
pleo de glóbulos rojos como soporte se la llama vienen en uno y otro caso difiere muchísimo,
hemoaglutinación pasiva, y simplemente aglu­ de ahí la distinta sensibilidad.
tinación pasiva cuando se utilizan otros. Gene­ La reacción se efectúa colocando en tubos
ralmente las uniones de los antígenos a los so­ 0,5 mi de las diluciones del suero para valorar y
portes son no covalentes y la fijación se obtie­ 0,05 mi del antígeno fijado al soporte, que se
ne por mezcla directa o previo acondiciona­ agitan para mezclar. Se dejan a temperatura am­
miento de la superficie de las partículas. En el biente 18-24 horas y se observan los tubos sin
caso de los hematíes, la fijación de hidratos de centrifugar por la parte inferior, para determinar
carbono no necesita intermediarios; en cambio si ha habido aglutinación (fig. 9-26). Existen
para las proteínas es necesario el tañado previo dispositivos que mediante el empleo de espejos
o tratam iento con aldehidos simples como el e iluminación indirecta permiten ver reflejados
fórmico, piriívico o glutárico. Mediante el em­ sobre aquéllos los fondos de los tubos.
pleo de ciertos reactivos, tales como la bencidi­ Esta técnica es muy utilizada en serología
na bis-diazotizada o el toluene-2-4-isocianato, diagnóstica, ya sea bajo la forma de aglutina­
con dos grupos funcionales por molécula, se ción pasiva directa o midiendo su inhibición.
consiguen uniones covalentes de proteínas a la Esto sirve para investigar hormonas y antíge­
superficie de los hematíes. Es posible también, nos solubles diversos en sangre, orina y otros
teniendo en cuenta que en la membrana celular fluidos y especialm ente para el diagnóstico
hay restos de lisina, fijar grupos DNP utilizan­ tem prano del embarazo, puesto que en estos
do como reactivo FDNB (fluordinitrobenceno) casos hay marcado aumento de gonadotrofina
(fig. 9-25). Los hematíes frescos marcados se urinaria: si se mezcla un antígeno constituido
conservan poco tiempo, pero éste puede pro­ por partículas inertes a las que se les ha fijado
longarse mediante la formalización de los eri­ la gonadotrofina y suero antigonadotrofina bi­
trocitos. valente, habrá aglutinación. M ezclando dicho
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 197

suero con la orina a analizar, en caso de que és­ último caso sólo se valoran cantidades relativas
ta contenga gonadotrofina, el anticuerpo será de anticuerpo, pues al igual que en la aglutina­
neutralizado, y si luego se añade el antígeno fi­ ción, el título del suero estará dado por la in­
jado al soporte inerte, no habrá aglutinación. versa de la m áxim a dilución que, puesta en
Ello significa que el anticuerpo fue totalmente contacto con el antígeno, tenga capacidad para
neutralizado en la primera etapa y que por lo fijar el complemento. Además, su em pleo está
tanto la concentración de gonadotrofina urina­ limitado por la calidad del anticuerpo, ya que,
ria es alta, lo que perm ite hacer diagnóstico como se indicó en el capítulo 5, hay algunos
temprano de embarazo. La aglutinación hubie­ que no fijan el C.
se hecho descartar esa posibilidad. Actualmen­ Algunas muestras para analizar presentan la
te la aglutinación pasiva en tubo ha sido susti­ particularidad de fijar el complemento en au­
tuida por la aglutinación en policubetas de po- sencia de antígeno. Estos sueros se denominan
liestireno u otros tipos de plásticos. anticomplementarios, y ello se debe a que con­
tienen gammaglobulina desnaturalizada y agre­
gada, que tiene capacidad fijadora del C (véase
FIJACIÓN DEL COMPLEMENTO cap. 22). Para evitar estos inconvenientes es
n ecesario que los sueros para an a liz a r sean
En el capítulo 22 se ha indicado la cinética frescos y mantenidos en refrigeradora por no
de la inmunohemólisis por acción del comple­ más de 48 horas. En caso de que deban conser­
mento (C) y el efecto que él ejerce sobre las varse por más tiempo, para evitar los agregados
m em branas si los antíg en o s son c elu lares. de gammaglobulina por desnaturaUzación físi­
Cuando el sistema Ag-Ac sobre el que actúa ca o contaminaciones, es conveniente añadirles
son hem atíes-hem olisina, produce hem ólisis, 0,1% de cisteína o glicina y 0,01% de Merthio­
originando citólisis o bacteriólisis cuando lo late. Estas sustancias, a las concentraciones in­
hace sobre sistemas en que los antígenos son dicadas, no interfieren en la reacción.
células o bacterias. El C se inactiva tam bién Para las reacciones de fijación del comple­
con complejos originados por antígenos solu­ mento es necesario disponer de glóbulos rojos
bles, pero aquí el fenómeno no es demostrable de carnero, hem olisina antiglóbulos rojos de
en forma directa o por microscopia como ocu­ carnero, complemento (suero fresco de cobayo)
rre en cambio en los casos anteriores. y soluciones salinas tamponadas.
Teniendo en cuenta la hemólisis que produce Todos estos reactivos deben estar estabihza-
cuando se fija a hematíes sensibilizados, en es­ dos y valorados, ya que para cada sistem a hay
pecial glóbulos rojos de carnero, se ha ideado una dosis óptima.
una reacción serológica denominada/yacfów del Las reacciones cualitativas de fijación del
complemento, la que mediante un sistema indi­ complemento con lecturas del 100% de hemo­
cador permite determinar la fijación de C a cual­ lisis se efectúan colocando en pequeños tubos
quier complejo Ag-Ac, esté el antígeno en solu­ cantidades adecuadas de antígeno y suero para
ción o en suspensión. El reactivo indicador es el valorar y la dosis de C que es capaz de produ­
sistema hemolítico -hem atíes de carnero y he­ cir el 100% de lisis del sistem a hem olítico.
molisina-, el que añadido en segunda instancia Después de una hora de incubación a 37°C se
al tubo que contiene la cupla que se analiza y C agrega la cantidad correspondiente de glóbulos
dará hemólisis o no según que exista C libre. De rojos sensibihzados y se vuelve a incubar por
haber C libre, significa cjue no hay correlación 30 minutos. La ausencia de hemólisis indicará
entre el antígeno y anticuerpo analizado, en tan­ especificidad entre el sistem a A g-A c que se
to que la ausencia estaría indicando que el C ha analiza. Esta mism a reacción puede transfor­
sido fijado por el primer sistema y que en este marse en cuantitativa si se hace en varios tubos
caso Ag y Ac se relacionan (fig. 9-27). con distintas diluciones del suero para valorar.
Para que una reacción de fijación del com­ Teniendo en cuenta que la curva sigmoidal
plemento funcione correctamente, es indispen­ obtenida cuando se relaciona porcentaje de lisis
sable que la cantidad de C añadida al primer con cantidades de complemento demuestra que
sistema reactivo sea igual a la necesaria para la sensibilidad es m áxim a para lectu ras del
producir el 100% o 50% de lisis del sistema he­ 50% de hemólisis, actualmente las reacciones
molítico, según se utihcen como punto final de de fijación del complemento se hacen utilizan­
la reacción lecturas del 100% o 50% de hemó­ do la dosis de éste capaz de producir este efec­
lisis. De añadirse un exceso de C, la fijación de to. En estos casos, como se trabaja entre límites
parte de él en la primera etapa de la reacción muy estrechos, es indispensable determ inar,
podría no ser detectada por los glóbulos rojos para las condiciones en que se realiza la prueba
sensibilizados. (fijaciones a 37°C o 4“C, tiempo de incuba­
Las reacciones de fijación del complemento ción), cuántas unidades de com plem ento se
pueden ser cualitativas o cuantitativas. En este consum en inespecíficamente, de m odo que la
198 Aspectos básicos de la inmunidad

F ig. 9-25. Representación esquem ática de la hem aglutinación pasiva. A, lo,s hem atíes son sensibilizados por tratam iento
previo con solución de ácido tánico. B, la bencidina bis-diazotizada actúa com o ligante del antígeno al hem atíe. C, la fija­
ción de hapteno al hem atíe se consigue directam ente com o consecuencia de la reacción que se produce entre el FD N B y
los restos de lisina de la m em brana de los eritrocitos.

cantidad para añadir en la reacción no sea insu­ las cuantitativas, la determinación de la dilu­
ficiente. Los diferentes sistemas fijan inespecí­ ción que da 50% de hemólisis y su inversa, se
ficam ente entre 2 y 4 unidades CRj,,; de ahí hace de manera similar a la indicada en valora­
que las dosis que se han de emplear en las reac­ ción de compilemento, ya sea graficando los re­
ciones varían entre 3 y 5 unidades. sultados obtenidos -dilución del suero versus
Para las reacciones cualitativas, las lecturas y
se hacen directamente o por simple compara­ , o mediante el empleo de tablas con-
ción con testigos correspondientes a diferentes 1 - y
grados de hemólisis del sistema hemolítico. En feccionadas sobre la base de x =
y
que
1 - y.
dependerán del valor de 1/n. Éste está influido
por la concentración de hematíes del sistem a
hem olítico y volumen de la reacción; de ahí
que cuando se utilicen estas tablas deberán res­
petarse las condiciones de la reacción para la
que fueron calculadas.
Para establecer si un anticuerpo activa el .sis­
tema complemento por la vía alterna, se hace
interaccionar el com plejo A g-Ac con suero
fresco de cobayo (fuente de complemento de tí­
tulo conocido) en presencia de etilenglicol dia-
m in o tetraacético (EGTA) 10 mM y Mg^+ 2
mM, estableciéndose después de 1 hora de in­
F ig . 9-26. H em aglutinación pasiva. E! tubo de la izquier­
cubación a 37°C y previa recalcificación con
da corresponde a una reacción negativa; en los restantes Ca^+ hasta 4 mM, el título del complemento re­
tubos pueden observarse distintos grados de positividad. sidual. Como el EGTA bloquea Ca^+ pero no
Reacción antígeno-anticuerpo in vitro 199

A gl

KC1

+ NO LISIS

1 SH
Reacción Ag-Ac específica

Fig. 9-27. R epresentación esquem ática de una reacción de fijación del com plem ento. A g l y A g2 antígenos.- A c l , anti­
cuerpo. C , com plem ento, S H , sistem a hem olítico.

Mg^+, si hubo consumo de complemento signi­ nismos sensibilizados por sus correspondientes
fica que su activación tuvo lugar por la vía al­ anticuerpos pueden fijarse a hematíes en e! to­
terna, ya que el Ca^“' es indispensable para que rrente circulatorio y ser fagocitados m ás fácil­
la vía clásica fimcione. mente. Hoy se sabe que en este proceso inter­
vienen receptores celulares para componentes
del complemento, en especial para C3b.
OTROS TIPOS DE REACCIONES
USADAS Opsonización

Inmunoadherencia Cuando un elemento particulado, ya sea una


bacteria, hematíe, etc., penetra en un vertebra­
Hace algo más de medio siglo se describió la do adulto, es fagocitado por las células fagocí­
reacción de la trombocitobarina, que resultaba ticas. Las bacterias patógenas tienen en su su­
de la fijación de bacterias a plaquetas. Hoy co­ perficie estructuras que hacen que se vuelvan
nocemos algo más sobre ese fenómeno, deno­ resistentes a dicha acción. Los neumococos pa­
minado inmunoadherencia, que consiste en una tógenos como consecuencia de la cápsula de
aglutinación basada en la capacidad que tienen naturaleza poliosídica que los recubre, son difí­
com plejos antígeno-anticuerpo-com plem ento cilmente fagocitados, a menos que previamente
de adherirse a la superficie de partículas no hayan estado en contacto con su anticuerpo es­
sensibilizadas, tales como glóbulos rojos, leu­ pecífico, Esta acción previa del anticuerpo se
cocitos, plaquetas y gránulos de almidón. Este denomina opsonización, estando su acción fa­
mecanismo fue utilizado para la investigación cilitada por C3b, componente del complemento
de anticuerpos específicos contra el Treponema derivado de C3.
pallidum. Existen evidencias de que sueros de muchos
Ha sido observado in vivo y se lo relacionó anim ales presentan anticuerpos opsonizantes
con la fagocitosis. Se considera que microorga­ para numerosás bacterias. Probablemente ello
200 Aspectos básicos de la inmunidad

se deba a contactos previos con esos agentes de antisuero puede establecerse cuál es la que
infectivos. La sugerencia de que una opsonina produce una disminución del 50% de las placas
específica es indispensable para la fagocitosis de lisis. La inversa de esa dilución expresará el
de cualquier elemento particulado es objetable, título de anticuerpos en el suero.
ya que, si bien su presencia es comprensible en Otro ejemplo de cuantificación de anticuer­
el caso de las bacterias, resulta difícil de expli­ pos por este método es el dosaje de antiestrep­
car para partículas inertes. En los capítulos 3 y tolisina O por la inhibición de la actívidad líti­
5 se ha indicado la im portancia que los recep­ ca que la estreptolisina tiene sobre los glóbulos
tores para Fe y C3b expresados en la membra­ rojos de conejo.
na de los macrófagos, tienen en los m ecanis­
mos de opsonización.
Se ha descrito la existencia de proteínas séri­ BIB L IO G R A FÍA
cas no específicas opsonizantes. Una de ellas,
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y su relación con la respuesta inmune

i n
M. LEONARDO SATZ

CONCEPTOS GENERALES a los de grupos sanguíneos, más q u e contra


Ags tumorales. Estas ideas llevaron a Gorer en
El complejo mayor de histocom patibilidad 1936 a investigar los Ags presentes en los eri­
(CMH) es un locus genético muy polimórfico trocitos de ratón. Mostró la presencia de cuatro
que codifica la expresión de una serie de gluco­ grupos sanguíneos, uno de los cuales, el Ag 2,
proteínas que presentan péptidos antigénicos correlacionó su presencia en tumores con cier­
para su reconocimiento por los linfocitos T. El tas cepas de ratones que poseían el m ism o Ag
CMH, llamado HLA en el humano y H-2 en el 2. Asimismo, los ratones que rechazaban el tu­
ratón, está presente en todos los vertebrados su­ mor tenían altos títulos de Acs hemaglutinan-
periores estudiados hasta el presente. El CMH tes contra el Ag 2. En la década del ’40, Meda-
fue identificado originalmente por el papel que war y col. demostraron las bases inmunológi­
juega en el rechazo de los trasplantes. Cuando cas del rechazo de trasplantes, comparando in­
se injertan tejidos de un individuo a otro de la jertos de piel entre animales alogeneieos. Un
misma especie, la presencia de alelos idénticos ratón de raza A rechaza un injerto de piel de
o distintos en los productos codificados por el raza B en aproximadamente 12 días. Si luego
CMH, determina la sobrevida del injerto. Hoy del rechazo se lo desafía nuevamente con piel
se sabe que las moléculas de histocompatíbili- B, se produce un rechazo acelerado (7 días).
dad (MHC) presentes en la superficie celular Esta memoria inmunológica es específica: un
participan directamente del reconocimiento de desafío con piel C se rechaza a los 12 días y
un Ag por parte de los linfocitos T colaborado­ además es sistémica: el injerto se rechaza ace­
res y citotóxicos. En este capítulo se describe la leradam ente con independencia d el sitio de
estructura y organización del sistema H-2 y los implante. M edawar demostró tam bién que se
fenóm enos inm unológicos asociados con el produce el rechazo acelerado si se inyecta pre­
CMH. En el capítulo 29 se describe el sistema viamente al animal con células de otros tejidos
HLA, su importancia en los trasplantes y las en­ (por ej., bazo) del mismo donante. Mitchison
fermedades asociadas con él. (1957) mostró que la respuesta inm une respon­
La historia del CMH com ienza en 1903, sable del rechazo acelerado puede ser transfe­
cuando Jensen logró propagar 19 veces un car­ rida de ratones vírgenes de tratam iento me­
cinoma murino en su laboratorio, pero fracasó diante células linfoides de animales que pre­
cuando intentó trasplantar el mismo tum or a viamente han rechazado un injerto. H oy se sa­
ratones de otro laboratorio. En 1914 se propu­ be que el rechazo se produce por una reacción
so la existencia de genes dom inantes como inflam atoria mediada por linfocitos T CD4 y
responsables de la susceptibilidad al trasplante p o r linfocitos T citotóxicos CDS. P o r esos
tumoral y que su rechazo era consecuencia de años, Snell propuso designar como genes y an­
mecanismos activos de defensa del huésped. tígenos de histocompatibilidad a los responsa­
H acia 1933 Landsteiner y Haldane propusie­ bles del rechazo de tejidos y llamó H -2 al lo­
ron que la inm unidad estaba dirigida contra cus que codifica para el Ag 2. Emprendió, ade­
aloantígenos presentes en los tejidos, similares más, la tarea de generar cepas de ratones sin-
200 Aspectos básicos de la inmunidad

se deba a contactos previos con esos agentes de antisuero puede establecerse cuál es la que
infectivos. La sugerencia de que una opsonina produce una disminución del 50% de las placas
específica es indispensable para la fagocitosis de lisis. La inversa de esa dilución expresará el
de cualquier elemento particulado es objetable, título de anticuerpos en el suero.
ya que, si bien su presencia es comprensible en Otro ejemplo de cuantificación de anticuer­
el caso de las bacterias, resulta difi'cil de expli­ pos por este método es el dosaje de antiestrep-
car para partículas inertes. En los capítulos 3 y tolisina O por la inhibición de la actividad líti­
5 se fia indicado la im portancia que los recep­ ca que la estreptolisina tiene sobre los glóbulos
tores para Fe y C3b expresados en la membra­ rojos de conejo.
na de los macrófagos, tienen en los m ecanis­
mos de opsonización.
Se ha descrito la existencia de proteínas séri­ BIB L IO G R A FÍA
cas no específicas opsonizantes. Una de ellas,
1. A xelsen, N. H. “H igh resolution electrophoresis and
sensibilizante de bacterias, no es una gamma- im inunofixation. Butterw orths. B oston, 1987.
globulina, no actúa a 0“C, no es dependien­ 2. B ennett, C W : C linical serology. C harles C Thom as
te ni Mg^+ dependiente, no fija el complemento Springfield, 111, 1964.
y es inactivada por amoníaco o hidrazina. 3. Boguslaslcy, R. C., IVlazzio, E. T. and R. M. N akam ura
(eds.). Clinical Itnmiinochern.i.Htry: principies o f tnethod
La cantidad de opsonina presente en un sue­ and applications Little Brow n arui Co. Boston, 1984.
ro determ ina su capacidad opsónica o índice 4. Cam pbell, D H; G arvey, J S; C rem er, N E y Stissdorf,
opsonocitofágico, que se establece estudiando D H: M ethods in Im m unology. W A B enjam ín Inc. N
comparativamente la fagocitosis inducida por Y ork, 1963.
5. C row le, A J: h n m u n o d iffu ssio n . A cad em ic P ress. N
dicho suero y uno normal. Y ork, 1962.
Los anticuerpos citofílicos, con capacidad 6. Chase, M W , K uhns, W J (Ed): S pecificity o f serologi­
para fijarse a receptores particulares de los ma­ cal reactio n s: L a n d stein er C en ten ial. N Y A c a d Sci,
crófagos, son opsonizantes. Por este m ecanis­ 169:\~Z93, 1970. N York A cad Sci Publ. N Y ork.
7. Eisen, H N: Im m unology. H arper and Row . N Y ork,
mo logran que los antígenos retenidos a nivel 1976.
de la membrana de estas células sean incorpo­ 8. G rabar, P y B urtin, P: Analy.s-e Im m uno-E leetrophoré-
rados al citoplasma. tique. M asson. París, 1960.
9. H eer, E E y M argni, R A: Electro e im m unoelectrofo-
resis. G Fernández. Buenos A ires, 1971.
10. H udson, L y H ay, F C: Practical Im m unology. B lack­
NEUTRALIZACIÓN O INHIBICIÓN w ell Sientific Publ, O xford, 1979.
DE EFECTO 11. lohnstone, A., Thorpe, R. “immunochemi.'itry in P ra c­
tic e ” B lackw ell .Scientific Publicaiztios, 1987.
12. Kabat, E A y M ayer, M M: K abat an d M a y e r’s E xp e­
Cuando un antígeno tiene una actividad de rim ental Im m unochem istry. Charles C Thom as S pring­
fácil medición, puede ser identificado y cuanti­ field, III, 1962.
ficado mediante su neutralización por el anti­ 13. K abat, E A: S tructural Concepts in Im m unology and
cuerpo específico. Immunochemi.'itry. H olt, R inehart y W inston. N York,
1976.
Las exotoxinas bacterianas de alto poder to- 14. K eren, D. F. “H igh resolution electrophoresis a n d im-
xigénico en los animales receptivos no ejercen m unofixation". B utherw orths. B oston, 1987.
su efecto si previam ente han sido mezcladas 15. K w apinski, J B G: M ethodology o f Im m u n o ch em ica l
con su correspondiente antisuero. I_^o mismo and Serological Research. W iley, 1972.
16. Leflcovitz, I y Pernis B (Eds): Im m unological M ethods,
ocurre con los antígenos virales, capaces de vol III. A cadem ic Press, 1985.
aglutinar eritrocitos de diferentes especies ani­ 17. O uchterlony, O: D iffusion in gel m ethods for im m uno­
males o de ejercer citopatogenia sobre cultivos logical analysis. Prog Allergy, 5:1, 1958.
celulares. Ambos efectos pueden ser inhibidos 18. O udin, I: Specific precipitation in gels and its ap p lica­
tion to im m unochem ical analysis. En: M ethods in M e ­
por el anticuerpo específico, lo que permite la dical Research. Vol 5, pág 335. Y ear B ook M ed Publ.
identificación y cuantificación del número de C hicago, 1962.
partículas virales por unidad de volum en del 19. Rose, N R y B igazzi, P E (Ed): M ethods in Im m uno-
material analizado. diagn o sis.'H W ty, 1973.
20. R o se, N R , C o n w ay d e M a c a rio , E ,, F a h e y , I. L .,
Uno de los métodos más sensibles para la F riedm an, H .. Pen, G .M . “M anual o f cliitical la b o ra ­
detección de anticuerpos es el de la neutraliza­ tory Im m u n o lo g y" 4 “ ed. Amer. Society for m icrobiol.
ción de bacteriófagos por sus correspondientes W ashington DC, 1992.
anticuerpos. Al inhibirse su capacidad infecti­ 21. W eir, D M (Ed): Hcmdbook o f Experim ental Im m u n o ­
logy. Vols LII. B lackw ell Sci Publ. O xford. 1986.
va, no form an placas de lisis cuando se los 22. W illiam s, C A y Chase, M W (Ed): M ethods in Im mu-
siembra en placas de agar juntam ente con la n o lo g y a n d ¡m m u n o ch e m istry . V o ls l - l l - l l l , IV , V.
bacteria sensitiva. Usando diferentes diluciones A cadem ic Press. N Y ork, 1967, 1968, 1970.
El complejo mayor de histocompatibilidad
y su relación con la respuesta inmune

i n
M. LEONARDO SATZ

CONCEPTOS GENERALES a los de grupos sanguíneos, más q u e contra


Ags tumorales. Estas ideas llevaron a Gorer en
El complejo mayor de histocom patibilidad 1936 a investigar los Ags presentes en los eri­
(CMH) es un locus genético muy polimórfico trocitos de ratón. Mostró la presencia de cuatro
que codifica la expresión de una serie de gluco­ grupos sanguíneos, uno de los cuales, el Ag 2,
proteínas que presentan péptidos antigénicos correlacionó su presencia en tumores con cier­
para su reconocimiento por los linfocitos T. El tas cepas de ratones que poseían el m ism o Ag
CMH, llamado HLA en el humano y H-2 en el 2. Asimismo, los ratones que rechazaban el tu­
ratón, está presente en todos los vertebrados su­ mor tenían altos títulos de Acs hemaglutinan-
periores estudiados hasta el presente. El CMH tes contra el Ag 2. En la década del ’40, Meda­
fue identificado originalmente por el papel que war y col. demostraron las bases inmunológi­
juega en el rechazo de los trasplantes. Cuando cas del rechazo de trasplantes, comparando in­
se injertan tejidos de un individuo a otro de la jertos de piel entre animales alogeneieos. Un
misma especie, la presencia de alelos idénticos ratón de raza A rechaza un injerto de piel de
o distintos en los productos codificados por el raza B en aproximadamente 12 días. Si luego
CMH, determina la sobrevida del injerto. Hoy del rechazo se lo desafía nuevamente con piel
se sabe que las moléculas de histocompatíbili- B, se produce un rechazo acelerado (7 días).
dad (MHC) presentes en la superficie celular Esta memoria inmunológica es específica: un
participan directamente del reconocimiento de desafío con piel C se rechaza a los 12 días y
un Ag por parte de los linfocitos T colaborado­ además es sistémica: el injerto se rechaza ace­
res y citotóxicos. En este capítulo se describe la leradam ente con independencia d el sitio de
estructura y organización del sistema H-2 y los implante. M edawar demostró tam bién que se
fenóm enos inm unológicos asociados con el produce el rechazo acelerado si se inyecta pre­
CMH. En el capítulo 29 se describe el sistema viamente al animal con células de otros tejidos
HLA, su importancia en los trasplantes y las en­ (por ej., bazo) del mismo donante. Mitchison
fermedades asociadas con él. (1957) mostró que la respuesta inm une respon­
La historia del CMH com ienza en 1903, sable del rechazo acelerado puede ser transfe­
cuando Jensen logró propagar 19 veces un car­ rida de ratones vírgenes de tratam iento me­
cinoma murino en su laboratorio, pero fracasó diante células linfoides de animales que pre­
cuando intentó trasplantar el mismo tum or a viamente han rechazado un injerto. H oy se sa­
ratones de otro laboratorio. En 1914 se propu­ be que el rechazo se produce por una reacción
so la existencia de genes dom inantes como inflam atoria mediada por linfocitos T CD4 y
responsables de la susceptibilidad al trasplante p o r linfocitos T citotóxicos CDS. P o r esos
tumoral y que su rechazo era consecuencia de años, Snell propuso designar como genes y an­
mecanismos activos de defensa del huésped. tígenos de histocompatibilidad a los responsa­
H acia 1933 Landsteiner y Haldane propusie­ bles del rechazo de tejidos y llamó H -2 al lo­
ron que la inm unidad estaba dirigida contra cus que codifica para el Ag 2. Emprendió, ade­
aloantígenos presentes en los tejidos, similares más, la tarea de generar cepas de ratones sin-
202 Aspectos básicos de ia inmunidad

geneicos o consanguíneos, m ediante aparea­ O RG A N IZA C IÓ N G EN ÉTICA


mientos repetidos entre hermanos en genera­ DEL SISTEMA H-2
ciones sucesivas. Utilizando este método de en-
docría por más de 20 generaciones, los anima­ El sistema H-2 está ubicado en el cromoso­
les terminan siendo idénticos para todos sus ma 17, a unos 15 centimorgans (cM) del cen-
cromosomas. También se produjeron cepas de trómetro (fig. 10-1). Al principio se creyó que
ratones congénicos, es decir cepas que sólo di­ el H-2 codificaba para un solo producto. Los
fieren en su H-2 y poseen idéntico el resto de estudios posteriores mostraron la presencia de
su genoma. La disponibilidad de cepas congé- recombinaciones dentro del sistema H-2 y hoy
nicas y singeneicas permitió, en las décadas si­ se conocen varios productos y un gran número
guientes, mapear el sistema H-2, identificar sus de genes presentes en él. Se divide en cuatro
genes, sus productos y sus funciones. Permitió regiones, designadas con las letras mayúsculas
tam bién describir la presencia de genes que K, 1, S y D. M ediante inmunizaciones aloge­
mapean fuera del H-2, cuya disparidad también neicas, se obtuvieron Acs capaces de reconocer
conduce al rechazo de injertos, aunque en ge­ los productos codificados por las diferentes re­
neral el rechazo es más lento; se los denomina giones del PL2 {aloanticuerpos). Estos Acs
loci menores de histocompatibilidad. fueron utilizados para identificar la expresión
En la década del ’70 (más de 50 años luego de las MHC en la superficie celular por inm u­
de su descripción original como antígenos de nofluorescencia y citotoxicidad m ediada por
trasplante) surgieron las prim eras evidencias complemento, y para su caracterización bioquí­
experimentales que mostraron que los linfoci­ mica y funcional. Las regiones K y D codifican
tos T requieren para su activación, del recono­ para MHC de clase I y las regiones LA e LE
cimiento simultáneo del antígeno junto a MHC codifican para MHC de clase IL La región S
presente en la superficie de células presentado­ codifica para algunos de los componentes del
ras. Este fenómeno se denominó restricción en sistema complemento y aun cuando sus funcio­
el reconocimiento T p o r el CMH. En la década nes inmunológicas no tienen nada que ver con
del ’80 se demostró que, a diferencia de los la de las MHC, algunos autores las denominan
Acs, el receptor T (véase cap. 7) interactúa con moléculas de clase III. Los extremos del H-2,
epitopes secuenciales del antígeno (péptidos definidos por las regiones K y D, están separa­
cortos -d e 8 a 20 am inoácidos- generados por dos por aproximadamente 0,5 cM, que corres­
procesamiento intracelular) acarreados por las ponderían a unas 1.500 kilobases (kb) de ADN.
MHC. Existen dos tipos de MHC que cumplen A causa del estrecho ligamiento que poseen en­
esta función de presentación antigénica, llama­ tre sí, los alelos presentes en cada locus se here­
das M HC de clase 1 y de clase II, que presentan dan en bloque durante la segregación de los cro­
péptidos antigénieos a los linfocitos T CD8 y a mosomas homólogos. Es así como la descen­
los T CD4, respectivamente. dencia hereda lo que se denomina un haplotipo;

I
Productos K A|3AaE[3 Ecx C4 Qa^ TL Hmt
SIp Q a,
C.
Bf
Clase II II II

Fig. 10-1. Productos de los genes de las regiones Q, T y M (véase inform ación en el texto).
El complejo mayor de histocompatibilidad 203

C uadro 10-1. Designación de los productos de clase / y clase II en diversas cepas endocriadas
de ratones

Regiones H -2
Cepa H aplotipo K I D

Balb/c H -2‘' H -2K ‘¡ ]-A‘' 1-E" H -2 D ‘'


AKR H-2K'-' I-A" 1-Ek EI-2D''
BIO H-2» H-2K'> I-A^' EE» H -2D »
B 10.D 2 H -2‘‘ H -2K" I-A ‘' I-&' H -2 D ‘'
BIO .BR B-2'‘ H-2K^ 1-A‘ EE'- H-2Dk
B IO .HTG H~2* H -2K “ I-A^' I-E"* H -2 D '’
B IO .AQ R H-2y' H -2K “ I-A “ I-Ek H -2 D ‘'

En las ce p as re cornbinantes, la letra m inúscula que d e s ig n a el ale lo p re sen te en ca d a p ro d u c to es la co rresp o n d ien te de a c u erd o c o n su ori­
gen, au n q u e la d esig n ac ió n d el hap lo tip o hl-2 de d icha c e p a llev a una letra o d e n o m in ac ió n p ro p ia diferente.

0 sea, un conjunto de especificidades que se he­ y las plaquetas. La densidad de expresión no es


redan juntas. Por otra parte, cabe destacar que la homogénea: es más alta en células de tejidos
expresión de estos genes es codominante. linfoides y muy baja, por ejemplo, en el híga­
El haplotipo H-2 de una cepa endocriada de do. Están ausentes en los espermatozoides, en
ratones se designa con una letra minúscula su- los primeros estadios embrionarios y en el tro­
perscripta al término H-2. Por ejemplo, las ce­ foblasto, En el hombre no se expresan en los
pas Balb/c y DBA/2 son H-2^ las cepas AKR y eritrocitos.
C3H son H-2'‘, la cepa BIO es H-2^ etc. Hay Las MHC de clase I están constituidas por
muchas cepas congénicas construidas sobre el dos p o lip ép tid o s: una caden a p esad a a , de
“b a c k g ro u n d ” B IO . P or eje m p lo , la cep a aproxim adam ente 340 aminoácidos d e longi­
B10.D2 es H -2^ la BIO.BR es H-2^ etc. Los tud, glucosilada, de alrededor de 44 kD de ta­
alelos de los productos codificados por las dife­ maño molecular, asociada no covalentemente a
rentes regiones del H-2 también se denominan una cadena liviana llamada p2-microglobulina,
con una letra m inúscula superscripta (véase no glucosilada, de aproxim adam ente 12 kD
cuadro lO-l). Existen cepas recombinan tes que (fig. 10-2). La cadena a está codificada por ge­
poseen alelos de un aplotipo en algunos de sus nes dentro del CMH, mientras que el gen para
productos y alelos de otro en los productos res­ la P2-microglobulina está ubicado en un cro­
tantes. Por ejemplo, la cepa BIO.HTG, congé- m osoma distinto (2 en el ratón). La cadena pe­
nica del BIO, posee alelos d en las regiones K, sada posee tres dominios proteicos globulares,
1 y S y alelo b en la región D. Hay cepas que llamados a l , a 2 y a3, que se exponen en la su­
poseen más de un suceso de recom binación p erficie externa de la mem brana plasm ática
(véanse ejemplos en el cuadro 10-1). Existen (fig. 10-2). Cada dominio posee aproxim ada­
en el cromosoma 17, en posición telomérica a m ente 90 aminoácidos de longitud, siendo el
la región D, otros loci que codifican para molé­ dominio a l el que contiene el extremo amino-
culas estructuralmente similares a las de clase I terminal y el dominio a3 el más cercano a la
[en las regiones Q, T y M (véase fig. 10-1)]. m em brana plasm ática. La molécula continúa
A lgunos de los productos de estas regiones con un segmento transmembránico hidrofóbico
pueden presentar péptidos antigénicos (véase de alrededor de 30 a 40 aminoácidos de longi­
más adelante). tud y finalmente termina en el interior de la cé­
lula eon un segmento hidrofílico de unos 20 a
30 aminoácidos, que contiene el carboxilo ter­
ESTR U CTU RA Y EX PR ESIÓ N minal. Los dominios globulares a 2 y a 3 po­
DE LAS M O L ÉC U LA S D E CLASE I seen su estructura estabilizada por la presencia
de puentes disulfuro de cisteínas separadas en­
Dentro del H-2, la región K codifica para la tre sí por aproxim adam ente 60 aminoácidos.
expresión de una molécula de clase 1 llamada Las moléculas de clase I murinas tienen dos re­
H-2K. La región D también codifica para la ex­ siduos de hidratos de carbono, uno en la aspa­
presión de moléculas de clase I, aunque su nú­ ragina de posición 86 (dominio a l ) y el otro en
mero varía de acuerdo con la cepa de ratón: to­ la asparagina de posición 176 (domino a2 ). Só­
das poseen al m enos una p roteína llam ada lo el primero está presente en las moléculas hu­
H-2D, mientras que sólo algunas cepas expre­ manas. La [32-microglobulina es un polipéptido
san además proteínas llamadas H-2L. La distri­ globular, estabilizado por puentes disulfuro in­
bución de las MHC de clase I en el organismo ternos, unido no covalentemente a! dominio a3
es muy amplia y están presentes en práctica­ de la cadena pesada. No sólo es idéntica en to­
mente todos los tejidos incluidos los eritrocitos das las moléculas de clase I, sino que también
204 Aspectos básicos de ia inmunidad

C la s e I

\\ I I \\ L //

Exterior

M em brana
p lasm ática

P éptido

F ig . 10-2. Estructura de las m oléculas de histocom patibilidad. A. Esquem a sim plificado de la organización de los dom i­
nios estructurales de las m oléculas de clase I y clase II. B. Sitio de presentación de péptidos en una M H C de clase I, según
la interpretación de los estudios cristalográficos, tal coino sería visto por el receptor T. L a flecha indica el extrem o N -ter­
minal. L a porción a -h élice superior y las cuatro lám inas ^ plegadas de la izquierda provienen del dom inio a l ; las otras
cuatro lám inas (3 y el a hélice inferior corresponden al dom inio a l . C. Interpretación artística de la m olécula de clase 1 en
la superficie celular.

lo es en todos los individuos de una especie y mo los monoclonales, se obtuvieron inm uni­
es muy conservada entre varias especies. zando apropiadamente diversas cepas de rato­
L os p ro d u cto s H -2K y H -2D p o seen un nes con células linfoides o injertos de piel pro­
enorme polimorfismo poblacional: se conocen venientes de anim ales que difieren en uno o
más de 50 alelos para cada uno de ellos en la más loci del CMH. Los análisis serológicos de­
naturaleza. mostraron la presencia de determinantes anti­
Las especificidades antigénicas presentes en génicos o epitopes comunes a varias moléculas
las MHC de clase I fueron originahnente carac­ de clase 1 distintas (ya sea derivadas de distin­
terizadas por serología, es decir, m ediante tos loci en un haplotipo dado o de un mismo
aloantisueros y posteriorm ente mediante Acs locus en distintos haplotipos) a las que se llamó
monoclonales. Tanto los Acs policlonales co­ “especificidades públicas”. También se demos-
El complejo mayor de histocompatibilidad 205

C u ad ro 10-2. Homología de la secuencia p ro ­ HLA-Aw68 y HLA-B27; véase cap. 29). To­


teica de diversos antígenos de clase I murinos dos ellos coinciden en una estructura espacial
(expresada como %) que describiremos a continuación. Los domi­
nios a l y a2 se combinan para ensamblar una
H -2D ‘' H -2D ‘’ H-2K'’ estructura de tipo fo sa acanalada, localizada en
la porción más externa de la molécula, y que
H-2D'' constituye el sitio de unión de p ép tid o s (fig.
H-2D'’ 84
H-2K'’ 83
10-2). Uno de los surcos está definido por una
H-2K" 80 81 84 estructura de a-h éh ce del dominio a l (entre
H-2L‘i 85 los aminoácidos 50 y 84) y el otro está definido
por una a-hélice del dominio a 2 (entre los resi­
duos 138 y 180). La base de la fosa está consti­
tuida por ocho láminas ¡3 plegadas, cuatro apor­
tro la presencia de epitopes tínicos o exclusivos tadas por cada dominio. Las dim ensiones de
de una molécula determinada, a los que se lla­ esta estructura son 25 A° de largo x 10 A“ de
mó “especificidades priv ad as” . La inm ensa ancho y 11 A° de profundidad, que brinda sitio
mayoría de los aloanticuerpos reconocen estas suficiente para acom odar péptidos pequeños
especificidades aloantigénicas en los dominios (menores que 15 aminoácidos en alfa-hélices o
a l y a 2 de la cadena pesada. El análisis bio­ péptidos menores en conformación m ás exten­
químico de la secuencia de aminoácidos de las dida). Toda esta estructura estaría apoyada so­
cadenas pesadas de clase I y el análisis de las bre un armazón determinado por los dominios
secuencias de ADN de los genes de clase I, de­ más conservados a3 y (32 microglobulina (fig.
mostraron la existencia de una homología glo­ 10-2). El análisis comparativo de varios alelos
bal entre los diversos productos, que oscila en­ de clase I muestra que la mayor parte de los re­
tre el 75% y el 99% a nivel de las proteínas. siduos pohmórficos implican aminoácidos lo­
Precisamente en los dominios a l y a 2 es don­ calizados en el sitio de unión de péptidos.
de aparece la mayor variabilidad entre los di­ Topografía de la unión de p ép tid o s a las
versos productos, mientras que el dominio a3, M H C de clase 1. Uno de los detalles m ás inte­
que une la (32 micro-globulina, es el más con­ resantes en estos estudios de difracción de ra­
servado. En el cuadro 10-2 se comparan las se­ yos X, es el hallazgo de un material “electrón
cuencias de aminoácidos de varios productos denso” en esta fosa acanalada, que co-purifica
de clase I murinos. Como se ve claramente, no con la MHC. El estudio de este m aterial esta­
existe m ayor hom ología entre los productos bleció que su naturaleza es ajena a la secuencia
alélicos de un mismo locus (H-2K'’ y H-2K‘*) conocida de las moléculas de clase I. L os anáh­
que la homología existente entre los productos sis cristalográficos de mayor resolución, reve­
de distintos loci de un mismo haplotipo o dis­ lan imágenes que se interpretan com o nona-
tinto. Así, por ejem plo, H-2K'^ y H-2K'* son péptidos presentes en una conformación exten­
84% homólogos mientras que H-2L^' y H-2D<^ dida. Esta observación es consistente con otros
son 85% homólogos. Dicho de otra forma, la estudios que caracterizaron a péptidos eluidos
homología global de los productos determina la de MHC de clase I purificadas y donde la lon­
ausencia de características propias en las molé­ gitud hallada para los mismos fue tam bién de 9
culas codificadas por cada región. aminoácidos (véase más adelante). El sitio de
A diferencia de los antígenos H-2K y H-2D, unión de péptidos de la MHC de clase 1 tiene
los productos de los genes de las regiones Q, T seis “bolsillos” (llamados A,B,C,D,E y F), que
y M (véase fig. 10-1) exhiben un polimorfismo interactúan con las cadenas laterales del pépti­
genético muy limitado. Estructuralmente, estas do unido (fig. 10-3). Los bolsillos A y E, que
moléculas poseen las características generales definen el extremo “derecho” e “izquierdo” del
de todos los productos de clase 1: los dominios sitio de unión, están estructurados por residuos
a l , «2 y a3 poseen longitud similar; se conser­ bastante conservados en la MHC de clase I; es­
van las cisteínas requeridas para la formación to determina que los extremos N- y C- de los
de puentes disulfuro; el dominio a3 , que une péptidos se asocien siempre con A y E respecti­
p2 microglobulina, muestra una homología de vam ente, y la orientación de los m ism os sea
90% con el de otros pro d u cto s de clase 1, siempre la misma. Además, la longitud preferi­
mientras que los dominios al y a2 conservan da será la mínima necesaria para cubrir la re­
un 60-80% de homología. Su función biológica gión central del sitio de unión y optimizar la in­
se discute más adelante. teracción de los extremos. La longitud de los
E structura tridimensional. En los últimos péptidos unidos se definió tanto por métodos
años se ha determinado la estructura cristalo­ cristalográficos como por métodos bioquímicos
gráfica de la MHC de clase I murina H-2K'’ y mencionados más adelante. La figura 10-3 es­
de varios alelos de clase I humanos (HLA-A2, quematiza la orientación de las cadenas latera-
206 Aspectos básicos de la inmunidad

Bolsillo: A B D C E

F ig. 10-3. Representación esquem ática de ia orientación de las cadenas laterales de un nonapéptido unido a una M H C de
clase I. Las posiciones P I , P4 y P5 protruyen hacia el solvente y por ello son accesibles al reconocim iento por el TCR . Las
cadena.s laterales de P2, P3, P6 y P9 m iran hacia el interior del sitio de unión, se acom odan en los bolsillos correspondien­
tes y no están accesibles al TCR. En algunos alelos, son las cadenas laterales de P5 (en vez de las de P6) las que se acom o­
dan en el bolsillo C.

les de los aminoácidos en un nonapéptido uni­ determinante importante en la especificidad de


do a una MHC de cJase I. la unión. Interactiia con el bolsillo F, cuyo resi­
Ligandos peptídicos de las M H C de clase duo 116 es extrem ad am en te p o lim ó rfico y
I. Mediante métodos bioquímicos se puede pu­ afecta a la naturaleza de la unión. Los péptidos
rificar grandes cantidades de una determinada típicos de cada alelo de clase 1, también poseen
MHC, eluir de ella los péptidos que posee aso­ un am inoácido conservado en la posición 2,
ciados a su sitio de unión y caracterizar la se­ que interactiia con el bolsillo B. Ocasionalmen­
cuencia aminoacídica de los mismos. Este aná­ te, algunos alelos exhiben sitios de anclaje
lisis ya se realizó para más de diez alelos de complementarios en la posición 3 del péptido,
clase I diferentes (cuadro 10-3) y permitió con­ mientras que en otros hay una fuerte selectivi­
cluir que; (a) las MHC extraídas de células no dad en la posición 5; curiosamente en estos úl­
infectadas, poseen en su sitio de unión péptidos timos no hay restricción en la posición 2. El
derivados de proteínas celulares; (b) el 80% de cuadro 10-3 muestra los motivos estructurales
los péptidos eluidos son de 8-9 residuos y el conservados de los péptidos específicos para
20% restante pueden ser m ás largos (hasta diversas MHC clase I murinas. Considerando
10-12 aminoácidos); (c) los péptidos unidos a la flexibilidad que permiten ciertas posiciones
cada alelo poseen patrones o motivos estructu­ de los péptidos, resulta claro que un alelo HLA
rales conservados. Habitualm ente el extremo dado tendrá la capacidad de unir miíltiples pép­
C-terminal del péptido (posición 8 o 9) es un tidos (se refiere a uno por vez). La totalidad
potencial de péptidos capaces de ser unidos por
un alelo de clase I resultará de aplicar combina­
C u a d ro 10-3. Residuos aminoacídicos críti­ toria de los diversos aminoácidos que puedan
cos hallados en péptidos específicos de ciertos ocupar posiciones flexibles. Se estima que un
alelos de clase I murinos determinado alelo de clase I puede tener en la
superficie celular, unos 1000 péptidos diferen­
P2 P3 P5 P7 P8/9 tes, con cientos de copias de c/u. La superficie
de una célula tendría unos 10.000 péptidos di­
A lelo de clase I ferentes (exhibidos por diversos alelos de clase
H -2D ‘'* G P I/L
I), de los que 2.000 serían las especies más
H-2D>’* N L/M abundantes.
H -2K ‘’ F/Y L Las restricciones estructurales que poseen
H -2K ‘'* y 1/L/V los péptidos en ciertos residuos para poder inte­
H -2L“ P
H-2K'' E r ractuar con un determinado alelo (así como la
Q a-2“ H L/I flexibilidad en los aminoácidos que pueden ex­
H -2M 3 péptidos N -form ilados hibirse en las otras posiciones) fue confirmada
en muchos casos, preparando péptidos sintéti­
P ara los alelo s in dicados con {*), un 2 0 % d e los pép tid o s son 10-12
am in o ác id o s de longitud. E n esto s casos, se o b s e rv a el m ism o am i­ cos, los que usaron en ensayos de “binding” a
n o ác id o esp e cífico en la P 10-P 12, en lu g ar de P9- E n el re s to de las MHC de clase I purificadas. Todos estos traba­
p o sicio n es (P4, P 7, etc.) hay cie rta flex ib ilid ad en cu a n to ai am i­
n o ác id o q u e p u e d e usarse, a u n q u e hay algunos estric ta m en te p ro h i­ jos permiten identificar y predecir epitopes in-
b idos; su p re sen cia in h ib e to lah iren te su u n ió n a ia M H C . m unogénicos de antígenos m icrobianos, que
El complejo m ayor de histocompatibilidad 207

pueden ser reconocidos por Hnfocitos T citotó­ GENES DE CLASE I


xicos; son muy útiles por lo tanto, para el desa­
rrollo de vacunas. Estructura
B iosíntesis. La biosíntesis y ensamblado de
una MHC de clase I ocurre en el retículo endo­ Con el advenimiento de las técnicas de inge­
plasmático. El correcto plegamiento de la mo­ niería genética, a principios de la década de]
lécula de clase I no .sólo requiere de la cadena ’80 se ai.slaron los primeros ADNc de molécu­
liviana p2-microglobulina, sino de la unión de las de clase I murinas y humanas. Estos clones
un péptido en su sitio de presentación. Ciertas fueron utilizados inm ediatam ente p ara aislar
células mutantes con defectos en la capacidad los primeros clones genómicos de clase 1. La
de generar o traslocar péptidos hacia el retícu­ estructura y organización de estos g enes fue
lo endoplasmático (véase cap. 2), expresan ba­ determinada al obtener su secuencia de nucleó­
jos niveles de MHC de clase I en la superficie; tidos. Se han secuenciado varias decenas de ge­
estas moléculas son inestables (corta vida me­ nes de clase I y todos ellos poseen la organiza­
dia) y carecen de péptidos en su sitio de pre­ ción que se muestra en la fig. 10-4. Están cons­
sentación. tituidos por ocho exones separados entre sí por
El origen de los péptidos que se incorporan siete intrones. Los exones se corresponden con
durante el ensamblado de la molécula de clase los dominios estructurales presentes en la mo­
I puede ser básicamente de tres tipos: (a) Deri­ lécula de clase I (fig. 10-4). El primer exón co­
vados de la degradación de proteínas endóge­ difica para el péptido señal; los exones 2, 3 y 4
nas propias de las células; (b) en el caso de cé­ codifican los dominios externos a l , a 2 y a3
lulas infectadas con patógenos intracelulares, respectivamente; el exón 5 codifica para el seg­
péptidos derivados de proteínas extrañas o aje­ m ento hidrofóbico transmembránico y los exo­
nas a la célula. Así, por ejemplo, se ha eluido e nes 6, 7 y 8 codifican el dominio intracitoplás-
identificado de células normales, péptidos co­ mico.
rrespondientes a proteínas celulares abundan­
tes, tales como histonas, proteínas ribosomales Organización genética
y de estrés térmico. A partir de células infecta­
das con determinados virus, se logró eluir y ca­ Además de los genes que codifican para las
racterizar epitopes peptídicos virales. Los pép­ clásicas m oléculas H-2K, D y L, el genoma
tidos descritos en (a) y (b) utilizan la llamada m urino contiene unos 30-40 genes de clase I
vía endógena de procesamiento y presentación (fig. fO-5). La mayoría de ellos m apea en las
antigénica (véase cap. 2). (c) En pequeña pro­ regiones Q, T y M. La organización molecular
porción, los péptidos señal (leader peptide) ge­ de estos genes está bien estudiada en varias ce­
nerados durante la traslocación de proteínas al pas de ratones y muestra que el número de ge­
retículo endoplásmico, también pueden unirse nes de clase I en las diversas regiones del H-2,
a las MHC de clase I. varía en las mismas (véase más adelante). La

4kb

E4 E5 E6 E7 E8 3 ’UT
GEN 13

Cadena pesadal u3 /TM


de clase I ■r"
Aminoácidos ^ 183 275 / \ 348
315 326 339

CIT

F ig. 10-4. E structura de un gen de histocom patibilidad dé clase I. L os exones (E) se indican con rectángulos verdes y los
intrones (I) con rectángulos blancos. En la proteína se indican los tres dom inios externos a l , a 2 y a 3 , el transm em bránico
(TM ) y el citoplasm ático (CIT). El exón 1 codifica para el péptido señal (L). El segm ento 3 ’U T (rectángulo azu l) contiene
secuencias presentes en el A R N m pero ausentes en la proteína.
208 Aspectos básicos de la inm unidad

caracterización de cada uno de estos genes se mólogos entre sí. Por ejemplo, el par Q6-Q7 es
realizó mediante diferentes tipos de estudios. muy similar al par Q8-Q9, no sólo en los genes
En primer lugar, el ADN de los clones genómi­ sino en las regiones que los flanquean. Por
cos fue introducido en fibroblastos de ratón y ejemplo, la secuencia nucleotídica de Q7 y Q9
su eventual expresión se evaluó mediante reac­ muestra que son 99% homólogos. Se postula
ciones serológicas con Acs de la especificidad que esta región ha evolucionado duplicando
apropiada. En segundo lugar, y como se men­ pares de genes de clase 1. Por otra parte, las se­
cionó antes, se determinó la secuencia nucleotí­ cuencias que flanquean a los genes K2-H-2K
dica de muchos de ellos, la que pudo ser com­ en la región K, son similares a los pares Q6-Q7
parada con datos parciales de secuencias ami- y Q8-Q9; esto sugiere que los genes de la re­
noacídicas. Finalmente, la posición relativa de gión K se generaron por la translocación de un
estos genes en el genoma se determinó compa­ par de genes de la región Q. Cabe recordar que
rando los polimorfismos presentes en cepas de el ratón es la única especie de todas las estudia­
ratones congénicas recombinantes para las dis­ das que posee genes de clase I a ambos flancos
tintas regiones. de los genes de clase II, y que en todas las
La figura 10-5 muestra un esquema de la or­ otras, los genes de clase II están en orientación
ganización de los genes de clase I identificados centromérica, los de clase I en posición telomé-
en los ratones Balb/c (H-2d). En la región K se rica y los de clase III entre ambos. Por otra par­
han identificado dos genes de clase 1, separa­ te, los alelos de un gen en varias cepas (por ej.,
dos unas 15 kb entre sí. Uno de ellos corres­ Q7 en H-2'’ y H-2‘') muestran un 99% de homo­
ponde al gen que codifica para la molécula H- logía, consistente con la noción de escaso poli­
2K. El gen vecino no parece ser funcional. A morfismo en los productos de esta región.
unas 75 kb del gen H-2K se halla un gen de Los genes Q5^ Q6^ Q6'‘, Q 7^ Q 7‘' y 0 9 ^
clase II denominado A(33. Este gen fue mapea- codifican para una molécula de clase I denomi­
do en la región I del H-2 por lo que el gen nada Qa-2, extremadam ente conservada, que
H-2K fue orientado hacia la región 1 y su veci­ puede ser reconocida por aloantisueros y por
no hacia el centrómero (fig. 10-5). La presencia linfocitos T citotóxicos (CTL). Se expresan en
de estos dos genes de clase l en la región K fue una variada gama de linfocitos y precursores
verificada en varias cepas de ratones. hematopoyéticos. Los genes pueden producir
La región D del sistema H-2 posee un ntime- por “splicíng ” o empalme alternativo, dos for­
ro variable de genes de clase I. Por ejemplo, las mas; una de ellas se secreta y la otra se expresa
cepas H-2*’ y H-2'‘ poseen sólo el gen que codi­ en superficie anclada por enlaces glicofosfati-
fica para H-2D, mientras que la cepa H-2'“ po­ dil-inositol (GPI). El papel biológico de Qa-2
see en dicha reg ió n cin co genes; uno para se desconoce, aunque la molécula posee un si­
H-2L, otro para H-2D, y otros tres genes no tio de presentación de péptidos de naturaleza
funcionales (fig. 10-5). Por su posición homó­ sim ilar al de las MHC de clase I “clásicas” ;
loga en el genoma (vecino a la región Q), H-2L además, de ella se han eluido y caracterizado
se corresponde con el gen llamado H-2D en las péptidos endógenos, perm itiéndose definir el
cepas que sólo poseen un sólo gen en esta re­ patrón estructural de los mismos (cuadro 10-3).
gión. Q4 codifica para una m olécula denom inada
Qb-1, que también es secretada, o expresada en
La región H-2Q supert'icie mediante enlaces GPI. QIO codifica
para una proteína soluble, sintetizada funda­
A menos de 100 kb comienzan los genes de mentalmente por el hígado. La función de estas
la región Q, cuyo número oscila entre 5 y 10 moléculas se desconoce.
según las cepas de ratones. Se numeran conse­
cutivamente y se designa en superscripto la ce­ La región H-2T
pa correspondiente; por ejemplo, Q P , Q2*’, etc.
El haplotipo H-2*’ posee diez miembros, el H-2‘^ Posee entre 15 y 20 genes, según el haploti­
tiene nueve (carece del Q3) y los ratones H-2*‘ po H-2. Se los designa en forma similar a los
poseen cinco. Todos ellos están orientados en de la región Q: TL', T2‘*, etc. Los antígenos TL,
el mismo sentido de transcripción. Para investi­ descritos originalmente en timocitos de algunas
gar la naturaleza de los productos codificados cepas y en leucemias tímicas, son producto de
por estos genes, éstos fueron introducidos en los genes T3'’ y TI 8'*. Asimismo, el antígeno
células L de ratón y su expresión se evaluó m e­ Qa-1 es producto del gen T23'’. Ambos se de­
diante antisuerós anti Q a2,3. Sólo los genes tectan mediante aloantisueros; Qa-1 también
Q6, Q7, Q8 y Q9 inducen la síntesis de proteí­ puede ser identificado por CTL. Todas las ce­
nas reconocidas por dichos sueros en estos fi­ pas de ratones expresan TL en epitelio intesti­
broblastos. Algunos de los genes de la región Q nal, donde pueden presentar péptidos antigéni-
se presentan de a pares de genes cercanos y ho­ cos a linfocitos T gama/delta y activar su cito-
El complejo m ayor de histocompatibilidad 209

D D2 D3 D4 L Q1 Q2 Q4 Q5 Q6 Q7 0 8 /9 Q10

■VA ...
O - ' 1500

R e g ió n I

T6 T6
T20 T21 T3 T4
T I6T17T 18T 19 T22T23 T24 TI j / T7 T8 T9 M5 M4 M6
r
o
i 10 20
i 60
8ii J i
60 70

F ig. 10-5. Esquem a de la organización de los genes de clase I m urinos (véase texto).

toxicidad. Los productos de otros genes T tam­ plazó el segundo o tercer exón de un gen dado
bién pueden ser reconocidos por linfocitos T (p. ej, L‘‘) por el exón correspondiente de otro
gama/delta. gen de clase 1. Estos genes quiméricos se pue­
den expresar en el sistema de las células L de
ÍM región H-2M ratón, sobre las cuales se estudió la unión de
los Acs. La inm ensa mayoría de estos mapea
Posee ocho genes, designados en form a si­ epitopes en el prim ero o segundo dom inio y
milar a los de las regiones Q y T. C uatro de una minoría en el tercer dominio.
ellos son funcionales. H -2M 3“ codifica para Los alelos difieren entre sí en varios residuos
una molécula que presenta un péptido del ex­ consecutivos o cercanos y por eso se los desig­
tremo N-terminal de una NADH deshidrogena­ na alelos o alotipos complejos, a diferencia de
sa mitocondrial; esta enzim a tiene cuatro v a­ los alotipos simples presentes en los genes de
riantes alélicas y sus expresión sigue la heren­ globina o citocromo c, que, en general, difieren
c i a materna. Se demostró luego que M3 puede en sustituciones puntuales de aminoácidos. A
unir y presentar eficientemente una variada ga- pesar de estas sustituciones múltiples, todas las
iT ia de péptidos con formil-metionina en su ex­ moléculas conservan un 80-90% de homología
tremo N-terminal, típicos de procariontes. Al­ entre sí y no existen secuencias “típicas” de lo­
gunos de estos péptidos pueden ser inmunodo­ cus H-2K o de H-2D. Sobre la base de estas
minantes en la respuesta inmune murina de lin­ observaciones, varios investigadores han suge­
focitos T CD8 alfa/beta frente a Listeria m o­ rid o la existencia de mecanism os especiales
nocytogenes. que aseguran un rápido intercambio de la infor­
La expresión superficial de H-2M es norm al­ mación entre los genes de clase I de form a tal
mente muy baja y parece deberse a la poca dis­ de “mezclar” las secuencias entre sí y evitar así
ponibilidad de péptidos endógenos con formil- que los genes H-2K y H-2D evolucionen con
metionina. La infección por bacterias intracelu­ características propias en forma independiente.
lares incrementaría la oferta de estos lo que fa­ Un mecanismo del tipo de la conversión génica
cilitaría la expresión superficial de H-2M. perm itiría la copia de secuencias de un gen a
otro dentro de la familia multigenética y man­
tener así la homogeneidad global de las secuen­
EV O L U C IÓ N D E LOS GENES cias. En la conversión génica (un mecanismo
DE CLA SE I sólo demostrado hasta el presente en eucariotes
inferiores), un gen A interactúa con un gen B
Como se mencionó antes, los productos de en forma tal que una parte (o toda) de la se­
clase I H-2K y H-2D poseen un enorme poh- cuencia del gen A se hace idéntica a la secuen­
morfismo poblacional. En las variantes aléli­ cia del gen B (fig. 10-6). En esta interacción,
cas, los cambios se concentran en los dominios los genes A y B conservan su tamaiio e integri­
a l y a 2 de la proteína. Asimismo, los epitopes dad y sus localizaciones originales; sólo ocurre
reconocidos por los Acs fueron identificados una alteración no recíproca en la estructura de
analizando su reactividad sobre productos codi­ uno de ellos. Los genes A y B pueden ser genes
ficados por genes de clase 1 “quiméricos” ; me­ alelos en crom osom as hom ólogos, genes no
diante técnicas de ingeniería genética se reem­ alélicos en un m ism o crom osom a, genes no
210 Aspectos básicos de la inmunidad

A B
C Apareamiento EIZZMD
c rzE
A B

Segregación Segregación A/B A B/A B A/B A

A/B B
/VB B
HUZM D 3zznnzaD
__ D I ^ Segregación.
~a¡— r MD
A B

A/B
Segregación A/B

c = r:-A c iiz z iz z m
A A/B 8 A A/B B

F ig. 10-6, Ejem plo hipotético de la interacción de dos genes no alélicos relacionados, por conversión génica o Crossing
over desigual.

alélicos en crom átides herm anas o un par de mostró que con frecuencia hay catnbios en la
genes relacionados ubicados en distintos cro­ secuencia de aminoácidos de las MHC de clase
mosomas; la interacción podría ocurrir durante 1 o clase IL Los mutantes de H-2K'’, denomina­
la meiosis o mitosis. En la figura 10-6 se mues­ dos Kb™, poseen varias características destaca-
tra un ejemplo hipotético de la interacción de bles: a) ocurren con una frecuencia relativa­
dos genes de una misma familia ubicados en el mente alta; b) por lo general involucran a dos o
brazo largo de un cromosoma. La interacción más aminoácidos vecinos o cercanos entre sí,
mostrada es la que ocurriría entre cromátides siendo improbable que dos o más sucesos de
hermanas. Hay diversos modelos moleculares mutación puntual ocurran en forma indepen­
para explicar estos mecanismos de copia. diente en posiciones tan cercanas; c) a menudo
El otro mecanismo posible para mantener la se observan mutantes idénticos que surgen in­
hom ogeneidad de secuencias en una fam ilia dependientem ente; d) por últim o y quizá lo
multigenética es el llamado Crossing over des­ más importante, casi todos los mutantes poseen
igual (fig. 10-6). Aquí, los sucesos involucran en las posiciones alteradas, residuos presentes
un Crossing over entre dos genes no alélicos de en otras moléculas de clase 1. Por ejemplo, en
una fam ilia durante la meiosis o mitosis; los las posiciones 23 y 24 (dominio a l ) la molécu­
genes que interactúan pueden estar en dos cro­ la K’’ posee los aminoácidos Met-Glu, mientras
mátides hermanas (como en la fig. 10-6) o en que los mutantes K*”" poseen lle-Ser en su lu­
cromosomas homólogos. Como resultado de un gar; precisam ente, lle-Ser están presentes en
Crossing over desigual, además de la modifica­ esas posiciones en los genes Q7*^, L'*, y D'’. En
ción de secuencias, hay un aumento o una dis­ posición 89, la molécula Kb posee una Lys y la
minución en el número de genes de la familia. mulante K'”"’ tiene Ala en su lugar, al igual que
La existencia en el sistema H-2 de números va­ L‘*, D'" y D'*. Cabe destacar que el codón para
riables de genes de clase I en las distintas cepas Lys difiere en por lo menos dos nucleótidos del
de ratones constituye una evidencia en favor de codón para Ala, por lo que es improbable que
la existencia de mecanismos del tipo de Cross­ los cam bios hayan ocurrido por m utaciones
ing over desigual que permitirían la expansión puntuales.
y la contracción de la familia. Estos y otros ejemplos sugirieron que en el
Un sisteiTta que ha permitido evaluar el papel genoma de la cepa H-2'’ podrían existir otros
de la conversión génica en la generación de po­ genes de clase I que poseen estas secuencias
limorfismo en las moléculas de clase 1 es aquel comunes a otras moléculas de clase I y que ser­
de los ratones portadores de mutantes de la mo­ virían de donantes de ellas para “corregir” o
lécula H-2K'’. Estos mutantes fueron identifica­ cambiar la secuencia del gen H-2K*’. Para in­
dos cuando, en una cepa endocriada, ocasional­ vestigar esta posibilidad, Flavell y col. estudia­
mente un ratón rechaza un injerto de piel de un ron en detalle la secuencia del gen K’”"' y en­
hermano. La caracterización de estos animales contraron que difiere de K'’ en siete nucleóti-
El complejo mayor de histocompatibilidad 211

C u a d ro 10-4. Comparación de la secuencia MOLÉCULAS DE CLASE II


de aminoácidos y nucleótidos de varios genes
de clase /. Los guiones representan identidad La región I del sistema H-2 (denominada así
de la secuencia en esa posición por la presencia de genes de respuesta /nmune
y no de clase 1) está ubicada entre las regiones
Gen Secuencia K y S y codifica para la expresión de las molé­
culas de clase II, I-A e I-E (fig. 10-1). Las mo­
150 157
H-2K'> GCT GGT CAA GCA GAG AGA CTC AGG
léculas de clase II murinas se denominan tam­
Ala Gly Glu Ala Glu Arg Leu Arg bién la (asociadas con la región I). Am bas mo­
................... -CT .................... TAT TA- léculas están constituidas por heterodímeros,
y Q lO '’ con una cadena a y una cadena (3 unidas entre
................... Ala ................ ....Tyr Tyr
1-1^2 L' ................... -CT .................... TAT TA-
sí p o r unio n es no co v ale n tes (fig s. 10-2 y
................... Ala ................ ....Tyr Tyr 10-7). Las cadenas que las componen y sus ge­
nes respectivos, se ilustran en la figura 10-7 e
incluyen; se designan A a, A(3, E a y E¡5, y el
alelo de origen se designa con una letra minús­
dos, que causan el cambio de tres aminoácidos. cula superscripta (ej. Aa^*).
Luego observaron que uno de los 26 genes de Las cadenas A a y E a poseen un tam año mo­
clase I presentes en el genoma H-2*’, el QIO'", lecular de aproximadamente 31-33 kD a. Están
posee exactamente esta secuencia y podría ser constituidas por 230 aminoácidos, distribuidos
el generador de este cambio, por un mecanismo de la siguiente forma; dos dominios globulares
del tipo de conversión génica (cuadro 10-4). extracelulares de 84 y 94 aminoácidos, un pe­
Estos 7 nucleótidos sustituidos (que son idénti­ queño tramo hidrofílieo de 10 aminoácidos que
cos a los presentes en el gen L'*) están ubicados lleva al segmento transmem bránico (30 ami­
en un tramo de, como máximo, 57 nucleótidos, noácidos) y el segmento intracitoplásmico (car-
ya que las secuencias de QIO'’ y K"®difieren por boxiterminal) de aproximadamente 12 aminoá­
fuera de este tramo. El gen QIO está ubicado a cidos. El segundo dominio posee su estructura
una distancia considerable del gen H-2K; por estabilizada por un puente disulfuro de cisteí­
lo tanto, estos sucesos podrían involucrar seg­ nas separadas entre sí por 56 residuos. Existen
mentos pequeños de ADN y ocurrir a través de dos sitios de glucosilación unidos a asparagi-
grandes distancias en el genoma. Una observa­ nas, en las posiciones 78 y 118, de! primero y
ción similar se hizo en el caso de la mutante segundo dominio, respectivamente.
que posee Phe y Arg en lugar de Tyr y Las cadenas A(3 y E|3 poseen aproximada­
Cys en las posiciones 116 y 121 respectiva­ mente 240 aminoácidos, distribuidos de la si­
mente. La secuencia del ADN mostró cambios guiente forma: dos dominios extracelulares de
de un nucleótido en cada codón, separados en­ 95 aminoácidos cada uno, un segm ento hidro­
tre sí por 15 nucleótidos. Se encontró que el fóbico transm em bránico de alrededor de 35
gen Q4’’ posee exactamente esa secuencia en aminoácidos, y el extremo carboxiterminal de
esas posiciones y por lo tanto constituye el do­ aproximadam ente 12 residuos. Poseen un solo
nante potencial para la generación del mutante sitio de glucosilación asociado a u n a Asn en
J^bmó la posición 20 del primer dominio. E n ambos
Los genes de histocompatibilidad de clase I dominios externos hay puentes disulfuro entre
(así como también los de clase 11) pudieron ha­ cisteínas ubicadas unos 60 residuos entre sí.
ber surgido de un ancestro común a los genes El tamaño m olecular de las cadenas p oscila
de inmunoglobulinas, B2-microglobulina y los entre 28 y 29 kO; por lo tanto, la diferencia
antígenos de diferenciación ThyL CD8 (Lyt2) entre los tamaños de las cadenas a y ¡3 se debe
y otras moléculas pertenecientes a la superfa­ fundam entalmente a diferencias en la glucosi­
milia de las Igs. Las evidencias son las siguien­ lación.
tes: el tamaño de los dominios externos y la Durante su biosíntesis, las cadenas a y ¡3 se
presencia de un puente disulfuro de igual longi­ asocian intracelularm ente entre sí y con una
tud es común a todos estos genes. Las reglas tercera cadena, de alrededor de 31kD, glucosi­
que gobiernan el splicing o empalme de exones lada, denominada cadena Ii o invariante, codi­
durante la maduración del ARNm es la misma ficada por fuera del H-2. Las tres cadenas son
en los genes de Igs y de histocompatibilidad. transportadas a través del Golgi y posterior­
Finalmente, las secuencias de ADN del exón 4 m ente hacia los endosom as, en don d e el pH
(dominio a3 ) de las moléculas de clase 1, los ácido y ciertas proteasas disocian la cadena íi
dominios a2 y ¡32 de las moléculas de clase IJ, del dímero a[3; facilitan así la unión de pépti­
la p2-microglolDulina y los exones constantes dos antigénicos generados por la v ía exógena
de las inm unoglobulinas poseen algunos tra­ (véase cap. 2). Finalmente las MHC de ciase II
mos de homología ancestral. migran a la superficie celular.
212 Aspectos básicos de la inmunidad

Región ---------------------------- A -----------

Pb Ab Aa Eb2
Genes

Productos

A ( i| Ao

l-A

F ig. 10-7. M oléculas de histocom patibilidad de clase 11. Cadenas que las com ponen y sus respectivos genes.

Las moléculas I-A e I-E pOvSeen una distribu­ Los estudios bioquímicos y moleculares de
ción tisular muy limitada: linfocitos B, macró­ las MHC de clase II mostraron que el mayor
fagos (y sus equivalentes en varios tejidos) cé­ polimorfismo reside en las moléculas A a , A(3 y
lulas de Langerhans, algunas células T activa­ Ep. La comparación de las secuencias de los
das. Se ha demostrado que, en la superficie ce­ genes E a de los haplotipos k, d u muestra una
lular de un individuo heterocigota para dos ha­ homología > del 98% a nivel de las proteínas.
plotipos H-2 distintos, puede ocurrir la trans El análisis comparativo de las secuencias de la
asociación entre las cadenas a de un haplotipo cadena A a de los haplotipos k, d, b, f, u y q,
con las cadenas (3 del otro, tanto para las molé­ muestra que éstas exhiben una homología que
culas I-A como para las I-E. Así, por ejemplo, oscila entre el 82% y el 93% (cuadro 10-5),
un ratón El (H-2‘*x H-2'^) podrá expresar en la con la mayor parte de los cambios presentes en
superficie de una célula dendrítica ocho MHC el primer dominio ( a l ) de la proteína. La com­
de clase II diferentes: paración de las secuencias de la cadena A|3 de
los haplotipos b, d y k, revela una homología
I-A: A a7A|3‘*, AaVA13\ A tfV A p\ AaVA(3‘> global de 90-95%, siempre con la mayor parte
I-E: E a ‘'/E(3^ EaVE(3\ E a “/E|3k, EaVE(3‘'

Los determinantes aloantigénicos en las mo­ C u ad ro 10-5. Comparación de las secuencias


léculas de clase II fueron establecidos por m e­ de aminoácidos de varias cadenas A a prove­
dio de aloanticuerpos monoclonales y pohclo- nientes de diversos haplotipos (expresada co­
nales. Gran parte de los epitopes fueron identi­ mo % de disparidad)
ficados en las cadenas |3, aunque muchos de
ellos dependen de una interacción apropiada u k q f d
con la cadena a correspondiente. A causa de la
b 7 11 14 12 16
trans asociación de moléculas mencionadas an­ n 7 13 13 18
tes, los individuos F l pueden expresar en las k 15 13 14
moléculas de clase II determinantes aloantigé­ q 8 14
nicos ausentes en ambos padres. f 11
E l complejo mayor de histocompatibilidad 213

de los cambios en el dominio (31. Por último, la seen un exón para el péptido señal, dos exones
comparación de las secuencias de los genes E|3 para los dominios externos, exones individua­
de los haplotipos k, d, b, u j; s, muestra una ho­ les para los dominios transmembránicos y cito-
mología global del 95%, con los cambio.s con­ plásmicos y no hay intrones en la región 3 ’ no
centrados en el primer dominio. traducida.
Cuando se comparan las cadenas E a y A a , Al igual que lo encontrado con las moléculas
se observa una homología de aproximadamente de clase I, la genética molecular describió la
50%, y entre las cadenas A(3 y EP 60-65%. En presencia de otros genes de clase II, además de
ambos casos existe una sorprendente conserva­ aquellos que codifican para las moléculas I-A e
ción (~ 80%) en la región transm em bránica, I-E. La organización de estos genes fue estudia­
cosa que no ocurre en esa porción de las molé­ da en varias cepas de ratones y está esquemati­
culas de clase I. Se ha especulado que esta ho­ zada en las figuras 10-7 y 10-9. En orientación
mología en la región transmembránica de las centromérica a Ap, se hallan los genes Pb (pre­
moléculas de clase II sería importante en las in­ viamente designado Ap3) y Ob (antes llamado
teracciones de las cadenas a y |3 entre sí o con AP2). Pb se halla a tan sólo 75 kb de H-2K. Re­
otras proteínas. cibió la designación de Pb por tener 83% de ho­
mología con el gen humano DPp. Este gen po­
see una deleción de 8 nucleótidos en el medio
G E N E S DE C LA SE II del dominio P2 que produce un corrimiento en
el marco de lectura de los codones durante la
El análisis de las secuencias nucleotídicas de traducción. Esto provoca la presencia de nume­
numerosos genes de clase II, permitió estable­ rosos codones de term inación, por lo que se
cer homologías entre las diversas moléculas, ya considera que Pb es un seudogén. Esta deleción
descritas en el punto anterior, y reveló además está presente al menos en las cepas H-2'’ y H-2'‘.
que los genes E a y Ep son análogos de los ge­ La mayor parte de los genes de clase II han
nes D R a y DRp humanos, mientras que los ge­ sido mapeados en un tram o de aproxim ada­
nes A a y Ap son la contraparte de los genes mente 200 kb. Ob (antes llamado A p2) posee
D Q a y DQP humanos (véase cap. 29). un 49-56% de homología con otros genes p y
En los genes de clase II, al igual que en los se observó su expresión a nivel de A RN m en
de clase I, hay una estrecha correlación entre los mismos tipos celulares que expresan I-A e
los exones y los dominios proteicos (fig. 10-8). I-E, aunque no se conoce su producto proteico
Los genes a poseen un exón para el péptido se­ ni su respectiva cadena alfa. Com parado con
ñal; un primer intrón significativamente largo, los genes p humanos, en su segundo dominio
de más de 2kb (similar al gen de P2-microglo- es un 83% homólogo con el gen DOp, un pare­
bulina) y a continuación los exones para los cido similar al existente entre los pares I-A/DQ
dominios extremos a l y a2 ; un tínico exón de y DR/I-E. Esto sugiere que han existido ances­
175 n u cleótidos co d ifica para el segm ento tros comunes para cada uno de estos pares, an­
transm em bránico y citoplásm ico. E x iste un tes de la especiación hombre-ratón.
cuarto intrón ubicado dentro de la región 3 ’ no A unas 20 kb de Ob se halla Ap y a 15 kb de
traducida, dividiéndola en dos. Los genes P po­ éste, el gen A a. Estos codifican para el dímero

TM/CIT 3’UT
12
- A a, Ea

8kb

TM CIT

■A|3. Ep

Fig. 10-8. Estructura de ios genes a y P de las m oléculas de histocom patibilidad de clase 11. Los rectángulos llen o s re­
presentan los exones. t^ = exón que codifica para el péptido señal, a l y ¡il = dom inios externos distales (am inoterm inal).
a 2 y |32 = dom inios externos próximo.s a la superficie. TM = transm em bránico, C IT = intracitoplásm ico. 3 ’U T = región
3 ’ presente en el A RN m pero ausente en la proteína; I = intrones.
214 Aspectos básicos de la inmunidad

C u ad ro 10-6. Comparación de las secuencias de parte del dominio ¡3J de los genes A fí’, y
E p ’. Los guiones representan identidad en la secuencia. La secuencia subrayada muestra el tra­
mo mínimo y la línea de puntos el tramo máximo involucrado en el suceso de conversión génica

60 70

Glu Tyr Trp Asn Ser Gln Pro Glu lie Leu Glu Arg Thr Arg Ala Glu Leu Asp
AP» GAG TAC TGG AAC AGC CAG CCG GAG ATC CTG GAG CGA ACG CGG GCC GAG CTG GAC

Phe Gln Lys


AP*» T.. A.. ■A.

Asn Phe Gln Lys Val


Ep'’ A.. T. A.. A. .G.

l-A (fig. 10-7) y poseen direcciones de trans­ Las cepas de ratones de los haplotipos b, f, q
cripción opuestas, al igual que los otros genes a y s no expresan moléculas I-E en la superficie
y p. A unas 20 kb se ubica el gen Ep, en cuyo y, aunque sí poseen cadenas EP en el citoplas­
intrón 2 se localiza un “punto caliente” de re­ ma, carecen de cadenas E a. Se demostró que,
combinación; numerosas cepas de ratones que al menos en la cepa H-2'’, esto se debe a una
poseen genes H-2K e I-A de un haplotipo y ge­ deleción de aproximadamente 600 bases en el
nes H-2D de otro, y se mapeó el sitio de recom­ gen E a, que involucra el péptido señal y parte
binación exactamente en este intrón. En orienta­ de la región 5 ’ que flanquea al gen (región pro­
ción telomérica, le sigue el gen Eb2, cuyo pro­ motora).
ducto proteico se desconoce, aunque se transcri­
be en algunos tipos celulai'es. Finalmente se ha­
lla Ea y este último está a unas 90 kb del gen P O L IM O R F IS M O Y EV O LU C IÓ N
C4 (ya dentro de la región S del H-2). DE LA R E G IÓ N I D EL H-2
Más recientemente, entre los genes Pb y Ob,
se han identificado otros genes, cuyos produc­ Hay evidencias de que en los genes de clase
tos juegan un papel importante en los mecanis­ II también operarían mecanismos del tipo de la
mos de procesamiento y presentación antigéni­ conversión génica para generar polimorfismo
ca (fig. 10-9). Los genes LMP2 y LM P7 codifi­ en sus secuencias. Estas provienen de los estu­
can para subunidades catalíticas de los protea- dios hechos con los matantes de las cepas H-2'’.
somas, implicados en el catabolismo de proteí­ Se ha determinado la secuencia nucleotídica del
nas en el citosol celular (véase cap. 2). Los ge­ mutante Ap'””'^ y se halló que difiere A p'’ en
nes TAP] y TAP2 codifican para un heterodí­ tres nucleótidos ubicados en un tramo de 14 ba­
mero que transporta péptidos desde el citosol ses, lo que resulta en el cambio de tres aminoá­
h acia el interior del retículo endoplásm ico, cidos. La secuencia cambiada es la misma que
donde ocurre su ensamble con las MHC de cla­ está presente en ese tramo en el gen Epb, lo que
se I. Finalmente, los genes Ma y Mb (equiva­ sugiere que Epb pudo haber sido la secuencia
lentes de los humanos DMA y DMB) codifican donante, en un evento evolutivo del tipo de la
para moléculas que facilitan en los endosomas conversión génica. El tramo mínimo involucra­
la disociación de la cadena li de las MHC de do en la transferencia sería de 14 bases y el má­
clase II y la unión de péptidos generados por la ximo de 44 bases (véase cuadro 10-6).
vía exógena (véase cap. 2). Existe una notable Como ya se mencionó, existe una homología
conservación evolutiva en la organización de entre todas las cadenas a entre sí y las P entre
estos genes entre el humano y el ratón. sí. Esto ha sugerido que los diversos productos
Como hemos mencionado antes, las MHC de génicos pudieron haber surgido a partir de un
clase II poseen una distribución tisular muy ancestro a y p común, a partir de los cuales ha­
restringida. Se ha demostrado, tanto in vitro co­ brían evolucionado independientem ente cada
mo in vivo, que el IFN gama induce la expre­ locus.
sión de novo de moléculas de clase II en célu­ Las subregiones l-A e I-E del H-2 habían si­
las que carecen de ellas. Todas las especies de do separadas por estudios de genética clásica,
IFN producen un aumento de la expresión de con la obtención de cepas recombinantes de ra­
moléculas de clase 1 en células que ya las ex­ tones que poseen alelos distintos en las molécu­
presan. Ambos efectos involucran un aumento las I-A e I-E. Como se mencionó antes, el análi­
en los niveles de transcripción de los respecti­ sis molecular de varias de estas cepas recombi­
vos genes. nantes demostró que en todas ellas el sitio de
El complejo m ayor de histocompatibilidad 215

recombinación involucra el gen Ep, cuya por­ cula estructuralm ente relacionada a C 4, son
ción 5 ’ mapea dentro de I-A y su porción 3 ’ glucoproteínás que circulan en sangre periféri­
dentro de 1-E (fig. 10-7) y que el sitio caliente o ca. Su actividad biológica es diferente. C4 está
“hot spot” en la recombinación ocurre en el se­ presente en la circulación de todas las cepas de
gundo intrón, que separa los dominios p l y p2. ratones, es activa su participación en la activa­
Este hallazgo tiene importantes implicaciones ción de la cascada del complemento (C3 con­
en l o s mecanismos evolutivos que operan en la vertasa y sustrato para C lq ) y es sintetizada en
generación de polim orfism o en estos genes. el hígado y macrófagos. Slp sólo está presente
Steirnmetz y col. compararon las secuencias de en determinadas cepas de ratones, en algunas
A D N dentro de la región I de las cepas Ji, d y de las cuales sus niveles dependen de los nive­
una cepa salvaje mediante la ubicación les de testosterona. No participa en la cascada
de sitios reconocidos por nucleasas de restric­ del complemento y su función exacta se desco­
ción. Observaron un alto grado de polimorfismo noce. Los genes para C4 y Slp ocupan aproxi­
en el ADN desde el gen Ep hacia el centrómero madamente 15-20 kb, están separados p o r unas
(hacia la “izquierda” del mapa) y una gran con­ 70 kb y son 96% hom ólogos entre sí. En el
servación de las secuencias desde Ep hacia la hombre estas dos formas de C4 son activas y
región S (“derecha” del mapa). Esto es consis­ corresponden a los isotipos Rodgers y Chido.
tente con el conocido escaso polimorfismo del Vecinos a cada uno de los genes C4 y Slp (a
gen E a , Slp y C4 (de la región S; véase más 4 kb de distancia) se hallan los genes 210HA y
adelante). Nuevamente, estas observaciones su­ 210HB, respectivamente. Codifican p a ra una
gieren la existencia de mecanismos especiales proteína de 52 kD con actividad de citocromo
para la evolución de estas secuencias. P450, que participa en la hidroxilación de este­
Entre las subregiones I-A e I-E del H-2, la roides adrenales. El gen 210HA es transcrip-
genética clásica mapeó la presencia de la lla­ cio n alm en te m ucho más activo que el gen
mada subregión I-J. La inmunización cruzada 210HB en la adrenal murina. La presencia de
entre cepas dispares en esta región, genera Acs un gen 21 OH vecino a cada gen C4 sugiere que
que reconocen una sub población de linfocitos éstos se originaron a partir de la duplicación de
T supresores y factores solubles con activida­ dos genes ancestrales. Los P450 comprenden
des supresoras, derivados de ellos. Ya que el una familia amplia de enzimas conocidas como
punto de recom binación entre I-A e I-E fue monooxigenasas especializadas en la oxidación
ubicado en el segundo intrón del gen Ep, no de sustratos hidrofóbicos. El ligamiento de ge­
existe espacio físico para localizar la subregión nes absolutamente no relacionados, com o los
I-J. Cuando se usó ad gen Ep para evaluar la de 21 OH y C4, pareciera que es accidental y no
presencia de ARNm complementarios a él en posee alguna implicancia funcional obvia.
células T supresoras (I-J+), no se los halló. For Cercanos a la región H-2I, se hallan los ge­
lo tanto, el m apa físico no concuerda con el nes para C2 y Bf. Son glucoproteínás de 102
mapa genético de la subregión; alternativamen­ kD y 90 kD respectivamente, con estructura y
te los genes para I-J mapean por fuera del H-2. función similares. Son serina proteasas respon­
Evidencias en favor de esta posibilidad surgen sables de la actividad proteolítica de las C3 y
del reciente hallazgo que las cepas originales C5 convertasas de las vías clásica y alterna de
que permitieron definir esta subregión, difieren activación del com plem ento (véase cap. 22).
en otras porciones del genoma, además de la Los genes poseen cierta homología (37 %) y se
región H-2. Una mejor caracterización bioquí­ postula que pudieron haber surgido de un an­
mica de estas moléculas permitirá aclarar estas cestro común, por una duplicación m uy ante­
discrepancias. rior a la que originó a los pares de C4 y 210H,
Se ha especulado que la estrecha cercanía de
ambos (menos de 1 kb) les ha permitido evolu­
REGIÓN S cionar juntos y adquirir la especialización fun­
cional que poseen en ambas vías del comple­
La región S (también denominada región de mento.
clase III) está ubicada entre las regiones I y D
del sistema H-2 (fig. 10-1). Esta región ha sido
bien caracterizada por clonado molecular y es RESPUESTA INMUNE CONTRA
similar en el humano y en el ratón (fig. 10-10). MOLÉCULAS DE
En un tramo de alrededor de 200 kb se hallan HISTOCOMPATIBILIDAD
los genes que codifican para los componentes
del complemento C2, Bf, C4, Slp y para la 21 Como vimos antes, si se trasplanta piel (o
hidroxilasa (210H). cualquier órgano) entre dos animales histoin­
C4, uno de los com ponentes del sistem a compatibles (que poseen alelos de histocompa­
complemento (véase cap. 22) y Slp, una molé­ tibilidad diferentes), los linfocitos T CD4 y
21 6 Aspectos básicos de la inmunidad

Región

Pb Ob Ab Aa Eb Eb2 Ea
Genes

Mb2 Mbl LMP2 TAP1 LMP7


Genes
l'J

F ig. 10-9. O tros genes de clase II ubicados entre los genes Pb y Ob.

CDS reconocen como extrañas a las MHC del das y presentadas por MHC propias: esto se de­
donante, producen una intensa reacción infla­ nomina reconocimiento indirecto de aloantíge­
matoria y destruyen a las células extraña.s. Las nos. En el cultivo mixto, si las cepas sólo difie­
células T CD4 y CDS reconocen a las molécu­ ren en MHC de clase I, la proliferación será es­
las de clase II y clase I extraña.s, respectiva­ casa, aunque sí se generarán efectores citotóxi­
mente. La respuesta inm une contra las MHC cos CDS (cuadro 10-7).
extrañas se denomina respuesta alogeneica. In La frecuencia de linfocitos T que responden
vivo, la respuesta incluye además la síntesis de en un cultivo mixto linfocitario es de alrededor
anticuerpos contra las MHC ajenas (aloanti- de 0.2%, varios órdenes de magnitud mayor
cuerpos). que los que responden a un antígeno conven­
Esta reacción puede evidenciarse y reprodu­ cional. Esto explica la magnitud de la respuesta
cirse in vitro, en el llamado cultivo mixto linfo­ en el cultivo mixto.
citario (cuadro 10-7). Si se mezclan en un sis­ En numerosos y elegantes experimentos se
tema de cultivo, linfocitos proveniente de dos ha demostrado que un mismo clon de linfocitos
animales alogeneieos, las células T CD4 res­ T que responde específicamente ante un pépti­
ponden con una intensa proliferación y libera­ do presentado por una M HC propia, puede
ción de mediadores al reconocer moléculas de eventualmente responder y proliferar ante una
clase II extrañas, presentes sobre la superficie célula alogeneica, en ausencia aparente del
de células que estimulan (linfocitos B, células péptido específico. Más aun, se ha demostrado
dendríticas). Además, las células T CDS se ac­ Ibrmalmente, que es la misma molécula del re­
tivan al reconocer moléculas de clase I extrañas ceptor T la responsable del reconocimiento en
sobre la superficie de todas las células ajenas. ambos casos. Se ha hipotetizado la existencia
Además de este reconocimiento directo de las de una suerte de reactividad cruzada entre el re­
MHC extrañas por el receptor T, se ha demos­ conocimiento de la MHC propia + péptido y la
trado que las MHC ajenas pueden ser procesa­ molécula de histocompatibilidad ajena. Sin em-

C u a d ro 10-7. Respuestas en el cultivo mixto linfocitario p or M H C alogeneicas de clase I y


clase 1¡

D isparidad en las M H C entre las células


que e.nimulan y las que responden
Producción
Clase I Cla.se II Proliferación de citocinas E fectores citotóxicos

Sí SÍ ++++ + ++ + “ ++++'=
SÍ NO +
NO SÍ +++ + ++“' +>’

Las cé lu la s efectoras son de fe n o tip o C D 4 y re co n o ce n M H C d e c la se II alo g en eicas


Las cé lu la s efecto ras son de fe n o tip o C D S y re co n o ce n M H C de clase I alogeneicíKs
E l complejo mayor de histocompatibilidad 217

C2 BF SIp I21OHBI

20 40 60 100 120 140 160 180 Kb


Fig. ÍO-10. O rganización genóm ica de la región S del sistem a H -2. L os genes están representados por rectán g u lo s y sus
tam años y distancias que los separan están en escala. El gen C2 lim ita con la región H-21 y el gen 2 1 0 H B con la región
H-2D. Las flecha.s indican las direcciones de transcripción.

bargo, han surgido en los últimos años numero- geneicos. A com ienzos de la década del ’70
s'ds evidencias que sugieren que el TCR no re­ surgieron varias evidencias independientes que
conoce MHC “desnudas” o vacías, sino MHC demostraron la participación de las mism as en
que acarrean péptidos. En el reconocimiento el reconocimiento de antígenos convencionales
alogeneico directo, estos péptidos derivarían de por parte de los hnfocitos T (el fenómeno lla­
p roteínas endógenas de la célula y podrán mado restricción por el complejo mayor de his­
eventualmente ser específicas de un tejido. Se tocompatibihdad).
ha demostrado que algunos clones de linfocitos Hoy está claro el papel de las M H C en la
T CD4 aloreactivos proliferan ante una molé­ presentación de péptidos generados por el pro­
cula de clase II alogeneica expuesta en la su­ cesam iento intracelular (cap. 2). Más aun, es
perficie de linfocitos B, pero no cuando la mis­ p o sib le incubar in vitro M HC con péptidos
ma molécula está sobre monocitos o fibroblas­ apropiados, m edir su afinidad, su cinética de
tos. Esto implica que la especificidad fina de asociación y ensayar su actividad biológica por
este clon T reconoce la molécula de clase II su capacidad para activar linfocitos T. Se ha
junto a un péptido específico de linfocitos B y demostrado que la unión tiene lugar con cinéti­
derivado de una proteína que estaría ausente de cas de asociación y sobre todo disociación len­
monocitos o fibroblastos. Otros clones T res­ tas (tl/2 = 30 hs), con constantes de afinidad
ponden igualmente cuando el aloantígeno está moderadas del orden de 10'" M *. Las cinéticas
sobre diversos tipos celulares y en este caso se de asociación obtenidas al ensayar la unión de
reconocería un péptido derivado de una proteí­ péptidos a células, revelaron ser más rápidas.
na celular presente en varios linajes. La lenta disociación sugiere que, una vez uni­
Estas y otras evidencias son consistentes con do, el complejo péptido-molécula de histocom­
la hipótesis que la respuesta alogeneica directa patibilidad de clase II sería relativamente esta­
se produce contra antígenos celulares (por ej., ble; si se garantiza la presencia de este comple­
estructurales) presentados por moléculas aloge­ jo sobre la superficie de la célula presentadora
neicas, asociaciones contra las cuales un indivi­ durante un tiempo prolongado, se favorece el
duo no es tolerante, pero que sí es tolerante a encuentro con un linfocito T de especificidad
esos autoantígenos presentados por moléculas apropiada.
propias. La gran magnitud de la respuesta en el Para modelos en donde una misma molécula
cultivo mixto se explicíiría según esta noción, de clase II es capaz de unir diversos péptidos,
por la enorme cantidád de clones T que tendrían los estudios de com petición han sugerido la
la capacidad de reconocer las diferentes combi­ existencia de un sólo sitio de unión. Las imáge­
naciones entre péptidos tisulares -1- moléculas nes cristalográficas de las MHC han confirma­
HLA alogeneicas (com binaciones co ntra las do esta noción.
cuales uno no es tolerante). Más aun, por el pro­ En num erosos sistem as se ha dem ostrado
pio polimorfismo de las MHC, las moléculas que determinados alelos de clase I o clase 11
alogeneicas no necesariam ente acarrearán los “sirven” o “no sirven” para presentar ciertos
mismos péptidos tisulares que aquellos presen­ péptidos antigénieos. Esto explica los primeros
tes en las MHC propias; a éstas últimas seremos estudios in vivo que mostraron que ciertas ce­
tolerantes, pero no a las primeras! Esto aumenta pas de ratones son “buenos” respondedores y
la magnitud de la respuesta. Finalmente, a esto otros “malos” respondedores a un antígeno da­
debe agregarse la contribución de la respuesta do y que los genes que regulan esto mapean en
indirecta donde los aloantígenos procesados son el sistema H-2. Esto ha permitido asignarle a
re-presentados por las MHC propias. los genes de histocompatibilidad el nombre de
genes de re.spuesta inmune. La caracterización
de ligandos peptídicos naturalm ente hallados
FUNCIONES DE LAS MOLÉCULAS en las MHC y los ensayos de unión in vitro a
D E HISTOCOMPATIBILIDAD M H C purificadas, confirm an que u n a buena
respuesta depende en primer lugar de la capaci­
Es evidente que la función biológica esencial dad del péptido de unirse a una determinada
de las MHC no es la de impedir trasplantes alo­ MHC.
218 Aspectos básicos de la inmunidad

En la mayoría de las especies donde fue es­ vada a los T CD4 inductores y su efecto poste­
tudiado, el sistema mayor de histocompatibili­ rior sobre linfocitos B) sino que deben focali­
dad es extremadamente polimórfico. En aque­ zar su respuesta citotóxica sobre cuakjuier cé­
llas especies donde el p o lim orfism o de las lula del organismo que exhiba en sus MHC de
MHC es [imitado, las proteínas implicadas en clase I péptidos tumorales o de patógenos in­
el p ro c e s a m ie n to (L m p2y7) y tra n s p o rte tracelulares.
(Tapl/2) de péptidos antigénicos hacia el inte­
rior del retículo, contribuyen con un moderado
polimorfismo, en la selección de los epitopes BIBLIOGRAFIA
presentados. Se ha postulado que todo este po­
RM Ziiikernagel & PC D oherty. C ontenip T o p Im m uno-
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citoquinas. La utilización de dos MHC dife­ 0 R otzchke y col. N ature 36J: 642, 1993.
rentes (clase I y clase II) quizá haya surgido CR W ang y col. Proc N ati A cad Sci 90: 2784, 1993.
SM Shaw ar y col. A nn Rev Im m unol 12: 839, 1994,
como consecuencia de una especialización de V H Engelhard. C urr O p Im m unol 6: 13, 1994.
las poblaciones T: los CTL CD 8 -1- no pueden 1 Stroynow .ski & K F L in d h al. C u rr O p Im m u n o l 6: 38,
eliminar bacterias y sus toxinas (función reser­ 1994.
Moléculas de adhesión

MARCELA A. MANGHI

IN TRO D U C CIÓ N bre los linfocitos después de su activación. Sin


em bargo, dado que la m ayoría de las células
Hasta hace poco tiempo, el endotelio vascu­ del cuerpo expresan por lo menos una de las in­
lar era considerado como un tejido que cubría tegrinas p i en forma constitutiva y puesto que
los vasos sanguíneos cuya función sólo era la algunas de las cadenas pueden estar combina­
de prevenir la coagulación sanguínea y separar das con otras subunidades p, la nomenclatura
el espacio vascular de los tejidos. Las células VLA dejó de ser apropiada y ha sido reempla­
endoteliales fueron consideradas menos acti­ zada por la nomenclatura a P (véanse cuadros
vas, menos complejas y menos interesantes que 11-1 y 11-2).
muchos otros tipos celulares. La función general de los miembros de la fa­
Hoy se sabe que el endotelio vascular parti­ m ilia de las integrinas es interactuar con una
cipa activam ente en una amplia variedad de amplia variedad de ligandos incluidos glucopro-
procesos fisiopatológicos que incluyen infla­ teínas de la ECM , componentes del comple­
mación e inmunidad. El intenso estudio de los m ento, y otras células “integrando” el medio
mecanismos moleculares de la adhesión de los ambiente extracelular con el citoesqueleto. Si
leucocitos al endotelio permitió identificar, ca­ bien las 8 cadenas P y las 14 cadenas a podrían
racterizar y clonar múltiples moléculas acceso­ teóricamente dar origen a más de 100 heterodí­
rias en la superficie de la célula endotelial que meros, la diversidad real es mucho m ás restrin­
soportan la adhesión a través de una interac­ gida dado que muchas cadenas a se asocian con
ción con ligandos específicos sobre los leucoci­ una única cadena p y que otras cadenas a (por
tos facilitando su tráfico. ej., av ) se asocian con varias cadenas P diferen­
tes. Las integrinas individuales pueden unir más
de un ligando, y los ligandos individuales pue­
MOLECULAS ACCESORIAS den ser reconocidos por más de una integrina
(cuadro 11-1). Algunas de las integrinas pueden
La superfamilia de las integrinas reconocer proteínas integrales de m em brana
pertenecientes a la superfamilia de las inmuno-
La familia de las integrinas incluye más de globulinas (ICAM-1, 2, 3 y VCAM-1) y mediar
20 heterodímeros de superficie celular, diferen­ la adhesión directa célula-célula.
tes pero estructuralm ente relacionados, com­ Las integrinas intervienen en la adhesión cé­
puestos de cadenas a y |3 unidas en forma no- lula-célula y célula-matriz en muchos procesos
covalente. Estas moléculas intervienen en la fisiológicam ente importantes: desarrollo em­
adhesión de células a proteínas de la matriz ex­ brional, hemostasis, trombosis, cicatrización de
tracelular (ECM) y en las interacciones célula- heridas, mecanismos de defensa inm une y no-
célula. Se conocen 8 subunidades |3 y 14 subu­ inmune, y transformación oncogénica.
nidades a. Varias integrinas que utilizan la ca­ De acuerdo a sus características estructura­
dena p, han sido denominadas antígenos VLA les, las integrinas pueden ser divididas en va­
(very late after activation) dado que dos de los rios subgrupos. Un grupo que sufre clivaje pos-
primeros miembros de este grupo aparecen so­ translacional de la cadena a , y otro grupo que
218 Aspectos básicos de la inmunidad

En la mayoría de las especies donde fue es­ vada a los T CD4 inductores y su efecto poste­
tudiado, el sistema mayor de histocompatibili­ rior sobre linfocitos B) sino que deben focali­
dad es extremadamente polimórfico. En aque­ zar su respuesta citotóxica sobre cualcjuier cé­
llas especies donde el p o lim orfism o de las lula del organismo que exhiba en sus MHC de
MHC es [imitado, las proteínas implicadas en clase I péptidos tumorales o de patógenos in­
el p ro c e s a m ie n to (L m p2y7) y tra n s p o rte tracelulares.
(Tap 1/2) de péptidos antigénieos hacia el inte­
rior del retículo, contribuyen con un moderado
B IB L IO G R A F IA
polimorfismo, en la selección de los epitopes
presentados. Se ha postulado que todo este po­
RM Ziiikernagel & PC D oherty. C ontenip T o p Im m uno-
limorfismo y la rápida evolución de este siste­ biol 7; 179, 1977.
ma, evitaría la aparición de un patógeno “per­ EH Wei.s.s y col. E M B O J 2: 453, 1983.
fecto” que pueda evitar una adecuada presenta­ LR Pease y col. Proc N ati A cad Sci 80: 242, 1983.
EH \N d a s y co!. N ature 310: 650, 1984.
ción por una MHC, o que pueda mimetizar uno M Steinm ctz. N ature 14, 1985.
de ellos y evadir así el reconocimiento inmune. R H Schw arlz. A n n R e v Im m unol 3: 237, 1985.
La presentación antigénica sobre superficies M Steiiim etz y col. CeU 44: 895, 1986.
celulares m ediada por las MHC, pudo haber J G overm an y col. Cel! 4S: 475, 1986.
O ’N eill y col. Im m unogenetics 24: 368, 1986.
evolucionado como un mecanismo especializa­ SG N athenson y col. A n n R e v Im rautiol 4: 471, 1986.
do de los hnfocitos T, ya que la función de es­ I S troynow ski. A nn Rev Im m unol 8: 501, 1990.
tas células siempre está asociada a la interac­ K Ito y col. Cell 62: 549, 1990.
ción con células presentadoras de antígeno: la F K Lindhal y col. A nn Rev Im m unol 9: 351, 1991,
S Cho y col, N ature 3S3: 573, 1991,
activación de linfocitos B y la activación de CK ¡Martínez & JJ M onaco, N ature 353: 664, 1991,
células inflamatorias por la acción directa de D H F rem o n ty col. Science 257: 919, 1992.
citoquinas. La utilización de dos MHC dife­ 0 R otzchke y col. N ature 36J: 642, 1993.
rentes (clase I y clase II) quizá haya surgido CR W ang y col. Proc N ati A cad Sci 90: 2784, 1993.
SM Shaw ar y col. A nn Rev Im m unol 12: 839, 1994.
como consecuencia de una especialización de V H Engelhard. C urr O p Im m unol 6: 13, 1994.
las poblaciones T: los CTL CD 8 -1- no pueden 1 Stroynow .sk¡ & K F L in d h al. C u rr O p Im m u n o l 6: 38,
eliminar bacterias y sus toxinas (función reser­ 1994.
Moléculas de adhesión

MARCELA A. MANGHI

IN TRO D U C CIÓ N bre los linfocitos después de su activación. Sin


em bargo, dado que la m ayoría de las células
Hasta hace poco tiempo, el endoteUo vascu­ del cuerpo expresan por lo menos una de las in­
lar era considerado como un tejido que cubría tegrinas p i en forma constitutiva y puesto que
los vasos sanguíneos cuya función sólo era la algunas de las cadenas pueden estar combina­
de prevenir la coagulación sanguínea y separar das con otras subunidades p, la nomenclatura
el espacio vascular de los tejidos. Las células VLA dejó de ser apropiada y ha sido reempla­
endoteliales fueron consideradas menos acti­ zada por la nomenclatura a P (véanse cuadros
vas, menos complejas y menos interesantes que 11-1 y 11-2).
muchos otros tipos celulares. La función general de los miembros de la fa­
Hoy se sabe que el endotelio vascular parti­ m ilia de las integrinas es interactuar con una
cipa activam ente en una amplia variedad de amplia variedad de ligandos incluidos glucopro­
procesos fisiopatológicos que incluyen infla­ teínas de la ECM , componentes del comple­
mación e inmunidad. El intenso estudio de los m ento, y otras células “integrando” el medio
mecanismos moleculares de la adhesión de los ambiente extracelular con el citoesqueleto. Si
leucocitos al endotelio permitió identificar, ca­ bien las 8 cadenas P y las 14 cadenas a podrían
racterizar y clonar múltiples moléculas acceso­ teóricamente dar origen a más de 100 heterodí­
rias en la superficie de la célula endotelial que meros, la diversidad real es mucho m ás restrin­
soportan la adhesión a través de una interac­ gida dado que muchas cadenas a se asocian con
ción con Hgandos específicos sobre los leucoci­ una única cadena p y que otras cadenas a (por
tos facilitando su tráfico. ej., av ) se asocian con varias cadenas P diferen­
tes. Las integrinas individuales pueden unir más
de un ligando, y los ligandos individuales pue­
MOLECULAS ACCESORIAS den ser reconocidos por más de una integrina
(cuadro 11-1). Algunas de las integrinas pueden
La superfamilia de las integrinas reconocer proteínas integrales de m em brana
pertenecientes a la superfamilia de las inmuno-
La familia de las integrinas incluye más de globulinas (ICAM-1, 2, 3 y VCAM-1) y mediar
20 heterodímeros de superficie celular, diferen­ la adhesión directa célula-célula.
tes pero estructuralm ente relacionados, com­ Las integrinas intervienen en la adhesión cé­
puestos de cadenas a y |3 unidas en forma no- lula-célula y célula-matriz en muchos procesos
covalente. Estas moléculas intervienen en la fisiológicam ente importantes: desarrollo em­
adhesión de células a proteínas de la matriz ex­ brional, hemostasis, trombosis, cicatrización de
tracelular (ECM) y en las interacciones célula- heridas, mecanismos de defensa inm une y no-
célula. Se conocen 8 subunidades |3 y 14 subu­ inmune, y transformación oncogénica.
nidades a. Varias integrinas que utilizan la ca­ De acuerdo a sus características estructura­
dena p, han sido denominadas antígenos VLA les, las integrinas pueden ser divididas en va­
(very late after activation) dado que dos de los rios subgrupos. Un grupo que sufre clivaje pos-
primeros miembro,s de este grupo aparecen so­ translacional de la cadena a , y otro grupo que
220 Aspectos básicos de la inmunidad

Cuadro 11-1. Nombres alternativos _yligandos de las integrinas


C adena a C adena ¡i N om bres alternativos Ligando

al pl C D 49a/C D 29, VLA-1 Colágeno, lam inina


al pl C D 49b/C D 29, V LA -2, [a/IIa Colágeno, lam inina
a2 pi C D 49c/C D 29, LV A -3 Fibronectina, lam inina, colágeno
a3 pl C D 49d/C D 29, V LA -4, LPAM ^2 F ibronectina, V C A M -1
a4 ¡57 C D 49d/-,L P A M -l Fibronectina, V C A M -1, H EV cercanas a las placas de P eyer
a4 p) C D 49e/C D 29. V LA -5, Ic/Ha Fibronectina
aS pi CD49Í7CD29, VLA-6, Ic/Ila Lam inina
a6 p4 C D 4 9 f/-. L am inina (?)
a6 pi -/C D 2 9 L am inina
a7 pi -/C D 2 9 (?)
a8 P2 C D H a /C D 18, LFA-1 íCA M -1,2,3
aL P2 C D Ilb /C D l8 , M A C-1, CR3 C 3bi, fibrinógeno, factor X, lCAM -1
aM P2 C D Ilc /C D lS , P150/95, CR4 C3bi, fibrinógeno
aX p3 C D 4 I/C D 6 I F ibrinógeno, fibronectina, vitronectina, throm bospondina
a l lb p3 CD 51/CD 61 V itronectina, fibrinógeno, throm bospondina, fibronectina, os-
teopontina
aV pi C D 51/C D 29 V itronectina, fibronectina
aV P5 C D 5 1 /- V itronectina
aV p6 C D 5 1 /- Fibronectina
aV ps C D 5 1 /- 9
a lE L p7 H M L -I,M 2 9 0 H EV cercanas a las placas de Peyer

contiene dominios de 180 a 200 aminoácidos, Las cadenas p i, ¡52 y ¡53 humanas han sido
llam ado dom in io s I (in se rtiv o -in te ra c tiv o ) clonadas y completamente secuenciadas. Ellas
(cuadro 11-2). Las cadenas a clivadas están son semejantes en un 44% a 47% y conservan
compuestas por un dominio transmembrana de las 56 cisteínas. Hay una alta conservación de
25-30 KD unido por unión disulfuro a una ca­ las cadenas p, a través de las especies. La P4 es
dena más larga totalmente extracelular. En ca­ claramente diferente de las otras cadenas P de
da cadena a hay 18 a 24 cisteínas, y 14 a 16 de las integrinas, es más grande (210.000 PM) y
ellas están conservadas en todas las subunida­ s?u dominio citoplasmático supera los 1.000 aa.
des a conocidas. El dominio I está compuesto La asociación de las cadenas a y p es requerida
por 180 a 200 aminoácidos insertados a partir para la expresión en la superficie celular y apa­
del aminoácido 130. rentemente la velocidad de expresión estaría li­

C uadro 11-2. Propiedades moleculares de las integrinas


D om inio /
Cadena Tam año reducido T am año no-reducido de las integrinas Clivado

al 210.000 200.000 Sí No
a2 16,5.000 160.000 Sí No
a3 130.000/25.000 150.000 No Sí
a4 150,000 140.000 No No
aS 135,000/25.000 155.000 No Sí
a6 120.000/30.000 140.000 No Sí
a.1 95.000 120.000 No Sí
a8 140,000 160.000 No Sí
aL 180,000 170,000 Sí No
aM 170,000 165.000 Sí No
aX 150,000 145.000 Sí No
a l lb 120,000/25,000 145.000 No Sí
aV 125,000/24,000 150,000 No Sí
a lE L 150.000/25.000 175.000 7 Sí
81 130.000 110,000 No No
P2 95.000 90,000 No No
33 105,000 90.000 No No
34 220.000 210,000 No No
P5 110.000 100,000 No No
S6 106.000 No No
(estim ado)
P7 130.000 105,000 No No
P8 97.000 95,000 No No
Moléculas de adhesión 221

mitada por la síntesis de la cadena a , la cual re­ celular presentes en células endoteliales (E-se-
gula la maduración y la aparición de la cadena lectina), plaquetas (P-selectina) y linfocitos (L-
p en la superficie celular. seleetina),
Se acepta que en cada integrina los dominios A partir de estudios de secuencia se pudo
N-terminal de las cadenas a y p se combinan predecir la estructura de cada una de estas 3
para formar una cabeza que une al ligando y moléculas: una proteína transmembrana con un
que los dominios citoplasmáticos pueden inte­ dominio N-terminal semejante a una lectina, un
ractuar con proteínas del citoesqueleto. La pre­ mismo factor de crecimiento epidemial (EGF),
sencia en cada cadena a de los dominios cito­ y un número variable de módulos (de aproxi­
plasmáticos, que son estructuralmente únicos, madamente 60 aa, cada uno) similares a los en­
origina la posibilidad de que estos receptores contrados en ciertas proteínas que unen com­
puedan interactuar con diferentes componentes plemento (fig, 11-1), El término selectina fue
de! citoesqueleto. propuesto para resaltar el dominio lectina N~
Es importante destacar que una integrina par­ terminal y para indicar la función y expresión
ticular en una célula dada puede no unirse a to­ selectiva de estas moléculas (cuadro 11-3),
dos los ligandos listados en el cuadro 11-1, Por La relación encontrada entre la región N-ter­
ejemplo, la a2 p 1 de las plaquetas une colágeno minal de estas tres moléculas y los dominios de
pero no laminina, mientras que en otros tipos reconocimiento de carbohidratos presentes en
celulares puede reconocer a ambos ligandos. las lectinas animales dependientes de Ca^^ dio
lugar a una búsqueda intensiva de los ligandos
L a fam ilia de las integrinas (32 carbohidratos involucrados,
Las leucointegrinas E-,P-, y L- selectinas se unen a uno o más ti­
pos de carbohidratos, incluyendo estructuras
Las leucointegrinas constituyen una familia re la c io n a d a s al an tíg en o L ew is’' sialid ad o
de tres glucoproteínas de la superficie celular (s L e’'), polisacáridos sulfatados (heparina, fu-
que usan la cadena P2 de la familia de las inte­ coidán), y monosacáridos y pohsacáridos fosfa­
grinas y que median la interacción célula-célu- tados. Además, las proteínas celulares específi­
la en la inflamación. Estas glucoproteínas son cas pueden participar en la presentación de li­
tam bién com únm ente d enom inadas LFA-1 gandos para selectinas. Si bien los detalles mo­
(aL , (32 o C D lla /C D 1 8 ), Mac-1 (a M , [32 o leculares de las interacciones ligando-selectina
C D llb /C D lB ) y p l5 0 /9 5 (a X , (32 o C D c/ no han sido aún determinados, se presume que
CD 18), la unión de las selectinas individuales a diferen­
tes tipos de carbohidratos puede involucrar o no
La familia de las selectinas el mismo mecanismo. Para conocer estas inte­
racciones se requerirá determinar las afinidades
Esta familia de moléculas de adhesión está de unión y las constantes de velocidad, así co­
compuesta de 3 glucoproteínas de la superficie mo del análisis cristalográfico por rayos X.

E-selectina
NH2
Lectina EGF

P-selectina
NH2 i / 1 ■■ 2 i! . 7 8 i, 0 y 'C O O H
Lectina EGF

L-selectina
NH2
Lectina EGF

F ig. 11-1. Esquem a de las estructuras de E P y L - .selectina. N6te.se e) dom inio lectina am ino term inal, el EG F, el nú­
m ero variable de m ódulos sim ilares a los encontrados en proteínas que unen com plem ento, el dom inio transm em brana y el
eitoplasm ático.
222 Aspectos básicos de ia inmunidad

Cuadro 11-3. Moléculas de adhesión de la fam ilia de las selectinas: expresión y función
N om enclatura anterior E xpresada por: Se une a:

E-selectina ELAM -1 Endotelio N eutrófilos


M onocitos
A lgunas células T

P-selectina PA D G EM Plaquetas N eutrófilos


G M P -140 Endotelio M onocitos
A lgunas células T

L-selectina m L H R ,L e u 8 ,T Q -l,g p - L infocitos V énulas endoteliales supe­


9 0 « ® S L am -],L ec an j-l M onocitos riores de los nódulos lin fá­
N eutrófilos ticos

M oléculas de adhesión intercelular (ICAMs) lares de las moléculas ICAM es variable. Por
ejemplo, ICAM-3 tiene una homología de se­
ICAM-1, ICAM-2, e ICAM-3 son moléculas cuencia total del 48% con ICAM-1 y de sólo
de la superficie celular que pertenecen a la su­ 31% con ICAM-2, aunque la homología entre
perfamilia de las inmunoglobulinas (véase cap. los dominios individuales varía marcadamente.
5) y están distribuidas en diferentes tipos celu­ La gran similitud entre las diferentes moléculas
lares (endoteliales, epidemiales, fibroblásticas). ICAM sugiere que todas ellas podrían derivar
Estas moléculas intervienen frecuentemente en de una misma molécula ancestral. Suponiendo
las reacciones de adhesión y transmigración de que fuera así, el grado de diversidad de estas
los leucocitos sanguíneos a través de la unión moléculas es ¡o suficientemente grande como
directa a las integrinas de la superficie celular para determinar en ellas diferentes funciones,
de los leucocitos. ya que presentan diferencias en: la distribución
E structuralm ente, las ICAM s varían en el celular, su actividad de unión a LFA-1, y las
número de dominios de inmunoglobulina en el regiones citoplasmáticas.
fragmento extracelular (fig. 11-2). Si bien estas
porciones extracelulares presentan un alto gra­ VCAM-1 / INCAM-110
do de homología entre sí, las porciones intraci-
toplásmica y transmembrana presentan una ho­ Si bien se conocía el rol de ICAM-1 y E-se­
mología mucho más baja. Sin embargo, el gra­ lectina en la adhesión de los leucocitos a las cé­
do de homología entre los dominios extracelu- lulas endoteliales, se presumía de la existencia

Dominios ig-“like”
iJ U iiiM ir u o l y -
iir v c

ICAM-1 (CD54)
7 7°L <V>^L m 9T7°L 20% 11 o/„ (510 aa)

ICAM-3 (CD50)
(518 aa)

lCAM-2 (GDI 02)


(256 aa)

F ig . 11-2. H om ología entre las p roteínas ICA M . N ótese la porción transm em brana (TM ) y la porción citoplasm ática
(Cyt).
Moléculas de adhesión 223

de una tercera molécula de adhesión endotelial gún el grado de glucosilación y de asociación


inducible por citoquinas, dado que: I) la adhe­ de condroitín sulfato. Se expresa en las células
sión de la mayoría de los linfocitos sanguíneos epiteliales, linfocitos T y B, queratinocitos y
periféricos al endotelio activado no podría ser una variedad de tumores, presentando diferen­
explicada totalmente por lCAM-1 y E-selecti­ tes isoterm as. También se ha encontrado una
na, y 2) ciertas células funcionales linfoides form a so lu b le en sangre y fluido sin o v ia l.
(por ej., melanomas) se adhieren al endotelio CD44 interactúa con diferentes superficies ce­
activado por mecanismos aparentemente inde­ lulares y componentes de matrices, que inclu­
pendientes de ICAM-1 y E-selectina. yen fibronectina, colágeno, y un glucosamino-
Mediante el empleo de un anticuerpo mono­ glucano no-sulfatado llamado hialuronato.
clonal generado contra el endotelio activado
con TNF, se identificó una glucoproteína endo­ CD 31 (PECAM-1, endoCAM)
telial de 110 KD inducible por citoquinas que
es inm un o q u ím icam en te d istin ta de las ya CD31 Es una glucoproteína transmembráni­
nombradas; se la denominó molécula de adhe­ ca de aproximadamente 130 kD que se halla en
sión celular inducible -110 (INCAM-110). Por células endoteliales, plaquetas, neutrófilos, m o­
otra parte, empleando un c-DNA aislado de cé­ nocitos y subpoblaciones de células T, E s un
lulas endoteliales activadas con citoquinas, miembro de la superfamilia de las Igs que, se­
otros investigadores identificaron una molécula gún estudios de predicción de secuencia efec­
que participaba en la adhesión de los linfocitos tuados a partir de su c-DNA, contendría 6 do­
y la llamaron molécula de adhesión vascular-1 minios de Ig. Esta molécula podría m ediar la
(VCAM-1). Poco después se demostró que se adhesión célula-célula a través de interacciones
trataba de la m ism a m olécula IN CAM -110. h o m o fílic a s (C D 3 1 -C D 3 1 ) y h e te ro fílic a s
A ctualm ente, el nom bre VCAM-1 es el más (CD31-contrarreceptor desconocido).
empleado para esta proteína, que pertenece a la C D 3 1 está constitutivamente expresada y en
superfamilia de las Igs y está compuesta de 1 form a abundante en el endotelio. C uando las
dominio extracelular que contiene 7 dominios células endoteliales entran en contacto para for­
de Ig, una región transmembrana y una región mar una monocapa, C D 31 se redistribuye hacia
citoplásmica corta. los bordes celulares y participa en las interac­
La expresión de VCAM-1 sobre las células ciones célula endotelial-célula endotelial que
endoteliales es inducida rápidamente por IL-1 limitan la permeabilidad vascular.
y TN F-a en 6-12 horas. VCAM-1 está también Es probable que en los procesos inflam ato­
expresada en diversos tipos celulares no-vascu­ rios, la retracción celular del endotelio produci­
lares, incluidas células dendríticas en nódulo da por mediadores como la trombina y la hista­
linfático y piel, células estromales en m édula m ina se deba a un efecto sobre CD31. Estos
ósea, y células sinoviales en articulaciones in­ mediadores estimulan la fosforilación de los re­
flamadas. siduos de serina en la región citoplasmática de
La molécula VCAM-1 interviene en la adhe­ CD31 modulando ias interacciones producidas
sión de las células endoteliales a linfocitos y en el citoesqueleto.
monocitos (pero no neutrófilos) a través de una Las interacciones de unión homofílicas entre
interacción con la in teg rin a a 4 [3 (V L A -4; CD31 del leucocito y CD31 endotelial podrían
CD49d/CD29), la que también se une a la fi­ ser p artic u larm e n te im p o rtan tes d u ra n te la
bronectina. transmigración, cuando el leucocito debería en­
La expresión de VCAM-1 no está restringida contrar la mayor densidad de moléculas CD31
a las células endoteliales activadas, ya que esta endoteliales.
molécula es expresada por las células dendríti­
cas linfoides en amígdalas, bazo y nódulos lin­ CD 45
fáticos periféricos, y por ciertos m acrófagos
presentes en bazo y timo. En consecuencia, es CD45 consiste de un grupo de glucoproteí-
posible que VCAM-1 juegue un rol como mo­ nas integrales de m em brana cuyo PM oscila
lécula coestimulatoria sobre la superficie de las entre 180 y 220 kD, y que sólo son expresadas
células accesorias durante la activación de las en linfocitos inmaduros y maduros, incluyendo
células T específicas en ciertos sitios anatómi­ células T y B, tim ocitos, fagocitos m ononu­
cos. cleares y leucocitos polimorfonucleares. L a fa­
milia del CD45 está constituida por múltiples
CD 44 miembros que son todos productos de un único
gen complejo. Este gen contiene 34 exones, 3
CD44 (Pgp-1, Ly-24, ECMR-III) es una glu­ de los cuales son alternativamente olivados a
coproteína de membrana de naturaleza acídica nivel de la transcripción del RNA prim ario pa­
sulfatada de PM variable (80 kD - 200 kD) se­ ra generar hasta 8 RNAm diferentes y 8 pro­
224 Aspectos básicos de la inmunidad

ductos proteicos diferentes. Según las secuen­ mecanismos inmunopatogénicos de tales enfer­
cias de aminoácidos, las proteínas predecibles medades inflamatorias, es necesario entender
incluyen dominios externos de 391-552 am i­ los mecanism os com plejos que gobiernan la
noácidos, una región transmembrana, y un do­ migración y acumulación de las células T en
minio eitoplasm ático muy conservado. A de­ las lesiones inflamatorias.
más, ios diferentes patrones de glucosilación de La capacidad de las células T para acceder a
la misma estructura peptídica también contri­ los sitios inflam atorios está influenciada por
buyen a ia lieterogeneidad de los miembros de distintas propiedades de estas células, inclu­
esta fam ilia de proteínas. Varios anticuerpos yendo la expresión en su superficie de una va­
monoclonales diferentes que reconocen miem­ riedad de moléculas de adhesión, su movihdad
bros individuales han sido de gran utilidad en intrínseca y su capacidad para alterar su funcio­
el estudio de la distribución y de las funciones nalidad m ediante interacciones con células,
de las proteínas CD45. moléculas de matriz extracelular y otras seña­
Las isoformas de las proteínas CD45 que son les de activación. Las células T, mediante inte­
expresadas en un grupo restringido de tipos ce­ racciones de adhesión mediadas por receptor,
lulares son denominadas CD45R y su expre­ pueden interactuar con las células endoteliales
sión sobre las células T es de interés por varias que cubren las vénulas poscapilares que pue­
razones. En primer término, la expresión de di­ den potencialmente facilitar la entrada de célu­
ferentes formas de CD45R es regulada por el las T en los tejidos. Dichos eventos mediados
desarrollo durante el proceso de maduración de por receptor son necesarios para la localización
las células T. Las distintas subpoblaciones de celular, pero no son suficientes para la extrava­
células T que expresan CD4 en diferentes esta­ sación, dado que no todas las células T que ex­
dios de maduración o con diferentes capacida­ presan receptores de adhesión pueden tener ac­
des funcionales in vitro han sido diferenciadas ceso a todos los tejidos. Es decir, la extravasa­
por la e x p re sió n de d ife re n te s fo rm a s de ción exitosa de las células T en los tejidos in­
CD45R. Las células T nativas expresan una flamados parecería estar gobernada por otros
forma de CD45R llamada CD45RA, y las célu­ factores que incluyen la capacidad migratoria
las T con memoria inducidas por la exposición de estas células.
al antígeno expresan otra isoforma denominada Por otra parte, ei endotelio, que normalmen­
CD45RO. En segundo término, el dominio ci- te funciona como una barrera a la extravasa­
toplasmático largo de CD45 tiene una actividad ción celular, puede ser inducido a expresar
fosfatasa tirosina intrínseca, la que puede ser contrarreceptores para las moléculas de adhe­
importante en la regulación de los distintos ca­ sión de las células T, los cuales intervienen en
minos de activación que involucran actividad la unión y transmigración de las células T espe­
tirosina quinasa (véase cap. 13). cíficas. Además, el endotelio puede tam bién
producir sustancias quemotácticas (quemoqui-
La migración transendotelial de las células nas) proinflamatorias que pi'omueven la trans­
T en la inflamación crónica migración de las células T específicas. Por lo
tanto, la extravasación de las células T dentro
Si bien muchas veces no se conocen los estí­ de los ciclos inflamatorios es la resultante de
mulos etiológicos iniciadores de las respuestas un número de mecanismos fisiológicos distin­
inflamatorias en la enfermedad clínica, un cua­ tos. (Para mayor información véase cap. 23.)
dro característico de la inflamación crónica ya
establecida es la persistente extravasación de M ecanism os de adhesión que median
células mononucleares dentro del tejido. A un­ el tráfico de linfocitos
que en los tejidos inflamados se encuentran cé­
lulas de diversos tipos, incluidas las células T, En general, la extravasación de hnfocitos in­
B, y presentadoras de Ag, parece ser que las volucra las actividades concertadas de una va­
células T son las que orquestan la iniciación y riedad de receptores de adhesión. C om o se
persistencia de muchas enfermedades inflama­ muestra en la figura 11-3, la migración de las
torias crónicas. Por ejemplo, la artritis reuma­ células T dentro del tejido perivascular es un
toidea (AR), que es una enfermedad inflamato­ proceso de adhesión de múltiples pasos que in­
ria crónica de etiología desconocida, se carac­ volucra el contacto inicial de las células T a la
teriza por inflamación persistente del tejido si­ superficie de las células endoteliales, la induc­
novia!, destrucción local de hueso y cartílago, y ción o activación de receptores de adhesión de
muchas otras m anifestaciones sistémicas. La la superficie celular para mediar uniones firmes
activación de las poblaciones específicas de cé­ y estables con el endotelio, y luego el despegue
lulas T que han infiltrado la sinovia reumatoi­ de las células unidas de modo tal que ellas pue­
dea, es el eje central de la evolución de esta en­ dan transmigrar a través de la capa de células
fermedad. Por consiguiente, para entender los endoteliales. La transmigración de los linfoci-
Moléculas de adhesión 225

Linfocito T

Contacto Unión Desadhesión Trans­


inicial estabilizada migración

F ig. 11-3. E squem a de la migración transendotelial de los linfocitos com o un proceso de m últiples pasos.

tos unidos es también un proceso mediado por es el caso de la adresina vascular m ucosal
receptores que involucra pares receptor-contra- (MAdCAM-1) expresada por las vénulas endo­
rreceptor específicos que pueden haber estado teliales superiores del tejido mucosal.
implicados en la unión inicial o no. Las células N o se conocen bien los eventos de adhesión
transmigrantes deben poseer una capacidad mi­ que ocurren en las interacciones firmes célula
gratoria intrínseca, de modo que ellas se m ue­ endotelial-célula T y en la migración transen­
van a través de la capa de células endoteliales dotelial a los nódulos linfáticos periféricos. La
en vez de retornar nuevamente a la circulación. inducción de la firme adhesión de los linfocitos
No todas las células T circulantes pueden mi­ al endotelio de los nódulos linfáticos periféri­
grar hacia los sitios inflamatorios. Las que lo cos parecería iniciarse con el disparo de una se­
hacen in vivo tienen un fenotipo distintivo y ñal mediada por proteínas G, que puede ser in­
son subpoblaciones de células T con memoria. hibida por toxina pertussis. Las integrinas co­
mo LFA-1 (C D lla , CDl 8) pueden tam bién ju­
R ecirculación n o rm al de los linfocitos gar un rol, dado que se ha observado que los
anticuerpos monoclonales contra LFA-1 inhi­
Durante la generación de las respuestas in­ ben parcialmente la unión de los linfocitos a las
munes efectivas, los linfocitos recirculan nor­ vénulas endoteliales superiores de los nódulos
malmente a través de los tejidos linfoides y no- linfáticos periféricos.
linfoides. Varios estudios han demostrado que Los neutrófilos también emplean L-selectina
el sitio hacia el cual los linfocitos recirculan es para su anclaje en el endotelio y, luego, usan
dependiente en parte de su estado de diferen­ L F A -1 en la estabilización de la adhesión y en
ciación. Las células T nativas que no se han en­ la migración transendotelial.
contrado previamente con el antígeno recircu­
lan predominantemente desde el torrente san­ Reclutamiento de los linfocitos en los sitios
guíneo hacia los tejidos linfoides secundarios, inflamados
mientras que las células T con memoria extra­
vasan dentro de los tejidos no-linfoides. Tanto Contrastando con los caminos norm ales de
es así que cuando las eélulas T con mem oria recirculación de las células T, hay otros meca­
entran a los nódulos linfáticos de los sitios de nismos que intervienen en el reclutamiento de
inflamación, lo hacen principalmente a través las poblaciones de las células T en los sitios ex-
de los linfáticos aferentes. travasculares. Durante las respuestas inflam ato­
La extravasación de las células T en los nó­ rias, las células T con memoria se acumulan en
dulos linfáticos periféricos involucra la unión los tejidos. El endotelio del tejido inflam ado
mediada por L-selectina, que es responsable de crónicam ente expresa receptores de adhesión
las interacciones débiles de los linfocitos con involucrados en la extravasación de células T,
las vénulas endoteliales superiores especializa­ muchos de los cuales, incluidos VCAM-1, E-
das. Los ligandos que intervienen en esta unión selectina, y P-selectina, no son expresados por
son ohgosacáridos cargados que están expresa­ las células endoteliales del tejido hnfoide se­
dos en los receptores superficiales de las célu­ cundario ni por el tejido normal no-inflamado.
las e n d o te lia le s (C D 34 y G LY C A M e n tre La expresión de estos receptores de adhesión
otros). Además, los linfocitos usan L-selectina resulta de la exposición del endotelio a citoqui­
para unirse a otros contrarreceptores que tam­ nas pro-inflamatorias como el TN F-a e inter­
bién expresan oligosacáridos apropiados. Tal leuquina 1(3 (IL-lp). Estos receptores se unen a
226 Aspectos básicos de la inmunidad

sus contrarreceptores presentes en las células T en condiciones estáticas, requieren ser activa;
y pueden facilitar así el reclutamiento selectivo das para poder unirse a sus contrarreceptores.
de estas células en los sitios inflamados. La unión no resulta de un aumento en la expre­
La acumulación de células T se lleva a cabo sión de estas moléculas por parte de los hnfoci­
siguiendo una serie de pasos. Primero, éstas se tos, sino que parecería estar relacionada con
adhieren al endotelio, inicialm ente en form a cambios conformacionales en la estructura de
débil y después más fuertemente. Luego, algu­ las mismas.
nas de las células T unidas transmigran entre La m olécula de LFA-1 puede ser activada
las uniones celulares del endotelio. Estos pro­ funcionalmente in vitro por estimulación de los
cesos están controlados en forma separada por linfocitos con ésteres de forbol, que activan la
moléculas de adhesión, que contribuyen a la proteína quinasa C, así como por la ligazón de
acumulación selectiva de subpoblaciones parti­ CD3 o por cultivo in vitro. En forma similar,
culares de células T en la lesión inflamatoria. VLA-4 puede ser activada por la ligazón de
CD31 y presumiblemente por otras señales.
Unión de las células T Si bien VLA-4 y LFA-1 median la adhesión
de los linfocitos a las células endoteliales, no
Es probable que la función de un número de todas las uniones pueden ser explicadas por las
receptores de adhesión sea la de facilitar la in­ actividades de estas dos moléculas. El recono­
filtración de las células T en los sitios de infla­ cimiento de VLA-4 por parte de VCAM-1 es el
mación. Tales pares de receptores-contrarre- más importante en la unión de las células T a
ceptores están esquem atizados en la figura las células endoteliales activadas por citoqui­
11-4. Como en el caso de L-selectina, las molé­ nas. Si bien el receptor a 4 p7 es importante en
culas de adhesión CD44 y CD31 parecieran no la recirculación de las céluias T, no se conoce
requerir un paso de activación y, por consi­ su rol en el reclutamiento de las células T en
guiente, estos receptores de adhesión constitu­ los sitios inflam atorios. Recientem ente se ha
tivam ente activos podrían in iciar p o ten cial­ demostrado que el tejido sinovial inflamado, en
mente la unión de las células T en reposo a las comparación con la sangre periférica y el flui­
células endoteliales. do sinovial, está enriquecido en células T que
La m olécula CD44, una glucoproteína ex­ expresan a 4 ¡37. No se sabe aún si hay un re­
presada en diversos tipos celulares (células T, clutamiento selectivo de células T a 4 |37-t- des­
B, granulocitos, macrófagos, eritrocitos, célu­ de la sangre periférica hacia el tejido sinovial,
las neurales, epiteliales y fibroblastos), une el o si hay inducción de la expresión de este re­
citoesqueleto de ciertas células con la m atriz ceptor sobre las células T extravasadas por un
extracelular (colágeno, fibronectina, ácido hia­ proceso de activación local. Tampoco se cono­
lurónico) y, además, tiene otros ligandos como ce si las células endoteliales sinoviales expre­
la adresina vascular específica de tejido muco- san MAdCAM-1, un contrarreceptor de a 4 (37.
sal (MAd CAM -1). La molécula LFA-1 de las células T activa­
Los contrarreceptores para C D 31 no son co­ das y de las en reposo, interviene en la adhe­
nocidos, aunque se ha demostrado que pueden sión a las células endoteliales no estimuladas
unirse a la heparina. D uran te la m igración uniéndose a las moléculas de adhesión interce­
transendotelial, la molécula C D 31 presente en lular ICAM -1, ICA M -2 y, potencialm ente a
las células inflamatorias puede también inter­ ICAM-3. En la unión de los linfocitos interven­
venir en adhesiones homotípicas por dimeriza­ drían también las moléculas de E-selectina y P-
ción a CD31 de las células endoteliales. Es selectina, las que son expresadas por las células
probable que los receptores de adhesión cons­ endoteliales activadas. La adhesión de una sub­
titutivamente activos, al unirse a sus contrarre­ población de células T con memoria a E-selec-
ceptores en las células endoteliales, disparen tina está mediada por el antígeno linfocitario
señales intracelulares que conduzcan a la acti­ cutáneo (CLA). En el caso de la unión del lin­
vación de las integrinas y, luego, a la estabili­ focito a P-selectina, no se conoce la naturaleza
zación de la unión célula endotelial-célula T. del contrarreceptor del linfocito si bien es muy
Por ejemplo, la unión de CD44 estimula un au­ p ro b ab le que esté re la c io n a d o al an tíg en o
mento en el calcio libre intracelular, la asocia­ Lewis’^ sialidado. Otros receptores de adhesión,
ción de CD44 con el citoesqueleto, la agrega­ como la proteína vascular-1 (V A P-I) y CD2,
ción homotípica de las células T dependientes podrían ser mediadores en las interacciones de
de L F A -1, y la unión celular a células endote­ la célula T con el endotelio en los sitios de in­
liales en cultivo. flamación. La molécula VAP-1 interviene en la
En general, las uniones más estables entre unión de los linfocitos y está expresada en el
los hnfocitos y las células endoteliales son las endotelio de muchos tejidos tales como los nó­
mediadas por las integrinas. Las m oléculas dulos linfáticos periféricos normales y los in­
VLA-4 y LFA-1, que intervienen en esta unión volucrados en la inflamación crónica.
Moléculas de adhesión 227

La unión de los linfocitos al endotelio puede 1 a pacientes con artritis reumatoidea provoca
también ser facilitada por la unión de CD2 a una marcada modificación en la actividad de la
sus contrarreceptores CD58 (LFA-3), CD59 o enfermedad, presumiblemente por la alteración
CD48. CD2 está expresada en todas las células del tráfico de las células T en los tejidos.
T y cumple un rol accesorio durante la activa­ Por otra parte, la extravasación de los linfo­
ción de la célula T, mientras que las células en­ citos en los sitios de inflamación, además de
doteliales expresan los tres contrarreceptores ser facilitada por la acción de las moléculas de
de CD2. adhesión, es aumentada por la elaboración de
mediadores quemotácticos. Ciertas quemoqui-
Transmigración de la célula T nas, que inducen específicamente la quemota-
xis de poblaciones específicas de células T,
En contraste con lo que sucede en la unión también pueden activar receptores de la adhe­
de la célula T a las células endoteliales, sólo sión de linfocitos.
un número limitado de receptores de adhesión
intervienen en la migración transendotelial de Marcadores de las células T migrantes
las células T (fig. 11-4). El hecho de que no
todas las células T adheridas transmigren a tra­ La naturaleza de las células T que han extra­
vés de la capa celular del endotelio indica que vasado en los sitios inflamatorios ha sido objeto
la adhesión y la migración son fenómenos se­ de diversos estudios. El tejido sinovial reum a­
parados que estarían regulados por diferentes toideo contiene poblaciones de células T que
señales intracelulares. Por ejemplo, los agentes tienen el fenotipo de la célula con m em oria
que elevan los niveles de AMPc, tanto en la (CD4VCD45 ROVCD45 RA7CD29/L-selecti-
células T como en las células endotehales, in­ na/CD7), y además expresan mayor número de
hiben la migración transendotelial pero no la ciertos receptores de adhesión. Estas células
unión célula T-célula endotelial. Si bien no se también expresan cieitas moléculas característi­
sabe cuáles son las señales que conducen la cas de las células T activadas. La acumulación
m igración tran sen d o telial, es probable que perivascular de células T con memoria activa­
ellas involucren la acción de proteína quinasa das también se ha encontrado en una variedad
C, ya que el tratamiento de las células T con de procesos inflamatorios crónicos que involu­
ésteres de forbol estim ula la m ovilidad y la cran a otros órganos. En tejidos inflamados y en
migración transendotelial. Las señales que re­ fluidos sinoviales en la artritis reum atoidea,
gulan la migración transendotelial pueden ser además de células T CD4+ se han encontrado
inducidas por la unión de los receptores de ad­ células T CD8*. Por otra parte, las células T y8,
hesión, como es el caso de LEA-1 y de VLA- aunque en un menor número, están significati­
4, que envían señales coestimulatorias a las cé­ vamente enriquecidas. Por lo tanto, los tejidos
lulas T. En consecuencia, la ligazón de los re­ inflamados crónicamente, tales como la sinovia
ceptores involucrados en la unión célula T-cé- reumatoidea, están infiltrados por una variedad
lula endotelial podría ser importante no sólo en de diferentes poblaciones de células T.
el contacto célula-célula, sino también en la La acumulación de poblaciones específicas
transmisión de las señales que alteran la capa­ de células T en los tejidos inflamados podría
cidad funcional de las células. ser explicada por el reclutamiento específico,
Se ha demostrado, en experimentos de blo­ retención, o la activación local y posterior dife­
queo con anticuerpos monoclonales, que en la renciación, o ambos.
migración transendotelial de las células T uni­ Tanto las subpoblaciones de células T CD4+
das a las células endoteliales, intervienen LEA- como las CD4^ tienen capacidad para m igrar a
1 e ICAM-1, pero no VLA-4, VCAM-1, LEA- través del endotelio. Las células T yS son las
3 ni E-selectina. Más aún, esto fue observado que tienen m ayor capacidad m ig rato ria, si­
en células endotehales activadas con IL -ip en guiendo en la frecuencia de migración las célu­
las cuales la interacción inicial estuvo mediada las T a p CD8+ y luego las células T a p CD4+.
por uniones VLA-4 - VCAM-1. Estos resulta­ La figura 11 -5 muestra los distintos fenotipos
dos implican que un número de receptores de de las diferentes poblaciones migratorias de las
adhesión que intervienen en la adhesión inicial células T.
entre las células T y las endotehales no juegan Las células T CD4“^ migratorias expresan el
necesariamente un rol principal durante la m i­ fe n o tip o CD45 R O V C D 29 (a u m .)/L E A -l
gración transendotelial subsiguiente. (aum.)/VLA-2VVLA-4 (aum.)/VLA-5 (aum .)/
Resultados de experiencias in vivo indican CD 44 (aum .)/L F A -3 (aum .)/C D 27 (d ism .)/
que la molécula ICAM-1 interviene en la infil­ CD26 (aum.)/CD31 (dism.)/L-selectina-.
tración de los linfocitos dentro de la sinovia Aparentemente las células T del torrente cir­
reum atoidea. En efecto, la administración de culatorio normal no requieren ser activadas pa­
anticuerpo monoclonal específico para ICAM- ra migrar, dado que la mayoría de las células T
228 Aspectos básicos de la inmunidad

LFA-1/1CAM-1 # lCAM-2

VLA-4/VCAM-1

P-selectina / oligosacárido cargado

Fig. 11-4. Izares de receptor - contrarreceptor que facilitan la extravasación de las células T hacia los sidos de in flam a­
ción.

CD4+ migratorias no expresan los marcadores expresan este fenotipo. Salvo en la falta de ex­
de activación HLA-DR, CD25 y CD69. Es no­ presión de los marcadores de activación, las cé­
table como todas, las células CD4+ migratorias lulas T CD4+ m igratorias tienen un fenotipo
expresan densidades igualmente aumentadas de que recuerda al de las células T identificadas
VLA-4, CD44 y CD26, mientras que ninguna, en los tejidos inflamados crónicamente. Es pro­
o muy pocas, de las células T no-migratorias bable que la expresión de los m arcadores de

L-SDlcclina
CD4- y/8RcT+
GD45RO*

CD7dis CD45RA CD8-

VLA-4ini Seleetina >


/
CD45RO+
VLA-5int
CD8- I CD2r CD8-f
CD44int^l^
CD26int lA - l in t VLA-4* V L-selectina

CD58in C D45RO FLA-1int


:D 3 d is CD 44ínt / CD29+
VLA-5*
VLA-4*
CD45RA VLA-5*
RcTo/p CD4* RcTy/5
CD26int
F LA -lin t
CD44int

RcTo/p CDS*

F ig. 11-5. M igración transendotelial de las células T.


Moléculas de adhesión 229

activación y la retención dentro de los tejidos grinas sobre las células T aP CD4+ y CD 8 + po­
sean consecuencia de fenóm enos posteriores drían contribuir a este fenómeno.
que ocurren en los sitios de inflamación. Aunque el rol de las células T TCR 7 8 “^ no es
Si bien la migración de las células T norma­ totalm ente conocido, estas parecen ser funda­
les, aparte de la interacción con el endotelio, no mentales en la vigilancia inmune. En el hombre,
requiere activación específica, la estimulación estas células, que recirculan preferencialmente a
puede aumentar la capacidad migratoria de al­ través de los órganos no-linfoides, se acumulan
gunas células T adicionales. Sin embargo, sólo en los tejidos inflamados, incluyendo la sinovia
hay diferencias modestas en los fenotipos de reumatoidea. No se sabe aún si la presencia de
las células T que migran después de haber sido las células T TCR 7 8 ' en los diferentes tejidos es
activadas. debido al aumento de la capacidad migratoria
Los resultados de investigaciones recientes transendotelial de estas células.
insintian que las células T CD4+ con memoria Las células T TCR y8 ^ contienen una pobla­
m igran en form a p re fere n c ial sin ten er en ción principal CD4 /C D 8 “, y una menor CD4-
cuenta su estado de activación. Si bien la acti­ /CD 8 *, y también expresan CD45 RO y CD45
vación aumenta el número de las células que RA (fig. 11-5). Todas las células T yS expresan
migran, parecería no ser necesaria para que la intensamente CD29 (aum.). Algunas de las cé­
mayoría de las células crucen las barreras en­ lulas T yS migratorias expresan tanto CD45 RO
doteliales. como CD45 RA, sugiriendo que ellas pueden
En concluisión, la capacidad para la m igra­ haber sido recientemente activadas y están en
ción transendotelial es una propiedad intrínseca el proceso de diferenciación. Por consiguiente,
de las células con memoria que está algo au­ para las células T y5, las células T CD45 RA
mentada por las señales de activación. pueden migrar efectivamente, a diferencia de
las células T aP migratorias, las cuales son en
Transmigración de las células jb su mayoría CD45 RA“. Esto es consistente con
la observación de que la sinovia reum atoidea
En los tejidos inflamatorios crónicos, además contiene células T TCR y8+/CD45 RA+. Las cé­
de las células T CD4+, hay un número reducido lulas T y 8 de la sangre periférica también ex­
de células CD4". Entre las últimas están las que presan en forma intensa y uniforme LFA-1 y
son TCR ap-^/CDS* como las TCR yS/CDS^ y CD44; por lo tanto estos dos m arcadores no
CD 8 “. Todas estas poblaciones contienen célu­ distinguen a las células migratorias de las otras
las migratorias en mayor frecuencia que las cé­ poblaciones.
lulas T a p CD4+. Se ha establecido el fenotipo A diferencia de otras poblaciones migratorias
de estas células migratorias CD4 . La mayoría de células T, muchas células T yS migratorias
(> 80%) de las células T TCR aP-h/CD 8 + con expresan intensamente L-selectina. Si bien en el
una capacidad m igratoria transendotelial son bovino las células T y 8 usan L-selectina al unir­
CD45 R0+, no obstante algunas células T CD45 se a las células endoteliales de los nódulos lin­
RA+ (< 40%) también migran. Las células mi­ fáticos periféricos, no se sabe si en el hombre
gratorias también poseen estas características: las células T y8 pueden utilizarla para la m igra­
C D 29 (a u m .)/C D 2 6 + /L -s e le c tin a -/L E A -l ción transendotelial. Las células T TCR y5+, de­
(aum .)/C D 44 (aum .)/V L A -4V V L A -5" (fig. bido a la expresión de L-selectina, podrían estar
11-5). Además, como ocurre con la subpobla­ involucradas en la iniciación de las respuestas
ción CD4+, el fenotipo de las células T C D 8 -I- inflamatorias. Mediante un mecanismo similar
migratorias no es afectado por la activación o al usado por los neutrófilos, la m olécula de
por la estimulación del endotelio por citoqui­ L-selectina podría mediar las interacciones ini­
nas. La intensidad de la expresión de las p l in­ ciales de las células T y8 con el endotelio cuan­
tegrinas (VLAs) en las células T CD 8 + migra­ do la inflamación no está acentuada, y el flujo
torias es menor que en las células T CD4+. Da­ sanguíneo está intacto. Subsiguientemente, la
do que las p i integrinas son importantes m e­ estabilización de la adhesión por los receptores
diadores de las in teraccio n es celulares con de adhesión para las integrinas podría permitir
componentes de matrices extracelulares, la lo­ la migración transendotelial de las células T y5
calización preferencial de las células T CD4+ hacia el tejido. La presencia de estas células en
en muchos tejidos inflamados podría reflejar su el tejido y la activación de las mismas, podría
retención selectiva en los tejidos que poseen inducir alteraciones fenotípicas y funcionales en
expresión aumentada de los receptores de pi el endotelio, resultando en una disminución del
integrinas. A este respecto, se ha observado flujo sanguíneo, un aumento en la expresión de
que las células T a p CD 8 + no son retenidas en las moléculas de adhesión, o en la elaboración
los sitios de hipersensibilidad de tipo retardada, de quemoquinas, o ambos. Tales condiciones
com o efe c tiv a m e n te lo son las c élu las a P podrían permitir la extravasación de las células
CD4+. La expresión diferencial de las pl inte­ T TCR a p “^ con capacidad migratoria y la acu­
230 Aspectos básicos de la inmunidad

mulación de las mismas en el tejido inflamado la orquestación de la entrada de subpoblaciones


y en los compartimentos fluidos. específicas de células T en los sitios inflamato­
En resumen, la migración transendotelial es rios, y ofrece muchos blancos para las potencia­
una propiedad intrínseca de distintas subpobla­ les intervenciones terapéuticas.
ciones de células T que tienen características fe­
notípicas específicas. Una variedad de recepto­ BIBLIOGRAFÍA
res de adhesión desempeña un papel central en
el reclutamiento selectivo de estas poblaciones O ppenheim er- M arks N, Lipsky PE. Transendothelial mi-
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Citoquinas

ELIDA ALVAREZ 12
INTRODUCCIÓN Adem ás, se producen otras citoquinas que
estimulan el crecimiento y la diferenciación de
La respuesta inmune es el fruto de la interac­ células indiferenciadas de médula ósea las que
ción entre los linfocitos T (LT), los linfocitos B son denominadas factores estimulantes de co­
(LB) y los monocitos/macrófagos. Esta coope­ lonias (CSFs).
ración conduce a la proliferación celular, la Por lo expuesto, es necesario tener presente
producción de anticuerpos (Ac), la diferencia­ que las interacciones de las citoquinas deben
ción de células citotóxicas, el aumento de la ac­ ser analizadas como un todo integrado en el
tividad microbicida y la diferenciación hemato- que se incluyan las relaciones de las células del
poyética. sistema inmune con células ubicadas fuera de
La regulación de esta compleja red de res­ dicho sistema y también con las células que di­
puestas inm unitarias e inflamatorias depende rigen y controlan el proceso hematopoyético.
sobre todo de la comunicación entre las células Los prim eros estudios sobre citoquinas se
participantes e interactuantes, la cual se logra extendieron entre 1950-1970 e im plicaron la
por medio de moléculas proteicas solubles que descripción de num erosos factores proteicos
se denominan citoquinas. producidos por varios tipos celulares. C ada uno
En la inmunidad natural la mayoría de estas de ellos m ediaban alguna función b iológica
proteínas son elaboradas por monocitos y fue­ particular definida por ensayos realizados “in
ron por ello denominadas monoquinas. En este vitro”.
caso, las citoquinas pueden ser elaboradas co­ Una segunda fase de la investigación, desa­
mo respuesta directa a los microorganismos o rrollada a partir de 1970, involucró la purifica­
también como consecuencia de estímulos indu­ ción parcial y la caracterización de m uchas ci­
cidos por el Ag sobre los LT, los que luego a toquinas individuales junto con la producción
su vez estimulan la secreción de factores solu­ de antisueros neutralizantes de su acción. En
bles por parte de los monocitos/macrófagos. este período, distintos investigadores estudia­
La mayoría de las citoquinas producidas en ron diferentes efectos biológicos, los cuales en
la respuesta inmune específica son elaboradas realidad eran mediados por las mismas molécu­
por los LT y por ello tales moléculas son cono­ las. Por ejem plo, el interferón j (IFN y) fue
cidas como linfoquinas. Las células T produ­ descubierto por equipos de virólogos com o un
cen una serie de moléculas que sirven en pri­ producto derivado de los LT, el cual poseía
mera instancia para regular el crecimiento y la propiedades antivirales e independientem ente
diferenciación de varias poblaciones linfocita­ fue descubierto por los inmunólogos también
rias y por ello son factores esenciales de la res­ como un factor producido por los LT, el que
puesta T dependiente. También producen sus­ actuaba como un activador de las funciones del
tancias que activan y regulan las células que macrófago. Hechos similares acontecieron con
participan de las respuestas inílamatorias/efec- la IL-1, descubierta como un estimulador endó­
toras ejercidas por macrófagos/mononucleares, geno, mediador del aumento de la temperatura
neutrófilos y eosinófilos. corporal el cual se producía en respuesta a in-
230 Aspectos básicos de la inmunidad

mulación de las mismas en el tejido inflamado la orquestación de la entrada de subpoblaciones


y en los compartimentos fluidos. específicas de células T en los sitios inflamato­
En resumen, la migración transendotelial es rios, y ofrece muchos blancos para las potencia­
una propiedad intrínseca de distintas subpobla­ les intervenciones terapéuticas.
ciones de células T que tienen características fe­
notípicas específicas. Una variedad de recepto­ BIBLIOGRAFÍA
res de adhesión desempeña un papel central en
el reclutamiento selectivo de estas poblaciones O ppenheim er- Marlcs N, Lipsky PE. Transendotlielial mi-
celulares en los sitios inflamatorios y, por con­ gration of T cells in chronic inflam m ation, Im m unol, T o ­
siguiente, en la patogénesis de las enfermedades day 1994; 2: 58-64,
Bevilacqua MP, Endothelial - leukocyte adhesión m o lecu ­
inflamatorias crónicas. Durante las condiciones les, In Annu, R ev, Im niunol,, ed. Paul W E , 1993, 11:767-
inflamatorias, las moléculas de adhesión inter­ 804, A nnual R eview s Inc.
vienen en las interacciones de los linfocitos con Shevach EM . A ccesory m olecules. In Fundam ental Im m u-
las células endoteliales y con las moléculas de nology, third edition, ed, Paul W E, 1993, 15: 531-575,
R aven Press Ltd,, N ew York,
la matriz extracelular durante la migración tran­ A bbas AK, Lichtm an AH, Pober JS, M olecular basis o f T
sendotelial, y en el envío de señales coestimula- cell antigen reco g n itio n and activation. In C ellu lar and
torias involucradas en la activación de estas cé­ M o lec u lar Iram u n o io g y , ed. W o nsiew ics M J, 1991, 7:
lulas, Las poblaciones específicas de las células 138-167, W S S aunders C o,, Philadelphia.
T capaces de entrar en el tejido, pueden cambiar W ard PA , M arks R M . T he acute in flam m ato ry reactio n .
C urrent O pinion in Im m unol,, 1989, 2: 5-9,
a medida que evoluciona la lesión inflamatoria. M iiller-E berhard HJ, Innate im m unity. C urrent O pinion in
La perpetuación de las respuestas está dada por Im m unol, 198 9 ,2 : 3-4.
Citoquinas

ELIDA ALVAREZ 12
INTRODUCCIÓN Adem ás, se producen otras citoquinas que
estimulan el crecimiento y la diferenciación de
La respuesta inmune es el fruto de la interac­ células indiferenciadas de médula ósea las que
ción entre los linfocitos T (LT), los linfocitos B son denominadas factores estim ulantes de co­
(LB) y los monocitos/macrófagos. Esta coope­ lonias (CSEs).
ración conduce a la proliferación celular, la Por lo expuesto, es necesario tener presente
producción de anticuerpos (Ac), la diferencia­ que las interacciones de las citoquinas deben
ción de células citotóxicas, el aumento de la ac­ ser analizadas como un todo integrado en el
tividad microbicida y la diferenciación hemato- que se incluyan las relaciones de las células del
poyética. sistema inmune con células ubicadas fuera de
La regulación de esta compleja red de res­ dicho sistema y también con las células que di­
puestas inm unitarias e inflamatorias depende rigen y controlan el proceso hematopoyético.
sobre todo de la comunicación entre las células Los prim eros estudios sobre citoquinas se
participantes e interactuantes, la cual se logra extendieron entre 1950-1970 e im plicaron la
por medio de moléculas proteicas solubles que descripción de num erosos factores proteicos
se denominan citoquinas. producidos por varios tipos celulares. C ada uno
En la inmunidad natural la mayoría de estas de ellos m ediaban alguna función b iológica
proteínas son elaboradas por monocitos y fue­ particular definida por ensayos realizados “in
ron por ello denominadas monoquinas. En este vitro”.
caso, las citoquinas pueden ser elaboradas co­ Una segunda fase de la investigación, desa­
mo respuesta directa a los microorganismos o rrollada a partir de 1970, involucró la purifica­
también como consecuencia de estímulos indu­ ción parcial y la caracterización de m uchas ci­
cidos por el Ag sobre los LT, los que luego a toquinas individuales junto con la producción
su vez estimulan la secreción de factores solu­ de antisueros neutralizantes de su acción. En
bles por parte de los monocitos/macrófagos. este período, distintos investigadores estudia­
La mayoría de las citoquinas producidas en ron diferentes efectos biológicos, los cuales en
la respuesta inmune específica son elaboradas realidad eran mediados por las mismas molécu­
por los LT y por ello tales moléculas son cono­ las. Por ejem plo, el interferón j (IFN y) fue
cidas como linfoquinas. Las células T produ­ descubierto por equipos de virólogos com o un
cen una serie de moléculas que sirven en pri­ producto derivado de los LT, el cual poseía
mera instancia para regular el crecimiento y la propiedades antivirales e independientem ente
diferenciación de varias poblaciones linfocita­ fue descubierto por los inmunólogos también
rias y por ello son factores esenciales de la res­ como un factor producido por los LT, el que
puesta T dependiente. También producen sus­ actuaba como un activador de las funciones del
tancias que activan y regulan las células que macrófago. Hechos similares acontecieron con
participan de las respuestas inflamatorias/efec- la IL -I, descubierta como un estimulador endó­
toras ejercidas por macrófagos/mononucleares, geno, mediador del aumento de la temperatura
neutrófilos y eosinófilos. corporal el cual se producía en respuesta a in­
232 Aspectos básicos de la inmunidad

fecciones bacterianas mientras que los inmunó­ producidas durante la fase efectora de la res­
logos lo revelaban como un factor co-estimu- puesta inmune tanto natural como de la especí­
lante de la proliferación de células tímicas. Es fica, con el fin de mediar y regular la amplitud
importante destacar que en esta etapa la carac­ y duración de las respuestas inmune e inflama­
terización biológica y química fue un logro de toria.
las investigaciones inmunológicas. Cabe agre­ La producción de las citoquinas está caracte­
gar que, como consecuencia de los estudios rizada por producirse en un evento breve y au-
realizados en estos tiempos, surgió la idea de tolimitado. No se encuentran preelaboradas en
que las citoquinas eran principalmente produci­ compartimentos celulares sino que la síntesis
das por leucocitos con el fin de m antener en se inicia como consecuencia de acciones bre­
prim era instancia relaciones intercelulares y ves que implican la transcripción y obtención
por ello surgió la idea de denominarlas inter- del ARN mensajero (ARNm), el cual es muy
leuquinas(IL). inestable. Las secuencias ricas en poli UAUU
La era de mayores avances en la investiga­ en las regiones 3 ’no traducidas de los ARNm
ción de las citoquinas com enzó en 1.980, las de muchas citoquinas se relacionan de manera
mismas fueron entonces caracterizadas a través directa con una rápida degradación por aumen­
del clonado molecular, la expresión en forma to de la sensibihdad a la acción de nucleasas.
individual de cada una de ellas y por la obten­ Estos hechos aseguran que la producción de las
ción de anticuerpos monoespecíficos (frecuen­ citoquinas sea un hecho trasciente. Se observó
temente monoclonales) contra las mismas, los además que algunas citoquinas poseen un me­
que permitieron neutralizar su acción. Con es­ canismo postranscripcional que permite el con­
tos reactivos y el desarrollo de nuevas estrate­ trol de su producción, por ejemplo, la libera­
gias se logró la identificación de la estructura y ción de enzimas que transforman los productos
propiedades de cada citoquina en particular. El activos en inactivos.
entendimiento global de los complejos patrones La síntesis de una citoquina en particular
de estímulos inducidos, así como la participa­ puede estar influenciadas por la síntesis de
ción en las diferentes fases y mecanismos de la otras produciéndose entonces una reacción en
respuesta inmune en los que estos factores par­ cascada. Se generan así una serie de circuitos
ticipan podrá obtenerse gracias al desarrollo de regulatorios tanto para el sistema inmune como
nuevas estrategias de estudios con la utiliza­ también para el sistema inflamatorio.
ción de citoquinas recom binantes, anim ales Otro hecho que caracteriza a estas moléculas
transgénicos para la expresión de sus genes y es que una misma citoquina pueden ser produ­
animales obtenidos por tecnología “knock-out” cidas por múltiples tipos celulares y a su vez
en los cuales se consigue la falta de expresión cada una de ellas pueden actuar sobre células
de dichas moléculas. d ife re n te s, e sta p ro p ie d a d es d e n o m in a d a
Los estudios emprendidos en los últimos 25 pleiotropismo.
años han permitido reconocer que estas sustan­ Las acciones de las citoquinas pueden resul­
cias no sólo afectan la respuesta inmune, la he­ tar aún sobre el mismo blanco en diferentes
matopoyesis y la integración del sistema inm u­ efectos según el tiempo y la concentración del
ne con el sistem a neuroendocrino, sino que factor secretado. Existe una considerable su­
también están im plicadas en la fisiopatología perposición y redundancia entre las mismas da­
de un gran número enfermedades entre otras el do que ciertos efectos son compartidos entre
cáncer, las inmunodeficiencias, las enfermeda­ ellas.
des autoinmunes y los procesos infecciosos. Un La acción de una citoquina puede en algunos
mejor entendimiento de su accionar permitirá casos interactuar con la de otra produciéndose
el uso de las citoquinas como potenciales agen­ efectos sinérgicos en algunas ocasiones y an­
tes bioterapéuticos así com o tam bién lo p o ­ tagónicos en otras.
drían ser la utilización de formas solubles de Tal como ocurre con las hormonas, la acción
sus receptores o anticuerpos monoclonales es­ de las citoquinas se produce por unión a recep­
pecíficos y el desarrollo de biomoléculas ago­ tores específicos (R) presentes en las superfi­
nistas o antagonistas de sus efectos. cies celulares. Sin embargo, a diferencia de las
hormonas las citoquinas ejercen su acción a ni­
Propiedades generales vel local, activando receptores presentes en las
mismas células elaboradoras, ejerciéndose una
Si bien las citoquinas representan un conjun­ acción autocrina o interactuando con recepto­
to de moléculas muy diversas comparten una res de células que se encuentran en la cercanía
serie de propiedades que las definen desde el ejerciendo una efecto paracrino. Sólo en cier­
punto de vista biológico. Estas sustancias son tas ocasiones puede hallarse un efecto sobre cé­
glucoproteínas o proteínas de bajo peso mole­ lulas distantes en el caso en los que las concen­
cular (PM), generalmente 8-75 kD, las que son traciones liberadas hacia el torrente circulatorio
Citoquinas 233

son muy altas, pudiendo ejercer entonces una las que son producidas en la respuesta in m u n e
acción endocrina. específica. Ejercen una acción reguladora sobre
Los receptores para citoquinas pertenecen a el crecimiento y la diferenciación de los linfo­
diferentes familias, pero todos ellos se caracte­ citos a la vez que son mediadores de las fases
rizan por ser específicos y de muy alta afini­ de activación de la respuesta específica, tanto
dad po r sus lig a n d o s, p resen ta n K d e n tre de la respuesta inmvme humoral como celular.
Como consecuencia de ello sólo - Citoquinas reguladoras de las respuestas
muy pequeñas cantidades de citoquinas (con­ efectoras e inflamatorias producida como con­
centraciones femtomolares) son requeridas para secuencia de una respuesta inm une específica.
gatillar el efecto biológico. La expresión celu­ Estas citoquinas derivan fundamentalmente de
lar de estos receptores es regulada a través de los LT CD4+ y CD8+, permiten activar los m e­
señales específicas que pueden ser generadas canismos efectores no específicos. Tienen un
por otra o aún la misma citoquina, lo cual per­ rol importante en la fase efectora mediada por
mite amplificar una señal positiva o generar un células.
efecto de retroalimentación negativa. - Citoquinas que actúan como factores esti-
La respuesta celular a las citoquinas es lenta m ulatorios de la hem atopoyesis y del cre c i­
(hs) dado que requiere de la form ación del miento y de la diferenciación de los leucocitos
ARNm y de la posterior síntesis de las proteí­ inmaduros. Dado que en las respuestas inm une
nas. Luego la señal generada parece ser que es­ e inflamatoria se pi'oduce una utilización y con­
timula la unión de factores nucleares específi­ sumo de células, éstas deben ser continuamente
cos que a su vez regulan la transcripción. D ife­ reemplazadas. Las nuevas células son produci­
rentes mecanismos llevan a la transcripción ge­ das como consecuencia de una progresiva ex­
nética y a la síntesis de las proteínas, aunque presión y diferenciación a partir de células plu­
hasta el presente para la mayoría de ellas sigue ripotenciales {stem cells). Las citoquinas que
siendo desconocido el verdadero camino de ac­ participan de este accionar (CSFs) estimulan la
tivación celular. formación de colonias celulares en la m édula
ósea (MO). La denominación de cada u n a de
Clasificación funcional de las citoquinas ellas refleja el tipo de colonias que son capaces
de inducir in vitro. Es interesante observar que
De acuerdo con lo expuesto en el desarrollo la mayoría de los CSFs están localizados en un
de la introducción y las propiedades generales conjunto de genes ubicados sobre el crom oso­
de las citoquinas, se deduce que los roles fisio­ ma 5 humano y II nmrino. En el cuadro 12-1
lógicos atribuibles son de singular importancia. se ejemplifica cada una de las categorías enun­
Todos ellos se encuentran interconectados de ciadas.
manera tal que, a pesar del amplio éxito logra­
do en la clonación y el conocimiento de las se­ Receptores de citoquinas
cuencias nucleotídicas y aminoacídicas de cada
factor en particular y de muchos de sus recep­ Las propiedades y efectos producidos p o r las
tores, aún permanecen muchos interrogantes en citoquinas se explican por la estructura y la dis­
relación con las vías a través de las cuales se tribución celular de los receptores de m em bra­
integran las células blanco y la manera en que na capaces de unirlas específicamente. A pesar
los múltiples estím ulos recibidos se transfor­ del hecho de cjue los mecanismos im plicados
man en una respuesta eficiente. en las señales de transducción no están aún
Desde el punto de vista de una mejor inter­ aclarados, existe abundante información en re­
pretación de sus efectos, podemos agruparlas lación a las estructuras de la mayoría de estos
en diferentes categorías teniendo en cuenta las receptores.
principales acciones ejercidas por cada una en La principal función del receptor es recono­
especial pero en realidad la mayoría de ellas cer específicam ente a una citoquina d a d a y
puede ser incluida en más de una de las catego­ convertir esa interacción en una señal intracelu­
rías indicadas, lar adecuada.
- Citoquinas m.ediadoras de la respuesta in ­ Todos los receptores de citoquinas co n o ci­
m une innata, secretadas en respuesta a agen­ dos son glucoproteínás, constituidos por lo m e­
tes infecciosos capaces de activar a los fa g o ci­ nos por tres regiones. Un dominio extracelular'
tos mononucleares. Este conjunto de citoquinas el cual provee de la región de reconocimiento
tiene fundam entalm ente acción contra las in ­ para la citoquina y genera la especificidad de
fecciones virales y/o aquellas que se inician por unión para el ligando; una región transmembra­
procesos inflamatorios y que confieren protec­ na expandido a lo largo de ía biocapa lipídica
ción contra las infecciones bacterianas, de la membrana plasmática y el dominio intra­
- Citoquinas reguladoras de la activación, c e lu la r resp o n sab le de g en erar la se ñ a l de
el crecimiento y la diferenciación linfocitaria, transducción; esta íiltim a región puede tener
234 Aspectos básicos de la inmunidad

Cuadro 12-1. Clasificación funcional de las citoquinas que participan de la respuesta inmu­
ne e inflamatoria
l 'i iiu i p ü ie s circiiin c.- C7ají.'í/(7?í?s
M e d i a d o r e s t l e li! r o s p u e s u i i n i i a l a .■N-(/.. i l ' N - | l I I . i. II.- fl, ll.-.S, I N I «

R egulación de la activación, del crecim iento y de la diferen­ IL-2, IL-4, IL-6, IL-IO, IL-13, IL-14, IL-15, TGFP
ciación de los linfocitos B y T .

A ctivación de m ecanism os efectores IFN-y, TN PP, IL-.5, IL-12

Estim ulación del crecim iento y la diferenciación de células IL-3, IL-7, IL-9, I L - I l , G M -G SF, G -C SF, M -C SF
inm aduras

actividad enzimática intrínseca o, en otros ca­ membránico. Esta región funcionaría como el
sos, puede tener capacidad para unirse a otras principal sitio de unión para el ligando.Todos
moléculas que son responsables de crear la se­ los receptores de citoquinas que utilizan esta
ñal intracelular en respuesta a la unión de la ci­ unidad interactúan con citoquinas que compar­
toquina al dominio extracelular del receptor. ten en su secuencia cuatro regiones a hélice e
En la actualidad es bien conocido que algunos incluyen a los receptores de EPO, cadenas |3 y
receptores de citoquinas están constituidos por Y del IL-2R, cadenas a y p del IL-3R, cadena a
una simple cadena polipetídica, la cual cumple del IL-4, cadenas a y p del IL-5R, IL-6R, ca­
todas las funciones y en cambio otros pueden dena a y 7 del IL-7R, cadena P y y del IL-I5R,
ser receptores constituidos por complejos mul- GM-CSER, G-CSER, cadena gp 130, LIE, etc.
ticatenarios, donde algunas cadenas efectúan la En el caso particular del receptor de IL-6 se da
unión específica del ligante y otra es la encar­ el hecho de que en una misma cadena pohpetí-
gada de producir la señal de transducción que dica se establece un dominio similar a las Igs. y
lleve a la respuesta celular, por lo general esta otro de unidad WS.
última cadena es compartida por diferentes uni­ El tercer grupo fue denominado de la super­
dades receptoras (fig, 12-1). familia de los IFN s o receptores de Tipo II,
Dado que los genes de un gran número de incluye a los IFN de tipo I y de tipo II. Su rela­
receptores para citoquinas han sido clonados, ción estructural ha sido definida en relación
lográndose la expresión de las proteínas y obte­ con la secuencia aminoacídica. Los miembros
niéndose la secuencia de las mismas, se llegó a de esta familia comparten una organización si­
determ inar las similitudes estructurales entre m ilar, con un dom inio que presenta una se­
ellas y se estableció la existencia de secuencias cuencia de 210 aa, el cual contiene un par de
conservadas. En base a tales unidades estructu­ cisteínas conservadas en la región N terminal y
rales o secuencias homólogas los receptores de otro en al región C terminal. Esta familia pare­
citoquinas fueron agrupados en cinco superfa- cería estar distancialmente relacionada con los
milias (fig. 12-2). receptores de tipo I. Estudios de transfección
El primer grupo lo constituyen los receptores de los distintos genes para receptores de IFN
que pertenecen a la su p erfa m ilia de las Igs. humanos indican que probablemente el recep­
Estos receptores están caracterizados por un tor funcional para IFN requiera de cadenas adi­
número variable de dominios Ig. símil y pre­ cionales (IFNRT: cadena transductora del re­
sentar actividad tirosin quinasa. A esta familia ceptor de IFN ), lo que gen eraría un nuevo
pertenecen los receptores de IL-1 de tipo I, M- ejemplo de receptores multicatenarios.
CSF, la subunidad a del IL-6R, la subunidad P La cuarta familia corresponde a aquellos re­
del PDGE y varios miembros de los EGE. ceptores relacionados estructuralmente con los
La segunda familia es la más numerosa, de­ dos receptores del TNF, tanto p55 como p75,
nominada superfamilia de receptores hem a­ razón por la cual se denominan superfamilia
topoyéticos o receptores de tipo I. Estos recep­ de receptores del TNF. A ella pertenecen ade­
tores están caracterizados por la presencia de más del TNFR, el receptor de baja afinidad pa­
residuos conservados de cisteína y de una se­ ra el NGF (factor de crecimiento neuronal), la
cuencia de hom ología constituida por cinco proteína codificada por el gen Fas y glucopro­
aminoácidos característicos, la unidad Trp-Ser~ teínas transmembránicas que incluyen a CD40,
X-Trp-Ser (WSXWS), secuencia referida como CD27, CD30, 0X 4 0 y 4-lB B . Esta fam ilia está
unidad “WS”, donde X es variable y representa caracterizada por la presencia de cuatro domi­
a cualquier aminoácido. Esta unidad WS se en­ nios ricos en residuos repetitivos de cisteínas,
cuentra localizada próxim a al dominio trans­ la localización de los mismos está altamente
Citoquinas 235

conservada sugiriendo que habrían derivado de complejo IL-3R, IL-5R y GM-CSFR: los
un gen ancestral común. Son también denomi­ receptores para estas citoquinas consisten en
nados de Tipo III. dos componentes, a y ¡3, ambos miembros de
Finalmente, los integrantes de la quinta fa- la superfamilia de tipo I. Cada una de ellas
miha presentan homología estructural con pro­ )osee una cadena a específica y una cadena
teínas transmembránicas caracterizadas por la 3 de 150 líD que permite la respuesta celu­
presencia de siete regiones a hélice que actúan lar. Esta estructura m ulticatenaria permite
como receptores de alta afinidad para quim io­ explicar los resultados de com petencia de
quinas e IL-8. Esta unidad funcional fue origi­ unión y la similitud en las acciones biológi­
nalmente encontrada en los receptores adrenér- cas ejercidas por las citoquinas indicadas.
gicos y en la rodopsina de la retina, está am­
pliamente compartida por receptores unidos a Con excepción del M-CSF y c-kit, factores de
proteínas heterotrim éricas que se acoplan a crecimiento cuyos receptores poseen tirosin-qui-
proteína G {G-copulatedproteins). nasas, los eventos moleculares involucrados en
De manera similar, estudios de secuencia­ generar las señales intracelulares por acción de
ción del dominio intracitoplasmático ha perm i­ las citoquinas no están completamente entendi­
tido encontrar regiones altamente conservadas. dos. Dado el esfuerzo de numerosos laboratorios
Por ejemplo, existen estrechas regiones consti­ es de esperar que en un futuro cercano sean
tuidas por tres residuos aminoacídicos que es­ completamente esclarecidos. Las similitudes es­
tán altamente conservados entre los receptores tructurales entre los receptores de citoquinas po­
para el G-CSF y la cadena gpl30 del receptor dría imphear que los mismos utilicen mecanis­
de IL-6, de los cuales uno o dos son críticos pa­ mos comunes o estrechamente relacionados para
ra la señal de transducción. medial' la señal de transducción intracelular. Ma­
Otra característica de los receptores de cito- yores consideraciones estructurales y funciona­
quinas es la aparición de formas solubles, las les serán expuestas en los próximos párrafos.
que aparecen por clivaje proteolítico del recep­ A continuación se describirán las caracterís­
tor de membrana o por empalme (“splicing”) ticas estructurales y funcionales más importan­
alternativo de los ARNm. Estas formas poseen tes de las citoquinas de mayor interés que parti­
capacidad para asociarse a sus ligandos especí­ cipan de las distintas fases de la respuesta in­
ficos pudiendo regular sus efectos biológicos. mune, cuyas principales propiedades inmuno-
De los hallazgos encontrados hasta el pre­ biológicas se presentan en el cuadro 12-2.
sente es de esperar que la mayoría de los recep­
tores para citoquinas estén constituidos por dos
o m ás cadenas polipeptídicas y constituyan INTERLEUQUINAS
complejos multicatenarios. Entre los distintos
complejos multicatenarios encontramos las si­ Interleuquina 1 (IL-1)
guientes asociaciones;
Originalmente se pensó que la IL-1 era pro­
a. com plejo IL-2R: las acciones de la IL-2 ducida por la serie monoeítica/macrofágica. No
son iniciadas por unión a receptores de su­ obstante, la IL-1 puede ser producida por una
perficie que están constituidos por tres cade­ variedad de otros tipos celulares que incluyen
nas a , ¡3 y y. Las cadenas fi y y pertenecen a queratinocitos de la piel, células endoteliales,
la superfam ilia de receptores ele tipo I, en células mesangiales renales, astrocitos, células
cambio la cadena a no pertenece a ninguna gliales, células ciliares neuronales, células NK,
familia de las hasta ahora establecida. La ca­ células del epitelio córneo, células dendríticas
dena y se asocia a los receptores de 11-4, y células de Kuffer.
IL7, IL-9 e I L l5 y es requerida para enviar Sin embargo, la principal fuente de produc­
la señal de transducción intracelular. ción de la IL-1 son los monocitos/macrófagos
b. complejo IL -6R ; está constituido por una en respuesta a una variedad de estím ulos que
cadena de SOkD que actúa como receptor van desde productos bacterianos ta le s como
propiamente dicho la cual interactúa con un LPS, la acción de otras citoquinas por ejemplo,
segundo componente la gp 130 kD, molécu­ TNF o la misma IL-1, el efecto de adyuvantes
la de transmembrana que contiene dominios hasta cristales de urato o síhca.
Ig símil y la unidad WS (de igual manera Dado que esta citoquina posee una variedad
que el Re de IL-6 propiamente dicho). La muy amplia de órganos “blanco”, desencadena
segunda cadena es requerida para generar el una serie muy amplia de efectos. Inicialmente
receptor de alta afinidad y la señal de trans­ la IL-1 fue descrita acorde con sus funciones,
ducción intracitoplasmática. Está comparti­ de allí que fuese denom inada anteriorm ente
da por otros receptores por ejemplo, IL -ll, Factor activador de leucocitos (LAF), Pirógeno
CNTF, oncostatína M (OSM) y LIE. endógeno (EP), Factor de células mononuclea-
236 Aspectos básicos de la inmunidad

Ac
c

/a íc \
w c c
c c
c
w

IL-6R gp 1 3 0 IL-3R |3

IL-2R

Fíg. 12-1. Representación esquem ática de !o.s receptores m ulticatenarios.

Superfamilia de re cep to res h em a to p o y ético s

Superfam ilia del TNF Superfam ilia d e r e cep to res d e IFN Superfam ilia d e recep to res
u nid os a p roteína G

Fig. 12-2. R epresentación esquem ática de las diferentes fam ilias de receptores para citoquinas.
Citoquinas 237

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238 Aspectos básicos de la inmunidad

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Citoquinas 239

res (M CF), M ediador endógeno leucocitario IL -I entre todas las citoquinas identificadas,
(LEF), Factor activador de timocitos epidérmi­ fue la primera para la cual se pudo establecer
cos (E T A F), F acto r inductor de p ro teó lisis sus efectos sistémicos. Entre ellos, el aumento
(PIFX Factor sinovial (SF), catabolina, factor de temperatura parece ser un hecho fisiológico
de proliferación de fibroblastos, factor activan­ importante que facilita la activación de los LT.
te de osteoclastos (OAF), hem atopoyetina 1, La IL-1 activa el eje hipotalámico-hipofisario
Factor inhibidor del crecim iento de m elano­ causando la liberación de glucocorticoides. Es­
mas. La accesibilidad a la IL-1 recombinante, tos datos permiten explicar cómo infecciones o
anticuerpos monoclonales y técnicas de clona­ lesiones del SNC conducen a manifestaciones
do molecular, ha establecido que todas estas sistémicas, por ejemplo, respuesta de fase agu­
propiedades son atribuibles a una misma molé­ da. H a sido reportado un aumento de II - 1 e
cula la IL-1. IL-6 luego del daño cerebral por ejem plo, en
Los estudios bioquímicos y de biología mole­ enfermedad por el virus HIV.
cular han demostrado que tanto IL-1 humana En el sistema inm une los primeros efectos
como la murina existen en dos formas funcio­ descritos lo definían como un factor co-mitogé-
nalmente activas I L - la e IL-1 p, cada una de nico de los timocitos y dado que ia IL-1 puede
ellas codificada por un gen independiente aun­ inducir la producción de IL-6, IFNs e IL -2 por
que son capaces de reconocer al mismo receptor parte de algunas células, ésta puede actuar si­
sobre las superficies celulares. Ambas proteínas nérgicamente con estos mediadores para esti­
son sintetizadas como precursores de 31-33 kD, mular el crecimiento y diferenciación de los LT
los cuales son clivados por enzimas citoplasma- y los LB, células NK y células LAK.
ticas específicas para generar la molécula activa L a IL-1 es requerida tam bién como factor
que posee 15-17 kD. Las IL-1 a y P comparten co-estimulante de los Ag. y mitógenos para la
una limitada secuencia homóloga a nivel de los activación de algunas células T, estimula la li­
aminoácidos (22-26%) y las formas activas di­ beración de IL-2 por parte de los LT periféri­
fieren en sus FI 5 y 7 para IL-1 ce y ¡5 respecti­ cos y facilitaría la expresión del IL-2R pero es­
vamente. Entre las diferentes especies, la se­ te efecto podría no ser una acción directa sino
cuencia aminoacídica de la IL -la está conser­ ser debido a la producción de IL-6 a su vez in­
vada entre un 60-70% , m ientras que para la ducida por la IL-1.
IL -lp dicho valor oscila entre un 73-78%. La IL -lp es producida por el macrófago en
A diferencia de la mayoría de las proteínas su form a precursora inactiva mientras que el
secretadas, la IL -l posee un precursor de PM péptido precursor de la I L - la es procesado por
mayor que no posee un péptido hidrofóbico se­ la célula a su forma madura antes de ser libera­
ñal N terminal para el clivaje o una secuencia da, no obstante el péptido precursor de IL -la
señal interna, la cual determine la asociación y de 31kD es activo en sí mismo.
el transporte dentro de la membrana microso­ De la totalidad de células que secretan la
mal y la subsecuente entrada en el camino se­ lL-1 el macrófago es el mayor productor. En
cretorio. Por lo tanto, parecería que la secreción h u m an o s se secreta p rep o n d eran tem en te la
de IL-1 podría ocurrir por un camino indepen­ IL -lp , mientras que otros tipos celulares pro­
diente o que el procesamiento ocurre en el pun­ ducen preponderantemente IL -la . Los macró­
to de secreción. fagos responden a IL-1 liberando PGE^ y pro­
La IL-1 humana es activa sobre líneas celula­ duciendo TNF. La PGE^ puede inhibir la pro­
res murinas, tanto IL -la como la IL -lp, poseen ducción de IL-1 por parte del macrófago y re­
sitios potenciales de glucosilación pero las pro­ gular negativamente la expresión de antígenos
teínas recombinantes no glucosiladas mantienen del CMH-II, se genera así un proceso autolimi-
su actividad biológica. tante. La IL-1 tam bién induce la sín tesis de
Los ADNc para ambas formas han sido clo­ PGE^ por parte de células endoteliales y las cé­
nados en humanos, cerdos, vacas, conejos, rata y lulas del músculo liso. Es de resaltar que la IL-1
ratón. El gen para IL -ip es de 7,8kb mientras actúa como una citoquina con efecto autocrino
que el de IL -la posee 10,5kb, ambos se encuen­ induciendo su propia .síntesis y además la pro­
tran localizados en el cromosoma 2 humano. ducción de TNF e IL-6. Actuando sobre LT ac­
La IL-1 es la citoquina más im portante de tivados induce la síntesis de GM-CSF e IL-4.
los procesos inflamatorios, infecciones, injuria Algunas actividades de 1a IL-1 podrían ser
tisular y enfermedades malignas, desencadena de significado patológico dado que conduce a
una respuesta de fase aguda que se caracteriza una inflam ación crónica o shock séptico. La
por fiebre, aumento de la permeabilidad vascu­ IL-1 puede aumentar la expresión de moléculas
lar y de la síntesis de proteínas de fase aguda de adhesión sobre células del endotelio vascu­
(proteína C reactiva, glucoproteína ácida 1, a, lar. In vivo este efecto conduciría a un aumento
antitripsina, macroglobulina y proteína ami- del tráfico de hnfocitos y neutrófilos hacia el
loide sérica) por parte de los hepatocitos. La sitio de inflamación. La IL-1 también induce la
240 Aspectos básicos de la Inmunidad

proliferación de fibroblastos y la síntesis de co­ receptor celular. El IL-IR puede ser de dos fi-
lágeno de tipo I, 111 y IV, por lo cual podría po s 1 o II, am bos p o seen un v alo r de Kd
ejercer algún efecto en la patología de la artritis 5 X 10-'‘M. El IL -IR de tipo I es una proteína
reumatoidea. Posee, in vitro acción sobre los de 80 kD presente en la superficie de LT, fibro­
osteoclastos, los condrocitos y sobre células si­ blastos, queratinocitos, células endoteliales,
noviales los que podrían actuar en forma sinér­ condrocitos y hepatocitos. Éstos han sido clo­
gica con otras citoquinas que conducen a las al­ nados, secuenciados y expresados en LT y fi­
teraciones del cartílago y a la reabsorción ósea broblastos tanto en el humano como en el ra­
observada en las enfermedades articulares. tón. Se conoce que posee tres dominios de 319
En médula ósea, la producción de IL-1 por aa, 21 aa y 217 aa que constituyen las porcio­
parte de las células endoteliales o del macrófa­ nes extracelular, transmembránica e intracelu­
go podría conducir a la síntesis de factores esti­ lar respectivamente. El IL-IR de tipo II es una
mulantes de colonias principalmente de la serie proteína de 68 kD que se expresa sobre los LB
granulocítica y macrofágica (GM-CSF). y las células PMN. Ambos son miembros de la
La producción y la actividad de la IL-1 son superfamilia de las inmunoglobulinas.
m oduladas por una variedad de agentes, por En general, el IL-IR de tipo I une mejor a la
ejemplo, ACTH. Además, fue demostrado que IL-1 a mientras que el IL -IR de tipo II posee
el organismo produce antagonistas endógenos mejor capacidad para unir IL -ip . El IL -IR de
del IL -IR (IL-lRa) de importancia fisiológica. tipo II actúa como precursor de una forma solu­
E sta proteína actúa com petitivam ente por la ble del IL -IR que antagoniza y modula la acti­
unión al receptor de IL-1 (IL-IR), ha sido ori­ vidad de la IL-1. Ambos receptores muestran
ginalmente aislada de la orina de pacientes con aproximadamente un 28% de homología en su
leucemias monocíticas. El ADNc que codifica dominio extracelular. A nivel del dominio intra­
para esta proteína indica que posee inform a­ citoplasmático se observó que mientras que el
ción para la síntesis de un producto de 152 aa, IL-I R de tipo I está constituido por 213 aa, el
25 kD y que presenta un 26% de hom ología de tipo II solamente presenta 29 aa. Estudios
con la IL -ip y un 19% con la IL-1 a. Su acción realizados indican que el receptor de tipo I es el
inhibitoria es ejercida por unión al receptor de único involucrado en la génesis de la señal de
tipo I, pero esta unión es incapaz de generar transducción y por ende es responsable de pro­
una señal de transducción. La unión con recep­ ducir los efectos biológicos de esta citoquina.
tores de tipo II es de muy baja afinidad. Si bien
originalmente se vió que era producida por cé­ In te rle u q u in a 2 (IL-2)
lulas monocitos/macrófagos, se encontró tam ­
bién que la producen los neutrófilos y los fibro­ La IL-2, in icialm ente denom inada T cell
blastos. La secuencia estudiada en el humano, growth factor (TCGF), es una glucoproteína que
ratón, rata y conejo muestra entre sí un 75% de induce la proliferación de los LT de manera au­
hom ología. Fisiológicam ente, su producción tocrina y favorece la expansión clonal de las cé­
permite limitar los potenciales efectos nocivos lulas que han sido impactadas por el Ag. Condu­
de la superproducción de IL-1, previniendo la ce a las células de la fase Gj a la fase de síntesis
muerte por shock séptico producido por LPS y (S), permitiendo la producción de IL-2 y la ex­
el desarrollo de las cohtis inducidas por com­ presión sobre la membrana celular del receptor
plejos inmunes, entre otros. En la actualidad, la específico (IL-2R). También actúa de manera
posible utilización del IL -lR a esta siendo eva­ paracrina, ejerciendo su acción sobre células ve­
luada en ensayos preclínicos. cinas del sistema inmune o no inmune.
La mayoría de las acciones de la IL-1 son Es producida por los LThl (CD4+) y en me­
mediadas por efectos transcripcionales que in­ nor cantidad por las células CD8+, células NK,
volucran la translocación del complejo NF-kB m acrófagos y células LGL, del inglés “large
desde el citoplasma al núcleo. Esa transloca­ granulocytes lymphocytes”.
ción se logra una vez que en el citoplasma el La IL-2 es una glucoproteína de 15-18 kD
com plejo NF-kB se disocia en la subunidad que presenta diferentes grados de glucosilación
I-kB y la subunidad NF-kB, la cual m igra al por lo cual también presenta un rango de Pl
núcleo y produce la activación genética. La ac­ que la caracterizan 6.6-8.2. Aunque es una mo­
tivación del proceso de disociación del comple­ lécula glucosilada, los hidratos de carbono no
jo NF-kB involucra la activación de quinasas son esenciales para ejercer sus efectos biológi­
dependientes de ceramida. cos, dado que la IL-2 recombinante obtenida en
células procarióticas es igualmente efectiva en
El receptor de IL-I (IL-IR) la activación de los LT. La IL-2 murina presen­
ta un 63% de hom ología en la secuencia de
Los efectos producidos por la IL-1 a y P re­ aminoácidos con la IL-2 humana, siendo ambas
sultan de la unión de cualquiera de ellas con el activas sobre líneas celulares murinas.
Citoquinas 241

El gen ha sido clonado, se encuentra ubicado Las cadenas a, P y y son glicoproteínas de 55


en el cromosoma 4 humano. Posee información kD, 75 kD y 64 kD. Los genes que regulan sus
para la síntesis de una proteína de 153 aa, la síntesis no están relacionados. La cadena a tie­
que presenta una secuencia señal o líder de 20 ne un dominio extracelular de 219 aa, una re ­
aa. Esta secuencia es clivada para obtener la gión transmembrana de 19 aa y la región intra-
proteína madura, que contiene tres residuos de citoplamática es corta, constituida por 13 aa. La
cisteína conservados, dos de los cuales generan cadena a no se expresa constitutivam ente en
un puente disulfuro el que es requerido para linfocitos en reposo pero es inducida rá p id a ­
desarrollar su actividad biológica. La estructura mente luego de la activación del LT, puede ex­
cristalográfica revela que es una proteína glo­ presarse anómalamente en leucemias y otros
bular, conteniendo dos regiones a hélice, sin desórdenes del sistema inmune. La cadena p,
presentar conformación lámina [3. Dicha estruc­ está constituida por 214 aa en su dominio extra-
tura conformacional es característica de proteí­ celular, 25 aa en la región de transmembrana y
nas que interactúan con receptores de la familia 286 aa correspondientes a la cola intracitoplas­
de Tipo L El proceso de secreción se realiza mática. Esta última cadena, esta involucrada en
por la vía clásica para lo cual presenta una se­ el envío de la señal de transducción. La cadena
ñal hidrofóbica. La síntesis conduce a un nivel y es una proteína de 347 aa de los cuales 232 aa
máximo de secreción a las 4 horas y es inhibida corresponden al dominio extracelular, 29 aa a la
por corticoides, ciclosporina A y PGs. región transmembrana y 86 aa corresponden al
Las principales acciones de la IL-2 se ejer­ dom inio intracitoplasm ático. E sta cadena se
cen sobre los LT, lo cual conduce a una expan­ asocia a la cadena P y es necesaria para que se
sión de la respuesta inm une cuya m agnitud produzca la internalización del ligando que
puede ser estim ada por determinación de los acompaña a la transducción de señal. La cadena
niveles de IL-2. Sobre dichas células también y se expresa en Ja mayoría de las células linfoi­
posee actividad para inducir la síntesis de IFNy des pero sólo posee capacidad para unir la IL-2
y lini'otoxina (TNFP) y es capaz de programar­ cuando la cadena P está presente.
los hacia la apoptosis. La expresión en fibroblastos del ADNc de la
Actúa como factor de crecimiento y diferen­ cadena a genera un receptor de baja afinidad,
ciación para las células NK, LB, puede activar incapaz de traducir señal alguna de activación.
a los macrófagos y neutrófilos. Sobre el SNC La co-expresión con la cadena P permite obte­
actúa como inmunomodulador, favoreciendo el ner un receptor de afinidad intermedia que tam ­
crecimiento de las células gliales. Sobre los LB poco puede efectuar la transducción de señal.
estimula la síntesis y secreción de anticuerpos La expresión de las cadenas p y y posee tam ­
pero no induce cambios en el isotipo secretado bién una afinidad intermedia pero en este caso
(switching). Las células NK son estim uladas concentraciones relativamente altas de IL-2 le
cuando existen altos niveles de IL-2 capaces de permiten enviar una señal de activación. A pe­
unirse a receptores de tipo py, lo que induce la sar de ello, la señal solamente será asegurada si
producción de IFN y y potencia la acción citoK- los dominios intracitoplasmáticos de las cade­
tica de estas células generando las llamadas cé­ nas p y y se encuentran en estrecha relación y
lulas LAK (lymphokine activated killer cells). existe conjuntamente la co-expresión de la ca­
dena a , la cual aumenta significativamente la
El receptor de IL-2 (IL-2R) afinidad por el ligando. Cada una de las formas
del receptor indicadas, posee patrones cinéticos
La IL-2 ejerce sus acciones biológicas a tra­ que las caracteriza (cuadro 12-3). Si se analizan
vés de un complejo receptor multicatenario. Si los tiem pos medios de asociación y d iso cia­
bien los prim eros estudios indicaban que la ción, se concluye que el organismo se asegura
IL-2R era un heterodímero constituido por las de esa manera que la lL-2 sea unida, retenida e
cadenas a (anteriormente Tac) y p, hoy se co­ internalizada en el rango de concentraciones fi­
noce cjue existe un tercer integrante, la cadena siológicas.
y, la que es compartida por receptores de dife­ La mayoría de las células NK expresan cons­
rentes citoquinas (fig. 12-3). De la com bina­ titutivamente el receptor de afinidad intermedia
ción de dichas cadenas se producen diferentes y una subpoblación de células NK (C D l6^), ex­
formas denominados receptores de baja, inter­ presa el receptor de alta afinidad; Ambas po­
media y alta afinidad las que poseen Kd 10 *, blaciones manifiestan aumento de la actividad
10 * - 10 ‘° y 10 "M respectivamente. El recep­ citotóxica luego de la incubación de IL-2 pero
tor de afinidad intermedia esta constituido por sólo aquellas que expresan el receptor de alta
las cadenas P y y; se expresa sobre LT en repo­ afinidad serían de importancia desde el punto
so. El receptor de alta afinidad está constituido de vista fisiológico.
por las cadenas a, p y y; se expresa solamente Los monocitos humanos responden a la IL-2
cuando el hnfocito está activado. con aumento del nivel del ARNm para IL-1 y
242 Aspectos básicos de ia inmunidad

IL-2

F ig. 12-3. C om plejo m ulticatenario receptor de IL-2.

al mismo tiempo aumentan su actividad citotó­ (p56'“‘‘) capaz de activar protooncogenes nu­
xica. Estas células expresan solamente el re­ cleares. Otra 1‘egión diferente de la cadena p in-
ceptor de afinidad intermedia. teractuaría con el sistema de quinasas JAK, he­
La form a soluble del recep to r a ha sido cho en que también podría estar implicada la
identificada en pacientes con enferm edades cadena y aunque no está completamente deter­
malignas, autoinmunes, enfermedades parasita­ minado todavía.
rias, etc. Se supone que el mismo sería produ­
cido por clivaje proteolítico y ejercería un efec­ Interleuquina 3 (IL-3)
to regulatorio sobre el sistema inmune. T am ­
bién se ha informado la existencia de formas La IL-3 es un factor pleiotrópico que fuera
solubles de la cadena (3. previamente conocido como factor estimulante
A pesar de los avances en el conocimiento de múltiples colonias (MCSF), B cell stimula­
del complejo multicatenario receptor de la IL- ting factor, mast cell growth factor. Es produ­
2, los eventos intracelulares que llevan a la ac­ cida por los LT activados, células epiteliales tí-
tivación celular no están completamente enten­ micas, queratinocitos y mastocitos.
didos. Hasta el presente es conocido que la ca­ La IL-3 es una glucoproteína de 26-28 kD
dena (3 carece de una secuencia de unión para constituida por 134/140 aa que, si bien presenta
el ATP pero se uniría física y funcionalmente a dos variantes murinas que se diferencian en la
otras m oléculas para p roducir la activación. región N terminal, ambas poseen los mismos
Existe una asociación a través de una región efectos biológicos. No obstante ser una molé­
acídica del dom inio intracitoplasm ático con cula glucosilada, los hidratos de carbono no
una proteína de la familia src tirosin-quinasas son esenciales para ejercer su rol biológico.

C u ad ro 12-3. Parámetros cinéticos del receptor de IL-2

a ap apY Pt P T

K d (M ) 10* 10>» 10" 10*' 10’ no une IL-2

Transducción de señal no ? sí sí ? no
Citoquinas 243

Los genes que regulan su síntesis se ubican In terle u q u in a 4 (IL-4)


en el cromosoma 5 humano y 11 murino, liga­
dos a los genes de IL-4, IL-5 y GM-CSF. El L a IL -4 fue d e n o m in ad a p rim a ria m e n te
ADN codifica la expresión de una proteína que B cell stimulcitory fa cto r (BCSF). Es una glu-
es posteriormente clivada para originar la m o­ coproteína de 20 kD, producida por los linfoci­
lécula madura, la cual posee un puente disulfu­ tos CD4+ (Th2) pero también la sintetizan los
ro intracatenario el que es esencial para su acti­ timocitos fetales, LT CD8+ y en menor propor­
vidad. Existe un 29% de homología entre las ción los mastocitos activados, las células basó-
proteínas murinas y humana y los efectos son filas y líneas celulares de LB CD5+.
especie específicos. El gen ha sido clonado, tanto humano como
Produce efectos sobre el crecimiento de to­ murino. Posee información para la síntesis de
dos los linajes hematopoyéticos; es responsable proteínas de 153 aa y 140 aa respectivamente.
de la proliferación de progenitores multipoten- Este precursor es clivado para originar la pro­
ciales en los primeros estadios de su desarrollo. teína madura de 129 aa y 120 aa. Es una proteí­
A ctúa sin é rg ic a m e n te con la IL -1, IL -6 y na globular, que posee cuatro regiones de con­
G'CSF. Fuera del sistema hematopoyético ac­ formación a hélice. Ambas poseen potenciales
túa fundamentalmente sobre los mastocitos de sitios de glucosilación y seis residuos conser­
mucosas, células intestinales y dérmicas. Tam ­ v ad o s de cisteín a resp o n sa b le s de g e n e ra r
bién es un importante mediador de las respues­ puentes de sulfuro intracatenarios. Si bien es
ta inflamatorias y es capaz de inducir la expre­ una proteína glucosilada, los azúcares no son
sión de antígenos del CMH de clase I y de las im portantes para ejercer in vitro su actividad
moléculas de adhesión (LFA-1) de macrófagos biológica. Tanto la IL-4 humana como murina
peritoneales. Actúa sinérgicamente con agentes presentan actividad especie específica.
que facilitan la producción de IL-1 pero no L a IL-4 posee múltiples funciones inmuno-
produce aumento de la citotoxicidad mediada rreguladoras, actúa sobre los LT, LB, inanoci-
por los macrófagos. Sobre los eosinófilos pro­ tos, neutrófilos, fibroblastos, células epitelia­
mueve la fagocitosis y la quimiotaxis. les, endoteliales y progenitores hem atopoyéti­
cos. Es fundamentalmente un factor regulador
El receptor de lL-3 (IL-3R) de las reacciones alérgicas. Estimula el creci­
miento de los LT en desarrollo, siendo im por­
Las acciones biológicas de la IL--3 son ejer­ tante modulador de la diferenciación de LTh2
cidas por unión a un receptor específico. Los de manera autocrina. En cambio ejerce accio­
estudios realizados indican que existe una for­ nes de retroalim entación negativa so b re los
ma única del IL-3R de alta afinidad en las célu­ L T h l, como consecuencia de estos hechos la
las hematopoyéticas humanas. En cambio las IL-4 permite un desplazamiento hacia la res­
células hematopoyéticas murinas presentan dos puesta inm une hum oral en detrim ento de la
formas, una de alta y otra de baja afinidad. Bl actividad NK y de la inmunidad m ediada por
receptor de alta afinidad, tanto humano como células.
murino es un heterodímero formado por las ca­ La IL-4 actúa sobre los LB en reposo, favo­
denas a y p. La cadena a es específica de la rece su proliferación y diferenciación. Produce
IL-3, posee un PM de 70 kD mientras que la un aumento de la expresión de CD23 y de antí­
cadena p posee 120-150 kD de PM y es común genos del CMH de clase II, favoreciendo así el
a otros receptores. rol del LB en la presentación antigénica y jue­
Se ha obtenido el ADNc de la cadena a hu­ ga un rol crítico favoreciendo la secreción de
mana, el cual codifica para una proteína de 360 anticuerpos y el cam bio de isotipos h acia la
aa, forma parte de los receptores de citoquinas IgE y la IgG4,
de Tipo I. Esta cadena puede unir la IL-3 con Sobre los macrófagos favorece la expresión
baja afinidad pero la co-expresión junto a la .su­ de antígenos de superficie e inhibe la produc­
bunidad p evidencia la presencia del receptor ción de IL-1, IL-6, lL-8, T N F a, NO y PGs.; en
de alta afinidad. El sistema murino está siendo cambio, aumenta la producción de ÍL -lR a . A
estudiado, se ha podido clonar la cadena p, la nivel de médula ósea, puede ejercer efectos si­
que presenta dos formas alternativas que pre­ nérgicos con la IL -11. Estiinula la expresión de
sentan una hom ología del 91%. Se cree que moléculas de adhesión (VCAM-1) sobre célu­
han surgido por duplicación genética a poste- las endoteliales. Actúa sobre fibroblastos esti­
riori de la divergencia entre las especies huma­ mulando su proliferación y favoreciendo la se­
na y murina. creción de colágeno. Actúa como factor de cre­
El m ecanism o involucrado en la señal de c im ien to para m asto cito s y puede te n e r un
transducción no está completamente dilucida­ efecto activador sobre la función del epitelio
do, ha sido sugerida la participación del siste­ intestinal, acción que cumple en forma sinérgi­
ma lA K - STAT. ca con la IL-3.
244 Aspectos básicos de ia inmunidad

El receptor de IL-4 (IL-4R) El ADN, tanto humano como murino, contiene


información para la síntesis de una proteína ma­
Los efectos biológicos son ejercidos por dura constituida por 112 aa. Las proteínas re-
unión a receptores de superficie, el IL-4R per­ combinantes han sido obtenidas utilizando sis­
tenece a los receptores complejos multicatena­ temas de expresión procarióticos y eucarióticos.
rios. El receptor de alta afinidad está constitui­ Ello permitió analizar el rol de los azúcares que
do por una cadena a específica y una cadena y lo constituyen, se sabe por dichos estudios que
común a otros receptores. Una forma soluble la N-glucosilación le confiere estabilidad térmi­
ha sido detectada tanto en los fluidos murinos ca a la molécula. La IL-5 humana y murina po­
como en los humanos. seen un 70% de homología y son capaces de
El ADN que codifica para la cadena especí- producir reacciones en sistemas cruzados, es
, fica ha sido clonado para el ser humano y para decir, que no existe especificidad de especie.
el ratón. La cadena humana es una proteína de
transmembrana de 140 kD, constituida por 800 El receptor de IL-5 (IL-5R)
aa; 207 residuos corresponden al dominio ex­
tracelular, 24 a la región transmembrana y 569 El receptor para IL-5, ha sido identificado en
al dominio intracelular. Esta cadena pertenece la superficie de células hum anas y murinas.
a la superfamilia de receptores de tipo I y for­ Las células humanas expresan un receptor de
ma parte también del receptor para lL-13, cito- alta afinidad; en cambio, las células murinas
quina con la que comparte la mayoría de las presentan dos formas: una de alta y otra de baja
funciones biológicas. La interacción de la cade­ afinidad. En ratones, el IL-5R presenta al me­
na a con la cadena |3 le confiere una incremen­ nos dos proteínas de membrana denominadas a
to en cinco veces el valor de su constante de o p60, la cual es capaz de unir específicamente
afinidad. Una forma soluble del IL-4R a ha si­ a la citoquina con baja afinidad y una segunda
do identificado en el ratón y en el hombre. El cadena de mayor PM, denominada |3, que per­
IL-4Rs actúa como inhibidor competitivo para m ite gen erar el recep to r de alta afin id ad y
la LL-4. transducir la señal de activación.
La interacción de la IL-4 con el complejo re­ El ADN para la cadena a , codifica la infor­
ceptor conduce a la activación de las quinasas mación para una glucoproteína de 415 aa. El
de Jak 1 y Jak 3. También se observó la fosfo­ dominio extracelular de esta cadena contiene 4
rilación de la subunidad receptora a y de resi- residuos de cisteínas conservadas y próximo a
. dúos tirosina de las proteínas STAT. la m em brana celular presenta la unidad WS,
característica de receptores de tipo 1. La cadena
Interleuquina 5 (IL-5) P murina es compartida por los receptores para
IL-3 y GM-CSF. Si bien esta cadena no es ca­
La interleuquina 5 inicialmente denominada paz de unir por sí misma a ninguna de las cito-
T cell replacing factor (TRF) o B cell growth quinas incluidas, su expresión junto con la ca­
factor II, es un factor soluble producido por los dena a específica estabiliza la unión. A dife­
LTh2, eosinófilos y mastocitos activados. La rencia del receptor murino, el IL-5R humano
IL-5 es una proteína glucosilada de 20 kD, que posee una cadena a que le perm ite unir a la
genera un homodímero glucosilado a través de IL-5 con alta afinidad, a pesar de ello la cadena
uniones de puente disulfuro, con un PM apa­ P es requerida para formar el complejo multi­
rente de 45kD. catenario da alta afinidad, capaz de generar la
Su principal función es estimular la quimio­ señal de transducción. Las cadenas a humana y
taxis y activación de los eosinófilos, hecho que murina presentan un 79% de homología a nivel
permite al sistema inmune que los LT puedan de los aminoácidos. Tal como ocurre con otros
regular la respuesta inflamatoria a través de los receptores una forma soluble de la cadena a ha
eosinófilos y la respuesta efectora celular diri­ sido detectada, la cual se genera por empalme
gida contra helmintos. También actúa en los úl­ {“splicing”) alternativo y actuaría com o ele­
timos estadios de diferenciación de los eosinó­ mento regulatorio de la respuesta inmune.
filos para lo cual posee acción sinérgica con los
factores estimulantes de colonias. La IL-5 es Interleuquina 6 (IL-6)
responsable de la eosinofilia encontrada en las
infecciones parasitarias. La IL-6 es una proteína monomérica. Si bien
Actúa sinérgicamente con otras citoquinas es­ es producida principalmente por los macrófa­
timulando el crecimiento y diferenciación de los gos, también es secretada por las células del
LB y sólo por un lapso breve favorece la secre­ endotelio vascular, fibroblastos y por algunos
ción de Igs, estimulando la producción de IgA. LT activados, en respuesta a la estimulación de
El gen que posee información para la IL-5 se IL-1 y en menor grado al TNF. A su vez su
ubica en el cromosoma 5 humano y 11 murino. producción es inhibida por la IL-4 y la IL-13.
Citoquinas 245

fil ADNc para la IL-6 humana y murina ha subsiguiente envío de la señal de traducción.
sido clonado, los genes se encuentran ubicados La exacta composición del complejo IL-6R no
sobre íos cromosomas 7 y 5 respectivamente. está determinada. Algunos investigadores su­
Codifican para precursores de 212 y 211 aa, los gieren que dos unidades de IL-6 se asocian con
que posee una secuencia hidrofóbica señal de una molécula del receptor. Otros sugieren que
28-y 24 aa. Poseen dos sitios potenciales de una molécula de lL-6 se asocia con una de IL-
glucosilación, sin embargo la presencia de los 6R y que este complejo se une luego a gp 130 e
hidratos de carbono no son esenciales para el induce su dimerización. Si bien la gp 130 no
desarrollo de la actividad biológica. La proteí­ posee actividad tirosin-quinasa intrínseca, se ha
na madura posee un PM de 26 kD y está cons­ encontrado que se asocia a la familia de quina­
tituida por 184 aa. Ambas proteínas presentan sas Jak, lo que lleva a una rápida fosforilación
un 65% de homología en la secuencia nucleotí­ de proteínas STAT. También ha sido informa­
dica y de 42% en la secuencia de aa. La IL-6 da la activación de RAS y MAPK esenciales
humana y murina son igualmente activas sobre para la activación del factor NF-IL6.
células murinas, pero la IL-6 murina no ejerce
acciones sobre células humanas. Interleuquina 7 (IL-7)
La IL-6 comparte acciones biológicas con la
IL-1 pero a diferencia de ella no causa trombo- La interleuquina 7 fue inicialmente denomi­
si.s intravascular ni injuria tisular. Las mejores nada linfopoyetina I y fue reconocida como un
acciones descritas son la acción sobre los hepa­ factor capaz de inducir la proliferación de lin­
tocitos a los que estimula para producir proteí­ focitos pre-B m urinos. E studios posteriores
nas de fase aguda. Posee una importante acción permitieron atribuirle una gran variedad de ac­
sobre LB para los que actúa como factor de ciones biológicas que afectan también al linaje
crecimiento en las últimas etapas de la diferen­ T. La IL-7 es producida por un variedad de cé­
ciación celular. La IL-6 es un factor de creci­ lulas que incluyen al LB, fibroblastos de médu­
miento para mielomas y plasmocitomas y pue­ la ósea, células epiteliales y timocitos a nivel
de tener un efecto co-estimulante sobre los LT cortical.
maduros y los timocitos. El ADNc murino ha sido aislado, el mismo
posee información para la síntesis de una pro­
El receptor de IL-6 (IL-6R) teína constituida por 154 aa, de los cuales 25 aa
corresponden al péptido señal. La proteína po­
El complejo receptor de IL-6 está constitui­ see seis residuos de cisteína y dos potenciales
do por dos cadenas glucoproteicas pertenecien­ puentes disulfuro. La proteína madura presenta
tes a superfamilia de Igs. La menor de ella po­ un PM de 20-25 kD. El ADNc humano permite
see un PM de 80 kD, es la subunidad de unión la sín tesis de una p ro te ín a c o n stitu id a por
específica (IL-6R). La segunda cadena posee 177 aa, la diferencia con el murino se debe a la
un PM de 130 kD (gpl30), es una cadena poli- inserción en el gen de un exón extra el cual so­
peptídica com partida con otros receptores de lamente se encuentra en el genoma humano. La
factores de crecimiento. La cadena IL-6R hu­ proteína originada presenta seis residuos de
m ana está form ada por 468 aa; p resen ta un cisteínas conservados y tres sitios potenciales
54% de homología con la cadena ÍL-6R muri­ de gluco.silación. El PM estimado es de 17.4
na, la cual está constituida por 460 aa. La re­ kD. Ambas proteínas, murina y hum ana, pre­
gión extracelular de ambas especies esta inte­ sentan un 70% de homología y mientras que la
grada por un dominio Ig. símil y otro dominio IL-7 humana posee actividad sobre células mu­
perteneciente a la estructura de receptores de ti­ rinas, la IL-7 murina carece de efectos sobre
po I (unidad WS). La gp 130 posee 77% de ho­ las células humanas.
mología a nivel de la secuencia amonoacídica La acción primaria atribuida la comprometía
entre la cadena humana y la murina y también con el linaje B, por su capacidad para favorecer
es una estructura que presenta un dominio Ig la diferenciación de linfocitos pre-B . Actual­
símil y otro de receptor de citoquinas de tipo I. mente es claro que también favorece el creci­
Una forma soluble de 50 kD ha sido detectada miento y la diferenciación de células LT huma­
en humanos. Esta forma actuaría facilitando la nas y murinas, con acción a nivel del reordena­
reactividad de IL-6 por lo que sería capaz de miento de los genes de receptor T. Se ha de­
unirse directamente a la gp 130. Por otro lado, mostrado asimismo que estimula la prolifera­
ha sido encontrada una forma soluble de la ca­ ción de LT maduros, favorece el desarrollo y la
dena gp 130 la que puede inhibir la actividad actividad citotóxica de células CD8"“ y células
dei complejo IL-6/IL-6Rs indicando la comple­ LAK. Debido a estas últimas acciones la IL-7
jidad del sistema regulatorio. es un muy buen candidato para el tratamiento
La presencia de ambas cadenas es requerida de inmunodeficiencias primarias así como para
para generar el receptor de alta afinidad y el la inmunoterapia del cáncer.
246 Aspectos básicos de la inmunidad

El receptor de lL-7 (IL-7R) El receptor de IL-8 (IL-8)

Sus acciones biológicas son ejercidas a tra­ Los efectos biológicos son desarrollados a tra­
vés de receptores de superficie, IL-7R, el cual vés de receptores de superficie (IL-8R). En el ser
es un complejo multicatenario de alta afinidad. humano han sido documentadas dos entidades
Está constituido por dos cadenas polipeptídicas las que se cree que surgieron por duplicación ge­
correspondientes a la superfamilia de recepto­ nética. Ambas poseen 77% de homología, se las
res de tipo 1, una es la subunidad específica de­ denomina IL-8R tipo I o a e IL-8R tipo II o |3.
nominada a y la segunda cadena y, com ún a Son miembros de los receptores de citoquinas
otros receptores de citoquinas. El IL-7R huma­ acoplados a proteína G y poseen capacidad para
no presenta dos formas una de alta (Kd lO^'^M) unir a su ligando específico con alta afinidad.
, y otra de baja afinidad (Kd 10 ‘^M), la cadena y
participa en la formación del receptor de alta Interleuquina 9 (IL-9)
afinidad. El estudio del receptor murino perm i­
tió identificar tres formas para el IL-7R, un re­ La IL-9 en una glucoproteína derivada de los
ceptor de baja afinidad (Kd 1.45 lO^^M), un re­ LT, tanto CD4‘^ como CD8+, la que favorece la
ceptor de afinidad intermedia (Kd 2.5 10 '®M) y sobrevida de líneas celulares T y la actividad
una forma de alta afinidad (Kd 4 1 0 ‘^M) de la de los mastocitos.
cual participa la cadena y. El ADNc para IL-9 humana y de ratón han
sido clonados. El gen humano se ubica sobre el
cromosoma 13 y el murino en el cromosoma 5.
Interleuquina 8 (IL-8) Ambos codifican la síntesis de proteínas pre­
cursoras de 144 aa, en los cuales los 18 prime­
La IL-8 integra la familia de citoquinas in­ ros aa corresponden al péptido señal. La proteí­
flamatorias de bajo peso molecular que han si­ na madura presenta un PM predecible de 14 kD
do referidas como quemoquinas, entre las cua­ conteniendo cuatro sitios potenciales de gluco­
les la IL-8 es la mejor caracterizada. Estas cito- silación. Las proteínas humanas y murinas pre­
quinas presentan la particularidad estructural sentan una homología de 56% a nivel de la se­
que las caracteriza, la presencia de cuatro resi­ cuencia de aa y de 67% a nivel de los residuos
duos conservados de cisteína. Actúa como fac­ mucleotídicos. La IL-9 murina es activa sobre
tor quimiotáctico y activante para los neutrófi­ células humanas pero la IL-9 humana no lo es
los y en menor grado para los basófilos y los sobre las células murinas.
linfocitos. La IL-9 es un factor que perm ite el creci­
La IL-8 es producida por fagocitos mononu­ miento de las células mieloides y de los masto­
cleares, LT activados, neutrófilos, eosinófilos, citos. En médula ósea actúa sinérgicamente con
fibroblastos, células endoteliales, plaquetas, la eritropoyetina (EPO), perm ite el cultivo a
queratinocitos, hepatocitos, condrocitos, astro- largo plazo de los LT activados, tanto CD4+ co­
citos y células NK. mo CD8+. En el ratón, han sido comunicadas
El ADNc humano indica que el precursor acciones a nivel de los timocitos lo que facili­
proteico posee 99 aa, el cual genera una proteí­ taría la ontogenia de los LT. La lL-9 actúa so­
na madura de 8kD. A pesar de que la IL-8 es bre los LB, tiene acción sinérgica con la IL-4
capaz de generar puentes disulfuro intereatena- potenciando la producción de IgG e IgE.
rios, no está aclarado aún si la forma biológica­
mente activa está constituida por la forma m o­ El receptor de IL-9 (IL-9R)
nomérica o dimérica. Se han obtenido produc­
tos maduros que difieren el número de aa que El receptor de superficie para la IL-9 perte­
los constituyen (69-72-77 aa) dependiendo de nece al grupo de receptores multicatenarios que
la fuente celular utilizada. El péptido de 72 aa comparten la cadena y. Además, posee una ca­
es el que posee mayor potencia biológica, este dena específica (IL-9R). Los ADNc p ara el
hecho sugiere la existencia de un mecanismo IL-9R han sido clonados, tanto en humano co­
de activación el que podría requerir de un cli­ mo murino, codifican la síntesis de proteínas
vaje proteolítico. de 533 aa y 468 aa respectivamente. Los IL-9R
La IL-8 ejerce además un gran número de humano y murino presentan 53% de hom olo­
actividades pro-inflamatorias. Produce degra­ gía, pertenecen a la superfamilia de receptores
nulación de los neutrófilos, induce la expresión hematopoyéticos o de tipo I. También ha sido
de moléculas de adhesión y favorece así la ad­ aislado un ADNc que posee información sobre
herencia de los neutrófilos a las células endote­ la síntesis de una forma soluble del receptor la
liales. Posee efecto co-mitogénico para los que­ que resultaría de la delección de los dominios
ratinocitos y actúa como factor autocrino en transmembránico y citoplasmático de la cadena
ciertos melanomas. específica del IL-9R.
Citoquinas 247

Interleuquina 10 (IL-10) El receptor de IL-10 (IL-IOR)

La IL-10 fue inicialmente denominada factor El receptor para IL-10 (IL-IOR) es una glu­
inhibidor de la síntesis de citoquinas (CSIF), coproteína de 110 kD; en el ratón está consti­
fue descubierta como un producto de los LTh2 tuido por 561 aa y en el hombre por 557 aa,
capaz de inhibir la producción de citoquinas existiendo entre ellos un 60% de homología. El
por parte de los L T h l. La 11-10 es producida IL-IOR está estrueturalmente relacionado con
por los LTh2, los timocitos fetales activados, el receptor de IFNs, une a la IL-10 con alta afi­
los macrófago, los LB normales y los querati­ nidad (Kd 7-20*'M).
nocitos.
A partir de los estudios realizados sobre su Interleuquina 11 (I L -ll)
actividad biológica, se llegó a aislar el ADNc
de IL-10 murino y subsecuentemente por hibri- La IL -II es un factor pleiotrópico con fun­
dización cruzada se aisló el ADNc humano. ción sobre la hematopoyesis, la hnfopoyesis, la
Los genes se encuentran ubicados sobre el cro­ respuesta de fase aguda y el desarrollo de adi-
mosoma 1 y poseen 81 % de homología a nivel pocitos, neuronas y osteoclastos. Es producida
de la secuencia nucleotídica. Las proteínas ob­ por las células del estroma de médula ósea, fi­
tenidas poseen un 73% de homología. Los pre­ broblastos, células del trofoblasto, condrocitos
cursores sintetizadas están constituidas por 178 y células sinoviales. Su producción es inducida
aa, poseen una señal hidrofóbica que una vez por la IL -l y el TGF.
clivada origina una proteína de 160 aa, la que El ADNc para humano, primate y ratón ha
contienen cinco residuos de cisteína conserva­ sido clonado y secuenciado, existe una hom o­
dos y dos sitios potenciales de glucosilación. logía del 90% entre ellos. El ADNc hum ano
La proteína murina posee un PM 17-20 kD, de­ contiene información para una proteína precur­
pendiendo del grado de glucosilación. La IL-10 sora de 199 aa, de los cuales 21 aa correspon­
humana en cambio no presenta glucosilación y den al péptido señal, el que es clivado para ori­
su PM es de 18 kD. Ambas interleuquinas son ginar la proteína madura. Esta proteína posee
lábiles en medio ácido. La IL-10 humana es ac­ un P l 11.7 y no posee ni residuos de cisteínas
tiva sobre células m urinas m ientras que la conservadas ni sitios potenciales de glucosila­
IL-10 murina no es activa sobre células hum a­ ción. Su PM es de 19 kD y el gen se encuentra
nas. ubicado en el cromosoma 19 humano.
La IL-IO posee acciones pleiotrópicas, tiene L a IL-11 posee m últiple efectos sobre las
efectos inmunosupresores y en otros casos pue­ poblaciones hem atopoyéticas actuando como
de ejercer efectos estimulatorios.Tiene acción factor de crecimiento; estim ula la megacario-
regulatoria de la actividad de los L T hl, inhi­ poyesis y sinergiza las acciones con la IL-3,
biendo la producción de IFN y e IL-2, sin em ­ IL-4 y GM-CSF. Su efecto lo ejerce abrevian­
bargo en la actualidad se estim a que esta ac­ do el período Go de la diferenciación temprana
ción sería un efecto indirecto, dado que la ac­ de los progenitores hematopoyéticos. También
ción primaria se ejercería sobre los macrófagos favorece la acción de la IL-7 sobre el pre LB.
previniendo la producción de la IL-12. A nivel de los hepatocitos favorece la sínte­
La IL-10 puede regular la expresión de m o­ sis de las proteínas de fase aguda, también pro­
léculas del CMH de tipo II y es un potente in­ mueve la diferenciación neuronal y actúa como
munosupresor de las actividades de los macró­ inhibidor de la adipogénesis.
fagos. Sobre estas células suprime la produc­
ción de PGEj, de citoquinas pro-inflamatorias El receptor de IL-11 (IL-1 IR )
(TN Fa, IL-1, IL-6, IL-12) y de moléculas de
adhesión (lCAM-1 y B7). Por otro lado, favo­ Las acciones biológicas se desencadenan por
rece la producción del IL -lR a y la producción interacción eon un receptor de alta afinidad. El
de receptor soluble para el TNF. También fa­ complejo multicatenario IL-1 IR está constitui­
vorece la expresión de FcyR (CD64), hecho do por una cadena a , miembro de la fam ilia de
que permite un aumento en la actividad de cito- receptores de hemopoyetinas y es capaz de unir
toxicidad dependiente de anticuerpos (ADCC) a la IL -II con baja afinidad. Esta cadena es si­
ejercida por los macrófagos. Sobre estas célu­ milar a la cadena a del IL-6R y como ella inte­
las también suprime la acción del anión superó­ ractúa con la g p l3 0 para generar la señal de
xido y modula la síntesis de NO. transducción. Los resultados del estudio de los
Dado que la IL-10 favorece la proliferación mecanismos de activación mediadas por lL-11
de los LB y la secreción de IgA, IgG, e IgGj muestran la participación de proteínas quinasas
tendría fundamental importancia en el desarro­ Jak 1 y 2, junto con un nuevo miembro de la
llo de la respuesta inmune humoral. familia de proteínas STAT (APRF/STAT3).
248 Aspectos básicos de la inmunidad

Interleuquina 12 (IL-12) La IL-12 posee múltiples efectos sobre'las


células NK y los LT, promueve el crecimiento
La IL-12 es una citoquina pleiotrópica que y diferenciación de las células NK y de las cé­
fuera originalmente identificada en el sobrena­ lulas T, tanto CD4+ (T hl) como CD8+. Favore­
dante de cultivo de células transformadas por el ce la proliferación de la subpoblación T h l, con
virus de Epstein Bar. También se lo conoció producción de altos niveles de IFNy, el que a
como natural killer stimulatory factor (NKSF) su vez posee un efecto autocrino sobre esta
y como cytotoxic lymphocyte maturation factor subpoblación linfocitaria. A dem ás, produce
(CLMF). una inhibición de la producción de la IL-4 por
La IL-12 es una glucoproteína heterodímera parte de los LTh2. Favorece la actividad citotó­
de 75 kD compuesta por dos subunidades p35 y xica mediada por los LT, la citotoxicidad NK e
p40, no relacionadas genéticamente. Ambas ca­ incrementa la citotoxicidad celular mediada por
denas se encuentran unidas covalentemente a anticuerpos (ADCC). Por otro lado, como con­
través de un puente disulfuro, condición esencial secuencia de la inducción de la síntesis de IFNy
para que conserve su actividad biológica. La su­ indirectam ente contribuye a la activación de
bunidad p35 presenta homología con la IL-6 y los macrófagos.
con G-CSF, en tanto que la subunidad mayor es La lL-12 actúa sobre células NK y produce
similar al receptor de IL-6. Esta estructura su­ un aumento de la expresión de Ags, de mem­
giere que la IL-12 habría derivado de genes de brana (CD 56, CD2, CDI la) y también posibi­
algún complejo citoquina/receptor anterior. lita la generación de células LAK. Aumenta la
La fuente de producción de esta citoquina secreción de IFN y y de T N F a y facilita la libe­
comprende a los monocitos/macrófagos, LB y ración de p55 y p75 solubles de los receptores
mastocitos como respuesta a la acción de bacte­ para TNF por parte de las células NK.
rias, productos bacterianos y parásitos intracelu­ Recientem ente se documentó que la IL-12
lares, estableciéndose así un puente funcional ejerce efectos sobre la síntesis de inmunoglo-
entre la inmunidad natural y la específica. La IL- buhnas, es capaz de suprimir la síntesis de IgE
12 mostró tener efectos específicos de especie, inducida por IL-4 sobre células mononucleares
habiéndose reportado una actividad mínima de de sangre periférica.
IL-12 humano sobre células murinas.
Cada subunidad corresponde a un único gen. El receptor de IL-12 (1L-12R)
La expresión de la cadena p35 es facilitada por
la simultánea expresión de la cadena p40. La El receptor fue clonado, el ADNc codifica
transcripción de ambas cadenas es normalmen­ para una proteína de 638 aa, la cual posee un
te coordinada. N inguna cadena por sí misma PM predecible de 70,4 kD, pertenece al grupo
presenta actividad de IL-12. En los humanos la de receptores hematopoyéticos. Esta proteína
cadena p35 está constituida por 197 aa, 22 de une IL-12 con Kd 2-5 10 ‘^ M correspondiente
los cuales corresponden al péptido señal, pre­ al receptor de baja afinidad, el que se expresa
senta 7 residuos de cys y tres sitios potenciales en líneas celulares de LT activados. La cadena
de glucosilación. La cadena p40 está constitui­ clonada posee un 21% de homología en su do­
da por 306 aa, conteniendo diez residuos de minio citoplasmático con la IL-6. En estos mo­
c is te ín a s c o n se rv a d o s y c u a tro s itio s de mentos se están realizando estudios que permi­
glucosilación. La subunidad p35 murina pre­ tan dilucidar las características del mismo.
senta 60% de homología con la cadena huma­ Existen evidencias experimentales que indican
na, posee 193 aa y siete residuos de cisteína que el IL-12R pertenece a un complejo multi-
con tres sitios potenciales de glucosilación. La catenario constituido al menos por dos cadenas
cadena p40 presenta 70% de homología con la polipeptídicas.
humana y está constituida po 313 aa, también
presenta 22 aa correspondientes al péptido se­ Interleuquina 13 (IL-13)
ñal, 11 residuos de cys conservados y tres sitios
de N-ghcosilación. La IL -13 es un factor pleiotrópico que com­
El significado biológico de cada cadena se­ parte muchas propiedades con la IL-4 con la
parada es hasta hoy desconocido. En el ratón se cual posee un 30% de homología en su secuen­
observó que la cadena pesada forma homodí- cia aminoacídica. Es secretada por LT activa­
meros con actividad antagónica, hecho no de­ dos tanto CD4+ como CD8^. De manera similar
mostrado para IL-12 humana. En relación con a la IL-4 posee efectos sobre el LB y los ma­
la molécula entera, los primeros estudios indi­ crófagos pero a diferencia de aquélla no posee
carían ciue la p40 estaría involucrada en la efectos sobre los LT.
unión al receptor mientras que la cadena p35 es El gen que codifica para la IL-13 fue descu­
importante para el envío de la señal de trans­ bierto en 1989 en L T h l murinos y denominado
ducción a través del IL -12R. P600, habiéndose determinado que una vez que
Citoquinas 249

la célula es activada el ARNm se expresa rápi­ bio ha sido reportado que al actuar sobre linfo­
damente y persiste por un período relativamen­ citos granulares grandes (LGL), la IL-13 siner-
te mayor que el ARNm para la IL-4. Los genes giza la acción de la IL-2, conduciendo a la pro­
de IL-4 e IL-13 están estrechamente relaciona­ ducción de IFNy. Recientes investigaciones in­
dos tanto en el genom a humano como en el dican que la IL-13 posee acción quimiotáctica
murino. sobre los macrófagos pero no sobre células po­
El ADNc para la IL-13 murina codifica la limorfonucleares .
síntesis de una proteína de 131 aa que presenta
un péptido señal de 20 aa, el cual es clivado pa­ El receptor de IL-13 (IL-I3R)
ra generar la proteína madura. En el caso del
ADNc de IL-13 humano existe información pa­ Basados en datos experimentales de compe­
ra una proteína de 132 aa. El ADNc humano tencia de la IL-13 con la IL-4, se hipotetiza que
presenta un 66% de homología con el ADNc el receptor de ÍL-13 es un heterodím ero que
de IL-13 murina. Tanto la IL-13 humana como contiene subunidades del IL-4R y una subuni­
la murina poseen en su secuencia cinco resi­ dad propia de unión de IL-13. La similitud de
duos de cisteínas conservados y múltiples sitios las propiedades biológicas y la alta homología
potenciales de glucosilación. Existe un 58% de en la secuencia de IL-13 e IL-4, sugiere una es­
homología en su secuencia aminoacídica. Ade­ trecha relación entre ambos receptores. Dife­
más, también fue clonado el gen de IL-13 de rentes estudios son consistentes con esta hipó­
rata y la secuencia aminoacídica deducida de­ tesis, sus características deberán ser pronto cla­
muestra que existe un 79% de homología con rificadas.
la proteína de ratón y 63% con la proteína hu­
mana. La actividad para la IL-13 humana y la Interleuquina 14 (IL-14)
murina sobre células humanas es similar. En
cambio, la IL-13 humana es menos activa que La IL-14 es la denominación propuesta pai'a
la murina sobre células de ratón. una factor producido por LT normales y malig­
La IL-13 es un potente regulador de las res­ nos que tiene la capacidad de inducir la prolife­
puestas inmune e inflamatoria. De igual mane­ ración de LB activados pero no en reposo, ini­
ra que la IL-4, la IL-13 aumenta la expresión c ialm en te fue den o m in ad o higfi m o lecu la r
de CD23 y favorece ia expresión de integrinas weigth B cell growth fa cto r (HMW-BCGF). El
(C D llb , C D llc , C D l8, CD29, CD49e). y de HMW -BCGF posee similitud antigénica con la
los Ags. del CMH de clase II sobre los monoci­ fracción Bb del sistema complemento y éste úl­
tos/macrófagos, pero como disminuye la expre­ timo tiene capacidad de competir por el recep­
sión del receptor para Fe de Ig G, es capaz de tor para HMW-BCGF.
inhibir la citotoxicidad anticuerpo dependiente Si bien ambos factores están relacionados
y la capacidad de los macrófagos para matar antigénicamente sólo posee un 8% de homolo­
parásitos intracelulares. gía estructural. Las únicas células sobre las
Se demostró que inhibe la expresión de cito- que se ha encontrado acción son células del li­
quinas pro-inflamatorias (IFN5, IL-1, IL-6, IL- naje B. Datos prelim inares sugieren que ten­
8, IL-12) y de quimoquinas (MIP, M FC) a la dría acción sobre una subpoblación de LB de
vez que favorece la producción de la IL -lR a. memoria.
Estudios realizados en macrófagos evidencian La secuencia del ADNc predice que la pro­
una inhibición de la producción de óxido nítri­ teína madura está formada por 486 aa, que con­
co. Las consecuencias fisiológicas del efecto de duce a un producto de PM predecible de 53,1
la IL-13 sobre los monocitos deberá ser conve­ kD. Presenta un péptido señal de 15 aa, el cual
nientemente definida, pero es posible que indi­ facilitaría su secreción. Posee tres sitios poten­
rectam ente inhiba el desarrollo de L T h l por ciales de N-glucosilación y múltiples sitios de
efecto de regulación negativa sobre la produc­ cisteínas conservadas que podrían potencial­
ción de IL -12 por parte de los monocitos. mente participar de la formación de puentes di­
Cuando se estudió la acción de IL-13 sobre sulfuro. El ARNm es expresado entre las 8 -12
los LB humanos se encontró que la IL-13 regu­ horas después de la estimulación de los LT con
la positivamente la expresión de CD23, CD71, ConA o PHA persistiendo por un período de
CD72, Ig. de sup. y moléculas del CMH de cla­ hasta 48 horas. Se ha postulado que el AMPc
se II. Favorece la proliferación de LB maduros actúa como segundo mensajero de la señal de
e induce la síntesis de IgE e IgG^. H asta el pre­ activación celular.
sente no se determinó que la lL-13 tenga acti­
vidad sobre los LB murinos. Interleuquina 15 (IL-15)
En ensayos con células NK altamente purifi­
cadas se encontró que la IL-13 inhibe la pro­ Éste es un factor descubierto en form a si­
ducción de IFN y inducida por la IL-2. En cam­ multánea por los grupos de Gabstein y col. y
250 Aspectos básicos de la Inmunidad

Burton y col., investigadores que lo denomina­ IN T ER FE R O N ES


ron IL-I 5 e IL-T respectivamente. Del mismo
modo que otras cito q u in a s (p o r ej. IL -4 e Los interferones (IFNs) son un grupo de pro­
IL-10) parece compartir funciones biológicas teínas inmunorreguladoras sintetizadas princi­
con la IL-2. Ambas proteínas, IL-15 e IL-T, pa­ palmente en respuesta a un estímulo viral y que
recen ser la misma molécula, su hallazgo per­ se hallan fisiológicamente relacionadas por sus
mite clarificar experiencias previas realizadas efectos antivirales.
con ratones deficientes en IL-2 en donde IL-15 Los interferones han sido clasificados en ti­
e IL-T permitirían justificar los resultados en­ pos I y II. El IFN de tipo I está constituido por
contrados. los IFNs a y P los que son producidos por dife­
Gabstein y col. detectaron el factor al inves- rentes células pero comparten la totalidad de
tigai' la presencia de citoquinas en el sobrena­ sus acciones biológicas. El IFN de tipo II (INFy
dante de cultivo de una línea celular originada o IFN inmune) se produce durante una respues­
de tejido epitelial de riñón de simio. Esta cito- ta inmune como consecuencia de un estímulo
quina es capaz de producir la proliferación de antigénico y que comparte algunas propiedades
una línea dependiente de IL-2. La clonación y con los anteriores.
obtención del ADNc permite deducir las carac­
terísticas de la proteína. E sta pro teín a está
constituida por 162 aa, con una secuencia señal Interferón (IFN) de tipo I
de 48aa, sin que posea homología con otra cito-
quina conocida. La predicción de la estructura Los integrantes de este grupo se han caracte­
secundaria de la proteína, sugiere la presencia rizado fundamentalmente por sus efectos anti-
de cuatro regiones a hélice y la presencia de proliferativos y anti virales. Tanto el IFN a co­
dos puentes disulfuro, uno de los cuales es aná­ mo el p, pueden ser secretados durante una res­
logo al puente disulfuro hallado en la estructura puesta inmune específica como consecuencia
cristalográfica de la IL-2. L a expresión del de la activación de los macrófagos y los fibro­
ARNm fue analizada en células humanas, la blastos por acción de otras citoquinas elabora­
máxima expresión fue encontrada en placenta y das por los LT.
músculo esquelético. Es muy importante la ex­ Ambos IFNs, comparten los mismos recep­
presión en monocitos, células epiteliales y fi­ tores celulares, conocidos como receptores de
broblastos. No hay expresión ni en LT activa­ IFN de tipo I (IFN-Rl), éste es una glucopro­
dos, ni en líneas linfoblastoideas B. La IL-15 teína de 90 kD, formado por una única cadena
es capaz de estimular a los LT activados con que se caracteriza por la presencia de 210 resi­
PHA, se observó que responden tanto los LT duos de aa conservados.
CD4+ como los CD8+. La IL-15 es capaz de ge­
nerar in vitro LT citotóxicos y células LAK,
aunque posee menor potencia que la IL-2 para IF N a
inducir estos cambios.
Estudios de com petencia con la IL-2 y de El INF a es un conjunto de por lo menos 20
bloqueo del IL-2R con anticuerpos monoclona­ glucoproteínas inmunoregulatorias constituidas
les han permitido demostrar que la IL-15 inte- por 189 aa, los que generan moléculas de un
ractúa con las cadenas p/y del IL-2R pero no PM de 18 kD. La información para las síntesis
con la cadena a . Fue propuesto que las subuni­ de las diferentes moléculas se encuentra en ge­
dades p/y se combinan con una subunidad es­ nes separados, los que se ubican en el cromoso­
pecífica del IL-15R para generar un receptor de ma 9 humano.
alta afinidad y que la cadenas p/y son requeri­ Los efectos del IFN se realizan en forma pa-
das para enviar la señal de transducción intra­ racrina, las células infectadas secretan las bio­
celular. moléculas hacia las células vecinas sobre las
La caracterización original del factor IL-T que ejercen sus efectos biológicos. Algunos in­
realizada por Burton y col., le otorgó a este fac­ vestigadores, subclasifican al IFN a en dos
tor un PM de 14 IcD y se vió que compartían las grupos a , y u co, en relación a la secuencia
mismas acciones biológicas que fueron atribui­ de los aa que los constituyen.
das a la IL-15. La IL-T estimula los LT y las cé­ La principal fuente de producción son los fa­
lulas LAK de igual manera que lo hace la IL-2. gocitos mononucleares, razón por la cual tam­
Dado que no existen datos sobre al secuencia bién es denominado IFN leucocitario. Su secre­
del ADN de la IL-T no puede asegurarse la ción es inducida por polinucleótidos, ADN Y
identidad absoluta de ambos factores. Sin em- ARN virales.
bai'go el hecho de poseer igual PM e igual es­ El INF a actúa sobre receptores de tipo I el
pecificidad por el IL-2R, sugiere que se trataría cual se expresa en casi todas las células y ello
de la misma molécula. les confiere capacidad para prevenir la replica-
Citoquinas 251

ción viral, a través de la inducción de enzimas c ró fa g o s y de m an era a u to c rin a so b re lo s


que interfieren en dicho proceso. Además, ejer­ LThJ, favoreciendo su propia síntesis.
ce efectos antiproliferativos e induce la expre­ Participa de la respuesta inflamatoria; sobre
sión de antígenos del CMH de clase I. las células mononucleares posee un efecto acti­
Actúa sobre células NK, induciendo su acti­ vador, induce la síntesis de proteínas de las ca­
vación y favoreciendo así su capacidad lítica. dena respiratoria lo que le permite ejercer un
Actúa sobre los LB ejerciendo un efecto inm u­ efecto microbicida, razón por la cual en alguna
norregulatorio sobre la secreción de anticuer­ clasificación es incluido dentro de las citoqui­
pos. nas denominadas macrophage-activacting fa c ­
EITFN a es utilizado como agente antiproli- tor (MAFs). Aumenta la producción de IL-1,
ferativo en leucemias de células vellosas, sar­ IL-12, H jO j y dism inuye la expresión d e la
coma de Kaposi, leucemias mieloides, hepatitis IL-8. Es quimiotáctico para monocitos pero no
crónica y lesiones ocasionadas por el virus pa­ para neutrófilos.
piloma. El IFN Y induce la diferenciación de LB y
LT de modo tal que se promueve la m adura­
IF N ¡3 ción de los LT citotóxicos y ¡a secreción de
Igs. En el ratón se observó que favorece el
El IFN p, en una proteína producida por un cambio de isotipo de las Ig hacia IgO^^, e IgG,,
gen único, es una proteína constituida por 187 lo que perm ite antagonizar el efecto ejercido
aa que presenta un PM de 20 kD. Posee una por la IL4, la cual conduce hacia la producción
homología del 30% en la secuencia aa en rela­ de IgE e IgG^.
ción con el IFN a . El IFN (3 es producido por También actúa sobre los neutrófilos aunque
los fibroblastos y, al igual que todos los facto­ su acción es más débil que la producida por
res que integran este grupo, posee propiedades TNF o linfotoxina. Activa las células N K , fa­
antivirales. voreciendo su acción citotóxica. Actúa sobre
Dado que comparte el receptor de superficie células endoteliales favoreciendo la extravasa­
con el IFN a , sus funciones biológicas son las ción linfocitaria por aumento de la expresión
mismas. Las principales acciones conducen a de m o lécu las de adhesión IC A M l p e ro no
establecer un estado de actividad antiviral en V C A M l o selectina E.
las células, la activación de mecanismos líticos La totah'dad de las acciones del IFN y condu­
por parte de las células NK y el aumento de la cen a promover las acciones de los LThl y los
expresión de Ags del CMH de clase I con el fin macrófagos, suprimiendo la acción de los LTh2
de activar los mecanismos efectores en la res­ y de los neutrófilos.
puesta específica. El receptor de membrana para IFN y está re­
lacionado estructuralmente con el receptor de
IFN tipo II los IFNs de tipo I pero es diferente y específi­
co. EL R-INFy es una glucoproteína de 90 kD,
IF N Y constituido por una cadena polipeptídica. El
análisis de la secuencia generada a p artir del
El INF Y o IFN inmune, es una glucoproteína ADNc permite establecer que los 17 aa del ex­
multifuncional caracterizada por sus propieda­ tremo amino terminal corresponden al péptido
des antivirales. Es producido por los L T h l señal, seguido por una secuencia de 228 aa co­
(CD4+), por los LT CD8+ y en menor grado por rrespondientes al dominio extracelular, 21aa a
las células NK. la región transmembránica y 223 aa al dominio
El IFN Y humano es una glucoproteína cons­ intracelular. El dominio extracelular es crítico
tituida pro 143 aa, que presenta diferentes gra­ para la acción especie específica que presentan
dos de glucosilación, es una proteína homodi- los IFNs. Una forma soluble del receptor h a si­
mérica de 21-24 kD. La información genética do encontrada en orina humana en condiciones
está codificada en un gen único ubicado en el fisiológicas norm ales. El receptor se expresa
cromosoma 12 humano. Existen dos variantes en todas las células a excepción de los eritroci­
alélicas que difieren en la posición del aa 137 tos. La información para su síntesis está codi­
(Arg o Gln). A pesar de ia simihtud funcional ficada en el cromosoma 6 humano. Los estu­
con los IFNs de tipo I, no posee alta homología dios realizados hasta e¡ presente permiten infe­
estructural con dichas proteínas. rir la existencia de otra cadena adicional nece­
El IFN Y comparte muchas acciones con los saria para generar la señal de transducción. La
IFNs de tipo I. Produce efectos antiproliferati­ unión del IFN lleva a una dimerización del re­
vos, antivirales y antiprotozoáricos. A dem ás ceptor y posterior activación de las proteínas
posee acciones inmunomoduladoras; aumenta Jak 1 y Jak 2, lo que conduce a la activación
la expresión de las moléculas del CMH de cla­ de proteínas intracitoplasmáticas de unión es­
se I y de clase II, actúa sobre los LB, ios m a­ pecíficas.
252 Aspectos básicos de ia inmunidad

FACTORES ESTIMULANTES gración transendotelial de los eosinófilos pero


DE COLONIAS (CSF) no de los neutrófilos.

Los factores estimulantes de colonias son ci­ E l receptor para GM-CSF


toquinas que inicialmente fueron identificadas
por su capacidad de estimular in vitro la forma­ Es un complejo multicatenario relacionado
ción de colonias de progenitores de m édula con el IL-3 R y el IL-5R. Está constituido por
ósea, estimulando su expansión y diferencia­ dos cadenas, una denominada a , responsable
ción celular. Las acciones de este grupo de ci­ de la unión de la citoquina con baja afinidad y
toquinas son influenciadas en gran medida por la segunda, denominada (3, la cual confiere al
otras citoquinas, existiendo efectos sinérgicos y receptor alta afinidad por el ligando. Ambas
antagónicos entre ellas. Todas son necesarias cadenas pertenecen a los receptores de citoqui­
para mantener un correcto funcionamiento de nas de tipo I. La homología estructural entre las
los mecanismos de defensa. cadenas a humana y murina, es muy baja lo
que justifica la especificidad de especie esta­
GM-CSF blecida para esta citoquina. La subunidad (3
permite el envío de la señal de transducción,
El factor estimulante de colonias granulocíti- para lo cual se ha reconocido una región cito­
cas-macrofágicas es un factor pleiotrópico, es­ plasmática cuya integridad es requerida para la
timulante de la proliferación y maduración de inducción de las acciones mitogénicas y la acti­
colonias de granulocitos y macrófagos. Es pro­ vación de las proteínas Jak.
ducido por los LT activados, los macrófagos
activados, los LB, las células del endotelio vas­ M -C SF
cular, los fibroblastos y los mastocitos. Actúa
en médula ósea sobre células que presumible­ El factor estimulante de colonias monocíti-
mente fueron estimuladas previamente por la cas/m acrofágicas fue originalm ente descrito
IL-3. Su acción es fundamental para el linaje como un factor que permitía originar colonias
leucocitario aunque tam bién tiene capacidad de macrófagos desde progenitores de médula
para activar leucocitos maduros. ósea (C SF-I). Es producido por fibroblastos,
El gen que codifica su síntesis mapea en el células del estroma de médula ósea, astroeitos,
cromosoma 5 humano y 11 murino, en una re­ osteoblastos, queratinocitos, macrófagos acti­
gión estrecham ente ligada con los genes de vados, LB, LT y células endoteliales.
IL-3, lL-4, lL-5, M -CSF y c-fms. Los ADNc La principal función es regular el crecimien­
humano y murino han sido clonados y contie­ to y diferenciación de los fagocitos mononu­
nen información para una proteína constituida cleares. Aunque puede actuar sobre otros tipos
por 124-127 aa de los cuales 17 aa correspon­ celulares fundam entalm ente las células de la
den al péptido señal. Posee múltiples sitios de decidua y del trofoblasto placentario.
glucosilación, aunque los hidratos de carbono Las proteínas purificadas desde sobrenadan­
no son importantes para el ejercicio de sus ac­ tes de cultivo de células humanas y murinas in­
ciones biológicas. Posee dos puentes disulfuro dican que el M-CSF es una glucoproteína de 40
intracatenarios que son esenciales para su fun­ kD, homodimérica. El gen responsable de su
ción. Existe un 54% de homología entre la se­ síntesis está ubicado sobre el cromosoma 1 hu­
cuencia aminoacídica del G-CSF humano y mu­ mano y 3 del ratón. Ambas especies presentan
rino, ambas proteínas son especie específicas. ARNm de diferentes longitudes como resultado
Si bien en un primer momento se le atribuyó de un empalme (“splicing”) alternativo que ge­
acción sobre la diferenciación de granulocitos nera proteínas maduras constituidas por 224,
y m acrófagos, se ha dem ostrado que posee 406 o 522 aa. Todas ellas poseen un péptido se­
efectos sobre la serie eritroide y megacariocíti- ñal de 32 aa y contienen m últiples sitios de
ca y que además permite la diferenciación de glucosilación. Los 150 aa correspondientes a la
las células dendríticas. región amino terminal están altamente conserva­
El GM-CSF tiene capacidad para prolongar dos en el humano y el ratón (80%), en la región
la sobrevida de los eosinófilos y neutrófilos correspondiente a la interacción con el receptor
maduros. Favorece la activación y el desarrollo específico. Si bien el M-CSF humano es capaz
de los mecanismos citotóxicos m ediados por de estimular células murinas no ocurre lo mismo
los neutrófilos, los eosinófilos y los macrófa­ con el factor murino que es especie específico.
gos contra las células tumorales y, además, es­ El M -CSF actúa perm itiendo la pro lifera­
timula la síntesis y liberación de la IL-1, IL-8 y ción, la diferenciación y la sobrevida de las cé­
el T N F a por parte de los monocitos. lulas de médula ósea comprometidas en el de­
A ctúa como factor quim iotáctico para los sarrollo de los monocitos. Posee efectos sobre
eosinófilos y los neutrófilos y favorece la mi­ osteoclastos y células de la mieroglia. Su ac­
Citoquinas 253

ción es local, no se lo encuentra en la circula­ pacientes que sufren granulocitopenias com o


ción. Los efectos se ejercen sobre células de la consecuencia de la aplicación de quimioterapia
progenie, que se encuentran más diferenciadas o drogas inmunosupresoras.
que aquellas sobre las que actúa el GM-CSF.
E l receptor del G-CSF (G-CSFR)
El receptor de M -CSF (M-CSFR)
Los efectos biológicos son ejercidos a través
EL M-CSF ejerce sus acciones biológicas a de un receptor específico de alta afinidad, el
través de un receptor de alta afinidad. El recep­ cual se expresa en precursores hem atopoyéti­
tor humano es una glucoproteína transmembrá- cos, neutrófilos, células placentarias, células en­
nica que consiste de 512 aa para el dominio ex­ d o teliales y algunas células tum orales. Los
tracelular, el que adquiere una distribución si­ ADNc humano y murino han sido clonados. La
milar a ios dominios de las Igs; 25 aa para la proteína madura m urina está constituida por
región transmembrana y 435 aa en el dominio 812 aa y presenta un alto grado de glucosila­
intracelular; este dominio contiene una región ción. El dominio extracelular contiene tres re­
tirosin-quinasa. giones de homología con otros receptores, el
extremo amino terminal presenta un dominio Ig
G-CSF símil, posee otra región característica de los re­
ceptores de hematopoyetinas o tipo I y un do­
El G-CSF es un factor pieiotrópico con efec­ minio similar al dominio de fibronectína de tipo
tos sobre la proliferación, la diferenciación y la III. El receptor humano contiene 813 aa y posee
activación de precursores h em atopoyéticos un 62% de homología con el receptor de las cé­
comprometidos con el linaje gfanulocítico. Es lulas m urinas. A dem ás se han hallad o tres
producido por m acrófagos activados, células transcriptos que permiten la síntesis de dos iso­
endotehales, fibroblastos, astrocitos, osteoclas­ formas de la proteína transmembránica y una
tos y células del estroma de médula ósea. forma soluble para el receptor. El G-CSFR no
El G -C SF es un polipéptido de 19 kD, el contiene un dominio intracelular con actividad
cual puede ser detectado en la circulación. El quinasa, sin embargo se lo ha encontrado aso­
ADNc murino ha sido clonado y se ha determi­ ciado a quinasas del grupo de las proteínas Jak
nado que el mismo posee la información para las que a su vez activarían a la proteína STAT3.
un precursor de 208 aa, de los cuales 30 corres­
ponden al péptido señal el que, al ser chvado
proteolíticamente, origina una proteína madura FACTOR TRANSFORMANTE
de 178 aa. En el ser humano han sido identifi­ DEL CRECIMIENTO CELULAR (TGF)
cados dos clones, los cuales codifican para pre­
cursores proteicos de 207 aa y 204 aa ambos El factor transformante del crecimiento celu­
presentan un péptido señal de 30 aa. La proteí­ lar es un factor multifuncional que modifica el
na madura de 177 aa posee una actividad bioló­ crecimiento de las células. Este factor fue des­
gica diez veces menor que la producida por la cubierto como una agente que permitía crecer a
isoform a de 174 aa. Las proteínas hum ana y las células NK en agar blando de igual forma
murina presentan un 73% de homología a nivel que lo hacen células malignas.
de la secuencia de aa y se ha encontrado que Las acciones ejercidas por el TGF muestran
ambas especies presentan reactividad cruzada. diferencias que dependen del origen tisular de
Existe además una significativa homología en las células blanco. Así, sobre células de origen
la secuencia aminoacídica en relación con la mesenquimal posee acciones estimulatorias en
IL-6, lo que sugiere que podrían presentar una cambio sobre células de origen epitelial o neu-
estructura terciaria similar. roectodérmico ejerce acciones inhibitorias.
Se ha encontrado que el G-CSF actúa sobre El factor reconocido como TGF(3, es actual­
células pre-diferenciadas que se hallan compro­ m ente identificado como TG FP,, existe otro
metidas con el desarrollo de los granulocitos, grupo de proteínas estrechamente relacionadas
estimulando la formación de colonias de neu­ denominada TGFp^, TGFp,, TGFp, y TOEp,,
trófilos a partir de precursores hematopoyéticos las que poseen 70-80% de hom ología entre
de médula ósea. Aumenta la sobrevida de ios ellas. La proteína madura es un dímero consti­
neutrófilos maduros a la vez que favorece la tuido por dos cadenas de M 2 aa unidas a través
funciones citotóxicas dependientes de anticuer­ de un puente disulfuro la cual posee un PM
pos, la producción de anión superóxido y la aparente de 25 kD.
síntesis de fosfatasa alcalina. También se ha EL TG pp es un im portante m odulador del
encontrado que posee efectos quim iotácticos crecimiento, la diferenciación y las actividades
para granulocitos y monocitos humanos. de diferentes tipos celulares, está involucrado
El G-CSF es utilizado en medicina clínica en tanto en la respuesta humoral como en la celu­
254 Aspectos básicos de la inmunidad

lar. Actúa sobre los LT, los LB, las células NK, otro hidrofílieo, se inserta en la membrana ce­
las células LAK, los monocitos/macrófagos y lular y luego es clivada para originar la forma
los precursores hematopoyéticos. Es una cito- soluble de 17 kD a nivel extracelular. El TNFp
quina importante para la regulación de la res­ en cambio se sintetiza y hbera como cualquier
puesta inmune porque antagoniza los efectos otra proteína se secreción.
linfocitarios, por ejemplo, sobre los LT y LB Las principales acciones biológicas son com­
actúa inhibiendo la proliferación celular, en el partidas, ello surge del hecho de compartir los
caso de los LB inhibe la secreción de Igs, inhibe receptores celulares. Estas deben ser considera­
el cultivo mixto linfocitario y la maduración de das en relación con la concentración efectiva. A
los LT citotóxicos. También inhibe la actividad bajas concentraciones (10^’°M) ejercen un efec­
citolítica de células NK y de los macrófagos ac­ to local paracrino y autocrino que conduce a un
tivados. Además, contrarresta la acción infla­ aumento en la expresión de las moléculas de
matoria de otras citoquinas sobre los PMN y las adhesión, lo que prom ueve la adherencia de
células endoteliales. Por lo tanto, el TGF actúa neutrófilos, monocitos y linfocitos a las células
como factor supresor de la respuesta inmune. endoteliales. Esta acción permite la acum ula­
El receptor no está completamente identifi­ ción de leucocitos en el sitio de inflamación.
cado, estudios prelim inares han identificado Produce también activación de neutrófilos, eo­
tres diferentes formas de PM 53 kD, 70-85 kD sinófilos y macrófagos. Estimula a los fagocitos
y 250-350 kD. mononucleares a producir IL -I, IL-6, quemo-
quinas y el propio TNF. Aumenta la expresión
de moléculas del CMH de clase I favoreciendo
FA C T O R DE N EC R O SIS así la citotoxicidad mediada por células. A altas
TU M O R A L (TNF) concentraciones posee efectos endocrinos que
conducen a un aumento de la temperatura por
Los factores de necrosis tumoral son proteí­ acción a nivel del SNC y sobre los hepatocitos
nas generalmente referidas como citoquinas in­ induce un aumento de proteína sérica amiloide
flamatorias. El TNF fue originalmente identifi­ A. Por otro lado, es capaz de activar el sistema
cado como un factor responsable de la necrosis de coagulación e inhibir la diferenciación de cé­
tumoral presente en el suero de animales trata­ lulas pluripotenciales en médula ósea y en con­
dos con EPS, acción de la cual deriva su nom­ diciones extremas es capaz de llevar al organis­
bre. Está constituido por dos especies molecu­ mo a un estado de caquexia. La combinación de
lares el T N Fa y el TNFp. aumento de fiebre, aumento de proteínas de fa­
El T N F a es la principal citoquina elaborada se aguda, leucopenia y activación del sistema
en la respuesta contra infecciones bacterianas de coagulación han sido encontrados como
por agentes gram-negativos, fue conocido ini­ efectos adversos en pacientes con cáncer que
cialmente como cachetina. EL TNFP o linfoto­ recibían TNF como agente terapéutico.
xina (LT) es elaborado durante la respuesta in­ Los TNF presentan receptores que se expre­
mune específica. Ambas comparten los mismos san en la mayor parte de las células del orga­
receptores celulares. nismo. Han sido identificados dos receptores
Los TNFs son factores altamente pleiotrópi- de superficie que unen tanto al T N F a como al
cos. El TNF es producido principalmente por p. El re c e p to r d e n o m in ad o tip o A, p75 o
macrófagos activados, células NK, linfocitos TNFR-II es una proteína con un PM de 75 kD
LAK, astrocitos, células endoteliales. El TNF constituida por 439 aa. El otro, tipo B, p55 o
es producido por los L T hl. TNFR-I está constituido por 426 aa y posee un
El T N Fa humano es una proteína constituida PM de 55 kD. Los receptores son inmunológi­
por 157 aa mientras que en el ratón y la rata es­ camente diferentes pero sus dominios extrace­
tá constituida por 156 aa. El TNF es un produc­ lulares son similares con relación al número de
to constituido por 171 aa. Los PM aparentes de cisteínas que los constituyen y los dominios es­
ambas proteínas en condiciones desnaturalizan­ tructurales generados.
tes son de 17 y 25 kD respectivamente y po­ Dado que el factor biológicamente activo es
seen un 30% de homología. La diferencia de un trímero, se requiere la aproximación de dos
PM es debida al diferente grado de glucosila­ o tres unidades receptoras para que se produzca
ción. EL T N F a humano es una m olécula no la señal de transducción intracelular. Los domi­
glucosilada a diferencia del murino que sí lo es. nios intracelulares de ambos receptores no es­
Las formas biológicam ente activas, tanto del tán aparentemente relacionados. La unión de
T N F a como del TNF p, están constituidas por los receptores con los dos factores es de una
trímeros unidos no covalentemente que presen­ afinidad relativam ente baja en relación con
tan un PM de 51 kD. otros receptores de citoquinas (Kd para p75 5
El TNF a se origina de una proteína precur­ M y para p55 Kd 1 x lO ^M), no existe eviden­
sora de 25 kD con un dominio hidrofóbico y cia de interacción entre ellos.
Citoquinas 255

Han sido identificadas form as solubles de En el caso de la IL-4; las señales de activa­
ambas cadenas también denominadas TNF-BPI ción tam poco perm iten detectar hidrólisis de
y TNF-BPII para p35 y p75 respectivamente. P IP 2, m o v iliza c ió n de Ca++, ni a c tiv a c ió n
Ellas surgen como consecuencia de la libera­ dePKC o depolarización de la membrana celu­
ción del dominio extracelular probablemente lar, pero en el caso de los LB permite la fosfo­
por proteólisis del receptor. Estos pueden neu­ rilación de una proteína de 42-44 kD. Los últi­
tralizar la acción de las citoquinas y servirían mos estudios con IL-4 y los LB han sugerido
como elementos regulatorios de la respuesta in­ que la IL-4 podría inducir una rápida produc­
flamatoria y, al mismo tiempo, actuarían como ción de IP3 y aumento de Ca++ con cambios en
protectores de la acción sobre las células veci­ el nivel de AMPc. El conocimiento de las seña­
nas. les generadas por las citoquinas es hasta el pre­
sente limitado.
Señales de activación celular mediadas Por otro lado, en los últimos años, ha sido
por citoquinas estudiado el mecanismos Jak-STAT como una
forma por la cual ciertas citoquinas envían se­
La mayoría de los eventos bioquímicos im­ ñales de activación a los genes específicos. En
plican la activación de las células T y B, lo que este mecanismo participan dos familias de pro­
les permite pasar de su estado de reposo (GO) a teínas transductoras; la familia de quinasas Jak
la fase (G l) del ciclo celular. Las señales que {Janus kinase) que manifiestan su actividad co­
derivan de las interacciones entre las citoquinas mo integrantes de complejos multiméricos de
y los receptores, le permiten luego a la célula receptores activados por sus ligandos. L a se­
progresar de la fase S a la fase de proliferación. gunda fam ilia está constituida por proteínas
Algunas citoquinas a la vez permiten generar que regulan la transcripción genética y son de­
eventos de diferenciación celular. nominadas STAT (Signal transducer and acti-
Existen muchos mecanismos que generan las vator transcription proteins), estas proteínas se
señales intracelulares a los cuales las células encuentran inactivadas hasta que son fosforila-
responden de una manera específica, das por las proteínas Jak.
Se ha encontrado que algunos complejos re- Los miembros de las proteínas Jak hasta aho­
ceptor-citoquina son rápidamente internaliza­ ra identificados son; Jak l, Jak2, Jak3 y Tyk2,
dos por la células. Ello implica fosforilaciones están ampliamente distribuidos en los distintos
del receptor, que podría involucrar la disocia­ tipos celulares con excepción, de Jak3 la cual
ción del receptor y la reutilización del mismo fue encontrada sólo en leucocitos. Las proteínas
en la superficie celular y también podría formar Jak son rápidamente fosforiladas en un residuo
parte de señales intracelulares. de tirosina cuando el receptor apropiado es acti­
La unión del ligando a su receptor específico vado. El mecanismo no está completamente en­
en algunos casos activa dominios intracelulares tendido pero se cree que la proteína Jak unida a
y, así, dominios Tirosín-quinasa catalizan la la proteína receptora dimerizada serían capaces
fosforilación específica de los residuos tirosina de fosforilarse una a la otra, posterior a este
de ciertas proteínas intracitoplasm áticas. Sin evento, el complejo fosforilado produciría una
embargo, la mayoría de los receptores conoci­ acción catalítica que conduce a la fosforilación
dos conducen a la fosforilación de residuos de de las proteínas citoplasmáticas STAT.
tirosina sin poseer actividad quinasa intrínseca. La fosforilación de tirosinas de las proteínas
Las señales bioquímicas en la respuesta de integrantes de la familia STAT, conduciría a la
IL-2 con su receptor han sido objeto de num e­ form ación de dím eros, los que activarían la
rosos estudios. La IL-2 puede activar a la PKC transcripción a nivel nuclear luego de com bi­
e inducir fosforilación de sustratos celulares, a narse con secuencias de unión específica regu­
pesai’ de no encontrarse hidrólisis de PIP2 o au­ ladoras presentes en el ADN.
mento de Ca++ intracelular. Sin embargo, el ba­
jo nivel de activación de PKC, no parece ser
importante para inducir la proliferación celular. BIBLIOGRAFÍA
Además, el aumento de AMPc bloquea la acti­
vación de PKC pero no bloquea la respuesta 1. A b b a s , A ., L ic h tm a n , A . a n d P o b e r, t . C y to k in e s . C ap.
12. C e ilu la r a n d M o le c u la r Im m u n o lo g y . 2 “ e d . S a u n ­
proliferativa inducida por IL-2. d e rs E d ito r, 1994.
En el caso de los LT, la interacción de la 2. A m b r u s , J., P ip p in , J, y c o l. Id e n tific a tio n o f a c D N A
IL-2 con su receptor induce la fosforilación de f o r a h u m a n h ig h -m o le c u la r w e ig h t B cell g r o w th fa c ­
Tyr de varios sustratos entre ellos p56'‘^^ Para to r. P ro c . N ati. A c a d . S c i U S A . 90. 6 3 3 0 -6 3 3 4 , 1 9 93.
3. B o le tin e s i n fo r m a tiv o s y d e a c tu a liz a c ió n “ C y to k in e
que ello ocurra la presencia de la subunidad |3 b u lle tin ” . P u b lic a d o s p o r R & D S y s te m s , 1 9 9 4 -1 9 9 5 .
es suficiente, siendo frecuente que ¡as señales 4. B ra n d h u b e r, B., B o o n e , T . y c o l. T h re e D im e n d io n a l
intracelulai'cs estén mediadas por otras proteí­ S tr u c t u r e o I n te r le u k i n - 2 . S c i e n c e 238, 1 7 0 7 - 1 7 1 0 ,
nas con las que interactúa. 1987.
256 Aspectos básicos de la inmunidad

5. D arnell, ]. Jr,, K er lan y col. .lak-STAT Pathw ays and i 1. M oore, K., G arra, A. y col. Interleukin 10. A nnu. Rev.
T ranscriptional A ctivation in Re,sponse to IN F s and Im m u n o l 11, 16.50-1690, 1993.
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1415-1421. 1994. C ytokines. C ell 76, 253-262, 1994.
6. D ebets R. y Savellcoul, F. 3. C ytokine antagoni,st and 13. S eott Phillip. IL -12 Initiation C ytokine for C ell-M e-
their potential therapeutic use. im m unol. Today 15 N° diated Im m unity. Science 260, 496-497, 1993.
10, 455-458, J994, 14. T adaniitsu K ishom oto, T etsu y a T ago y col. C itokine
7. G rabstein, K., Eisenm an, J. y col. Cloning o f a T Cell Signal Transduction. Cell 76, 253-262, 1994.
G row th Factor T hat Interacts w ith the C hain o f th e IL- 15. T heze J. C ytokine receptors: a com binadve fam ily of
2 Receptor, Science 264, 965-968, 1994. m olecules. Eur. C ytokine Net. 4, 353, 368, 1994.
8. K ishim oto, T. lnterleukin.s: M olecular B iology and Im- 16. Trinchieri, G. Interleukin 12: and its role in the genera­
m unology. K arg er D e. C h em ica l Im m u n o l. V ol 51, tion o f T he cells. Im m unol. Today 14, 335-338, 1993.
1992. 17. Y ahuhiro M inam i, Takeshi Kono y col. The IL-2 R e­
9. M ale, D., Cham pion, B. y col. C ytokines. Cap. 11. A d­ ceptor Com plex: Its structure, function and T arg et G e­
vanced Im m unology 2" ed. G ow er M edical Publishing, nes, A nnu. Rev. Im m unol., I I , 245-267, 1993.
1991. 18. Zuraw ski, G. y V ries I. Interleukin 13, an interleukin
10. M inty, A., Chalón, P. y col. Interleuldn 13 is a new hu­ 4-like cytokine th at acts on m onocystes and B cells,
man lym phokine regulating inflam atory and im m une bu t n o t on T ce lls. Im m u n o l. T o d a y , 15, 1, 19-26,
re.sponse. N ature 362, 248-250. 1994.
El reconocimiento antigénico
y activación de los linfocitos B y T

RICARDO MARGNI 13
Un esbozo general de la respuesta inmune y ciación celular y secreción de anticuerpos con
una descripción pormenorizada de los recepto­ una estructura idéntica a la del receptor del lin­
res antigénieos de los linfocitos B y T han sido focito B, pero expresado como IgMs.
efectuados en los capítulos 2, 3, 6 y 7. Se ha in­ Últimamente se ha podido demostrar que pa­
dicado cómo los antígenos de síntesis celular ra que la célula pueda transducir señales que
endógena o exógena son procesados por las cé­ llevan a su activación, se necesita de la partici­
lulas presentadoras de antígenos (CPA) y cómo pación de otras proteínas de membrana. El re­
son expuestos en las membranas celulares para ceptor B existe como un complejo formado por
su reconocimiento por los linfocitos T efecto- una molécula de IgMm y al menos otros dos
res (Te, LCT) y reguladores (Th). Aquí habre­ polipéptidos transm em bránicos denom inados
mos de referirnos a cómo es ese reconocimien­ Ig -a e Ig-P, originando un complejo sim ilar al
to antigénico por los linfocitos B y T y cuál es que forman el receptor del linfocito T (RCT) y
la consecuencia de este hecho. CD3.
La existencia de los polipéptidos Ig -a e Ig-p
El receptor antigénico del linfocito B permaneció largo tiempo inadvertida debido a
y reconocimiento del antígeno que los detergentes no iónicos NP-40 y Tritón
X -100, com únm ente usados para o b ten er la
El receptor antigénico del linfocito B es la IgM m, disocian al complejo. Estos polipépti­
inm unoglobulina IgM de membrana (IgMm), dos están también asociados a los otros isotipos
la que presenta algunas diferencias estructura­ de inmunoglobulinas cuando, durante la m adu­
les con la secretada por los plasmocitos (IgMs). ración de la respuesta inmune, se expresan en
En la IgMm los últimos 20 aminoácidos de la membrana.
porción C-terminal de la cadena |J, de la IgMs Los polipéptidos Ig -a e Ig-p forman hetero-
están ausentes y son sustituidos por una se­ dímeros unidos por puentes disulfuro. En el ra­
cuencia diferente de 41 aminoácidos, 12 de los tón la proteína Ig a es el producto del gen lla­
cuales son extracelulares, los 26 siguientes son mado mb-l y la Ig-p, la del gen B29. Estos ge­
los residuos hidrofóbicos responsables de la in­ nes se expresan en linfocitos B y no lo hacen
serción de la IgM en la membrana celular, y los en los LT. El gen m b-l codifica una proteína
3 restantes constituyen la fracción intracito- de 220 aminoácidos que incluye una secuencia
plasmátiea. Ello es consecuencia de la existen­ líder, un sitio extracelular con dos sitios poten­
cia en la posición 3 ’ de! gen que transcribe Cji ciales de N-glucosilación, una porción trans­
de dos exones denominados C|is y Ciim, los membránica y un dominio C-terminal intracito-
que al recombinarse con el gen C|X confieren el plasmático.
carácter de IgMs o IgMm de la inmunoglobuli­ Los polipéptidos Ig-a e Ig-p aislados de cé­
na sintetizada. La IgMm capta antígeno nativo lulas B de ratón tienen un PM de 34 y 40 kD,
presente en una fase fluida, sin que medien mo­ respectivamente, y una estructura sim ilar a la
dificaciones previas. Como consecuencia de la de los tres polipéptidos (y, 8 y e) del com po­
interacción se ponen en marcha una serie de nente CD3 del linfocito T. En los polipéptidos
eventos que llevan a la proliferación y diferen­ aislados de hnfocitos B humanos los PM seña-
256 Aspectos básicos de la inmunidad

5. D arnell, ]. Jr,, K er Tan y col. Jak-S T A T Pathway,s and 11. M oore, K., G arra, A. y col. Interleukin 10. A nnu. Rev.
T ranscriptional A ctivation in Re,spon,se to IN F s and Im m u n o l 11, 16.50-1690, 1993.
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1415-1421. 1994, C ytokines. C ell 76, 253-262, 1994.
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their potential therapeutic use. im m unol. Today 15 N° diated Im m unity. Science 260, 496-497, 1993,
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7. G rabstein, K., Eisenm an, J. y col. Cloning o f a T Cell Signal Transduction. Cell 76, 253-262, 1994.
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2 Receptor, Science 264, 965-968, 1994, m olecules. Eur. C ytokine Net. 4, 353, 368, 1994.
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1992, 17. Y ahuhiro M inam i, Takeshi Kono y col. The IL-2 R e­
9. M ale, D,, Cham pion, B, y col, C ytokines. Cap. 11. A d­ ceptor Com plex: Its structure, function and T arg et G e­
vanced Im m unology 2" ed. G ow er M edical Publishing, nes, A nnu. Rev. Im m unol., I I , 245-267, 1993.
1991. 18. Zuraw ski, G. y V ries I. Interleukin 13, an interleukin
10. M inty, A., Chalón, P. y col. Interleukin 13 is a new hu­ 4-like cytokine th at acts on m onocystes and B cells,
man lym phokine regulating inflam atory and im m une bu t n o t on T ce lls. Im m u n o l. T o d a y , 15, 1, 19-26,
response. N ature 362, 248-250. 1994.
El reconocimiento antigénico
y activación de los linfocitos B y T

RICARDO MARGNI 13
Un esbozo general de la respuesta inmune y ciación celular y secreción de anticuerpos con
una descripción pormenorizada de los recepto­ una estructura idéntica a la del receptor del lin­
res antigénieos de los linfocitos B y T han sido focito B, pero expresado como IgMs.
efectuados en los capítulos 2, 3, 6 y 7. Se ha in­ Últimamente se ha podido demostrar que pa­
dicado cómo los antígenos de síntesis celular ra que la célula pueda transducir señales que
endógena o exógena son procesados por las cé­ llevan a su activación, se necesita de la partici­
lulas presentadoras de antígenos (CPA) y cómo pación de otras proteínas de membrana. El re­
son expuestos en las membranas celulares para ceptor B existe como un complejo formado por
su reconocimiento por los linfocitos T efecto- una molécula de IgMm y al menos otros dos
res (Te, LCT) y reguladores (Th). Aquí habre­ polipéptidos transm em bránicos denom inados
mos de referirnos a cómo es ese reconocimien­ Ig -a e Ig-P, originando un complejo sim ilar al
to antigénico por los linfocitos B y T y cuál es que forman el receptor del linfocito T (RCT) y
la consecuencia de este hecho. CD3.
La existencia de los polipéptidos Ig -a e Ig-p
El receptor antigénico del linfocito B permaneció largo tiempo inadvertida debido a
y reconocimiento del antígeno que los detergentes no iónicos NP-40 y Tritón
X -100, com únm ente usados para o b ten er la
El receptor antigénico del linfocito B es la IgM m, disocian al complejo. Estos polipépti­
inm unoglobulina IgM de membrana (IgMm), dos están también asociados a los otros isotipos
la que presenta algunas diferencias estructura­ de inmunoglobulinas cuando, durante la m adu­
les con la secretada por los plasmocitos (IgMs). ración de la respuesta inmune, se expresan en
En la IgMm los últimos 20 aminoácidos de la membrana.
porción C-terminal de la cadena |J, de la IgMs Los polipéptidos Ig -a e Ig-p forman hetero-
están ausentes y son sustituidos por una se­ dímeros unidos por puentes disulfuro. En el ra­
cuencia diferente de 41 aminoácidos, 12 de los tón la proteína Ig a es el producto del gen lla­
cuales son extracelulares, los 26 siguientes son mado mb-l y la Ig-p, la del gen B29. Estos ge­
los residuos hidrofóbicos responsables de la in­ nes se expresan en linfocitos B y no lo hacen
serción de la IgM en la membrana celular, y los en los LT. El gen m b-l codifica una proteína
3 restantes constituyen la fracción intracito- de 220 aminoácidos que incluye una secuencia
plasmátiea. Ello es consecuencia de la existen­ líder, un sitio extracelular con dos sitios poten­
cia en la posición 3 ’ de! gen que transcribe Cji ciales de N-glucosilación, una porción trans­
de dos exones denominados C|is y Ciim, los membránica y un dominio C-terminal intracito-
que al recombinarse con el gen C|X confieren el plasmático.
carácter de IgMs o IgMm de la inmunoglobuli­ Los polipéptidos Ig-a e Ig-p aislados de cé­
na sintetizada. La IgMm capta antígeno nativo lulas B de ratón tienen un PM de 34 y 40 kD,
presente en una fase fluida, sin que medien mo­ respectivamente, y una estructura sim ilar a la
dificaciones previas. Como consecuencia de la de los tres polipéptidos (y, 5 y e) del com po­
interacción se ponen en marcha una serie de nente CD3 del linfocito T. En los polipéptidos
eventos que llevan a la proliferación y diferen­ aislados de hnfocitos B humanos los PM seña­
258 Aspectos básicos de la inmunidad

Receptor antigénico dei


Linfocito T

C PA CIMH-II

Receptor antigénico del M W M M


Linfocito r

péptido

Fig. 13-1. Representación esquem ática de los receptores antigénicos de los linfocitos B y T. El receptor del LB reconoce
un epitope conform acional de un antígeno nativo expuesto en una fase fluida. El receptor del linfocito T, en este caso un
Th, reconoce uno de los péptidos resultantes del procesado del antígeno por la CPA y expuesto en m em brana asociado al
CM H-IL

lados para ratón se encuentran invertidos, posi­ IgMm; se presume como posibles un niimero
blemente como consecuencia de una alta glu­ de dos.
cosilación de las cadenas Ig-a. En la figura 13-1 puede apreciarse la estruc­
El dominio citoplásmico de íg - a consta de tura esquemática del complejo que constituye
61 aminoácidos y el de Ig-[3 de 48 aminoáci­ el receptor antigénico del linfocito B.
dos, lo suficientemente largos como para trans- El antígeno específicamente reconocido por
ducir señales, lo que se presume ocurriría con el linfocito B como proteína extraña es proce­
la participación de estructuras patrones dom i­ sado de manera similar a lo que hace una célula
nantes (“motifs”) homólogas presentes en am­ presentadora de antígeno (CPA), siguiendo la
bas cadenas. Esto permitiría entender el posible vía endocítica. Los diferentes péptidos resul­
mecanismo de activación celular inducido por tantes serán expresados en su membrana aso­
la interacción del antígeno con el receptor del ciados a antígenos del CMH-clase II, segtín se
LB (IgMm), teniendo en cuenta que la cadena indicó en el capítulo 2. Esos complejos CMH-
[t de esta inmunoglobulina sólo tiene 3 aminoá­ ll-péptido serán los que reconocerán los Th ac­
cidos ubicados en la región citoplasmática, lo tivados los que, como consecuencia de esa in­
que lim ita enorm em en te su p o sib ilid a d de teracción, habrán de poner en marcha el efecto
transmitir señales al interior de la célula. cooperativo. Los linfocitos Th han aprendido a
Las proteínas accesorias Ig -a e Ig-p también reconocer esos complejos al contactarse eon las
son necesarias para que se produzca el tránsito CPA que han endocitado esos mismos antíge­
a la membrana celular de la IgMm sintetizada. nos. Los diferentes péptidos resultantes del
No se conoce exactamente el niimero de he- p ro c e sa d o de esto s a n tíg en o s a so c iad o s a
terodímeros Ig-a/Ig-P que están asociados a la CMH-clase II serán expresados en la membra-
El reconocimiento antigénico y activación de los linfocitos B y T 259

IgMm
Ag
-—
CPA

RE
LB

-CM H-II
m CPA

Ag
CMH-II , Ag endocitado
\
endocitado endosomas

LB p péptidos -I- M
CMH-ll

R E ^^\ CPA

i
3
ív péptidos +
CMH-ll

RCT

LB

/Th
4
Til activado

Célula
I I plasmática
Anticuerpos

Fig. 13-2. R econocim iento del antígeno por el linfocito B y efecto cooperativo de un Tii activado por interacción con
CPA. El antígeno es procesado en los endosom as originándose los péptidos que se unirán al CM H -II sintetizado en el retí­
culo endoplasm ático (RE) y se expondrán en la m em brana plasm ática p ara su reconocim iento por el Th.

na de la CPA y los distintos linfocitos Th con dos, el linfocito T sólo reconoce péptidos de
receptores específicos para ellos se activarán al aproxim adam ente 8-15 am inoácidos p ro v e ­
ponerse en contacto. nientes de la degradación del antígeno p o r las
Ello significa que diferentes Th podrán ejer­ células CPA, y estando esos péptidos expuestos
cer efecto cooperativo sobre un mismo linfoci­ en la membrana celular y asociados a antígenos
to B ya que, si bien esta célula posee un único del CM H de clase I cuando el antígeno es de
receptor específico para un epitope del antíge­ síntesis endógena (proteínas virales, antígenos
no extraño sin modificar, cuando éste es endo­ tumorales), o CMH de clase lí si el antígeno es
citado y procesado son varios los péptidos pro­ de origen exógeiio (bacterias, parásitos). Dado
venientes del mismo antígeno original que se que el sitio de interacción del CMH-clase 1 con
expondrán en membrana (fig. 13-2). el péptido es el producto de una sola cadena
(a) y el del CMH-clase II de las cadenas peptí­
El receptor antigénico del linfocito T dicas a y [3 (véase cap. 12), en este últim o se
y reconocimiento del antígeno origina una estructura de mayor amplitud para
su asociación con ios péptidos a presentar. Se
A diferencia de lo que ocurre con el linfocito ha demostrado que las moléculas del CM H -cla­
B, que interacciona con antígenos no modifica­ se I pueden presentar péptidos de 7- 10 resi-
260 Aspectos básicos de la inmunidad

dúos, en tanto que las moléculas del CM H-cla­ activación celular se pongan en marcha u origi­
se II normalmente presentan péptidos constitui­ nando coestimulaciones fundamentales para la
dos por 12-15 aminoácidos. activación.
El R C T está asociado al complejo CD3, el En el cuadro 13-1 están indicados diferentes
que está constituido por las cadenas polipeptí­ pares moleculares que participan en la adhe­
dicas y, 8 y e, la última de las cuales forma he- sión y coestimulación entre linfocitos Th y lin­
terodímeros con Y y 5 (ey, e5) y los componen­ focitos B.
tes de la “familia zeta”, que en el 90% de los CD2 es una molécula proteica presente en Jos
casos constituyen un homodímero (i^2: dos ca­ linfocitos T y su ligando en los linfocitos B es
denas zeta) y un heterím ero (Í¡T|; una cadena la molécula LPA-3 (CD58). Como consecuen­
zeta y una cadena eta) en el 10% de los casos cia de esa interacción hay activación de quina­
restantes. Estas cadenas polipeptídicas son fun­ sas de tirosina, especialmente p59'>'" y la consi­
damentales y participan activamente en los me­ guiente fosforilación de diferentes sustratos.
canismos de activación celular cOmo se verá LFA-1 (CDl la), cuyo epitope es un hidrato
más adelante. Los antígenos de membrana CD4 de carbono, tiene com o ligando a ICAM-1
y CD8, que identifican a poblaciones de células (CD54) e lC A M -2 (CD102). Estos pares de
T reguladoras y efectoras, respectivamente, tie­ moléculas están presentes en los linfocitos Th y
nen también participación activa (fig. 13-1). LB, lo que implica que la contribución a la ad­
Si bien las interacciones CM H -ILpéptido- hesión celular puede tener lugar en ambos sen­
RCT y CMH-I-péptido-RCT son las responsa­ tidos. Cuando las eélulas se activan aumenta la
bles de ia unión específica entre las CPA-Th, afinidad de estas moléculas por sus ligandos,
Th-LB y CPA-Tc, las mismas no son suficien­ especulándose que en ello están involucradas
tes para que la activación celular se efectivice. fosforilaciones mediadas por quinasas.
Otras uniones entre componentes de las mem­ La molécula CD28 y la CTLA-4 -que se ex­
branas de estas células deben ocurrir para que presa en el linfocito Th activado-, tienen como
se originen los entrecruzamientos o agregados ligando en los linfocitos B a las moléculas de la
de los receptores, indispensables para que la familia B7 (B7.1 y B7.2), identificadas como
activación de las células, su diferenciación y CD80 y CD86 respectivamente, siendo la afini­
expresión de moléculas con actividad biológica dad de CTLA-4 por sus ligandos mayor que la
tenga lugar. En la figura 13-3 están resumidas correspondiente a CD28. Esta interacción no es
las experiencias realizadas por Emmrich con el la de una simple adhesión, sino que hay una
objeto de demostrar la importancia de la agre­ coestimulación para c[ue el efecto cooperador
gación. tenga lugar. Algo similar ocurre entre CD40,
Diferentes proteínas de membrana presentes antígeno de diferenciación del linfocito B y
en las CPA y en los Th y Te, especialmente las CD40L (ligando de CD40) existente en la mem­
conocidas con el nombre de moléculas de ad­ brana de los linfocitos CD4+ activados (Th).
hesión, constituyen pares moleculares que inte­ Interacciones de adhesión también han sido
raccionan entre sí y originan uniones proteína- demostradas entre los antígenos de membrana
proteína, asegurando a la unión célula-célula la CD45RO y CD5 de los hnfocitos T y las molé­
suficiente afinidad para que los mecanismos de culas CD22 y CD72 de los linfocitos B. Para

C u ad ro 13-1. Pares de moléculas que interactúan como ligandos en las interacciones entre lin­
focitos Th y linfocitos B

Linfocitos Th Linfocitos B

M oléculas de adhesión

CD2 L F A -3’ (CD 58)


t.FA-1 (C D l la ) IC A M -1(C D 54)/IC A M -2 (CD 102)
¡CAM-1 (CD 54) LFA~1 (C D lla )

M oléculas de coestim ulación

CD 28 B7 (B 7.I/B 7.2)
CTLA-4 B7 (B 7.I/B 7.2)
CD 40L CD 40

O tras m oléculas

CD 45RO CD 22
CD5 CD 72
El reconocimiento antigénico y activación de los linfocitos B y T 261

más detalles sobre estas moléculas y sus inte­ decrece su actividad enzimática (fig. 13-4). En
racciones véase el apéndice del capítulo 2 y ca­ los linfocitos en reposo la Tyr 505 está fosfori-
pítulo 11. lada, produciéndose la desfosforilación durante
la activación celular, seguida de la activación
M ecanism os de transducción en linfocitos B de la capacidad quinasa y autofosforilación de
la Tyr 394. Hay quienes suponen que la p56lck
M ecanismos sim ilares a los descritos para es inactiva en los linfocitos en reposo debido a
otras interacciones receptor-ligando, consisten­ la interacción entre el sitio de regulación nega­
tes en la activación y liberación de segundos tiva y el dominio SH2 de su propia molécula,
mensajeros, han sido descritos para la unión lo que llevaría a producir un cambio alostérico
IgMm-Ag y RCT-CMH-II-péptido. que inhibiría la actividad quinasa o la accesibi­
En el caso del receptor B o Ig-a/Ig-|3-IgMm, lidad de substrato. Se considera qufc el entre-
la transducción o envío de señales es puesta en cruzamiento del receptor B llevaría a la rem o­
marcha por el entrecruzam iento o agregación ción del fosfato correspondiente al sitio inhibi­
del receptor por antígenos que expresan por torio, predominando el efecto activante. Jugaría
unidad un mismo epitope repetido. Se conside­ un papel im portante en este proceso C D 45,
ra que debe ser así pues artificialmente se pue­ proteína de membrana de los linfocitos con ac­
de inducir el mismo efecto con anticuerpos an- tividad de fosfatasa de tirosina, la que ha sido
ti-inmunoglobulina y, en cambio, no se logra bien estudiada en las células T.
activación celular con ligandos univalentes. Lo O tras p ro tein -q u in asas de tiro sin a co m o
primero que se observa durante este proceso es p53/56'J'", p55'>"‘, PTK72 y ZAP-70 probable­
la aparición de un cierto número de proteínas mente participen tam bién en forma activa en
con sus tirosinas fosforiladas, entre ellas Ig -a e los procesos de fosforilación de proteínas que
Ig-p, lo que se estima es debido a la activación intervienen en la activación del linfocito B.
de diferentes protein-quinasas de tirosina. Por Un mecanismo de fosforilación que ju eg a un
analogía a lo que ocurre con el RCT y el com ­ rol importante en la transmisión de señales me­
plejo CD3, se presum e que los polipéptidos diadas por el receptor del linfocito B, cuando
Ig-a e Ig-p deben jugar un papel importante en se produce su entrecruzamiento por antígeno o
los mecanismos de activación celular. Su real anticuerpo anti-inmunoglobulina, es el que se
participación en este evento no ha sido aún fe­ inicia con la hidrólisis de fosfatidil inositol di­
hacientemente demostrada. fosfato (PIP2) por fosfolipasa C (PLCyl), que
Se considera, sobre la base de resultados ex­ lleva a la producción de inositol trifosfato (IP3)
perimentales, que diferentes quinasas de tirosi­ y diacilglieerol (DAG). El IP3 formado estim u­
na participan en este proceso de fosforilación la la salida de Ca^+ del retículo endoplasmático
de proteínas, especialmente algunos miembros e influjo de Ca^+ desde el exterior de la célula a
de la familia Src-tirosin quinasa, como p56“ y través de canales transmembránicos y activa a
p59í'"', proteínas de 56 y 59 kD respectivamen­ su vez una proteinquinasa dependiente de Ca^+
te, productos de expresión de los proto-oncoge- y calmodulina (Ca^VCaM quinasa). Este Ca^+,
nes Ick y fyn. juntam ente con el DAG que actúa como cofac­
Se especula sobre el mecanismo por el cual tor, provocan una translocación de proteinqui­
el entrecruzamiento del receptor del linfocito B nasa de serina/treonina (PKC) a la m em brana
puede inducir la activación de las quinasas de citoplasmática, la que así activada fosforila su
tirosina. Los componentes de la familia Src-ti- sustrato, modificando el pH y alterando la acti­
rosin-quinasa tienen dos dominios homólogos vidad de estructuras responsables del transporte
denominados SH2 y SH3 (SH por homología de varios iones, entre ellos Na+, H+, Ca^+ y K+
Src). Los SH2 median las interacciones proteí­ (fig. 13-5) La activación de estas cascadas le
na-proteína entre la enzima y la proteína con permite al linfocito B progresar a la fase S del
restos de tirosina a fosforilar. Los SH3 recono­ ciclo celular, caracterizada por la síntesis de
cen secuencias ricas en prolina y pueden unirse ADN. Durante este proceso hay aumento de la
a otras proteínas capaces de transducir señales. e x p re s ió n en m em b ra n a de a n tíg e n o s del
Tienen además una región N-terminal que con­ CMH-clase II, facilitándose la presentación al
tiene un sitio de miristilación involucrado en linfocito Th de los péptidos antigénieos resul­
localización en membrana y un dominio estruc­ tantes de la degradación del antígeno y de re­
tural con actividad de quinasa de tirosina, do­ ceptores para IL-2 e IL-4. Con posterioridad a
minio que, a su vez, tiene dos tirosinas que ac­ esa interacción hay aumento de AMPc prom o­
túan como sitios de regulación de la actívidad viéndose la diferenciación celular que llega
de la enzima. La fosforilación de uno de esos hasta el estado de plasmocitos, sintetizadores
sitios, el correspondiente a la tirosina 394, por de una inmunoglobulina o anticuerpo estructu­
otra quinasa de tirosina, es un evento activante, ralmente igual a la del receptor antigénico, la
mientras que la fosforilación de la tirosina 505 que es secretada.
262 Aspectos básicos de la inmunidad

^C D 8

W ' rct

F(ab’)2
hetero­
dímero
(++)

anti-CD8

anti-CD3

F ig. 13-3. D em ostración m ediante el em pleo de anticuerpos rnonoclonales unidos a una fase sólida o hibridizados por m é­
todos quím icos de que la agregación de R C T/CD 3 con otras m oléculas es indispensable p ara la activación celular. L a reac­
ción A es negativa (control). El entrecruzam iento con anticuerpos anti-CD 3 y anti-CD 8 no resulta efectivo, si uno de los
anticuerpos está en solución (B, C ), Las reacciones D , E y F son positivas, en los tres casos hay entrecruzam iento de CD3
con CD8 por estar am bos anticuerpos unidos a una fase sólida (D), agregados por un F (ab ’)2 anti-IgG (E) o heterodim eri-
zados por m étodos quím icos (F). Las reacciones G , H e ! son negativas por no e.xistir entrecruzam iento. (A daptada de
Em m rich F, Im m unology Today, 90: 296, 1988.)

Mecanismos de transducción cuando el linfocito T, a través del RCT/CD3


en el linfocito T in teractú a con el co rresp o n d ien te p éptido-
CMH. Este hecho, al igual que el entrecruza­
Un mecanismo de fosforilación similar al in­ miento del RCT/CD3 con un anticuerpo mono­
dicado en la activación del linfocito B ocurre clonal específico, induce cambios conforma-

Sitio de Dominio con


miristilación actividad de quinasa

SH3 SH2
Tyr 394 Tyr 505
sitio regulador sitio reguiador
positivo negativo
F ig. 13-4. Representación esquem ática dé p56'‘’' com ponente de la fam ilia Src de tirosin quinasas de proteínas.
El reconocimiento antigénico y activación de los linfocitos B y T 263

Fig. 13-5. E.squem atización de la activacióji de una célula B por agregación del receptor (IgM m ) con un antígeno. Una
fosfolipasa C activada (PLC*) hidroliza derivados polifosfoinosínicos (PiP2) en inositol trifosfato (IP3) y diacilglicerol
(DAG). H ay m ovilización de Ca^*, el que junto con el DAG induce la translocación de proteinquinasa de serina/treonina
(PKC) del citoplasm a a m em brana (PKC*). El IP3 activa a su vez u n a proteinquinasa dependiente de Ca^+ y calm o d u lin a
(Ca^VCaM). Estas enzim as fosforilan sus sustratos proteicos y se ponen en m archa los m ecanism os de activación celu lar.

cionales en una o varias de sus unidades y la L a cadena C, es el único co m p o n en te del


consecuente fosforilación por una o más quina­ RCT/CD3 que experimenta fosforilación de ti­
sas de proteínas. rosinas y ha podido demostrarse que su región
Así como la función del heterodím ero a /p citoplasm ática es capaz de transducir señales
del' RCT es la de reconocer el ligando específi­ correspondientes a eventos relacionados con el
co, la función de los péptidos constitutivos de RCT.
CD3 y de las cadenas ^ es la de acoplar RCT a Recientemente se ha descrito otra proteína
los componentes celulares que transducen las que por inmuno-precipitación coprecipita con
señales. Las dos principales quinasas de proteí­ las cadenas ^ a partir de materiales provenien­
nas asociadas a R C T y a los co-receptores tes de linfocitos T activados. Se la denomina
CD4/CD8 son pSó'*'* y p59^'", las que surgen ZAP-70 por ser una proteína de 70 kD asociada
como fosforilantes de diferentes sustratos en­ a la cadena que experimenta in vivo fosfori­
dógenos. La primera de ellas está directamente lación de tirosinas a continuación de la estimu­
asociada a los dom inios citoplasm áticos de lación del RCT. La asociación de ZAP-70 y ca­
CD4 o CDS, o ambos. denas producida con posterioridad a la esti-
264 Aspectos básicos de la inmunidad

muJación del RCT se correlaciona con un au­ ra formar los segundos mensajeros IP3 y DAG,
mento de la actividad de quinasa de proteína que activan a PKC, la que fosforila una varie­
que se detecta en los inmunoprecipitados. Ello dad de substratos que contienen serina o treoni­
hace que se considere que ZAP-70 debe estar na siguiendo la cascada ya indicada en activa­
asociada con transducción de señales que tie­ ción del linfocito B.
nen lugar cuando un linfocito T es estimulado, Otras quinasas han sido identificadas en lin­
aunque la naturaleza de la función que esta focitos, entre ellas: quinasas dependientes de
PKT cumple in vivo es desconocida. Un posi­ AMPc (PKA), quinasas dependientes de GMPc
ble rol sería el de unir el RCT, a través de la (PKG) y quinasas de proteínas activadas por
cadena ^ a moléculas adicionales que funciona­ mitógenos (MÁP-quinasas), se considera que
rían en otras etapas del camino que lleva a la éstas deben también participar en los eventos
transducción de señales. que llevan a la activación celular.
En los linfocitos T activados la PLC experi­ El estado de fosforilación de las proteínas es
menta una rápida y transiente fosforilación de debido a un equilibrio dinámico entre la acción
sus tirosinas. Ello ocurre porque la molécula de quinasas y fosfatasas, las primeras fosfori-
posee un dominio SH2 que le permite asocia­ lando y las segundas desfosforilando. Una acti­
ción con quinasas de proteínas. Cuando el RCT vidad de fosfotirosin fosfatasa ha sido identifi­
fija su ligando específico se activan algunas de cada en la porción citoplasmática de CD45, un
las fosfotirosin quinasas de proteína asociadas antígeno de diferenciación común para los di­
a este evento, siguiendo Ju eg o la fosforilación ferentes linfocitos. Se estima que podría inter­
y activación de PL C yl. Ésta hidroliza PIP2 pa­ venir regulando el balance fosforilación/des-

CPA
CMH-II

péptido

CD45

ATP

F ig. 13-6. Reconocim iento antigénico del com plejo CIVIH-II-péptido por el R C T y puesta en m archa de los m ecanism os
de fosforilación y desfosforilación de proteínas que llevan a la activación celular.
El reconocimiento antigénico y activación de los linfocitos B y T 265

fosforilación de las tirosinas de proteínas del ción por interacción con los correspondientes
linfocito T comprometidas en la puesta en m ar­ receptores, expresados en la membrana de los
cha de señales de activación celular. Otras fos- linfocitos B como consecuencia de la agrega­
fotirosin fosfatasas, entre ellas las denominadas ción inicial del receptor Ig-a/Ig-p-IgM m por
PEP y SHP que presentan un dominio citoplas­ interacción con un ligando adecuado.
mático de gran tamaño y se expresan en Hnfo­
citos, podrían participar también en los meca­ En el linfocito T
nismos regulatorios de desfosforilación (fig.
13-6). La unión del péptido-CMH al RCT/CD3 ge­
nera señales al interior de la célula que, al igual
Eventos que se ponen en marcha que en linfocito B, incrementan la transcripción
por estimulación antigénica de genes y la síntesis de proteínas esenciales
para la mitosis y ei funcionamiento celular. Los
En el linfocito B eventos que se originan pueden ser de ex p re­
sión inmediata o tardía.
C uando un antíg en o in teraccio n a con la Entre los de expresión inmediata está la fos­
IgMm, en el linfocito B ocurren una serie de forilación de proteínas, entre ellas las cadenas y
hechos, algunos de expresión inmediata y que y 5 de CDS, que fosforilan residuos de serina
tienen lugar a los segundos o pocos minutos de de Ja porción intracitoplasmática y las cadenas
ocurrido el contacto, en tanto que otros sólo se ^ que fosforilan sus residuos de tirosina. Se
expresan después de cierto tiempo. fosforilan tam bién, y así pueden cum plir su
La producción de segundos mensajeros, co­ función, proteínas reguladoras de transcripción
mo IP3, DAG e incremento de Ca^+, provenien­ o factores nucleares, que se fijan a determina­
tes de la hidrólisis de PIP2 por P L C yl, y la fos­ das secuencias de ADN de las regiones corres­
forilación de tirosinas por diferentes quinasas pondientes a mejoradores de la expresión (“en-
inducen en las células B en reposo (GO) la en­ hancer”) o promotores de genes. Como y a se
trada a la fase G l del ciclo celular. Esta se ca­ indicara, participan activamente en este proce­
racteriza por un aumento del tamaño del linfo­ so diferentes quinasas de proteínas y el D A G e
cito e incremento de la síntesis de ARN, espe­ IP3 provenientes de la hidrólisis de fosfolípi­
cialmente el correspondiente a los proto-onco- dos de la membrana plasmática por incremento
genes c-fos y c-myc que codifican para factores de la actividad catalítica de la fosfolipasa C
de transcripción, los que son inducidos en dife­ (PLCyl). Estas fosforilaciones ocurren pocos
rentes sistemas celulares por interacciones re­ segundos después de la interacción RCT/CD3-
ceptor-ligando. Por otra parte el aumento de péptido/CM H, al igual que un aumento de la
Ca^+ juega un rol muy importante en la regula­ actividad intercambiadora NaVH^ por parte de
ción de genes y en el aumento de complejos de la mem brana citoplasmática, resultante en un
unión a ADN. aumento de! pH intracelular.
La agregación de IgMm induce la transcrip­ Otro evento que ocurre es la transcripción de
ción de genes del CMH-II. El aumento de la genes, cuyos productos proteicos son fu n d a­
expresión de m oléculas del CM H-II es muy m entales para la activación celular. N o rm al­
importante ya que esas moléculas, siguiendo la m ente estos procesos requieren más tiem po,
ruta endocítica se ponen en contacto con los pueden oscilar entre m inutos y horas. E ntre
péptidos procesados por los endosomas y los esos genes están los proto-oncogenes ya seña­
transportan a la membrana celular para su reco­ lados c~fos y c-myc, así llamados porque una
nocimiento por los linfocitos Th. Durante este superexpresión o productos de mutaciones pue­
proceso hay también activación de los genes den inducir en las células transformaciones ma­
que codifican la síntesis de los receptores de lignas. En condiciones normales los productos
IL-2 (RlL-2) e IL-4 (RIL-4). de estos genes actúan dentro del núcleo regu­
La proliferación celular y la síntesis de anti­ lando el crecimiento celular.
cuerpos por los linfocitos B dependerá en pri­ La transcripción de los genes de las interleu­
mera instancia de los diferentes mecanismos quinas es un hecho muy importante, en espe­
expuestos que llevan a la expresión de genes y cial el de la lL-2, así como la correspondiente a
síntesis de proteínas reguladoras y, en segundo los genes que transcriben a sus receptores. En
lugar, a su reconocim iento por los linfocitos el linfocito T la expresión del receptor de IL-2
Th. Estos habrán de actuar por contacto directo (RIL-2) es un hecho significativo, ya que ello
a través de su receptor antigénico, el co-i'ecep- permitirá que la IL-2 sintetizada por ¡a misma
tor CD4, los diferentes pares de moléculas de célula pueda interaccionar con su receptor y
adhesión y por intermedio de distintas interleu­ funcionar como factor de crecimiento endocri­
quinas por él sintetizadas, especialmente IL-2 e no. (Para más detalles sobre interleuquinas y
IL-4. Las interleuquinas podrán ejercer su fun­ sus receptores véase cap. 12.)
266 Aspectos básicos de ¡a inmunidad

Cuando una célula inmunológicamente com­ antigen receptor signal transduction” . A nnual R eview C)f
Im m unology, 12:555, 1994.
petente -u n linfocito B o un Hnfocito T -, inte­ G ergely J. et al. (E dts). “ S ignal tran sd u ctio n p ath w a y s” .
racciona con un ligando a través de su receptor Progress in Im m unology, vol VJII, 1993. Springer-H un-
específico, se activa una serie de mecanismos garia.
bioquímicos que hacen que una célula en repo­ H arnett M ., Klaus G .G .B . “G protein regulation o f receptor
signaling” . Im m unology Today, 9:315, 1988.
so (fase GO) entre en el ciclo celular y se pro­ Isakov N. “T hyrosine phosphorilation and dephosphoryla-
duzca su pasaje a las fases G l/S . Como conse­ tion in T ly m p h o cy te ac tiv atio n ” . M o lec u lar Im rau n o -
cuencia de ello la célula sintetizará moléculas logy, 30:197, 1993.
funcionalm ente activas las que le perm itirán Parker, D.C. “T cell-dependent B cell activation” . A nnual
R eview o f Im m unology, 11:331, 1993.
cum plir funciones específicas. C uando ello Paul W . (Ed). F u n d am en tal Im m unology, Cap. 13 y 14.
ocurra, en términos estrictamente inm unológi­ 3ra. Edic, 1993.
cos diremos que una respuesta inmune se ha Perm ulter R .M ., Levin S.D et al. “Regulation o f lym phocy­
puesto en marcha. te function by protein phosphorylation” A nnual Review
o f Im m unology, 11:451, 1993.
R udd C .E ., Jan sen O. et al. “Tw o step T C R í;/C D 3 -C D 4
and CD 28 signaling in T cells: SH 2/SH 3 dom ains, pro-
BIBLIOGRAFÍA
te in -ty ro s in e and lip id k in a se s. Im m u n o lo g y T o d a y ,
15:225, 1994.
A lexander D.R., Cantrel D .A. et al. “K inases and phospha- Plim an C M et al. “T he B cell antigen recep to r com plex;
tases in T-cell activation” . Im m unology Today, 10:200, structure and signal tran sd u ctio n ” . Im m unology Today,
1989. 15:393, 1994.
C am bier I.C ., Pleim an C.M ., C lark M .R. “S ignal transduc­ K ovaskovics-B ankow ski M , R ock KL. “A p h ag o so m e to
tion by the B cell antigen receptor and its correceptors” . cy to so l p ath w ay fo r ex o g en o u s a n tig en s p re se n te d on
A nnual Review o f Im m unology, 12:459, 1994. M H C class I m olecules”. Science, 267:243, 1995.
Chan A.C., Desai D .M ., W eiss A. “T he role o f protein ty­ S em inars in Im m unology “C onserved signaling m o tifs in
rosine kinases and protein tyrosine phosphatases in T-cell antigen and Fe receptors” . Vol. 7, N° 1, 1995.
Evolución del sistema inmune

GUILLERMO BLANCO 14
INTRODUCCIÓN El conocimiento actual del sistema inm une
de los invertebrados deriva en su mayor parte
Durante muchos años la inmunidad fue con­ del estu d io de los protostom ados d ado que
siderada como la resistencia de un organismo a entre los artrópodos y moluscos se cuentan es­
la enfermedad. M edaw ar introdujo el prim er pecies de gran importancia económica y sani­
modelo experimenta] en el cual se hizo eviden­ taria.
te que la resistencia a la enfermedad no era la La primera línea de defensa frente la infec­
única razón de ser del sistema inmune. Sus ex­ ción es la barrera fisicoquím ica conform ada
periencias con transplantes hicieron evidente por el exoesqueleto en los artrópodos, la cu­
que el sistem a inm une estaba involucrado en bierta calcárea en los bivalvos o la abundante
respuestas que no tenían una relación aparente secreción mucosa externa de los anélidos y mo­
con la infección y la enfermedad. El reconoci­ luscos. Una vez rota esta barrera se ponen en
miento específico, la memoria y una segunda marcha repuestas de defensa celulares y hum o­
respuesta aumentada fueron las evidencias fun­ rales tales eomo fagocitosis, coagulación, for­
cionales que definían la presencia de un siste­ mación de nódulos, encapsulación, activación
ma inmune clásico. En la década del ’50 Bur­ de enzimas y/o liberación de factores de opso­
net propone que la propiedad funcional que de­ nización. Existen variaciones entre los distintos
fine la presencia de un sistema inmune es la ca­ grupos pero es posible reconocer características
pacidad de distinguir lo propio y lo no propio. esenciales compartidas por todos ellos, que re­
Si bien todas las especies del reino animal son sumen una buena parte del conocim iento que
capaces de distinguir lo propio y lo no propio, se tiene de estos sistemas.
no todas requieren del poder de discriminación
y adaptación de los vertebrados. Fagocitosis
Los invertebrados comprenden el 95% de las
especies conocidas. Poseen sistemas inmunes La fagocitosis es la respuesta celular m ás co­
no adaptativos que, pese a su relativa simplici­ mún y se considera que no es un proceso auto­
dad, han permitido a muchas especies sobrevi­ mático dependiente de! contacto entre fagocito
vir satisfactoriamente durante cientos de millo­ y partícula a endocitar, sino que existe una se­
nes de años sobre la superficie terrestre. lección basada en el reconocimiento del agente
extraño por medio de moléculas de superficie
EL SISTEM A IN M U NE de membrana. En muchas especies se han iden­
DE L O S IN V ER TEB R A D O S tificado leetinas para las que se propone un rol
similar al de los receptores de fagocitosis para
Sobre la base de diferencias embriológicas, a-m ananos y p-glucanos presentes en monoci­
los invertebrados celomados se dividen en dos tos y macrófagos humanos y murinos. Estos re­
grandes líneas evolutivas; los protostomados y ceptores son los mediadores de la fagocitosis
los deuterostomados. De estos últimos se origi­ en ausencia de opsonización por medio de Igs
na a su vez la línea evolutiva que da origen a o el factor C3 del sistema complemento (véase
los vertebrados (fig. 14-1), fig. 14-2).
266 Aspectos básicos de ¡a inmunidad

Cuando una célula inmunológicamente com­ antigen receptor signal transduction” . A nnual R eview C)f
Im m unology, 12:555, 1994.
petente -u n linfocito B o un Hnfocito T -, inte­ G ergely J. et al. (E dts). “ S ignal tran sd u ctio n p ath w a y s” .
racciona con un ligando a través de su receptor Progress in Im m unology, vol VJII, 1993. Springer-H un-
específico, se activa una serie de mecanismos garia.
bioquímicos que hacen que una célula en repo­ H arnett M ., Klaus G .G .B . “G protein regulation o f receptor
signaling” . Im m unology Today, 9:315, 1988.
so (fase GO) entre en el ciclo celular y se pro­ Isakov N. “T hyrosine phosphorilation and dephosphoryla-
duzca su pasaje a las fases G l/S . Como conse­ tion in T ly m p h o cy te ac tiv atio n ” . M o lec u lar Im rau n o -
cuencia de ello la célula sintetizará moléculas logy, 30:197, 1993.
funcionalm ente activas las que le perm itirán Parker, D.C. “T cell-dependent B cell activation” . A nnual
R eview o f Im m unology, 11:331, 1993.
cum plir funciones específicas. C uando ello Paul W . (Ed). F u n d am en tal Im m unology, Cap. 13 y 14.
ocurra, en términos estrictamente inm unológi­ 3ra. Edic, 1993.
cos diremos que una respuesta inmune se ha Perm ulter R .M ., Levin S.D et al. “Regulation o f lym phocy­
puesto en marcha. te function by protein phosphorylation” A nnual Review
o f Im m unology, 11:451, 1993.
R udd C .E ., Jan sen O. et al. “Tw o step T C R í;/C D 3 -C D 4
and CD 28 signaling in T cells: SH 2/SH 3 dom ains, pro-
BIBLIOGRAFÍA
te in -ty ro s in e and lip id k in a se s. Im m u n o lo g y T o d a y ,
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tases in T-cell activation” . Im m unology Today, 10:200, structure and signal tran sd u ctio n ” . Im m unology Today,
1989. 15:393, 1994.
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rosine kinases and protein tyrosine phosphatases in T-cell antigen and Fe receptors” . Vol. 7, N° 1, 1995.
Evolución del sistema inmune

GUILLERMO BLANCO 14
INTRODUCCIÓN El conocimiento actual del sistema inm une
de los invertebrados deriva en su mayor parte
Durante muchos años la inmunidad fue con­ del estu d io de los protostom ados d ado que
siderada como la resistencia de un organismo a entre los artrópodos y moluscos se cuentan es­
la enfermedad. M edaw ar introdujo el prim er pecies de gran importancia económica y sani­
modelo experimenta] en el cual se hizo eviden­ taria.
te que la resistencia a la enfermedad no era la La primera línea de defensa frente la infec­
única razón de ser del sistema inmune. Sus ex­ ción es la barrera fisicoquím ica conform ada
periencias con transplantes hicieron evidente por el exoesqueleto en los artrópodos, la cu­
que el sistem a inm une estaba involucrado en bierta calcárea en los bivalvos o la abundante
respuestas que no tenían una relación aparente secreción mucosa externa de los anélidos y mo­
con la infección y la enfermedad. El reconoci­ luscos. Una vez rota esta barrera se ponen en
miento específico, la memoria y una segunda marcha repuestas de defensa celulares y hum o­
respuesta aumentada fueron las evidencias fun­ rales tales eomo fagocitosis, coagulación, for­
cionales que definían la presencia de un siste­ mación de nódulos, encapsulación, activación
ma inmune clásico. En la década del ’50 Bur­ de enzimas y/o liberación de factores de opso­
net propone que la propiedad funcional que de­ nización. Existen variaciones entre los distintos
fine la presencia de un sistema inmune es la ca­ grupos pero es posible reconocer características
pacidad de distinguir lo propio y lo no propio. esenciales compartidas por todos ellos, que re­
Si bien todas las especies del reino animal son sumen una buena parte del conocim iento que
capaces de distinguir lo propio y lo no propio, se tiene de estos sistemas.
no todas requieren del poder de discriminación
y adaptación de los vertebrados. Fagocitosis
Los invertebrados comprenden el 95% de las
especies conocidas. Poseen sistemas inmunes La fagocitosis es la respuesta celular m ás co­
no adaptativos que, pese a su relativa simplici­ mún y se considera que no es un proceso auto­
dad, han permitido a muchas especies sobrevi­ mático dependiente de! contacto entre fagocito
vir satisfactoriamente durante cientos de millo­ y partícula a endocitar, sino que existe una se­
nes de años sobre la superficie terrestre. lección basada en el reconocimiento del agente
extraño por medio de moléculas de superficie
EL SISTEM A IN M U NE de membrana. En muchas especies se han iden­
DE L O S IN V ER TEB R A D O S tificado leetinas para las que se propone un rol
similar al de los receptores de fagocitosis para
Sobre la base de diferencias embriológicas, a-m ananos y p-glucanos presentes en monoci­
los invertebrados celomados se dividen en dos tos y macrófagos humanos y murinos. Estos re­
grandes líneas evolutivas; los protostomados y ceptores son los mediadores de la fagocitosis
los deuterostomados. De estos últimos se origi­ en ausencia de opsonización por medio de Igs
na a su vez la línea evolutiva que da origen a o el factor C3 del sistema complemento (véase
los vertebrados (fig. 14-1), fig. 14-2).
268 Aspectos básicos de la inmunidad

Se distinguen cuatro fases: quimiotáctica, de en insectos y moluscos pero también ha sidp


adhesión, de ingestión y de destrucción y me­ observada en tunicados, equinodermos, crustá­
tabolism o. La prim era ha sido observada en ceos, sipuncúlidos, anélidos, celenterados y es­
estudios sobre anélidos, moluscos e insectos. pongiarios
La fase de adhesión requiere de la participa­
ción de moléculas del tipo de las lectinas aso­ Citotoxicidad
ciadas a membranas y, en algunos casos, se ha
identificado la participación de moléculas si­ La citotoxicidad es una forma de respuesta
milares a los factores del complemento. La fa­ muy difundida entre los invertebrados y ha si­
se de ingestión comprende la formación de un do observada en espongiarios, celenterados, si­
fagosom a que luego se une a los lisosom as puncúlidos, anélidos, moluscos, equinodermos
donde el m aterial endocitado tom a contacto y protocordados. Los espongiarios, celentera­
con distintas hidrolasas tales como fosfatasa dos y protocordados son invertebrados colo­
ácida, esterasas ácidas inespecíficas y peroxi­ niales y en ellos las reacciones de citotoxici­
dasa. En algunos casos estas enzimas pueden dad participan en las funciones de preserva­
ser simultáneamente liberadas al medio con un ción de la identidad de la colonia. En los gru­
objetivo de defensa. La fase de destrucción y pos no coloniales, la citotoxicidad natural o es­
m etabolism o, com prende la destrucción por pontánea estaría destinada entre otras cosas a
hidrolasas lisosomales. Los artrópodos poseen la eliminación de células transformadas. Expe­
un sistema de destrucción basado en la produc­ riencias con sipuncúlidos demostraron la pre­
ción de melanina mediado por una fenoloxida- sencia de citotoxicidad alogeneica cuando las
sa en presencia de sustratos adecuados tales especies habitaban regiones separadas por más
como L-dopa o tirosina. La melanina u otros de 30 km. La citotoxicidad es dependiente del
intermediarios precursores son altamente tóxi­ contacto célula blanco-célula efectora, es inde­
cos y responsables de la destrucción de parási­ pendiente de la exposición previa al antígeno,
tos. Se ha observado que en muchas especies no ocurre en todas las combinaciones aloge­
el consumo de oxígeno aumenta muy poco du­ neicas y es inhibida por la presencia de varios
rante la fagocitosis por lo que no existiría el carbohidratos. Se la considera similar a la cito-
estallido respiratorio con la resultante produc­ toxicidad mediada por células NK de los verte­
ción de HjOj propio de muchos fagocitos ver­ brados.
tebrados.
Respuestas humorales
Formación de nódulos
Los invertebrados no poseen Igs en sus lí­
Cuando la cavidad celómica o hemocele de quidos corporales. Sin em bargo poseen una
un invertebrado es invadida por una cantidad variedad de factores con capacidad lítica, de
de microorganismos superior a los que pueden aglutinación, y otros efectos antimicrobianos.
ser eliminados por fagocitosis, se observa la Estos factores están presentes en forma natural
formación de acúmulos celulares denominados y en algunos casos su formación ocurre luego
nódulos. En algunos casos los nódulos presen­ de una estimulación antigénica. No obstante,
tan depósitos de m elanina. A lgunos autores se caracterizan por carecer de la propiedad
consideran a los nódulos hom ólogos de los anamnésica de las Igs. Entre estas sustancias
granulomas de los vertebrados. En su form a­ se cuentan hsinas, aglutininas, factores simila­
ción participan fagocitos que luego de la etapa res a citoquinas y otros factores antimicrobia­
inicial de adhesión sufren un proceso de adel­ nos. Sin embargo, esta separación es artificial
gazamiento progresivo que culmina en la con­ y muchas sustancias poseen más de una de las
formación de una envoltura m ulticelular que propiedades señaladas.
encierra una masa de células en degeneración
y parásitos secuestrados (fig. 14-3). Lisinas

Encapsulación En los vertebrados, el papel más activo en la


lisis humoral de agentes extraños, está a cargo
El proceso de encapsulación permite que los de los componentes del sistema complemento.
invertebrados sean capaces de inmovilizar pa­ En los invertebrados se ha postulado la exis­
rásitos tales como cestodes, trematodes, nema­ tencia de un sistema similar a la vía alterna del
todes, hongos y protozoarios de gran tamaño, complemento. Su existencia ha sido sugerida a
encerrándolos con varias capas de células. El partir de la observación de lisinas termosensi-
m ecanism o de form ación de las cápsulas se bles y calcio-dependientes, supresión de la he­
considera idéntico al de los nódulos. La encap­ mólisis con el uso de inhibidores del com ple­
sulación ha sido más frecuentem ente descrita mento como hidrazina y suramina y opsoniza-
Evolución del sistema inmune 269

ción de la fagocitosis de macrófagos de ratón. tan distantes filogenéticam ente como los an­
Sin embargo aún es prematuro trazar homolo­ cestros de los artrópodos (el fósil viviente Li-
gías entre ambos sistemas. La lisozima, una li­ mulus polyphemus) y los mamíferos. Si bien
sina capaz de hidrolizar los enlaces entre el no existen evidencias de que las pentraxinas
ácido N -acetil-neuramínico y la N-acetil-glu- tengan un ancestro com ún con las Igs, estas
cosamina presentes en la pared de algunas bac­ moléculas pueden expresar sitios de com bina­
terias, ha sido identificada en moluscos, insec­ ción muy similares a aquellos presentes en las
tos y equinodermos. Igs y pueden interactuar con componentes del
sistema complemento y otras moléculas inmu-
A glutininas/opsoninas norreguladoras en form a análoga a los a n ti­
cuerpos. Estas moléculas probablemente repre­
M uchos invertebrados poseen factores h u ­ senten un sistema de reconocimiento muy anti­
morales capaces de aglutinar bacterias, proto- guo y primitivo que se ha mantenido a través
zoarios, eritrocitos de vertebrados, linfocitos y de la evolución de los vertebrados, a pesar de
parásitos metazoarios. Se considera que estas que éstos hayan desarrollado un sistema más
sustancias, también presentes en plantas y en complejo de reconocimiento antigénico.
el suero de vertebrados, han evolucionado va­
rias veces y cumplen distintas funciones m u­ Reconocimiento alogeneico
chas de ellas no relacionadas con la inm uni­
dad. La mayoría de las aglutininas de inverte­ Todos los invertebrados estudiados m u es­
brados han sido estudiadas en base a su capa­ tran capacidad de rechazo de injertos xenoge-
cidad para aglutinar eritrocitos de vertebrados. neicos en tanto que el reconocimiento aloge­
Estas h em ag lu tin in as actúan por m edio de neico tam b ién está presente en m uchos de
unión a carbohidratos específicos de la super­ ellos incluyendo espongiarios, celenterados,
ficie de membrana del eritrocito y pertenecen a anéhdos, sipuncúhdos, equinodermos y tunica­
una categoría más general de moléculas cono­ dos. No se lo ha observado en nemertinos, mo­
cidas como leetinas. En algunas especies se ha luscos y artrópodos. Curiosamente los artrópo­
demostrado su participación como factores de dos y moluscos exhiben la mayor incidencia
opsonización de la fagocitosis o promotores de de neoplasias y contienen la mayoría de los
la formación de nódulos y cápsulas. hospedadores intermediarios y vectores d e pa­
rásitos protozoarios y helmínticos. Sin em bar­
C itoquinas go no existe una correlación entre la presencia
de alorreactividad y la eficiencia de la respues­
Se han descrito varios factores con propieda­ ta contra la infección ni con la evolución de
des similares a citoquinas en equinodermos (As­ inm unidad adaptativa como la de los v e rte ­
teria forbesi y Asteria rubens), insectos y tuni­ brados.
cados. Evaluadas en sistemas mamíferos estas Los experimentos de transplantes realizados
sustancias reproducen muchas de las caracterís­ con esponjas y corales, invertebrados de hábi­
ticas de las citoquinas de los vertebrados. tos coloniales, demostraron la presencia de re­
Recientemente se ha aislado y caracterizado conocimiento alogeneico y sugieren la presen­
la interleuquina-1 (IL -l)a y P de un tunicado cia de un complejo de genes de histocom pati­
utilizando un ensayo de proliferación de tim o­ bilidad conformado por varios loci con m últi­
citos murinos. La IL-1 de tunicado comparte ples alelos. En tunicados coloniales se h a de­
muchas de las características de la IL-1 de m a­ mostrado que el reconocimiento alogeneico y
míferos. En los invertebrados esta citoquina el control de la fertilización son caracteres li­
estim ula la fagocitosis en hemocitos y es un gados y controlados por un mismo locus con
promotor de la primera etapa de la formación múltiples alelos.
de nódulos y de la encapsulación, dado que au­
menta la adhesión y agregación de los hem oci­ Linfocitos
tos. En los invertebrados deuterostomados se
han caracterizado factores con actividad sim i­ Los anélidos, sipunciilidos y nemertinos po­
lar a IL-2. seen células con características m orfológicas
similares a linfocitos. En algunos casos se las
Inmunoproteínas no inmunoglobulinas ha observado involucradas en las reacciones
de rechazo de aloinjertos o de citotoxicidad
Las p e n trax in as, fam ilia de p ro teín a s C alogeneica por lo que han sido consideradas
reactivas, constituyen parte de un sistema ge­ células T primitivas. Sin embargo se observa
neral de reconocimiento extremadamente pri­ respuesta de proliferación con lipopolisacári­
mitivo. Este sistema se originó tempranamente dos bacterianos (LPS), concanavahna A (Con
en la evolución y fue conservado en especies A) y fitohemaglutinina (PHA) por lo que se ha
270 Aspectos básicos de la inmunidad

as/ mamíferos j YHILPC


:YHIPC aves >
crustáceos L
: YHC ( reptiles )»«» anfibios ] YHC

teleósteo^ ] YHC
ciclóstomos C insectos ] LI
>8»^lasmobranquios] YH

T — c _____ idos J P
cordados
LP DM|
tunicados artrópodos
DM
anélidos
Deuterostomados ■^e q u in o d e rm o s ] L
-X . T
moluscos
sipuncúlidos
Protostomados
celomados

nemertinos
celenterados
plathelmintos

LUÜIUIlIcK.
acelomados
Y anticuerpos
esp o n g la rio sj- H complejo mayor de histocompatibilidad
I moléculas de adhesión de la superfamilia de Igs
protozoarios L leetinas tipo C asociadas a membrana o libres
P pentraxinas (proteína C reactiva)
C sistema complemento
DM evento de duplicación masiva de genes

Fig. 14-1. Las modificaciones de estructura (m oléculas, células, órganos y tejidos) constituyen un proceso continuo en la
evolución de las especies en el que es posible reconocer hom ologías, En cam bio, las ftinciones no se conservan y evolucio­
nan en form a discontinua. Por esta razón el estudio evolutivo de un sistem a biológico requiere la identificación y com para­
ción de estructuras más que de funciones. La figura m uestra un árbol filogenético donde las relaciones evolutivas fueron or­
ganizadas segtín m ecanism os de desarrollo em briológico. Sobre este árbol se ilustran las moléculas de reconocim iento iden­
tificadas en los diversos phyla. Los protostom ados y deuterostom ados se separaron hace aproxim adam ente 500 a 600 m illo­
nes de años. Los m ecanism os de recom binación, esenciales para la respuesta inm une anticipada m ediada por anticuerpos (y)
y receptor de célula T, surgieron en la línea evolutiva de los deuterostom ados que conduce a los vertebrados, luego de un
evento de duplicación m asiva (D M ) del cual se originó el sistem a m ultigénico VJC. Este evento pudo haber tenido lugar an­
tes de la divergencia de los tunicados contem poráneos o después de esta divergencia, pero antes del surgim iento d e los ci­
clóstom os ancestrales. Las m oléculas que participan en funciones de adhesión celular y regulación (I) están am pliam ente
distribuidas en la filogenia al igual que las m oléculas de reconocim iento hom ólogas a las leetinas tipo C de los vertebrados
(L). Las pentraxinas (P) constituyen ejem plos extraordinarios de estructuras de reconocim iento conservadas a lo largo de la
evolución de las especies. Se las ha identificado en artrópodos, tunicados y mam íferos. La proteína C reactiva es específica
para ciertas bacterias y para pequeñas m oléculas orgánicas, com o la tosforilcolina, e interactúa con com ponentes del sistem a
inm une com o el com plem ento y el receptor Fe a pesar de que no tiene relación estructural con las Igs.

considerado que comparten propiedades de cé­ las reacciones de rechazo de aloinjertos y de


lulas B y T . citotoxicidad natural. En los protocordados es­
Los equinodermos y protocordados poseen tas células responden a la estim ulación con
células similares a linfocitos que participan en PHA.

Fig. 14-2. La respuesta de fase aguda es el sistem a de defensa m ás antiguo y frecuente en el reino animal. C onsiste en una
com pleja red de reconocim iento y m ecanism os efectores que no tiene el elevado nivel de especificidad de la respuesta in­
m une m ediada por inm unoglobulinas. Las leetinas participan en ia respuesta de fase aguda com o m ediadoras directas o in­
directas de m ecanism os inm unes a través de funciones de opsonización, aglutinación, activación de com plem ento y reco­
nocim iento celular. (A) esquem a que representa el reconocim iento de agentes extraños m ediante leetinas asociadas a
m em branas por parte de células fagocíticas. (B) reconocim iento m ediante opsonización por leetinas séricas. Existen co n si­
derables evidencias experim entales que sugieren la exposición por parte de lectinas-opsoninas de sitios glucosídicos crípti­
cos de reconocim iento luego de un cam bio conform acional originado en la unión al agente. Estos sitios tienen afinidad por
m oléculas de reconocim iento asociadas a la m em brana de los fagocitos con capacidad de unión a carbohidratos. D e esta
form a se produce una transición del estado “m olécula propia” al estado “m olécula no p ropia” .
Evolución del sistema inmune 271

Lectinas asociadas

Microorganismo patógeno

Lectina sérica opsonizante

Microorganismo opsonizado
y exposición de residuos
crípticos
272 Aspectos básicos de la inmunidad

E L SISTEMA INMUNE burones, ratones, aves y ei ser humano permite


DE LO S VERTEBRADOS construir un árbol evolutivo que reproduce el
conocimiento actual de las relaciones filogené-
Los vertebrados form an parte del phylum ticas entre estas clases.
Chordata junto con los urocordados o tunica­ Los elementos de reconocimiento de los an­
dos y los cefalocordados. En todas las clases se ticuerpos han sido conservados a lo largo de la
observa la presencia de los elementos funda­ evolución de los vertebrados. Las regiones C
mentales del sistema (fig. 14-1). Tienen capaci­ muestran el tipo de cambio evolutivo caracte­
dad para producir anticuerpos contra una gran rístico de otras proteínas especificadas por ge­
variedad de antígenos, rechazan injertos aloge­ nes de copia individual (transcripción directa
neicos y responden a una segundo injerto en sin previa recombinación).
forma específica y más rápida. La especificidad La naturaleza multigénica de las regiones V
y memoria está asociada a la presencia de lin­ y la necesidad de recombinación con los seg­
focitos en todos los vertebrados estudiados. En mentos J ha establecido presiones selectivas
la mayoría de las clases se ha demostrado la que condicionaron la preservación de la estruc­
presencia de un complejo mayor de histocom­ tura de las zonas invariantes (framework) e hi-
patibilidad (CMH). pervariables (fig. 14-4).
Los datos acerca del origen de los segmentos
Anticuerpos e inm unoglobulinas V y J son consistentes con la hipótesis de que
un evento de duplicación masiva de genes tuvo
Los anticuerpos producidos por todos los lugar luego de la divergencia entre los proto­
vertebrados poseen carga polidispersa, eviden­ cordados y los vertebrados ancestrales, pero
ciado por múltiples bandas en el espectrotipo antes de la divergencia entre placodermos y os-
de isolelectronfoque (lEF), y están compuestos tracodermos. Este evento dio lugar a la adquisi­
por cadenas polipeptídicas similares en su peso ción de un sistema de reconocimiento basado
molecular a las cadenas pesadas y livianas de en múltiples genes V, J y C, necesario para la
los mamíferos. Los estudios de genética mole­ generación de diversidad en los anticuerpos y
cular con vertebrados placodermos son aún in­ el receptor de célula T (fig. 14-1).
completos pero permiten afirmar que las inmu­ Se ha identificado en la hemolinfa del tuni­
noglobuhnas están codificadas por segmentos cado Boltenia ovípera una proteína de 26 kD
de genes V, J y C y que los mecanismos de re­ que serológicamente exhibe reacción cruzada
com binación a nivel de estos genes son una con la cadena pesada de tiburón y con la región
parte esencial de la generación de diversidad. J. Sin embargo la molécula no posee carga po­
Los segmentos de genes que codifican las re­ lidispersa. La ausencia de diversidad en el es­
giones J son los más conservados. Se considera pectrotipo de lEE sugiere la ausencia de meca­
que esto refleja el hecho de que todos los m e­ nismos de recombinación en el ensamblado de
canism os de recom binación dependen de la la molécula. Dado que los tunicados son ances­
presencia del segm ento J para ensam blar el tros próximos de los vertebrados, los estudios
conjunto completo de genes de Igs a ser trans­ con estos animales tienen el propósito de cono­
cripto. cer el estado y la organización primitiva de los
Los segmentos correspondientes a las zonas elementos que dieron origen al sistema inmune
invariantes (framework) interpuestas entre las clásico.
zonas de hipervariabilidad de las regiones V
son altamente conservadas en la evolución de El complejo mayor de histocompatibilidad
los vertebrados, tanto cuando se las compara (CMH)
con las Igs clásicas como con el receptor de cé­
lula T. El CMH es una región compleja con muchos
Los segmentos que codifican para la región genes segregados en forma ligada, cuyo origen
C de las cadenas livianas de los vertebrados in­ evolutivo es difícil de conocer. Se han aislado
feriores son homólogos de los correspondientes una gran cantidad de genes de clase I y clase II
en mamíferos. No obstante, el grado de conser­ en anfibios, reptiles, aves, peces óseos y carti­
vación de la estructura de la región C en la filo­ laginosos, pero en muy pocos casos se estable­
genia es menor en apariencia al de la región V. ció la correspondencia con las moléculas fun­
Es posible reproducir árboles filogenéticos en cionales del CMH de la especie de la cual fue­
base a las regiones C pero no en base a regio­ ron aislados. La observación de moléculas de
nes V. Esta generalización surge de numerosos clase I y clase II en los peces cartilaginosos,
estudios filogenéticos realizados con regiones hace suponer que el surgimiento de los genes
V de cadenas livianas y pesadas y algunos me­ del CMH es un evento antiguo, que tuvo lugar
nos con regiones C. Por ejemplo, la compara­ a nivel de los invertebrados superiores. Actual­
ción de las secuencias de regiones C de los ti­ m ente se investiga la posibilidad de que las
Evolución de! sistema inmune 273

moléculas primitivas hayan sobrevivido en al- algunas especies sugiere la presencia de m últi­
giin grupo invertebrado en base a técnicas de ples loci y polimorfismo. Sin embargo aún no
biología molecular. se ha establecido ninguna correspondencia con
En los vertebrados más primitivos (ciclósto- la expresión de proteínas.
mos) sólo se han obtenido evidencias funciona­ En aves y mamíferos se han identificado y
les de la existencia de un CMH: respuesta pro­ secuenciado moléculas con actividad funcional.
life ra tiv a en el c u ltiv o m ix to lin fo c ita rio En las aves las moléculas de clase I consisten
(CML) aunque con índices poco significativos de una cadena pesada de 43 kD unida en form a
y rechazo crónico de aloinjertos. Los peces car­ no covalente a una P2-m icroglobulina de 12
tilaginosos exhiben rechazo crónico de aloin­ kD. Las moléculas de clase II consisten de ca­
jertos aunque no se ha observado respuesta de denas a y P de 30 kD y se expresan sólo en cé­
proliferación en cultivos mixtos leucocitarios a lulas B y monocitos. Los exones que codifican
pesar de la presencia de timo. los dominios p i, P2 y de transmembrana tienen
En los peces óseos, se ha observado el recha­ un 62 a 66% de homología con la secuencia p
zo agudo de aloinjertos, el cual es notablemen­ de HLA-DQ. En los pollos existen por lo m e­
te afectado por la temperatura. En el control de nos tres genes p distintos. La característica más
!a respuesta están involucrados varios loci. En prominente del CMH de las aves es el tam año
algunas especies de esta clase se observó tam ­ reducido, resultado de la presencia de intrones
bién respuesta proliferativa en el cultivo mixto cortos y un número relativamente bajo de ge­
de linfocitos (CML). El ADN genómico de ge­ nes de clase I y clase II.
nes de clase I y clase II aislados por PCR Las comparaciones dei CM H de aves y m a­
muestra similitud con los genes de mamíferos. míferos demuestran similitud en la ubicación
Xenopus, un género de anfibios pertenecien­ de los residuos polimórficos, conservación de
te al orden anura, posee un locus denominado los residuos invaiiantes que se unen a p é p ti­
XLA (CMH propio de Xenopus) definido p ri­ dos, conservación de los residuos de contacto
meramente como una entidad genética. En tér­ dentro y entre dom inios, y conservación del
minos funcionales en Xenopus se observa re­ dominio intracitoplasmático responsable de la
chazo agudo de aloinjertos, respuesta citotóxi­ unión a quinasas. El nivel de h o m ología es
ca de células T ligada al CMH, y colaboración muy diferente en cada uno de los dominios ex­
B-T restringida por CMH (la respuesta requiere tracelulares. Este hecho sugiere la existencia
al menos un alelo compartido). El polimorfis­ de diferentes proceso de selección durante la
mo de las moléculas del CMH de Xenopus es evolución. Los dominios a-2 y a-3 evolucio­
alto y también se ha observado desequilibrio de naron más lentam ente que los dom inios a-1
ligamiento. La cadena pesada de las moléculas dado que habrían estado sometidos a mayores
de clase I tiene 44 kD, en tanto que las molécu­ restricciones: interacción entre sí y con la P-2
las de clase II se componen de dos cadenas de microglobulina.
30 a 35 kD. Existe homología con la secuencia En todas las clases de vertebrados el CM H
de las cadenas a de mamíferos. de clase I y clase II es muy polimórfico. Se ha
Entre los anfibios pertenecientes al orden sugerido que el polimorfismo surgió como res­
Urodela los eventos que funcionalmente indi­ puesta a la necesidad de reconocim iento de
can la presencia de un CMH (rechazo agudo de agentes patógenos, aunque hay muy pocos ca­
aloinjertos, proliferación en CML y reacción de sos en los que un alelo de MHC se asocia con
injerto contra huésped) han mostrado niveles resistencia a la infección y, en cambio, hay m u­
de respuesta inferiores. Sin embargo la re s ­ chos casos en los que se asocia a la susceptibi­
puesta observada es suprimida por timectomía ’ lidad a una determinada enfermedad. Algunos
previa. En Ambistoma mexicanum (axolote) se autores sostienen que el nivel de polimorfismo
han identificado moléculas de clase II estructu­ sería dependiente del número de alelos disponi­
ralmente similares a las de los mamíferos. bles en el momento de la especiación y de la
Todos los reptiles muestran respuestas fun­ longevidad de la especie. Para otros en cambio,
cionales com patibles con la presencia de un la presión selectiva que condiciona la aparición
CMH; rechazo agudo de aloinjertos, prolifera­ de polimorfismo en el CMH radica en funcio­
ción en CML y reacción de injerto contra hués­ nes no relacionadas con la resistencia a la in­
ped. Existe una alta correlación entre el recha­ fección, tales como la selección durante el apa­
zo agudo de aloinjertos y la producción de lin­ reamiento sexual. Por ejemplo, los ratones son
focitos T citotóxicos. Por inmunoprecipitación capaces de distin gu ir com pañeros g e n é tic a ­
con anticuerpos que muestran reacciones cru­ mente idénticos excepto en el conjunto d e ge­
zadas se ha aislado lo que se considera proba­ nes del CMH en base a su alta sensibilidad ol­
bles moléculas de clase I, clase II y j32-micro- fatoria. Existe una correspondencia e n tre el
globuhna en caimanes, tortugas, y ofidios. La olor de un ratón y sus genes del CMH. Los ani­
obtención de numerosos ADNc de clase I en males con el mismo olor se rechazan durante la
274 Aspectos básicos de la inmunidad

Leucocitos granulares

Parásito

F ig. 14-3. Los leucocitos de invertebrados son capaces de inm ovilizar parásitos, tales com o cestodes, trem atodes, nem ato-
des, hongos y protozoarios, que son dem asiado grandes para ser fagocitados, encerrándolos con varias capas d e células.
Esta form a de respuesta ha sido observada en tunicados, equinoderm os, crustáceos, sipuncúlidos, anélidos, celenterados y
espongiarios. En los insectos el contacto entre el parásito y leucocitos granulares induce la degranulación y form ación de
un coágulo localizado. D e este evento se originan señales quim iotácticas que reclutan un segundo tipo celular hialino o
am eboide con actividad fagocítica (plasm atocitos). Estas células se agregan en capas, sufren un proceso de adelgazam iento
y form an una cubierta m ulticelular que encierra una m asa de m aterial necrotizado y parásitos secuestrados. M ecanism os
sim ilares han sido descritos en m oluscos, particularm ente en especies que actúan com o vectores de parásitos que afectan al
hom bre. L a form ación de nódulos puede ser iniciada por la presencia de lipolisacáridos bacterianos, glucanos p-1,3 o zy-
mosan.

selección de apareamiento sexual, evitando la durante el apareamiento en base a los colores


endocría, garantizando la herencia de dos ha­ del plumaje.
plotipos distintos e incrementando el polimor­
fismo. Se ha demostrado que es suficiente la al­ Linfocitos y órganos linfoides
teración de un único gen del CMH para modifi­
car el olor del ratón. Es decir que CMH provee Los linfocitos han sido descritos en todas las
una serie de estigmas sociales que permiten la clases de vertebrados y se aprecia una gran si­
distinción de lo propio y lo no propio además militud a lo largo de toda la línea evolutiva,
de participar de los eventos de reconocimiento desde las lam preas hasta los mamíferos. Los
célula-célula. En este sentido el CMH del ratón órganos linfoides muestran una com plejidad
cumple un rol similar a su correspondiente de creciente a lo largo de la misma línea evoluti­
los primitivos invertebrados coloniales, deter­ va. En las especies más primitivas sólo se ob­
minando si dos colonias se fusionan en un caso serva tejido hnfoide asociado al tracto intesti­
o si dos ratones se aparean en el otro. En las nal (TLAI). Los linfocitos, derivados de la capa
aves se han obtenido ejemplos similares de co­ mesodérmica, colonizan tejido de origen endo-
rrespondencia entre genes de CMH y selección dérmico. Muchos de los órganos linfoides que
Evolución del sistema inmune 275

20 CDR1 40 CDR2
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B
Fig. 14-4. L a estructura de los anticuerpos en los distintos vertebrados es similar, pero la organización de los g en e s de ca­
denas pesadas y livianas así com o la regulación de la producción de anticuerpos es diferente en las diversas clases. A. Co­
mo ejem plo se m uestra la secuencia de am inoácidos de cadenas livianas X del tiburón H eterodontus fra n ch e sc h ii en la
parte superior y del hom bre en la parte inferior. L a hom ología entre am bas secuencias en la región V es m ayor q u e 50%.
B. Los tiburones tienen ocim encias m últiples de segm entos V nJnC n de cadenas livianas X separados entre sí al m en o s por
20 kb. L a secuencia de cada uno de estos segm entos es distinta. E n la línea germ inal, las regiones V y J están separadas
por 0.4 kb y contienen los heptám eros y nonám eros necesarios para la recom binación (a). En cam bio, en algunos caso s las
regiones V y J aparecen unidas por lo que no existiría recom binación p ara generar diversidad (b). Es decir que la diversi­
dad en los tiburones depende de la ocurrencia m últiple de .segmentos VJC, En (c) y (cl) se m uestra la organización de ge­
nes de cadena liviana X de ratón y hum ana respectivam ente. Se ha postulado que la organización prim itiva de g en e s de Igs
hallada en los peces cartilaginosos habría dado origen a la que se observa en teleósteos, anfibios, y m am íferos p o r selec­
ción de segm entos V JC y am plificación por duplicación m asiva en tándem de las regiones V. La organización d e genes en
las aves en las que existe una sola región V y m últiples seudogenes y en donde la diversidad se obtiene por co n v ersió n gé­
nica sería una deform ación de la línea evolutiva teleósteos-anfibios-m am íferos.

se observan en las etapas posteriores de la evo­ Los linfocitos de los vertebrados primitivos
lución, como el timo, bazo y las placas de Pe­ (ciclóstomos) no han adquirido especialización
yer constituyen especializaciones del TLAI que y muestran simultáneamente características de
se observa en las especies primitivas (cuadro células T y B (proliferación en CML, capaci­
14-1). dad de producción de anticuerpos, participa-
276 Aspectos básicos de la inmunidad

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Evolución del sistema Inmune 277

ción de células B en las reacciones de rechazo). lucrados en la selección de mutantes y su au­


No se ha demostrado la presencia de timo ni sencia sería responsable de una ineficiente m a­
bazo, y los principales sitios de linfopoyesis duración de afinidad en el caso de los reptiles y
son el TLAI que muestra acúmulos linfoides a demás vertebrados de sangre fría.
nivel de la submucosa intestinal, y el riñón en
algunas especies. Citoquinas
Los peces cartilaginosos (elasmobranquios)
son los primeros vertebrados en los que se de­ Las citoquinas son moléculas muy conserva­
muestra la presencia de timo. Sin embargo la das a lo largo de la evolución. El sistema inm u­
separación funcional no es todavía completa y ne de los vertebrados tiene una dependencia
es posible observar células plasmáticas en el ti­ crítica sobre estas moléculas. De hecho, no se
mo luego de la estim ulación antigénica. El han descrito casos de individuos con deficien­
TLAI es muy prominente y el bazo se destaca cias genéticas en la producción de ninguna ci­
como órgano linfohemopoyético. toquina. Se han identificado principalm ente
Los peces óseos muestran una arquitectura y aquellas derivadas de monocitos y macrófagos.
distribución de los órganos linfoides similar. El La IL-I ha sido aislada o se ha detectado su ac­
bazo tiene una mayor participación y se distin­ tividad en varias especies de anfibios y peces.
guen estructuras similares a centros germinati­ En el último caso también se identificó activi­
vos durante el curso de la respuesta inmune. dad de interferón gamm a (lEN-y) asociada a
Las células de tim o responden únicam ente a péptidos de 32 kD y lOkD que mostraron capa­
mitógenos T, las células provenientes del tejido cidad de activación de macrófagos y otras ca­
linfoide renal responden sólo a LPS y las célu­ racterísticas del IFN-y de mamíferos. La IL-2
las de bazo a ambos. Las respuestas a antígenos es detectable en los sobrenadantes de C M L y
T dependientes requieren de la presencia de cé­ células estimuladas con PHA de varios v erte­
lulas T, B y macrófagos. Las respuestas a antí­ brados inferiores. Ha sido extensamente estu­
genos T independientes requieren de células B diada la IL-2 de Xenopus. En los reptiles la
y macrófagos. producción de IL-2 tendría importantes varia­
Los anfibios presentan un timo con actividad ciones estacionales. En todos los casos la IL-2
linfopoyética de estructura similar a la de otros es específica de especie.
vertebrados. En el bazo se diferencian las áreas
de pulpa blanca y pulpa roja. En Urodela, una
subclase de anfibios, se observan áreas T de­ BIBLIOGRAFÍA
pendientes pero no existen verdaderos centros
1. B eck G y H abicht GS; P rim itive d toquines: h arbingers of
germinativos. El TLAI es prominente y se ob­ vertebrate defense. tm m unoL Today. 12: 180-183, 1991.
servan áreas con actividad linfopoyética en ri­ 2. D u P asquier L: E v o íu tio n o f the Im m une S y stem . En:
ñón, mesenterio, hígado y branquias. En la sub­ F u n d a m e n ta l Im m u n o lg y , E d p o r W E P au l, R a v e n
Press, Ltd., N ew Y ork, 1993.
clase Anura se ha identificado la presencia de 3. Janew ay CA: The im m une system evolved to d iscrim í­
células T colaboradoras diferenciadas de las cé­ nate infectious n o n self froin infectious self. Im m u n o l.
lulas T citotóxicas. Today. 13: 1 M 6 , 1992.
En los reptiles y aves el timo muestra una 4. M archalonis JJ y Schluter SF: Im m unoproteins in evo-
clara separación entre corteza y médula, en tan­ lution. D ev. Comp. Im m unol. 13: 285-301, 1989.
5. P rim ordial Im m unity, foundations for the v erteb rate im ­
to que el bazo tiene bien definidas las regiones m une System. Ed por G B eck, GS H abicht, E C o o p e r y
correspondientes a pulpa blanca y pulpa roja, IJ M archalonis, A nnals o f the N ew Y ork A cad em y of
pero sólo en las aves se observan verdaderos Sciences, V olum e 712, 1994.
6. R atcliffe NA: The biological significance o f im m unity.
centros germinativos y se definen con claridad
D ev, C om p. Im m tm ol, 13: 273-283, 1989.
las zona T y B dependientes. La presencia de 7. R atcliffe N A, R ow ley A F, Fitzgerald SW y R h o d es CP:
centros germinativos podría explicar las dife­ In v erteb rate im m unity: basic co n cep ts and re c e n t ad ­
rencias en la respuesta de anticuerpos entre vances, International R eview of C ytology, 97: 183-354,
vertebrados de sangre fría y sangre caliente, a 1985,
8. R einisch CL y L itm an G ft'; Evolutionary im m u n o b io ­
pesar de que muestran una organización de ge­ logy, Im m uol, Today. 10: 278-281, 1989.
nes y mecanismos de generación de diversidad 9. S tew art S: Im m unoglobulins did not arise in evo lu tio ñ
similares. Los centros germinativos están invo­ to fight infection. Im m unol. Today, 13: 396-399, 1992,
Respuesta inmune humoral

RICARDO MARGNI 15
Un vertebrado -q u e posee en su estructura fuente de producción de linfocitos y las que re­
un número relativamente grande de moléculas constituyen durante la vida a los animales ago­
que responden a las características de los antí­ tados en células linfoides.
genos- se encuentra, a su vez, inmerso en un Cuando las células indiferenciadas encuen­
universo de antígenos provenientes del medio tran en el sistema bursa o “bursa símihs” el mi­
que lo rodea (bacterias, virus, pai'ásitos, tejidos, croambiente necesario para adquirir competen­
etc.). Si bien al comienzo su sistema inmune no cia inmunológica se transforman en linfocitos
tiene capacidad para diferenciar “lo suyo” de lo B, que se caracterizan por poseer insertadas en
“no propio”, a medida que se desarrolla apren­ sus membranas moléculas de inmunoglobulinas
de a hacerlo, poniendo en marcha mecanismos (Ig-sup). Estas moléculas constituyen los recep­
de tolerancia que aseguren la protección de “lo tores específicos para los epitopes antigénieos.
propio” y de reactividad positiva para los agen­ Un 20% de estas células se encuentra en sangre
tes extraños, de modo de evitar el daño que és­ periférica, 27% en el bazo, 23% en la zona foli­
tos pudieran causarle. Los mecanismos que in­ cular de los ganghos linfáticos, 18% en el con­
tervienen en estos procesos, como ya se vio en ducto torácico, 6% en la médula ósea, 6% en
el capítulo 2, son los de la inmunidad humoral, las amígdalas. Tras estimulación antigénica, los
mediada por anticuerpos, y de la inm unidad linfocitos B se diferencian en células plasmáti­
llamada “celular” , mediada por linfocitos. Es­ cas que sintetizan y excretan anticuerpos, cons­
tos mecanismos no son independientes, están tituidos por moléculas de inmunoglobulinas con
interrelacionados. una estructura idéntica a la Ig-sup (receptor an­
Las células indiferenciadas m ultipotentes tigénico) expresado por el linfocito B del que
{stem cells), que durante el período embriona­ provienen (véase cap. 2). La figura 15-1 mues­
rio colonizan inicialmente el hígado y luego la tra la evolución de la célula indiferenciada mul-
médula ósea, se diferencian en células capaces tipotente-célula plasmática, producto final de la
de poner en marcha una respuesta inmune hu­ diferenciación de un linfocito B.
m oral cuando encuentran el m icroam biente La mayor parte de los antígenos, al ser ino­
adecuado. Ello ocurre en la bursa de Fabricius culados, inducen la formación de anticuerpos,
en las aves; el principal equivalente en el hom­ ¿pero es idéntico el tipo de respuesta inmune
bre son las placas de Peyer. En este proceso in­ en el caso de la inoculación de una primera do­
terviene la interleuquina 3 (IL-3) y luego GM- sis de antígeno, sin inm unidad de base (res­
CSF (factor estimulante de colonias de granu­ puesta prim aria), y en las reestim ulaciones
locitos y monocitos), IL-4, IL-6 e IL-7, que ha­ (respuesta secundaria)? Indudablem ente, no.
ce que un prolinfocito m adure en linfocito. Los hechos experimentales nos demuestran que
Cuando un precursor de linfocito B madura en cuando un antígeno penetra por primera vez en
linfocito B, que expresa receptor para antígeno el receptor, la concentración de anticuerpos au­
(inmunoglobulina de superficie), pierde sus re­ menta en forma progresiva, hasta un nivel de­
ceptores para IL-3. terminado, para descender luego más o menos
En el adulto, las células indiferenciadas, co­ rápidamente según los casos. En la figura 15-2
lonizadas en la m édula ósea, constituyen la puede verse la curva de inmunización de un co­
Respuesta inmune humoral 279

Receptor
lL-3

LB activado Piasmocito IgE

Fig. 15-1. Esquem atización de la respuesta inm une hum oral. P rocesos celulares que llevan en definitiva a la secreció n de
inm unoglobulinas.

nejo inoculado con Proteus vulgaris, repre.sen- La mayor producción de anticuerpos se debe
tativa de este tipo de respuesta. La inoculación a que en una respuesta secundaria participan
de antígenos en solución produce una cantidad los linfocitos con “m em oria inm unológica”,
de anticuerpos detectables en un lapso mayor originados en una respuesta prim aria (véase
que en el caso anterior. cap. 2), que tienen capacidad para reconocer el
Cuando el anim al recibe varios estím ulos antígeno específico y montar de inmediato una
reiterados, la respuesta difiere totalmente de la respuesta inmune. Estos hnfocitos con m em o­
descrita. Las características de ésta han sido ria son de larga vida y son los que hacen que
muy bien estudiadas. La figura 15-3 correspon­ reestimulaciones a distancia induzcan respues­
de a la inmunización de un cobayo con toxoide tas inmunes evidenciables a plazos más cortos
diftérico altamente purificado y obtenido por y de mayor magnitud.
cultivo de Corynebacteríum diphtheriae en me­
dio sintético. El animal recibió el antígeno por
vía subcutánea. Como puede verse, la tasa de
200
anticuerpos en los primeros 20 días es baja, y
aumenta con la repetición de los estímulos. Ca­
da reestimulación causa elevación de anticuer­ 150
pos hasta alcanzar un límite, pasado el cual no
hay más aum ento, y se puede llegar, por la
aplicación de nuevos estím ulos y a m ayores
concentraciones, a la inhibición de la produc­ 100
ción de anticuerpos, fenómeno conocido con el
nombre de “parálisis inmunológica”, que luego
se verá. Si la investigación del título de anti­
cuerpos se efectúa a intervalos más cortos se
podrá observar que la curva presenta, al prime­
ro y segundo días siguientes a la inoculación
del reestím ulo, una pequeña inflexión como
consecuencia del descenso de los anticuerpos
circulantes al reaccionar con la nueva dosis de F ig . 15-2. Respuesta in m u n e a u na única in o c u lació n de
antígeno inoculado (fig. 15-4). un antígeno paiticulado (Proteus vulgaris).
280 Aspectos básicos de ¡a inmunidad

10 20 30 40 50 60 70 80 90 1 00 110 12 0 130 140 1 50

Días

Fig. 15-3. R espuesta inm une al estím ulo prim ario y secundario, en un anim al inoculado con un antígeno soluble (toxoide
diftérico).

Cuando se inyectan al hombre polisacáridos el tiempo transcurrido entre el primero y el se­


neumocócicos, después de la inoculación y de gundo estímulo. Las inoculaciones de toxoide
una fase inicial de baja producción de anticuer­ diftérico en cobayos, al mes, a los dos meses y
pos, esta producción aum enta y se m antiene a los tres meses de la inoculación primaria, de­
elevada por meses, incluso hasta años. La rees­ muestran que el título de anticuerpos consegui­
timulación produce poco aumento de anticuer­ do en una y otra difieren totalmente, siendo va­
pos y con este tipo de antígenos no se consigue rias veces superior la cantidad de antitoxina
la respuesta anterior. Es probable que ello en circulante que se consigue en la tercera inocu­
parte esté relacionado con la composición quí­ lación respecto de la primera.
mica de estos antígenos, los que por el hecho Estudios efectuados en el hombre, inmuniza­
de no ser de carácter proteico no son rápida­ do con vacuna antidiftérica, evidencian que
m ente d eg rad ad o s, p u d ie n d o a c tu a r com o puede conseguirse una respuesta secundaria
agentes estimulativos por un tiempo más pro­ cinco a seis años después de la primera inocu­
longado. Además, no debe olvidarse que estos lación, aun cuando en el plasma circulante no
antígenos son T-independientes y que la res­ hayan sido previamente detectados anticuerpos.
puesta inmune inducida por ellos difiere de la No hay una relación estable entre la magni­
lograda con antígenos proteicos (T-dependien- tud de las respuestas primaria y secundaria, ya
tes) (véase cap, 2). que existen animales que responden bien al pri­
Es necesario destacar que en la respuesta se­ mer estímulo y otros lo hacen escasamente. In­
cundaria desempeña un papel muy importante vestigaciones efectuadas en cobayos inyecta-

1/160

" 1/80

.3 1/40
O
co)
~ 1/20

1/10
Fig. 15-4. En las reestim ulaciones se p u ed e obser­
var, inm ediatam ente después de la inyección del in ­
20 22 24 26 28 30 32 34 35 36 40 m unógeno, lig era dism in u ció n de los anticuerpos
circulantes com o consecuencia de la com plejación
Días de una parte de ellos con el antígeno inyectado.
Respuesta inmune humoral 281

dos con toxoide diftérico, y sobre todo cuando animales criados en condiciones de esterilidad,
la dosis inicial es muy pequeña, permiten esta­ que la iniciación de la biosíntesis de la gamma-
blecer cierto grado de relaciones. Caballos ino­ globulina depende de estimulaciones antigéni­
culados con to x o id e d iftérico p rev iam en te cas, ya que en ellos la concentración de gam­
puesto en contacto con antitoxina dan una res­ maglobulina circulante es muy baja en relación
puesta inmune de hiperinmunización más rápi­ con animales no estériles.
da que cuando se inocula el toxoide únicamen­ L a inm unoglobulina desnaturalizada y los
te, pero es de hacer notar que en tal caso el an­ complejos inmunes son catabolizados rápida­
tígeno ya no actúa por sí solo, sino como fijado mente por las células del reticuloendotelio; el
a un adyuvante, y de ahí que los resultados no hígado, por intermedio de sus células parenqui-
puedan compararse. m*ales, cataboliza alrededor de un 30%.
El aumento de anticuerpos en las reestimula­ L a concentración de IgG en los tejid o s es
ciones y las respuestas secundarias observadas aproximadamente igual a la circulante, m ien­
en individuos primoinoculados mucho tiempo tras que de la IgM sólo pequeñas cantidades es­
atrás y en los que no se detectaban anticuerpos, tán distribuidas extravascularm ente. L a IgG
se deben a “memoria inmunológica”. En este elaborada por el hombre adulto es de unos 2 g
caso, pequeños linfocitos que se generan por por día, nivel que aumenta durante las inm uni­
estim ulación prim aria y son los responsables zaciones, como resultado de la replicación de
de esa memoria, al ser estimulados por el antí­ las células formadoras de anticuerpos. L a infor­
geno específico, activan el mecanismo que lle­ mación sobre las otras inmunoglobulinas puede
va a la rápida proliferación de células formado- verse en el capítulo 5, cuadro 5-11.
ras de anticuerpos.
La síntesis de los anticuerpos dura pocos m i­ Biosíntesis de las inmunoglobulinas
nutos y, por diferentes métodos, se ha demos­
trado que el número de células formadoras de Un linfocito B produce W a 10^ moléculas
anticuerpos presentes en la pulpa espléniea de de inmunoglobulina por célula, las que son uti­
ratones en el primer día de estimulación es re­ lizadas en su totalidad como receptores antigé­
ducido, apenas alcanza a unas decenas, para nicos en ¡a superficie celular. Una célula plas­
llegar a varios miles al cuarto y quinto día. En m ática, en cambio, produce y secreta aproxi­
las reestimulaciones, el incremento de células m adam ente 2.000 moléculas por segundo de
formadoras de anticuerpos se hace muy eviden­ anticuerpo de especificidad definida correspon­
te desde el comienzo. diente a una clase o subclase de inmunoglobu­
lina.
D esd e el p u nto de vista m o lecu lar se ha
PRODUCCIÓN DE A N T IC U E R P O S comprobado, a partir de extractos de células es-
plénicas y de nódulos linfáticos de animales in­
Síntesis, catabolismo y distribución munizados, que la biosíntesis de las cadenas L
de las inmunoglobulinas y H de IgG tiene lugar en los polisem as. Por
ultracentrifugación en gradiente de sacarosa se
Si bien en los animales y el hombre adulto la han separado dos picos, co rrespondientes a
producción de gammaglobulina está asegurada, conglomerados de 15 a 20 (270-290 S) y 7 a 10
diferentes investigadores, empleando métodos (190 S) ribosomas, respectivamente. Se ha de­
analíticos muy sensibles, han comprobado que m ostrado que los primeros son formadores de
ella está muy restringida en los animales recién cadenas H, y los segundos de L. La síntesis de
nacidos. Esto tiene importancia, ya que hasta las cadenas L dura 30-40 segundos, y la de las
no hace mucho tiem po se sostenía que estos H, 60-90. Las cadenas L y H son sintetizadas
animales no sintetizaban gammaglobulina. como precursores que contienen un péptido hi­
La gammaglobulina materna que lleva el re­ drofóbico adicional de 19 residuos, llam ada se­
cién nacido es eliminada totalmente a las tres o cuencia líder, la que sirve para guiar las cade­
cuatro semanas de vida; de ahí que la inmuni­ nas al lumen del retículo endoplasmático rugo­
dad pasiva congénita tenga esta duración. La so (RER) donde luego es clivado.
relativa incapacidad del recién nacido para for­ El ensamblado y formación del puente disul­
mar gammaglobulina queda evidenciada por el furo entre las cadenas L y H y la glucosilación
hecho de que los caracteres genéticos de su de las moléculas de inmunoglobulinas tiene lu­
gammaglobulina al nacer son similares a los de gar durante el pasaje de la cisterna del RER al
la madre, pudiendo cambiar después, lo que se Golgi y luego en las vesículas secretorias que
debe, como se indicó anteriormente, a que en se fusionan con la membrana plasmática. El or­
este último caso predom ina y se estabiliza la den del ensamblado de las cadenas L y H no es
gam m aglobulina propia. Hay quienes sostie­ el mismo según que se trate de la síntesis de
nen, sobre la base de estudios efectuados con IgM o IgG, En el primer caso una cadena L y
282 Aspectos básicos de la inmunidad

una cadena H se unen para formar una hemi- mecanismo regulatorio desconocido. Se ha ob­
molécula (HL), uniéndose luego dos hemimo­ servado también en ciertas patologías la apari­
léculas para form ar una m olécula com pleta ción en sangre y orina de cadenas H carentes
(H2L2). En el caso de la IgG se unen dos ca­ de cadenas L. Se caracterizan por deleciones en
denas H (H2) las que, primero, unen una cade­ la zona del fragmento Fd. En esta enfermedad,
na L para formar el intermediario H2L y, final­ llamada de las cadenas pesadas, se han aislado
mente, la otra cadena L para formar la molécu­ cadenas y, |J, y a con las deleciones indicadas.
la completa H2L2. Si la molécula form_ada tie­ En los últimos años se ha descrito una pro­
ne la secuencia transm em bránica hidrofóbica teína, designada “proteína de unión de las ca­
de la inmunoglobuhna de membrana, se fija a denas H” o BiP (heavy chain binding protein),
la membrana de la vesícula secretoria y es in­ una chaperona que sería responsable de la re­
sertada en la membrana plasmática cuando la gulación del transporte de las moléculas H^L^
vesícula se fusiona con ésta. Si la secuencia de (Ig) resultantes del ensamblado de cadenas L y
la cadena H de la inmunoglobulina sintetizada H. El mecanismo propuesto para ello sería el
contiene la estructura de la inm unoglobulina que se describe a continuación. Las cadenas H
que se secreta, es transportada libremente den­ sintetizadas por los ribosomas son translocadas
tro de la vesícula secretoria y liberada de la cé­ al lumen del retículo endoplasmático donde de
lula cuando la vesícula se fusiona con la mem­ inmediato se unen a BiP, la cual interfiere con
brana plasmática. la señal de expresión del transporte en las cade­
Formados los puentes disulfuro entre las ca­ nas H. Si no se sintetizan cadenas L, BiP queda
denas L y H y durante el transporte del retículo unida a la cadena H, que es degradada interna­
endoplásmico al Golgi, las moléculas se gluco- mente. Si hubo producción de cadenas L, cuan­
silan. do éstas se acoplan a las cadenas H la proteína
Los cinco aziicares que se encuentran en la BiP se disocia rápidamente, la señal de trans­
glucoproteína sérica (N-acetil D-glucosamina, porte se expresa y se inicia la migración de la
D-manosa, D-galactosa, ácido N-acetil neura- inm unoglobulina (H jLj) hacia el Golgi. Este
mínico y L-fucosa), generalm ente están p re­ mecanismo trataría de explicar por qué no hay
sentes en más de una unidad, con un PM glo­ acumulación de cadenas H en el citoplasma de
bal de 2,5 kD. las células que las sintetizan.
La glucosamina y mañosa se fijarían a las La pérdida espontánea de expresión de cade­
cadenas H de las moléculas de inmunoglobuli­ nas H es de 1 X 10^ por célula por generación,
nas unidas a las membranas asociadas a los ri­ y con respecto a cadenas L, de 4,5 x 10“ por cé­
bosomas, y los restantes aziicares cuando se lula por generación, lo que explica la existencia
encuentran ligadas a otras membranas intrace­ de mielomas que no secretan inmunoglobulinas
lulares y especialmente durante el pasaje por el pero sí cadenas L, hallazgo bastante frecuente
aparato de Golgi, donde se forma la vesícula cuando se analizan proteínas monoclonales.
secretora (fig. 15-5). La IgM e IgA que normalmente se encuen­
Si bien durante el pasaje de la inmunoglobu­ tran en el suero como polímeros, en el citoplas­
lina a través de los elementos membranosos de ma sólo están como monómeros; la polimeriza­
la célula hay incorporación de carbohidratos, ción ocurre durante la secreción.
no es ello prueba suficiente de la importancia Las células B en reposo no expresan recepto­
de la glucosilación en la secreción, ya que hay res para IL-2, interleuquina que parece tener un
células plasmáticas que secretan cadenas L, las rol muy importante en la inducción de la secre­
que carecen de hidratos de carbono. ción de IgM pentamérica. No obstante, IL-4 in­
Una molécula de inmunoglobulina pasa 2/3 duce en estas células la expresión de la subuni­
de su vida intracelular dentro del retículo endo­ dad (3 de 75 kD del receptor de IL-2, y la IL-5
plásmico rugoso y 1/3 en el aparato de Golgi. induce la expresión de la cadena a de 55 kD de
Aproxim adamente 30-90 minutos después de dicho receptor. Como consecuencia de ello el
su síntesis las moléculas son excretadas de las receptor de alta afinidad formado por la asocia­
células. ción de ambas cadenas se expresa y la célula B
Las cadenas L que están en exceso y no se puede interaccionar con IL-2. La interacción de
unen a cadenas H para formar moléculas de in­ esta interleuquina con el receptor de alta afini­
munoglobulina, dado su bajo peso molecular, dad induce la expresión de cadenas I, la que es
son excretadas por la orina como microglobuli- indispensable para la secreción de IgM penta­
nas. En el caso de mielomas, esas cadenas L en mérica.
exceso que filtran por riñón y aparecen en la En el capítulo 6 se describe el ordenamiento
orina constituyen la proteína de Bence-Jones. y distribución de los genes que codifican para
Cabe señalar que no todas las cadenas L en ex­ la síntesis de las cadenas L y H, tanto en el ge­
ceso son elim inadas por este m ecanism o, ya noma de las células indiferenciadas como en el
que en gran parte son metabolizadas por algún de los linfocitos B.
Respuesta inmune humoral 283

Ribosomas

Fig. 15-5. Representación esquem ática de ia síntesis y secreción de las inm unoglobulinas séricas. P rL y PrH, p recu rso res
de cadenas L y H, respectivam ente.

Factores que inciden en la formación do habrá de aumentar siempre el título de los an­
de los anticuerpos ticuerpos; se ha observado que la inmunización
de ratones blancos con polisacáridos del neum o­
A) R e l a t iv o s a l e s t ím u l o a n t ig é n ic o coco tipo I es posible cuando se inoculan canti­
dades comprendidas entre 1 y 0,01 (tg, en tanto
Dosis que dosis de 100 fxg a 1.000 |Ltg son ineficaces.
Dosis excesivas de antígeno pueden llevar a la
Para conseguir una respuesta inmune es in­ parálisis inmunológica o ausencia de respuestas
dispensable la inoculación de un antígeno, pero del aparato formador de anticuerpos. P o r otra
el grado de respuesta depende en gran parte de paite, la reinoculación de pequeñas dosis de an­
la dosis inoculada. En trabajos efectuados con tígeno desencadenará una estimulación selectiva
Salm onella paratyphi B se comprobó que la de los clones de mayor afinidad.
cantidad de anticuerpos producidos dependía
del número de bacilos inyectados. Cuando éste Añadido de adyuvantes
era de 10^ bacilos por kilo de peso (en el cone­
jo), el título de anticuerpos dosados por agluti­ La respuesta inmune no es la misma según
nación era inferior a la dilución 1;4; en cambio se inocule antígeno solo o adicionado de adyu­
el título era 1;330 cuando los bacilos inocula­ vantes (fig. 15-6). Los más comunes y su ma­
dos fueron 1 0 \ 1:1.860 para 10’' y 1:3.540 para nera de comportarse han sido ya descritos en el
10*^. Los títulos consignados son los máximos capítulo 4, pero es conveniente recordar que su
obtenidos en cada uno de los lotes de los ani­ acción no se debe únicam ente a la adsorción
males de la experiencia. del antígeno, lo que hace que el mismo se libe­
Por inoculación de voluntarios con polisacári- re de a poco produciendo un efecto sim ilar al
do neumocócico del tipo II se encontró que con de las reestim ulaciones, sino que interviene
dos dosis de 0,05 mg de antígeno se obtenían también, y eon un papel muy importante, qui­
después de tres semanas 1,37 mg.mL de proteí­ zás el principa], el granuloma formado en el
na anticuerpo. Lo dicho no significa que al au­ punto de inoculación y las linfoquinas sinteti­
mentar las concentraciones de antígeno inocula­ zadas por las células intervinientes.
284 Aspectos básicos de la inmunidad

F ig . 15-6. D istin ta resp u esta


in m u n o ló g ica p ara u n a tínica
d o sis d e un m ism o an tíg en o
inoculado solo y con adyuvan­
te de Freund com pleto.
o
e-

Semanas

'D N P - BSA en solución salina


'D N P - BSA en solución salina - adyuvante de Freund completo

C uando un antígeno se inocula m ezclado en cada caso ya que, si no se procede así, pue­
con un adyuvante, se consigue una respuesta de haber preponderancia de uno sobre los otros
superior a la que se logra con la misma dosis y no aparecer en los animales inoculados anti­
de antígeno solo. Se observa la aparición de an­ cuerpos para todos los antígenos inyectados. Se
ticuerpos a alta concentración y por tiem po ha comprobado que la inoculación simultánea
prolongado, similar a la lograda cuando se ha­ de toxoide diftérico con otros antígenos hace
cen reestimulaciones antigénicas, con la venta­ que el título de anticuerpos para la toxina sea
ja de que este efecto se logra con la inoculación menor que el logrado cuando ese antígeno es
de una sola dosis de antígeno. El empleo de los inoculado solo. Esto ocurre cuando uno de los
adyuvantes es lo que ha permitido mejorar últi­ antígenos está presente en exceso.
mamente las distintas vacunas utihzadas en la Si se inocula un animal con toxoide tetánico
inmunización humana y animal y corregir fa­ mezclado con un segundo antígeno y el animal
vorablemente los planes y métodos de inmuni­ tiene cierta inmunidad de base para este último,
zación para la preparación de los distintos anti­ ios anticuerpos formados para la toxina son es­
sueros empleados en los laboratorios con fines casos, en tanto que la concentración es alta pa­
de experimentación y de los plasmas antitóxi­ ra el otro. Probablemente se deba a que el se­
cos obtenidos de grandes anim ales para ser gundo antígeno provoca una respuesta de tipo
transformados luego en antitoxinas de uso tera­ reestim ulativo, lo que haría que el animal se
péutico. ocupe principalmente de la síntesis de este anti­
cuerpo. Respuestas similares se observaron al
Concurrencia de antígenos inocular conejos con proteínas obtenidas de la
clara de huevo. En este caso existen cuatro
Un hecho que es necesario tener en cuenta componentes antigénieos predominantes que se
cuando se inmunizan animales es el número de encuentran en la proporción aproxim ada del
antígenos diferentes que se inyectan sim ultá­ 92% y otros secundarios en un 8%. El 50% de
neamente. los anticuerpos formados era para los compo­
En el hombre, con mucha frecuencia se em­ nentes principales y el 50% restante para los
plean las vacunas combinadas, como la diftéri- secundarios, lo que nos está indicando que no
co-tetánica, y también con estos toxoides aso­ existe una relación entre las cantidades de antí­
ciados a su vez con la Bordetella pertussis o geno inoculadas y el título de anticuerpos pro­
Salmonella typhi e incluso al virus polio. ducidos.
En conejos se ha observado que la inocula­ Al inyectar conejos con grandes cantidades
ción intravenosa simultánea de mezclas de has­ de plasma humano se encontró que, si bien no
ta 35 antígenos proteicos purificados, constitui­ producían anticuerpos para la albúmina y glo­
dos por hemoglobina y albúminas de distinto bulina, desarrollaban enferm edad del suero,
origen, provocaba la formación de anticuerpos probablemente a causa de los componentes an-
-detectables por precipitación- contra la mayo­ tigénicos secundarios que se encuentran en el
ría de ellos. plasma en menor proporción.
Esto pudo lograrse por un balance adecuado De lo expuesto se deduce que, cuando haya
de la concentración de los antígenos mezclados que inmunizar a animales con varios antígenos
Respuesta inmune humoral 285

a la vez, o cuando deba elaborarse una vacuna


polivalente, habrá de tenerse en cuenta lo dicho
para lograr, mediante una dosificación adecua­
da de los distintos antígenos, una respuesta in­
m unitaria correcta para todos. Como ello no
siempre es factible, es recomendable, sobre to­
do en la inm unización hum ana, no em plear
mezclas de m uchos antígenos a la vez si se
quiere lograr el fin preventivo deseado.

Tipo de antígeno inoculado


La gam m aglobulina inm une que se form a
S em a n as
como consecuencia de la penetración de un an­
tígeno no siempre es de un mismo tipo, y ello F ig. 15-7. Síntesis de inm unoglobulina durante la v id a in­
depende en gran parte del antígeno inoculado. trauterina y en los prim ero s meses después del n acim iento
El caballo, cuando es inyectado con polisacári­ (hom bre).
do neum ocócico da anticuerpos de alto peso
molecular del tipo IgM en tanto que, cuando se
le inocula toxoide diftérico, albúmina de huevo yor a medida que aumenta su concentración en
y otros tipos de antígenos, elabora anticuerpos el plasma. Esta inhibición es específica, o sea,
que responden a las características de las IgG. para clases de anticuerpos con especificidad
El hombre, por regla general, forma anticuer­ para un mismo antígeno, y puede aun conse­
pos de este último tipo, pero cuando es inocula­ guirse con digestos pépsicos del anticuerpo
do con los antígenos somáticos de Salmonella IgG (fig. 15-7).
typhi, los anticuerpos que elabora responden a Se considera que la expresión del fragmento
las características de la IgM, de peso molecular constante de las cadenas |i (Cjx) es in depen­
alrededor de un millón. diente del tipo de antígeno y que el mecanismo
Los antígenos Rh originan por isosensibili- de desviación hacia la síntesis de los fragmen­
zación anticuerpos de tipo IgM al comienzo de tos constantes de las otras inmunoglobulinas es
la respuesta inmune, pero éstos son de tipo IgG dependiente del antígeno y de determinadas in­
en las sensibilizaciones a repetición. Las isohe- terleuquinas (véase cap. 2). Con respecto a qué
moaglutininas naturales del sistema ABO son clase de inmunoglobulina expresa las siguien­
inm unoglobulina IgM. A lgunos autores han tes inducciones, las rutas posibles serían dos, la
descrito anticuerpos contra los antígenos de los secuencial C |i ^ C8 —> Cy ^ Ce —> C a o la
grupos sanguíneos ubicados en la IgA. par-alela
Lo dicho significa que el tipo de anticuerpo
formado, si bien puede estar influido por algu­
nas circunstancias particu lares, depende en
gran parte del tipo de antígeno que actúa como
inductor. Como ya se ha visto, según su com­
posición química, pueden inducir una respuesta Si bien la prim era pareciera que es la más
sobre los linfocitos B, independientemente de probable, existen datos experimentales que de­
ios T, originando anticuerpos de tipo IgM (li­ notan la síntesis de IgE o IgA con posterioridad
popolisacáridos, poliósidos), o necesitar del a la síntesis de IgM. Ello estaría indicando que
efecto cooperativo T B para lograr una res­ para determinadas inmunoglobulinas, en espe­
puesta eficiente, con anticuerpos de tipo IgG cial IgE, la meta no sería la secuencial. En el
(antígenos proteicos). (Véase cap. 2.) capítulo 6 se encuentran expuestos cuáles son
Es conveniente recordar también que el mo­ los mecanismos responsables de estos hechos.
mento en que cursa la inmunización puede in­ El cambio de clase de inm unoglobuhna puede
fluir en las características fisicoquímicas del resultar de la unión del exón reordenado que
anticuerpo producido. En el hombre y algunos codifica para el fragmento variable de la cade­
animales de experimentación se ha comproba­ na H con el exón que codifica para.el fragmen­
do que en la fase inicial de la inmunización ela­ to constante de otra cadena H distinta de (y,
boran anticuerpos IgM, produciendo posterior­ e, a), con deleción del ADN comprendido en­
mente anticuerpos IgG, si el antígeno inductor tre los dos exones recombinados. Pero también
es T-dependiente, Existen numerosos hechos pueden producirse cambios de clases de inmu­
experimentales que parecen probar que la IgG noglobulinas como consecuencia de transcrip­
pondría en marcha un mecanismo inhibidor de tos alternativos a nivel de ARN precursor, sin
la biosíntesis de IgM y que su efecto sería ma- que ello signifique deleción de ADN genómi-
286 Aspectos básicos de la inmunidad

co. La inducción de respuesta con producción Radiaciones ionizantes


de anticuerpos ígM no necesita de la coopera­
ción T -T’ B y pueden darla todos los antígenos. La acción que los rayos X pueden tener sobre
La formación de anticuerpos de tipo IgG es ti­ la respuesta inmune difiere según la irradiación
modependiente y la ponen en marcha los antí­ haya sido efectuada antes o después del estímu­
genos proteicos, portadores o no de haptenos, lo antigénico. En este último caso las modifica­
no así los poliósidos o lipopolisacáridos que en ciones a la respuesta no son significativas, en
las condiciones normales de estimulación sólo tanto que se observa una marcada depresión si
forman anticuerpos IgM. Estos antígenos origi­ la irradiación es previa a la inoculación del antí­
nan anticuerpos por estimulación directa de los geno. En la inmunización de conejos con hema­
linfocitos B, no necesitando para ello la coope­ tíes de carnero como antígeno, se comprobó
ración de los LT. que cuando los animales eran irradiados con
500 r la respuesta inmunitaria no difería de los
B) R e la t iv o s a l h u ésp ed controles no irradiados, si el antígeno inmuni­
zante era inoculado después de las dos horas de
Edad la irradiación. En cambio, se observó una mar­
cada depresión en la producción de anticuerpos
La capacidad para formar anticuerpos es una cuando el animal era sometido a irradiación 24
propiedad inherente al vertebrado adulto. En el horas antes de la estimulación. Estas experien­
lactante está muy disminuida (fig. 15-8). En el cias muestran que las células productoras de an­
recién nacido se puede llegar a anular la res­ ticuerpos en actividad son relativamente radio-
puesta futura si las dosis de antígeno inocula­ rresistentes y, además, nos permite comprender
das son lo suficientemente grandes. por qué es posible conseguir la implantación de
La infección de huevos embrionados con di­ heteroinjertos en animales previamente irradia­
ferentes virus se ve facilitada por la incapaci­ dos, cosa que no se logra en los normales. Las
dad del embrión para formar anticuerpos. Al no sustancias radiomiméticas, como la mostaza ni­
oponerse un mecanismo específico de defensa trogenada y sus análogos, inhiben también la
la proliferación de los virus no encuentra resis­ producción de anticuerpos.
tencia. Hechos similares se han observado en
animales recién nacidos y de diferentes días de Vía de inoculación
vida.
Todos estos antecedentes son los que hacen Si se inocula al caballo con toxoide diftérico,
que la vacunación profiláctica en los niños con para conseguir un buena respuesta inmune es
diferentes tipos de antígenos, sólo se haga des­ necesario que la misma sea hecha por vía sub­
pués de los 3-4 meses de vida, ya que antes de cutánea, y no por vía intravenosa. En cambio,
esa edad el aparato inmunológico no está bien si lo que se desea obtener son anticuerpos anti­
desarrollado. neumocócicos, los microorganismos deben ino­
Una serie de observaciones parece indicar cularse por vía intravenosa, siendo desfavora­
que en la vejez la capacidad normal de form a­ bles los resultados si se emplea la vía subcutá­
ción de anticuerpos sufre una depresión, aun­ nea. Si el animal inoculado es el conejo y la vía
que no tan marcada como en la lactancia. de inmunización es la intravenosa, la inocula­

F ig . 1 5 -8 . R e p re se n ta c ió n
gráfica seriada del títu lo de
anticuerpos anti-D N P ub ica­
dos en la IgM e IgG. M ues­
tras provenientes de un cone­
jo in m u n izad o con gam m a-
g lo b u lin a hum ana d in itro fe­
nolada. Puede apreciarse una
rápida form ación de aquéllos
en la IgM , la que dism inuye
rápidam ente a m edida que se
increm entan los ubicados en
la Ig G (m ecan isin o v s de
“feed-back”).
Respuesta inmune humoral 287

ción de neumococos produce anticuerpos anti- res a las necesarias para lograr la formación de
polisacáridos, en tanto que el mismo microor­ anticuerpos, inhibe la producción de éstos. Los
ganismo, inoculado por vía subcutánea, induce ratones son incapaces de form ar anticuerpos
la formación de anticuerpos preferentem ente contra dicho poiisacárido por largo tiempo, pe­
antinucleoproteínas, pudiendo desarrollar al ro permanece intacta su capacidad para elabo­
mismo tiempo alergia de tipo retardado. rar cualquier otro tipo de anticuerpo.
Cuando antígenos polínicos penetran en el R espuestas similares se han conseguido en
hombre por la mucosa y lo hacen en forma es­ conejos con la introducción de grandes cantida­
pontánea, originan anticuerpos, localizados en des, y a repetición, de proteínas heterólogas. En
la IgE, y si los mismos pólenes son inyectados este caso, como en los anteriores, la respuesta
por vía subcutánea, forman anticuerpos, ubica­ es específica para el antígeno interviniente. Este
dos en la IgG. fenómeno, inicialmente llamado parálisis inm u­
nológica, se produce en animales adultos y se
Otros factores consigue con la inoculación de altas dosis de
antígeno. Conviene aclarar que un animal puede
Si bien la inanición produce una dism inu­ incluso quedar paralizado inmunológicamente
ción de las proteínas plasmáticas, en especial con dosis de antígeno que en otros animales po­
de la albúmina, en individuos que se encuen­ drían actuar como estimulantes; ello se observa
tran en esta condición no se observa una dismi­ cuando por algún mecanismo o tratamiento es­
nución en la producción de anticuerpos, salvo pecial se consigue disminuir apreciablemente el
en casos muy particulares en que la inanición número de células inmunológicamente com pe­
haya sido prolongada. Estudios realizados en tentes. En estos casos, con menores cantidades
prisioneros de guerra mostraron que las defi­ de antígeno se logra el mismo efecto, ya que las
ciencias nutricias no interferían manifiestamen­ células inmunológicamente activas se encuen­
te en la producción de anticuerpos. A lgunas tran grandemente reducidas.
h o rm o n as, y en esp ecia l la c o rtiso n a y la Un fenómeno similar al anterior, regulador
ACTH, pueden influir en la respuesta inmuni- de la respuesta inmune, es la tolerancia inm u­
taria. Conejos inoculados con un determinado nológica (cap. 18). Se caracteriza por la falta o
antígeno no forman anticuerpos si previamente depresión de la respuesta específica a un estí­
son tratados con cortisona y ACTH, principal­ mulo antigénico por animales previamente ex­
mente la primera. Su acción es muy marcada puestos al antígeno. Desde el punto de vista
cuando su introducción precede a la inmuniza­ operativo, constituiría el fenómeno opuesto a
ción o al comienzo de ésta, en tanto que su in­ una respuesta inm une secundaria, que cursa
fluencia es poco manifiesta cuando ya el ani­ con un incremento de ella ante nuevos estím u­
mal ha comenzado a elaborar anticuerpos y és­ los antigénieos. Numerosas observaciones y re­
tos alcanzar títulos elevados en ia sangre circu­ sultados experimentales’ muestran que ia tole­
lante. La cortisona es una sustancia que influye rancia es un hecho general en los distintos ver­
desfavorablemente sobre la fagocitosis y depri­ tebrados, y que puede ser inducido por células
me la inflamación, lo que hace que su acción vivas o sustancias antigénicas inertes com o las
esté relacionada con la inhibición de la etapa proteínas. Hay una serie de hechos que es con­
inicial de la formación de anticuerpos. veniente recordar, ya que son significativos en
el desarrollo de este fenómeno. Cuando los an­
Parálisis y tolerancia inmunológica tígenos que se utilizan y los del huésped no son
muy diferenciados, por ejemplo, células de ga­
La irradiación con rayos X, la adm inistra­ llina inoculadas al pavo, células de distintas ra­
ción de algunas drogas como la 6-mercaptopu- zas de una misma especie, la inoculación de
rina, que interfiere la síntesis del ARN, o de la proteínas plasmáticas del hombre al ratón, co­
cortisona, que al deprimir la respuesta inflam a­ nejo, cobayo, etc., estos fenómenos de inmuno-
toria disminuye la actividad fagocitaria, etc., tolerancia son muy manifiestos, siendo m ás di­
pueden inespecíficamente inhibir la formación fíciles de lograr cuando existen marcadas dife-.
de anticuerpos. La inhibición en estos casos no rencias. Un ejemplo de ello es la tolerancia par­
es para un antígeno determ inado sino para cial de la rata a la hemocianina, que es una pro­
cualquiera. teína de un crustáceo, con características fisico­
Estos hechos se diferencian fundam ental­ químicas bastante diferenciadas de las proteí­
mente de otros de carácter específico en los nas de ese animal.
que la inhibición para la formación de anticuer­ Esta tolerancia es específica, ya que la desa­
pos es propia y particular para el antígeno en rrollada para un antígeno no lo es para los de­
estudio. Felton demostró que la inoculación en más, y un animal con tolerancia para la albúmi­
el ratón adulto de grandes cantidades de polisa­ na bovina puede elaborar sin inconveniente anti­
cáridos neumocócicos, muchas veces superio­ cuerpos para cualquier otro antígeno inoculado.
288 Aspectos básicos de la inmunidad

Factores que promueven la inducción Los polím eros de D -am inoácidos general­
de tolerancia mente son potentes tolerógenos, a diferencia de
lo que ocurre con los de L-aminoácidos. La fla­
Estado de los órganos linfoides centrales gelina monomérica acetilada pierde capacidad
y periféricos antigénica y se convierte en tolerógeno.
c) Dosis de antígeno. Hay una dosis crítica
Según la teoría de la selección clonal, si los para inducir tolerancia o inmunidad. Para algu­
órganos linfoides son estimulados prem atura­ nas proteínas hay dos zonas donde pueden in­
mente, antes de un estado crítico durante la em­ ducir tolerancia, una de baja concentración y
briogénesis, se produce la inactivación o elimi­ otra de alta concentración, funcionando a con­
nación de las células sensitivas al antígeno. Lo centraciones intermedias como inductores de la
dicho no es totalmente cierto pues está demos­ producción de anticuerpos. La albúmina bovina
trado que el feto puede producir anticuerpos y induce tolerancia a las concentraciones 10 * M
que es posible inducir tolerancia en adultos. (zona de baja concentración de antígeno) y 10^^
Si bien es posible inducir tolerancia más fá­ M (zona de alta concentración de antígeno). A
cilmente en animales con su tejido linfoide da­ la concentración 10 ’ M induce respuesta inmu­
ñado o inmaduro, la falta de respuesta cuando ne, y las células así informadas dan respuesta
se inoculan simultáneamente ratones con antí­ secundaria aun con dosis de antígeno del orden
geno y ciclofosfamida - la que depleta princi­ 1 0 * '0 M .
palmente a los linfocitos B -, o antígeno y suero Shellam y Nossal, trabajando con flagelina
antilinfocito, no indica claramente si ello se de­ polimériea, han demostrado que es posible in­
be a una interrupción en la producción de anti­ ducir tolerancia con concentraciones de antíge­
cuerpos que llevarían rápidamente a la toleran­ no 0,1 pg/g peso animal/día (zona de baja con­
cia, o si es consecuencia de un cambio activo centración) y 20 ng/g peso animal/día (zona de
en las células sensitivas al antígeno. Lo que sí alta concentración). Con concentraciones inter­
está bien probado es que la tolerancia puede in­ medias se logra respuesta inmune (fig. 15-9).
ducirse más fácilmente en el embrión o neona­
to que en el adulto. Estos distintos tipos de to­ Tolerancia a nivel celular
lerancia se discuten en el capítulo 18.
Teniendo en cuenta que en la respuesta in­
Propiedades del antígeno mune participan linfocitos T y B, resulta intere­
sante saber si la tolerancia creada en cada una
a) Tamaño molecular. El estado de agrega­ de ellas induce o no tolerancia a todo nivel en
ción de un antígeno puede influir en su com ­ el animal, y por cuánto tiempo esas células son
portamiento como inmunógeno o tolerógeno. tolerogénicas. Las experiencias de W eigle son
Las soluciones de albúmina o IgG a las que por bien demostrativas en ese sentido. Este autor
centrifugación se les elimina la proteína agre­ estudió la tolerancia en células T y B, a varios
gada son tolerogénicas, mientras que los pro­ intervalos, después de la inducción de toleran­
ductos sin centrifugar inducen buena respuesta cia en ratones inoculados con gammaglobulina
inmune. humana (GGH). Transfirió a ratones irradiados
La flagelina es una proteína que ha sido utili­ células tolerantes de timo y células normales de
zada para estos tipos de estudios. Puede encon­ médula ósea, o células normales de timo y cé­
trarse bajo la forma de monómero (PM 40 kD) lulas tolerantes de médula ósea. La respuesta
o polím ero (PM 10.000 kD ). E sta ú ltim a es de esas mezclas de células a GGH y a un antí­
marcadamente inm unogénica, en tanto que el geno no relacionado como la gammaglobulina
monómero es antigénico en bajas dosis y tole­ de pavo (GGP), fue analizada inoculando para
rogénico en concentraciones altas. A partir de la ello a los animales con dosis inmunogénicas de
flagelina monomérica, por tratamiento con bro­ ambas proteínas. Se pudo demostrar tolerancia
muro de cianógeno, se ha obtenido un fragmen­ para las células T a los dos días, la que persis­
to de PM 18 kD que es tolerogénico a todas las tió por 150 días. Para las células B la tolerancia
dosis ensayadas. Siendo la flagelina una molé­ tuvo lugar a la semana y se mantuvo por 50
cula constituida por subunidades a repetición, días. No obstante ser esta tolerancia de diferen­
esas experiencias demuestran que el efecto está te duración, la falta de respuesta en uno de am­
relacionado con el tamaño molecular y no con bos tipos de células lleva a la tolerancia opera-
cambios en la especificidad del antígeno. cional en todo el organismo (cuadro 15-1).
b) Características del antígeno. Algunas for­ Hoy se sabe que la tolerancia inducida por
mas químicas de determinadas moléculas o pe­ alta dosis de antígeno afecta a las eélulas T y
queños cambios introducidos en las mismas ha­ B, en tanto que la de baja dosis de antígeno so­
cen que funcionen mejor como tolerógenos que lamente afecta a las células T cooperadoras. A
como inmunógenos. favor de ello está el hecho de que los antígenos
Respuesta inmune humoral 289

IgM, IgG, IgA, etc., existe en sus comienzos


IgD de superficie, que luego se pierde. Ello
ocurriría porque esta inm unoglobulina y a no
cumple ninguna función, pues esos linfocitos B
son células que se han transformado en respon­
dedoras, capaces de diferenciarse en células
plasmáticas sintetizadoras de la correspondien­
te inmunoglobulina (fig. 15-1).
Los mecanismos capaces de inducir toleran­
cia pueden ser distintos, pero casi todos ellos
apuntan a alterar el funcionamiento norm al de
los linfocitos B y T cooperadores. Cabe men­
cionar otros, entre ellos la hiperfuncionalidad
de células T funcionalmente supresoras, dele­
ción o bloqueo de clones celulares, bloqueo de
los receptores antigénicos, inhibición de la di­
ferenciación celular terminal, la participación
de anticuerpos antiidiotipos, etcétera.
La tolerancia inmunológica resulta, pues, de
la participación de distintos mecanismos, que
tienen lugar tanto para inmunógenos inertes co­
mo para células vivas. Algunos de esos meca­
nism os pareciera que son norm ales, los que
participarían en el mantenimiento de la toleran­
cia a “lo propio” o no inducción de respuesta
inmune por parte de los componentes antigéni­
Fig. 15-9. Zonas de tolerancia (según Shellam y N ossal).
cos del individuo.

Respuesta inmune en las disglobulinernias


T-independientes no inducen dos zonas de tole­
rancia. Otro hecho destacable es que las células En los recién nacidos, la estimulación anti­
T maduras son más susceptibles a la tolerancia génica no produce respuesta inmune. En el ni­
que las células B maduras. Generalmente, el fe­ ño hay respuesta inmunológica sólo después de
nómeno se consigue con dosis de antígeno 100 las cuatro semanas de vida y en momentos en
a 1.000 veces inferiores que las requeridas para que sus niveles de gammaglobulina circulante
las células B. Los precursores de linfocitos B propia coinienzan a incrementarse. Al nacer, la
presentan un susceptibilidad a la tolerancia si­ casi totalidad de la gammaglobulina presente
milar a la de los linfocitos T cooperadores. es de origen materno y en ella se encuentran lo­
Por qué una célula linfoide es inducible o to- calizados los anticuerpos transmitidos pasiva­
lerogénica es algo no aclarado. mente, que son los que les confieren cierta re­
En los linfocitos B portadores de inmunoglo­ sistencia a las infecciones en los períodos ini­
bulinas de superficie aparece en primera instan­ ciales de la vida.
cia IgM e IgD, ambas con el mismo idiotipo En los casos de las hipogammaglobulinemias
(receptor del antígeno). La función de la IgD congénitas o adquiridas, el estado inmunitario
sería evitar la tolerancia en los primeros esta­ del niño es deficiente para algunos tipos de in­
dios de la diferenciación de los LB. En los lin­ fecciones, sobre todo las bacterianas y las fún­
focitos B ya program ados para la síntesis de gicas, en tanto que es satisfactorio para las in­
fecciones víricas. No obstante, pueden desaíro-
llar alergia retardada similar a la de los normo-
globulinémicos, capaces de originar pruebas cu­
Cuadro 15-1 táneas positivas para los agentes sensibilizantes,
e incluso, rechazar homoinjertos. Esta sensibili­
Células usadas Anticuerpos con
para reconstituir especificidad p a ra
dad adquirida puede ser transmitida pasivamen­
te por transferencia de leucocitos del enfermo,
Tim o M édula ósea GGH GGP
pero los resultados son negativos cuando se tra­
ta de inmunizar pasivamente por la inoculación
Norma! N orm al + + de sueros de estos pacientes. Ello se debe a que
GGH tolerante N orm al - + en estos casos está afectado el aparato inmuno-
Normal G G H tolerante - +
GGH tolerante G G H tolerante + lógico de la inmunidad humoral, no así el que
-
regula la mediada por células.
290 Aspectos básicos de la inmunidad

Al comienzo de la década del ’60 se realiza­ lular tenga actividad específica para un inmu­
ron los primeros estudios estructurales sobre nógeno dado o sea diferente a la normal. La
inmunoglobulinas y anticuerpos. En esos m o­ proteína elaborada está constituida por un con­
mentos surgió e l interrogante de si en los casos junto de moléculas iguales, sintetizadas por un
de hipergam m aglobulinem ias m onoclonales, único clon de plasmocitos derivado de uno de
como lo eran ios mielomas por IgG e IgA del los millones de linfocitos B que componen el
hombre y el ratón, las inmunizaciones con antí­ sistem a inm une de un individuo (véase fig.
genos definidos podrían significar un in cre­ 15-10 y cap. 5, fig. 5-6) . En algunos casos par­
mento de anticuerpos producidos, localizados ticulares se ha demostrado que esas proteínas
en la inmunoglobulina monoclonal. Pudo de­ monoclonales reconocen a determinados antí­
mostrarse que la actividad anticuerpo no invo­ genos. En otros ello no ha podido demostrarse,
lucraba a esta inm unogloblina. Los estudios probablemente por no haber tenido la posibili­
realizados demostraron que, por el contrario, dad de poder confrontarlas con el antígeno cu­
algunos de los portadores de mielomas son ma­ yo epitope esa inm unoglobuhna reconoce, ya
los productores de anticuerpos y pueden sufrir que es sabido que el paratope de cada una de
infecciones de distintos tipos que logran mejo­ las moléculas de inmunoglobulina tiene posibi­
rar, muchas veces, al igual que en los casos de lidad de interactuar con un antígeno dado.
hipogammaglobulinemias, con transfusiones de Si bien en algunos casos, como en la artritis
gammaglobulina de personas normales. reumatoidea y en las inmunizaciones contra an­
Estas observaciones son com prensibles en tígenos hemáticos o antígeno O de S. typhi, li­
estos momentos, pues se sabe que los mielo- geros aumentos de la fracción IgM están liga­
mas son la consecuencia de la transformación dos a aumentos del título de anticuerpos, en el
mahgna de un clon de células plasmáticas sin- caso particular de la m acroglobulinem ia de
tetizador de un determinado tipo de inmuno- W aldenstrom con un gran incremento de IgM
globulina -q u e ha adquirido la propiedad de monoclonal, no se ha podido demostrar que és­
proliferar sin tasa-, sin que ello signifique que te pueda estar relacionado con aumentos de la
la inmunoglobulina elaborada por este clon ce­ actividad anticuerpo. Incluso la inm unización

F ig . 1 5 -1 0 . E l e e t r o f o r e s i s e
in m u n o e le c tro fo re s is e n a c e ta ­
to d e c e lu lo s a d e u n s u e ro c o ­
r re s p o n d ie n te a un m ie io m a
Ig G . A , e le e t r o f o r e s i s . B , in ­
m u n o e le c tr o fo r e s is u s a n d o
su e ro d e c a b ra a n tih u m a n o c o ­
m o r e a c tiv o p re c ip ita n te . Parte
su p er io r: s u e r o n o r m a l c o n ­
tro l; p arte in ferio r, s u e r o d e
m ie lo m a . C , el m is m o e s q u e ­
m a a n te r io r , u t il iz a n d o s u e ro
d e c o n e jo a n ti-Ig G m o n o e s p e -
c ífic o p a ra la in m u n o p re c ip ita ­
c ió n .
Respuesta inmune humoral 291

específica en estos tipos de pacientes no ha diendo la desaparición del torrente sanguíneo


permitido evidenciar )a aparición de anticuer­ del anticuerpo homólogo o heterólogo inocula­
pos en dicha fracción globulínica. do, en tanto que en el segundo se hace p o r la
introducción de una marca interna, como es la
incorporación de un átomo radiactivo en el an­
VIDA MEDIA DE LOS ANTICUERPOS ticuerpo que se forma en un animal que es in­
munizado activamente.
De los datos experimentales de que se dispo­ Si se inm uniza un conejo con neumococos
ne se desprende que la vida media de los anti­ tipo III y después se le inoculan por vía intra­
cuerpos es similar a la de la gammaglobulina venosa anticuerpos contra neumococos tipo I,
de la m ism a especie animal, con variaciones al alim entar al animal así preparado con ‘‘’N
relacionadas con la especie y su actividad me­ glicina, se observa que el '-’N aparece en los an­
tabólica. Se ha comprobado que la vida media ticuerpos contra el neumococo tipo III, o sea,
de la gammaglobulina es de aproximadamente los producidos por inmunización activa, pero
25 días para los niños de 6 a 8 años y de 21 no aparece en los anticuerpos antineumocóci-
días para el adulto. La antitoxina diftérica, cos tipo 1 inocülados ya preformados.
transmitida pasivamente al recién nacido, tiene Los anticuerpos se sintetizan, desintegran y
una vida media de aproximadamente un mes, al resintetizan de la misma manera y con la mis­
igual que los anticuerpos anti-Rh presentes en ma velocidad que las inmunoglobulinas norm a­
el recién nacido por pasaje placentario. Cuando les. Para demostrarlo se inmunizaron conejos
anticuerpos transferidos provienen de una espe­ con neumococos y 10 días después se los ah-
cie homóloga, su desaparición se produce con mentó durante tres días seguidos con '^N-glici-
la misma rapidez que las globuhnas normales, na. El estudio posterior seriado de estos anim a­
en tanto que, si es de una especie heteróloga, si les permitió comprobar que el '-‘’N se incorpora
bien al principio la desaparición sigue el m is­ en cantidades iguales a ¡a nueva globulina nor­
mo ritmo, posteriormente aumenta. mal elaborada por el animal y a la nueva globu­
Si se hace una segunda inoculación de estos lina anticuerpo, que tiene una sobrevida de
anticuerpos heterólogos 15 días después de la aproximadamente 14 a 15 días, sin que por ello
primera inoculación, su desaparición se acelera decline la tasa total de anticuerpos, ya que el
como consecuencia de los anticuerpos que el anim al sustituye, y en exceso, el anticuerpo
animal ha originado contra la proteína portado­ m etabolizado, como consecuencia de la esti­
ra de la actividad anticuerpo y que en primera mulación del aparato formador de anticuerpos
instancia ha actuado como antígeno. por parte del antígeno inoculado (véase fig.
La vida media de los anticuerpos puede estu­ 15-11).
diarse tanto en la inmunización pasiva como en Todas estas experiencias nos indican que la
la activa. En el primer caso puede hacerse m i­ vida m edia de los anticuerpos, tanto en la in­

10 15 20 25 30 35 40 45
Días
-m g de anticuerpo
-c.p,m.

Fig. 15-11. G rá fic a c o m p a ra tiv a d e la c u rv a d e p ro d u c c ió n d e a n tic u e rp o s (v a lo ra d o s p o r p re c ip ita c ió n ) y la v id a m edia


d e los m is m o s (c.p .in . d e lo s p re c ip iía d o s ).
292 Aspectos básicos de la inmunidad

munidad activa como en la pasiva, es aproxi­ La línea celular inicialmente usada fue la X-
madamente la misma, y que en el primer caso 6 3-A g 8 , d e riv a d a p o r c lo n ad o de la lín e a
el título de los anticuerpos se mantiene cons­ MOPC-21 proveniente de un mieloma de ratón
tante o aumenta como consecuencia de la con­ (BALB/c) que sintetiza IgG l, y adaptada al cul­
tinua elaboración de ellos, no así en la inmuni­ tivo in vitro. Actualmente se emplea con gran
zación pasiva, en la que el estado inmunitario ventaja una variante de esa línea, la NS-0, que
finaliza cuando todos los anticuerpos inocula­ no sintetiza cadenas H ni L, que facilita la se­
dos han sido metabolizados. lección del clon celular que elabora inmunoglo­
Cabe señalar que la vida media de los anti­ bulina de naturaleza similar a la sintetizada por
cuerpos depende de la clase de inmunoglobuli­ la parental productora de anticuerpo. No debe
na portadora de dicha actividad. En el hombre olvidarse que los híbridos provenientes de dos
ella es de 2-3 días para la IgE, en tanto que pa­ células distintas elaboradoras de inmunoglobu­
ra la IgA es de 4-5 días, para la IgM de 5 a 6 linas expresan todas las cadenas peptídicas
días, y para la IgG de 21 días (véase cap. 5, constitutivas de esas proteínas presentes en am­
cuadro 5-11). bos parentales pues son tetraploides. Es necesa­
rio, por lo tanto, mediante clonados adecuados,
seleccionar aquella línea que sólo sintetiza la
OBTENCIÓN DE ANTICUERPOS inmunoglobulina de estructura deseada.
IN VITRO Afortunadamente, la selección de clones que
elaboran inmunoglobulinas con cadenas H y L
La obtención de anticuerpos in vitro ha sido similares a las del parental proveniente del bazo
preocupación perm anente. Si bien existen lí­ del animal inmunizado no es difícil de obtener.
neas celulares de mielomas que producen in- A partir de clones que sintetizan formas tetra-
munoglobuhnas para algunas de las cuales ha méricas constituidas por cadenas H y L de am­
podido determinarse su especificidad para li­ bos parentales, pueden lograrse por subclonado
gandos, la obtención de anticuerpos por esta líneas que expresan las cadenas H de la célula
vía es muy restringida. Conviene señalar que, productora de anticuerpo y las cadenas L de la
en estos casos, la identificación de la especifi­ célula normal y la tumoral. Subclonados poste­
cidad de la inmunoglobulina sintetizada por las riores permiten seleccionar células que sólo sin­
células ha sido determinada mediante ensayos tetizan inmunoglobulinas cuyas cadenas H y L
de confrontación entre esas inmunoglobulinas no están relacionadas con la célula tumoral que
y gran cantidad de antígenos, tarea tediosa y en inicialmente dio origen al híbrido. El uso de la
muchos casos ineficaz. variante celular NS-0, que no sintetiza cadenas
La inmunización de animales portadores de H ni L, facilita esta tarea.
mielomas, o la inducción de mielomas en ani­ Para la obtención de hibridomas productores
males preinmunizados, no ha permitido obtener de anticuerpos se mezclan células provenientes
inmunoglobulinas monoclonales con especifi­ del bazo de un ratón preinmunizado con las cé­
cidad para el antígeno usado. lulas tumorales ya indicadas, a las que se añade
En estos líltimos años, mediante técnicas de el agente fusionante (inicialmente se usó virus
hibridización, se han conseguido líneas celula­ Sendai, en la actualidad se emplea polietilen­
res similares a las provenientes de mielomas, glicol 1.000-1.500), manteniéndolo en contacto
con la enorme ventaja de que por clonado se por dos minutos. Como medio de cultivo gene­
han logrado productos que elaboran inmuno- ralm ente se usa el de Eagle m odificado por
globulinas correspondientes a una determinada Dulbecco (DME) o el RPMI. A partir de allí se
clase o .subclase y con capacidad para reaccio­ realiza el clonado para la selección del híbrido
nar específicamente con un antígeno preselec- deseado.
cionado. La especificidad de esos anticuerpos Con el objeto de facilitar esta operación, las
es para un único determinante antigénico, no células tumorales han sido adaptadas para cre­
obstante la complejidad que pueda tener el an­ cer en 8-azo guanina, por lo que carecen de la
tígeno total usado. enzima hipoxantina guanina fosforribosil trans­
El método de hibridización es bastante sim­ ferasa, requerida para el crecimiento en medios
ple y consiste en la fusión de células tumorales de cultivo conteniendo hipoxantina, aminopteri­
derivadas de los linfocitos B, provenientes de na y timidina (HAT). Cuando los productos de
un mieloma y adaptadas a crecer in vitro, con hibridización sean cultivados en m edios con
células normales de origen B procedentes de un HAT, sólo podrán multiplicarse las células re­
animal preinmunizado. El producto resultante sultantes de la fusión de células tumorales y cé­
(hibridoma) tiene capacidad para multiplicarse lulas normales del bazo, pues poseen en su ge­
en medios de cultivo apropiados y de sintetizar noma la información para la síntesis de la men­
una inmunoglobulina con especificidad para el cionada enzima aportada por las células del ani­
antígeno utilizado en la inmunización. mal inmunizado. Las células normales del bazo
Respuesta inmune humoral 293

no proliferarán por carecer de la propiedad de TIPOS DE ANTICUERPOS


multiplicarse in vitro, y las células tumorales no
hibridizadas tampoco por ser enzima-deficien- Sabem os que los anticuerpos pueden estar
tes y el medio de cultivo contener HAT. ubicados en las diferentes inm unoglobulinas, y
Los híbridos que se cultivaron en las condi­ al referirnos a sus estructuras hemos visto que
ciones señaladas deben ser clonados y seleccio­ sus m oléculas tienen repetido, por lo m enos
nados en cuanto a su especificidad como anti­ dos veces, el sitio de combinación para el de­
cuerpo y clase de inmunoglobulina; esto puede terminante antigénico. Se los denomina biva­
realizarse por el método de las células forma- lentes. En la naturaleza no ha podido com pro­
doras de placas de hemólisis, empleando la téc­ barse que estos sitios dentro de la m ism a mo­
nica directa o indirecta según la clase de inm u­ lécula puedan reaccionar con determ inantes
noglobulina que se desea investigar. antigénieos diferentes, y solamente en el labo­
La selección se puede efectuar también me­ ratorio, por recombinación, se han conseguido
diante el análisis de los sobrenadantes de los híbridos con estas características. Vimos tam ­
cultivos de los híbridos. bién que en determinadas circunstancias, por
Los clones seleccionados son cultivados lue­ degradación enzimática o química, estos anti­
go en frascos para obtener los anticuerpos se­ cuerpos se desdoblan transformándose en uni­
cretados. Con el objeto de asegurar su estabili­ valentes.
dad todos aquellos clones que interesen deben C uando un anim al es inm unizado, form a
ser conservados a muy baja temperatura (nitró­ siem pre anticuerpos bivalentes, pero pueden
geno líquido), que en estas condiciones se aparecer anticuerpos “funcionalm ente univa­
mantienen viables por muy largo tiempo. lentes o incom pletos” , como se observa con
Numerosos laboratorios están dedicados a la mucha frecuencia en las sensibihzaciones que
obtención de híbridos por fusión celular. Se experimentan madres Rh negativas por transfe­
han aislado clones productores de anticuerpos rencia de eritrocitos del tipo Rh positivo. Estu­
monoclonales contra diferentes proteínas, poli­ dios llevados a cabo con híbridos obtenidos a
sacáridos, haptenos, heteroantígenos y haloan- partir de anticuerpos anti-Rh y anti-B, han de­
tígenos contenidos en superficies celulares (in­ m o s tra d o c la ra m e n te que los a n tic u e rp o s
cluidos los de histocompatibilidad), etc. Tam ­ anti-Rh incompletos son bivalentes. En medio
bién se han logrado híbridos productores de an­ sahno no pueden aglutinar ni precipitar por no
ticuerpos resultantes de la fusión de células de originar com plejos antígeno-anticuerpo sufi­
mieloma de ratón y de bazo de ratas inmunes. cientem ente grandes. Tienen capacidad para
Como consecuencia del éxito obtenido en la aglutinar en medio albuminoso.
fusión de células de m ielom as (derivadas de Los anticuerpos bivalentes y “univalentes”
linfocitos B), se han efectuado numerosos in­ obtenidos por inmunización con un m ism o an­
tentos para lograr hibridomas a partir de célu­ tígeno, si bien tienen la particularidad de pre­
las de linfomas (derivadas de linfocitos T). Se sentar la misma especificidad para el antígeno
han logrado líneas celulares de hnfomas T en­ inmunizante, se diferencian fundamentalmente
zima-deficiente que han facilitado la tarea. Ello en que sólo los bivalentes pueden dar con el
ha posibilitado la obtención de clones de célu­ antígeno reacciones de aglutinación o precipi­
las T que expresan diferentes funciones y que tación visibles, ya que la bivalencia será 1a que
contienen en su superficie antígenos determina­ perm itirá formar el conglomerado de com ple­
dos, en especial de la región I del com plejo jos iniciales que llevarán a la aglutinación o
mayor de histocompatibihdad. precipitación, teniendo lugar estas reacciones
A diferencia de lo que ocurre con los hibri­ en medios salinos.
domas derivados de células de mielom as, el Los anticuerpos “univalentes o incom ple­
clonado resulta muy dificultoso cuando provie­ tos”, en cambio, como consecuencia de su úni­
ne de linfocitos T, como consecuencia de las ca valencia activa, saturan las moléculas de an­
técnicas a utilizar en estos casos, sobre todo si tígeno e impiden la formación de agregados y
se trata del aislamiento de células con funcio­ por lo tanto la aparición del fenómeno visible.
nes efectoras, cooperadoras o secretoras de di­ Este tipo de anticuerpo puede ponerse en evi­
ferentes factores. dencia por otros mecanismos, como el ideado
No caben dudas de que la obtención de hi­ por Coombs. Teniendo en cuenta que el anti­
bridomas por fusión de células tumorales con cuerpo univalente al saturar la partícula antigé­
células normales participantes de la respuesta nica expone sus propios determinantes, si dicho
inmune ha ampliado el horizonte de la inm uno­ producto de reacción es enfrentado con un sue­
logía. ro antiglobulina de la misma especie animal, se
En el capítulo 36 se trata este tema en detalle producirá aglutinación. En este caso, la gam­
y se describe la metodología usada con tal fin maglobulina anticuerpo fijada al antígeno ac­
en nuestros laboratorios. tuará como antígeno particulado multivalente.
294 Aspectos básicos de la inmunidad

Estos anticuerpos tienen capacidad para atrave­ TRANSFERENCIA DE ANTICUERPOS '


sar la placenta, razón por la cual en las isoin- DE LA M A DRE AL FETO
muizaciones maternofetales su presencia puede
provocar daño al feto. El feto se encuentra incapacitado para for­
Cada vez son mayores las pruebas de que en mar anticuerpos contra los agentes antigénicos
las distintas enfermedades, sobre todo en las externos, protegido como está en su enclaustra-
infecciones crónicas como la brucelosis, sal- miento intrauterino materno y, además, como
monelosis, tripanosom iasis americana, gono- ya hemos visto, por su incapacidad para elabo­
cocia, etc., pueden aparecer estos tipos de anti­ rar gammaglobulina a niveles suficientes aun
cuerpos. Los mismos, con especificidad para en los primeros estadios de vida.
los antígenos paternales, juegan un rol muy A pesar de todo ello y del medio infeccioso
importante en la protección al feto en el útero en que se encuentra después del nacimiento, el
materno, ya que al bloquear dichos antígenos recién nacido no se infecta como consecuencia
los protegen y evitan su destrucción por los di­ de cierta resisten cia esp ecífica log rad a por
ferentes m ecanism os b iológicos p uestos en transferencia m aterna de anticuerpos. Estos
marcha en una respuesta inmune. Un enfoque pueden llegar al feto o al recién nacido por vía
amplio sobre el tema se efectúa en los capítu­ uterina o por el calostro y la leche, lo cual de­
los 19 y 34. pende de la especie animal, y sobre todo en el
A esto cabe añadir, como ya se ha indicado, caso del feto, de la estructura constitutiva de la
que los anticuerpos pueden estar ubicados en placenta en cuanto al número de capas y grosor
inmunoglobuhnas diferentes al comienzo y fi­ del tejido que se interpone entre la circulación
nal de la inmunización, o la actividad anticuer­ fetal y la materna. Por supuesto que el pasaje
po ser patrimonio exclusivo de la IgM. de proteínas será dificultoso cuando haya va­
En el suero de pacientes con fiebre de heno, rias capas de células interpuestas, en tanto que
asma y otros tipos de alergia, conocidas con el en aquellos casos en que no existe capa mater­
nombre de alergias atópicas, se han identifica­ na y sólo capas fetales m ínim as com o en el
do anticuerpos originariamente llamados rea­ hombre, mono, conejo, cobayo, ratón, etc., esto
ginas. Tienen algunas de las características de ocurre con alguna facilidad. Se ha comprobado
los anticuerpos bivalentes clásicos, pero se di­ que los cerdos y rumiantes, cuyo número de ca­
ferencian en que no dan reacciones de precipi­ pas entre la circulación materna y fetal es de 5
tación en el tubo de ensayo, son en cierto mo­ y 4 respectivamente, solamente transfieren an­
do termolábiles -u n calentamiento a 56°C du­ ticuerpos por el calostro, en tanto que el hom­
rante 60 minutos anula su actividad sensibili­ bre y roedores, que poseen una, lo hacen por
zante-, no atraviesan la barrera placentaria y vía placentaria.
tienen la particularidad de permanecer locali­ En el hombre, el pasaje de inm unoglobuh­
zados por largo tiempo en las zonas de la piel nas de la madre al feto se produce después del
de los sitios donde han sido transferidos pasi­ primer trimestre de la gestación, y sólo pueden
vamente. Este com portam iento particular se atravesar la placenta la IgG, no así la IgM, IgA
debe a que pertenecen a la clase IgE, la que se e IgE, entre las que se encuentran isoaglutini-
fija a receptores específicos. En diferentes es­ nas para los antígenos hemáticos, que induda­
pecies anim ales han sido identificados anti­ blemente podrían resultar perjudiciales para el
cuerpos que responden a estas características. feto. Ese pasaje placentario de los anticuerpos
El del cobayo ha sido inicialmente aislado por es selectivo,y no está relacionado con su tama­
nosotros. ño m olecular, como se supuso inicialm ente.
Es im portante recordar tam bién que an ti­ En la placenta existen receptores para el frag­
cuerpos ubicados en la IgG e IgM tienen la mento Fe de IgG y es ésta la única inm unoglo­
particularidad de fijarse, por intermedio de sus bulina que puede atravesarla siem pre que la
Fe, a receptores específicos existentes en los molécula mantenga su integridad. El fragmen­
macrófagos y polimorfonucleares neutrófilos. to F(ab’)2, carente del fragmento Fe, no la atra­
Estos anticuerpos, llamados citofílicos, arman viesa no obstante su menor peso molecular. Si
esas células para su acción captadora de antí­ a una embarazada se le inocula con fines tera­
genos. Las partículas antigénicas que reaccio­ péuticos un suero antitóxico que contiene anti­
nan con los sitios de combinación de anticuer­ cuerpos IgG que han sido sometidos a proce­
pos fijados a la superficie celular quedan an­ sos de purificación por tratamiento con pepsi­
cladas, con lo cual la acción fagocítica se ve na, lo que en realidad recibe son los fragmen­
facilitada. tos F(ab ’ )2 de esos anticuerpos los que, por lo
A esto cabe añadir que en toda respuesta in­ expuesto anteriormente, no atravesarán la pla­
mune los anticuerpos IgG formados no son ho­ centa y no podrán conferir inm unidad pasiva
mogéneos, corresponden a diferentes tipos, he­ congénita, si hubiese sido ésa la finalidad de la
cho que será analizado en el capítulo 19. inoculación.
Respuesta inmune humoral 295

En casos particulares existen otras vías de B IB L IO G R A FIA


transmisión. La gallina puede transferir anticuer­
L B e v e r ly P C L (iíd ): M onoclonal antibodies. C h u r e h ill
pos a la yema del huevo de donde son absorbi­ L iv in g s to n e , 1986,
dos por el embrión a través del saco vitelino. 2. C la rk , E .A ., L a ñ e , P . J.: “R e g u la tio n o f h u m a n B -cell
En cobayas preñadas se observó que, cuando a c ti v a ti o n a n d a d h e .s io n ” A nn. R e view o f Im m u n o l.
se las inmunizaba con antitoxinas diftéricas ob­ 9 :9 7 , 1991.
3. C o o p e r E L: C om parative Im m tm ology. P r e n tic e tta ll,
tenidas de distintos animales, la antitoxina ho­ 1976.
móloga pasaba de la madre al feto con más fa­ 4. D e fra n c o , A. L. “C e ll-c e ll in te ra tio n s in th e a n tib o d y
cilidad que las heterólogas. Experiencias reali­ re s p o n s e . W aítíre, 334: 199, 1988.
zadas en conejas en gestación llevan a conclu­ 5. D r e s s e r , D W ; M itc h is o n N A : T h e m e c h a n is m o f im-
m u n o lo g ie a l p a ra ly s is . A d v Im munol, 8 : 12 9 , 19 6 8 .
siones similares. 6. F a n c i, A S ; B a llie u x , R (E d s): Antibody P ro d u ctio n in
Un punto no muy claro es la manera en que M an: in vitro synthesis an d clinical im plications. A c a ­
esa transmisión de los anticuerpos se produce a d e m ic P re ss, N e w Y o rk , 1979.
través del útero, ya que ha sido demostrado en 7. F in k e lm a n , F. D ,, H o l m e s , J, K a to n a , 1. M . y c o l.
“ t ^ y m p h o k in e C o n t r o l o f in v i v o i m m u n o g lo b u l in
experiencias efectuadas con antitoxina estafilo­ is o ty p e s e le c tio n ” . Arm. R eview o f Im m unol. 8: 303,
cócica y anticuerpo mü-Escherichia coli que el 1990.
pasaje de ellos no es igual en el sentido mater- 8. F rie d m a n , H (E d ): I m m u n o lo g ic a l to le ra n c e to m ic ro ­
nofetal y viceversa. En dichas experiencias se b ia l a n tig e n s , A n n N Y A c a d Sci, /8 7 .T - 3 1 5 . N Y o rk
A c a d S ci P u b l, N Y o rk , 1971.
han encontrado diferencias entre la tasa de anti­ 9. G a lfré , G ; H o w e , S C ; M ils te in , C ; B u tc h e r, G W ; H o ­
cuerpos maternos y los dosados en el cordón w a rd , JC : A n tib o d ie s to m a jo r h is to c o m p a tib ility a n ti­
umbilical o en el recién nacido, y se ha llegado g e n s p ro d u c e d b y b y b r id c e ll lin e s. Nature, 266:550,
a establecer que el título de anticuerpos es su­ 1977.
10. G o ld s b y , R ; O s b o r n e B A , M u rp h y , D B ; S im p s o n , E.;
perior en el feto comparado con el de la madre. S c h r o d e r , J; H e r z e n b e r g , L A : S o m a tic c e ll b y b r id s
En el calostro de la mujer se ha demostrado w i t h T cell c h a ra c te ristic s . Nature, 267:101, 1 9 7 7 .
la existencia de anticuerpos, pero siempre con 11. H e m m in g s , W A ( E d ): M a te rn o feta l tra n srn issio n o f
un título inferior que el de los presentes en ia im m unoglobulins. C a m b rid g e IJP , 197.5,
12. H e n d e rs h o t L , B o le D , K e a rn e y , JF : T h e r o le o f im m u ­
sangre, salvo en los casos particulares de infec­ n o g lo b u lin h e a v y c h a in b in d in g p ro te in . Im m unology
ciones mamarias, ya que se podrían desarrollar Today, <S.'I11, 1 987.
anticuerpos locales contra el agente infeccioso; 13. H o b a rt, M J; J u a n M e C o rin ell (E d ): The im m u n e .íjjj -
lo interesante es que dichos anticuerpos dism i­ tem. B la c k w e ll S ci P u b l, O x fo rd , 1975.
14. K o h ie r, G; M ils te in , C : D e riv a tio n o f s p e c ific a n tib o d y
nuyen por la succión y son absorbidos por los p ro d u c in g tis s u e c u ltu r e a n d tu m o r lin es b y c e ll fu sió n .
lactantes. En terneros se ha observado que los E urop J Im m unol (5:511, 1976.
anticuerpos del calostro son más absorbibles 15. K o h ie r, G ; P e a rs o n , T ; M ils te in , C : F u sió n o f T a n d B
que los del suero. Parecería que la glándula c e lls . Som atic Cell Genetics J .'3 0 3 , 1977.
16. N a tz in g e r , P. “T o le ra n c e , D a n g e r , and th e E x te n d e d
mam aria acondicionara de alguna m anera la F a m ily /4 n « . R eview s o f Immunology, 12: 9 9 1 , 1994.
globulina que segrega, generando esta propie­ 17. M e lc h e rs , F; P o tte r , M ; W a rn e r, N L (E ds): “Lym pho-
dad. En los ratones se ha observado también cite hybrid o m a s”. S p rin g e r, 1979.
que en los casos de infecciones experimentales 18. R o b in s , N: H ibridom a Technolos>y. M a n se ll P u b l Lim ,
1 9 86.
con virus herpes, hay un pasaje de anticuerpos 19. S a m t e r , M ( E d ) : I m m u n o lo g ic a l disea se.'i. L i tt le
contra este virus de la madre al recién nacido B ro w n . B o sto n , 1975.
por transferencia a través de la leche. 2 0 . S h e lla m , G R ; N o s s a l, G JV : M e c h a n is m o f in d u c tio n
Se ha comprobado que la absorción de anti­ o f im m u n o lo g ic a l to le ra n c e . IV . T h e e ffe e ts o f ultras-
lo w d o s e s o f fla g e llin ./m m M /'ío to g y , I4:21'i, 1 9 6 8 .
cuerpos transmitidos por la leche y el calostro 21. V it e t t a , E . S ., F e r n a n d e z - B o t r a n , R ., M y e r s , C . D.,
en terneros y en ratones se produce por vía in­ S a u n d e rs , V. M . “C e ilu la r in te ra c tio n s in th e h u m o ral
testinal y que dicha absorción, en cierto modo im m u n e r e s p o n s e ” Aíiv. Im munol. 45: 1, 1 9 89.
selectiva, se mantiene por uno o varios días se­ 22. W a ld m a n n , T A ; S tro b e r, W : M e ta b o lis m o f im m u n o ­
g lo b u lin s. P ro g /IH e rg )), 1 3 :\, 1969.
gún la especie animal. 2 3 . W e in e r, H. L ., F re id m a n , A ., M ille r, A. y c o l. “ O ra l to­
Si bien la transferencia de anticuerpos de la l e r a n c e ; i m m u n o lo g ic m e c h a n is m a n d t r e a t m e n t o f
madre al feto resulta sumamente útil en la ma­ a n im a l a n d h u m a n o rg a n - s p e c ific a u to im m u n e d isea­
yor parte de los casos, en algunas oportunidades s e s by o ral a d m in is tra tio n o f a u to a n tig e n s ” , A nn. Re-
puede ser perjudicial, como ocurre en el hom­ vie.'í o f Im m unolog 12: 8 0 9 , 1994.
2 4 . W illiam sO n , A R ; A s k o n a s , B A : B io s y n th e s is o f im m u ­
bre en las isoinmunizaciones por antígenos con­ n o g lo b u li n s : th e s e p a r a te c la s s e s o f p o l ir ib o s o m e s
tenidos en los elementos figurados de la sangre. s y n t h e s i z i n g h e a v y a n d l i g h t c h a in s . J M o l Biol,
(Para mayor información véase cap. 34.) 2 5.-201, 1967.
Hipersensibilidad tardía y otras reacciones
de inmunidad mediada por la activación
de macrófagos

MARTA BRAUN 16
INTRODUCCIÓN dicial de la respuesta inm une. Más tarde, se
comprendió la importancia de estas reacciones
La respuesta inmune específica se desarrolla no sólo en el rechazo de injertos sino también
por la suma de una serie de fenómenos de inte­ en la protección contra microorganismos pató­
racción celular cuya resultante final es la apari­ genos, sobre todo contra los patógenos intrace­
ción de células efectoras que, en algunos casos, lulares obligados o facultativos (virus, parási­
secretan inmunoglobulinas específicas para el tos protozoarios, ciertas bacterias y hongos).
antígeno y, en otros, no producen anticuerpos Luego se comprobó que algunos de los meca­
específicos sino que actúan directa o indirecta­ nismos de colaboración que intervienen en las
mente sobre el antígeno. En esta división sim­ respuestas celulares son necesarios también en
plificada, a la primera se la llama inmunidad la respuesta humoral contra los antígenos pro­
humoral y a la segunda inm unidad celular o teicos, aun cuando la resultante “visible” de és­
mediada por células. Es decir que, en la protec­ ta sea una respuesta humoral. Hubo entonces, y
ción de un individuo co n tra la invasión de existe todavía, cierta confusión sobre el térm i­
agentes patógenos, intervienen no sólo los anti­ no “inm unidad celular”, pues éste abarcó no
cuerpos secretados sino también células que los sólo las reacciones celulares cuya resultante es
reconocen específicam ente pero no secretan la respuesta humoral sino también los mecanis­
sustancias específicas. mos efectores de ésta última mediados por cé­
Estas últimas funciones serían, filogenética­ lulas como, por ejemplo, la citotoxicidad celu­
mente, más antiguas que la inmunidad humoral lar dependiente de anticuerpos. Por eso se utili­
y provendrían de mecanismos primitivos de re­ za la expresión de “inmunidad mediada por cé­
conocimiento interespecie e intraespecie, pero lulas” para definir las reacciones específicas en
fueron descritas mucho después que los anti­ las que no intervienen anticuerpos.
cuerpos y las reacciones mediadas por ellos. Sin embargo, entre éstas existen dos tipos de
Durante un tiempo relativamente largo, la in­ fenómenos efectores: la citotoxicidad directa
munología estuvo dominada por la serología y ejercida por los linfocitos T, que se discute en
tanto las células que intervienen en la síntesis el capítulo 2, y las reacciones celulares media­
de los anticuerpos como las que actúan en la das por los linfocitos de fenotipo T h l, cuyo
inmunidad mediada por células fueron conoci­ efecto final es la activación de los macrófagos,
das mucho después. con un aumento enorme de su poder lítico. Se­
Las primeras nociones sobre inmunidad m e­ ría entonces mejor definir a esta última función
diada por células surgieron del estudio de las como inmunidad mediada por macrófagos acti­
reacciones de hipersensibiUdad tardía, provoca­ vados, Estos macrófagos activados, efectores
das por la tuberculina y por ciertas sustancias finales de la reacción de los linfocitos T h l, son
quím icas capaces de pro d u cir derm atitis de muy diferentes, tanto de los macrófagos en re­
contacto, por lo cual se las consideró sólo co­ poso, como de los estimulados por efecto de la
mo una forma de alergia, como un efecto perju­ fagocitosis, y no sólo por su mayor actividad lí-
Hipersensibilidad tardía y otras reacciones de inmunidad 297

tica externa e interna sino por la secreción de sen “en cobayos hay dos tipos de reacciones
factores capaces de acción a distancia. intradérm icas fundam entalm ente diferentes.
En términos generales, puede decirse que la Una es inm ediata y transitoria, y aparece en
activación de los macrófagos es el arma más animales sensibilizados contra proteínas; pue­
poderosa que tienen los organismos superiores de clasificarse como una manifestación de hi­
para defenderse de patógenos intracelulares persensibilidad proteica general, o anafilaxis.
optativos, capaces de escapar de la lisis luego La otra es del tipo de la reacción cutánea con­
de ser fagocitados por macrófagos no activa­ tra la tuberculina, que se desarrolla despacio,
dos. Pero tam bién es un arm a de doble filo lleva a una mayor injuria de los tejidos y es in­
pues im plica, en m ayor o m enor m edida, la dependiente de la anafilaxis” .
aparición de reacciones típicas de hipersensibi­ En 1932, Dienes y Mallory demostraron que
lidad tardía, cuya resultante es la destrucción la hipersensibilidad tardía puede hacerse evi­
de tejidos propios, incluso de células no para- dente poco después de la inmunización, antes
sitadas, que vendrían a ser los “testigos ino­ de la aparición de anticuerpos circulantes, y
centes” que mueren como consecuencia de la que no puede ser transmitida pasivamente por
interacción patógeno-huésped. suero; hicieron también una descripción histo­
En general, dada la existencia de fenómenos lógica de la reacción cutánea tardía. En 1948
exquisitos de regulación de las respuestas in­ Raffel y, en 1956, Freund describieron la im­
munes, luego de la infección con un patógeno portancia del uso de adyuvantes en la in d u c­
extracelular, se ponen en m archa en form a ción de hipersensibilidad tardía.
prioritaria los procesos de inmunidad humoral H asta ese momento, la hipersensibilidad tar­
y/o de citotoxicidad directa por linfocitos T; la día tenía una posición poco clara en la inm uno­
inmunidad mediada por macrófagos activados logía. No parecía ser una reacción claramente
sólo se hace preponderante en las infecciones protectora, sino sólo un fenómeno inflamatorio,
crónicas y, sobre todo, en las producidas por indoloro, observable en la piel en el lugar de la
patógenos intracelulares. Un buen nivel de an­ inyección de un antígeno hacia el cual el hués­
ticuerpos locales o circulantes es a menudo su­ ped estab a previam ente sensibilizado. C on­
ficiente para im pedir la entrada de un agente o tribuía a la confusión la dificultad para obtener
su diseminación, pero para la eliminación de reacciones puras de inmunidad mediada p o r cé­
patógenos intracelulares obligados o la conten­ lulas, sin la aparición simultánea de anafilaxia
ción de aquellos con capacidad de eludir la li­ o de reacciones tipo Arthus. La ausencia de an­
sis en los fagocitos, uno u otro tipo de inm uni­ ticuerpos circulantes no sólo hacía dudar de la
dad m ediada por células es a menudo indis­ naturaleza inmune del fenómeno, sino que ade­
pensable. Esta im plica casi siempre un cierto más impedía su análisis, hasta que Lansteiner y
grado de lesión, que puede llegar a veces a ser Chase lograron, con gran sorpresa de la com u­
más importante que la lesión directa producida nidad científica de entonces, transferir hiper­
por el invasor. sensibilidad tardía con células provenientes de
ganglio o exudado peritoneal de animales sen­
Historia sibilizados. Este descubrimiento hizo posible la
separación de ¡as respuestas inmunes mediadas
La historia de la inmunidad mediada por cé­ por anticuerpos de las mediadas por células y
lulas comenzó en 1891, con las observaciones permitió que comenzase el análisis in vivo de
de Koch, sobre la diferencia en la respuesta a éstas. La técnica de transferencia celular fue
la inoculación cutánea de bacilos virulentos de muy usada para el estudio de los rechazos de
la tuberculosis en cobayos sanos o previamen­ injertos, de enfermedades autoinmunes, de la
te infectados con el mismo bacilo. Comprobó inmunidad en infecciones y tumores, y para el
que, en los animales sanos, a las tres semanas conocimiento de las células responsables y el
de la inoculación aparecía una ulceración, se­ mecanism o íntimo de la reacción. Se definió
guida de adenopatía satélite y de generaliza­ así a la hipersensibilidad tardía como una reac­
ción de la infección; por el contrario, en los ción inflamatoria, que aparece sólo en sujetos
animales previamente infectados, la reinocula­ presensibilizados, que tarda 24 hs o más en de­
ción provocaba la formación acelerada de esa sarrollarse luego de la reestimulación local con
ulceración, con necrosis y eliminación de! teji­ el antígeno, que tiene un aspecto histológico
do neerosado, pero sin adenopatía satélite y sin caracterizado por infiltrado celular m ononu­
generalización de la reinfección. En 1906, von clear, que no necesita de la presencia de anti­
Pirket estudió las reacciones locales en cone­ cuerpos para hacerse patente y que no es trans-
jos inyectados con turberculina, pero recién ferible por suero pero sí por células linfoides
Jans Zinssen, en 1921, pudo distinguir entre viables. Gells y Coombs, en su sistematización
las reacciones de tipo anafilaxia hum oral de de las alergias. Ja denominaron hipersensibili­
las provocadas por la tuberculina. Según Zins­ dad de tipo IV.
298 Aspectos básicos de la Inmunidad

Para conocer los mecanismos de esta reac­ ASPECTO MORFOLÓGICO


ción contribuyeron mucho los trabajos de Da- DE LAS REACCIONES MEDIADAS
vies y de Bloom y Benet, que demostraron que POR LINFOCITOS TIPO Thl
los linfocitos T presensibilizados, en presencia
del antígeno específico, producen y liberan al Respuesta cutánea. Hipersensibilidad
medio factores capaces de actuar sobre otras de tipo IV
células en forma inespecífica, dando como re­
sultado reacciones típicas de hipersensibilidad La característica común y principal de las
tardía. Luego se estudiaron estos factores, a los reacciones inmunes mediadas por los linfocitos
que se llamó linfoquinas, y se determinó que de fenotipo T hl es la presencia de linfocitos y
son producidos por una subpoblación funcio­ de macrófagos activados en la zona de depósito
nal de células T presensibilizadas, a las que se del antígeno. El fenómeno puede adoptar dife­
llamó T inductoras, o se determinó rentes aspectos morfológicos según el órgano
que el principal mecanismo efector de la hiper­ donde se desarrolla o las características del an­
sensibilidad tardía es la producción de factores tígeno. La forma más común de observarlo es
capaces de reclutar y activar macrófagos, con mediante la inyección intradérmica de antíge­
aumento de su capacidad lítica. nos proteicos.
Durante todo este período se fue descubrien­ Como ya se mencionó, la primera reacción
do que las reacciones m ediadas por células conocida de inm unidad celular fue la clásica
pueden intervenir en la defensa de los organis­ reacción de hipersensibilidad tardía o retardada,
mos pero que, además de los fenómenos del ti­ que puede ser inducida en la piel de individuos
po de la hipersensibilidad tardía, existían otras presensibilizados y es fácilmente distinguible
reacciones mediadas por leucocitos que, con o de otras reacciones cutáneas (cuadro 16-1).
sin la intervención de los anticuerpos y por di­ M acroscópicam ente se caracteriza por una
ferentes mecanismos, pueden llevar a la lisis induración indolora, acompañada o no de erite­
de células u organism os propios o extraños. ma: es una reacción “que se toca más que se
Estos m ecanism os celulares citotóxicos son ve” . La induración, común en todas las espe­
analizados en el capítulo 21. cies, se debe mucho al infiltrado celular y poco
A demás, tam bién se fue dem ostrando que a la hiperemia y el edema. Microscópicamente,
en la colaboración celular intervenían células, este infiltrado está constituido por linfocitos
las llamadas T colaboradores o Th, que no p o ­ pequeños y monocitos, pero, por sobre todo,
dían ser distin g u id as p o r sus antíg en o s de está acom pañado por m acrófagos activados.
membrana de las inductoras de la hipersensibi­ Estos infiltran la dermis superficial y profunda
lidad tardía, pues ambas son CD4+, por lo que y hasta el panículo adiposo, y persisten después
se llamó a esta población linfocitos T colabo­ de desaparecido el edema o eritema.
radores/inductores. Se demostró que en la co­ Es común que las reacciones sean mixtas y
laboración también intervienen factores, y que estén acompañadas de cierto grado de reacción
algunos de ellos son comunes en muchas reac­ de Arthus. Esta es provocada por la formación
ciones inmunes. Por fin, se pudo determ inar local de complejos inmunes y su deposición a
que dentro de la población CD4'" ya sensibili­ lo largo de las paredes vasculares y está carac­
zada pueden distinguirse dos fenotipos funcio­ terizada por desarrollo temprano (2 a 4 horas),
nales, los Th2, cuyos factores actúan principal­ presencia de hemorragia por daño vascular e
mente en la colaboración con los linfocitos B, infiltrado neutrofílico. La reacción de Arthus
y los Thl cuyos factores actúan principalmen­
te en el reclutamiento y activación de macrófa­
gos.
A ctualm ente, el aislam iento de genes que Cuadro 16-1. Características de las reaccio­
codifican para estos factores (que incluyen las nes inmunes en piel
llamadas interleuquinas, linfoquinas, monoqui­
nas, etc.) ha permitido conocer mejor su fun­ Reacción Tiem po H istología M ecanism os
ción, pues se han podido aislar en pureza para
estudiar su acción in vivo e in vitro sobre pó- H ip e rs e n s i­ 2 4 -4 8 hs In filtra d o d e L in fo c ito s T ->
b ilid a d ta r­ m a c ró fa g o s y lin fo q u in a s ->
blaciones celulares. Además su efecto biológi­ d ía alg u n o s lin f o ­ m a c ró fa g o s
co in vivo se está conociendo mediante el estu­ c ito s
dio de ratones transfectados y “knock out”, a Arthu.s 2a4hs In filtra d o d e C o m p le jo s
los que se ha agregado o eliminado, respecti­ n e u tró filo s A g -A c -C >
p o lim o rf o ­
vamente, uno de dichos genes. Todo esto está n u c le a re s
llevando a comenzar a comprender la intrinca­ A n a fila x ia P o c o s m i­ E d e m a , m u y Ig E -> m a s to c i­
da red de factores regulatorios de la función n u to s p o c a s c é lu la s to s
Hipersensibilidad tardía y otras reacciones de inmunidad 299

requiere la inyección de cantidades relativa­ de los linfocitos tipo T h l, que inducen la sali­
mente grandes de antígeno en la piel; si se re­ da de los monocitos de la sangre y la activa­
duce su cantidad, se puede minimizar ese com ­ ción generalizada de los macrófagos. A su vez,
ponente sin que desaparezca la reacción de hi­ éstos liberan también nuevos factores, capaces
persensibilidad tardía. de inducir fiebre, síntesis de proteínas de fase
La h ip ersen sib ilid ad tard ía cutánea, muy aguda, caquexia, etcétera.
evidente en el hombre, puede ser más o menos
fácil de ver en diferentes especies de animales Reacciones producidas
de laboratorio o domésticos. Así, en los coba­ por m icroorganism os patógenos:
yos es muy evidente, mientras que en los rato­ inflamación crónica
nes es poco notable y para medirla se usa la in­
yección en la almohadilla plantar o en la oreja. Cuando el antígeno no es una sustancia que
En los grandes anim ales dom ésticos, deben penetra en pequeña cantidad por la piel sino
elegirse sitios de piel fina o transparente, como que es un patógeno que forma un foco infec­
los pliegues de alrededor del rabo, m ientras cioso local, la reacción mediada por linfocitos
que en especies domésticas pequeñas es muy tipo T h l conduce a la formación del granulo­
difícil de identificar, por lo tardío de su apari- ma típico de la inflam ación crónica. É ste se
• ción y el rascado que provoca la inyección, caracteriza por la presencia de gran núm ero de
con la consecuente inflamación secundaria que macrófagos, con o sin bacterias fagocitadas en
induce. En todas las especies, la infiltración su interior, que adhieren íntimamente entre sí
celular mononuclear da el diagnóstico de cer­ hasta adoptar el aspecto típico de célula epite-
teza. lioide y que pueden llegar a fusionarse entre
También pueden provocarse reacciones de ellos formando células gigantes multinuclea-
hipersensibiUdad de tipo IV en otros órganos, res. En el interior del granuloma puede apre­
como córnea, vejiga, mucosas u órganos sóli­ ciarse necrosis en distintos grados, que puede
dos, y en todos tienen características sem ejan­ progresar hasta la ulceración o la formación de
tes a las descritas, es decir, la infiltración con caseum.
células m ononucleares y la aparición de m a­ E ste granulom a ya fue descrito por Koch,
crófagos activados. que remarcó tanto la necesidad de presensibili-
Si bien la gran m ayoría de las reacciones zación para su formación como su importancia
alérgicas cutáneas son debidas a otros m eca­ en la protección del animal: si bien la reacción
nismos de hipersensibilidad, algunos haptenos, produce gran daño tisular, el animal inm une
capaces de penetrar a través de la piel y unirse puede circunscribir la infección y así frenar la
a una proteína propia que le sirve de “carrier” progresión de la enfermedad. El mecanism o de
o soporte, inducen hipersensibilidad de tipo esta protección fue estudiado por los grupos de
IV. Entre dichos alergenos se cuentan sustan­ Lurie y MacKaness, quienes demostraron que
cias inorgánicas, como detergentes, derivados la diferencia entre los fagocitos de anim ales
del petróleo, colorantes, sustancias usadas en sensibilizados y no sensibilizados es q u e los
cosmética, dinitro o trinitrofenoles, y también prim eros pueden lisar este tipo de bacterias
de origen biológico, como un hapteno de la sa­ que escapa al ataque lítico, mientras, q ue, en
liva de la pulga y toxinas de ciertas plantas, los fagocitos de los animales del segundo gru­
entre las cuales la más conocida es ia hiedra po, las bacterias no sólo sobreviven, sino que
p o nzoñosa (poison ivy), m aleza com iin en hasta se replican y aprovechan a los m acrófa­
América del Norte. Este tipo de alergias p re­ gos para migrar desde el foco de entrada e in­
sentan características clínicas diferentes de !a vadir otras regiones del organismo.
alergia mediada por IgE, son generalmente de Estudios posteriores dem ostraron q u e los
difícil tratam iento y configuran el cuadro de m ecanism os que activan a los m acrófagos,
las dermatitis por contacto. con aum ento de su capacidad lítica, son los
mismos que se ponen en juego en la hipersen­
Reacciones producidas por inyección sibilidad tardía y que ambos fenóm enos son
endovenosa del antígeno m anifestaciones de una sola función. Se en­
tiende ahora que esta respuesta inmune es una
Si a un animal con manifestaciones de hi­ form a de protección mediada por los linfoci­
persensibilidad tardía se le inyecta el antígeno tos de tipo T h l y los factores que producen,
en form a endovenosa, se le induce una reac­ que reclutan y activan macrófagos en el sitio
ción sistémica, que puede ser grave, y cuyas de interacción entre el antígeno y los linfoci­
manifestaciones incluyen fiebre, m sh cutáneo, tos presensibilizados y que, si bien es sum^a-
m onocitopenia y producción de proteínas de m ente importante en la defensa contra patóge­
fase aguda. Estas m anifestaciones son la ex­ nos intracelulares, tiene como consecuencia
presión de la liberación sistémica de factores lesiones tisulares.
300 Aspectos básicos de la inmunidad

ACTIVACIÓN DE LOS MACRÓFAGOS fagosoma, al que convierten en fagolisosoma, y


hay un estallido respiratorio, que contribuye a
Cambios en el sistema inmune durante la lisis de las bacterias ingeridas. Además, hay
la inducción de una respuesta celular un aumento de la expresión de m oléculas de
histocompatibihdad y de varios receptores su­
La fase inductiva de la inmunidad mediada perficiales, que permitirán una mejor presenta­
por células implica una serie de cambios en el ción de los antígenos a los hnfocitos T CD4+, y
sistema inmune, que toman por lo menos 4 días hay síntesis y secreción de factores, especial­
en desarrollarse; en general, pasan 9 a 12 días mente IL l, que contribuyen a la iniciación de
desde el primer contacto con el antígeno hasta la respuesta inmune.
que pueda apreciarse una típica reacción de hi­ 3) M acrófagos activados. Si el m acrófago
persensibilidad tardía. Durante este tiempo, los recibe la influencia de las linfoquinas produci­
linfocitos Th vírgenes, preefectores, se conyier- das por los linfocitos de fenotipo T h l, haya o
ten en hnfocitos sensibilizados tipo T hl, efecto- no haya preingerido una partícula, se activa.
res. Esto, igual que para una reacción de tipo hu­ Esta activación se traduce en varios cambios.
moral, sucede en los órganos secundarios, parti­ Hay, fundamentalmente, una disminución de su
cularmente en el ganglio que drena el sitio de m ovilidad y capacidad de traslación (la muy
penetración del antígeno, el cual generalmente estudiada inhibición de la migración de los ma­
queda retenido en ellos. Microscópicamente, en crófagos), y un gran aumento de su capacidad
sus zonas timodependientes, o sea la zona pai-a- lítica, dado por la producción de NO. La capa­
cortical de los ganglios o el manguito que rodea cidad lítica se manifiesta no sólo sobre las bac­
a las arteriolas de la pulpa blanca, se aprecia una terias ingeridas, sino que puede hacerse exter­
mayor celularidad con aparición de células gran­ namente, con liberación de enzimas y NO al
des de tipo linfoblástico. Este crecimiento en nú­ exterior del macrófago, y lleva a la destrucción
mero y tamaño de las células refleja el atrapa­ de células propias normales, los famosos “testi­
miento y la estimulación de los linfocitos T pre­ gos inocentes” de la reacción, y a la necrosis
determinados pai'a reconocer a ese antígeno que local. Por último, los macrófagos activados, in­
ha quedado atrapado en el ganglio; los que lo re­ movilizados en el sitio, tienden a unirse entre
conocen quedan retenidos, proliferan, y se pro­ ellos formando las células multinucleadas de
duce en ellos la maduración a efectores T h l. Es­ Langerhans, típicas de la inflamación crónica.
tos hnfocitos así modificados salen luego del ór­
gano secundario, recirculan por todo el organis­ Activación de los macrófagos
mo y serán capaces de producir una reacción lo­
cal en cadena dondequiera que se encuentren Como ya se mencionó, la hipersensibilidad
nuevamente con el antígeno. tardía y los fenómenos de inmunidad protectiva
mediada por células, obedecen a esta activa­
Estados fisiológicos de los macrófagos ción de los macrófagos, pero los mecanismos
que llevan a esta activación fueron difíciles de
Si bien los macrófagos son células que siem­ conocer.
pre tienen capacidad fag o cítica y lítica, no La técnica de transferencias celulares posibi­
siempre están en el mismo estado de actividad litó que se los comenzara a estudiar, pues se
y podemos distinguir por lo menos tres grados, demostró que los linfocitos B son totalmente
a saber: incapaces de transferir la reacción, m ientras
que sí la transfieren los T y, entre éstos, los
1) M acrófagos en reposo. Los m onocitos TCD4+. Los experim entos con transferencias
migran de la sangre y se instalan en los tejidos, mostraron también que las células que se acu­
donde se transforman en macrófagos o en otras mulan en el lugar de inyección del antígeno
células de la línea m onocito/m acrófago. En son, en su mayoría, originarias del huésped y
condiciones normales, estos macrófagos tisula­ producto de una división recicnte; es decir,
res residentes están en reposo y su actividad se unas pocas células presensibilizadas son capa­
expresa sólo por su movilidad ameboide y su ces de reclutar células no sensibilizadas e indu­
migración a través de lo tejidos. cir en ellas mitosis. En algún momento se pos­
2) Macrófagos estimulados. Si durante dicha tuló la existencia de un factor de transferencia,
migración chocan con una partícula y la fagoci- obtenido a partir de lisados de linfocitos de un
tan, se estimulan; este estímulo contribuye a la individuo sensibilizado, pero su real existencia
lisis de la partícula ingerida y a una mejor pre­ no pudo ser confirmada. En cambio, se demos­
sentación antigénica. En estas con d icio n es tró en ratones, que debía haber identidad gené­
muestran un aumento de la actividad ameboide, tica en los antígenos de histocompatibilidad del
lo que aumenta su capacidad fagocítica, se pro­ dador y el receptor para obtener una transferen­
duce la unión de los gránulos preformados al cia efectiva.
Hipersensibilidad tardía y otras reacciones de inmunidad 301

La definición de los mecanismos de inmuni­ in vivo, y un cúmulo tal de factores mitogéni­


dad mediada por células se logró mediante es­ cos y quimiotácticos para los leucocitos y con
tudios in vitro. En efecto, primero se demostró efectos sobre otras células y tejidos no hnfoi-
que los linfocitos de un individuo presensibili- des, que hizo casi imposible la mera enumera­
zado se desdiferencian y entran en mitosis al ción de todos. Lamentablemente, los factores
ser cultivados en presencia de antígenos. Luego fueron estudiados por diferentes grupos de tra­
se vio que la adición de antígeno a los macrófa­ bajo, que usaron métodos y poblaciones celula­
gos peritoneales o los leucocitos periféricos de res distintos, y muchas veces se comprobó des­
individuos presensibilizados, empacados en un pués que varios efectos eran producidos por un
capilar y cultivados en una cámara, inhiben la solo factor, o viceversa, que un efecto podía ser
migración espontánea de dichas células hacia producido por la suma de varios factores. M ás
la periferia de la cámara de cultivo. Esta técni­ o menos por ese mismo tiempo, se comenzaron
ca, la llamada de inhibición de la migración de a analizar los factores que intervienen en la co­
los macrófagos, se usó durante bastante tiempo laboración celular para las respuestas hum ora­
como diagnóstico de inm unidad mediada por les y celulares, a los que se llamó interleuqui­
células, pues se correlaciona muy bien con fe­ nas, y se demostró que éstas pueden tener gran­
nómenos de hipersensibilidad tai'día pero, ade­ des similitudes con algunas de las linfoquinas
más, perm itió que se com enzaran a conocer e, incluso, ser idénticas a ellas (véase cap. 12).
muchos de los m ecanism os de las respuestas Pese a que la nom en clatu ra sigue sien d o
inmunes pues sirvió para demostrar que los lin­ confusa, actualmente no se admite como in ter­
focitos T producen y secretan al medio factores leuquina ni como factor de activación de ma-
inespecíficos capaces de actuar sobre otras cé­ crofagos o de colaboración celular, a ninguno
lulas. En efecto, se demostró que el sobrena­ cuyo gen no se haya aislado y transfectado a
dante de linfocitos sensibilizados, en contacto una célula productora, y pueda así ser obtenido
con el antígeno específico, también inhibe la en pureza. Una de las ironías de este rigor cien­
migración de los macrófagos normales, aun en tífico es que el MIE, el primer factor inespecífi-
ausencia de antígeno. Al factor capaz de produ­ co producido por hnfocitos T específicos, no
cir esta inhibición se lo llamó MIE (de “macro- ha podido ser aislado y ya no se admite que
phage migration inhibiting factor”). exista como tal, sino que la inhibición de la m i­
A partir de estas observaciones se comenza­ gración de los macrófagos se debe a la activa­
ron a estudiar los efectos demostrables tanto in ción de esas células.
vitro como in vivo de los sobrenadantes de lin­ En resumen, actualmente se entiende que las
focitos estimulados, pues se comprobó que la reacciones de hipersensibilidad tardía y de la
inyección intradérmica de estos sobrenadantes llamada inmunidad mediada por células, están
puede inducir una reacción inflamatoria prácti­ mediadas por linfocitos de tipo T h l, es decir,
camente idéntica a la de la hipersensibilidad linfocitos TCD4+ presensibilizados por el antí­
tardía, sólo que de aparición más precoz. Se geno que, al ser reestimulados por éste, produ­
definieron así las linfoquinas y se comprendió cen factores capaces de reclutar y estim ular
entonces que la hipersensibilidad tardía y los otros linfocitos, atraer monocitos y m acrófa­
fenómenos de protección contra patógenos in­ gos, y activar a éstos aumentando su capacidad
tracelulares tienen dos componentes: uno espe- lítica.
cífíco, dado por la interacción entre un linfoci­ Los principales factores producidos por los
to presensibilizado y un antígeno presentado linfocitos T hl estimulados, como se indica en
por un macrófago, y esto induce la producción el capítulo 18, son el INFy, el TNEp y las IL2,
de linfoquinas; el otro componente es ine.specí- IL3, IL6, ILl O y IL l 2, cuyas estructuras y p rin ­
fico y está dado por el reclutamiento y la acti­ cipales funciones son analizadas en otros capí­
vación local de los macrófagos, lo que produce tulos. D e éstos, el principal activador de los
el fenómeno inflamatorio y lítico. macrófagos parece ser el INEy, mientras que
Luego de la descripción del MIE, se siguie­ TNFp tiene efectos citolíticos directos y efec­
ron estudiando, casi siem pre in vitro, otros tos caquectizantes a distancia.
efectos demostrables en los sobrenadantes de Sin embargo, debe tenerse en cuenta que es­
linfocitos estimulados y se definieron otras lin­ tos mismos factores, o por lo menos algunos de
foquinas, a las que se dio nom bre según su ellos o con efectos muy pai'ecidos, pueden ser
efecto, Se describieron así una serie de factores producidos por otras células, muy especialmen­
reclutadores y mitogénicos para diferentes ti­ te por los mismos macrófagos activados, que
pos celulares, factores inhibidores de la mito- secretan grandes cantidades de IL6 y T N F a, los
sis, el interferón y (IFNy), que es un importante linfocitos T citotóxicos CD8“^ y las células NK,
mediador inmunógeno, el factor de necrosis tu­ que secretan INFy e IL2. A su vez, éstos no tie­
moral (TNF), capaz de disminuir el crecimien­ nen efecto sólo sobre los macrófagos sino tam ­
to de tumores in vitro y de provocar caquexia bién sobre las células citotóxicas. Se comprende
302 Aspectos básicos de la Inmunidad

entonces que ambas ramas de la inmunidad me­ Para la eliminación de los virus en su etapa
diada por células, la activación de los macrófa­ intracelular u otros patógenos intracelulares '
gos y la citotoxicidad celular, pueden estar ínti­ obligados, los linfocitos T citotóxicos CD8+,
mamente ligadas y la citotoxicidad ejercida por que reconocen células propias parasitadas por
los macrófagos activados puede verse aumenta­ virus, tienen un papel fundamental en la elimi­
da por la ejercida por los linfocitos T CD8^' y nación del invasor. La puesta en marcha de este
las células NK, y viceversa. Si tenem os en mecanismo, como ya mencionamos, está ínti­
cuenta que los linfocitos CD4+ también pueden mamente relacionada con los linfocitos ThL
ejercer funciones citotóxicas directas, compren­ Por todo esto, se comprende por qué un indi­
deremos una vez más que las diferentes formas viduo con un sistema T deficiente es extrema­
que adopta la respuesta inmune efectora están damente sensible a infecciones virales, parasi­
íntimamente ligadas entre sí. tarias o por microorganismos intracelulares op­
Finalmente, si se recuerda que la diferencia­ tativos, mientras que puede defenderse relati­
ción de los linfocitos TCD4+ hacia los fenoti­ vamente bien contra bacterias extracelulares.
pos T hl o Th2 está influida por los factores Los mecanismos de defensa contra los diferen­
presentes en el medio en el momento de su sen­ tes patógenos son analizados en detalle en los
sibilización, se comprenderá que una reacción capítulos 24, 25, 26 y 27.
que comienza con la estimulación de células ci­
totóxicas pueda llevar a la modulación del sis­ La inmunidad celular en el rechazo
tema inmune hacia una respuesta de activación de injertos y tumores
de macrófagos.
Históricam ente hablando, uno de los datos
que primero contribuyó a la determinación de
IMPORTANCIA FISIOLÓGICA DE LA la dualidad T-B del sistem a inm une fu e la
INM UNIDAD M EDIADA P O R C ÉLU LA S com probación cte que los anim ales genética­
mente atfmicos aceptaban injertos de tumores
Durante mucho tiempo se discutió cuál era el xenogeneicos, mientras que pollos bursectomi-
papel que le cabía a la inmunidad humoral y zados los rechazaban. Esto hizo que se atribu­
celular en la defensa co ntra los patógenos: yera al sistema T la función del rechazo de in­
M etehnikoff propuso que las bacterias eran jertos y, a falta de una función fisiológica fá­
destruidas por los fagocitos, mientras que Ehr- cilmente detectable, la de vigilancia contra los
lich y Bordet mostraban la capacidad defensiva tumores.
de los anticuerpos humorales. En realidad, am­ En el rechazo de injertos, inducido por dife­
bas propuestas son correctas y ambos sistemas, rencias genéticas en los antígenos de h isto ­
el humoral y el celular, actúan en forma com ­ compatibilidad, la función efectora de los lin­
plementaria: prácticamente, no existen reaccio­ focitos T, tanto CD4+ como CD8+, es de im­
nes puras de ninguno de ellos. Pero si bien los portancia fundam ental. En la defensa contra
anticuerpos pueden, por sí mismos o en colabo­ los tumores, la función del sistema inmune es­
ración con sistemas inespecíficos (complemen­ pecífico no es tan clara. Esto se verá en detalle
to, fagocitosis, etc), eliminar muchos patóge­ en el capítulo 33.
nos extracelulares, no llegan al interior de las
células propias que puedan albergar patógenos
intracelulares. Además, existen otras bacterias PATOLOGIA DE LA RESPUESTA
y parásitos que, como se mencionó antes, han INMUNE MEDIADA POR CÉLULAS
desarrollado durante su evolución la capacidad
de eludir los mecanismos líticos de los fagoci­ Infecciones
tos y sólo los m acrófagos activados pueden
matarlos o, por lo menos, circunscribir su loca­ Como ya se recalcó varias veces, todos los
lización. Entre estos patógenos, considerados procesos mediados por linfocitos T efectores,
como intracelulares optativos, pueden mencio­ tanto si activan macrófagos como si son citotó­
narse varias familias de bacterias (Salmonellae, xicos directos, implican un daño tisular más o
Listeria monocytogenes, Brucellae, Mycobac- menos importante; por eso, cualquier alteración
teriae), hongos (Candida, Criptococcus, H isto­ de su regulación puede traducirse en enferme­
plasma, Coccidiodes) y a casi todos los parási­ dad.
tos protozoarios (Tripanosomae, Plasmodiae, De hecho, las reacciones norm ales contra
Toxoplasma, Leishmaniae, etc). En la infección cualquiera de los patógenos intracelulares antes
por alguno de estos patógenos, la defensa está mencionados se acompaña siempre de una le­
basada en la acumulación de linfocitos T sensi­ sión tisu lar, que puede ser muy p eq u eñ a o
bilizados y macrófagos activados en ei sitio de enorme: una infección tuberculosa puede ter­
infección. minar en un pequeño nódulo calcificado o lie-
Hipersensibilidad tardía y otras reacciones de inmunidad 303

gar a una caverna; muchas veces deja cicatrices dermatitis de contacto, tanto en el hombre co ­
indelebles. mo en los animales domésticos.
En otros casos, como en ciertas enfermeda­ En todos estos casos, la desensibihzación es
des virales, el agente no es muy citopatogénico difícil, pues no se logra mediante la inyección
p er se, pero la reacción celular puede llevar a repetida del antígeno como sucede en la hiper­
daños tisulares irreversibles. Las lesiones cutá­ sensibilidad de tipo I, y el tratamiento se hace a
neas, propias de la varicela y el sarampión, se base de corticoides y, en lo posible, por la eli­
atribuyen en general a reacciones de tipo hiper­ minación del contacto con el antígeno. Un m é­
sensibilidad retardada sistémica y en el herpes todo preventivo sería la inducción de tolerancia
simple las lesiones se deben a linfocitos T cito- mediante la administración oral del antígeno.
tóxicos. En ciertas hepatitis el daño hepático Algunas de los compuestos químicos sintéti­
irreversible puede deberse también a los linfo­ cos mencionados, como el dinitro o trinitro clo-
citos T citotóxicos. robenzeno y el cloruro de picrilo, inducen h i­
persensibilidad tardía en casi todos los indivi­
Dermatitis de contacto duos; por eso han sido muy utilizados, tanto
para la investigación básica de la inm unidad
Además de estas consecuencias de una res­ celular, como en la clínica, para estudiar la ca­
puesta de protección contra agentes patógenos, pacidad de un paciente para iniciar respuestas
la inmunidad mediada por células puede cons­ inmunes mediadas por células.
tituirse en una verdadera alergia y dar el cuadro La inmunidad mediada por células es a m e­
de dermatitis de contacto, que es una reacción nudo un componente importante de las en fer­
de hipersensibilidad tardía o de tipo IV. Como medades autoinmunes, muy especialm ente en
en todos los casos de hipersensibilidades o aquellas provocadas por la liberación de los lla­
alergias, existe una enorme variación indivi­ mados antígenos secuestrados (sistema nervio­
dual, tanto en el establecimiento o no de hiper­ so central, testículos, glándulas endocrinas); es­
sensibilidad contra distintos antígenos, como tas enfermedades se verán en detalle en el capí­
en la magnitud de las reacciones, pero, en ge­ tulo 28.
neral, si los antígenos penetran por vía intra­
dérmica se favorece la aparición de este tipo de
respuestas m ientras que, si penetran por vía CONSIDERACIONES FINALES
oral, se favorece una tolerancia a nivel de reac­
ciones celulares. En resumen, puede decirse que, en un orga­
Como se mencionó antes, ciertos haptenos nismo con un sistema inmune normal y en re­
pueden unirse a proteínas propias y desencade­ poso, es decir, en una actividad organizada y
nar hipersensibilidad de contacto. Estos p ro ­ regulada preexistente, producida por el recono­
ductos quím icos pueden presentar problemas cimiento constante de lo propio, más las m odi­
propios de la medicina laboral; además de los ficaciones que puedan haber causado a esta ac­
picrilos y los benzenos ya mencionados, ciertos tividad otros estímulos antigénieos anteriores,
compuestos de cromo, níquel y berilio liberan la en trada y reconocim iento de un antígeno
iones de estos metales que, unidos a las proteí­ provoca una nueva respuesta, que se traducirá
nas propias, forman neoantígenos capaces de en una alteración de dicho equilibrio. La res­
sensibilizar el sistem a inmune. En las indus­ puesta se inicia por la estimulación de los lin­
trias que utilizan estos compuestos, los obreros focitos T preefectores y, según la forma en que
que los manipulan sin las debidas precauciones se haya presentado el antígeno y otra serie de
pueden sensibilizarse y presentar problem as circunstancias, puede dar como resultado su di­
cutáneos. Es más, hay sustancias como el as­ ferenciación hacia efectores de tipo Th2 o T h l,
besto cuya inhalación, luego de la sensibiliza­ o bien citotóxicos. Los prim eros dirigirán la
ción, puede llevar a daños irreversibles en el respuesta hacia la estimulación de los linfocitos
pulmón, siempre por el mismo mecanismo in­ B, con síntesis de anticuerpos específicos, que
mune. apuntarán hacia el antígeno otros mecanismos
Otros productos químicos de uso domicilia­ efectores humorales o celulares; activación de
rio, como la p-fenilen diamina, presente en los las cascadas del complemento, la coagulación y
colorantes para el cabello, y otros compuestos las quininas, opsonización, citotoxicidad celu­
presentes en detergentes y cosméticos, también lar anticuerpo dependiente, etc. Este tip o de
pueden producir reacciones semejantes. Algu­ reacción produce inflamación aguda con sus tí­
nos de estos haptenos se encuentran en la natu­ picos signos; tumor, rubor, dolor y calor.
raleza, en la saliva de insectos hematófagos, La d iferenciación hacia efectores de tipo
muy especialm ente las pulgas, o en ciertas T hl dirige la respuesta hacia la estimulación de
plantas, y pueden dai‘ lugar a reacciones de tipo mecanismos celulares efectores no dependien­
hipersensibilidad tardía que desemboca en una tes de anticuerpos, principalmente la activación
304 Aspectos básicos de la inmunidad

de los macrófagos. Este tipo de reacción produ­ los cuáles primero se sensibiliza al paciente y
ce inflamación crónica y es generalmente más luego se aplica una segunda dosis para medir la
lesiva para los órganos y tejidos propios. reacción. La positividad de la reacción contra
Si bien ambos tipos de reacciones tienden a los primeros indica que hay una conservación
autoperpetuarse por la regulación cruzada que de la memoria del sistema inmune. La presen­
existe entre los linfocitos T h l y Th2, es muy cia de reacciones contra los segundos, indica
raro encontrar en la naturaleza respuestas puras que hay capacidad en el sistema inmune para
de uno u otro tipo. Además, tanto en la induc­ activarse contra antígenos nuevos: ésta última
ción de ambas como en los sistemas efectores es la que se pierde primero en las inmunodefi­
finales, hay factores y mecanismos que son co­ ciencias adquiridas.
munes, de manera que es imposible hablar de Actualmente, estas pruebas in vivo, que son
una respuesta mediada exclusivamente por cé­ bastante desagradables para el paciente, son
lulas o por anticuerpos. reem plazadas por pruebas in vitro y por la
Sin embargo, es im portante el concepto de identificación y cuantificación de subpoblacio­
que una de las formas en que puede desembo­ nes linfoides.
car una reacción inmune específica es en la ac­
tivación de los macrófagos inespecíficos y que Pruebas in vitro
esta activación, si bien es peligrosa o directa­
mente lesiva, es también esencial para la defen­ Una de las primeras pruebas utilizada para
sa contra ciertos patógenos. medir las respuestas inmunes mediadas por cé­
lulas fue la reacción b lasto-m itogénica que
muestran los linfocitos en cultivo, cuando son
APLICACIONES CLÍNICAS estimulados in vitro por antígenos específicos o
por mitógenos inespecíficos para los linfocitos
Pruebas para la detección de inmunidad T, como la concanavalina A o la fitohemoaglu-
mediada por células tinina. En efecto, los linfocitos tipo T hl y los T
citotóxicos al ser estim ulados producen IL2,
Pruebas in vivo que es un poderoso mitógeno para los linfoci­
tos T. La respuesta mitogénica de un individuo
Desde un punto de vista práctico se utilizan frente a un antígeno específico indica su sensi­
las reacciones cutáneas de hipersensibilidad de bilización previa. El nivel de respuesta a los
tipo IV para conocer si un paciente está o no mitógenos inespecífico es índice de la capaci­
sensibilizado hacia un antígeno dado y para co­ dad general del sistema T. Existen varios méto­
nocer su capacidad para m ontar este tipo de dos para medir esta respuesta blastogénica que
respuestas. son detallados en el capítulo 36.
Una de las pruebas más comunes, aún usada, Otra prueba que fue muy usada como índice
es la reacción de Mantoux, que se lleva a cabo de inmunidad mediada por células, que también
mediante la inyección de derivado proteico pu­ fue de gran utilidad para el estudio de sus meca­
rificado (PPD) de bacilos tuberculosos: en este nismos, es la inhibición de la migración de los
caso, la presencia de reacciones positivas no macrófagos o de los leucocitos periféricos. Para
indica enfermedad, sino un contacto previo con ella, las células se empaquetan dentro de un ca­
el bacilo y la capacidad del individuo para pilar que se corta por su interfase células/medio
reaccionar contra él mediante la activación de y se coloca en una cámara con medio de culti­
macrófagos que, como ya se vio, tienen un pa­ vo. Los macrófagos y leucocitos tienden a salir
pel fundam ental contra este patógeno. De la del capilar y a migrar por el piso de la cámara,
misma manera, la ausencia de reacción positiva pero, en presencia de un antígeno para el cual el
no indica ausencia de enferm edad, sino que individuo estaba previamente sensibihzado, la
puede ser de muy mal pronóstico en un indivi­ migración se inhibe y el área cubierta por célu­
duo infectado pues indica anergia, es decir in­ las se hace significativamente menor.
capacidad de montar respuestas celulares con­ Esta reacción mostró muy buena correlación
tra esta enfermedad. con la presencia de hipersensibilidad tardía, pe­
Para la exploración de la capacidad del siste­ ro es poco confiable y de medición subjetiva.
ma inm une de un individuo se han utilizado Actualmente, ha sido reemplazada por la medi­
dos tipos de antígenos: a) los de memoria, co­ da de la producción de los factores propios de
munes en la naturaleza, para los cuales la m a­ los linfocitos T h l, muy particularmente la sín­
yoría de los individuos de la región están pre­ tesis de IL2 e IFNy, que pueden detectarse en
sensibilizados, como la misma PPD, o antíge­ los sobrenadantes de cultivos de linfocitos esti­
nos del sarampión, varicela, micóticos, estrep- mulados in vitro mediante sistemas biológicos
toquinasa-estreptodornasa, etc. y b) antígenos o, mejor aún, por prácticos sistema preestan-
sintéticos, como el dinitroclorobenzeno, para darizados.
Hipersensibilidad tardía y otras reacciones de inmunidad 305

B IB L IO G R A F IA E special

G eneral M itc h isso n , N. A .: SpeciaV ization, T o leran ce , M em o ry ,


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El sistema inmune de mucosas

PRIMERA PARTE

MARÍA ESTELA ROUX 17


INTRODUCCIÓN IgA secretoria es sintetizada localmente por cé­
lulas plasmáticas que se encuentran en determi­
La superficie de las mucosas está en contac­ nadas glándulas (salival, lacrimal, mamaria) y
to permanente con el medio ambiente externo e en las mucosas que tienen contacto con el me­
interno y ha desarrollado una gran cantidad de dio externo (aunque no está excluida la prove­
mecanismos protectores, tanto inmunológicos niente de los vasos sanguíneos). También debe
como no inm unológicos, para defenderse de recordarse que en ratas se ha demostrado que la
distintos agentes patógenos (virus, bacterias, IgA es transportada en la bilis por un mecanis­
etc.) y de la absorción de antígenos foráneos. mo mediado por componente secretorio, y que
Esta protección específica a nivel de la superfi­ en el hombre existe IgA e IgA secretoria en la
cie de las mucosas se realiza por la existencia bilis. Esta IgA secretoria tiene características
de “inmunidad secretoria”. Este término indica estru ctu rales y antig én icas m uy esp eciales
que existen diferencias con las respuestas in­ (véase cap. 5).
munes provocadas por exposición sistémica al La IgÁ secretoria bajo la form a dim érica
antígeno. Trabajos realizados por distintos gru­ (IgA)^, se une al componente secretorio (CS)
pos de in v e stig ació n han d em o strad o que, en la membrana de las células epiteliales que
cuando el virus influenza es introducido en el sin te tiz a n este p o lip é p tid o , y el co m p lejo
tracto respiratorio, la respuesta inmune local no (IgA)2S formado es transportado a través de las
va acompañada de anticuerpos séricos; en cam­ células epiteliales en vesículas y puesto en li­
bio, la resistencia a este virus estaba correlacio­ bertad a nivel de la superficie apical dentro de
nada con la producción de anticuerpos protec­ la luz intestinal (fig. 17-1). La existencia de
tores locales. En muchos casos, los antígenos una molécula especializada de IgA secretoria
actuando localmente son más efectivos en la explica la resistencia inmunológica específica a
producción de estos anticuerpos que la inmuni­ infecciones de mucosas que existen en ausen­
zación por vía parenteral. cia de anticuerpo sérico de clase IgA demostra­
Por consiguiente, la producción de anticuer­ ble. Es decir, anticuerpos de clase IgA, contra
pos protectores locales puede ser independiente una gran variedad de virus, bacterias y otros
de la respuesta de anticuerpos séricos, y cuan­ agentes como componentes de la dieta, se en­
do se producen conjuntamente la respuesta sis­ cuentran en las secreciones locales; la resisten­
témica y la local a nivel de mucosa, la inmuni­ cia a ellos correlaciona mejor con este anticuer­
dad producida se relaciona mejor con la res­ po local que con el anticuerpo circulante.
puesta secretoria local. Estudios recientes de Keith E. M ostov han
demostrado la existencia (estructura y el cami­
no celular) de un receptor de inmunoglobulina
E L SISTEM A DE LA IgA SE C R E TO R IA ' polimérico pIgR (véase cap. 5) que interviene
en el transporte transepitelial de inmunoglobu­
La inm unoglobulina A (IgA) constituye la linas (trancistosis) y, muy especialmente, para
clase principal de inmunoglobulina de las se­ la IgA (fig. 17-2). El receptor es sintetizado por
creciones. La IgA que se va a transformar en el retículo endoplasm ático (paso 1) y luego
El sistema inmune de mucosas 307

Luz intestinal

(lgA),S (lgA),S

i
i -Uniones estrechas

-Espacio celular
> ^ C S | V -J interepitelial

Célula
'plasmática
OS: Componente secretorio
G: Golgi
N; Núcleo

U g . 17-1. G eneración y transporte epitelial de la IgA secretoria (IgA -S). La IgA dim érica en la lám ina propia p ro v ie n e de
células plasm áticas locales, no excluyéndose una pequeña contribución sérica. La (IgA )j cruza la m em brana b asal entran­
do en el espacio celular intraepitelial. Los m ecanism os que llevan a la form ación de (IgA )jS podrían ser dos: 1) D en tro de
la célula epitelial, el com ponente secretorio (CS), luego de com pactarse en la zona de G olgi, es segregado dentro d el espa­
cio celular interepitelial y allí se com bina con la (IgA )j para form ar extracelularm ente la IgA secretoria. Esta (Ig A )jS por
pinocitosis (?) entra en la célula epitelial y es secretada en la luz intestinal ya que es m uy difícil q ue atraviese directam ente
las uniones estrechas. 2) E l com ponente secretorio sería un receptor de la m em brana celular. Por consiguiente, la (IgA ) 2S
se ensam blaría en la m em brana plasm ática y, luego de entrar a través de la célula epitelial, llegaría a la luz intestinal.

transportado al aparato de Golgi (paso 2). En la por la superficie apical de la célula epitelial.
cisterna trans, llamada red trans-Golgi (TGN), Este nuevo mecanismo de defensa contra la in­
las proteínas destinadas a la superficie celular fección viral, sugiere que la IgA puede usarse
son reconocidas y empaquetadas en vesículas para proteger células que ya han sido infecta­
transportadoras que las llevarán directamente a das. Además, el pIgR puede exportar a través
la superficie celular apical o basolateral. El de las células epiteliales, los complejos inmu­
pIgR es liberado en la superficie basolateral nes que contienen IgA y, de esta forma, contri­
(paso 3) donde puede unirse a la IgA o IgM buir a su remoción del cuerpo.
(paso 4) y a continuación es endocitado (paso
5). En las proteínas del endosoma, el pIgR es
empaquetado en vesículas transcistóticas (paso ORIGEN DE LAS CELULAS QUE
6) y transportado a la superficie celular opues­ SINTETIZAN INMUNOGLOBULINA DE
ta. Luego de la trancistosis a la superficie celu­ CLASE IgA. CICLO CELULAR DE LA IgA
lar apical (paso 7), la porción extracelular del
pIgR unida al ligando es clivada y puesta en li­ La inmunoglobulina preponderante en las se­
bertad (paso 8). El fragmento clivado se deno­ creciones intestinales es la IgA y su prevalen­
mina componente secretorio (CS) y permanece cia se refleja en la gran proporción de células
unido a la IgA en las secreciones extracelula­ plasm áticas, que se encuentran en la lámina
res. El pIgR es llamado, algunas veces, compo­ propia del intestino, que producen IgA con res­
nente secretorio de membrána. pecto a los otros isotipos.
R ecientem ente se ha dem ostrado que IgA El modelo general de proliferación con cam­
con' actividad anti-virus Sendai, unida al pIgR bio a otro isotipo, maduración y migración de
y endocitada en la superficie basolateral puede las células B en el sistema inmune de mucosas,
neutralizar al virus Sendai que está entrando indica que la proliferación y la predetermina-
308 Aspectos básicos de la inmunidad

UE

h
*
IgA

Fig. 17-2. C am ino intracelular .seguido po r el pIgR (véase explicación en el texto) (A daptada de K. E. M ostov, Annu.
Rev. Im m unol., 12:63, 1994).

ción a la producción de IgA se realiza en los como plasmablastos que contienen IgA, es lo
cúmulos linfoides de los tejidos linfoides aso­ que se ha llam ado “ciclo celular de la Ig A ”
ciados a intestino (TLAI) y de los tejidos lin­ (fig. 17-3). En el intestino delgado o en otras
foides asociados a bronquios (TLAB). mucosas siguen proliferando y maduran com­
Los precursores de las células plasm áticas pletamente encontrándose células plasmáticas
productoras de IgA son hallados, en su primer productoras de IgA. Un ciclo similar es segui­
estadio, en las placas de Peyer, como linfocitos do, aparentem ente, por los linfocitos B del
B provenientes de la médula ósea. Es allí donde TLAB en su migración a los sitios de mucosas
estos precursores se encuentran con los antíge­ del tracto respiratorio. Existe evidencia de que
nos, que entran desde el intestino a través de cé­ muchas de las células plasmáticas de clase IgA
lulas epiteliales especializadas, y donde inician encontradas en el sistema murino provienen de
su síntesis de ADN y expresan IgA pudien­ linfocitos B precursores procesados en la cavi­
do, en un segundo estadio, migrar a los ganglios dad peritoneal. Por consiguiente, existen dos lí­
mesentéricos (vía linfáticos aferentes). En estos neas de células B que contienen a la población
ganglios proliferan y maduran, transformándose de células plasmáticas sintetizadoras de IgA en
en células blásticas que contienen IgA (a^.;,) y, a el intestino.
continuación, vía linfáticos eferentes, dejan los
ganglios y migran al intestino delgado. Estos
blastos son transportados desde los ganglios me- GENESIS Y MANTENIMIENTO
sentéricos por los linfáticos eferentes y la linfa DEL CICLO CELULAR DE LA IgA
del conducto torácico en el torrente sanguíneo,
emergiendo así en las distintas mucosas. Se han postulado dos hipótesis principales
Este proceso completo mediante el cual las para la génesis y mantenimiento del ciclo celu­
células B, que se originaron en las placas de lar de la IgA. Ambas consideran que la prede­
Peyer, vuelven a la lámina propia del intestino terminación a la producción de IgA no contro-
El sistema inmune de mucosas 309

F ig . 17-3. M odelo de la
circulación de inm unoci- Glándula m am aria
tos de clase IgA al intes­
Conducto torácico
tino, glándula m am aria y
otro.s s itio s d e m u c o sa .
Los linfocitos que se ori­
ginan en las placas de Pe-
yer m igran a los ganglios
m e s e n té ric o s , d o n d e se
d iv id e n y d if e r e n c ia n .
E llos d ejan los gan g lio s
m esentéricos por el co n ­
d u c to to rá c ic o y p o r el
torrente sanguíneo circu ­
lan hacia su destino final:
lám ina propia del intesti­
no delgado.

Ja, por sí sola, la migración de las células B a lulas B de memoria que migran y recirculan a
las mucosas. Esta suposición toma sustento en través de las paredes altas del endotelio de las
las siguientes observaciones: 1) los blastos T vénulas, de los nódulos o de las placas de Pe­
migran al igual que los blastos B, 2) la migra­ yer, y son expuestas a las mismas influencias
ción no es inhibida por la inyección por vía en­ inductoras y antígenos como los precursores
dovenosa de IgA monomérica o dimérica o por primarios. Esto provoca la expansión de la po­
antisuero anti-com ponente secretorio; y 3) la blación de células B de clase IgA predeterm i­
lámina propia de individuos deficientes en IgA nada a las mucosas.
está poblada de células plasmáticas que produ­ En la segunda hipótesis, el ciclo es controla­
cen otros isotipos. Las dos hipótesis asum en do principalmente por mecanismos selectivos
que la migración es antígeno independiente, y (fig. 17-5). Las subclases de células B en la
en ambas se incluye la necesidad de la presen­ médula ósea (o hígado fetal) están predeterm i­
cia de células T especiales capaces de ayudar a nadas a la extravasación de la lám ina propia
la producción de IgA. del intestino. Cuando llegan al intestino por la
En la primera hipótesis el ciclo está controla­ vía sanguínea se extravasan en la lámina propia
do principalmente por mecanismos instructivos en mayor número que en las placas de Peyer e
(fig. 17-4). Las células B de la circulación ex­ inmediatamente entran en la linfa que drena en
presan receptores específicos para las paredes los ganglios mesentéricos. En éstos, los blastos
altas del endotelio de las vénulas y llegan a las precursores de IgA son impactados por el antí­
placas de Peyer o a los nódulos de los TLAM geno que llega a la linfa proveniente de las pla­
(tejidos linfoides asociados a mucosas) donde cas de Peyer y a continuación se produce, por
reciben una o ambas de las dos clases de ins­ acción conjunta del antígeno y de células T, la
trucción. Una instrucción, que proviene de una expansión de clones celulares predeterminados
célu la T (c é lu la T co n m u tad o ra o c é lu las a extravasarse en la lámina propia. Las células
“switch”) regula la conmutación o “switch” de que salen de los ganglios mesentéricos consti­
los linfocitos que expresan IgM a linfoci­ tuyen una población mixta de plasmablastos y
tos que expresan IgA (a^^j). La otra instrucción, células de memoria. Cuando llegan a la lámina
que podría provenir del estroma de las placas propia, los plasmablastos se extravasan y que­
de Peyer o de los nódulos de los TLAM, inicia dan retenidos allí porque se convierten en célu­
una secuencia de diferenciación y proliferación las plasmáticas productoras de IgA. La capaci­
que permite que los blastos lleguen a un esta­ dad migratoria declina por haberse transforma­
dio celular de maduración en los ganglios m e­ do en células maduras que han alcanzado su di­
sentéricos, transform ándose en plasmablastos ferenciación terminal. Las células B de memo­
que migran a la lámina propia donde son rete­ ria recirculan a través de varios tejidos linfoi­
nidos para transformarse en células efectoras, des, pero parece que encuentran el antígeno pa­
llamadas células plasmáticas. En los ganglios ra el que ellas son específicas en los tejidos lin­
mesentéricos, algunos blastos quedan como cé­ foides asociados al intestino, que están consti-
310 Aspectos básicos de la Inmunidad

Las células B en la placas


de Peyer reciben dos
instrucciones: 1) Conmutación
a IgA. 2) Predeterminación de Células (5)
dirigirse a las mucosas como de memoria
plasmoblastos
(4 )
Plasmablasto Otras mucosas y
glándulas exocrinas

Ciclo celular
de ia IgA

Células B provenientes
de la circulación llegan a
las placas de Peyer por
selección de las vénulas
de las paredes altas del
endotelio

Proliferación y diferenciación
ocurre en los ganglios
mesentéricos

Fig. 17-4. M odelo hipotético para el control de las m ucosas m ediante el m ecanism o instructivo.

tuidos por las placas de Peyer y los ganglios dominio, en los tejidos linfoides asociados a las
mesentéricos. Además, la expansión de los clo­ mucosas, de clones que están predeterminados
nes por el antígeno acoplado, con la ayuda de para la producción de IgA y tienen la habilidad
células T específicas por IgA, resulta en el pre­ de ir a las mucosas.

Células T colaboradoras
específicas de IgA en las
placas de Peyer o en
nódulo de TLAM

Inmunización de las
células B predeterminadas
ocurre en los ganglios
mesentéricos; la respuesta
secundaria ocurre aquí
o en las placas dePeyer

Fig. 17-5. M odelo hipotético del control de la m igración a las m ucosas por m ecanism os selectivos.
El sistema Inmune de mucosas 311

Las dos hipótesis pueden combinarse de va­ transportar antígenos y cuya verdadera función
rias maneras. Por ejemplo, un mecanismo ins­ no ha sido aún determinada.
tructivo que controle la conmutación de IgA Por otra parte se ha demostrado que:
puede ser acoplado con un mecanismo selectivo
para la expansión de las poblaciones celulares B 1) Mujeres embarazadas que habían ingerido
que tienen la capacidad de ir a las mucosas. Escheríchia coli no patógeno, poseían en la le­
Debemos hacer hincapié en que solamente che células productoras de IgA con actividad
aquellas células de memoria, que expresan re­ anticuerpo específico contra E. coli.
ceptores para unirse a las paredes altas del en­ 2) Blastos de ganglios mesentéricos m igra­
dotelio de las vénulas (específicas de cada m u­ ban a la glándula m am aria (lactante) p o r un
cosa), recircularán a través de los nódulos de mecanismo que está bajo control hormonal.
los TLAM.
Tanto los linfocitos efectores como los de Además, blastos del ganglios mesentérico se
memoria provenientes, por ejemplo, de placas localizan en forma selectiva en la mucosa bron­
de Peyer, que es un tejido linfoide secundario, quial y cervical, sintetizando predom inante­
en respuesta al antígeno: a) migran en forma mente IgA. La localización cervical depende
efectiva a los tejidos linfoides terciarios (piel, del estado hormonal del individuo, siendo ma­
lámina propia del intestino, etc.) que están in­ yor durante el proestro.
flam ados; b) la diferenciación a la subclase Otro tejido linfoide asociado a mucosa es el
“células de memoria” está acompañada por el TLAN (tejido linfoide asociado a la nasofarin-
desarrollo de especificidad de migración (a la ge). El TLAN se diferencia del TLAB y del
piel o a las mucosas). La unión del linfocito al TLAI, y es el principal tejido linfoide del tracto
endotelio es necesaria para el proceso de extra­ respiratorio alto (véase cuadro 17-1); se desa­
vasación. rrolla antes que el TLAB. El TLAN tiene gran
cantidad de células T, a diferencia del TLA I
(placas de Peyer) que contiene gran cantidad de
T E JID O S L IN FO ID E S ASOCIADOS células B que expresan IgA. Existe separación
A LAS MUCOSAS entre la respuesta inmune sistémica y la secreto­
ria de mucosas en el tracto respiratorio alto. La
Las estructuras linfoid es de las m ucosas naturaleza del antígeno que llega a la mucosa
exi.sten en los tejidos de los mamíferos, ya sea nasal y a los TLAN y la vía de entrada determ i­
com o agregados o com o folículos aislad o s nan el tipo de respuesta. Los antígenos solubles
(ganglios linfoides aislados). En el intestino penetran todo el epitelio nasal y llegan a los
delgado, estos folículos se hallan diseminados, ganglios cervicales superficiales, induciendo así
siendo más prominentes en el colon. Los teji­ una respuesta inmune sistémica o estableciendo
dos linfoides asociados al intestino (TLAI), los tolerancia. Los antígenos particulados son re­
tejidos linfoides asociados a los bronquios movidos de la mucosa nasal, tomados p o r las
(TLAB) y los folículos solitarios tienen linfoe- células M (“M cells”) y llegan a los TLAN sólo
pitelio y eélulas B y T que sufren una división luego de exposiciones repetidas al antígeno y/o
y recambio rápido. Se cree que también existen cuando el aparato ciliar está afectado. (Estas
m acrófagos y células dendríticas, p rin cip al­ condiciones antigénicas las presentan los pató­
mente en los centros germinales. Los macrófa­ genos viables que son capaces de replicarse.)
gos se encuentran, además, en la lámina propia,
fuera del tejido linfoide organizado.
FACTORES QUE PUEDEN AFECTAR LA
LOCALIZACIÓN EN LAS MUCOSAS DE
E L SISTEM A IN M U N E COM UN LOS LINFOBLASTOS PRODUCTORES
A TODAS LAS MUCOSAS DE IgA

Esta denominación proviene de las similitu­ La localización en las mucosas de los linfo-
des morfológicas y funcionales encontradas en blastos productores de IgA puede estar afecta­
el TLAI y TLAB, N um erosos experim entos da por diferentes factores, entre los que cabe
han demostrado que las células provenientes de destacar ciertas características de los linfocitos
TLAB son capaces de repoblar el intestino, el y de la vasculatura (cuadro 17-2). No se h a en­
bazo y los pulmones con linfocitos productores contrado que esta localización pueda ser afecta­
de IgA; linfocitos provenientes del TLAI pue­ da por un solo factor. Por ejemplo, la remoción
den repoblar no sólo el intestino, sino también de todas las placas de Peyer del, intestino de la
jos bronquios. Asociadas al epitelio existen las rata no impide que los blastos productores de
células M, también llamadas FAE (“follicule IgA, provenientes de los ganglios m esentéri­
associated ep iteliu m ” ), con capacidad p ara cos, se localicen en el intestino. La acum ula­
312 Aspectos básicos de la inmunidad

C u ad ro 17-1. Características de los PP, TLAN y TLAB en ratas no tratadas (Wistar)


PP TLA N TLAB

O NTO G ENIA
Presencia de tejido A ntes del nacim iento A l nacim iento Al día 4 después del
nacim iento
I^infocitos 1“™* B (IgA ) T B

A reas B y T definidas Al día 10 después del n a­ Al día 10 después del naci- > 21 días después del
cim iento m iento nacim iento

TEJID O AD U LTO
C entros germ inales ++ + +
-H- Lewis + Lew is, BN ND
PVG

Linfocitos intraepiteliales ++ ++ +
Á reas T/B T<B T =B ND
T<B T<B Lewis

R elación T:B 0,2 0,9 0,7


0,2 Lewis 0,7 Lewis ND

Relación CD 4:CD 8 5,0 2,4 2,6


6,6 Lewis 5,1 Lew is ND

C élulas B IgAm -H- + +


M acrófagos + + +
A SP E C T O S FU N C IO N ALES
M igración de PP o células lin­ + Lew is ++ Lewis ND
foides de TL A N en órganos
linfoides

Células linfoides que llegan a + Lewis ++ Lew is ND


PP 0 TLAN

A dhesión de linfocitos a las + Lew is -H- Lew is ND


H EV en PP o TLA N

ción de células productoras de IgA en estos si­ región Fe de la IgA (células Th). Estas células
tios especializados se explicaría por la acción Th, que actúan sobre las células B que expre­
de varios factores. El medio que rodea a las san IgA, pueden inducir o suprimir la secreción
mucosas es rico en antígenos m icrobianos y de IgA. Estas células T envían señales para la
mitógenos, influyendo de esta forma la inmu- colaboración o la supresión mediante la pro­
noespecificidad de los linfocitos en las muco­ ducción de factores solubles capaces de unirse
sas. La superposición de estimulación antigéni­ a la IgA.
ca crónica a la modulación que realizan las cé­ Antígenos del medio ambiente o de la dieta
lulas T vecinas produciría la predeterminación pueden influir en la localización, tanto en el
de las células B a la síntesis de IgA. También tramo intestinal como en el respiratorio, de cé­
se ha estudiado y demostrado la regulación de lulas productoras de IgA. Se ha dem ostrado
la producción de IgA por las células T. Se han que azúcares simples inhiben in vivo varias ac­
aislado clones de células T de las placas de Pe­ tividades de los linfocitos. También, que la de­
yer en los ratones. Estos clones actúan sobre ficiencia de vitamina A causa una migración y
las células B, estim uladas por lipopolisacári­ localización defectuosa de los blastos de clase
dos, que expresan IgM pero no IgA. Las célu­ IgA provenientes de la mucosa y que factores
las B se diferencian y com ienzan a expresar que se encuentran tanto en el calostro como en
IgA, convirtiéndose en precursores directos de la leche pueden influir en la diferenciación ce­
las células productoras de IgA. Estas células T lular de la IgA o suprimir la capacidad de los
se llaman células T “switch” o conmutadoras. recién nacidos para montar una respuesta in­
También se han descrito células T que ac­ mune de clase IgE.
túan en un estadio más tardío de la diferencia­ Además se ha establecido que la especifici­
ción. Estas células presentan receptores para la dad por determinado órgano, que existe en la
El sistema inmune de mucosas 313

C uadro 17-2. Factores que pueden afectar la localización de linfoblastos productores de IgA
en las mucosas

C aracterísticas ele los linfoblastos

- IgA en la m em brana celular


- C om ponente secretorio
- R eceptores para antígeno
- R eceptores para factores quim iotácticos
- R eceptores para productos de células T colaboradoras
- M acrófagos
- D eficiencia de vitam ina A
“ G lucoproteínas de la m em brana celular
- y de P, integrina

V ascularización

- R egulación del flujo sanguíneo


- Paredes altas del endotelio de las vénulas poscapilares
- Influencia horm onal

población de linfocitos que es capaz de migrar, son específicos de órgano. Se ha discutido la


está determinada por la interacción selectiva de probabilidad de que la inducción de receptores
los linfocitos circulantes con las células endo­ de migración órgano específicos probablemen­
teliales. Esta interacción está mediada por “re­ te sea un factor im portante en la distribución
ceptores de migración” en los linfocitos que se restringida a ciertos tejidos de subpoblaciones
unen a los ligandos endoteliales, que son m olé­ linfocitarias, responsables de las características
culas de adhesión específicas. Se conoce que la tínicas de las respuestas inmunes que ocurren
y la a^P integrinas participan en la unión en la periferia y en las mucosas.
de los linfocitos a las paredes altas del endote­
lio de las vénulas (HEV) en las placas de Peyer
que presentan MAdCAM-1 (“mucosal vascular C ELU LA S T EN LAS MUCOSAS
addresin cell adhesión m olecule-l”). La expre­
sión de M A dCAM -1 ocurre tam bién en las Las células del sistema inmune que se locali­
HEV de los ganglios mesentéricos y en las vé­ zan en las mucosas no son solamente las deriva­
nulas de la lámina propia, siendo su ligando la das de] linfocito B, productoras de anticuerpos.
a^P^ integrina. Funcionalmente, MAdCAM-1 La presencia de linfocitos T así como su proce­
está relacionada con la migración selectiva a dencia y distribución han sido demostradas.
tejidos de mucosa. Trabajos recientes han de­ Los inm unoblastos T provenientes de gan­
mostrado la existencia de una integrina glios mesentéricos y del conducto torácico se
(llam ada an tígeno de lin fo c ito de m u co sa, localizan en la lámina propia del intestino y de
ALM o MEA por su expresión selectiva en las las vellosidades epiteliales. Esto se ha observa­
células T asociadas a mucosas) en intestino y do no sólo en el intestino delgado normal, sino
pulm ones, que m edia la unión a un ligando también en isoinjertos del intestino fetal ubica­
existente sobre las células epiteliales de las m u­ do bajo la cápsula del riñón. En contraste, los
cosas, contribuyendo a la retención de las célu­ blastos T provenientes de ganglios periféricos
las T asociadas a mucosas en esos sitios. Este sólo han sido detectados en los intestinos infec­
ligando ha sido recientemente caracterizado y tados e inflamados por la Trichinella spiralis;
se lo denomina E-cadherina. por consiguiente, normalmente no migran a la
Resumiendo, los estudios de migración in vi­ lámina propia del intestino.
vo e in vitro demuestran que las células B pre­ Células T se encuentran presentes en el c a -,
sentan preferencia por las venas poscapilares lostro y la leche. Estudios realizados en ratas
del endotelio. Las células endoteliales de los dem uestran que las células T halladas en la
tejidos linfoides de mucosas, así como periféri­ glándula mamaria provienen tanto de tejidos
cos, expresan determinantes específicos o fac­ linfoides intestinales como de tejidos linfoides
tores que median el reconocimiento de los lin­ periféricos. Además, dado que se encontró que
focitos. Por consiguiente, los modelos de mi­ en la glándula mamaria de la rata se acumulan
gración linfocitaria están programados, en m u­ linfocitos B que contienen IgA y linfocitos T
chos casos, por los receptores de Ja superficie cuyo fenotipo principal corresponde al asigna­
de linfocitos, que son complementarios de di­ do a las células T colaboradoras (W3/25'^), se
chos determinantes endoteliales que, a su vez sugirió que estas células T regulan la diferen­
314 Aspectos básicos de la Inmunidad

ciación de las células B dentro de la glándula evidencia experimental son; citotoxicidad celu­
mamaria. Se ha dem ostrado en la leche que lar inducida por mitógeno, actividad “natural
puede haber transmisión de resistencia a tum o­ killer” y citotoxicidad celular anticuerpo de­
res durante el período de lactancia. Si este he­ pendiente.
cho se debe o no a la transferencia de células T La funcionalidad de los linfocitos intraepite­
no está totalmente demostrado, pero se conoce liales (LIE) no está bien definida, y la comple­
que en los humanos la reacción de hipersensi­ jidad de los fenotipos que definen esta poíjla-
bilidad retardada puede transferirse al recién ción Iinfocitaria hace pensar que el epitelio in­
nacido durante la lactancia. testinal constituye un compartimento linfoide
Finalmente recordaremos la existencia de los único y distinto dentro del organismo.
linfocitos intraepiteliales, que en su gran mayo­ Trabajos recientes indican que el epitelio in­
ría son linfocitos T que presentan el fenotipo testinal es un órgano linfopoyético T primario
supresor/citotóxico. Esto ocurre tanto en los y, por consiguiente, esto confirma en parte el
animales como en el hombre. La lámina propia origen timoindependiente de los LIE. Mientras
humana contiene células T que presentan prin­ el epitelio tímico y el intestinal derivan del en-
cipalm ente el fenotipo colaborador/inductor. dodermo, la maduración funcional, es decir, la
Una característica única de la población celular capacidad linfopoyética de células T no se pro­
T del intestino delgado es el gran porcentaje de duce al mismo tiempo. Los LIE, en los ratones
células que tienen gránulos citoplasm áticos y en las ratas, aparecen recién a las 4 semanas
metacromáticos que contienen histamina. Por después del parto y su cinética de aparición es
consiguiente, estos gránulos se asemejan a los independiente del antígeno del medio y depen­
gránulos de los mastocitos. Evidencia experi­ de sólo del estadio de desarrollo del intestino.
mental sugiere que la célula T granulada del in­ Las primeras células T que aparecen en el epi­
testino puede ser una célula de transición pro­ telio intestinal de ratones singeneicos expresan
veniente de una línea celular especial para la el receptor T (y/5) (Rec T I) y conmutan a LIE
cual el estadio de diferenciación terminal es un que expresan el receptor T (a/p) (Rec T2). El
mastocito. número de LIE que expresan RecT (oc/P) está
Otros investigadores sugieren, como alterna­ directamente relacionado con la edad del ani­
tiva, que la célula T del intestino induce a que mal y con la dieta. La m ayoría de los LIE
otro tipo celular se diferencie a mastocito de RecT (y/5)+ expresa CD8 constituido por un
mucosas. Los m astocitos de las m ucosas no homodímero de cadenas a y no expresa cade­
son idénticos a los clásicos mastocitos, como nas p de esta molécula. Los LIE RecT (a/P)*
los aislados de la cavidad peritoneal, puesto expresan en su gran mayoría cadenas a y p de
que presentan características morfológicas, bio­ CD8. Existen distintas poblaciones de células T
químicas y farmacológicas que son distintas de RecT (y/5)+ que se definen por su localización
las de éstos. específica en ciertos tejidos y por la expresión
Las células T del intestino, como todas las de regiones variables (V) específicas de los ge­
células T, provienen de células precursoras del nes que codifican el RecT (y/5).
timo. Las células precursoras más inmediatas
son estimuladas por antígenos y mitógenos en
los tejidos linfoides organizados asociados con CÉLULAS RecT (Vy7+)
el intestino, como lo son las placas de Peyer. A
medida que los precursores se diferencian, mi- El gen que codifica el RecT (Vy7+) está fun­
gran vía los ganglios mesentéricos drenantes, cionalm ente reacom odado y expresado en el
conducto torácico y torrente sanguíneo y retor­ hígado fetal al día 11 de la gestación, es decir
nan eventualmente a la pared intestinal, tanto a antes de migrar al timo, y se expresa en el timo
la lámina propia como al epitelio. El ciclo es en gran cantidad en otros tiempo de su desarro­
análogo al camino de diferenciación de los pre­ llo. Las células que expresan este gen se en­
cursores de las células plasmáticas que sinteti­ cuentran principalmente en el intestino y en el
zan IgA, que también son estimulados en las hígado, y tienen la capacidad de desarrollarse
placas de Peyer. El número de hnfocitos intrae- extratím icam ente puesto que los transcriptos
pitehales depende de la estimulación antigéni­ Vy? son encontrados en el intestino de los rato­
ca; el mecanismo de migración a la mucosa in­ nes desnudos (“nude mice”).
testina] no. Las células intraepiteliales proba­
blemente no entran en gran número en el lu­
men del intestino. FUNCIONALIDAD DE LAS CÉLULAS T
Las propiedades funcionales de las células T O RIGIN AD A S EN E L IN T ESTIN O
del intestino indican que son capaces de mediar
reacciones de citotoxicidad en ciertas condicio­ Las células T RecT (y/5)"' provenientes del
nes. Los tipos de reacciones para los que existe intestino ejecutan su función in situ y probable­
El sistema inmune de mucosas 315

mente también lo liacen los LIE RecT (a /p )”^. puede detectar en las células del conducto bi­
Los LIE maduros CD4+ son capaces de funcio­ liar.
nar como células T colaboradoras en el proceso El aumento de IgA y componente secretorio
de activación de las células B y de su diferen­ en plasma humano visto en el curso de distintas
ciación, mientras que los LIE CD8 (a+p") son enferm edades hepáticas se debería a un gran
menos eficientes en esta capacidad. Los LIE aumento de factores que incluyen:
son capaces de producir citoquinas tales como
IL-5 e INF-y [LIE CD4+ y CD8+; y parece ser 1. Hallazgo de una mucosa anormal que sin­
que tanto los RecT (a /p )+ como los (y/5)+ están tetiza mayor cantidad de IgA.
involucrados]. A dem ás, ciertos estudios d e­ 2. Disminución de la integridad de la m uco­
muestran que los LIE RecT (a/p)^ y (y/5)+ que sa intestinal que provoca el influjo de la IgA en
expresan Thyl (ThyL) producen 10 veces más la circulación.
cantidad de lL-2, IL-3 e I,NE-y que los que no 3. Elim inación alterada de la IgA, d e los
los expresan (Thyl -). com plejos inm unes que contienen IgA y del
Dada la excepcional y singular función de antígeno libre en el hígado.
los TLAI, como es promover y sostener la pro­
ducción de grandes cantidades de IgA que es Por consiguiente, se considera que to d a la
secretada en la luz intestinal, sería interesante IgA de las secreciones proviene de síntesis lo­
pensar que las células T derivadas del intestino cal, con una contribución mínima de la sangre.
contribuyen a este proceso. Al menos se puede La ventaja de este mecanismo se refleja en el
suponer que los LIE RecT (a/P )“^ que emigran nivel de secreción que así puede ser regulado
a la lám ina propia están involucrados puesto localmente para responder a las necesidades fi­
que ahí están las células B. siológicas, puesto que varía en los distintos pe­
Por consiguiente, se considera que el epitelio ríodos del ciclo estrual o cuando existe infec-
intestinal es un órgano linfoide primario y que
el sistema inmune asociado a mucosas aparece
primero en el timo, debido a la carga antigénica
a que este sitio está sometido. U TILID A D DE LA PR O D U C C IO N D E IgA
S E C R E T O R IA P O R IN M U N IZ A C IÓ N
POR VIA ORAL Y SU APLICACIÓN EN
CAM INO H E PA T O B IL IA R DE LA IgA LA PROTECCIÓN ESPECÍFICA DE LAS
SUPERFICIES DE LAS MUCOSAS
El hepatocito presenta receptores que asegu­
ran el transporte de la IgA de la sangre a la bi­ Se ha demostrado que la inm unización por
lis. Se ha demostrado, en ratón y en rata, que el vía oral y bronquial conduce a la secreción se­
hígado interviene en el transporte activo de lectiva del anticuerpo de la clase IgA en las
grandes cantidades de IgA polímero desde el glán d u las m am arias, sin evidencias d e que
plasma a la bilis. Cuando se inyectó por vía en­ exista anticuerpo de clase IgA en la secreción.
dovenosa la IgA polímero, se observó que ésta En form a experimental pudo confirmarse que
era removida rápidamente de la circulación y esto se debe a la migración de células que sin­
transportada a la bilis, como IgA unida al com ­ tetizan IgA con actividad anticuerpo específica,
ponente secretorio. Si se realizaba la obstruc­ desde el intestíno y/o pulmón a ia glándula ma­
ción del conducto biliar se obtenía un aumento maria.
rápido y selectivo en suero, tanto de com po­ La existencia de memoria en el sistem a in­
nente secretorio com o de la IgA p olím ero. munológico secretorio se ha puesto en eviden­
Además, se demostró que los hepatocitos de la cia, al determinarse que este sistema es capaz
rata sintetizan y expresan en su membrana el de montar una respuesta inmune rápida secun­
com ponente secretorio. Por consiguiente, la daria a la administración local del antígeno.
unión de la IgA polímero al componente secre­ En el humano, una sola inoculación subcutá­
torio del hepatocito facilita el transporte activo nea con vacuna colérica puede inducir anticuer-.
a través de éste. pos específicos de la clase IgA en leche, saliva
Este transporte activo ocurre en conejos, po­ y otras secreciones. Se supone que e sta res­
lios, ovejas, pero no puede ser generalizado a puesta se debe a la previa sensibilización por
todas las especies animales. En los humanos, exposición natural a la bacteria.
sólo el 2% de una dosis de IgA polimérica se El concepto de un sistema inmune com ún de
encuentra en la bilis a las 3 horas de inyectada. mucosas, en el que varios sitios de mucosas es­
Este escaso transporte de la IgA polimérica del tán integrados a través de los movimientos de
plasma a la bilis podría estar relacionado con la las células o de anticuerpos, provee un princi­
incapacidad de detectar componente secretorio pio sobre el que se pueden establecer estudios
en los hepatocitos hum anos, aunque sí se lo para la protección de un sitio de mucosa por in­
316 Aspectos básicos de la inmunidad

munización de otro. La vacunación oral con vi­ nen células T supresoras antígeno específicas'
rus herpes simple tipo I aumentó la protección que deprimen la habilidad de los linfocitos de
contra la infección intravaginal con virus her­ proliferar como respuesta al antígeno. La activi­
pes simple tipo n, presumiblemente por reac­ dad supresora concomitante que se genera du­
ción cruzada entre estos dos serotipos. rante el proceso de inmunización cohabita en un
Además, experim entos realizados en doce delicado equilibrio que favorece la inmunidad.
niños con doble colecistotomía demuestra que, Este fenómeno de tolerancia oral puede ser
si se los inmuniza en el segmento colónico dis­ utilizado para la administración de autoantíge­
tal con vacuna de polio viva, se detectan anti­ nos por vía oral en el tratamiento de enfermeda­
cuerpos específicos de la clase IgA en el seg­ des autoinmunes órgano específicas. La dosis es
mento local del colon infectado, pero no en el muy importante para la estimulación del compo­
otro segmento del colon o en los lavados nasa­ nente de supresión activa de la tolerancia oral.
les. Una vez cerrada la colecistotomía, la vacu­ La identificación de las células regulatorias
na polio fue administrada por vía oral a tres ni­ en los humanos, luego de que se ha realizado la
ños. Una respuesta significativa de clase IgA tolerización por vía oral, es crítica para la de­
ocurrió en la nasofaringe. La respuesta de estos mostración de los efectos inmunológicos de la
tres niños da soporte al concepto de un sistema tolerización oral.
común de defensa a nivel de mucosas, pues el
anticuerpo nasal apareció luego de la adminis­
tración por vía oral del virus polio. M O D E L O PR O B A BLE PARA
No debemos olvidar la existencia de la induc­ EL SISTEM A INMUNE DE CLASE IgA
ción de tolerancia por la administración de antí­
geno por vía oral, que está influida por una va­ En este modelo, que experimentalmente se
riedad de factores que incluyen la dosis de antí­ representa en la figura 17-6, se intenta estable­
geno, la frecuencia de la administración y la cer la relación entre la respuesta sérica de la
distancia en el tiempo entre la administración clase IgA y la correspondiente a nivel de las
del antígeno por vía oral y la siguiente inmuni­ mucosas (intestinal y bronquial) mediada por
zación. En esta inducción de tolerancia intervie­ IgA secretoria.

Neocolonización bacteriana / Reintroducción

'S!t( A Parenteral
v P M iy ^
Suero
B Cl IgM 'X / ¿ / / I n m u n o c i t o )
de m emorial riai ^
V > IgA

Ig A -- -IgM Fagocitosis
"Feedb ack"
negativo mediado
por IgG sobre
\ la producción
de IgA mediante
bloqueo de la
Entera! unión a las placas
de Peyer
IgAs
VA
Precursor Cél.plasm ática Espacio
linfoide que contiene subepitelial Intestoo luz
distal y expresa IgA epneiiai ^

Eliminación inmune ( Restricción


por “cross H nkin^’ que ' al muous
impide colonización

- ► Mucosa
secretoria distal

Respuesta de Ig Inducción Pasaje a periferia Secretoria Diversificación Senescencia Eliminación


tiempo ^ y amplificación

Fig. 17-6. S istem a inm une de clase IgA en ei que se presenta la relación entre respuesta sérica de clase IgA y respuesta a
nivel de m ucosas m ediada por IgA secretoria (IgAS).
E l sistema Inmune de mucosas 317

Se conoce por experimentos realizados con En ausencia de una nueva estimulación, las
una cepa de Escheríchia coli que la bacteria se células plasmáticas productoras de IgA morirán
une primero a las placas de Peyer, y esta unión y los niveles de IgA e IgM sérica declinarán,
ocurre antes de que se una a las vellosidades dejando espacio para los productores de los
del epitelio. Por consiguiente, al unirse la bac­ clones de inmunocitos estimulados con poste­
teria a las placas de Peyer se inducen los pre­ rioridad.
cursores de las células elaboradoras de IgA an- Alternativamente, si el mismo antígeno fue­
tígeno-específicas. La IgA es producida antes se presentado a las superficies de las mucosas
del probable tránsito de la bacteria a través de habrá una respuesta breve de IgA secretoria; en
las vellosidades epiteliales, y es en ese lapso tanto que, si fuese inoculado por vía parenteral,
que los precursores de las células plasmáticas se producirá IgM y luego IgG, por la influencia
que sintetizan IgA han migrado a los distintos de los macrófagos activados. La IgG suprimiría
sitios de mucosa armando al huésped contra la el bloqueo de IgA, opsonizaría la bacteria para
bacteria presentadora de este antígeno. su depuración o “clearance” por los polimorfo­
Mientras tanto, la bacteria que ha entrado en nucleares y suprimiría la inducción de IgA a
los canales linfáticos o en la circulación va a nivel del intestino por competición con el antí­
ser opsonizada inmediatamente por la IgA, pre­ geno dentro del lumen. Esta secuencia de he­
viniéndose así la activación del complemento y chos tendría lugar para cada presentación enté­
facilitando su toma por los monocitos y macró­ rica de un nuevo antígeno, ocurriendo al mis­
fagos, particularmente las células de Kupffer. mo tiempo la estimulación del TLAB. De esta
El exceso de IgA es removido por las células manera, los tejidos linforreticulares asociados
hepáticas a través de la ruta hepatobiliar descri­ del intestino y bronquios actuarán como centi­
ta, mientras que la IgM permanecerá constante nelas, haciendo el muestreo de los antígenos
o aumentará discretamente como un resultado del m edio am biente encontrados en la dieta
del procedimiento inmunológico de la bacteria diaria y en el aire que respiramos, respectiva­
fagocitada. mente.

SEGUNDA PARTE

Regulación neuroendocrina
de la inmunidad de mocosas:
un sistema interactivo-adaptativo

MARÍA ESTELA ROUX


LILIANA GRACIELA VAUTHAY

GENERALIDADES percibir cambios del mundo psicofisicosocial


en el cual el in d iv id u o v iv e y al q u e debe
El medio ambiente como fuente adaptarse.
de estímulos. Homeostasis y adaptación El éxito de adaptación individual frente a es­
tímulos medioambientales está determinado en
Los organismos superiores se comportan co­ gran parte, tanto por las interacciones entre los
mo sistemas abiertos. Esto implica que inter­ componentes de un mismo sistema, com o tam­
cambian perm anentem ente materia, energía e bién por la interrelación entre sistemas corpo­
información con su entorno. Por su parte, el rales. Resulta interesante destacar que las pro­
medio ambiente externo constituye una rica piedades que surgen de un orden de sistemas
fuente de estímulos, que incluye circunstancias complejos interrelacionados e interconectados
estresantes. superan la suma de las características de sus
Nuestro medio interno también genera estí­ componentes en forma individual.
mulos. Su sensibilidad a la realidad le permite Los organismos superiores están constituí-
318 Aspectos básicos de ¡a inm unidad

dos por sistemas que tienen capacidad natural La respuesta inmune como mecanismo
para la interacción funcional modulando res­ homeostático
puestas biológicas de manera integrada. Esta
interacción entre sistemas adaptativos es funda­ Las moléculas normalmente presentes sobre
mental para la superviviencia y convivencia del las membranas celulares y en los fluidos corpo­
individuo con el medio externo. rales, pueden ser consideradas como marcado­
El interjuego entre estímulos y condiciones res biológicos de la constancia e integridad de
del individuo (genéticas, biológicas, psicoso- las células y los tejidos (homeostasis). El siste­
cioculturales) da lugar a modificaciones del es­ ma inmune, debido a su capacidad de discrimi­
tado salud-enfermedad. Los estímulos cogniti- nar entre antígenos que están siempre presentes
vos (psíquicos, sensoriales, em ociones), no y aquellos que no lo están (lo propio y lo no
cognitivos (virus, bacterias, hongos, parásitos, propio), y lo propio modificado, percibe una
LPS, células tumorales) y el comportamiento imagen interna de los componentes moleculares
pueden mantener o reestablecer la homeostasis del cuerpo y reacciona a particulares distorsio­
con respecto a una variedad de estados de salud nes de dicha imagen. Modificaciones de los an­
y enfermedad (fig. 17-7). tígenos propios y/o la presencia de neoantíge­
En condiciones fisiológicas los mecanismos nos implican alteraciones en los componentes
hom eostáticos, pueden d iferir cu alita tiv a y moleculares/celulares del organismo y por con­
cuantitativam ente de aquellos que operan en siguiente una perturbación en la homeostasis.
condiciones patológicas. En el curso de estos En estas circunstancias la respuesta adaptativa
estados, la regulación de variables biológicas del sistema inmune es tender a eliminar esa per­
sufre ajustes en diferentes niveles. Cuando di­ turbación. Esta propiedad permite ubicar a la
chos ajustes son apropiados, pueden resultar respuesta inmune en el contexto de los mecanis­
beneficiosos para el huésped; de lo contrario mos homeostáticos. En estas condiciones la ac­
generan o agravan el curso de la enfermedad. tivación del sistema inmune constituye una res-

ESTÍMULOS COGNITIVOS
(Psíquicos, emociones, sensoriales, etc.)

F ig. 17-7. In teraccio ­


nes p o te n ciales en tre
e s tím u lo s m e d io a m ­
b ie n ta le s y s is te m a s
c o r p o r a le s a d a p ta ti­
vos. N ótese la org an i­
zació n co m p artim en -
talizada intrasistem a y
la integración intersis-
tem a a n iv el del m e­
ESTIMULOS NO COGNITIVOS (VIRUS, BACTERIAS, PARÁSITOS, ETC.) dio interno.
El sistema inmune de mucosas 319

Cuadro 17-3. Características comunes entre los sistemas homeostáticos mayores


S IS T E M A S H O M E O S T Á T IC O S M AYO R E S. ■ N E R V IO S - E N D O C R IN O - IN M U N E

- C ognitivos
C AR AC T E R IST IC A S C O M U N E S - PR O CESA R ESTÍM U LO S.
-- N o cognitivos

- A U TO N O M ÍA
~ D istribución sistém ica
~ D iversidad celular y m olecular
- Tolerancia
~ M emoria
- M ecanismos: - arco reflejo
- retroalim entación
- condicionam iento

FU N CIO NES. ^ A D A P T A C IÓ N - REG U LA CIÓN - M O D U LA C IÓ N - IN TEG R A C IÓ N

H O M E O STASIS. - R E A C T IV A - PRED ICTIV A

puesta homoestática reactiva, es decir, el estí­ terpretar, responder y recordar formas especí­
mulo precede a la respuesta. ficas de estímulos, originados en el medio am­
Así, dependiendo deJ tipo de estímulo anti­ biente interno y/o externo, desarrollando res­
génico, pueden surgir múltiples combinaciones puestas adaptativas. E sta capacidad perm ite
posibles de productos derivados de subpobla­ catalogarlos com o sistem as h om eo stá tico s
ciones de linfocitos y células accesorias activa­ mayores. Su delicada percepción frente a estí­
das. En este contexto, se puede concebir un có­ mulos, llega a tal punto que, cuando una m odi­
digo basado sobre una combinación de mensa­ fic a c ió n del m e d io a m b ie n te se p ro d u c e
jeros solubles que reflejan el tipo de respuesta periódicam ente (tem peratura corporal, ritm os
inmune puesta en marcha. hormonales, etc), el sistema prepara con antici­
pación los cambios fisiológicos necesarios para
Niveles de regulación de la respuesta el estím ulo predecible (hom oestasis predic-
inmune tiva).
Para preservar la constancia e integridad del
El sistema inmune cuenta con numerosos y medio ambiente interno, los sistemas homeos-
eficientes mecanismos de autorregulación cu­ taticos mayores deben interactuar permanente­
ya finalidad es m odular su propia respuesta. mente integrando sus actividades dentro de un
Esta diversidad autorregulatoria confiere al sis­ contexto dinámico donde el sinergismo, la re­
tema cierto grado de autonomía. dundancia regulatoria y la retroalim entación
Una extensión desde el punto de vista inte­ son mecanismos esenciales.
ractivo incluye la proposición de que, como Las características comunes a estos sistemas
ocurre con otros mecanismos homeostáticos, la y sus implicancias funcionales se resumen en el
respuesta inmune está bajo control neuroen- cuadro 17-3.
docrino. Este nivel externo de regulación re­
presenta uno de los mecanismos de interrela­ Fundamentos de interacción entre
ción funcional entre sistemas, a través de in­ los Sistemas Homeostáticos Mayores
fluencias muitidireccionales donde m odifica­
ciones en un sistema producen variaciones en Para establecer un nivel externo de inm uno­
otros y viceversa. rregulación es un prerrequisito la identificación
Dentro de la organización jerárquica de las de mecanism os responsables del perm anente
funciones corporales los mecanismos de adap­ estado de integración funcional entre los siste­
tación, expresión de la actividad de los siste­ mas homeostáticos mayores concebidos como
mas hom eostáticos mayores, son esenciales un sistema interactivo.
para la superviviencia del individuo. Este marco conceptual condujo a que disci­
plinas como la Inmunología, la Endocrinología
Características de los sistemas y la Neurología, que surgieron y se desarrolla­
homeostáticos mayores ron en forma independiente, se integraran con­
formando un nuevo campo multidiscipJinario:
Los sistemas nervioso, endocrino e inmune Inm unoneuroendocrinología. Al igual c]ue la
comparten una serie de características. Una de fase inicial de otros campos científicos, esta
ellas es ia capacidad de recibir, discriminar, in­ disciplina interactiva enfoca sus investigacio­
320 Aspectos básicos de la inmunidad

nes sobre la base de descripciones, observacio­ ción de los órganos del sistema inmune. El Sis­
nes y comparaciones. tema Nervioso Central (SNC) se relaciona a tra­
A partir del análisis bibliográfico referido a vés de sus nervios periféricos con todos los ór­
las interacciones inmunoneuroendocrinas, sur­ ganos del sistema inmune. La detección de fi­
gen ejemplos que pueden ser ordenados en tres bras nerviosas autonómicas en los órganos linfá­
tipos de condiciones: 1) patológicas, 2) experi­ ticos permite que por vía aferente llegue infor­
mentales, y 3) fisiológicas. mación al SNC sobre el estado funcional de di­
En situaciones patológicas se observó retar­ chos órganos. Por su parte, la vía eferente cons­
do de la maduración sexual en ratones con au­ tituye una forma directa de influencia del SNC a
sencia congénita de timo. Pacientes diabéticos través de productos neuroendocrinos. Estas mo­
presentan una mayor susceptibilidad a infeccio­ léculas también pueden llegar a los órganos del
nes, con respuesta a mitógenos disminuida. La Sistema Inmune a través de la circulación.
administración de insulina normaliza dicha res­ El intercambio de información y por consi­
puesta. También se observó, en pacientes, en el guiente la posibilidad de interacción con el me­
curso de procesos inflamatorios y sepsis, inhi­ dio ambiente implica, a nivel celular, la capa­
bición de la secreción de hormona tirotrófica y cidad de recibir (receptores) y emitir (molécu­
gonadotrófica. Se detectó que las endorfinas las difusibles) señales.
participarían en la fisiopatología del shock en­ Los aspectos meeanicistas que fundamentan
dotóxico bacteriano. Esta observación está ava­ la capacidad natural de interacción entre siste­
lada por el hecho de que la naloxona (b lo ­ mas adaptativos tiene su máxima expresión en
queante de los receptores de las endorfinas) el nivel de organización molecular. El perm a­
anula los cambios fisiopatológicos inducidos nente intercambio de información entre estos
por la administración de endotoxina. sistemas se debe a que tienen receptores y m o­
En condiciones experimentales surgen con­ léculas difusibles comunes. Es decir, las célu­
clusiones obtenidas a partir de: administración las del sistema inmune tienen receptores para
de dosis farmacológicas de hormonas, neuro- productos neuroendocrinos y, además, pueden
transmisores, citoquinas; extirpación de glán­ sintetizarlos. A su vez, el sistema nervioso pue­
dulas endocrinas y órganos del sistema inmune, de sintetizar y tiene receptores para citoquinas.
procedim ientos que pueden ocasionar daños Esta reciprocidad molecular perm ite un nivel
funcionales temporarios y/o definitivos. Ejem­ externo de regulación de la magnitud de la res­
plos: la timectomía neonatal en ratones, lleva a puesta inmune. Por su parte, el sistema inmune,
una alteración profunda del sistema endocrino por su capacidad de producir sustancias neu-
a nivel hipofisario, adrenal y gonadal; la bur- roendocrinas, también participa en el control de
sectomía en embriones de pollo de 62 horas ajustes n eu ro en d o crin o s y m etab ó lico s del
produjo subdesarrollo del oviducto, hipertrofia huésped durante el curso de procesos inflama­
de adrenales, aumento de testosterona y dismi­ torios y neoplásicos.
nución de corticoides. La castración en conejos En el SNC se identificaron receptores para
da por resultado un significativo incremento de IL-1, ÍL-2, IL-3, IL-6, TNF e IFN. Las citoqui­
la masa tímica. La administración de hormona nas que actúan sobre estos receptores pueden
de crecimiento y proláctica reconstruye la in­ provenir de células del sistema inmune activa­
munocompetencia celular en animales hipofi- das localizadas periféricamente (acción endo­
sectomizados. crina), o que bajo ciertas circunstancias atravie­
En condiciones fisiológicas, pocos son los da­ san la barrera hem atoencefálica. Otra fuente
tos aportados por la literatura: diferencias en la son las propias células del SNC. Se demostró la
respuesta inmune durante el ciclo estral en rato­ presencia de ARNm para citoquinas no sólo en
nes; modificaciones de la respuesta inmune du­ células de la glía sino tam bién en neuronas
rante la preñez; inmunidad y dimorfismo sexual; (IL-1, IL-6, etc.).
influencia del sexo en la incidencia de enferme­ Por su parte, el sistema inmune se comporta­
dades autoinmunes. Estas observaciones en con­ ría como un “órgano neuroendocrino” ya que
diciones fisiológicas, avalan el permanente esta­ sus células activadas producen hormonas peptí­
do de interacción entre los sistemas homeostáti­ dicas (ACTH, PRL, GH, etc.) y neuropéptidos
cos mayores. Estas mismas observaciones orien­ (VIP, SP, encefalinas, etc). Además existen re­
taron la búsqueda de evidencias fenotípicas inte­ ceptores en células del SI para productos neu-
ractivas en los niveles de organización. En este roendoainos. La síntesis de novo local de mo­
contexto se describen a nivel funcional, cambios léculas neuroendocrinas, por el sistema inm u­
en la actividad de células del sistema inmune ne, y citoquinas, por estructuras neuroendocri­
sincrónicos con las modificaciones hormonales nas, se produce en células activadas y es de­
durante el ciclo estral y menstrual. pendiente del tipo de estímulo (producción in-
El sustrato interactivo a nivel estructural es­ ducible) y m enos frecuentem ente de form a
tá representado por la inervación y vasculariza­ constitutiva. Además, a esta producción local
El sistema inmune de mucosas 321

de moléculas recíprocas se le atribuye una fun­ jidad en la organización y función corporal. Sin
ción regulatoria paracrina/autocrina. embargo, la comunicación celular es esencial
Se comprobó para la mayoría de las molécu­ para el intercambio de información de la célula
las y receptores compartidos que sus caracterís­ con su entorno tanto en organismos unicelu­
ticas bioquímicas son similares a las que pre­ lares com o p luricelulares. En estos últim os
sentan los tejidos que son la fuente clásica. constituye un mecanismo ancestral y altamente
Desde el punto de vista filogénico, la inte­ conservado.
racción entre los sistemas homeostáticos mayo­ La reciprocidad m olecular estaría tam bién
res representa la máxima adquisición evolutiva avalada desde el punto de vista ontogénico. En
alcanzada por los vertebrados superiores. La los organismos pluricelulares todas sus células
pluricelularidad llevó a incrementar la comple­ tienen un origen común: el cigoto, estado uni­

Fig. 17-8. Esquem a sim plificado de las interacciones entre sistem as hom eostáticos m ayores a nivel molecular: 11.-1 y glu­
cocorticoides. E stím ulo no cognitivo con capacidad potencial de p ro d u cir una respuesta inm une sistém ica, activ a a un ma­
crófago. Éste produce IL-1 que p or m ecanism o endocrino llega al cerebro y la hipófisis. En estos órganos se p ro d u ce un
aum ento local de esta citoquina (redundancia). L a producción local a través de efectos paracrinos estim ula la liberación
del factor liberador de A C TH y tam bién directam ente sobre la hipófisis la liberación d e ACTH. Esta horm ona ac tiia sobre
la corteza adrenal liberando glucocorticoides que p or retroalim entación inhiben la producción de IL-1 por los m acrófagos,
contribuyendo de esta m anera a la inm unoespecificidad de la respuesta. Los glucocorticoides tam bién inhiben la produc­
ción de A C TH y su factor liberador. (M odificado de E. Blalock, Im m unology Today 15:11, 1994.)
322 Aspectos básicos de la inmunidad

celular resultante de la fecundación. D,e esta vía aferente de información hacia el sistema ner­
manera todas las células de un mismo indivi­ vioso central, permite postularlo como un órga­
duo tíenen la misma información genética. La no receptor sensorial (¿nuestro sexto sentido?).
diversidad celular es el resultado de la expre­ La magnitud de la respuesta inmune puede
sión diferencial de genes. Por este motivo el ser considerada como una función del estado
sistema inmune es efector y fuente de produc­ psicofisiológico del huésped, que incluye ade­
tos neuroendocrinos. Lo mismo ocurre con el más de la autorregulación, un nivel externo de
sistem a nervioso. Los efectos de productos regulación de dicha respuesta. Este nivel exter­
neuroendocrinos y citoquinas dependerá en no establece las bases para los potenciales me­
parte de la naturaleza del estímulo, que influirá canismos que pueden mediar alteraciones de la
sobre la concentración y combinación de molé­ función inm une inducidas por el com porta­
culas y, por otro lado, de las característica fe- miento. En este sentido, las reacciones alérgi­
notípicas de las células efectoras (grado de di­ cas pueden ser desencadenadas por estímulos
ferenciación, estado metabólico, etc.). cognitivos (inmunológicamente neutros, pero
Las bases moleculares de la interacción entre que son potentes emocionalmente). Además el
sistemas homeostáticos mayores y sus implican­ nivel externo de regulación de la respuesta in­
cias funcionales se resumen en el cuadro 17-4. mune permitió a nivel experimental lograr con­
La figura 17-8 muestra uno de los circuitos dicionamiento de dicha respuesta. Estos datos
moleculares interactivos mejor conocidos: IL-1 llevaron a extender la denom inación de este
y glucocorticoides. campo multidisciplinario surgiendo el término:
PSICONEUROENDOCRÍNOINMUNOLOGÍA.
Ventajas conceptuales e implicancias La participación permanente y activa de este
prácticas sistema interactivo en los estados de salud y
enferm edad avala su extensión en el terreno
Considerar a los sistemas inmune, nervioso y farmacológico y terapéutico. Drogas neurotró-
neuroendocrino como sistemas homeostáticos ficas y psicotrófieas pueden modificar la fun­
mayores e integrados funcionalm ente confor­ cionalidad del sistema inmune actuando sobre
mando un sistema interactivo-adaptativo es la la liberación de hormonas del eje hipotálamo-
resultante de un enfoque holístico. Estos siste­ hipofisario y/o sobre receptores para benzodia-
mas interactúan de tal manera que su funciona­ zepinas presentes en macrófagos.
miento tónico le permite un continuo intercam­
bio de información funcional en condiciones fi­
siológicas. Por esta modalidad funcional frente REGULACIÓN NEUROENDOCRINA
a estímulos, independientemente de su natura­ DE LA INMUNIDAD DE MUCOSAS
leza (cognitivos, no cognitivos), se activan si­
multáneamente. Características fenotípicas de las mucosas
En este contexto, el sistema inmune puede en general
enviar señales moleculares al sistema neuroen­
docrino a través de citoquinas (inmunotransmi- D urante el desarrollo em brionario normal,
sores con acción sobre “target” neuroendocri­ como resultado de interacciones epitelio-m e-
nos). La capacidad del sistema inmune de res­ senquimáticas, surge una organización tisular
ponder a estímulos específicos y de tener una que, formando parte de la pared de los órganos

Cuadro 17-4. Bases moleculares para el intercambio de información entre los componentes
del Sistema Interactivo

BASES MOLECULARES DE LA COMUNICACIÓN CELULAR ENTRE LOS SISTEMAS HOMEOSTÁ­


TICOS MAYORES

~ Citoquinas - H orm onas - N européptidos


M O L É C U L A S CO M P A R TID A S:
~ N eurotransm isores - Receptores

E F E C TO S: - Pleitrópicos

M E C A N IS M O S D E A C C IÓ N : - Endocrino - A utocrino - Paracrino

PR O D U C C IÓ N Y “T A R G E T ”: - S istem a Inm unoendocrino

SÍN TE SIS: - C onstitutiva - Inducible


El sistema Inmune de mucosas 323

huecos, recibe el nombre de mucosa. Toda m u­ cos (neuropéptidos) y no peptidérgicos (acetil­


cosa, independientemente de su origen embrio­ colina) (fig. 17-9).
nario, está constituida básicamente por: Estructuras neuroendocrinas están presen­
tes en el intestino representadas por un conjun­
1) Un tejido epitehal en contacto con la luz to de células, predominantemente intraepitelia-
del órgano que, apoyado sobre una membrana les, especializadas en sintetizar y liberar neuro­
basal, se relaciona con 2) el tejido conectivo péptidos. Estas células conforman el sistem a
subepitelial denominado corion o lámina pro­ neuroendocrino difuso de las mucosas, consi­
pia. El componente conectivo de la mucosa im ­ derado el sistema neuroendocrino corporal más
plica la presencia de vasos sanguíneos y linfáti­ extenso.
cos, nervios, agregados linfáticos y diversos ti­ El sistema inmune de mucosas está consti­
pos celulares fijos y migrantes. Por su parte, el tuido por: 1) tejido linfático asociado: infiltra­
componente epitelial ofrece diversidad celular dos linfáticos relativamente constantes; 2) una
y constituye una barrera biológica que interac- población difusa de células inmunes efectoras
túa permanentemente con la luz del órgano. La (leucocitos, linfocitos, macrófagos, mastocitos)
compartimentalización tisular en las mucosas a nivel de la lámina propia, y 3) una población
establece el sustrato morfológico para una gran de leucocitos intraepiteliales. Los leucocitos
variedad de efectos paracrinos entre sus com ­ activados pueden sintetizar y liberar neuropép­
ponentes. Las diferencias regionales en cada tidos (fig. 17-10).
mucosa dependerán de las hojas germinativas De acuerdo con lo mencionado, las tres es­
de donde derivan sus componentes tisulares. tructuras que representan a nivel intestinal a los
El fenotipo básico de las mucosas sustenta la sistem as nervioso, neuroendocrino e inm une
detección de un nivel externo de inmunorregu­ constituyen fuentes tisulares de neuropéptidos.
lación. La mayor parte de la información sobre Esto es una evidencia de redundancia regulato­
regulación neuroendocrina de la inmunidad de ria a nivel molecular.
m ucosas proviene de estudios que analizan Los neuropéptidos más importantes cuanti­
principalmente la influencia neurohormonal so­ tativamente en la mucosa intestinal son: sustan­
bre varios aspectos de la respuesta inmunoin- cia P (SP), péptido intestinal vasoactivo (VIP)
fiamatoria en la mucosa del aparato digestivo, y somatostatina (SOM). Considerados por al­
fundam entalmente a nivel intestinal. Por este gunos autores com o horm onas in testin ales,
motivo centraremos nuestras descripciones de desem peñan un im portante papel regulatorio
acuerdo con datos bibUográficos referidos a la sobre la mucosa intestinal incluyendo el tejido
mucosa intestinal. linfático asociado. SP, VIP y SOM pertenecen
al grupo de péptidos regulatorios. Dentro de es­
C aracterísticas fenotípicas de la mucosa te grupo conforman un subgrupo denominado
intestinal péptidos integrativos. Estos péptidos están lo­
calizados a nivel central (cerebro) y periférico
La pared intestinal contiene subdivisiones al­ (resto del cuerpo). Pueden funcionar como hor­
tam ente especializadas que representan a los monas y neurotransmisores para integrar fun­
sistemas inmune, endocrino y nervioso. La su­ ciones biológicas y psicológicas.
perficie de la mucosa intestinal está especial­
mente diseñada para permitir interacciones en­ Inervación de la mucosa intestinal;
tre nervios, células neuroendrocrinas y del sis­ distribución de fib ras peptidérgicas
tema inmune.
E l sistema nervioso entérico (SNE), consi­ a) Tejido linfático asociado a mucosa. Las
derado el tercer componente del sistema ner­ placas de Peyer son sitios de inducción de res­
vioso autónomo, está formado por una extensa puesta inmune y también de generación de hi-
red de fibras nerviosas simpáticas, parasimpá- porrespuesta específica a antígenos de las m u­
ticas y nervios aferentes sensitivos. Las fibras cosas (tolerancia oral). Dentro de estos agrega­
parasimpáticas son prolongaciones de neuro­ dos linfáticos se demostró la existencia de ner­
nas cuyos cuerpos están incluidos en la pared vios peptidérgicos (SP, SOM, VIP y péptido
del tubo digestivo. En el tracto gastrointestinal relacionado al gen de la calcitonina [CGRP]).
hum ano se estim a que existen alrededor de Las fibras VIP son abundantes en las áreas que
100 millones de neuronas. Los cuerpos neuro­ rodean a las vénulas de endotelio alto post-ca-
nales se localizan predominantemente confor­ pilares. A través de ellas los hnfocitos T y B
mando el com ponente ganglionar del plexo pasan desde la circulación sistém ica h acia la
m ientérico y subm ucoso. E sta descrip ció n mucosa intestinal. Esto implica que el neuro-
confirma la redundancia del sistema a nivel es­ péptido VIP regularía la migración de linfoci­
tructural. El SNE, regula las funciones intesti­ tos en los tejidos linfoides asociados a intestino
nales a través de neurotransmisores peptidérgi- (fig. 17-10).
324 Aspectos básicos de la inmunidad

F ig. 17-9. R epresentación esquem ática de los tejidos y estructuras que integran la pared del intestino delgado (tom ado de
Junqueiras. H istología Básica. Ed. Salvat.)

Los receptores para VIP dentro de las subpo­ distribuyen en tres áreas principales: 1) una
blaciones de linfocitos T están asociados con la densa red alrededor de las criptas glandulares,
Subpoblación CD4+ más que con la CD8+. 2) a lo largo de los capilares, y 3) red sin rela­
Se considera que la sustancia P induce la ex­ ción con las criptas y capilares, estrechamente
presión de E-selectina en el endotelio alto de vinculada con células inm unes efectoras. La
las vénulas. Esta molécula de adhesión induce microscopia electrónica muestra contactos ínti­
la migración de linfocitos y leucocitos. mos entre la membrana plasmática de los ner­
b) Lámina propia. La mayoría de los estu­ vios y linfocitos.
dios referidos a inervación de mucosa intestinal Los nervios cjue contienen SP muestran un
analizaron las neuronas de los plexos mientéri- modelo similar pero menos denso en la lámina
cos y submucosos y su relación con la motili- propia. Establecen contactos íntimos con m as­
dad gastrointestinal. Dentro del intestino delga­ tocitos que son abundantes en la mucosa intes­
do una minoría de los nervios que provienen tinal. Se conoce que la estimulación de nervios
del plexo mientérico y una mayoría de los que puede inducir degranulación (liberación de
provienen del plexo submucoso contienen neu­ aminas vasoactivas) de m astocitos y edem a
ropéptidos. Dado que la mayoría de las células neurogénico. Esto comprueba que los mastoci­
inmunes efectoras están localizadas dentro de tos pueden degranularse por estímulos inmuno-
la lámina propia de la mucosa, el anáhsis de la lógicos y no inmunológicos. Se comprobó que
inervación de este tejido es fundamental para el epitelio, los nervios y los mastocitos interac-
establecer la influencia de los neuropéptidos cionan en los tractos respiratorio y gastrointes­
sobre la inmunidad de mucosas. tinal promoviendo cambios funcionales especí­
A nivel de la lámina propia de la mucosa in­ ficos, antígeno dependientes.
testinal existe un extenso plexo nervioso. Las Las fibras nerviosas peptidérgicas son uno
fibras nerviosas que contienen VIP son los ner­ de los componentes más abundantes de la mu­
vios más abundantes en la lámina propia y se cosa. La identificación de neuropéptidos regu-
El sistema inmune de mucosas 325

Luz Antígenos

\ Vénula
endotelio
alto

L-4
Citoquinas IL-2^y
IFN
M }crófago Eosinófllo Neutrófllo

Capilar

IL-5
If n
IL-6

F ig . 17-10. R epresentación esquem ática de la m ucosa in testin a l N ótese la localización del tejido linfático asociado a m u ­
cosa, células inm unes efectoras y parte de la distribución de las fibras peptidérgicas en contacto con vénulas de en d o telio
alto y con m astocitos de m ucosa (M M ). SP: sustancia P. M odificado de RH Stead y col. (Im m unological Review , 100:333,
1987 ) y de S. Targan (N etiroim m unophysiology of the G astrointestinal M ucosa. Ann. N ew York A ca d Se., 6 6 4 :6 1, 1992).

Latorios en la mucosa, sugiere que su liberación La demostración de receptores para n eu ro ­


local puede afectar directamente la función de péptidos sobre células inmunes efectoras, fun­
las células epiteliales, endoteliales y leucocitos. damenta el nivel externo de regulación neuro-
Estos diversos tipos celulares responden de horm onal de la respuesta inm une a nivel de
manera paracrina por la presencia de receptores mucosas frente a una gran variedad de antíge­
de membrana plasmática para neuropéptidos. nos que pueden estar presentes en el medio am ­
biente intraluminal del intestino.
Regulación neuroendocrina de la respuesta Los efectos específicos de los neuropéptidos
inmune a nivel de mucosas sobre la respuesta inmune intestinal depende­
rán del estímulo desencadenante, de la integri­
En el microambiente de las mucosas, las cé­ dad funcional de las fuentes tisulares de neuro­
lulas del sistema inmune de mucosas están con­ péptidos y de la cantidad y condiciones fenotí­
tinuamente expuestas a señales locales y sisté­ picas de las células efectoras. A normalidades
micas derivadas de neuropéptidos. Para respon­ en la inervación peptidérgica pueden conducir
der a estas señales neurofisiológicas expresan a perturbaciones de la inm unorregulación y
receptores. La demostración de receptores para causar daño e inflamación prolongada.
neuropéptidos sobre los leucocitos fortalece la Podemos concluir que las mucosas en g en e­
idea de que existe interacción entre las células ral, y la intestinal en particular, presentan las
inmunes efectoras y los nervios peptidérgicos. características fenotípicas en todos los niveles
Los neuropéptidos influyen sobre una gran de organización (funcional, estructural, celular
variedad de reacciones inmunes incluidas proli­ y molecular) para el permanente intercam bio
feración linfocitaria y activación, síntesis de de información entre los sistemas hom eostáti­
anticuerpos, función NK, activación m acrofá­ cos mayores. La estrecha asociación entre fi­
gica y puesta en libertad de aminas vasoactivas bras peptidérgicas y mastocitos constituye el
por mastocitos. sustrato m icroanatóm ico para in tercam bios
326 Aspectos básicos de la inmunidad

A nnals o f the New York A cadem y o f Sciences. N euroim -


m ultidireccionales entre sistemas adaptativos m uñe interactions: Proceedings of the S econd Internatio­
(inmunorregulaeión del sistema nervioso enté­ nal W orkshop on N euroim m unem odulation. Edited by B.
rico). D, Jankovic, B, M, M arkovic and N, H Y, Spector, T he
New York A cadem y o f Sciencie.s, N ew Y ork, 1987.
N euroinm m une N etw orks: Physiology and D iseases. Edi-
tors: E .J. G o etzl, N .H . S p ecto r. A .R , L iss, In c,, N ew
B IB L IO G R A FIA York, 1989,
P sy c b o n e u ro im m u n o lo g y (2 E d ,), A d er, R. A c a d e m ic
(Prim era parte) Press, N ew York, 1990.
E l sistem a inm une de m ucosas N euro Im m uno Physiology o f the G astrointestinal M ucosa.
Im plications for Inflam m atory Diseases. Edited by R,H,
L IBRO S Stead, M ,H , Perdue, H, C ooke, D,W , Pow eil, K,E, Ba-
rret, A nnals o f the N ew York A cadem y o f Sciences, V o ­
A dvances in Im m unology. Vol. 20, 1975 y Vol. 22, 1976. lum e 664, 1992,
Ed. FJ D ixon y H G K unkel. A cadem ic Press. P sy e h o n e u ro im m u n o lo g y , In te ra c tio n s b e tw e e n B rain ,
A nim al M odels o f Im m unological Processes. Ed. JB Hay. N ervous System , B ehavior, Endocrine and Inm m une Sys­
A cadem ic Press. 1981 tem, Edited by H, J. Schom oll, U. Tew es, N. P. Plotni-
Im m unology o f B reast M ilk, Ed, PL O gra y D D ayton. R a­ koff. H ogrefe & H uber Publishers, 1992.
ven Press. 1979. Hans S elye Syraposia on N euroendocrinology and Stress.
Lym phocyte Circulation, Experim ental and C linic A spects, A d v a n c e s In P sy e h o n e u ro im m u n o lo g y . E d ite d b y 1.
Ed. M de Souza W illy & Sons. N ew Y ork, 1981. B erczi, J. Szélenyi. V olum e 3, 1994.
M ucosal Im m une System in H ealth and D esease. Ed. PL
O gra y I B ienenstock. 81 R oss C onference on P ediatric AC T U A L IZA C IO N E S
R esearch. 1981.
R ecent A dvanees in M ucosal Im m unity. Ed. W S trober, T he im portance o f horm ones in the regulation o f the im m u ­
LA H anson y K W Sell, Raven Press, N ew Y ork, 1982, ne System . G rossm an Ch. Im m unology & A llergy P racti-
R ecent D evelopm ents in M ucosal Im m unology, En, Adv, ce, 104:21, 1988.
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Regulation o f the Im m une Response, Ed, PL O gra y DM R. Rubinow . J.N .C .l, M onographies, 10:79, 1990,
Jacobs, Buffalo, New York, S K arger, A G Basel, 1983, Im m une N euroendoerine Circuits: Integrative R ole o f C y ­
T h e Secretory Im m une System , Ed, JR Me G hee y J M es- tokines, H ,0 , Besedovsky, A, del Rey, Erontiers in N eu ­
tecky, Ann. N, Y, A cad,-Sci,, 1983, roendocrinology, 13: N° 1, 61, 1992,
M igration and H om ing of Lym phoid C ells, Vol I y Vol II. N euroim m une M odulation: Signal T ransduction and Cate-
Ed. AJ Husband. CRC Press Inc., 1990. cholam ines, D,A, C ham bers, R,L, Cohén, R,L, Perlm an,
M u co sal Im m unology U pdate, V ol 1, N° 1,2,3,4, 1993; N eurochem , Int. 22: N° 2, 95, 1993.
Vol 2, N° 1, 2, 3, 4, 1994. Raven Press. N euroendoerin e Im m unology. R egulatory In teractions o f
M u co sal Im m unology: Intra ep h ite lia l L ym phocytes. En, In fla m m a to ry C y to k in e s an d H y p o th a la m o -P itu ita ry
Adv. in H ost D efense M echanism s, Vol 9. Ed. H K iyono A drenal Axis. A. Ealus, E. R ákász, J. Biró. T he Im m uno-
y JR M e Ghee. R aven Press, N ew Y ork, 1994. logist, 1/2,40 , 1993.
The neuroendoerine im m une axis. H om o-D elarehe F; Dar-
A C T U A L IZA C IO N E S d e n n e M . S p rin g e r S e m in a rs in I m m u n o p a th o lo g y ,
14:221, 1993,
“Im m unoglobulin A: Strategic defense initiative at the m u­ N eu ro en d o erin e Im m u n e In te ractio n s, S, R eich lin , T h e
cosal surface” . BJ U nderdow n, JM S chiff. A nnual R e­ N ew E ngland Jo u rn al o f M edicine, 329: N° 17, 1246,
view o f Im m unology, 4:389, 1986. 1993,
“T ransepithelial tra n sp o n o f im m unoglobulins” . KS M os- The Syntax o f Im m une N euroendoerine C om m unieation,
tov. A nnual Review o f Im m unology, 12:63, 1994. E, Blalock, Im m unology Today, 15: N° 11, 504, 1994,
“Thym us Índependent T cell developm ent and selection in T he Influence o f N euroendoerine P atw ays on L ym phocyte
the intestinal epithelium ” . P Poussier, M Julius. A nnual m igration, C, A, O ttaw ay and A ,J, H usband, Im m uno-
Review o f Im m unology, 12:52, 1994. logy Today, 15, N° 1 1, 5 1 1, 1994,
“Control o f lym phocyte hom ing” . LJ Picker. C urrent O pi­ The Interaction s B etw een M ast C ells and N erv es in the
nión in Im m unology, 6:394, 1994. G astrointestinal Tract, D, M , M cK ay and J, Bienenstock,
Im m unology Today, 15: N° 11, 533, 1994,
(Segunda parte) T he Im m une System , O ur Sixth Sense, T he Im m unologyst,
R egulación neuroendocrina 2 /1 ,8 , 1994,
C ytokines and the N ervous System I: E xpression and re-
LIBRO S cognition, S,J, H opkins and N .J. Rothw ell. TIN S, 18: N°
2, 83, 1995.
N eurom odulation o f im m unity and hypersensitivity. P ro ­ C ytokines and the N ervous System II: A ctions and M ech a­
ceed in g s o f a C onference. V olum e E d ito r E.J. G oetzl. nism s o f A etion. N.J. R othw ell and S.J. H opkins. TIN S,
O rganizing C om m ittee E.J. B lalock, J.D Feldm an, E.J. 1 8 :N ° 3 , 130, 1995.
G oetzl. S upplem ent to T he Journal o f Im unology. Au- Im m une N euroendoerine Interactions. W. Savino and M.
gust, 1985. D ardenne. Im m unology Today, 16: N °7 , 318, 1995.
Regulación de la respuesta inmune

MARTA BRAUN 18
IN TR O D U C C IÓ N cia abajo de otra célula. Muchos de los conoci­
mientos fueron adquiridos mediante el estudio
El sistema inmune, como tocios los sistemas de células aisladas in vitro, lo que significa que
fisiológicos, es un sistema regulado. Más aun, no se sabe todavía si esos mecanismos funcio­
dada la peligrosidad potencial de un sistema es­ nan de igual manera o no en un organismo ín ­
pecializado en la homeostasis y en la protec­ tegro.
ción del individuo mediante la agresión contra Uno de los primeros arcos regulatorios que
lo externo, es lógico suponer que, junto con la se conoció fue el de retroalimentación negativa
evolución de cada una de sus funciones efecto- producida por los propios anticuerpos, que hoy
ras agresivas, hayan desarrollado mecanismos se sabe que es un típico sistema “feed-back” ,
capaces de regularlas. Sin embargo, en los pri­ pues también pequeñas cantidades de un an ti­
meros tiempos de la inmunología, se suponía cuerpo pueden aumentar la respuesta, como ve­
que la respuesta inmune frente a los antígenos remos luego.
externos era “todo o nada” : el antígeno ingresa­ Para esa misma época, se comenzó a c o n o ­
ba a un organismo, era reconocido como “ex­ cer la importancia de los hnfocitos T como co ­
traño” y esto provocaba una respuesta; una laboradores de los B, indispensables para ini­
nueva entrada del mismo antígeno provocaba ciar y m antener Jas respuestas inmunes, y a
una respuesta mayor y más rápida, y así sucesi­ com prender que el sistem a inm une no sólo
vamente. Pronto se dem ostró que esto no es puede regular en forma cuantitativa sino tam ­
así: estímulos repetidos con el mismo antígeno bién cualitatíva, pues regula tanto el nivel g e­
no provocan respuestas cada vez mayores y neral como el tipo de Ja respuesta. En efecto,
hasta pueden causar- una falta de respuesta a ese según una serie de factores que luego veremos,
antígeno, o tolerancia. la respuesta puede hacerse en el sentido celular
Esta regulación, de la que aún no se conocen o humoral, pasar de un tipo de respuesta a otro
todos sus mecanismos y muchos de los conoci­ y dentro de cada uno de ellos, pasar, por ejem ­
dos aún se discuten, está basada en múltiples plo, de una clase de íg a otra. A esta capacidad
sistemas, en los cuales intervienen las propias del sistema inmune, que hace a su adaptabili­
células inm unes y los factores que segregan, dad, se la conoce como modulación de la res­
señales provenientes del microambiente donde puesta, y si bien aún quedan muchos puntos
se produce la reacción y tam bién señales de por conocer, está basada en la colaboración en­
otros órganos y sistemas, muy especialmente, tre células inmunes y en las influencias del res­
el sistema nervioso central y el endocrino, co­ to del organism o. Se ha dem ostrado que las
nectados po r el eje h ip o tálam o -h ip o fisario mismas células capaces de iniciar una respues­
(véase cap. 17, segunda parte). El estudio de la ta pueden también ejercer su regulación hacia
función de estas células implica dificultades, ya abajo.
que son aparentemente idénticas entre sí, cam ­ Otro concepto fundam ental, que fue c o m ­
bian permanentemente de lugar y pueden ejer­ prendiéndose poco a poco y hoy es aceptado
cer funciones muy diferentes y hasta contra­ universalmente, fue que el sistema inmune no
puestas, como de regulación hacia arriba o ha­ reconoce y agrede directam ente lo “extraño” ,
326 Aspectos básicos de la inmunidad

A nnals o f the New York A cadem y o f Sciences. N euroim -


m ultidireccionales entre sistemas adaptativos m une interactions: Proceedings of the S econd Internatio­
(inmunorregulación del sistema nervioso enté­ nal W orkshop on N euroim m unem odulation. Edited by B.
rico). D, Jankovic, B. M. M arkovic and N. H Y. Spector. T he
New York A cadem y o f Sciencies. N ew Y ork, 1987.
N euroinm m une N etw orks: Physiology and D iseases. Edi-
tors: E .J. C o etzl, N .H . S p ecto r. A .R . L iss, In c., N ew
B IB L IO G R A FIA York, 1989.
P sy c h o n e u ro im m u n o lo g y (2 E d .). A d er, R. A c a d e m ic
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L IBRO S Stead, M .H . Perdue, H. C ooke, D.W . Pow eil, K.E. Ba-
rret. A nnals o f the N ew York A cadem y o f Sciences, V o ­
A dvances in Im m unology. Vol. 20, 1975 y Vol. 22, 1976. lum e 664, 1992.
Ed. FJ D ixon y H G K unkel. A cadem ic Press. P sy c h o n e u ro im m u n o lo g y . In te ra c tio n s b e tw e e n B rain ,
A nim al M odels o f Im m unological Processes. Ed. JB Hay. N ervous System , B ehavior, Endocrine and Inm m une Sys­
A cadem ic Press. 1981 tem. Edited by H. J. Sehom oll, U. Tew es, N. P. Plotni-
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Lym phocyte Circulation. Experim ental and C linic A spects. A d v a n c e s In P sy c h o n e u ro im m u n o lo g y . E d ite d b y 1.
Ed. M de Souza W illy & Sons. N ew Y ork, 1981. B erczi, J. Szélenyi. V olum e 3, 1994.
M ucosal Im m une System in H ealth and D esease. Ed. PL
O gra y J B ienenstoek. 81 R oss C onference on P ediatric AC T U A L IZA C IO N E S
R esearch. 1981.
R ecent A dvances in M ucosal Im m unity. Ed. W S trober, T he im portanee o f horm ones in the regulation o f the im m u ­
LA H anson y K W Sell. Raven Press. N ew Y ork, 1982. ne System . C rossm an Ch. Im m unology & A llergy P racti­
R ecent D evelopm ents in M ucosal Im m unology. En, Adv. ce, 104:21, 1988.
in Exp. M ed. and Biology. 1987. Brain, B ehavior and Im m unity: an Interactive system . D.
Regulation o f the Im m une Response. Ed. PL O gra y DM R. Rubinow . J.N.C.I. M onographies. 10:79, 1990.
Jacobs. Buffalo, New York. S K arger, A G Basel, 1983. Im m une N euroendocrine Circuits: Integrative R ole o f Cy-
T h e Secretory Im m une System . Ed. JR Me G hee y J M es- tokines. H.O. Besedovsky, A. del Rey. Erontiers in N eu ­
teeky. Ann. N. Y. A cad.-Sci., 1983. roendocrinology, 13: N° 1, 61, 1992.
M igration and H om ing of Lym phoid C ells, Vol I y Vol II. N euroim m une M odulation: Signal T ransduction and Cate-
Ed. AJ Husband. CRC Press Inc., 1990. cholam ines. D.A. C ham bers, R.L. Cohén, R.L. Perlm an.
M u co sal Im m unology U pdate, Y ol 1, N° 1,2,3,4, 1993; N eurochem . Int. 22: N° 2, 95, 1993.
Vol 2, N° 1, 2, 3, 4, 1994. Raven Press. N euroendocrin e Im m unology. R egulatory In teractions o f
M u co sal Im m unology: Intra ep h ite lia l L ym phocytes. En, In fla m m a to ry C y to k in e s an d F Iy p o th a la m o -P itu ita ry
Adv. in H ost D efense M echanism s, Vol 9. Ed. H K iyono A drenal Axis. A. Falus, E. R ákász, J. Biró. T he Im m uno-
y JR M e Ghee. R aven Press, N ew Y ork, 1994. logist, 1/2,40 , 1993.
The neuroendocrine im m une axis. H om o-D elarche F; Dar-
A C T U A L IZA C IO N E S d e n n e M . S p rin g e r S e m in a rs in I m m u n o p a th o lo g y ,
14:221, 1993.
“Im m unoglobulin A: Strategie defense initiative at the m u­ N eu ro en d o crin e Im m u n e In te ractio n s. S. R eich iin . T h e
cosal surface” . BJ U nderdow n, JM S chiff. A nnual R e­ N ew E ngland Jo u rn al o f M edicine, 329: N° 17, 1246,
view o f Im m unology, 4:389, 1986. 1993.
“T ransepithelial transport o f im m unoglobulins” . KS M os­ The Syntax o f Im m une N euroendocrine C om m unication.
tov. A nnual Review o f Im m unology, 12:63, 1994. E, Blalock. Im m unology Today, 15: N° 11, 504, 1994.
“Thym us Índependent T cell developm ent and selection in T he Influence o f N euroendocrine P atw ays on L ym phocyte
the intestinal epithelium ” . P Poussier, M Julius. A nnual m igration. C. A. O ttaw ay and A .J. H usband. Im m u n o ­
Review o f Im m unology, 12:52, 1994. logy Today, 15, N° 1 1, 5 1 1, 1994.
“Control o f lym phocyte hom ing” . LJ Picker. C urrent O pi­ The Interaction s B etw een M ast C ells and N erv es in the
nión in Im m unology, 6:394, 1994. G astrointestinal Tract. D. M . M cK ay and J. Bienenstoek.
Im m unology Today, 15: N° 11, 533, 1994.
(Segunda parte) T he Im m une System . O ur Sixth Sense. T he Im m unologyst,
R egulación neuroendocrina 2 /1 ,8 , 1994.
C ytokines and the N ervous System I: E xpression and re-
LIBRO S cognition. S.J. H opkins and N .J. Rothw ell. TIN S, 18: N°
2, 83, 1995.
N eurom odulation o f iinm unity and hypersensitivity. P ro ­ C ytokines and the N ervous System II: A ctions and M ech a­
ceed in g s o f a C onference. V olum e E d ito r E.J. C oetzl. nism s o f A ction. N.J. R othw ell and S.J. H opkins. TIN S,
O rganizing C om m ittee E.J. B lalock, J.D Feldm an, E.J. 1 8 :N ° 3 , 130, 1995.
C oetzl. S upplem ent to T he Journal o f Im unology. Au- Im m une N euroendocrine Interactions. W. Savino and M.
gust, 1985. D ardenne. Im m unology Today, 16: N °7 , 318, 1995.
Regulación de la respuesta inmune

MARTA BRAUN 18
INTRODUCCIÓN cia abajo de otra célula. Muchos de los conoci­
mientos fueron adquiridos mediante el estudio
El sistema inmune, como todos los sistemas de células aisladas in vitro, lo que significa que
fisiológicos, es un sistema regulado. Más aun, no se sabe todavía si esos mecanismos funcio­
dada la peligrosidad potencial de un sistema es­ nan de igual manera o no en un organismo ín ­
pecializado en la homeostasis y en la protec­ tegro.
ción del individuo mediante la agresión contra Uno de los primeros arcos regulatorios que
lo externo, es lógico suponer que, junto con la se conoció fue el de retroalimentación negativa
evolución de cada una de sus funciones efecto- producida por los propios anticuerpos, que hoy
ras agresivas, hayan desarrollado mecanismos se sabe que es un típico sistema “feed-back” ,
capaces de regularlas. Sin embargo, en los pri­ pues también pequeñas cantidades de un an ti­
meros tiempos de la inmunología, se suponía cuerpo pueden aumentar la respuesta, como ve­
que la respuesta inmune frente a los antígenos remos luego.
externos era “todo o nada” : el antígeno ingresa­ Para esa misma época, se comenzó a c o n o ­
ba a un organismo, era reconocido como “ex­ cer la importancia de los linfocitos T como co ­
traño” y esto provocaba una respuesta; una laboradores de los B, indispensables para ini­
nueva entrada del mismo antígeno provocaba ciar y m antener Jas respuestas inmunes, y a
una respuesta mayor y más rápida, y así sucesi­ com prender que el sistem a inm une no sólo
vamente. Pronto se dem ostró que esto no es puede regular en forma cuantitativa sino tam ­
así: estímulos repetidos con el mismo antígeno bién cualitativa, pues regula tanto el nivel g e­
no provocan respuestas cada vez mayores y neral como el tipo de Ja respuesta. En efecto,
hasta pueden causar- una falta de respuesta a ese según una serie de factores que luego veremos,
antígeno, o tolerancia. la respuesta puede hacerse en el sentido celular
Esta regulación, de la que aún no se conocen o humoral, pasar de un tipo de respuesta a otro
todos sus mecanismos y muchos de los conoci­ y dentro de cada uno de ellos, pasar, por ejem ­
dos aún se discuten, está basada en múltiples plo, de una clase de íg a otra. A esta capacidad
sistemas, en los cuales intervienen las propias del sistema inmune, que hace a su adaptabili­
células inm unes y los factores que segregan, dad, se la conoce como modulación de la res­
señales provenientes del microambiente donde puesta, y si bien aún quedan muchos puntos
se produce la reacción y tam bién señales de por conocer, está basada en la colaboración en­
otros órganos y sistemas, muy especialmente, tre células inmunes y en las influencias del res­
el sistema nervioso central y el endocrino, co­ to del organism o. Se ha dem ostrado que las
nectados po r el eje h ip o tálam o -h ip o fisario mismas células capaces de iniciar una respues­
(véase cap. 17, segunda parte). El estudio de la ta pueden también ejercer su regulación hacia
función de estas células implica dificultades, ya abajo.
que son aparentemente idénticas entre sí, cam ­ Otro concepto fundam ental, que fue c o m ­
bian permanentemente de lugar y pueden ejer­ prendiéndose poco a poco y hoy es aceptado
cer funciones muy diferentes y hasta contra­ universalmente, fue que el sistema inmune no
puestas, como de regulación hacia arriba o ha­ reconoce y agrede directam ente lo “extraño” ,
328 Aspectos básicos de ia inmunidad

sino que su funcionamiento está basado en el Tiene como contrapartida una cierta lentitud
reconocimiento constante y no agresivo de lo en la respuesta: en efecto, desde la primera en­
“propio” , es decir, de los antígenos de histo­ trada de un antígeno desconocido hasta la apa­
compatibilidad de Clase I y TI unidos a péptidos rición de una respuesta, por ejemplo, la síntesis
propios, y que sólo reacciona frente a modifica­ de anticuerpos contra él, pasa cierto tiempo. Si
ciones de lo propio cuando a una de estas molé­ bien existen clones capaces de reconocer cual­
culas se le une un péptido de origen extraño. quier antígeno antes de su entrada, las células
Un concepto que se desarrolló en los años que los componen son pocas en número y, ade­
’70 fue que la regulación del sistema inmune más, están en estado precursor, no activo, y de­
estaba basada en los linfocitos T supresores y ben sufrir una serie de mitosis antes de diferen­
fue cuando se “nombró” al timo “director de la ciarse a células efectoras. Además, para que es­
orquesta inmunológica”. La función supresora to suceda, deben intervenir otras células cola­
fue adjudicada a los linfocitos T CD8 positivos, boradoras, que tam bién son pocas y están en
que pronto fueron encontrados presentes y acti­ estado de precursoras y también deben sufrir
vos en prácticamente todas las reacciones inmu­ mitosis y diferenciación. Durante estas diferen­
nes, a tal punto que el mismo investigador que ciaciones en cadena pasa cierto tiempo, y pue­
definió por primera vez a los linfocitos T supre­ de sobrevenir la enfermedad, si los sistem as
sores, el Dr. Gershon, llegó a decir que frente a inespecífícos de defensa fueron insuficientes
tanta supresión le llamaba la atención que pu­ para la protección del individuo.
diera haber respuestas inmunes positivas. Hoy, Muchas de las células específicas que inter­
la existencia de linfocitos T supresores está vienen en cada uno de estos pasos no mueren
muy discutida; ello puede deberse no sólo a que después de cumplir con su función, sino que se
no se ha encontrado un linfocito identificable retrotraen a un estado de reposo; en este estado,
que inhiba siempre a todas las respuestas inmu­ si bien siguen reconociendo al mismo antígeno,
nes, sino a que diferentes subpoblaciones de hn­ no son funcionalmente iguales a la célula vir­
focitos T pueden aumentar un tipo de respuesta gen que les dio origen, y van a reaccionar en
mientras que disminuyen otras o bien aumentar forma diferente al encontrar nuevamente a ese
o disminuir una misma respuesta según las se­ antígeno. La concentración en que lo recono­
ñales que reciben de otros linfocitos o del me­ cen y la necesidad de otras señales para ser ac­
dio ambiente, como veremos más adelante. tivadas cambian, y cambia también la naturale­
Por todo esto se comprenderá que no se co­ za de la sustancias que segregan al ser activa­
nocen todavía todos los circuitos regulatorios das. Es decir, cada vez que un linfocito es esti­
del sistema inmune y que muchos de los con­ mulado, entra en mitosis y sufre una diferen­
ceptos que siguen pueden estar sujetos a revi­ ciación que implica un cambio en su programa
sión. de activación y respuesta; esto hace que las cé­
lulas resultantes no sólo estén en mayor núme­
ro que antes de la entrada del antígeno (expan­
LA COLABORACION CELULAR sión clonal) sino también que sean funcional­
EN LA RESPU ESTA INMUNE mente diferentes y más aptas. En esta expan­
sión y en este cambio funcional reside la m e­
G eneralidades. Las citoquinas m oria del sistem a inm une y la facultad para
que las respuestas secundarias sean más rápi­
Desde hace mucho tiempo se conoce que la das y más eficientes que las primarias. Esta es
respuesta inmune, tanto humoral como celular, la razón por la cual un individuo que ya ha co­
no es llevada a cabo por la intervención de un nocido al antígeno, ya sea por enfermedad pre­
solo tipo celular, sino que está dada por la inte­ via o por vacunación, no enferme, pues sus res­
racción de varios. Puede representarse como puestas son más rápidas y eficientes.
una cascada, altamente regulada en cada uno En líneas generales puede decirse que, para
de sus pasos, en la que intervienen células con una respuesta humoral, los hnfocitos B deben
diferentes funciones y formas de maduración, recibir una señal de activación del antígeno, al
esquematizada en la figura 2-8, capítulo 2. que reconocen directamente por sus Igs de su­
Esta multiplicidad de acción permite al siste­ perficie; esta señal los hace capaces de recibir
ma inm une tener una enorm e flexibilidad o los mensajes que le envían los linfocitos T co­
adaptabilidad, que se traduce en una gran efica­ laboradores. A su vez, estos mensajes induci­
cia cada vez que se le presenta el caso concreto rán en los hnfocitos B mitosis, “switch”, muta­
de la defensa contra algún agente invasor. Al ciones puntuales y diferenciación a plasmocitos
mismo tiempo, al ser regulable en muchos pun­ o linfocitos B de memoria.
tos distintos, esta cascada provee al sistema de Para la activación de los linfocitos T que co­
m últiples m ecanism os de reaseg u ro co n tra laboran con ellos, la cosa es más complicada,
reacciones nocivas. pues éstos reconocen al antígeno sólo si está
Regulación de la respuesta inmune 329

procesado, es decir, si le es presentado como es decir, sobre la misma célula que las produjo
péptido unido a una molécula de antígeno del y sobre células cercanas, y también se dem os­
CMH por una célula especializada en presenta­ tró que pueden actuar a distancia, com o las
ción; ya aquí deben intervenir dos poblaciones hormonas, y de esta manera ejercer efectos so­
diferentes. Además, debe recibir señales coesti- bre otros órganos y tejidos.
mulatorias que le envía la célula presentadora. Entre las citoquinas más importantes en la
Recién entonces, y dependiendo de una serie respuesta inmune, las primeras en ser definidas
de factores del microambiente, el linfocito T se fueron las linfoquinas, cuando se estudiaron los
diferencia a célula efectora de colaboración. mecanismos de inmunidad celular, y se las des­
Estos conocimientos fueron muy difíciles de cribió como producidas por linfocitos T sensi­
entender cuando comenzaron a estudiarse los bilizados y con efecto sobre los macrófagos y
mecanismos de colaboración celular, mediante otras células. Sus nombres se atuvieron a su
experimentos con células provenientes de indi­ función y durante mucho tiempo hubo una gran
viduos previam ente inmunizados. Primero se confusión sobre la identidad y realidad de estos
demostró que, para la respuesta humoral, tanto factores. Luego se habló de las m onoquinas,
in vivo como in vitro, eran necesarios linfoci­ producidas por los macrófagos, con efectos so­
tos T y B. Luego se vio que, para la respuesta bre células inmunes. Finalmente se definieron
mitótica in vitro de linfocitos T sensibilizados, las interleuquinas (IL), o mensajeros p a ra la
eran necesarios dos tipos de células; los linfoci­ comunicación entre leucocitos, producidas por
tos T y una población adherente al vidrio. A si­ los linfocitos Th y con efectos principalmente
mismo, para otras respuestas in vitro, interve­ sobre los linfocitos B; estas IL fueron n o m ­
nían tres poblaciones celulares, una de ellas ad­ brándose por números consecutivos, según se
herente. Pronto se demostró que esas células fueron identificando fehacientemente por aisla­
adherentes eran macrófagos, que debían expre­ miento de sus genes.
sar antígenos de histocompatibilidad de clase N inguno de estos nombres se atiene a una
II, y que ellos y los linfocitos debían provenir realidad estricta, sino más bien a las circuns­
de un mismo animal, o de dos idénticos en sus tancias de su descubrimiento y a la tradición;
antígenos de histocompatibihdad, para que hu­ por ejem plo, la IL l es producida, p rin cip al­
biera reacción. Una restricción similar se d e­ mente, por los macrófagos y, si bien tiene efec­
mostró con la citotoxicidad; las células “blan­ tos importantes sobre los linfocitos, tiene efec­
co” debían tener los mismos alelos que las cé­ tos sistémicos aun más importantes. Además,
lulas que habían pre-sensibilizado a los linfoci­ muchas ILs son producidas también por células
tos T citotóxicos. La comprobación del recono­ no inmunes. Esta falla de la nom enclatura ha
cimiento dual del linfocito T provocó una serie producido y sigue produciendo múltiples con­
de polémicas y estudios, que lograron esclare­ fusiones.
cer, en los últim os años, los mecanismos de A ctualm ente, se siguen aislando genes de
presentación del antígeno y su reconocimiento ILs producidas por células comprometidas en
por el linfocito T (véanse caps. 2 y 13). las respuestas inmunes. Para una hsta de las ci­
La necesidad de contacto o no entre las célu­ toquinas hoy conocidas y sus principales efec­
las para la colaboración fue otro punto que pro­ tos, véase el capítulo 12.
vocó tam bién polém icas. En algunos experi­ Con respecto a las funciones de las ILs, de­
mentos se demostró la necesidad de contacto ben tenerse en cuenta varios conceptos. Por
físico entre macrófagos y linfocitos T o entre una parte, si bien los linfocitos las producen y
linfocitos T y B. Sin em bargo, otros experi­ secretan por efecto de un estímulo específico,
mentos demostraron que los sobrenadantes de sus acción sobre otras células es inespecífica,
cultivos de macrófagos y de linfocitos T podían es decir, actúan sobre cualquier célula que pre­
actuar aumentando la respuesta de linfocitos fí­ sente receptores para ellas en su superficie. Pa­
sicamente separados. Así se demostró que los ra que actúen sobre un linfocito, éste debe de
macrófagos y los linfocitos Th sintetizan y se­ haber tenido contacto recientemente con el an­
cretan factores, llamados citoquinas, capaces tígeno y expresar así receptores. Por otra parte,
de activar otras poblaciones. En un primer m o­ muchas ILs y hnfoquinas pueden ser produci­
mento, se pensó que estos factores eran especí­ das por células no linfoides, como macrófagos
ficos para el antígeno, pues éste era necesario o células dendríticas, comprometidas en la res­
para su acción. Luego se comprobó que el efec­ puesta inmune, pero también por otras células
to del antígeno es inducir, en las células especí­ del organismo con funciones no estrictamente
ficas que lo reconocen, la síntesis y expresión relacionadas, como las del sistem a nervioso
de receptores para las citoquinas, pero que és­ central. Asimismo, sus efectos van más allá de
tas no reconocen antígenos, es decir, son ines­ la respuesta inmune y de la inflamación, pues
pecíficas. Se comprobó también que las cito- son capaces de actuar sobre células que no per­
quinas actúan en forma autocrina y paracrina. tenecen al sistem a inm une, desde el h ígado
330 Aspectos básicos de ia inmunidad

hasta el sistema nervioso central. Finalmente, y la zona o para realizar “vacunas” contra ciertos
la im portancia de este concepto va tom ando tipos de tumores. Pero para poder usarlas con
más cuerpo cada día, la mayoría de las TLs no éxito como estimulantes de la respuesta inmu­
acttian solas, sino en forma de una red compli­ ne, deberán conocerse mejor sus interacciones,
cada; sobre una célula actúan varias ILs en for­ tanto entre ellas como con el microambiente en
ma coordinada y el resultado final de su acción dónde se produce la respuesta.
depende de la com binación que actúa, de la
concentración de cada una de ellas y, además, Colaboración macrófago/linfocitos T.
de otras señales del microambiente. Diferenciación de los linfocitos T vírgenes
Dado que la mayoría de los conocimientos
sobre la función de las ILs y de las subpobla­ La activación de los linfocitos Th es un paso
ciones de linfocitos que las producen, han sido esencial en la iniciación de prácticamente todas
obtenidos mediante el estudio in vitro de líneas las respuestas inmunes específicas y requiere la
de linfocitos T, su verdadera función in vivo es participación de células presentadoras especia­
difícil de conocer aún. El resultado final del lizadas, pues los principales colaboradores, los
efecto de las ILs sobre una célula particular in linfocitos CD4+, sólo reconocen péptidos uni­
vivo, por influencia del m icroam biente y de dos a antígenos de histocompatibilidad de clase
otras citoquinas aún no conocidas, puede ser II. Por ello, la función principal de las células
muy diferente del que puede verse in vitro, de la línea monocito-macrófago que expresan
cuando se usan ÍLs puras o en mezclas. Esto se Clase II es Ja presentación de antígeno procesa­
ve agravado porque aún no se conocen todas y do a Jos linfocitos Th. La forma en que ellas
permanentemente se están aislando nuevos fac­ procesan y presentan el antígeno y el complejo
tores celulares, cuyas funciones deben ser aún molecular que usan los linfocitos T para reco­
develadas. Todo esto hace que existan todavía nocerlo, fueron expuestas en el capítulo 2.
muchas diferencias de opinión sobre los pape­ Con los conocimientos actuales se entiende
les individuales de cada una de ellas. fácilmente que, en los experimentos in vitro,
La mayoría de los estudios se han hecho con deba haber identidad entre los antígenos que
líneas in vitro de células T productoras de cito- expresa el macrófago y los del individuo del
quinas de ratones y de humanos. Estas dos es­ cual provienen los linfocitos, pues los antíge­
pecies muestran grandes homologías, pero no nos de InstocompatibiJidad que reconocen los
siempre son idénticas, de modo que se debe ser linfocitos T son sólo los propios, ya que así han
cauto en las extrapolaciones. El estudio de sido seleccionados en el timo (véase cap. 3).
otras especies de vertebrados superiores está Por otra parte, la necesidad de reconocer lo
mostrando analogías y diferencias que perm i­ propio por parte del linfocito T explica el apa­
ten adoptar ciertos conceptos generales que, si rente gasto de la selección tímica positiva, pues
bien pueden ser útiles, son a menudo sobresim- gracias a ella los órganos linfáticos secundarios
plificaciones. no se ven atorados por linfocitos inútiles.
El descubrimiento de los efectos tan im por­ Los macrófagos que han captado una partí­
tantes de las citoquinas en la respuesta inmune cula la digieren y exponen sus péptidos unidos
y la posibilidad de aislarlas en pureza, así como a las moléculas de Clase II que salen a su su­
obtenerlas por ingeniería genética, ya que la perficie; de esa m anera un linfocito TCD4+
mayoría de sus genes han sido clonados, hizo puede reconocer el antígeno para el cual está
que se trataran de utilizar en la manipulación precom prom etido. Pero este solo re c o n o c i­
terapéutica del sistema inmune, especialmente miento no es suficiente para activar un linfocito
en la inmunoterapia del cáncer y como activa­ T virgen o precursor. Para ello es necesario un
dores inespecíficos o específicos del sistema. contacto íntimo y relativamente prolongado en­
Sin embargo, dado que la mayoría de las linfo­ tre ambas células, que está asegurado por una
quinas actúan en forma de red, con efectos que serie de moléculas de adhesión en ambas su­
hasta pueden ser contrarios a lo esperado según perficies, entre las que se cuentan p rincipal­
las circunstancias, y el hecho de que casi todas mente las moléculas CD4, que interactúan con
tengan efectos sistémicos que pueden ser tóxi­ la parte invariante del antígeno de Clase II, y
cos si la citoquina se usa en dosis terapéuticas, otra serie de moléculas que actúan como coac-
estos ensayos no dieron Jos resultados espera­ tivadoras. En efecto, en estos últimos años se
dos. ha descubierto la necesidad de, por lo menos,
La posibilidad de transfectar o ehminar ge­ una segunda señal para la activación de los lin­
nes de las ILs en animales de experimentación focitos Th. Estas señales accesorias no sólo
permitió el estudio in vivo. Actualmente, se es­ perm iten la activación del linfocito Th, sino
tán usando métodos de transfección de estos que participarán, como veremos luego, en la
genes en células que forman parte o migran a elección del camino de diferenciación que se­
un tumor, a fin de concentrar su producción en guirá iuego el linfocito Th precursor. Las prin­
Regulación de la respuesta inmune 331

cipales moléculas coactivadoras fueron descri­ el antígeno, pero se hace en forma explosiva y
tas en el capítulo 13. Entre ellas, las que han si­ corta y, cuando el linfocito se separa de la célu­
do identificadas como capaces de intervenir en la presentadora y com ienza su desdiferencia­
la diferenciación futura del linfocito T, están la ción y mitosis, deja de sintetizar receptores pa­
IL l y la molécula B7 de la superficie de las cé­ ra IL-2 (RIL-2). Como éstos tienen bajo “tur­
lulas presentadoras de antígenos. nover” en la superficie celular, las células hijas
La IL L producida por los macrófagos luego los expresarán todavía, si bien en la m itad o
de estim ulación por diferentes factores, entre menos de la concentración que tenía la célula
los cuales se cuenta la ingestión de partículas, madre, y podrán continuar siendo estimuladas
fue considerada, durante algunos años, como por la IL2 que se produce en la zona. Pero, a
una molécula fundamenta] para la activación medida que se induzcan más mitosis, la canti­
de los linfocitos T. Luego se comprobó que, en dad de moléculas descenderá hasta debajo del
muchas situaciones, la IL l no es necesaria ni umbral y el linfocito volverá al reposo.
suficiente para ello, pero que tiene en cambio Estos linfocitos que vuelven al reposo no son
una serie de efectos sistémicos, no relacionados iguales, como ya se dijo, al que les dio origen.
con la respuesta específica, como la inducción En general, las mitosis en el sistema inm une
de fiebre, somnolencia, malestar y caquexia, la van acompañadas por una diferenciación, por
reabsorción del cartílago, etc. Hoy se admite la puesta en marcha de un nuevo programa. En­
que la IL l tiene efecto como segunda señal, tre los linfocitos Th, pueden ponerse en marcha
que ésta no se ejerce necesariamente a distan­ dos programas diferentes, que darán com o re­
cia sino que se haría por el contacto célula/cé­ sultado dos fenotipos distintos, T h l y Th2, que
lula y que tiene un papel muy importante en el pueden individualizarse por la cantidad de m o­
camino de diferenciación del linfocito pues, co­ léculas CD35RO que expresan en su superficie.
mo veremos luego, induce la función Th2. Estos dos fenotipos polares tienen funciones
Otra segunda señal conocida es la interac­ distintas, pues van a dirigir al sistema inm une
ción de la molécula B7, que se expresa en la hacia una respuesta de tipo celular o humoral,
superficie de las células presentadoras de antí­ respectivamente. Debe tenerse en cuenta que la
geno, con la molécula CD28, que se expresa en división en estas subpoblaciones es una sobre-
los linfocitos Th. La interacción entre estas dos simplificación, pues sus funciones no son tan
moléculas llevaría aJ linfocito Th hacia la inun­ rígidas como aquí se expresa; además, están
ción T hl. bien descritos y diferenciados en el ratón pero
La existencia de otras moléculas que puedan no tanto en el hombre. En éste y otras especies
actuar como segunda señal explica la discusión se habla de linfocitos tipo Th l o Th2 y se han
sobre la necesidad o no de IL l en la activación encontrado linfocitos con fenotipos in term e­
de los linfocitos T y es posible que existan otras dios, a los que se llama ThO.
segundas señales, capaces de influir sobre la di­ Haciendo esta salvedad, puede decirse que
ferenciación del linfocito Th que aiín no se co­ los Th 1, ya sea un tiempo después de su prim er
nocen. Sean cuales fueren las señales que acom­ contacto con el antígeno (sensibihzación) o en
pañan al antígeno, el resultado de esta interac­ contactos posteriores con él, pasan a secretar,
ción múltiple es que se activan en el linfocito adem ás de la IL2, una serie de linfoquinas,
Th virgen dos fenómenos muy importantes: la principalmente interferón y (IFNy) y factor de
síntesis y expresión superficial de receptores de necrosis tumoral (3 (TNFp) que, como se verá
alta afinidad para IL2 y la síntesis y secreción en el capítulo 12, son las principales activado-
de IL2. Dado que es posible que existan linfoci­ ras de los macrófagos y de los linfocitos citotó­
tos presensibilizados que continúen respondien­ xicos, es decir, son las efectoras de la inm uni­
do de esta manera, es decir, por secreción de dad m ediada por células. Adem ás, secretan
IL2, muchos autores llaman precursores (pTh) a 1L12 (que tiene un importante efecto en la dife­
este fenotipo funcional de Th. renciación de los linfocitos Th vírgenes en lin­
Además de otras funciones extra-inmunes, la focitos T hl y su activación), IL6 y probable­
IL2 tiene como efecto principal la inducción de mente ILIO.
mitosis en las células que componen el sistema Los Th2, en iguales circunstancias, dejan de
inmune específico. Como cualquier IL, la IL2 secretar IL2 y pasan a producir otras ILs, entre
no es específica para el antígeno, pero su efecto las que se cuentan las IL4, IL5, IL7, IL9, ILIO
depende de que existan en la célula receptores e I L l3. Estas ILs tienen efecto sobre la prolife­
para ella. El hecho de que sólo las células que ración y la diferenciación de los linfocitos B y
están siendo activadas específicamente por el sobre la secreción de Igs y también actúan so­
antígeno expresen estos receptores, lim ita el bre la diferenciación de los linfocitos vírgenes
efecto policlonal de la IL2. en T h l o Th2.
AJ respecto cabe decir que la síntesis de re­ C om o se dijo antes, se han encontrado lí­
ceptores se produce cuando hay activación por neas celulares ThO que producen IL2, IFN (tí­
332 Aspectos básicos de la inmunidad

picos de las T lil) e 1L4 (propia de las Th2) si­ antígeno y de su forma de presentación, así co­
multáneamente, lo cual demuestra que sólo al­ mo del microambiente, tengan también inter­
gunas de las células T sensibilizadas están tan vención.
polarizadas como se pensó en un primer m o­ De forma similar, hay factores que estimulan
mento. e inhiben la transformación de precursores a
Si bien la ÍL2 es necesaria para la diferencia­ Th2 (fig. 18-1). La presencia de IL4 parece in­
ción de los linfocitos vírgenes o precursores, dispensable para la diferenciación a Th2 y tam­
productores de IL2, en linfocitos T h l o Th2, bién se aumenta la transformación hacia Th2,
una serie de factores inclina la balanza hacia la si la segunda señal es a través de la IL l, mien­
aparición de uno u otro fenotipo, según puede tras que el IFNy y ia IL I2, en algunas circuns­
verse en la figura 18-1. Estos han sido bien es­ tancias, la dism inuyen. D eben considerarse
tudiados in vitro en el ratón y son menos cono­ también otros factores provenientes de la forma
cidos y no siempre iguales en el hombre. de presentación del antígeno y otros muy im ­
Para que se desarrollen linfocitos T h l, pro­ portantes del microambiente.
ductores de IFNy, se ha postulado como impor­ Finalmente debe tenerse en cuenta que no to­
tante que la segunda señal se haga a través de das las citoquinas actúan de la misma forma en
la interacción del B7 con el CD28; además, la todas las circunstancias: como ya se dijo, en
presencia de IFNy e IL 12 aumenta la diferen­ general actúan en forma de red, su efecto puede
ciación hacia Th 1. Por el contrario, la presencia depender de la concentración y las interaccio­
de IL4 inhibe la transformación de los T vírge­ nes entre ellas pueden influir sobre el resultado
nes en T hl. Es posible que otros factores del final.

IFNy

Activación de
macrófagos

IL-12

Fig. 18-1. Se m uestran las principales interacciones celulares en la activación de los m acrófagos y la relación de los lin fo ­
citos C D 4+ con los CD8+. 1.a función de las interleuquinas puede ejercerse tanto en la diferenciación de los linfocitos v ír­
genes CD + a T h l o Th2, com o en la proliferación y secreción de factores por parte de éstos. Las interacciones que llevan a
un aum ento de la función están dibujadas en azul; las que llevan a una dism inución de la función, en rojo. Los factores
m ás característicos e im portantes de los T h l y Th2 están en “negrita” .
Regulación de la respuesta inmune 333

Si bien los linfocitos Th vírgenes podrían es­ cífica. Pero este reconocimiento no es suficien­
tar precom prom etidos para una u otra de las te (salvo en el caso de los antígenos timo-inde-
funciones, se ha demostrado in vitro que líneas pendientes) para estimular la respuesta. Frente
de una u otra clase de Th pueden cambiar su a antígenos proteicos, sólo hay una diferencia­
fenotipo en presencia de los factores antes ción del linfocito B, que se traduce en la sínte­
mencionados; incluso se ha logrado que una lí­ sis y secreción de Igs, cuando hay interacción
nea de linfocitos T citotóxicos, secretores de entre linfocitos T y B.
IL2 e IFNy, pasaran a tener un fenotipo típico La existencia de- esta necesidad de colabora­
de linfocito Th2, con secreción de IL4, 5 y 7. ción se conoce desde hace tiempo, cuando se
Haya precompromiso o no, lo que sí resulta de estudiaron ratones irradiados y repoblados con
estos fenotipos en muchos casos es una autoes- poblaciones linfocitarias de diferentes o ríg e­
timulación, con inhibición de la función contra­ nes; se vio que para la inducción de síntesis de
ria, por efecto de los mismos factores que ellos anticuerpos era necesario que se repoblaran con
secretan, es decir, una regulación cruzada. linfocitos de médula ósea (que se sabe son ri­
Esto explica el balance que puede verse en cos en linfocitos B) y de timo o conducto linfá­
las respuestas inmunes humorales y celulares, tico (ricos en linfocitos T). Luego se demostró
en las que, generalmente, cuando una está au­ que los linfocitos derivados de la médula ósea
mentada la otra está disminuida y viceversa. Un son los precursores de las células secretoras de
ejemplo típico de esto es la lepra, en la cual Ig y que los derivados del timo no producen
pueden haber individuos con muy altas respues­ nunca anticuerpos, pero que aumentan la fun­
tas celulares, que llevan a importantes datios ti­ ción de aquéllos. Finalmente se demostró que
sulares pero hacen más fácil la curación (lepra ambas poblaciones deben reconocer específica­
tuberculoide), o individuos con respuestas casi mente al antígeno para que se desarrolle la res­
exclusivamente humorales, donde la curación puesta de anticuerpos.
es más difícil (lepra lepromatosa). Explica asi­ Otra serie de experimentos que demostró la
mismo la dificultad que se tiene clínicamente en existencia de colaboración entre ambas pobla­
modular la respuesta en uno u otro sentido. Pero ciones fue la realizada mediante la transferen­
así como entre las formas polares de la lepra cia a ratones irradiados de células de ratones
hay formas intermedias, entre los linfocitos Th preinmunizados con diferentes combinaciones
también hay formas intermedias, los ThO. de haptenos y “carriers”. En ellos se m idió la
No obstante que estas consideraciones se síntesis de anticuerpos contra el hapteno y se
han referido a los linfocitos T CD4+, debe te­ demostró que, para que se produjera una res­
nerse en cuenta que la diferencia funcional en­ puesta secundaria, los ratones dadores debían
tre éstos y los CD8+ no es tan rígida como se ser sensibilizados con el mismo “carrier” que
supuso en un primer momento, en que se atri­ se usaba luego para reinm unizar los ratones
buía a estos últimos sólo la función citotóxica/ transferidos. Estos resultados dieron pie a gran­
supresora y sólo a los CD4'' la función colabo­ des polémicas, pero demostraron que los linfo­
radora. citos T podían sensibilizarse con el “carrier” y
En efecto, por una parte, los CD8+ además actuar sinergísticamente con linfocitos B que
de ser citotóxicos, secretan linfoquinas y existe habían reconocido al hapteno. Dado que ahora
entre ellos una heterogenicidad similar a la de sabemos que los linfocitos T y B no reconocen
los CD4+. En general, los CD8+ citotóxicos de la m ism a manera y que las bibliotecas de
producen factores similares a los de los T h l, ambos son diferentes, estos experimentos son
principalmente IL2, IL l O e IFNy, y se han ais­ fáciles de comprender en estos momentos.
lado clones “supresores” que secretan IL5 pero Estos y otros resultados demostraron la exis­
no IL4, y también clones tipo Th2, secretores tencia de los linfocitos colaboradores. Sin em ­
de IL4 e IL5. La función de estas células in vi­ bargo, el mecanismo íntimo de la colaboración
vo todavía está por dilucidarse. Por otra parte, entre ambas poblaciones, fue más difícil de di­
si bien la mayoría de los linfocitos CD4+ ejer­ lucidar y es más complejo de lo que se suponía,
cen función colaboradora, también pueden ser pues implica dos tipos de interacciones: por una
citotóxicos y muchos clones T h l lo son. Inclu­ parte, los linfocitos T producen factores que in­
so podrían ser citolíticos contra los propios lin­ ducen en el linfocito B la síntesis de Igs de se­
focitos B que les presentan antígenos, contribu­ creción y, por la otra, el linfocito B puede pre­
yendo así a la regulación negativa de las res­ sentar al linfocito T el antígeno (para esta fun­
puestas inmunes. ción, véanse caps. 2 y 13). Además, el linfocito
T no sólo induce la secreción de Ig en el linfoci­
Colaboración linfocito T-linfocito B to B, sino que induce mitosis, acompañadas por
“switch” y mutaciones puntuales en la región
Los linfocitos B pueden reconocer y ligar a variable de la cadena, y diferenciación a plas­
los antígenos a través de su Ig superficial espe­ mocitos o a células de memoria.
334 Aspectos básicos de ia inmunidad

Hoy se sabe que la simple interacción entre tal vez las IL6 y las IL7. Actualmente se co n si-'
el ligando específico con las Igs superficiales dera que la IL5 es la principal inducidora de
del linfocito B induce una activación que, en la “switch”, pero nuevamente aquí lo que parece
mayoría de los casos, sólo se manifiesta en la determinar el isotipo de Ig que se producirá se­
síntesi.s y expresión en su superficie de recepto­ ría la combinación de varias ILs. Por ejemplo,
res de alta afinidad para las lis, especialmente se ha visto en linfocitos humanos que la suma
IL2. Sólo en el caso de antígenos timoindepen- de factores producidos por los linfocitos Th2,
dientes, capaces de efectos posteriores, por su en presencia de antígeno, puede inducir síntesis
mitogenieidad intrínseca o por la presencia de in vitro de IgM, IgG, IgA e IgE. También in vi­
determ inantes repetitivos, esta activación se tro, los linfocitos T h l, si están en una relación
acompaña de mitosis y secreción de Igs, pero baja con respecto a los B, pueden inducir en és­
no se produce el “switch”, de modo que sólo se tos síntesis de IgM, IgG e IgA pero no IgE,
secreta IgM, y no hay diferenciación a linfoci­ mientras que cuando están en en alta propor­
tos B de memoria. ción, inhiben la respuesta de anticuerpos, tal
Para que se den estos fenómenos debe haber, vez por citólisis de los linfocitos B que recono­
en el medio que rodea al linfocito B, ILs pro­ cieron y le presentan el antígeno.
ducidas por los Hnfocitos Th y éstas podrán ac­ Una serie de observaciones y experimentos
tuar sólo sobre los linfocitos B que hayan reco­ han demostrado que, para la diferenciación del
nocido al antígeno y que, por lo tanto, expresen linfocito B virgen en un linfocito de B memo­
receptores para ellas. Una vez más, la especifi­ ria, los linfocitos T son indispensables, pero es
cidad de la acción de las ILs está dada por la posible que aquí también varias ILs actúen si-
activación previa de los clones específicos para nergísticamente. Si se tiene en cuenta que un
el antígeno inductor de la activación. linfocito B de memoria se diferencia de uno vir­
El efecto de las diferentes ILs sobre cada gen en varios aspectos, no sólo en su mayor so­
una de las funciones del linfocito B ha sido brevida, sino también en sus patrones de migra­
muy discutido y existen diferencias entre las ción, la presencia de “switch” y su capacidad de
distintas especies. Nuevamente aquí, debe te­ presentar antígenos a los linfocitos T, es posible
nerse en cuenta que las ILs actúan sinergística- suponer que varias ILs tuvieron que actuar.
mente entre ellas y, de la combinación de ILs Por últim o, debe tenerse en cuenta el m i­
que actúan en el sitio donde se halla el linfocito croambiente en que se produce la interacción
B y de otros factores del microambiente, será el T-B. En efecto, esta interacción tiene lugar casi
resultado que se obtenga, sobre todo, la clase siempre en los órganos secundarios y más es­
de Ig que se secrete. pecíficamente en los folículos primarios, cons­
Desde hace tiempo se conoce que algunos tituidos principalmente por linfocitos B. Luego
factores tienen especial efecto mitogénico so­ de la entrada de un antígeno, las prolongacio­
bre los linfocitos B; éstos fueron llam ados nes de las células dendríticas, portadoras del
BCGF (B cell growth factors). Hoy se atribuye antígeno, penetran en el folículo, y también pe­
a la IL2, y muy especialmente a la IL4, la fun­ netran los linfocitos T que han sido estim ula­
ción de inducir las mitosis en los linfocitos B. dos en la región timodependiente, convirtién­
La IL4 tiene un papel fundamental en la res­ dolo así en un folículo secundario. La impor­
puesta de anticuerpos. Si bien esta interleuqui­ tancia del medio ambiente se comprende si se
na puede ser producida por otras células (linfo­ tiene en cuenta que, si el antígeno ha penetrado
citos recién emigrados del timo y células de la por piel o sangre, de manera que la interacción
línea basófilo-mastocito y tal vez otras no co­ se produce en los ganglios aferentes o en el ba­
nocidas aún) la principal fuente de IL4 son los zo, respectivamente, el resultado es la síntesis
linfocitos tipo Th2. Si se considera que tam ­ en proporción mayoritaria de Igs de las diferen­
bién es necesaria para la inducción de células tes subclases de IgG, mientras que, si la pene­
Th2 y es mitogénica para ellas, mientras que tración del antígeno fue a través de las muco­
inhibe las mitosis de las T h l, su papel no que­ sas, de modo que la interacción se hace en el
da sólo en la inducción de mitosis en los linfo­ tejido linfoide asociado a éstas, el resultado es
citos B sino que pasa a modular la respuesta en una síntesis de una gran proporción de IgA y,
forma tal que se mantenga como una respuesta en menor medida, IgE, que priman sobre la sín­
humoral. tesis de IgG.
Otros factores influyen en la diferenciación
celular. En un primer momento se supuso un Interacción T-T. Regulación
factor único, que fue llamado BCDF (B cell di- de los linfocitos T
ferenciation factor), pero actualmente se sabe
que en la diferenciación actúan varios de ellos. La interacción entre diferentes subpoblacio­
Varias ILs pueden inducir el “switch”; entre nes de linfocitos T se comenzó a conocer cuan­
éstas se han responsabilizado a la IL4, la IL5 y do se comprobó que la repoblación de animales
Regulación de la respuesta inmune 335

irradiados, con linfocitos T provenientes de di­ vitro y que parecen tener mayor importancia in
ferentes órganos, podía llevar a una acción si- vivo, como lo son la IL2, IL4, ILIO, I L l 2 y el
nergística entre sí. Más tarde, se demostró que IFNy.
cuando los linfocitos T provenían de animales Función regulatoria de la IL2. La interac­
hechos tolerantes a un antígeno, podían disnoi- ción entre linfocitos T es necesaria para todas
nuir la respuesta de los linfocitos de un animal las funciones de éstos. En efecto, como ya se
con una reacción positiva a ese mismo antíge­ mencionó, los linfocitos T vírgenes están en es­
no, lo que llevó a la postulación de la existen­ tado de precursores y para que se conviertan en
cia de linfocitos T supresores. Hoy se tienen efectores, deben recibir señales no sólo del an­
evidencias de que ambas funciones, regulación tígeno y de la célula presentadora, sino también
hacia arriba o hacia abajo de una respuesta da­ de factores producidos por los propios linfoci­
da, pueden ser ejercidas, segiin las circunstan­ tos T. Frente a esta situación podría pensarse
cias, por células de una misma subpoblación y que la iniciación de una respuesta es imposible,
no se han encontrado evidencias de la existen­ pero debe tenerse en cuenta que la activación
cia de linfocitos T con función supresora ex­ del hnfocito T virgen por el antígeno y las se­
clusiva. ñales accesorias, lleva a la síntesis no sólo de
Cuando se trata de analizar la regulación de receptores para IL2, sino también de IL2, y que
los linfocitos T, deben tenerse en mente varios ésta puede actuar en forma autocrina sobre el
conceptos. El primero es que ésta se hace, co­ mismo linfocito que la produjo, induciendo en
mo todas las interacciones entre Hnfocitos, a él mitosis y diferenciación.
través de moléculas no específicas para el antí­ La IL2 tiene así un papel imprescindible en
geno producidas por células que sí lo son y que la iniciación de las respuestas inmunes, pues
el estímulo para que se secreten estas molécu­ induce mitosis y diferenciación en p rá c tic a ­
las es doble; el antígeno y alguna de esas molé­ mente cualquier linfocito que haya reconocido
culas. El segundo es que para que estas molé­ el antígeno y exprese receptores para ella. Es el
culas actúen deben existir receptores para ellas principal factor de crecimiento de los linfocitos
en la superficie de la célula a quien va dirigida T y es indispensable para el mantenimiento in
la señal, y para que existan estos receptores el vitro de líneas de linfocitos T. Según todos los
linfocito debe estar contactando o haber con­ experimentos realizados in vitro, sería necesa­
tactado recientemente con su antígeno específi­ ria para que puedan generarse linfocitos T cito-
co. El tercero es que, salvo en casos excepcio­ tóxicos efectores (véase cap. 12) y linfocitos
nales que posiblemente no se den in vivo, las colaboradores de tipo Thl o Th2. Si bien los
moléculas no actúan solas sino que actúan si- primeros son capaces de secretar IL2, de modo
nergística o antagónicamente entre sí. Además, que podrían autoactivarse y autom antenerse,
el sistema inmune recibe señales de otros siste­ los tipo Th2 no sintetizan IL2, sino IL4 y otras.
mas que influyen en su respuesta. In vitro, en ausencia de IL2, no se generan lin­
De esto se desprende que, pese a que el sis­ focitos productores de IL4, incluso si se agre­
tema inmune está particionado en clones, que gan otros factores de crecimiento T, com o la
reconocen y reaccionan frente a un solo deter­ IL12.
minante antigénico, la respuesta a uno de ellos El papel fundamental de la IL2 en la induc­
influye en las respuestas a otros determinantes, ción de linfocitos Th2 ha sido confirm ado in
pertenezcan o no a una misma molécula. Así, vivo mediante experimentos que han mostrado
las ILs que se producen en respuesta a un antí­ que la eliminación de la función de la IL2 por
geno de alto poder inm unogénico pueden au­ anticuerpos dirigidos contra ella, disminuye la
mentar la respuesta a uno de bajo poder; éste es producción de IL4 e induce un aumento de la
el mecanismo de acción de muchos adyuvan­ función T hl. Sin embargo, ratones “knock o u f’
tes, sobre todo los derivados de bacterias, que a los que se les eliminó el gen de la IL2, pue­
se usaron durante mucho tiempo en forma em ­ den producir IL4, por lo que podría haber otros
pírica. factores que permiten la diferenciación de célu­
Las función efectora de los linfocitos T hl las precursoras a células Th2.
será analizada en el capítulo 16 y la activación De todas m aneras, recordem os que es una
y función de los linfocitos T citotóxicos, en el sobresimplificación pensar que cada uno de los
capítulo 21. linfocitos que actúan en una respuesta inmune
Entre los linfocitos T h l y Th2 existen meca­ en un organismo está estrictamente polarizado
nismos de regulación cruzada; algunos se co­ en alguna de estas funciones dado que puede
mentaron antes, al discutir la inducción de su actuar en forma intermedia.
diferenciación hacia uno u otro de estos fenoti­ Función regulatoria cíe la IL-4. La presencia
pos funcionales. de IL4 aumenta la producción de clones que la
Se verán aquí las acciones de las citoquinas producen y estimula sus funciones. En efecto,
cuyos efectos regulatorios mejor se conocen in la presencia de IL-4 hace que los linfocitos T
336 Aspectos básicos de la inmunidad

vírgenes se diferencien a Th2 y es necesaria pa­ ferente a lo que venía haciendo. Este efecto se
ra la producción de IL5, es decir, en su ausen­ ha postulado para explicar, por ejemplo, la di­
cia no se completa la diferenciación funcional. ferente evolución de los enfermos de SIDA en
En esta función, actuaría directam ente sobre África, pues en esta región la infestación con
los linfocitos T vírgenes. parásitos helmintos es muy común y muy alta,
Sobre los linfocitos Th2 ya diferenciados, la y el sistema inmune responde a ellos con acti­
IL4 es un potente mitógeno y aumenta la proli­ vación de linfocitos de tipo Th2.
feración de Th2 sobre todo en presencia de IL l.
Además, inhibe la diferenciación de los T ¿Existen los linfocitos supresores?
precursores a T H I, posiblemente por un efecto
sobre los macrófagos. La creencia en la existencia de los linfocitos
Función regulatoria de la ILIO. La ILl O es supresores sufrió fuertemente los avalares de
un potente inhibidor de la función de los T hl. la moda. Luego de que fuera descubierto el
Por una parte, inhibe la diferenciación de los T efecto supresor de una reacción dada por linfo­
precursores a Th 1, posiblemente a través de los citos provenientes de animales tolerantes, se
macrófagos, en los que reduce la expresión su­ comenzaron a estudiar sus mecanismos de ac­
perficial de la molécula B7 que, como ya se ción y se describieron varios circuitos, que in­
mencionó, es una importante segunda señal pa­ cluían hasta cinco subpoblaciones supresoras,
ra su diferenciación. Por la otra, en los T h l que actuaban directa o indirectamente a través
sensibilizados, inhibe la síntesis de IL2 e IFNy. de macrófagos y que podían ser linfocitos idio-
Función regulatoria del IFNy. El IFNy tiene típicos y antiidiotípicos. Más aun, se describió
una im portante función regulatoria pues au­ la existencia de linfocitos contrasupresores,
menta la función T hl y disminuye la Th2. En que no actuaban solos sino inhibiendo la su­
efecto, inhibe la diferenciación de linfocitos T presión causada por los supresores, y de linfo­
precursores a Th2, así como la proliferación de citos contra-contrasupresores, que inhibían a
clones Th2 presensibilizados, en los que, ade­ éstos. Todos los experimentos realizados para
más, limita la producción de IL4. Esto último definir estas funciones se hicieron por m ez­
tiene a su vez un efecto indirecto por la función clas, ya sea in vitro o por repoblación de ani­
de la IL4 en la diferenciación de Th2. males irradiados, de poblaciones celulares pro­
Además, estimularía la diferenciación a Thl venientes de ratones que habían recibido dife­
en presencia de IL2. Si bien estos efectos han rentes tratamientos inmunizantes. Pero, en ge­
sido demostrados in vitro, su función in vivo neral, fueron limitados ya que sólo se medía
también parece similar, pues anticuerpos anti una reacción dada (proliferación, citotoxici­
IFNy resultan en menos producción de IFNy y dad, síntesis de Igs) y no se podía m edir su
más de IL4, que podría ser directo o indirecto, efecto en otras reacciones simultáneas.
a través de la IL4. También se ha visto que el Cuando se comenzaron a aislar poblaciones
IF N a produce aumento de IFNy y disminución puras de clones de linfocitos T y se pudo medir
de IL4. Sin embargo, experimentos in vitro han in vitro los factores que producían frente a di­
demostrado que pequeñas concentraciones de ferentes estímulos, se comprobó que no existen
IFNy pueden tener efectos opuestos. poblaciones que tengan siempre efecto supre­
Función regulatoria de la 1LI2. La 1L12, es sor y ni siquiera hay factores que tengan efecto
producida por los linfocitos T hl pero también supresor sobre todas las funciones. Los hnfoci­
por las células NK y las células B. Aumenta la tos supresores se convirtieron entonces en un
diferenciación de precursores a células T h l, ac­ anatema, cuya existencia la mayoría de los in­
tuando directamente sobre aquéllos, aun en au­ vestigadores prefiere no mencionar.
sencia de IFNy, y también indirectamente pues Sin embargo, hay múltiples mecanismos de
reduce el efecto inhibitorio de 1L4 sobre la sen­ supresión de respuestas, pues casi todos los
sibilización para T h l. Su efecto final es au­ factores producidos por los linfocitos T pue­
mentar la síntesis de IFNy al aumentar el nu­ den, directa o indirectamente, disminuir las res­
mero de células que lo producen. puestas de otros linfocitos T. Por una parte, los
El resultado final de la acción combinada de factores producidos por los T h l, si bien au ­
estas citoquinas es que tienden a aumentar la mentan la función de sí mismos, tienden a dis­
polarización de la respuesta hacia el sentido de minuir las de los Th2, y viceversa. Pero es más,
síntesis de anticuerpos o respuesta de tipo celu­ muchos factores estudiados in vitro, que en una
lar. Esto puede ser importante desde un punto concentración tienen efecto de regulación posi­
de vista clínico, si se tiene en cuenta la falta de tiva, en otra concentración pueden tener el
especificidad de las citoquinas; un organismo efecto contrario, aun sobre la misma función.
que, en el momento de entrada de un antígeno, Hasta ahora, no se sabe cual es la concentra­
está respondiendo a otro con un tipo de res­ ción efectiva in situ de cada una de las linfo­
puesta va a modular su respuesta en forma di­ quinas conocidas.
Regulación de la respuesta Inmune 337

H asta tanto no se aclaren m uchos de los respuesta en marcha, sería por el efecto citotó­
conceptos actuales, debe admitirse que los lin­ xico que han dem ostrado muchos linfocitos
focitos T pueden tener funciones supresoras, Th CD4+, o por los propios linfocitos citotóxi­
que éstas se ejercen a través de sus factores, y cos clásicos CD8+, que podría lisar las células
por lo tanto en forma inespecífica, y que el re­ que le presentan el antígeno.
sultado final de supresión dependerá de la pre­ En ambos casos, las células CD8+ ya sea d i­
sencia o ausencia de factores de otras células, rectamente, por eliminación de células reacti­
del microam biente en el que se producen las vas, o bien indirectamente, por producción de
interacciones y de la condición en que esté el TGFp, tienen un papel importante en la inhibi­
linfocito que recibe la señal. ción o supresión de respuestas. Esto coincide
Un factor que en los últimos tiempos ha ad­ con todos los primeros trabajos sobre linfoci­
quirido importancia en los mecanismos de su­ tos T supresores, en los que se atribuyó la su­
presión es el factor de crecim iento transfor­ presión a los linfocitos T CD8+. Tan es así que
mante (transform ing grow th factor) o TGpp. en muchas partes todavía se clasifica a la p o ­
El TGF fue descubierto como un factor produ­ blación CD8+ como citotóxico/supresora.
cido por células cancerosas, capaz de hacer Sea cual fuere la form a de acción de la su ­
crecer y transformar in vitro células normales. presión, debe tenerse en cuenta que toda re s­
Luego se determinó que existían varios com ­ puesta inm une positiva está acom pañada de
ponentes en este grupo y que células del siste­ fenómenos regulatorios que la limitan. Luego
m a inm une podían secretar T G E ^ l, que es de una inm unización, aun antes de que se a l­
producido por varios tipos celulares, entre los cance el pico de la respuesta, aparecen fenó­
que se cuentan los macrófagos y los linfocitos menos de regulación h acia abajo, ejercidos
T CD8+. In vitro, los efectos de TG pp son muy por la com binación de factores de linfocitos
pleiotrópicos, pues puede inhibir o estimular el T. Estos conceptos tienen aplicaciones prácti­
crecimiento de células, dependiendo ello de las cas, y una de ellas es en los planes de vacuna­
condiciones del medio. ción. D ado que todos los factores secretados
La función en la respuesta inmune de este por los linfocitos son inespecíficos, la inm uni­
factor fue discutida porque en ésta también sus zación con dos o más antígenos sim ultánea­
efectos son pliotrópicos y hasta antagónicos: mente puede aumentar la respuesta hacia uno
aunque in vitro induce una disminución de la de ellos, sobre todo si es poco inm unógeno
producción de IL4 con aumento del IFNy, in p er se, pues “aprovecha” las ILs inducidas p o r
vivo inhibe las respuestas defensivas de tipo los otros; es la base del efecto de varios adyu­
T h l, según se comprobó en ratones parasita- vantes. Sin embargo, si se vacuna con un an tí­
dos. Si bien induce “switch” a IgA en linfoci­ geno y algunos días después se inyecta un se­
tos B de ratones, también parece ser importan­ gundo antígeno, la resp u esta a este ú ltim o
te en la inducción de tolerancia por vía oral: puede verse disminuida, por presencia de fa c ­
esto fue estudiado en animales con encefalitis tores que están regulando hacia abajo la re s ­
experimental, en los que la enfermedad puede puesta al primero.
disminuirse mediante la ingestión del Ag. En
este caso, el efecto es mediado por linfocitos
CD8+, específicos para el antígeno usado, pro­ MECANISMOS
ductores de TGF(3 y por este factor. DE RETROALIM ENTACIÓN
En general, la mayoría de los autores coinci­ POR INM UNOGLOBULINAS
den hoy en que el TGFp es una “anti-citoqui-
na”, pues inhibe la acción de otras citoquinas y Si bien los linfocitos T son los principales
linfoquinas. En efecto, se ha demostrado que iniciadores y reguladores de la síntesis de Igs,
inhibe la proliferación de linfocitos T estim u­ éstas tam bién conforman un perfecto sistem a
lados, la maduración de linfocitos T citotóxi­ de regulación por retroalim entación (“feed -
cos y la acción de citoquinas proinflamatorias back”); si están en muy baja concentración con
sobre macrófagos, polimorfonucleares y otras respecto al antígeno, aum entan la resp u esta
células de la inflamación. Recientemente se ha mientras que, si están en alta concentración re ­
co n firm ad o el efecto su p re so r in vivo del lativa, la disminuyen.
TGFp, mediante el uso de ratones “knock out” La capacidad de las Igs específicas de a u ­
a los que se suprimió el gen de TGFp: estos mentar o disminuir las respuestas a un antíge­
animales desarrollan reacciones inflamatorias no es especialm ente notable en las experien-
incontroladas y, a los pocos m eses de edad, tiae naturae que nos brinda la naturaleza. Si
una serie de enfermedades autoinmunes. bien la mayoría de los vertebrados, incluido el
Otro de los m ecanism os que ha sido p ro ­ hombre, nace con su sistema inmune ya m a ­
puesto como supresor y que podría estar invo­ duro, con sus clones formados y sus órganos
lucrado en ia regulación hacia abajo de una secundarios sembrados con ellos, pasa por un
338 Aspectos básicos de la Inmunidad

período de “inm unodeficiencia fisio ló g ica” principalmente a través del secuestro del antí­
durante el cual su respuesta a una vacunación geno sobre las células dendríticas. Cuando la
es mala. Esto se debe a: 1) en parte, a la falta concentración de Igs desciende, se libera el an­
de interacción entre sus clones, que no sólo tígeno y es transferido al linfocito B de mem o­
pueden colaborar por sus ILs no específicas ria, lo que inicia un nuevo ciclo de estim ula­
en respuesta a otros antígenos sino que, como ción, con neosíntesis de Ig y reposición de cé­
veremos luego, mantienen entre sí un equili­ lulas B de memoria. Por el contrario, cuando
brio dado por la red de Jem e, y 2) en parte, a la co ncentración de anticuerpos es alta, su
la presencia de Igs m aternas, que le fueron efecto es disminuir la respuesta. Este fenóme­
transferidas por la madre a través de la p la­ no fue uno de los primeros mecanismos regu­
centa y/o el calostro. latorios descritos, cuando se comprobó que la
Si la madre fue vacunada durante su preñez, plasmaféresis o las sangrías repetidas pueden
la falta de respuesta es especialmente notable aumentar la síntesis de anticuerpos y, por el
en su hijo y hasta puede extenderse en forma contrario, la inyección de anticuerpos prefor­
de tolerancia, si se lo revacuna cuando los an­ mados puede inhibir la respuesta. Tam bién,
ticuerpos maternos ya han sido consum idos. fue el prim er conocim iento de inm unología
Hubo un exceso de anticuerpos específicos lo b á sic a , que lle v ó a un m éto d o in m u n o te -
que indujo una inhibición de la respuesta. rapéutico no empírico, como es el tratamiento
Pero en aquellas especies cuya placenta es preventivo de la sensibilización de madres Rh-
impermeable a las Igs y reciben toda la Ig ma­ luego del parto de un hijo Rh+. Si inmediata­
terna a través del calostro, si no maman o ab­ mente después del parto se adm inistran a la
sorben bien el calostro, su respuesta a cual­ madre anticuerpos anti-Rh, no se sensibiliza y
quier antígeno, incluso a los microorganismos no producirá anticuerpos que pongan en peli­
ambientales de baja patogenicidad contra los gro la vida de sus futuros hijos.
cuales los recién nacidos se protegen rápida­ Este fenóm eno de inhibición por retro ali­
mente bien, es mala, y su vida corre serio peh- m entación se hace por varios m ecanism os y
gro. Ello es debido a que están ausentes las Igs también a través de la formación de complejos
que directamente, o por reacción cruzada, pue­ inmunes con el anticuerpo en exceso sobre el
dan reconocer al antígeno y ayudar a la inicia­ antígeno, y depende en gran parte de que el
ción de la respuesta. anticuerpo sea completo; el efecto de las frac­
Los mecanismos por los cuales la Ig especí­ ciones Fab es mucho menor.
fica, en pequeña concentración respecto al an­ Una de las primeras consecuencias de la for­
tígeno, puede colaborar para iniciar o aumen­ mación de estos complejos es que gran parte
tar una respuesta se basan principalnente en la del antígeno es eliminado, generalm ente por
formación de complejos. Por una parte, éstos fagocitosis y digestión. Este efecto neutrali­
hacen ai antígeno más fagocitable por los ma­ zante es más evidente si se trata de un organis­
crófagos, no sólo por su acción opsonizante si­ mo vivo, cuando los sistemas efectores inm u­
no porque, al convertir antígenos pequeños o nes pueden inhibir su replicación.
solubles en precipitados, pueden darles tamaño Pero además existe otro mecanismo, basado
suficiente para ser fagocitados. La importancia en el ligamiento cruzado de receptores para el
de los macrófagos en la iniciación de la res­ Fe y para el antígeno en la superficie del linfo­
puesta inmune ya ha sido analizada. Por otra cito B. En efecto, los determinantes antigéni-
parte, la fijación de complemento no sólo au­ cos aún libres de estos complejos pueden ser
menta la fagocitosis por el C3b, sino que las reconocidos por los linfocitos B a través de sus
fracciones C3a, C4a y C5a liberadas producen Igs de superficie y, simultánemente, los recep­
inflamación y acumulan células inm unocom ­ tores Fe ligan al complejo por los fragmentos
petentes en el sitio de ingreso del antígeno. Fe del anticuerpo. Este entrecruzamiento blo­
Otra función importantísima de los comple­ quea la fase productiva de la respuesta B indu­
jos en exceso de Ag es a través de las células cida por los linfocitos T y lleva a ese linfocito
dendríticas, pues éstas tienen efectos muy po­ B a la tolerancia.
tentes en la estimulación primaria y tal vez son Si bien la IgG tiene efecto inhibidor de la
indispensables, en ciertas circunstancias, para respuesta, la IgM tiene un efecto contrario. Si
iniciar respuesta en T vírgenes. Como ya se se inyecta IgM junto con el antígeno, la canti­
mencionó, las células dendríticas ofrecen sus dad de células formadoras de anticuerpos de
gránulos de antígeno a las células B y así las clase IgG es mayor mientras que, si se la eli­
activan. Las células B activadas, pero no en re­ mina, la respuesta es menor. El mecanismo por
poso, podrían presentarlo a los linfocitos T vír­ el cual la IgM aumenta la producción de IgG
genes. no es conocido, pero es evidentemente útil en
Las Igs tienen tam bién im portancia en el la producción de una respuesta de tipo secun­
m antenim iento de una respuesta y lo hacen dario.
Regulación de la respuesta inmune 339

R EG U LA C IÓ N P O R IN TER A C C IO N ES que reconocerían el idiotipo de ese clon. A su


ID IO T ÍPIC A S vez, para estos clon 2, existirían clones (clon 3)
que lo reconocen, y así sucesivamente, hasta
Las moléculas de Igs, en sus regiones hiper- formar una red, que podría ser cerrada o abier­
variables que forman el sitio de combinación ta, para incluir todos los clones de la población
del antígeno, o paratope, presentan característi­ celular. Daba por sentado que estos clones re­
cas individuales que son, en sí mismas, deter­ conocen también los antígenos externos. Jem e
minantes antigénicos o idiotopos. Cada m olé­ propuso que la expansión del clon 1, inducida
cula individual puede presentar varios idioto­ por un antígeno externo, estimularía al clon 2,
pos, los que constituyen el idiotipo de esa mo­ que produciría anticuerpos capaces de neutrali­
lécula (véase cap. 5). Dada la variabilidad de zar al clon 1 y disminuir así la producción de
las Igs de cada organismo, hay muchos miles, anticuerpos de esa especificidad. A su vez, la
tal vez muchos millones, de idiotipos diferentes expansión del clon 2 estimularía al clon 3, que
en un individuo. frenaría la acción del clon 2 y perm itiría una
Jeme postuló que la diversidad de idiotipos nueva expansión del clon 1. Otra vez, la expan­
sería como un espejo de la diversidad de antí­ sión del clon 3 estimularía al clon 4, que inhi­
genos en el mundo externo y, si los linfocitos biría al 3, y así sucesivamente. Esta red abierta
pueden reconocer todos los determinantes anti­ implicaría una posibilidad para que el sistema
génicos externos, pueden reconocer tam bién inmune se autorregulase (fig. 18-2).
los idiotipos internos. Formarían así una o va­ La geniahdad de Jem e fue postular esta teo­
rias redes dependientes del reconocim iento ría, que luego fue demostrada en gran parte por
idiotipO/anti-idiotipo, que interconeetarían las múltiples observaciones y experimentos, cuan­
distintas subpoblaciones de células específicas. do no se tenían datos aún para ello.
Para cada clon de células capaces de reconocer Ya había llamado la atención que, al hiperin-
un antígeno (o más correctamente un epitope), munizar a un animal, cuando puede observarse
al que llamó “clon 1”, existirían clones (clon 2) un aumento total de las Igs circulantes, este au­

F ig. 18-2. Esquem a de la red de regulación por antiidiotipo. El clon 1 reconoce a un epitope por el paratope de sus ig s de
superficie, lo cual lo lleva a .su estim ulación y expansión. El clon 2 reconoce al idiotipo del clon I: la expansión d e éste lo
estim ula. Los productos de estim ulación del clon 2 producen, por una parte, la iniiibición del clon I y la estim ulación del
clon .3. É ste a su vez, intiibe al clon 2 y estimula aJ clon 4, etc. D e esta m anera se mim tiene el equilibrio activo del sistem a
inm une. Estos clones no sólo reconocen los idiotipos de otros paratopes .sino que pueden reaccionar, además, contra epito-
pes externos.
340 Aspectos básicos de la inmunidad

mentó no está dado solamente por anticuerpos duos contra antígenos externos mejoren con el
dirigidos contra el antígeno usado sino que tie­ paso del tiempo, lo que explica parcialmente la
nen otras especificidades. A partir de la formu­ inm unoincom petencia de los recién nacidos.
lación de la hipótesis, vai'ios investigadores pu­ En efecto, en el m om ento del nacim iento, si
dieron demostrar la existencia del clon 2 anti- bien los clones existen, están en un estado de
idiotípico, y la aparición de células productoras reposo y en un equilibrio a nivel mínimo entre
de anticuerpos anti-idiotípicos aun antes de que ellos. La estim ulación de un grupo relativa­
la secreción de anticuerpos llegue a su pico mente pequeño de clones luego de la entrada
máximo. También se demostró la existencia de de un antígeno induce la estimulación de mu­
clones 3, 4 y 5. chos más, lo que lleva al sistema inmune en ge­
Cuando se produjeron anticuerpos anti-idio­ neral a un nuevo equilibrio, a un nivel más alto
típicos, pudo com probarse que su inyección que el anterior. Sucesivas estimulaciones lle­
podía tener efecto inhibitorio de la respuesta B, van a aum entos sucesivos del nivel de este
o incluso T, al antígeno. Pero también se vie­ equilibrio, hasta lograr un equilibrio semejante
ron anticuerpos anti-idiotípicos capaces de au­ al del adulto, que se traduce en un nivel de Igs
mentar la respuesta al antígeno, cuyo efecto se circulantes propio de esta edad. Además, al es­
explica de la siguiente manera. Cada Ig especí­ timularse clones contra antígenos no relaciona­
fica presenta varios epitopes, por lo que puede dos, se mejora la respuesta inmune a esos antí­
estimular la síntesis de varios anticuerpos anti- genos, al proveer esa pequeña cantidad de anti­
idiotípicos. Algunos de estos, pero no todos, se cuerpos útil para inicial' una respuesta primaria.
unen al paratope exactamente de la misma ma­ La consideración práctica que resulta de esto
nera en que se une el antígeno y no sólo compi­ es que la estimulación permanente que recibe
ten con él in vitro sino que, al interactuar con la el sistema inmune por antígenos ambientales es
Ig superficial del linfocito, inducen una señal la base de su correcto funcionamiento frente a
similar a la del antígeno. Esos anticuerpos y los agresiones por patógenos. Por eso, al criar a los
clones que los producen, que son la imagen in­ niños en ambientes excesivamente protegidos,
terna de un antígeno externo, son estimulantes puede no estimularse suficientemente a su sis­
de la respuesta. Los que no se unen al paratope tema inmune por antígenos externos y, llegado
exactamente igual que el antígeno podrían en el caso, su respuesta frente a un patógeno pue­
cambio producir inhibición del clon, ya sea por de ser deficiente.
citotoxicidad, fijando complemento que mata a
la célula sobre la que se unieron, ya sea por un
mecanismo similar al de los complejos inm u­ TOLERANCIA
nes, al producir un ligamiento cruzado del re­
ceptor para el Fe y las Igs superficiales. Concepto
En la red que postulara Jeme, el clon 1 esti­
mula al clon 2; en este caso, el clon 1 es la ima­ Se entiende por tolerancia la capacidad espe­
gen interna del antígeno externo para el cual cífica y adquirida por el sistema inmune para
está predeterm inado el clon 2 (fig. 18-2). La no responder a uno o más antígenos, mientras
existencia de anticuerpos anti-idiotípicos ima­ mantiene su capacidad para responder a todos
gen interna ha tratado de ser utilizada para la los otros. Esta especificidad es lo que distingue
inmunización con vacunas que no tengan el an­ la tolerancia de la inmunodeficiencia, en la que
tígeno, y por lo tanto no obliguen a la produc­ la respuesta a todos los antígenos está anulada
ción de grandes cantidades de m icroorganis­ o disminuida.
mos, cuyo escape es siempre potencialm ente La enorme capacidad agresiva del sistema
peligroso. Sin embargo, si bien estos anticuer­ inmune exigió que, junto con esta función de
po imagen interna pueden actuar aumentando agresión, evolucionaran sistemas capaces de
la respuesta al antígeno convencional, no se ha evitar la autoagresión, de manera que pudiera
logrado una buena inmunización protectora con atacar sustancias externas sin atacar a sus pro­
ellos en ausencia de éste, por lo que la investi­ pios constituyentes. Si la tolerancia contra lo
gación está siendo reem plazada en el sentido propio falla, se producen enfermedades autoin­
del uso de vacunas obtenidas por ingeniería ge­ munes que pueden ser muy graves.
nética, que están mostrando mejores resultados. La autotolerancia es un mecanismo propio
Sin embargo, la existencia de redes que in- de todos los individuos, que se establece duran­
terconectan los diferentes clones entre sí tiene te e l desarrollo fetal y se mantiene durante toda
un importante sentido fisiológico. Por una par­ la vida, pero también existen otros tipos de to­
te, interviene en la regulación de las respuestas lerancia que pueden establecerse luego de la
y permite moderar las respuestas a cada antíge­ maduración del sistema inmune. Un caso im­
no, como se indicó más arriba. Por otra parte, portante de tolerancia de este tipo, indispensa­
contribuye a que las respuestas de los indivi­ ble para la perpetuación de las especies vivípa­
Regulación de la respuesta inmune 341

ras, es el de la madre con respecto al feto, al lares, salvo que para la mayoría de las especies
que tolera durante todo el embarazo pese a que la inmunización debe hacerse in útero para que
es semi-alogeneico y debería ser rechazado. se establezca la tolerancia. También fueron co ­
Ambos tipos de tolerancia son diferentes, rroborados por observaciones sobre el efecto
llevados a cabo por distintos m ecanism os y de virus capaces de atravesar la placenta y con­
fueron denominados, respectivamente, toleran­ tagiar al feto. Cuando un virus, aun uno poco
cia neonatal o central y del individuo adulto o patógeno para los adultos o recién n acidos,
periférica. Estos términos no son correctos y contagia a una hembra gestante, las consecuen­
deberían ser llamados fetal o primaria y del in­ cias para el feto pueden ser mucho más graves
dividuo maduro o secundaria, como veremos que para la madre, sobre todo si el contagio se
luego. hace durante el prim er tercio de la gestación.
Así, por ejemplo, la rubéola, que es una enfer­
Tolerancia fe t a l. AutotoLerancia m edad lev e en los in d iv id u o s de cu alq u ier
edad, puede producir muerte o malformaciones
Se define como tolerancia fetal a la tolerancia fetales. En form a parecida, muchas vacunas
que se establece durante la maduración del sis­ por virus vivos atenuados pueden tener conse­
tema inmune, que está basada en la ausencia de cuencias graves para el feto; en otros casos, c o ­
clones reactivos por lo que puede ser rota m e­ mo sucedió con una vacuna atenuada contra la
diante la transferencia de linfocitos no toleran­ peste porcina, el animal nace sano pero se hace
tes normales y que no se transmite de un animal tolerante al virus vacunal al que continúa alber­
a otro mediante la transferencia de células. gando toda la vida, de modo que no sólo no
Esta tolerancia, establecida durante el desa­ responde a la vacuna sino que, si es infectado
rrollo fetal y mantenida durante toda la vida del por el virus patógeno, no puede defenderse y
individuo, es la base de la autotolerancia, cuya muere.
necesidad ya fue intuida por Ehrlich cuando Todos estos datos llevaron a comprender que
postuló la existencia del horror autotoxicus. si el sistem a inmune se pone en contacto con
La primera observación sobre tolerancia fe­ un antígeno durante su maduración, la conse­
tal fue hecha por Owen en 1945 cuando estudió cuencia es la tolerancia específica hacia ese an­
varios casos áe freemartins, es decir, terneros tígeno. En la mayoría de las especies, la capa­
mellizos no gemelares, que comparten en útero cidad para responder a los antígenos externos
la misma placenta y que después de nacidos com ienza a aparecer durante la gestación, no
son quim eras que llevan células sanguíneas así en el ratón que nace aún inmaduro inmuno-
propias de ambos mellizos. Estos freemartins, lógicamente, con lo que puede hacerse toleran­
pese a que son genéticamente disímiles, no ha­ te neonatalmente. Esto hizo llamar tolerancia
cen respuestas inmunes contra el otro y hasta neonatal a lo que en realidad es tolerancia fetal.
aceptan injertos de piel cruzados. Esta observa­ Los mecanismos que llevan a esta tolerancia
ción llevó a Brent y Medawar a realizar una se­ fueron discutidos durante mucho tiempo y al­
rie de experim entos en los que dem ostraron gunos son conocidos hoy. Durante un tiempo,
que, si se inyectan ratones recién nacidos de se supuso que había una deleción o aborto clo ­
una cepa, con células viables-de otra cepa alo­ nal de todos los linfocitos capaces de reconocer
geneica, los animales así tratados, al hacerse lo propio. Sin embargo, hoy se sabe que es in­
adultos, aceptan transplantes de la cepa dadora. dispensable para los linfocitos T reconocer lo
Demostraron que esta tolerancia es específica, propio para poder reaccionar contra lo extraño.
pues no aceptan transplantes de una tercera ce­ Es más, si se estimulan in vitro linfocitos de un
pa no relacionada. Otro concepto que estable­ individuo normal, es bastante fácil obtener an­
cieron es que el antígeno debe permanecer en ticuerpos contra antígenos propios de ese indi­
el organismo para que la tolerancia se manten­ viduo, lo cual demuestra que existen clones de
ga. En efecto, para que los ratones se hicieran linfocitos B potencialmente autorreactivos, que
tolerantes y aceptaran injertos de piel al llegar in vivo no secretan anticuerpos. Además, p u e­
a adultos, debían ser inyectados con células den aparecer autoanticuerpos en ciertas situ a­
viables y no con extractos celulares que indu­ ciones de daño o lesión tisular. Por ejem plo,
cen sólo una tolerancia pasajera. luego de un infarto o de una operación cardía­
El hecho de que se pueda inducir el rechazo ca, pueden haber anticuerpos antimiocardio cir­
del injerto, si a estos ratones tolerantes se les culantes, pero la reacción es efímera y no deja
inyectan linfocitos de un ratón singeneico no secuelas. Si la lesión se produce en otros órga­
tratado, llevó a que se postulase que la toleran­ nos, aquellos a cuyos antígenos se los ha llam a­
cia dependía de la deleción de los clones que do “secuestrados” pues estarían separados por
reconocen antígenos propios. barreras hemáticas, como las gonadas o el sis­
Este tipo de experimentos fueron realizados tema nervioso central, la agresión puede ser au-
en otras especies animales con resultados simi­ toperpetuante. Todo esto indica que ex isten
342 Aspectos básicos de la inmunidad

múltiples factores que inciden en el estableci­ y/o activadores de los linfocitos, toda célula en
miento de la autotolerancia. “stress” produce estos factores como, por ejem­
Una serie de experimentos demostraron que plo, las proteínas de “shock” térmico, que sí
puede establecerse tolerancia tanto a nivel de son altamente activadoras de los distintos com ­
los linfocitos T eomo de los B y que en la auto- ponentes del sistema inmune. La hipótesis ex­
tolerancia existen ambas pero, como en todas plica, además, por qué se pueden producir anti­
las reacciones inmunes, el que manda es el T y cuerpos contra estructuras propias luego de una
la base de la autotolerancia es la selección nega­ lesión, como los ya mencionados Acs antimio­
tiva que ocurre en el timo. Esta selección, que cardio luego de una lesión cardíaca, y explica
se discutió en el capítulo 3, no elimina los linfo­ también la desaparición de la reacción al desa­
citos que reconocen los antígenos propios, sino parecer el daño tisular.
a aquellos que, además de reconocer, reaccio­ Sea o no válida la hipótesis, es un hecho que
nan con los antígenos propios. Estos linfocitos toda reacción inmune se ve aumentada por la
que reaccionan positivamente en presencia de inflamación inespecífica, que se produce en un
moléculas de histocompatibilidad de clase I o II lugar de daño tisular, y que, sin inflam ación
modificadas por péptidos propios, son elimina­ inespecífica (p. ej., dando el antígeno como ali­
dos por mecanismos que aún se discuten. Las mento o por introducción de antígenos no parti­
proteínas plasmáticas penetran en la médula tí­ culados por vía endovenosa), es mucho más fá­
mica y allí sería el punto donde se produce gran cil inducir tolerancia. También es un hecho que
parte de la selección negativa. Dado que el timo prácticamente todos los adyuvantes conocidos,
puede mantener su función luego de la siembra en mayor o menor grado, producen inflamación
fetal de clones en los órganos secundarios, es y daño tisular y éste es uno de sus principales
com prensible que el antígeno deba continuar mecanismos de acción.
presente para que se mantenga la tolerancia. También existe tolerancia a nivel B. La sínte­
Por este mecanismo, los clones autorreacti- sis de receptores B se hace al azar, por lo que
vos son ehminados; esto explica que no se ha­ pueden aparecer durante toda la vida clones au-
yan encontrado linfocitos supresores contra an­ torreactivos; pero, durante el período de madu­
tígenos propios y que la transferencia de linfo­ ración de los linfocitos B, cuando éstos expre­
citos normales a un ratón hecho tolerante neo­ san solamente IgM superficial, el contacto con
natalmente provoque la rotura de su tolerancia. el antígeno puede llevarlos a la tolerancia. D u­
Además de esta tolerancia central, basada en rante un período se supuso que la estimulación
la eliminación o tolerización de los linfocitos dependía de que la interacción con el linfocito
potencialmente autorreaetivos, existen mecanis­ B se hiciera a través de la IgM e IgD, y que el
mos periféricos que también intervienen en el contacto a través de la IgM superficial llevaba a
“horror autotoxieus”, es decir, en el manteni­ la tolerancia de esa célula, pero se ha demostra­
miento de un sistema inmune capaz de reaccio­ do que depende más bien de la concentración de
nar contra lo no propio mientras que reconoce los receptores y del establecimiento del entre-
pero no agrede lo propio. Muchos autores han cruzamiento entre ellos. Este entrecruzamiento
postulado diversas teorías para explicar esta to­ puede llevar a la muerte del linfocito en madu­
lerización periférica de los linfocitos autorreae- ración (aborto clonal) o, si el antígeno está en
tivos. Ultimamente, la Dra. Matzinger ha pro­ concentraciones menores, a una tolerización.
puesto una hipótesis atractiva que explicaría Se ha comprobado que en ratones transgéni­
muchos fenómenos difíciles de entender. Esta cos, cuando se hace sintetizar al animal una pro­
teoría sostiene que el sistema inmune no está teína no propia, desde su concepción y en gran­
basado en la distinción de lo propio y lo no pro­ des cantidades, los clones de linfocitos B capa­
pio, sino que distingue lo sano de lo enfermo. ces de reconocerla prácticamente desaparecen.
Sostiene que necesitaría una segunda señal para La aparición de clones B autorreaetivos tam­
reaccionar y ésta es la señal de peligro dada por bién puede darse en linfocitos B maduros, pues
células enferm as, en estado de “stress” o en éstos sufren mutaciones puntuales luego de ser
proceso de muerte. La célula que muere por estimulados por el antígeno y los factores de co­
apoptosis no em ite señales de peligro; pero laboración T. Pero aun cuando existan linfoci­
aquella que es invadida por un patógeno, o su­ tos B autorreaetivos, la ausencia de clones T ca­
fre lesión o “stress”, o muere no por programa paces de colaborar con ellos impide que se esta­
propio, sí emite señales que son las que activa­ blezca una reacción autoinmune persistente.
rían a los linfocitos T en reposo. En cambio, los Esta ausencia de clones T autorreaetivos ha­
linfocitos que reciben señales del antígeno sin ce que sea muy difícil establecer una reacción
la señal de peligro, se tolerarizarían o morirían. inmune positiva contra antígenos propios, pese
Esta hipótesis parece por lo menos parcial­ a que existan clones B potencialm ente auto-
mente válida: si bien una célula que muere por rreactivos. Explica también la desaparición de
apoptosis no produce factores quim iotácticos las respuestas autoinmunes luego de la lesión
Regulación de la respuesta inmune 343

de la mayoría de los órganos, pues ha habido linfocitos de anim ales norm ales, ya sea por
una selección negativa en el timo para los lin­ mezclas in vitro o por transferencia a animales
focitos que reaccionaron contra sus antígenos. singeneicos, es decir, actúan como los contro­
Sin embargo, en aquellos órganos con barreras vertidos linfocitos T supresores.
hemáticas (retina, testículos, etc) cuyos antíge­ Los mecanismos que intervienen en este tipo
nos estarían “secuestrados” y no establecerían de tolerancia son los que intervienen en la cola­
una perfecta tolerancia T, una lesión puede lle­ boración y regulación de las respuestas inmunes
var a una enfermedad autoinmune que se auto- positivas y puede hacerse a nivel de linfocitos T
perpetúa, pues los linfocitos B encuentran lin­ o B, o ambos, y de las células presentadoras.
focitos T colaboradores específicos, y la reac­ Los antígenos no particulados, los no metaboli­
ción inmune agrava la lesión con liberación de zables y los que están en muy baja concentra­
más antígeno; de esta manera el órgano contra- ción no pueden ser procesados por los m acrófa­
lateral también puede ser atacado. gos y presentados a los linfocitos Th, por lo que
no pueden iniciar una respuesta positiva. L a for­
Tolerancia del individuo inmunológieamente ma en que podrían inducir la aparición de linfo­
maduro citos T supresores está tan controvertida como
la existencia misma de los T supresores. Una
Se define como tolerancia del individuo ma­ dosis excesiva de antígeno podría tolerizar a los
duro a aquella que puede establecerse en indi­ linfocitos B por contacto con ellos durante la
viduos de cualquier edad, en la que existen clo­ maduración. Asimismo, la presencia constante
nes capaces de reaccionar, por lo que no se de antígeno puede llevar a la tolerización de los
rompe por la transferencia de células de indivi­ linfocitos B por este mismo mecanismo, que al­
duos normales y que sí puede ser transferida de gunos autores llaman de agotamiento clonal. La
una animal tolerante a otro normal. La induc­ presencia de anticuerpos, por el mecanismo de
ción de tolerancia en un individuo es mucho “fe e d -b ac k ” n egativo que fu era com entado
más difícil que en un feto, su duración es más antes, también puede llevar a la tolerancia. Esto
corta y posiblemente nunca sea total. sucede cuando se inmuniza al individuo por pri­
Una de las primeras observaciones con res­ mera vez, como puede ser el caso de un niño
pecto a la posibilidad de inducir tolerancia fue que se vacuna cuando aún tiene anticuerpos re­
la que estudió la relación entre la dosis de antí­ cibidos pasivamente de la madre. En este caso,
geno y la respuesta. Si se inyecta un antígeno no sólo se consumen más rápidamente los anti­
en dosis muy altas o muy bajas, no sólo no se cuerpos maternos, sino que una segunda inyec­
induce una respuesta de anticuerpos, sino que ción del antígeno cuando éstos ya se han reduci­
una inyección posterior en dosis normalmente do provoca una respuesta deficiente pues en­
inmunogénicas tampoco es seguida de una bue­ cuentra a los linfocitos B en estado de toleran­
na respuesta. Asimismo, las inyecciones repeti­ cia. La respuesta sólo será normal cuando esos
das de un mismo antígeno no sólo no aumentan linfocitos tolerantes hayan sido reem plazados
indefinidamente la respuesta de anticuerpos, si­ por linfocitos B de reciente m aduración. Un
no que pueden llevar a una caída en su título. mecanismo similar a éste interviene en la caída
Esto se aprecia no sólo a nivel experimental, si­ del título de anticuerpos por inyecciones repeti­
no que es observable en enfermedades infeccio­ das de un mismo antígeno.
sas o parasitarias crónicas, en las que el título Como se puede comprobar, en la tolerancia
de anticuerpos, luego de mantenerse en un “pla­ del individuo maduro intervienen todos los nje-
teau” durante cierto tiempo, cae marcadamente. canismos que regulan las respuestas inm unes
La vía de introducción del antígeno también positivas normales, sólo que con mayor intensi­
es importante; es más fácil inducir tolerancia dad y preponderancia. En una respuesta positi­
dándolo por vía endovenosa u oral que dándolo va, intervienen siempre sistemas de regulación
intradérmica o subcutáneamente. Asimismo, un hacia arriba y hacia abajo; el nivel de dicha res­
antígeno soluble es más tolerogénico que uno puesta depende de la actividad de cada uno de
particulado. ellos. Cuando los m ecanism os de regulación
Otras maneras de inducir tolerancia es m e­ hacia abajo priman sobre los de colaboración,
diante moléculas no metabolizables, por ejem ­ la resultante es la tolerancia secundaria.
plo, con antígenos proteicos compuestos por D-
aminoácidos. Si se inyecta una de estas proteí­
nas unidas a un hapteno, se induce tolerancia B IB L IO G R A FÍA
contra el “carrier” y también contra el hapteno.
En todos los casos, la tolerancia se rompe en G enera!
tiempos variables luego de la desaparición del A bbas, A . K., Lichtm an, A. H., Pober, J. S. C eilu la r and
antígeno y las células de animales tolerizados M o le c u la r Im m u n o lo g y , 2" ed . W . B. S a u n d e r s co.
pueden dism inuir o anular la reacción de los U .S.A ., 1994.
344 Aspectos básicos de la inmunidad

F ain b o in , L., S atz, M. L. Intro d u cció n a la Inm unología Rom agnani, S, Lym phkine production by hum an T cells in
Hum ana. 3“ ed. Edición del A utor, B uenos A ires, 1995. disease states, A nnual R eview o f Im m unology: 12, 227,
1994.
E special Seder, R, A., Paul, W , E, A dquisition o f lym phokine-pro-
ducing phenotype by CDR+ T cells. A nnual R eview of
M iller, I. F. A. P., G rant, M.: P eripheral T cell Tolerance. Im m unology: 12, 635, 1994.
A nnual R eview o f Im m unology, 10: 51, 1992. C harlton, B., A uchincloss, H. Jr., Fathm an, G. G, M echa­
C o h én , J. J., D uke, R, C ., F ad o k , V . A ., S e llin s, K. S. nism s o f transplantation tolerance. A nnual R eview of Im -
A poptosis and Program m ed C ell D eath in Im m unity. A n­ m unology: 1 2 ,7 0 7 , 1994,
nual R eview o f Im m unology, 10: 267, 1992. W einer, H. L, y col. O ral tolerance: Im m u n o lo g ic m echa-
R osenberg, A. S., Singer, A.: C ellular Basis o f Skin A lio- nism and treatm en t o f anim al and hu m an org an -sp eci-
graft R ejection: A n in vivo m odel o f Im m une-M ediated fic autoim m u n e d iseases by oral ad m in istratio n o f a u ­
T issue D estruction. A nnual R eview o f Im m unology, 10: to a n tig e n s. A n n u al R ev iew o f Im m u n o lo g y : 12, 809,
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rasytes by T cells and T-cell derivad cytokines, A nnual tion, death and d istress), P rogress in Im m u n o lo g y IX ,
Review o f Im m unology, 10, 385, 1992. T he Im m unologist, en prensa,
Trow brigdge, I. S., Thom as, M . L. CD 45: an em erging role L eterio, J,: T he T G F - a l knockout: N ew insights and im-
as protein tyrosine phosphatase required for lym phocyte plicatios for the ro le o f TGF(3 in autoim m une disorders,
activation and developm ent. A nnual R eview o f Im m uno- P ro g e s s in I m m u n o lo g y IX , T h e I m m u n o lo g is t, en
logy: 12, 85, 1994, prensa.
Anticuerpos no precipitantes, anticuerpos
asimétricos de ias clases IgG
Su relación con los precipitantes

RICARDO MARGNI

INTRODUCCIÓN anticuerpos precipitantes de la misma especifi­


cidad. Los designaron anticuerpos “eoprecipi-
La reestim ulación de un vertebrado adulto tantes” . La figura 19-2 corresponde a una grafi­
con un antígeno T-dependiente induce una res­ cación de Sips efectuada con valores p ro v e­
puesta inmune en la que prevalecen los anti­ n ientes de estudios de interacción p rim aria
cuerpos de la clase IgG. Durante el curso de esa Ac-Hp, de anticuerpos precipitantes, eoprecipi-
respuesta, la capacidad de unión del anticuerpo tantes y no precipitantes de baja afinidad.
al ligando varía, apareciendo incluso anticuer­ Hasta 1970 se hizo muy poco para aclarar el
pos incapaces de formar complejos Ac-Ag inso­ mecanismo de la no precipitación con el antí­
lubles. En muchos casos, ello se debe a la baja geno por parte de los anticuerpos coprecipitan-
afinidad de los anticuerpos como consecuencia tes, cuáles eran sus propiedades fisicoquímicas
de que la constante de unión del sistema anti- y biológicas, clase de inmunoglobulina a la que
cuerpo-ligando, a equilibrio, es muy baja. pertenecían, y la función que cumplían en la
No obstante lo expuesto, hay anticuerpos de respuesta inmune. En un trabajo cooperativo
!a clase IgG de relativa alta afinidad, que se desarrollado entre nuestro laboratorio y el deJ
unen firmemente al antígeno, pero que carecen doctor R. A. Binaghi en Francia, iniciamos en
de la capacidad de formar complejos Ac-Ag in­ esa época el estudio de esos anticuerpos.
solubles. Estos anticuerpos fueron identificados
originariamente por Heidelberger y Kendall en Estudios inmunoquímicos
1935. Ellos mostraron que mediante curva de
precipitación cuantitativa era posible dosar los Los anticuerpos copreeipitantes h a n sido
anticuerpos preeipitables presentes en el suero aislados del suero de diferentes especies ani­
y establecer la zona de equivalencia o cantidad males (conejos, caballo, oveja, ratas, hombre,
de antígeno capaz de lograr la máxima precipi­ vaca, asno, merión, ratón) inoculados con dis­
tación. Pero observaron también que, si la dosis tin to s antígenos T -d ep en d ien tes (p ro teín a s
de antígeno correspondiente a la zona de equi­ haptenadas, gam m aglobulinas y albúm ina de
valencia era añadida en form a fraccionada, a diferente origen, ovoalbúmina, toxoide tetáni­
repetición, se requerían cantidades m enores co, bacterias, parásitos y otros). En el sobrena­
que en el caso anterior para conseguir la sepa­ dante del suero agotado en anticuerpos preci­
ración de los anticuerpos preeipitables. R epi­ pitantes por precipitaciones seriadas, según fue
tiendo la valoración del suero original, con descrito por H eidelberger y Kendall, quedan
añadido del sobrenadante de las precipitaciones los anticuerpos no precipitantes de baja afini­
seriadas y sin él, comprobaron que en el primer dad y los copreeipitantes. Estos últimos fueron
caso había un incremento del 10-15% en el tí­ separados de la m ezcla por crom atografía de
tulo de los anticuerpos (fig. 19-1). Ello los lle­ afinidad (fig. 19-3).
vó a considerar que en el sobrenadante queda­ Los anticuerpos copreeipitantes pertenecen a
ban anticuerpos que no precipitaban el antíge­ la clase IgG y, si el animal elabora varias sub­
no, pero con aptitud para incorporarse firm e­ clases de esta inm unoglobulina y form a anti­
mente a los complejos Ac-Ag formados por los cuerpos precipitantes en todas ellas, lo mismo
344 Aspectos básicos de la inmunidad

F ain b o in , L., S atz, M. L. Intro d u cció n a la Intnunología Rom agnani, S, Lym phkine production by hum an T cells in
Hum ana. 3“ ed. Edición del A utor, B uenos A ires, 1995. di,sease states, A nnual R eview o f Im m unology: 12, 227,
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R osenberg, A. S., Singer, A.: C ellular Basis o f Skin A llo- nism and treatm en t o f anim al and hu m an org an -sp eci-
graft R ejection: A n in vivo m odel o f Im m une-M ediated fic autoim m u n e d iseases by oral ad m in istratio n o f a u ­
T issue D estruction. A nnual R eview o f Im m unology, 10: to a n tig e n s. A n n u al R ev iew o f Im m u n o lo g y : 12, 809,
333, 1992. 1994.
G oodnow , C. C.: Transgenic m ice and analysis o f B-Cell M atzinger, P. Tolerance, danger, and the extended fam ily.
Tolerance. A nnual Review o f Im m unology, 10: 489, 1992. A nnual Review o f Im m unology: 12, 991, 1994.
S her, A., C offm an, R. L. R egulation o f im m unity to pa- M atzinger, P, T olerance and the four Ds (danger, d estru c­
rasytes by T cells and T-cell derived cytokine,s, A nnual tion, death and d istress). Progress’ in Im m u n o lo g y IX ,
Review o f Im m unology, 10, 385, 1992. T he Im m unologist, en prensa,
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Anticuerpos no precipitantes, anticuerpos
asimétricos de ias clases IgG
Su relación con los precipitantes

RICARDO MARGNI

INTRODUCCIÓN anticuerpos precipitantes de la misma especifi­


cidad. Los designaron anticuerpos “coprecipi­
La reestim ulación de un vertebrado adulto tantes” . La figura 19-2 corresponde a una grafi­
con un antígeno T-dependiente induce una res­ cación de Sips efectuada con valores p ro v e­
puesta inmune en la que prevalecen los anti­ n ientes de estudios de interacción p rim aria
cuerpos de la clase IgG. Durante el curso de esa Ac-Hp, de anticuerpos precipitantes, coprecipi­
respuesta, la capacidad de unión del anticuerpo tantes y no precipitantes de baja afinidad.
al ligando varía, apareciendo incluso anticuer­ Hasta 1970 se hizo muy poco para aclarar el
pos incapaces de formar complejos Ac-Ag inso­ mecanismo de la no precipitación con el antí­
lubles. En muchos casos, ello se debe a la baja geno por parte de los anticuerpos coprecipitan­
afinidad de los anticuerpos como consecuencia tes, cuáles eran sus propiedades fisicoquímicas
de que la constante de unión del sistema anti- y biológicas, clase de inmunoglobulina a la que
cuerpo-ligando, a equilibrio, es muy baja. pertenecían, y la función que cumplían en la
No obstante lo expuesto, hay anticuerpos de respuesta inmune. En un trabajo cooperativo
la clase IgG de relativa alta afinidad, que se desarrollado entre nuestro laboratorio y el deJ
unen firmemente al antígeno, pero que carecen doctor R. A. Binaghi en Francia, iniciamos en
de la capacidad de formar complejos Ac-Ag in­ esa época el estudio de esos anticuerpos.
solubles. Estos anticuerpos fueron identificados
originariamente por Heidelberger y Kendall en Estudios inmunoquímicos
1935. Ellos mostraron que mediante curva de
precipitación cuantitativa era posible dosar los Los anticuerpos coprecipitantes h a n sido
anticuerpos precipitables presentes en el suero aislados del suero de diferentes especies ani­
y establecer la zona de equivalencia o cantidad males (conejos, caballo, oveja, ratas, hombre,
de antígeno capaz de lograr la máxima precipi­ vaca, asno, merión, ratón) inoculados con dis­
tación. Pero observaron también que, si la dosis tin to s antígenos T -d ep en d ien tes (p ro teín a s
de antígeno correspondiente a la zona de equi­ haptenadas, gam m aglobulinas y albúm ina de
valencia era añadida en form a fraccionada, a diferente origen, ovoalbúmina, toxoide tetáni­
repetición, se requerían cantidades m enores co, bacterias, parásitos y otros). En el sobrena­
que en el caso anterior para conseguir la sepa­ dante del suero agotado en anticuerpos preci­
ración de los anticuerpos precipitables. R epi­ pitantes por precipitaciones seriadas, según fue
tiendo la valoración del suero original, con descrito por H eidelberger y Kendall, quedan
añadido del sobrenadante de las precipitaciones los anticuerpos no precipitantes de baja afini­
seriadas y sin él, comprobaron que en el primer dad y los coprecipitantes. Estos últimos fueron
caso había un incremento del 10-15% en el tí­ separados de la m ezcla por crom atografía de
tulo de los anticuerpos (fig. 19-1). Ello los lle­ afinidad (fig. 19-3).
vó a considerar que en el sobrenadante queda­ Los anticuerpos coprecipitantes pertenecen a
ban anticuerpos que no precipitaban el antíge­ la clase IgG y, si el animal elabora varias sub­
no, pero con aptitud para incorporarse firm e­ clases de esta inm unoglobulina y form a anti­
mente a los complejos Ac-Ag formados por los cuerpos precipitantes en todas ellas, lo mismo
346 Aspectos básicos de la inmunidad

2,5

C
O
/3 1,5
Hc

0,5

_i_
100 200 300 400 500

|ig de antígeno añadido Fig. 19-2. C o n stan te de aso ciació n in trín seca p ro m ed io
(Ko e índice de heterogeneidad (a) determ inados según la
graficación de Sips. A ( • - • ) , anticuerpo precipitante (K o =
Fig. 19-1. Valoración de los anticuerpos preeipitables en
1,14 X 10'’ L/M , a = 0,72), 15 (□-□ ) anticuerpo copreeipi-
un suero de oveja y en el m ism o suero adicionado del so­
tante (Ko = 3,16 x 10’ L/M a = 0,51). C (B -« ), anticuerpo
brenadante carente de anticuerpos precipitantes separados
no precipitante (Ko = 1,05 x 10-’ L/M , a = 0,69). Los anti­
por precipitaciones a repetición con 1/20 de la dosis total
cuerpos analizad o s fu ero n aislad o s d e su ero in m u n e de
del antígeno correspondiente a la zona de equivalencia.
oveja antidinitrofenol (a-D N P). El ligando usado fue d in i­
---------- Curva de valoración de los anticuerpos anti-D N P
trofenol .
en un suero de oveja (2,1 m g/m l).
---------- C urva de valoración del m ism o suero inm une ad i­
cionado del sobrenadante de las precipitaciones
seriadas (2,4 m g/ml). IgG y provenientes de la m ism a m uestra de
suero. Anticuerpos precipitantes y coprecipi-
tantes de la clase IgG l de oveja, eon especifici­
ocurre eon los anticuerpos copreeipitantes (fig. dad antidinitrofenol (a-DNP), dan bandas que
19-4). Cuando ios animales son inoculados con se fusionan, sin aparición de espolones, cuando
antígenos en solución, a repetición, los anti­ reaccionan con suero de ratas inoculadas con el
cuerpos copreeipitantes constituyen el 10% a anticuerpo precipitante o eoprecipitante. Cuan­
15% de la población total y están presentes a lo do un suero de rata contra anticuerpo aDNP
largo de toda la respuesta inmune. precipitante de oveja (IgG l) es adsorbido con
Por inmunodifusión no se han detectado di­ an ticu erp o a-D N P e o p re cip ita n te de oveja
ferencias antigénicas entre los anticuerpos pre­ (IgG l), obtenido de la misma muestra de suero
cipitantes y copreeipitantes con la misma espe­ de la que provenía el anticuerpo precipitante,
cificidad, ubicados en la m ism a subclase de en el suero no quedan anticuerpos capaces de

.Ag
(1/20 E) (1/20 E) (1/20 E) (1/20 E)

l i l i

u Inmuno-
adsorbente

E: dosis precipitante óptima


a + b -I- o ei anticuerpo de los precipitados es disociado y purificado (anticuerpo precipitante),
q: el anticuerpo fijado al inmunoadsorbente es desorbido y purificado (anticuerpo coprecipitante).

Fig. 19-3. E squem a del m étodo de separación de anticuerpos precipitantes y copreeipitantes.


Anticuerpos no precipitantes 347

reconocer el anticuerpo precipitante. El mismo pesos y volúmenes moleculares determinados


fenómeno se produce cuando el suero antianti­ por filtración por geles.
cuerpo coprecipitante es adsorbido con anti­ Los estudios de interacción prim aria an ti­
cuerpo precipitante purificado. Estos resultados cuerpo coprecipitante-hapteno han mostrado en
indican que es poco probable que el diferente todos los casos que estos anticuerpos son biva­
comportamiento de los anticuerpos precipitan­ lentes.
tes y coprecipitantes pueda estar relacionado El fenóm eno de la copreeipitación es una
con diferencias en sus idiotipos. propiedad general no restringida a los anticuer­
M apas peptídicos desarrollados con a n ti­ pos de una misma especie animal. Es posible
cuerpos precipitantes y coprecipitantes de co­ obtener copreeipitación con anticuerpos preci­
bayo de la clase IgG2, aislados de la m ism a pitantes y coprecipitantes con la misma especi­
muestra de suero, no presentan diferencias. Se ficidad, provenientes de diferentes especies
han obtenido resultados similares con anticuer­ animales o ubicados en distintas subclases de
pos precipitantes y coprecipitantes de oveja de IgG.
la clase IgG l. Estos mismos anticuerpos tam ­ En el cuadro 19-1 figuran algunas de las ca­
poco mostraron diferencias en los mapas dia­ racterísticas fisicoquímicas e inmunoquímicas
gonales, ni cuando se hizo la tipificación quí­ de los anticuerpos precipitantes y coprecipitan­
mica por eleetroforesis de alto voltaje de los tes de la clase IgG del hombre y de algunas es­
péptidos de digestión enzimática, previa reduc­ pecies animales.
ción con mereaptoetanol y alquilación con io­ Un hecho muy particular, que lu eg o será
doacetamida. analizado en detalle, es que los anticuerpos co­
Los coeficientes de sedimentación de todos precipitantes carentes de capacidad para preci­
los anticuerpos coprecipitantes analizados son pitar el antígeno, aglutinan los glóbulos rojos
aproximadamente 7S y similares a los de los de carnero y otras especies animales específica­
anticuerpos precipitantes ubicados en las m is­ mente sensibihzados, no así los glóbulos rojos
mas fracciones globulínicas, al igual que sus humanos.

2 1

I
1

C b

Fig. 19-4. A . E leetroforesis en acetato de celulosa de anticuerpo precipitante (a) y coprecipitante (b) de oveja: 1: I g G l; 2:
IgG2. B y C. Inm unoelectroforesis de anticuerpo anti-D N P precipitante (a), y coprecipitante (b) de cobayo la clase
IgG l (B) c IgG 2 (C). I: seroalbúm ina bovina dinitrofenolada; II: suero de conejo anticobayo.
348 Aspectos básicos de la inmunidad

Cuadro 19-1. Características fisicoquím icas e inmunoquímicas de los anticuerpos precipitantes


y copreeipitantes de algunas especies animales
Anticuerpos

E specie anim al Precipitante Coprecipitcmte

C onejo IgG IgG


C obayo Ig G l,I g G 2 Ig G l, IgG2
Inm unoglobulina en la que se C aballo IgG a, IgG b, IgGc IgG a, IgG b, IgG c
encuentran localizados A sno IgG a, IgG b, IgGc IgG a, IgG b, IgGc
O veja I g 0 1 ,Ig G 2 íg G l,I g G 2
V aca Ig G l,Ig G 2 I g G l,Ig G 2
H om bre” IgG IgG
Proporción en el suero 85% -90% 10% -15%
Precipitación con el antígeno
F ijación a inm unoadsorbente
M ovilidad electroforética Y y
Peso m olecular aproxim ado 150 kD ISOkD
C oeficiente de sedim entación 7S 7S
C onstante de afinidad (K^)*’ 1 X IQo M-' 1 X 10-5 M-'
a 1 X 10’ M-' a 2 x lOí-M-'
V alencia 2
índice de heterogeneidad 0,6-0,7 0,4-0,5

a; los an ticu e rp o s h u m an o s ana liz ad o s son an tito x in a tetán ic a; los d e las re sta n tes especies an im ale s son anti-D N P.
b: corresp o n d e n a los v alores p ro m ed io s o b ten id o s co n los a n ticu e rp o s d e las diferen tes esp e cies anim ales.

Propiedades biológicas de los anticuerpos


copreeipitantes sérica de anticuerpos copreeipitantes pueda ser
superior al 20% de los anticuerpos totales. Este
aspecto será comentado más adelante.
Diferentes propiedades biológieas de los an­ Los anticuerpos precipitantes y coprecipitan-
ticuerpos precipitantes y copreeipitantes de la tes son citofílicos, pero sólo los primeros tienen
clase IgG, aislados de diferentes especies ani­ capacidad para activar la fagocitosis in vitro.
males, han sido analizadas en forma compara­ Los anticuerpos precipitantes son buenos de­
tiva. puradores de antígenos in vivo, no así los eo-
Los anticuerpos precipitantes del hombre, precipitantes. Si se inoculan ratones con un an­
conejo, IgG2 de cobayo e IgG l de oveja, en tígeno isotópicam ente marcado, y cuando la
forma de complejos solubles en ligero exceso marca radiactiva se estabiliza en sangre se les
de antígeno, activan el complemento por la vía inyecta por vía endovenosa un anticuerpo espe­
clásica y por la vía alterna cuando están pre­ cífico, el curso que sigue la radiactividad san­
sentes en forma de precipitados. Los anticuer­ guínea será un índice de la capacidad depura­
pos copreeipitantes no activan el complemento dora inducida por el anticuerpo inoculado.
por ninguna de las dos vías. En ensayos de Ensayos de com petición entre anticuerpos
competición efectuados por fijación del com ­ precipitantes y copreeipitantes en los mecanis­
plemento, mezclando dos dosis mínimas efecti­ mos de depuración, efectuados en forma simi­
vas fijadoras de com plem ento de anticuerpo lar a los indicados para fijación del com ple­
aDNP precipitante de conejo y cantidades va­ mento mostraron que también hay competición
riables de anticuerpo coprecipitante con la mis­ por masa. Los valores del índice fagocítico (K)
ma especificidad, de modo que las relaciones disminuyen a medida que aumenta la propor­
Ac ppte/A c coppte oscilara n entre 90/10 y ción de anticuerpo coprecipitante en la mezcla
10/90, se pudo demostrar que estos anticuerpos (fig. 19-5).
compiten por el antígeno (SAB-DNP) y lo ha­ El poder protector de los anticuerpos preci­
cen por m asa. La capacidad fijad o ra de las pitantes y copreeipitantes no es el mismo. Ra­
mezclas disminuye a medida que se incrementa tones inmunizados pasivamente con anticuer­
la proporción de anticuerpo coprecipitante, pa­ pos aglutinantes y no aglutinantes cinti-Salmo-
ra llegar a anularse cuando la relación es infe­ nella typhimurium, que poseen las mismas ca­
rior a 20/80 (fig. 19-5). Teniendo en cuenta racterísticas fisicoquímicas, inmunoquímicas y
ello, conviene destacar que las reacciones de fi­ propiedades biológicas de los anticuerpos pre­
jación de complemento efectuadas con sueros cipitantes y copreeipitantes, respectivamente,
que pueden contener mezclas de anticuerpos requieren una cantidad cinco veces superior de
precipitantes y copreeipitantes deben ser inter­ anticuerpo no aglutinante para conferir una
pretadas cuidadosam ente, sobre todo cuando protección del 50% cuando los animales son
exista la posibilidad de que la concentración desafiados con 10 DEM de Salmonella typhi-
Anticuerpos no precipitantes 349

F ig. 19-5. A = variaciones en el consum o de com plem ento po r p arte de diferentes m ezclas de anticuerpos precip itan tes y
copi'ecipitantes. B = depuración antigénica en ratones inoculados con '^^j s.ty p h i-D N P (Ag). D iferentes índices fagocíticos
(K) inducidos por anticuerpos anti-D N P precipitante (1), coprecipitante (4) y m ezclas de anticuerpo precipitante/anticuer­
po coprecipitante en las relaciones 66/33 (2) y 33/66 (3). L a curva (c) corresponde a ratones en los q ue los an ticu erp o s ino­
culados fueron sustituidos por solución salina (control).

murium. Se obtuvieron resultados similares al lados tienen frente al antígeno el m ism o com­
determinarse el índice de infección esplénica portamiento de la m olécula entera.
(HE) en ratones inmunizados pasivamente con La no precipitación del antígeno por los anti­
anticuerpos bovinos aglutinantes y no agluti­ cuerpos coprecipitantes no se debe a limitación
nantes m ú-Brucella abortus y desafiados luego del reconocimiento de epitopes múltiples pre­
con B. abortus, cepa 19. A los 7 días de desa­ sentes en una molécula de antígeno, com o se
fío, el niimero de brúcelas vivas, por bazo de supuso. Si el número de uno de esos epitopes
ratón, fue cuatro veces superior cuando el anti­ fuera muy bajo, los anticuerpos formados ten­
cuerpo inoculado a los animales era no agluti­ drían muy pocas posibilidades de originar con
nante. éstos complejos insolubles. Este argumento, si
Anticuerpos anti-toxina tetánica, precipitan­ bien puede ser válido en algún caso particular,
tes y coprecipitantes, aislados de gammaglobu­ no lo es para la generalidad de los anticuerpos
lina comercial específica, mostraron que la ca­ coprecipitantes. Cuando se hicieron reaccionar
pacidad para neutralizar a la toxina es 5-6 ve­ anticuerpos precipitantes y coprecipitantes con
ces superior para los anticuerpos precipitantes. especificidad anti-DNP con DNP^,-BSA (alto
número de grupos hapténicos por molécula de
Por qué los anticuerpos coprecipitantes seroalbúmina bovina) y DNP^-OVA (reducido
no precipitan el antígeno número de grupos hapténicos por molécula de
ovoalbúm ina), los anticuerpos precipitantes
Com o ya se indicara, la no form ación de precipitaron a ambos antígenos, m ientras que
complejos Ac-Ag insolubles por los anticuer­ los anticuerpos coprecipitantes no form aron
pos coprecipitantes no es consecuencia de baja com plejos Ac-Ag insolubles con ninguno de
afinidad, ni parecería estar relacionado con ellos.
grandes cambios estructurales respecto de los En los anticuerpos coprecipitantes no existen
anticuerpos precipitantes. Tampoco puede ser puentes S-S intercadenas H-H adicionales que
atribuido a repulsión de sus moléculas como podrían reducir la flexibilidad de los fragmen­
consecuencia de estar muy cargados sus frag­ tos Fab y crear impedimentos estéricos, hacien­
mentos Fe, ya que los fragmentos F (ab’)^ ais­ do que sólo uno de los sitios de combinación
350 Aspectos básicos de ia inmunidad

interaccione con el antígeno y, como conse­ do por mol de anticuerpo, y c = moles de hap­
cuencia, no se formen com plejos insolubles. teno libre). Los anticuerpos precipitantes mues­
Un argumento de este tipo es poco consistente, tran curvas sin marcadas inflexiones cuya pro­
ya que los anticuerpos precipitantes y copreci­ longación intercepta a r = 2, mientras que los
pitantes reducidos en condiciones adecuadas anticuerpos coprecipitantes dan curvas bimoda-
con 2-mercaptoetanol o ditiotreitol y alquilados les. En este caso, la extrapolación de la porción
con iodoacetamida, siguen manteniendo su ca­ de la curva correspondiente a la más alta con­
pacidad inicial de reacción. Por otra parte, no centración de hapteno intercepta a r = 2 y la
se han observado diferencias en los mapas dia­ extrapolación de la otra parte de la curva inter­
gonales y en la tipificación quím ica de anti­ cepta a r = 1, lo que indica que cada población
cuerpos precipitantes y coprecipitantes. de sitios de combinación constituye aproxima­
No obstante los argumentos expuestos, exis­ damente el 50% del total. Para el caso de los
ten hechos experimentales que permiten espe­ anticuerpos coprecipitantes anti-DNP de oveja
cular sobre las causas de la no precipitación del de la clase IgG l, los valores experimentales de
antígeno por parte de los anticuerpos coprecipi­ Ko calculados para ambas ramas de la curva
tantes. Anticuerpos precipitantes y coprecipi­ oscilan entre 100 y 200 veces (fig. 19-6A). Un
tantes anti-DNP de oveja (IgG l) ligados a in­ hecho similar fue observado cuando se analiza­
munoadsorbente tienen distinta capacidad para ron anticuerpos coprecipitantes de conejo.
fijar ligandos grandes y pequeños. Un nmol de Esto podría hacer suponer: a) que hay dos
anticuerpo precipitante fija aproximadam ente poblaciones de anticuerpos coprecipitantes, una
0,6-0,7 nmoles de DNP-BSA (1,3 x lO-’M), en de alta afinidad y otra de baja afinidad, hecho
tanto que el anticuerpo coprecipitante ligado a poco probable ya que estos anticuerpos fueron
inmunoadsorbente fija 0,04 nmoles de antígeno purificados por inmunoadsorción, que sólo re­
por nmol de anticuerpo. Para la misma concen­ tiene anticuerpos de alta afinidad, y b) que los
tración molar de hapteno (DNP-OH), la capaci­ anticuerpos coprecipitantes funcionen como
dad de unión para anticuerpos precipitantes y moléculas de IgG con un sitio de combinación
coprecipitantes ligados a inmunoadsorbente es de diferente afinidad en cada uno de los Fab de
de 0,7 nmol y 0,2 nmol de hapteno por 1 nmol la molécula. Los productos de desorción de las
de anticuerpo, respectivamente. Estos resulta­ adsorciones sucesivas de anticuerpo coprecipi­
dos indican que, si bien los anticuerpos precipi­ tante anti-DNP de oveja efectuadas con alícuo­
tantes ligados a inmunoadsorbente fijan antíge­ tas de la cantidad de inmunoadsorbente necesa­
no y hapteno en solución, en el caso de los an­ ria para la fijación total del anticuerpo, al ser
ticu erp o s co p recip itan tes esa caplicidad es analizados por estudios de interacción prima­
prácticamente nula para el antígeno. Esto des­ ria, mostraron en todos los casos gráficos de
carta la posibilidad de que la no formación de Scatchard con curvas bimodales. Estos resulta­
complejos insolubles con el antígeno por parte dos hacen presumir una asimetría molecular, y
de los anticuerpos coprecipitantes pudiera de­ que muy probablemente en cada molécula de
berse a un impedimento estético para ligandos anticuerpo coprecipitante exista un sitio de
de gran tamaño únicamente, o a que esos anti­ combinación de alta afinidad y otro de baja afi­
cuerpos se com porten com o m onogám icos nidad. Si las curvas bimodales descritas para
frente al antígeno, como ocurre con la IgG(T) los anticuerpos coprecipitantes fueran conse­
de caballo. Si se tratara de un impedimento es- cuencia de una mezcla de dos poblaciones de
térico exclusivam ente para grandes ligandos, anticuerpos, una de alta afinidad*y otra de baja
no tendrían que existir diferencias en la capaci­ afinidad, los análisis de los productos de desor­
dad fijadora de haptenos por los anticuerpos ción de las adsorciones seriadas tendrían que
precipitantes y coprecipitantes; y si los anti­ haber dado curvas norm ales, con pendientes
cuerpos coprecipitantes se comportaran como variables como consecuencia de la selección
m onogám icos, cuando están fijados a inm u­ por afinidad, pero nunca curvas bimodales.
noadsorbente, además de no fijar moléculas de Esa presunción se ve reforzada con los resul­
antígeno no tendrían que fijar m oléculas de tados obtenidos en los estudios de inmunoad­
hapteno. Estos resultados indicarían que los sorción y de interacción primaria logrados con
dos sitios de combinación de la molécula del los fragmentos F (ab’)2 de anticuerpo precipi­
anticuerpo coprecipitante tienen un comporta­ tante y coprecipitante, purificados por cromato­
miento diferente frente al ligando. grafía de afinidad, y sus correspondientes frag­
Los estudios de interacción prim aria entre mentos Fab’ obtenidos por reducción con mer-
anticuerpos anti-DNP precipitantes y copreci­ captoetanol y alquilación con iodoacetamida.
pitantes y el hapteno dinitrofenil-ácido-y-ami- El fragmento Fab’ de anticuerpo precipitante es
nocaproico (DNP-EACA) muestran curvas de retenido en su totalidad por el inm unoadsor­
Scatchard, resultantes de graficar r/c versus r, bente usado en la purificación del fragmento E
bien diferentes (r = moles de hapteno combina­ (ab’)2, en tanto que sólo es retenido el 50% y
Anticuerpos no precipitantes 351

el resto no se adsorbe, si el Fab’ procede de F GABA-DNP, tanto desde el punto de vista in-
(ab’)2 coprecipitante. Los valores de Ko de los munoquímico como biológico (fijan com ple­
fragmentos Fab* retenidos y no retenidos por el mento, activan fagocitosis, etc.). En ensayos de
inmunoadsorbente difieren grandemente, sien­ radioligando en fase fluida, los anticuerpos co ­
do mayor para el fragmento que se fijó (fig. 19- p re c ip ita n te s d iero n cu rv as n o rm ales co n
6B). Por otra parte, los gráficos de Scatchard SAB-DNP, que cortan a r = 1 y curvas bi-
correspondientes a la interacción de anticuerpo modales con ’^T.SAB-GABA-DNP, en las que
precipitante y coprecipitante anti-DNP de oveja la proyección de cada módulo corta a r = 1 y r
de la clase IgG l con un ligando de gran tamaño = 2, hecho similar al que ocurre cuando este
(SAB-DNP), analizada por radioinm unoanáli­ anticuerpo interacciona con el hapteno.
sis, muestran curvas normales, sin inflexiones Cuando el anticuerpo coprecipitante fue fija­
en ambos casos, pero con r = 2 para los anti­ do a colum na de Sepharosa-SAB-DNP y fue
cuerpos precipitantés y r = 1 para los anticuer­ puesto en contacto con ‘^^I.SAB-DNP en fase
pos coprecipitantes (fig. 19-6C). fluida, la radiactividad fijada fue prácticamente
Un hecho que confirma la suposición de la nula (0,4%), en tanto que el porcentaje de re ­
existencia de dos sitios de combinación o para- tención de la marca se elevó al 5,4% cuando el
topes de distinta afinidad en cada molécula de antígeno fijado a la Sepharosa fue SAB-GA-
anticuerpo coprecipitante es el correspondiente BA-DNP. En las mismas condiciones experi­
a la hibridización al azar de hemimoléculas de mentales, la radiactividad retenida por el an ti­
este anticuerpo. En ensayos de este tipo se ha cuerpo precipitante fue del 28% para am bos
obtenido 16-17% de anticuerpo precipitante, lo antígenos. La menor capacidad de fijación de
que está de acuerdo con la posibilidad teórica '^'■’I.SA B-DN P por los anticuerpos coprecipi­
del 25%, si los anticuerpos coprecipitantes tu­ tantes, respecto de los precipitantes, cuando es­
vieran en cada hemimolécula sitios de combi­ tán unidos a B SA -G A BA -D N P sería c o n se ­
nación de alta afinidad y baja afinidad, respec­ cuencia de que sólo podrán fijar el lig an d o
tivamente. aquellas moléculas de anticuerpo que se han
Los datos experimentales descritos, corres­ unido al inmunoadsorbente por el sitio de com ­
pondientes a ensayos efectuados con anticuer­ binación de baja afinidad y exponen el de alta
po precipitante entero, hem im oléculas y los afinidad, y no así cuando la unión es por el si­
fragmentos E (ab’)^ y Fab’, sugieren que la m o­ tio de alta afinidad.
lécula de anticuerpo coprecipitante de la clase En ensayos de radioligando por competición
IgG funcionalmente es asimétrica y que en ella con ‘^^I.SAB-DNP se ha dem ostrado que el
existen dos sitios de combinación con distinta comportamiento del anticuerpo precipitante es
afinidad por el antígeno. Permiten suponer ade­ el m ism o fre n te a S A B -D N P y S A B -G A -
más que el com portam iento diferente de los BADNP, indicando que la competición por los
dos sitios de combinación de este anticuerpo no sitios de combinación entre estos antígenos y el
es consecuencia de una variación de la afinidad trazador ( '“ I.SA B -D N P) es idéntica. P o r el
de uno de los sitios de com binación por un contrario, con el anticuerpo coprecipitante las
efecto alostérico negativo originado por la inte­ curvas de desplazam iento son distintas con
racción del otro sitio con un ligando, ya que a SA B-DN P y SAB-GABA-DNP. La cantidad
partir del fragmento F (ab’)^ de anticuerpo co­ de SAB-GABA-DNP necesaria para desplazar
precipitante purificado por inmunoadsoreión es '^^I.BSA-DNP fue mayor que la correspondien­
posible separar dos poblaciones de fragmentos te a SAB-DNP. Esto demuestra que la com peti­
F ab’, con diferente comportam iento frente al ción entre los dos antígenos y el trazador no
inmunoadsorbente y distinta afinidad. fue la misma. Ello puede explicarse asumiendo
La accesibilidad de los sitios de com bina­ que SAB-DNP reacciona con uno solo de los
ción de los anticuerpos precipitantes y copreci­ sitios de combinación de la molécula, mientras
pitantes por grandes hgandos ha sido analizada, que SA B-GA BA -D NP reacciona con am bos.
haciendo reaccionar para ello anticuerpos an- Como consecuencia, se necesitará mayor canti­
tiDNP de conejo y de oveja de la clase IgG l dad de SA B-GA BA -D NP que de SA B-D N P
con se ro a lb ú m in a b o v in a d in itro fe n o la d a para desplazar al trazador.
(SAB-DNP) y seroalbúmina bovina dinitrofe­ Los ensayos precedentes muestran c]ue una
nolada en la que el grupo DNP estaba separado accesibilidad diferente de uno de los sitios de
del soporte proteico por el espaciador ácido combinación de la molécula del anticuerpo co­
gammaaminobutírico (SAB-GABA-DNP). Los precipitante es la responsable de la variación de
anticuerpos precipitantes mostraron el mismo su afinidad, y la causante del peculiar com por­
com portam iento inm unoquím ieo y biológico tamiento de estos anticuerpos, hecho que se re­
frente a los dos antígenos, en tanto que los co­ vierte con el uso de un ligando en el que el gru­
precipitantes funcionaron como tales frente a po hapténico está separado del soporte antigé­
SAB-DNP y como precipitantes frente a SAB- nico por un espaciador.
352 Aspectos básicos de la Inmunidad

66

F ig . 19-6. G ráficos de Scatchard correspondientes a interacciones de anticuerpos anti-D N P precipitantes y copreeipitantes


y sus fragm entos, eon pequeños y grandes ligandos.
A = anticuerpo precipitante; o - o fragm ento F (ab )2 de anticuerpo precipitante; ArA. anticuerpo coprecipitante; A -A
fragm ento F (ab ’)2 de anticuerpo coprecipitante. Ligando: D N P-ácido e-am inocaproico (D NP-EA C A ).
B = ®-® fragm ento F ab ’ de anticuerpo precipitante; fragm ento F a b ’ de anticuerpo eoprecipitante retenido por el in­
m unoadsorbente, fragm ento F ab ’ de anticuerpo coprecipitante no retenido por el inm unoadsorbente. Ligando:
DNP-EA G A .
C = anticuerpo precipitante; A r Á . anticuerpo coprecipitante. Ligando: SA B-D N P.
D = anticuerpo precipitante tratado (®-®) y no tratado o - o con endo-p-glucosam inidasa FI; anticuerpo coprecipitante tra ­
tado A - A y no tratado A -A con la enzim a glucosídica.
Las interacciones con D N P-EA C A fueron analizadas por quenching de fluorescencia. Los correspondientes a SA B -D N P,
po r radioinm unoanálisis.

Los resultados expuestos indican asimetría cos, mapas diagonales y tipificación química).
molecular en los anticuerpos copreeipitantes, Esas diferencias entre los dos tipos de anticuer­
pero ninguno de ellos está en favor de que las pos son de origen postraduccional y hoy sabe­
diferencias entre anticuerpos precipitantes y mos que afectan a la parte hidrocarbonada de la
copreeipitantes, aislados de la misma muestra molécula de anticuerpo. Estudios de crom ato­
de suero y ubicados en misma clase o subclase grafía en fase gaseosa desarrollados con IgG l
de IgG, sea consecuencia de una diferente in­ de oveja mostraron una diferencia cuantitativa
formación en el genoma (igualdad en la estruc­ de 6 mañosas y 2 (?) glucosaminas en favor de
tura antigénica, similitud en los mapas peptídi­ los anticuerpos copreeipitantes. Basados en es­
Anticuerpos no precipitantes 353

te antecedente se han desarrollado estudios que dos por inmunoadsorción; el valor relativamen­
demostraron que en los anticuerpos coprecipi­ te alto de sus K^, que expresa el promedio de
tantes hay un resto glucosídico del tipo “rico en los respectivos valores de cada sitio de com bi­
mañosa” que puede ser removido mediante el nación de la molécula y su mayor heterogenei­
em pleo de endo-P-acetilglucosam inidasa H. dad respecto de los anticuerpos precipitantes.
Cuando ello ocuire, los anticuerpos coprecipi­ Teniendo en cuenta estos hechos, y para que
tantes se convierten en precipitantes y expresan los an ticu erp o s c o p recip itan tes p u ed an ser
la actividad biológica de estos anticuerpos. En­ identificados de una manera más definida, he­
sayos efectuados con anticuerpos enteros y sus mos propuesto que sean denominados “a n ti­
fragmentos E (ab ’ ) 2 y Fab muestran que el oli- cuerpos IgG asimétricos”, ya que ello estaría
gosacárido está ubicado en uno de los fragmen­ indicando la anomalía responsable del particu­
tos Fab, el de menor afinidad, y que su rem o­ lar comportamiento.
ción por acción enzim ática hace que el frag­ ¿Cuáles podrían ser los mecanismos inducto­
mento Fab exprese alta afinidad por el ligando res de la glucosilación asimétrica de las m olé­
(fig. 19-6D). culas de IgG?
M ediante el em pleo de co n can av alin a A Las moléculas de inmunoglobulinas tienen la
(lectina con especificidad para grupos termina­ composición H2L2 y resultan de asociación de
les mañosa y glucosa) unida en forma covalen­ dos hemimoléculas (H lL l), cada una de ellas
te a Sepharosa (Con A-Sepharosa) ha sido po­ formada por la asociación de una cadena pesa­
sible separar los anticuerpos precipitantes y co­ da H y una cadena liviana L. En el citoplasma
precipitantes. de las células plasmáticas han sido detectadas
De la población de fragmentos Fab obteni­ tam bién, como formas libres, las estrucutrras
dos de anticuerpos coprecipitantes purificados H lL l y H2L1. Análisis de IgG sérica han de­
por cromatografía de afinidad con Con A-Se- mostrado que cada molécula de inmunoglobuli­
pharosa, el 50% es retenida cuando el producto na tiene fijadas 2,8 moléculas de oligosacáridos
se pasa por una colum na de afinidad con esa 0,8 de los cuales, en promedio, están unidos al
lectina. La población de Fab que eluye es de fragmento Fab. Se ha propuesto que la frecuen­
afinidad alta y la retenida, de afinidad baja. E s­ cia y localización del sequon de N-glucosila-
ta última aumenta su afinidad si es tratada con ción Asn-X-Ser/Thr es el responsable de esta
la enzima glucosídica. glucosilación extra. En ratón se ha demostrado
Estos resultados confirman los anteriores y que genes Vjj contienen sequones de glucosila­
ponen claramente en evidencia que una gluco- ción, sugiriendo su participación en la genera­
silación que afecta a uno solo de los fragmen­ ción de glucosilación del Fab. En fragmentos
tos Fab es la responsable del particular com ­ Fab de anticuerpos monoclonales hem os de­
portamiento inmunoquímico y biológico de es­ mostrado la presencia de olgiosacáridos con es­
tos anticuerpos. tructuras monosialiladas y de alto contenido en
Se ha podido demostrar que el oligosacárido mañosa. Estas diferentes estructuras son las
responsable de este fenóm eno está unido al responsables de la microheterogeneidad obser­
fragmento Fd. Este fragmento es el que queda vada en moléculas de IgG, lo que sugiere que
unido a la Con A -Sepharosa cuando el frag ­ las células B están equipadas con conjuntos de
mento Fab, reducido y alquilado, se pasa por glucosiltransferasas los que se encuentran en
una colum na con esa lectina, y el único que diferentes proporciones. En determinadas cir­
compite con los glóbulos rojos de cobayo, que cunstancias, modificaciones postraduccionales
poseen glucoproteínas que se unen a concana­ de un péptido por N-glucosilación pueden lle­
valina A, por la fijación a esa lectina. Las cade­ var al incremento de una glucoforma particular.
nas L provenientes de la misma muestra y los Glucoformas provenientes de la misma célula
fragmentos Fd y cadenas L de Fab de alta afini­ son consecuencia de modificaciones de un pép­
dad del anticuerpo coprecipitante y los mismos tido simple por la acción de glucosiltransfera­
fragmentos provenientes de anticuerpos preci­ sas y glucosidasas.
pitantes no son efectivos. Los mecanismos arriba indicados probable­
El conocimiento de la asimetría molecular de mente participen en la glucosilación asimétrica
los anticuerpos coprecipitantes y la diferente de las moléculas de IgG, ¿pero quién determina
afinidad por el ligando de sus paratopes o sitios la modificación? Teniendo en cuenta las dife­
de combinación hacen comprensible el hecho rencias observadas cuando antígenos solubles o
de que estos anticuerpos no formen complejos particulados se inoculan en forma repetida por
insolubles con el antígeno; que coprecipiten largos períodos es posible que diferentes célu­
junto con los anticuerpos precipitantes y se las presentadoras participen en la captura anti­
unan firmemente a los complejos formados por génica. Estas células podrían sintetizai- diferen­
éstos. Además, permiten entender por qué los tes factores (citoquinas) que actuarían inhibien­
anticuerpos coprecipitantes pueden ser purifica­ do o estimulando la actividad de glucosiltrans-
354 Aspectos básicos de la Inmunidad

ferasas, cambiando los patrones de glucosila­ bién ha sido analizada. Este receptor es especí­
ción y llevando a la síntesis de diferentes glu- fico para el fragmento Fe de las diferentes sub­
coformas. Si la célula que reconoce a los antí­ clases de IgG agregadas por interacción previa
genos solubles y particulados fuera la misma, con el antígeno (complejos Ac-Ag) o por méto­
su captura por pinocitosis (antígeno soluble), o dos físicos y químicos. Fija también Fcy y Fc|j,
fagocitosis (antígeno particulado) podría acti­ purificados e IgM .7S no agregada, con una
var diferentes sistem as internos, los que po­ unión de alta afinidad (K^ = 10* M '); no fija
drían inducir m odificaciones en los patrones IgM. 198, Fcix5 e IgA. La interacción óptima li­
normales de glucosilación. gando-receptor tiene lugar a 4°C por 18 horas,
Cambios en la glucosilación podrían también y cuando la reacción se efectúa a 37°C se pro­
ocurrir a través de variaciones en el plegado duce la movilización o “capping” de los com­
del péptido H el que llevaría a la exposición de plejos formados. Por ensayos de competición
nuevos sequones de glucosilación. En expe­ se ha demostrado la especificidad de la unión
riencias realizadas por nosotros pudo demos­ ligando-receptor.
trarse que, cuando a cultivos de hibridomas se La existencia de este receptor hemático para
Jes añade cisteína 10*-“’ M o mecaptoetanol lO -'’ Fe, identificado en nuestros laboratorios, ha
M, la proporción de anticuerpos IgG asimétri­ permitido interpretar la aglutinación de los eri­
cos sintetizados varía. Ello podría deberse a va­ trocitos de carnero específicamente sensibiliza­
riaciones en el plegado de las cadenas H, por dos, por los anticuerpos anti-ovoalbúmina co-
competición entre los grupos sulfidrilos de la precipitantes, como consecuencia de la forma­
cisteína y del metacaptoetanol y el sulfidrilo de ción de complejos mixtos, constituidos por la
la cadena H, por la enzima involucrada en la unión del sitio de combinación de alta afinidad
formación de los puentes di sulfuro intracatena- de una molécula con un determinante antigéni­
rios. co existente en la superficie de un eritrocito, y
Otra posibilidad es que la célula presentado­ el fragmento Fe de la misma molécula, activa­
ra de antígeno reaccione de una manera dife­ do por esa interacción, con un receptor para Fe
rente cuando reconoce un antígeno particulado, presente en un eritrocito adyacente. En favor
induciendo al linfocito B a sintetizar una molé­ de esta interpretación está el hecho de que sólo
cula citosólica que actúe como “chaperona” o los anticuerpos copreeipitantes y no sus frag­
celadora. Hay algunas evidencias que sugieren mentos F(ab ’ ) 2 aglutinan los eritrocitos sensibi­
que el plegado en el citoplasma de nuevas tra­ lizados y que dicha aglutinación se ve inhibida
ducciones de proteínas precursoras está preve­ si los receptores eritrocitarios son previamente
nida por la presencia de presecuencias amino- bloqueados con IgG agregada por calor, Fcy,
terminales. Ello permitiría al polipéptido H no Fc^oIgM .V S. (fig. 19-7).
plegado o parcialmente plegado interaccionar El hecho de que los glóbulos rojos humanos
con “chaperones” citosólicos del tipo de la fa­ sensibilizados no sean aglutinados por los anti­
milia ct-hps 70, lo que retardaría su transporte cuerpos copreeipitantes, cosa que hacen los
a membrana. Como consecuencia podría, en un precipitantes, y que los glóbulos rojos de car­
estado de plegam iento conform acional poco nero sensibilizados sean aglutinados por ambos
consistente, interactuar con glucosiltransfera- anticuerpos, permite la detección de anticuer­
sas, facilitando la glucosilación de sequones pos precipitantes como contaminantes de una
normalmente no funcionales por no estar ex­ población de anticuerpos copreeipitantes puri­
puestos adecuadamente. ficados. Dada la sensibilidad de la reacción de
hemaglutinación, se han podido poner en evi­
Por qué los anticuerpos IgG asimétricos dencia pequeñas cantidades de anticuerpos pre­
aglutinan eritrocitos específicamente cipitantes en muestras purificadas de anticuer­
sensibilizados. pos copreeipitantes que daban inmunoprecipi­
tación negativa.
En la membrana de los eritrocitos de un gran
número, de vertebrados existen receptores para Evolución de los anticuerpos IgG simétricos
el fragmento Fe de IgG. En los glóbulos rojos precipitantes y asimétricos (copreeipitantes)
humanos no están expuestos y deben ser libera­ en la respuesta inmune
dos por tripsinización previa. Se han efectuado
estudios sobre su evolución filogenética y so­ La concentración sérica de anticuerpos pre­
bre su evolución ontogénica en el pollo. Su nú­ cipitantes y copreeipitantes ha sido investigada
mero por eritrocito varía; ello depende del ta­ en ovejas inoculadas a repetición, durante un
maño globular. El receptor ha íjido aislado y año, con un antígeno T-dependiente en solu­
purificado; responde a las características de una ción (GGH-DNP). Los anticuerpos anti-DNP
glucoproteína de PM 30 kD. Su capacidad para copreeipitantes están presentes durante todo el
interaccionar con ligando en fase fluida tam ­ curso de la respuesta inmune, y en todos los ca-
Anticuerpos no precipitantes 355

F(ab ’)2

m - f \
Fe
G lóbu los rojos
d e carnero Anticuerpo
se n sib iliz a d o s IgG asim étrico

D eterm inan te a n tigén ico Aglutinación

# R ecep to r para Fe

F ig . 19-7. R epresentación esquem ática de la hem aglutinación pasiva m ediada por anticuerpos no precipitantes IgG asim é­
tricos o coprecipitantes, com o un fenóm eno mixto en el c[ue participan los fragm entos Fab y Fe,

SOS su concentración sérica no sobrepasa el gándose a obtener relaciones Ac aglt/Ac no-


10% a 15% de los anticuerpos totales (relación aglt de 25/75. Este hecho es consecuencia de la
Ac ppte/Ac coppte, aproximadamente 90/10). forma de presentación del antígeno (soluble o
En conejos inoculados en form a similar con particulado), lo que queda demostrado con los
Salmonella typhimurium y vacas infectadas con resultados de la fig. 19-8, Como puede verse, la
Brucella abortus, cepa l9, la concentración de ovoalbúm ina polimerizada con glutaraldehído
anticuerpos no aglutinantes capaces de fijarse y la ovoalbúmina monomérica covalentemente
al antígeno y detectables por reacción con anti­ fijada a una partícula (bacteria) dan una res­
gammaglobulina (Coombs) se incrementa, lle­ puesta similar, con un alto contenido en anti-

F lg . 19-8. C urvas de producción de anticuerpos p re c ip i­


tantes y coprecipitantes po r conejos inoculados a re p e ti­
ción con ovoalbúm ina en solución (A), ovoalbúm ina fijada 12 16 20 24
covalentem ente a Brucella abortus (B), y ovoalbúm ina p o ­
Semanas
lim erizada por tratam iento con glutaraldehído (C).
356 Aspectos básicos de la inmunidad

cuerpos coprecipitantes, a diferencia de lo que cos, que no obstante fijarse firmemente al pará­
ocurre con la ovoalbúmina en solución. Es de sito no son inm unolíticos, lo que dem uestra
destacar que esos incrementos ocurren cuando que no son protectores del huésped. Un aumen­
los antígenos particulados son inoculados a re­ to de estos anticuerpos en las infecciones cróni­
petición, por períodos largos. Los resultados cas sería comprensible, teniendo en cuenta que
anteriores descartan, además, la participación en estos casos antígenos particulados (bacte­
de algún componente de la pared o membrana rias, parásitos) estimulan en forma repetida por
bacteriana en la modulación de la respuesta in­ largos períodos.
mune. Anticuerpos no precipitantes han sido d e­
mostrados en tumores. Diferentes mecanismos
Función de los anticuerpos IgG asimétricos podrían estimular células tumorales en reposo
y los neoantígenos expuestos podrían inducir
Los resultados obtenidos en el estudio de los una respuesta inmune humoral con predominio
anticuerpos coprecipitantes en diferentes espe­ de anticuerpos IgG asimétricos. Dada su capa­
cies animales muestran que estos anticuerpos cidad bloqueante, al impedir la agresión de los
están constituidos por moléculas asimétricas, neoantígenos por los mecanismos efectores de
funcionalmente univalentes y, dada la capaci­ una respuesta inmune normal, en lugar de indu­
dad que tienen para unirse firmemente al antí­ cir surveiliance mejorarían y facilitarían el cre­
geno por el sitio de combinación de alta afini­ cimiento tumoral y las metástasis.
dad, constituyen excelentes anticuerpos de blo­ Estudios desarrollados en nuestros laborato­
queo. Considerando este hecho y el particular rios en conejos inoculados con tiroglobulina
comportamiento biológico de los anticuerpos homóloga en solución y pohmerizada con glu­
IgG asimétricos, la existencia de estos anticuer­ taraldehído mostraron resultados que difieren
pos podrá resultar beneficiosa o perjudicial pa­ entre sí. Sólo la forma soluble del antígeno in­
ra el huésped según el carácter propio o no dujo la producción de anticuerpos IgG precipi­
propio de los antígenos involucrados y de la si­ tantes, fijadores del com plem ento, m ientras
tuación particular en la que actúan. que con el antígeno polimerizado se obtuvieron
Si se tienen en cuenta los resultados obteni­ anticuerpos no fijadores del complemento, pre­
dos en los estudios seriados efectuados en ove­ dominantemente no precipitantes. Los estudios
jas y conejos inoculados con antígenos T-de- anatomopatológicos mostraron la existencia de
pendientes en solución, cabría suponer que los daño glandular sólo después de la inoculación
anticuerpos IgG asimétricos no tienen signifi­ de tiroglobulina soluble por largos períodos.
cación en la respuesta inmune, ya que como se Estos resultados estarían de acuerdo con lo ob­
ha señalado, en el transcurso de la respuesta, servado en algunos casos de enferm edad de
durante un año, la relación anticuerpo IgG si­ Hashimoto, en los que la tiroiditis puede estar
métrico/ asimétrico ha sido 90/10 en forma per­ presente o no, aun con los mismos títulos de
manente, y la eficacia de estos anticuerpos, en anticuerpos anti-tiroglobulina totales.
esa relación, es prácticamente nula. No obstan­ La misma paradoja ocurre en diabetes, don­
te las cosas cambian cuando los inmunógenos de pacientes con alto título de anticuerpos anti­
son particulados. En estos casos, a medida que insulina pueden presentar hiperglucemia o hi-
transcurre el tiempo se incrementan los anti­ poglucemia. El radioinmunoanálisis usado para
cuerpos asim étricos invirtiéndose la relación la cuantificación de anticuerpos no puede dis­
anteriorm ente indicada, llegando estos an ti­ criminar entre moléculas normales y asimétri­
cuerpos a constituir el 30-70% del total. Sueros cas. Es posible que en algunas hiperglucemias
de estos animales con diferentes relaciones de los anticuerpos presentes sean normales, simé­
am bos anticuerpos han sido an alizad o s en tricos, capaces de formar complejos Ag-Ac que
cuanto a su capacidad opsonizante in vivo, y fijan complemento, opsonizan y activan la de­
los resultados obtenidos muestran similitud con puración antigénica. Estos eventos dism inui­
los logrados cuando se analizaron m ezclas rían los niveles de insulina. La presencia de an­
preestablecidas de anticuerpos IgG simétricos ticuerpos anti-insulina asimétricos inhibiría la
precipitantes y asimétricos no precipitantes. rama efectora del sistema inmune por no for­
En infecciones m icrobianas y parasitarias mar complejos Ag-Ac con la adecuada estruc­
crónicas como brucelosis, gonococcia, tripano­ tura, y el antígeno insulina resultaría bloqueado
somiasis americana, triquinosis, y las produci­ y protegido por sus propios anticuerpos y man­
das por Necator americanus y Fascioia hepáti­ tenido en circulación. De acuerdo con la cons­
ca, se ha demostrado la presencia de anticuer­ tante de asociación a equilibrio K, que define la
pos bloqueantes de alto título. De sueros de pa­ afinidad antígeno-anticuerpo como la relación
cientes con enfermedad de Chagas crónica he­ entre los reactivos complejados y libres del sis­
mos aislado anticuerpos que responden a las tema, la hipoglucemia observada podría ser de­
características de los anticuerpos IgG asimétri­ bida a la presencia de hormona libre circulante.
Anticuerpos no precipitantes 357

La intensidad de la hipoglucem ia dependería incapaz de fijar grandes ligandos, pero actuan­


de la relación entre anticuerpos simétricos/asi­ do como epitope (idiotipo) podría ser fijado fir­
métricos en el suero. mem ente por el paratope de alta afinidad de
R ecientem ente hem os dem ostrado que el otra molécula IgG asimétrica.
10-12% de las moléculas de IgG provenientes Anticuerpos IgG asimétricos pueden además
de suero hum ano norm al y de otras especies actuar en forma beneficiosa, cuando son indu­
animales están asim étricam ente glucosiladas. cidos con el objeto de lograr una terapia antia-
Muchos de los antígenos propios generalmente lergénica específica. Hay marcadas evidencias
asociados con células podrían actuar como in­ de que el anticuerpo bloqueante específico IgG
munógenos particulados. Como consecuencia, asimétrico funciona como protector en la aler­
gran parte de las moléculas asimétricas “no in­ gia, y que la eficacia de la inmunoterapia es d e­
munes” del huésped podrían ser específicas de pendiente del cambio del balance entre a n ti­
lo propio actuando como anticuerpos protecto­ cuerpos “perjudiciales” de la clase IgE y anti­
res, reguladores. Esto estaría de acuerdo con lo cuerpos “protectores”, bloqueantes, de la clase
sugerido por Cohén y Cooke de que los anti­ IgG. Cuando con fines terapéuticos se inocula­
cuerpos naturales podrían actuar bloqueando ron en form a repetida alérgenos m odificados
epitopes propios o epitopes extraños que mime- por tratamiento con polietilenglicol, se obtuvie­
tizan lo propio, previniendo de esta manera la ron mejores resultados que cuando se usaron
iniciación de una respuesta de autoinmunidad. alérgenos solubles. Esto está de acuerdo con la
Cálculos efectuados nos permiten decir que síntesis preferencial de anticuerpos IgG asim é­
por mi de suero deberían existir 6 x 10'“’ molé­ tricos bloqueantes obtenida cuando conejos y
culas IgG asimétricas, si consideramos que el ratas fueron inoculados con antígenos solubles
10-15% de la IgG total del suero es equivalente polimerizados (seroalbúmina bovina) o antíge­
a 1,5 mg.ml ‘ o 10"’’ M. Si este valor se multi- nos particulados (células esplénieas).
phca por el número de Avogadro (6,02 x 10^^) En estudios previos demostramos que duran­
el producto obtenido corresponde al número de te la preñez hay un aumento considerable de
moléculas IgG asimétricas por mi de suero an­ moléculas IgG asimétricas específicas (contra
tes indicado. Si admitimos que en un individuo antígenos paternales) y no específicas, llegando
el número de paratopes capaces de reconocer a valores de 25-30% en suero y 35-60% en los
distintas especificidades, incluidas las de los eluidos de placenta con KCL 4M. La actividad
idiotipos puede llegar a 2-5 x 10*, los cálculos anti-paternal localizada en la IgG asim étrica,
nos dicen que aproximadamente 10’ m ol.m f' medida por inmunofluorescencia (IF) y fijación
(6 X 10'V2,5 X 10*) reconocerán el mismo epi­ del complemento, usando linfocitos paternales
tope. Este número de moléculas sería suficiente como “blanco”, es menor en el suero que en los
para participar en diferentes funciones inmunes eluidos de placenta. En los eluidos la actividad
como el bloqueo de antígenos que podrían esti­ anti-paternal de la IgG asimétrica es tres veces
m ular o deprim ir células inm unológicamente superior a la misma actividad detectada en la
componetentes o en la creación de tolerancia. fracción IgG simétrica. Este hecho y el efecto
Es tentador especular que los anticuerpos IgG bloqueante de los anticuerpos asimétricos, su ­
asimétricos, no precipitantes, son capaces de gieren que estos anticuerpos con especificidad
bloquear antígenos o epitopes, disminuyendo para los antígenos de origen paterno deben p a r­
su concentración y como consecuencia intervi­ ticipar en la protección del feto en el útero m a­
niendo en la inducción de tolerancia de baja terno.
dosis. En ratas Fischer hembras inmunizadas con
Podría argum entarse que los anticuerpos antígenos particulados (células esplénieas) p ro ­
norm ales, b ivalentes, sim étricos, no son el venientes de ratas machos Buffalo, hemos o b ­
reactivo ideal para un encadenamiento idiotipo- servado una síntesis preferencial de anticuerpos
antiidiotipo efectivo propuesto por Jem e, ya asimétricos. Cuando las ratas Fischer fueron in­
que por poseer dos paratopes activos podrían munizadas durante 3 meses previo al aparea­
originar agregados disparando mecanismos in­ miento eon machos Buffalo, el peso de los fe ­
munes efectores. Los anticuerpos IgG asimétri­ tos y la placenta y la sobrevida de las crías fue
cos, funcionalmente univalentes, podrían m an­ mayor que en el grupo control, lo que sugiere
tener ese encadenamiento, perpetuando además un efecto beneficioso de los anticuerpos asim é­
las células B con m em oria dependientes del tricos en la preñez. Esto está de acuerdo con
idiotipo. La unión entre moléculas de anticuer­ los resultados obtenidos cuando mujeres que
pos asimétricos sería estable porque, a través han padecido abortos espontáneos recurrentes
de su paratope de alta afinidad, podría unirse a son inmunizadas con linfocitos paternales. Con
idiotipos, exponiendo al mismo tiempo su pro­ estos tratamientos se ha observado ausencia de
pio idiotipo a través del paratope o sitio de abortos y la gesta de niños de mayor peso y ta ­
combinación de baja afinidad. Este paratope es maño.
358 Aspectos básicos de la inmunidad

Cuadro 19-2. Estudios serológicos en pacientes con enfermedad de Chagas


Reacciones serológicas

Precipitación H em aglutinación Fijación


Sueros en geles GRH G RC ele com plem ento ELISA IFI

1/512 1/512 1/512 1/800 1/1.600


1/256 1/512 1/64 1/3.200 1/1.600
1/64 1/256 1/32 1/800 1/800
1/64 1/256 1/32 1/400 1/800
1/64 1/512 1 /8 1/800 1/800
1/64 1/256 1/16 1/800 1/1.600
1/64 1/256 1/8 1/1.600 1/800
1/32 1/256 1/4 1/400 1/800

La síntesis de factores supresores de la res­ atención al hecho de si se trata de reacciones de


puesta inmune celular, por parte de la placenta, interacción prim aria Ag-Ac o interacción se­
ha sido descrita. Recientemente hemos demos­ cundaria, y las diferencias en los títulos logra­
trado que cuando el sobrenadante de cultivos dos por dos o más de estas reacciones, para una
de placenta es adicionado a un hibridoma, es misma muestra de suero, se atribuyen a varia­
posible incrementar la relación anticuerpo asi­ ciones en su sensibilidad. Los cuadros 19-2 y
métrico/simétrico de las moléculas IgG sinteti­ 19-3 muestran resultados obtenidos cuando se
zadas. C am bios sim ilares hem os observado analizaron sueros hum anos provenientes de
cuando se inm u n izaro n ratas v írg en es con chagásicos crónicos y sueros de bovinos infec­
ovoalbúmina y simultáneamente se les inoculó tados con B. abortas, usando reacciones seroló­
por vía intraperitoneal sobrenadante de cultivos gicas de interacción primaria (ELISA, IFI) y de
de placenta. En este caso fue detectado un mar­ interacción secundaria (inm unoprecipitación,
cado incremento de moléculas IgG asimétricas fijación del complemento). Las primeras se ca­
con especificidad anti-ovoalbúmina. racterizan porque dosan todos los anticuerpos
Durante la preñez, los linfocitos expresan re­ presentes, sin discriminar tipo o calidad; las se­
ceptores específicos para progesterona. Estos gundas, en cambio, sólo dosan anticuerpos fun­
linfocitos, al ser pulsados con la hormona pro­ cionalm ente bivalentes o plurivalentes. Los
ducen un factor con actividad inm unológica sueros analizados, que contienen proporciones
que incluye inhibición de la lisis mediada por variables de anticuerpos simétricos y asimétri­
células NK (“natural killer”), aumento de célu­ cos (precipitante/no precipitante; aglutinante-
las que expresan fenotipo de supresoras, e inhi­ /n o a g lu tin an te) p re v iam e n te d em o strad o ,
bición de la proliferación de cultivos mixtos de muestran en algunos casos equivalencia entre
linfocitos. Este factor ha demostrado funcionar ambos tipos de reacciones serológicas, m ien­
de una manera similar a la antes indicada para tras que en otras hay m arcada discordancia.
los factores placentarios, en especial incremen­ Ello se debe a las proporciones relativas de Ac
tando la proporción de moléculas IgG asimétri­ sim étrico/asim étrico presentes en los sueros,
cas sintetizadas (véase cap. 34). los que al com petir por masa hacen que las
Considerando los hechos señalados, en los reacciones serológicas secundarias tengan dis­
que se pone en evidencia que durante la preñez tinta positividad para títulos similares logrados
hay una síntesis preferencial de anticuerpos por ELISA y por IFI. En algunos de los casos
IgG asimétricos inducida por factores placenta­ es bien notorio que las diferencias observadas
rios, cabe preguntarse si es siempre correcto no pueden deberse a diferentes sensibilidades
vacunar a las madres para lograr transferencia de las reacciones (véase cap. 9, cuadro 9-4).
pasiva de inmunidad. Ello porque estos anti­ El cuadro 19-4 muestra los resultados logra­
cuerpos, cuando están dirigidos contra bacte­ dos al cuantificar los anticuerpos séricos anti-r.
rias o parásitos, son pro tecto res del agente cruzi por hemaglutinación pasiva, usando eri­
agresor. trocitos de carnero (que poseen receptores para
Fe) y eritrocitos humanos (carentes de recepto­
Consideraciones que deben tenerse res para Fe expuestos). Como puede verse, sólo
en cuenta para la correcta interpretación con eritrocitos de carnero se consigue una bue­
de resultados serológicos na cuantificación, pues pueden ser aglutinados
por anticuerpos simétricos, bivalentes y anti­
Con mucha frecuencia se seleccionan, con cuerpos asimétricos, univalentes. Con los eri­
fines de diagnóstico, las reacciones serológicas trocitos humanos no ocurre lo mismo, siendo
más sensibles. G eneralm ente se presta poca muy frecuente las variaciones de los títulos res-
Anticuerpos no precipitantes 359

Cuadro 19-3. Estudios serológicos de sueros bovinos infectados con B. Abortus.


R eacciones serológicas

Wright Coom bs
Sueros (Título aglutinante) (Título no aglutinante) IFI

1/640 1/1.280 1/1.600


1/20 1/640 1/800
1/40 1/5.120 1/3.200
1/20 1/320 1/800
1/80 1/640 1/800

pecto de los obtenidos con eritrocitos de carne­ de Coombs), cosa que hacen si los eritrocitos
ro, y muy especialmente los fenómenos de pro­ fueron tratados previamente con tripsina, p a ­
zona, dado el poder bloqueante de los anticuer­ paína o bromelina. En medio albuminoso tie­
pos IgG asimétricos. Esto hace que sean muy nen también capacidad aglutinante.
poco recom endables las hem aglutinaciones El hecho de que aglutinen glóbulos ro jo s
cualitativas, con fines de descarte, cuando el ORh+ tripsinados y no lo hagan con los no trata­
soporte usado son glóbulos rojos humanos. dos, a diferencia de lo que pasa con los an ti­
Los hechos relatados son de fundam ental cuerpos anti-Rh completos (normalmente IgM )
importancia y hacen que para poder efectuar un fue interpretado como una mejor accesibilidad
buen diagnóstico y pronóstico de un proceso 0 liberación de un mayor número de determ i­
infeccioso, con discriminación de la calidad de nantes antigénicos Rh, lo que ocurre durante el
los anticuerpos presentes, sea necesario selec­ tratamiento enzimático. De este modo, los anti­
cionar una batería adecuada de reacciones sero­ cuerpos incompletos (IgG) tendrían una m ejor
lógicas, que midan interacción primaria e inte­ oportunidad de interaccionar con sus determ i­
racción secundaria Ag-Ac. nantes específicos y aglutinar los glóbulos ro ­
jos. Los anticuerpos completos, dada la mayor
capacidad reactiva de la molécula, aglutinarían
A N TIC U ER PO S A N T I-R h las células no tratadas, que contendrían un n ú ­
IN C O M PL E T O S mero reducido de determinantes antigénicos.
Parecería que esta interpretación no está de
Al comienzo de las isosensibilizaciones por acuerdo con algunos resultados experim enta­
antígenos Rh aparecen anticuerpos localizados les:
en la IgM, que no atraviesan la placenta y por
lo tanto no son responsables del daño fetal. En a) El número de epitopes Rh por célula no es
las sensibilizaciones a repetición se forman an­ tan reducido; oscila, según los autores, entre
ticuerpos IgG, que atraviesan la placenta y que 1 y 4 X 101
al reaccionar con los eritrocitos Rh+ del feto b) En nuestros laboratorios se ha observado
desencadenan el mecanismo que lleva a la ane­ que sólo la molécula entera de IgG anti-Rh (an­
mia hem olítica del recién nacido. Estos anti­ ticuerpo incompleto) aglutina los glóbulos ro ­
cuerpos, en su mayoría son del tipo “incomple­ jo s 0Rh+ tripsinados, no así sus fragm entos
to”, caracterizados por no aglutinar los glóbu­ F(ab ’ ) 2 y Fcy. Las reacciones de Coombs efec­
los rojos ORh+ en medio sahno, no obstante es­ tuadas con los tubos que no dieron aglutinación
tar fijados a los eritrocitos como se demuestra directa, usando sueros anti-Fab y anti-Fcy co ­
con los sueros antigamm aglobulina (reacción mo reactivos indican que, si bien la IgG anti-

C uadro 19-4. Sueros humanos de chagásicos valorados p o r hemaglutinación pasiva.


H emaglutin-üción (Dilución)
Suero Eritrocitos
N" sensibilizados 1/10 1/20 1/40 1/80 J/I6 0 1/320 1/640 I /J .2 8 0

1 carnero hum ano 4- + + + + + -


+ + + + - - - -
2 carnero hum ano + + + + + + + -
- - + + - ,
3 carnero hum ano + + + + + -
- - - + ± - - -
4 carnero hum ano + + + + + + -
+ + + + + + - -
360 Aspectos básicos de la inmunidad

Rh y sus fragmentos F íab’)^ y P cy u c aglutinan no. Como consecuencia, la reacción de agluti­


los eritrocitos no tripsinados, los dos primeros nación sólo tendría lugar cuando el fragmento
se fijan a su superficie. En cambio, todos se fi­ Fe de esa molécula, activada por la interacción
jan a los eritrocitos tripsinados. En el caso del previa del Fab con el determinante antigénico
fragmento Fcy, la unión no es tan firme como Rh, se fije a su receptor específico oculto en la
la del fragmento F(ab’) 2 , deducible del número membrana de otro hematíe, el que sólo se libe­
de lavados a que pueden ser sometidos los gló­ raría por la acción de enzimas hidrolíticas.
bulos rojos que han estado en contacto con En un caso de anemia hemolítica de tipo au­
él, previo al añadido del antisuero correspon­ toinmune pudimos demostrar la presencia de
diente. receptores expuestos para Fe. Los hematíes de
c) El contacto previo del fragmento Fe o in­ ese paciente eran aglutinados, sin tripsinización
munoglobulinas con glóbulos rojos ORh+ tripsi­ previa, por anticuerpos anti-Rh incompletos y
nados interfiere en algunos casos en la agluti­ además fijaban complejos Ac-Ag, reacciones
nación por anticuerpos anti-Rh, y en los tubos éstas que eran inhibidas por Fcix. Este caso po­
de interferencia se ha demostrado que el inhibi­ ne en evidencia, desde el punto de vista de la
dor está unido a los hematíes. Esta capacidad patología, la significación que tendría la libera­
inhibitoria es mínima o nula para la IgG nor­ ción in situ de dichos receptores.
mal, sin actividad anti-Rh, y su fragmento Fcy Otro hecho interesante de destacar sobre los
y es muy manifiesta para Fcjj, e IgM monomé­ anticuerpos anti-Rh incom pleto es el corres­
rica (IgM.7S), los complejos Ac-Ag y la IgG y pondiente a la capacidad aglutinante en medio
Fcy agregados por el método de la bencidina albuminoso de la IgG anti-Rh y su fragmento
bisdiazotizada. La IgM (19S) y el fragmento F (ab’)2. Utilizando como vehículo albúm ina
Fc|i5 no inhiben la reacción. bovina al 20%, el anticuerpo entero aglutina
d) Cuando se tripsinan glóbulos rojos ORh+ eritrocitos ORh+, no así el fragmento F(ab’) 2 .
previamente sensibilizados por 1 hora a 37°C Esto hace c]ue la interpretación de que la agluti­
con IgG anti-Rh y fragmento Fiah’)^ obtenido nación en medio albuminoso sea consecuencia
de ésta, los primeros aglutinan espontáneamen­ exclusiva de modificaciones del potencial zeta,
te, cosa que no ocurre con los segundos. No lo que facilitaría la aproximación de las molé­
obstante, la reacción de Coombs con suero an- culas de anticuerpo, se vuelva dubitativa. Todo
ti-Fab efectuada en estos últimos es positiva, lo pareciera indicar un efecto directo o indirecto
que demuestra que el fragmento F (ab’)j anti- de la albúmina sobre el fragmento Fe.
Rh se encuentra fijado a los glóbulos rojos
ORh+ tripsinados.
BIBLIOGRAFÍA
Los resultados experimentales indicados no
estarían de acuerdo con la interpretación de que L Cai'bonetto C .H ., M alchiodi, E L, Pividori J F, M üller
L, y M argni R A: C alidad de los anticuerpos IgG séri­
la aglutinación de los glóbulos rojos ORh+ trip­ cos en pacientes con enferm edad de C hagas crónica,
sinados por parte de los anticuerpos anti-Rh in­ /nm uno/ogía (B arcelona), 5: 18, 1986.
completos es consecuencia de la liberación de 2. Cordal M E y M argni R A: Isolation, purification and
un mayor número de determinantes antigénieos biological pro p erties o f h o rse p recip itatin g and non-
p re c ip ita tin g an tib o d y . Im m u n o c h em istry, l l '. 7 6 5 ,
Rh, lo que facilitaría la interacción. Todo hace 1974.
suponer que el fragmento Fe podría tener algu­ 4. H ajos S E, M argni R A, P erdigón G, M anghi M y O li­
na participación en la reacción de aglutinación. v era R: B in d in g o f im m u n o lg lo b u lin s and im m u n e
Ella queda evidenciada por la interferencia en com plexes to erythrocytes o f vertebrales. Invnunoche-
m istry, 15: 623, 1978.
la capacidad aglutinante de los anticuerpos an- 5. H ajos S E, C arbonetto C H, M argni R A, Esteva M y
ti-Rh incom pletos cuando los glóbulos rojos Segura E: P urification and biological properties o f an-
ORh+ tripsinados son puestos previam ente en ti-T. cruzi antibodies isolated from patients w ith ch ro ­
contacto con Fcy agregado. La fijación del n ic C h a g a s ’ d is e a se . Im m u n o lo g y L e tte r s, 4: 199,
1982.
fragmento Fe al eritrocito se haría por unión a 6. H ajos S E, A lvarez E, Pierángeli S, Pasqualini C D y
receptores para Fe, cuya existencia ha sido de­ M argni R A: A n tib o d ies ag ain st a tu m o r-asso c iate d
mostrada por nosotros según se expuso en anti­ antigen in an A K R lym phom a conditioned to grow in
cuerpos coprecipitantes. B A L B /c m ice. Veter Im m u n o l Im m unopathol, 7; 53,
1984.
Estos resultados permitirían suponer que los 7. Labeta M, M argni R A, Leoni J y B inaghi R A: S tru c­
anticuerpos anti-Rh incompletos funcionan de ture o f asym m etric nonprecipitating antibody. P resen-
manera similar a los anticuerpos coprecipitan­ ce o f a carbohydrate residue in only one Fab región of
tes ya descritos. Es posible que por algún impe­ te m olecule. Im m unology, 57: 311, 1986.
8. Leoni J, Labeta M y M argni R A: T he asym m etric IgG
dimento estérico o por variaciones en los valo­ non-precipitating antibody. Localization o f the oligo-
res individuales de de cada fragmento Fab saccharide involved in that phenom enon by concana-
de la molécula de IgG anticuerpo, sólo uno de valin A interaction. M o lecu la r Im m unology, 23: 1397,
ellos pudiera dar uniones firmes con el antíge­ 1986,
Anticuerpos no precipitantes 361

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Inmunización activa
y pasiva

RICARDO MARGNI 20
Los mecanismos inmunológicos puestos en zados en la IgA secretoria, lo que reduce al mí­
marcha por la introducción de un inmunógeno nimo la posibilidad de que los vacunados por
confieren, en la mayor parte de los casos, pro­ vía oral se transformen en portadores sanos.
tección contra ese agente agresor. La inmuno- En otros casos, la vacunación por vía oral
terapia, en sus formas de inmunización activa asegura la protección de la mucosa del árbol
(vacunación) y pasiva (seroterapia), se basa en respiratorio contra numerosos agentes infeccio­
ese principio. sos.

Inmunógenos
V A CUN OTERAPIA
El mecanismo de agresión de un microorga­
Las vacunas, usadas para prevenir enferme­ nismo es el que determina el tipo de inmunóge­
dades infectocontagiosas, han sido uno de los no que se ha de usar para conferir protección
triunfos más significativos de la medicina. Tan­ contra él. Si se trata de un microorganismo in­
ta es su eficacia que, gracias a su empleo se ha vasor, capaz de producir directam ente daño
podido dominar uno de los flagelos de la hu­ hístico, la vacuna habrá de elaborarse con el
manidad, la viruela, que prácticamente ha sido agente agresor en cuestión. En aquellos casos
eliminada. Otra enfermedad viral, la poliomie­ en que el efecto patógeno se deba a la acción
litis, que produjo gran cantidad de inválidos de exotoxinas elaboradas por el microorganis­
durante mucho tiempo, ha disminuido en inten­ mo, los inmunógenos que se han de usar serán
sidad como consecuencia de buenas campañas las toxinas atenuadas. Las vacunas usadas en
de vacunación. las inm unizaciones, en especial del hombre,
Los conocimientos sobre mecanismos de la forman parte de dos grandes grupos; las virales
respuesta inmune, estructura, biosmtesis y lo­ y las bacterianas. Últimamente se están elabo­
calización de las diferentes clases de inmuno- rando también vacunas contra algunos parási­
globulinas, han permitido seleccionar métodos tos, entre ellos el paludismo.
de vacunación. Én efecto, el virus polio inacti­ Vacunas virales. Los inmunógenos usados
vado, inoculado parenteralm ente, induce res­ con tal fin pueden ser de tres tipos distintos:
puesta inmune con formación de anticuerpos
de tipo IgG. Una cepa viva atenuada del mismo a) Virus atenuados. En estos casos se em ­
virus dada por vía oral, si bien finalmente pro­ plean cepas de virus vivos que han perdido su
ducirá anticuerpos de tipo IgG, inicialm ente virulencia para el hombre como consecuencia
origina anticuerpos locahzados en mucosa, de de pasajes prolongados por otros huéspedes o
tipo (IgA) 2S. repiques sucesivos en cultivos de tejidos. Virus
La vacunación por vía oral con virus polio que responden a estas características son los
vivo atenuado hace que los vacunados, además polio 1, 2 y 3 que componen la vacuna Sabin.
de elaborar mecanismos defensivos generaliza­ Por este procedimiento los virus experimentan
dos eficaces contra la viremia, produzcan a ni­ mutaciones que, si son apreciables hacen que
vel de la mucosa intestinal anticuerpos locali­ difícilmente vayan a ocurrir reversiones a la ce­
Inmunización activa y pasiva 363

pa virulenta. No obstante ello, estas cepas de­ Vacunas bacterianas. Las vacunas bacteria­
ben ser permanentemente controladas. nas pueden elaborarse con cepas vivas atenua­
Puede ocurrir también, como se ha observa­ das, bacterias muertas o con toxinas inactiva-
do en el virus influenza, que, como consecuen­ das (toxoides) en el caso de ser éstas las re s­
cia del pasaje por huéspedes no humanos como ponsables de la agresión en el huésped.
el embrión de pollo, la cepa mutada exprese a) B acterias vivas atenuadas. Sólo se las
antigenicidad diferente a la del virus original y emplea en casos muy particulares. Una vacuna
que su poder protector como agente vacunante que responde a estas características es la BCG
sea deficitario. o vacuna de Calmette y Guerin, elaborada con
Otra posibilidad es obtener mulantes tempe­ una cepa de M. tuberculosis variedad bovina
ratura sensibles que crecen poco a 37°C y lo atenuada en su virulencia por pasajes sucesivos
hacen satisfactoriamente a 25-28"C. Este tipo en papa biliada glicerinada. Si bien ésta es una
de inmunógeno se ha usado en la vacunación vacuna que se encuentra dentro de los progra­
de animales, pero su uso debe ser muy contro­ mas de vacunación en niños de la OMS, donde
lado por las posibilidades de reversiones. parecería haber demostrado eficiencia, los estu­
También se emplea, en la vacunación con vi­ dios efectuados donde la tuberculosis constitu­
rus vivos, especies virales que son patógenas ye aún un problema serio, corno la India, m ues­
para otros huéspedes y que no lo son para el tran que los resultados obtenidos en adultos va­
hombre. El ejemplo más representativo es el cunados han sido variables.
virus vaccinia, que cruza con el virus de la vi­ b) Bacterias enteras inactivadas. Las bacte­
ruela humana y que se lo emplea para vacunar rias son inactivadas por calor o por otros agen­
al hombre con tal fin. tes físicos como radiaciones ultravioleta, o por
La inmunidad que confieren estas vacunas es tratamiento con productos químicos con poder
de larga duración, generalmente de por vida y bactericida como form ol, fenol, m erthiolate,
superior a la lograda con agentes infecciosos etc. Las vacunas que responden a estas caracte­
muertos. La mayor duración de la inmunidad rísticas más usadas hasta el momento son la an­
en estos casos probablemente esté más relacio­ ticolérica, antitífica y antipertussis. D ado que
nada con los estím ulos de repetición que se su eficiencia ha sido cuestionada en algunos
producen como consecuencia de la rephcación casos, actualm ente hay marcada tendencia a
viral en las células del huésped, que con otros elaborar vacunas con productos acelulares, en
hechos inherentes a las diferentes etapas de la especial los obtenidos de B. pertussis, donde
respuesta inmune. algunos productos definidos como la toxina
b) Virus inactivados. En estos casos, los vi­ p ertussis, la hem oaglutinina filam en to sa, la
rus han perdido su capacidad de replicarse por adenilato ciclasa y otros han demostrado capa­
tratamiento eon agentes físicos o químicos. Va­ cidad para inducir en ratón protección a la in­
cunas que responden a estas características son fección por el microorganismo vivo.
la anti-polio elaborada por Salk, la antirrábica c) Toxoides bacterianos. Hay microorganis­
y anti-influenza. Todas ellas han demostrado mos que ejercen su efecto patogénico a través
ejercer efecto protector en el huésped. La vacu­ de toxinas que secretan. Dado que las mismas
na anti-polio de virus inactivado, como ya se son altam ente inm unogénicas, la vacunación
indicara, no confiere protección contra una in­ para inducir la síntesis de anticuerpos específi­
fección de la mucosa intestinal. cos resulta muy eficiente. Como inmunógeno se
La protección conferida por estas vacunas es usan las toxinas detoxificadas o toxoides, obte­
de menor duración que la inducida por los vi­ nidos por tratamiento de las toxinas con formol.
rus atenuados, y para conseguir efecto positivo Los toxoides más empleados en la inm uniza­
generalmente se necesitan vaiias reinoculacio­ ción humana son el diftérico y el tetánico.
nes del inmunógeno. d) Polisacáridos bacterianos. Existen num e­
c) Sub-m idades virales. Diferentes subunida­ rosas bacterias que presentan cápsula o antíge­
des del virión pueden estar expuestas y ser el nos de envoltura constituidos por polisacáridos,
“blanco” de neutralización por los correspon­ los que le confieren al microorganismo una re­
dientes anticuerpos. Por consiguiente, vacunas sistencia particular a los mecanismos biológi­
elaboradas con estas subunidades pueden ser cos de depuración an tig én ica y fa g o cito sis
efectivas. El caso más representativo es el antí­ puestos en marcha por el huésped. Entre estos
geno de superficie HbsAg de virus de la hepati­ microorganismos se encuentran los estreptoco­
tis B. Este antígeno se encuentra en el plasma cos, meningococos, neumococos, klebsiellas, y
circulante, material del cual inicialmente se lo otros.
aisló. Con el advenimiento de los péptidos sinté­ Las inm unizaciones con p o lisacárid o s no
ticos y las técnicas de biología molecular (véase siempre son efectivas, pues estos antígenos son
más adelante) el uso de estas vacunas con subu­ T-independientes y cursan respuestas inmunes
nidades virales naturales ha caído en desuso. con producción de anticuerpos ígM; en algunos
364 Aspectos básicos de la inmunidad

casos, dadas las características y tamaño mole­ tén asociados con productos capaces de modifi­
cular del poliósido, no inducen respuesta al ser car las condiciones normales de la barrera in­
inoculados. Este inconveniente ha sido subsa­ testinal, haciendo que por mucólisis y conges­
nado en parte acoplándolos a soportes o “ca­ tión se faciliten las posibilidades de penetra­
rrier” como seroalbtimina bovina (SAB) u otras ción de los antígenos en la vía general. La hia­
proteínas de origen bacteriano. Ello hace que luronidasa y las sales biliares son eficaces en
estos inmunógenos induzcan una respuesta T- estos casos. En otras ocasiones, como la ya
dependiente, con la participación de linfocitos mencionada de la vacuna polio preparada con
T-cooperadores y producción de IgG, la que es virus vivo (Sabin), la estimulación de una res­
marcadamente heterogénea como consecuencia puesta local en las placas de Peyer, asociada
de la antigenicidad del soporte. con una respuesta generalizada, hace que el va­
Con frecuencia, y con el objeto de disminuir cunado, además de estar protegido, tenga a ni­
el número de inyecciones, se utilizan las vacu­ vel de la mucosa intestinal anticuerpos elabora­
nas poUvalentes. Si bien ésta es una ventaja, no dos localmente capaces de neutralizar virus po­
debe descartarse la posibilidad de que, por con­ lio, lo que evita que un protegido contra la in­
currencia de antígenos con diferente inmunoge­ fección pueda ser un diseminador del virus.
nicidad, haya competición antigénica y la res­ Con el descubrimiento de la IgA secretoria,
puesta sea efectiva para un número reducido de su elaboración local y el papel que ella tiene en
ellos. Las estadísticas han mostrado que la va­ los m ecanism os de p ro tecció n de m ucosas
cuna triple (difteria, tétanos, pertussis) y la va­ (véase cap. 17), se han comenzado a utilizar
cuna antipolio hechas por separado son más con aparente éxito las instilaciones o pulveriza­
efectivas en el logro de buena respuesta inmu­ ciones zonales, en especial de la rinofaringe,
ne para los antígenos mencionados, que cuando con el objeto de incrementar la protección con­
se ha intentado inmunizar con una vacuna cuá­ tra agentes agresores que tienen esa vía de pe­
druple. netración. Un hecho alentador en este sentido
Las mezclas antigénicas a veces modifican es el que antígenos incorporados en ISCOMs
los resultados esperados. A quellas vacunas tienen capacidad para inducir buenas respues­
mixtas en las que participa la B. pertussis, dado tas inmunes cuando son administrados por vía
el factor histaminosensibilizante que esta bac­ parenteral u oral.
teria contiene, pueden hacer que se desencade­ En la formulación de una vacuna deben te­
nen más fácilmente fenómenos de hipersensibi­ nerse en cuenta una serie de aspectos, que in­
lidad contra los antígenos acompañantes. dudablemente no lo fueron, en la elaboración
Si bien en un comienzo las vacunas prepara­ de las primeras vacunas usadas en inmunotera­
das con antígenos inanimados se elaboraron en pia.
forma fluida, en la actualidad, por regla gene­ Es indispensable considerar si la infección
ral, esos antígenos son inoculados mezclados producida por el agente agresor cursa en forma
con adyuvantes, los cuales, como ya se ha visto aguda o crónica; cuál es la vía de penetración
en los capítulos 4 y 15, inducen una respuesta del agente patógeno; si la respuesta inmune a
más efectiva. Los agentes de mayor uso en la inducir para lograr un efecto positivo debe ser
inmunización humana, en ese sentido, son los preferentemente humoral o celular, cuál es la
geles de hidróxido de aluminio y de fosfato de evolución inmunopatológica posterior a la in­
aluminio. En la inmunización humana se está fección; si lo que se busca es una neutraliza­
intentando con éxito la inoculación de antíge­ ción de la infectividad o de la replicación del
nos incorporados en vesículas lipoidales como agente infeccioso, en cvspecial los virus; si es
los liposomas y los ICCOMS. En las inmuniza­ indispensable o no el añadido de adyuvantes
ciones experimentales el adyuvante de mayor para lograr la máxima efectividad deseada; si el
uso es el de Freund completo. agente infeccioso sufre mutaciones durante las
infecciones naturales que modifican su estruc­
Vías de introducción del inmunógeno tura antigénica, como ocurre con el virus in­
fluenza o algunos parásitos o como el T. bru-
Durante mucho tiempo la vía principal para sei, constituyendo esto verdaderos mecanismos
introducir agentes vacunantes ha sido la paren- de escape, etc. Todo ello hará que la vacuna a
teral. La vía subcutánea se utiliza con frecuen­ elaborar esté condicionada para inducir una
cia y se la emplea especialmente para la inocu­ buena respuesta de anticuerpos, especialmente
lación de vacunas preparadas con microorga­ cuando se quiere proteger contra bacterias pió-
nismos muertos y toxoides. La vía oral, que fue genas, o si la estimulación de los linfocitos Th
dejada de lado en un comienzo, resulta muy y Te y la producción de interleuquinas, interfe­
útil en algunas oportunidades. Cuando se usa rón, células NK, es también indispensable co­
esta vía de introducción y no se trata de agentes mo ocurre en las infecciones virales. También
infecciosos vivos, es conveniente que ellos es­ debe considerarse el acondicionamiento y dosis
Inmunización activa y pasiva

de las vacunas para que induzcan memoria in­ que se encuentran en el calostro y la leche m a­
munológica, a efectos de asegurar una protec­ terna [(IgA)2S] y que son incorporados por
ción de larga duración, especialmente cuando succión durante la lactancia. La presencia de
se requiere proteger contra bacterias piógenas, estos anticuerpos puede bloquear la inmunoge­
o si la estimulación de los linfocitos Th y Te y nicidad de antígenos vacunantes y hacer que
la producción de interleuquinas, interferón, cé­ éstos resulten poco efectivos inoculados en es­
lulas NK, es también indispensable como ocu­ tas circunstancias. Después de los seis m eses
rre en las infecciones virales. También debe las inmunoglobulinas maternas han desapareci­
considerarse el acondicionamiento y dosis de do; de ahí que algunos países europeos rec o ­
las vacunas para que induzcan memoria inmu­ mienden iniciar los planes de vacunación en in ­
nológica, a efectos de asegurar una protección fantes de esa edad. En otros centros sanitarios
de larga duración, especialmente cuando la in­ se aconseja vacunar a los 3 meses de vida, con
munidad es mediada por anticuerpos. un plan de vacunación coordinado para evitar
Por todo ello, para que una vacuna resulte superposición de antígenos y fenómenos de in ­
exitosa debe responder a los siguientes requeri­ terferencia, especialm ente cuando se trata de
mientos: vacunas antivirales.
a) activar células presentadoras de antígeno Para algunos inmunógenos como las vacunas
(CPA) para que haya un buen procesado del in­ BCG y antipolio (Sabin), las vacunaciones sue­
munógeno y presentación adecuada, a las célu­ len iniciarse antes, por el hecho de que como
las inm unológicam ente com petentes, de los estos microorganismos vivos atenuados necesi­
péptidos asociados a los antígenos del CMH tan implantarse previamente para poder inducir
clase I y 11, así como producción de interleu­ una respuesta inmune, se procura lograr la d o ­
quinas y otros factores por los linfocitos en re­ sis óptima de antígeno para el momento ade­
poso al ser estimulados; cuado.
b) buena estim ulación de linfocitos T y B En todo plan de vacunación es necesario: a)
para lograr adecuada memoria inmunológica y que el agente vacunante altamente efectivo sea
generar linfocitos Th y Te capaces de recono­ aplicado lo más tempranamente posible, dentro
cer todos los determinantes antigénicos contra de las limitaciones ya indicadas; b) que el nií-
los cuales quiere inducirse respuesta; mero de inoculaciones sea el adecuado, de m o ­
c) persistencia de los inm unógenos en su do que se consiga el máximo de eficacia, y c)
conformación nativa en las células dendríticas que las reinm unizaciones se hagan dentro de
foliculares de los tejidos linfoides donde se ori­ los períodos preestablecidos. El cumplimiento
ginan las células B con memoria, las que per­ de estos requisitos permitirá que se asegure una
sisten por mucho tiem po para originar final­ correcta protección a los agentes agresores e x ­
mente células secretoras de anticuerpos. ternos y que la actividad futura del médico esté
No todas las vacunas responden a estas ca­ dirigida, más que a curar enfermos, a atender
racterísticas. No obstante ello, quien determi­ pacientes cuya preocupación es m antener su
nará su verdadera eficacia serán los ensayos salud.
experimentales de protección in vivo. El cuadro 20-1 transcribe uno de los progra­
mas de vacunación recomendados.
Edad para la vacunación
Complicaciones de las vacunaciones
La inmunización de un niño no debe hacerse
antes de que éste haya alcanzado la madurez Las complicaciones que pueden surgir como
inmunológica. Las aplicaciones de inmunóge­ consecuencia de las vacunaciones son varias.
nos pueden iniciarse entre los dos y tres meses Debemos citar en prim er lugar las reacciones
de vida y resultan plenam ente efectivas des­ de hipersensibilidad, que generalmente se desa­
pués de los seis meses. Inyecciones de antíge­ rrollan contra agentes acompañantes del inm u­
nos inmediatas al nacimiento pueden crear to­ nógeno provenientes de los medios de cultivo o
lerancia parcial al inm unógeno. Adem ás, y tejidos donde el microorganismo ha prospera­
mientras no sean estrictamente necesarias co­ do. Cabe mencionar en tal sentido las reaccio­
mo consecuencia de posibles infecciones, no nes anafilácticas observadas en personas sensi­
son recomendables las vacunaciones prematu­ bilizadas a las proteínas del polio, que fueron
ras. No debe olvidarse que es práctica corriente inoculadas con vacunas preparadas por cultivos
la vacunación de las mujeres grávidas con el de virus inrnunogénicos en embrión de pollo.
objeto de asegurar la transferencia congénita de A gentes inm unizantes, en especial v iru s,
anticuerpos y por consiguiente la creación en el pueden producir alteraciones en los tejidos del
recién nacido de una inmunidad pasiva transi­ vacunado, originando antígenos modificados,
toria. Ello tiene lugar por la transferencia de que actúan desencadenando reacciones de au-
anticuerpos a través de placenta (IgG) y por los toagresión, como la encefalitis observada en
366 Aspectos básicos de la inmunidad

Cuadro 20-1. Programa de vacunaciones en cuenta que la estimulación antigénica no só­


lo pone en marcha la producción de anticuer­
Edad Vacuna D osis pos, los métodos de valoración que se han de
usar deben ser aquellos que miden el grado de
l “ mes BCG Ú nica
2° mes Triple (difteria-tétanos- Prim era protección que ellas confieren a animales de
coqtieluclie) experimentación sometidos posteriormente a la
Sabin Prim era infección. Estos métodos a su vez deben ser
3“' mes Triple Segunda evaluados en relación con los resultados obte­
4° mes Triple T ercera
Saláin Segunda nidos en pruebas de campo efectuadas con gru­
6° mes A ntivariólica# Ú nica pos humanos altamente significativos. Estos ti­
Entre 9 y 12 Saram pión Ú nica pos de controles son inchspensables, ya que no
meses siempre la infección que un microorganism o
Paperas Ú nica
R ubéola Ú nica produce en un animal de experimentación cur­
18 m eses Triple C uarta sa de manera similar a la que ocurre en el hom ­
Sabin T ercera bre. La inoculación de B. pertussis en ratón,
Ingreso escolar BCG * por vía intracerebral, origina una infección ge­
D oble (difteria-tétanos) Ú nica
Sabin R efuerzo neralizada; en el niño este microorganismo es
12 años A ntivariólica Refuerzo el responsable de la tos convulsa o coqueluche.
BCG * No obstante este comportamiento distinto en el
18 años A ntivariólica Refuerzo
BCG *
ratón y el hombre, las pruebas de campo han
c/5 años A ntivariólica Refuerzo demostrado que aquellas vacunas que resultan
c /lO a ñ o s A ntivariólica Refuerzo efectivas cuando se mide su potencia en rato­
A ntitetánica R efuerzo nes, son las que proporcionan protección ade­
L a vac u n ac ió n se hará en los in d iv id u o s íubercuJinonegaüvo.s. cuada en los niños. Desafortunadamente, la co­
# En m u ch o s p aíses Ur v ac u n ac ió n an tiv íirió lic a h a d eja d o d e ser rrelación observada en este caso no ocurre con
obligatoria.
E m barazadas: V acu n a a n tip o lio in ielítica (S abin); al 5” y 7° m es de
otros microorganismos.
e m b a raz o en las n o v acu n ad as y al 7° m es en las a n te rio rm en te v a ­ En estos últimos tiempos se está intentando
cunadas.
V a cu n a antitetánica: al 5° m es d e em b arazo .
sustituir algunos de los métodos biológicos de
medición de la potencia de vacunas por méto­
dos inm unoquím icos de alta sensibilidad, en
especial el ELISA cuando la respuesta cursa en
vacunados contra la viruela. Felizmente, dado producción de anticuerpos. En nuestros labora­
que esta enferm edad ha sido p rácticam ente torios se ha observado buena correlación esta­
erradicada como plaga mundial, la vacunación dística entre los métodos biológicos usados pa­
antivariólica tiende a desaparecer. ra valorar vacuna anti-pertussis, anti-tetánica y
Las vasculitis observadas en algunas revacu­ antidifteria con ELISAS diseñados para tales
naciones con antígenos proteicos como el to­ fines.
xoide tetánico, serían consecuencia del depósi­
to de complejos antígeno-anticuerpo. En estos Nuevas estrategias en la elaboración
casos, la reestimulación produciría niveles ele­ de vacunas
vados de IgG que al combinai'se con el antíge­
no específico y fijar complemento desencade­ Han surgido tecnologías modernas para el
naría el fenómeno citado. desarrollo de vacunas para utilizar en la inmu­
nización del hombre y del ganado. Por una par­
Controles para determinar la eficacia te, el uso de péptidos sintéticos ha permitido
de las vacunas disponer de inmunógenos definidos. Por otro
lado, los avances de la biología molecular y las
Toda vacuna debe ser previamente controla­ técnicas de ingeniería genética han facilitado la
da a efectos de establecer su eficacia. Los mé­ clonación de ADN de bacterias y virus, y por
todos usados con tal fin no pueden ser generali­ m ecanism os de recom binación su in co rp o ­
zados. La medida de los niveles de anticuerpos ración a vectores adecuados. Los ADN clona­
alcanzados en los animales inoculados experi­ dos constituyen la parte 'del genoma que codifi­
mentalmente puede en algunos casos expresar ca para determinados epitopes, contra los cua­
el estado inmune, por ser esos anticuerpos los les quiere lograrse protección. Los vectores no
responsables de la protección, como ocurre con patógenos que se han de usar pueden ser dife­
las antitoxinas. Estas determinaciones, no obs­ rentes, y han resultado útiles, entre otros, poxa-
tante, son relativas: deben efectuarse simultá­ virus o virus vaccinia, Escherichia coli y Sac-
neamente, en igualdad de condiciones experi­ charomyces cerevisae. También se han cifrado
mentales, con vacunas de referencia y los re­ esperanzas, sobre todo para agentes inmunizan­
sultados evaluarse estadísticamente. Teniendo tes muy agresores, en las vacunas que utilizan
Inmunización activa y pasiva 367

como inmunógeno anticuerpos contra el idioti- traño y la posibilidad de obtener un inmunóge­


po del paratope que reconoce al epitope del no múltiple. Además, no es oncogénico, no es
agente agresor. patogénico para el hombre y es fácil de conser­
Cualquiera que sea el tipo de vacuna que .se var y administrar. Sin embargo, su utilización
utilice, para que sea útil debe inducir una res­ definitiva depende todavía de varios factores
puesta sim ilar a la correspondiente al agente que deben ser ampliam ente estudiados, entre
inductor que sustituye. Una vacuna antiviral, ellos, la efectividad de la respuesta inmune in­
por ejemplo, además de inducir la producción ducida y la seguridad de que el producto de re­
de anticuerpos protectores y estimular células combinación no puede originar en el huésped
efectoras, debe asegurar la síntesis de interfe­ efectos desfavorables.
rón, interleuquinas y otros moduladores de la Estas vacunas presentan muchas posibilida­
respuesta inmune. Además, no debe producir des de futuro, entre ellas la obtención de inm u­
efectos secundarios, debe ser accesible, de nógenos contra agentes como el virus del sín­
costo aceptable, estable y de fácil administra­ drome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA),
ción. para el que hasta estos momentos no se dispone
Vacunas obtenidas por recom binación de de inmunógeno capaz de inducir respuesta es­
AD N han sido preparadas para diferentes agen­ pecífica.
tes inmunológicos. Así, el gen de V. cholerae Es conveniente tener en cuenta que las p ro ­
que transcribe la información para la síntesis de teínas o péptidos finalmente traducidos por el
la subunidad (3 de la toxina colérica, ha sido vector no son glucosiladas, dada la inhabilidad
clonado e incorporado al genoma de E. coli. Lo intrínseca de las bacterias y levaduras de gluco-
mismo ha ocurrido para proteínas de origen vi­ silar los productos expresados. En ciertos c a ­
ral y parasitario. El ADN con información para sos, ello puede influir significativamente en la
el antígeno de superficie del virus de la hepati­ inmunogenicidad del producto obtenido. A fo r­
tis B humana (HBsAg) ha sido clonado e incor­ tunadamente se ha conseguido emplear células
porado al Saccharomyce.s serevisae. de mamíferos como vectores, lo que evita este
El uso de poxavirus como vector para la pre­ inconveniente.
paración de vacunas an tivirales presenta la Las inmunizaciones con péptidos .unté ti cas
ventaja de su gran tamaño, que permite la in­ han resultado efectivas en algunos casos. Se
corporación de grandes cantidades de ADN ex­ conoce la secuencia de proteínas antigénicas y

Céiula productora
de anticuerpo Ac1
Idiotipo A

Paratope A
(anti-epitope)

idiotipo A

M 1 (ariti-idiotif
Paratope tKjmy Ac2

F ig. 20-1. I. R eacción A g (X) - A cl.; II. Reacción A cl (diotipo) - R ecepto r (Ac2) ^ síntesis de A c2 (anti-idiotipo); III.
A c2 (anti-idiotipo) interacciona con R eceptor (Acl portador dei idiotipo A) e induce ia síntesis de A c l (anti-epitope del
AgX).
368 Aspectos básicos de la inmunidad

la correspondiente a genes que eodifican para mostrando efectividad en algunos casos. El uso '
proteínas cuya secuencia puede traducirse. M e­ de adyuvantes asociados ha contribuido en for­
diante métodos de computación se pudo prede­ ma efectiva.
cir, fundamentalmente por deducción de la es­ La similitud en el comportamiento entre los
tructura terciaria, qué fragmentos peptídicos de epitopes antigénicos y los paratopes {antiidioti-
una proteína pueden constituir determ inantes pos) que reconocen a los idiotipos de los sitios
antigénicos, teniendo en cuenta especialmente de combinación que reaccionan con el epitope
la hidrofilicidad de d eterm inadas regiones. (imagen interna) se debe a que ambas reaccio­
Péptidos sintéticos con esas estructuras, aco­ nes son similares. El epitope y el antiidiotipo,
plados a soportes como seroalbúm ina bovina cuando reaccionan con el idiotipo, tienen la
(SAB) o asociados a adyuvantes como el hidró­ misma capacidad de proveer contactos simila­
xido de aluminio, adyuvante de Freund incom ­ res a causa de los puentes de hidrógeno, fuerzas
pleto, etc., han mostrado que son inductores de de Van der Waals, uniones iónicas y otros tipos
la producción de anticuerpos, con resultados de uniones no covalentes que ellos originan.
variables. En ocasiones, un mismo péptido bajo Como consecuencia, tanto el epitope antigénico
la forma lineal o cíclica ha inducido respuesta como el antiidiotipo, al tener capacidad para
específica, pero generalmente con mayor afini­ reaccionar con el mismo idiotipo llevado por el
dad para el último. paratope que reconoce al antígeno (receptor an­
Entre los péptidos sintéticos que han demos­ tigénico), ponen en marcha los mecanismos que
trado ser efectivos pueden citarse, entre otros, aseguran el incremento de la síntesis de ese pa­
el péptido cíclico correspondiente a la secuen­ ratope o anticuerpo antiepitope. Los anticuerpos
cia 139-147 del determ inante antigénico “a ” antiidiotípicos inoculados inducen una respues­
del HBsAg; los residuos 8-20 y 50-64 de la su­ ta similar a la que podría inducir el epitope anti­
bunidad P de la toxina colérica; los residuos génico correspondiente (fig. 20-1), Tienen la
131-160 de la proteína V P l del virus de la fie­ ventaja de que pueden sustituir al antígeno para
bre añosa. conferir inmunidad activa, cuando el agente in­
Conviene no olvidar que hay determinantes m unizante es m arcadam ente agresor para el
antigénicos que son topográficos y, como ocu­ huésped. Además, estas vacunas podrían em ­
rre en el caso de la lisozima, están comprometi­ plearse con éxito cuando el epitope del inmunó-
dos residuos distantes unos de otros, lo que di­ geno es un polisacárido.
ficulta la posibilidad de la obtención de un pép­ Si bien es posible elaborar inmunógenos va­
tido restringido que pueda inducir una respues­ cunantes m ediante las estrategias descritas,
ta específica. cuando ello ocurra no debe olvidarse que hay
La activación de células B y T cooperadoras agentes infectivos que inducen inmunidad hu­
para lograr buena colaboración, generalmente moral y otros inmunidad mediada por células.
requiere la acción de epitopes diferentes de un Los epitopes reconocidos por los linfocitos B y
mismo antígeno, no sobrepuestos. Ello ha sido T no son los mismos, de allí que es indispensa­
demostrado en seroalbúm ina bovina y lisozi­ ble saber correctam ente contra qué se quiere
ma. Los linfocitos B pueden reconocer epitopes proteger y cuál es el mecanismo de esa protec­
estructurales y conformacionales, y los linfoci­ ción, si es que se espera lograr éxito.
tos T sólo epitopes estructurales. Un nuevo tipo de vacunas ha sido propuesta
Todos estos hechos ponen de manifiesto que, en los últimos tiempos: las ríbosomales. Están
si bien en algunos casos es posible conseguir constituidas por suspensiones de ribosomas ob­
protección contra agentes agresores usando tenidos de bacterias rotas por diferentes proce­
péptidos sintéticos, lamentablemente ello no es dimientos. A partir de los productos libres de
todavía la solución en el campo de la vacuna­ membranas y pared celular, se procura separar
ción. Además, por los métodos de recombina­ los contaminantes proteicos y los lipopolisaeá-
ción de ADN y de la preparación de péptidos ridos que acompañan a los ribosomas, utilizan­
sintéticos, no es posible elaborar vacunas con­ do para ello diferentes metodologías como cen­
tra epitopes antigénicos de naturaleza hidrocar­ trifugación diferencial, filtración por geles, cro­
bonada. matografía de afinidad, etc. En algunas oportu­
El empleo como inmunógenos contra deter­ nidades son indispensables tratamientos enzi­
minados agentes de paratopes que reconocen el máticos previos para lograr los fines deseados.
idiotipo del sitio de combinación que interae- La cromatografía de afinidad con anticuerpos
ciona con dichos agentes, ha sido oportuna­ monoclonales dirigidos contra los contaminan­
mente propuesto. En algunos casos, como ra­ tes, especialmente los lipopolisacáridos de las
bia, hepatitis B, polio tipo II, Tripanozoma cru- bacterias gramnegativas, ha demostrado ser efi­
zi, se han elaborado vacunas de este tipo, utili­ ciente. Pequeñas contaminaciones han sido re­
zando anticuerpos monoclonales o policlona­ sueltas por esta metodología. Para algunos ti­
les. La respuesta inm une lograda es variada. pos particulares de microorganismos, la crom a­
Inmunización activa y pasiva

tografía de afinidad con lectinas ha dado bue­ zados, países no industrializados, zonas tropi­
nos resultados. cales, etc.).
Cuando se preparan vacunas ribosomales se Fase 2: es una extensión de la fase 1, sobre
recomienda que los ribosomas estén lo menos todo cuando se ha demostrado efecto p ro tec­
contaminados posible, recurriendo para ello a tor, y se lleva a cabo en pequeña escala en vo­
las metodologías descritas; no obstante, la ad­ luntarios, a los que se desafía con el agente in­
sorción de proteínas de membrana a los riboso­ feccioso.
mas, liberadas por los procesos de ruptura bac­ Fase 3: el ensayo se hace en gran escala, ge­
teriana, dificultan m uchas veces la p u rifica­ neralmente seleccionando comunidades que vi­
ción. Hay autores que han recurrido a la forma- ven en zonas endémicas, en los que se valora el
lización de los ribosomas para obtener produc­ poder protector contra la enfermedad o las me­
tos más estables y efectivos, sobre todo porque jorías experimentales en los previamente infec­
la integridad de los ribosom as puede verse tados.
afectada por los procedim ientos de p urifica­ Las autoridades sanitarias sólo podrán auto­
ción. rizar, para su uso en el hombre, a aquellas va­
Si bien los primeros estudios sobre vacunas cunas que hayan cumplido satisfactoriam ente
ribosom ales atribuían su eficacia al A RN de con las 3 fases arriba establecidas.
doble cadena que ellos contienen, estudios pos­
teriores demostraron que estaban contaminados SEROTERAPIA
con componentes antigénieos de la superficie
bacteriana. Esto ha hecho que todavía no se ha­ La transferencia pasiva de anticuerpos puede
ya dilucidado cuál es el verdadero mecanismo ser congénita y experim ental. La seroterapia
por el que estas vacunas inducen inmunidad. utiliza como agentes inmunizantes pasivos los
Hay quienes sostienen que la protección se de­ inm unosueros que contienen anticuerpos ho­
be a las contaminaciones con antígenos de su­ mólogos o heterólogos experimentalmente ela­
perficie, en tanto que otros consideran que los borados.
ribosomas son los responsables de esa función,
aunque la causa de ello no se conoce. Algunos Antisueros específicos heterólogos
suponen que los ribosomas sólo ejercerían un
efecto potenciador de los antígenos que conta­ Si bien antes del advenimiento de los anti­
minan las preparaciones usadas como vacunas. bióticos y quimioterápicos fue frecuente el em­
Sea cual fuere el mecanismo, es conveniente pleo de sueros antibacterianos heterólogos, en
resaltar que la máxima eficiencia se consigue especial antineumocócico, antimeningocócico,
con ribosomas monoméricos, por lo que duran­ antitífico, etc., en la actualidad no se usan. Los
te su procesamiento debe evitarse todo aquello antisueros obtenidos por inoculación de gran­
que pueda llevar a la disociación o fragmenta­ des animales que todavía se siguen usando son
ción de los ribosomas. los antitóxicos, en especial antidiftérico, antite­
tánico, antigangrenoso, antibotulínico y los es­
Ensayos de seguridad a que deben ser pecíficos para venenos de ofidios y arácnidos.
sometidas las vacunas antes de su uso Su calidad ha sido m ejorada por desespecia-
definitivo en el hombre eión enzimática, mediante tratamiento con pep­
sina, la que al liberar el fragmento Fe de la mo­
Las vacunas son usadas como profilácticos lécula de inmunoglobulina permite obtener un
para prevenir enfermedades causadas por agen­ suero rico en F (ab’)2. Este sigue funcionando
tes infecciosos y no deben producir, o deben como anticuerpo neutralizante muy activo, y
estar reducidos al mínimo, los efectos adver­ carece del fragmento donde se encuentra ubica­
sos. Es por ello que su aprobación pai'a el uso da la mayor parte de los determinantes antigé-
definitivo en humanos requiere que, después de nicos con especificidad de especie.
haber cumplido las pruebas de laboratorio de El uso de algunos de estos antisueros h a dis­
eficiencia y no toxicidad, hayan aprobado los minuido considerablemente, en especial el del
ensayos clínicos en el hombre, los que tienen antidiftérico y del antitetánico, com o conse­
lugar en tres etapas o fases: cuencia del grado de inmunización activa con­
Fase 1: la vacuna administrada a voluntarios tra esos agentes alcanzado por la población, lo­
humanos no debe inducir reacciones adversas, grado con planes de vacunación eficaces elabo­
y, de ser posible, debe determinarse su eficien­ rados por las autoridades sanitarias.
cias como vacunante. Estos ensayos deben ha­
cerse preferentemente en lugares con condicio­ Gammaglobulina humana
nes ambientales y climáticas similares a las co­
rrespondientes a los lugares donde la vacuna va Se utiliza con fines terapéuticos con el obje­
a ser usada definitivamente (países industriali­ to de conferir inmunidad pasiva contra nume­
370 Aspectos básicos de la inmunidad

rosos agentes infecciosos, en especial virales. de la hepatitis B y del SIDA (Síndrome de in­
Se obtiene de placenta hum ana y se purifica munodeficiencia adquirida). Este último hecho
por tratamiento salino o alcohólico. Se conside­ obliga a seleccionar cuidadosamente a los he-
ra que, como consecuencia de inm unización modadores voluntarios.
activa por enfermedad o por vacunación ocurri­ Existe información de que se han obtenido
da en las madres de donde dichas placentas cepas de ratones transgénicos que sintetizan
provienen, la gammaglobulina resultante puede IgG humana completa, y que cuando son esti­
ser efectiva. mulados con inmunógenos inducen la form a­
ción de anticuerpos localizados en dicha inmu­
Antisueros específicos homólogos noglobulina. De confirmarse estos resultados
los mismos serían de valor extraordinario, ya
Se obtienen por inmunización activa de vo­ que las células de bazo de esos ratones inocula­
luntarios sanos contra determ inados agentes; dos con antígenos convencionales podrían ser
toxina tetánica, B. pertussis, sarampión, pape­ hibridizadas y originar hibridomas sintetizado-
ras, etc. La ventaja que tienen sobre los anti­ res de anticuerpos monoclonales humanos. Su
sueros heterólogos es que reducen al mínimo uso en terapéutica humana sería fascinante, ya
las reacciones de hipersensibilidad. que permitiría seleccionar la calidad del anti­
cuerpo a usar en cuanto a su afinidad y capaci­
Gammaglobulinas específicas dad protectora, a la vez que se verían minimi­
zados los actuales problemas de transmisión de
Son soluciones en riq u ecid as en fracción enfermedades infecto-contagiosas debidas a in­
gammaglobulina y obtenidas por precipitación munizaciones pasivas.
alcohólica de sueros humanos inmunes, prove­
nientes de personas eficazm ente vacunadas Control de los antisueros
contra determinados virus, bacterias o sus toxi­
nas. Son productos concentrados con un alto Los sueros inmunes homólogos y heterólo­
contenido en anticuerpos. Al igual que los an­ gos y las gammaglobulinas específicas deben
teriores, son muy efectivas cuando los meca­ ser controlados antes de su uso para establecer
nismos reguladores de la agresión son los de la su eficacia.
inmunidad humoral. La actividad antitóxica se determina midien­
do la capacidad que tienen para neutralizar to­
Complicaciones de la seroterapia xinas letales de actividad conocida sobre deter­
m inadas especies anim ales. Los anticuerpos
Cuando se usan sueros heterólogos, las pro­ antimicrobianos se miden por aglutinación, y
teínas de la especie animal de la que provienen, los antivirales, por inhibición de efecto, en es­
actuando como antígenos, pueden inducir res­ pecial sobre la capacidad aglutinante que la
puesta inmune con producción de anticuerpos mayor parte de los virus tienen sobre los hema­
de clase IgE. Éstos, al sensibilizar a mastocitos, tíes de pollo, o sobre el efecto citopatogénico
pueden desencadenar, ante nuevas inoculacio­ que producen en fibroblastos u otras líneas ce­
nes de esa proteína, un choque anafiláctico. lulares.
Cuando se emplean estos antisueros es necesa­
rio efectuar pruebas cutáneas de sensibilización
en todas aquellas personas que hubiesen sido BIBL IO G R A FÍA
inyectadas alguna vez con sueros heterólogos.
Otra complicación es la enfermedad del sue­ L A da, G. L. “V accines” , en Fundam ental Im m unology,
W. E. Paul. Ed. R aven Press Ltd. N ew Y ork, 1993.
ro (véase cap. 32), la que se observa a los 8-10 2. A guado J S; N uevas form as de creación de vacunas:
días de la inoculación y es debida a que los an­ tecnología del A D N recom binante. Inm unología (B ar­
ticuerpos no citotrópicos originados contra la celona), 5.- 73, 1986,
proteína heteróloga, al reaccionar con el exceso ,3, A oyam a, T ,, M urase, Y , G onda, T., Iw ata, T, “T y p e
specific efficacy o f acellular pertussis vaccine” . Am . I.
de la misma aún no degradada, forman comple­ Dis. Child. 142: 40, 1988,
jos Ag-Ac en la zona de ligero exceso de antí­ 4, Bell, R., Torrigiani, G., Eds. Toward.'i hetter carbohy-
geno. Estos complejos, fijadores del com ple­ drate vaccines. N ew Y ork, John W iley & Sons, 1987.
mento, se depositan especialmente en piel y ri­ 5, Brow n E, C hanock R M , B erner R A (Eds): N ew ap-
p roaches to im m unization. C oid S pring H arbor L ab o ­
ñón, y son los responsables de las diferentes ratory, 1986,
manifestaciones clínicas de la enfermedad. 6, Brow n, F, “The potential o f peptides as vaccines”, Se-
Los sueros homólogos y productos de ellos min. Virol. 1 : 67, 1990.
derivados no dan enfermedad del suero, pero sí 7, B yars, N, E,, A llinson, A, C, “A d ju v an t form ulation
for use in vaccines to elicit cell-m ediated and hum oral
pueden originar reacciones de hipersensibilidad im m unity” Vaccine 5: 223, 1987,
debidas a aloantígenos. Otro de los inconve­ 8, Cryz, S, J, Jr, Ed, V accines and Im m unotherapy, N ew
nientes es la posibilidad de transmitir el virus Y ork, P ergam on P ress, 1991,
Inmunización activa y pasiva 371

9. F enner, F. J., H en d erso n , D. A ., A rita, I., Jezek, Z., ta ria P a n a m e ric a n a , W ,H .O ,): M a n u a l de P r o c e d i­
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ponses protective at the portáis o f entry of m icrobial rianas y toxoides, publicados por W H O durnte lo s úti-
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15, O rganización Panam ericana de la Salud (O ficina S ani­ V ol, 97, Supplem ent 1, lu ly , 1994,
IVIecanismos citotóxicos
mediados por células

MARTÍN ISTURIZ
MIRTA GIORDANO 21
E! conjunto de fenóm enos que integran la criptos y no actúan por la liberación de sustan­
respuesta inmune se encuentra asociado, por ra­ cias al medio, lo que podría destruir células o
zones históricas, al concepto de protección o tejidos no comprometidos con el proceso.
defensa del individuo contra las agresiones ex­ Cuando se aborda el análisis de un fenómeno
ternas causadas por diferentes m icroorganis­ de este tipo es necesario contar, en prim er lu­
mos. En el presente capítulo se analizarán las gar, con un método apropiado para evaluar la
características de las células que actúan como muerte de la célula “blanco”. Por ejemplo, si se
efectoras de los mecanismos citotóxicos, así co­ trata de una bacteria o un parásito, es posible
mo la forma en que reconocen a las diferentes observar microscópicamente su destrucción o
noxas y cuáles son sus mecanismos de ataque. la inhibición de su capacidad para proliferar en
Si bien es habitual referirse a estos mecanis­ medios de cultivo adecuados luego de su con­
mos citotóxicos como pertenecientes a la inm u­ tacto con la célula efectora. Si, en cambio, la
nidad celular, esto no es más que una clasifica­ célula “blanco” es una célula tumoral o normal,
ción académica para facilitar su comprensión. puede utilizarse el colorante azul trypan para
Más adelante veremos que, muchas veces, las poner en evidencia la lisis, ya que este coloran­
células efectoras actúan en estrecha relación te tiene la particularidad de teñir únicamente a
con sustancias que corresponden al “comparti­ las células muertas. Asimismo, es posible recu­
miento humoral”. rrir a alguna característica metabólica particu­
lar que pueda asociarse con la viabilidad de la
célula “blanco” utilizada en la reacción. Por
G EN ERA LID A D ES ejemplo, si se trata de una célula secretora, me­
dir su capacidad para liberar un determinado
En todo sistema citotóxico mediado por cé­ producto de secreción. Estos métodos tienen la
lulas existe, por un lado, una célula agresora y desventaja de ser muy laboriosos y sólo se uti­
por otro, una bacteria, parásito, célula infectada lizan para la evaluación de algún sistem a en
por virus o una célula tumoral que es agredida particular. El método más difundido para el es­
durante el proceso y que se denomina genérica­ tudio de los mecanismos citotóxicos es el de la
mente célula “blanco” (o “target cell” en la lite­ incorporación de sustancias radiactivas a las
ratura en inglés). células “blanco” . La destrucción de éstas per­
Hay dos condiciones necesarias, pero no su­ mite que la sustancia radiactiva se libere al me­
ficientes, para que cualquier mecanismo citotó­ dio y pueda ser cuantificada fácilmente.
xico mediado por células se lleve a cabo: 1) la Las sustancias radiactivas deben cu m p lir
viabilidad de las células efectoras, y 2) el con­ ciertos requisitos para ser utilizadas:
tacto estrecho entre las células efectoras y las
células “blanco”. La lisis de estas últimas es la 1) Deben incorporarse a las células “blanco”
fase final de la reacción citotóxica. en cantidades compatibles con sistem as
C onceptualm ente, debe tenerse en cuenta de microrreacciones.
que los procesos citotóxicos fisiológicos ejer­ 2) No deben liberarse al medio espontánea­
cen su acción lítica en ámbitos muy circuns­ mente.
376 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

3) Una vez liberadas al sobrenadante, no de­ linfocitos T son de gran importancia para la de­
ben ser reutilizables, en forma significati­ fensa del individuo contra las infecciones cau­
va, por las células restantes. sadas por virus, y ocasionalmente contra algu­
4) Su liberación al medio debe tener correla­ nos parásitos intracelulares. Tienen participa­
ción directa con el efecto lítico produci­ ción, además, en el rechazo de los trasplantes y
do. de ciertos tumores.

Sin lugar a dudas el agente radiactivo más Características de las células efectoras
utilizado es el Na^^'CrO^C'Cr), que tiene la
ventaja adicional de poner de manifiesto rápi­ Las células efectoras pertenecen a una sub­
damente el efecto citotóxico. Para el caso de población de linfocitos T, denominados linfoci­
bacterias o parásitos que no incorporan el ^‘Cr tos T citotóxicos, y que generalmente expresan
o que lo liberan en forma espontánea, se usan en su membrana el antígeno CD8.
bases nitrogenadas radiactivas como, por ejem­ Para que la citotoxicidad mediada por linfo­
plo, la ^H-timidina, que se incorporan a los áci­ citos T se lleve a cabo es necesario que las cé­
dos nucleicos. lulas efectoras hayan sido previamente sensibi­
Este capítulo fue escrito con el objeto de lizadas contra un antígeno determinado, ya sea
brindar al lector las características básicas y los en el curso de una infección natural, o experi­
aspectos conceptuales más sobresalientes de mentalmente por su inoculación. Es así que los
los mecanismos citotóxicos mediados por célu­ linfocitos T reconocerán sobre la membrana de
las, marcando semejanzas y diferencias entre la célula “blanco”, únicamente el antígeno con­
ellos, con la finalidad de facilitar el acceso a tra el cual fueron sensibilizados, lo que implica
publicaciones especializadas en cada uno de que la citotoxicidad T es un mecanismo especí­
los temas. fico.
Los seis tipos de mecanismos citotóxicos a
los que haremos referencia son funcionales a Mecanismos de generación de linfocitos T
nivel fisiológico. C abe señ alar que existen citotóxicos
otros sistemas líticos mediados por células que
han sido desarrollados en forma experimental Tomemos como ejemplo una infección viral.
para ser utilizados como modelos en el estudio Al invadir un organismo los virus son capaces
de las funciones citotóxicas. El ejem plo más de penetrar activamente en las células permisi­
conocido quizá sea el de la citotoxicidad indu­ vas y reproducirse en ellas. Durante el proceso
cida en células linfoides y m onocitarias por de multiplicación, muchas proteínas virales, o
ciertas leetinas mitogénicas como la concana­ más bien pequeños péptidos de entre 8 y 11
v a lin a A (C on A) y la fito h e m a g lu tin in a aminoácidos, son expresados en la membrana
(PHA). Estos sistemas artificiales no serán des­ de la célula infectada, asociados a moléculas de
critos. clase I del complejo mayor de histocompatibi­
lidad (CMH). Esta asociación entre proteínas
virales y moléculas de clase I posibilita el reco­
CITOTOXICIDAD MEDIADA nocimiento del antígeno por parte de una sub­
POR LINFOCITOS T población de linfocitos T CD8+, conocidos co­
múnmente como linfocitos T citotóxicos. For
En el año 1960, A. Govaerts informó que los lo tanto, es importante recordar que, a diferen­
linfocitos del conducto torácico de un perro, cia de lo que ocurre con el receptor antigénico
que había rechazado un trasplante renal aloge­ de los linfocitos B, el receptor (TCR, del in­
neico, eran capaces de lisar células epiteliales glés: T cell receptor) de los linfocitos T CD8+
de riñón provenientes del perro dador del órga­ no reconoce al antígeno en su forma nativa, si­
no. Este experimento fue una de las primeras no únicamente al complejo formado por el antí­
demostraciones directas de que los linfocitos geno y las moléculas de clase I del CMH (fig.
pueden actuar como células citotóxicas. 21-la).
Una década después, Hayry y Defendí, culti­ Las moléculas de clase I están expresadas en
vando linfocitos normales junto con células tu­ forma constitutiva en casi todas las células del
morales, consiguieron obtener linfocitos citotó­ organismo. Aparentemente la unión entre el re­
xicos específicos para las células tumorales. El ceptor antigénico del linfocito T y el conjunto
hecho de haber podido reproducir el fenómeno antígeno-molécula de clase I no tiene la sufi­
totalmente “in vitro” permitió la realización, de ciente afinidad como para desencadenar el pro­
allí en más, de un estudio detallado del sistema, ceso lítico por parte de la célula T CD8+. Para
ya que pudieron hacerse ensayos en condicio­ ello son necesarias las moléculas de adhesión,
nes experimentales bien definidas. que interactúan entre células efectoras y células
Los m ecanism os citotóxicos mediados por “blanco” y que perm iten iniciar el fenómeno
Mecanismos citotóxicos mediados p o r células 377

CPA

F ig. 21-1. R econocim iento del antígeno por p arte de los linfocitos T: a) T citotóxicos; b) T colaboradores.

citotóxico. Las moléculas CDS presentes en los T colaboradores (“helper”). En forma análoga a
linfocitos T tienen la particularidad de unirse a la d escrita para los linfocitos T CDS"^, esta
la porción no polimórfica de las moléculas de unión no tiene la afinidad suficiente para que la
clase I en las células “blanco”, lo que significa célula prolifere y son necesarias las moléculas
que las CDS actúan como moléculas de adhe­ de adhesión para que ello ocurra; entre ellas, las
sión en estos sistemas, y permite explicar por moléculas de CD4, que se unen a la porción no
qué los linfocitos T CD8+, y no otros, son los polimórfica de las moléculas de clase II de las
que intervienen en estos procesos restringidos CPA. Hay otras uniones entre moléculas de ad­
por moléculas de clase I (fig. 21-1 a). hesión que son necesarias para obtener una acti­
En un individuo no sensibilizado, son muy vación satisfactoria de las células T. De particu­
pocos los clones de linfocitos T CD8+ capaces lar importancia para iniciar la proliferación pa­
de reconocer las proteínas específicas de un vi­ rece ser la unión entre la proteína B7 en las
rus determinado y, por ende, son insuficientes CPA y la CD28 en la célula T (fig. 21-lb).
para detener el curso de una infección. La am­ Cuando los linfocitos CD4+ reconocen al an­
plificación del sistema citotóxico específico es, tígeno expresado con las moléculas de clase II
por consiguiente, una condición imprescindible en las CPA hay tres eventos (no son los únicos)
para que se lleve a cabo la total eliminación de fundamentales que se producen casi simultánea­
las células infectadas. Este proceso de amplifi­ mente a la interacción entre el receptor T y el
cación depende de linfocitos T CD4+ y es deta­ antígeno; 1) secreción de la interleu q u in a 1
llado a continuación. (IL-1) por parte de las CPA, 2) inducción de la
En el curso de una infección viral se liberan expresión de receptores para interleuquina 2
al medio extracelular una serie de virus infecti­ (IL-2) en los linfocitos CD4+ y 3) secreción de
vos, virus defectivos y proteínas virales, que IL-2 por parte de las células CD4‘^.
van a ser captados por células del sistema mo­ La IL-2 actiía como el mitógeno natural de
nonuclear fagocítico y otras, como los linfoci­ las células CD4-h, por lo tanto, estos linfocitos
tos B y las células dendríticas, conocidas gené­ proliferan a través de un mecanismo autocrino,
ricamente como células presentadoras de antí­ ya que “fabricaron” los receptores para prolife­
genos (CPA). Las CPA expresan constitutiva­ rar (receptores para IL-2) y el agente que indu­
mente moléculas de clase II del CMH, y son ce la proliferación (IL-2). De esta m anera se
capaces de captar antígenos por fagocitosis o produce una expansión elonal de linfocitos T
endocitosis, degradarlos parcialmente y expre­ CD4+ restringida, por supuesto, a las células
sarlos en su membrana asociados a las m olécu­ CD4+ que fueron capaces de reconocer al antí­
las de clase II. Es justam ente esta asociación geno originalmente (fig. 21-2).
entre determinante antigénico y moléculas de En cuanto a los linfocitos citotóxicos, que
clase II la que es reconocida por los receptores son casi exclusivamente CD8+, también sufren
antigénicos de una subpoblación linfocitaria T un proceso de amplificación después de reco­
CD4+ conocidos genéricamente como linfocitos nocer al antígeno en asociación con las molé­
378 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

IL-1

/A
Lisis

F ig. 21-2. R epresentación de la expansión clonal de los Im tocitos T citotóxicos.

culas de clase I del CMH sobre la célula infec­ dad “natural killer” o actividad NK. A diferen­
tada. Si bien esta interacción induce la expre­ cia de lo que ocurre con la citotoxicidad T, p a­
sión de receptores para IL-2 en la membrana de ra que se lleve a cabo no es necesario que haya
los linfocitos citotóxicos, éstos son incapaces habido sensibilización previa de las células
de sintetizar IL-2. Por lo tanto, para expandirse efectoras; más aún, la actividad NK no se ve
necesitan de la IL-2 producida por las células influida por la exposición previa al antígeno.
CD4+ (fig. 21-2). De aquí se puede deducir la El hecho de que la actividad NK se ejerciera
gran importancia que tienen las células CD4+ in vitro contra células tumorales sin afectar a
en el proceso de generación de las células cito­ las células normales despertó una gran expecta­
tóxicas. En efecto, en ausencia de ellas prácti­ tiva entre los inmunólogos clínicos. Sin embar­
camente no hay desarrollo de mecanismos cito- go, a pesar de numerosos experimentos realiza­
tóxicos mediados por células T. Más aún, tam­ dos no ha sido posible demostrar que las célu­
poco hay producción de anticuerpos. las NK tengan un papel relevante en la preven­
Finalm ente cabe señalar que las células T ción del desarrollo tumoral. Por ejemplo, la ci­
CD4+ esquematizadas en la figura 21-2 com­ totoxicidad NK mediada por los linfocitos peri­
prenden, en realidad, dos poblaciones bien de­ féricos de pacientes con cáncer no se ve dismi­
finidas fenotípica y funcionalmente en el ratón nuida hasta que no se alcanza un deterioro im ­
y, por lo menos, funcionalmente en el hombre. portante en la condición general del individuo.
Estas células denominadas T H l y TH2 (TH, de Asimismo, no se ha encontrado potenciación
T “helper”) tienen un patrón muy amplio y de­ de la actividad NK en aquellos pacientes que
finido de secreción de interleuquinas que inter­ responden positivam ente a la inm unoterapia.
vienen en los distintos pasos de activación, ex­ No obstante, algunos autores han argumentado
pansión, y maduración de los linfocitos T CD4+ que el control del crecimiento tumoral por par­
y CD8+. Hoy es conocido que las células THI te de las células NK se daría en una etapa tem­
son las responsables de la secreción de IL-2, prana de la transformación maligna; siendo los
interferón gamma, factor de necrosis tumoral tumores que se expresan clínicamente resisten­
(TNF) e IL-12; mientras que las TH2 son las tes a la lisis por esta vía.
células encargadas de la secreción de IL-4, IL-
5, IL-t e IL-10 luego del reconocim iento del Características de las células efectoras
antígeno.
Las células NK constituyen una subpobla­
ción con variaciones morfológicas respecto de
C IT O T O X IC ID A D “N ATURA L K IL L E R ” los linfocitos típicos que comprende entre el 10
y el 20% de los linfocitos periféricos humanos.
El sistema inmune de todos los vertebrados Se conocen como linfocitos de gránulos gran­
presenta subpoblaciones linfocitarias que tie­ des (LGL = large granular lymphocytes, del in­
nen la capacidad innata de lisar cierto tipo de glés), en alusión a la presencia de gran cantidad
células tumorales y de células infectadas por de gránulos eosinófilos en su citoplasma
virus. Este fenómeno citotóxico, descrito alre­ En cuanto a su fenotipo, las células NK se
dedor del año 1970, se conoce como citotoxici­ definen como linfocitos maduros CD2“^, que no
Mecanismos citotóxicos mediados p o r céluias 379

expresan inmunoglobulinas de superficie ni el Célula normal Célula NK


complejo CD3-TcR que corresponde al recep­
tor antigénico de linfocitos T. Por lo tanto, son
una subpoblación diferente de las células T ci­
totóxicas. Además, ciertas células NK presen­
tan marcadores de monocitos/macrófagos co­
mo los antígenos M I y M A C l, mientras que No-lisis
otras no expresan marcadores de linfocitos T,
B o monocitos. Estas últimas se conocen como
células nulas o linfocitos K y, tal como se verá
más adelante, también son efectoras de la cito-
toxicidad celular dependiente de anticuerpos.
Esta gran heterogeneidad fenotípica de las cé­
lulas efectoras indica que la actividad NK no
está restringida a un determinado tipo celular
sino que, por el contrario, es una función cito­ Célula mutada
tóxica capaz de ser mediada por células de di­
ferente linaje.
Merece destacarse el hecho de que todas las
células NK expresan receptores para el frag­
mento Fe de la IgG, relacionado con el antíge­
no G D I6, no obstante lo cual este receptor no
está involucrado en la inducción de la lisis, ni
es privativo de ellas. La molécula de CD56 es
el marcador más característico de las células
NK maduras, y el CD57 de las inmaduras.
El proceso citotóxico se inicia con la unión
entre la célula efectora y la célula “blanco” . Es­
to supone la existencia de receptores en las cé­
lulas NK, capaces de reconocer ciertas estruc­
turas expresadas sobre la célula “blanco” . H as­ Célula Infectada
ta el año 1994 no habían podido caracterizarse por un virus
el o los receptores responsables del reconoci­
miento de la célula “blanco” por paite de la cé­
lula NK. En poco tiempo, sin embargo, se clo­
naron e identificaron más de 10 moléculas que
están presentes en subpoblaciones de células
NK y que, cuando interactúan con el ligando
correspondiente sobre la célula “blanco” , son
capaces de inducir señales estimulatorias o in­
hibitorias de la lisis. Un subgrupo de estos re­
ceptores pertenece a 1a familia de leetinas de ti­
po C, que unen oligosacáridos presentes en
muchos tipos distintos de glucoproteínás y glu­ F ig. 21-3. M odelo de reconocim iento y activación d e las
colípidos (fig. 21-3). células “natural killer” .
Evidencias recientes indican que las células
NK son capaces, además, de reconocer antíge­
nos de clase I del com plejo mayor de h isto ­ interferón y, aumentan la actividad NK, tal co­
compatibilidad. Este reconocimiento es necesa­ mo lo hacen con la citotoxicidad T. Por su par­
rio para evitar que, una vez producida la unión te, la IL-2 que, como se mencionó anteriormen­
entre células efectora y “blanco”, se ponga en te, juega un papel fundamental en la prolifera­
marcha la maquinaria lítica. Es decir que, cuan­ ción y diferenciación de los linfocitos T citotó­
do los antígenos de clase I están ausentes de la xicos, incrementa la actividad NK.
m em brana de una célula m utada o han sido Por último señalaremos que la actividad NK
modificados por un péptido viral (fig. 21-3), la en eélulas humanas se evalúa comúnmente uti­
célula NK se activa para eliminar las células lizando como “blanco” la línea celular derivada
tumorales o infectadas por un virus. de una eritroleucemia humana, K562, m uy sen­
La capacidad lítica de las células NK está re­ sible a su actividad. En ratones se utiliza la lí­
gulada por distintas linfoquinas. Por ejemplo, nea celular YAC-1 que deriva de una leucemia
se ha visto que los interferones, en especial el murina inducida por el virus de Maloney.
380 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

CITOTOXICIDAD CELULAR INDUCIDA ratones normales no sensibilizados previamen­


POR INTERLEUQUINA 2 te con antígenos eran capaces de lisar células
tumorales reeubiertas con anticuerpos específi­
En los últimos años se ha demostrado que el cos. El proceso citotóxico, que no involucraba
tratamiento “in vitro” de linfocitos periféricos la participación del sistema del complemento,
humanos con IL-2, además de favorecer la ci­ mostró su eficiencia contra un amplio panel de
totoxicidad T y NK, induce una actividad cito- células “blanco” . A este sistema lítico, esen­
lítica adicional a la manifestada por las células cialmente extracelular, se lo denominó citoto­
NK. Estos linfocitos susceptibles a la IL-2 pa­ x icidad celular d ependiente de anticuerpos
recen pertenecer al linaje de los NK aunque es (ADCC); esta sigla, proveniente del inglés “an­
evidente que presentan características fenotípi­ tibody dependent cell mediated cytotoxicity”,
cas diferentes entre ellos, quizás por su diferen­ es la utilizada en la literatura científica para
te estado de activación, por lo que es imposible describir a este mecanismo. Recientemente se
considerarlos como un tipo celular definido. A ha demostrado que esta función está compro­
estas células capaces de ser activadas por IL-2 metida en procesos de inmunidad contra tumo­
se las conoce con el nombre de células LAK res, en el rechazo de trasplantes, así como tam­
(de “lym phokine activated killer cells”). Las bién en la destrucción de bacterias, parásitos, y
células LAK son capaces de lisar una gran va­ células infectadas por virus.
riedad de células tum orales, incluso muchas La reacción citotóxica se inicia con el reco­
que no son sensibles a las células NK. En expe­ nocimiento, por parte de la célula efectora, de
riencias clínicas que se están llevando a cabo, los anticuerpos que recubren a la célula “blan­
las células LAK han demostrado ser efectivas co”, a través de los receptores para el fragmen­
en los tratamientos de melanomas, linfomas, y to Ec de las Ig (REc) expresados en la membra­
en metástasis renales llevados a cabo en pa­ na (fig. 21-4). En la mayor parte de los casos,
cientes term inales. A ctualm ente, aunque en el anticuerpo que participa en la ADCC es de la
forma parcial o limitada, las células LAK cons­ clase IgG y, por consiguiente, los receptores
tituyen una herramienta potencial para la inmu­ celulares de las células efectoras intervinientes
noterapia del cáncer. son los REc de IgG. Sin embargo, ciertos linfo­
citos T con RFc de IgA y los polimorfonuclea­
res neutrófilos son capaces de mediar la ADCC
CITOTOXICIDAD CELULAR contra células “blanco” sensibilizadas con IgA.
DEPENDIENTE DE ANTICUERPOS Asimismo, los monocitos y los polim orfonu­
cleares eosinófilos que expresan RFc de IgE in­
En el año 1965, E. Moller describió un fenó­ ducen la destrucción de células recubiertas con
meno citotóxico por el cual los esplenocitos de IgE. Este sistema parece ser muy importante en

Citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos

Lisis

Célula efectora Célula “blanco”


(linfocito K, Ty, B,
monocito, PMN, macrófago)

F ig . 21-4. E squem a representativo del reconocim iento entre la célula efectora y la célula “blanco” en la citotoxicidad c e ­
lular dependiente de anticuerpos.
Mecanismos citotóxicos mediados por células 381

la inmunidad contra parásitos. En cuanto a la brar a los monocitos, los macrófagos y los p oli­
capacidad de los anticuerpos IgM para iniciar morfonucleares neutrófilos y eosinófilos, así co ­
una reacción de ADCC, no se encuentra total­ mo también a los linfocitos B y algunas subpo­
mente definida. No obstante, está aceptado que blaciones de linfocitos T CD16+. La caracterís­
la IgM puede potenciar la ADCC inducida por tica común que permite agrupar a todas estas
anticuerpos de la clase IgG. células efectoras es la de que expresan sobre su
Una característica de la ADCC es que la cé­ membrana RFc, no como simples marcadores
lula efectora no presenta restricciones en cuan­ fenotípicos, sino como unidades de reconoci­
to a antígenos de histocom patibilidad. Por lo miento e inducción de su actividad citotóxica.
tanto, resulta operativa contra células “blanco”
isogeneicas, alogeneicas y xenogeneicas. Mecanismos líticos
A sim ism o m erece destacarse que la ADC
desarrolla su actividad máxima a concentracio­ Los mecanismos líticos de los linfocitos T
nes muy bajas de anticuerpos. Por ejemplo, se sensibilizados, de las células NK y LAK, así
ha comprobado que para producir la destruc­ como de las diferentes poblaciones efectoras de
ción de la célula “blanco” por ADCC es sufi­ la ADCC no han sido hasta el momento total­
ciente una concentración de anticuerpos sensi­ mente clarificados. Se sabe que ninguna de es­
bilizantes de 100 a 1.000 veces menor que la tas células citolíticas libera sustancias tóxicas
necesaria para inducir la lisis por el sistema de al medio que puedan afectar a otras células no
complemento. com prom etidas en el evento citotóxico. P o r
Mediante estudios cinéticos fue posible de­ otra parte, se ha comprobado que los inhibido­
mostrar que el efecto lítico inducido por la cé­ res de la síntesis de proteínas o de ácidos nu­
lula efectora de ADCC es sumamente rápido. cleicos no afectan el desarrollo del fenóm eno
Así, a los 5 minutos de producido él contacto citotóxico propiamente dicho, por lo que se in­
con la célula “blanco” se observan los primeros fiere que el mecanismo lítico se encuentra pre-
signos de daño que se manifiestan por un au­ formado.
mento de la fragilidad osmótica, seguida por la Sin embargo, en los últimos años ha habido
liberación de los componentes intracelulares. un avance notorio en el esclarecimiento de los
Esto, sumado al hecho de que los anticuerpos mecanismos citotóxicos que, aunque lejano de
sensibilizantes pueden ser reutilizados en otro una comprensión total de los sistemas, perm ite
ciclo citolítico hace de la ADCC el proceso ci­ ir armando el rompecabezas en un área que ha
totóxico conocido más eficaz en presencia de sido particularm ente elusiva durante m uchos
anticuerpos. años. La mayoría de estos estudios fueron lle­
Aún no se ha podido establecer cuáles son vados a cabo en ios linfocitos T CD8* y en las
las especies moleculares responsables del daño células NK. Algunos autores, con alguna ev i­
celular. En cambio, queda claro que no se pro­ dencia experimental, han extrapolado estos da­
duce la liberación al medio de sustancias citolí- tos al m ecanism o de la ADCC y las células
ticas. Es más, si las células efectoras son en­ LAK.
frentadas simultáneamente con células “blan­ Se ha demostrado que el efecto lítico se rea­
co” sensibilizadas y no sensibilizadas, sólo se­ liza solamente en el espacio confinado al área
rán destruidas las primeras, lo que confirma el de contacto entre la célula efectora y la célula
papel fundamental que desempeñan los RFc en “blanco” en donde se libera por exocitosis de la
la ADCC. Algunos autores, empleando mono­ célula efectora una familia de proteínas conoci­
citos como células efectoras, han sugerido la das genéricamente como “perforinas” (fig. 21-
participación de mecanismos dependientes del 5). Estas proteínas se hallan localizadas en los
oxígeno en la lisis de la célula “blanco” . Sin gránulos de las células T y NK. Dichos gránu­
embargo, hasta el presente no se ha podido de­ los aislados muestran una actividad citolítica
term inar con precisión si los interm ediarios rápida y potente, que depende de la presencia
reactivos del oxígeno, al igual que las enzimas de Ca'^'^. Los anticuerpos preparados co n tra
lisosom ales, están involucradas en la A DCC ellos neutralizan la citotoxicidad m ediada no
mediada por otros tipos celulares. sólo por los gránulos aislados, sino también por
las células T y NK. El análisis de la formación
Características de las células efectoras de las lesiones revela que éstas se producen por
la polimerización de precursores monoméricos
Las células efectoras mejor estudiadas han si­ localizados en los gránulos, generándose un ti­
do los linfocitos denominados “killer” (linfoci­ po de lesión (formación de poros) semejante a
tos K), que se distinguen por no presentar m ar­ la provocada por el sistema complemento.
cadores propios de células T o B. No obstante, La descripción del mecanismo de ruptura ce­
son muchos otros los tipos celulares que pueden lular por medio de las perforinas planteaba la
mediar la ADCC. Entre ellos, podemos nom ­ “p arad o ja” de que sólo las células “b la n c o ”
382 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

F ig . 21-5. Representación e s ­
Célula citotóxica q uem ática de la lisis por p e r­
forinas.

Protectina
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1.1w.*-'

Célula “blanco”

eran lisadas, siendo que, como se dijo anterior­ fectan mientras que todas las otras funciones
m ente, las perforinas eran liberadas en mi- inmunes mediadas, sobre todo por linfocitos T,
croambientes formados por las mernbranas de son normales.
las células efectora y “blanco”. Con posteriori­ Se ha propuesto otro mecanismo lítico, dife­
dad se comprobó que las células citotóxicas tie­ rente del de las perforinas y granzimas, que re­
nen en su membrana una proteína, denominada cibe el nombre de apoptosis o muerte celular
“protectina” , que es capaz de n eu tralizar el programada. En este proceso participan, por un
efecto de las perforinas. lado, una proteína conocida con el nombre de
Los gránulos citoplasmáticos de las células Fas que se encuentra expresada sobre la super­
NK fueron estudiados en form a com parativa ficie de las eélulas “blanco” y, por otro, un li­
con los obtenidos de las células T citotóxicas, gando específico presente en la membrana de
demostrándose que tienen propiedades biológi­ las células efectoras denom inado Fasligand.
cas y bioquímicas iguales. El hecho de que los Cuando se produce la unión entre células efec­
gránulos aislados de ambos tipos de células toras y células “blanco”, hay reconocimiento e
efectoras sean citotóxicos contra todas las célu­ interacción de ambas proteínas. Debido a que
las “blanco” estudiadas indica que la diferencia la porción intracitoplasm ática de la proteína
básica entre los dos sistemas ocurre a nivel del Fas tiene un “dominio letal”, esta interacción
reconocimiento de la célula agredida. conduce a la apoptosis, con el consiguiente cli­
El tipo de lesión que producen las perforinas vaje del ADN de la célula “blanco” y, obvia­
permite la entrada a la célula de otro tipo de mente, su destrucción. Futuros estudios defini­
proteínas, las granzimas, proteasas que pene­ rán si este mecanismo, que está bastante bien
tran a la célula “blanco” porque están asocia­ definido, es funcional o no en los sistemas cito-
dos a los mismos proteoglicanos que las perfo­ tóxicos.
rinas. Las granzimas tam bién pueden acceder A nivel conceptual, es im portante tener en
al interior de la célula “blanco” por medio de cuenta que la coexistencia de varios mecanis­
procesos endocíticos que éstas llevan a cabo mos líticos hace casi imposible que un agente
con el objeto de reparar la membrana celular. infeccioso escape a la destrucción por parte de
L a absorción de granzim as, prin cip alm en te las células efectoras.
granzima B, inicia una cadena de eventos que
culmina en la apoptosis de la célula “blanco”.
M ediante experimentos de ablación génica F A G O C ITO SIS
que perm itieron generar anim ales deficientes
de perforinas fue posible demostrar categórica­ La fagocitosis, descrita por Metehnikoff en
mente la importancia de estas proteínas en los el siglo pasado, es uno de los mecanismos de
eventos líticos. De hecho, estos animales son defensa que aparece más tempranamente en la
incapaces de liberarse de los virus que los in­ escala filogenética. Consiste en la ingestión de
Mecanismos citotóxicos mediados p o r células 383

partículas extrañas al organisnio (bacterias, pa­ nocen a los fragmentos Ec de las IgG com o a
rásitos, células muertas) por lás células fagocí­ los diferentes productos de clivaje del com po­
ticas (m onocitos, m acrófagos, polim orfonu­ nente C3. Se ha demostrado que la interacción
cleares) y en su posterior degradación intrace­ entre la porción Fe de las IgG que sensibilizan
lular. a la célula “blanco” es capaz de prom over la
No todos los microorganismos son suscepti­ adhesión y la ingestión por macrófagos a través
bles de ser fagocitados. Aparentemente, duran­ de los receptores para el fragmento Fe de las
te el curso de la evolución, muchos de ellos IgG presentes en estas células, mientras que la
han adquirido ciertas cara c te rístic a s en su interacción a través de los receptores para el
membrana que les permiten eludir el reconoci­ fragmento C3b, y otros, promueve usualmente
miento y, por lo tanto, la ingestión por parte de sólo la adhesión. No obstante, como las células
los fagocitos. Para contrarrestar este sistema de fagocíticas tienen los dos tipos de receptores en
evasión, los vertebrados, a lo largo de su cam i­ sus membranas, generalmente estos acttian en
no evolutivo, han desarrollado la propiedad de forma cooperativa (fig. 21-7). Así, se ha visto
sintetizar algunos factores séricos que son ca­ que la cantidad de anticuerpos IgG necesarios
paces de unirse a los microorganismos y de esa para inducir la ingestión de un microorganismo
manera facilitar su ingestión. Estos factores, se reduce alrededor de 100 veces si éste, ade­
genéricam ente conocidos con el nombre de más, está recubierto por C3b.
“opsoninas” , están constituidos principalmente
por los anticuerpos y algunas proteínas del sis­ Características de las células efectoras
tema Complemento (fig. 21-6). Los anticuerpos
más relevantes que funcionan como opsoninas T an to los fag o cito s m o n o n u cleares, q u e
pertenecen a las clases IgM e IgG; mientras comprenden a los monocitos y a los inacrófa-
que los productos activos que provienen del gos, com o los leucocitos polim orfonucleares,
clivaje del componente C3 (C3b, C3bi, C3dg están involucrados en la actividad fagocítica.
entre otros) son las más importantes opsoninas Los polimorfonucleares constituyen una b a ­
aportadas por el sistema del complemento. El rrera fundamental frente a una infección b acte­
reconocim iento de estas m oléculas que recu­ riana, ya que son los primeros en arribar al fo ­
bren la célula “blanco” de la fagocitosis ocurre co infeccioso atraídos por la liberación “in si-
a través de distintos receptores específicos ex­ tu” de diferentes sustancias quimiotácticas. Por
presados por las células efectoras, y que reco- su parte, los fagocitos mononuclares no sólo
participan en funciones inmunológicas de d e­
fensa, sino que además cumplen un papel rele­
FAGOCITOSIS vante en la depuración de complejos inmunes,
restos celulares, etc. Los monocitos son células
de la circulación que normalmente se extrava­
san y se diferencian en los distintos tejid o s
dando lugar a poblaciones relativamente esta­
bles en el hígado (células de Kupffer), pulmón
(macrófagos alveolares), bazo (macrófagos es-
plénicos) y tejido conectivo (histiocitos). L a
transición de monocito a macrófago im porta
una serie de cambios morfológicos y bioquími­
cos como el aumento en el tamaño celular, en
el ntimero y complejidad de las organelas y en
el contenido de enzimas lisosomales.

Mecanismos líticos en la fagocitosis


Una vez que la célula “blanco” se ha adheri­
do al fagocito se inicia el proceso de ingestión
mediante la extensión de sendópodos que la ro ­
dean y finalmente se fusionan formando la v e ­
sícula fago 9 Ítica o fagosom a primario (véase
fig. 21-6). Éste, posteriormente se fusiona con
los lisosomas dando lugar al fagolisosoma, en
cuyo interior la célula “blanco” queda expuesta
a un conjunto de sistem as m icrobicidas que
F ig . 21-6. R econocim iento o ingestión p o r parte de la célula pueden ser dependientes, o no, del oxígeno. Es
fagocítica. importante señalar que, en ocasiones, estos sis­
F ig. 21-7. Proceso de opvsonización de mi-
croom anism os.

temas microbicidas actúan en forma extracelu­ parte de las células efectoras. Así, la cantidad
lar. Por ejemplo, cuando la fagocitosis se ve de oxígeno consum ido puede llegar a in cre­
im posibilitada por el tam año excesivam ente mentarse en 50 veces respecto de los valores
grande de una partícula, la interacción del fa­ normales. Por otra parte, se produce la metabo­
gocito con un estímulo desencadenante adecua­ lización de grandes cantidades de glucosa por
do induce la liberación de las especies tóxicas la vía de las hexosas monofosfato, con la consi­
al medio extracelular. Otro tanto ocurre cuando guiente producción de NADPH. Debido al no­
los fagocitos son “gatillados” por estímulos so­ table aumento en el consumo de oxígeno a este
lubles, como los péptidos quimiotácticos o los fenómeno se lo conoce con el nombre de “esta­
complejos inmunes. Mecanismos de este tipo llido respiratorio”. Sin embargo, a pesar de la
son los responsables del daño tisular que se ob­ denominación, éste consumo de oxígeno no es
serva en las reacciones inflamatorias. utilizado con fines energéticos por las células
fagocíticas. Más bien el propósito de este siste­
Sistemas microbicidas independientes ma es utilizar grandes cantidades de oxígeno
del oxígeno molecular para producir sustancias tóxicas de­
rivadas del oxígeno como el anión superóxido,
Este sistema está constituido por una serie de peróxido de hidrógeno, radicales hidroxilo,
componentes presentes en los lisosom as que oxígeno singlete, hipocloritos, cloraminas, etc.,
pueden actuar intracelularmente, localizando su que se conocen genéricamente con el nombre
accionar en los fagolisosomas, o extracelular- de intermediarios reactivos de oxígeno o espe­
mente por efecto de estímulos que induzcan su cies reactivas del oxígeno.
liberación. La producción de todas estas especies reacti­
Entre ellos cabe señalar a las proteínas catió­ vas del oxígeno comienza con la activación de
nicas conocidas como “fagocitina” y “leucina”, la célula fagocítica por un estímulo apropiado
que atacan las membranas microbianas. Tam­ como puede ser, por ejemplo, una célula “blan­
bién, la lactoferrina, que fija y retiene el hierro co” sensibilizada. Lo primero que ocurre es la
privando así a las bacterias de él. Asimismo, la activación de una enzima denominada NADPH-
lisozima, que ataca a los mucopéptidos de la oxidasa. Esta enzima está constituida por subu­
pared celular bacteriana. Por último, existe una nidades que se encuentran en la membrana ce­
amplia variedad de enzimas hidrolíticas, capa­ lular y en el citosol. El proceso de activación
ces de degradar lípidos, polisacáridos y proteí­ enzimática involucra la participación de proteí­
nas, que cumple un papel fundam ental en la nas G en la transducción de señales, moviliza­
destrucción de los microorganismos en el ám­ ción de calcio y fosforilaciones, que finalmente
bito del fagolisosoma. conducen al ensamble de las distintas subunida­
des de la enzima en la superficie celular.
Sistemas microbicidas dependientes De esta manera, y utilizando el NADPH co­
del oxígeno mo cofactor, es como - a través del oxígeno
molecular como sustrato-, la NADPH-oxidasa
Durante el proceso fagocítico se produce un genera la primera especie reactiva del oxígeno,
marcado cambio en el manejo del oxígeno por el anión superóxido (O^) según:
Mecanismos citotóxicos mediados p o r células 385

NADPH + 2 0 , 2 O 2 ' + NADP+ + H+ ampliam ente certificada por numerosos estu­


dios. En tal sentido cabe señalar que los indivi­
El O f puede generar por dismutación peró­ duos que padecen la enfermedad granulomato­
xido de hidrógeno (H 2 O 2 ), ya sea en forma es­ sa crónica (ECG), cuya característica principal
pontánea o a través de la enzim a superóxido es la aparición de infecciones graves y recu­
dismutasa (SOD): rrentes, poseen leucocitos incapaces de inducir
el estallido respiratorio. El defecto genético de
2 O^- + 2H+ O, estos enfermos se localiza en alguna de las su­
bunidades de la NADPH-oxidasa, de tal m ane­
Existen diferentes mecanismos fisiológicos a ra que la enzima no se puede ensam blar ade-
través de los cuales la potencialidad microbici- cuadainente. Estos enfermos tienen intactos to­
da del li^O^ puede ser incrementada de manera dos los otros, mecanismos humorales y celula­
significativa. Uno de ellos involucra la acción res de defensa, pero dan negativa la reducción
de las peroxidasas, en particular la mielopero­ del “nitro blue tetrazolium”, una prueba clásica
xidasa (MPO), que se halla presente en altas de la determinación de productos del estallido
concentraciones en monocitos y en polimorfo­ respiratorio.
nucleares neutrófilos. La MPO cataliza la oxi­
dación y halogenación de diferentes estructuras
presentes en los microorganismos, por medio PARTE EXPERIMENTAL
del HjO^ y los haluros (X“). Los compuestos
responsables de ejercer la acción tóxica serían Los métodos usados para medición de cito-
los hipohalitos (XO“), formados según: to xicidad celular dependiente de anticuerpo
(CC D A ), citotoxicidad NK, citoto x icid ad T
X ■+ H ,0 , XO- + H p alogeneica y fagocitosis se describen en el ca­
pítulo 36.
La potencia microbicida de los hipohalitos
resulta, en la mayor parte de los casos, notable­
mente superior a la del HjOj. Así, en distintos B IB L IO G R A FÍA
sistemas desarrollados “in vitro” se ha encon­
trado que la concentración de H^O^ necesaria 1. B abior, B. M. The respiratory bu rst oxidase. A d v an ces
in E nzym ology 65, 49-95, 1992.
para ejercer una acción microbicida determina­ 2. F raser, J. D., Straus, D ., W eiss, A. Signal transduction
da se reduce en aproximadamente 100 veces, events leading to T -cell lyrap h o k in e gene ex p ressio n .
por la adición de MPO y haluros. Im m unology Today 14, 357-362, 1993.
La interacción entre X 0 “ y HjOj es capaz de 3. H ogan, P. G., B asten, A. W hat are killer cells an d what
do they do? Blood R eview s 2, 50-58, 1988.
producir otra especie agresiva como el oxígeno 4. Janew ay, Ch. A. R econocim iento inm unitario d e cuer­
singlete ('O^), pos extraños. Investigación y C iencia, pág. 2 6 -3 3 , no­
viem bre, 1993.
CIO- + H ,0 , c r -h H p + 'O 2 5. K arre, K. Expresss y o u rself o f die: Peptides, M H C m o­
lecules, and N K cells. Science 267, 978-979, 1995.
6. N agata, S., Suda, T. F as and Fas ligand. Ipr and g ld m u­
Por otra parte el O 2 - puede generar especies tations. Im m unology Today 16, 39-43, 1995.
aun más agresivas, como los radicales hidroxilo 7. P o d ack , E. R. E x e cu tio n and suicid e: c y to to x ic ly m ­
(H O ) a través de una serie de reacciones, en las phocytes enforce D raconian law s through sep arate m o­
le c u la r pathw ays. C u rren t O p in ió n in Im m u n o lo g y 7,
que participa el hierro como cofactor, y que en 11-16, 1995.
conjunto se denomina reacción de Haber-Weiss 8. R osen, G. M ., Pou, S., Ram os, C. L., Coehn, M . S. and
B ritigan, B. E. Free radicals and phagocytic cells. FA-
O- H ,0 , ^ O, + HO- + OH- SEB Journal 9, 200-209, 1995.
9. W ade, W ., D avoust, J., Salam ero, J., André, P ., W atts,
T ., C am bier, J. C. Structural com partim en talizatio n of
La relevancia fisiológica de los sistemas mi­ M H C class II sig n alin g function. Im m u n o lo g y Today
crobicidas dependientes del oxígeno ha sido 14, 539-546, 1993
Complemento

RICARDO MARGNI 22
El sistem a com plem ento es un com plejo munoadherencia, neutralización de los virus,
proteico polimolecular, constituido por varias fagocitosis y algunas reacciones de hipersensi­
sustancias, algunas precedidas de precursores, bilidad.
que se encuentran en el plasm a sanguíneo de La existencia en el plasma sanguíneo de una
los vertebrados y que desem peñan un papel sustancia que respondía a las características del
importante en distintos tipos de reacciones in­ com plem ento surge a fines del siglo pasado
munológicas. Se lo identifica con C. Dar una con los trabajos de Buchner, von. Eodor y Nut-
definición correcta de él resulta difícil, ya que tal, y fue Bordet quien demostró bacteriólisis in
cuando ese complejo se fija sobre un sistema vitro y comprobó que dicha actividad del inm u­
antígeno-anticuerpo y el determinante antigé­ nosuero desaparecía con el calentamiento y que
nico está ubicado en una célula, su efecto es era recuperada por la adición de suero fresco
citocida; en otros tipos de reacciones su acción normal. Propuso para dicha sustancia, a la que
es diferente. En las reacciones de inmunohe- consideró sim ilar a la alex in a d escrita por
mólisis intervienen todos los factores constitu­ Buchner, el nombre de complemento, por en­
tivos del complemento hasta ahora descriptos, tender que complementaba la acción del anti­
cosa que no es indispensable en otros tipos cuerpo sobre el antígeno.
de reacciones en las que el complemento parti­ Ehrlich y M orgenroth demostraron que los
cipa. hematíes de carnero y su correspondiente he­
La mayor parte de las definiciones del com ­ molisina, obtenida por inmunización de cone­
plemento son hechas sobre la base de su activi­ jos con glóbulos rojos de carnero, se combinan
dad citolítica, y una de las más claras y com ­ en ausencia y en presencia del complemento.
pletas es la propuesta por Mayer, quien lo defi­ En el prim er caso hay hem oaglutinación en
ne como “un sistema reaccional citocida que es tanto que en el segundo se produce la hemóli­
activado por complejos antígeno-anticuerpo o sis, lo que indica la necesidad del complemento
agregados de gammaglobulina o algunos otros para que se produzca daño celular.
m ateriales” . Con esta definición queda claro El complemento es un sistema de activación
que el efecto citocida es la acción de un siste­ en cascada y está constituido por numerosos
ma activado y no un atributo exclusivo del componentes, lo que habla de su complejidad y
complemento tal como se encuentra en el to­ lo dificultoso que ha resultado poner en eviden­
rrente sanguíneo. Este tipo de definición es cia los mecanismos de enlace y su secuencia en
preferida porque en el mecanismo a que se ha­ la reacción de inmunohemólisis.
ce referencia intervienen todos los factores La nomenclatura usada para la identificación
constitutivos del complemento descriptos hasta de los componentes del complemento es la que
el momento. figura en el cuadro 22-1.
Además de la intervención directa del com ­ El sistema complemento, para ejercer su ac­
plemento en las reacciones citolíticas específi­ ción, debe activarse previam ente, cosa que
cas, se ha demostrado su participación en otros puede lograrse por dos mecanismos distintos,
mecanismos inmunológicos tales como inmo­ designados como vías de activación “clásica” y
vilización de los treponemas, fenómenos de in­ “alterna”.
Complemento 387

Cuadro 22-1. Nomenclatura recomendada p or la Organización Mundial de la Salud p a ra los


componentes del complemento
1. Al sistem a com plem ento se lo identifica con la letra C y a cada uno de sus com ponentes con el núm ero siguiente a C
(C l, C2, C3, C4, C5, C 6, C7, C8 y C9).
2. Cuando un com ponente o grupos de com ponentes del com plem ento han adquirido activW ad enzim ática u otra actividad
biológica, se los identifica colocando una barra sobre los com ponentes afectados (C l, C42, C567, etc.).
3. Los com ponentes que se enum eran después de E A C denotan un estado de reactividad, pero no necesariam ente su p re­
sencia física. EA C 1423 puede escribirse en form a sim plificada E A C l-3 .
4. Cuando en una reacción algún com ponente de com plejo interm edio pierde su actividad, se lo suprim e. Si C l y C 2 ,
com ponentes del com plejo EA C 1423, se inactivaran, se escribe EA C 4,3.
5. La pérdida de una actividad definida por parte de un com ponente del com plem ento se identifica con la letra i (C 4 i, C2i,
C3i).
6. Los fragm entos resultantes de rupturas peptídicas que aparecen durante la activación del com plem ento se iden tifican
con una letra m inúscula siguiendo al com ponente afectado (C3a, C 3b, C5a, etc.).

Por la primera, el complemento se activa por dos son los comprendidos en la fijación de C l,
agregados de inmunoglobulinas IgG e IgM, ge­ la capacidad de fijación total sólo se expresa
neralm ente presentes en form a de com plejos cuando el fragmento Fe está intacto,
Ag-Ac, Si no hay agregación de estas inmuno-
globulinas, que podrían im plicar cambios de Componentes del complemento
conformación del Fe, no fijan el complemento. que intervienen en la vía clásica
En la vía de activación clásica no todos los
componentes cum plen la mism a función; C l El orden de descripción no es el numérico si­
constituye la unidad de reconocimiento, C2, C3 no el que ocupa en la secuencia de activación.
y C4 las de activación, C5, C6, C7, C8 y C9, el
sistema de ataque a las membranas. P r im e r co m po n en te (C l)
La activación por la vía alterna se consigue
por agregados de IgA (Ag-Ac), polisacáridos y Es termolábil (56®C 30 minutos) y en el suero
lipopolisacáridos naturales. Intervienen en este fresco se encuentra en forma de complejo poli-
mecanismo cuatro proteínas, una de las cuales, molecular, el que se mantiene como unidad en
C3, es operativa también en la vía clásica. Esas presencia de Ca^^, Complejando este catión es
proteínas son las siguientes: C3, componente B posible separar por cromatografía en DEAE-ee-
(B), componente D (D), y properdina (P). Ini­ lulosa los tres componentes constitutivos, desig­
cialmente al componente B se lo designó C3 nados C lq, C lr y C ls, El complejo polimolecu-
proactivador (C3PA) y al D C3, proactivador lar C l tiene la composición C lq ,C lr 2 • C ls^, Es­
convertasa (C3PAasa), nombres éstos ya fuera tos tres componentes se fijan a los complejos de
de uso. La vía alterna ensambla con la vía clá­ IgG e IgM en forma reversible.
sica a nivel de C3, eludiendo C l, C2 y C4, para El componente C lq es la unidad de recono­
continuar con la activación de C5 a C9. cimiento, Su peso molecular es de 410 kD , su
Existen además, asociadas a este sistema, un coeficiente de sedimentación 1IS, y su m ovili­
conjunto de proteínas reguladoras y de recepto­ dad electroforética de tipo f l . Su concentración
res celulares, que cumplen un papel muy im ­ sérica promedio es de 70 |ig • mi '. Es una de
portante en la funcionalidad del complemento. las proteínas más básicas del organism o; el
19% de sus aminoácidos constitutivos son gli­
cina y un 15% de su masa está constituida por
VÍA DE ACTIVACIÓN CLÁSICA hidratos de carbono. Es una proteína con se­
cuencias en su molécula similares al colágeno
En la IgG e IgM los sitios de combinación y está compuesta por seis subunidades de PM
con C l están ubicados en el fragmento Fe; el 67 kD unidas no covalentemente. Cada subuni­
fragmento F (ab’) 2 carece de actividad fijado­ dad está formada por tres cadenas polipeptídi­
ra. Se ha demostrado que en la IgG de conejo cas ligadas entre sí por uniones di sulfuro. Cada
el dominio de CH2 (PM 17 kD) es el que está cadena peptídica tiene aproxim adam ente 200
comprometido en la fijación de C l. m ientras residuos. De ellos, los 3 a 9 residuos N-termi-
que el CH3 es inactivo. Asimismo se ha puesto nales no tienen relación con el colágeno, los 78
en evidencia que la (32 m icroglobulina, que residuos siguientes son similares a los hallados
muestra cierta homología con el dominio CH2, en la proteína del colágeno, y los 110 residuos
fija C l en forma similar a CH2 y Fe. Con res­ de la zona C -term inal no están relacionados
pecto a IgM, se ha comprobado que el dominio con aquella proteína. Las tres zonas colágeno-
C h3 (PM, 6,8 k p ) es el principal responsable símiles de cada subunidad form pían un^ tupie
de la fijación de C L Si bien ios dominios cita^ hélice, y las tres zonas C-terminales. u n a re-
388 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

unidas por fibrillas a una estructura central (fig.


22-1). En realidad C lq estaría constituido por
la unión de tres unidades diméricas similares
que responderían a la estructura de la figura
22-2. P or tratam iento con colagenasa, C lq
pierde su capacidad para iniciar la actividad he­
molítica, por ruptura de la estructura fibrilar,
pero no tan rápidamente su capacidad de fija­
ción de IgG agregada, lo que sugiere que la zo­
na globular sería la responsable de la fijación.
Mediante estudios de equilibrio de diálisis se
ha dem ostrado que C lq tiene seis sitios de
combinación, cada uno de ellos con una cons­
tante de asociación 5 x 10^ a 1 X 10^ M '. Cuan­
do C lq interacciona con agregados de IgG, su­
fre cambios conformacionales (C lq).
C lr es una (3-globulina con coeficiente de
sedimentación 7,5 S, un PM de 85 kD y con­
centración sérica aproximada de 35 |lg • m l ’.
Los cambios experimentados por C lq durante
su fijación a los agregados de IgG e IgM indu­
cen cambios en la conformación de C lr hacien­
do que este componente, que se hallaba como
F ig . 22-1. M ic ro s c o p ia e le c tró n ic a d e l c o m p o n e n te . C l q . proenzima, se active (C lr) y adquiera capaci­
( T o m a d a d e Europ. J. Inm unol. 19 7 5 .)
dad para continuar con la cascada de reaccio­
nes que llevan a la lisis. Inicialmente una molé­
cula de C lr es clivada por un mecanismo poco
gión globosa. Al microscopio electrónico, C lq conocido, y esta molécula así activada cliva a
purificado aparece como una estructura consti­ la otra C lr y luego a C ls, la que es un precur­
tuida por seis unidades globosas periféricas sor de una proteasa de serina.
C ls tiene una movilidad electroforética de
a2-globulina, una constante de sedimentación
de 4S y un peso molecular de 85 kD. La con­
centración sérica es de 70 ¡ag-ml''. Está como
proenzima y después de interaccionar con C l f
se transforma en C l“s. Los pesos moleculares
de C ls y Cl's son similares pero, en este último
caso, y como consecuencia de la activación por
CIF, se rompe una unión peptídica y se origi­
nan dos péptidos, que se mantienen unidos por
un puente disulfuro. Por reducción y alquila­
ción es posible su separación. A estos péptidos
se los denomina H (PM, 59 kD) y L (PM, 27
kD). El sitio activo de C l^ está localizado en el
péptido L, lo que ha sido demostrado por la fi­
jación al m ism o de diisopropil-fM or-fosfato
(DEP) y por la capacidad para complejarse con
Cl-inhibidor (Clinh). Además del DEP, los és­
teres fosfonados inhiben la acción enzimática
de C ls’. La actividad esterásiea de este compo­
nente puede ponerse en evidencia haciéndolo
reaccionar con TAMe (éster metílico de p-to-
luensulfonil arginina) o ATEe (éster etílico de
N-acetil L-tirosina) y midiendo la cantidad de
aminoácido liberado.
COO; 110 78 _2:í ^ nh3 El componente C l, constituido por las tres
-colágeno sim ili- - no colágeno simili - subunidades indicadas (C lq , C lr, C ls), tiene
un coeficiente de sedimentación de 18S, un pe­
F ig . 22-2. E s tru c tu ra d e C l q {Porter R. R.: B iochem istry so molecular de 750 kD y se mantiene como tal
o f com plem ent. L a R ic h e rc a 7 :1 9 1 , 1977). en presencia de Ca^+.
Complemento 389

C ua rto co m po n en te (C 4 ) forma durante la activación es lábil y su activi­


dad disminuye con el tiempo. Su vida m edia es
Es una p-globulina identificada electrofo- de 10 minutos a 37°C, pero se prolonga a 150-
réticamente como (31E. Su coeficiente de sedi­ 200 minutos si C2 es previamente tratado con
mentación es IOS, y su peso molecular, 200 iodo en presencia de ioduro de potasio. Se pre­
kD. Contiene 14% de hidratos de carbono y su sume que ello es consecuencia de la oxidación
concentración sérica es de 400 |ag • m i E s de algún grupo crítico existente en la molécula,
termoestable y por acción de C ls sufre m odi­ probablemente un grupo sulfhidrilo. El C2 oxi­
ficaciones en su actividad y propiedades fisi­ dado no es inactivado por el paracloromercuri-
coquímicas. Es inactivado por hidrazina, am i­ benzoato, pero sí por algunos agentes reducto­
nas primarias, amoníaco y éter. Está formado res como la ditionita sódica.
por tres cadenas polipeptídicas: a (PM , 93 Su concentración sérica es de 30 |ig ■rah'.
kD), p (PM, 78 kD) y y (PM, 33 kD), hgadas
entre sí por uniones disulfuro y fuerzas no co­ T e r c e r c o m p o n e n te (C3)
valentes.
C4 es sintetizado como un precursor consti­ Es una globulina termoestable a la que por
tuido por una cadena simple, el que previa se­ su movilidad electroforética se identifica como
creción al plasma sanguíneo es clivado en las p i e , con un coeficiente de sedim entación de
tres cadenas peptídicas indicadas (fig. 22-3). 9,5S. Por envejecimiento se modifica transfor­
Cuando C ls actúa sobre C4 d iv a un peque­ mándose en plA , con coeficiente de sedim en­
ño péptido de la cadena a (PM, 6 kD) al que se tación 7S. Su peso molecular aproximado es de
identifica como C4a y expone un sitio de unión 195 kD y su molécula contiene 2,7% de hidra­
lábil (C4b). Se especula con que la cadena y tos de carbono. Su concentración sérica es de
podría intervenir en la un ió n jle C4 y C2 para 1.400 (xg-ml-'.
formar la C42 convertasa (C42). Estructuralmente está constituido por dos ca­
denas polipeptídicas, a (PM, 120 kD) y P (PM,
S egundo co m po n en te (C 2 ) 75 kD), unidas por puentes disulfuro. Al igual
que C4, éstas se originan por_clivaje de un pre­
Pl^globulina de PM 117 kD y coeficiente de cursor (fig. 22-3). Cuando C42 actúa sobre C3,
sedimentación 5,5S. El parahidroximercuriben- de la cadena a se separa un péptido (C3a) con
zoato o el paracloromercuribenzoato^jiisminu- actividad anafilotóxica y C3b, el cual se asocia
yen su actividad. El complejo EAC142 que se con la enzim a que lo activó o rig inan d o un

Componente del Precursor Producto final


complemento (endocitoplasmático) (sérico)

a (93 kD)
C4

p (78 kD)

y (33 kD)

a (120 kD)
C3

(3 (75 kD)

a (124 kD)
C5

|3(76 kD)

Fig. 22-3. E structura esquem ática de ios precursores citoplasm áticos y productos secretados al plasm a sanguíneo d e los
com ponentes deí com plem ento C4, C3 y C5,
390 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

complejo trimolecular (C423) llamado C5 con­ Tioéster


vertasa. S - C=0
El fragmento C3a está formado por los últi­ _l_____ I_____
mos 77 residuos de la cadena a y constituye el
40-45% de la estructura a-helicoidal de la mo­
lécula entera. Se conoce su secuencia primaria.
Su peso molecular es de 9 kD y la movilidad OR
electroforética es de a l . Mediante el empleo de
agentes reductores y desnaturalizantes se ha
dem ostrado que la estructura a-helicoidal es C3a C3b
indispensable para su actividad biológica, de (C3a -I- C3b)
igual modo que la arginina C-terminal, ya que
C3a pierde actividad cuando es tratado con car- OR
boxipeptidasa B, la que separa a dicho aminoá­ ^H(|: = 0
cido de la cadena polipeptídica.
C3b tiene un peso molecular de 185 kD y está C3bi
formado por dos cadenas polipeptídicas: a , PM
110 kD y P, PM 75 kD ügadas por uniones disul­
furo. En la cadena a existe un tioéster que juega OR
un papel fundamental en la fijación de C3b a
membranas. Un hecho similar ocurre en C4. SHC = 0
C3d,g
La fijación de C3 y C4 a membrana es de ti­
po covalente. Cuando C3b se inactiva se trans­
forma en C3bi, que se origina por ruptura de la
cadena a en dos péptidos de PM 67 kD y 43
kD respectivamente, los que se mantienen uni­ C3c
dos a la cadena |3 por las uniones disulfuro ori­
ginales. Al escindirse del péptido de 67 kD un OR
fragmento de PM 40 kD (C3d, g), se origina SH C = 0
C3c (P,A). C3dg da origen, por escisión a C3d , — I-------, (C3d -I- C3g)
(a^D) (30 kD) y C3g (10 kD). Por degradación C3g C3d
de C3c se forma un pequeño fragmento acídico
al que se lo denomina C3e (fig. 22-4). F ig . 22-4. Productos de clivaje obtenidos a partir de C3
En la figura 22-5 pueden observarse los pa­ (para detalles véase el texto). Las flechas indican los p u n ­
tos de ruptura.
trones inmunoelectroforéticos con-espondientes
a los productos de conversión de algunos de los
componentes del sistema complemento.
S e x to c o m p o n e n te (C6)
Q u in to c o m p o n e n te (C5)
Se comporta como una Pglobulina de despla­
Es una pjglobulina relativamente termolábil, zamiento electroforético lento (p2), y al igual
la que por su movilidad electroforética se iden­ que C7 y C9 está formado por una sola cadena
tifica como Pjp. Su coeficiente de sedimenta­ peptídica. Tiene un coeficiente de sedimenta­
ción es 8,78 y su peso molecular 200 kD. Con­ ción 5-6S y un peso molecular de aproximada­
tiene 19% de hidratos de carbono y su concen­ mente 130 kD. Su concentración sérica prome­
tración sérica es de 160 |xg • mi '. dio es de 75 |Tg ■m i '.
Es sintetizado com o precu rso r de cadena
simple y está constituido por dos cadenas pep­ S é p tim o c o m p o n e n te (C7)
tídicas resultantes de su escisión. La cadena a ,
PM, 124 kD, y la p, PM, 76 kD. A diferencia Es termoestable, con movilidad electroforéti­
de C3 y C4, no posee tioéster en la cadena a. ca de pjglobulina y coeficiente de sedimenta­
Cuando sobre C5 actúa la C5 convertasa, se ción 5-6S. Su peso molecular se aproxima a los
escinde un pequeño péptido (C5a), de PM 12 120 k D . La concentración sérica promedio es
kD con actividad anafilotóxica similar a la de de 65 |J.g ■m i '.
C3a. Es distinta a esta última, lo que queda de­
mostrado por su capacidad para contraer un tro­ O c ta v o c o m p o n e n te (C8)
zo de músculo liso previamente transformado
en no reactivo por agotamiento con la anafiloto^ Tiene un peso molecular de 155 kD, un coe­
xina C3a. El resto de la molécula (C5b) inter­ ficiente de sedim entación 8S y la movilidad
viene en la formación del complejo citolítico, electroforética es de p-globulina. Es relativa-
Complemento 391

Fig. 22-5. P a tro n e s in-


m u n o electro fo rético s de C3 Convelías Proteasa
' C3c + C3d
los productos de conver­ (p1-C)
(p1-A)(a2-D)
s ió n d e a lg u n o s de los
c o m p o n e n te s d e l c o m ­
plem ento. El hallazgo de ^Suero fresco
productos de conversión
A C3 nativo C3
en el suero fresco es una
e v id e n c ia s ig n ific a tiv a
(no activado) (+) (-)
d e ac tiv ac ió n in v ivo y
g en e ra lm e n te p rece d e a
B Conversión fA NTI-C3
d escen so s significativos
parcial
d etecta d o s p o r m étodos
(activación)
cuantitativos.
C Conversión C3c
completa
(activación
total)

inactivador de
C4 —
(131-E)
^ C 4 a .C 4 b - - - i^ S
..Suero fresco
D No activado

(+) (-)
- ANTI-C4

E Activado C4bi C4 O

FRAGMENTO (Ba)
^ PEPTÍDICO
Bb
(y) .Suero fresco

F No activado
(+) {-)
ANTI-B

G Activado

mente termolábil. Su concentración en el to­ El cuadro 22-2 contiene las características


rrente sanguíneo es de aproxim adam ente 80 más sobresalientes de los diferentes componen­
|ig • m i ‘. tes del complemento.
Está formado por tres subunidades, dos de
ellas (cadena a , PM, 77 kD y cadena y, PM, 13 Cinética de la inmunohemólisis por acción
kD) unidas covalentemente por puente disulfu­ del complemento activado por la v ía clásica
ro, y una de éstas asociada no covalentemente a
la tercera cadena peptídica (cadena (3, PM, 63 Los estudios que han llevado al aislamiento
kD). y purificación de los diferentes com ponentes
del complemento y a la demostración de la ac­
N o v e n o c o m p o n e n te (C9) tividad enzimática de algunos de los complejos
formados han permitido considerar que el m e­
Ha sido aislado en un gran estado de pureza. canismo de la lisis de los glóbulos rojos de car­
Tiene un PM de 79 kD y coeficiente de sedi­ nero sensibilizados con hemolisina anticamero,
mentación 4,5S. Su m ovilidad electroforética cuando sobre ellos actúan los componentes del
es de a2globulina. En el suero sanguíneo está complemento activados por la vía clásica es el
presente en concentraciones de 200 \ig ■ml‘‘. indicado en la fig. 22-5bis.
392 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

C2d mas de sensibilización se añaden 1.000 m olé­


culas de anticuerpos por hematíe. De acuerdo
con cálculos efectuados, cada sitio Forssman
de un hematíe debería reaccionar con 2 molé­
culas de anticuerpo de tipo IgG o I molécula
del tipo IgM para fijar el complemento. Si lla­
mamos S al sitio y A al anticuerpo, la esque­
matización sería SA^ y SA, respectivamente.
Sin em bargo, esta hipótesis no se apoya en
pruebas directas y, por este motivo, la combi­
nación de un sitio Forssman de un glóbulo rojo
de camero con la hemolisina se representa

S + A- -^SA

Existiendo en los hematíes numerosos sitios


S, cuando se encuentran en el estado anterior se
los representa
E - h A ----- >EA
EA significa hematíe sensibilizado que pue­
EAC1423567 de tener uno o varios sitios Forssman en esas
+ condiciones, en tanto que SA significa la sensi­
C8 bilización específica de un solo sitio Forssman.

P r im e r a eta pa

EAC14235678
(daño parcial)
A 0°C, en presencia de Ca^+ y ausencia de
Mg^+ los hematíes sensibilizados fijan C l y C4:
E* + 0°C _
LISIS — EAC142356789 -C 9 EA + C — » E A C 1 4
(hemoglobina, (poros en la Ca2+
nucleótidos, membrana del
aminoácidos, eritrocito) E sta etapa es ráp id a -a lg u n o s m inutos a
potasio, restos 37°C- y va seguida, en presencia de Mg^^, de la
celulares) fijación de C2. Si la reacción se hace a 0°C y
en ausencia de Mg^^ (suero previamente tratado
F ig . 22-5bis. Esquem a de la activación del com plem ento con resinas de intercambio iónico), esta última
p o r la vía clásica.
fracción_no se l'ija y se obtienen células al esta­
do EAC 14, estables a 0°C y aun a 37°C.
Para su mejor interpretación se estudiará ca­ Si bien la descripta es la forma simplificada
da una de las etapas por separado y se discuti­ de la primera etapa, ella es algo más compleja:
rán las causas de la inmunohemóhsis. a) Como ya hemos visto el componente del
com plem ento que se fija a los com plejos de
E t a p a p r e l im in a r
IgG e IgM es C lq . Como consecuencia de esa
fijación, C lq sufre un cambio de conformación
Si bien la fijación de la hemolisina a los gló­ crítico, el que a su vez induce un cambio en la
bulos rojos ocurre de una manera simple y sin conformación de C lr. Por este mecanismo la
inconvenientes en condiciones norm ales, no proenzima adquiere actividad enzimática (C lr)
hay que olvidar que todas las hemolisinas no a través de la cual C ls (proenzima) se convier­
tienen el mismo comportamiento. La curva de te en C ls, enzima con actividad de serina este-
la actividad hemolítica del anticuerpo depende rasa. En realidad, el complejo C lq rs formado
del antígeno usado en la inmunización -glóbu­ no es equimolecular sino que responde a la es­
los rojos enteros o estroma celular- y de la po­ tructura Clqr^s^.
sibilidad de la transferencia de moléculas de an­
ticuerpo de sitio a sitio reactivo en un hematíe o E A 'd q r s i
de célula a célula, como se verá más adelante.
En los glóbulos rojos de carnero existen por
célula, aproxim adam ente 5.000 sitios F orss­
man o sitios capaces de interaccionar con el an­
ticuerpo anti-hematíe, y en condiciones ópti­ C1q + C1r + C1s
Complemento 393

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394 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

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Complemento 395

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396 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

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398 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

Durante esta conversión, por ruptura de una En presencia de Mg^^ se forma EAC14b2b
unión peptídica en Cl s, se originan las cadenas siendo esta conversión rápida a 37“C y lenta a
H y L, estando localizado el sitio activo en esta 0“C. En el sobrenadante de la reacción puede
última. U sando DFP m arcado con se de­ aparecer un derivado inactivo de C2, el C2i.
mostró que una sola molécula del inhibidor de
serina esterasa se fija por molécula de C ls, y
que ello ocurre en la cadena L. El péptido mar­ E A C l 4b2b
cado fue secuenciado y se encontró que el sitio
(C onvertasa de C3)
activo era similar al de otras serinas esterasas
com o la tripsina, quim otripsina, trom bina y
plasmina. _ ___
T ratando EAC 14 o EAC 142 con EDTA o
diaminas alifáticas de 3 a 8 átomos de carbono, La vida media de EAC 14b2b es muy corta a
en especial 1-4 butano diamina-, es posible se­ 37“C, aproximadam ente 10 minutos, y de 10
parar C l con actividad esterásiea, la que se h o ras a 0 “C. L a e sta b ilid a d del co m p lejo
mantiene a pH 3,3, perdiendo en cambio, en EAC 14b2b depende de la temperatura y ello se
esas condiciones, su capacidad para fijarse a debe a la reversibilidad de la reacción:
EA. Ello se debe a que en el complejo macro­
molecular existen productos que poseen activi­ EAC14b2b ^ EAC 14b -i- C2d
dad diferente, relacionados con C ls y C lq res­
pectivamente. C2d, que es hemolíticamente inactivo, se h a­
b) Inmediatamente después, C l actúa sobre lla en el sobrenadante y puede ser investigado
C4 y C2 activando sitios de unión lábiles en con anticuerpos específicos. Una vez liberado
ambas moléculas, lo que perm ite la unión de del complejo, C2d no vuelve a fijarse.
C2 a C4 formando un complejo C42, el que se Para que C2 se fije a los glóbulos rojos sen­
fija a EA originando EAC 142. Cuando C l ata­ sibilizados (EA) es necesaria la presencia de
ca a C4, libera a partir de sus cadenas a un pe­ C l y la activación previa de C4, la que a su vez
queño péptido de PM 6 kD, denominado C4a, es dependiente de C l. El complejo C4b2b ad­
con actividad algo similar a la de C3a. El resto quiere actividad convertásica catalizando la ac­
de la molécula constituye C4b. La acción de tivación de C3. La actividad de C ls sobre C2
C ls sobre C2 da origen a C2b y C2a, siendo el es más efectiva si éste se ha fijado previamente
primero de ellos el que participa en la secuen­ a C4b.
cia de activación del sistema complemento, y
C2a el pequeño fragmento peptídico que se li­ S e g u n d a e t a p a
bera.
Es im portante hacer notar que hasta hace Para la fijación de C4 y C2 es necesaria la
muy poco, la nomenclatura correspondiente a presencia de C l. El componente C3 no lo nece­
los fragmentos de escisión de C2 estaba inver­ sita; por acción de la C3 convertasa (C4b2b) es
tida, y se designaba C2a al fragmento que al escindido, y parte de él adquiere capacidad pa­
unirse a C4b da origen a la convertasa de C3, y ra fijarse a receptores de la membrana de los
C2b al pequeño péptido que se libera. Esta ,mo­ eritrocitos. Durante el clivado, a partir de la ca­
dificación introducida tiene por objeto identifi­ dena a se forma C3a (anafilotoxina) constitu­
car con el mismo subíndice (b) a todos los frag­ yendo el resto de la molécula C3b, el que en su
mentos que participan en la activación del sis­ forma naciente se une a la enzima que sirvió
tem a complemento, y con el subíndice (a) a los para su activación originando un complejo tri-
pequeños fragmentos peptídicos escindidos. La molecular (EAC14b2b3b) que tiene capacidad
nomenclatura incluida en el texto corresponde para convertir a C5 (C5 convertasa). Hay estu­
a la modificación usada actualmente. dios que demuestran que este complejo, en for­
Para que ocurra la activación de C4 no es ne­ ma relativamente estable y con actividad con­
cesaria la presencia de Mg^+, y ella se produce vertásica de C5, puede formarse además en la
rápidamente, en 1 a 2 minutos a 37°C. Durante la fase Huida. Su coeficiente de sedimentación es
formación de EAC 14b, una fracción de C4 deno­ de 15S.
minada C4i puede aparecer en el sobrenadante.
I----------- !
eaIc T i ■ E A C l 4b
E A C l 4b2b3b
(C onvertasa de C.5)

C4*

‘ C4i
C4
Complemento 399

El C3b libre en la fase fluida se inactiva rá­ C uando EAC14b2b3b d iv a a C5, el fra g ­
pidam ente, transform ándose en C3i. Sólo un mento naciente C5b, que sirve como centro fo­
10% del C3 activado se fija a la célula. Un solo cal de ataque a la membrana por parte del com ­
complejo EAC14b2b puede activar numerosas plejo, expone sitios que le permiten la fijación
moléculas de C3. de C6 y C l. C6 tiene actividad de serina estera-
La convertasa de C5 tiene actividad peptidá- sa y muy probablemente C5 constituya su sus­
sica, la que se pone de manifiesto por su capa­ trato. C5b se une a C6 originando un interm e­
cidad para desdoblar dipéptidos en que uno de diario inestable EAC14b2b3b5b6, el que al fi­
sus aminoácidos constitutivos es aromático, co­ ja r C l se estabiliza (EA C 14b2b3b5b67). El
mo glicil-tirosina. Éstos pueden inhibir la lisis complejo trimolecular C5b67 aumenta su afini­
de EAC14b2b3b si son adicionados previamen­ dad por las superficies lipofílicas y su inserción
te al agregado de los restantes componentes del en las membranas probablemente se deba a que
complemento. en C l existen sitios ocultos de unión a aqué­
llas, de carácter hidrofóbico. La especificidad
T ercera eta pa
de las células de fijar C8 se inhibe si C5, C 6 y
C7 son adicionados juntamente con suero anti-
El ataque de C5 por EAC14b2b3b inicia el C5, lo que demuestra su activa participación en
proceso de autoensamblado por el cual, y sin el proceso.
ninguna otra acción enzim ática, se form a el
complejo estable de C5b-9. Inicialm ente C5 E A C l I4 b 2 b 3 b i- =*► E A C l 4b2b3b5b
se une a C3b fijado a m em branas y en esas 1_____ L^
condiciones sufre sutiles cambios conform a­
cionales que lo hacen accesible a la acción de
las convertasas de C5. Si no está fijado a C3b,
en condiciones fisiológicas C5 no es clivado E A C l 4 b 2 b 3 b l5 b i = ► E A C l 4 b2b3b5b67
por las enzimas. La C5 convertasa escinde de
C5 un pequeño péptido, C5a, con actividad C 6 , C7 C (567)i
anafilotóxica, que al igual que C3a tiene un
alto contenido de estructura a-helicoidal, uno C8 se fija sobre las células que han adquiri­
de los requerim ientos para su actividad bioló­ do el estado anterior.
gica. El resto de la molécula, C5b, es el que
form a con los co m p o n en te s te rm in a le s el
E A C l 4 b 2 b 3 b l5 b 6 7 | E A C l 4 b 2b3b5b678
complejo estable con capacidad para producir i------ (
el daño. En la fase fluida el complejo C5b-9
se acumula en su form a inactiva. Ha sido ais­
lado de sueros activados, siendo su peso m o­
lecular de 1.000 kD , el coeficiente de sed i­ Se ha demostrado que la interacción de C5b7
mentación 23S y su movilidad electroforética con C8 tiene lugar a través de la cadena C8)3, a
de aglobulina. Las uniones de este complejo la que sigue la fijación de C9. Que la participa­
no son covalentes, lo que ha perm itido, por ción de C8 es indispensable para la fijación de
electroforesis en geles. adicionados de dodecil C9, puede ponerse en evidencia mediante la in­
sulfato de sodio, lograr su separación. Se han hibición de la reacción por el añadido de suero
obtenido siete bandas, las que por análisis an­ anti-C8. El daño en las células es inidado por
tigénico y peso m olecular corresponden, se­ el C8 fijado y que en la elaboración del canal
gún la posición que ocupan las bandas: (1) transm em bránico que lleva a la lisis celu lar
C5b (PM, 170 kD); (2) C7 (PM, 120 kD); (3) participa C9. C8 actuaría como una fosfolipasa.
C6 (PM, 95 kD); (4) C8 (PM, 93 kD); (5) des­
conocido (PM, 88 kD); (6) C9 (PM, 79 kD) y E A C l 4b2b3b5b678 E A C ! 4b2b3b5b6789
(7) C8 (PM, 70 kD). Las bandas (4) y (7) re­
presentan dos subunidades de C8, unidas no
covalentemente, las que también han sido h a­
lladas en el C8 nativo y a las que se denomina
C 8 a y C8j3. La banda (5) inicialmente no fué Un efecto similar al logrado por e l añadido
identificada con ninguna otra proteína conoci­ de C9 se consigue con la adición de quelantes
da y podría constituir un nuevo com ponente de iones F e^+ , como la 1 - 1 0 fenantrolina o l a
del complemento; actualmente se sabe que es bipiridina. La acción de C9 es inhibida p o r los
un inhibidor del complejo C5b-9. Los com po­ iones Fe^'*’. Todo parecería indicar que C 9 po­
nentes C5b, C6, C7 y C8 están presentes en dría actuar de una manera similar a los quelan­
concentraciones equim oleculares, en tanto que tes en su mecanismo de activación sobre C8 fi­
C9 lo está en una proporción mayor. jado a células.
400 Mecanismos efectores de ¡a respuesta inmune

Con posterioridad a la fijación del últim o al 25%, lo que supone la implicancia de una re­
com ponente del com plem ento ocurren en la gulación osmótica.
membrana celular una serie de cambios que en Un hecho interesante ha surgido al analizar
definitiva llevan a la lisis. los productos originados por el ataque vía com­
C9 contiene dominios hidrobóficos ocultos y plemento de las membranas de macrófagos y
cuando interacciona con C5b-8 polim eriza y polimorfonucleares neutrófilos. Cuando la le­
forma estructuras tubulares de carácter anfifíli- sión de la membrana se produce, hay activa-^
co, las que dan origen a los canales transmem- ción de fosfolipasa celular, que inicia el meca­
bránicos que llevan al daño celular. C5b-8 pro­ nismo que lleva a la liberación de prostaglandi­
mueve la inserción de C9 en el centro hidrocar­ nas, tromboxanos, hidroxiderivados e hidrope-
bonado de la membrana, favoreciendo su acce­ roxiderivados del ácido eicosatetraenoico (HE­
so a la bicapa lipídica. Durante este proceso, TE y HPETEs), leucotrienos y otros productos.
C9 polim eriza aumentando su estructura P y Esto pone en evidencia que además de la ac­
exponiendo neoantígenos C9 específicos. Los ción inflamatoria de C3a y C5a, ya conocida, el
grupos hidrofóbicos se unen a la membrana y ataque a membranas por los componentes ter­
originan un canal central de pasaje de carácter minales de la secuencia de activación del com­
hidrofílico. El diámetro del canal varía según el plemento inicia el mecanismo inflamatorio ba­
número de moléculas de C9 que polimerizaron. sado en la liberación de ácido araquidónico a
Se han descrito polímeros con 2, 3, 6, 10, 12 y partir de los fosfolípidos de membrana. H^asta
16 moléculas de C9, las que incrementarían el el momento no se tenía conocimiento de que el
diámetro de los canales transmembránicos ori­ ataque a membranas por los componentes ter­
ginados (fig. 22-6). Es a través de esos canales minales del complemento mediaran la libera­
que los eritrocitos pierden hemoglobina, pota­ ción de productos que participan en los fenó­
sio, nucléotidos, aminoácidos, etc., pérdida ésta menos de hipersensibilidad inmediata y de la
que puede ser bloqueada por albúmina bovina inflamación (véanse caps. 23 y 32).

C 5 b -8 C 5 b -9 (C 5b-8 ) C 9 n

a)

r.fi re f'Q -------


C5b C6
b)

C8 C7
C9 Qg C9

c)

F ig . 22-6. Representación esquem ática de los poros que se form an en la m em brana de los eritrocitos durante la lisis m e­
diada por com plem ento.
a) Inserción del com plejo C5b-8 en la m em brana celular y fijación posterior de C9. Inicialm ente hay desplegam iento y
activación de C9, seguida de polim erización y form ación com pleta del tubo al participar en el suceso nuevas m oléculas
d e C9.
b) F orm ación del canal transm em bránico, que aum enta su diám etro en función de las m oléculas de C9 que participan.
c) Esquem a de los productos que se observan al m icroscopio electrónico cuando la m em brana de un eritrocito es atacada
por el sistem a com plem ento: I - poros de un trozo de m em brana atacada por com plem ento; II - corte longitudinal de la
m em brana en la zona correspondiente a un poro, donde se observa una form ación infundibuliform e.
Complemento 401

La figura 22-7 esquematiza la activación del como unidad de reconocimiento, iniciando el


sistema complemento por la vía clásica. m ecanismo. Entre esas sustancias activadoras
Recientemente se ha demostrado que, cuan­ figuraban especialm ente los lipopolisacáridos
do la proteína fijadora de mañosa (MBP: mari­ de la pared celular de bacilos gramnegativos.
nóse binding protein), presente en varios verte­ Actualmente, la existencia de los factores de
brados, fija a través de sus dominios de lee ti na- iniciación ha sido descartada, y se sabe que la
dpo C estru ctu ras con m añosa o acetilglu- reacción se pone en marcha por intermedio de
cosamina presentes en la superficie de varios los activadores de superficie (receptores), m o­
p atógenos (b acterias, viru s), se activa una léculas particulares generalmente cargadas po­
proenzima denominada (M AS? (MBP-associ- sitivamente, ricas en grupos OH y muy pobres
a ted serin e-p ro tea se). La enzim a a c tiv ad a en ácido siálico, existentes en membranas celu­
actúa sobre C4 y C2 originando C4b y C2d, lares, que facilitarían la formación de interm e­
poniendo en marcha, de esta manera, la acti­ diarios más estables. E ntre esas sustancias,
vación del complemento por la vía clásica sin además de los lipopolisacáridos señalados, fi­
la participación de anticuerpos. guran productos de la pared celular de levadu­
ras (zimosán), polisacáridos complejos, inulina,
etc., probablemente sin la participación de in­
VÍA DE A C T IV A C IÓ N A LTERNA munoglobulinas. La fijación de C % a esas m o­
D EL C O M PL E M E N T O léculas lo vuelve menos accesible a la degrada­
ción por los factores I y H.
El conocim iento del mecanismo de acción La remoción de ácido siálico de membranas
de la vía alterna, caracterizado por la activación disminuye la fijación de H a C3b unido a m em ­
de C3-9 sin la participación de C142, es recien­ brana y favorece la activación del complemen­
te. Hace ya varios años Pillemer y col. demos­ to por la vía alterna. Membranas pobres en áci­
traron que una proteína sérica llamada proper­ do siálico son buenas activadoras del com ple­
dina (P), en presencia de Mg^+, un factor A hi- mento por esta vía, como ocurre con los eritro­
drazina sensible, un factor B termolábil y una citos de conejo. No acontece lo mismo con los
fracción euglobulínica del suero, tenía capaci­ glóbulos rojos de carnero pues sus membranas
dad para reaccionar con extractos de pared ce­ tienen un alto contenido de ácido siálico.
lular de levadura de cerveza (zimosán) y origi­ El empleo de sueros deficientes en C2, que
nar a 17°C un com plejo capaz de in activ ar carecen de la posibilidad de originar C3b p o r la
C3-9 a 37°C. Teniendo en cuenta que las carac­ vía clásica, ha demostrado que la IgA e IgE hu­
terísticas de los tres factores descritos eran se­ manas y la IgG l de cobayo agregadas bajo la
mejantes a las de C4, C2 y C l, se sostuvo que forma de complejos Ag-Ac o por medios físi­
ello no era más que una reacción clásica de cos o químicos son también sustancias capaces
inactivación de C y que probablemente debía de iniciar la activación del complemento por la
ocurrir como consecuencia de una interacción vía alterna. Cosa similar ocurre con los agrega­
previa del zimosán con anticuerpos naturales. dos insolubles de IgG.
Posteriormente se demostró que lipopolisacári­ Las unidades de activación, que llevan final­
dos bacterianos, al interaccionar con sueros mente a la elaboración de la convertasa de C5
frescos, inactivaban C3-9 sin consumos apre­ de la vía alterna, son las que luego hacen posi­
ciables de C l, C2 y C4. ble la participación de las unidades de ataque a
El hecho que sirvió para interpretar este m e­ las membranas, las mismas que actúan cuando
canismo de acción fue el hallazgo del factor B la activación ocurre por la vía clásica.
o C3PA, descubierto al explorar, no el sistema Para que la activación de la vía alterna tenga
de la properdina, sino el mecanismo por el cual lugar se requieren cuatro proteínas. Por un me­
un factor obtenido del veneno de cobra (CVF) canismo no específico C3 nativo y eí factor B
inactivaba a C3. Las aparentes relaciones entre forman un complejo reversible que puede ser
C3PA o B con el sistema de la properdina han activado por el factor D en presencia de
permitido formular hipótesis sobre el funciona­ Como consecuencia de ello se forma C 3B o
miento de la vía alterna. C3Bb, enzima que inicia el clivado de C3 dan­
Si bien hasta hace muy poco existían contro­ do lugar a la formación de pequeñas cantidades
versias sobre el mecanismo inicial de la activa­ de C3b el que, si no está protegido, es inactiva­
ción del sistema complemento por la vía alter­ do por el factor I transformándose en C3bi. Por
na, en estos momentos el hecho está aclarado. acción de proteasas C3b se desdobla en C3c y
Durante cierto tiempo se sostuvo que ello era C3d. Una proteína sérica conocida como H al
consecuencia de que sustancias llamadas facto­ fijarse competitivamente a C3b desaloja a Bb y
res de iniciación (FI), al activarse con ciertos facilita la actividad olivante de I.
productos se transformaban en FI el que, al fi­ La segunda etapa requiere que el C 3b na­
jarse sobre m em branas celulares, funcionaba ciente se fije a un activador presente en una su­
402 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

perficie. Una molécula de C3b puede unirse a la nismo por el que C3 nativo se une a B para for­
membrana de la célula o volcarse a la fase flui­ mar C3B o C3Bb. Ello se debería a que C3 na­
da. Cuando el C3b está unido a membrana fija tivo fijaría agua en la fase fluida y al hacerlo
el factor B, el que después de la fijación se adquiriría una estructura similar a la de C3b fi­
vuelve susceptible de ser clivado por el factor D jado a receptor. La cadena P de C3b, protegida
y Mg2+ originándose C3bB o C3bBb, converta­ por la cadena a , estaría bajo una forma metaes-
sa de C3 y C5 lábil, de rápida inactivación. Para table, la que se estabilizaría al unirse a un re­
que esta enzima funcione eficazmente se nece­ ceptor en la fase sólida, posibilitando de esa
sitan no menos de 2 moléculas de C3b unidas a manera su unión al factor B. La unión de C3b a
la superficie celular, ubicadas en forma adecua­ la fase sóhda se hace a través de tioéster hidra­
da y ^ probable que críticam ente alineadas tado de la cadena y grupos OH de los hidratos
(C3bnB o C3bnBb) (Sitio 1). La vida media de de carbono o grupos NH2 de proteínas de la su­
esta enzim a es muy corta, sólo 2 m inutos a perficie receptora. Esta unión de tipo covalente
37°C, de ahí se infiere su reducida eficacia. no es específica (fig. 22-8).
Los estudios llevados a cabo con tioéster de­ Para que el factor B pueda transformarse en
rivados de C3b son los que han perm itido a Bb y participar en el mecanismo de activación
Müller-Eberhard estimar cuál debe ser el meca­ de C3 es necesaria la presencia de iones Mg^+ y

C ir C ir

C ls

Anticuerpo li Fe

Antígeno

1^ ETAPA: EA + C1q + C1r + C1s CT


IVIembrana eritrocítaria

C4a

ETAPA: C1 + C4 + ■■ V - C4b

CT + C4b + C2 J !'? L c 4 b 2 b

Fig. 22-7. R epresentación gráfica de la cinética de la inm unohem ólisis por acción del com plem ento (vía clásica).
Complemento 403

C6
C 3a C3
C3a O
C6 A
C3 / C7
C3b

C3b [p c f

! ETAPA: C5b + C6 + C7 — ^ C5b67

3® ETAPA: C4b2b + C3 C4b2b3b

C5
OC5a
! ETAPA: C5b67 + C8 —»^C5b678

C9

nC7
48 ETAPA: C4b2b3b + C5 — ► C5b K+, Hb.
C 5bl

poli C9
_i|j^
IN a * . HjO
Fig. 22-7. Continuación.
7® ETAPA: C5b678 + nC9 C5b-C9n -» > |l i SIS|

Caída a forma
inactiva

Cisteína

Ácido
glutámico

Membrana

F ig . 22-8. M ecanism o de fijación de C3b a m em brana a través del tioéster activado de la cadena a.
404 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

del factor D. Éste es una serina esterasa capaz puesta en m archa de las unidades de ataque
de ser inhibida por el DFP. La enzima (D) tiene (fig. 22-10).
un precursor inactivo (D) que no es afectado, Si los hechos se desarrollaran normalmente
por el DFP. Su peso molecular es de 25 kD y de esta manera, la activación del sistema com ­
está formada por una cadena peptídica simple. plemento por cualquiera de las vías llevaría al
La form a inactiva puede activarse por trata­ agotamiento de C3. Ello no ocurre porque hay
miento con pepsina. Ambas formas de la enzi­ un inactivador, el factor I que se encuentra nor­
ma están presentes en el suero conjuntamente. malmente en el suero y que al actuar sobre C3b
El factor D que es olivante y activante del fac­ lo inactiva. Este inactivador es efectivo sobre
tor B (PM, 95 kD y movilidad [3) le escinde a C3b libre o unido a membrana, pero en este úl­
éste un pequeño péptido acídico llamado frag­ timo caso su accesibilidad es menor. Como ya
mento Ba, de PM, 30 kD y movilidad a , y libe­ se indicara, su actividad se ve facilitada por la
ra el factor Bb de PM, 63 kD y movilidad y. proteína H.
El fragmento Ba, que no participa en la acti­ En algunos pacientes con glomerulonefritis
vación del complemento por la vía alterna, es h ip o co m p lem en tém ica se ha encontrado el
un péptido difusible que posee una muy discre­ C3factor nefrítico (C3NeF = “C3 nefritic fa c ­
ta capacidad para inducir co n tractu ra de la tor”) que es un activador endógeno de la vía al­
musculatura hsa. terna. Es una inmunoglobuhna, la que se une a
A esta altura de la secuencia de activación C3bnBb formando C3bnBbNeF. Este complejo
de la vía alterna entra en funciones una nueva funciona como convertasa estabilizada de C3 y
proteína, la properdina (P), de PM 220 kD, for­ C5, es decir que el NeF cumple una función si­
mada por 4 subunidades de PM 53 kD unidas milar a la properdina. Se ha demostrado que el
no covalentemente, y de movilidad (3 o y según NeF es un autoanticuerpo con especificidad p a­
las preparaciones usadas para los ensayos por ra C3bnBb que reconoce un neoantígeno que se
los diferentes investigadores y que el medio so­ expone en Bb.
porte para la corrida sea agar o agarosa. El En el cuadro 22-2 figuran las características
compuesto C3bnB o C3bnBb fija la properdina principales y la sinonimia de los componentes
y la activa (P), probablemente por un cambio que participan en la activación del complemen­
c o n fo rm a c io n a l, o rig in á n d o s e C3bnBP o to por la vía alterna.
C3bnBbP (Sitio 2), producto estable con activi­
dad convertásica de C3 y C5 (vida media: 8
minutos a 31°C). R E C E PT O R E S DE C O M PO N EN TES
Es interesante hacer notar que la properdina, DEL SISTEMA COMPLEMENTO
considerada como iniciadora de la activación
de la vía alterna en las primeras interpretacio­ R eceptores para C lq y C4
nes de este mecanismo, sólo interviene en la
etapa final del proceso funcionando como esta- Si bien se ha sugerido la existencia de un re ­
bilizadora. Parecería que no sólo aumenta la vi­ ceptor para C lq unido a complejos inmunes en
da media de la enzima evitando la disociación la fase fluida, su naturaleza aún no ha sido cla­
de Bb del complejo, sino que también la prote­ rificada. Según algunos autores, la porción co-
ge contra inactivadores como el I. lágeno-símil del C lq en las condiciones indica­
La vía alterna de activación del complemen­ das se uniría a la membrana de granulocitos,
to puede funcionar en ausencia de properdina monocitos y linfocitos B, hecho que tendría lu­
pero con una eficiencia muy reducida. __ gar a través de un receptor. La función de este
La C5-convertasa de la vía alterna (C3bnBP receptor en esas células es desconocida.
o C3bnBbP) al actuar sobre C5 lo desdobla en La fijación de C4 nativo a macrófagos peri­
C5a y C5b. Éste, al fijarse a la membrana celu­ toneales de cobayo mantenidos en m onocapa
lar capaz de ser lesionada, en un Sitio 3, facilita ha sido descrita. No obstante existen dudas de
la formación de la unidad de ataque C5b-9, que que esa fijación sea a través de un receptor C4-
funciona de manera similar a la descrita en la específico.
vía clásica (fig. 22-9).
El C3b originado por las vías clásica o alter­ Receptores para fragm entos de C3
na de activación del complemento, al fijarse a
la membrana celular en el Sitio 1 inicia un m e­ Receptor de tipo (CRJ), Receptor para C3b
canismo de amplificación de esta última vía, ya (CD35). Diversos estudios se han realizado p a­
que en esas condiciones puede con el compo­ ra identificar un receptor presente en eritrocitos
nente B o Bb formar C3bnB o C3bnBb, la que a humanos, macrófagos y hnfocitos B, que fija a
su vez puede originar nuevas m oléculas de C3b monomérico, dimérico o polimérico inte­
C3b. La estabilidad de la enzima por interme­ grante de complejos inmunes solubles y parti­
dio de P lleva a la conversión de C5 y a la culados. El número de CRl por eritrocito osci­
Complemento 405

la entre 5-8 x 10*; 4 x 10“* a 1,4 x 10= en los La función de C3bi es similar a la de C3b, y
granulocitos y 3-4 x 10'* en los linfocitos B. al unirse al receptor media reacciones de inm u­
Cuando C R l fija a C3b lo hace con un valor noadherencia y fagocitosis entre otras.
del Ko del orden de 2-6 x 10^ M ‘. CR3 tiene además capacidad de unión similar
E ste receptor tiene un polim orfism o muy a las leetinas, lo que le permite fijar ciertos hi­
marcado, con cuatro alelos codominantes que dratos de carbono presentes en la superficie de
difieren de sus pesos moleculares, oscilando en­ microorganismos, facilitando la fagocitosis.
tre 190 y 280 kD según el alelo. Otra caracterís­ Receptor de tipo 4 (CR4), Receptor de C3bi
tica de este receptor es que presenta, al igual (G D I Id 18). Constituido por una cadena a de
que otras proteínas del sistema complemento, 150 kD (C D l le ) y una cadena P de 95 kD
múltiples estructuras repetidas, una a continua­ (CD18), idéntica a la cadena p del CR3. Está
ción de otra, de aproximadamente 60 aminoáci­ presente en las mism as células que expresan
dos y conteniendo 10 a 16 residuos muy conser­ CR3 y su especificidad es también C3bi.
vados. Estas unidades son conocidas en la lite­ CR3 y CR4 forman parte de la familia de las
ratura como “short consensus repeats”. integrinas.
C R l, al fijar C3b a las células indicadas, faci­ La denominación de C R l, CR2, CR3 y CR4
lita distintos mecanismos inmunológicos en los a los receptores de C3b, C3d y C3bi h a sido
que C3b participa como la inmunoadherencia, propuesta teniendo en cuenta que los señalados
la fagocitosis, la citotoxicidad complemento de­ no son los únicos ligandos de esos receptores.
pendiente y también, como ha sido demostrado Con ello se ha procurado poner más atención
recientem ente, aum entando la producción de en el receptor que en su especificidad para el li­
IL-2 por ciertos grupos de linfocitos T. gando.
El receptor para C3b produce además altera­
ciones en este compuesto, actuando por esa cir­ Receptores para C4a, C3a, C5a y Ba
cunstancia como un excelente cofactor de I en
la transformación d C3b en C3bi. Este efecto es El clivaje de C4, C3, C5 y B da lugar a la
más acentuado en la fase sólida que en la fase formación de los péptidos C4a, C3a, C5a y Ba.
fluida, siendo su eficiencia, en este último caso, Todos ellos son biológicam ente activos, pro­
comparable a la del factor H. m oviendo con m ayor o m enor intensidad la
Si bien el ligando preferido de CRl es C3b, contracción del músculo liso; los más efectivos
puede fijar también partículas que tienen adheri­ son C3a y C5a.
do C4b, con una afinidad (Ko) inferior a la de Todos esos péptidos, al actuar sobre recepto­
C3b. res existentes en diferentes células promueven,
Receptor de tipo 2 (CR2), Receptor para C3d, además de la contracción de la musculatura li­
(CD2I). Este receptor ha sido identificado en sa, la liberación de histamina por los m astoci­
linfocitos B, no así en macrófagos, granulocitos tos y de serotonina por las plaquetas. C5a indu­
y linfocitos T. La mayor parte de los linfocitos ce quimiotaxismo celular y además incrementa
B tisulares expresan receptores para C3b y C3d. la expresión del número de receptores para C3b
El receptor CR2, aislado de sobrenadante de en los granulocitos.
cultivos de células Raji, presenta características Se ha demostrado que C3a y C5a intervienen
de una glucoproteína de PM 72 kD. No se tiene como moduladores de la respuesta inmune. El
conocimiento de su número por célula ni de su primero de ellos suprimiendo ciertas funciones
afinidad por el ligando. Este receptor fijaría, linfocitarias al actuar presumiblemente sobre
además de C3d, el fragmento C3dg. un tipo particular de célula supresora-inducto-
La función de CR2 es poco clara. Además de ra, en tanto que C5a ejerce una función poten-
potenciar la citotoxicidad complemento-depen­ ciadora al inducir la producción de IL-1 p o r los
diente en aquellos linfocitos que tienen CR2 y macrófagos.
C R l, parecería que permite a inmunoadheren­ Las funciones descritas tienen lugar cuando
cia y suprimiría la activación linfocitaria en los los péptidos difusibles C3a y C5a interactúan
cultivos mixtos de linfocitos. con los correspondientes receptores celulares.
R eceptor de tipo 3 (CR3), R eceptor p a ra En el caso de la unión de C5a con sus recepto­
C3hi (G D IIhi 18). Es un heterodímero consti­ res presentes en granulocitos -unión que pro­
tuido por dos cadenas polipeptídicas: a de 170 mueve el quimiotaxismo-, el valor de la cons­
kD (CD 11 b) y p de 95 kD (CD18), respectiva­ tante de asociación oscila entre 10’ y 10® M"’.
mente. Investigaciones realizadas parecerían in­ Hasta el momento no se tiene conocimiento
dicar que el fragmento C3dg, constitutivo de de la naturaleza, características fisicoquímicas
C3bi, es el que actuaría como ligando ante el re­ y distribución celular de los receptores de estos
ceptor. No se conoce con seguridad cuál es el péptidos difusibles originados por fragm enta­
número de CR3 por célula y la afinidad de la ción de algunos componentes del sistema com ­
unión al ligando. plemento.
406 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

Receptor para el factor H La unión del factor H polimérico a células


blastoides y linfocitos de sangre periférica presu­
En linfocitos periféricos y en algunas líneas miblemente induce la liberación de factor I, que
celulares linfoblastoides B se ha demostrado la es calcio-dependiente y energía-dependiente.
existencia de un receptor para el factor H. Ello
se ha evidenciado por la adherencia a granulo­ MECANISMOS REGULATORIOS
citos de partículas que tenían fijado el factor H. DE LA ACTIVACIÓN
El número de receptores por célula, determi­ DEL COMPLEMENTO
nado por estudios de interacción ligante-ligan-
do a saturación es aproxim adam ente de 2 X En el suero del hombre y del cobayo han sido
1Q5; este valor varía según los autores. hallados inhibidores e inactivadores del comple­
Del receptor purificado no reducido se han mento. Ello es consecuencia de una necesidad
identificado cadenas peptídicas de PM 100 kD biológica derivada de la acción de componentes
y 50 kD y de 50 kD de la forma reducida. activados del complemento y de péptidos acti-

, . . C § !D - C3a

..........L
■ C3 B C3 Bb C3

I
C3c
l/H

proteasa
C3d
C3b

C3b

1- ETAPA: C3 + B + D — ^ C3b (Fijación de C3b a membrana)

C3a

( J g )

C3b B C3b

ETAPA: C3b + B + D G3bBb + n C 3 b ■ -C3bnBb


F ig. 22-9. A ctivación del sistem a com plem ento (vía alterna).
Complemento 407

kC3a

nC 5a
C5 y

C5b

n-íh
C3b
I
■ ' ib
Bb

3^ ETAPA: C3bnBb + P -» i^C 3 bnB bP 4 ^ ETAPA: C3bnBbP + C5 —»^C5b


C3bnBbP + C3 —► CSb
(El C3b formado puede unirse a
membrana y amplificar la vía alterna)

I
C7
C8
C6

C 9Í

C5b

^Na*, HjO

5^ ETAPA: C5b + C 6, C7, C 8, n C 9 ^ s ^ C5b-C9n [Q ^

Fig. 22-9 (cont.). A ctivación del sistem a com plem ento (vía alterna).

vos originados de ellos, cuya permanencia po­ C3b, por acción del factor I, es clivado en
dría resultar perjudicial para el organismo. los fragmentos C3c y C3d. El factor I tiene un
Uno de ellos es el inhibidor de C l esterasa peso molecular de 93 kD y movilidad electro­
(Clinh), denominado también a^-neuraminogli- forética de P 2globulina. Está com puesto por
coproteína, de PM 104 kD y movilidad electro­ una cadena a (55 kD) y una cadena p (42 kD)
forética de a ,. Tiene un alto contenido de hidra­ unidas por puentes disulfuro. Su concentración
tos de carbono, 40%, y su estructura es la de una sérica aproximada es de 50 |ig • m i '. Su fun­
cadena peptídica simple según algunos autores, ción biológica es la de regular C3b, ya que si
en tanto que otros admiten que está formado por así no ocurriera éste actuaría como un am plifi­
subunidades de PM 18,5 kD. Su concentración cador permanente de la vía alterna, con el con­
sérica es de 180 |i.g • mi '. Este inhibidor actúa siguiente consumo de C5-9. El factor I actúa
también sobre las plasm a kalicreínas. Form a también sobre C4b inactivándolo.
parte de la “superfamilia” de las serpinas, inhi­ El componente C4bp (C4 binding protein),
bidores de proteasas de serina. En pacientes con que más que un inhibidor sería un regulador de
edema angioneurótico hereditario hay disminu­ la convertasa de C3 de la vía clásica, es un
ción de los niveles de C linh y en ellos se obser­ multím ero de PM 1.300-1.500 kD, resultante
van edemas no inflamatorios en áreas localiza­ de la unión no covalente de monómeros de PM
das, pudiendo originar la muerte por asfixia si se 550 kD, que a su vez están constituidos por 8
localizan en la laringe. Toda esta sintomatología subunidades de PM 70 kD unidas entre sí pior
se debe a la falta de inhibición de la C ls, que uniones disulfuro. El C4bp acelera la disocia­
además provoca una disminución de los compo­ ción de C4b2b que lleva a la formación de C2i,
nentes C4 y C l, pues éstos son, como ya se ha actuando a la vez como cofactor en el clivaje
visto, sus sustratos naturales. de C4b por I, proceso que da origen a C 4c y
408 Mecanismos efectores de ia respuesta inmune

V IA C L Á S IC A

► C -q u in in a s-

^ In m u n oa d h ere n oia - 4 F A G 0 C IT 0 S IS k

-■>C3a-anafilotoxina
. ^C 3blN A^, ,
C 3b n B P C 3 b '< ' ^C 3b
M O D IFIC A C IO N
^ (estable) > 'C 3,C 3d D E LA
P P E R M E A B IL ID A D
C 3B „B
________________ _ fQ-gl
(lábil)
fragm ento-B
- C5b
- B f - B + D + Mg2*

C 3 b n 4- - de, .
" y a m p lific a c ió n
C3i Lipo po lisacárid os,
inulina, poliósidos, etc. |
IgA, IgE, lg G 4 h um an as i
C 3a l/H a g re g a d a s (Ac-Ag), i
Ig G l co b a yo (A c-A g) |

B + C 3 + D + Mg2*
FA S E FL U ID A

V ÍA a l t e r n a

V ía de activación c lá sica \ V ía de activación altem a

jiB , Inhibición de activación — Producto de inactivación

F ig. 22-10. In te rre la c ió n e n tre c o a g u la c ió n , f ib rin ó lisis , g e n e ra c ió n d e q u in in a s y a lg u n o s c o m p o n e n te s d e l c o m p le m e n to ,


y a c tiv id a d d e lo s p r o d u c to s o rig in a d o s.

C4d. Su contenido en el suero es de 250 ¡ig ■ y cumple una función similar a la de DAF, ac­
m l'. tuando como cofactor de C4b y C3b para su
El componente H, de PM 150 kD, es una be- clivado por el factor I.
ta-globulina constituida por una sola cadena Ha sido descrito un inactivador de C6, con
peptídica. Su función es la de regular la expre­ movilidad electroforética de p l globulina. Una
sión de la convertasa de C3 de la vía alterna forma inactiva de C8, obtenida a partir de la
(C3bBb). Ello lo consigue inhibiendo competi­ forma hemolíticamente activa, a pH 7,5 y fuer­
tivamente la combinación de B con C3b, au­ za iónica baja, bloquea la capacidad de EACI-7
mentando a su vez el clivaje de C3b por í. La de fijar C8 activo.
actividad de H está regulada por el ácido siáli­ El llamado inactivador de anafilotoxina, una
co de las membranas celulares, el que favorece a globulina de PM 310 kD que responde a las
la unión de H a C3b. Las membranas pobres en características de la carboxipeptidasa N, supri­
ácido siálico facilitan la activación del comple­ me la actividad anafilotóxica de C3a y C5a d i ­
mento por la vía alterna al dificultar la partici­ ván do la arginina C -term inal de estos com ­
pación de H. La concentración sérica de H es puestos. La capacidad leucoquim iotáctica de
de 400 |ig • ml >. los mismos no se modifica.
DAF (“decay acelerating factor”), factor que Algunas enzimas pueden modificar compo­
acelera la caída de la actividad de las converta- nentes del complemento. La plasmina, derivada
sas de C3, es una proteína de 70 kD, conocida de su precursor, el plasminógeno, puede trans­
también como CDS5. Esta proteína no se en­ formar C ls en C ls sin la intervención de C lq y
cuentra en el plasm a, sino que está unida a C lr, e incluso destruye la actividad funcional
membranas celulares por unión fosfatidilinosi­ del factor L Plasmina y tripsina pueden clivar
tol. Decae la actividad de las convertasas de C3 C3 y C5 originando las anafilotoxinas C3a y
de ambas vías, actuando en los tejidos propios C5a.
del huésped. Acttía como cofactor de C3b y Además de los inhibidores e inactivadores
C4b para su clivado por el factor L citados, existe en el plasma la proteína S, que
Otra proteína reguladora de la vía clásica es actúa en la etapa terminal de la secuencia de
MCP (proteína cofactor, de membrana), de 58- activación del sistema complemento durante la
63 kD e identificada como CD46. Se encuentra formación del componente de ataque a m em ­
unida a membrana por unión fosfatidilinositol brana (MAC). Su función es la de restringir la
Complemento 409

lisis a aquellas m em branas portadoras de la soluble en agua. E sta transición antifílica-hi-


convertasa de C5, previniendo la lisis de otras drofílica ocurre por fijación de 2 o 3 moléculas
células existentes en el medio que no se en­ de S a los sitios hid ro fó b ico s de fija c ió n a
cuentren en esas condiciones. En ausencia de la membrana de los complejos C5b-7 y C5b-8. La
proteína de control, células vecinas no sensibi­ falta de polimerización de C9 originan com ple­
lizadas pueden Usarse por fijación de los com ­ jos que carecen de estructura tubular, a diferen­
plejos C5b-6 o C5b-7 que son liberados al m e­ cia de lo que ocurre cuando los componentes
dio por las células activadoras. Sobre el parti­ del complemento están unidos a mem branas.
cular conviene recordar que algunas bacterias, La figura 22-11 esquematiza lo expuesto.
en especial salmonelas que han sufrido el ata­ Es un hecho bien conocido que la efectivi­
que del complemento, pueden liberar con faci­ dad del complemento es mayor cuando su acti­
lidad los citados intermediarios, que podrían fi­ vidad se ejerce sobre eritrocitos y otras células
jarse a nuevas células e iniciar su daño, sobre hemáticas heterólogas, en tanto que es menor
todo en focos inflamatorios. Para que ello no cuando las células son homólogas. En los últi­
ocurra se necesitan sistemas de control, partici­ mos años se ha encontrado explicación a este
pando en ese mecanismo la proteína S, gluco­ hecho, al demostrarse que hay dos proteínas de
proteína monocatenaria de PM 88 kD, que ac- m embrana localizadas en una variedad de célu­
tiía bloqueando en la fase fluida los sitios de las que bloquean la formación del “complejo
unión a membrana de los complejos C5b-7. Es­ de ataque a m em brana” (MAC). Estas proteí­
tos complejos unidos a la proteína S permiten nas son el “factor de restricción ho m ó lo g a”
la fijación de C8 y de sólo 2 o 3 moléculas de (HRE) y CD59, las que protegen las células del
C9 por cada com plejo C5b-9, bloqueando la propio individuo contra la posible lisis induci­
polimerización del último componente. Por es­ da por com ponentes hom ólogos del co m p le­
te mecanismo se evita el consumo inefectivo de mento. Actúan uniéndose a C8, impidiendo la
C9 y se convierte al complejo en un producto unión de C9 y su inserción en la m em brana
plasmática. Sólo bloquean la unión si el com­
plemento y las células a lisar son de la misma
C5 — ► C S b especie.
C o n v erta sa
d eC 5

OTROS MECANISMOS
C 5a
INM UNOLÓGICOS EN LOS
t QUE PARTICIPA EL COMPLEMENTO
C 5b
Si bien en los fenómenos de hemólisis y ci-
C6 tólisis específica intervienen todos los com po­
nentes del complemento descritos, otros, tales
I
C 5b6
como la conglutinación, inmunoadherencia, fa­
gocitosis, formación de factor leucoquimiotáxi-
co, producción de anafilotoxina, etc., se desa­
rrollan con la participación de sólo algunos de
ellos, los que tienen intervención activa en los
M C 5b -7 S C 5 b - 7 (F a s e mecanismos de la inflamación.
I fluida)
(Inserción '
C8
en m em b ran a) Formación de anafilotoxina
A partir de C3 y C5 pueden obtenerse dos
M C 5b-8 S C 5b-8 sustancias distintas, de bajo peso m olecular,
llamadas anafilotoxinas, las que se caracterizan
1 0 -1 6 C 9 2C 9 por provocar contractura de la musculatura lisa,
m odificaciones de la permeabilidad capilar y
choque anafiláctico generalizado. Este efecto
M C 5b-8 poli-9 S C 5b-9 puede inhibirse con antihistamínicos, lo que in­
dica que las anafilotoxinas son liberadoras de
FORIVIACIÓN DE CANAL CONTROL histamina.
TRANSMEIVIBRÁNICO Cuando C3 es tratado con C3 convertasas
Fig. 22-11. M ecanism o de control de los com plejos C5b-7
(C4b2a, C3bBb), complejo P-globulínico cons­
de la fase fluida. P o r com binación con la proteína S dei titutivo del factor aislado del veneno de víbora
p lasm a se inhibe la p o lim erizació n de C9 y su u n ió n a cobra (CVF), tripsina o plasmina, se obtiene
m em brana. C3a, de peso molecular aproximadamente 9 kD
410 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

y con actividad anafilotóxica. Los productos parte esencial del mecanism o que lleva a la
que se obtienen con la C3 convertasa y el CVF producción del fenómeno de Arthus, el que se
son más activos que los logrados con la tripsi­ describe en detalle en el capítulo 32.
na, la que puede no liberar anafilotoxina si pro­
longa su acción sobre C3. Inmunoconglutinación
Si so b re C5 se h a c e a c tu a r C 1 4 b 2 a 3 b , y conglutinación
CSbnBbP, o tripsina, se obtiene un producto
llamado C5a, de peso molecular aproximada­ La inmunoconglutinación (IK) consiste en la
mente 12 kD que también se comporta como aglutinación de células que tienen fijado com ­
anafilotoxina. Es distinta de la obtenida a p ar­ plemento y es originada por anticuerpos contra
tir de C3, lo que queda demostrado por su ca­ determinantes antigénieos ocultos de C3 o C4 y
pacidad para contraer un trozo de músculo liso que quedan expuestos después de su fijación al
previamente transformado en no reactivo por complejo antígeno-anticuerpo. Las inmunocon-
agotam iento con C3a anafilotoxina. La C5a glutininas se forman contra el com plem ento
anafilotoxina es 500 veces más activa que la autólogo, pero su formación depende de la apa­
C3a. rición de los determinantes de éste que surgen
Si bien no ha sido dem ostrado, se supone durante la fijación, C3 y C4 no fijados no for­
que ambas pueden actuar in vivo como libera­ man inmunoconglutininas.
doras de histamina. C3a y C5a están bajo es­ La conglutinación (K) es originada por una
tricto control “in vivo”. Una enzima circulante, sustancia llamada conglutinina, presente en el
la carboxipeptidasa N, los inactiva al escindir­ suero bovino, y que no es una inmunoglobuli­
les la arginina C-terminal. Si bien C3a des-Arg na. Su peso molecular es 75 kD y el coeficiente
y C5a des-Arg no tienen actividad anafilotóxi­ de sedimentación 7,8S. Cuando a células que
ca, conservan su capacidad para inducir leuco- han fijado anticuerpos específicos y com ple­
quimiotaxismo. mento se les añade albúmina bovina al 25% (ri­
El componente C4a, resultante del clivaje de ca en conglutinina), se produce aglutinación.
C4, tiene una actividad similar a C3a, aunque Ello se debe a que dicha sustancia tiene capaci­
m enos efectiva. Una acción sim ilar ha sido dad para fijarse a hidratos de carbono presentes
descrita por Ba. en C3. La conglutinina se fija también al zimo-
sán (poiisacárido de la levadura de cerveza) y
Formación del factor leucocito- com o el grupo re a c tiv o del m ism o es u n a
quimiotáctico a - 1-2-manotriosa, se supone que dicho grupo
está presente en C3. Para que la reacción se
Los complejos antígeno-anticuerpo pueden produzca, es necesaria la presencia de un factor
in vitro, o in vivo si están en presencia de suero activante del conglutinógeno (KAF), presente
fresco, inducir la formación de sustancias mar­ en el suero fresco, y de Ca^+. Los quelantes in­
cadamente quimiotácticas para los neutrófilos. hiben la reacción. Se ha demostrado que KAF
En su elaboración participa el complemento, lo y el factor I son una misma sustancia.
que ha sido bien demostrado in vitro mediante
el empleo de cámaras de difusión con membra­ Inmunoadherencia y fagocitosis
nas de permeabilidad seleccionada. Colocando
polim orfonucleares en uno de los com parti­ La inmunoadherencia consiste en la fijación
mientos de la cámara y en el otro complejos de complejos antígeno-anticuerpo-complemen-
Ag-Ac a los que se les adicionaron los distintos to a la superficie de partículas no sensibiliza­
com ponentes del com plem ento, se pudo de­ das, como hematíes, leucocitos, plaquetas, y
mostrar que C3a y C5a eran quimiotácticos. La aun partículas inertes como gránulos de alm i­
actividad fue establecida sobre la base de la ca­ dón. Para que la reacción tenga lugar, es nece­
pacidad para inducir el pasaje de los polimorfo­ saria la fijación de C3, resultando activos los
nucleares del compartimiento en que se encon­ p ro d u c to s E A C 1 4 b 2 b 3 b , E A C 1 4 b 3 b y
traban al que tenía el com plejo Ag-Ac y los EAC4b3b.
componentes del complemento. El mecanismo T eniendo en cu enta que este m ecanism o
de la adquisición de la actividad quimiotáctica puede desarrollarse in vivo, se estima que en
no ha sido investigado. Se supone que actúan las infecciones microbianas y virales, los agen­
como activadores de una proesterasa presente tes infecciosos, al ser anclados a la superficie
en la membrana de los polimorfonucleares neu­ de los hematíes vía receptor para C3b o C R l,
trófilos, proceso que sería indispensable para la pueden ser captados más fácilm ente por los
migración. macrófagos. A ello cabe añadir que en los m a­
La atracción de los leucocitos por quimiota- crófagos hay receptores para C3b. La fagocito­
xismo, que sigue a la fijación del complemento sis se ve por lo tanto favorecida por el comple­
in vivo a com plejos antígeno-anticuerpo, es mento.
Complemento 411

Fig. 22-1 lA . I n te rre la c ió n e n tre c o a g u la c ió n , f ib r in ó lis is , g e n e ra c ió n d e q u in in a s y a lg u n o s c o m p o n e n te s del c o m p l e ­


m ento.

Quininas IN T E R R E L A C IO N EN TR E
C O M P L E M E N T O Y O TR O S SISTEM A S
Una sustancia sim ilar a las quininas, la C-
quinina, es liberada por acción de C ls sobre Otros sistemas sanguíneos, como la coagula­
C2. El péptido originado, que es diferente de la ción, fibrinólisis y generación de quininas, es­
bradiquinina, es vasoactivo y aumenta la per­ tán interrelacionados con el sistema co m p le­
meabilidad vascular. mento, y algunos de sus componentes pueden

Clase I Clase I Clase I

21-hidroxiíasa

DP, DQ, DR: genes CMH clase II


B, C, A: genes CMH clase I
C2, Bf, C4A, C4B: genes que codifican para los componentes
del complemento C2, B, C4A y C4B
C4A y C4B codifican dos proteínas funcionalmente no diferenciables
C4 y C2 son polimorfos
21A y 21B: genes de la 21 -hidroxilasa
HSP: genes de las proteínas de cíioque térmico (“íieat shock protein”)
tipo 1 y 2
TNF: genes del factor necrosante de tumores, tipo a y p

Fig. 2 2 - l l B . U b ic a c ió n d e los g e n e s q u e c o d if ic a n p a ra a lg u n o s d e lo s c o m p o n e n te s d e l s is te m a c o m p le m e n to .
412 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

ser activados o potenciados en su acción como trombina II. Estas proteínas mimetizan el sitio
consecuencia de ello. Cabe señalar la influen­ reactivo del sustrato, logrando desviar la fija­
cia del factor de H agem an activívdo, el que, ción normal de la proteasa.
además de iniciar la secuencia de la coagula­ C3 y C4 son miembros de una pequeña fami­
ción, interactúa con el plasminógeno originan­ lia, que también incluye a la a2-macroglobuli-
do plasmina, la cual, como ya se ha indicado, na, caracterizadas por presentar uniones tioéster
puede activar componentes del complemento. intemas, las que como ya se indicara, al produ­
Además, la plasmina puede clivar el factor de cirse su apertura por hid ró lisis, facilitan .la
Hageman activado, originando fragmentos que unión de estos componentes a fases sólidas.
actúan en forma activa en la conversión de pre- La properdina está constituida por seis m ó­
calicreína en calicreína, la que a su vez d iv a el dulos contiguos, de 60 aminoácidos cada uno,
quininógeno originat\do bradiquinina, sustancia los que fueron originariamente descritos en la
vasoactiva y quim iotáctica que interviene en trombospondina, una proteína de adhesión de
los fenómenos de inflamación. En esos proce­ 420 kD secretada por las plaquetas. Tres triptó-
sos también se forma el factor Kf, con capaci­ fanos y seis cisteínas están presentes, y pare­
dad para hacer que CT reaccione más eficaz­ ciera que éstas forman tres puentes disulfuro
mente con C4 y C2 (fig. 22-11 A). intramodulares los que originarían una unidad
independientemente plegada.
GENES QUE CODIFICAN Varias de las proteínas del sistema comple­
PARA PROTEÍNAS mento presentan un estrecho encadenamiento
DEL SISTEM A COMPLEMENTO crom osóm ico de sus m iem bros. A sí C 4bp,
DAF, CRl y CR2 proteínas de regulación que
Teniendo en cuenta la homología de sus se­ contienen SCRs homólogos se encuentran dis­
cuencias, los componentes del sistema comple­ tribuidos en un segmento de 950 kb de ADN,
mento han sido incluidos en diferentes familias ubicado en el brazo largo del cromosoma 1, co­
de genes. nocido como grupo de genes reguladores de la
Un grupo de estas proteínas que fijan C4b y activación del complemento (RAC). En el hom­
C3b, entre las que se incluyen C4bp, factor H, bre, los genes que codifican para C2, C4 y fac­
C R l, CR2, DAF, MCP y factor B, se caracteri­ tor B se encuentran ubicados en el cromosoma
zan por presentar repetidas múltiples pequeñas 6, entre los locus del Complejo Mayor de H is­
estructuras, dispuestas una a continuación de la tocompatibilidad (CMH) de clase II HLA-DR y
otra (“short concensus repeats: SCRs”) las que clase I-B (fig. 22-1 IB). A estos genes ligados al
constituyen una parte significativa de las es­ CMH, generalmente se los designa de clase-Ill.
tructuras totales de esas proteínas. En este sen­
tido cabe m encionar que C R l co n tien e 34
SCRs y que el factor H está constituido por 20 EL COMPLEMENTO EN LAS
SCRs. Estas estructuras constan de 60 a 70 DIFERENTES ESPECIES ANIMALES
aminoácidos, con 10 a 16 residuos muy conser­
vados, entre los que se incluyen 4 cisteínas que En los distintos vertebrados adultos ha sido
forman dos puentes disulfuro intracadena origi­ demostrada la presencia del complejo polimo-
nando un doble bucle o “loop”, proveyendo la lecular que constituye complemento, aunque
conformación adecuada para la fijación de C3 no en todos los casos, según la especie animal,
y C4. Estas estructuras han sido bien observa­ con la misma actividad. Numerosas investiga­
das en otras proteínas que no forman parte del ciones llevadas a cabo con suero de vaca, palo­
sistema complemento, desconociéndose la fun­ ma, caballo, gato, rana, etc., demuestran un dis­
ción que pueden cumphr. tinto comportamiento según la especie animal
Otras proteínas del sistem a com plem ento de que se trate y en especial del sistema que se
son miembros de otras familias de genes, cum­ utilice para verificarlo. Los resultados varían
pliendo funciones similares y presentando se­ según se empleen sistemas hemolíticos consti­
cuencias de aminoácidos que son críticas para tuidos por glóbulos rojos de diferentes especies
el cumplimiento de esas funciones. Las serino- anim ales, sensibilizados con sus corresp o n ­
esterasas factor 1, factor B, Clr, Cls y C2 pre­ dientes antisueros o, como ha ocurrido en otros
sentan secuencias homólogas, incluso con otras casos, mediante el estudio de la acción bacteri­
serino-esterasas no integ ran tes del sistem a cida sobre ciertos m icroorganism os, como el
complemento como tripsina y quimiotripsina. Haemophilus influenzae. Para este sistema, el
Clinh, inhibidor de esterasas de serina, for­ co m p lem en to de cobayo p rá c tic a m e n te se
m a parte de la superfam ilia de las serpinas m uestra inactivo, cosa que no ocurre con el
(“íerine-proteasa-¿«activactor), en las que se suero humano y de conejo.
incluyen otras proteínas inhibidoras de estera­ En las lampreas se ha descrito una sustancia
sas de serina como la al-a n titrip sin a y anti- opsonizante con características similares a C3.
Complemento 413

En tiburones se han identificado dos proteínas consecuencia de ciertas enfermedades que pue­
análogas a C8 y C9 que participarían en la se­ den afectar órganos diversos; saber si la sínte­
cuencia de ataque citolítico a membranas. En sis de las globulinas inmunes en el tejido linfá­
este caso, las funciones de C3, C5, C6 y C7 son tico corre paralela a la del complemento y, ade­
ejercidas por un tínico producto similar a C3, m ás, ten er conocim iento de si los distin to s
que por interacción con C8 y C9 inducirían las componentes son elaborados por un m ism o sis­
lesiones. En la trucha arco iris se han identifi­ tema o por sistemas diferentes.
cado cuatro componentes: C5, un análogo de Ha habido intentos por parte de distintos in­
C6 o C7 de los m am íferos, y C9, los que al vestigadores con el objeto de establecer el o los
unirse al complejo C3 originarían el daño en la órganos que lo elaboran. En su m ayoría han
membrana celular. usado el método que consiste en provocar un
La actividad del complemento, m edida en daño en determinado órgano y medir luego los
función de su actividad hemolítica frente a gló­ niveles de complemento circulante. Provocan­
bulos rojos de carnero sensibilizados, varía en do daños en la célula hepática mediante la ino­
las diferentes especies. En el suero fresco de culación de tetracloruro de carbono o clorofor­
cobayo se dosan de 300 a 400 unidades hem o­ mo, se pudo demostrar la disminución del com­
líticas 50% (CHjg); en el hombre, entre 80 y plemento circulante. Estas experiencias no son
100; en el conejo, de 40 a 60 unidades, en tanto concluyentes en este sentido, ni tampoco otras
que otras especies, como el ratón y el caballo, investigaciones sobre el particular, entre ellas,
efectuando el dosaje en las mismas condiciones ensayos a efectos de demostrar la formación de
que en los casos anteriores, prácticam ente se complemento in vitro, utilizando para ello cul­
muestran como inactivas. Ello se debe a que la tivos de tejidos. Todas estas operaciones y la
concentración de los distintos componentes no medición del complemento elaborado resultan
es la misma en todas ellas; así por ejemplo, en sum amente difíciles, sobre todo porque algu­
la vaca y en el caballo hay valores bajos de C2, nos de los componentes no son estables a la
en tanto que en la oveja hay valores bajos de tem peratura del cultivo, o por los inhibidores
C2 y C4. Pero no hay que olvidar tampoco que, de su actividad que puedan paralelamente desa­
como algunas de las etapas de reacción de fija­ rrollarse. En cultivos de tejido de hígado y de
ción del complemento son reversibles, como la bazo provenientes de cobayo se ha comproba­
EA14b2b que revierte a EA14b, hecho depen­ do aumento de C2.
diente de la tem peratura y la especie animal, Como consecuencia de haberse establecido
los resultados obtenidos en las valoraciones del que algunos componentes están identificados
com plem ento pueden estar influidos por esa com o seroproteínas definidas, fáciles d e de­
circunstancia. A ello cabe añadir que algunas m ostrar por inmunoelectroforesis, como C3 =
líneas endocriadas de animales, especialmente P,C y C4 = PjF, se han hecho una serie de in­
ratones, son deficientes en com ponentes del vestigaciones sobre cultivos de tejidos de coba­
complemento. yo, ratón, rata, mono y hombre, en las que se
Dado que el complemento de cobayo es uno ha tratado de dilucidar cuáles son los tejidos de
de los que mejor se comportan para los ensayos órganos que muestran incremento de estos dos
de inmunohemólisis y reacciones de fijación de componentes. La identificación se hizo p o r in­
complemento, es el que preferentemente se usa munoelectroforesis y autorradiografía, m edian­
para estos tipos de estudios. te el añadido de aminoácidos con '‘‘C a los me­
dios de cultivo, estableciéndose la actividad de
síntesis por la cantidad de P,C y P,E que pre­
ORIGEN DEL COMPLEMENTO sentaban radiactividad. En todas estas investi­
gaciones se ha podido comprobar que el hígado
Numerosos trabajos han sido realizados para y los tejidos linfoides, en especial bazo y gan­
determinar el origen del complemento y ha ha­ glios, son los principales formadores de estos
bido comunicaciones iniciales en las que se su­ com ponentes, actividad com partida tam bién
puso que las fuentes de origen eran los leucoci­ por la médula ósea y algunos otros tipos de te­
tos. Hoy sabemos que el complejo conocido jidos. En los macrófagos se ha demostrado ca­
con el nombre de complemento está constitui­ pacidad de síntesis para C2, C4 y C5, y de C lq
do por varios com ponentes presentes en el y C ls por el epitelio intestinal.
plasma sanguíneo y que responden a las carac­ Como corolario de las diferentes investiga­
terísticas de las globulinas; de ahí que la mayor ciones realizadas, hoy sabemos que las proteí­
parte de los trabajos realizados últim am ente nas del sistema complemento son sintetizadas
hayan sido dirigidos en este sentido. En cierto por el hígado, aunque en otros sitios extrahepá-
modo tiene im portancia conocer el origen del ticos también se sintetizan (monocitos, m acró­
complemento, ya que perm itiría com prender fagos, células epiteliales del tejido gastrointes­
mejor las modificaciones de sus niveles como tinal y sistema genitourinario, fibroblastos).
414 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

EVOLUCIÓN ONTOGÉNICA D eficiencias de com ponentes del com ple­


Y FILOGÉNICA DEL SISTEMA mento han sido tam bién descritas en cobayo
COMPLEMENTO (C4), ratón (5) y conejo (C6).
En la mayoría de las deficiencias de compo­
No existen datos precisos sobre la evolución nentes del complemento hay una marcada sus­
ontogénica de los diferentes componentes del ceptibilidad a las infecciones microbianas. Para
complemento. La actividad hemolítica total del más información véase capítulo 30.
complemento ha sido demostrada en sueros de Los niveles de los componentes del comple­
fetos de oveja, de cerdo y de vacuno provenien­ mento pueden estar modificados en algunas pa­
tes de muestras de sangre obtenidas lo más pre­ tologías como el lupus eritematoso sistémico,
cozmente posible. A las nueve semanas de ges­ la artritis reumatoidea, la glomerulonefritis hi­
tación se ha podido detectar C3 y C4 en el cor­ pocomplementémica, la nefritis postestreptocó-
dón umbilical de fetos humanos. La actividad cica, la anemia hemolítica autoinmune, etc. Es­
hemolítica del suero fetal humano y de recién tas variaciones dependen de la vía que se acti­
nacidos es inferior a la del adulto, alcanzando ve, ya que en alguna de ellas lo está la clásica,
los niveles de éste entre los 3 y 6 meses de vida. en otras la alterna y en algunos casos, ambas.
En relación con la evolución filogénica del
sistema complemento, no se ha podido demos­
trar actividad hemolítica por el método clásico LISIS DE GLÓBULOS ROJOS POR
en la hemolinfa de invertebrados, crustáceos y COMPLEMENTO EN AUSENCIA
peces gelatinosos. Algunos vertebrados inferio­ DE ANTICUERPOS
res tienen sistemas muy similares al com ple­
mento de los mam íferos. U ltim am ente se ha _Si a glóbulos rojos de carnero se les añade
sostenido que en algunos invertebrados podrían C l (C l esterasa), esto es, el primer componen­
existir componentes de ia vía de activación al­ te activado y luego los restantes componentes
terna del complemento, lo que haría suponer del complemento, añadidos en orden de fija­
que esta vía podría ser más prim itiva que la ción, al agregar C9 se produce la lisis. Ello se
clásica. debe a que C l se añade bajo la forma de estera­
sa activa, que no necesita del anticuerpo para
su conversión. A partir de esa esterasa se pro­
VARIACIONES DE LO^ NIVELES ducirá la activación de C4 y C2, y luego, conti­
SÉRICOS DEL COMPLEMENTO nuando con el encadenamiento, se originará el
complejo citolítico C5b-9, que es el que produ­
En algunas patologías y en casos de d efi­ ce el daño celular y la siguiente hemólisis. Esto
ciencias congénitas, los n iveles séricos del se consigue con C ls, y no es indispensable la
complemento total o de algunos de sus compo­ presencia de C lq y C ir.
nentes pueden experimentar variaciones.
En el hom bre se han descrito deficiencias
congénitas de C2 y en ellas las concentraciones CURVA DE HEMOLISIS EN FUNCIÓN
séricas de este componente son ínfimas con re­ DEL COMPLEMENTO
lación a los nórmales, lo que hace que la acti­
vación del sistema complemento por la vía clá­ Hasta no hace mucho tiempo, la actividad
sica sea prácticamente nula. No obstante, la vía complementaria de un suero era determinada
alterna funciona normalmente, por lo que estas por la menor cantidad suya capaz de producir
deficiencias, en lo que a resistencia a las infec­ el 100% de lisis del sistema hemolítico ensaya­
ciones se refiere, no alcanzan mayor trascen­ do. En los últimos años, los estudios sobre ci­
dencia. Se han descrito también deficiencias de nética de la inmunohemólisis han demostrado
C3, C5, C6, C7, C ir y de algunos inhibidores e la m ayor sensibilidad de estas valoraciones
inactivadores de componentes del sistema com­ cuando se establece el título sobre la base de la
plemento, entre ellas las deficiencias de C3b dosis que produce el 50% de lisis de los hema­
inactivador (I) y de C l inhibidor (C linh). En el tíes del sistema.
primero de los casos hay un exagerado catabo­ Ello tiene una explicación clara si se analiza
lismo de C3, y en el segundo, como consecuen­ la curva que resulta de graficar los porcentajes
cia de la falta de inactivación de C ls, hay con­ de hemólisis en función de la cantidad de com ­
sumo de C4 y C2 sérico y se producen edemas plem ento (fig. 22-12). Puede observarse que
no inflamatorios del tejido subcutáneo y de la dicha graficación no es una recta, sino una cur­
m ucosa del tracto respiratorio y alim entario va sigmoidal, con una marcada pendiente en la
que pueden llevar a la asfixia. A este cuadro zona que va del 25 al 75% de hemólisis aproxi­
clínico se lo conoce con el nombre de edema m adam ente, con una depresión inicial y una
angioneurótico hereditario. marcada caída que se continúa en forma gra-
Complemento 415

oportunidades hay lisis espontánea de hema­


tíes, que se reflejan en el blanco, se recomienda
la adición de 0 ,1% de albúmina bovina o de ge­
latina al buffer, la que debe ser añadida des­
pués de la dilución a isotonía.

Preparación de la suspensión de hematíes


Sangre de oveja obtenida por punción yugu­
lar se mezcla por agitación suave con un volu­
men igual de solución de Alsever (glucosa-ci-
trato), siendo recomendable la siguiente:
0,05 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9
Suero fresco de cobayo diluido 1:100 Glucosa ............................................. 20,5 g
Citrato de s o d io ................................ 8 g
Fig. 22-12. Curva obtenida por graficación de los p o rcen ­ Cloruro de so d io ............................... 4,2 g
tajes de liemólisi.s de un m ism o volum en de sistem a he- A gua destilada.................................. 900 ml
m olítíco frente a cantidades variables de com plem ento. Su Ácido cítrico al 10%
aspecto sigm oidal es característico: m uestra una pendiente
p ronunciada para los valores com prendidos entre 25% y
aproximadamente ......................... 8 ml
75% de lisis.
para ajustar a pH 6,1; se completa finalmente
con agua destilada hasta 1.000 ml. Esterilizar
dual en los tlltimos tramos de la curva. De todo por filtración.
esto se deduce que, cuando se hacen cuantifica- La sangre así obtenida y preferentemente es­
ciones de C o reacciones de fijación del com ­ tabilizada en heladera a 2-5°C durante una se­
plemento con lecturas del 100% y 50% de he­ mana, para uniformar el comportamiento de los
mólisis, el consumo de pequetias cantidades de eritrocitos para la lisis por el anticuerpo y el
ese complemento acusa una sensibilidad total­ complemento, resulta útil por aproximadamen­
mente diferente en ambos casos. te un mes. Es conveniente también teniendo en
cuenta que no todos los hematíes de carnero se
comportan de la misma manera, seleccionar los
R EA C TIV O S NECESARIOS PARA LA dadores más adecuados.
VALORACIÓN DEL COMPLEMENTO Es preferible guardar la sangre en heladera
en form a fraccionada, de manera que en cada
Diluyente recipiente exista la cantidad necesaria para un
día de trabajo.
A efectos de asegurar una fuerza iónica ade­ P ara valorar com plem ento se p rep ara una
cuada, un pH estabilizado y la concentración suspensión de glóbulos rojos al 5%. P ara ello,
ideal de calcio y magnesio para que la fijación centrifugar la sangre citada y eliminar el plas­
del com plem ento se realice en condiciones ma sobrenadante; efectuar luego tres lavados
ideales, en todas las operaciones relacionadas con aproximadamente 5 a 10 volúmenes de so­
con la valoración del complemento o reaccio­ lución isotónica tamponada, y desechar las sus­
nes de fijación del complemento no debe em­ pensiones que después del tercer lavado aún li­
plearse solución fisiológica como diluyente o beren hemoglobina. Ello debe hacerse porque
líquido de lavado para los hematíes de carnero, en estos casos, por excesiva fragilidad, habrá
sino una solución tam ponada que reúna tales liberación de hemoglobina que corresponde a
condiciones; la ideal es la descrita por Mayer. células que no han sufrido el impacto del com­
Para su preparación, disolver 83 g de NaCl y plemento. El sedimento de glóbulos rojos obte­
10,19 g de veronal sódico en aproximadamente n id o s por cen trifu g ació n es su sp en d id o en
1.500 ml de agua destilada; atiadir HCl N hasta aproximadamente 15 a 18 volúmenes de dilu­
pH 7,5 (aproximadamente 31 ml) y 5 ml de una yente y, una vez mezclados para homogenei-
solución que contenga 1 M MgCl^ y 0,3 M zar, son valorados por lectura espectrofotomé-
CaClj, completando luego con agua destilada trica a 530 nm, previo acondicionamiento de la
hasta 2.000 ml. muestra.
Para el uso, diluir 1/5 en agua destilada, vi­ C om o frecuentem ente en el laboratorio se
gilando el pH que debe ser 7,5. Este diluyente efectúan determinaciones de niveles de com­
es el que debe usarse para el trabajo diario y plemento y reacciones de fijación del com ple­
deberá descartarse el no utilizado. La solución mento, y como en este último caso las concen­
concentrada se conserva en heladera por cierto traciones de las suspensiones de hematíes utili­
tiem po. T eniendo en cuenta que en algunas zados en el sistema hemolítico indicador varían
416 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

añaden 9,8 mi de solución de carbonato de so­


dio al 0,1%, y se invierte varias veces para la-
car. Leer al espectofotómetro el porcentaje de
transmisión y, utilizando la curva, calcular el
porcentaje de glóbulos rojos. C onociendo la
concentración de hematíes que tiene dicha sus­
pensión, por simple regla de tres puede calcu­
larse el diluyente que es necesario añadir para
que finalmente la suspensión tenga la cantidad
de glóbulos rojos de carnero al 5%, equivale,
aproximadamente, a 10® células por mililitro,
dato que conviene tener en cuenta, ya que m u­
chas veces la concentración de hematíes se ex­
presa por el número de células presentes.

Hemolisina
El anticuerpo hemolítico se obtiene por in­
% de glóbulos rojos m unización de conejos adultos, de 2-3 kg de
peso, pudiéndose emplear como antígeno gló­
F ig . 22-13. C urva p ara d eterm in ar la co n c en trac ió n de bulos rojos enteros o estroma celular. En el pri­
glóbulos rojos de una suspensión, obtenida graficando %
de transm isión versus % de glóbulos rojos. (Indicaciones mer caso existen distintos planes de inmuniza­
en el texto.) ción, pero es recomendable el siguiente:

D ía Antígeno Vía D osis


de una técnica a otra, es conveniente tener pre­
parada una curva de calibración, que permitirá 1 Sangre total de oveja S ubcutánea 0,5 mi
obtener un.\ suspensión de hematíes a la con­ 3 Sangre total de oveja S ubcutánea 0,5 mi
centración que se desee, entre dos rangos extre­ 5 Sangre total de oveja Subcutánea 1,5 mi
7 Sangre total de oveja Subcutánea 2 mi
mos determinados. 9 Sangre total de oveja Subcutánea 2,5 mi
Para confeccionarla se lava la sangre de ove­ 12 G lóbulos rojos 20%* Intravenosa 1 mi
ja en diluyente isotónico tamponado, de la mis­ 14 G lóbulos rojos 20%* Intravenosa 1 mi
ma manera que se indicó anteriormente, pero 16 G lóbulos rojos 20%* Intravenosa 1 mi
18 Sangría exploratoria
diluyendo en un volumen del mismo aproxima­
damente igual a 5 veces el volumen de hema­ * G ló b u lo s ro jo s al 20% en solución 0,15 M de N a C l ad ic io n a d a de
tíes. Con dicha suspensión se determ ina m e­ 0 ,01% de M gSO^,

diante el hematócrito el volumen globular, y se


prepara sobre la base de este dato una suspen­ Si el título de anticuerpos es conveniente se
sión de hematíes al 15%. A 0,4 mi de dicha efectúa el sangrado definitivo.
suspensión se le añaden 19,6 mi de solución de El suero obtenido después de la coagulación
carbonato de sodio al 0,1%; se obtiene así un es mezclado con un volumen igual de glicerina
lacado cuyo tenor en hemoglobina equivale al y se lo conserva en heladera a 2-4“C, previa ti­
de una suspensión de hem atíes al 15%; 8 mi tulación definitiva.
del lacado anterior son diluidos con 8 mi de so­ El otro método de preparación de hemolisina
lución de carbonato de sodio al 0,1% y 5 mi de consiste en inocular conejos con estrom a de
esta solución son diluidos con 5 mi del mismo glóbulos rojos de carnero, que se prepara de la
diluyente. De esta manera se tienen preparadas siguiente manera: recoger un litro de sangre de
tres soluciones que corresponden a lacados he- oveja en 250 mi de solución de citrato de sodio
máticos cuyas concentraciones son, respectiva­ (2 mol. HjO) al 3,8%, agitando continuamente.
mente, 15%, 7,5% y 3,75%. Cada una de ellas Después de filtrar por gasa para eliminar coá­
es leída al espectrofotómetro a 530 nm, en por­ gulos, centrifugar y lavar el sedimento de gló­
centaje de transmisión, y con los datos obteni­ bulos rojos dos veces con solución salina.
dos se traza la gráfica en papel semilogarítmico Efectuada la última centrifugación, el sedimen­
en función de la concentración de hem atíes to de glóbulos es volcado en 10 litros de agua
(fig. 22-13). destilada fría, a la que se le han añadido 4 mi
Para determinar la concentración de hem a­ de ácido acético, y se continúa la agitación du­
tíes de una suspensión dada, preparada de la rante 10 minutos.
misma manera que la suspensión obtenida para Se deja la mezcla en heladera hasta el día si­
la curva de calibración, se procede del siguien­ guiente, con lo cual se logra la separación del
te modo: a 0,2 mi de dicha suspensión se le estroma.
Complemento 417

Se aspira la mayor cantidad posible del so­ rojos intactos o con estroma globular, se en­
brenadante y el sedimento se centrifuga en frío cuentran anticuerpos IgM de alto peso molecu­
durante 15 minutos a 2.000 revoluciones por lar (198) e IgG de bajo peso m olecular (7S).
minuto; el sobrenadante se elimina por aspira­ Ambos anticuerpos pueden separarse por dife­
ción. El estroma se lava 4 a 6 veces con buffer rentes procedimientos, habiéndose demostrado
de acetato 0,001 M, pH 5 y se centrifuga en que los anticuerpos IgM son aproximadamente
frío a 2.000 revoluciones por minuto durante 100 veces más activos que los IgG.
15 minutos. El estroma así obtenido se suspen­ Cuando interese la obtención de hemolisinas
de en un volumen igual de NaCl 0,15 M, frío, y en las que predom inen los anticuerpos de la
se centrifuga a 0°C y 4.000 revoluciones por clase IgG, una vez finalizado el plan de inmu­
minuto durante 20 minutos. Se hacen dos nue­ nización indicado para glóbulos rojos enteros,
vos lavados con NaCl 0,15 M en las mismas conviene dejar los animales en reposo p o r 2 a 3
condiciones que el ensayo anterior con el obje­ meses. Transcurrido ese tiempo hacer una ino­
to de eliminar todo el acetato y se lo suspende culación endovenosa de 1 mi de glóbulos rojos
en aproxim adam ente 300 a 400 mi de N aCl al 2 0 % en N a C l 0 ,1 5 M , a d ic io n a n d o de
0,15 M. Esta suspensión así preparada se colo­ SO^Mg 0,01%, seguida de una reinoculación
ca en un Erlenmeyer y se calienta durante una similar 10 días después. Sangrar a los 7-8 días
hora a 100°C por inmersión en un baño de agua de la última inoculación.
hirviendo. Enfriar y agitar hasta obtener una P ara los estudios de inm unohem ólisis, las
suspensión hom ogénea. T ransferir asép tica­ hemolisinas que deben utilizarse son aquellas
mente el contenido a un recipiente estéril, de­ que contienen únicam ente anticuerpos anti-
terminar por micro-Kjeldahl el contenido en ni­ Forssm an (19S) obtenidas por inm unización
trógeno, y por dilución con solución de NaCl con estroma de glóbulos rojos previamente ca­
0,15 M estéril llevar a un contenido final de lentados. En estos casos la dosis hem olítica
1 mg de nitrógeno por mi, usando como con­ eficaz varía entre 1/20 a 1/50 de la dosis m íni­
servador Merthiolate al 0,01%. Esta suspensión ma aglutinante, lo que explica por qué los gló­
así preparada es la que sirve para la inmuniza­ bulos rojos sensib ilizad o s nunca p resen tan
ción de los animales, los que son inoculados aglutinación.
por vía intravenosa con una inyección de 0,1 El dosaje de la hemolisina puede hacerse mi­
mi de suspensión, 5 inyecciones de 1 mi y 5 in­ diendo directamente la hemólisis provocada so­
yecciones de 2 mi cada una. El total de las ino­ bre los correspondientes hematíes adicionados
culaciones debe hacerse en un período de apro­ de com plem ento, m idiendo el n itrógeno del
ximadamente dos semanas pero sin dejar pasar p recip itad o o btenido cuando el h a p te n o de
más de dos días entre inoculación e inocula­ Eorssman es enfrentado con la hem olisina, o
ción. Cuatro o cinco días después de la última determinando la actividad hemolítica del sobre­
inyección los animales son sangrados y el sue­ nadante anterior, para establecer su título sobre
ro, una vez separado, es calentado a 56°C du­ la base de la inhibición producida.
rante 30 minutos y conservado a -2 0 “C. Para Para medir hemohsina por el método hem o­
su uso o mediciones de su actividad, hacer una lítico directo se efectúan diluciones convenien­
dilución madre 1:100 que puede ser conservada tes de la misma, generalmente 1/400, 1/800, 1/
por muchísimo tiempo a ~20°C. 1600, 1/3200 y 1/6400. A 5 mi de cada una de
Cuando se preparan hemolisinas por los m é­ ellas se les añade 5 mi de suspensión de glóbu­
todos indicados, el producto final obtenido di­ los rojos de carnero al 5%, agitando continua­
fiere en cuanto a calidad. Ello se debe a que los mente; 1 mi de cada una de estas m ezclas es
glóbulos rojos del carnero tienen dos grupos de distribuido en una serie de tubos, a los que se
antígenos; los isófilos, termolábiles y destrui­ les añade 5,5 mi de diluyente isotónico tampo-
bles por calor a 100°C, y los heterófilos, ter­ nado seguido de una dilu ció n ad ecu ad a de
m oestables, correspondientes al antígeno de complemento (1 mi de dilución 1/20 a 1/50 de
Eorssman. En el caso de la inmunización con suero fresco de cobayo es la que responde a es­
glóbulos rojos intactos se obtienen anticuerpos tas exigencias).
contra los antígenos isófilos y heterófilos, lo Los tubos son incubados a 37°C durante 90
que dificulta la estandarización, mientras que minutos y sometidos a agitación periódica con
cuando la inmunización se hace con estroma, el objeto de m antener las células en suspen­
los anticuerpos formados son anti-Forssman. sión, y finalmente se centrifugan a efectos de
Cuando se inmunizan conejos, los anticuer­ establecer el grado de lisis producido en cada
pos anti-Forssm an que se producen g en eral­ uno de los tubos, estimación que se hace con el
mente son de alto peso molecular, ubicados en espectrofotómetro de manera similar a la que
la IgM de constante de sedimentación 198. se emplea para titulación del complemento, que
Se ha observado que en los sueros de cone­ luego se verá. En todos los casos es necesario
jos indistintamente inmunizados con glóbulos colocar un blanco preparado con 1 mi de sus­
418 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

pensión de glóbulos rojos lavados al 2,5% y te se le añaden 70 mg de cloruro de sodio por


6,5 ml de dilución del complemento 1/50, co­ ml o se mezcla con un volumen igual de una
rrespondiendo esta lectura al 0% de hemólisis. solución que contenga 12 g de acetato de so­
El tubo cuya lectura corresponde al 100% de dio, 4 g de ácido bórico y agua hasta 100 ml,
hemólisis se prepara con 0,5 ml de suspensión puede conservarse en heladera a 2-4'‘C por 3-4
de glóbulos rojos al 5%, 0,5 ml de hemolisina días.
1/400 y 6,5 mi de complemento diluido. El tí­
tulo se expresa en unidades AcH^^ y se deter­
mina por el mismo método indicado para cal­ VALORACIÓN DEL COMPLEMENTO
cular CHjp (unidades del com plem ento 50%
hemolíticas). Puede trabajarse con volúmenes Los métodos más utilizados para la valora­
menores de muestra, manteniendo las propor­ ción del complemento son los que se basan en
ciones indicadas. la determinación de su efecto citotóxico sobre
Cabe señalar que cualquiera que sea el méto­ glóbulos rojos específicamente sensibilizados,
do de valoración utilizado, la curva que expre­ determinación que se hace en función de la he­
sa la concentración de anticuerpos es sigmoi­ moglobina liberada.
dal, similar a la indicada para la inmunohemó­ El esquema simplificado de la reacción es el
lisis del complemento. siguiente:
Cuando con una hem olisina titulada de la E -h A EA
manera ya indicada quiere prepararse una sus­
pensión de hematíes óptimamente sensibiliza­ Ca2+
EA -h C
dos, la dilución de hemolisina elegida es verti­ Mg2
da con agitación constante sobre la suspensión
de hematíes y no en sentido contrario, lográn­ Como el com plem ento puede m edirse en
dose así una sensibilización homogénea de los unidades CH,oo y CH„, y existen num erosos
eritrocitos. Los hematíes así sensibilizados se factores que modifican los resultados, antes de
conservan en la heladera hasta el momento de describir los métodos de valoración es conve­
su uso, debiendo ser utilizados en el día y pre­ niente definir correctamente ambas unidades.
parárselos toda vez que se los necesite. La unidad de complemento hemolítica 50%
(CHjo) corresponde a los m ililitros de suero
Obtención de la muestra de suero fresco que lisan 2,5 x 10® hematíes óptimamen­
y su conservación para los dosajes te sensibilizados sobre un total de 5 x 10* eri­
de complemento trocitos, en presencia de cantidades óptimas de
calc io y m ag n esio , a una fu erza ió n ica de
Se obtiene de sangre extraída asépticamente 0,147, a pH 7,4 y durante una incubación de
y conservada en refrigeradora hasta el momento una hora a 37”C en un volumen total de 7,5 ml.
de su uso. Mantenido el suero a 2-4"C, su valo­ La unidad de complemento hemolítica 100%
ración debe efectuarse en el día, en tanto que a equivale a la cantidad de suero fresco capaz de
-40°C conserva su título por varias semanas. hemolisar 1 ml de un sistema hemolítico cons­
Teniendo en cuenta que en las reacciones de tituido por partes iguales de glóbulos rojos al
inmunohemólisis se utiliza como fuente suero 5% y hemolisina a la concentración óptima, en
fresco de cobayo, conviene en estos casos em­ presencia de calcio y magnesio durante 30 mi­
plear una mezcla obtenida del mayor número nutos a 37°C y en un volumen final de 2 ml.
posible de animales, con el objeto de lograr un
producto homogéneo y sin deficiencias en nin­ Valoración del complemento determinando
guno de los componentes, lo que podría afec­ el 100% de hemólisis
tar los resultados, como se vio en cinética de la
inmunohemólisis. El suero puede conservarse El esquema que sigue corresponde a una va­
congelado a -4 0 “C o liofilizado. Si previamen­ loración de este tipo:

T ubo I 2 i 4 5 6 7 8 9 10

S uero diluido 1:30 0,05 0 ,!0 0,15 0,20 0,25 0,30 0,35 0,40 0,45 0,50
Solución salina tam ponada
(diluyente) hasta 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
S istem a hem olítico* 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1

Incubar a 37®C durante 30 m inutos

^ S istem a c o n stitu id o p o r p arte s ig u ales de gióbuJos ro jo s ai 5% y iiernolisina (5A cH,Qyrnl)


Complemento 419

La dosis mínima iiemolítica corresponderá al Esquema de valoración


tubo de la serie que contiene la menor cantidad 4
Tubo 1 2 3 5 6 7
de suero capaz de producir la lisis completa de
los glóbulos rojos sensibilizados. Suponiendo H em atíes sen sib i- l 1 1 ,1 l 1 1
que dicho tubo fuera el N” 5 de la serie que lizados'*'
contiene 0,25 mi de suero fresco diluido 1/30, S olución s alin a 5,5 4,5 3,5 2,5 1,5 6,5
tam p o n ad a
el número de unidades de complemento 100% S u ero fre sc o d i­ 1 2 3 4 5
hemolíticas (CH|,)(,) que contiene dicho suero luido 1:400 en
so lu ció n s alin a
30 tam ponada*^'
resulta de d iv id ir------ = 120 S uero fresco d i­ 6,5
0,25 luido d e 1:40
D ilu ció n final 1 :4 0 0 1:200 1:133 1:100 1:80 -
Valoración dei complemento
In c u b a r 6 0 m inutos a 3 7 'C ag itan d o perió d ic am en te
en dosis hemolíticas 50% (CH,^)
* S istem a h em o lític o c o n stitu id o p o r p arte s ig u ales de s u s p e n s ió n
Hemos visto que la curva de hemólisis en d e hem atíes d e ca rn ero (5 x 10^ c e ll./m l) y h e m o lisin a (4A cH ^ ,/m l).
L a d ilu c ió n in d icad a es p a ra su ero d e co b a y o . P ara suero h u m a ­
función de la cantidad de complemento es sig- no co n v ie n e em p le a r dilución 1 :.100 a 1:150.
moidal y que su parte central corresponde a la Los tu b o s 6 y 7 co rresp o n d e n a O y 100% de h em ólisis, r e s p e c tiv a ­
m ente.
dosis que produce el 50% de hemólisis.
Por lo común se emplea la ecuación de von
Un Centrifugar rápidamente y medir oxihem o-
Krough X = K como expresión m a­ globina en el sobrenadante, a 541 nm, utilizan­
do para ello un espectrofotómetro.
temática de dicha curva. En ella, j: es la canti­ Para facilitar las operaciones conviene v alo­
dad de complemento expresada en mi de dilu­ rar en tubos de centrífuga, tapándolos durante
ción; y corresponde al grado de lisis como frac­ la incubación para evitar evaporación.
ción de 1 , 0 multiplicando x 100 el % de hemó- Si el complemento que se valora es para em ­
Usis; K es una constante que equivale a la dosis plearlo luego en trabajos de investigación o en
de complemento que produce el 50% de hem ó­ reacciones de fijación del com plem ento, es
lisis; Un es el valor de la pendiente, que varía conveniente, antes de su titulación, absorberle
según las condiciones del ensayo, y que para los anticuerpos líticos naturales. Para ello m ez­
los indicados en la unidad hem olítiea 50% clar aproximadamente 100 mi de suero fresco
(CHju), ya definida, es 0,2 + 0,02. El número con 5 mi del paquete correspondiente a glóbu­
de células por mililitro y la concentración de los rojos de carnero lavados, mantenerlo en b a ­
Ca^+ son los factores que más influyen; debe ño de hielo durante 15 minutos y centrifugar,
respetarse el volumen final de la reacción para repitiendo la absorción nuevamente. A lm ace­
no modificar la relación hematíes/ml. narlo convenientemente. No conviene prolon­
La transform ación logarítm ica de la ecua­ gar los tiempos pues a 0“C, según el período de
ción de von Krough sum inistra una fórm ula incubación, puede haber menor o mayor fija ­
muy útil para la valoración del complemento, ción del complemento.
ya que su representación es una recta. El cálculo de las unidades CHj^ por mililitro
que corresponden a la inversa de la dilución se
log X = log K + 1/n log hace graficando los valores de log j: y
l-y
log
I-y
Cuando y = 50%, será 1 y log X será
J~y¡ Si se dispone de papel logarítmico de tres c i­
igual a log K, esto es, la dosis de complemento clos, la operación se simplifica, ya que no será
que produce el 50% de hemólisis. Por lo tanto,
graficando los valores de log x en función de necesario determinar los log de x y de
l ú )
log en el punto que la curva corta a Un ejemplo de cómo calcular dichas unida­
/ -y des en ambos casos facilitará la comprensión.
Los valores de v son calculados por sim ple
regla de tres tomando el valor de la DO del tu ­
log = O, esa cantidad de suero corres- bo N“ 7 como la correspondiente al 100% de
]^y, hem ólisis. Cuando los valores del tubo N" 6
(0% de lisis) son significativos es necesario h a ­
ponderá a la unidad CH^^,. cer las correcciones pertinentes.
420 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

sustituyendo los mismos en la ecuación de von


Krough queda x = y 1 - y la que relaciona a
Tubo DO y ¡~ y X, cantidad de suero capaz de producir una he­
mólisis “y ” como fracción de 1 con la dosis del
1:80 0,434 98.6 70,428
1:100 0,355 80.7 4,181 suero necesaria para obtener 50% de hemólisis.
1:133 0,270 60.7 1,545 El cuadro 22-3 contiene dichos valores. Para
1:200 0,168 36,3 0,567 su uso se procede de la siguiente manera; reto­
1:400 0,099 22,5 0,289 mando como ejemplo el de las valoraciones an­
0% H 0,080 O
100% H 0,440 100 teriores, la dilución 1:133 produce 60,7% de
hemólisis. Si dicha dilución se multiplica por el
correspondiente factor tabulado para 61% de
Marcando en el papel logarítmico los valores hemóhsis, en este caso 1,091 obtenido por ex­
trapolación, resulta 133 x 1,091 = 146, m ien­
de para cada valor de x y uniendo esos tras que el hallado experimentalmente fue 150.
Para estos cálculos los valores utilizados deben
puntos, se obtiene una recta. ser aquellos que más se aproximan al 50% de
El valor de x para el punto de la recta en que hemólisis.
La determinación de la dosis de complemen­
= 1 corresponderá al número de unida- to CH50 puede hacerse también transformando
\]^y} la curva sigmoidal en recta, relacionando los
des CH que contiene el suero analizado (fig. logaritmos de la dosis de complemento con los
22-14).' porcentajes de hemólisis transformados en p ro­
Si no se dispone de papel logarítmico el cál­ hits, teniendo en cuenta que el probit 5 corres­
culo se hace como lo ilustra la fig. 22-15. ponde a 50% de hemólisis. Para ello, pueden
En todas las valoraciones de CH^g, teniendo em plearse las tablas de Fischer y Yates que
en cuenta la forma sigmoidal de la curva de he­ permiten tal conversión o, más fácilmente aun,
mólisis, los valores inferiores a 20% y superio­ utilizando papel especial probit/logaritmo.
res a 75% de hemólisis deben desecharse para
los cálculos.
El método se aphca igualmente para la valo­
ración de la hem olisina en dosis hem olíticas C u ad ro 22-4. Para la transformación de los
50%, correspondiendo en este caso los valores % de hemólisis en probits
de X a las unidades de anticuerpo hemolítico.
Con el objeto de facilitar los cálculos pueden % de hem ólisis Prohits
confeccionarse tablas, las que están en función
de 1/n, igual a 0,2 en este caso. Cuando se las 5 3,3551
10 3,7184
utilice es necesario respetar estrictamente las 15 3,9636
condiciones de la prueba; en caso contrario de­ 20 4,1584
ben elaborarse nuevas tablas para los diferentes 22 4,2278
valores de 1/n. 25 4,3255
27 4,3872
Estos factores de conversión se calculan de 30 4,4756
la siguiente manera: si a la dosis de com ple­ 32 4,5323
mento necesaria para producir el 50% de he­ 35 4,6147
mólisis se le asigna el valor 1 y a 1/n el de 0,2, 37 4,6681
40 4,7467
42 4,7981
45 4,8743
C uadro 22-3 47 4,9247
50 5
% de tisis Factor % de lisis F actor 52 5,0502
55 5,12.57
10 0,644 55 1,041 57 5,1764
12 0,671 60 1,084 60 5,2533
14 0,696 65 1,132 62 5,3055
16 0,718 70 1,185 65 5,3853
18 0,738 75 1,246 67 5,4399
20 0,758 80 1,320 70 5,5244
25 0,803 82 1,354 72 5,5828
30 0,844 84 1,393 75 5,6745
35 0,884 86 1,438 77 5,7388
40 0,922 88 1,490 80 5,8416
45 0,961 90 1„552 85 6,0364
50 1 90 6,2816
95 6,6449
Complemento 421

1 2 4 8 16 32 64 128 256 512

F ig. 22-14. D eterm inación de la dosis CHj,., utilizando papel logarítm ico de tres ciclo

La figura 22-16 corresponde a la valoración En la figura 22-17 puede verse que la curva
de un suero de cobayo diluido 1/10. correspondiente al % de hemólisis en relación
En el cuadro 22-4 se encuentran los probits con la concentración de hemolisina no es siem­
correspondientes a diferentes % de hemólisis. pre del mismo tipo. En algunos casos, com o la
I, hay un aumento progresivo de dicha actividad
Factores que pueden modificar los resultados para estabilizarse dando una curva en form a de
meseta; en tanto que otras veces, como la curva
Diversos factores pueden influir en la deter­ II, se observa un aumento progresivo al aum en­
minación de la actividad hemolítica del com ­ tar la concentración. El tipo III de curva es muy
plemento. Merecen destacarse entre ellos: raro, pero puede observarse. El tipo I co rres­
a) La concentración de la Itemolisina. Es ponde a hemolisinas obtenidas por inm uniza­
fundamental, sobre todo para trabajos de inm u­ ción con estroma de glóbulos rojos calentados,
nohemólisis y de cinética de la actividad del o sea sueros hem olíticos que contienen a n ti­
complemento, sensibilizar óptimamente a los cuerpos anti-Forssman, en tanto que las restan­
glóbulos rojos con hemohsina. A veces esto re­ tes corresponden a conejos inm unizados con
sulta tarea difícil por las características de los glóbulos rojos intactos, los que indudablemente
anticuerpos obtenidos al inmunizar los conejos, elaboran anticuerpos contra antígenos isófiios y
las que dependen de diversos factores y en es­ heterófilos, siendo esta mezcla la responsable
pecial del tipo de antígeno utilizado. del comportamiento de esas hemolisinas.
422 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

log
Tubo Logx DO y -V í I ~y j
5 1:80 1,90 0,434 98,6 70,428 1,85
4 1:100 2 0,355 90,7 4,181 0,62
3 1:133 2,12 0,270 60,7 1,545 0,19
2 1:200 2,30 0,168 36,3 0,567 -0 ,2 5
1 1:400 2,60 0,099 22,5 0,289 -0 ,5 4
6 0% H - 0,08 0
7 100% H - 0,440 100

-2,60

-2,50

2,40

.o 2,30

2,20

2,18
2 ,10 'B '
- 2 ,00

-1,90

-1 ,0 -0 ,9 -0 ,8 -0 ,7 -0 ,6 -0 .5 -0 ,4 -0 ,3 -0 .2 -0,1 O 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0.7 0.8 0.9 1.0
y
Log
Log 2.18 = = dil 1/150 = 150 dosis CH j/m l 1 -y

y
Fig. 22-15. D eterm inación de la dosis m ediante graficación de log x versus lo g -------. (Elaborada con los datos del
ejem plo anterior.) 1- y

Cuando se trabaja con los sueros del tipo I, c) Importancia del volumen fin a l de la reac­
la sensibilización de los hematíes puede conse­ ción. Cuando se valore complemento o se mida
guirse correctamente con la dosis adecuada de su actividad como parte de un sistema hemolí­
hemolisina, cosa que no ocurre en los otros dos tico en una reacción de fijación de complemen­
casos; y muchas veces por el empleo de hemo­ to, es necesario respetar en forma estricta el vo­
lisinas de este tipo pueden sensibihzarse inade­ lumen final previamente fijado, ya que la acti­
cuadamente los glóbulos rojos y requerir dosis vidad hemolítiea del complemento disminuye
de complemento superiores a las reales. al aumentar el volumen final. Si el mismo se
b) Número de hematíes. Al duplicar la con­ duplica, la actividad del complemento descien­
centración de hematíes por mi, con respecto a de aproximadamente en un 25%, descenso que
los requeridos para que una determinada dosis alcanza al 50% si el volumen final es el cuá­
de complemento produzca el 50% de hem óli­ druple del inicial. La causa fundamental de es­
sis, los mi de complemento necesarios para lo­ tas modificaciones son las variaciones de las
grar este mismo efecto no corresponden al do­ concentraciones de C2 y C3, las que inciden en
ble de la dosis de complemento inicialm ente la reversibilidad de la reacción EAC14b2b
utilizada. Tampoco estos valores se correspon­ EAC 14b -HC2d.
den si se triplican o cuadruplican las concentra­ d) Fuerza iónica. La fuerza iónica del dilu­
ciones de hematíes. Al duplicar dicha dosis, se yente es importante en la determinación de la
requiere aproxim adam ente un 25% m ás de actividad del complemento. La del buffer clo­
complemento que la establecida para el número ruro de sodio-veronal sódico, ya indicada, es la
inicial de glóbulos rojos sensibilizados. Esto es ideal e igual a 0,147. Cuando ésta aumenta, la
muy importante y es necesario recordarlo cuan­ actividad del complemento disminuye.
do se trabaja en dosaje de complemento y prin­ e) Temperatura. Las valoraciones de com ­
cipalmente en reacciones de fijación del com­ plemento generalmente se hacen a 37“C, pero
plemento. cuando se realizan a tem peraturas inferiores.
Complemento 423

alrededor de 30“C, los títulos de complemento


pueden a veces aumentar. Ello se debe a que el
complejo EAC14b2b es más estable a esa tem­
peratura y por lo tanto habrá más sitios en esas
condiciones para la conversión de C3. Un he­
cho evidente sobre este particular es que, cuan­
do se valora complemento de caballo, el mismo
debe ser dosado a 30°C, en que la estabilidad
del complejo anterior alcanza a 8-10 minutos y
permite la interacción de los restantes compo­
nentes. A 37“C la m ism a es de aproxim ada­
mente un minuto, razón por la cual las medidas
hechas a esta temperatura arrojan valores muy
bajos. Los ensayos hechos con complemento
de cobayo demuestran que entre 28°C y 37”C
hay una disminución paulatina de su título a
medida que la temperatura aumenta.
f) Acción del pH. El aumento del pH en el
tubo de reacción provoca una caída del título
del com p lem en to , de ap ro x im ad am en te un
25% cuando el pH varía de 7,2 a 8,5.
g) Los iones calcio y magnesio. Generalmen­
te se observan variaciones en los títu lo s del
com plem ento cuando se emplean com o dilu­
Dosis de C (escala logarítmica) yentes del sistema solución fisiológica o buffer
1,699 2,000 2,301 2,602 2,903 veronal-salino. Ello se debe a que en el primer
caso no existen cantidades adecuadas de calcio
Log dosis de C y m agnesio, cosa que ocurre en el segundo.
Ca^+ 0,00015 M y Mg^+ 0,0005 M constituyen
Fig. 22-16. D eterm inación de la dosis CH jo po r grafica­ las concentraciones óptimas. Ello se debe a que
ción de probits versus log de C. El em pleo de papeles espe­
ciales probits/iog, los que a su vez tienen tabulados ios por­
estos dos iones son Ixindamentales para la acti­
centajes de hem ólisis en escala proporcional a los probits, v ació n de algunos de los co m p o n en tes del
facilita los cálculos. complemento durante la dinámica de la reac-

Diluciones de hemolisina

Fig. 22-17. D istinto com portam iento de hem olisinas de conejo anti-glóbulos rojos de carnero. La tipo I fue obtenida por
inm unización con estrom a de glóbulos rojos, y las de tipo II y III, p o r inoculación d e glóbulos rojos lavados. D e la gráfica
se deduce que, cuando se em plean hem olisinas del tipo I, un exceso de la m ism a no m odifica los resultados. E s por esto
que en los sistem as hem olíticos se utiliza más de 1 dosis AcH,,,, sin que ello incida en la calidad del reactivo.
424 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

ción y es la causa por la que la presencia de mólisis y son las distintas concentraciones de
quelantes como citrato de sodio, EDTA, etc., anticuerpos las que actúan sobre esos glóbulos
inhibe la actividad hem olítica de los sueros rojos así tratados, estudiándose su acción he­
frescos. La presencia de calcio y magnesio no molítica en función del tiempo. En los sistemas
sólo es indispensable para la fijación del com­ de anticuerpo limitado, los glóbulos son ópti­
plemento a glóbulos rojos sensibilizados, sino mamente sensibilizados con el anticuerpo y lo
también para su fijación a precipitados especí­ que varía es la dosis de complemento. Para es­
ficos. La acción del calcio es altamente especí­ tos estudios se prepara una suspensión de célu­
fica e insustituible y otros cationes bivalentes, las a una concentración adecuada, generalmen­
como cobalto, bario, cinc, manganeso, cadmio, te 2%, y se la mantiene en agitación constante
níquel o magnesio, no pueden reemplazarlo. En en un baño term orregulado para que esté en
cambio el cobalto y el níquel pueden sustituir contacto íntimo con los reactivos al ser añadi­
al magnesio, aunque indudablemente su efica­ dos. Para establecer el grado de lisis se extraen
cia es inferior. volúmenes determinados a intervalos preesta­
blecidos. Un hecho muy importante es que la
reacción debe ser detenida bruscamente para
CINETICA DE LA HEMOLISIS que no haya aumento de hemólisis durante el
POR COMPLEMENTO LIMITADO proceso de centrifugación, y esta detención se
Y POR ANTICUERPO LIMITADO consigue, en el caso de sistemas de com ple­
mento lim itado, m ediante dilución y enfria­
Los estudios sobre cinética de la hemólisis miento; en tanto que los casos de sistemas de
por anticuerpos y complemento realizados du­ anticuerpo limitado, la inhibición se hace con
rante los últim os años, llevados a cabo con EDTA. En el primer caso, la reacción no puede
concentraciones óptimas de calcio y magnesio detenerse con EDTA porque esta sustancia, que
y lecturas espectrofotométricas de la hemoglo­ es complejante del calcio y magnesio, resulta
bina liberada, han permitido comprender mejor inefectiva después de pasado cierto tiempo, ya
el mecanismo de la acción hemolítica del com­ que las etapas de fijación del complemento en
plemento. Para estos estudios pueden emplear­ las que estos iones intervienen, tienen lugar en
se los llamados sistemas de complemento limi­ los primeros minutos de la reacción. El proce­
tado o de anticuerpo limitado. dimiento indicado de dilución y enfriamiento
En el primer caso, las células o glóbulos ro­ no es del todo adecuado pero, si se procede a
jos están en presencia de la dosis de comple­ centrifugar rápidamente y en frío, los resulta­
mento necesaria para producir el 50% de he­ dos son aceptables.

Minutos

F ig . 22-18. Curvas de hem ólisis en función del tiem po obtenidas con diferentes diluciones de suero de cobayo, com para­
das con las logradas con suero hum ano. El com plem ento de cobayo da curvas que adquieren la típica form a de m eseta, co ­
sa difícil de lograr con el de origen hum ano.
Complemento 425

La figura 22-18 muestra un comportamiento hematíe-anticuerpo, seguida de una nueva reac­


similar de las curvas de hemólisis en función ción con otros sitios antigénicos en la m ism a o
del tiem po para distintas concentraciones de en otra célula, lo que originaría una continua
complemento de cobayo; que todas ellas tienen transferencia de sitio a sitio o de célula a célula
un incremento inicial para luego tomar el aspec­ durante la reacción.
to de mesesa; y que la reacción se ha completa­ Como corolario de estas observaciones con­
do a los 90 minutos, cuando se analiza suero de viene recordar que en todos los ensayos de in-
cobayo, en tanto que si es humano la curva que munohemólisis deben utilizarse preferentemente
se obtiene es brusca al comienzo y contintía con hemolisinas obtenidas por inmunización de co­
un discreto ascenso, aun hasta las 4 o 5 horas. nejos con esti'oma de glóbulos rojos calentados
Ello indica que, cuando se valore complemento (anti-Forssman), ya que los mismos se caracteri­
de distinto origen, el tiempo de incubación para zan porque su actividad hemolítiea es marcada­
determinar su actividad indudablemente deberá mente superior a su capacidad aglutinante.
ser establecido previamente a efecto de que los La cantidad óptima de hemolisina para utili­
resultados puedan ser comparados. zar en la reacción debe ser establecida por en­
En los sistemas de complemento limitado, sayos previos, y han de elegirse preferentem en­
las curvas de hemólisis pueden tener distintas te aquellos sueros hemolíticos que se caracteri­
características, las que dependen del tipo de an­ zan por dar curvas que presentan una m eseta
ticuerpo. Cuando las hemolisinas son prepara­ terminal. Estos hechos conviene tenerlos p re ­
das por inmunización de conejos con estroma sentes, ya que permitirán reducir en parte los
de glóbulos rojos hervidos (anticuerpos heteró­ múltiples factores que pueden variar los resu l­
filos anti-Forssm an) habitualm ente m uestran tados cuando se efectúen reacciones de fijación
un incremento que llega al máximo alrededor del complemento con fines diagnósticos o de
de los 90 minutos, y luego la curva se aplana y identificación.
mantiene constante su actividad. Otras hemoli­
sinas, sobre todo las preparadas por inmuniza­
ción de animales con glóbulos intactos lavados VALORACIÓN DE LA ACTIVIDAD
(mezcla de anticuerpos isófilos y heterófilos), FUNCIONAL DEL COMPLEMENTO ■
tienen características distintas, ya que muestran POR LA VÍA ALTERNA
una marcada actividad en los primeros momen­
tos y continúan luego una curva ascendente que El dosaje de esta actividad puede hacerse, al
se prolonga por un tiempo bastante largo (fig. igual que para la vía clásica, en unidades 100%
22-19). Se supone que ese com portam iento h e m o lític a s (V A H ,„„) y 50% h e m o lític a s
puede ser debido a la disociación de complejos (VAH,„).

Minutos

F ig. 22-19. D istinto com portam iento de hem olisinas de conejo anti-carnero obtenidas: a, por inm unización con estro m a
de glóbulos rojos; b, por inoculación de glóbulos rojos lavados.
426 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

El método es similar al de la vía clásica. La 0,01 M. Centrifugar a 2.000 rpm durante 1 mi­
diferencia fundamental radica en que el sistema nuto y leer la absorbancia de los sobrenadantes
revelador está constituido por glóbulos rojos de a 413 nm. Esto da la medida de la hemoglobina
conejo no sensibilizados por anticuerpos. Estos liberada por hsis, con la que puede calcularse
eritrocitos, por su bajo contenido en ácido siáli­ “y” y mediante la aplicación de la ecuación de
co, son capaces de activar el complemento por von Krogh x = K (y/100-y)‘^"; en forma similar
la vía alterna. Si a un suero fresco (fuente de a la indicada en determinación de las unidades
complemento), conteniendo EGTA (ácido eti­ de CHjg, establecer las VAH.^(, del suero.
lenglicol amino etil tetraacético) 10 mM, sus­ Los controles que se deben incluir en este
tancia quelante de Ca^'' y no de Mg^^ a esa con­ ensayo son los siguientes: 1) suero conteniendo
centración, ya que el EGTA es 100 veces mejor EDTA 10 mM para inhibir la activación del
complejante de Ca^+ que de Mg^+, se lo mezcla complemento por ambas vías, la clásica y la al­
con una suspensión de glóbulos rojos de cone­ terna (control negativo, 0% de lisis); 2) control
jo, al estar bloqueada la capacidad de actividad de 100% de lisis preparado con 0,2 mi de sue­
de la vía clásica, cualquier hemoglobina libera­ ro, 0,2 mi de glóbulos rojos de conejo, 0,2 mi
da será un índice de la actividad funcional del de DFC-VA y 2 mi de agua destilada, y 3) si
complemento por la vía alterna. los sueros para analizar contienen hemoglobina
El método de dosaje que se describirá es el liberada durante la separación debe prepararse
que mide actividad en unidades VAHjg, y las un blanco constituido por una serie paralela de
precauciones que se deben tener son las m is­ diluciones del suero (0,2 mi) a los que se le
mas que las indicadas para la determinación de añaden 2,4 mi de buffer de Mayer libre de Ca*'^
las unidades CH^g por la vía clásica. y Mg^+, adicionado de EDTA 0,01 M. En este
caso, el cálculo del valor de “y ” para cada dilu­
Materiales necesarios ción del suero se hace de acuerdo con la si­
guiente fórmula:
a) Buffer. El diluyente que se usa para los
ensayos de activación del sistema complemen­ DO tubo de reacción - DO blanco
to por la vía alterna se prepara añadiendo a 83 correspondiente a ese tubo
voMmenes de buffer de veronal-cloruro de so­ “y” = ----------- ^
----------------
dio, pH 7,2 de Mayer libre de Ca^+ y Mg^+, 10 DO testigo 100% lisis - DO testigo
volúmenes de EGTA 0,1 M, pH 7,2 y 7 volú­ 0% lisis
menes de MgClj 0,1 M (DFC-VA).
Antes de su uso añadir 0,1% de gelatina. M EDIDA DE LA CAPACIDAD
b) Suero para valorar. Se lo obtiene por coa­ DE DIFERENTES SISTEMAS
gulación de sangre extraída por punción veno­ PARA ACTIVAR EL COMPLEMENTO
sa. El suero separado por centrifugación se POR LA VÍA ALTERNA
conserva congelado. A -20°C resulta útil hasta
una semana, y hasta 3 meses si se lo mantiene a Existen numerosos métodos para ello. Algu­
-70°C . Inm ediatamente antes de su uso se le nos usan técnicas muy sofisticadas y difíciles de
añade EGTA y MgCI^ hasta una concentración llevar a cabo. El método que se describe se fun­
de 10 mM y 7 mM, respectivamente. da en la característica particular de los glóbulos
c) Eritrocitos de conejo. Se los obtiene a rojos de conejo de activar el complemento por
partir de sangre recogida por punción de la ve­ la vía alterna. Si la sustancia o complejo que se
na marginal de la oreja, que se mezcla con 20% ha de ensayar se mezcla con suero fresco (fuen­
v/v de solución de AIsever. Los eritrocitos se­ te de complemento) conteniendo EGTA, al es­
parados por centrifugación se lavan tres veces tar bloqueada la capacidad para activar el com­
con DFC-VA y finalmente se los súspende al plemento por la vía clásica, cualquier consumo
1% en este diluyente. de complemento que ocurra por la vía alterna
dará como resultado una disminución de éste en
Método el suero. Si a ese sistema se le añaden eritroci­
tos de conejo no sensibilizados con anticuerpo,
Efectuar con ei suero conteniendo EGTA 10 una reducción en la hemólisis, comparada con
mM y M gC lj 7 mM diluciones en razón 2, controles en los que el sistema activador en en­
usando como diluyente DFC-VA. En pequeños sayo ha sido eliminado, será proporcional a la
tubos de hemólisis mezclar 0,2 mi de cada dilu­ concentración del sistema activador.
ción con 0,2 mi de DFC-VA y 0,2 mi de glóbu­
los rojos de conejo al 1%. Incubar a 37°C por Materiales necesarios
30 minutos y detener la reacción mediante el
añadido a cada tubo de 2 mi de buffer de Ma­ Los descritos en valoración del complemen­
yer libre'de Ca^+ y Mg^+, adicionado de EDTA to por la vía alterna.
Complemento 427

M étodo nente del complemento haciendo actuar al sue­


ro sobre glóbulos rojos sensibilizados que ya
Conociendo la actividad VAH,g de un suero, han fijado óptim am ente a las fracciones del
d ilu irlo en D F C -V A h a sta '25 u n id a d e s complemento que interaccionan antes del com ­
VAHjp/ml (0,2 ml = 5 VAHjp). A 0,2 ml de esa ponente a valorar, y modificándolo de tal modo
dilución añadirle 0,2 ml del sistema que se ha que los restantes no se fijen. Para valorar C4 se
de ensayar (disuelto o suspendido en DFC-VA) utilizará E A C l, y para C2 EAC 14b.
e incubar a 37“C durante 30 minutos. Frenar la C onsiderando que en alguna oportunidad
reacción por el añadido de 2 ml de buffer de puede interesar la dosificación de C l, C2, C4 y
Mayer libre de Ca^^ y Mg*+, adicionado de ED ­ C3 global con R l, R2, R4 y R3, respectiva­
TA 0,01 M. Centrifugar a 2.000 rpm durante 1 mente, se describirá dicho método previo a la
minuto y en los sobrenadantes medir la hem o­ valoración de los componentes del complemen­
globina liberada como se indicó para dosaje de to mediante las correspondientes células inter­
VAHjg. Incluir en la reacción controles de 0% medias.
y 100% de lisis.
El porcentaje de complemento consumido se P re p a ra c ió n d e Rl y R2
calcula aplicando la siguiente fórmula:
Para su obtención es necesario preparar “p ie­
% de complemento consumido za m edia” y “pieza terminal”, ya que esta últi­
ma está constituida por C2 y C4 y la pieza m e­
Am - At dia por C l y C3. Si ambas son enriquecidas
= ----------------- X 100
con suero calentado a 56°C durante 30 minutos
Am - Ab (C3 y C4), se obtendrán dos reactivos en los
siendo Am: absorbancia a 413 nm del control que estarán ausentes C l y C2 respectivamente,
de 100% de lisis; Ab: absorbancia a 413 nm en tanto que los restantes com ponentes del
del control negativo (0% lisis); y At: absorban­ com plem ento se hallarán a concentraciones
cia a la m ism a longitud de onda del sistem a normales. La pieza media puede prepararse por
analizado. dilución o diáhsis, de acuerdo con técnicas in­
Si se sospecha que el sistema para analizar dicadas por distintos investigadores.
puede causar autólisis de los eritrocitos de co­ Un método recomendado es el descrito por
nejo, es necesario incluir un control constituido M ayer, el que puede ser utilizado tanto p ara
por ese sistema y eritrocitos de conejo en au­ suero humano como de cobayo: añadir un v o lu ­
sencia de suero (fuente de complemento). men de suero fresco helado, con a g itac ió n
El método puede transformarse en cuantitati­ constante, sobre 10 volúmenes de fosfato mo-
vo desarrollándolo en una batería de tubos con nopotásico 0,02 M enfriado. Mantener a 0°C y
cantidades crecientes del sistema a ensayar. después de 20 a 30 minutos centrifugar rápida­
mente en frío, separando el sobrenadante del
precipitado. El precipitado, en el caso de suero
V A LO R A CIO N DE LOS de cobayo, es lavado con solución de fosfato de
C O M PO N EN TES pH 5,4 y fuerza iónica 0,02 (este lavado no de­
DEL C O M P L E M E N T O berá efectuarse en el caso de suero hum ano,
por su menor contenido de C2). El precipitado
Inicialmente se utilizaron métodos que em ­ se disuelve en cloruro de sodio 0,15 M y se
pleaban un reactivo constituido por todos los ajusta a pH 6,5-7 con bicarbonato de sodio 0,1
componentes del complemento, excepto el que N, diluyendo a un volumen cinco veces supe­
se quería valorar, el cual era adicionado a una rior al del original. Esto constituye la pieza m e­
serie de diluciones del suero cuyo componente dia, rica en C l y C3. Para ser transformada en
interesaba medir. A cada uno de los tubos de la R2 debe añadírsele, en el momento del uso, un
serie, igualados en volumen, se le adicionaba volumen igual de suero calentado a 56“C du­
un volumen igual de glóbulos rojos sensibiliza­ rante 30 minutos y diluido 1/5 eon el objeto de
dos. Previa incubación a 37“C se determinaba enriquecerla en C3 y C4.
cuál era la máxima dilución del suero que pro­ El sobrenadante de la operación anterior o
ducía 100% de lisis, correspondiendo la inversa pieza terminal se lleva a isotonía con cloruro
de dicha dilución al número de unidades por ml de sodio al 10% y rápidamente a pH 7,5 con bi­
del componente que se valoraba. Los reactivos carbonato de sodio 0 ,1 N, ya que a pH inferio­
utilizados para la valoración de C l, C2, C4 y res a 6,5 este reactivo resulta inestable. Su dilu­
C3 global (C3-C9), se denominan, respectiva­ ción final es 1:2 y para transformarlo en R l, al
mente, R l, R2, R4 y R3. igual que se describió en R2, es necesario m ez­
Mejor información suministran aquellos m é­ clarlo en el momento del uso con volúm enes
todos que miden la actividad de cada com po­ iguales de suero calentado diluido 1/5.
428 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

P r e p a r a c ió n d e R 3 El método de valoración para C l, C2, C3 y


C4 es el mismo en todos los casos; la diferen­
La inactivación de C3 puede lograrse de dis­ cia consiste en el empleo de R l, R2, R3 y R4
tintas maneras, siendo la más corriente la que según el componente a valorar. El cuadro 22-5
emplea zimosán, un poliósido insoluble obteni­ corresponde a un dosaje de C 1 y puede ser to­
do de la levadura de cerveza. Tiene la particu­ mado como tipo para la valoración de los otros
laridad de combinarse a 37“C, fuerza iónica no componentes.
superior a 0,15 y pH entre 6,8 y 8,6 con la pro­ Estos métodos de valoración, si bien fueron
perdina; activa la vía alterna consumiendo C3, utilizados inicialmente, no son correctos para
no así C l, C2 y C4. Las cantidades de zimosán establecer la actividad lítica del complemento,
necesarias para inactivar 1 ral de suero humano ya que la misma depende, no de las cantidades
varían entre 1 mg y 1,35 mg, requiriéndose absolutas de cada uno de los componentes pre­
cantidades mayores para inactivar el mismo sentes, sino de ciertas relaciones entre ellos. Lo
volumen de suero de cobayo. Para preparar R3 más acertado es hacerlo mediante la determina­
por este procedimiento es necesario activar pre­ ción de la capacidad que cada uno de ellos tie­
viamente el zimosán, para lo cual 10 mg del ne para transformar células en el estado ante­
mismo se suspenden en 1 mi de NaCl 0,15 M y rior a su intervención, en células activadas por
se calientan en baño de agua a ebullición du­ su presencia. La actividad de C2, por ejemplo,
rante media hora. se establece determinando la cantidad de célu­
Se centrifuga, y al sedimento que contiene las que en estado EAC 14b se transforman en
el zimosán activado se le añaden 10 mi de sue­ EAC14b2a.
ro fresco humano, el que es incubado a 37°C
por una hora, agitando periódicam ente con el
objeto de suspender el zimosán. Se centrifuga, P re p a ra c ió n d e c é l u la s EAC 1
repitiendo una segunda adsorción del sobrena­
dante con zimosán, si fuera necesario y se lo Puede hacerse m ezclando glóbulos rojos
diluye finalmente con solución de cloruro de sensibilizados (EA) con R4, lo que permite, en
sodio 0,15 M a un volumen cinco veces mayor presencia de Ca^+ y ausencia de Mg^+, única­
que el original. E ste reactivo así preparado mente la fijación de C l. Para ello en un reci­
constituye R3. piente de vidrio adecuado se colocím 100 mi de
éter etílico no anestésico, los que son calenta­
P r e p a ra c ió n de R4 dos a 30”C en un baño de agua. Se los agita con
la ayuda de un agitador magnético y se añaden
Se lo obtiene por tratamiento de suero fresco 4 mi de suero fresco de cobayo, continuando
con amoníaco. Para ello a 1 mi de suero se le con la agitación durante cinco minutos. Se de­
añade 0,25 mi de amoníaco 0,15 N. Se deja en canta rápidamente el éter y se eliminan los res­
contacto a 37°C durante 1 hora y m edia y se tos con aire comprimido. El suero así obtenido
n eutraliza con 0,25 mi de ácido clorhídrico se diluye 1/10 con buffer barbital salino añadi­
0,15 N. Para su uso se lo diluye en el quíntuplo do de Ca^+ 0,001 M y se lo conserva en baño de
del volumen inicial. hielo hasta el momento del uso.
R l, R2, R3 y R4 deben ser probados a efec­ Para la preparación de células E A C l, 1,5 mi
tos de establecer que no tienen actividad anti­ de EA a la concentración de 5 x 10* células ' y
complementaria. Si la tuvieran, debe ser titula­ suspendidas en buffer con Ca^+ 0,001 M, pre­
dos, y el reactivo, diluido a concentración con­ viamente calentadas a 37°C, son mezclados con
veniente para que no interfiera en la reacción. 5 mi de la dilución 1/10 del suero-éter, también
De todos ellos R2 es el que con más frecuencia calentados a 37°C. La mezcla es incubada a esa
presenta actividad anticomplementaria. temperatura durante diez minutos, centrifugada

C u ad ro 2 2 - 5 . Valoración de C l
Tubos 1 2 3 4 5 6 7 8 9

S uero fresco diluido 1:10 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25 0,30 0,35 0,40 0,45
R eactivo R 1 0,25 0,25 0,25 0,25 0,25 0,25 0,25 0,25 0,25
B uffer-barbital salino 0,45 0,40 0,35 0,30 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05
S istem a hem olítico* 0,50 0,50 0,50 0,50 0,50 0,50 0,50 0,50 0,50

Incubar I hora a 37°C


Lectura de los resultados

* G ló b u lo s ro jo s de carnero 5 x 10^ céí/m ¡ y 4 A cH |„p/m í e n p arte s ig u ales


Complemento 429

luego y lavada dos veces con 10 mi de buffer humano normal (fresco). Después de mantener
adicionado de Ca^+ 0,001 M; finalmente las cé­ a 37“C por 90 segundos, interrumpir la reac­
lulas se suspenden a 10"^ células/ml. Deben ser ción por el añadido de buffer de veronal frío;
conservadas a 0“C. lavar dos veces con el mismo buffer y resus­
pender, llevando las células a la concentración
P re p a ra c ió n d e c é lu la s inicial (buffer de veronal adicionado de Mg^+ y
EAC14b Ca2+).
En lugar de EAC142 puede prepararse el de­
Se utiliza el método descrito por Mayer, el rivado EAC142oxy, el que resulta mucho más
que se basa en el hecho de que a 0“C y en pre­ estable pues el componente C2 previo a su fija­
sencia de Ca^+ sólo se fijan a células sensilíili- ción es oxidado con iodo, y como ya se indica­
zadas C l y C4. Teniendo en cuenta que a 37°C ra, la vida media del complejo que se form a es
EAC14b2b revierte a EAC14b, el pasaje previo superior (62 minutos a 32°C). Además, la acti­
del suero de cobayo por columna de intercam­ vidad hemolítica se incrementa 5 a 6 veces.
bio, para ehminar magnesio, no es indispensa­ El método de preparación es similar al arriba
ble. Por lo tanto, para obtener las células desea­ indicado, con la diferencia de que el tiem po de
das, se mezclan 10 mi de EA a la concentra­ contacto a 37“C de la m ezcla constituida por
ción de 10‘^ cél ■ mi *, suspendidas en buffer EA, floridzina y suero iodado es de 13 minutos
adicionado de Ca^+ 0,001 M, con 0,5 a 1 mi de en lugar de 90 segundos.
suero fresco de cobayo, los que son incubados El suero iodado se prepara añadiéndole al
a 0"C, con agitación periódica, por un tiempo suero fresco una solución de 12 en IK hasta
que oscila entre 30 y 90 minutos, el que debe concentración final en I^ de 5 x 1 0 '•M.
ser correctamente establecido, en ensayos pre­ Conviene tener preparada una solución ma­
vios, para cada lote de complemento. Este debe dre de L lO ^M en IK 5 X lO 'M. (Disolver 0,25
ser tal que las células E* formadas no excedan g de Ij y 8,3 g de IK en 4 mi de buffer de fosfa­
del 5%. tos 0,1 M, pH 7,6. Completar a 100 mi con el
Después de la incubación se centrifuga, se m ism o buffer.) Para cualquier dilución de la
elimina el sobrenadante, se lavan las células solución concentrada utilizar el buffer de fosfa­
dos veces con buffer enfriado, se suspenden tos indicado.
en 20 mi del mismo y se incuban a 37°C du­ Se han descrito numerosos casos de inmuno-
rante 90 minutos. Se centrifuga, se elimina el deficiencias asociadas a déficit genético de al­
sobrenadante y las células E A C Í4b se suspen­ gunos de los componentes del sistema com ple­
den en b u ffer con Ca^“" 0,00015 M y Mg^+ mento. Deficiencias de C2 y C4 han sido detec­
0,005 M a la concentración deseada. Se con­ tadas en casos de glomerulonefritis y lupus eri­
servan a 0°C durante varios días, siendo con­ tematoso sistémico; de C3 en infecciones gra­
veniente hacer un lavado con el mismo buffer ves por bacterias piógenas; así como de los
antes de su uso. constituyentes del MAC (C5-C9) detectadas en
pacientes con infecciones por microorganismos
P re p a ra c ió n d e c é lu la s de lo calizació n in tracelu lar, esp ecialm en te
EAC14b2b Neisserias. (Para mayor información véase cap.
30.) Disponiendo de sueros de estos pacientes,
Un método muy utilizado es el de Levine y es posible usarlos como excelentes reactivos
colaboradores, para lo cual a 10 mi de células que sustituyen a los antes indicados en la pre­
EA (10‘^ cél • m f') suspendidas en buffer adi­ p aració n cíe células EA sensibilizadas (Ej.:
cionado de Ca^+ y Mg^+ se les añade 1 mi de E A C l; EAC14b; EAC14b2b; etc) para la valo­
suero fresco de cobayo y se incuban a 0°C du­ ración en sueros desconocidos de domponentes
rante 30 a 40 minutos. Se centrifugan, se elim i­ individuales del complemento. Sueros deficien­
na el sobrenadante y se suspenden en buffer tes en C2 o C3, por ejemplo, resultan útiles pa­
con Ca^+ y Mg^+ a la concentración deseada. ra la preparación de células a usar en la titula­
Antes del uso, mantenerlas a 0“C durante 4 ho­ ción en sueros de los componentes C2 y C3,
ras para que todas las células E* que pudieron respectivamente.
formarse se destruyan, centrifugando luego en
frío y suspendiendo finalmente en buffer.
Otra manera de preparar EAC14b2b es tra­ V a lo ra c ió n de C l, C4, C2 y C3 g lo b a l
tando EA con suero adicionado de floridzina, (C3C9)
la que actúa como inhibidor de C3.
A 1 volumen de EA al 5% (10^» EA • m f ) Valoración de C l
añadir 1 volumen de floridzina (10,6 mg de flo­
ridzina • mi ’ de buffer de veronal adicionado Transformar el suero a valorar en R4 por tra­
de Mg2+ y Ca^+) y 0 ,1-0,2 volúmenes de suero tamiento eon NH3 y HCl para eliminar C4.
430 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

Tubos / 2 3 4 5 6 7

EA 5% en buffer con Ca^+ .sin 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5

Suero a valorar (R4) en buffer con 1;2 1:4 1:8 1:16 1:32 1:64 1:128
Ca^+ sin Mg^*' (0,5 ml diluido)

Incubar 10 m inutos a 37‘^C

C en trifu g a r, lav a r y su sp en d e r e n b uffer c o n y iVlg^^ (0,5 m l p o r liibo). E n esta p rim era in cubación las cé lu la s E A se tran sfo rm aro n en
E A C l (B).

Tubos / 2 3 4 5 6 7

E A C l (B) 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0.5


Rl 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
Incubar I hora a 37°C
N aC I 0,15 M , helado 5 5 5 5 5 5 5

C en trifu g a r, v alo r liem o g lo b in a en el so b re n ad an te por lec tu ra esp e ctro fo to m étric a a 541 nm y c a lcu lar la in v ersa de la d ilución que da 50%
d e lisis. L a m ism a c o rresp o n d e a las un id ad e s de C l p o r m l de suero.
E n la re acc ió n deb e n incluirse testig o s d e 0% y 100% d e hem ólisis.

Valoración de C4
El suero a valorar debe ser previamente calentado a 52“C durante 30 minutos para destruir C l
yC2.

Tubos 1 2 i 4 5 6 7

E A C l 5% en buffer con Ca^+ sin 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
M g 2-^
D iluciones suero a valorar calenta­ 1:2 1:4 1:8 1:16 1:32 1:64 1:128
do, en buffer con Ca^'^ sin Mg^+
(0,5 ml)

Incubar 10 m inutos a 37“C


Centrifugar, lavar y suspender en buffer con Ca^+ y (0,5 ml por tubo). En esta primera incubación las células EACl se transformiiron
en EACI4b (B).

Tubos 1 2 3 4 5 6 7

EA C 14b (B) 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5


R4 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
Incubar 1 hora a 37°C
N aC I 0,15 M , helado 5 5 5 5 5 5 5

C entrifugíir, v alo r h e m o g lo b in a en el so b re n ad an te p o r lectura esp e ctro fo to m étric a a 541 nm y c a lcu lar la in v ersa d e la d ilu ció n q u e d a 50%
d e lisis. L a m ism a co rresp o n d e a las u n id ad e s de C 4 p o r m l de suero.
E n la reacción deb e n in clu irse testig o s de 0% y 100% d e hem ólisis.

Valoración de C2
Transformar el suero a valorar en R4 por tratamiento con NH3 y HCl para destruir C4.

Tubos 1 2 3 4 5 6 7

E A C l4 b 5% en buffer con Ca^* y 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
Mg^t
D iluciones suero a valorar (R4) en 1:4 1:8 1:16 1:2 1:32 1:64 1:128
buffer con Ca^+ y Mg^+ (0,5 ml/dil.)

incubar 30-60 m inutos a 0*’C*


C en trifu g a r, lav a r y su sp en d e r en b u ffer sin Ca^'" ni Mg^'" (0,5 m l p o r tubo). E n esta p rim era eta p a d e cé lu la s E A C 1 4 b se tran sfo rm aro n en
E A C 1 4 b 2 b (B ).
Complemento 431

Tubos

E A C U b lb (B) 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5


Suero ED TA (suero fresco de co ­ 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
bayo 1:3() en ED T A 0,005 M )
Incubar 1 hora a 37‘’C
N aC I 0 ,15 M, helado 5 5 5 5 5

CevUvvfv\gaY, valovar h e m o g lo b in a a n los 'iobvemtlanVeíi p o r le c tu ra especlrofotom éV rica a 541 nm y c a lc u la r la in v ersa de la dilución q u e da


el 50% de iisis. L a m ism a c o rre s p o n d e a las iinidacies de C 2 p o r m i d e suero analizado.
E n la re acc ió n deb e n in clu irse testig o s de 0% y 100% de hem ó lisis.
* E l tiem po ex a c to d eb e d e te rm in a rs e p re v ia m en te por tanteo. D e b e n se r tal q u e n o p e rm ita la fo rm a ció n de m ás d e un 5% d e células E .*

Valoración de C3-global (C3-C9)

Tubos 2 3 5

EA C 14b2a 5% en buffer sin Ca^+ 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
ni
Suero a valorar-ED TA . D ilucio­ 1:8 1:16 1:32 1:64 1:128 1:256 1:512
nes del suero en EDTA 0,005
]M en buffer sin Co^+ ni IVIg^’"
(0,5 m l/dil.)
Incubar 1 hora a 37°C
N aCI 0,15 M , helado 5 5

C entrifugar, v a lo r h em o g lo b in a en los so b re n ad an te s y c a lcu lar las un io n es del C 3 g lo b al C 3-C 9 co m o se in d icó p a ra lo s otros co m p o n e n te s


del com piem eirto.

Valoración de otros componentes Por inmunodifusión radial pueden cuantifí-


del complemento c a rs e C 3 ,C 4 ,C lq y B .

La valoración de los restantes componentes


del complemento resulta difícil en los laborato­ VALORACIÓN DE PROPERDINA*
rios corrientes, ya que para ello son necesarios
componentes purificados y sueros con deficien­ El método que se describe resulta muy útil
cias en algunos de los componentes. Como ya para valorar properdina, proteína no anticuerpo
se ha indicad o, se conocen fam ilias cuyos presente en el suero humano y de otros verte­
miembros presentan deficiencias de C2, coba­ brados, la que tiene la particularidad de com-
yos con deficiencias de C4, ratones con defi­ plejarse con Zimosán y fijar C3, constituyendo
ciencias de C5 y conejos con deficiencias de un sistema con poder bactericida inespecífico.
C6. Sus sueros son muy útiles para la prepara­ Su contenido sérico se expresa en unidades.
ción de células intermedias y de los reactivos La unidad constituye “la mínim a cantidad de
que actúan sobre éstas. suero que en presencia de Zimosán inactiva d u ­
rante 1 hora a 37°C 120 unidades de C3 conte­
Componentes del complemento valorados nidas en 1 mi de RP”. La inversa de dicha can ­
como antígenos tidad constituye el número de unidades por mi
que contiene la muestra analizada.
Los métodos anteriormente descriptos p er­
miten medir la actividad funcional de los com­ M aterial necesario
ponentes del complemento.
Teniendo en cuenta que son proteínas anti­ a) Zimosán: debe ser de buena calidad, y uno
génicas, mediante el empleo de antisueros m o­ de los más utilizados el de Fleichsmann L abo­
n o esp ecífico s algunos de ello s pueden ser ratories. Quince mg de Zimosán suspendidos
cuantificados por inm unodifusión radial. Por en 2 mi de NaCl 0,15 M se calientan durante
este método se tiene conocimiento de la con­ una hora en baño de agua hirviendo. Se centri­
centración sérica del componente del comple­ fuga, se elimina el sobrenadante y el sedimento
mento cuantificado, pero no de su actividad. se resuspende en 1 mi de buffer Veronal-sali-
Además, está limitado por la concentración en no. Cada 0,1 mi contiene 1,5 mg de Zimosán.
que ellos se encuentran en el plasma, ya que
hay algunos en que ésta es inferior a los límites * M argni, R. A. L aboratorio (G ranada - España) p. 5 0 1 ,
de resolución del método. 1967.
432 Mecanismos efectores de ia respuesta inmune

Tubos

RP a valorar (0,5 m l/tubo) dil. 1:16 1:32 1:64 1:128 1:256


S istem a hem olítico 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
B uffer veronal-salina 0,5
A gua destilada 0,5
Incubar a 37"C durante 30 minutos
Solución frenadora citrato-salina 4 4 4 , 4 4
C entrifugar a 3.500 rpm durante 5 minutos

b) Buffer Veronal-salino: se utiliza el indi­ de unidades CH^^ que contiene el RP anali­


cado en reacciones de fijación del com ple­ zado.
mento. Para la valoración de properdina conviene
c) Reactivo RP: se lo obtiene tratando suero ajustar el RP a 100-120 unidades CH,g/mf'.
fresco humano o de cobayo con Zimosán. Para d) Reactivo R3: consiste en un suero despro­
preparar 3 ml de reactivo se procede de la si­ visto de properdina y C3. Se prepara de igual
guiente manera: se suspenden 20 mg de Zim o­ manera que RP, pero incubando a 37°C en lu­
sán en 4 ml de NaCl 0,15 M y se los hierve du­ gar de 17“C. Contiene cofactores. Para su pre­
rante una hora. Se los reparte en voMmenes paración conviene usar suero humano, ya que
iguales en dos tubos de hemólisis, se centrifu­ el de cobayo, por su bajo contenido en proper­
ga, se elim ina el sobrenadante y se añade a dina y alto título de C, resulta difícil de agotar
uno de ellos 3 ml de suero fresco humano o de en C3.
cobayo, manteniéndolo con agitación periódi­ La valoración del reactivo se hace previa­
ca a 17 + 1“C durante una hora. Se separa el mente a su preparación, enfrentando 1 ml de
sobrenadante por centrifugación, se lo vierte diluciones crecientes de suero fresco con 1 ml
sobre el segundo tubo que contiene Zimosán y de sistema hemolítico y determinando cuál es
se vuelve a repetir el tratamiento anterior. El la máxima dilución que produce 100% de lisis
sobrenadante de centrifugación constituye el después de 30 minutos de incubación a 37“C.
reactivo RP. Su conservación es precaria, por El reactivo debe contener 2 unidades en 0,05
lo que conviene prepararlo para su uso inm e­ ml. Se conserva como el RP.
diato y mantenerlo en baño de hielo. Congela­ e) Sistema hemolítico: se lo prepara comp
do,a - 4 0 “C se conserva por algunos días. se indicó al hablar de valoración de com ple­
Consiste en suero fresco desprovisto de pro- mento. La mezcla final debe contener partes
perdin" y se lo valora en unidades hemolíticas iguales de glóbulos rojos de carnero al 5% y
50% (CH jq). La valoración se hace de acuerdo hem olisina a la concentración de 5 unidades
con el siguiente esquema, utilizando como di­
luyente de RP buffer Veronal-salino.
La hemoglobina liberada se lee en el espec­
A c H j/m f.
f) Solución frenadora de hemólisis: citrato
de sodio al 4% en NaCl 0,15 M.
S
trofotómetro a 565 nm, en DO, utilizando el tu­ g) Pipetas de 0,2, 1 ml y 5 ml.
bo 6 como blanco. El tubo 7 corresponde al h) Gradillas, baño termorregulado, centrífu­
100% de lisis y con él se calculan los otros por­ ga.
centajes de hemólisis, por relación directa entre i) Espectrofotómetro.
su DO y la de los tubos restantes. Con esos va­
lores se determ inan las unidades CH50 del
reactivo RP, mediante cualquiera de los méto­ C u ad ro 22-6
dos descriptos al hablar de valoración de com­
plemento. Para las condiciones del ensayo, el % de Usis Factor % de Usis Factor
valor de 1/n en la ecuación de von Krough es i
20 0,68 53 1,03 5p
0,28. A partir de x = se ha calculado
23
25
0,71
0,73
55
58
1,06
1,09 1
28 0,77 60 1,12 ei
30
33
0,79
0,82
63
65
1,16
1,19
li
el cuadro 22-6 con el que directamente pueden 35 0,85 68 1,23
determinarse las unidades CH,„. Para ello sólo 38
40
0,88
0,90
70
73
1,26
1,31
II
es necesario multiplicar la inversa de la dilu­ 43 0,93 75 1,35
ción que más se aproxime al 50% de lisis por 45 0,95 78 1,43
el factor indicado en el cuadro para ese grado 48
50
0,98
1
80 1,49 1
de lisis. El resultado corresponderá al ntimero i

I
Complemento 433

Método Para establecer las unidades de properdina se


aplica la siguiente ecuación;
La properdina se valora de acuerdo con los [CHjo (tubo B) - CH 50 (tubo A)] x 4 x 10
esquemas indicados (Primera y Segunda etapa).
Las valoraciones de hemoglobina en las se­ 120
ries de diluciones correspondientes a los tubos por mi, o en su forma simplificada;
A y B se efectúan al espectrofotómetro, a 565 [CHjo (tubo B) - CH 5Q(tubo A)]
nm, leyendo en DO. ------------------------------------------------: U de properdina p o r m i
Las unidades de complemento residual (C3) 3
se calculan de manera similar a la indicada en En la ecuación los valores indicados corres­
valoración de RP, correspondiendo los tubos ponden a:
11 y 12 al O y 100% de lisis respectivamente.
La serie del tubo A indica el complemento 4; V o lu m en de v a lo ra c ió n 0,5 m i de
(C3) existente en RP, no fijado por el sistema un v o lu m en in ic ia l 2 m i. D ilu c ió n
properdina-Zimosán, más el C3 propio del sue­ 2/0,5 = 4.
ro a valorar. La serie del tubo B corresponde a 10; La cantidad de suero a valorar que se
la suma del C3 existente en RP y el del suero enfrenta con 1 mi de RP es 0,1 mi. D i­
en valoración. lución 1/0,1 = 10.
120: Como 1 unidad de properdina co rres­
P rim era etapa ponde a la inactivación de 120 unida­
des de C3, es necesario dividir por 120
Tubos A B
a las unidades de C3 consumidas para
Suero a valorar 0,1 0,1 establecer las unidades de properdina
Reactivo RP 1 1 por mi.
Suspensión de Zim osán 0,1 -
(0,15 m g/ 0,1 mi)
B ufer V eronal-salina 0,8 0,9
Los sueros a valo rar deben ser fre sc o s y
mantenidos en baño de hielo hasta su uso. En
Incubar una hora a 37°C caso contrario debe conservárselos congelados
C entrifugar a 3,500 rpm durante 5 minutos a -4 0 “C no más de una semana.

Segunda etapa

Tubos I 0 i 4 5 6 7 S 9 10 II 12

Sobrenadante A (0,5 m i) diluc. 1:4 1:8 1:16 1:32 1:64 - _

S obrenadante B (0,5 m i) diluc. - - - - - 1:16 1:32 1:64 1:128 1:256 - -


R eactivo R3 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05
B uffer V eronal-salina 0,45 0,45 0,45 0,45 0,45 0,45 0,45 0,45 0,45 0,45 0,95
A gua destilada 0,95
Sistem a hem olítico 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
In cu b ar 30 minutos a 37»C
Solución frenadora (citrato-salina) 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3

Centrifugar a 3. 500 rpm durante 5 m inutos y leer


en el fíobrenadante la hem oglobina liberada

DOSAJE DE LA ACTIVIDAD Mg^+. A 0,95 mi de suero dializado añadir 0,05


FUNCIONAL DE PROPERDINA mi de una solución constituida por MgCl^ 100
nM, EGTA 100 mM, pH 7,2 (reactivo RBM g-
El método se funda en la determinación de EGTA).
las unidades VAH^p en un suero, utilizando un Otros reactivos. Son los indicados en la va­
reactivo al que se le ha eliminado el com po­ loración de la actividad funcional del com ple­
nente B. mento en unidades VAtL„.

Materiales Método
R eactivo carente del com ponente B (RB). P reparar diluciones de suero en D FC-V A
Mezclar 9 volúmenes de suero humano fresco como se indicó para VAH^q.
con un volumen de EDTA 0,086 M. Calentar a En una batería de tubos colocar 0,2 mi de las
50“C por 20 minutos y dializar a 4°C contra ex ­ diluciones del suero que se ha de ensayar, 0,2
ceso de buffer de M ayer carente de Ca^+ y mi de RB-Mg-EGTA y 0,2 mi de glóbulos ro­
434 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

jos de conejo al 1% en DFC-VA, continuando p lem ent regulatory m em brane proteins in rats. Im m u-
nology, 81: 444, 1994.
la reacción com o se indicó para dosaje del
12. Kabat, E. E., M ayer, M .: Kabat an d M a yer’s E xp eri­
complemento en unidades VHAjp. m ental Im m unochem istry: C. Thom as. Springfield, III,
Los resultados son expresados por compara­ 1962.
ción con la lisis obtenida en presencia de dilu­ 13. K azatch k in e , M ., H au p tm an n , G ., y N y d eg g er, LI.:
ciones de una mezcla de sueros normales de re­ T e c h n iq u e s du co m p le m en t. 1985. L es E d itio s IN -
SERM . París, Francia.
ferencia. 14. K rych, M ., A tkinson, I. P:, H olers, V. M. C oinplem ent
receptors. Cuyrr. Opin. Im tnunol. 4: 8 , 1992.
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BIBLIOGRAFIA m.unology Today, 12: 312, 1991.
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com plem ent com áponents; c) A lternative pathw ays of 18. M tiller-E berhard H . I.: T he m em brane attack com plex
co m p lem en t a c tiv atio n ; d) C o m p lem e n t in te ra c tio n o f com plem ent. En: A n n u a l R e view o f Im m u n o lo g y.
w ith m e m b ran es; 3) R e la tio n o f c o m p le m e n t w ith W. E. P au l, C. G, F a th m a n y H, M e tz g e r, (E d s ,),
o th e r p la sm a e n z y m e s y ste m s. P ro g . Im m u n o l. II. 4:503, 1986.
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8 . Fearon, D. T. y W ong, W . W .; C om plem ent ligand re­ 25. Spitzer, R. E., Stitzel, A. E., Tsokos, G. On the origin
ceptor iitteractions that m edíate biological responses. of C3 nefritic factor (antibody to the alternative p ath ­
En A n nual R eview in Im m unology (W. E. Paul, C. G. way C3 convertase): E vidence for the A dam and E ve
F athm an y H. M etzger, Eds.), p. 243, 1983. A nn. Rev. c oncept o f au to an tib o d y pro d u ctio n . C lin. Im m u n o l.
Inc., Palo A lto, California, USA. Im m unopathoL, 64: 177, 1992.
9. Franck, ¡VI. M ., Freís, L. F. T he role of com plem ent in 26. W eir, M . E. (Ed.): H a ndbook o f E xperim ental Im m u-
inflam ation and phagocytosís. Im m unology Today 12: nology. Vol. I. Im m unochem istry. B lackw ell Sci Publ.
3 2 2 ,1 991. O xford, 1986.
10. Frank, M . y Lachm an, P. I. (Ch): B ioiogy o f the com ­ 27. W illiam s, C. A ., Chase, M , W .: M ethods in Im m uno-
p le m en t system . En: P ro g ress in im m u n o lo g y V (Y logy and Im m unochem istry. Vol. IV. cap, 17, A cad e­
Y am m am ura y T Tada, Eds.), p. 385, 1983. A cadem ic m ic Press Inc,, N ueva Y ork, 1974.
Press Inc. Tokyo. 28. Y am am ura, Y. y Tada, T. (eds.): B ioiogy o f the co m ­
11. Funnaba.shi, K., O kada, N., M atsuo, S., Y am am oto, T., plem ent system . En: P rogress in Im m u n o lo g y V. pp.
M organ, B. P., Okada, H. Tissue distribution o f com ­ 385-452. A cadem ic P ress Inc., 1983.
Inflamación

NORMA SPEZIALE 23
M EC A N ISM O S BÁSICOS La reacción inflam atoria es un iliecanismo
DE LA INFLAMACIÓN vital de defensa, que provee el medio p o r el
cual factores protectivos tales como anticuer­
1. CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO pos, com plem ento y células fagocíticas, que
INFLAMATORIO norm alm ente se encuentran confinadas en el
torrente circulatorio, puedan penetrar en el teji­
La inflamación es un proceso cjue ocurre lue­ do y ganar el acceso a los sitios de invasión por
go de la injuria a un tejido. Puede ser descripta elementos extraños. Por lo tanto, la inflamación
como una respuesta de irritación a la injuria. Se es considerada como un medio destinado a fo­
caracteriza por presentar movimiento de fluido, calizar los mecanismos inmunológicos protecti­
proteínas plasmáticas y leucocitos a los tejidos vos en una región localizada dentro del tejido.
en respuesta a la injuria, invasión microbiana o El proceso inflamatorio en su fase aguda se
antígenos. inicia con la liberación local de mediadores que
El propósito de esta respuesta es la de conte­ aum entan el flujo sanguíneo de los capilares
ner o destruir la injuria patógena y retirar del cercanos e inducen trasvasación de plasm a al
tejido los desechos que resultaron de la re s­ tejido. Posteriorm ente, se produce activación
puesta inflamatoria. de los sistemas de complemento y de coagula­
La inflamación se caracteriza por la presen­ ción. Asimismo, las células inflamatorias circu­
cia de calor, rubor, edema, dolor y pérdida de lantes y las endoteliales liberan mediadores so­
la función celular. Todos estos signos ocurren lubles de la inflamación y productos biológica­
como consecuencia directa de cambios en la mente activos. Estos mediadores tam bién tie­
permeabilidad vascular que permite el escape nen efectos sistémicos, provocando fiebre, neu-
de electrólitos, macromoléculas y células desde trofilia y la respuesta de fase aguda (APR).
los vasos sanguíneos al espacio extravascular. En las inmediaciones del sitio de la injuria,
La inflamación es un proceso complejo que los neutrófilos se acumulan en los’capilares y
involucra a num erosos mediadores de origen en las vénulas poscapilares, cruzan la capa en-
celular y plasmático con efectos biológicos in- dotelial y se mueven hacia la fuente de los m e­
terrelacionados. diadores inflamatorios. En el sitio de inflam a­
Las fases de la inflamación se han definido ción, los neutrófilos fagocitan el material extra­
como aguda, crónica y de resolución. En la in­ ño, liberan enzimas digestivas, proteínas bacte­
flamación aguda, los vasos sanguíneos se dila­ ricidas y potentes oxidantes.
tan, razón por la cual se presenta calor y rubor Siguiendo a la fase aguda, se produce un re­
en el área. El edema es producido por el escape clutamiento de monocitos, macrófagos y linfo­
de fluidos y células al tejido extravascular. El citos en el sitio de la injuria. Los monocitos y
dolor y la pérdida de función que acompañan a macrófagos ingieren y/o matan a los agentes in­
la inflamación se deben a la presión ejercida en fecciosos o al material extraño que fue resisten­
las terminales nerviosas por la acumulación de te a la acción de los neutrófilos. Además, estas
líquido extravascular y a la liberación de m e­ células digieren y retiran el tejido dañado que
diadores químicos. no ha sobrevivido a la respuesta inflamatoria.
434 Mecanismos efectores de ia respuesta inmune

jos de conejo al 1% en DFC-VA, continuando p lem ent regulatory m em hrane proteins in rats. Im m u-
nology, 81: 444, 1994.
la reacción com o se indicó para dosaje del
12. Kabat, E. E., M ayer, M .: Kabat an d M a yer’s E xp eri­
complemento en unidades VHAjp. m ental Immunochemi.stry: C. Thom as. Springfield, III,
Los resultados son expresados por compara­ 1962.
ción con la lisis obtenida en presencia de dilu­ 13. K azatch k in e , M ., H au p tm an n , G ., y N y d eg g er, U.:
ciones de una mezcla de sueros normales de re­ Technique.'i du co m p le m en t. 1985. L es E d itio s IN -
SERM . París, Francia.
ferencia. 14. K rych, M ., A tkinson, I. P:, H olers, V. M. C om plem ent
receptors. Cuyrr. Opin. Im m unol. 4: 8 , 1992.
15. Lachm ann, P. J. The control o hom ologous lysis. Im -
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16. L iszew ski, M. K ., A tkinson, ]. P. “T he co m p lem en t
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1. Arlaucl, G. J., Colom b, M . G. y G agnon, J: A functio­ 3ra. ed. p. 917, R aven Press, N ew Y ork, 1993.
nal niodel o f the hum an C l com plex. Im m unology T o ­ 17. M üller-E berhardt, H. J.: T h e serum com plem ent sy s­
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com plem ent com áponents; c) A lternative pathw ays of 18. M üUer-Eberhard H . I.: T he m em brane attack com plex
co m p lem en t a c tiv atio n ; d) C o m p lem e n t in te ra c tio n o f com plem ent. En: A n n u a l R e view o f Im m u n o lo g y.
w ith m em branc.s; 3) R e la tio n o f c o m p le m e n t w ith W. E. P au l, C. G. F a th m a n y H. M e tz g e r, (E d s .),
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3. C am pbell, R. D., D ay, A. I. C om plem ent System G e­ Prentice Hall, 1976.
nes and the Structures o f the proteins they encode, en 20. Podack, E. R. Perforin-structure, function and regula-
Progre.'ís in Im m u n o lo g y VIH , G erlay y col. Eds. p. tíon. Ctirr. Top. M icrobiol. Im m u n o l, 178: 175, 1992.
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4. C olten, H. R.: B iosynthesis o f com plem ent. Adv. Im- plem ent. M olecular Im m unology, 21: 589, 1984.
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5. C olten, H. R., Rosen, F. ,S. C om plem ent deficiencles. com plem ent coraponents./m m tm otogy 7’oíiay, 10: 177,
Ann. Rev. Im munol. 10: 809, 1992. 1989.
6 . Cooper, N. R. The classical com plem ent pathw ay. A c­ 23. Ross, G. D. Im m unobiology o f the com plem ent .system.
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8 . Fearon, D. T. y W ong, W . W .: C om plem ent ligand re­ 25. Spitzer, R. E., Stitzel, A. E., Tsokos, G. On the origin
ceptor interactions that m edíate biological responses. of C3 nefritic factor (antibody to the alternative p ath ­
En A n nual R eview in Im m unology (W. E. Paul, C. G. way C3 convertase): E vidence for the A dam and E ve
F athm an y H. M etzger, Eds.), p. 243, 1983. A nn. Rev. c oncept o f au to an tib o d y pro d u ctio n . C lin. Im m u n o l.
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9. Franck, M. M ., Freis, L. F. T he role of com plem ent in 26. W eir, M . E. (Ed.): H a ndbook o f E xperim ental Im m u-
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10. Frank, M . y Lachm an, P. I. (Ch): B iology o f the com ­ 27. W illiam s, C. A ., Chase, M , W .: M ethods in Im m um j-
p le m en t system . En: Progre.^s in im m u n o lo g y V (Y logy and Immunochemi.'itry. Vol. IV. cap. 17. A cad e­
Y am m am ura y T Tada, Eds.), p. 385, 1983. A cadem ic m ic Press Inc., N ueva Y ork, 1974.
Press Inc. Tokyo. 28. Y am am ura, Y. y Tada, T. (eds.): B iology o f the co m ­
11. Funnaba.shi, K., O kada, N., M atsuo, S., Y am araoto, T., plem ent system . En: P rogress in Im m u n o lo g y V. pp.
M organ, B. P., Okada, H. Tis.'iue di.<itribution o f com ­ 385-452. A cadem ic P ress Inc., 1983.
Inflamación

NORMA SPEZIALE 23
M EC A N ISM O S BÁSICOS La reacción inflam atoria es un iliecanismo
DE LA INFLAMACIÓN vital de defensa, que provee el medio p o r el
cual factores protectivos tales como anticuer­
1. CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO pos, com plem ento y células fagocíticas, que
INFLAMATORIO norm alm ente se encuentran confinadas en el
torrente circulatorio, puedan penetrar en el teji­
La inflamación es un proceso cjue ocurre lue­ do y ganar el acceso a los sitios de invasión por
go de la injuria a un tejido. Puede ser descripta elementos extraños. Por lo tanto, la inflamación
como una respuesta de irritación a la injuria. Se es considerada como un medio destinado a fo­
caracteriza por presentar movimiento de fluido, calizar los mecanismos inmunológicos protecti­
proteínas plasmáticas y leucocitos a los tejidos vos en una región localizada dentro del tejido.
en respuesta a la injuria, invasión microbiana o El proceso inflamatorio en su fase aguda se
antígenos. inicia con la liberación local de mediadores que
El propósito de esta respuesta es la de conte­ aum entan el flujo sanguíneo de los capilares
ner o destruir la injuria patógena y retirar del cercanos e inducen trasvasación de plasm a al
tejido los desechos que resultaron de la re s­ tejido. Posteriorm ente, se produce activación
puesta inflamatoria. de los sistemas de complemento y de coagula­
La inflamación se caracteriza por la presen­ ción. Asimismo, las células inflamatorias circu­
cia de calor, rubor, edema, dolor y pérdida de lantes y las endoteliales liberan mediadores so­
la función celular. Todos estos signos ocurren lubles de la inflamación y productos biológica­
como consecuencia directa de cambios en la mente activos. Estos mediadores tam bién tie­
permeabilidad vascular que permite el escape nen efectos sistémicos, provocando fiebre, neu-
de electrólitos, macromoléculas y células desde trofilia y la respuesta de fase aguda (APR).
los vasos sanguíneos al espacio extravascular. En las inmediaciones del sitio de la injuria,
La inflamación es un proceso complejo que los neutrófilos se acumulan en los’capilares y
involucra a num erosos mediadores de origen en las vénulas poscapilares, cruzan la capa en-
celular y plasmático con efectos biológicos in- dotelial y se mueven hacia la fuente de los m e­
terrelacionados. diadores inflamatorios. En el sitio de inflam a­
Las fases de la inflamación se han definido ción, los neutrófilos fagocitan el material extra­
como aguda, crónica y de resolución. En la in­ ño, liberan enzimas digestivas, proteínas bacte­
flamación aguda, los vasos sanguíneos se dila­ ricidas y potentes oxidantes.
tan, razón por la cual se presenta calor y rubor Siguiendo a la fase aguda, se produce un re­
en el área. El edema es producido por el escape clutamiento de monocitos, macrófagos y linfo­
de fluidos y células al tejido extravascular. El citos en el sitio de la injuria. Los monocitos y
dolor y la pérdida de función que acompañan a macrófagos ingieren y/o matan a los agentes in­
la inflamación se deben a la presión ejercida en fecciosos o al material extraño que fue resisten­
las terminales nerviosas por la acumulación de te a la acción de los neutrófilos. Además, estas
líquido extravascular y a la liberación de m e­ células digieren y retiran el tejido dañado que
diadores químicos. no ha sobrevivido a la respuesta inflamatoria.
436 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

Finalmente, se produce la etapa de resolu­ para C3b (CR3) y pueden unirse a las células-
ción. Ésta comienza cuando las células viables opsonizadas preparando la ingestión. La fija­
del sitio de inflamación, o cercanas al mismo, ción del componente C3b a las células blanco
comienzan a proliferar con el objeto de restau­ también incrementa la lisis por células NK a
rar la arquitectura normal del tejido y su fun­ través de la citotoxicidad mediada por células
ción. Según la magnitud y la naturaleza de la dependiente de anticuerpos.
injuria, puede ocurrir: retorno a la estructura y El resultado de la interacción de estos facto­
función normal del tejido; formación de cica­ res es la habilidad de la activación local del
triz y función tisular alterada; form ación de complemento a inducir aumento del flujo san­
absceso o bien persistencia del proceso infla­ guíneo al tejido afectado, qujmiotaxismo, acti­
matorio crónico. vación de fagocitos neutrófilos y mononuclea­
Para su mejor comprensión, analizaremos en res, secreción de citoquinas, amplificación del
primer término los elementos que participan de efecto del complemento y aumento de las de­
la respuesta inflamatoria y luego estudiaremos fensas inmunológicas.
la dinámica del proceso inflamatorio.
2.1.b Sistema de activación p or contacto
2. ELEMENTOS QUE INTERVIENEN Existen una serie de proteínas que se activan
EN LA RESPU ESTA INFLAMATORIA por contacto con sustancias naturales, tales co­
mo cristales de urato de sodio, cristales de piro-
2.1. Factores plasmáticos fosfato de calcio, sulfato de colesterol y homo-
cisteína. Estas proteínas conforman lo que se
El plasma contiene factores que aumentan la conoce como “sistem a de contacto”. F unda­
función de las células inflamatorias. mentalmente son cuatro las proteínas que com­
El complejo proceso inflamatorio es, en pri­ ponen este sistema: el factor XII (factor Hage-
mer término, iniciado y propagado por compo­ man), la pre-calicreína, el factor XI (anteceden­
nentes del sistema del complemento, el sistema te plasmático de tromboplastina) y un quininó-
de coagulación (factores de contacto), las quini­ geno de alto peso molecular.
nas y los componentes del sistema fibrinolítico. El factor XII, como iniciador de la vía de
contacto, sufre cambios conformacionales lue­
2.1.a E l sistema de complemento go de la unión a superficies cargadas negativa­
mente. Además, la autoactivación del factor
El sistem a de com plem ento es uno de los XII provee una pequeña concentración de fac­
importantes mediadores de la inflamación. La tor XII activado (factor Xlla) que convierte a la
acción del com plem ento incluye destrucción pre-calicreína en calicreína (fig. 23-1). Esta ca­
celular, inflamación y efectos inmunológicos. licreína activa al factor XII en presencia de qui-
La activación del complemento produce pép­ ninógeno de alto peso molecular. En ausencia
tidos que median la quimiotaxia, la anafilaxia, de una superficie sólida, la activación del fac­
la vasodilatación y la secreción celular de cito- tor XII por calicreína puede ocurrir en fase flui­
quinas. Los componentes C3a y C5a actúan co­ da, aunque la velocidad es mucho menor. El
mo anafilotoxinas, causando degranulación de factor XII tam bién puede ser activado por el
células mastoideas y de basófilos, liberando factor XI o por la plasmina, pero estos activa­
histamina y otros mediadores. De este proceso dores tiene una potencia diez veces menor. Los
resulta la producción de vasodilatación, enroje­ sustratos para la forma activada del factor XII
cimiento, hinchazón y otros efectos que inclu­ incluyen a: la pre-calicreína (HK), el factor XI,
yen la contracción del miísculo liso y la secre­ el primer componente del complemento (Cl), el
ción de mucus por las células de las vías respi­ quininógeno de alto peso molecular y el factor
ratorias. VII. Por lo tanto, el factor XII es el responsable
El componente C5a es un potente estímulo de la activación no inmunológica de la vía clá­
químico para la migración de neutrófilos, mo­ sica del complemento.
nocitos y eosinófilos al área de la inflamación. La pre-calicreína plasmática humana (factor
Además, unido a la superficie de los neutróñ- Fletcher), es una y-globulina, que circula en el
los estimula su adherencia, degranulación y es­ plasma en un 75% formando un complejo con
tallido respiratorio. El C5a también induce la el quininógeno de alto peso molecular, mientras
liberación del factor de necrosis tumoral (TNF) que el 25% restante circula en forma libre. La
e interleuquina 1 (IL-1), incrementando de esta enzima activa, calicreína, se forma por clivaje
forma la respuesta inflamatoria. de la pre-calicreína (zimógeno) por acción del
El C3b, que proviene del clivaje de C3, cu­ factor X lla o los fragmentos del factor XII.
bre a las células blanco (opsonización). Las cé­ El factor XI humano es activado a factor
lulas fagocíticas poseen receptores específicos X la por clivaje producido por el factor X lla.
Inflamación 437

Los sustratos para este factor activatio incluyen plasmática aumenta la glicólisis aeróbica y la
a: el quininógeno de alto peso m olecular, el actividad del cam bio de vía (“shunt”) de las
plasminógeno y el factor IX (fig. 23-1). Vir- pentosas. Los neutrófilos, en presencia de ca­
tualrnente todo el factor XI forma un complejo tiones divalentes (calcio y magnesio), se agre­
con el quininógeno de alto peso molecular que gan en repuesta a calicreína plasmática huma­
de esta forma lo protege de su inhibidor. na. Esta interacción está asociada con la esti­
Para la activación por contacto se requiere el mulación del estallido respiratorio de los neu­
quininógeno de alto peso m olecular humano tró filo s, como se indica por el aum ento del
(HK), razón por la cual se lo denomina “cofac- consumo de oxígeno. La calicreína plasmática
tor de la activación por contacto”. Existen dos también induce, en los neutrófilos, la liberación
tipos de quininógeno en el plasma humano: una de la elastasa de sus gránulos azurófilos.
forma de alto peso molecular (120 kD) que es El quininógeno de alto peso m olecular se
rápidamente clivada por la calicreína plasmáti­ une a los neutrófilos en forma específica, rever­
ca humana, y una de bajo peso molecular (67 sible y saturable. Se requiere dicha unión para
kD) que es más rápidamente proteolizada por la óptima estimulación de los neutrófilos por la
la calicreína tisular. El quininógeno de alto pe­ calicreína.
so molecular es una y-globulina que existe en
el p lasm a y p o see una cad en a liv ia n a (56 2.1.C Sistema de las quininas
kD)(D5-D6) que le confiere la actividad coagu­
lante. El quininógeno de bajo peso molecular La bradiquinina es generada por el clivaje
también existe en el plasma y contiene una ca­ del quininógeno de alto pesQ molecular por ac­
dena liviana diferente (5 kD), cuya función no ción de la calicreína. La bradiquinina es un no-
se conoce. Ambos tipos de quininógeno contie­ napéptido con la secuencia de aminoácidos:
nen bradiquinina (D4) y dos regiones de cade­ Arg-Pro-Pro-Gly-Phe-Ser-Pro-Phe-Arg.
nas pesadas idénticas (D1-D3) (fig. 23-2). El De todos los mediadores de la inflamación,
quininógeno de alto peso molecular es sinteti­ la bradiquinina juega un papel muy importante.
zado en el hígado y se encuentra presente en Todos los síntomas y signos cardinales de la
plaquetas humanas, neutrófilos y en las células inflamación se observan cuando la bradiquini­
endoteliales. na se inyecta en piel humana. En prim er térmi­
El quininógeno de alto peso molecular incre­ no hay dolor, debido a la estimulación de las
menta directamente la formación y función del terminales sensoriales de las fibras C y luego la
factor XII, de la pre-calicreína y del factor XI. liberación de sustancia P, la cual adhiere a la
De esta forma la activación ocurre en forma inflamación el componente neurogénico.
óptima. El dominio D5 contiene cargas positi­ Posteriormente, estalla el reflejo axonal cau­
vas debido a la presencia de residuos de histidi­ sado por la vasodilatación y el edema creado
nas y Usinas que facilitan la interacción con su­ por el aumento de permeabilidad vascular y la
perficies negativas. El dominio D6 posee una extravasación de proteínas y fluidos. E n segui­
secuencia de aminoácidos específica que une da, la liberación de citoquinas desde los mono­
tanto pre-calicreína como factor XI, brindando citos, inducida por la bradiquinina, atrae a los
así estos zimógenos a la superficie para el cli­ leucocitos al sitio de inyección. Es de particu­
vaje por el factor X lla. lar importancia la capacidad de la bradiquinina
La calicreína plasm ática hum ana cliv a al de liberar citoquinas tales como IL-1 y TNF, y
quininógeno de alto peso molecular en tres eta­ otros mediadores, de los cuales las prostaglan­
pas secuenciales. En el segundo clivaje se libe­ dinas y los leucotrienos, ambos form ados por
ra bradiquinina, m ediadora de la inflam ación estimulación de la fosfolipasa A^, son los más
(fig. 23-2). frecuentemente formados.
La mayoría de los efectos de la bradiquinina
Interacción entre el sistema de contacto son mediados por receptores conocidos como
y los neutrófilos BK,. Distinto a cualquier otro péptido, la bradi-
quiñina prom ueve todas las señales de trans­
Considerando el im portante papel que ju e­ ducción a nivel celular: a) movilización de cal­
gan los neutrófilos en la inflamación es intere­ cio, b) transporte de cloruro, c) activación de la
sante describir su interacción con la vía de las fosfolipasa específica para fosfatidilinositol, d)
proteínas de contacto. síntesis de óxido nítrico, cuyo resultado es la
El factor X lla humano estimula la agrega­ formación de GMPc, e) estimulación de la fos­
ción y degranulación de los neutrófilos. La es­ folipasa A,, la cual form a prostaglandinas y
pecie activa de la calicreína humana, pero no leucotrienos, f) estimulación de la adenil cicla-
su forma zimógeno inactiva, es quimiotáctica sa que produce aumento de AMPc.
para los neutrófilos. La exposición de los neu­ Como parte de la respuesta inflamatoria, los
trófilos a niveles quim iotácticos de calicreína neutrófilos, luego de recibir la señal quimio-
438 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

^ hkJ

Xil Pre-cai

X lla

H K '\ cal

HK

■Conversión 01
■Activación

3
_C5 / Ccia .

F ig. 23-1. A ctivación del sistem a de contacto.

táctica, se marginan y adhieren a la pared del La reciente descripción de la presencia de


endotelio vascular. Luego de la adhesión de los calicreína tisular y la de quininógeno de alto y
neutrófilos a las células del endotelio, la próxi­ bajo peso molecular en los neutrófilos, así co­
ma etapa es la apertura de las uniones endote­ mo la de pre-calicreína en su superficie, provee
liales cjue permiten la migración de los neutró­ un nuevo mecanismo para la diapédesis de los
filos hacia el espacio del tejido intersticial. En neutrófilos entre las células de los capilares.
esta etapa se torna importante la presencia de la Los neutrófilos tienen receptores para quininó­
bradiquinina (fig. 23-3). geno de alto peso molecular y debido a que la
pre-cahcreína plasmática se localiza con el qui­
ninógeno de alto peso molecular en la superfi­
cie de la membrana, se produce la activación
de esta enzima generando bradiquinina en las
inmediaciones. La bradiquinina tiene un poten­
te efecto sobre las células endoteliales, causan­
do retracción de las mismas y permitiendo, por
lo tanto, ia migración de los neutrófilos y la
exudación de constituyentes del plasma. Simul­
táneamente, los neutrófilos secretan pro-gelati-
nasa y procolagenasa, las cuales son activadas
por la calicreína tisular. La acción de la gelati-
nasa y de la colagenasa facilita el movimiento
de los neutrófilos a través de la membrana ba­
sal y el pasaje a través de las uniones al espacio
del tejido intersticial.
La función de generar bradiquinina cerca de
las uniones endoteliales puede no estar restrin­
gida a la calicreína tisular. Los neutrófilos tie­
F ig . 23-2. Estructura del quininógeno de alto peso m ole­ nen una serie de enzimas con capacidad de for­
cular. mar quininas. Son quininogenasas que se en-
Inflamación 439

Fig. 23-."?. P a r ti c ip a ­
ción de la bradiquinina.

' Señales quimiotácticas

c a l. ' Injuria

¿ y'fPK

BK __ /

-Colagenasa

( _ < ss>

Diapédesis

cal

;<Flbrinógeno

PIgn -H. Pin ^♦■Fibrina

FIBRINÓLI5‘S
Fig. 23-4. F ibrinólisis,
440 Mecanismos efectores de ia respuesta inmune

cuentran depositadas intracelularm ente en los ma y calor) son producidos, por lo menos en
gránulos citoplasmáticos. Los mecanismos que parte, por mediadores lipídicos tales como los
movilizan los gránulos que contienen las enzi­ eicosanoides y el factor activador de plaquetas
mas hacia la membrana plasmática y los facto­ (PAE), que son sintetizados “de novo” desde
res que controlan la írisión no se han dilucida­ los fosfolípidos de las membranas de las célu­
do, aunque se ha demostrado la existencia de las inflamatorias.
exocitosis durante el proceso de adherencia y Los eicosanoides son productos oxigenados
de diapédesis de los neutrófilos. de 20 átomos de carbono que derivan, en la
mayoría de los casos, del ácido araquidónico, y
2.1.d SistemafibrinoUtico son generados por la acción de tres clases de
en zim as in tra c elu la re s: la c ic lo -o x ig e n a sa
El sistema fibrinolítico regula la deposición (COX) que genera prostaglandinas y tromboxa-
de fibrina en los vasos sanguíneos y en los teji­ no; las lipoxigenasas que generan leueotrienos,
dos. lipoxinas e hidroxiácidos, y la epoxigenasa,
Siguiendo a la formación de la placa hemos­ que genera epoxiácidos. En el cuadro 23-1 se
tática, o del trombo, se inicia un período de di­ resumen las acciones pro-inflamatorias de estos
solución de la fibrina depositada. Esta reacción mediadores.
incluye una secuencia de activación de precur­
sores del plasm inógeno por activadores del Señales para la liberación del precursor
mismo.
C uando describim os las accio n es de los Los mediadores lipídicos no se encuentran
miembros de la vía del “sistema de contacto”, depositados en las células sino que su síntesis
mencionamos al plasminógeno como sustrato es iniciada por diversos estím ulos. El ácido
del factor X lla, fragmentos del factor XII, cali­ araquidónico deriva de la dieta o bien de la
creína y del factor Xla. El plasminógeno es ac­ transformación del ácido graso esencial linolei-
tivado para formar plasmina y, de esta forma, co. Se deposita en la bicapa lipíd ica de las
el sistema fibrinolítico sería iniciado por la vía membranas celulares esterificando a fosfolípi­
del sistema de contacto. dos tales como fosfatidilcolina, fosfatidiletano-
Una de las vías por la cual el plasminógeno lamina y fosfatidilinositol. Así, la etapa lim i­
es activado a plasmina, para iniciar la fibrinóli- tante en la síntesis de eicosanoides es la libera­
sis, es por acción de la uroquinasa. La pro-uro- ción del ácido araquidónico por la acción de la
quinasa (ProUK), es convertida a uroquinasa fosfolipasa A 2. Esta fosfolipasa, en particular,
(UK) por la calicreína (Kal), de esta forma, se degrada la unión éster del ácido araquidónico
poi.c en evidencia el papel iniciador de la vía al glicerol del fosfolípido precursor. En m u­
de contacto de la coagulación intrínseca en la chos tejidos, la fosfolipasa A^ es una enzima
fibrinólisis. Por lo tanto, el mismo mecanismo asociada a membranas, dependiente de calcio y
que inicia la coagulación también da comienzo es activada por aumento de la concentración
a la fibrinólisis. del calcio intracelular. Así, la biosíntesis de ei­
El componente clave de la vía fibrinolítica es cosanoides puede ser iniciada por una gran va­
el plasm inógeno (Plgn). El plasm inógeno es riedad de estím ulos con capacidad de in cre­
una cadena polipeptídica simple (80 kD), que mentar la concentración del calcio intracelular.
es activada a plasm ina por clivaje producido Esto puede ocurrir a través de la transducción
por la acción de la uroquinasa. Posteriormente, de señales mediadas por la interacción de hor­
son sustrato de la plasmina, la fibrina y el fibri- monas o neurotransmisores con sus receptores
nógeno, iniciándose la fibrinólisis (fig. 23-4). específicos, o a través de alteraciones de la in-
La fibrinólisis tam bién puede ser iniciada
por un mecanismo dependiente de los neutrófi­
los. Las proteasas liberadas de los neutrófilos, C u a d ro 23 - 1 . A cciones pro-inflam atorias
luego de la migración al sitio de inflamación, de los mediadores lipídicos
degradan al fibrinógeno. Los neutrófilos unen
específicamente fibrinógeno y fibrina y pueden Signo cardinal M ediadores lipídicos
estar involucrados en la disolución de las pla­
cas. D olor PGE2, LTB4, PAF
R ubor PGE2, PGI2, LTB 4
2.2 M ediadores lipídicos LXA4, PAF
Calor PGEj, PGI2, LXA4, PAF
Introducción
Edem a PGE2, LTB4, LTC4. LTD4
Muchas evidencias sugieren que los signos LTE4, PAF
cardinales de la inflamación (rubor, dolor, ede­
Inflamación 441

tegridad de la membrana mediada por agentes es inducida en macrófagos, fibroblastos o célu­


físicos, químicos, o el trauma. Por ejemplo, la las endoteliales por agentes pro-inflamatorios
trombina, un potente agonista plaquetario, esti­ incluido lipo-polisacárido e in terleu q u in a-1.
mula la liberación de tromboxano por las La inducción de COX-2 y su posterior activa­
plaquetas, debido a su interacción con los re­ ción es la responsable de la producción exage­
ceptores de la membrana. La interacción de la rada de PGEj observada en los procesos infla­
hormona con el receptor, a través de la activa­ matorios.
ción de una proteína que une GTP y que tiene Es sabido que existen sitios para la produc­
propiedades de GTPasa (proteína G), inicia una ción de prostaglandinas, que contribuyen a la
cascada de reacciones que culminan con un au­ función fisiológica normal. En la actualidad se
mento del calcio intracelular, la activación de propone que mientras la COX-1 es constituti­
la fosfolipasa A 2 y la liberación del ácido ara­ vamente expresada en los diversos tejidos don­
quidónico, seguida por la biosíntesis y libera­ de las prostaglandinas ejercen función fisioló­
ción de eicosanoides en las inmediaciones del gica, la COX-2 es inducida por m ediadores
tejido. pro-inflamatorios en el sitio de la inflamación
y contribuye al curso fisiopatológico de la in­
Transform ación del precursor juria.
Los glucocorticoides son potentes agentes
El destino del ácido araquidónico (20:4) li­ antiinflamatorios que inhiben la producción de
berado de su depósito en los fosfolípidos de la prostaglandinas por inhibición selectiva de la
membrana, es específico de las células en cues­ expresión de COX-2 inducida por citoquinas,
tión y depende de la presencia de las enzimas m ien tras que no afectan la ex p resió n de la
que transform an al ácido araquidónico, tales CO X -1. Por el contrario, los analgésicos no es-
como las ciclo-oxigenasas (COX) y las lipoxi- teroideos del tipo de la aspirina o indometacina
genasas y luego de la presencia de sintetasas inhiben indiscrim inadam ente ambos tipos de
específicas que convierten a los productos del ciclo-oxigenasas.
ácido araquidónico en eicosanoides biológica­ Las células mononucleares responden, en el
mente activos (fig. 23-5). El ácido araquidóni­ sitio de inflamación, a endotoxinas o factores
co es convertido a prostaglandinas por la ac­ endógenos con la liberación de citoquinas pro-
ción inicial de la ciclo-oxigenasa, mientras que inflamatorias como, IL-1 y TNF y aumentando
los leucotrienos y las lipoxinas son formadas la síntesis de prostaglandinas. La dexametaso-
por la acción in icial cíe las lip o x ig en asas. na ejerce su efecto anti-inflamatorio a través de
M ientras que la ciclo-oxigenasa se encuentra la selectiva inhibición de la COX-2 inducida
presente en todas las células de los mamíferos por las citoquinas. Por lo tanto, los glucocorti­
excepto en los eritrocitos, la lipoxigenasa se coides endógenos pueden, por lo menos en par­
encuentra principalmente expresada en los neu­ te, regular la producción de prostaglandinas a
trófilos, eosinófilos, monocitos, macrófagos y través de la inhibición crónica de la form a in-
células mastoideas. d ucible de ciclo-oxigenasa, la C O X -2, para
Otros ácidos grasos pueden ser sustrato de la m antener la fisiología normal (fig, 23-7).
ciclo-oxigenasa y las lipoxigenasas, com o el El factor activador de las plaquetas (PAF),
ácido di-homogamahnolénico (20:3) y el ácido se sintetiza “de novo”, teniendo como precur­
eicosapentaenoico (20:5) formando productos sores a los fo sfo líp id o s de las m em branas.
con propiedades biológicas de diferente poten­ También en este caso la fosfolipasa A 2 juega
cia pero del mismo tipo que los eicosanoides una papel crucial. La fosfolipasa A^, p o r hidró­
derivados del ácido araquidónico. Este hecho lisis de un fosfolípido de la membrana, la al-
dio origen a los estudios sobre la importancia quil-acil fosfatidilcolina, produce la liberación
de la dieta de grasas en la salud hum ana, ya de una molécula precursora del PAF, llamada
que el ácido graso 20:3 es de origen vegetal, el hso-PAF (fig. 23-5).
20:4 de origen animal y los pescados son ricos Debido a la complejidad que presenta el sis­
en ácido graso 20:5 (fig. 23-6). tem a de m ediadores lipídicos de la inflam a­
H istóricam ente se consideraba a la ciclo- ción, se tratarán por separado las vías de sínte­
oxigenasa como el único sistema enzim ático sis como así también las acciones biológicas de
expresado constitutivamente en la mayoría de cada clase.
los tejidos e involucrado en la producción de
prostaglandinas pro-inflamatorias en el sitio de 2.2.a Las prostaglandinas y el trom boxano
inflamación. Sin embargo, además de la bien
conocida forma constitutiva de la ciclo-oxige­ L a vía de las prostaglandinas y del trombo­
nasa (CO X-1), se ha descrito recientem ente xano se inicia cuando 1a enzima ciclo-oxigena-
una segunda form a (COX-2), la cual no se en­ sa convierte al ácido araquidónico en endope-
cuentra constitutivamente expresada sino que róxido cíclico (PGG2) por introducción de oxí-
442 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

Fosfolípidos V W

Fosfolipasa A2

Ácido araquidónico LIso-PAF

15-LO

COX

15-HETE 5-LO

PGG2 Acetil-transferasa

5-LO 5-HETE 12-LO

''
PGs
Lxs LTs 12-HETE ; TxA2 ! PAF

F ig. 23-5. M ediadores lipidiaos de la inflam ación.

geno molecular (fig. 23-8). Esta etapa enzimá­ metabolización posterior del PGH2 depende de
tica puede ser bloqueada irreversiblemente por la característica de cada célula en particular, de
aspirina y en forma reversible por compuestos las enzimas que contenga y del balance en co-
antiinflamatorios no esteroideos tales como la factores. Así, las plaquetas sanguíneas son ri­
indometacina. cas en trom boxano sintetasa y producen una
El segundo endoperóxido cíclico (PGH^) es cantidad mayor de tromboxano; mientras que
generado enzim áticam ente a partir de PGG2 en las células del endotelio vascular predomina
por reducción del grupo peróxido del C,j a gru­ la prostaciclina sintetasa, formando PGI2. El
po hidroxilo. Como producto de esta reacción resto de las prostaglandinas (PGE,, PG F jtt y
se originan grupos oxidantes que regulan la ac­ PGD^) se encuentran difundidas rñás am plia­
ción de la cicloxigenasa y además poseen im­ mente y en mayor o menor proporción son sin­
portancia en el proceso inflamatorio. tetizadas en casi todas las células del organis­
Las prostaglandinas endoperóxido PG G 2 y mo (excepto glóbulos rojos y linfocitos).
PGIÍ 2 poseen vida media muy corta y son rae- Las prostaglandinas interactúan con recepto­
tabolizadas rápidamente para dar origen a sus res de superficie presentes en las células de di­
productos. Cuatro de ellos son prostaglandinas versos tejidos. Por ejemplo, los linfocitos peri­
(PGE^, PGF^a, PGD^ y PGI^), un compuesto féricos de sangre humana unen reversiblemente
de 17 átomos de carbono(ácido 12-L heptae- PGEj con una = 2 x 1 0 M. Se calculó que
noico o HHT) que es acompañado por malonil los linfocitos poseen un máximo de 200 sitios
aldehido (MDA) y tromboxano A^. de unión por célula. El efecto de las prostaglan­
La etapa de transformación del ácido araqui­ dinas se prolonga a través de los nucleótidos
dónico a prostaglandina endoperóxido (PGHj) cíclicos (fig. 23-9). Las PGE^, PGA^, PGD, y
es común a todos los sistem as celulares. La PGL incrementan los niveles intracelulares de
Inflamación 443

Fig. 23-6. Precursores de eicosanoides. COOH .PG,-


TxA,

LT,
Ácido di-homo y linolénico

COOH

Ácido araquidónico

COOH
A /"

< i/V
TXA3
LT,
Ácido eicosapentaenoico

AMP cíclico, que actúa como segundo mensa­ ción de citólisis mediada por linfocitos y la for­
jero. Este mecanismo es similar al que opera en mación de la roseta de linfocito T.
la acción de agonistas adrenérgicos, histamina, Otro prostanoide, como la PCF^a, afecta la
leetinas, enzimas proteolíticas y hormonas po- síntesis de GMP cíclico. Por lo tanto, prom ue­
lipeptíáicas. Las prostaglandinas, además, pue­ ve funciones como proliferación celular, citoxi-
den influir en el comportamiento celular a tra­ cidad, producción de linfoquinas y formación
vés de cambios de la función de la membrana, de rosetas de linfocitos T.
a causa de alteraciones en lípidos, proteínas, Los productos de la oxidación del ácido ara­
composición de glicoproteínas y por alteracio­ quidónico están involucrados en la producción
nes en la captación de nutrientes esenciales y de todos los signos cardinales de la inflamación.
iones por la célula (particularmente calcio). El La vasodilatación y el enrojecimiento son cau­
aumento de AMP cíclico en los linfocitos está sados por la liberación en los tejidos de PGí^,
asociado con inhibición de mitogénesis, reduc­ PGEj, PGE, y PGDj. El efecto de estos com ­
ción en la formación de linfoquinas e inhibi­ puestos es antagonizado por el tromboxano A^.

Ácido araquidónico

CCX ' ■^Glucocorticoides

Efectos fisiológicos Efectos inflamatorios


F ig . 23 -7. Inhibición de riñón macrófagos
cicloxigenasas. estómago sinoviocitos
444 Mecanismos efectores de ia respuesta inmune

Aunque las prostaglandinas vasodilatadoras na) aumenta la cantidad de proteínas exudadas.


son poco activas en el increm ento de la per­ Las prostaglandinas más c'omprometidas con
meabilidad vascular, tienen la habilidad de au­ este fenóm eno son la PGE^ y la PGI^. Las
m entar el edema producido por bradiquinina e prostaglandinas, particularm ente la PGI^, ac­
histamina. La cantidad de proteínas plasm áti­ túan en form a sinérgica en la form ación de
cas exudada de la red m icrovascular depende' edema con péptidos derivados del complemen­
de la extensión de la perm eabilidad venular y to (C5a). A diferencia de la bradiquinina y la
de la magnitud de la dilatación arteriolar. Las histamina, el C5a no actúa directamente en la
prostaglandinas vasodilatadoras dilatan arte­ vénula, sino que el aumento de permeabilidad
riolas, dando como resultado una dilatación inducido por C5a depende de la interacción
pasiva de las vénulas por un incremento en la entre los polimorfonucleares y el endotelio de
presión hidrostática en la luz de la vénula. El las vénulas.
incremento del área de la pared venular y el in­ No se conoce con certeza la función de las
cremento de la presión hidrostática contribu­ prostaglandinas en la producción de fiebre, ya
yen a la potenciación del edema. Así, la acción que el ácido araquidónico no es por sí mismo
com bin ada de los agente s v a so d ila ta d o re s pirogénico. Sin embargo, los antiinflamatorios
(prostaglandinas) y de aquellos que incremen­ no esteroideos como indom etacina o aspirina
tan la perm eabilidad (bradiquinina e histam i­ tienen efecto antipirético.
Inflamación 445

Con respecto al dolor, las prostaglandinas 2.2.b L os leucotrienos


E j , e 1^ p roducen dolo r de m odo sin érg ico
con la bradiquinina e histam ina. La PG Ij es Las lipoxigenasas son enzimas que inician la
más efectiva que la POE^ en la inducción de vía de la conversión del ácido araquidónico en
dolor. hidroperóxidos no cíclicos, los ácidos hidrope-
Esta capacidad se encuentra relacionada con roxitetranoicos (HPETE).
la propiedad que poseen estas prostaglandinas En los distintos sistemas celulares existen li­
de aumentar el AMPc. poxigenasas específicas que dan origen a diver­
Las prostaglandinas que producen aumento sos mediadores lipídicos. Por ejemplo, la 5 li­
de AMPc participan de la expresión del quinto poxigenasa predomina en basófilos, polim orfo­
signo cardinal de la inflamación, o pérdida de nucleares y macrófagos, dando origen al hidro-
la función celular, a través de la inhibición de peróxido 5-HPETE; la 12 lipoxigenasa d a ori­
la respuesta inmune. gen a 12-HPETE en plaquetas, páncreas y glo­
La concentración de prostaglandinas se en ­ m érulo renal. En reticulocitos, eosinófilos y
cuentra aumentada en la lesión inflamatoria. Si linfocitos T predomina la 15-lipoxigenasa dan­
bien los polimorfonucleares son, en condicio­ do origen a 15-HPETE.
nes basales, pobres productores de estos eico­ Los leucocitos, a partir exclusivam ente del
sanoides, es probable que durante el proceso 5-HPETE, forman una familia de ácidos 5-hi-
inflamatorio se encuentre activa la COX-2, in­ droxieicosatetraenoicos llamados leucotrienos.
ducida por mediadores de la inflamación, pro­ La form ación de un grupo epoxi en posición
moviendo el aumento de la síntesis de eicosa­ 5-6 da origen al leucotrieno A^ el cual se trans­
noides. forma en el leucotrieno B, (fig. 23-9).

COOH

W r= y \A Z Ácido araquidónico
5-LO

OOH
COOH

OH
COOH
COOH
C 3H,, S-cisteína-glicina

ác. glutámico

Leucotrieno A4 LTC ,

OH
CO O H

OH
LTB, COOH

C 5H,, 5-cisteína
\ = /
LTE,

Fig. 23-9. B iosíntesis de leucotrienos.


446 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

U na vía alternativa de transform ación del filtración celular que caracteriza a la respuesta
leucotrieno es mediada por la acción de la inflamatoria.
glutatión-S-transferasa, que cataliza la adición Existen otros efectos del leucotrieno B^ so­
de glutatión, para dar origen al leucotrieno C^. bre los leucocitos, tales como expresión de re­
La pérdida posterior de ácido glutámico, es en­ ceptores de superficie, aumento de la expresión
zimáticamente mediada por la glutamil trans­ de los receptores de C3b en eosinófilos e incre­
peptidasa formando leucocitrieno D^. En forma mento de los niveles de GMP cíclico intracelu­
secuencial, también el leucotrieno D4 es con­ lar. También, y como parte del mecanismo ac­
vertido en leucotrieno por acción de una cis- tivador de leucocitos, incluye la estimulación
tenilglicinasa (fig, 23-9). en la captación de Ca^“^ extracelular y D-fucosa.
Es interesante destacar que, en la transfor­ Sin embargo, ejercen un efecto mínimo en la
mación secuencial del leucotrieno Q , los pro­ producción de aniones superóxido y liberación
ductos originados poseen propiedades biológi­ de enzimas lisosomales.
cas cualitativamente comparables, pero la po­ La importancia biológica de los leucotrienos
tencia de acción se incrementa con la metaboli­ constituyentes de la SRS-A (leucotrienos C, D,
zación, llegando el leucotrieno E^ a constituirse E) reside principalmente en los efectos sobre
en el más activo. las vías respiratorias y, por lo tanto, como m e­
Los leucotrienos C^, y E^ son potentes diadores de los fenómenos de hipersensibilidad
agentes estim ulantes de la contracción de la y asma. También funcionan como importantes
musculatura lisa y de los vasos sanguíneos, sin­ mediadores químicos de la inflamación por su
tetizados en diversos tejidos, el pulm ón los acción en el lecho microvascular. Así, los leu­
produce en cantidades considerables, actuando cotrienos C 4, y E^ producen exudación del
como agentes broncoconstrictores y participan­ plasma de las vénulas poscapilares con una efi­
do en forma preponderante en la patología del cacia 100 veces mayor que la histamina. El au­
asma. Los leucotrienos C^, y E^ son los prin­ mento de perm eabilidad producido por estos
cipales constituyentes de la sustancia de libera­ leucotrienos es directo sobre las células endote­
ción lenta de la anafilaxis (SRS-A), término in­ liales, ocurre rápidamente y no requiere libera­
troducido en 1938 por Eeldberg y Kellaaway. ción de histamina, prostaglandinas, ni presen­
En el análisis del efecto biológico de los leu­ cia de polimorfonucleares. Por lo tanto, la p re­
cotrienos, debemos distinguir las acciones del sencia única de leucotrienos C, D y E origina
leucotrieno y los efectos biológicos de los edema, contribuyendo a la m anifestación de
leucotrienos que conforman la SRS-A. uno de los signos cardinales del proceso infla­
El leucotrieno B^ es un potente activador de matorio. Un análisis en compendio de la parti­
la funcfón y comportamiento del leucocito. Sus cipación de los derivados del ácido araquidóni­
actividades biológicas principales residen en la co en la expresión de los signos cardinales de
producción de agregación de los leucocitos y la inflamación nos permite deducir que algunos
estimulación de la función leucocitaria. Es el efectos de productos de la cicloxigenasa son
factor quimiotáctico más potente conocido has­ complementarios del efecto de los leucotrienos.
ta el momento. En este contexto ejerce una se­ Las prostaglandinas, el trom boxano y los
rie de efectos citotácticos. Estos comprenden leucotrienos son parte de un sistema más gene­
acumulación de neutrófilos en las zonas donde ral de control biológico basado en el ácido ara­
se producen cantidades ligeram ente aumenta­ quidónico como precursor. Este compuesto se
das de leucotrieno B^ (25-100 ug), neutropenia, encuentra norm alm ente depositado en la e s­
adherencia y diapédesis de leucocitos desde los tructura de las membranas biológicas y puede
vasos sanguíneos pequeños e incremento de la ser liberado por activación de un sistema hidro-
perm eabilidad vascular en p resen cia de las lítico (fosfolipasa A^) por una serie de estímu­
prostaglandinas vasodilatadoras. los. Con dependencia de la disponibilidad de
El leucotrieno B^ es un mediador natural de krs enzimas activas (cicloxigenasa o lipoxige­
la inflamación. Es sintetizado por los leucoci­ nasas) en la célula estimulada, el ácido araqui­
tos presentes en el exudado que se produce en dónico es convertido en uno o más compuestos
el proceso inflam atorio en desarrollo, y sus biológicam ente activos. Así, una variedad de
efectos se asemejan y suplementan a los produ­ estímulos pueden ser convertidos en múltiples
cidos por el péptido que deriva del complemen­ compuestos, los cuales pueden ser usados para
to C5a, el cual es formado en fase fluida. La in­ regular o mediar distintas funciones biológicas.
teracción posterior es con las prostaglandinas,
causando aumento en la permeabilidad vascu­ 2.2.c Las lipoxinas
lar y formación local de edema. Así las prosta­
glandinas, el C5a, y el leucotrieno B^ pueden Mientras que la síntesis de leucotrienos se
actuar en forma secuencial y en combinación inicia con la inserción de una molécula de oxí­
para producir la permeabilidad vascular y la in­ geno molecular en el carbono en posición 5 del
Inflamación 447

ácido araquidónico, por acción de la 5-lipoxi­ les confiere la característica de poder ser detec­
genasa, para la formación de lipoxinas se re­ tadas por espectroscopia ultravioleta. Parece
quiere la oxigenación secuencial en el carbono existir una relación inversa entre la cantidad de
15 y luego en el carbono 5 por las 15 y 5 lipo­ leueotrienos y lipoxinas sintetizadas, lo que su­
xigenasas, respectivamente (fig. 23-10). Estos giere algtín tipo de autorregulación del sistema,
compuestos son ios que se han incorporado a la cuyo mecanismo se desconoce.
familia de los eicosanoides recientemente. D i­ Las lipoxinas muestran importantes efectos
fieren marcadamente de los leueotrienos tanto biológicos en diversas células inflamatorias. A
en su estructura como en sus propiedades bio­ diferencia del leucotrieno B^, la administración
lógicas. La oxigenación dual produce un inter­ de la lipoxina in vivo, no provoca adhesión de
mediario epóxido, 5-6 epoxitetraeno, el cual es los neutrófilos al endotelio vascular, ni m igra­
rápidamente convertido en lipoxina A4 o lipo- ción al espacio extracelular. Por el contrario, la
xina B4 por epoxi-hidrolasas (fíg. 23-10). lipoxina A^ inhibe la migración de los neutrófi­
Recientemente se ha demostrado que las li­ los inducida por el LTA^. Por lo tanto, las ¡ipo-
poxinas también pueden generarse por oxige­ xinas tendrían un efecto an ti-inflam atorio o
nación del leucotrieno derivado de los leu­ bien regulador negativo de la inflamación.
cocitos por acción de la lipoxigenasa plaqueta­ Además de sus efectos en los neutrófilos, las
ria en un proceso de interacción céiula-céluia. LXA^ y LXB^ inhiben el efecto citotóxico de la
Estructuralmente las lipoxinas se caracteri­ células NK, lo que sugiere otros efectos regula­
zan por tener cuatro dobles ligaduras, lo cual dores de la respuesta inmune.

COOH

Ácido araquidónico

COOH

5-fiidroperoxi-15 hidroxi ETE

HO OH OH
COOH COOH

HO OH

Lipoxina

Fig. 23-10. B iosíntesis de lipoxinas.


448 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

Las lipoxinas también ejercen efectos sobre fosfocolina transferasa origina PAF. La impor­
los vasos sanguíneos. La LXA^ es vasodilata­ tancia de esta vía de síntesis es que, en este ca­
dora, mientras que la LXB^ es vasoconstrictora. so, la síntesis de PAF no va acompañada por la
El efecto vasodilatador de la LXA_^ está m edia­ liberación de eicosanoides.
do por la síntesis de PGIj y/o FGE^ ya que, en La síntesis del PAF por los neutrófilos es es­
presencia de inhibidores de la síntesis de pros­ timulada por los factores que producen eleva­
taglandinas, la LXA^ tiene efecto vasoconstric­ ción del calcio intracelular y activan a la fosfo­
tor. Por lo tanto, las lipoxinas regulan la pro­ lipasa A2. Sin embargo, el estímulo para la sín­
ducción de otros eicosanoides por estimulación tesis del PAF presenta especificidad celular ya
de la síntesis de prostaglandinas. que, por ejemplo, la trombina, la angiotensina
Se observó que las lipoxinas atenúan los 2 y la vasopresina no generan aumento de sín­
efectos de los LTC^ y LTD^ en la musculatura tesis del PAF en las células inflamatorias, pero
lisa bronquial y en la m icrocirculación renal, son efectivas en producir PAF en las células
sugiriendo que estos compuestos pueden servir del endotelio vascular.
como antagonistas endógenos de los leucotrie­ El PAF se encuentra comprometido con la
nos. Asimismo, las lipoxinas también poseen la patogénesis tanto de la inflamación aguda co­
capacidad de actuar en sus propios sitios de re­ mo en los desórdenes de la hipersensibilidad.
conocimiento. Adicionalmente, el PAF es un importante m e­
Las lipoxinas se encuentran involucradas diador inflamatorio en el shock endotóxico, en
tanto en la inflamación aguda como en el con­ la vasculitis y en la trombosis vascular.
trol de la inmunidad. Se han hallado en concen­ El PAF es un potente activador de los neu­
traciones elevadas en el lavado broncoalveolar trófilos humanos, ya que estimula la adhesión,
de pacientes con sarcoidosis y neumonía. El la liberación de enzimas lisosomales, la genera­
papel exacto que tienen las lipoxinas, en este ción de especies reactivas del oxígeno y de ei­
contexto, no se conoce exactamente. En este cosanoides. Además produce marginación de
momento se considera que las lipoxinas repre­ los neutrófilos en la pared del endotelio vascu­
sentan a los moduladores endógenos de la res­ lar y promueve su migración al espacio extra-
puesta inflamatoria de los leucotrienos. vascular. Produce activación y agregación pla­
quetaria. Por lo tanto, la inyección intradérmica
2.2.d Factor activador de plaquetas (PAF) del PAF en humanos o animales de laboratorio
se encuentra asociada con marginación de neu­
El nombre “factor activador de plaquetas” se trófilos y la trombosis intravascular. También
utilizó en 1970, para describir la actividad de se encuentra aumentada la permeabilidad vas­
un compuesto de naturaleza lipídica que se li­ cular, edem a e hiperalgia. Como vem os, el
beraba de los basófilos durante la anafilaxis in­ PAF causa la mayoría de los signos cardinales
ducida por IgE. Se trata de un lípido complejo de la inflamación.
cuya estructura es 1-0-alquil-2-acil-glicero-3 La inyección intravenosa de PAF provoca
fosfocolina. Los diferentes compuestos difieren profundos efectos en el tono de la musculatura
en el número de átomos de carbono en el grupo lisa bronquial y en la función cardiovascular en
alquilo. los animales de laboratorio, provocando un sín­
Al igual que los eicosanoides, el PAF deriva drome muy similar al de la anafilaxis aguda. El
de los fosfolípidos de la membrana por la ac­ PAF produce contracción bronquial y vascular,
ción de la fosfolipasa A^. Luego de la activa­ incluyendo contracción de las arterias corona­
ción celular, la fosfolipasa A^ efectúa la deaci- rias. A dicionalmente se presenta un aumento
lación de la 1-0-alquil fosfatidilcolina, gene­ importante de la permeabilidad vascular y exu­
rando liso-PAF, el cual es luego acetilado por dación de plasma al espacio extra vascular, in­
acetil-CoA transferasa generando PAF. El áci­ clusive en pulmón (edema pulm onar). Como
do graso liberado por acción de la fosfolipasa resultado, los animales desarrollan insuficien­
Aj es principalmente el ácido araquidónico, por cia respiratoria, dism inución de la eficiencia
lo que el aumento de la síntesis del PAF en las cardíaca e hipotensión.
células inflamatorias se encuentra generalmen­ El PAF también es regulador de la función
te acompañado por un aumento de la síntesis de los linfocitos, tanto directa como indirecta­
de eicosanoides (fig. 23-11). El PAF puede ser m ente, a través de la generación de p ro sta­
sintetizado por los leucocitos, incluidos neutró­ glandinas y leucotrienos. El PA F inhibe la
filos, eosinófilos y basófilos, por células mas- proliferación Iinfocitaria en repuesta a m itóge­
toideas, por macrófagos y por plaquetas. Tam­ nos. Además, los linfocitos generan PAF en
bién pueden generar PAF las células endotelia­ repuesta a agentes que elevan el calcio intra­
les y las epitehales. c e lu la r. L a im p o rta n c ia de esto s fe n ó m e ­
La fuente del PAF en el riñón es el 1-0-al- nos es, en la actualidad, motivo de investiga­
quil-2-acetil-glicerol, el cual por acción de la ción.
Inflamación 449

Interacción célula-célula y síntesis L a form a constitutiva de la NO sintasa es


de eicosanoides calcio-calmodulina dependiente. Es la respon­
sable del aumento transitorio de NO, en peque­
La inflam ación aguda se caracteriza por la ñas cantidades, del orden de los pmoles, por el
acumulación de células inflamatorias en el sitio endotelio vascular, plaquetas, tejido nervioso,
de la injuria donde ellas funcionan en yuxtapo­ células mesangiales de la médula adrenal y de
sición mientras se encuentran adheridas al en­ las células de la mácula densa. Puede ser acti­
dotelio, al epitelio, a células mesenquimales y a vada por amoniácidos excitatorios, por la ace­
otras células inflamatorias (fig. 23-12). tilcolina, bradiquinina y calcio.
El ácido araquidónico y los productos deri­ La forma inducible no es dependiente de cal-
vados de la acción de las lipoxigenasas pue­ cio-calmodulina, y produce una liberación pro­
den pasar de un tipo celular a otro y los distin­ longada de NO en concentraciones del orden
tos tipos celulares pueden cooperar entre ellos de nmoles por los macrófagos, neutrófilos, en­
para generar eicosanoides. De esta manera, ti­ dotelio vascular y células m icrogliales. Los
pos celulares que, por sí mismos, no son capa­ más importantes inductores de la forma induci­
ces de generar un tipo particular de eicosanoi- ble de la NO-sintasa son, el lipopolisacárido o
de (por ejemplo, células que no poseen lipoxi­ endotoxina, el TNF, la IL-1 y el interferón-y.
genasa), pueden form ar eicosanoides a partir Esta form a enzimática puede ser regulada ne­
de intermediarios generados en otros tipos ce­ gativamente por los glucocorticoides, la inter-
lulares, si ellas poseen las enzimas para con­ leuquina-4, el PAF, y el TGF.
vertir al intermediario en el producto biológi­
cam ente activo. L a figura 23-12 ilustra este Funciones del óxido nítrico
fenómeno. En este ejemplo ni los neutrófilos
solos ni las plaquetas solas pueden generar El NO activa a las formas constitutiva e in­
LTC^, ya que los neutrófilos no poseen la sin- ducible de las cicloxigenasas. El efecto citotó­
tetasa de LTC^ y las plaquetas no poseen acti­ xico de los macrófagos sobre las células tumo-
vidad de 5-lipoxigenasa. Sin embargo, cuando rales se encuentra asociado a la liberación del
estos dos tipos celulares interactúan, se sinte­ NO. El óxido nítrico daña a enzimas mitocon-
tiza LTC^ en abundancia, ya que las plaquetas driales tales como la cis-aconitasa y N AD H-
pueden convertir LTA^ derivado de los neu­ succinato oxidoreductasa. La interacción del
trófilos en LTC,^. De manera similar, el LTC^ NO con enzimas m icrobianas que contengan
puede ser generado por células endoteliales Fe-S puede ser la causa del efecto bactericida
a partir del LTA^ que proviene de los neutró­ del NO. Otro mecanism o de citotoxicidad se
filos. debe a la nitrosilación de los ácidos nucleicos
También se forman lipoxinas durante la in­ causando la ruptura del ADN.
teracción de las plaquetas con los neutrófilos. El NO provoca daño tisular debido a la ac­
Las plaquetas por sí mismas no generan lipo­ ción de los aniones peroxinitrilo (ONOO-) ge­
xinas. Sin em bargo, cuando interactúan con nerados por la interacción del NO con el anión
los neutrófilos, las plaquetas generan lipoxi­ superóxido 02-.
nas a partir de interm ediarios que provienen El efecto fisiológico más importante del NO,
de los neutrófilos. Así, el fenómeno de inte­ es el de comportarse como un potente vasodila­
racción célula-célula no sólo expande la bate­ tador. Esta propiedad, y su capacidad de induc­
ría de eicosanoides que pueden ser sintetiza­ ción de la COX-2 hacen que el NO sea un im ­
dos en los sitios de inflamación sino que, ade­ portante mediador del proceso inflamatorio. Es
m ás, am plifica la cantidad de eicosanoides importante hacer notar que las citoquinas pro-
producidos. inflamatorias activan a la forma inducible de la
NO sintasa, im plicando al mecanismo p o r el
2.3. Óxido nítrico cual el tono de NO se encuentra elevado en la
reacción inflamatoria.
El Oxido nítrico (N =0), es un radical libre Al NO se lo indica como el más im portante
gaseoso inestable, potencialm ente tóxico, que agente responsable de la hipotensión arterial
puede difundir libremente a través de las m em ­ presente en el shock séptico.
branas celulares, con efecto vasodilatador. T ie­
ne una vida media de 3-5()s y su labilidad es 2.4. H istam ina
debida a su rápida conversión a nitritos y nitra­
tos por el oxígeno. Es una amina natural producida por decarbo-
El NO se sintetiza por acción de la NO-sin- xilación de la histidina. La histam ina se en­
tasa que actúa sobre la L-arginina. Se han des­ cuentra depositada en forma de gránulos en las
crito dos formas distintas de la enzima, una for­ células mastoideas y en los basófilos. También
ma constitutiva y la otra forma inducible. se encuentra en los tejidos en distintas concen-
450 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

Estímulo

OQOOQ OOOQQQ OOQQO


1-alquil-2-acetil ■ ■ 1-alquil-2-acil
, ' glicerofosfocolina , ' glicerol

OÓOÓO .... ÓÓOóÓÓ " OÓOÓO

Fosfolipasa A2 Fosfocolina-
Acido transferasa
araquidónico

Liso PAF
Fosfocolina

Acetil-
transferasa

PAF

F ig. 23-11. Biosíntesis del PAF.

Estímulo

Plaqueta

F ig . 23-12. Interacción célula-célula y la síntesis de eicosanoides.


Inflamación 451

traciones, la mayor parte de ellos la proveen en muy bajas concentraciones. Por ejemplo, para
cantidad suficiente como para producir efectos IL-1 la concentración es de 10^*' M, la cual se
fisiológicos o patológicos. Si la liberación local encuentra dentro de las concentraciones de las
de histamina es suplementada por la provenien­ hormonas endocrinas. Pero, a su vez, se dife­
te de basófilos circulantes, sus efectos biológi­ rencian de las hormonas clásicas en que acttían
cos se ven incrementados. localmente y en células vecinas de un tejido,
La histamina induce la clásica respuesta vas­ como los neurotransm isores. A diferencia de
cular de la inflamación aguda, incrementando los neurotransmisores, no se encuentran prefor-
el flujo sanguíneo, la permeabilidad vascular y madas, sino que son sintetizadas cuando ocurre
produciendo edema. También produce dolor y la estimulación.
picazón. Aunque no posee efecto quimiotáctico Todas las citoquinas son péptidos, en general
general, puede ejercer quimiotactismo específi­ de entre 70 y 190 am onoácidos. La m ayoría
co para eosinófilos y también facilitar el egreso pueden ser producidas por varios tipos celula­
de células de la serie blanca al espacio extra- res, con acciones múltiples y, también, la m a­
vascular por increm ento de la perm eabilidad yoría presenta actividades sobrepuestas. La ac­
microvascular. Sin embargo, el efecto movili- tividad de cada cito q u ina sobre las célu la s
zador de células de la serie blanca producido blanco está mediada por la unión a distintos re­
por la histamina es poco relevante si se lo com­ ceptores de la superficie celular con alta afini­
para con la movilización tota! de dichas células dad (Kp= 10“’® -1 0 M ). Los receptores de cada
en la respuesta inflamatoria. citoquina son generalmente productos de genes
Existe la teoría de que la respuesta inflama­ diferentes.
toria deriva de la acción combinada de agentes
vasodilatadores y agentes que producen au ­ 2.5.a In te ríe uq ulna-1
mento de la permeabilidad vascular. La impor­
tancia potencial de la interacción de mediado­ La interleuquina-1 es un producto de diver­
res se desarrolló sobre la base del sinergismo sos tipos celulares. Tiene un amplio espectro
entre prostaglandinas vasodilatadoras y los fac­ de actividades biológicas, generalmente esti-
tores que incrementan la permeabilidad micro- mulatorias sobre las células inmunes, así como
vascular y, posteriormente, se extendió inclu­ sobre las células que no pertenecen al sistema
yendo a vasodilatadores no prostaglandínicos. inmune, y es considerada como un importante
En la inflamación aguda existen evidencias mediador de la inflamación. El más importante
que prueban la importancia de la histamina co­ regulador de la actividad de la interleuquina-1,
mo mediador químico. Sin embargo, no parece es el poderoso inhibidor natural de su receptor,
que se encuentre involucrada en la inflamación IL-IRA.
crónica. Se han detectado dos genes que codifican
La acción más importante de la histamina se para dos tipos de IL-1, la IL-1 alfa y la lL-1 be­
presenta en la respuesta inicial a la injuria y es ta; y un tercer gen de la familia, que codifica
irrelevante en las etapas posteriores. p a ra el a n ta g o n is ta d el re c e p to r de IL -1
El análisis farmacológico de los receptores (IL -lR A ). Diversos tipos celulares expresan
de histamina comprometidos en la respuesta in­ los dos genes que codifican para ambas IL-1,
flam atoria dem uestra que ambos receptores, pero las relaciones entre alfa y beta, varían se­
H1 y H2, se encuentran involucrados. gún los tipos celulares. Por ejemplo, monocitos
humanos expresan predominantemente la fo r­
2.5. L as citoquinas ma beta, mientras que los queratinocitos expre­
san la forma alfa. La expresión del IL -IR Á es
Las citoquinas son señales intercelulares no inducida por diversos estímulos en monocitos y
específicas, por las cuales, las células activadas se encuentra constitutivam ente expresada en
pueden atraer otras células y, en algunas situa­ neutrófilos, queratinocitos y células epiteliales.
ciones, controlar procesos fisiológicos. Las ci­ Diversos tipos de células normales y tran s­
toquinas desempeñan un papel vital en la coor­ formadas son capaces de producir IL-1 in vitro,
dinación de las respuestas inmunes e inflama­ incluyendo monocitos/macrófagos, queratino­
torias. En este capítulo se describirán las cito- citos, células mesangiales del riñón, epitelio de
quinas comprometidas con el proceso inflama­ la córnea, células T, linfocitos granulares gran­
torio. Estas citoquinas incluyen: factor de n e­ des, astroeitos, células endoteliales, células de
crosis tumoral (TNF), interleuquina-1 (IL-1), Langerhans, neutrófilos y células del músculo
interleuquina-6 (IL-6). liso. Sin embargo, probablemente los m acrófa­
Estos mediadores se diferencian de la m ayo­ gos y los queratinocitos son los mayores p ro ­
ría de los mediadores inmunológicos, tales co­ ductores de IL-1. Los monocitos no producen
mo inmunoglobulinas, en que no presentan es­ IL-1 constitutivamente sino que requieren estí­
pecificidad por los antígenos y en que operan a mulo para transcribir el gen. Diversos agentes
452 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

endógenos y exógenos pueden proveer tal estí­ dad de actuar sinérgicamente con estos factores
mulo. Los productos microbianos, como endo­ como estímulo para el crecimiento y diferen­
toxinas, exotoxinas, restos de pared celular de ciación celular durante la hematopoyesis.
hongos y hemoaglutininas virales, inducen la Los efectos neuroendocrinos de la IL-1 in­
producción de IL-1 por monocitos. Los agentes cluyen acción en el hipotálamo lo que resulta
endógenos que inducen la producción de IL-1 en fiebre, y también producción del factor libe­
por m onocitos incluyen, C5a, C SF-1, TNF, rador de corticotrofina, el cual estimula la libe­
TGpp, la propia IL-1 y linfoquinas provenien­ ración de hormona adrenocorticotrófica desde
tes de linfocitos T que aún no han sido clona­ la hipófisis, la que, a su vez, induce la produc­
das. Las células T también pueden inducir a los ción de corticosteroides por las glándulas adre-
macrófagos a producir IL -1, durante el contac­ nales.
to celular dependiente de antígeno. Otros facto­ Los efectos de la IL -1 in vivo se encuentran
res que inducen producción de IL-1 por varios com plicados por la inducción de un núm ero
tipos celulares incluye a la injuria producida considerable de mediadores químicos que in­
por radiación ultravioleta y cristales de urato y cluyen al factor activador de plaquetas, IL-6,
sílica. TNF, CSF, y aun la inducción de más IL-I.
Los monocitos y queratinocitos también pro­ La IL-1 produce un efecto positivo sobre las
ducen IL-IRA. En los monocitos diferentes es­ células T. Sin embargo, esos efectos varían se­
tímulos controlan el balance entre la IL-1 y el gún se trate de células T maduras o inmaduras.
IL-lRA . Así, el lipopolisacárido (LPS) induce Los efectos positivos de IL-1 pueden ser direc­
la formación de más IL-1 que de IL -lR A , y la tos sobre las células T, o indirectos, a través del
inversa ocurre para los complejos inmunes, que aumento de la temperatura corporal y mejoran­
inducen más a IL-lRA que a IL-1. do la función de las células presentadoras de an­
Diversos factores inhiben la producción de tígenos (APC). Los efectos sobre las APCs pue­
IL-1. Las prostaglandinas inhiben la produc­ den estar mediados por la inducción de molécu-
ción de IL-1 de los macrófagos mientras que las de a d h e sió n p o r el en d o te lio v a sc u la r
no afectan a la transcripción. La IL-10 inhibe (ICAM-1), a las que pueden unirse las células
fuertemente la transcripción de IL-1 alfa y beta, T. Los efectos positivos de la IL -1 sobre las cé­
así como el TNF-alfa e IL-6. La interleuquina- lulas T pueden ir acompañados de efectos nega­
4 también inhibe la producción de IL-1 y ade­ tivos. Así la PGE2 y los corticoesteroides, am­
más induce la producción de IL-lRA . bos inducidos por la IL-1, son poderosos inhibi­
La IL-I es considerada un importante m edia­ dores de la replicación de los linfocitos T. Por
dor de la inflamación. Este concepto está basa­ lo tanto, si se inyecta IL -1 predominará el efec­
do en que induce muchas de las respuestas in- to negativo, produciéndose una pérdida de célu­
flam atCiias. La IL-1 induce, in vitro, la libera­ las T, presumiblemente por los efectos de los
ción de PGEj por diversos tejidos, la produc­ glucocorticoides inducidos por la propia IL-1.
ción de proteasas, el catabolismo del cartílago La IL-1 afecta a las células B en dos etapas.
y del hueso y el crecimiento de los fibroblastos. Sobre pre-células B, induce maduración y la
Todos estos hechos contribuyen a la patogéne­ expresión com pleta de la Ig en la m em brana
sis de la inflamación crónica tales como las que plasmática. Luego, durante la activación anti­
afectan a las articulaciones en la artritis reuma­ génica, la IL-1 sinergiza con la IL-2 la prolife­
toidea o la inflamación de la gingiva. ración de células B y la producción de Ig. A di­
In vivo, la IL -1 lleva a cabo reacciones infla­ cionalmente, IL -1 induce a diversos tipos celu­
matorias sistémicas, tales como la fiebre y la lares al producir IL-6, la cual promueve la se­
fase aguda de respuesta del hígado, reduce el creción de células B activadas. La IL-1 aumen­
hierro, el cinc, y aumenta el cobre plasmático. ta el crecimiento de las células T y la secreción
Localmente, la IL-1 lleva a cabo reacciones de citoquinas tales como,IL-2, IL-4 e IL-5,las
inflamatorias inmediatas que están caracteriza­ cuales controlan varias etapas de la activación
das por promover la unión de los neutrófilos de las células B.
sanguíneos a las células endoteliales de la pa­ Otras células del sistema inmune, como los
red de los vasos sanguíneos, seguida de infil­ macrófagos, responden a la IL-1 aumentando la
tración y edema. Contrariam ente, una libera­ síntesis de IL-1, IL-6, IL-8, TNF, prostaglandi­
ción lenta de IL-1, produce una típica reacción nas y activador de plasm inógeno. Las APCs
de hipersensibilidad tardía con infiltrado de pueden también responder a IL-1, aumentando
mononucleares, fibroplastia y angioplastia. la capacidad de inducir la proliferación de célu­
Los neutrófilos son liberados de la médula las T.
ósea al torrente circulatorio en repuesta a la Se han evaluado los efectos de la administra­
IL-1. Los efectos de la IL-1 en la médula ósea ción de IL-1 a humanos, fundamentalmente por
incluyen la inducción de factores estimulantes su potencial efecto como agente anti-tumoral.
del crecimiento de colonias (CSF) y la capaci­ Administrada en bajas dosis presenta efectos
Inflamación 453

no deseables comparables a los beneficiosos. res de 75 kD. Las células T expresan receptores
Induce un cuadro de hipotensión arterial debi­ de TNF luego de la activación, y el incremento
do a la vasodilatación periférica producida por posterior es inducido por la IL-2. Una rápida
la síntesis de prostaglandinas, factor activador regulación negativa ocurre por activación de la
de plaquetas, TNF y óxido nítrico. proteína quinasa C (PKC), posiblemente debi­
La actividad inmunoactivadora de la IL -1 en do al rápido clivaje del receptor, el cual puede
humanos está reflejada por el aumento de los ser luego encontrado intacto en los fluidos bio­
niveles de los receptores de IL-2, coincidente lógicos, reteniendo la capacidad de unir TN F y
con la activación de las células T. El tratamien­ actuando de esta forma como un inhibidor.
to con IL-1 también produce aumento de la acti­ La vía de segundos mensajeros para el TNF,
vación de monocitos. Este aumento de la activi­ como para el resto de la citoquinas, no se en­
dad inmunitaria de la IL-1 puede constituir el li­ cuentra totalmente aclarada. Sin em bargo, se
mitado efecto antitumoral observado en pacien­ ha encontrado recientemente la temprana libe­
tes con melanoma con metástasis no visceral. ración de diacilglicerol (DAG) de fosfatidilco-
Se puede concluir que la IL -1 puede prom o­ Mna, lo cual indicaría que la vía de transduc­
ver defensa, restauración y reparación, espe­ ción estaría mediada por una fosfolipasa C que
cialmente de la hem atopoyesis, pero tam bién hidrolizaría a la fosfatidilcolina. El D AG for­
tiene considerables efectos laterales tóxicos. mado activaría luego a la PKC, la cual es acti­
Bajas dosis de IL-1 pueden ser administradas vada por TNF. Una vía similar a sido inform a­
sin riesgo en pacientes con cáncer, produciendo da para la IL-1.
efectos terapéuticos beneficiosos. El TN F induce la fosforilación de diversas
proteínas, entre ellas la hsp27, posiblemente in­
2.5.b Factor de necrosis tum oral (TNF) volucrada en la protección celular al efecto de
TNF.
El TNF es considerado uno de los más im ­ El efecto intracelular directo del TNF ha si­
portantes mediadores de la inflamación. Ha si­ do evaluado por microinyección celular; es ci­
do descubierto por su acción inductora de ne­ totóxico. Sin embargo, parece que más que un
crosis hemorrágica en ciertos tumores. El TNF efecto directo del TNF, los receptores, tanto in­
es producido por macrófagos activados y otros tracelulares como extracelulares, estarían m e­
tipos celulares y tiene un amplio espectro de diando a la señal citotóxica, ya que anticuerpos
efectos biológicos en diversos tipos celulares, anti receptor de TNF mimetizan la toxicidad
tanto inmunes como no inmunes. del TNF.
Una verdadera malla de citoquinas controla La necrosis hem orrágica y la regresión de
a la inducción de TNF y su acción, incluyendo ciertos tumores en ratón fueron las propiedades
a la IL -1, que induce la producción de TNF por que perm itieron descubrir al TNF, y fueron
los m acrófagos. El TNF a su vez, induce la tam bién la base de su nombre. Ciertas líneas
producción de IL-1 por los macrófagos, la pro­ celulares de tumores humanos son matadas por
ducción de interferón (31 por los fibroblastos, y el TNF in vitro. Las líneas sensibles al T N F in­
la producción de GM -CSF por diversos tipos cluyen dos carcinomas de mama, un carcinoma
celulares. de pulm ón y un carcinoma de colon. In vivo se
Las células que responden al TNF tienen re­ ha observado efecto citostático en un carcino­
ceptores de alta afinidad. Han sido clonados ma de mama, un carcinoma de vejiga y un fi-
dos tipos de receptores en humanos, uno de 55 brosarcoma. Las células normales no son afec­
kD y otro de 75 kD. Los receptores de TNF son tadas por el TNF. El mecanismo por el cual el
parte de una familia de proteínas de membrana, TNF m ata a las células tumorales in vitro no
que poseen cuatro regiones ricas en residuos de está totalm ente dilucidado, sin em bargo, se
cisteína en su dominio extracelular. El dominio cree que lo hace por un mecanismo sim ilar a la
intracelular no es homólogo en los dos tipos de apoptosis, en el cual se produce fragmentación
receptores de TNF. Aunque la mayoría de las de ADN, precedida por la generación de radi­
células expresan ambos receptores, se conside­ cales libres del oxígeno o enzimas lisosomales.
ra que cada receptor media respuestas diferen­ La muerte celular se encuentra aum entada
tes. Las respuestas atribuidas al receptor de 55 por inhibición de la síntesis de proteínas, lo
kD son de citotoxicidad, actividad anti viral y cual puede aun provocan la muerte de células
proliferación de fibroblastos. En cam bio, la normales, no transformadas inducida por TNF.
proliferación de células T está mediada por el Por lo tanto, se sugiere que la síntesis continua
receptor de 75 kD. de ciertas proteínas protegen a las células nor­
La acción del TNF puede ser poderosamente males del efecto citotóxico del TNF, mientras
aumentada en diversos sistemas celulares por que las células tumorales no poseerían este me­
el interferón-y a través, por lo menos parcial­ canismo de defensa o reparación. Un producto
mente, del incremento del niimero de recepto­ que parece proteger del efecto letal de T N F es
454 Mecanismos efectores de ia respuesta inmune

la superóxido dism utasa m anganeso depen­ ción, pero con potencial efecto patológico en
diente. los procesos de fibrosis observados en la infla­
Ei TNE es un muy importante mediador de mación crónica.
la inflamación. La purificación bioquímica de­ Diversas moléculas de superficie inmunoló-
mostró que el TNF tiene actividad de “catexi- gicamente relevantes son inducidas por el TNF.
na”, una citoquina tóxica letal que m edia el En células endoteliales, el TNF así com o la
desgaste (caquexia) durante la infección parasi­ IL-1, inducen ICAJVI-1, VCAM-1, y Selectina-
taria o bien luego de la inyección de lipopolisa- E, que son moléculas de adhesión involucradas
carido (LPS). Este desgaste ocurre en parte por en la unión de las células T al endotelio vascu­
la habilidad del TNF de suprimir la actividad lar y de las células presentadoras de antígenos
de la lipoproteína lipasa de los adipocitos, (APC). Estos efectos sobre estructuras compro­
EL TNF tiene otras propiedades inflam ato­ metidas con la presentación de antígenos a las
rias sistémicas. Al igual que la IL-1 induce fie­ células T, junto con la inducción de la produc­
bre, promueve respuesta de los hepatocitos pro­ ción de la IL-1 por el TNF, pueden tener efec­
duciendo diversos reactantes de la fase aguda tos positivos sobre la migración y activación de
(la fase aguda se discute al tratar IL-6). Tam ­ las células B y T.
bién se presenta neumonitis intersticial aguda, Las células B en reposo, no expresan recep­
con infiltración de polim orfonucleares, sugi­ tores de TNF.
riendo efecto del TNF en el síndrome de daño EL TNF presenta efectos protectores no es­
respiratorio agudo observado en el “shoclc” pecíficos contra patógenos. La actividad antivi­
séptico y no séptico. ral del TNF ha sido demostrada en fibroblastos.
En el sitio de inflamación se pueden predecir Las infecciones por Píasmodium chahaudi en
ciertos efectos basados en lo que se conoce in ratones es suprimida por el TNF liberado por
vitro. Los neutrófilos responden al TNF, au­ bomba osmótica intraperitoneal. La muerte de
mentando su capacidad de unión a las células la Leishmania mayor, del Tripanosoma cruzi y
del endotelio producen estallido respiratorio y de la Shistosoma masoni ocurren vía la activa­
degranulación. Las células endoteliales expre­ ción de los macrófagos por el TNF. Algunas de
sando más ICAM -1, tam bién increm entan la estas actividades tóxicas ocurren vía produc­
capacidad de adhesión de los neu tró filo s y ción de óxido nítrico por los m acrófagos lo
otros elementos formes sanguíneos, etapa que cual puede a su vez mediar alguna toxicidad
debe preceder a la extravasación de estas célu­ del TNF in vivo.
las a los sitios de inflamación. También local­ El uso clínico del TNF se encuentra hmitado
mente, las células endoteliales vasculares pue­ debido a que presenta efectos tóxicos más im ­
den reaccionar al TNF presentando un perfil portantes que la IL-1. La hipotensión es la m a­
trombogénico por producción de procoagulan­ yor causa de la limitación del uso de la dosis
tes, supresión de actividades anticoagulantes y que provoca toxicidad. El TNF tiende a produ­
culminando en un bloqueo del aporte de sangre cir más extravasación capilar y recam bio de
y por ello producir necrosis tisular. El TNF proteínas que la IL-1. La diferencia más impor­
también presenta actividad sobre los macrófa­ tante entre ambas citoquinas es que, aunque
gos, incluyendo inducción de la IL-1 y de pros­ ambas poseen efecto radioprotector, la IL-1 es
taglandinas. Administrado localmente (intracu- hematopoyétiea, mientras que el TNF reduce
táneo), el TNF presenta una actividad inflama­ los niveles periféricos de neutrófilos, monoci­
toria mediana, con una acumulación leucocita­ tos, linfocitos y plaquetas. A unque el trata­
ria transitoria y sin edema. miento sistémico del cáncer con TNF en hum a­
La destrucción de la matriz extracelular in­ nos se encuentra vencido por los problemas tó­
ducida por el TNF se asemeja a la presentada xicos, el TNF puede ser útil usado localmente
por la IL-1. La reabsorción del hueso se produ­ para el tratamiento de melanomas o sarcomas.
ce vía la activación de los osteoclastos y la in­ En un esfuerzo por evitar la amputación de ex­
hibición de la síntesis del hueso. El TNF indu­ tremidades, se ensayó la perfusión aislada de la
ce actividad de la colagenasa en los sinovioci­ extremidad para administrar TNF junto a IFN-y
tos en el cartílago. Ja reabsorción de los proteo- y melfalan, en condiciones de hipertermia. Este
glieanos e inhibición de su síntesis. Estos m e­ ensayo dio como resultado un 80% de respues­
canismos de destrucción tisular están implica­ ta positiva.
dos en la patogénesis de la artritis reumatoidea. Las enfermedades neoplásicas no son la úni­
Tanto el TNF, como la IL-1, se encuentran au­ cas aplicaciones del TNF. D iversos estudios
mentados en los fluidos de las articulaciones han encontrado respuesta positiva en el trata­
afectadas. miento de la Psoriasis vulgar. Un paciente tra­
El TNF, al igual que la IL-1, induce proUfe- tado por un proceso maligno muy avanzado,
ración de los fibroblastos, propiedad que se en­ presentó coincidentemente una total reversión
cuentra involucrada con el proceso de repara­ de un cuadro de psoriasis severa refractaria.
Inflamación 455

La administración de anticuerpos anti-TNF do procesos inflamatorios llamados “fase agu­


también lia sido ensayada en clínica. Si bien no da de respuesta”. Este término se refiere a la
se ha encontrado efecto beneficioso para el tra­ respuesta global del organismo a agentes extra­
tamiento del shock séptico en humanos, a dife­ ños, tales como endotoxinas microbianas. Con­
rencia del tratamiento con IL -lR A el cual re­ siste en fiebre e importantes cambios en los ti­
sultó efectivo, se observó algún mejoramiento pos de proteínas séricas sintetizadas por los he­
de la función ventricular izquierda en pacientes patocitos. Así, en humanos, una m edida de la
en shock. inflamación es la velocidad de eritrosedimenta-
O tra condición inflam atoria que puede ser ción, la cual refleja principalmente la concen­
eventualmente controlada por bloqueo del TNF tración de fibrinógeno. Tanto la fiebre como
son el síndrome de enfermedad respiratoria agu­ las proteínas de la fase aguda son inducidas por
da, la artritis reumatoidea, la malaria cerebral, la tres citoquinas. Los glucocorticoides, que
la caquexia de la tuberculosis y el cáncer. generalm ente tienen efecto anti-inflam atorio,
potencian la acción de las citoquinas en inducir
2.5.c Interleuquina-6 la respuesta hepática.
Los efectos hematopoyéticos de la IL-6, son
La IL-6 ha sido descubierta por su actividad sinérgicos con los de la lL-3. La IL-6 produci­
antiviral, activadora del crecimiento de hibri­ da endógenamente es aparentemente requerida
domas y plasmocitomas y estimulante de hepa­ para la resistencia a la radiación.
tocitos y células B. Sin embargo, la IL-6 posee La caquexia, originalmente atribuida al TNF,
un amplio espectro de efectos, algunos de los ha sido también descrita para la IL-6. El meca­
cuales se sobreponen a los de la IL -1 y el TNF. nismo propuesto involucra infiltración del tu­
Similarmente, por lo tanto, la IL-6 es conside­ mor por los macrófagos huésped que a su vez
rada un im portante mediador inmune e infla­ producen IL-1. Esta induce al tumor a producir
matorio. Además de los macrófagos, diversos grandes cantidades de IL-6, lo cual es un ele­
tipos celulares producen lL-6. mento necesario en los efectos caquéxicos.
Se ha descrito que células B transformadas
producen IL-6 como factor co-autocrino y tam­
bién las células B normales pueden producirlo. Conclusión
Las células de mielom a producen IL-6 como
un factor de crecimiento autocrino, como lo ha­ Las citoquinas inflamatorias tienen efectos
ce el sarcom a de Kaposi, el cual puede usar sobre el crecimiento y diferenciación celular.
IL-6 como factor co-autocrino secundario a la Algunos de estos efectos son indirectos y basa­
respuesta a oncostatin M. Otras células B trans­ dos en la capacidad de las citoquinas de inducir
formadas que producen IL-6 incluye a glioblas- la producción de una cascada de otras citoqui­
tos, osteosarcoma, mixoma y células del carci­ nas. Por ejemplo: aunque el TNF y la lL-1 ex­
noma cervical y de vejiga. hiben efecto antiviral, éste es mediados por el
El líquido sinovial de pacientes con artritis IFN-(3. Las citoquinas no sólo interactúan se-
reumatoidea contiene IL-6, así como la mayo­ cuencialmente (induciendo una a otra) sino que
ría de las otras citoquinas discutidas en este ca­ se refuerzan mutuamente. Por ejemplo: el TNF
pítulo, que parecen ser producidas por las célu­ no sólo induce a las IL-6 e IL-1, sino que am­
las T. La osteoporosis po.smenopáusica parece bas, IL-6 e IL-1, pueden incrementar los efec­
comprometer a la IL-6, ya que la misma es su­ tos biológicos del TNF. Además, la IL-1 puede
primida por los estrógenos. aun inducir a la propia IL-1. Las interacciones
Sitios de unión para IL-6 han sido detectados se tom an aun más complejas cuando se consi­
en diversas líneas celulares. El mecanismo que deran las observaciones de que la IL -I y el
opera luego de la interacción con el receptor no TNF modulan no sólo la producción de otras
se encuentra completamente dilucidado. citoquinas sino que también modulan la expre­
La IL-6 se encuentra relacionada a la IL-1 y sión de los receptores funcionales de las cito-
al TNF en el sentido de que estas tres citoquinas quinas.
pueden ser coordinadamente liberadas por los El uso terapéutico de las citoquinas y sus in­
monocitos. También se encuentran relacionadas hibidores es un área de estudio en continuo cre­
porque una puede inducir la liberación de la cimiento, aunque se aprecia la dificultad de la
otra: la IL-1 o el TNF, pueden inducir a la IL-6, administración sistémica.
el TNF puede inducir a la IL -L y la IL-1 puede
inducir a la IL -1. Sin embargo, la IL-6 no indu­ 2.6 Q uim ioqum as
ce ni a la IL-1 ni al TNF sino que, más bien, su­
prime su producción por los macrófagos. M iem bros de la fam ilia de citoquinas qui-
Las tres citoquinas son transportadas por el m iotáxicas, llam adas quim ioquinas, han sido
torrente circulatorio a sitios distantes, inducien­ identificadas como mediadores y promulgado-
456 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

res vitales de la inflamación. Tienen un rango membrana. Los receptores están probablemente,
de peso molecular que oscila entre 8 y 12 kD, acoplados a una proteína G. Al interaccionar
son activas en una concentración de 1 a 100 con la IL-8 se produce hidrólisis del fbsfatidih-
ng • m i ' y son producidas por una gran varie­ nositol, se libera rápidamente el diacilglicerol
dad de tipos celulares. Son inducidas por irri­ (DAG) y se eleva el nivel de calcio citosólico,
tantes exógenos y por mediadores endógenos lo cual lleva a la activación de la quinasa C
tales como IL-1, TNF, PDGF e IFN-y. Las qui- (PKC). Los receptores de IL-8 se encuentran
mioquinas se unen a receptores específicos de expresados en neutrófilos. Los neutrófilos m a­
la superficie de las membranas con una Kp de duros expresan 20.000 receptores por célula.
0.4 a 4.0 nM. La IL-8 se ha encontrado en pacientes con
Estas quimioquinas pueden ser consideradas reacciones inflamatorias sistémicas y en trauma
como citoquinas de “segundo orden”. Parecen severo. Ha sido también detectada en sitios in­
ser menos pleiotrópicas que las citoquinas pro- flamatorios tales como en fluido sinovial en ar­
inflamatorias de “primer orden” porque no son tritis reumatoidea, extractos de piel de psoriasis
potentes inductores de otras citoquinas y exhi­ y en circulación en pacientes con “shock” sép­
ben funciones más específicas en la inflam a­ tico. Por lo tanto, la IL-8 se encuentra implica­
ción y la reparación. da como un participante mayor en reacciones
Algunas quimioquinas se han asignado como inflamatorias agudas así como en las más pro­
subgrupo “quimioquina alfa”, basados en el he­ longadas.
cho de que dos de sus cuatro grupos cisteínas
se encuentran separados por un aminoácido (C- 2.6.b Rantes
X-C). Este grupo de quimioquinas incluye a la
IL-8, al activador del crecimiento de melanoma R AN TES p ertenece al segundo grupo de
(MGSA/GRO), al factor plaquetario 4 (PF-4), quim ioquinas (tipo beta). Es moderadam ente
P-tromboglobulina (pTG). quimioatractante para monocitos. Es producido
En el segundo subgrupo, o (3, no intervienen por linfocitos T activados y por plaquetas. Las
aminoácidos entre las dos primeras cisteínas e células T activadas responden más a RANTES
incluyen el factor quimiotáxico y activador de que las no estimuladas. Promueve la adhesión
m acrófagos (M C A F/M C P-1), R A N TES así de las células T a las células endoteliales vas­
como aLD-78. culares, este efecto es más notable cuando el
endotelio ha sido previam ente activado por
2.6.a La interleuquina 8 IL-1 o bien por anti-CD3.
Ha sido detectado en los sitios de inflam a­
LA IL-8 es producida por diversos tipos ce­ ción ateromatosa. Además, RANTES causa rá­
lulares, incluidos las células N K y los linfoci­ pida degranulación de los basófilos, liberación
tos T en repuesta a estím ulos exógenos tales de histamina y puede participar en la fase tar­
como mitógenos policlonales, injuria, y agentes día de las reacciones alérgicas.
infecciosos, así como citoquinas proinflamato- Los miembros de la familia de las quim io­
rias tales como lL-1 y TNF. La lL-8 es un qui­ quinas parecen ser potentes quimioatractantes y
mioatractante de neutrófilos, basófilos, y una activadores de las células inflamatorias y fibro­
pequeña proporción ( 10% o menos) de linfoci­ blastos. Sin em bargo, su contribución a las
tos CD4-h y CD8-I-. Adicionalmente, la IL-8 ac­ reacciones inm unes no ha sido caracterizada
tiva la liberación de enzimas de los neutrófilos completamente.
activados.
La IL-8 promueve la adherencia de los neu­ 2.7. Sistem a celular de defensa
trófilos a las células endoteliales y lo hace in­
duciendo la producción de “integrinas” por los Erente a la presencia de un elemento extraño
neutrófilos. De esta manera los neutrófilos su­ se pone en funcionam iento, un sistem a que
fren extravasación por m ovim iento entre la atrapa, ingiere, y destruye a las partículas en un
uniones de las células endoteliales y a través de proceso conocido como fagocitosis.
la membrana basal se acumulan en los tejidos. Las células fagocíticas pertenecen a dos sis­
La inyección subcutánea de IL-8 causa rápida temas. Un primer sistema está constituido por
infiltración local de los neutrófilos con un m á­ células del sistema mieloideo, que actúan rápi­
ximo a las tres horas. La administración sisté­ da y eficientemente, fagocitan, pero son incapa­
mica de IL-8 no provoca fiebre ni elevación de ces de efectuar un segundo esfuerzo. Estas célu­
proteínas de la “fase aguda”, pero sí induce las constituyen lo que se conoce como “prim e­
neutrofilia. ra línea de defensa”. Se trata fundamentalmen­
Han sido clonados dos tipos distintos de re­ te de los polimorfonucleares neutrófilos, aun­
ceptores para IL-8. Son miembros de la familia que en ciertos casos participan otras células
de la rodopsina y tienen siete dominios trans­ (eosinófilos, basófilos, células ma.stoideas).
Inflamación 457

El segundo sistem a, el sistem a fagoeítieo procesos de profundización de la adhesión y


mononuclear está formado por eélulas fagocíti­ m igración, cuyo fundam ento bio q u ím ico se
cas más lentas. Estas células son capaces de re­ discutirá más adelante. Los leucocitos, luego
petir la fagoeitocis y pueden procesar a los an­ de migrar a través de los tejidos llegan al sitio
tígenos con el objeto de iniciar la repuesta in­ de inflamación. Una vez que los neutrófilos sa­
mune. El sistema fagocítico mononuclear cons­ lieron del torrente circulatorio, no pueden re­
tituye la “segunda línea de defensa". tornar a la circulación, permanecen en el tejido
por varias horas, mueren y son removidos lue­
2.7.a Primera línea de defensa go por los macrófagos.
D espués de la llegada al sitio de inflam a­
Neutrófilos ción, los neutrófilos se unen al microorganismo
y lo fagocitan. Luego de la fagocitosis ocm-re la
Los neutrófilos son células fagocíticas cuya degranulación al espacio extracelular que cons­
función principal es la de atrapar y destruir mi­ ta de dos etapas secuenciales: la liberación de
croorganismos, particularmente bacterias. Para gránulos secundarios seguida por la liberación
ello deben poseer la habilidad de migrar al sitio de gránulos primarios. La liberación del conte­
de localización del organismo invasor, y una nido de los gránulos puede causar daño tisular
vez allí participar en el proceso de la elimina­ como el observado en la artritis reumatoidea.
ción del invasor. Durante la fagocitosis se produce el “estalli­
El movimiento de migración al sitio de in­ do respiratorio”, que es el mecanism o por el
fección o de injuria se conoce con el nombre de cual los neutrófilos participan de la m uerte del
quim iotaxismo. Se produce en repuesta a un microorganismo. Inicialmente una oxidasa de
gradiente químico positivo de quimioatractan- m em b ran a oxida (N A PH -O X I) N A D P H o
tes producidos en ese sitio. Los quimioatractan- NADH para formar un radical O j, y N AD P o
tes son producidos o liberados por la bacteria NAD (fig. 23-13).
(fMLP), o bien por otras células inflamatorias El superóxido (0^0 reacciona con iones hi­
o por las células del tejido dañado involucradas drógeno espontáneamente o por acción de la
en la reacción inflamatoria. superóxido dismutasa para formar peróxido de
Ejemplos específicos de quimioatractantes lo hidrógeno. El NADP y el estim ulan al
constituyen: los formil-metionil-péptidos de la “shunt” de las hexosas (HMP) lo cual aumenta
bacteria (fMLP), los componentes del sistema la disponibilidad de N ADPH. C onsecuente­
de complemento activados C3 y C5a, y los pro­ m ente aumenta la utilización de glucosa y la
ductos de la lipoxigenación del ácido araquidó­ producción de lactato. La d etoxificación va
nico como el LTB^. acompañada por las siguientes reacciones que
Los neutrófilos humanos poseen receptores incluyen a¡ glutatión oxidado (GSSG) y reduci­
específicos para los quimioatractantes. Una vez do (GSH).
que los quimioatractantes se unen a sus recep­
tores de las membranas se inicia una serie de 2GSH -HH p ^ ---------------GSSG + H p
reacciones que incluyen: interacción con pro­ GSSG + N A D PH ---------------2GSH + NADP"
teínas G; activación de las fosfolipasas C eon
subsecuente activación de la proteína quinasa La catalasa también puede detoxificar catali­
C y aumento de la concentración del calcio in­ zando la reducción del H^O^ por cationes diva-
tracelular, activación de fosfolipasas y la lentes a agua y oxígeno. En la figura 23-13, se
consecuente movilización del ácido araquidó­ puede observar un resumen de estas vías meta-
nico para la síntesis de eicosanoides. Como bólicas.
consecuencia de la activación de las señales de La muerte de las bacterias también se puede
transducción antedicha se produce la liberación producir por vías no dependientes del oxígeno.
de gránulos secundarios y terciarios y la preac- La muerte de la bacteria ocurre cuando se for­
tivación del estallido respiratorio. man especies más reactivas, como el radical hi­
Los primeros cambios morfológicos que se dróxido e hidroxilo. La lisozima, es una enzima
producen cuando los neutrófilos se preparan catiónica que destruye al ácido murámico de la
para moverse hacia sitios de mayor concentra­ pared de la bacteria. La catepsina G, es una
ción de quimioatractantes involucra la polariza­ proteasa de serina eon actividad de tripsina,
ción u orientación. Los gránulos se ubican en el que se encuentra localizada en los gránulos pri­
frente de la célula mientras el núcleo se ubica marios y que tiene actividad antimicrobiana y
en la parte posterior y los sendópodos se hacen anti fungicida. Existe otra proteína que aumen­
prominentes, facilitando el movimiento. ta la perm eabilidad de las bacterias y posee
La m igración de los neutrófilos com ienza propiedades bactericidas contra los gérmenes
con la marginación de los mismos y la adhe­ gram negativos. Se ha descrito una fam ilia de
sión a la superficie del endotelio, seguido de péptidos eatiónicos de 30 aminoácidos llama­
458 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

F ig. 23-13. Estallido respiratorio y m e ­


tabolism o de neutrófilos.

dos “defensinas” que juegan un papel im por­ filos se encuentran involucrados en un proceso
tante en la m uerte de microorgani,smos tales inmunológico y mueren, se libera lisofosfolipa-
como bacterias, hongos y virus. Adicionalmen­ sa, la cual puede coalescer formando partículas
te, muchas de las enzimas que se encuentran en llamadas cristales de Charcot-Leyden,
la vacuola fagocítica contribuyen a la digestión Los eosinófilos poseen gránulos característi­
completa del microorganismo muerto. cos a los cuales le deben su nombre. En cada
célula hay 200 gránulos de tres tipos diferentes:
Eosinófilos los “gránulos pequeños” , que se encuentran só­
lo en los eosinófilos maduros, contienen fosfa­
Los eosinófilos se forman en la médula ósea tasa ácida y arilsulfatasa, la que modula la pro­
a partir de precursores, los cuales a su vez deri­ ducción de la sustancia de liberación lenta de la
van de un precursor comtín de neutrófilos y ba­ anafilaxis que hoy se sabe son los leucotrienos;
sófilos (“stem cell”); maduran en 2 a 6 días, los “gránulos primarios" que son prominentes
luego entran al torrente circulatorio y poseen sólo en promielocitos; el tercer tipo de gránulo,
una vida media de 6 a 12 horas. El porcentaje llamado “gránulo secundario” que provee la
de eosinófilos circulantes es bajo si se compara mayor parte del poder de los eosinófilos.
con la cantidad de eosinófilos tisulares. Se esti­ El “gránulo secundario” está formado princi­
m a que por cada eosinófilo circulante existen palmente por cristales de una proteína conocida
200 en la médula ósea y 500 en la submucosa como proteína básica mayor (MBP), Es quími­
tisular. Por lo tanto estas células residen prima­ camente una proteína básica (punto isoeléctrico
riamente en los tejidos y en la mayoría de los 11.6), que posee un 16% de residuos de argini­
casos se encuentran en los mismos sitios que na y constituye el 55% de las proteínas de los
las células m asto id eas, frec u en te m e n te en gránulos y el 25% del total de las proteínas del
aquellos tejidos que están en contacto con el eosinófilo. La MBP genera la liberación de his­
exterior. tamina de lós basófilos y de las células mastoi­
Los eosinófilos, basófilos, células m astoi­ deas, se une a la heparina y neutrahza su activi­
deas e IgE son componentes de la inmunidad dad anticoagulante. La MBP juega un papel
que se encuentran en las superficies. Los eosi­ muy importante en la destrucción de parásitos,
nófilos tienen mucho en comiin con los basófi­ aunque también se encuentra involucrada en
los y las células mastoideas, aunque también otros procesos. En el “gránulo secu n d ario ”
presentan diferencias importantes con ellas. también se encuentran otras proteínas como la
En la superficie de la membrana, los eosinó­ proteína catiónica del eosinófilo (ECP), la neu-
filos poseen receptores para IgE, IgA e IgG. rotoxina derivada de eosinófilos (EDN) y la p e­
También tienen receptores para los componen­ roxidasa del eosinófilo (EPO).
tes del complemento C3b y C4. El niimero de La EDN es una potente neurotoxina y hel-
receptores aumenta luego de la exposición de mintotoxina. La EDN, posee homología de se­
los eosinófilos a mediadores inflamatorios deri­ cuencia eon la ECP en el dominio N-terminal.
vados de los basófilos, tales como histamina, y Posee propiedades de RNasa, es tóxica para
factor quimiotáxico de eosinófilos. La superfi­ helmintos pero su nombre se debe a que tiene
cie de los eosinófilos también contiene lisofos- propiedades de inducir daño en la neuronas
folipasa. Cuando un niimero grande de eosinó­ mielinizadas en animales de laboratorio.
Inflamación 459

La EPO es muy activa en provocar la muerte granulocitos. En general, la cinética del recam ­
de microorganismos, incluyendo bacterias, m i­ bio de los basófilos es similar a la de los eosi­
coplasma, virus, hongos, helmintos y otros pa­ nófilos, lo cual no es sorprendente ya que am ­
rásitos así como otras células como la neoplási­ bas células se encuentran involucradas en los
cas y las células mastoideas. Esto ocurre cuan­ procesos alérgicos y provienen de un m ism o
do la EPO, el peróxido de hidrógeno y el iodu- precursor. Como los eosinófilos, los basófilos
ro interactúan para iodinar y matar a las célu­ pueden ser reclutados en un tejido luego de que
las. La EPO y el peróxido de hidrógeno pueden se ponga en evidencia una señal apropiada que
oxidar a otras moléculas, por ejemplo, oxidan e los convoque.
inactivan a los leueotrienos. Los células mastoideas, a diferencia de los
La degranulación de las células mastoideas basófilos, no se encuentran normalmente en cir­
puede ser inducida por la EPO. La EPO puede culación, sino que conforman una porción fija
unirse a la superficie de la células mastoideas y, de células del tejido conectivo. Virtualmente to­
a niveles no tóxicos para la célula mastoidea in­ dos los órganos poseen células mastoideas. Así,
ducir degranulación y liberación de histamina. son particularmente abundantes en el pulmón y
Existen evidencias que le permiten atribuir la piel, en el sistema gastrointestinal, en los alre­
otras funciones a los eosinófilos. Los eosinófilos dedores de los vasos sanguíneos y linfáticos, en
son capaces de inactivar a ciertos mediadores de los nervios o en la proximidad de los fibroblas­
la inflamación producidos por las células m as­ tos. El origen de las células mastoideas también
toideas. De esta manera disminuyen la severidad es la médula ósea pero se sabe poco de su proli­
de los fenómenos mediados por la IgE, que in­ feración, maduración y reclutamiento. El hecho
cluyen a la respuesta a parásitos así como tam­ de que las células mastoideas puedan sintetizar
bién algunas reacciones alérgicas (anafilaxis). y secretar citoquinas específicas, reconocidas
Los eosinófilos juegan un papel muy impor­ como productos de linfocitos y monocitos, su­
tante en la defensa contra los parásitos. Se han giere origen monocítieo para estas células.
observado niveles altos de eosinófilos en plas­ Tanto los basófilos como las células m astoi­
ma (eosinofilia), en pacientes con diversos ti­ deas, se encuentran unidas a la respuesta alér­
pos de desórdenes. Se encuentra aceptado que gica a través de su capacidad de unir IgE.
los eosinófilos juegan un papel en la patogéne­ La respuesta alérgica es m ediada por una
sis del fenómeno de hipersensibilidad tales co­ compleja red de reacciones que empiezan en la
mo asma, dermatitis atópiea y anafilaxia. mem brana celular. La reacción comienza con
Un gran número de compuestos pueden ser la unión de dos moléculas de IgE a la m em bra­
quimiotáxicos para los eosinófilos o modificar na, las cuales interactúan con sus receptores y
su función. Las células T producen factores de luego transmiten la señal al interior de la célula
crecimiento que inducen diferenciación de los culminando en la degranulación con liberación
eosinófilos en la médula ósea y factores quimio- de mediadores. La liberación de los mediadores
táxieos que provocan la infiltración de los eosi­ sigue a un aumento del calcio intracelular. A
nófilos a los tejidos. Las células mastoideas pro­ pesar de que existe cierta controversia acerca
ducen histamina y otros péptidos que atraen eo­ de la transducción de la señal de activación,
sinófilos y potencian su acción destructora. El hoy se encuentra aceptada la mediación de la
factor estimulante de colonias de macrófagos y liberación de inositol-fosfato, movilización del
monocitos y el llamado factor de diferenciación calcio y activación de la vía de la quinasa C.
de eosinófilos (lL-4), tienen efecto en ia activa­ Adicionalmente, se produce la movihzación de
ción y maduración de los eosinófilos. El TNE y ácidos grasos poliinsaturados asociados a la
el LTB^ también aumentan la capacidad citotó­ membrana (ácido araquidónico). El m etabolis­
xica de los eosinófilos. Los complejos inmunes mo de dicho ácido graso permite la formación
y los fragmentos de complemento C5a son tam­ de productos de la ciclo-oxigenasa, de la lip o ­
bién quimiotácticos para los eosinófilos y neu­ xigenasa y del PAF.
trófilos. Asimismo, los eosinófilos pueden fago- Por otro lado los basófilos y las células m as­
citar complejos inmunes. Finalmente, moléculas toideas se encuentran plenas de sustancias que
derivadas de los parásitos sirven como factores pueden m odificar la m icrocirculación, o rig i­
quimioatractantes, atrayendo a las células efec­ nando cambios en la perm eabilidad vascular.
toras al sitio mismo donde son necesarias. La liberación masiva de productos de las célu­
las mastoideas y de los basófilos puede m ediar
Basófilos y células mastoideas la reacción violenta de la hipersensibilidad, que
puede llevar a la muerte en un período breve.
Los basófilos provienen del precursor de la Este tipo de respuesta se denomina anafilaxis.
línea de los neutrófilos y monocitos. Maduran Por conveniencia, a los mediadores de las
en la m édula ósea y luego entran en circula­ células mastoideas se los clasifica en tres gru­
ción, representando el 0.5% del total de los pos (cuadro 23-2);
460 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

leuquina - 1 , factores estimulantes de colonias,


C u a d ro 23-2. M ediadores de las células la interleuquina- 6 , y el factor de necrosis tu ­
mastoideas moral.
Otro aspecto del papel de los macrófagos en
Pre form ados y eluidos
la respuesta inmune es el desarrollo del estado
H istam ina de activación. El término “activado” se refiere
A nión superóxido al aumento de la capacidad bactericida del ma-
Enzim as depradativas de m atriz erófago y se debe fundamentalmente a la pro­
extracelular
C alicreína
ducción de aniones superóxido (O ^) y peróxido
Interleuquinas 3, 4, 5, 6 y 8 de hidrógeno. Esta activación se produce por la
interacción de los monocitos con productos de
Pre form ados y asociados a los gránulos las células T activadas.
Proteasas Los macrófagos secretan enzimas que juegan
C arboxipeptidasas un papel importante en diversos estados patoló­
H eparina- C ondrotin sulfato gicos. Entre ellas las más importantes son: acti­
Triptasa vador del plasminógeno, colagenasa, elastasa,
A ril sulfatasa
y proteasas activas a pH neutro. También son
G enerados recientem ente secretados por los macrófagos componentes del
sistema de complemento tales como, C l, C4,
Leucotrienos (LT C ,, D ,, E.) C2, C3, C5, factor B, factor D y properdina así
PA F
Prostaglandinas (Dj)
como los fragmentos activados C3a y C5a por
la acción de proteasas de los macrófagos. Los
m acrófagos tam bién sintetizan eicosanoides
(PGEj, TXA^, leucotrienos B y C, 5-HETE y
a) preformados y fácilmente liberados 15-HETE).
b) preformados y asociados a gránulos
e) generados recientemente 2.7.C Plaquetas
(Para mayor información véase eap. 32.)
El papel de las plaquetas en la inflamación no
2.7.b Segunda línea de defensa ha sido muy mencionado. Sin embargo las pla­
quetas son las segundas en abundancia en el to­
Monocitos y macrófagos rrente circulatorio (le anteceden los eritrocitos) y
hay 20 a 50 plaquetas por cada leucocito en cir­
Los m onocitos y los m acrófagos son e le ­ culación. Muchas de las condiciones que produ­
mentos fundam entales del sistem a fagocítico cen activación de los leucocitos se encuentran
mononuclear (MPS). Los monocitos constitu­ asociadas con la agregación plaquetaria.
yen el com ponente sanguíneo del sistem a, Durante la respuesta inflamatoria los leuco­
mientras que los macrófagos residen en lugares citos y las plaquetas se encuentran en íntimo
específicos de los tejidos tales como hígado contacto lo cual aumenta la posibilidad de in­
(eélulas de Kupffer), pulmones (macrófagos al­ tercambio de los mediadores.
veolares), bazo, nódulos lin fático s, m édula El papel de las plaquetas abarca cuatro áreas:
ósea, útero y cerebro (mieroglia). Los monoci­ 1 ) homeostasis, 2 )modulación de la respuesta
tos m aduran a m acrófagos cuando entran al inflamatoria, 3) toxicidad directa como célula
compartimiento tisular. Durante la maduración, efectora, 4) reparación.
estas eélulas adquieren diversas funciones, al­ La cascada de coagulación y la agregación
gunas de ellas relacionadas eon la actividad fa- plaquetaria son dos armas im portantes en la
goeítica incluyendo: defensa contra los m i­ respuesta a la injuria.
croorganismos, capacidad para iniciar respues­ La agregación plaquetaria otorga un contacto
ta inmune, secretar mediadores que regulen la directo con otras células vecinas, permitiéndole
proliferación y producción de factores linfoei- a las plaquetas modular la función de las célu­
tarios. las endoteliales e inflamatorias. Las plaquetas,
Una de las funciones más importantes de los en forma similar a las células endoteliales y los
monocitos y de los macrófagos es su capacidad leucocitos, poseen moléculas de adhesión espe­
para ingerir material extraño, conocida como cíficas en su superficie, las cuales promueven
fagoeitocis. contacto intercelular. La glucoproteína Ib, en
Los monocitos poseen la capacidad de pro­ combinación con el factor vWF (factor de von
ducir mediadores solubles de amplia actividad Willebrand), es responsable de la adhesión de
biológica. La producción de estos mediadores las plaquetas a la superficie sub-endotelial. La
se encuentra bajo control de los linfocitos T. interacción con los monocitos se produce vía la
Los mediadores más importantes son: la inter­ trombospondina presente en la superficie de las
Inflamación 461

plaquetas y los receptores de trombospondina migración, proliferación y estimulación de fi­


de los monocitos. Las plaquetas se unen simi­ broblastos y del músculo liso y juegan un im ­
larmente a los neutrófilos, pero no se conoce la portante papel en la reparación y cicatrización.
naturaleza exacta de esa interacción. La agre­
gación plaquetaria expone a las células endote­ 2.8 La respuesta de fase aguda
liales, a las células del músculo liso y a los leu­ de la inflamación
cocitos a concentraciones altas de los produc­
tos liberados de los gránulos de las plaquetas y La respuesta de fase aguda (APR), tam bién
los sintetizados “de novo”. Estos productos tie­ conocida como reacción aguda, representa una
nen actividad predominantemente pro-inflama- respuesta rápida, compleja, no específica a di­
toria e incluyen: metabolitos del ácido araqui­ versos tipos de daño tisular. Se caracteriza por
dónico, proteasas, ADP, y factores de creci­ presentar modificaciones locales y sistém icas
miento. Las plaquetas son capaces de modular de la fisiología normal, todo lo cual sirve para
a los neutrófilos en todas las fases de la res­ controlar el daño, producir la limpieza de los
puesta inflamatoria. desechos, y comenzar la reparación tisular (fig.
Las plaquetas, a través de la inducción de la 23-14). Estas funciones se llevan a cabo m e­
adherencia, la agregación, y la quimiotaxis, re­ diante la alteración de la síntesis de proteínas
clutan a los neutrófilos al sitio de inflamación. por el hígado, que acompañan a la inflamación.
Adicionalmente, los productos de las plaquetas Las proteínas que están reguladas positiva­
inician o potencian la respuesta de los neutrófi­ mente durante la inflamación, se llaman reac-
los sobre sus células blanco. Las plaquetas pue­ tantes positivos de la fase aguda. Las proteínas
den tener el mismo efecto sobre los monocitos cuya síntesis es disminuida se denominan reac-
y los eosinófilos. tantes negativos de la fase aguda.
La tercera función de las plaquetas es como
efector en la infecciones parasitarias. Si bien Inducción de la respuesta de fa se aguda
no poseen la posibilidad de generar anión supe­
róxido, sin embargo las plaquetas presentan ac­ En la fase muy temprana de la inflamación
tividad citotóxica, aunque el mecanismo por el los macrófagos tisulares reclutados de la sangre
cual transcurre no se conoce. comienzan a producir citoquinas. Las citoqui­
Las plaquetas completan su cuarta función nas más claramente implicadas en la APR son:
promoviendo la respuesta celular asociada a la la IL-1, el TNF, y la IL- 6 .
reparación. El factor de crecimiento derivado En la inflam ación temprana, aumentan los
de las plaquetas y el factor de transformación niveles de cortisol, llegando a un máximo a las
beta (TG F-p) son estím ulos potentes para la 6 horas. El número de células de la serie blanca

Injuria Reacción sistémica

Reacción local -Fiebre y dolor

- vasodilatación -Leucocitosis
transudación
- Agregación plaquetaria -Segregación de hormonas
formación de coágulos Mediadores
-Activación del complemento
- Acumulación de neutrófilos -Interleuquinas 1 y 6 y cascadas de coagulación
y macrófagos -Eicosanoides
-H istam ina -Disminución de Fe y Zn
- Liberación de proteasas -Serotonina
y otras enzimas -T N F -Transferencia de aminoáci­
-Q uininas dos del músculo al hígado
- Formación de mediadores
-A um ento de proteínas de
- Estimulación de fibroblastos fase aguda

Respuesta de fase aguda

Muerte celular Reparación


Necrosis

F ig. 23-14. D esarrollo y efectos de la APR.


462 Mecanismos efectores de ia respuesta inmune

circulantes com ienza a aum entar llegando al modificando el metabolismo en el sitio de la


máximo a las 10 horas. Un gran número de cé­ inflamación.
lulas blancas se encuentran débilmente asocia­
das a las células del endotelio vascular. Estas 2.8.b Respuesta de fase aguda positiva
células se liberan a la circulación durante la in­
flamación en un proceso conocido como de- G rupo/
marginación. Este proceso se ve favorecido por
el cortisol. Otro mecanismo por el cual se pro­ Ceruloplasmina. Es una aj-globulina. Es la
duce leucocitosis es por la liberación de neutró­ más im portante para el transporte de cobre.
filos de la médula ósea, inducido por la IL-1. Tiene la propiedad de actuar en la eliminación
Las citoquinas alteran la función hepática. de radicales libres del oxígeno de forma no ca­
Como consecuencia de ello se producen cam ­ talítica y estequiométrica y tiene actividad de
bios en el metabolismo de las grasas con au­ superóxido dismutasa, protegiendo del daño ti­
m ento de la síntesis de las lipoproteinas de sular.
muy baja densidad (VEDE) y disminución de Componentes del complemento B, C , y C^.
las lipoproteinas de alta densidad (HDL). Los Este grupo de proteínas posee capacidad de op­
aminoácidos liberados del músculo son capta­ sonizar, propiedades quimiotáxicas, vasodilata­
dos por el hígado y también se encuentra modi­ doras y eitolíticas por lo que resulta evidente la
ficado el perfil de proteínas sintetizadas. Existe importancia de su aumento durante la fase agu­
una disminución de los niveles de enzimas in­ da de inflamación.
volucradas en la gluconeogénesis y un aumento
de las que participan en las vías m etabólicas Grupo II
que proveen energía y de las que participan de
la glucosilación de proteínas. AGP. Conocida como orosomucoide. C on­
Existen evidencias de que la APR tiene dife­ forma el 30% de las a|-globinas. Se encuentra
rentes características en los distintos tipos de glucosilada en un 50% lo cual le confiere pro­
inflamación. Los cambios en la velocidad de piedades para interactuar con una gran variedad
síntesis de las diferentes proteínas de la APR, y de membranas celulares. Inhibe la interacción
del tipo de proteína glucosilada varían según de los parásitos de la malaria con las membra­
los distintos procesos patológicos. nas de los glóbulos rojos, inhibe la agregación
La función que cumple la APR, depende de plaquetaria, actúa como antiproteasa y se une a
la función que cum ple cada proteína. C ono­ una heparina inactivante.
ciendo el papel que cumple la proteína se eva­ H aptoglobina. Es el 25% del total de las
lúa el propósito de su cambio durante la infla­ fracción a^-globinas. Une hemoglobina y cum­
mación. ple funciones en el aporte de hemoglobina al
sitio de inflamación, pudiendo modificar la sín­
2.8.a Respuesta de fa se aguda negativa tesis de prostaglandinas ya que la cicloxigenasa
es una hemo-proteína. También posee activi­
A lbúm ina. El hecho de que la albúmina no dad de antiproteasa y poder bacteriostático na­
presentara función específica, hizo que los in­ tural. La haptoglobina también puede ser inmu-
vestigadores la consideraran como un “adapta­ nomoduladora, puede suprimir la blastogénesis
dor metabólico”. La albúmina conserva un pro­ linfocitaria y la quimiotaxis de los monocitos.
ceso de síntesis activo que, en caso de que sea Fibrinógeno. Es una p-globulina y es la pro­
necesario el aumento de síntesis de otras pro­ teína clave de la coagulación. También actúa
teínas, disminuye su propia síntesis, preservan­ como una opsonina aum entando el agrupa-
do de esta forma la presión oneótica. miento de ciertos microorganismos, como esta­
T ran sferrin a. Es otra proteína regulada ne­ filococos y estreptococos. El fibrinógeno blo­
gativamente durante la APR. Pertenece al gru­ quea la reactividad mitogénica da las células T
po de las beta-globulinas. Es la mayor respon­ y la quimiotaxis de los macrófagos.
sable del transporte de hierro. El hierro es ne­ Inhibidor de proteasas. La a ,-P I es el más
cesario para el crecimiento de la células de los im portante inhibidor de proteasa del plasm a
mamíferos y de las bacterias. La disminución humano. El 55% de la actividad es extravascu-
de la transferrina circulante con el aumento lar, lo cual denota su papel en el control de la
concomitante de la ferritina intrahepática dis­ actividad de proteasas tisulares.
minuyen ia disponibilidad del hierro en el sitio
de la infección. Grupo III
Transtiretina. Conocida como pre-albúmi-
na. Es la proteína transportadora de la hormona Componente amiloideo A (SSA). Su nivel
tiroidea. Su disminución es útil para disminuir aumenta de 1 0 0 a 1 .0 0 0 veces durante la infla­
los niveles de hormona tiroidea en la periferia, mación. SAA se encuentra asociada a las lipo-
Inflamación 463

1. Iniciación de la respuesta inflamatoria.


Cuadro 23-3. Proteínas de APR 2. Movilización de las células inflamatorias.
APR N ivel en plasm a
3.1. Iniciación de la respuesta inflamatoria
A PR -positiva
G rupo 1 T 50% C eruloplasm ina La iniciación de la respuesta inflamatoria es
C om plem ento C |-C , B,
un proceso dinámico que involucra a la interac­
G rupo II t 2-4 X al-g lo b in a s
H aptoglobina ción de mediadores solubles derivados del teji­
Fibrinógeno do con la pared vascular, las células inflam ato­
Inhibidor de proteasas rias y los componentes plasmáticos.
G rupo III t l O O - 1000 X Proteína
reactiva
De los cuatro signos cardinales de la infla­
com ponente mación, el calor y el rubor son debidos a un in­
am iloideo A cremento del flujo sanguíneo en el sitio de la
inflamación. Luego de la injuria tisular, poten­
APR negativa i A lbúm ina
T ransferrina
tes m ediadores vasoactivos liberados p o r las
T ranstiretína células mastoideas de los tejidos y por com po­
nentes de la pared vascular inducen un episodio
breve de vasoconstricción (3 a 5 segundos), se­
proteínas de alta densidad (HDL), lo que le guido por dilatación de las arteriolas pre-capi-
atribuiría propiedades de ayudar a la elim ina­ lares y aumento del flujo sanguíneo en la red
ción de derivados lipídicos de los microorga­ vascular. La manifestación clínica de este pro­
nismos o toxinas que formen complejos con las ceso es el rubor.
lipoproteínas. El aumento del flujo sanguíneo va acom pa­
Proteína C reactiva (CRP). Debe su nom ­ ñado de aumento de la perm eabilidad en las
bre a su capacidad de precipitar al poiisacárido vénulas poscapilares, debido a la retracción de
de microorganismos. La CRP se puede unir a las células endoteliales y de la form ación de
polisacáridos, fosfolípidos y policationes. El espacios en las uniones célula endotelial- célu­
resultado final de la unión de la CRP a bacte­ la endotelial. El aum ento de perm eabilidad
rias es producir la precipitación y aglutinación permite al fluido y a las proteínas salir del es­
de los microorganismos. La CRP, unida a los pacio intravascular, generando edema e h in ­
microorganismos, a los fosfolípidos o a los po­ chazón. Este proceso también genera una con­
licationes, aumenta la opsonización y causa la centración relativa de glóbulos rojos en la vas-
generación de factores quimiotácticos. La CRP culatura con retardo del flujo sanguíneo en las
se une a tejido necrótico y de ese modo puede vénulas, lo cual facilita la marginación de los
aumentar la velocidad de su remoción por fa­ leucocitos y fom enta la adhesión de los m is­
gocitosis (cuadro 23-3). mos al endotelio.
La medida más común de la APR es la eri- La formación de edema y la redistribución
trosedimentación. Los glóbulos rojos poseen en sanguínea por las arteriolas es también afectada
su superficie residuos de ácido siálico que pro­ por factores neurogénicos liberados en el sitio
voca la repulsión de las células entre sí. La pre­ de injuria.
sencia de proteínas séricas con carga positiva En el cuadro 23-4 se encuentra un resumen
neutraliza las cargas del ácido siálico, facilitan­ de los mediadores, los mediadores vasoactivos
do que las células se empaqueten y sedimenten y de su fuente de origen.
juntas. El fibrinógeno está cargado positiva­
mente y es la proteína plasmática más asimétri­ 3.2. M ovilización de las células
ca, por lo que es el mayor responsable del au­ inflamatorias
mento de la eritrosedimentación que se presen­
ta en la inflamación. La movilización de las células inflamatorias
se encuentra comprendida en dos fenóm enos
fundamentales:
3. DINAMICA DE LA RESPUESTA a. leucocitosis.
INFLAMATORIA b. migración celular

En el sitio de la inflamación ocurren im por­ 3.2.a Leucocitosis


tantes cambios. Estos cambios y el influjo de
células que toman parte en la inflamación es Los neutrófilos, eosinófilos y monocitos son
lo que se conoce como “la respuesta inflam a­ producidos en la médula ósea donde perm ane­
toria”. cen depositados por un corto período y luego
En la respuesta inflamatoria aguda se pueden son liberados al torrente circulatorio. Los m a ­
distinguir dos etapas que denominaremos; crófagos derivan fundamentalmente de los mo-
Mecanismos efectores de la respuesta inmune

la población total de neutrófilos del torrente


C u ad ro 23-4. Mediadores vasoactivos circulatorio, el 45% son circulantes y el 55%
M ediador Fuente son neutrófilos m arginados. Los neutrófilos
pueden ser rápidamente movilizados y son los
V asoconstricción
responsables del aumento de neutrófilos perifé­
N eurogénicos N ervios ricos asociados al ejercicio intenso o al uso de
LTC4, LTD4, LTE4 C élulas m astoideas, basófilos esteroides.
Vasodilatación
El depósito en médula ósea está constituido
por células maduras o que se encuentran en las
PG12 C élulas endoteliales
últimas etapas de maduración, las cuales están
PGE2, PG D 2 M onocitos, m acrófagos, cé lu ­ normalmente retenidas antes de ser liberadas al
las m astoideas torrente circulatorio. El número de células en
esta situación es 2 0 veces mayor que el de cir­
H istam ina C élulas m astoideas, basófilos culación. En respuesta a mediadores inflamato­
S erotonina Plaquetas rios como la IL-1, el TNF y la endotoxina estas
células son liberadas al torrente circulatorio. El
Bradiquina Plasm a (sist. celular de co n ­ aporte del compartimiento de la médula ósea a
tacto) la reacción inflamatoria se hace evidente por el
NO C élulas endoteliales núm ero de neutrófilos en cayado que se en­
A um ento de perm eabilidad vascular
cuentran en el torrente circulatorio.
Los monocitos, por el contrario, se encuen­
Histam ina C élulas m astoideas, basófilos tran depositados en muy escasa cantidad en la
S erotonina P laquetas médula ósea y su movilización requiere divi­
sión de la “stem cell” al responder a la deman­
C3a, C 5a Plasm a (sistem a de contacto) da periférica.
Bradiquinina P lasm a (sistem a de contacto)
3.2.b Reclutamiento celular
LTC4, LT D 4, LTE4 Eosinófilos, células m asto i­
deas, m onocitos
3.2.b.l Factores que regulan
PAF C élulas m astoideas, basófi­ el reclutamiento celular
los, m onocitos, m acrófagos,
neutrófilos, eosinófilos, La extravasación de los leucocitos es un de­
plaquetas, células m asto i­ terminante crucial de la reacción inflamatoria.
deas La IL-1 y el TNF, inyectados localmente, cau­
san infiltración leucocitaria en los tejidos. Las
células endoteliales participan en el reclu ta­
miento de leucocitos provocado por las citoqui­
nocitos circulantes, pero poseen una habilidad nas inflainatorias, produciendo quimioatractan­
limitada de presentar mitosis en los tejidos. tes que activan y atraen leucocitos, por expre­
La vida media de los neutrófilos, eosinófilos sión de moléculas de adhesión y por la altera­
y fagocitos m ononucleares es relativam ente ción del flujo sanguíneo.
corta. Por lo tanto para mantener su ntimero en Las estructuras de adhesión inducidas por
el sitio de inflamación requiere un influjo cons­ IL-1 y TNF pertenecen a dos grupos estructura­
tante de nuevas células. les: el gen de la superfamilia de las inmunoglo­
En la inflamación aguda el ntimero de leuco­ bulinas (Ig) y la familia de las selectinas. Las
citos asciende de 5000 a 30.000/mL. Este au­ células endotehales expresan constitutivamen­
mento es debido al movimiento de neutrófilos te, a bajos niveles, tres moléculas del tipo Ig;
al torrente circulatorio desde dos sitios de de­ ICAM-1, ICAM-2, y VCAM-1. El tratamiento
pósito; las células marginadas intravasculares y eon IL-1 y T N F in c rem e n ta la sín te sis de
las de la médula ósea. IC A M -1 y V C A M -1 , m ie n tra s q u e la de
El depósito de células marginadas representa ICAM-2 no es afectada.
una población de neutrófilos que se encuentran Los ligandos de estas Ig son miembros de
adheridos tem porariam ente a la pared de los los receptores de adhesión de la familia de las
vasos sanguíneos y que de esta manera perm a­ integrinas: LFA-1 y Mac-1 ( que pertenecen a
necen fuera del torrente circulatorio principal. la subfamilia de integrinas ¡32, C D l 1/18 o Leu
Esta marginación ocurre en los vasos donde la C A M ) q u e a c tú a n co m o re c e p to re s p a ra
dinámica del flujo sanguíneo hace que los gló­ ICAM-1 mientras que VLA-4 ( o alfa4|3l)es el
bulos rojos ocupen el torrente central, despla­ receptor para VCAM - 1 .
zando a los leucocitos a la periferia, en contac­ La activación de los leucocitos por ciertos
to eon el endotelio de los vasos sanguíneos. De estímulos aumenta intensamente la afinidad de
Inflamación 465

LFA-1 y Mac-1 por ICAM-1, posiblemente de­ res de adhesión del endotelio, los activan. La
bido a cambios conformacionales de las molé­ interacción de los linfocitos T con VCAM-1 e
culas de integrinas mediadas por el dominio ci- ICAM -1, pero no con selectina E, es co-esti-
toplasmático de la cadena P2. Por otro lado, la mulatoria con el receptor de células para indu­
afinidad y especificidad de ICAM-1 para los cir proliferación y expresión del receptor de
receptores-integrinas es modificada por el gra­ IL-2.
do de glucosilación. La expresión de las proteínas de adhesión de
La otra proteína de adhesión inducida por el las células endoteliales se ha observado en dis­
tratamiento con citoquinas en las células endo­ tintas patologías en seres humanos, incluyendo
teliales es la selectina -E. Los tres componentes la fase tardía de las reacciones alérgicas, artritis
de este grupo comparten una estructura similar, reumatoidea y linfoma.
con un dominio lectina dependiente del calcio Las m oléculas de adhesión inducidas por
en el terminal amino. Los otros dos componen­ IL-1 y TNF no son reconocidas específicamen­
tes de este grupo son: la selectina -P o GMP- te por los leucocitos, sino que pueden unir otras
14 0 /P A D G E M y la s e le c tin a -L o M E L - células invasivas. Por ejemplo, IC A M -I, puede
14/LAM -l. Diversos trabajos demuestran que unir a la mayoría de los rinovirus y pro-eritro-
los carbohidratos son ligandos para las selecti­ citos infectados por Plasmodium falciparum-, la
nas a través del reconocim iento del dominio Candida albicans puede expresar receptores de
lectina de estas m oléculas. Un azúcar de es­ adhesión homólogos a M ac-1, por lo que se su­
tructura simple, Slex, fue identificada para la giere que puede unirse a ICA M -1.
unión de ia selectina-E en las células de origen VCAM-1 es reconocida por células tumora­
mieloide. El mismo azúcar puede unir también les tales como las de melanoma y las de osteo­
selectina-P. Sin em bargo, otro grupo azúcar, sarcoma, mientras que la selectina-E es unida
Slea, presente en las células del carcinoma de por células del carcinoma de colon. Este fenó­
colon, pero no en polimorfonucleares neutrófi­ meno está acompañado por un aumento de la
los o monocitos, puede unir ávidamente selecti­ adhesividad de las células tumorales a las célu­
na-E y promover adhesión de las células tumo- las endoteliales activadas y es, por lo tanto, la
rales. Además, la selectina-L, presente en linfo­ causa del incremento de la incidencia de metás­
citos y polimorfonucleares, puede unirse a la tasis artificial o espontánea en los animales tra­
selectina-E. tados con IL-1.
La inducción de la selectina-E en células en­
doteliales por IL-1 es de corta duración, llega 3.2.b.2 Migración celular
al máximo en 4h y luego cae en 8-12h, por lo
que tiene un papel importante sólo en la prime­ La migración de los leucocitos a los tejidos
ra fase del reclutamiento leucocitario. involucra una secuencia coordinada de fenóme­
Los monocitos, eosinófilos y los linfocitos nos de adherencia, mediados por la interacción
T, reconocen las tres moléculas de adhesión in­ entre los leucocitos y las moléculas de adhe­
ducidas por la IL-1. Los neutrófilos se unen a sión de la superficie de las células del endotelio
lCA M -1 y a ELA M -1, pero no reconocen a vascular. Esta cascada de fenóm enos se en­
V CAM -1. Las células NK se unen esencial­ cuentra ilustrada en la figura 23-15 y puede ser
mente a ICAM-1 y a VCAM-1 y sólo en menor dividida en cuatro etapas.
proporción a la selectina -E.
Aparentemente, una acción concertada de es­ 1. La primera etapa involucra la generación de
tas moléculas de adhesión inducibles de las cé­ mediadores (incluyendo citoquinas) y la ac­
lulas del endotelio son requeridas para la m i­ tivación inicial del endotelio en el sitio de
gración celular a través del endotelio. En térmi­ inflamación para inducir la expresión de se­
nos generales, la selectina-E juega el pape) de lectinas y ligandos de selectinas. E sto oca­
permitir la primera adhesión de los leucocitos siona el debilitam iento del contacto entre
en vénulas, mientras que el mecanismo de re­ los leucocitos y el endotelio vascular, indu­
conocim iento de ICAM-1 y Mac-1 dominan ciendo de esta form a el “rodam iento” de
los sucesos posteriores. La interacción de los los leucocitos a lo largo del endotelio.
monocitos y neutrófilos con las selectinas E y 2. En la segunda etapa de la cascada, la de
P, median el “rodamiento” a lo largo de la su­ “activación”, los leucocitos que se encuen­
perficie del endotelio. La activación leucocita­ tran “rodando” son activados por citoquinas,
ria con citoquinas quimioatractantes (quimio­ quimioquinas y quimioatractantes, que son
quinas), promueve su unión a ICAM-1, la cual producidos localmente. La activación de los
es entonces responsable de una adhesión más leucocitos produce entonces un aumento de
fuerte y de la migración a las capas sub-endote- la afinidad de la unión de las integrinas de
liales. los leucocitos a sus ligandos endoteliales,
La adhesión de los leucocitos a los recepto­ llevando a una adhesión firme.
466 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

Etapa R odam iento A ctivación Adhesión M igración transendotelial

Carbotiidratos Receptores de LFA-1 LFA-1


sialilados y quimioquinas y Mac-1 Mac-1
Leucocitos glucosllados quimioatractantes MLA-4 VLA-4
Selectina L PECAM-1

Endotelio

Selectlna-P Citoquina ICAM-1


Selectina-E Quimioquinas ICAM-2
LIg. seiectina-L PAF VCAM-1
Selectina-E

F ig. 23-15. M igración leucocitaria.

3. La tercera etapa es de “adhesión firm e ”, previa a la firme adhesión al endotelio. Es me­


mediada por la unión de una integrina del diada por distintos tipos de selectinas. La selec-
leucocito a un ligando tipo superfamilia tina-P se encuentra preformada, depositada en
de las inmunoglobulinas (Ig). las células endoteliales, y es movilizada a la su­
4. En la cuarta etapa de la cascada, la “m i­ perficie celular cuando el endotelio es estimu­
gración trans-endotelial”, los leucocitos lado por mediadores de las células mastoideas,
adheridos migran entre las uniones de las por ejemplo, histam ina y factor activador de
células endoteliales. La migración trans­ plaquetas (PAF). La selectina-E es inducida en
endotelial involucra a integrinas leucoci- las células del endotelio vascular por citoqui­
tarias y ligandos endoteliales tipo Ig, así nas tales como IL -1 y TNF.
como a moléculas de adhesión de leuco­ Las selectinas P y E del endotelio vascular
citos y plaquetas del endotelio vascular luego interactúan con oligosacáridos sialilados
(PECAM-1). de los leucocitos del torrente circulatorio (véa­
se cuadro 23-5) causando a su vez “rodamien­
Rodamiento leucocitario to” leucocitario.
La selectina- L de los leucocitos tam bién
El “rodamiento” de los leucocitos en el sen­ contribuye al “rodamiento leucocitario” a tra­
tido del flujo sanguíneo es la prim era etapa vés de su interacción con oligosacáridos del en-

C uadro 23-5. Moléculas de adhesión en leucocitos

M oléculas de adhesión
en leucocitos D istribución Ligando endotelial

C ontraparte para .selectinas

C arbotiidratos sialilados Todos los leucocitos Selectinas - P y E


C arbohidratos fucosilados T odos los leucocitos Selectinas Pg y E

Selectina-L Todos los leucocitos N o determ inado

Integrinas - B lC A M -L IC A M -2
L F A -1 (CD lla /C D 1 8 ) Todos los leucocitos ICAM-1
M A C -1 (CD rib /C D 1 8 ) E, B ,N , M N o determ inado
p l5 0 (C D tlc /C D 1 8 ) E, B ,N ,M

Integrinas B, E, B, L, M VCAM -1
V LA -4 (CD 49d/CD 29)

R eferencias: B: b asó filo s, E: eo sin ó filo s; L: lin fo cito s; M : m o n o cito s; N: n e u tró ü io s .


Inflamación 467

dotelio (ligando de seleetina -L) que son a su mioatractantes producidos localmente y la dis­
vez inducidos por eitoquinas. tribución celular de sus receptores. Además las
citoquinas, el factor de necrosis tumoral alfa
Activación (TNF-alfa), el factor estimulante de crecim ien­
to de granulocitos y macrófagos (GM-CSF), la
La aetivaeión de los “leucocitos rodantes” interleucjuina 3 (IL-3) y también la interleuqui­
por quim ioatractantes resulta en un aumento na 5 (IL-5) incrementan la adhesividad de las
rápido de la adhesividad de las integrinas. Este integrinas leucocitarias.
aumento de adhesividad ha sido demostrado en
neutrófilos, eosinófilos, monocitos y células T. Adhesión
En este sentido, además del PAF y del leuco­
trieno B^, han sido identificados como im por­ La adhesión firme de los leucocitos al endo­
tantes factores activadores a quimioquinas que telio es mediada por la unión de las integrinas
además determinan la especificidad de activa­ de los leucocitos a los ligandos endoteliales ti­
ción (véase cuadro 23-6). po Ig. Cada integrina consiste en cadenas hete-
Basados en la homología de la secuencia pri­ rodímeras alfa y beta. Existen dos tipos de in­
maria y en la secuencia de las dos primeras cis- tegrinas, llamadas integrinas Pj e integrinas P,.
teínas, se distinguen dos familias de quimioqui­ Dentro de las integrinas se distinguen a
nas: las alfa q u im io q u in as, eon se c u e n c ia su vez tres tipos: LFA-1; Mae-1 y p l5 0 ,9 5 .
C-X-C, que actúan sobre neutrófilos y las beta Las distintas integrinas P2 se diferencian en el
quimioquinas con secuencia C-C, que actúan so­ tipo de cadena alfa las cuales se encuentran no
bre monocitos, y en algunos casos eosinófilos y covalentemente asociadas a dos cadenas p. La
células T (cuadro 23-6). Estas quimioquinas son expresión de integrinas p 2 está restringida a
producidas en grandes cantidades por células T leucocitos, sin embargo la distribución de las
activadas, m onocitos, células endoteliales y cadenas p difiere en los distintos tipos de leu­
otros tipos celulares. Por ejemplo: la lL -8 dispa­ cocitos. LFA-1, es expresado en todos los leu­
ra la adhesión de neutrófilos a los ligandos en­ cocitos, mientras que Mac-1 y pl50,95 están
doteliales ICAM -1 e ICAM-2 a través de las in­ expresados en todos los leucocitos excepto lin­
tegrinas [32, en cambio la quimioquina MIP-1(3 focitos. Las integrinas leucocitarias p2, unen
induce adhesión de hnfocitos T al ligando endo- específicamente los ligandos endoteliales tipo
telial VCAM-1 a través de las integrinas (31. Ig: LFA-1 une a ICAM-1 y a ICAM-2; Mae-1
Los receptores de quim ioatractantes se en­ une a ICAM-1. Así la adhesión de los neutrófi­
cuentran acoplados eon proteínas que unen los, eosinófilos, basófilos y monocitos al endo­
GTP. Luego de la unión del ligando al recep­ te lio v a sc u la r d e p en d e p rin c ip a lm e n te de
tor, las señales son transducidas para generar LFA-1 y Mae-1 y en menor grado de pl5 0 ,9 5 .
conformaciones activas de los heterodím eros La adhesión de los linfocitos involucra sólo a
de las integrinas. Así, la especificidad de la ac­ LFA-1.
tivación leucocitaria está determinada por qui­ La integrina p l, VLA-4, se expresa en todos
los leucocitos excepto en neutrófilos y une
VCAM-1 expresada en células endoteliales ac­
tivadas por eitoquinas. Así, VLA-4 está involu­
crada en la adhesión de linfocitos, monocitos,
C uadro 23-6. Quimioatractantes ele leuco­ eosinófilos, y basófilos a células endoteliales
citos a c tiv a d a s a tra v é s de la in te ra c c ió n con
VCAM -1. Como los neutrófilos no expresan
Q uim ioíractantes Fuentes Célula blanco VLA-4, ellos no pueden usar esta vía para ad­
LTB4 M C ,N E ,B ,N ,M herirse al endotelio estimulado.
PAF E C ,E E, B ,N , M La expresión de ICAM-1 y VCAM-1 en las
C5 Com plem ento E ,B ,N ,M células del endotelio vascular es regulada por
citoquinas: IL-1, T N F -a y TNF-p inducen la
Q uim ioquinas
C-X -C expresión de lCAM-1 y VCAM-1. El interfe-
IL -8 T,M ,EC, N, B rón-y reg u la positiv am en te la e x p resió n de
N AP-2 fibroblastos N, B, fibroblastos ICAM-1, pero no de VCAM-1. La IL-4 induce
Plaquetas la expresión de VCAM -1, pero no IC A M -1.
Q uim ioquinas C-C Por el contrario ICAM-2 está constitutivamente
MCP-1 T, M, EC, B ,M expresada en el endotelio vascular y no es afec­
M CP-3 fibroblastos E ,B ,M tada por las citoc¡uinas.
M T P - la M , T ,B E ,B ,M Por lo tanto, la unión específica de las inte­
M T P -lp M, T, B T, M
Rantes T, plaquetas E, B, T, M grinas leucocitarias a los ligandos tipo Ig del
endotelio y la regulación de la expresión de los
468 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

ligandos por las citoquinas contribuyen a la se­ 2. La activación selectiva de las integrinas leu-
lectividad de adhesión de los distintos subtipos cocitarias (LFA-1, Mac-1 y VLA-4) induci­
de leucocitos, mediando así un reclutam iento da por citoquinas, quimioquinas y quimioa­
selectivo de leucocitos al sitio de inflamación. tractantes.
3. La expresión selectiva de las moléculas de
Migración trans-endotelial adhesión del tipo de Ig en las células endo­
teliales inducida por citoquinas.
Finalmente, los leucocitos se arrastran sobre
la superficie del endotelio a la unión intercelu­ Estudios in vitro demostraron que en la etapa
lar y luego se deslizan entre las células endote­ de “rodamiento”, existen diferencias entre los
liales al tejido extravascular. Se ha demostrado carbohidratos sialilados del ligando de la selec­
que la migración de los leucocitos a través de tina-E de la superficie de los neutrófilos y eosi­
monocapas endoteliales in vitro es inducida por nófilos. Esto puede explicar la menor adhesivi­
la activación de los leucocitos por quimioatrac­ dad de los eosinófilos a la selectina-E.
tantes y por la estimulación de las células en­ También se ha demostrado activación selec­
doteliales con citoquinas, totalm ente d epen­ tiva de los eosinófilos por citoquinas, quimio­
diente de CD11/CD18. Sin embargo, la adhe­ quinas y quimioatractantes específicos para eo­
rencia al endotelio es un requisito previo para sinófilos, que prom ueven su adherencia y la
la subsecuente migración trans-epitelial. Así, migración trans-endotelial.
bloqueando cualquier etapa de adherencia, se La IL-5, una citoquina derivada de las célu­
conseguirá reducir la migración trans-endote- las T, que activa eosinófilos específicamente e
hal. induce eosinopoyesis, aumenta la adherencia
Además de los mecanismos involucrados en de los eosinófilos y poten cia su m igración
la adhesión firme, hay por lo menos dos meca­ trans-endotelial. GM -CSF, que es producido
nismos diferentes para la migración trans-endo­ por células T y también por células endoteliales
telial, llamados quimiotaxismo y haptotaxismo. activadas, también estimula la migración trans-
En el quimiotaxismo, los leucocitos adherentes endotelial de los eosinófilos, sin afectar la m i­
se mueven en el sentido de la concentración de gración trans-endotelial de los neutrófilos aun­
un quimioatractante. Éstos son importantes tan­ que induce la adherencia de arabas especies
to en la migración trans-endotelial de los leuco­ sub-leucocitarias.
citos como en la activación de las integrinas de La quimioquina específica para eosinófilos,
adherencia. En el haptotaxismo, los leucocitos RANTES, induce selectivamente la migración
migran a lo largo de un gradiente de los ligan- trans-endotelial de los eosinófilos pero no de
dos de adhesividad de las células endoteliales a los neutrófilos y lo hace sin afectar a la etapa
la región de máxima densidad de ligando. En de adherencia. El PAF también induce selecti­
este sentido, una molécula de adhesión tipo Ig, vamente la migración trans-endotelial de los
PECAM -1, puede cumplir alguna función en la eosinófilos, aunque en la etapa de adherencia
m igración trans-endotelial de leucocitos. AI no presenta selectividad entre los eosinófilos y
contrario de ICAM-1, la cual es expresada so­ los neutrófilos.
bre toda la superficie de las células endotelia­ En las'etapas de adhesión firme y migración
les, PECAM-1 está localizada en las uniones trans-endotelial, la interacción entre VLA-4 y
intercelulares por lo que presenta un gradiente VCAM-1 media la migración de los eosinófilos
hapotáxico que posibilita la migración trans- selectivamente, ya que los eosinófilos, y no los
endotelial. neutrófilos, expresan VLA-4 en la superficie
celular y pueden por lo tanto unir al ligando en­
Mecanismo selectivo para la acumulación dotelial VCAM-1 el cual es específicam ente
de eosinófilos regulado por las citoquinas. La IL-4 induce se­
lectivamente VCAM-1 pero no ICAM-1 o se­
Las tres selectinas y sus tres carbohidratos li­ lectina-E. Contrariamente, TNF e IL-1 inducen
gandos, junto a las cuatro integrinas y sus li­ la expresión de ICAM-1 y de VCAM-1 en cé­
gandos tipo Ig, proveen suficiente diversidad lulas endoteliales, por lo que tam bién incre­
com binatoria como para perm itir el reclu ta­ mentan la adhesión de los eosinófilos por esti­
m iento de los subtipos de leucocitos. Por lo mulación de las células endoteliales.
tanto, existen tres componentes clave para se­ Existen evidencias de que la infiltración de
leccionar el tipo de leucocito reclutado; eosinófilos causa daño tisular en tejidos como
el de las vías respiratorias e hiperreactividad
1. La expresión selectiva de las selectinas y del mismo debido a la liberación de gránulos
sus ligandos en las células epiteliales (selec- citotóxicos y de mediadores lipídicos.
tina-P, selectina-E , selectina-L ) inducida Además de la infiltración de eosinófilos, se
por citoquinas y mediadores inflamatorios. ha demostrado un aumento de células T CD4+
Inflamación 469

y de su citoquina IL-5 en los sitios de reacción Respuesta de las células endoteliales


alérgica tardía, lo que sugiere la intervención a las citoquinas
de ambos factores en el reclutamiento de eosi­
nófilos inducido por la citoquina de las células Respuesta a la IL-1 y al TN F
Th2, IL-5 y la IL-4; también las quimioquinas
RANTES y M T P -la inducen selectivamente la Estas citoquinas pro-inflam atorias y pleio-
acumulación de eosinófilos. La IL-5 activa a trópicas así como el lipopolisacárido (LPS) de
los eosinófilos para que aumenten su adhesivi­ las bacterias, orientan la función de la células
dad a integrinas. También induce eosinopoye- endoteliales en un sentido trombogénico e in­
sis y la liberación de eosinófilos de la médula flamatorio.
ósea. La IL-4, induce selectivamente la expre­ A m bas citoquinas inducen la síntesis del
sión de VCAM-1 en el endotelio, por lo tanto PAF por las células endoteliales. Este fosfolípi­
la activación de las células Th2 es un pre-re- do es un potente activador de las plaquetas y de
quisito para la acumulación selectiva de eosi­ los leucocitos y es vaso constrictor. Se ha suge­
nófilos (véase fig. 23-16). rido que el PAF liberado es el responsable de la
capacidad inmunosupresora de las células del
endotelio vascular activadas. Además, las célu­
4. FUNCIÓN DEL ENDOTELIO las asociadas al PAF activan a los polimorfonu­
VASCULAR EN LA IN FLA M A C IÓ N cleares, los cuales se adhieren a las células en­
doteliales y las condicionan para la posterior
Introducción respuesta estimulatoria.
Luego de la activación, las plaquetas expre­
Las células del endotelio vascular han sido, san IL-1, la cual, asociada a las plaquetas actúa
por m ucho tiem po consideradas un re v e sti­ sobre el endotelio vascular induciendo la p ro ­
miento pasivo de los vasos sanguíneos dotado ducción de moléculas de adhesión y la produc­
de propiedades negativas, siendo la más im por­ ción de citoquinas. Así, en los sitios de infla­
tante la de representar un sustrato no trombogé- m ación ocurre un interjuego entre las células
nico para la sangre. endoteliales y las plaquetas am plificando la
Sin embargo, las células del endotelio vas­ reacción inflamatoria.
cular se encuentran estratégicamente localiza­ La inducción de NO por la IL-1 puede ser
das en la interfase entre la sangre y el tejido. vista en la misma perspectiva de repuesta vaso­
Por lo tanto no es sorprendente que estas célu­ dilatadora local o sistémica a esta citoquina in­
las, las cuales disparan el tráfico de las m olé­ flamatoria. La exposición del tejido vascular al
culas y de las células a través de los vasos san­ LPS, lo vuelve refractario a la acción v a so ­
guíneos, juegan un papel activo en la hom eos­ constrictora de las drogas adrenérgicas. Este
tasis, las reacciones inflamatorias y ia inm uni­ efecto se produce a través de la inducción de
dad. Además de responder rápidamente, en tér­ NO vía la IL-1 y cL TNF. La resistencia adre-
minos de segundos, a agonistas tales como his­ nérgica es también un hecho que se presenta en
tamina y trombina, las células vasculares, lue­ el síndrome del “shock” séptico. El significado
go de ser expuestas a las citoquinas, sufren de la alteración del flujo vascular en la infla­
profundas alteraciones de la función que inclu­ mación todavía no ha sido establecido.
ye expresión genética y síntesis de proteínas, El TNF altera la permeabilidad vascular, pe­
lo que requiere horas para desarrollarse y son ro su acción depende de la presencia de neutró­
relativamente duraderas. Esta reprogramación filos. Así, la alteración vascular alterada p o r ci­
funcional de las células endoteliales se ha de­ toquinas inflamatorias probablemente depende
nominado “activación”, en analogía con el tér­ de la interacción directa con el endotelio como
mino ampliamente usado para la línea monoei- del reclutamiento y activación de los leucocitos
tos/macrófagos. circulantes.
Las células vasculares son tanto “blanco”,
como fuente de citoquinas, y estos mediadores R espuesta al interferón-y
polipeptídicos operan como señales de comuni­
cación con leucocitos (productores principales El IF N - 7 es la prim era citoquina d efin id a
de citoquinas), así como con diversos tejidos y molecularmente que se demostró tiene acción
órganos. En este capítulo analizaremos sólo las sobre el endotelio vascular.
respuestas llevadas a cabo por las citoquinas en El IFN-Y aumenta la producción de IL-1 esti­
las células vasculares y analizaremos la forma mulada por el LPS. También amplifica la ac­
en que los elementos de los vasos sanguíneos ción del TNF sobre las células endoteliales,
participan en la cascada de citoquinas, produ­ causa un aumento lento de la producción de
ciendo grandes cantidades de estos mediadores IC A M -I, tornando al endotelio vascular más
polipeptídicos. adhesivo para los linfocitos T.
470 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

Etapa R odam iento Activación A dhesión M igración transendotelial

Lig. seiectina-P Receptores de LFA-1


Eosinófilos Lig. selectina-E quimioquinas y Mac-I
Seleetina L quimioatractantes VLA-4

Endotelio
Selectina-P
Selectina-E
Lig. selectina-L

Selectina-E

F ig. 23-16. M ecanism o selectivo de acum ulación de eosinófilos.

La inform ación disponible sugiere para el proteína de 46 kD denominada factor de per­


INF-y una acción única, distinta del resto de las m eabilidad vascular (VPF) tam bién llainado
eitoquinas, que es la de inducir a las células a factor de crecimiento vascular (VEGF). El VPF
actuar como células accesorias sin presentar promueve pérdida de líquido vascular por inte­
por ellas mismas efecto pro-inflamatorio, trom­ racción con receptores específicos a alta afini­
bótico, proliferativo o migratorio. dad, a través de cambios en la homeostasis del
calcio. Posee acción sinérgica con el TNF en la
Respuesta a la interleuquina-4 inducción de factores pro-coagulantes en el en­
dotelio vascular y en promover la migración de
La IL-4 es un factor de crecimiento y dife­ monocitos a través del endotelio vascular. Así,
renciación linfocitaria que ha emergido recien­ el VPF afecta la función del endotelio relacio­
temente como modulador de la función de las nada con la angiogénesis y con la trombosis e
células endoteliales. La exposición de las célu­ inflamación.
las endoteliales a la IL-4, sola o en combina­
ción con IL-1 y TNF, produce aumento de la Producción de quimioquinas
unión de linfocitos pero no de neutrófilos, de­
bido a que aumenta la expresión de VCAM-1, Las células vasculares producen diversos
pero inhibe la expresión de ICAM-1 y selecti- m iem bros de la fam ilia de las cito q u in a s,
na-E. Adicionalmente, la IL-4 es un inductor muchas de las cuales son quimiotácticas para
débil de la IL - 6 en las eélulas endoteliales, pero la población de leucocitos, son las quim ioqui­
amplifica su producción en combinación con nas.
otros estímulos. Por exposición a señales inflamatorias como
La IL-4 es un factor de crecimiento para la IL-1, TNF y LPS, las células endoteliales pro­
mierovaseulatura, pero no de los grandes vasos. ducen una proteína quimiotáctica de inonocitos
Colectivamente, los efectos de la IL-4 pueden (MCP), que pertenece a la familia de las C-C y
ser interpretados como favoreciendo el recluta­ es importante para la regulación de la infiltra­
miento de linfocitos y la activación de elementos ción de monocitos en ciertos tumores.
linfoeíticos y monocíticos, cruciales para la in­ La IL-1, el TNF y el LPS, también inducen
flamación sub-aguda y crónica y las reacciones IL -8 y gro-alfa, dos quimioquinas de la familia
inmunes. Aunque este punto de vista es atracti­ de las C-X-C. Ambas son activos quimioatrac­
vo, resulta iiitrigante que esta misma citoquina tantes para neutrófilos, pero además afectan a
posea una acción inhibitoria sobre la adhesión los basófilos (con IL-3), linfocitos y células de
de los monocitos a las células endoteliales. melanoma.
A sí, las células vasculares producen q u i­
Respuesta al factor de permeabilidad mioatractantes (IL -8 y MCP), que atraen y acti­
vascular van a diferentes sub-poblaciones de leucocitos.
Estos mediadores actúan concertadamente con
Células tumorales de diferente origen y célu­ el aumento de la expresión de las moléculas de
las del m úsculo liso vascular, producen una adhesión, así como con las alteraciones reoló-
Inflamación 471

gicas determinadas por la inducción de la sínte­ oxígeno y proteasas, como así también m edia­
sis de las prostaglandinas y del NO para provo­ dores lipídicos como leucotrieno y factor ac­
car extravasación de leucocitos, así como célu­ tivador de plaquetas (PAF).
las tumorales metastásicas a los tejidos. La pro­ Adicionalm ente, y según la naturaleza del
ducción de los quim ioatractanes por los ele ­ daño patogénico, las células fagocíticas mono-
mentos vasculares puede ser importante en la nucleares pueden ser estimuladas por vías in­
patogénesis de las enfermedades que afectan m unes o no inm unes para generar productos
directamente a los vasos sanguíneos. La infil­ del ácido araquidónico y potentes citoquinas,
tración de monocitos es un hecho temprano en que luego modulan la evolución de la respuesta
la historia de la ateroesclerosis y es prominente inflamatoria.
en la vaseulitis. R ecientem ente, se ha puesto en evidencia
que las células del endotelio vascular son parti­
Tono y permeabilidad vascular cipantes activos de la modulación de la repues­
ta inflamatoria, secundaria a la habilidad que
La lL-1 y el TNF aumenta la producción de poseen de expresar en su superficie y secretar
PGI2 a través de la inducción de la COX-2. potentes mediadores que regulan no sólo el to­
La inducción del óxido nítrico (NO) por la no vascular y su permeabilidad, sino tam bién la
IL-1 puede ser vista en la misma perspectiva coagulación, la vía fibrinolítica y la función de
de repuesta vasodilatadora local o sistémica a células inflamatorias.
esta citoquina inflamatoria. La exposición del El sello morfológico de la “inflamación agu­
tejido vascular al LPS, vuelve refractario al da” es la formación de edema, deposición de
mismo a la acción vasoconstrictora de las dro­ fibrina y presencia de neutrófilos en el sitio de
gas adrenérgicas. Este efecto se produce a tra­ injuria. Dependiendo del tipo de injuria, el nú­
vés de la inducción de NO vía IL-1 y TNF. La mero de neutrófilos en el sitio de injuria puede
resistencia adrenérgica es también un hecho disminuir en la respuesta inflamatoria crónica.
que se presenta en el síndrom e del “ sh o ck ” La “inflamación crónica” se caracteriza por el
séptico. aumento del número de macrófagos, linfocitos,
El TNF altera la permeabilidad vascular, pe­ células plasmáticas y eosinófilos. En este punto
ro su acción depende de la presencia de neutró- puede haber distintas posibilidades. Primero,
füos. Así, la alteración vascular alterada por ci­ puede haber eliminación del elemento patogé­
toquinas inflamatorias probablemente depende nico y el tejido injuriado comienza a repararse
de la interacción directa con el endotelio como y a retornar a su estructura y función normal.
del reclutamiento y activación de los leucocitos Segundo, puede haber persistencia del agente
circulantes. patogénico, con o sin activación del m ecanis­
mo inmunológico, llevando al desarrollo de la
inflamación granulomatosa. Tercero, puede ha­
5. R ESPU ESTA IN FLA M A TO R IA . ber injuria irreversible del tejido, seguido de
R ESU M EN Y CON CLU SIO NES una activa proliferación de capilares, fibroblas­
tos y de elementos mesenquimatosos que lleva­
5.1. Inflamación aguda ría a la pérdida de la función del tejido. L a evo­
lución de la repuesta inflamatoria depende de
La etapa inicial de la respuesta inflamatoria la naturaleza de la agresión, de la extensión de
clásica a la injuria tisular, está caracterizada la injuria y del grado de activación inm unológi­
por la liberación de m ediadores vasoactivos ca que se presenta.
desde las células mastoideas de los tejidos (por La fase inflamatoria aguda tiene una exten­
ejemplo, histamina y leueotrienos), plaquetas y sión limitada de 5-12 horas, la que luego puede
componentes plasm áticos (bradiquinina), que ser seguida por la fase crónica.
producen vasodilatación y formación de ede­
ma. Esta etapa es seguida por la activación de 5.2. Inflamación crónica
los componentes de la coagulación y del siste­
ma de complemento y la generación de factores Siguiendo a la repuesta inm ediata aguda,
quimiotácticos para neutrófilos y para otras cé­ existe un influjo subsecuente de monocitos, eo­
lulas inflamatorias derivados del plasma (C5a) sinófilos y linfocitos. En la medida de que la
y de eélulas (IL-8). Los factores quimiotácticos agresión inicial es controlada o contenida no se
funcionan reclutando células inííam atorias en produce más reclutamiento de neutrófilos, los
el sitio de inflamación y promueven su migra­ neutrófilos presentes degeneran y se acumulan
ción a los tejidos. Una vez presentes en el teji­ las células mononucleares. En el m om ento en
do, las células inflamatorias (neutrófilos) pue­ que en el sitio de inflamación predominan los
den ser estimuladas para liberar productos bac­ m onocitos, linfocitos, m acrófagos y células
tericidas, inclusive m etabolitos reactivos del plasmáticas comienza la inflamación crónica,
472 Mecanismos efectores de la respuesta inmune

La función que cumplen ios monocitos y ma­ BIBLIOGRAFÍA


crófagos es doble: por un lado, la de fagocitar, D uriim , S. K . and O ppenheim , J. Proinflam m atory C y toki­
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INMUNOPATOLOGÍA

III
inmunología de las infecciones
bacterianas

MIRTA A. FRANCO 24
IN FE C C IÓ N Y EN FER M ED A D de la superficie epitelial, a menudo se desarro­
llan infecciones subcutáneas provocadas por
Cuando un microorganismo es capaz de es­ bacterias del género Staphyloccoccus, que ha­
tablecerse en un huésped, se habla de in fec­ bitan en folículos pilosos y glándulas sudorípa­
ción. Si, además, le produce daño a ese hués­ ras. También se ha señalado que discontinuida­
ped el proceso se denomina enfermedad infec­ des de la piel constituyen la ruta inicial de in­
ciosa. La capacidad potencial de un microorga­ fección en algunas enfermedades infecciosas.
nismo de causar enfermedad se denomina pa­ Otras vías de entrada para bacterias patóge­
togenicidad y es un atributo de especie. De es­ nas son; a través de mordeduras de animales o
ta m anera, puede decirse de ciertas especies por introducción de materiales contam inados
bacterianas que son patógenas para un huésped en heridas. Con algunas excepciones, la inocu­
determinado. Sin embargo, cepas individuales lación intradérmica directa con bacterias viru­
pertenecientes a una especie considerada pató­ lentas requiere un elevado número de organis­
gena pueden variar ampliamente en su capaci­ mos viables para producir enfermedad.
dad para dañar al huésped, y esta patogenicidad A diferencia de la piel, las membranas mu­
relativa se conoce como virulencia. La vira- cosas del ojo y de los tractos respiratorio, gas­
lencia es así un atributo de cepa, no de especie, trointestinal y genitourinario pueden ser atrave­
por lo que pueden encontrarse cepas altamente sadas por la m ayoría de las bacterias patóge­
virulentas, poco virulentas y aun avirulentas nas. Esto es particularmente cierto cuando es­
dentro de una misma especie patógena. G ene­ tán expuestas a un elevado número de bacte­
ralmente, la virulencia se relaciona con el nú­ rias, como ocurre en la penetración de salmo-
mero de bacterias necesarias para producir en­ nelas a través de la mucosa gastrointestinal, en­
fermedad. tre muchos otros ejemplos. La superficie espe­
Es obvio que una infección per se no condu­ cíficam ente involucrada depende de la forma
ce invariablemente a una enfermedad infeccio­ en que las b acte rias p ató g en as a lca n z an al
sa, sino que esta última es la resultante de una huésped (inhalación de aerosoles, ingestión de
serie de interacciones complejas entre el hués­ sustancias contam inadas o transm isión vené­
ped susceptible y el agente infeccioso (rela­ rea).
ción huésped-parásito). Las infecciones se inician con la coloniza­
El huésped constituye un sistema cerrado, ción de las membranas mucosas, y pueden per­
separado del ambiente externo por la piel y las manecer localizadas en la superficie de las mu­
membranas mucosas. Por ello, todas las infec­ cosas o pueden avanzar a los tejidos subepite-
ciones bacterianas comienzan en la superficie liales. En las primeras, las toxinas producidas
corporal, con excepción de aquellas transm iti­ por las bacterias pueden actuar localm ente o
das intrauterinamente. bien difundir a través del huésped para ejercer
La piel intacta raram ente es penetrada por su acción sobre las células específicam ente
las bacterias, por lo que regiones ubicadas po­ susceptibles. Especies patógenas tales como
cos micrones por debajo de ella son norm al­ Bordetella pertussis y Vibrio cholerae, produ­
mente asépticas. Cuando se rompe la integridad cen toxinas de acción localizada, mientras que
476 Inmunopatología

la exotoxina de Corynehacterium diphtheriae También, de algún modo, la colonización de u n .


es diseminada por la circulación sanguínea y huésped por la flora microbiana residente cons­
produce daños a varios tejidos. En las infeccio­ tituye una infección. Estas bacterias se estable­
nes de los tejidos subepiteliales, las bacterias cen sobre la piel y las membranas mucosas po­
invasoras que han atravesado las mem branas co después del nacimiento y se mantienen, con
mucosas deben ser capaces de multiplicarse en algunas variaciones, durante toda la vida del
el medio ambiente que le proveen los fluidos y huésped (fig. 24-1). Constituyen una barrera
tejidos del huésped. Es decir, que su sobrevi­ que se opone a la colonización por bacterias
vencia depende del balance entre los factores patógenas, ya sea compitiendo por nutrientes o
que promueven su desarrollo y los que lo inhi­ por sitios receptores en las células epiteliales, o
ben, que incluyen los mecanismos de defensa produciendo sustancias inhibitorias. Por ello, la
del huésped. Las variaciones de estos factores eliminación de la flora habitual específica fa­
entre diferentes especies animales y entre di­ vorece la infección por bacterias patógenas. Es
versos tejidos de una misma especie, determi­ conocido que la terapia antibacteriana produce
nan las especificidades del huésped y tejido de una alteración de la flora habitual específica,
cada bacteria patógena. que lleva a una selección de cepas resistentes
Una infección bacteriana produce alguno de de la misma especie o a su reemplazo por espe­
los siguientes efectos: 1) daño debido al m i­ cies patógenas. Excepcionalmente, cuando las
croorganism o, 2) daño debido a la respuesta defensas del huésped están dism inuidas, las
del huésped frente al microorganismo (reaccio­ bacterias de la flora habitual pueden invadir al
nes inmunopatológicas), o 3) ningún daño apa­ huésped y causar enfermedad.
rente.
Los determinantes de virulencia de las bacte­
rias y los mecanismos con que el huésped res­ EL AGENTE INFECCIOSO
ponde a una infección bacteriana, incluidas las
reacciones inm unopatológicas, se describen En general, la virulencia de una cepa bacte­
más adelante. riana de una especie patógena está determinada
Entre las infecciones que no producen enfer­ por; 1) su capacidad para proliferar en los teji­
medad se incluyen las infecciones subclínicas. dos del hué.sped, o invasividad, y 2) su capaci-

Ojos (conjuntivas)
Staphyíococcus epídermídís

Ncr iz y nasofaringe
Staphyíococcus epídermídís
Staphyíococcus aureus Piel
Streptococcus spp. Staphylococus epidermidis,
Corynebacteríum,
Propíoníbacteríum, Mícrococcus

Boca y orofaringe
S. epídermídís, Intestino delgado
Streptococcus pneumoníae, Lactobacíííus, Streptococcus spp,
Strepcoccus mítís, Enterococcus, Veíííoneíía
Streptococcus saíívarís,
estreptococos no grupo A,
Neisseria, Haemophiíus,
Veiííoneíía, Bacteroídes,
Fusobacenum, Treponema.
Lactobacíííus

Tracto genitourinario Intestino grueso


Corynebacteríum, S. epídermídís, Bacteroídes, Cíostrídíum, Fusobacteríum,
Enterococcus, Lactobacíííus, Eubacterium, Bifidobacteríum,
Mycobacteríum smegmatíc, Lactobacíííus, Peptostreptococcus,
Bacteroídes, Fusobacteríum, Enterococcus, Enterobacteriaceae
estreptococo alfa y no hemolítico,
Enterobacteriaceae

F ig. 24-1. F lora bacteriana predom inante en distintas regiones del cuerpo hum ano norm al.
Inmunología de las infecciones bacterianas 477

dad para producir sustancias químicas tóxicas de adherirse a los epitelios superficiales, sugi­
para las células del huésped, o toxigenicidad. riendo que esa adherencia constituye un deter­
El papel de la invasividad en la producción minante de virulencia.
de daño al huésped es variable. Las bacterias Existen evidencias sobre la existencia de si­
fuertemente toxigénicas que causan infecciones tios receptores, tanto en las células del huésped
localizadas pueden producir daño a distancia, a como en la superficie de las bacterias, com pro­
través de la difusión de productos tóxicos (por metidos en la fijación del microorganismo a las
ejemplo, Corynebacterium diphtheriae). Otras, células que subyacen en el sitio de contacto.
en cambio, deben invadir al huésped y m ulti­ En este proceso de fijación han sido im plica­
plicarse en él para que las toxinas producidas das estructuras filam entosas (fimhriae o píli),
puedan actuar sobre los tejidos susceptibles las cjue han sido demostradas en diferentes es­
(por ejemplo, Bacillus anthracis). pecies bacterianas (enterobacterias, N eisseria
gonorrhoeae, Neisseria meningitidis, Bordete-
Determinantes de virulencia lla pertussis y varias otras). En Escheríchia co­
li se han descrito varios p ili antigénicam ente
Varias propiedades de las células bacterianas diferentes. La capacidad de adherencia de estas
les confieren la capacidad potencial de sobrevi­ cepas es un importante factor de selección que
vir y multiplicarse en los tejidos del huésped. determ ina que estos componentes de la flora
En general, se asocian con la posibilidad de in­ intestinal sean capaces de colonizar el tracto
terferir con los m ecanism os defensivos del urinario. Neisseria gonorrhoeae se adhiere a la
huésped y de disponer de nutrientes para su de­ superficie de la mucosa del tracto genitourina­
sarrollo. Dichas propiedades constituyen facto­ rio a través de sus pili, y posiblem ente de la
res o determinantes de virulencia y se relacio­ proteína II de la membrana externa. Bordetella
nan, principalm ente, con componentes de las p ertussis m uestra un marcado trofismo hacia
envolturas bacterianas (fig. 24-2) y con la pro­ las células ciliadas del tracto respiratorio, y la
ducción de m etabolitos tóxicos. A lgunas de primera etapa de la infección es necesariamente
ellas se tratan a continuación. su unión a esas células. Se ha sugerido que las
fim brias serotipo 2 (aglutinógeno 2) tendrían
Adherencia propiedades adhesivas.
Otros componentes de la superficie bacteria­
Como fuera señalado, la mayoría de las in­ na involucrados en la adherencia son: antíge­
fecciones bacterianas se inician con la coloni­ nos de superficie, mucopolisacáridos asociados
zación de las membranas mucosas. Las bacte­ a la superficie y ácidos lipoteicoicos. U na de
rias que son capaces de colonizar las m em bra­ las pi'oteínas superficiales asociadas a la adhe­
nas mucosas parecen tener la propiedad común rencia más estudiadas es la hemaglutinina fila-

Polisacárido Antígeno D
específico
Ácido teicoico
Core ►LPS
Ácido
lipoteicoico
KDO
Lípido A
Porina

Peptidoglicano
Peptidoglicano
Periplasma
/
Lipoproteína

rmw
in Proteína OMPA

mu'
l\/lembrana
citoplasmática
Fosfolípidos
Proteína

F ig. 24-2. E squem a de las estructuras principales de las envolturas de A: bacterias gram positivas. B: bacterias gram n eg a­
tivas. (D e Zinsser, M icrobiology, m odificado.)
478 Inmunopatología

mentosa (FHA) de Bordetella pertussis. Los re­ N eisseria m eningitidis, etc.) o polipeptídiCa
sultados de estudios in vitro de adhesión a una {Bacillus anthracis). Experiencias realizadas en
variedad de células eucarióticas ciliadas y no ratón con Streptococcus pneumoniae demostra­
ciliadas, sugieren que la FHA es la adhesina ron que las cepas S (lisas, eneapsuladas) son
más im portante que m edia la interacción B. virulentas, mientras que las cepas R (rugosas,
pertussis-célula huésped. Además de su fun­ no eneapsuladas) son rápidamente fagocitadas
ción como adhesina, la FFIA estimula una res­ y, por lo tanto, avirulentas. La remoción de la
puesta inmune en humanos que sufrieron enfer­ cápsula transforma una cepa S en una cepa R.
medad (tos convulsa) y actúa como antígeno También el tratamiento de una cepa encapsula­
inmunoprotector en ratones. Esas propiedades da con anticuerpos específicos para esos antí­
han llevado a utilizarla como uno de los com ­ genos de superficie elimina la resistencia a ia
ponentes de vacunas acelulares para prevenir la fagocitosis. Tales anticuerpos se denom inan
tos convulsa. opsoninas y, en presencia de com plemento y
granulocitos, constituyen el mecanismo de de­
Resistencia a la fagocitosis fensa más importante contra las bacterias que
se comportan como parásitos extracelulares. La
Además de perm itir la unión a las células encapsulación es un aspecto importante no sólo
del huésped, la superficie bacteriana desem pe­ de la virulencia sino también de la inmunogeni-
ña un papel importante en la resistencia a la fa­ cidad. En efecto, se com ercializan vacunas
gocitosis. compuestas por polisacáridos capsulares para
La resistencia a la unión e ingestión por fa­ la prevención de enfermedades producidas por
gocitos está usualmente asociada a la presencia bacterias eneapsuladas, tales como meningoco-
de eapas mucosas o cápsulas de naturaleza po- cos y neumococos.
lis a c a ríd ic a { S tr e p to c o c c u s p n e u m o n ia e , También proteínas de superficie actúan co­
mo moléculas antifagocíticas. El ejemplo me­
jor estudiado es la proteína M de Streptococcus
pyogenes grupo A, que es el principal factor de
virulencia de este grupo. Hay un gran número
de variantes serológicas de esta proteína, pero
el aspecto invariable es su organización global
que se muestra en la figura 24-3. Los estrepto­
cocos que carecen de la proteína M son fácil­
mente fagocitados y muertos, mientras que los
que la producen no son ingeridos a menos que
estén presentes anticuerpos opsonizantes (con­
tra la porción N-terminal de la molécula). Aun­
que los anticuerpos anti-proteína M son capa­
ces de neutralizar su capacidad antifagocítica,
esa actividad opsónica es específica de tipo.
En bacilos gramnegativos, los antígenos so­
máticos O, pueden inhibir la fagocitosis.
También puede ser inhibida la destrucción
intracelular de bacterias fagocitadas. Además,
muchas bacterias patógenas excretan sustancias
llamadas leucocidinas, que matan a los fagoci­
tos.

Actividad IgA proteásica


Frente a muchas infecciones que se inician
sobre las superficies mucosas, el huésped ofre­
ce una respuesta inmune mucosal mediada por
IgA secretorias (IgA)2S. Luego, la hidrólisis de
la (JgA)2S por determinadas bacterias podría
contribuir a la virulencia potencial de las bacte­
rias que la producen. En varias especies bacte­
rianas ha sido detectada actividad IgA l proteá­
F ig . 24-3. R epresentación esquem ática de la m olécula de sica (que hidroliza las cadenas pesadas de las
p ro te ín a M de la p a re d c e lu la r de e s tre p to c o c o s . (D e IgA l humanas). Dichas especies no están rela­
Z insser, M icrobiology, m odificado.) cionadas entre sí por criterios taxonómicos pe-
Inmunología de las infecciones bacterianas 479

C u a d ro 24-1. Especies bacterianas que p o ­ Toxinas


seen actividad IgA^ proteasa y sus asociacio­
nes principales con enfermedades infecciosas* La producción de toxinas como determinan­
tes de virulencia fue sugerida por prim era vez
E nferm edad E specie bacteriana por Loeffier, en 1884, al comprobar la capaci­
dad tóxica de filtrados estériles de cultivos de
M eningitis Neisseria m eningitidis Corynehacterium diphtheriae. Aunque actual­
H aem ophiíus influenzae mente se conocen muchas sustancias tóxicas de
Streptococcus pneum oníae
G onorrea N eisseria gonorrhoeae origen bacteriano, el papel de varias de ellas en
Enferm edades perio- B acteroídes assacharolytícus** la producción de enfermedades permanece sin
dontales destructivas B . m elaninogenicus aclarar. Las toxinas bacterianas son de dos ti­
Capnocytophaga ochracea pos: 1) las que pueden separarse fácilmente de
C. sputígena
C. gingivalis las células productoras, de naturaleza proteica,
F orm ación de placas Streptococcus mítior* * sensibles al calor o exotoxinas, y 2) las que for­
dentales (?) lS", sanguis** man parte de la estructura celular, de naturaleza
* D e K ilian , M ., en R o b b in s, J. B ., H ill, J, C. y SadolT, J. C. (eds.):
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Seminar.^ in infection.^ disease.';. V ol. 4, Bacterial Vaccines. Thie- toxinas.
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Sólo algunas cepas de la especie producen IgA proteasa.

EXOTOXINAS (toxinas extracelulares)

ro sí por las enfermedades infecciosas en las Las exotoxinas bacterianas son proteínas que
que están implicadas. Como se muestra en el tienen la propiedad de transloearse en células
cuadro 24-1, los tres principales agentes de las de mamíferos. Muchas de ellas, que responden
m eningitis bacterianas, los gonococos y los al modelo de dos componentes A-B, tienen ac­
agentes que se supone causan enferm edades ción directa sobre las células susceptibles. En
periodontales destructivas, elaboran IgA pro­ ellas, el com ponente B es responsable de la
teasa. También la producen algunas cepas de unión específica a la superficie de la célula re­
Streptococcus sanguis y Streptococcus mitior. ceptora y el componente A posee la actividad
Ninguna otra bacteria, incluidas las especies no enzimática que actiia sobre los componentes o
patógenas de Haemophyius y Neisseria, parece funciones celulares específicos. Algunas de es­
poseer esta actividad. tas toxinas y sus sitios de acción se describen
en el cuadro 24-2.
Competencia por nutrientes O tras exotoxinas bacterianas, denominadas
su p e ra n tíg e n o s, actiían induciendo u n a res­
M uchas bacterias patógenas deben penetrar puesta exagerada en el huésped, ya que tienen
los tejidos del huésped y multiplicarse en ellos la propiedad de activar un alto porcentaje de
para expresar su patogenicidad. Se trata de ce­
pas invasoras y la capacidad de proliferar m vi­
vo constituye, por lo tanto, un determinante de C u a d ro 24-2. Principales exotoxinas bacte­
virulencia. Es probable que el desarrollo de las rianas de dos componentes (A-B) y sus meca­
bacterias dependa de sus requerimientos nutri­ nismos de acción
cionales y de la posibilidad de que sean aporta­
dos por el huésped. Por ejemplo, entre los re­ Toxina M ecanism o d e acción
querimientos de iones metálicos, el de hierro es
de particular importancia en la relación hués­ B ordetella pertussis
ped-parásito. En el huésped animal, el hierro T o x in a pertussis A D P ribosilación d e proteí­
n a fijadora G
forma complejos con proteínas, como la trans­ C lostridium botulinum
ferrina, y no está disponible para las bacterias T o x in a botulínica B loquea uniones n eu ro -
invasoras. Por esto, para satisfacer sus requeri­ musculares
mientos de hierro, las bacterias deben competir C lostridium tetcmi
T oxina tetánica Inhibe la liberación de GA~
con el huésped. Las micobacterias producen B A y glicina en la s si-
una sustancia llamada micobactina que libera napsis inhibidoras
el hierro de la transferrina, haciéndolo disponi­ C orynebacteríum diphtheriae
ble para las bacterias. Las micobactinas consti­ T o x in a diftérica A D P ribosilación del factor
de elongación 2
tuyen así uno de los determinantes de la viru­ P seudom onas aeruginosa
lencia del bacilo de la tuberculosis. De manera E xotoxina A A D P ribosilación d el factor
semejante, células de Escherichia coli secretan de elongación 2
caíecoles que compiten con la transferrina por Vibrio cholerae
T o x in a colérica A ctivación de h orm onas
el hierro.
480 Inmunopatología

células T. Estas toxinas se unen sim ultánea­ Staphylococcus aureus, etc.). En estos casos, la
mente a moléculas clase II del complejo mayor pérdida del plásmido o del profago transforma
de histocom patibilidad (MHC) de las células a las bacterias en no toxigénicas. Además, la
antigénicas y a la región VP del receptor en las síntesis de algunas exotoxinas bacterianas está
células T, produciendo la activación de las m is­ fuertem ente influida por la concentración de
mas. La alta proporción de células T activadas ciertos iones metálicos.
se explica porque diferentes toxinas reconocen Entre las exotoxinas se encuentran los vene­
diferentes regiones Vp. Existen evidencias de nos más potentes que se conocen. Su potencia
que al menos parte de la respuesta a estas toxi­ es análoga, en general, a su eficiencia como an­
nas, si no toda, se debe a la hiperproducción de tígeno. El tratam iento de algunas exotoxinas
citoquinas que resultan de la activación de cé­ con formaldehído ha permitido eliminar su to­
lulas T. xicidad fisiológica, dejando mucha de la anti­
Estreptococos grupo A y estafilococos ex ­ genicidad original. Estas toxinas alteradas se
cretan varias toxinas superantígenos. E ntre denominan toxoides, y en algunos casos, como
ellas se encuentran las enterótexinas A, B, C L el tetánico y el diftérico, se utilizan para indu­
C2, D y E producidas por Staphylococcus au­ cir inmunizaciones activas.
reus, responsables de intoxicaciones alimenta­
rias y “shock” sistém ico. Los estafilococos
también excretan las toxinas exfoliativas A y ENDOTOXINAS
B que originan el síndrome de la piel escalda­
da y la toxina 1 del síndrome del “shock” tóxi­ Son com plejos lipopolisacáridos-proteínas
co (TSST-1), asociado a tam pones. Más del extraíbles de las membranas externas de las en­
90% de la cepas aisladas de estreptococos gru­ volturas de bacterias gramnegativas. Han sido
po A producen exotoxinas pirogénicas (eritro- aisladas de todas las bacterias gramnegativas
génicas). Se conocen al m enos tres serotipos patógenas y de muchas no patógenas. Las en­
diferentes. A, B y C, que causan la fiebre es­ dotoxinas mejor estudiadas son las de las ente­
carlatina. robacterias pertenecientes a los géneros Salmo-
Como factor de virulencia, una toxina debe nella, Shigella y Escheríchia. Se identifican
cum plir ciertos requisitos; 1) producir uno o con el antígeno somático (O) de las células en­
más síntomas de la enfermedad, 2) debe existir teras.
correlación entre la virulencia de diferentes ce­ Las endotoxinas son poco específicas, ya
pas de una especie bacteriana y la producción que aquellas de distinto origen tienen activida­
de toxinas, 3) el sitio de acción y la concentra­ des semejantes. Las endotoxinas purificadas de
ción efectiva deben ser alcanzables durante una enterobacterias virulentas y no virulentas cau­
infección natural, y 4) el suero antitóxico debe san muchos de los síntomas de la enfermedad
proteger al huésped de la infección. cuando se inyectan en animales. Poseen propie­
Algunas toxinas como las exotoxinas clási­ dades pirogénicas (producen fiebre), además de
cas (botulínica, tetánica, diftérica), cum plen ser tóxicas. Su toxicidad es relativamente baja
con todos los requisitos de un factor de virulen­ y se neutraliza parcialmente por acción de anti­
cia. También han sido establecidas las propie­ cuerpos específicos.
dades patogénicas de la enterotoxina estafilo- Las moléculas de lipopohsacáridos (LPS) de
cócica, la toxina eritrogénica de Streptococcus las bacterias gram negativas actúan indirecta­
pyogenes, la toxina pertussis, la toxina letal de mente, promoviendo una autointoxicación del
Bacillus anthracis, la toxina alfa de Staphylo­ huésped. En el suero, los LPS liberados por las
coccus aureus, la neurotoxina de Shigella dy- bacterias se unen, a través del lípido A (estruc­
senteriae, las exotoxinas de Vibrio cholerae y turalm ente conservado en todas las bacterias
Yersinia pestís, la exotoxina A de Pseudomo- gramnegativas), a una proteína reactiva de fase
nas aeruginosa, etc. aguda. Este complejo se une a las moléculas
Otras toxinas extracelulares no han sido cla­ CD14 de m acrófagos, activándolos y pro d u ­
ramente relacionadas con la producción de en­ ciendo factor de necrosis tumoral alfa (T N Fa e
fermedades. Forman parte de este grupo num e­ interleuquina 1 (IL-1). La excreción de estas
rosas toxinas eitolíticas producidas por bacte­ citoquinas desencadena la producción de cito-
rias grampositivas pertenecientes a los géneros quinas por otras células del sistema inmune y
Streptococcus, Staphylococcus y Clostridium. causa la sintomatología de la intoxicación por
Estas toxinas incluyen hem olisinas, enzim as LPS (leucocitosis, shock, coagulación intra-
hidrolíticas, etc. vascular disem inada y m uerte). T am bién es
La producción de algunas exotoxinas está posible que los LPS puedan activar caminos
codificada en genes localizados en plásmidos independientes del CD14 induciendo la p ro ­
(toxinas de Escheríchia coli) o en profagos (to­ ducción de TNF por células no macrofágicas.
xina diftérica, enterotoxina y toxina alfa de La importancia del TNF en la toxicidad indu­
Inmunología de las infecciones bacterianas 481

cida por LPS ha sido probada, ya que anticuer­ cia que interfieren en la respuesta inmune o le
pos anti-TNF revierten el síndrome. Además, confieren resistencia a ella. Por otra parte, en
tanto TNF como IL-1 actúan sobre el endotelio algunas enfermedades infecciosas la respuesta
vascular promoviendo la actividad anticoagu­ inm une produce daños severos en los tejidos
lante y disminuyendo la presencia de trombo- del huésped por reacciones de hipersensibili­
modulina. Estos efectos contribuyen a los dis­ dad.
turbios en la coagulación sanguínea que ocu­
rren en respuesta a LPS o a sepsis por bacte­ M ecanismos de defensa en la superficie
rias gramnegativas. del huésped
Otro constituyente de las envolturas bacte­
rianas, como el peptidoglicano de la pared ce­ Entre los mecanismos constitutivos, aquellos
lular, también produce inducción de citoquinas. que posibilitan la eliminación de las bacterias
El conocimiento de que una respuesta exage­ en el sitio de contacto inicial con el huésped
rada del huésped puede tener efectos nocivos desem peñan un papel muy im portante en la
en las enfermedades bacterianas, ha producido prevención de infecciones. Factores físico s,
avances importantes en el tratamiento de algu­ químicos y biológicos contribuyen a esta fun­
nas enfermedades infecciosas, como ocurre en ción, y limitan la colonización de las superfi­
las meningitis bacterianas. cies del cuerpo por las bacterias patógenas.

DEFENSAS DEL HUESPED FRENTE Factores físicos


A LAS INFECCIONES BACTERIANAS
L a p iel y las m em branas m ucosas d e los
Durante su evolución, los organismos verte­ tractos respiratorio, gastrointestinal y genitouri­
brados han desarrollado numerosos m ecanis­ nario están ampliam ente expuestas a m uchas
mos para mantener bajo control a las bacterias bacterias patógenas y constituyen la prim era lí­
patógenas. Algunos de estos mecanismos son nea de defensa contra la invasión bacteriana
constitutivos, es decir, propiedades del hués­ (cuadro 24-3). La piel ofrece una barrera física
ped normal; otros aparecen sólo luego de la ex­ eficaz contra la penetración de bacterias, capaz
posición a un agente infeccioso, por lo que se de eliminar patógenos a través de la descam a­
denominan inducibles o adaptativos. Entre los ción del epitelio estratificado.
últimos se incluyen aquellos que derivan de la Otros factores físicos que ayudan a proteger
exposición previa a bacterias com ensales y las superficies epiteliales de las mucosas son:
otros patógenos o sustancias que presentan an­ 1) la acción de lavado que ejercen lágrim as y
tígenos comunes con el agente en cuestión. saliva, 2) la capacidad adhesiva del m oco que
Las reacciones específicas inducidas se co­ recubre las vías aéreas superiores y el intestino,
nocen genéricamente como respuesta inmune. 3) el movimiento ciliar de las células del tracto
Como ha sido dicho, hay dos clases de r e s ­ respiratorio y la expulsión de bacterias p o r me­
puesta inmune: 1) la producción de anticuer­ dio de la tos y el estornudo, y 4) el flujo de ori­
pos circulantes y secretados, y 2) la producción na por la uretra.
de célu las e sp e c íficam e n te sen sib iliza d as. Alteraciones de estos factores aum entan la
Usualmente, la respuesta inmune reduce la in- susceptibilidad a las enfermedades infecciosas.
vasividad y toxigenicidad bacterianas al punto Es conocido el alto riesgo de sobreinfecciones
de poder ser controladas por las defensas cons­ en quemados, la alta incidencia de infecciones
titutivas del huésped. Sin embargo, como se se­ urinarias debidas a obstrucciones que provocan
ñalara oportunam ente, en algunos casos las retención urinaria o de neumonías por daños en
bacterias patógenas poseen factores de virulen­ las células del epitelio respiratorio.

Cuadro 24-3. Barreras físicas contra la infección bacteriana

Sistem a u órgano Tipo de células M ecanism o de depuración

Piel Escam osas D escam ación

M ucosas Colum nares no ciliadas (tracto gastrointestinal) F eristaltism o

C olum nares ciliadas (tráquea) M ovim iento m ucociliar

C uboideas ciliadas (nasofaringe) Lágrim as, saliva, m oco, su doración

Secretoras F lujo de líquidos

(D e J.K . S pitm agel.)


482 Inmunopatología

Factores químicos Algunos ejemplos ayudarán a comprender kv


importancia de estos factores. Si la flora bacte­
La piel y las m em branas m ucosas no se riana normal de las vías respiratorias superiores
comportan como superficies inertes que actúan es muy reducida como consecuencia de un tra­
simplemente como barreras físicas. Las secre­ tamiento a base de penicilinas, los hongos co­
ciones y excreciones son de gran importancia mo Candida albicans, pueden fijarse y coloni­
en cuanto proveen factores químicos que con­ zar las mucosas de la boca y la faringe, produ­
tribuyen a la resistencia del huésped. ciendo infecciones severas. De igual forma, la
Los factores quím icos incluyen la produc­ reducción de la flora intestinal producida por
ción de sustancias antibacterianas y de otras las tetraciclinas puede llevar a una invasión es-
que inhiben la adherencia bacteriana. tafilocócica, acompañada de una afección exu­
En la piel se comprueba actividad bacterici­ dativa grave, que puede ser mortal.
da sobre microorganismos que no se encuen­
tran habitualmente sobre ella. Ha sido atribui­ Mecanismos inmunológicos
da a los ácidos grasos no saturados, principal­
mente ácido oleico, presentes en las secrecio­ A los efectos físicos, químicos y biológicos,
nes sebáceas, Esta actividad es inhibida por la no inmunológicos, que protegen al huésped en
albúmina del suero, lo que puede tener im por­ el sitio de contacto inicial con una bacteria pa­
tancia en el caso de la piel que rodea una que­ tógena, se suma la inhibición inmunológica de
madura. la fijación de la bacteria a la superficie epite­
T am bién ejercen acción antibacteriana la lial. Las secreciones mucosas contienen niveles
acidez gástrica, como se demuestra por las fre­ significativos de inmunoglobulinas de diferen­
cuentes colonizaciones de mucosa gástrica que tes clases. En la orofaringe, el tracto respirato­
acompañan casos de hipocloridia; la lisozima rio superior y el intestino, p redom ina IgA ,
presente en la saliva, lágrim as y secreciones mientras que en el tracto respiratorio inferior y
nasales; la lactoperoxidasa de la saliva, etc. en el tracto genital femenino predomina IgG.
Por otra parte, la adherencia bacteriana a Las secreciones mucosas tam bién contienen
ciertos epitelios puede ser inhibida por gluco- pequeñas cantidades de IgM, que puede alcan­
péptidos. zar altos niveles en pacientes con deficiencias
En el cuadro 24-4 se resumen las sustancias selectivas de IgA. La producción local y la se­
que actúan como barreras químicas frente a la creción de anticuerpos IgA constituyen tal vez
infección bacteriana. el medio más importante de defensa inmunoló­
gica a nivel de las superficies m ucosas. Se
Factores biológicos acepta que los anticuerpos (IgA)2S mantienen
la integridad de las membranas mucosas inhi­
Los factores biológicos están dados funda­ biendo su colonización por los m icroorganis­
mentalm ente por el antagonism o que ejercen mos, neutralizando toxinas y previniendo la pe­
las bacterias componentes de la flora residente netración de bacterias a través de sus superfi­
(fig. 24-1). Las acciones antagónicas de la flora cies. La unión de (IgAj^S a una bacteria puede
normal fueron mencionadas al hablar de infec­ activar el complemento por la vía alternativa,
ción y enfermedad. producir opsonización y, en algunos casos, in­

C uadro 24-4. Barreras químicas contra la infección bacteriana

Sistem a u órgano O rigen Sustancias

Piel G lándulas sudoríparas y sebáceas A cidos orgánicos

M ucosas C élulas parietales del estóm ago Á cido clorhídrico, pH bajo

S ecreciones C om puestos antim icrobianos

N eutrófilos Lisozim a, lactoferrina, peroxidasa

A parato digestivo alto G lándulas salivales T iocianato


N eutrófilos M ieloperoxldasa
P roteínas catiónicas
Lactoferrina
Lisozim a

Intestino delgado y más adelante A rbol biliar Á cidos biliares


B iota intestinal Á cidos grasos de bajo peso m olecular
Inmunología de las infecciones bacterianas 483

ducir lisis. Sin embargo, este mecanismo sería gocitosis, solamente los neutrófilos tienen un
poco relevante por la baja concentración de papel significativo en las defensas del huésped.
componentes del complemento en las secrecio­ Los macrófagos también existen como células
nes. Además, se ha sugerido que la (IgA)2S fijas en ciertos órganos (hígado, bazo, médula
puede inducir una actividad antibacteriana m e­ ósea y nódulos linfáticos), y forman el sistema
diada por células. retíeuloendotehal.
Existen numerosas evidencias de los efectos La fagocitosis comprende varias etapas, que
antibacterianos de la (IgA)jS presente en secre­ van desde la atracción de fagocitos h asta la
ciones. Ha sido demostrado que la inyección muerte y digestión del organismo fagocitado,
subcutánea de un hibridoma productor de IgA las que han sido explicadas detalladamente en
contra el LPS de Vibrio cholerae en ratones re­ el capítulo 21.
cién nacidos, produce la excreción de anticuer­ D ado que m uchas bacterias patógenas po­
pos en el intestino y protege al ratón contra un seen estructuras de superficie que impiden su
desafío letal con bacilo colérico. unión al fagocito, existen varias opsoninas que
Es conocido que en las secreciones que ba­ al unirse a la bacteria aumentan su susceptibili­
ñan las mem branas mucosas, la (IgA) 2S está dad fagocítica. Normalmente, diversas sustan­
expuesta a una serie de enzimas proteolíticas cias sirven como opsoninas. Entre ellas, los an­
del huésped y de origen microbiano. Sin em ­ ticuerpos y el com ponente C3b del co m p le­
bargo, la molécula de IgA está protegida contra mento. El C3b se une covalentemente a la su­
algunas enzimas proteoJíticas por la pieza se­ perficie de las bacterias proporcionando un li­
cretoria (S) que se sintetiza en células epitelia­ gando que es reconocido por los receptores de
les. A dem ás las subclases de IgA secretoria los neutrófilos, los monocitos y los m acrófa­
((IgA,)2S e (IgA 2)2S) poseen diferentes suscep­ gos. Los microorganismos recubiertos con C3b
tibilidades a productos proteolíticos de varias quedan anclados en la superficie de los fagoci­
bacterias, aumentando así su poder protector, tos, lo que facilita su captación (fig. 24-4). Los
ya que todas las IgA proteasas bacterianas de­ niños con deficiencia de receptor leucocitario
tectadas hasta ahora son específicas para la CR3 (el receptor de C3bi, producto del clivage
subclase IgA de la (IgA)2S humana. La activi­ de C3b) son altamente vulnerables a las infec­
dad IgA proteásica es considerada por algunos ciones bacterianas.
autores un factor de virulencia y, como tal, ha La unión de la bacteria al fagocito desenca­
sido tratada en párrafos anteriores. dena el proceso de ingestión. Una vez que en el
Todos estos mecanismos de defensa deben fagocito se ha formado la vacuola fagocítica,
ser superados por una bacteria patógena para ésta se fusiona con los lisosomas, quedando la
establecerse sobre el epitelio mucoso. Como bacteria expuesta al contenido lisosomal. H a si­
hemos dicho, la alteración de cualquiera de do demostrado que muchas bacterias son inca­
ellos resulta en un aumento de la susceptibili­ paces de multiplicarse cuando son transferidas
dad a las infecciones bacterianas. a medios adecuados pocos minutos después de
ser ingeridas. En los leucocitos esta acción bac­
Mecanismos de defensa a nivel tisular tericida se debe a los constituyentes lisosom a­
les y a productos metabólicos. Entre los pro­
Las defensas constitutivas principales que ductos del metabolismo con actividad antilaac-
encuentran las bacterias invasoras que penetran teriana pueden citarse el ácido láctico, que pro­
más allá de las capas epiteliales son las células duce una disminución del pH suficiente como
fagocíticas (que engloban y digieren a las célu­ para provocar la pérdida de viabilidad de algu­
las bacterianas); ciertas sustancias an tib a cte ­ nas bacterias patógenas, y la formación de pe­
rianas presentes en los tejidos y fluidos circu­ róxido de hidrógeno por mecanismos d ep en ­
lantes, y una serie de reacciones que dan lugar dientes del O^. La actividad bactericida del
a la inflamación. H jO j parece deberse a la oxidación de iones
haluros (principalmente cloruros) para form ar
Fagocitosis radicales hipohalitos en una reacción catalizada
por la enzima mieloperoxidasa. La deficiencia
La fagocitosis es el principal mecanismo por en el sistema de mieloperoxidasas resulta en fa­
el que se destruyen las bacterias patógenas ex­ gocitosis poco eficiente para destruir bacterias
tracelulares. Como ha sido descrito en el capí­ ingeridas y los individuos son altamente sus­
tulo 3, las células fagocíticas se encuentran tan­ ceptibles a las enfermedades infecciosas. A de­
to en el sistema circulatorio como en los teji­ más, el H^Oj en altas concentraciones puede
dos. Entre las células blancas sanguíneas, son actuar directamente como agente letal y tam ­
activam ente fagocíticos los m onocitos y los bién interactuar con radicales superóxidos para
leucocitos polimorfonucleares. Si bien estos úl­ formar radicales hidroxílicos tóxicos.
timos son todos capaces de llevar a cabo la fa­ Otras sustancias bactericidas, cuya actividad
484 Inmunopatología

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^ 03

Tiempo en días
Fig. 24-4. Evolución de L isteria m onocytogenes en bazo de ratones infectados experim entalm ente con dosis letales. UFC
en listeriosis prim aria (-o— o-) y en listeriosis secundaria en ratones vacunados (-«— ®-), En la escala de Protección se
grafica la diferencia de U D C entre ratones vacunados y ratones sin inm unizar (-o~ -o-). (De Stefan H. E. K aufm an, m o d ifi­
cado. Fundam ental Im m unology, 3“ ed.)

es independiente de m ecanism os oxidativos, Las bacterias han desarrollado estrategias


son también producidas por los fagocitos. Estas efectivas para escapar de la fagocitosis, princi­
incluyen lisozima (muramidasa), proteínas ca­ palmente relacionadas con la composición de
tiónicas y lactoferrina. La lisozima es una enzi­ sus envolturas que fueron descritas al tratar los
ma cappz de hidrolizar los componentes muco- determinantes de virulencia.
p eptídicos de la pared celu lar de bacterias La cápsula produce dos efectos: 1) interfiere
grampositivas susceptibles, haciéndolas sensi­ la unión del complemento a la superficie bacte­
bles al “shock” osmótico. Las proteínas catió­ riana, y 2) previene la unión de los receptores
nicas presentes en los gránulos de leucocitos de complemento presentes en los fagocitos con
alteran la barrera de permeabilidad de bacterias el C3b unido a la superficie bacteriana. Este
grampositivas y gramnegativas. La lactoferri­ mecanismo adicional adquiere importancia par­
na, una proteína que se une al hierro, posee ac­ ticular en el caso de bacterias grampositivas, en
tividad bacteriostática. las que su superficie puede representar un ex­
Estudios con bacterias marcadas radiactiva­ celente blanco para la unión de C3b por la vía
mente permitieron demostrar que en los fagoli- alternativa. Otra molécula con actividad antifa-
sosomas las bacterias muertas son rápidamente gocítica, ya mencionada, es la proteína M de
degradadas a componentes de bajo peso m ole­ los estreptococos. Se cree que dicha actividad
cular por enzimas hidrolíticas (proteasas, pepti- se debe a su capacidad de unir factor H de con­
dasas, nucleasas, fosfatasas, lipasas, carbohi- trol de complemento a la región repetida C de
drasas) con actividad óptima a pH ácido. la m olécula (fig. 24-3), que elim inaría cual­
La importancia de la fagocitosis como meca­ quier C3b unido a la proteína M, aunque esto
nismo de defensa contra las infecciones bacte­ no está aún aclarado.
rianas se refleja en la incrementada susceptibili­ Una estrategia singular está relacionada con
dad en pacientes con desórdenes primarios y se­ la producción de componentes bacterianos de
cundarios de la función fagocítica. Entre los pri­ superficie que, por su semejanza con com po­
meros el más serio es la enfermedad granulo- nentes del huésped, son difíciles de reconocer
matosa crónica. Los secundarios comprenden por su sistema inmune Por ejemplo, el ácido
efectos colaterales de inmunosupresores y corti- hialurónico de la cápsula de los estreptococos
coesteroides sobre la función fagocítica, y defi­ es químicamente indistinguible del ácido hialu­
ciencias de complemento o inmunoglobulinas. rónico humano. Otros ejemplos son la estructu­
Inmunología de las Infecciones bacterianas 485

ra hidrocarbonada de la cápsula de meningoco­ mediante una serie de reacciones específicas,


cos del grupo B y de Escheríchia coli K l. No inducidas por el agente infeccioso, que consti­
es sorprendente que estos componentes sean tuyen la respuesta inmune. Se ha dicho que la
entonces, inmunógenos pobres. complejidad del sistema inmune en seres hu­
No ha sido descrita en bacterias la capacidad m anos es un reflejo de la diversidad de los
de enmascarar sus propios antígenos por adsor­ agentes infecciosos a los que está expuesto. Si
ción de componentes del huésped, como ocurre se tiene en cuenta el número de microorganis­
en algunos parásitos. mos potencialmente patógenos, la cantidad de
antígenos que puede expresar cada uno de ellos
Sustancias antibacterianas y la constante evolución de las especies, resulta
explicable que la respuesta inmune del huésped
Desde hace tiempo se reconoce la presencia posea un alto grado de versatilidad. Este aspec­
de sustancias antibacterianas en tejidos y flui­ to fue considerado en el capítulo 2.
dos corporales. Sin embargo, la relación de ca­ Los mecanismos inmunes de defensa que se
da una de estas sustancias, individualm ente, inducen en un huésped animal frente a una in­
con la resistencia a las infecciones no ha sido fección bacteriana deben protegerlo de la viru­
bien establecida. Es posible que contribuyan a lencia de las bacterias, es decir, evitar su proli­
la resistencia total del huésped cuando actúan feración in vivo y la acción de las toxinas rela­
en conjunto y asociadas a otros mecanismos de cionadas con su patogenicidad. Con respecto a
defensa. En diversos tejidos se han encontrado estos m ecanism os, debe hacerse una prim era
sustancias como lisozima (que también se en­ distinción entre las bacterias que se comportan
cuentra en lágrimas, saliva, moco y secreciones como parásitos extracelulares y aquellas que lo
nasales), y polipéptidos básicos ricos en lisina, hacen como parásitos intracelulares facultati­
arginina y poliaminas. Además, el suero nor­ vos.
mal contiene sustancias antim icrobianas ter-
m oestables (diferencia con el complem ento)
denominadas p-lisinas que se forman por coa­ BACTERIAS EXTRACELULARES
gulación de plaquetas. Son activas contra una
cantidad de bacterias grampositivas, principal­ Las bacterias que se comportan como parási­
mente bacilos aerobios formadores de esporos tos extracelulares son capaces de provocar da­
y algunos M icrococcus. Tam bién se extraen ño a los tejidos sólo mientras permanecen fuera
sustancias bactericidas de leucocitos (leuqui- de las células fagocíticas. Generalmente produ­
nas), de plaquetas (plaquinas) y de glóbulos ro­ cen enfermedades agudas y de corta duración.
jos (hematina y mesohematina). Indudablemen­ Su presencia en los tejidos estimula la produc­
te, muchos otros constituyentes químicos de los ción de anticuerpos específicos de distintas cla­
tejidos y fluidos pueden inhibir el crecimiento ses. Estos anticuerpos confieren resistencia a
de bacterias patógenas. las infecciones por diferentes mecanismos, pro­
duciendo: 1)opsonización (fagocitosis facilita­
Inflamación da); 2) neutralización; 3) muerte y Usis m edia­
da por complemento, y 4) incremento de la res­
Una respuesta inespecífica, como lo es la in­ puesta inflamatoria.
flamación, es producida por diferentes agentes,
entre ellos una infección bacteriana. La respues­ Opsonización
ta inflamatoria posibilita la acción de varios m e­
canismos de resistencia constitutivos en el sitio La producción de anticuerpos opsonizantes
de la infección por proveer: 1) una alta concen­ constituye el mecanismo de defensa específico
tración de fagocitos y 2) un aumento de la con­ más importante en las enfermedades bacteria­
centración local de factores antibacterianos séri­ nas agudas; particularmente en aquellas que re­
cos y liberados de células muertas y, en anima­ conocen como agente causal a bacterias encap-
les inmunes, de anticuerpos. Además, la dismi­ suladas que basan su virulencia en la resisten­
nución de la tensión de oxígeno y la acumula­ cia a la ingestión fagocítica, como ocurre en la
ción de ácido láctico en el centro del área necró- neum onía neumocócica. Las opsoninas reac­
tica podrían constituir condiciones adversas para cionan con los componentes antigénicos de las
el desarrollo bacteriano (véase cap. 23). bacterias que impiden su ingestión por las célu­
las fagocíticas. De esta manera facilitan la fija­
Respuesta inmune ción de las bacterias a los fagocitos y aumentan
su susceptibilidad a la fagocitosis. T anto los
Además de los mecanismos constitutivos ya macrófagos como los leucocitos polim orfonu­
señalados, el huésped animal posee la capaci­ cleares poseen receptores de superficie para las
dad de responder a las infecciones bacterianas porciones Fe de las IgGj, IgG., o C3b. D e esta
486 Inmunopatología

forma la opsonización puede ocurrir cuando; 1) La susceptibilidad al sistema bactericida del


se producen suficientes anticuerpos específicos suero es una característica muy difundida entre
IgGl o IgG3 que se unen a las bacterias; 2) la las bacterias gramnegativas.
respuesta de anticuerpos por sí misma es insu­ La activación del com plem ento por la vía
ficiente para la opsonización, pero se puede fi­ clásica usualmente requiere el reconocimiento
jar suficiente complemento sobre la superficie de antígenos bacterianos de superficie por cier­
de las bacterias, y 3) los distintos componentes tas clases de anticuerpos, sobre todo IgM y, en
de las bacterias, por ejemplo endotoxinas, acti­ menor grado, IgG. También se ha sugerido la
van directamente el complemento utilizando la activación por IgA, en Escherichia coli. Estos
vía alternativa. anticuerpos estarían dirigidos al core de lipopo­
Los anticuerpos inductores de aglutinación lisacáridos y otros antígenos comunes, en ente­
también promueven la fagocitosis al formar un robacterias, y a proteínas de membrana exter­
cúmulo o “clump” de células. na, en Neisseria spp.
Por otra parte, las endotoxinas de las bacte­
Neutralización rias gramnegativas pueden inducir la lisis acti­
vando el complemento por la vía alternativa.
La neutralización representa una respuesta Debido a las dificultades para distinguir los
humoral particularmente eficiente como meca­ fenómenos bactericidas y bacteriolíticos m e­
nismo de defensa contra la acción de toxinas diados por complemento de otros sistemas de
bacterianas, las cuales, para ejercer su efecto, defensa específicos e inespecíficos, resulta difí­
deben u n irse in ic ia lm e n te a re c ep to re s de cil evaluar el rol in vivo de este m ecanism o
membrana de las células susceptibles. La m a­ bactericida contra bacterias gramnegativas. Es
yoría de las exotoxinas estimulan la producción probable que los distintos componentes defen­
de anticuerpos específicos, a n tito x in a s, que sivos del huésped actúen en forma concertada
neutralizan su efecto. Estos anticuerpos se unen ante un desafío con bacterias potencialm ente
a las toxinas, produciendo una modificación es­ patógenas y que los m ecanism ds hum orales
tética que im pide su unión a la células del mediados por complemento sean más im por­
huésped. tantes en la patogénesis de algunas enfermeda­
Las antitoxinas específicas son altam ente des que en la de otras.
protectoras contra las enfermedades causadas La resistencia a la acción bactericida de los
por bacterias que producen exotoxinas como sistemas anticuerpo-com plem ento parece de­
único o principal factor de virulencia, como sempeñar un papel importante en la patogéne­
son difteria y tétanos. La prevención de estas sis de algunas infecciones debidas a bacterias
enfermedades por medio de vacunaciones con gram negativas. Por ejemplo, en endocarditis
toxoides (toxinas tratadas con formaldehído), por bacterias gramnegativas, en las que las bac­
ha probado ser eficientes. También se practica, terias invasoras colonizan un sitio aparente­
con fines terapéuticos, la inmunización pasiva mente inaccesible para las células fagocíticas,
con antitoxinas homólogas o heterólogas. la resistencia a los factores bactericidas del
Por otra parte, anticuerpos n eutralizantes suero parece ser un importante factor de pato­
preexistentes pueden prevenir la fijación de genicidad. Varios polímeros de la cubierta ce­
bacterias a los receptores celulares. También lular, tales como proteínas de membrana exter­
pueden red u cir la in fectiv id ad p ro vocando na, lipopolisacáridos y exopolisacáridos, han
agregación física, e inhibir la movilidad bacte­ sido considerados como mediadores de esta re­
riana reaccionando con pili y flagelos. sistencia, cuyo mecanismo no ha sido aún defi­
nitivamente aclarado.
Muerte y lisis bacteriana mediada La susceptibilidad al sistema bactericida del
por complemento suero parece ser también decisiva en la patogé­
nesis de infecciones debidas a Neisseria spp.
En 1884, R. Pfeiffer y sus colaboradores de­ Los gonococos que causan infecciones genita­
mostraron que ciertas bacterias gramnegativas les locales son generalm ente susceptibles al
eran lisadas por antisueros preparados contra suero humano, mientras que los que invaden el
ellas, y que esa actividad lítica se perdía por torrente sanguíneo y producen infecciones di­
calentamiento a 56‘- C, sugiriendo la participa­ seminadas son resistentes a la muerte por sue­
ción del complemento. Estudios más recientes ro. Por otra parte, la falta de niveles adecuados
permitieron demostrar que la muerte se produ­ de anticuerpos y complemento en líquido cefa­
ce por acción de las proteínas terminales de la lorraquídeo puede contribuir al mantenimiento
cascada del complemento. A menudo, pero no de altas concentraciones de bacterias en casos
invariablemente, la muerte bacteriana va acom­ de meningitis no tratadas. Las evidencias qui­
pañada por lisis, que depende de que las canti­ zás más importantes en favor de la importancia
dades de lisozima sean las adecuadas. de esta actividad bactericida in vivo surgen de
Inmunología de las Infecciones bacterianas 487

observaciones realizadas en pacientes con defi­ muestran un fenotipo resistente al suero cuando
ciencias congénitas de proteínas del com ple­ son preincubadas en suero o extractos de teji­
mento. Deficiencias de C5, C6, C l y C8 están dos, demostrándose que el componente activo
asociadas con episodios de bacteriemia gono- es el ácido eitidin 5 ’-monofosfo-N acetilneura-
cócica y m eningocócica, y meningitis. Dado mínico (CMP-NANA), el nucleótido activado
que la ausencia de estos componentes no im pi­ de ácido siáhco. El CMP-NANA actúa com o
de las funciones opsónicas y quimiotácticas del dador para una sialotransferasa que agrega este
complemento se sugirió un papel directo de la azúcar al lipooligosacárido (LOS) del organis­
actividad bactericida del suero. Además, es mo. Con ello no sólo se enmascaran los epito­
probable que en individuos deficientes en C l, pes antigénieos del LOS que normalmente sir­
C4 y C2, el camino alternativo sea el que actúa ven como blancos bactericidas, sino que tam ­
en la prevención de infecciones recurrentes de bién se inhibe la muerte por anticuerpos a otros
características serias. antígenos, tales como moléculas de porinas.
Las bacterias gramnegativas disponen de un Otro mecanismo que permite evadir la m uer­
número de estrategias para obviar los efectos te m ediada por com plem ento, especialm ente
de ambas vías de activación del complemento. im portante en especies de enterobacterias, in­
Uno de los mecanismos más comunes para im ­ volucra a los LPS. Estos organismos sintetizan
pedir la unión del complemento es la capacidad LPS con largas cadenas laterales O, que im pe­
de las bacterias de sintetizar cápsulas que, con dirían estéricam ente el acceso del com plejo
la única excepción de la del Bacillus anthracis, C5b-9 a la m em brana externa de la bacteria.
son de naturaleza polisaearídica. Como ya se Las bacterias tam bién evaden el sistem a del
ha dicho, la producción de cápsula está clara­ com plemento presentando al sistema inm une
mente relacionada con la patogenicidad de m u­ antígenos que estimulan la formación de anti­
chas especies bacterian as, g ram positivas y cuerpos bloqueantes. Estos anticuerpos b lo ­
gramnegativas, tales como Streptococcus spp, quean la depuración de bacterias por la reac­
Neisseria meningitidis, Salmonella typhi, Hae- ción bactericida del suero. Se ha propuesto que
mophilus influenzae, Klebsiella spp, etc. Existe los anticuerpos bloqueantes tienen dos efectos:
un gran número de antígenos capsulares, pero 1) desvían la localización molecular del com ­
sólo un reducido número de ellos está asociado plemento fijado a sitios que no resultan en le­
con bacterias que causan enfermedades invasi­ siones bactericidas y 2) interfieren con la fija­
vas. En Escherichia coli se han definido, sero- ción de anticuerpos normalmente bactericidas.
lógicamente, más de 80 antígenos capsulares, Un mecanismo usado por Brucella y meningo-
denominados K. Sin embargo, la mayoría de cocos es la estimulación de altos niveles de an­
las cepas de Escherichia coli aisladas de sangre ticuerpos IgA séricos no fijadores de com ple­
poseen antígenos de tipo K1 y sólo unos pocos mento que parecen competir con los anticuer­
tipos de K causan las restantes enfermedades pos IgG bactericidas. En el caso de Neisseria
invasivas producidas por Escherichia coli. gonorrhoeae, el suero humano normal puede
Se cree que el mecanismo molecular de la co n ten e r anticuerpos bloqueantes d irig id o s
inhibición del efecto bactericida del suero por principalmente contra una proteína de superfi­
los polisacáridos capsulares es la restricción de cie expuesta denominada PIII o rmp que es ca­
la difusión de anticuerpos y componentes del paz de bloquear el fuerte efecto bactericida del
complemento a las superficies de células sub­ suero de pacientes que se han recuperado de
yacentes. Probablemente más importante es la una infección gonocóeica diseminada.
capacidad de las cápsulas de inhibir la fijación
de complemento por la vía alternativa al pro­ Incremento de la respuesta
veer una superficie que potencia la degradación inflamatoria
del C3b unido, de manera similar a lo que pro­
duce el ácido siálico de la superficie de células A través de la activación del complemento,
eucarióticas. De hecho, algunas cápsulas con­ complejos antígeno-anticuerpo incrementan la
sisten exclusivamente de ácido siálico {Neisse­ intensidad de la respuesta inflamatoria inducida
ria m eningitidis grupos B y C y Escherichia por el agente infeccioso.
coli K 1) o lo contienen {Streptococcus agalac-
tiae tipos la, 11 y III). Además, en Haemophilus
influenzae tipo b, la resistencia puede ser feno- BACTERIAS INTRACELULARES
típicamente modulada por condiciones ambien­
tales, confirm ando el rol de la cápsula en la Las bacterias intracelulares comprenden al­
evasión de la muerte bacteriana mediada por el gunas especies patógenas de importancia m édi­
complemento. ca reconocida y otros patógenos emergentes y
Al igual que Hemophilus influenzae, cepas oportunistas que cobran importancia con el au­
de N eisseria gonorrhoeae sensibles al suero mento de pacientes inmunodeficientes.
488 Inmunopatología

Con respecto a su hábitat, las bacterias intra­ pública y la segunda por ser el modelo mejor
celulares pueden ser de dos tipos; facultativas y estudiado,
obligadas. Las primeras son capaces de multi­ Mycobacterium tuberculosis es una bacteria
plicarse y persistir dentro de fagocitos mono- ácido alcohol resistente, de crecimiento lento,
nucleares y, en algunos casos, dentro de otras cuya cubierta celular es rica en lípidos, glucolí­
células del huésped. Estas incluyen Mycobacte- pidos y ceras, que son responsables de su hidro­
rium spp, Salmonella spp, Brucella spp, Legio- fobicidad, su adyuvanticidad y su persistencia
nella pneumophila y Listeria monocytogenes. intracelular. Es agente causal de la tuberculosis,
Las segundas, que no pueden sobrevivir fuera enfermedad que afecta a numerosos individuos.
de la célula huésped, prefieren los fagocitos no Sin embargo, estos representan no más del 10%
profesionales (células epiteliales y endotelia­ de los infectados, ya que el aproximadamente
les), y sólo a veces se encuentran en fagocitos 90% restante permanece saludable al mantener
m onocelulares. Estas incluyen R ickettsiae y un equilibrio entre la respuesta inmune del hués­
Chlamidiae, ped y el desarrollo de la bacteria persistente.
Debido a su localización intracelular están
protegidas de la inmunidad humoral. Sin em ­ Fagocitos profesionales
bargo, proteínas bacterianas son procesadas y
los p éptidos expresados en el contexto del Los fagocitos profesionales constituyen los
CMH promueven interacciones con linfocitos principales efectores de las defensas antibacte­
T. Tanto la patogenicidad de bacterias intrace­ rianas. Estos com prenden a los granulocitos
lulares como la resistencia adquirida a dicha in­ polimorfonucleares (PNGs) y fagocitos mono-
fección dependen de los linfocitos T, La activa­ nucleares (MPs). Los PNGs juegan un rol espe­
ción de macrófagos por linfocitos T CD4 que cial en la infección intracelular aguda, aunque
producen interferón gamma (lEN-y) se conside­ su corta vida los hace inapropiados como hábi­
ra crucial en la resistencia adquirida. tat intracelular. Más bien actúan como células
Las bacterias intracelulares presentan cinco letales para bacterias intracelulares como Liste­
características principales; 1) están obligadas a ria monocytogenes. El rol de los MPs es doble,
explotar mecanismos de evasión que le perm i­ ya que representan un hábitat esencial y los
tan sobrevivir en ambientes tan hostiles; 2) po­ principales efectores de las defensas.
seen baja toxicidad, y la patogenicidad no es La fagocitosis se induce de dos maneras; 1)
consecuencia directa de los factores de virulen­ Los fagocitos profesionales expresan glucopro-
cia bacterianos sino de la respuesta del huésped teínas lectin-like con especificidad por azúcares
por la estimulación de linfocitos T; 3) las reac­ comúnmente expuestos en la superficie bacte­
ciones tisulares son típicamente granulomato- riana. La unión a estos receptores induce la fa­
sas; 4) ¡as enfermedades tienden a la cronici­ gocitosis por los fagocitos profesionales, 2) La
dad, y 5) la protección contra las infecciones unión de ligandos a las bacterias (IgG, produc­
producidas por bacterias intracelulares está m e­ tos del clivaje de C3 o fibronectina) promueve
diada por células T, las que no interactúan di­ la fagocitosis vía receptores específicos (FcR,
rectamente con la bacteria sino con la célula in­ C R l y CR3 o EnR),
fectada. Las funciones efectoras de los fagocitos pro­
Sólo unas pocas especies bacterianas patóge­ fesionales incluyen; 1) generación de interme­
nas cumplen con estos criterios y, dependiendo diarios del oxígeno reactivos (ROIs); 2) pro­
de cuál o cuáles de ellos se consideren, el con­ ducción de intermediarios del nitrógeno reacti­
cepto de bacterias intracelulares puede variar. vos (RNIs); 3) limitación de la disponibilidad
Entre las bacterias que cumplen todos los crite­ del hierro intracelular; 4) producción de defen-
rios m encionados se encuentran especies de sinas; y 5) acidificación de fagosomas y fusión
Mycobacterium. La listeriosis experimental en fagosomas-lisosomas. La mayoría de estos me­
ratones, causada por Listeria monocytogenes canismos son solamente inducidos por una ac­
cumple casi todos los criterios, pero es una en­ tivación apropiadíi- En el caso de MPs murinos
fermedad aguda. Otras enfermedades, tales co­ por estimulación de IFNy, aunque también par­
mo fiebre tifoidea (causada por Salm.onella ty- ticipan otra interleuquinas. El sistema humano
phi o Salmonella thyphimurium), o la enferme­ es más complejo y es probable que se requiera
dad de los legionarios, causada por Legionella la co-estimulación de diferentes factores.
pneumophila, son sólo parcialmente intracelu­
lares, ya que la respuesta del huésped es influi­ Producción de ROIs
da por anticuerpos. La tuberculosis y la liste­
riosis experim ental en ratones, son m odelos Los RO Is son tóxicos para todos los m i­
importantes de infecciones por bacterias intra­ croorganismos, incluyendo las bacterias intra­
celulares, a los que nos referiremos en este ca­ celulares. Sin embargo, su contribución para
pítulo. La primera por su implicancia en salud combatir la tuberculosis no es clara.
Inmunología de las infecciones bacterianas 489

Producción de RNIs células huésped: 1) invasión de fagocitos no


profesionales; 2) evasión desde el fagosom a
Los RNIs han demostrado estar involucrados hacia el compartimento citoplasmático; 3) in­
en la actividad tubercuiostática de MPs m uri­ terferencia con los ROIs; 4) inhibición de la fu­
nos. Estos interm ediarios son producidos no sión fagosom a-lisosom a y neutralización del
sólo por los fagocitos profesionales sino tam ­ pH fagosomal; 5) resistencia a las enzimas liso-
bién por otras células, incluyendo los hepatoci­ somales; y 6) inducción de “heat-shock p ro ­
tos, una de las células blanco de L. monocyto- teins ”(hsp)-
genes. Por lo tanto, es posible que los RNIs L isteria m onocytogenes y M ycobacterium
participen en la protección de fagocitos no pro­ tuberculosis presentan diferentes estrategias de
fesionales contra las bacterias intracelulares. sobrevivencia, probablemente relacionadas con
También se ha sugerido que los RNIs participa­ la duración de las enfermedades que causan.
rían en la inhibición del crecimiento de mico- L. monocytogenes, que causa una infección
bacterias en MPs humanos. aguda, es relativam ente sensible a la m uerte
por fagocitos y sólo puede sobrevivir en el in­
Requerimiento de hierro terior de fagocitos no profesionales y aquellos
pocos MPs insuficientem ente calificados. M.
El hierro es un requerimiento crucial para la tuberculosis habita principalmente en M Ps y
sobrevivencia de bacterias intracelulares, entre raramente en fagocitos no profesionales.
ellas h is te ria m ono cyto g en es y L eg io n eila En L. monocytogenes la invasión activa de
pneumophila. Por otra parte, los MPs requieren fagocitos no profesionales es mediada p o r una
hierro para activación de los mecanismos anti­ invasina, llam ada internalina y una pi'oteína
b acte rian o s que inclu y en la g en eració n de extracelular, p60. Por este mecanismo L. mo­
ROIs y RNIs. De esta manera, la competencia nocytogenes atraviesa las células epiteliales in­
por el hierro representa un factor decisivo para testinales. En el hígado, las células de K upffer
la acción de los MPs como hábitat o efectores. captan L. monocytogenes de la sangre y algu­
nas bacterias pueden salir del fagosoma y en­
Producción de defensínas, acidificación trar en en citoplasma. En esta etapa la sobrevi­
de fagosom as y fusión fagosoma-lisosoma vencia celular se debe, principalmente, a liste-
riolisina, aunque otros factores de virulencia
Durante la fagocitosis, el pH endosomal au­ (fosfolipasas C, lecitinasa y m etaloproteasa)
menta a niveles básicos por un corto período y también contribuirían. Luego, L. monocytoge­
luego disminuye a valores ácidos. El medio bá­ nes se mueve hacia la membrana desde donde
sico crea condiciones óptimas para las defensi- se disemina a los hepatocitos, sin exposición al
nas, mientras que el pH ácido es óptimo para medio extracelular ni intervención de invasi-
las enzimas lisosomales. nas. Con posterioridad a la estimulación de los
Las defensinas son polipéptidos básicos que MPs por IFN-y, L. monocytogenes no puede
abundan en los PNGs y están presentes en al­ escapar de los fagosomas, donde es m uerta fá­
gunos, aunque no todos, los MPs. Ha sido de­ cilmente por acción de los ROIs, RNIs y/o de­
m ostrado que defensinas purificadas poseen fensinas. Aun en ausencia de células T, las cé­
una fuerte actividad bactericida y pueden jugar lulas NK controlan la listeriosis bastante efi­
un rol defensivo contra ciertas bacterias intra­ cientem ente, aunque no c o m p leta m en te. El
celulares, tales como S. typhimurium y L. m o­ compartimento endosom al de los hepatocitos
nocytogenes. Además, mulantes de S. typhimu­ es m ucho m enos hostil que el de lo s MPs,
rium phoP-, por inserción de un transposón, constituyendo un nicho propicio para la sobre­
que son avirulentas para ratón e incapaces de vivencia bacteriana.
sobrevivir en MPs murinos, son altamente sen­ En M. tuberculosis no se conocen invasinas
sibles a las defensinas. y la entrada al huésped se produce por medio
La contribución de las enzimas lisosomales a de la fagocitosis por MP alveolares. G eneral­
la muerte bacteriana es poco importante; su rol m ente no ocurre evasión en el citoplasm a y
principal es la degradación de bacterias m uer­ existe una alta resistencia a los mecanism os
tas. Estas enzimas residen en los lisosomas y efectores que operan en MP activados. A pesar
llegan al fagosoma a través de la fusión fagoso­ de su im portancia clínica, los conocim ientos
ma-lisosoma. sobre los factores de virulencia que perm iten
la sobrevivencia intracelular de Ai. tuberculo­
Estrategias bacterianas de sobrevivencia sis son poco conocidos. La fagocitosis ocurre
intracelular por dos mecanismos: 1) las micobacterias se­
cretan abundante cantidad de moléculas que se
Las bacterias intracelulares explotan diferen­ unen a fibronectina, las que promueven la fa­
tes estrategias para multiplicarse dentro de las gocitosis por receptores de fibronectina, y 2)
490 Inmunopatología

M. tuberculosis induce la activación de C3 se­ 8-10 días. El cambio ocurrido en los días 5-6 se
guida por fijación de productos de C3 y capta­ correlaciona con la aparición de linfocitos T es­
ción vía CR; esta entrada no produce induc­ pecíficos, capaces de transferir protección a re­
ción de ROIs. Además, M. tuberculosis produ­ ceptores com unes. La infección con L. m o ­
ce enzimas que detoxifican los ROIs e inhiben nocytogenes induce inmunidad protectora, y ra­
la fusión fagosoma-lisosoma. También los glu- tones que sufrieron la infección subletal, fueron
colípidos participan en la sobrevivencia del capaces de tolerar una segunda dosis, mucho
bacilo de la tuberculosis. El lipoarabinomana- mayor, normalmente letal (fig. 24-4).
no interfiere con la activación de MPs y los
sulfolípidos inhiben la fusión fagosoma-lisoso- Subpoblaciones de células T involucradas
ma e interfieren con la producción de ROIs.
Por último, en virtud de su pared celular rica Células T a/(3 CD4 (principalmente T H l) y
en lipoides, su actividad metabólica reducida y células T a /p CD8 participan en la resistencia
su replicación retardada, M. tuberculosis pare­ adquirida contra bacterias intracelulares, como
ce estar equipado adecuadamente para su so­ surge de algunas observaciones reahzadas en
brevivencia intraendosomal. ratones infectados con L. monocytogenes que
demuestran que: 1) la transferencia adoptiva
R ol central de las células T de inmunidad antilisteria depende de la histo­
compatibilidad entre las células T transferidas
Como ya se mencionó, los linfocitos T son y los ratones receptores, en sus loci para m olé­
elem entos indispensables para la patogénesis culas clase I y clase II del CMH; 2) la elimina­
de infecciones producidas por bacterias intra­ ción in vitro de células T CD4 y CD8 de la po­
celulares. Por una parte, la expansión de gra­ blación de lin fo cito s inm u n es, d ific u lta la
nulomas dificulta las funciones tisulares, ocu­ transferencia de protección contra L. monocy­
pando espacio y afectando a las células que lo togenes-, 3) se han aislado clones de células T
rodean. Por otra parte, los linfocitos T especí­ CD4 y CD8 específicos para L. m onocytoge­
ficos pueden afectar la fisiología de las células nes capaces de transferir protección adoptiva­
del huésped infectadas. mente y 4) las lesiones de ratones infectados
La adquisición de resistencia contra bacte­ consisten de células T CD4 y CD8.
rias intracelulares también depende principal­ Se ha dem ostrado que en la listeriosis, la
mente de los linfocitos T. En el caso de bacte­ protección depende principalmente de células
rias susceptibles, como histeria monocytoge- T CD8, con alguna participación de células T
nes, la depuración bacteriana es llevada a cabo CD4,
rápidamente, mientras que en el caso de pató­ También existen evidencias que indican la
genos resistentes, como M. tuberculosis, la de­ participación de células T CD4 y CD8 en in­
puración es generalmente incompleta, quedan­ fecciones por otras bacterias intracelulares, in­
do focos con bacterias controladas. La presen­ cluidas m icobacterias, Salm onella typhim u-
cia de bacterias y su erradicación se localizan rium y Brucella abortus.
en las lesiones granulomatosas, donde las cito- La residencia primaria de las bacterias intra­
quinas prom ueven la acción de linfocitos T, celulares es el compartimento endosómico de
MPs y Otras células. los MPs y desde aquí tienen acceso a la vía de
En la década del 60, G. B. Mackanes reveló presentación de CMH clase II. Sin embargo,
que la resistencia contra bacterias intracelula­ las bacterias intracelulares también invaden fa­
res podía ser transferida por medio de linfoci­ gocitos no profesionales, algunos de los cuales
tos viables obtenidos de animales inmunes, y no expresan constitutivamente moléculas clase
posteriormente realizó estudios sobre el m ode­ II del CMH. En consecuencia, esas células no
lo de listeriosis experimental en ratones. son reconocidas por los linfocitos T CD4 y
Se infectaron ratones intravenosamente con brindan un sitio adecuado para la bacteria in­
dosis subletales de L. monocytogenes. A varios tracelular, influyendo en el curso de la enfer­
tiempos post-infección se mataron los ratones, medad.
se extrajeron sus bazos e hígados y se determi­ Varias líneas circunstanciales de evidencias
nó el número de bacterias viables (por recuento indican que las células T y/5 están involucra­
de unidades formadoras de colonias en placa) das en la inmunidad contra bacterias gramne­
en homogenatos de esos órganos. Más del 95% gativas.
de las bacterias fueron eliminadas de la circula­
ción durante los primeros 15 minutos, y se en­ Citoquinas
contraron en los órganos, donde se multiplica­
ron continuamente hasta los 4-6 días. Luego, el Las citoquinas juegan un rol central en la re­
número de bacterias dism inuyó rápidam ente sistencia contra las bacterias intracelulares.
hasta niveles no detectables, alrededor de los Actúan en las siguientes etapas:
Inmunología de las infecciones bacterianas 491

infiltración temprana de fagocitos células T CD4 y CD8 obtenidas de lesiones de


inflamatorios pacientes con tuberculosis expresan m arcado­
res fenotípicos característicos de actividad cito­
En la acumulación temprana de fagocitos in­ lítica. Si bien las células T CD4 aisladas de pa­
flamatorios en el sitio de multiplicación bacte­ cientes tuberculosos generalmente expresan ac­
riana están involucradas IL-1, lL-6 y TNF. E s­ tividad citolítica específica luego de su re-esti­
tas citoquinas proinflamatorias son producidas mulación in vitro, esto rara vez ocurre con las
por MPs y/o células epiteliales muy pronto des­ células T CD8.
pués de la infección.
La lesión granulomatosa
Formación de lesiones granulomatosas
En general, la respuesta inmune que protege
Participan TNF e IL-4. Sin embargo, debido contra bacterias intracelulares es un evento lo­
a que los granulomas son indispensables para cal centrado en los g ran u lo m as, que no sólo
la protección contra M. tuberculosis, la form a­ restringen la multiplicación bacteriana sino que
ción de granuloma inducido por TNF es prim a­ confinan a las bacterias en un espacio físico de­
riamente un mecanismo protector, A diferencia finido.
de ello, la protección contra L. monocytogenes La lesión granulomatosa está compuesta por
no depende estrictamente de la formación de MPs (en diferentes estados de maduración y di­
granulomas, y lesiones excesivas son perjudi­ ferenciación) y células T de diferentes fenoti­
ciales para el huésped. pos. Las bacterias se encuentran en el interior
de los MPs.
Activación de funciones antibacterianas La formación del granuloma se inicia con un
en los M Ps (activación de macrófagos) proceso inflamatorio. Este proceso es desenca­
denado por productos bacterianos (péptidos
Esta etapa ha sido extensamente estudiada in conteniendo N-formil metionina), componentes
vitro usando macrófagos murinos. En este sis­ del complemento (C5a) y citoquinas produci­
tema, el IFN-Y ha sido identificado com o la das por los MPs infectados (IL-1, lL-6, IL-8 y
principal citoquina de activación de MPs. Los T N F -a ). Las citoquinas producidas p o r los
m acrófagos activados son capaces de m atar MPs estimulan a las células endoteliales loca­
bacterias susceptibles, como L. monocytogenes, les y a fagocitos sanguíneos. Las células endo­
y, aunque no hacen lo propio con M. tuberculo­ teliales activadas que rodean a la lesión prim a­
sis, son capaces de inhibir fuertemente el creci­ ria expresan selectinas e integrinas, prom ovien­
miento de estas bacterias. El IFN-y es produci­ do la adhesión y extravasación de los fagocitos
do por diferentes células que infiltran secuen- inflam atorios que, a su vez, liberan enzim as
cialmente la lesión (células NK, células T y/5 y proteolíticas con el consiguiente daño tisular.
células T a /p CD4 y CD8. (fig. 24-5). Esta lesión es, a menudo, exudativa. En una se­
La producción de IFN-y por las células NK y gunda etapa, los linfocitos T y los macrófagos
T y/6 favorece la difei'enciación de células T interacttian entre sí. Las células T producen ci­
CD4 en el tipo T H l, durante las tiltimas fases toquinas (que incluyen IFN-y e IL-2) que esti­
de la activación de macrófagos. mulan a los linfocitos T recirculantes en la san­
gre, producen su interacción con las células en­
Mecanismos citolíticos doteliales activadas (vía selectinas e integrinas)
y migran hacia el foco infeccioso. Gradualmen­
Mecanismos citolíticos parecen estar involu­ te, las células infiltradas se organizan y forman
crados tanto en la patogénesis de las bacterias un granuloma, en el que predominan los MPs.
intracelulares como en la protección contra las Al interactuar con los MPs infectados, los lin­
mismas. En la patogenia, ya que la lisis de fa­ focitos T producen IFN-y y activan las funcio­
gocitos no profesionales afecta las funciones fi­ nes antibacterianas de los macrófagos.
siológicas de los órganos afectados. En cuanto La imposibilidad de desarrollar granulomas
a su función en la protección, la lisis de células o la ruptura de granulomas organizados suele
infectadas libera bacterias que mueren fác il­ estar asociada con una evolución desfavorable
mente al ser fagocitadas por monocitos sanguí­ de la enfermedad infecciosa debida a bacterias
neos, constituyendo así un prerrequisito para la intracelulares.
depuración de bacterias. Las células potencial­
mente eitolíticas incluyen PNGs, NK, y células CARACTERÍSTICAS DEL HUÉSPED
T y/5 y a/p. Células T a /p CD4 y CD8 de rato­ QUE MODIFICAN LA RESPUESTA INM U NE
nes inmunes contra M. tuberculosis o L. m o­
nocytogenes expresan actividad citolítica des­ La susceptibilidad y el tipo de respuesta ante
pués de su re-estimulación in vitro. Tam bién muchas infecciones bacterianas depende de las
492 Inmunopatología

Fig. 24-5. P r jducción secuencial de IFN-"y en el sitio de m ultiplicación bacteriana, en la listeriosis experim ental en ratón.
(D e Stefan HE K aufm an, m odificado. F undam ental Im m unology, W . Paul, 3® ed.)

características del huésped. Las más importan­ bacterias gramnegativas. Además, la desapari­
tes a tener en cuenta incluyen edad, factores ción de los anticuerpos IgG va acompañada de
genéticos y factores nutricionales. un aumento en la susceptibilidad a infecciones
por estafilococos, estreptococos, Haemophiíus
Edad influenzae Neisseria meningitidis.
Fothergill y Wright realizaron estudios sobre
La evolución del sistema inmune durante el la respuesta de anticuerpos en meningitis cau­
desarrollo fetal, neon atal y adulto p ro d u ce sadas por H. influenzae y demostraron que la
cambios en la susceptibilidad del huésped a di­ incidencia de la enfermedad aumenta a medida
ferentes tipos de infección. Durante el desarro­ que disminuye el nivel de anticuerpos. Los ni­
llo fetal la susceptibilidad está limitada a aque­ ños nacen con anticuerpos m aternos y están
llos organismos que pueden ser transm itidos protegidos m ientras estos anticuerpos están
por la circulación materna (el agente productor presentes. Entre los 3 meses y los 2 años de
de la sífilis, entre las bacterias). Entre los neo­ edad los niños son altamente susceptibles a la
natos, un factor importante, aunque no el úni­ enfermedad por ser naturalmente deficientes en
co, es la falta de una respuesta inmune humo­ anticuerpos dirigidos contra la cápsula de tipo
ral. Esta se compensa en parte por los anticuer­ b. Después de los 2 años, los títulos de anti­
pos maternos, sobre todo de la clase IgG, aun­ cuerpos aumentan y la enfermedad se vuelve
que también se transfieren IgM e IgA, estos úl­ menos frecuente. Además, cuanto mayor es la
timos fundam entalemnte en leche y calostro. capacidad de la sangre para destruir al agente
Como consecuencia de los bajos niveles de causal, menos son los casos de enfermedad. En
IgM hay una mayor susceptibilidad frente a las la figura 24-6 se muestra la relación entre la
Inmunología de las infecciones bacterianas 493

E
lo

Edad (años)

F ig. 24-6. Relación entre edad, incidencia de m eningitis por H. influenzae y títulos bactericidas en sangre. (De S m ith ,
A .L., m odificado. M icrobiología. M ecanism os de la enferm edad infecciosa, 2“ ed.)

edad, la incidencia de m eningitis por H. in­ de las membranas lisosomales y la deficiencia


fluenzae y los títulos bactericidas en sangre. de vitamina A parece disminuir la resistencia a
La inmunidad mediada por células aparece la tuberculosis, al afectar la función fagocítica
prácticamente intacta en neonatos. normal. Por otra parte, una disminución de h ie­
Es importante destacar que los procesos in­ rro parece estar asociada con un incremento de
fecciosos de la infancia pueden provocai' altera­ la susceptibilidad a infecciones por bacterias
ciones perdurables al interferir en el desarrollo gramnegativas.
y el crecimiento.

Factores genéticos R EA C C IO N ES
INM UNOPATOLÓGICAS
E ntre los facto res gen ético s se in clu y en
aquellos relacionados con la resistencia de es­ Hemos dicho anteriormente cjue una in fec­
pecie, raza, etc. Además, muchos estudios su­ ción bacteriana es capaz de provocar daño en
gieren que existe un componente hereditario en un huésped susceptible por acción directa de
la susceptibilidad a la tuberculousis. También se los microrganismos y también por los m ecanis­
han hecho observaciones sobre otros sistemas mos de defensa que pone en juego el huésped
microbianos, no bacterianos. Uno de los casos frente a esa infección.
mejor establecido de control hereditario de re­ También hemos visto que la respuesta infla­
sistencia a una infección específica es el de la matoria es uno de los mecanismos de defensa
ausencia relativa de susceptibilidad al paludis­ que un huésped susceptible opone a una infec­
mo asociada con algunos tipos de anemia. ción. Sin embargo, la inflamación en sí m ism a
es una condición patológica y, en algunos ca­
Factores nutricionales sos, el daño debido al proceso inflamatorio es
mayor que el producido por el agente infeccio­
Existen evidencias de que dietas cualitativa­ so, tal como ocurre, por ejemplo, en la tubercu­
mente o cuantitativamente inadecuadas pueden losis y la lepra. En infecciones por M ycobacte­
predisponer a las infecciones bacterianas. Esta rium tuberculosis, las células T activadas p o r el
disminución de la resistencia ha sido asociada, antígeno no sólo activan macrófagos, sino que
al menos, con deficiencias proteicas, vitamíni­ los atraen e inmovilizan. Puesto que, a su vez,
cas o de iones metálicos. U na dieta proteica las células son atraídas ai foco de infección, el
inadecuada produce depresión de la respuesta resultado neto es la concentración de células
inmune celular y humoral. Las vitaminas A y D activadas y macrófagos en el sitio de infección.
aparecen como esenciales para la funcionalidad La liberación de linfotoxinas y enzimas lisoso-
494 Inmunopatología

filocócica podría reducir las defensas del hués­


Célula epitelial ped contra otros microorganism os invasores.
También se ha demostrado que un extracto de
poUsacáridos de Bordetella pertussis disminu­
:^MBG
C é lu la ^ ®rzr® f Célula ye la respuesta de hipersensibilidad tardía a la
endotelial^ jm mi— m>\ endotelial tuberculina, probablemente por inhibición de la
proliferación o de la actividad de linfocitos o
de ambas.
mm '
A n tíg e n o * * , Complejos 5=1 Anticuerpo Los complejos inmunes que se forman du­
antígeno-anticuerpo rante las infecciones bacterianas usualmente no
solubles provocan un daño importante. Sin embargo, al­
gunas infecciones pueden producir enfermeda­
Giba
des debidas a la formación de complejos inm u­
<^3 ¿2> ^
nes. Uno de los ejemplos más conocidos es la
glom erulonefritis aguda post-estreptocóccica.
03 C3
En eUa, los complejos antígeno-anticuerpo de­
m um mrum sencadenan varios mecanismos locales secun­
Célula \ ©im® darios que contribuyen a la formación de lesio­
endotelial
(PiC) Activación del sistema nes glomerulares, que se presentan al m icros­
[ del complemento copio electrónico como depósitos electrónica­
mente densos. Mediante técnicas histopatológi­
cas se demostró que estos depósitos contienen
-Proteinuria
comiánmente IgG, C3 y properdina. Aun cuan­
do no esté definido el antígeno específico que
provoca la glomerulonefritis post-estreptocóc-
cica, su patogenia parece semejante a la forma
Célula aguda de la enfermedad del suero en conejos,
endotelial segtín se esquem atiza en la figura 24-7. Se
^Polimorfonucleares piensa que las lesiones glomerulares de la en­
docarditis bacteriana subaguda, la bacteriemia
quimiotáctica' estafilocócica y la neumonía neumocócica obe­
de 05, 0 6 y 07 decerían a mecanismos similares.

F ig. 24-7. R epresentación esquem ática del desarrollo de


lesiones glom erulares por los com plejos solubles de antí- B IB L IO G R A F IA
geno-anticuerpo. (De Fish y col.: en -Strauss, M. B. y W elt,
L. G. (eds.). D iseases o f the kidney, 2“ ed. Boston, Little,
Finaly, B. B. y Faikow , S.: C om m on them es in microbial
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GUI, D. M.: Bacterial toxins: A table o f lethal am ounts. M i-
crobiol. Rev., 46: 46-94, 1982.
males por las células T y los macrófagos, res­ G otschlieh, E. C.: Im m unity to extracellu lar b acteria, en
pectivamente, produce la necrosis de los teji­ Paul, W. E. (ed.): Fundam ental Im m unology, Third ed i­
tion. R aven Press, Ltd., N ueva York, 1993, págs. 1287-
dos, originando una reacción de hipersensibili­ 1308.
dad mediada por células. Horwitz, M. R.: Phagocytosis o f m icroorganism . Rev. In ­
Otras reacciones inm unopatológicas causa­ fe cí. Dis., 4.-4-104, 1982.
das por infecciones bacterianas incluyen las de­ loklik, W. K:, W illett, H. P., A m os, D. B. y W ilfcrt, C, M.
(eds.): Z insser M icrobiology 20th. ed. A ppleton & L an ­
nominadas enfermedades autoinmunes y la for­ ge, N orw alk, C alifornia, 1992.
mación de complejos inmunes. Kass, E. H. y W olff, Eds.: Bacteria] lipopolysaccharides:
En el caso de las enfermedades autoinmunes Chem istry, biology and clinical significance o f endoto-
han sido implicados varios productos del meta­ xlns. .1. Infecí. Dis. (Suppl.), 128: S I-S 3 0 5 , 1973.
K aufm ann, S. H. E.: Im m unity to intracellular bacteria, en
bolism o bacteriano, como lipopolisacáridos, Paul, W . E. (ed.): F undam eníal Im m unology, Third edi­
proteínas, etc. Estos productos inducen reaccio­ tion. R aven Press, Ltd., N ueva York, 1993, p. 125L 1286.
nes inmunes no específicas que pueden supri­ K ilian, M.: Bacterial enzym es degrading hum an I g A l, en
mir las respuestas específicas involucradas en R obbins, J. B ., H ill, J. C. y Sadoff, J. C. (eds.): Sem inars
in infectious disease. Vol. 4, Bacterial vaccines. Thiem e-
la capacidad protectora. A lgunos ejem plos Stratton Inc., N ueva Y ork, 1982, págs. 213-218.
aclararán este concepto. La p ro teín a A de M oulder, J. W.: C om parative biology o f intracellular para-
Staphyíococcus aureus tiene la propiedad de sitlsm . M icrobiol. Rev. 49: 298-337, 1985.
combinarse con la porción Ec de la IgG huma­ Pierce, N. F. y K oster, F. T.: Specific im m unologyc me-
m ory in the secretory m ucosal im m une system , en R ob-
na. Así, el complejo formado reacciona con el blns, J. B.; H ill, J. C. y Sadoff, J. C. (eds.): Sem inars in
complemento del suero, produciendo su agota­ infectious disease. V ol. 4. B acteria l vaccines. Thiem e-
miento; por este mecanismo una infección esta- Stratton Inc., N ueva Y ork, 1982, págs. 19-23.
Inmunología de las infecciones bacterianas 495

Schlessinger, D. (Ed.): B acterial adhesión in pathogenesis. m os de las enferm edades infecciosas. Editorial M éd ica
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tein, B. I. y G uerra, H. (eds.): M icrobiología-M ecanis­ va York, 1971.
Inmunología de las micosis

RICARDO NEGRONI 25
INTRODUCCIÓN habitualmente benignos que, en su mayor parte
curan en forma espontánea. Un reducido nú­
Se agrupan dentro de las micosis sistémicas mero de sujetos infectados, uno de cada 500 o
todas aquellas afecciones cuyo agente etiológi­ 1.000, según la micosis, no se defiende ade­
co es capaz de diseminarse por vía linfohemáti- cuadam ente; su afección pulm onar se torna
ca en algún momento de su evolución, provo­ progresiva y, por último, el agente etiológico
cando la agresión simultánea a diversos órga­ se disemina por vía linfohemática y ataca di­
nos con serio riesgo para la vida del pacien- versos órganos llevando al paciente, de no me­
^e_26,39 Estas m icosis deben dividirse en dos diar un tratamiento adecuado, a la muerte en
grandes c a t e g o r í a s , a q u e l l a s ocasionadas un lapso variable.
por hongos patógenos primitivos como el His- A este grupo pertenecen 5 enferm edades:
toplasm a capsulatum o el P aracoccidioides coccidioidomicosis, histoplasmosis, paracocci-
brasiliensis, y las producidas por hongos de ba­ dioidomicosis, blastomicosis y criptococosis.
ja virulencia, llamadas micosis oportunistas, a Se designa con el nombre de micosis-infec­
causa de que su presentación depende de la ción a las formas respiratorias benignas, subclí-
existencia en el huésped de una patología pre­ nicas o asintom áticas que curan espontánea­
via que disminuye sus defensas, ya sea en el mente y con el de m icosis-enferm edad a las
orden local o en el general. evolutivas y graves.
Estos dos tipos de afecciones son muy dife­ Una característica importante de estas mico­
rentes en lo que atañe a las relaciones huésped- sis es que cada una de ellas posee una distribu­
parásito y conviene tratarlas separadamente. ción geográfica peculiar. Todas son más fre­
cuentes en el continente americano y, salvo la
blastomicosis (antes conocida como blastom i­
I. MICOSIS SISTÉMICAS cosis norteamericana), todas han sido halladas
en la Argentina.>3‘->33-'«
Caracteres de las micosis sistémicas Otro rasgo distintivo de importancia es que,
eon excepción del Cryptococcus neoformans,
Generales todos los agentes productores de micosis sisté­
micas son dimorfos, es decir, que se presentan
Reservaremos el nombre de micosis sistémi­ como hongos filamentosos con producción de
cas para aquellas producidas por hongos pató­ distintos tipos de esporas en su vida saprofítica
genos primitivos. Éstos viven normalmente en y como elementos levaduriformes o esporan­
el mundo exterior, donde desarrollan una vida gios en la parasitaria. Ello se debe probable­
saprofita en el suelo o sobre deyecciones de mente a que en el seno de los tejidos parasita-
animales y pueden infectar al hombre y otros dos el hongo debe adaptarse a las defensas del
vertebrados por medio de sus esporas. La vía huésped y a condiciones de desarrollo constan­
de penetración es generalm ente inhalatoria, tes en lo que atañe a temperatura y humedad.
producen cuadros de primoinfección pulmonar Este proceso fue llamado “animalización” .'^®
Inmunología de las micosis 497

Epidemiológicos y relaciones micosis en la zona endémica de la Argentina ha


huésped-parásito sido calculada en uno de cada 1 0 0 . 0 0 0 habitan­
tes por año.*'”’ Esta desproporción indica, por
Los estudios realizados sobre la coccidioido- una parte, deficiencias de diagnóstico y de de­
micosis-infección'^''’-’®permitieron establecer una nuncia y, por otra, la existencia de numerosas
serie de hechos fundamentales que más tarde infecciones subclínicas.
fueron comprobados en otras micosis sistémi­ La edad, el sexo, la profesión, la raza y los
cas. Éstos pueden resumirse así: 1 ) la primoin- hábitos constituyen factores predisponentes p a­
fección pulmonar origina un complejo primario ra la presentación de las formas progresivas de
similar al de la tuberculosis; 2 ) los animales do­ m icosis-enferm edad. Es más frecuente en la
mésticos y silvestres de las zonas endémicas se edad media, entre 30 y 60 años. El sexo m ascu­
infectan espontáneamente de la misma forma lino es más atacado que el femenino; la d ife­
que el hombre; 3) la fuente de infección común rencia varía según la micosis y las zonas endé­
para ambos es el suelo; 4) la primoinfección es, micas. En la Argentina, la incidencia en el sexo
en la mayoría de los casos, asintomática o sub- masculino en relación con el femenino es m á­
clínica, cura espontáneamente, deja una sólida xima en la paracoccidioidomicosis (70:1), le si­
inm unidad frente a las reinfecciones y como guen la histoplasmosis (40:1), la coccidioido-
únicas secuelas produce la alergia cutánea fren­ micosis (4:1), y la criptococosis (2 : 1 ),
te a los antígenos del agente causal y, en ocasio­ La diferente susceptibilidad según el sexo
nes, focos de calcificación pulmonar. Estas m i­ fue atribuida a razones profesionales, pero esta
cosis no son contagiosas de hombre a hombre explicación resulta poco plausible ya q u e la
ni de los animales al hombre; sólo se producen proporción de infectados es aproximadamente
pequeñas epidemias cuando un grupo de suje­ igual en ambos sexos. Mucho más lógico resul­
tos, por razones diversas, se expone simultánea­ ta aceptar la existencia de factores hormonales;
mente a una fuente de infección masiva. al respecto se ha demostrado que los estróge­
Las encuestas realizadas mediante intrader­ nos inhiben el desarrollo del P. brasiliensis y
morreacciones han demostrado que la micosis- del H. capsulatum, aunque en concentraciones
infección es extrem adam ente com ún en las más elevadas que las presentes en los tejidos
áreas endémicas, en particular en el continente humanos,'^® Se ha comprobado que en el cito­
americano. plasma de la fase filamentosa del P. brasilien­
Se calcula que en el sudoeste de los Estados sis existen receptores para estrógenos que im­
Unidos existen 10 millones de sujetos infecta­ piden su transformación a la fase levadurifor-
dos por el C. immitis,^^^ y las encuestas realiza­ me, que los fagocitos provenientes de animales
das en nuestro país acusan un índice de infec­ hembras son más eficaces,'^'’ y que los hám ster
ción en la población infantil que varía entre el hembras son más resistentes que los machos a
10,6 y 19,72%.'2s-‘3o la infección por el Blastomyces derm a titid isy
En lo referente a histoplasmosis, la población Las tareas rurales, por su m ayor contacto
de la zona estadounidense del valle del Missis- con la fuente de infección, constituyen un fac­
sippi-Missouri presenta un índice de infección tor predisponente, pero cabe destacar la exis­
del 90% y se calcula que el número total de in­ tencia de casos urbanos de histoplasm osis y
fectados es de 40 millones. En la pampa húm e­ criptococosis.
da argentina el porcentaje de infección es del 33 La importancia de la raza ha sido señalada
al 35%,*'^^ lo cual hace suponer la existencia de en la coccidioidomicosis,*^'' ya que los indivi­
6 millones de personas infectadas. duos de piel oscura presentan formas disem ina­
Las encuestas similares realizadas con antí­ das con mayor frecuencia; en la histoplasmosis,
genos del P. brasiliensis han demostrado, se­ por el contrario, las formas pulmonares evoluti­
gún las zonas endémicas, índices de positividad vas son 24 veces más frecuentes en los blancos
de las pruebas cutáneas que varían entre el 9,2 que en los negros,*^* Aún no han sido confirm a­
y el do que haya una mayor incidencia de la para­
Desde hace poco tiempo se cuenta con un coccidioidomicosis entre los eslavos y sajones.
reactivo eficaz para reacciones intradérmicas En relación con los hábitos, cabe destacar
del C ryptococcus neoform ans’,'^'^ un estudio una elevada frecuencia de alcohólicos entre los
realizado en Oklahoma demostró 19% de reac­ pacientes con micosis sistémicas graves.
tores positivos entre 477 personas sanas,* Ciertas enfermedades preexistentes pueden
14,1% en Córdoba (Argentina) y 2% en la ciu­ actuar favoreciendo la diseminación de la his-
dad de Sao Paulo (Brasil). toplasm osís o la aparición de formas m e n ín ­
En contraste con la alta frecuencia de la in­ geas en la criptococosis, como sucede con los
fección, los casos clínicos evolutivos de estas lin fo m a s, la e n fe rm e d a d de H o d g k in y el
micosis sistémicas son relativamente raros; por SIDA, La criptococosis es la micosis sistémica
ejemplo, la prevalencia de la paracoccidioido- asociada al SIDA que se observa con mayor
498 Inmunopatología

frecuencia. A ctualm ente en el Hospital F. J. Se pueden com probar reacciones cruzadas


Muñiz de la ciudad de Buenos Aires, se inter­ entre los diversos agentes causales de micosis
nan 90 nuevos casos por año, en tanto que an­ sistémica a causa de la existencia de antígenos
tes de la pandemia sólo se observaban 3 o 4 ca­ semejantes. Sin embargo, las pruebas son más
sos en igual lapso. En el mismo nosocomio se intensas con el antígeno homólogo; por lo tan­
diagnosticaron en 1994, 48 casos de histoplas­ to, es aconsejable realizar las intradermorreac­
mosis progresiva diseminada, de los cuales 40 ciones con todos ellos y considerar positivo só­
se asociaron al SIDA. Se ha comprobado que la lo a aquel que proporciona la pápula más ex­
administración de corticoides y drogas citotóxi­ tensa. La frecuencia de las reacciones cruzadas
cas pueden exacerbar m icosis laten tes, por disminuye con el empleo de antígenos diluidos;
ejemplo, histoplasmosis, coccidioidomicosis y por ello se aconseja utilizar la dilución óptima,
criptococosis.’'’ que es la m ínim a concentración del reactivo
que p ro p o rc io n a un elevado p o rc en taje de
Aspectos inmunológicos de las micosis pruebas cutáneas positivas en sujetos que su­
sistémicas frieron la infección y en animales infectados
experimentalmente.
Las pruebas cutáneas; su valor pronóstico Los estudios histológicos de las pruebas cu­
y diagnóstico táneas positivas han demostrado que el infiltra­
do está constituido por cúmulos de células mo­
Las pruebas cutáneas en las micosis sistémi­ n onu cleares, en esp ecial lin fo cito s, que se
cas son realizadas en form a sem ejante a la agrupan alrededor de los vasos sanguíneos y
reacción de Mantoux en la tuberculosis. Los los anexos cutáneos, tanto en la dermis como
antígenos empleados: histoplasmina, eoccidioi- en la hipodermis; se observa, además, vasodila­
dina, paracoccidioidina, se preparan según téc­ tación y edema. Con la paracoccidioidina''’®y,
nicas estandarizadas que han sido descritas por en algunos casos, con la c o c c i d i o i d i n a , s e
diversos a u t o r e s . Recientemente, se ha comprobó eosinofilia.
insistido en la mayor sensibilidad de los antíge­ En las formas evolutivas de las micosis sisté­
nos obtenidos a partir de la fase parasitaria de­ micas, el resultado de las intradermorreaccio­
sarrollada in vitro, tanto en C. immitis como en nes tiene gran interés pronóstico, pues su nega­
H. capsulatum y P. brasiliensis?'^-'^^’''^'^''^'^'^ tividad es índice de gravedad y de tendencia a
La potencia antigénica de cada lote debe ser la diseminación hematógena.
probada en animales infectados experimental­ En la coccidioidomicosis se ha demostrado
mente y en humanos cuya capacidad reactiva que el empleo de diversas diluciones de cocci-
sea conocida, ya que se carece por el momento dioidina hace de la reacción cutánea una prue­
de métodos químicos útiles para tal fin.''^* ba, en cierta form a cuantitativa, que perm ite
Las intraderm orreacciones son leídas a las m edir la hipersensibilidad, la cual guarda un
24, 48 y 72 horas y su resultado se expresa en estrecho paralelismo con la capacidad del suje­
milímetros del área de induración. Actualmente to para resistir la infección.^^'
se aconseja realizar una primera lectura entre Se ha podido demostrar que el 30% de las
las 2 y 6 horas, para excluir cualquier posibili­ histoplasmosis*'*'’ y el 51% de las paracocci-
dad de fenómeno de Arthus que podría falsear dioidomicosis diseminadas graves*” presentan
el resultado;’'* asimismo, hay casos raros en que intraderm orreacciones negativas con la dilu­
estas pruebas se tornan positivas 4 o 5 días des­ ción óptima del antígeno homólogo. La mayo­
pués de su realización.'®'’ ría de estos pacientes viraron hacia la positivi­
Estas reacciones de hipersensibilidad retar­ dad, muchas veces intensa, después de la cura­
dada se hacen presentes entre los 15 y los 40 ción merced a un tratamiento adecuado.
días siguientes a la infección, se mantienen po­ En los casos asociados al SIDA, en los cua­
sitivas muchos años, habitualmente toda la vi­ les este viraje de negativo a positivo es im posi­
da, pero con frecuencia declinan después de los ble por la ausencia de un número adecuado de
60 años. La reacción cutánea positiva indica, células TCD^ positivas, debe instituirse un tra­
por lo tanto, infección actual o pasada. Es de tamiento supresivo para evitar las recaídas. Es­
gran utilidad para el estudio de las áreas endé­ ta misma conducta se debería adoptar en otros
micas, pero su valor diagnóstico de infección enfermos que sean incapaces de recuperar la
actual se limita a los siguientes casos: 1 ) cuan­ positividad de la prueba cutánea específica.
do se com prueba en lactantes; 2 ) cuando se
asiste al viraje de la reacción de negativa a po­ La inmunidad mediada por células
sitiva, y 3) cuando aparece en una persona que
no ha habitado anteriormente en zona endémi­ Se han establecido numerosas alteraciones
ca y que no presenta reacciones fuertem ente de la inmunidad mediada por células en los en­
positivas con otros antígenos fúngicos.^ fermos que padecen micosis sistémicas; la gra­
Inmunología de las micosis 499

vedad de aquéllas es proporcional a la severi­ d o s . S e observa, en las formas graves y di­


dad de la afección. seminadas, una declinación de los niveles de
Las anormalidades comprobadas son las si­ linfoquinas en respuesta a la interleuquina 2
guientes: 1 ) pruebas cutáneas de hipersensibili­ (IL-2), así como una menor producción del fac­
dad retardadas negativas, tanto con el antígeno tor de necrosis tumoral (FNT) y del interferón-Y
específico como con otros a los cuales gran (IFN-y), este último es un importante activEidor
parte de la población reacciona positivamente, de los macrófagos^'^“ Se piensa que la dism inu­
como candidina, PPD y tricofitina;^-*’^'"''''*^’ 2) ción de células CD^ en la sangre circulante es,
ausencia de respuesta cutánea a la fitohemaglu- al menos en parte, debida a que estas células
tinina;'^'*-'^'’ 3) incapacidad para adquirir sensi­ quedan atrapadas en los granulomas.
bilización frente al dinitroclorobenzeno;"''''^'* ’^’' Entre las células que actúan como m ecanis­
4) disminución de la transformación linfoblás- mos defensivos naturales deben destacarse las
tica y captación de timidina tritiada frente al asesinas naturales (NK). Estas se unen a la pa­
antígeno específico, la candidina y la fitohema- red celular de algunos hongos patógenos por
glutinina;*^-^-"’'''*’ 5) presencia en el plasma de medio de microvellosidades y producen citoli-
un factor inhibidor de la transformación blásti­ sina y perforinas que destruyen las células fún-
ca que no está relacionado con los anticuerpos gicas. Estas interacciones han sido particular­
esp ecífico s, se tra ta ría de una a.2 globuli- mente bien estudiadas entre las NK y el C. neo-
na;i24,i6i 5 ^ ausencia del factor inhibidor de la formans."'^’''
migración de monocitos en tubo capilar (MIF) Los macrófagos parecen desempeñar un pa­
frente al antígeno específico y la candidina;’^'* pel relevante en la defensa contra la m icosis.
7) disminución del porcentaje de linfocitos T Se ha comprobado que los macrófagos del exu­
en sangre periférica, determinado por la técnica dado peritoneal de ratones inmunizados con H.
de form ación de rosetas en casos capsulatum poseen una fagocitosis mucho más
graves puede haber una inversión de la propor­ activa que los de animales no inmunes y que
ción de linfocitos T cooperadores CD^supreso- dicha propiedad es mediada por los linfocitos T
res CDg, y 8 ) prolongación del tiempo de su­ sensibilizados.®’ ® Estos actúan por m edio de
pervivencia de los injertos cutáneos no autólo- algunas citoquinas, particularm ente el IFN -y
gos,‘- disminución del numero de linfocitos T que es un potente activador de los maerófago-
en el área paracortical de los ganglios linfáticos s 212a Lqj, mononucleares inhiben el desarrollo
y reducción del tamaño de sus folículos."'’ del H. capsulatum al provocar alteraciones en
La pérdida de funciones de los linfocitos T la síntesis de sus proteínas, pero el mecanismo
parece seguir un orden progresivo. Inicialmen­ íntimo por el cual actúan es desconocido.’®Por
te se pierde la capacidad de sensibilización al el contrario, es sabido que los polimorfonuclea­
dinitroclorobenzeno; más tarde se tornan nega­ res ejercen su acción deletérea sobre estos gér­
tivas las pruebas cutáneas de hipersensibilidad menes mediante diversos elementos: pH ácido,
retardada con antígenos microbianos, en parti­ lisozima, mieloperoxidasa, fagocitina, histona
cular con el específico de la micosis que aqueja y otras proteínas catiónicas. El estudio de la ca­
al paciente; luego se comprueba depresión de pacidad fagocitaria y lítica de los leucocitos de
la transformación linfoblástica frente a la fito- sangre periférica obtenidos de 17 pacientes con
hemaglutinina, y la última función en alterarse paracoccidioidomicosis frente al P. hrasiliensis
es la capacidad para rechazar injertos heterólo- y R hodotorula spp., dem ostró que aq u éllas
gos.'*-^-'^^ eran adecuadas y que el suero de los enfermos
Algunos pacientes pueden modificar su esta­ poseía opsoninas estim ulantes de dicha fun­
do inmunológico desde una inmunodeficiencia ción.'*-"’ El estudio de la capacidad fagocitaria y
acentuada a una inmunocompetencia satisfac­ lítica de los macrófagos y leucocitos polim or­
toria por medio del tratamiento adecuado. T o­ fonucleares de sangre periférica en pacientes
das las alteraciones de la respuesta celular, tan­ portadores de formas graves de paracoccidioi­
to in vivo como in vitro, son más acentuadas domicosis e histoplasmosis, ha perm itido ob­
con el antígeno específico’'"* y la recuperación servar que estas funciones están deterioradas
de la reactividad cutánea frente a éste se asocia durante la progresión activa de la enfermedad y
con la remisión de la enfermedad. que se recuperan parcialm ente con el trata­
Todo parece indicar que el déficit de la inm u­ miento exitoso de estas micosis."-*’
nidad mediada por células se debe a varios fac­
tores: formación de com plejos antígeno-anti- La inmunidad humoral,
cuerpo-complemento; exceso de antígeno libre las inmunoglobulinas y las reacciones
que estimula las poblaciones de linfocitos T su­ serológicas
presores CDg y aumento de las globulinas a que
actúan como un factor inhibidor de la transfor­ Los estudios de la inmunidad humoral han
mación blástica de los linfocitos T sensibiliza­ demostrado que los pacientes con micosis sis-
500 Inmunopatología

témicas no exhiben deficiencias en cuanto a la ye la difícil lectura a causa del fino precipitado-
producción de anticuerpos y que la realización producido.
de pruebas serológicas presenta un importante Las reacciones de aglutinación de partículas
valor diagnóstico y pronóstico en estas enfer­ de látex (AL), sensibilizadas con antígenos fil­
medades. trados (histoplasmina y coccidioidina), son más
Las reacciones serológicas más frecuente­ sensibles y de lectura más fácil que la PT. Se
mente empleadas son la precipitación en tubo, las ha empleado como sustituto de la precipita­
la aglutinación de partículas de látex sensibili­ ción, pero producen con mayor frecuencia re­
zadas con antígenos fúngieos, la fijación de sultados falsos positivos.’^
complemento, la inmunodifusión, la contrain­ Las pruebas de fijación de com plem ento
m unoelectroforesis y las pruebas de ELISA (PFC) se positivizan más tardíamente, después
(enzimoinmunoensayo); el empleo conjunto de de. 1 mes o más del contacto infectante. En las
dos o más de estas técnicas permite el diagnós­ primoinfecciones leves, la PFC permanece ne­
tico serológico de más del 90% de los procesos gativa y se torna positiva sólo en las moderadas
evolutivos. o graves. En las formas diseminadas, su título
Los antígenos empleados son diversos: fil­ aumenta en proporción a la severidad de la en­
trados del desarrollo en medios líquidos, des­ fermedad y cae gradualmente al producirse la
pués de 6 a 9 meses de incubación estática"®® o curación clínica por el tratamiento adecuado,
de 4 semanas en agitador mecánico,'® sobrena­ hasta negativizarse varios meses o un par de
dante de células levaduriformes rotas por ultra­ años después.^®' En general, estos anticuerpos
sonidos o procedimientos mecánicos de ruptu­ son persistentes y pueden quedar cicatrices se­
r a , U s a d o s de m icelio joven con toluol al rológicas, con títulos bajos, en pacientes clíni­
3%,"’'* exoantígenos, que son extractos acuosos camente c u r a d o s . E n los casos no controla­
de levaduras o hifas sin romper, obtenidos des­ dos por el tratamiento, los anticuerpos aumen­
pués del contacto de agua destilada con mertio- tan hasta alcanzar niveles muy elevados y, fi­
lato de sodio l/1 0.000, durante 24 horas con nalmente, descienden en forma brusca poco an­
las colonias fúngicas, o fracciones parcialmen­ tes de la muerte.*'*^
te purificadas por precipitación con alcohol, La técnica de esta prueba ha sido estandari­
acetona u otras técnicas, que consisten por lo zada, **° y para confeccionar curvas serológicas
general en polisacáridos n i t r o g e n a d o s . E n se aconseja su repetición cada 8 semanas.
realidad, estos preparados son un mosaico del En algunas oportunidades, la interpretación
cual pueden separarse numerosas parcelas por de los resultados de la PFC es difícil a causa de
eleetroforesis, algunas de ellas dotadas de gran la existencia de reacciones cruzadas con antíge­
e s p e c i f i c i d a d . P o r ejemplo, de la paracoc­ nos de otros hongos; también se pueden obser­
cidioidina pudo purificarse una glucoproteína var pruebas positivas en sujetos sanos que han
de 43kD que ha sido exitosamente empleada en sido sometidos recientemente a pruebas cutá­
varias pruebas serológicas, incluso en una de neas, en especial con histoplasmina.**"” En es­
unión inmunológica en gota (“dot immunobi- tos casos, los títulos son habitualmente bajos,
ding assay”) que resultó muy económica y efi­ 1 /8 o 1/16, y casi siempre se los com prueba
caz,220a con los antígenos de la fase levaduriforme.®^
De la histoplasmina se han obtenido 2 gluco­ En la p a ra co ccid io id o m ico sis in fa n til la
proteínas de gran especificidad, la M posee prueba de fijación de complemento suele ser
55% de carbohidratos y su PM es de 150 kD, negativa, aun en casos muy graves.
en tanto que la H pesa 120 kD y contiene 32% La inmunodifusión en gel de agar (ID) es el
de carbohidratos. método serológico más empleado en las mico­
En las prim oinfecciones sintom áticas, las sis a causa de su técnica sencilla y resultados
reacciones de precipitación en tubo (PT) se tor­ específicos;®^'’*' ha sido estandarizada por la
nan positivas 4 a 7 días después del contacto Oficina Sanitaria Panamericana.
infectante. Alcanzan su título máximo a las 2 o Sus resultados coinciden con los de la PFC,
3 semanas y se negativizan entre 1 y 5 meses y el empleo simultáneo de ambas reacciones es
más ta rd e .G e n e ra lm e n te no tienen valor pro­ aconsejable ya que la ID está dotada de una
nóstico pues se tornan negativas en el plazo in­ mayor especificidad a causa de su menor sensi­
dicado, aun en aquellos casos que evolucionan bilidad, en tanto que la PFC permite una mejor
hacia la diseminación.’^'* cuantificación. La frecuencia de reacciones
En la paracoccidioidomicosis la PT es positi­ cruzadas con otros antígenos fúngieos en la ID
va en el 1 0 0 % de los casos con menos de 1 año es sólo del 1 o
de evolución; es la primera reacción serológica Los sueros de pacientes con histoplasmosis
en negativizarse después de la curación clínica presentan dos bandas de precipitación con la
y la más precoz en tornarse positiva en las reci­ histoplasmina, llamadas H y M cuyas caracte­
divas.^'’ Su principal inconveniente lo constitu­ rísticas fisicoquímicas ya han sido comentadas.
Inmunología de las micosis 501

La banda H indica actividad lesiona! y no es in­ parecen destinados a tener una amplia aplica­
fluida por la prueba cutánea, en tanto que la M ción en el serodiagnóstico de estas micosis.
puede aparecer en el suero de personas sanas Los resultados de las pruebas de ELISA y
que hayan tenido recientemente una prueba cu­ RIA en las micosis sistémicas son aún difíciles
tánea positiva con histoplasmina.®^’*’- de interpretar debido a que su mayor sensibili­
La paracoccidioidina presenta 3 bandas de dad va en desmedro de su especificidad.
precipitación con los sueros de enfermos con Los resultados de las reacciones serológicas
paracoccidioidomicosis, una de ellas de reac­ en la criptococosis han sido bastante equívocos
ciones cruzadas con la banda M de la histoplas- a causa de la existencia de un estado de no res­
mina.'**"* Como ya señalamos el principal com ­ puesta inmunológica, producido por exceso de
ponente antigénico es una glucoproteína de 43 antígeno polisacárido liberado por C. neofor-
kD (gp 43). m ans.'^' M ediante una com binación de tres
La ID ha permitido separar 4 componentes pruebas se ha conseguido alcanzar el diagnósti­
antigénicos en la eoccidioidina, la banda 1 co­ co serológico del 92% de los casos comproba­
rresponde al antígeno que es responsable de la dos por cultivos.*'’•**■**•*-'’ Para detectar la p resen­
aglutinación del látex y la 2 al que produce la cia de anticuerpos circulantes se emplean la in­
fijación del complemento.'"* Pudo demostrarse munofluorescencia indirecta y la aglutinación
que calentando la coccidioidina a 60°C durante en tubo; la primera es más sensible y la últim a
30 minutos, se elimina la fracción 2 responsa­ más específica. La presencia de polisacárido
ble de la fijación de complemento y que tam ­ capsular en el suero, líquido cefalorraquídeo u
bién da resultados positivos frente a IgG espe­ otros fluidos se demuestra por la aglutinación
cífica en reacciones de inmunodifusión en gel de partículas de látex sensibilizadas con suero
de agar. E m pleando esta últim a técnica con de conejo anticriptococo.*^ También se puede
coccidioidina sin calentar puede ponerse en utilizar con este propósito un ELISA cuyos re­
evidencia la IgM e s p e c í f i c a . S e demostró sultados coinciden con los de la aglutinación
que la ID puede ser cuantificada mediante el del látex en más del 95% de las muestras.
empleo de diluciones de suero y que sus títulos, En los casos en los cuales la investigación de
aunque inferiores, son proporcionales a los de anticuerpos es negativa y la de polisacárido
la PFC.'3s.'35.i‘*8 capsular positiva, el pronóstico es malo; p o r el
La contrainm unoelectroforesis es una v a ­ contrario, la negativización de la prueba del lá­
riante de la ID que ha sido empleada en el sero- tex para polisacárido capsular es índice de m e­
diagnóstico de las micosis a causa de la facili­ joría. Se han podido demostrar antígenos espe­
dad que otorga su rápida lectura.^’''’®-'’'' cíficos en el suero y la orina concentrada de en­
Su utilización se ha generalizado en los últi­ fermos graves con histoplasmosis y paracocci­
mos años en virtud de su mayor sensibilidad y dioidomicosis. Para la primera se emplea un ra­
gran e s p e c i f i c i d a d . P u e d e utilizársela aisla­ dioinmunoensayo con anticuerpos m onoclona­
damente o combinada con la inm unodifusión les contra una glucoproteína de la pared del H.
secundaria, lo cual permite demostrar la exis­ capsulatum, esta reacción es positiva en el 90%
tencia de parcelas antigénicas de migración ca- de los casos asociados al SIDA^^*“ En la para­
tódica.’-^^^ El agregado de 1% de polietilengli­ coccidioidom icosis se comprobó la presencia
col 6 . 0 0 0 al gel de corrida torna a esta reacción de la gp 43 en el suero de enfermos graves, m e­
muy s e n s i b l e . L a realización de pruebas de diante el empleo del “Western blott”.**'>''
inmunodifusión en gel de agar o contrainm u­ Las micosis sistémicas graves muestran alte­
noelectroforesis con el empleo de sueros patro­ raciones del proteinograma, que consisten en
nes positivos o sueros m onoespecíficos que dism inución de la albúm ina y aum entos del
reaccionan contra parcelas antigénicas de apa­ porcentaje de globulinas a expensas de las a ,,
rición frecuente, ha dotado a estas técnicas de y y-globulinas, en tanto que las ¡3-globulinas
una gran especificidad. y la cifra total de proteínas séricas se m antie­
Recientemente se han ensayado nuevas téc­ nen norm ales. Estas alteraciones son p ro p o r­
nicas serológicas dotadas de mayor sensibili­ cionales a la gravedad y la extensión de la en-
dad, como el ELISA. También en esta micosis ferm edad.7'‘>-«-**>3.*s«>,i38,)58
se han ensayado la inmunodifusión radial y la Los niveles de IgM determinados por medio
aglutinación de partículas de látex.*’®'**’ de inmunodifusión radial están elevados en las
El radioinm unoensayo para detectar a n ti­ primoinfecciones moderadas o graves de histo­
cuerpos antiantígeno M en histoplasmosis ha plasmosis y su tenor guarda relación con los tí­
sido empleado con éxito.*''* tulos de la PT y la AL.^^ La positividad de estas
Se necesita aún una mayor experiencia para reacciones depende de un anticuerpo específico
valorar la utilidad definitiva de estas pruebas. 19 S. En un estudio realizado en B rasil por
La inmunodifusión radial y la inmunodifusión Mota y Franco"’ no fue posible demostrar va­
com parativa con antisueros m onoespecíficos lores elevados de IgM en la paracoccidioidomi-
502 Inmunopatología

cosis y no hubo relación entre el nivel de esta matorias en relación con el estado defensivo
inmunoglobulina y la forma clínica presentada del huésped.
por el paciente. Por lo tanto, el significado de El C. immitis form a esporangios grandes,
anticuerpos IgM en esta afección necesita aiín con endosporos pequeños, am eboides y d is­
ser establecido. puestos en una franja de citoplasma periférico
Por el contrario, el anticuerpo responsable de (esporangio de primoinfección), en el seno de
la ID y la PFC es una IgG; los niveles de esta las lesiones supurativas, cuando las defensas
inmunoglobulina están elevados en las formas son nulas. A la inversa, cuando se encuentra
crónicas y guardan correlación con los títulos dentro de un proceso inflamatorio productivo
de las re a c c io n e s s e r o l ó g i c a s m e n c i o n a ­ con células gigantes y macrófagos, el esporan­
d a s . E n las histoplasm osis crónicas, gio es más pequeño, posee una pared celular
particularmente las que presentan participación más gruesa, y todo su interior se encuentra ocu­
pulmonar, hay aumento de la IgA.^^ pado por endosporas menos numerosos pero de
mayor tamaño (esporangio quístico); también
Aspectos histopatológicos vinculados puede verse una corona de radiaciones acidófi-
a la reacción huésped-parásito las que rodea el esporangio y cuya aparición
coincide con la de los anticuerpos circulan­
Los estudios histopatológicos realizados en tes.
la paracoccidioidomicosis, tanto experimental En la histoplasmosis, los casos graves con
como humana, han demostrado que las carac­ escasas defensas presentan una hiperplasia his-
terísticas del proceso inflamatorio, así como la tiocitaria simple con numerosos parásitos o hay
morfología del parásito, están influidos por el necrosis caseosa masiva. Como en las afeccio­
estado inmunoalérgico del huésped.’-'**’'^^-'-’* *® nes anteriores, en los procesos más defensivos
En la fase aguda, cuando aún no se ha instala­ aparece el granuloma tuberculoide, disminuye
do la inmunidad adquirida, y en los procesos el número de hongos y hay una tendencia a la
evolutivos graves, predominan las lesiones su­ cicatrización fibrosa.’'-'^’’'’^
purativas y necróticas, y no existe una adecua­
da barrera conjuntivo-histiocitaria. En estos Inmunógenos vacunantes e inmunoterapia
casos, el P. hrasiliensis se m ultiplica lib re ­ en las micosis sistémicas
mente y se observa la brotación múltiple acele­
rada (criptoesporulación) que le confiere el as­ No se dispone en la actualidad de vacunas
pecto típico de rueda de timón. Por el contra­ para uso humano, pero todo parece indicar que
rio, en las formas crónicas cuando el huésped se contará con ellas en un futuro no muy leja­
ofrece una mayor resistencia, predominan los no. En la coccidioidomicosis se han ensayado
procesos productivos con formación de granu­ diversos tipos de inmunógenos: los esporangios
lomas foliculares, de células epitelioides y gi­ muertos poseen un poder protector satisfacto-
gantes, con los que pueden coexistir áreas de rio.‘^-’ Recientemente se ha comprobado que los
supuración. Las células gigantes y los macró­ ribosomas de la fase levaduriforme del H. cap­
fagos engloban al hongo y retardan su evolu­ sulatum aumentan la tasa de sobrevida en los
ción o lo destruyen: se comprueban en estos ratones som etidos a la infección experim en­
casos formas catenuladas o de brotación sim ­ tal.'*'’
ple y aun parásitos con alteraciones morfológi­ Los efectos del factor de transferencia obte­
cas visibles y sin brotes. La etapa final de este nido de leucocitos de sujetos coccidioidina-po-
proceso es la cicatrización fibrosa y, más rara­ sitivos sobre las pruebas de hipersensibilidad
mente, la calcificación.'’ retardada, realizadas tanto in vivo como in vi­
Hace poco tiempo se comprobó la presencia tro, demostraron que es capaz de transmitir el
de IgG y C3 en los granulomas productivos. Lo estado de sensibilización a sujetos vírgenes de
que parece indicar que la formación de comple­ i n f e c c i ó n . H echos sim ilares fueron
jos antígeno-anticuerpo-compleraento desem ­ comprobados en histoplasm osis y paracocci­
peña un papel im portante en la formación de dioidomicosis
estos granulomas. En realidad el papel desem­ Una revisión de los efectos de la aphcación
peñado por las inmunoglobulinas y el comple­ del factor de transferencia en la coccidioidomi­
mento, así como el de ia inmunidad humoral en cosis disem inada-" mostró que, sobre 40 pa­
general, ha dado lugar a varias hipótesis. Po­ cientes tratados, 80% recuperó la capacidad de
drían cooperar con la destrucción de los hongos producir linfoquininas, 75% adquirió respues­
in situ al opsonizar las eélulas fúngicas y po­ tas blastogénicas norm ales de sus linfocitos,
drían im pedir el escape de antígenos h acia 50% presentó pruebas cutáneas que viraron ha­
afuera de los granulomas. cia la positividad y 60% exhibió mejorías clíni­
En la coccidioidom icosis experim ental se cas. El factor de transferencia dejó de producir­
han comprobado las mismas alteraciones infla­ se por el peligro de transmitir el HIV.
Inmunología de las micosis 503

La aplicación de inmunoestimulantes como El pronóstico de las micosis sistémicas p u e­


el levamizol ha demostrado que puede recupe­ de establecerse sobre la base de cuatro elem en­
rarse la capacidad reactiva de los linfocitos T tos de juicio: 1 ) histopatología de las lesiones;
tanto in vivo como in vitro, pero su efecto so­ 2 ) pruebas cutáneas con antígeno homólogo y
bre la evolución de la enfermedad necesita aún otros antígenos microbianos de uso común, co ­
más pruebas. mo PPD y candidina; 3) reacciones serológicas,
El mayor interés se ha centrado en el IFN-y y 4) proteinograma. En las formas graves, la
que ha demostrado su utilidad en el tratam ien­ histopatología muestra predominio de los p ro ­
to de varias infecciones debidas a microorga­ cesos exudativo-necróticos con abundantes p a ­
nismos intracelulares con patogenia y m eca­ rásitos, las pruebas cutáneas son negativas, las
nismos defensivos semejantes a los de las m i­ reacciones serológicas se presentan positivas
cosis sistémicas endémicas. Su eficacia en va­ con títulos elevados y el proteinograma m ues­
rias micosis experim entales ha sido com pro­ tra aumento de la proporción de globulinas, a ,,
bada, pero resta aún por establecer en forma y y. Lo inverso sucede en las formas más b e ­
definitiva su acción en las micosis humanas, nignas.
así como la dosis y la frecuencia de su aplica- Resulta interesante consignar que estas alte­
C i0 n .1 4 ii.2 1 2 a raciones dependen, sobre todo, de un exceso de
La inmunoterapia de las micosis sistémicas antígeno, así como el atrapado de las células
constituye pues un promisorio campo de inves­ CD^ en los granulomas epitelioides, ya que es
tigación clínica que debe ser más explorado. posible que el sujeto, al ser tratado adecuada­
mente, retorne a una inmunocompetencia n o r­
Conclusiones mal con la disminución de los hongos parásitos.
Seguramente la utilización de vacunas en la
De lo expuesto se deduce que el principal profilaxis de esas afecciones, y el empleo de
mecanismo defensivo contra las micosis sisté­ inmunoterapia para favorecer el control de las
micas lo constituye una adecuada inmunidad formas diseminadas, son las metas que ofrecen
celular, ya que la depresión de ésta condiciona para el futuro los estudios inmunológicos de las
la aparición de m icosis-enferm edad. Por el micosis sistémicas.
contrario, la inmunidad humoral no parece con­
tribuir en forma clara como mecanismo defen­
sivo, pues los pacientes portadores de formas IL MICOSIS OPORTUNISTAS
clínicas severas presentan niveles normales o
aumentados de inmunoglobulinas y la produc­ Se conocen con el nombre de micosis o por­
ción de anticuerpos se encuentra exaltada; por tunistas las afecciones producidas por hongos
otra parte, los sujetos con agam m aglobuline­ que se comportan como saprófitos o com ensa­
mia pero con inmunidad celular normal no es­ les del hombre y forman parte de su flora n o r­
tán más predispuestos que los normales a pade­ mal en el intestino, boca o árbol traqueobron-
cer micosis diseminadas. quial o que integran la flora m icótiea del ai­
La depresión de los linfocitos T puede pro­ r e . E s t o s hongos aprovechan las oportunida­
ducirse por diversos factores, en especial por la des que les ofrece el huésped al disminuir su
carga antigénica excesiva en primoinfecciones capacidad defensiva, para invadir los tejidos y
severas; causas individuales como edad, sexo, producir alteraciones patológicas que pueden
profesión, raza, condiciones socioeconómicas y llegar a provocar la muerte.
hábitos del paciente parecen también influir. Esta definición lleva implícitos los siguien­
Ciertas enfermedades que producen depresión tes conceptos; 1 ) los hongos productores de m i­
de la inmunidad celular, como los linfomas, la cosis oportunistas poseen una amplia distribu­
enfermedad de Hodgkin y el SIDA, favorecen ción en la naturaleza y pueden ser cultivados
la aparición de micosis diseminadas graves. De frecuentem ente de materiales de personas sa­
la misma forma actúan los corticoides, citostá­ nas; 2 ) su aislam iento no im plica de p o r sí
ticos y las radiaciones. diagnóstico de enferm edad m icótiea, y 3) la
Pese al avance de los conocimientos inm u­ disminución de las defensas del huésped, que
nológicos, se ignora la razón por la cual se pro­ se transform a prácticam ente en un medio de
duce la falla de los mecanismos defensivos só­ cultivo, y no el aumento de la virulencia del
lo en uno de cada 1 .0 0 0 infectados. microorganismo constituye la causa principal
El sistem a de linfocitos tim odependientes que determina la aparición de la enfermedad.'*®
actúa sensibilizando a los macrófagos y tornán­ Las micosis oportunistas presentan caracte­
dolos más aptos para la fagocitosis; éstos, a su rísticas que las diferencian de las micosis sisté­
vez, interfieren en la síntesis de proteínas por micas producidas por hongos patógenos prim i­
parte del parásito, retardan su crecimiento y fi­ tivos; son cosmopolitas. La edad, el sexo y la
nalmente lo destruyen. profesión no constituyen causas predisponentes
504 Inmunopatología

de importancia; no existe un estado de micosis- Tanto en los individuos sanos como en los
infección sin enfermedad, y sus agentes causa­ que presentan candidiasis superficiales, están
les son hongos monomorfos que poseen carac­ intactos los mecanismos defensivos que perm i­
teres semejantes en Los cultivos y en los tejidos ten confinar las inspecciones producidas por
parasitarios.'3'“’ estos hongos a la superficie de los tegumentos.
Los factores predisponentes más frecuentes En tal sentido, ha sido demostrado un factor
son: diabetes, acidosis m etabólica (urém ica, anticándida en el suero humano normal, cuyo
diabética, etc.), linfomas, leucemias, agranulo- tenor es escaso o nulo en los pacientes afecta­
eitosis, SIDA, anem ias graves, tratam ientos dos por linfomas, leucemias o neoplasias.'**^-''’'^
con antibióticos antibacterianos, corticoides, La transferrina,''® y en particular la relación
inm unosupresores, c ito stático s y rad iacio - entre el hierro plasmático y ia transferrina li­
26 ,1 35 ,17 4
bre,^'* desempeñan un importante papel defensi­
Las m icosis oportunistas de presentación vo. Shiraishi y col.™ demostraron que la acti­
más común son: candidiasis, aspergillosis y vidad anticándida de la transferrina está rela­
mucormicosis (cigomicosis);^' mucho menos cionada a su capacidad de unirse al hierro no
habituales son las micosis producidas por Can­ saturado y es estimulada por un factor sérico.
dida glahrata'''-''^^''^'^, Nocardia asteroides^' Se consideran además indispensables una
Trichosporon beigelii,'^'^\ Fusarium spp., Geo- buena formación en cantidad y calidad de in­
trichum candidium'^^^-'^'''’ y varias especies de munoglobulinas, tanto séricas como secreto­
hongos negros. rias, una adecuada respuesta inflam atoria, un
Sólo nos referiremos a las tres primeras por sistema de inmunidad celular íntegro, la pre­
ser las de mayor importancia y las mejor estu­ sencia de factores quim iotácticos en el suero
diadas. (fracciones del complemento C3 y C4), opsoni­
zación satisfactoria y buena capacidad candici-
Micosis oportunistas más comunes da de los polimorfonucleares neutrófilos'’'-'** y
los macrófagos.* Más recientemente se ha des­
Candidiasis tacado el papel desempeñado por las citoquinas
producidas por las células CD^ en respuesta a
Los hongos del género Candida son comen­ la ÍLj, estas son especialmente el F N T -a y el
sales habituales de la superficie de la piel y las IFN -7 , el último un poderoso estimulante de la
mucosas. La especie más patógena, C. albicans, actividad fungicida de los m acrófagos y los
es habitante frecuente de las mucosas del hom­ neutrófilos.' 22“
bre sano. Ha sido cultivado de las secreciones Una de las afecciones de este grupo que ha
de sujetos normales, en la boca y el intestino sido objeto de numerosos y detenidos estudios
(20 a 50%), en la vagina de la mujer no gestante inmunológicos es la candidiasis mucocutánea
(10 a 17%) y de las embarazadas (25 a 34%). Ei crónica. El granuloma candidiásico fue la pri­
simple hecho de tomar antibióticos eleva el nú­ mera forma clínica reconocida de esta enferme­
mero de portadoras vaginales de C. albicans de dad.'’' Su aspecto clínico difiere del resto de las
10 a 34%."®''^^ Las otras especies de! género, candidiasis cutaneomucosas ya que las lesiones
como C. tropicalis y C. parapsilosis, son culti­ se presentan como pápulas vascularizadas, cu­
vadas a partir de piel y uñas sanas.'** biertas de gruesas escamocostras ubicadas en
Como consecuencia de causas predisponen­ las partes salientes del cuerpo (uñas, cuero ca­
tes locales, como humedad, maceración y tem­ belludo, región frontal, pómulos, etc.). Los pa­
peratura próxima a los 37“C, estos hongos son cientes son habitualmente niños, con diversos
capaces de producir micosis superficiales como defectos inmunológicos y la muerte se produce
el muguet, estomatitis crónicas atróficas o hi­ como consecuencia de infecciones sobreagre-
pertróficas del adulto por el uso de prótesis gadas.
dentarias, boqueras, intertrigos de grandes y Las otras candidiasis mucocutáneas crónicas
pequeños pliegues cutáneos, onixis con perio- predominan también en la infancia, las lesiones
nixis, onicolisis, vulvovaginitis, etc. son extensas, miíltiples, de curso crónico y res­
A lgunas causas de orden general pueden ponden pobremente a los tratamientos locales.
también facilitar la aparición de estos procesos; Su aspecto clínico es idéntico al de una candi-
en primer término la diabetes subclínica, el uso diasis común en cada una de las localizaciones,
de anticonceptivos, de antibióticos de amplio excepto por su persistencia, extensión y falta
espectro y de dosis moderadas de corticoides. de respuesta al tratamiento,*'^ Se locahza en las
En estos casos, y a pesar de las causas predis­ mucosas de boca, faringe, laringe y vagina, en
ponentes generales mencionadas, el huésped no los pliegues cutáneos y en las uñas; no hay ata­
es un inmunodeficiente, tiende a limitar su in­ que visceral, ni se produce sepsis. Las candi­
fección y responde al tratam iento local satis­ diasis mucocutáneas crónicas han sido dividi­
factoriamente. das en los siguientes grupos,"®
Inmunología de las micosis 505

C a n d id ia s is m u c o c u t á n e a c r ó n ic a 4. Candidiasis mucocutánea crónica de p re­


ASOCIADA A INMUNODEFICIENCIAS sentación tardía; son los casos que aparecen
después de los 35 años; ias causas predisponen­
1. A gam m aglobulinem ia de tipo suizo; es tes son diabetes, corticoterapia, inm unosupre­
una alteración hereditaria, ligada al cromosoma sores o tumores malignos. Se ha destacado par­
X, de tipo autosómico recesivo. Presenta defec­ ticularmente su asociación con timomas.^^'* E s­
tos de la inmunidad celular y ausencia de for­ tos enfermos no presentan una falla de la inm u­
mación de inm unoglobulinas. Los pacientes nidad celular selectiva sino global y se co m ­
mueren muy pronto presa de infecciones seve­ prueba con frecuencia la presencia de autoanti­
ras. cuerpos.
2. Síndrome de Di George; falta de form a­
ción del 3®' arco branquial con agenesia dei ti­ En la mayor parte de los casos de candidiasis
mo y las paratiroides. Se producen signos de mucocutánea crónica, la iniciación se produce
ausencia de inmunidad celular e hipoparatiroi- antes de los 20 años. Los enfermos presentan
dismo. diversas alteraciones de la inmunidad celular,
3. Síndrom e de N ezelof-A llibone; es una pero la formación de inmunoglobulinas es nor­
displasia tímica hereditaria con carácter autosó­ mal; es común la aparición de infecciones bac­
mico recesivo. terianas del árbol traqueobronquial, displasias
4. Enferm edad granulom atosa crónica; es dentarias, enfermedad poliquística del pulmón,
una afección hereditaria ligada al cromosoma esteatorrea, hepatitis crónica, queratoconjunti-
X, se presenta con carácter autosómico recesivo vitis, defectos ectodérmicos diversos, endocri-
y se traduce en defectos funcionales de los leu­ nopatías y la presencia de autoanticuerpos, en
cocitos polimorfonucleares.^'* ( Para más deta­ particular factor reumatoideo.*^’ Cón frecuencia
lles véase cap. 23.) la muerte se produce antes de los 30 años, y si
Podrían incluirse aquí a los pacientes con bien se consiguen remisiones importantes con
SIDA, que presentan con frecuencia candidiasis la aplicación de anfotericina B por vía venosa y
orales y esofágicas muy severas, recidivantes y la 5-fluorocitosina o el ketoconazol p o r vía
que retroceden lentam ente con antimieóticos. oral, las recidivas son muy comunes y las cura­
Igualmente ha podido comprobarse que las can­ ciones definitivas son raras.
didiasis vaginal recurrente, afección muy co ­ Los defectos inmunológicos deben ser per­
mún entre la menarca y la menopausia y que fectamente diagnosticados a fin de proporcio­
consiste en al menos cuatro episodios documen­ nar al paciente la terapéutica sustitutiva ade­
tados de candidiasis vaginal por año, es debida cuada. Para ello se debe seguir el p lan que
a una alteración de la inmunidad mediada por enunciam os a continuación; 1) pruebas cutá­
células. Esta parece consistir en una deficiente neas con candidina, PPD, estreptoquinasa-es-
capacidad fagocitaria y lítica de los macrófagos treptodornasa (Varidasa), antígeno de saram ­
de sangre periférica producida por la formación pión e histoplasmina;^^-^^’’^'’'^^® 2) prueba de sen­
insuficiente de IFN -a en las células CD^.*" sibilidad al dinitroclorobenceno; 3) recuento de
linfocitos periféricos (número total) y porcenta­
je de linfocitos T determinado por el m étodo de
C a n d id ia s is m u c o c u t á n e a c r ó n ic a , las rosetas E,^^” así como de las subpoblaciones
COMO e n f e r m e d a d PREDOMINANTE de linfocitos T por inm unofluorescencia con
anticuerpos monoclonales CD^ y CD^; 4) inhi­
1. C andidiasis m ucocutánea crónica fam i­ bición de la migración de macrófagos en tubo
liar; afecta a ambos sexos, predominan las m a­ capilar frente a candidina (MIF); 5) prueba de
nifestaciones orales y ungueales, y se encuen­ transformación linfoblástica con timidina mar­
tran alteraciones de la inmunidad celular. cada frente a fitohemaglutinina, candidina y
2. Candidiasis mucocutánea crónica difusa; PPD, y 6) estudio de la función fagocitaria y
presenta las típicas alteraciones del granuloma candicida de los leucocitos polimorfonucleares
candidiásico; los pacientes padecen con fre­ y m a c r ó f a g o s . R e s p e c t o a estos últimos
cuencia infecciones por otros gérmenes tales hay que estudiar su número total, movilidad en
como tiñas por Microsporum catiLs y procesos cámara de Rebuck, fagocitosis de partículas de
piógenos de las vías aéreas superiores y del oí­ látex, Staphylococcus aureus y Candida alhi-
do. cans, reducción del nitroazultetrazolium, efecto
3. Síndrome endocrino-moniliásico; es una candicida y quim iotaxis. Los defectos de las
afección hereditaria con carácter autosómico enzimas intracelulares, como la mieloperoxida­
recesivo y los defectos endocrinos son hipopa- sa, pueden producir candidiasis crónica.
ratiroidism o, hipotiroidism o e hipocorticalis- La mayor parte de los defectos inmunológi­
mo, que se presentan ya sea en forma aislada o cos encontratlos en 26 casos de candidiasis mu­
en conjunto. cocutánea crónica^^^ se ajusta a cuatro patrones
Inmunopatología

fundam entales: tipo I, buena transform ación de trombosis venosas colonizadas por cándi­
linfoblástica, pruebas cutáneas negativas y au­ das, no se produce la septicemia si el estado in-
sencia de MIF; tipo II, aceptable secreción de munitario del enfermo es normal. Las afeccio­
MIF in vitro por parte de los linfocitos del pa­ nes del grupo linfomas-leucemias,’’'* la toxico­
ciente, pero pruebas cutáneas negativas posi­ manía (morfina o heroína) y las causas favore­
blemente por una falla de los macrófagos y co­ cedoras mencionadas anteriormente alteran los
mo consecuencia del sistema amplificador que mecanismos defensivos contra Candida.
hace posible la visualización in vivo de la reac­ Los estudios serológicos han sido de notable
ción; tipo III, el suero de los pacientes posee un valor como elemento auxiliar de diagnóstico en
factor inhibidor de la transformación blástica, las c a n d i d i a s i s d i s e m i n a d a s . 3 5 . > i s . i « , i 7 9 .2o s . 2 w ,2 1 5
en especial para cándidas, las pruebas de trans­ La reacción de h em o ag lu tin ació n p asiv a
form ación linfoblástica y M IF son negativas puede dar resultados positivos en casi todos los
así como las intradermorreacciones con candi­ sujetos adultos normales y es negativa en el re­
dina, y pueden ser positivas las practicadas con cién nacido o en personas con defectos de la in­
otros antígenos; tipo IV, sin déficit de su inmu­ munidad humoral;®” los anticuerpos que inter­
nidad celular deteetable. En la enfermedad que vienen son del tipo IgM. Las pruebas de inm u­
nos ocupa se han señalado éxitos terapéuticos nofluorescencia indirecta es positiva en un nú­
con tratamientos sustitutivos como transfusión mero apreciable de portadores sanos de candi­
de leucocitos con antígenos de histocompatibi­ da o en pacientes con micosis superficiales, pe­
lidad comunes entre el dador y el receptor,^^2 ro sus títulos se elevan por encima de 1:1.280
aplicación del factor de t r a n s f e r e n c i a * ® ' y en los casos de sepsis o endocarditis.'"’
trasplante de timo.*® Se prefieren los dos prim e­ La aglutinación en tubo presenta resultados
ros por ser habitualmente mejor aceptados por semejantes a los de la inmunofluorescencia y
el receptor. Estos tratamientos han conseguido se considera que los títulos superiores a 1:160
remisiones prolongadas de 5 años o más, im po­ representan un índice de diseminación; en estos
sibles de obtener con drogas antimicóticas.^^^ pacientes el anticuerpo producido es de tipo
Aunque las alteraciones de la inmunidad hu­ IgG.2>®
moral son menos frecuentes en la candidiasis Las pruebas de inm unodifusión en gel de
mucocutánea crónica, no se debe descuidar su agar y de fijación de complemento, que utilizan
estudio. Es aconsejable efectuar un proteino­ como antígenos el sobrenadante de seudomice-
grama electroforético, dosaje de inmunoglobu­ lios rotos, proporcionan resultados positivos
hnas por inmunodifusión radial y dosaje de an­ sólo en pacientes con candidiasis visceral o sis-
ticuerpos específicos por inmunofluorescencia témiea que no presenten alteraciones de la in­
i n d i r e c t a . C o n esta última técnica se ha podi­ munidad humoral primitiva o producida por el
do demostrar que, por lo general, los enfermos em pleo de c o rtico id e s, in m u n o su p reso res,
portadores de este tipo de candidiasis presentan gtc.'«.'79
aumento del título de anticuerpos específicos; También se han observado reacciones débil­
los ligados a la IgM están incrementados du­ m ente positivas en el granulom a candidiási-
rante la fase aguda seudomembranosa, los vin­ co.60.215 En la aetuahdad se considera que la es­
culados a la IgA, en las formas crónicas hiper­ pecificidad de estas reacciones para el diagnós­
tróficas, y los relacionados con la IgG, en cual­ tico de las candidiasis sistémicas es del 90%.^®
quiera de las form as clínicas de candidiasis El empleo simultáneo de la contrainmunoelec­
mucocutánea.'^' troforesis y eoncavalina A, que excluye las fal­
La frecuencia de las candidiasis diseminadas sas reacciones producidas por los polisacáridos
graves, como sepsis, endocarditis, meningoen- de la pared celular, aumenta el valor diagnósti­
cefalitis e infecciones urinarias altas, aumentó co de las pruebas serológicas en las candidiasis
desde la aplicación de los antibióticos de am ­ profundas.*’-^"*
plio espectro, citostáticos y corticoides; otro Las principales causas de error son: 1) prue­
factor predisponente ha sido la cirugía cardio­ bas falsas negativas por incapacidad para for­
vascular, particularm ente las operaciones de mar anticuerpos en los inmunodeficientes o en
válvulas. Con todo, su aparición continúa sien­ los estadios muy tempranos de la afección, an­
do esporádica, pero su pronóstico es muy serio tes de que ellos aparezcmi; 2) reacciones falsas
ya que, con frecuencia, conducen a la muerte positivas en sujetos con canalizaciones venosas
sin tratamiento a d e c u a d o . La puerta de en­ infectadas por cándida y con reiteradas funge-
trada suele ser el aparato digestivo o directa­ mias, pero sin sepsis ni metástasis infecciosas
mente el sistema venoso periférico, como suce­ viscerales. La electrosinéresis es un sustituto de
de en los sujetos canalizados y en los toxicó- la inmunodiñisión que permite obtener resulta­
manos. Se considera que para que se produzca dos en 2 horas-’^®’” '^ y posee mayor sensibilidad.
sepsis es necesaria la presencia de un déficit de Todo parece indicar que gran parte de los su­
ios mecanismos defensivos pues, aun en casos jetos normales posee anticuerpos naturales an-
Inmunología de las micosis 507

licándida que son del tipo IgM y que la gran lesiones radiológicas de fibrosis pulmonar e in­
producción de anticuerpos observada en las filtrados transitorios con predominio en ambos
candidiasis sistémicas depende de la acelerada vértices. Son frecuentes, además, febrícula in­
síntesis de IgG específica."* termitente, cefaleas, estornudos, tos y eosinofi­
En ciertas circunstancias las pruebas seroló­ lia, tanto sanguínea como en la expectoración.
gicas en busca de anticuerpos resultan poco efi­ El hongo se detecta reiteradamente en el esputo
caces, éstas son; las etapas muy tempranas de y estos pacientes poseen anticuerpos específi­
la infección, en pacientes inmunocomprometi- cos de tip o IgE, d em o strab les m ed ia n te la
dos o cuando las micosis son producidas por transmisión pasiva de la sensibilidad (fenóm e­
agentes endógenos contra los cuales existe, no P-K), empleando como receptores a seres
normalmente, una determinada producción de humanos o a p r i m a t e s , o por radioinmunoen­
anticuerpos. En las candidiasis estas circuns­ sayo,
tancias se producen con cierta frecuencia obli­ Se ha podido demostrar que la presencia de
gando a la búsqueda de antígenos específicos esporas de A. fumigatus en las vías aéreas dei
en los fluidos orgánicos (suero y orina) como hombre es un potente estímulo para la produc­
reemplazante de las pruebas serológicas clási­ ción de IgE específica e inespecífica.'''2.
cas. Se han detectado galactomananos y enola- El dosaje de IgE posee un valor pronóstico
sa como antígenos dominantes en los fluidos pues su elevación permite anticipar la aparición
orgánicos. Las pruebas más utilizadas son las de las crisis asmáticas.
aglutinación de partículas de látex sensibiliza­ Las aspergilosis broncopulmonar alérgica o
das con anticuerpos específicos. Existen actual­ bronquitis mucomembranosa es otra de las for­
mente dos equipos com erciales, el Pastorex- mas clínicas que presentan los sujetos atópicos.
Candida'^ con anticuerpo monoclonal antima- Se caracteriza por crisis de asma, neumonitis o
nano y el Cand-Tec, con anticuerpos policlona- atelectasias migratrices y recurrentes, aparecen
les de conejo. La sensibilidad de estas reaccio­ tapones o moldes bronquiales, expectoración
nes es del 47 al 52% y su especificidad es muy purulenta, a veces hem optoica, y eosinofilia
elevada. La búsqueda de enolasa posee una sanguínea. El examen del esputo muestra cris­
sensibilidad mayor, cercana al El tales de Charcot-Leyden, espirales de Cursh-
mayor problema son los falsos negativos, origi­ m an, eosinófilos y filam entos del A sp ero i-
nados en el hecho que, tanto la antigenemia co­ llusf'^’^
mo la antigenuria, son transitorias en las candi­ Esta forma clínica presenta simultáneamente
diasis sistém icas. También se ha utilizado la dos tipos de anticuerpos, los precipitantes del
determinación de los niveles sanguíneos de D- tipo IgG y los responsables del fenómeno P-K,
arabinitol, como una evidencia indirecta de a los extractos de A. fum igatus, que son el tipo
candidiasis invasiva. R equiere el em pleo de lgE.S7.205
crom atografía gas-ííquido y debe tenerse en Mediante la inoculación por vía venosa del
cuenta, especialm ente, la relación arabinitol/ suero no calentado de paciente con aspergilosis
creatinina, ésta aumenta en las candidiasis sis­ alérgica se ha conseguido hipersensibilizar pa­
témicas y disminuye con el tratamiento. El va­ sivamente a primates, obteniendo luego la re­
lor definitivo de estos dosajes necesita aún ser producción de la crisis asmática al hacerles in­
establecido. halar esporas del hongo. Este anticuerpo reagí-
nico es menos específico que el precipitante,
Aspergilosis presenta reacciones cruzadas entre los hongos
del género Aspergillus, es termolábil y deja de
La mayor parte de los autores coinciden en producirse el fenómeno P-K cuando el suero es
clasificar las aspergilosis broncopulmonares en tratado con anticuerpos anti-IgE.^®®
tres grupos; alérgicas, intracavitarias e invasi- El tenor de IgE en el suero de estos pacientes
Vas.26.188 está aumentado considerablemente. Esta altera­
Aun cuando las esporas de ios hongos del ción tiene valor diagnóstico, pues estaría rela­
género Aspergillus forman parte de la flora del cionada con el estado atópico de los enfermos,
aire, y los hombres de todas partes del mundo la producción de reacciones cutáneas de tipo
inhalan diariamente miles de ellos, no contraen inmediato hacia los antígenos del hongo, la eo­
la enfermedad salvo en circunstancias especia­ sinofilia y el b ro n co sp asm o .'’2 En las crisis
les. Algunos sujetos atópicos pueden presentar agudas de esta afección, el nivel sérico de IgE
la afección de tipo alérgica por inhalación rei­ llega a 6-30 fig • m f '.'’’
terada de esporas, en particular de la especie A. Los anticuerpos precipitantes del tip o IgG
fumigatus. son más específicos, termoestables, pueden de­
Cuando se presenta la forma asmática, parti­ m ostrarse por pruebas de inm unodifusión en
cularmente en los casos crónicos, además de gel de agar, contrainmunoelectroforesis y fija­
las crisis disneicas periódicas, suelen aparecer ción de complemento, y serían los que deterrni-
508 Inmunopatología

nan la aparición de infiltrados pulm onares y genos utilizados han sido: celulares, obtenidos
reacciones cutáneas que se tornan positivas en­ del sobrenadante de miceho roto, y metabóli-
tre las 6 y 12 horas después de haber inyectado cos, constituidos por el filtrado de desarrollo en
el a n t í g e n o . E n las dos formas clínicas de as- medios lícjuidos o fracciones ricas en polisacá­
pergilosis alérgica es posible demostrar la exis­ ridos, parcialm ente purificados por precipita­
tencia de hipersensibilidad mediante la inocula­ ción con acetona de dichos filtrados.
ción intradérmica de antígenos de A. fum iga- La realización sistemática de las pruebas se­
to';'®’*se observa una reacción de tipo inmediata rológicas ha perm itido extraer las siguientes
y, en oportunidades, otra más demorada que se conclusiones: 1) más del 95% de los pacientes
hace evidente, como ya fue señalado, entre las 6 eon aspergilosis intracavitaria presenta an ti­
y 12 horas de la inyección. Esta última reacción cuerpos precipitantes contra una o varias parce­
sólo se presenta en sujetos con abundantes anti­ las antigénicas del A. fum igatus, detectables
cuerpos precipitantes, e histopatológicamente es por las pruebas de inmunodifusión, inm unoe­
idéntica a un fenómeno de Arthus. lectroforesis o contrainmunoelectroforesis;'''^"^''
Se realizan también pruebas de sensibilidad 2) estas reacciones son negativas en los contro­
bronquial, nebulizando extractos liofilizados de les normales así como en los sujetos afectados
A. fumigatus; dicho estímulo produce en el en­ por otras micosis profundas; su especificidad
fermo una marcada disminución del volumen es tan estricta que presenta resultados negciti-
respiratorio máximo. vos en pacientes eon aspergi lomas producidos
En las formas intracavitarias, los hongos del por otras especies de Aspergiílus, haciendo ne­
género Aspergiílus desarrollan en el interior de cesario el empleo de una batería de antígenos
una cavidad preform ada, sea ésta bronquial, que incluyan A. niger, A. flavus, A. nidulans y
pulmonar o pleural, formando una masa fúngi- A. terreus;^^ 3) estas pruebas presentan como
ea, a veces en forma de bola, que ocupa total o causa de error la precipitación de una proteína
parcialmente su luz y provoca una reacción in­ C existente en el contenido celular de los hon­
flamatoria pericavitaria, pero el hongo no inva­ gos del género Aspergiílus; estas falsas reac­
de el parénquima pulmonar vecino. La mayor ciones se eliminan tratando las placas de inmu­
parte de las cavidades preformadas correspon­ nodifusión con una solución estabilizada de ci­
den a tuberculosis curadas y en menor propor­ trato de sodio pH 8,2;“’'* 4) la aparición de 3 o
ción a bronquiectasias, quistes congénitos, mi­ más bandas de precipitación en el inmunoelee-
cosis pulmonares, troforetograma en gel de agarosa permite afir­
Los enfermos presentan tos con expectoración mar el diagnóstico de aspergilosis pulm onar
mucopuruíenta y hemoptisis, a veces tan intensa activa;^^® 5) se ha establecido que uno de estos
que conduce a la muerte por hipovolemia. arcos tiene actividad catalásica y otro quimio-
Las alteraciones clínicas son ocasionadas por trípsica, su demostración posee un valor diag­
la liberación de diversas toxinas que posee el nóstico casi a b s o l u t o ; 6) existe una evidente
A.spergiHus fum igatus, unas obtenidas de ex­ relación entre los resultados de las pruebas de
tractos endocelulares y otras, de productos de inmunodifusión en medios gelificados y los de
secreción del micelio. Dichas sustancias tienen ia reacción de fijación de complemento, con la
efectos citotóxicos, hemohlicos, fibrinolíticos e ventaja para esta última de ser más fácil su
inactivadores del complemento. cuantificación; 7) las pruebas de inm unofluo­
Gran cantidad de antígenos de la masa fúngi- rescencia indirecta y de aglutinación de partí­
ca pasan la pared cavitaria y provocan la for­ culas de látex no están dotadas de la especifici­
mación de anticuerpos específicos. Las reac­ dad necesaria para tener valor diagnóstico; 8)
ciones serológicas practicadas con esos antíge­ la extirpación quirúrgica de la cavidad afectada
nos dan resultados intensam ente positivos en o, más raras veces, la muerte espontánea del
pacientes afectados por esta forma clínica y su aspergiloma, va seguida de la pérdida progre.si-
realización reviste un gran interés para el diag­ va de anticuerpos y, finalmente, la negativiza-
nóstico y el control de la curación del proce- ción de las reacciones serológicas; si por el
8,38,149
contrario éstas continúan positivas después de
Las pruebas serológicas que se emplearon 6 meses del acto quirúrgico, es índice de infec­
son las siguientes: inmunoelectroforesis en gel ción residual en los bronquios vecinos,'*” y 9)
de a g a r o s a , inmunodifusión en gel los anticuerpos que intervienen en las pruebas
de a g a r , f i j a c i ó n de c o mp l eme n - de precipitación en medios gelificados son del
t o , 8 9 ,1 4 3 ,149,I7Ü,22.S contrainmunoelectToforesis,'*'^-^'' tipo lg G .'‘’‘^-22®
precipitación en tubo con dosaje de proteínas Los extractos endocelulares de los hongos de
precipitadas,^' inm unofluorescencia indirec- diversas especies del género Aspergiílus produ­
ta^36.78,2i7 aglutinación de partículas de látex cen inactivación del complemento actuando so­
sensibilizadas con glucom ananos de la pared bre C3;^" en el caso de A. fum igatus se ha podi­
celular del Aspergillus,^^^-'^''^ y ELISA. Los antí­ do observar descensos de la complementemia
Inmunología de las micosis 509

in vivo, utilizando cobayos; este efecto va han demostrado con frecuencia reacciones ne­
acompañado de una acción citotóxica y hemo­ gativas, especialmente si se trata de sujetos con
l í t i c a . A la inversa de lo que se podrá esperar, inm unodeficiencias producidas ya sea p o r la
los pacientes eon aspergilosis intracavitaria enfermedad de base (leucemia o linfoma) o por
presentan complementemia normal o elevada, los tratamientos recibidos.’*
en general tanto más alta cuanto más extensa Se han realizado varias pruebas experim en­
sea la infección y cuanto más próximo esté el tales para efectuar el diagnóstico serológico de
paciente a sufrir una hemoptisis grave. esta form a clínica mediante la demostración de
Las pruebas cutáneas son habitualmente ne­ antigenem ia con el radioinm unoensayo y la
gativas en este tipo de aspergilosis; sólo en al­ técnica de ELISA.9“-“ 3.22*
gunos casos se observa reacción de tipo inm e­ En la actualidad se están empleando con ma­
diato, como consecuencia de estar sensibiliza­ yor frecuencia técnicas de aglutinación de látex
do el enfermo a los antígenos del hongo. La y ELISA sandwich o inhibición de ELISA. Es­
mayor parte de los sujetos que presentan aler­ tas pruebas permiten detectar una glucoproteí­
gia inmediata sufre de broncospasmo y la inter­ na de 18 kD, tanto en suero como en orina. La
pretación de la prueba cutánea es en este caso reiteración de las muestras incrementa la sensi­
idéntica a la ya mencionada para el asma asper- bilidad de estos métodos.'**'
gilar.
Se ha podido demostrar en esta forma clínica Zigomicosis
que la presencia de A. fum igatus en el aparato
respiratorio actiia como un importante estímulo Las zigomicosis son micosis profundas que
para la producción de IgE específica e inespe­ poseen la característica común de ser produci­
cífica, tal como sucede en las formas alérgicas. das por hongos de micelio filamentoso conti­
En las aspergilosis invasivas, los filamentos nuo. Dentro de ellas se incluyen las mucormi-
del hongo penetran en el parénquima pulm o­ eosis, producidas por Mucorales de los géneros
nar, invaden y lesionan ía pared de los vasos Rhizopus, Absidia, M ucor y M oríierella, que
sanguíneos, provocan trombosis e isquemia, así p resen tan las características de las m icosis
como lesiones metastásicas en otros órganos. oportunistas. Son afecciones de distribución
Clínicamente es un proceso subagudo o cróni­ geográfica universal, de curso grave y que con­
co, de tipo neumónico con tos, expectoración, ducen frecuentem ente a la muerte de lo s pa­
catarro purulento, hemoptisis, fiebre, disnea y cientes; la mayor parte de los diagnósticos son
leucocitosis.7»-'3»'2'»-»«.2i3 realizados por estudios histopatológicos de las
La frecuencia de este proceso ha aumentado piezas de autopsia.'-"’^
intimamente, en particular como infección so- Desde el punto de vista clínico, las mueor-
breagregada en enfermos con leucemias o lin­ mieosis se dividen en: 1) formas sinuso-órbito-
fomas que reciben tratam ientos eon corticoi­ cerebrales, cuyas causas predisponentes más
des, antimitóticos, inmunosupresores, suero an- frecuentes son la diabetes acidótica, la uremia
tilinfocitario y radiaciones.'** En su mayor par­ y las grandes quemaduras; 2) formas pulm ona­
te son enfermos con leucopenia (< 500 leucoci­ res o diseminadas que se asocian por lo común
tos por mm^). con leucemias, linfomas, anemias graves, en
El estudio histopatológieo de las piezas de pacientes que reciben corticoides, citostáticos e
autopsia muestra la presencia de abundantes hi­ inmunosupresores; 3) formas abdominales, cu­
fas del hongo, dispuestas en forma radiada y ro­ yo punto de partida es intestinal y presentan
deadas de una extensa zona de necrosis y supu­ como factor predisponente la desnutrición gra­
ración. Se ha sugerido que este cuadro es pro­ ve y las poliparasitosis, y 4) la mucormicosis
ducido por la falta total de respuesta inmunita- cutánea, de presentación menos frecuente y cu­
ria por parte del huésped y por la acción nceró­ ya aparición es favorecida por las acidosis me­
tica de las endotoxinas del A. fumigatus. tabólicas y los traumatismos.
El mecanismo defensivo normal contra estos El examen histopatológieo de las mucormi­
hongos necesita de factores séricos opsonizan- cosis m uestra las alteraciones propias de las
tes que favorecen la fagocitosis de las esporas micosis graves, en las cuales las defensas del
por os neutrófilos; aquéllos, una vez fagocita- huésped están seriamente deterioradas. Se ob­
dos, son destruidos por ia mieloperoxidasa, el servan abundantes filamentos no tabicados, an­
peróxido de hidrógeno y el ioduro de potasio.*'^ chos, de diámetro algo irregular, que tienden a
Uno o varios de estos mecanismos se encuen­ invadir los vasos sanguíneos, producen trom­
tran alterados en los enfermos que padecen las bosis y necrosis isquémica de los tejidos veci­
graves hemopatías que actúan como factores nos. Junto a las lesiones -necróticas puede haber
predisponentes. supuración y se comprueba una total ausencia
Las investigaciones serológicas realizadas en de granulom as defensivos que tiendan a cir­
los pacientes que presentan esta forma clínica cunscribir el proceso.
510 Inmunopatología

Los estudios inmunológicos han sido esca­ tienden a la curación espontánea y habitual- '
sos. Se han preparado antígenos solubles, obte­ mente no se cxo n iñ c m }'’™'^^'
nidos del sobrenadante del micelio roto por ul­ La otra forma clínica es causada por agentes
trasonido, a partir de cultivos de Absidia, Mu- antropófilos como el Trichophyton ruhrum,
cor y Rhizopus. Dichos antígenos han demos­ Epiderm ophyton floccosum , T. Schoenleinii,
trado su utilidad diagnóstica en pruebas de in­ etc., muy adaptados al parasitismo de la capa
munodifusión. Esta reacción da resultados ne­ córnea humana y que despiertan escasa reac­
gativos en estadios tempranos o cuando la en­ ción inflamatoria. Las lesiones son descamati-
fermedad es controlada muy rápidamente, pero vas, hiperqueratósicas y con frecuencia com ­
es intensamente positiva en los casos avanza­ prometen las uñas; desde el punto de vista sub­
dos y se observan reacciones cruzadas entre los jetivo, casi no producen prurito y su curso es
tres géneros de hongos p roductores de esta muy crónico. La prueba de la tricofitina da re­
afección.'’O sultados frecuentemente negativos y jamás cu­
ran espontáneamente. Por lo general su cura­
ción es difícil aun con tratam ientos adecua-
dos.41.127.231
INMUNIDAD EN LAS DERMATOFITIAS
Se considera que la quinta parte de la pobla­
Las dermatofitias son micosis superficiales ción mundial padece micosis superficiales, de
producidas por un grupo de hongos llamados las cuales la mayoría son dermatofitias y piti-
derm alófitos, que pertenecen a tres géneros, riasis versicolor. La aparición de una de estas
Microsporum, Blpidermophyton y Trichaphyton micosis superficiales depende de una serie de
y numerosas especies. Estos microorganismos factores. Algunos actúan en forma local como
atacan la capa córnea de ia piel y sus faneras; la humedad y el grosor de la capa córnea; en
producen lesiones inflamatorias en la piel lam­ general es más frecuente la im plantación de
piña, barba, bigote, cuero cabelludo y otras re­ una dermatofitia en zonas húmedas y de capa
giones pilosas del cuerpo, y en las uñas deter­ córnea gruesa. La transpiración excesiva, el
minan hiperqueratosis. A causa de su condición uso de calzado cerrado y de suela gruesa, la ro­
de parásitos de la capa córnea, los derrnatófitos pa ajustada, la maceración de la piel, las m ar­
son incapaces de invadir otros tejidos vivos; chas prolongadas y la obesidad son factores
por lo general su único mecanismo para produ­ predisponentes para la aparición de estos pro­
cir enfermedad es actuar por medio de sus antí­ cesos en los pies y los pliegues inguinales. El
genos. Estos son captados por las células de uso de cabellos largos protege mecánicamente
Langerhans de la epiderm is, las que m igran a las niñas contra ios hongos productores de ti­
hasta ponerse en contacto con los tejidos linfoi­ ñas del cuero cabelludo.^^* La edad es un factor
des inm unocompetentes; allí los linfocitos T de suma importancia, así las tiñas de cuero ca­
son sensibilizados y desencadenan un proceso belludo son casi exclusivas de la infancia, en
de hipersensibilidad mediada por células, con tanto que las dermatofitias de ios piel y el plie­
exteriorización principalmente cutánea. Puede gue inguinocrural son propias del adulto. El se­
decirse, pues, que las dermatofitias son derma­ xo masculino presenta estas micosis con una
titis de contacto producidas por los antígenos frecuencia discretamente mayor que el femeni­
de los dermatófitos.'" no, El contacto con animales favorece la im ­
Ha sido reiteradamente señalado que existen plantación de tiñas inflamatorias y micosis tri-
dos tipos polares de dermatofitias desde el pun­ cofítica y las prácticas deportivas, en particular
to de vista clínico e inmunológico. Unas son la natación, predisponen a contraer dermatofi­
producidas por hongos procedentes del suelo tias de los pies.
(geófilos) o de los animales (zoófilos) y que Existe además una acentuada tendencia ge­
por lo tanto están poco adaptadas al parasitis­ nética, en particular para padecer aquellas der­
mo de la capa córnea de la piel del hombre. Es­ matofitias crónicas poco inflamatorias; éstas se
tos agentes determinan una intensa reacción in­ transmiten dentro de la misma familia siguien­
flam atoria con vesículas y pústulas, con fre­ do una línea genética y no contagian a otros in­
cuencia hay infiltración inflamatoria de la der­ tegrantes del grupo familiar no predispuestos.
mis e hipodermis y los ganglios satélites están Por ejemplo, la existencia de contagio m atri­
infartados. Este cuadro clínico va acompañado monial es rara y, por el contrario, es frecuente
de reacciones cutáneas a la tricofitina intensa­ de padres a h ijo s o en tre otros c o n san g u í-
mente positivas y, en oportunidades, se obser­ neos.'".23‘
van erupciones cutáneas deshabitadas llamadas Se ha comprobado que el suero normal con­
dermatofítides. Esta intensa reacción inflama­ tiene componentes que frenan el desarrollo de
toria elimina gran cantidad del estrato córneo los dermatófitos. Ayres y Anderson (1934)® de­
afectado y, por lo tanto, también de dermatófi- m ostraron que el agregado de 8% de suero,
tos; como consecuencia, luego de un tiempo procedente de pacientes con tiñas inflam ato­
Inmunología de las micosis 511

rias, al medio de Sabouraud, impedía el creci­ cientes portadores de derm atófitos un cuadro
miento de estos hongos. Posteriormente, los es­ general con fiebre, escalofríos, esplenomegalia
tudios de Lorincz y Roth'*''-''*^ comprobaron que y cefaleas. La inyección intradérmica produce
el suero fresco de la mayor parte de las perso­ una reacción tem prana con urticaria a los 15
nas posee una actividad fungostática frente a minutos y otra tardía con eritema y pápula a las
los dermatófitos. Estas sustancias condiciona­ 24 o 48 horas.
rían el ataque restringido a la capa córnea de la El estado de hipersensibilidad a la tricofitina
piel y sus faneras por tratarse de tejidos no irri­ se instala a los 7 u 8 días de producida la infec­
gados. Se han reconocido dos sustancias plas­ ción y persiste por lo general en forma indefi­
máticas que actúan como factores contrarios a nida. Se ha establecido que la aplicación reite­
la invasión de los dermatófitos, la transferrina rada de tricofitina no vuelve positiva esta prue­
no saturada y una a 2-macroglobulina inhibi­ ba. En algunos casos, la prueba de tricofitina
dora de la queratinasa.^®" desencadena fenómenos focales, como aum en­
En las células sanguíneas tienen importancia to de la reacción inflamatoria de la tiña, o ge­
los neutrófilos, los mastocitos, los linfocitos y nerales con discreta hipertermia y aparición de
los macrófagos. Ciertas condiciones de la salud erupciones cutáneas a distancia del foco der-
general pueden influir en la aparición de las matofítico conocidas como “ides”.
dermatofitias y especialmente en su extensión Desde el punto de vista histológico, la reac­
y cronicidad. La diabetes, el empleo de corti- ción se caracteriza por infiltrados dérmicos de
coesteroides, el síndrome de Cushing, los tras­ células linfoides y monocitos; éstos se acum u­
plantados y los linfomas coexisten con tricofi- lan en torno a los vasos sanguíneos y los ane­
tias extensas y rebeldes al tratamiento causadas xos cutáneos. En los casos más intensos puede
por el T. haber necrosis y aflujo de polimorfonucleares.
En pacientes jóvenes con defectos de la in­ Como ya fue señalado, hay especies que pro­
munidad mediada por células se ha comproba­ ducen una mayor sensibilización a la tricofitina
do la aparición de tricofitias extensas que afec­ como el Microsporum canis, Microsporum. gyp-
tan uñas, cuero cabelludo y piel, presentando seum, Trichophyton mentagrophytes var. yeso­
esta última una descamación difusa, ictiosifor- sa, Trichophyton verrucosum, etc., en tanto que
me, con escasa o nula reacción inflamatoria. otras parecen no sensibilizar a sus portadores,
Esta forma clínica ha sido denominada recien­ como sucede con el Epiderm ophyton flo c c o -
temente enfermedad dermatofítica'*’ y es produ­ sum , T richophyton rubrum y T rich o p h yto n
cida habitualmente por Trichophyton antropófi- mentagrophytes var. vellosa. Lewis y Hopper**’
los (T. tonsurans, T. vioíaceum o T. rubrum). demostraron la especificidad de esta reacción,
Un hecho frecuente que aún aguarda expli­ de tal forma que una prueba de tricofitina posi­
cación es la tendencia que presentan ciertas tri­ tiva indica infección actual o pasada por un der-
cofitias a permanecer localizadas en una mano matófito. La especificidad es de grupo y en ge­
o un pie sin afectar el otro. Wilson atribuye es­ neral los reactivos que se preparan son poliva­
te fenómeno a alteraciones locales en el meta­ lentes, con una especie de cada género.
bolismo de los hidratos de carbono. Los sujetos atópicos, con altos n iveles de
Otro factor im portante es la velocidad de IgE, suelen ser más susceptibles a las derm ato­
reemplazo de la capa córnea. Para que un der- fitias crónicas y no desarrollan pruebas tardías
matófito pueda sobrevivir e invadir nuevas zo­ de trico fitin a positivas."*' Neves*®® enco n tró
nas, su velocidad de crecimiento debe ser m a­ 23% de reacciones positivas a la tricofitina leí­
yor que la de eliminación del estrato córneo, da a las 48 horas en 571 individuos que no pa­
pues de lo contrario es expulsado de la piel. decían derm atofitias en el momento del exa­
Por lo tanto, si la tiña se expande es porque su men. Esta prueba fue positiva en el 41% de los
agente etiológico es capaz de desarrollarse aun 170 pacientes con derm atofitias y el 97% de
contra la corriente de renovación epidérmica. los pacientes tenían tiñas con signos de infla­
Esto explica las curaciones espontáneas que se mación.
producen cuando es eliminada una gran masa La tricofitina es un polisacárido nitrogenado,
de capa córnea, tal como sucede en las tiñas dializable y que da glucosamina por hidrólisis,
muy inflamatorias, por factores mecánicos co­ así com o enzimas queratinasas. Se considera
mo la depilación (manual o radioterápica) o la cjue los componentes dominantes de la tricofiti­
extirpación quirúrgica de las uñas enfermas. na son los glucopéptidos y la queratinasa, la
Plato y Neisser (1902) obtuvieron un antíge­ porción proteica de los primeros y la queratina­
no de cultivos de dermatófitos por medio de un sa estimulan en el huésped la inmunidad me­
procedimiento similar al utilizado para preparar diada por células, en tanto que los polisacári­
la tuberculina vieja de Koch. Este extracto fue dos incrementan la actividad de la inmunidad
llamado tricofitina. La inyección de esta sus­ humoral.^’-'*". Con él se han estudiado reaccio­
tancia por vía intravenosa produce en los pa­ nes de hipersensibilidad retardada in vitro de
512 Inmunopatología

las cuales la inhibición de la migración de m a­ Se han realizado numerosos estudios para


crófagos (MIF) parece la más eficaz.'*' producir inmunógenos contra las dermatofitias.
Las dermatofitias inflamatorias generan con Casi todas las tentativas exitosas emplearon las
cierta frecuencia la aparición de erupciones células fúngicas com pletas, incluyendo los
“segundas” llamadas dermatofítides. Éstas pue­ componentes de su pared celular, y casi todos
den presentarse espontáneamente o después de los intentos fallidos usaron extractos de los
una inyección de tricofitina; igualmente, toda hongos o subproductos de su desarrollo. Debe
medicación que irrite el foco primario facilitará señalarse que la técnica de Warton, que utiliza
su aparición. Las tiñas del cuero cabelludo o una suspensión de dermatófitos en coadyuvan­
las tricofitias supurativas de la barba producen te, resultó ser la más eficaz en cuanto a su efec­
dermatofítides liquenoides, foliculares o papu- to protector.’' Estos compuestos son inoculados
lovesiculosas y raramente eritema nudoso, en por escarificación cutánea y producen hiper­
tanto que las dermatofitias de los pies determi­ sensibilidad e inmunidad locales cuyo grado
nan lesiones vesiculares dishidrosiform es en decrece a medida que se aleja del foco de ino­
las manos. Estas manifestaciones cutáneas cu­ culación.
ran espontáneamente una vez que el foco pri­
mario es tratado con éxito.
Las reacciones serológicas dan resultados INMUNOLOGÍA
poco útiles para el diagnóstico de estos proce­ DE LAS CROMOMICOSIS
sos, ello parece deberse a la existencia de antí­
genos com unes entre los derm atófitos y los Las cromomicosis son afecciones de la der­
hongos saprófitos y al escaso poder invasivo de mis e hipodermis producidas por hongos pig­
estos microorganismos.'®' Cabrita y Estévez^' mentados (Dematiaceae) pertenecientes a los
comprobaron, sin embargo, que un número sig­ géneros P hialophora, Fonsecae y Cladospo-
nificativamente elevado de pacientes con tiñas riiim, caracterizadas por el aspecto verrugoso de
supuradas (querion) presentaban anticuerpos las lesiones cutáneas, que habitualmente están
precipitantes demostrables por la reacción de ubicadas en las partes descubiertas del cuerpo,
inmunodifut ión en gel de agar. Recientemente en particular en los miembros inferiores.
se han incorporado reacciones de fijación de Se ha podido comprobar la presencia de anti­
complemento y técnicas de ELISA con antíge­ cuerpos fijadores del complemento tanto en pa­
nos más depurados. Por lo general se observan cientes afectados de cromomicosis como en co­
anticuerpos detectables en casos inflamatorios, nejos inm unizados con las diversas especies
de larga duración y acompañados de tricofíti- productoras de esta a f e c c i ó n . E s t a s reac­
des. Los anticuerpos corresponden a IgG, y con ciones presentan títulos elevados con el antíge­
menor frecuencia a IgM o IgE. no homólogo y, por el contrario, éstos son ba­
Un interesante fenómeno observado en la in­ jos o la reacción es negativa con los extractos
munidad adquirida en las dermatofitias es el de procedentes de otros hongos productores de la
Bloek. Este autor, y luego otros investigadores, m ism a enferm edad. P rácticam en te, no hay
comprobaron que, cuando se inocula un derma- reacciones cruzadas entre los antíg en o s de
tófito por primera vez a un cobayo, éste presen­ Phialophora y Fonsecae^-^'^ No se ha estableci­
ta una tiña experimental después de una sema­ do aún si existe relación entre el título de las
na de incubación; los síntomas alcanzan el m á­ pruebas de fijación de complemento y la seve­
ximo a los 14 a 19 días y luego cura en el plazo ridad del proceso que aqueja al paciente.'*'^*'
de un par de meses. Si este animal es reinocu­ En sueros de pacientes con cromomicosis'* se
lado con el mismo hongo, la reacción es com­ ha obtenido igualmente un alto porcentaje de
pletamente diferente; el período de incubación resultados positivos eon la prueba de inmunodi­
se acorta a 24 o 48 horas, la descamación e in­ fusión en gel de agar. Se comprobaron reaccio­
flamación van en aumento hasta los 4 o 7 días nes cruzadas entre antígenos de F. pedrosoi y F.
siguientes y alcanza la curación a los 20 días. compactum, en tanto que éstas fueron mucho
Los exámenes micológicos revelan la ausencia menores entre F. pedrosoi y Ph. verrucosa.'^'’^
de hongos en la reinoculación. Esta tríada del Biguel y col.'* y Cooper y Sehmeideu"* estu­
fenóm eno de Block con reacción tem prana, diaron las relaciones antigénicas de los agentes
evolución acortada y ausencia de hongos es etiológicos de cromomicosis por medio de la
muy similar al fenómeno de Koch en la tuber­ inmunodifusión en gel de agar y la microinmu-
culosis experimental. Se ha podido comprobar noelectroforesis. Pudo comprobarse que existe
que las reinoculaeiones en el hombre presentan cierto grado de reacciones cruzadas entre las
tam bién una evo lu ció n aco rtad a y p reco z, tres especies más comunes: Ph. verrucosa, F.
Louste y col.'^’ demostraron un cierto grado de pedrosoi y CL carrionii, pero se demostraron
inmunidad a la reinfecciones aun en pacientes algunas diferencias antigénicas que permiten su
portadores de tiñas no inflamatorias. ubicación en géneros separados.
Inmunología de las micosis 513

Gordon y Al-Doory'’-^^ estudiaron las relacio­ De Britos y col.'"’'* estudiaron las m odifica­
nes antigénicas de diversos hongos pigmenta­ ciones histopatológicas producidas por la espo-
dos, tanto patógenos como saprófitos, mediante rotriquina y comprobaron la formación de infil­
pruebas de inm unofluorescencia directa con trados histiocitarios perivasculares, pequeños
conjugados específicos preparados a partir de granulomas y áreas de supuración.
F. pedrosoi, F. compactum y F. dermatitidis. La especificidad de esta prueba cutánea es
Son muy escasos los datos acerca de la hi­ muy grande ya que presenta sólo un débil gra­
persensibilidad m ediada por células en esta do de reacciones cruzadas en los cobayos in­
afección. Se han realizado algunos estudios en fectados con N. capsulatum. Flan sido utiliza­
Cuba y en la República Dominicana, pero sus das diversas pruebas serológicas en esta enfer­
resultados no son aún concluyentes. Las prue­ medad: aglutinación en tubo de una suspensión
bas cutáneas son positivas en todos los casos de elem entos levaduriformes, aglutinación de
de cromomicosis confirmada y en el 25% de partículas de látex sensibilizadas con un antíge­
los habitantes de zonas endémicas. Este último no obtenido por filtración del desarrollo del Sp.
dato ha hecho pensar a algunos autores'* en la schenckii en medio líciuido, inmunofluorescen­
existencia de una cromomicosis-infección asin­ cia indirecta, fijación de complemento e inm u­
tomática. nodifusión en gel de agar. Las principales con­
clusiones que pueden extraerse es que las reac­
ciones dotadas de m ayor sensibilidad son la
IN M U N O LO G ÍA aglutinación en tubo y la aglutinación de partí­
DE LAS E SPO R O T R IC O S IS culas de látex; la primera de ellas es poco espe­
cífica ya que pueden observai'se reacciones po­
Los estudios inmunológicos en esta afección sitivas con títulos de hasta 1/80 en personas sin
han perm itido establecer un comportam iento antecedentes de esporotricosis. Las pruebas
diferente del sistema inmune de acuerdo con la más específicas son la inmunodifusión en ge!
form a clínica de la enferm edad, realizar en ­ de agar y la fijación de complemento, éstas son
cuestas epidemiológicas, determinar la existen­ constantemente positivas en los pacientes con
cia de una infección asintomática y estudiar los formas viscerales; sólo dan 60% de positividad
antígenos del Sp. schenckií así como sus rela­ en los portadores de esporotricosis cutánea, los
ciones con antígenos de hongos vecinos o vin­ títulos son proporcionales a la extensión de la
culados a él. enfermedad y tienden a negativizarse después
Las pruebas cutáneas tienen importancia tan­ que cura el proceso.'’’’’’*®'"’’'*^-^^^^
to en el diagnóstico de casos clínicos de espo- Recientemente hemos preparado dos antíge­
rotricosis como en la realización de encuestas nos, uno obtenido del sobrenadante de células
epidemiológicas. Se han utilizado dos tipos de l e v a d u r i f or me s rotas, y el se g u n d o es un
antígenos; uno de ellos consiste en una suspen­ exoantígeno de la fase filamentosa (en form a
sión de células levaduriformes muertas por ca­ de extracto acuoso). Con estos reactivos fueron
lor, en solución fisiológica fenicada, en la pro­ practicadas diversas reacciones serológicas en
porción de 1/1.000 vol/vol y el otro es un poli­ cobayos y ratones infectados experimentalmen­
sacárido obtenido por alcohol-acetato de sodio te, así como en humanos con esporotricosis cu­
a partir de filtrados del desarrollo en medios lí­ táneas. Las pruebas m ás sensibles fueron la
quidos de la fase filamentosa del Sp. schenckii. contrainm unoelectroforesis con inm unodifu­
La técnica de realización y la lectura son sem e­ sión secundaria y la aglutinación de células le­
jantes a las pruebas intradérm icas realizadas vaduriform es enteras; la especificidad de la
con otros a n t í g e n o s . “ .53,54,io5.i.-i4 contrainmunoelectroforesis fue absoluta cuan­
La suspensión de elementos levaduriformes do se estudió frente a sueros de cobayos sanos,
da resultados positivos tanto en pacientes con personas sin micosis y pacientes con diversas
esporotricosis com o en personas sin historia micosis profundas.^’
clínica de enfermedad que habitan zonas endé­
micas. Al parecer esto se debe a la existencia
de una infección asintomática. Por este motivo IN M U N O LO G ÍA D E LOS M IC E T O M A S
este antígeno es el preferido en las encuestas
epidemiológicas. Los métodos inmunológicos, en especial las
Por el contrario, el polisacárido de González reacciones serológicas aplicadas al diagnóstico
Ochoa que sólo da resultados positivos en la de ¡os micetomas, han constituido una valiosa
esporotricosis clínica, constituye un elemento ayuda por la simplicidad de su realización, la
de gran utilidad diagnóstica, pues su negativi- especificidad y la rapidez de sus resultados. Su
dad permite excluir el diagnóstico de este pro­ empleo, sin embargo, no se ha generalizado.
ceso, salvo en casos diseminados que presentan Murray y Moghraby*^^ emplearon antígenos
a veces anergia. 52,53,54 obtenidos de filtrados de cultivos y antígenos
514 Inmunopatología

3. A lbornoz, M y A lbornoz, R: Estudios de la sensibili­


polisacáridos de diversos agentes productores
dad específica en residentes de un área en d ém ica a la
de m icetom as, tanto A ctin o m yceta les com o paracoccidioidom icosis en V enezuela. M ycopatholo-
Eumycetes. Estos preparados fueron ensayados gia, 4.5:65-75, 1971.
en pruebas cutáneas practicadas a pacientes 4. A l-D oory, Y: Chrom.omyco.si.i. M ountain P ress Pu-
portadores de micetomas. Los resultados com ­ blisliing Com pany. M issoula, M ontana, 1972.
5. A l-D oory, Y y G ordon, M A; A pplication o f fluores-
probados fueron relativam ente satisfactorios ce n t-an tib o d y to th e study o f p a th o g en ic d em atia-
para los actinomicetomas y malos en los madu- ceous fungi. I D ifferen tiatio n o f C la d o sp o riu m ca-
romicetomas. rrionii and Clado.'iporiuni bautianum . J Bact, 86:332-
B ojalil y M agnusson'*’’'-’ prepararon “ una 336, 1963.
6 . A ngulo-O rtega, A; C alcification ín paraco ccid io id o ­
sensibilizina” por medio de un procedimiento m icosis. Are they the m orphological m anifestation of
similar al de PPD, a partir de cultivos de No- s u b clin al in fectio n ? En: P ro ce ed in g s o f F ir s t P an
cardia hrasiliensis y Nocardia asteroides. Es­ Am erican Sym posium on P a racoccidioidom ycosis, pp
tos autores comprobaron que las intraderm o­ 129-133. Pan A m erican H ealth O rganization, 1972.
7. A rechavala, A y N egroni, R: Estado inm unitario de
rreacciones realizadas con 0,002 mg del extrac­ enferm os portadores de m icosis sistém icas. Rev. Arg
to, en 0,1 mi de volumen, daba resultados fran­ M icología, 1 ( 3 ):5 -)l, 1978.
camente positivos (14-35 mm de infiltrado) en 7 ’. A rechavala; N egroni, R y R obles, A M: E studio de
los pacientes portadores de micetomas debidos las reacciones serológicas cruzadas producidas entre
las m icosis sistém icas con el em pleo de la co n train ­
a estos microorganismos. Las pruebas eran es­ m uno electro fo resis./íev A rg ra í Míco/o,t,'¡o, 7 (1 ); 13-
pecíficas y no se observaban reacciones cruza­ 14, 1984.
das entre ambas especies de Nocardia. Con do­ 8a. A rechavala, A., N egroni, R., R obles. A. M. E studio de
sis diez veces mayores se obtuvieron reaccio­ algunas variables inm unitarias en la candidiasis vagi­
nal recurrente. Pren. méd. arg., 81: 826-831, 1994.
nes inespecíficas en pacientes tuberculosos o 8 . A vila, R; Im m unological study o f pulm onary aspergi-
con actinomicosis. Se realizaron ensayos simi­ llosis. Thorax, 23:144-152, 1961.
lares con Actinomadura y Streptomyces sin re­ 9. Ayres, S y A nderson, N P: Inhibition o f fungi in cul­
sultados satisfactorios. ture by b lo o d serum from p atien ts w ith “p h y tid s ” .
A r c h D e n n & Syph, 29;537-547, 1934.
Murray y Mahgoub'^^ introdujeron el empleo 10. Baliña, P; Bosq, P; N egroni, P y Q uiroga, M; Un caso
de la inm unodifusión en gel de agar para el de cronioblastom icosis autóctono de A rgentina. R ev
diagnóstico serológico de los micetomas. Co­ A rg D erm atología, 16:369-379, 1932.
mo antígeno se utiliza el sobrenadante de mice­ 11. Barbosa, W: B lastom icosis sudam ericana. Contribui-
5ao ao seu estudo no Estado d e G oias. Tesis. C oiania,
lio homogeneizado y roto, que luego es dializa­ 1968.
do y liofilizado. Los resultados obtenidos per­ 12. Baker, R R; M ucorm yocsis. En; T he Pathologic Ana-
miten separar con facilidad los actinom iceto­ to m y o f M y c o s e s . D r itte r b a n d . E u n fte il. B e rlin .
mas de los maduromicetomas, esto tiene gran Springer Verlag Ch, 21, 1971.
13a. B ava, A. J., M istchenko, A. S., “Palacios, M. F., Este-
importancia pues los primeros responden al tra­ vez, M. E. y col.; L y m p h o cy te su b p o p u latio n s and
tamiento médico en tanto que en los segundos cytokine productcion in paracoccidioidom uycosis p a­
la terapéutica es siempre quirúrgica. Existen tients. M /í'ro ¿ío /./m » 7««o/. .?5.- 167-173, 1991.
reacciones cruzadas entre microorganismos ta­ 14a. Bennett, J.; Section G. M ycoses. In; M andell. Dou-
glas and B en n ett’s. P rincipies and P raclice o f Infec-
xonómicamente relacionados, pero la reacción tious D iseases. F o u rth Ed. V ol. 11. pp. 2 2 8 8 -2 3 9 3 ,
es siempre mayor con el antígeno homólogo, C hurchill L evingstone, N ew York, 1995.
ya sea por presentar mayor número de bandas 13. B ig u e t, J; T ran V an K y, P; A n d rieu , S y F ru it, J;
de precipitación o por ser éstas más nítidas. A nalyse im m unoelectroforetique d ’extraits cellulaires
et de m ilieux de culture á’A spergiílus fu m ig a tu s par
Los sueros que presenten pocos anticuerpos des im m unoserum experim entaux et de serum de ma-
pueden ser concentrados por PVP o se puede lades attients d ’asp erg illo m as b ro n ch o p u lm o n aires.
realizar electrosinéresis cuya sensibilidad es Ann In st Pasteur, ¡07:72-94, París, 1964.
mayor. Otras pruebas serológicas, como la he­ 14. B iguet, J; T ran V an K y, P; F ru it, J y A n d rieu , S;
Iden tificatio n d ’une activ ité ch y m io ty p siq u e au no-
moaglutinación pasiva'® con antígenos polisa­ veau des fractions em arquable de l ’extrait antigenic
cáridos de P. hoydii, no han sobrepasado aún la d ’A spergillus fum igatus. R epercussions sur le d iag ­
fase experimental al igual que las técnicas in- nostic im m unologique de ra sp e rg illo se . R e v Im m u-
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Inmunología de las infecciones
parasitarias

STELLA M. GONZÁLEZ CAPPA


ELVIRA L. DURANTE DE ISOLA
GERARDO A. MIRKIN 26
Debido a su gran difusión y alta frecuencia (por ej., T. cruzi). Además, y para aumentar la
las enferm edades parasitarias constituyen un complejidad, algunos parásitos varían sus antí­
problema médico importante que se acentúa en genos en el tiempo, aun para el mismo estadio
los países tropicales y subtropicales. Estas in­ (plasm odios y tripanosom as africanos). Esta
fecciones son producidas por protozoarios y p erm an en cia p ro lo n g ad a del parásito , cuya
helmintos y presentan, como una de las carac­ consecuencia es la exposición progresiva del
terísticas más relevantes, tendencia a la cronici­ huésped a sus diferentes estímulos antigénieos,
dad. El parásito rara vez desencadena la muerte conduce a una respuesta inmune que, en gene­
del huésped y en general establece con éste una ral, lim ita la infección aunque no la erradica.
relación de equilibrio. Como consecuencia de En ocasiones, el proceso de daño es consecuen­
la infección crónica la estimulación antigénica cia de la misma re.spuesta inmune (esquistoso-
es muy prolongada en el tiempo y los estímulos miasis, filariasis, paludismo, etc.). Sin em bar­
varían desde complejos productos metabólicos, go, el hecho de que el parásito sobreviva en el
como los antígenos de excreción-secreción de huésped y a sus expensas a pesar de la respues­
los helmintos y las mudas que eliminan los ne- ta inmune, señala la existencia de mecanismos
matodos en su progresión a diversos estadios que le permiten evadir in vivo la acción de los
larvales, hasta péptidos y proteínas de la super­ anticuerpos y de las células sensibilizadas.
ficie parasitaria. La respuesta inmunológica re­
sultante de la interacción huésped-parásito está RELACIÓN H U É SP ED -P A R Á S ITO
también condicionada por la localización de los
parásitos ya que éstos pueden ser intracelula­ Para estudiar esta relación deben considerarse
res [T rypanosom a cruzi, L eish m a n ia spp., diversos factores, que se señalan a continuación.
Plasmodium spp., Toxoplasma gondii, Trichi-
nella spiralis), intratisulares (Cysticercus ce- 1 - Inmunidad natural del huésped
llulosae, Echinococcus granulosas), de cavida­
des (parásitos de localización intestinal), o ex­ Determina que, dentro de un número de indi­
ternos (artrópodos). Estas localizaciones pue­ viduos, algunos sean m ás su sce p tib le s que
den además ser permanentes o temporarias de­ otros a ciertas infecciones p arasita rias. Por
pendiendo del ciclo evolutivo del parásito. ejem plo, Plasmodium vivax no penetra en los
Otra condición que influye en la com pleji­ glóbulos rojos de individuos con grupo Duffy
dad de la estimulación antigénica es que los pa­ negativo y se ha detectado una asociación sig­
rásitos pasan por sucesivos estadios durante su nificativa entre HLA-B53 (molécula de clase I)
ciclo biológico y cada uno de éstos puede pre­ y resistencia a desarrollar formas severas de
sentar antígenos distintivos. Los nematodos tie­ paludismo. Experimentalmente se ha com pro­
nen por lo menos 4 estadios larvarios y uno bado que en leishmaniasis murina la resistencia
adulto, y algunos protozoarios presentan dife­ es regida por un gen dominante, Lsh, no ligado
rentes estadios en ei insecto vector y en el al MHC, que controla la activación de macró­
huésped mamífero y, dentro de éste, varían de fagos; esto determina las diferencias en la sus­
acuerdo a su localización intra o extracelular ceptibilidad de distintas cepas de ratones.
520 Inmunopatología

21 7 . T h o m a s -A m b ro s e , P; K ie n T r o u n g , T ; B a tte s ti, M R ; 22 8 . W e in e r, M H y C o a s l-S te p h e n , M : Im m u n o d iag n o .sif;


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Inmunología de las infecciones
parasitarias

STELLA M. GONZÁLEZ CAPPA


ELVIRA L. DURANTE DE ISOLA
GERARDO A. MIRKIN 26
Debido a su gran difusión y alta frecuencia (por ej., T. cruzi). Además, y para aumentar la
las enferm edades parasitarias constituyen un complejidad, algunos parásitos varían sus antí­
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fecciones son producidas por protozoarios y p erm an en cia p ro lo n g ad a del parásito , cuya
helmintos y presentan, como una de las carac­ consecuencia es la exposición progresiva del
terísticas más relevantes, tendencia a la cronici­ huésped a sus diferentes estímulos antigénieos,
dad. El parásito rara vez desencadena la muerte conduce a una respuesta inmune que, en gene­
del huésped y en general establece con éste una ral, lim ita la infección aunque no la erradica.
relación de equilibrio. Como consecuencia de En ocasiones, el proceso de daño es consecuen­
la infección crónica la estimulación antigénica cia de la misma re.spuesta inmune (esquistoso-
es muy prolongada en el tiempo y los estímulos miasis, filariasis, paludismo, etc.). Sin em bar­
varían desde complejos productos metabólicos, go, el hecho de que el parásito sobreviva en el
como los antígenos de excreción-secreción de huésped y a sus expensas a pesar de la respues­
los helmintos y las mudas que eliminan los ne­ ta inmune, señala la existencia de mecanismos
matodos en su progresión a diversos estadios que le permiten evadir in vivo la acción de los
larvales, hasta péptidos y proteínas de la super­ anticuerpos y de las células sensibilizadas.
ficie parasitaria. La respuesta inmunológica re­
sultante de la interacción huésped-parásito está RELACIÓN H U É SP ED -P A R Á S ITO
también condicionada por la localización de los
parásitos ya que éstos pueden ser intracelula­ Para estudiar esta relación deben considerarse
res [T rypanosom a cruzi, L eish m a n ia spp., diversos factores, que se señalan a continuación.
Plasmodium spp., Toxoplasma gondii, Trichi-
nella spiralis), intratisulares {Cysticercus ce- 1 - Inmunidad natural del huésped
llulosae, Echinococcus granulosas), de cavida­
des (parásitos de localización intestinal), o ex­ Determina que, dentro de un número de indi­
ternos (artrópodos). Estas localizaciones pue­ viduos, algunos sean m ás su sce p tib le s que
den además ser permanentes o temporarias de­ otros a ciertas infecciones p arasita rias. Por
pendiendo del ciclo evolutivo del parásito. ejem plo, Plasmodium vivax no penetra en los
Otra condición que influye en la com pleji­ glóbulos rojos de individuos con grupo Duffy
dad de la estimulación antigénica es que los pa­ negativo y se ha detectado una asociación sig­
rásitos pasan por sucesivos estadios durante su nificativa entre HLA-B53 (molécula de clase I)
ciclo biológico y cada uno de éstos puede pre­ y resistencia a desarrollar formas severas de
sentar antígenos distintivos. Los nematodos tie­ paludismo. Experimentalmente se ha com pro­
nen por lo menos 4 estadios larvarios y uno bado que en leishmaniasis murina la resistencia
adulto, y algunos protozoarios presentan dife­ es regida por un gen dominante, Lsh, no ligado
rentes estadios en ei insecto vector y en el al MHC, que controla la activación de macró­
huésped mamífero y, dentro de éste, varían de fagos; esto determina las diferencias en la sus­
acuerdo a su localización intra o extracelular ceptibilidad de distintas cepas de ratones.
522 Inmunopatología

2 - Especificidad de huésped rante este lapso la defensa recae en una serie de


mecanismos locales y sistémicos mediados por
Los parásitos presentan en mayor o menor factores humorales y fagocitos.
grado especificidad con respecto a su huésped En el sitio de ingreso de los parásitos, sobre
por lo que algunos los seleccionan dentro de todo si penetran por piel, se registra una reac­
determinadas especies de una manera muy res­ ción local que sirve para lim itar la disem ina­
tringida, como por ejemplo el Enterobius ver- ción, y a la vez facilita el acceso de células in­
rnicularis, especie de nerriatodo exclusivo del flamatorias y el gatillado de una serie de reac­
humano. Otro ejemplo de huésped restringido ciones sistém icas com o fiebre, leucocitosis,
corresponde a las especies del género Plasmo- producción de proteínas de fase aguda, activa­
dium, dentro del cual 4 parasitan exclusiva- ción de mecanismos microbicidas por los fago­
miente al hombre, existiendo otras con especifi­ citos. Entre las proteínas de fase aguda la pro­
cidad particular para otras especies de mamífe­ teína C reactiva actúa como opsonina colabo­
ro y de aves. Hay otros parásitos menos especí­ rando en la fagocitosis del patógeno. El com ­
ficos que pueden infectar una amplia gama de plemento puede también favorecer la fagocito­
huéspedes, como por ejemplo el T.gondii, pará­ sis de algunos parásitos; además, en algunos de
sito de mamíferos y aves, o el T.cruzi que pro­ ellos (o en algunos de sus estadios) existen en
gresa en diferentes especies de mamíferos in­ su membrana externa factores activadores de la
cluido el hombre, pero que es incapaz de hacer­ vía alterna del complemento que conducen a su
lo en las aves. destrucción sin requerir anticuerpos.
Una vez alcanzado su huésped,, los parásitos La llave que conecta la respuesta inespecífi­
en algunos de sus estadios pueden presentar ca con la específica es la secreción de lÉN-y e
también alta especificidad por el sitio en que se IL-4, que inducen y modulan la actividad de
ubican (por ej. los esporozoítos de las especies los linfocitos T hl y Th2.
de Plasmodium que parasitan al hombre sólo
ingresan en el hepatocito, las larvas de esta­ 4 - Mecanismos efectores de inmunidad
dio de 'Trichinella spiralis, después de una m i­
gración inicial, se alojan intracelularmente en El huésped pone en marcha diferentes meca­
músculo esquelético, los estadios adultos de nismos para protegerse y limitar la masa parasi­
Cestodes sólo se ubican en la luz del intestino taria (cuadro 26-1). En la mayoría de los casos
delgado). Esto está en general determ inado se requiere de la acción combinada de diversos
porque en ese hábitat particular los parásitos eslabones de la respuesta inmune. En este pro­
encuentran las señales adecuadas para su desa­ ceso pueden participar m acrófagos, com ple­
rrollo y/o porque poseen receptores para ingre­ mento, anticuerpos, mecanismos de citotoxici­
sar a un determinado nicho. dad directos o mediados por anticuerpos, cito-
quinas, etc., y predominará la acción de unos
3 - Mecanismos de defensa no específicos sobre otros dependiendo del parásito, del perío­
do de la infección y de las características gené­
Después de una primera exposición al agente ticas del huésped. Sin embargo, todos los esla­
infeccioso transcurre un tiempo hasta que se bones de la respuesta inmune serán insuficien­
monta una respuesta antígeno específica. D u­ tes para erradicar las parasitosis en las que la

C u ad ro 26-1. Ejemplos de mecanismos inmunes de control de las parasitosis

M ecanism o efector Parasitosis E stadio/célula blanco

A nticuerpo,s lítico,>> E n f e rm e d a d d e i s u e ñ o T r ip o m a s tig o te


P a lu d is m o E ritro c ito p a ra s ita d o
E n fe rm e d a d d e C h a g a s T rip o m a s tig o te
T o x o p la s m o s is Z o ito c irc u la n te
A nticuerpo.s n e u ti'a iiz an te s P a lu d is m o E s p o ro z o ilo -M e ro z o ito
E n fe rm e d a d d e C h a g a s T rip o m a s tig o te
T o x o p la s m o s is Z o ito c irc u la n te
C ito to x ic id a d c e lu la r a n tic u e rp o - E n fe rm e d a d d e C h a g a s T r ip o m a s tig o te
d e p e n d ie n te P a lu d is m o E ritro c ito p a ra s ita d o
T riq u in o s is L a rv a re c ié n n a id a
Linfocito.s c ito tó x ic o s E n fe rm e d a d d e C h a g a s M io c ito p a ra s ita d o

M a c ró fa g o s a c tiv a d o s L e ish m a n ia s is A m a s tig o ie


T o x o p la .sm o sis Z o ito
D e g ra n u la c ió n c e lu la r d e b a s ó filo s H e lm in tia s is in te s tin a le s L a rv a s - A d u lto s
(Ig E )
Inmunología de las infecciones parasitarias 523

multiplicación del parásito se perpetúa en el En el paludismo, por ejemplo, los linfocitos


mismo huésped. Hasta hace poco se afirmaba T C D 8 son células efectoras de citotoxicidad
que la leishmaniasis cutánea, producida por L. directa cuyo blanco es el hepatocito parasitario;
trópica, en pacientes con reactividad inmunoló­ pero además, mediante la secreción de IFN-y,
gica normal para el parásito, era una excepción; inhiben la multiplicación del parásito en esta
sin embargo, el hecho de que en casos de SIDA célula. La falta de moléculas de clase II en el
se hayan detectado reactivaciones en pacientes hepatocito, y la ausencia de expresión de antí­
supuestamente curados de la parasitosis, hace genos parasitarios en la membrana de estas cé­
que deban reverse estos supuestos. lulas, hace que los linfocitos T CD4 sean ine­
El control efectivo es difícil de alcanzar en fectivos. Éstos, sin embargo, participan en el
parte por el complejo ciclo de vida de los pará­ control de la fase eritrocítica por mecanismos
sitos que en los sucesivos estadios pueden pre­ de ADCC, Usando glóbulos rojos que expresan
sentar antígenos propios, algunos de ellos nece­ antígenos parasitarios en su superficie.
sarios para el reconocimiento del huésped, teji­ D entro de las células CD4 se reconocen 2
do o célula donde el parásito se ubicará y por subpoblaciones; Thl y Th2, las que se diferen­
los diversos mecanismos de escape de la res­ cian por las citoquinas que producen. El tipo
puesta inmune que los parásitos han desarrolla­ de subpoblación estimulada por un parásito es
do. De la interacción entre la respuesta inmune producto de sus características, entre ellas el
del huésped y los mecanismos de escape del p a­ modo de interacción con su huésped. En fun­
rásito surge el estado de equilibrio que lleva a la ción de que predomine una u otra población,
cronicidad de la mayoría de las parasitosis; si el se estim ulará más eficientem ente un tip o de
equilibrio se rompe puede producirse la enfer­ respuesta que conducirá a una efectiva activa­
medad parasitaria y aun la muerte de la persona ción m acrofágica (T h l), con producción de
parasitaria y esto dependerá tanto del parásito TNF e IFN-y, o deficitaria en activación m a­
(tamaño del inóculo, virulencia, etc.) como del crofágica (Th2) con producción de IL-4, IL-5
huésped (capacidad de respuesta inmune). e ÍL-IO, inducción de la proliferación de LB,
Los anticuerpos pueden favorecer el control producción exacerbada de IgE, activación de
de la masa parasitaria de variadas maneras, por mastocitos y eosinófilos. En general, la resis­
ejem plo, bloqueando receptores parasitarios tencia contra parásitos intracelulares está aso­
(proteína CS del esporozoito en diversas espe­ ciada a T hl y la de parásitos extracelulares, a
cies de Plasm.odium), destruyendo al parásito o Th2. Sin embargo, en la mayoría de las parasi­
a la célula infectada por activación del comple­ tosis se estimulan ambos mecanismos, aunque
m ento o por A D CC (form as circulantes de con diferente preponderancia, y la relación en­
T. cruzi o eritrocitos infectados con P lasm o­ tre ambos puede variar con el progreso de la
dium), opsonizando al parásito y promoviendo infección, ya que ambas poblaciones se inte-
su destrucción por fagocitosis (T.gondii, T.cru­ rregulan negativamente. El concepto básico de
zi), activando mecanismos de degranulación en esta respuesta polarizada se extiende a b acte­
mastocitos y basófilos, y secreción de mucus rias {IVlycobacteriun'i tuberculosis y iVI.leprae),
por parte de las células caliciformes que, en el a virus y a hongos, pero las evidencias de este
caso de los verm es ubicados en el intestino, fenómeno fueron presentadas en principio por
contribuirían a su deterioro y eliminación. investigadores que trabajaban en modelos pa­
En el hombre, un ejemplo de la participación rasitarios. En ausencia de señales claram ente
de los anticuerpos en los mecanismos de pro­ polarizadas, puede aparecer una subpoblación
tección se evidencia en la infección por plas­ ThO con un perfil de citoquinas menos diferen­
modios ya que, en área endémica y durante los ciado.
primeros meses de vida, los hijos de mujeres L a p articipación de estos subtipos d e LT
infectadas presentan resistencia a la infección CD4 se ha estudiado muy bien en leishm ania­
malárica. sis, donde se ha demostrado experimentalmen­
Sin embargo, los linfocitos T son las células te que para L.major la resistencia se asocia a la
fundamentales para el control de la masa para­ producción de IFNry y que, si se transfieren cé­
sitaria; así, en ratones atímicos se ha demostra­ lulas Th2 productoras de IL-4, se agrava el cur­
do un empeoramiento del transcurso de algunas so de la parasitosis. En el caso de leishmaniasis
enferm edades, como por ejem plo en m alaria visceral, la estimulación antigénica in vitro de
murina y enfermedad de Chagas. El tipo de cé­ linfocitos de pacientes produce secreción de
lula T involucrada depende de la naturaleza del IL-10, la cual se inhibe después del tratamiento
patógeno, de la ubicación del parásito, de las antiparasitario. Una linfoquina probablemente
características genéticas del huésped y del esta­ determ inante del subtipo celular que vaya a
dio de la infección. Además, pueden actuar de predominar en una parasitosis dada es la IL-12
manera directa o mediante la secreción de cito- que junto con el IFN-y favorecería la diferen­
quinas. ciación de Thl.
524 Inmunopatología

Las células Thl al activar al macrófago, esti­ Cuadro 26-2. M ecanism os p a ra sita rio s de
mulan el estallido respiratorio y la producción evasión de la respuesta inmune
de NO, lo ciue favorecerá el control de los pará­
sitos ubicados en el interior de estas células. M ecanism os Parásitos en ei que es efectivo
Los macrófagos activados secretan citoquinas;
una de ellas es el TNF que puede reforzar los V a ria c ió n a n tig é n ic a Plasrnodium falciparum
mecanismos inmunológicos tendientes a con­ Trypatiosonta rhoclesiense
M im eti.sm o Shistosom a m ansoni
trolar al parásito (¡eishmanias, esquistosómu- Trypanosom a brucei
las), pero tam bién puede ser responsable de Trypanosom a vivax
parte del daño producido en el huésped, como “ C a p p in g ” L eishm ania donovani
sucede en malaria cerebral. Trypanosom a cruzi
E ntam oeha histolytica
En las infecciones por helmintos una carac­ E v a s ió n d e la a c tiv id a d mi- T oxopiasm a gondii
terística bastante generalizada es la eosinofilia, c i'o b ic id a d e l m a c ró fa g o Trypanosom a cruzi
consecuencia de la estimulación de eosinófilos L eishm ania sp p
In ra u n o d e p re s ió n d e l h u é s ­ P íasm odium fa lcip a ru m
por un factor estimulador de colonias y que se p ed T rypanosom a cruzi
asocia con niveles elevados de IgE y mastoci- L eislim ania m exicana pifanoi
tosis, todo ello como consecuencia de una res­ L o c a liz a c ió n in tra c e lu la r Trypanosom a cruzi
puesta inmune polarizada hacia Th2 por los an­ Toxopiasm a gondii
tígenos parasitarios. Se ha sugerido que la pre­ P íasm odium .spp
L ib e ra c ió n d e a n tíg e n o s T oxocara canis
sentación de antígenos en el contexto de pro­ R e s is te n c ia a la a c c ió n del Leishm ania sp p
teasas, que son usadas por los vermes migran­ c o m p le m e n to Trypanosom a sp p
tes para pasar a través de los tejidos, mediaría
la maduración de las CD4 al fenotipo Th2.
La participación de las células NK como m e­
canismo efector de control de parasitosis está
menos explorada. Sin em bargo, se sabe que versos m ecanism os que los protegen de los
funcionan en infecciones por Theileria parva, efectores normales de la fagocitosis. El T.cruzi,
un protozoario de linfocitos del ganado vacuno. en su estadio intracelular o amastigote, secreta
También se ha descrito su acción mediadora de una hemolisina activa a pH 5,5 que actuaría li-
ADCC contra helmintos. sando la vacuola parasitófora y permitiendo el
escape del parásito al citoplasma. Estas vacuo­
5 - Mecanismos de evasión de la respuesta las son acídicas. Existe una analogía entre la
inmune utilizados por los p arásitos acción de esta hemolisina y la lisis por comple­
mento. El T.gondii al contactar a una célula,
Algunos de los mecanismos que utilizan los primero se orienta y luego sus roptrías secretan
parásitos para evadir las defensas del huésped y diversos componentes entre ellos el PEF (“Pe-
asegurar así su persistencia, se resumen en el netration enhancement factor”) que facilita la
cuadro 26-2. penetración, mientras que una vez en el interior
de la célula, proteínas de los micronemas y de
a. Hábitat intracelular los cuerpos densos contribuyen a form ar la
m em brana de la vacuola parasitófora que lo
Los parásitos de localización intracelular es­ protege de la acidificación y de la fusión con
tán protegidos de la acción directa que anti­ los lisosomas, con permeabilidad selectiva que
cuerpos o linfocitos puedan ejercer sobre ellos, permite la nutrición del parásito.
aunque éstos eventualmente puedan actuar so­ Las leishm anias entran pasivamente en las
bre la célula huésped. Por lo tanto, una adecua­ células macrofágicas y se multiplican en la va­
da y rápida internalización celular les facilita la cuola fagocítica resistiendo a la digestión. Los
evasión de la respuesta inmune del huésped. componentes que actuarían protegiendo al pa­
El T. gondii y el P. falciparum secretan pro­ rásito son un lipofosfoglicano (LPG) que inhi­
teínas que facilitan su internalización en célu­ be el estallido respiratorio, una superóxido dis-
las nucleadas y en eritrocitos, respectivamente. mutasa que degrada el radical anión superóxido
El T. cruzi acelera su penetración tisular in vi­ de los peroxisomas del fagocito, una proteasa
tro en presencia de inmunosueros. (GP63) que degrada las enzimas lisosomales, y
Cuando la célula invadida es un fagocito, los una fosfatasa ácida.
parásitos deben desarrollar estrategias que les En todos los casos estos parásitos pueden ser
posibiliten evadir la muerte por fagocitosis. El fagocitados y destruidos más eficientemente si
T.cruzi y el T.gondii son capaces de invadir, los macrófagos están activados, lo que explica
además de otras células nucleadas, a los fagoci­ que en general, con la progresión de la infec­
tos, y las leishmanias sólo invaden macrófagos. ción, los m acrófagos puedan participar en el
En estas células estos tres parásitos activan di- control de la parasitosis.
Inmunología de las infecciones parasitarias 525

h. Variación antigénica el caso de los esquistosomas se ha demostrado


que el parásito en su estadio adulto es capaz de
Fue descrita como “un fenómeno que se pro­ estimular la respuesta inmune sin ser afectado
duce durante la infección de un huésped por por ella (inmunidad concomitante) ya que es
una especie única de protozoario patógeno, a capaz de evadirla enmascarando su superficie
partir del la cual se origina una sucesión de po­ con antígenos provenientes del huésped o codi­
blaciones parasitarias, cada una de ellas reco­ ficados por él a semejanza del huésped. E xperi­
nocida como antigénicam ente distinta por la mentalmente se ha demostrado que estos antí­
respuesta inmune del huésped. genos suelen presentarse como glucolípidos
Esto determina la formación de anticuerpos (grupos sanguíneos, antígenos de Forssm an,
específicos para cada población, los que pueden etc.) y excepcionalmente como glucoproteína
evidenciarse m ediante pruebas de reconoci­ (MHC). También se ha demostrado la presen­
miento de los antígenos de superficie del parási­ cia de inmunoglobulinas, las que se adherirían
to o de las células parasitadas (aglutinación, Ji- por el fragm ento Fe a receptores específicos
sis, etc.)” (Doyle, 1975). Este fenómeno que presentes en la superficie del parásito.
ocurre en un único huésped y en un corto perío­
do (semanas o meses) ha sido comparado con lo d - “Capping"
que ocurre con el virus de la influenza a nivel
de la población mundial y en períodos de años. La membrana de la célula eucariota es una
La capacidad de variación antigénica ha sido estructura dinámica y fluida y, en consecuen­
probada para diversas especies de tripanosomas cia, las proteínas pueden redistribuirse m odifi­
africanos y plasmodios. Los antígenos varia­ cando su posición. La movilidad de estas p ro ­
bles son glucoproteínás de superficie (VSGs) teínas puede ser inducida o acelerada por anti-
que determinan el tipo de variable antigénica cuei-pos o por otras sustancias (por ej., conca­
(VATs). El número de genes capaces de codifi­ navalina A) constituyendo complejos que tien­
car VSGs en tripanosomas africanos es extenso den a agruparse formando un casquete o “cap ”,
(teóricamente más de 1 0 0 0 ), pudiendo expre­ generalmente cerca del aparato de Golgi; estos
sarse a partir de una infección clonal cientos de complejos luego serán exocitados o endocita-
VATs; además, el repertorio de VSGs puede dos por la célula.
variar para diferentes poblaciones parasitarias. El fenómeno, denominado “capping”, se ha
En e] caso del género Plasmodium, los eritroci­ descrito para algunos protozoarios como Enta-
tos parasitados expresan la variante antigénica moeba histolytica, T.cruzi, L.donovani, T .gon­
en la superficie. Además se ha demostrado que dii, etc. Una rápida redistribución de los co m ­
la CSP (“circum sporozoite surface protein” , plejos antígeno-anticuerpo en la superficie de
proteína de superficie del esporozoito) de algu­ un parásito puede determinar que las inmuno-
nas especies de este género también manifies­ globulinas que participan de dichos complejos
tan variabilidad clonal. presenten una distribución espacial que im pida
El fenóm eno de variación antigénica debe la adecuada fijación del complemento, evitán­
ser considerado cuando se intenta desarrollar dose así la lisis del parásito. El recambio de an­
una vacuna, ya que la neutralización de un antí­ tígenos de superficie puede también evitar que
geno variable puede ser sumamente ineficiente se e je c u te n otro s m e c a n ism o s eom o el de
contrastando con la elevada eficiencia de este ADCC o citotóxicos por linfocitos T CD 8 +.
mecanismo de escape.
í? - Elem.entos distractores
c. Mimetismo de la respuesta inmune
Consiste en la adquisición o síntesis por par­ En esta categoría podemos considerar la li­
te del parásito de com ponentes propios del beración de antígenos al medio y la existencia
huésped que lo harán pasar inadvertido para ei de antígenos inmunodominantes (¿superantíge­
sistema inmune o interferirán por acción mecá­ nos?) carentes de la funcionalidad requerida
nica en la interacción entre los anticuerpos y/o para la sobrevida del parásito.
células y el parásito. Así, en el Trypanosoma
vivax, parásito de caprinos y bovinos, se han i - Liberación de antígenos
descrito globulinas alfa y beta, cuyo reconoci­
miento se realizó por lisis del parásito em ­ Algunos de los mecanismos por los que es­
pleando inmunosueros antiglobulinas de ratón tos antígenos pueden interferir en la respuesta
en presencia de complemento. Esto también ha inmune son;
sido descrito para T.brucei.
Este fenómeno ha sido observado no sólo en • Combinación con anticuerpos neutralizando
protozoarios sino también en metazoarios. En su acción.
526 Inmunopatología

» Bloqueo de las células efectoras, directamen­ mento. Este último es semejante en sus caracte­
te, o por formación de inmunocomplejos. rísticas al tripomastigote circulante y al tripó-
“ Inducción de tolerancia T o B. mastigote obtenido en cultivos celulares y axé-
® Activación policlonal en respuesta a compo­ nicos. Las evidencias experimentales sugieren
nentes mitogénicos del parásito. claramente que la serorresistencia de este esta­
” Activación de células supresoras. dio es una consecuencia de la pobre activación
del complemento por parte de los estadios in­
Este mecanismo es importante para la persis­ fectivos. A diferencia de lo que ocurre en los
tencia de algunos nematodos, como por ejem­ estadios no infectivos que fijan C3 a un recep­
plo el Toxocara canis, que es capaz de secretar tor de su mem brana convirtiéndolo luego en
elevadas cantidades de antígeno y cuya larva C3b. El C3 fijado a los estadios tripomastigotes
de segundo estadio puede permanecer viable en (infectivos), además de depositarse entre 7 a 8
el ser humano por largos periodos. En S. man- veces menos, se convierte principalm ente en
soni se alcanza la inhibición de los LT citotóxi­ C3bi, fallando en consecuencia en el gatillado
cos por inmunocomplejos, y en la mayoría de de la cascada que conduce a la formación de
las infecciones por protozoarios tisulares se ge­ C5b-9 y a la lisis del parásito. La ineficacia del
neran activación policlonal e inmunodepresión C3 fijado al estadio infectivo de este parásito
relativa (paludism o, enferm edad de Chagas, es el resultado de la producción de una molécu­
enfermedad del sueño, etc.). la funcionalm ente símil al Factor A celerador
del Decaimiento (DAF) presente en los huma­
ii - Antígenos inmunodominantes nos. Esto en última instancia es una modalidad
como distractores de mimetismo ya que el parásito está produ­
ciendo proteínas homólogas a las del huésped
En el caso del T.cruzi la trans-sialidasa es para restringir la acción del complemento.
una proteína que ha sido relacionada con el En el caso de las leishmanias, se ha demos­
proceso de invasión celular. Está formada por trado que el promastigote en la fase de creci­
dos dominios, uno altamente antigénico consti­ miento logarítmico de un cultivo, cuando aún
tuido por unidades repetitivas y denominado no es infectivo, es sensible a la acción del com­
SAPA, y el otro catalítico. El antígeno SAPA plemento, mientras que en la fase estacionaria
genera altos títulos de anticuerpos que no son (promastigotes maduros) es infectivo y resis­
capaces de inhibir la actividad enzimática. Esta tente al complemento. El promastigote maduro,
actividad sería requerida por el parásito para al ser inoculado en el huésped mamífero, activa
transportar sobre su superficie ácido siálico, la vía alterna del complemento con dos conse­
molécula requerida para interaccionar con las cuencias : a) atrae macrófagos al sitio de entra­
células hospedadoras iniciando así el proceso da y, b) facilita la adhesión del parásito a los
de internalización. La respuesta inmune al antí­ receptores RC3 del macrófago y su posterior
geno dom inante durante la infección aguda fagocitosis; ambos hechos favorecen la sobre­
protegería al sitio catalítico permitiendo así la vida del parásito ya que su hábitat exclusivo es
internalización celular del parásito. Pasado el esta célula.
período agudo de la infección por T.cruzi, se Este parásito tiene sobre su superficie un li-
detectan anticuerpos anti-trans-sialidasa que po fosfoglicano (LPG) y una glucoproteína,
podrían participar en el control de la infección. GP63, ambos implicados en la unión del pará­
sito al macrófago y a su posterior internaliza­
f - Preadaptación y resistencia al complemento ción; como ya se mencionó, ambos participan
en los mecanismos de resistencia a las enzimas
El término preadaptación se aplica para defi­ lisosomales e inhibición del estallido respirato­
nir el proceso de diferenciación de vm parásito, rio de estas células. Los promastigotes maduros
dentro del insecto vector, que lo habilita para fijan C3 que se transforma en C3b, con la con­
sobrevivir y establecer la infección en el hués­ siguiente activación de C5b-9; sin embargo, la
ped mamífero. Una de las estrategias más im ­ elongación del LPG impediría la inserción de
portantes de la preadaptación es el desarrollo C5b-9 y produciría su liberación impidiendo la
de la resistencia al complemento. Este proceso lisis del parásito.
es de gran im portancia en T.cruzi, tripanoso­
mas africanos y leishmanias. 6 - Mecanismos de patogenicidad
El estadio epimastigote de T. cruzi, replicati-
vo y no infectivo, que se encuentra en el intes­ En ausencia de un patógeno, la respuesta in ­
tino de la vinchuca, es sensible al complemen­ mune específica está limitada por mecanismos
to. El estadio tripomastigote metacíclico, no re- supresores que operan a nivel clonal (redes
plicativo e infectivo, que se elimina con las de­ idiotipo-antiidiotipo) o policlonal (citoquinas
yecciones del vector, es resistente al com ple­ supresoras como IL-IO), pero persisten meca­
Inmunología de ¡as infecciones parasitarias 527

nismos de memoria inmunológica, asociados a la fibrosis hepática observada en el curso de la


la presencia de células de memoria en sangre infección. Se ha comunicado que los linfocitos
periférica. Las infecciones parasitarias, como ya de pacien tes con fibrosis severa responden
se ha mencionado, tienen habitualmente evolu­ fuertemente a antígenos del huevo de S. nmn-
ción crónica, a diferencia de la mayoría de las soni en la fase crónica. Existen evidencias que
infecciones bacterianas y virales. Como resulta­ indican que la intensidad de la resp u esta es
do de la cronicidad se manifiesta persistencia controlada por el MHC: individuos con haplo­
antigénica, que da lugar a dos fenómenos dife­ tipos HLA-A2 y B12 responden fuertemente y
rentes desde el punto de vista inmunológico. manifiestan fibrosis severa con mayor frecuen­
Por un lado, se desarrollan los mecanismos de cia, en tanto que pacientes con haplotipo HLA-
inmunidad concomitante y, por otro, se pueden DR2 tienen escasa reactividad y menor in ci­
presentar reacciones de hipersensibilidad. En dencia de fibrosis severa.
relación a esta liltima posibilidad, debemos con­ El análisis de clones de linfocitos T CD4 hu­
siderar que en algunos casos existe, además, manos de pacientes con esquistosomiasis revela
identidad antigénica entre macromoléculas del que estos pueden ser de tipo ThO, T hl, T h2 y
huésped y el parásito (mimetismo molecular) Th3 (estos últimos producen IL-5 disociada de
dando lugar a fenómenos autoinmunes. Por otra la producción de IL-4). Se ha observado que las
parte, ciertos antígenos son capaces de activar distintas poblaciones de Th reconocen antíge­
en forma diferente subpoblaciones de linfocitos nos de diferente peso molecular. Los linfocitos
T cooperadores (linfocitos Thl y Th2) que pro­ Th2 serían responsables de la producción de an­
ducen distintas linfoquinas dando lugar a las ticuerpos y de la eosinofilia periférica observa­
reacciones de hipersensibilidad por activación das en la fase crónica de esta parasitosis. Los
de determinadas células efectoras (macrófagos, SEA tam bién prom ueven la proliferación de
eosinófilos, mastocitos, etc.). clones CDS supresores (CDllb-h) y citotóxicos
Algunas parasitosis inducen reacciones in- (C D llb -), productores de IFN-y, con capacidad
munológicas las cuales, a su vez, desempeñan regulatoria de la formación del granuloma. Es­
un papel primordial en la patogenia de la enfer­ tudios in vitro e in vivo demuestran que esta ci­
medad parasitaria. A continuación describire­ toquina es activa en la fase de inducción y cre­
mos algunos ejemplos. cimiento del granuloma, en tanto que las IL -2 e
Los adultos del helm into S. mansoni viven lL-4 son activas en la fase de mantenim iento
en las vénulas m esentéricas inferiores. Las del mismo, probablemente mediante m ecanis­
hembras ovipositan y los huevos son arrastra­ mos de retroalimentación negativa entre los lin­
dos por la circulación portal hacia el hígado, focitos CD4 Thl y Th2, respectivamente. A es­
quedando retenidos en el endotelio vascular tos mecanismos de retroalimentación mediados
merced a la presencia de una espíenla y al pe­ por citoquinas se agregarían mecanismos de re­
queño calibre de algunos capilares. Los huevos gulación específica mediados por linfocitos T
poseen gran diversidad de antígenos, que en autoantiidiotípicos y la acción de macrófagos
conjunto se denominan antígenos solubles del in trag ra n u lo m ato so s los cuales pro m u ev en
huevo (SEA, soluble egg antigens), de carácter anergia de linfocitos T h l a SEA in vitro. La
proteico con pesos m oleculares desde m enos causa de la anergia sería la modulación de ia
de 21 kD a más de 200 kD. Algunas de estas molécula B7 en las células presentadoras de an­
proteínas tienen capacidad linfoestimulatoria, tígeno (CPA), con lo cual la señal coestimulato­
com o la p ro teín a m ayor lin fo e stim u lato ria ria para la activación de los linfocitos T h l, ejer­
(LMP), cjue es una proteína acídica. Los SEA cida a través de la unión de CD28 (o CTLA-4)
promueven, además, la formación de un granu­ a B7, no sería posible. Otras citoquinas que ten­
loma periovular, debido a que desencadenan drían un papel preponderante en la generación
una reacción de hipersensibilidad retardada. El de la anergia son e\ factor de crecimiento trans-
desarrollo y mantenimiento del granuloma está form ante-p (TGF-p), producido por los m acró­
bajo control de distintas subpoblaciones de lin­ fagos activados presentes en el granuloma, y la
focitos T, que modulan el tamaño del mismo IL-10, producida por linfocitos T CD4 Th2, lin­
mediante citoquinas. Además de las citoquinas focitos B y macrófagos. De hecho, esta citoqui-
clásicamente descritas, otras más recientemente ma es la responsable de la modulación de B7 en
caracterizadas tienen un papel importante en el Jas CPA. Por último, se ha observado que pro­
desarrollo del granuloma. Por ejemplo, el fa c ­ teínas de choque térmico, que serían traducidas
tor estimulante del los fibroblastos-1 (E sF - 1 , durante la inflamación granulomatosa, inhiben
PM 60 kD, pl 6,2), producido por linfocitos T la actividad de macrófagos como CPA m edian­
CD4, promueve la multiplicación de fibroblas­ te el mismo mecanismo.
tos y la síntesis de hialuronanos y fibronectina. Otra parasitosis en la cual se han observado
Esta última es, además, un quimioatractor de fenóm enos inm unopatogénicos es el p alu d is­
fibroblastos. Este factor sería el responsable de mo. Establecida la invasión de los eritrocitos.
528 Inmunopatología

los posteriores fenómenos que llevan a la pato­ inmunopatológico primariamente desencadena;-


logía están ligados con algunos de los siguien­ do por la respuesta humoral. En las infecciones
tes mecanismos: lisis inmune de eritrocitos pa­ por nematodos se observa frecuentemente hi­
rasitados y no parasitados, glom erulonefritis perproducción de IgE y eosinofilia periférica. Si
por deposición de inmunocomplejos y, en palu­ bien arin no se comprende totalmente la rela­
dismo por P . falciparum, malaria cerebral. ción entre la identidad estructural de los antíge­
Las propiedades adhesivas de los eritrocitos nos parasitarios y los mecanismos que determi­
parasitados, responsables del secuestro de eri­ nan el “switch” de isotipo de IgM a IgE en los
trocitos parasitados por P. falciparum a nivel linfocitos B, lo cierto es que esos antígenos pre-
visceral y cerebral, están relacionadas con la .sentan algunas características com unes con
presencia de receptores específicos en el endo­ alérgenos ambientales, responsables de proce­
telio vascular, conocidos como moléculas de sos atópicos: punto isoeléctrico acídico y bajo
adhesión celular (CAM); gp CD36 en plaque­ peso molecular (generalmente en el rango de 1 0
tas (formación de un puente entre eritrocitos kD a 70 kD). Una característica pecuhar de los
parasitados y el endotelio vascular), ICAM-1, alérgenos de nematodos es que estos se sinteti­
tro m b o sp o n d in a, E -se le c tin a (E L A M -1) y zan com o proteínas de alto peso m olecular
VCAM-1, entre otros. (200-400 kD) formadas por unidades repetiti­
En la infección por P. falciparum, se ha iden­ vas, que son olivadas por enzimas proteolíticas.
tificado un antígeno presente en eritrocitos pa­ Estas proteínas muestran homología secuencial
rasitados (PfEMP-1) el cual está asociado a la entre sí pero no con otras proteínas. Sus propie­
unión de eritrocitos al endotelio. Esta molécula dades alergénicas dependerían de la estructura
sería la responsable de la form ación de los primaria, ya que el sometimiento de las mismas
“knobs”, pequeñas protuberancias en el eritroci­ a calor no afecta estas propiedades. Estos alér­
to, de los cuales depende la adhesión de los genos serían tanto componentes somáticos co­
mismos al endotelio vascular. La presencia de mo proteínas de excreción-secreción de los ne­
diversas CAM que promueven la unión de eri­ matodos. Aparte de las características estructu­
trocitos parasitados al endotelio es de funda­ rales particulares de estos alérgenos, las caracte­
mental importancia al considerar la malaria ce­ rísticas genéticas del huésped parecen tener
rebral y su patogenia. La formación de micro- gran importancia: en modelos experimentales se
trombos que originan focos de isquemia, hipo- ha demostrado que ratones endocriados con di­
glucemia y necrosis, daría lugar a un proceso ferente haplotipo de histocom patibilidad res­
inflamatorio en el que los macrófagos juegan un ponden generando IgG o IgE contra el mismo
papel fundamental. La liberación de citoquinas alérgeno. Aun más, estudios realizados con ad­
(ÍL-1 y TNF) por estas células induce la pro­ yuvantes demuestran que el sesgo hacia la pro­
ducción NO. Este factor es producido, además, ducción de IgE estaría relacionado con diferen­
por los neutrófilos atraídos al foco necrótico, cias en el procesamiento y presentación antigé­
por las células endoteliales y por el mtísculo li­ nicos que determinaría la expansión clonal de
so vascular. El pasaje del NO desde el torrente células Th2, con la consiguiente producción de
circulatorio al parénciuima cerebral sería posible citoquinas inductoras del “switch” IgM/IgE.
merced al carácter no polar de la molécula. El Los ejemplos precedentes ilustran la comple­
NO, identificado actualmente como el Factor jidad de mecanismos inmupatogénicos desen­
relajante del endotelio vascular (EDRF) daría cadenados en las parasitosis (cuadro 26-3). La
lugar, como consecuencia de su liberación lo­ importancia de su conocimiento, a nivel celular
cal, a un aumento del volumen sanguíneo cere­ y molecular, reside en la posibilidad, a partir de
bral y, por consiguiente, a hipertensión endocra- ello, de interferir en el desencadenamiento de
neana. Paralelamente, el aumento sistémico de la patología sobre la base de terapias racional­
este mediador sería responsable de la hipoten­ mente fundadas.
sión sistémica observada en algunos pacientes.
Cuadros similares se han comunicado en pa­ INMUNODIAGNÓSTICO
cientes sometidos a terapia antineoplásica con
TNF, lo que apoya lo observado sobre la acción En parasitología, la detección de anticuerpos
de esta citoquina en la malaria cerebral. específicos es tradicional y se utiliza con fines
Las parasitosis precedentes presentan como diagnósticos mientras que la respuesta mediada
rasgo característico un evidente sesgo hacia m e­ por células, si bien se ha encontrado positiva pa­
canismos inmunes celulares de daño tisular si ra muchas de las infecciones parasitarias, sólo
bien, como se enunció en el caso de paludismo, ha sido empleada para diagnóstico de unas po­
los mecanismos pueden ser mixtos, con compo­ cas (por ej., toxoplasmosis y leishmaniasis). La
nentes tanto humorales como celulares. En con­ incorporación de antígenos definidos, de mayor
traposición, las helmintiasis intestinales presen­ especificidad, es útil en el diagnóstico diferen­
tan como rasgo característico un componente cial de especies y/o géneros relacionados, como
Inmunología de tas infecciones parasitarias 529

Cuadro 26-3. Mecanismos patogénicos dependientes de la respuesta Inmune en algunas infec­


ciones parasitarias

Parásito M ecanism o P atología

S. m ansoni H ip e rs e n s ib ilid a d re ta rd a d a a S E A G ra n u lo m a s h e p á tic o s e in te s tin a le s


Plasm odium s p p L is is d e e ritro c ito s p a ra s ita d o s y n o p a ra sita rio s A n e m ia
P. fa lcip a rum P ro d u c c ió n a u m e n ta d a d e T N F y N O M a la ria c e re b ra l, h e m a tu ria se v e ra (“b la c lt-
w a te r f e v e r ”)
P. m alariae D e p o s ic ió n d e co tB p lejo s in m u n e s G lo m e ru lo n e fritis , s ín d ro m e n e fró tic o
A sca ris lum hricoides y H ip e rs e n s ib ilid a d tip o I a a n tíg e n o s d e excreción- “R iis h ” e rite m a to s o , s ín d ro m e de L o e f fle r,
o tro s n e m a to d o s s e c re c ió n e n te ritis a lé rg ic a

es el caso de T.cruzi y Leishmania spp. En algu­ VACUNAS


nos casos también se realiza la búsqueda de an­
tígenos en sangre, orina, materia fecal y material La manera ideal de realizar profilaxis en en­
de biopsias, por técnicas inm unoenzim áticas, fermedades infecciosas es contar con una vacu­
utilizando anticuerpos monoclonales o policlo­ na segura, que estimule la respuesta de m odo
nales. Todos estos métodos tienden a lograr una persistente, brindando protección duradera a un
mayor especificidad y sensibilidad diagnóstica y alto porcentaje de la población que la recibe.
pueden ser sumamente útiles especialmente en En la infección natural por virus, en general se
los pacientes inm unocom prom etidos. Con el adquiere esta inmunidad duradera, que brinda
mismo propósito, recientemente se han incorpo­ resistencia a reinfecciones. En el caso de los
rado técnicas diferentes del inmunodiagnóstico, parásitos, salvo excepciones, la resistencia a in­
como la detección de ADN por sondas específi­ fecciones se relaciona con el fenómeno de in­
cas (PCR e hibridación). munidad concom itante y se sospecha fu e rte ­
Para el inm unodiagnóstico de rutina deben mente que desaparecida la persistencia del estí­
seleccionarse una o más pruebas según su obje­ mulo antigénico los mecanismos efectores de
tivo. Este puede ser esclarecimiento del diag­ defensa disminuirían hasta hacerse inefectivos.
nóstico individual, prevalencia de la enferme­ Este fenómeno llega a su máxima expresión en
dad en una población dada, discriminación en­ los casos de paludismo, donde la resistencia se
tre dadores de sangre reactivos y no reactivos, adquiere después de años de infecciones recu­
etc. En el cuadro 26-4 se resumen las pruebas rrentes y se extingue rápidamente a menos que
más utilizadas en el diagnóstico de diversas p a­ la persona esté expuesta a reinfecciones fre­
rasitosis. cuentes.

C uadro 26-4. Métodos de inmunodiagnóstico utilizados en parasitología

In m unidad hum oral


Inm unidad c e lu la r
Parasitosis D etección de antígeno Serología ID R IDR

Protozoarios

A m e b ia s is C I E (su e ro ), E L IS A F C , FIA I, lE F , IP , E L IS A No No
( m a te ria fec a l)
P a lu d is m o E L IS A E C , H A I, IF I, E L I S A . R IA No No
L e ish m a n ia s is IF I, P A P F C , IF I, H A I, A D , E L IS A No Sí
T r ip a n o s o m ia s is a m e ric a n a IP , P A P F C , H A I, IF I, A D , E L IS A No No
T r ip a n o s o m ia s is a fric a n a F C , IF I, IP , H A I, A D , E L IS A No No
T o x o p la sm o s is E L IS A ( a g u d o s o r e a c ti­ E L IS A , D T , IF I, H A I, ■N o N o*
v a c io n e s ) IS A G A (Ig M )
H elm intos

T riq u in o s is H A I, IF I, IP , T F , T E Sí No
T o x o c a ria s is E L IS A , H A I No
A s c a rid ia s is E L IS A , H A I No
E squi.stosom iasi,s E L IS A , I F I F C , IF I, IP , T F , E L IS A No No
H id a tid o s is F C , H A I, lE F , IP , T F , T L No No
C is tic e rc o s is C IE , H A I, E L I S A No

A D : a g lu tin ac ió n d irec ta, C IE : c o n tra in m u n o e lectro fo resis, D T : d y t-test (S ab i-F cld m an ), FC; fijación d e co m p lem e n to , H A I: h e m o a g lu tin a ­
ción in d irec ta , ID R : in trad e rm o rre acc ió n , lE F : in m u n o elec tro fo re sis, IP: in m u n o p rec ip itac ió n , IS A G A : te s t de in m u n o ag lu tin a ció n e n fase
só lid a , P A P : p ero x id a sa-a n ti-p ero x id a sa , R ÍA : ra d io in m u n o an á lisis, T L : test d e látex .
* S ólo e x c ep c io n a lm e n te en alg u n o s países.
530 Inmunopatología

En el desarrollo de una vacuna también debe en el uso de ambas moléculas para lograr una
considerarse la seguridad de la misma. Esto vacuna combinada.
implica que no pueda revertir en su virulencia Actualmente, se está trabajando en diversos
(riesgo de las vacunas de microorganismos ate­ laboratorios del mundo con el objeto de identi­
nuados ) y que no contenga moléculas nocivas ficar moléculas con capacidad de inducir pro­
para quien será vacunado. Si consideramos que tección contra diferentes parásitos tales como
en numerosas enfermedades parasitarias el da­ Schistosoma spp., T.cruzi, Leishmania spp. y
ño es de carácter inmunológico, deberá descar­ T.spiralis, entre otros.
tarse el riesgo de producir daño con los antíge­
nos parasitarios que compongan la vacuna. Si a
estas dificultades le agregamos ios mecanismos BIBLIOGRAFÍA
de escape de la respuesta inmune que pueden
poner en marcha los parásitos y los cambios A s h C , G a tla g h e r R B (E d s ): I m n u n o p a r a s ito lo g y to d a y .
(N ú m e ro c o m b in a d o d e Im m unology Today. -V o l. 12, N o.
antigénicos que los mismos sufren durante sus
3 (1 2 9 ) y P a rm ito lo g y Today -V o l.7, N o .3 (6 9 ), M a rz o ,
sucesivos estadios evolutivos, entendemos por 1991.
qué aún no se han desarrollado vacunas efecti­ C a m p e te lla O E , U tta ro A D , P aro d i A J, F ra sc h A C C . A re ­
vas contra parásitos de interés humano. c o m b in a n t Trypanosom a cruzi tra n s -s ia lid a se lac k in g the
a m in o ac id re p e a ts re ta in s th e e n z y m a tic ac tiv ity . M o lecu ­
Sin embargo, el conocimiento molecular de lar and Biochem icai Parasitology, 170: 1 5 7 0 -1 5 7 4 , 1994.
los parásitos está abriendo uno de los caminos C e le n ta n o A M , G o n z á le z C a p p a SM : In d u c tio n o f m a c ro p -
posibles para el desarrollo de inm unógenos h a g e a c tiv a tio n a n d o p s o n iz in g a n tib o d ie s by Trypanoso­
efectivos. Este conocimiento está permitiendo m a cruzi. P ar asite im m unology, 1 4 :1 5 5 -1 6 7 , 1992.
D a v id JR , H a rn D A : I m m u n o lo g y an d m o le c u la r b io lo g y
determinar qué moléculas están implicadas en o f tro p ic a l in fe c tio n s d is e a s e s . P a ra sito lo g y T oday, 9:
la selección del huésped y, dentro de él, la se­ 3 4 9 -3 5 0 , 1993.
lección del tejido o célula en que el parásito se L e e T D G , H e lm in th o to x ic re s p o n s e s o f in te s tin a l e o s in o -
instalará, las señales que se inician desde la p h ils to T rich in e lla s p ira lis n e w b o r n la rv a e . In fe ctio n
a n d lm m u n ity , 59: 4 4 0 5 -4 4 1 1 , 1991.
membrana del parásito y que son indispensa­ M c R e y n o ld s L A , K k e n n e d y M W , S e ik irk M E : T h e p o ly -
bles para que se gatille su diferenciación a un p r o te in a lle rg e n s o f n e m a to d e s . P a ra sito lo g y Today, 9:
nuevo estadio (sin esta diferenciación se inte­ 4 0 3 -4 0 6 , 1993.
rrumpe el ciclo), las moléculas distractoras de M u rra y FIW , H a rip ra s h a d J: In te rlu k in 12 is e ffe c tiv e trat-
in e n t f o r a n e s ta b lis h e s s y s te m ic in tr a c e llu la r in fe c tio n :
la respuesta inmune que se constituyen en antí­ E x p e r im e n ta l v isc e ra l le is h m a n ia s is , Jo u rn a l o f E x p eri­
genos mayores y que protegerían a otros de m ental M edicine, 181: 3 8 7 -3 9 1 , 1995.
menor antigenicidad pero cuya funcionalidad N u s s e n z w e ig R S , L o n g C A : M a la r ia v a c c in e s : m ú ltip le
es indispensable para la sobrevida del parásito. ta rg e ts . S c ie n c e , 2 6 5 : 1 3 8 L I 3 8 3 , 1994. O.P.S. (E d s .) L a
e n fe rm e d a d d e C h a g a s y el s is te m a n e rv io s o . P u b lic a c ió n
Como los parásitos tienen un ciclo complejo c ie n tífic a N o .5 4 7 , W a s h in g to n D .C ., U S A , 1994.
y como en cada parte del ciclo pueden variar P e rk in s M E , R h o p try o rg a n e lle s o f a p ic o m p le x a n p a ra s ite s .
las moléculas im plicadas en cada uno de los P arasitology Today, 8: 2 8 -3 2 , 1992.
procesos antes mencionados, es muy probable S h e r A , C o ffm a n RÍ^: R e g u la tio n o f im m u n ity to p a ra s ite s
b y T c e lls an d T c e ll-d e riv e d c y to k in e s . A n n u a l Review
que para alcanzar una vacuna efectiva deba o f Im m unology, 10: 3 8 5 -4 0 9 , 1992.
considerarse el uso com binado de antígenos S ta d e c k e r M J , C o lle y D G : T h e i m m u n o b io l o g y o f th e
destinados a interrumpir el ciclo en úna suma­ S c h isto s o m e e g g s g ra n u lo m a . 8: 2 1 8 -2 2 0 , 1992.
toria de blancos. Un ejemplo podría ser una va­ S ta d e c k e r M J: T h e r o le o f T -c e ll a n e rg y in th e im m u n o m o -
d u la tio n o f s c h is to so m ia s is. 8: 1 9 9 -2 0 4 , 1992.
cuna anti-palúdica que interfiera tanto con la T a n n e r M , T e u s c h e r T , A lo n s o P L : S P f6 6 - T h e firs t m a la ­
CSP*** a un receptor del hepatocito, iniciando ria v a c c i n e . 11: 10 -1 3 , 1995.
así su invasión, como en el establecimiento del T s e S K , C h a d e e K : T h e in te ra c tio n b e tw e e n intestiniAl m u -
parásito en el eritrocito, disminuyendo la carga c u s g ly c o p r o te in s a n d e n te r ic I n fe c tio n s . P a ra sito lo g y
T o d a y , 7: 1 6 3 -1 7 2 , 1991.
parasitaria y la incidencia de formas clínicas.
W a k e lin D M a n d B la c k w e ll JM (E d s): G enetics o f R e sis­
La eficiencia parcial, por separado, se ha pro­ ta n c e,lo bacterial a n d p a ra sitic infections. T a y lo r a n d
bado en ambos casos, por lo que hoy ya se pue­ F ra n c is 1988, L o n d re s.
de hablar de vacuna antim.alaria, aunque toda­ W y le r D J. W h y d o e s liv e r fib ro s is o c c u r in S c h isto s o in ia -
sis? Parasitology Today, 8: 2 7 7 -2 7 9 , 1992.
vía falten estudios para que la misma se apli­ Z w illin g B S , E is e n s te in T K . (E d s.): M a c ro p a g e -P a th o g e n
que sistemáticamente a la población en riesgo, in te a c tio n s . Im m unology series, v o l. 6 0 , M a rc e l D e k k e r,
y aunque, por el momento, no se haya pensado In c. N e w Y o rk , 1993.
Inmunología en las infecciones
virales

RAMÓN A. DE TORRES
JUAN ANGEL BASUALDO
MARTA C. MINVIELLE

1. Introducción las que se inicia la infección y los blancos en


tejidos secundarios, cuando los hay;
Las características biológicas de los agentes b) establecer cualitativa y cuantitativamente
virales, su difícil visualización por microscopía las características de la respuesta inmune h u ­
electrónica y el necesario desarrollo de m ode­ moral, informando sobre la cinética de síntesis
los vacunales aplicados al control de las infec­ de inmunoglobulinas. Este estudio se completa
ciones humanas y anim ales, han generado la correlacionando su aparición con mecanismos
necesidad de un estudio profundo de la re s­ específicos de reacción con los antígenos vira­
puesta inmune en el campo de la virología. les, como formación de complejos inmunes, in­
Aiin hoy la caracterización de una población ducción de citotoxicidad mediada por com ple­
viral se basa fundamentalmente en la capacidad mento, fenómenos de bloqueo, etc.;
de estos viríones de infectar células suscepti­ c) detectar y cuantificar las modificaciones
bles y su reconocimiento posterior está relacio­ que se producen en las células inmunocompe­
nado siempre, en forma directa o indirecta, con tentes, en función de la agresión viral, con es­
cualquiera de las muchas técnicas que se basan pecial referencia a la capacidad de células lin­
en principios inmunológicos. foides tipo T de reconocer e interaccionar con
A través de la historia, las vacunas han sido células infectadas (inmunidad mediada por cé­
las formas más efectivas e importantes de con­ lulas);
trolar las infecciones virales. d) estudiar la respuesta general inespecífica,
El gran desarrollo científico en los campos analizando la participación del interferón en el
de la virología y de la inmunología ha perm iti­ curso de la infección u otros mediadores (linfo­
do comprender los mecanismos de protección quinas) asociados al fenómeno de respuesta in­
por los cuales algunas vacunas desarrolladas flamatoria. En este nivel inespecífico la im por­
casi empíricamente hace muchos años, han ser­ tancia de células con capacidad citotóxica natu­
vido en el control de las enfermedades virales ral (NK, natural killer) y células con funciones
de alta incidencia en seres humanos y anim a­ endocíticas es cada vez más evidente en el con­
les. Este avance, sin embargo, es aún insufi­ trol del inicio de la infección viral.
ciente para explicar muchos fenómenos de ia
relación virus-huésped en infecciones agudas, Cuando esta información se correlaciona es­
crónicas, degenerativas y oncogénicas, lo que tadísticam ente con la evolución clínica y los
mantiene la necesidad de una profunda y conti­ estudios citoanatomopaíológicos, recién enton­
nua investigación de estos problemas. ces se puede construir un cuadro descriptivo
El estudio de la respuesta inmune en la in­ completo de la enfermedad, que es la base ne­
fección viral de un individuo incluye fu n d a­ cesaria para establecer la correcta aplicación e
mentalmente los siguientes aspectos; interpretación de técnicas de laboratorio en
función diagnóstica. De una manera fundam en­
a) establecer la cinética de síntesis de antí­ tal, la integración de un sólido estudio inmuno-
genos virales y su localización en las células en lógico perm itirá com prender los mecanism os
530 Inmunopatología

En el desarrollo de una vacuna también debe en el uso de ambas moléculas para lograr una
considerarse la seguridad de la misma. Esto vacuna combinada.
implica que no pueda revertir en su virulencia Actualmente, se está trabajando en diversos
(riesgo de las vacunas de microorganismos ate­ laboratorios del mundo con el objeto de identi­
nuados ) y que no contenga moléculas nocivas ficar moléculas con capacidad de inducir pro­
para quien será vacunado. Si consideramos que tección contra diferentes parásitos tales como
en numerosas enfermedades parasitarias el da­ Schistosoma spp., T.cruzi, Leishmania spp. y
ño es de carácter inmunológico, deberá descar­ T.spiralis, entre otros.
tarse el riesgo de producir daño con los antíge­
nos parasitarios que compongan la vacuna. Si a
estas dificultades le agregamos ios mecanismos BIBLIOGRAFÍA
de escape de la respuesta inmune que pueden
poner en marcha los parásitos y los cambios A s h C , G a tla g h e r R B (E d s ): I m n u n o p a r a s ito lo g y to d a y .
(N ú m e ro c o m b in a d o d e Im m unology Today. -V o l. 12, N o.
antigénieos que los mismos sufren durante sus
3 (1 2 9 ) y Farasltology Today ~Vol.7, N o .3 (6 9 ), M a rz o ,
sucesivos estadios evolutivos, entendemos por 1991.
qué aún no se han desarrollado vacunas efecti­ C a m p e te lla O E , U tta ro A D , P aro d i A J, Fra.sch A C C . A re ­
vas contra parásitos de interés humano. c o m b in a n t Trypanosom a cruzi tra n s -s ia lid a se lac líin g the
a m in o ac id re p e a ts re ta in s th e e n z y m a tic ac tiv ity . M o lecu ­
Sin embargo, el conocimiento molecular de lar and Biochem ical Parasitology, 170'. 1 5 7 0 -1 5 7 4 , 1994.
los parásitos está abriendo uno de los caminos C e le n ta n o A M , G o n z á le z C a p p a SM : In d u c tio n o f m a c ro p -
posibles para el desarrollo de inm unógenos h a g e a c tiv a tio n a n d o p s o n iz in g antibodie.s by Trypanoso­
efectivos. Este conocimiento está permitiendo m a cruzi. Parasite im m unology, 1 4 :1 5 5 -1 6 7 , 1992.
D a v id JR , H a rn D A ; I m m u n o lo g y an d m o le c u la r b io io g y
determinar qué moléculas están implicadas en o f tro p ic a l in fe c tio u s d is e a s e s . P a ra sito lo g y T oday, 9:
la selección del huésped y, dentro de él, la se­ 3 4 9 -3 5 0 , 1993.
lección del tejido o célula en que el parásito se L e e T D G , H e lm in th o to x ic re s p o n s e s o f in te s tin a l e o s in o -
instalará, las señales que se inician desde la p h ils to T rich in e lla s p ira lis n e w b o r n ía rv a e . In fe ctio n
a n d lm m u n ity , 59: 4 4 0 5 -4 4 1 1 , 1991.
membrana del parásito y que son indispensa­ M c R e y n o ld s L A , K lcen n ed y M W , S e ik irk M E : T h e p o ly -
bles para que se gatille su diferenciación a un p r o te in a lle rg e n s o f n e m a to d e s . P a ra sito lo g y Today, 9:
nuevo estadio (sin esta diferenciación se inte­ 4 0 3 -4 0 6 , 1993.
rrumpe el ciclo), las moléculas distractoras de M iirra y H W , H a rip ra s h a d J: In te rlu k in 12 is e ffe c tiv e trat-
m e n t f o r a n e s ta b lis h e s s y s te m ic in tr a c e llu la r in fe c tio n :
la respuesta inmune que se constituyen en antí­ E x p e r im e n ta l v isc e ra l le is h m a n ia s is , Jo u rn a l o f E x p e ri­
genos mayores y que protegerían a otros de m ental M edicine, 181: 3 8 7 -3 9 1 , 1995.
menor antigenicidad pero cuya funcionalidad N u s s e n z w e ig R S , L o n g C A : M a la r ia v a c c in e s : m ú ltip le
es indispensable para la sobrevida del parásito. ta rg e ts . S c ie n c e , 2 6 5 : 1 3 8 M 3 8 3 , 1994. O.P.S. (E d s .) L a
e n fe rm e d a d d e C h a g a s y el s is te m a n e rv io s o . P u b lic a c ió n
Como los parásitos tienen un ciclo complejo c ie n tífic a N o .5 4 7 , W a s h in g to n D .C ., U S A , 1994.
y como en cada parte del ciclo pueden variar P e rk in s M E , R h o p try o rg a n e lle s o f a p ic o m p le x a n p a ra s ite s .
las moléculas im plicadas en cada uno de los P arasitology Today, 8: 2 8 -3 2 , 1992.
procesos antes mencionados, es muy probable S h e r A , C o ffm a n RÍ^: R e g u la tio n o f im m u n ity to p a ra s ite s
b y T c e lls an d T c e ll-d e riv e d c y to k in e s . A n n u a l Review
que para alcanzar una vacuna efectiva deba o f Im m unology, 10: 3 8 5 -4 0 9 , 1992.
considerarse el uso com binado de antígenos S ta d e c k e r M J , C o lle y D G : T h e i m m u n o b io l o g y o f th e
destinados a interrumpir el ciclo en úna suma­ S c h isto s o m e e g g s g ra n u lo m a . 8: 2 1 8 -2 2 0 , 1992.
toria de blancos. Un ejemplo podría ser una va­ S ta d e c k e r M J: T h e r o le o f T -c e ll a n e rg y in th e im m u n o m o -
d u la tio n o f s c h is to so m ia s is. 8: 1 9 9 -2 0 4 , 1992.
cuna anti-palúdica que interfiera tanto con la T a n n e r M , T e u s c h e r T , A lo n s o P L : S P f6 6 - T h e firs t m a la ­
CSP*** a un receptor del hepatocito, iniciando ria v a c c i n e . 11: 10 -1 3 , 1995.
así su invasión, como en el establecimiento del T s e S K , C h a d e e K : T h e in te ra c tio n b e tw e e n intestiniAl m u -
parásito en el eritrocito, disminuyendo la carga c u s g ly c o p r o te in s a n d e n te r ic I n fe c tio n s . P a ra sito lo g y
parasitaria y la incidencia de formas clínicas. T o d a y ,!: 1 6 3 - m , m i .
W a k e lin D M a n d B la c k w e ll JM (E d s): G enetics o f R esis-
La eficiencia parcial, por separado, se ha pro­ ta n c e.to bacterial a n d p a ra sitic infections. T a y lo r a n d
bado en ambos casos, por lo que hoy ya se pue­ F ra n c is 1988, L o n d re s.
de hablar de vacuna antim.alaria, aunque toda­ V /y le r D J. W h y d o e s liv e r fib ro s is o c c u r in S c h isto s o in ia -
sis? Parasitology Today, 8: 2 7 7 -2 7 9 , 1992.
vía falten estudios para que la misma se apli­ Z w illin g B S , E is e n s te in T K . (E d s.): M a c ro p a g e -P a th o g e n
que sistemáticamente a la población en riesgo, in te a c tio n s . Im m unology series, v o l. 6 0 , M a rc e l D e k k e r,
y aunque, por el momento, no se haya pensado In c. N e w Y o rk , 1993.
Inmunología en las infecciones
virales

RAMÓN A. DE TORRES
JUAN ANGEL BASUALDO
MARTA C. MINVIELLE

1. Introducción las que se inicia la infección y los blancos en


tejidos secundarios, cuando los hay;
Las características bioíógicas de los agentes’ b) establecer cualitativa y cuantitativamente
virales, su difícil visualización por microscopía las características de la respuesta inmune h u ­
electrónica y el necesario desarrollo de m ode­ moral, informando sobre la cinética de síntesis
los vacunales aplicados al control de las infec­ de inmunoglobulinas. Este estudio se completa
ciones humanas y anim ales, han generado la correlacionando su aparición con mecanismos
necesidad de un estudio profundo de la re s­ específicos de reacción con los antígenos vira­
puesta inmune en el campo de la virología. les, como formación de complejos inmunes, in­
Aiin hoy la caracterización de una población ducción de citotoxicidad mediada por com ple­
viral se basa fundamentalmente en la capacidad mento, fenómenos de bloqueo, etc.;
de estos viríones de infectar células suscepti­ c) detectar y cuantificar las modificaciones
bles y su reconocimiento posterior está relacio­ que se producen en las células inmunocompe­
nado siempre, en forma directa o indirecta, con tentes, en función de la agresión viral, con es­
cualquiera de las muchas técnicas que se basan pecial referencia a la capacidad de células lin­
en principios inmunológicos. foides tipo T de reconocer e interaccionar con
A través de la historia, las vacunas han sido células infectadas (inmunidad mediada por cé­
las formas más efectivas e importantes de con­ lulas);
trolar las infecciones virales. d) estudiar la respuesta general inespecífica,
El gran desarrollo científico en los campos analizando la participación del interferón en el
de la virología y de la inmunología ha perm iti­ curso de la infección u otros mediadores (linfo­
do comprender los mecanismos de protección quinas) asociados al fenómeno de respuesta in­
por los cuales algunas vacunas desarrolladas flamatoria. En este nivel inespecífico la im por­
casi empíricamente hace muchos años, han ser­ tancia de células con capacidad citotóxica natu­
vido en el control de las enfermedades virales ral (NK, natural killer) y células con funciones
de alta incidencia en seres humanos y anim a­ endocíticas es cada vez más evidente en el con­
les. Este avance, sin embargo, es aún insufi­ trol del inicio de la infección viral.
ciente para explicar muchos fenómenos de la
relación virus-huésped en infecciones agudas, Cuando esta información se correlaciona es­
crónicas, degenerativas y oncogénicas, lo que tadísticam ente con la evolución clínica y los
mantiene la necesidad de una profunda y conti­ estudios citoanatomopaíológicos, recién enton­
nua investigación de estos problemas. ces se puede construir un cuadro descriptivo
El estudio de la respuesta inmune en la in­ completo de la enfermedad, que es la base ne­
fección viral de un individuo incluye fu n d a­ cesaria para establecer la correcta aplicación e
mentalmente los siguientes aspectos; interpretación de técnicas de laboratorio en
función diagnóstica. De una manera fundam en­
a) establecer la cinética de síntesis de antí­ tal, la integración de un sólido estudio inmuno-
genos virales y su localización en las células en lógico perm itirá com prender los mecanism os
532 Inmunopatología

íntimos de patogenia de la infección, con lo defensa contra las infecciones virales como,
cual se podrán desarrollar racionalmente mode­ contra las infecciones bacterianas, pues en los
los de inmunización preventiva o ensayar trata­ estados de hipocomplementemia no se asocian
mientos con drogas, ya sean antivirales directos con un aumento de la frecuencia o de la severi­
o moduladores de la respuesta inmune. dad de las enfermedades virales.
En forma general, puede decirse que los sig­ Inmunidad mediada por células. Es el prin­
nos y los síntomas de las enfermedades virales cipal factor en la terminación de las infecciones
son la culminación de una serie de interaccio­ virales y en la patogenia de estas enfermeda­
nes entre los virus y el huésped. Entre muchos des.
otros aspectos quizá ahora sea necesario llamar D ebido a que los virus son intracelulares,
la atención sobre la gran diferencia que existe son susceptibles a la acción de los linfocitos
en la infección por virus que, una vez que ata­ que reconocen antígenos virales en la superfi­
can a un individuo, son eliminados (polio, sa­ cie celular. Estas células infectadas pueden ser
rampión, paperas) y las que producen virus que lisadas por linfocitos por vía de la citotoxicidad
persisten en el infectado (herpes, HBV, HIV y independiente y dependiente de anticuerpos.
otros). De forma independiente de los anticuerpos,
De manera simple, podemos mencionar que la acción de las células “natural killer” (NK)
diversos factores participarán en la defensa del proporciona una de las defensas más tempranas
huésped. del huésped contra las infecciones virales (2-3
días) y precede a la aparición de anticuerpos
1) Defensas constitutivas (5-7 días). Estas células son activadas inespeeí-
• La edad del huésped. Los neonatos, por fieamente por los interferones.
ejemplo, son particularmente susceptibles La cito to x icid ad an ticu erp o -d ep en d ien te
a las infecciones diseminadas severas por (ADCC) está mediada por anticuerpos específi­
el virus herpes simple (HSV). En contras­ camente unidos a los antígenos virales expresa­
te, muchas de las enfermedades exante- dos en la superficie de las células infectadas.
matosas, la infección por poliovirus y la Estas inmunoglobulinas interactúan por su por­
infección por el virus de E p stein -B arr ción Ec con los receptores Fe de las células “ki­
(EBV) típicamente son más severas en los ller” (LK) y esta interacción da como resultado
individuos más viejos que en los niños. la activación de las células LK y la posterior
® Estado nutricional. Si el huésped posee un destrucción de la célula “blanco”. Los macrófa­
estado nutricional inadecuado tiene mayor gos, los linfocitos y los neutrófilos también po­
susceptibilidad a diversas infecciones vi­ seen receptores Fe y colaboran en la ADCC,
rales, por ejemplo, en el sarampión existe Se agregan los linfocitos T citotóxicos con
una mayor morbilidad en niños desnutri­ capacidad lítica específica para destruir células
dos. infectadas por virus. Además, como veremos
2) Defensas inducidas más adelante, se suma la actividad de los linfo­
citos T de hipersensibilidad (L T jJ, especial­
Inmunoglobulinas. La mayor parte de los vi­ mente en las infecciones virales persistentes,
rus actúan como buenos antígenos, y generan Interferones. Además de la respuesta hum o­
una respuesta de inmunoglobulinas que, por lo ral y celular, las infecciones virales provocan
común, no desempeñan un papel primario en la un mecanismo de defensa inducible: los inter­
terminación de las infecciones virales agudas ferones, Estos inhiben la replicación viral de
aunque son muy importantes para prevenir las forma indirecta, por inducción de la síntesis de
reinfecciones. Especialmente, la actividad de proteínas celulares que reducen o bloquean la
anticuerpos neutralizantes que pueden inhibir multiplicación de los virus.
diversos pasos del ciclo de replicación, como la La cantidad de interferón producida varía
adherencia, la penetración o el desnudamiento con los diferentes virus. Todos los interferones
de los virus. Además, estos anticuerpos pueden actúan en concentraciones muy bajas y, en ge­
producir la agregación de los viriones, lo que neral, son muy activos en las células de la es­
facilita su fagocitosis. pecie en la cual son inducidos (“específicos de
Complemento. Los virus pueden desencade­ especie”) supuestamente, debido a la variación
nar la activación del complemento por vía al­ evolutiva de la naturaleza de los receptores de
terna y por vía clásica, aun en ausencia de la los interferones.
respuesta de anticuerpos. Los componentes del Los interferones son producidos por la des­
com plem ento activado pueden actuar in cre­ represión de genes celulares inducida por la
mentando la inflamación y pueden producir la presencia de ácido nucleico viral en el citoplas­
lisis de los virus envueltos o de las células in­ ma de la célula huésped. Esto provoca la pro­
fectadas por virus. No es probable que este sis­ ducción de ARN, para los interferones y la p os­
tema desempeñe un papel tan importante en la terior síntesis de éstos.
Inmunología en las infecciones virales 533

Los interferones neoproducidos son libera­ 2. Complejidad estructural de los agentes


dos hacia el líquido extracelular y allí se unen virales
con los receptores específicos en las células ad­
yacentes. Por esto, los interferones tienden a El nivel de conocimiento actual permite re­
actuar de forma local más que sistémica. conocer que, en el conjunto de los virus, están
Además de bloquear la replicación viral, los incluidos agentes infecciosos que difieren n eta­
interferones aumentan la actividad de las célu­ mente entre sí, no sólo en lo estructural sino
las NK, de los linfocitos T citotóxicos y de también en el ejercicio de sus funciones. C ons­
las célu las in v o lu crad as en las reaccio n es tituye un objetivo de este trabajo hacer resaltar
ADCC. las diferencias estructurales de algunos m ode­
Como resumen podemos indicar que el m e­ los, para reforzar el concepto de heterogenei­
canismo de defensa inducido más im portante dad en virología. Se intenta de esta forma supe­
contra las infecciones virales es la inmunidad rar poco a poco la interpretación inexacta con
mediada por células. Los pacientes con buena que a veces se engloba a los virus en un grupo
respuesta m ediada por anticuerpos, pero con taxonómico poco diferenciado.
defectos en su inmunidad celular generalmente En las figuras 27-1 a 27-5, se presentan dia­
se recuperan mal de las infecciones virales. La gramas de los modelos estructurales de los vi­
inversa, buena respuesta celular y anormal res­ rus de poliomielitis, rubéola, herpes simple h e­
puesta humoral, no trae graves consecuencias patitis B (HBV) y HIV (Virus de la Inmunode-
para el paciente en las enfermedades virales. ficieneia Humana).
En el último cuarto de siglo se ha ampliado Es de importancia resaltar las diferencias de
el concepto de la respuesta inmune en las en­ tamaño de las partículas y las diferencias cuali­
fermedades virales, individualizando un com ­ tativas (ARN o ADN) y cuantitativas (funda­
plejo repertorio de problem as que deben ser mentalm ente el peso molecular) de los geno-
analizados individualmente. Respuestas como mas respectivos. El HBV tiene como genom a
las asociadas a polio o viruela, contrastan con ADN de doble cadena circular de peso m olecu­
las inducidas por rubéola congénita, coriome- lar 1, 6 X 10® daltons. El herpes, cuyo genoma
ningitis, hepatitis B, infección por agentes del es ADN, es lineal y tiene un peso molecular de
grupo herpes o aquellas inducidas por retrovi­ 100 X 10® daltons. El genoma de poho y de ru­
rus humanos. béola es ARN, pero de 2 x 10® daltons el p ri­
Es necesario entonces revisar conceptos es­ mero y de 3,6 x 10® el de rubéola.
tructurales de algunos virus para comprender Esto indica que la capacidad genética de in­
su grado de diversidad y, sobre todo, analizar formación de estos agentes varía desde la posi­
los problemas que se generan cuando algunos bilidad de codificación de unas pocas proteínas
agentes infectan a un individuo y su acción no estructurales y no estructurales, como es el ca­
culmina con la destrucción de las células infec­ so de poliovirus, a la de promover la síntesis de
tadas, sino que se establece un tipo de equili­ más de 30 polipéptidos distintos como en el ca­
brio con subsistencia de la célula huésped y del so de herpes virus.
material genético viral. En estos casos, la per­ La rubéola puede plantearse como un caso
sistencia viral se traduce en un número grande cuantitativamente similar a la polio, pero cua­
de variables que inducen respuestas inm unes litativam ente más com plejo (proteínas co m ­
altamente complejas. plejas), y la información de que se dispone so­
En este capítulo trataremos de dar un pano­ bre hepatitis indica una capacidad m ayor que
rama general del problema asociado a las res­ la de la rubéola en cuanto a diversidad de po­
puestas inmunes en infecciones virales y m os­ lipéptidos.
trar sólo algunos ejemplos de relaciones virus- Al final del capítulo se indica la capacidad
huésped en humanos, que derivan de la persis­ génica del retrovirus HIV, agente etiológico del
tencia de la infección viral. Se procurará poner Síndrom e de In m unodeficiencia A dquirida.
en evidencia cómo tm mismo agente infeccioso Nótese en este agente la presencia de una enzi­
puede condicionar en el mismo huésped enfer­ ma que sintetiza ADN a partir de ARN y que le
medades (patologías) muy diferentes, lo cual permite una estrategia infectiva muy compleja.
depende de la relación que se establezca entre Para el caso del virus de la Hepatitis B, se ha
el virus y la respuesta inmune. logrado una aproximación muy importante.
Con la excusa form al de que no son virus En la actualidad se conoce en form a muy
verdaderos, pero honestamente por la poca cla­ precisa la secuencia del ADN viral, sus genes y
ridad que existe sobre el problema, aun para los productos de expresión de éstos. Se identi­
quienes trabajan directamente en el tema, no se fican perfectamente los polipéptidos de los an­
hace referencia ampliada sobre la respuesta in­ tígenos de superficie y sus secuencias lim itan­
mune en las infecciones por agentes “virales” tes, al igual que aquellos pertenecientes a la in­
no convencionales (priones, viroides). formación para core.
534 Inmunopatología

Fig. 27-1. D ia g ra m a d e p o lio v iru s c o n sii


f o r m a ic o s a é d ric a d e s n u d a . L a s p r o te ín a s
p rin c ip a le s n o p o s e e n re s id u o s g lu c o s ila d o s .

G enom a P r o te ín a s e s tru c tu ra le s p rin c ip a le s

N" de unidades Peso m olecular


P roteína p o r virión en daltons

VP, 34 3 5 .0 0 0

VPj 53 2 8 .0 0 0

A R N m o n o c a te n a ria VP, 68 2 4 .0 0 0
2 X 10'’ d a lto n s 41
VP., 8 .0 0 0

Tomando simplemente un concepto estructu­ ta en cada caso. Distinta en función del tamaño
ral, en función del total de proteínas que están del antígeno particulado inicial y de la calidad
asociadas a los viriones completos de los agen­ antigénica; 4 a 5 polipéptidos en el caso de po­
tes mencionados, podemos asegurar que la in­ liovirus, 4 a 5 en el de rubéola virus, 8 a 9 en el
yección de virus inactivado en un huésped in- de hepatitis y 33 en el caso de herpes virus. En
munocompetente inducirá una respuesta distin­ este último, así como en rubéola y hepatitis, se

Nucleoproteína interna

ARN monocatenario 3,6 x


10®daltons
Firmemente unido a VP,
(proteína interna) de
35.000 daltons

Envoltura
Sensible a detergentes
y solventes de lípidos
Contiene glucoproteínas
VP, (62.000 daltons)
VP^ (47.500 daltons)
Un complejo de la
envoltura
de la capacidad
hemoaglutinante

Proteínas principales

Genoma VP, 35.000 daltons


a.I;»- 3
VP, 62.000 daltons
ARN monocatenario
3,6 X 10® daltons Ovo, 47.500 daltons
Fig. 27-2. D ia g ra m a d e v irió n c o n -e s p o n d ie n te a ru b é o la en el q u e c ie rta s p ro te ín a s d e la e n v o ltu ra s o n g lu c o p ro te ín a s . L a
e s tru c tu ra d e la e n v o ltu ra e s s e n s ib le al tra ta m ie n to c o n d e te rg e n te s y s o lv e n te s d e líp id o s.
Inmunología en las infecciones virales 535

Envoltura
Tegumento

Nucleocápside

Capsómero

F ig . 2 7 -3 . D ia g ra m a d e l v irió n d e h e rp e s q u e m u e s tra su g ran c o m p le jid a d . E l A D N tie n e u n p e s o m o le c u la r d e 1 0 0 x 10^’,


uno d e lo s m a y o re s g e n o m a s v ira le s , a p ro x im a d a m e n te 3 0 p ro te ín a s e s tru c tu ra le s . U n p é p tid o in te rn o f irm e m e n te a s o c ia ­
d o a A D N r ic o e n a rg in in a . G lu c o p ro te ín a s a so c ia d a s a u n a e n v o ltu ra . U n p é p tid o c a p s o m é ric o , re p e tid o 3 v eces p o r c a d a
c a p só m e ro . L a e n v o ltu ra es se n sib le a d e te rg e n te s y s o lv e n te s lip id íe o s , Jo q u e re d u c e en fo rm a im p o rta n te la in fe c tiv id a d .

alcanza un alto grado de complejidad cualitati­ plejidad de mecanismos y una cinética también
va, especialmente en algunas glucoproteínas y distintas.
lipoproteinas que no han sido detectadas en po­ Existen agentes virales, como el poliovirus,
liovirus. que cu an d o in fe c ta una c é lu la su sc e p tib le
Hay proteínas antigénicas asociadas al virión cumple con un ciclo de replicación que culm i­
(estructurales) y otras que se sintetizan sólo na con la lisis celular. Este tipo de infección se
cuando el virus se multiplica (no estructurales); llama genéricamente infección lítica. L a pato­
esto marca la diferencia entre vacunas de virus genia y la respuesta inmune que genera están
“muertos” (antígenos estructurales) y vacunas en función de este mecanismo que define esta
de virus “vivos” en las que el individuo respon­ clá sic a evolu ció n den o m in ada en ferm ed ad
de a la constelación total (estructurales y no es­ aguda.
tructurales). El virus de rubéola puede inducir una infec­
Así la inoculación de un virión de herpes ción de tipo lítico, pero con facilidad puede re­
sim ple inactivado, inoculado prom ueve una plicarse en células que no evolucionan en for­
respuesta a 30-33 polipéptidos mientras que, ma inmediata a la lisis y que pueden continuar
cuando replica en células humanas, el indivi­ produciendo virus por largos períodos. Obvia­
duo se ve expuesto a un nitmero mayor de antí­ m ente, en este tíltimo caso la patogenia y la
genos (alrededor de 59). respuesta inmune son mucho más com plejas
que en el caso de polio. En la rubéola del adul­
3. Breve consideración sobre los distintos to los mecanismos generales de respuesta pue­
tipos de infección viral y su relación con den ser explicados por un tipo de infección de
la patogenia resolución aguda, parecido al que genera polio
en la enfermedad paralítica. En cambio, en la
Hemos planteado antes ejemplos de diversi­ rubéola congénita, se observa la persistencia de
dad estructural. Es fácil comprender que estos producción de virus por ciertas células del feto
agentes también tengan diferentes mecanismos y el recién nacido, durante largos períodos, y
de replicación, lo cual nos indica que, cuando una respuesta inmune muy particular en la que
infectan a un huésped susceptible inmunocom- se ha llegado a manejar la expresión de “tole­
petente, la respuesta inmune tendrá una com ­ rancia pasajera”.
536 Inmunopatología

P artícula de Dañe 20 nm

F ig . 2 7 -4 . D ia g ra m a d e la e s tru c tu ra d e l a g e n te d e la h e p a titis B . L a e n v o ltu ra H B s A g ( a n tíg e n o d e s u p e rfic ie ) e s e n r e a li­


d a d u n a m e z c la d e e s p e c ific id a d e s a n tig é n ic a s d e v a rio s p o lip é p tid o s .

Para ampliar el concepto de distintos tipos Habrá, además, otro tipo de infección que
de infección viral y su compleja relación con la no termina con las funciones celulares, pero en
respuesta inmune y la patogenia, hemos toma­ el que la producción de viriones está regulada
do las infecciones humanas con el virus herpes por distintos mecanismos, y este proceso que­
simple (HSV) y con el HBV en las que existe da interrumpido por períodos variables. Efec­
una gama de variables en los síndromes que in­ tores físicos o químicos, variaciones en el esta­
ducen (agudos y crónicos). Se incluye además do inmune del huésped, reestablecen la síntesis
una brevísim a referencia a la infección con viral y se produce la recurrencia. Esto ocurre
HIV (SIDA) para incorporar un modelo en que en presencia de anticuerpos circulantes neutra­
la evolución de la enfermedad depende de la lizantes y la paradoja se explica en función de
relación directa del virus con células del siste­ que el virus puede invadir nuevas células sus­
ma inmune. Es relativam ente fácil asociar la ceptibles, pasando de célula a célula, sin salir a
diversidad de la respuesta inmune en función los espacios intercelulares. El virus se aloja en
de virus estructuralmente distintos. neuronas de ganglios del trigémino o sacros y
Se debe tener en cuenta que en el caso de desde éstas alcanza los sitios periféricos, via­
herpes, rubéola, hepatitis y HIV, los diferentes jando por los espacios intraaxonales. Factores
tipos de infección viral que condicionan varia­ emocionales, irradiación, fiebre, etc., producen
das patogenias y, obviamente, distintas cinéti­ las típicas recurrencias herpéticas. Los meca­
cas de respuestas inm une, no son originados nismos de latencia, las características de las
por distintas especies virales, sino por diversas células donde el virus se acantona, el proceso
relaciones virus-célula, originadas por un mis­ de reactivación, son motivo de estudio.
mo tipo de virus, incluso en un mismo hués­ En los casos anteriores, infección prim aria
ped. Es bien conocido que el virus herpes sim­ y recurrencia, el individuo produce anticuer­
ple (tipo 1 y tipo 2 ), produce enfermedades pri­ pos contra el total de las proteínas inducidas
maria y recurrente, las que tienen relación con por herpes, las estructurales y las no estructu­
el tipo de infección lítica y el fenómeno de la­ rales.
tencia, respectivamente. Esto nos permite reco­ Sobre este problema de la infección herpéti­
nocer que habrá una infección en la cual el m e­ ca se brinda más información al final del capí­
canismo de replicación inducirá la muerte celu­ tulo.
lar o alteraciones profundas como formación La hepatitis B puede evolucionar bajo for­
de sincitios, cariorrexis, inclusiones, etc., y, mas clínicas anictéricas inaparentes, agudas,
asociada, una respuesta inflamatoria e inmune crónicas o fulminantes, con lo cual puede su­
localizada que genera las típicas lesiones de la ponerse que distintos tipos de infección o res­
enfermedad herpética aguda. puestas las están condicionando. Lamentable­
Inmunología en las infecciones virales 537

F ig . 2 7 -5 . V ir u s de l S ID A . E l g e n o ­
m a es A R N , p e ro Ja e n z im a tra n s c rip ­
ta s a in v e rs a s in te tiz a A D N v ira l a p a r ­
tir d e a q u é l, y e s te A D N p u e d e in te ­
g ra rs e al genom a ceJular. D e e s ta f o r ­
m a p u e d e n e s ta b le c e r s e s is te m a s p r o ­
d u c tiv o s (líric o s o n o ) d e v iru s o la in ­
te g ra c ió n determ ina el e s ta d o d e p r o ­
v irus.

m ente, el tínico m odelo v iab le fu era de la te s s ig n o s y s ín to m a s , e n f o rm a p e rm a n e n te o

in f e c c ió n h u m a n a es el c h im p a n c é , en c o n re c u iT e n c ia s in te r m ite n te s .

consecuencia muchos estudios resultan ¡imita­ La persistencia vira! parece ser un factor que
dos. asocia las funciones genéticas virales con la
Es un hecho demostrado que un número de evolución degenerativa o proliferativa de teji­
enfermos evoluciona de forma que el antígeno dos infectados.
asociado a la hepatitis B persiste en el indivi­ La asociación de la infección viral con dis­
duo por tiempos variados, llegando a años, lo plasias severas, carcinoma in situ de cuello de
que plantea obviamente una respuesta inmune útero y sus variantes invasoras, carcinoma pri­
de alta complejidad. Este modelo será analiza­ mario de hígado, leucemias y linfom as, etc.,
do más adelante. parece reconocer una relación necesaria pero
En los últimos años se han reconocido infec­ no suficiente. En todos los casos, complejas in­
ciones virales cuya característica principal es terrelaciones con el sistema inmune son las que
que las células en las cuales el virus se replica definen la evolución.
son células del sistema celular inmunocompe- El objetivo fundamental de introducir la va­
tente. riante “distintos tipos de infección viral” es dejar
Es de interés reconocer que dentro de este ti­ claros dos aspectos muy generales pero altamen­
po de infección, en una generalización muy te prácticos: a) diferentes tipos de virus inducen
elemental, tenemos dos tipos de respuesta dife­ distintos mecanismos de infección y obviamente
rentes: patogenia y respuesta inmune diferentes cuando
infectan al hombre u otro huésped. No es posi­
1. Virus -f célula; generalmente resulta en ble hablar de un solo tipo de respuesta inmune
proliferación celular limitada o que puede re­ en todas las infecciones virales, y b) un mismo
sultar en cierto tipo de anomalías permanentes tipo de virus en un mismo huésped puede, en
(caso de citomegalovirus CMV y linfocitos). función de los mecanismos de relación virus-cé­
2. Virus + célula: destrucción celular (caso lula, inducir distintos tipos de infección que se
de virus HIV, célula T4+ [helper]). traducirán en modelos de patogenia diferentes y
en respuestas inmunes cuya calidad y cantidad
En todos estos casos, mediado por m ecanis­ serán función del tipo de infección.
mos bioquímicos diferentes para los virus EBV Inversamente, puede pensarse que luego de
y CMV con respecto al HIV, la infección se una infección viral primaria la respuesta inmu­
perpetúa en el individuo que queda sujeto a va­ ne será la que condicione el tipo de infección,
riaciones dei equilibrio que pueden dar diferen­ persistente o no, que se establezca.
Inmunopatología

Debemos fijar el concepto de que todos los 4. Sumario de los síndromes inducidos
aspectos relacionados con la respuesta inespe­ por infecciones virales en humanos,
cífica, la cinética de síntesis de las distintas in­ y breves consideraciones válidas para
munoglobulinas y los procesos de diferencia­ el diagnóstico serológico de laboratorio
ción celular asociados, no son iguales para todo
el conjunto de los virus, y que en la infección En el cuadro 27-1 se presenta un ordena­
de un mismo huésped, por un mismo tipo de miento práctico de las enfermedades virales que
virus, pueden obtenerse respuestas distintas se­ nos revela la necesidad de ubicar el panorama
gún la relación de equilibrio que se establezca. general, pero teniendo en cuenta los factores
De lo expuesto surge como conclusión que particulares que se plantean en los distintos gru­
para efectuar el diagnóstico de laboratorio fun­ pos, con especial referencia a las posibilidades
dado en estudios de exploración inmunológica de persistencia del agente viral infectante.
debemos analizar y conocer todas las respuestas Al tener claro el concepto de complejidad
posibles que las infecciones con un virus deter­ real asociado con la respuesta del individuo a
minado pueden originar. Ello plantea una per­ los distintos tipos de infecciones virales, es po­
manente búsqueda de nuevos sistemas de estu­ sible formular un enfoque general que nos per­
dio, que incluyen el mejoramiento y el desarro­ mita desarrollar actitudes prácticas frente al es­
llo de nuevos reactivos (sueros y antígenos) y tudio de los individuos infectados.
técnicas de detección de fácil aplicación y clara En el cuadro 27-2 se presenta en forma es­
interpretación. La toma de muestras apropiadas, quemática la secuencia general de hechos que
en función del tipo de antígeno o inmunoglobu­ ocurren durante una infección viral aguda. En
linas que se desee detectar, es una exigencia ella se ve claramente el período de ataque y di­
esencial, sobre todo teniendo en cuenta el perío­ seminación del virus, del que resulta, luego de
do de evolución de la enfermedad. un tiempo variable, una patogenia dada que ge­
Obviam ente, el diseño de un inm unógeno neralmente se traduce en alteraciones morfoló­
destinado a prevenir una enfermedad determi­ gicas y bioquímicas objetivables por métodos
nada exige conocer todas las variedades posi­ de laboratorio. Este período agudo, rico en sín­
bles de la relación virus-célula en el individuo. tomas y signos, es por lo general el más propi-

Cuadro 27-1. Agrupamiento de algunas enfermedades virales

H e p a titis v ira les


P o lio p a ra lític a
V e rriig a s
L o c a liz a d a s
R e s fria d o c o m ú n
M olluscuin contagiosum
S ID A
S e g ú n la e x te n s ió n d e lo s te jid o s y /u ó r g a ­
n o s a fe c ta d o s
S a ra m p ió n
V iru e la
D is e m in a d a s V a ric e la
F ie b re h e m o rrá g ic a

A gudas
In a p a i'e n te s o su b c lín ic a s
S e g ú n el c u rs o d e e v o lu c ió n c lín ic a L a te n te s re c u rre n te s
L a te n te s a s o c ia d a s a la rg o p e río d o d e in c u b a c ió n
C ró n ic a s

In fe c c io n e s c u y a p a to g e n ia e s tá re la c io n a d a co n
el e fe c to lític o v ira l
S e g ú n el m e c a n ism o d e p a to g e n ia
I n fe c c io n e s c u y a p a to g e n ia e s tá a s o c ia d a c o n la
in m u n o rre s p u e s ta

E ste ag ru p am ien to es m uy e m p íric o y d eb e an a liz arse ca d a c a so . Npte.se q u e se re fiere a los sín to m a s y signos m ás im p o rtan tes d e l a e n fe r­
m ed a d y no siem p re a la io ca ü zac ió n d e las células que re p lic a n el virus. E l S ID A re su lta p rin cip a lm e n te de la d estru c ció n de cé lu la s T
C D^' p o r ei H ÍV , p ero la en ferm e d ad es un c u a d ro g e n e ra d o p o r la in m u n o d cficic n cia con una variada .signo-sinlojíiatoJogía genem lm enlc
en c u ad ra d a en in fec cio n es o p o rtu n istas.
Inmunología en las infecciones virales 539

Cuadro 27-2

In fe c c ió n

R e s p u e s ta in e s p e c ífic a
In fla m a c ió n
T e jid o d e a ta q u e I n te rfe ró n
P rim e ra a m p lific a c ió n F ie b re
d e m a te ria l v ira l y
v irio n e s lib re s

V ire m ia p r im a ria c o m o d ise m in a c ió n c o n ­ R e s p u e s ta e s p e c ífic a


v e n c io n a l a p a rtir d e l á re a d e a ta q u e a P ro c e s o d e a n tíg e n o s
o tra s á re a s. D ife re n c ia c ió n c e lu la r lin fo id e
T ra n s p o rte n o c o n v e n c io n a l: P ro life ra c ió n c e lu la r
C a n a le s a x ó n ic o s
m a c ró fa g o s b r o n c o a s p ira c ió n B io s ín te sis d e in m u n o g lo b u lin a s e s p e c ífic a s

C o n d ic io n e s e s p e c ia le s p u e d e n c o rta r
el d e s a rro llo d e l p e río d o a g u d o —
A lc a n c e d e tejid o s s u s c e p tib le s se c u n d a rio s o d is m in u ir d r á s tic a m e n te lo s
ll s ín to m a s
I“{ S e g u n d a a m p lific a c ió n d e m ate ria l v ira l
G e n e ra lm e n te p a rtic ip a en los s ín ío - __
m a s , la p a to g e n ia y la re c u p e ra c ió n

V ire m ia s e c u n d a ria
S u p re s ió n d e c é lu la s in fe c ta d a s . F in
d e l p e río d o a g u d o . R e s o lu c ió n
A ta q u e d e l ó rg a n o b la n c o

P e rs is te n c ia d e c lo n e s c e lu la re s p ro d u c to re s
•o o a S o b re p a s o d e la r e s p u e s ta in m u n e. M u e rte .
'o 2 3
o E q u ilib rio d e c é lu la s p ro d u c to ra s y re s p u e s ta
§ 'S
in m u n e . M o d u la d o c o n p a to g e n ia v a ria b le .
P e rs is te n c ia

c ío p a ra in te n ta r e l a is la m ie n to d e l a g e n te in ­ estudio cinético de las modificaciones cualitati­


fe c c io s o y la d e te c c ió n p o r e s tu d io s c ito h is to - vas y cuantitativas de la respuesta inespecífica
p a to ló g ic o s d e le s io n e s tis u la r e s o c e lu la re s . y de la inmune específica. Esta liltima requiere
A partir de la infección y de los fenómenos el estudio comparativo de muestras biológicas
primarios se desarrolla la reacción del huésped obtenidas en el transcurso de la enferm edad
sobre la base de las llamadas respuestas inespe­ (período agudo y convaleciente), sobre todo,
cíficas y la respuesta inmune específica. La pri­ estudios en suero.
mera se caracteriza por la aparición del fenó­ En la figura 27-6 se presenta el esquem a de
meno de inflamación, con la participación de J. M. Vanella, válido para enfocar el tipo de
células con capacidad de endocitosis, de las técnicas aplicables al estudio de laboratorio en
cuales los m acrófagos p arecen ser los m ás virología. Del análisis de éste surge cjue la base
conspicuos, y de linfocitos con capacidad cito­ operativa más im portante para el diagnóstico
tóxica inespecífica “natural killers”, síntesis de etiológico se fundam enta en el estudio de la
interferón, fiebre, etc,, y la segunda por activi­ respuesta inmune específica, que se realiza de­
dad de células presentadoras de antígeno y la tectando los cambios cualitativos y cuantitati­
posterior proliferación de células inmunocom­ vos de las inm unoglobulinas presentes en el
petentes, seguida de síntesis de inmunoglobuli­ suero del paciente durante la evolución de la
nas específicas. enfermedad.
Con esto queda justificado el tríptico en que Las bases fundamentales del diagnóstico de
se basa la estrategia general del diagnóstico de laboratorio de la infección viral p u ed en ser
laboratorio de las enfermedades virales: a) in­ analizadas de acuerdo con la llamada cadena de
tento de aislam iento y/o caracterización del Márquez, relacionada con los pasos que deben
agente etiológico, fundamentalmente durante el cumplirse. Éstos son; a) decisión de realizar el
período prodrómico y el episodio agudo de en­ estudio de laboratorio; b) toma y transporte de
ferm edad; b) observació n en m ateriales de la muestra; c) procesamiento de la muestra; d)
biopsias o necropsias, obtenidos para estudios informe, y e) interpretación.
citológicos o histopatológicos de lesiones, y c) Analizaremos en conjunto los puntos a y b.
540 Inmunopatología

Límite del
primer suero

i
Area crítica
Segundo
suero
Tercer
suero
para la decisión
de iniciar un estudio 1
T i Posibilidad de
de laboratorio establecer datos sobre

Tiempo en días

Período de Período
incubación Período de
agudo convalecencia
F ig . 2 7 -6 . D ia g ra m a d e e v o lu c ió n d e m a rc a d o re s esp ecifico .s en u n a in fe c c ió n v ira l a g u d a p rim a ria .

a y b) Decisión de realizar el estudio de labo­ cha epidemiológica, y se tomarán precauciones


ratorio, toma y transporte de la muestra elementales como la inclusión de todos los sue­
ros que se dispongan del paciente en una mis­
En función de limitarnos al estudio de la res­ ma prueba de laboratorio, analizados con los
puesta inmune, no analizamos aquí la toma de mismos reactivos, operador, equipo, etc.
otros materiales destinados a aislamiento de vi­ La inclusión de sueros y antígenos controles
rus, análisis citológicos, biopsias, etc. de referencia no deberá obviarse bajo ningún
Ante la sospecha de una enfermedad de etio­ concepto.
logía viral, nunca se dejará de tomar una mues­ La incorporación de la actividad diagnóstica
tra de suero del paciente en el primer examen a un serio y continuo programa de acreditación
del individuo. Si la decisión de iniciar el estu­ y de control de calidad son mandatorios.
dio no se toma a tiempo, todo intento posterior Se deberán establecer y respetar normas ele­
será fatuo. mentales de bioseguridad ya que todo suero de­
Se deberá asegurar que en el período que be considerarse de alto riesgo independiente­
abarca de 15 a 2 0 días de iniciada la enferme­ mente de una presunción particular.
dad, se tome una nueva muestra de suero. La
base del estudio de la respuesta inmune humo­ d y e) Informe e interpretación
ral es poder demostrar cambios cualitativos y
cuantitativos en función del tiempo y relacio­ No comentaremos ahora estos puntos ya que
narlos con la evolución clínica. se trata de un enfoque general. Sim plem ente
La mayor cantidad de muestras posible obte­ diremos que el informe debe ser claro y llevará
nidas durante la evolución, sean ellas destina­ un comentario sobre los resultados que ayude a
das a estudios de la respuesta humoral, celular la interpretación posterior.
u otros objetivos, permitirá construir una infor­ Como corolario, queremos condicionar al in­
mación mucho más precisa acerca del perfil de dividuo que encara la investigación de forma
respuesta y relacionar fehacientem ente estos que este concepto operativo del estudio seroló­
datos con los mecanismos de patogenia. gico sea un verdadero dogma inamovible; la to­
ma de una muestra de suero del período de co­
c) Procesado de la muestra mienzo de la enfermedad y, por lo menos, otra
entre 15 y 20 días más tarde. Así se cubrirá con
Los sueros recibidos en el laboratorio se pro­ una gran eficiencia la posibilidad de efectuar
cesarán de acuerdo con las técnicas apropiadas un diagnóstico preciso de laboratorio, cualquie­
según las sospechas que se desprendan de la fi­ ra que sea el tipo de infección viral en estudio
Inmunología en las infecciones virales 541

y la técnica usada. Diremos, además, que toda son sintetizados en exceso. Además, en virtud
vez que se pueda agregar una tercera muestra o de la lisis celular, también el sistema de detec­
más eon intervalos de 30 días, esta serie de ción inmunológica se informa sobre antígenos
sueros ampliará las posibilidades de arribar a virales no estructurales, es decir, aquellos que
un diagnóstico seguro y a un estudio consciente no forman parte del virión.
de la evolución de la respuesta inmune que, co­ Se produce así, sucediendo o acompañando a
mo en el caso de la hepatitis B, SIDA y otras, toda la respuesta inflam atoria local, la induc­
es de absoluto valor pronóstico. ción de producción de inmunoglobulinas espe­
La conservación de los sueros permitirá que cíficas de distribución sistém ica. Estos an ti­
en un futuro, cuando por distintos adelantos cuerpos estarán dirigidos cualitativamente con­
técnicos se disponga de los reactivos, aquéllos tra cada una de las especificaciones antigénicas
puedan ser reestudiados y establecer un diag­ virales (epitopes). Cuantitativamente depende­
nóstico correcto retrospectivo. Al referirnos a rán de factores propios de los antígenos como
que no se disponen reactivos estamos indican­ antigenicidad, cantidad relativa de ellos, rela­
do dos posibilidades: que el agente sea desco­ ción y forma de exposición a las células de pro­
nocido aún, o que sea muy difícil preparar antí­ cesamiento, mecanismos generales de reg u la­
genos por sus características biológicas. ción, etc.
Otro aspecto que tiene que ver con lo ante­ Los macrófagos son células que procesan el
rior es el relacionado con la detección de nue­ m aterial viral y expresan en sus m em branas
vos tipos de infección, en los que es necesario plasmáticas los epitopes; por eso se los consi­
explorar respuestas inmunes con una gama de dera como células procesadores y presentado­
antígenos purificados, como en el caso de in­ ras de antígenos. Además de ellos, se encuen­
fecciones abortivas, persistentes, etc. tran las células dendríticas (CeD en), q u e si
Quedan así planteados los problemas de va­ bien no procesan al antígeno, tienen la capaci­
riación de respuesta inmune y un enfoque ge­ dad de fijar epitopes en su superficie, am plifi­
neral de cómo abordarlos, que deberá ser usado cando así la presentación del antígeno. Se las
teniendo en cuenta las limitaciones de toda ge­ encuentra en los tejidos linfoides, sobre todo en
neralización. bazo, nódulos linfáticos y en la piel se denom i­
nan células de Langerhans.
5. Concepto general de la respuesta inmune Tanto los macrófagos, como las células den­
en la infección viral aguda dríticas, secretan una importante citoquina, la
Interleuquina 1, considerada como la segunda
Una vez alcanzadas las células susceptibles señal estimuladora de los linfocitos T (la pri­
por un agente viral, éste inicia un ciclo de re­ mera señal la constituye la presentación del an­
plicación que culm ina con la producción de tígeno).
nuevos viriones, los que, de disponerlas, atacan El macrófago o la CeDen presentan el antí­
nuevas células susceptibles. En ciertos casos geno viral estrechamente relacionado a las pro­
este proceso del ciclo de replicación viral pro­ teínas de clase I o II del CMH (Complejo Ma­
duce la muerte celular. De esta forma se induce yor de Histocompatibilidad) en sus membranas
en el organismo una cantidad creciente de m a­ plasmáticas. Este complejo antigénico (m olé­
teria] antigénico viral, suficiente para provocar cula del CMH + epitope viral) es identificado
una respuesta de los mecanismos inespecíficos por los receptores de los linfocitos T, que solo
y de los sistemas inmunes específicos del indi­ reconocen al antígeno viral si está asociado a
viduo. Éste, m ediante la actividad de células una molécula del CMH.
com petentes, procesa en los sitios de activa Las moléculas del CMH de clase I se enla­
síntesis de material viral, los distintos antíge­ zan con epitopes virales presentes en el com­
nos que reconoce como extraños y pone en partimiento citosólico de la célula infectada y
marcha la diferenciación de clones celulares es­ los exponen en la superficie celular. D e esta
pecíficamente informados para reconocer estos manera será reconocido por una célula T que
antígenos y la biosíntesis de inmunoglobulinas pase. Si esta célula porta el m arcador C D 8 -
específicas. CD28 (linfocito T citotóxico) en su superficie,
En forma general, y siempre en el ciclo lítico pondrá en marcha una respuesta inmune contra
asociado con infección que define a una enfer­ las células infectadas, liberando diferentes sus­
medad aguda, el sistema de información inm u­ tancias químicas que las destruyen porque es­
nológica toma contacto con la totalidad de los tán programadas para destruir células que ex­
antígenos del virus; antígenos de la superficie presan antígenos virales. Esta respuesta consti­
viral, porque hay en circulación viriones ente­ tuye una forma eficaz de evitar la creación de
ros, y antígenos de las nucleocápsides de los más virus por las células infectadas.
viriones (proteínas internas), porque de las cé­ Los linfocitos T citotóxicos son los efectores
lulas rotas salen estos antígenos, que siempre más importantes en la eliminación de células
542 Inmunopatología

infectadas por virus. Sin embargo, es necesario Una vez puesta en marcha la respuesta inm u­
recalcar que en el caso de virus que no produ­ ne se pueden integrar los siguientes fenómenos
cen lisis celular manifiesta, por ejemplo, hepa­ que condicionan el escjuema clásico de una in­
titis B, el daño hepático que genera la insufi­ fección viral aguda:
ciencia está dado por el ataque de linfocitos ci­
totóxicos al hepatocito. Como ya se mencionó, a) Células infectadas que producen virus,
estos linfocitos tienen una restricción manifies­ eon lisis celular, respuesta inmune funcional
ta para células que exhiben el antígeno viral y integral contra el virus y partículas subvirales.
antígenos de la clase 1 del CMH, lo que abre b) Virus que son liberados al torrente extra-
una permanente necesidad de búsqueda sobre celular están ahora expuestos a la acción de an­
la posible asociación de diferentes patologías ticuerpos neutralizantes, los que, obviamente,
inducidas por virus, que estuvieran condiciona­ contribuyen a reducir el riesgo de infección de
das por el perfil de antígenos de histocompati­ nuevas células susceptibles. Los inm unocom ­
bilidad del individuo infectado. plejos formados son rápidamente captados por
Si la m olécula del CMH que acompaña al los sistemas de depuración.
epitope viral es de clase II, será reconocida co­ Los anticuerpos contra otras estructuras tam­
mo extraña por las células T CD4+ (T helper- bién actúan formando complejos inmunes y los
Th) que pueden ser T h l, llamadas también cé­ mecanismos de eliminación de éstos forman un
lulas T inflamatorias pues secretan mediadores capítulo aparte en inmunopatogenia.
químicos que atraen células inflamatorias al si­ c) La célula que se encuentra infectada e ini­
tio de multiplicación viral. Además secreta in­ cia un ciclo de replicación está sometida a esta
terferón y, que intentará bloquear la replicación altura a acciones directas: interferón, tempera­
del virus. Las células Th2, llamadas células co­ tura y, si en el ciclo de replicación incluye la
laboradoras, también son CD4+ y su rol funda­ síntesis de antígenos virales en la superficie ce­
mental es aumentar la respuesta B dependiente lular, esta célula es pasible de ataque lítico, por
mediante la secreción de Interleuquina 2 (cito- parte de sistem as com o an ticuerpo-com ple­
quina que amplifica la respuesta de Linf. B). mento y el de linfocitos capaces de adosarse a
De esta última respuesta, dependerá la calidad ella e inducir su lisis, antes de producir virio­
y cantidad de inmunoglobulinas que intentarán, nes.
por diversos mecanismos (neutralización, opso- d) La acción conjunta de los sistemas m en­
nización, fijación de complemento, etc.), des­ cionados culmina con la abolición de la exis­
truir los viriones extracelulares. tencia de células infectadas productoras de an­
Las células T supresoras (CD 8 +), tienen una tígenos de superficie, las cuales son destruidas.
probable relación con los estados de tolerancia Todo antígeno viral libre será complejado con
a antígenos extraños y también con la toleran­ sus anticuerpos respectivos y seguirá distintos
cia a autoantígenos. Por ello, se asocia una de­ caminos de eliminación según las característi­
ficiencia de las células T supresoras con el de­ cas del inmunocomplejo formado.
sarrollo de síndromes autoinmunes. e) El período agudo de la replicación viral
En la práctica podemos identificar anticuer­ estará terminado y la enfermedad, sus sínto­
pos dirigidos contra antígenos de la estructura mas y sus signos estarán determinados por el
externa, que se reconocen por la propiedad de daño que este proceso haya inducido; éste se
unirse a viriones enteros y de disminuir o abo­ halla relacionado con el tipo de células blanco
lir su capacidad infectiva in vitro y a los que se alteradas o destruidas en el ataque inicial y
llam a “neutralizantes” . La estructura externa con las células que se hayan infectado en la
depende de que se trate de virus desnudos, en diseminación secundaria. En este caso el daño
los cuales esta “estructura externa” está inte­ celular está dado por la acción lítica viral per
grada por los polipéptidos que forman los cap- se y la acción lítica asociada a la respuesta in­
sómeros (p. ej., poho), o que sean virus envuel­ mune.
tos, en los que esta “estructura externa” está in­
tegrada por glucoproteínas, lipoproteínas de la El resultado de una infección de este tipo se
envoltura, o ambas. analiza más adelante, al hablar del virus de la
También se forman anticuerpos contra las polio.
estructuras proteicas internas virales (nucleo- Conviene resaltar aquí que en estos casos, en
eápsides). La actividad de estos anticuerpos no el tiempo que media entre la infección en los
puede ser medida por su capacidad de abolir la tejidos de ataque en que se inicia la respuesta
infectividad viral in vitro; por lo general, se es­ inmune y el ataque a otros órganos, hay gene­
tudian por otros sistemas de detección inmuno- ralmente un período de viremia. La amplifica­
lógica, utilizando como antígenos las partes in­ ción de la replicación viral de los órganos ge­
ternas de virus. Se los llama por ello anticuer­ nera un nuevo episodio de viremia secundaria,
pos contra antígenos internos o “core”. que es tan extensa o im portante como pobre
Inmunología en las infecciones virales 543

haya sido la respuesta inmune humoral. Estas niien produciendo virus. En este caso estamos
infecciones inducen una respuesta inmune ge­ en presencia de una infección con persistencia
neralmente “de por vida” con persistencia de de clones celulares productores y la instalación
anticuerpos neutralizantes detectables. de una etapa de cronicidad del proceso.
e) La patogenia que ese estado general de
6 . R espuesta inmune en infecciones virales equ ilib rio pueda inducir depende del tejid o
con persistencia de virus afectado, la modulación de producción viral,
que puede ser perm anente o interm itente, los
Cabe aclarar que el efectuar esta distinción complejos inmunes que se forman, etc.
entre infecciones agudas y aquellas con persis­
tencia de virus tiene un carácter didáctico y el Un caso particular de este tipo de problema
lector deberá tomarlo como un paso necesario es el que se plantea en células infectadas que
hacia la comprensión del problema y deberá es­ no producen virus, porque parte del genoma es­
tar alertado de que existen variables tan com ­ tá integrado (infección abortiva) y sólo se sin­
plejas que no pueden sintetizarse en una apre­ tetizan antígenos virales “muy débiles”. En este
ciación tan simple como la propuesta. caso, el organism o no produce anticu erp o s
Lo que interesa plantear aquí es que, a dife­ “neutralizantes” de la infectividad viral, pero sí
rencia de lo detallado en el punto 5, en ciertas contra estos antígenos que pueden modular es­
infecciones virales el agente alcanza las célu­ tados celulares tales como proliferación celular
las susceptibles, inicia la amplificación de m a­ (oncogénesis).
terial antigénico viral, pero en este caso las cé­ Vemos entonces con claridad cómo u n a in­
lulas productoras de virus no son destruidas fección viral con un mismo tipo de virus podrá,
debido al mecanismo de replicación viral y los en individuos de la misma especie, establecer
viriones emergen de ellas por procesos diver­ infecciones agudas o crónicas según sean la
sos, entre los cuales el de brotación a través respuesta de este individuo y el equilibrio que
de mem branas citoplasm áticas es el más co- se establezca. En esto influyen fundam ental­
mtín. m ente estados fisiológicos, tratam ientos con
Veremos cómo es la respuesta en estos ca­ drogas, enfermedades concomitantes, factores
sos, que generalmente corresponden a infeccio­ psicológicos, etcétera.
nes con virus envueltos:
7. Concepto de fenómenos
a) Al no haber destrucción celular, el proce­ de autoinmunidad asociados
so inflamatorio local es mucho menor. a infecciones virales
b) El virus liberado, que en su envoltura lle­
va ciertas especificidades antigénicas del hués­ Se desprende de lo anterior que ciertos virus
ped, inicia la respuesta. Al ser tomado por ma­ no citocidas modifican las membranas de las
crófagos, si éstos lo procesan, se informan de células del huésped, induciendo especificidades
sus antígenos externos. Recordemos que, al no antigénicas mixtas. Se pueden exponer, además
haber destrucción celular inicial, el organismo de los nuevos antígenos del virus, antígenos
no tiene contacto con antígenos internos y me­ propios del huésped, secuestrados durante el
nos con los no estructurales, intracelulares. La proceso embrionario y que resultarán nuevos
respuesta inmune es lenta y parcial, para el adulto. El huésped puede reconocer es­
c) Se forma escasa cantidad de anticuerpos tas m odificaciones, por pequeñas que ellas
neutralizantes, que generalmente forman inm u­ sean, como extrañas y en un proceso lento pro­
nocomplejos con el virus producido, tendiendo ducir ataque directo a estas estructuras desen­
a un equilibrio. cadenando un fenómeno autoinmune.
d) La respuesta inmune celular genera célu­ La relación de un tipo definido de infección
las que son capaces de reconocer a los clones viral con cualquiera de los estados autoinm u­
celulares que están produciendo virus. Si en es­ nes detectados en humanos es algo aún no defi­
te caso la respuesta celular y la inmune hum o­ nitivam ente demostrado. En algunos modelos
ral condicionan que estos clones sean destrui­ experimentales la relación de infecciones vira­
dos, el proceso se comportará como una infec­ les y el ulterior desarrollo de un estado inmu-
ción aguda o mixta. nopatoíógico autoinmune es real.
Puede ocurrir que por ambas variables, de­ En general, existe la posibilidad de que mu­
fectos en las células T o en otros efectores del chos de los fenómenos clasificados com o au­
sistema de inmunidad celular y/o la presencia toinmunes inducidos por virus resulten de un
de anticuerpos bloqueadores que tapicen las mecanismo de inmunopatología secundaria a la
membranas de células infectadas y las exclu­ formación y evolución de complejos inmunes
yan del reconocimiento de los linfocitos T, las generados por antígenos virales o virus-hués­
células infectadas no sean eliminadas y conti- ped compartidos y anticuerpos del huésped.
544 Inmunopa tología

8. Inmunocomplejos en infecciones virales la actividad MIE e inclusive la linfoprolifera­


ción.
Hemos visto eómo durante la infección lítica Inmunocomplejos del tipo antes descrito han
se induce la formación de anticuerpos neutrali­ sido claramente detectados en una serie de in­
zantes de la infectividad viral y aquellos capa­ fecciones virales en animales. En humanos, és­
ces de reconocer antígenos internos del virión tos han sido relacionados con aspectos patoló­
o, en el caso particular de virus envueltos, con­ gicos en hepatitis viral tipo B, en infecciones
tra antígenos de envoltura, asociados general­ producidas por el agente Epstein-Barr, princi­
mente a las membranas de células infectadas palm ente en su asociación eon el linfom a de
(células productoras de virus pero que no se li- Burkitt, en el dengue y en la ya m encionada
san). forma encefalítica crónica postsarampionosa.
Los anticuerpos y antígenos circulantes en De acuerdo con datos provenientes de algu­
fase líquida forman com plejos inm unes, que nos modelos experimentales, en especial el de
estarán listos para interactuar con otros siste­ inducción de enfermedad del suero, en las in­
mas efectores, de los cuales el complemento es fecciones virales, los síntomas como mialgias,
el mejor conocido. Una vez formado el com ­ artralgias, “rash”, disturbios de conducta y le­
plejo antígeno-anticuerpo-eom plem ento, au ­ targía, pueden asociarse al aumento de la res­
m enta de tam año y puede lleg ar a o rig in ar puesta inmune humoral y del período de supre­
agregados, por entrecruzamiento de varias uni­ sión del virus circulante. Esta patogenia puede
dades con participación de C3 y otras fraccio­ compatibilizarse con el mecanismo que resulta
nes de complemento. En el caso de la infección del depósito de complejos inmunes y la actua­
del ratón con virus polioma se ha podido deter­ ción de mecanismos efectores en los que parti­
minar que el complejo virus-anticuerpo tiene cipan basófilos recubiertos de IgE, aminas va­
un coeficiente de sedimentación de 270S, que soactivas, perm eabilidad capilar y daño en la
aumenta a 450S cuando reacciona con el com­ trama sinusoide.
plemento. Por último, conviene recordar que reciente­
En el caso de virus muy complejos como los mente se han encontrado factores genéticos que
R etroviridae, el com plejo virus-anticuerpo- pueden influir en las distintas respuestas del
complemento, induce daño de la superficie lipí­ huésped a la infección viral, de las cuales tene­
dica del virión. Este daño origina la ruptura del mos, por una parte, una producción de alto títu­
virión y la liberación de antígenos internos del lo de anticuerpos de alta afinidad que facilita la
virus que inducen, en cadena, la producción de eliminación total del virus generando una sola
nuevos anticuerpos contra este tipo de estructu­ onda de depósito de complejos inm unes y la
ra interna, además de aquellos dirigidos contra eliminación de los clones productores de virus,
la envoltura. Esto es compatible con la secuen­ y, por otro lado, una respuesta con baja canti­
cia de aparición de anticuerpos en la infección dad de anticuerpos o de baja afinidad que lleva
con HIV (SIDA). a una prolongada evolución de los fenómenos
En infecciones persistentes, con producción induciendo una continua circulación de com ­
permanente o intermitente de viriones, la for­ plejos inmunes.
m ación de inm unocom plejos es frecuente y
constituye un factor importante de los fenóme­ 9. Respuesta inmune en poliomielitis
nos patológicos que condicionan fundamental­
mente depósitos en tejidos donde producen res­ En la figura 27-1, hemos planteado detalles
puestas flogógenas. Los síndrom es más fre­ de la estructura del virus de la poliom ielitis.
cuentes son nefritis, arteritis y coroiditis. R ecordem os que inm unológieam ente se han
Los complejos virus-antieuerpo-complemen- demostrado tres tipos de virus diferentes, lla­
to pueden actuar sobre células que tienen re­ mados poliovirus tipo 1, 2 y 3. Si bien difieren
ceptores para la fracción Fe, como importantes en la especificidad antigénica, las característi­
agentes de daño de membrana. cas morfológicas y funcionales de replicación
Complejos inmunes de estructuras variables son prácticam ente idénticas. Por ello, si bien
pueden formarse en la superficie de células que pueden admitirse diferencias, los comentarios
están sintetizando antígenos y actúan bloquean­ sobre respuesta inmune se realizarán en gene­
do factores necesarios para que aquéllas pue­ ral, sin especificar el tipo de virus.
dan ser eliminadas por fenómenos de inmuni­ Las partículas virales están integradas por
dad mediada por células T. cuatro polipéptidos V P l, VP2, VP3 y VP4.
Este m ecanism o ha sido observado en las Una serie de moléculas proteicas interm edia­
formas crónicas que suceden a la infección sa- rias son sintetizadas en la célula infectada, cu­
ram pionosa (panencefalitis esclerosante suba- yas características inmunológicas no son cono­
guda), en las que se ha demostrado un factor cidas, pero obviamente participan en la conste­
que bloquea la inmunidad mediada por células. lación de la respuesta inmune productiva. Entre
Inmunología en las Infecciones virales 545

ellas las principales son N C V P l A (non capsid cen los signos de parálisis fláccida típica de la
viral protein), que es precursora de las proteí­ complicación de la infección poliomielítica.
nas de la cápside, y la NCVP2 de 77 kD. Este mecanismo, en especial la viremia co­
La P63 (única proteína con actividad poli- mo factor necesario para el ataque a las células
merásica netamente viral) deriva de NCVP2. del sistema nervioso, explica la eficacia rotun­
Todas ellas contribuyen en la respuesta in ­ da de la vacunación poliomielítica con vacuna
mune cuando se produce la infección natural o inactivada. Esta vacuna, aunque sólo induce
la inducida con vacunas de virus atenuado. O b­ una respuesta de anticuerpos del tipo IgM e
viamente, en la vacunación con virus inactiva­ IgG neutralizantes, poca respuesta inmune ce­
do la respuesta está limitada a los polipéptidos lular o ninguna y “nada” de IgA secretoria (no
estructurales solamente. deteetable), es suficiente para complejar el vi­
En la figura 27-7 se presentan diagramas de rus que invade el espacio intersticial y circula
la respuesta inmune en una infección natural en en la sangre. El éxito individual de cada caso
su tipo de localización faringoentérica y la dependerá de la cantidad de anticuerpos dispo­
complicación paralítica. En la figura 27-8 se nible en el momento de la entrada del virus. Es
incluyen los correspondientes a la respuesta in­ importante recalcar que la inmunidad que con­
ducida por vacuna inactivada y por virus ate­ fiere la vacuna inactivada es pobre o nula para
nuado. prevenir la replicación viral en mucosa intesti­
Es obvio que la localización faríngea e intes­ nal y faríngea.
tinal constituye la fase inicial de la infección, En el caso de la infección natural o la induci­
que genera una sintomatología local de curso da por vacuna atenuada, la producción de anti­
variable, desde casi asintomático hasta episo­ cuerpos de tipo IgM, IgG e IgA circulantes es
dios de faringitis y enteritis agudas. mayor y se agrega la síntesis de IgA secretoria
En el individuo virgen de inmunización pre­ en íos tejidos expuestos. La respuesta de inm u­
via, su estado de defensa general condicionará nidad celular es deteetable también en estas cir­
la intensidad de producción de virus, el cual po­ cunstancias.
drá alcanzar el espacio extracelular e inducir vi­ Reiteramos además que los anticuerpos for­
remia. El virus tendrá así posibilidades de con­ mados son inducidos por una variedad de antí­
tactar todas las células del organismo. Recepto­ genos mayor que la que tiene la vacuna inacti­
res muy particulares, mecanismos de replica­ vada.
ción condicionantes, virulencia de la cepa viral, A pesar de todo, la vacuna inactivada tiene
hacen que algunas células del asta motora de la un éxito indiscutido en el control epidemiológi­
médula sean atacadas y destruidas por proceso co de polio y un riesgo menor que la atenuada
lítico. Cuando una cantidad considerable de es­ en casos de niños deficientes en su respuesta
tas neuronas pierden funcionalidad se estable­ inmune.

Tiempo en días

F ig . 2 7 -7 . E v o lu c ió n d e m aix a d o re s e n la in fe c c ió n p o lio m ie lític a c o n c o m p lic a c ió n p a ra lític a .


546 Inmunopatología

tos durante la evolución de la infección prima­


ria del adulto, contrastando con el extenso pe­
ríodo en que puede detectarse virus en el niño
infectado durante la gestación y el período pos­
parto, cuando nace con vida.
La variación de la cinética de evolución de
los distintos anticuerpos que se detectan según
el tipo de técnica y los antígenos que se utili­
cen, nos brinda un claro ejemplo de la necesi­
dad de elegir con conocimiento el sistema sero­
lógico que se empleará para llegar a un diag­
nóstico de certeza, según sea el período de evo­
lución de la enfermedad y el tipo de infección
VIRUS que se desarrolla.
Fijem os brevem ente la atención en lo que
ocurre durante la infección del adulto con los
anticuerpos inhibidores de la hemaglutinación
(IHA), que son los que pueden ser estudiados
por técnicas más comunes y que son compati-
bilizables con los neutralizantes. Si la primera
muestra de suero es tomada correctamente den­
tro de los 3 días de iniciada la enferm edad,
cualquiera que sea la época de toma de la se­
gunda (10, 20 o 30 días), permitirá su estudio
com parado con la técnica de IHA o con las
otras y se podrá demostrar un aumento signifi­
F ig . 2 7 -8 , R e s p u e s ta a la v a c u n a c ió n c o n tr a p o lio .
cativo del título de anticuerpos, hecho básico
que permite hablar de una infección específica
reciente. Sin embargo, si la prim era toma se
efectúa entre 5 a 10 días después de la inicia­
10. Respuesta inmune en rubéola ción de los síntomas (decisión tardía), no se p o ­
drá demostrar, mediante la técnica de inhibi­
En la figura 27-9 se presentan datos sobre la ción de la hemaglutinación (IHA) común, un
evolución de la excreción de virus, la viremia y aumento significativo de anticuerpos; en este
la cinética de síntesis de anticuerpos de distin­ caso se necesitaría obtener nuevas muestras de
tos tipos en la infección primaria del adulto y suero, más adelante, para objetivar la caída del
en la infección del feto en títere por virus de la título que ocurre normalmente, o recurrir a la
rubéola. titulación específica de IgG e IgM. No obstan­
Estos datos refuerzan algunos de los concep­ te, el mismo tipo de muestras, tomadas entre
tos que ya hemos expresado. Queda indicado el los 5 o 10 días y otra de 30 días, permite de­
corto período a partir de la aparición de los sín­ mostrar el aumento de anticuerpos si se utiliza
tomas, en el cual se pueden obtener aislamien­ la reacción de fijación de complemento.

INFECCIÓN
DEL ADULTO Anticuerpos inhibidores
de la hemaglutinación
Virus en (IgG + IgM)
fa rin g e /
Anticuerpos
fijadores de complemento
Virus en / /
sa n g re /' j

- too -10 10 100 1000


INFECCIÓN
c FETAL
"O
igiVI del niño / IgG del niño
'8 V I g G m a te rn a ,/
CD

1
N a c im ie n to 'V Í

- 100 -1 0 1 10 100
F ig . 2 7 -9 . E v o lu c ió n d e m a rc a d o re s d e te c ­
Tiempo en días ta b le s e n la in fe c c ió n r u b e ó lic a .
Inmunología en las infecciones virales 547

En el caso p articu lar de la infección del Herpes simples tipo 1 (facial), HSV I
adulto por virus de rubéola, si se dispone de Herpes simples tipo 2 (genital), HSV2
una muestra de 5 a 10 días, luego del inicio de Citomegalovirus, CMV
los síntomas y se pueden efectuar técnicas de Epstein-Barr, EBV
estudio de título de inm unoglobulinas 7S y Varicela zoster, VZV
19S, con una sola m uestra en la que se detecte Herpes virus humano tipo 6 (HHV 6 )
un alto títu lo de an ticu erp o s IH A del tipo Herpes virus humano tipo 7 (HHV7)
19S se podrá inferir una posible infección re­
ciente. Los dos primeros, H SV l y HSV2, son res­
La técnica que permite evaluar las globuli­ ponsables de infecciones humanas, cuya form a
nas 19S y 7S ha sido la base de la información más común es la inducción de patología en m u­
que hoy se dispone sobre la infección congéni­ cosas tanto oral como genital. Otras localiza­
ta de rubéola y la evaluación de la respuesta del ciones como el ataque a tejidos oculares, piel,
niño, la cual puede observarse al pie de la figu­ sistem a nervioso central, form as sistém icas,
ra 27-9. Se demuestra que durante la persisten­ etc. son menos frecuentes aunque obviamente
cia de síntesis de virus en el recién nacido, éste de mucho mayor riesgo, sobre todo en recién
produce IgM específica de rubéola, lo cual in­ nacidos. A estos agentes nos referiremos con
dica que el niño es inmunológicamente compe­ alguna extensión más adelante.
tente, pero evoluciona con una lenta madura­ La infección citomegálica es muy frecuente
ción, para eliminar finalmente los clones celu­ en seres humanos y, en todos los lugares donde
lares productores de virus. Mientras esto ocu­ se ha explorado, se demuestra que alrededor de
rre, en el suero aumenta lentamente el tenor de un 80% de individuos adultos tienen anticuer­
IgG inmune propia del niño. La detección en pos circulantes que revelan una infección p re­
este caso de un título alto de IgM específico en via en algún momento de su vida. La mayoría
los primeros días y durante los primeros meses de las infecciones generalm ente asociadas a
de vida en presencia de concentraciones muy distribución sistémica pasan como formas in a­
inferiores de IgG, constituye fuerte evidencia parentes. Cuando existen, uno de los signos
en favor de una infección en útero. más frecuentes es la inducción de un síndrome
En beneficio del tiem po y la claridad no ictérico leve, con inflamación hepática.
ofrecemos aquí detalles operativos de las prue­ La infección in útero induce variadas r e s ­
bas de laboratorios desarrolladas. Sólo diremos puestas que van desde el nacimiento de un niño
que la técnica de inhibición de la hemaglutina- que excreta virus sin ningún síntoma o signo de
ción puede ser llevada a cabo en laboratorios enfermedad hasta severas alteraciones acom pa­
periféricos, ya que pueden distribuirse antíge­ ñadas de malformaciones, que pueden ocasio­
nos inactivados y sueros apropiados de referen­ nar la muerte fetal. La infección in útero o p o s­
cia. parto induce un estado de persistencia que p u e­
R ecientemente se han introducido técnicas de, en función del estado inmunitario del indivi­
de investigación de anticuerpos por inm uno- duo, tener reactivaciones a lo lai-go de su vida.
fluorescencia y enzim oinm unoensayo de alto Las correlaciones entre el tipo de anticuerpos
valor diagnóstico que prácticam ente han des­ y su modulación en el estado de actividad de
plazado la IHA. esta infección p ersistente de] hom bre y sus
La demostrada peligrosidad de la infección reactivaciones es aún objeto de estudio.
por rubéola en el curso de las primeras sema­ El virus de Epstein-Barr ha cobrado una gran
nas de embarazo, hacen necesario que en todos importancia en los últimos años. Se lo encuen­
los casos de dudas se solicite la información tra asociado a una serie de síndromes, en m u ­
que el laboratorio puede brindar a los efectos chos de los cuales su etiología directa aún re­
de fijar una conducta más racional sobre la in­ quiere confirmación.
dicación médica. Esto justifica que la disponi­ Se presum e con fundam ento que el agente
bilidad de este recurso de laboratorio sea exten­ EBV tiene un papel etiológico en la m ononu­
dida a toda la población. cleosis infecciosa. Es frecuente que en la ev o ­
lución de esta infección se induzca una m ode­
11. Respuesta inmune en la infección rada ictericia que, junto con otros aspectos del
herpética humana síndrome, hacen en ciertos casos relativamente
difícil establecer un diagnóstico clínico d ife ­
rencial con las hepatitis virales clásicas.
a) Generalidades Para enfatizar el problema (tipo de infección
viral, estado inmunitario del huésped, reacción
Dentro de la familia herpes viridae hay siete del huésped, distintas enfermedades) verem os
agentes que producen infección natural en hu­ una serie de síndromes a los cuales se asocian
manos: distintos tipos de marcadores antigénieos del
548 Inmunopatología

virus EBV y en los cuales la respuesta inmune en el individuo, aunque una vacuna con virus '
humoral revela reacción contra determinados Varicela vivos atenuados es casi inminente.
antígenos en especial. Se sospecha, con muchas probabilidades de
Está relacionado con la mononucleosis infec­ certeza, que el camino que separa una infección
ciosa, ya sea en sus formas clínicas convencio­ con HSVI que induce una enfermedad banal de
nales benignas o sus complicaciones a formas mucosas, su complicación con un estado recu­
fatales, a las agammaglobulinemias posmono- rrente y la infección abortiva que genera clones
nucleosis infecciosa y al sarcoma de células B proliferativos pasibles de formar un tumor, son
posmononucleosis infecciosa. fenómenos en los cuales la modulación del tipo
Su estrecha relación con el linfoma america­ y la cantidad de inmunoglobulinas, células in­
no de Burkitt, el linfoma africano de Burkitt, el m unocom petentes y toda la constelación de
carcinoma nasofaríngeo, y una entidad carac­ mediadores del sistema inmune desempeñan un
terizada por un síndrome linfoproliferativo, li­ papel decisivo y quizá determinante.
gado recesivamente al gen, nos ejem phfica la En distintos grados de complejidad ocurre lo
gran variabilidad de estados patogénicos que mismo en la infección con el agente de EBV y
dependen de distintos equihbrios inmunológi­ con el HBV.
cos a los que se llega.
Se ha demostrado que el genoma del virus b) Sumario de aspectos de la respuesta inmune
EBV puede integrarse en cromosomas de las en la infección con virus herpes simple
células que infecta, induciendo persistencia de
fracciones genéticas virales. Una serie de evidencias epidemiológicas, in-
De todos estos casos de enfermedades distin­ munovirológicas y de estudios de biología mo­
tas originadas por un solo agente viral podemos lecular muestran una estrecha asociación del
inferir que las diferentes respuestas que se in­ agente HSV^ (infección genital) y el carcinoma
ducen en individuos determinados son las que de cuello uterino. Estos estudios en el gran
condicionan la evolución. contexto de la inducción de malignidad por in­
El virus varicela zoster es el agente causal fecciones virales, han hecho que en el sistema
de la varicela en su infección primaria, clásico de la infección herpética humana en general, y
síndrome de amplia distribución en la especie para el caso particular de herpes simple, se ha­
humana, especialmente en niños. Como regla ya acumulado una cantidad considerable de in­
general de los virus de esta familia, establece formación.
un estado de persistencia en el individuo infec­ Las consideraciones y Jos diagramas que a
tado. continuación se presentan tienen un objetivo
El herpes zoster, forma clínica cuya mayor didáctico de introducción al problema y no el
frecuencia se presenta en individuos de edad de hacer una presentación exhaustiva y crítica.
avanzada o adultos condicionados, consiste en Es necesario repasar las características es­
una reactivación viral en un huésped parcial­ tructurales del virus herpes simple, con el obje­
mente inmune. Se explica este fenómeno como to de tener presente su capacidad genética por
asociado a defectos de equilibrio fisiológico de la cual es capaz de inducir la síntesis de cerca
la respuesta inmune integral y es frecuente aso­ de 30 polipéptidos codificados por el genoma
ciar la aparición de herpes zoster en individuos viral. Esto, cuando el virus produce una infec­
con enfermedades neoplásicas, disturbios meta- ción productiva, es decir, cuando los mecanis­
bólicos severos y enfermedades degenerativas. mos bioquímicos funcionan de tal manera que
Los herpesvirus humanos de los tipos 6 y 7 se producen nuevos viriones infectivos.
infectan hnfocitos T. El HHV 6 causa una leve Recordemos que el agente del herpes simple
infección eruptiva de la infancia conocida co­ (tanto su tipo 1 o 2 ) puede inducir una infec­
mo roséola o exantema súbito. Ambos (HHV 6 ción primaria, de la cual el individuo puede re­
y HHV7) han sido asociados a trastornos linfo­ cuperarse y no tener un nuevo problema en el
proliferativos, pero restan aún mayores estu­ resto de su vida. Otros individuos, con frecuen­
dios para confirmar esta asociación. cias y causahdades diversas, repiten periódica­
Como hecho general podemos decir que este mente la enfermedad, en el mismo sitio con in­
tremendo nivel de complejidad que se plantea tensidades variables. A este fenómeno se llama
en la infección herpética humana es la causa por recurrencia.
la cual aún no se ha podido desarrollar ninguna Existen algunos problemas de nomenclatura,
vacuna eficiente que perm ita controlar cual­ pero podemos aceptar recurrencia sin incurrir
quiera de los síndromes a que hemos hecho re­ en ningún error.
ferencia. Por el contrario, la idea general que El problema se genera porque existe pasaje
existe es la de alertar enérgicamente contra la del ganglio a la superficie de la piel (vía axóni-
utilización de cualquier tipo de inmunógeno, sin ca), que puede producir excreción de virus con
haber comprendido previamente su real acción síntomas y signos o sin ellos. Alguien ha pro­
Inmunología en las infecciones virales 549

F ig . 2 7 -1 0 . E v o lu c ió n d e m arcad o re.s d e ­
Aislamiento y/o
te c ta b le s en la in fe c c ió n h e rp é tie a p r im a ­
caracterización de
r ia d e m u c o s a s (fa c ia l y /o g e n ita l). virus a partir de
lesiones externas

Anticuerpos contra antígenos


internos virales demostrados
por fijación de complemento

-10 10,000

Tiem po en días

puesto llamar en forma diferente a la excreción plicación viral con inducción de la patología
viral sin lesiones y a fa excreción vira! con le­ local o sin ella, se produce en individuos que
siones, a la que reconocemos como recurrencia. tienen en su sangre un título importante de an­
Lo que importa es aceptar que tanto en in­ ticuerpos neutralizantes contra virus HSV. Las
fecciones primarias como en reactivaciones a explicaciones que pueden aportarse en función
partir del ganglio puede haber excreción de vi­ de dar una interpretación de este fenóm eno
rus con enfermedad manifiesta o sin ella. son:
Desde el punto de vista de la respuesta in­
mune es de interés hacer algunas consideracio­ 1. El tránsito del virus en el canal intraaxó­
nes. En la figura 27-10 se presenta la respuesta nico se realiza en ausencia de anticuerpos n eu ­
inmune clásica de la infección primaria, en la tralizantes en este compartimiento.
que se ve un aumento típico de anticuerpos. 2. El virus a nivel de los terminales nervio­
En la figura 27-11 se diagrama lo que ocurre sos, y antes de acceder a las células suscepti­
en el estado recurrente. El virus, por un meca­ bles, interaccionaría con cierto tipo de inmuno-
nismo de traslado por el canal intraaxónico, globulina IgG, a la cual bloquearía, protegien­
viaja desde los terminales nerviosos hasta neu­ do los receptores virales que harían a este virus
ronas de los ganglios del trigémino (infección insensible a anticuerpos neutralizantes. El virus
facial) o sacros (en la infección genital). En la así “protegido” por cierto tipo de IgG podría
neurona, célula que no se divide, se aloja en un ingresar a las células susceptibles e infectarlas.
estado particular de latencia y fenómenos aún 3. Una vez que el virus ha penetrado en las
no definitivamente aclarados producen el viaje células susceptibles y amplificado el número de
inverso del virus, desde el ganglio a los term i­ nuevos viriones infecciosos, el mecanismo de
nales nerviosos del sitio original de infección. traspaso de célula a célula puede hacerse por
A llí alcanza células susceptibles y se induce mecanismo de fusión de membrana con células
una multiplicación viral que se transmite en su contiguas, que lo pone fuera del alcance de los
mayor parte por mecanismos de formación de anticuerpos presentes en el espacio extracelular.
síncicios y fusión de membranas, alcanzando 4. La inmunidad dependiente de células y el
células vecinas. Consecuentemente, se produce m ecanism o de inflam ación actúan, y nuevas
el fenómeno de inflamación y una nueva esti­ células se informan con antígenos procedentes
mulación del sistema inmune (fig. 27-12). de las células infectadas destruidas por m eca­
Es de gran importancia resaltar que este fe­ nismos de citotoxicidad dependiente de linfoci­
nómeno representa una verdadera paradoja in­ tos. Ello mantiene una producción casi p erm a­
munológica. Esto es, la reactivación de la re­ nente de células B productoras de anticuerpos

Anticuerpos Recurrencias
neutralizantes virales

F ig . 2 7 -1 1 . E v o lu c ió n d e
m a r c a d o re s d e te c ta b le s e n la
i n fe c c ió n h e r p é t ie a p r im a r i a
d e m u c o s a s ( fa c ia l y /o g e n i ­ -1 0 10 100 10.000
ta l) y r e c u r r e n c ia s p e rió d ic a s
an u ales. Tiempo en días
550 Inmunopatología

Ganglio trigémino F ig . 2 7 -1 2 . D ia g ra m a d e l
p o s ib le m e c a n is m o de
t r a n s p o r te v ira l e n la re-
cuiTencia h e rp é tic a .

ganglio sacro
Viaje intraaxónico de ganglio
i receptores periféricos, donde
alcanza células de piel y/o mucosas
De ganglio trigémino 3° o 4-
sacros, se ha aislado virus herpes.
Neurona Siempre que se cultive como
ganglionar que explanto y en presencia de
alberga el virus células permisivas (cocuitlvo)

Represión y/o inducción


de la replicación viral. Puede
participar IgG inmune pegada
a antígenos de superficie
en la neurona

circulantes, del tipo neutralizante, y contra to­ A fines de la década de 1970, científicos ita­
dos los otros antígenos virales que se producen lianos describieron el virus de la hepatitis D
en cantidad suficiente. (HDV) o Delta c¡ue sólo afecta a pacientes que
también estén infectados con el HBV, existien­
En este fenómeno intervienen una serie de do la co-infección y la sobreinfección.
factores concomitantes, contra los cuales la in­ A fines de los años ’80, se describen los vi­
tegridad de la habilidad de respuesta T depen­ rus de la hepatitis C (HCV) y de la hepatitis E
diente a nivel de inmunidad celular, la síntesis (HEV), ambos ARN virus, pero de diferente
de inteferón, la IgA secretoria inmune, etc., de­ vía de transmisión = fundamentalmente paren-
sempeñan papeles críticos. teral para HCV y oral para HEV.
Es de importancia, refiriéndonos aJ tema de En 1965, Blumberg evidenció la presencia,
respuesta inimine en infecciones virales, inser­ en la sangre de ciertos individuos, de un antíge­
tar aquí un refuerzo del concepto de inmuniza­ no al que llamó Australiano. En la actualidad
ción. Obviamente, una vacuna clásica de virus se acepta que este antígeno está asociado a la
herpes inactivado sólo será capaz de inducir efi­ infección con el agente etiológico de la hepati­
cientemente anticuerpos contra antígenos de su­ tis B y se trata de la presencia, en la sangre de
perficie viral (neutralizantes) y muy poco o na­ individuos infectados, de partículas completas
da contra estructuras antigénicas internas. Una (DAÑE) o partículas subvirales de este com­
vacuna de este tipo será inútil, como lo ha de­ plejo antigénico (véase fig. 27-4).
mostrado la experiencia, para producir un cam­ La era del antígeno de Blumberg, como ha
bio en el fenómeno de recurrencia, ya que estos sido dado en llamarse al importante trabajo de
individuos tienen un alto título de anticuerpos. investigación desarrollado en los últim os 1 0
años, ha permitido disponer de técnicas de la­
12. R espuesta inmune en hepatitis B boratorio de discreta simplicidad, que brindan
un enfoque específico al estudio de diagnóstico
Se conoce perfectamente la constelación de de las hepatitis infecciosas virales. La posibili­
pruebas de laboratorio inespecíficas (desde el dad de investigar en grandes grupos de pobla­
punto de vista de los agentes etiológicos), apli­ ción la presencia del antígeno asociado a la he­
cadas al diagnóstico y seguimiento de los en­ patitis producida por el virus de la hepatitis B
fermos con hepatitis infecciosa. (HBV) ha permitido establecer la existencia de
Desde el punto de vista epidemiológico, po­ portadores de antígenos por períodos diversos
demos reconocer la llamada hepatitis viral in­ que pueden alcanzar desde más de seis meses a
fecciosa epidémica o hepatitis A, y la asociada años.
fundamentalmente a transfusiones de sangre y Estudios epidem iológicos bien controlados
aplicaciones parenterales o hepatitis B. han demostrado que la transfusión o los contac­
Inmunología en las infecciones virales 551

tos parenterales con la sangre de portadores es baciones provienen de interpretaciones fra g ­


capaz de transmitir la hepatitis B a los recepto­ mentarias de casos de accidentes, no perm ite
res. El control de la sangre de los donantes, que ningún comentario para dar explicación de este
permite eliminar a aquellos en los que se detec­ hecho. Sin embargo es lícito pensar que, por
ta el antígeno asociado a hepatitis, disminuye problemas de receptores u otra causa, el agente
drásticamente los casos postransfusionales. no infecta células susceptibles y es degradado
Esto justifica ampliamente la aplicación ruti­ por mecanismos del huésped antes de que al­
naria de técnicas de detección en todos los ca­ cance a inducir una respuesta inmune detecta-
sos de transfusión. Es necesario recordar que ble. En otros casos no hay enfermedad, pero sí
otros m ecanism os, adem ás de las p rácticas resp u esta de anticuerpos fundam entalm ente
transfusionales y algunas de carácter yatrogéni- contra HBsAg.
co (prácticas dentales, endoscopias, acupuntu­
ra, etc.), ayudan a mantener la endemia natural b) Hepatitis viral aguda
del virus en la naturaleza (ritos rehgiosos, ho­
m osexualidad m asculina, heterosexualidad, Uno de los hechos que caracteriza esta enfer­
etc.). medad por virus B es el largo y variable perío­
Antes de presentar un breve comentario so­ do de incubación, que media desde la exposi­
bre los aspectos relacionados con la respuesta ción hasta la aparición de los síntomas. L a se­
inmune en hepatitis B conviene repasar los as­ cuencia de la cinética de los principales m arca­
pectos estructurales del agente (véase fig. 27-4). dores se presenta en la figura 27-13. Antes de
Recordemos que la infección humana con el la aparición de los síntomas clínicos y de la
HBV puede inducir distintos síndromes (véase elevación significativa en el suero del paciente
gráfico en esta página). de las aminotransferasas, puede detectarse en él
Veamos ahora algunos de los aspectos gene­ HBsAg. Esto, junto con un alto título de ADN
rales de la respuesta inmune en estos casos: polimerasa viral en suero, son indicadores fe­
hacientes de una im portante síntesis de virus
a) Individuos refractarios por parte de la célula hepática.
El virus obviamente se replica en el hepato­
Se conoce que un reducido número de indi­ cito sin producir daño celular (Usis) “per se” y
viduos han recibido transfusiones de sangre en la sangre de este individuo se encuentran
provenientes de personas infectadas con HBV partículas de DAÑE (42 nm) y una gran canti­
y no han respondido con desarrollo de enfer­ dad de HBsAg en su forma particulada de 20
medad ni con la producción de una respuesta nm y agrupaciones filamentosas. La aparición
inmune detectable. El margen nulo de experi­ de síntomas clínicos y la elevación de las ami­
mentación en humanos, ya que estas com pro­ notransferasas coincide con la brusca aparición

HBV
P o rta d o r o lig o s in to m á tic o
o a s in to m á tic o
N a d a d e te c ta b le
( In d iv id u o s re fra c ta rio s ) H u m a n o s s u s c e p tib le s

H e p a titis v ira l a g u d a t
I n fe c c ió n in a p a re n te
fu lm in a n te (m u e rte )
a n ic té ric a
S in s in to m a to lo g ía
c lín ic a su b je tiv a

H e p a titis p e rs is te n te

P e r s is te n c ia d e uno
H e p a titis v i r a l '
o m á s m a rc a d o re s
aguda
d e r e p lic a c ió n v iral
H e p a titis viral
en e l in d iv id u o
c ró n ic a a g re s iv a
(d e fin itiv a o
i n te rm ite n te )

R e c u p e ra c ió n con
e lim in a c ió n d e fin itiv a D is p la s ia d e las c é lu la s -< * - . C irro sis
d e m ai-cadores de h e p á tic a s , h e p a to m a
r e p lic a c ió n v ira l
552 Inmunopatología

F ig . 2 7 -1 3 . E v o lu c ió n d e m a rc a d o re s d e te c ta b le s en
la in fe c c ió n c o n v iru s d e la h e p a titis B . (C a s o d e h e ­
p a titis v ira l a g u d a re s u e lta .)

y el eJevado aumento en suero de anti-HBc, el complejos HBeAg-IgG se consideran inducto­


anticuerpo contra la m asa antigénica interna res de glomerulonefritis membranosa. La desa­
del virión (core). En un tiempo poco definido y parición del HBeAg es seguida por la aparición
siempre que la recuperación general del enfer­ de su anticuerpo, el anti-HBe. Esta seroconver-
mo sea un hecho clínico, cae la concentración sión, que ocurre alrededor del pico de síntomas
de HBsAg en suero. clínicos, indica que la enfermedad evoluciona
Sigue a esto un perío d o sin antig en em ia favorablemente, pudiendo ser interpretada co­
(HBsAg) detectable que puede extenderse por mo probable recuperación y elim inación de
semanas y luego comienza a detectarse con una clones productores de virus en el hígado del
elevación muy lenta el anticuerpo anti-H Bs huésped (fig. 27-13).
contra el antígeno de superficie. E stas co n sid eracio n es serán n uevam ente
En una hepatitis viral aguda resuelta, no se evaluadas al tratar las otras variables de la in­
detectan marcadores fehacientes de la replica­ fección con virus B.
ción del virus (ADN polimerasa y HBeAg en Es de importancia trabajar sobre el concepto
suero), y sí se observa una caída del anticuerpo de que la patología que desencadena el síndro­
anti-core y un mantenimiento del título de anti­ me de hepatitis no es inducida por la replica­
cuerpos anti-HBs. Este cuadro indica un buen ción viral “p er se”, sino por la serie de m eca­
pronóstico de la infección. Los anticuerpos an- nismos que siguen a la respuesta del individuo
ti-HBc son primero IgM y luego del tipo IgG y y que generan el daño celular del hepatocito.
los anti-HBs son, en el caso de detectarse, del La imagen microscópica de la biopsia hepá­
tipo IgG. tica se caracteriza predominantemente por in­
El silencio serológico de HBsAg y anti-HBs filtración m ononuclear linfocitaria. Los estu­
durante el período de transición no se debe en dios de la respuesta de inmunidad celular en la
realidad a una ausencia absoluta, sino a la falta hepatitis viral aguda no arrojan resultados uni­
de sensibilidad de las técnicas empleadas en su formes, pero orientan hacia la comprensión de
detección, ya que gran parte de la masa de cada su importante papel en la inducción de patolo­
uno de ellos se encuentra formando complejos gía. Algunos autores han encontrado una pro­
inmunes. ducción aumentada del factor inhibitorio de la
Es muy importante plantear la categórica di­ migración de macrófagos, cuando linfocitos de
ferencia de la respuesta de anticuerpos anti- pacientes tomados entre la iniciacióti y el pico
HBc y la de anti-HBs. Cada vez se tiene más de tra n sa m in a sa s fu e ro n e n fre n ta d o s con
evidencia de que los antígenos de la estructura HBsAg purificado. Otros autores han hallado
del core son realmente nuevos en el organismo un aumento de la respuesta celular específica
humano, mientras que la constelación de poli­ en la iniciación de la convalecencia, cuando el
péptidos que constituyen el antígeno HBsAg antígeno HBsAg deja de detectarse en suero.
tendrían especificaciones tanto del virus como Existen resultados que indiean, en enfermos
de algunas de las proteínas del hepatocito. agudos, una respuesta linfocitaria activa contra
El antígeno “e” del virus de la hepatitis B HBeAg. Esta tuvo una intensidad de aproxima­
(HBeAg) se encuentra en el core de la partícula damente el doble eon relación a cuándo se estu­
de DAÑE en forma críptica; es detectable en dió la inducida en los mismos pacientes contra
suero sim ultáneam ente con la aparición del HBsAg. Otros autores han relatado que durante
HBsAg o poco tiempo después. El HBeAg per­ la fase aguda y la convalecencia temprana se
siste menos tiempo que el HBsAg en la mayo­ produce un aumento del número relativo de cé­
ría de los pacientes. El HBeAg es un marcador lulas hiporreactivas (mull cells) que pueden al­
de infectividad y su presencia sugiere la conti­ canzar un valor del 25% del total de linfocitos
nua actividad del HBV. Además, los inmuno- periféricos en el máximo período de supresión.
Inmunología en las infecciones virales 553

La interpretación de todos estos datos, no d ,) P o r t a d o r o l ig o s in t o m á t ic o o a s in t o m á t ic o


siempre discrepantes, semeja un rompecabezas,
en el que faltan piezas y el juego consiste en Este individuo está definido como aquel que
armar lo más posible y diseñar los estudios fal- sin sentir ninguna sintomatología, o síntom as
tantes para completar la imagen final. muy ligeros que no obligan a la consulta espe­
cífica, y que por razones diversas, pero funda­
c) Hepatitis viral aguda fulminante mentalmente por su intento de donar sangre, es
detectado como portador de HBsAg en su san­
Algunas hepatitis virales agudas inducidas gre. Es necesario añadir, para ampliar la defini­
por virus B, con desenlace fatal, siguen ei cua­ ción, que no debe ser alcohólico ni drogadicto,
dro general ya planteado con la sola e im por­ y que se demuestre que tiene antígeno HBsAg
tante excepción de que en forma muy tempra­ detectable en sangre por un período mayor de 6
na, y precediendo a la instalación de los graves meses. Además del estudio completo deberá te­
signos y síntomas que preceden a la muerte, se nerse en cuenta que una punción biopsia de h í­
detecta un aumento marcado de anti-HBs. El gado no revele ningún tipo de patología defini­
reducido número de casos estudiados no perm i­ ble. Los estudios referentes a otros parámetros
te aún correlacionar este aumento de anti-HBs como aminotransferasas, otras enzimas, facto ­
y el desenlace fatal, pero obviamente abre aun res de coagulación, etc. deberán corresponder a
más el camino a la hipótesis de que el daño he­ límites de normalidad.
pático estaría relacionado con la exclusión por En la figura 27-14 planteamos el perfil de n i­
citóli.sis de células hepáticas nobles afectadas veles de antigenemia y otros datos relacionados
por mecanismos inmunes y no por acción di­ con la respuesta inmune en un portador. En él
recta del virus. se ve como elemento definitorio un alto y con­
En cuanto a si ese mecanismo es dependien­ tinuo título de anticuerpos anti-HBc, acom pa­
te o no de anticuerpo circulante es materia de ñando la presencia de HBsAg. Es prácticam en­
estudio. te nula la posibilidad de detectar en estos indi­
viduos anti-HBs.
d) Infección con persistencia de uno o más Estudios de inmunidad celular han dem ostra­
marcadores de replicación viral en el do que los linfocitos no tienen ninguna re s ­
individuo puesta activa cuando se utiliza HBsAg p u rifi­
cado como antígeno inductor en las pruebas in
Un porcentaje no conocido de los individuos vitro.
que se infectan (independientemente de que de­ En nuestro seguimiento de una serie de p o r­
sarrollen o no una hepatitis aguda o una infec­ tadores asintomáticos detectada en el banco de
ción con sintomatología en niveles que no lle­ sangre, 80% de los casos estudiados con evolu­
van al individuo a requerir atención médica) ción favorable presentaron detección de anti-
pueden evolucionar en forma que la respuesta HBe y no pudo demostrarse HBeAg.
inmune y otros parámetros involucrados deter­
minen la no ehminaeión de hepatocitos persis­ d^ y dj) H e p a titis p e r s is te n te y h e p a titis v ir a l
tentemente infectados, los que continúan, prp- CRÓNICA a g r e s i v a
duciendo virus completos y partículas suf)yira-
les, como la partícula de 2 0 nm correspondien­ A quí conviene introducir un concepto que
te a HBsAg. tiene que ver con el armado del rompecabezas
C asuísticas efectuadas m ediante estudios inmunológico de la infección con virus B.
controlados indican que un 5% de las hepatitis Resulta, como hemos visto, que la infección
agudas tipo B evolucionan a la persistencia. puede causar una hepatitis viral que va desde el
Este dato es para áreas epidemiológicas deter­ síndrome fulminante, con altos y abruptos te­
minadas y no puede generalizarse, pero da una nores de bilirrubinemia pre mortem, a formas
idea del problema. agudas severas eon franca bilirrubinemia, altos
Como se presentó en el diagrama, el estado niveles de aminotransferasas y aguda presencia
de persistencia viral en el hígado puede estar de síntom as subjetivos (anorexia, cansancio,
acompañado de una gama de otros hechos que etc.) y, por último, formas muy leves hasta ne­
condicionan polos didácticos de clasificación, tamente anictéricas.
y cuya definición es muchas veces imposible. El concepto a que hacíamos referencia es el
que perm ite aceptar que cuanto más leve sea e]
Estos son; cuadro y preferentemente las formas anictéri­
cas, más tendencia tienen estas infecciones a
dj) Portador oligosintomático o asintomático. generar el estado de persistencia.
d^) Hepatitis persistente. La diferencia entre un cuadro de hepatitis vi­
d,) Hepatitis viral crónica agresiva. ral p ersisten te y una h epatitis viral cró n ica
554 Inmunopatología

F ig . 2 7 -1 4 . E v o lu c ió n d e m a rc a d o re s d e te c ta b le s e n la in fe c c ió n co n v iru s d e la h e p a titis B , e n in d iv id u o s o lig o s in to m á ti-


co s o a s in to m á tic o s (p o rta d o re s).

agresiva tiene que ver con las imágenes de pa­ el radioinmunoensayo sí detecta a ambos. Esto
tología del tejido hepático y, en obvia relación habla claro de la eficiencia de la CIE para de­
con ella, la sintomatología y la signología que tección de HBsAg en portadores. La contrain­
se acompaña. Aproximadamente el 5 al 10% de munoelectroforesis, en el seguimiento de pa­
los pacientes con hepatitis viral aguda tipo B cientes, muestra una eficiencia con respecto al
desarrollan formas crónicas. RIA que no pasa del 40%, mientras que en da­
El HBeAg y la ADN polim erasa viral en dores de sangre llega al 75% de lo que se de­
suero (no incluidas en la figura 27-15 por razo­ tecta con RIA.
nes de claridad) también son francamente de­ El cuadro de complejidad de la respuesta in­
tectados en el período de enfermedad asinto­ mune en la hepatitis crónica agresiva explica
mática, y en realidad es probable que en canti­ “per se” cómo estos casos, en un gran número,
dades no detectables se sinteticen en forma per­ evolucionaron a la fibrosis y culm inan como
manente en este tipo grave de infección. síndromes cirróticos.
Siempre, en estos casos, altos títulos de anti- Como indicador adicional de replicación vi­
HBc acompañan la evolución. ral también encontraremos aquí un alto nivel de
La incapacidad de desairollar una respuesta anti-HBc.
policlonal eficiente de anti-HBs en este tipo de
pacientes puede ser interpretada como un m e­ e) C o r o la r io
canismo de “tolerancia” sobre el que no dispo­
nemos de evidencias experimentales. Q ueda así aclarado que la p ato g en ia que
En cuanto al perfil de la respuesta inmune, y acompaña a la hepatitis viral inducida por el vi­
con referencia especial a la hepatitis viral cró­ rus tipo B tíene un componente fundamental en
nica agresiva, vemos en la figura 27-15 un dia­ la respuesta inmune. El agente tiene una acción
grama de la evolución de los marcadores más citopática muy limitada o nula y es común en­
importantes, a manera de ejemplo que refleja contrar hepatocitos productores de virus (reve­
los resultados de algunos casos estudiados por lados por inmunofluorescencia o microscopia
nuestro grupo. Lo importante es que la presen­ electrónica) perfectamente conservados citoló-
cia de HBsAg y anti-HBs se alternan de forma gicamente.
que se fluctúa entre la formación de inmuno- En portadores asintom áticos, una cantidad
complejos en exceso de antígeno y la situación de material viral se vuelca al torrente sanguí­
inversa, con la formación de inmunocomplejos neo, sin indicios de daño celular hepático.
en exceso de anticuerpos. Las lesiones hepáticas pueden estar modula­
Esta es la razón por la cual es necesario utili­ das por la respuesta inmune celular y humoral.
zar técnicas apropiadas para su detección. Por Daño hepático:
ejemplo la contrainm unoelectroforesis (CIE)
no detecta ni antígeno ni anticuerpo en los pe­ e,) Ataque a antígenos virales en la superfi­
ríodos de cantidades equivalentes, mientras que cie de las células infectadas.
Inmunología en las infecciones virales 555

F ig . 2 7 -1 5 . E v o lu c ió n d e m a rc a d o re s d e te c ta b le s en
l a in fe c c ió n c o n v iru s h e p a titis B co n p e rs is te n c ia d e
s ín te s is v ira l y s in t o m a t o lo g í a p e r i ó d i c a (h e p a titis
c ró n ic a a c tiv a ).

e^) A taque a antígenos modificados (hués­ Por último, linfocitos o factor de transferen­
ped-virus) de la superficie celular. cia obtenidos de individuos convalecientes de
hepatitis B, administrados a pacientes que so­
Daño extrahepático: Acción mediada por in- brellevan una hep atitis crónica, inducen un
munocompiejos. agravamiento temporal de la severidad del cua­
Existe marcada evidencia de que la respuesta dro de hepatitis en todos sus parámetros.
humoral mediada a través de interacciones di­
rectas antígeno-anticuerpo, activación de com ­ Lesiones extrahepáticas
plem ento y citotoxicidad anticuerpo-depen­
diente, no .son causa primíiria de lesión de he- Durante la hepatitis viral aguda tipo B, y no
patocitos. Este concepto se apoya en datos en­ en la A, los síntomas que siempre acompañan
tre los cuales los más relevantes incluyen el he­ el cuadro general son aquellos derivados de la
cho de que la inoculación de anticuerpos an- formación y el procesamiento de inmunocom-
tiHBs a portadores de HBsAg no induce nin­ plejos. Se hacen evidentes en piel con peque­
gún daño detectable del hepatocito, explorado ñas petequias, exantema, dolores articulares y
por técnicas convencionales de laboratorio y un alteración de los pequeños capilares. También
estudio clínico minucioso. se ha descrito una breve reacción sistém ica
Si bien el anti-H Bc aparece concom itante comparable con el síndrome de la enfermedad
con el daño hepático, el anti-HBs aparece en la del suero, que es prodróm ico, y que precede
convalecencia, en total ausencia de HBsAg, y hasta en seis semanas a la aparición de los sín­
es sign o de re c u p e ra c ió n del p acie n te. El tomas.
abrupto aumento de anti-HBs en la hepatitis La importancia de los inm unocomplejos en
fulm inante resulta paradójico y aún no tiene el desarrollo de la evolución hacia la persisten­
explicación. cia viral o no, es material de estudio.
Otro dato que apoya una patogenia no de­
pendiente de anticuerpos lo constituye la obser­ Apéndice de aplicación
vación de que pacientes con agammaglobuline­ práctica
mia que desarrollan hepatitis B, tienden a dar
formas más severas, a menudo fatales, cuando Existen equipos de laboratorio, fundamental­
se com paran con la evolución de individuos mente basados en enzimoinmunodetección, con
normales. los cuales se pueden explorar cualitativamente
La clara infiltración monocitaria linfocítica la presencia o la ausencia de los distintos m ar­
de las lesiones hepáticas abre ya camino a pen­ cadores.
sar en una dependencia de la actividad inmune Un estudio completo de una hepatopatía que
celular en la destrucción del hepatocito. Ha sido se sospecha de origen viral incluiría la lógica
demostrado que individuos con defectos en la a p licació n de una can tid ad de p ru eb as. En
inmunidad mediada por células desarrollan he­ nuestra experiencia, resulta muy práctico el uso
patitis inducidas por infección con virus B m u­ de solamente tres para el inicio de un estudio
cho más leves que las personas normales. La in­ serológico de un paciente.
munosupresión resulta en una disminución de la En el cuadro 27-3 se expone la interpreta­
sintomatología en los procesos crónicos. ción más probable.
556 Inmunopatología

Cuadro 27-3
H BsAg Aníi-H Bc Ig M anti-H A V Interpretación

1 )+ H e p a titis v ira l a g u d a tip o B en in cu b a c ió n

2 )+ H e p a titis v iral a g u d a tip o B p o rta d o r c ró n ic o o h e p a to p a tía c ró n ic a

3)^ H e p a titis v ira l a g u d a tip o B en la c o n v a le c e n c ia , p e rio d o d e s ile n c io


s e ro ló g ic o d e l s is te m a d e s u p e rfic ie o iie p a titis tip o B d e la rg a d a ta

4 )- H e p a titis v ira l a g u d a tip o A

5 )- H e p a titis n o A n o B

6 )+ H e p a titis v iral a g u d a tip o A c o n las v a ria n te s d e 2)

13. Respuesta inmune en la infección proteínas del core de ambos virus. Por lo tanto,
con HIV (agente desencadenante se ha concluido que el SIDA es un síndrome
del síndrome de inmunodeficiencia que puede ser causado por uno o más virus di­
adquirida - SIDA) ferentes, pero relacionados entre sí.
Taxonóm icam ente pertenecen a la fam ilia
El SIDA (AIDS, notación inglesa) está ca­ Retroviridae, género Lentivirus y están consti­
racterizado por una deficiencia básica de la in­ tu id o s por ácido rib o n u cleico (A R N ), una
munidad celular, sin otra causa primaria cono­ transcriptasa reversa, proteínas estructurales y
cida que la infección viral, y es acompañado glucoproteínas de envoltura. Las partículas ma­
por un conjunto de anormalidades inmunológi­ duras tienen un diámetro de 1 1 0 a 1 2 0 nm.
cas y neurológicas que culminan con un dete­ Se reconocen en el genoma del HIV diferen­
rioro del sistema linfoide y que, generalmente, tes genes, gag, que codifica para las proteínas
puede conducir a la m uerte del paciente por de la n u cleo cáp sid e: p ro teín a de la m atriz
aparición de infecciones oportunistas o neopla­ (MA), proteína de la cápside (CA) y núcleo
sias. proteína (NC); el gen pro codifica para la pro-
teasa (PR); el p o l codifica para la integrasa
Agente etiológico (IN) y para la transcriptasa reversa (TR) y el
env que codifica la glucoproteína de transmem­
El virus causante del SIDA (véase fig. 27-5) brana (TM) y las glucoproteínas de superficie
fue descubierto en forma casi simultánea por (SU).
el grupo de Montagnier, en el Instituto Pasteur Además, contiene por lo menos seis genes
de París (Francia) bajo la denom inación de adicionales que codifican proteínas con funcio­
LAV (“lymphoadenopathy-associated-virus”), nes reguladoras, es decir, funciones que afectan
por el equipo de Gallo, en el Instituto Nacional ei grado de expresión del HIV y la naturaleza
de Cáncer (EE.UU.), con el nombre de HTLV- de las partículas virales que se producen. Estos
III (“H uman-T cell lym photropic virus, type genes se traducen en diversas proteínas, de las
III”), y por Levy en San Francisco (EE.UU.), cuales las más estudiadas son “tat” y “Rev” . La
como ARV (“AIDS-related virus”), habiéndo­ proteína tat (activador-trans) se une a una se­
se adoptado a partir de junio de 1986 en la n o ­ cuencia de ARN (elemento tar) y, junto con
menclatura internacional las siglas VIH (virus otras proteínas, incrementa en unas cien veces
de la inmunodeficiencia humana) o HIV (nota­ la cantidad de transcriptos de HIV que se for­
ción inglesa), que es la reconocida en todo el man.
mundo. La proteína “R ev” se une a otra secuencia y
Recientemente se ha aislado un nuevo retro- promueve el transporte al citoplasma de canti­
virus de pacientes con SIDA que viven en el dades crecientes de aquellas especies de ARN
oeste de África. Este nuevo virus, denominado mensajeros que codifican las proteínas estruc­
HIV-II, tiene una glucoproteína de envoltura turales del HIV. Las funciones de las proteínas
relacionada con el SIV (virus de la inmunodefi­ reguladoras son menos claras.
ciencia de los simios). Existen grandes diferen­ El conocimiento alcanzado en la estructura y
cias de secuencias entre los dos tipos de HIV. la biología moleculares del virus, desde su ais­
Los anticuerpos contra la glucoproteína de su­ lamiento a la actualidad, revela la tremenda po­
perficie del HIV tipo I tienen una reactividad tencialidad de los científicos para dar respuesta
parcial cruzada con el HIV tipo II. Lo mismo a un problema que emerge a principio de la dé­
ocurre con los anticuerpos dirigidos contra las cada del ‘80.
Inmunología en las infecciones virales 557

Respuesta inmune humoral a la infección Los anticuerpos contra el core son los p ri­
p or H IV meros en aparecer, aproximadamente cinco se­
manas a partir de la infección por HIV, y fu e­
Obviaremos datos de epidemiología y trans­ ron detectados en el 75-95% de los enfermos
misión que no encuadran en esta presentación y con SIDA o síndromes relacionados. Los an ti­
haremos una brevísima referencia a la evolu­ cuerpos contra la envoltura se detectarían a
ción de la respuesta inmune. Ésta nos ayuda a partir de la 5- a 1- semanas posinfección; su
rescatar un nuevo modelo y a tener inform a­ declinación constituye signo evidente de d ete­
ción que permita orientar diagnóstico y pronós­ rioro del estado general del paciente. Junto con
tico de la infección. la disminución de la concentración de los anti­
Cuando un virus como el HIV penetra en la cuerpos core, el antígeno vuelve a ser detecta­
célula, una enzima exclusiva de los Retrovirus, do y esta inversión serológica generalm ente
llam ada transcriptasa inversa, transform a en precede al comienzo de los síntomas clínicos
ADN el material genético (ARN) que éstos p o ­ del SIDA.
seen. Ese ADN se integra al material genético La interpretación del papel de los anticuer­
celular y a partir de ese momento cada vez que pos, inmunocomplejos y el resto de la constela­
la célula huésped se divida, las células hijas ción de hechos asociados a la respuesta inmune
contendrán también genes virales. Estos genes son aún difíciles de ordenar.
virales, según su estado de expresión, codifican Puede haber individuos portadores del virus
para proteínas virales. En el máximo estado con serología negativa, tratándose de portado­
permisivo (replicación viral) inducen la síntesis res o enfermos con déficit inmunológico. Este
de: a) proteínas estructurales internas o del core hecho, sin embargo, es excepcional.
(gag) identificadas como p24, p25, (CA), p. 17 Durante la fase asintomátiea de la infección
(MA), p7 (NC) y el precursor del gag p55; b) por HIV se detectan en suero anticuerpos con­
enzim as com o la transcrip tasa reversa (TR, tra el core y anticuerpos contra la envoltura
p 6 6 ) y la integrasa (IN, p32); c) proteínas de la (fig. 27-16).
envoltura que con diversos azúcares configuran
las g lu c o p ro te ín á s id e n tific a d a s co m o Anom alías inm unológicas en la infección
SU (gpl20) y TM(tp 41), y d) otras poteínas cu­ por H IV
yo papel aún se desconoce.
Cuando se efectúa el seguimiento de la in­ El trastorno inmunitario de esta infección se
fección por HIV, el primer marcador serológi- caracteriza por anomalías cuantitativas y cuali­
co detectable es el antígeno p24 (CA) del HIV tativas de la población linfocitaria, esp ecial­
generado por amplificación viral en las células mente en los linfocitos que expresan en su su­
blanco (fundamentalmente linfocitos TCD^+). perficie el receptor CD^“^, denominados ta m ­
La antigenemia aparece de dos a cuatro se­ bién linfocitos T4 (linfocitos cooperadores).
manas después de la infección y persiste duran­ Si bien se han comunicado alteraciones fun­
te ocho a diez semanas como se observa en la cionales en los distintos componentes del siste­
figura 27-16. ma inmune y en otros sistemas del organismo,

Serología del HIV

Fig. 27-16. N iveles séricos de antígenos y anticuerpos en la infección por HIV.


558 Inmunopatología

la anomalía básica de la infección por HIV es les de la enfermedad, las pruebas cutáneas no
la destrucción de la población linfocitaria T4 detectan ninguna reacción.
ocasionada por el HIV.
Además de infectar las células T se ha O t r a s a n o m a l ía s in m u n e s
demostrado que el HIV puede infectar: mono­
citos de sangre periférica, líneas celulares mo- Se atribuyen generalmente a las anomalías
nocíticas, diversos macrófagos tisulares, célu­ de la población T CD^+. Se han descrito: a) un
las dendríticas, células microgliales del cere­ aumento policlonal de las inmunoglobulinas; b)
bro; todos tipos celulares que expresan el re­ una disfunción de la actividad macrofágica y
ceptor CD^ en sus membranas plasmáticas. de eitotoxicidad, y c) un aumento de la (32-mi-
Los mecanismos de la Inmunodeficiencia in­ croglobulina sérica. Esto ha sido comunicado
ducida por el HIV están relacionados con la como indicador de evolución a formas graves.
particularidad de estos virus de reducir la capa­ Nunca antes había sido producida en tan cor­
cidad funcional de los linfocitos T periféricos y to tiempo tal cantidad de publicaciones científi­
de las células presentadoras de antígenos, e in­ cas sobre una enfermedad humana como ha su­
hibir la producción y maduración de precurso­ cedido en la actualidad con el SIDA. Los datos
res de las células T, por lo que afectaría en can­ obtenidos sobre la biología molecular, la clíni­
tidad y calidad el número de células T periféri­ ca, los posibles tratamientos, el desarrollo de
cas. eventuales microorganismos y el problema so­
cial son el resultado de una extraordinaria deci­
A n o m a lía s c u a n ti ta t iv a s d e l o s T 4 sión del hombre para vencer el problema.
Como norma para cerrar este capítulo, pode­
En los casos que concuerdan con la defini­ mos decir que es necesario conocer aun más la
ción aceptada de SIDA, la anomalía más evi­ patogenia y la respuesta inm une para actuar
dente es la linfopenia, en contraste con el nú­ con drogas y/o inmunógenos en un desequili­
mero absoluto de los linfocitos TCD 8 + que es brio tan complejo como el que genera el HIV.
normal o aumentado. Se utiliza el cociente en­
tre el número absoluto de TCD4+ y el número
absoluto de TCD 8 + como indicador de la alte­ BIB L IO G R A FIA
ra c ió n . E s te c o c ie n te o re la c ió n T C D 8 “"
TCD4+ debe ser menor que 1 para tener signi­ 1. C o to , C y d e T o rre s , R A: N a tu ra le z a y e s tru c tu ra de
lo s v iru s a n im a le s . S e rie d e U ro lo g ía . É D IG E N , B u e ­
ficación.
n o s A ire s , 1983.
Tanto la linfopenia como el descenso de la 2. F ra e n k e l-C o n ra t, H y Vv'agner, R R (e d s). V ir u s - h o s t
relación TCD4+n’CD8^, varían según el tiempo in te ra c tio n s . Im m u n ity to v iru s e s . C om prehensive Vi-
de evolución y la gravedad del caso. Por lo ge­ rology. V o l 15, 1979, P le n u m .
3. S is so n s , J G P y O ld s to n e , M : f to s t r e s p o n s e to v ira l
neral, la anom alía se va acentuando, y llega in fe c tio n s. E n : Virology. B e rn a rd E ie ld E d ito r. R a v e n
paulatinamente a su expresión más intensa en P re ss B o o k . N u e v a Y o rk, 1985.
los pacientes de fase terminal. 4. K a rc h e r, D , L o w e n th a l, A y S tro s b e rg , A D: H um oral
En los pacientes con SID A los linfocitos im m unity in neurologicai diseases. P le n u m P re ss . N u e ­
v a Y o rk , 1979.
TCD4+ casi desaparecen de la sangre circulan­ L e n n e tte , E; S p a u ld in g , E y T ru a n t, J P: M a n u a l o f cli­
te. En los pacientes con “complejo relacionado nical m icrobiology. 2® ed , A m e ric a n S o c ie ty f o r M i ­
con el SIDA”, la alteración no es siempre tan c ro b io lo g y . W a s h in g to n D C , 1974,
evidente, y en algunos casos oscila en períodos 6. N o tk in s , A L : V iral im m unology a n d im m unopatho-
de mayor o menor intensidad. logy. N a tio n a l In s titu te s o f H ea lt. A c a d e m ic P r e s s ,
N u e v a Y o rk , 1975.
Conviene destacar que estas anom alías no 7. R o s e , N y F rie d m a n , H : M a n u a l o f clinical im m u n o ­
son específicas de la infección por HIV, y pue­ logy. A m e ric a n S o c ie ty fo r M ic ro b io lo g y , W a sh in g to n
den encontrarse en otros procesos infecciosos o D C , 1976.
8. E p s te in , A ; V iru s h e rp e s sim p le x , u n v iru s n o tatt s im ­
no.
p le. E n : C o to , C; C a c c h io n e , R y d e T o rre s , R A (ed s).
Existe generalmente anergia cutánea a diver­ A d e la n to s en M ic ro b io lo g ía y E n fe rm e d a d e s I n fe c c io ­
sas intradermorreacciones, especialmente a la sas. V o l. 5, B u e n o s A ire s , 1986.
candidina y tuberculina. Como otras anomalías 9. N ie d fe ld , G ., M in v ie lle , M . G e n e ra lid a d e s d e l s is te m a
in m u n e . F a s c í c u l o 1. C o l e c c i ó n C á t e d r a E d i t o r i a l
descritas, su presentación se hace con grado U .N .L .P . 1994.
variable de intensidad a lo largo de la evolu­ 10. S c h a e c h te r, M e d o ff y c o l. M ic r o b io lo g ía 2- ed . ííd it.
ción, pero en los pacientes con formas termina­ M é d ic a P a n a m e ric a n a , 1994.
Autoinmunidad

CLELIA RIERA
JULIANA LEON!
NORA YRANZO-VOLONTÉ 28
AUTOINMUNIDAD cimiento de lo propio es el principio central del
funcionamiento del sistema inmune que no se
Se denomina autoinmunidad a la respuesta contrapone al desarrollo de enfermedades au­
inmune contra componentes propios, y es debi­ toinmunes, sino que permite explicar su apari­
da a la presencia de linfocitos T o B autorreac- ción a través de disturbios en el equilibrio in­
tivos. En condiciones normales, los m ecanis­ mune, el que se autorregula constantemente en
mos de tolerancia a lo propio protegen al indi­ respuesta a señales internas y externas.
viduo de estas células potencialm ente auto- La capacidad del sistema inmune para discri­
rreactivas. m inar entre lo propio y lo extraño es adquirida
Hasta la década del ’60 se creía que los lin­ en primer lugar en el timo, durante la m adura­
focitos autorreactivos eran eliminados durante ción de los linfocitos T. Los tim ocitos auto­
el desarrollo del sistema inmune y que, por una rreactivos específicos para antígenos expresa­
falla en su eliminación, se implantaba la enfer­ dos intratímicamente y presentados en asocia­
medad autoinmune. A fines de los años ’70 nu­ ción con moléculas del complejo mayor de his­
m erosos hallazgos han contribuido a revelar tocom patibilidad (MHC) son elim inados du­
que no todos los linfocitos T y B autorreactivos rante el desarrollo y maduración del timo. Esto
son eliminados durante su maduración. Por en­ se m anifiesta en la elim inación de clones de
de, individuos normales poseen en su circula­ linfocitos T que reconocen antígenos propios
ción linfocitos autorreactivos, cuya presencia expresados sobre la superficie de linfocitos T y
no indica necesariamente un estado patológico B, m acrófagos, células dendríticas y células
autoinmune ya que su actividad seguramente es epiteliales. Las células T que reconocen antíge­
regulada mediante clones anérgicos o supreso­ nos propios que no están presentes en el timo
res. Una ruptura de esta regulación puede lle­ no son eliminadas y permanecen en el organis­
var a la activación de las células autorreactivas mo, siendo un peligro potencial para el mismo.
T o B, generando una respuesta humoral o ce­ L a respuesta inm une a antígenos propios
lular contra antígenos propios. Estas reacciones puede observarse en individuos normales, pero
pueden causar serios daños a células u órganos, la potencialidad para desarrollar autoinm uni­
que a veces tienen consecuencias fatales. dad está controlada por diferentes mecanismos:
En este capítulo se describirán algunas en­ linfocitos T supresores, interacciones idiotipo-
fermedades autoinmunes humanas y modelos antiidiotipo, bloqueo de receptores celulares
en animales de experimentación, como también por antígenos circulantes, etc.
los mecanismos que pueden contribuir al de­ Debe diferenciarse, por lo tanto, la respuesta
sencadenamiento de la autoinmunidad. autoinmune de la enfermedad autoinmune. La
Las enfermedades autoinmunes se caracteri­ respuesta autoinmune es la demostración de la
zan por la presencia de autoanticuerpos y/o lin­ existencia de autoanticuerpos que reconocen
focitos T sensibilizados contra diferentes ma­ antígenos propios o la reactividad de linfocitos
cromoléculas del organismo, que en individuos sensibihzados contra un antígeno propio; esta
normales son reconocidas como propias y por respuesta puede estar asociada o no con una en­
lo tanto no desencadenan respuesta. El recono­ fermedad autoinmune. En medicina clínica hay
558 Inmunopatología

la anomalía básica de la infección por HIV es les de la enfermedad, las pruebas cutáneas no
la destrucción de la población linfocitaria T4 detectan ninguna reacción.
ocasionada por el HIV.
Además de infectar las células T se ha O t r a s a n o m a l ía s in m u n e s
demostrado que el HIV puede infectar: mono­
citos de sangre periférica, líneas celulares mo- Se atribuyen generalmente a las anomalías
nocítieas, diversos macrófagos tisulares, eélu­ de la población T CD^+. Se han descrito: a) un
las dendríticas, células microgliales del cere­ aumento policlonal de las inmunoglobulinas; b)
bro; todos tipos celulares que expresan el re­ una disfuneión de la actividad macrofágica y
ceptor CD^ en sus membranas plasmáticas. de citotoxicidad, y c) un aumento de la (32-mi-
Los mecanismos de la Inmunodeficiencia in­ croglobulina sérica. Esto ha sido comunicado
ducida por el HIV están relacionados con la como indicador de evolución a formas graves.
particularidad de estos virus de reducir la capa­ Nunca antes había sido producida en tan cor­
cidad funcional de los linfocitos T periféricos y to tiempo tal cantidad de publicaciones científi­
de las células presentadoras de antígenos, e in­ cas sobre una enfermedad humana como ha su­
hibir la producción y maduración de precurso­ cedido en la actualidad con el SIDA. Los datos
res de las células T, por lo que afectaría en can­ obtenidos sobre la biología molecular, la clíni­
tidad y calidad el número de células T periféri­ ca, los posibles tratamientos, el desarrollo de
cas. eventuales microorganismos y el problema so­
cial son el resultado de una extraordinaria deci­
A n o m a l ía s c u a n t it a t iv a s d é l o s T 4 sión del hombre para vencer el problema.
Como norma para cerrar este capítulo, pode­
En los casos que concuerdan con la defini­ mos decir que es necesario conocer aun más la
ción aceptada de SIDA, la anomalía más evi­ patogenia y la respuesta inm une para actuar
dente es la linfopenia, en contraste con el nú­ con drogas y/o inmunógenos en un desequili­
mero absoluto de los linfocitos TCD 8 + que es brio tan complejo como el que genera el HIV.
normal o aumentado. Se utiliza el cociente en­
tre el número absoluto de TCD4+ y el número
absoluto de TCD 8 + como indicador de la alte­ BIB L IO G R A FIA
ra c ió n . E s te c o c ie n te o re la c ió n T C D 8 “"
TCD4+ debe ser menor que 1 para tener signi­ 1. C o to , C y d e T o rre s , R A: N a tu ra le z a y e s tru c tu ra de
lo s v iru s a n im a le s . S e rie d e U ro lo g ía . E D IG E N , B u e ­
ficación.
n o s A ire s , 1983.
Tanto la linfopenia como el descenso de la 2. F ra e n k e l-C o n ra t, H y Vv'agner, R R (e d s). V ir u s - h o s t
relación TCD4+n’CD8^, varían según el tiempo in te ra c tio n s . Im m u n ity to -virases. C om prehensive Vi-
de evolución y la gravedad del caso. Por lo ge­ rology. V o l 15, 1979, P le n u m .
3. S is so n s , J G P y O ld s to n e , M : H o s t r e s p o n s e to v ira l
neral, la anom alía se va acentuando, y llega in fe c tio n s. E n : Virology. B e rn a rd F ie ld E d ito r. R a v e n
paulatinamente a su expresión más intensa en P re ss B o o k . N u e v a Y o rk , 1985.
los pacientes de fase terminal. 4. K a rc h e r, D , L o w e n th a l, A y S tro s b e rg , A D: H um oral
En los pacientes con SID A los linfocitos im m unity in neurological diseases. P le n u m P re ss . N u e ­
v a Y o rk , 1979.
TCD4+ casi desaparecen de la sangre circulan­ 5. L e n n e tte , E; S p a u ld in g , E y T ru a n t, I P: M a n u a l o f cli­
te. En los pacientes con “complejo relacionado nical m icrobiology. 2® ed , A m e ric a n S o c ie ty f o r M i-
con el SIDA”, la alteración no es siempre tan c ro b io lo g y . W a s h in g to n D C , 1974.
evidente, y en algunos casos oscila en períodos 6. N o tk in s , A L : V iral im m unology a n d im m unopatho-
de mayor o menor intensidad. logy. N a tio n a l In s titu te s o f H ea lt. A c a d e m ic P r e s s ,
N u e v a Y o rk , 1975.
Conviene destacar que estas anom alías no 7. R o s e , N y F rie d m a n , H : M a n u a l o f clinical im m u n o ­
son específicas de la infección por HIV, y pue­ logy. A m e ric a n S o c ie ty fo r M ic ro b io lo g y , W a sh in g to n
den encontrarse en otros procesos infecciosos o D C , 1976.
8. E p s te in , A ; V iru s h e rp e s sim p le x , u n v iru s n o tan s im ­
no.
p le. E n : C o to , C; C a c c h io n e , R y d e T o rre s , R A (ed s).
Existe generalmente anergia cutánea a diver­ A d e la n to s en M ic ro b io lo g ía y E n fe rm e d a d e s I n fe c c io ­
sas intradermorreacciones, especialmente a la sas. V o l. 5, B u e n o s A ire s , 1986.
candidina y tuberculina. Como otras anomalías 9. N ie d fe ld , G ., M in v ie lle , M . G e n e ra lid a d e s d e l s is te m a
in m u n e . F a s c í c u l o 1. C o l e c c i ó n C á t e d r a E d i t o r i a l
descritas, su presentación se hace con grado U .N .L .P . 1994.
variable de intensidad a lo largo de la evolu­ 10. S c h a e c h te r, M e d o ff y c o l. M ic r o b io lo g ía 2- ed . E d it.
ción, pero en los pacientes con formas termina­ M é d ic a P a n a m e ric a n a , 1994.
Autoinmunidad

CLELIA RIERA
JULIANA LEON!
NORA YRANZO-VOLONTÉ 28
AUTOINMUNIDAD cimiento de lo propio es el principio central del
funcionamiento del sistema inmune que no se
Se denomina autoinmunidad a la respuesta contrapone al desarrollo de enfermedades au­
inmune contra componentes propios, y es debi­ toinmunes, sino que permite explicar su apari­
da a la presencia de linfocitos T o B autorreac- ción a través de disturbios en el equilibrio in­
tivos. En condiciones normales, los m ecanis­ mune, el que se autorregula constantemente en
mos de tolerancia a lo propio protegen al indi­ respuesta a señales internas y externas.
viduo de estas células potencialm ente auto- La capacidad del sistema inmune para discri­
rreactivas. m inar entre lo propio y lo extraño es adquirida
Hasta la década del ’60 se creía que los lin­ en primer lugar en el timo, durante la m adura­
focitos autorreactivos eran eliminados durante ción de los linfocitos T. Los tim ocitos auto­
el desarrollo del sistema inmune y que, por una rreactivos específicos para antígenos expresa­
falla en su eliminación, se implantaba la enfer­ dos intratímicamente y presentados en asocia­
medad autoinmune. A fines de los años ’70 nu­ ción con moléculas del complejo mayor de his­
m erosos hallazgos han contribuido a revelar tocom patibilidad (MHC) son elim inados du­
que no todos los linfocitos T y B autorreactivos rante el desarrollo y maduración del timo. Esto
son eliminados durante su maduración. Por en­ se m anifiesta en la elim inación de clones de
de, individuos normales poseen en su circula­ linfocitos T que reconocen antígenos propios
ción linfocitos autorreactivos, cuya presencia expresados sobre la superficie de linfocitos T y
no indica necesariamente un estado patológico B, m acrófagos, células dendríticas y células
autoinmune ya que su actividad seguramente es epiteliales. Las células T que reconocen antíge­
regulada mediante clones anérgicos o supreso­ nos propios que no están presentes en el timo
res. Una ruptura de esta regulación puede lle­ no son eliminadas y permanecen en el organis­
var a la activación de las células autorreactivas mo, siendo un peligro potencial para el mismo.
T o B, generando una respuesta humoral o ce­ L a respuesta inm une a antígenos propios
lular contra antígenos propios. Estas reacciones puede observarse en individuos normales, pero
pueden causar serios daños a células u órganos, la potencialidad para desarrollar autoinm uni­
que a veces tienen consecuencias fatales. dad está controlada por diferentes mecanismos:
En este capítulo se describirán algunas en­ hnfocitos T supresores, interacciones idiotipo-
fermedades autoinmunes humanas y modelos antiidiotipo, bloqueo de receptores celulares
en animales de experimentación, como también por antígenos circulantes, etc.
los mecanismos que pueden contribuir al de­ Debe diferenciarse, por lo tanto, la respuesta
sencadenamiento de la autoinmunidad. autoinmune de la enfermedad autoinmune. La
Las enfermedades autoinmunes se caracteri­ respuesta autoinmune es la demostración de la
zan por la presencia de autoanticuerpos y/o lin­ existencia de autoanticuerpos que reconocen
focitos T sensibilizados contra diferentes ma­ antígenos propios o la reactividad de linfocitos
cromoléculas del organismo, que en individuos sensibihzados contra un antígeno propio; esta
normales son reconocidas como propias y por respuesta puede estar asociada o no con una en­
lo tanto no desencadenan respuesta. El recono­ fermedad autoinmune. En medicina clínica hay
560 Inmunopatología

C u a d ro 28-1. E n ferm ed a d es auto in m u n es nes de autoinmunidad desaparecen. En cambio,


más comunes en las enfermedades autoinmunes, la presencia
de autoanticuerpos o linfocitos T sensibilizados
Ó rgano-específicas T iro id itis d e H a s h im o to producen lesión tisular y disfunciones de los
M ix e d e m a p rim a rio órganos blanco, mecanismos totalm ente des­
T iro to x ic o s is
A n e m ia p e rn ic io s a controlados y generalmente irreversibles.
G a s tritis a tró fic a a u to in m u n e Existe una am plia gama de enferm edades
E n fe rm e d a d d e A d d is o n autoinmunes (cuadro 28-1), en cuyos extremos
D ia b e te s m e llitu s in s u lin o d e p e n d ie n te
se encuentran las enfermedades órgano-especí-
U v e ítis fo e o a n a filá c tic a
S ín d ro m e d e G o o d p a s tu re
ficas y no órgano-específicas, y las que quedan
M ia s te n ia g rav is comprendidas entre estos dos tipos poseen ca­
M e n o p a u s ia p r e m a tu r a (p o c o c o m ú n ) racterísticas de ambos.
In fe rtilid a d m a s c u lin a (p o c o c o m ú n )
P é n fig o v u lg a r
P e n fig o id e
O f ta lm ía s im p á tic a 1. E T IO L O G ÍA
E s c le ro s is m iiltip le
A n e m ia h e m o lític a a u to in m u n e Los desórdenes autoinmunes han sido am ­
P ú rp u ra tro in b o c ito p é n ic a id io p á tic a
L e u c o p e n ia id io p á tic a pliam ente estudiados en seres humanos y en
C irro s is b ilia r p rim a ria m odelos anim ales. E stas enferm edades son
H e p a titis c ró n ic a a c tiv a c o n a n tíg e n o multifactoriales y en cada una de ellas puede
H B s n e g a tiv o
estar comprendido más de un mecanismo de in­
C irro s is c rip tó g e n a (p o c o c o m ú n )
C o litis u lc e ro s a ducción. Se conocen numerosos factores que
S ín d ro m e d e S jo g re n pueden contribuir a la eclosión de las enferme­
A rtritis re u m a to id e a dades autoinmunes:
D e rm a to m io s itis
E s c le ro d e rm ia
L E cUscoide 1.1. F actores genéticos
N o órgano-especí- L u p u s e rite m a to s o s is té m ic o (L E S )
fic a s (sistém icas) Estudios poblacionales realizados en fam i­
lias o hermanos gemelos han revelado clara­
mente que los factores genéticos tienen una in­
fluencia significativa sobre la predisposición a
numerosos ejemplos de producción de autoan­ adquirir enfermedades autoinmunes. Los facto­
ticuerpos sin que estén relacionados con una res genéticos más importantes involucrados en
enfermedad autoinmune. Ciertos desórdenes de estas enfermedades son los relacionados con
origen infeccioso y que tienden a la cronicidad, los genes del complejo mayor de histocompati­
drogas o envejecimiento pueden estar asocia­ bilidad (MHC), los genes del receptor de los
dos a una forma controlada de autoinmunidad. linfocitos T y los genes del receptor de los lin­
Luego de la eliminación del agente infectivo o focitos B (Inmunoglobulinas).
de la suspensión de la droga las manifestacio­

C uadro 28-2. Alelos del complejo mayor de histocompatibilidad asociados con el incremento del
riesgo en varias enfermedades autoinmunes

E nferm edad A lelo del C M H R iesgo relativo*

E s p o n d ilitis a n q u ilo s a n te B27 80


S ín d ro m e d e G o o d p a s tu re DR2 16
E n fe rm e d a d d e G ra v e s B 8 /D R 3 3 -4
D ia b e te s m e llitu s D R 4 /D R 3 20
in su lin o -d e p e n d ie n te D R 3 /D Q W 8 100
A rtritis r e u m a to id e a D w l4 Al
ju v e n il B 2 7 /D R 5 4
E s c le ro s is m ú ltip le DR2 5
M ia s te n ia g rav is DR3 10
A n e m ia p e rn ic io s a DR5 5
A rtritis p s o riá tic a B27 11
S ín d ro m e d e R e its r B27 37
A rtritis re u m a to id e a D w 4 /D R 4 10
S ín d ro m e d e S jo g re n Dw3 6
L u p u s e rite m a to s o sis té m ic o DR3 5
C o litis u lc e ro s a B5 4

* P ro b ab ilid ad d e que u n a p erso n a h ete ro cig o ta q u e p o rta el ale lo in d icad o d esa rro lle la e n ferm e d ad , co m p a rad a c o n la p ro b a b ilid ad de la
p o b lac ió n general a la cual se le asig n ó un riesg o ig u al a 1.
Autoinmunidad 561

1.1.1. Relacionados con los genes al lupus eritem atoso sistémico que presentan
del complejo mayor de histocompatibilidad los ratones NZB/NZW. La mutación bm i2 d i­
fiere de la secuencia convencional H-2b LA en
La asociación genética más estudiada y más sólo tres aminoácidos en las posiciones 67, 70
claramente establecida es la relacionada con los y 71. Los resultados sugieren que estos re si­
antígenos del MHC (cuadro 28-2). Esta asocia­ duos, localizados en la zona del MHC, respon­
ción no es sorprendente ya que las enfermeda­ sable de la unión con el péptido, son importan­
des autoinmunes son dependientes de los linfo­ tes en la inducción de enfermedad autoinmune
citos T y las respuestas inmunes que dependen en el contexto del baekground genético del
de los linfocitos T están restringidas por el NZB. Entre los casos más conocidos se puede
MHC. Por tal motivo, el MHC puede afectar la citar el de la diabetes mellitus insulinodepen-
predisposición a adquirir enfermedades autoin­ diente (IDDM) observada en humanos donde el
munes por varios mecanismos que no son m u­ cambio de un único aminoácido en la secuencia
tuamente excluyentes, e incluyen el haplotipo de la molécula DQ 1 del MHC de clase II p u e­
del receptor del linfocito T (TCR) y la selec­ de inducir protección o susceptibilidad a la en ­
ción, presentación y transporte de los péptidos fermedad. Esta molécula, en individuos norm a­
antigénicos. Entre los modelos animales estu­ les o resistentes a la enfermedad contiene ácido
diados hay uno que es muy interesante y es la aspártico en la posición 57, en cambio, en p a ­
introducción de la mutación (bm \2) en la cade­ cientes de poblaciones causásicas afectados de
na LA en ratones NZB; estos animales sufrie­ IDDM esa posición está ocupada por la valina,
ron una enfermedad autoinmune severa, similar serina o alanina (fig. 28-1). El cambio por un

La posición 57 del DQ (o 1-A) de ia cadena (3 modifica ia susceptibiiidad para enfermarse de


diabetes mellitus insuiinodependiente (IDDIVI)

Asociado con ia resistencia Asociado con ia susceptibiiidad


a la IDDM a la IDDM

Fig. 28-1. E l cam bio de un am inoácido en la secuencia de un C M H de clase II está relacion ad o con la su scep tib ili­
dad de adquirir diabetes. L a s e c u e n c ia d e l C M H -D Q |3 l d e la m a y o ría d e ia p o b la c ió n tie n e a s p á rtic o en la p o s ic ió n .57.
L a p o b la c ió n c o n d ia b e te s m e llitu s p r e s e n ta se rin a , v a lin a o a la n in a en d ic h a p o s ic ió n . E l c a m b io d e u n a m in o á c id o c a r g a ­
d o p o r u n o n o c a rg a d o r o m p e el p u e n te sa lin o a lte rn a d o la e s ta b ilid a d d e la m o lé c u la . T o m a d o d e J e n e w a y y T ra v ers.
562 Inmunopatología

residuo no cargado rompe el puente salino alte­ dad, o son el resultado de ésta, depende de cada
rando la estabilidad de la molécula de DQ. En patología.
otros modelos animales de enfermedades au­ La asociación de enfermedades autoinmunes
toinmunes específicas de órgano o sistémicas, con alotipos e idiotipos de inmunoglobulinas
que tienen un defecto en los genes I-E, la pro­ fue observada por muchos investigadores, sin
tección a la enfermedad se pudo inducir por la em bargo los resultados obtenidos por todos
introducción de genes lE a o IE(3. ellos aún son contradictorios.
Una cuestión fundamental en este tema es la
1.1.2. Relacionados con los genes relacionada al origen de los autoanticuerpos, o
del receptor de los Linfocitos T (TCR) sea: si éstos provienen o no de genes de la línea
germinal, si son el reordenamiento de genes di­
Se ha estudiado la asociación de los genes ferentes de aquellos que codifican para anti­
del TCR con las enferm edades autoinm unes cuerpos de una respuesta inmune normal, o si
dado que estas enfermedades, como ya dijimos, son el resultado de mutaciones som áticas de
son dependientes de linfocitos T. Sin embargo, genes de la línea germinal. Muchos investiga­
hasta el momento, y con muy pocas excepcio­ dores han tratado de resolver estas preguntas a
nes, no hay evidencias claras en animales o hu­ través del estudio de los idiotipos presentes en
manos que indiquen una relación entre haploti­ autoanticuerpos. Estas investigaciones han re­
pos particulares de TCR y predisposición a ad­ velado, en autoanticuerpos con diferente espe­
quirir enfermedades autoinmunes. Sin embar­ cificidad, la existencia de idiotipos con reacti­
go, hallazgos interesantes que, aunque necesi­ vidad cruzada (cross-reactive idiotypes'. CRI),
tan mayores estudios, indican por ejemplo que lo que dem ostraría que todos estos autoanti­
la respuesta a péptidos encefalogénicos, prove­ cuerpos provienen de un mismo gen o de genes
nientes de la pro teína básica de mielina en rato­ similares y, por ende, la existencia de una res­
nes y ratas, tiene una utilización restringida del tricción idiotípica. Que la respuesta inmune es
TCR V p/V a. Algunos investigadores preten­ altamente restrictiva también fue demostrado
dieron aphcar este conocimiento a la produc­ en anticuerpos inducidos por polisacáridos y
ción de vacunas sintéticas Vp o anticuerpos an- haptenos. Se cree que la restricción idiotípica
ti-Vp. Sin embargo, cuando en enfermedades es el resultado de la respuesta a la estimulación
autoinmunes se demostró la existencia de res­ antigénica de un número limitado de clones B.
tricciones del gen del TCR, el gen o los genes Los estudios de restricción en anticuerpos anti-
V dominantes, diferían en los distintos indivi­ ADN en pacientes con Lupus eritematoso sisté­
duos con la m ism a enferm edad autoinm une, mico (LES), prototipo de las enfermedades au­
aunque se pudo observar algunos elem entos toinmunes sistémicas, han indicado que estos
conservados en ciertos V/D/J. autoanticuerpos presentan un alto grado de
La importancia de determinadas citoquinas CRL Diamond y Solomon mostraron en sus es­
en el control del balance de linfocitos T h l y tudios que el 80% de los pacientes con LES,
Th2 puede ser un factor importante en la pato­ que presentan en su suero anticuerpos anti-
génesis de enfermedades autoinmunes. Los de­ ADNds (ADN de doble cadena), expresan un
fectos en la estructura del gen, la transcripción idiotípo denominado 3L Este idiotipo fue aso­
y la función de citoquinas y sus receptores han ciado con la oligoclonalidad de los anticuerpos
sido detectados en varias enfermedades autoin­ que unen ADN.
munes. Además se ha demostrado, en modelos Para determinar si los autoanticuerpos pro­
animales, que las citoquinas o sus inhibidores vienen de un determinado grupo de genes de la
afectan el desarrollo de la autoinmunidad, ya línea germinal, varios autores han estudiado la
que se observaron signos de autoinmunidad o secuencia del idiotipo involucrado en la restric­
inflamación en ratones transgénicos para una ción y la compararon con la secuencia de los
determinada citoquina o con defectos genéticos respectivos genes. Recién en los últimos años
para su inducción. se ha comenzado a conocer la secuencia de las
regiones variables de algunos autoanticuerpos;
1.1.3. Relacionados con genes gracias a ello ha comenzado a surgir informa­
de las InmunoglobuUnas ción con respecto a la restricción idiotípica en
la síntesis de estos anticuerpos.
Cómo se desencadenan las enfermedades au­ Es claro que el reconocimiento a lo propio es
toinmunes es uno de los enigmas de la Inmuno­ normal, hecho demostrado por la existencia de
logía moderna. El marco principal de la enfer­ la red idiotipo-antíidiotipo y la presencia de au­
medad autoinmune es la presencia de anticuer­ toanticuerpos naturales. Los autoanticuerpos
pos circulantes que reaccionan con algunos naturales aparentemente son de tipo IgM, poli-
componentes u órganos del cuerpo. Si estos an­ reactivos y de baja afinidad. Fundamentalmen­
ticuerpos causan los síntomas de la enferme­ te difieren de los IgG monoespecíficos en que
Autoinmunidad 563

estos últim os son de alta afinidad y general­ conoce. El evento inicial parece ser la activa­
mente están asociados con la patología autoin­ ción policlonal de las células B o su estim ula­
mune. Los autoanticuerpos naturales también ción por un organismo invasor que da reacción
exhiben un alto grado de reacción idiotípica cruzada con un componente propio (similitud
cruzada y son el producto de la estimulación de antigénica). En ambos casos, la producción de
las células B CDS’^. También se sabe que los un autoanticuerpo de alta afinidad, monoespecí-
autoanticuerpos naturales son el producto de fico y patológico puede ser debida a una selecti­
genes no mutados de la línea germinal, m ien­ vidad antigénica a través de un proceso rauta-
tras que los asociados a enfermedades autoin­ cional que no puede ser iniciado o exacerbado
munes presentan gran número de mutaciones, por inm unización exógena de antígenos p ro ­
tanto en el segmento como en el V^. El in­ pios, aunque algunos casos de autoinmunidad
cremento de mutaciones en los autoanticuerpos experimental parecerían demostrar lo contrario.
patogénicos hace que se incremente su afinidad Es evidente que la respuesta autoinmune es
por el autoantígeno, y por lo tanto presentan un complicado proceso que requiere una serie
una mayor selectividad antigénica. En contras­ de factores, que incluyen activación de células
te, los anticuerpos polirreactivos naturales son T, pérdida de la supresión, efectos hormonales
la expresión de genes no mutados de la línea y factores genéticos.
germinal. Es importante destacar que la m ayo­
ría de los investigadores opinan que, tanto los 1.2. Liberación de antígenos secuestrados
autoanticuerpos patogénicos como los autoanti­ o ubicados en sitios privilegiados
cuerpos naturales y los anticuerpos contra antí­
genos extraños, se originan por el reordena­ Los antígenos asociados con tejidos periféri­
miento de los mismos genes, ya que no se ha cos, especialmente aquellos secuestrados detrás
demostrado de manera fehaciente la existencia de barreras anatómicas, no se ponen en contac­
de una restricción genética para la síntesis de to con el repertorio de linfocitos T que se está
autoanticuerpos. Sin embargo, en el caso de los desarrollando, por lo tanto, la tolerancia central
autoanticuerpos presentes en la anemia hemolí­ para estos antígenos no puede ser inducida. La
tica denominada crioaglutinemia, se ha obser­ inducción de enfermedades autoinmunes d es­
vado una restricción en el uso del gen V,:,4-21, pués del contacto con antígenos ubicados en
perteneciente a la fam ilia de genes Vjj4 (ver los llamados “sitios privilegiados” ha sido bien
más adelante). documentada y ejemplo de ello son la oftalm ía
La pregunta que cabe hacer es si los autoan­ simpática observada después de la injuria tisu­
ticuerpos naturales son o no los precursores de lar y la orquitis que se induce después de la va-
los autoanticuerpos patogénicos y cómo apare­ sectomía. Recientemente se ha demostrado que
cen. La respuesta aún no existe. El estado ac­ los antígenos asociados a tejidos periféricos
tual de los conocimientos indica que autoanti­ pueden causar tolerancia cuando se introducen
cuerpos naturales y autoanticuerpos que causan experimentalmente en el timo. Algunos autores
patologías se originan a partir de diferentes lí­ pudieron observar que la inyección intratímica
neas celulares, por lo menos en el sistema m u­ de células pancreáticas puede prevenir la diabe­
rino. Aún no se sabe si las células CD5^ se ori­ tes autoinmune en ratas Bio-hreeding (B B ) y
ginan a partir de las CD5+; tampoco si los au­ en ratones non-obese diabetic (NOD), y que la
toanticuerpos IgG sintetizados por las células inyección intratímica o intravenosa de glutamic
CDS'" son patogénicos. Por lo tanto, ¿qué fun­ acid decarboxylase (GAD) que parece se r el
ción cumplen las células CD5"' y los autoanti­ principal autoantígeno de la diabetes autoinm u­
cuerpos naturales que ellas producen? Algunos ne, puede prevenir la enfermedad en ratones
autores han sugerido una función de defensa NOD. Resultados similares se pudieron obser­
prim aria que, debido a su polireactividad, se var en otros modelos experimentales de autoin­
unirían a un vasto repertorio de organismos in­ munidad, como encefalitis alérgica experimen­
vasores. Otros autores han postulado que los tal (EAE) y gastritis experimental autoinmune,
autoanticuerpos son parte de la red idiotipo-an- donde la enfermedad se pudo prevenir p o r la
ti-idiotipo que contribuye a la homeostasis del expresión en el timo en animales transgénicos,
organismo. Por ejemplo, se vió que estos anti­ de antígenos responsables de la autoinmunidad.
cuerpos unen a autoanticuerpos de tipo IgG in­ En varias enfermedades autoinmunes se ob­
hibiendo su reactividad, lo que sugiere que la servó que la liberación de un antígeno secues­
red idiotípica es responsable de la regulación y trado induce enfermedad. En la oftalmía sim pá­
mantenim iento de la m em oria inmune de las tica, el trauma en un ojo induce la liberación al
células en ausencia del antígeno. medio de antígenos que estaban secuestrados,
La pregunta crucial, aún sin respuesta, es có­ haciendo que dichos antígenos sean accesibles
mo se producen los autoanticuerpos patogéni­ para las células T. Las células efectoras induci­
cos, ya que el estímulo para su formación no se das atacan al ojo traumatizado y además infil­
564 Inmunopatología

A B
Fig. 2 8 -2 . F i daño a un órgano inm u n ológicam ente p rivilegiado p uede causar una respuesta autoinm une. E n la of-
ía h n ía s im p á tic a , el Ira u m a e n un o jo , p u e d e lib e ra r a n tíg e n o s s e c u e s tra d o s y lib e ra rlo s al m ed io . L as c é lu la s e le c to ra s a ta ­
c a n ta n to al o jo d a ñ a d o c o m o al s a n o . A : E l tra u m a e n un o jo p u e d e c a u sa r ia lib e ra c ió n d e a n tíg e n o s in tra o c u la re s s e c u e s ­
tra d o s. B: E l a n tíg e n o in tra o c u la r lib e r a d o e s lle v a d o a lo s n ó d u lo s lin fá tic o s y a c tiv a r a lo s L T . C ; L T e fe c to re s v u e lv e n
p o r v ía s a n g u ín e a y e n c u e n tra n al a n tíg e n o en a m b o s o jo s.

tran y atacan el ojo sano (fig. 28-2). Por lo tan­ ra la presentación de antígenos. Elson y col.,
to, aunque los antígenos no indueen una res­ han sugerido la existencia de una estrecha aso­
puesta inmune por sí mismos, si una respuesta ciación entre los epitopes crípticos y los linfo­
inmune se inicia en otro sitio, ellos pueden ser­ citos T h l. Estos linfocitos liberan citoquinas
vir como blanco para el ataque. Las evidencias entre las que se encuentran el IFN-y y otras que
indiean que la liberación de autoantígenos se­ producen alteración de las enzimas lisosom a­
cuestrados puede ser una causa de autoinmuni­ les, con los consiguientes cambios en la ruptura
dad, que posiblem ente se com plem ente con de proteínas durante el procesamiento antigéni-
otros factores para mantener la respuesta inmu­ eo. Se ha observado además la homología entre
ne, eomo por ejemplo una injuria tisular indu­ determinantes dominantes en una molécula ex­
cida por un virus puede ser un mecanismo libe­ traña y determinantes crípticos de las molécu­
rador de autoantígenos y además proveería fac­ las propias, así eomo también la inducción de
tores eoestim ulatorios que coadyuven en el eélulas T y B autorreactivas después de la in­
proceso de autoinmunidad. munización con una molécula propia y con una
molécula extraña que presentan reacción cruza­
1.3. Epitopes no accesibles o subdominantes da. Recientemente se ha postulado que una vez
que se inicia una respuesta contra un determi­
Los principios de esta teoría se basan en que nante críptico se inducirían posteriores respues­
cada proteína propia presenta un número p e­ tas contra determinantes adicionales.
queño de determinantes antigénicos dominan­
tes que están involucrados en la selección ne­ 1.4. Desconocimiento de lo propio
gativa, siendo el organismo tolerante a ellos.
Por otra parte hay determinantes que, por no Para que las células T se activen en la perife­
ser dominantes no inducen tolerancia, y son los ria se necesitan dos señales: la primera está da­
denominados epitopes crípticos o subdominan­ da por el antígeno asociado a las moléculas del
tes, lo que permite la existencia de un gran nú­ c o m p le jo m ay o r de h is to c o m p a tib ilid a d
mero de células T potencialmente autorreaeti- (MHC) y la segunda por la coestim ulación a
vas. La falta de tolerancia hacia los epitopes través de moléculas accesorias no polimórfieas
crípticos puede deberse a un procesam iento presentes en las eélulas presentadoras de antí­
inefectivo del antígeno o porque están cerca de geno (APCs). Si se da la primera señal pero es­
un epitope dominante con el que compiten por tá ausente la segunda habrá falta de respuesta o
la unión a las moléculas del MHC o del recep­ anergia. Por ejemplo; los linfocitos T que no
tor de linfocitos T (TCR). El rol de los determi­ fueron eliminados intratímieamente y que son
nantes crípticos en la patogénesis de la autoin­ específicos para péptidos propios que no están
m unidad ha sido observ ad o en los ratones expresados en las APCs se harán tolerantes.
NOD, posiblemente porque los virus dan el es­ Posteriormente, si los linfocitos T potencial­
tímulo inicial a través de una incrementada pre­ mente autorreaetivos no se activan no tendrán
sentación del determinante críptico o subdomi­ acceso a tejidos no linfoides. Por lo tanto, la
nante, ya sea por similitud molecular o por la presencia de clones de linfocitos T específicos
regulación inducida por el interferón y (IFN-y) para antígenos propios que no son expresados
para la expresión de genes entre los que se in­ sobre la superficie de APCs no representan un
cluyen las moléculas del MHC, importantes pa­ daño importante en una situación fisiológica.
Autoinmunidad 565

1 í ' '' ...


Sóio señal del ! ' ' -- ' ' ' Sólo señal
coestimulador específica
i 1 ' ' ■ ■' '

CPA

RLT

Inactivación de LT
Sin efecto en LT
(anergia)

Fig. 28-3. Los LT toleran tes a antígenos expresados sobre células pueden producir reconocim iento en a u se n c ia de
co-estim ulación. L a s c é lu la s p re s e n ta d o ra s de a n tíg e n o s (A P C ) n o p u e d e n re c o n o c e r lo s L T a c tiv a d o s o in a c tiv a d o s si no
e s tá p r e s e n te so b re la s u p e rfic ie d e la c é lu la el a n tíg e n o e s p e c ífic o , e n c a m b io , si e x p re s a n u n a m o lé c u la c o -e s tim u la d o r a
p u e d e n p ro d u c ir la se ñ a l 2. S in e m b a rg o , c u a n d o ias c é lu la s re c o n o c e n a n tíg e n o s en a u s e n c ia d e m o lé c u la s c o -e s tim u la d o ^
ras, e lla s a c e p ta n la se ñ a l 1 y son in a c tiv a d a s.

Se ha postulado que células T maduras espe­ (LCMV) y para el TCR específico. Los resulta­
cíficas para antígenos extratímicos sufren aner­ dos indican que las células T específicas para
gia cuando estos antígenos son presentados por el virus no fueron eliminadas ni anergizadas,
células presentadoras de antígeno no profesiona­ ya que se demostró que había un número gran­
les (distintas a células dendríticas y m acrófa­ de de las mismas que eran funcionales in vitro
gos). Esto se debería a la ausencia de una segun­ dando respuesta proliferativa y citotoxicidad,
da señal apropiada o de factores coestimulato- aunque no fueran eficientes in vivo para reco­
rios (fig. 28-j). Una posibilidad alternativa es nocer y atacar al virus presente en las células
que no haya inducción de anergia, pero que las pancreáticas. Sin embargo, después de la infec­
células T maduras no puedan recibir señales ción con la cepa viral apropiada se observó in­
apropiadas y/o ayuda. Esto daría como resultado filtración celular y daño del páncreas. Estos ha­
que las células T simplemente ignoren a estos llazgos fueron interpretados como una indica­
antígenos. Si posteriormente hay una adecuada ción de que las células T autorreactivas del teji­
presentación a través de células profesionales, do están presentes pero no fueron activadas o
las células autorreactivas que están silenciosas se volvieron anérgicas porque las células que
pueden ser activadas y causar daño tisular. expresan autoantígeno (por ej. islotes ¡3) pue­
O sahi y col., realizaron experimentos con den tener niveles bajos de moléculas del CMH
animales doblemente transgénicos, para la pro­ de clase L no expresar moléculas del CM H de
teína del virus de la coriomeningitis linfocítica clase II y no tener señales coestimulatorias.
566 Inmunopatología

Sin embargo, los resultados obtenidos con vivas. Cuando se compararon las secuencias dC'
animales transgénicos, aunque de gran signifi­ aminoácidos de la HspóO con las bases de da­
cación, deben ser tomados con gran precaución tos de secuencias de péptidos humanos conoci­
para formular conceptos generales en autoin­ dos se observó que 8 6 péptidos humanos tienen
m unidad ya que, por ejem plo, los anim ales regiones similares a la HspóO y de éstos, 19 es­
TCR-transgénicos son anim ales inm unocom- tán asociados a autoantígenos involucrados en
prometidos y muy susceptibles a las enferme­ enferm edades autoinm unes. Sin em bargo, la
dades infecciosas. importancia de la similitud molecular en la pa­
togénesis de enfermedades autoinmunes espon­
1.5. Sim ilitud m olecular táneas no está muy bien definida, como tam po­
co está definido por qué las respuestas inmuno-
La sim ilitud m olecular, tam bién conocida lógicas a las Hsps, que son expresadas en todas
como mimetización molecular, se puede definir las células, pueden llevar a una enfermedad au­
como la homología en una secuencia de am i­ toinmune específica de órgano.
noácidos entre moléculas propias y extrañas. En un estudio muy interesante, utilizando ra­
Las teorías de epitopes crípticos o de falta de tones transgénicos que expresan una proteína
segunda señal son compatibles con las hipóte­ del LCM V en células de los islotes del pán­
sis de similitud molecular entre antígenos pro­ creas, se pudo observar que no responden a la
pios y extraños, particularmente si estos lilti- proteína y que no enferman de IDDM. Sin em­
mos son agentes infecciosos. Es bastante fre­ bargo, si los ratones transgénicos son infecta­
cuente encontrar polipéptidos muy similares o dos con LCMV se induce una potente respuesta
idénticos en proteínas no relacionadas, y se ha de células T citotóxicas anti-virus y esto mata
observado que muchos fragmentos peptídicos las células llevando a la IDDM (fig. 28-4). Se
de agentes infecciosos son homólogos con pro­ debe tener en cuenta que, si bien hay varios
teínas del huésped inclu id as m o léculas del ejemplos de inducción de autoinmunidad, des­
MHC (cuadro 28-3). Entre los antígenos micro­ pués de la infección por algunos microorganis­
bianos involucrados en autoinmunidad, los más mos (miocarditis por streptococos del grupo A,
estudiados son las proteínas del estrés (Hsps), artritis por micobacterias, etc.) para la mayoría
encontradas en prácticamente todas las formas de las enfermedades autoinmunes humanas no

C u ad ro 28-3. Sim ilitud molecular entre proteínas de organismos infecciosos y proteínas del
huésped humano

Proteína* R esiduo’ Secuencia^

C ito m e g a lo v iru s h u m a n o 79 PD PLG R PD ED


M o lé c u la H L A -D R 60 VTELG RPD A E

P o lio v iru s V P 2 70 STTKESRGTT


R e c e p to r d e a c e tilc o lin a 176 T V IK E S R G T K

Viru.s d e p a p ilo m a E 2 76 SLH LESLKDS


R e c e p to r d e in su lin a 66 V Y G LESLK D L

G lu c o p ro te ín a d e l v iru s d e la ra b ia 147 T K E S L V II S
R e c e p to r d e in su lin a 764 N K E S L V IS E

K lebsiella pneum oiae n itro g e n a s a 186 SR Q TD R ED E


M o lé c u la H L A -B 2 7 70 KAQTDREDL

A d e n o v iru s 12 E l B 384 LRRGM QTDREQCN


a -g lia d in a 206 LG QG SQTD REQ QN

P ro te ín a p 2 4 d e l v iru s del S ID A 160 GV ETTTPS


R e g ió n c o n s ta n te d e la IgG 466 GV ETTTPS

P ro te ín a P 3 del v iru s d e s a ra m p ió n 13 L E C IR A L K
C o rtic o tro p in a 18 L E C IR A C K

P ro te ín a P 3 del v iru s d e s a ra m p ió n 3] E IS D N L G Q E
P ro te ín a b á s ic a d e m ie lin a 61 ELSFKLG QE

* E n cada par, la p ro le/n a h u m a n a es lista d a segunda. S e h a o b serv ad o q u e las p ro leín a s de cada p a r p re sen tan re activ id ad cruzada.
^ C ada n ú m ero indica la p osición a m in o -term in a l del p ép tid o in d icad o , en la p ro teín a nativa.
2 La sec u en cia es re p rese n ta d a con el có d ig o d e una sola letra.
Autoinmunidad 567

se ha determinado un agente patógeno que esté dos, reconstituidos con médula ósea y tratados
totalmente identificado con un determinado ór­ con ciclosporina; el efecto posiblemente es de­
gano. No se puede descartar que el microorga­ bido a la interferencia de esta droga en la apop-
nismo haya estado en contacto con el organis­ tosis durante la selección negativa de clones
mo antes de la manifestación de la enfermedad autorreactivos. Otro ejemplo bastante estudiado
y que los órganos que tengan el epitope de es el desarrollo de manifestaciones autoinmu­
reacción cruzada puedan estar afectados sin es­ nes en distintos órganos en animales que fue­
tar presente el microorganismo. ron timectomizados los primeros días de vida.
Es interesante destacar que los agentes infec­ Parecería que hay una correlación entre el esca­
ciosos pueden participar en la inducción de las pe a la periferia de clones V de superantígenos
enfermedades autoinmunes no sólo por la simi­ (SAg) propios y el daño tisular. Sin embargo,
litud molecular con un autoantígeno sino que otros hallazgos no apoyan esta hipótesis. Se ha
además producen daño tisular y liberación de observado que ratones susceptibles al LES, in­
antígenos secuestrados, disponibilidad de epi­ cluidos los ratones Ipr y glcl, que tienen defec­
topes crípticos a través de una increm entada tos en el Fas (CD95) y en el ligando del mismo
expresión de moléculas MHC, cambios en el (Fas L), tienen las proteínas endógenas del
espectro de la producción de citoquinas, activa­ SAg, que serían las mediadoras de la elimina­
ción aberrante de linfocitos T, etc. ción del clon V. Se observó que este proceso
no se altera con la edad ni con el desarrollo de
1.6. Teoría de lo “propio modificado” la enfermedad. Sprent sugirió que la autoinmu­
nidad en anim ales neonatos tim ectom izados
Esta teoría postula que la autoinmunidad se puede ser causada por deficiencias cuantitati­
puede inducir como consecuencia de una res­ vas de linfocitos T, así como también la sus­
puesta inmune contra determinantes antigéni­ ceptibilidad a la infección y la posterior libera­
cos propios modificados. Aunque no hay una ción de antígenos propios desde el sitio de la
demostración clara de esta teoría, han sido pu­ infección. Los hallazgos relacionados a elimi­
blicados varios ejemplos, entre ellos, aquellos naciones intratímicas mediadas por el SAg no
que indican que pueden aparecer nuevos deter­ excluyen la posibilidad de que haya defectos en
minantes antigénicos en anticuerpos que sufrie­ la tolerancia central a linfocitos T por antíge­
ron alguna mutación somática durante la m adu­ nos convencionales en la patogénesis de au­
ración de la respuesta inmune. También se pos­ toinmunidad.
tula que la modificación de la IgG al form ar
complejos inmunes o los defectos en la gluco- 1.7.2. Defectos en la tolerancia
silación de la IgG podrían inducir la formación de linfocitos B
de los denominados factores reumatoideos (ver
en Artritis reumadoidea), o que el C3 del com­ No hay evidencias claras que indiquen que un
plemento podría exponer nuevos determinantes defecto en este proceso pueda contribuir marca­
durante su activación. Por otra parte, hay una damente a la inducción de una enfermedad au­
gran lista de drogas a las que se han relaciona­ toinmune. Sin embargo, hay varios estudios rea­
do con la inducción de LES por la posibilidad lizados con animales transgénicos donde se ob­
de que se unan a epitopes de moléculas pro­ serva falta de tolerancia a linfocitos B, lo que se
pios, induciendo una modificación molecular. trató de explicar diciendo que habría antes una
activación de linfocitos T, los que sacarían de la
1.7. Defectos en la tolerancia central anergia a los linfocitos B. Otra posibilidad para
o periférica explicar esta falta de tolerancia sería que haya
sido inefectiva la muerte de linfocitos B auto­
Los defectos en la tolerancia central o periféri­ rreactivos por tener deficiencias del Fas y no ha­
ca como inductores de autoinmunidad tienden a ber podido ser eliminados por los linfocitos T ci­
inducir, fundamentalmente, enfermedades autoin­ totóxicos CD4+ que expresan Fas.
munes sistémicas y pueden ser debidos a proble­
mas de los linfocitos T o de los linfocitos B. 1.8. Activadores polielonales

1.7.1. Defectos en la tolerancia La activación policlonal de linfocitos T y B


de linfocitos T es considerada un mecanismo importante en la
inducción o mantenimiento de las enfermeda­
Existen varios modelos experim entales de des autoinmunes, especialmente las enfermeda­
autoinmunidad inducida por falta de tolerancia des sistémicas. Se ha demostrado la existencia
de linfocitos T. Uno que está bastante desarro­ de linfocitos B autorreactivos y de células aner­
llado es la inducción de enfermedades autoin­ gizadas que se pueden activar después de un
munes órgano-específicas en ratones irradia­ estím ulo apropiado. Hay un gran núm ero de
568 Inmunopatología

B
Páncreas

Promotor Nucleoproteína
de insulina LCMV (NP)

Fig. 28-4. U na infección viral p uede rom per la toleran cia por una proteína transgénica viral expresada en células
pancreáticas p . R a to n e s q u e e x p re s a n u n a p ro te ín a d e l L C M V en las c é lu la s p a n c re á tic a s (3 n o r e s p o n d e n a la p ro te ín a y
p o r lo ta n to n o se e n fe rm a n . S in e m b a rg o , si ra to n e s tra n s e g é n ic o s so n in fe c ta d o s c o n el L C M V , se p ro d u c e u n a p o te n te
re s p u e s ta a n ti-v ira l c o n p ro d u c c ió n d e L T c ito tó x ic o s q u e d e s tru y e n las c é lu la s p a n c re á tic a s (3, p ro d u c ié n d o s e la e n fe r m e ­
dad. A lg u n o s a g e n te s in fe c c io s o s p u e d e n d e s e n c a d e n a r u n a re s p u e s ta a c é lu la s T , y p ro d u c ir u n a re a c c ió n c r u z a d a co n
p é p tid o s p ro p io s, p ro c e s o c o n o c id o c o n el n o m b re d e m im e tiz a c ió n m o le c u la r o s im ilitu d a n tig é n ic a , p u d ie n d o c a u s a r e n ­
fe rm e d a d m e d ia n te u n a v ía sim ila r. A : G e n h íb rid o p ro d u c id o p o r in se rc ió n del g e n d e la n u c le o p ro te ín a (N P ) del L C M V
al p r o m o to r d e in su lin a . B : R a tó n tra n s g é n ic o q u e e x p re s a s ó lo la N P s o b re las c é lu la s p d e l p á n c re a s , p o r lo n o se p ro d u c e
re s p u e s ta a L T . C: L o s L T C D 8 e s p e c ífic o s p a ra N P so n a c tiv a d o s p o r in fe c c ió n c o n el v iru s L C M V . L o s L T C D 8 in fil­
tra n a los islo te s y d e s tru y e n las c é lu la s p q u e e x p re s a n la N P , p ro d u c ié n d o s e d iab e te s.

moléculas, especialmente de origen microbia­ mecanism o es el que estaría presente en p a­


no, que tienen capacidad para activar polielo- cientes afectados de artritis reumatoidea donde
nalmente linfocitos B e inducir autoanticuer- se observa un enriquecimiento en la sinovia de
pos. Sin embargo, es discutible la patogenici- linfocitos T que expresan V[3l4, y una dismi­
dad que estos activadores pueden originar en nución de éstos en linfocitos T de sangre peri­
las enfermedades sistémicas ya que, por ejem­ férica. Se ha postulado además que las eélulas
plo, los anticuerpos que inducen son general­ activadas por el SAg (incluyendo las que ex­
mente de tipo IgM y de baja afinidad, mientras presan V pl4 ) son expandidas y luego elimina­
que el daño más importante en el LES está da­ das, pero que algunas son atraídas a la sinovia
do por los anticuerpos tipo IgG. Por otra parte, porque expresan TCRs que dan reacción cruza­
en animales de experimentación, aunque se ob­ da con una molécula propia presente en este si­
serven títulos altos de anticuerpos, las manifes­ tio. Los ensayos realizados para inducir experi­
taciones histológicas se observan sólo en los mentalm ente enferm edades autoinm unes por
animales con predisposición genética a adquirir activación de linfocitos T con SAg in vitro e in
la enfermedad. También es interesante tener en vivo son poco promisorios, aunque se ha podi­
cuenta que la im plantación de enferm edades do inducir artritis por un SAg producido por el
autoinmunes requiere, en la mayoría de los ca­ micoplasma, al igual que algunas manifestacio­
sos, la participación de linfocitos T. nes autoinmunes se asociaron con infecciones
Estudios llevados a cabo para determinar la estreptocócicas. Sin embargo, estas manifesta­
activación de linfocitos T por los superantíge­ ciones generalm ente estuvieron relacionadas
nos (SAgs), demostraron que SAgs bacterianos con la similitud m olecular entre epitopes del
o virales unidos a moléculas del MHC sobre microorganismo y del huésped.
los linfocitos B llevan a la producción policlo­
nal de inmunoglobulinas y en algunos casos de 1.9. A lteraciones de los mecanismos
autoanticuerpos. Alternativamente, los linfoci­ de inmunorregulación
tos T activados pueden inducir por sí mismos
daño tisular a través de reacciones cruzadas La ausencia de una inmunorregulación ade­
con moléculas propias. Se ha inferido que este cuada ha sido considerada una de las principa­
Autoinmunidad 569

les causas de la inducción de autoinmunidad, Ipr/gld de LES, puede ser que defectos en la
aunque estos mecanism os no han sido clara­ apoptosis lleven a una inadecuada tolerancia de
m ente d efin id o s. Sin em bargo, hay v ario s linfocitos T y linfocitos B.
ejemplos de modelos experimentales de enfer­
medades autoinmunes donde sub-poblaciones
de linfocitos T pueden inducir o inhibir el desa­ 3. PA TO G E N IA
rrollo de las enfermedades. Por ejemplo, si se
eliminan células T RT6.1+ de una sublínea de Cada enfermedad autoinmune tiene una ca­
ratas BB resistentes a la diabetes, se revierte el racterística inm unopatogénica que involucra
proceso y las ratas enferman. Por el contrario, uno o más mecanismos de daño tisular. L a pa­
la enfermedad se puede inhibir por transferen­ tología de la enfermedad está determinada por
cia de células T CD4+CD45RC (low) en cepas el antígeno o el grupo de antígenos contra los
de ratas linfopénicas (timectomizadas e irradia­ que está dirigida la respuesta inmune y el m e­
das). Se ha postulado que estas células proveen canismo por el cual el tejido que presenta dicho
IL4 e ILIO, que disminuyen la producción de antígeno es dañado. Una clasificación m uy di­
IFNy disminuyendo las células citotóxicas in- fundida de las enfermedades autoinm unes se
ductoras de diabetes. basa en el mecanismo inm unopatogénico res­
ponsable de la lesión observada en las mismas
(cuadro 28-4).
2. CO N CLU SIO N ES La interacción antígeno-anticuerpo puede
producir diferentes tipos de lesión tisular según
Con respecto a las enfermedades autoinmu­ que los anticuerpos estén dirigidos contra antí­
nes específicas de órgano, se puede concluir genos de la célula o estén formando parte de
que son causadas por respuestas inmunes con­ complejos inmunes. El primer caso se observa
vencionales contra antígenos propios hacia los frecuentemente en anemia hemolítica, neutro­
que no se indujo tolerancia. La ausencia de to­ penias, linfopenias y trombocitopenias asinto-
lerancia para antígenos específicos de determi­ máticas debido a la presencia de anticuerpos
nados tejidos puede ser atribuida a antígenos contra células de la sangre. En el síndrome de
que no estaban presentes o disponibles en con­ Goodpasture, cuya lesión principal es debida al
diciones norm ales como consecuencia de un prim er mecanismo descripto, se observa glo-
secuestro anatómico, una presentación inade­ m erulonefritis debida a la presencia de an ti­
cuada debido a la naturaleza críptica del deter­ cuerpos contra antígenos de la membrana basal
m inante, etc. En caso de que hubiera algún del glomérulo y fijación de complemento. En
trauma tisular o inflamación por un microorga­ otras ocasiones el daño tisular es producido por
nismo o reacción cruzada con algún epitope del anticuerpos que median la citotoxicidad celular
elemento patógeno, se podría iniciar una enfer­
medad autoinmune específica de órgano.
Con respecto a las enfermedades autoinmu­
nes sistémicas tales como el LES, la situación C u a d ro 28-4. Clasificación de las enfermeda­
es menos clara, ya que ni la activación policlo­ des autoinmunes de acuerdo al mecanismo in­
nal de linfocitos T o B ni los elementos que al­ munopatogénico involucrado
teran los mecanismos inmunorregulatorios pa­
recerían ser suficientes para inducir la enferme­ 1. LESIÓN MEDIADA POR ANTICUERPOS
dad. Sin embargo, la inducción de LES en ce­ L L A n tic u e rp o s d irig id o s c o n tra a n tíg e n o s d e la m a tr iz o
pas de anim ales susceptibles, independiente­ d e la s u p e rfic ie c e lu la r
mente de las condiciones del bioterio, sugiere
A n e m ia h e m o lític a a u to in m u n e
que un elemento patógeno, exógena o endóge­ P iírp u ra tro m b o c ito p é n ic a a u to in m u n e
no, podría estar involucrado. El hecho de que S ín d ro m e d e G o o d p a s tu re
en el LES haya respuesta autoinmune contra P é n fig o v u lg a ris
una vasta variedad de autoantígenos estaría en F ie b re r e u m á tic a a g u d a
contra de la similitud molecular con un antíge­ 1.2. L e s ió n p ro d u c id a p o r c o m p le jo s in m u n e s
no externo. Estos argumentos no excluyen los
efectos precipitantes de una variedad de facto­ G lo m e ru lo n e fritis p o s e s tr e p to c ó c ic a
res físicos, químicos e infecciosos. Esta enfer­ P o lia r te r itis n o d o sa
L u p u s e rite m a to s o s is té m ic o
medad heterogénea podría estar causada por el
compromiso de un gran numero de linfocitos T 2. LESIÓN MEDIADA POR LINFOCITOS T
no tolerantes que reconocen varios péptidos
propios presentados por moléculas del CMH de D ia b e te s m e llitu s in s u lin o d e p e n d ie n te
A r tritis re u m a to id e a
clase II a distintos niveles. Otra posibilidad, co­ E n c e fa lo m ie litis
mo está ejemplificada en los modelos murinos
570 Inmunopatología

dependiente de anticuerpos; por ejemplo, la ti­ toinmunes en las que se detectaron anticuerpos
roiditis autoinmune espontánea de pollos obe­ contra receptores de la prolactina y de la hor­
sos. mona de crecimiento, los que bloquean princi­
Sin embargo, existen otras situaciones donde palmente la unión de la hormona homóloga. En
la combinación del antígeno (ligado a la célula) el cuadro 28-5 se detallan algunas de las enfer­
y el anticuerpo no produce daño de la membra­ medades en las cuales los autoanticuerpos con­
na celular sino estimulación de la célula. Este tra receptores celulares tienen un rol importan­
es el caso de la detección de anticuerpos que se te pudiendo actuar como agonistas o antagonis­
fijan al receptor de la hormona estimulante de tas de las hormonas.
tiroides (TSH) y activan la glándula (enferme­ En el caso de la lesión producida por com­
dad de Graves) estimulando la producción ex­ plejos inmunes, los anticuerpos tipo IgG e IgM
cesiva de hormona tiroidea (fig. 28-5). La pro­ se combinan con el antígeno y forman comple­
ducción de horm ona tiroidea en condiciones jos inmunes que fijan complemento. Los com­
normales es controlada por un fenómeno de re­ plejos inmunes pueden estar formados por antí­
troalimentación, ya que altos niveles de hormo­ genos solubles o antígenos que forman parte de
na tiroidea inhiben la liberación de TSH por la la estructura de un tejido o una célula. Los
glándula pituitaria; este mecanismo de retroali- complejos inmunes solubles pueden producir
mentación no tiene efecto cuando el receptor es vaseulitis y nefritis por su depósito en los en-
estimulado de manera patológica, como es el dotehos de los vasos o en el glomérulo renal.
caso de autoanticuerpos anti-receptor. En la en­ Los factores del complemento, además de los
fermedad de Graves, se producen estos autoan­ granulocitos y monocitos, son atraídos a los si­
ticuerpos que estimulan al receptor, por lo tan­ tios de depósito de los complejos inmunes, pro­
to el fenómeno de retroalimentación no funcio­ vocando muerte celular. Este mecanismo es el
na y los pacientes presentan hipertiroidism o principal responsable de las lesiones observa­
(véase más adelante). das en el LES, y es muy importante también en
La presencia de autoanticuerpos contra re­ la patogenia de los ratones NZB/NZW.
ceptores celulares se ha detectado en diversas Las reacciones inm unitarias m ediadas por
enfermedades o estados autoinmunes así, por células ocurren eomo resultado de las acciones
ejemplo, se observan anticuerpos antagonistas recíprocas de linfocitos T activamente sensibi­
contra el receptor de insulina induciéndose hi- lizados y sus antígenos específicos, y son m e­
perglucemia y quetoaeidosis con resistencia a diadas por linfoquinas o son debidas a citotoxi­
la insulina. Si por el contrario el anticuerpo es cidad directa. Es posible clonar líneas celulares
un agonista del receptor de la insulina, se ob­ T que transfieren la enfermedad a un animal
serva hipoglucemia. En la miastenia gravis se del m ism o haplotipo. Esto ha hecho posible
detectan anticuerpos contra el receptor de la identificar los autoantígenos involucrados en
acetilcolina; tam bién se han observado anti­ muchas enfermedades autoinmunes experimen­
cuerpos contra receptores de la prolactina, de la tales. Los antígenos son péptidos que se unen a
hormona de crecimiento y p-adrenérgicos. En moléculas determinadas del MHC. Por ejem ­
la miastenia gravis los anticuerpos contra la ca­ plo, líneas T clonadas pueden causar una enfer­
dena a del receptor de la acetilcolina bloquean medad desmielinizante del cerebro, la encefalo-
la transmisión neuromuscular normal (fig. 28- m ielitis alérgica experim ental (EAE), que se
6 ). Se ha postulado que los anticuerpos colabo­ asemeja a la esclerosis mtíltiple del ser huma­
ran en la internalización y degradación intrace­ no. Estas líneas celulares clonadas son estimu­
lular de los receptores de acetilcolina. Los pa­ ladas por péptidos de la proteína básica de mie-
cientes con miastenia gravis tienen un debili­ lina. La identificación de péptidos autoantigé-
dad progresiva y eventualmente mueren como nicos es particularmente difícil en el caso de
consecuencia de esta enfermedad autoinmune. enfermedades autoinmunes mediadas por célu­
Varios autores han estudiado enfermedades au­ las T CD 8 +.

C u ad ro 28-5. Enfermedades mediadas por anticuerpos contra receptores celulares

Enferm edad Antígeno M ecanism o Sintonías

E n fe rm e d a d d e G ra v e s R e c e p to r d e la T S H E s tim u la n te H ip e rtiro id is m o

M ia s te n ia g rav is R e c e p to r d e a c e tilc o lin a B lo q u e a n te D e b ilid a d p ro g re s iv a

D ia b e te s m e llitu s A n ta g o n is ta d e l re c e p to r B lo q u e a n te H ip e rg iu c e m ia
Autoinmunidad 571

Cuadro 28-6. Modelos experimentales de autoinmunidad espontánea

Posible contrapartida Antígeno E nferm edad


M odelo anim al de enferm edad en hittrumos inductor transm itida p o r L T

R a to n e s d ia b é tic o s n o -o b e s o s D ia b e te s m ellitu s in su lin o -d e - N o c o n o c id o Sí


(N O D ) p e n d ie n te (IDDIVI)

R a to n e s F l L u p u s e rite m a to s o s is té m ic o N o c o n o c id o Sí
(N Z B X N Z U ') (L E S )

C e p a d e p o llo s o b e so s T iro id itis d e H a s h im o to T iro g lo b u lin a Sí

A l realizar una prueba de la actividad de cé­ gónico de las células T hl y no de las Th2, es­
lulas de los nodulos linfáticos sobre monocapas pecíficas para la proteína básica de mielina, ya
de células de tiroides provenientes de ratones que la enfermedad pudo ser transferida por cé­
inm unizados con tiroglobulina homóloga, se lulas T h ly no por Th2.
detectaron células citotóxicas efectoras. La ci­
totoxicidad se produjo después de la estim ula­
ción in vitro con tiroglobulina durante 5 o 6 4. MODELOS EXPERIMENTALES
días. Sin embargo, en esta enfermedad no se DE A UTOINM UNIDAD
excluye el papel de los autoanticuerpos en el
agravam iento de la lesión tiroidea, especial­ Los modelos animales de autoinmunidad es­
mente en el ser humano, donde las células B pontánea o experim entalm ente inducida son
activas se encuentran en número elevado. útiles para tratar de dilucidar la etiopatogenia
En algunas enferm edades autoinmunes es­ de estas enfermedades.
pontáneas como la IDDM observada en ratones
NOD, el 60-80% de las hembras se vuelven hi- 4.1. M odelos de autoinmunidad espontánea
perglucémicas a las 30 semanas de edad y to­
dos los ratones presentan infiltración linfocita­ Diferentes cepas de animales que presentan
ria de los islotes de Langerhans. Estos infiltra­ alteraciones en el sistema inmune han sido m o­
dos están constituidos principalmente por linfo­ delos útiles para estudiar enfermedades autoin­
citos T CD4+ y CD 8 +, linfocitos B y m acrófa­ munes (cuadros 28-6 y 28-7). Entre los anim a­
gos pero, por experim entos de transferencia les más utilizados para estudiar enfermedades
adoptiva, se demostró que los linfocitos T son autoinm unes sistém icas podem os citar a un
los principales responsables de la enfermedad. gran número de cepas de ratones, y entre ellas,
Existen evidencias que demuestran que las cé­ a la cepa NZB/NZW. En estos animales se ob­
lulas T hl tienen un rol patogénico en la IDDM; serva nefritis autoinm une con p rese n c ia de
por ejemplo, se pudo prevenir el desarrollo de complejos inmunes, y son ampliamente utiliza­
diabetes en ratones NOD por la aplicación de dos como modelo experimental para el estudio
anticuerpos anti-IFN-y. Es posible que este an­ del lupus eritematoso sistémico (LES) en hu­
ticuerpo actúe sobre el IFN-'y producido por los manos. El LES murino es una enfermedad que
linfocitos T h l o el producido por las células está determinada genéticamente y es muy simi­
NK. En la EAE se pudo demostrar el rol prota- lar a la enfermedad humana. Las anormalida-

Cuadro 28-7. Modelos de autoinmunidad experimentalmente inducidos’'^

IVIiastenia g ra v is a u to in m u n e M ia s te n ia g rav is R e c e p to r d e a c e til-e o lin a Si


e x p e rim e n ta l (E A M G )

E n c e fa l itis e x p e rim e n ta l a u ­ E s c le ro s is m ú ltip le (M S ) P r o te ín a b á s ic a d e la m ie lin a Si


to in m u n e (E A E )

A rtritis a u to in m u n e (A A ) A r tritis re u rn a to id e a M . tuberculosis ( p ro te o g lic a n o s ) Si

T iro id itis e x p e rim e n ta l au- T iro id itis de H a s h im o to T iro g lo b u lin a Si


to in m u n e (E A T )

E stas e n ferm e d ad es p u e d e n s e r in ducidas en anim ales a p ro p ia d o s, por in y ec ció n del antígeno con a d y u v a n te co m p leto de F reu n d . E x ce p to
para la íirtritis a u to in m u n e, el a n tíg en o usad o co rresponde al au to a n tíg e n o a so c ia d o con la en ferm e d ad h u m ana. L a artritis re u rn a to id e a está
asociada a re acc io n es co n tra p ro teo g lica n o s, q u e son au to a n tíg e n o s asociados c o n el tejido conectivo.
572 Inmunopatología

Pituitaria

Tiroides

A □

F ig. 28-5. E n la enferm edad de G raves, la regulación de la producción de horm ona tiroidea se halla interrum pida.
L a e n fe rm e d a d d e G ra v e s es c a u s a d a p o r a n tic u e rp o s a n ti-re c e p to re s d e la T S H . E n c o n d ic io n e s n o rm a le s , las h o rm o n a s t i ­
ro id e a s se p ro d u c e n c o m o r e s p u e s ta a la T S H la q u e p o r a u to rre g u la c ió n lim ita su p ro d u c c ió n p o r la g lá n d u la p itu ita ria . E n
la e n fe rm e d a d d e G ra v e s , los a u to a n tic u e rp o s s o n a g o n is ta s d e la T S H y p o r lo ta n to e s tim u la n d e m a n e ra d e s c o n tro la d a la
p ro d u c c ió n d e h o rm o n a s tiro id e a s , p ro d u c ié n d o s e h ip e rtiro id is m o . A: L a g lá n d u la p itu ita r ia s e c re ta T S H q u e a c tú a so b re
la tiro id e s p a ra in d u c ir la lib e ra c ió n d e h o rm o n a s tiro id e a s . B : L a s h o rm o n a s tiro id e a s a c tú a n s o b re la p itu ita ria , p o r d is m i­
n u c ió n d e la p ro d u c c ió n d e T S H , lo q u e p o r fe e d b a c k s u p rim e la sín te s is d e las h o rm o n a s . C : L o s L B a u to in m u n e s p r o d u ­
c e n a n tic u e rp o s a n ti-re c e p to r d e la T S H , q u e e s tim u la n ta m b ié n la p ro d u c c ió n d e h o rm o n a s . D: L a p ro d u c c ió n d e h o n n o -
ñ a s p o r e s tim u la c ió n de l re c e p to r a tra v é s d e la u n ió n d e a u to a n tic u e rp o s n o p u e d e a u to rre g u la rs e , lo q u e c a u s a e x c e s iv a
p ro d u c c ió n d e h o rm o n a s .

des inmunológicas iniciales en cada cepa de ra­ anti-ADN de cadena doble y simple. Cada una
tón pueden variar pero la patogenia es similar de las características autoinmunes de los rato­
en todas las cepas y se caracteriza por hiperfun- nes NZB/W se halla bajo un control genético
ción de las células B,. producción de autoanti­ específico y múltiples genes están involucrados
cuerpos, formación de \complejos inmunes cir­ en las alteraciones autoinmunes observadas en
culantes, desarrollo de 'glomerulonefritis y en­ estos ratones. Se demostró que determinados
ferm edad cardiovascular. Las anorm alidades genes están comprometidos en la aparición de
serológicas primarias comunes incluyen: con­ anticuerpos anti-ADN, nativo y desnaturaliza­
centraciones elevadas de inmunoglobulinas sé­ do, pero no en la aparición de autoanticuerpos
ricas, gran cantidad de autoanticuerpos entre naturales timocitotóxicos, anti-eritrocitarios e
los que se Incluyen anticuerpos antinucleares y IgG m onoclonal. En otro grupo de ratones
Autoinmunidad 573

Receptores de M l isc u Io Flujo de Na+


acetilcolina Contracción muscular

Los receptores No flujo de Na+


de acetilcolina No contracción muscular
son endocitados
y degradados

Fig. 28-6. A utoan ticuerp os dirigidos contra el recep tor de la acetilcolin a inhiben su función. L a m ia s te n ia g r a v i s es
c a u sa d a p o r a n tic u e rp o s d irig id o s c o n tr a la su b u n id a d a d e l r e c e p to r d e a c e tilc o lin a , q u e e s tá r e la c io n a d o co n la t r a s m i ­
s ió n n e u ro m u s c u la r. A: P o r im p u ls o s n e u ro n a le s se lib e r a a c e tilc o lin a q u e se u n e a su s r e c e p to re s , p r o d u c ie n d o c o n tr a c ­
c ió n m u sc u la r. B : E n la m ia s te n ia g ra v is , lo s a n tic u e rp o s a n ti-re c e p to r d e a c e tilc o lin a se u n e n a lo s r e c e p to re s , p r o d u c i é n ­
d o s e e n d o c ito s is y d e g ra d a c ió n d e lo s re c e p to re s , p o r e n d e la a c e tilc o lin a n o p u e d e ac tu a r.

MRL/lpr el gen Ipr produce linfoproliferación y la mayoría de los animales diabéticos mueren
de linfocitos T y es un modelo bastante utiliza­ de cetoacidosis dentro de la semana de apari­
do para estudiar la artritis reurnatoidea. ción de la enfermedad, a menos que se les ad­
Los animales más empleados en el estudio ministre insulina. Un pequeño número de ani­
de enfermedades autoinm unes específicas de males manifiesta sólo hiperglucemia y no re­
órgano son los ratones diabéticos no obesos quiere insulina exógena. En ambos modelos la
(NOD) y ratas bio-breeding (BB), que se utili­ genética es compleja, pero estudios de entre-
zan en el estudio de la diabetes mellitus insuli- cruzamiento permitieron demostrar en am bos
nodependiente (IDDM ). En ambas cepas de casos que la susceptibilidad a la diabetes está
animales se observa reacción autoinmune con­ relacionada con el complejo mayor de h isto ­
tra células del páncreas. En estos animales hay compatibilidad.
aparición espontánea de IDDM con destrucción Hay también varios modelos espontáneos de
de células e insulitis. Inicialmente sólo el 10% enfermedad tiroidea, en los que se observa de­
de las crías de ratas BB eran diabéticas, pero sarrollo de tiroiditis autoinmune; esto se puede
los cruzam ientos selectivos incrementaron la ver especialm ente en ratas Búfalo, y en los de­
frecuencia de diabetes en forma significativa. nom inados “pollos obesos” . La tiroiditis au­
La aparición de diabetes en ratas BB es abrupta toinmune espontánea observada en pollos obe­
574 Inmunopatología

sos es una enfermedad autoinmune espontánea fiestan en ratas enfermas son falta de tonicidad
eon earaeterístieas de órgano-específica, que se de la cola y debilidad definida de las patas tra­
asemeja a la tiroiditis de Hashimoto del ser hu­ seras, que ev o lu cio n a a p arálisis com pleta
mano. En estos pollos se observan autoanti­ acompañada por incontinencia. Se ha demos­
cuerpos contra antígenos de tiroides y la glán­ trado que las células T son responsables de las
dula experim enta destrucción progresiva por lesiones observadas en la médula espinal y de
lesión inflam atoria crónica. Este m odelo es­ la desmielinización producida en estos anima­
pontáneo tiene varias ventajas; por ejem plo, les, la mayoría de los cuales se recupera espon­
que en las aves, la bursa y el timo están anató­ táneamente y se vuelve resistente a posteriores
micamente separados, que el embrión se desa­ intentos de inducir la enfermedad. Se ha de­
rrolla en un huevo accesible y que m uchas mostrado que esto es debido a la presencia de
crías pueden ser derivadas de un par de padres. células T supresoras. Algunas de las manifesta­
ciones de esta enfermedad experimental se ase­
4.2. Modelos de autoinmunidad mejan a una enfermedad desm ielinizante del
experimentalmente inducidos hombre, la esclerosis múltiple, lo que ha hecho
suponer su origen inmunológico.
Un modelo muy empleado en la inducción
de autoinmunidad en determinadas cepas de ra­
tones es realizar timectomía en animales de tres 5. ENFERMEDADES AUTOINM UNES
a cinco días de edad. Cuando estos animales ORGANO-ESPECÍFICAS Y SISTÉMICAS
son adultos desarrollan enfermedades autoin­
munes caracterizadas por la presencia de au­ Las enfermedades autoinmunes afectan entre
toanticuerpos e infiltrados de linfocitos T en el 5 y 7% de la población mundial, pudiendo
los órganos afectados. En ratones BALB/c la causar desde afecciones crónicas leves hasta al­
principal enfermedad que se induce es la gastri­ teraciones muy severas que pueden llevar a la
tis, aunque también pueden estar presentes la muerte al individuo que la padece. En general,
orquitis, ooforitis, pancreatitis, prostatitis y ti­ las enfermedades autoinmunes que se observan
roiditis. Es poco probable que el m ism o au- en humanos pueden ser divididas en dos cate­
toantígeno sea el blanco en los diferentes órga­ gorías: específicas de órgano y sistémicas (cua­
nos. Se pudo observar que diferentes poblacio­ dros 28-8 y 28-9). En las enfermedades órga­
nes de células efectoras inducen diferentes en­ no-específicas, la respuesta autoinmune prima­
fermedades, ya que la expresión intratímica de ria es dirigida contra un único órgano, glándula
antígenos responsables de la gastritis elimina el o tejido, por tal motivo a esta categoría de en­
desarrollo de gastritis en animales timectomi- fermedades también se la puede dividir tam ­
zados pero no el de ooforitis. Se cree que la en­ bién tomando en cuenta el órgano blanco invo­
fermedad está mediada por linfocitos T CD4+ lucrado (cuadro 28-10).
porque pudo ser transferida por este tipo de cé­
lulas obtenidas de animales timectomizados. 5.1. Enfermedades autoinmunes
Sin em bargo, para obtener autoinm unidad órgano-específicas
experimental es necesario, en la mayoría de los
casos, incorporar al material inmunizante sus­ En las enfermedades órgano-específicas, la
tancias adyuvantes. El uso de adyuvantes tiene inmunidad humoral y/o la inmunidad mediada
importancia no sólo en la inducción sino tam­ por células inducidas, están dirigidas contra au­
bién en la regulación del tipo de respuesta in­ toantígenos localizados en un solo órgano. Es­
mune; por ejemplo, el tejido cerebral inyectado tas patologías también pueden ser clasificadas
en animales de experimentación induce encefa- según la enfermedad sea debida principalmente
lomielitis alérgica experimental (EAE) (cuadro a la inmunidad humoral, celular o a ambas. En
28-7). En esta enfermedad se demostró que el algunas ocasiones se presenta más de una en­
antígeno responsable es la proteína básica de fermedad autoinmune en un mismo individuo,
m ielin a, que in c o rp o rad a al ad y u v a n te de especialmente cuando están implicadas glándu­
Freund completo e inyectada en ratas singenei­ las de secreción endocrina. En el cuadro 28-8
cas induce EAE. Por el contrario, el tratamien­ se detallan las principales enfermedades englo­
to de ratas con proteína básica de mielina en badas en este grupo.
adyuvante de Freund incom pleto previene el
desarrollo de EAE. Ratas no tratadas y ratas Enfermedades autoinmunes tiroideas
pretratadas con albúmina bovina o proteína bá­
sica de ratón en solución fisiológica no fueron Las hormonas secretadas por la glándula ti­
protegidas al ser posteriormente inmunizadas roides, 3,5,3’,-5’-tetraiodotironina (T^, tiroxi-
con proteína básica incorporada a adyuvante de na) y 3,5,3’-triiodotironina (Tj), regulan la sín­
Freund completo. Los síntomas que se m ani­ tesis de proteínas por acción sobre la transcrip-
Autoinmunidad 575

Cuadro 28-8. Enfermedades autoinmunes órgano-específicas


Enferm edad Autoantígeno involucrado Respuesta inm une

E n fe rm e d a d d e G ra v e s R e c e p to r d e la h o r m o n a d e tiro id e s A u to a n tic u e rp o s (e s tim u la n te s )

T iro id itis d e H a s h im o to C é lu la s y p ro te ín a s d e tiro id e s A u to a n tic u e rp o s y L T q u e m e d ia n h i ­


p e rs e n s ib ilid a d re ta rd a d a

D ia b e te s m e llitu s in s u lin o d e p e n d ie n te C é lu la s p a n c re á tic a s tip o b e ta A u to a n tic u e rp o s y L T q u e m e d ia n h i ­


p e rs e n s ib ilid a d re ta rd a d a

M ia s te n ia g ra v is R e c e p to re s d e a c e tilc o lin a A u to a n tic u e rp o s (b lo q u e a n te s )

E s c le ro s is m iíltip le M a te ria g ris o b la n c a d e c e re b ro C é lu la s T c ito tó x ic a s y m e d ia d o ra s d e


h ip e rs e n s ib ilid a d re ta rd a d a
A u to a n tic u e rp o s

E n fe rm e d a d d e A d d is o n C é lu la s a d re n a le s A u to a n tic u e rp o s

A n e m ia h e m o lític a a u to in m u n e P ro te ín a s d e m e m b r a n a d e g ló b u lo s ro jo s A u to a n tic u e rp o s

S ín d ro m e d e G o o d s p a s tu re C é lu la s b a s a le s d e riñ ó n y e s tó m a g o A u to a n tic u e rp o s

P ú rp u ra tro m b o c ito p é n ic a id io p á tic a P ro te ín a s d e m e m b r a n a d e p la q u e ta s A u to a n tic u e rp o s

A n e m ia p e rn ic io s a C é lu la s g á s tric a s p a rie ta le s ( fa c to r in tr ín ­ A u to a n tic u e rp o s


se co )

ción y estabilización del ARN. El 65% del peso zan la thyroid releasing hormone (TRH), que
de la es iodo y su forma desiodada (Tj), es la estimula a la glándula pituitaria a producir y li­
forma activa de la hormona. La acción de la berar la tyhyroid stimulating hormone (TSH).
es mediada a través de su receptor, una nucleo- La TSH estimula al tiroides para que sintetice y
proteína que une ADN. La principal proteína libere T 4 y Tj, que finalmente suprimen la ac­
intratiroide es la tiroglobulina, glucoproteína ción de la TSH por competición con la TRH en
de 660 kD, rica en tirosinas, que tiene la capa­ la pituitaria. De esta manera se cierra el ciclo.
cidad de atrapar iodo ionizado dentro de la Los tests para evaluar la función de la glán ­
glándula. La incorporación de T y su posterior dula tiroides miden la concentración sérica de
oxidación dentro de la glándula requiere la pre­ T^, Tj y TSH. El tratamiento de hipotiroidismo
sencia de peroxidasa (TPO); esta enzima es una se realiza mediante el empleo de tiroxina. E n el
proteína de 107 kD y se halla ubicada en la caso de hipertiroidismo requiere el uso de dro­
fracción microsomal del citoplasma de las cé­ gas que inhiban la síntesis de tiroxina, tra ta ­
lulas tiroideas. La tiroglobulina iodada es alm a­ miento quirúrgico del total o parte de la glán ­
cenada en los espacios foliculares de la glándu­ dula o destrucción de la glándula con iodo ra­
la. La secreción de las hormonas tiroideas, y diactivo.
Tj, se produce por acción de enzimas proteolí­ Las principales enfermedades autoinm unes
ticas que las liberan de la proteína almacenada tiroideas humanas (tiroiditis de Hashimoto, h i­
y un sistema de feedbaclc regula la función de potiroidismo autoinmune priinario y enferm e­
la glándula. Las células del hipotálamo sinteti­ dad de Graves) se caracterizan por una reactivi-

C uadro 28-9. Enfermedades autoinmunes sistémicas más comunes

Enferm edad A utoantígeno involucrado Respuesta inmune

L u p u s e rite m a to s o s is té m ic o A D N , p ro te ín a s n u c le a re s ( rib o n u c le o - A u to a n tic u e rp o s , c o m p le jo s i n m u n e s


p ro te ín a s ) m e m b r a n a d e p la q u e ta s

A rtritis re u m a to id e a T e jid o c o n e c tiv o Ig G A u to a n tic u e rp o s , c o m p le jo s i n m u n e s

D e rm a to m io s itis y p o lio m io s itis I n fla m a c ió n d e m ú s c u lo y p iel A u to a n tic u e rp o s

E s c le ro d e rm ia C o ra z ó n , r iñ o n e s , tra c to g a s tro in te s tin a l A u to a n tic u e rp o s

S ín d ro m e d e S jo g re n G lá n d u la s s a liv a le s , h íg a d o , r iñ o n e s , t i ­ A u to a n tic u e rp o s
ro id e s
576 Inmunopatología

C uadro 28-10. Clasificación de las principales En la Tiroiditis de Hashimoto el daño princi­


enfermedades autoinmunes órgano específicas pal está relacionado con la inmunidad mediada
humanas según el órgano o sistema afectado por células ya que se encuentran infiltrados de
células plasiTiáticas, macrófagos, linfocitos B y
Sistem a endocrino linfocitos T, principalmente CD4+. Estas célu­
T iro id itis d e H a siiim o to
las pueden, en algunos casos, reemplazar com­
E n fe rm e d a d d e G ra v e s (h ip e rtiro id is m o , tiro to x ic o s is )
D ia b e te s m e llitu s tip o I ( in s u lin o d e p e n d ie n te o d ia b e te s pletamente la arquitectura normal de la glándu­
ju v e n il) la tiroides. Las células epiteliales tiroideas pue­
In su fic ie n c ia a d re n a l (e n fe rm e d a d d e A d d is o n ) den interaccionar directamente con las células
O rq u itis a u to in m u n e
T que expresan tanto antígenos de clase I como
Sistem a hem atopoy ético antígenos de clase IL La expresión de estos líl-
A n e m ia h e m o lític a a u to in m u n e (c o n a u to a n tic u e rp o s ti­ timos por parte de las células tiroideas es indu­
p o “c a lie n te s ”) cida por el lEN-y liberado por la célula T y di­
A n e m ia h e m o lític a a u to in m u n e (co n a u to a n tic u e rp o s
cho efecto es incrementado por el factor de ne­
“ frío s ” o c río a g lu tin in a s )
T ro m b o c ito p e n ia a u to in m u n e crosis tum oral (TNF). Recíprocamente, estas
A n e m ia p e rn ic io s a células tiroideas pueden presentar antígenos a
C o a g u lo p a tía s a u to in m u n e s ( a n tic o a g u la n te s c irc u la n te s las células T aumentando de esta forma la libe­
o s ín d ro m e fo sfo lip íd ic o )
ración de citoquinas. El INF-y y T N F a también
Sistem a neurom uscular inducirían la expresión de algunas moléculas
M ia s te n ia g rav is de adhesión sobre las células tiroideas como,
P o lin e u ritis a u to in m u n e por ejemplo, la molécula de adhesión intercelu­
E s c le ro s is m ú ltip le
lar (ÍCAM -1). Adem ás, IL -ip y T N F -a son
P o lim io s itis
sintetizados por las células epiteliales tiroideas,
Piel creando la posibilidad de un control autocrino
P é n fig o y o tra s e n fe rm e d a d e s a m p o lla re s por estas citoquinas. Otras moléculas de adhe­
Sistem a cardiopulm onar
sión expresadas sobre la célula tiroidea inclu­
M io c a rd itis re u m á tic a yen al CD56 y CD58.
S ín d ro m e d e G o o d p a s tu re ( h e m o rra g ia p u lm o n a r y n e fr i­ El 95% de los sueros de los pacientes con ti­
tis) roiditis de Hashimoto contienen anticuerpos di­
rigidos contra la tiroglobulina y la peroxidasa.
Estudios realizados con anticuerpos m onoclo­
nales anti-tiroglobulina humana han contribui­
dad hacia antígenos tiroideos propios, la que do a dem ostrar que los epitopes reconocidos
puede estar expresada como una respuesta au­ por los autoanticuerpos presentes en el suero de
toinm une de tipo inflam atorio destructivo o estos pacientes se encuentran en la región cen­
una respuesta autoinmune anti-receptor. tral (no hormonogénica) de la molécula de tiro-
globulina, es decir que esta zona estaría ex ­
Tiroiditis de Hashimoto puesta sobre la superficie de la molécula de ti­
roglobulina nativa. El clonado de los genes de
La tiroiditis de Hashimoto es una de las en­ los antígenos involucrados en la tiroiditis de
fermedades más comunes que causan hipotiroi- Hashimoto permitió conocer la autoantigenici-
dismo en adultos. Generalmente afecta a muje­ dad de los mismos, definiendo cuáles son los
res de mediana edad y su principal manifesta­ epitopes específicos para las células T y cuáles
ción es el hipofuncionamiento de la glándula, para las células B.
produciendo severas complicaciones metabóli- Los autoanticuerpos anti-tiroglobulina quizás
cas, debido a la hipoproducción de la hormona tengan un rol patogénico limitado, pero se obser­
por tumefacción de la glándula tiroides. El hi- vó que el reconocimiento de esta porción central
potiroidism o com ienza con una variedad de por autoanticuerpos en pacientes con el Síndro-
signos y síntomas como por ejemplo la apatía iTie de Sjogren (ver más adelante) se correlacio­
por disminución del metabolismo. El mixede- naría con la severidad de la lesión tiroidea.
ma es una manifestación muy comiin del hipo- En el modelo animal de tiroiditis autoinmu­
tiroidismo y se caracteriza por la tumefacción ne experimental inducido por la inmunización
del tejido subcutáneo, especialmente alrededor de ratones con tiroglobulina, se demostró que
de los ojos. En la tiroiditis de Hashimoto, coino los determinantes iodados son los responsables
en la mayoría de las enfermedades autoinmu­ de la patogenicidad de la enfermedad, ya que
nes, podría estar involucrado un componente son reconocidos por las células T autorreacti­
genético, ya que se ha observado, que mieiTi- vas y forman parte de los dominios hormono-
bros asintomáticos de una familia tienen mayor génicos de la tiroglobulina.
incidencia a padecer la enfermedad, si en dicha Tanto la tiroglobulina como la peroxidasa ti­
familia existen antecedentes de la enfermedad. roidea pueden ser expresadas sobre las células
Autoinmunidad 577

foliculares de la tiroides, por lo tanto pueden giriendo que provienen de una restringida po­
ser reconocidas por células inmunes y anticuer­ blación de clones B, a pesar de que no ha sido
pos. Por otra parte, los LB aislados de sangre posible detectar LB específicos. Que en el de­
de pacientes con tiroiditis de Hashimoto son sencadenamiento del hipertiroidismo sean res­
capaces de producir in vitro anticuerpos anti-ti- ponsables los anticuerpos anti-TSH ha sido do­
roglobulina, cuando son co-cultivados con cé­ cumentado por el éxito del tratamiento, en al­
lulas T antologas y tiroglobulina. gunos pacientes, con methamazole, compuesto
Los anticuerpos anti-TPO aparentemente tie­ con actividad antitiroidea, que reduce la pro­
nen mayor importancia patogénica que los anti- ducción de anticuerpos. Pero más convincente
tiroglobulina. Esto se basa en las siguientes ob­ aun es la inducción de hipertiroidismo en niños
servaciones: 1) la mayoría de los pacientes con recién nacidos, debido al pasaje placentario de
tiroiditis de Hashimoto presentan anticuerpos dichos anticuerpos.
anti-TPO mientras que los anticuerpos anti-ti- El receptor de la TSH ha sido objeto de estu­
roglobulina están a veces ausentes o presentes dios debido a su importancia fisiológica e im­
en pequeña cantidad; 2) los niveles séricos se plican cia en la enferm edad de G raves. E stá
correlacionan con los estadios activos de la en­ compuesto por una subunidad extracelular de
fermedad; 3) a diferencia de los anticuerpos an- unión a la hormona y una subunidad de m em ­
ti-tiroglobulina, los anti-TPO producirían daño brana, unidas por puentes disulfuro. L os pa­
directo a las células tiroideas por fijación de cientes con enfermedad de Graves presentan
complemento; in vitro se observó que dañan las autoanticuerpos estim ulantes dirigidos contra
células tiroideas por ADCC con células natural el receptor de la TSH mientras que pacientes
killer. con hipotiroidismo autoinmune primario pre­
La tiroiditis experimental autoinmune (EAT) sentan anticuerpos que bloquean la unión de la
puede ser inducida en ratones H-2b por inm u­ TSH y que no son estimulantes. Ambos tipos
nización con TPO porcina purificada o por de anticuerpos se unirían a distintos sitios del
transferencia adoptiva de células T sensibiliza­ receptor. Los anticuerpos estimulantes activan
das. En general, los epitopes reconocidos por el la adenilciclasa elevando los niveles intracelu­
receptor de las células T involucrados en la pa­ lares de AMPc y los niveles de ARNm para la
togénesis de la enfermedad son poco conoci­ tiroglobulina y TPO.
dos. La oftalmopatía en la enfermedad de Graves
está asociada con anticuerpos dirigidos contra
Enfermedad de Graves una proteína de 64 kD, específica de la m em ­
brana del músculo del ojo. No se sabe cuál es
La manifestación clínica más importante es el origen de estos anticuerpos y por qué no to­
la hiperactividad de la glándula tiroides, con dos los pacientes con enferm edad de G aves
excesiva liberación de hormonas tiroideas (tiro- presentan daño ocular.
toxicosis). Esta anorm alidad funcional causa
hiperactividad con temblores, insomnio y alte­ Diabetes mellitus
raciones en el ritm o cardíaco. Un im portante
aspecto del hipertiroidismo es la exoftalmia, un La diabetes m ellitus es un desorden en el
peculiar agrandamiento de los globos oculares, metabohsmo de la glucosa, debido a una dism i­
que, si es severo, puede causar su daño. Los nución o falta total de insulina. La deficiencia
pacientes con hipertiroidismo tienen anticuer­ de insulina produce hipergiucemia, causando
pos de tipo IgG contra el receptor de la TSH. aumento de la osmolaridad plasmática, lo que
Estos anticuerpos m im ifican la acción de la increm enta la producción de orina, que es el
TSH, estimulando inapropiadamente a las célu­ primer síntoma de diabetes.
las tiroides a producir excesivas cantidades de Existen dos formas principales de la enfer­
tiroxina; las anticuerpos anti-TSH también pue­ medad: diabetes tipo I, en la que los pacientes
den estimular in vitro el crecimiento de las cé­ dependen de insulina exógena para el m anteni­
lulas tiroideas, efecto que podría correlacionar­ miento del metabolismo normal de la glucosa,
se con el agrandamiento de la glándula tiroidea y diabetes tipo II, donde el tratamiento es fre­
que se observa en la enfermedad de Graves. cuentemente innecesario, ya que es suficiente
Existen evidencias de una respuesta inmune una dieta sin carbohidratos. La diabetes tipo II
dentro de la glándula, ya que se han encontrado es debida a disturbios bioquímicos del receptor
LT CD4+ y en menor grado, LT CD8+. Por otro de la insulina, mientras que la diabetes de tipo 1
lado, se ha observado in vitro que, LB prove­ es una enfermedad autoinmune que destruye
nientes de glándulas de pacientes con la enfer­ las células p de los islotes de Langerhans del
medad, producen anticuerpos anti-TSH. Tam ­ páncreas, células productoras de insulina. Las
bién se ha visto que estos anticuerpos están res­ lesiones específicas de la enfermedad se cono­
tringidos a una única cadena liviana ( k o X), su­ cen como insulitis, infiltrado de los islotes de
578 Inmunopatología

Langerhans con células mononucleares, espe­ En el suero de pacientes, tanto diabéticos co­
cialmente LT CD8+ y en menor cantidad LT mo prediabéticos, se ha detectado la presencia
CD4+. de anticuerpos anti-GAD. Los autoanticuerpos
La diabetes tipo I, tam bién conocida como detectados en sujetos en un estadio pre-clínico
diabetes mellitus insulinodependiente (IDDM) y en pacientes en quienes la enfermedad es de
afecta aproximadamente al 0,2-0,5% de la po­ reciente aparición, están dirigidos contra célu­
blación y el pico de aparición de la enfermedad las de los islotes (ICA) y autoanticuerpos anti­
es a los 11-12 años de edad, por lo que a la dia­ insulina (lAA). Durante años se ha tratado de
betes tipo I también se la conoce con el nombre encontrar un marcador sérico en personas sus­
de diabetes juvenil insulinodependiente. Se ha ceptibles a la diabetes antes de la aparición clí­
observado una mayor incidencia de la enferme­ nica de la misma. Sin embargo, no se han en­
dad según el grupo étnico o raza, lo que indica contrado diferencias significativas en el riesgo
su estrecha relación con los antígenos del com ­ a desencadenar diabetes entre personas con al­
plejo mayor de histocompatibihdad. La IDDM, tos y medianos títulos de anti-GAD.
si no se trata tempranamente, puede llevar al La respuesta autoinmune que se genera tiene
paciente a un desenlace fatal, debido a la total bases genéticas, es decir que está relacionada
destrucción de las células de los islotes de Lan­ con la presencia de determinados haplotipos de
gerhans del páncreas. La retinopatía diabética, los antígenos del complejo mayor de histocom­
daños renales, y un tipo acelerado de arteriees­ patibilidad de ciase II (especialm ente DR3-
clerosis, que puede llevar a la amputación de DR4). El riesgo de un individuo, cuando uno
las piernas o pies, son las complicaciones más de los progenitores presenta la enfermedad es
severas de esta enfermedad. del 8-10%, y aumenta al 25 % si ambos la pa­
La IDDM es considerada una enferm edad decen. También los factores ambientales pue­
autoinmune específica de órgano debido a la den ejercer efectos moduladores profundos so­
presencia de anticuerpos contra distintos com ­ bre dicha predisposición genética; si estos fac­
ponentes de las células de los islotes y a la tores gatillan o protegen de la enfermedad aún
morfología que presenta el páncreas. Además, no se sabe. Ciertos virus han sido implicados
se ha visto que está frecuentem ente asociada en la inducción de IDDM en humanos, como
con otras enfermedades autoinmunes específi­ virus de rubéola, Coxsackie y citomegalovirus.
cas de órgano, como enfermedades autoinmu­ Sin embargo, las evidencias que la IDDM en
nes tiroideas, anemia perniciosa y la enferme­ hum anos resulte de una infección viral que
dad idiopática de A ddison. Los anticuerpos afecte directa o indirectamente a través del sis­
contra las células de los islotes son una caracte­ tema inmune a las células, son poco claras.
rística de esta enfermedad; algunos se unen a Aún no existen evidencias claras respecto al
componentes del citoplasma; otros, a proteínas gatillado de la destrucción celular por algún ti­
de la membrana de las células [3. Un hecho im­ po especial de anticuerpo o por algún particular
portante de estos anticuerpos es que pueden ser autoantígeno. El argumento en contra de la hi­
un m arcador im portante de la enferm edad, y pótesis que sugiere que los autoanticuerpos son
predecir si un individuo es susceptible o no. Se la causa primaria de la enfermedad es que los
ha observado que el 80% de los pacientes pre­ LT son las células mayoritarias que se obser­
sentan anticuerpos contra una proteína de 64 van en el infiltrado de los islotes.
kD localizada en el citoplasma de las células [3. La cepa de ratón NOD es un modelo animal
Estos anticuerpos se han detectado antes de la de IDDM ampliamente estudiado. Muchas lí­
aparición de la enfermedad, por lo tanto, pue­ neas de trabajo apuntan hacia la importancia de
den servir como marcadores predictivos. Esta los hnfocitos T en el proceso de destrucción de
proteína de 64 kD ha sido identificada como la las células de los islotes dando como resultan­
ácido glutámico decarboxilasa (GAD), enzima do el desarrollo de diabetes. Sin embargo, no
presente en una gran variedad de tejidos que ha sido fácil la purificación de las células auto­
cataliza la síntesis del ácido y-aminobutírico. rreactivas. También se ha comprobado que di­
Se han encontrado dos isoterm as, de 65 y 67 ferentes citoquinas, liberadas por las células del
kD respectivamente, pero ambas contienen una sistema inmune, juegan un rol muy importante
secuencia peptídica homóloga a un péptido de en la patogénesis de IDDM y en el daño celu­
la proteína P2-C del virus Coxsackie B4, lo que lar. Estudios in vitro han demostrado que cier­
hace suponer que la IDDM se gatillaría por es­ tas citoquinas (IL-1, TN F-a, lEN-y) pueden ser
ta infección viral, aunque todavía no ha sido citotóxicas para las células, inhibir la secreción
demostrada reacción cruzada entre el G AD y la de insulina y, generalmente en combinación,
molécula P2-C. Los anticuerpos anti-GAD en dañar y destruir a las células. La expresión de
la IDDM son un enigma, debido a la distribu­ las mismas se encontró en las lesiones de insu-
ción de esta enzima en los diversos tejidos del litis en ratones NOD y en ratas BB. El IFN -yha
organismo. sido detectado en infiltrados de islotes hum a­
Autoinmunidad 579

nos diabéticos con la presencia de linfocitos. de la enfermedad, especialmente en casos don­


También se observó que la administración de de los anticuerpos contra la AChR no son de-
IL-2, IL-4, e IL-10 a ratones NOD y ratas BB tectables.
in vivo pueden prevenir el desarrollo de diabe­ El AChR es una proteína compleja formada
tes. Englobando los resultados mencionados se por cuatro subunidades homólogas a , (3, y y (e)
sugiere que, dada la importancia del IFN-y co­ 6. En el músculo em brionario el A C hR está
mo mediador en la destrucción de las células compuesto de subunidades a , [3, y y 5; después
de los islotes in vitro y de la insulitis y diabetes de la inervación, la subunidad y es reemplazada
in vivo, las células T hl productoras de IFN-y por la subunidad homóloga.
participarían en el proceso de destrucción de No se conoce si la respuesta contra el AChR
las células de los islotes. Por otro lado, los es iniciada por el mismo receptor o por una pro­
efectos protectores contra insulitis y diabetes teína de reacción cruzada. Se ha postulado que
producidos por la ÍL-4 e IL-10, sugieren que en pacientes con miastenia gravis, el tim o sería
las células Th2 productoras de estas citoquinas el órgano donde se inicia la inducción contra el
serían las responsables de prevenir la respuesta AChR. En estos pacientes es común la hiperpla­
autoinmune. Por lo tanto, la respuesta autoin­ sia del timo y en algunos casos se observa la
mune en IDDM involucraría algún tipo de des­ presencia de un timoma y hay presencia de lin­
balance en los circuitos inm unorregulatorios focitos T y B con receptores anti-AChR. Por lo
que llevarían a un dominio en la función y pro­ tanto la timectomía, en estos pacientes es consi­
ducción de citoquinas de la población T h l so­ derada en algunos casos un tratamiento benefi­
bre la Th2. cioso. Diferentes proteínas similares al AChR
han sido descritas en el timo. Una de estas pro­
Miastenia gravis teínas es expresada en timomas pero no es un
verdadero AChR porque, aunque si bien algu­
La miastenia gravis (MG) es una enferm e­ nos anticuerpos contra el receptor se unen a ella
dad autoinmune en la que se observa bloqueo no se unen a Ja a-bungaroto.xina (péptido de ví­
de la trasmisión neuromuscular, por la produc­ bora, antagonista colinérgico que reconoce es­
ción de autoanticuerpos contra el receptor de la pecíficamente el AChR muscular).
acetil colina (AChR). La enfermedad es más El AChR em brionario parece ten er un rol
frecuente en m ujeres que en hombres; en las importante en la patogénesis de la MG, lo que
mujeres la enfermedad aparece generalmente explicaría en parte el hecho de que algunos pa­
durante la tercera década de vida y en los hom­ cientes reconocen solamente AChR embriona­
bres, a partir de los 60 años. El sistema m uscu­ rio. Se ha propuesto que los anticuerpos contra
lar más afectado es el ocular, laríngeo y respi­ el AChR en MG reconocen epitopes únicos del
ratorio. Es muy común la asociación entre MG AChR embrionario o comunes a ambas formas,
y otras enferm edades autoinmunes, especial­ em brionaria y adulta, pero nunca reconocen
mente hipertiroidismo. El timo juega un papel epitopes pertenecientes solamente a la forma
muy importante, ya que se ha visto que la ti- adulta del AChR.
mectomía puede curar a pacientes jovenes. El Los anticuerpos anti-AChR de pacientes con
90% de los enfermos presentan anticuerpos an- M G causan degradación acelerada del AChR
ti-AChR y las madres pueden trasmitir la enfer­ por entrecruzamiento o por lisis m ediada por
medad a sus hijos, muy probablemente por pa­ complemento de la membrana post-sináptica y
saje por placenta de dichos autoanticuerpos. raramente bloquean el sitio de unión colinérgi-
La MG es una enfermedad poco común, pe­ ca. Estos anticuerpos son polielonales y hay
ro es muy estudiada debido a que el autoantíge­ poca correlación entre el título de anticuerpos y
no involucrado en la enfermedad está muy bien la severidad de los síntomas, sugiriendo que
caracterizado, lo que permite un excelente sis­ sólo ciertas subpoblaciones de anticuerpos con­
tema para investigar las interacciones molecu­ tra AChR son patogénicas, quizás debido a su
lares que ocurren en la respuesta autoinmune capacidad de degradar el AChR y/o de activar
en humanos. Los anticuerpos contra el AChR el complemento. Algunos pacientes con MG no
son la principal causa de los síntomas que se tienen anticuerpos detectables contra el AChR,
observan en la enfermedad, la que puede ser in­ y otros pueden producir anticuerpos contra epi­
ducida en animales sanos por tratamiento con topes del AchR que no están relacionados con
suero o IgG de pacientes con MG o con anti­ de la unión neuromuscular.
cuerpos anti-ACliR. En la MG también hay an­ L a mayoría de los anticuerpos anti-AChR
ticuerpos contra otros epitopes presentes en están dirigidos contra una porción extracelular
músculo, contra proteínas sinápticas y contra de la subunidad denominada MIR (principal re­
una proteína de membrana del sarcoplasma in­ gión inmunogénica) y que está conservada en
volucrada en la liberación del Ca^^. Estos anti­ diferentes especies animales. Los anticuerpos
cuerpos pueden tener un rol en Ja patogénesis anti-MIR jugarían un rol muy im portante en la
580 Inmunopatología

patogenicidad de la enferm edad, ya que su terferir en la conductividad o ser citolíticos. Se


transferencia pasiva en ratas Lewis puede des­ ha observado que los astrocitos que presentan .
encadenar MG; en cambio la enfermedad no se MBP pueden ser Usados por células específicas
desencadena si se inoculan anticuerpos dirigi­ para MBP. La actividad lítica está restringida a
dos contra otras porciones de la misma subuni­ las m oléculas del CM H -II, es específica de
dad y contra otras subunidades del receptor. MBP y está asociada con la encefalogenicidad
Por otro lado, los anticuerpos anti-MIR, cuan­ de las células T.
do se añaden a cultivos de células musculares
son capaces de inhibir la expresión del AChR, 5.1.1. Clasificación de las enfermedades
causando el mismo efecto los sueros de pacien­ autoinm unes según el sistema involucrado
tes con MG.
Se puede concluir que los anticuerpos son Como se puede ver en el Cuadro 28-10, las
los principales responsables de los síntom as enfermedades autoinmunes específicas de ór­
observados en MG y que los anticuerpos anti- gano se pueden clasificar también según el sis­
MIR pueden tener un rol predom inante en la tema involucrado. Aquí mencionaremos algu­
enfermedad. Los anticuerpos anti-MIR tienen nas de ellas.
diferentes idiotipos y parecería que la activa­
ción de los anticuerpos anti-idiotipos del cir­ E nferm edades autoinm unes del sistema
cuito inm unorregulatorio podrían ser de uso hematopoyétieo
práctico en el tratam iento de la enferm edad.
Los síntomas de la MG pueden ser disminuidos Síndrome antifosfoUpídico
por el uso de toxinas unidas a AGhR ya que
pueden llevar la toxina a los linfocitos B anti- En 1963 Bowie y col. describieron que un
AGhR. grupo de pacientes con LES presentaban una
extraña sintomatología clínica: trombosis recu­
Esclerosis múltiple rrente, y el plasma contenía un factor que era
capaz de inhibir la coagulación in vitro, por lo
La esclerosis m iiltiple es una enferm edad que años más tarde se lo llamó anti-coagulante
desm ielinizante del sistem a nervioso central, lúpico. En el año 1987, se agrupó a estos pa­
siendo los linfocitos T importantes mediadores cientes bajo el término de síndrome antifosfo-
de la misma. En la actualidad se están realizan­ lipídico (APS), ya que sus sueros presentaban
do numerosos estudios sobre esta enfermedad y anticuerpos anticardiolipina y anti-fosfolípi-
las investigaciones se basan fundamentalmente dos. Por otro lado, este síndrome ocurría gene­
en un modelo experimental de encefalitis au­ ralm ente en ausencia de m anifestaciones de
toinmune (EAE) inducido en ratas Lewis. Estos LES.
animales, cuando son inyectados con mielina o El APS puede presentarse con diferentes ma­
proteína básica de mielina (MBP), al cabo de nifestaciones, pero siem pre depende de una
14 días desarrollan una parálisis ascendente de trombosis primaria. La trombosis comienza en
la cola seguida por debilidad de las patas trase­ las venas de las piernas, continúa con embolis­
ras o parálisis de las mismas. En los estudios mo pulmonar e infarto placentario con abortos
histológicos se observa inflamación de las m e­ espontáneos recurrentes.
ninges asociada a desmielinización primaria de Los anticuerpos anti-fosfolípidos tienen pre­
la médula espinal. Por microscopía electrónica ferencia por los lípidos cargados, clasificados
se observan células apoptóticas presentes en el como cardiolipinas, uniéndose al grupo polar
sistema nervioso central desde el día de la apa­ del fosfato. Se pueden encontrar dos formas de
rición de la enfermedad hasta el momento en fosfolípidos: la forma laminar, que es el mayor
que comenzó la recuperación del animal. Los componente fosfolipídico de la bicapa de las
linfocitos CD4+ que reaccionan contra la pro­ m em branas celulares, m ientras que la form a
teína básica de mielina son los factores patogé­ hexagonal es componente menor. Los anticuer­
nicos en la EAE. Si se inyectan linfocitos T pos anti-fosfolípidos preferentemente se unen a
que reaccionan con MBP, en animales norma­ la forma hexagonal. Por otro lado, éste es el
les en form a endovenosa, estos linfocitos se fosfolípido inmunogénico para ratones, sin ne­
acumulan en el sistema nervioso central y cau­ cesidad de adyuvantes, mientras que la forma
san EAE. Su patogenicidad involucra procesos laminar no es inmunogénica, aunque se inyecte
complejos tales como localización, extravasa­ con adyuvante. Por lo tanto, los anticuerpos an-
ción de células que inducen EAE e inducción ti-fosfolípidos pueden ser el resultado de una
de daño en el sistema nervioso central. La hi­ respuesta inmune contra la forma hexagonal,
persensibilidad de tipo retardada es uno de los que por alguna causa se exprese de m anera
procesos patogénicos de los linfocitos T ence- anormal sobre la membrana celular. Algunos
falogénicos. Los linfocitos T-MBP pueden in­ investigadores creen que el cofactor P^-gluco-
Autoinmunidad 581

proteína, componente normal del plasma, pue­ la v asculitis m ediada por ANCA es aún un
da ser fundamental para la unión de los anti­ enigma, como la mayoría de las enfermedades
cuerpos a la cardiolipina. autoinmunes.
Algunos anticuerpos anti-fosfolípidos pue­
den reaccionar con ADN, vía el fosfato del áci­ Anemia hemolítica autoinmune (AHAI)
do nucleico. Más aun, ratones normales inmu­
nizados con cardiolipina conjugada a una pro­ La AHAI comprende un grupo de enferme­
teína, producen anticuerpos que reaccionan con dades que se caracterizan por la presencia de
cardiolipina y ADN. Estos resultados estarían autoanticuerpos contra glóbulos rojos, causan­
explicando la reactividad cruzada de los anti­ do una severa disminución de la vida m edia de
cuerpos anti-fosfolípidos en el LES. dichas células.
Aún se desconocen los mecanismos median­ Se conocen dos tipos de autoanticuerpos an-
te los cuales los anticuerpos anti-fosfolípidos ti-glóbulos rojos, IgG e IgM, ambos con dife­
producen trombosis. Dos grupos de investiga­ rente especificidad y asociados a diferentes
dores han dem ostrado que la adm inistración AHAI. Los autoanticuerpos de tipo IgG , aun­
endovenosa de anticuerpos anti-fosfolípidos en que se unen a eritrocitos, no son capaces de
ratones preñados causa la muerte fetal. A pesar aglutinarlos y sólo pueden ser evidenciados
de ello, la patogenicidad de estos anticuerpos m ediante el uso del suero anti-Y-globulinas
no está universalmente aceptada. (test de Coombs). Los antígenos a los cuales se
unen estos autoanticuerpos han sido difíciles de
Vasculitis caracterizar. Hoy se sabe que se hallan dentro
del altamente polirtiórfico sistema Rh. L a ca­
Los síndromes vasculíticos son un grupo de racterística de esta enfermedad es la anem ia he­
desórdenes heterogéneos, en los cuales la ma­ molítica por la depuración de eritrocitos unidos
nifestación principal es la inflamación de las a los anticuerpos, vía receptor Fe de m acrófa­
paredes de los vasos sanguíneos. Pueden afec­ gos. Estos autoanticuerpos no son fijadores de
tar los vasos grandes, medios y pequeños de to­ complemento, por lo tanto, la hsis intravascular
do el organismo, pero con mayor frecuencia, es poco común. La AHAI asociada con anti­
los vasos de la piel, riñones, pulmones y cere­ cuerpos de tipo IgG puede ser idiopática o estar
bro. asociada a LES u otras enfermedades autoin-
El hallazgo de anticuerpos contra componen­ inunes.
tes del citoplasm a de neutrófilos (ANCA) ha Los anticuerpos de tipo IgM asociados a ia
sido una importante contribución para dilucidar AHAI a son capaces de aglutinar a los glóbulos
los mecanismos de estos síndromes. Uno de los rojos, por lo se los conoce con el nom bre de
ANCA se une específicamente a una serin-pro- crioaglutininas (CA), ya que lo hacen a bajas
teasa (m ieloblastina) que se encuentra dentro temperaturas (4-22°C). Las CA reconocen un
de los gránulos azurófilos de los neutrófilos. sistema de antígenos llamado I/i, cuyo epitope
Estos anticuerpos son característicos de la gra- está formado por unidades repetidas de N-ace-
nulom atosis de W egener y su concentración til-lactosam ina de manera lineal o ram ificada
tiende a correlacionarse con el período activo respectivamente. El antígeno i se h alla sobre
de la enfermedad. Un segundo tipo de ANCA los glóbulos rojos fetales y de recién nacidos;
se une a mieloperoxidasa, otra enzima neutrófi- el antígeno I aparece luego de los tres m eses de
la. Los anticuerpos anti-mieloperoxidasa apare­ vida.
cen en diferentes tipos de vasculitis, principal­ E stos anticuerpos norm alm ente se hallan
mente poliartritis nodosa y glom erulonefritis presentes en el sitero de individuos normales,
necrotizante. Se vio que los dos tipos de AN- en títulos muy bajos, pero en la enfermedad se
CAs eran capaces de activar a los neutrófilos in incrementan enormemente, pudiéndose obser­
vitro, causando la degranulación y producción var aglutinación con sueros diluidos hasta 1:
de radicales libres, y estos efectos eran incre­ 10''. La enfermedad crónica por CA es debida
mentados por efecto del TNF. Estos hallazgos generalmente a anticuerpos monoclonales de ti­
estarían indicando que los ANCA tienen un rol po IgM producidos por células B neoplásicas.
patogénico en los diferentes tipos de vasculitis. Un hecho llamativo de estos autoanticuerpos
No se conoce aún si estos anticuerpos son el re­ es que, hasta el presente, son el único modelo
sultado de una primera injuria que causa libera­ de autoanticuerpos con restricción en el uso de
ción de antígenos potencialmente inmunogéni­ un determinado gen Vj^. La asociación es con
cos a partir de neutrófilos, o a través de algún el Vj^4-21, gen da la familia V h4. Este gen es
otro mecanismo. altamente representado en el repertorio de LB
Muchas agentes infecciosos tienen la capaci­ normales. Si un antígeno extraño o propio se­
dad de activar neutrófilos, pero no inducen vas­ lecciona una célula B V h4-21+ y, si esta célula
culitis o la producción de ANCAs, por lo tanto sufre una transformación maligna, el resultado
582 Inmunopatología

puede ser la producción de un alto nivel de an­ la piel. La mayoría de estas enfermedades sé
ticuerpos monoclonales patogénicos y con es­ conocen también con el nombre de enfermeda­
pecificidad de CA. des am pollares, siendo las más com unes las
que se hallan bajo la denominación de Pénfigo.
Enferm edades autoinm unes de la piel Los autoanticuerpos que se encuentran en el
suero de pacientes con enfermedades ampolla­
Antes de hablar de las enfermedades autoin­ res han sido de gran importancia para identifi­
munes de la piel es importante hacer una intro­ car las diferentes moléculas de la piel responsa­
ducción, aunque breve, de cómo está constitui­ bles de las adhesiones epiteliales célula-célula
do este órgano. y de las adhesiones dérmicas/epidérmicas.
La piel es el órgano más extendido del cuer­
po. Está formado por un epitelio (epidermis), Enferm edades ampollares (Pénfigo)
una matriz de tejido conectivo (dermis) y tejido
adiposo (hipodermis) y muchas de las estructu­ El pénfigo (del griego pemphix, ampolla) es
ras de la piel han sido clasificadas en función una enfermedad autoinmune de la piel y mem­
de su composición bioquímica. branas de mucosas.
La epidermis está constituida por un epitelio Se conocen diferentes tipos de pénfigos, en­
estratificado, células pigm entarias (melanoci- tre los cuales podemos nombrar: el P. vulgaris
tos), células dendríticas (células de L an g er­ (con ampollas orales y cutáneas, por la presen­
hans), y linfocitos residentes. Los queratinoci- cia de IgG intracelular), el P. vegetans (con le­
tos, componente mayoritario de la epidermis, siones orales y verrugas que simulan erupción,
contienen un citoesqueleto form ado por fila­ por la presencia de IgG intracelular), P. folia-
mentos de queratina. Dichos filamentos se in­ ceus (con ampollas superficiales en piel, por la
sertan en la placa de desmosomas y hemides- presencia de IgG en la epidermis), el P. brasi­
mosoraas estableciendo uniones con las células leño (con ampollas superficiales en piel, por
adyacentes. Los queratinocitos se distribuyen anticuerpos en la epidermis). El más comiín es
formando diferentes capas con distinto grado el P. vulgaris.
de diferenciación. Posteriormente a la formación de las ampo­
La dermis está formada por tejido conectivo, llas aparece la acantolisis debida a la pérdida
sistema de fibras, filamentos y un sistema co­ de la conexión entre las células epidérmicas de
nectivo amorfo, que acomoda la red de nervios la piel por desaparición de puentes intracelula­
y vasos. Las células más características son los res. La lesión acantolítica puede contener un
fibroblastos y macrófagos. En la dermis, en res­ exudado inflamatorio, pero un hecho más ca­
puesta a diferentes estímulos, pueden aparecer racterístico de estas patologías es la presencia
células derivadas de la sangre como linfocitos, de autoanticuerpos contra importantes sustan­
células plasmáticas y leucocitos. La dermis pro­ cias que mantienen la estructura rígida de las
tege al cuerpo de injurias mecánicas externas. células de la piel. El suero de los pacientes
La adhesión célula-célula de la epidermis es también contiene estos autoanticuerpos, cuyo
mantenida por la unión de las proteínas de la título tiende a fluctuar, según la actividad de la
membranas celulares y reforzada por diferentes enfermedad.
tipos de adhesiones intercelulares. En estos di­ Los anticuerpos que aparecen en todos los ti­
versos tipos de adhesiones participan diferentes pos de pénfigo están dirigidos contra antígenos
proteínas especializadas como microfilamentos conservados del epitelio estratificado. La carac­
de actina, filamentos intermedios (tonofi lamen­ terización de estos autoantígenos es muy com­
tos de queratinas), vinculinas, placoglobina, a - pleja. Los autoanticuerpos presentes en el P.
actinina, etc. foliaceus inmunoprecipitan un complejo poli-
Los desmosomas son placas epiteliales que peptídico de epidermis de 269 kD, 160 kD y 85
unen los tonofilamentos y son los que mantie­ kD. El polipéptido de 85 kD es la placoglobina,
nen la resistencia mecánica de la piel y las m u­ un componente del desmosoma, que media la
cosas. Por otro lado, las proteínas desmosoma- adhesión celular de la epidermis. La proteína
les son las reconocidas por los autoanticuerpos de 160 kD es la desmogleína, una glucoproteí­
presentes en la m ayoría de las enfermedades na de transmembrana que se extiende en el in­
ampollares. Las principales proteínas que com ­ terior del desmosoma. En el P. vulgaris, el au-
ponen las placas desmosomales son: desmopla- toanticuerpo une un autoantígeno epidérmico
quina, desmogleína, placoglobina y desmoglo- de 210 kD, conformado por dos cadenas poli­
bina. peptídicas de 130 kD y 85 kD (placoglobina),
Las diversas enfermedades autoinmnes que unidas por puentes disulfuros. El componente
atacan a la piel se caracterizan por la presencia de 130 kD es un miembro de la familia de la
de autoanticuerpos dirigidos contra diferentes caderinas, que median la adhesión célula-célula
componentes proteicos de las diversas capas de y son Ca^+ dependiente.
Autoinmunidad 583

La desmogleína es el autoantígeno reconoci­ res (ANAs). Estudios realizados m ediante la


do por los anticuerpos presentes en el P. folia- técnica de inm unotransferencia y clonado de
ceus. La glucoproteína de 210 kD se halla en la ADN han revelado que los autoantígenos rela­
región baja de la epidermis, sitio relacionado cionados con este multisistema de enfermeda­
con el P. vulgaris, mientras que la proteína de des autoinmunes son importantes proteínas re­
160 kD identificada por los anticuerpos presen­ lacionadas con el metabolismo de ácidos ribo­
tes en el P .foliaceus se localiza en la región al­ nucleicos, que incluyen ARNt, ADN y cofacto-
ta de la epidermis, zona afectada en este tipo de res de la RNA polimerasa.
pénfigo. Entre esta gran variedad de autoantígenos in­
Los anticuerpos involucrados en estas pato­ volucrados en el reconocimiento de los autoan­
logías también producen liberación del activa­ ticuerpos relacionados con las enferm edades
dor de plasminógeno a partir de las células epi­ autoinmunes sistémicas se hallan las partículas
dérmicas. Esta enzima proteolítíca es capaz de ribonucleoproteicas (RNP) altamente conserva­
participar en los mecanismos que causan pérdi­ das, como las SSA/Ro, SSB/La y uRNP. Su es­
da de adhesión entre las células epidérmicas, trecha vinculación con enferm edades autoin­
quizás por degradación de la sustancia intrace­ munes ha permitido un estudio profundo sobre
lular. su naturaleza molecular y la caracterización de
Una dramática demostración que la actividad su secuencia; esto ha permitido la identifica­
patogénica de los autoanticuerpos es el desa­ ción de homologías estructurales y de secuen­
rrollo de lesiones ampollares en un niño recién cia con proteínas no relacionadas, así como la
nacido, cuya madre padece de pénfigo vulgaris localización de secuencias RNP consenso, que
activo. se han relacionado con la propiedad de estos
La susceptibilidad de contraer algunos de los autoantígenos de unir ARN. Debido a que estos
tipos de pénfigo se halla ligada al HLA-DR4 y motivos (estructuras repetidas) se hallan alta­
al HLA-DRw6 y específicamente al HLA-DR4 mente difundidos, se ha postulado que el siste­
variante cadena-¡3 (DwlO DR(3I). ma inmune puede reconocer antígenos simila­
res presentes en un amplio número de organis­
5.2. Enferm edades autoinmunes mos, y mediante reactividades cruzadas ser res­
no órgano-específicas (sistémicas) ponsables del desencadenamiento autoinmune.
Como se ha podido hallar una eficiente reacti­
La enfermedades autoinmunes no órgano-es- vidad por parte de los autoanticuerpos contra
pecíficas, también llamadas sistémicas, se ca­ estos motivos, se ha sugerido que pueden fun­
racterizan por la presencia de autoanticuerpos cionar como epitopes para los LT.
circulantes que pueden ser patogénicos o no y Clark y col. en el año 1969 describieron por
están dirigidos contra autoantígenos presentes primera vez el antígeno SSA/Ro en un paciente
en todo el cuerpo, no siendo específicos de un con LES. Estudios posteriores, utilizando sue­
órgano en particular (cuadro 28-9). ros pacientes con SS, revelaron que los mismos
La presencia de uno o más autoanticuerpos eran capaces de precipitar tres antígenos dife­
circu lan tes co n tra autoan tíg en o s n u cleares rentes provenientes de un extracto de linfocitos
(ANAs) es la característica de las enferm eda­ humanos. Estos anticuerpos fueron designados
des reumáticas sistémicas. Este grupo de enfer­ como A, B y C y con el prefijo SS, indicando
medades no presenta manifestaciones clínicas que estaban involucrados en el SS. A ños más
homogéneas, sino graduaciones en la variedad tarde Alspaugh y Maddison demostraron que el
y severidad de los multisistemas involucrados. Ro y SS-A eran el mismo antígeno y que no
El lupus eritematoso sistémico (LES) es el pro­ eran específicos del SS, ya que los sueros de
totipo de enfermedad autoinmune que involu­ pacientes con LES también contenían estos au­
cra una variedad de órganos y tejidos, como toanticuerpos, aunque con menor frecuencia.
ser, articulaciones, piel, riñones, sistem a ner­ Estos autoanticuerpos reconocen partículas ri­
vioso central, pulmones, corazón y músculo es­ bonucleoproteicas pequeñas, cuyo componente
quelético. Otras enfermedades de este grupo, proteico varía entre 50 y 150 kD. Estudios rea­
como la enfermedad mixta del tejido conectivo lizados por diversos autores han llegado a la
(M CTD), síndrom e de Sjógren (SS), artritis conclusión de que el principal componente del
reum atoidea (AR) y esclerodermia (Sel), son sistema Ro es un polipéptido de 60 kD que se
de un orden intermedio en el rango y variedad asocia a pequeños ARN de 83-112 nucleótidos.
de órganos involucrados. Finalmente se halla la Esta proteína es común a muchos tipos celula­
dermato/polimiositis, donde los órganos blanco res, y el análisis de extractos de linfocitos y eri­
son piel y músculo. trocitos ha perm itido identificar otra proteína
Las enfermedades autoinmunes como LES, de 52 kD en linfocitos y de 54 kD en eritroci­
SS, escleroderm ia y polimiositis se caracteri­ tos, ambas antigénicamente diferentes, ya que
zan por la presencia de anticuerpos antinuclea­ se han encontrado sueros que son capaces de
584 Inmunopatología

reconocer una y no la otra. La disociación de la 10 kD). Los autoantígenos nRNP Sm fu n cio -'
respuesta inmune hacia distintas proteína de Ro nalmente están relacionados con el splicíng del
sugiere la posibilidad de diferentes procesos pre-ARNm.
autoinmunes en las patologías en las que se ha­ Cada síndrome está asociado con una restric­
llan involucrados estos autoanticuerpos. ta variedad de ANAs, coino ser: anti-La con
A comienzos de la década del ’70 Mattioli y SS, anti-Sm con LES, enzimas anti-sintetasas
Reichlin observaron que el extracto citoplas- con miositis, anti-topoisomerasa I (Sel 70) con
mático de timo de ternera presentaba un antíge­ esclerodermia y anti-centrómero con CREST.
no precipitable por el suero de un paciente con Debido a ello, la precisa caracterización de un
LES, al que denom inaron La, in iciales del determinado ANA es de gran valor de diagnós­
nombre del paciente. Estudios posteriores de­ tico y pronóstico (cuadro 28-11 y fig. 28-7).
mostraron identidad entre los antígenos SS-B y La inm unotransferencia (immunoblotting o
La. Este autoantígeno es una fosfoproteína alta­ W estern-blot) es la técnica más utihzada en la
mente conservada y se han descrito por lo m e­ actualidad para determinar la especificidad de
nos seis isoformas, siendo el polipéptido mayo- un particular autoanticuerpo. Esta técnica se
ritario de 46-48 kD. Los autoanticuerpos anti- basa en la separación, por eleetroforesis en gel
La se detectan casi exclusivamente en pacien­ de acrilamida, de las diferentes proteínas con
tes con SS y LES, aunque con mayor frecuen­ distinto peso molecular, presentes en un extrac­
cia en el SS. to celular soluble, y después transferidas a una
En el año 1959, Holman y col. describieron m em brana de nitrocelulosa. La mem brana es
en el suero de pacientes con LES, la presencia luego incubada con sueros de pacientes; de es­
de anticuerpos que reaccionaban con un antíge­ tar presente algún autoanticuerpo específico, se
no nuclear diferente al ADN y ribonucleopro- unirá a su autoantígeno. Esta unión podrá vi­
teínas que, años más tarde. Tan y Kunkel deno­ sualizarse con un anticuerpo anti-y-globulina
m inaron Sm (iniciales del nom bre de un p a­ humana marcado con una enzima. La visualiza­
ciente). Mattioli y Reichlin observaron que este ción de una banda de 47 kD sugiere la presen­
antígeno era lábil al tratamiento con ARNasa, cia de autoanticuerpos SS-B, mientras que la
por lo tanto lo definieron como una ribonucleo- unión con una pro teína de 60 kD indica la pre­
proteína, que denominaron U1 RNP. Los anti­ sencia de autoanticuerpos SS-A. Por medio de
cuerpos anti-Sm reconocen pequeñas partículas las técnicas de biología molecular se han podi­
ribonucleicas presentes en todas las células eu- do clo n ar algunos au to an tíg en o s com o ser
cariotes. Una importante caracterización de es­ RNP, Sm, SS-A, y SS-B, lo que ha permitido el
te autoantígeno o sistema de autoantígenos es desarrollo de técnicas mucho más sensibles co­
el hecho de que los anticuerpos anti-Sm son ca­ mo el enzimoinmunoanálisis (ELISA).
paces de precipitar pequeñas partículas de ribo-
nucleoproteínas diferentes (U l, U4, U5 y U6), Lupus eritematoso sistémico (LES)
en cambio los anticuerpos anti-U l sólo reac­
cionan con la partícula nRNP U l . A su vez, ca­ El LES es una enfermedad que afecta princi­
da una de las nRNP U está asociada a diferen­ palm ente a m ujeres jóvenes adultas aunque
tes polipéptidos, por lo que este complejo siste­ también se presenta en niños y ancianos de am­
ma de autoantígenos se conoce de acuerdo al bos sexos.
peso molecular del péptido al cual los nRNP U Clínicamente, el LES se presenta con fiebre
están asociados; Sm B ’ (27 kD), SmD (13 kD), alta, artralgia, erupciones de piel, problemas
SmE/F (un duplete de 11 kD) y SmG (menor a cardíacos, pulmonares y renales. Se observan

C u ad ro 28-11. Anticuerpos antinucleares y patologías autoinmunes sistémicas asociadas

A utoantígeno E nferm edad asociada Técnica usada

d s -A D N L E S (7 0 -9 0 % ) C rith id ia L u c ilia e (lE t)


E L IS A
S m (S m ith ), R N P L E S (3 0 % ) ID -W B
H is to n a L E S , L E S in d u c id o p o r d ro g as E L IS A -W B
S S -A (R o) L E S , SS ID -W B
S S -B (L a) L E S , SS ID , W B
S c i-70 E s c le ro d e rm ia ID , W B
C e n tró m e ro E s c le r o d e rm ia IFI
Jo-1 P o lio m io s itis ID

IFI; inm u n o flu o resc en cia ; E L IS A : e n z im o in m u n o an á lisis; W B : in m u n o tran sfe ren c ia ; ID : in m u nodifusión.
ds-A D N : A D N de do b le ca dena.
Autoinmunidad 585

Fig. 28-7. Perfiles de inm unofluorescencia ob ten id os en fren tan d o células H ep-2 con diferentes a u toanticu erp os. A:
p e rfil h o m o g é n e o o b te n id o con un s u e ro d e L E S q u e contiene p r in c ip a lm e n te anticuerpos a n ti-A D N d e d o b le c a d e n a . B:
p e rfil d e p u n te a d o f in o /n u c le o la r, d a d o p o r a n tic u e rp o s a n ti-S c l-7 0 . C : p e rfil d e p u n te a d o g ru e s o , o b te n id o c o n a n tic u e rp o s
an ti-S m , a n ti-R N P , S S -B u o tro s. D: p e rfil p e rifé ric o p ro d u c id o p o r a n tic u e rp o s p o r a n tic u e rp o s a n ti-A D N d e d o b le c a d en a
o a n tic u e rp o s a n ti-m e m b ra n a n u c le a r. E : p erfil d e p u n te a d o fin o p r o d u c id o p o r a n tic u e rp o s a n ti-S S -A , e ste p e rf il p u ed e
d a rse ta m b ié n c o n o tro s a u to a n tic u e rp o s. F: p e rfil n u e le o la r, q u e c o n fre c u e n c ia se o b s e rv a c o n s u e ro d e p a c ie n te s c o n es-
c le ro d e rm a . T a m b ié n se o b s e rv a la r e g ió n n u e le o la r d e s o rg a n iz a d a d e u n a c é lu la en d iv is ió n .

autoanticuerpos contra distintos antígenos del do, sólo se demostró compromiso de piel, arti­
organisiTio, variaciones en el nivel de comple­ culaciones y células sanguíneas. Por otra parte,
mento sérico, presencia de complejos inmunes, los pacientes con LES severo presentan gene­
ininunidad mediada por células ligeramente al­ ralmente lesiones renales, pleuritis, pericarditis
terada e importantes lesiones en distintos órga­ y compromiso del sistema nervioso central; en
nos. estos casos es poco comtin la presencia sola­
En el cuadro 28-12 se detallan los autoanti­ mente de anticuerpos anti-ADN desnaturaliza­
cuerpos más característicos presentes en LES. do. Por lo tanto, la detección de anticuerpos an-
A nticuerpos antinucleares. Aunque no to­ ti-ADN nativo es de gran importancia para el
dos estos anticuerpos son específicos del LES, pronóstico de esta enfermedad. Existe una gran
su presencia es un factor importante en el diag­ variedad de técnicas que utilizan ADN nativo,
nóstico diferencial de las enfermedades del te­ de distinto origen, como material antigénico.
jido conectivo.
Una técnica muy eiTipleada en la detección
de los ANAs es la inmunofluorescencia indi­
recta utilizando como material nuclear hepato- C u a d ro 28-12. P rincipales autoanticuerpos
citos de ratón obtenidos m ediante cortes al presentes en LES
crióstato u homogeneizado del órgano. Se ob­
servó que los resultados obtenidos con el uso 1) A n tic u e r p o s a n tin u c le a re s (A A N )
a) c o n tra n u c le o p ro te ín a s
de este material eran de baja especificidad y b ) c o n tra á c id o d e s o x irrib o n u c le ic o (A D N )
sensibilidad, por tal motivo fue reem plazado c ) c o n tra á c id o r ib o n u c le ic o (A R N )
por células H ep-2 en m etafase, línea celular d ) c o n tr a h isto n a
e ) c o n tra a n tíg e n o s n u c le a re s e x tra c ta b le s ( E N A )
proveniente de un epitelioma humano.
2) A n tic u e rp o s c o n tra a n tíg e n o s R o y La.
Existe una clara correlación entre la presen­ 3) A n tic u e r p o s a n ti-Ig G y a n ti-lg A (fa c to r r e u m a to id e o ).
cia de anticuerpos circulantes contra ADN nati­ 4) A n tic u e r p o s a n ti-c ito p la s m á tie o s
vo y glom erulonefritis de tipo lúpico, ya que 5) A n tic u e rp o s a n ti-e ritro c ito s
6) A n tic u e r p o s a n ti-fa c to re s d e la c o a g u la c ió n
cuando la afección renal entra en remisión, el
7) A n tic u e rp o s c o n tra a n tíg e n o s ó r g a n o -e s p e c ífic o s
nivel de anticuerpos anti-ADN desciende nota­ 8) A n tic u e rp o s a n ti-c o lá g e n o ’
blem ente. En pacientes que padecen LES y 9 ) A n tic u e rp o s c o n tra m e m b ra n a b a sal g lo m e ru la r (M B G )
presentan anticuerpos anti-ADN desnaturaliza­
586 Inmunopatología

La técnica de inm unofluorescencia indirecta, cuerpos para epitopes de los antígenos RNP y
utilizando como sustrato Crithidia lucilliae fue Sm.
introducida por Aarden y col. en 1975. El uso O tros anticuerpos detectados en LES. La
de este microorganismo se fundamenta en que presencia de anticuerpos contra antígenos Ro y
posee un cinetoplasto de gran tamaño, rico en La fue demostrada en pacientes con LES y Sín­
ADN nativo. Es una técnica simple y se pensó drome de Sjógren. Ambos antígenos se encuen­
que era específica para anticuerpos anti-ADN tran en el citoplasma y el ntícleo celular. Los
nativo. Sin embargo, Deng y col. demostraron anticuerpos contra estos antígenos parecen par­
que ocasionalm ente anticuerpos anti-histona ticipar en la lesión renal de algunos pacientes
pueden unirse al cinetoplasma. Estudios adicio­ con LES.
nales indicaron que la expresión de histona era Es frecuente encontrar anticuerpos anti-lgG,
función del ciclo de vida del microorganismo y y con menor frecuencia anticuerpos que reac­
es detectada con más facilidad dos días después cionan con otros IgS.
de la iniciación del cultivo. Este detalle debe En la actualidad se ha comenzado el estudio
tenerse presente al utilizar esta metodología p a­ de los anticuerpos contra antígenos de la mem­
ra investigar anticuerpos anti-ADN nativo. Sin brana basal glomerular (MBG). Estos anticuer­
embargo hay una buena correlación entre esta pos serían inducidos como consecuencia de la
metodología y la técnica de Farr cuando ios tí­ liberación de antígenos del glomérulo, debido a
tulos de anticuerpo están relativamente eleva­ la lesión renal producida por el depósito de
dos. complejos inmunes. Bemstein y colaboradores
Otras técnicas utilizadas para la detección de realizaron estudios en pacientes con LES, de­
anticuerpos anti-ADN nativo son la hemagluti- mostrando la relación directa entre la presencia
nación de células tañadas, fijación de comple­ de anticuerpos contra MBG y nefritis.
mento, contrainmunoelectroforesis, unión espe­ Niveles de complemento sérico y alteracio­
cífica del antígeno marcado (método de Farr), nes inmunológicas. En los casos más severos
etcétera. de esta enfermedad es frecuente la aparición de
A lgunos autores observaron poca correla­ glom erulonefritis, la que suele estar asociada
ción entre ensayos utilizando técnicas diferen­ con títulos elevados de anticuerpos anti-ADN
tes, en la determinación de anticuerpos anti- nativo y niveles muy disminuidos de com ple­
ADN; esto se debería a que, en cada ensayo se mento sérico, pudiendo estar comprometidos
miden anticuerpos de distintas afinidades y a la C l, C4, C2 y C3. Se observó que cuando los ni­
posibilidad de reacciones cruzadas. La princi­ veles de complemento total se normalizan, el
pal diferencia se encuentra entre ensayos de fa­ C4 perm anece ligeram ente dism inuido. M e ­
se sólida, como el ELISA, que detecta una am­ diante antisueros marcados se detectó la presen­
plia gama de anticuerpos de reacción cruzada, cia de complemento en los inm unocomplejos
y ensayos de fase líquida, como la técnica de depositados en el glomérulo. En esta enferme­
Farr, que detecta principalmente anticuerpos de dad, el complemento se puede activar también
alta especificidad y afinidad. A lgunas de las por vía alterna. Por otra parte, los niveles de
reacciones cruzadas son probablem ente debi­ complemento sérico son útiles para determinar
das a la estructura polianiónica del ADN que una presunta lesión renal en ausencia de mani­
reaccionaría con proteínas cargadas positiva­ festaciones de glomerulonefritis, y son de ayuda
mente como inmunoglobulinas. Por otra parte, en el control del tratamiento ya que sus niveles
es interesante observar que anticuerpos anti- tienden a normalizarse al entrar en remisión la
ADN reaccionan con moléculas que presentan enfermedad. Los glomérulos afectados reaccio­
grupos aniónicos repetidos como heparán sul­ nan con diversas formas de compromiso histo­
fato y dextrán sulfato. La unión con el primero lógico, que pueden abarcar fenómenos prolife-
sería de interés ya que es el principal protéogli- rativos ya sea de tipo focal o difuso.
cano constituyente de la membrana basal glo- Las lesiones producidas se extienden a las
merular. arteriolas renales y pueden comprometer los tú-
La detección de anticuerpos anti-Sm tiene bulos. Ocasionalmente se observan cuerpos de
gran importancia en el diagnóstico de LES ya hematoxilina en las zonas de lesión. Mediante
que este anticuerpo es considerado un m arca­ elución de los anticuerpos comprometidos se
dor de dicha enfermedad. Los antígenos Sm y determinó que son específicos para ADN nati­
RNP forman parte del antígeno nuclear extrac- vo y modificado y ARN. En pacientes con alte­
table (ENA). La detección de estos antígenos raciones neurológicas y altos títulos de anti­
se realiza mediante técnicas de inm unoprecipi­ cuerpos anti-ADN se suele encontrar disminui­
tación. La técnica de inm unotransferencia ha do el complemento sérico con degeneración del
mejorado la identificación y caracterización de colágeno y proliferación de tejido elástico en la
los antígenos nucleares y perm ite una defini­ dermis. En las lesiones de piel se detectaron
ción más precisa de la especificidad de anti­ depósitos de inmunoglobulinas.
Autoinmunidad 587

En un 30% de los casos se presentan ade­ las de adhesión en las células sinoviales que
más, alteraciones a nivel de articulaciones, con producen quimiotaxis de linfocitos y monocitos
artritis deformante en las manos. a los espacios sinoviales. Las células sinoviales
Inm unidad m ediada po r células. Al estudiar en proliferación expresan moléculas de clase II
los receptores linfocitarios se detectó disminu­ del M CH y co-estim ulan m oléculas que au­
ción en número y proporción de linfocitos T en mentan la activación e infiltración de LTh, con
LES activo, y en algunos casos fue notable la consiguiente estimulación de LB del líquido
también una disminución de linfocitos B. Ama- sinovial que finalmente sintetizan y liberan in­
saki y col sugirieron que la expresión aumenta­ munoglobulinas. Algunos de estos anticuerpos
da del antígeno Fas (CD95) en linfocitos T na­ producidos localmente son de tipo IgG y tienen
tivos y de memoria en sangre periférica, sería actividad de factor reum atoideo y unen otras
un posible mecanismo para explicar la linfope- moléculas de IgG y forman complejos inmunes
nia observada en pacientes afectados de LES. que se depositan en las articulaciones. Estos in­
munocomplejos activan la cascada del com ple­
Artritis reumatoidea mento, iniciando de este modo el proceso infla­
matorio. Las células responsables de la in fla­
La artritis reumatoidea (AR) es la enferme­ mación liberan proteasas lisosomales, radicales
dad autoinmune más común; se halla am plia­ de oxígeno y prostaglandinas que producen in­
mente distribuida tanto en adultos como en ni­ juria del colágeno y la matriz del cartílago de
ños. En adultos el pico de incidencia se m ani­ las articulaciones. No todos los pasos de esta
fiesta entre los 30 y 50 años de edad y es entre secuencia han sido rigurosamente demostrados.
2 a 3 veces más com ún en m ujeres que en Si el factor reumatoideo contribuye a la lesión
hombres. Es una enfermedad crónica que afec­ y si la sinovitis depende de la activación de LT,
ta principalmente las articulaciones, con infla­ son puntos que aún deben ser aclarados.
mación, dolor, calor y tumefacción de las m is­ El autoanticuerpo característico de esta enfer­
mas; los casos agudos están acompañados de medad es el llamado factor reumatoideo (FR).
aumento de la temperatura corporal. La AR es Generalmente es de tipo IgM y reacciona con el
un claro ejem plo de enfermedad autoinmune Fe de la IgG. Por tal motivo este autoanticuerpo
sistémica, y es fácilmente reconocida como tal. puede unirse a la IgG normal circulante y for­
En contraste a las artralgias que aparecen en el mar complejos IgM-IgG, depositándose en las
LES, puede culminar con deformación y des­ articulaciones. Estos inmunocomplejos pueden
trucción de las articulaciones. La AR no está activar la cascada del complemento, producien­
confinada sólo a las articulaciones, ya que nor­ do una inflamación crónica de las articulacio­
malmente está acompañada de una variedad de nes. Debido a que el factor reumatoideo se halla
alteraciones sistémicas como, por ejemplo, la presente en el suero del 80 % de los pacientes,
vasculitis. La vasculitis es causada por comple­ su detección es muy útil para el diagnóstico de
jos inmunes formados por factor reumatoideo e la enfermedad y se lo considera un marcador de
IgG y puede causar daños en piel, ojos y pul­ la enfermedad, aunque se lo ha encontrado sólo
món. El curso de la enferm edad es variable, en un 5-10% en pacientes jóvenes y por otro la­
pudiéndose dar casos de rem isiones espontá­ do también se lo ha encontrado en pacientes con
neas que persisten por varios tmos. Como en la infecciones bacterianas o parasitarias crónicas.
mayoría de las enfermedades autoinmunes no Investigaciones recientes han permitido hallar,
existe cura para la AR. El único rol de los m e­ en pacientes con artritis reumatoidea, anticuer­
dicamentos es reducir la inflamación y, por en­ pos típicos del lupus eritematoso sistémico, in­
de, el dolor y preservar la función de las articu­ clusive anti-ADN y anticuerpos anti-histona, sin
laciones para prevenir la invalidez. Los antiin­ que presenten signos de esta enfermedad. Tam ­
flamatorios no-esteroides como la aspirina son bién se han encontrado anticuerpos anti-querati-
las drogas más comunes, aunque se han utiliza­ na y anti-perinuclerares.
do y se continúan usando tratamientos con cor- Los inmunocomplejos que producen el FR,
ticoides, sales de oro, penicilamina, metotrexa- por la unión con la IgG causan serios proble­
te, etc. con diferentes resultados. Debido a la mas de vasculitis sistémica, que ha sido asocia­
toxicidad de estas drogas, sólo se recu rre a da con la expresión homocigota del antígeno
ellas en casos extremos. del com plejo m ayor de h istocom patibilidad
La artritis es el resultado de una compleja in­ H LA -D R pl. Se ha postulado que una deficien­
teracción entre las células sinoviales y leucoci­ cia en la actividad de la galactosil transferasa
tos que infiltran desde la circulación. La causa de los linfocitos puede reducir la glucosilación
principal de la lesiones en las articulaciones no de la región C \ de la IgG. Esta glucosilación
es conocida, ya que no son claros los m ecanis­ deficiente podría rendir a la molécula de IgG
mos que inician la inflamación aguda de la si­ inmunogénica y estimular la producción de an­
novia. Se han identificado péptidos y m olécu­ ticuerpos anti-Cy (es decir producción del FR).
588 Inmunopatología

La asociación de la artritis reurnatoidea con reaccionan con 5-am inoacil A RN t sintetasas,


el MHC está dada con las m oléculas HLA- para histdina, treonina, glicina, isoleucina y
DR 1, HLA-DRw6 y HLA-DR4, y con algunos alanina. Todos ellos sólo han sido detectados
subtipos particulares en determinados grupos en pacientes con miositis y todos asociados con
étnicos. Estudios moleculares han demostrado una alta incidencia de alteraciones en pulmón.
una fuerte relación entre la susceptibilidad por En el suero de pacientes con miositis tam ­
esta enfermedad y la molécula D R pl. Los tres bién pueden encontrarse autoanticuerpos contra
alelos conocidos de esta m olécula, que están proteínas relacionadas con factores de transla­
asociados a la susceptibilidad, presentan una se­ ción, como ser anticuerpos anti-KJ, mientras
cuencia común de Gln-Lys-Arg-Ala-Ala o Gln- que otros autoanticuerpos parecen estar dirigi­
Arg-Arg-Ala-Ala en la tercera región de varia- dos contra la partícula de reconocim iento de
bihdad de la cadena (3 (residuos 67-71). Esta re­ señales, un complejo macromolecular que diri­
gión puede constituir la región de la molécula ge la secreción de proteínas del retículo ende-
del MHC que interactúe con el TCR y por lo plasmático.
tanto influenciar al LT a una particular selec­ Autoanticuerpos específicamente asociados
ción o reconocimiento. La tercera zona variable con miositis son: Anti-histidil ARNt sintetasa
de la cadena (3 de las moléculas de clase II de (Jo- 1), anti-treonil ARNt sintetasa (Pl 7), anti-
las ratas BB endocriadas también presentan una alanil ARNt sintetasa (Pl 12), anti-glicil ARNt
secuencia característica (motif); la inm uniza­ sintetasa (EJ), anti-isoleucina ARNt sintetasa
ción de estos animales con colágeno humano (OJ), anti-Partícula de señal de reconocimiento
provoca una intensa respuesta inmune y artritis (SRP) y anti-Eactor de traslación de elongación
severa, lo que estaría demostrando la importan­ (KJ).
cia de esta secuencia en esta región para el de­ Ciertos síndromes que se superponen poseen
sencadenamiento de la patología en cuestión. m arcadores específicos, por ej. los autoanti­
cuerpos PM/Scl y Ku, están asociados con la
Dermatomiositis y polimiositis superposición de los síndromes miositis y es-
cleroderm ia. La m io sitis puede acom pañar
Es una enferm edad que afecta a niños y otras alteraciones del tejido conectivo, como
adultos; clínicamente se presenta con debilidad ser escleroderma, artritis reumatoidea, LES, SS
muscular a veces precedida de fiebre y puede y síndrome mixto del tejido conectivo, pero en
estar afectado cualquier músculo esquelético, estos casos la miositis es generalmente suave y
aunque los involucrados más comúnmente sue­ los autoanticuerpos presentes son los marcado­
len ser los músculos proxim ales de brazos y res del síndrome primario.
piernas. Los dolores musculares, las manifesta­ Los autoanticuerpos asociados a la miositis,
ciones cutáneas con eritema y descamación so­ particularmente los anti-sintetasas parecen de­
bre los nudillos de manos y pies y erupciones finir subgrupos de miositis. El 66% de pacien­
papilares en la cara y párpados son característi­ tes que presentan en su suero anticuerpos anti-
cas comunes de esta enfermedad. Se desconoce Jol son HLA-DR3+, comparados con el 22%
la relación, pero hay evidencias de carcinoma, de los pacientes que no presentan a n ti-Jo l.
en aproximadamente el 20% de los adultos, an­ Aquellos pacientes también presentan altera­
tes o después de la aparición de la dermatomio­ ciones respiratorias típicas, artritis y fenómeno
sitis. de Raynaud (desorden circulatorio secundario
Los autoanticuerpos presentes en el suero de asociado a un desorden vascular primario).
pacientes con m iositis reaccionan p rin cip al­ Hasta tanto no haya datos acerca de los m e­
mente con antígenos citoplasmáticos, razón por canismos por los que, algunos autoanticuerpos
la que la tradicional determinación de ANA en específicos de la miositis son patogénicos para
estos pacientes es generalm ente negativa. Si las fibras musculares, la detección de estos an­
hay sospecha de miositis se deben realizar am­ ticuerpos provee información valiosa para el
bos tests; ANA y ENA. Más del 90% de pa­ diagnóstico y pronóstico de la enfermedad. El
cientes con miositis presentan algún autoanti- anti-Jol en particular es importante ya que pue­
cuerpo detectable. El autoanticuerpo más cono­ de predecir el desarrollo de la enfermedad. Los
cido asociado con miositis, es el anti-Jol, que niveles de anti-Jol son independientes de los
reacciona con la enzima citoplasmática histidil n iv eles de IgG total y pueden d e sap arecer
ARNt sintetasa (HRS), enzima que cataliza la cuando la enfermedad entra en remisión. Los
unión de histidina a su ARNt específico. El au­ tradicionales ensayos de inmunodifusión sólo
toanticuerpo anti-Jol pertenece a una fam ilia detectan el 25% de anti-Jol en suero de pacien­
característica de autoanticuerpos, presentes en tes con m iositis, m ientras que el ensayo de
el suero de pacientes con miositis, que reaccio­ ELISA detecta el 44%.
nan con diferentes ARNt sintetasas; por ejem­ La asociación específica entre miositis y au­
plo han sido detectados autoanticuerpos que toanticuerpos contra proteínas relacionadas con
Autoinmunidad 589

factores de elongación y traslación ha generado pos anti-centrómero y anticuerpos anti-nucleo-


una serie de hipótesis relacionadas con algunos lares (cuadro 28-13). Más del 90% de los pa­
virus y las enzim as antes m encionadas. Hay cientes con ecleroderma, presentan en el suero
evidencias de la estrecha relación entre la mio­ anticuerpos anti nucleares.
sitis y algunos enterovirus en especial infec­ A nticuerpos anti-Scl-70. Estos anticuerpos
ción por Coxsackie B. Estos virus pueden tener son llamados así porqué reconocen una proteí­
estructuras ARNt similares en su genoma. Una na nuclear de 70 kD; actualmente se sabe que
hipótesis para la inducción de anticuerpos anti- es la enzima nuclear topoisomerasa L Aproxi­
sintetasas sugiere que puede formarse un com­ madamente el 20-50% de los pacientes con es­
plejo macromolecular de sintetasa-aminoácido- clerodermia presentan en el suero anticuerpos
virus y actuar como neoantígeno y rom per la Scl-70, cuando son detectados por el ensayo
tolerancia a lo propio con la siguiente produc­ tradicional de inm unoprecipitación. C uando
ción de autoanticuerpos anti-sintetasa. Una se­ fue utilizado el ensayo de ELISA con la topoi­
gunda hipótesis sugiere que los anticuerpos an- somerasa purificada, la detección de autoanti­
ti-Jo 1 actúan como anticuerpos antiidiotipo cuerpos se incrementó al 70%. Los pacientes
para los anticuerpos anti-virus, los que podrían con escleroderm ia que presentan anticuerpos
unirse a la enzima. Una tercera hipótesis sugie­ Scl-70, tienden a tener un curso más severo de
re que las proteínas virales podrían mimetizar a la enfermedad. Estos anticuerpos son raram en­
la enzima y los anti-Jo 1 unirse a ésta. te hallados en otras enfermedades, por lo tanto
su detección es altamente significativa.
Esclerodermia La importancia de la identificación de la to­
poisomerasa I como autoantígeno en la esclero­
La esclerodermia es una enfermedad que se dermia difusa promueve a interesantes hipóte­
manifiesta por el depósito excesivamente anor­ sis. El anormal funcionamiento de esta enzima
mal de colágeno en la piel. Afecta a personas podría incrementar la expresión de genes del
de edad media, en especial mujeres, y se pre­ colágeno de piel, ya que aparentemente la to­
senta inicialmente con problemas vasculares en poisomerasa I se une frecuentemente a cuatro
la punta de los dedos de manos y pies, luego genes de colágeno fibrilar y tres de ellos están
continúan en la cara, cuello, la parte superior relacionados con la expresión del colágeno de
del tórax, difundiéndose hacia las extrem ida­ piel. Por lo tanto este podría ser un mecanismo
des. Se produce engrosamiento de la dermis y de patogénesis de la enfermedad. Por otro lado,
el tegumento resulta invadido; también son fre­ dentro de la secuencia de la topoisom erasa I
cuentes los cambios degenerativos con fibrosis existe un epitope de seis aminoácidos sim ilar a
e inflamación de piel, sinovia y algunos órga­ varias proteína retrovirales, sugiriendo una mi-
nos. En más del 50% de los pacientes el fenó­ metización molecular.
meno de Raynaud precede el comienzo de la A nticuerpos anticentróm ero (ACA). Estos
enfermedad; cuando va asociado a calcinosis, autoanticuerpos producen un perfil característi­
dismotilidad esofágica, esclerodactiha y telan­ co en inm unofluorescencia indirecta p o r su
giectasia, suelen detectarse anticuerpos anti- unión con la región centromérica del crom oso­
centrómero. ma. L a más fuerte asociación de los A CA y
Los tres autoanticuerpos más caracterizados con títulos más elevados es con el fenómeno de
asociados a esclerodermia son Scl-70, anticuer­ Raynaud. La inm unotransferencia rev ela que

C uadro 28-13. Anticuerpos antinucleares y antinucleolares en esclerodermia y métodos ele de­


tección

Inm unofluorescencia Inm unodifusión N aturaleza del cmtígeno

N ucleares
G ra n u la d o d ifu s o S c l-7 0 A s o c ia d o a c ro m o s o m a
( p ro te ín a d e 7 0 kD )
C e iilró m e ro /k in e to c o re d e n tro o f u e r a d e k in e to c o re
P u n te a d o fin o - -

P u n te a d o g ru e s o - -
H om ogéneo - -
M a n ch a s - P ro b a b le m e n te c e n trío lo

N ucleolares
H om ogéneo 4 S -6 S A R N P ro b a b le m e n te U3 A R N
G ru m o s - ....

P u n te ad o - -
590 Inmunopatología

los sueros con ACA reconocen tres polipépti- ribosomal y ARNs viral codificado por la ARN
dos cromosomales de 17 kD, 80 kD y 140 kD. polimerasa III del huésped, incluyendo el virus
Los anticuerpos contra la proteína de 80 kD, de Epstein-Barr 1 y 2.
llamada CENP-B están presentes en todos los La detección de la presencia de los anticuer­
sueros ACA positivos, mientras que aparecen pos SS-B en los sueros de pacientes con SS pri­
con título y frecuencia baja los anticuerpos di­ mario es muy variado y oscila entre el 40 y
rigidos contra las moléculas de 17 kD (CENP- 96%. Estos autoanticuerpos tam bién fueron
A )y 140kD (CENP-C). descritos en una población de pacientes con
Anticuerpos anti-nucleolares. La designa­ SLE.
ción de anticuerpos anti-nucleolares puede es­ Como otros autoanticuerpos, los anti-SS-B
tar referida a diferentes antígenos nucleolares constituyen una variedad de anticuerpos que re­
(ADN, histonas, Sm, Scl-70 etc.); el término de conocen diferentes moléculas SS-B, algunas de
anticuerpos anti-nucleolares describe un grupo las cuales han sido mapeadas y se conocen los
heterogéneo de autoanticuerpos característicos sitios de unión para el anticuerpo. Recientemen­
de la escleroderm ia. Los más caracterizados te se ha demostrado que la formación de anti­
son los anti-fibrilarina, anti-P M /S cl y anti- cuerpos anti-SS-B parece estar dirigida, en un
ARN polimerasa 1. Cada uno de ellos tiene una comienzo hacia la porción amino-terminal de la
asociación clínica con diferentes subgrupos de molécula SS-B, desarrollándose finalmente una
pacientes con esclerodermia. Anticuerpos anti- respuesta autoinmune contra la molécula entera.
fibrilarina unen una proteína de 34 kD rica en Se ha postulado que una infección viral podría
dimetilarginina (fibrilarina), parte del complejo originar una reacción cruzada dirigida inicial­
nucleolar U3 RNP. Estos anticuerpos parecen mente hacia un simple epitope, con la posterior
estar asociados con pacientes del sexo masculi­ diversificación de la respuesta autoinmune.
no que p resentan esclero d erm ia con lig ero A n ticu erpos SS-A. E xisten por lo m enos
compromiso articular. Los anticuerpos contra cuatro anticuerpos que constituyen una com ­
el complejo PM/Scl aparecen en pacientes con pleja serie de autoanticuerpos que reaccionan
esclerodermia asociada a miositis, con un com ­ con cuatro proteínas d iferentes. La técn ica
promiso renal incrementado. Los anticuerpos usualmente utilizada en laboratorio para la de­
anti-ARN polímera 1 están asociados a un pe­ tección de estos anticuerpos, como es la doble
queño subgrupo de pacientes con escleroder­ difusión en agar (Outcherlony) no puede distin­
mia que envuelve órganos internos, incluyendo guir este conjunto de anticuerpos SS-A. La in­
desórdenes renales. La detección y caracteriza­ m unotransferencia con extractos solubles de
ción de autoanticuerpos asociados con esclero­ células nucleadas puede poner en evidencia dos
dermia es de importante diagnóstico y pronós­ proteínas SS-A de peso m olecular diferente,
tico y deben ser determinados en forma tem ­ una de 60 kD y otra de 53 kD. Cuando se utili­
prana cuando los pacientes presentan una su­ zan eritrocitos como fuente antigénica los sue­
gestiva sintomatología, en particular el fenó­ ro de pacientes que presentan anticuerpos anti-
meno de Raynaud. SS-A reconocen dos proteínas de peso molecu­
lar de 54 kD o 60 kD, y son antigénicamente
Síndrome Primario de Sjógren (SS) diferentes de los antígenos SS-A provenientes
de las células nucleadas. En el cuadro 28-14 se
El concepto clínico de Síndrome primario de enumeran las diferentes patologías asociadas a
Sjógren es confuso, por lo tanto necesita ser los antígenos SS-A y SS-B.
clarificado antes de hablar de los autoanticuer­ Bonfa y col. han mostrado que pacientes con
pos relacionados. Se debe diagnosticar el SS psicosis secundaria a LES tenían anticuerpos
cuando no hay un claro compromiso del tejido anti-ribosomales, pero la mitad de los pacientes
conectivo como ser AR, LES o esclerodermia. con LES, y que formaban anticuerpos anti-ri-
El SS puede aparecer como una simple seque­ bosomales no tenían psicosis; esto claramente
dad ocular o bucal hasta un severo desorden demuestra que dichos anticuerpos no son sufi­
con infiltrado linfocítico de piel, intestino y cientes para producir la enfermedad. Sin em ­
músculo, con incremento de incidencia de lin­ bargo la precisa medición de los anticuerpos
fom a y vaseulitis sistém ica. Los anticuerpos anti-ribosomales es clínicamente necesaria para
antinucleares SS-A/Ro y SS-B/La son m arca­ poder distinguir entre eventos psicóticos no re­
dores característicos del SS primario. lacionados, psicosis inducida por drogas y lu­
Anticuerpos SS-B. Los autoanticuerpos SS- pus-psicosis. Estudios longitudinales de anti­
B reconocen a una proteína nuclear de 48 kD cuerpos anti-ribosomales han revelado que es­
(SS-B) que actúa como cofactor para la ARN tos anticuerpos aparecen antes y durante la fase
polimerasa III. El antígeno está asociado tam­ activa de la psicosis. Anticuerpos anti-riboso-
bién con todas los ARN transcriptos por ARN males han sido detectados en el líquido espinal
polim erasa III, incluyendo tARNs, ARNs 5S de pacientes con lupus-psicosis. Otros investí-
Autoinmunidad 591

Cuadro 28-14. Asociación de los autoanticuerpos Ro/SS-A y LaJSS-B con enfermedades autoin­
munes sistémicas
Anti-Ro/SS-A Anti-La/SS-B
% %

D esórdenes clínicos ID ELISA ID E L IS A

S ín d ro m e d e S jo g re n
P rim a rio 60 95 20 90
S e c u n d a rio 20 5
LES 25 10
L E S c o n A N A n e g a tiv o 62 32
L E c u tá n e o s u b a g u d o (S C L E ) 62 90 25
su p e rp o s ic ió n d e SS y S C L E 100 100 10 50
L E d isc o id e (D L E ) 3
L E n e o n a ta l (N L E ) 90 50
B lo q u e c a rd ía c o n e o n a ta l 80
D e fic ie n c ia d e C 2 y C 4 80 10
C irro sis b ilia r p rim a ria raro
H e p a titis c ró n ic a a c tiv a raro
C o n tro le s n o rm a le s 0,1 10 0,1

ID : in m u n o d ifu sió n , E L IS A : en z im o in m u n o an á lisis

gadores no han hallado una relación entre estos Teóricamente una preparación de un autoan­
anticuerpos y psicosis, pero recientes hallazgos tígeno obtenido por clonación puede garantizar
soportan fuertemente esta asociación. El lupus la pureza del mismo y por lo tanto eliminar fal­
cerebral, es un desorden heterogéneo con m ani­ sos positivos. Sin embargo experiencias in d i­
festaciones locales y difusas, con la probable can que aíin existen problemas no resueltos en
presencia de autoanticueipos no solo ribosoma- el uso de autoantígenos recombinantes utiliza­
les sino de otros tipos como por ejemplo anti- dos en técnicas de ELISA. Es muy frecuente el
cardiolipina. Concluyendo, los anticuerpos an- reconocimiento de epitopes conformacionales,
ti-ribosomales pueden ser de importancia para especialm ente en el caso de anticuerpos anti-
el seguimiento de un grupo específico de lupus RNP y SS-A que reaccionan sólo con antígenos
cerebral. que presentan la estructura tridimensional nati­
va, por lo tanto no reconocerán antígenos re-
com binantes. En ensayos de inm unodifusión
6. CLONADO MOLECULAR que usan extractos crudos, están presentes los
DE A UTO A N TÍG EN O S autoantígenos en su estado nativo, por tal m oti­
vo, a pesar de ser una técnica poco sensible, se
Para los ensayos de inmunodifusión se utili­ sigue utihzando como control de los otros m é­
zan mezclas crudas de antígenos provenientes todos.
de tejidos (timo de conejo o bazo humano) o lí­
neas celulares. Estos ensayos generalmente son
de poca sensibilidad y no detectan todos los au­ 7. T R A T A M IE N T O DE LAS
toanticuerpos. Autoantígenos bioquímicamente ENFERMEDADES AUTOINM UNES
purificados pueden estar contaminados con tra­
zas de otros autoantígenos, particularm ente La mayor parte de la investigación básica y
cuando los mismos existen naturalmente como aplicada que se realiza en las enfermedades au­
complejos macromoleculares como ser RNP y toinmunes está orientada a la inmunoterapia de
Sm o SS-A y SS-B. las mismas. La tolerancia inducida por aplica­
En la actualidad existe ADN clonado de al­ ción del antígeno específico puede ser utilizada
gunos de los autoantígenos más importantes re­ para prevenir la inducción de una enfermedad
lacionados con escleroderm ia, miositis y SS. autoinmune y para tratar un estado autoinmune
Estos incluyen (U l) RNP proteínas 70kD; las previamente establecido. Esto ha sido am plia­
proteínas Sm B /B ’, D, E y N; el autoantígeno mente utilizado en modelos experimentales. En
de la esclerodermia. Sel 70 y centrómero B; el ratones SJL/ y en ratas Lewis la EAE, experi­
autoantígeno de la miositis Jo-1 y los autoantí­ mentalmente inducida y donde se habían pro­
genos de la SS, SS-B y tres de SS-A. Estos an­ ducido fenómenos de parálisis, pudo ser total­
tígenos clonados están siendo utilizados en en­ mente inhibida por aplicación de esplenocitos
sayos de ELISA para detección de ANAs espe­ u n id o s a h o m o g e n a to de c o rd ó n e s p in a l
cíficos. (MSCH) y parcialmente inhibida si los espíe-
592 Inmunopatología

2, B e r n s te in K .A ., B o ls h o u n D . a n d L e fk o w ith . S e ru m
nocitos se unían a la proteína básica de mielina g lo m e ru la r b in d in g a c tiv ity is h ig ly c o rre la te d w ith r e ­
(MBP), ya que la remisión observada en este n a l disea.se in M R L /lp r m ic e . C lin .E x p . T tninunol. 9 3 :
último caso fue temporal. Esto se podría expli­ 4 1 8 -4 2 3 , 1993.
car pensando que la inhibición se debería a la 3, D ia m o n d B . a n d S o lo m o n . A m o n o c lo n a l a m ib o d y re-
c o g n iz e s a n ti- D N A a n ti b o d i e s w ith s y s te m ic lu p u s
aplicación de MBP y que las posteriores mani­ e r y t h e m a t o s u s . A n n . N Y . A c á . S c i. 4 1 8 : 3 7 9 - 3 8 5 ,
festaciones se podrían deber a otros neuroantí- 1983.
genos tales como el PLP (poli-lipoproteína), 4, G a r c ía L e rn a J .G .; S e q u í N a v a rro J. y V e la O lm o C .
MAG y MOG (glucoproteínas asociadas a la C a ra c te rís tic a s m o le c u la re s d e los a u to a n tíg e n o s S S A /
R o , S S B /L a y n R N P (S m y U 1 R N P ). I m u n o lo g ía .
mielina). Estos serían expuestos al sistema in­ 1 3 :8 5 -1 0 1 , 1994,
mune periférico como consecuencia del daño 5, tta r r is E, N . a n d P ie ra n g e li S. A n tip h o sfo lip id a n tib o ­
de la mielina y de la apertura de la barrera he- d ie s a n d th e a n tip h o s p h o lip id s y n d ro tn e , S p in , S e m ,
matoencefálica por las linfocitos T CD4-t-, du­ Im m u n o p th , 1 6 :2 2 3 -2 4 5 , 1994,
6, J e n e w a y , C h a rle s A , Jr. a n d T ra v e rs Paul, Im m u n o b io -
rante el período agudo de la enfermedad. Se lo g y , T h e im m u n e s y s te m in h e a lth a n d d ise a s e , C u ­
puede pensar que estos son determinantes críp­ rre n t B io io g y G a rla n d , 1994.
ticos y que son inhibidos por el MSCH ya que 7, K u b y J a n is , I m m u n o lo g y , W , H, F re e m a n an d C o ra -
tiene MBP y los otros neuropéptidos. p a n y , N e w Y o rk , 1992,
8, IVIargni R ic a rd o A , Im n u n o lo g ía e In m u n o tiu ím ic a , 4 a,
Un tratamiento que se está estudiando mu­ E d , P a n a tn e ric a n a , 1989.
cho es la inducción de resistencia a la enferme­ 9, M c N e il H ,P ,, C h e s te rm a n C . N , a n d K rilis S ,A , Im m u -
dad por administración de dosis subpatogénicas n o lo g y an d c lin ica l itn p o rta n c e o f a n tip h o s p h o lip id a n ­
de células T autoinmunes (vacunación con lin­ tib o d ie s. A d v Im m n u n o l, 4 9 : 19 3 -2 8 0 , 1991,
10, M e ilo f J E, A u to a n tib o d ie s a g a in s t s m a ll c y to p la s m ic
focitos T). En estudios tem pranos la vacuna­ rib o n u c le o p ro te in s : th e a n ti-R o /S S -A a n ti-L a /S S -B au -
ción con linfocitos T fue obtenida utilizando to im m u n e re s p o n s e , R h e u to m a to l, In t. 12: 1 2 9 -1 4 0 ,
linfocitos T activados que se atenuaban por 1992.
irradiación, por presión hidrostática o por com­ 1 1, N a p a rs te k Y , a n d P ltz P, T h e ro le o f a u to a n tib o d ie s in
a u to im m u n e d ise a s e , A n n , R e v , Im m u n o l. 1 1 :7 9 -1 0 4 ,
puestos químicos. Estos métodos de atenuación 1993,
causan cambios cuahtativos en las células T y 12, P a u l W illia m , F u n d a m e n ta l Im m u n o lo g y , T h ird E d i-
aunque se administre un gran número de linfo­ tio n , R a v e n P re ss. 1993,
citos T no se induce enfermedad. Se pudo ob­ 13, P ro v o s t T. a n d W e sto n W . B u llo u s d ise a se s. F irs t E d i-
tio n . M o s b y Y e a r B o o k , 1993.
servar que la vacunación con dosis bajas de lin­ 14, R o k e a c h L an d H o c h S, B -c e ll e p ito p e s o f S m a u to a n ti-
focitos T anti-MBP activa las células T anti- g e n s. M o l, B io l, R ep , 1 6 :1 6 5 -1 7 4 , 1992,
idiotipo de ambos fenotipos: CD4+ y CD8+. E s­ 15, S ilb e rste in L. E ., J e ffrie s L, C ,, G o ld m a n J,, F rie d m a n
to también fue demostrado en pacientes con es­ D ,, M o o re J.S ,, a n d N o w e ll P ,C . V a ria b le r e g ió n g e n e
a n a ly s is o f p a th o lo g ic h u m an a u to a n tib o d ie s to th e r e la ­
clerosis múltiple. te d i a n d I red b lo o d c e ll a n tig e n s , B lo o d , 7 8 :2 3 7 2 -
Una estrategia muy utilizada en el tratamien­ 2 3 8 6 , 1991.
to de enfermedades autoinmunes es la aplica­ 16, S in g e r K, H ., H a s h im o to K „ J e n se n P ,J,, a n d M o rio k a
ción de anticuerpos contra determinadas cito- S, P a th o g e n e s is o f a u to im m u n ity in p e m p h ig u s , A n n ,
R e v , Im m u n o l. 3 :8 7 - 1 0 3 , 1985.
quinas. En algunas enfermedades como la artri­ 17, S o n th e iin e r R .D ,, M c C a u liffe D ,P , Z a p p i E, a n d T a r -
tis reum atoidea hay citoquinas consideradas g o ff I. A n tin u c le a r a n tib o d ies: C lin ic a l c o rre la tio n s an d
pro-inflamatorias en la articulación reum atoi­ b io lo g ic s ig n ific a n c e , A d v , D e rm a to l, 7: 3 -5 3 , 1 9 9 L
dea, entre las que se incluyen del TNE-a, IL-1, 18, S tu rg e s s A . R e c e n tly c h a ra c te riz e d a u to a n tib o d ie s an d
th e ir c lin ica l s ig n ific a n c e , A u st, N ,Z , J M e d , 22: 2 7 9 -
IL-6, IL-8 y el GM-CSF. Estas citoquinas ac­ 2 8 9 , 1992,
tuarían en cascada y la estrategia inmunotera- 19, T a la l N o r m a n , M o le c u la r A u to im m u n ity , A c a d e m ic
péutica es tratar de bloquear alguna de las cito- P re ss, 1991,
quinas para evitar el efecto de todas ellas. Un 2 0, T h e o filo p o u lo s A ,N , T h e b a sis o f a u to im m u n ity , P a rt I,
Im m u n o l, T o d a y 16: 9 0 -9 8 , 1995,
tratamiento muy utilizado es la aplicación de 2 1, T h e o filo p o u lo s A ,N . T h e b a s is o f a u to im m u n ity . P a rt
anticuerpos contra el T N F-a en algunos casos II, Im m u n o l, T o d a y 16: 15 0 -1 5 8 , 1995,
asociado a anticuerpos anti-IL-10 o anti-CD4 2 2, V e r h e ije n R , B - c e ll e p ito p e s o f s c le r o d e r m a - s p e c if ic
para lograr una acción sinérgica. a u to a n tig e n s. M o l. B io l, R e p , 16: 1 8 3 -1 8 9 , 1992,
2 3, U y td e h a a g F ,, V a n d e r H e y d e n R, a n d O s te rh a u s A ,
M a in te n a n c e o f im m u n o lo g ic a l m em o ry : rol fo r C D 5*
c e lls? im m u n o l. T o d a y . 12: 4 3 9 -4 4 1 , 1991,
B IB L IO G R A F ÍA 2 4, Y a n n i G ., W h e la n A ,, F e ig h re y C ,, Q u in la n W ,, S y -
mon.s J,, D u f f G , a n d B re s n ih a m B, Contrasúng le v e ls
1. A m a sak i Y ., K o b a y a sh i J., T a k e d a T ., O g u ra N ., Jo d o o f in v itro c y to k in e p ro d u c tio n b y r h e u m a to id s y n o v ia l
S., N a k a b a y a s h i T ., T s u tsu m i A ., F u jis a k u A , a n d K o i- tis s u e s d e m o s tra tin g d iffe re n t p a tte rn s o f m o n o n u c le a r
re T. U p -re g u ia te d e x p re s ió n o f F a s a n tig e n (C D 9 5 ) by ce ll in filtratio n . C lin , E x p , Im m u n o l, 9 3 :3 8 7 -3 9 5 , 1993,
pe rip h e ra l n a ív e an d in e m o ry T ceí) .subsets in p a tie n ts 2 5, Z a p p i E . a n d S o n th e im e r R ,D . C lin ic a l re le v a n c e o f a n ­
w itii s y s te m ic lu p u s e ry th e m a to s iis (S L E ), a p o s s ib le tib o d ie s to R o /S S - A a n d L a /S S - B in s u b a c u te c u ta -
m e e h a n ism fo r ly m p h o p e n ia . C lin . E x p . Im m u n o l. 99: n e o u s lu p u s e ry th e m a to s u s a n d re la te d c o n d itio n s. C lin ,
2 4 5 -2 5 0 , 1995. D e rm a to l. 1 0 :4 3 1 -4 4 1 , 1993,
Estructura y función del complejo
mayor de histocompatibilidad

M. LEONARDO SATZ
LEONARDO FAINBOIM 29
Antecedentes históricos creación de los Talleres Internacionales de H is­
tocompatibilidad. En ellos, cientos de laborato­
Como hemos visto en el capítulo 10, las mo- rios intercambian reactivos (células, anticuer­
. léculas de histocompatibilidad (MHC) cumplen pos, etc.) y realizan estudios colaborativos con
un papel crucial en la presentación de antíge­ protocolos estandarizados, que permiten identi­
nos para la activación de las células T. Sin em ­ ficar nuevos alelos HLA. El primero de ellos se
bargo, la secuencia de sucesos que condujeron realizó en Durham en 1964, el XI en Y okcha­
a este descubrimiento estuvieron enmascarados ma en 1991 y se trabaja actualmente p a ra el
por su “seudo función”, que es la de servir co­ XII Taller, que finalizará en 1996.
mo barrera principal al trasplante de órganos y
tejidos. Estructura y distribución de las moléculas
La disponibilidad de cepas endocriadas faci­ de histocompatibilidad
litó el rápido conocimiento del complejo mayor
de histocompatibilidad (CMH) murino o H-2. M oléculas de clase I
En el caso del CMH humano, denominado sis­
tema HLA, la situación fue diferente. A partir Estructura: Tal como se escribió en el capí­
del descubrimiento de las moléculas HLA, los tulo 10, las MHC de clase I están constituidas
estudios de genética de población fueron los por dos cadenas, una pesada, a , unida no cova­
que permitieron definir el polimorfismo del sis­ lentemente a una cadena llamada }32Tmicroglo-
tema. bulina. Sólo la cadena a está codificada dentro
El primer antígeno HLA fue descubierto en del sistema HLA.
1958. Dausset identificó en el suero de un pa­ Productos de clase 1. En el hombre existen
ciente politransfundido, anticuerpos leucoaglu- tres M HC de clase I distintas, denom inadas
tinantes, cuyo patrón de reactividad perm itió HLA-A, HLA-B y HLA-C, que cumplen la fun­
identificar el antígeno denominado Mac. Este ción de presentación de péptidos a los linfoci­
antígeno corresponde al hoy conocido com o tos T CD8. Las tres se expresan sim ultánea­
HLA-2. En el mismo año 1958, los laboratorios mente en la superficie de casi todas las células,
de Payne y van Rood, comprobaron que m uje­ con excepción de los glóbulos rojos y el sinci­
res con em barazos miiltiples producían an ti­ tio trofoblasto. Estas moléculas poseen diferen­
cuerpos contra aloantígenos del padre expresa­ tes cadenas pesadas pero comparten la mism a
dos codom inantem ente por el feto. En 1963, cadena-p2 microglobulina. Las cadenas están
van Rood y van Leeuwen describen el “sistema codificadas por sendos loci A, B y C localiza­
4 ” , form ado por 2 alelos, el 4a y el 4b. En dos dentro del sistema HLA (fig. 29-1).
1964, Payne y col. describen una serie de antí­ Una de las características más salientes de
genos denominados LA. Esta serie LA y el sis­ estas moléculas es su enorme polimorfismo po-
tema 4 corresponden a los loci hoy conocidos hlacional. Se estima que existen más de 40 ale­
como HLA-A y HLA-B, respectivamente. los distintos para la molécula HLA-A, m ás de
El paso sig u ien te que p rovocó el ráp id o 80 alelos diferentes para HLA -B y más de 30
avance en el conocim iento del HLA fue la para HLA-C. Teniendo en cuenta que la expre-
592 Inmunopatología

2. B e r n s te in K .A ., B o ls h o u n D . a n d L e fk o w ith . S e ru m
nocitos se unían a la proteína básica de mielina g lo m e ru la r b in d in g a c tiv ity is h ig ly c o rre la te d w ith r e ­
(MBP), ya que la remisión observada en este n a l d ise a s e in M R L /lp r m ic e . C lin .E x p . IiTiinunol. 9 3 :
último caso fue temporal. Esto se podría expli­ 4 1 8 -4 2 3 , 1993.
car pensando que la inhibición se debería a la 3. D ia m o n d B . a n d S o lo m o n . A m o n o c lo n a l a n tib o d y re-
c o g n iz e s a n ti- D N A a n ti b o d i e s w ith s y s te m ic lu p u s
aplicación de MBP y que las posteriores mani­ e ry th e m a to s L is . A n n . N Y . A c á . S c i. 4 1 8 : 3 7 9 - 3 8 5 ,
festaciones se podrían deber a otros neuroantí- 1983.
genos tales como el PLP (poli-lipoproteína), 4. G a r c ía L e rn a J .G .; S e q u í N a v a rro J. y V e la O lm o C .
MAG y MOG (glucoproteínás asociadas a la C a ra c te rís tic a s m o le c u la re s d e los a u to a n tíg e n o s S S A /
R o , S S B /L a y n R N P (S m y U 1 R N P ). I m u n o lo g ía .
mielina). Estos serían expuestos al sistema in­ 1 3 :8 5 -1 0 1 , 1994,
mune periférico como consecuencia del daño 5. Flarris E. N . a n d P ie ra n g e li S. A n tip h o sfo lip id a n tib o ­
de la mielina y de la apertura de la barrera he- d ie s a n d th e a n tip h o s p h o lip id s y n d ro m e . S p in . S e m .
matoencefálica por las linfocitos T CD4-t-, du­ Im m u n o p th . 1 6 :2 2 3 -2 4 5 , 1994.
6. J e n e w a y , C h a rle s A . Jr. a n d T ra v e rs Paul. Im m u n o b io -
rante el período agudo de la enfermedad. Se lo g y . T h e im m u n e s y s te m in h e a lth a n d d ise a s e . C u ­
puede pensar que estos son determinantes críp­ rre n t B io lo g y G a rla n d . 1994.
ticos y que son inhibidos por el MSCH ya que 7. K u b y J a n is . I m m u n o lo g y . W . H. F re e m a n an d C o ra -
tiene MBP y los otros neuropéptidos. p a n y . N e w Y o rk . 1992.
8. M a rg n i R ic a rd o A . In m u n o lo g ía e In m u n o q u ím ic a . 4 a.
Un tratamiento que se está estudiando mu­ E d . P a n a m e ric a n a , 1989.
cho es la inducción de resistencia a la enferme­ 9. M c N e il H ,P ,, C h e s te rm a n C . N , a n d K rilis S ,A , Im m u -
dad por administración de dosis subpatogénicas n o lo g y an d c lin ica l itn p o rta n c e o f a n tip h o s p h o lip id a n ­
de células T autoinmunes (vacunación con lin­ tib o d ie s. A d v Im m n u n o l. 4 9 : 19 3 -2 8 0 , 1991.
10. M e ilo f J E. A u to a n tib o d ie s a g a in s t s m a ll c y to p la s in ic
focitos T). En estudios tem pranos la vacuna­ rib o n u c le o p ro te in s : th e a n ti-R o /S S -A a n ti-L a /S S -B au -
ción con linfocitos T fue obtenida utilizando to im m u n e re s p o n s e . R h e u to m a to l. In t. 12: 1 2 9 -1 4 0 ,
linfocitos T activados que se atenuaban por 1992.
irradiación, por presión hidrostática o por com­ 1 1. N a p a rs te k Y . a n d P ltz P. T h e ro le o f a u to a n tib o d ie s in
a u to im m u n e d ise a s e . A n n . R e v . Im m u n o l, 1 1 :7 9 -1 0 4 ,
puestos químicos. Estos métodos de atenuación 1993.
causan cambios cuahtativos en las células T y 12. P a u l W illia m . F u n d a m e n ta l Im m u n o lo g y . T h ird E d i ­
aunque se administre un gran número de linfo­ tio n . R a v e n P re ss. 1993.
citos T no se induce enfermedad. Se pudo ob­ 13. P ro v o s t T. a n d W e sto n W'. B u llo u s d ise a se s. F irs t E d i­
tio n . M o s b y Y e a r B o o k , 1993.
servar que la vacunación con dosis bajas de lin­ 14. R o k e a c h L an d H o c h S, B -c e ll e p ito p e s o f S m a u to a n ti-
focitos T anti-MBP activa las células T anti- g e n s. M o l, B io l, R ep , 1 6 :1 6 5 -1 7 4 , 1992,
idiotipo de ambos fenotipos: CD4+ y CD8+. E s­ 15. S ilb e rste in L, E ., J e ffrie s L. C ., G o ld m a n J., F rie d m a n
to también fue demostrado en pacientes con es­ D ., M o o re J.S ., a n d N o w e ll P .C . V a ria b le r e g ió n g e n e
a n a ly s is o f p a th o lo g ic h u m an a u to a n tib o d ie s to th e r e la ­
clerosis múltiple. te d i a n d I red b lo o d c e ll a n tig e n s . B lo o d . 7 8 :2 3 7 2 -
Una estrategia muy utilizada en el tratamien­ 2 3 8 6 , 1991,
to de enfermedades autoinmunes es la aplica­ 16. S in g e r K, H ., H a s h im o to K „ J e n se n P .J., a n d M o rio k a
ción de anticuerpos contra determinadas cito- S. P a th o g e n e s is o f a u to im m u n ity in p e m p h ig u s . A n n .
R e v . Im m u n o l, 3 :8 7 - 1 0 3 , 1985,
quinas. En algunas enfermedades como la artri­ 17. S o n th e iin e r R ,D ,, M c C a u liffe D ,P , Z a p p i E, a n d T a r -
tis reum atoidea hay citoquinas consideradas g o f f I, A n tin u c le a r a n tib o d ies: C lin ic a l c o rre la tio n s an d
pro-inflamatorias en la articulación reum atoi­ b io lo g ic s ig n ific a n c e . A d v , D e rm a to l, 7: 3 -5 3 , 1 9 9 L
dea, entre las que se incluyen del TN F-a, IL-1, 18. S tu rg e s s A , R e c e n tly c h a ra c te riz e d a u to a n tib o d ie s an d
th e ir c lin ica l s ig n ific a n c e , A u st, N ,Z , J M e d , 22: 2 7 9 -
IL-6, IL-8 y el GM-CSF. Estas citoquinas ac­ 2 8 9 , 1992.
tuarían en cascada y la estrategia inmunotera- 19. T a la l N o r m a n . M o le c u la r A u to im m u n ity . A c a d e m ic
péutica es tratar de bloquear alguna de las cito- P re ss. 1991.
quinas para evitar el efecto de todas ellas. Un 2 0. T h e o filo p o u lo s A .N . T h e b a sis o f a u to im m u n ity . P a rt I.
Im m u n o l. T o d a y 16: 9 0 -9 8 , 1995.
tratamiento muy utilizado es la aplicación de 2 1. T h e o filo p o u lo s A .N , T h e b a s is o f a u to im m u n ity . P a rt
anticuerpos contra el T N F-a en algunos casos II. Im m u n o l. T o d a y 16: 15 0 -1 5 8 , 1995.
asociado a anticuerpos anti-IL-10 o anti-CD4 2 2. V e r h e ije n R , B - c e ll e p ito p e s o f s c le r o d e r m a - s p e c if ic
para lograr una acción sinérgica. a u to a n tig e n s. M o l. B io l. R e p . 16: 1 8 3 -1 8 9 , 1992.
2 3. U y td e h a a g F ., V a n d e r H e y d e n R. a n d O s te rh a u s A .
M a in te n a n c e o f im m u n o lo g ic a l m em o ry : rol fo r C D 5*
c e lls? im m u n o l. T o d a y . 12: 4 3 9 -4 4 1 , 1991.
B IB L IO G R A F ÍA 2 4. Y a n n i G ., W h e la n A ., F e ig h re y C ., Q u in la n W ., S y -
m o n s J., D u f f G . a n d B re s n ih a m B. C o n tra s tin g le v e ls
L A m a sak i Y ., K o b a y a sh i J., T alceda T ., O g u ra N ., Jo d o o f in v itro c y to k in e p ro d u c tio n b y r h e u m a to id s y n o v ia l
S., N a lía b a y a s h i T ., T s u tsu m i A ., F u jis a k u A , a n d K o i- tis s u e s d e m o s tra tin g d iffe re n t p a tte rn s o f m o n o n u c le a r
re T. U p -re g u ia te d e x p re s ió n o f F a s a n tig e n (C D 9 5 ) by ce ll in filtratio n . C lin . E x p . Im m u n o l, 9 3 :3 8 7 -3 9 5 , 1993,
pe rip h e ra l n a ív e an d in e m o ry T caí) .subsets in p a tie n ts 2 5. Z a p p i E , a n d S o n th e im e r R .D , C lin ic a l re le v a n c e o f a n ­
w itii s y s te m ic lu p u s e ry th e m a fo s u s (S L E ), a p o s s ib le tib o d ie s to R o /S S - A a n d L a /S S - B in s u b a c u te e u ta -
m e c h a n ism fo r ly m p h o p e n ia . C lin . E x p . Im m u n o l. 99: n e o u s lu p u s e ry th e m a to s u s a n d re la te d c o n d itio n s. C lin ,
2 4 5 -2 5 0 , 1995. D e rm a to l, 1 0 :4 3 1 -4 4 1 , 1993,
Estructura y función del complejo
mayor de histocompatibilidad

M. LEONARDO SATZ
LEONARDO FAINBOIM 29
Antecedentes históricos creación de los Talleres Internacionales de H is­
tocompatibilidad. En ellos, cientos de laborato­
Como hemos visto en el capítulo 10, las mo- rios intercambian reactivos (células, anticuer­
. léculas de histocompatibilidad (MHC) cumplen pos, etc.) y realizan estudios colaborativos con
un papel crucial en la presentación de antíge­ protocolos estandarizados, que permiten identi­
nos para la activación de las células T. Sin em ­ ficar nuevos alelos HLA. El primero de ellos se
bargo, la secuencia de sucesos que condujeron realizó en Durham en 1964, el XI en Yok cha­
a este descubrimiento estuvieron enmascarados ma en 1991 y se trabaja actualmente p a ra el
por su “seudo función”, que es la de servir co­ XII Taller, que finalizará en 1996.
mo barrera principal al trasplante de órganos y
tejidos. Estructura y distribución de las moléculas
La disponibilidad de cepas endocriadas faci­ de histocompatibilidad
litó el rápido conocimiento del complejo mayor
de histocompatibilidad (CMH) murino o H-2. M oléculas de clase I
En el caso del CMH humano, denominado sis­
tema HLA, la situación fue diferente. A partir Estructura: Tal como se escribió en el capí­
del descubrimiento de las moléculas HLA, los tulo 10, las MHC de clase I están constituidas
estudios de genética de población fueron los por dos cadenas, una pesada, a , unida no cova­
que permitieron definir el polimorfismo del sis­ lentemente a una cadena llamada }32Tmicroglo-
tema. bulina. Sólo la cadena a está codificada dentro
El primer antígeno HLA fue descubierto en del sistema HLA.
1958. Dausset identificó en el suero de un pa­ Productos de clase 1. En el hombre existen
ciente politransfundido, anticuerpos leucoaglu- tres M HC de clase I distintas, denom inadas
tinantes, cuyo patrón de reactividad perm itió HLA-A, HLA-B y HLA-C, que cumplen la fun­
identificar el antígeno denominado Mac. Este ción de presentación de péptidos a los linfoci­
antígeno corresponde al hoy conocido com o tos T CD8. Las tres se expresan sim ultánea­
HLA-2. En el mismo año 1958, los laboratorios mente en la superficie de casi todas las células,
de Payne y van Rood, comprobaron que m uje­ con excepción de los glóbulos rojos y el sinci­
res con em barazos m últiples producían an ti­ tio trofoblasto. Estas moléculas poseen diferen­
cuerpos contra aloantígenos del padre expresa­ tes cadenas pesadas pero comparten la mism a
dos codom inantem ente por el feto. En 1963, cadena-p2 microglobulina. Las cadenas están
van Rood y van Leeuwen describen el “sistema codificadas por sendos loci A, B y C localiza­
4 ” , form ado por 2 alelos, el 4a y el 4b. En dos dentro del sistema HLA (fig. 29-1).
1964, Payne y col. describen una serie de antí­ Una de las características más salientes de
genos denominados LA. Esta serie LA y el sis­ estas moléculas es su enorme polimorfismo po-
tema 4 corresponden a los loci hoy conocidos hlacional. Se estima que existen más de 40 ale­
como HLA-A y HLA-B, respectivamente. los distintos para la molécula HLA-A, m ás de
El paso sig u ien te que p rovocó el ráp id o 80 alelos diferentes para HLA-B y más de 30
avance en el conocim iento del HLA fue la para HLA-C. Teniendo en cuenta que la expre-
594 Inmunopatología

Clase I Clase I

DP DQ DR
I I
—>
OJ
<
CVJ
Centrómero _J << CQ < CD < ^
o Q . D- cc cr I - T - Li-
-«S----------- ü Q Q o Q C\j CNJ CD < CD

1.000 CD <
OJ 2.000
OO Ü

Distancia (kb)

Clase I

A H G F
Telémetro
----------►

2000 3000 4000

Distancia (kb)

F ig , 2 9 -1 . O rg a n iz a c ió n g e n é tic a d e l s is te m a H L A . S e in d ic a n las re g io n e s d e c la s e L II y III. E n la re g ió n d e c la s e I, v e ­


c in o s al lo c u s H L A -A e x is te n s e u d o g e n e s d e c la s e I n o m o stra d o s . E n la r e g ió n d e c la s e 111, el g e n G 7 a c o d ific a p a ra v a lil-
t-R N A s in te ta sa . L a c o m p le jid a d d e la r e g ió n d e c la s e II (re fe rid o a g e n e s D R B ) v a ría s e g ú n el h a p lo tip o (v é a s e fig . 2 9 -2 ).
L a s fle c h a s s o b re c a d a g e n in d ic a n la o rie n ta c ió n d e tra n s c rip c ió n 5 ’ - ^ 3 ’.

sión de estas moléculas es codominante (vale tes de las moléculas HLA, a las que se llama
decir se expresan simultáneamente las molécu­ “especificidades serológicas”.
las codificadas por el crom osom a m aterno y Nótese en el cuadro 29-1 que las distintas es­
paterno), el multialelismo determina que la ma­ pecificidades serológicas HLA-A y HLA-B son
yoría de los individuos sean heterocigotas y ex­ d esig n ad as por n úm eros, por ej. H LA -A 1,
hiban en la superficie celular seis productos de HLA-B7, etc. Todas las especificidades del lo­
clase I diferentes: dos moléculas HLA-A, dos cus HLA-C se numeran consecutivamente e in­
HLA-B y dos HLA-C. cluyen una “w ” para distinguirlos de los pro­
Polimorfism o. El principal método que ha ductos C2 y C4 del sistema complemento, cu­
permitido la identificación de las diversas va­ yos genes m apean dentro del sistem a HLA
riantes alélicas ha sido la serología, esto es, la (véase más adelante).
identificación en estas m oléculas de epitopes Además de los métodos serológicos, los pro­
diferentes por medio de anticuerpos. Las MHC ductos aléhcos de las moléculas HLA pueden
de clase 1, independientemente del alelo o del ser distinguidos por otros métodos: clones de
locus al que pertenecen, poseen una gran ho­ linfocitos T citotóxicos, isolectroenfoque de las
mología estructural. Esto determina la existen­ proteínas, patrones de restricción en el ADN
cia de numerosos epitopes comunes en las di­ (RFLP) y secuencia nucleotídica de los genes
versas m oléculas; debido a esta reactividad aislados. Esto ha revelado la existencia de ale­
cruzada, al comienzo resultó difícil distinguir los no distinguibles por serología: por ejemplo
los productos aléhcos derivados de un mismo existen trece subtipos del HLA-A2, ocho va­
locus, de los codificados por los diversos loci riantes alélicas del HLA-B27, etc. La determi­
A,B y C. nación de la secuencia nucleotídica de los res­
Los aloanticuerpos presentes en el suero de pectivos genes demostró que las diversas va­
individuos politransfundidos y en mujeres lue­ riantes difieren entre sí en unos pocos aminoá­
go de múltiples embarazos siguen siendo utili­ cidos, lo que exphca la dificultad de distinguir­
zados hoy para identificar a las diversas varian­ los por anticuerpos.
Estructura y función del complejo mayor de histocompatibilidad 595

La presencia de estos verdaderos nuevos ale­ se refieren a la especificidad serológica original


los HLA de clase I, indica que la serología re­ y los otros dos al número de variante hallada.
fleja la “punta de un iceberg” de un sistema de Por ejemplo: HLA-B*3501 se refiere a la pri­
mucha mayor complejidad. La posibilidad de mer variante HLA-B35 (véase cuadro 29-1).
distinguir estos alelos por linfocitos T CD8, in­ Se conoce la secuencia aminoacídica de más
dica que se detectan diferencias en residuos que de 130 moléculas HLA de clase I distintas. To­
juegan un papel importante en la funcionalidad das ellas poseen una homología global de apro­
de estas moléculas; esto tiene implicaciones clí­ xim adam ente el 75-99% en su secuencia. La
nicas, ya que se pueden generar respuestas in­ mayor variabilidad se observa en los dominios
munes indeseadas contra dichos alelos en el ca­ 1 y 2, con diferencias de 7-15 residuos de los
so de trasplante de órganos. El Comité de N o­ 90 que posee cada dominio, mientras que el do­
menclatura de la O.M.S. para el Sistema HLA minio 3 (que interactúa con la p2-microglobuli-
ha decidido asignar la categoría de alelo HLA a na) es el más conservado. En los dominios 1 y
aquel de cuyo gen se conoce la secuencia nu- 2 hay 20 posiciones de gran variabilidad entre
cleotídica. A estos verdaderos alelos se les asig­ las distintas moléculas. La estructura cristalo­
na la letra del locus correspondiente seguido de g ráfica de los alelos H LA -A 2, H LA -A 68 y
un asterisco (ej. HLA-B*) y luego un número HLA-B27, muestra que la mayor parte de estos
de tres o cuatro dígitos, donde los primeros dos residuos variables están localizados en regiones

C uadro 29-1. Designación de los alelos HLA de clase I

Alelos Especif. A lelos Especif. Alelos E.specif.


HLA-A serológica H LA -B serológica H LA -C sero ló g ic

A*010l al 0102 Al B *0701 al 0 7 0 4 B7 C w *010l al 0102 Cwl


A *0201 al 021 3 A2 B * 0 8 0 1 al 0 8 0 2 B8 C w *020l al 0202 Cw2
A*0301 al 0302 A3 B * 1 3 0 l al 1 302 B13 C w *0301 al 0304 Cw3
A *1101 al 1102 AH B*1401 B I4 C w *040l al 0402 Cw4
A *2301 A 2 3 (9 ) B*1402 B 6 5 (I4 ) C w *050l Cw5
A *2401 al 240 3 A 2 4 (9 ) B n50I B 6 2 (1 5 ) Cw *0601 al 0602 Cw6
A *2501 A 2 5 (1 0 ) B *1502 B 7 5 (1 5 ) C w *0701 al 0703 Cw7
A *2601 al 2 6 0 4 A 2 6 (1 0 ) B *1503 B 7 2 (7 0 ) C w *080l al 0803 Cw8
A *2901 al 2 9 0 2 A 2 9 (1 9 ) B* 1 5 0 4 al 1508 B 6 2 (I5 ) C w * l2 0 l al 1203 —

A *3001 al 3003 A 3 0 (1 9 ) B*1509 B 70 Cw *130l —


B*1510 B 71 C w * l4 0 l al 140 2 —
A *3101 A 3 1 (1 9 )
A *3201 A 3 2 (1 9 ) B * 1 5 l1 B 15 C w * l5 0 1 al 1504 —

B * 1 5 1 2 y 1514 B 76(1.5) C w * l6 0 l al 160 2 —


A *3301 al 3 3 0 2 A 3 3 (1 9 )
B*1513 B 7 7 (I5 ) C w *170l . —
A*3401 al 3 4 0 2 A 3 4 (1 0 )
A *3601 A 36 B *1801 al 1 8 0 2 B18
A *4301 A43 B * 2 7 0 1 al 2 7 0 8 B 27
A *6 6 0 1 al 6 6 0 2 A 6 6 (1 0 ) B * 3 5 0 1 al 3 5 0 8 B 35
A *680) al 6 8 0 2 A 6 8 (2 8 ) B *3701 B 37
A *6901 A 6 9 (2 8 ) B *3801 8 3 8 (1 6 )
A *7401 A 7 4 (1 9 ) B * 3 9 0 1 al 3 9 0 4 839
A *8001 — B * 4 0 0 1 al 4 0 0 6 840
B *4101 841
B*4201 B42
B *4401 al 4 4 0 4 8 4 4 (1 2 )
B*4501 B 4 5 (1 2 )
B *4601 846
B *4701 847
B * 4 8 0 1 al 4 8 0 2 848
B *4901 8 4 9 (2 1 )
B*5001 B 5 0 (2 1 )
B * 5 I0 1 al 5 1 0 5 8 5 1 (5 )
B *5201 8 5 2 (5 )
B *5301 853
B *5401 8 5 4 (2 2 )
B*5.501 al 5 5 0 2 8 5 5 (2 2 )
B * 5 6 0 1 al 5 6 0 2 8 5 6 (2 2 )
B * 5 7 0 1 al 5 7 0 2 B 5 7 (1 7 )
B *5801 8 5 8 (1 7 )
B *5901 859
B *6701 867
B*7301 873
B *7801 B 7801

El listad o se b asa en la últim a p u b licac ió n del C om ité d e N o m en c latu ra de la Q M S para factores d e l siste m a H L A (1994) y a ig u n o s nucvos
' e s p e cificid
alelos to m ad o s de la lite ratu ra m ás re cien te. En las ific id aa d e s sero ló g ic as, se indica entre parén tesis la e s p e cificid ad am plia o rig in a l.
596 Inmunopatología

de la molécula que son críticas en la unión de fieren entre sí en sólo 13 aminoácidos, 6 locali­
péptidos antigénicos o en la interacción con el zados en el dominio 1, 6 en 2 y uno en 3. Cuan­
receptor T (ver más adelante). do se comparan las estructuras tridimensionales
En los dominios externos (1, 2 y 3), se han de estas dos moléculas se observa que 10 de es­
identificado 183 residuos conservados entre las tas sustituciones están concentradas en la base y
distintas m oléculas HLA-A,B y C, m ientras lados de la fosa de presentación; por las diferen­
que sólo 6 aminoácidos muestran un patrón es­ cias de tamaño y polaridad de los aminoácidos,
pecífico de cada locus: las metioninas 138 y estos cambios afectan profundamente el tipo de
189 son específicas del locus A, la arginina 239 péptidos que uniría uno y otro alelo de clase L
es específica del locus B y la valina 52 y glutá­ Esto fue confirmado por los estudios que eluye-
m ico 183 y 268 son específicos del locus C. ron y caracterizaron los péptidos unidos a los
Este tipo de análisis ha perm itido tam bién la diversos alelos HLA de clase I.
identificación de los residuos involucrados en
epitopes comunes a varias moléculas de clase I, Ligandos peptídicos de las MHC de clase I
como los llamados epitopes supertípicos Bw4 y
Bw6. Se demostró que los aminoácidos presen­ M ediante m étodos bioquím icos ya se han
tes en las posiciones 79, 80 y 83 son críticos en analizado los ligandos peptídicos de más de
la definición de estos dos epitopes. Bw4 y Bw6 diez alelos de clase I diferentes (cuadro 29-2).
están presentes en todos los alelos del locus B Al igual que en otras especies, las MHC extraí­
y en algunos alelos del locus HLA-A. das de células no infectadas, poseen en su sitio
de unión péptidos derivados de proteínas celula­
Estructura tridimensional res. El 80% de los péptidos eluidos son de 8-9
residuos y el 20% restante pueden ser más lar­
Como hemos visto en el capítulo 10, en los gos (hasta 10-12 aminoácidos). Los péptidos
últimos cinco años se ha determinado la estruc­ unidos a cada alelo HLA poseen patrones o mo­
tura cristalográfica de los alelos de clase I tivos estructurales conservados, que definen las
H LA-A2, HLA-A68 y HLA-B27 humanos y características de los residuos que interactúan
varios alelos murinos. Los dominios 1 y 2 se firmemente con los bolsillos del sitio de presen­
combinan para ensamblar una estructura de tipo tación. El cuadro 29-2 muestra los motivos es­
fo sa acanalada, localizada en la porción más tructurales conservados de los péptidos especí­
externa de la molécula, y que constituye el sitio ficos para diversas MHC clase I humanas. Con­
de unión de péptidos. HLA-A2 y HLA-A68 di­ siderando la flexibilidad que permiten ciertas

Cuadro 29-2. Residuos aminoacídicos críticos hallados en péptidos específicos de ciertos alelos
HLA de clase I
PO SICIÓ N:

A lelo de clase I: P2 P3 P51P6 P9

H L A - A 1 (A * 0 1 0 1 ) T /S /M D /E Y
H L A -A 2 (A * 0 2 0 1 ) L /M V /L /I/A /M /T
H L A -A 3 (A * 0 3 0 1 ) L /M /V /I F R /K /Y /H /F /A
H L A - A l l (A * 1 1 0 1 ) V /T /M /L /I K /R /F I/Y
H L A -A 2 4 (A * 2 4 0 1 ) Y /F/W /M L / F /I / W
H L A -A 3 3 (A * 3 3 0 1 ) A /I/L R
H L A -A 6 8 (A * 6 8 0 1 ) V /T R /K

H L A -B 7 (B * 0 7 0 1 ) P R /K L /I/A
H L A -B 2 7 (B * 2 7 0 5 ) R L /I/V R /K /tV l/V /M
H L A -B 3 5 (B * 3 5 0 1 ) P Y /F /W
H L A -B 3 7 (B * 3 7 0 1 ) D /E L /I/M /F
H L A -B 5 1 (B * 5 1 0 1 ) F V /L V/L/I
H L A -B 5 3 (B * 5 3 0 1 ) P L /I/V /M

H L A -C w 4 (C w * 0 4 0 1 ) Y /P NUIL L/F/M
H L A -C w 6 (C w * 0 6 0 2 ) L/I/V L
H L A -C w 7 (C w * 0 7 0 2 ) Y /P V/I/Y Y
H L A -C w 3 (C w * 0 3 ()l) V F L

P l (p o sició n 1) in d ica el p rim er a m in o ác id o del p ép tid o y c o rresp o n d e al ex tre m o N -term inal. P9 co rresp o n d e al ex tre m o C -term in al. P ara
los alelo s in d icad o s con (*), u n 20% d e los p é p tid o s elu id o s son de 10-12 am in o ác id o s de lai'go; en estos ca so s, se o b serv a el m ism o residuo
esp e cífico en la P 1 0 -P 1 2 , en lu g ar d e P 9. L o s am in o ác id o s se in d ican p o r el có d ig o d e una letra y lo s m arc ad o s en n eg rita se co n sid eran
re sid u o s d o m in an tes o d e an claje; los otros son a m in o ác id o s m uy frecu e n tem en te h allad o s en esa p o sició n .
Estructura y función del complejo m ayor de histocompatibilidad 597

posiciones de los péptidos, resulta claro que un P o lim o rfism o . L as m oléculas de cla se II
alelo HLA dado tendrá la capacidad de unir también son muy polimórficas. Por serología se
múltiples péptidos (se refiere a uno por vez). identifican 14 alelos diferentes para HLA-DR
Ya hemos mencionado que estos péptidos se (que se numeran consecutivamente D R l, DR2,
ensamblan con la cadena pesada y la (32-micro- etc.; véase cuadro 29-3), y 9 para HLA-DQ; los
globulina como un heterotrím ero, durante la productos HLA-DP (6 especificidades) se iden­
síntesis en el retículo endoplasmático rugoso. tifican en reacciones de cultivo mixto linfocita­
rio secundario (véase más adelante). Aquí tam ­
M oléculas de clase II bién los productos maternos y paternos se ex­
presan codominantemente, por lo que, junto al
E stru ctu ra . T am bién son g lucoproteínas multialelismo del sistema, la mayoría de los in­
transmembránicas de tipo I, constituidas por un dividuos exhibe al menos seis productos de cla­
heterodímero, con una cadena a de 229 am i­ se II distintos. Más aún, en determinadas oca­
noácidos (32-34 kD) y una p de 237 aminoáci­ siones, las cadenas D Q a de origen materno (o
dos (28-29 kD ), unidas no covalen tem en te paterno) se asocian a las cadenas DQP de ori­
(véase cap. 10). Cada cadena posee dos dom i­ gen paterno (o materno), en un fenómeno lla­
nios globulares externos, con puentes disulfuro mado trans-asociación, por lo que el núm ero
intracatenarios en ambos dominios de la cade­ de moléculas superficiales diferentes puede ser
na p y en el dominio más próximo a la m em ­ aun mayor.
brana en la cadena a. A diferencia de los productos de clase I, la
Recuérdese que durante su síntesis y trans­ homología entre las diversas cadenas a y P de
porte intracelular, el dímero a P se halla asocia­ los diferentes loci de clase II (por ej. D R vs.
do a una cadena de 31 kD llamada cadena in­ DQ vs. DP ) es moderada, en el orden de un
variante, (li) codificada genéticamente fuera 50-65%.
del sistema HLA. El complejo a p li, m igra a Los distintos alelos HLA-DR y DQ fueron
través del Golgi y luego hacia endosomas, en identificados por reacciones serológicas y defi­
donde el pH ácido y ciertas proteasas liberan la nidos a lo largo de once Talleres Internaciona­
cadena li y permiten la unión de péptidos gene­ les. Sin embargo, estas moléculas poseen tam ­
rados por la vía exógena de procesamiento y bién numerosos epitopes capaces de estim ular
presentación antigénica (véase cap. 2). la proliferación de linfocitos T CD4 histoin-
Distribución. Las moléculas de clase II po­ compatibles, en un fenómeno denominado cul­
seen una distribución tisular muy restringida, tivo m ixto linfocitario (véase más adelante).
expresándose constitutivamente en la superfi­ Estos epitopes, están presentes en las m olécu­
cie de linfocitos B, monocitos, células dendrífi- las DR y DQ y no necesariamente son los m is­
cas, precursores eritroides, células de Langer­ mos a los identificados por anticuerpos. La
hans, epitelio tímico, células de Kupffer y lin­ identificación de estos determinantes tiene gran
focitos T activados. Su expresión puede indu­ importancia por la funcionalidad de estas m olé­
cirse por la acción de interferón gama en linfo­ culas y obvias implicancias clínicas en el re ­
citos T, células NK, células del endotelio vas­ chazo de trasplantes. H istóricam ente se ha
cular, queratinocitos, melanocitos, astrocitos y identificado a estos epitopes previo al a isla ­
fibroblastos. También se los halla en la superfi­ miento, caracterización bioquímica y serológi-
cie de células tumorales, en leucemias, linfo­ ca de las moléculas de clase II y se los h a 11a-
mas, melanomas, carcinomas renal, de pulmón, . mado alelos del locus D. Hasta el presente se
de ovario, de vejiga, de colon y mama. han identificado unos 40 alelos diferentes. Los
Productos de clase II. Existen varios produc­ estudios de aislamiento y determinación de la
tos de clase II diferentes, que se expresan si­ secuencia nucleotídica de los respectivos genes
multáneamente en la superficie celular. Todos demostró que se trata de sustituciones c¡ue afec­
los individuos expresan las moléculas HLA-DR, tan la presentación de péptidos y el reconoci­
HLA-DQ y HLA-DP, cada una de ellas consti­ miento T. Por lo tanto, la especificidad seroló-
tuidas por un dímero: D Ra/D R p, DQa/DQP y gica no necesariam ente correlaciona con un
D Pa/D Pp. Cada cadena está codificada por un alelo del locus D. Más aun, una misma especi­
gen respectivo en el sistema HLA, denomina­ ficidad (ej. DR4) puede agrupar a varios alelos
dos DRA/DRBl, D Q A l/ DQBl y D PA l/D PB l HLA-D (ej. Dw4, DwlO, etc.). Por ello, se ha­
(véase fig. 29-1). Algunos individuos expresan bla de subtipos alélicos, por ej. subtipos aléli-
además un cuarto producto denominado DR52, cos del DR4. Se trata en realidad verdaderos
DR53 ó D RB51, donde la cadena DR es la m is­ alelos, que no se distinguen por serología. Los
ma a la presente en las moléculas HLA-DR y la subtipos aléhcos de cadenas HLA-DRB difie­
cadena p es producto de un gen denominado ren entre sí en pocos aminoácidos, lo que expli­
DRB3, DRB4 ó DRB5, respectivamente (véan­ ca en parte que los productos no sean distingui­
se figs. 29-1 y 29-2). bles por serología; sin em bargo los residuos
598 Inmunopatología

GENES REGION DR

DRB 6 DRA1
DR1, DR 10

DRB1 DRB 6 DRB5 DRA1


DR2

DRB1 DRB2 DRB3 DRA1


DR3, DR5, DR 6 — [

DRB1 DRB7 DRB 8 DRB4 DRA1


DR4, DR7, DR9

DRB1 DRA1
DR 8

t » í f
CADENAS: DRB1 DRB4 DRB5 DRA1

t .
PRODUCTOS: DR1
DR2 DR52 DR53 DR51

ETC

Fig. 29-2. R e p re se n ta c ió n e s q u e m á tic a d e l d ife re n te d o s a je g e n é tic o D R B en d istin to s lia p lo tip o s. L a s d ista n c ia s e n tre los
g e n e s y el ta m a ñ o d e lo s m is m o s n o e s tá e n e s c a la . L o s g e n e s so m b re a d o s n o so n fim c io n a le s . L a s c a d e n a s D R |3 p ro d u c to
d e lo s g e n e s f u n c io n a le s D R B 1, D R B 3 , D R 4 y D R B 5 , se a s o c ia n c o n la m is m a c a d e n a D R a .

afectan la unión de péptidos y la interacción que han sido denominadas regiones de hiper-
con el receptor T. variabilidad alélica, localizadas entre los ami­
Por lo tanto, al igual que en las moléculas de noácidos 9-13, 26-33 y 61-1 A. En cada una de
clase I, la complejidad alélica en las moléculas estas regiones, los alelos difieren entre uno y
de clase II es mucho mayor que la estimada por seis residuos. Hay además variabilidad concen­
serología. Así por ejemplo, hoy conocemos 19 trada en otras posiciones, pero que involucra a
variantes del H LA -D R4, diez variantes del uno o dos residuos solamente. Los epitopes que
DR2, etc. Como se observa en el cuadro 29-3, estimulan a los linfocitos T en el cultivo mixto
actualmente se designan los alelos de cada lo­ linfocitario, se hallan fundamentalmente en las
cus, con las mismas pautas que las usadas para moléculas HLA-DR.
las MHC de clase I. Como veremos más ade­ En las moléculas HLA-DQ, tanto la cadena
lante, hay m étodos m oleculares que pueden DQA como la cadena DQB contribuyen al po-
usarse de rutina para identificar todos los alelos Hmorfismo. Se conocen hoy 11 alelos DQA y
de clase II. 22 alelos DQB diferentes (véase cuadro 29-3).
En las moléculas HLA-DR todas las varia­ El polimorfismo en las moléculas HLA-DP
ciones polimórfieas residen en la cadena DRp. no se identifica por métodos serológicos, sino
La cadena D R a, en cambio, es esencialmente por linfocitos T que proliferan en un cultivo
idéntica. Los cambios en la cadena DR(3 se lo­ mixto secundario (véase más adelante). Se han
calizan en el dominio más externo ((31), siendo identificado así seis alelos. Sin embargo, el ais­
el dominio proximal de membrana mucho más lamiento y caracterización de genes DP(3, reve­
conservado. Hasta el presente se dispone de la ló un mayor polimorfismo, habiéndose identifi­
secuencia aminoacídica del dominio pi de 100 cado más de 55 alelos diferentes, con las susti­
alelos distintos. Se observan entre 1 y 18 susti­ tuciones concentradas en las regiones: 8-11,
tuciones de aminoácidos entre los diversos ale­ 33-36, 55-57 y 84-87. Se han identificado hasta
los. Estos cambios no se distribuyen al azar si­ el presente ocho alelos para la cadena D P a
no que aparecen concentrados en tres zonas (cuadro 29-3).
Estructura y función del complejo mayor de histocompatibilidad 599

Cuadro 29-3. Designación de los alelos HLA de clase II


E sp ec ifi-
d a d es b p
A lelos Especif. A lelos Especif. Alelos a so cia d a s
H LA -D R serológica H LA -D Q serológica H LA -D P (*)
D R A * 0 1 0 1 al 0 1 0 2 DQ A 1*0101 D PA 1*0101
D Q A 1*0102 D PA 1*0102
D Q A 1*0103 DPA 1*0103
D R B 1 * 0 I 0 1 al 0104 DRl DQ A 1*0104 D P A I* 0 1 0 4
D R B 1 * I 5 0 1 al 1 504 D R 1 5 (2 ) D Q A 1*0201 D P A 1*0201
D R B 1 * I 6 0 1 al 1606 D R l 6 (2 ) D Q A 1*0301 D P A 1*0202
D R B 1*0301 D R 1 7 (3 ) D Q A 1*0302 D P A 1 *0301
D R B 1 * 0 3 0 2 al 0304 D R l 8 (3 ) D Q A 1*0401 D P A 1*0401
D R B 1*0401 al 0419 DR4 D Q A 1*0501
D R B 1 * 1 1 0 1 al 1113 D R l 1(5) D Q A 1*0502
D R B 1*1201 al 1203 D R l 2 (5 ) D Q A 1 * 0601 D PB1*0101 DPwl
D R B 1 * 1 3 0 1 al 1313 D R 1 3 (6 ) D P B 1*0201 al 202 DPw2
D R B 1 * 1 4 0 1 al 1417 D R l 4 (6 ) D Q B 1 * 0501 al 5 0 4 D Q 5 (1 ) D P B 1*0301 DPw3
D R B 1*0701 DR7 D Q B 1* 0 6 0 1 al 6 0 9 D Q 6 (1 ) D P B 1 * 0401 al 40 2 DPw4
D R B 1*0801 al 0811 DRB D Q B 1*0201 al 2 0 2 DQ2 D P B 1*0501 DPw5
D R B 1*0901 DR9 D Q B 1*0301 D Q 7 (3 ) D P B 1*0601 DPw6
D R B 1 *01001 D R IO DQ B 1*0302 D Q 8 (3 ) D P B 1*0801
D Q B 1* 0 3 0 3 D Q 9 (3 ) D P B 1 * 0901
D Q B 1*0304 D Q 7 (3 ) D PB1*1001
D R B 3*0101 D R 52 D Q B 1*0305 D PB1*1101
D R B 3 * 0 2 0 I al 0 2 0 2 D R 52 D Q B1*0401 al 4 0 2 DQ4 D PB1*1301
D R B 3*0301 D R 52 D P B I* 1 4 0 1
D P B I* 1 5 0 1
D PB1*1601
D R B 4 * 0 1 0 1 al 0 1 0 3 D R 53 D P B 1*1701
D PB1*1801
D PB 1*190I
D R B 5 * 0 1 0 1 al 0 1 0 2 D R 51 D P B 1*2001
D R B 5 * 0 2 0 1 al 0 203 D R 5I D PB1*2101
D P B 1*2201
DPB1*230I
DPB1*2401
D P B 1*2501
D P B 1*2601
D P B 1*2701
D P B 1*2801
D P B 1*2901
D P B 1*3001
D PB1*3101
D P B 1 *3201
D P B I* 3 3 0 1

D P B 1*5501

E l listado se b asa en la ú ltim a p u b licac ió n del C om ité de N o m e n c la tu ra de la O M S para factores dei sistem a H L A (1994). E n las especifici»
dades sero ló g ic as, se in d ic a e n tre p arén tesis la esp e cificid ad am p lia original. (* ) L as esp e cificid ad e s D P w aso c ia d as son aq u e lla s dete rm i­
nadas p o r c u ltiv o m ix to lin fo citario sec u n d ario .

E structura tridim ensional. Recientem ente dio son de 12 a 18 aminoácidos), que se extien­
fue establecida la estructura cristalográfica de la den por fuera de los extremos. En un análisis
molécula HLA-DRl. Los dominios a l y [31 (de cristalográfico de HLA-DRl unido a un péptido
las cadenas D R a y DR(3, resp ectiv am en te) viral de 13 aminoácidos, se estableció que las
adoptan en el espacio una estructura con una fo­ cadenas laterales de cinco residuos estaban hun­
sa similar a la presente en las moléculas de cla­ didas en cinco “bolsillos” polim órficos en la
se L La diferencia más significativa lo constitu­ molécula HLA-DR; en otras cinco posiciones
ye el hecho de que en las MHC de clase II, los apuntaban hacia el solvente y por lo tanto eran
extremos “izquierdo” y “derecho” del sitio de accesibles al TCR. Estas últimas eran consis­
unión (que unen los extremos N y C del pépti­ tentes con estudios funcionales previos, donde
do, respectivam ente) estén más abiertos y no se h ab ía evaluado la respuesta de célu las T
tan ocluidos como en las MHC de clase I. Esto frente a variantes del péptido antigénico.
determina que las MHC de clase II pueden unir Ligandos peptídicos de las M H C de clase
habitualmente péptidos más largos (en prom e­ II. También fueron estudiados por purificación
600 Inmunopatología

de las MHC de clase II y posterior eluido y se­ posee cada locus, sino también en el número de
cuenciación de los péptidos. En células no in­ genes y la distancia física entre los mismos.
fectadas, la mayor parte de los ligandos provie­
ne de proteínas de la membrana plasmática o Loci de clase I
de com partim entos lisosom ales, tales como
transportadores iónicos, receptores hormonales, La cadena pesada para los tres productos
MHC de clase I y II, proteasas lisosomales, etc. HLA-A, -B y -C está codificada por sendos ge­
Se trata de productos del catabolismo de proteí­ nes localizados hacia el extremo telomérico del
nas del sistema de endomembranas, procesados sistema HLA. Los loci HLA-B y -C están muy
por la llamada vía exógena de presentación an­ próximos entre sí, a una distancia estimada de
tigénica (véase cap. 2). A diferencia de los h- 80 kb. El locus HLA-A está a su vez a unas
gandos de MHC de clase I, los péptidos son 1000 kb del locus HLA-C. Los estudios de bio­
más largos y de tamaños más variables, con 12- logía molecular revelaron la presencia de otros
20 am inoácidos en prom edio (con algunos genes de clase I dentro del sistema HLA. Los
ejemplos de hasta 28 am inoácidos de largo). genes de clase I constituyen una familia multi-
Esta variedad en su longitud hace difícil identi­ genética, de 17-20 miembros, que poseen una
ficar patrones o motivos estructunúes específi­ secuencia nucleotídica muy homóloga entre sí.
cos. Los hallados hasta el presente (cuadro Se han caracterizado parcialmente algunos de
29-4) fueron confirmados mediante ensayos de estos genes adicionales aunque se desconoce la
“binding” de péptidos sintéticos a MHC de cla­ función biológica de los mismos.
se II purificadas. Como regla general, los pépti­ H LA -E está localizado a unas 900 kb de
dos poseen menores constricciones estructura­ HLA-C (orientación telomérica), se expresa en
les comparados con los de clase I; además, se altos niveles en linfocitos T en reposo, eosinó­
han descrito péptidos “prom iscuos” que, inde­ filos, hnfocitos B, piel, y en menor proporción
pendientemente de su estructura, pueden unirse en hígado y placenta. HLA-H está localizado a
a varios alelos de clase II distintos. unas 100 kb en orientación telomérica a HLA-
A y constituye un seudogen. HLA-G se locali­
O rganización genética del sistem a HLA za a unas 150 kb de HLA-A y parece tener una
expresión restringida a placenta (células del ci­
El sistema HLA está localizado en el brazo to trofoblasto); se sospecha que juega un papel
corto del cromosoma 6 en las regiones 6p21.31 importante en los fenómenos inmunes que re­
6p21.33. Está limitado por los genes HLA- gulan la gestación. HLA-E se halla a unas 200
DP hacia el centrómero y los genes de clase I kb de HLA-A y se expresa en niveles bajos o
hacia el telómero, con una longitud estimada moderados en linfocitos T, B, timo fetal y piel.
en 4 millones de nucleótidos y unos 3 cM (fig. A diferencia de los genes HLA-A,B y C, los
29-2). Se lo ha dividido en regiones que contie­ genes E,F,G y H exhiben poco polimorfismo
nen a los loci de clase I, II y III (véase más poblacional. Vecinos a HLA-A, H, G y F, hay
adelante). Se denomina haplotipo HLA al con­ al menos cinco seudogenes de clase I, Estos úl­
junto de genes presentes en esta región del cro­ timos podrían desempeñar un papel importante
mosoma 6. Debido al enorme polimorfismo del en la evolución de esta fam ilia m ultigenética
sistema, la información presente en los diver­ (véase más adelante). A unas 50 kb en posición
sos haplotipos varía, no sólo en los alelos que centromérica de HLA-B, se localiza un grupo

C u ad ro 29-4. Residuos aminoacídicos conservados en péptidos unidos a determinados alelos


HLA de clase II

P O SIC IÓ N RE LA TIV A:

Pl P4 P5P6 P7 P9

ALELO :

H L A -D R 1 Y /F M /L A /G L
H L A -D R 3 I /L /F /M D K /R Y /L /F
H L A -D R 4 Y /F /W /M sin c a rg a + T /S sin c a rg a + sin c a rg a
H L A -D R 5 1 F /Y V /Q /I R/K
H L A -D R 16 L /V F /Y F /V /M /L /I
H L A -D Q 7 F /Y /I/M A /V /L /I Y /F /M /L /V

L o s am in o ác id o s se in d ican p o r el có d ig o d e una letra y los m a rc a d o s en n eg rita se co n sid eran re sid u o s d o m in an tes o de anclaje; los otros
son am in o ác id o s m uy frecu e n tem en te h allad o s en esa p o sició n .
Estructura y función del complejo m ayor de histocompatibilidad 601

de genes, denominados MIC, con organización sólo 0.5 kb. Existe escaso polimorfismo en es­
génica y homología ancestral (20-35% a nivel tos genes. Las deficiencias hereditarias de C2
proteico) a las MHC de clase I. Se predice que parecen deberse a defectos que im p id en la
poseen una estructura espacial sim ilar a las transcripción del gen, más que a grandes dele­
mismas y que eventualmente podrían unir pép­ ciones estructurales.
tidos. Se expresan diferencialmente en fibro­ A unas 30 kb del gen para el factor B, existe
blastos y células epiteliales y se desconoce aiin un tramo de ADN que posee los genes para C4,
su papel biológico. el cuarto componente del sistema complemen­
to. Existen dos variantes no-alélicas (isotípicas)
Organización y expresión de los genes H L A de C4, que, según su movilidad electroforética
de clase L Como se ha descrito en el capítulo se denominan C4A (rápida) y C4B (lenta), y
10, un gen de clase I está constituido por siete que están codificadas por sendos genes en esta
exones, que se corresponden con los dominios región. Estos genes, de 22 kb para C4A y 16 kb
proteicos de la cadena pesada. Se expresan (o 22 kb) para C4B, son muy homólogos, con
constitutivamente en casi todos los tejidos, con sólo 14 nucleótidos (12 aminoácidos) de dife­
niveles altos en células linfoides, moderados en rencia entre sí. Hay a su vez siete variantes alé-
la mayoría de las células y bajos en otros como hcas para cada uno de ellos, con la presencia
el hepatocito. El nivel de expresión puede in­ también de alelos nulos, es decir, ausencia de
crementarse por efecto de interferón (IFN) a , [3 la proteína, con una frecuencia del 10% para
o y. Las secuencias regulatorias de las regiones C4A y 20% para C4B. La ausencia total de C4
5 ’ flanqueantes son similares a las halladas en es una condición muy rara.
otras especies. Los genes para C4 se alternan con dos genes
que codifican para la 27 hidroxilasa. Esta enzi­
Loci de clase III ma es una m onooxigenasa con grupo hem o,
con actividad de citocromo P450, que participa
Esta región del sistema HLA codifica para la en la biosíntesis de esteroides en la co rteza
expresión de moléculas que no cumplen con la adrenal. Existen dos genes que son 98% hom ó­
función de presentación antigénica, aunque al­ lo g o s , de 3.1 kb c a d a u n o , d e n o m in a d o s
gunos de ellos intervienen en otros aspectos de 21 CHA y 2 I0 H B . Cada uno está inm ediata­
la respuesta inmune (fig. 29-1). mente contiguo a cada uno de ¡os genes para
Hacia el centrómero, a unas 300 kb del locus C4. 21 OH A es un gen no funcional (seudogen).
HLA-B, se hallan los genes que codifican para La deficiencia de 21 OH resulta en el síndrome
dos citoquinas; TNFfi (o linfotoxina) y T N F a de hiperplasía adrenal congénita. Esta enfer­
(factor de necrosis tumoral), secretados en las medad está causada en algunos haplotipos por
respuestas inflamatorias por linfocitos T y m a­ una com pleta deleción de 210H B y C4B; en
crófagos, respectivam ente. Los genes m iden otros, ocurre una introducción de m utaciones
unas 3 kb, están próximos entre sí y no exhiben deletéreas al gen 210H B por un mecanismo de
un im portante polimorfismo poblacional. Las conversión génica que transfiere tram o s de
proteínas poseen un 35% de homología y se ADN no funcionales del seudogen 21 O K A al
sospecha que los genes pudieron generarse a gen funcional 21OHB.
partir de un ancestro común.
Hacia el centrómero se ubica luego un gen Loci de clase II
denominado G7a que codifica para valil- tRNA
sintetasa, una molécula que no cumple funcio­ H a c ia el c e n tró m e ro , a unas 400 k b de
nes inmunológicas. Se hallan luego, vecino, a 210H B , comienza la región de clase II, donde
este locus, los genes que codifican para p roteí­ se hallan los genes para HLA-DR, -DQ y -DP,
nas de estrés térmico de la familia de las HSP- con todos los genes localizados en un segmento
70. Este tipo de moléculas, muy conservadas de 1000 kb (fig. 29-1). En primer lugar, se ha­
en la escala filogenética, parecen tener un papel lla el gen DRA, que codifica para la cadena
muy im portante en la inducción de m ecanis­ D R a. A una distancia variable de 50-150 kb si­
mos primitivos de defensa por el sistema T. gue lu e g o un gen llam ad o DRB3, D R B 4 o
Siguiendo hacia el centrómero, a unas 350 DRB5, presentes el primero en los haplotipos
kb de T N Fa, se localiza el gen que codifica pa­ DR3, DR5 y DR6, el segundo en los haplotipos
ra C2, el segundo componente de la vía clásica DR4, DR7 y DR9, y el tercero en el haplotipo
del complemento y &\ factor B de la vía alterna­ DR2. El producto de estos genes, ju n to a la
tiva de activación del complemento. Estas glu­ m ism a cad en a D R a , gen era las m o lé cu la s
coproteínas poseen actividad de serina-proteasa HLA-DR52, DR53, o DR51, presentes en los
(cap. 22), con una homología del 67% entre sí. haplotipos correspondientes. Para DR52 se han
Los genes para C2 y factor B son de 18 kb y 6 id en tificad o cu atro varian tes alélicas, para
kb respectivamente y están separados por tan DR53 tres alelos, y para DR51, cinco. Se han
602 Inmunopatología

mapeado en estas m oléculas DR51, DR52 y Organización y regulación de la expresión


DR53 epitopes reconocidos por linfocitos T de los genes de clase IL Los genes para las ca­
(lo c u s D). Los h a p lo tip o s D R l, D R w 8 y denas p están constituidos por cinco exones,
DRwlO parecen carecer de los respectivos ge­ que se corresponden con los dominios del pép­
nes DRB3, DRB4 y DRB5 (fig. 29-2). tido señal, p l y P2, transmembrana, intracito-
A raenos de 100 kb de DRB3 (o DRB4), to­ plásmico y 3 ’ no traducido. Los genes de cade­
dos los haplotipos (excepto DRwB) poseen un na a poseen cuatro exones, ya que la informa­
seudogén DRB. El presente en los haplotipos ción para la porción transmembrana e intracito-
D R l, DR2 y DRwlO parece estar evolutiva­ plasm ática está fusionada. Los genes poseen
mente más conservado entre estos tres haploti­ una longitud aproximada de 8 kb.
pos. Los individuos DR4, DR7 y DR9 poseen Los genes de clase II se expresan en un nú­
además otro seudogén DRB. Finalmente, se ha­ mero restringido de tejidos y su expresión en
lla a continuación el gen D R B l, el más poli- otros puede inducirse con IFNy. Los promoto­
mórfico del sistema (ver secuencias al final del res de los genes de clase II poseen las secuen­
capítulo) y el responsable de las especificida­ cias responsables de esta respuesta a IFNy (cap.
des D R l, DR2, etc. En resumen, hay un solo 10). Se han identificado al menos ocho proteí­
gen DRA cuyo producto es compartido por las nas que se unen a estas regiones conservadas
m o lécu las H L A -D R , H L A -D R w 52, H LA - de los genes de clase II humanos. En algunos
DRw53 y HLA-DRB5. pacientes portadores del síndrome de los linfo­
Le sigue hacia el centrómero la región DQ, citos “desnudos”, que cursan con una severa
que dista de los genes DR recién descritos a inmunodeficiencia, no existe expresión de m o­
una distancia variable de 80-240 kb,según el léculas HLA de clase II y la falla reside en la
haplotipo. En primer lugar se hallan los genes falta de alguno de estos factores que regulan su
D QAI y D Q B l, que codifican para las molécu­ transcripción.
las HLA-DQ. Como se mencionó antes, ambos
genes exhiben un marcado polimorfismo. En la Evolución de las moléculas
misma región, se halla otro par de genes, deno­ de histocompatibilidad
minado DQA2 y DQB2, que no parecen tener
defectos estructurales, pero cuyos productos Como se mencionó antes, las moléculas de
aún no han sido hallados. Entre ambos pares de clase I y de clase II exhiben un enorme poli­
genes DQ, a unas 10 kb de DQA2, se ha locali­ morfismo. Las variaciones de un alelo a otro se
za un seudogén para una cadena beta, denomi­ concentran en determinadas regiones de la mo­
nado DQB3, que carece del primer dominio p l . lécula, especialmente involucradas en la inte­
Hacia el centrómero, a unas 70 kb de DQB2 racción con péptidos antigénicos o con el recep­
se halla un gen llamado DOB, cuyo ARN se ex­ tor T. No son alotipos simples, como los pre­
presa en muy bajos niveles en hnfocitos B y se sentes en la globina por ejem plo, donde hay
desconoce el producto proteico. A unas pocas cambios puntuales de am inoácidos, sino que
kb de DOB, se ha hallado recientemente una se­ generalmente involucran a 4-8 nucleótidos pre­
rie de.genes cuyos productos están involucrados sentes en un tramo de ADN de 15-30 bases.
en el procesamiento citoplásmico de antígenos Más aun, los tramos sustituidos no incluyen
proteicos (LMF2 y LMP7) y con el transporte cambios al azar, sino que revelan secuencias
de péptidos del citosol hacia el retículo endo- presentes en el mismo sitio en otras moléculas
plásmico (TAPl y TAP2) (véase cap. 2). HLA. Esto es sugestivo de la existencia de fe­
Hacia el centrómero, a unas 60 kb de LMP2, nómenos “tipo” conversión génica para la gene­
se hallan los genes DMB y DMA, que poseen ración de nuevos alelos. Se describieron en el
una hom ología ancestral (25-35% ) con otros capítulo 10 ejemplos para moléculas murinas, y
genes de clase II. Se expresan constitutivamen­ se muestran a continuación dos ejemplos (de
te en linfocitos B y otras células presentadoras los numerosos existentes) para graficar esto:
de antígeno y se inducen con IFN en otros tipos
celulares. Sus productos participan en la vía a) Los alelo s de clase I H L A -B *2705 y
exógena de presentación antigénica (cap. 2). HLA-B*2702 difieren entre sí por cuatro susti­
A 65 kb de DMA se halla el gen DNA, cuyo tuciones en un tramo de 14 nucleótidos, que
producto no se conoce, aunque no parece for­ determinan cambios en los aminoácidos 77, 80
mar un dímero con DOB. Este gen se halla in­ y 81 de la cadena pesada. Esta secuencia pre­
mediatamente vecino a los genes de la región sente en B*2702 en esos residuos,.es idéntica a
DP. En un tramo de 65 kb están localizados la p re s e n te en H L A -A * 2 4 0 1 y en H LA -
dos pares de genes: D PAI y DPB I, que codifi­ B*5801.
can para el producto HLA-DP, y otro par de b) Los alelos de clase II HLA-DRB*1301 y
genes llamados DPA2 y DPB2 que no son fun­ HLA-DRB*1401, difieren en el dominio |3l de
cionales. sus genes D R B l en 10 nucleótidos. Seis de
Estructura y función del complejo m ayor de histocompatibilidad 603

ellos están ubicados en un tramo de 14 nucleó­ tensa proliferación y liberación de mediadores


tidos y exactamente su misma secuencia se ha­ al reconocer m oléculas de clase II extrañas,
lla presente en el alelo HLA-DRB*0101. presentes sobre la superficie de células que es­
En la conversión génica, se copian tramos de timulan (linfocitos B, monocitos). Las células
información de DNA (durante la replicación T CD8 se activan al reconocer moléculas de
del mismo) a partir de genes homólogos. Los clase I extrañas sobre la superficie de todas las
genes que interactúan pueden estar en el mismo células ajenas. Además de este reconocimiento
crom osom a o en crom osomas distintos. Para directo de las MHC extrañas por el TCR, se ha
seg u ir con el p rim er ejem p lo m en cio n ad o dem ostrado que las MHC ajenas pueden ser
antes, durante la espermatogénesis en un indi­ procesadas y presentadas (cap. 10) por M H C
v id u o h e te r o c ig o ta H L A -B * 2 7 0 5 /H L A - propias: esto se denomina reconocimiento in­
B*5801, se pudo haber copiado una parte de la directo de aloantígenos. En ambos casos el
secuencia de B*5801 en reemplazo de la exis­ TCR reconoce MHC con péptidos en su sitio
tente en B*2705 entre los 14 nucleótidos de los de presentación.
codones 77 a 81; esto sería un ejemplo de la in­
teracción de dos genes homólogos presentes en Tipificación del sistema HLA
cromosomas distintos, que pudo haber genera­
do el alelo B*2702. La interacción pudo haber Se denomina tipificación a la determinación
ocurrido, también, entre dos genes no alélicos del fen o tip o HLA que porta un individuo. La
HLA-B*2705 y HLA-A*2401, presentes en un identificación de los alelos se realiza habitual­
mismo cromosoma. mente por reacciones serológicas, fundamental­
Como consecuencia de estos mecanismos de mente de citotoxicidad m.ediada por anticuer­
diversificación, todas las moléculas de un tipo pos y complemento. Se debe disponer de una
(ej. clase 1) son parecidas pero no idénticas en­ colección muy amplia de aloantisueros (obteni­
tre sí. Los genes no funcionales presentes en dos de multíparas o de individuos politransfun-
esta familia (por ej. HLA-H, HLA-DRB2) pue­ didos) previamente caracterizados en lo refe­
den jugar un papel im portante como “donan­ rente a las especificidades HLA que ellos reco ­
tes” de secuencias para la diversificación de los nocen. Se han obtenido también numerosos an­
genes funcionales. ticuerpos monoclonales, a partir de hibridomas
Por otro lado, los diversos haplotipos poseen murinos o humanos. Para la tipificación de los
diferencias en el número total de genes, o en la alelos HLA se utilizan linfocitos de sangre p e­
separación de los mismos. Esto sugiere que el riférica (o de bazo o ganglios, en donantes ca­
sistema sufre expansiones y contracciones por davéricos) purificados por gradientes de Eicoll-
mecanismos del tipo del cross-over desigual. H ypaque, ya que estas células expresan altos
niveles de moléculas HLA superficiales.
Respuesta inmune contra moléculas Para tipificar los alelos de clase 1, las célu­
de histocompatibilidad las se incuban con los antisueros en policiibe-
tas, donde cada fosita posee un suero distinto;
Si se trasplanta un órgano entre dos indivi­ luego se agrega com plem ento y, después de
duos histoincom patibles (que poseen alelos otra incubación, se evalíia la viabilidad celular
HLA diferentes), los linfocitos T CD4 y CD8 al microscopio. Si se detecta muerte en las fo­
reconocen como extrañas a las moléculas HLA sas que contienen anticuerpos contra dos alelos
del donante, producen una intensa reacción in­ del locus A, dos alelos del locus B y dos alelos
flamatoria y destruyen a las células extrañas. del locus C, el individuo será heterocigota para
Las células T CD4 y CD8 reconocen a las m o­ las moléculas de clase I. Si se detecta sólo un
léculas de clase II y clase 1 extrañas, respecti­ alelo para alguno de los loci, podrá eventual­
vamente. La respuesta inmune contra las MHC mente ser homocigota (lo que se podría verifi­
extrañas se denomina re.'ipuesta alogeneica. In car si se puede tipificar a sus padres) o portador
vivo, la respuesta incluye además la síntesis de de un alelo contra el cual se carece de reactivos
anticuerpos contra las MHC ajenas {aloanti- apropiados.
cuerpos). P ara tipificar a las m oléculas H LA -D R y
Esta reacción puede evidenciarse y reprodu­ HLA-DQ también se realiza una citotoxicidad
cirse in vitro, en el llamado cultivo mixto linfo­ mediada por anticuerpo y complemento, pero
citario el que, como veremos más adelante, es sobre linfocitos B purificados, ya que sólo re­
muy útil para garantizar la identidad entre un presentan el 10-20% en sangre periférica. A l­
donante y un receptor previo al trasplante de ternativamente, en una población total se los
órganos. Si se mezclan en un sistema de culti­ puede identificar al microscopio por flu o res­
vo células mononucleares de sangre periférica cencia (con un antisuero fluoresceinado anti-in-
de dos individuos histoincompatibles, en 5-7 m unoglobulina humana) y, sim ultáneam ente,
días las células T CD4 responden con una in­ realizar la reacción citotóxica. Por ciertas ca­
604 Inmunopatología

racterísticas propias de la técnica, la tipifica­ de no se ha preservado la viabilidad celular, pe­


ción serológica para HLA-DR tiene un margen ro sí se dispone de ADN de las mismas.
de error del 5 al 20%. La introducción en ios
últimos años de técnicas moleculares mejoró HLA y genética poblacional
sustancialmente este inconveniente (véase más
adelante). Los diversos alelos de clase I y clase II están
La identificación de los alelos del locus D distribuidos en la población con cierta frecuen­
(epitopes que estimulan el cultivo mixto linfo­ cia, que varía según los grupos étnicos; un ale­
citario) se realiza m ediante un panel (colec­ lo muy poco frecuente en caucásicos norteame­
ción) pre-caracterizado de células homocigotas ricanos podrá ser muy común en orientales y
para cada uno de los alelos conocidos de locus viceversa. Asimismo, la identidad definida por
D. Estas células (irradiadas para evitar su mito- serología de un alelo dado en dos individuos
sis) se usan para estimular la proliferación en pertenecientes a grupos étnicos distintos, no
cultivo de los linfocitos a tipificar: responderán necesariam ente indica la presencia de genes
ante los alelos diferentes y no responderán ante idénticos; se han identificado variantes étnicas
los alelos idénticos. por cultivo mixto linfocitario y por estudios de
Las moléculas HLA-DP poseen epitopes que ADN.
estimulan débilmente la proliferación de linfo­ Para calcular en una población la frecuencia
citos T, por lo que se los debe preestimular in con que aparecen simultáneamente un alelo de
vitro y realizar una suerte de cultivo mixto lin­ un locus junto a otro alelo de otro locus, se
focitario secundario. Aquí se debe disponer de multiplican las frecuencias que cada uno de los
un panel criopreservado de linfocitos preesti- alelos posee individualmente. Por ejemplo, el
mulados en un cultivo mixto primario; estas cé­ H LA-B8 está presente en el 15% de blancos
lulas se enfrentarán a las células (irradiadas) caucásicos y el HLA-DR3 está presente en un
del paciente para evaluar su respuesta. Se ob­ 20%. La proporción de individuos que simultá­
tendrá un cultivo positivo en aquellas células neamente son HLA-B8, DR3 debiera ser: 0.15
del panel que responden al mismo alelo DP que X 0.20 = 0.03, o sea 3%. Sin em bargo, esta
las pre-estimuló. combinación se halla en un 7% de la población.
Ya habíam os mencionado la existencia de En otro ejemplo, el 70% de los individuos por­
numerosos alelos HLA-DR que no pueden ser tadores de HLA-B35, también son HLA-Cv^4.
distinguidos por las técnicas de tipificación se­ Este fenómeno se denomina d esequilibrio de
rológica (cuadro 29-3). Existen actualmente téc­ ligam iento y refleja la existencia de loci en el
nicas moleculares, basadas en la reacción en genoma que segregan juntos con más frecuen­
cadena de la polimerasa (PCR), que en muchos cia que la esperada por simple azar. Esto puede
laboratorios ya han reemplazado a las técnicas deberse a la presencia de genes cercanos, que
serológicas. Existen procedimientos que permi­ por algún motivo (ventajas evolutivas?) aún no
ten realizar una tipificación molecular de baja han sido separados por suficientes Crossing
“resolución”, que brinda información equiva­ overs. Cuando este desequilibrio involucra a
lente a las especificidades serológicas (D R l, varios genes, uno se refiere a ellos como haplo­
DR2, etc.) y que para muchas aplicaciones de tipos e xten d id o s, ej. H LA-A1,B8,DR3 es un
rutina (ej. estudios de histocompatibilidad para haplotipo frecuente.
trasplante renal) son muy adecuadas. Existen
además, técnicas de tipificación molecular de HLA y enferm edad
alta “resolución”, que perm iten definir con
precisión qué alelos DRB posee un individuo Se han descrito más de 500 patologías que se
(ej. DRB1*1602, DRB1*1311, etc.). Estas últi­ desencadenan más frecuentem ente en indivi­
mas son útiles para estudios de histocompatibi­ duos portadores de determinados alelos HLA.
lidad para trasplante de médula ósea. Nótese Muchas de estas patologías, aunque no todas,
que una reacción de cultivo mixto linfocitario involucran la participación de respuestas inmu­
positiva entre dos individuos definidos por sero­ nes: enfermedades infecciosas, oncológicas o
logía como HLA-idénticos, se debe a la presen­ de naturaleza autoinmune. Por ejemplo, el 95%
cia de subtipos alélicos que serán discernibles de los individuos que desarrollan enfermedad
por estas nuevas técnicas moleculares de alta celíaca son HLA-DQ2, mientras que este alelo
resolución. Por otra parte, estas técnicas tam ­ está presente en el 35% de un a población sana.
bién son útiles para tipificar individuos inmuno- Se dice, entonces que HLA-DQ2 predispone o
deficientes portadores del síndrome de los linfo­ da más riesgo de padecer esta enfermedad. No
citos “desnudos”, cuya única posibilidad de so­ en todos los ejemplos descritos, el alelo asocia­
brevida depende de un trasplante de m édula do está presente en un porcentaje tan alto de
ósea. También son útiles en medicina forense pacientes; se habla en estos casos de asocia­
para la tipificación de muestras biológicas don­ ción incompleta.
Estructura y función del complejo m ayor de histocompatibilidad 605

Es obvio que la “fuerza” de la asociación de­ de Aspj.^, posee un efecto protector, que es do­
penderá de la frecuencia del alelo HLA en el minante, esto es un heterocigota A sp„V A sp„“
grupo de enfermos comparada con la población posee riesgo mínimo; asimismo el riesgo con­
normal. Si se tiene en cuenta que la frecuencia ferido por los alelos DQB que poseen reem pla­
de los alelos varía según las diversas poblacio­ zado el A sp„, se ejerce en forma recesiva (se
nes, se calcula un número, llamado riesgo rela­ m anifiesta en hom ocigosis). Nótese que esta
tivo (estrictamente llamado '"odds ratio”), que asociación sólo puede estudiarse por técnicas
indica cuántas veces más riesgo de padecer la de tipificación molecular, las que se están apli­
enferm edad poseen los portadores del alelo cando para replantear muchas de las asociacio­
respecto de los que no lo portan. Se calcula a nes descritas por serología.
partir de las llamadas tablas de 2 x 2, que com­ Para la inmensa mayoría de las asociaciones,
putan el número de pacientes y sanos poseedo­ se desconoce el mecanismo de acción y si son
res o no del alelo en cuestión: efectivamente las MHC las involucradas en la
patogénesis o si son meros marcadores genéti­
cos. Los mecanismos postulados incluyen:
A le lo H L A
1) Genes ligados dentro del HLA. Una enfer­
m edad m etabólica hereditaria, la hiperplasia
suprarrenal congénita, se asocia a portadores
ENFERM OS b R ie s g o rela tiv o aJc de HLA-B47 y se explica por la presencia en
b /d los portadores de este alelo, de genes 2 10H B
SA NOS d defectuosos. Para otras patologías con base in­
mune, se sospecha del papel de los genes C2,
C4, Bf, TNF, TAP, LMP, etc.
Hay algunas asociaciones con riesgo relativo 2) Alelos HLA en selección tímica. La idea
muy alto (> 20): por ejemplo la enfermedad ce- es que sólo determinados alelos permiten una
líaca y el HLA-DQ2; la espondilitis anquilosan­ eficiente deleción de clones autorreactivos. Su
te y HLA-B27; narcolepsia y HLA-DR2; diabe­ efecto sería dom inante (se ejercería en h o ­
tes tipo I (insulinodependiente) y ciertos alelos mocigosis o heterocigosis) y el caso de DQB
HLA-DQ, etc. A veces se observan asociacio­ Asp,^ y diabetes de tipo I mencionado antes
nes negativas, es decir, la frecuencia de un alelo podría ser un ejemplo. Otros alelos HLA per­
está significativamente disminuida entre los pa­ mitirían la selección positiva de ciertos clones
cientes; se los denomina alelos protectores. autorreactivos o de clones capaces de respon­
Muchas de las enferm edades asociadas al der a ciertos epitopes inm unodom inantes de
HLA son m ultifactoriales, donde hay varios patógenos.
factores genéticos y am bientales implicados. 3) Alelos HLA en la presentación antigénica.
Esto se observa al estudiar la incidencia de la Se refiere a una incapacidad de ciertos alelos
e n ferm ed ad en p a re ja s de h erm an o s. P o r de unir o presentar adecuadam ente p éptidos
ejemplo, la diabetes de tipo I, afecta a ambos microbianos, con falta de respuesta o inducción
herm anos H LA -idénticos en un 10% de los de anergia o supresión.
casos, pero afecta a ambos herm anos si son 4) Reacción cruzada de MHC con antígenos
gemelos univitelinos en un 30-40% de los ca­ microbianos. Se han documentado homologías
sos. E sta discordancia indica que hay otros de secuencia entre ciertas proteínas de estrés
facto res g en ético s im p lic a d o s adem ás del térmico y moléculas HLA. Este mimetismo m o­
HLA y que también hay factores ambientales. lecular afectaría el reconocim iento adecuado
En la población, una muy pequeña proporción de ciertos antígenos.
de los portadores de los genes de riesgo desa­ 5) Reacción cruzada de antígenos m icrobia­
rrollará la enferm edad, lo que se denom ina nos con autoantígenos. C iertos alelos H LA
baja penetrancia. unidos a péptidos m icrobianos, asem ejan la
En los últimos años, la posibilidad de tipifi­ presentación de péptidos propios.
car más precisamente los alelos HLA, hizo ree-
valuar muchas de las asociaciones descritas co­ Hay evidencias experimentales en un solo m o­
mo incom pletas. Q uizá el m ejor ejem plo lo delo, de un papel directo de las MHC. Se trata de
constituye la diabetes de tipo I, históricamente la generación de ratas transgénicas que expresan
asociada a HLA-DR3 y DR4, con riesgos rela­ los genes para HLA-B27 (cadena pesada y ¡32-
tivos modestos, entre 4 y 6. Hoy conocemos microglobulina humana), que espontáneamente
que la asociación p rim aria es con el lo cu s desarrollan una patología similar a las espondi-
HLA-DQ, con alelos DQA que poseen residuo loartropatías humanas. Sin duda estos modelos
Arg en la posición 52 y alelos DQB que no po­ animales contribuirán a un mejor conocimiento
seen Asp en posición 57. La presencia en DQB del mecanismo de estas asociaciones.
606 Inmunopatología

HLA Y TRA SPLA N TE posible que la plasmaféresis pueda ser una tera­
pia útil para evitar el rechazo hiperagudo.
Existen diversos tipos de injertos:
a) Injerto autóiogo: de y al mismo individuo, II) El rechazo agudo se debe a linfocitos T
no se produce rechazo (piel, médula ósea). CD4+ inductores, macrófagos y linfocitos T-ci-
b) Injerto singeneico o isólogo: entre melli­ totóxicos. En todas las combinaciones donante-
zos idénticos, tampoco se produce rechazo. receptor que no sean meUizos idénticos un re­
c) Injerto alogeneico; entre individuos de la chazo agudo letal comenzará a los 5-7 días del
misma especie. Si el donante comparte con el trasplante. Se utilizan tres estrategias para com­
recipiente sólo uno de los haplotipos (ej. padres batir el rechazo agudo;
hijos), se llama haploidéntico.
d) Injerto xenogeneico: entre individuos de a) Transfusión sanguínea. Por alguna oscura
diferentes especies. razón, la tran sfu sió n sanguínea parece que
mantiene a los linfocitos T más tolerantes a
T rasp lan te de riñón subsecuentes aloinjertos, de manera que el re­
chazo agudo es menos severo. Sin embargo, és­
Los trasplantes de riñón generalmente se di­ ta es un arma de doble filo, porque puede cau­
viden en dos categorías; donante familiar vivo, sar la fo rm ació n de an ticu erp o s, dando un
o donante cadavérico no fam iliar. Todos los cross-match positivo contra el próximo donan­
trasplantes de riñón deben ser compatibles para te de riñón e inducir un rechazo hiperagudo si
los antígenos sanguíneos del grupo ABO. El el trasplante sigue su curso. En realidad, se ha
rhesus carece de importancia. El rechazo del ri­ sugerido que el “efecto de la transfusión” es un
ñón puede ser de tres clases; I) hiperagudo, II) artificio producido al seleccionar a todos aque­
agudo y III) crónico. llos con sistemas inmunes agresivos, inducien­
do tantos anticuerpos en ellos que nunca pue­
1) El rechazo hiperagudo es causado por an­ den ser trasplantados y no aparezcan en las es­
ticuerpos preexistentes que reaccionan (gene­ tadísticas de seguimiento. Sin embargo, gene­
ralmente) contra moléculas de clase I sobre la ralmente se acepta que hay un efecto beneficio­
superficie de las células de riñón injertadas. Es­ so misterioso de la transfusión sanguínea sobre
tos anticuerpos son el resultado de una inmuni­ el rechazo agudo de un aloinjerto siguiente.
zación previa; transfusión sanguínea, embarazo Hay una controversia acerca de cuánta sangre
o un injerto anterior. Estos pueden ser detecta­ se debería dar: los norteamericanos creen que
dos, y el trasplante ser cancelado, haciendo un tanta como sea posible, los europeos piensan
cross-match entre las células del donante (lin­ que una o dos unidades son suficientes. En este
focitos) y el suero del receptor. Se mezclan las último caso, el peligro de inducir la formación
células y el suero durante 60 minutos, luego se de anticuerpos es muy reducido.
le agrega el com plem ento, y las células son A dem ás de la selección se han postulado
examinadas para ver si son viables después de otros dos posibles mecanismos para explicar el
otras 2 horas, con una técnica similar a la des­ misterioso efecto de la transfusión sanguínea:
crita anteriormente. Se toman muestras de sue­ a) los linfocitos T inductores y citotóxicos se­
ro de los pacientes renales luego de cada trans­ rían activados previo al trasplante, por lo que
fusión y se guardan para cuando se realiza el serían más vulnerables a la terapia antirrechazo
cross-match. Los niveles de anticuerpos pue­ y b) se activan células T supresoras.
den elevarse y luego caer hasta niveles no de­ Se han utilizado transfusiones sanguíneas del
tectables. De esta manera, el tener muestras se­ donante previas al trasplante de riñón de do­
riadas permite determinar con mayor seguridad nante vivo con, aparentemente, buenos resulta­
los niveles de Acs y células de memoria para dos.
los aloantígenos del donante potencial. b) Compatibilidad. 1) Donantes vivos fa m i­
Si la prueba de cross-match es positiva y si liarmente relacionados. Existe una clara dife­
de todas maneras se realiza el trasplante, el ri­ rencia en la sobrevida del injerto entre mellizos
ñón morirá en minutos. Si la prueba con suero idénticos, o combinaciones entre donantes y re­
reciente es negativa, pero con un suero viejo es ceptores que comparten 2 haplotipos, 1 haploti­
positiva, el riñón puede mantenerse en buenas po o ninguno, siendo los primeros los de mejor
condiciones, pero existe el riesgo de un recha­ pronóstico. Es incierto en los trasplantes entre
zo hiperagudo levem ente demorado (algunas individuos relacionados, si los antígenos de
veces denominado rechazo acelerado) en los clase I o clase II son más importantes, ya que
primeros tres días. Si la prueba es positiva, el no se han comparado hermanos donantes con
trasplante no se realiza; de esta manera, rara recombinaciones dentro del HLA; siempre se
vez se ve un rechazo hiperagudo. Si por alguna elige a los que comparten haplotipos enteros.
razón efectivamente se produce el trasplante es Todos estos pacientes reciben corticoides y
Estructura y función del complejo m ayor de histocompatibilidad 607

azatioprina, como terapia antirrecliazo, trata­ Tiempo de isquemia fría (TIF): es el tiempo
miento que no alcanza a obtener los valores de entre la perfusión con fluidos fríos y la cone­
sobrevida de los gemelos idénticos. Si no reci­ xión a la sangre oxigenada caliente del recep­
bieran terapia, la diferencia en la sobrevida tor, Máximo permitido para el TIF: 60 horas, si
comparada con los mellizos idénticos sería m a­ el TIC es corto.
yor. 2) Injerto cadavérico no relacionado. H as­
ta ahora el criterio ha sido tratar de compatibi- Trasplante de corazón
lizar el donante y el receptor tanto como sea
posible, para los alelos de los loci de clase I co­ Obviamente sólo se realiza con donantes ca­
mo los DR. Aun las mejores compatibilidades davéricos, Deben ser ABO co m p atib les. La
no se comportan tan bien como lo hacen los compatibilidad HLA por lo general es im posi­
donantes vivos relacionados, que comparten 2 ble que ocurra, pero el cross-match es im por­
haplotipos. En la práctica, es estadísticamente tante, a causa de que puede ocurrir rechazo hi-
imposible compatibilizar para todos los loci en peragudo. La ciclosporina ha mejorado las ci­
forma simultánea y, aun si se pudiera hacer, só­ fras de supervivencia.
lo las definiciones serológicas de los alelos es­
tán disponibles. Ya hemos dicho que las célu­ Trasplante de hígado
las T pueden encontrar, por ejemplo, diferen­
cias entre dos alelos del HLA-A2 en dos indi­ Sólo se realiza a partir de donantes cadavéri­
viduos no relacionados que aparecen idénticos cos para adultos. En pediatría puede realizarse
en la tipificación serológica, o identificar alelos una resección parcial hepática de un donante fa­
del locus D, que no concuerdan con los DR. miliar adulto. A unque originalmente se creía
Dada la efectividad de ciertas terapias antirre- que la compatibilidad HLA no era importante,
chazo, hay consenso en que se debe lograr al hoy hay suficientes estudios con largos períodos
menos una tipificación de especificidades sero­ de supervivencia que muestran mejor evolución
lógicas correctamente, ya sea por técnicas se­ en situaciones donde se com parte dos alelos
rológicas o moleculares. DR, vs. un alelo y vs. ninguno. Los alelos de
c) Terapéutica antirrechazo. La terapéutica clase I parecen tener menor importancia. De to­
convencional es con corticoides y azatioprina. dos modos, el hígado es rechazado menos agre­
Otras drogas y regímenes usados son la globu­ sivamente que otros órganos, pero los rechazos
lina antitimocítica, ciclofosfamida, esplenecto- afectan en forma adversa las anastomosis, por
mía, y la irradiación linfoidea total. La ciclos­ lo que aquí también la ciclosporina es muy útil.
porina A es un agente inm unosupresor alta­
mente efectivo que ha mejorado todas las cifras Injertos de piel (queratinocitos)
de sobrevida al injerto. De acuerdo con algunas
publicaciones, una complicación que acompaña Los queratinocitos alogeneieos cultivados
a esta droga es la aparición de linfomas espon­ (provenientes de donantes jóvenes), injertados
táneos y otros tumores. en lechos crónicam ente dañados, a m enudo
La mayor parte de los episodios de rechazo promueven una cicatrización que los autoinjer-
agudo tienen lugar dentro de los 3 meses del tos no producen. También es útil en grandes
trasplante; se caracterizan por un súbito m ales­ quemaduras, donde la piel autóloga es insufi­
tar con fiebre, dolor en la zona del injerto y ciente pai'a autoinjertos. Todos los leucocitos y
brusca caída de la función. El tratamiento usual células de Langerhans (dendríticas) se pierden
es de 1 g de prednisolona; por lo general fun­ en el cultivo. Los queratinocitos cultivados no
ciona. expresan moléculas de clase II.

ril) Rechazo crónico. Es una caída gradual Injerto de córnea


en la función a lo largo de meses o años. La
causa es incierta, pero podría deberse en parte a En la córnea hay células epiteliales en la par­
tipificaciones HLA mal realizadas. No hay tra­ te externa, endoteliales (interna) y queratocitos
tamiento efectivo. Hay conceptos críticos que (fibroblastos) en el estroma. La córnea es avas-
deben ser considerados: cular, pero los linfocitos penetran en ella, por
lo cual podría ocurrir un rechazo. En la prácti­
Tiem po de isquem ia caliente (TIC). Es el ca, la mayor parte de los injertos no se recha­
tiempo entre el corte de suministro de sangre zan (no se da terapéutica antirrechazo ni se
oxigenada caliente del donante y la perfusión busca histocompatibilidad). Razones posibles:
del riñón con fluidos de perfusión fríos. Este muerte de algunas células durante el alm acena­
tiempo es de alrededor de 2 minutos en donan­ miento; ausencia de moléculas de clase II en
tes vivos y cadavéricos con corazón latente. El los queratocitos; una penetración lenta de las
máximo permitido: alrededor de 30 minutos. células defensivas del huésped en un tejid o
608 Inmunopatología

avascular. Sin embargo, algunos pacientes re­ W .E .B id is s o n y co l. V iru s im m u n e c y to to x ic T c e lls re c o g -


n iz e s tru c tu ra l d iffe re n c e s b e tw e e n s e ro lo g ic a lly in d is tin -
chazan injertos en forma recurrente; por lo ge­ g u is h a b le H L A - A 2 m o le c u le s . H u m a n I m m u n o lo g y 1:
neral aquellos que tienen un lecho vasculariza- 2 2 5 , 1980.
do para el injerto vascularizado. En estos casos, S. S h a w y co l. F a m ily s tu d ie s d e fin e a n e w h is to c o m p a tib i-
la compatibilidad para clase II es útil. lity lo c u s , S B , b e tw e e n H L A -D R a n d G L O . N a tu re 2 9 3 :
7 4 5 -7 4 7 . 1981.
J .S . L e e y c o l. S e q u e n c e s o f a n H L A - D R a p lh a c h a in
Trasplante de médula ósea c D N A c lo n e a n d in tro n -e x o n o rg a n iz a tio n o f th e c o rre s -
p o n d in g g e n e . N a tu re 2 9 9 :7 5 0 , 1982.
Las principales indicaciones son; 1) inmuno- E .O .L o n g y c o i. C o m p le te s e q u e n c e o f a n H L A -D R b e ta
c h a in d e d u c e d fro m a c D N A c lo n e a n d id e n tific a tio n o f
deficiencias congénitas; 2) anemia aplásica y 3) m ú ltip le n o n -a ile lic D R b e ta c h a in g e n e s. E M B O J o u rn a l
reconstitución luego de una irradiación total del 2 :3 8 9 , 1983.
cuerpo por leucemias u otros tumores malignos. G .H .A .S e e m a n y c o l. G e n e c o n v e rs ió n lik e m e c h a n is m s
La compatibihdad para los grupos sanguíneos m a y g e n é ra te p o ly m o rp h is m in h u m a n c la s s I g e n e s. E M ­
B O J o u rn a l 5 :5 4 7 , 1986.
ABO y Rh no importa, lo mismo que el cross- L .P .C h e rfk o ff y c o l. C o m p le te n u c le o tid e s e q u e n c e o f a g e -
match serológico, pero la compatibihdad HLA n o m ic c lo n e e n c o d in g H L A -B 3 5 iso la te d fro m a C a u c a -
es vital. Si el sistema inmune del huésped está sia n in d iv id u a l o f h isp a n ic o rig in : Id e n tific a tio n o f a n e w
intacto, como en el caso de ia aplasia de glóbu­ v a ria n t o f H L A -B 3 5 . H u m a n Im m u n o lo g y 3 1 :1 5 3 -1 5 8 ,
1991.
los rojos, el huésped puede rechazar el injerto D .R .M a d d e n y c o l. T h e stru c tu re o f H L A -B 2 7 re v e á is n o -
(huésped contra injerto). Si el sistema inmune n a m e r s e lf p e p tid e s b o u n d in an e x te n d e d c o n fo rm a tio n .
del huésped es deficiente (la situación usual en N a tu re 3 5 3 :3 2 1 -3 2 5 , 1991.
leucemias, por ej.), el injerto puede rechazar al T .S .J a rd e tz k y y c o l. I d e n tific a tio n o f se lf-p e p tid e s o u n d to
p u rifie d H L A -B 2 7 . N a tu re 3 5 3 : 3 2 6 -3 2 9 , 1991.
huésped: enfermedad aguda de injerto contra R .G ly n n e y c o l. A p r o te a s o m e - re la te d g e n e b e tw e e n th e
huésped. Esto se debe a que la m édula ósea tw o A B C t ra n s p o n e r lo ci in th e c la s s II re g ió n o f th e h u ­
siempre contiene un gran número de linfocitos T m a n M H C . N a tu re 3 5 3 : 3 5 7 -3 6 0 , 1991.
maduros que atacarán al recipiente histoincom- T S p ie ss y R D e m a rs. R e s to re d e x p re s s io n o f M H C c la s s 1
m o le c u le s b y g e n e tra n s fe r o f a p u ta tív e p e p tid e tra n s p o r ­
patible. Sin controlar esta variable, ocurren los te n N a tu re 3 5 1 : 3 2 3 -3 2 4 , 1991.
siguientes sucesos: rash cutáneo, pérdida del ca­ A P K e lly y c o l. A n e w h y m a n H L A c la ss I l-re la te d lo c u s ,
bello, diarrea profusa, daño hepático, infeccio­ D M . N a tu re 3 5 3 : .571-573, 1991.
nes y muerte. Actualmente se intenta la elimina­ K T su ji y c o i. (E d s.). H L A 1991: P ro c e e d in g s o f th e E le -
v e n th I n te r n a tio n a l H is to c o m p a tib ility W o rk s h o p . O x ­
ción de los linfocitos T maduros de la médula fo rd U n iv . P re ss . 1992.
ósea del donante mediante Ac monoclonales di­ R D C a m p b e ll y L T ro w s d a le . M a p o f th e h u m a n m a jo r h is ­
rigidos contra moléculas de diferenciación pre­ to c o m p a tib ility c o m p le x . I m m u n o lo g y T o d a y 14: 3 4 9 -
3 5 2 , 1993.
sentes exclusivamente en los hnfocitos T. Ade­
K F a lk y c o l. A lle le -s p e c ific p e p tid e lig a n d m o tifs o f H L A -
más se administra ciclosporina al receptor. C m o le c u le s . P r o c . N a ti. A c a d . S c i. U S A 9 0 : 1 2 0 0 5 -
La única combinación rcahiiente exitosa es 1 2 0 0 9 ,1 9 9 3 .
la de los gem elos idénticos y herm anos que J H B ro w n y c o l. T h re e -d im e n s io n a l stru c tu re o f th e h u m a n
comparten 2 haplotipos. La compatibilidad de c la ss c la s s II h is to c o m p a tib ility a n tig e n H L A -D R 1. N a tu ­
re 3 6 4 : 3 3 -3 9 , 1993.
2 haplotipos requiere tratam ien to co n tra la J D T a u ro g y c o l. S u s c e p tib ility to in fla m m a to ry d ise a s e in
reacción de injerto contra huésped. No muchos H L A -B 2 7 tra n s g e n ic rat lin e s c o rre la te s w ith th e lev e l o f
pacientes tienen hermanos con los que compar­ B 2 7 e x p re s s io n . J. I m m u n o l. 150: 4 1 6 8 -4 1 7 8 , 1993.
ten 2 haplotipos. Si se pudiera usar un haploti­ L J S te r n y c o l. C r y s ta l s tr u c tu r e o f th e h u m a n c la s s II
M H C p ro te in H L A - D R l c o m p le x e d w ith an in flu e n z a v i ­
po compatible, mejoraría radicalmente el pro­ ru s p e p tid e . N a tu re 3 6 8 :2 1 5 -2 2 1 , 1994.
nóstico en leucemias e inmunodeficiencias. En J G B o d m e r y c o l. N o m e n c la tu re f o r f a c to rs o f th e H t^A
caso de donantes no-relacionados (de bancos sy s te m , 1994. T is s u e A n tig e n s : 44 : 1-18, 1 9 9 4 . E R a d le y
de donantes de médula), es crucial una correcta y c o l. G e n o m ic o r g a n iz a tio n o f H L A - D M A a n d H L A -
D M B . C o m p a ris o n o f th e g e n e o r g a n iz a tio n o f a ll six
tipificación molecular de los alelos HLA. c la ss II fa m ilie s in th e h u m a n M H C . J. B io l. C h e m . 2 6 9 :
1 8 8 8 4 -1 8 8 3 8 , 1994.
V S te im le y co l. R e g u la tio n o f M H C c la ss II e x p re s s io n b y
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Inmunodeficiencias

MARTA ZELAZKO
MARÍA RIVAS 30
IN M U N O D E FIC IE N C IA S P R IM A R IA S depende del grado y tipo de defecto presente en
cada caso.
G eneralidades Es importante destacar que, siendo las IDP
enfermedades relativam ente poco frecuentes,
Las in m u n o d eficien cias prim arias (ID P ) deben tenerse en cuenta siempre otras causas
constituyen un grupo lieterogéneo de enferme­ de infección recidivante o crónica, com o son
dades producidas en general por defectos gené­ las enferm edades m etabólicas, desnutrición,
ticos. diabetes, las malformaciones del tracto urina­
La frecuencia de estas afecciones es baja y rio, del aparato respiratorio, el tratamiento con
no ha sido definitivamente determinada en m u­ drogas citostáticas, etc. Otro hecho que debe
chos países. Estadísticas de Japón de 1981 y de considerarse, ya que dificulta el diagnóstico de
Australia de 1983, sugieren una incidencia de IDP, es la compleja relación existente entre in­
1:10.000, excluyendo la deficiencia de IgA fección e inmunidad. La infección puede cau­
asintomátiea. En el estudio australiano determi­ sar inmunodeficiencia y puede ser la resultante
nan una frecuencia de 1:103.000 para la agam ­ de la misma. Muchos agentes infecciosos, par­
m aglobulinemia ligada al X (ALX), 1:66.000 ticularmente los virales, determinan estados de
para la inm unodeficiencia combinada severa inmunodeficiencia, difíciles de diferenciar de
(IDCS), 1:83.000 para la inm unodeficiencia síndromes de IDP. El ejemplo más claro de es­
común variable (IDV) y 1:66.000 para el Sín­ ta situación es la infección por HIV en recién
drome de DiGeorge. nacidos o lactantes, que plantea dificultades de
En otros países, como Francia, se ha señala­ diagnóstico diferencial con deficiencias prim a­
do un aumento en la incidencia, probablemente rias de la inmunidad celular.
por mejor diagnóstico, de la IDCS, siendo su Es im portante reconocer que en la década
frecuencia actual de 1:25.000 nacidos vivos. del ’50, cuando comenzaron a describirse estas
En Latinoamérica no hay estadísticas, y en enfermedades, el análisis de las alteraciones in-
nuestro país se ha comenzado recientemente un m unológicas halladas en estos p acientes ha
sistema de registro nacional con este fin. contribuido a la comprensión de muchas de las
Los defectos inmunológicos en las IDP pue­ funciones del sistema inmune normal y ha per­
den involucrar a cualquiera de los componentes mitido delinear las anomalías inmunológicas de
del sistema inmune: linfocitos, células fagocíti­ otras deficiencias mucho más frecuentes como
cas, proteínas del sistema complemento. Estos son las secundarias a tumores, tratamientos in­
defectos producen una pérdida de protección o munosupresores, desnutrición, etc.
defensa contra agresiones externas causadas En los últimos años la biología molecular ha
por distintos microorganismos, dando lugar a la hecho aportes fundamentales para la com pren­
m anifestación clínica característica de estos sión de la etiopatogenia de muchas de estas en­
síndromes, que es la exagerada susceptibilidad fermedades, a través del estudio de dos tipos de
al desarrollo de procesos infecciosos bacteria­ animales genéticamente modificados:
nos, virales y micóticos, recidivantes o cróni­ 1) Animales transgénicos, capaces de expre­
cos. La gravedad de los procesos infecciosos sar un producto génico humano.
608 Inmunopatología

avascular. Sin embargo, algunos pacientes re­ V s'.E .B id isso n y co l. V iru s im m u n e c y to to x ic T c e lls re c o g -
n iz e s tru c tu ra l d iffe re n c e s b e tw e e n s e ro lo g ic a lly in d is tin -
chazan injertos en forma recurrente; por lo ge­ g u is h a b le H L A - A 2 m o le c u le s . H u m a n I m m u n o lo g y 1:
neral aquellos que tienen un lecho vasculariza- 2 2 5 , 1980.
do para el injerto vascularizado. En estos casos, S. S h a w y co l. F a m ily s tu d ie s d e fin e a n e w h is to c o m p a tib i­
la compatibilidad para clase II es útil. lity lo c u s , S B , b e tw e e n H L A -D R a n d G L O , N a tu re 2 9 3 :
7 4 5 -7 4 7 . 1981.
J .S . L e e y c o l. S e q u e n c e s o f a n H L A - D R a p lh a c h a in
Trasplante de m édula ósea c D N A c lo n e a n d in tro n -e x o n o rg a n iz a tio n o f th e c o rre s -
p o n d in g g e n e . N a tu re 2 9 9 :7 5 0 , 1982.
Las principales indicaciones son: 1) inmuno- E .O .L o n g y c o l. C o m p le te s e q u e n c e o f a n H L A -D R b e ta
c h a in d e d u c e d fro m a c D N A c lo n e a n d Id e n tific a tio n o f
deficiencias congénitas; 2) anemia aplásica y 3) m ú ltip le n o n -a lle lic D R b e ta c h a in g e n e s. E M B O J o u rn a l
reconstitución luego de una irradiación total del 2 :3 8 9 , 1983.
cuerpo por leucemias u otros tumores malignos. G .H .A .S e e m a n y c o l. G e n e c o n v e rs ió n lik e m e c h a n is m s
La compatibiUdad para los grupos sanguíneos m a y g e n é ra te p o ly m o rp h is m in h u m a n c la s s I g e n e s. E M ­
B O J o u rn a l 5 :5 4 7 , 1986.
ABO y Rh no importa, lo mismo que el cross- L .P .C h e rfk o ff y c o l. C o m p le te n u c le o tid e s e q u e n c e o f a g e -
match serológico, pero la compatibilidad HLA n o m ic c lo n e e n c o d in g H L A -B 3 5 iso la te d fro m a C a u c a -
es vital. Si el sistema inmune del huésped está sia n in d iv id u a l o f h isp a n ic o rig in : Id e n tific a tio n o f a n e w
intacto, como en el caso de la aplasia de glóbu­ v a ria n t o f H L A -B 3 5 . H u m a n Im m u n o lo g y 3 1 :1 5 3 -1 5 8 ,
1991.
los rojos, el huésped puede rechazar el injerto D .R .M a d d e n y c o l. T h e stru c tu re o f H L A -B 2 7 re v e á is n o -
(huésped contra injerto). Si el sistema inmune n a m e r s e lf p e p tid e s b o u n d in an e x te n d e d c o n fo rm a tio n .
del huésped es deficiente (la situación usual en N a tu re 3 5 3 :3 2 1 -3 2 5 , 1991.
leucemias, por ej.), el injerto puede rechazar al T .S .J a rd e tz k y y c o l. I d e n tific a tio n o f se lf-p e p tid e s o u n d to
p u rifie d H L A -B 2 7 . N a tu re 3 5 3 : 3 2 6 -3 2 9 , 1991.
huésped: enfermedad aguda de injerto contra R .G ly n n e y c o l. A p r o te a s o m e - re la te d g e n e b e tw e e n th e
huésped. Esto se debe a que la m édula ósea tw o A B C tra n s p o rte r lo ci in th e c la s s II re g ió n o f th e h u ­
siempre contiene un gran número de linfocitos T m a n M H C . N a tu re 3 5 3 : 3 5 7 -3 6 0 , 1991.
maduros que atacarán al recipiente histoincom- T S p ie ss y R D e m a rs. R e s to re d e x p re s s io n o f M H C c la s s I
m o le c u le s b y g e n e tra n s fe r o f a p u ta tív e p e p tid e tra n s p o r ­
patible. Sin controlar esta variable, ocurren los ter. N a tu re 3 5 1 : 3 2 3 -3 2 4 , 1991.
siguientes sucesos: rash cutáneo, pérdida del ca­ A P K e lly y c o l. A n e w h y m a n H L A c la ss I l-re la te d lo c u s ,
bello, diarrea profusa, daño hepático, infeccio­ D M . N a tu re 3 5 3 : .571-573, 1991.
nes y muerte. Actualmente se intenta la elimina­ K T su ji y c o l. (E d s.). H L A 1991: P ro c e e d in g s o f th e E le -
v e n th I n te r n a tio n a l H is to c o m p a tib ility W o rk s h o p . O x ­
ción de los linfocitos T maduros de la médula fo rd U n iv . P re ss . 1992.
ósea del donante mediante Ac monoclonales di­ R D C a m p b e ll y L T ro w s d a le . M a p o f th e h u m a n m a jo r h is ­
rigidos contra moléculas de diferenciación pre­ to c o m p a tib ility c o m p le x . I m m u n o lo g y T o d a y 14: 3 4 9 -
3 5 2 , 1993.
sentes exclusivamente en los linfocitos T. Ade­
K F a lk y c o l. A lle le -s p e c ific p e p tid e lig a n d m o tifs o f H L A -
más se administra ciclosporina al receptor. C m o le c u le s . P r o c . N a ti. A c a d . S c i. U S A 9 0 : 1 2 0 0 5 -
La única combinación realmente exitosa es 1 2 0 0 9 ,1 9 9 3 .
la de los gem elos idénticos y herm anos que J H B ro w n y c o l. T h re e -d im e n s io n a l stru c tu re o f th e h u m a n
comparten 2 haplotipos. La compatibilidad de c la ss c la s s II h is to c o m p a tib ility a n tig e n H L A - D R l. N a tu ­
re 3 6 4 : 3 3 -3 9 , 1993.
2 haplotipos requiere tratam ien to co n tra la J D T a u ro g y c o l. S u s c e p tib ility to in fla m m a to ry d ise a s e in
reacción de injerto contra huésped. No muchos H L A -B 2 7 tra n s g e n ic rat lin e s c o rre la te s w ith th e lev e l o f
pacientes tienen hermanos con los que compar­ B 2 7 e x p re s s io n . J. I m m u n o l. 150: 4 1 6 8 -4 1 7 8 , 1993.
ten 2 haplotipos. Si se pudiera usar un haploti­ L J S te r n y c o l. C r y s ta l s tr u c tu r e o f th e h u m a n c la s s II
M H C p ro te in H L A - D R l c o m p le x e d w ith an in flu e n z a v i ­
po compatible, mejoraría radicalmente el pro­ ru s p e p tid e . N a tu re 3 6 8 :2 1 5 -2 2 1 , 1994.
nóstico en leucemias e inmunodeficiencias. En J G B o d m e r y c o l. N o m e n c la tu re f o r f a c to rs o f th e H t^A
caso de donantes no-relacionados (de bancos sy s te m , 1994. T is s u e A n tig e n s : 44 : 1-18, 1 9 9 4 . E R a d le y
de donantes de médula), es crucial una correcta y c o l. G e n o m ic o r g a n iz a tio n o f H L A - D M A a n d H L A -
D M B . C o m p a ris o n o f th e g e n e o r g a n iz a tio n o f a ll six
tipificación molecular de los alelos HLA. c la ss II fa m ilie s in th e h u m a n M H C . J. B io l. C h e m . 2 6 9 :
1 8 8 8 4 -1 8 8 3 8 , 1994.
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Inmunodeficiencias

MARTA ZELAZKO
MARÍA RIVAS 30
IN M U N O D E FIC IE N C IA S PRIM A R IA S depende del grado y tipo de defecto presente en
cada caso.
G eneralidades Es importante destacar que, siendo las IDP
enfermedades relativam ente poco frecuentes,
Las in m u n o d eficien cias prim arias (ID P ) deben tenerse en cuenta siempre otras causas
constituyen un grupo lieterogéneo de enferme­ de infección recidivante o crónica, com o son
dades producidas en general por defectos gené­ las enferm edades m etabólicas, desnutrición,
ticos. diabetes, las malformaciones del tracto urina­
La frecuencia de estas afecciones es baja y rio, del aparato respiratorio, el tratamiento con
no ha sido definitivamente determinada en m u­ drogas citostáticas, etc. Otro hecho que debe
chos países. Estadísticas de Japón de 1981 y de considerarse, ya que dificulta el diagnóstico de
Austraha de 1983, sugieren una incidencia de IDP, es la compleja relación existente entre in­
1:10.000, excluyendo la deficiencia de IgA fección e inmunidad. La infección puede cau­
asintomática. En el estudio austrahano determi­ sar inmunodeficiencia y puede ser la resultante
nan una frecuencia de 1:103.000 para la agam ­ de la misma. Muchos agentes infecciosos, par­
m aglobulinemia ligada al X (ALX), 1:66.000 ticularmente los virales, determinan estados de
para la inm unodeficiencia combinada severa inmunodeficiencia, difíciles de diferenciar de
(IDCS), L 83.000 para la inm unodeficiencia síndromes de IDP. El ejemplo más claro de es­
común variable (IDV) y 1:66.000 para el Sín­ ta situación es la infección por HIV en recién
drome de DiGeorge. nacidos o lactantes, que plantea dificultades de
En otros países, como Francia, se ha señala­ diagnóstico diferencial con deficiencias prim a­
do un aumento en la incidencia, probablemente rias de la inmunidad celular.
por mejor diagnóstico, de la IDCS, siendo su Es im portante reconocer que en la década
frecuencia actual de 1:25.000 nacidos vivos. del ’50, cuando comenzaron a describirse estas
En Latinoamérica no hay estadísticas, y en enfermedades, el análisis de las alteraciones in-
nuestro país se ha comenzado recientemente un m unológicas halladas en estos p acientes ha
sistema de registro nacional con este fin. contribuido a la comprensión de muchas de las
Los defectos inmunológicos en las IDP pue­ funciones del sistema inmune normal y ha per­
den involucrar a cualquiera de los componentes mitido delinear las anomalías inmunológicas de
del sistema inmune: linfocitos, células fagocíti­ otras deficiencias mucho más frecuentes como
cas, proteínas del sistema complemento. Estos son las secundarias a tumores, tratamientos in­
defectos producen una pérdida de protección o munosupresores, desnutrición, etc.
defensa contra agresiones externas causadas En los últimos años la biología molecular ha
por distintos microorganismos, dando lugar a la hecho aportes fundamentales para la com pren­
m anifestación clínica característica de estos sión de la etiopatogenia de muchas de estas en­
síndromes, que es la exagerada susceptibilidad fermedades, a través del estudio de dos tipos de
al desarrollo de procesos infecciosos bacteria­ animales genéticamente modificados;
nos, virales y micóticos, recidivantes o cróni­ 1) Animales transgénicos, capaces de expre­
cos. La gravedad de los procesos infecciosos sar un producto génico humano.
610 Inmunopatología

2) Animales “knockout”, donde la precisa que de acuerdo a la hipótesis de Lyon, todas las
delación de genes ofrece la posibilidad del aná­ células somáticas de las mujeres tienen un sólo
lisis minucioso de sus funciones. cromosoma X activo; como la inactivación del
Paralelamente, los avances en el estudio del X ocurre al azar, el 50% de células de cada li­
genoma humano y el mapeo de genes relevan­ naje tendrá un X activo y el 50% restante el
tes, permitieron entender las bases moleculares otro. Se ha demostrado, por ejemplo, en muje­
de diversas inmunodeficiencias. res portadoras obligadas de agammaglobuline­
mia, que todos sus linfocitos B tienen el cro­
G enética mosoma X normal y ninguno el que porta el
defecto; es decir que no se produjo la inactiva­
La mayor parte de las IDP son hereditarias, ción al azar del X. En todas las otras células so­
resultante de distintos defectos genéticos. Hasta máticas estudiadas (linfocitos T, monocitos) se
hace pocos años el defecto molecular y genético encontró inactivación al azar. Este estudio per­
básico sólo se conocía para un número muy li­ mitió concluir que el gen normal en el cromo­
mitado de IDP [deficiencia de adenosina desa- soma X es esencial para la diferenciación B, ya
minasa (ADA), purinonucleótido fosforilasa que los precursores que inaetivaron el gen nor­
(PN P), enferm edad g ran u lo m ato sa cró n ica mal y sólo expresan el defectuoso, no conti­
(EGC)]. En los últimos dos años, gracias a los núan su diferenciación. Además, se concluye
adelantos de la genética y biología molecular, se que el defecto primario está sólo en el linaje B
describieron estas alteraciones en tres IDP liga­ y no afecta mecanismos regulatorios T, como
das al cromosoma X (ALX, inmunodeficiencia había sido postulado por algunos autores.
con hiper IgM, IDCS ligada al X) y se ha aisla­ Finalmente, estos datos explican la respuesta
do un nuevo gen denominado WASP, mutado inmune normal en portadoras del defecto.
en pacientes con síndrome de Wiskott-Aldrieh,
proponiéndose la alteración de este gen como Etiología y patogenia
responsable del síndrome. Las técnicas de biolo­
gía molecular que usan sondas para fragmentos En lo que respecta a su etiología, como diji­
polimórficos en el ADN, han contribuido al es­ mos, la mayor parte de las IDP son enfermeda­
tudio de familias informativas, con uno o más des hereditarias producidas por distintos defec­
miembros afectados y con ello han permitido, tos genéticos.
por un lado conocer la localización cromosómi- La patogenia de estos variados síndrom es
ca de los genes afectados y, por otro, al diagnós­ responde a distintos mecanismos. Mencionare­
tico prenatal y de portadores. En el cuadro 30-1 mos algunos de ellos, que serán ampliados al
se mencionan algunos de estos ejemplos. T e­ describir cada una de las enfermedades.
niendo en cuenta que las IDP son en general en­
fermedades graves para las que las conductas te­ 1) Defectos madurativos (véase fig. 30-1)
rapéuticas son escasas en la actualidad, el diag­ 2) Déficit enzimáticos, como la deficiencia
nóstico de portador y el diagnóstico prenatal ad­ de ADA y PNP.
quieren importancia para el consejo genético. 3) Alteraciones regulatorias, como se ha pro­
Muchas de las IDP son enferm edades con puesto para la deficiencia de IgA y el síndrome
transmisión genética ligada la sexo (agamma­ de hiper-IgE.
globulinem ia, IDCS, etc.). En estos casos el 4) Fallas en la activación del linfocito T co­
diagnóstico de portadoras puede realizarse tam­ mo en el déficit de expresión de CD3y y CD3e.
bién estudiando la distribución de los cromoso­ 5) A lteraciones en la producción de linfo­
mas X activos en distintos linajes celulares. Pa­ quinas.
ra entender este concepto, debemos recordar 6) Fallas en las vías metabólicas. Ej. EGC.

C uadro 30-1. Localización genética de algunas inmunodeficiencias p or sondas de ADN

Enferm edad L ocalización genética Sonda ligada al defecto

A g a n im a g lo b u lin e ra ia lig a d a al X X q 2 l.3 - q 2 2 DX S17

ID C S lig a d a al X X q U - q l3 D X S159

S ín d ro m e d e W is k o tt-A ld ric h X p l 1-pl 1.3 D X S7

D e fic ie n c ia c o n h ip e r X q 2 4 -q 2 7 D X S42
Ig M lig a d a al X
Inmunodeficiencias 611

Déficit de interieuquinas
Déficit de componentes de CD3

Di George

Serie Piaquetas
mieioide

F ig . 3 0 -1 . L o c a liz a c ió n d e lo s d e fe c to s m a d u r a tiv o s en las d ife re n te s in m u n o d e fic ie n c ia s p rim a ria s.

Manifestaciones clínicas generales ciencias predominantes de anticuerpos son las


más frecuentes, constituyendo aprox.imada-
La manifestación clínica fundamental es la mente el 50% de todas las IDP. En cuanto a la
exagerada susceptibilidad a la infección. Los distribución por sexo, la incidencia es m ayor
pacientes con IDP presentan infecciones recidi­ en varones, hecho que se explica por la trans­
vantes y prolongadas, en general graves y com ­ misión ligada al cromosoma X en muchas de
plicadas, así como infecciones por microorga­ ellas.
nismos no patógenos para la población normal. El aparato respiratorio es el más comprome­
Siendo éstas generalm ente enferm edades tido por los procesos infecciosos, siendo los
congénitas o hereditarias, se presentan con m a­ pacientes especialmente propensos a la sinusi­
yor frecuencia (60%) en lactantes o niños. El tis, otitis supuradas, bronquitis y neum onía.
antecedente de familiares con infecciones seve­ Las infecciones recidivantes del parénquim a
ras o muerte temprana constituye un dato im­ pulmonar conducen con frecuencia al desarro­
portante de la historia clínica. Las inmunodefi­ llo de bronquiectasias. Otras localizadtmes de
612 Inmunopatología

procesos infecciosos recidivantes son la piel, el B. IN M U N O D E FIC IE N C IA S P R E D O M I­


aparato digestivo y sistema nervioso central. La NANTES DE ANTICUERPOS
diseminación de las infecciones puede conducir
a sepsis. Las vías urinarias se comprometen só­ B l. Agammaglobulinemia ligada al X (ALX)
lo excepcionalmente en las IDP. B2. Agammaglobulinemia ligada al X con dé­
Los microorganismos responsables de las in­ ficit de hormona de crecimiento
fecciones dependen del sector de la respuesta in­ B3. Inmunodeficiencia con hiper IgM
mune predominantemente alterado. En las inmu­ B4. Deleción del gen de cadenas pesadas
nodeficiencias de anticuerpos los agentes res­ B5. Deficiencia de cadenas kappa
ponsables suelen ser gérmenes piógenos encap­ B6. Deficiencia de IgA
sulados, extracelulares, como estreptococo, Hae- B7. Deficiencia de subclases de IgG
mofilus influenzae, estafilococo. En las deficien­ B8. Inmunodeficiencia común variable
cias celulares se producen infecciones por virus B9. Hipogammaglobulinemia transitoria de la
(citomegalovirus, hei-pesvirus, etc.), hongos co­ infancia
mo la Cándida albicans y agentes de baja pato­
genicidad como el Pneumocistis carinii. En los C. INMUNODEFICIENCIAS ASOCIADAS A
defectos de fagocitosis, las bacterias catalasa po­ OTRAS ANOMALÍAS BIEN DEFINIDAS
sitivas, fundamentalmente el Staphyíococcus au­
reus y en las deficiencias de los componentes C 1. Síndrome de Wiskott-Aldrich
tardíos del sistema complemento (C5-C9), los C2. Ataxia telangiectasia
gérmenes gram negativos tipo Neisseria. C3. Síndrome de Di George
Los síntomas clínicos del tracto gastrointes­
tinal, diarrea crónica y/o malabsorción son re­ D. OTROS SÍNDROM ES ASOCIADOS A
lativamente frecuentes así como el retraso pon- INMUNODEFICIENCIA
do-estatural en los niños. Otras m anifestacio­
nes menos frecuentes son la hepatoesplenome­ D I. Síndrome de hiper IgE
galia, derm atitis seborreica, eccema, anemia, D2. Candidiasis mucocutánea crónica
neutropenia. Algunos signos clínicos se presen­ D3. Inmunodeficiencia con respuesta inadecua­
tan asociados a síndrom es bien definidos y da al virus de Epstein Barr.
contribuyen a su diagnóstico; así, por ejemplo, D4. Síndromes de albinismo parcial
se encuentra hemorragia por trombocitopenia, D5. Enanismo de miembros cortos
y eccema en el síndrome de W iskott-Aldrich y E. DEFECTOS EN LA FUNCIÓN DE LOS
tetania por hipocalcem ia y cardiopatía en el FAGOCITOS
síndrome de Di George y telangiectasias y ata­
xia en la ataxia-telangiectasia. E l . Enfermedad granulomatosa crónica (EGC)
La clínica de las IDP no es claramente dis­ a) ligada al X
tintiva y permite sólo orientar el diagnóstico. b) autosómica recesiva
En todos los casos, el diagnóstico definitivo E2. Deficiencia de adhesión leucocitaria
deberá establecerse mediante procedim ientos E3. Deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidro-
apropiados de laboratorio que permitan evaluar genasa en neutrófilos
la competencia inmunológica. E4. Deficiencia de mieloperoxldasa
E5. Deficiencia de gránulos secundarios
Clasificación de las IDP
F. D EFIC IEN C IA S D EL SISTEM A C O M ­
El Comité de Expertos en Inm unodeficien­ PLEMENTO
cias Primarias de la Organización Mundial de
la Salud (OMS, 1992) clasificó a las IDP en: F l. C lq F6. C5 F ll . C l inhibidor
F2. C lr F7. C6 F12. Factor I
A INMUNODEFICIENCIAS COMBINADAS F3. C4 F8. C7 FI3. Factor H
F4. C2 F9. C8 F14. Factor D
A l. Combinada severa (IDCS) F5. C3 FIO. C9 F15. Properdina
a) ligada al X (LX)
b) autosómica recesiva (AR) Se describirán los síndromes más importan­
A2. Deficiencia de ADA tes dentro de cada categoría.
A3. Deficiencia de PNP
A4. Deficiencia en la expresión de moléculas Inmunodeficiencia combinada severa
HLA clase II (IDCS)
A5. Disgenesia reticular
A6. Deficiencias de expresión de CD3 o CD3 Constituyen las enferm edades más graves
A7. Deficiencia de células CDS dentro de las IDP. Se presentan en los primeros
Inmunodeficiencias 613

meses de vida y son un conjunto de síndromes vedad del cuadro clínico puede ser variable aun
con transmisión genética autosómica recesiva o en varios miembros de una misma familia con
ligada al sexo. Sólo la reconstitución del siste­ el mismo defecto molecular. En estos síndro­
ma inm une m ediante trasplantes de m édula mes atípicos se incluyen: la deficiencia de m o ­
ósea perm ite la sobrevida de estos enfermos léculas del Complejo Mayor de Histocompati­
que, de no ser tratados, mueren como conse­ bilidad (CMH) de clase II, la deficiencia de e x ­
cuencia de infecciones severas antes del segun­ presión de moléculas del complejo CD3, la d e ­
do año de vida. Los pacientes presentan fre­ fic ie n c ia de tiro sin a q u in asas aso ciad as al
cuentes episodios de otitis, neumonías, infec­ CD3/1’CR (ZAP-70), que fenotípicamente p re ­
ciones cutáneas y sepsis severas, asociadas a senta ausencia de células CD8, a la que pueden
diarrea incontrolable y pérdida progresiva de agregarse los raros casos de IDCS asociados a
peso. Predominan las infecciones por agentes enanismo de miembros cortos, así como el sín­
micóticos (candidiasis severas), virales (herpes drome de Ommen (véase más adelante).
virus, varicella, enterovirus), parasitarios y gér­ IDCS típicas o clásicas. La forma autosóm i­
menes oportunistas. ca recesiv a (AR) es indistinguible desde el
Las IDCS son un grupo heterogéneo de sín­ punto de vista clínico de la LX. Existen sin
dromes alguno de los cuales son considerados embargo diferencias inmunológicas que perm i­
típicos o clásicos, porque invariablemente pre­ ten distinguirlas (véase cuadro 30-2). En lo re ­
sentan linfopenia marcada, agammaglobuline­ ferente al defecto genético y molecular, se sa­
mia y ausencia de función inmune humoral y be hoy t|ue el gen mutado en la LX, correspon­
celular. Estos son: de al que codifica para la cadena y del IL-2R.
Esta cadena es esencial para la formación de
1. IDCS autosómica recesiva (AR), conocida un receptor de alta afinidad y la transducción
como tipo Suizo, que abarca aproxim ada­ de señales de activación T. En los pacientes
mente el 25% de las IDCS clásicas. con la form a LX se han documentado distintas
2. IDCS ligada al X (LX), la más frecuente, mutaciones puntuales en los exones de dicho
comprende el 50% de las clásicas, caracteri­ gen. La anomalía de cadena y en estos pacien­
zada por ausencia de linfocitos T y valores tes explica la ausencia de respuesta T. La ca ­
normales o elevados de linfocitos B. dena Y del receptor IL~2R también forma parte
3. D eficiencia de ADA, com prende 20-25% del IL-7R, y de otros receptores de citoquinas.
del total, caracterizada por ausencia o nive­ La IL-7 es crítica para los estadios tem pranos
les muy bajos de linfocitos T. Los linfocitos de la diferenciación tímica; esto explicaría la
B pueden estar ausentes o normales. ausencia de linfocitos T maduros en este sín­
4. Deficiencia de PNP. drome.
5. D isgenesia reticular, síndrom e muy poco En la forma AR no se conoce aún el defecto
frecuente, cjue asocia a la deficiencia inm u­ genético básico, pero existen evidencias que
ne trombocitopenia y granulocitopenia. sugieren un defecto en alguno de los com po­
nentes del sistema recombinasa distintos a los
Los otros síndromes de IDCS, algunos re­ genes RAG, presumiblemente los asociados a
cientemente descritos, pueden ser considerados reparación del ADN con particular sensibilidad
como atípleos, ya que pueden presentarse con a las radiaciones ionizantes.
recuentos linfocitarios normales, grados varia­ Estudios recientes sostienen el concepto de
bles de hipogam m aglobulinem ia, en algunos que esta deficiencia es equivalente al m odelo
casos, valores normales y sólo alteraciones fun­ m u rin o de in m u n o d e fic ie n c ia c o m b in a d a
cionales. En las IDCS atipicas, además, la gra­ “SCID”. En el ratón se documentó el defecto

C uadro 30-2. Características Inmunológicas diferenciales de la AR y LX

Caracterí.s'tica:
Ligada al X Autosóm ica recesiva

lin f o c ito s /m m - ’ MD D
C é lu la s T/m m -’ MD 0 A MDo A
C é lu la s B /m m ’ MDoA NoE
C é lu la s N K /m m ’ fu n cio n a l N oE A lte ra c ió n
R e s p u e s ta a m itó g e n o s, a n tíg e n o s y a lo a n tíg e n o s MDo A MDo A
I n m u n o g lo b u lin a s p a n h ip o g a m m a g lo b u lin e m ia
D e fe c to g e n é tic o re c o m b in a s a ? c a d en a y I L -2 R
e n z im a s r e p a r a d o ra s A D N ?

D: dism inuido; M D : m uy d ism in u id o ; A; a u se n te ; E: elevado; N: n o rm al.


614 Inmunopatología

en la recombinación V(D)J, tanto para el recep­ e inmunoglobulinas normales. En estos pacien­


tor de células T (TCR) como para los genes de tes se observa aumento de inosina y guanosina
inmunoglobulinas. en plasma y de deoxiguanosina en orina.
Deficiencias enzimáticos. La deficiencia de IDCS atipicas. La deficiencias de MHC de
ADA y la deficiencia de PNP son formas clási­ clase II se incluye en esta categoría. Clínica­
cas de IDCS. La enzima ADA participa en el mente, es una forma grave de IDCS y los datos
metabolismo de las purinas y está distribuida actuales sugieren que la deficiencia está causa­
en todos los tejidos del organismo, con la ma­ da por defectos de genes reguladores y no es­
yor actividad en el timo. La deficiencia de esta tructurales, ocasionando un defecto en la trans­
enzima determina la acumulación de los sustra­ cripción de los genes que codifican las molécu­
tos y metabolitos dATP y S-adenosil-homocis- las de clase II. La mayoría de los pacientes con
teína, que inhiben la proliferación celular y sín­ este síndrome tiene una reducción variable de
tesis de ADN por inhibición de la ribonucleóti- células CD4+. Esto sugiere la existencia de al­
do reductasa (fig. 30-2). Estos metabolitos pro­ gún tipo de CMH clase II en el timo o bien que
ducen además efecto tóxico que genera ruptu­ la selección de estas células CD4 no es absolu­
ras cromosómicas. Se han identificado recien­ tamente dependiente de CMH clase II clásicas.
temente numerosas variantes de deficiencia de Otros síndromes de esta categoría son las de­
ADA, muchas de las cuales se deben a muta­ ficiencias de expresión de moléculas del com ­
ciones puntuales del gen, que dan lugar a una plejo CD3. Se han descrito mutaciones en los
forma inactiva o inestable de la enzima y for­ genes para la cadena CD3y y CD3 e . Esto deter­
mas clínicas moderadas o leves de la enferme­ m ina un defecto parcial en la expresión del
dad. Excepcionalmente se han descrito delecio- complejo CD3. Las moléculas CD4 y CD8 se
nes del gen en la región catalítica de la enzima, expresan normalmente, por lo que el estudio de
que producen las deficiencias clínicas más se­ fenotipo linfocitario contribuye al diagnóstico
veras, clásicamente descritas. de esta entidad (valores norm ales de células
En la deficiencia de PNP se produce acumu­ CD4/CD8 con valores descendidos de CD3).
lación de dGTP y la inactivación de ribonu- La expresión clínica es variable aun en dis­
cleótido reductasa, con inhibición de síntesis de tintos miembros de una misma familia, con pa­
ADN que sería la causa de la inmunodeficien­ cientes graves que requieren trasplante de m é­
cia. Por razones no bien conocidas, la deficien­ dula ósea (TMO) y otros que presentan sólo in­
cia es predominantemente celular con células B fecciones recidivantes moderadas.

ADN
RR RR
dATP dGTP

ADP dADP dGDP. . GDP

AMP GMP

Ácido úrico

RR: Ribonucleotidii-Reductasa

F ig . 3 0 -2 . P a rtic ip a c ió n d e las e n z im a s A D A y P N P e n el m e ta b o lis m o d e las p u rin a s.


Inmunodeficiencias 615

El Síndrome de Ommen se caracteriza por parálisis por vacunación con poliovirus atenua­
manifestaciones clínicas y de laboratorio d is­ dos, así como infecciones severas progresivas y
tinguibles de las otras IDCS hasta ahora descri­ fatales por echovirus en el sistem a nervioso
tas. Presentan alteraciones derm atológicas y central. En el examen físico se destaca la hipo-
diarrea severas, hepatoesplenomegalia y adeno- plasia linfática con ausencia de tejido adenoi­
patías, linfocitosis, eosinofilia y aumento de deo y amigdaUno. La concentración sérica de
IgE. Se postula que esta patología tendría un todas las inmunoglobulinas se encuentra fran­
defecto molecular similar pero menos severo camente descendida. La IgG suele ser inferior a
que la IDCS-AR, ya que los pacientes presen­ 200 mg/dl y la IgM e IgA están ausentes. La
tan linfocitos T oligoclonales (que exhiben po­ ausencia de linfocitos B maduros y la presencia
cas familias V(3). La expansión de clones T con de células pre-B en médula ósea es característi­
infiltración en ciertos tejidos como piel e intes­ ca de este síndrome, indicando un freno m adu­
tino podría ser el resultado de la especificidad rativo a este nivel.
autoinmune de algunos de estos clones, en el El defecto genético fue hallado en el año
contexto de una selección tímica negativa alte­ 1993 y se trata de la mutación de un gen del
rada. crom osom a X que codifica para una tirosina
R ecientem ente se han com unicado IDCS quinasa llamada atk o btk que se expresa en to­
producidas por defectos en la transcripción de das las células del linaje B y mieloides pero no
genes que codifican distintas citoquinas (IL-2, en células T. Esta enzim a posee hom ologías
IL-4, IL-5). Los estudios in vitro, sugieren que con la familia de tirosina quinasas src, con se­
el defecto primario sería de las proteínas nu­ cuencias únicas a esta atk. Se sugiere que la atk
cleares reguladoras de la expresión de dichos tiene la función de iniciar las señales en la cé­
genes. Se han descrito, asimismo, déficit espe­ lula preB para rearreglar las cadenas livianas,
cíficos en la producción de IL-2, con ausencia después que las cadenas pesadas se expresan en
de ARNm para IL-2 por defecto en la trans­ la superficie.
cripción de su gen, pero con expresión normal El clonado del gen de la atk permitió corre­
del IL-2R. lacionar las variaciones moleculares específi­
cas con alteraciones fenotípicas y funcionales.
Deficiencias predominantes Dicha enzim a tiene un dominio N-term inal de
de anticuerpos función desconocida y otro dominio quinasa
con función catalítica (fig. 30-3). En este últi­
Agammaglobulinemia ligada al X mo se encontraron todas las mutaciones en los
p acie n tes con ALX típicas. Es posib le que
Se presenta en varones y las manifestaciones form as m enos severas de A LX se d e b a n a
clínicas comienzan entre los 9 y 12 meses. El m utaciones en las porciones no quinasa del
pasaje transplacentario de anticuerpos m ater­ gen.
nos confiere protección y evita la expresión de El descubrim iento del atk permite el d iag ­
la enfermedad más tempranamente. Las infec­ nóstico de ALX en pacientes sin historia fam i­
ciones que presentan estos pacientes incluyen: liar de la enfermedad y posiblemente en el fu­
sinusitis, otitis, bronquitis, neumonías y en oca­ turo su tratamiento con terapia génica.
siones formas más graves como meningitis y El pronóstico de estos pacientes es bueno si
sepsis. Las infecciones recurrentes conducen se hace el diagnóstico precoz y se instituye el
con frecuencia a bronquiectasias e insuficiencia tratam iento sustitutivo con gam m aglobulina
respiratoria. Las infecciones por agentes virales preventivo de las infecciones recurrentes. La
son bien controladas con excepción del virus complicación más frecuente es la enfermedad
de hepatitis y los enterovirus. Se han descrito pulmonar crónica e insuficiencia respiratoria.

ALX ALX
atípica típica

Dominio N-terminal ISH3 SH2 Dominio quinasa

Función \ Región de inter- \ Función


desconocida I acción entre ' catalítica
; proteínas I

Fig. 30-3. Esquem a de la estructura de la btk. Las flechas señalan los puntos de mutación conocidos.
616 Inmunopatología

Deficiencia de inm unoglobulinas cia anticuerpos contra proteínas de la leche de


con hiper IgM vaca y autoanticuerpos.
La mayoría de los pacientes presentan m ar­
Al igual que los pacientes con agammaglobu- cada disminución de IgA sérica (< de 5 mg/dl)
linemia, las infecciones piógenas del aparato y ausencia de IgA secretoria; sólo excepcional­
respiratorio comienzan en el 1“' o 2-’ año de vi­ mente se han descrito casos con IgA sérica nor­
da. Se diferencian clínicamente por presentar hi- mal y deficiencia de IgA secretoria. El defecto
perplasia del tejido linfoideo, con adenomega- básico en la deficiencia de IgA no se ha aclara­
lias, amígdalas hipertróficas y esplenomegalia. do aún. Sin embargo, la presencia de linfocitos
El hallazgo inmunológico característico es el con IgA de superficie que coexpresan IgM e
aumento de IgM, con valores que superan los IgD sugieren una falla en la diferenciación ter­
1.000 mg/dl y concentraciones muy bajas de minal de estas células. También se han descrito
IgG, IgA e IgE. La inmunidad celular suele ser alteraciones regulatorias T.
normal, pero se encuentran casos con alteración Adem ás, aproxim adam ente el 20% de los
numérica y funcional de las células T. In vitro, pacientes con deficiencia de IgA presentan aso­
las células de estos pacientes estimuladas con ciado, deficiencia de subclases de IgG. En pa­
PW M sintetizan IgM pero son incapaces de cientes pediátricos, se ha docum entado tam ­
producir IgG o IgA, sugiriendo un defecto en el bién, deficiencia parcial o transitoria de IgA
estadio de cambio de isotipo de inmunoglobuli­ (los valores de IgA se hallan por debajo de dos
nas. La enfermedad es ligada al X, si bien se d esv ío s e stá n d a r del v alo r n o rm al p ara la
han descrito algunos pacientes del sexo femeni­ edad). Es decir, que la deficiencia de IgA es en
no como formas esporádicas o adquiridas. realidad una inmunodeficiencia más compleja
El gen responsable es el que codifica para el que lo que sospechábamos hace algunos años y
ligando de CD40 (véase cap. 10). Esta proteína podría tratarse en realidad, como proponen al­
gp39, que se expresa normalmente en células T gunos investigadores, de una forma de expre­
activadas, es imprescindible como señal para el sión clínica menos grave de la IDCV que, co­
cam bio isotípico de inm unoglobulinas. Este mo se sabe, es una pan-hipogammaglobuline-
descubrimiento permitió establecer claramente mia. Apoyan esta hipótesis el hecho de que am­
que la deficiencia con hiper IgM es un defecto bas pueden ocurrir en miembros de una misma
primario T y no B como se pensó siempre. Se familia y que ambas se asocian con los mismos
ha comprobado que el agregado in vitro de an­ haplotipos HLA, es decir, podrían tener la mis­
ticuerpos anti CD40 e IL-4, permite la diferen­ ma susceptibilidad genética. Dentro del sistema
ciación de linfocitos B de estos pacientes, lo HLA, los genes de susceptibilidad parecen es­
que abre una posibilidad terapéutica futura. tar más asociados a los genes de complemento
(C4) que a las moléculas HLA clásicas.
Deficiencia selectiva Es importante señalar, por la relevancia clí­
de inmunoglobulina A nica y el posible rol patogénico, que un porcen­
taje elevado (40-50%) de pacientes con defi­
Es la más frecuente de las IDP. Se caracteri­ ciencia de IgA tienen anticuerpos anti-IgA cir­
za por la variabilidad en la forma de presenta­ culantes y pueden presentar reacciones anafi-
ción y severidad clínica. La deficiencia selecti­ lácticas severas si reciben productos que con­
va de IgA puede ser asintomática y su inciden­ tienen IgA. Por esta razón está contraindicada
cia en la población normal es de 0,1 a 0,2%. la administración de sangre, plasma o gamma-
Este hecho puede vincularse a la existencia de globulina endovenosa o intramuscular. El pro­
mecanismos compensatorios, tales como la sín­ nóstico de estos enfermos es el de las enferme­
tesis local de IgM capaz de com binarse con dades asociadas.
pieza secretoria en las mucosas.
Cuando la deficiencia de IgA tiene manifes­ Deficiencias de subclases de IgG
taciones clínicas, las más frecuentes son las in­
fecciones recidivantes del aparato respiratorio Se han descrito en los últimos años deficien­
y el compromiso del tracto digestivo, con dia­ cias selectivas de subclases de IgG (IgG,, IgG^,
rrea crónica o síndrome de malabsorción. Estas IgG j, IgG^) que se m anifiestan clínicam ente
manifestaciones son las esperables si se tiene con infecciones respiratorias recidivantes. En
en cuenta que la IgA es la inm unoglobulina los niños por debajo de los 15 años predomina
fundamental de las secreciones. La deficiencia la deficiencia de IgG^ y en los adultos la de
de IgA puede asociarse además, y presentarse, IgG,,. Los niveles de IgG total pueden ser nor­
con las manifestaciones clínicas características males, debido a la producción aumentada de
de enfermedades autoinmunes (artritis reuma­ las subclases no comprometidas o bien a que la
toidea, lupus eritem atoso sistém ico, etc.) y co ncentración norm alm ente b aja de alguna
alérgicas. Los pacientes presentan con frecuen­ subclase (IG2, IgG3 o IgG4) no modifica signi-
Inmunodeficiencias 617

ficalivamente el valor total de inmunoglobuli­ Si bien el defecto fundamental es la produc­


nas. Como dijimos anteriormente, la deficien­ ción deficiente de anticuerpos, la mitad de los
cia de subclases de IgG puede asociarse a defi­ pacientes presentan además anormalidades de
ciencia de IgA. la respuesta inmune celular.
La tínica forma de establecer el diagnóstico La manifestación clínica más frecuente es la
de la deficiencia de subclases es mediante su infección piógena del aparato respiratorio. Es
cuantificación. Debemos señalar que las técni­ común asimismo el compromiso del tracto d i­
cas actualmente en uso no están bien estandari­ gestivo, presentando los pacientes diarrea cró ­
zadas, y son muy pocos los centros que cuentan nica o síndrome de malabsorción asociado o no
con valores normales propios. En los niños por a hiperplasia nodular linfoide. Es frecuente la
debajo de los 2 años de edad, la ontogenia nor­ infección del intestino con Giardia iamblia.
mal del sistema inmune, hace aun más difícil el Los pacientes con ÍCV suelen desarrollar e n ­
diagnóstico de deficiencia de subclases de IgG. fermedades autoinmunes particularmente púr­
Teniendo en cuenta que las diferentes subcla­ pura trombocitopénica, anemia hemolítiea, ar­
ses responden preferentemente a diversos tipos tritis reumatoidea y síndrome de Sjógren. En es­
de antígenos (por ej. IgGl e IgG3 a Ags protei­ tos casos, si los síntomas iniciales son los de la
cos como toxoide tetánico y diftérico; IgG2 a enfermedad autoinmune, el diagnóstico de in­
Ags polisacáridos como el neumococo), es im ­ munodeficiencia suele ser difícil y más tardío.
portante evaluar la funcionalidad de los anti­ La incidencia de tumores malignos del tejido
cuerpos en todos los casos. linfoide y aparato digestivo se encuentra au ­
A dem ás, estas deficiencias pueden variar mentada. Este hecho debe tenerse en cuenta en
con el tiempo y un paciente con deficiencias de el seguimiento clínico de estos pacientes.
una subclase puede agregar otra o bien cambiar Las anormalidades inmunológicas que carac­
a otra subclase. Este diagnóstico debe hacerse terizan a la inmunodeficiencia común variable
con cautela hasta que se reúna más experiencia se señalan en el cuadro 30-3; el defecto básico
que aclare los mecanismos de su producción y en esta IDP no está aún definido. A pesar del
la importancia clínica de esta deficiencia. número normal de linfocitos B que presentan la
mayor parte de pacientes, éstos no responden
Inm unodeficiencia com ún variable (ICV) normalmente a la estimulación y no se diferen­
cian a células plasmáticas, sugiriendo una falla
Se incluye bajo esta denominación no a una en la diferenciación de la progenie B. En otros
sola enfermedad sino a un conjunto de síndro­ casos, la alteración más importante radica en el
mes cuya etiología y mecanismos patogénicos déficit de función cooperadora o bien exceso
no están bien definidos. Se caracterizan por la de función supresora T. Finalmente, la presen­
pan-hipogammaglobulinemia, con recuentos de cia de anticuerpos contra linfocitos B o T p u e ­
linfocitos B normales. de estar involucrada en la patogenia de este
Clínicamente, es similar en muchos aspectos síndrome.
a la agammaglobulinemia ligada al sexo. Se di­ Como hemos mencionado antes para la d efi­
ferencia de ella fundam entalmente por el co ­ ciencia pura de IgA, algunos individuos con
mienzo más tardío de los síntomas (mayor fre­ ICV muestran asociación a determinados ha-
cuencia en la segunda década de la vida), la plotipos FILA.
distribución igual en ambos sexos y la hiper- El pronóstico depende en gran medida del
p lasia del tejido lin fátic o (ad en o m eg alias, diagnóstico temprano y tratamiento preventivo
amígdalas hipertróficas, esplenomegalia). con gam m aglobulina. Las causas de m u erte

C uadro 30-3. Estudios de laboratorio para el diagnóstico diferencial de los síndromes de ID P


Niveles R e sp u e sta
inm unoglobulinas N° linfocitos p r o li-
Anticuerpos Relación fe ra tiva
Síndrom e IgG IgM IgA p reexistentes B* T* C D 4IC D8 ' a P H A

A g a m m a g lo b u lin e m ia lig a d a u ií il A u s e n te s A u se n tes N N N


al c ro m o s o m a X
I n m u n o d e fic ie n c ia c o m ú n u ii i i A u s e n te s N o i N o i N o i N o i
v a ria b le
H ip o g a m m a g lo b u lin e m ia 4 a U N N N N N N N
tra n s ito ria
D e fic ie n c ia s e le c tiv a d e Ig A N N i i se ^ N N N N o i

N: valores n o rm ale s, i ; v alores d ism in u id o s. valores m a rc a d a m e n le d ism in u id o s. * L infocitos B p o r inm u n o g lo b u lin as de s u p e r tic ie ,
linfocitos T p o r ró se la s E a 4 “C.
618 Inmunopatología

más frecuentes son la insuficiencia respiratoria tadores de este síndrome. C odifica para una
secundaria a enfermedad pulm onar crónica y proteína de 501 aminoácidos, rica en Pro; se
los tumores malignos. postula que esta pro teína tendría un papel regu-
latorio de la íimción de hnfocitos y plaquetas.
Hipogammaglobulinemia transitoria
de la infancia Síndrome de Di George
Este síndrome es considerado como una pro­ Este síndrome se produce por un defecto en
longación de la hipogammaglobulinemia fisioló­ la embriogénesis del 3“ y 4° arcos faríngeos,
gica que se observa en los lactantes normales que determina hipoplasia o aplasia tímica y pa-
entre los 3 y 6 meses de vida. Esta hipogamma­ ratiroidea, cardiopatía y facies características
globulinemia es la resultante del catabolismo de (micrognatia, hipertelorismo, implantación baja
la IgG materna adquirida por pasaje transplacen­ de pabellones auriculares).La presencia en va­
tario, no compensada aún por la síntesis propia. rios miembros de una misma familia y la pre­
Los pacientes con hipogam maglobulinemia sencia frecuente de alteraciones cromosómicas
transitoria presentan niveles descendidos de IgG (fundamentalmente en el cromosoma 22) su­
hasta los 12 a 24 meses de edad. Los niveles gieren una base genética productora de anoma­
normales de IgM e IgA, el número normal de lías en la embriogénesis.
linfocitos B circulantes y la capacidad de res­ El defecto tímico determina un aumento en
puesta a las inmunizaciones, permiten diferen­ la susceptibilidad a infecciones micóticas y vi­
ciarla de los otros síndromes de deficiencia pre­ rales. Los casos con hipoplasia tímica y parati-
dominante de anticuerpos (cuadro 30-3). Esta roidea son más frecuentes que los que presen­
diferenciación es importante ya que no está indi­ tan aplasia y se denominan: Di George parcia­
cado el tratamiento sustitutivo con gammaglo- les. El grado de compromiso de la respuesta in­
buUna en la deficiencia transitoria, exceptuados mune celular es variable: normal, deprimida o
aquellos casos con infecciones severas. ausente. Las células B así como los niveles de
inmunoglobulinas son normales, pudiendo en­
contrarse IgE elevada. Incrementos en los nive­
INMUNODEFICIENCIAS ASOCIADAS A les de IgE se han encontrado en ésta y otras in-
OTRAS ANOMALÍAS BIEN DEFINIDAS m unodeficiencias con compromiso predom i­
nante de la inm unidad celular. Este hallazgo
Síndrome de Wiskott-Aldrich dem uestra el im portante rol regulador de las
células T en la biosíntesis de IgE.
Síndrome hereditario, ligado al cromosoma
X, caracterizado por eccema, trombocitopenia y Ataxia telangiectasia
otitis recidivantes. Los pacientes presentan sus­
ceptibilidad aumentada a la infección por neu­ Es una enfermedad de herencia autosómica
mococo y otros gérmenes encapsulados así co­ recesiva caracterizada por inm unodeficiencia
mo incidencia aumentada de enfermedades lin­ progresiva de células T, asociada usualmente a
foproliferativas. Suele encontrarse descenso de deficiencia de IgA e IgG2 e IgE. El ADN pre­
IgM y aumento de IgE y en algunos casos de senta marcada fragilidad, observándose traslo-
IgA. La respuesta inmune celular puede ser nor­ caciones y rupturas cromosómicas que en los
mal al comienzo, sufriendo luego un deterioro linfocitos involucra a los loci del receptor T y
progresivo con la evolución de la enfermedad. de las inmunoglobulinas.
Las plaquetas de estos pacientes son peque­ Las células anormalmente sensibles a las ra­
ñas y los linfocitos tienen vellosidades dismi­ diaciones ionizantes tienen alta frecuencia de
nuidas, vistos por m icroscopia electrónica de rupturas de ADN con defectos en la reparación.
barrido. Asociado a estas anomalías morfológi­ Las alteraciones del ciclo celular pueden con­
cas, se detectó en estas células un déficit en la ducir a rearreglos aberrantes y enfermedades
expresión de CD43, molécula probablemente linfoproliferativas.
involucrada en la activación de linfocitos T
(véase cap. 2, Apéndice). Aunque este déficit
contribuye a la patología, no constituye el de­ OTROS SÍNDROMES ASOCIADOS
fecto fundamental, ya que esta enfermedad está A INMUNODEFICIENCIA
ligada al X y CD43 está codificado en cromo­
soma 16. En agosto de 1994 se ha aislado un Síndrome de hiper IgE
gen denominado WASP (proteína del Síndro­
me de W iskott Aldrich) propuesto como res­ Cursa con niveles excepcionalmente eleva­
ponsable del síndrome. Este gen se encontró dos de IgE (2.000 a 40.000 U/ml) asociados a
mutado en tres pacientes no relacionados, por­ infecciones estafilocócicas severas, recidivan­
Inmunodeficiencias 619

tes y eosinofilia. Si bien el defecto básico de Deficiencias del sistema complemento


esta entidad es desconocida, se han encontrado
alteraciones en la respuesta inmune celular y la Se han descrito deficiencias genéticas de to­
función reguladora T, con déficit de la subpo­ dos los componentes del sistema complemento
blación T h l y predom inio de la Th2 (véase pero sólo algunas de ellas (deficiencia de C3,
caps. 2 y 18). También se ha encontrado aso­ C5, C7 y C8) se asocian con una mayor sus­
ciación con déficit de subclases de IgG y de ceptibilidad a las infecciones y deben diferen­
respuesta específica a antígenos polisacáridos. ciarse de otras IDP. El tipo de procesos infec­
ciosos que presentan los pacientes con d e fi­
Inmunodeficiencia con respuesta ciencia de C3 es similar al que se encuentra en
inadecuada al virus de Epstein-Barr las deficiencias predominantes de anticuerpos,
mientras que los pacientes con deficiencias de
Es una enfermedad hereditaria ligada al cro­ componentes tardíos presentan infecciones por
mosoma X, conocida también como síndrome gérmenes gram negativos del género Neisseria
de Duncan. Los individuos con este síndrome, (gonococo, meningococo). La normalidad de la
son varones aparentem ente sanos hasta que actividad hem olítica total (CH50) p erm itiría
contraen la infección con el virus de Epstein excluir prácticamente todas las deficiencias p ri­
Barr y desarrollan mononucleosis infecciosa. marias del sistema complemento. Estas en fer­
La evolución de la in fecció n es fatal en el medades se transmiten como autosómicas rece­
60-70% de los pacientes. La mayoría de los sivas y puede detectarse al portador heterocigo-
que sobreviven desarrollan, en distintos tiem ­ ta porque su suero contiene el 50% de los nive­
pos, linfomas B o hipogammaglobulinemia. les normales del componente deficiente.
La característica de este síndrome es la inca­ C uando el CH50 se encuentra dism inuido
pacidad de producir anticuerpos contra el antí­ deberá realizarse la evaluación de los distintos
geno nuclear del virus (EBNA) siendo normal componentes del sistema. El estudio funcional
la respuesta al antígeno de la cápside (UCA). de estos com ponentes u tiliza m eto d o lo g ías
Se encuentra además deficiencia en la respues­ complejas realizadas sólo por laboratorios alta­
ta celular específica contra el virus de Epstein- mente especializados.
Barr y déficit de la función citotóxica anticuer­ La deficiencia del inhibidor de la C l-estea-
po dependiente (ADCC). El estudio de las po­ rasa presenta manifestaciones clínicas bien de­
blaciones linfocitarias muestra un incremento finidas de edema angioneurótico. El diagnósti­
significativo de la población CD8. co puede realizarse valorando directam ente al
inhibidor o bien a los componentes C3 y C4.
Síndromes de albinismo parcial Aun en ausencia de manifestaciones clínicas se
encontrará descenso marcado de C4 con v alo ­
Comprende el Síndrome de Chediak-Higashi res normales de C3.
y el Síndrome de Griscelli. Ambos síndromes Las deficiencias de componentes tempranos
posee un patrón de herencia AR, con albinismo del sistema complemento, C2 y C4 tienen m a­
parcial oculocutáneo. En ambos la clínica se nifestaciones clínicas similares a diversas e n ­
caracteriza por infecciones piógenas frecuentes fermedades autoinmunes, especialmente lupus
y por presentar las llamadas crisis aceleradas eritematoso sistémico.
con gran compromiso sistémico, fiebre, panci-
topenia, hepatoesplenomegalia por infiltración Deficiencias de la fagocitosis
linfohistiocitaria y altos niveles de citoquinas
(IL-l, lE N a , TNF, IL-6) circulantes. Se postu­ Las deficiencias pueden ser cuantitativas
la una activación macrofágica inadecuada vin­ (granulocitopenias) o funcionales. Las granulo-
culada a la patogenia de la fase acelerada de es­ citopenias son importantes y frecuentes en las
tos síndromes. El síndrome de Chediak Higashi deficiencias secundarias a enfermedades linfo-
se caracteriza por la presencia de gránulos cito- prohferativas, tratamientos inmunosupresores,
plasmáticos gigantes lisosomales en los neutró- etc.; o bien pueden ser el resultado de excesiva
filos. En ambos síndrom es se encuentra una destrucción por anticuerpos antileucocitarios.
disminución importante de función NK así co­ Las neutropenias primarias, hereditarias, son en
mo de la quimiotaxis. cambio, poco frecuentes. Las deficiencias fu n ­
cionales incluyen una variedad de síndrom es
Deficiencias de la respuesta inmune bien caracterizados, que se mencionan en el
inespecífica cuadro 30-4.
En algunos de los síndromes la alteración
Son deficiencias poco frecuentes y constitu­ predom inante se encuentra en la movilidad y
yen en su conjunto aproximadamente el 20% adherencia, con células fagocíticas que no re s­
del total de las IDP. ponden apropiadamente a los estímulos leuco-
620 Inmunopatología

Cuadro 30-4. Defectos de la función de fagocitos

D esignación C élulas afectadas D efecto fu n cio n a l H erencia

E l E n fe rm e d a d g ra n u lo m a to s a fa g o c ito s In c a p a c id a d d e d e s tru ir los m ic ro b io s fag o - LX


c ró n ic a c ita d o s c o n a lte ra c ió n e n la p ro d u c c ió n d e AR
a) L ig a d a al X a n ió n su p e ró x id o p o r d e fe c to d e N A D H -
b) A u to s ó m ic a re c e s iv a o x id a s a

E 2 d e fic ie n c ia d e a d h e sió n le u c o - f a g o c ito s D e fe c to s d e la m o v ilid a d , a d h e re n c ia , qui- AR


c ita rla (def. d e c a d e n a b e ta d e lin fo c ito s m io ta x is y e n d o c ito s is
L F A -1 M a c l , p . 1 5 0 ,9 5 ) NK

E 3 D e fic ie n c ia d e g lu c o s a 6 fo s f a ­ n e u tró filo s D e fe c to d e la a c tiv id a d m ic ro b ic id a AR


to d e s h id ro g e n a s a

E 4 D e fic ie n c ia d e m ie lo p e ro x id a - fa g o c ito s D e fe c to d e la a c tiv id a d m ic ro b ic id a AR

E 5 D e fic ie n c ia d e g rá n u lo s s e c u n ­ n e u tró filo s D e fe c to d e la a c tiv id a d m ic ro b ic id a . A u s e n ­ AR


d a rio s c ia d e g rá n u lo s d e la c to fe rrin a

citarios. En otros, se encuentra deficiencia en la deficiencias de las proteínas citosólicas p47 y


capacidad de ingestión de microorganismos y p67, ambas con herencia AR.
muerte intracelular determinada por la incapa­ Se ha demostrado in vitro que el lEN es ca­
cidad de las células fagocíticas para usar el oxí­ paz de estimular el estallido respiratorio. Los
geno molecular y generar radicales de oxígeno ensayos clínicos han dem ostrado beneficios
microbicidas (peróxido de hidrógeno, anión su­ con el uso de IFN en esta patología.
peróxido). La incapacidad de los neutrófilos de los pa­
cientes de reducir el nitroazul de tetrazolio, es
Enfermedad granulomatosa crónica (EGC) un examen sencillo y títil para su diagnóstico.

C onstituye el síndrom e prototipo de d efi­ Deficiencia en la expresión de proteínas


ciencia de ingestión y muerte intracelular. La de adhesión: LFA-1, C3bi, pl50-95
manifestación clínica fundamental es la infec­
ción recidivante de piel y tejido subcutáneo por Esta deficiencia autosómica recesiva resulta
gérm enes catalasa positivos {Staphylococcus de un defecto en la biosíntesis de una glucopro­
aureus, Nocardia, etc.), con la formación de teína de membrana de 95 Kd (cadena (3) que es
granulomas asociados a hnfadenopatías y hepa- común al receptor para complemento C3bi, al
toesplenomegalia. Comienza en la primera in­ antígeno LFAl y a la proteína p 150-95. La ca­
fancia y es de evolución grave, aun con trata­ dena P se encuentra ligada por uniones cova-
miento antibiótico adecuado. lentes a distintas cadenas a (véase cap. 11) p a­
Es una enfermedad hereditaria debida a de­ ra constituir los antígenos m encionados. Las
fectos moleculares heterogéneos en el sistema, proteínas de adhesión tienen amplia distribu­
de la NADP-oxidasa (fig. 30-4). Esta enzima, ción en distintos tipos celulares. El receptor
que cataliza el estallido respiratorio, está com­ C3bi se expresa en neutrófilos, monocitos, m a­
puesta por al menos 4 subunidades: una gluco­ crófagos, eosinófilos y células NK. El antígeno
proteína de alto PM, gp91-phox (oxidasa de los L F A l, en células B, T y NK.
fagocitos), y la p22-phox, ambos componentes Esta IDP es compleja y, si bien ha sido in­
del citocromo b; y las subunidades p47-phox y cluida por la QMS entre los defectos de fagoci­
p67-phox, componentes citosólicos. La EGC tosis (cuadro 30-4), presenta alteraciones de la
puede resultar de la alteración de cualquiera de función linfocitaria que permiten considerarla
estas subunidades, con lo que se explica la he­ un síndrome de deficiencia más amplio, de cé­
terogeneidad molecular y genética de esta en­ lulas linfocitarias y fagocíticas. Los pacientes
fermedad. Sobre la base de estos conocimien­ presentan como característica, el antecedente
tos se ha propuesto recientemente una clasifi­ de separación tardía del cordón umbilical, con
cación de la EGC en 4 tipos: 1) mutaciones o onfalitis. Son frecuentes las infecciones recidi­
deleciones en el gen que codifica la gp91, con vantes de piel, otitis, abscesos perianales y de­
herencia LX, siendo éste el más frecuente de fectos en la cicatrización de heridas.
los defectos (50-60% de los casos de EGC); 2) Las anomalías inmunológicas incluyen: alte­
defecto del gen que codifica p22 del citocromo raciones en la adherencia, quimiotaxis y fago­
b; es de herencia AR; 3) y 4) corresponden a citosis de granulocitos y macrófagos así como
Inmunodeficiencias 621

C uadro 30-5. Estudio de la respuesta in­ C u a d ro 30-6. Estudio de la respuesta in ­


mune humoral mune celular
N IV E L I N IV E L I

1. D e te rm in a c ió n c u a n tita tiv a d e las in m u n o g lo b u li­ 1. D e te rm in a c ió n d e l v a lo r a b s o lu to d e lln fo ci-


n a s s é ric a s Ig G , I g M , Ig A , Ig E e Ig A se cre to ria. to s /m m ^
2. A n tic u e rp o s p re -e x is te n te s : Iso h e m a g lu tin in a s 2. R e c u e n to d e lin fo c ito s T y su b p o b la c io n e s T p o r la
(an ti A y B ), A n ti-e s tr e p to lis in a O (A S T O ), A n ti- e x p re s ió n d e a n tíg e n o s d e d ife re n c ia c ió n ( C D l ,
te tá n ic o , A n ti-d ifté ric o . C D 2 , C D 3 , C D 4 , C D S , C D 3 8 ).
3. R e c u e n to d e L in fo c ito s B p o r in m u n o g lo b u lin a s 3. P r u e b a s d e h ip e rs e n sib ilid a d ta rd ía a d isü n to s a n tí ­
d e su p e rfic ie , g e n o s : P P D , c a n d id in a , e s tr e p to q u ln a sa -e stre p to -
4. D e te rm in a c ió n c u a n tita tiv a d e s u b c la s e s d e IgG : d o rn a s a .
l g G l ,I g G 2 , I g G 3 , Ig G 4 . 4. R e s p u e s ta p ro life ra tiv a in v itro a in itó g e n o s (P H A ,
C o n A ).
N IV E L H
N IV E L II
1. R e s p u e s ta d e a n tic u e rp o s a la in m u n iz a c ió n a c tiv a
c o n p o lis a c á rid o n e u m o c ó c ic o . 1. R e s p u e s ta p ro life ra tiv a a a n tíg e n o s (c a n d id in a ,
2. P ro d u c c ió n d e in m u n o g lo b u lin a s in v itro m e d ia n te P P D ) y c é lu la s a lo g e n e ic a s (C M L ).
e s tim u la c ió n c o n m itó g e n o s (P W M ). 2. D o s a je d e p ro d u c c ió n d e in te rle u q u in a s : IL -1 , lL - 2 ,
3. O n to g e n ia d e las c é lu la s B p o r la e x p re s ió n d e a n ­ In te rfe ró n .
tíg e n o s d e d ife re n c ia c ió n (C D 1 9 , C D 2 0 , C D 2 1 ) y 3. E s tu d io s e n z im á tic o s: A D A , P N P .
e x p re s ió n d e iso tip o s d e in m u n o g lo b u lin a s. 4. T ip if ic a c ió n H L A .
4 . C o o p e ra c ió n T -B (c o -c u ltiv o s). 5. B io p s ia g a n g lio n a r.
5. B io p s ia rectal y /o g a n g lio n a r.

mecanismos involucrados en la producción de


defectos en la presentación antigénica y funcio­ los distintos síndromes de IDP y deberán ser
nes citotóxicas linfocitarias. La falta de expre­ seleccionados en cada caso.
sión de los antígenos mencionados puede d e­
tectarse por marcación con los anticuerpos m o­
noclonales: CD18 (cadena p), C D lla , CDl Ib C u a d ro 30-7. Estudio de la respuesta in ­
y C D llc . En muchos casos la expresión es par­ mune inespecífica
cial, lo cual dificulta este análisis.
F A G O C IT O SIS

Estudios de lab o rato rio inm unológico N IV E L I


p a ra el diagnóstico de las ID P
1. D e te rm in a c ió n c u a n tita tiv a y m o rfo ló g ic a de g r a n u ­
lo c ito s y m o n o cito s.
La definición de inmunocompetencia requie­ 2. E s tu d io d e m e c a n ism o s m ic ro b ic id a s o x íg e n o d e ­
re no sólo del análisis cuantitativo de los dife­ p e n d ie n te s .
rentes componentes del sistema inmune, sino a) P r u e b a d e r e d u c c ió n d e l n itro a z u l d e tetraz o lio
también de la evaluación funcional de los m is­ ( N B T ).
b) Q u im io lu m ln is c e n c ia .
mos.
Es lítil considerar los estudios que permiten N IV E L / /
evaluar la respuesta inmune humoral, celular e
inespecífica (fagocitosis y com plem ento) en 1. E s tu d io d e la e x p re s ió n d e p ro te ín a s d e ad h e sió n
(a n tíg e n o s L F A l, C 3 b l).
dos niveles (cuadros 30-5 a 30-7). En el primer 2: L e u c o ta x is ,
nivel se incluyen los estudios de “screening”, 3. A c tiv id a d b a c te ric id a.
sencillos y c]ue no requieren laboratorios de al­ 4. E s tu d io s e n z im á tic o s: m ie lo p e ro x ld a s a , g lu c o s a 6
ta complejidad. Con ellos es posible en general fo s f a to d e h ld ro g e n a sa .
definir el tipo y grado de inmunodeficiencia y COM PLEM ENTO
orientar la conducta terapéutica. En el cuadro
30-3 se muestran las diferencias en los estudios N IV E L I
inmunológicos de un grupo de inmunodeficien­
cias con formas de presentación clínica simila­ 1. A c tiv id a d lític a d e l c o m p le m e n to (C H 5 0 ).
2. D e te rm in a c ió n c u a n tita tiv a d e C 3 y C 4.
res que tienen, como se verá más adelante, in­
dicaciones terapéuticas distintas. N IV E L II
Los estudios del segundo n ivel son m ás
1. D e te rm in a c ió n c u a n tita tiv a y f u n c io n a l d e to d o s lo s
complejos, de resorte del especiahsta en su rea­ c o m p o n e n te s d e c o m p le m e n to ( C l a C 9).
lización e interpretación. Algunos son im pres­ 2. D e te rm in a c ió n c u a n tita tiv a y fu n c io n a l d e in h ib id o ­
cindibles para el diagnóstico, como es la deter­ res.
m inación de ADA, frente a una deficiencia 3. C a p a c id a d de g e n e ra r fa c to re s leu c o tá c tic o s .
combinada severa; otros perm iten aclarar los
622 Inmunopatología

Agua oxigenada F ig . 3 0 -4 . R e p re se n ta c ió n e s ­
H „0„ q u e m á tic a d e lo s c o m p o n e n ­
tes d e la N A D P H y las a n o r ­
Oxígeno m a lid a d e s e n la E G C .
O,-,
, '"Oa'
Membrana ; Superóxido

AR: autosómica recesiva


LX: ligada al sexo

La edad del paciente en el momento del es­ La IgE por su baja concentración se mide
tudio es una de las principales consideraciones por métodos de RIA o ELISA.
a tener en cuenta. Dado que la mayoría de las La concentración sérica de inm unoglobuli­
inmunodeficiencias se diagnostican en la infan­ nas varía con la edad, debiendo contar todo la­
cia, debe recordarse que, de acuerdo a la onto­ boratorio con valores de referencia normales
genia del sistema inmune normal, en los prime­ para cada grupo etario,
ros años de la vida hay deficiencias que son fi­ Las subclases de IgG se cuantifican por téc­
siológicas y transitorias. nicas de inmunodifusión radial y ELISA. No
En diagnóstico temprano en las IDP es fun­ hay reproducibilidad entre ambos m étodos,
damental a fin de instaurar la terapéutica apro­ además los resultados pueden variar segiln se
piada antes de que se produzcan lesiones cróni­ utilicen anticuerpos monoclonales o policlona­
cas e irreparables de órganos vitales. En este les. Estas variaciones junto con los amplios
sentido es importante señalar que la mayor par­ rangos de normalidad para esta inmunoglobuli­
te de los estudios m encionados en el nivel I na, dificultan el diagnóstico de deficiencia de
pueden ser realizados en sangre de cordón. subclases de IgG, especialmente en los prime­
El reconocimiento de portadores sanos, co­ ros años de vida.
mo hemos visto, puede hacerse actualmente en Valoración de la producción de anticuerpos
las deficiencias de A DA, PN P, enferm edad específicos:
granulom atosa crónica, agam m aglobulinem ia La inmunidad humoral puede medirse por la
ligada al sexo, síndroine de W iskott-Aldrich, y respuesta de anticuerpos a antígenos a los que
en alguna de ellas es posible el diagnóstico pre­ la población está comúnmente expuesta o si­
natal, mediante estudios realizados en cultivos guiendo una inmunización activa.
de células de líquido amniótico. Ambas infor­
m aciones pueden ser de gran v alo r para el Los tests recomendados son:
diagnóstico temprano y el consejo genético.
1. Anticuerpos naturales: medición de isohe-
Estudios para valorar la competencia maglutininas anti-A y anti-B.
inmunológica 2. Respuesta a inmunizaciones habituales: la
respuesta a toxoide tetánico, diftérico, polisacá­
Cuantificación de inmunoglobulinas ridos de neumococo y meningococo; se valora
por técnicas de heinaglutinación o ELISA. Se
Las inm unoglobulinas séricas IgG , IgM , valoran 2 muestras: la primera pre-inmuniza-
IgA, por lo general se miden por inmunodifu­ ción y la segunda, entre los 15 y 20 días poste­
sión radial o métodos turbidimétircos como la riores al estímulo. El estudio puede realizarse
nefelometría. La eleetroforesis e inm unoelec­ después de un esquema de inmunización com­
troforesis no son apropiados a los fines del pleta o de la aplicación de una dosis de refuer­
diagnóstico de IDP. zo en los previamente vacunados.
Inmunodeficiencias 623

3. Inmunizaciones adicionales; bacteriófago Determinaciones de AD A y PNP


OX 174. Es un potente y seguro antígeno, con
el que la población no ha tenido contacto pre­ Se realizan en general en Usados de glóbulos
vio, que permite valorar respuesta primaria y rojos del paciente. Existen diversas técnicas pe­
secundaria. Dado que en nuestro país no se dis­ ro todas se basan en ofrecer el sustrato (adeno-
pone regularmente del antígeno, no existe ex­ sina para ADA, e inosina para PNP) y valorar
periencia local con el mismo. la generación final de ácido úrico. Una cinética
enzim ática convencional es la generalm ente
Cuantificación de linfocitos utilizada para ambas determinaciones.
B yT
Evaluación del sistema fagocítico
Las células de sangre periférica son cuantífi-
cadas con anticuerpos monoclonales específi­ 1) Análisis cuantitativo y estudio m orfológi­
cos para distintos antígenos celulares. Se utili­ co.
zan técnicas de inmunofluorescencia directa e 2) Estudios funcionales: a) quimiotaxis
indirecta. La lectura se realiza por microscopía b) evaluación del m etabolism o oxidativo:
o citometría de flujo. NBT, quemiluminicencia, muerte intracelular.
Los linfocitos T se valoran con anticuerpos
para CD3, CD4, CD8. Para los linfocitos B se Quimiotaxis
utiliza anti-CD 19 y anti-CD20.
Iguales técnicas se utilizan para cuantificar El test que utiliza la cámara de Boyden es el
monocitos y células NK. más utilizado. Consiste en dos cámaras separa­
das por un filtro millipore. En una de ellas se
Pruebas cutáneas coloca la sustancia atractante y en la otra los
neutrófilos separados del paciente. La m ig ra­
Las pruebas de hipersensibilidad tardía cons­ ción específica se compara con la migración al
tituyen un excelente método para valorar la res­ azar (sin quimioatractante).
puesta m ediada por linfocitos T, in vivo. El
prototipo, es la prueba de tuberculina. Se acon­ Test del nitroblue-tetrazolio (NBT)
seja el uso de varios antígenos purificados
(candidina, tricophyton, toxoide diftérico, etc.). Permite valorar funcionalmente el sistema de
Consiste en la inyección intradérmica de 0 ,1 mi la N ADPH oxidasa en los granulocitos. C onsis­
del antígeno en dilución apropiada, seguida de te en la reducción del NBT, a través de esta vía
la medición del diám etro máximo de indura­ metabólica, con la formación de gránulos azul
ción a las 48hs. violáceos (formazán) dentro del citoplasma de
las células.
Estimulación de linfocitos
in vitro (cultivo) Muerte intracelular
Los linfocitos pueden ser activados por: a) La lisis intracelular de los microorganismos
mitógenos como la PHA, con A, PWM. b) A n­ fagocitados es el paso fínal de la activación de
tígenos como la PPD, candidina etc. c) Células los polimorfonucleares en respuesta a la infec­
alogeneicas. d) Anticuerpos para receptores de ción.
células T com prom etidos en las señales de La muerte celular puede valorarse utilizando
transducción: CD3, CD2, etc. e) Estimulantes bacterias (estafilococo) u hongos (cándida).
de PTK e ionóforos de calcio: PMA e ionomi- La técnica consiste en incubar bacterias op-
cina. La activación T puede valorarse por: a) sonizadas con una suspensión de granulocitos
Medición de la proliferación celular, b) Expre­ del paciente por distintos intervalos. Luego de
sión de antígenos de activación (CD25). c) Li­ desechar las bacterias no fagocitadas, las célu­
beración de citoquinas (IL2, IL4). las son Usadas y las muestras resultantes incu­
Se cultiva un número fijo de células mono- badas en medios de cultivos para determinar el
nucleares en presencia de los diferentes estímu­ número de gérmenes sobrevivientes.
los. Luego de 3 a 5-7 días se marcan con ^H-ti-
midina y se cosechan. La incorporación de ti­
midina es proporcional a la proliferación celu­ T R A T A M IE N T O DE LAS ID P
lar. Los resultados se expresan en emp y son
comparados con controles sin estímulo (basa- La terapéutica específica de las IDP se apoya
les) y con la respuesta de células de individuos fundamentalmente en los tratamientos sustituti-
normales. vos: gammaglobulina para las deficiencias p re­
624 Inmunopatología

dominantes de anticuerpos y TMO y timo fetal fecciosos con dosis de 300 a 500 mg/kg/mes,
para las deficiencias combinadas y algunas de­ que permitan mantener niveles séricos de IgG
ficiencias asociadas a otros defectos. La trans­ superiores a los 400 mg/dl.
fusión de plasma fresco puede ser útil en las En todos los casos, las dosis de gammaglo­
deficiencias de componentes del sistema com ­ bulina requeridas para el tratamiento de las IDP
plemento. Los procesos infecciosos deben ser son elevadas. Las inoculaciones de estos volú­
tratados rápidam ente y con dosis apropiadas menes por vía IM son dolorosas y constituyen
del antibiótico seleccionado según antibiogra- el mayor inconveniente de esta vía. Los prepa­
ma. El uso de antibióticos como tratam iento rados para uso EV permiten la inyección de do­
profiláctico no se recomienda ya que aumenta sis elevadas sin inconvenientes y con buena to­
el riesgo de infección con organismos resisten­ lerancia del paciente.
tes, hongos, etc. Efectos adversos, como son las reacciones
En todo paciente con deficiencia de la res­ de tipo anafiláctico, se producen con poca fre­
puesta inmune celular, las transfusiones, si son cuencia y por mecanismos no bien aclarados.
necesarias, deben realizarse con sangre irradia­ Con los preparados por vía EV, la infusión len­
da por el riesgo de reacción injerto contra hués­ ta reduce o elimina estos efectos. Excepcional­
ped. Las inmunizaciones con gérmenes vivos y mente es necesario el uso de corticoides o anti-
la BCG están formalmente contraindicadas. histamínicos.

T ratam iento sustitutivo Trasplante de médula ósea


con gammaglobulina
Una variedad de síndromes de IDP han podi­
El tratam iento de reem plazo con gamm a- do ser reconstituidos inmunológicainente me­
globulina ha demostrado ser beneficioso para diante TMO. Fundamentalmente las inmunode­
los pacientes con deficiencia de la inmunidad ficiencias combinadas severas asociadas o no a
hum oral. Son indicación absoluta de tra ta ­ déficit enzimáticos (ADA, PNP), el síndrome
m iento perm anente con gam m aglobulina: la de Wiskott-Aldrich, los defectos de expresión
agammaglobulinemia ligada al sexo y autosó­ de L A F l, C3bi y defectos de fagocitosis como
mica recesiva, la deficiencia con hiper IgM, la la enfermedad granulomatosa crónica y el sín­
deficiencia con timoma y la inm unodeficien­ drome de Chediak-Higashi.
cia común variable. En la hipogam m aglobuli­ El TMO es sin duda actualm ente el trata­
nemia transitoria de la infancia, el tratamiento miento de elección para las inmunodeficiencias
sustitutivo está indicado sólo en las infeccio­ combinadas severas, siempre que se disponga
nes graves. La deficiencia asintom ática o aso­ de una dador HLA idéntico. Aun con compati­
ciada a procesos infecciosos leves no es indi­ bilidad sólo a nivel del locus D, se han logrado
cación de tratamiento. En la deficiencia selec­ reconstituciones satisfactorias. Sin embargo, el
tiva de IgA, está contraindicado el tratamiento uso de dadores no HLA idénticos, da lugar a
con gammaglobulina y en las deficiencias de una complicación importante, la reacción injer­
subclases de IgG, asociadas o no a deficiencia to versus huésped, que conduce al fracaso del
IgA, los resultados obtenidos hasta el presente trasplante. A ctualm ente, se utilizan distintos
sugieren un efecto beneficioso en la preven­ métodos (aglutinaciones selectivas, separacio­
ción de infecciones recidivantes del aparato nes celulares por gradientes de densidad, cito-
respiratorio. toxicidad con anticuerpos monoclonales) apli­
Las deficiencias combinadas severas y otras cados in vitro a la médula ósea del dador que
deficiencias como el síndrome de Wiskott-Al- permiten depurarla de las células T responsa­
drich, pueden beneficiarse con el reemplazo de bles de la reacción injerto versus huésped, po­
gammaglobulina como tratamiento auxiliar, pe­ sibilitando el TMO de dador no compatible.
ro deben implementarse otros tratamientos para La recuperación inmunológica post-trasplan-
corregir los defectos subyacentes. te puede evaluarse por la m ejoría clínica, la
Actualmente se dispone de preparaciones co­ presencia de quimerismo celular, la detección
merciales de gammaglobulina para uso por vía de linfocitos T y B circulantes, la recuperación
intram uscular (IM) y endovenosa (EV). Para de la actividad enzim ática en los deficientes
ninguna de estas preparaciones se ha estableci­ previos, la presencia de inmunoglobulinas séri­
do aún la dosis óptima de tratamiento. En gene­ cas, etc.
ral, para la vía IM, la dosis mínima recomenda­ En los casos en los que el TMO es impracti­
da es de 100 mg/kg cada 21-25 días, conside­ cable, resultados satisfactorios se han obtenido
rando que la vida media de la IgG es de tres se­ en algunos casos, especialmente en el síndrome
manas aproximadamente. Para la gammaglobu­ de Di George con trasplantes de timo fetal o
lina endovenosa, trabajos recientes sugieren epitelio tímico, y en otras deficiencias con tras­
mayor eficacia en la prevención de procesos in­ plante de hígado fetal.
Inmunodeficiencias 625

Ya hemos mencionado la terapia génica para ciencia combinada, en ocasiones difícil de dife­
la deficiencia de ADA. Otras deficiencias co ­ renciar por la clínica y el laboratorio inm unoló­
mo las de PNP podrían ser curadas en el futuro gico, de las IDP.
próximo con el mismo tratamiento. Distintas infecciones, especialmente las v ira­
Para las inmunodeficiencias celulares menos les (sarampión, EBV, CMV) producen altera­
severas, el tratamiento con hormonas tímicas, ciones de la respuesta inmune que posibilitan el
interleuquina 2 y otros inmunomoduladores es desarrollo de infecciones por otros microorga­
promisorio, pero se requieren más ensayos con­ nismos. En el individuo normal, el compromiso
trolados que confirmen su utilidad terapéutica. inmunológico determinado por estas infeccio­
nes es transitorio y se recupera con la convale­
cencia de la enfermedad viral. Otros agentes
IN M U N O D E FIC IE N C IA S SECUNDARIAS virales, como el HIV (virus de la inm unodefi­
O ADQUIRIDAS ciencia humana), como se indica en el capítulo
27, se caracterizan por infectar a células del
Son m ucho más frecuentes que las ID P y sistema inmune y producir un deterioro progre­
responden a causa que permiten agruparlas en sivo y permanente de su función.
dos categorías fundamentales: 1) Las que son
consecuencia de distintas enfermedades capa­ Inm unodeficiencias por drogas
ces de alterar cualitativamente o cuantitativa­
mente al sistem a inm une. 2) Las provocadas Es secundaria al uso de citostáticos e inm u­
por el uso de drogas citostáticas e inmunosu- nosupresores para el tratam iento de tum ores
presoras, llamadas en general, inmunodeficien­ malignos, enfermedades autoinmunes o com o
cias iatrogénicas. prevención del rechazo en el trasplante de ór­
ganos.
Inm unodeficiencia.s asociadas Las drogas utilizadas para el tratamiento del
a otras patologías cáncer, son citotóxicas para linfocitos y células
fagocíticas (monocitos y granulocitos) maduros
Una de las causas más frecuentes de IDS en y sus precursores. Por lo tanto, la quimioterapia
nuestro medio y principalmente en la infancia, se acompaña siempre de un período de inm u­
es la desnutrición calórico-proteica, que deter­ nodeficiencia con alto riesgo de morbimortali-
mina alteraciones fundamentalmente en la res­ dad por infecciones. Otros inm unosupresores
puesta inmune celular. Las inmunoglobulinas son más específicos y actúan inactivando fu n ­
no están cuantitativam ente afectadas, pero la cionalmente a las células inmunocompetentes.
respuesta específica a antígenos bacterianos La ciclosporina A, por ejemplo produce inm u­
suele encontrarse disminuida. Las infecciones nosupresión inhibiendo la transcripción del gen
recidivantes son la mayor causa de morbimor- que codifica para la IL-2 y con ello la produc­
talidad en estos pacientes. ción de esta citoquina. Son también potentes
Los tumores malignos en etapa avanzada y inmunosupresores los anticuerpos monoclona­
especialmente las enfermedades linfoprolifera- les d irig id o s co n tra m o lécu las CD3, C D 7 ,
tivas y linfomas, también presentan inmunode­ CD25, utilizados en la clínica fundam ental­
ficiencia. Las leucemias linfáticas crónicas, por mente para prevenir el rechazo de órganos en el
ejemplo, suelen asociarse a hipogammaglobuli­ trasplante.
nemia, déficit de la respuesta humoral e infec­ El uso de tratamientos inmunosupresores ca­
ciones recidivantes por gérm enes encapsula- da vez más agresivos para tratar enfermedades
dos. Los pacientes con linfoma de Hodgkin, en graves como el cáncer ha dado lugar a un au­
cambio, presentan alteraciones de la respuesta mento importante del número de pacientes con
celular. El mecanismo productor de esta defi­ inmunodeficiencias iatrogénicas. Actualmente,
ciencia no se conoce aún, habiéndose postulado la posibilidad de producir citoquinas y factores
efectos supresores por exceso de prostaglandi- estimuladores de colonias (G-CSF, GM -CSF)
na E y también, disminución en la producción por ingeniería genética, ha permitido su uso en
de IL-2. protocolos de tratamiento que tienen como ob­
Las enfermedades asociadas a pérdida de jetivo acortar el período de inmunodeficiencia
proteínas séricas conducen a inmunodeficien­ que acompaña a la quimioterapia.
cias secundarias humorales. Ejemplos de estas
patologías son: el síndrome nefrótico y las en-
teropatías perdedoras de proteínas. Entre estas B IB L IO G R A F ÍA
últimas, vale la pena mencionar a la linfangiec-
tacia intestinal, que produce además de la pér­ S tie h m R , F iiJg in iti V. T ra s to rn o s in m u n o ló g ic o s e n la c t a n ­
tes y n iñ o s . B a rc e lo n a , S a lv a t E d . S .A ., 1987, 2 a E d .
dida proteica, pérdida de linfocitos T por apa­ B u c k le y R H . Im m u n o d e fic ie n c y d ise a s e s. J. A m e ric a n IVle-
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626 Inmunopatología

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g e n e th e ra p y fo r im m u n o d e fic ie n c y d isease,s. A n n u a l R e - ly m p h o c y te s a n d m a c ro p h a g e s b y H IV d u rin g th e in cu -
v ie w s o f Im m u n o lo g y , 6: 5 8 1 , 1988. b a tio n p e rio d .o f A ID S . N a tu re 2 6 2 : 3 5 9 -3 6 2 , 1993.
C u n n in g h a m -R a n d le s C. C lin ic a l a n d im m u n o lo g ic a n a ly ­ R H B u c k le y . A s s e s s in g in h e r ita n c e o f a g g a m a g lo b u lin e -
sis o f 103 p a tie n ls w ith c o m m o n v a ria b le im m u n o d e fi­ m ia . N .B n g . J. M ed . 330: 1 5 2 6 -L 5 2 8 , 1994.
c ie n c y . J o f C lin ic a l Im m u n o lo g y 9: 2 2 , 1989. S D V o s s y c o l. S C ID , IL 2 an d IL -2 re c e p to r: e x p e rim e n ts
Y .R o s e n s te in y c o l. C D 4 3 , a m o le c u le d e f e c tiv e in W is - o f n a tu r e c o n tin u a to p o in t th e w ay. B lo o d 83: 6 2 6 -6 3 5 ,
k o tt-A ld ric h s y n d ro m e , b in d s IC A M -1 . N a tu re 3 5 4 : 2 3 3 - 1994.
2 3 5 , 1991. M E E id e r y c o l. H u m a n s e v e r e c o m b in e d im m u n o d e f i­
F .R o s e n (E d ). Im m u n o d e fic ie n c y . C u rre n t O p in ió n in Im - c ie n c y d u e to a d e fe c t in Z A P -7 0 , a T c e ll ty ro s in e k in a -
m u n o lo g y . V ol. 3, N o . 4 , p p . 5 2 5 -5 5 9 , 1991. se. S c ie n c e 2 6 4 : 1 5 9 6 -1 5 9 9 , 1994.
D .L .B o w e n , H .C .L a n e y A .C .F a u c i. I m m u n o lo g ic a b n o r- S T s u k a d a y c o l. R o le o f B r u tto n ’s ty ro s in e k in a s e in im ­
m a litie s in th e a c q u ir e d im m u n o d e f ic ie n c y s y n d ro m e . m u n o d e fic ie n c y . C u r r O p . Im m u n o l. 6: 6 2 3 -6 3 0 , 1994.
P ro g re s s in A lle rg y 3 7 :2 0 7 -2 2 3 , 1986. W J L e o n a rd . T h e d e fe c tiv e g e n e in X -lin k e d S C ID e n c o d e s
L a p u b lic a c ió n m e n su a l I m m u n o lo g y T o d a y , v o lu m e n I I , a s h a re d in te rle u k in r e c e p to r su b u n it: im p lic a tio n s f o r cy -
n ú m e ro s 6 al 12 c o n tie n e una s e rie d e a c tu a liz a c io n e s s o ­ tik in e p le io tro p y a n d i'e d u n d a n c y . C u rr. O p . Im m u n o l. 6:
bre la re s p u e s ta in m u n e d u ra n te la in fe c c ió n p o r H IV . 6 3 1 -6 3 5 , 1 994.
S .M a t s u m o t o y c o l. P r o g r e s s in p r im a r y i m m u n o d e f i ­ J M J D e rry y c o l. Iso la tio n o f a n o v e l g e n e m u ta te d in W is -
c ie n c y . I m m u n o lo g y T o d a y , 1 3 :4 -6 , 1992. k o tt-A ld ric h sy n d ro m e . C e ll 7 8 : 6 3 5 6 4 4 , 1994.
P rim a ry I tin m u n o d e fic ie n c y D is e a s e s . R e p o r t o f a W H O X W e i y c o l. V ira l d y n a m ic s in H IV -1 in fe c tio n . N a tu re
s c ie n tific g ro u p . I m m u n o d e fic ie n c y R e v ie w s 3; 1 9 5 -2 3 6 , 3 7 3 : 1 1 7 -1 2 1 , 1995,
1992. D D H o y c o l. R a p id tu rn o v e r o f p la s m a v irio n s a n d C D 4
A F is c h e r. P rim a ry T -c e ll im m u n o d e fic ie n c ie s . C u rr. O p . ly m p h o c y te s in H IV -1 in fe c tio n . N a tu re 3 7 3 : 1 2 3 -1 2 6 ,
I m m u n o l. 5; 5 6 9 -5 7 8 , 1993. 1995.
C S o n d á is y c o l. í n d e p e n d e n t m u ta t io n s o f th e h u m a n TFI F ln k e l y co l, A p o p to sis o c c u rs p red o m in a n tly in b y s ta n -
C D 3 -E g e n e re s u ltin g in a T c e ll r e c e p to r/C D 3 c o m p le x d e r c ells and n o t in p ro d u c tiv e ly in fe c te d c ells o f H IV íind
im m ui-vodeficiency. N a tu re G e n e t. 3: 7 7 -8 1 , 1993, S lV -in fe c te d ly m p h no d es. N a tu re M ed . 1: 129 -1 3 6 , 1995.
Gammopatías monoclonales

MARCO PIZZOLATO 31
El término gammopatía monoclonal (GM), te largo tiempo hasta que en la década del ’60,
descrito por Waldenstrom en 1961, implica la gracias a los trabajos de los grupos de Porter,
aparición en sangre u otros líquidos biológicos Edelman y Nisonoff sobre estructura de las Igs,
de una inm unoglobulina (Ig) constituida por se demostró fehacientemente que estos com po­
una sola clase y subclase de cadena pesada: nentes de tipo monoclonal no diferían en forma
gamma (yl, y2, y3, y4); alfa ( a l , a l); mu (ju.l, estructural de las Igs normales. Es más, a causa
(x2); delta (51, 52?); épsüon y/o por un solo ti­ de su extremada homogeneidad estructural fue­
po de cadena liviana (kappa o lambda). Existen ron el sustrato ópümo para los estudios sobre
distintos sinónimos para identificar a las GM dilucidación de estructura de las distintas Igs.
tales como: componentes “M ”; discrasia plas- La aparición de una GM se interpreta enton­
mocítica; paraproteinemia, tan sólo por nom ­ ces como el producto de la desrepresión de ¡a
brar los términos más frecuentes. síntesis de una Ig que, en condiciones normales,
Las Ig tienen su origen en los linfocitos B y se sintetiza en muy baja cantidad, a partir de un
sobre todo en el estadio de mayor diferencia­ solo clon celular. Se trata en realidad de una al­
ción de ellos, las células plasmáticas o plasm o­ teración cuantitativa y no cualitativa corno se
citos. Si consideramos una línea celular consti­ creyó en un principio al considerar a las GM
tuida por plasmocitos agrupados en clones ce­ como proteínas estructuralmente anómalas.
lulares de acuerdo con la teoría de la selección El estudio de las GM ha resultado de funda­
elonal de B urnet, verem os que cada uno de mental importancia, no sólo desde el punto de
ellos dará lugar a una clase, subclase y tipo de vista estructural sino además desde un punto de
Ig y la gran diversidad de éstas se traducirá a vista fisiopatológico, ya que ofrecen un modelo
nivel humoral por la aparición de la típica zona experimental ideal y constituyen, prácticam en­
de elevada heterogeneidad a la electroforesis y te, el único caso en que la proliferación neoplá-
el correspondiente arco de precipitación a la in- sica de un clon celular se acompaña de la pre­
munoelectroforesis (fig. 31-1 A). Por el contra­ sencia de una “proteína marcadora” específica,
rio, cuando se produce la proliferación descon­ secretada por el propio tumor. En este sentido,
trolada de un solo clon celular se evidenciará pueden ser consideradas como un verdadero
su hipertrofia e hiperplasia con la consiguiente “experimento de la naturaleza” y como tal per­
hiperproducción de la Ig específica sintetizada mitieron obtener hallazgos de trascendental im-,
por él. En este caso, el perfil electroforético se portancia, a lo largo de la evolución de la in­
caracterizará por la aparición de una banda es­ vestigación biomédica en este campo, tales co­
trecha característica (componente “M”) y en la mo: a) la formulación de la hipótesis elonal de
inmunoelectroforesis se observará un arco de la respuesta inmune; b) la caracterización de la
precipitación con heterogeneidad restringida estructura y función de las Igs; c) el descubri­
que resulta típico de este tipo de anomalías co­ miento de la técnica de hibridomas para la pro­
nocidas como GM (fig. 31-lB). ducción de anticuerpos monoclonales.
En un principio se consideró a estos com po­ Desde el punto de vista clínico, las G M pue­
nentes como proteínas anómalas y se les dio el den observarse en enfermedades m alignas co­
nombre de “paraproteínas”. Esto fue así duran­ mo ciertos trastornos linfoproliferativos o, en
626 Inmunopatología

R o s e n F S , C o o p e r M D , W e d g w o o d R Y . T h e p rim a ry im - L H a m m a rs tro m y co l. M o le c u la r b a s is fo r h u m a n im m u ­
m u n o d é fic ie n c ie s , N . E n g . J. M e d . 3 1 1 : 2 3 5 -2 4 2 , 1984. n o d e fic ie n c ie s . C u rr. O p . Im m u n o l. 5: 5 7 9 -5 8 4 , 1993.
K a n to ff P W , F r e e m a n S M , A n d e r s o n W F . P r o s p e c ts f o r J E m b re ts o n y c o l. M a ss iv e c o v e rt in fe c tio n o f h e lp e r T
g e n e th e ra p y fo r im m u n o d e fic ie n c y d ise a s e s. A n n u a l R e - ly m p h o c y te s a n d m a c ro p h a g e s b y H IV d u rin g th e in cu -
v ie w s o f Im m u n o lo g y , 6: 5 8 1 , 1988. b a tio n p e rio d .o f A ID S . N a tu re 2 6 2 : 3 5 9 -3 6 2 , 1993.
C u n n in g h a m -R a n d le s C. C lin ic a l a n d im m u n o lo g ic a n a ly - R H B u c k le y . A s s e s s in g in h e r ita n c e o f a g g a m a g lo b u lin e -
sis o f 103 p a tie n ls w ith c o m m o n v a ria b le im m u n o d e fi­ m ia . N .E n g . J. M ed . 330: 1 5 2 6 -L 5 2 8 , 1994.
c ie n c y . J o f C lin ic a l Im m u n o lo g y 9: 2 2 , 1989. S D V o s s y c o l. S C ID , IL 2 an d IL -2 re c e p to r: e x p e rim e n ts
Y .R o s e n s te in y c o l. C D 4 3 , a m o le c u le d e f e c tiv e in W is ­ o f n a tu r e c o n tin u a to p o in t th e w ay. B lo o d 83: 6 2 6 -6 3 5 ,
k o tt-A ld ric h s y n d ro m e , b in d s IC A M -1 . N a tu re 3 5 4 : 2 3 3 - 1994.
2 3 5 , 1991. M E E id e r y c o l. H u m a n s e v e r e c o m b in e d im m u n o d e f i­
F .R o s e n (E d ). Im m u n o d e fic ie n c y . C u rre n t O p in ió n in Im - c ie n c y d u e to a d e fe c t in Z A P -7 0 , a T c e ll ty ro s in e k in a -
m u n o lo g y . V ol. 3, N o . 4 , p p . 5 2 5 -5 5 9 , 1991. ■se. S c ie n c e 2 6 4 : 1 5 9 6 -1 5 9 9 , 1994.
D .L .B o w e n , H .C .L a n e y A .C .F a u c i. I m m u n o lo g ic a b n o r- S T s u k a d a y c o l. R o le o f B r u tto n ’s ty ro s in e k in a s e in im ­
m a litie s in th e a c q u ir e d im m u n o d e f ic ie n c y s y n d ro m e . m u n o d e fic ie n c y . C u r r O p . Im m u n o l. 6: 6 2 3 -6 3 0 . 1994.
P ro g re s s in A lle rg y 3 7 :2 0 7 -2 2 3 , 1986. W J L e o n a rd . T h e d e fe c tiv e g e n e in X -lin k e d S C ID e n c o d e s
L a p u b lic a c ió n m e n su a l I m m u n o lo g y T o d a y , v o lu m e n 11, a s h a re d in te rle u k in r e c e p to r su b u n it: im p lic a tio n s fo r cy -
n ú m e ro s 6 al 12 c o n tie n e una s e rie d e a c tu a liz a c io n e s s o ­ tik in e p le io tro p y a n d re d u n d a n c y . C u rr. O p . Im m u n o l. 6:
bre la re s p u e s ta in m u n e d u ra n te la in fe c c ió n p o r H IV . 6 3 1 -6 3 5 , 1 994.
S .M a t s u m o t o y c o l. P r o g r e s s in p r im a r y i m m u n o d e f i ­ J M J D e rry y c o l. Iso la tio n o f a n o v e l g e n e m u ta te d in W is ­
c ie n c y . I m m u n o lo g y T o d a y , 1 3 :4 -6 , 1992. k o tt-A ld ric h sy n d ro m e . C e ll 7 8 : 6 3 5 6 4 4 , 1994.
P rim a ry I tin m u n o d e fic ie n c y D is e a s e s . R e p o r t o f a W H O X W e i y c o l. V ira l d y n a m ic s in H lV -1 in fe c tio n . N a tu re
s c ie n tific g ro u p . I m m u n o d e fic ie n c v R e v ie w s 3: 1 9 5 -2 3 6 , 3 7 3 : 1 1 7 -1 2 1 , 1995.
1992. D D H o y c o l. R a p id tu rn o v e r o f p la s m a v irlo n s a n d C D 4
A F is c h e r. P rim a ry T -c e ll im m u n o d e fic ie n c ie s . C u rr. O p . ly m p h o c y te s in H I V -I in fe c tio n . N a tu re 3 7 3 : 1 2 3 -1 2 6 ,
I m m u n o l. 5: 5 6 9 -5 7 8 , 1993. 1995.
C S o n d á is y c o l. í n d e p e n d e n t m u ta t io n s o f th e h u m a n T H F in k e l y co l. A p o p to sis o c c u rs p red o m in a n tly in b y s ta n -
C D 3 -E g e n e re s u ltin g in a T c e ll r e c e p to r/C D 3 c o m p le x d e r c ells and n o t in p ro d u c tiv e ly in fe c te d c ells o f H IV ímd
im m u ito d e fic ie n c y . N a tu re G e n e t. 3: 7 7 -8 1 , 1993. S lV -in fe c te d ly m p h no d es. N a tu re M ed . 1: 129 -1 3 6 , 1995.
Gammopatías monoclonales

MARCO PIZZOLATO 31
El término gammopatía monoclonal (GM), te largo tiempo hasta que en la década del ’60,
descrito por Waldenstróm en 1961, implica la gracias a los trabajos de los grupos de Porter,
aparición en sangre u otros líquidos biológicos Edelman y Nisonoff sobre estructura de las Igs,
de una inm unoglobulina (Ig) constituida por se demostró fehacientemente que estos com po­
una sola clase y subclase de cadena pesada: nentes de tipo monoclonal no diferían en forma
gamma (yl, y2, y3, y4); alfa ( a l , a l); mu (ju.l, estructural de las Igs normales. Es más, a causa
(t.2); delta (51, 52?); épsüon y/o por un solo ti­ de su extremada homogeneidad estructural fue­
po de cadena liviana (kappa o lambda). Existen ron el sustrato óptimo para los estudios sobre
distintos sinónimos para identificar a las GM dilucidación de estructura de las distintas Igs.
tales como: componentes “M ”; discrasia plas- La aparición de una GM se interpreta enton­
mocítica; paraproteinemia, tan sólo por nom ­ ces como el producto de la desrepresión de ¡a
brar los términos más frecuentes. síntesis de una Ig que, en condiciones normales,
Las Ig tienen su origen en los linfocitos B y se sintetiza en muy baja cantidad, a partir de un
sobre todo en el estadio de mayor diferencia­ solo clon celular. Se trata en realidad de una al­
ción de ellos, las células plasmáticas o plasm o­ teración cuantitativa y no cualitativa corno se
citos. Si consideramos una línea celular consti­ creyó en un principio al considerar a las GM
tuida por plasmocitos agrupados en clones ce­ como proteínas estructuralmente anómalas.
lulares de acuerdo con la teoría de la selección El estudio de las GM ha resultado de funda­
clonal de B urnet, verem os que cada uno de mental importancia, no sólo desde el punto de
ellos dará lugar a una clase, subclase y tipo de vista estructural sino además desde un punto de
Ig y la gran diversidad de éstas se traducirá a vista fisiopatológico, ya que ofrecen un modelo
nivel humoral por la aparición de la típica zona experimental ideal y constituyen, prácticam en­
de elevada heterogeneidad a la electroforesis y te, el único caso en que la proliferación neoplá-
el correspondiente arco de precipitación a la in­ sica de un clon celular se acompaña de la pre­
munoelectroforesis (fig. 31-1 A). Por el contra­ sencia de una “proteína marcadora” específica,
rio, cuando se produce la proliferación descon­ secretada por el propio tumor. En este sentido,
trolada de un solo clon celular se evidenciará pueden ser consideradas como un verdadero
su hipertrofia e hiperplasia con la consiguiente “experimento de la naturaleza” y como tal per­
hiperproducción de la Ig específica sintetizada mitieron obtener hallazgos de trascendental im-,
por él. En este caso, el perfil electroforético se portancia, a lo largo de la evolución de la in­
caracterizará por la aparición de una banda es­ vestigación biomédica en este campo, tales co­
trecha característica (componente “M”) y en la mo: a) la formulación de la hipótesis clonal de
inmunoelectroforesis se observará un arco de la respuesta inmune; b) la caracterización de la
precipitación con heterogeneidad restringida estructura y función de las Igs; c) el descubri­
que resulta típico de este tipo de anomalías co­ miento de la técnica de hibridomas para la pro­
nocidas como GM (fig. 31-lB). ducción de anticuerpos monoclonales.
En un principio se consideró a estos com po­ Desde el punto de vista clínico, las G M pue­
nentes como proteínas anómalas y se les dio el den observarse en enfermedades m alignas co­
nombre de “paraproteínas”. Esto fue así duran­ mo ciertos trastornos linfoproliferativos o, en
628 Inmunopatología

2 Trastornos inmunoproliferativos
í .l Las GM, tanto las malignas como las benig­
& nas, pertenecen al grupo de los trastornos linfo-
proliferativos de las células B. En el hombre,
estas patologías presentan cierta complejidad
sobre todo en lo que respecta al cuadro citomor-
fológico y al distinto grado de proliferación. A
pesar de estas diferencias cabría preguntarse si
responden, o no, a un mismo estímulo desenca­
denante que actuaría a distintos niveles de dife­
renciación de una misma línea celular.
Los trastornos linfoproliferativos en general
pueden dividirse en dos grupos: 1) aquellos que
muestran una proliferación progresiva de la po­
POLICLONAL blación celular, que incluye los procesos neo-
plásicos malignos y 2) aquellos que luego de
un estadio de actividad linfoproliferativa se su­
ceden de una fase estacionaria.
De acuerdo con esto cabría preguntarse: a) si
el proceso controlado es de naturaleza benigna
y b) si un mismo estímulo puede desencadenar
en primer lugar un estadio estacionario primario
y, en un segundo tiempo, transformarse en una
neoplasia maligna. Esto dependerá de dos fac­
tores principales: por una parte, del tipo de cé­
lulas comprometidas y, además, de los factores
que regulan su proliferación. Actualm ente se
acepta que dentro de la categoría 1) se incluye
el MM, la macroglobulinemia de Waldenstrom,
la leucemia linfática crónica y linfomas, mien­
tras que en el grupo 2) se ubicaría la GMB. Sin
embargo, hasta el momento no ha resultado po­
sible otorgar un lugar preciso a los distintos ti­
pos de enfermedad de las cadenas pesadas.
Una clasificación clínica de las distintas GM
que responde en general a la propuesta por Mi-
MONOCLONAL chaux y Heremans (1969), y que sobre la base
de nuestra experiencia es la que goza de mayor
Fig. 31-1. E s q u e m a s o b re la s ín te s is d e in m u n o g lo b u lin a s
predicamento en la actualidad entre las distin­
(Ig) y la d ife re n c ia c ió n e n tre su o rig e n p o lic lo n a l y m o n o ­ tas clasificaciones comunicadas en la bibliogra­
clo n a l. fía sobre el tema, divide a las GM en tres gru­
A , y A j: L ín e a c e lu la r d e p la s m o c ito s a g ru p a d o s en c lo n e s. pos principales (véase cuadro 31-1).
Bj y Bj! Ig p ro d u c id a s y se c re ta d a s p o r lo s d istin to s c lo n e s
d e p la s m o c ito s .
c B a n d a d e e le v a d a h e te r o g e n e id a d e le c t r o f o r é t ic a al GM MALIGNAS
p ro te in o g ra m a d e b id o al p o lim o rf is m o m o le c u la r del
c o m p le jo in m u n o g lo b u lín ic o .
D A rc o d e p r e c ip ita c ió n a la in m u n o e le c tro f o r e s is c o ­ M ieloma múltiple (MM)
r re s p o n d ie n te a u n a p ro d u c c ió n p o lic lo n a l d e Ig.
Cj! P re se n c ia d e u n g ra d ie n te “M ” d e o rig e n m o n o c lo n a l Es una proliferación neoplásica sistémica de
al fra c c io n a m ie n to e le c tro fo ré tic o . células plasmáticas caracterizada por la infiltra­
Dj! A rc o d e p re c ip ita c ió n c o n la típ ic a h e te r o g e n e id a d r e s ­ ción en forma difusa de la médula ósea (MO),
trin g id a d e u n c o m p o n e n te “M ” .
e incluso de otros órganos, y por la formación
de tum ores óseos. El diagnóstico de MM se
efectúa sobre la base de tres elementos princi­
pales: a) una infiltración plasmocitaria en MO
ausencia de ellos, constituir las GM secunda­ u otro órgano; b) presencia de una Ig monoclo­
rias o las que se ha convenido en denominar nal en sangre (S) u orina (O); c) presencia de
GM idiopáticas o “benignas” (G.M.B.) y que imágenes osteolíticas no explicables por otras
últimamente R. Kyle propone identificar como causas, fractura o aplastamiento vertebral, u os-
“GM de significado indeterminado” (MGUS). teoporosis generalizada. Para el diagnóstico de
Gammopatías monoclonales 629

Cuadro 31-1 secreción de ella hacia el espacio extracelular.


Existe, no obstante, un muy pequeño número de
1) M alignas p rim arias M.M. “no productores” de Ig.
a) M ie lo m a m ú ltip le
1. S e c re to r (Ig G , IgA , Ig D , Ig M , Ig E , c a d e n a s L )
2. N o se c re to r Origen celular
3. E x tra m e d u la r ( p la s m o c ito m a so lita rio )
4. L e u c e m ia d e c é lu la s p la s m á tic a s El sustrato celular de todas estas GM es el
b) M a c r o g lo b u lin e m ia d e W a ld e n s tro m (Ig M ) linfocito y específicam ente el linfocito B. El
c) E n fe rm e d a d d e la s c a d e n a s p e s a d a s (g am m a, a lfa ,
lin fo cito proviene de una célula p recu rso ra
m u)
d) O tra s a fe c c io n e s m a lig n a s d e l te jid o h e m o p o y é tic o (stem cell) de MO la que a su vez tam bién da
(le u c e m ia s y lin fo m a s ) origen a las series eritroide, mieloide y mega-
2) Secundarías o asociadas cariocítica.
a) N e o p la sia s d e te jid o s n o p ro d u c to re s de in m u n o g lo ­
Si bien una célula B normal bajo estímulos
b u lin a s
b C irro s is h e p á tic a y o tra s h e p a to p a tía s c ró n ic a s apropiados puede proliferar y diferenciarse has­
c) C o la g e n o p a tía s ta célula plasmática, una célula B neoplásica es­
d) D iv e rs o s c u a d ro s c lín ic o s q u e c u rs a n h a b itu a lm e n te taría cap acitad a solam ente p ara p ro life ra r.
con G P
Aceptando esta hipótesis y de acuerdo con la fi­
3) Idiop áticas o “benignas p rim arias”
a) D e te rm in a d a s g e n é tic a m e n te gura 31 -2, podemos demostrar que las distintas
b) T r a n sito ria s enfermedades incluidas dentro de las GM ma­
lignas poseen un sustrato celular específico, de
acuerdo con lo propuesto por Salmón y Selig-
mann. Cabe hacer notar que, si bien la función
MM resulta imprescindible el estudio del me- principal de ia célula plasmática es la de produ­
dulograraa obtenido por aspiración o biopsia. cir y secretar grandes cantidades de Ig, no me­
La punción se efectúa habitualmente en ester­ nos importante resulta la secreción de otros fac­
nón o cresta ilíaca, pudiéndose reahzar incluso tores solubles por parte de ella, tales com o el
en otros huesos. La proporción de células plas­ factor activador de los osteoclastos (FAO), el
máticas puede oscilar entre un 10 y un 90%. factor inhibidor de los osteoclastos (FIO) acti­
Con respecto a la m orfología pueden encon­ vados por interleuquina 1-beta (ILl-p) y el fac­
trarse form as m aduras, inm aduras y células tor de necrosis tumoral beta (FNT-P) que serían
multinucleadas. los responsables de las lesiones osteolíticas en
En el 98 a 99% de los pacientes con M M se el MM ; además, la liberación de mediadores
detecta una GM en sangre u orina. D esde el que estimulados por los linfocitos T supresores
punto de vista inmunológico, las más frecuen­ y a través del macrófago, provocan la inhibi­
tes son las de tipo IgG, luego las IgA, las GM ción del proceso madurativo de los linfocitos B
de cadenas livianas o de Bence Jones, las IgD y con la consiguiente disminución de las Igs nor­
una muy baja incidencia de IgE e IgM. males, produciendo el típico cuadro de inmuno-
Las GM de cadenas livianas o de Bence Jo­ deficiencia humoral asociado con las GM.
nes conforman un tipo muy especia! ya que son
aquellas que se asocian con los denominados Etiopatogenia
mielomas micromoleculares. A causa del bajo
peso molecular de las cadenas üvianas (22 kD), Las causas que provocan la proliferación
éstas filtran a través del glomérulo, incluso en neoplásica de las células B aún no están aclara­
ausencia de daño renal y, a pesar de no mostrar das. N o obstante, se sabe que estim ulaciones
GM en sangre (a excepción de los casos con in­ antigénicas reiteradas pueden provocar en cier­
suficiencia renal grave), cursan en forma cons­ tos casos (depende del tipo de antígeno y del
tante con un cuadro urinario de tipo mieloma- sistema inmune del receptor) un desarrollo mo­
toso caracterizado por una excreción acentuada noclonal de linfocitos B. Este clon puede invo-
de fragmentos livianos de origen monoclonal, lucionar como en el caso de las GM “transito­
en diversos grados de polimerización. rias” o puede transformarse en un clon maligno
Existe un grupo de MM muy poco frecuente, bajo la acción de un agente mutagénico como
denominado “no secretor”, caracterizado por no por ejemplo un oncoARN-virus o diferentes ti­
presentar GM en sangre ni en orina. En las dis­ pos de oncogenes (c-myc; H y Lras). En algu­
tintas casuísticas no superan generalmente el nos casos pudo demostrarse que el producto de
1 al 2% del total de casos. Mediante estudios de estos clones poseía actividad anticuerpo especí­
inmunofluorescencia con antisueros monoespe­ fica contra ciertos Ags a los que el paciente ha­
cíficos anticadenas pesadas y livianas pudo de­ bía estado expuesto años antes de la aparición
mostrarse, en la mayor parte de estos casos, una de un proceso maligno, dando lugar a la hipóte­
síntesis adecuada de la Ig monoclonal, o sea sis del doble estímulo. Así, por ejemplo, se de­
que la alteración estaría localizada a nivel de la mostró actividad antiestreptolisina de la G M en
630 Inmunopatología

■-Stem Cell
(MO)

IL6 IL6

CP

Retroalimentación
negativa

Ig IL1-P
FNT-p

F ig . 3 1 -2 . D ife re n c ia c ió n n o rm a l d e las c é lu la s B .
A breviaturas. M O : M é d u la ó se a; L B : L in fo c ito B; A g : A n tíg e n o ; Ig: In m u n o g lo b u lin a s ; F A O : F a c to r a c tiv a d o r d e lo s o s ­
te o c la sto s ; F IO : fa c to r in h ib id o r d e lo s o s te o b la sto s ; L I: L in fo q u in a s in m u n o rre g u la d o ra s ; IL: in te rle u q u in a s (1 ,4 ,6 ); C P :
C é lu la p la s m á tic a ; FNT-(3: fa c to r d e n e c ro s is tu m o ra l p

un paciente con fiebre reumática recurrente; ac­ Factores genéticos. Existe poca información
tividad anti a^-m acroglobulina de caballo en con respecto a los factores genéticos que po­
otro paciente que había recibido inyecciones drían intervenir en la etiología del MM en el
sucesivas de suero de caballo hiperinmunc, tan hombre. Aberraciones comunes a los distintos
sólo por nombrar algunos casos (fig. 31-3). tipos de GM han sido relatadas, aunque el valor
En la actualidad, sin embargo, la hipótesis de este hallazgo aún hoy se discute y no se ha
con mayor predicam ento es la que considera logrado establecer una correlación entre los ha­
que la GM responden a una alteración en la re­ llazgos citogenéticos y el estado clínico de los
gulación del sistem a inm une vinculado a la pacientes. Han sido descritos varios casos de
edad del paciente. Avala esta hipótesis la cre­ GM en miembros de una misma familia.
ciente incidencia de G M transitorias postras­ Virus. A diferencia de otros tumores malig­
plantes, tanto renal como de médula ósea, cuya nos del sistema linforreticular no se ha demos­
frecuencia aumenta con la edad. trado asociación aparente entre MM y virus.
Sobre un estudio realizado en 122 pacientes
Factores predisponentes con MM, en los que se determinó el título de
Ac contra el Ag del cápside del virus de Eps-
Edad, sexo y raza. Se observa una incidencia tein Barr, no se obtuvieron resultados significa­
acentuada a partir de los 50 años y hasta los 70 tivos con respecto a los controles normales.
aproximadamente. Con respecto a la distribu­ Radiaciones. Se ha demostrado una inciden­
ción en función del sexo no se han observado cia mayor de MM, así como de otros trastornos
diferencias significativas. En un estudio realiza­ linfoproliferativos en individuos expuestos a
do en los EE.UU., en 1971, se encontró el doble radiaciones ionizantes, sobre todo en un estu­
de incidencia en la población blanca con rela­ dio poblacional realizado en Hiroshima y Na-
ción a la negra. Esta experiencia fue válida so­ gasaki. Asimismo, en estudios realizados en ra­
lamente para ese estudio local, no resultando diólogos se observó una incidencia mayor de
extrapolable al resto de la población. En un tra­ MM que la esperada.
bajo realizado diez años después por los mis­ Cuadros clínicos asociados. Procesos infec­
mos investigadores, se obtuvieron resultados ciosos e inflam atorios crónicos, así como tu­
opuestos a los anteriores ya que, en la actuali­ mores no reticulares, se observan con frecuen­
dad, el MM sería la enfennedad hematológica cia en los antecedentes clínicos de estos pa­
maligna más frecuente entre la población negra. cientes.
Gammopatías monoclonales 631

N- células
F ig . 3 1 -3 E tio lo g ía p r o b a ­
ble d e las G M .
R espuesta inm une normal
A breviaturas:
1 = A g = a n tíg e n o
1012 -
2 = M g = a g e n te m u ta g é n ic o
3 = D ia g n ó s tic o (D ) y c o ­
m ie n z o d e l tr a t a m i e n ­
to (T)
P L : P e río d o d e 'la te n c ia
G M : G a m m o p a tía m o n o c lo n a l

700 T ie m p o
(d ía s )

Alteraciones humorales asociadas lomatosas, su posible mecanismo ha sido des­


crito recientem ente. E stim ulando lin fo cito s
Anem ia. Es una de las características del normales con Ag o mitógenos se observó que
MM. Se presenta habitualmente en el momento liberaban una sustancia movilizadora de calcio
del diagnóstico o sobreviene durante el curso denominada “factor activador de los osteoclas-
de la enfermedad. Generalmente es de tipo nor- tos” (FAO). La actividad del FAO ha sido de­
inocítico normocrómica, aunque puede ser ma- mostrada incubando hueso fetal de rata m arca­
crocítica. La anemia del MM es refractaria al do con calcio radiactivo y el factor. Flasta el
hierro, vitamina y ácido fólico. Los factores momento se ha demostrado que el FAO no se­
que contribuirían a provocar la anemia serían ría la parathormona ni dihidrocalciferol o una
invasión medular por parte de los plasmocitos, prostaglandina sino que se trataría de un p o li­
aumento de la destrucción de los eritrocitos, péptido con un peso m olecular com prendido
pérdida de sangre, insuficiencia renal, factores entre 10 y 100 kD.
asociados con procesos infecciosos y con fac­ Sobrenadantes de cultivos de MO de pacien­
tores nutricionales. tes con MM mostraron que contienen el FAO.
Alteración de la hemostasia. Responde a dife­ Cultivos del mismo tipo con MO de pacientes
rentes causas y generalmente se observa en los con otras heraopatías malignas o benignas no
componentes monoclonales de tipo IgA e IgM y secretan este factor. Cortes de hueso de pacien­
inuy rara vez en los IgG. A pesar de que se han tes con MM mostraron la presencia de osteo-
descrito anticuerpos contra los distintos factores clastos activos en las áreas de reabsorción ósea.
de coagulación en el MM, la alteración de la h e­ Uremia. Otra de las alteraciones humorales
mostasia no sería causada por una verdadera importantes del MM la constituye el aumento de
reacción Ag-Ac sino que existiría un impedi- la urea circulante que revela el grado de insufi­
inento en la formación del coágulo por un fenó­ ciencia renal que muestran estos pacientes. La
meno previo de “gelación”, que estaría provoca­ insuficiencia renal junto con los cuadros de in­
do por la interferencia del componente “M ” en fección generalizada es una de las causas más
el proceso de polimerización de la fibrina. frecuentes de muerte en ios pacientes con MM.
Hipercalcemia. Es otro elemento caracterís­ Existen dos elementos principales que confluyen
tico, aunque no constante, del MM. En algunos en la producción de la insuficiencia renal y del
casos se ha descrito el “ shock” hipercalcémico denominado “riñón mielomatoso”: la hipercal­
como causa de óbito en pacientes con MM. Las cemia y la proteinuria de Bence Jones (BJ). La
lesiones osteolíticas dan una típica imagen en relación entre el metabolismo del calcio y la in­
sacabocado y provocan en el paciente una sin- suficiencia renal es muy importante. Algunos
tom atología característica y en muchos casos autores consideran a la hipercalciuria com o el
son las responsables de fracturas patológicas. factor principal en la producción de la insufi­
En lo que respecta a la destrucción ósea y a ciencia renal, mientras que otros, en cambio, ad­
la movilización del calcio por las células mie- judican a la proteinuria de BJ tal consecuencia.
632 Inmunopatología

Inmunodepresión. O tra alteración humoral Se presenta con preferencia en individuos de


que acompaña al MM es la hipogammaglobuli­ sexo m asculino por encim a de ios 40 años,
nemia generalizada. En los distintos tipos de aunque también se han descrito casos en p a ­
MM se observa una discreta o acentuada hipo­ cientes más jóvenes. Clínicamente se observan
gammaglobulinemia que provoca el estado in- Unfoadenopatías, hepatomegalia y esplenome­
munodeficitario típico de estos pacientes, que galia. Suelen presentar anemia hipocróm ica,
padecen infecciones recurrentes y en los que eosinofilia y un edema característico en el pala­
las neumonías y septicemias son frecuentemen­ dar. Los episodios infecciosos son frecuentes
te el cuadro terminal de la enfermedad. Uno de (pulm onías, bronquitis, etc.) y, en la m ayor
los mecanismos para explicar la hipogam m a­ parte de los casos, constituyen la causa princi­
globulinemia sería que la proliferación del clon pal de muerte de estos pacientes.
celular que sintetiza el componente “M ” inhibi­ En MO se observa un incremento de células
ría el desarrollo de otros clones celulares. Zoila plasm áticas con regular grado de atipicidad,
y col., trabajando con plasmocitomas trasplan- linfocitos y células reticulares. Habitualmente
tables, demostraron que poseían un efecto in- no se observa compromiso óseo ni renal como
munodepresivo sobre la respuesta prim aria y sucede en el MM.
secundaria frente a diferentes antígenos. La hi­ Desde el punto de vista proteico se observa
pótesis que sostienen es que deprimirían la ma­ una GM estructuralm ente sem ejante al frag ­
duración de los precursores de las células pro­ mento Fe de la IgG. Por su bajo peso molecular
ductoras de anticuerpos. (53 kD) se excreta, al menos parcialmente, por
la orina. La movilidad electroforética es de be-
Macroglobulinemia ta 2-globulina y presenta un aspecto de menor
heterogeneidad que las IgG tetrapeptídicas nor­
Se denomina macroglobulinemia a la presen­ males.
cia de un componente monoclonal sérico de ti­ Para su detección inmunoquímica debe efec­
po IgM. Se clasifican en primarias y secunda­ tuarse la inmunoelectroforesis, primero frente a
rias. La macroglobulinemia primaria se conoce anti-gamma y luego con anti-Fc, anti-Fab, anti-
tam bién com o enferm edad de W aldenstróm kappa y anti-lambda. Frente a anti-gam m a y
(MW). Para el diagnóstico de MW, además de anti-Fc debe obtenerse un arco de precipitación
la GM de tipo IgM, debe demostrarse prolifera­ paraproteico característico, m ientras que la
ción anormal de células atipicas de estirpe lin­ reacción con anti-Fab, anti-kappa y antilambda
foide en MO y en otros órganos del sistema re- debe ser negativa. Por la posible existencia de
ticuloendotelial. determ inantes antigénicos “ ocultos” se reco­
A causa del elevado PM de la IgM, y sobre mienda repetir las determinaciones con los dis­
todo cuando se encuentra en alta concentra­ tintos antisueros luego de la reducción y alqui-
ción, los pacientes con macroglobulinemia sue­ lación de la proteína aislada.
len presentar síndrome de hiperviscosidad co­
mo cuadro asociado. La presencia de crioglo- ECP tipo alfa ( a). Fue descrita inicialmente
bulinemia también es frecuente. por Sehgman y col. Se ha comunicado hasta el
A diferencia de lo que ocurre en el MM, en momento un m ayor número de casos que de
la MW no se observa destrucción ósea. enfermedad de Franklin (tipo gamma).
En la mayor parte de los casos resulta muy El cuadro clínico se presenta como un lin­
difícil diferenciar entre m acroglobulinem ias foma maligno del intestino, con fuertes dolo­
primarias y secundarias. Las GM de tipo IgM res abdominales, síndrome de malabsorción y
se asocian preferentem ente con MW, aunque pérdida de peso acentuada, aunque se han des­
en menor escala suelen encontrarse en neopla- crito ECP tipo alfa sin aparente compromiso
sias reticulares como linfomas y leucemias (so­ intestinal. Generalmente no se observa linfa-
bre todo LLC) e incluso en un muy escaso nú­ denopatía, hepatom egalia ni esplenomegalia.
mero de mielomas. Esta enferm edad afecta en general a ind iv i­
duos jóvenes, incluso en edad pediátrica, y
Enfermedad de las cadenas pesadas (ECP) presenta una incidencia mayor en países del
Mediterráneo.
En estos casos, la GM es estructuralm ente En suero se detecta una GM a expensas de
semejante al fragmento Fe de las Ig. Hasta el cadenas a que no reacciona con antisueros an-
momento se han descrito tres clases de ECP: ti-kappa ni anti-lambda. Suele presentarse en
distintos grados de polimerización, razón por la
E C P tipo gam m a (y). El prim er caso fue cual no siempre se detecta en orina. El PM del
descrito en 1964 por Franklin y col, y los casos monómero es del orden de los 39 kD. En los
publicados con posterioridad son relativamente análisis electróforéticos muestran una m ovili­
escasos. dad variable entre la zona alfa^ y gamma,.
Gammopatías monoclonales 633

ECP tipo m u (fl). Dentro de las ECP, es la cia cualitativa entre el MM y la GMB en cuan­
menos frecuente. La mayor parte de los casos to al tipo de inmunoglobulina comprometida,
descritos hasta el momento, luego del primero ya que es semejante en ambos casos, se o bser­
publicado en 1969, presentaba un cuadro clíni­ va en cambio una neta diferencia cuantitativa.
co de leucem ia linfática crónica con anemia, En el MM, sobre todo si no se trata en form a
elevada susceptibilidad a las infecciones, hepa- adecuada, existe una rápida proliferación del
tom egalia y esplenom egalia. En MO se e n ­ clon celular con la consiguiente hiperproduc­
cuentra un cuadro caracterizado por infiltración ción del componente monoclonal; en cambio,
linfoplasmocitaria (alrededor de un 45% de lin­ la característica p rin cip al de la GMB es la
focitos y 25 a 30% de células plasmáticas). Las constancia en los niveles circulantes del C9 m-
células plasm áticas suelen presentar grandes ponente monoclonal a través del tiempo. E sta
vacuolas intracitoplasmáticas. es justam ente la diferencia más importante en ­
Desde el punto de vista proteico se observa tre la forma benigna donde existe una “prolife­
una GM constituida por cadenas (l la que, a di­ ración controlada” de un clon de células p las­
ferencia de los casos anteriores, presenta una máticas con relación a la proliferación progre­
pronunciada heterogeneidad electroforética y siva de la form a m aligna. La incidencia de
no siempre puede detectarse mediante el sim­ GMB fue determ inada por distintos autores,
ple proteinograma. Presenta un PM de alrede­ encontrándose una frecuencia variable entre el
dor de 55 kD y tendencia acentuada a la form a­ 1 al 3% en la población normal por encima de
ción de agregados. También, a diferencia de las los 50 años de edad. En virtud del distinto ori­
ECP de tipo gamma y alfa, en las de tipo mu gen de las investigaciones se descartaría la in­
((l) se sintetizan cadenas livianas, de ahí que en fluencia de un posible factor geográfico.
la mayor parte de los casos se acompañan por De acuerdo con la descripción de distintos
presencia de proteinuria de Bence Jones, gene­ autores, aún no queda claro si la GMB es nece­
ralmente de tipo kappa. Estudios por inmuno- sariamente una primera etapa del proceso de ti­
fluorescencia demostraron la síntesis intraeito- po mielomatoso; es decir, si constituiría o no
plasmática de cadenas |J. y K dentro de una m is­ un “estadio prem aligno”. Estadísticam ente se
ma célula con lo cual se concluye que, a dife­ ha comprobado que un bajo número de pacien­
rencia de lo que ocurre en la ECP de tipo gam ­ tes portadores de una GMB desarrollan con el
ma y alfa, en las de tipo mu existiría, más que tiempo un MM; no obstante, a pesar de que es
un problema de déficit de síntesis de cadenas poco probable, no resultaría imposible, ya que
livianas, un defecto de ensamble entre las cade­ hay autores que han descripto la eclosión de
nas H y L para constituir la estructura tetrapep- MM en pacientes con GMB luego de m ás de
tídica completa. 18 años de seguimiento (Kyle 1976, 1986).
Sobre la base de todos estos elementos y de
los aportados por otros autores se puede con­
G M SECUNDARIAS cluir que la GMB representaría un estadio p re­
O ASOCIADAS maligno potencial de alto riesgo que, frente al
estímulo de distintos agentes mutagénicos, po­
Tal como muestra el cuadro 31-1, dentro de dría experimentar una transformación neoplási­
este grupo se incluyen patologías que habitual­ ca del clon de células B.
mente cursan con una GP y en un muy bajo nú­ No obstante, si bien la posibilidad de ex p e­
mero de casos pueden asociarse con una GM. rim entar una transformación maligna estad ís­
En estos casos resulta fundamental precisar ticamente es mayor para este clon que p ara la
el origen secundario de la GM, ya que en m u­ población policlonal que le dio origen, a la luz
chos de ellos puede coexistir incluso un MM u de los conocimientos que poseemos hasta hoy
otra GM maligna primaria con la enfermedad no podem os afirm ar que se trate n e c e sa ria ­
de base. mente de un estadio prem aligno y ello d ep en ­
dería, tal como acontece en la etio lo g ía de
Gammopatía monoclonal otros procesos neoplásicos, de la interrelación
benigna (GMB) entre el huésped, sobre todo de su sistema In­
munológico, y los distintos agentes am bienta­
Se conoce también como GM idiopática o les, naturales y sintéticos, a los que se encuen­
esencial (W aldenstrom, 1961). Habitualmente tra expuesto.
se observa en individuos de edad avanzada, ge­ Por otra parte, se cree que esta proliferación
neralmente entre los 55 y los 75 años de edad, controlada de células plasmáticas normales que
que no presentan una sintomatología atribuible constituyen la GMB estaría favorecida por un
a la GM y en los que la presencia del com po­ estado de inmunodeficiencia ligado a la edad.
nente monoclonal aparece como la única alte­ No es casual t^ue en los distintos estudios esta­
ración humoral. Si bien no existe una diferen­ dísticos realizados en diferentes poblaciones
634 Inmunopatología

normales se haya descrito un incremento en la do de inmunosupresión del paciente, y la gra­


frecuencia del componente “M ” a medida que vedad pronóstica de la enfermedad, evaluada a
aumentaba el rango etario de los individuos es­ través de los correspondientes estadios clíni­
tudiados. En este sentido, una de las posibles cos, se pudo observar que a mayor gravedad
teorías para explicar la aparición de las GM se­ del cuadro clínico se corresponde un marcado
ría la producción espontánea o inducida de una grado de inmunodeficiencia.
mutación somática, cuya incidencia sabemos Estudios de Spitler y col. demostraron que,
que aumenta proporcionalmente con la edad, además de los bajos niveles de Igs circulantes,
tanto en hum anos como en m odelos experi­ en los pacientes con MM existe una deficiencia
mentales en ratón. en la función de los neutrófilos, es decir que
existiría también un compromiso de los meca­
INMUNORREGULACIÓN nismos inespecífícos de defensa. Esta deficien­
EN MM cia en la actividad leucocitaria no sería un de­
fecto intrínseco de las células en sí, ya que re-
Los problemas infecciosos son la causa prin­ suspendiendo leucocitos normales en plasma
cipal de mortalidad en los pacientes con MM. de pacientes se observa una disminución de la
Si bien ello también sucede con otros tipos de fagocitosis, lo cual demostraría que existe una
cánceres, y en especial en los del sistema linfo- relación directa entre concentración del compo­
rreticular, el MM es el caso donde los episo­ nente “M ” en el plasma del paciente y activi­
dios infecciosos son más frecuentes y graves, dad leucocitaria.
mostrando un típico, y prácticamente linico, ca­ En lo que respecta a la inmunidad celular se
so de déficit inmunológico, principalmente de vio que no se encuentra comprometida en MM,
la respuesta inmune humoral. lo que explicaría la baja incidencia de infeccio­
El paciente con MM muestra una tendencia nes virales y fúngicas en estos pacientes. En
acentuada a contraer infecciones bacterianas nuestro caso, el estudio de la re.spuesta celular
recurrentes, no así con respecto a virus y hon­ se efectuó a nivel clínico in vivo evaluando la
gos. Si bien el tratamiento habitual con antibió­ hipersensibilidad retardada mediante pruebas
ticos puede ser efectivo, existe una resistencia cutáneas. Estos resultados coinciden con los
notable en el caso del Streptococcus pneumo- obtenidos por otros autores mediante pruebas
niae, de ahí justamente que la neumonía sea la in vitro de proliferación de linfocitos periféri­
causa principal de muerte en la mayor parte de cos por estímulo con Ag y mitógenos. Se ob­
estos pacientes. servó que los linfocitos periféricos de pacientes
Estudios preliminares han permitido demos­ con MM mostraban una respuesta normal al ser
trar que existe no sólo un déficit en los niveles estim ulados con fitohem oaglutinina o poke-
de Ig circulantes, sino que incluso los pacientes weed mitógeno (PWM).
con MM presentan una producción menor de Teniendo en cuenta que en el MM no existe
Ac como respuesta a la estim ulación con Ag una deficiencia generalizada de la respuesta in­
habituales (vacunas: tifoidea, diftérica, neumo- mune sino que se encuentra específicam ente
cócica, etc.) deprimida la inmunidad humoral, en los ú lti­
Otros autores, ensayando la respuesta de pa­ mos años la investigación se orientó hacia los
cientes con MM al estímulo con vacuna neu- mecanismos por los cuales se encuentra reduci­
mocócica en relación con controles normales, y da la producción de Ig. Existen tres m ecanis­
m idiendo los niveles de Ac antineum ococos mos principales que regulan la respuesta inmu­
seis semanas después de la inmunización, en­ ne en el MM: 1) el hipercatabolismo de las Ig,
contraron que en los pacientes la respuesta es­ 2) la presencia de células supresoras circulantes
taba deprimida en forma significativa. No obs­ derivadas de LT y 3) la red idiotípica (véase
tante, observaron una diferencia notoria en lo cap. 18).
que respecta a la respuesta individual llegando El valor del catabolismo de las IgG en p a­
a establecer una relación entre buena respuesta cientes con MM de tipo IgG se encontró dupli­
y niveles de leucocitos mayores de 5.000/mm^ cado con respecto al normal. Esto fue demos­
y mala respuesta en los casos con leucocitos trado años atrás por Waldmann y Strober y se
menores de 5.000/m m \ debe a una relación directa entre la concentra­
Con respecto a los niveles de las distintas Igs ción de IgG y el grado de catabolismo. Los pa-
fisiológicas en nuestros pacientes con MM, he­ ratopes de Ac sintetizado neutralizaban epito­
mos observado una reducción de las 3 Igs prin­ pes antigénieos. No obstante, a pesar de que es­
cipales (IgG, IgA e IgM) en el 70% de los ca­ to explicaba los bajos niveles de las IgG poli­
sos, de sólo 2 Igs en el 20% y, en alrededor del clonales, no servían para explicar el déficit del
10%, sólo una Ig se encontraba deprim ida. resto de Igs.
Comparando asimismo la relación entre el défi­ Un trabajo fundamental que mostró el papel
cit de Igs, como parámetro que expresa el gra­ de células supresoras en el mecanismo de in-
Gammopatías monoclonales 635

munodepresión en pacientes con MM fue reali­ En tanto que tradicionalmente se consideró


zado por Broder y col. en 1975. Estimulando la célula plasmática (CP) como la célula term i­
linfocitos de pacientes con MM con PWM, ob­ nal en la diíérenciación del linfocito B, la cual
tenían un bajo índice de secreción de Ig com­ no participaba así como tampoco era m ay o r­
parado con los controles normales. Cuando rea­ mente influida por el complejo mecanismo que
lizaban un cultivo mixto de linfocitos de MM regula la respuesta inmune, los nuevos conoci­
con linfocitos norm ales y luego estim ulaban m ientos en materia de inm unorregulación en
con PWM, la respuesta de los linfocitos norm a­ MM permiten determinar que las células plas­
les se suprimía. Esto perm itió demostrar que máticas malignas son funcionalmente pluripo-
una o más células supresoras actuaban en el tenciales y son capaces de deprimir la respuesta
m ecanism o del inm unodepresión. E studios inmune normal, pero a su vez el sistema inm u­
posteriores permitieron establecer que se trata­ nológico del portador puede alterar su c re c i­
ba de monocitos macrófagos. La contraprueba miento celular y función. Es decir que existiría
se realizó, por una parte, removiendo los fago­ una interrelación tal entre el tumor y la re s­
citos mononucleares de los linfocitos periféri­ puesta inm une que, m ientras a través de sus
cos (LP) y observando la respuesta al PWM de m ediadores hum orales y celulares el tu m o r
los LP de pacientes con MM. Inversam ente, provocaría la inmunodepresión, el sistema in­
agregando fagocitos mononucleares de MM a mune del paciente actuaría regulando el desa­
LP de individuos normales se lograba inhibir la rrollo y crecimiento del propio tumor. Sabemos
respuesta al PWM. desde tiempo atrás que el producto principal de
A la luz de los conocimientos actuales, que la CP, los Acs o Igs, son los encargados del
consideran como dubitativa la existencia de mecanismo de regulación de su propia síntesis.
clones celulares que cumplan exclusivamente Existen, sin embargo, otros factores producidos
esa función, la actividad supresora observada por el clon mahgno de CP, como el factor plas-
podría estar relacionada con la calidad de las mocitoma (PC), que es una linfoquina inmuno-
interleuquinas que sintetizan linfocitos y m a­ moduladora cuya función sería la regulación de
crófagos, de algunas de las cuales se sabe que la producción de Ig por células B (IL4 ?), ade­
pueden ejercer efecto estimulativo o supreso- más del interferón, que influiría tam bién en
rio según el “blanco” celular sobre el que ac­ forma aún no aclarada sobre la respuesta in m u ­
túan. En el capítulo 18 se exponen en form a ne del paciente, y otro no relacionado con la re­
más detallada estos m ecanism os de re g u la ­ gulación de la respuesta inmune que son el fac­
ción. tor activador de los osteoclastos (FAO) y el
En modelos experimentales en ratón se ob­ factor inhibidor de los blastos (FIO), que serían
servó que, incluso los plasmocitomas que no los responsables de las lesiones óseas caracte­
producen componente “M ”, poseen efecto inhi­ rísticas del MM.
bitorio en la producción de Igs normales. La El mecanismo descrito anteriormente sobre
expresión clínica de este modelo en el humano lá regulación del sistema inmune en MM, que
son los denominados mielomas “no secretores” pudo dem ostrarse en el modelo experim ental
que cursan generalm ente con marcada h ip o ­ de plasmocitoma en el ratón, sería extrapolable
gammaglobulinemia. De esta forma se demos­ a lo que observamos en humanos.
traría que los mediadores de la inmunodepre­
sión serían completamente independientes del
tipo inm unológico y de la concentración del EL L A B O R A T O R IO EN E L ESTU D IO
componente “M ”. DE IN M U N O G LO BU LIN A S
Resumiendo, podemos decir que el síndrome M O N O C LO N A LES
de inmunodeficiencia en MM, tanto en anim a­
les como en el hombre, se caracteriza por: 1) La importancia clínica de las inmunoglobuli­
depresión de la respuesta inmune humoral, en nas monoclonales (Igm) radica en su valor co­
especial la primaria, 2) está deprimida la res­ mo marcadores tumorales.
puesta humoral tanto con Ag T-dependientes Su identificación, tipificación y cuantifica­
(GR de carnero) como T-independientes (poli­ ción correcta resulta de fundamental im portan­
sacárido de neumococo) y 3) la respuesta in ­ cia en el diagnóstico, pronóstico y monitoreo
mune celular no está alterada. No obstante, San de los procesos malignos de las células B, entre
M iguel y col. m uestran que las células T y los cuales el mieloma múltiple es el más fre­
otras poblaciones celulares accesorias pueden cuente.
desempeñar un papel clave en la inmunorregu- El estudio de estas Igm en el laboratorio se
lación del M.M. Estos autores encontraron un realiza siguiendo una marcha analítica descrita
m a rcad o d e s e q u ilib rio en el c o c ie n te en el cuadro 31 -2 y en la figura 31 -4.
CD4/CD8, tanto por un aumento de las células La detección de Igm o componentes “M ” se
DC8 como por descenso de las CD4. realiza habitualm ente m ediante el fracciona-
636 Inmunopatología

alrededor del 95% de los casos de gammopatía


monoclonal (GM). El porcentaje restante está
constituido por mielomas “no secretores”, cier­
to número de mielomas micromoleculares y de
baja secreción y por los casos de Igm “ocultas”
dentro de fracciones normales del electrofore-
grama sérico. La inspección visual (evaluación
cualitativa) es el método recom endado para
identificar Igm, ya que la elución o el registro
densitográfico se prestan a interpretaciones
erróneas.
Luego de la detección de la Igm corresponde
efectuar su tipificación inmunológica; es decir,
determinar la clase de cadena pesada (y, a , ¡t , 5
o e) y el tipo de cadena liviana ( k o X) para
confirmar su origen monoclonal. Las técnicas
utilizadas son la inmunoelectroforesis y la elec-
troinmunofijación (figs. 31-5, 31-6 y 31-7).
La cuantificación de la Igm así como de las
Ig normales o fisiológicas no sólo es importan­
te desde el punto de vista diagnóstico, sino que
resulta imprescindible en el seguimiento de los
distintos tipos de GM para estimar evolución, y
sobre todo respuesta terapéutica en el caso de
las de origen maligno.
La cuantificación de las Ig se realiza habi­
tualmente por inmunodifusión radial. En cier­
tos laboratorios de alta complejidad se utiliza la
inmunonefelometría. En el caso específico de
F ig. 31-4. Cuadro analítico básico para la cíiracterización la Igm se recom ienda efectuarla m ediante la
de la Ig m onoclonales.
En 1 se observa la presencia de un com ponente “M ” ca ra c­
cuantificación de la respectiva banda del pro­
terístico con m ovilidad electroforética en la zona y lenta. teinograma electroforético, ya que los métodos
En 2, in m u n o ele ctro fo resis con suero an tih u m an o total inmunológicos suelen sobreestimar el valor a
(aT) donde se observa un arco de precipitación anóm alo de causa de una diferente reactividad de los anti­
tipo IgG (flecha). En 3, se confirm a con un suero antiin-
m unoglobulinas (a Ig). En 4, se m uestra el proteinogram a
sueros contra las distintas subclases de Ig. Ac­
electroforético de orina (OP) en relación con el suero del tualm ente, los laboratorios que procesan un
paciente (SP) con una banda hom ogénea posbetaglobulinas elevado número de muestras complementan la
(proteinuria de Bence Jones). E n 5, se observa la inm unoe­ investigación de Inmunoglobulinas (Igm) me­
lectroforesis de SP y O P con suero antikappa (a K) donde
se m uestra que las cadenas livianas, tanto del com ponente
diante la determ inación del cociente kappa/
“M ” tetrapeptídico (IgG ) com o las libres (proteína de B en ­ lambda ( kJX) sérico y/o urinario en autoanali-
ce Jones), son de tipo kappa. zadores, con técnicas inmunoturbidimétricas o
inmunonefelométricas.
La investigación de proteinuria de Bence Jo­
miento electroforético de las proteínas séricas nes (BJ) debe efectuarse en orina de 24 h, pre­
y/o urinarias en gel de agarosa o acetato de ce­ viamente concentrada, mediante al menos un
lulosa. Mediante esta técnica pueden detectarse fraccionamiento electroforético.
En el caso de observar una banda homogé­
C uadro 31-2. Caracterización de Igm nea entre las zonas alfa^ y gamm aglobulinas
debe realizarse una inm unoelectroforesis y/o
Suero electroinmunofijación con antisueros anti-kap-
- Identificación de la Igm pa y anti-lambda para confirmar la presencia de
- Tipificación y confirm ación de nom onoclonalidad
- C uantificación de la Igm
proteína de BJ.
- C uantificación de Igs norm ales y álbum inem ia En caso de obtener reacción negativa frente
- D eterm inación de beta, m icroglobulina a ambas podría tratarse de beta^ microglobuli­
O rin a na, proteína que se sintetiza en gran cantidad
D eterm inación de proteínas totales
- C oncentración de orina de 24 h en curso de procesos linfoproliferativos y que
-- Investigación de proteína de B ence Jones (B J) por su bajo peso molecular (22 kD) se excreta
- Tipificación y confirm ación inm unológica de proteína por orina aun en ausencia de daño renal.
deB J Las pruebas de termosolubilidad para la in­
Investigación de beta, m icroglobulina
vestigación de proteína de BJ deben ser defini-
Gammopatías monoclonales 637

Fig. 31-5. Electroforesis e inm unofijación con antisuero m onoespecífico antilam bda, d e orina perteneciente a un p acien te
con m ielom a de tipo m icrom olecular.
C ondiciones de trabaje. A y B fraccionam iento electroforético sim ultáneo durante 2 0 ’ en buffer veronal; pH: 8,5; 0,05
seguido en B de inm unofijación con 40 |-il de antisuero m onoespecífico antilam bda durante 5 minutos.
Es im portante destacar la sensibilidad, especificidad y elevada resolución de la E lF en la identificación de co m ponentes
m onoclonales con m ovilidad electroforética muy sem ejante.

— Hp

a.ATr

Alb Std

ita
Fig. 31-6. Patrón sérico obtenido m ediante inm unoelectroforesis bidim ensional en un caso con com plicación renal. T o m a­
do de: P izzolato, M Clin C him A cta, 45: 207, 1973.
C ondiciones de trabajo: 1 |al de m uestra. Electroforesis en la prim era dim ensión 250 V; en buffer tris-glicina pH : 9 ,2 , du­
rante 4 0 ’. Segunda dim ensión: EID en 90° con respecto a la prim era corrida, 150 |il de antisuero hum ano total d u ran te 12
horas.
638 Inmunopatología

K yle R y Bayrd E: The M onoclonal G am m opathies, M ú lti­


p le M y e lo m a a n d R e la te d P la s m a - C e ll D is o r d e r s .
S pringfield III, C harles C. Thom as, pp. 159, 1976.
K yle R: M onoclonal G am m opathy o f undeterm inated sig ­
nificance; natural hlstory o f 241 cases. Am J M ed, 64:
184, 1978.
K yle R: M yelom a and related disorders. C linics in Flema-
tology, 11: m , 1982.
K yle, R. “T he g am m opathies” . Sem inars in H em atology,
Vol. 32, 1995.
K yle R y G arton I P: Laboratory m onitoring o f m yelom a
proteins. Sem inars in O ncology, 13: 310, 1986.
M edical R esearch C o u n cil’s W orklng Party for Therapeu-
tic Triáis in L eukem ia: R eport on the first M yelom atosls
T rial. I. A naly sis o f p resen tin g featu res o f p ro g n o stic
im portance. B r J H aem at, 24: 123, 1973 y Br. J. C áncer,
48:841, 1980.
N ational C áncer Institute, C om m ittee o f the C hronic L e u ­
kem ia, M y elo m a T ask F orcé: P roposed gu id elin es for
protocol studies, II Plasm a Cell M yelom a. C áncer Che-
m other. Rep, 4: 145, 1973.
O sserm ann E: Plasm a Cell D yscrasias: A current Perspec-
tive. A cta H aem at, 68: 167, 1982.
P avlovsky S, D upont J y Pizzolato M: M ielom a m últiple.
D iagnóstico, factores pronósticos y tratam iento. M ed ici­
ne, 7: 367, 1982.
Pizzolato M , Torquatti S, S toliar A, Pizzolato M C y W i-
kinski R: P araproteínas idiopáticas ¿B enignas? In cid en ­
cia en individuos aparentem ente sanos. Revista ABA, 40:
96, 1975.
Pizzolato M , B echerini I, C avagnaro F y Pavlovsky S: P a ­
rám etros pronósticos en M ielom a M últiple. M edicina, 6:
569, 1976.
TLG + IF Pizzolato M , Goñi F y S alvarezza R: linm unoflxation on
WM PS NS ce llu lo se acetate: An im p ro v ed screen in g m e th o d fo r
a ' a'
m onoclonal im m unoglobulins. J Im m unol M ethods, 26:
365, 1979.
Pizzolato M , G oñi F, V illa N, G asparini S y B resciani P:
F ig . 31-7. D eterm inación sim ultánea del tipo ininunológi- D iagnóstico de enferm edad de las cadenas pesadas. D es­
co y el peso m olecular de Igs m onoclonales y sus fragm en­ c rip c ió n de un n u ev o m é to d o . R e v is ta A B A , 46: 11,
tos m ediante TL G -IF (gel filtración-inm unofijación). T o­ 1982.
m ado de: Pizzolato, M y col R ev A BA , 46: 11, 1982. P izzolato M: Screening o f M on o clo n a l Im m un o g lo b u lin s
/ a 3: TLG (gel filtración en capa fin a ) by Im m unofixation o f cellulose acetate. On “M ethods in
1. Suero de un paciente con m acroglobulinem ia de W a l­ É nzim ology". V ol 92. E d S P C olow ick y N O Kaplan.
denstrom (W M ). “Im m unochem ical T echniques” P art E C oEd H V an V u ­
2. Suero de un paciente (PS) con GM de tipo IgG-K. nakis y J J Langone. A cadem ic Press, N. Y. 1983, pág.
3. Suero norm al (NS). 220 .
4 y 5. TLG + IF (G el filtra ció n - inm unofijación) Pizzolato M y Goñi F: Thin layer gel filtration im m unofi­
4. M uestra 2 con antisuero antigam m a (ay). xation: Identification o f abnorm al m olecular w eight im ­
5. M uestra 2 con antisuero antialfa (aa). m u n o g lo b u lin s or related frag m en ts. J Im m u n o l M e t­
hods, 72: 91, 1984.
P izzolato, M. Vifflo J. “G am m opaties esen ciale s” . E n c i­
clopedia Iberoam ericana de H em atología. A . López B o ­
tivamente descartadas a causa de su baja sensi­ rrasca y col. Ed. U n iversidad de S alam an ca (E spaña).
bilidad. V ol. II, 521, 1992.
Salm ón S y Seligm ann M : B -eell neoplasia in m an. Lcm-
cet, 2: 1230, 1974.
San M iguel, J. p., G o nzález, M . G ascón, A. “I.ym p h o id
B IB L IO G R A F IA s u b se ts and p ro g n o s tic fa cto rs in m ú ltip le m y e lo m a .
B lo o d 74; 379, 1989.
A lexanian R, B alcerzak S, B o n n et J, G ehan E, H aut A, W a ld e n s tro m J: D ia g n o s is a n d T re a tm e n t o f M ú ltip le
H ew lett J y M onto R: P ro g n o stlc F acto rs in m ú ltip le M yelom a. N ew Y ork, G ruñe & Stratton, 1970.
m yelom a. Cáncer, 36: 1192, 197.5. W hicher J, C alvin J, R iches P, W arren C; T he laboratory
D urie B y Salm ón S: A clinical Staging System for M últi­ investigation o f paraproteinem ia. A n n CU Biochem , 24:
ple M yelom a. Cáncer, 36: 842, 1975. 119, 1987.
Manifestaciones de hipersensibilidad.
Alergia

RICARDO MARGNI 32
Al comienzo de este libro, al hablar de inm u­ pecíficas. Dentro de las primeras, las llamadas
nidad, decíamos que la inoculación de un antí­ de tipo inm ediato se producen como c o n se ­
geno producía un efecto beneficioso pues los cuencia de la interacción de antígenos y anti­
anticuerpos elaborados por el huésped, como cuerpos séricos, y las retardadas son originadas
consecuencia de la penetración de ese antígeno, por antígenos y células específicamente sensi­
tenían la capacidad de neutralizar la acción del bilizadas (cuadro 32-1).
agente agresor. Pero no siempre las cosas ocu­ Si bien lo de inmediato o tardío está relacio­
rren de esa manera ya que, segtín las caracterís­ nado con el tiempo de aparición del fenómeno,
ticas del antígeno, su vía de penetración, el tipo en las primeras, aun cuando la formación de los
de anticuerpo formado o las características ge­ inmunocomplejos es rápida, la expresión clíni­
néticas del huésped, puede desencadenar un ca puede ser tardía, como ocurre en la reacción
efecto desfavorable caracterizado por una m a­ de Arthus.
nifestación de hipersensibilidad conocida con
el nombre de alergia.
Alergia fue definida originalmente por von HIPERSENSIBILIDAD ESPECÍFICA
Pirquet como “modificación de la respuesta de
un organismo a sustancias a las cuales ha sido Para entender las interrelaciones entre hiper­
precedentemente sensibilizado”. Esta definición sensibilidad e inm unidad, el ejemplo clásico
amplia incluye también la inmunidad; hoy se la del neumococo quizá pueda aclarar m ejor las
ha restringido a “efecto perjudicial de hipersen­ cosas. Si se vacunan cobayos mediante varias
sibilidad”, pero no por variaciones cuantitativas inoculaciones de neum ococos muertos, estos
de la sensibilidad, sino cualitativas. De esta m a­ anim ales se hacen resistentes a la infección
nera, se engloba dentro de alergia a toda mani­ neum ocócica, y demuestran por lo tanto que
festación de hipersensibilidad desencadenada han adquirido inmunidad. Si a esos cobayos se
como consecuencia de la inoculación de un an­ les inyecta el poliósido de la cápsula d e los
tígeno y diferente de cualquier acción que el an­ neumococos, en la misma dosis con la cual es
tígeno podría tener por sí mismo. Esta defini­ inactivo en el cobayo normal, pero m ediante
ción perm ite diferenciar la dism inución del inoculación intravenosa, se d esencadena un
efecto tóxico de una toxina diftérica, por ejem ­ choque anafiláctico. Si los cobayos tienen un
plo, en un animal previamente inoculado con buen título de anticuerpos precipitantes y se les
ella (variación cuantitativa, fenómeno de tipo inocula intradérmicamente el poliósido neum o­
inmunitario), de un choque anafiláetico desen­ cócico, en el punto de inoculación se producirá
cadenado en un animal de experiencia reinocu­ una necrosis por desencadenamiento de un fe­
lado con albúmina de huevo, como consecuen­ nómeno de Arthus. Si lo que se inyecta a los
cia de la liberación de mediadores químicos. cobayos por vía intradérmica es la proteína del
Las manifestaciones de hipersensibilidad se neumococo, se produce una inflamación local
agrupan en dos capítulos fundamentales: el de debida a una alergia retardada. Se ha elegido
las manifestaciones específicas, originadas por para la experiencia el neumococo por las carac­
la penetración de un antígeno, y el de las no es­ terísticas de su estructura antigénica, pero otras
638 Inmunopatología

K yle R y Bayrd E: The M onoclonal G ainm opathies, M ú lti­


p le M y e lo m a a n d R e la te d P la s m a - C e ll D is o r d e r s .
S pringfield III, C harles C. Thom as, pp. 159, 1976.
K yle R: M onoclonal G am m opathy o f undeterm inated sig-
nificance; natural history o f 241 cases. Am J M ed, 64:
184, 1978.
K yle R: M yelom a and related disorders. C linics in H em a-
tology, 11: m , 1982.
K yle, R. “T he g am m opathies” . Sem inara in H em atology,
Vol. 32, 1995.
K yle R y G arton J P; Laboratory m onitoring o f m yelom a
proteins. Seminar.': in O ncology, 13: 310, 1986.
M edical R esearch C o u n cil’s W orking Party for Therapeu-
tic Triáis in L eukem ia: R eport on the first M yelom atosis
T rial. I. A naly sis o f p resen tin g featu res o f p ro g n o stic
im portance. B r J H aem at, 24: 123, 1973 y Br. J. C áncer,
48:841, 1980.
N ational C áncer Institute, C om m ittee o f the C hronic L e u ­
kem ia, M y elo m a T ask F orcé: P roposed gu id elin es for
protocol studies. II Plasm a Cell M yelom a. C áncer Che-
m other. Rep, 4: 145, 1973.
O sserm ann E: Plasm a Cell D yscrasias: A current Perspec-
tive. A cta H aem at, 68: 167, 1982.
P aviovsky S, D upont J y Pizzolato M: M ielom a m últiple.
D iagnóstico, factores pronósticos y tratam iento. M ed ici­
ne, 7: 367, 1982.
Pizzolato M , Torquatti S, S toliar A, Pizzolato M C y Wi~
kinski R: P araproteínas idiopáticas ¿B enignas? In cid en ­
cia en individuos aparentem ente sanos. Revista ABA, 40:
96, 1975.
Pizzolato M , B echerini J, C avagnaro F y Paviovsky S: P a ­
rám etros pronósticos en M ielom a M últiple. M edicina, 6:
569, 1976.
TLG + IF Pizzolato M , Goñi F y S alvarezza R: Im m unofixation on
WM PS NS ce llu lo se acetate: An im p ro v ed screen in g m e th o d fo r
a ' a'
m onoclonal im m unoglobulins. J Im m unol M ethods, 26:
365, 1979.
Pizzolato M , G oñi F, V illa N, Ga,sparini S y B resciani P:
F ig . 31-7. D eterm inación sim ultánea del tipo ininunológi- D iagnóstico de enferm edad de las cadenas pesadas. D es­
co y el peso m olecular de Igs m onoclonales y sus fragm en­ c rip c ió n de un n u ev o m é to d o . R e v is ta A B A , 46: 11,
tos m ediante TL G -IF (gel filtración-inm unofijación). T o­ 1982.
m ado de: Pizzolato, M y col R ev A BA , 46: I I , 1982. P izzolato M: Screening o f M on o clo n a l Im m un o g lo b u lin s
/ a 3: TLG (gel filtración en capa fin a ) by Irnrrmnofixation o f cellulo.'ie acetate. On “M ethods in
1. Suero de un paciente con m acroglobulinem ia de W a l­ É nzim ology". V ol 92, E d S P C olow iek y N O Kaplan.
denstrom (W M ). “Im m unochem ical T echniques” P art E C oEd H V an V u-
2. Suero de un paciente (PS) con GM de tipo IgG-K. nakis y J J Langone. A cadem ic Press, N. Y. 1983, pág.
3. Suero norm al (NS). 220 .
4 y 5. TLG + IF (G el filtra ció n - inm unofijación) Pizzolato M y Goñi F: Thin layer gel filtration im m unofi­
4. M uestra 2 con antisuero antigam m a (ay). xation: Identification o f abnorm al m olecular w eight im ­
5. M uestra 2 con antisuero antialfa (aa). m u n o g lo b u lin s or related frag m en ts. J Im m u n o l M e t­
hods, 72: 91, 1984.
P izzolato, M. V inio J. “G am m opaties esen ciale s” . E n c i­
clopedia Iberoam ericana de H em atología. A . López B o ­
tivamente descartadas a causa de su baja sensi­ rrasca y col. Ed. U n iversidad de S alam an ca (E spaña).
bilidad. V ol. II, 521, 1992.
Salm ón S y Seligm ann M : B -eell neoplasia in m an. Lcm-
cet, 2: 1230, 1974.
San M iguel, J. F’., G o nzález, M . G ascón, A. “L ym phoid
B IB L IO G R A F IA s u b se ts and p ro g n o s tic fa cto rs in m ú ltip le m y e lo m a .
Blood, 74: 379, 1989.
A lexanian R, B alcerzak S, B o n n et J, G ehan E, H aut A, W a ld e n s tro m J: D ia g n o s is a n d T re a tm e n t o f M ú ltip le
H ew lett J y M onto R: P ro g n o stic F acto rs in m ú ltip le M yelom a. N ew Y ork, G ruñe & Stratton, 1970.
m yelom a. Cáncer, 36: 1192, 197.5. W hicher J, C alvin J, R iches P, W arren C: T he laboratory
D urie B y Salm ón S: A clinical Staging System for M últi­ investigation o f paraproteinem ia. A n n CU Biochem , 24:
ple M yelom a. Cáncer, 36: 842, 1975. 119, 1987.
Manifestaciones de hipersensibilidad.
Alergia

RICARDO MARGNI 32
Al comienzo de este libro, al hablar de inm u­ pecíficas. Dentro de las primeras, las llamadas
nidad, decíamos que la inoculación de un antí­ de tipo inm ediato se producen como c o n se ­
geno producía un efecto beneficioso pues los cuencia de la interacción de antígenos y anti­
anticuerpos elaborados por el huésped, como cuerpos séricos, y las retardadas son originadas
consecuencia de la penetración de ese antígeno, por antígenos y células específicamente sensi­
tenían la capacidad de neutralizar la acción del bilizadas (cuadro 32-1).
agente agresor. Pero no siempre las cosas ocu­ Si bien lo de inmediato o tardío está relacio­
rren de esa manera ya que, segtín las caracterís­ nado con el tiempo de aparición del fenómeno,
ticas del antígeno, su vía de penetración, el tipo en las primeras, aun cuando la formación de los
de anticuerpo formado o las características ge­ inmunocomplejos es rápida, la expresión clíni­
néticas del huésped, puede desencadenar un ca puede ser tardía, como ocurre en la reacción
efecto desfavorable caracterizado por una m a­ de Arthus.
nifestación de hipersensibilidad conocida con
el nombre de alergia.
Alergia fue definida originalmente por von HIPERSENSIBILIDAD ESPECÍFICA
Pirquet como “modificación de la respuesta de
un organismo a sustancias a las cuales ha sido Para entender las interrelaciones entre hiper­
precedentemente sensibilizado”. Esta definición sensibilidad e inm unidad, el ejemplo clásico
amplia incluye también la inmunidad; hoy se la del neumococo quizá pueda aclarar m ejor las
ha restringido a “efecto perjudicial de hipersen­ cosas. Si se vacunan cobayos mediante varias
sibilidad”, pero no por variaciones cuantitativas inoculaciones de neum ococos muertos, estos
de la sensibilidad, sino cualitativas. De esta m a­ anim ales se hacen resistentes a la infección
nera, se engloba dentro de alergia a toda mani­ neum ocócica, y demuestran por lo tanto que
festación de hipersensibilidad desencadenada han adquirido inmunidad. Si a esos cobayos se
como consecuencia de la inoculación de un an­ les inyecta el poliósido de la cápsula d e los
tígeno y diferente de cualquier acción que el an­ neumococos, en la misma dosis con la cual es
tígeno podría tener por sí mismo. Esta defini­ inactivo en el cobayo normal, pero m ediante
ción perm ite diferenciar la dism inución del inoculación intravenosa, se d esencadena un
efecto tóxico de una toxina diftérica, por ejem ­ choque anafiláctico. Si los cobayos tienen un
plo, en un animal previamente inoculado con buen título de anticuerpos precipitantes y se les
ella (variación cuantitativa, fenómeno de tipo inocula intradérmicamente el poliósido neum o­
inmunitario), de un choque anafiláctico desen­ cócico, en el punto de inoculación se producirá
cadenado en un animal de experiencia reinocu­ una necrosis por desencadenamiento de un fe­
lado con albúmina de huevo, como consecuen­ nómeno de Arthus. Si lo que se inyecta a los
cia de la liberación de mediadores químicos. cobayos por vía intradérmica es la proteína del
Las manifestaciones de hipersensibilidad se neumococo, se produce una inflamación local
agrupan en dos capítulos fundamentales: el de debida a una alergia retardada. Se ha elegido
las manifestaciones específicas, originadas por para la experiencia el neumococo por las carac­
la penetración de un antígeno, y el de las no es­ terísticas de su estructura antigénica, pero otras
640 Inmunopatología

Cuadro 32-1
A nticuerpos 1ro-
A ctiva
m ocitotrópicos
A nafilaxia
y lieterocitotró^
Pasiva
Por anticuerpos picos (experi­
fijados a células m ental)
Inm ediata
(anticuerpos A nticuerpos ho- A ctiva
séricos) m ocitotrópicos { A lergia atópica
Específica (espontáneo) Pasiva

H ipersensi­ P or anticuerpos f Fenóm eno de A ctivo


bilidad circulantes 1 IArtiius (local) Pasivo

Retardada
T ipo tuberculínico
(células especí­
T ipo alergia de contacto
ficam ente sensi­
R echazo de hom oinjertos
bilizadas)

' Tipo S annarelli-S chw artzm ann í G eneral


Inespecífica
A gentes físicos Local

bacterias como las salm onelas, brúcelas, e s­ tem a com plem ento o sin ella, se caracteriza
treptococos, en las que es posible separar fácil­ porque el anticuerpo hace de puente entre un
mente los constituyentes antigénicos poliosídi- epitope antigénico localizado en una célula
cos y proteicos, pueden ser utilizadas ig u al­ “lílanco”, a través de su paratope, y un linfocito
mente para desencadenar los fenóm enos que citotóxico. La unión a esta célula ocurre por fi­
acabamos de indicar. jación del fragmento Fe de la inmunoglobulina
Esta experiencia muestra claramente que el a un receptor para Fe presente en la célula efec­
mismo complejo antigénico puede originar un tora.
estado de inmunidad o predisponer para reac­ La reacción de tipo III coiTesponde a las ina-
ciones de hipersensibilidad. Todo depende del nifestaciones de hipersensibilidad que ocurren
tiempo transcurrido entre la prim era inocula­ cuando se forman complejos Ag-Ac fijadores
ción y la desencadenante, de las características del complemento. La activación de este sistema
del antígeno, de la vía de inoculación utilizada libera péptidos (C3a, C5a) que por quimiotac-
y del tipo de anticuerpo interviniente. De lo tismo atraen polimorfonucleares a la zona, que
que no quedan dudas es que tanto la inmunidad fagocitan los agregados forixiados. Durante este
como la alergia son la resultante de la interac­ proceso se liberan productos que contribuyen
ción de los antígenos con los anticuerpos o cé­ al daño tisular local. La reacción típica de este
lulas específicainente sensibilizadas, que se tipo es la de Arthus.
han formado como consecuencia de la estim u­ La reacción de tipo IV tiene lugar sin la par­
lación previa con esos antígenos. ticipación de anticuerpos. Los linfocitos T son
Gell y Coombs han implementado un siste­ los responsables, dando lugar a las llam adas
ma para clasificar las reacciones de hipersensi­ reacciones de hipersensibilidad retardada, que
bilidad específica, que incluye cuatro formas se consideran en el capítulo 16.
reaccionantes. La clasificación resulta útil en
medicina, ya que permite encuadrar cada grupo
en un tipo particular de manifestación de hiper­ ALERGIA INMEDIATA
sensibilidad. No obstante, la ubicación de un
paciente en uno u otro grupo a veces no es ta­ Manifestaciones de hipersensibilidad
rea fácil ya que puede haber superposición de de tipo anafiláctico
fenómenos.
La reacción de tipo I o anafilaxia es mediada Las primeras experiencias de este tipo se de­
por anticuerpos citotrópicos. La IgE se une a ben a Portier y Richet, quienes trabajando con
receptores de los mastocitos y basófilos sanguí­ extractos de tentáculos de anémona y usando al
neos y, cuando en esas condiciones interaccio­ perro como animal receptivo, comprobaron que
na con el antígeno, pone en marcha los m eca­ las inoculaciones del material a repetición le
nismos que llevan a la hberación de los m edia­ producían la muerte. En un principio se creyó
dores químicos responsables del fenómeno. que era una consecuencia del cúmulo de sus­
La reacción de tipo II o de eitotoxicidad an­ tancias tóxicas presentes en los tentáculos de
ticuerpo dependiente, con participación del sis­ anémona. Luego pudo verse que dosis globales
Manifestaciones de hipersensibilidad 641

de ese material, u otros, como proteínas séri­ que se encuentran los mastocitos o células gra­
cas, albúmina de huevo, etc., inoculadas en una nuladas basófilas y los basófilos sanguíneos.
sola vez no producían ningún trastorno, en tan­ Al inocular la segunda dosis de antígeno
to que la inoculación de dosis fraccionadas del (dosis desencadenante), éste reacciona con los
mismo antígeno en cantidades muy pequeñas y anticuerpos fijos, interacción que desencadena
cuya suma no llegaba a superar la dosis global el mecanismo que lleva a la liberación p o r par­
provocaba la muerte del animal. Portier y Ri- te de dichas células de mediadores químicos,
chet designaron a ese fenóm eno “anafilaxia” cuyo principal representante es la histamina, y
[de ana (contrario, negativo) y phylaxia (pro­ que son los que provocan las alteraciones a re­
tección)], ya que se caracterizaba por la pérdida sultas de las cuales tendrá su expresión clínica
de protección contra el agente agresor. el fenómeno anafiláctico.
La anafilaxia, conocida también como reac­ La intensidad del choque depende en gran
ción de tipo I de Gell y Coombs, al igual que la parte de la vía utilizada para desencadenarlo.
inmunidad, puede ser de dos tipos: activa y pa­ La vía intravenosa es mucho más efectiva que
siva. La activa se caracteriza porque en ella el la subcutánea, intramuscular o intraperitoneal.
animal que experimenta el choque anafiláctico Por estas vías, el choque anafiláctico general­
ha sido sensibilizado previamente con tal fin mente no es fatal y, si ello ocurre, se produce
mediante la inoculación de antígeno, en tanto después de algunas horas. La vía intravenosa es
que en la anafilaxia pasiva el animal que expe­ más activa porque la formación de los inmuno-
rimenta el choque anafiláctico no ha sido sensi­ complejos es rápida y como consecuencia de
bilizado con antígeno, pero se le ha inyectado, ello la cantidad de mediadores químicos que se
previo al desencadenam iento del fenóm eno, liberan es mayor para una m ism a u nidad de
suero de un animal específicamente sensibiliza­ tiem po. Por las otras vías el proceso es más
do con el antígeno que se ha de ensayar. lento y los compuestos vasoactivos liberados
son más fácilmente degradados por sus inhibi­
A n a f il a x ia a c t iv a
dores específicos, disminuyendo la intensidad
de su actividad farmacológica.
Puede tener manifestaciones generales o lo­ Las características del choque anafiláctico
cales. difieren según la especie animal y es conse­
cuencia, principalm ente, de los m ediadores
Anafilaxia activa general químicos liberados y de la ubicación de las cé­
lulas fijadoras de los anticuerpos.
El animal presenta una serie de m anifesta­ En el caso del cobayo, pocos minutos des­
ciones de hipersensibilidad o choque anafilácti­ pués de la inoculación de la dosis desencade­
co cuyas características pueden diferir en parte nante el animal se aquieta, eriza su pelo, espe­
según la especie. Para conseguirlo es indispen­ cialmente el que rodea la nariz, expande sus fo­
sable sensibilizar previamente al animal con el sas nasales, hace inspiraciones violentas no se­
mismo antígeno con que habrá de desencade­ guidas de expulsión del aire, experimenta con­
narse el choque anafiláctico. v u lsio n es, se p o stra, generalm ente o rin a , y
Si a un cobayo se le inoculan 10 m g de muere si estaba muy sensibilizado. La autopsia
ovoalbúmina por vía subcutánea e intraperito­ revela pulmones pálidos, enfisem atosos, que
neal y tres semanas después se repite la inocu­ llenan totalm ente la cavidad to rácica como
lación (este segundo estímulo se hará por vía consecuencia del aire retenido, y serosas con­
intravenosa y con una dosis aun inferior a la gestionadas. Al iniciarse el choque anafiláctico,
utilizada en la sensibilización), se consigue la presión aumenta para descender luego. Se
provocar un choque anafiláctico caracterizado observan además leucopenia, trombocitopenia
por la contractura de la musculatura lisa, sobre y aum ento del tiem po de coagulación, como
todo intestinal y bronquial y una serie de fenó­ consecuencia de la heparina liberada.
menos vasógenos. De acuerdo con el grado de La sintomatología es debida a la liberación
sensibilización previa, el choque anafiláctico de histamina por los mastocitos en zonas loca­
desencadenado podrá tener mayor o menor in­ lizadas del pulmón, en especial próximas a los
tensidad, y llegará en algunos casos, como con­ bronquiolos que al actuar produce edem a de
secuencia de la exagerada contractura de la las membranas mucosas, aumento de secreción
m usculatura bronquial, a provocar la m uerte m ucosa y contractura de la m usculatura lisa,
por asfixia. desencadenando los fenóm enos respiratorios
Este tipo de manifestación de hipersensibili­ descritos.
dad se debe a que al inyectar la dosis sensibili­ El perro, que también libera como principal
zante de antígeno se originan anticuerpos séri­ mediador químico histamina, presenta una sin­
cos circulantes, parte de los cuales tienen capa­ tomatología diferente de la descrita en el coba­
cidad para fijarse a células especiales, entre las yo. A quí las m anifestaciones son hepáticas.
642 Inmunopatología

con congestión del órgano y todo el sistem a primarias, la histamina y la serotonina o 5-hi-
portal, siendo las venas hepáticas las que su­ droxitriptamina. Se liberan además enzimas y
fren el mayor impacto como consecuencia del factores quimiotácticos para polimorfonucleares
choque. Hay una marcada hipotensión y hemo­ neutrófilos y eosinófilos, que participan en me­
rragia visceral. Al iniciare el choque anafilácti­ canismos de regulación homeostática.
co, que es más tardío en aparecer y en provocar Los mediadores químicos “que se sintetizan”,
el desenlace fatal, el animal experimenta vómi­ entre los que figuran la bradiquinina y las cali-
tos, diarrea, disnea, hipotermia y finalmente el dinas, son polipéptidos básicos y se caracterizan
colapso que lo lleva a la muerte. porque en el organismo sólo existen como pre­
El ratón presenta síntomas un poco diferen­ cursores, y para ejercer su acción deben sufrir
tes de los descritos en el cobayo y el perro, de­ una transformación previa. Entre éstos se en­
bido sobre todo a que el principal m ediador cuentran también los leucotrienos, productos de
químico liberado por este animal es serotonina, matabolización del ácido araquidónico, vía de
que se encuentra en las células enterocromafí- la lipoxigenasa, englobados dentro de lo que an­
nicas del tracto intestinal. El choque se produce teriormente se designaba sustancia de reacción
entre los 20 y 60 minutos de inoculada la dosis lenta (SRS-A), y las prostaglandinas provenien­
desencadenante. El animal presenta cianosis, tes de la metabolización del mismo ácido graso
paresia y reducción del volum en sanguíneo. no saturado, vía de la cicloxigenasa.
Como consecuencia de ello el hematócrito au­
menta, por la extravasación de plasma provoca­ M ediadores químicos preformados
da por el incremento de la permeabilidad capi­
lar desencadenada por el mediador químico. a) Histamina. Es un producto resultante de
Otros animales, como el conejo, que liberan la decarboxilación de la histidina, que tiene la
histamina y serotonina, presentan síntomas pul­ p a rtic u la rid a d de p ro d u cir co n tracció n del
monares y vasculares asociados. músculo liso, vasodilatación y aumento de la
El choque anafiláctico en el hombre, gene­ permeabilidad capilar. Al actuar sobre las cé­
ralmente es un hecho casual y se desencadena lulas endoteliales de los vasos, éstas se con­
por la inoculación de algún antígeno al cual traen y, al exponer a la sangre zonas desnudas
previamente estaba sensibilizado. Puede ocurrir de la pared vascular, aumentan la perm eabili­
por la inyección de sueros antítóxicos (proteí­ dad para macrom oléculas. Se localiza prefe­
nas séricas de caballo), antibióticos, drogas, va­ rentemente en las células cebadas o m astoci­
cunas, etc.; sus consecuencias llegan a ser fata­ tos, presentes en el peritoneo, la pleura, en ia
les si su sensibilización era grande. Es tan sen­ piel que rodea la nariz, en la lengua, la cápsula
sible a este fenómeno, que se han descrito ca­ hepática, los pezones, y su concentración es de
sos de muerte por absorciones de pequeñas do- 1 a 4 X 10 |J.g por célula. La heparina también
sis-antigénicas al efectuar pruebas cutáneas pa­ se encuentra en estas células y, cuando como
ra diagnóstico de alergia. El tracto respiratorio consecuencia de la desgranulación de éstas,
es el más afectado pero se comienza con pica­ pior acción del choque anafiláctico, se produce
zón en las palmas de las manos, enrojecimiento liberación de histamina, hay liberación de he­
de la piel, y sigue edema de glotis, disnea y co­ parina. En los gránulos, la heparina y la hista­
lapso. Por regla general ocurre edema obstruc­ mina se encuentran combinadas a un complejo
tivo del árbol respiratorio superior, seguido de proteico. Cuando los gránulos son expulsados
hipotensión y enfisema. de las células basófilas, por un mecanismo de
intercam bio iónico hay penetración de Na+,
M e d ia d o r e s q u ím ic o s que da lugar a la formación de proteinato sódi­
co y liberación de histam ina. Generalm ente,
Forman parte de dos grupos definidos; los los gránulos basófilos se vuelven amorfos y se
"‘prefarmados” o primarios y los “sintetizados solubitizan. La histam ina está presente tam ­
durante el proceso” o secundarios. En el pri­ bién en los basófilos sanguíneos y en muy pe­
mer grupo están los mediadores químicos que queñas cantidades en las plaquetas, y se calcu­
existen en las células como tales y cuya libera­ la que es del orden de lO '® \xg por plaqueta.
ción no im plica una transform ación quím ica Los pulmones del hombre y cobayo contienen
previa. Pueden ser de acción vasógena acentua­ 2 a 25 |0,g de histamina por gramo de órgano.
da o nula. En este grupo se incluye la heparina, Se estima que 0,2 |.tg son suficientes para ejer­
que, si bien es un mediador químico liberado cer su actividad farmacológica sobre los bron-
como con.secuencia del choque anafiláctico, no quiolos. La histamina es específicamente inhi­
es responsable de los fenómenos vasógenos y la bida por los antihistam ínicos, sustancias que
contractura muscular que caracteriza a la anafi­ por su composición química actúan por com­
laxia. Entre los mediadores químicos “prefor- petición con la histamina sobre los receptores
mados” con acción vasógena hay dos aminas de ¡as células efectoras.
Manifestaciones de hipersensibilidad 643

Se conocen dos tipos distintos de receptores vidad farmacológica (sensibilidad bronquiolar)


para histamina, los H1 y los H2. Los primeros sólo ocurre a mayores dosis. Para el prim ero
intervienen en la mayor parte de los procesos son superiores a 20 |lg. Es inhibida por el ácido
desencadenados por la histamina sobre el miis- lisérgico.
culo liso y los vasos, en tanto que los segundos c) Factores quimiotácticos. Se conocen fac­
participan en la puesta en marcha de los fenó­ tores que ejercen una acción quimiotáctica so­
menos que aumentan la frecuencia cardíaca y bre granulocitos eosinófilos (FQE-A) y neutró­
la secreción gástrica. filos (FQN-A). El primero de ellos es de bajo
En el organismo la histamina es rápidamente peso molecular, en tanto que el segundo es de
inactivada por oxidación, mecanismo en el que peso molecular alto. Estos factores, que están
participa la histaminasa. La metilación también preformados, son liberados por las células ba-
la inactiva (fig. 32-1). sófiJas junto con la histamina. Ejercen un tac-
b) Serotonina (5-hidroxitriptamina). Se ori­ tismo positivo sobre los granulocitos, y en el
gina a partir del triptófano, el que por acción de caso particular de FQE-A, los eosinófilos re­
la triptófano monoxigenasa da lugar al 5-hidro- clutados ejercen acción fagocítica sobre los
xitriptófano. Sobre éste actúa la 5-hidroxitrip- complejos Ag-Ac, a la vez que una función re­
tófano decarboxilasa originando 5-hidroxitrip­ guladora. Esta tiene lugar a través de la arilsul-
tamina o serotonina (fig. 32-2). fatasa liberada por los eosinófilos, enzima que
Se caracteriza porque provoca contractura inactiva a los leucotrienos (LT). El FQE-A in­
del músculo liso, vasoconstricción y aumento duce además un aumento de los receptores para
de la permeabilidad capilar. Se localiza princi­ C3b en los eosinófilos.
palmente en las plaquetas, que en el caso parti­ Un factor derivado de los eosinófilos (EDI)
cular del conejo son muy ricas en esta sustan­ también se libera durante el proceso, que inter­
cia. En la rata, cuyo contenido en pulmón es de fiere en la síntesis de la histamina.
aproximadamente 2 jig por gramo de órgano, d) Enzimas. Durante la desgranulación, junto
sólo son necesarios 0,01 fig para que su acción con los factores nombrados las células basófi-
farmacológica sobre los bronquiolos se ponga las liberan enzimas, principalmente proteasas
de manifiesto. En el hombre y en otros anim a­ neutras como triptasas, quimasas y carboxipep-
les las concentraciones son menores y su acti­ tidasas. El tipo y proporción de estas enzim as

HC = C — C H ,-C O O O H
I I I
HN N H j,
\c ^
I

H istid ina

H istidina decarb o xila sa y piridoxal 6-fosfato (cotactor)

H istam ina N -M etil transferasa - H istam inasa

HISTAMINA

-C H ,-C H ,- N H , (D----- C H ^-C O O H


Hp'
N,
CH, \C '

N-m etil histam ina (inactiva) Ácido im idazoiacético (inactivo)

Fig. 32-1. Mecanismo.s de síntesis e inactivación de la histam ina.


644 Inmunopatología

CHj'CH-COOH
^^CH^-CH-COOH
NH,
NH,
Triptófano m onoxigenasa

5-hidroxitriptófano

5 -hidroxitriptófano decarboxilasa

5-H idroxitriptam ina (S E R O TO N IN A)

M onoam inoxidasa

CH,-COOH

Á cido 5 -hidroxiindolacético (inactivo)

Fig. 32-2. M ecanism os de síntesis e inactivación de la serótina.

liberadas depende de la localización del masto- ción en los fenómenos anafilácticos e inflama­
cito comprometido. En el hombre, las células torios.
cebadas de la mucosa intestinal expresan acti­ Cuando el ácido araquidónico es metaboliza­
vidad de triptasa pero no de ciuimasa. do a través de la 5-lipoxigenasa, la acción tiene
Otras enzimas contenidas en los inastocitos lugar sobre el carbono 5, originándose el ácido
son hidrolasas ácidas como (3-exosaminidasa y 5 -h id ro p ero x ieico satetraen o ico (5H PE TE ),
enzimas oxidativas, pero su rol en la reacción producto inestable que por reducción'puede dar
anafiláctica o alérgica es desconocida. el alcohol correspondiente o ácido 5-hidroxiei-
cosatetraenoico (5-HETE), o convertirlo por
M ediadores que “ se sintetizan” acción de una deh id rasa en leu co trien o A^
(LTA^). Por acción de epoxidohidrolasa, el
a) Derivados del ácido araquidónico. Desde LTA^ se convierte en el leucotrieno (LTB^);
hace tiempo se tiene conocimiento de la exis­ y a su vez el LTA^ por acción de la glutatión-S-
tencia de una sustancia de carácter lipídico, que tra n sfe ra sa se co n v ierte en leu co trien o C^
se liberaba junto con la histamina, y que ejercía (LTC^). Por acción de y-glutamil transpeptida-
una acción vasógena y contracturante del inús- sa, el LTC^ libera ácido glutámico y origina el
culo liso, de aparición más tardía que la hista­ cisteinil-glicil-leucotrieno LTD^. Este leuco­
mina y productora de un efecto de tnayor dura­ trieno puede ser escindido por varias peptida-
ción. Se identificó como sustancia de reacción sas liberando glicina y originando el cisteinil
lenta (SRS-A). Hoy se sabe que la SRS-A no es leucotrieno LTE^ (fig. 32-3). De los productos
una sustancia única, sino que constituye una originados, el LTB^ constituye uno de los qui­
mezcla de productos derivados del ácido ara­ miotácticos de neutrófilos más potentes que se
quidónico, los leueotrienos. conoce; en tan to que LTC^, LTD^ y LTE^
El ácido araquidónico, ácido graso no satura­ (componentes de la SRS-A) inducen una acen­
do con cuatro enlaces dobles, se encuentra es- tuada contractura de la musculatura lisa, en es­
terificado al glicerol de los' fo sfolípidos de pecial del tejido pulmonar, siendo este efecto
membrana. En presencia de fosfolipasa A^ y 100 (LTC^) y 1000 (LTD^) veces superior al de
Ca^+ se libera y puede ser metabolizado a tra­ la histainina.
vés de dos vías, la de la lipoxigenasa, que en Los leueo trien o s aparecen en cantidades
definitiva origina leueotrienos, y la de la ciclo- apreciables, sobre todo en el pulmón del coba­
xigenasa que origina prostaglandinas y trombo- yo que ha sufrido un choque anafiláctico. Su
xanos, productos con actividad biológica. Leu- acción sobre el músculo liso, en especial en los
cotrienos y prostaglandinas tienen participa­ bronquiolos humanos, es lenta. La contractura
Manifestaciones de hipersensibiiidad 645

,C O O H
A.A

5-Lipoxigenasa
O H
t /OOH cooh
/= V 7 - X ^ ^ ^ 5-H P E TE
5-H ETE —

D ehidrasa HO H
COOH
C OOH
G luta tió n-S - Tra n sfe ra sa
í C ys-G iy
G lutatión
y-glu
COOH , yG lu ta m il
G lutám ico Transpe p tid asa

LTB.

G licina

C ys-G iy

y-Glutam i! tran sp ep tid asa iGlutámico


^ , COOH

H” "S

Fig. 32-3. M etabolización del ácido araquidónico vía de la lipoxigenasa. O btención de leucotrienos.

se produce a los pocos minutos, pero es de ma­ Es interesante señalar también que, cuando
yor duración que la originada por la histamina. una meiTibrana celular es atacada por el sistema
Tienen la capacidad de modificar la perm eabi­ complemento con fijación de C5b-9, hay libe­
lidad capilar y, cuando son liberados com o ración de ácido araquidónico. Esto estaría indi­
consecuencia de una reacción anafiláctica, su cando una posible participación de los com po­
eliminación es más tardía. Se los considera co­ nentes terminales del complemento en los fe­
mo posibles responsables de la contracción nómenos de inflamación.
bronquial en el caso del asina humano insensi­ Cuando el ácido araquidónico es raetaboliza­
ble a los antihistamínicos. do a través de la cicloxigenasa se origina otra
Los leucotrienos producidos por la célula familia de compuestos, la de las prostaglandi­
“blanco” son inactivados por la arilsufatasa nas y tromboxanos, con diversas acciones bio­
elaborada por los tejidos locales y el infiltrado lógicas.
de eosinófilos, que se origina como consecuen­ Las prostaglandinas constituyen un grupo de
cia del tactismo ejercido por el factor FQE-A ácidos grasos no saturados, estrechamente rela­
liberado simultáneamente por la células basófi- cionados, derivados de un coiTipuesto hipotéti­
las “blanco” (fig. 32-4). co de 20 carbonos con un anillo ciclopentano
En pulmón se ha demostrado que los leuco­ (ácid o p ro stan o ico ). Los tro m b o x an o s son
trienos son sintetizados por las células basófi- compuestos no prostaglandínicos con un átomo
las y por los macrófagos alveolares, descono­ de oxígeno insertado en el anillo. Los m ecanis­
ciéndose la participación que cada uno de los mos que llevan a la síntesis de las diferentes
productos sintetizados por ambas células tiene prostaglandinas y tromboxanos están indicados
en las reacciones anafilácticas. en la figura 32-5.
Inmunopatología

Inactivación

F ig. 32-4. Inactivación de los leucotrienos po r la arilsiilfatasa.

Ácido araquidónico

COOH

F ig . 32-S. M etabolización del ácido araquidónico vía de la cicloxigenasa. O btenció


ión de pro.staglandinas y trom boxanos.
Manifestaciones de fiipersensibilidad 647

Algunos de estos com puestos son de vida radores del tipo TH2 parecen ser importantes
media muy corta, como la PGIj o prostaciclina mediadores de las reacciones alérgicas, en es­
(5 minutos a 37“C); el tromboxano A^ (TXA^) pecial los componentes asociados con la fase
que produce agregación de plaquetas y vaso­ inflamatoria de la reacción. Entre estas citoqui­
constricción es inestable, tiene una vida media nas se encuentran:
inferior al minuto y se transforma en TXB^ más ¡L-4. La que se libera 1 hora después de la
estable, pero menos activo. interacción IgE-Ag y que parecería estar conte­
En las reacciones de tipo anafiláctico, los nida en los gránulos basófilos de los m astoci­
m astocitos producen grandes cantidades de tos. E sta citoquina estim ula a los linfocitos
PGDj broncoconstrictora. La PGE, puede inhi­ TH2 e inhibe a los TFH; induce en los liníbci-
bir la desgranulación del mastocito, es un rela- tos B el cambio de clase de inmunoglobulina o
jador muscular e inhibidor de la liberación de “switch” a IgE, y estimula al endotelio a produ­
mediadores químicos. Parecería que más que cir moléculas de adhesión relacionadas con la
mediadores químicos algunas de ellas fueran fijación de basófilos y eosinófilos, mecanismo
potenciadoras de la acción de la histamina. T e­ muy importante sobre todo en la primera fase
niendo en cuenta que hay prostaglandinas con de los fenómenos inflamatorios alérgicos.
acción antag ónica (PG D j v asoconstrictora; TNF-a. Citoquina producida por las células
PG Ej vasodilatadora), hay quienes suponen murinas T H l y TH2 y por las células cebadas
que estos productos podrían tener un papel humanas localizadas en piel y en pulmón. Esta
muy importante como reguladores. La prosta- citoquina juega un rol importante en la in fla­
glandina PGI^, por su actividad desagregante mación mediada por células cebadas, activando
de plaquetas, y los tromboxanos TXA^ y TXB^, a las células endotehales e induciéndolas a ela­
favorecedores de la agregación plaquetaria, po­ borar moléculas de adhesión comprometidas en
drían ser reguladores homeostáticos de la coa­ el reclutamiento de polimorfonucleares neutró­
gulación sanguínea. filos sensibilizados con IgE, como lo son las
b) Bradiquinina. Es un nonapéptido compues­ moléculas ICAM-I y otras.
to por aminoácidos de tipo L, que ha sido sinteti­ IL-5, IL-3, GM-CSF. Estas citoquinas son
zado (Arg-Pro-Pro-Gly-Phe-Ser-ProPhe-Arg). activadoras de eosinófilos y basófilos y han si­
Al principio se obtenía por acción de la trip­ do identificadas principalmente en la fase final
sina o venenos de serpientes sobre seudoglobu- de la reacción alérgica.
linas (a globulinas), experiencias éstas que lle­ T odos los m ediadores quím icos d escrito s
varon a Rocha da Silva a su descubrimiento. han sido identificados en fenómenos alérgicos.
Existe como precursor en forma de bradiquini- En el hom bre, la histam ina, PGD2, L T C 4 y
nógeno y es liberado como bradiquinina activa triptasa han sido detectados in vivo en piel,
cuando los anticuerpos fijos reaccionan con sus m ucosa nasal y pulm ón, después de la fase
correspondientes antígenos. Es muy activa, y aguda de una reacción Ag-IgE fijada a m astoci­
provoca marcada contracción de Ja musculatura tos. Es por este motivo que histamina, PG D 2 y
lisa, vasodilatación y aumento de la permeabi­ triptasa son considerados como marcadores ú ti­
lidad capilar. Es destruida por peptidasas. El les de este fenómeno.
plasma sanguíneo, algunos tejidos y ios neutró­
filos contienen quininasas, enzimas que inacti- M e c a n is m o d e l a l ib e r a c ió n
van rápidamente la bradiquinina. DE LOS MEDIADORES QUÍMICOS
c) Calidinas o plasmaquininas. Son productos
que se obtienen por acción de enzimas llamadas Experiencias sobre anafilaxia pasiva h eteró­
calicreínas, presentes en glándulas apocrinas, so­ loga realizadas con híbridos preparados con
bre las proteínas plasmáticas. Su actividad bioló­ hemimoléculas de anticuerpos y hemimolécu-
gica es similar a la de la bradiquinina. las de IgG normal muestran que ellos, que en
d) Factor de agregación plaquetaria. Se su­ definitiva son anticuerpos univalentes, son ca­
pone que este factor (PAF) deriva de los lípi­ paces de desencadenar el choque anafiláctico.
dos de membrana. Es uno de los mediadores de Con relación al desencadenante, sólo son acti­
la anafilaxia activa en el conejo. Ha sido identi­ vos los antígenos y haptenos bivalentes o mul-
ficado estructuralmente y sintetizado como el tivalentes, no así los haptenos m onovalentes
acetil glicerol éter de fosforilcolina. También (fig. 32-6).
se ha hallado en el hombre. Este factor, además Otros tipos de experimentos demuestran que
de producir la agregación de plaquetas, es un para lograr inducir la desgranulación del m as­
potente vasoconstrictor, inductor de contrac­ tocito es indispensable ia agregación del recep­
ción del músculo liso y de quimiotactismo de tor de membrana para IgE (RIF ce), mecanismo
eosinófilos. iniciador de los eventos bioquímicos responsa­
e) Citoquinas. Algunas citoquinas, principal­ bles del proceso. Ello teniendo en cuenta que
mente las sintetizadas por los linfocitos coope­ se ha conseguido la hberación de los gránulos
648 Inmunopatología

Ag

G ránulos que contienen


h istam ina y heparina

F ig . 32-6. Esquem atización de la desgranulación de un m aslocito, con liberación de histam ina, causada por interacción
A g-A c. D e acuerdo a datos experim entales, es necesaria la interacción de dos m oléculas de anticuerpo con una de antígeno
p ara que la liberación de los m ediadores quím icos tenga lugar. Los anticuerpos pueden ser univalentes. Los haptenos m o ­
novalentes no desencadenan el fenóm eno. Resultados sim ilares se han logrado cuando el antígeno fue sustituido por an ti­
cuerpo anti-IgE, anticuerpo antiidiotipo, o cuando los m astocitos interactuaron con dím eros de IgE obtenidos por m étodos
quím icos o con anticuerpos anti F ce RI). Todo ello indica que el com ponente fundam ental para que se inicie la d esgranula­
ción es la agregación de los receptores para IgE (FceR l) presentes en la m em brana del m astocito. D espués de la liberación
de los m ediadores quím icos las células desgranuladas no m ueren, se recuperan. Ello significa una diferencia fundam ental
con las reacciones citotóxicas inducidas por otros tipos de anticuerpos.

basófilos cuando las células cebadas sensibili­ El mayor influjo de Ca^" activa a la fosfoli­
zadas con IgE fueron puestas en contacto con pasa A^ la que promueve la liberación de ácido
el antígeno específico, con anticuerpo a n ti­ araquidónico a partir de los fosfolípidos de
idiotipo o con anticuerpo anti-IgE. También se membrana, el que segíin la vía enzimática se­
ha conseguido desgranulación si mastocitos no guida es convertido en prostaglandinas o leuco­
sensibilizados son puestos en contacto con dí­ trienos, dos potentes mediadores de la reacción
meros de IgE obtenidos por unión química, con alérgica (fig. 32-7).
anticuerpo anti-RIFce o si los mastocitos son El influjo de Ca^+ promueve además el agre­
tratados con ionóforos de Ca^+ los que facilitan gado de los microtiíbulos y la contracción de
el influjo de este ion al interior de la célula, fa­ los m icrofilam entos, indispensables para la
se inicial del mecanismo que lleva a la activa­ movilización de los gránulos hacia la membra­
ción celular. La IgE fijada puede interaccionar na citoplasmática.
también con leetinas como fitohem aglutinina Se ha observado que, además de la metila­
(PHA) o concanavalina A (Con A), vía hidra­ ción de fosfolípidos de membrana e influjo de
tos de carbono presentes en el Fe. Esto explica­ Ca^^, hay un aumento de la actividad de la ade-
ría algunas reacciones de tipo alérgicas a frutas nil-ciclasa fijada a m em brana, caracterizada
ricas en leetinas, como las frutillas, que pueden por un aumento rápido de AMPc, el que a su
experimentar algunas personas. vez activa proteinquinasas dependientes de
Se ha analizado el mecanismo por el cual los A M Pc(PK A ). Estas enzim as intervienen en
inmunocomplejos fijos inician la liberación de procesos de fosforilación de las proteínas de
los mediadores químicos descritos. los gránulos de membrana, modificando su per-
Pocos minutos después de la agregación de me-abilidad para Ca^+ y agua, lo que facilita la
los RIFce se produce la activación de una enzi­ hinchazón de los gránulos y su fusión a mem­
m a asociada a la membrana del mastocito, la brana durante el proceso de la liberación de
metiltransferasa (MT) la que induce un signifi­ histamina por exocitosis de los gránulos.
cativo aumento en la metilación de los fosfolí­ En este proceso interviene energía, en cuya
pidos de membrana. El entrecruzamiento de los regulación participa el AMPc. Se ha observado
RIFce activa una serina proesterasa en serina que cuando hay liberación de histamina, en los
esterasa, la que convierte la fosfatidilserina en mastocitos disminuye el AMPc y aumenta el
fosfatidiletanolamina (PE), la que por metila­ GMPc.
ción forma fosfatidilcolina (PC). El acumulo de No se conoce plenamente el mecanismo de
esta enzima en la superficie de la membrana la transducción de señales intracelulares en el
plasmática facilita la formación de canales de m astocito. Teniendo en cuenta los adelantos
Ca-+, favoreciendo el influjo de Ca^+, el que tie­ logrados en este campo en otros tipos celula­
ne una activa participación en la desgranula­ res, especialm ente en el linfocito T y B, los
ción celular. que parecen tener patrones comunes que se re­
Manifestaciones de hipersensibilidad 649

piten, es opinión bastante generalizada de que El AMPc puede ser destruido por la adenil-
algo sim ilar debe ocurrir en la activación de fosfodiesterasa, con lo que se consigue un efec­
los m astocitos. P roteinq u in asas de tiro sin a to similar al anterior. Las metilxantinas (teofili-
(PKTs) participarían en la etapa inicial de la na, teobromina, cafeína) inhiben esta enzim a
transducción. Al igual que en las otras células manteniendo la concentración de AMPc y evi­
estas PKTs fosforilarían y activarían fosfolipa­ tando la liberación de histamina.
sa C (PLC), hecho demostrado recientemente El receptor colinérgico o receptor y parece
al analizar productos obtenidos con posteriori­ ser la guanilatociclasa. La enzima, que se en ­
dad al entrecruzam iento de RIFce. Es lógico cuentra en forma inactiva, al ser activada trans­
suponer que la fainilia de la .svc-proteinquina­ forma al GTP en el nucleótido cíclico 3 ’5 ’ mo-
sas de tirosina, que han evidenciado activa nofosfato de guanosina (GMPc). El aumento en
participación en otros tipos celulares, como los las células basófilas del GMPc lleva a un au­
linfocitos B y T, la tengan también en los m as­ mento en la liberación de histamina, que puede
tocitos. ser bloqueada por atropina. El GMPc es d e s­
La PCL generaría, a partir de PIP2, DAG (el truido por la guanilfosfodiesterasa, pero esta
cjue activa PKC) e 1P3 que moviliza Ca^"‘ intra­ enzima es 10 veces menos activa que la adenil-
celular. fosfodiesterasa.
Todos estos eventos serían los c|ue induci­ Se considera que en la reacción alérgica la
rían la síntesis de algunos productos y la des­ liberación de histamina y otros mediadores está
granulación de las células basófilas para que se regulada por la fluctuación de los valores del
produzca la liberación de los mediadores quí­ AMPc y GMPc. Aumento de GMPc con dism i­
micos que habrán de poner en marcha la reac­ nución de AMPc lleva a la liberación de h ista­
ción alérgica. mina, ocurriendo lo contrario cuando los v alo­
Estudios bioquímicos han permitido demos­ res se invierten (fig. 32-8).
trar la activa participación del AMPc y GMPc En síntesis, la musculatura lisa y el endotelio
en los mecanismos que llevan a la liberación de vascular de los tejidos sensibilizados por anti­
histamina y otros mediadores por los mastoci­ cuerpos citotrópicos originan respuestas que
tos y basófilos, con la consecuente contracción son moduladas por el sistema nervioso autóno­
de la musculatura lisa y los fenómenos vasóge­ mo. La estimulación de un receptor colinérgico
nos. Se ha propuesto en tal sentido un estado o la administración de acetilcolina (aumento de
de equilibrio entre AMPc y GMPc para el m an­ GMPc y disminución de AMPc) lleva a la co n ­
tenimiento de los controles homeostáticos de la tractura de la musculatura lisa y aumento de la
activación celular, regulado a su vez por el sis­ perm eabilidad capilar por liberación de h ista­
tema nervioso simpático y parasimpático. mina, en tanto que la estimulación de receptor
En la mayoría de las células existen dos re­ p-adrenérgico o la adininistración de epinefrina
ceptores adrenérgicos antagónicos denomina­ o isoproterenol (aumento de AM Pc) provoca
dos a y p, y un receptor colinérgico llamado y. relajam iento muscular antagonizando la re a c ­
Diferentes estudios realizados sugieren que los ción anterior.
receptores adrenérgicos son enzimas, siendo la El choque anafiláctico es de corta duración
ATPasa el receptor a y la adenilciclasa el p. porque norm alm ente existen en el organism o
Catecolaminas como el isoproterenol o la epi- de los animales y del hombre inhibidores de los
nefrina transformarían a la adenilciclasa de su mediadores químicos, que impiden su acum u­
forma inactiva en activa, la que tiene capacidad lación.
para catalizar, en presencia de Ca^+ y Mg"“", la
formación de AMPc a través del ATP citoplas- Anafilaxia activa local
mático. Este nucleótido cíclico, constituido por
ácido adenílico con un grupo fosfato diesterifi- Si bien los fenómenos anafilácticos descritos
cado en las posiciones 3 ’ y 5 ’ de la ribosa uni­ son de tipo general, la presencia de anticuerpos
da, se comporta como un mediador intracelular fijos a células puede ponerse en evidencia lo­
induciendo m odificaciones de las actividades calmente. Ello puede hacerse in vitro mediante
enzimáticas y de las barreras de la permeabili­ la clásica experiencia descrita inicialmente por
dad. Sehultz-Dale, por la técnica de la desgranula­
La ATPasa o receptor a puede competir por ción de los mastocitos o in vivo por la prueba
el ATP con la adenil-ciclasa en la formación de de la anafilaxia cutánea activa.
5 ’ AMP inactivo. Esta desviación del ATP pre­ Método de Sehultz-Dale: Si se toma un trozo
cursor provocaría una disminución del AMPc de intestino delgado (íleon) o útero virgen de
celular, lo que llevaría a la liberación de hista­ cobaya sensibilizada, y previa fijación a un
mina. La norepinefrina puede estim ular a la quimógrafo se lo introduce en un baño term os­
ATPasa a form ar 5 ’AMP inactivo a partir de tatizado que contenga una solución salina b a ­
ATP. lanceada, como el líquido de Tyrode, se puede
650 Inmunopatología

i
J 9 E // \ V 9E // Histaminasa

Ariisufaltasa
Histamina J

P/ ^ I Leuootrineos

Prostaglandinas Tromboxanos Leucotrienos/ / /


(PGD2) (Tx) LTB4. LTC4, / i
¡ i lt d ^ lt e / : /
, I ' ( ,
t 1.__ ___________ / /

F ig . 32-7. Al interaccionar la IgE unida a la m em brana del m astocito, hay agregación del R IFce y se activan distintos sis­
tem as enzim áticos que llevan a la activación y desgranulación celular y secreción de m ediadores quím icos. La activación
de fosfolipasa C (PLC) hace que ésta, al actuar sobre fosfatidil-inositoldifo sfato (PIP2), lo desdoble en diacilglieerol
(D A G ) e inocitoltrifosf'ato (IP3). Éste m oviliza Ca^+ de los depósitos en el retículo endoplasm ático y activa u na proteinqui-
nasa dependiente de Ca^+ y calm odulina (PKCa^VCaM ) la que participa en la fosforilación de proteínas. A su vez el D A G
en presencia de Ca^'^ activa una proteinquinasa de serina (PK C)* la que fosforila proteínas que intervienen en la exocitosis
de los gránulos. La activación de la adenilciclasa genera aum ento de A M Pc, el que activa una una PK dependiente de
AiVIPc (PKA ), la que fosforila proteínas que tienen activa participación en el hinchado d e los gránulos y contracción de los
m icrofilam entos, m ecanism os éstos indispensables para la fusión a m em brana y exocitosis de los gránulos. M etíltransfera-
sas (M T) m etilan fosfatidiletanolam ina (PE) originando fosfatidilcolina (PC), esencial para el influjo de Ca^* y activación
de fosfolipasa A^ (P L A ,), la que actúa sobre los fosfolípidos de m em brana originando ácido araquidónico, el que puede ser
m etabolizado vía de la cicloxigenasa o lipoxigenasa, originando en el prim er caso prostaglandinas (PG) y trom boxanos
(Tx), y leucotrienos (LT) en el segundo. La histam inasa y la arilsulfatasa son enzim as que inhiben en la fase fluida, des­
pués de la secreción por los m astocitos, la histam ina y los leucotrienos, respectivam ente, participando en m ecanism os de
regulación hom eostática. (A daptado y m odificado de K ubi, J. “Im m unology” . W . H. Freem an and Co. N ew Y ork, 1992.

observar una in.scripción normal sin contractura cia con el antígeno que sirvió para la sensibili­
del músculo liso en ensayo. Si se añade una pe­ zación del animal. No se produce daño muscu­
queña cantidad del antígeno que sirvió para la lar, lo que puede demostrarse mediante el aña­
sensibilización del animal y el no es de muy al­ dido al baño de pequeñas cantidades de hista­
to peso molecular, de modo que permita su rá­ m ina, las que provocarán la contractura del
pido pasaje a través de la serosa, la contracción músculo (fig. 32-9).
muscular se produce en pocos segundos. Ello Desgranulación de mastocitos. Es una técni­
es consecuencia de la liberación de histamina ca bastante simple y que consiste, en líneas ge­
por parte de los mastocitos del tejido conectivo nerales, en colocar sobre portaobjetos serosa
del músculo uterino o intestinal, la que provoca peritoneal de cobayos sensibilizados, la que es
la contractura muscular. cubierta con una adecuada dilución de antíge­
Si producida la contractura se añade una no y mantenida a 4“C durante 20-30 minutos.
nueva dosis de antígeno, el m úsculo puede Después del lavado y fijación, el material es
contraerse nuevamente, pero con una intensi­ coloreado con tionina y observado al micros­
dad menor, llegando a ser nula en estimulacio­ copio.
nes posteriores. Se estima que ello se debe a la Si el animal estaba sensibilizado, se observa­
saturación de los anticuerpos fijos por parte del rá un gran porcentaje de células basófilas des­
antígeno. Es específico, ya que sólo se eviden­ granuladas (fig. 32-10). La liberación de hista-
Manifestaciones de hipersensibilidad 651

S istem a colinérgico
Sistem a P-adrenérgico
o parasim pático
o sim pático
(receptor y) (receptor jj)

A cetilcolina Epinefrina

C élu la basófila

F ig. 32-8. R egulación hom eostática de la liberación de m ediadores quím icos a través del A M Pc y GMPc.

mina y lieparina por elidías células ocurre co­ permeabilidad capilar. Si a un animal sensibili­
mo consecuencia de ese fenómeno y, en este zado se le inyecta intradérmicamente el antíge­
caso particular, ello ha sido posible si previa­ no usado en la sensibilización y por vía in tra­
mente ha habido una interacción antígeno-anti­ venosa solución de azul de Evans, en el punto
cuerpo. de la inoculación del antígeno aparecerá entre
Anafilaxia cutánea activa. La presencia local los 15 y 30 minutos una mancha azul. Ello se
de anticuerpos fijos puede demostrarse fácil­ debe a la extravasación del colorante por au ­
mente si se recuerda que los mediadores quím i­ mento local de la permeabilidad capilar produ­
cos, en especial la histam ina liberada por los cida por las sustancias farmacológicamente ac­
inm unocom plejos, producen aum ento de la tivas liberadas.

F ig. 32-9. Reacción de Schultz-D ale. Intestino delgado de cobayo inm unizado con ovoalbúm ina. La gráfica muestra q u e
la reacción e.s específica (la seroalbúm ina bovina no produce contractura del m úsculo liso), q ue hay agotam iento de a n ti­
cuerpos fijos (los estím ulos con ovoalbúm ina a repetición term inan por no contraer el trozo de intestino) y que no hay le ­
sión m uscular (la histam ina provoca contractura m uscular cuando el m ism o y a no responde a la ovoalbúm ina).
652 Inmunopatología

F ig . 3 2 -1 0 . M asto cito s
de la s e ro s a p e rito n e a l
de cobayo en los que se
o bservan diferentes g ra ­
dos de desgranuiación.

,
i

ANAFILAXIA PASIVA inoculada inicialmente fue suficientemente al­


ta, a los pocos minutos se desencadena un cho­
Es importante no solamente porque sirve pa­ que anafiláctico con características similares al
ra demostrar que la anafilaxia es mediada por que se produce en la anafilaxia activa.
anticuerpos, sino también porque por este me­ El período de latencia varía según la canti­
canismo puede estudiarse mejor la dinámica de dad de an ticu erp o in yectado. E x p erien cias
la reacción, ya que los anticuerpos pueden re­ efectuadas en cobayos sensibilizados con anti­
gularse al ser inoculados. La anafilaxia activa cuerpo antiovoalbúm ina de conejo, m uestran
depende, en cambio, de los anticuerpos que se que, si la cantidad usada para sensibilizar es 6-
formen, hecho no regulable experimentalmen­ 7 mg por animal, se obtiene una respuesta posi­
te, ya que es privativo de cada animal. tiva desencadenada 30 minutos después. Cuan­
La anafilaxia pasiva puede tener una expre­ do se utilizan 750 )xg, dicho período se amplía
sión general o local pero, en ambos casos, para a 2 horas, y es de 5 horas si se sensibiliza con
que se produzca, es indispensable que exista un 375 |0,g de anticuerpo. Cuando las dosis utiliza­
período de latencia entre la inoculación de los das son inferiores a los 200 p,g, la muerte de los
anticuerpos y la dosis de antígeno desencade­ animales, si ocurre, nunca se produce antes de
nante, período durante el cual los anticuerpos las 48 horas. Estas experiencias son importan­
séricos inoculados habrán de fijarse a células tes, pues muestran que para sensibilizar correc­
para interaccionar luego con el correspondiente tamente en forma pasiva a un cobayo con anti­
antígeno y desencadenar un fenómeno idéntico cuerpos heterólogos, de modo que el choque
al descrito en Anafilaxia activa. anafiláctico pueda ser desencadenado antes de
los 30 minutos de la sensibilización, es necesa­
Anafilaxia pasiva generalizada rio inocular dosis de anticuerpos del orden de
los 5-10 mg.
Pueden ser homóloga o heteróloga, según se
utilice para la transferencia un anim al de la Anafilaxia pasiva local
misma especie o de especie diferente. Para lo­
grarla es necesario inocular al receptor suero Los tres métodos descritos para.demostrar la
proveniente de un animal sensibilizado, y luego an afilaxia activa local, o sea, la técnica de
de un período de latencia, suficiente como- para Sehultz-Dale, la desgranulación de los mastoci­
que los anticuerpos se fijen a células, se inyecta tos y la reacción cutánea, pueden ser emplea­
por vía intravenosa el mismo antígeno utilizado dos para poner de manifiesto la anafilaxia pasi­
para sensibilizar. Si la cantidad de anticuerpos va local. Para la técnica de Sehultz-Dale, un
Manifestaciones de hipersensibilidad 653

trozo de intestino o útero de cobaya normal es (fig. 32-11). En experiencias realizadas en co ­


puesto en contacto previamente con una solu­ bayos con anticuerpos antiovoalbúmina de co ­
ción que contiene anticuerpo. Luego se lava nejo, se demostró que con 0,02 ).tg se consigue
con solución Tyrode, se fija a un quimógrafo y la sensibilización a las 3 horas de contacto.
se procede como se indicó en la anafilaxia acti­ El PCA ha servido también para establecer
va. Para conseguir la sensibilización, experi­ qué anticuerpos se fijan a piel y cuáles son las
mentalmente se ha demostrado que el tiempo dosis mínimas y las óptimas sensibilizantes. El
de contacto no debe ser inferior a una hora. hombre, cobayo, conejo, ratón y rata elaboran
Cuando el método empleado es la desgranu­ anticuerpos capaces de fijarse a piel de cobayo.
lación de los mastocitos, la serosa peritoneal de En todos los animales indicados las dosis de
un animal normal es puesta en contacto durante anticuerpo necesarias para sensibilizar son in ­
30 minutos a 4°C con el anticuerpo en ensayo. feriores a 1 ¡xg. Para otras especies animales las
Después de lavar se añade el antígeno, sigue dosis varían.
una nueva incubación, lavado, fijado y teñido, Un hecho cjue también ha sido evidenciado
para finalmente proceder a la observación m i­ con esta metodología es la competición e x is­
croscópica a efectos de verificar la desgranula­ tente entre la gammaglobulina anticuerpo con
ción. Con soluciones de anticuerpos de 50 |ig ■ capacidad para fijarse a piel y la gammaglobu­
m f' se obtienen muy buenas sensibilizaciones. lina normal de la misma clase. Si se determina
Lfno de los métodos más empleados para la en cobayo, por ejemplo, cuál es la mínima d o ­
anafilaxia pasiva local, es la prueba de la anafi­ sis de anticuerpo antiovoalbúm ina de conejo
laxia cutánea pasiva o PCA, inicialmente des­ (IgG) capaz de sensibilizar, efectuando p ara
crita por Ovary. Para llevarla a cabo es necesa­ ello diluciones en solución sahna, se ve que és­
rio inocular al animal receptivo (cobayo, ratón) tas son inferiores a las necesarias cuando se re ­
el anticuerpo por vía intradérmica. Transcurri­ pite la experiencia anterior, pero efectuando las
do el período de latencia, que varía según la diluciones en una solución de IgG normal (1
concentración de anticuerpo y la especie ani­ mg • m l ')• Ello se debe a que la gammaglobuli­
mal, se inyecta por vía intravenosa el antígeno na normal compite con la gammaglobulina an ­
mezclado con azul de Evans. La interacción ticuerpo interfiriendo en los sitios de fijación
antígeno-anticuerpo a nivel de la pared de los de este último. Que la gammaglobulina normal
capilares lleva a la liberación de sustancias far­ puede fijarse se demuestra por la prueba de la
macológicamente activas, que provocan altera­ anafilaxia cutánea pasiva reversa. Si se inyec­
ción de la permeabilidad capilar. Como conse­ ta un cobayo por vía intradérmica con IgG n o r­
cuencia de ello el azul de Evans extravasa, apa­ mal de conejo y después de un período de la ­
reciendo 15-30 minutos después de la inyec­ tencia se le inocula por vía intravenosa suero
ción una mancha azul en el punto de inocula­ anti-IgG m ezclado con azul de Evans, en el
ción del anticuerpo, si la reacción era positiva punto de inoculación aparecerá una m ancha

F ig . 3 2 -1 1 . A n a fila x ia c u tá n e a
pasiva (PCA). a, b y c, reacciones
positivas efectuadas con anticuer­
po precipitante. A , B y C, reaccio­
nes positivas efectuadas con an ti­
cuerpo no precipitante (coprecipi-
tante), a ’, h ’, c ’, A ’, B ' y C ’: reac­
ciones negativas. Especificidad de
los anticu erpos: an tid in itro fen o l.
A ntígeno desencadenante: sero al­
búm ina bovina dinitrofenolada.
654 Inmunopatología

azul. La que se fija es la IgG normal de conejo, debieron a que, especialmente en anafilaxia pa­
ya que la reacción es positiva aunque los anti­ siva, se utilizan sistemas heterólogos constitui­
cuerpos antigammaglobulina de conejo proce­ dos por el cobayo como animal receptivo y el
dan de especies que elaboran anticuerpos que conejo como productor de anticuerpos. Y ocu­
no se fijan a piel de cobayo. rre que de las inmunoglobulinas identificadas
En la anafilaxia pasiva verdadera intervienen en el hombre y otros animales (véase cap. 5),
anticuerpos citotrópicos segtin se fijen a células que se fijan a piel homóloga no se fijan a hete­
homólogas o heterólogas. En cualquiera de los róloga, y viceversa. Como consecuencia de lo
dos casos es indispensable un período de laten- expuesto, si bien mucho de lo realizado ha ser­
cia antes de la inoculación del antígeno para vido para aclarar el mecanismo de la reacción
permitir la “fijación” de los anticuerpos. anafiláctica, sólo en los últimos años se ha lo­
Se ha descrito otro tipo de m anifestación grado una información clara sobre el anticuer­
anafiláctica, lograda por la inoculación de com­ po responsable.
plejos antígeno-anticuerpo, que no requiere pe­ Siendo la IgG una inmunoglobulina con ca­
ríodo de latencia. Para que ésta ocurra, es nece­ pacidad para fijarse a piel heteróloga, es la res­
sario que el complejo se haya formado en lige­ ponsable de la anafilaxia pasiva cuando el fe­
ro exceso de antígeno, esto es, que sea del tipo nómeno se desencadena en un animal de otra
Agj Ac^, siendo inefectivos los complejos Ag^ especie. Pero en nada participa en el choque
Ac formados en presencia de grandes cantida­ anafiláctico activo, manteniéndose como anti­
des de antígeno. cuerpo circulante.
Como los primeros son fijadores del comple­ En el hombre se ha demostrado que el anti­
mento, no así los segundos, se supone que por cuerpo anafiláctico es la IgE, que también se
ese m ecanism o tenga lugar la form ación de encuentra presente en algunos animales como
anafilotoxina (véase cap. 22), que provoca la li­ la rata, conejo, ratón, oveja y aun en el cobayo,
beración de histamina. del que ha sido aislado por nosotros. Esta in­
Dado que el mismo efecto se logra inoculan­ munoglobulina se encuentra a muy bajas con­
do por vía intradérmica cobayos con gamma- centraciones como anticuerpo circulante. Si
globulina desnaturalizada por calentam iento, bien en el plasma sanguíneo su vida media es
que a su vez tiene capacidad para fijar el com ­ de 60 horas, cuando se encuentra fijada a m as­
plemento, se estima que la función de los anti­ tocitos ella no es menor de dos semanas. Cuan­
cuerpos es la de form ar con el antígeno los do los anticuerpos IgE son calentados a 56°C
agregados que fijan el complemento. Por tal por 1-3 horas, conservan su capacidad para in­
circunstancia a este fenómeno se los denomima teraccionar con el antígeno, pero pierden su ca­
anafilaxia agregada o por agregados. Si bien pacidad para unirse a m astocitos porque el
la expresión clínica es debida a la liberación de fragmento Fe de la molécula experimenta cam­
histam ina, probablem ente su m ecanism o sea bios conformacionales que le impiden unirse al
distinto del de la anafilaxia verdadera. receptor específico. Para mayor inform ación
Es conveniente recordar que sustancias como sobre esta inmunoglobulina véase el capítulo 5.
el ionóforo de calcio, morfina, codeína, el com­ En algunos animales como el ratón y el coba­
puesto 48/80 y otras sustancias pueden activar yo existen dos tipos de IgG, las llamadas IgGl
directamente a los mastocitos e inducir la libe­ e IgG2 o y, y Esta última presenta las propie­
ración de histamina. Ello se debe a que todos dades biológicas de la IgG normal, entre las que
esos productos causan un influjo de iones Ca^^. cabe señalar su capacidad para fijarse a piel he­
Linfoquinas sintetizadas por los linfocitos T teróloga. La IgG l, por el contrario, difiere, ya
pueden interaccionar con basófilos y liberar que no fija el complemento y sólo se fija a piel
histam ina. D icho facto r se id en tifica com o homóloga. Por tal motivo, hasta el momento, ha
HRF (histamine releasing factor). Por contacto sido considerada como un anticuerpo anafilácti­
con antígeno, los linfocitos T pueden excretar co homólogo. La IgGl es un anticuerpo que se
un factor antígeno-específico liberador de his­ encuentra en cantidades apreciables en el to­
tamina (TCF), que puede armar mastocitos, los rrente circulatorio y se diferencia de la IgE, o
que, al contactar nuevamente al antígeno, libe­ anticuerpo reagínico, en algunos aspectos de su
ran mediadores químicos. Este factor sólo sen­ comportamiento. Entre ellos merecen destacar­
sibiliza por pocas horas, a diferencia de lo que se la capacidad para precip itar el antígeno,
ocurre con IgE que lo hace por varios días. mantener su actividad después de la reducción
con mereaptoetanol, fijarse rápidamente a piel y
A n t ic u e r p o s a n a f il á c t ic o s persistir en ella no más de 48 horas.
Su capacidad para fijarse a células parece di­
La identidad del anticuerpo anafiláctico ha ferente ya que, si mastocitos aislados que han
sido aclarada al comienzo de los estudios sobre sido puestos en contacto con IgG l anticuerpo
anafilaxia. Muchos de los errores cometidos se son lavados una sola vez con solución salina.
Manifestaciones de hipersensibiiidad 655

se desensibilizan, cosa que no ocurre con la Cuadro 32-2


IgE anticuerpo, aun después de cinco lavados.
Parecería que los anticuerpos heterocitotrópi- In m unoglobulina
cos (IgG de conejo) y homocitotrópicos (IgG l) P ropiedades IgG , Ig E
se unen al mismo receptor en los mastocitos de
cobayo. La IgG normal de conejo compite con Pe.so m olecular 150JsD 18.5 k D
C onstante de sedim entación 15 7,8.5
los anticuerpos IgG de conejo e IgGl de coba­ T erm olabilidad (1 hora a 56 “C) .. + (+)
yo, ocurriendo lo mismo con la IgG l normal de Inactivación por m ercaptoetanol - +
cobayo. Ninguna de ellas inhibe la fijación de Tiem po m ínim o de fijación a la 2-3 hora 24 h o ras
IgE, lo que indica que los receptores para esta piel
P ersistencia en piel Horas S em an as
inmunoglobulina y los de la IgG son diferentes. P ersistencia en m astocitos des­ - +
Hay autores que sostienen que los anticuer­ pués de varios lavados
pos de tipo IgG 1 sólo interaccionan con la P asaje placentario + -

membrana del mastocito o basófilo para desen­ C apacidad para precipitar el an tí­ -1- -
geno
cadenar la liberación de histamina, después de C oncentración sérica m g/m l
haberse unido al antígeno en la fase fluida, de
ahí que puedan ser eliminados fácilmente por
lavados. En favor de ello está el hecho de que
la desgranulación de los mastocitos por estos y 52 aminoácidios respectivamente, con hom o­
anticuerpos puede conseguirse por el método logía para los dominios de las inm unoglobuli­
directo (añadiendo primero el anticuerpo y lue­ nas y que son los comprometidos en la unión a
go el antígeno) o reverso (invirtiendo el orden). los dominios CH2/CH2 de la IgE; p (PM 32
Además, para que la desgranulación del masto­ kD) que sobrepasa cuatro veces la mem brana
cito tenga lugar, es necesario que antígeno y citoplasmática, que es muy sensible a las enzi­
anticuerpo estén en relaciones óptimas (ligero mas proteolíticas, y que actuaría como elem en­
exceso de antígeno). Ello quizá puede deberse to de unión al homodímero de cadena y. Éste
a c[ue el agregado formado necesita una confi­ tiene un PM de 9 kD y resulta de la unión de
guración espacial determ inada para unirse al dos cadenas y por un puente disulfuro, presen­
receptor de la membrana. Si el anticuerpo es de tando estas cadenas considerable hom ología
tipo IgE, que se fija directamente al receptor, el con la cadena ^ del componente CD3 del re­
añadido de exceso de antígeno o anticuerpo no ceptor del linfocito T (RcT). Al igual que CD3
incide en los resultados. el homodímero y estaría involucrado en la
Otro hecho que indica una sensibilización transducción de señales, las que tendrían lugar
diferente por los anticuerpos IgE e IgG es el después de la unión de la IgE a la cadena a del
observado al añadir mastocitos normales a una RIFce (fig. 32-8).
suspensión de mastocitos sensibihzados. En el No obstante que el hidrato de carbono cons­
caso de los mastocitos sensibihzados por IgE el tituye el 30% de la masa molecular del recep­
añadido de mastocitos normales no produce au­ tor, parecería que este componente no intervie­
mento de la liberación de histamina, hecho que ne en la unión al ligando. La unión RIFCe-IgE
ocurre, y es proporcional a la cantidad de m as­ es de alta afinidad (10® a 10’° M ‘). (Para más
tocitos añadidos, si la sensibilización es por detalles véase cap. 5).
IgG l. El número de RIFce en los basófilos oscila
C om o en el co bayo y rató n , que p o seen entre 40 x 10^ y 90 x 10^ por célula.
IgG l, se ha demostrado también la presencia Se ha descrito un receptor para IgE de baja
de anticuerpo reagínico (IgE), queda aiin por afinidad (RlIFce) que requiere mayores canti­
dilucidar cuál es la verdadera función que la dades de IgE para su unión. Este receptor es es­
IgGl o y, cumple en estos animales. pecífico para los dominios CH3/CH3 de IgE y
Las otras inmunoglobulinas conocidas, IgM, se lo conoce tam bién como CD23. H a sido
IgA e IgD, no participan en el choque anafilác­ identificado en linfocitos B, macrófagos y eosi­
tico ya que carecen de capacidad homocitotró- nófilos y se considera que interviene en la re­
pica y heterocitotrópica, que está dada por el gulación de la síntesis de IgE.
fragmento Fe de la inmunoglobulina. Un análi­ Además de los mastocitos y basófilos san­
sis comparativo de las propiedades de IgG l e guíneos, la presencia de repector para IgE ha
IgE se encuentra en el cuadro 32-2. sido dem ostrada en plaquetas, m acrófagos y
Metzger y col. han aislado y caracterizado el granulocitos eosinófilos. En estas células, los
receptor para IgE existente en células basófilas receptores servirían para que pudieran actuar
(RIFce). Está compuesto por 3 subunidades: a como células efectoras citotóxicas frente a pa­
(PM 27,8 kD), cuya fracción extracelular N- rásitos sensibilizados con IgE. Esto m ostraría
terminal de 181 residuos y 7 sitios potenciales que la IgE no siempre desencadena fenómenos
de glucosilación, presenta dos dominios de 40 que pueden ser perjudiciales para el huésped.
656 Inmunopatología

A l e r g ia a t ó p ic a piones tienen sustancias alergénicas, general­


mente relacionadas con enzimas como fosfoli­
H asta hace muy poco tiem po, ia llam ada pasa y hialuronidasa las que con frecuencia
alergia atópica en el hombre, con sus expresio­ presentan actividad proteolítica. Estos alerge­
nes clínicas como el asma, fiebre del heno, u r­ nos inducen reacciones locales, las que pueden
ticaria, etc., era considerada un tipo particular llegar a ser de carácter sistémico si son desen­
de manifestación de hipersensibilidad, que li­ cadenadas en individuos muy sensibilizados
beraba mediadores químicos, siendo responsa­ como consecuencia de picaduras anteriores.
bles de ella ciertos anticuerpos denominados d) Alergia a drogas: productos químicos de
“reagínicos”, termolábiles, no precipitantes y bajo peso molecular, actuando como haptenos,
sólo con capacidad para transmitir pasivamente pueden acoplarse a proteínas propias del hués­
el fenómeno de hombre a hombre. ped y transformarse en antígenos, sensibilizán­
El descubrimiento de la IgE y su exclusiva dolo. Drogas como la penicilina, cefalosporina
capacidad homocitotrópica, así como la identi­ y sulfamidas inducen con frecuencia reacciones
dad entre ella y los anticuerpos reagínicos, han alérgicas, al igual que algunos anestésicos loca­
servido para aclarar el problema y demostrar les como la novocaína, lo que obliga a un inte­
que la atopia no es más que una manifestación rrogatorio previo del paciente o sometimiento a
anafiláctica, generalmente localizada. alguna prueba cutánea específica para conocer
A los antígenos responsables de las alergias su estado de sensibilización. La penicilina es
atópicas se los designa alergenos. Los más co­ uno de los fármacos que con más frecuencia in­
munes son los provenientes de pólenes, proteí­ duce alergia, habiéndose producido casos fata­
nas de los pelos, plumas, polvillo de habita­ les como consecuencia de una reacción de hi­
ción, etc. persensibilidad sistémica aguda, cuando fue in­
La magnitud de la respuesta IgE a los alerge­ yectada en individuos sensibilizados.
nos depende de la ruta de su penetración en el La alergia ectópica se caracteriza porque es
huésped y de las características genéticas de és­ espontánea y ocurre principalmente como con­
te (véase más adelante). El motivo por el cual secuencia de estimulaciones en la mucosa na­
los alergenos dan respuesta a IgE en los pa­ sofaríngea, bronquial, gástrica e intestinal.
cientes atópicos, y otros tipos de respuestas in­ Nuevas penetraciones de antígeno desencade­
munes en los no atópicos, es un hecho aún no nan reacciones anafilácticas localizadas en el
totalmente clarificado. “órgano efector” que sufre el impacto (mucosa
Los alergenos más importantes pertenecen a nasal; fiebre de heno; mucosa bronquial; asma;
cuatro grupos; piel; urticaria, etc.). Las personas normales ha­
a) Alergenos aéreos. Forman parte de este bitualm ente no sufren estas m anifestaciones
grupo los pólenes de diferentes orígenes espo­ porque, aun estando sensibilizadas, poseen un
ros de hongos, en especial los de Aspergillus y título significativo de anticuerpos circulantes
Alternaría, todos ellos con alto contenido en de tipo IgG no homocitotrópicos, que actuando
glucoproteínas; y los provenientes de ectopará- sobre el antígeno lo bloquean e impiden la for­
sitos como los Dermatophagoides, presentes en mación de los inmunocomplejos a nivel celu­
el polvillo de habitación. Todos estos alergenos lar, que son los liberadores de ias sustancias
producen, por regla general, reacciones alérgi­ vasoactivas.
cas de tipo asmático y/o rinitis. A partir de es­ Una forma de determinar si un individuo es­
tos materiales se han aislado y purificado dife­ tá sensibihzado a un antígeno es haciendo apli­
rentes alergenos, los que han demostrado ser caciones locales de éste, ya sea por escarifica­
los responsables de la reacción inducida por el ción o por inoculaciones intradérmicas. Estas
producto global. pruebas deben ser efectuadas con cuidado, ya
b) A lergenos de origen alim entario. Una que en personas muy sensibilizadas la respues­
gran variedad de alimentos como la leche, hue­ ta puede ser un choque anafiláctico generaliza­
vo, pescado, maní, nueces, mariscos, cacao y do, con todas sus consecuencias.
otros contienen alergenos capaces de inducir Se puede trasmitir pasivamente la alergia ató-
reacciones de hipersensibilidad mediadas por pica, pero en este caso, siendo el anticuerpo res­
IgE, de tipo cutáneo, gastrointestinal y aun sis- ponsable homocitotrópico, el único receptor po­
témicas. Estas alergias son muy comunes en sible es el hombre. Esto no es absoluto, ya que
los niños de corta edad, especialmente las indu­ se ha demostrado que la piel de algunos monos
cidas por leche de vaca, las que generalmente tiene capacidad para fijar la IgE humana.
desaparecen después de los 2-3 años de vida. La prueba de transferencia pasiva en el hom ­
En los adultos predominan las manifestaciones bre se denomina de Prausnitz-Küstner o PK, y
inducidas por pescados y mariscos, consiste en inyectar en la piel de una persona
c) Alergenos provenientes de venenos de in­ no sensibilizada el suero del paciente en estu­
sectos. Los venenos de avispas, abejas y escor­ dio, inoculando el antígeno en la misma área
Manifestaciones de hipersensibilidad 657

24 a 48 horas después. Si el material inicial­ una aptitud para la elaboración exagerada de


mente inoculado contenía anticuerpos reagíni- anticuerpos localizados en la IgE.
cos, se produce una pápula con eritema en el El descubrimiento de los antígenos del siste­
punto de inoculación. Una idea aproximada del ma mayor de histocompatibilidad o HLA (véase
título de anticuerpos puede lograrse mediante cap. 29) ha permitido comprobar asociaciones
inoculaciones de diferentes diluciones del sue­ estadísticamente significativas entre algunas en ­
ro en ensayo, determinando cuál es la máxima fermedades y estos antígenos. En el caso de la
dilución que da reacción positiva. atopia existen asociaciones entre la sensibiliza­
La desensibihzación, especialmente por for­ ción a algunos componentes de pólenes y los
mación de anticuerpos de bloqueo, da buenos antígenos HLA de los que son portadores esas
resultados en la mayor parte de los casos (véa­ familias. Se ha demostrado, entre otras, una aso­
se más adelante). Es indispensable también el ciación significativa entre personas que son por­
aislamiento del paciente de las zonas de con­ tadoras de los antígenos HLA Dw2, B7 yA2,
tacto con los antígenos sensibilizantes (póle­ A28 con los antígenos Ra5 y Ra3, respectiva­
nes, polvos de habitación, plumas, medicamen­ mente, procedentes del polen de hierba carmín.
tos), a efectos de evitar la producción de cho­ Del mismo modo, entre B8, Dw3, Al y Dw3, B
ques anafilácticos localizados y nuevas sensibi- con Rye I y Rye II (polen de gramíneas).
hzaciones. Los mecanismos de regulación de la produc­
Algunas sustancias simples, en especial m e­ ción de IgE han sido objeto de numerosas in ­
dicamentos y productos químicos, pueden sen­ vestigaciones, sobre todo si se tiene en cuenta
sibilizar, ya que, si bien por sí solos no tienen que la síntesis de esta inmunoglobulina gene­
capacidad inmunogénica, la adquieren al com­ ralmente se desarrolla en forma independiente
binarse con proteínas propias del individuo, las de la correspondiente a las otras clases de in ­
que actúan como soportes. m unoglobulinas. Es un hecho bien conocido
El asma bronquial, proceso con característi­ que antígenos asociados a adyuvante de Freund
cas comunes de la alergia atópica, es una forma completo inducen síntesis de anticuerpos IgG,
clínica que puede verse influida por diferentes en tanto que hay aumento de la síntesis de IgE
manifestaciones psicosomáticas, las que pue­ si el antígeno se inocula mezclado con una sus­
den incidir en la liberación de mediadores quí­ pensión de Bordetella pertussis. Hay investiga­
micos. dores que en uno y otro caso han aislado facto­
En el asmático, la estimulación cohnérgiea a res supresores o estimuladores de la síntesis de
través de la acetilcolina sobre la guanilatocicla- esa inmunoglobulina.
sa provoca un aumento del GMPc en las célu­ Ishizaka y col. analizaron la producción de
las basófilas, con liberación de histamina y leu­ IgE en ratas infectadas previamente con Nip-
cotrienos y contractura de la musculatura lisa postrongylus brasiliensis. En los ganglios lin­
bronquial. Este efecto es bloqueado por la atro­ fáticos encontraron linfocitos T que sintetiza­
pina. La manifestación asmática puede aumen­ ban un factor potenciador de la síntesis de IgE,
tar aun más por intermedio de la norepinefrina, de P M 25 kD, y un factor inhibidor de la sínte­
que al estimular los receptores a-adrenérgicos, sis de IgE, de PM 16 kD. El primero estaba
disminuye la concentración de AMPc, con la glucosado, tenía grupos terminales y se unía a
consecuente liberación de los mediadores quí­ Con A. Cuando esos linfocitos fueron estimula­
micos. Esta acción puede ser inhibida por blo- dos con Con A en presencia de un inhibidor de
queadores a-adrenérgicos como la fentolamina. la glucosilación proteica (tunicamieina) y sin
Cuando el isoproterenol o la epinefrina acti­ este antibiótico en un cultivo paralelo, encon­
van la adenilciclasa, que transforma al ATP en traron que el producto sintetizado en presencia
AMPc, la liberación de histamina y otros me­ de tunicam ieina tenía actividad supresora, no
diadores es inhibida y la relajación muscular se así el control. La lipomudulina, proteína cito­
produce. Las metilxantinas magnifican el efec­ plasmática inhibidora de la fosfolipasa, induce
to al aumentar el AMPc por inhibición de la la producción del factor supresor. P osterior­
adenilfosfodiesterasa, que destruye al AMPc mente los mism os investigadores aislaron un
con formación de 5 ’AMP inactivo (fig. 32-8). factor inhibidor de glucosilación (FIG), consti­
Conociendo este mecanismo de regulación ho­ tuido por un fragmento de lipomodulina fosfo-
meostática a través del AMPc y GMPc y los rilada, y an factor estimulador de la glucosila­
agonistas y antagonistas del sistema nervioso ción (FEG), que tiene características de protea-
autónomo, es posible actuar con éxito en el as­ sa similar a la calicreína. Teniendo en cuenta
ma bronquial mediante el empleo de productos que la calicreína y la bradiquinina activan fos­
farmacológicos eficaces. folipasa en una variedad de células, se puede
Se ha considerado la existencia de una pre­ especular que el factor aumentaría la glucosila­
disposición hereditaria a la alergia atópica, que ción del factor de unión a las células B con IgE
podría estar caracterizada principalmente por de m em brana, a través de la activación de la
658 Inmunopatología

fosfolipasa. Se estima que los linfocitos T esti­ choque anafiláctico. Si a un animal sensibiliza­
mulados producen los dos factores en pequeñas do, en lugar de inocularle la dosis de antígeno
cantidades los que podrían ponerse en contacto mínima desencadenante en una sola vez, se le
con los linfocitos con IgE de membrana, man­ inyecta ésta en forma fraccionada (1/10 de la
teniendo el control normal de la síntesis de IgE, dosis total) y a intervalos de 20-30 minutos, el
que podría desnivelarse por el predominio de animal no experimenta choque anafiláctico. Se
uno u otro factor. considera c]ue el antígeno inoculado en estas
Recientemente se ha demostrado que la IL-8 condiciones produce neutralizaciones parciales
y la IL-12 inhiben selectivam ente la produc­ del anticuerpo fijado y no llega a formar la can­
ción de IgE inducida por IL-4. tidad de inmunocomplejo necesaria para liberar
las dosis farm acológicam ente activas de los
M edición de IgE mediadores químicos. Si inmediatamente des­
pués se inyectan al animal dosis de antígeno
Dados Jos niveles extremadamente bajos de iguales o aun superiores a la mínima desenca­
IgE sérica (~ 250 ng ■ m i '), hasta hace poco denante, el animal no reacciona. Parecería que
tiempo rio se disponía de métodos que perm i­ todo el anticuerpo fijo hubiese sido bloqueado
tieran su cuantificación, y menos aun de la IgE e incapacitado para reaccionar con el antígeno
con actividad específica. Con el advenimiento últimamente introducido.
del radioinmunoanáhsis ello ha sido posible, ya Es posible desensibilizar también mediante
que esta metodología es capaz de detectar hasta inoculaciones subcutáneas, repetidas cada 4-5
1 ng de anticuerpo. días, de pequeñas cantidades del antígeno espe­
Para el dosaje de IgE humana total, un anti­ cífico, pero en este caso el mecanismo es dife­
cuerpo anti-IgE humana se fija covalentemente rente, ya que como consecuencia de la estimu­
a discos de papel de filtro previamente tratados lación antigénica se originan anticuerpos séri­
con bromuro de cianógeno. Diluciones del sue­ cos bloqueantes de tipo IgG. heterocitotrópi-
ro estándar y del suero a valorar son puestos en cos, que al unirse al antígeno que puede pene­
contacto con los discos de papel, en dos series trar con posterioridad impiden su interacción
paralelas. Luego de incubar y lavar los discos con los anticuerpos fijos a células.
son cubiertos con '^^IgG anti-IgE (hum ana). Estos resultados son más efectivos si los an­
Después de incubar y lavar, se determina la ra­ tígenos usados son particulados o previamente
diactividad de los discos (combinada), usando polimerizados con glutaraldehído si son solu­
para ello un contador de radiaciones gamma. bles. Par mayor información véase el capítulo
Con los datos obtenidos se efectúan las grafica- 19, anticuerpos no precipitantes o IgG asimétri­
ciones y cálculos correspondientes. A esta m e­ cos y las correspondientes curvas de produc­
todología se la designa habitualmente con ia si­ ción de anticuerpos cuando se hacen inmuniza­
gla RIST, de) inglés “radioimmunosorbent test- ciones a repetición con antígenos que respon­
” (Para mayores detalles véase cap. 38.) den a las características señaladas.
El dosaje de IgE específico se hace fijando a
los discos de papel el correspondiente alergeno, Fenómeno de A rth u s
y poniéndolos a reaccionar con diluciones del
suero que se ha de valorar. Se procede de igual Es un fenómeno de hipersensibilidad que, a
manera con un suero testigo. Después de incu­ diferencia de la anafilaxia, no se debe a la libe­
bar y lavar se añade a cada disco ‘^'’I-IgG anti- ración de mediadores químicos. Fue descrito
IgE (humana), se incuba, lava, lee y cuantifica inicialmente por Arthus en 1903, quien observó
como en el caso anterior. que inoculando suero de caballo por vía subcu­
Cuando lo que se dosa es la IgE específica, tánea a conejos que habían sido previam ente
e l radioinm unoanálisis se lo designa RAST inmunizados con el mismo antígeno, aparecía a
(“radioallergosorhent test”). las pocas horas, en el punto de inoculación, una
Actualmente, y dada la sensibilidad del m é­ tumefacción difusa, que podía llegar a la hipe­
todo, los inmunoanálisis que emplean reactivos rem ia. Pueden aparecer tam bién petequias y
marcados con enzimas van sustituyendo cada pequeñas hemorragias. Generalmente el proce­
vez más el radioinmunoanálisis. Tienen la ven­ so retrogada pero, si el título de anticuerpos es
taja de que se pueden realizar en cualquier la­ suficientemente alto, puede producirse necro­
boratorio y no se manipulan materiales radiac­ sis. Este fenómeno puede desencadenarlo cual­
tivos (cap. 37). quier antígeno soluble capaz de engendrar la
elaboración de anticuerpos precipitantes fijado­
D e s e n s ib il iz a c ió n res del complemento.
Es un fenómeno inflamatorio; se inicia con la
Por diferentes procedimientos es posible de- aparición de anticuerpos precipitantes y se in­
sensibilizar tem porariam ente con respecto al tensifica con su aumento. Es específico, ya que
Manifestaciones de hipersensibilidad 659

sólo lo desencadena el antígeno con especifici­ ginan y las dosis de los m ism os necesarias,
dad para los anticuerpos que posee el animal. muy superiores a las del PCA, varían entre 30
Si bien la reacción de Arthus incluida entre y 60 p,g.
las de tipo III del Gell y Coombs generalmente El Arthus pasivo puede ser directo o reverso.
se desencadena en piel, puede producirse tam­ En el primer caso, el antígeno es inoculado por
bién en otros órganos. Es un fenómeno local en vía intradérmica, y el anticuerpo, intravenosa.
que las lesiones hísticas se inician por la for­ En ambos casos, antígeno y anticuerpo pueden
mación y depósito de agregados antígeno-anti­ ser inoculados a un mismo tiempo por tratarse
cuerpo. Los complejos más efectivos son los de una reacción inicial entre antígeno y an ti­
solubles que se forman en la zona de ligero ex­ cuerpos circulantes.
ceso de antígeno, con capacidad para fijar el Siendo un fenóm eno puram ente vascular,
complemento. Como ya se ha indicado en el desencadenado por la formación de trom bos,
capítulo 22, es indispensable la formación de los anticoagulantes como la heparina, Trom e-
C3a y C5a, compuestos que provocan por qui- xán, etc., inhiben o disminuyen la intensidad de
miotactismo un aflujo de leucocitos, en espe­ la reacción.
cial polimorfonucleares neutrófilos. Éstos en­ El Arthus pasivo difiere del PCA en que no
globan los inmunocomplejos formados en los requiere período de latencia; las dosis de anti­
espacios texturales y en la pared de los vasos, cuerpo necesarias para desencadenar el fen ó ­
degradándolos. Los leucocitos necróticos libe­ meno son superiores; la reacción se hace evi­
ran proteínas catiónicas y enzimas lisosomales, dente, al igual que en el fenómeno activo, entre
en especial catepsina D y E, que son las que las 5 y 18 horas y no es inhibida por los anti­
provocan focos de necrosis en la pared de los histamínicos.
vasos y otros procesos inflamatorios, con cú­
mulos de plaquetas y trombos de fibrina en las R e a c c ió n d e a r t h u s s is t é m ic a
pequeñas arteriolas que rodean, provocando la o ANAFILAXIA ALARGADA
obliteración de las mismas y en definitiva la
necrosis hística. Se ha observado que ia inoculación de antíge­
Se ha podido seguir la evolución del proceso nos a cobayos que contienen un alto título de
in vivo, especialmente en el conejo, mediante la anticuerpos específicos, no por vía intravenosa
colocación en la oreja de pequeñas cám aras sino subcutánea, intramuscular o cualquier otra
transparentes que permiten la observación m i­ que determine una lenta absorción de él, produ­
croscópica. Se ha visto que en las primeras ho­ ce la muerte de los animales después de 4-5 ho­
ras hay cúmulo de polimorfonucleares neutrófi- ras, pero con una sintomatología diferente de la
los y muy pocos linfocitos, macrófagos y eosi­ anafilaxia verdadera. Presentan hipotensión,
nófilos. Después de las 24 horas, los polinuclea­ leucopenia, trombocitopenia, aumento del tiem­
res comienzan a degenerar, aumentando la pro­ po de la coagulación sanguínea. En las necrop­
porción de macrófagos, eosinófilos y linfocitos, sias no hay enfisema pulmonar. Se observa lí­
los que se mantienen varios días hasta que tiene quido peritoneal, petequias y pequeñas hemorra­
lugar la reparación hística. Mediante el empleo gias en mucosas, serosas y pulmones y frecuen­
de antígenos o anticuerpos marcados se ha podi­ temente grandes hemorragias en el tracto gas­
do observar que los inmunocomplejos desapare­ trointestinal.
cen en su mayoría a las 24-48 horas, los que son Este fenómeno no es inhibido por los antihis-
fagocitados por los polimorfonucleares neutrófi­ tamínicos, y en los animales que lo experimen­
los y en menor proporción por los macrófagos. tan se observa una disminución del complemen­
En algunas especies animales, como la rata, los to circulante. Siendo el complemento fijado por
eosinófilos intervienen activamente en ¡a fagoci­ los anticuerpos de tipo ígG2 de cobayo y no por
tosis. Esto hace suponer que el fenómeno de los de tipo igO l responsables del choque anafi­
Arthus debe participar en los mecanismos de láctico, todo esto hace suponer que la llamada
eliminación de inmunocomplejos, en especial anafilaxia alargada no sea más que un fenómeno
los presentes en los vasos sanguíneos. de Arthus sistémico. Al no inocularse el antíge­
La presencia de leucocitos es indispensable no por vía intravenosa el choque anafiláctico se
para que la reacción de A rthus se produzca. reduce al mínimo, pero ello no impide la forma­
Cualquier proceso que lleve a su depresión co­ ción de inmunocomplejos entre el antígeno y
mo el empleo de mostaza nitrogenada y sus de­ anticuerpos lgG2 capaces de desencadenar una
rivados o sueros antipolimorfonucleares neu­ reacción de Arthus generalizada.
trófilos, reduce al mínimo el fenómeno.
La reacción de Arthus puede desencadenarse E n ferm ed a d del su ero
en forma pasiva. A diferencia de la anafilaxia
cutánea pasiva (PCA) no necesita período de Es una enfermedad que fue descrita inicial­
latencia. Sólo los anticuerpos bivalentes lo ori­ mente en el hombre, pero que puede lograrse
660 Inmunopatología

experimentalmente en los animales. Se produce presión tardía, similares a las observadas en la


cuando se inoculan altas dosis de antígeno en alergia retardada verdadera. Aparentemente, es
una sola vez (sueros antitóxicos elaborados en m ediada por las células productoras de anti­
animales de otras especies, proteínas purifica­ cuerpos que aparecen tempranamente. Es tran­
das concentradas). En el hombre se observa hi- sitoria, se presenta a los pocos días de la ino­
pertermia, tumefacción ganglionar, hipertrofia culación del antígeno y se mantiene hasta la
del bazo, urticaria, dolores articulares y postra­ aparición de anticuerpos circulantes, instante
ción. Los polinucleares neutrófilos y eosinófi­ en que es reemplazada por una manifestación
los están aumentados y puede aparecer albumi­ de tipo Arthus. Mientras no pueda demostrarse
nuria. El complemento sérico está disminuido. que la sensibilidad de Jones-Mote es transmiti­
Mediante el empleo de antígenos marcados da por células, no puede considerarse como
se pudo observar que, con posterioridad a la una manifestación tardía. Difiere de la hiper­
inoculación de la alta dosis de antígeno, los sensibilidad retardada en algunos aspectos de
síntomas de la enfermedad del suero se inicia­ la dermorreacción y especialmente porque du­
ban cuando aún había antígeno circulante, y rante ésta hay acumulación de células plasmá­
muy poco antes de la aparición de anticuerpos, ticas.
y que los síntomcis desaparecerían cuando no se
detectaba antígeno y los anticuerpos circulantes
estaban a alta concentración. Todo esto indica­ HIPERSENSIBILIDAD INESPECÍFICA
ba que esta enfermedad estaba relacionada con
la formación de anticuerpos séricos, pero que Se conocen algunas manifestaciones de h i­
la aparición de los síntomas clínicos no coinci­ persensibilidad que, si bien desde el punto de
día con la aparición de anticuerpos circulantes vista clínico de la reacción producida se aseme­
libres. En realidad, la enfermedad se inicia con jan grandemente a las desencadenadas por al­
la aparición de los anticuerpos. Lo que ocurre guno de los mecanismos específicos descritos,
es que, dada la presencia de grandes cantidades no pueden incluirse dentro del capítulo de aler­
de antígeno circulante, se originan complejos gia por carecer de una base inmunológica. M e­
solubles. Los inm unocom plejos son norm al­ recen mencionarse el choque anafilactoideo, el
mente eliminados de la circulación por el siste­ fenóm eno de Sannarelli-Schw artzm ann y las
m a reticuloendotelial en correspondencia con llamadas “alergias físicas”.
las características de los mismos. Los formados Choque anafilactoideo. Se produce por ino­
en exceso de antígeno son pequeños y lenta­ culaciones intravenosas de algunas sustancias
mente eliminados. Los elaborados en la zona como la peptona, extractos de órganos (en es­
de equivalencia constituyen grandes agregados pecial los pulmonares de vaca y caballo), agar,
y son rápidamente fagocitados. Lo mismo ocu­ almidón, hierro coloidal, tinta china, etc. Se lo­
rre con los formados en la zona de exceso de gra mediante inoculación por la vía indicada, y
anticuerpo, pero éstos no fijan el complemento. la reacción producida se asemeja a un choque
Teniendo en cuenta esto y el hecho de la dismi­ anafiláctico agudo. Se diferencia de este últi­
nución de los niveles del complemento durante mo en que se produce por una única inocula­
la enfermedad del suero, se supone con razón ción del material y, además, en que varias de
que la misma sea desencadenada por complejos las sustancias desencadenantes no son antigé­
antígeno-anticuerpo form ados en la zona de nicas.
moderado exceso de antígeno. Las investigaciones efectuadas parecen indi­
car que las sustancias mencionadas inyectadas
por vía intravenosa pueden provocar la libera­
ALERGIA RETARDADA ción de histamina, la que al actuar sobre los va­
sos y musculatura lisa produce manifestaciones
Este tipo de manifestación de hipersensibili­ similares a las desencadenadas por el choque
dad, mediada por células, ya ha sido considera­ anafiláctico. Si bien el desencadenante de la
da en detalle en el capítulo 16 y en su puesta en reacción es el mismo producto farmacológica­
m archa intervienen los linfocitos T del tipo mente activo, el mecanismo que lleva a su libe­
T H l, CD4+ productores de IL-2 e INF-y. ración es diferente en ambos casos.
Fenómeno de Sannarelli-Schwartzmann. Es­
Hipersensibilidad de tipo Jones-Mote te fenómeno con forma de reacción generaliza­
da, fue descrito inicialm ente por Sannerelli,
Cuando se inoculan antígenos proteicos apa­ quien observó que, si inoculaba conejos con
rece en los primeros estadios de la formación dosis subletales de vibrión colérico y horas
de los anticuerpos, y antes de que ellos estén después con pequeñas cantidades de colibaci-
presentes en circulación, un estado de sensibi­ los, los animales morían con una marcada ne­
lidad capaz de dar reacciones cutáneas de ex­ crosis de la mucosa intestinal.
Manifestaciones de hipersensibiiidad 661

Schwartzmann, unos años después, observó el tiempo transcurrido entre la primera y la se­
que, si se inoculaban conejos por debajo de la gunda inoculación era mínimo, lo que no podía
piel con un filtrado de bacilos tíñeos, y a las 24 explicar la elaboración de anticuerpos.
horas, por vía intravenosa, se inyectaba el m is­ La interpretación de este fenómeno ha p reo ­
mo filtrado o el procedente de otros microorga­ cupado a los inmunólogos. Estudios de tejidos
nismos, como colibacilos y aun meningococos, efectuados en conejos han aportado algunos
la zona de la piel inicialmente inoculada tom a­ conocimientos al respecto. La inoculación in i­
ba, entre las 2 y las 5 horas posteriores, un as­ cial .del filtrado produce un cúmulo local de
pecto purpureo, y llegaba a la necrosis algunas polimorfonucleares neutrófilos, especialm ente
horas más tarde. En los exámenes histológicos en m anguito, a nivel de los pequeños vasos.
se observaban necrosis textural, trombosis, ro­ Estos polinucleares, mediante glucólisis an ae­
tura de vasos y hemorragia. robia, producen cantidades anormales de ácido
Schwartzmann pudo demostrar que este fe­ láctico, al tiem po que lesiones histo ló g icas
nómeno hemorragíparo, al que Sannarelli había inaparentes comienzan a presentarse en los en-
denominado “alergia hemorrágica”, era inespe­ doteUos de los vasos circundantes. Al hacer la
cífico, ya que podía lograrse con la inoculación segunda inoculación intravenosa este fenóm e­
de sustancias desencadenantes de naturaleza no se intensifica, hay cúmulo de leucocitos y
muy diferente de la de las usadas para la sensi­ plaquetas en los vasos lesionados, y se o rig i­
bilización inicial, como agar y almidón. A de­ nan trom bos oclusivos que llevan a la rotura
más, no podía admitirse una base inmunológica de los vasos y necrosis de los tejidos, todo lo
similar a la del fenómeno de Arthus por cuanto cual configura el fenóm eno descrito inicial-

C uadro 32-3. Manifestaciones de hipersensibilidad


H ipersensibilidad
H ípersensibilidad específica inespecífica

Inm ediata R etardada


i l[JV
Tipo anafiláctico Tipo Arthus Tipo tuberculínico Sannarelli-Schw artzm ann

A gente res- A nticuerpos séri­ A nticuerpos cir­ C élulas específicam ente sensibi­ A usencia de anticuerpos
Donsable cos fijos a cé­ culantes lizadas. A usencia de anticuer­ séricos y células e sp e c ífi­
lulas pos séricos cam ente sensibilizadas

A gente A nticuerpos pre­ Anticuerpos p re­ C élulas sensibilizadas A usencia de transferencia


cipitantes y no cipitantes pasiva
73 precipitantes

C obayo (y l) Sí Sí
(/i Conejo (IgG ) Sí Sí
'iu ou H om bre (IgG ) Sí Sí
ü o
V aca No Sí
WJ'Z3 Pollo No Sí
P n ^
_o
P eríodo de la- Sí No No
tencia

Liberación de Complejos A g-A c, Acción citotóxica directa e in-


m ediadores fijadores de 0.5, filtración po r células linfo-
Causa quím icos (his­ C 6 , C7 (factor rreticulares sensibilizadas y
tam ina y otros) quim iotáctico) no sensibilizadas
M ecanism o
Contracción de Lesión del endote- Necrosis Lesión del endotelio v a s c u ­
la mu,sculatura lio vascular. D e ­ lar. D epósito de fibrina,
lisa pósito de fibrina, plaquetas y leucocitos.
Efecto plaquetas y le u ­ Trom bosis, hem orragia,
cocitos. T rom bo­ necrosis
sis, hem orragia,
necrosis

Inhibición A ntihistam ínicos A nticoagulantes Cortisona A nticoagulantes (heparina).


(heparina) D estrucción o reducción
D estrucción o re­ de los leucocitos y p la q u e ­
ducción d e los tas
leucocitos y p la ­
quetas
662 Inmunopatología

mente por Schwartzrnann. Para que todo esto El cuadro 32-3 resume las principales carac­
ocurra, es indispensable la presencia de los po­ terísticas de los fenómenos de hipersensibilidad.
lim orfonucleares neutrófilos. Todos aquellos
fármacos capaces de producir su depresión, así
como los sueros antipolimorfonucleares neu­ B IB L IO G R A F ÍA
trófilos, disminuyen o anulan la reacción. Los
A m os H E: Allergic d n tg reactions. C urrent Topics in Im-
anticoagulantes tienen también un efecto bene­ munology Series, N- 5. E. A riiold, 1976.
ficioso. A nderson, J. A . “A llergic reactions to drugs and biological
Dada la comunidad antigénica existente en­ agents”../.A .M ./l. 268: 2845, 1992.
tre algunos antígenos bacterianos y poliósidos Bach M K (Ed): Im m ediate hypersensitivity; m odern con­
cepts and developm ents. Imm unology series vol 7, 1978,
de naturaleza distinta, y puesto que se ha de­ M arcel Dekker.
mostrado la frecuente presencia de anticuerpos B enveniste J y col: P latelet actívating factor (PAF-acether).
antimicrobianos de origen natural, en especial M olecular aspects o f its ralease and pharm acological ac~
contra los antígenos R de enterobacterias, sería tions. In t A ivh s Allergy A p p l /m num ol, 66 (Suppl 1): 121,
1981.
prudente efectuar una revisión del fenómeno. Billiau A: G am m a-interferon: The m atch that lights the fi-
Existiendo anticuerpos naturales, una estim u­ val Im m unology Today, 9: 37, 1988.
lación antigénica podría producir una reacción Binaghi R A: Les anticorps anaphylactiques des m am m ife-
secundaria con una concentración de anticuer­ r e s .B id ld e l’In st Pasteur, 74: 115, 1976.
Criep L t t (Ed): A llerg y and C linical Im m unology. G ruñe
pos suficiente para originar complejos Ag-Ac and Stratton, N Y ork, 1976.
y desencadenar un fenómeno de Arthus. D avies P, Bailey P y G oldenberg M M: The role of arachi-
En estos momentos en que se conoce un nii- donic acid oxigenation products in pain and inflam m a-
mero apreciable de linfoquinas, algunas de las tion. En: A nnual Review o f Im m unology (W E Paul, C G
F athm an y H M etzg er, É d s), 2: 335,’ 1984. A cad em ic
cuales pueden tener participación en los fenó­ Press, Inc.
menos inflamatorios, y cuyos niveles se incre­ Diam ant B (ed): M olecular and ceilular aspects o fa lerg y. S
mentan por estimulación con lipopolisacáridos K arger. Basel, 1975.
bacterianos (LPS), hay autores que suponen Gell P G H, Coom bs R R A, Lachm ann P J (ed): C linical
A s p e c ts o f Im m u n o lo g y . "ñXa.ckvjeW S ci P u b l O x fo rd ,
que a la IL-1 sintetizada por los macrófagos y 1975.
muy especialmente al interferón gamma (IF-y) Hirata F y A xelrod J: Phospholipid m ethylation and b iolo­
sintetizado por los linfocitos T les cabría gran gical signal tran,smission. ScK'nc.'í;, 209: 1082, 1980.
parte de la responsabilidad del fenóm eno de Ishizaka K: Regulation o f IgE synthesis. En: A n nual Review
o f Im m unology (W E Paul, C G Fathm an y t i M etzger,
Schwartzrnann. Eds), 2: 159, 1984. A cadem ic Press.
Alergia física. Si bien numerosas personas Ishisaka K y A usten F (Chps.): M echanism s and regulation
manifiestan tener alergia a algunos agentes físi­ o f im m ediate hipersensitivity. En: Progress in Im m unoly
cos como la luz solar, el frío, las irritaciones V. pp 453-525. A cadem ic Press, 1983,
Ishizaka K: T. Cell factors involved in the regulation o f IgE
mecánicas, etc., caracterizada por una urticaria synthesis, Progress Im m unol VI. p 861, 1986.
de las partes expuestas, estas manifestaciones Ishizaka K, Ishizaka T: H um an reaginic antibodies and im ­
de hipersensibilidad en la mayor parte de los munoglobulin. 7 zi/Zerg);, 42: 330, 1968.
casos no tienen una base inmunológica como K aplan, A. P., Reddigari, S., Baeza, M ., K una, P. “H istam i­
na releasing factors and cytokine-dependent activation of
para considerarlas alergias. Lo que ocurre es bosophils and mast csWs' Adv. Im m unol., 50: 237, 1991.
que los agentes físicos, al actuar sobre la piel, K apsenberg, M. L „ W ierenga, E. A., Bos, J. D., Jansen, H.
provocan la liberación de histamina u otras sus­ M. “Functional subsets o f allergen-reactive hum an CD4+
tancias vasoactivas, como acontece en la etapa T cells.” Im m unology Today 12: 392, 1991.
K atz D H: Regulation o f the IgE system . Experim ental and
final de la anafilaxia. Las características de am­ clinical aspects. Allergy. 39: 81, 1984.
bos fenómenos son similares, pero en su origen K im ata, EL, Y hoshida, A., Ishioka, C., Lindley, I., M ikaw a,
difieren totalmente. H. “Inteleukin 8 (IL - 8) Selectively inhibits im m unoglobu­
En algunas oportunidades los agentes físicos lin E production induced by IL-4 in hum an B cells”. ,/.
Exp. M ed. 176:1227, 1992,
pueden modificar proteínas corpóreas las que, K iniw a, M ., G ately M ., G ubler, U., C hizzonite, R., Fargeas,
al no ser reconocidas como propias, pueden C. D elespesse, G. “R ecom binant interleukin-12 suppres-
dar lugar a una reacción anafiláctica v erd a­ ses the synthesis o f im m unoglobulin E by interleukin-4
dera. stim ulated hum an lym phocytes”. Clin. Invest. 90: 262,
1992.
Factores psicogénicos, disturbios emociona­ K apsenberg, M. L., W ierenga, E, A., Bos, J. D., lansen, H.
les, pueden provocar rubor y simular reaccio­ M. “Functional subsets o f allergen-reactive hum an CD4*'
nes alérgicas. Existen autores que consideran T cells” . Im m unology Today 12: 392, 1991.
que ellos son predisponentes para una reacción M acK enzie, T., D osch, FI. M . “Clonal and m olecular ch a­
racteristics o f the hum an IgE-com m itted B cell subset. J.
alérgica verdadera. En qué modo los factores Exp. M e d 169: 401, m 9 .
emocionales pueden predisponer a un indivi­ M argni R A, H ajos S E: G uinea pig reaginic antibody. I,
duo norm al para una reacción alérgica, o en Isolation and purification o f an antibody protein with ch a­
qué medida su corrección puede incidir en la racteristics o f IgE. Im m unology, 25: 323, 1973.
M argni R A, Hajos S E: G uinea pig reaginic antibody. II.
mejoría de un alérgico, son hechos que hasta el Physicochem ical and biological properties. Im m u n o lo g y,
momento no están bien aclarados. 25 : 333, 1973.
Manifestaciones de hipersensibilidad 663

M argni R A, Hajos S E, M anghi M, Cordal M E y P erd i­ R obinson G A, N ahas G G y T riner L (Ed): C yclic A M P
gón G: Com petición de los anticuerpos hom ocitotrópicos and cell íim etion. N. Y. Acad. Sci., 185: 1-556, 1971. N
Ig G l e IgE y el heterocitotrópico IgG de conejo por los Y ork A cad Sci Publ. N York.
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del cobayo. R ev A soc A rg en t M icrobiol, 8: 54, 1976. C lam an, H. N. Eds. Im m unologic diseases. 4- ed. B o sto n ,
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ofA llergens Admini.s'tered to man. S Karger. Basel, 1975. 1982.
Inmunología tumoral

SILVIA E. HAJOS 33
IN TRO D U C CIÓ N c) Tumores malignos totalmente desarrolla­
dos, que poseen una capacidad específica para
Los tumores malignos proliferan de una m a­ invadir y destruir el tejido mesenquimatoso cir­
nera descontrolada, invaden los tejidos norma­ cundante.
les, frecuentemente dan metástasis y crecen en
sitios distantes del tumor primario que les dio Las células tumorales se proveen de nutrien­
origen. tes del torrente sanguíneo. Algunas producen
A pesar de que generalmente se manifiestan una sustancia denominada factor de angiogéne-
como una masa tumoral constituida por un gru­ sis tumoral (TAE) que estimula el crecimiento
po de células, ésta es consecuencia de una serie de los vasos sanguíneos hacia el tumor. De esta
de cambios producidos en una o unas pocas cé­ manera se favorece su crecimiento continuo.
lulas normales, que han sufrido un lento proce­ Los nuevos capilares son fácilmente dañados y
so de transformación maligna. El cáncer no es el tum or invasor puede continuar su penetra­
restrictivo del hombre o de Jos mamíferos sino ción. Fragmentos del tumor son vehiculizados
que afecta a todos los organismos multicelula­ a través de ia circulación hacia nódulos linfáti­
res, vegetales y animales. cos u órganos distantes originando tumores se­
Es imposible definir una célula tumoral en cundarios o metástasis.
términos absolutos. Generalmente los tumores
se reconocen por su crecimiento descontrolado. C arcinogénesis
Por consiguiente, se podría decir que una célu­
la tumoral difiere de una célula normal porque La carcinogénesis es un proceso que tiene
es incapaz de responder a los mecanismos que lugar en etapas (cuadro 33-1). La administra­
controlan el crecim iento celular. En algunos ción de un agente carcinogénico no lleva a la
casos, especialm ente en una etapa tem prana aparición iniriediata de un tumor. Luego de la
luego de su transformación, estas células pue­ etapa de iniciación se producen una serie de
den no proliferar. modificaciones inducidas por el carcinógeno.
Los tumores se pueden dividir en tres grupos Las etapas siguientes pueden ser inducidas por
en función de su comportamiento: el carcinógeno o por otras sustancias (agentes
a) Tumores benignos, que pueden aparecer estimulantes) que por sí solas no inducen el tu­
en cualquier tipo de tejido, crecen localmente y mor.
producen daño por lesión local u obstrucción. La in iciación, que es la etapa p rim aria y
Estos tumores no se diseminan a otros sitios esencial en el proceso, es muy rápida, pero una
distantes. vez que se ha producido el prim er cambio la
b) Tumores in-situ, que generalmente se de­ célula modificada puede persistir quizás duran­
sarrollan en epitelios y son pequeños. Las célu­ te toda la vida del individuo. El sitio ideal para
las presentan una morfología característica pe­ este p rim er ev en to es el m aterial g en ético
ro permanecen en la capa epitelial. No produ­ (ADN) aunque no siempre ocurre a este nivel.
cen invasión de la membrana basal ni del me- Las células que han sido modificadas permane­
sénquima. cen en un estado latente hasta que son estimu-
Inmunología tumoral 665

C u ad ro 33-1. Factores que influencian, el m utaciones en una región crítica de un gen.


sarrollo tumoral Una hipótesis probable sugiere que la m utación
sería necesaria para la etapa de iniciación pero
Factores F actores Factores las otras etapas dependerían de una expresión
iniciadores promotores' inhibidores inadecuada o de una sobre-expresión genética.
C arcinógenos quí- P rom otores espe- Diferentes ho rm o ­ Se ha postulado que serían necesarias p o r lo
m icos cíficos nas terapéuticas menos dos mutaciones diferentes para que los
o fisiológicas tumores se puedan desarrollar. En el caso de las
V irus Inflam ación predisposiciones genéticas (familiares) la p ri­
Factores descono- H orm onas Inhibidores n o rm a­
ciclos les del creci­ mera mutación estaría presente en la línea ger­
miento minal (esperma u óvulo) y de esta forma sería
R adiación, luz P rom otores nor­ Edad, cirugía, ra­ heredada. Sólo se necesitaría otra mutación. En
u.v. m ales del creci­ diaciones los otros casos serían necesarias dos mutaciones
m iento
Errores de replica­ en la misma célula y, por consiguiente, las pro­
ción babilidades de que esto ocurra son menores.
Actualmente se cree que estos cambios deben
tener lugar en el mismo sitio en cada uno de los
pares de cromosomas homólogos y en algunos
ladas por agentes promotores. Éstos no son car­ casos ya se ha identificado el cromosoma.
cinógenos per se pero inducen la división de Una hipótesis interesante aplicable a ciertos
las células que han sido iniciadas previamente. tumores es que los genes alterados o deleciona-
Muchas sustancias inducen la división celu­ dos producen normalmente una sustancia que
lar pero sólo los promotores producirán el de­ suprime la expresión de los factores transfor­
sarrollo tumoral, por consiguiente, también de­ madores del crecimiento por otro par de genes.
berá haber otros factores involucrados. De esta forma, se utiliza el término anti-onco-
Se supone que los agprites promotores inter­ genes para denominar las secuencias de ADN
fieren en el proceso de diferenciación celular (genes) que actúan como supresores de la m a­
que nonnalmente tiene lugar cuando las células lignidad.
pasan de la etapa de células progenitoras en di­
visión hacia células funcionales en reposo. RESPUESTA INMUNE ANTI-TUM ORAL
A pesar de que estos agentes prom otores
ejercen su efecto sobre las células, éstas a su La respuesta inmune inducida por antígenos
vez deberán ser sensibles a los efectos de los tumorales es esencialmente similar a la obteni­
factores inhibidores del crecimiento celular que da con antígenos de trasplante o antígenos glu-
actúan normalmente. De esta manera, el balan­ coproteicos. La activación de los linfocitos T
ce entre ambos decidirá su evolución. Esto ex­ (LT) implica la participación de LT colabora­
plica por qué se pueden encontrar células pre- dores, LT citotóxicos y LT supresores.
neoplásicas o aun tumores transformados que Los LT citotóxicos reconocen al antígeno tu­
no desarrollan y en algunos casos entran en re­ moral asociado a antígenos del CMH de clase
gresión. 1. Este proceso requiere la activación de L T co­
Toda la secuencia de eventos que tiene lugar laboradores y la producción de linfoquinas que
durante el proceso de formación de un tumor es son fundam entales para la activación d e los
consecuencia de cambios producidos a nivel macrófagos, células NK y células LAK (lym-
genético, sin em bargo la expresión genética phocyte activated killer).
puede estar influenciada por el huésped. Durante este proceso se liberan fundam ental­
El descubrimiento de que los oncogenes de mente las siguientes citoquinas:
virus productores de tumores están relaciona­ a) Interleuquina I ( IL-1): esta citoquina es
dos con protooncogenes que se encuentran en indispensable para la proliferación de los LT y
células normales y tumorales llevó a investigar para la diferenciación de los LB en célu las
la relación entre estos genes y el crecimiento plasmáticas. También es importante en la am­
de las células normales y tumorales. Estos ge­ plificación de las células NK y en la produc­
nes han sido locahzados en ciertos crom oso­ ción de células LAK a partir de las células pre­
mas específicos y en algunos casos en sitios de cursoras. Estas últimas son capaces de destruir
aberraciones cromosómicas. células de una amplia variedad de tumores.
A ctualm ente se especula si la in iciación, b) Factor inhibitorio de la migración de ma­
progresión y mantenimiento de algunos tum o­ crófagos (MIE): tiene la función de atraer los
res depende de una sobre-expresión a través de macrófagos próximos al sitio donde está el tu­
la amplificación génica, de la expresión inade­ mor. Este factor se une a los receptores presen­
cuada (por ejemplo en el tiempo incorrecto) de tes sobre la membrana de los macrófagos y au­
genes normales, o si es necesario que existan menta los niveles de AMP cíclico intercelula­
666 Inmunopatología

res, hecho que produce la poUmerización de los efectores capaces de lisar células tumorales in
microtúbulos y disminuye la migración. vitro. Es importante determinar si alguno de es­
c) Interferones (INFs): El interferón gamma tos mecanismos efectores es capaz de inducir
es el inmunomodulador más potente. Los INFs una respuesta inmune efectiva contra los tumo­
aumentan la eitotoxicidad de las células NK y res de origen espontáneo. Estos m ecanism os
aumentan la expresión de antígenos del CMH pueden ser:
de clase I y II sobre la superficie celular. Tam­
bién producen activación de los m acrófagos 1) Mediados por anticuerpos. Los animales
aumentando su actividad tumoricida. portadores de tumor son capaces de generar an­
d) Linfotoxina (LT): esta linfoquina es capaz ticuerpos específicos contra los antígenos tu­
de lisar ciertas células tumorales in vitro y es ci­ morales. Los antígenos que generan estas res­
totóxica cuando se la inocula in situ en un tu­ puestas son proteínas que no se expresan sobre
mor. No se conoce su función in vivo. tejidos normales, por consiguiente no han indu­
e) Factores quimiotácticos: reclutan células cido tolerancia inmunológica.
fagocíticas hacia el sitio tumoral. Los pacientes con linfomas asociados al vi­
f) Factores mitogénicos; estimulan a los lin­ rus de Epstein Barr poseen anticuerpos contra
focitos aumentando su actividad. antígenos codificados por el virus, cjue se ex­
presan sobre la superficie tumoral. Ciertos pa­
Función de los antígenos del CMH cientes con cáncer producen anticuerpos contra
en la inmunidad anti-tumoral sus propios tumores que pueden ser utilizados
para realizar una tipificación in vitro , para
La expresión de antígenos del CMH sobre identificar antígenos tumorales. Sin embargo,
las células tumorales puede ser importante para no existe una evidencia clara sobre la función
el reconocimiento antigénico y posterior des­ que cumple esta respuesta inmune humoral pa­
trucción de las células tumorales. Éste es el ca­ ra controlar el crecimiento del tumor.
so de los LT que son necesarios para la res­ Una gran variedad de células tumorales pue­
puesta anti-tumoral, ya que éstos sólo pueden den ser hsadas in vitro por mecanismos media­
reconocer al antígeno dentro del contexto de dos por anticuerpos. Én condiciones experi­
las moléculas del CMH propias. Sin embargo, mentales generalmente los anticuerpos contra
no existe una correlación entre la expresión de los antígenos tumorales son generados en otras
estos antígenos y la inmunogenicidad de los tu­ especies animales y su actividad tumoricida es
mores. Por ejemplo, los tumores metastáticos, mediada por activación del complemento o por
que presumiblemente han evadido la acción del e ito to x ic id a d d e p e n d ie n te de a n tic u e rp o s
sistema inmune, expresan dichos antígenos en (ADCC), vía receptores Fe presentes en macró­
forma similar a los tumores no metastáticos. fagos o en células NK.
En animales endocriados la resistencia a la 2) Mediados por linfocitos T. Los linfocitos
inducción de neoplasmas inducida por virus tu­ T citotóxicos (LTc) proporcionan inm unidad
morales se correlaciona generalmente con cier­ anti-tumoral in vivo. En estos casos las células
tos haplotipos de genes del CMFI. Por ejemplo, efectoras son predom inantemente LTc CD8“^,
algunos virus ARN de tumores murinos indu­ restringidos por antígenos del CMH de clase I
cen tumores sólo en ciertas cepas endocriadas y actúan en forma similar a los LTc aloreacti-
de ratones. Este hecho sugiere que es necesaria vos. Sin embargo, la participación de estos LTc
la expresión de ciertos alelos del CMH para en los mecanismos de vigilancia inmunológica
poder inducir una respuesta inmune, la que será en los tumores no inducidos por virus es cues­
altamente específica para una proteína viral de­ tionable, ya que dichos tum ores no son fre­
terminada. Si el péptido inmunodominante de cuentes en animales deficientes de células T ni
esa proteína se une a un alelo particular de antí­ en pacientes con su respuesta celular deprimida
genos de clase I, este péptido será inmunogéni­ por efecto de drogas o por infección por el vi­
co en las cepas de ratones que expresan dicho rus HIV.
alelo. De esta forma, sólo ciertas cepas endo­ Por otra parte, los linfocitos periféricos de
criadas de ratones serán capaces de generar una pacientes con estadios avanzados de desarrollo
respuesta inmune efectiva contra los tumores tumoral, incluyendo carcinomas y melanomas,
que expresan ese antígeno viral. poseen LTc que son capaces de lisar explantos
de esos tumores extraídos de los mismos pa­
M ecanismos efectores cientes. Mas aún, células mononucleares deri­
en la inmunidad anti-tumoral vadas de los infiltrados inflamatorios en tumo­
res sólidos hum anos, denominados linfocitos
Los antígenos tum orales inducen una res­ infiltrantes de tumores (TILs), también inclu­
puesta inm une hum oral y celu la r in vivo y yen LTc con capacidad de lisar el tum or del
ex isten vario s m ecanism o s in m u n o ló g ico s cual provienen. Si bien esta respuesta no pare­
Inmunología tumoral 667

ce ser efectiva para controlar el crecimiento del mo el TNF, con capacidad para matar células
tum or, el aum ento de las respuestas de LTc tum orales pero no células normales. El T N F
puede ser un blanco para la terapia tumoral en podría actuar por 2 mecanismos diferentes:
un futuro. a) La unión del TNF a sus receptores de alta
Si bien los LT CD4+ por lo general no son afinidad es tóxica para las células tumorales.
citotóxicos, cumplen una función im portante La toxicidad puede ser debida a la producción
en la respuesta anti-tumoral ya que proveen las de radicales libres. Las células normales re s­
citoquinas necesarias para que los LTc cum ­ ponden al TNF sintetizando superóxido dismu-
plan con su función. Además, los LT colabora­ tasa, hecho que no harían las células tumorales.
dores activados por antígenos tumorales p u e­ b) El TNF podría producir necrosis tumoral
den secretar TNF e INFy que aumentan la ex­ por activación de ciertas respuestas del h u é s­
presión de antígenos de clase I sobre la célula ped.
tumoral haciéndolos más sensibles a la hsis por
LTc. Los tumores que expresan antígenos de Vigilancia inmunológica
clase II podrían activar directamente LT cola­
boradores CD4+. El concepto de vigilancia inm unológica se
3) M ediados p o r eélulas “n a tu ra l-killer” originó a principios de siglo cuando Paul Ehr-
(NK). Los linfocitos NK pueden ser células lich postuló que las células tumorales se origi­
efectoras en las respuestas inmunes naturales o naban con mucha frecuencia aunque no rm al­
adquiridas frente a ciertos tumores. Para matar mente eran eliminadas por los mecanismos de
a las células blanco utilizan el mismo mecanis­ defensa del huésped. Esta teoría llevó a tratar
mo lítico que los LTc. Sin embargo, se diferen­ de demostrar la inmunidad específica frente a
cian de éstos en que no expresan receptores pa­ los tum ores, los que eran trasplantados de un
ra el reconocimiento antigénico y son capaces animal a otro. Como los trasplantes eran recha­
de lisar a las células blanco en forma irrestricta zados, este hecho se tomó como una evidencia
con respecto a antígenos del CMH. Las células de inmunidad anti-tumoral. Posteriormente se
NK son capaces de lisar tanto células infectadas demostró que el rechazo no era consecuencia
por virus como ciertas líneas tumorales, espe­ de una respuesta inmune contra el tumor sino
cialmente tumores hematopoyéticos in vitro. contra antígenos del complejo mayor de h isto ­
La capacidad tum oricida de las células NK compatibilidad.
puede ser aumentada por tratamiento con cito- Medio siglo después, Burnet utilizó el térm i­
quinas, las que incluyen los interferones, factor no vigilancia inmunológica para definir un es­
de necrosis tumoral (TNF), interleuquina 2 (IL- tado en el cual el sistema inmune celular del
2) e interleuquina 12. De esta manera, su rol en huésped podía reconocer y destruir células au-
la defensa anti-tumoral puede depender de la tólogas que expresaban marcadores no propios,
presencia y estimulación de linfocitos T y m a­ por ejem plo, células portadoras de antígenos
crófagos, ya que son las células que producen tumorales.
estas citoquinas. En la actualidad, y con el conocimiento de
Las células NK activadas por IL-2 , denomi­ que realmente los antígenos tumorales existen,
nadas LAK, son producidas in vitro por trata­ el concepto de vigilancia inmunológica está en
miento de células periféricas o LTc de los pa­ discusión. Los argumentos a su favor son los
cientes portadores del tumor con una alta dosis siguientes: 1) muchos tumores expresan antíge­
de IL-2. Las células LAK poseen una mayor nos que inducen reacciones de rechazo, 2) los
capacidad para lisar las células tumorales en anim ales de experim entación o los pacientes
forma inespecífica. inm unosuprim idos son más susceptibles de
4) Mediados por macrófagos. Los macrófa­ contraer cáncer, 3) la inmunodeficiencia p ro d u ­
gos son mediadores celulares potencialm ente cida por la edad o por factores genéticos está
importantes en la inmunidad anti-tumoral. Su asociada con una mayor incidencia de ciertos
efecto se puede demostrar in vitro ya que los tum ores malignos, 4) la inm unoestim ulación
macrófagos activados Usan preferentemente cé­ aumenta la resistencia a la inducción de un tu­
lulas tumorales pero no células normales. En mor, 5) los tumores primarios generalmente es­
forma semejante a las células NK, los macrófa­ tán infiltrados por macrófagos y linfocitos, 6)
gos expresan receptores Fe, de esta forma unen en ocasiones se puede encontrar regresión es­
anticuerpos y actúan sobre células tumorales. pontánea de un tumor, posiblemente m ediada
Existen varios mecanismos por los cuales los por reacciones inmunológicas, 7) los inverte­
macrófagos lisan las células tumorales; algunos brados no rechazan aloinjertos ni presentan tu­
son los m ism os que utilizan para matar m i­ mores, en cambio los vertebrados sí lo hacen.
croorganismos, liberando enzimas lisosomales La m ayor evidencia de la efectividad de este
y metabolitos oxígeno-reactivos. Los macrófa­ mecanismo proviene del estudio de tumores in­
gos activados también secretan citoquinas co­ ducidos por virus ADN, por ejemplo poliom a y
668 Inmunopatología

SV40. Se argum enta que esto sólo refleja un de clase II necesarios para activar células CD4+
estado de inmunosupresión contra el virus, pe­ específicas contra el tumor. La actividad de los
ro hay hechos que indican que no es así. En el LTc es dependiente de las citoquinas produci­
caso del virus polioma la respuesta inmune ha­ das por estos linfocitos. Si las CPA no infiltran
cia el virus no es necesaria ni eficaz para pro­ el tumor adecuadamente, toman y presentan el
ducir un rechazo, por el contrario, la inmuniza­ antígeno tumoral y activan a los LT colabora­
ción con tumores polioma que no producen vi­ dores, no tendrá lugar la correcta diferenciación
rus confiere efectiva protección contra tra s­ de los LTc con actividad contra el tumor.
plantes de estos tumores. En el caso del virus 3) Aun en el caso de péptidos tumorales re­
de la inm unodeficiencia hum ana (HIV), éste conocidos por los LT, la falta de coestimulado-
infecta LT colaboradores y monocitos. Estos res sobre las células tumorales puede impedir
dos tipos celulares son fundamentales en la ini­ la activación de los LT. Muchos tumores deri­
ciación de la respuesta inmune y su destrucción van de tejidos que no proveen de coestimulado-
lleva al síndrome de inmunodeficiencia adqui­ res para la activación de los LT colaboradores.
rida (SIDA). Los pacientes con SIDA presen­ Además, la activación de los LTc requiere la
tan una alta incidencia de tumores, particular­ coestimulación de moléculas como B7 que no
mente del sistema linfoide, y frecuentem ente se expresan en las células tumorales. La p re­
desarrollan el sarcoma de Kaposi. sentación de los antígenos tumorales en ausen­
Es importante destacar que la vigilancia in­ cia se coestimuladores puede inducir tolerancia
munológica es sólo una forma más dentro de la periférica o anergia clonal sobre los LT especí­
vigilancia constante del huésped para evitar el ficos para el tumor.
desarrollo de un tumor. 4) Un huésped puede ser to lerante h acia
ciertos antígenos tumorales porque los ha reco­
Mecanismos de escape tumoral nocido como propios en la etapa neonatal o
porque las células tumorales pueden presentar
Los mecanismos de escape no invalidan la sus antígenos en forma tolerogénica, por ejem­
vigilancia inmunológica ya que muchos tum o­ plo en altas dosis.
res son eliminados sin haber sido detectados. 5) La cinética del crecimiento tumoral po­
En otras palabras, los tumores son selecciona­ dría permitir el establecimiento de tumores re­
dos por su capacidad para evadir al sistema in­ sistentes al sistema inmune antes de que se de­
mune. sarrolle una respuesta inm une efectiva. Este
Los mecanismos de escape están relaciona­ m eca n ism o de tipo so lap ad o , d en o m in ad o
dos con la paradoja central de la inmunología “sneaking through”, ha sido estudiado funda­
tumoral que se pregunta por qué los tumores mentalmente en modelos de trasplante de célu­
que son inm unogénicos pueden evadir la vía las tumorales. Por ejemplo, la transferencia de
efectora del sistema inmune. El escape tumoral unas pocas células tumorales de un animal a
tendría lugar cuando el balance entre los facto­ otro puede llevar al establecimiento de un nue­
res que contribuyen favoreciendo el crecimien­ vo tumor, mientras que el trasplante de muchas
to o la destrucción del tumor se inclina en bene­ células tumorales del mismo tumor puede ser
ficio del tumor. Algunos mecanismos de escape rechazado. Una explicación posible a esta con­
son tan eficientes que pueden evadir no sólo la tradicción podría ser que bajas dosis de antíge­
respuesta autóloga sino también la terapia anti- no tumoral no serían estimulantes para el siste­
tumoral. ma inmune. Sin embargo, mientras tiene lugar
Si bien muchos tumores son débilmente in­ el crecimiento de estas células en el huésped
munogénicos, hay otros que son capaces de in­ podrían ocurrir mutaciones en los antígenos tu­
ducir una respuesta inmune. Todavía no está morales lo que disminuiría la posibihdad de ser
claro cómo hacen las células tum orales para reconocidas por parte del sistema inmune.
evadir al sistema inmune. Este proceso, que in­ 6) La inm unidad anti-tumoral podría traer
volucra los m ecanism os de escape tum oral, como consecuencia una selección de células tu­
puede ser explicado de diferentes formas: morales mutadas que han perdido la expresión
de proteínas inmunogénicas, especialmente si
1) La expresión de los antígenos del CMH estas proteínas no son críticas para el fenotipo
sobre las células tumorales podría estar regula­ maligno del tumor.
da deficientem ente y así serían incapaces de 7) La pérdida de la expresión de antígenos
formar complejos péptido tumoral-antígeno de tumorales de membrana por unión con el anti­
histocompatibilidad, capaces de ser reconocidos cuerpo, proceso denominado modulación anti­
y procesados por el sistema inmune. génica, lleva a una resistencia contra los meca­
2) Ciertos tumores podrían ser débilmente nismos efectores de la respuesta inmune. La
inmunogénicos en un huésped porque éste no modulación antigénica es producida por endo-
expresa apropiadamente los antígenos del CMH citosis o por liberación de los complejos anti­
Inmunología tumoral 669

geno-anticuerpo form ados. D e esta m anera, contra el tumor que ha sido utilizado para la in­
ciertos anticuerpos no fijadores del com ple­ munización y no contra otros tumores relacio­
mento unidos a la superficie del tumor podrían nados. E sta inm unidad puede ser transferida
proteger a las células tumorales del efecto de pasivamente por células sensibilizadas y no por
otros anticuerpos fijadores de com plem ento anticuerpos, y está mediada por linfocitos T.
impidiendo la lisis celular. Los antígenos tumorales se pueden clasificar
8) Los antígenos liberados por las células en dos grandes grupos:
tumorales o complejos antígeno-anticuerpo for­ - A quellos que son reconocidos por L T y
mados con estos antígenos liberados fueron pueden inducir el rechazo de tumores trasplan­
postulados como factores bloqueadores que in­ tados en anim ales previam ente inm unizados
terferían con la respuesta inmune anti-tumoral. con el tum or. Estos antígenos tum orales son
Este mecanismo aún es incierto pero podría in­ proteínas que han sido procesadas y presenta­
volucrar el bloqueo de los receptores Fcy de las das a los LT CD4+ o CD8+ en forma de pépti­
células NK o la inducción de células supresoras dos asociados a antígenos del CMH. Algunos
que disminuyen la función de los LT colabora­ de estos antígenos son propios y particulares de
dores específicos. determinados tumores, otros son compartidos
9) Los antígenos tumorales de superficie po­ por varios, hrcluyen una gran variedad de pro­
drían estar ocultos para el sistema inmune debi­ teínas celulares y virales que se indican en el
do a la presencia de moléculas glucoproteicas cuadro 33-2.
constituidas por mucopolisacáridos que inclu­ - Otros antígenos tumorales pueden ser de­
yen ácido siálico en su composición. Este m e­ tectados mediante anticuerpos, que se utilizan
canismo se denomina enmascaramiento antigé­ para poner en evidencia la presencia de m olé­
nico y puede ser consecuencia de una sobre-ex­ culas expresadas sobre la superficie de la célu­
presión de estas moléculas por las células tu­ la. Estas moléculas no necesariamente estim u­
morales. lan una respuesta inmune efectiva, pero los an­
10) Podría existir un estado de inmunosupre- ticuerpos generados son útiles para el diagnós­
sión inducido por el tumor o por agentes físi­ tico y terapia anti-tumoral.
cos, quím icos o infecciosos que indujeron la
transformación maligna. Este es el caso del fac­
tor |3 transformante del crecimiento {transfor- ANTIGENOS T U M O R A LES
ming growth factor /J) (TGFp), que es secretado RECONOCIDOS POR LT
por varios tumores y que inhibe una amplia ga­
ma de funciones de linfocitos y macrófagos. Antígenos de trasplante específicos
de tumor (TSTA)
Antígenos tumorales
Se han descrito numerosos antígenos de re­
Los animales de experimentación pueden ser chazo característicos y particulares de cada tu­
inmunizados con células tumorales y la inm u­ mor. No se conoce si estos antígenos están co­
nidad obtenida es específica, es decir, dirigida dificados al azar por múltiples genes no rela-

Cuadro 33-2. Antígenos tumorales que estimulan a los L T

Antígenos de trasplante específicos de tum or inducidos No existen ejem plos a nivel m olecular
quím icam ente

Productos de m utaciones puntuales al azar en genes no in ­ La m utación p 9 IA en el m astocitom a m urino


volucrados en la patogenia del tum or

Productos de genes silenciosos que norm alm ente no .se e x ­ iVlAGE-]


presan en individuos adultos

Productos de oncogenes activados por m utaciones o reo r­ La proteína p21ras con una m utación puntual en el la p o s i­
denam ientos de genes norm ales ción 12 , en 10% de los carcinom as hum anos
El producto p210 a partir de reordenam ientos bcr/abl, en las
leucem ias m ielogénicas crónicas

Productos m utados de genes supresores de tum or p53, en m ás del 50% de tum ores hum anos

A ntígeno S V 40 T
Productos de genes virales en cánceres asociados a virus Productos genéticos del viru s de papilom a humano E 6 y E7.
Producto genético EB N A -1, del virus de Epstein-B arr
670 Inmunopatología

clonados, por una única familia de genes o por E xperim entalm ente es posible inducir un
un número restringido de fam ilias genéticas. sarcoma en un ratón pintando su piel con el
Las características generales de estos antígenos carcinógeno químico metilcolantreno. El tumor
de rechazo son las siguientes; puede ser extraído quirúrgicamente y ser intro­
ducido en otro ratón de la misma endocría, y el
1. Son específicos para cada tumor y dife­ sarcoma crecerá nuevamente, pero la reinocula­
rentes de los de otros tumores aun si comparten ción del mismo sarcoma en el huésped original
el mismo tipo histológico, inducidos en el mis­ llevará al rechazo. Por otra parte, si las células
mo órgano o por el mismo carcinógeno, en la del sarcoma se irradian previo a su inoculación
misma cepa de ratones y aun en el mismo ra­ y se utilizan para inm unizar otro ratón de la
tón. misma cepa, este animal rechazará un trasplan­
2. No se pueden poner en evidencia sobre te posterior de las células tumorales originales
células normales singeneicas. viables (fig. 33-1). Sin embargo, no es posible
3. Se definen por experimentos de trasplante obtener protección contra otros tumores singe-
(rechazo), en animales de experimentación. neicos similares, hecho que indica que los antí­
4. Se encuentran predominantemente en tu­ genos específicos de trasplante son diferentes
mores inducidos por agentes físicos o químicos en cada tumor. Esto se demostró también en los
pero también en algunos tumores espontáneos tumores inducidos por radiación ultravioleta.
experimentales. Como los antígenos se detectan por el recha­
5. No se conoce si son producidos a partir de zo de las células tumorales trasplantadas se los
la amplificación clonal de antígenos preexis­ denomina antígenos de rechazo o antígenos de
tentes, por activación de genes silenciosos o a trasplante. Los experimentos de transferencia
partir de proteínas mutantes específicas del tu­ adoptiva demuestran que el rechazo está media­
mor. do por linfocitos T citotóxicos específicos.
Como se indicó anteriormente, una de las ca­
La m ayoría de los carcinógenos físicos o racterísticas de estos antígenos es su enorme
químicos son mutágenos por lo cual en general diversidad y la especificidad de la respuesta in­
se asume que los antígenos que se expresan en mune que inducen, ya que un sarcoma inducido
tumores inducidos por carcinógenos son el pro­ por metilcolantreno no inducirá una respuesta
ducto de genes mutados. protectora contra otro sarcoma del mismo tipo.

Ratón con sarcom a MCA


inducido

Ausencia de crecimiento Crecimiento del Ausencia de crecim iento


tumoral (rechazo inmunlógico) tumor tumoral (rechazo inmuno-
lógico)

F ig. 33-1. P or tratam iento de un ratón con m etilcolantreno se puede inducir el crecim iento de un sarcom a. Si este tum or
se exti'ae quirúrgicam ente y se trasplanta en un huésped singeneico volverá a crecer. El ratón que fue portador dei tum or
rechazará un segundo trasplante hecho con el m ism o tum or. P or inoculación de células m uertas del m ism o tum or en un
huésped singeneico tam bién se puede inducir protección contra el desafío con células viables.
Inmunología tumoral 671

ni siquiera en el caso de que ambos se hubieran presa en el 50% de los melanomas y el 25% de
originado en el mismo ratón. Pese a que estos los carcinomas de mama, y no se detecta en te­
experimentos fueron realizados hace más de 30 jidos normales.
años, la naturaleza molecular de estos antíge­ No se ha podido demostrar que la activación
nos es aún desconocida. selectiva de genes norm ales lleve a la ex p re­
En 1970 Burnet postuló que la individuali­ sión de antígenos específicos de tumor en las
dad de los antígenos de trasplante inducidos células tumorales, y aún no existen evidencias
por carcinógenos podría ser debida a la ampli­ contundentes de que genes silenciosos norm a­
ficación clonal de células que expresan un antí­ les activados específicamente en células tum o-
geno normal particular. De acuerdo a esta hipó­ rales codifiquen para antígenos específicos de
tesis, cada precursora de una célula normal en tumor.
el huésped poseería diferentes antígenos, que
no estarían en cantidad suficiente para ser reco­ Antígenos tumorales codificados por
nocidos por el sistema inmune, aunque podrían oncogenes o por genes supresores de tumor
ser reconocidos luego de una am plificación
clonal. Una situación análoga podría ocurrir Prácticam ente todos los tum ores expresan
cuando se produce una enfermedad maligna de genes que son utilizados para el proceso de
origen celular T o B. El idiotipo, presente en transformación maligna. Algunos de estos g e ­
muy pocas células normales, no induciría una nes fueron identificados y generalmente consti­
respuesta inm une en el huésped pero podría tuyen formas alteradas de genes celulares n o r­
servir como antígeno blanco para células tumo- males que controlan la proliferación y diferen­
rales que portan el mismo idiotipo. ciación celular. Los protooncogenes pueden e s­
tar alterados por mutaciones puntuales induci­
Antígenos tumorales codificados das por carcinógenos, por deleciones, o p o r
por genes celulares mulantes translocaciones cromosómicas dando origen a
los oncogenes, cuyos productos poseen activi­
La mayor parte de los cánceres humanos son dad transformante. Las formas alteradas de los
el resultado de mutaciones producidas por car­ protooncogenes y de los genes supresores de
cinógenos físicos o químicos en genes celula­ tumor expresadas por los tumores pueden in d u ­
res que controlan el crecimiento normal de las cir una respuesta inmune. Estas proteínas son
células. Algunas de estas mutaciones pueden generalm ente moléculas intracelulares que se
ser consecuencia de un daño en una célula nor­ procesan y presentan como péptidos asociados
mal que afecta a varios genes al azar. Sin em ­ a moléculas del CMH de clase I, aunque la fa­
bargo, la mayoría de las mutaciones represen­ gocitosis y la liberación de antígenos tumorales
tan una desventaja para las células tumorales, y puede inducir una presentación asociada a m o ­
las que se producen cuando se origina un tumor léculas del CMH de clase II.
son altamente seleccionadas, probablemente a El análisis de variantes tum- obtenidas tra ­
través de un largo proceso de carcinogénesis y tando líneas tumorales in vitro con un mutáge-
progresión tumoral. Algunas de estas mutacio­ no demostró que una única mutación puntual
nes afectan secuencias de ADN lo que induce en genes expresados por las células tumorales
la aparición de proteínas mutadas en el tumor. puede generar antígenos de rechazo. A lgunas
de estas mutaciones provocan cambios en a l­
Antígenos tumorales codificados gún aminoácido, hecho que produce un im pedi­
por genes celulares normales mento del péptido para unirse a moléculas del
CMH de clase 1 mientras otras mutaciones p u e ­
Ciertos genes que están silenciosos en célu­ den crear nuevos epitopes. De esta manera, las
las normales pueden estar activados en las cé­ m utaciones puntuales que afectan cu alq u ier
lulas malignas. En consecuencia, podrían ex­ gen poseen una buena probabilidad de generar
presarse en el tejido equivocado, en una etapa nuevos antígenos que serán reconocidos por los
inadecuada e inducir una respuesta inm une. LT, hecho que puede ocurrir en ciertos tum ores
Recientemente se ha descrito que existen LT humanos.
citotóxicos que reconocen antígenos en m ela­
nomas humanos y están codificados por genes Proteínas codificadas por una mutación
normales que se expresan sólo en las células del oncogén RAS
malignas. El gen MAGE-1 (antígeno de m ela­
noma) fue aislado de una línea celular obtenida El potencial tumorigénico del protooncogén
a partir de un melanoma maligno y codifica pa­ RAS puede ser adquirido por mutaciones acti­
ra un antígeno que es reconocido por un clon vantes que tienen lugar en un sitio predecible y
de LT citotóxicos obtenido del paciente porta­ afectan los residuos de aminoácidos 12 o 61, y
dor del melanoma. La proteína MAGE-1 se ex­ menos frecuentemente, el residuo 13 de la p ro ­
672 Inmunopatología

teína RAS p21. El RAS mutado puede inducir form a intracelular, predom inantemente como
anticuerpos específicos pero esta proteína está antígenos nucleares, pero los genes que codifi­
localizada en la membrana de la célula tumoral can para estas proteínas son los requeridos para
y es inaccesible a estos anticuerpos. Sin embar­ la expresión de los antígenos de trasplante vi­
go, los péptidos originados por clivaje proteolí- rus-específico sobre la superficie de las células
tico se pueden unir a moléculas del CMH de reconocidas por los LT citotóxicos.
clase II e inducir respuestas colaboradoras. Por Los antígenos de rechazo son específicos del
ejemplo, se demostró que células T CD4+ hu­ tumor en el sentido de que no son expresados
manas reconocían una sustitución de valina por por las células normales del huésped, no son
glicina en la posición 12 del gen RAS, que es codificados por los genes del huésped y no es­
una de la mutaciones más frecuentes en cáncer tán presentes en el virión.
humano. Hace algunos años se postuló que el gen que
codifica para los antígenos de superficie de
Proteínas codificadas por una mutación SV40 podría codificar también para el antígeno
del gen supresor p53 nuclear T. Por transfección de porciones trun­
cadas no transformadas de este gen se determi­
Las mutaciones en el gen supresor p53 son nó que los LT citotóxicos restringidos por antí­
las más comunes encontradas en cáncer hum a­ genos del CMH de clase I pueden reconocer
no y experimental. La proteína p53 se descu­ sobre la superficie celular fragmentos procesa­
brió mediante un anticuerpo obtenido contra un dos provenientes de proteínas que inicialmente
sarcoma murino y también con otro anticuerpo estaban localizadas intracelularmente.
contra antígenos del SV40. Esta proteína se en­ Los adenovirus presentan genes tempranos,
contró en una gran variedad de procesos tumo- denominados EIA y EIB, los que son transcrip­
rales pero no fue detectada en células embrio­ tos no sólo durante los estadios tempranos de
narias adultas no malignas. Actualmente se co­ replicación viral sino también en las eélulas
noce que la proteína p53, que actúa como su­ transformadas. En este último caso estos antí­
presora del crecimiento celular, está muy poco genos son requeridos para el m antenim iento
expresada en células normales y por lo general del fenotipo transformado.
no es detectada, mientras que la p53 que se en­ Existen por lo menos 3 tipos de virus ADN
cuentra en células malignas representa una va­ asociados al cáncer humano;
riante mutante de la p53 normal. Los pacientes - algunos miembros de la familia de los virus
elaboran anticuerpos contra las mutantes pero papiloma están asociados con el cáncer cervi­
éstos no afectan el curso de la enfermedad. No cal.
se conoce aún hasta qué punto las m utantes - los virus de la hepatitis B están asociados
pueden ser reconocidas por los LT. con cáncer primario de hígado.
- los virus de Epstein Barr se asocian con el
Antígenos tumorales codificados linfoma de Burkitt y con linfomas inmunoblás-
por virus oncogénicos ticos.

Tanto los virus ARN como los ADN están Virus ARN con capacidad tumoral
implicados en el desarrollo de tumores experi­
mentales y humanos. Este tipo de tumores con­ Los virus tumorales ARN de tipo exógeno o
tiene genomas provirales y generalm ente las endógeno se integran dentro del ADN del hués­
células expresan proteínas codificadas por el ped. Durante la mayor parte de su ciclo de vida,
virus, que son sintetizadas en forma endógena los virus exógenos existen y se replican en for­
y pueden ser procesadas junto con moléculas ma de partículas infecciosas capaces de infectar
del CMH de clase I previo a ser expresadas so­ otras células. Contrariamente, los virus endóge­
bre la superficie de la célula tumoral. nos permanecen como provirus integrados den­
tro del genoma del huésped y sólo producen
Virus ADN con capacidad tumoral partículas infecciosas por efecto de radiaciones
ionizantes, carcinógenos químicos, mutágenos
El SV40 y los polioma son virus ADN in­ o inhibidores de la síntesis de proteínas.
ductores de cáncer que codifican proteínas fun­ El ADN genómico de ratones endocriados
cionalmente similares pero antigénicamente di­ contiene alrededor de 50 copias de secuencias
ferentes, ya que son requeridas para la induc­ provirales relacionadas con el virus de la leuce­
ción y mantenimiento de la transformación m a­ mia murina (MuLV). Estos provirus se pueden
ligna. Estos antígenos de origen viral son com­ dividir en 3 grandes grupos: virus ectotrópicos,
partidos por todos los tumores inducidos por el que se replican en eélulas de ratón pero no en
mismo virus independienteniente del tejido o eélulas de otras especies; virus xenotrópieos,
especie animal. Las proteínas se encuentran en que se replican en células de otras especies pe­
Inmunología tumoral 673

ro no en las murinas y virus politrópicos, que Antígenos embrionarios y fetales


se replican en ambos tipos de células. La dife­
rencia entre estos virus está en los genes que Hace 50 años se encontró que ciertas células
codifican para la glucoproteína de envoltura de tum orales humanas expresaban antígenos que
70 kD (gp70). daban reacciones cruzadas con antígenos de te­
El virus linfotrópico T humano (HTLV-1) es jido embrionario normal. Esto se atribuyó a un
el tínico virus ARN conocido que está asociado proceso de retrodiferenciación, ya que la pérdi­
con un cáncer humano, la leucemia T del adul­ da de un fenotipo de diferenciación general­
to. Sin em bargo, estos virus están asociados mente se asocia con la aparición de antígenos
con varios tipos de cáncer en animales. que fueron expresados en altos niveles en célu­
las fetales embrionarias. Si la reexpresión de
antígenos embrionarios tiene lugar como con­
ANTÍGENOS T U M O R A LES secuencia de la transformación maligna, podría
D ETECTA D O S P O R A NTICUERPOS llevar a la activación o desrepresión de genes
que se m antienen silenciosos en las células
Existen antígenos, denominados antígenos adultas, pero activos en las células em briona­
asociados a tumor (TAA), que se expresan so­ rias y fetales. Alternativamente, los antígenos
bre la superficie de diferentes células tumorales em brionarios o fetales se expresarían en las
y normales por lo cual generalmente no indu­ stem cells o células indiferenciadas norm ales
cen una respuesta inmune en el huésped porta­ del tejido adulto pero no en las progenies más
dor del tumor. Sin embargo, en algunos casos m aduras, o por lo menos no en niveles altos;
se genera un respuesta mediada por anticuerpos por consiguiente los tum ores representarían
o por células T, que no cumple ninguna fun­ una amplificación e inmortalización de las stem
ción protectora pero es útil para el diagnóstico cells originales.
y tratamiento de ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, no hay evidencias convincen­
tes de que las células tumorales reexpresen an­
Antígenos de diferenciación tígenos fetales o embrionarios u otros m arcado­
res de etapas tempranas de diferenciación, co­
Algunos antígenos expresados sobre las cé­ mo consecuencia de su transformación en célu­
lulas tumorales también están expresados sobre las malignas.
las células normales en ciertos estadios de su U no de los marcadores tumorales em briona­
diferenciación, y muchos de ellos pueden ser rios mejor estudiados es el antígeno carcinoem-
considerados como marcadores de diferencia­ brionario (CEA). Este fue descubierto com o un
ción. Como no son específicos del tumor se los antígeno específico de tumor en el carcinoma
denomina antígenos asociados a tumor y cons­ de colon humano, y está presente como antíge­
tituyen un variado grupo de glucoproteínas y no fetal en intestino, páncreas e hígado durante
glucolípidos. los 6 primeros meses de la gestación. A ctual­
Pueden estar expresados ampliamente o en m ente se conoce que el CEA también se en­
forma restringida sobre un pequeño clon de cé­ cuentra en bajos niveles en tejidos no malignos
lulas normales y el tiempo en que se expresan como la mucosa de colon, pulmones y tejido
durante el período de diferenciación puede va­ mamario.
riar considerablem ente. Las células m alignas Inicialmente se pensó que el CEA podría ser
pueden expresar estos antígenos en forma muy utilizado como marcador para la detección pre­
aumentada en relación a las células normales. coz de enfermedades gastrointestinales, pero se
La importancia de estos marcadores de dife­ han encontrado elevados niveles de C E A en
renciación radica en el hecho de que las células otras enfermedades malignas como el cáncer
malignas generalmente expresan alguno de los de pulm ón y de mama.
genes característicos del tipo celular normal del A pesar de que los niveles séricos de CEA
que se originaron, lo que puede ayudar a deter­ no son útiles para el diagnóstico preco z del
minar el tipo celular que dió origen a la patolo­ cáncer, pueden ser utilizados para monitorear
gía. Por ejem plo, los tumores de linfocitos B los efectos de la terapia anti tumoral.
expresan inmunoglobulinas de superficie y las La alfa fetoproteína es otro ejemplo de una
leucemias de linfocitos T pueden ser mediadas proteína embrionaria o fetal que es producida
por LT colaboradores o supresores. Esta dife­ por el hígado fetal y por células del saco viteli-
renciación es importante ya que los diferentes no y está presente en pequeñas concentraciones
subtipos de tumor pueden tener diferente prog­ en el suero de individuos adultos normales. Se
nosis y pueden ser susceptibles de diferentes encuentra elevada en pacientes con cáncer de
terapias. Los marcadores de diferenciación son hígado así como en pacientes con enferm eda­
útiles particularmente para clasificar los tum o­ des hepáticas no malignas. En forma sim ilar al
res hematopoyéticos. CEA, los niveles de alfa fetoproteína no pue­
674 Inmunopatología

den ser utilizados para un diagnóstico precoz punto de vista de diagnóstico y tratamiento el
del cáncer. Sin embargo, se utilizan para la de­ CALLA es útil. Las células CALLA' no se en­
tección del cáncer de hígado primario en un es­ cuentran generalmente en médula ósea (<1%)
tadio precoz y para el monitoreo de los pacien­ ni en sangre periférica, por consiguiente, pue­
tes luego de la terapia. den ser marcadores de enfermedad. Además,
como el antígeno CALLA no está presente en
Antígenos clónales las células pluripotentes de médula ósea es po­
sible eliminar las células CALLA”'’ de la médu­
Se expresan únicamente en unas pocas célu­ la ósea, mediante el empleo de anticuerpos m o­
las normales, posiblemente sólo en el clon ce­ noclonales dirigidos contra este antígeno, sin
lular a partir del cual se originó el tumor. Por dañar su capacidad para regenerar el sistema
ejemplo, en el idiotipo de la inmunoglobulina hematopoyético. Otros antígenos de diferencia­
de superficie en una célula B maligna. En este ción pueden proporcionar posibilidades simila­
caso particular, la inmunización de ratones con res.
la proteína del mieloma induce una inmunidad Uno de los tumores más estudiados, desde el
de trasplante anti-idiotipo débil contra el mie­ punto de vista de los antígenos que expresa, es
loma que expresa ese idiotipo. el melanoma. Se conocen aproximadamente 40
Los antígenos clónales se expresan solamen­ antígenos definidos por anticuerpos monoclo­
te en idiotipos de LT y LB. nales en estos tum ores. Ninguno de ellos es
realmente un antígeno asociado a tumor y se
Antígenos tumorales humanos han descrito por lo menos 6 categorías diferen­
tes entre ellos, las que se detallan en el cuadro
Se han realizado num erosos intentos para 33-3.
utilizar los anticuerpos para detectar neo-antí- La expresión de, por lo menos, alguno de es­
genos en tumores humanos. Una única muta­ tos antígenos podría influir en el com porta­
ción en una célula puede llevar a la expresión miento de las células tumorales. Por ejemplo,
de un antígeno nuevo, un antígeno específico el aumento de los receptores para factores de
de tumor, que es capaz de inducir una respuesta crecimiento puede llevar al crecim iento des­
inmune pero de utilidad restringida, ya que ese con tro lad o , y la p roducción o d istrib u ció n
antígeno es individual y no se encuentra en anormal de moléculas de adhesión influenciará
otros tumores. la capacidad de las células para dar metástasis.
Cuando se desarrollaron los métodos de pro­ Por consiguiente, anticuerpos m onoclonales
ducción de anticuerpos monoclonales se pensó contra estas moléculas podrían ser utilizados en
que éstos proporcionarían la forma de diferen­ inmunoterapia ya que estos antígenos se expre­
ciar las células normales de las tumorales. Se san en forma aumentada en las células tumora­
han podido producir anticuerpos monoclonales les pero su expresión es mínima en células nor­
contra un antígeno asociado al tumor en la leu­ males.
cemia linfoblástica aguda (CALLA), denomi­
nado actualmente CDIO. Estos anticuerpos per­ TERAPIA ANTI-TUMORAL
mitieron observar que algunas células normales
de médula ósea también poseían este antígeno. La terapia anti-tumoral se utiliza para esti­
Posteriormente se determinó que el CDIO es un mular al sistema inmune contra los antígenos
antígeno de diferenciación que se expresa nor­ tumorales. Se puede llevar a cabo de diferentes
m alm ente en linfocitos pre-B. Pero desde el formas:

C uadro 33-3. Distribución y características de antígenos de meianoma

Antígenos D istribución y características

A ntígenos del com plejo m ayor de histocom patibilidad L os m elanom as expresan generalm ente antígenos de clase ] y II

A ntígenos de pigm entación S on intracelulares, a veces poseen valor diagnóstico

R eceptores para factores de crecim iento R eceptores para EG F, T G F a , T G F P, N G F y FG F

M oléculas de adhesión Protoglicanos, glangliósidos, m oléculas de adhesión asociadas a


m elanom as

Proteínas de transporte M etalotransferrina, S-100 Ca hinding protein

Proteínas de la m atriz extracelular L am inina y colágeno


Inmunología tumoral 675

1) Por estimulación activa, actuando direc­ más inmunogénicas y, además, tratar de identi­
tamente sobre el sistema inmune del huésped. ficar los antígenos reconocidos por los LT.
2) Por inmunoterapia adoptiva, transfiriendo Se sabe que las células tumorales expresan
células inmunocompetentes de un individuo a antígenos que pueden inducir respuestas m e­
otro. diadas por linfocitos T. También se conoce que
3) Utilizando inmunoterapia pasiva, por ad­ las células tumorales son malas presentadoras
ministración de anticuerpos monoclonales con­ de antígenos ya que no proveen la segunda se­
tra antígenos específicos del tumor con el obje­ ñal necesaria para la activación de los LT. En
to de focalizar los “blancos” para los agentes la figura 33-2 se esquematizan los com ponen­
citotóxicos. tes indispensables para activar una respuesta
4) En el caso de trasplantes de médula ósea, citotóxica mediada por LT. No es suficiente
en pacientes leucémicos que han sido som eti­ que los LT CD8+ reconozcan un péptido prove­
dos a radiaciones, para deplecionar la médula niente de un antígeno tumoral presentado den­
ósea de células tumorales (autotrasplante), o de tro del contexto de antígenos del CMH de clase
LT maduros (trasplante alogeneico). I para que se active eficientemente la respuesta
inmune. Es necesario además una segunda se­
Estimulación de m ecanism os efectores ñal dada por las linfoquinas producidas p o r LT
CD4+. Para producir linfoquinas estas células
Se han utilizado varios tipos de tratamiento necesitan reconocer grupos separados de pépti­
en la inm unoterapia de tumores ya estableci­ dos antigénicos presentados dentro del contex­
dos. La estimulación inespecífica con los deno­ to de moléculas de clase II expresadas sobre
minados “modificadores de la respuesta bioló­ células presentadoras de antígenos tales como
gica”, por ejemplo el bacilo de Calmette-Gué- los macrófagos y las células dendríticas. Estas
rin (BCG), los INFs o la IL-2 han sido amplia­ células endocitan los antígenos desde el exte­
mente empleados. La estim ulación con BCG rior y los colocan en el compartimiento endo-
fue utilizada por su efecto estimulatorio sobre som al/lisosom al donde son degradados; los
los macrófagos y se demostró que prolonga la péptidos resultantes se asocian a moléculas de
sobrevida de niños con leucem ia linfocítica clase II.
aguda y de adultos con leucem ia m ielocítica Actualmente se conoce que lo que caracteri­
aguda. No es efectivo en el tratamiento de pa­ za a una célula presentadora de antígeno profe­
cientes con tumores sólidos pero la inoculación sional es la expresión de moléculas coestimula-
intra-lesional de BCG puede inducir una regre­ torias, del tipo de B7, que se unen a receptores
sión de ciertas lesiones producidas por el mela- cjue se expresan sobre las células T, tales como
noma. En forma similar, la inoculación intrave- el CD28, y esto ocurre en forma concomitante
sical con el bacilo de Calmette-Guerin se está con el reconocimiento antigénico mediado por
utilizando con éxito en el cáncer de vejiga. Los el receptor T. Dicho reconocimiento en ausen­
mecanismos anti-tumorales involucrados en es­ cia de ía señal coestimulatoria puede llevar a la
ta terapia estarían mediados por LT citotóxicos anergia celular, responsable de la tolerancia
e sp e c ífic o s, e ito to x ic id a d n o -re stric ta p o r contra antígenos propios expresada en la peri­
CMH, liberación de citoquinas y efectos anti feria. Según el esquema de la figura 33-2 la fal­
proliferativos del bacilo per se. ta de respuesta inmune contra un antígeno tu­
moral puede ser debida no sólo a la falta de an­
Inmunización a c t iv a tígenos específicos de tumor o de LT CD8+ ca­
paces de reconocerlos sino también a un defec­
Los intentos de vacunación en animales de to en la rama colaboradora de la respuesta in­
experimentación a efectos de inducir una resis­ mune, ya que sin producción de las citoquinas
tencia hacia el tumor han tenido poco éxito y apropiadas no se producirá la activación de los
en ciertas circunstancias, por ejemplo con tu­ LT citotóxicos.
mores inducidos quím icam ente, la inm uniza­ Las citoquinas regulan la reactividad de las
ción con estas células tumorales irradiadas pre­ células involucradas en la respuesta inm une y
vio al trasplante con las células tumorales via­ controlan los procesos de maduración, activa­
bles puede llevar a una facilitación del creci­ ción y migración de células que participan de
miento tumoral por inducción de anticuerpos la inflamación. Investigaciones llevadas a cabo
de bloqueo. En algunos casos particulares, por en modelos animales demostraron que la provi­
ejemplo en la vacunación con el virus de la he­ sión local de ciertas citoquinas, realizada por
patitis B, se encontró que este tratamiento re­ inoculación directa o por terapia génica, puede
duce la incidencia del hepatoma primario. inducir una fuerte respuesta inmune que puede
Actualmente se está investigando la posibili­ llegar a la inhibición del crecimiento tumoral.
dad de introducir ciertos genes dentro de las Recientemente se ha demostrado que, si se
células tumorales, hecho que las convertiría en transfectan genes que codifican para citoquinas
676 Inmunopatología

EFEC TO C ITO TÓ X IC O E FEC TO C O LA B O R A TIV O

A ntígeno tum oral


con restricción para
CIVIH-II (vía exocí-
Célula tumoral tica/endosóm ica

A ntígeno tum oral con


restricción
>11 í u u i u i I para CMF)-I
p a l a \-/ivii i" i
(vía endocítica)
M a c ró fa g o
. v ^ ^^ A n tig e n o / A ntíg e n o/
jfe"*'— CM FI-clase i CiVIH-clase
.RCT

Linfoquinas

Linfocito T Linfocito T
C itotóxico (Te) CD8+ C olaborador (Th) CD4+

Fig. 33-2. P ara que los LT citotóxicos específicos de tum or restrictos por antígenos del C M H de clase I se activen deben
recibir por lo m enos dos señales, la prim era está dada por el reconocim iento antigénico m ediado por el receptor T (R CT) y
la segunda por la liberación de linfoquinas p or los L T colaboradores, los que deben ser previam ente activados vía p resen ­
tación del péptido tum oral por una célula presentadora de antígeno profesional, dentro del contexto de antígenos del C M H
de clase II. Estas C PA profesionales expresan en su m em brana m oléculas com o B7, capaces de enviar señales coestim ula-
torias uniéndose a receptores (CD 28) expresados sobre los L T colaboradores.

o para sustancias coestimuladoras dentro de las generación de células LAK por parte de las cé­
células tumorales, y estas células son reinyec- lulas CD8+ y NK. En algunos tumores los LT
tadas en el huésped de donde se extrajeron, se CD4+ y los macrófagos podrían ser importan­
induce una buena respuesta inmune. Por ejem ­ tes inhibiendo el crecimiento vía reacción de
plo, cuando se transfectan los genes para IL-2, hipersensibilidad retardada.
IL-4, IL-6, IL-7, F N T a, INFy o GM -CSF en Por transfección del gen que codifica para la
tumores de ratón, éstos regresan. En algunos molécula coestimulatoria B7 se puede obtener
casos se acumulan infiltrados inflamatorios al­ una respuesta anti-tumoral mucho más efecti­
rededor de los tumores que secretan las cito- va. Las células tumorales que expresan B7 son
quinas, y el tipo celular del infiltrado varía con rechazadas en el huésped singeneico mientras
la citoquina. Esto es importante ya que en fun­ que las células tumorales originales no lo son.
ción del infiltrado celular y las citoquinas libe­ Además, la expresión de B7 en las células tu­
radas se pueden cumplir diferentes funciones morales induce inmunidad hacia las células tu­
efectoras y accesorias necesarias para una bue­ morales originales inoculadas en otro sitio dis­
na activación de los LT aum entando las res­ tante del inicial.
puestas específicas de los LT contra los antíge­ La identificación de genes que codifican p a­
nos tumorales. ra antígenos específicos de tumor reconocidos
Se han llevado a cabo investigaciones utili­ por LT citotóxicos proporcionó las bases para
zando linfocitos infiltrantes de tum or (TILs) la introducción de grandes cantidades de antí­
provenientes de pacientes con melanoma, los geno en las células tumorales, uniendo los ge­
que han sido transfectados con el gen para el nes que codifican para los antígenos con pro­
F N T a y también para IL-2, con el objeto de motores activos, transfectando estas construc­
aumentar la inmunorreactividad hacia las célu­ ciones (constructs) en las células tum orales
las tumorales, evitando la toxicidad que produ­ del huésped u otros tipos celulares in vivo y
ce la administración sistémica de estas drogas. reintroduciendo las células transfectadas en el
Por transfección de células tumorales con el paciente. Alternativamente, las vacunas de v i­
gen para la IL-7 se facilita el rechazo tumoral rus vaccinia recombinantes con insertos de ge­
por un mecanismo que involucra la expansión nes de antígenos tumorales pueden ser utiliza­
de LT CD8+, generación de LT citotóxicos y das para aum entar la expresión de antígenos
Inmunología tumoral 677

tum orales en el paciente. P or otra parte, los sión del fenotipo nen-transformado a no-trans­
antígenos tum orales com partidos por varios formado in vitro y los mismos anticuerpos son
tumores, como el MAGE-1 en los melanomas capaces de inhibir el crecimiento del tum or en
o la proteína ras m utada en la posición 12, ratones.
pueden ser potencialm ente buenos inm unóge­ 4) Anticuerpos anti-tumor copulados a toxi­
nos. Utilizando la reacción en cadena de la po­ nas o drogas. Ciertas toxinas, por ejemplo rici­
limerasa (PCR) es posible determinar si un p a­ no o la toxina diftérica, son potentes inhibido­
ciente expresa un antígeno tumoral por detec­ res de la síntesis proteica. Unidos covalente­
ción del gen mutado, y se podría emplear la ti­ mente a anticuerpos monoclonales pueden ser
pificación de antígenos del CMH para eviden­ utilizados en ínfimas dosis y pueden ser dirigi­
ciar si un paciente puede expresar moléculas dos hacia el blanco deseado (la célula tumoral),
que se unen al péptido inm unodominante de actuando como inm unotoxinas: Este m ism o
ese antígeno. principio puede ser utilizado con ciertas drogas
antineoplásicas o con radioisótopos con acción
In m u n o terap ia pasiva citocida que podrían actuar unidos covalente­
mente a anticuerpos específicos. Estas m etodo­
Se están utilizando variados y diferentes m é­ logías requieren de dos requisitos para que la
todos en la terapia con anticuerpos con el fin de terapia resulte exitosa: a) la especificidad del
inducir una regresión tumoral o prevenir su re­ anticuerpo debe ser tal que sea capaz de unirse
currencia. Los más utilizados son: sólo a células tumorales pero no normales. Co­
mo ya ha sido descrito previam ente, esto es
1) Anticuerpos anti-idiotipo. Han sido utili­ muy difícil de lograr; b) es difícil de prever y
zados en el tratamiento de linfomas B que ex­ asegurar que el anticuerpo llegará realmente en
presan inmunoglobulinas de superficie con es­ una concentración suficiente a la célula blanco
pecificidad frente a idiotipos particulares. El antes de ser eliminado por las células fagocíti-
idiotipo sería un antígeno tum oral altam ente cas a través de sus receptores Fe. Si esto suce­
específico, ya que se expresa sólo en el clon de de se reduce la efectividad de la terapia aunque
células B neoplásicas y no en otras células. La la utilización de (F ab ’)^ conjugado a toxinas
unión del anticuerpo anti-idiotipo, capaz de ac­ puede minimizar este problema.
tivar el com plemento o la citotoxicidad anti- 5) Anticuerpos heteroconjugados. En este ca­
cuerpo-dependiente (ADCC) produciría la des­ so, un anticuerpo específico hacia un antígeno
trucción de las células tumorales. Sin embargo, tumoral se une covalentemente a otro anticuerpo
este tratamiento no siempre actúa en forma sa­ con especificidad contra una proteína de superfi­
tisfactoria. cie presente en una célula efectora citotóxica,
2) A nticuerpos dirigidos contra receptores por ejemplo NK o linfocitos T citolíticos ( LTc).
de factores de crecimiento (receptor de lL-2). Estos heteroconjugados favorecen la unión de
Han sido utilizados en terapia experimental en dichas células hacia las células tumorales blanco
linfomas T humanos incluidos las leucemias y apropiadas, por ejemplo un anticuerpo anti-CD3
linfomas asociados al virus HIV. Esta terapia unido a un anticuerpo contra una proteína de su­
se basa en el hecho de que la IL-2 estimularía perficie del tumor favorecerá la lisis de las célu­
el crecimiento de las células tumorales que ex­ las tumorales mediadas por LTc.
presan el receptor de IL-2. Los anticuerpos an- 6) Conjugados de anticuerpos y hormonas.
ti-receptor podrían modular o bloquear dichos Pueden ser utilizados para dirigir LTc hacia las
receptores, de esta manera se impediría la acti­ células tumorales que expresan receptores para
vación celular. A lternativam ente, estos an ti­ dicha hormona. Por ejemplo anticuerpos anti-
cuerpos m onoclonales podrían producir lisis CD3 unidos a la hormona estimulante de mela-
mediada por complemento de las células tumo- nocitos aumentan la destrucción in vivo , m e­
rales que expresan el receptor de lL-2. La tera­ diada por LTc, de células de melanoma hum a­
pia con anticuerpos anti receptor de IL-2 no es no con receptores para la hormona.
específica y podría llegar a producir inmunosu- 7) Depleción in vitro de células tum orales
presión ya que también actuaría sobre los LT de médula ósea por lisis mediada por anticuer­
norm ales activados transform ándolos en no- pos y complemento. Este tratamiento se utiliza
funcionales. en pacientes con linfoma B que reciben un tras­
3) Anticuerpos específicos para un producto plante antologo de médula ósea. En estos casos
inducido por un oncogén. Estos serían poten­ se toman células de médula ósea del paciente y
cialmente capaces de inhibir el crecimiento tu­ se somete a éste a una dosis de radiación y qui­
moral si el producto del oncogen fuera esencial mioterapia para destruir sus células tumorales.
para el fenotipo transform ado. A nticuerpos Por supuesto, también son destruidas las célu­
monoclonales contra la proteína de superficie las norm ales del individuo. La m édula ósea
inducida por el oncogén nen inducen la rever­ previamente removida es tratada con anticuer­
678 Inmunopatología

pos monoclonaJes contra los antígenos norma­ zar para para dirigir una célula o un ligando ha- ■
les de LB que también se expresan en las célu­ cia la célula tumoral, o para incrementar la es­
las del linfoma. Posteriormente se añade com ­ pecificidad y afinidad de interacción de una cé­
plem ento para producir la lisis de todas esas lula con su molécula blanco.
células. La médula ósea, que de esta manera
fue purgada de las células tumorales, se rein- Inmunoterapia celular adoptiva
yecta en el paciente para reconstituir su sistema
hematopoyético destruido por la radiación y la Implica la transferencia de células en cultivo
quimioterapia. que pueden reaccionar contra el tumor cuando
8) Actualmente se están comenzando a utili­ son inoculadas en el huésped. Esto puede lle­
zar nuevas moléculas obtenidas por tecnología varse a cabo de dos formas:
del ADN recombinante. Los anticuerpos huma­
nizados y quiméricos se utilizan en pruebas clí­ a) Utilizando la terapia con células killer ac­
nicas y las cadenas Fv de ciertos anticuerpos se tivadas por citoquinas. Este método tiene por
están evaluando en modelos anim ales. F rag­ objeto la generación in vitro de células LAK, lo
mentos de cadenas de IgG se pueden fusionar o que se logra por cultivo de leucocitos periféri­
conjugar a diferentes moléculas de manera tal cos tomados del paciente con tumor en presen­
de obtener nuevas funciones efectoras, tal co­ cia de altas dosis de IL-2. Las células LAK ge­
mo se esquematiza en la figura 33-3. Es posible neradas (originadas principalmente a partir de
crear m oléculas con doble especificidad por las células NK) se reinyectan en el paciente.
unión de dos sitios Fv, las que se pueden utili­ Este tratamiento administrado junto con IL-2

F ig . 33-3. E sq u em atizació n de la
e stru ctu ra co m p leta de una m o lé ­
c u la d e Ig G y s u s f r a g m e n to s
F (ab ’)2, Fab y Fv, lo que es p o si­
b le obtener por m étodos quím icos
o por recom binación. Por estos m é­
F(ab’)2 todos pueden obtenerse m oléculas
b iv a le n t e s b ie s p e c íf ic a s |l g G ,
F (ab ’)2], capaces de unirse al antí­
geno tum oral por uno de los sitios
d e c o m b in a c ió n y p o r el o tro a
reactivo,s adecuados com o drogas,
to x in as, en zim as, rad io n u cleid o s,
c ito q u in a s , p a r a q u e e je r z a n su
efecto directo sobre la célula tum o-
ral. Estos reactiv o s pueden u nirse
tam bién a fragm entos F ab y Fv por
m éto d o s q u ím ico s, co n stitu y en d o
reactivos biesp ecífico s en los que
los fragm entos derivados de la m o ­
lé c u la a n tic u e rp o son b iv a le n te s
pero sólo tienen un sitio de co m b i­
nación para cada ligando
Inmunología tumoral 679

tuvo mucho éxito en la regresión de tumores los factores estimulantes de colonias granulo-
sólidos en ratones. En seres humanos se está cíticos (G-CSF). Se utihzan en inmunoterapia
utilizando actualmente en los casos de tumores contra el cáncer si bien no actúan aumentando
metastáticos avanzados. la respuesta inm une contra los tum ores. Ac­
b) Mediante terapia con linfocitos infiltra­ tualm ente, y en form a experim ental, se está
dos en el tumor. La finalidad es la generación tratando de transfectar las células tum orales in
de células LAK a partir de células mononuclea­ vitro con los genes de diferentes citoquinas pa­
res tomadas del infiltrado inflamatorio que está ra luego trasplantar estas células en anim ales
próximo a los tumores sólidos. De esta manera portadores del tumor. De esta manera se logra
se enriquece la población de linfocitos TILs la producción de las citoquinas específicamen­
que incluyen a las células NK y a los LTc que te en el sitio donde está creciendo el tumor.
son células asesinas inespecíficas. Este trata­ Esto se llevó a cabo con genes de IL-2, IL-4 e
miento se realiza administrado junto con altas INFy. En todos los casos se logró la inhibición
dosis de IL-2 y está siendo utilizado actual­ del crecimiento tumoral. Todavía no puede ser
mente en seres humanos. utilizado en humanos porque los resultados ob­
tenidos, si bien alentadores, son muy prelim i­
Terapia con citoquinas nares.
En resumen, los agentes m odificadores de
Esta terapia se fundam enta en el hecho de las respuestas biológicas pueden ser utilizados
que las citoquinas poseen la capacidad de acti­ para activar macrófagos y células NK. Los an­
var las células que participan de la respuesta ticuerpos monoclonales dirigidos contra antí­
inmune. Las más utilizadas son las siguientes; genos tumorales bivalentes o biespecíficos y
IL-2. Administrada en altas dosis se utiliza unidos a drogas citotóxicas o toxinas también
sola o junto con inm unoterapia celular adopti­ pueden ser buenas armas contra el tum or. Al­
va. Este tratamiento es efectivo en inducir re­ tern ativ am en te, con ju g ad o s de an ticu erp o s
gresión tum oral en 20-40% de pacientes con asociados a enzimas inoculadas en el sitio de
melanoma y carcinoma renal. Presumiblemen­ crecimiento tumoral podrían actuar sobre pre­
te la IL-2 actúa activando células NK y/o LTc cursores de ciertas drogas las que, adm inistra­
induciendo la aparición de células LAK in vi­ das en forma sistémica, producen la liberación
vo. E ste tr a ta m ie n to p u e d e tra e r e fe c to s del compuesto activo en el sitio correcto y ne­
secundarios, fiebre, edema pulmonar, etc. y es­ cesario.
to es producto de la activación de otros linfoci­ Es aún muy difícil conocer cuál o cuáles de
tos los que, a su vez, liberan TNE, INFy y lin- los m étodos em pleados tendrá más éxito. El
fotoxina. hecho real es que se dispone de una am plia se­
TNF. Se utilizó en pacientes con carcinomas rie de estrategias para contrarrestar el creci­
avanzados. Si bien posee un gran efecto anti- miento tumoral. El futuro aclarará cuál será el
turnoral in vitro, produce un efecto tóxico en mejor tratamiento, según el tipo de patología, a
las dosis necesarias requeridas in vivo. utilizar en la inmunoterapia del cáncer.
IN F a. Es producido por leucocitos. Posee
efectos anti-proliferativos in vitro, incrementa
el potencial lítico de las células NK y aumenta B IB L IO G R A F ÍA
la expresión de antígenos del CMH de clase I A bbas A .K .. Lichtm an A .H . and P ober LS. (1993). Cellu^
en diferentes tipos celulares. Se lo utilizó y se lar an d M o lecu lar Im m u n o lo g y . W .B . S au n d ers Com-
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m o n o c lo n al an tib o d ies in clin ic al oncology. Im m u n o l.
genos del CMH favorecería su capacidad para T oday, 15,559-561.
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680 Inmunopatología

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Inmunología
de la reproducción

RICARDO MARGNI
ILEANA MALAN BOREL 34
INTRODUCCION lación entre ambos, junto con factores placenta-
rios y factores séricos producidos durante la
Los mecanismos que conducen a que el feto, preñez habrán de llevar al éxito de la misma.
considerado como un injerto alogeneico, no sea En el presente capítulo, todo cuanto se espe­
rechazado por su madre, no están totalm ente cule sobre sistema inmune, órganos co m p ro ­
esclarecidos. Se han propuesto varias hipótesis, m etidos y productos sintetizados durante la
apoyadas en investigaciones científicas. Los preñez, está referido a humanos. Cuando se tra­
avances en los últimos años de las técnicas de te de otros vertebrados se los identificará espe­
biología molecular y de anticuerpos monoclo­ cíficamente.
nales, contribuyeron a esclarecer ciertos meca­
nismos inm unológicos involucrados en la re­
producción. PLACENTA
M edewar, en un principio, propuso que el
éxito de la preñez se debía a que el útero era un Durante el primer período de su desarrollo,
sitio privilegiado, en donde cualquiera sea el el embrión extrae directamente del endometrio
tejido implantado no se produce rechazo. Más las sustancias nutritivas y el oxígeno que nece­
adelante, y conociendo la importancia que los sita. A medida que se desarrolla, este tipo de
antígenos del CMH tienen sobre el rechazo de intercambio con el organismo materno se hace
injertos, se atribuyó a que la placenta, al estar insuficiente. A las nuevas exigencias nutricias
desprovista de estos antígenos, actuaría como y respiratorias del embrión, responde la form a­
una barrera antigénicamente neutra entre el feto ción de un nuevo órgano: la placenta. En la
y la madre. Con el avance de las investigacio­ mujer, ésta se desarrolla gradualmente durante
nes se postuló que durante la preñez se produce los tres primeros meses de gestación y al final
una inm unosupresión no específica local, es del tercer mes está completamente formada.
decir, en la unidad feto-placentaria y una inm u­
nosupresión no específica sistémica. F orm ación de la placenta
En los rechazos de injertos alogeneicos hu­
manos, los linfocitos T desempeñan una fun­ La formación de la placenta se puede dividir
ción importante tanto en el reconocimiento de en dos períodos: a) prevelloso y b) velloso.
los antígenos no propios, como en la citolisis y a) En el período prevelloso el huevo fecunda­
destrucción de las células que exponen a estos do llega al útero donde se implanta en el estadio
antígenos. El feto está protegido contra el efec­ de blastocito. El disco embrionario se orienta
to de estas células citotóxicas; los mecanismos hacia la parte profunda del endometrio; una es­
involucrados en este fenómeno serán analiza­ pesa capa de trofoblastos lo separa de las célu­
dos más adelante. las deciduales. Una vez producida la im planta­
El sistema inmune de la madre desempeña un ción el trofoblasto se diferencia en sincitiotrofo­
rol fundamental en el mantenimiento de la ges­ blasto primitivo, formado por una espesa masa
tación, existiendo además una estrecha relación citoplasm ática sin límites intercelulares. Este
entre este sistema y el endocrino. Una buena re­ sincitio emite brotes que, por acción de enzimas
680 Inmunopatología

K le in , G ., S jo g re n , H ., K lein E. an d H e lls tro m , K .E. te d ly m p h o c y te s. A n n u a l R ev . o f Im m u n o l. 4 , 6 8 1 -


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notherapy using interleukin-2 and interleukin-2 activa- Bulletin 45, 541-553,
Inmunología
de la reproducción

RICARDO MARGNI
ILEANA MALAN BOREL 34
INTRODUCCION lación entre ambos, junto con factores placenta-
ríos y factores séricos producidos durante la
Los mecanismos que conducen a que el feto, preñez habrán de llevar al éxito de la misma.
considerado como un injerto alogeneico, no sea En el presente capítulo, todo cuanto se espe­
rechazado por su madre, no están totalm ente cule sobre sistema inmune, órganos co m p ro ­
esclarecidos. Se han propuesto varias hipótesis, m etidos y productos sintetizados durante la
apoyadas en investigaciones científicas. Los preñez, está referido a humanos. Cuando se tra­
avances en los últimos años de las técnicas de te de otros vertebrados se los identificará espe­
biología molecular y de anticuerpos monoclo­ cíficamente.
nales, contribuyeron a esclarecer ciertos meca­
nismos inm unológicos involucrados en la re­
producción. PLACENTA
M edewar, en un principio, propuso que el
éxito de la preñez se debía a que el útero era un Durante el primer período de su desarrollo,
sitio privilegiado, en donde cualquiera sea el el embrión extrae directamente del endometrio
tejido implantado no se produce rechazo. Más las sustancias nutritivas y el oxígeno que nece­
adelante, y conociendo la importancia que los sita. A medida que se desarrolla, este tipo de
antígenos del CMH tienen sobre el rechazo de intercambio con el organismo materno se hace
injertos, se atribuyó a que la placenta, al estar insuficiente. A las nuevas exigencias nutricias
desprovista de estos antígenos, actuaría como y respiratorias del embrión, responde la form a­
una barrera antigénicamente neutra entre el feto ción de un nuevo órgano: la placenta. En la
y la madre. Con el avance de las investigacio­ mujer, ésta se desarrolla gradualmente durante
nes se postuló que durante la preñez se produce los tres primeros meses de gestación y al final
una inm unosupresión no específica local, es del tercer mes está completamente formada.
decir, en la unidad feto-placentaria y una inm u­
nosupresión no específica sistémica. F orm ación de la placenta
En los rechazos de injertos alogeneicos hu­
manos, los linfocitos T desempeñan una fun­ La formación de la placenta se puede dividir
ción importante tanto en el reconocimiento de en dos períodos: a) prevelloso y b) velloso.
los antígenos no propios, como en la citolisis y a) En el período prevelloso el huevo fecunda­
destrucción de las células que exponen a estos do llega al útero donde se implanta en el estadio
antígenos. El feto está protegido contra el efec­ de blastocito. El disco embrionario se orienta
to de estas células citotóxicas; los mecanismos hacia la parte profunda del endometrio; una es­
involucrados en este fenómeno serán analiza­ pesa capa de trofoblastos lo separa de las célu­
dos más adelante. las deciduales. Una vez producida la im planta­
El sistema inmune de la madre desempeña un ción el trofoblasto se diferencia en síncítiotrofo-
rol fundamental en el mantenimiento de la ges­ blasto primitivo, formado por una espesa masa
tación, existiendo además una estrecha relación citoplasm ática sin límites intercelulares. Este
entre este sistema y el endocrino. Una buena re­ sincitio emite brotes que, por acción de enzimas
682 Inmunopatología

citolíticas, destruyen a las células deciduales que Los troncos principales (vellosidades de 1er
los rodean liberando sustancias nutricias para el orden) se subdividen en vellosidades de 2- y de
embrión (glucógeno, lípidos, prótidos, etc). El 3“' orden. El conjunto de las ramificaciones de­
otro producto de diferenciación es el citotrofo- rivadas de cada vellosidad de 1er orden consti­
hlasto primitivo, situado en la vecindad de la tuyen un cotiledón placentario, separados entre
cavidad coriónica y constituido por una capa de sí por tabiques que se originan en la decidua.
células poliédricas. El origen del sincitio y del Cada una de las vellosidades está formada por
citotrofoblasto no se conocen. un estroma de tejido conectivo, por el que cir­
Más adelante aparecen, en el sincitiotrofo- cula una arteriola y una vénula procedentes de
blasto, numerosas vacuolas o lagunas separa­ la arteria y de la vena umbilical del feto, y por
das por trabéculas formando las cavidades la­ un revestimiento de sincitiotrofoblastos.
berínticas. Esta capa va perforando los capila­ La parte materna de la placenta es la decidua
res del endometrio hasta alcanzar las arteriolas basal, la que en su parte superficial es compac­
y las vénulas que lo recorren, penetrando así la ta y en su parte profunda esponjosa debido a la
sangre materna en los espacios [acunares. La presencia de glándulas y vasos venosos. Duran­
verdadera circulación de la sangre por las lagu­ te el parto la decidua se desprende de la pared
nas trofoblásticas se inicia en la tercera sema­ uterina (fig. 34-2).
na, cuando las arterias espiraladas del endome­ Si se secciona la placenta se puede observar
trio son perforadas. En esta etapa el huevo ha hacia la superficie fetal la placa corial cubierta
penetrado en el endometrio más profundamente por el líquido amniótico y hacia la superficie
y se completa la anidación. materna la placa basal formada por la decidua
b) El período velloso se inicia a partir del día y por el epitelio de sincitiotrofoblastos. Entre
13 con una intensa actividad proliferativa del ambas placas se encuentra el espacio interve­
trofoblasto. Las trabéculas del sincitio toman lloso (fig. 34-2 y 34-3).
un aspecto velloso y hay penetración de células La placenta ejerce innumerables funciones,
citotrofoblásticas, formándose las vellosidades las que se adaptan a la tarea que aquella debe
primarias. Éstas, al evolucionar se transforman desarrollar para lograr el mantenimiento del fe­
en troncos vellosos que darán origen a los coti­ to en el útero materno. A través de la placenta
ledones fetales. Los cotiledones están formados la sangre venosa del feto cede el COj a la san­
por un centro conjuntivo vascular rodeado por gre m aterna y se provee nuevam ente de O^.
un epitelio de citotrofoblastos o capa profunda También hay pasaje de ciertas sustancias nutri­
y por un epitelio de sincitiotrofoblastos o capa cias tales como agua, azúcares, grasas, aminoá­
superficial. cidos, sales, vitaminas, etc, fundamentales para
El lugar de implantación ocupa sólo una par­ la nutrición fetal. La placenta constituye, ade­
te del endometrio; a esta zona durante la preñez más, una barrera de protección para determina­
se la denomina decidua. dos microrganismos patógenos que pueden en­
contrarse en la sangre materna. Por el contra­
Estructura y función rio, ciertos virus como los del sarampión, vari­
cela y viruela atraviesan la placenta, quedando
La .placenta humana es de tipo hemocorial, el feto expuesto a los mismos.
esto significa que las células trofoblásticas es­ La placenta humana y de algunos vertebrados
tán en contacto directo con la sangre materna. permite el pasaje de anticuerpos producidos por
En un embarazo de término, la placenta hu­ el sistema inmune de la madre. En el hombre
mana, cuando está completamente desarrollada los anticuerpos de tipo IgG son los que atravie­
es de tipo circular, esponjosa, con un diámetro san la placenta otorgando protección fetal, ya
de alrededor de 20 cm, un espesor de 2 cm y su que el feto todavía no es capaz de producirlos.
peso oscila entre 500 y 600 g. El cordón umbi­ La placenta secreta varias hormonas como
lical se inserta en la cara que enfrenta al feto y son la gonadotrofina coriónica, estrógenos,
por transparencia se pueden ver los vasos san­ progesterona, las que son volcadas al torrente
guíneos distribuidos en forma de estrella a par­ circulatorio materno. La placenta secreta tam­
tir de su punto de inserción (fig. 34-1). bién factores moduladores de la respuesta in­
E stá constituida por una parte fetal y una mune a los que se les atribuye una función pri­
parte materna. La parte feta! está formada por mordial en el mantenimiento del feto en el úte­
las vellosidades córlales que se han desarrolla­ ro materno.
do y ramificado. Hay dos tipos de vellosidades, A partir del 7“ mes de gestación la actividad
las fija s que profundizan en la decidua y cuya de la placenta va disminuyendo, la altura de las
función sería la de “anclar” la placenta a la pa­ vellosidades es menor, el corion degenera en
red uterina, y las libres, más numerosas, están algunos puntos y entre el corion y la decidua se
en contacto directo con la sangre materna en van formando depósitos fibrosos. A este proce­
las lagunas sanguíneas. so se lo denomina senescencia de la placenta,
Inmunología de la reproducción 683

que anuncia el cese de las funciones placentaria te anticuerpo reacciona con una porción co n ­
que terminarán con el parto. servada de las moléculas de clase I clásicas. A
pesar de esta expresión aloantigénica los trofo­
Células trofoblásticas: expresión antigénica blastos, in vitro, y por razones no establecidas,
no son destruidos por células citotóxicas ni por
El feto no se encuentra en contacto directo lisis mediada por complemento. A causa de e s­
con la madre, son las células trofoblásticas las tos hechos se considera que cum plirían u n a
que lo hacen, formando lo que se denomina in­ función importante en la protección del feto en
terfase materno-fetal. En ella existen dos áreas el útero materno. Existen diversas sustancias,
de contacto: el sincitiotrofoblasto y el citotro­ tales como INE-y, IL-4, 5-azycytidina (5 Azac)
foblasto. Los sincitiotrofoblastos son las célu­ que tienen la capacidad de inducir la expresión
las que recubren las vellosidades coriónicas y de los antígenos HLA-II clásicos sobre las c é ­
por tal razón constituyen la mayor interfase en­ lulas trofoblásticas. El lEN-y lo hace, por ejem ­
tre la madre y el feto, ya que las vellosidades plo, sobre los espongiotrofoblastos del ratón y
están bañadas por la sangre materna. Estas cé­ la 5-Azac sobre las células laberínticas. Otras
lulas en los roedores se denominan trofoblastos sustancias como la a-fetoproteína, son capaces
laberínticos. Los citotrofoblastos invaden a la de inhibir la inducción ejercida por el INE-y so ­
decidua endometrial y es aquí donde se ponen bre la expresión de esos antígenos.
en contacto con las células maternas. En los En 1978 Eaulk y col. observaron la expre­
roedores a estas células se las denomina espon- sión en células trofoblásticas de un antígeno,
giotrofoblastos. posteriormente descrito en linfocitos por otros
La expresión de los diferentes antígenos en la investigadores. A este antígeno se lo denominó
placenta ha sido ampliamente estudiada. Dado TLX (Trophoblast lymphocytes cross-reactive
que la preñez se asemeja a un trasplante aloge­ antigens). Es un antígeno heterogéneo en su
neico, e! mayor énfasis ha sido puesto en una peso molecular (55-65 kD) según provenga de
serie de antígenos codificados por el CMH, res­ diferentes líneas celulares y de distintas prepa­
ponsables de los rechazos de injertos. Con el ob­ raciones de trofoblastos. Los trofoblastos y lin ­
jeto de ayudar a comprender cómo pueden coe­ focitos de un mismo individuo expresan el m is­
xistir madre y feto, siendo ambos genéticamente mo epitope antigénico. Trabajos recientes han
diferentes, es que se han realizado estudios in­ demostracTo que este antígeno es sinónimo de
munológicos y moleculares para analizar la ex­ CD46. Esta proteína es un cofactor de mem bra­
presión de los genes que codifican para los antí­ na capaz de unirse a C3b y C4b y facilitar la
genos del HLA de clase I y de clase II en las di­ inactivación de éstos por la proteína I del siste­
ferentes poblaciones de células trofoblásticas. ma complemento. De esta manera CD46 ejer­
La regulación en la expresión de los antígenos cería un efecto protector del trofoblasto evitan­
HLA a nivel placentario sería uno de los hechos do un ataque inmunológico.
más importantes para el éxito de la preñez. Al antígeno TLX se le asigna además u n
Los antígenos HLA clase 1 y clase II clásicos, efecto protector de las células trofoblásticas.
indispensables para el desarrollo de la respuesta Estos antígenos estimularían a la madre a una
inmune humoral y celular, están ausentes en los respuesta inmune beneficiosa para el desarrollo
sincitios y en los citotrofoblastos. En el ratón, de la placenta. Se postula además la formación
las células laberínticas no expresan moléculas de un anticuerpo anti-idiotipo; un equilibrio e n ­
de clase I, mientras que los espongiotrofoblastos tre la relación anti-TLX y su anti-idiotipo sería
pueden expresar antígenos de clase I (H-2K, H- beneficioso para el éxito de la preñez. Su a u ­
2D) y en algunas cepas se ha encontrado la ex­ sencia llevaría al aborto. En esta hipótesis se
presión de los antígenos H-2L. Se supone que basa el tratamiento que a ciertas pacientes que
estos antígenos, al estar presentes en las células presentan abortos recurrentes de etiología d es­
trofoblásticas, actuarían como un inmunoadsor­ conocida se les hace inyectándoles una suspen­
bente uniendo las moléculas de anticuerpos anti­ sión de linfocitos provenientes de su pareja,
paternos formados en la madre los que se degra­ con el fin de lograr embarazos que lleguen a fe ­
darían más rápidamente. En la rata la situación liz término.
es semejante a la del ratón, salvo que en los es­
pongiotrofoblastos se ha demostrado la expre­ Expresión de proteínas relacionadas
sión de un sistema antigénico denominado Pal y con la regulación del sistema complemento
Pa2 (“pregnancy associated”).
En el hombre, los citotrofoblastos expresan Las células trofoblásticas expresan ciertas
un antígeno denominado HLA-G. Este fue pri­ sustancias que modulan la activación del co m ­
m eram ente identificado como una m olécula plemento: “la proteína cofactor de membrana”
HLA de clase I clásica (A,B,C) ya que reaccio­ (MCP, identificada actualmente como sinóni­
naba con el anticuerpo monoclonal W6/32. E s­ mo de CD46, TLX, arriba descrita) y el “factor
684 Inmunopatología

trofoblásticas humanas. Se ha localizado un an­


tígeno sialyl-Le* en los citotrofoblastos. Fue
_ Vasos detectado con dos anticuerpos monoclonales,
sanguíneos uno dirigido contra los hidratos de carbono fu-
cosilados y el otro contra los hidratos de carbo­
no sialilados de la cadena precursora de los
grupos sanguíneos tipo 1 y tipo 2. Los sincitio-
trofoblastos, células que recubren las vellosida­
des coriónicas, no reaccionan con ninguno de
estos dos anticuerpos.
Durante el desarrollo embrionario hay expre­
sión de algunos antígenos carbohidratados. Es­
tos podrían estar involucrados en el reconoci­
F ig . 34-1. L a placenta vi.sta desde la cara fetal (Tom ada de miento célula-célula e incrementar la sialidación
E n ciclopedia “C onsulta” Edit. C odex, 1965.) de glucoconjugados de superficie, mecanismo
que en las células tumorales le confiere resisten­
cia a su lisis por las células NK. Sería muy inte­
resante determinar si estos antígenos tienen al­
acelerador del decaimiento” (DAF) modulan la guna función semejante en la interacción que se
activación de C3 de la cascada del complemen­ produce entre células trofoblásticas y células de
to, acelerando la inactivación de la actividad la decidua. De ser así, su presencia en las célu­
funcional de C3-convertasa de la vía clásica y las trofoblásticas sería importante para el mante­
de C3bBb de la vía alterna. Estas proteínas han nimiento de la integridad placentaria.
sido bien identificadas. Las características del
MCP (CD46) ya han sido indicadas. El DAF es
una glucoproteína sim ple de PM 74 kD. La DECIDUA
función de estas proteínas sería la de proteger a
la placenta de un ataque inmunológico media­ La decidua es un tejido membranoso consti­
do por complemento. tuido por la mucosa uterina que se forma du­
rante la gestación y que es expulsada luego del
Antígenos relacionados parto. En la decidua humana y de ratón se ha
con los grupos sanguíneos evidenciado una gran variedad de células. En­
tre ellas los macrófagos CD14+, los que expre­
Los antígenos relacionados con el sistema san antígenos CMFÍ clase II que les confiere
ABO no estarían expresados sobre las células una función inmunológica importante, actuan-

nI Espacio
E
¡: intervelloso
inte

J
lasal

F ig. 34-2. Estructura y circulación placentaria (T om ada de E nciclopedia “C onsulta” Edit. C odex, 1965.)
Inmunología de la reproducción 685

F ig . 34-3. C o rte transversal de placenta:


ubicación de ias células trofoblásticas.

do como células presentadoras de antígenos a ción de la lL-2, interfiriendo con los receptores
los linfocitos T. En el tejido decidual están en para dicha interleuquina. El desarrollo de esta
contacto con los citotrofoblastos placentarios. población de pequeños linfocitos requiere de
Los macrófagos normalmente están presentes ciertas señales hormonales, así como también
en el estrom a endom etrial duran te el ciclo de factores solubles secretados por los trofo-
menstrual, aumentando su número al comenzar blastos. Al factor soluble secretado por los p e ­
la preñez. queños linfocitos presentes en la decidua m uri­
Los linfocitos T forman parte también de las na se lo ha relacionado con TGE-P^ (“Transfor-
células del estroma uterino, presentando la m a­ ming growth factor (32” ). Su presencia está re ­
yoría receptores T C R (a/p); una baja propor­ lacionada con una preñez normal, ya que, si su
ción presenta receptores TCR( y/5). Los linfoci­ actividad es débil se producen abortos. jEste
tos T CD3+, CD8* podrían participar en meca­ efecto ha sido corroborado con experiencias
nismos de supresión. realizadas in vivo inyectando a la madre un an­
En el estroma decidua! humano existe una ticuerpo monoclonal anti-TGF-p^. Hasta el m o ­
población de leucocitos con características de mento no se conoce cual es el linaje de estos
gran linfocito (LGL). En el primer trimestre de pequeños linfocitos.
la gestación éstos forman la mayor parte de las
células deciduales (75%), no presentan caracte­
rísticas de linfocitos T ni de hnfocitos B, pero IM PLA N T A C IÓ N
sí presentan actividad NK. Expresan el marca­
dor de superficie CD 56 y son CD2+, C D 3% La im plantación de los blastos en el útero
C D l6", no presentando receptores para Fe. Es­ materno es regulada por una serie de mecanis­
tas células serían las responsables de la produc­ mos endocrinos e inmunológicos estrechamen­
ción de factores de crecimiento. La actividad te relacionados, que llevarían al éxito de la im ­
NK que presentan les otorgaría un rol im por­ plantación del huevo fecundado.
tante en la gestación controlando la invasión En el momento de la implantación las célu­
del trofoblasto en el tejido uterino. las endometriales sufren diferenciación y proli­
Se ha demostrado que la decidua, tanto hu­ feración. Todo esto es controlado por una serie
mana como de ratón, expresa capacidad inmu- de sustancias tales como hormonas esteroideas
nosupresora. En el humano no se han identifi­ ováricas, histamina, prostaglandinas, leucotrie­
cado aún las células responsables de este efec­ nos y factor activador de plaquetas (PAF), las
to. En el ratón esto se atribuye a una población que contribuyen a la transformación celular, es
de pequeños linfocitos que presentan gránulos decir, a la formación de la decidua endom e­
citoplasmáticos. Clark y col. han demostrado trial. Estas sustancias son secretadas por los te ­
que estas células o no estaban presentes o, si lo jidos endometriales del útero. En el endometrio
estaban, lo hacían en muy baja proporción en humano se secretan factores supresores depen­
dos m odelos m urinos que presentan un alto dientes de la progesterona, que atenúan la lin-
grado de resorción fetal. Estos investigadores foproliferación producida por los mitógenos o
han identificado además un factor soluble, se­ los aloantígenos.
cretado por dichas células, que actuaría b lo ­ En los program as de fertilización in vitro
queando la respuesta de los linfocitos T a la ac­ que se realizan en humanos, sobrenadantes de
686 Inmunopatología

cultivos tie embriones presentan, como en el RESPU ESTA INMUNE ESPECÍFICA


caso anterior, la misma actividad inmunosupre- Y NO ESPECÍFICA
sora, existiendo una estrecha correlación entre
la presencia de este efecto y el éxito de la im­ Las investigaciones realizadas hasta el pre­
plantación. sente confirman que el sistema inmunológico
Imakawa y col. han encontrado una sustan­ de la madre desempeña un rol fundamental en
cia bioquímicamente activa denominada proteí­ el mantenimiento fetal. La regulación de la res­
na de trofoblasto (TP-1) en ovinos y en bovi­ puesta inmune materna se llevaría a cabo me­
nos, que guarda una estrecha relación con el diante dos mecanismos: uno específico y otro
IFN -a. Dicha proteína presenta efecto anti viral inespecífico. Los mecanismos específicos esta­
y tiene la propiedad de inhibir la respuesta de rían m ediados por anticuerpos y por células
linfocitos a mitógenos y a IL-2, por lo que se le sensibilizadas, en tanto que mecanismos supre-
atribuye una activa participación en el control sores locales y sistémicos lo harían en forma
de la respuesta inmune materna a los aloantíge- inespecífica.
nos embrionarios.
Otra de las proteínas encontradas es la |3-lac- Mecanismos inespecíficos
toglobuhna (PLG/PP14), secretada por las cé­
lulas del epitelio glandular del endometrio, con Los mecanism os supresores locales serían
efecto inmunosupresor sobre la actividad de las debidos a factores locales no específicos inhibi­
células NK. Por este mecanismo el embrión es­ dores de la respuesta celular. Esta actividad po­
taría protegido del ataque por las células NK dría estar mediada, entre otros, por TGF-p se­
maternas durante el período de pre-implanta- cretado por células presentes en la decidua. Los
ción. sobrenadantes de cultivos de células placenta-
Las células del estroma endometrial produ­ rias suprimen la respuesta mitogénica y alogéni-
cen INF-P 2, IL-6 en respuesta a IL-1, TNF e ca de linfocitos estimulados en cultivo mixto,
IFN-y, efecto que es suprimido por la acción inhibiendo además la actividad de las células
de los estrógenos. La IL-1 estimula la produc­ NK. No se conoce exactamente la naturaleza de
ción de prostaglandina E-2 (PG-E2) en el teji­ estos factores, pero se sabe que rompen los me­
do endometrial, y como ésta tiene un potente canismos de adhesión célula-célula esenciales
efecto inm unosupresor, el hecho de haberse para el desarrollo de una respuesta inmune.
encontrado niveles elevados de IL-1 en el en­ Los mecanismos supresores sistémicos esta­
dometrio luego de la implantación, hace que se rían mediados por factores derivados de la pla­
le atribuya una función regulatoria. La IL-1 centa y de la decidua que alcanzan la circula­
tendría otro efecto, como es el de inhibir la de- ción materna, entre los que se encuentran hor­
cidualización de las células del estroma endo­ monas y glucoproteínás asociadas a la preñez
metrial humano inducida por la progesterona. (a^-PAG y P,-PSE), las que inhiben la funcio­
Si células endometriales son cultivadas, duran­ nalidad del Unfocito T y de las células NK. Su
te dos semanas, con 10 * M de progesterona, se origen es atribuido a la placenta por habérselas
transforman en células deciduales productoras encontrado en varios sueros retroplacentales al
de prostaglandina, fenóm eno que es inhibido comienzo de la preñez, para ir desapareciendo
por el añadido de IL-1. No se comprende exac­ a lo largo de la misma. Es probable que éstas
tamente cuál es el rol de la IL-1 en el endome­ sean eliminadas antes de entrar a la circulación,
trio, pero podría pensarse que la infertilidad lo que hace que con frecuencia no se las detec­
causada por una inflamación endometrial, po­ te en el suero materno o sólo lo sean en bajas
dría deberse a un incremento de la secreción concentraciones.
de, esta molécula por parte de los macrófagos
uterinos activados. Mecanismos específicos
En el período de implantación, se le ha asig­
nado un posible rol en el desarrollo de la pla­ Los sincitiotrofoblastos vellosos están en
centa, al factor estimulador de colonias de ma­ contacto directo con la sangre materna y los ci­
crófagos (M-CSF). Si bien este factor se en­ totrofoblastos presentes en la decidua lo hacen
cuentra presente en cultivos de células epitelia­ con las células maternas. Estas serían las áreas
les y de células del estroma, la adición de pro­ más importantes en donde los linfocitos mater­
gesterona sólo estimula la producción del mis­ nos pueden ser sensibilizados por las células
mo por las células del estroma. En el endome­ trofoblásticas. En la interfase entre la madre y
trio, M-CSF podría actuar en la diferenciación el feto se realiza el pasaje de células a la circu­
y maduración de los macrófagos tisulares y de lación materna llevando, de esta manera, antí­
las células endometriales, como así también en genos hacia otros lugares del sistema inmuno-
el d e sarro llo p la c e n ta rio en el p e río d o de lógico de la madre donde podría ocurrir una
preimplante. respuesta inmune.
Inmunología de la reproducción 687

En la vena uterina de algunas mujeres emba­ cuerpos que se unen específicamente a los antí­
razadas se han encontrado sincitiotrofoblastos genos presentes en células tumorales, ocultán­
y citotrofoblastos. No se conoce el motivo del dolos del sistema inmune del huésped y evitan­
desprendimiento de estas células de la placenta do, de esta manera, su eventual rechazo. A e s­
y su posterior pasaje a la circulación materna. tos anticuerpos se los denominó/ac77íía«íe.s d e­
En ésta se han detectado durante el parto y en bido a que, al impedir la destrucción del tum or
algunos casos durante el embarazo, células ro­ por un mecanismo inmune de tipo celular, faci­
jas fetales. litan su crecimiento. Se presume que un m eca­
El tipo de respuesta inmune que la madre de­ nismo de tipo similar podría tener lugar durante
sarrolla durante la preñez dependería de la na­ la gestación. En efecto, en el suero de mujeres
turaleza de los antígenos expresados por las cé­ embarazadas se encontró una IgG que bloquea
lulas placentarias y por los tejidos fetales que específicamente la respuesta inmune celular de
están en contacto con las células inmunocom­ la madre hacia los antígenos paternos y hacia
petentes maternas. los antígenos presentes en la placenta. Este tipo
de anticuerpo no fue detectado en mujeres que
Respuesta a antígenos HLA paternos presentan abortos recurrentes.

No obstante que los antígenos HLA clásicos Anticuerpos IgG asimétricos


no están presentes sobre las células trofoblásti­
cas, la madre puede estar expuesta a antígenos A com ienzos de 1970 pudim os dem ostrar
paternos expresados en células fetales, desarro­ que toda respuesta inmune que cursa con p ro ­
llándose de esta manera anticuerpos dirigidos ducción de anticuerpos de la clase IgG, precipi­
hacia dichos antígenos. Esta sensibilización po­ tantes, fijadores del complemento, depuradores
dría deberse al pasaje de leucocitos fetales, de antígenos, está acompañada por otra pobla­
HLA+, a la circulación materna, debido a una ción de anticuerpos, de la clase IgG, de lo s
ruptura accidental de la continuidad de las ve­ mismos isotipos que los precipitantes y que tie ­
llosidades coriónicas. Se han detectado an ti­ nen un comportamiento inmunoquímieo y b io ­
cuerpos citotóxicos anti-HLA paternos en un lógico totalm ente diferente. P ara estos a n ti­
15% de mujeres que transcurren con un primer cuerpos, descritos en detalle en el capítulo 19,
embarazo normal, elevándose este porcentaje hemos propuesto el nombre de anticuerpos IgG
al 60% en el caso de mujeres multíparas. Estos asimétricos y es como se los conoce en la lite­
anticuerpos no son capaces de fijar com ple­ ratura. La designación proviene del hecho de
mento; su presencia no pondría en peligro la que estas moléculas de IgG tienen insertado un
integridad del feto. oligosacárido en sólo uno de sus Fab, originan­
do este hecho una asimetría molecular. El o li­
Respuesta a antígenos no pertenecientes gosacárido más representativo es de alto conte­
al sistema HLA clásicos nido en mañosa (“high mamiose type”), con c a ­
pacidad de unirse a la lectina concanavalina A,
Durante el embarazo hay una respuesta in­ a diferencia de lo que ocurre con los oligosacá -
mune hacia diferentes antígenos, los que pue­ ridos que se encuentran en el Fe, donde predo­
den ser moléculas específicas de la placenta o minan los que tienen restos de galactosa y ác i­
del feto, aloantígenos presentes en tejidos pla- do siálico. Esto hace que de la población total
centales y tejidos fetales, los que pueden ser de moléculas de anticuerpos IgG, sólo los a si­
expresados, o no, por los tejidos somáticos del métricos se fijan a Con A. Este hecho ha p e r­
adulto. Existe, además, una serie de antígenos mitido, además, poder demostrar que en to d a
expresados por las células trofoblásticas y por población de IgG "no específica” aislada de un
los linfocitos, tales como TLX y HLA-G. En suero normal, el 10-15% de las moléculas son
estos casos los anticuerpos producidos pueden de tipo asimétrico. Este es un hecho extensivo
ser detectados cuando se usa como antígenos a todos los vertebrados y que afecta a las dife­
(célula “blanco”) los linfocitos paternos. rentes subclases de IgG que se elaboran.
Existen otros antígenos denominados antíge­ Estas moléculas son consecuencia de un fe ­
nos de histocompatibilidad menores definidos nómeno de origen postraduccional, no son e la ­
por técnicas celulares y por injertos, pero no boradas por células distintas, ya que, como lo
por serología. Durante el embarazo no se han hemos demostrado empleando cultivos de h i­
detectado anticuerpos con esa especificidad. bridomas, son sintetizados por el mismo clon
celular. Los mecanismos que pueden ser re s ­
Producción de anticuerpos “facilitantes” ponsables de este hecho han sido discutidos en
el capítulo 19.
Trabajos sobre tumores realizados en la dé­ El resto oligosacarídico, responsable de la
cada del ’60, demostraron la presencia de anti­ asim etría, interfiere en la funcionalidad d el
588 Inmunopatología

fragmento Fab al que afecta. A consecuencia tricas. Cuando se investigó la actividad anti-an-
de ello este Fab no puede unirse a grandes li- tígenos paternos, usando linfocitos como célu­
gandos y la molécula de IgG funciona como las “blanco” , pudim os dem ostrar que el 70-
anticuerpo bloqueante, univalente, protector 80% tenían actividad, en tanto que de las IgG
del agente agresor y no deJ huésped. Al no for­ normales o simétricas sólo el 7% reaccionaban
mar agregados, debido a su univalencia funcio­ con los linfocitos paternos. Teniendo en cuenta
nal, no pueden poner en marcha mecanismos la competición que existe entre moléculas nor­
efectores de la respuesta inmune como precipi­ males y asimétricas, y la proporción con activi­
tación por formación de complejos adecuados, dad anti-antígenos paternos en ambas poblacio­
fijación del complemento y depuración antigé­ nes de IgG, es lógico presum ir que los anti­
nica, entre otros. cuerpos IgG asimétricos deben jugar un papel
En condiciones normales la inoculación de importante en la protección del feto en el útero
antígenos solubles en pocas dosis o en dosis re­ de la madre.
petidas por períodos prolongados, inducen en Cuando se analizaron los sueros de mujeres
todos los casos respuestas en las que los anti­ embarazadas, que contenían 30% de moléculas
cuerpos IgG asimétricos sólo llegan al 10-15% asimétricas, sólo el 2% de éstas tenían activi­
de la población total de anticuerpos produci­ dad anti-paterno, lo que está indicando que la
dos. Los antígenos particulados, inoculados en inducción de asimetría molecular es un fenó­
forma repetida, inducen respuestas en las que meno general, que debe afectar a la mayoría de
los anticuerpos asim étricos pueden llegar a las células sintetizadoras de inmunoglobulina,
constituir hasta el 70% del total. Dado que la y no solamente a aquellas comprometidas con
afinidad por el ligando de los anticuerpos IgG la síntesis de anticuerpos antipaternos. Todos
normales y la de los asimétricos es la misma los fenómenos descritos son bien evidentes en
(son sintetizados por el mismo clon celular), un las multíparas, siendo por el contrario muy di­
suero que los contenga se comportará de mane­ fíciles de evidenciar en prim íparas. Es muy
ra diferente segíin sus proporciones, ya que en probable que ello esté relacionado con las rees-
este caso la competición será por masa de anti­ timulaciones en las multíparas y con la sensibi­
cuerpo. E stud ios efectuad o s m u estran que lidad de los métodos de detección usados. En
cuando en una m ezcla de anticuerpos de la efecto, teniendo en cuenta el volum en de la
misma especificidad, la proporción de anticuer­ placenta hum ana (20x10x2 cm) y el tam año
po asimétrico es del 20%, o menor, esa concen­ promedio de las células (10 |J- de diámetro) que
tración no modifica el comportamiento del an­ la constituyen, la misma estaría compuesta por
ticuerpo precipitante normal pero, si esa pro­ aproximadamente 2 x 10^ células. Si se admite
porción aumenta, dicha actividad disminuye y como valor promedio que el número de epito­
para mezclas en las que la proporción de anti­ pes por célula es lO”*, su número total sería 2 x
cuerpo asimétrico es del 70-80%, la actividad 10‘“. Si la concentración de anticuerpo fuera
del anticuerpo normal no se expresa. Esto hace aproximadamente 1,5 ng/ml (10“"M ) sería muy
que los sueros inmunes, que contienen alta pro­ difícil de detectarlos por los métodos serológi-
porción de anticuerpo IgG asimétrico, se com­ cos de diagnóstico. No obstante, si a esa con­
porten como univalentes, bloqueantes, protec­ centración molar se la multiplica por el número
tores del agente agresor y no del huésped. Esta de Avogadro (6,2 x 10^^) se obtiene el número
situación es la que hemos podido observar en de moléculas por litro de sangre, en este caso 6
infecciones crónicas, que son fenómenos de la X 10'^, número muy superior al total de epito­
naturaleza que cursan con estimulaciones a re­ pes que sería necesario bloquear para lograr un
petición por antígenos particulados. En estos efecto beneficioso.
casos los anticuerpos asimétricos, al proteger al Por otra parte, no debe olvidarse que de los
microrganismo o parásito, contribuyen a poten­ métodos serológicos usados con fines de diag­
ciar la cronicidad (véase cap. 19). nóstico, algunos son de interacción prim aria
Dado el particular comportamiento de estos (ELISA, radioinmunoanálisis, inm unofluores­
anticuerpos, hemos investigado si podrían tener cencia) en tanto que otros, como la inmunopre-
alguna participación en la protección del feto cipitación, hemaglutinación, fijación del com­
en el útero materno. Hemos podido demostrar plemento, son de interacción secundaria (véan­
que la proporción de moléculas IgG asimétri­ se caps. 8 y 9). En una mezcla de anticuerpos
cas, que en el suero de mujeres no gestantes es IgG precipitantes normales y asimétricos, todos
del 10-15%, se duplica en las em barazadas. ellos serán puestos en evidencia si se usa una
Cuando analizamos las moléculas de IgG elui- reacción de interacción primaria pues sólo uno
das de placentas previamente lavadas con solu­ de los sitios de combinación del anticuerpo o
ción salina y tratadas luego con buffer diso­ Fab interacciona con el ligando. En cambio, si
ciante (Glicina-HCI 0,1 M, pH 3 o KCl 4 M), se usan reacciones de interacción secundaria, en
entre el 40-60% de esas moléculas eran asimé­ las que la agregación es fundamental y para que
Inmunología de la reproducción

ella ocurra deben participar los dos Fab de la meno general, que afecta a todo el sistema in ­
molécula, sólo serán puestos en evidencia los mune. Hemos demostrado que cuando se in o ­
anticuerpos normales, no así los asimétricos. culan ratas vírgenes y ratas preñadas con an tí­
És muy importante el conocimiento de este genos convencionales (ovoalbúmina), la p ro ­
hecho. Se considera como una muy probable porción de anticuerpos asimétricos sintetizados
causa del aborto recurrente la aparición de anti­ por ambos grupos es diferente. En las ratas v ír­
cuerpos normales capaces de interaccionar con genes la relación anticuerpo asim étrico/anti­
los antígenos paternos y poner en marcha reac­ cuerpo norm al es 15/85, en tanto que en las
ciones de agresión, a diferencia de lo que ocu­ preñadas esa relación en los anticuerpos an ti­
rre con los anticuerpos asim étricos que blo ­ ovoalbúmina sintetizados es 30-35/70-65. V a ­
quean al antígeno y lo protegen de los mecanis­ lores sim ilares a estos ú ltim os se o b tien en
mos agresores de la inmunidad humoral y celu­ cu an d o ra tas v írg en e s son in o cu lad a s c o n
lar. El hacer una buena evaluación diferencial ovoalbúm ina e inyectadas sim ultáneam ente,
de la respuesta inmune que se ha originado po­ por v ía intraperitoneal, con sobrenadante de
dría ser de mucha utilidad para una mejor eva­ cultivos de placenta.
luación diagnóstica y pronóstica. Estos resultados indican que factores secre­
Flay quienes utilizan, en el tratamiento pre­ tados por la placenta, cuyo aislamiento, purifi­
ventivo del aborto recurrente, inoculaciones re­ cación e identificación estamos intentando en
petidas de suspensiones de leucocitos de origen estos momentos en nuestros laboratorios, p u e ­
paterno. M uy probablemente este tratamiento den m odular la calidad de respuesta inm une.
lleve, por ser una inoculación repetida de antí­ Los anticuerpos inducidos ejercen un p o d e r
genos particulados, a la inducción de la síntesis protector de los antígenos hacia los que están
de anticuerpos IgG asimétricos, supliendo de dirigidos. Se han iniciado estudios en los que
esta m anera alguna falla del mecanismo res­ se procurará determinar si, como consecuencia
ponsable de la regulación de este fenómeno. de este efecto, su uso podría ser beneficioso en
Si bien no caben dudas de la importancia de el tratamiento de algunas enfermedades autoin­
los anticuerpos asimétricos, el interrogante sur­ munes y en la facilitación del implante de órga­
ge sobre cuáles son los mecanismos que llevan nos y tejidos alogeneicos.
a su síntesis preferencial durante la preñez. So­ Un efecto similar al de los sobrenadantes de
bre este particular, investigaciones desarrolla­ cultivos de placenta lo hemos encontrado en
das por nosotros han permitido demostrar que los provenientes de cultivos de linfocitos de
la placenta, mediante factores que sintetiza, es embarazadas, que expresan receptores citosóli-
la responsable de la regulación de la calidad de cos para progesterona, cuando son pulsados
los anticuerpos que se elaboran. Utilizando co­ con la hormona. Estos sobrenadantes constitu­
mo reactivo diferentes hibridomas con distintas yen el material del que Szekeres-Bartho aisló el
especificidades, que sintetizan bajas proporcio­ factor que ha demostrado efecto supresor sobre
nes de anticuerpos asim étricos de las clases linfocitos T citotóxicos y células NK.
IgG l e IgG2b, hemos comprobado que el aña­ Una reflexión final cabe sobre la síntesis de
dido a los cultivos de hibridomas del sobrena­ anticuerpos asimétricos por las mujeres gestan­
dante de cultivos placentarios varía la calidad tes. Siendo estos anticuerpos protectores d el
del anticuerpo sintetizado, haciendo que se in­ antígeno, incapaces de mediar reacciones b io ­
cremente la proporción de anticuerpos asimé­ lógicas que lleven a la destrucción del agente
tricos. Ello ocurre cuando el sobrenadante es agresor, ¿habrá de resultar beneficioso, en to ­
añadido al hibridom a en la proporción 5-8%, dos los casos, vacunar a la madre con la finali­
produciéndose un efecto inhibitorio de la sínte­ dad de transferirle al feto una inmunidad h u ­
sis de anticuerpos totales cuando esas propor­ moral pasiva congénita, que no habrá de ser
ciones superan al 20%. precisamente de la calidad deseada?
Estas experiencias ponen en evidencia que la
placenta secreta factores capaces de modular la Respuesta inmune hacia el trofoblasto,
calidad del anticuerpo que se elabora. Constitui­ mediada p or células
ría un mecanismo fisiológico normal de la pre­
ñez, el que haría que la respuesta inmune de la La inmunidad celular requiere de la interac­
madre contra los antígenos paternos se desviara ción de linfocitos T y de macrófagos, ambos
hacia la producción de anticuerpos protectores presentes en la decidua en el prim er trimestre
de esos antígenos, protegiéndolos del efecto de gestación. A pesar de que el trofoblasto no
agresor que pudieran inducir los anticuerpos expresa antígenos HLA clase II, es posible que
precipitantes normales, a la vez que bloquearían antígenos del trofoblasto sean presentados al
los mecanismos de la inmunidad celular. linfocito T por macrófagos deciduales y de esta
Se ha podido determinar que la acción regu­ manera estimular la formación de linfocitos T
ladora de los factores placentarios es un fenó­ c ito tó x ico s esp ecífico s para el tro fo b lasto .
690 Inmunopatología

Membranas de sincitiotrofoblasto provenientes drían tener participación en este hecho. Otros


de placentas autólogas no estimulan la respues­ autores, en cambio, estiman que ello sería con­
ta proliferativa en linfocitos maternos. Los ci­ secuencia de un fenómeno inespecífico media­
totrofoblastos tampoco estim ulan a linfocitos do por citoquinas que aparecen por cualquier
en cultivo mixto de linfocitos, lo que sugiere estímulo antigénico, y no necesariamente por
que a diferencia de los antígenos HLA-clase 1, antígenos de origen paterno.
los antígenos HLA-G (presentes en los citotro­ Muy interesantes son los resultados experi­
foblastos) serían incapaces de generar células T mentales de Clark y Chaouat, quienes han estu­
citotóxicas. diado en profundidad un modelo murino que
p re s e n ta un alto g rad o de re s o rc ió n fe ta l
Importancia de la respuesta inmune (CBA/j X DBA/2). Si hembras CBA/j (H2-k)
materna para el éxito de la preñez son apareadas con machos de la cepa DBA/2
(H2d), se produce la preñez pero con un alto
Normalmente se presentan un niimero bajo grado de resorción fetal (30%). Este porcentaje
de abortos espontáneos que pueden ser detecta­ disminuye considerablemente si a las hembras
dos clínicamente (10-15%). Existen los llama­ C B A /j, antes de ser apareadas con m achos
dos abortos recurrentes, así denom inados a DBA/2 se las inoculas con: a) células espléni-
aquellos producidos más de tres veces en una cas provenientes de ratones BALB/c (H-2d), b)
paciente y que transcurren antes de la semana suero de ratones CBA/j previamente inmuniza­
20 de gestación. La frecuencia con que apare­ dos con células de BALB/c, c) si se las aparea
cen es de 1 en 300 mujeres gestantes, su etiolo­ con ratones BALB/c.
gía es desconocida pero se lo asocia a proble­ Se podría pensar que el efecto que tienen las
mas endocrinos y a anormalidades anatómicas. inoculaciones linfocitarias sobre la resorción
Los inmunólogos han propuesto varios meca­ pudiera ser debido a la producción de anticuer­
nismos para encontrar una explicación al éxito pos anti-H-2d, así como también a un efecto in­
de la preñez. En todos ellos se involucra la for­ flamatorio. Este efecto estimularía la produc­
mación de anticuerpos, por el sistema inmune ción de citoquinas y de factores de crecimiento
de la madre, dirigidos contra antígenos paternos que estimularían el desarrollo placentario, evi­
a efectos de protegerlos y asegurar el manteni­ tando así los abortos. Esto último estaría avala­
miento fetal. En estos mecanismos participa­ do por el hecho de que, si a las hembras sólo se
rían: a) la formación en la madre de anticuerpos les inyecta adyuvante de Freund completo an­
citotóxicos con actividad anti-iinfocitos pater­ tes de aparearlas con los machos, el porcentaje
nos, b) la síntesis de anticuerpos “facilitantes” o de resorción también se ve reducido.
bloqueantes y de moléculas IgG asimétricas con
actividad específica, capaces de bloquear antí­
genos paternos e inhibir el cultivo mixto de lin­ FACTORES INMUNOMODULADORES
focitos, c) la producción de anticuerpos anti- SECRETADOS POR EL TROFOBLASTO
TLX. En las parejas que no comparten este an­
tígeno y que presentan embarazos de término, Tanto el feto como la placenta expresan una
se ha demostrado la presencia de anticuerpos variedad de antígenos, entre los que se encuen­
anti-TLX, los que tendrían por función blo ­ tran los antígenos del complejo mayor de histo­
quear a dichos antígenos e impedir que sean el compatibilidad no clásicos (HLA-G), antígeno
“blanco”de agresión por los componentes nor­ TLX, antígenos oncofetales, antígenos especí­
males de una respuesta materna. Se ha observa­ ficos de tejidos, contra los cuales la madre po­
do que las abortadoras comparten con su pareja dría reaccionar generando una respuesta inm u­
los antígenos TLX y no presentan anticuerpos ne y producir por lo tanto el rechazo del feto.
contra éste. Es por ello que hay autores que su­ Esto afortunadam ente no sucede. A pesar de
ponen que los antígenos TLX podrían tener al­ que en el suero de la madre se pueden encon­
guna participación en los mecanismos que regu­ trar anticuerpos específicos y linfocitos sensibi­
lan la protección del feto en el iítero materno. lizados para alguno de ellos, la sobrevida de la
Corno ya se indicara, se ha ensayado con al- unidad feto-placentaria no se ve comprometida.
gtin éxito, en los casos de abortos a repetición, Los diferentes mecanismos propuestos para
la inoculación de suspensiones de linfocitos encontrar una respuesta a esta incógnita son los
provenientes del padre, la que puede revertir la siguientes:
situación, haciendo que el embarazo llegue a
término. La mayoría de los autores consideran 1. La placenta formaría una barrera fisiológica
que ello sería debido a la inducción previa en la evitando el pasaje de células maternas y de
madre de una respuesta inmune con formación células fetales.
de anticuerpos protectores contra los antígenos 2. A dsorción de anticuerpos citotóxicos por
paternos; los anticuerpos IgG asimétricos po­ células expresadas en la placenta.
Inmunología de la reproducción 691

3. Falta de expresión de antígenos del C M tF sólo suprimen la función proliferativa de célu­


clase I y clase II clásicos, por las células tro­ las inm unocompetentes sin afectar su activ a­
foblásticas. ción ni su diferenciación. Estos factores serían
4. La expresión de los antígenos HLA-G. semejantes a los derivados de los trofoblastos
5. La producción de anticuerpos “facilitantes”. humanos.
6. La producción de anticuerpos asimétricos
de la clase IgG. Factores inmunosupresores
7. La inducción de una supresión local y sisté-
no específicos
mica de la respuesta inmune materna.
8. La suceptibilidad dañada de los trofoblastos a) Hormonas. Las hormonas esteroideas se
a las células NK y a las CTL (células “ki­ incrementan durante la gestación e influyen en
ller” activadas por linfoquinas). la reactividad inmunológica. Estas hormonas,
9. Una inmunorregulación local debida a los producidas inicialmente por el cuerpo lúteo ba­
productos celulares secretados por la ínter- jo el estímulo de la gonadotrofina coriónica y a
fase materno-fetal, que incluyen trofoblas­ partir del 7® mes por la placenta, desempeñan
tos, células deciduales y linfocitos presentes una importante función en el mantenimiento de
en el endometrio. la gestación. La progesterona actúa inhibiendo
las contracciones del miometrio, bloquea la ac­
Un número elevado de factores asociados al tividad de la colagenasa uterina, m odifica la
trofoblasto han sido propuestos como agentes actividad de las enzimas proteolíticas y afecta
inmunomoduladores involucrados en la sobre­ además a la respuesta inmune. Hay evidencias
vida de la unidad feto-materna, posiblemente de que altas concentraciones de progesterona
inhibiendo el efecto de eitotoxicidad T aioge- son capaces de prolongar la sobrevida de un in­
neica hacia los aloantígenos expresados en el jerto de piel xenogeneico y alogeneico, habién­
trofoblasto. Estos factores pueden ser clasifica­ dose logrado además prolongar la sobrevida de
dos en dos categorías; I) factores inmunosupre- células tumorales xenogeneicas en el útero de
sores, II) factores inmunoestimuladores. un hámster aplicando un tratamiento con pro­
gesterona. Si éste es suspendido aparece inm e­
I. Factores inmunosupresores: diatamente el rechazo.
Tanto los estrógenos como la progesterona
Extractos obtenidos de sincitiotrofoblastos suprimen in vivo e in vitro, las reacciones in­
tienen un efecto inmunosupresor sobre la res­ munes. La progesterona inhibe la incorpora­
puesta proliferativa que ejercen distintos mitó­ ción de 3H-timidina por los linfocitos estim ula­
genos, como la concanavalina A (Con A) y fito- dos con PHA; este efecto se produce al iniciar­
hemaglutinina (PHA), sobre linfocitos y células se el cultivo, lo que indicaría que esta horm ona
alogeneicas en los cultivos mixtos de linfocitos. inhibe el proceso de activación inicial de la mi-
Sobrenadantes de cultivos de trofoblastos pro­ togénesis de las células T. La progesterona en
venientes de placentas normales generaron in combinación con la prostaglandina E (PGE) (la
vitro una población de linfocitos supresores, a que aumenta en el endometrio y en la decidua)
los que generalmente se considera responsables tiene un efecto sinergístico sobre la respuesta
de la tolerancia inmunológica. Estos sobrena­ mitogénica de linfocitos periféricos humanos.
dantes reducen también la actividad de las célu­ Los niveles de las hormonas esteroideas en
las NK contra células “blanco” K562. Efectos suero y en placenta no son suficientes com o
similares fueron encontrados en roedores. para ejercer un efecto directo sobre los' linfoci­
Extractos placentarios retardaron, en ratón, el tos. El nivel de estas hormonas en el útero y en
rechazo de un injerto tumoral alogeneico. Aná­ la interfase materno-fetal es mayor que en san­
lisis serológicos mostraron que estos extractos gre periférica, por lo que cada una de ellas po­
causaban una disminución en la producción de dría regular desde allí la respuesta inmune. N i­
anticuerpos fijadores de complemento como lo veles elevados de estas hormonas en la vecin­
es la IgG2 y un incremento en los anticuerpos dad de la placenta participarían en la sobrevida
anafilácticos (IgGl). Estos extractos indujeron fetal, actuando como un factor inmunosupresor
una desviación en la respuesta contra aloantíge­ local no específico. Se podría pensar tam bién
nos, así como también un aumento en la pro­ que estas hormonas puedan afectar indirecta­
ducción de anticuerpos y células supresoras, fa­ mente a la respuesta inmune, induciendo la sín­
voreciendo de este modo la sobrevida del feto. tesis de proteínas o glucoproteínas con propie­
A partir de cultivos de células de coriocarci- dades inmunosupresoras, como así tam bién la
noma humano se identificó un complejo protei­ producción tímica de células o factores inm u-
co de PM 150-200 kD que inhibe la transfor­ norreguladores.
mación linfocitaria producida por la PHA y por La gonadotrofina coriónica humana (hCG )
el toxoide tetánico. Parecería que estos factores es una glucoproteína de PM 46 kD producida
692 Inmunopatología

durante la gestación por los sincitiotrofoblas­ timocitos murinos dependiente de IL-1. Estos
tos. Esta horm ona es capaz de inhibir la res­ factores bloquean la capacidad de la IL-I de es­
puesta linfocitaria a la PHA, como también la timular la proliferación linfocitaria, inhibiendo
respuesta de células alogeneicas. No presenta además, en humanos, la mitogénesis de los lin­
efectos citotóxicos sobre los linfocitos. En un focitos T de sangre periférica sin afectar la sín­
comienzo se pensó que la inoculación de esta tesis de IL-2.
hormona prolongaba la sobrevida de un injerto
de piel y disminuía la incidencia de enferme­ II- Factores inmunoestimuladores
dad injerto-huésped. Experiencias posteriores
dem ostraron que ese efecto era debido a un Las células placentarias tienen la capacidad
contaminante presente en las muestras ensaya­ de secretar diferentes factores solubles con ac­
das, proveniente de la orina, a partir de la cual tividad inmunestimuladora, favoreciendo el de­
se hacían las purificaciones. Esta sustancia fue sarrollo de tejido placentario. Entre ellos pode­
identificada y se la denominó “Urom odulin”, mos citar a algunas citoquinas que actúan sobre
con capacidad para bloquear eventos tem pra­ la diferenciación celular, como son la IL-1 y la
nos en la proliferación de células T y de regular IL-6, a los factores estimuladores de colonias
la actividad de la IL-1. GM-CSF y M-CSF, al TNF (factor de necrosis
b) Proteínas y glucoproteínás. Existe una tumoral), interferón (INF).
serie de proteínas y glucoproteínás de origen La IL-1 y la IL-6 son glucoproteínás de PM
placentario, cuyas propiedades biológicas toda­ 17 kD y 26 kD, respectivamente, que presentan
vía se encuentran en estudio, a las que se les múltiples actividades biológicas. La IL-1 actúa
atribuye actividad inmunosupresora. induciendo la secreción de IL-6 en diferentes
- a^-glucoproteína asociada a la preñez (a^- sistema celulares, entre ellos fibroblastos, célu­
PAG). Su PM es 360 a 380 kD. Su efecto in­ las endoteliales y células endometriales. Estas
munosupresor es preferentemente sobre la res­ interleuquinas son producidas por los trofoblas­
puesta mediada por linfocitos T. tos y regulan la secreción de hCG por dichas
- Pj-glucoproteína específica de la preñez células.
(Pi-PSG). Es sintetizada también por el sinci- El T N F -a ha sido detectado en sobrenadan­
tiotrofoblasto y alcanza su máxima concentra­ tes de tejidos placentarios y deciduales, así co­
ción al final de la preñez. Su PM es 90 kD. Se mo también en líquido amniótico. Si a las célu­
encuentra en muy baja concentración en el sue­ las trofoblásticas se las estimula con T N F -a e
ro materno, por lo que se sugiere que su efecto IL-1, hay aumento de IL-6 y por ende un au­
supresor sea efectuado localmente, en la inter­ mento en la secreción de hCG, lo que indica
fase materno-fetal. que dichos factores regularían los niveles de
- Proteína A plasmática asociada a la preñez secreción de IL-6 por esas células.
(PAPP-A). Es una macroglobulina de PM 750 Se ha determinado la presencia de IN F -a “li-
kD, sintetizada por el trofoblasto. k e” sobre las células trofoblásticas. Teniendo
- Proteína placental 14 (PP14). Fue aislada en cuenta que las células placentarias presentan
de placenta y tiene una estructura similar a las receptores específicos para IN F-a, se considera
otras proteínas asociadas a la preñez. que el IN F -a “like” funcionaría como regula­
Estas sustancias presentan un potente efecto dor fisiológico de los procesos celulares de la
inm unosupresor sobre la proliferación celular placenta, participando de esta manera en la re­
inducida por aloantígenos o por mitógenos y gulación de la proliferación de tejidos previa­
sobre el cultivo mixto de linfocitos. La PPM m ente estim ulados por los factores de creci­
presenta además un efecto inhibitorio sobre la miento.
secreción de IL-1 y sobre la producción de IL- El factor M-CSF, originalmente identificado
2 por linfocitos estimulados con PHA. como factor de crecim iento hem atopoyétieo,
- F actor transform ante del crecim ien to -p indispensable para la proliferación, diferencia­
(TGF-p, “transforming growth factor”). Es un ción y sobrevida de las células mononucleares,
polipéptido multifuncional de PM 25 kD, com­ fue identificado en el útero y su nivel aumenta
puesto de 2 subunidades de 12,5 kD cada una. l.OOO veces durante la gestación. Fue detectado
Es producido por células neoplásicas, por célu­ en placenta de rata y en el tracto reproductivo
las hematopoyéticas y por células asociadas a de ratones preñados. Recientemente se demos­
los órganos de la reproducción. En efecto, las tró la expresión de un gen para el factor M-
células placentarias, las células deciduales y las CSF en placenta y decidua, lo que indicaría la
células granulosas del ovario producen este posible regulación, por parte de este factor, del
factor. Su acción es muy similar a los factores crecimiento y diferenciación de las células en
inmunosupresores derivados de los cultivos de la interfase materno-fetal.
trofoblastos. Tanto el TGF-P, como su homólo­ Como dijéramos anteriormente, la placenta
go el TGF-p 2 suprimen la proliferación de los secreta factores que modulan in vivo e in vitro
Inmunología de la reproducción 693

la calidad y cantidad de la síntesis de anticuer­ que presentan un alto grado de resorción fetal,
pos. Estos factores, inducen una síntesis prefe- como es la cruza CBA/2 x DBA/j, se observa
rencial de anticuerpos IgG asimétricos los que, una disminución en el grado de resorción. Este
dado su particular comportamiento biológico, efecto no se logra si los linfocitos provienen
contribuirían al mantenimiento de la unidad fe­ de ratones vírgenes. Un efecto contrario puede
to-placentaria. observarse si a ratones preñados norm ales se
les administra bloqueantes de los PRs com o es
el RU486, de manera que la hormona no pueda
FACTORES LINFOCITARIOS actuar y por ende no se pueda secretar el factor
M O D U LA D O R ES DE LA RESPUESTA modulador.
INM UNE Trabajos realizados en nuestros laboratorios
han demostrado que el sobrenadante de cultivo
Además de los factores placentarios citados de células linfoides provenientes de bazo de
anteriorm ente existen factores linfocitarios ratas, obtenidos al día 10 de preñez alogeneica
moduladores de la respuesta inmune. (W istar X Fischer) modulan in vitro la produc­
Szekeres-Bartho y col. demostraron que lin­ ción de anticuerpos IgG l anti-DNP simétrico
focitos CD8+ provenientes de mujeres embara­ y asim étrico por células de hibridom a. E ste
zadas presentan receptores para progesterona efecto no se m anifiesta si los leucocitos son
(PRs). El porcentaje de linfocitos PRs positi­ previam ente incubados con progesterona. El
vos aumenta a lo largo de las gestas que trans­ añadido de 5% de sobrenadante leucocitario a
curren normalmente mientras que abortos es­ las células del hibridoma produjeron un in cre­
pontáneos o abortos recurrentes van asociados mento del 70%, respecto del control, en la se­
a una alteración en el número de dichos linfo­ creción de moléculas Ig G l asimétricas, y un
citos. aum ento del 10% en la producción to tal de
El estudio y caracterización de estos recep­ Ig G l. Si el sobrenadante provenía de leucoci­
tores demostraron que es una proteína de PM tos previamente incubados eon la hormona, las
80-100 kD formada por 3 dominios: la región células de hibridom a redujeron la síntesis de
N-terminal, la región central rica en cisteína y IgG l anti-DNP asimétricas en un 9% y en un
la región C-terminal. El dominio central es el 18% la producción total de moléculas de an ti­
responsable de la unión del receptor al ADN, cuerpo.
el dominio C-terminal es la estructura de unión Los resultados expuestos, provenientes de
de la horm ona con funciones de traslocación experiencias in vivo e in vitro, indican que la
nuclear y el N-terminal contiene los determi­ placenta y los linfocitos de hembras preñadas
nantes antigénieos. La mayoría de los anticuer­ secretan factores que increm entan la p ro p o r­
pos están dirigidos contra esta región proteica. ción de moléculas IgG asimétricas, las que, d a­
Los linfocitos CD8+ de mujeres em baraza­ do su co m portam iento b io ló g ico p a rtic u la r
das que presentan PRs, en presencia de la hor­ (bloqueante), si expresan actividad anti-antíge-
mona secretan un factor con propiedades mo- nos paternos participarían activamente en los
duladoras de la respuesta inmune. Este factor mecanismos de protección del feto durante la
es una proteína de 34 kD con capacidad para preñez.
inhibir la lisis mediada por células NK, de in­ Por otra parte, se podría presum ir que la
hibir la proliferación de cultivo mixto de linfo­ progesterona, al actuar sobre los PRs citosóli-
citos y de generar células con fenotipo y fun­ cos presentes en las células linfoideas, pondría
ciones supresoras. Esta proteína aparece en el en marcha un mecanismo modulador de la sín ­
suero de mujeres que transcurren con embara­ tesis de moléculas simétricas y asimétricas in ­
zos normales; su nivel dism inuye considera­ ducida por los linfocitos de las hembras p reñ a­
blemente si hay abortos o amenazas de abor­ das.
tos. Esto indicaría una estrecha relación entre
esta proteína y el éxito de la gestación.
Es posible inducir la expresión de PRs+ en BIBLIOGRAFÍA
poblaciones linfoideas por estim ulación con
m itógenos o por acción de aloantígenos. Se A n d e rs o n D .J., Jo h o n so n P .M ., A le x a n d e r N .J., J o n e s
han detectado células PRs+ en pacientes poli- W .R ., G riffin P.D . “ M o n o clo n a l an tib o d ie s to h u m a n
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Este factor no solo tiene efecto modulador Billington W .D . “Species D iversity in the Iram unogenetic
in vitro de la respuesta inmune, sino que pre­ R elationship betw een M o th er and F etus: Is T ro p h o b last
Insusceptibility to Im m unological D estruction tlie O n iy
senta in vivo efecto antiabortivo. Si sobrena­ E ssential C oom on F eature for the M aintenance o f A llo -
dante de linfocitos de ratones preñados estim u­ geneic P reg n an cy ? Exp. C lin. Im m unogenet. 10 :7 3 -8 4 ,
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694 Inmunopatología

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METODOLOGÍAS

IV
Métodos utilizados para la identificación
y cuantificación de antígenos y anticuerpos

RICARDO MARGNI

PRECIPITACIÓN
de tubos 0,2 mi del suero precipitante, añadien­
CUALITATIVA do luego por las paredes 0,2 mi del material a
investigar en diluciones 1:1, 1:2, 1:5 y 1:10.
Dejar en baño de agua a 37“C durante una hora
Precipitación en medios líquidos y observar si en alguno de ellos aparece un p re ­
cipitado anular blanco.
Puede hacerse mezclando volúmenes igua­ 2. Cuando se desea identificar un antígeno:
les de las soluciones de antígeno y anticuerpo. colocar en una serie de tubos 0,2 mi de los d is­
La aparición de turbidez indica reacción posi­ tintos sueros precipitantes, añadiendo luego por
tiva. las paredes 0,2 mi del material sospechoso. In ­
No obstante, el método más utilizado es el cubar a 37°C durante una hora e investigar la
del anillo, basado en la reacción interfásica que aparición de anillo blanco en alguno de ellos.
se produce cuando en un pequeño tubo se colo­
can sucesivamente, y evitando que se mezclen, El tubo que dé reacción positiva indicará co ­
las soluciones de antígenos y anticuerpos que rrespondencia entre el antígeno y el respectivo
se corresponden. Es conveniente, para evitar anticuerpo.
redisoluciones, que los reactivos se encuentren En todos los casos es indispensable colocar
en concentraciones equivalentes. tubos testigos con solución salina y cada uno
de los reactivos (fig. 9-1).
M aterial necesario
Precipitación en medios gelosados
a) Sueros precipitantes, clarificados por cen­
trifugación. IN M U N O D IF U S IÓ N
b) Antígenos: si están en solución, se em ­
plean como tales. Si fueran productos insolu­ 1. Precipitación en tubos (método de Ou-
bles sospechosos de contener antígenos solu­ din)'
bles, se los trata con solución salina fosfatada
para solubilizar. Centrifugar para clarificar. Material necesario
c) Solución salina fosfatada: solución de clo­
ruro de sodio 0,15 M, fosfatos 0,01 M, pH 7,2. a) Agar purificado para uso inmunológico al
d) Tubos de 5 X 0,3 cm. 1% en solución de cloruro de sodio 0,15 M y
e) Pipetas Pasteur. 0,01% de Merthiolate.
f) Gradillas; baño termostatizado; centrífuga. b) Agar al 0,5% en el mismo 'diluyente.
c) Antígenos a estudiar.
Método d) Sueros precipitantes o anticuerpos p u rifi­
cados correspondientes.
1. Cuando se desea saber si un antígeno d e­ e) Pipetas de 1 mi.
terminado está presente: colocar en una serie f) Tubos de 5 X 0,5 cm.
698 Metodologías

Método In m u n o e l e c t r o f o r e s is ^''*

En pequeños tubos de hem ólisis m ezclar M aterial necesario


partes iguales de agar al 1% fundido y enfriado
a 50°C y suero precipitante. Transferir 1 mi de a) Agar purificado para inmunoelectrofore­
la mezcla al tubo de reacción, enfriando rápida­ sis. Existen en el comercio agares elaborados
m ente para que solidifique. Inm ediatam ente que reúnen las condiciones de pureza necesa­
después añadir 0,5 mi de agar al 0,5% fundido rias para su uso (Agar Difeo, Ion Agar, Agar
y enfriado a 50"C, y luego de la solidificación Noble, etc.). En caso contrario, el agar debe ser
agregarle 1 mi de una mezcla en partes iguales sometido a lavado y precipitaciones alcohólicas
de agar al 1% y antígeno. para eliminarle todas aquellas sustancias que
Después de la solidificación, los tubos, con­ pudieran interferir en la reacción.
venientemente tapados para evitar evaporacio­ Con el agar se prepara una solución acuosa
nes, son dejados a temperatura ambiente 24-48 al 2,5%, que en el momento del uso, previa fu­
horas para la lectura de los resultados (figs. 9-8 sión, se mezcla con partes iguales del buffer
y 9-9). usado para la eleetroforesis.
Puede usarse agarosa a la concentración fi­
2. Precipitación en placas (Método de Oueh- nal del 0,8%. En este gel los fenómenos elec-
terlony)^ troendosmóticos están minimizados, hecho que
debe tenerse en cuenta en la interpretación de
Material necesario los resultados.
b) Buffer para eleetroforesis: se prepara disol­
a) Agar purificado al 1,5%, en solución de viendo 11 g de Veronal sódico en 900 mi de
cloruro de sodio 0,15 M y 0,01% de M erthiola­ agua destilada. Se añade luego HClN hasta pH
te o agarosa al 0,8%. 8,4 (aproximadamente 16 mi), y se completa
b) Sueros precipitantes. con agua hasta un litro. Su fuerza iónica es 0,05.
c) Soluciones de antígenos a estudiar. c) Portaobjetos desengrasados. Para evitar
d) Placas de Petri o portaobjetos. cjue el agar o la agarosa se desprenda de los
e) Pipetas de 1 mi y 10 mi. portaobjetos, conviene pretratarlos cubriéndo­
f) Pipetas Pasteur. los con una pequeña película de agar al I % en
g) Sacabocados o matrices especiales para NaCl 0,15 M o agarosa al 0,5% en el mismo
la confección de los orificios sobre el gel de diluyente. Los portaobjetos desengrasados cu­
agar. biertos con una delgada capa de gel, bien ex­
tendida sobre la superficie con un hisopo, son
Método secados en estufa a 50°C. Una vez secos se los
envuelve en papel de aluminio y se los conser­
En caja de Petri estéril se vierten 15 mi de va en heladera hasta el momento de ser usados.
agar fundido y enfriado a 50°C. Se deja solidi­ Los geles preparados sobre estos portaobjetos
ficar y se confeccionan los orificios de 5 mm quedan adheridos y no se desprenden.
de diámetro, que deben distar 1 cm entre sí. Si d) Matrices para confeccionar los orificios
se usaran portaobjetos, se añade a cada uno 2,5 de siembra y las canaletas de precipitación.
mi de agar, y la distancia entre los orificios, de e) Pipetas Pasteur.
2,5 mm de diámetro, debe ser de 5 mm. f) Pipetas graduadas en lam bdas para las
Según los sistemas que se desee anahzar así siembras de las muestras.
será la distribución de los antígenos y antisue­ g) Cubas para las corridas electroforéticas.
ros en los orificios de las placas de agar con­ h) Fuente de poder estabilizada capaz de su­
feccionadas (figs. 9-10, 9-11 y 9-12). ministrar una tensión de 0-400 voltios y 0-50
Las lecturas de los resultados se efectúan a miliamperios.
las 24-72 horas; las placas o portaobjetos se i) Solución salina para lavado: cloruro de so­
mantienen en cámaras húmedas. dio 0,15 M.
Si interesa conservar los resultados, puede j) Soluciones colorantes: existen varias, sien­
colo reárselo s previa d esecació n , según las do recomendables las siguientes proteínas:
instrucciones indicadas en inmunoelectrofore­
sis. I) Fucsina á c id a .............................. 0,5 g
Para obtener buenas reacciones de precipita­ Alcohol 96°.................................. 250 mi
ción eo geles, tanto en tubos como en placas, Agua destilada............................ 200 mi
los reactivos deben ser utilizados en diluciones Ácido acético............................... 50 mi
óptimas para evitar la solubilización de los pre­ II) Negro am ido................................ 100 mg
cipitados por exceso de reactivos, en especial Acido acético................................ 20 mi
de antígeno. Agua destilada.............................. 980 mi
Métodos utilizados para ia identificación y cuantificación de antígenos 699

Para coloraciones de glucoproteínás, Upo- d) Suero a valorar clarificado por centrifuga­


proteínas o sustancias con actividad específica, ción, adicionado a EDTA 7 mg • m i '.
pueden emplearse otros métodos de tinción. e) Solución del poüósido específico (500 |j,g
k) Decolorantes: se utiliza ácido acético al • m i '), clarificada por centrifugación.
25% en metano) al 50%. f) Solución de hidróxido de sodio 0,1 N.
g) Baño termostatizado, gradillas, centrífuga,
Método refrigeradora.
h) Espectrofotómetro,
Se preparan las placas y se añaden 2,5 mi de
la m ezcla agar-buffer por cada portaobjeto. M étodo
Mediante la aplicación de las matrices corres­
pondientes se confeccionan los esquemas ade­ La valoración se efectúa en tubos de hem óli­
cuados. Se colocan las placas en los soportes y sis de acuerdo con el siguiente esquema:
con pequeños trozos de papel de filtro embebi­
dos en buffer se efectúan los puentes que unen Suero Antígeno añadido S o lu ció n
las placas con las cubas. Se colocan las m ues­ precipi- ~ sa lina
tras a analizar en los orificios de siembra y, he­ T ubo tante (mi) (mi) (Mg) (m i)
chas las conexiones, se pone en funcionamien­ 1 0,5 0,05 25 0,45
to la fuente de poder, aplicando una corriente 2 0,5 0,10 50 0,40
de aproximadamente 6 v/cm. Con 75 minutos 3 0,5 0,15 75 0,35
de corrida se consigue una buena separación 4 0,5 0,20 100 0,30
5 0.5 0,25 125 0,25
electroforética. 6 0,5 0,30 150 0,20
Luego de esto, se separan las placas, se eli­ 7 0,5 0,35 175 0,15
mina el agar de las canaletas en las que se colo­ 8 0,5 0,40 200 0,10
ca el inmunosuero y se las deja en cámara hú­ 9 0,5 0,45 225 0,05
10 0,5 0,50 250 -
meda por 24-48 horas para que la precipitación
entre los antígenos y anticuerpos se produzca.
Para conservar los resultados las placas pue­
den ser directamente fotografiadas o secadas y In c u b a r ' e n b a ñ o d e a g u a a 37“C d u r a n te 1
coloreadas para su conservación. En este caso, hora, y 24 horas a 4 “C en refrigeradora.
estas placas deben ser previamente lavadas por Centrifugar, volcar los sobrenadantes y lavar
inmersión en solución salina, donde se las deja los precipitados tres veces con solución salina
24-48 horas, con recambios cada 12 horas. El tamponada. Finalmente, escurrir los tubos por
lavado es necesario para eliminar la proteína no inversión sobre papel de filtro, disolviendo los
precipitada. Luego de lavadas, se cubren las precipitados en 2 mi de NaOH 0,1 N. Leer al
placas con un trozo de papel de filtro húmedo y espectrofotóm etro a 280 nm. Las DO leídas,
se dejan a tem peratura ambiente hasta seque­ multiplicadas por 2 (dilución) y por el factor
dad. Se retira el papel y se las sumerge en la correspondiente a la inmunoglobulina de la es­
solución colorante (15 minutos para la I y una pecie animal que se analiza (10/E '*,^,^), dan
hora para la II). El exceso de colorante se eli­ los valores del contenido proteico (anticuerpo)
mina por inmersión en la solución decolorante de cada tubo. Con ellos se confecciona la curva
y se procede luego al secado, que puede acele­ de precipitación y se grafican mg de anticuerpo
rarse colocándolas en una estufa a 50“C (figs. en el precipitado (0,5 mi de suero) versus |J,g de
9-15, 9-16 y $-17). antígeno añadido, lo que permite determinar el
título de los anticuerpos. La figura 9-3 y el cua­
dro 9-1 corresponden a una valoración de anti­
CUANTITATIVA cuerpos antipoliósido neumocócico tipo III.
Los factores de conversión de inmunoglobu­
Valoración de anticuerjpospor curva linas de diferentes especies anim ales se en­
de precipitación cuentran en el Apéndice III.

Cua n d o e l a n tíg e n o n o c o n tie n e n itró g e n o C u a n d o e l a n t íg e n o e s u n a e r o t e ín a

(P O L I Ó S I D O S M I C R O B IA N O S )^ C O M P L E J A (O V O A L B Ú M IN A , S E R O A L B Ú M IN A
B O V IN A , E T C ./ ’
M aterial necesario
M aterial necesario
a) Tubos de hemólisis.
b) Pipetas de I mi, 2 mi y 5 mi. a) Tubos de hemólisis.
c) Solución salina tamponada (cloruro de so­ b) Tubos de 5 X 0,3 cm
dio 0,15 M, fosfato 0,01 M, pH 7,2). c) Pipetas de 1 mi, 2 mi y 5 mi.
700 ' Metodologías

d) Pipetas Pasteur. d) Suero a valorar clarificado por centrifuga­


e) Solución salina tamponada (cloruro de so­ ción, al que se le añaden 7 mg • m h ‘ de EDTA
dio 0,15 M, fosfato 0,01 M, pH 7,2). para evitar la coprecipitación del complemento.
f) Suero a valorar clarificado por centrifuga­ e) Solución de BSA-DNP (500 |ig • m h ‘)-
ción, adicionado a EDTA 7 mg • m h ’. D ebe contener no menos de 30 grupos DNP
g) Solución del antígeno específico (500 por mol de BSA. Para su preparación, véase el
|j,g-ml-l) clarificado por centrifugación. capítulo 44.
h) Solución de hidróxido de sodio 0 ,1 N. Considerando que el antígeno incorpora pro­
i) Baño termostatizado, gradillas, centrífuga, teína al precipitado, para calcular la proteína
refrigeradora. anticuerpo es necesario determinar el factor de
j) Espectrofotómetro. corrección del antígeno a usar. Para ello se pre­
paran cuatro diluciones del mismo en solución
Método salina tamponada, que contengan 100, 200, 300
y 400 |Tg • m l l a s que se mezclan con un vo­
Se efectúa en tubos de hemólisis utilizando lumen igual de NaOH 0,1 N. Se deja 15 minu­
el esquem a indicado en el m étodo anterior. tos en reposo para estabilizar y se lee al espec­
Terminada la incubación de 24 horas a 4°C, los trofotómetro a 280 nm y 360 nm. Los resulta­
tubos se centrifugan y se separan los sobrena­ dos obtenidos se grafican y con ellos se deter­
dantes de los precipitados. Con los precipitados mina el factor de corrección. La figura 35-1 co­
se procede del mismo modo indicado anterior­ rresponde a una determinación experimental.
mente, y se determina el contenido proteico de f) Solución de hidróxido de sodio 0,1 N.
cada tubo (anticuerpo y antígeno). Con cada g) Baño termostatizado, gradillas, centrífuga,
sobrenadante se efectúan precipitaciones zona­ refrigeradora.
les por el método del anillo descrito, frente a h) Espectrofotómetro.
antígeno y anticuerpo, a efectos de establecer
la zona de equivalencia (tubo en el que la pre­ Método
cipitación sea negativa para ambos). Estableci­
do ello, al contenido proteico total del tubo, de­ La valoración se efectúa en tubos de hemóli­
terminado por espectrofotometría, se le resta la sis siguiendo el mismo esquema indicado para
proteína antigénica añadida ya conocida, y di­ antígenos proteicos complejos (ovoalbúmina,
cha diferencia corresponderá a la proteína anti­ seroalbúmina bovina, etc.). Los precipitados,
cuerpo contenida en 0,5 ml de suero. una vez disueltos en 2 ml de NaOH 0,1 N, son
Para la conversión de la DO en mg de proteí­ leídos en el espectrofotóm etro determ inando
na se utilizan los factores correspondientes a las DO a 280 nm y 360 nm. A las DO medidas
las respectivas inm unoglobulinas, dado que a 280 nm se les sustrae el valor que resulta de
siendo las relaciones Ac/Ag aproximadamente multiplicar la DO a 360 nm por el factor de co-
10 a 1, la proteína antigénica influye muy poco iTección (proteína del antígeno). La DO a 280
en los resultados (cuadro 9-3). nm resultante, m ultiplicada por el factor de
conversión correspondiente (A péndice III),
C u a n d o e l a n t íg e n o e s u n a p r o t e ín a perm itirá conocer los miligramos de proteína
M ARCADA CON UN HAPTENO CUYA MÁXIMA anticuerpo en el precipitado de cada tubo. Con
ABSORCIÓN BSPBCTROFOTOMÉTRICA ellos se confecciona la curva de precipitación y
SE PRODUCE A UNA LONGITUD DE ONDA se determina la concentración de anticuerpo sé­
DISTINTA DE 280 NM (PROTEÍNAS MARCADAS rico (fig. 9-4 y cuadro 9-2). Con las lecturas de
CON DINITROFENOL, ÁCIDO SULFANÍLICO, ETC.)’ DO a 360 nm se calcula el antígeno presente en
cada tubo, lo que a su vez permite establecer
Para la descrición del método se tomará co­ las relaciones Ac/Ag. Éstas sirven de control
mo ejemplo un suero de conejo obtenido por ya que en la zona de equivalencia (m áxim a,
inmunización con gammaglobulina humana di- precipitación del anticuerpo) dicha relación es
nitrofenolada (HGG-DNP) y como antígeno, aproximadamente 10.
albúm ina bo v in a m arcada con d in itro fen o l
(BSA-DNP), ya que interesa valorar anticuer­ Valoración de anticuerpos por floculación®
pos antidinitrofenol (a-DNP).
Este método se utiliza cuando el antisuero a
Material necesario valorar es de origen equino (suero antidiftérico,
suero antitetánico, etc.). Como ya se ha indica­
a) Tubos de hemólisis. do, en estos casos el precipitado que se deposi­
b) Pipetas de 1 ml, 2 m l y 5 ml. ta en forma de flóculos es soluble en exceso de
c) Solución salina tamponada (cloruro de so­ anticuerpo y de antígeno, y la zona de precipi­
dio 0,15 M, fosfato 0,01 M, pH 7,2). tación es más estrecha (fig. 9-7).
Métodos utilizados para la identificación y cuantificación de antígenos 701

Se tomará como ejemplo la valoración de un


suero antidiftérico (método de Ramón).

M aterial necesario
a) Tubos de hemólisis.
b) Pipetas de 1 mi, 2 mi y 5 mi.
c) T oxoide diftérico. Se utiliza un toxoide
estabilizad o valorado en L f (véase cap. 4).
Conviene diluirlo a 100 L f • mL'.
d) Suero antidiftérico a valorar clarificado
por centrifugación. Si no se tiene idea aproxi­
mada del título, conviene hacer la valoración
por duplicado, usando en una serie suero sin di­
luir y en la otra suero 1:5. |ig DNP - BSA/ml
e) Solución salina tamponada (cloruro de so­
dio 0,15 M, fosfato 0,01 M, pH 7,2). Fig. 35-1. G ráfica que perm ite d eterm inar con cu án ta p ro ­
teína contribuye el antígeno en los precipitados A g-A c. C o ­
f) Baño termostatizado, gradillas, centrífuga. rresponde a albúm ina bovina dinitrofenolada (D N P-B SA ).

Método
trices especiales para la confección de los o rifi­
En una serie de tubos colocar cantidades fi­ cios sobre las placas de agar.
jas de toxoide y cantidades crecientes de anti­
suero. Completar al mismo volumen con solu­ Método
ción salina tamponada, mezclar para homoge­
neizar e incubar en baño de agua a 45“C hasta A ñadir 5-10% del antisuero específico al
floculación del primer tubo. Calcular el título agar fundido y enfriado a 50°C, procurando que
de suero analizado (cuadro 35-1). la m ezcla sea lo más hom ogénea posible (la
Éste contendrá 100 L f de antitoxina, ya que cantidad de antisuero a usar depende del conte­
la floculación ocurre en aquel tubo en que antí­ nido en anticuerpos del que conste). Inm ediata­
geno y anticuerpo se encuentran en la zona de mente cubrir la placa con una cantidad d e la
equivalencia. Si el tubo en que aparece la flo­ m ezcla capaz de producir una capa de gel de
culación inicial hubiese sido el N° 4, el título 1 mm de espesor y dejar en reposo hasta solidi­
del suero sería 100/0,4 = 250 L f • mL’. ficación. Mediante el empleo del sacabocados
efectuar sobre el gel una serie de orificios, los
Valoración de antígenos que deben estar situados a distancias co n v e ­
por inmunodifusión radial® nientes para evitar interferencias. Se necesita
un orificio para la muestra a valorar y cuatro a
M aterial necesario cinco orificios para las distintas concentracio­
nes del antígeno patrón, las que habrán de u tili­
a) Agar purificado para uso en inmunodifu­ zarse para la elaboración de la curva.
sión. Con él se prepara una solución al 2% en En un orificio de la placa se colocan 2 ^ I de
buffer de Veronal sódico pH 8,4 (el indicado la solución antigénica a valorar, o dilución co n ­
en inmunoelectroforesis, adicionado con 0,01% veniente. En los orificios restantes son coloca­
de Merthiolate). dos 2 |i! de las diluciones del antígeno patrón
b) Antisueros específicos. (idéntico al que se valora). Las placas se m an ­
c) Antígenos patrones. tienen a temperatura ambiente, en cámaras h ú ­
d) Placas de vidrio de 3 x 10 cm o similares. medas, hasta que el halo de precipitación no
En casos especiales pueden usarse portaobjetos. aumente.
e) Pipetas de 2 ¡il, 1 mi y 5 mi. La evaluación de los resultados se hace m e­
f) Sacabocados de 2 mm de diámetro o ma- diante la determinación del diámetro de los h a ­

Cuadro 35-1
Tubos 1 2 3 4 5 6 7 S 9 JO

Suero antidiftérico 0,1 0,2 0,3 0,5 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1
Toxoide diftérico (100 L f • m i-') 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
Solución salina 0,9 0,8 0,7 0,5 0,5 0,4 0,3 0,2 0,1 _

Incubar a 45° h asta floculación de! p rim er tubo


' Los v o lú m en es in d icad o s c o rresp o n d e n a m i.
702 Metodologías

los de precipitación. Puede efectuarse sobre el g) Baño termostatizado, gradillas, centrífu­


material fresco o previa desecación y lavado de ga, refrigeradora.
manera similar a la indicada para inmunoelec­ h) Espectrofotómetro.
troforesis.
L a m edida directa de los diám etros de los Método
halos de precipitación es un método poco sen­
sible. Resulta más conveniente utilizar una am­ Utilizando el método indicado en Valoración
pliadora fotográfica. Colocando las placas en la de anticuerpos por curva de precipitación, de­
ranura donde se ubican los negativos, es posi­ terminar cuál es la dosis de antígeno que pro­
ble ampliar los halos convenientemente y me­ duce la máxima precipitación (zona de equiva­
dirlos sobre papel milimetrado. Con los valores lencia), usando para ello volúmenes fijos de 0,5
obtenidos se calculan los r^. mi de suero de conejo antidinitrofenol y canti­
Graficando los valores de r^ versus las res­ dades crecientes de seroalbúmina bovina dini­
pectivas concentraciones del antígeno patrón, se trofenoiada.
obtiene la curva que permitirá calcular la con­ Conocido ello, en una serie de tubos colocar;
centración antigénica de la muestra analizada. 0,5 mi de suero antidinitrofenol y cantidades
Si se hubiese valorado una solución de albú­ crecientes de hapteno (0,05 a 0,35 mi), comple­
mina bovina, y con un dilución de la solución tando todos los tubos a 0,85 mi con solución
de 1:100 se hubiese obtenido un r^ de 10 mm^, salina tamponada. Incubar 1 hora a 37“C en ba­
tomando como valores los de la curva patrón ño de agua. Añadir luego a cada tubo la canti­
de la figura 9-13 la concentración de albúmina dad de antígeno correspondiente a la zona de
bovina sería 0,6 x 100 = 60 mg • m L‘. equivalencia e incubar 1 hora a 37"C y 24 horas
a 4°C (cuadro 35-2).
Inhibición de precipitación por haptenos " Centrifugar, volcar los sobrenadantes y lavar
los precipitados tres veces con solución salina
Teniendo en cuenta que la reversibilidad de tamponada. Añadir a cada tubo 2 mi de NaOH
la reacción entre el hapteno y el anticuerpo es 0,1 N y después de 15 minutos leer las DO a
más manifiesta, aproximadamente cinco veces 280 nm. Considerando como 100% de precipi­
superior, que la correspondiente entre anticuer­ tación (0% de inhibición la lectura del tubo
po y antígeno, constituye éste un dato importan­ N°8), calcular sobre la base de las lecturas ob­
te que no debe olvidarse cuando se hacen cálcu­ tenidas en los otros tubos los correspondientes
los teóricos previos para estos tipos de ensayos. porcentajes de inhibición.
Se tomará como ejemplo suero de conejo an- Al realizar el gráfico del “porcentaje de inhi­
tidinitrofenol, obtenido por inm unización con bición” versus “|i,g de hapteno añadido”, puede
gammaglobulina humana dinitrofenoiada. elaborarse la correspondiente curva (fig. 9-6),
Conviene incluir como testigos un tubo con
M aterial necesario un sistema Ag-Ac distinto del reactivo (en este
caso ovoalbúmina-antiovoalbúmina) y otro con
a) Anticuerpo: suero de conejo antidinitro- el mismo sistema y el hapteno en estudio para
fenol conteniendo aproximadamente 3 a 4 mg ■ descartar el poder inhibitorio inespecífico que
m i ' de anticuerpo. éste pudiera tener.
b) Antígeno: seroalbúmina bovina dinitrofe­
noiada al 0 ,1% en solución salina tamponada. E lectroforesis, inmunoelectroforesi
c) Hapteno específico: solución de dinitro­ se inm unodifusión rad ial cuan titativ a
fenol 0,001 M en solución salina tamponada. en acetato de celulosa**
d) Solución salina tam ponada; cloruro de
E l e c t r o f o t r e s is
sodio 0,15 M, fosfato 0,01 M, pH 7,2.
e) Tubos de hemólisis. El acetato de celulosa como soporte de corri­
f) Pipetas de 1 mi y 10 mi. da tiene mayor poder resolutivo que el papel.

Cuadro 35-2
Tubos I 2 5 4 5 6 7 8

A ntisuero 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5


H apteno (0,001 M) 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25 0,30 0,35 . -
S olución salina 0,30 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 _ 0,35
Incubar a 37“C durante una hor a
A ntígeno (dosis óptim a) 0,5 ' 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
Incubar 1 hora a 37'C y 18 horas a 4"C
" L o s v o lú m en es in dicados co rresp o n d e n a m i.
Métodos utilizados para la identificación y cuantificación de antígenos 703

Puede usárselo también con muy buenos resul­ locada en la cuba. En estas condiciones el tiem ­
tados para inmunoelectroforesis. El acetato de po de corrida óptimo es de 55 minutos.
celulosa gelatinizado (“C ellogel” de Cheme- e) Después del fraccionamiento proteico, su­
tron, Milán) es recomendable. mergir las tiras en la solución colorante durante
5 m inutos, y decolorar luego con la solución
M aterial necesario decolorante. Normalmente, con tres recambios
se consigue una buena decoloración de las p ar­
a) Tiras de acetato de celulosa (Cellogel 2,5 tes libres de proteínas.
X 17 cm). f) Si se desea hacer cuantificación, puede lo­
b) Buffer Veronal-Veronal sódico: grarse por densitometría o elución. En este íilti-
mo caso cortar las fracciones proteicas, co lo ­
Veronal sódico 10,30 g carlas en tubos de ensayo y disolverlas en un
Veronal 1,34 g volumen fijo de ácido acético a f 80%. Leer en
Agua destilada hasta 1.000 mi el esp ectro fo tó m etro a 620 nm . Usar co m o
Ajustar a pH 8,6 blanco un trozo de la tira de acetato de celulosa
procesada, que no contenga proteínas, disuelta
c) Solución colorante: en ácido acético al 80%.
Los cálculos de los porcentajes de las distin­
Amidoschwartz 10 B 0,5 mg tas fracciones proteicas de la muestra se hacen
Metanol 35 mi relacionando directamente las DO (620 nm). Si
Agua destilada 45 mi se conoce la concentración proteica de la m ues­
Acido acético glacial 10 mi tra analizada, los porcentajes hallados pueden
transformarse en valores absolutos.
d) Solución decolorante: ácido acético al 5% La cuantificación de las fracciones puede ha­
en agua. cerse también mediante el empleo de un densi-
e) Baño deshidratante: metanol puro. tómetro adecuado.
f) Baño de transparencia: g) Si las corridas electroforéticas efectuadas
son para estudios cualitativos, conviene transpa-
Metanol 87 mi rentizar el material. Para ello, las tiras decolora­
Acido acético 12 mi das segiín se indicó en e) son deshidratadas por
Glicerina I mi inmersión en metanol durante 30 segundos, de
inmediato se las coloca en la solución de trans­
g) Líquido de elución: ácido acético al 80% parencia durante 60 segundos, agitando m anual­
en agua destilada (v/v). mente. Retirarlas y colocarlas sobre una placa
h) Cubeta para eleetroforesis: con puente so­ de vidrio limpia; eliminar el exceso de líquido
porte de 11 cm y 8,5 cm. Resulta muy iitil el de transparencia. Llevar a estufa a 60“C o poner
modelo 2 PAC/5 (Chemetron). la placa de vidrio bajo una lámpara de rayos in­
i) Fuente de poder estabilizada capaz de su­ frarrojos hasta completar la transparentización.
ministrar 0-400 voltios y 0-50 mA. Dejar a temperatura ambiente hasta la pérdida
j) Dispositivo para las siembras. completa de la humedad (figs. 9-17 y 35-2).

Método 1 N M U N O E I.E C T R O F O R E S L S

a) Las tiras de acetato de celulosa, que se M aterial necesario


conservan sumergidas en metanol al 40%, de­
ben ser lavadas previamente con solución buf­ a) Micropipetas de 2,5 y 25 [J,!.
fer para eliminar todo vestigio de alcohol que b) Solución salina: cloruro de sodio 0,15 M.
pudiera desnaturalizar las proteínas. c) Plantilla guía para depósito de las m u es­
b) Sacar las tiras del buffer y secarlas entre tras a analizar y los antisueros.
dos hojas de papel de filtro. Extenderlas sobre d) Antisueros específicos.
el soporte (puente de 11 cm), con la superficie e) El resto de material necesario es el indica­
absorbente hacia arriba. do en eleetroforesis en acetato de celulosa.
c) Utilizando un sembrador adecuado, depo­
sitar a 2,5 cm del extremo catódico 3,5 |ll de la Método
muestra a analizar. La concentración proteica
debe ser ajustada a 50-70 mg • mL‘ si se trata C olocar las tiras lavadas con buffer en el
de una mezcla de sustancias. Para productos puente soporte de 8,5 cm. De acuerdo con los
puros, 10-30 mg ■mL*. esquemas indicados en la figura 35-3, sem brar
d) Fíacer pasar una corriente de 200 V fijos y 2,5 |ll de muestra a analizar. Efectuar el íxac-
2,5 mA por cada tira de acetato de celulosa co- cionamiento proteico en las condiciones indica-
704 Metodologías

que la línea de depósito sea lo más fina posible


y guarde las relaciones de distancia indicadas.
Colocado el antisuero se cortan los extremos
de las tiras de acetato de celulosa (para evitar
que contacten con el líquido de la cámara de
difusión) y se las deja en su interior para que
actiíe como cámara hiimeda. El tiempo de difu­
sión no debe ser superior a 18-24 horas. Finah-
zado éste, retirar las tiras de la cámara htimeda
y lavarlas con solución salina durante dos ho­
ras, agitando, con el objeto de eliminar el exce­
so de antisuero y proteínas que no han precipi­
tado. Durante esta operación conviene recam­
biar 3-4 veces la solución de lavado.
Colorear y transparentizar como se indicó en
electroforesis (fig. 9-17).

C u a n t if ic a c ió n d e p r o t e ín a s
POR INMUNODIFUSIÓN RADIAL
EN ACETATO DE CELULOSA

El principio del método es el descrito para


inmunodifusión radial en agar.

F ig . 3S-2. Electroforesis en acetato de celulosa de tres sue­ M aterial y método


ro s de pacientes con m ielom a. Las inm unoglobulinas son
IgG m onoclonales con diferente carga neta, de ahí su dis­ a) Tiras de acetato de celulosa; resultan muy
tinta m ovilidad electroforética.
titiles para estas determinaciones las de Cello-
gel, 5,7 X 14 cm. Previo a su uso deben ser la­
vadas con buffer de veronal sódico (veronal só­
das anteriormente (200 V, 2,5 mA por tira, 55 dico 8,24 g, agua destilada hasta 1.000 ml; pH
minutos de corrida). 9,2).
Finalizado ei fraccionamiento, dejar las tiras Se las seca entre dos hojas de papel de filtro
sobre el puente soporte y, empleando la planti­ y se las coloca en un bastidor con la superficie
lla guía o una reglilla, depositar con una pipeta absorbente hacia arriba. Existen en el comercio
de 25 |0,1 el antisuero específico. La cantidad cámaras de inm unodifusión con tensores que
depende del título de anticuerpos del antisuero. permiten fijar los extremos de las tiras.
Generalmente son necesarios 50 ¡jl (2 pipetas); b) Plantilla de siembra, con perforaciones de
para ello colocar 25 |xl y, cuando se hayan ab­ igual diámetro, para el depósito de las muestras
sorbido, colocar los otros 25 jal. Es importante a valorar.

2 mm
\
50 ni antisuero
(-) c
O 2.5 ni Ag
-f
2mm

3 mm
C
5mm ] ^ 2 ,5 hI Ag 50 |xl antisuero
25 M
-l antisuero (+)
........................ 1

F ig . 35-3. El esquem a A se utiliza cuando se desea com parar dos antígenos. El esquem a B, para com parar antisueros.
Métodos utilizados para la identificación y cuantificación de antígenos 705

c) El inmunosuero precipitante debe ser uti­ f) Soluciones patrones de antígenos.


lizado a dilución conveniente para conseguir la g) Solución buffer de veronal sódico 0,04 M,
máxima precipitación. Con 200 |il se cubre la pH 9,2 (8,24 g • htro->).
superficie de la tira, distribuyéndolos unifor­ h) Solución de lavado: NaCl 0,15 M.
memente. Los esparcidores volumétricos DC/6 i) Solución colorante: azul brillante de Coo-
(Chemetron) facilitan esta tarea. masie al 2,5% en metanol-ácido acético-agua
Tapar la cámara de difusión y dejar 24 horas (5:1:5).
para conseguir una buena estabilización de la j) Solución decolorante; metanol-ácido acéti-
tira. Para evitar que se seque conviene sellar la co-agua (5:1:5).
cámara con cinta Durex.
d) Transcurrido el tiempo indicado, sacar la Método
tapa de la cámara de inmunodifusión y dejarla
descubierta durante 2-3 minutos para que la tira Sumergir las tiras de acetato de celulosa en
pierda una parte del líquido de saturación y se la solución buffer por 10 minutos, retirarlas, es­
absorban con facilidad las muestras a valorar, currirlas sobre dos hojas de papel de filtro y ex ­
que se depositarán sobre su superficie. Para tenderlas sobre el puente de 8,5 cm de la cám a­
ello sacar la cubierta, y a través de los agujeros ra electroforética. Dejar 2-3 minutos para que
de la plantilla de siem bra depositar, con una las tiras se vuelvan más absorbentes.
micropipeta o microjeringa, 1 )il de cada una A continuación, empleando micropipetas de
de las diluciones de la proteína patrón y de las 1 ¡il, se siembran las diferentes concentraciones
muestras a valorar. de antígeno patrón y las muestras de suero d es­
e) Retirar las tiras de la cámara de inmunodi­ conocidas en las que ese antígeno se quiere v a ­
fusión y colocarlas individualmente entre dos lorar. Las muestras se siembran a 1 cm de d is­
vidrios de 10 x 20 cm; cerrar los bordes con tancia del cátodo y separadas entre sí por 0,8
cinta Durex. Colocar en cámara húmeda bien cm. Para visualizar mejor la zona de la siembra
nivelada y dejar 48 horas. es recomendable colorear las muestras con azul
f) Retirar las tiras, lavarlas con solución sali­ de bromofenol.
na durante una hora, agitando constantemente. Inm ediatam ente después, esparcir, con el
Recambiar el líquido de lavado cuatro a cinco distribuidor volum étrico, el antisuero co n v e­
veces durante ese período. nientemente diluido en buffer (3 |il/cm^ de su­
Colorear durante 3 minutos con solución de perficie), hasta conseguir una buena d istribu­
Amidoschwartz al 0,5% en metanol-agua-ácido ción y absorción del antísuero.
acético y decolorar como se indicó en electro­ La cantidad total de antisuero a usar, así c o ­
foresis. mo su dilución, dependen del título de a n ti­
g) La lectura de los resultados, la prepara­ cuerpos. Generalmente se usan 150 |il de d ilu ­
ción de la curva de calibración y los cálculos se ción 1:2.
efectúan de igual manera que la indicada en in­ A continuación se hace pasar la corriente
munodifusión radial en agar. eléctrica, que será de 120 volts durante 75-90
minutos cuando se valora albúmina, y durante
E l e c t r o in m u n o d jf u s ió n tiempos mayores (120-180 minutos) para las
(“R O C K E T ” E L E C T R O F O R E S IS )‘^ “ fracciones con movilidad beta.
Finalizada la corrida, las tiras se lavan con
Es un método muy usado para el dosaje de solución de NaCl 0,15 M durante 30 minutos,
algunas proteínas séricas; sus fundamentos han agitando perm anentem ente, con el objeto de
sido ya descritos en el capítulo 9. eliminar las proteínas no precipitadas.
Puede ser desarrollada sobre placas de gel de Se introducen las tiras en solución colorante
agarosa conteniendo el correspondiente an ti­ por 5-10 minutos y luego se decoloran hasta la
suero o en tiras de acetato de celulosa, prefe­ perfecta visualización de los picos de precipita­
rentemente Cellogel, impregnadas con el inm u­ ción (fig. 9-19).
nosuero. Se describirá la metodología que utili­ La medida de la altura de los picos se e fe c ­
za este último soporte. túa con un vernier o una regla de buena c a li­
dad, considerando como punto base el centro
M ateriales necesarios de la siembra. Con los valores obtenidos con
las diferentes concentraciones del antígeno p a ­
a) Tiras de Cellogel de 5,7 x 14 cm. trón (los picos máximos no deben ser inferio­
b) Equipo com pleto para electroforesis en res a 4 cm de alto) se construye una gráfica, la
acetato de celulosa. cual perm ite calcular por interpolación, tal c o ­
c) Micropipetas de 1 |il. mo se describiera en inmunodifusión radial, la
d) Distribuidor volumétrico DC/6. concentración antigénica de la muestra an ali­
e) Antisueros monoespecíficos. zada.
706 Metodologías

INMUNOFUACIÓN'* I" es procesado para su teñido en la forma habi­


tual indicada para eleetroforesis en acetato de
Los fundam entos del m étodo ya han sido celulosa, con Ponceau S al 0,2% en ácido tri-
descritos en el capítulo 9. eloroacético al 3% o con Nigrosina al 0,1%, se­
gún el caso.
M aterial necesario El resto de los fragmentos es introducido en
recipientes planos especiales que contienen los
a) Tiras de acetato de celulosa, preferente­ diferentes inm unosueros m onoespecíficos, o
mente desecado no gelatinizado, de 150 X 78 apoyados sobre soportes son recubiertos con
mm, porque requiere menor cantidad de inmu­ aquéllos. Después de 5 minutos, las tiras de
nosuero para el revelado y menos muestra para acetato de celulosa son lavadas con el buffer de
el análisis. corrida, adicionado con 0,1% de Tritón X-100,
b) Antisueros monoespecíficos (para el estu­ y con solución salina. Inmediatamente después
dio de inmunoglobulinas: anti-y, anti-ji, anti-a, son coloreadas como en el caso anterior, usan­
anti-5, anti-e, anti-K y anti-?^). do Ponceau S si el inmunosuero empleado fue
c) Cuba electroforética y fuente de poder. previamente diluido 1:2, o Nigrosina si la dilu­
d) Nigrosina, Ponceau S, azul brillante de ción fue 1:10. Muy buenos resultados se obtie­
Coomassie R-250. nen también tiñiendo eon azul brillante de Coo­
massie R-250 al 0,25% en metanol-agua-ácido
Método acético (5:5:1 en volúmenes).
Por comparación de los fragmentos de aceta­
a) La proteína a inmunofijar debe ser previa­ to de celulosa correspondientes a la corrida no
mente diluida en el buffer de corrida de modo inm unoprecipitada y a las que reaccionaron
que su concentración final oscile entre 5 y 20 con los inm unosueros, puede establecerse la
mg%. En casos particulares en que interese ob­ identidad del componente sospechoso.
tener una banda de precipitación más intensa,
sobre todo cuando se analizan sueros patológi­ V a l o r a c ió n s im u l t á n e a e n s u e r o d e o v e ja
cos, éstos deben ser diluidos de modo que la D E a n t i c u e r p o s U B IC A D O S EN LA S ER A C C IO N E S
concentración proteica del producto a investi­ in m u n o g l o b u l ín ic a s I g GI (yl) e IgG2 (y2)‘°
gar oscile entre 50 y 100 mg%.
b) E fectuar la eleetroforesis convencional Puede lograrse por com binación de adsor­
sobre acetato de celulosa, haciendo siembras ción en zona de equivalencia y eleetroforesis
con un m ultiaplicador de m anera de obtener en acetato de celulosa.
varias corridas de la misma muestra.
El buffer a usar es el de Veronal 0,06 M, pH M aterial necesario
8,6 y la corrida debe hacerse con una corriente
constante de 0,4 mA/cm de ancho de la tira. a) El descrito para valoración de anticuerpos
c) El inm unosuero a usar debe ser diluido totales por precipitación cuantitativa.
convenientemente en el buffer de Veronal de b) El indicado en eleetroforesis en acetato de
corrida adicionado con polietilenglicol 6.000 al celulosa.
4%. La dilución debe ser tal que permita una
buena precipitación del antígeno, lo que se Método
consigue cuando Ag y Ac están en zona de
equivalencia. No debe olvidarse que el exceso 1. Valoración de proteínas totales. Se hace
de Ag da lugar a la formación de complejos so­ p o r c u a lq u ie ra de los m éto d o s c o n o c id o s
lubles, hecho que es más manifiesto cuando los (Biuret, Lowry, etc.). Puede efectuarse tam ­
inmunosueros fueron obtenidos por inmuniza­ bién por lec tu ra e sp ectro fo to m étrica. P ara
ción de caballos y ovejas. Estos inconvenientes ello, diluir el suero convenientemente (1/75 a
están minimizados si los antisueros provienen 1/100) y leer absorción a 280 nm. M ultipli­
de conejos o cabras. cando el valor de la DO leída por 0,83 se ob­
Los antisueros diluidos 1:10 a 1:2 de su con­ tiene la concentración proteica del suero en
centración origina] deben ser previamente fil­ mg • m \-'. El valor 0,83 resulta de lO/E co ­
trados por m em branas porosas para retener rrespondiente a un suero normal de oveja cu ­
cualquier proteína agregada que pudieran con­ yo contenido proteico fue determinado previa­
tener, ya que su presencia daría lugar a un mente por Kjeldahl.
“fondo” en los preparados teñidos. 2. Valoración de anticuerpos totales. Se ob­
d) Inmediatamente después de la electrofore- tiene por curva de precipitación de acuerdo con
sis, la tira de acetato de celulosa se corta en el método ya descrito. Es necesario determinar
fragmentos, de modo que cada uno de ellos co­ el título de anticuerpos y en especial la zona de
rresponda a una corrida. Uno de los fragmentos equivalencia (concentración de antígeno que
Métodos utilizados para la identificación y cuantificación de antígenos 707

produce la máxima precipitación). Si se trata antígeno añadido. Ello se consigue aplicando la


de anticuerpos contra determinantes antigéni­ siguiente ecuación:
cos definidos (DNP), se hace por lectura espec­
IgG% X proteínas totales del suero (mg ■m k ') x F
trofotométrica a la longitud de onda correspon­ = mg ■m l'‘
d ie n te . C u an d o so n a n tíg e n o s c o m p le jo s Too
(ovoalbúmina), se efectúa reacción zonal con en la cjue IgG = IgG l o IgG2, y E = 1 + v o lu ­
los sobrenadantes de los tubos de precipitación, men de antígeno añadido por mi de suero.
frente a anticuerpo y antígeno, estableciendo en La proteína del antígeno añadido no interfie­
cuál de ellos no existe exceso de ninguno de re porque es incorporada a la concentración co ­
los reactivos. rrespondiente a la zona de equivalencia y en
3. Valoración de anticuerpos ubicados en esas condiciones es prácticamente eliminada en
las fracciones globulínicas y\ y yZ. Se hace el precipitado.
por electroforesis en acetato de celulosa. Es La concentración de los anticuerpos u b ica­
necesario efectuar dos determinaciones: la pri­ dos en las fracciones inmunoglobulinas Ig G l e
mera correspondiente al suero inmune total, y IgG2 se calculan sustrayendo a las valoracio­
la segunda, al mismo suero previamente adsor­ nes de IgG l e lgG2 en mg • ml'^' del suero no
bido con el antígeno específico en la zona de adsorbido, las obtenidas respectivamente en la
equivalencia. Para ello, a 1 mi de suero añadir­ valoración del suero después de la adsorción
le la cantidad de antígeno determinada en b. con el antígeno específico.
Dejar en contacto durante una hora a 37“C y
24 horas a 4°C. Puede hacerse también por in-
AGLUTINACIÓN
m unoadsorción, usando el inm unoadsorbente
específico (antígeno polim erizado o unido a
CUALITATIVA
saphorosa).
En el sobrenadante de centrifugación, ai Ensayos de identificación
igual que en el suero inmune sin adsorber, va­ de microorganismos
lorar proteínas totales en la forma indicada e
inmunoglobulinas IgG l e lgC2 por electrofore­ M aterial necesario
sis en acetato de celulosa. Para ello, una vez
efectuada la corrida y antes de la coloración, a) Un cultivo en medio sólido de la bacteria
cortar las tiras en los valles correspondientes a a tipificar.
las fracciones IgG l e IgG2 (fig. 35-4). Cada b) Antisueros anti bacterianos de distinta es­
fracción inmunoglobulínica se disuelve en 3 mi pecificidad.
de ácido acético al 80% (v/v) y el resto de la ti­ c) Placas de Petri.
ra en 9 mi. Leer las DO a 620 nm. Con estos d) Mango de Kole con hilo de platino o ni-
resultados, y después de haber hecho las co­ crón.
rrecciones teniendo en cuenta los volúmenes de e) Solución salina tamponada: cloruro de so­
disolución de los fragmentos de la tira de ace­ dio 0,15 M, fosfato 0,01 M, pH 7,2.
tato de celulosa, pueden calcularse las concen­ f) Tubos de hemólisis.
traciones por ciento de IgG l e IgG2. g) Pipetas de 0,1 mi.
En el caso del suero sin adsorción, esos valo­ h) Pipetas Pasteur.
res pueden transform arse en mg ■ mi ' c o ­ i) Varillas de vidrio para agitar.
nociendo la concentración proteica total del
suero. Método
Para calcular IgG l e IgG2 en el suero adsor­
bido, es necesario hacer las correcciones por Suspender el cultivo microbiano en solución
variación de volumen como consecuencia del salina tamponada, procurando que sea lo más

Fig. 35-4. E lectro fo re sis en acetato


de celulosa de suero de oveja. Las lí­
neas de puntos m arcan las zonas don­
de deben efectuarse los cortes para la
separación de IgG l e Ig 0 2 a efectos
de su cuantificación. igG2
708 Metodologías

densa posible (no menos de 20.000 millones de b) Palillos de madera para mezclar.
bacterias por ml). En placa de Petri colocar c) Sangre total obtenida directam ente del
0,03 ml de cada uno de los antisueros y 0,03 de pulpejo del dedo; sangre oxalatada, citratada o
solución salina tamponada (testigo), de modo heparinizada.
que estén a distancias prudenciales para evitar d) Suero anti-D para pruebas en placa.
mezclas. Añadirles una gota (± 0,03 ml) de la
suspensión bacteriana y mezclar para homoge-
neizar. Agitar la placa por rotación manual du­ Método
rante 3 minutos y observar.
La aparición de aglutinación indicará corres­ Colocar sobre la placa de reacción una gota
pondencia entre antígeno y antisuero (fig. 9-23). de suero anti-D y añadirle igual volum en de
sangre. Mezclar y observar si aparece aglutina­
Ensayos de tipificación de antígenos ción. No conviene prolongar los tiem pos de
hemáticos lectura (máximo 3-5 minutos).

S is t e m a AB/0
2. Prueba en tubos con sueros anti-C, anti-D,
M aterial necesario anti-E, anti-c y anti-e (para determinar el fe­
notipo y el probable genotipo)
a) Placa de reacción.
b) Palillos de madera para mezclar.
c) Sangre total obtenida directam ente del M aterial necesario
pulpejo del dedo, sangre oxalatada, citratada o
heparinizada. a) Suspensión de hematíes al 2%; se prepa­
d) Sueros hemoclasificadores antí-A y antiB. ran a esa concentración en su propio suero o
plasma.
Método b) Sueros anti-D, anti-C, anti-E, anti-c y an-
ti-e para pruebas en tubo.
Colocar en la placa de reacción una gota de c) Tubos de hemóhsis pequeños.
suero anti-A y otra de anti-B. A ñadir a cada d) Pipetas de 1 ml y 5 ml.
una de ellas un volumen de sangre total aproxi­ e) Pipetas Pasteur.
madam ente igual a 1/3 del correspondiente a f) Baño termostatizado regulado a 37“C.
antisueros. Mezclar y, manteniendo la placa a g) Centrífuga.
tem p eratu ra am biente, o b serv ar si aparece
aglutinación.
Los resultados se interpretan de la siguiente Método
manera:
En una serie de cinco tubos colocar, respec­
tivamente, una gota de cada antisuero. Añadir a
Aglutinación con todos ellos una gota de la suspensión de hema­
G rupo sanguíneo Suero anti-A Suero anti-B
tíes, mezclar por agitación e incubar a 37“C du­
rante 15 minutos. Centrifugar a 1.000 rpm du­
rante un minuto. Por agitación muy suave de
los tubos, determinar en cuáles se ha producido
AB aglutinación.

CUANTITATIVA
S is t e m a R h
Valoración por el método rápido
1. Prueba en placas con suero anti-D (para de aglutinación en placas*^
determinar si el individuo es Rh positivo).*'
M aterial necesario
M aterial necesario
a) Antígeno: suspensión microbiana de apro­
a) Placa de reacción: teniendo en cuenta que ximadamente 10" (100.000 millones) de bacte­
los anticuerpos anti-Rh interaccionan mejor en rias por mililitro, en solución de cloruro de so­
caliente, es muy útil em plear como placa de dio al 12%.
reacción una botella de cara plana llena de agua Generalmente se adicionan colorantes, como
calentada a 45-50‘’C. el cristal violeta que, además de actuar como
Métodos utilizados para la identificación y cuantificación de antígenos 709

bacteriostáticos, facilitan la lectura de los resul­ AGLUTINACIÓN CON ANTÍGENOS


tados. SOLUBLES UNIDOS A SOPORTES
b) Suero a valorar. INERTES
c) Pipetas de 0,2 mi y 1 mi.
d) Aglutinoscopio. Cuando se emplean hematíes como
soporte
Método P o r f i j a c i ó n d i r e c t a (s i e l a n t í g e n o
ES U N h i d r a t o d e C A R B O N O )'^
Sobre la placa de vidrio del aglutinoscopio,
colocar 0,08 mi, 0,04 mi, 0,02 mi, 0,01 mi y El método es muy utilizado en la investiga­
0,005 mi del suero a valorar. Añadir, 0,03 mi ción de anticuerpos contra lipopolisacáridos
del an tíg en o a to d o s ello s, m ezclar y le e r bacterianos y antígenos poliosídicos diversos.
los resultados entre los 3 y 5 minutos. El títu­
lo estará dado por la máxima dilución agluti­ M aterial necesario
nante.
P ara las cantidades indicadas los títu lo s a) Antígenos: se emplean productos purifica­
aglutinantes son, respectivamente, 1:25, 1:50, dos. En el caso de los lipopolisacáridos b acte­
1:100 y 1:400. Cuando el título de los anticuer­ rianos se los obtiene a partir de bacterias trata­
pos es muy elevado (aglutinación de todas las das con fenol-agua a 65-68“C y precipitación
diluciones), debe usarse suero 1:2 o 1:4, multi­ posterior con alcohol, según las especificacio­
plicando el título obtenido por la dilución para nes dadas en el capítulo 43. La concentración
expresar el valor final. antigénica óptim a debe determ inarse ex p e ri­
mentalmente en cada caso.
b) Suero a valorar: previo a su uso se lo ca­
Valoración por aglutinación lienta a 56“C durante 30 minutos y se lo adsor­
lenta en tubos be durante una hora a tem peratura am biente
con un 10% de hematíes lavados para elim inar
M aterial necesario anticuerpos heterófilos.
c) Glóbulos rojos de carnero: se utiliza una
a) Antígeno: suspensión bacteriana en solu­ suspensión al 2% en cloruro de sodio 0,15 M,
ción salina tamponada a la concentración de 5 fosfato 0,01 M, pH 7,2. Para su preparación y
X lO® (5.000 millones) por mililitro. v alo ració n se sigue el m étodo indicado en
b) Solución salina tamponada: cloruro de so­ Complemento (cap. 22).
dio 0,15 M, fosfato 0,01 M, pH 7,2. d) Sensibilización de los hematíes: se m ez­
c) Pipetas de 1 y 5 mi. clan volúmenes iguales de la solución antigéni­
d) Tubos de hemólisis. ca y glóbulos rojos al 2%. Después de 30 m i­
e) Baño termostatizado regulado a 37°C, gra­ nutos de contacto a 37°C se centrifuga, se lavan
dillas. los hematíes dos veces con solución salina tam ­
ponada y se suspenden al 1% en el mismo d ilu ­
yente.
Método e) Tubos de hemólisis.
f) Pipetas de 0,1 mi, 1 mi y 5 mi.
En una serie de tubos, colocar 0,5 mi de so­ g) Baño termostatizado, gradillas, centrífu­
lución salina tamponada. Al primero de la se­ ga.
rie, añadirle 0,5 mi del suero a valorar, m ez­
clar, extraer 0,5 mi de la mezcla y transferirla Método
al segundo; 0,5 mi de ésta transferirla al terce­
ro, y así sucesivamente. El último tubo lleva En una serie de tubos pequeños, colocar 0,5
sólo solución salina como control. A ñadir a mi de diluciones crecientes del suero a valorar
todos los tubos 0,5 mi de suspensión antigéni­ y añadir a cada uno de ellos 0,5 mi de glóbulos
ca e incubar a 37°C durante 2 horas. Leer los rojos sensibilizados con el antígeno poliosídi-
resultados. El título estará dado por la máxima co. Incubar a 37°C durante una hora y dejar a
dilución capaz de dar aglutinación visible. temperatura ambiente hasta el día siguiente. Se
En los casos de urgencia pueden acelerarse examinan los tubos y se determina cuál es la
los resultados incubando durante 15 minutos m áxim a dilución con capacidad aglutinante.
a 37°C y centrifugando luego a 3.000 rpm du­ Para ello se sigue el criterio indicado en h e-
rante 5 m inutos. Previa agitación suave, d e ­ moaglutinación pasiva de Boyden.
term inar cuál es la m áxim a dilución ag lu ti­ Es necesario incluir siempre testigos consti­
nante. tuidos por glóbulos rojos no sensibilizados y
710 Metodologías

suero a analizar, y glóbulos rojos sensibilizados ción buffer de pFI 6,4 y 2 mi de antígeno. Mez­
frente a sueros negativos y de positividad cono­ clar y dejar a temperatura ambiente 10 minu­
cida. tos. Centrifugar y lavar dos veces con 4 mi de
suero normal de conejo al 1% en solución sali­
P o r s e n s ib il iz a c ió n p r e v ia
na, llevando finalm ente el sedimento a 2 mi
(A N T ÍG E N O S PR O T E IC O S)
con el mismo diluyente.
Sim ultáneam ente se prepara la suspensión
1. Hemoaglutinación pasiva de Boyden'’^-''' testigo de glóbulos rojos tañados siguiendo el
procedimiento anterior, pero reemplazando el
M aterial necesario antígeno por solución salina.
Nota: para algunos antígenos, como el toxoi-
a) Antígeno: debe emplearse la concentra­ de tetánico, por ejemplo, se consiguen mejores
ción óptima en cada caso, que varía entre 1 y 5 suspensiones aglutinantes si para el tañado de
mg de proteína por mi. los eritrocitos se usa una dilución 1:40.000.
b) Suero a valorar: previo a su uso debe ser
calentado a 56°C durante 30 minutos y adsorbi­ Método
do con hematíes lavados no sensibilizados para
eliminar anticuerpos heterófilos. Para ello, aña­ Siendo la reacción altam ente sensible, el
dirle un 10% del paquete globular e incubar a suero a valorar debe ser diluido en forma con­
temperatura ambiente durante una hora, clarifi­ veniente.
cando por centrifugación. En una serie de tubos colocar 0,5 mi del sue­
ro a valorar diluido en razón 2, utilizando suero
c) Solución buffer de pH 7,2: normal de conejo al 1% en solución salina co­
mo diluyente. Añadir a todos los tubos 0,05 mi
Cloruro de sodio 0,15 M ..................... 500 mi de glóbulos rojos tañados y sensibilizados al
Fosfato monopotásico 0,15 M ........... 120 mi 2,5%. Incluir dos tubos testigos que contengan
Fosfato disódico 0 ,15 M ..................... 380 mi 0,5 mi de la primera y las últimas diluciones
del suero a valorar, respectivamente, a los que
d) Solución buffer de pH 6,4: se les añade 0,05 mi de glóbulos rojos tañados
no sensibilizados al 2,5%.
Cloruro de sodio 0 ,15 M ..................... 500 mi Agitar y dejar a temperatura ambiente efec­
Fosfato monopotásico 0,15 M ........... 339 mi tuando la lectura entre las 3 y 24 horas.
Fosfato disódico 0,15 M ..................... 161 mi Puede facilitarse la lectura con la ayuda de
un espejo cóncavo. Conviene incluir tubos con­
e) Solución salina: cloruro de sodio 0,15 M. trol con sueros positivos y negativos.
f) Glóbulos rojos lavados al 2,5%: normal­ La figura 9-26 muestra los fondos de los tu­
mente se emplean los de carnero. bos de reacción, en los que pueden verse distin­
La sangre obtenida por punción venosa se tos grados de hemoaglutinación.
m ezcla con solución de A lsever y en el m o­
mento del uso se lava tres veces con 10 volú­
menes de solución salina y se diluye al 2,5% en 2. Hemoaglutinación pasiva previa sensibiliza­
buffer de pH 7,2. Para su valoración se emplea ción con tricloruro de cromo (CrCl¡)‘''^
el método indicado en Complemento (cap. 22).
g) Solución de tanino: se prepara al 1% en El material y el instrumental necesarios son
agua destilada. Se conserva bien en heladera, los indicados en los otros métodos de hemoa­
debiendo desechársela si contiene precipitados. glutinación.
El tanino a usar debe ser de muy buena calidad.
Para la reacción se usa una dilución 1:20.000 a) Sensibilización de glóbulos rojos: se em ­
en solución salina, la que se prepara a partir de plean glóbulos rojos humanos del grupo O, Rh
la solución madre. negativo, o hematíes de pollo, los que, previo
h) Tañado de los hematíes: mezclar volúme­ lavado por tres veces, son suspendidos en solu­
nes iguales de glóbulos rojos al 2,5% y tanino ción de NaCl 0,15 M. Antes de su uso se sepa­
1:20.000. Incubar a 37°C durante 10 minutos y ran los glóbulos rojos por centrifugación.
centrifugar a 2.000 rpm durante 5 m inutos. A un volumen de NaCl 0,15 M añadirle y
Volcar el sobrenadante y lavar con un volumen mezclar un volumen de la solución del antíge­
igual de solución buffer de pH 7,2, efectuando no proteico (0,5-3 mg.ml *) y un volumen del
luego un lavado con solución salina. Resuspen­ paquete de los glóbulos rojos lavados. Añadir
der en ella hasta volumen original. luego 2 volúm enes de una dilución 1/50 en
i) Sensibilización de los hematíes: a 2 mi de NaCl 0,15 M de una solución madre de CrClj
glóbulos rojos tañados agregar 8 mi de solu­ (CrClj 6H,0 al 1% en agua destilada). Agitar
Métodos utilizados para la identificación y cuantificación de antígenos 711

intensamente 5-15 minutos. Añadir 20-40 vo­ lución salina fosfatada añadirles 0,1 mi de una
lúmenes de NaCl 0,15 M, centrifugar, lavar 3 suspensión de glóbulos rojos de carnero al 50% ,
veces con la m ism a solución y suspender al previamente lavados y suspendidos en el mismo
2%. diluyente. Agregar 1 ml de bencidina bis-diazo-
Si los iiematíes así sensibilizados dieran au- tizada diluida 1:30 en solución salina fosfatada
toaglutinación en solución salina, significa que y m antener la mezcla a temperatura ambiente
el tratamiento con CrClj ha sido excesivo. Para durante 15 minutos. Centrifugar 5 m inutos a
una buena sensibilización se necesita exceso de 1.500 rpm, volcar el sobrenadante y lavar los
antígeno; de ahí que dicha concentración y el glóbulos rojos dos veces con solución salina
tiempo de tratamiento con CrClj deben ser re­ tamponada. Suspender en 2,5 ml de la m ism a
gulados en cada caso, dentro de los rangos se­ solución adicionada de 1% de suero normal de
ñalados. conejo. Se obtiene de este modo una suspensión
b) Suero a analizar (calentado 30 minutos a de glóbulos rojos sensibilizados al 2%.
56°C): previa dilución 1:10, se lo mezcla con c) Suero a valorar: luego de un calentamien­
igual volumen de glóbulos rojos lavados e in­ to a 56°C durante 30 minutos se lo adsorbe con
cuba una hora a 37°C. Se separan los glóbulos glóbulos rojos para eUminar anticuerpos hete-
por centrifugación y el sobrenadante, libre de rófilos.
cualquier heteroaglutinina natural antihematíe, d) Solución salina tamponada: cloruro de so ­
es el que se utiliza en los ensayos. dio 0,15 M, fosfato 0,01 M, pH 7,2.
e) Tubos de hemólisis.
Método f) Pipetas de 0,1 ml, 1 ml y 10 ml.
g) Baño termostatizado, gradillas, centrífuga.
En una serie de tubos de hemólisis colocar
0.5 ml de diluciones seriadas en razón 2, del Método
suero a valorar. Añadirles 0,05 ml de glóbulos
rojos sensibilizados con el antígeno específico La reacción se hace mezclando 0,5 ml de d i­
y dejar a tem peratura am biente 10 m inutos. luciones seriadas del suero a valorar y 0,05 mi
Centrifugar un minuto a 1.000 rpm y leer los de la suspensión de glóbulos rojos sensibiliza­
resultados como en los métodos ya descritos. dos.
Los resultados se leen a las 18 horas de p e r­
P o r f ija c ió n d ir e c t a o in d ir e c t a manecer los tubos a temperatura ambiente.
D E A N T ÍG E N O A G L Ó B U L O S R O JO S M ED IA N T E
u n io n e s CO VA LEN TES 2. Método del difluordinitrobencem/'-’

1. Método de la hencidina his-diazotizada^'’ Se utiliza para la investigación de anticuer­


pos antidinitrofenol. La marcación de los h e ­
La hencidina tratada con ácido nitroso da un matíes con difluordinitrobenceno se hace sobre
bis-diazo capaz de copularse simultáneamente los residuos lisina de la membrana celular.
con un antígeno y restos reactivos de la mem ­
brana de los eritrocitos. M aterial necesario

M aterial necesario a) Solución buffer-EDTA pH 7,5: se deben


disolver 17 g de EDTA disódico en 300 ml de
a) Bencidina bis-diazotizada: disolver 0,23 g agua destilada, ajustar a pH 7,5 con NaOH N
de bencidina en 45 ml de HCl 0,2 N y enfriar en (± 45 ml) y añadir luego NaCl 0,15 M h asta
baño de hielo. Separadamente, disolver 0,175 g completar un litro.
de NaNOj en 5 ml de agua destilada y enfriar b) Solución buffer-EDTA pH 8,4: disolver
del mismo modo. En un período de aproxima­ 1,7 g de EDTA disódico y 5 g de glucosa en 80
damente un minuto, añadir, con agitación cons­ ml de agua destilada. A justar a pH 8,4 con
tante, la solución de nitrito de sodio sobre la NaOH N y completar a 100 ml con agua d esti­
bencidina. M antener la mezcla en el baño de lada.
hielo durante 30 minutos, agitando cada 5 m i­ c) Glóbulos rojos de carnero, conejo o h u ­
nutos. Para dar por terminada la reacción con­ manos marcados con DNP: lavar los hematíes
viene investigar la ausencia de nitrito libre con 3-5 veces con buffer-EDTA pH 7,5 y suspen­
reactivo de ioduro de potasio-almidón. derlos al 10% en el mismo buffer.
La bencidina bis-diazotizada se conserva a D isolver 1-3 di flúor 4-6 dinitrobenceno al
- 2 0 ”C; es conveniente repartir el material en 2% en acetona y por cada 0,15 ml añadirle 1 ml
ampollas y almacenarlo hasta su uso. de buffer-EDTA pH 8,4. Inmediatamente, a un
b) Sensibilización de los glóbulos rojos: a 3 volumen de éste añadirle, gota a gota y agitan­
ml de solución antigénica (1 a 3 m g-m l‘) en so­ do, la mitad del volumen de glóbulos rojos al
712 Metodologías

10%. Dejar a 37°C durante 15 minutos e inte­ 7,2 y ajustar a la concentración adecuada (1-2
rrumpir la reacción por añadido de 6 volúme­ mg • mL')-
nes de buffer-EDTA pH 7,5. Centrifugar, lavar c) A 10 mi de esta solución, añadir 0,4 mi
tres veces con el mismo buffer y completar a del paquete de glóbulos rojos de carnero, mez­
un volumen cinco veces superior al de glóbulos clar para homogeneizar y adicionar la cantidad
rojos inicialmente usado. De este modo se tiene óptima de glutaraldehído al 2,5% en agua (0,52
una suspensión final de glóbulos rojos dinitro- mi). Continuar agitando durante 1 hora, lavar
fenolados al 2%. las células tres veces con el buffer de fosfatos
Si no se dispone de difluordinitrobenceno indicado (10 mi cada vez) y suspender final­
para la marcación, puede usarse fluordinitro- mente en 5 mi del mismo buffer que contiene
benceno. Como aquí la reacción es más lenta, 1% de suero normal de conejo o seroalbúmina
para conseguir buenos resultados el buffer ED­ bovina.
TA pH 7,5 a utilizar durante la marcación debe Reacción. Con el suero a analizar, efectuar
prepararse con NaCl 0,3 M. Para la interrup­ d iluciones seriadas usando com o diluyente
ción de la reacción y los lavados debe usarse NaCl 0,15 M fosfatos 0,01 M, pH 7,2, añadido
buffer-EDTA pH 7,5 preparado con NaCl 0,15 de 1% de suero normal de conejo o seroalbú­
M. Pueden usarse también glóbulos rojos trini- mina bovina. A 0,5 mi de cada dilución añadir
trofenolados, los que se preparan de la siguien­ 0,05 mi de glóbulos rojos sensibilizados, mez­
te manera; con el paquete de glóbulos rojos clar por agitación y dejar a 4°C por toda una
previamente lavado con buffer de fosfatos 0,1 noche. Leer los resultados.
M.pH 7,8, preparar una suspensión el 5% (v/v)
en el mismo buffer. H e M O A G L U T IN A C IÓ N p a s i v a PA R A A N T ÍG E N O S
Preparar una solución de trinitrofenil sulfo­ PR O T E IC O S Y PO L IO SÍD IC O S U S A N D O G L Ó B U L O S
nato de sodio (TNB) de 3 mg ■mi ' en buffer R O JO S E S T A B IL IZ A D O S C O N A L D E H ID O S^'
de fosfatos 0,1 M. pH 7,8.
A un volumen de la suspensión de glóbulos Glóbulos rojos de carnero, pollo o conejo,
rojos añadir, gota a gota y agitando m anual­ estabilizados con aldehido fórmico o pirúvico,
m ente, un volum en igual de TNB. D ejar en pueden fijar directamente antígenos proteicos o
agitación rotatoria por 1 hora a tem peratura hidrocarbonados y ser utilizados para reaccio­
ambiente. Lavar los glóbulos rojos trinitrofeno- nes de hem oaglutinación. Para los antígenos
lados con NaCl 0,15 M, fosfatos 0,01 M, pH proteicos los mejores son los glóbulos rojos de
7,2 y suspender en el mismo buffer. carnero estabilizados con aldehido fórmico y,
d) Suero a valorar: previo a su uso se lo ca­ para los hidrocarbonados, los de conejo estabi­
lienta a 56"C durante 30 minutos y se adsorbe lizados sucesivamente con aldehido pirúvico y
con glóbulos rojos no marcados para eliminar fórmico.
anticuerpos antihematíes naturales que pudie­ Estos glóbulos rojos así sensibilizados, con­
ran existir. servados en heladera, se mantienen útiles por
e) Tubos de hemóhsis. cinco semanas.
f) Pipetas de 0,1 mi, 1 mi y 10 mi.
g) Baño termostatizado, gradillas, centrífuga. Estabilización de glóbulos rojos
de carnero con aldehido fórm ico
Método
Se emplean glóbulos lavados, suspendidos al
A 0,5 mi de diluciones seriadas del suero a 8% en buffer de fosfatos 0,11 M, pH 7,2. A un
valorar, añadir 0,05 mi de glóbulos rojos dini- volumen de formol (aldehido fórmico al 40%)
trofenolados, incubar 15 minutos a 37°C y de­ al 7,5% en buffer de fosfatos 0,11 M, pH 7,2,
jar a temperatura ambiente hasta el día siguien­ se le añade con agitación continua un volumen
te. La lectura de los resultados se efectúa en la de glóbulos rojos al 8%. Se mantiene la agita­
forma ya indicada. ción (agitador magnético) durante 17 horas a
temperatura ambiente (20“C) y luego se centri­
3. Método del glutaraldehído'^‘^'^'^^ fuga y lava cinco veces con buffer de fosfatos.
Se filtra por gasa y se lo suspende al 10% en
M aterial necesario buffer de fosfatos 0,11 M. Se conserva a 4“C.

a) Glóbulos rojos de carnero lavados no m e­ Sensibilización, con antígenos proteicos,


nos de tres veces con buffer de fosfatos 0,15 de glóbulos rojos estabilizados con aldehido
M , pH 7,2. Separar el paquete globular por fórm ico
centrifugación.
b) Dializar la proteína antigénica a fijar a los Se suspende 0,1 mi del paquete globular en 9
eritrocitos contra buffer de fosfatos 0,15 M, pH mi de buffer de acetato 0,1 M, pH 5 y se le
Métodos utilizados para la identificación y cuantificación de antígenos 713

añade 1 mi de solución de antígeno (0,5-3 mg- Cuando se emplean bacterias como


mi). El buffer a utilizar debe ser de un pH pró­ soporte^^
ximo al punto isoeléctrico de la proteína. El in­
dicado es el recomendado para ovoalbtimina o En algunas oportunidades pueden emplearse
albúminas séricas. Se los mantiene en agitación bacterias como soportes, en sustitución de h e ­
durante 2 horas, se los lava cinco veces y sus­ matíes, para reacciones de aglutinación pasiva.
pende al 1% en buffer de fosfatos 0,11 M, pH Una de las más utilizadas es el Micrococcus ly-
7,2. sodeikticus, y el método de fijación de los antí­
genos, es el de la carbodiim ida hidrosoluble.
Estabilización de glóbulos rojos de conejo Este método da buenos resultados para diferen­
con aldehido pirúvico y fórm ico tes tipos de antígenos como los toxoides, albú­
minas, gammaglobulina, etc.
Glóbulos rojos de conejo son estabilizados
con aldehido pirúvico al 3% (ajustado a pH
7,2 con NaOH) de manera similar a la indica­ M aterial necesario
da para aldehido fórm ico. Finalmente se los
suspende al 8% en buffer de fosfatos 0,11 M, a) M icrococcus lysodeikticus: la masa m i­
pH 7,2. A un volum en de los mism os se le crobiana necesaria se obtiene por cultivo de
añade un volumen de aldehido fórmico al 3% una cepa controlada, en agar peptonado e n ri­
(formol al 7,5% ) en buffer de fosfatos y se quecido con 5% de extracto de levadura. D es­
agita 17 horas a 20-24°C. Se filtra por gasa y pués de 48 horas de incubación a 37“C las bac­
se los suspende al 10% en buffer de fosfatos terias se suspenden en solución salina fosfatada
0,11 M, pH 7,2. y se las calienta a 60°C durante 1 hora; repítase
el calentam iento al día siguiente. Hechos los
Sensibilización, con antígenos controles de esterilidad, se procede a centrifu­
hidrocarbonados, de glóbulos rojos gar y lavar por tres veces el sedimento m icro­
de conejo estabilizados con aldehido biano, usando para ello solución salina fosfata­
pirúvico y fórm ico da, suspendiendo finalmente al 80% en el m is­
mo diluyente.
Se suspende 0,1 mi del paquete globular en 9 b) Sensibilización de las bacterias; a 1 mi de
mi de buffer de fosfatos 0,11 M, pH 7,2 y se la suspensión bacteriana al 80% se añaden 6,6
añade 1 mi de la solución de antígeno (10-300 m i de la so lu c ió n p ro te ic a an tig é n ic a (1 5
)ig • mf*)- Se agita durante una hora, se lava mg-mf^ en solución salina fosfatada) y 5 mi de
cinco veces y se suspende al 1% en buffer de clorhidrato de l-etil-3-(3-dimetilaminopropil)-
fosfatos 0,11 M, pH 7,2. carbodiim ida al 10%; se m antiene la m ezcla
Reacción: Puede hacerse en placas con con­ con agitación constante 14 a 16 horas, a 4°C.
cavidades o en tubos. Para la reacción se efec­ Se lavan las bacterias dos veces con Na^EDTA
túan diluciones seriadas del suero en fosfato al 2% en solución salina fosfatada y se las su s­
0,11 M, pH 7,2, adicionado con 0,1% de gelati­ pende al 5% en solución salina.
na y 0,5% de albúm ina (conejo o humana) o c) Suspensión microbiana control; se prepara
1% de suero normal. Si se efectuara en placas, en las m ism as c o n d ic io n e s e sp e c ific a d a s
en cada concavidad se colocan 25 |U,1 de las di­ en b), pero sustituyendo los 6,6 mi de solución
luciones séricas e igual volum en de glóbulos proteica antigénica por solución salina fo sfa­
rojos sensibilizados. Si se hace en tubos, los tada.
volúmenes son 0,5 mi. Se agita tres veces con d) Coloración de las bacterias; para facilitar
intervalos de 10 minutos y se deja a temperatu­ la visualización, las bacterias sensibilizadas
ra ambiente durante 16-20 horas. Las lecturas pueden teñirse por el añadido de azul de meti-
se hacen de manera similar a las ya indicadas. leno al 4% en solución salina fosfatada (0,05
Nota: Los glóbulos rojos formolizados, obte­ mi por cada mi de suspensión bacteriana). C o­
nidos de acuerdo con las indicaciones dadas en mo conservador puede añadirse azida sódica al
el método precedente, pueden ser utilizados pa­ 0,1%. Debe conservársela a 4°C.
ra la preparación de glóbulos rojos sensibiliza­ e) Suero por valorar; previo calentamiento a
dos por la bencidina bisdiazotizada o el difluor- 56°C durante 30 m inutos, adsorberlo con la
dinitrobenceno, tal como si fueran glóbulos ro­ suspensión m icrobiana no sensibilizada p a ra
jos frescos. En, el caso de sensibilización por elim inarle cualquier anticuerpo inespecífico
tanino, éste debe usarse en una dilución de que pudiera contener.
1:2.000 en lugar de 1:20.000. f) Solución salina fosfatada; NaCl 0,15 M ,
Tienen la ventaja de conservarse estables va­ fosfatos 0,01 M, pH 7,2.
rias semanas y no Usarse en soluciones hipotó- g) A glutinoscopio o placas p ara aglutina-
nicas.
714 Metodologías

Método M ateriales necesarios


E n la p la c a d el a g iu tin o s c o p io c o lo c a r a) E ritrocitos de carnero: se preparan de
0,03 ml de las diluciones seriadas del suero por acuerdo a las indicaciones dadas en el capítulo
valorar que contiene los anticuerpos específi­ 22. Su concentración final depende del sistema
cos para el antígeno fijado a las bacterias y hemolítico a preparar.
0,03 ml de la suspensión de bacterias sensibili­ b) H emolisina anticarnero: los métodos de
zadas. preparación y titulación ya han sido indicados
Colocar como control, 0,03 ml de la primera en el capítulo 22.
dilución de suero y 0,03 ml de la suspensión c) Complemento: se utiliza una mezcla de
microbiana no sensibilizada. sueros frescos de cobayo. Los métodos de va­
Mezclar con una varilla de vidrio o monda­ loración en unidades 50 y 100% hemolíticas y
dientes y determinar directamente, entre los 2 y las recomendaciones para su conservación fue­
4 minutos, si hay aglutinación. ron especificadas en el capítulo 22.
d) Buffer Veronal-salino: se emplea el reco­
mendado por Mayer (capítulo 22).
Cuando se emplean sustancias inertes e) Solución frenadora de la hemólisis: citrato
como soportes de sodio al 4% en solución de cloruro de sodio
0.15 M, mantenida en baño de hielo para ser
O tras sustancias distintas de los hem atíes agregada helada.
han sido utilizadas para la fijación de antíge­ f) Antígenos; deben ser titulados previamen­
nos. Eiguran entre ellas las partículas de bento- te a su uso. Para ello se efectúan reacciones
nita de diámetro conveniente seleccionadas por con diferentes diluciones de él, respetando las
centrifugación diferencial, las partículas de co­ dosis de antígeno indicadas para el sistema. Se
lodión y las de látex (poiiestireno) de 0,21 a considera como óptima para la reacción aquella
0,81 jl de diámetro. que dé el máximo de sensibilidad y especifici­
De todas ellas, la más usada es el látex de dad cuando se la ensaya frente al anticuerpo es­
poiiestireno, el que suspendido al 1% en solu­ pecífico y a otros no relacionados.
ción sahna boratada de pH 8,2 (partes iguales g) Sueros a examinar: deben ser frescos y
de NaCl 0,3 M y ácido bórico 0,1 M ajustado a mantenidos en heladera no más de 48 horas. En
pH 8,2 con NaOH), glicina 0,1 M ajustada a caso de que deban conservarse más tiempo, pa­
pH 8,2 con NaOH 0,1 N u otras soluciones es- ra evitar que se vuelvan anticomplementarios
tabilizadoras, puede fijar antígenos en su super­ por agregación de gammaglobulina o contami­
ficie por sim ple contacto, a tem peraturas y naciones, se les añade 0,1% de cisteína o glici­
tiempos variables. Las concentraciones antigé­ na y 0,01% de Merthiolate, que no interfieren
nicas y las condiciones de fijación deben esta­ en la prueba. Antes de su uso deben ser calen­
blecerse experimentalm ente en cada caso. Se tados a 56°C durante 30 minutos.
consiguen buenas fijaciones entre los 35“C y h) Tubos de hemólisis.
los 50°C; los tiempos varían con la temperatura i) Pipetas de 1 ml y 5 ml.
empleada. j) Gradillas, baños termostatizados, centrífu­
Con las partículas sensibilizadas se hacen ga, refrigeradora.
reacciones en placas, m ezclando volúm enes k) Espectrofotómetro.
iguales (aproximadamente 0,05 ml) de ellas y
del suero a analizar. Las lecturas se efectúan a 1. Reacción cualitativa con lectura del 100%
los 3-5 minutos y la positividad se establece de hemólisis
por la aparición de grumos. El método puede
hacerse cuantitativo si se utilizan distintas dilu­ Tubos 1 2 3 4 5 6
ciones del suero. 0,1 _ 0,1
S uero a analizar 0,1
Suero a analizar - 0,1 - _ -
diluido 1:5
F IJA C IÓ N A ntígeno 0,1 0,1 0,1 _ 0,1 -

Com plem ento Id r Id r Idr Idr - Idr


DEL COMPLEMENTO» diluido 1:30*
B uffer c.s.p. 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
Pueden emplearse sistemas con lecturas fina­ Incubar 1 hora a 37»C
les del 50 a 100% de hemólisis, los que a su S istem a hem olí- 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
lico ** Incubar 30 m inutos a 37°C
vez pueden ser cualitativos o cuantitativos.
L ectura de los resultados
Como varios de los reactivos a utilizar son
comunes a los diferentes sistemas, se describi­ dr= dosis de reacción obtenida en la titulación (100% hem ojítica)
E l siste m a a em p le a r está co n stitu id o p o r g ló b u lo s ro jo s al 2% y
rán en conjunto los materiales necesarios y lue­ 2DHioo/mÍ de h em o lisin a , m ez clad o s en p arte s iguales.
go los métodos para cada reacción. El v o lu m en d e ios re activ o s está ex p resad a en m l.
Métodos utilizados para la identificación y cuantificación de antígenos 715

Interpretación
Tubo I Tubo 2 R esultado

O O
O 50
25 75 ++
% de lisis +
50 100
75 100
100 100

Los tubos 1 y 2 son de reacción. Los tubos 3, 4 y 6 (100% de hemólisis) y el tubo 5 (0% de h e ­
móhsis) son testigos.

2. Reacción cuantitativa con lectura del 100% de hemólisis

Tubos 10 II
Suero a analizar 1:1 0,1 0,1 0,1
Suero a analizar 1:5 0,1
Suero a analizar 1:10 0,1
Suero a analizar 1:20 0,1
Suero a analizar 1:40 0,1
Suero a analizar 1:80 0,1
Suero a analizar 1:160 0,1
A ntígeno 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1
C om plem ento diluido 1:30 Id r Id r Idr Idr Id r Idr Id r Idr Id r Id r
B uffer c.s.p. 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0 ,5
Incubar 1 hora a 37°C
Sistem a hem olítico 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
L ectura de los resultados

El v o lu m en d e los re acü v o s e s tá e x p resad o en m i.

Los tubos 1 a 7 son de reacción, y los tubos nm, calculando los porcentajes de hemólisis en
8 a 11, controles. cada tubo y usando como testigos tubos que
Las dosis reactiva (dr) de complemento y el corresponden al O y 100% de hemólisis, prepa­
sistema hemolítíeo a emplear son los ya indica­ rados por el agregado de 1 mi de buffer y 1 mi
dos en la reacción cualitativa. de agua destilada, respectivamente, a 1 mi de
El título estará dado por la máxima dilución sistem a hem olítico. Producido el lacado, se
capaz de inhibir la hemólisis en forma parcial o añade a ambos tubos 2 mi de citrato de sodio
total. Si se expresa el resultado en unidades, és­ helado.
tas corresponderán a la inversa de la dilución El sistema hemolítico a emplear en la reac­
que produce el efecto deseado (unidades/0,1 ción se prepara mezclando partes iguales de
mi). glóbulos rojos de carnero al 5% y 5 DHj,/ml de
Leer las DO en el espeetofotóm etro a 565 hemolisina.

3. Reacción cualitativa con lectura del 50% de hemólisis

Tubos / 2 3 4 5 6 7

0,1 ... - 0,1


A ntígeno diluido según titulo 0,1 0,1 -

Suero a analizar 1:1 0,1 ... 0,1 0,1 0,1 0,1


Suero a analizar 1:5 - 0,1 - - - -
C om plem ento 3CH,(, en 0,2 m i 0,2 0,2 0,2 0,2 - - -
Com plem ento 2 C H 5,, en 0,2 mi - - - - 0,2 - -
Com plem ento 4CH,,| en 0,2 mi - -- - - - 0,2 -
B uffer V eronaLsalina 0,6 0,6 0,7 0,7 0,6 0,6 0,8
Incubar 18 horas a 4 “C y 15 m inutos a 37“C
Sistem a hem olítico 1 1 1 1 1 1 1
Incubar 30 m inutos a 37°C
Citrato de sodio al 4% helado 2 2 2 2 2 2 2
Centrifugar a 3.500 rpm durante 5 m inutos y esperar el sobrenadante

El volum en de los re activ o s es tá ex p resad o en m i.


716 Metodologías

Interpretación

Tubos 1 2 3 4 5 6 7 Positividad

í 0 0 50 a > 50 50 a > 50 50 a > 50 >50 0 ++++


0 12 50 a > 50 50 a > 50 50 a > 50 >50 0 +++
% de hem ólisis 0-12 12-25 50 a > 50 50 a > 50 50 a > 50 >50 0 -H-
12-25 25-50 50 a >50 50 a > 50 50 a >50 >50 0 +
25-50 50 a > 50 50 a > 50 50 a > 50 50 a > 50 >50 0 ±
50 a > 50 50 a > 50 50 a > 50 50 a >50 50 a > 50 >50 0 -

4. Reacción cuantitativa con lectura del 50% reactivas 50% hemolíticas. Para ello multipli­
de hemólisis (cuadro A) car la dilución del suero que más se aproxima a
50% de lisis por el factor correspondiente. Su
Separar los sobrenadantes y leer en el espec­ inversa constituye el número de unidades reac­
trofotómetro las DO a 565 nm; calcular el por­ tivas de anticuerpo por 0,1 mi.
centaje de hem ólisis en cada tubo y emplear Para las condiciones indicadas en la reac­
para ello los tubos 13 (0% de lisis) y 14 (100% ción, 3CH,g de complemento constituye la do­
de lisis). Los tubos 9, 10,11 y 12 son testigos. sis óptima.
U tilizando cualquiera de los métodos des­
critos al ocuparnos de la valoración de com ­ 5. R e a c c ió n de fija c ió n d e c o m p le m e n to
plem entos en unidades 50% hemolíticas, cal­ en placas
cular cuál es la dilución del suero que da 50%
de hem ólisis. Su inversa corresponde a las Materiales necesarios
unidades de anticuerpo por mililitro.
Aplicando la ecuación de von Krough a este a) Sueros a examinar inactivados por calen­
sistema reactivo, el valor de 1/n = 0,2. Con él tamiento a 56“C por 30 minutos.
se ha calculado el cuadro 35-3, que correspon­ b) Sueros controles positivos y negativos,
de a los valores de 1 (1-x) para los diferentes inactivados.
porcentajes de hemóhsis, ya que lo que se mide c) Glóbulos rojos de carnero al 2,8%, según
es consumo de complemento. Siempre que las se indicó en el capítulo 22.
condiciones de la reacción no se modifiquen ni d) H em olisina valorada en placas frente a
varíen, se la puede usar para calcular las dosis glóbulos rojos al 2,8%.

C u ad ro A. Reacción cuantitativa con lectura del 50% de hemólisis


T uhos 3 5 7 8 10 II 12 13 14

A ntígeno diluido
según título
0,1 0,1 0,1 0 ,¡ 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1

Suero 1:1 0,1 0,1


Suero 1:2 0,1
Suero 1:4 0,1
Suero 1:8 0,1
Suero 1:16
Suero 1:32 0,1
Suero i :64 0,1
Suero 1:128 0,1
Com plem ento 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2 0,2
3 C H 5„ en 0,2 mi
C om plem ento 0,2
2CH,,, en 0,2 mi
C om plem ento 0,2
4CHj(, en 0,2 mi
BuíTer V eronal-salina 0,6 0,6 0,6 0,6 0,6 0,6 0,6 0,6 0,7 0,7 0,7 0,7 0,9
A gua destilada 0,9
Incubar 18 horas a 4°C y 1.5 m inutos a 37°C
Sistem a hem olítico 1 1 1 7 1 1 1 1 1 1 1
Incubar a 37“C durante 30 m inutos
C itrato de sodio al 4% 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2
helado C entrifugar a 3500 rpm durante 5 m inutos
Métodos utilizados para la identificación y cuantificación de antígenos 717

Cuadro 35-3 Cuadro 35-4. Estándares de porcentaje de li-


—— —- —---------------------—- sis
% de lisis Factor % de lisis F actor
Solución
10 1,36 55 0,96 de hem oglobina Eritrocitos
12 1,33 60 0,92 H em ólisis (ml) a l 0,28% (m l)
14 1,30 65 0,87
16 1,28 70 0,82 0 0,0 LO
18 1,26 75 0,75 10 0,1 0.9
20 1,24 80 0,68 20 0,2 0.8
25 1,20 82 0,65 30 0,3 0.7
30 1,16 84 0,61 40 0,4 0.6
35 1,12 86 0,57 50 0,5 0,5
40 1,08 88 0,51 60 0,6 0,4
45 1,04 90 0,45 70 0,7 0.3
50 1 80 0,8 0,2
90 0,9 0,1
100 1,0 0,0
L os eritro cito s al 0,28% se p re p ara n m ez clan d o 1 volum en de g l ó ­
e) Sistema hemolítico. Mezclar partes igua­ bulos ro jo s al 2 ,8 % (su sp e n sió n estándar) y 9 v o lú m en es de b u ff e r
d iluyente.
les de glóbulos rojos al 2,8% y hemoUsina (2 L a so lu ció n d e h e m o g lo b in a se p re p ara m ez clan d o 1 m l d e g l ó b u ­
dmh • por ml '). los rojos d e ca rn ero al 2 ,8 % , b ien h o m o g en e iz ad o s con 7 v o lú m e ­
f) Diluyente. Es el mismo que se utiliza para nes d e a g u a d estilada, A g itar h asta que los eritro cito s estén lisa d o s .
A ñ a d ir lu eg o 2 m l d e b u ffer d e d ilu ció n y m ezclar.
el macrométodo.
g) Antígeno, usado a la dilución óptima, pre­
via valoración en placas.
h) C om plem ento. Suero fresco de cobayo llar la reacción de fijación de complemento en
valorado en placas frente al sistema hemolítico placas, se indican en la figura 35-5.
indicado. Las dosis 5 CH^g deben estar conteni­
das en 50 |0,1. Las dosis de complemento 2,5 M edición de la capacidad fijadora
CHjg y 1,25 CH jq se preparan diluyendo la do­ de complemento, usando glóbulos
sis 5 CHjg a 1:2 y 1:4 en buffer diluyente, res­ rojos marcados con ®^Cr
pectivamente.
M ateriales necesarios
Método
a) Glóbulos rojos de carnero marcados con
Las cantidades y la distribución de los reacti­ “•■Cr. Para ello los eritrocitos son lavados con
vos, así como los pasos a seguir para desarro- buffer de Mayer (véase cap. 22) y resuspendidos

Dilución 5 2,5 . U25


de suero 1:8 1:16 1:32 1:64 1:128 1:256 C H ,, CH,,, GH,,

~ Suero descon. 25 25 25 25 25 25 25 25 25 A ntígeno Control


Reacción Antígeno 25 25 25 25 . 25 25 25 25 25 Diluyente antígeno
5C H j, 50 50 50 50 50 50 50 5() 50 Com plem ento

Suero descon. 25 25 25 25 25 25 25 25 25 Suero desc. 1:8 Control


Control Diluyente 25 25 25 25 25 25 25 25 25 Diluyente suero d esc.
_ 5CH„, 50 50 50 50 50 50 50 50 50 Com plem ento

Suero posil. 25 25 25 25 25 25 25 25 25 Suero posit. 1;8 Controi


Reacción Antígeno 25 25 25 25 25 25 25 25 25 Diluyente suero p osit.
5CH3„ 50 50 50 50 50 50 50 50 50 Com plem ento
Testigo
positivo Suero positiv. 25 25 25 25 25 25
Control Diluyente 25 25 25 25 25 25 50 50 50 Diluyente Control
5CH,„ 50 50 50 50 50 50 50 50 50 Com plem ento diluyente

— Suero negal. 25 25 25 25 25 25
Reacción Antígeno 25 25 25 25 25 25 100 Diluyente Control
Testigo 5 C H ,, 50 50 50 50 50 50 Sistem a
negativo hemol.
Suero negativo 25 25 25 25 25 25
Conlrol D iluyente 25 25 25 25 25 25
L 5 C H ,, 50 50 50 50 50 50

F ig. 35-5. Los volúm enes de los reactivos están expresados en |i.l. A gitar e incubar a 4“C por 15-18 horas. Añadir a to d o s
los pocilios 25 |0.1 del sistem a hem olítico (volúm enes iguales de eritrocitos de carnero al 2,8% y dosis óptim a de h e m o lisi­
na). C ubrir la placa con tira plástica transparente e incubar a 37°C durante 30 m inutos. R etirar. C olocar en cada uno de c in ­
co pocilios, 25 |il de los controles de O, 30, 50, 80 y 100% de lisis, preparados según el cuadro 35-4. C entrifugar si se di.s-
pone de centrífuga apropiada o dejar en heladera 2-3 horas hasta que las células sedim enten. Leer los resultados por c o m ­
paración con los testigos de porcentaje de lisis. Para que los resultados de la reacción sean válleos, los controles de 5 CLIj,,
y 2,5 CH 51, y 1,25 CHj,j deben dar los correspondientes grados de lisis.
718 Metodologías

al 50% en el mismo buffer. A 0,2 mi de la sus­ Siendo A, radiactividad del sobrenadante, y


pensión de hematíes se le añaden 50-100 |0,Ci de B, radioactividad del sedimento. Un 100% de
^'Cr (Na/'CrO^) en solución salina. La suspen­ lisis en los tres tubos significa reacción negati­
sión se incuba 1 hora a 37“C con agitación fre­ va.
cuente. Las células se lavan 4-5 veces con 20-30
volúmenes de buffer de Mayer. El sobrenadante
del último lavado no debe tener radiactividad IN V ESTIG A C IÓ N D E A N TIC U ER PO S
medible. Ajustar la suspensión celular a 2 X 10* ANTI RH INCOMPLETOS
eritrocitos por mi. La marca incorporada no de­
be ser inferior a 2.000 c.p.m. para la cantidad de Por dilución en medio albuminoideo^"’
eritrocitos a usar por tubo de reacción.
b) Hemolisina. Se la emplea a la dilución 2 M aterial necesario
ACH|,,„.ml"', determinada según se indicó en el
capítulo 22. a) Glóbulos rojos del grupo 0-Rh positivos
(D o de la especificidad deseada) al 4% en
Método NaCl 0,15 M adicionado con 15% de albúmina
bovina. Lavar los glóbulos tres veces eon 10
Tubox I 3 5 volúmenes de NaCl 0,15 M. Decantar el sobre­
nadante, medir 0,05 mi del paquete globular y
A ntígeno 0,25 0,25 0,25 0,25
A ntisuero 1:50 0,25 0,25
añadir 1,2 mi de NaCl 0,15 M con 15% de al­
A ntisuero 1:100 0,25 búmina bovina.
A ntisuero 1:200 0,25 b) Diluyente: albúm ina bovina al 20% en
C om plem ento 0,25 0,25 0,25 0,25 0,25 0,25 NaCl 0,15 M.
D iluyente 0,25 0,25 0,25 0,50 0,50 0,75 1,0
c) Suero a valorar.
hicubar a 37“C por I hora d) Tubos de hemólisis pequeños.
S istem a
hem olítico* 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 e) Pipetas de 0,01,1 mi y 5 mi.
Incubar a 37“C por 30 m inutos f) Gradillas, baño termostatizado, centrífuga.
* El s iste m a h e m o lític o usad o estíl co n stitu id o p o r u n a m ez cla de
p a rte s iguales d e eritro cito s d e ca rn ero y h em o lisin a en las c o n c e n ­ Método
tra c io n e s in d ic a d o s . E l v o lu m en d e lo s re a c tiv o s e s tá e x p re s a d o
en m i.
En una serie de tubos, colocar 0,1 mf de di­
luciones crecientes en razón 2, del suero a va­
lorar en albúmina bovina al 20%. Añadir a to­
c) Complemento. Se utiliza suero fresco de dos los tubos 0,1 mi de la suspensión de glóbu­
cobayo diluido convenientemente de modo que los rojos al 4% e incubar una hora a 37°C. Cen­
1 CH|pg esté contenida en 0,25 m. La determi­ trifugar un minuto a 1.000 rpm. Determinar el
nación de las unidades CH,pg se efectúa como título estableciendo cuál es la máxima dilución
se indicó en el capítulo 22. aglutinante, previa agitación suave del sedi­
d) Antígeno. Se lo diluye de manera tal que mento globular.
contenga 10-15 ¡ag.ml'. Deben incluirse en la reacción tubos testigos
e) El suero a valorar, previamente inactivado con sueros positivos y negativos.
a 56°C por 30 mirmtos, se lo diluye 1:50, 1:100
y 1:200. Por modificación previa de la superficie
f) Diluyente. Buffer de M ayer (véase cap. de los hematíes por acción enzimática^f’
22 ).
Finalizada la incubación, los tubos son cen­ M aterial necesario
trifugados y se procede a medir la radiactividad
en 0,75 mi de cada uno de los tubos y en los se­ a) Glóbulos rojos 0-Rh positivos (D o de la
dimentos de todos ellos, previa eliminación del especificidad deseada) tripsinados: se emplea
resto de sobrenadante. Para la lectura de los re­ una suspensión al 4% en NaCl 0,15 M. Para la
sultados se utiUza un contador de radiaciones tripsinización, a un volumen de glóbulos rojos
gamma. Los tubos 1, 2 y 3 son de reacción, y lavados tres veces con solución salina se le
los restantes son controles. añade un volum en y m edio de solución de
El porcentaje de ^'Cr liberado en los tubos de tripsina (solución salina 10 mi, tripsina crista-
reacción, representante de la capacidad fijadora tizada 10 mg, fosfato disódico 1/15 M 2 mi,
de complemento, se calcula como sigue: fosfato monopotásico 1/15 M 0,05 mi). Se in­
cuba en baño de agua a 37“C, con agitación
AX 2 periódica, durante 10-15 m inutos. Luego se
% 5 iC r= ------------ X 100 lavan con solución salina y se los suspende en
A +B ella al 4%.
Métodos utilizados para la identificación y cuantificación de antígenos 719

b) Solución salina: NaCl 0,15 M. El título estará dado por la m áxim a dilución
c) Tubos de hemólisis. aglutinante.
d) Pipetas de 0,1 mi, 1 mi y 10 mi.
e) Baño termostatizado, gradillas, centrífuga.
Por bloqueo^*
Método
M aterial necesario
Cualitativo. En un tubo de hemólisis colocar
0,2 mi del suero a analizar y 0,1 mi de la sus­ a) Suero a analizar.
pensión de glóbulos rojos tripsinados. Dejar en b) Glóbulos rojos 0-Rh positivos (D o de la
reposo 5-10 minutos a temperatura ambiente y especificidad deseada). Se utiliza una suspen­
centrifugar a 1.000 rpm durante 1 minuto. D es­ sión al 2% en solución sahna.
prender suavemente el botón celular y determi­ c) Solución salina: NaCl 0,15 M.
nar la presencia de aglutinación. d) Suero aglutinante anti-Rh: usar un suero
C uantitativo. R epetir el m étodo anterior, de buen poder aglutinante, de tipo salino, espe­
usando diluciones seriadas del suero a analizar. cífico para los glóbulos rojos empleados en la
El título estará dado por la máxima dilución prueba.
aglutinante. e) Tubos de hemólisis.
f) Pipetas de 0,2 mi, 1 mi y 10 mi.
Por la prueba de Coombs indirecta” g) Baño termostatizado, gradillas, centrífuga.

M aterial necesario
Método
a) Glóbulos rojos 0-Rh positivos (D o de la
especificidad deseada). Con los mismos, previo 1. Cualitativo: a dos tubos de hemólisis (n- 1
lavado, se orepara una suspensión al 1% en y n- 2) añadir 0 ,1 mi de la suspensión globular.
NaCl 0,15 M. Al tubo n® 1 agregarle 0 ,1 mi del suero a inves­
b) Diluyente: Na C1 0,15 M. tigar y al tubo n° 2, 0,1 mi de solución salina.
c) Suero de Coombs (suero de conejo anti­ Mezclar e incubar en baño de agua a 37“C d u ­
globulina humana). rante una hora. Centrifugar a 1.000 rpm duran­
d) Tubos de hemólisis. te 1 minuto. Volcar el sobrenadante y agitar el
e) Pipetas de ] mi y 5 mi. sedimento. Si no hay aglutinación, añadir a c a ­
f) Baño termostatizado, gradillas, centrífuga. da tubo 0,1 mi del suej-o aglutinante, mezclar e
incubar a 37“C durante una hora.
Método La lectura de los resultados se efectúa de
manera similar a la indicada en ¡os otros m éto­
1. Cualitativo: el esquema de la reacción es dos descriptos. Ausencia de aglutinación en el
el siguiente: tubo n® 1 y aglutinación en el tubo n° 2 (testi­
go) indica presencia de anticuerpos bloquean­
tes. Aglutinación en ambos tubos expresa re ­
T uhos / 2 sultado negativo.
2. Cuantitativo: se repite el ensayo anterior,
G lóbulos rojos al 1% (mi) 0,1 0,1 usando diluciones seriadas del suero a valorar.
Suero a valorar (mi) 0,2 -
N aC I 0,15 M (mi) - 0,2 El título estará dado por la máxima dilución ca ­
paz de inhibir aglutinación.

Incubar una hora a 37°C, centrifugar y lavar DETECCIÓN DE ANTICUERPOS


no menos de tres veces con 20 volúmenes de CONTRA ANTÍGENO NUCLEAR
NaCl 0,15 M para eliminar las proteínas no an­ EXTRACTARLE (ENA)
ticuerpos inespecíficamente adheridas. Volcar
los sobrenadantes y añadir a cada tubo 0,1 mi Se sigue esencialmente la técnica de hem oa­
de suero de Coombs. Incubar a 31°C durante 15 glutinación pasiva de Boyden con la siguientes
minutos, centrifugar y determinar si hay agluti­ variantes.
nación.
El tubo 1 es el de reacción, y el 2, el de con­ M aterial necesario
trol. Aglutinación en el tubo 1 indica presencia
de anticuerpos incompletos. a) Antígeno: extracto salino de timo de co n e­
2. Cuantitativo: repetir el ensayo anterior, jo. La concentración óptima es 1 mg de proteí­
usando diluciones seriadas del suero a valorar. na por mi.
720 Metodologías

b) Suero a valorar: previo a su uso debe ser rojos tañados y sensibilizados tratados o no con
calentado a 56“C durante 30 minutos. RNasa.
c), d) y e) Igual a la técnica original. Se continúa igual que en la técnica original.
f) Glóbulos rojos lavados al 4%. Se emplean
glóbulos rojos humanos, grupo O, Rh negativo. Interpretación
g) Igual a la técnica original.
h) Tañado de los hematíes: mezclar voMme- Si las dos series de sueros a los que se les
nes iguales de glóbulos rojos lavados al 4% y agregaron glóbulos rojos tañados y sensibiliza­
ácido tánico al 1:20.000. Incubar 30 minutos a dos con RNasa y sin ella tienen igual título, la
temperatura ambiente y 30 minutos a 4°C. La­ positividad es debida solamente a anticuerpos
var 3 veces con solución de buffer pH 7,2. Re- contra antígeno Sm. Si la positividad se en ­
suspender luego hasta volumen original. cuentra únicamente en la serie donde se coloca­
i) Sensibilización de los hematíes: mezclar ron las células sin tratar, los anticuerpos están
volúmenes iguales de glóbulos rojos tañados y dirigidos contra antígeno RNP solamente. Si
solución antigénica. Mezclar y dejar a tem pe­ por el contrario, la reducción del título en la se­
ratura ambiente durante una hora. Centrifugar gunda serie no es total, habrá presencia de anti­
y lavar una vez con solución buffer de pH 7,2 cuerpos contra ambos antígenos.
y dos veces con suero normal de conejo al 2%
en solución salina, llevando parcialm ente el
sedim ento a volum en original con el mismo VALORACIÓN DE ANTITOXINAS
diluyente. Dividir el volumen total de la sus­ POR NEUTRALIZACIÓN
pensión de glóbulos rojos en partes iguales. A
una de ellas se le agrega una solución de RNa- Se describirá como modelo la valoración de
sa a razón de 1 mg por cada mi de suspensión antitoxina tetánica.
de glóbulos rojos y se coloca 30 m inutos a
37“C. M aterial necesario

a) Toxina valorada: las instituciones oficia­


M étodo les proveen antitoxinas patrones para la valora­
ción de toxinas, dada la poca estabilidad de és­
Se realizan dos series de diluciones por cada tas. Para ello se hace una dilución conveniente
suero en estudio. En cada orificio de la micro- de la toxina en solución salina, la que es mez­
placa se colocan 50 )ll del suero a valorar dilui­ clada en diferentes dosis con una cantidad co­
do en razón 2, utilizando suero normal de cone­ nocida de antitoxina (en este caso 0,1 UA),
jo al 2% en solución salina como diluyente. Se com pletando a un volum en final de 2,5 mi.
añaden a todos los orificios de una serie 25 |J,1 Después de 45 minutos de reposo a temperatu­
de glóbulos rojos tañados y sensibilizados y a ra ambiente se inoculan cobayos de 300 ± 20 g
los de la otra serie los glóbulos rojos tañados, de peso.
sensibilizados y tratados con RNasa. Se inclu­ La dosis de toxina tetánica a utilizar en futu­
yen orificios testigo que contienen la primera y ras valoraciones de antitoxina es la que mezcla­
la última dilución de cada suero en estudio a da con 0,1 UA m ata al cobayo en 96 horas
los que se les añaden 25 ¡il de glóbulos rojos (véase cap. 3).
tañados, no sensibilizados; además, orificios A continuación se transcribe como ejemplo
donde se colocan 50 |ll de diluyente y glóbulos un protocolo de valoración de toxina tetánica:

Antitoxina O bservaciones Título


tetánica de la
Toxina tetánica patrón ¡Solución salina Cobayos H oras toxina
al 1 p o r m il (mi) 0,1 U Alm l (mi) (mi) (peso en g) 24 48 72 96 (mg)

0,21 ■ 1 1,28 285 0 0 0 0


0,22 1 1,28 300 0 0 It It
0,23 1 1,27 310 0 It t t
0,24 1 1,26 295 It t t mt
0,2-5 1 1,25 290 It t mt ■ + 0,25
0,26 ] 1,24 305 t t +
0,27 I 1,23 295 t mt +
0: au se n cia de tétanos; It; ligero tétanos; t: tétan o s; m t: m u ch o tétan o s; +; m u erte d el anim al.
Métodos utilizados para la identificación y cuantificación de antígenos 721

. O bservaciones
Antitoxina tetánica T oxina patrón T ítu lo
a valorar (1:1.000) Solución salina Cobayos H oras U A /m l
( l m l dilución) (d. test 0,2.5 ml) (ml)' (pe.m en g) 24 48 72 ■ 96

1:6.000 0,25 1,25 305 0 0 0 0


1:7.000 0,25 1,25 310 0 0 0 0
1 :8.000 0,25 1,25 295 0 It It t
1:9.000 0,25 1,25 280 It It t t
1 :10.000 0,25 ■ 1,25 295 It t t mt
1: 11.000 0,25 1,25 300 t t mt + 1.100
1 : 12.000 0,25 1,25 285 t mt +

b) Cobayos de 300 ± 20 g de peso, sanos y suspende al 0,5% en la misma solución. E sta


bien alimentados.. concentración puede variar según las técnicas y
e) Solución salina: NaCl 0,15 M. los virus a identificar.
d) Tubos cónicos anchos y cortos (20 x 40 b) L íquido hem oaglutinante: proviene de
mm) para la mezcla de la toxina y antitoxina. medios de cultivo, líquido amniótico, líquido
e) Pipetas de 1 ml, 2 ml y 5 ml. alantoideo de embriones de pollo infectados,
f) Jeringas hipodérmicas 5 ml, agujas 25/6. etcétera.
c) Tubos de hemólisis.
Método de valoración d) Pipetas de 1 ml.
e) Solución salina fosfatada: NaCl 0,15 M,
Es similar al indicado para la valoración de fosfatos 0,01 M, pH 7,2.
toxina, con la diferencia que lo desconocido, en
este caso, es la antitoxina (véase cuadro, arri­ Método
ba).
Preparar con el líquido hemoaglutinante d i­
luciones que van de 1:20 a 1:5.120, usando so­
HEMOAGLUTINACIÓN POR VIRUS lución salina fosfatada como diluyente. R epar­
Y NEUTRALIZACIÓN tir las diluciones en una serie de tubos de h e ­
DE HEM OAGLUTINACIÓN» mólisis a razón de 0,5 ml por tubo. Añadir a to­
dos los tubos 0,5 ml de la suspensión de hem a­
N um erosos virus tienen la propiedad de tíes, agitar y dejar a temperatura ambiente por
aglutinar hematíes sobre los que se han fijado. 90 minutos.
Asimismo, los sueros que contienen anticuer­ El título hemoaglutinante estará dado po r la
pos antivirales inhiben específicamente la he- máxima dilución aglutinante.
moaglutinación.
Los dos fenómenos, son de uso corriente en Inhibición de hemoaglutinación
virología. El primero, para detectar la presencia
de un virus en un medio de cultivo, y el segun­ M aterial necesario
do, para establecer un diagnóstico serológico
en el caso de una infección viral generadora de a) Suero a analizar. Para eliminar inhibidores
anticuerpos específicos. inespecíficos conviene calentar a 58°C durante
20-30 minutos.
Hemoaglutinación b) Líquido hemoaglutinante.
c) Suspensión de hematíes al 0,5%
M aterial necesario d) Tubos de hemólisis.
e) Pipetas de 1 ml.
a) Glóbulos rojos: el poder aglutinante de un f) Solución salina tamponada.
virus no se manifiesta sobre todos los glóbulos
rojos, sino sobre los de determinadas especies. Método
El virus de la influenza aglutina los glóbulos
rojos de pollo y humanos grupo 0; el de las pa­ Efectuar diluciones seriadas del suero a an a­
peras, los de pollo, cobayo, camero y humanos; lizar en volúmenes de 0,25 ml, usando como di­
el de la poliom ielitis, los hum anos, etc. Su luyente solución salina fosfatada. Añadir a cada
elección dependerá del virus a investigar. uno de los tubos 0,25 ml de líquido hemoaglutí-
Se los obtiene por punción venosa o cardía­ nante (4 unidades/0,25 ml). Mezclar, dejar en
ca, y se los recoge en solución de Alsever. contacto 15 minutos y añadirles 0,5 ml de sus­
Para su uso se los lava v arias veces con pensión de hematíes al 0,5%. Dejar a tem pera­
NaCl 0,15 M, fosfatos 0,01 M, pH 7,2 y se los tura ambiente 1 hora y leer los resultados. ■
722 Metodologías

El título estará dado por la más alta dilución tos aparecerán los síntomas del “shock” anafi-
del suero capaz de inhibir la hemoaglutinación. láctico.

A nafilaxia local
ANAFILAXIA (ANTICUERPOS
CITOTRÓPICOS) A c t iv a

A nafilaxia generalizada l . Anafilaxia cutánea

A c t iv a M aterial necesario

M aterial necesario a) Animal activamente inmunizado (cobayo,


ratón).
a) A ntígeno sensibilizante: se u tilizará el b) Antígeno: solución al 0,01-0,02% en solu­
más apropiado. Es muy recomendable para fi­ ción salina.
nes demostrativos la ovoalbúmina purificada. c) Solución salina; NaCl 0,15 M.
b) Solución salina: NaCl 0,15 M. d) Solución colorante; azul de Evans al 0,5-
c) Jeringas hipodérm icas de 1 mi y agujas 1% en solución salina.
25/ 6 para inoculaciones subcutáneas e intrape- e) Jeringas tipo tuberculina y agujas 15/5 pa­
ritoneales y 15/3 para inoculaciones intraveno­ ra las inoculaciones intradérmicas y 15/3 para
sas. las endovenosas.
d) Tubos de ensayo, pipetas de 1 mi, 2 mi y
5 mi. Método
e) Cobayos. Son recomendables los albinos
de la raza Hatíey, de 300 g de peso, por su ma­ Rasurar los animales en la parte dorsal, pro­
yor sensibilidad para este tipo de ensayos. curando no producir lesiones, las que inciden
desfavorablemente en los resultados al producir
Método extravasaciones no específicas del colorante.
Inocular por vía intradérmica, en la zona ra­
Preparar una solución de antígeno en solu­ surada, 0,1 mi de la solución antigénica. A una
ción salina (50 mg.ml) e inocular a cada coba­ distancia no inferior a los 2 cm, inocular 0,1 mi
yo 0,5 mi por vía subcutánea y 0,5 mi por vía de solución salina como control. Inm ediata­
intraperitoneal. Tres semanas después, desen­ mente después, inocular por vía intravenosa 0,5
cadenar, inoculando por vía intravenosa, 1 mi mi de la solución colorante.
de solución antigénica al 5%. Si el animal esta­ Si la reacción es positiva, entre los 15-30 m i­
ba suficientemente sensibilizado, presentará a nutos, en el punto de inoculación del antígeno
los pocos m inutos los síntom as del “ shock” aparecerá una mancha azul cuya intensidad y
anafiláetico (véase cap. 32). tamaño dependerán del grado de sensibiliza­
Las venas más fácilmente abordables son las ción del animal.
de las patas delanteras y traseras y la del pene. La mejor manera de leer la reacción es sacri­
Con los debidos cuidados, la inoculación puede ficar al animal, quitarle la piel rasurada y ob­
hacerse también por vía intracardíaca. servarla por transiluminación. En estos casos se
pueden m edir muy bien los diámetros de las
P a s iv a manchas del colorante, lo que permitirá expre­
sar los resultados en cruces según dicho diáme­
M aterial necesario tro, a saber;

a) Suero sanguíneo proveniente de un animal Diámetro del. halo (cm) Grado de positividad
activamente inmunizado.
0,5 -f
b) Cobayos no inmunizados. 1 +
c) Los restantes materiales indicados en ana­ 1,5 ++
filaxia activa generalizada. 2 + ++
m ás de 2 ++++

Método
2. Des granulación de los mastocitos^^
Inocular los cobayos, por vía intravenosa,
con 1-2 mi del suero inmune. Por la misma vía M aterial necesario
inocular 12-18 horas después, 1 mi (10 mg.ml)
de la m ism a solución antigénica usada para a) Animal activamente inmunizado (cobayo,
sensibilizar al animal dador. A los pocos minu­ ratón).
Métodos utilizados para la identificación y cuantificación de antígenos 723

b) Antígeno: solución al 0,01-0,02% en solu- 2. Desgranulación de los mastocitos


eión salina.
c) Solueión salina: N aCl 0,15 M, fosfatos M aterial necesario
0,01 M, pH 7,2.
d) Solución fijadora: alcohol metílico 50 mi, a) Suero sanguíneo proveniente de un anim al
agua 50 mi, ácido acético 3 mi. activamente inmunizado.
e) Solución colorante: tionina acuosa al 1%. b) Cobayos no inmunizados.
f) Portaobjetos: placas de Petri. c) El mismo material indicado en desgranu­
g) Pipetas de 1 mi y 5 mi. lación activa de mastocitos.
h) Pipetas Pasteur.
i) Microscopio. M étodo
Los portaobjetos conteniendo la serosa p eri­
Método toneal, preparados según las indicaciones espe­
cíficas en el método activo, se cubren con dilu­
Sacrificar los animales; con la mayor pulcri­ ciones del suero a ensayar. Se los deja en con­
tud separar la serosa peritoneal y adosarla a los tacto 30 minutos, se lava con solución salina
portaobjetos, los que son colocados en una pla­ tamponada y se los cubre con el antígeno, con­
ca de Petri. Cubrirlos con la solución antigéni­ tinuando luego con la metodología indicada al
ca y mantenerlos de preferencia a 4°C durante hablar de desgranulaeión activa.
20-30 minutos. V olcar el antígeno, lavar con Es necesario incluir testigos de suero, antíge­
solución salina tamponada y cubrir con el fija­ no y solución salina.
dor, previamente enfriado a 4“C. Se lo deja ac­
tuar durante 30 minutos, se lava con solución
salina tamponada y finalmente se cubre eon el IN M U N O FLU O RESC EN C IA ^’-
colorante durante 3 minutos. Se lava, se seca y
se observa al microscopio. M aterial necesario
Deben incluirse siempre testigos sin antíge­
no. a) Antisueros marcados con el fluorocromo
El resultado se expresa en p o rcentaje de (isotioeianato de fuoresceína). Separar la frac­
mastocitos desgranulados, el que debe estable­ ción globulínica del suero inmune por precipi­
cerse co m o p ro m e d io de no m en o s de tación con un volumen igual de solución satu­
2.0003.000 células contadas (fig. 32-10 cap. rada de sulfato de amonio. Conviene añadir la
32). solución salina sobre el suero, en un tiempo de
2 a 3 minutos, con mantenimiento constante de
P a s iv a la agitación durante una hora, mediante el em ­
pleo de un agitador magnético. Centrifugar a
1. Anafilaxia cutánea^^ 5.000 rpm durante 30 minutos, desechar el so­
brenadante y redisolver el precipitado en agua
destilada, en un volumen igual a la mitad ini­
M aterial necesario cial. Reprecipitar con sulfato de amonio y d i­
solver el precipitado en iguales condiciones a
a) Suero sanguíneo proveniente de un animal las indicadas en la primera precipitación. C olo­
activamente inmunizado. car el precipitado en un tubo de celofán y d iali­
b) Cobayos no inmunizados. zar frente a solución salina tam ponada h asta
c) Solución de antígeno al 0,2% en solución reacción negativa de sulfatos en el líquido de
salina. diálisis, usando solución de cloruro de bario al
d) El mismo material indicado en anafilaxia 5% como reactivo indicador. La diáhsis debe
cutánea activa. hacerse a 4“C, con agitación constante (agita­
dor magnético), recambiando la solución salina
Método cada 4 horas.
Finalizada la diálisis, se valoran las proteínas
Rasurar los cobayos en la parte dorsal e ino­ totales por cualquiera de los métodos con o ci­
cularles 0,1 mi de diluciones del suero en ensa­ dos. Flallado este valor, se determina la canti­
yo. Tres horas después, inocular por vía intra­ dad de isotioeianato de fluoresceína a utilizar,
venosa 1 mi de una mezcla en partes iguales de la que debe estar en relación de 0,02 mg a 0,03
solución antigénica y colorante. A los 15-30 mg por ing de proteína.
m inutos leer los resultados, procediendo de Para la marcación se diluye la solución p ro ­
igual modo al indicado en anafilaxia cutánea teica en solución salina tam ponada hasta una
activa (fig. 32-11, cap.32). concentración de 20 a 30 m g.m f' y se lleva a
724 Metodologías

pH 9-9,5 con buffer de carbonato de sodio 0,5 fría. Agregar a la suspensión de tejido filtrado
M (partes iguales de carbonato de sodio 0,5 M 4 voMmenes de acetona fría, agitar en agitador
y bicarbonato de sodio 0,5 M). Las globulinas m agnético y centrifugar luego 10 m inutos a
colocadas en un vaso de precipitación son lle­ 2.000 rpm. Filtrar por Buchner cubierto con pa­
vadas a heladera (4°C) y se las agita con agita­ pel de filtro embebido en acetona y lavar el te­
dor magnético. Se añade la fluoresceína en pe­ jido retenido con varios volúmenes de acetona
queñas cantidades, no efectuando nuevos agre­ fría. Decantar el sobrenadante y repetir el lava­
gados hasta disolución del anterior, operación do con acetona otras cuatro veces. El material,
que lleva de 3 a 4 horas. La agitación debe con­ al que se le ha eliminado el máximo de acetona
tinuar toda la noche. por aspiración, es colocado en cajas de Petri o
Otra manera de efectuar el marcado es colo­ recipientes similares y secado en estufa a 37°C.
car la solución de IgG en una bolsita de celofán Si fuera necesario se lo puede triturar en morte­
para diálisis e introducirla en un recipiente con ro hasta transformarlo en polvo fino. Se lo con­
la cantidad adecuada de isotiocianato de fluo­ serva en heladera en frascos oscuros.
resceína disuelta en el buffer de marcación. Se O tra m anera de resolver el problem a, que
agita con agitador magnético a 4“C durante 18 perm ite obtener IgG conjugada con diferente
horas. El produv-co de marcación, contenido en número de moléculas de isotiocianato de fluo­
la bolsa de diálisis, resulta más hom ogénea­ resceína, libres a su vez de IgG no conjugada,
mente marcado que en el caso anterior. es el siguiente. Dializar el producto de conjuga­
La eliminación de la fluoresceína no conju­ ción frente a buffer de fosfatos 0,01 M, pH 7,6.
gada puede hacerse dializando la solución de El producto así obtenido se pasa por columna
globulinas frente a solución salina tamponada o de D EA E-celulosa equilibrada con el mismo
filtrando por Sephadex G-25, En este caso una buffer. A esa molaridad eluye la IgG no conju­
colum na de 1 X 30 cm que contenga 5 g de gada, la que de estar presente podría competir
Sephadex resulta útil para la purificación de por masa y actuar como bloqueante. Por elucio­
5-8 mi de solución conjugada. Como eluyente nes escalonadas con buffer de fosfatos 0,05 M,
se usa solución salina tamponada. 0,1 M y 0,2 M se obtienen poblaciones de IgG
Todo conjugado debe ser evaluado antes de que han fijado diferentes números de moléculas
su uso para determinar la intensidad de la tin­ de isotiocianato de fluoresceína, ya que esta
ción específica y la presencia y la cantidad de molécula aumenta la carga positiva del produc­
fondo o tinción inespecífica. Ello se determina to de conjugación. Cada pico eluido es concen-
m ediante reacciones de inm unofluorescencia , trado y analizado en cuanto a su capacidad de
frente a patrones conocidos. unión al antígeno y a su tinción inespecífica.
Un exceso de tinción inespecífica puede re­ Los eluidos con buffer de la más alta molari­
solverse a veces por simple dilución de conju­ dad corresponden a m oléculas de IgG m uy
gado. En otras, es necesario adsorber con polvo marcadas con la sustancia fluorescente y pre­
de tejidos, generalmente de hígado. La canti­ sentan una tinción basal más elevada. Los reac­
dad a utilizar es aproximadamente 100 mg por tivos más eficientes generalmente son los que
mi de conjugado a adsorber. La adsorción se eluyen con fosfatos 0,05 M, pH 7,6.
hace a 4-5“C durante una hora, y después se se­ c) Solución tamponada: NaCl 0,15 M, fosfa­
para el sobrenadante por centrifugación. Gene­ tos 0,01 M ,p H 7 ,2 .
ralm ente con dos adsorciones se consigue el d) Glicerina tamponada; a 9 partes de glice­
efecto deseado. rina neutra añadirle 1 parte de solución salina
b) Polvo de tejido para adsorciones. Colocar tamponada llevada a pH 9 con carbonato de so­
una determinada cantidad de órgano (hígado de dio 0,5 M.
ratones) en una licuadora y añadirle un volu­ e) M icroscopio para las lecturas: existen
men igual de agua destilada enfriada a 4“C. Tri­ equipos especiales. No obstante, puede ser usa­
turar durante 5 minutos, centrifugar y volcar el do un microscopio común que posea condensa­
sobrenadante. Repetir la operación dos o tres dor de fondo oscuro y lárnpara de luz ultravio­
veces para eliminar hemoglobina. Trasvasar a leta para la iluminación. Esta debe contar con
un vaso de precipitación, colocarlo sobre un filtros excitadores que dejen pasar solamente la
agitador magnético previa introducción de la luz ultravioleta deseada, y el microscopio debe
barra de agitación y añadirle cuatro volúmenes tener un filtro de bloqueo que impida la llegada
de acetona fría. Agitar 5 minutos. Trasvasar a del exceso de luz al ojo del observador.
tubos de centrífuga y centrifugar 10 minutos a
2.000 rpm. D ecantar el sobrenadante, añadir Método
solución salina tamponada, mezclar y centrifu­
gar. Repetir la operación 3-4 veces hasta que el 1. Directo.
líquido sobrenadante sea claro. Filtrar por do­ En este caso se emplea el anticuerpo especí­
ble gasa y lavar el residuo con solución salina fico marcado con el fluorocromo.
Métodos utilizados para la identificación y cuantificación de antígenos 725

Sobre portaobjetos limpios y desengrasados M aterial necesario


liacer las im presiones del material a analizar,
dejando secar a temperatura ambiente (aproxi­ a) Inm unosuero m arcado con peroxidasa.
m adam ente 30 m inutos). Introducirlos en un Los del comercio resultan útiles.
vaso de Coplin con acetona fría y dejarlos en b) Buffer Tris-HCl 0,05 M, pH 7,6.
heladera por un tiempo que puede variar entre c) 0.1'^0 en el buffer indicado en b).
1 y 4 horas según el material a fijar. d) Irñprontas con el antígeno (cortes de teji­
Para la tinción, escurrir los portaobjetos y dos, células, etc.) específico para los anticuer­
dejar que tomen la temperatura ambiente. Cu­ pos a investigar.
brirlos con el anticuerpo marcado con el fluo­ e) Suero a analizar.
rocromo, previamente diluido según su título y f) Microscopio óptico común.
dejarlos en cámara húmeda 30-60 min a 37°C.
Lavar con abundante solución salina tampona­ Método
da para eliminar el ñuorocromo no fijado, en­
juagar rápidam ente con agua destilada, dejar a) Cubrir las improntas con el suero a anaU-
escurrir y secar. zar e incubar a 37°C por 15 minutos, en cám ara
Para la observación m icroscópica, m ontar húmeda.
previamente con glicerina tamponada. b) Lavar y cubrir con antiinm unoglobulina
m arcada con peroxidasa, convenientemente di­
2. Indirecto luida (1:10 a 1:50), e incubar a 37“C durante 15
minutos.
Para el método directo es necesario marcar c) Lavar y cubrir con 1 ml del siguiente reac­
cada anticuerpo específico. En el indirecto se tivo:
hace actuar anticuerpo sin marca sobre el antí­ 3,3’ diaminobencidina. HCl 5 mg
geno y sobre el complejo formado antigamma- Buffer Tris-HCl 0,05 M, pH 7,6 9 ml
globulina (contra la gammaglobulina de la es­ im l
pecie animal de la que proviene el anticuerpo (preparar la mezcla en el momento de usar)
sin marca) conjugada con isotiocianato de fluo­
resceína. Tiene la ventaja de no necesitar un Mantener a temperatura ambiente durante 20
anticuerpo marcado para cada antígeno. minutos, lavar, secar y observar al microscopio.
Las impresiones del material antigénico so­ Los antígenos que han reaccionado con el
bre los portaobjetos se preparan de manera si­ correspondiente anticuerpo y la antiinmunoglo­
milar al método directo. Se cubren con el anti­ bulina marcada con peroxidasa toman colora­
cuerpo no marcado y se dejan en cámara húm e­ ción pardusca.
da a 37”C durante 30-60 minutos. Se lavan con Los sueros marcados con peroxidasa pueden
solución salina tam ponada; se cubren con la ser antiinmunoglobulinas totales o m onoespe­
antigammaglobulina marcada con isotiocianato cíficos.
y se dejan en cámara húmeda 30-60 minutos a
37"C. Se lavan con abudante solución salina
tamponada y se enjuagan con agua destilada. DETECCIÓN DE COMPLEJOS
Se dejan escurrir y secar y, previamente a la INMUNES
observación microscópica, se los monta en gli­
cerina tamponada (fig. 8-8, cap. 8). 1. Dosaje de complejos inmunes usando fa cto r
reumatoideo 19S monoclonal

INMUNOENZIMOLOGÍA»»..^) El método se funda en la interacción que tie­


ne lugar entre el factor reumatoideo IgM 19 S
Esta metodología puede usarse para analizar monoclonal y la IgG agregada. Si se utiliza fac­
cortes de tejidos o improntas celulares, de un tor reumatoideo marcado con se lo puede
modo similar al que se hace por inmunofluo­ hacer com petir con factor 19 S frío y de esa
rescencia. Tiene la ventaja de que utiliza m i­ manera llegar a determinar la IgG agregada (in-
croscopía óptica común. munocomplejo).
Puede usarse también para investigar y dosar
antígenos y anticuerpos previamente fijados a M aterial necesario
placas de poiiestireno.
En este apartado sólo se describirá el método a) Buffer de unión: Tris HCl 0,075 M, E D ­
usado para estudios de cortes histológicos, ya TA.N a, 0,01 M, seroalbúm ina bovina al 1%,
que las otras aplicaciones del enzim oinm u- pH 7,4."
noensayo, o ELISA, se describen en detalle en b) IgG agregada: disolver 600 mg de IgG
el capítulo 38. comercial en 30 ml de solución salina tam po-
726 Metodologías

nada (SST), pH 7,4. Calentar a 63°C por 20 m i­ bos y determinar las cpm en contador de radia­
nutos y centrifugar a 145.000 x g a 4“C durante ciones gamma.
1 hora. Suspender los sedimentos en 10 mi de Las muestras se analizan por duplicado.
SST y homogeneizar con un homogeneizador Deben incluirse los siguientes controles: 1)
de tejidos. Centrifugar a 600 x g durante 15 mi­ buffer de unión solo, sin muestra ni IgG agre­
nutos a 4“C, separar el sobrenadante y guardar­ gada y ‘^‘’I.FRm. Mide la unión no específica,
lo en alícuotas a -70°C. Cuando se lo va a usar, que debe ser descontada de todos los tubos de
descongelar y centrifugar a 600 x g por 15 mi­ reacción; 2) IgG-Sepharosa y '^T.FRm. Deter­
nutos. Cuantificar los agregados del sobrena­ mina 100% de unión.
dante midiendo la concentración proteica por el El porcentaje de inhibición se calcula como
método de Lowry. sigue
c) IgG-Sepharosa: véase Fijación de proteí­
Cpm 100% de unión - cpm de la m uestra
nas a Sepharosa activada con CNBr (cap. 41). % inhibición --------------------------------------------------------- x 100
d) Factor reumatoideo purificado (FRm): se cpm 100% de unión
lo aísla de pacientes con enfermedades linfo-
proliferativas (artritis reumatoidea) o crioglo- Los resultados, comparados con la curva de
bulinemias. calibración obtenida con diferentes concentra­
Si el factor reumatoideo es una crioglobuli- ciones de IgG agregada, perm ite expresar la
na, se separa ésta del suero por enfriamiento a concentración de los com plejos inm unes en
4°C durante 24 horas. Se centrifuga, se lava concentraciones equivalentes de IgG agregada.
eon SST y se la disocia con buffer de acetato
0,1 M, pH 4. Si la unión fuera muy fuerte usar 2. Determinación de complejos inmunes fija ­
glicina-FlCl 0,1 M, pFl3. Filtrar por columna dores de complemento p o r su interacción
de Sephadex G-200 estabilizado con el mismo con células Raji
buffer. E lu ir con el b u ffer de diso ciació n .
El factor reum atoideo eluye con el volum en Las células Raji son una línea celular linfo-
de exclusión (véase cap. 41). Los tubos que blastoide hum ana cultivada, derivadas de un
contienen el FRm se juntan y dializan contra linfoma de Burkitt. Los complejos inmunes que
SST, fijan el complemento se unen a los receptores
Si el factor reumatoideo no es una crioglobu- de C lq , C3b y C3d que tienen esas células. Co­
lina, se lo aísla por cromatografía de afinidad mo carecen de receptores Fe, los complejos fi­
usando una columna de IgG-Sepharosa. Previo jados pueden detectarse eon un suero antigam-
lavado de la colum na con SST, se disocia el maglobulina.
FRm por tratamiento con glicina-HCl 0,1 M,
pH3, procediendo de inmediato a su neutraliza­ Material necesario
ción con Tris y diálisis posterior frente a SST.
Se lo conserva a -70°C. a) Medio esencial de Eagle: los cultivos de
e) IgG radiomarcada con véase el capí­ células R aji se m antienen en el laboratorio
tulo 41. por pasaje en medio esencial de Eagle suple-
mentado.
Método La composición de este medio es la siguien­
te: L-arginina 17,4 mg; L-cistina 6,0 mg; L-his-
En dos tubos de plástico de 10 x 75 mm co­ tidina 3,2 mg; L-isoleucina 26,2 mg; Lleucina
locar, respectivam ente, 0,1 mi de buffer de 13,1 mg; L -lisina 18,2 mg; L -m etionina 7,5
unión y 0,1 mi de m uestra a ensayar diluida mg; L-fenilalanina 8,3 mg; L-treonina 11,9 mg;
1:10. En otra serie de tubos, colocar 0,1 de IgG L-triptófano 2 mg; L-tirosina 18 mg; L-valina
agregada a la concentración de 200, 100, 50, 11,7 mg; L-glutam ina 146 mg; colina 1 mg;
25, 12 y 6 )i,g.mf' para confeccionar la curva ácido nicotínico 1 mg; ácido pantoténico 1 mg;
de calibración. piridoxal 1 mg; riboflavina 0,1 mg; tiamina 1
Añadir 0,1 mi de ’^q.pRm (2 ¡ag.mf’; activi­ mg; inositol 1 mg; biotina 1 mg; ácido fóhco l
dad específica 0 ,1 jiCi.mg^*)- mg; glucosa 2.000 mg; NaCl 8.000 mg; KCl
Mezclar en mezclador Vortex y añadir 0,25 400 mg; CaCl^ 140 mg; M g S o ,.7 H p 100 mg;
mi de una suspensión de Ig G -S ep h aro sa al M g C L .ó H p 100 mg; N a,H P 0 ,.2 H 2 0 60 mg;
1,25%. Añadir 0,55 mi de buffer de unión, ta­ KHjPO^ 60 mg; NaHCOj 350 mg; rojo fenol
par los tubos e incubar a temperatura ambiente, 20 mg; penicilina 0,5 mg; agua destilada hasta
por 18 horas, con rotación. 1 litro.
Centrifugar los tubos tapados a 200 x g du­ b) Suero de conejo anti-IgG humana: se ob­
rante 2 minutos, quitar los tapones y aspirar los tiene como se indica en el capítulo 37. La frac­
sobrenadantes. Lavar tres veces con NaCl 0,4 ción IgG del suero se marea en por el m é­
M, EDTA 0,1 M, pH 7,4. Volver a tapar los tu­ todo de la cloramina T (cap. 33). Se la diluye a
Métodos utilizados para la identificación y cuantificación de antígenos 727

1 mg.mf*; actividad específica alrededor de 3 x bulinas - o componentes proteicos de muy alto


10^ cpm.|i,g^'. peso m olecular com o las m acro g lo b u lin as-,
algunos componentes del sistema com plem en­
Método to o productos que participan en los fenóm e­
nos de la inflamación, pueden ser precipitados
Células Raji de 72 horas de cultivo (2x10'’ por PEG al 3%. No obstante ello, es un m éto ­
células en 200 |J,1 de medio) se transfieren a tu­ do que aún se sigue utilizando en los exám e­
bos plásticos cónicos de 1,5 ml (Eppendorf). nes rutinarios.
Añadir 1 ml de m edio mínim o de Eagle sin
Ca^t ni Mg^+ y centrifugar a 800 x g durante 8 M aterial necesario
miriutos. Aspirar los sobrenadantes y resuspen­
der las células en 50 |0,1 del mismo medio. Aña­ a) Polietilenglicol (PEG) 6.000 (Mr 6.000)
dirles 25 |al del suero a ensayar diluido 1:4 en al 6% en SST. Antes de usar filtrar por papel
NaCl 0,15 M e incubar a 37"C por 45 minutos, de filtro W hatman N° 1.
agitando manualmente cada 5-10. Lavar las cé­ b) NaCl 0,15 M, fosfatos 0,01 M . pH 7,4.
lulas tres veces con el medio de Eagle. Después
del último lavado añadir la anti-IgG hum ana M étodo
marcada con y dejar reaccionar a 4°C por
30 minutos, agitando cada 5 minutos. La anti- Mezclar volúmenes iguales de suero a anali­
IgG debe usarse a la dilución óptima, previa­ zar y PEG 6.000 al 6%. Incubar 1 hora a A°C.
m ente determ inada, usando como diluyente Centrifugar a 1.000 x g a 4“C en centrífuga
medio mínimo de Eagle adicionado de albúmi­ refrigerada, por 20 minutos.
na humana al 1%. Rem over el sobrenadante y lavar el precipi­
Después de la incubación se lavan las células tado con PEG 6.000 al 3% en SST.
tres veces, se elimina el sobrenadante y se de­ La valoración del precipitado obtenido p u e­
termina la radioactividad del sedimento en un de hacerse por métodos nefelométricos o redi-
contador de radiaciones gamma. solviéndolo en NaOH 0,1 N y midiendo la ab­
Deben incluirse testigos de medio de cultivo sorbancia a 280 nm. Si se multiplica la D 0 2 8 0
y células Raji, sin la muestra a anahzar, para x E l'tm de la IgG humana (12,3) x factor de
determ inar la captación inesp ecífica de ra ­ dilución se obtiene el valor que permite ex p re­
dioactividad por las células Raji. sar la concentración de inm unocomplejos co­
Se calcula el porcentaje de radioactividad re­ mo IgG.
tenida siguiendo el procedimiento indicado en
valoración de inmunocomplejos con ‘^“’I.FRm. 4. Valoración de complejos inmunes p or f i ja ­
Con el dato obtenido, utilizando una curva de ción a eritrocitos de pollo
calibración preparada de igual manera que la
indicada para la muestra en análisis, pero utili­ El método se basa en la capacidad que tienen
zando en este caso cantidades variables de IgG los eritrocitos de los diferentes vertebrados de
agregada mezcladas con suero humano normal fijar, por intermedio de un receptor específico,
diluido 1:2 (fuente de complemento), se deter­ el fragmento Fe de IgG agregado bajo la form a
mina la concentración de inmunocomplejos ex­ de complejo Ag-Ac. Los glóbulos rojos hum a­
presados como IgG agregada. nos no tienen receptores para Fe en su superfi­
cie y sólo los exponen después de tripsiniza-
3. D eterm inación de com plejos inmunes p o r ción.
precipitación con polietilenglicol (PEG) Para el desarrollo del método los eritrocitos
a usar serán los de pollo.
El PEG es un polímero no cargado, soluble
en agua que añadido a un suero produce la M aterial necesario
precipitación de proteínas sin que éstas expe­
rimenten desnaturalización. Esta precipitación a) G lóbulos rojos de p o llo obtenidos de
es en cierto modo dependiente de la concen­ sangre heparinizada. Antes de su uso se los la­
tración y el peso m olecular de las proteínas va 5 veces con NaCl 0,15 M.
presentes, las cuales en condiciones normales b) Suero a analizar. Debe ser previam ente
no p recipitan con concen tracio n es de PEG calentado a 56°C durante 30 minutos y cen tri­
6.000 inferiores al 4%. Los complejos inm u­ fugado a 10.000 rpm durante 15 minutos.
nes, dado el mayor peso molecular, son preci- c) Suero anti-IgG hum ana. Se lo ob tien e
pitables con PEG al 3% concentración final. por inoculación de IgG en conejos, de acuerdo
El método, si bien práctico, presenta errores con los planes de inmunización indicados en el
ya que todo agregado existente en el suero por capítulo 45. Antes de su uso se lo adsorbe con
valorar en el que no participan las inm unoglo­ glóbulos de pollo.
728 Metodologías

9bisa. K ohn, J, R iches, PG: J Im m unol M ethods, 20: 365,


M étodo 1978.
9bisb. P izzolato , M y col. J Im m u n o l M eth o d s, 2 6 :3 6 5 ,
En una serie de tubos de hemólisis, se colo­ 1979.
can 0,2 mi de diluciones crecientes, en razón 2, 10. M argni, R A ; C ástrelo s, O D ; Paz, CB: Im m u n o lo g y,
del suero a analizar y 0,05 mi de glóbulos rojos 24:1%\, 1973.
11. D iam ond, LK; A belson, N M :,/ L ab Clin M ed, 30:204,
de pollo al 1%. Después de incubar a 4°C du­ 1945.
rante 18 horas, observar los tubos para estable­ 12. L a n d ste in e r, K; W ie n e r A S: J E x p er M e d 7 4 :3 0 9 ,
cer si hubo aglutinación directa. Los tubos no 1941.
algutinados lavarlos con NaCl 0,15 M e inves­ 13. H uddieson, IF; A bell E:,/ Infecí D is, 42:242, 1928.
14. W right, AA; Sm ith, F: Lancet, 1:656, 1897.
tigar si tienen fijados com plejos A g-Ac m e­ 15. N eter, E; C ohén, E; W estphal, O; L uderitz, O: .í Im m u-
diante reacción de Coombs con suero anti-lgG. no l,8 2 :» 5 , 1959.
El título, en valores relativos, se expresa por 16. Boyden, SV: , / & / ; e r M ed, 9J.T07, 1951.
la inversa de la máxima dilución del suero ca­ 17. S tavitsky, A B : I Im m unol, 72.-360, 1954.
18. J a n d l,JH ;S ira m o n s, R L :B r ííJ /to e m a í,5 .'1 9 , 19.57.
paz de dar una reacción de Coombs positiva 19. P ressm an, D; C am pbell, DH; Pauling, L: J Im m u n o l
cuando previamente ha sido incubado a 4“C du­ 4 4 : \0 \ , 1942.
rante 18 horas. 20. Bulock, W E; K antor, FS: I Im m unol, 94:3X1, 1965.
Por este método se puede detectar hasta 1 (ig 20bis. A vram eos, S; Taudou, B; Chouillon, S: Im m unoche-
m istry, 6:61, 1969.
de complejo inmune (expresado como Ac en el 21. H ira ta , A A ; B ra n d riss , M W : .1 Im m u n o l, 1 0 0 :6 4 1 ,
complejo), cuando los complejos existentes en 1968.
el suero están en la relación M/M Ac/Ag = 3,8 22. O k o a ,L M : R ev Latinoam M icrobiol, 1 3 : 1 8 1 ,\9 1 \.
o ligeramente superior. Los complejos forma­ 23. Lelchuk, R; Vacs, E; M argni, RA: Revista A so c A rg en t
M icroh, 1:3, 1969.
dos en marcado exceso de Ag (relación M/M 2 3bis. R iches, D W H ; S tan w o rth , D R: Im m tm o l L etters,
Ac/Ag = L8 o menor) no se fijan en los eritro­ 1:363, 1980.
citos. 24. M arg n i, R A : L a b o ra to rio (G ran ad a, E sp añ a ), p ág .
Cuando hay alta concentración de com ple­ 501, 1967.
25. D iam ond, LK; D entón, RL: ,/ L ab Clin M ed, 3 0 :S 2 l,
jos, especialmente los formados por anticuer­ 1945.
pos precipitantes, suele observarse aglutinación 26. M orton, JA; Pickies, M M : N ature, 159:119, 1947,
directa de los eritrocitos. 27. Coom bs, RR; M ourant, A E; Race, RR: Lancet, II; 15,
1945.
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Metodologías para la evaluación
de las células inmunocompetentes

CLAUDIA MONGINl
CLAUDIA WALDNER 36
IN T R O D U C C IÓ N zación con un determinado antígeno, y la poste­
rior medición de los anticuerpos por ensayos
El estudio del sistema inmune es de funda­ cualitativos y cuantitativos, proveen inform a­
mental importancia ya que posibilita el enten­ ción acerca de la respuesta de los linfocitos B
dimiento y el control de varias enfermedades como el resultado final de un ntiniero de eventos
autoinmunes y de aquellas que directa o indi­ celulares independientes pero inteiTelacionados.
rectam ente afectan la respuesta inmune. Las En la ram a celular de la respuesta inm une
metodologías descritas en este capítulo están m ediada por linfocitos T se realizan, com o
dirigidas, a investigar las funciones inmunes en pruebas funcionales, ensayos in vitro que son
individuos normales y en pacientes con enfer­ relativamente simples y de fácil reproducibili­
medades congénitas o adquiridas. Además, los dad. Sin embargo, éstos no son indicativos de
protocolos pueden ser aplicados al estudio de la suma de los fenómenos complejos observa­
procesos infecciosos o de envejecimiento del dos en un individuo ya que utilizan poblaciones
sistema inmune, no sólo en seres humanos, si­ aisladas de linfocitos o subpoblaciones de célu­
no también en modelos experimentales. las purificadas. Por el contrario, la prueba cutá­
La importancia de la evaluación funcional se nea de hipersensibilidad retardada es el único
fundamenta en el uso creciente de estas técni­ ensayo in vivo de la función de las células in­
cas en el diagnóstico y en el monitoreo de pa­ m unocom petentes y puede proveer in fo rm a­
cientes eon cáncer, SIDA, enfermedades au ­ ción valorable acerca del estado inmune en su
toinmunes y de aquellos que recibirán un tras­ totalidad.
plante de órganos. Además, la utilización de La caracterización fenotípica de las células
agentes inmunomoduladores en la práctica clí­ inmunes, así como la determinación del núm e­
nica y de modificadores de la respuesta bioló­ ro de éstas, a menudo no ofrece información
gica en experimentos clínicos, hacen necesario acerca de su actividad, porque el fenotipo celu­
el empleo de técnicas confiables para el segui­ lar frecuentem ente no se correlaciona con la
miento de las funciones del sistema inmune. En funcionalidad de las células.
la actualidad, es posible medir un amplio es­ El personal involucrado en la ejecución de
pectro de parámetros funcionales que van des­ las técnicas aplicadas en la evaluación de la in­
de la activación, la proliferación, la síntesis de munidad celular, no sólo deberá estar capacita­
sustancias inmunomoduladoras hasta la funcio­ do para trabajar en las condiciones de esterili­
nalidad de las células efectoras. La mayoría de dad requeridas e indispensables para el cultivo
las disfunciones del sistema inmune se tradu­ de células, sino también estar familiarizado con
cen en la falta o depresión en uno o más de ps- las normas de bioseguridad. Es por ello que en
. tos parámetros. primer lugar se detallan una serie de conceptos
En la rama humoral de la respuesta inmune, básicos que deberá conocer todo operador an­
mediada por linfocitos B, la producción de anti­ tes de realizar las técnicas que se describen a
cuerpos inducida por inmunización o sensibili­ continuación.
728 Metodologías

9bisa. K ohn, J, R iches, PG: J Im m m o l M ethods, 20: 365,


M étodo 1978.
9bisb. P izzolato , M y col. J Im m u n o l M eth o d s, 2 6 :3 6 5 ,
En una serie de tubos de iiemólisis, se colo­ 1979.
can 0,2 ml de diluciones crecientes, en razón 2, 10. M argni, R A ; C ástrelo s, O D ; Paz, CB: Im m u n o lo g y,
del suero a analizar y 0,05 ml de glóbulos rojos 24:1%\, 1973.
11. D iam ond, LK; A belson, N M :,/ L ab Clin M ed, 30:20A,
de pollo al 1%. Después de incubar a 4°C du­ 1945.
rante 18 horas, observar los tubos para estable­ 12. L a n d ste in e r, K; W ie n e r A S: J E x p er M e d 7 4 :3 0 9 ,
cer si hubo aglutinación directa. Los tubos no 1941.
algutinados lavarlos con NaCl 0,15 M e inves­ 13. H uddleson, IF; A bell E:,/ Infect D is, 42:242, 1928.
14. W right, AA; Sm ith, F: Lancet, 1:656, 1897.
tigar si tienen fijados com plejos A g-Ac m e­ 15. N eter, E; C ohén, E; W estphal, O; L uderitz, O: J Im m u-
diante reacción de Coombs con suero anti-IgG. no l,8 2 :» 5 , 1959.
El título, en valores relativos, se expresa por 16. Boyden, SV: ,/& /) e r M e d , 9J.-107, 1951.
la inversa de la máxima dilución del suero ca­ 17. S tavitsky, A B : J Im m unol, 72.-360, 1954.
18. J a n d l,JH ;S ira m o n s, R L :B r ííJ /7 a e m a í,5 .'1 9 , 19.57.
paz de dar una reacción de Coombs positiva 19. P ressm an, D; C am pbell, DH; Pauling, L: J Im m u n o l
cuando previamente ha sido incubado a 4“C du­ 4 4 : \0 \ , 1942.
rante 18 horas. 20. Bulock, W E; K antor, FS: J Im m unol, 94:311, 1965.
Por este método se puede detectar hasta 1 (ig 20bis. A vram eos, S; Taudou, B; Chouillon, S: Im m unoche-
m istry, 6:61, 1969.
de complejo inmune (expresado como Ac en el 21. H ira ta , A A ; B ra n d riss , M W : J Im m u n o l, 1 0 0 :6 4 1 ,
complejo), cuando los complejos existentes en 1968.
el suero están en la relación M/M Ac/Ag = 3,8 22. O kon, L M: Rev Laíínoam M ícroft/o/, 75.-181, 1971.
o ligeramente superior. Los complejos forma­ 23. Lelchuk, R; Vacs, B; M argni, RA: Revista A so c A rgeitt
M icroh, 1:3, 1969.
dos en marcado exceso de Ag (relación M/M 2 3bis. R iches, D W H ; S tan w o rth , D R: Im m u n o l L etters,
Ac/Ag = 1,8 o menor) no se fijan en los eritro­ 1:363, ¡980.
citos. 24. M arg n i, R A : L a b o ra to rio (G ran ad a, E sp añ a ), p ág .
Cuando hay alta concentración de com ple­ 501, 1967.
25. D iam ond, LK; D entón, RL: ,/ L ab Clin M ed, 3 0 :S 2 l,
jos, especialmente los formados por anticuer­ 1945.
pos precipitantes, suele observarse aglutinación 26. M orton, JA; Pickles, M M : N ature, 159:119, 1947,
directa de los eritrocitos. 27. Coom bs, RR; M ourant, A E; Race, RR: Lancet, II; 15,
1945.
28. W iener, A S: P ro c S oc E x p er B iol, 56:1 1 3 , N Y ork;
1944.
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Metodologías para la evaluación
de las células inmunocompetentes

CLAUDIA MONGINl
CLAUDIA WALDNER 36
IN T R O D U C C IÓ N zación con un determinado antígeno, y la poste­
rior medición de los anticuerpos por ensayos
El estudio del sistema inmune es de funda­ cualitativos y cuantitativos, proveen inform a­
mental importancia ya que posibilita el enten­ ción acerca de la respuesta de los linfocitos B
dimiento y el control de varias enfermedades como el resultado final de un ntímero de eventos
autoinmunes y de aquellas que directa o indi­ celulares independientes pero inteiTelacionados.
rectam ente afectan la respuesta inmune. Las En la ram a celular de la respuesta inm une
metodologías descritas en este capítulo están m ediada por linfocitos T se realizan, com o
dirigidas, a investigar las funciones inmunes en pruebas funcionales, ensayos in vitro que son
individuos normales y en pacientes con enfer­ relativamente simples y de fácil reproducibili­
medades congénitas o adquiridas. Además, los dad. Sin embargo, éstos no son indicativos de
protocolos pueden ser aplicados al estudio de la suma de los fenómenos complejos observa­
procesos infecciosos o de envejecimiento del dos en un individuo ya que utilizan poblaciones
sistema inmune, no sólo en seres humanos, si­ aisladas de linfocitos o subpoblaciones de célu­
no también en modelos experimentales. las purificadas. Por el contrario, la prueba cutá­
La importancia de la evaluación funcional se nea de hipersensibilidad retardada es el único
fundamenta en el uso creciente de estas técni­ ensayo in vivo de la función de las células in­
cas en el diagnóstico y en el monitoreo de pa­ m unocom petentes y puede proveer in fo rm a­
cientes con cáncer, SIDA, enfermedades au ­ ción valorable acerca del estado inmune en su
toinmunes y de aquellos que recibirán un tras­ totalidad.
plante de órganos. Además, la utilización de La caracterización fenotípica de las células
agentes inmunomoduladores en la práctica clí­ inmunes, así como la determinación del núm e­
nica y de modificadores de la respuesta bioló­ ro de éstas, a menudo no ofrece información
gica en experimentos clínicos, hacen necesario acerca de su actividad, porque el fenotipo celu­
el empleo de técnicas confiables para el segui­ lar frecuentem ente no se correlaciona con la
miento de las funciones del sistema inmune. En funcionalidad de las células.
la actualidad, es posible medir un amplio es­ El personal involucrado en la ejecución de
pectro de parámetros funcionales que van des­ las técnicas aplicadas en la evaluación de la in­
de la activación, la proliferación, la síntesis de munidad celular, no sólo deberá estar capacita­
sustancias inmunomoduladoras hasta la funcio­ do para trabajar en las condiciones de esterili­
nalidad de las células efectoras. La mayoría de dad requeridas e indispensables para el cultivo
las disfunciones del sistema inmune se tradu­ de células, sino también estar familiarizado con
cen en la falta o depresión en uno o más de ps- las normas de bioseguridad. Es por ello que en
. tos parámetros. primer lugar se detallan una serie de conceptos
En la rama humoral de la respuesta inmune, básicos que deberá conocer todo operador an­
mediada por linfocitos B, la producción de anti­ tes de realizar las técnicas que se describen a
cuerpos inducida por inmunización o sensibili­ continuación.
730 Metodologías

1. C O N SID ER A CIO N ES DE 6. Debe evitarse el material de vidrio para la


B IO SEG U R ID A D PARA manipulación de la sangre, por este motivo
TRABAJAR CON MATERIAL debe ser transportada y/o centrifugada en tu­
DE ORIGEN HUMANO SUSCEPTIBLE bos de material plástico con tapa a rosca.
DE ESTAR INFECTADO
Decontaminación del material
El primer paso para trabajar eon material de
origen humano es considerar cada muestra eon 1. El material de vidrio o plástico deberá ser
la que se trabaja como posiblemente infectada colocado inm ediatamente después del uso
y por lo tanto potencialmente peligrosa. Es por en una solución de lavandina extemporánea
ello que el personal que llevará a cabo los ex­ al 10% y permanecer en remojo durante 18-
perimentos con muestras humanas debe estar 24 h.
entrenado en el manipuleo de muestras conta­ 2. El material descartable contaminado, así co­
minadas eon agentes patógenos. En este senti­ mo los coágulos, cultivos y otros materiales
do el profesional a cargo deberá instruir al per­ que puedan ser de riesgo deberán ser incine­
sonal acerca de los procedim ientos y de los rados. Para ello deberán ser colocados en re­
m ateriales apropiados para trab ajar con las cipientes de plástico eon tapas y depositarse
muestras así como los pasos a seguir para pro­ en contenedores especiales, destinados para
cesar los desechos provenientes del material tal fin y correctamente rotulados.
posiblemente contaminado. A tal efecto, exis­ 3. Las agujas ya utilizadas serán incineradas
ten publicaciones editadas por organismos sa­ previo a su descarte.
nitarios nacionales e internacionales (Biosafety 4. Las mesadas de trabajo deberán ser deconta­
in M icrobiological and Biom edical laborato- minadas antes y después de realizar el traba­
ries. NIH Publication #, 88-8395, U.S.; Normas jo. Con esta finalidad se pueden utilizar al­
de bioseguridad. VIH, el virus de la inmunode- cohol al 70®, lavandina al 10% u otro desin­
ficiencia adquirida humana. Ministerio de Sa­ fectante apropiado.
lud y Acción Social Secretaría de Salud, Bue­
nos Aires) en donde figuran la determinación
precisa de áreas de trabajo, normas de trabajo 2. AISLAMIENTO DE POBLACIONES
p ara evitar la infección del o p erad o r y los CELULARES IN M U N O C O M PE T EN T ES
agentes químicos y físicos a emplearse en la
decontaminación. Antes de realizar una purificación o el enri­
A continuación se enum eran una serie de quecimiento de poblaciones celulares inmuno-
normas básicas a seguir en el laboratorio donde competentes se deben considerar varios aspec­
se procesan muestras de origen humano. Estas tos: el órgano donde existe el mayor porcentaje
reglas están destinadas primordialmente a pro­ de las células de interés, la accesibiUdad de di­
teger al operador y a todas aquellas personas cho órgano (en general cuando se trabaja con
que, de una u otra forma, estarán en contacto seres humanos se utiliza sangre periférica), la
con dichas muestras. menor contaminación con otras células, etc. Es
por ello que resulta de gran importancia recor­
Normas de protección del operador dar la distribución de las células pertenecientes
y manipulación del material al sistema inmune en la sangre y en los tejidos
linfáticos secundarios (cuadro 36-1).
1. El operador debe utilizar guantes descarta-
bles. Si existe riesgo de salpicaduras deberá 2.1. AISLAM IENTO DE CÉLULAS
utilizar anteojos y barbijo. M ONONUCLEARES HUMANAS
2. Se debe evitar pipetear cualquier material de A PARTIR D E SANGRE PERIFÉRICA
riesgo eon la boca, para ello se debe recurrir POR MEDIO D E GRADIENTES
a los pipeteadores manuales o automáticos.
3. No se debe fumar, comer ni beber en los si­ En la mayoría de las técnicas empleadas para
tios en donde se maneja material de riesgo. el estudio de las células inmunocompetentes es
Asimismo no se debe apoyar comidas ni be­ ventajoso trabajar con las células mononuclea­
bidas sobre las mesadas de trabajo. res sin la contam inación que representan los
4. Se debe evitar el uso de elementos punzan­ eritrocitos y los granulocitos. A diferencia de
tes y cortantes en la manipulación del mate­ lo que ocurre con los eritrocitos, cuya presen­
rial. cia no representa mayor problema, los granulo­
5. Las agujas no deben ser dobladas ni coloca­ citos liberan sustancias tóxicas y por lo tanto es
das en el capuchón. Estas serán colocadas conveniente proceder a su separación. Si bien
en recipientes de plástico resistente, sella­ los nódulos linfáticos, las amígdalas y el bazo
dos. poseen una baja proporción de granulocitos y
M etodologías para la evaluación d e la s célu las in m u n ocom peten tes 731

Cuadro 36-1. Distribución de las poblaciones linfocitarias en los diferentes compartimientos


P orcentaje del total de lirifocitos

M arcadores N odulos Sangre


Tipo celular F unciones fenotípicos B azo linfáticos periférica

Linfocitos B CM H clase 11; 40-45 20-25 10-15


Inm unoglobulina

Linfocitos T colaboradores CD 3^ 50-60 50-60 50-60


CD4+; C D 8 ^

citotóxicos CD 3^ 10-15 15-20 20-25


CD4 ; C D 8+

N atural killer Receptor Fcy ~ 10 ~ 10


(CD16)

pueden ser utilizados directamente, la muestra Solución de Ficoll-H ypaque. Preparar una
de elección para obtener células mononucleares solución de densidad 1,077 g/ml, agregando
de seres humanos es, sin lugar a dudas, la san­ 64.0 g de Ficoll (PM: 400.000; Sigma cat.
gre periférica por su accesibilidad. n° E4375); 99.0 g de diatrizoato sódico (Sig­
ma cat.n° S4506) y 0.7 g de NaCl para 1 li­
2.1.1. Separación de células mononucleares tro de solución. Filtrar a través de una m em ­
mediante gradientes con Ficoll-Hypaque brana esterilizante de 0,22 [Xm y conservar a
4°C. Alternativamente se puede adquirir la
El método de elección para el aislamiento de so lu ció n de F ico ll-H ypa qu e de d en sid ad
las células m ononucleares a partir de sangre 1,077 g/1 (Sigma, Histopaque 1077-1 o P har­
entera fue descrito originai'i ámente por Boyum macia 17-0840-02).
(Boyum, 1968) y consiste en la separación de - Suero fetal bovino (SFB), descomplementa­
las células a través de un gradiente de Ficoll- do a 56°C durante 30 minutos.
Hypaque. El Ficoll es un polisacárido que pro­ M edio RPMI completo adicionado con un
duce la aglutinación de los eritrocitos logrando 10% de SFB. Véase apéndice al final del ca­
que éstos sedimenten más rápidamente y el Hy- pítulo.
paque es una sustancia densa que, diluida apro­ - Tubos cónicos de plástico para centrífuga de
piadamente, confiere a la mezcla la densidad 15 o 50 mi.
requerida para la separación.
El aislamiento de las células mononucleares
se realiza teniendo en cuenta la diferencia de Método
densidades que existe entre los elementos de la
sangre. Los eritrocitos y los granulocitos p o ­ 1. Diluir la sangre agregando un volum en de
seen una densidad mayor que 1.077 g/ml y por SST que deberá estar a temperatura am bien­
lo tanto se ubicarán por debajo de la capa del te. Alternativamente, en los casos en que in­
gradiente de esa densidad, mientras que los mo­ terese separar previamente el plasma, centri­
nocitos, los linfocitos y las plaquetas, al ser m e­ fugar la sangre a 900 x g, a temperatura am ­
nos densos, flotarán por encima (fig. 36-1). Las biente, durante 10 minutos. Posteriormente
plaquetas serán separadas de las células mono- recoger las células ubicadas en la interfase
nucleares por medio de lavados sucesivos o por entre los eritrocitos y el plasma y resuspen-
centrifugación a través de un gradiente de suero derlas en 2 partes de SST.
fetal bovino, que permite que las células mono- 2. Agregar cuidadosamente la solución de F i­
nucleares lo penetren pero no las plaquetas. coll-Hypaque por debajo de la suspensión
celular, o bien a un tubo que contiene la so­
Materiales lución de Ficoll-Hypaque agregar la sangre
diluida por la parte superior con extrem o
- Sangre heparinizada (5U de heparina sódi- cuidado. La proporción de Ficoll-Hypaque
ca/ml de sangre). usada dependerá de los volúmenes de traba­
- Solución salina tamponada (SST). Ver apén­ jo: para un tubo de 15 mi se dispensarán
dice al final del capítulo. 3 mi de Ficoll-Hypaque cada 7 mi de sangre
“ Solución de Hanks libre de Ca+* y Mg+“^, a diluida. Cuando se trabaja en tubos de 50 mi
temperatura ambiente. Ver apéndice al final se agregarán 10 mi de F icoll-H ypaque y
del capítulo. 40 mi de sangre diluida.
732 Metodologías

Centrifugación Plasma diluido

Células
mononucleares

Células
Ficoll-Hypaque polimorfonucleares

Glóbulos rojos

F ig. 36-1. Esquem a de la distribución de los elem entos de la sangre en un gradiente de Ficoll-H ypaque.

3. Centrifugar entre 20 y 30 minutos, a 900 x los primeros flotarán por encima de la capa co­
“g ” y sin usar el freno de la centrífuga. Los rrespondiente a una densidad 1.065 y las célu­
gradientes son dependientes de la temperatu­ las sin activar lo harán sobre la capa de 1.077.
ra, es por ello que se deberá mantener la mis­
ma entre 18 y 20°C durante la centrifugación. Materiales
4. Recoger la capa de células mononucleares
que se encuentra en la interfase entre el Fí- - Sangre heparinizada (5U de heparina sódi-
coll-H ypaque y el plasm a (fig. 36-1) cui­ ca/m l de sangre) o una suspensión celular
dando de no arrastrar los eritrocitos que se con linfocitos estimulados por medio de m i­
encuentran en la parte inferior. Transferir tógenos. Véase punto 2.4.
las células a un nuevo tubo en el que se han - Percoll (Pharmacia, Uppsala, Suecia)
dispensado 2 a 3 voMmenes de solución de - Solución salina tamponada (SST lOx), para
Hanks por cada volumen de capa de células. ajustar la isotonicidad de la solución de Per­
5. Lavar las células tres veces con exceso de coll.
solución de Hanks. ■ - M edio RPMI completo. Véase apéndice al
6. Resuspender las células en medio RPMI com­ final del capítulo.
pleto. Contar y determinar la viabilidad celu­ - Solución salina tamponada (SST). Ver apén­
lar por el método de exclusión del azul tripán. dice al final del capítulo.
- Tubos de centrífuga de 15 o 50 ml.
2.1.2. Separación de granulocitos, células - Pipetas Pasteur.
mononucleares y linfoblasíos a partir de
sangre periférica o de cultivos celulares. Método
Gradientes de Percoll
1. Preparar una solución isotónica de Percoll a
Para determ inadas experiencias es conve­ partir de la solución stock de Percoll, agre­
niente separar las poblaciones celulares de la gando 1 volumen de SST lOx por cada 10
sangre o aislar células estimuladas (linfoblas- volúmenes de solución final (para preparar
tos), de células no estiinuladas provenientes de 100 ml de solución isotónica de P ercoll
cultivos celulares. En estos casos, la separación agregar 10 ml de SST lOX y 90 ml de la so­
a través de un gradiente discontinuo de polyvi- lución stock de Percoll). Esta solución de
nilpirrolidona, conocido com ercialm ente con Percoll posee una densidad aproximada de
el nombre de Percoll, ofrece un método senci­ 1,12 g/ml.
llo y rápido. Usando esta técnica es posible ob­ 2. Mezclar la solución de Percoll con SST de
tener los granulocitos en la interfase de la capa forma tal de obtener la soluciones de dife­
correspondiente a una densidad de 1.083, las rentes porcentajes. P ara la separación de
células mononucleares en la de 1.077 y los eri­ granulocitos y de células mononucleares se
trocitos, que se ubican en el fondo del tubo. Por req u ieren so lu cion es de P erco ll al 70%
otra parte, los linfoblastos se separan de las cé­ (densidad de 1.083) y al 60% (densidad de
lulas sin activar por su diferencia de densidad. 1.077) mientras que para separar linfocitos
Metodologías para la evaluación de las células Inmunocompetentes 733

activados (linfoblastos) de células sin acti­


var se utiliza una solución de Percoll al 50%
(1,065) y otra al 60%.
3. Dispensar 3 mi de Percoll al 70% en un tu­ Plasma diluido
bo de centrífuga de 15 mi y sembrar, por en­
cima, 3 mi de Percoll al 60%, evitando re- Blastos, monocitos, NK
suspender las capas. Por últim o agregar,
1.065
cuidadosamente, 8 mi de sangre diluida al
medio con SST. Linfocitos
En el caso de la separación de los linfo­
blastos se preparará un gradiente discontinuo 1.077
con una capa inferior de Percoll al 60% y
una superior de Percoll al 50%. Por sobre Granulocitos
ésta colocar la suspensión celulai- de blastos 1.090
(las células en el medio de cultivo donde se
las estimuló durante 48-72 h con el mitógeno Eritrocitos
ad e c u a d o . R e fe rirs e al p u n to 2 .4 p a ra
la descripción de cómo obtener linfoblastos). F ig. 36-2. E.squema de la di.stribución de los elem en to s de
4. Centrifugar el gradiente a temperatura am ­ la sangre y de linfoblastos en un g radiente de Percoll.
biente durante 20 minutos, a 900 x g. Sepa­
rar las células m ononucleares que se e n ­
cuentran por encima de la capa de Percoll al como los macrófagos se adhieren preferente­
60% y posteriormente los granulocitos de la mente a la lana de nylon mientras que los lin­
interfase del Percoll 70%. focitos T no se adhieren o lo hacen pobrem en­
Los linfoblastos se ubicarán en la interfase te y se recogen directamente. Los linfocitos B
superior (sobre la capa de Percoll 50%) y y los macrófagos pueden ser eluidos a co n ti­
las células sin activar flotarán sobre la capa nuación por medio de agitación. La técnica de
de P ercoll 60% (fig. 36-2). Para el aisla­ la lana de nylon es la más usada para el enri­
miento de células activadas solamente, se quecimiento en linfocitos T a partir de las cé­
puede preparar un gradiente con P erco ll lulas mononucleares obtenidas de un gradiente
60% y recuperar la fracción celular obtenida de Ficoll-H ypaque. La ventaja que p o see es
en la parte superior del mismo. que no requiere de anticuerpos o complemento
5. Lavar tres veces las células con exceso de y es el método de elección en aquellas ocasio­
SST. nes en las que se quiere separar linfocitos B y
6. R esuspender las células en medio R PM I linfocitos T en gran cantidad a partir de bazo o
completo. Contar y determinar la viabilidad nódulos linfáticos. Por otra parte, debe co n si­
celular por el método de exclusión del azul derarse que las poblaciones celulares aisladas
tripán. no son tan puras como las que se purifican por
procedimientos específicos, como la elim in a­
2.2. ENRIQUECIMIENTO EN ción de poblaciones por medio de la citotoxici­
POBLACIONES LINFOCITARIAS dad mediada por anticuerpos y complemento o
POR PASAJE A TRAVÉS DE COLUMNAS m étodos de inmunoplaqueo o panning.
DE LANA DE NYLON
M ateriales
El aislam iento de poblaciones linfocitarias
es generalmente un requisito previo para su es­ - Lana de nylon esterilizada (véase apéndice al
tudio fenotípico o funcional. Los monocitos, final del capítulo).
junto con los linfocitos B, constituyen un 25% - Jeringas de 10 o 20 mi.
de la población mononuclear. Es por ello que - M edio RPMI adicionado con 5% de SFB,
para algunas determinaciones es necesario se­ RPMI-5 (véase apéndice al final del capítulo).
parar la población Iinfocitaria T de la B, como - Agujas 19-G.
es el caso en la tipificación de HLA de clase II - Tubos cónicos de plástico de 50 mi.
o al realizar un cross m atch específico para - Suspensión de células mononucleares o b te­
linfocitos T y linfocitos B, previo a un tras­ nidas de sangre periférica por medio de un
plante. gradiente de Ficoll-Hypaque o esplenocitos,
Uno de los métodos clásicos de enriqueci­
miento de poblaciones linfocitarias utilizando M étodo
colum nas de nylon, fue descrito o rig in aria­
mente por Julius y colaboradores (Julius y col., 1. A rm ar una colum na de lan a de nylon de
1973). Los linfocitos B y las células accesorias acuerdo a la metodología especificada en el
734 Metodologías

apéndice. (El tamaño de la columna depen­ Cuadro 36-2. Marcadores de superficie de las
derá de la cantidad de células a sembrar: células inmunocompetentes y de sus principa­
p ara sep arar h asta 1,5 x 10* célu las se les contaminantes
aconseja usar una columna de 12 mi empa­
cada con 0,8-1,0 g de lana de nylon. Para Tipo celular M arcador de superficie
cantidades entre 1,5 y 3,0 x 10* células se
prefiere usar una columna de 20 mi con 1,6 Linfocitos T colaboradores CD4
a 2 g de lana de nylon, usando en ambos ca­ Linfocitos T citotóxicos CD8
Linfocitos B CD20
sos 15 a 20 mi de medio de cultivo para Inm unoglobulinas
eluir las células). N atural killer CD 16
2. Calentar el medio de cultivo a 37°C y man­ M onocitos CD14
tenerlo en estas condiciones a lo largo del C D Il
G lóbulos rojos glicoforinas
procedimiento.
3. Impregnar la lana de nylon con medio RP-
Ml-5 tratando de elim inar las burbujas de
aire atrapadas y compactar la columna con cuerpo-complemento y la técijica de aislamien­
una pipeta estéril. Cerrar la parte superior de to con partículas magnéticas, más recientemen­
la colum na con parafilm y la inferior con te desarrollada, se fundamentan en la separa­
una llave de tres vías y ana aguja de 19-G. ción de las células de interés de aquellas no de­
Colocar la columna a 37°C durante 30 mi­ seadas en base al reconocimiento de antígenos
nutos, en una estufa gaseada con 5% de p re se n te s en la m em b ran a c e lu la r (cu ad ro
CO,. 36-2), por parte de anticuerpos específicos.
4. Ajustar la suspensión celular libre de glóbu­ La separación celular puede ser por selec­
los rojos a una densidad de 7,5 x 10’ cél/ml ción negativa cuando la población que se desea
en RPMI-5. purificar carece del antígeno específico en su
5. Eluir la columna completamente y sembrar membrana. Por el contrario, en la selección po­
en la parte superior la suspensión celular. sitiva se aislará la población que expresa el
Dejar drenar todo el medio y adicionar entre marcador de interés.
0,5 y 1 mi de medio a 37°C. Cerrar la llave A continuación se detallan los marcadores
de tres vías y agregar 2 o 3 mi de medio. de superficie de las principales clases de célu­
Cerrar la parte superior de la columna con las inmunocompetentes y de las células conta­
parafilm. minantes.
6. incubar la colum na durante 45 minutos a
37°C en estufa gaseada con 5% de CO 2. 2.3.1. Aislamiento de linfocitos por medio
7. L lenar la colum na con m edio RPM I-5 a de lisis específica mediada por anticuerpo-
37"C. Abrir la llave de tres vías e inmediata­ complemento
mente recuperar las células no adherentes
(linfocitos T) eluidas en un tubo cónico de La citotoxicidad dependiente de anticuerpo-
50 mi. Agregar medio RPMl-5 adicional y complemento es una técnica utilizada, general­
recoger las células de los primeros 15 mi de mente, para depletar una población heterogé­
medio eluidos a través de la columna. nea de células en donde una subpoblación es
8. Para obtener las células adherentes (linfoci­ reconocida específicamente por un anticuerpo
tos B y macrófagos) agitar enérgicamente la dirigido hacia un antígeno de la superficie celu­
columna con una varilla de vidrio estéril du­ lar. Este complejo antígeno-anticuerpo form a­
rante 1 minuto y eluirlas rápidam ente con do en presencia de complemento lleva a la lisis.
20 mi de medio, en otro tubo cónico. Puede ser utilizada como un paso preliminar de
9. Centrifugar las células 10 minutos a 200 x selección negativa o para eliminar células con­
g. Resuspender en la concentración adecua­ taminantes de una población celular enriqueci­
da y determinar la viabilidad celular por el da en una determ inada clase de células. Este
método de exclusión dei azul tripán. protocolo presenta la ventaja de originar una
Generalmente se recupera un 80 a un 90% población celular que no ha sido m anipulada
de linfocitos T contaminados con un 10 a 20% por uniones antígeno anticuerpo y sus desven­
de linfocitos B y macrófagos. tajas son la pérdida de la población celular que
se une al anticuerpo y el requerimiento de que
2.3. P U R IF IC A C IÓ N D E L IN F O C IT O S B, el anticuerpo utilizado sea fijador de com ple­
LIN F O C ITO S T Y SU BP O BLA C IO N E S T mento.
A continuación se detalla la técnica de puri­
El método de inmunoplaqueo o panning, la ficación de la subpoblación de linfocitos T co­
purificación por selección negativa mediante la laboradores (CD4+) por lisis específica de la
citotoxicidad específica dependiente de anti- subpoblación citotóxica (CD8+).
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 735

Materiales B de los linfocitos T (Mage y col., 1977; Wy-


socki & Sato, 1978; Mage et al. 1981). Puede
- M edio RPM I com pleto suplem entado con ser utilizada ya sea como método positivo o ne­
SFB al 1%, RPMI-1 (véase apéndice al final gativo de selección celular. La pureza de las
del capítulo). poblaciones celulares obtenidas es comparable
- Complemento de conejo con baja linfotoxi- con aquellas derivadas del citómetro de flujo.
cidad. Además, esta metodología es superior a la téc­
- Suspensión de linfocitos T. nica de lisis por complemento ya que la pobla­
- Anticuerpos monoclonales anti-CD8. ción no seleccionada puede ser recuperada.
- Tubos de centrífuga cónicos de plástico de En la técnica de plaqueo directa (fig. 36-3a),
15 mi. las células son separadas usando placas de po­
liestireno sensibilizadas con anticucipos espe­
Método cíficos unidos al plástico por medio de uniones
no-covalentes. A continuación, las células que
1. Determinar de antemano la dilución del an­ poseen en su superficie el antígeno determina­
ticuerpo a utilizar por inmunofluorescencia do se unen a los anticuerpos específicos, m ien­
o por citometría de flujo, asimismo, la con­ tras que las células que no los poseen son recu­
centración óptima de complemento que pro­ peradas por medio de lavados. Las células uni­
duce la máxima citotoxicidad específica y la das pueden a su vez ser obtenidas cambiando
mínima citotoxicidad no-específica. las condiciones de la reacción: por el agregado
2. En un tubo de centrífuga agregar una sus­ de m ed io con a lta c o n c en trac ió n p ro te ic a
pensión de 1 X 10*’ - 1 X 10’ células y cen­ (SFB) o por tratamientos mecánicos. L a des­
trifugar 10 minutos a 18-20°C y 400 x g. ventaja de necesitar grandes cantidades de .anti­
Descartar el sobrenadante y resuspender las cuerpo purificado indujo al desarrollo de la téc­
células en la dilución apropiada de anticuer­ nica de plaqueo indirecta.
po. El método de plaqueo indirecto consiste en
3. Colocar las células en un baño de hielo du­ el tratam iento de las células con aiticuerpos,
rante 30 minutos. Centrifugar 10 minutos a generalmente monoclonales, que reconocen es­
4°C y a 400 x g. Descartar el sobrenadante. pecíficamente a los marcadores de las células.
4. Resuspender las células en una concentra­ A la suspensión celular así tratada, se la incuba
ción de 1 X 10'' cél/m l de la dilución del en placas previamente sensibilizadas con una
com plem ento en R PM I-1. Incubar 1 h a anti-gamma globuhna específica para la espe­
37°C. Examinar una alícuota de la suspen­ cie utilizada para reconocer a las células. Las
sión celular para determinar la lisis celular. células que poseen en su superficie el anticuer­
Si el tratamiento no hubiese resultado total­ po monoclonal serán fijadas a la placa quedan­
mente efectivo repetir la incubación con el do libre la subpoblación que no fue reconocida.
anticuerpo y el complemento. A continuación se describe, a modo de ejem ­
5. Frenar la lisis agregando a la suspensión ce­ plo, la purificación de linfocitos T CD4+ y de
lular 10 mi de medio RPMI frío. Centrifugar linfocitos CD8+ por medio de la técnica de pla­
10 minutos a 4°C y 400 x g. Lavar 2 veces y queo indirecta (fig. 36-3b).
resuspender las células en medio R PM l-1.
6. Determinar la viabilidad y el porcentaje de M ateriales
citotoxicidad según la siguiente fórmula:
- Anti-gamma globuhna de ratón purificada y
(N° cél. no v ia b le s )' adsorbida contra iminunoglobulina hum ana.
% de citotoxicidad (C D 8"^) = - X 100
(N° cél. viables + - Anticuerpos monoclonales murinos específi­
N “ cél. no viables) cos para la población celular a purificar (anti
CD8).
7. Eliminar la células no viables por medio de - Solución salina tamponada (SST). Ver apén­
un gradiente de Ficoll-Hypaque recuperan­ dice al final del capítulo.
do las células viables que se encuentran en - Tris-Cl 0.05 M, pH: 9,5.
la interfase superior (las células no viables - Suspensión enriquecida en linfocitos T por
se ubicarán en el fondo del tubo). lana de nylón.
- SST adicionada con 5% y 1% de SFB (SST-
2.3.2. Aislamiento de linfocitos 5 o SST -1).
por el método de inmunoplaqueo - M edio RPMI completo. Ver apéndice al fi­
o panning nal del capítulo.
~ Placas de Petri de plástico estériles de 15 x
La técnica de plaqueo en un comienzo fue 100 mm.
desarrollada para la separación de los linfocitos - Tubos cónicos de 15 mi.
736 Metodologías

Ag- F ig . 36-3a. E squem a del fu n d am en ­


A g- to de la técnica de inm unoplaqueo d i­
recta (Panning directo).

Placas sensibilizadas con


anticuerpo específico
para su marcador Y
de superficie diferencial

Selección positiva Selección negativa

Ag+ Ag+

’fyy'P
M étodo durante 40 minutos a temperatura ambiente
o 24 h a 4°C. (Las placas así sensibilizadas
1. A una placa de Petri adicionar 10 ml del an- pueden ser conservadas durante 2 semanas
tisuero anti-gamma globulina de ratón dilui­ a4°C).
do adecuadam ente (aproxim adam ente 10 2. En un tubo de centrífuga agregar 2-3 x 10’
|Xg/ml) en Tris-Cl 0,05 M, pH; 9,5. Incubar células y centrifugar a 400 x g durante 10

Células- anticuerpo monoclonal


específico para un m arcador de
superficie determinado

Placas sensibilizadas
con anti-gama globulina

Selección positiva Selección negativa

F ig . 36 -3 b . E squem a del fundam ento


d e la técn ica de inm unoplaqueo in d i­
recta {Panning indirecto).
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 737

minutos a 4°C. Descartar el sobrenadante Al igual que en la técnica de plaqueo, se


y resuspender las células con la dilución puede realizar una selección positiva o negati­
del anticuerpo específico (anti CD8) deter­ va de las células. En el caso de la inmunosepa-
minada de antemano por medio de una in- ración positiva, la separación de las partículas
munofluorescencia o por citometría de fl u ­ m agnéticas de las células es muy trabajosa,
jo. Colocar las células en hielo por 30 mi­ m ientras que la selección negativa ofrece un
nutos. p ro ced im ien to muy sen cillo p ara p u rific a r
3. Agregar 5 mi de SST-5 y centrifugar 10 mi­ grandes cantidades de células, por lo que se la
nutos a 400 X g en frío y lavar con SST-5. prefiere. Además, uno o más anticuerpos nio-
4. Resuspender las células en 3 mi de SST-5. noclonales pueden ser adheridos a las m icroes­
5. Rem over la solución del antisuero de la feras para la separación simultánea de varias
placa de Petri usando una pipeta estéril y poblaciones celulares contaminantes.
lavar tres veces con 10 mi de SST-5 agi­
tando suavemente cada vez. (El antisuero Aislamiento inmunomagnético de linfocitos T
recuperado puede ser reutilizado.) p o r selección negativa
6. Retirar completamente el líquido de lavado
de la placa de Petri e inmediatamente agre­ M ateriales
gar la suspensión celular. A gitar suave­
mente e incubar durante 1 h a 4°C (a los 30 - Células mononucleares separadas a partir de
minutos, agitar suavemente durante 30 se­ sangre periférica por medio de un gradiente
gundos). de Ficoll-Hypaque; o suspensión celular de
7. R ecoger por aspiración la suspensión de bazo, de nodulos linfáticos, de tumores o de
células que no se han unido. Lavar 2 veces fluido peritoneal.
con 7 mi de SST-1, o hasta haber retirado - Anticuerpos monoclonales específicos para
todas las células no adheridas. linfocitos B (CD20), monocitos (CD14), cé­
Todos los pasos detallados en este punto lulas NK (CD16) y glóbulos rojos (anti-gli-
deben ser realizados suavemente, colocan­ coforinas). (Véase cuadro 36-2.)
do la pipeta sobre un lado de la placa, de - Solución de Hanks libre de Ca++, adi­
m anera tal de no desprender las células cionada con 10% de SFB y buffer H EPES
unidas específicamente (CDS*^). 10 mM (Hanks-10),
8. Despegar las células adheridas con una es­ ~ Microesferas magnéticas recubiertas con anti
pátula ad hoc o bien pipeteando enérgica­ IgG de ratón obtenido en cabra (aproximada­
mente 15 mi de SST-1. Examinar la placa mente 7 microesferas por célula blanco; Dy-
en un microscopio invertido y colocar las nabeds M-450, Dynal 11005 y 1 1006),
células obtenidas en otro tubo de 15 mi. - Aparato para la separación magnética (Dynal
9. Centrifugar los tubos con las células adhe­ MPCI 12001 o Advanced Magnetic 41025).
rentes y el de las células no adherentes a - Tubos de polipropileno de 15 mi.
4°C, durante 10 minutos a 400 x g.
10. Resuspender en medio RPMI y determinar Método
el grado de pureza por medio de inmuno-
fluorescencia o citometría de flujo. Si se Importante: todos los pasos a seguir debe­
requiere un mayor grado de pureza repetir rán ser realizados a 4°C para minimizar fen ó ­
el procedimiento a partir del paso 3. menos de capping y el desprendimiento de los
anticuerpos de la membrana celular.
2.3.3. Purifícación de células por medio
de técnicas inmunomagnéticas 1. D eterm inar la concentración saturante de
anticuerpos monoclonales por medio de in-
La purificación de poblaciones y subpobla­ m unofluorescencia o citom etría de flu jo .
ciones celulares por métodos inmunomagnéti- Generalmente se logra con una concentra­
cos, a partir de una muestra heterogénea, ha si­ ción de 1 |ig/ml.
do desarrollada am pliam ente en los últim os 2. Resuspender las células en una concentra­
años debido al grado de pureza de las muestras ción de 2 X 10’ cél/ml de H anks-10.
obtenidas (comparable al método de citometría 3. Agregar 1 mi de la solución de la mezcla de
de flujo), la reproducibilidad y la facilidad del anticuerpos cada 10 mi de suspensión celu­
manejo de muestras pequeñas o grandes. lar. Incubar 30 minutos a 4°C con agitación
Esta metodología se fundamenta en una se­ continua (6 a 10 rpm) para evitar que las cé ­
paración física en un campo magnético, de las lulas sedimenten.
células unidas a un anticuerpo específico que 4. Lavar 2 veces las células con Hanks-10 cen­
se encuentra adherido a microesferas magnéti­ trifugando en frío a 150 x g, durante 10 m i­
cas de poliestireno. nutos. Resuspender las células en 10 mi de
738 Metodologías

Hanks- IO frío y transferirlas a un tubo nue­ OBTENCIÓN D E ESPLENOCITOS


2 .5 .
vo. M U R IN O S
5. A gregar 4 x 10® m icroesferas (Im l de la
suspensión comercial) para 2 x 10® células M ateriales
mononucleares totales y lavar con Hanks-
10. Colocar el tubo de forma de orientar las - Ratones de una cepa determinada, entre 6 se­
partículas en una cara del tubo y aspirar el manas y 6 meses de edad.
medio con una pipeta colocada en el fondo - Alcohol 70°.
del tubo. Repetir la operación y resuspender - Solución de Hanks o medio de cultivo RPMI
las microesferas en 1 ml de H anks-10. co m pleto suplem entado con 5% de SFB
6. Agregar la suspensión de microesferas a la (véase apéndice al final del capítulo).
suspensión celular y agitar suavemente (6 a ~ Malla de acero inoxidable o de nylon de 200
10 rpm) 1 h a 4°C. |jm .
7. Separar las células marcadas con los anti­ - Material de cirugía estéril.
cuerpos monoclonales unidos a las microes­
feras m agnéticas colocando el tubo en un M étodo
campo magnético. Después de 5 minutos,
transferir las células no marcadas a un tubo 1. Sacrificar los ratones por dislocación cer­
nuevo y repetir el procedimiento. Contai' las vical o inhalación de CO^.
células y resuspenderlas en H an k s-10 en 2. C olocarlos en posición dorsal sobre una
una concentración de 2 x 10’ cél/ml. plantilla de disección.
8. Repetir los pasos 4 a 7 en los casos en que 3. Rociarlos con alcohol 70“.
se requiera un mayor grado de pureza. 4. Practicar la incisión adecuada para poner
en descubierto el bazo, abriendo la cavidad
2.4. O BTE N C IÓ N D E L IN F O B L A ST O S peritoneal desde abajo h acia la cabeza.
(Véase fig. 36-4.)
M ateriales 5. Cortar el bazo con pinza y tijera estéril en
varios pedazos. Colocarlo en una placa de
- Suspensión de esplenocitos o de células mo- Petri y lavarlo con medio de cultivo.
nonucleares. 6. Colocarlo sobre una malla de acero inoxi­
M edio RPM I com pleto suplem entado con dable y triturarlo en fragmentos pequeños
SFB al 10% (véase apéndice al final del ca­ con una tijera de punta curva. Preparar un
pítulo). homogeneizado celular en medio de culti­
- Frascos de cultivo de 75 cm^ (T75). vo, por disgregación sobre la malla. Lavar
- Solución de PHA o Con A para linfocitos T la malla varias veces con medio de cultivo
y solución de Staphyíococcus A Cowan 1 pa­ para desprender las células que hayan que­
ra linfocitos B (véase cuadro 36-5). dado adheridas.
NOTA: todos los reactivos y materiales que 7. Recoger la suspensión celular filtrada por
estén en contacto con las células deberán estar la malla con una pipeta Pasteur y colocarla
en condiciones de esterilidad y el operador de­ en un tubo cónico.
berá seguir los procedimientos empleados para 8. Dejar reposar 5-6 minutos para que sedi­
el cultivo de células. menten los grumos.
9. Centrifugar el sobrenadante a 200 x g du­
rante 10 minutos.
M étodo 10. Descartar el sobrenadante y lavar el sedi­
mento celular con medio de cultivo.
1. Ajustar la suspensión celular en 5,0 x 10'’ 11. Resuspender las células en el medio ade­
cél/m l en m edio R P M I-10. A d icio n ar la cuado.
concentración del mitógeno que estimula a Se recuperan aproximadamente 5-15 x 10’
la población linfocitaria en form a óptima, células por bazo.
previamente determinada por medio de un
ensayo linfoproliferativo. N O TA : En general es aconsejable lisar los
2. Incubar las células a 37°C en estufa gaseada glóbulos rojos presentes en una suspensión de
con 5% de CO^, durante 48-72 h. esplenocitos por medio de las metodologías de­
3. Centrifugar las células a 900 x g durante 5 talladas en el apéndice antes de ajustar la con­
minutos. centración celular. No obstante, existen contro­
4. R esuspender las células en m edio RPM I versias acerca de la conveniencia de eliminar
completo. Contar y determinar la viabilidad los glóbulos rojos contaminantes presentes en
celular por el método de exclusión del azul la suspensión de esplenocitos cuando se reali­
tripán. zan pruebas funcionales.
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 739

F ig. 36-4. Esquem a de la distribu­


ción de los órganos del ratón.

— Nodulo linfático axilar


Nodulo linfático axilar lateral
Hígado
Intestino—f Bazo
- Estómago
Riñón
_ Nódulo linfático
inguinal superficial
Nodulo linfático
mesentérico
Nódulo linfático poplíteo

2.6. OBTENCIÓN D E CÉLULAS


GANGLIONARES MURINAS ~ Alcohol 70°.
- Solución de Hanks o medio de cultivo RPM I
Materiales co m p leto suplem entado con 5% de SFB
(véase apéndice al final del capítulo).
- Ratones de una cepa determinada, entre 6 se­ - M alla de acero inoxidable o de nylon de 200
manas y 6 meses de edad. ¡am.
- Alcohol 70“. - Material de cirugía estéril.
- Solución de Hanks o medio de cultivo RPMI
com pleto suplem entad o con 5% de SFB M étodo
(véase apéndice al final del capítulo).
- Malla de acero inoxidable o de nylon de 200 1. En las preparaciones de timocitos debe ex­
|im. cluirse a las células provenientes de la san­
- Material de cirugía estéril. gre. Para evitar esta contaminación, sangrar
los animales a blanco a través def plexo re-
M étodo troorbital. Normalmente el ratón muere co ­
mo consecuencia de esta maniobra. Si así no
1. Sacrificar los ratones por dislocación cervi­ ocurre, sacrificarlo por inhalación con CO^
cal o inhalación de CO^. y no por dislocación cervical pues ello p ro ­
2. C olocarlos en posición dorsal sobre una duce muerte de células en el área tíniica.
plantilla de disección. 2. C olocar al ratón en posición dorsal sobre
3. Rociarlos con alcohol 70°. una plantilla de disección.
4. Poner en descubierto los ganglios de la zona 3. Realizar una incisión, con ] mza y tijera, en
poplítea, inguinal o axilar y seccionarlos la piel del cuello previamente i ociada con
con pinza y tijera (fig. 36-4). alcohol 70°.
5. Transferirlos a una placa de Petri, lavar con 4. Con cuidado poner en descubierto el tim o,
medio de cultivo y extirpar cualquier resto extirparlo y colocarlo en una cápsula de P e­
de tejido extraño que pudiera estar adosado tri .
a los ganglios. 5. Ehminar nodulos linfáticos y vasos, lavar el
6. Lavar nuevamente con medio de cultivo y timo con medio de cultivo y luego disgre­
proceder a la fragmentación, el homogenei- garlo en una malla de acero inoxidable.
zado y la separación de las células como se 6. Recoger la suspensión de células con pipeta
indicó para el bazo. Pasteur y colocarlas en un tubo cónico.
Se recuperan aproximadam ente 5-10 x 10^ 7. D ejar reposar 5-6 minutos para que se d i­
células por ganglio. menten los grumos.
8. Centrifugar el sobrenadante a 200 x g d u ­
2.7. OBTENCIÓN D E TIMOCITOS rante 10 minutos.
MURINOS 9. D escartar el sobrenadante y lavar el se d i­
mento celular con medio de cultivo.
M ateriales 10. Resuspender las células en el medio ade­
cuado.
- Ratones de una cepa determinada, entre 3 y Para la obtención de timocitos es convenien­
6 semanas de edad. te usar ratones de 3 a 6 semanas ya que los an i­
740 Metodologías

males de mayor edad dan menores rendimien­ - Placas de Petri de plástico de 100 mm de
tos. Se obtienen aproximadamente 10-30 x 10’' diámetro,
timocitos por animal. ~ SST-EDTA 0,02%.

2.8. OBTENCIÓN D E MACRÓFAGOS Método


Y MONOCITOS
1. Ajustar las células, aisladas de sangre por el
2.8.1. Obtención de macrófagos peritonea­ método de Ficoll-HypaCjue o las provenien­
les de rató n : cuando se quieren obtener macró­ tes del exudado peritoneal, a 2 x 10® cél/ml
fagos peritoneales murinos es conveniente esti­ en RPMI.
mular en el animal la producción de los mis- 2. Añadir 10 mi de la suspensión celular en las
placas de Petri.
3. M antener las placas en incubación a 37°C
Materiales en estufa gaseada con 5% de CO^, durante
60 minutos.
- Ratones de una cepa determinada. 4. Agitar las placas vigorosamente en forma
- Medio tioglicolato (Difeo), envejecido en la manual, evitando derram ar el fluido, para
heladera por 2 a 3 meses. separar los linfocitos no adherentes. Descar­
- Solución de Hanks (véase apéndice al final tar el medio que contiene las células no ad­
del capítulo). heridas. Lavar 2 veces con medio y agregar
- Alcohol de 70”. 10 mi de RPMI completo.
- Materia] de cirugía estéril. Por este procedimiento, los linfocitos quedan
en suspensión mientras que los macrófagos
Método permanecen adheridos al fondo de la placa.
5. Para remover las células adheridas a la pla­
1. Inocular ratones intraperitonealm ente con ca, adicionar SST-EDTA 0,02% frío. Dejar
medio de tioglicolato envejecido. Por cada 10 minutos y despegar las células golpeando
ratón inocular 2-3 mi. enérgicamente la base de la placa. Transferir
2. Recoger las células peritoneales, previa ino­ las células a un tubo cónico de 15 mi y cen­
culación de 5 mi de solución de Hanks, cua­ trifugar las células a 300 x g durante 10 mi­
tro días después de la estimulación con tio­ nutos.
glicolato. 6. Resuspender las células obtenidas en RPMI.
Puede procederse también, sacrificando al La pureza conseguida generalmente excede
animal por dislocación cervical, fijando lue­ al 90%.
go al ratón en una plantilla de disección.
Frotar el abdomen con alcohol de 70°, in­
yectar intraperitonealm ente 5 mi de solu­ 3. CARACTERIZACIÓN FENOTÍPICA
ción de Hanks y m asajear suavem ente el DE LAS CÉLULAS QUE PARTICIPAN
área abdominal. Efectuar Un corte en la piel EN LA RESPU ESTA INMUNE. SU
correspondiente a la zona peritoneal baja y UTILIDAD EN EL DIAGNÓSTICO
recoger la suspensión celular con pipeta DE ENFERMEDADES
Pasteur.
3. Centrifugar las células a 200 X g durante 10 La determinación del número de linfocitos
minutos y lavarlas una o dos veces con solu­ es uno de los métodos utilizados de rutina para
ción de Hanks. el m onitoreo inm unológico de pacientes con
El rendimiento es de 3-4,5 x 10’ células por deficiencias en su inmunidad celular. Por ejem­
ratón. plo: en personas afectadas por el virus de la in-
m unodeficiencia adquirida (HIV) decrece el
2.8.2, Separación de monocitos-macrófagos porcentaje de linfocitos T CD4+. El análisis fe-
por adherencia al plástico notípico de las células mononucleares de san­
gre periférica incluye marcadores para monoci­
Materiales tos, células NK, linfocitos T, linfocitos B y
marcadores de activación T como por ejemplo:
- Células mononucleares aisladas por Ficoll- CD25 (receptor para IL-2) o HLA-Dr.
Hypaque o macrófagos murinos obtenidos Hace ya más de IO años, se realizó la primer
por estimulación con tioglicolato, mesa de trabajo internacional sobre antígenos
- Solución salina tam ponada (SST) (véase de diferenciación de leucocitos humanos y sur­
apéndice al final del capítulo). gió una nomenclatura nueva para designar ti­
“ RPMI completo (véase apéndice al final del pos y subtipos de células. Se establecieron una
capítulo). serie de grupos denom inados CD, del inglés
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 741

clusters de diferenciación para definir antíge­ Esta metodología ha sido reemplazada por la
nos celulares (véase cap. 2). Los antígenos su­ detección del receptor CD2 utilizando anticuer­
perficiales forman parte del fenotipo de una cé­ pos monoclonales. Sin embargo, aún se utiliza
lula. Aunque esta nomenclatura se empleó ori­ para el aislamiento de linfocitos T a partir de
ginariamente para designcir antígenos de leuco­ células mononucleares. Las rosetas de linfoci-
citos humanos luego se extendió su uso a otros tos T y glóbulos rojos de carnero se separan de
dpos celulares y especies. En el cuadro 36-3 se otras células mononucleares por centrifugación
enumeran marcadores de los linfocitos T y de en un gradiente de Ficoll-Hypaque. Luego se
los linfocitos B. aíslan las células T de los glóbulos rojos unidos
Actualmente, con el advenimiento de los an­ en las rosetas por lisis hipotónica.
ticuerpos monoclonales marcados con fluoro- A continuación se detallará la técnica de fo r­
cromos y del clasificador electrónico de células mación de rosetas E para la detección de lin fo ­
activado por fluorescencia (FACS), han ido de­ citos T.
jándose de lado otras metodologías como las
rosetas, para la determinación del número y del M ateriales
fenotipo de los hnfocitos.
- Suspensión de mononucleares de sangre p e ­
3.1. LIN F O C IT O S F O R M A D O R E S riférica en RPMI-10 (1 x 10’ cél/ml),
D E R O SE T A S E SP O N T Á N E A S - Glóbulos rojos de carnero suspendidos en el
CON E R IT R O C IT O S D E C ARN ERO medio Alsever.
(R O SE TA S E) - M edio de cultivo RPMI suplementado con
SFB al 10%, RPMLIO. (Véase apéndice al
Los linfocitos T humanos tienen receptores final del capítulo.)
para eritrocitos de cai'nero, denominados CD2. ~ Solución de Hanks. (Véase apéndice al final
Cuando se m ezclan células mononucleares y del capítulo.)
glóbulos rojos de camero, éstos se unen a los - SFB inactívado I h a 56“C.
linfocitos T portadores de los receptores CD2
formando rosetas, llamadas rosetas E. Es por M étodo
ello que una de las maneras de identificar a los
linfocitos T ha sido por su capacidad de unir 1. Lavar los glóbulos rojos de carnero con so­
glóbulos rojos de carnero y formar rosetas. lución de Hanks, mezclando 1 volumen de

C u ad ro 36-3. Principales marcadores de superficie de los linfocitos T y B

Linfocitos T Linfocitos B

M olécula M olécula
de superficie/m arcador Fim ción de superficie/m arcador Fuñí ion

TC R (ap )* R eceptor antigénico Inm unoglobulina* R eceptor antigénico


TC R (y8)* R eceptor antigénico M oléculas del CM H Interacción de LT h y LB
clase II

CD2* ( T ll,L F A - 2 ), M olécula de adhesión, activación C D 10 (C A LLA ) E ndopeptidasas asociada a m em ­


receptor p ara glóbu­ de células T brana (enkefalinasa)
los rojo,s de carnero
[en hum anos]

CD 3* (T3, Leu-4) M olécula que form a parte del C D 1 9 (B 4 )* A ctivación o regulación de lin fo ­
com plejo del TCR citos B

CD4* (T4, Leu-3, M olécula de adhesión (CMH cla­ C D 2 0 (B 1 )* A ctivación o regulación de lin fo ­
L 3T4 [en ratónj) se 11) y transducción de señales citos B

C D 8 * (T 8, Leu-2, M olécula de adhesión (CM H cla­ CD22* A dhesión celular y activación de


Lyt-2 [en ratón]) se 1) y transducción de señales LB

C D 28* (Tp44) M olécula eoestim ul adora en la ac­ CD40* A ctivación de LB inducida por
tivación del LT contacto con LT h

CD35 R eceptor de C3b CD35 R eceptor de C3b

^ M arcad o r e s p e cífico
** C D 2, p re sen te tam b ién en N K ; C D 4, p re sen te tam bién en m o n o c ito s y m ac ró fa g o s hu m an o s.
742 Metodologías

glóbulos rojos y 9 volúmenes del diluyente. pueden identificar células en suspensión o en


Centrifugar a 1000 x g durante 10 minutos. cortes fijos de tejidos, disponiendo de un m i­
Repetir el procedimiento cinco veces. Re- croscopio de luz ultravioleta. Los resultados se
suspender el sedim ento g lobular en una expresan en forma cualitativa o semicuantitati-
concentración al 2% v/v en RPM I-10. va como porcentaje de células positivas expre­
2. Mezclar 0,25 mi de la suspensión de eritro­ sando un determinado antígeno.
citos con 0,25 mi de la suspensión de mono-
nucleares e incubar en baño de agua a 37”C 3.3. C ITO M E TRÍA D E FLUJO.
por 15 minutos. SU U TILID AD E N LA D ETE C C IÓ N
3. Centrifugar a 200 x g durante 5 minutos pa­ D E L F EN O TIP O C ELU LAR, LA
ra favorecer el contacto entre los glóbulos C L A SIF IC A C IÓ N D E C ÉLU LAS
rojos y los linfocitos. Y E L A N Á L IS IS D E L A D N
4. Incubar a 4°C entre 2 a 16 h.
5. R esuspender suavem ente y determ inar el La tecnología de los clasificadores de células
número absoluto de rosetas E colocando go­ activados por fluorescencia se desarrolló en la
tas de la suspensión en una cámara de Neu- década del ’70 con el propósito de disponer de
bauer. Observar al microscopio a 400 X. métodos cuantitativos y para facilitar los estu­
dios de poblaciones de linfocitos que podrían
Se consideran linfocitos T, form adores de ser identificados y clasificados sobre la base de
rosetas E, a todas aquellas células que tienen la expresión de un antígeno determinado pre­
adheridas a su superficie 3 o más eritrocitos. Se sente en la membrana de la célula, y luego ca­
calcula el porcentaje determinando el número racterizados funcionalmente.
total de células presentes y el de aquellas que La determinación del número y la capacidad
formaron rosetas. funcional de los leucocitos de sangre periférica
Una modificación de esta técnica fue utiliza­ de un individuo reflejan el estado íntegro de la
da para identificar o separar subpoblaciones de inm unidad. Los linfocitos expresan diversos
linfocitos. Algunos linfocitos T y linfocitos B marcadores de superficie que pueden ser iden­
tienen receptores para Fe de inmunoglobulinas tificados por anticuerpos monoclonales, anti­
y/o receptores para C3b del complemento. Es­ sueros policlonales o monoespecíficos. El uso
tos linfocitos son capaces de unirse, a través de de anticuerpos monoclonales junto con la cito­
estos receptores, a eritrocitos recubiertos con metría de flujo permite definir el fenotipo celu­
anticuerpos específicos para un antígeno del lar de linfocitos discrim inando no sólo entre
glóbulo rojo o a glóbulos rojos sensibilizados linfocitos T, linfocitos B y células NK sino
con hemolisina en presencia de una fuente de también entre subgrupos de estas poblaciones.
complemento deficiente en C,, formando rose­ La citometría de flujo para determinar sub­
tas. El receptor para Fe se expresa en la mem­ poblaciones de linfocitos humanos ha comen­
brana de muchas células incluyendo, linfocitos zado a ser muy útil en el diagnóstico y pronós­
B, linfocitos T (pequeña subpoblación), mono­ tico de diversas situaciones clínicas, como el
citos, macrófagos, granulocitos, plaquetas y cé­ trasp lan te de órganos y de m édula ósea, el
lulas NK mientras que el receptor para C3b es­ diagnóstico de leucemias y linfomas y la eva­
tá presente en eritrocitos, neutrófilos, macrófa­ luación de inmunodeficiencias. Esta metodolo­
gos, eosinófilos, linfocitos T, linfocitos B y cé­ gía ha desplazado a las técnicas de inmunojluo-
lulas dendríticas foliculares. Si bien la metodo­ rescencia en la práctica clínica por ser más
logía es similar a la formación de rosetas E, es­ confiable, reproducible y sensible que la deter­
tas técnicas son inespecíficas para identificar minación por microscopía.
linfocitos T o linfocitos B y han sido totalmen­ Los citómetros de flujo son instrumentos que
te dejadas de lado para tal fin. analizan rápidamente células individuales m ar­
cadas con fluorocromos que fluyen a gran velo­
3.2. IN M U N O F LU O R ESC E N C IA cidad en un medio líquido por delante de una
fuente de excitación. Cada célula se evalúa se­
Los anticuerpos específicos para los antíge­ gún diversas características: forma, tam año,
nos presentes en los linfocitos humanos, son composición antigénica y bioquímica. Esta m e­
reactivos indispensables para la identificación todología perm ite la identificación de subpo­
de estas células. En la década del ’60, se desa­ blaciones pequeñas en mezclas complejas de
rrollaron metodologías sencillas para la marca­ células por sus características de alta precisión
ción de proteínas con reactivos fluorescentes, y sensibilidad. Una propiedad im portante de
uno de los fluorocromos más comúnmente uti­ estos aparatos consiste en poder discriminar la
liz a d o es el is o tio c ia n a to de flu o re sc e ín a fluorescencia de los fluorocromos que emiten a
(FITC). Mediante las técnicas de inmunofluo- diversas longitudes de onda. De esta forma, va­
rescencia, que se detallan en el capítulo 35, se rios marcadores presentes en la membrana de
Metodologías para ¡a evaluación de las células inmunocompetentes 743

una célula (por ejemplo en linfocitos T: CD3, cromos conjugados a los anticuerpos unidos a
CD8) pueden ser detectados simultáneamente las células son detectadas por un sistema am-
mediante el empleo de anticuerpos específicos phficador denominado tubos fotomultiplicado­
conjugados a distintos fluorocromos, anti CD3 res. Estos convierten la luz emitida en señales
conjugado a FITC, anti CD8 conjugado a PE electrónicas que luego son transform adas y
(véanse figs. 36-5b y 36-6). analizadas por una computadora que producirá
La citofluorom etría tam bién puede separar los gráficos característicos. ^
subpoblaciones de células de acuerdo a las ca­
racterísticas medidas. Las células que emiten 3.3.1. Detección de antígenos de linfocitos
señales fluorescentes predeterminadas pueden humanos por citometría de flujo
ser desviadas d iferencialm en te por cam pos
electromagnéticos cuya intensidad y dirección Una de las principales aphcaciones de la ci­
varía de acuerdo a la intensidad de la señal de tometría de flujo es la determinación del fenoti­
la fluorescencia medida. De esta forma, se pue­ po de leucocitos circulantes y la tipificación de
den aislar poblaciones celulares en base al anti­ leucemias o linfomas (véase Aplicaciones d e la
cuerpo, conjugado a un fluorocromo, unido a la Inmunogenética al diagnóstico de leucemias y
superficie celular, obteniéndose las células se­ linfomas, desarrollado en el Anexo de este ca­
paradas en tubos colectores. Los instrumentos pítulo). El protocolo que se describirá fue d ise­
capaces de ¡•ealizar este tipo de clasificación ñado para estudiar células humanas de sangre
electrónica de células se denominan clasifica­ periférica por citometría de flujo.
dores de células activados por fluorescencia,
conocidos por su denominación en inglés fluo- M ateriales
rescence-activated cell sorter (FACS).
Un citóm etro de flujo analiza electrónica­ - Sangre periférica entera, obtenida con an ti­
mente las señales generadas por células u otras coagulante (EDTA o Heparina) y recogida
partículas simples homogéneamente suspendi­ en condiciones de esterilidad.
das cuando fluyen por delante de una fuente de - Anticuerpos monoclonales marcados con un
luz. El flujo con la muestra que contiene las cé­ fluorocromo.
lulas es introducido bajo presión a través de - Solución para Usar glóbulos rojos de T ris-
otro flujo de líquido, denominado vaina, que Cloruro de amonio (véase apéndice al final
puede ser agua o solución salina isotónica. De del capítulo) o H^O destilada estéril.
esta forma, las partículas se alinean y pasan a - SST (solución salina tamponada) contenien­
través de la fuente de luz en hilera. La fuente de do 0,1 % de azida (véase apéndice al final del
luz, que es generalmente un haz de láser, pro­ capítulo).
vee la longitud de onda específica. La presencia - Solución fijadora, paraformaldehído 1% en
de una célula en el camino del láser dispersa luz SST.
en todas las direcciones y excita a los fluorocro­ - Tubos de centrífuga con fondo cóncavo, 12
mos unidos a cada célula. Esta interacción per­ X 75 mm (Falcon # 2052).
mite diversas mediciones de importancia bioló­
gica en las células. (Véase fig. 36-5.) N O T A : todos los reactivos y las m uestras
Cuando una célula interacciona con el rayo deberán estar en condición de esterilidad.
láser, la luz dispersada es medida por detecto­
res orientados en forma ortogonal (SS) o frontal Método
(FS) a la luz incidente (fig, 36-5a). Estos detec­
tores no son sensibles a la fluorescencia y se 1. Para cada muestra, mezclar en tubos de cen ­
utilizan para discrim inar células (marcadas o trífuga de 12 X 75 mm, 100 ¡0,1 de sangre en ­
no con fluorescencia) del detrito celular. Los tera anticoagulada y 5-20 |xl de los anticuer­
parámetros medidos por estos detectores se co­ pos monoclonales marcados.
nocen por su denominación en inglés, forw ard 2. Homogeneizar e incubar a temperatura am ­
scatter (FS) y side scatter (SS). Cuando se es­ biente 15 a 20 minutos en la oscuridad.
tudian leucocitos, el FS indica el tamaño celu­ 3. Lisar los glóbulos rojos con 2 mi de so lu ­
lar mientras que el SS se correlaciona con el ción de lisis. Agitar en un vortex e incubar 5
contenido celular de gránulos. minutos en la oscuridad.
Otros detectores miden emisión de fluores­ 4. Centrifugar a 200 x g, 5 minutos a 4°C y as­
cencia de una longitud de onda determ inada pirar el sobrenadante.
por medio de filtros ópticos instalados en el 5. Agregar 2 mi de SST conteniendo 0,1% de
frente de los tubos fotomultiplicadores (véase azida en cada tubo de reacción y agitar con
fig. 36-5a), un vortex. Centrifugar a 300 x g, 10 m in u ­
En un citómetro de flujo, la luz dispersada tos a 4°C. Aspirar el sobrenadante y repetir
en un ángulo de 90° y la emitida por los fluoro­ el lavado.
744 Metodologías

Detector
de luz naranja

Detector
de luz roja Detector
de luz
Detector de luz verde>
dispersada
ortogonalmente

Fuente
de rayo
láser

Cubeta
de
cuarzo
Detector de luz
incidente frontal
(FS)

Fig. 36-5a. Esquem a de los com ponentes de un citóm etro de flujo.

6. Para fijar las células, resuspender cada sedi­ nalmente se puede realizar un control positivo
mento celular en un volumen final de 0 ,1 ml (por ejemplo; células normales, células de lí­
con paraformaldehído al 1% en SST azida, neas caracterizadas).
pH 7,4. Antes del análisis por citometría,
agregar SST estéril llevando a un volumen Representación gráfica de los resultados
final entre 0,6 y 1,0 ml.
7. Guardar las muestras en la oscuridad a 4°C Los datos obtenidos en el análisis de pobla­
(hasta 7 días) o analizarlas directamente en ciones celulares a través de un citofluorómetro
el citómetro de flujo. se pueden representar en diversas formas, grá­
ficos de puntos o de contornos e histogramas,
Controles entre otros (fig. 36-6).
En las figuras 36-6 a y 36-6b, se representan
- Células que no fueron marcadas para deter­ gráficam en te los parám etros obtenidos por
minar la autofluorescencia. FACS, correspondientes al tamaño y al conte­
~ En el caso de una técnica de marcación di­ nido de gránulos de las distintas poblaciones
recta, se realiza un control con un anticuerpo celulares presentes en una m aestra de sangre
conjugado irrelevante del mismo isotipo para p eriférica hum ana norm al. Estos parám etros
determinar unión inespecífica, fueron representados por gráficos de puntos
~ En las técnicas de marcación indirecta, se (fig. 36-6a) o de contornos (fig, 36-6b).
tratan las células con un anticuerpo irrele­ En las figuras 36-6c-f, se grafican los datos
vante del mismo isotipo y como segundo an­ obtenidos al analizar la expresión de uno o más
ticuerpo, el conjugado utilizado en la reac­ marcadores fenotípicos de superficie en la mis­
ción. ma población celular (figs. 36-6c y 6d y 36-6e
Estos controles son indispensables y opcio­ y 6f, respectivamente).
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 745

F ig . 3 6 -5 b . D istrib u c ió n de
las célu las p ara ser an a liz a ­
das en un citóm etro de flujo.

Rayo
láser

C onsideraciones generales rescencia son células hematopoyéticas que


se excitan a 488 nm y tienen un pico m áx i­
- Fluorocromos utilizados: en el cuadro 36-4 mo de emisión cercano a 560 nm, que in ter­
se indican la absorción y emisión máxima de fiere en las mediciones de FITC y R-PE.
los fluorocromos más comúnmente utiliza­ Muestra a analizar: la muestra de elección
dos. para el estudio de células mononucleares h u ­
manas es sangre entera anticoagulada y p o s­
- Autofluorescencia: es el resultado de la luz terior lisis de los eritrocitos, siguiendo la
emitida por materiales intracelulares excita­ metodología descrita anteriormente. Cuando
dos naturalmente a la longitud de onda utili­ se trabaja con células de m édula ósea, es
zada para excitar a los fluorocromos unidos aconsejable realizar una separaciÓJi en g ra ­
a las células. La mayor fuente de aiitofluo- dientes de Ficoll-Hypaque.

Cuadro 36-4. Emisión y absorción máxima de los principales fluorocromos utilizados en citom e­
tría de flujo

Fluorocromo.': A bsorción m áxim a (nm) E m isión máxima (nm )

A) Fluorocrom os para conjugar anticuerpos


Isotiocianato de fluoresceína (FITC) 495 525 (verde)
F icoeritrina B (B-PE) 545/565 575 (naranja)
F icoeritrina R (R-PE) 488/545/565 578 (naranja)
R ojo T exas (TXR) 595 62 0 (rojo)
A loficocianina (APC) 650 660 (rojo)
F icocianina C (CPC) 620 648 (rojo)
Rojo 613 488/565/595 613 (rojo)
Peridinin C lorophyll (PerCP) 470 680 (rojo)

B) Fluorocrom os para ácidos nucleicos


Y oduro de propidio (Pl) 340/530 620 (rojo)
B rom uro de etidio (EB) 345/530 605
N aranja de acridina 492 520
746 Metodologías

~~ Técnicas de m arcació n : pueden utilizarse (CR) o ploidía y la fase del ciclo celular en la
metodologías del tipo directa o indirecta, ex­ que se encuentran las células en estudio. Las
plicadas en las técnicas de inm unofluores­ células que proliferan atraviesan distintas fases
cencia (cap. 35). del ciclo celular, las que fueron designadas
- F ijación: este tratamiento es optativo y se G|, S (síntesis), G^ y M (mitosis). En las etapas
realiza cuando las células no se analizan el de G^^ y G |, las células contienen una copia
mismo día de la marcación. Permite que la simple del ADN (2 CR). Dentro de una pobla­
muestra se pueda guardar por 5 a 7 días sin ción de células en un determinado tiempo, la
una pérdida considerable de la fluorescencia. mayoría permanece sin dividirse, quiescentes o
- V aloración de anticuerpos: la concentra­ en Go (véase fig. 36-7) y preparándose para la
ción óptima de anticuerpo se determina rea­ síntesis del ADN (G,). Cuando las células co­
lizando una titulación del mismo frente a cé­ mienzan a proliferar entran en la fase S, duran­
lulas conocidas positivas y se elige la con­ te la cual se sintetizará un duplicado del ADN.
centración que produce la máxima respuesta. En la etapa G^ las células contienen dos grupos
La titulación es importante ya que una canti­ de cromosomas (4 CR). La fase M termina con
dad subsaturante puede disminuir el porcen­ la división celular y cada célula contiene una
taje de positividad mientras que un exceso cantidad normal de cromosomas (2 CR), deno­
de anticuerpos puede resultar en aglutinación minado euploidía o diploidía. Las células que
de las células y aum entar la fluorescencia contienen cantidades anormales de ADN, au­
in e sp e c ífic a . C o n sid eran d o que en cad a m entado o dism inuido, se identifican como
muestra a analizar hay aproximadamente 1 x aneuploides. En general, las poblaciones celu­
JO® célu las, se agreg arán en tre 2,5 a 10 lares aneuploides así como también las pobla­
)j,g/ml de un anticuerpo monoclonal o 40 a ciones diploides pero con un alto grado prolife-
100 |ig/ml de anticuerpos polielonales para rativo (SG 2/M) se correlacionan con un pronós­
alcanzar la concentración saturante. tico peor en diversas enfermedades malignas.
Como las m oléculas de IgG se pueden Lfna de las aplicaciones clínicas importantes
unir a los receptores para Fe, expresados en del análisis por citometría de flujo es la evalua­
la superficie de diversos tipos celulares, in­ ción del contenido celular del ADN para deter­
dependientemente de su especificidad anti­ minar ploidía y frecuencia de células en las dis­
génica, es aconsejable utilizar anticuerpos tintas fases del ciclo celular. El contenido del
preparados con fragm entos Fab o F (ab )j’. ADN de una célula se estima por la unión este-
Otra forma para reducir las uniones inespe­ quiom étrica de un fluorocrom o al ADN nu­
cíficas a los receptores de Fe, es bloquear clear. De esta manera, las células que estén en
los sitios de unión con un exceso de suero. G , tendrán una cantidad doble del ADN y fluo­
rocromo que las células en G^. Esta metodolo­
3.3.2. Clasificación de células gía se aplica en el diagnóstico de leucemias en
seres humanos.
La separación de células en citóm etros de Para la determinación del ADN y del ciclo
flujo involucra el análisis y la clasificación de celular por citofluorom etría, en el protocolo
células individuales. que se describirá, las células en suspensión
El uso de esta metodología está limitado por son fijadas con etanol y se marcan con yoduro
el número total de células a separar. Conside­ de propidio. Éste se intercala dentro de la do­
rando que la velocidad de análisis y de clasifi­ ble cadena de los ácidos nucleicos y puede ser
cación de células es de aproximadamente 5.000 excitado por un rayo láser de 488 nm, utiliza­
cél/segundo, no es conveniente utilizarla para do comúnmente en los citómetros de flujo. Se
obtener altas concentraciones de subpoblacio­ u tiliz a la en zim a A R N asa que d e g rad a al
nes celulares (por ej., 2 x 10’). Los métodos al­ ARN para que el yoduro de propidio sólo pue­
ternativos de separación de células, inmunopla­ da unirse a la doble cadena del ADN intrace­
queo, inmunomagnéticos y depleción mediada lu la r. L a unión del yo d u ro de p ro p id io al
por complemento y anticuerpo, detallados ante­ ADN incrementa la fluorescencia alrededor de
riormente, tienen las ventajas de ser simples en 50 veces.
su procedim iento, producir un m ayor rendi­ El yoduro de propidio emite a 620 nm y por
miento y lograr una pureza equivalente al clasi­ lo tanto, puede ser discriminada de la emisión
ficador electrónico de células. de la fluorescencia del FITC (520 nm) en los
citómetros de flujo. Esta propiedad permite co­
3.3.3. Análisis del ADN y del ciclo celular rrelacionar el contenido de ADN con la expre­
por citometría de flujo sión de un antígeno celular de superficie utili­
zando yoduro de propidio y un anticuerpo con­
El contenido de ADN de los núcleos celula­ jugado con FITC para marcar las células que
res refleja el com plem ento de crom osom as serán analizadas.
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 747

M ateriales D escartar el etanol sin tocar el sedimento.


Verificar que haya un sedimento visible. En
- Células creciendo en suspensión o monoca- el caso contrario, volver a centrifugar a m a­
pa, de sangre periférica o de médula ósea. yor velocidad hasta que sea visible.
- Buffer muestra (glucosa al 0.1% en SST, fil­ 7. Agitar en un vortex para resuspender las cé­
trar por 0,22 |am y guardar a 4°C). lulas en el etanol residual. Adicionar 1 mi
Medio RPMI completo adicionado con SFB de solución de yoduro de propidio en cada
al 10%, R PM I-10 (véase apéndice al final tubo y agitar cuidadosamente. Incubar las
del cap.). muestras a temperatura ambiente durante un
^ Etanol al 70° a 0“C. tiempo superior a 30 minutos.
- Solución madre de yoduro de propidio de 1 Una agitación suave puede acelerar el proce­
mg/ml (100 mg de Pl guardado en desecador so de marcación y asegurar la degradación
en 100 mi de H^O, filtrar por 0,22 |am, con­ de la doble cadena del ARN. La ARNasa es
servar a 4°C protegida de la luz). El yoduro activa en etanol.
de propidio es un carcinógeno potencial, y se 8. A nalizar las muestras en un citóm etro de
deben tomar precauciones en su manipuleo. flujo dentro de las 24 h.
- Solución de trabajo de yoduro de propidio:
0.5 mi de la solución madre de yoduro de En la fig. 36-7, se muestra el histograma co ­
propidio, 1000 unidades Kunitz de ARNasa rrespondiente al análisis del ciclo celular de c é ­
(100 U /m l concentración final), 10 mi de lulas mononucleares obtenidas de sangre p e ri­
buffer muestra. Realizar la mezcla en el mo­ férica humana. Del gráfico surge que la m ayo­
mento de usarla, ría de las células se encuentran en la fase G .
- Tubos de centrífuga de 15 x 75 mm.

M étodo 4. ESTU D IO DE LAS


C A R A C T E R ÍSTIC A S IN M U N O LÓ G IC A S
1. Centrifugar las células en suspensión a 400 BÁSICAS DE LAS CÉLULAS QUE
X g, a 4°C durante 10 minutos. Descartar el PARTICIPAN DE LA RESPUESTA
sobrenadante y resuspender las células en INMUNE. PRUEBAS FUNCIONALES
10 a 12 mi de buffer muestra, lavar dos ve­ IN VITRO
ces repitiendo el procedimiento y contar el
número de células. 4.1. E V A L U A C IÓ N D E LA A C T IV A C IÓ N
A lternativam ente, las células podrían ser L IN E O C IT A R IA
tratadas previamente con anticuerpos mono­
clonales para la detección de un antígeno
superficial. Se aconseja utilizar como fluo- La activación de los linfocitos, mediada p o r
rocromo el FITC. un antígeno o un estimulante policlonal, es un
2. Ajustar la concentración a 1-3 x 10*’ cél/ml proceso caracterizado por una cascada com ple­
diluidas en buffer muestra dependiendo del ja de eventos bioquímicos y moleculares que
citómetro de flujo. Pipetear 1 mi de la sus­ com ienza con la generación de los segundos
pensión celular en tubos de centrífuga. mensajeros y culmina con la proliferación y el
3. Centrifugar las células a 400 x g durante 10 desarrollo de funciones efectoras. Los eventos
minutos, a 4“C. D escartar el sobrenadante tempranos de esta cascada incluyen la activa­
con cuidado sin tocar el sedimento celular. ción de tirosina quinasas, la hidrólisis de fosfo­
4. Agitar en vortex vigorosamente durante 10 lípidos de membrana, el aumento de la activi­
segundos. Continuar la agitación en vortex dad de la Proteína quinasa C (PKC) e in cre­
y adicionar 1 mi de etanol al 70° frío, gota a mento del Ca^+ intracitoplasmático. Fastos s e ­
gota, sobre el sedimento. Tapar los tubos y gundos mensajeros estimulan la transcripción
dejar las muestras fijándose en etanol, toda de los genes requeridos para la proliferación y
la noche a 4°C, para lograr una resolución las funciones efectoras de las células.
máxima del ADN celular. Diversos ensayos permiten la evaluación de
Las células que han sido fijadas en etanol eventos tempranos de la activación celular, ta ­
son estables por años a 4°C. Las muestras fi­ les como, aumento en la concentración de Ca^+
jadas pueden ser marcadas después de 18 a intracelular (Kammer, 1992), activación de la
24 h. PKC (Kraft y col., 1982; LePeuch y col,; 1983)
5. Preparar la solución de trabajo de yoduro de que ocurren en minutos o la síntesis de IL-2 y
propidio. la expresión del IL-2R producidas a las 24 h o ­
6. Agitar la muestra en un vortex. Centrifugar 5 ras. La detección de lL-2, se describirá en el
minutos, a alta velocidad (por ej. 2.000 x g). punto 4.4.2.1 de este capítulo.
748 Metodologías

5 0 % Log

B T
0) Tí
R Vi
P o lim o rfo - 8 o13 ''
n u cle a re s
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P o lim o rfo -
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M o n o cito s 0 ”° ■
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200 400 600 800 1000 M
O ^ 0 400 600^’^"«5cr 1000
FSC-H/FSC-Height Tamaño Celular FSC-H/FSC-Height Tamaño Celular ■

11 :/1/A007/FL1 -H/CD4 FITC

® S>.

FI1-H/CD4 FITC 10=* lO-*

S
§
LL

FI1-H/CD3 FITC-> FI1-H/CD3 FITC


i
F ig . 36-6. Representación gráfica de los parám etros obtenidos al analizar una suspensión celuhu- en un citóm etro de flujo,
a y b . G ráficos de puntos y contornos que representan el contenido de gránulos y el tam año celular, SSC y FSC resp ecti­
vam ente, de células provenientes de una m uestra de sangre periférica hum ana, c y d. G ráfico de puntos e histogram a co ­
rrespondientes a la expresión del m arcador CD 4 en las células provenientes de una m uestra d e sangre periférica hum ana, e
y f. G ráficos de puntos y de contornos correspondientes a la expresión de los inarcadores CD3 y C D 8 , determ inados si­
m ultáneam ente en las células provenientes de una m uestra de Sctngre periférica hum ana. (Estos gráficos fueron gentilm ente
cedidos por la bioquím ica A na E scalada y el doctor A rgim iro R. Suárez.)
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 749

Contenido de ADN celular

400 600

F ig. 36-7. H istogram a correspondiente al contenido del A D N de u n a població n de células m ononucleares humanas. (G rá ­
fico gentilm ente cedido p or la bioquím ica A na Escalada y el doctor A rgim iro R. Suárez).

4.2. E V A L U A C IÓ N D E LA Estas lectinas se unen a la porción de azúcares


P R O L IF E R A C IÓ N LIN F O C IT A R IA de las glucoproteínas expresadas en la superfi­
I N VITRO cie de las células T y de las células presentado­
ras de antígeno conduciendo a la activación p o ­
La interacción entre el receptor de membra­ liclonal de los linfocitos. Los linfocitos T aisla­
na de un linfocito y su ligando específico de­ dos no responden al estímulo antigénico o mi-
sencadena señales de activación intracelulares, togénico ya que necesitan la presencia de célu ­
que en la mayoría de los casos llevan a la divi­ las presentadoras de antígeno.
sión celular. La capacidad de los linfocitos para La estimulación de las células mononuclea­
responder in vitro a un estímulo es la respuesta res de sangre periférica mediada por el PW M
más simple y conveniente de ser evaluada en es una m-'dida de la funcionalidad de los lin fo ­
investigación y en estudios clínicos. citos T y de la sensibilidad de los linfocitos B.
La respuesta proliferativa puede incluir a las Los linfocitos B puros.no responden al PW M
poblaciones linfocitarias T, B o ambas. Una lis­ porque necesitan que los linfocitos T activados
ta parcial de los ligandos que pueden iniciar la secreten linfoquinas para poder diferenciarse
división celular de los linfocitos incluye a: los en células plasmáticas.
mitógenos extraídos de plantas (fitohemagluti- Las enterotoxinas de los Staphylococcus son
nina, PHA; concanavalina A, Con A y el mitó- mitógenos potentes para los linfocitos T y el
geno de la fitolaca, PWM), productos bacteria­ Staphylococcus aureus Cowan 1, es un estim u­
nos {Staphylococcus aureus Cowan 1), antíge­ lante de los linfocitos B.
nos ubicuos que activan a linfocitos de mem o­ El lipopolisacárido (LPS) es un mitógeno de
ria {Candida albicans, toxoide tetánico, etc), linfocitos B pero no posee un efecto mitogéni-
linfocitos alogeneicos, citoquinas y anticuerpos co importante sobre los linfocitos B humanos.
m onoclonales específicos para receptores de En un ensayo de proliferación podría m edir­
superficie (CD3 o CD2). En el cuadro 36-5 se se el número de células generadas y sobrevi­
enumeran los activadores más comunes de los vientes en el cultivo luego de un determinado
linfocitos humanos y los rangos de dosis en estímulo, usando un colorante vital y por o b ­
que se utilizan. servación posterior de las células en el m icros­
Los mitógenos PHA y Con A son capaces de copio óptico. Considerando que esta m etodo­
estimular a los linfocitos T maduros incluidos logía es muy laboriosa, en la práctica se estim a
los CD4 y CD8 (a/p) y también los CD3+(y/6). la proliferación por la determinación de la in-
750 Metodologías

Cuadro 36-5. Activadores de linfocitos humanos

Activador Tipo celular Blanco ele activación Rango de dosis

A ntígenos

T oxoide tetánico LT TCR I a 20 |j,g/ml


PPD LT TC R I a 10 |j,g/nil

M itógenos

PHA LT CD 2. C D 3-TC R 1a 10 |j,g/ml


C on A LT C D 2, C D 3-T C R l a iO
Staph A C ow an I LB Inm unoglobulina de superficie l:I 0^al : 105
PW M LT yLB dilución final 1:100 dilución final

CéJ ulas

A logcneicas no LT LT TCR 1:1 a L IO E /R *


A ntologas no LT LT TCR 1:1 a 1:10 E/R*

lo n ó foros

lonom icina LB y LT Canales iónicos 0,5 pM

É steres de forbol

PM A LB yLT PK C 0,5 a IO ng/m l

A nticuerpos

A nti-C D 3 LT C D 3-TC R D eterm inar la dosis


A nti-IgM LB Inm unoglobulina de superficie 10 a 50 |j,g/ffll

Linfoquinas

lL -2 LT y LB Cadenas p /y d e l 1L-2R 1 a 100 U/ml


IL-4 LT yLB IL-4R 1 a 100 U/ml
B C G F (factor de creci­ LB BCG R-R 10% concentración final
m iento de LB)

* N ú m ero de células c s tim u la d o ra s/n ú m erü de cé la la s re sp o n d ed o ra s.

corporación de timidina tritiada al ADN de las lo general, suspensiones celulares del bazo de
células cultivadas, proceso que está general­ un animal, por ejemplo, esplenocitos murinos.
mente relacionado con cambios en el número
de células. 4.2.1. Proliferación in vitro de células
En este capítulo se describirán microensayos mononucleares inducida por un mitógeno
para evaluar la respuesta de células m ononu­
cleares, inducida por estimulación con mitóge­ Esta metodología permite medir la respuesta
nos de plantas, células alogeneicas o antígenos de las células mononucleares, aisladas de san­
ubicuos, usando la incorporación de timidina gre periférica obtenida de diferentes donantes,
tritiada como una medida de la proliferación frente a distintas concentraciones del mitógeno
celular. Los mitógenos son estimulantes del ti­ PHA, que estimula principalmente la prolifera­
po policlonal y transforman a la mayoría de los ción de linfocitos T. El protocolo puede ser
linfocitos de individuos normales, independien­ modificado para ser usado con una variedad de
tem ente de una inm unización previa. Por el estimulantes polielonales (cuadro 36-5).
contrario, los antígenos son estimulantes espe­
cíficos de linfocitos provenientes de donantes M ateriales
sensibilizados y, consecuentemente, activan a
un menor número de linfocitos. - Suspensión de células mononucleares aisla^
En las meíodologías que se detallarán, se uti­ das de sangre periférica por un gradiente de
lizan células mononucleares de sangre periférica Ficoll-Hypaque.
humana, como fuente de células efectoras de la - Medio de cultivo RPMI completo suplemen­
inmunidad celular. Cuando se realizan estos en­ tado con 5% de SFB, RPMl-5 (véase apéndi­
sayos con fines experimentales, se utilizan, por ce al final del capítulo).
Metodologías para ¡a evaluación de las células inmunocompetentes 751

- Solución madre de PHA (1 mg/ml) en RPMI- gre entera se correlaciona con una mejor repre­
5. Se guarda en alícuotas a -20'>C. sentación de las condiciones in vivo, ya que no
- Suero fetal bovino (SFB), inactivado a 56°C, se m odifica la distribución de los elem entos
30 minutos, previamente ensayado para des­ humorales y celulares.
cartar la presencia de LPS contaminante que El procedim iento es igual al descrito an te­
podría inducir una estimulación basal. riormente, excepto que la m uestra se prepara
- M icroplacas de cultivo de 96 orificios con diluyendo la sangre heparinizada 1:5 en medio
fondo en “U”. de cultivo (RPMI 1640), sin agregarle suero
- Metil timidina tritiada ([^H] TdR, ImCi/ml, exógeno. Se siembran 100 ¡xl de dicha suspen­
6,7 Ci/mmol; Du Pont NEN, # NET-027). sión celular en cada pocilio de una placa de 96.
- Papel de fibra de vidrio.
- Cosechador de células. 4.2.2. Reacción de cultivo mixto linfocitario
~ Contador de centelleo líquido del tipo |3. unidireccional
N OTA: todos los reactivos y materiales que La reacción de cultivo mixto linfocitario es
estén en contacto con las células deberán estar una medida de la capacidad de los linfocitos T
en condiciones de esterilidad y el operador de­ de un individuo de reconocer diferencias en
berá seguir los procedimientos empleados para antígenos alogeneicos, principalmente de clase
el cultivo de células. 11, expresados en los linfocitos B y en los m o ­
nocitos de otro individuo. En esta reacción se
Método evalúa la proliferación de los linfocitos en re s­
puesta a la estim ulación de células m ononu­
1. Contar las células mononucleares de sangre cleares alogeneicas tratadas con mitomicina C
periférica y ajustar la concentración de la o irradiadas, para evitar la proliferación de e s­
suspensión celular a 1 x 10*’ células/ml en tas últimas.
RPML5. A pesar de que esta reacción ha sido a m e­
2. Sembrar 1 x 10'’ células (100 }il de la sus­ nudo utilizada en la evaluación de la inm uni­
pensión celular previamente homogeneiza- dad celular, l;i utilidad más im portante es en
da) en cada uno de los pocilios de la placa los estudios de compatibilidad de donantes p a ­
de 96 orificios. Para cada condición experi­ ra trasplantes, particularmente en los de m édu­
mental realizar cuadruplicados. la ósea.
3. Diluir la solución madre de PHA en concen­
traciones de 2, 5, 10 y 20 |ag/ml. Las dilu­ M ateriales
ciones se hacen con RPM L5 y se agregan
100 1J,1 de cada una por pocilio, obteniéndo­ - Medio de cultivo RPMI completo suplemen­
se concentraciones finales de PHA en los tado con SFB al 5%, RPMI-5. Véase apéndi­
cultivos de 1, 2,5, 5 y 10 |ag/ml respectiva­ ce al final del capítulo.
mente. Realizar controles de proliferación - Suspensión de células respondedoras (célu­
basal, cultivando el mismo niimero de célu­ las mononucleares de sangre periférica).
las respondedoras en presencia de RPMI-5. - Suspensión de células estimuladoras aloge­
4. Incubar a 37"C, en una estufa de cultivo ga­ neicas (células mononucleares de sangre p e ­
seada con atmósfera de 5% de CO^, durante riférica).
48 o 72 h. - Suspensión de células estimuladoras antolo­
5. En las últim as 4 a 24 h agregar 1 |0,Ci de gas (células mononucleares de sangre perifé­
[3H]-TdR en cada orificio. Luego de ia in­ rica).
cubación, cosechar las células y posterior­ ~ Solución de M itom icina C, 0.5 mg/ml en
mente proceder a la medición de la radiacti­ RPMI-5. Esta solución debe mantenerse p ro ­
vidad incorporada, siguiendo las metodolo­ tegida de la luz. Alternativamente, las célu ­
gías detalladas en el apéndice. las pueden ser irradiadas con una dosis de
En una serie de experiencias es importante 2000-3000 rads de radiación y.
respetar el tiempo del pulso de [^H]-TdR pa­ - M icroplacas de cultivo de 96 orificios con
ra obtener resultados comparables. fondo en “U”.
- Metil timidina tritiada ([^H] TdR, Im Ci/ml,
Existen diversas ventajas en el uso de sangre 6.7 Ci/mmol; Du Pont NEN, # NET-027).
entera en ensayos de proliferación respecto del - Papel de fibra de vidrio.
uso de células aisladas. Una de las más impor­ - Cosechador de células.
tantes es que se requiere un mínimo volumen - Contador de centelleo líquido del tipo p.
de sangre (0,1 mi); esto puede ser crítico en
personas muy enfermas, en niños o cuando se N O TA : todos los reactivos y materiales que
realiza un estudio longitudinal. El uso de san­ estén en contacto con las células deberán estar
752 Metodologías

en condiciones de esterilidad y el operador de­ 4.2.3. Proliferación de linfocitos inducida


berá seguir los procedimientos empleados para por estimulación antigénica
el cultivo de células.
Este protocolo se desarrolló para m edir la
Método proliferación de los linfocitos T en respuesta a
un antígeno específico. En este, caso, se utiliza
1. Contar las células mononucleares y ajustar el toxoide tetánico porque es un antígeno para
en una concentración de 1 x 10'> células/ml el cual la mayoría de la población está sensibi­
en RPMI-5. lizada y evalúa la respuesta inmune de memo­
2. Con el propósito de inhibir la proliferación ria. Esta técnica sirve de modelo pudiendo ser
celular, tratar a las células mononucleares modificada para analizar la respuesta prolifera­
e stim u lad o ras, a lo g e n e ic a s y au tó lo g a s tiva de linfocitos T frente a otras proteínas o
(control), con mitoinocina C o con irradia­ polisacáridos antigénieos.
ción.
Tratamiento con mitomocina C: a la sus­ Materiales
pensión de células a tratar, se le agrega mi-
tomicina C en una concentración final de 25 - Células m ononucleares aisladas de sangre
|ig/ml y se incuba 30 minutos en estufa de del paciente. Alternativamente, podría utili­
^ cultivo a 37“C, 5% de CO^ en la oscuridad. zarse una suspensión de linfocitos T purifi­
Luego, se lavan las células tratadas 3 veces cados adicionados con células autólogas pre­
con R PM I-10 para remover los restos de la sentadoras de antígeno (monocitos-macrófa­
droga, centrifugando a 400 x g, durante gos).
5-10 minutos, preferentemente en centrífuga “ Solución de toxoide tetánico, 1 mg/ml.
refrigerada. Entre cada lavado, las células se
incuban 5 minutos a 37“C. Los m ateriales necesarios son los mismos
Irradiación: 2000-3000 rads (el tiempo que se mencionaron para la proliferación por
de exposición a la radiación dependerá del mitógenos o en el Cultivo mixto linfocitario.
equipo utilizado como fuente de radiación).
Es importante, determinar la viabilidad ce­ NOTA: todos los reactivos y materiales que
lular posteriorm ente a estos tratam ientos, estén en contacto con las células deberán estar
ya que las células deben perm anecer via­ en condiciones de esterilidad y el operador de­
bles. berá seguir los procedimientos empleados para
3. Dispensar 100 |0,1 de células respondedoras el cultivo de células.
por orificio (1 x 10^ células/pocilio). Reali­
zar cuadruplicados para cada condición ex­ Método
perimental.
4. A gregar 100 jal de células estim uladoras 1. Ajustar la concentración de las células res­
alogeneicas o 100 |i.l de células autólogas pondedoras (células mononucleares o linfo­
previamente tratadas (1 x 10'* células/poci­ citos T purificados) a 1 x 10® células/ml en
lio), en los pocilios correspondientes que RPMI-5. En el caso de trabajar con linfoci­
contienen las células respondedoras. El con­ tos T purificados, tratar a las células presen­
trol de proliferación basal se realiza agre­ tadoras de antígeno con m itom icina C o
gando 100 ¡il de RPMI-5 a las células res­ irradiación y llevar a una concentración a 2
pondedoras. Además, se debe controlar que X 105 células/ml.
las células hayan recibido una irradiación 2. Colocar 150 ¡al de la suspensión de células
adecuada y no proliferen. Para ello, sembrar mononucleares en cada pocilio. Si se utili­
100 |u,l de estas células en presencia de 100 zan linfocitos T puros, sem brar 100 jal de
[il de RPMI-5. estas células y 50 ¡xl de la suspensión de cé­
5. Incubar a 37“C, 5 a 7 días en estufa de culti­ lulas presentadoras en cada pocilio.
vo gaseada con 5% de CO^. 3. Siguiendo el protocolo de la reacción, colo­
6. En las últimas 4 a 24 h agregar 1 ¡aCi de car 50 jo.1 de cada dilución de la solución de
I^H j-TdR en cada orificio. Luego de la incu­ toxoide tetánico en cada orificio y por cua­
bación, cosechar las células y posteriormen­ druplicado. Las concentraciones finales del
te proceder a !a medición de la radiactividad toxoide tetánico serán de O, 1, 5, 10 y 20
incorporada, siguiendo las metodologías de­ ug/ml, entonces se deberán dispensar 50 jiJ
talladas en el apéndice. de RPMI-5 y 50 jal de cada una de las con­
centraciones del toxoide tetánico, 4, 20, 40
En una serie de experiencias es im portante y 80 jig/ml respectivamente.
respetar el tiempo del. pulso de pHJ-TdR para 4. Incubar entre 5 a 8 días en estufa de cultivo
obtener resultados comparables. gaseada con 5% de CO, a 37“C, Para cada
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 753

C on canavalina A (^g /m l)

F ig . 3 6 -8 . R e s p u e s ta lin f o p ro life r a tiv a d e c é lu la s m o n o n u c le a re s h u m a n a s en r e s p u e s ta a d iv e rs a s c o n c e n tr a c io n e s de


c o n c a n a v a lin a A.

antígeno se debe establecer el tiempo (días) En este tipo de ensayos es indisp en sab le
en donde el pico proliferativo sea mayor. comparar la respuesta de los linfocitos d e los
5. En las últim as 4 a 24 h agregar ] |j,Ci de pacientes con la de donantes normales.
[^HJ-TdR en cada orificio. Luego de la incu­ £in la figura 36-8 se grafica la respuesta pro-
bación, cosechar las células y posteriormen­ liferativa de células mononucleares de sangre
te proceder a la medición de la radiactividad periférica humana, estimuladas in vitro con dis­
incorporada, siguiendo las metodologías de­ tintas concentraciones de Con A. Esta curva
talladas en el apéndice. dosis-respuesta es un ejemplo típico de u n a es­
En una serie de experiencias es importante timulación mitogénica.
respetar el tiempo del pulso de pH]-TdR pa­ A manera de ejemplo, en el cuadro 36-6 se
ra obtener resultados comparables. muestran los resultados correspondientes a un
cultivo mixto linfocitario realizado para elegir
4.2.4. Expresión e interpretación al donante para un trasplante de médula ósea.
de los resultados
4.3. E V A L U A C IÓ N D E LA
Existen diversos criterios sobre la mejor m a­ FUNCIONALIDAD CELULAR POR
nera de expresar los datos de un ensayo de pro­ MEDIO D E REAC C l O M S D E
liferación. Cuando se utiliza la incorporación CITOXICIDAD M l D \D i POR CÉLULAS
de [^HJ-TdR como medida de la proliferación,
la forma más común es calcular el promedio de 4.3.1. Ensayos para evaluar la función
las cuentas por minuto (cpm) para cada condi­ citotóxica mediada por linfocitos T
ción experimental, por ejemplo, cpm promedio
de los cultivos estimulados menos cpm prom e­ La eitotoxicidad o lisis mediada por linfoci-
dio de los cultivos control, sin tratar. Otra m a­ tos T requiere de la interacción del R eceptor T
nera frecuentemente utilizada es calcular el ín­ con péptidos antigénicos unidos a m oléculas
dice de estimulación como el cociente entre las del Complejo M ayor de H istocom patibilidad
cpm de las células estimuladas y las cpm de las (CMH) presentes en las células blanco. E sta in­
células control, no estim uladas. Este últim o teracción desencadena la lisis celular a través
método tiene un ineoveniente, las células no de la liberación de gránulos que contienen en­
estimuladas pueden variar considerablemente zimas proteolíticas. Este mecanismo efector es
las cpm incorporadas (proliferación basal) y de fundamental importancia en la respuesta in­
afectar al índice de estimulación. Calcular las mune dirigida hacia tumores, trasplantes y vi­
cpm promedio y el desvío estándar para cada rus. La mayoría de las células efectoras citotó-
condición experim ental o para el control. El xicas son linfocitos T CD8+ específicos que re­
desvío estándar de las réplicas debe ser menor conocen a los antígenos presentados en el con­
al 15%. texto de las moléculas del CMH de clase L Sin
754 Metodologías

Cuadro 36-6. Cultivo mixto linfocitario

Respondedoras Estimuladoras"

D onante no
P aciente M adre Padre Hei'mano 1 H erm ano 2 relacicMado

P a c ie n te 303 + 104 27890 + 3345 35674 ± 3267 2 1 4 5 6 + 2343: 319 ± 1 6 2 37658 ± 2343

M a d re 1 2 3 4 5 ± 1 047 222±85 40111 ± 3 1 2 0 13375+1999 12567±2015 33432 ± 3789

P a d re 169 8 9 ± 2 0 0 5 2 5 6 7 5 ± 1078 678 + 309 26574 + 2378 10301 + 6 9 2 41500 ± 3954

H e rm a n o 1 28887 ± 3 2 7 8 2 0 5 4 6 ± 1879 26998 ± 2367 3 0 3 + 156 24908 >1768 39003 ± 4 0 0 9

H e rm a n o 2 423+105 2 0 7 8 6 + 1 457 34789 ± 3699 42549 ± 3987 ,2 8 9 ± 7 8 53406 + 5123

D o n a n te rio r e la c io n a d o 27567 ± 3109 37568 ± 3654 52309 ± 4 9 9 7 42346 + 3560 44376 ± 2 6 5 4 302 ± 1 4 4

Las cé lu la s m ononucleares; estim u la d o ra s sep a rad a s p o r F ico ll-H y p a q u e fu e ro n iirad íad as.
E t pac ien te y el h erm a n o 2 son m u tu a m e n te jio re s p o n d e d o re s ,.n o e stim u la d o re s, in d ican d o q u e e x iste c o m p a tib ilid a d a nivel de an tíg en o s
del H L A . E stos datos unidos con los dalos d e la tip ific ac ió n sero ló g ic a, in d icarán q u e el herm a n o 2 es un exc elen te d o n an te para el p ac ien te,
m ien tras q u e el h erm a n o I no lo es. C ad a uno d e los in d iv id u o s n o re sp o n d ió a las células estim u la d o ra s antologas.

embargo, se demostró que existen, en menor cientemente por quimioluminiscencia, tendien­


proporción, poblaciones de linfocitos T CD4+ tes a reem plazar el material radiactivo y au ­
citotóxicos, que efectúan el reconocimiento an­ mentar la sensibilidad.
tigénico a través de las moléculas del CMH de
clase II. M ateriales
El primer paso de una determinación de cito-
toxicidad comprende la generación de los lin­ - Células efectoras: generalmente se utilizan
focitos T citotóxicos específicos. Estos pueden células mononucleares obtenidas por centri­
encontrarse pre-estim ulados en el huésped o fugación de sangre periférica a través de un
deberán ser sensibilizados in vivo o in vitro. gradiente de Ficoll-Hypaque o células de un
En sangre periférica los linfocitos T citotóxi­ homogenato de bazo con fines experimenta­
cos no pueden ser detectados sin una sensibih- les. Las células mononucleares pueden estar
zación previa, a menos que el individuo se en­ previamente activadas para ejercer citotoxi­
cuentre en el período de actividad de una infec­ cidad, es decir linfocitos T citotóxicos pre­
ción viral. Cuando se quiere medir la reactivi­ formados con una cierta especificidad (anti­
dad de los linfocitos T citotóxicos generalmen­ viral, alogeneica, etc). Alternativamente, las
te es necesario estimular a las células efectoras células mononucleares que se utilizarán co­
in vitro pre-incubando células mononucleares mo efectoras citotóxicas, pueden ser genera­
en presencia de antígenos específicos. Para ello das in vitro.
se co-cultivan las células m ononucleares de
sangre periférica, durante 5 a 7 días, con antí­ Generación de linfocitos T
genos solubles o con células que expresan los citotóxicos in vitro
antígenos de interés, previam ente irradiadas.
Los linfocitos T citotóxicos específicos genera­ 1. Mezclar 1 x 10’ células blanco, estimulado­
dos se cosechan al final de los cultivos. ras, tratadas con mitomicina C o irradiadas,
La técnica más frecuentemente empleada pa­ con 1 X 10’ células respondedoras en un
ra determinar citotoxicidad utiliza la liberación frasco de cultivo T75 con un volumen de 20
de '“''C r por la célula blanco. Las células efecto- mi de RPMLIO.
ras son puestas en contacto con las células La relación óptima de células respondedo­
blanco marcadas radiactivamente con ^‘Cr, du­ ras/células estimuladoras (R/E) utilizada pa­
rante un período de incubación de 4h. La ra­ ra la generación de células efectoras citotó­
diactividad liberada es directamente proporcio­ xicas puede variar en cada caso. Es aconse­
nal a la lisis celular. jable preestablecerla probando con distintas
Si bien la liberación de ^'Cr es un procedi­ proporciones entre 10:1 hasta 1:1 de R/E.
miento ampliamente utilizado para detectar ci­ 2. Incubar las células a 37“C durante 6 días, en
totoxicidad, en los últimos años se han desarro­ una estufa gaseada con 5% de CO^ para ge­
llado métodos colorimétricos (véase apéndice nerar los linfocitos T citotóxicos específicos.
al final del capítulo), fluorimétricos y más re­ 3. Lavar las células con RPMl-lO.
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 755

4. Determinar la viabilidad celular y resuspen­ Método


derlas en la concentración reciuerida. Esta
suspensión se utiliza como fuente de células a. Marcación de las células blanco
efectoras citotóxicas.
~ C élulas blanco: la elección de las mismas 1. Las células blanco deberán encontrarse en
dependerá de la función efectora a medir y fase log de crecimiento, debido a que las cé­
de su disponibilidad. En la elección de una lulas en proliferación activa toman m ejor el
célula blanco, se deben tener en cuenta las crom ato y co n sig u ien tem en te se m arcan
siguientes características, la capacidad para mejor.
ser lisadas por las células efectoras, la capa­ 2. Centrifugar la suspensión celular a 400 x g,
cidad para procesar antígeno in vitro, la m a­ 10 minutos de forma de obtener 1-2 x 10'’
yor facilidad para incorporar y retener la células blanco en el sedimento. Descartar el
marca y la expresión de antígenos del CMH sobrenadante y elim inar cualquier exceso
de clase I y II. del mismo drenando sobre una toallita de
a. células blanco para lirifocitos T citotóxi- papel.
cos con reactividad antiviral: podrían 3. Resuspender en 0,25 ml de cromato de so­
utilizarse fibroblastos, la línea celular B- dio marcado. Incubar las células durante 45
LCL, que son linfocitos B humanos in­ minutos (no más de 60 minutos, para evitar
m ortalizados por el virus Epstein-B arr la liberación espontánea de marca) a 37°C
(EBV), linfocitos activados por m itóge­ con agitación suave (4-6 rpm) y protegidas
nos o m acrófagos alveolares. En todos con una pantalla de plomo. En el caso de te­
los casos las células deberán provenir de ner fragilidad celular adicionar SFB en una
donantes autólogos. Las células blanco concentración final entre 10-20%.
se pueden infectar con el virus, transfec- 4. Lavar 3 veces las células con SST-5 calen­
tar con un gen viral específico o sensibi­ tado a 37°C.
lizar con un péptido inm unodom inante 5. Resuspender las células marcadas radioacti­
viral. vamente en medio RPMI-5 en una concentra­
b. células blanco alogeneicas: son de utili­ ción adecuada para llevar a cabo el ensayo.
dad para definir la especificidad en antí­ Por ejemplo, si se usan 2.500 células blanco
genos de HLA en una respuesta de linfo­ en un volumen de 50 |i,l, ajustar las células
citos T citotóxicos (medición de los nive­ en 50.000/ml, Mantener la suspensión en la
les de aloreactividad después de una sen­ estufa para evitar la lisis espontánea. Si la
sibilización contra antígenos del CMH en preparación de la reacción llevara más de 1
un trasplante de órganos). Como células h, efectuar un lavado previo de las células
blanco pueden usarse blastos (células m o­ marcadas antes de su uso y ajustar la concen­
nonucleares estim uladas por un m itóge­ tración nuevamente. Determinar la incorpo­
no, PHA). A lternativam ente, se pueden ración de 5>Cr, contando una alícuota de la
inmortalizar linfocitos B de un paciente o suspensión celular en un contador [3 o y.
donante, tratando a las células m ononu­
cleares de sangre periférica con ciclospo- b. M edición de la actividad citotóxica.
rina y un cultivo de EBV. Ensayo de liberación de ®'Cr
- M icroplacas de cultivo de 96 pocilios con 1. Lavar las células efectoras y ajustar la d en ­
fondo en “U”. sidad celular según la concentración final
~ M edio RPMI com pleto suplem entádo con que se agregará en las placas. Para una rela­
5% y 10% de SFB , R P M l-5 y R PM I-IO ción de células efectoras a células blanco de
(véase apéndice al final del capítulo). 50:1, se necesitarán 125.000 células efecto-
- Solución salina tam ponada adicionada con ras por cada 2.500 células blanco. Conside­
5% de SFB (SST-5) (véase apéndice al final rando un volumen final de reacción de 100
del capítulo). |i.l por pocilio, se preparará una suspensión
- ImCi/ml de Na 2'“^'CrO^ (Amersham, NEN). de células efectoras de 2.5 x lO^ml. G ene­
- Cosechador de sobrenadantes semi-automá- ralm ente en un ensayo de eitotoxicidad se
tico (optativo). establecen varias relaciones de células efec­
- Contador para radiación p o y. toras a células blanco, entre 50:1 y 1:1, para
determinar cuál es la más conveniente.
NOTA: todos los reactivos y materiales que 2. Sem brar en una placa de 96 pocilios con
estén en contacto con las células deberán estar fondo en “U”, 50 pl de las diferentes co n ­
en condiciones de esterilidad y el operador de­ centraciones de células efectoras y luego 50
berá seguir los procedimientos empleados para pl de la suspensión de células blanco en ca­
el cultivo de células. da uno de los pocilios. Los controles de li­
756 Metodologías

beración espontánea de la marca se efectua­ Nota: la lisis espontánea no deberá superar.


rán colocando 50 |J,1 de las células blanco y el 20% de la liberación máxima.
50 |ji de medio, por pocilio. Efectuar cada En algunas ocasiones es conveniente expre­
determ inación por triplicado. E stab lecer sar los resultados como unidades líticas (UL),
controles de liberación máxima de radioac­ correspondientes a un determinado porcentaje
tivo sembrando 50 |il de las células blanco y de lisis, frecuentemente se utiliza el 30% o el
50 p,I de HCl IN o de una solución de Tri­ 50%. Para ello se grafica el porcentaje de lisis
tón X-100 al 5%. en función de la relación de células efectoras a
3. Centrifugar las placas a 500 x g por 1 minu­ células blanco, e interpolando en la curva por
to e incubarlas a 37“C durante 4 h en estufa el 50% de lisis se lee la relación correspondien­
gaseada con un 5% de CO^. (En algunas te de células efectoras a blanco y se establecen
ocasiones el período de incubación puede las unidades líticas en forma arbitraria, calcu­
extenderse hasta 24 h aunque el mecanismo lando 100/células efectoras interpoladas. Como
efector es, en la mayoría de los casos, más se muestra en el gráfico 36-9, para la población
eficiente durante las primeras 2-4 h.) B las UL50 son 4 (100/25).
4. Agregar 10'' iil de RPMI-5 frío en cada uno
de los pocilios. Centrifugar nuevamente las 4.3.2 P ru eb as para determinar citotoxicidad
placas a 500 x g durante 5 minutos a 4°C. de células natural killer (NK)
Recoger 100 ¡0,1 del sobrenadante, con mu­
cho cuidado, de manera de evitar resuspen­ Las células NK forman parte de la inmuni­
der el sedimento. Colocar los sobrenadantes dad natural y median reacciones de citotoxici­
en viales apropiados para poder ser leídos dad sin requerir de una .sensibilización previa,
en un contador y o [3, en este último caso de­ ni poseen especificidad antigénica ni restric­
berá agregarse líquido de centelleo (véase ción por moléculas del CMH, los cuales son
apéndice al final del capítulo). prerrequisitos de los linfocitos T citotóxicos.
5. Calcular el porcentaje de lisis específica de La actividad NK en los seres humanos se mide,
acuerdo a la siguiente fórmula: generalmente, en ensayos de liberación de -‘’'Cr
de 4 h utilizando como células blanco a las cé­
lisis es- e x p e rim e n ta le s - c p m e s p o n tá n e a s) lulas tumorales K562 humanas.
100 Cuando se quiere evaluar la actividad NK en
p e c ífic a (cpm m á x im a s - c p m e s p o n tá n e a s)
sistemas murinos, generalmente se utiliza una

F ig . 3 6 -9 . G rá fic o c o rre s p o n d ie n te a la c u rv a d e c ito to x ic id a d e s p e c ífic a d e d o s p o b la c io n e s c e lu la re s (A ) y (B ) e n f u n ­


c ió n d e la re la c ió n d e c é lu la s e fe c to ra s a c é lu la s b la n c o . E n el m is m o se m u e s tra la d e te rm in a c ió n d e las U L 5 0 p a ra c ad a
u n a d e la s p o b la c io n e s.
Metodologías para la evaluación de las células Inmunocompetentes 757

suspensión celular de bazo. Como células blan­ 4.3.3. Reacción de citotoxicidad celular
co suelen emplearse las células de la línea Yac- dependiente de anticuerpo (CCDA)
1, que provienen de un linfoma murino induci­
do por el virus Moloney (ATCC). La citotoxicidad celular dependiente de anti­
cuerpo (CCDA) es un mecanismo inmunológi­
M ateriales co efector citotóxico que es dependiente de la
interacción cooperativa de elementos efectores
~ Células efectoras: células mononucleares de humorales y celulares. Depende de la presencia
sangre periférica humana separadas en gra­ de células efectoras que tienen receptores, ge­
dientes de Ficoll-Hypaque, preferentemente neralmente para Fcy, y de anticuerpos capaces
frescas. Para evaluar la actividad de NK, es de unirse específicamente a los epitopes antigé­
conveniente usar las células el mismo día de nicos expresados en la superficie de una célula
la obtención. Las células mononucleares se blanco. La interacción entre las células efecto-
pueden guardar en medio completo con SFB ras y las células reconocidas por los anticuer­
(5-10%), por un período de tiempo no mayor pos resulta en citolisis (véase fig. 36-10). Este
de 18 h a 4°C para evitar pérdidas de la acti­ ensayo evalúa la capacidad de las células efec­
vidad citotóxica de las células NK: toras inmunocompetentes o la actividad de un
- Células blanco: obtenidas de una línea esta­ anticuerpo específico para mediar CCDA.
blecida a partir de células de un paciente con Este tipo de reacción es mediada principal­
una eritroleucemia crónica en crisis blástica m ente por células NK que expresan receptor
(K562), Esta línea celular es deficiente en la para Fe. Otras células como los monocitos, gra­
expresión de antígenos del CMH de clase I y nulocitos y cierta .subpoblación de linfocitos T,
clase U. son también efectoras en las reacciones de cito-
toxicidad celular dependiente de anticuerpo.
N OTA: todos los reactivos y materiales que Clínicamente, el ensayo de CCDA es útil en
estén en contacto con las células deberán estar la evaluación funcional de células efectoras in­
en condiciones de esterilidad y el operador de­ munocom petentes, por ejemplo, en pacientes
berá seguir los procedimientos empleados pai'a con cáncer en tratamiento inmunológico.
el cultivo de células. O tra aplicación im portante de la C CD A es
en la evaluación de anticuerpos contra aloantí-
Método genos, células tumorales o virus. La CCD A se
utiliza para estudiar ios sueros de los pacientes
La marcación de las células blanco con ^'Cr, que recibirán un trasplante o que cursan un re­
se realiza como se describe para las células chazo de injerto y en individuos que cursan una
blanco de hnfocitos T citotóxicos (véase ítem infección viral.
1-5 de marcación de células blanco del punto A continuación se describe un método para
4.3.1). El ensayo de liberación de -‘''C r de 4 h, m edir actividad efectora de CCDA en células
es sim ilar al detallado anteriormente, para la mononucleares de sangre periférica empleando
evaluación de linfocitos T citotóxicos. células blanco marcadas con -“''Cr.

R g . 3 6 -1 0 . E s q u e m a del m e c a n ism o d e la r e a c c ió n d e C C D A m e d ia d a p o r c é lu la s e fe c to ra s c ito tó x ic a s N K y a n tic u e r­


p o s e s p e c ífic o s p a ra d e te rm in a n te s a n tig é n ic o s p r e s e n te s s o b re la s c é lu la s b lan c o .
758 Metodologías

Si bien la liberación de ‘’'Cr es un procedi­ 3. A una de las alícuotas de células blanco


miento ampliamente utilizado para detectar ci­ agregarle la dilución del antisuero de cone­
totoxicidad, en los últimos años se han desarro­ jo, calentado a 56°C durante 1 h. Agregar
llado métodos colorimétricos (véase apéndice 200 |i.Ci de Na^'^'CrO^ a cada una de las alí­
al final del capítulo), fluorimétricos y más re­ cuotas. Incubar a 37°C durante 30 minutos.
cientemente por quimioluminiscencia, tendien­ 4, Lavar las células tres veces y resuspender
tes a reem plazar el m aterial radiactivo y au ­ en una concentración de I X 10-“’ cél/ml en
mentar la sensibilidad. medio de cultivo RPMLIO.

Materiales b. Medición de la actividad de CCDA.


Ensayo de liberación de ®‘Cr
- Medio de cultivo RPMI suplementado con
SFB al 10%, RPMLIO con HEPES 25mM. 1. Preparar una suspensión de 1 x 10’ cél/ml
- Células efectoras, mononucleares de sangre efectoras mononucleares. Hacer diluciones
periférica suspendidas en RPMI-10. Podrían seriadas (1:2, 1:4 y 1:8) a partir de la sus­
utilizarse también otros tipos de células, sus­ pensión original.
pensión de nódulos linfáticos o de células de 2. Sembrar por sextuplicado, 100 |il de cada
bazo. una de las diferentes concentraciones de cé­
- Células blanco marcadas con ^'Cr, recubier­ lulas efectoras.
tas o no con anticuerpo. 3. P ara cada d ilución de células efectoras,
Las células blanco utilizadas en este tipo de agregar 100 |al de células blanco no recu­
ensayos de CCD A deberían ten er las s i­ biertas con el anticuerpo, en tres de los po­
guientes características: facilidad para ser cilios y colocar 100 |j,l de las células blanco
cultivadas, alta actividad específica y bajos recubiertas con el anticuerpo, en los tres po­
niveles de liberación espontánea de la marca cilios restantes.
incorporada. Entre las células más com ún­ 4. Realizar controles de máxima liberación de
mente usadas en los ensayos de CCDA, se la marca, agregando a 100 )il de las células
encuentran las células Chang, Rají (células blanco tratadas con el anticuerpo, 100 jil de
de linfoma de Burkitt) y P815 (células de un Tritón X-100 al 5%. Repetir el mismo pro­
mastocitoma murino). cedimiento con las células blanco no trata­
- Tritón X-100 al 5% v/v. das con el anticuerpo.
- Placas de 96 orificios con fondo en “U” . 5. Realizar controles de liberación espontánea
- Tubos de centrífuga de 15 mi. de la marca, agregando a 100 pl de las célu­
- Antisuero de conejo específico contra las cé­ las blanco tratadas con el anticuerpo, 100 pl
lulas blanco. La fuente de anticuerpos es un de R PM LIO . R epetir el m ism o p ro ce d i­
factor para ser considerado, los anticuerpos miento con las células blanco no tratadas
de conejo tienen buena actividad en los ensa­ con el anticuerpo.
yos de CCDA. 6. Cubrir las placas y centrifugar a 55 x g du­
- Im C i/m l de N a/>CrO , (250-500 m C i/m g, rante 2 minutos a temperatura ainbiente. In­
Amersham). cubar entre 4 h a 18 h en una estufa de culti­
~ Cosechador de sobrenadantes semi-automá- vo en atmósfera de 5% de COj.
tico (optativo). 7. Centrifugar las microplacas a 550 x g a tem ­
- Contador para radiación p o y. peratura ambiente durante 5 minutos y cose­
NOTA: todos los reactivos y materiales que char los sobrenadantes en viales, utíhzando
estén en contacto con las células deberán estar una pipeta multicanal o un cosechador se-
en condiciones de esterilidad y el operador de­ miautomático.
berá seguir los procedimientos empleados para 8. Determinar la radiactividad de los sobrena­
el cultivo de células. dantes usando un contador de radiación y o
p. Calcular el% de lisis según la siguiente
Método fórmula:
[cp m e x p e rim e n ta le s - c p m e s p o n tá n e a s]
a. Sensibilización y marcación de las células
% lisis = ------------------------------------------------------------- ^— X 100
blanco [cp m m á x im a s - c p m e s p o n tá n e a s]

1. Se utilizan entre 1-5 x 10® células por mar­ cpm experimentales: cpm del sobrenadante de
cación, las células efectoras y las células blanco,
2. Lavar las células tres veces con RPMLIO. cpm máximas: cpm del sobrenadante de las cé­
Antes del último lavado separar las células lulas blanco m ás Tritón.
en dos alícuotas iguales. Centrifugar a 550 x , cpm espontáneas: cpm del sobrenadante de las
g, 10 minutos y descartar el sobrenadante. células blanco más medio de cultivo.
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 759

El porcentaje de Jisis específica debe calcu­ lisis se fundamenta en la lisis de los eritrocitos
larse para las células blanco recubiertas y para­ al ser reconocidos por los anticuerpos específi­
lelamente para las células no recubiertas por cos, secretados por las células presentes en la
anticuerpos. El porcentaje de CCDA se calcula placa, en presencia de complemento. El antíge­
restando al porcentaje de lisis específica de las no puede ser una proteína del eritrocito o una
células recubiertas con anticuerpos, el porcen­ molécula covalentemente unida a la superficie
taje de lisis encontrado para las células blanco del glóbulo rojo que sirve de indicador de la
sin recubrir. reacción. Los anticuerpos son sintetizados por
las células secretoras de inmunoglobulinas que
4.4. ESTUDIO D E LA FUNCIONALIDAD se están evaluando, las cuales son mezcladas
DE LOS LINFOCITOS B Y T A TRAVÉS con la suspensión de eritrocitos en un medio
DE LA PRODUCCIÓN DE SUSTANCIAS semi-sólido que las inmoviliza logrando favo­
BIOACTIVAS SECRETADAS POR ELLOS recer el contacto entre los anticuerpos y los an­
tíg en o s presentes en los glóbulos ro jo s. El
4.4.1. Funcionalidad de linfocitos B complejo inmune específico al unir el com ple­
mento agregado, inducirá la hsis de los eritro­
Una de las maneras de determinar la funcio­ citos que se manifestará como placas de hem ó­
nalidad de los linfocitos B es a través de la me­ lisis (área de lisis que bordea a las células se­
dición de inmunoglobulinas secretadas en "res­ cretoras de anticuerpos). Cada placa de hem óli­
puesta a un antígeno determinado. Si bien éstas sis formada corresponderá a una célula secreto­
metodologías son muy sencillas el resultado re­ ra de anticuerpos. Esta técnica es sumamente
fleja una serie de mecanismos celulares com ­ sensible y puede ser realizada en forma directa,
plejos que involucran no sólo a los linfocitos B indirecta o reversa de acuerdo al objetivo de la
sino también su interrelación con varios tipos medición.
celulares como las células accesorias y los lin­ Técnica de formación de placas de hemólisis
focitos T colaboradores. directa (fig. 36-1 la): Esta técnica es útil para
La síntesis de anticuerpos puede ser medida detectar IgM específica, las demás inm unoglo­
como la sumatoria de las inmunoglobulinas se­ bulinas fijadoras de complemento no pueden
cretadas en respuesta a un antígeno y por lo ser determinadas debido a las condiciones en
tanto, en este caso se mide la cantidad de inm u­ las que se lleva a cabo el ensayo. Las células
noglobulinas que se acumulan en un sobrena­ secretan IgM específica que migra por difusión
dante de cultivo de linfocitos o en el suero de en el medio semi-sólido y al reconocer al antí­
un individuo inmunizado. Alternativamente, si geno específico en la superficie del eritrocito,
se analiza la célula que está secretando el anti­ se une a él. Este puede ser un antígeno eritroci-
cuerpo, además de los anticuerpos producidos tario o una proteína covalentemente u n id a al
se determina el número de linfocitos B en una glóbulo rojo, como fue indicado en el capítulo
población que secreta la inmunoglobulina con 35 para la hemaglutinación pasiva. Los com ­
una determinada especir^idad y de un isotipo plejos inmunes formados en la superficie de los
particular. Para el primer objetivo, las metodo­ eritrocitos fijan complemento, el cual produce
logías más empleadas son el enzimoinmunoen- la hsis de aquellos eritrocitos circundantes a los
sayo (ELISA) y el radioinm unoensayo (RIA) linfocitos B, originando las placas de lisis.
que fueron detallados en los capítulos 38 y 39. Técnica de formación de placas de hemólisis
Por otra parte, la identificación de los linfocitos indirecta (fig. 36-1 Ib): Las células secretoras
B estimulados in vitro específicamente u obte­ sintetizan inmunoglobulinas específicas que al
nidos a partir de animales inmunizados con un difundir se unen a su antígeno presente sobre el
antígeno determinado puede llevarse a cabo a eritrocito. Como para la fijación de co m p le­
través de la técnica clásica áe form ación de mento se requieren dos moléculas de IgG cer­
placas de hemólisis o por medio del ELISPOT. canas y en esta situación difícilmente se logra,
Estas técnicas son útiles para determinar la ci­ para poder detectar las IgG se agrega un anti­
nética de producción de inm unoglobulinas, cuerpo anti-IgG m onoespecífico y lu e g o el
particularmente en aquellas situaciones asocia­ complemento. La hemólisis de los eritrocitos
das con un cambio rápido del número de célu­ indicará la liberación de IgG y de IgM p o r par­
las secretoras de los anticuerpos. te de los diferentes linfocitos B.
Asimismo esta metodología resulta de utili­
4.4.1.1. Medida de la síntesis dad para poder detectar linfocitos B secretores
de inmunoglobulinas polielonales de inmunoglobulinas con especificidad para un
por medio de la técnica de formación determinado antígeno, no fijadoras de com ple­
de placas de hemólisis mento.
Técnica de formación de placas de hemólisis
La técnica de formación de placas de hem o­ reversa (fig. 36-1 le): Esta variante metodoló-
760 Metodologías

*"% C om plem ento

. .

\
H E M O LIS IS

IgM específica

F ig . 3 6 - l l a . E s q u e m a d e l fu n d a m e n to d e la té c n ic a d e fo rm a c ió n d e p la c a s d e h e m o lisis d ire c ta .

gica es utilizada para detectar la producción de los complejos así formados unen complemento
inmunoglobulinas totales y no anticuerpos es­ y ocasionan la lisis de los eritrocitos.
pecíficos, como ocurre en las técnicas explica­ A continuación se detalla la técnica de fo r ­
das precedentemente. En este caso los eritroci­ mación de placas de hemólisis directa.
tos pueden ser sensibilizados con Proteína A,
que tiene la propiedad de fijar la región Fe de Materiales
las inmunoglobulinas, o con anticuerpos anti-
inmunoglobulinas. Aunque la mejor sensibili­ ~ Placas de Petri de 10 cm de diámetro descar­
zación de los glóbulos rojos se logra tratando tables.
en un primer paso a los eritrocitos con Proteína - Agar purificado (agar noble) o agarosa.
A y luego con IgG con actividad anti inmuno- “ Solución salina fosfatada de Dulbecco (véa­
globulina de la especie que se quiere determi­ se el apéndice al final del capítulo).
nar. Las anticuerpos liberados por los linfocitos - Solución de Gey (véase el apéndice al final
B se unen a los glóbulos rojos sensibilizados y del capítulo).

anti-lgG

i H EM O LISIS

IgG específica

C om plem ento

F ig . 3 6 - l l b . E squem a del fundam ento de la técnica de form ación de placas de hem ólisis indirecta.
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 761

anti-Ig C om plem ento

H E M O LIS IS

Inm unoglobulinas

F ig . 3 6 - l l c . E s q u e m a d e l fu n d a m e n to d e la té c n ic a d e fo rm a c ió n d e p la c a s d e h e m o lisis rev e rsa .

- Eritrocitos de carnero (sensibilizados con an­ placa de Petri que ya tiene la capa inferior.
tígenos específicos o sin sensibilizar) al 20% Homogeneizar por rotación y dejar solidifi­
en solución de Gey. car.
- Células mononucleares, esplenocitos o linfo­ 3. Incubar a 37“C durante 90-120 m inutos y
citos purificados. agregar, uniformemente sobre toda la super­
Suero de cobayo, fresco o liofilizado. Es ficie, 1 mi de complemento de cobayo dilui­
conveniente adsorberlo con 1 mi de sed i­ do 1:10 en solución de Gey. Incubar durante
mento de eritrocitos de carnero durante 20 60 minutos.
minutos en bario de hielo, para eliminar anti­ 4. C ontar las placas de hem olisis form adas,
cuerpos contaminantes. con lupa estereoscópica o microscopio y re­
- Tubos de plástico de 15 y 50 mi. ferirlas al número de células sembradas. (Si
-- Tubos de ensayo. las placas no pueden ser leídas de inmediato
fijar los eritrocitos con una solución de glu­
NOTA: todos los reactivos y materiales que taraldehído al 0,25%.)
estén en contacto con las células deberán estar
en condiciones de esterilidad y el operador de­ Las células que sintetizan anticuerpos del
berá seguir los procedimientos empleados para isotipo IgG frecuentem ente no dan placas de
el cultivo de células. hemólisis. Ello es debido a que el niímero de
moléculas elaboradas no es suficiente para sen­
Método sibilizar adecuadamente a los eritrocitos, cosa
c]ue sí ocurre con la IgM, como consecuencia
1. Verter sobre la placa de Petri 5 mi de una de su estructura m olecular. Para determ inar
solución de agar o agarosa estéril, al 1,2% otras inmunoglobulinas, excepto la IgM, se de­
en solución salina fosfatada de D ulbecco, sarrolló el método indirecto de formación de
fundida y enfriada a 50°C. A gitar suave­ placas de hemóhsis. Esta técnica, se realiza de
mente en forma rotativa, sobre una superfi­ manera similar al ensayo directo, con la varian­
cie nivelada y dejar sohdificar. (Estas placas te de que antes de añadir los glóbulos rojos al
así preparadas pueden guardarse a 4°C, du­ agar o a la agarosa fundida, se agrega una dilu­
rante varios días). ción del suero anti-gammaglobulina monoespe-
2. Preparar con anterioridad, agar o agarosa al cífico. Este ensayo mide las células formadoras
0,6% en solución de Gey. Repartir en alí­ de placa totales (CFPtotales): las células for­
cuotas de 2 mi en tubos de ensayo y esterili­ madoras de placas para la inmunoglobulina en
zar en autoclave. Fundir en baño de agua estudio (CFPespecíficas) y las directas (Ig M,
hirviente 1 tubo por cada placa y mantener a CFPdirectas). Simultáneamente debe realizarse
40-42“C (agar) o a 46-48‘>C (agarosa). R eti­ un ensayo directo para determinar las C FPdi­
rar y añadir 0,1 mi de la suspensión de eri­ rectas. La diferencia entre ambos valores deter­
trocitos e inmediatamente 0,1 mi de la dilu­ mina el número de CFPespecíficas del ensayo.
ción (2 X 10® células/m l) de las células a
analizar. Agitar y verter rápidamente en la CFPespecíficas = CFPtotales - CFPdirectas
762 Metodologías

4.4.I.2. Medida de la síntesis Método


de inmunoglobulinas por medio de la técnica
de plaqueo inm unoenzim ático o E L IS P O T 1. Sensibilizar las placas de poliestireno con
una dilución del antígeno en SST. (La dilu­
La técnica del plaqueo inmunoenzimático o ción óptima del antígeno deberá ser deter­
ELISPOT, utilizada para la detección de las cé­ m inada de antemano utilizando diferentes
lulas productoras de anticuerpos de una deter­ concentraciones de antígeno y esplenocitos
minada especificidad, es un ensayo desarrolla­ sensibiUzados. Generalmente se utiliza una
do en los años ’80 que ofrece una alternativa concentración antigénica entre 10 y 200
más sencilla y versátil a la detección de linfoci­ |i,g/ml.) Incubar 18 h a 4°C o 2 h a 37°C. Las
tos B secretores de anticuerpos, por medio de placas se pueden guardar a 4°C por varias
la formación de placas de hemólisis. A su vez semanas.
permite el análisis de poblaciones celulares que 2. Descartar el sobrenadante. Lavar tres veces
sintetizan anticuerpos dirigidos hacia dos antí­ con SST y drenar el exceso de líquido sobre
genos diferentes. Asim ism o, resulta de gran una toallita de papel. Bloquear la placa con
utilidad para la determinación de células secre­ SST-5 incubando 30 minutos a 37°C.
toras de anticuerpos en tejidos como el intesti­ 3. Descartar el sobrenadante drenando la placa
nal o el pulmonar en donde el aislamiento de sobre una toallita de papel y agregar 200 )J,1/
linfocitos es de gran dificultad. pocilio de las diferentes concentraciones de
El ELISPOT se lleva a cabo en tres pasos, la la suspensión celular en IMDM-5 (entre 10'*
sensibilización de la fase sólida (generalmente y lO'’ células/ml). Incubar durante 3, 4 o 18
nitrocelulosa o placas de poliestireno) con el h a 37“C en estufa gaseada con 5% de CO^.
antígeno, la incubación de las placas con las 4. Recuperar las células para posteriores ensa­
células secretoras de anticuerpo y la detección yos o descartarlas y lavar las placas con
del complejo antígeno-anticuerpo formado en SST/Tween.
la zona de secreción de anticuerpos, por medio 5. Adicionar 100 |il del anticuerpo conjugado.
de una técnica inmunoenzimática (fig. 36-12). Incubar 2 h a temperatura ambiente o 18 h a
4°C (en cámara húmeda).
Materiales 6. Lavar las placas tres veces con SST/Tween
y el último lavado con SST.
“ Solución de antígeno en SST. 7. Descartar el sobrenadante y drenar cuidado­
- Células secretoras de anticuerpos presentes samente cualquier exceso de solución de la­
en la capa de células mononucleares aisladas vado.
de sangre periférica o en esplenocitos. 8. Agregar 50 (xl de la solución de sustrato por
- Anti-gammaglobulina de la especie en estu­ pocilio. Mantener las placas en una superfi­
dio conjugada con peroxidasa (0,5 - 5 fig/ml cie horizontal nivelada y controlar el desa­
en SST/Tween). rrollo de las manchas de color que aparece­
- SST adicionada con 5% de SFB (SST-5) o rán dentro de los 5 a 10 minutos,
BSA al 1% en SST. 9. Las células productoras de anticuerpos se
- M edio IMDM adicionado con 5% de SFB identifican por la aparición de m anchas de
(IMDM -5) o RPM I-10. (Véase apéndice al color marrón. Contar las manchas formadas
final del capítulo.) en un microscopio con un aumento de 10 o
- SST adicionada con 0,005% de Tween 20 30X.
(SST/Tween).
^ Sustrato para la enzima utilizada preparado La inm unización parenteral con antígenos
en una solución de agarosa. Disolver 50 mg proteicos induce por lo general, entre 50 y 500
de 1,4-p-fenilendiamina (PPD, Sigma) en 2 manchas/ lO*’ células totales después del 6° día
mi de metanol. Momentos antes de ser utili­ de la primera inoculación del antígeno. Cada
zado agregar 50 ¡il de H,02 al 30% y 100 mi m ancha representa una única célula secretora
de agarosa al 1% en SST calentada a 46“C. de anticuerpo,
Este sustrato produce manchas de color ma­
rrón. 4.4.2. Funcionalidad de linfocitos T.
Placas de poliestireno de 96 pocilios (alter­ Detección de la producción de citoquinas
nativamente se pueden utilizar placas de 6, 24, por E L IS A o por ensayos biológicos
48 o 96 pocilios y Placas de Petri).
NOTA: todos los reactivos y materiales que La identificación de las citoquinas y de los
estén en contacto con las células deberán estar productos solubles de la activación inmune, es
en condiciones de esterilidad y el operador de­ una de las maneras de evaluar la frmeipnalidad
berá seguir los procedimientos empleados para de las células inmunocompetentes. Estos m ar­
el cultivo de células. cadores presentes en el suero reflejan la activi­
Metodologías para la evaluación de las células Inmunocompetentes 763

dad de todas las células inmunes del cuerpo. Es dologías para la detección de una determinada
por este motivo que la medición de estas sus­ citoquina.
tancias provee información acerca del estado A continuación se describirán metodologías
inmune de un individuo. para la determinación de IL-2 e interferón.
El factor inhibitorio de la migración de los
m onocitos-fagocitos (MIE) es producido por 4.4.2.I. Medición de IL-2
linfocitos T activados y fue una de las primeras
citoquinas identificadas in vitro por su capaci­ El método tradicional para la detección de
dad de inhibir la movilidad de los macrófagos. IL-2 en muestras de suero o de sobrenadantes
Si bien esta metodología ha sido muy utilizada de cultivo de linfocitos humanos, es un bioen-
anteriormente, la identificación bioquímica y el sayo que utihza las células CTLL-2. Esta línea
significado biológico del MIE no han sido aún celular murina derivada de células de bazo esti­
aclarados, y en la actualidad ha sido reem pla­ muladas por células alogeneicas se propaga in
zada por ensayos para la detección de linfoqui­ vitro dependiendo de la IL-2 (Gillis & Smith,
nas, tales como IL-2 o interferón y. 1977). Este ensayo consiste básicamente en de­
Entre los productos de activación que actual­ terminar la proliferación in vitro de las células
mente se pueden determinar mencionaremos: P CTLL-2 en presencia de las muestras a exam i­
2-microglobulina, receptor soluble de IL-2 (an­ nar o de diferentes concentraciones de IL-2 hu­
tígeno Tac), moléculas solubles de CD4 y CD8 m ana usada como estándar. Posteriormente, se
así como anticuerpos. Estas proteínas son los calculan las unidades de interleuquina corres­
productos finales de una serie de procesos celu­ pondientes a la muestra por comparación con
lares y, por lo tanto, los niveles incrementados los estándares. Este método es laborioso y está
en el suero indican un aumento en su produc­ sujeto a los posibles efectos de otros inmuno-
ción y la activación de estos sistemas celulares. moduladores presentes en la muestra (por ej.,
Diversos marcadores están elevados en cier­ otras citoquinas, prostaglandinas E, etc).
tas enfermedades, infecciones por microbios,
rechazo de injertos, desórdenes autoinmunes o Detección de IL-2 usando
en enfermedades malignas de células linfoides las células CTLL-2
y su determinación es una medida de la activi­
dad de la enfermedad pero no es un marcador La metodología utilizada en este caso se ba­
específico de diagnóstico. sa en las técnicas de proliferación descritas an­
Las metodologías que pueden ser utilizadas teriormente.
para la medición de las citoquinas, principales NOTA; todos los reactivos y materiales que
mediadores celulares involucrados en la re s­ estén en contacto con las células deberán estar
puesta inmune, incluyen el enzimoinmunoensa- en condiciones de esterilidad y el operador de­
yo (ELISA), el ELISPOT y bioensayos. El enzi- berá seguir los procedimientos empleados para
moinmunoensayo tiene miíltiples ventajas, alto el cultivo de células.
grado de especificidad, fácil ejecución y no re­
quiere del cultivo de tejidos o de radiactividad. M étodo
Dentro de las desventajas del método se desta­
can, la menor sensibilidad en comparación con 1. Colocar 100 |J.I de cada dilución de IL-2 (es­
los ensayos biológicos y el hecho de que se tándares) o de las muestras, por cuadrupli­
pueden detectar proteínas con reactividad in­ cado, en una placa de cultivo de 96 orificios
munológica pero que no tengan actividad bio­ de fondo en “U”. Incluir un control negativo
lógica. Por el contrario los bioensayos se ca­ con RPM I-10.
racterizan por ser más sensibles que el ELISA y En el caso de las muestras provenientes de
por detectar proteínas biológicamente activas. los sobrenadantes de cultivo, realizar dilu­
El principal problema en este tipo de ensayos ciones desde 1:1, 1:2 y 1:4 hasta que dism i­
es que se puede valorar la actividad de más de nuya la máxima actividad proliferativa. Si
una citoquina. Cuando dos o más citoquinas es­ se utilizan sueros humanos, éstos deben ser
tán presentes pueden producir interacciones si- diluidos ya que los sueros normales contie­
nérgicas o antagónicas que llevan a posibles re­ nen inhibidores que pueden afectar a este ti­
sultados falsos. Este inconveniente puede ser po de ensayo.
subsanado empleando anticuerpos monoclona­ 2. U tilizar las células CTLL-2 después de 2
les específicos para neutralizar la actividad de días del último agregado de medio de culti­
las citoquinas contam inantes. C onsiderando vo. Lavar 3 veces las células con SST. Cen­
que los bioensayos detectan las citoquinas fun­ trifugarlas 10 minutos a 335 x g a 4°C y re-
cionalm ente m ientras que los enzim oinm u- suspender el sedimento en 1 ml de SST lle­
noensayos en form a estructural, en la actuali­ vando luego a 50 ml de SST; repetir este
dad se aconseja el uso de ambos tipos de m eto­ procedimiento 3 veces.
764 Metodologías

Placas se nsibilizadas C élulas secretoras


con Ag específico y no secretoras
de Ac específico

A
Anti-Ig conjugada
con peroxidasa

Incubación Lavado


Sustrato específico

F ig . 3 6 -1 2 . E s q u e m a d e lo s p a s o s d e la té c n ic a d e ELÍSPO T.

3. Contar las células y ajustar la concentración Determinación de IL-2 por E L ISA


a 5 X 10“*cél/ml en R PM I-10 completo.
4. Sembrar 100 ¡il de las células en cada poci­ La determ inación específica de citoquinas
lio de la microplaca. Incubar las placas du­ por ELISA, en este caso de la IL-2, se funda­
rante 28 h a 37°C en estufa de cultivo gasea­ menta en un ensayo de doble anticuerpo, tipo
da con 5% de CO^. sandwich. Es un enzimoinmunoensayo en fase
5. En las últimas 8 h, agregar 1 (iCi de [^H]- sólida donde se utiliza un anticuerpo monoclo­
TdR en cada orificio. Luego de la incuba­ nal específico and IL-2 para capturar esta inter­
ción, cosechar las células y posteriormente, leuquina presente en la muestra o en el están­
proceder a la medición de la radiactividad dar. Después de lavar el material no unido, se
incorporada, siguiendo las metodologías de­ agrega un anticuerpo policlonal que se une a la
talladas en el apéndice. IL-2 capturada. Luego de los lavados, se agre­
6. Para el cálculo de la concentración de la ga un anticuerpo, conjugado a una enzima, con
lL-2 presente en las muestras se pueden rea­ especificidad para reconocer al segundo anti­
lizar diferentes procesamientos de los datos. cuerpo. En el caso de la detección de IL-2 en
En los diferentes tipos de gráficos se corre­ muestras de origen humano, los niveles encon­
laciona la síntesis del ADN con la concen­ trados son muy bajos. Por este motívo, es con­
tración de los estándares. veniente desarrollar metodologías para aumen­
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 765

tar considerablemente la sensibilidad de la de­ plifica la señal de detección. La cuantificación


terminación, por ejemplo, utilizai' el sistema de se realiza por medición espectrofotométrica de
biotina-estreptoavidina. la conversión del sustrato en un producto cro-
mogénico.
4A.2.2. M edición de Interferón y
La producción in vitro de IFN y por células 5. PRUEBAS FU N C IO N A LES PARA
mononucleares de sangre periférica en respues­ EVALUAR LA INM UNIDAD MEDIADA
ta a una estimulación por antígenos o mitóge­ POR CÉLULAS IN VIVO
nos, es un método muy efectivo para evaluar la
funcionalidad de los linfocitos T. Un defecto La hipersensibilidad retardada (HR) es una
en la síntesis in vitro del interferón o de otras respuesta inmune mediada por células, que se
citoquinas está asociado con diversas enferme­ manifiesta como una reacción inflamatoria, en
dades del sistema inmune, autoinmunidad, in­ la cual el último efector es el macrófago. Este
munodeficiencias, malignidades linfoides e in­ tipo de inmunidad mediada por células, princi­
fecciones con ciertos virus. palmente por linfocitos T y macrófagos, es par­
Los linfocitos T son las células responsables te de los mecanismos de defensa contra bacte­
de la síntesis del interferón y (IFN y) en res­ rias intracitoplasmáticas que no pueden ser eli­
puesta a estímulos específicos, como los antí­ minadas por los macrófagos no activados. Para
genos, o inespecíficos, como los m itógenos, poder eliminarlas se necesita aumentar la fun­
anticuerpos anti-linfocitos o IL-2. A pesar que ción microbicida de los macrófagos y esto se
los interferones a, |3 y y poseen todos la capaci­ logra por las citoquinas producidas por los lin­
dad de inhibir la replicación viral, son antigéni­ focitos T activados.
camente diferentes. Debido a esta característi­ Las proteínas antigénicas o haptenos quími­
ca, se pueden utilizar anticuerpos para la iden­ cam ente reactivos, pueden d esen cad en ar el
tificación de estas proteínas por inhibición de mismo tipo de reacción de hipersensibilidad re­
la actividad antiviral o por ensayos inmunoló­ tardada que los microbios, pudiendo causar in­
gicos como el ELISA o el RIA. Los interferones juria tisular. En este caso, cuando el antígeno
se pueden medir en el suero de pacientes infec­ no es un patógeno, la reacción de hipersensibi­
tados con el virus de la inmunodeficiencia ad­ lidad retardada producirá injuria sin causar una
quirida o con desórdenes autoinmunes. función protectora.
Los ensayos biológicos para evaluar la pro­
ducción de los interferones miden el grado con S .L P R U E B A S C U TÁ N E A S D E
que éstos inhiben el crecimiento viral: inhibi­ H IP E R SE N SIB IL ID A D R ETA R D A D A
ción de la producción del virus, inhibición del
efecto citopático inducido por el virus, inhibi­ A pesar de que se han desarrollado num ero­
ción de la formación de placas virales, inhibi­ sos ensayos in vitro para medir la actividad de
ción de la formación de antígenos virales o in­ los linfocitos T, éstos no evalúan n ecesaria­
hibición de la producción de ácidos nucleicos mente las mismas células que median hipersen­
virales. Básicam ente estos ensayos requieren sibilidad retardada ni consideran las influencias
de la incubación de las células con el interfe­ de los eventos regulatorios ciue influencian la
rón, remoción del interferón, infección de las función in vivo de los linfocitos T. Por lo tanto,
células con el virus y medición de la reducción las respuestas cutáneas de hipersensibilidad re­
del crecimiento viral dentro de las células in­ tardada representan una importante fuente de
fectadas, m ediada por el IFN (Hooks & De- información relacionada con la actividad de los
trick, 1992). linfocitos T in vivo. En la clínica, las pruebas
Los inmunoensayos tienen la ventaja de ser cutáneas son de valor en la evaluación total de
específicos, realizarse más rápidamente y son la inmunocompetencia.
de utilidad para el monitoreo simultáneo de nu­ Estas reacciones se dividen en dos fases, la
merosas muestras. De todas maneras no pueden de sensibilización con un antígeno específico y
reem plazar com pletam ente a los bioensayos la del desafío de la respuesta de hipersensibili­
que detectan moléculas biológicamente activas. dad retardada, que se desarrolla generalmente
El enzimoinmunoensayo específico, para la entre 6 a 14 días después de la sensibilización.
cuantificación de IFN y es similar al descrito Esta prueba se realiza fácilmente en seres hu­
para la IL-2. El IFN es capturado del fluido manos y cobayos, mientras que en ratones es
biológico por un anticuerpo monoclonal espe­ más difícil de inducir este tipo de respuesta. La
cífico pegado a una fase sólida y luego es de­ reacción de hipersensibilidad retardada ocurre
tectado usando un suero policlonal anti-IFN y. en el sitio de inoculación del antígeno que ge­
El agregado de un anticuerpo policlonal anti- neralmente es la piel, de allí que a este tipo de
inmunoglobulina conjugado a una enzima, am­ ensayo se lo conoce como prueba de hipersen-
766 Metodologías

sibilidad retardada cutánea (HRC). Histológi­ torear el curso de ciertas enfermedades o en el


camente se caracteriza por una induración pro­ diagnóstico de enfermedades infecciosas.
ducida por células mononucleares y un número Rutinariamente existen dos métodos disponi­
limitado de polimorfonucleares. bles como pruebas de hipersensibilidad retarda­
La inyección intradérm ica de un antígeno da cutánea. El método clásico se relaciona con
puede inducir una o más de los tres tipos de la inyección intradérmica de un antígeno (reac­
reacciones cutáneas en humanos, que se descri­ ción típica de tuberculina) y la sensibilización
ben a continuación. por contacto, que se diferencian entre sí por la
manera en que se origina la respuesta. En la
a) una roncha y reacción eruptiva con un pi­ sensibilidad por contacto, las etapas de sensibi­
co de aparición entre 15-20 minutos después lización y del desafío involucran aplicaciones
de la inyección del antígeno, relacionado con de un hapteno químicamente reactivo que m o­
la presencia en la piel de IgE específica para difica moléculas autólogas en la piel resultando
ese antígeno. Esta reacción se conoce como en un reclutamiento y activación de los linfoci­
alergia. tos T específicos en el sitio involucrado.
b) una reacción vascular local llam ada de
Arthus con un pico entre 12-24 horas y es el re­ 5.1.1. Prueba cutánea de hipersensibilidad
sultado de la interacción del antígeno y del an­ retardada para un único antígeno (Prueba
ticuerpo fijador de complemento en el sitio de de tuberculina)
la inyección.
c) una reacción de hipersensibihdad retarda­ Materiales
da, dependiente de hnfocitos T y macrófagos,
caracterizada por eritema e induración en el si­ - Aguja de tamaño 27-6 (hipodérmica).
tio de la inyección, con un pico de intensidad - Jeringa de tuberculina.
entre las 24 y 48 h. - Proteína purificada derivada de tuberculina
Ciertos antígenos son llamados ubicuos ya (PPD), 0,1 mi (5 U de tuberculina) o de otro
que la mayoría de los individuos están sensibi­ antígeno microbiano que se quiera estudiar.
lizados con ellos. Entre los más comúnmente
utilizados en las pruebas cutáneas, mencionare­ Método
mos: Candida albicans, Trichophyton, proteína
purificada derivada de tuberculina (PPD), to­ 1. Inyectar intradérmicamente en el antebrazo
xoide tetánico, Coccidioidin. Cuando se utili­ una aguja biselada (27-6) unida a una jerin­
zan en una prueba cutánea, uno o más de estos ga de tuberculina que contenga 0,1 mi de
antígenos comunes, la reacción de hipersensi­ PPD. Usar la punta de la aguja para elevar
bilidad se debe a un fenómeno de memoria in­ la piel y manternerla plana mientras la aguja
munológica. Si una persona no responde a nin­ va entrando. Evitar una inyección subcutá­
gún antígeno común intradérm ico dando una nea.
reacción de hipersensibilidad retardada, mani­ 2. Sim ultáneam ente a la aplicación de la in­
fiesta un estado de anergia. yección, se desarrollará una ampolla de 6 a
La hipersensibilidad por contacto es otra ma­ 10 mm.
nifestación de hipersensibilidad retardada cutá­ 3. Luego de 24 o 48 h, u opcionalmente 72 h,
nea y se puede evocar por una exposición epi­ medir el diámetro mayor de la induración y
dérmica prolongada a un antígeno, que podría el eritema.
ser una macromolécula exógena o un hapteno
conjugado a proteínas de la piel (por ejemplo: Los grados de la reacción se establecen de la
Dinitro cloro benceno). La sensibilización por siguiente forma:
co n tacto y p o sterio r d esafío con el m ism o
neoantígeno permite evaluar la respuesta inmu­
G RAD O D E
ne primaria y de memoria. O BSER VAC IÓ N P O SITIVID AD
Respuestas dérmicas positivas generalmente
se correlacionan con los resultados de pruebas E r ite m a > d e 10 m m e in d u ra c ió n d e ] -5 m m +
in vitro incluyendo respuestas proliferativas de In d u ra c ió n > 10 m m ++
In d u ra c ió n 11 -2 0 m m
linfocitos y medición de la producción de cito- In d u ra c ió n > 2 0 m m ++++
quinas.
Las pruebas de hipersensibilidad retardada L a p re se n c ia d e sólo un erite m a n o indica re acc ió n po.siliva.

cutánea son útiles en la evaluación de pacientes


con síndromes de inm unodeficiencias prim a­ El mismo procedim iento se realiza con un
rias o adquiridas. Este tipo de pruebas han sido mayor número de antígenos (6 por lo menos)
usadas para evaluar los resultados de inmuno- para determinar posibles defectos en la inmuni­
terapias en enfermedades malignas, para moni- dad celular.
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 767

5.1.2. Prueba cutánea múltiple acetona en concentraciones de 2.000 y 50


de hipersensibilidad retardada fXg/0,1 ml para las dosis sensibilizante y con­
trol, respectivam ente. E stas soluciones se
Los ensayos de hipersensibilidad retardada guardan en botellas oscuras y se deben usar
cutánea que utilizan un panel de antígenos co­ dentro de las dos primeras semanas.
munes se realizan cuando se quiere evaluar a
pacientes en quienes se sospechan defectos en M étodo
la inmunidad, por ejemplo: en individuos con
infecciones severas y recurrentes o infecciones 1. Luego de limpiar la piel con acetona, aplicar
con microorganismos no comunes y en pacien­ 0,1 ml de cada dosis en sitios separados en
tes que padecen enfermedades malignas como la parte superior del brazo, utilizando un
parámetro de valor pronóstico. anillo de 2 cm de diámetro. Dejar evaporar
El test múltiple es una técnica estandarizada con ayuda de un secador de cabello. C ubrir
en la que se usa un aplicador plástico con pin­ los sitios con vendas y dejar por 24 h.
zas que liberan simaltáneamente 7 antígenos y 2. Transcurrida una semana, observar la p re­
un control, cuando se presiona sobre la piel. sencia de un eritema en el sitio de la reac­
Esta prueba denom inada m ultitest evalúa la ción. Un resultado positivo indica el desa­
reactividad frente a los siguientes antígenos: rrollo de una reacción de hipersensibilidad
Candida albicans, Trichophyton rnentagrophy- retardada.
tes, Proteus mirabilis, Tuberculina Vieja (mez­ 3. De no observarse un eritema aplicar la dosis
cla de proteínas, polisacáridos, lípidos y ácidos de desafío antigénico o desencadenarite. En
nucleicos, parcial o totalm ente desnaturaliza­ el día 14 posterior a la aplicación de la dosis
dos provenientes de un cultivo de Mycobacte- inicial aplicar 50 jig/ml de la solución de
rium tuberculosis envejecido), Estreptococus DNCB y leer la reacción a las 24 y 48 h.
del grupo C, Toxoide diftérico, Toxoide tetáni­
co y glicerina como control. Los grados de la reacción se establecen de la
Este tipo de ensayo fue estandarizado para siguiente forma:
realizarse en la piel del antebrazo en adultos o
en la espalda para niños. G RAD O D E
O B SE R V A C IÓ N P O SIT IV ID A D

5.1.3. Prueba de hipersensibilidad E r ite m a y /o in d u ra e ió n e n un á re a m e n o r


por contacto a la m ita d del sitio d e p ru e b a +
M a y o r in d u ra c ió n ++
J-++
La hipersensibilidad por contacto es un ensa­ V e s ic u la c ió n
U lc e ra c ió n ++++
yo in vivo que evalúa la inmunidad m ediada
por células. En esta prueba, se exponen las cé­
lulas de la epidermis a un hapteno exógeno y se En el caso supuesto de encontrarse en la p ri­
desencadena una reacción de hipersensibilidad mera etapa de la reacción, sólo un eritema en el
retardada que puede ser medida y cuantificada. sitio sensibilizante, la reacción es de g rado
Las células de Langerhans que son las células mientras que un eritema en ambos sitios,
presentadoras del antígeno inician la sensibili­ control y sensibilizante, es grado +-1-+-1-.
zación presentándole el hapteno a los linfocitos
T CD4, los cuales secretan linfoquinas y reclu­ 5.I.3.2. Reacciones de dermatitis
tan otras células en el sitio de la reacción. por contacto

5.I.3.I. Prueba del Dinitro Cloro Los médicos alergistas y dermatólogos em ­


Benceno (DNCB) plean comúnmente la Prueba del parche para
detectar reacciones de hipersensibilidad retar­
El D NC B es uno de Jos agentes quím icos dada causadas por sustancias que se piensa que
utilizados en las reacciones de hipersensibili­ son las responsables de las reacciones de der­
dad por contacto, es altamente sensibilizante y matitis por contacto.
puede causar reacciones necróticas severas. Es
por este motivo que se lo utiliza en pacientes Método
donde se sospecha anergia, y sólo cuando las
pruebas cutáneas con los antígenos com unes 1. Aplicar el alergeno en la piel, en una con­
dieron negativas. centración no irritante y cubrir el área con
un apósito.
Materiales 2. Pasadas las 48 h, quitar el apósito y obser­
var .la presencia de reacción inflamatoria en
~ DNCB (agente sensib ilizan te) diluido en el sitio de aplicación del antígeno.
768 Metodologías

5.1.4. Interpretación de las pruebas 3. Calcular número de células de la siguiente


de hipersensibilidad retardada cutánea manera:

La estandarización de los antígenos que se N ú m e ro p ro m e d io C é lu la s to ta le s


utilizan en los reactivos comerciales disponi­ d e c é lu la s e n los c u a tro c u a d ra n te
bles, para pruebas de hipersensibilidad retarda­
da cutánea, es insuficiente o no existe y, en- 0,1 m ra^ (v o l. d e
toQces, la comparación entre estudios es difi­ c a d a c u a d ra n te )
cultosa.
[N ú m e ro p ro m e d io
Los materiales utilizados se preparan por di­ N ú m e ro to ta l d e d e cé lu la s]
lución a partir del m aterial stock com ercial. c é lu la s p o r m i = X d ilu c ió n X 10^
Con el propósito de realizar una buena inter­ (cél/cm ^) 0,1 m m '
pretación de los resultados, las diluciones de
cada nuevo lote deberían ser probadas por su 4. Para ajustar una suspensión celular a una
reactividad y potencia en voluntarios normales. densidad determinada, aplicar la siguiente
Es im portante establecer la concentración ecuación;
adecuada de antígeno a ser utilizada en estos
ensayos. Cuando se utilizan concentraciones Vf X Cf
Vi X Ci = Vf X Cf Vi = -
demasiado altas de la sustancia a probar, pue­ Ci
den ocurrir reacciones falsas positivas. Las
reacciones falsas negativas pueden deberse a 2. Determinación de la viabilidad celular
concentraciones demasiado bajas. por el método de exclusión del azul tripán
Las diluciones de los antígenos se deben pre­
parar en el momento ya que podrían perder ac­ Para determinar el número de células viables
tividad por adsorción de proteínas a la superfi­ presentes en una suspensión se utiliza la técni­
cie del frasco de vidrio o por aceleración de la ca de exclusión de un colorante. Este método
descomposición de las proteínas en las solucio­ se fundamenta en la capacidad de excluir cier­
nes diluidas. tos colorantes como el azul tripán, la eosina o
En los individuos que están muy sensibiliza­ el propidio, por parte de las células vivas que
dos pueden ocurrir reacciones locales severas. poseen m em branas celulares intactas. Por el
En ciertas personas las pruebas de hipersensibi­ contrario, las células muertas son penetradas
lidad retardada cutánea pueden causar necrosis por el colorante y se tiñen. Para ello, se mezcla
dérmica y el tratamiento indicado en estos ca­ una suspensión celular con el colorante y luego
sos sería dar corticoides orales o parenterales se examina en el microscopio para determinar
según la severidad del caso. si las células tomaron o excluyeron al coloran­
Los recién nacidos menores de 6 semanas de te. En el caso de usar azul tripán, una célula
vida, rara vez dan respuestas de hipersensibili­ viable tendrá el citoplasma refringente mientras
dad retardada, y luego la respuesta depende de que una célula no viable tendrá el citoplasma
la exposición antigénica. P or ejem plo, una azul.
reacción de hipersensibilidad retardada cutánea
positiva para los toxoides diftérico y tetánico, 1. Resuspender el sedimento celular en SST o
generalmente se desarrolla dentro del primer medio completo sin SFB.
mes posterior a la prim era inm unización con
esos antígenos. Las proteínas del suero se colorean con azul
tripán y pueden causar resultados erróneos

APENDICE 2. Mezclar una parte de la solución de azul tri­


pán al 0,4% con una parte de la suspensión
1. Determinación del número celular. Incubar la m ezcla alrededor de 3
y de la viabilidad celular minutos a temperatura ambiente.

1. Hacer una dilución adecuada de las células Las células se deben contar dentro de los 3 a
en SST (dependerá de la densidad original 5 minutos de realizada la mezcla con el azul
de cada tipo celular). tripán, ya que períodos más largos de incu­
2. Colocar una gota de la suspensión celular en bación podrían conducir a la muerte celular
una cámara de Neubauer y contar el número y reducir el número de células viables,
de células por observación en un microsco­
pio óptico. Contar cada uno de los cuatro 3. Cargar una gota de la mezcla de las células
cuadrantes de la cámara, sumarlos y sacar el y del colorante en una cámara de Neubauer
número promedio de células. y colocarla en un microscopio.
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 769

4. Contar separadamente las células no colo­ 2. Retornar la inicroplaca a la estufa de culti­


readas (viables) y las coloreadas (no via­ vo, e incubar por 4 a 24 h adicionales.
bles). Para obtener el número total de células La duración del período de marcación debe
viables por mi, multiplicar por 2 el número ser determ inada em píricam ente para cada
total de células viables (factor de dilución cultivo. Un período de marcación de toda la
por el azul tripán), ver punto 1 del apéndice. noche (18 a 24 h) es conveniente y m inim i­
5. Calcular el porcentaje de células viables se­ za los efectos de la síntesis asincrónica del
gún la siguiente fórmula: ADN por los hnfocitos.
3. Recoger los cultivos sobre papel de fibra de
Número de cél. vidrio utilizando un cosechador de células.
viables por mi Aspirar las células y lavar varias veces con
>de células viables = X 100 agua para lisar las células y tran sferir el
Número total ADN al papel permitiendo que se elim ine la
de células por mi [^H]-TdR no incorporada,
4. Secar los papeles en estufa a 37“C o en mi­
3. M étodos para Usar glóbulos rojos croondas, y posteriorm ente, colocar cada
uno en un vial de centelleo líquido.
1. Por lisis hipotónica: a un volumen del sedi­ 5. Eluir la pHJ-TdR incorporada con el líquido
mento celular añadir un volumen de agua de centelleo (véase al final de este capítulo).
destilada, hom ogeneizar con una pipeta. Contar la radiactividad incorporada (cpm) en
Después de exponer las células al shock hi- un contador de centelleo líquido del tipo p,
potónico durante 15 segundos añadir rápida­
mente medio de cultivo o SST 2X. Hom o­ 5. Cuantificación de la síntesis de ADN
geneizar y centrifugar a 200 X g durante 10 u sando el ensayo colorimétrico de MTT
m inutos y lavar las células sedim entadas
con medio o SST. Para la determ inación colorim étrica d e la
2. Por lisis con solución tam ponada de Tris- síntesis del ADN se utiliza la sal de tetrazolio
Cloruro de amonio. Para preparar la solu­ [3-(4,5-dimetil tiazol-2-il)-2,5-difenil tetrazo-
ción de trabajo de Tris-Cloruro de amonio lium bromuro] (MTT), que al ser clivada por
ver su preparación al final de capítulo. Para las mitocondrias activas, vira del color amarillo
producir la hsis de los glóbulos rojos conta­ a un producto (formazan) soluble en HCl-iso-
minantes, centrifugar las células y agregarle propanol que es de color azul y puede ser de­
1 ral de buffer Tris-NH^Cl pH 7.2. Agitar a tectado en un lector de policubetas a 570 nm
temperatura ambiente por 2 minutos. Prote­ (Mosmann, 1983), Este ensayo provee un m é­
ger las células agregando SFB y centrifugar todo simple para detectar células vivas crecien­
a 300 X g durante 10 minutos. Si la lisis de do, sin el uso de radiactividad.
los eritrocitos no fue completa repetir el tra­
tamiento. Lavar las células dos veces con M ateriales
SST antes de usar.
- MTT (Sigma#M-2128).
4. Marcación de células con timidina - HCl 0,04 N en isopropanol.
tritiada para la determinación de la - Filtros de 0,22 |U,m.
proliferación celular en microplacas ~ Lector de microplacas con filtro de 570 nm.

Materiales M étodo
1 |aCi/m] de [^H] metil timidina ([^H] TdR, 1. Disolver el MTT en SST (solución stock de
6.7 Ci/mmol; Du Pont NEN, # NET-027). 5 mg/ml). Filtrar para esterilizar y elim inar
- Medio RPMI completo sin suero. los residuos insolubles.
- Papel de fibra de vidrio. 2. Adicionar 10 )il de la solución de MTT/SST
- Aparato cosechador de células manual o se- en cada pocilio (conteniendo 100 ¡xl de célu ­
miautomático (NUNC, SKATRON). las). Incubar las células a 37°C, en la estufa
g asead a con 5% de CO, durante 4 h. El
Método M TT reemplaza a la pH]-TdR,
3. Adicionar 100 \x\ de HCl 0,04 N en isopro­
1. Agregar 1 ¡iCi de [^Hl-TdR por pocilio, di­ panol en cada pocilio. Pipetear tres o cuatro
luyendo 1:20 la solución de Im C i/m l de veces para disolver los cristales azules oscu­
[^H] metil timidina con RPMI completo sin ros. Dejar las placas unos minutos a tem pe­
SFB. Colocar 20 |J,1 de esta dilución de [’’H]- ratura ambiente hasta que los cristales se so-
TdR en cada pocilio de la microplaca. lubilicen.
770 Metodologías

4. Leer las placas en el lector de microplacas - MgCI^ 0,5 mM


utilizando un filtro de 570 nm. El color es - MgSO, 0,6 mM
estable unas pocas horas a temperatura am­ - D-glucosa 5,6 mM
biente. Agregar agua destilada hasta completar un litro
y ajustar el pH a 7,4.
Soluciones tam ponadas y reactivos quím icos
Solución para lisar glóbulos rojos (Solución
Líquido de centelleo tamponada de Tris-Cloruro de amonio)
- 5 g de 2,5- difeniloxazol (PPO) Solución tamponada stock
- 0,3 g de 1,4-bis [-2-(5-feniloxazolil)]-bence-
no (POPOP) - N H p 0,16 M (8,3 g/l)
- 2 ml de ácido acético glacial - Tris 0,17 M, disolver 20,6 g de Tris en 900
Llevar a 1 litro con tolueno y agitar durante 1 ml de agua destilada, ajustar a pH 7,65 con
h. Este reactivo debe ser usado dentro de los 6 HCl IN. Completar a 1000 ml.
meses y guardarse en un frasco oscuro.
Solución tamponada de trabajo
Medio de cultivo IM D M completo: es el medio
de Dulbecco modificado por Lscoves - 9 0 m ld e N H 4 C I0 ,1 6 M
- 10 m id e Tris 0,17 M ,p H 7,65.
“ L-glutamina 2mM - Ajustar a pH 7,2 con HCl IN.
~ 2-Mercaptoetanol 50 |iM
- Estreptomicina 160p,g/ml Solución de Gey
- Penicilina 100 U/ml
Al medio ÍMDM completo suplementado con - S o lu c ió n I. N aC l 35 g; K Cl 1,85 g;
5% de suero, descomplementado por calenta­ N a2H PO ,.l2 H ,0 .5 g; K H ,P 0 , 0,119 g;
miento a 56”C durante 30 min, se lo cita como glucosa 5 g; rojo fenol 0,05 g; agua destilada
IMDM-5. hasta 1 litro.
^ Solución II. MgCIj. 6 H p 0,42 g; M gSO,
Medio de cultivo RPM I completo 7 H 2O 0,14 g; CaClj 0,34 g; agua destilada
hasta 1 0 0 ml.
- RPMI 1640 - Solución III. NaHCOj 2,25 g; agua destilada
~ L-glutamina 2 mM hasta 1 0 0 ml.
- 2-Mercaptoetanol 50 jiM
- NaCOjH 2 g/l Esterilizar en autoclave cada una de estas solu­
- Estreptomicina 160 [tg/ml ciones. En el momento de usar, mezclar 20 ml
- Penicilina 100 U/ml de la solución I, 5 ml de la solución II, 5 ml de
Al medio así preparado se lo denomina com­ la solución III y 70 ml de agua destilada estéril.
pleto. Cuando al medio RPMI 1640 completo
se lo suplementa con 10% de SEB u otro suero, Solución salina fosfatada de Dulbecco
descom plem entado por calentam iento a 56“C
durante 30 min, se lo cita como RPMl-lO. - S o lu c ió n I. N aC l 4 0 ,4 5 g; K C l 1,45 g;
KH^PO, 1,45 g; Na^HPO, 5,49 g; agua desti­
Solución salina tamponada (SST) lada hasta 400 ml.
- Solución II. CaClj 0,95 g; agua destilada
~ N a C I9 g (1 5 4 m M ) hasta 50 ml.
^ Na^HPO, 1,15 g (anhidro) (8,1 mM) ~ Solución III. M gCl 2 0,95 g; agua destilada
- N a H 2 P 0 ,0,23 g (anhidro) (1,9 mM) hasta 50 ml.
Agregar agua destilada hasta 900 ml y ajustar a
pH 7.2-7.4 utilizando N aOH IN o HCl IN. Esterilizar en autoclave cada una de estas solu­
Adicionar agua hasta 1 litro. ciones. En el momento de usar, mezclar 80 ml
de la solución I, 10 ml de la solución II, 10 ml
Solución de Hanks de la solución III y 900 ml de agua destilada
estéril.
NaCl 137 mM
- KCl 5.4 mM Preparación de la columna de lana de nylon
- Na^HPO^ 0,3 mM
- KHjPO, 0,4 mM Este protocolo describe la preparación de la la­
- NaHCOj 4,2 mM na de nylon para el enriquecimiento en linfoci­
- CaCL 1,3 mM tos T.
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 771

B o y u m , A . Iso la tio n o f m o n o n u c le a r c e lls an d g r a n u lo c y te s


Material fro m h u m a n b lo o d . S c a n d . J. CU n. l^ab. In v e s t S iip p l
2 1 ,7 7 -8 9 ,1 9 6 8 .
~ HCl al 1%. G illis, S. & S m ith , K . L o n g -te rm c u ltu re o f tu m o r -s p e c if ic
- Lana de nylon (nueva o reciclada). c y to to x ic T c ells. N a tu re , 26 8 , 1 5 4 -1 5 6 , 1977.
- Guantes de amianto. H o o k s , J. & D e tric k , B . E v a lu a tio n o f th e in te rfe ró n sy s-
tem . p 2 4 0 -2 4 3 . In R o se , N, C o n w a y d e M a ca rio , E ., F a -
- Jeringa descartable de 12 a 20 ml. je y , .1,, F rie d m a n , H , & P e n n , G ( e d ito rs ), M a n u a l o f cU-
n ic a l la b o ra to ry im m u n o lo g y , 4 th ed . A m e ric a m S o c ie ty
fo r M ic ro b io lo g y , W a sh in g to n , D .C . 1992.
Método J u liu s , M ., S im p s o n , E ., & H e rz e n b e rg , L . A ra p id m e th o d
f o r th e is o la tio n o f f u n c tio n a l th y m u s - d e r iv e d m ii r i n e
1. Colocar la lana de nylon en un vaso de pre­ ly m p h o c y te s . E u r. .1. I m m u n o l. 3, 6 4 5 -6 4 9 , 1973.
cipitado de 4 litros. Saturar con un volumen K a m m e r , G . M . T - ly m p h o c y te a c tiv a tio n . p 2 0 7 - 2 1 2 . In
en exceso de HCl al 1%. R o s e , N , C o n w a y d e M a c a rio , E ., F a je y , J., F rie d m a n , H,
2. Hervir 5 a 10 minutos para remover conta­ & P e n n , G (e d ito rs ). M a n u a l o f c lin ic a l lab o ra to ry i m m u ­
n o l o g y , 4 t h e d . A m e r ic a m S o c ie ty f o r M ic r o b io l o g y ,
minantes. W a s h in g to n , D .C . 1992.
Las burbujas de aire formadas como conse­ K ra ft, A ., A n d e rs o n , W ., C o o p c r, H . & S a n d o , J. D e c r e a s e
cuencia de la ebullición son atrapadas deba­ in c y to s o lic c a lc iu m /p h o s p h o lip id - d e p e n d e n t p r o te in l á ­
ñ a s e a c tiv ity f o llo w in g p h o rb o l e s te r tre a tm e n t o f E I .4
jo de la lana de nylon lo que resulta en m o­
th y m o m a c e lls. J. B io l. C h e m . 251, 1 3 1 9 3 -1 3 1 9 6 , 1 9 8 2 .
vimientos violentos del recipiente. Usar los L e P e u c h , C ., B a lle s te r, R . & R o s e n , O . P u rified ra t b ra in
guantes para mantenerlo firme. c a l c i u m a n d p h o s p h o l i p i d - d e p e n d e n t p r o te in k i n a s e
3. Dejar enfriar y luego descartar el líquido. p h o s p h o rila te s r ib o s o m a l S6. P ro c. N a ti. A cad . S ci. U S A ,
8 0, 6 8 5 8 -6 8 6 2 , 1983.
Exprimir la lana de nylon para liberar el lí­
M a g e , M , M c H u g h , L .L ., & R o th s te in , T . L. M o u s e ly m ­
quido atrapado y lavar con agua. Repetir al p h o c y te s w ith and w ith o u t su rfa c e im m u n o g lo b u lin : P re -
menos 10 veces para extraer todo el HCl p a r a t iv e s c a le s e p a r a tio n in p o ly s ty r e n e tis s u e c u l t u r e
(controlar de llegar a pH neutro). p la te s c o a te d w ith s p e c ific a lly p u r ifie d a n ti- im m u n o g lo ­
4. Secar la lana de nylon a tem peratura am ­ b u lin . J , I m m u n o l. M e th o d s , 15, 4 7 - 5 6 , 1977.
M a g e , M , M a th i e s o n , B ., S h a r r o w , S ., M c H u g h , L . L .,
biente y pesar la cantidad apropiada. H a m m e r lin g , U ., K a n n e lo p o u lis -L a n g e v in , C ., B r id e a u
5. Peinar la lana de nylon con un cepillo hasta J r., D ., a n d T h o m a s III, C . P rc p a ra tiv e n o n -ly tic s e p a r a ­
que no tenga nudos y triplique su volumen. tio n o f Lyt2-i- an d L y t2 - T ly m p h o c y te s , fu n ctio n al a n a ly ­
sis o f th e se p a ra te d c e lls , and d e m o s tra tio n o f s y n e rg y in
6. Remover el émbolo de la jeringa y usarlo
g ra ft v e rs u s h o s t re a c tio n o f L.yt2+ a n d L y t2 - c e lls , E u r.
para colocar la lana de nylon dentro de la J, Im m u n o l., 11: 2 2 8 -2 3 5 , 1981.
jeringa. Insertar el émbolo para para com ­ M o s m a n n , T . R a p id c o lo rim e tric a ssa y fo r c e ilu la r g r o w th
pactar la lana de nylon. Presionar firm e­ a n d s u rv iv a l: A p p lic a tio n to p r o lifc r a tio n and c y to t o x i -
mente. c ity a s sa y s . J, Im m u n o l. M e th o d s , 6 5 , 5 5 -6 3 , 1983.
N o rm a s d e b io se g u rid a d . V IH , el v iru s d e la in m u n o d e f i-
7. A u to c la v a r las c o lu m n a s 15 m in u to s a c ie n c ia a d q u irid a h u m a n a . M in is te rio d e Salu d y A c c ió n
110«C. S o c ia l S e c re ta ría d e S a lu d , B u e n o s A ire s , 1988,
Las columnas de lana de nylon esterilizadas W y s o c k i, W , L, an d S a to , V . L, P a n n in g fo r ly m p h o c y te s :
A m e th o d f o r c ell se le c tio n , P ro c , N a ti, A cad , Sci, U S A ,
se pueden guardar durante meses a tempera­
7 5 ,2 8 4 4 - 2 8 4 8 , 1978,
tura ambiente.
B ib liografía de consulta

B IB L IO G R A FIA M a n u a l o f c lin ic a l la b o ra to ry im m u n o lo g y , 4 th ed, A m e r i ­


c a m S o c ie ty fo r M ic ro b io lo g y , C o n w a y d e M a c a rio , E ,,
F a je y , J,, F rie d m a n , H . & P e n n , G (e d ito rs ), W a s h in g to n ,
B io s a fe ty in M ic ro b io lo g ic a l a n d B io m e d ic a l la b o ra to rie s . D ,C , 1 9 92,
H e a lth a n d t tu m a n S e r v ic e s P u b lic a c ió n # ( N I H ) , 8 8 - C u r r e n t P r o to c o ls in I m m u n o lo g y , C o lig a n , J,E ,, K r u i s -
8 3 9 5 , U .S . G o v e r n m e n t P r in t in g O f f ic e , W a s h in g to n b e e k , A ,M ,, M a rg u lie s , D .H ,, S h e v a c h , E, M , & S tro b e r ,
D .C . W , (ed ito rsX N u e v a Y o rk , 1995,
ANEXO

Aplicaciones de ia inmunogenética
al diagnóstico de leucemias y linfomas

M. LEONARDO SATZ
M. ROSA PADRÓS
NORA HALPERIN
LEONARDO FAINBOIM

IN T R O D U C C IÓ N se replica desreguladamente, a partir del proce­


so de “leuceraización”. La disponibilidad de
El desarrollo de la tecnología para la produc­ una colección de AcM dirigidos contra los di­
ción de anticuerpos monoclonales (AcM) (cap. versos CD leucocitarios, perm ite contar con
37) ha permitido en los últimos años una mejor una herramienta complementaria para identifi­
comprensión de los procesos de maduración de car el linaje celular involucrado en la patología.
los leucocitos. Habíamos visto en los capítulos Básicam ente, m ediante técnicas de inm uno-
anteriores (5 y 6) que, durante la diferenciación marcación (véase más adelante), se cuantifican
linfocitaria B en la médula ósea y T en el timo, los porcentajes de células reactivas contra cada
los distintos estadios de maduración se caracte­ AcM . T eniendo en cuenta el porcen taje de
rizan por la expresión diferencial de un conjun­ blastos (o células con morfología anómala) en
to de moléculas en la superficie celular y por la muestra, el porcentaje de células positivas
reordenamientos en los genes de inmunoglobu­ para un marcador dado y los valores habitual­
linas y receptor T. Asimismo, existen numero­ mente normales para ese marcador en ese teji­
sas moléculas de superficie celular (CD), que do, se establece el linaje afectado. En muchos
son específicas de la serie mieloide, eritrocítica casos, la tipificación de la leucemia se realiza
y plaquetaria (véanse más detalles en el Anexo con los elementos diagnósticos mencionados
listado CD, Apéndice Cap. 2). antes; otras veces, la definición del subtipo in­
Las leucemias y los linfomas constituyen un munológico es decisiva en la distinción de las
grupo de enfermedades caracterizadas por una leucemias mieloides de las hnfoides, para las
proliferación maligna de las células presentes cuales hay diferencias en el pronóstico y el tra­
en la sangre, médula ósea, ganglios linfáticos o tamiento.
bazo. La patología puede afectar cualquiera de
los tipos celulares presentes en dichos tejidos: Tipificación de leucemias
células de la serie eritrocítica, mielomonocítica y linfomas
o linfocitaria B y T. La correcta identificación
del tipo celular involucrado resulta crucial tan­ De acuerdo al grado de maduración de la cé­
to para el avance en la comprensión de la bio­ lula afectada y a una serie de características clí­
logía y la patogénesis de estos tumores como nicas, las patologías se agrupan en agudas y
para predecir el pronóstico y decidir el correcto crónicas, y podrán afectar en ambos casos a las
tratamiento de cada uno de ellos. series B, T o mielomonocítica.
El diagnóstico habitual surge de una serie de
pautas entre las cuales la clínica, la morfología Leucemias agudas
de las células al microscopio óptico y la expre­
sión de enzimas específicas de linajes, son las En el cuadro 36-7 se muestran los fenotipos
más útiles. Las células malignas constituyen un que caracterizan a las leucemias agudas, con
clon que se ha expandido a partir de una célula dos o tres AcM específicos para cada linaje he-
que se ha detenido en su maduración normal y matopoyético, B, T y mieloide.
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 773

C u ad ro 36-7. Clasificación inmunológica de inmaduras sólo expresan HLA-DR, CD34 y la


las leucemias agudas enzima TdT. Luego adquieren CD19 (LLA-nu-
las) y luego el CDIO (LLA-comunes).
A ntígenos de La frecuencia de los distintos subtipos de
diferenciación LLA-B'^'^ L L A -T LM A LLA en la población de la Capital Federal y
C D IO
Gran Buenos Aires en el período 1983-1986
C D I9 fue la siguiente: LLA común, 73,9%, LLA nu­
CD 22* la, 11,7%; LLA-T, 13,4%; LLA indiferencia-
CD3 das, 3%, y LLA-B, 0,84% (experiencia de los
CD5
CD7 -/+ autores, sobre la base de más de 250 casos es­
C D 13 tudiados). Estos resultados son similares a los
C D 33 observados en otros centros europeos con p o ­
aM PO * blación caueasoide.
Exprejiión citoplásm ica.
** L L A -B te m p ra n a (C D 1 0 -), co m ún (C D IO ) y pre-B (m u-cito)
L EU C EM IA S LIN FO B LÁ STIC A S
A G U D A ST
LEUCEMIAS LINFOBLASTICAS Como dijimos antes, las LLA-T representan
AGUDAS (LLA) alrededor de un 15% de las LLA. El m arcador
más útil para detectar una LLA-T es el CD7 ya
Los primeros marcadores utilizados para di­ que está presente en la mayoría de los tim oci­
ferenciar los subtipos de LLA, fueron el recep­ tos y células T y ausente en las LLA de estirpe
tor para los GRC (rosetas E), que identificaban B. El cuadro 36-9 muestra la clasificación de
a las LLA-T, y las Igs de superficie (slg) que las LLA-T de acuerdo al nivel de diferencia­
identificaban a las llamadas LLA-B. Posterior­ ción tím ica. El grupo I incluye a las células
mente se describieron antisueros contra el Ag más inmaduras, que expresan CD2 (rosetas E)
de diferenciación CDIO (anti-CALLA), que CD5 y CD7. En este estadio las células ya han
reaccionan con las células de un 70% de las reordenado los genes T-beta y pueden tener o
LLA, con pronóstico más favorable que las an­ no T-alfa reordenado (véase cap. 7 y más ade­
teriores. Originalmente, a las de este subgrtipo lante en este cap.).
de LLA se las denominó “comunes” (por su fre­ El grupo II expresa, además, CDI, C D 4 y
cuencia) y se les asignó un linaje “no T, no B”. CD8 sobre la misma célula y un 25% de los ca­
Posteriormente, con la definición de otros mar­ sos expresa también CD3. Las células han reo r­
cadores de linaje celular (HLA-DR, p. ej.), la denado y expresan T-beta.
observación de un pequeño porcentaje de célu­ El grupo III representa los timocitos m adu­
las normales en médula ósea con igual fenotipo, ros y linfocitos T periféricos, los cuales c a re ­
y la detección de reordenamientos en los genes cen de C D l, expresan CD3 junto a CD4 en al­
de Igs en estas células, se concluyó que las gunos casos o a CD8 en otros; poseen reorde-
LLA no T-no B, constituyen células del linaje nados y expresan T-alfa.
B, en estadios tempranos de diferenciación.
Más recientemente, la identificación de nue­ Leucemias mieloides agudas (LMA)
vos marcadores de diferenciación de la serie B
permitió definir nuevos subtipos de LLA: des­ Se han descrito AcM que reconocen m arca­
de los estadios más indifereneiados hasta los dores presentes en células de estirpe mieloide
más maduros (cuadro 36-8). Las células más maduras e inmaduras, pero ninguno de ellos es

C uadro 36-8. Fenotipos principales que caracterizan a los subtipos de LLA de linaje B
Antígenos
de diferenciación In d if Nula Com ún p re-B ' B

CD 34 + -v - /+ _
H L A -D R + + + +
CD 19 - + + + -f
C D IO - - + r ...

CD 20 - + -r
m u c ito p . - - /+ f
s lg - - .... - --
TdT + + - /+ ....
-
774 Metodologías

C uadro 36-9. Clasificación de las LLA-T


A ntígenos de diferenciación

CD7 CD5 CD2 CD3 CD4 CD8 CDI

G ru p o I + + + (7 5 ) - - - -

G ru p o 11 + + + + (2 5 ) + + +

G ru p o III + + + + + /-* + /-* -

* N o p re sen ta ex p resió n s im u ltán e a de C D 4 y C D 8 co m o en el g ru p o 11.


Se indica en tre p arén tesis el p o rc en taje d e casos positivos.

específico de células leucémicas; sin embargo, cional. Para distinguir ambas situaciones el Dr.
la presencia de CD34 junto con los anterior­ Catovsky propuso un sistema de scores (cuadro
mente mencionados indica que estamos en pre­ 36-11), en cual la presencia de ciertos marca­
sencia de un proceso leucém ico. El cuadro dores tiene mayor peso para definir una LBA.
36-10 muestra los fenotipos inmunológicos de Así, por ejemplo, si una LA con marcadores
las LMA segtin la clasificación de la FAB. Hay mieloides expresa además CD22 citoplásmico
gran variación en la expresión de estos marca­ y CDIO o CD19, el score será de 3 y la leuce­
dores en distintas leucemias. Por otra parte, no mia se define con bifenotípica; si sólo expresa
hay una correlación entre la expresión de deter­ CDIO o CD I9 como marcador fuera de linaje,
minados marcadores y las patologías clasifica­ el score será de 1 y, por lo tanto, no será bife­
das según la FAB. Usualmente se incluye un notípica sino simplemente una LMA.
marcador pan-mieloide que reconoce tanto pre­
cursores de granulocitos como precursores de Desórdenes linfoproliferativos
monocitos, como el CD13 o CD33, para el pri­ de la serie B madura
mer análisis de una leucemia aguda de estirpe
desconocida. Se caracterizan por la proliferación clonal de
La LMA-MO es un ejemplo típico de la ne­ células con fenotipo maduro y comprenden la
cesidad de evaluar el inmunofenotipo para lle­ leucemia linfática crónica (LLC-B), leucemia
gar a un correcto diagnóstico, ya que en ella la prolinfocítica (LPL), leucemia a células vello­
m orfología de los blastos se asem eja a una sas o tricoleucemia (LCV), mieloma múltiple
LLA y este estadio es negativo para la citoquí- (M M ), m acroglobulinem ia de W aldenstróm
mica mieloide. (MW) y linfomas (LE). El cuadro 36-12 resu­
me los marcadores inmunológicos que caracte­
Leucem ias bifenotípicas agudas rizan a estas patologías.
Las células de las LLC-B expresan recepto­
Se han descrito casos en los que la misma res para eritrocitos de ratón e Igs de superficie;
célula blástica coexpresa marcadores indicati­ la clonalidad se demuestra por la expresión de
vos de linajes celulares diferentes. Esto puede un solo tipo de cadena liviana, ya sea kappa a
deberse a la presencia de una leucemia bifeno- lambda, sobre la superficie celular. La densi­
típiica aguda (LBA) que afectan a células em­ dad de expresión de las Igs de superficie es m e­
brionarias multipotentes, con una diferencia­ nor, sin embargo, que la presente en otras pato­
ción genotípica y fenotípica multilineal; alter­ logías, como los linfomas linfocíticos y leuce­
nativam ente, puede tratarse se una leucem ia mias prolinfocíticas. Las LLC-B expresan tam ­
aguda mieloide, B o T, en las cuales las células bién el antígeno CD5, típico de la serie T. Se
expresan aberrantemente algún marcador adi- lo encuentra normalmente en una pequeña sub­
población celular en los ganglios linfáticos. E s­
tudios de ontogenia han demostrado que repre­
C u a d ro 36-10. Fenotipos inm unológicos de senta la prim era población que coloniza los
las LMA ganglios linfáticos y daría origen al resto de la
población B en ellos, que luego pierden este
Estadio de la EAB Fenotipo inm unológico marcador. Identificaría entonces a las células
M 0 ,M 1 , M 2 G D I 3, C D 3 3 , C D 3 4 , M P O , H L A -D R
en transición entre la médula ósea y el ganglio.
M3 C D 1 3 , C D 3 3 ,M P O Las células de las LLC-B poseen sus genes
M 4, M 5 C D 1 3 , C D 3 3 , G D 1 4 , C D 6 8 , H L A -D R de cadena pesada y liviana reordenados y un
M6 C D 3 3 , a n ti-g lic o fo rin a A 10% de los casos presentan* también reordena­
M7 C D 3 3 ,C D 4 1 ,C D 4 2 , C D 61
mientos de T-beta (véase más adelante).
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 775

Cuadro 36-11. Sistema de scores para distinguir la leucemia bifenotípica aguda


Puntos Linaje

B r M

2 cC d 2 2 cC D 3 M PO*
1 C D IO CD2 C D 13
CD 19 CD 5 C D 33
0,5 TdT TdT C D l) b ,c
CD7 C D l 4 /5

c, C ito p lásm ica .


* D e m o stra ció n d e M P O p o r cu a lq u ie r m étodo.
El scorc del m a rc a d o r fu e ra d e lin aje ce lu la r deb e ría ser > 2 p ara d ia g n o s tic a r q u e la leu c em ia ag u d a en cuestión es bifenotípica.

C uadro 36-12. Fenotipo inmunológico de las enfermedades linfoproliferativas de la serie B m.a-


dura

M arcador LLC -B LPL LF I.C V M M /M W

R o se ta s M ++ -/+ -/+
sig -/+ ++ ++
C D 19, C D 20
CD5 -/+
C D 21
C D IO
C D 25 -/+ -/+ -/+
P C A -I
PC -1
C D 38

Las células de los desórdenes malignos de la cem ia linfática crónica T (LLA-T), leucem ia
serie B expresan también marcadores típicos de prolinfocítica crónica T (LPL-T), leucemia-lin-
células B: HLA-DR, CD19, CD20, excepto en foma T del adulto (LLTA) y linfoma cutáneo
el miel orna múltiple y en la macroglobulinemia de células T (LCCT). La naturaleza elonal de
de W aldenstrSm , que afectan a plasm ocitos. estas patologías se puede evidenciar por reo r­
Estos últimos expresan, además, CD38, PC A l denam ientos de los genes T -beta y T -g am a
y PCI. (véase más adelante).
Con excepción de la LLC-T, todas las pato­
Desórdenes linfoproliferativos crónicos logías se caracterizan por la proliferación de
de la serie T células T CD4+. Existe, sin embargo, una h ete­
rogeneidad funcional: las células de las L CC T
El fenotipo de estas patologías corresponde a y LPL-T se comportan in vitro como coopera­
células postímicas, es decir, siempre son nega­ doras, mientras que las células de las LLTA ac­
tivas para TdT y C D l, este último expresado túan como potentes supresores de la diferencia­
frecuentemente en linfomas linfoblásticos T y ción B. No se sabe si esto refleja la afección de
en un subtipo de LLA-T. El cuadro 36-13 resu­ ' dos o más subpoblaciones T CD4 diferentes, o
me el fenotipo inm unológico de estas patolo­ alteraciones funcionales como consecuencia de
gías, útil en su clasificación y diagnóstico: leu­ la patología.

C uadro 36-13. Fenotipo inmunológico de las patologías malignas de células T maduras


M arcador L L C -T L P L ^T LLTA LC C T

CD5 _ + + +
CD3 + + + +
CD4 - + + +
CD8 + _

CD2 + + + +
CD7 +
C D 25 - - + -
776 Metodologías

Las células malignas de las LCCT se carac­ Procedimiento experimental


terizan por su núcleo cerebriforme. En las mi­
cosis fungoides estas células aparecen en la La detección de los antígenos de membrana
piel y son CD7+, mientras que en el síndrome se realiza por inmunofluorescencia (lE) directa
de Sézary están en sangre p e riférica y son o indirecta. Generalmente se realiza IF directa
CDT. para la detección de Igs de superficie, mientras
La LLTA es una patología asociada frecuen­ que los marcadores de diferenciación reconoci­
tem ente, aunque no siempre, a un retrovirus dos por AcM murinos se detectan por IF indi­
humano llamado HTLV-L Se presenta en Ja­ recta.
pón, Caribe y EE. UU. Las células son de feno­ La estrategia diagnóstica para una muestra
tipo cooperador y expresan además la cadena con diagnóstico presuntivo de leucemia aguda,
beta (p55) del receptor para la lL-2 (CD25). involucra una prim era evaluación de los si­
Luego de 24-48 horas en cultivo, estas células guientes marcadores; HLA-DR, CD7, Igs de
expresan en el citoplasma las proteínas virales s u p e rfic ie , C D IO , C D 2 0 , C D 1 9 , C D 33 y
pl9 y p24. C D I4. Si el porcentaje de células CD7“^ suma­
Las células CD8+ de algunas LLC-T exhiben do al número de blastos leucémicos es mayor
función de ADCC y rara vez actúan como efec­ de 100, indicará la presencia de una leucemia
tores supresores o NK. Algunos casos de LLC- aguda T y se evalúan los siguientes marcado­
T coexpresan CD4 y C D ll o CD8 y C D Il, y res: CD2, CD5, CD8, CD4, CD3, CDL
son de peor pronóstico que las de fenotipo más Para las leucemias crónicas, una primera in­
común, CD8, CD3. vestigación incluye: H LA -D R, CD7, CDIO

F ig . 3 6 -1 3 . G rá fic o s d e d o b le flu o re s c e n c ia o b te n id o s p o r a n á lis is d e c ito m e tría d e flu jo , (a ) G rá fic o d e d o t p lo t, d o n d e


la s o rd e n a d a s p o s e e n u n a e s c a la lo g a r ítm ic a d e in te n s id a d r e la tiv a d e f lu o re sc e n c ia (F L 2 ) p a ra el m a rc a d o r C D 1 9 y las
a b s c is a s u n a e s c a la s im ila r p a ra F L l (C D IO ). El o p e ra d o r d e fin e lo s c u a d ra n te s te n ie n d o e n c u e n ta lo s v a lo re s b a s a le s d e
flu o re sc e n c ia , (b ) G rá fic o d e c o n to rn o s d e la s m is m a s c é lu la s, (c) A n á lis is d e l % d e c é lu la s p re s e n te s e n c a d a c u a d ra n te :
U L (su p e rio r iz q u ie rd o ), U R ( su p e rio r d e re c h o ), L I. (in f e rio r iz q u ie rd o ) y L R (in fe rio r d e re c h o ). S e in d ic a ta m b ié n el n ú ­
m e ro d e c é lu la s r e g is tra d a s en c a d a c u a d ra n te (ev e n ts ), y el p o r c e n ta je d e las m is m a s s o b re el to ta l d e c é lu la s p a s a d a s p o r
e l a p a ra to o s o b re un g ru p o d e célula.s (g a te d ) p r e -s e le c c io n a d a s p o r el o p e ra d o r, en b a s e a u n p a rá m e tro (p .e j. ta m a ñ o :
b ia s to s le u c é m ic o s ). T a m b ié n se re g is tra la in te n s id a d m e d ia d e flu o re s c e n c ia p a ra c a d a m a rc a d o r (X m e a n y Y m ea n ).
Metodologías para ¡a evaluación de las células inmunocompetentes 777

CD3, CD33, Igs de superficie, CD20, CD5. De las células dos veces con PBS conteniendo
ser positivos CD3 o CD7, se identifican las 0 ,1% seroalbúmina bovina y 0,1% azida sódi­
subpoblaciones T CD4, CD8, C D l. Si las Ig de ca. Al sedimento celular resuspendido se agre­
superficie son positivas, se detecta la monoclo­ ga el segundo anticuerpo: F (ab)’2 anti-inmu-
nalidad kappa/lambda. noglobulina de ratón (cabra) conjugado con
isotio cian ato de fluoresceína. Se incuba 30
min a 4"C, y se lava 2-3 veces con PBS suple-
A SPEC T O S T EC N IC O S m entado como antes. Si se dispone de A cM
conjugados con fluorocromos, se puede re ali­
Se obtiene la m uestra (sangre periférica o zar IFD.
m édula ósea) con heparina. Es conveniente Análisis: si el resultado será determinado por
procesarla a la brevedad, aunque puede perm a­ microscopía de fluorescencia, después del últi­
necer hasta 24 horas a tem peratura ambiente mo lavado se resuspende el sedimento celular
con una leve disminución de la viabilidad ce­ en un mínimo volumen de PBS (0,1 ml) y se
lular. Se diluye la muestra a la mitad o a la ter­ observa entre portaobjeto y cubreobjeto con
cera parte (si el recuento leucocitario superior m icroscopio de epifluorescencia. Se cuentan
es 25.000/mm^), con solución salina tampona­ 200 células y se registra el porcentaje de célu­
da (PBS). Las células mononucleares se obtie­ las fluorescentes. La intensidad de la fluores­
nen por centrifugación de 10 ml de la muestra cencia es propiedad del número de moléculas
diluida sobre 3 ml de Eicoll-Hypaque, 20-30 presentes por célula y de la afinidad del Ac por
min a 400 x g. Se obtienen ]as células mono- su epitope. Por ello, es variable y se requiere, de
nucleares de la interfase y se lavan tres veces gran entrenamiento del operador para las d eter­
con PBS. Se cuenta el número de células/ml y minaciones. Por lo general el uso de un segun­
se ajusta la concentración a lO^/ml. Para IF in­ do anticuerpo, como fracción F(ab)’2, evita fal­
directa, se centrifugan 10® células a 300 g por sos positivos. Hay numerosas leucemias (sobre
5 min y se descarta el sobrenadante. Se resus­ todo de estirpe mieloide) que poseen receptores
pende el sedimento celular y se agrega el AcM con alta afinidad para el fragmento Fe de las
(volumen y dilución indicadas por el fabrican­ Igs y el uso de un segundo Ac como Ig total
te y previa titulación en el laboratorio). Se in­ origina falsos positivos; para ello es necesario
cuban las células 30 min a 4"C. Luego se lavan siempre incubar un blanco control de células

V 3 :2 2 8 3 0 0 3 /F L 1 -/F lu o re sc e n c e O ne Height
C a d e n a L. Lam bda- % To tal= 13,19
M ean = 108.96

102 1Q3

F ig . 3 6 -1 4 . G rá fic o s d e h is to g ra m a s d e flu o re sc e n c ia o b te n id o s p o r c ito m e tr ía d e flu jo . L a s a b scisa s s e ñ a la n en e s c a la lo -


gíu'ítm ica ia in te n s id a d r e la tiv a d e f lu o re sc e n c ia p a ra la p re s e n c ia d e c a d e n a s liv ia n a s k a p p a (a) y la m b d a (b ). L as o r d e n a ­
das re fle ja n el n ú m e ro re la tiv o d e c é lu la s a n a liz ad a s. E l o p e ra d o r d e fin e , se g ú n la f lu o re sc e n c ia b a s a l, a p a rtir d e q u é in ­
te n s id a d se c o n s id e ra rá p o s itiv a la m u e s tra (in d ic ad o c o n u n a lín e a h o riz o n ta l n e g ra ), (c) a m b o s h isto g ra m a s de ( a ) y ( b )
re s u m id o s e n u n g rá fic o trid im e n s io n a l.
778 Metodologías

con el segundo Ac solamente. Estos blancos distinguir una proliferación benigna de una m a­
deben ser inferiores al 5%. ligna. En más del 95% de los casos, la conjun­
Actualmente, muchos centros especiahzados ción del diagnóstico clínico, hematológico e in­
determinan el porcentaje de células positivas m unológico perm ite la correcta clasificación
por citometría de flujo (CF). Esta técnica per­ del tipo celular comprometido. En el 3-5% res­
mite medir simultáneamente numerosos pará­ tante el análisis no es concluyente. Por un lado
metros celulares; (a) tam año celular relativo es frecuente la existencia de un gran número de
{forward scatter)\ (b) com plejidad celular y células normales junto con las células neoplási-
granularidad del citoplasma (side scatter)\ in­ cas en el tejido analizado, y en patologías que
tensidad de fluorescencia relativa (F L l, FL2, afectan a células maduras será imposible dis­
pueden representar, por ejemplo, dos fluorocro­ tinguir las células afectadas. Lo mismo sucede
mos diferentes). La CF permite identificar cé­ en una médula ósea: no es posible distinguir
lulas patológicas aun cuando están presentes en células normales y un pequeño porcentaje de
muy pequeño porcentaje. Luego de incubadas células malignas. Por otro lado, algunas neo-
con los AcM, las células se resuspenden en 1 plasias se caracterizan por células con propie­
mi de PBS para ser anahzadas por CF inmedia­ dades de membranas alteradas que unen ines­
tam ente. T am bién pueden resuspenderse en pecíficamente AcM dirigidos contra marcado­
PBS conteniendo fijadores, lo que permite con­ res específicos de diversos linajes o realmente
servarlas en la oscuridad a 4“C y leerlas días exhiben marcadores de dos linajes (leucemias
después. bifenotípicas). En la actualidad, la biología m o­
Las figuras 36-13 y 36-14 muestran ejemplos lecular presenta una herramienta de diagnóstico
de cómo se grafican los resultados obtenidos. complementaria para la correcta tipificación de
La figura 13 a (gráfico de “dot plot”) y 13b estos casos dudosos.
(“contour plot”) muestra dos formas de graficar En los capítulos 6 y 7 se han descrito los
la presencia de células que co-expresan CDIO procesos genéticos involucrados para el ensam­
(en E LI) y CD19 (FL2), que corresponden a blado de genes activos para la biosíntesis de la
una LLA común. La figura 13c registra el por­ inmunoglobulinas (Igs) y del receptor T (recT).
centaje de células positivas en cada uno de los Obsérvese en la figura 36-15 que durante los
cuatro cuadrantes en que se ha dividido la figu­ procesos de reordenamiento genético se produ­
ra 13a; UL (upper left) cuadrante superior iz­ cen cambios en los sitios reconocidos por de­
quierdo, que contiene las células positivas para terminadas nucleasas de restricción, alrededor
EL2 (CD19) pero negativas para FL l (CDIO) de los genes involucrados. Mediante la utiliza­
posee 8,5% de las células analizadas. UR; (up­ ción de genes clonados del recT y de las Igs
per right) cuadrante superior derecho, que po­ com o sondas m o lecu lares en la técn ica de
see las células positivas para ambos marcadores Southern, es posible analizar el ADN extraído
y registra un 64% de dobles positivas. LL se re­ de las células tumorales y determinar la confi­
fie re al cu ad ran te de las d o b les n eg ativ as guración germinal o reordenada de los mismos
(25.48%) y LR al que registra las células positi­ (fig. 34-16). Una expansión monoclonal de cé­
vas para FLl y negativas para FL2 (1.92%). La lulas B o T constituye la progenie de una sola
figura 36-14 muestra otra forma de graficar re­ célula original. Esta población puede ser identi­
sultados obtenidos por CF. Se trata de histogra- ficad a m ediante el an álisis m o lecu lar, aun
mas que poseen en el eje de las abscisas la in­ cuando esté presente en proporciones tan bajas
tensidad de fluorescencia y en las ordenadas, el como un 5% en un tejido dado. Los linfocitos
número de células. Son útiles para analizar cé­ presentes en un tejido normal presentarán, cada
lulas teñidas sólo con un fluorocromo. La figura uno de ellos, un reordenamiento característico
2 gráfica resultados obtenidos con una LLC-B, propio, pero el pequeño número de células de
donde las células fueron marcadas con un Ac cada clon que contribuye con su DNA al total
anti-cadenas livianas kappa y anti-cadenas li­ no permite detectar la banda específica de cada
vianas lambda. La figura 14a muestra que más clon por la sensibilidad de esta técnica.
del 86% de las células analizadas son positivas Para estudiar el ADN por estos procedimien­
para kappa (con intensidad media relativa de tos, se requieren un mínimo de 2 x 107 células.
119) y sólo el 13,19% es positivo para lambda El ADN purificado de estas células se digiere
(fig. 14b). Esta distribución indica un exceso con enzimas de restricción, se fracciona en ge­
clonal de kappa en esta LLC-B. les horizontales de agarosa y luego de la elec­
troforesis se transfiere a membranas de nitroce­
Reordenamientos genéticos lulosa o nylon. Dichas membranas se incuban
como complemento diagnóstico (hibridan) con una sonda de ADN correspon­
diente a estos genes de Igs o rec T, marcada
La demostración de la presencia de una po­ con radioisótopos (^^P) u otros métodos enzi­
blación celular monoclonal resulta crucial para máticos. Los fragmentos que posen secuencias
Metodologías para la evaluación de las células inmunocompetentes 779

16 kb

Bam H I* BamHI

Fam ilia de genes


de cadena pesada
S ondas

(Línea germ inal) 13 kb

B am H I* BamHI

Fam ilia de genes


i J. i
de ca de n a liviana Kappa
Sonda

Fig. 36-15. D u ra n te la m a d u ra c ió n Iin fo c ita ria se p ro d u c e n reo rd e n a m ie n to .s g e n é tic o s q u e a p ro x im a n u n gen v a ria b le (V)
p ró x im o a u n g e n (en lo s g e n e s d e c a d e n a liv ia n a ) y u n g e n V d e c a d e n a p e s a d a p ró x im a a u n g e n D h y a u n g e n Jj^. E n
to d o s e s to s s u c e s o s se p ie r d e n fra g m e n to s d e A D N , y c o n e llo s se p ie rd e n sitio s d e r e c o n o c im ie n to d e c ie rta s n u c le a s a s de
re,stricción. E n la fig u ra , lo s sitio s in d ic a d o s con el a s te r is c o (* ), p ró x im o s a lo s g e n e s J, s o n lo s q u e in v a ria b le m e n te d e s a ­
p a re c e n p o r lo s re o rd e n a m ie n to s . E n c o n s e c u e n c ia , lo s fra g m e n to s g e n ó m ic o s d e te c ta d o s p o r las s o n d a s d e g en es c o n s ta n ­
tes, c a m b ia n d e ta m a ñ o re s p e c to d e la lín e a g e rm in al.

homologas a la sorvda utilizada se detectan por nas de las Igs. Para la estirpe T se utilizan son­
au to rrad io g rafía. D esde la obtención de la das correspondientes a los genes T-beta y T-
m uestra hasta la visualización de los resulta­ gamma. Por la organización genómica peculiar
dos, el procedimiento lleva un mínimo de 3-5 que poseen los genes T-alfa (una extensa fam i­
días. Para la estirpe B se utilizan genes clona­ lia J-alfa dispuesta a lo largo de más de 60 kb
dos correspondientes a C-mu y JH de las cade­ de A D N ), es sum am ente d ifícil d eterm in ar
nas pesadas de Igs, y para las cadenas livia­ reordenamientos en esta familia usando com o

Fig. 36-16. E je m p lo s re p re s e n ta tiv o s d e re o rd e n a m ie n to s d e lo s g e n e s d e in m u n o g lo b u lin a s en p a to lo g ía s lin fo p ro ü f e ra ti-


v a s . S e d ir ig ió a p r o x im a d a m e n te 10 p g d e A D N p u r if ic a d o d e la s c é lu la s le u c é m ic a s , co n la e n z im a d e r e s t r i c c ió n
B a m H I, y se la a n a liz ó p o r la té c n ic a d e S o u th e rn . C o m o s o n d a se u tiliz ó un fra g m e n to g e n ó m ic o d e 1,3 kb c o r r e s p o n ­
d ie n te al g e n Cfi. L a f le c h a in d ic a la p o s ic ió n d e u n a b a n d a d e 17 k b , c o rre s p o n d ie n te al fra g m e n to d e lín e a g e rm in a l. L a s
mue.stra.s in d ic a d a s ¿i, c y / , s ó lo m u e s tra n ei fra g m e n to g e rm in a !. L a s m u e s tra s d y e m u e s tra n la p r e s e n c ia de u n a le l o en
c o n fig u ra c ió n g e rm in a l y u n o re o rd e n a d o . L a m u e s tra b s e ñ a la la p r e s e n c ia d e a m b o s a le lo s re o rd e n a d o s .
780 Metodologías

sonda el gen C-alfa: un resultado negativo no siones se han observado reordenam ientos en
excluye reordenamientos. células de estirpe mieloide. Se desconoce el
significado de los reordenamientos genéticos
fuera de linaje; si pueden ocurrir en células
IN T E PR E T A C IO N normales o si constituyen aberraciones caracte­
D E LOS RESULTADOS rísticas de células leucémicas. A pesar de esto,
la determinación de reordenamientos genéticos
En las leucemias agudas de linaje B inmadu­ constituye una metodología de estudio comple­
ro, las LEA nulas (C D l9+ HLA-DR+, TdT+) m entaria para el diagnóstico en estas patolo­
pueden exhibir sus genes de cadenas pesadas gías.
de Igs en configuración germinal o reordena-
dos. En las LEA comunes (CD10+), todos los
casos poseen los genes de cadena pesada reor- B IB L IO G R A FÍA
denados, mientras que alrededor de un 40% ex­
hibe reordenados los genes de cadena liviana. W K n a p p , H S tro b e , O M a jd ic . F lo w c y to m e tric a n a ly s is
o f ceJI s u r f a c e a n d i n tr a c e l lu l a r a n tig e n s in le u k e m ia
Hasta un 20% de las LEA comunes pueden po­ d ia g n o s is . C y to m e try 18: 1 8 7 -1 9 8 , 1994.
seer reordenados los genes T,B- Las células B R V e n d itti y c o l. M in im a lly d iff e re n tia te d a c u te m y e lo id
de patologías de estirpes más maduras (LLA-B, le u k e m ia (A M L -M O ): c y to c h e m ic a l, im m u n o p h e n o ty p ic
linfomas, tricoleucemias, mielomas), exhiben a n d c y to g e n e tic a n a ly s is o f 19 c a se s. B ritish J H e m a to -
lo g y 8 8 : 7 8 4 -7 9 3 , 1994
siempre reordenados o delecionados los genes A M a c e d o y co l. C a ra c te riz a c ió n fe n o típ ic a d e la d ife r e n ­
de cadena pesada y liviana de Igs y raenos del c ia c ió n m ie lo id e n o rm a l. S a n g re 39: 2 7 7 -2 8 2 , 1994.
10% de los casos muestran T-beta reordenados. D C a to v s k y , E M a tu te s . L a c la s ific a c ió n d e la l e u c e m ia
Por otra parte, las ¡eucemias T agudas po­ a g u d a . R e v is ta L a tín o a in e r ic a n a d e la E u ro p e a n S c h o o l
o f O n c o lo g y . S u p p l. 2; 1 6 -2 1 , 1993.
seen células que han reordenado genes T-beta y G D ig u ie ro , a n d th e F re n c h c o o p e ra tiv e g ro u p o n CLI,.. B -
T-gama, y sólo las de extirpe más madura reor- cell c h ro n ic ly m p h o c y tic le u k e m ia : p re s e n t s ta tu s a n d fu -
denan y expresan T-alfa. Hasta un 10% de los tu re d ire c tio n s . B lo o d 78: 1 9 0 1 -1 9 1 4 , 1991.
casos pueden exhibir, además, reordenados los G B F o g h e t. C h ro n ic ly m p h o c y tic le u k e m ia : a n u p d a te d re-
v iew . J. C lin . O n c o l. 12: 1 9 7 4 -1 9 9 0 , 1994.
genes C-mu, aunque en ningún caso se ha ob­ L W D ia m o n d y co l. A k n o w le d g e b a s e d s y ste n i fo r th e in -
servado reordenamiento de genes de cadena h- te r p r e t a ti o n o f f lo w c y to m e tr y d a ta in l e u k e m ia s a n d
viana de inmunoglobulinas. En muy raras oca­ ly m p h o m a s. C y to m e try 17: 2 6 6 -2 7 3 , 1994.
Hibridomas y anticuerpos
monoclonales

FERNANDO ALBERTO GOLDBAUM


CARLOS ALBERTO FOSSATI 37
HIBRIDOMAS Y ANTICUERPOS ner de líneas celulares productoras de anticuer­
M O N O C LO N A LES pos químicamente homogéneos, algunos de los
cuales reaccionan con antígenos ambientales.
Consideraciones generales Los mielomas inducidos pueden ser transplan­
tados in vivo y adaptados a crecer in vitro. Sin
Ante el estímulo con un inmunógeno, un ani­ embargo, y lamentablemente, en general no es
mal responde produciendo una gran variedad de posible la inducción de mielomas antígeno-es-
anticuerpos dirigidos contra diferentes compo­ pecíficos.
nentes del antígeno inoculado (polipéptidos, po­ A lgunos investigadores intentaron obtener
lisacáridos, etc.) y contra los distintos determi­ anticuerpos homogéneos mediante la transfor­
nantes antigénieos (epitopes) de cada uno de mación de linfocitos B con virus tales com o
esos componentes. Cada determinante antigéni­ Epstein-Barr, SV40 y Moloney, lo que perm i­
co, a su vez, podrá ser reconocido por más de tió el establecimiento de algunas líneas produc­
un anticuerpo, con diferentes afinidades. toras de anticuerpos específicos que, sin em ­
El conjunto de los anticuerpos producidos, bargo, secretan muy pequeñas cantidades de
secretados hacia el suero del animal inmuniza­ anticuerpo.
do, constituye el antisuero. Un antisuero es, Se intentó también la inmortalización y el
pues, una mezcla heterogénea de anticuerpos clonado de células productoras de anticuerpos
capaces de reaccionar con el antígeno. mediante la proliferación in vivo. La técnica
Dada la naturaleza dinámica del sistema in­ desarrollada por Askonas y W illiamson co n ­
mune, la composición del antisuero está some­ siste en obtener trozos de bazo de animales in ­
tida a un cambio continuo en el animal inmuni­ munizados que contengan en promedio una so­
zado, lo cual sumado a las diferencias indivi­ la célula productora de anticuerpos contra el
duales entre animales, hace que dicha mezcla antígeno inmunizante; cada uno de esos trozos
sea, además de heterogénea, irreproducible. es luego transferido a un huésped irradiado
La tboría de la selección clonal, presentada conjuntamente eon el antígeno; tras sucesivos
por Burnet en 1959, propone que cada célula pasajes se va enriqueciendo el nuevo huésped
produce sólo un anticuerpo en respuesta a su con el clon elegido y se logran preparaciones
estimulación, teoría en la que subyace, por lo monoclonales. Sin embargo, no ha sido p o si­
tanto, la idea de monoelonalidad. Esta idea per­ ble una verdadera inmortalización con ese m é­
mitió com prender la naturaleza del m ielom a todo.
múltiple, enfermedad debida a la proliferación Está claro, entonces, que para disponer de
de un clon celular en el que todas las células una solución que contenga un solo anticuerpo,
producen la misma inmunoglobulina. La para- y siempre el mismo, es necesario lograr la p ro ­
proteína del suero de pacientes de esta enfer­ liferación de una sola célula productora de a n ti­
medad fue la primera fuente de inmunoglobuli­ cuerpos.
nas monoclonales. La m ejor manera de hacerlo es fusionar la
En 1972, Potter pudo inducir la formación célula productora de anticuerpos específicos
de mielomas en ratones, lo que permitió dispo­ para ef antígeno deseado con una célula que
780 Metodologías

sonda el gen C-alfa: un resultado negativo no siones se han observado reordenam ientos en
excluye reordenamientos. células de estirpe mieloide. Se desconoce el
significado de los reordenamientos genéticos
fuera de linaje; si pueden ocurrir en células
IN T E PR E T A C IO N normales o si constituyen aberraciones caracte­
D E LOS RESULTADOS rísticas de células leucémicas. A pesar de esto,
la determinación de reordenamientos genéticos
En las leucemias agudas de linaje B inmadu­ constituye una metodología de estudio comple­
ro, las LLA nulas (CD19+ HLA-DR+, TdT+) m entaria para el diagnóstico en estas patolo­
pueden exhibir sus genes de cadenas pesadas gías.
de Igs en configuración germinal o reordena­
dos. En las LLA comunes (CD10+), todos los
casos poseen los genes de cadena pesada reor­ B IB L IO G R A FÍA
denados, mientras que alrededor de un 40% ex­
hibe reordenados los genes de cadena liviana. W K n a p p , H S tro b e , O M a jd ic . F lo w c y to m e tric a n a ly s is
o f ceJI s u rt'a c e a n d i n tr a c e l lu l a r a n tig e n s in le u líe m ia
Hasta un 20% de las LLA comunes pueden po­ d ia g n o s is . C y to n ie try 18: 1 8 7 -1 9 8 , 1994.
seer reordenados los genes T,B. Las células B R V e n d itti y c o l. M in im a lly d iff e re n tia te d a c u te m y e lo id
de patologías de estirpes más maduras (LLA-B, le u k e m ia (AM L-M O)-. c y to c h e m ic a l, im m u n o p h e n o ty p ic
linfomas, tricoleucemias, mielomas), exhiben a n d c y to g e n e tic a n a ly s is o f 19 c a se s. B ritish J H e m a to -
lo g y 8 8 : 7 8 4 -7 9 3 , 1994
siempre reordenados o delecionados los genes A M a c e d o y co l. C a ra c te riz a c ió n fe n o típ ic a d e la d ife r e n ­
de cadena pesada y liviana de Igs y raenos del c ia c ió n m ie lo id e n o rm a l. S a n g re 39: 2 7 7 -2 8 2 , 1994.
10% de los casos muestran T-beta reordenados. D C a to v s k y , E M a tu te s . L a c la s ific a c ió n d e la l e u c e m ia
Por otra parte, las ¡eucemias T agudas po­ a g u d a . R e v is ta L a tin o a m e r ic a n a d e la E u ro p e a n S c h o o l
o f O n c o lo g y . S u p p l. 2; K > 2 1 , 1993.
seen células que han reordenado genes T-beta y G D ig u ie ro , a n d th e F re n c h c o o p e ra tiv e g ro u p o n C L L . B -
T-gama, y sólo las de extirpe más madura reor- cell c h ro n ic ly m p h o c y tic le u k e m ia : p re s e n t s ta tu s a n d fu -
denan y expresan T-alfa. Hasta un 10% de los tu re d ire c tio n s . B lo o d 78: 1 9 0 1 -1 9 1 4 , 1991.
casos pueden exhibir, además, reordenados los G B F o g h e t. C h ro n ic ly m p h o c y tic le u k e m ia : a n u p d a te d re-
v iew . J. C lin . O n c o l. 12: 1 9 7 4 -1 9 9 0 , 1994.
genes C-mu, aunque en ningún caso se ha ob­ L W D ia m o n d y co l. A k n o w le d g e b a s e d sy ste m fo r th e in -
servado reordenamiento de genes de cadena h- te r p r e t a ti o n o f f lo w c y to m e tr y d a ta in l e u k e m ia s a n d
viana de inmunoglobulinas. En muy raras oca­ ly m p h o m a s. C y to m e try 17: 2 6 6 -2 7 3 , 1994.
Hibridomas y anticuerpos
monoclonales

FERNANDO ALBERTO GOLDBAUM


CARLOS ALBERTO FOSSATI 37
HIBRIDOMAS Y ANTICUERPOS ner de líneas celulares productoras de anticuer­
M O N O C LO N A LES pos químicamente homogéneos, algunos de los
cuales reaccionan con antígenos ambientales.
Consideraciones generales Los mielomas inducidos pueden ser transplan­
tados in vivo y adaptados a crecer in vitro. Sin
Ante el estímulo con un inraunógeno, un ani­ embargo, y lamentablemente, en general no es
mal responde produciendo una gran variedad de posible la inducción de mielomas antígeno-es-
anticuerpos dirigidos contra diferentes compo­ pecíficos.
nentes del antígeno inoculado (polipéptidos, po­ A lgunos investigadores intentaron obtener
lisacáridos, etc.) y contra los distintos determi­ anticuerpos homogéneos mediante la transfor­
nantes antigénicos (epitopes) de cada uno de mación de linfocitos B con virus tales com o
esos componentes. Cada determinante antigéni­ Epstein-Barr, SV40 y Moloney, lo que perm i­
co, a su vez, podrá ser reconocido por más de tió el establecimiento de algunas líneas produc­
un anticuerpo, con diferentes afinidades. toras de anticuerpos específicos que, sin em ­
El conjunto de los anticuerpos producidos, bargo, secretan muy pequeñas cantidades de
secretados hacia el suero del animal inmuniza­ anticuerpo.
do, constituye el antisuero. Un antisuero es, Se intentó también la inmortalización y el
pues, una mezcla heterogénea de anticuerpos clonado de células productoras de anticuerpos
capaces de reaccionar con el antígeno. mediante la proliferación in vivo. La técnica
Dada la naturaleza dinámica del sistema in­ desarrollada por Askonas y W illiamson co n ­
mune, la composición del antisuero está some­ siste en obtener trozos de bazo de animales in ­
tida a un cambio continuo en el animal inmuni­ munizados que contengan en promedio una so­
zado, lo cual sumado a las diferencias indivi­ la célula productora de anticuerpos contra el
duales entre animales, hace que dicha mezcla antígeno inmunizante; cada uno de esos trozos
sea, además de heterogénea, irreproducible. es luego transferido a un huésped irradiado
La téoría de la selección elonal, presentada conjuntamente con el antígeno; tras sucesivos
por Burnet en 1959, propone que cada célula pasajes se va enriqueciendo el nuevo huésped
produce sólo un anticuerpo en respuesta a su con el clon elegido y se logran preparaciones
estimulación, teoría en la que subyace, por lo monoclonales. Sin embargo, no ha sido p o si­
tanto, la idea de monoclonalidad. Esta idea per­ ble una verdadera inmortalización con ese m é­
mitió com prender la naturaleza del m ielom a todo.
múltiple, enfermedad debida a la proliferación Está claro, entonces, que para disponer de
de un clon celular en el que todas las células una solución que contenga un solo anticuerpo,
producen la misma inmunoglobulina. La para- y siempre el mismo, es necesario lograr la p ro ­
proteína del suero de pacientes de esta enfer­ liferación de una sola célula productora de anti­
medad fue la primera fuente de inmunoglobuli­ cuerpos.
nas monoclonales. La m ejor manera de hacerlo es fusionar la
En 1972, Potter pudo inducir la formación célula productora de anticuerpos específicos
de mielomas en ratones, lo que permitió dispo­ para e í antígeno deseado con una célula que
782 Metodologías

posea ilimitada capacidad de división; de este suero, y/o ascitis cuando crecía in vivo como
modo la célula fusionada será capaz de vivir en tumor trasplantado.
cultivo, dividirse y producir anticuerpos. El
aislamiento y la expansión de uno de tales clo­ Célula de mieloma y método de selección
nes celulares, en el que todas las células produ­
cen el mismo anticuerpo, constituye una fuente La célula parental responsable de la prolife­
inm ortal de inm unoglobulinas quím icam ente ración del hibridoma es de una línea de mielo­
homogéneas denominadas “anticuerpos mono­ ma. Son células aneuploides, capaces de vivir y
clonales” (AcMo) (fig. 37-1). chvidirse in vitro y fueron seleccionadas por ser
En 1975, Kóhíer y Milstein desarrollaron la defectivas en la enzima hipoxantil-guanil-fos-
técnica de hibridización de células somáticas forribosil-transferasa (HGPRT); defecto enzi­
(hibridomas), que permite el establecimiento y mático necesario para la selección post-fusio-
la inm ortalización de células productoras de nal. La HGPRTasa es una enzima que utiliza
anticuerpos monoclonales. Por el desarrollo de guanina o hipoxantina para producir purinas, lo
esta metodología, en 1984 les fue otorgado el que permite la reutilización de las bases cuando
premio Nobel de Medicina. la síntesis de novo se ve interrum pida, por
ejemplo, por antagonistas del ácido fólico -c o ­
Teoría y aspectos generales mo la aminopterina-, que bloquean la síntesis
de la producción de hibridomas de purinas y de timidina. La adición de timidi­
na (T) al medio le permite a la célula sintetizar
La fusión entre células somáticas fue obser­ TMP (timidina monofosfato) vía timidina qui-
vada por primera vez hacia fines del siglo pasa­ nasa (TK), pero al no poder sintetizar bases pú-
do, y el primer aislamiento de una célula somá­ ricas la célula muere aun en presencia de del
tica híbrida se produjo a principios de la déca­ precursor hipoxantina (H). (fig. 37-2).
da de 1960. El desarrollo de medios selectivos El medio selectivo (HAT) consiste en enri­
por Littiefieid y el uso de nuevos agentes de fu­ quecer el medio de cultivo celular con hipoxan­
sión aumentaron la frecuencia de formación de tina y timidina, con el agregado de aminopteri-
híbrido y facilitaron su producción. na (A) como inhibidor de la síntesis de novo.
El origen de los hibridomas productores de En presencia de aminopterina sólo podrán so­
anticuerpos se remonta a los intentos realizados brevivir aquellas células que expresan HGPRT,
para estudiar la expresión genética y la regula­ como los hibridomas. Las de mieloma morirán
ción de la producción de inmunoglobulinas en y las de bazo no desarrollan en cultivo.
células de mieloma, lo que permitió la realiza­ La selecció n de m u lan tes d e fe ctiv o s en
ción de im portantes observ acio n es para el HGPRT involucra mutagénesis de la línea ce­
afianzamiento de esta metodología, entre ellas: lular por exposición a un agente tóxico análogo
a) el híbrido celular no presenta exclusión alé- a la base normal (8-azoguanina para HGPRT o
lica, o sea que la fusión de células productoras bromodeoxiuridina para TK), y posterior clo­
de anticuerpos lleva a la expresión de ambas nado de las poblaciones seleccionadas.
inmunoglobuhnas parentales, lo que conduce a Células seleccionadas de esta forma podrían
la formación de moléculas híbridas por asocia­ eventualmente revertir y reexpresar la enzima,
ción al azar de las cadenas pesadas entre sí y de por lo que es aconsejable desarrollar el mielo­
éstas con las livianas; b) no se producen nue­ ma en presencia del análogo tóxico o controlar
vas cadenas de inmunoglobulinas, lo que sugi­ periódicamente que las células mueran en pre­
rió estabilidad en la expresión de inm unoglo­ sencia de HAT.
bulinas y control independiente de la expresión Algunas de las líneas de mieloma habitual-
de los genes de ambas células parentales y c) mente utilizadas en la producción de hibrido-
una variante de mieloma que no expresa cade­ mas producen y secretan cadenas de inmuno-
nas livianas ni pesadas no suprime en el híbri­ globulinas.
do la producción de la inmunoglobulina codifi­ En la célula híbrida se coexpresan las cade­
cada por la otra célula parental. nas codificadas por cada célula parental. Dos
Esta clase de trabajos culminaron con los ex­ cadenas pesadas se combinan con dos cadenas
perimentos de Kohler y Milstein, quienes fue­ livianas para formar las diferentes inmunoglo­
ron capaces de fusionar células normales de ba­ bulinas; esta asociación no es enteramente al
zo de ratones inm unizados con eritrocitos de azar puesto que la asociación homologa es más
carnero, con una línea de mieloma y pudieron frecuente que la heteróloga y no se detectan
aislar un híbrido celular secretor de anticuerpos asociaciones entre cadenas de distinto isotipo
específicos para el antígeno inmunizante. Ese (fig. 37-3).
hibridoma crecía continuamente in vitro y se­ La fusión de células somáticas conduce a la
cretaba grandes cantidades de anticuerpo quí­ formación de un híbrido celular (heterocarion).
micamente homogéneo al medio de cultivo o al Inicialmente, el heterocarion es una célula muí-
Hibrídomas y anticuerpos monoclonales 783

tinucleada (2 a 5 núcleos separados). Posterior­ ción in vitro que han resultado efectivos para la
mente, durante la división celular, se desintegra producción de anticuerpos monoclonales.
la membrana nuclear y se forma un solo núcleo
que contiene los cromosomas de ambas células Fusión
parentales. En este estadio las células son ines­
tables y a medida que se dividen pierden algu­ Se puede aseverar que desde la descripción
nos cromosomas de una o ambas células origi­ de K ohler y M ilstein, quienes usaron v iru s
nales, hasta que se logra la estabilidad celular. Sendai com o fusógeno, no se han producido
O casionalm ente la p érd id a de crom osom as modificaciones sustanciales al protocolo origi­
puede incluir algún cromosoma esencial para la nal de fusión. En la actualidad, la mayoría de
vida de la célula y conducirla a la muerte. Por los laboratorios utilizan polientilenglicol (PEG)
otro lado, esta pérdida puede conducir a que un como agente fusionante.
h ib rid o m a que o rig in alm e n te expresa, p o r La fusión es realizada 3 o 4 días después de
ejemplo, cuatro cadenas diferentes, deje de ex­ la última inoculación del antígeno, momento de
presar alguna de ellas y, eventualmente, pierda máxima presencia de blastos en el bazo. El ren ­
la expresión de todas las cadenas. La pérdida dimiento habitual es de 2.000 a 5.000 híbridos
afecta principalm ente a los cromosomas que por cada 10* células de bazo.
codifican para cadenas pesadas (fig. 37-4). Si bien no se conoce con exactitud el m eca­
En virtud de lo precedentemente detallado, nismo de acción del PEG, se ha verificado la
queda claro que lo más conveniente es utilizar necesidad del contacto celular directo entre las
para la fusión, células de una línea de mieloma células a fusionar donde el PEG parece prom o­
no productor de cadenas de inmunoglobulinas. ver su unión. Algunos autores sugieren que las
En estas condiciones, los hibrídomas sólo po­ impurezas del PEG son los verdaderos estim u­
drán producir la inm unoglobulina codificada ladores de la fusión. La máxima frecuencia se
por el linfocito B fusionado. Actualmente las logra con PEG al 40-50% (peso/vol); a e sta
líneas no secretoras, por ejemplo la NSO, son concentración no se puede detectar agua física­
las más utilizadas para la producción de hibri- mente libre en el medio. El agua físicamente li­
domas murinos. bre disminuye a medida que aumenta la c o n ­
centración de PEG, lo que también aumenta la
Inmunización osmolaridad, inconveniente que puede ser re ­
vertido por el agregado de dim etilsulfóxido
Se han probado muchos esquemas de inm u­ (DMSO). Sin embargo el DM SO aumenta la
nización y diferentes protocolos mostraron ser frecuencia de fusión de tres células o más, d is­
mejores para algunos antígenos que para otros. minuyendo la eficiencia de producción de hi-
En general, para los inmunógenos buenos prác­ bridomas viables.
ticamente cualquier protocolo induce una ade­ Las células blastoides -e n activa división-,
cuada generación de anticuerpos y, en definiti­ son las que fusionan más eficientemente. L a
va, de anticuerpos monoclonales útiles. Dado mayor eficiencia parece ser debida a la expre­
que la frecuencia de hibrídomas de la especifi­ sión de ciertas características p osfusionales
cidad deseada está aproximadamente relaciona­ más que a una mayor frecuencia de fusión. Si
da al número de células productoras de anti­ la célula que fusiona no se encuentra en estado
cuerpos en el momento de la fusión, los inm u­ blastoide su núcleo no estará en división m itó-
nógenos débiles no serán buenos generadores tica al mismo tiempo que el núcleo de la célula
de anticuerpos monoclonales. Una manera bas­ mielomatosa, y resultará en una población que
tante efectiva de aumentar la inmunogenicidad contendrá un núcleo extra, silencioso. La fu ­
de esos antígenos, es conjugarlos a proteínas sión correcta será aquella producida entre una
portadoras muy inmunogénicas (p.ej., KLH). célula linfoide y una de mieloma. Aun así los
Un protocolo simple y generalmente efectivo núcleos podrán dividirse asincrónicam ente y
es inocular intraperitonealmente 50-100 (ig de dar lugar a poblaciones celulares abortivas.
antígeno soluble en adjuvante de Freund com ­ La fusión del mieloma con otros tipos celu ­
pleto, determinar el título de anticuerpos 4 se­ lares no B no dan lugar, en las condiciones h a ­
manas después, dejar bajar el nivel de anticuer­ bituales de producción de AcMo, a la form a­
pos y reestim ular periódicam ente, finalmente ción de hibrídomas.
inocular unos 50 ^g de antígeno en solución fi­
siológica por vía intravenosa 3 días antes de la Cultivo de hibrídom as
fusión. Cuando se dispone de muy bajas canti­
dades de antígenos particulados se puede recu­ En el cultivo de hibrídomas la calidad de los
rrir a la inoculación intraesplénica, la que tam ­ componentes del medio de cultivo debe ser óp­
bién da buenos resultados con antígenos solu­ tima, para favorecer la división celular y la p ro ­
bles. Existen, además, métodos de inm uniza­ ducción- y secreción de anticuerpos.
784 Metodologías

Anti-1

Syero

1 2 3

I Antígeno I

PEG

Células de
é mieloma
(HGPRT)

F ig . 3 7 -1 . A n tic u e rp o s m o n o c lo n a le s y a n tis u e ro s c o n v e n c io n a le s

El crecimiento celular está muy influido por buen crecimiento celular puede establecerse en
la concentración de células presentes en el cul­ aproximadamente 10'* cel • m f ’, y el superior
tivo; fuera de ciertos valores el crecim iento en 10®, límites que son aplicables a la mayoría
puede verse interrumpido. El límite inferior de de las líneas celulares. Uno de los elementos
concentración de células com patible con un involucrados en el establecimiento de un límite

F ig. 37-2. M etabolism o de bases púricas. H G PRT: hipoxantil guanil fosforibosil transferasa.
Hibridomas y anticuerpos monoclonales 785

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Fig. 37-3. D ia g ra m a d e s e g re g a c ió n d e c a d e n a s de in m u n o g lo b u lin a s. H y M, ca d e n a s p e s a d a s y K y L, c a d en a s liv ia n a s
d e las in m u n o g lo b u lin a s d e l e s p le n o c ito y d e la c é lu la s d e m ie lo m a , re s p e c tiv a m e n te .

• •

F ig. 37-4. D ivisiones m itóticas posfusionales. El esquem a incluye sólo algunas de las posibles divisiones incorrectas.
786 Metodologías

superior es la competencia por los nutrientes. tras que otros podrán secretar anticuerpos irre­
En el inferior se destaca la necesidad de deter­ levantes para el sistema, o ser no secretores de'
m inada cantidad de factores de crecim iento anticuerpos. Puede, entonces, tratarse de un
producidos por células en división, tales como cultivo policlonal, por lo que resulta indispen­
monoquinas, linfoquinas, interleuquinas e in ­ sable proceder a su clonado.
termediarios mctabólicos. El clonado debe realizarse tan pronto como
Algunos autores utilizan células alimentado- sea posible para evitar que los otros hibrido­
ras para m ejorar las condiciones de cultivo, mas, o variantes del que se pretende establecer,
esas células, tales como macrófagos, timocitos crezcan más rápido y eliminen a los producto­
o célula de bazo irradiadas, son de escaso cre­ res de anticuerpos deseadas.
cimiento pero proveen nutrientes y factores que Para ello se puede recurrir básicamente a dos
enriquecen el medio, permitiendo así el mante­ métodos: clonado en agar blando o dilución en
nimiento y crecimiento de células en baja con­ medio líquido.
centración. El primero consiste en cultivar,sobre agar se-
Otra manera de sostener el crecimiento celu­ misólido células aisladas, las que al crecer da­
lar en esas condiciones es agregar al cultivo un rán origen a una colonia donde todas las célu­
medio “ gastado” proveniente del cultivo en las derivan de una misma célula aticestral. Las
crecimiento exponencial de células no secreto­ colonias pueden ser individualmente repicadas
ras de anticuerpos. a medio líquido y allí expandidas.
Otro componente fundamental en el cultivo El segundo se fundamenta en la realización
de hibridomas es la calidad del suero bovino de diluciones de la población original, de ma­
fetal utilizado. En la actualidad se dispone de nera de obtener, con una cierta probabilidad es­
medios que no requieren el agregado de suero, tadística, cultivos que contengan una sola célu­
especialmente formulados para facilitar la puri­ la, que al crecer dará origen al clon correspon­
ficación de los AcMo. diente.
La mayoría de los hibridomas se dividen ca­ Algunas células del clon podrían perder un
da 8-12 horas; de este modo, los lím ites de cromosoma o más, pero permanecer viables y
crecimiento celular antes mencionados adm i­ continuar dividiéndose, con lo cual el cultivo
ten un incremento de 100 veces en la concen­ se transformaría en biclonal o aun multiclonal.
tración celular, lo que permite el cultivo por 2 La pérdida de producción de anticuerpos de
a 4 días sin necesidad de efectuar cambios de una línea originalmente buena productora sue­
medio. le deberse a biclonalidad con una no produc­
tora.
Monitoreo de la producción de anticuerpos En la figura 37-5 puede observarse un esque­
monoclonales ma de la metodología para la obtención de hi­
bridomas.
La detección de anticuerpos específicos en el
medio de cultivo donde crecen los hibridomas Producción de AcMo
es uno de los puntos críticos, si no el más im ­
portante, en la estrategia de producción de anti­ L a p roducción de grandes can tid ad es de
cuerpos monoclonales. AcMo se puede realizar tanto in vivo como in
Las técnicas a utilizar deben ser de alta sen­ vitro.
sibilidad como para detectar ¡.tg mi"', ser rápi­ tn vivo, como ya se mencionó, se aprovecha
das para evitar la atención de cultivos inútiles y la propiedad tumoral del hibiridoma para culti­
deberían, además, brindar información acerca varlo en un huésped adecuado (habitualmente
de la utilidad del anticuerpo con respecto a los isogénico con la línea celular); esto posibilita la
fines para los cuales se los produce. obtención de cantidades im portantes de anti­
En ese sentido los métodos más usuales y cuerpo (1-15 mg ml-1), a partir del líquido as-
útiles son, en términos generales, los radioin- cítico o del suero del animal portador del tu­
munométricos y enzimoinmunométricos, aglu­ mor.
tinación pasiva e inmunofluorescencia, los que In vitro, los anticuerpos son obtenidos del
son descritos en detalle en otros capítulos de sobrenadante de los cultivos, lo que permite la
este libro. producción del anticuerpo monoclonal relativa­
mente diluido (0,01-0,5 mg m f')- Si bien los
C lonado métodos de producción escapan a los alcances
de este libro, se mencionan a continuación los
En los cultivos en que se detectan anticuer­ más comúnm ente usados: en la producción a
pos contra el antígeno de trabajo, pueden coe­ escala de laboratorio se utilizan sistemas esta­
xistir varios hibridomas. Uno o más de ellos se­ cionarios o rotativos (roller)-, a escala de labo­
rán productores de anticuerpos de interés mien­ ratorio e industrial existen numerosos métodos
Hibrídomas y anticuerpos monocionaies 787

y sistemas tales como crecimiento de células en Diferencias entre anticuerpos m onoclonales


suspensión, matrices fluidizadas, reactores de y policlonales
fermentación, cultivo sobre microcarriers; asi­
mismo, pueden cultivarse células m antenidas Las principales diferencias entre los anti­
en sistemas de membranas, holíow fibers, o en cuerpos monoclonales y los antisueros (anti­
matrices cerámicas. cuerpos policlonales) derivan, básicamente, de
que los primeros, por ser químicamente homo­
Purificación de AcMo géneos, poseen las propiedades individuales de
la proteína anticuerpo que lo compone, mien­
Sea cual fuere el sistema de producción utili­ tras que el antisuero tiene propiedades que son
zado, el AcM o se obtiene contam inado con promedio entre las de sus componentes.
otras proteínas y componentes del m edio de La estabilidad podría constituir una desven­
cultivo o de los fluidos biológicos. En algunas taja para los AcMo, ya que algunos de ellos se
aplicaciones, la purificación de los anticuerpos inactivan rápidamente a temperatura ambiente
se hace indispensable. o no resisten la descongelación o liofilización.
Los dos factores fundamentales en la elec­ También los hay sensibles a ciertos pH extre­
ción del método de purificación son: el uso al mos y otros que pueden perder integridad o
cual el anticuerpo está destinado y la fuente de reactividad al ser marcados enzimática o isotó­
obtención del mismo. picamente.
El objetivo del esquema metodológico elegi­ Sin embargo, estos inconvenientes no son tan
do es purificar o concentrar la especie molecu­ frecuentes y pueden, además, ser salvados fácil­
lar en consideración, a un grado tal que se mente mediante un análisis que permita detectar
mantengan en la preparación final, las propie­ aquellos AcMo que cumplen con las condicio­
dades o actividades deseadas mientras se elimi­ nes predeterminadas para su utilización.
nan los contaminantes indeseables. El anti suero, en cambio, no se ve afectado en
En términos generales, el esquema de purifi­ el campo de la estabilidad, ya que como conse­
cación de anticuerpos monoclonales involucra cuencia de su heterogeneidad sólo una pequeña
tres pasos: proporción de sus componentes podrá ser sen­
sible a un tratamiento dado, lo que mayormente
1. Preparación de la muestra. El método que se no incidirá en sus propiedades promedio.
aplique en este paso debe ser com patible La avidez de un antisuero es otra propiedad
con los aplicables al paso siguiente. Las téc­ promedio entre la de todos los anticuerpos que
nicas más utilizadas incluyen precipitación la componen. Es suficiente que un porcentaje
salina, clarificación e intercambio de buffer muy pequeño de los anticuerpos presentes sea
de trabajo (diálisis). de alta afinidad o avidez para que el conjunto
2. P urificación principal. Los m étodos más se comporte de esa forma. Los anticuerpos mo­
aplicados son los de cromatografía de afini­ noclonales, en cambio, responderán a las carac­
dad y cromatografía de intercambio iónico. terísticas fisicoquím icas de su único com po­
3. Purificación posterior. Suele aplicarse para nente, el que poseerá, o no, las propiedades que
elim inar im purezas menores y preparar la de él se necesitan. Aquí, nuevamente un buen
muestra para su almacenamiento. Las más m étodo de selección perm itirá es aislamiento
frecuentemente usadas son filtración en gel, de los AcMo deseados.
crom atoenfocado y cromatografía de inte­ Reactividad secundaría. En general, los Ac­
racción hidrofóbica. Mo no pueden ser utilizados para técnicas de
precipitación puesto que no pueden formarse
Cabe destacarse que, si bien el esquema an­ complejos precipitantes cuando se utilizan anti­
terior es de aplicación general, se puede lograr cuerpos homogéneos con antígenos m onova­
la purificación de un anticuerpo m onoclonal lentes o bivalentes.
en un solo paso. En nuestra experiencia, la En cambio, los anticuerpos monoclonales sí
precipitación salina con SO^(NH4)2, seguida producen complejos precipitantes cuando reac­
por cromatografía de intercambio iónico (espe­ cionan con antígenos con epitopes repetitivos.
cialmente por EPLC), ha resultado de gran uti­ Los anticuerpos antihapteno dan reacciones de
lidad para obtener preparaciones de alta pure­ p recip itació n aJ reaccio n ar con conjugados
za. Por otra parte, hem os logrado p u rifica r hapteno-proteína debido al carácter multiepitó-
ÍgG 1 a partir de líquido ascítico en un solo pa­ pico de las proteínas conjugadas. Puede tam­
so de purificación mediante cromatoenfocado bién lograrse la precipitación mediante mezclas
y de lgG3 por precipitación en buffer de baja de dos AcMo dirigidos contra determinantes
fuerza iónica. antigénicos ubicados en diferentes cadenas de
La metodología antes mencionada está deta­ un a.ntígeno o aun contra epitopes diferentes de
llada en otros capítulos de este libro. una misma cadena.
788 Metodologías

CéiiilBíi de bazo Culi¥0 cátalas


ratón Ifimunlzado fiilei«Ra(HQPRT|-

Fusión
I
Selección en HAT

Ensayot de
i l anticuerpos
I
Cultivos positivos

Clonado

Congelación
I
■#♦■ C lo n » positivos

Reclonado
I
eterización de clones
y selección de variantes
I
Producción
Fig. 3 7 -5 . E s q u e m a e x p e rim e n ta l d e la o b te n c ió n d e h ib rid o m a s .

Especificidad. Todas las moléculas de una variedad de propósitos, tanto para su uso in vitro
población de anticuerpos monoclonales tienen como in vivo, especialmente en el campo de los
la misma especificidad debido a que poseen la productos terapéuticos y de diagnóstico.
misma región variable. Esta uniformidad ofre­ Veamos algunas pocas de las áreas donde la
ce la ventaja de que no existirán diferencias de aplicación de anticuerpos monoclonales ha sido
especificidad entre las distintas partidas de Ac- y es de fundamental importancia.
Mo, como sucede con los antisueros conven­
cionales. Purificación de proteínas
La gran homogeneidad de estos anticuerpos
permite análisis que no son posibles con anti­ Se pueden producir anticuerpos monoclona­
sueros debido a las reacciones cruzadas que es­ les contra componentes minoritarios de m ez­
tos presentan. clas complejas de proteínas con sólo disponer
Los AcMo pueden exhibir reactividad cruza­ de un método de “screening” que permita de­
da, la que en ese caso, es característica de todas tectar anticuerpos contra el antígeno deseado,
las moléculas y por ende no puede ser elimina­ seleccionarlo y producirlo para su utilización
da por adsorción sin eliminar toda la actividad en procedimientos de purificación, por ejem ­
anticuerpo. La reactividad cruzada de los A c­ plo, cromatografía de afinidad. De esta forma
Mo puede deberse a reacciones con un mismo se puede reducir a un paso la purificación de
determinante antigénico sobre diferentes molé­ componentes que, de otra forma, requerían va­
culas; a reactividad con estructuras quím ica­ rios pasos de cromatografía, frecuentemente de
mente relacionadas; a reacción con moléculas bajo rendimiento.
evolutivamente relacionadas o a estructuras no
relacionadas que incidentalm ente posean es­ Ideiitificación y aislamiento de células,
tructuras parecidas. En el caso de mezclas de subpoblaciones y clones celulares
AcMo pueden darse efectos sinérgicos que mo­
difiquen su reactividad. Es posible obtener anticuerpos monoclona­
les contra antígenos de membrana que repre­
A plicaciones senten a determinadas poblaciones o estadios
de diferenciación celular que permitan su iden­
La homogeneidad y monoespecificidad de los tific ac ió n , por ejem p lo , lin fo c ito s CD4+ o
anticuerpos monoclonales los convierte en reac­ CD8+. También es posible detectar proteínas
tivos y herramientas de elección para una gran de membrana exclusivas de ciertos clones de
Hibridomas y anticuerpos monoclonales 789

linfocitos. Esos anticuerpos, denominados an­ Anticuerpos catalíticos


ticuerpos clonotípicos han resuhado de gran
importancia en la identificación y caracteriza­ La unión de un anticuerpo a su antígeno tie­
ción de células T. ne algunas características similares a la unión
de una enzima a su sustrato. Las interacciones
Detección de tumores son no covalentes, de alta especificidad y fre­
cuentemente de alta afinidad.
La producción de anticuerpos monoclonales El anticuerpo no altera al antígeno mientras
contra proteínas presentes en membrana de cé­ que la enzim a cataliza una m odificación del
lulas tumorales pero ausentes (o expresadas en sustrato, para ello la enzima utiliza la energía
muy baja densidad) en células normales, p er­ de unión para estabilizar el estado de transición
mite su utilización para detectar la presencia de del sustrato, reduciendo así la energía de acti­
esas células en un tejido u órgano o para elimi­ vación para la m odificación del sustrato. La
narlas. unión del anticuerpo puede “congelar” los gra­
El uso de AcMo para la detección de tum o­ dos de libertad rotacional y translacional de un
res presenta un inmenso potencial. En efecto, la sustrato, favoreciendo energéticamente la reac­
presencia desde ciertos antígenos serviría para ción. De tal m anera, un anticuerpo dirig id o
el diagnóstico temprano. Por otra parte, anti­ contra un análogo estable de un componente de
cuerpos marcados con radioligandos han sido transición de una determinada reacción quím i­
empleados para localizar tuinores primarios o ca, podría actuar como enzima, catalizando la
focos metastásicos en los pacientes mediante reacción.
técnica de imágenes (“scanning”) de radioisó­ El descubrimiento de tales anticuerpos cata­
topos o por resonancia magnética nuclear. líticos abre un inmenso panorama de aplicacio­
Pueden también, provocar específicamente nes. Los anticuerpos pueden ser “fabricados”
la muerte de células tumorales, de forma direc­ específicamente para determinada aplicación,
ta por lisis mediada por complemento o hacerlo producidos a bajo costo y purificados fácilm en­
por medio de conjugación a una toxina letal o te. Además, se pueden obtener anticuerpos para
un radioisótopo adecuado para transformar el catalizar reacciones químicas para las cuales no
anticuerpo en una Inmunotoxina. Se pueden existen enzimas.
usar toxinas de diversos orígenes, tales como
Shigella, diftérica, colérica, ricina, etc. Estas
toxinas están formadas por 2 componentes po- OTROS HIBRIDOMAS
lipeptídicos, uno portador de la acción tóxica y
el otro responsable de unirse a receptores celu­ Hibridomas híbridos (iiibridomas
lares. El segundo resulta inofensivo en ausen­ biespecíficos) o heteroconjugados
cia del primero. La inmunotoxina se puede pre­
parar ligando la subunidad tóxica al anticuerpo Como ya vimos, si la célula de mieloma ex­
de manera de dirigir la toxicidad solamente ha­ presa cadena liviana y pesada, el hibridom a
cia la célula blanco. puede expresar esas cadenas junto con las del
esplenocito. Si el mieloma fusionante es a su
Aplicaciones básicas vez un hibridoma productor de un anticuerpo
de determinada especificidad, la célula híbrida
Sólo mediante la cristalización de AcMo y producida por fusión con un linfocito B podrá
de sus complejos inmunes, ha sido posible es­ fabricar moléculas que expresen en un F ab el
tablecer con alta resolución la estructura tridi­ sitio de combinación del hibridoma parental y
mensional del anticuerpo y los complejos y es­ en el otro brazo el sitio de combinación del an­
tudiar las modificaciones estructurales causa­ ticuerpo codificado por el linfocito B.
das por mutaciones puntuales. M ediante esta estrategia, Milstein y Cuello
Resultaron fundamentales, también, en el es­ fueron capaces de producir anticuerpos m ono­
tudio de la diversidad de los anticuerpos. Así, clonales biespecíficos, dirigidos sim ultánea­
el análisis de la secuencia de las regiones varia­ m ente contra peroxidasa y som astotatina, lo
bles de AcMo, expresadas contra un determina­ que les permitió la realización de estudios in-
do antígeno en respuesta primaria y secundaria, munohistoquímicos de detección tisular de la
fue fundamental para comprender el fenómeno hormona en un solo paso.
de mutación somática y la “maduración” de la Uno de esos sistemas consiste en fusionar
respuesta inmune. células parentales deficientes en HGPRT, pero
El estudio de anticuerpos monoclonales anti- que expresan TK, con otras defectivas en TK
idiotípicos, permitió la “disección” de las re­ pero que expresan HGPRT,, o a la fusión de cé­
giones variables de esos anticuerpos y el estu­ lulas sensibles a HAT pero resistentes a uabaí-
dio de sus propiedades biológicas. na, coñ otras resistentes a HAT y sensibles a
790 Metodologías

uabaína. En ambos casos las células híbridas sus propios anticuerpos; d) la inducción de mu­
serán capaces de crecer en medio HAT mien­ taciones para permitir la selección por HAT in­
tras que las parentales no podrán hacerlo. crementa la inestabilidad de estas células y e)
los hibridomas suelen producir anticuerpos só­
Hibridomas “humanos” lo en bajas cantidades.

El uso de los Ac Mo en la terapéutica huma­ Transformación por virus de Epstein-Barr


na es uno de los campos de aplicación clínica
más importantes en medicina. Los linfocitos B humanos pueden ser trans­
La inyección de anticuerpos monoclonales form ados con virus de E pstein-B arr (EVB).
murinos con fines terapéuticos en hum anos, Cuando los linfocitos son cultivados con el an­
provoca la formación de anticuerpos humanos tígeno en presencia de EVB, algunas de las cé­
anti-anticuerpos de ratón (HAMA). Esta res­ lulas B adquieren la capacidad de crecimiento
puesta conduce a una disminución de la efecti­ inmortal mientras continúan produciendo el an­
vidad del tratamiento con las sucesivas inocu­ ticuerpo deseado. Por clonado de estas células
laciones, debido a un aumento en la velocidad transformadas es posible obtener anticuerpos
de clearence del agente terapéutico y al blo­ monoclonales humanos.
queo de la unión del anticuerpo a su antígeno. Frecuentemente las líneas celulares obteni­
También puede generar reacciones de hipersen- das resultan ser pobres productoras de anticuer-
sibiUdad. pos.
Como consecuencia, la generación de anti­
cuerpos monoclonales humanos constituye un Anticuerpos quiméricos y “humanización”
campo'de gran interés. Por ello se han desarro­ de anticuerpos
llado diversas estrategias para la producción de
hibridomas humanos tales como: fusión de cé­ Una estrategia alternativa consiste en elimi­
lulas humanas con mielomas de ratón; hibridi­ nar las regiones xenogeneicas del anticuerpo
zación de células linfoides humanas con mielo- monoclonal murino y reemplazarlas por estruc­
mas humanos; transformación de linfocitos por turas humanas. Combinando la tecnología de
infección con virus de Epstein-B arr para in­ AcMo con la ingeniería genética se ha logrado
mortalizar células productoras de anticuerpos y introducir en inmunoglobulinas humanas Va re ­
la producción de anticuerpos con característi­ gión variable de anticuerpos monoclonales es­
cas humanas generados por manipulación ge­ pecíficos derivados de ratón, para producir de
nética por aplicación de técnicas de ingeniería este modo anticuerpos “humanos” contra el an­
genética. tígeno para el cual se inmunizó originalmente
el animal. Estos anticuerpos, denominados an­
H eter ohibridomás ticuerpos quiméricos, están formados por los
dominios Vj^ y V^^ murinos insertados en genes
La primera de esas estrategias, hibridización CH y CL humanos. Son mucho menos inmuno-
interespecies (heterohibridomas), resulta ser de génicos en humanos que los anticuerpos muri­
escasa utilidad debido a que habitualmente los nos a pesar de mantener su capacidad de gene­
hibridomas son inestables y se produce una rá­ rar respuesta anti idiotípica, respuesta que pue­
pida segregación de cromosomas con pérdida de evitarse o disminuirse utilizando, en las su­
preferencia! de cromosomas humanos. No obs­ cesivas inyecciones, anticuerpos quiméricos de
tante se han descrito heterohibridomas estables. igual especificidad pero conteniendo diferentes
isotipos.
Hibridomas humano-humano U na form a de lograr una “hum anización”
más completa de los anticuerpos murinos sería
La producción de este tipo de hibridom as in je rta r sólo las reg io n es determ inantes de
presenta importantes dificultades entre las que complementariedad (CDR) en anticuerpos hu­
se pueden destacar: a) las células B periféricas manos. Por esta vía se ha logrado construir an­
humanas (únicas de fácil obtención) no son una ticuerpos contra una gran variedad de antíge­
buena fuente de células productoras de anti­ nos potencialmente importantes en la salud hu­
cuerpos, por lo que se está trabajando intensa­ mana.
mente en el desarrollo de métodos de inmuni­
zación in vitro; b) la producción de células hu­ Expresión recombinante de fragmentos
manas sensibilizadas para la fusión no pueden de inmunoglobulinas
ser, en muchos casos, obtenidas por inmuniza­
ción; c) las células de mieloma humano, en ge­ La expresión recombinante surgió como una
neral, no se adaptan fácilmente al cultivo in vi­ estrategia alternativa para “inmortalizar” clones
tro por largos períodos y continúan secretando específicos y producir in vitro grandes cantida­
Hibrídomas y anticuerpos monoclonales 791

des de fragmentos de anticuerpos monoclona­ su PM es de aproxim adam ente 25 kD, y sus


les. El huésped elegido para los primeros inten­ componentes están asociados en forma no co­
tos fue Escheríchia coli, dadas sus ventajas ta­ valente.
les como su rápido crecimiento y la disponibili­ La estabilidad del heterodím ero es p arcial­
dad de muchos y diferentes vectores para el mente dependiente de la secuencia aminoacídi­
clonado y la posterior expresión. El crecimien­ ca de las regiones determ inantes de com ple-
to de E.coli es barato y puede ser realizado en mentariedad (CDRs), ya que estos aminoácidos
escala industrial con equipamiento mucho más participan en contactos V h“^ l- Esto hace que
simple que el requerido para la fermentación de determinados fragmentos Fy sean muy poco es­
células eucariontes. Además presenta la ventaja tables como dímeros, lo que se vuelve crítico a
de proveer una fácil ruta para la modificación bajas concentraciones. P ara solucionar este
de los fragmentos por ingeniería genética. problema se diseñó, basado en la estructura tri­
La mayor dificultad encontrada en el desa­ dimensional de varios Fabs y E^s, un péptido
rrollo de esta tecnología fue la utilización de de 15 aminoácidos de composición (Gly^Serjj
sistemas de secreción adecuados. Los primeros que actúa de puente entre el residuo carboxi-
intentos para producir fragmentos de inmuno- terminal de VH y el residuo N-terminal de VL.
globulinas como cuerpos de inclusión intrace­ Dicho péptido cumple la función de unir cova-
lulares no fueron fructíferos, dado que los pro­ lentemente los dos dominios sin alterar la es­
cedimientos de solubilización de los cuerpos de tructura del sitio de combinación. La estructura
inclusión, además de tediosos, producen una resultante se denomina scF^ (Single chain o
importante pérdida de la actividad anticuerpo. Fy unicatenario), tiene alta estabilidad y con­
E sa d ific u lta d fu e so rte a d a a p a rtir del serva en general la afinidad por el antígeno,
informe, en 1988, del uso de vectores para la aunque la flexibilidad que le confiere el p épti­
secreción de estas proteínas dentro del espacio do de unión provoca que se produzcan fenóm e­
periplásmico de la bacteria. Dicho ambiente es nos de dimerización o polimerización parcial.
favorable para el correcto plegamiento de do­ Los fragmentos Fy y scFy son expresados de
minios de inmunoglobulinas, dado su carácter igual manera que los fragmentos recombinan-
oxidante, que permite la formación del puente tes Fab, alcanzándose rendimientos que van de
disulfuro interno que es imprescindible para el 0.5 a 10 mg/litro de cultivo, siendo menores en
correcto plegam iento de los dominios v aria­ el caso de scFVs. En todos los casos la purifi­
bles. Ello facilita la secreción del fragmento en cación es realizada mediante cromatografía de
forma soluble, ya sea en el espacio periplásmi­ afinidad (fig. 37-6).
co de la bacteria o en el sobrenadante de culti­
vo. Este fenómeno se produce si las células son Amplificación de ADN de dominios
inducidas por prolongados períodos, en dicho variables de inmunoglobulinas
caso la acumulación de proteína en el espacio
periplásmico junto con la lisis bacteriana pro­ L a reacc ió n en cad en a de la p o lim e ra sa
ducen la salida parcial del fragmento al sobre­ (PCR) (véase cap. 40) ha sido ampliamente u ti­
nadante de cultivo. lizada para el clonado de los genes que codifi­
De esta m anera fue posible expresar frag ­ can para los fragmentos variables de inmuno-
mentos Fab, lo que se logró coexpresando bajo globulinas. Esta técnica permite rápida y sim ­
la regulación del mismo promotor los fragmen­ plem ente amplificar varios millones de veces
tos CH,-Vjj de la cadena pesada y la cadena li­ esos genes mediante el uso de “primers dege­
viana en el espacio periplásmico de la bacteria. nerados”.
El rendimiento de estos sistemas de expresión Un primer (Pr.) degenerado implica que di­
va de 0.5 a 5 mg/litro de cultivo. ferentes nucleótidos pueden ser encontrados en
Paralelamente surgió la necesidad de produ­ una posición particular en la secuencia del Pr.,
cir fragmentos con actividad anticuerpo de m e­ esto significa que el Pr. obtenido del sintetiza-
nor tamaño, fundamentalmente, para mejorar la dor de ADN es en realidad una mezcla de va­
penetrabilidad en los tejidos de fragmentos de rios Prs., con diferencias en la secuencia oligo-
inm unoglobulinas potencialm ente utilizables nucleotídica en una o más posiciones. E stos
en tratamiento de tumores o en diagnóstico por Prs. son diseñados en base a secuencias conser­
imágenes en diversas patologías, así como para vadas de los extremos amino y carboxi-termi-
simplificar los estudios estructurales de la inte­ na! de los fragmentos variables de las cadenas
racción antígeno-anticuerpo. Ello motivó la ex­ pesada y liviana. En las posiciones donde no se
presión de fragmentos E^, consistentes en hete- observa am inoácidos conservados estos Prs.
rodímeros formados por los dominios V„ y V ,. contienen secuencias degeneradas, las que son
Dicho heterodímero tiene esencialmente igual obtenidas agregando en esas posiciones m ez­
constante de afinidad por el antígeno corres­ clas de,las 4 bases nucleotídicas. Además estos
pondiente que el anticuerpo del que proviene; Prs. introducen en los extrem os de los frag-
792 Metodologías

H ibridom a o linfocito B

Purificación de AR N m

AAA A A

AR N m C adenas Pesada y Liviana

iAAAAA
T ra nscriptasa reversa

TT T T T

ADN catenario

Prim ers de
Inm unoglobulinas

V„ .élLm m CH, CH, CH, V, .M — C.

Jj^PCR

Tstf •AWiiTZi^'Ví-'y. •»

Vh V,

F ig . 3 7 -6 . E s q u e m a e x p e rim e n ta l d e la o b te n c ió n d e g e n e s q u e c o d ific a n p a ra lo s fra g m e n to s v a ria b le s d e in m u n o g lo b u ­


lin as.

mentos amplificados sitios de restricción espe- La amplificación puede realizarse a partir de


cíficos. Esos sitios son utilizados para el poste- ARN mensajero proveniente de un hibridoma
rior clonado de los fragm entos en diferentes secretor de un anticuerpo monoclonal. En di­
vectores mediante el uso de enzimas de restric- cho caso se conoce de antemano la especifici-
ción (fig. 37-7). dad del anticuerpo, y se lo clona para obtener
Hibridomas y anticuerpos monoclonales 793

PstI BstEII SacI

PstI BstEII SacI Xhol

i
CH,

BstEII SacI Xhol


I
w
Linker V, Tag

F ig . 3 7 -7 . D ia g ra m a d e v e c to re s u tiliz a d o s p a ra la e x p re s ió n y s e c r e c ió n d e fra g m e n to s d e in m u n o g lo b u lin a s. a ) F r a g ­


m e n to s F V ; b ) F ra g m e n to s F a b y c ) sc F v . C írcu lo lle n o : p ro m o to r la c z . R e c tá n g u lo lle n o : líd e r P e lB p a ra la s e c r e c ió n pe-
rip lá sm ic a ; L in k e r: g e n p a ra el p é p tid o d e u n ió n e n tr e V H y V L . T a g : s e c u e n c ia n u c le o tfd ic a q u e c o d ific a p a ra u n p é p tid o
u tiliz a d o p a ra la in m u n o d e te c c ió n d e scF v .

SU secuencia nucleotídica y a través de ella la que codifican para un inm enso repertorio de
secuencia aminoacídica. Además dichos clones anticuerpos, expresados como proteínas de fu­
pueden ser utilizados para la expresión del sión en la superficie del fago. La gran cantidad
fragmento Fv del anticuerpo en sistemas proca- de fagos producidos por infección en E .coli,
riontes o eucariontes. En este caso se parte de pueden ser seleccionados en base a su afinidad
un material enriquecido en copias del ARNm por el antígeno unido a una fase sóUda. L os fa­
específico (ya que el hibridoma secreta en cul­ gos deseados pueden ser fácilmente clonados y
tivo grandes cantidades del anticuerpo m ono­ el anticuerpo producido masivamente.
clonal). Los Prs. utilizados deben ser lo sufi­ También se han establecido bibliotecas com­
cientemente diversos como para amplificar los binatorias a partir de ARNm, expandiendo ge­
fragmentos Vj, y V, del anticuerpo. nes V,:,, V k y VX por PCR y posterior recom bi­
Esta metodología ha servido también de base nación para formar constructos scF^, fusiona­
al desarrollo de bibliotecas de expresión de dos al fago.
fragmentos variables de anticuerpos. En este Se han obtenido así fragmentos específicos
caso el grado de degeneración de los Prs. utili­ para una variedad de antígenos. Con esta estra­
zados debe ser muy alta, a fin de am plificar tegia ha sido posible, también, producir frag­
idealmente a todos los componentes de una po­ mentos Fab.
blación policlonal. E ste tipo de estrategia tiene la ventaja que
permite el manejo de un niimero de especifici­
Fragmentos de anticuerpos y biblioteca dades muy superior al que se puede manipular
genómica combinatoria por procedimientos de “screening” y produce
in vitro, un fenómeno de selección parecido a
Otro enfoque para solucionar las dificultades la maduración de la respuesta in vivo.
en la producción de anticuerpos monoclonales El uso de fragmentos recombinantes de anti­
“hum anos” , hace uso de otras estrategias de cuerpos humanos ofrece varias ventajas sobre
manipulación genética, tal como la expresión y los anticuerpos “hum anizados” . Entre otras:
selección de moléculas de anticuerpos en bac­ son escencialmente humanos por lo que no ge­
teriófagos. nerarán anticuerpos HAMA; el bajo costo de
Brevemente, el ARNm de células B hum a­ producción permite su utilización fuera de los
nas se convierte en ADNc y los genes de anti­ propósitos académicos; no requiere inm uniza­
cuerpos (o de sus fragmentos) se expanden por ción y reúne mejores condiciones farmacociné-
PCR. Luego se fabrican constructos en los que ticas para su uso terapéutico.
se permite la combinación al azar de los genes Además, los fragmentos se pueden clonar en
para cadenas H y L, en tándem con el gen de vectores de expresión que los fusionen a proteí­
un bacteriófago. Esta biblioteca combinatoria nas, diferentes de las inmunoglobulinas, de im­
contiene una enorm e cantidad de pares H-L portancia funcional, tales como toxinas, enzi­
794 Metodologías

mas u hormonas. Esto permitirá su utiüzación bacterium transfiere ADN a la célula de la plan­
para el direccionamiento específico de drogas o ta donde se integra a su genoma. Luego se rege­
toxinas hacia sus blancos. neraron plantas que expresaban, individualmen­
Recientemente se ha logrado la producción te, cadena pesada o cadena liviana. Las plantas
de anticuerpos humanos específicos en respues­ fueron luego cruzadas sexualmente para expre­
ta a la estimulación antigénica de ratones mani­ sar la inmunoglobulina entera.
pulados genéticamente. Esto se logró insertando Los anticuerpos, obtenidos por purificación a
elementos de los loci de cadenas pesadas y ca­ partir de un homogeneizado de hojas, mantuvie­
denas livianas hum anas en ratones (ratones ron la reactividad y afinidad por su antígeno es­
transgénicos) en los que se eliminó la produc­ pecífico.
ción de cadenas H y L endógenas (ratones La producción de anticuerpos en plantas abre
“knockout”). Los ratones así modificados pue­ nuevas posibilidades tanto para la investigación
den ser utilizados para producir anticuerpos hu­ básica cuanto para la producción en gran escala
m anos contra antígenos hum anos y tam bién a bajo costo. No obstante para su aplicación
empleados para la producción de hibridom as masiva, es necesario realizar una gran cantidad
secretores de anticuerpos humanos. Estos ani­ de estudios previos, tales como el de la compo­
males pueden expresar una extensa diversifica­ sición de carbohidratos, proleólisis, inmunoge-
ción de anticuerpos y permitir la obtención de nicidad, propiedades funcionales, etcétera.
anticuerpos de buena afinidad. De acuerdo al
manipuleo genético al que son sometidos pue­
d en , ta m b ié n p ro d u c ir cam b io de is o tip o PARTE EXPERIMENTAL
(“switch” de clase). Este hecho es importante
porque es conocido que anticuerpos de la mis­ 1. Medios de cultivo y soluciones
ma especificidad pueden tener diferentes efec­
tos (por ejemplo: terapéutico) dependiendo del a. Medios básicos: los medios más comúnmen­
isotipo al que pertenecen. te usados, de entre los muchos disponibles,
son: RPMI 1640. DMEM (Dulbecco’s modi-
Hibridomas a células T fied Egle’s médium) e IMDM (Iscove’s Mo-
dified Dulbecco’s Médium). Estos son me­
Hasta aquí hemos presentado hibridotnas, ge­ dios básicos que requieren ser suplementa-
nerados por fusión de células de mieloma con dos para las distintas etapas del cultivo (pue­
linfocitos B, capaces de producir anticuerpos. den contener o no C 0 jNa 2, 2 g/l).
Las células T pueden producir hibridomas b. Medio libre de suero: medio básico con el
por fusión con células T neoplásicas denomina­ agregado de l-glutamina 3,5 x 10"^ M, piru-
das, tímoma, de manera equivalente a la descri­ vato sódico 1,75 x lOf M, penicilina 100 UI
ta para células B. m f', estreptomicina 100 g mf*. Algunos au­
En lugar de secretar anticuerpos, los hibrido­ tores adicionan 2-mercaptoetanol 5 x 10 M,
mas T poseen otras propiedades tales como se­ anfotericina B 2,2 mg/1, entre otros.
creción de linfoquinas o expresión de receptor T c. Medio 10%: 900 ml de medio libre de suero
específico para un dado complejo Ag-CMH. Se más 100 ml de suero bovino fetal.
han obtenido también, hibridomas T con caracte­ d. Medio 20%: 900 ml de medio libre de suero
rísticas de T helper, supresores o citotóxicos. Sin más 200 ml de suero bovino fetal.
embargo su uso no se ha extendido por diversas e. M edio HT: m edio 20% más h ipoxantina
razones inherentes al sistema y fundamentalmen­ 4 X 10“M y timidina 1,6 x 10-“^M.
te porque se han desarrollado métodos prácticos f. M edio HAT: medio HT más aminopterina
de cultivo y clonado de linfocitos T. 4 x lO m

Anticuerpos producidos en plantas M edio de congelación


En los últimos años, el desarrollo de plantas Suero bovino fetal con 10% de dimetilsulfóxido
transgénicas ha alcanzado un grado tal de desa­ (DMSO).
rrollo que se puede dirigir la expresión de pro­
teínas extrañas tanto a un órgano de elección Solución de agente fusógeno
com o a un com partim iento subcelular. Entre
ellas, se destaca la producción de anticuerpos. P o lietilen g lico l (PEG ) 1500 50% peso/vol,
Para ello, cADN codificantes para cadenas 1 vol; GKN 1 vol.
pesada y liviana, preparado a partir de un hibri­ GKN puede ser reemplazado por medio básico;
doma, fueron insertados en Agrobacterium tu- algunos autores recom iendan el agregado de
mefaciens, bacteria de probada utilidad para la DMSO al 5% final. Se puede utilizar PEG de
transformación de células vegetales. El Agro- otros pesos moleculares.
Hibrídomas y anticuerpos monoclonales 795

Buffer GKN nes adecuadas, las que varían según el mieloma


utilizado entre 10:1 y 1:1. Centrifugar a 400 xg
Cloruro de sodio 8 g; CIK 0,4 g; fosfato disódi- 5 min. Eliminar completamente el sobrenadan­
co 2 H p 1,77 g; PO.H^Na 2 H p 0,69 g; G lu­ te, succionando con pipeta Pasteur para evitar
cosa 2 g; rojo fenol 0,01 g; agua csp 1 litro. la dilución del PEG.
Este buffer es recomendable para el lavado Colocar el tubo en un baño de agua a 37°C
de las células, especialm ente cuando se usa (resulta muy cómodo usar como recipiente para
PEG. el agua un vaso de precipitados de 250 mi) y
agregar 1 mi de PEG precalentado a 37“C, agi­
2. Células que se deben usar en la fusión tando suavemente por rotación del tubo y suave
vaivén de la pipeta, durante 1 minuto. En este
Células de bazo tiempo puede observarse la aglutinación de cé ­
lulas.
Sacrificar el animal y extraer asépticamente C o n tin u ar agitando durante otro m in u to .
el bazo, colocarlo en un recipiente con medio Agregar 2 mi de medio sin suero (o GKN) du­
de cultivo solo o con 3% de suero (o en GKN), rante 2 min, siempre con agitación suave. A gre­
R esuspender las células linfoides. Para esto gar otros 10 mi lentamente durante 6 minutos.
existen varios métodos, aunque nosotros opta­ Centrifugar (5min, 400 xg), eliminar el so­
mos por el homogeneizador de Potter pues per­ brenadante, lavar y resuspender las células en
mite obtener buenas suspensiones en forma rá­ 50 mi de medio selectivo (HAT). Distribuir en
pida y con buen rendimiento. Dejar sedimentar no menos de 6 placas de 24 fosas y completar a
los agregados celulares por 5 minutos o filtrar 1 mi por fosa con el mismo medio (se pueden
por tamiz de 60-80 mallas por cm^. usar placas de 96 fosas a razón de 100 (il/fosa).
Lavar las células 3 veces por centrifugación Incubar en estufa de atm ósfera controlada
a 300-400 xg, 5 min a temperatura ambiente y con 5-10% de CO^ según el medio utilizado y
contar las células viables mediante la prueba de 95% de humedad.
exclusión del colorante con Azul tripán. A lgu­ A los 5 días aproximadamente puede com en­
nos autores aconsejan lisar los eritrocitos antes zar a observarse el crecimiento de las células
del recuento. híbridas; al día 7 agregar 1 mi más de m edio
selectivo.
Células de mieloma Si se utilizan células ahmentadoras, éstas d e ­
berán ser incorporadas a la placa de cultivo 24-
Cosechar células que se encuentren en fase 48 horas antes de la fusión.
exponencial de crecim iento. Las células de Se debe alim entar periódicam ente, d escar­
mieloma son fácilmente despegadas de la su­ tando 1 mi de sobrenadante y renovándolo por
perficie mediante aspiración-expulsión con pi­ 1 mi de medio fresco. Después de 2 o 3 sem a­
peta Pasteur. Para realizar la fusión, la viabih- nas, reemplazar el HAT por HT.
dad no debe ser menor del 80%.
Otros métodos de fusión
Células alimentadoras
Existen otros métodos de fusión, com o el
Una de las células alim entadoras más fre­ que tiene lugar sobre membranas filtrantes, v a­
cuentemente utihzadas son los macrófagos de riantes que incluyen electrofusión y varias m o ­
exudado peritoneal. Para su obtención, inyectar dificaciones del protocolo descrito, que h an
8-10 mi de buffer GKN intraperitonealmente y mostrado ser efectivas.
retirar el líquido después de 1-2 minutos. Lue­
go lavar las células blancas, de las que aproxi­ 2. Detección de anticuerpos
madamente el 75% son macrófagos, resuspen­ en el sobrenadante de cultivo
der en HAT y distribuir en los pocilios de culti­
vo a razón de aproximadamente 10“^ células en Los ensayos con sobrenadantes se realizan
cada uno, 24 horas antes de la fusión. Se pue­ cuando los cultivos alcanzan aproximadamente
den utilizar también timocitos e inclusive es­ 70% de confluencia y después de 2 o 3 días sin
plenocitos. recambio de medio.
Los m étodos más com únm ente em pleados
Método son: enzimoinmunométodos, radioinm unom é-
todos, inmunofluorescencia indirecta, aglutina­
Fusión de células en suspensión ción directa o indirecta, lisis complemento-de­
pendiente, detección de células productoras de
Mezclar en un tubo cónico de 50 mi, las cé­ anticuerpos (Jeme), métodos descritos en d eta­
lulas de bazo con las de mieloma en proporcio­ lle en otros capítulos de este libro.
796 Metodologías

3. Clonado Las células repicadas se dejan crecer lo sufi­


ciente para el ensayo de los sobrenadantes.
Por dilución límite El reclonado es aconsejable a fin de asegurar
la monoclonalidad, cualquiera que sea el méto­
Este método está especialmente indicado pa­ do utilizado.
ra cuando se obtienen pocos cultivos positivos.
Una forma de hacerlo es sembrando, en las 4. Expansión de clones positivos
tres primeras filas de una placa de 96 pocilios,
un promedio de 5 'células por fosa, en las tres Los clones en crecim iento sem iconfluente
filas siguientes 1 célula por fosa y 0,5 células que dan reacción positiva son expandidos gra­
por fosa en las dos filas restantes. dualm ente, observando los lím ites de creci­
Para ello conviene preparar 4,6 ml de una sus­ miento ya mencionados, hasta alcanzar el gra­
pensión conteniendo 230 células híbridas viables do de expansión deseado.
por ml en medio de cultivó con 20% SBF y dis­
pensar 100 ^tl en cada una de las 36 primeras fo­ 5. Congelación de células
sas. Al mililitro restante agregarle 4 ml de medio
y sembrar otras 36 fosas. A la suspensión rema­ Centrifugar 10®-10’ células a 400 xg a 4°C,
nente adicionarle 1 ml de medio y sembrar las durante 5 minutos. Eliminar el sobrenadante y
últimas 24 fosas. También pueden ser utilizadas resuspender en 1 ml de medio de congelación;
otras variantes de esta distribución. transferir a vial de congelación y colocarlos en
Incubar, tratando de no moverlas, por lo me­ una caja de telgopor con paredes de por lo m e­
nos durante 7 días, observar al microscopio in­ nos 1 cm de espesor. Colocar en congelador de
vertido y marcar las fosas en las que crezca un -70°C durante 24-48 horas y luego transferir
solo clon. Los cultivos deben ser realimentados directamente a tanque de nitrógeno líquido.
alrededor de los días 7 y 14 con unos 100 |il de Es conveniente congelar por lo menos 3 via­
medio. Cuando se alcance un crecimiento con­ les de cada hibridoma.
fluente, se debe tomar sobrenadante para el en­
sayo de anticuerpos. 6. Descongelación de células
Los cultivos que conteniendo originalmente
un solo clon en crecimiento resulten positivos, Descongelar tan rápidamente como se pueda
p u ed en ser e x p a n d id o s, m ie n tra s que los agitando el vial en baño de agua a 37"C; trans­
biclonales o pohclonales pueden ser reclonados. ferir las células a un tubo con medio contenien­
do 10% de suero, a 4°C. Centrifugar, resuspen­
Clonado en agar semisólido der en medio para cultivo (20% es aconsejable
en este estadio) y transferir a 6-12 fosas de una
Preparar una capa de agar base al 0,5% en placa de 24 pocilios, o a frasco de cultivo de
m edio 20% (un volum en de m edio 2X con 25 cm^ de superficie.
20% de suero fetal más 1 volumen de agar al
1 % en agua), colocando 15 ml por placa de Pe- 7. Producción de líquido ascítico
tri de 10 cm de diámetro (disminuir apropiada­
mente para placas de m enor tam año) y dejar Cosechar células de un cultivo con buen cre­
solidificar. cimiento, lavarlas varias veces y resuspender
Hacer distintas diluciones celulares (de 100 en GKN e inyectar intraperitonealmente 0,5 ml
a 50.000 por mililitro) en tubos con medio 20% conteniendo 2 X 10*> células, en ratones isogéni-
de suero mantenidos a 40-42“C y agregarles 1 cos previamente inoculados (1-9 semanas an­
volumen (1 ml) de agar 0,5% preparado en la tes) por esa misma vía con 0,5 ml de pristane
forma indicada arriba, mezclar y distribuir cui­ (tetrametilpentadecano).
dadosamente sobre la capa base. El líquido acumulado es drenado por pun­
Dejar soUdificar e incubar a 37°C en incuba­ ción peritoneal (usualm ente alrededor de 10
dor de COj. A los 4-5 días pueden observarse días luego de la inoculación) y repetir el proce­
colonias microscópicas que pueden ser transfe­ dimiento cada 2 o 3 días hasta el sacrificio o
ridas a medio líquido en policubetas. El uso de muerte del animal.
células alimentadoras es conveniente en este En lugar de ratones isogénicos se pueden uti­
paso. Norm alm ente es suficiente con repicar lizar animales alogénicos inmunosuprimidos.
una veintena de clones de cada híbrido. El repi­
que se realiza con pipeta fina, Pasteur o capilar, BIBLIOGRAFÍA
observando al m icroscopio invertido con el
menor aumento. L G a lfre , G . y M ils te in , C .:P re p a r a tio n o f m o n o c lo n a l
a n tib o d ie s : stra te g ie s a n d p ro c e d u re s . E n: L a n g e n e , J.J.
Tras 13-15 días de cultivo en agar los clones y V a n V u n a k is . H . M e th o d s in E n z y m o lo g y , v o l 7 3 , p
son observables a simple vista. 3. A c a d e m ic P re ss , N u e v a Y o rk , L o n d re s, 1981.
Hibrídomas y anticuerpos monoclonales 797

2. G o sh , S. y C a m p b e ll, A . M . M u ltis p e c ific m o n o c lo n a l 8. L ittle:field , J. M . S e le c tio n o f h y b r id s fro m m a tin g o f


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c e lls s e c re tin g a n tib o d y o f p re d e fin e d s p e cific ity . N a - 9. P o t te r , M . I r a m u n o g lo b u l in p r o d u c i n g t u m o r s a n d
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m u n ity . C a m b rid g e U n i. P re ss . 1 9 5 9 . c e 2 4 0 : 1 0 38, 1988.
ELISA

NORBERTO W. ZWIRNER 38
C O N C EPT O S BÁSICOS gado enzimático usado en ELISA suele conser­
varse en buen estado durante años) y no se co­
Los enzim oinm unoanálisis (EIA) o ELISA rre el riesgo de contaminación producida por el
(“Enzym e-Linked Iram uno Sorbent A ssay”), manipuleo de isótopos radiactivos.
descritos hace 25 años, se basan en dos fenó­ Antes de comenzar con la descripción de los
menos biológicos importantes: EIA más comunes es importante definir dos pa­
rámetros ampliamente usados:
1. la elevada especificidad de los anticuerpos SENSIBILIDAD es el cambio en la respues­
(Ac); ta (dR) por cada cambio de la cantidad de reac-
2. la alta actividad de algunas enzimas usadas tante (dC). En un gráfico de dosis-respuesta en
en este tipo de ensayos, lo que perm ite la EIA (fig. 38-1), la sensibilidad es la pendiente
am plificación de la señal generada por la de la curva en un punto determinado. Debido a
muestra. que las curvas dosis-respuesta de los EIA en
g e n e ra l son sig m o id e a s, la s e n s ib ilid a d
Independientemente de los esquemas experi­ (dl^dC ) no es constante. LIMITE DE DETEC­
mentales empleados, los EIA comprenden dos CION es la mínima cantidad de inmunorreac­
etapas generales; tante que puede detectar el sistema.
De acuerdo a los parámetros definidos en el.
1 . la reacción de un inmunorreactante con un párrafo anterior, la curva roja de la figura 38-1
antígeno (Ag) o anticuerpo (Ac); corresponde a un sistema con una sensibilidad
2 . la detección de ese inm unorreactante m e­ mayor que la curva azul. A pesar de ello, ésta
diante la utiUzación de un conjugado enzi­ tiene un límite de detección menor que la curva
mático. roja.

La sencillez de los ELI§A, sumada a la po­ C lasificación de los enzim oinm unoanálisis:
tencialidad de los anticuerpos m onoclonales
(AcMo), hace que día a día se vayan imponien­ Los enzim oinm unoanálisis pueden clasifi­
do sobre métodos tales como aquellos basados carse en:
en la utilización de un trazador radiactivo (ra-
dioinmunoanálisis -RIA-), un trazador emisor a. EIA homogéneos;
de luz (quim iolum iniscencia) o un trazador b. EIA heterogéneos.
fluorescente (fluorografía). La gran ventaja del
ELISA sobre los-otros métodos reside en que Los primeros se realizan exclusivamente en
no requiere un equipamiento demasiado sofisti­ fase líquida, mientras que en los segundos se
cado para su implementación en el laboratorio. em plea un soporte sólido para inm ovilizar a
Además, los reactivos empleados son de una uno de los inmunorreactantes. Por cuestiones
vida media muy alta (en el caso del RIA, un de sencillez y aplicabilidad general, sólo nos
trazador radiactivo marcado con iodo tiene una dedicaremos al estudio de los EIA heterogé-
vida media de 60 días, mientras que un conju­
ELISA 799

Los ElA heterogéneos pueden clasificarse en reaccionará con los sitios no ocupados por el li^
dos tipos: gando que reaccionó en la primera etapa.
Independientemente de estos dos diseños g e­
L enzim oinm unoanálisis de amplificación nerales, en ELISA de modulación de actividad
de actividad; y se puede inmovilizar el Ae en la fase sólida y
2. enzimoinmunoanálisis de modulación de agregar el Ag marcado con la enzima (fig. 38-
actividad. 3a). Se observará una disminución de la activi­
dad enzim ática a medida que se compite con
En los enzim oinmunoanálisis de amplifica­ cantidades crecientes de Ag libre presente en
ción de actividad o no competitivos (fig. 38- una solución patrón de Ag o en una m uestra
2a), se em plea un gran exceso del inm uno- problema, siendo la concentración de producto
rreactante con el objeto de obtener una señal coloreado formado inversamente proporcional
máxima debida a la presencia del compuesto a a la concentración de Ag libre.
ser dosado. De acuerdo a la ley de acción de Alternativamente (fig. 38-3b) es posible in ­
masas, un exceso de inmunorreactante permite m ovilizar el Ag y usar Ac anti-Ag m arcados
detectar niveles muy bajos del analito que se con enzima. En este caso se realiza una com pe­
quiere determinar. Estos ELISA se subdividen tición de la unión de estos Ac al Ag inm ovili­
de acuerdo a la molécula inmovilizada en la fa­ zado, por medio de Ag libre presente en una
se sólida. La inmovilización del Ag para detec­ solución patrón o en una m uestra problem a.
tar Ac es un sistema que tiene una alta detecta- Como consecuencia de esta competición, la ac­
bilidad debido a que varias moléculas del con­ tividad enzimática deteetable disminuye a m e­
jugado enzimático, que en este caso son Ac an- dida que se emplean concentraciones crecientes
ti-Ig marcados con la enzima, pueden unirse a de Ag libre.
cada molécula de Ac que reaccionó con el Ag Una tercera variante (fig. 38-3c) es usar el
inm ovilizado. Este efecto se traduce en una sistema descrito en el párrafo anterior con la
gran amplificación de la señal. Mediante la uti­ diferencia de que se emplea un Ac anti-Ag sin
lización de métodos de “puenteo” inmunológi- m arca en zim ática y en una etap a sig u ien te
co (con Ac anti-Ig) o no inmunológico (con el agregar un conjugado anti-Ig marcado con la
sistema avidina-biotína o proteína A) es posi­ enzima. Este ensayo es de modulación y am pli­
ble aumentar aún más la detectabilidad. En ge­ ficación de actividad y tiene la ventaja de que
neral, estos sistemas se denominan ELISA de permite aumentar la detectabilidad del sistema.
amplificación. En todos los ensayos inmunoenzimátieos en
Otro sistema de amplificación de actividad fase sólida, independiente de las numerosas es­
es el ELISA de captura, en el que se inmovili­ trategias existentes, se pueden distinguir 3 eta­
za un Ac (“Ac de captura”), se captura Ag y se pas:
revela su presencia con un conjugado enzim á­
tico anti-Ag. Este sistem a se emplea para la 1. inmovilización del inmunorreactante (A c o
cuantificación de Ag o para la detección de Ac Ag) en la fase sólida:
contra el Ag capturado. En general, es desea­ 2. incubación con la muestra de modo que ésta
ble que el conjugado enzimático y el Ac inm o­ reaccione con el inmunorreactante inm ovili­
vilizado provengan de la misma especie para zado:
evitar interferencias en el sistem a originadas 3. amplificación o modulación por medio de la
por reacción cruzada del conjugado con el Ac utilización de un conjugado enzimático (es­
de captura. ta etapa puede en realidad ser de mas de un
En enzimoinmunoanálisis de modulación de paso).
actividad o competitivos (fig. 38-2b) se modula
la actividad del conjugado enzimático por com­ Sistemas alternativos de reconocimiento:
petición con el analito. Menores cantidades del
conjugado enzimático permiten obtener una de- 1. Sistema A vidina-biotina
tectabilidad mayor, ya que pequeñas cantidades
del competidor tienen un gran impacto sobre la La avidina es una proteína de la clara de
actividad enzimática detectada en la fase sólida. huevo y la estreptavidina es una proteína p ro ­
Existen dos diseños generales de ensayos de ducida por ciertas levaduras. Ambas se caracte­
modulación de actividad: en uno de ellos, el li­ riz a n p o r su e le v a d a a fin id a d por b io tin a
gando m arcado con enzim a y el ligando sin (K^ = 10*5 ]y¡-i) Debido a que la biotina es fá-
marcar que se quiere dosar se- incuban simultá­ cilinente acoplable a distintas proteínas (entre
neamente en el sistema; en el otro diseño, el li­ ellas, Ac y enzimas) por unión covalente sin
gando no marcado a ser dosado se incuba en una afectar su actividad biológica, se han desarro­
primera etapa y en una segunda etapa se incuba llado métodos inmunoenzimátieos basados en
con e! ligando marcado enzimáticamente, el que la interacción avidina-biotína (fig. 38-4).
800 Metodologías

C u ad ro 38-1. Proteína A de Staphilococ-


cus aureus (cepa Cowan I) y reactividad
con inmunoglobulinas de distintas especies
Especie ¡sotipo A finidad

IgG , ++++
IgG a +-I--I-+
H um ano
Ig G ,
IgG ^ ++++
IgG , +
IgG 2. ++++
R a tó n +++
lg G ,„
F ig . 38-1. C urvas dosis (C ) - respuestas (R) típicas obte­
IgGj
nidas en ensayos inniunoenzim áticos. S e p u e d e observíu-
q u e la curvii ro ja tie n e u n a m a y o r sen .sib ilid ad en la z o n a de
Ig G , +
m a y o r p e n d ie n te (d R /d C ) q u e la c u rv a az u l. P o r su p a rte ,
R a ta IgG ,.,
é s ta tie n e u n lím ite d e d e te c c ió n m e n o r q u e la c u rv a ro ja.
Ig G a
Ig G ,, +++

La biotinil ación se produce por reacción del O v e ja + /-


grupo carboxilo de la biotina con grupos -NH^
C a b ra -
de residuos de lisina de las proteínas. En gene­
ral se preparan ésteres de líiotina con grupos C a b a llo ++
químicos separadores (“spacers”) que permiten
C e rd o ++-f
que el residuo de biotina quede en una zona ex­
terna de la molécula, accesible para la reacción C o n e jo ++++
posterior con la avidina.

2. Proteína A
nos isotipos de las inmunoglobulinas, los que
Es una proteína de la pared de Staphüococ- se detallan en el cuadro 38-1. Tiene 4 sitios de
cus aureus (cepa Cowan I) que tiene alta afini­ unión pero usualmente sólo reaccionan dos. Es­
dad (K = 10* M ’) por fragmentos Fe de algu- tas propiedades permitieron el desarrollo de di-

íi>
c"am ísm
mm m m
i )€
m
[% *
^ Inm unorreactante unido a fase sólida

' Inm unorreactante 1 ^ Inm unorreactante 2 ^ Inm unorreactante com petidor


unido a fase sólida co n ju g a d o
enzim ático C onjugado enzim ático

b
Fig. 38-2. C lasificación general de los ensayos inn iu n oen zim áticos heterogéneos, a) E L ISA de am plificación de a c­
tividad. E n e s te tip o d e e n s a y o s , u n e x c e s o d e l in m u n o r re a c ta n te 2 (az u l) r e a c c io n a c o n el in m u n o rre a c ta n te 1 in m o v iliz a ­
d o en la fa s e s ó lid a (ro jo ). L u e g o d e la e ta p a d e la v a d o , el in m u n o rre a c ta n te 2 q u e re a c c io n ó se p o n e e n e v id e n c ia al e n ­
fre n ta rlo c o n u n e x c e s o del c o n ju g a d o e n z im á tic o (v e rd e y ro sa ), b. E L ISA de m odulación de actividad. E n e s te tip o d e
e n s a y o s , el in m u n o rre a c ta n te c o m p e tid o r (a z u l) y el c o n ju g a d o e n z im á tic o (az u l y ro sa ) c o m p ite n p o r la u n ió n al i n m u n o ­
rre a c ta n te in m o v iliz a d o e n la fa s e s ó lid a (ro jo ).
ELISA 801

f
%

'%f Anticuerpo de captura


^ A ntígeno unido a fase sólida
♦ A ntígeno a ser capturado
A ntíg e n o com pe tid o r soluble
C onjugado antígeno-enzirm a %
%¡ C onjugado anticuerpo-enzinia

Fig. 38 -3. V arian tes d el E L IS A d e m od ulación de


actividad, a) E L ISA de com petición usando A g m a r­ ► ^
cado con enzim a. E n e s te e n s a y o se íia c e u n a c o m p e ti­
c ió n e n tre el A g p re s e n te en u n a so lu c ió n p atró n o e n
u n a m u e s tra p ro b le m a (ro jo ) y el A g m in e a d o c o n u n a
e n z im a (ro jo y v e rd e ) p o r el A c in m o v iliz a d o en la fa s e
só lid a (a z u l), b) E LISA de com petición usando A c es­ ' .i ■!
p ecíficos m arcad os con en zim a. E n e s ta v a ria n te se V, - - J
re a liz a u n a c o m p e tic ió n e n tre el A g in m o v iliz a d o en la
fa s e s ó lid a (ro jo ) y A g en fa s e liq u id a (y a se a en u n a s o ­
lu c ió n p a tr ó n o e n u n a m u e s tra p ro b le m a ; ro jo ) c o n A c <
e s p e c ífic o s d e A g m a rc a d o s c o n e n z im a (azul y ro sa ),
c) FX ISA de com petición usando A c específicos sin
m arca enzim ática. E s ta v a ria n te es s e m e ja n te a la a n ­
te rio r c o n la d ife re n c ia d e q u e los A c e sp e c ífic o s (a z u l)
q u e re a c c io n a ro n c o n el A g in m o v iliz a d o en la fa s e s ó ­
lid a (ro jo ) se re v e la n e n u n a e ta p a p o s te rio r m e d ia n te la
' i, —
^ -V '
u tiliz a c ió n d e u n c o n ju g a d o e n z im á tic o a n ti-in m u n o g lo -
b u lin a s e s p e c ie -e s p e c ífic o (v io le ta y ro sa ). ' 4'’ S-
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I iJ
Fig. 38-4. E n sayo inm u n oen zim ático m ediante la u ti­ , Inm unorreactante 1 ' Biotina
lización d el sistem a a vid in a -b iotin a. E l i n m u n o r re a c ­ unido a fa se sólida
ta n te 2 (a z u l) m a rc a d o c o n b io tin a (v io le ta ) re a c c io n a en ‘ Inm unorreactante 2
u n a p rim e ra e ta p a c o n el in m u n o r re a c ta n te 1 in m o v iliz a ­ '<
■Inm unorreactante 2 Im a rc a d o con b io tin a
do en la fa s e s ó lid a (ro jo ). P o s te rio rm e n te , el s is te m a se
re v e la m e d ia n te la u tiliz a c ió n d e u n c o itju g a d o de a v id in a
c o n e n z im a (v e rd e y ro sa ). 'i> C onjugado
O avidina-enzim a
802 Metodologías

mezclas de sustratos y compuestos cromogéni­


C uadro 38-2. Requisitos que deben reunir cos, los que deben reunir ciertos requisitos
las enzimas para ser utilizadas en ensayos (cuadro 38-3).
inmunoenzimátieos En general, los tiempos de incubación con
los sustratos varían entre 10 y 30 minutos, por
1. D e b e n se r e s ta b le s d u ra n te su a im a c e n a m ie n to , y a
se a lib re s o c o n ju g a d a s .
lo que en EIA no se miden velocidades inicia­
2. D e b e n se r d e fá c il p re p a ra c ió n , o b te n e rs e c o n e le ­ les de la actividad enzimática. Las reacciones
v a d a p u r e z a y b a jo c o sto . enzim a-sustrato se detienen por agregado de
3. L a a c d v id a d e n z im á tic a d e b e se r a lta , y a se a c o m o ácidos o bases, los que producen un efecto ba-
e n z im a lib re o c o m o e n z im a c o n ju g a d a .
4. L a a c tiv id a d e n z im á tic a d e b e s e r fá c ilm e n te d e te c -
tocrómico o hipsocrómico del máximo de ab­
tab le . sorbancia, con el consiguiente aum ento del
5. D e b e n se r c o m p a tib le s c o n la s c o n d ic io n e s d e l e n ­ coeficiente de extinción molar.
sa y o (pH , fu e rz a ió n ic a , c o m p o s ic ió n d e lo s “ b u f­
fe rs ” , etc.).
6. D e b e n p o s e e r g ru p o s q u ím ic o s r e a c d v o s p a ra la 1. Peroxidasa
c o n ju g a c ió n .
7. D e b e n s e r fá c ilm e n te c o n ju g a b le s a a n tic u e rp o s u Las p ero x id a sa s son h em o p ro teín as que
o tro s s is te m a s d e d e te c c ió n . transfieren hidrógeno desde un donante (DH)
8. L a e n z im a del c o n ju g a d o n o d e b e e s ta r p re s e n te en
el c o m p o n e n te q u e se fija rá a la fa s e só lid a .
al HjOj. La reacción catalizada puede escribir­
se como

2 DH + H ,0 , ^ 2 H ,0 + 2 D (1)
versos tipos de ensayos inm unoenzim átieos
eon proteína A (fig. 38-5). La peroxidasa más utilizada en enzimoinmu-
noensayos se obtiene del rabanito (“horseradish
E nzim as utilizadas en ensayos peroxidase” o HRP), con un alto contenido en
inm unoenzim átieos hidratos de carbono, lo que facilita la reacción
de conjugación a anticuerpos. Es una enzima
Toda enzima a ser utilizada en ensayos in- sensible a la azida sódica (se inhibe con con­
munoenzimáticos debe reunir ciertos requisi­ centraciones superiores a lO'^M), compuesto
tos, los que se mencionan en el cuadro 38-2. habitualmente utihzado en diversas soluciones
Los factores mencionados en el cuadro 38-2 diluyentes de los EIA.
hacen que la peroxidasa y la fosfatasa alcalina En la etapa de revelado de los EIA se suelen
sean las dos enzimas más ampliamente utiliza­ utilizar donantes de H de tal manera que el cro-
das en estos ensayos, a pesar de que la fosfata­ mógeno o producto formado (D en la ecuación
sa alcalina es una enzima que tiene tendencia a 1) sea soluble y cuantificable por espectrofoto-
la polimerización, lo que dificulta el proceso de m etría. Entre estos donantes de H podem os
conjugación. Desde hace unos años se ha di­ mencionar el 2,2’-azino-di-(3-etil-benzotiazoh-
fundido el uso de la ureasa debido a una serie na)-6-sulfonato de diamonio (ABTS), que es
de características que se comentan más adelan­ incoloro, con un máximo de absorbancia a 340
te. Otras enzimas usadas en EIA son p-galacto- nm, mientras que el producto oxidado formado
sidasa y glucosa-oxidasa. tíene un máximo de absorbancia a 414 nm.
Por otra parte, para la etapa del revelado del Un crom ógeno am pliam ente utilizad o en
ELISA se emplean sustratos crom ogénicos o ELISA es la 3-metif-2-benzotiazolinona hidra-
zona (MBTH), que una vez oxidado reacciona
con el á cid o 3 -(d im e tila m in o ) b e n z o ic o
(DMAB) produciendo un acoplamiento oxida-
C u ad ro 38-3. Condiciones que deben reu­ tivo. A sí se forma una indamina catiónica de
nir los sustratos o compuestos cromogéni­ color azul-púrpura y con un máximo de absor­
cos para ser utilizadas en ensayos inmu- ción a 590 nm. Este sistema de detección tiene
noenzimáticos una elevada detectabilidad y la ventaja de que
es uno de los pocos que utifizan cromógenos
1. D e b e n se r s o lu b le s en a g u a , in c o lo ro s, in o d o ro s y no carcinogénicos. Sin embargo, en determina­
n o tó x ic o s.
2. E l p ro d u c to f o rm a d o d e b e p o s e e r u n a lto c o e fic ie n ­
dos casos, el MBTH-DMAB tiende a dar colo­
te d e e x tin c ió n m o la r, c o n u n m á x im o d e a b s o rb a n ­ res basales altos.
c ia e n tre 4 0 0 y 6 0 0 nm . Otro cromógeno muy usado es la orío-feni-
3. D e b e n se r e s ta b le s al a lm a c e n a m ie n to y lu e g o d e la lendiamina (OPD) o 1,2-bencenodiamina. Su
d e te n c ió n d e la re a c c ió n e n z im á tic a .
4 . N o d e b e n se r fo to s e n s ib le s.
producto oxidado coloreado tienen máximo de
5. D e b e h a b e r u n a m p lio ra n g o d e lin e a lid a d e n tre el absorbancia a 492 nm. Tiene la ventaja de ser
c o lo r fo rm a d o y la c o n c e n tra c ió n d e e n z im a . un cromógeno que permite tener una detectabi­
lidad elevada. Sin embargo, es un compuesto
ELISA 803

carcinogénico, en determinados sistemas tiende


a dar coloración basal significativa y es foto­ Cuadro 38-4. Características de un buen
sensible, por lo que hay que almacenarlo en la conjugado enzimático
oscuridad y prepararlo en el momento de usar.
1. D e b e te n e r u n a c o m p o s ic ió n d e fin id a y h o m o g é n e a .
Sustratos menos empleados son el ácido 5-ami- 2. D e b e o b te n e rs e sin p é rd id a d e la a c tiv id a d e n z im á ­
no-salicílico, el 3-amino-9-etilearbazol, la orto- t ic a d e b id o al p r o c e s o d e c o n ju g a c ió n ,
danisidina y la orío-toluidina. 3. D e b e s e r a lta m e n te e s ta b le al a lm a c e n a m ie n to p o r
p e río d o s p ro lo n g a d o s ,
4. D e d e s e r e c o n ó m ic o , r á p id o y fácil d e p rep a ra r,
2. Fosfatasa alcalina 5. E l p ro c e d im ie n to d e c o n ju g a c ió n d e b e c o n d u c ir a
u n a lto re n d im ie n to e n c o n ju g a d o y un b a jo r e n d i ­
Las fosfatasas alcalinas utilizadas en E lA se m ie n to en h o m o p o lím e ro s d e A c y /o en zim a.
aíslan a partir de intestino bovino o de Escheri- 6. E l p ro c e d im ie n to d e s e p a ra c ió n d e l c o n ju g a d o d e
las e s p e c ie s n o m a rc a d o s (A c y e n z im a ) d eb e s e r
chia coli. Estas enzimas hidrolizan una amplia s e n c illo .
gama de ésteres de fosfatos, tales como las de
alcoholes prim arios, secundarios, fenoles y
aminas, tienen un pH óptimo alcalino (por lo
que se emplean “buffers” a base de dietanola- obtener conjugados con una relación enzima:an-
mina con pH cercano a 9) y requieren de M g y ticuerpo lo más alta posible, sin que se vea afec­
Zn como cofactores. El sustrato más am plia­ tada la actividad enzimática ni la capacidad de
mente usado para la fosfatasa alcalina en los unión del anticuerpo o antígeno marcados.
EIA es el para-nitrofenilfosfato (p-NPP). Tiene Existen dos métodos generales de conjuga­
la ventaja de sufrir un bajo nivel de hidrólisis ción. El primero comprende una conjugación
espontánea, es soluble en soluciones acuosas y química con formación de uniones covalentes
su producto de hidrólisis (p-nitrofenol) absorbe entre la enzima y el anticuerpo, ya sea entre las
intensamente a 405 nm. cadenas polipeptídicas de ambos reactantes o
entre las cadenas laterales de oligosacáridos (si
3. Ureas a los reactantes son glucoproteínas).
El segundo método de conjugación se d eno­
Es una enzim a que se está em pleando en mina conjugación inmunológica (fig. 38-6) y se
ElA para establecer el punto final de una titula­ basa en la reacción de un anticuerpo anti-enzi-
ción por determinación visual. La reacción ca­ ma y la enzima sin afectar la actividad catalíti­
talizada por la enzim a es la hidrólisis de la ca de la misma. E ste com plejo enzim a-anti-
urea, con formación de CO^ y NHj. La activi­ cuerpo es luego ligado al anticuerpo que reac­
dad enzimática de la ureasa produce un cambio cionó con su Ag (unido a fase sólida) por m e­
de pH en el medio que, en presencia de púrpura dio de anticuerpos anti-inmunoglobulinas esp e­
de bromocresol, se visualiza como un viraje del cie-específicas. Este método de conjugación
color de) indicador de amarillo a púrpura, por sólo se emplea en ensayos de amplificación de
lo que no se requiere de un espectrofotómetro actividad y tiene una detectabilidad unas 100
para cuantificar la actividad enzim ática. Sin veces superior a la obtenida mediante la utiliza­
embargo, debido a la inestabilidad de la ureasa, ción de conjugados químicos.
su uso es restringido.
I. Conjugación química
Preparación de conjugados enzimáticos
La intención de los métodos de conjugación
En la práctica es posible preparar conjuga­ química es lograr un conjugado con una re la ­
dos enzimáticos de anticuerpos o de antígenos. ción enzima-anticuerpo elevada, para lo cual se
Independientem en te de la m olécula que se parte de altas concentraciones de los reactantes,
marque con la enzima, un buen conjugado debe lo que en muchos casos conduce a la formación
reunir una serie de características, las que se de polím eros y agregados inactivos desde el
detallan en el cuadro 38-4 punto de vista inmunológico y enzimático. El
En realidad, ninguno de los procedimientos problema de la presencia de estos polímeros es
de conjugación actualmente existentes permite que compiten por el Ag reconocido por el an ti­
obtener un conjugado con todas esas caracterís­ cuerpo que se usó para la preparación del co n ­
ticas. Por ello, hay que seleccionar muy bien el jugado cuando se realiza el ensayo inmunoen-
procedim iento de conjugación, teniendo en zimático. Por otro lado, concentraciones de en ­
cuenta, entre otros factores, las características zima y anticuerpo bajas tienden a favorecer la
de la enzima que se desea conjugar. reacción de conjugación intramolecular por so ­
Dado que los EIA tienen como objetivo gene­ bre la conjugación intermolecular. Como co n ­
ral la amplificación de la señal generada por el secuencia, se obtiene un producto de menor ca ­
componente que se desea dosar, es importante lidad.
804 Metodologías

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1 Proteína A

Fig. 38-5. Proteína A de Sta p h ilo co ccu s a u reu s (ce­


pa C owan I) en ensayos inm unoenzim áticos. a) P or
inm ovilización de proteína A en la fase sólida. E s te
tip o d e e n s a y o s p e rm ite c a p tu ra r e s p e c ífic a m e n te d is ­
tin ta s in m u n o g lo b u lin a s s é ric a s p o r su p o rc ió n F e ( ro ­
jo ) p a ra lu e g o ca p tu ríir A g (az u l) y r e v e la r su p re s e n c ia
m e d ia n te la u tiliz a c ió n d e A c e s p e c ífic o s m a rc a d o s c o n
e n z im a (v e rd e y ro sa ), b) P or em pleo de proteína A
m arcad a con en zim a com o tra za d o r. E s te t ip o d e
E L IS A p e rm ite r e v e la r la p re s e n c ia d e A c e s p e c ífic o s
(a z u l) d e A g in m o v iliz a d o en la fase s ó lid a (ro jo ).

^ C onjugado proteína A -enzim a


b
Con el objeto de favorecer las interacciones Los agentes químicos que permiten la unión
enzima-anticuerpo y minimizar las interaccio­ del anticuerpo a la enzima son agentes homobi-
nes enzima-enzima y anticuerpo-anticuerpo, el funcionales (en los que los grupos quím icos
pH del “buffer” usado durante la conjugación reactivos son iguales) o heterobifuncionales (en
es de importancia crucial. Debe estar entre el pl los que los grupos químicos reactivos son dis­
de la enzima y del anticuerpo, ya que de esa tintos).
manera ambos reactantes tienen cargas opues­ Los procedimientos de conjugación química
tas y las moléculas de enzima y anticuerpo se se pueden realizar en una o dos etapas. En el
atraerán entre sí, favoreciendo la reacción de primer caso se hace reaccionar directamente el
conjugación. Ac con la enzima, utilizando diversos agentes
ELISA 805

A nticuerpo Enzim a
anti-enzim a

C om p lejo enzim a-
antl-enzim a

T
Ac unido A c de C om plejo enzim a-
al A g en puenteo anti-enzim a
fase sólida

Fig. 38-6. C onjugación in m u n ológica y utilización d el conjugado en ensayos inm u n oen zim áticos. E n u n a p r im e r a
e ta p a se fo rm a n los c o m p le jo s e n z im a -a n ti-e n z ira a p o r re a c c ió n e n tre la e n z im a (a m a rillo ) y A c e s p e c ífic o s (az u l)' P o s t e ­
rio rm e n te , e s to s c o m p le jo s so n u tiliz a d o s p a ra r e v e la r la p r e s e n c ia d e A c e s p e c ífic o s (a z u l) d e u n A g in m o v iliz a d o e n la
f a s e só lid a (v e rd e ) p o r fo rm a c ió n d e p u e n te co n A c a n ti- in m u n o g lo b u lin a s e s p e c ie -e s p e c ífic a s (ro jo ).

químicos bifuncionales. Estos métodos tienden zima con el glutaraldehído, se elimina el exce­
a generar un elevado porcentaje de homopolí- so de glutaraldehído y se enfrenta la enzima ac­
meros, por lo que los métodos que se realizan tivada con el Ac para permitir la unión de am ­
en dos etapas resultan mas apropiados. En és­ bos reactivos.
tos se activa una de las macromoléculas (en ge­ El uso de agentes heterobifuncionales tiene
neral, la enzima) haciéndola reaccionar con el la ventaja de que permite realizar la reacción de
agente bifuncional. En una segunda fase la en­ conjugación en forma secuencial y en co n d i­
zima activada se conjuga al anticuerpo. Si bien ciones más controladas, ya que cada grupo qu í­
existen numerosos reactivos químicos usados mico reactivo reacciona con la macromolécula
en este tipo de conjugaciones, se utiliza habi­ en condiciones diferentes. En general, se em ­
tualmente el glutaraldehído y el periodato de plean derivados de la maleiimida, pero los co n ­
sodio. jugados obtenidos no son tan estables como los
El glutaraldehído es el agente químico ho- obtenidos por otros métodos.
mobifuncional más ampliamente usado para es­ La conjugación química con periodato de so­
te tipo de conjugaciones. Reacciona en forma dio es lítil para la conjugación de glucoproteí-
irreversible con los grupos e-NH2 de las lisinas nas en general y ampliamente empleado para la
de las proteínas, lo que se ve favorecido a pH unión de peroxidasa a IgG. Este método produ­
superiores a 7. Existen numerosos protocolos ce un conjugado con un rendimiento 3 a 4 ve­
que varían en la concentración de glutaraldehí­ ces superior y una detectabilidad 5 veces su p e­
do empleada, el tiempo y la temperatura de in­ rior a la obtenida por conjugación con glutaral­
cubación. dehído. Sin embargo, cierto porcentaje de la
La conjugación se puede realizar en un paso enzim a se inactiva. En este método, los re s i­
(inás apropiado para unir fosfatasa alcalina a duos hidrocardonados de la enzima se oxidan
anticuerpos) o en dos pasos (más apropiado p a­ inicialmente con m-NalO^, produciendo grupos
ra unir peroxidasa a IgG o a fragmentos Fab). aldehido y carboxilo. Los primeros forman lu e­
La conjugación en dos etapas presenta la venta­ go una base de Schiff con grupos e-NH^ libres
ja de que se trabaja en condiciones más contro­ no protonados de la IgG (o de proteína A, es
ladas y se genera menor cantidad de productos que se conjuga esta proteína) y por reducción
no deseados (tales como conjugados Ac-Ac), con NaBH^ se estabilizan los aductos am ino-
ya que se realiza una primera reacción de la en­ carbonilo formados. Este método optim izado
806 Metodologías

perínite conjugar hasta un 90% de la peroxida­ óptima de suero específico y enzima. El preci­
sa y se conserva un 90% de la actividad enzi- pitado (complejos inmunes) se separa por cen­
inática. La mayoría de las moléculas de IgG se trifugación, se lava y se redisuelve por leve aci­
conjugan con una molécula de peroxidasa, pero dificación y adición de un exceso de enzima,
un bajo número de moléculas de conjugado po­ de modo de formar complejos inmunes solu­
seen una relación enzim a:anticuerpo de 2 o bles en exceso de Ag, los que se pueden alma­
más. La etapa final del proceso de conjugación cenar durante años a -20°C en glicerol al 50%.
química comprende la separación de la enzima T am bién se han desarrollado m étodos de
y del anticuerpo no conjugados. Esto se logra puenteo inmunológico mediante la utilización
por precipitación con (NH^^^SO^ al 33% de sa­ de AcMo anti-enzima, pero debido a que éstos
turación (con lo que se separa la peroxidasa li­ en su mayoría reconocen epitopes no repetidos
bre), cro m ato g rafía de in terca m b io iónico sobre la molécula de la enzima, el tamaño de
(DEAE-celulosa) y crom atografía de afinidad los complejos formados es pequeño y no se al­
por columnas con concanavalina A inmoviliza­ canza una detectabilidad tan elevada como en
da en hi matriz sólida (con lo que se separa la el caso del uso de sueros policlonales anti-enzi­
IgG libre de las moléculas del conjugado, el ma.
que es específicamente retenido en la columna
y posteriormente eluido). Inmovilización de inmunorreactantes
en fase sólida
2. Conjugación inmunológica
La facilidad con que es posible separar el Ac
Debido a que en la mayoría de los casos, la (o Ag) unido del libre (por simple aspiración o
actividad de las enzim as no se altera por su decantación) cuando el complejo Ag-Ac está
unión a un Ac, es posible formar complejos in­ inm ovilizado en fase sólida ha contribuido a
munes enzima-anti-enzima y utilizarlos como aumentar la popularidad de los ElA. Sin em ­
trazador en reacciones inmunoenzimáticas (fig. bargo, las superficies a ser utilizadas en este ti­
38.6). Ello se logra mediante un puenteo entre po de ensayos deben reunir ciertas característi­
el complejo inmune enzim a-anti-enzim a y la cas, tales como la alta capacidad de unión de
inm unoglobulina a revelar, por medio de Ac inmunorreactantes (fases sólidas con una rela­
anti-inmunoglobulinas especie-específicos. E s­ ción superficie/volum en elevada), deben ser
te método presenta la ventaja de evitar la habi­ capaces de inmovilizar diversos inm unorreac­
tual inactivación de las m oléculas de enzima tantes, debe producirse una desorción mínima y
y/o de anticuerpo durante los procesos de con­ desnaturalización despreciable de la molécula
jugación química, reduce la coloración basal y inmoviUzada durante los ensayos.
aumenta la detectabilidad. Si bien existen numerosos soportes sólidos
En líneas generales, existen dos metodolo­ utilizados en EIA, tales como agarosa, celulo­
gías para la utilización de conjugados inmuno- sa, dextrán, vidrio, nitrocelulosa, etc., se ha im ­
lógicos. En una de ellas, se adiciona en forma puesto el uso de distintos plásticos debido a la
secuencial el Ac anti-inmunoglobulinas, el Ac facilidad de operación con este material. La
anti-enzima y la enzima. Este esquema de tra­ forma de las superficies plásticas para ELISA
bajo presenta la desventaja de que se debe tra­ es variable: esferas, discos, tubos o placas (po-
bajar con los Ac anti-enzima purificados por licubetas) de fondo plano, en U o en V. Los
inmunoafinidad ya que, si se utUiza suero ente­ plásticos que han resultado mas aptos para la
ro, la fracción y-globulina entera o la IgG total fabricación de placas de ELISA son el poliesti-
anti-enzima habrá una elevada reactividad de reno y el cloruro de polivinilo (PVC). El poli­
los Ac anti-inmunoglobulinas con y-globulina propileno ha resultado igualmente útil para la
espuria (no específica para la enzima). fabricación de tubos para ELISA. Sin embargo,
En la otra metodología, los Ac anti-enzima la utilización de tubos en EIA presenta la des­
reaccionan con la enzima, formando los com­ ventaja de que requiere volúm enes relativ a­
plejos antes de ser utilizados en el ensayo y mente grandes de muestras para las incubacio­
presenta la ventaja de no requerir la purifica­ nes (aproximadamente 1 mi). Además, la utili­
ción de los Ac específicos de enzima para su zación de policubetas de poliestireno o PVC ha
realización. Esta segunda m etodología se ha facilitado la automatización de las técnicas, ya
optimizado para la detección de inmunoglobu­ que se dispone hoy en día de equipos que reah-
linas de distintas especies con peroxidasa (mé­ zan lavados, dispensado de reactivos y lecturas
todo “peroxidasa-anti-peroxidasa” o PAP) o de absorbancias directamente en las placas, lo ,
con fosfatasa alcalina (método “fosfatasa alca- que representa una enorme simplificación de la
lina-anti-fosfatasa alcalina” o APAAP). Para el técnica.
caso del PAP, los complejos peroxidasa-anti- La inm ovilización del inmunorreactante en
peroxidasa se preparan incubando una relación fase sólida puede ser covalente o no covalente.
ELISA 807

La primera se emplea generalmente en los ca­ La m áxim a cantidad de inm unorreactante


sos en los que la inmovilización por simple ad­ que se puede adsorber a la fase sólida se d eno­
sorción no es eficiente (ya sea porque el inm u­ mina “capacidad de saturación” de la placa.
norreactante no se adsorbe bien o porque se de­ Por debajo de este valor hay una relación lineal
so rb e d u ra n te las e ta p a s p o s te rio re s del entre la concentración de inmunorreactante en
ELISA). Para el caso de la unión no covalente, fase líquida y la cantidad de éste que se adsor­
la naturaleza de la interacción inmunorreactan- be a la fase sólida (ver ecuación 2). Ese valor
te-plástico es principalmente hidrofóbica y de­ está en el orden de 1 a 10 |ig/ml para una am ­
pende de la carga del inmunorreactante. Existe plia variedad de Ag y Ac, siendo independiente
cierto grado de desorción a lo largo del ensayo, del peso molecular del inmunorreactante. Sin
la que debe ser minimizada. Por ello es necesa­ embargo, el porcentaje de inmunorreactante fi­
rio usar el inmunorreactante a una concentra­ jado a la fase sólida es variable y propio para
ción apropiada y lavar en forma intensiva luego cada uno. Por encima de ese valor de satura­
de cada etapa del EIA. La adsorción a la fase ción comienza a observarse adsorción en multi-
sólida se puede describir de acuerdo con la capas, lo que puede interferir en etapas poste­
ecuación de Langmuir, propuesta para describir riores del EIA. En el caso de la inmovilización
la adsorción de una monocapa de gas sobre un de mezclas antigénicas a concentraciones que
sóhdo: estén por encima de la capacidad de saturación
de la placa pueden manifestarse fenómenos de
1/m = 1/b -I- l/(bKc) (2) com petencia entre las moléculas de Ag de la
mezcla por los sitios de la placa, que son los li­
donde m es la cantidad de inm unorreactante mitantes en la interacción.
adsorbida a la fase sólida, b es la máxima can­ En la práctica se dispone de dos métodos para
tidad de inmunorreactante que puede adsorber­ calcular la capacidad de saturación de la placa.
se al plástico, K es la constante de afinidad del Uno de estos métodos consiste en adsorber dis­
inmunorreactante por la superficie sólida y c es tintas concentraciones de un Ag marcado con un
la concentración de inm unorreactante en fase isótopo radiactivo y medir la radiactividad en
líquida. Mediante esta ecuación es posible cal­ las fosas de la placa luego de la etapa de adsor­
cular la constante de afinidad K a partir de da­ ción. El otro método consiste en adsorber distin­
tos experimentales. tas concentraciones de un Ag no marcado y, en
Debido a la naturaleza de la interacción entre una etapa posterior, adsorber una cantidad cons­
el inmunorreactante y la fase sólida es posible tante y saturante de peroxidasa a los sitios no
que ciertos antígenos se inmovilicen preferen- ocupados (método de la saturación con peroxi­
cialmente por determinadas regiones de la mo­ dasa). La actividad enzimática detectada será in­
lécula (porciones hidrofóbicas). De este modo versamente proporcional a la cantidad de Ag in­
existe la posibilidad de que algunos epitopes movilizado. Este método tiene la ventaja de que
queden ocultos o enm ascarados, con lo que no requiere el empleo de isótopos radiactivos.
pueden surgir dos inconvenientes. Por un lado De acuerdo a las características de a d so r­
puede ocurrir que esos epitopes no puedan ser ción, es posible distinguir dos clases de placas:
detectados por Ac específicos. Por otro lado, es las que poseen una baja capacidad de unión de
posible que no puedan evidenciarse Ac especí­ Ag y las que poseen una alta capacidad de
ficos contra esos epitopes en sueros a analizar. unión de Ag.
Para el caso de la inmovilización de Ac de Los factores más importantes en el proceso
captura, se ha demostrado que sólo de un 3 a de adsorción de inmunorreactantes a fases sóli­
10% de los sitios de unión permanecen funcio­ das son la temperatura, el tiempo, el pH y la
nales luego de la adsorción pasiva al pohestire- concentración. En general, el proceso de unión
no, según se inm ovilicen Ac monoclonales o a fase sólida se realiza incubando toda la noche
polielonales. Si la inm ovilización del Ac de a 4°C o una hora a 37°C. La concentración ó p ti­
captura se realiza mediante la utilización de Ac ma para la sensibilización de placas de ELISA
anti-inmunoglobulinas unidos a la fase sólida está entre 1 y 10 |ig/ml para Ag o Ac puros o
o, si se inmovilizan Ac mareados con biotina 10 a 100 ng/ml para mezclas antigénicas co m ­
por unión a avidina adsorbida a la fase sólida, plejas. Los inmunorreactantes se diluyen h a b i­
se preserva más de un 70% de los paratopes del tualmente en una solución isotónica tamponada
Ac de captura. Así, hay evidencias de que la de N aCl 0,15M y fosfatos 0 ,0 IM , pH = 7,4
adsorción al poiiestireno produce gran desnatu­ (PBS) o en un “buffer” carbonato de sodio - b i­
ralización de algunas macromoléculas inm ovi­ carbonato de sodio 0,1M, pH = 9,6. Debido a la
lizadas, con la consiguiente pérdida de su fun- naturaleza de la interacción, la presencia de d e ­
cionahdad. Para el caso de la adsorción pasiva tergentes no-iónicos o iónicos en la solución
de Ac polielonales se ha detectado también una del inmunoiTeactante a unir a la fase sólida in­
pérdida de la avidez. terfiere en la etapa de unión a la misma.
808 Metodologías

En determinados casos se hace necesaria la solución de bloqueo más económica y su uso


unión covalente de ciertos inmunorreactantes a se ha difundido ampliamente, hay dos situacio­
las fases sólidas plásticas. Tal es el caso de la nes en las que no es posible su em pleo: a)
unión de ADN nativo, haptenos, oligopéptidos cuando se está utilizando un sistem a Ag-Ac
pequeños o Ag que se unen con muy baja afini­ donde el Ag es algún componente de la leche
dad al plástico. El pretratamiento del plástico (por ejemplo, al evaluar la respuesta inmune en
con glutaraldehído permite la unión covalente pacientes alérgicos a diversos componentes de
de Ag con grupos amino libres. La inmovihza- la leche), y b) cuando se está evaluando el cur­
ción de componentes con alta afinidad por el so de una respuesta inmune en sueros bovinos,
plástico, marcados con moléculas que hagan ya que un sistema de este tipo se revelará al
puenteo, es un artificio que permite la inmovili­ e m p le a r un c o n ju g a d o e n z im á tic o de Ac
zación de Ag que se unen con muy baja afini­ anti-inmunoglobulinas bovinas, el que podría
dad a la superficie sólida. Estas moléculas que reaccionar con las inmunoglobulinas bovinas
hacen el puenteo son las mismas que se utilizan de la leche utilizada como bloqueante y que se
para el acoplamiento covalente de las enzimas a han inmovilizado en la fase sólida.
los Ac. El ADN nativo se inmoviliza por pretra­ En las etapas posteriores del ELISA existe el
tamiento del plástico con sustancias policatióni- riesgo de que algunas moléculas del inm uno­
cas, tales como la protamina o la polilisina. rreactante (un Ag, un Ac o el conjugado enzi­
También es posible inmovilizar células ente­ mático) se unan en forma no específica a algún
ras, para lo que se realiza un pretratamiento de componente inmovilizado en la fase sólida. Es­
las placas de ELISA con polilisina, Ac, leetinas to produciría resultados falsamente positivos en
o glutaraldehído. el ensayo. Para evitar este efecto se diluye cada
inmunorreactante en presencia de un gran exce­
Ensayos inmunoenzimáticos cuantitativos so (0,1-1%) de una proteína ajena al sistema
con el objeto de que compita con el inm uno­
En este tipo de ensayos, uno de los inmuno­ rreactante por esos sitios de unión no específi­
rreactantes está inmovilizado en la fase sólida. ca. En general, se emplean las mismas proteí­
En una etapa siguiente se agrega la muestra con nas que se emplearon durante la etapa de blo­
lo que el componente a analizar es retenido. queo. Además, y con el mismo fin, a estas so­
Posteriormente éste reacciona con el inmuno­ luciones diluyentes suele agregárseles un deter­
rreactante específico marcado con una enzima. g en te no ió n ic o , sien d o m ás e m p lead o el
La medida de la actividad enzimática será una Tween 20 al 0,05%.
m edida de la actividad o co n centración del El tiempo y temperatura óptimos de incuba­
componente de la muestra retenido por el inmu­ ción con cualquiera de los inmunorreactantes
norreactante e inmovilizado en la fase sólida. debe establecerse en forma empírica. En gene­
En cualquiera de sus variantes, la etapa de ral se incuba entre una y tres horas a tempera­
lavado es crítica para separar el componente tura am biente o a 37°C en cám ara húm eda,
específicamente unido al inmunorreactante in­ aunque en estas condiciones suele detectarse
movilizado en la fase sólida, de componentes una mayor actividad enzimática en las fosas la­
que pueden reaccionar en forma no específica. terales de las placas de ELISA (“efecto b o r­
En general, las soluciones de lavado son sali­ de”), producto del gradiente de temperatura ge­
nas isotónicas tamponadas suplementadas con nerado en la placa cuando se la lleva de tempe­
un detergente no iónico (como Tween 20 al ratura ambiente a 37°C, sumado al efecto acele­
0,05%), lo que favorece la eliminación de esos rador de la velocidad de reacción que produce
componentes inespecíficamente retenidos. Los el aumento de temperatura. Algunos autores re­
volúmenes de incubación en general son de 50 comiendan el precalentamiento a 37°C de las
a 200 lal. soluciones a ser usadas con el objeto de mini­
Debido a que después de la etapa de sensibi­ mizar este “efecto borde”.
lización de la fase sólida (ya sea con Ag o con La dilución óptima de conjugado enzimático
Ac) persisten sitios de unión al plástico no ocu­ a ser empleada debe determinarse por titula­
pados, es necesario bloquear estos sitios con ción previa. Para el caso de un conjugado anti-
proteínas ajenas al sistema. De otro modo, los inmunoglobulinas marcado con enzima, es po­
inmunorreactantes que se emplearán en etapas sible inm ovilizar el Ag (inmunoglobulinas) e
posteriores podrán unirse a estos sitios, produ­ incubar con diluciones seriadas de ese conjuga­
ciendo resultados falsamente positivos. Con es­ do. Una vez revelado el sistema, se elegirá la
te fin se emplean seroalbúmina bovina, sueros m ayor dilución que genere una absorbancia
de animales de diversas especies (caballo, ca­ máxima (saturante) con la intención de usar, en
bra, oveja, etc.) o leche en polvo descremada, el ensayo posterior, una cantidad de conjugado
preparadas en solución salina isotónica tampo­ en exceso y que éste no sea el limitante en la
nada. Si bien la leche descremada al 3% es la reacción.
ELISA 809

Un problema habitual en ELISA diseñados Los métodos indirectos consisten en la in­


para la determinación de Ac es la reactividad movilización de Ag, reacción con Ac específi­
cruzada que presentan las inmunoglobulinas de cos y posterior revelado con un conjugado anti-
distintas especies. Esto puede solucionarse me­ inmunoglobulinas especie-específico. La reac­
diante el uso de anticuerpos monoclonales, m e­ ción se produce en dos etapas, que se pueden
diante el uso de antisueros específicos de espe­ describir como:
cie (previamente adsorbidos con inmunoglobu­
linas de las especies que pueden producir inter­ J - Ag -h Ac, ^ -A g-A c,
ferencia en el ensayo) o por otros métodos. En­
tre éstos hay que destacar la posibilidad de em ­
plear Ac policlonales anti-inm unoglobulinas -A g -A c , -f- Ac 2-E - A g-Ac|-Ac,-E
(conjugados enzim áticam ente) preincubados
con suero (o inmunoglobulinas) de la especie donde Ac, son los Ac específicos de Ag de la
con las que se desea que el conjugado no reac­ muestra que se está analizando y Ac^-E son Ac
cione, de modo de reahzar una competición/in­ anti-inmunoglobulinas de la especie 1, m arca­
hibición de los Ac de reactividad cruzada que dos con enzima. Estos métodos son g en eral­
forman parte de la población de moléculas de mente empleados para la titulación de Ac espe­
Ac que integran el conjugado. cíficos en sueros de distintas especies. Tienen
Ya se mencionó que los EIA cuantitativos una detectabilidad unas 10 veces superior a la
pueden clasificarse en EIA no competitivos y de los métodos directos y una ventaja im por­
EIA competitivos y que en ambos casos pue­ tante es que el mismo conjugado puede em ­
den inmovilizarse tanto el Ag como el Ac. En plearse para la detección de Ac en sueros de la
los EIA no competitivos el conjugado enzimá­ misma especie contra un niimero muy grande
tico debe emplearse en exceso con el objeto de de Ag.
lograr una detectabilidad máxima. C ontraria­ Los métodos por puenteo emplean conjuga­
mente, en los EIA competitivos el conjugado dos inmunológicos (como es el caso de la p ero ­
enzim ático (o el Ac que luego será revelado xidasa-anti-peroxidasa o PAP), la reacción en­
con un conjugado anti-inmunoglobulinas usado tre biotina y avidina o lectinas. El PAP requiere
en exceso) debe ser limitante en la reacción, del empleo de un Ac que haga el puenteo entre
pero debe usarse una dilución tal que en ausen­ el Ae anti-enzima y el Ac que reaccionó con el
cia de competidor el sistema produzca una ab­ Ag y que se encuentra sobre la fase sólida. La
sorbancia cercana al máximo (generalmente se reacción de la PAP se produce en dos etapas,
elige la dilución que genera un 90% de la ab­ que se pueden describir como:
sorbancia máxima). Esto asegura en la práctica
un rango máximo de detección del competidor. — A g -I- A c , — A g -A c,

1. Enzimoinmunoensayos no competitivos -A g -A c , + A c2 + P A P - - A g ^ A c i-A c ,~ P A P


con Ag inmovilizado en fa se sólida
En esta clase de ensayos se pueden distinguir donde Ac, es el Ac específico de Ag presente
tres tipos de métodos, ordenados por aplicabili- en la m uestra (sueros) que se desea analizar,
dad general y detectabilidad creciente: a) méto­ ACj es el Ac que reconoce al Ac, y al complejo
dos directos; b) métodos indirectos; c) métodos peroxidasa-anti-peroxidasa (PAP). Como p u e ­
por puenteo. de observarse, el Ac, y el Ac anti-peroxidasa
Los métodos directos presentan la desventaja del complejo PAP deben provenir de la m ism a
de que debe disponerse de un conjugado enzi­ especie. Además, el Ac^ debe emplearse en ex ­
mático para cada Ag que se desea detectar. Es ceso, de modo de permitir que uno de sus sitios
una metodología poco empleada, salvo para los de combinación reaccione con el Ac, y el otro
casos de titulación de conjugados anti-inmuno­ sitio de combinación lo haga con el complejo
globulinas, donde se inmovilizan las inmuno- PAP. Este método tiene una detectabilidad su­
globulinas específicas contra las cuales reac­ perior al método indirecto. También se han d e­
ciona el conjugado y se incuba con diluciones sarrollado sistemas de ELISA similares al PAP,
seriadas de éste. Este método puede describirse pero donde se ha reem plazado el empleo del
de la siguiente manera: Ac anti-inm unoglobulinas (Ac^) por proteína
A, aprovechando la presencia de varios sitios
—A r -i- Ac-E ■ Ae-Ac-E de unión de inmunoglobulinas en esta proteína,
lo que le permite efectuar el puenteo.
Otra variante de este tipo de métodos consis­
donde | la fase sólida y Ae-E son Ac anti- te en emplear el sistema avidina-biotína, en un
Ag marcados con enzima. ELISA que lleva tres etapas:
810 Metodologías

Luego de esta etapa, se pueden realizar dis­


A g + A ci H H — A g -A ci tintas variantes de ELISA de captura. Algunas
de ellas se pueden esquematizar de la siguiente
— Ag-A C] + A c 2 - b io tin a ^ — A g - A c ,-A c 2 -b io tiiia manera:
Variante 1:
~ A g - A c i~ A c 2 -b io tin a + a v id in a + E -b io tin a
— A c p A g + A c 2 -E —AcrAg-Ac2-E

I — A g -A c I"A c 2 -b io ti n a -a v id in a -b io tin a -E
Variante 2:
donde Ac, es el Ac específico de Ag de la
muestra (suero) y Ac^ son Ac anti-inmunoglo-
bulinas de la especie !, marcados con biotina.
■ -A C ]-A g + A c 2 -
I • A c i- A g - A c j

Alternativamente, es posible revelar el sistema —Aci-Ag-Ac2 + AC3-E - - Ac,-Ag-Ac2-Ac3-E


empleando un conjugado avidina - enzima en
lugar de usar avidina libre y enzima marcada Variante 3:
con biotina.
Este método tiene una detectabilidad similar -F(ab’)2^Ag + Ac2-4Í F(ab’)2-Ag-Ac2
y aplicabilidad más general que el método de la
PAP debido a que no hay restricción de espe­ - F ( a b ’) ,- A g - A c 2 + p ro te ín a A + A c ,-E -
cie. La preparación previa de los com plejos
avidina-biotina-enzim a perm ite increm entar - F ( a b ’)2 -A g -A c2 -p ro teín a A -A c j-E
aun más (entre 20 y 100 veces) la detectabili­
dad del sistema respecto del método indirecto. Variante 4:
■ -A crA g +Acj — Ac,-Ag-Ac2
2. Enzimoinmunoensayos no competitivos
con Ac inmovilizado en fa se sólida —AC]"Ag-Ac2 + Ac3 + AC4-E -
Estos ensayos Inmunoenzimáticos reciben el —F(ab’)2-Ag-Ac2-Ac3-Ac4-E
nom bre genérico de E LISA de captura. En
principio, es posible inmovilizar tanto inmuno- Variante 5:
globulinas enteras como fragm entos E(ab) o
F (a b ’) (“Ac de cap tu ra”) con el objeto de — A c j-A g + A c 2 -b io tin a - —A c i-A g - A c 2 -b io tin a
cuantificar Ag en diversas muestras. También
es posible emplear este sistema para la titula­ A c p A g -A c 2 -b io tin a + a v id in a + E ~ b io tin a -
ción de Ac específicos en sueros. Existen nu­
merosas variantes de este método, aunque se­
gún la clase de ELISA de captura habrán cues­
■■ — A c I-A g - A c 2 “b io tin a -a v id in a -b io tin a -E

tiones específicas y limitaciones que deben ser Variante 6:


consideradas. La primera y principal es el re­
quisito de que cualquier Ac anti-inmunoglobu­ — A c ,-A g + A c 2 —Aci-Ag-Ac2
linas (ya sea marcado enzimáticamente o no)
que se emplee en estos sistemas no debe reac­ — A c |- A g - A c 2 + A c 3 -b io tin a
cionar con el Ac inmovilizado en la fase sólida,
— A c ,-A g -A c 2 " A c 3 -b io tin a
ya que eso traería aparejada una reactividad ba­
sal muy elevada. En algunos casos esto se con­
sigue empleando Ac de captura provenientes' — A c r A g -A c 2 - A c i- b io tin a + a v id in a + E -b io tin a -
de la misma especie que los Ac que componen — A c i-A g - A c 2 - A c 3 -b io ü n a -a v id in a -b io tin a -E
el conjugado enzimático, aunque una alternati­
va que se va imponiendo día a día es el uso de
Ac monoclonales que reconocen inmunoglobu­ En la variante 2, ACj-E es el conjugado enzi­
linas de una sola especie. mático de Ac anti-inmunoglobulinas de la es­
Las distintas variantes de los ELISA de cap­ pecie 2 que no debe reaccionar con el ACj. En
tura comparten la primera etapa que es la cap­ la variante 3, ACj-E es un complejo enzima-an-
tura del Ag a partir de una mezcla antigénica ti-enzima y la proteína A hace de puente entre
compleja (“exti'acción inmune”). Esta etapa se estos Ac y el Ac^. Debido al empleo de proteí­
puede esquematizar de la siguiente manera: na A (que reacciona con las porciones Fe de las
inmunoglobulinas) en este tipo de sistemas de­
ben emplearse fragmentos F(ab) o F(ab’)^ co­
— A ci + A g ^ ■A c i-A g
mo Ac de captura. Para la variante 4 existen
ELISA 811

dos alternativas. En una de ellas, Ac^-E es un una solución patrón) por el Ac inmovilizado en
complejo enzima-anti-enzima, el que es puen- la fase sólida. La reacción puede esquematizar­
teado con el Ac^ por medio del ACj (anti-inmu- se de la siguiente manera:
noglobulinas de la especie de la que vienen los
Acj y Ac^). En la otra alternativa, Ac^ son Ac - A c + Ag + Ag-E — A c-A g o [ m - A c-A g -E
anti-inmunoglobulinas de la especie de la que
viene el Ac^ y Ac^-E es el conjugado enzimáti­ La reacción puede realizarse en una etapa
co de Ac anti-inmunoglobulinas de la especie (incubación simultánea de Ag y Ag-E) o en dos
de la que viene el Ac,. La variante 6 se asemeja etapas secuenciales. En este caso, en la primera
bastante a la variante 4, con la diferencia de etapa se incuba con el Ag libre y, en la segun­
que el ACj se encuentra marcado con biotina y da, se incuba con el Ag-E. Este método tiene
que el conjugado enzimático en lugar de ser un una detectabilidad superior al método que se
Ac anti-inmunoglobulinas de la especie de la realiza en una sola etapa.
que viene el Ac^ es un conjugado inmunológi­ Estos ELISA revelan la presencia de Ag li­
co avidina-biotina-enzima. Tanto en esta va­ bre como una caída en la absorbancia respecto
riante, como en la variante 5, es posible revelar del control que se incuba sin Ag libre (“dosis
el sistema empleando un conjugado avidina - cero”).
enzima en lugar de usar avidina libre y enzima
marcada con biotina. 4. Enzimoinmunoanálisis competitivos
Los sistemas de ELISA de captura tienen con A g inmovilizado en fase sólida
gran utilidad para la detección de Ac de distin­
tas clases y subclases específicos de Ag. En la Esta metodología se basa en la inhibición de
práctica este método se aplica para la determi­ la reactividad de un conjugado enzimático Ac-
nación de IgM específica (fig. 38-7), lo que es E Ag-específico con Ag inmovilizado en la fa­
particularmente litil para diferenciar infeccio­ se sólida, por Ag libre presente en la muestra
nes agudas de crónicas. No es conveniente ha­ (o en una solución patrón). La reacción puede
cer la determinación de IgM por ELISA indi­ esquematizarse de la siguiente manera:
recto con Ag inmovilizado debido a la mayor
concentración y afinidad de la IgG sérica espe­ - A g + A g ir — A g-A c-E +
cífica de Ag, lo que bloquea la reactividad de
la IgM y en una titulación por ELISA de ampli­ + A g m u c s tra O |jjj|j|j| — A g + A g n iu e stra " A C- E

ficación produciría resultados subvaluados. El


sistema desarrollado para la determinación de La actividad enzimática detectada en fase só­
IgM específica (o de Ac de distintas clases o lida es inversamente proporcional a la cantidad
subclases) consiste en inmovihzar Ac anti-cla- de Ag presente en la muestra o solución patrón.
se o subclase de la inmunoglobulina que se de­ Esta metodología, al igual que para el caso del
sea determinar. Esto permite capturar todas las ELISA competitivo con Ac inmovilizado en fa­
inmunoglobulinas séricas de esa clase o subcla­ se sólida, puede realizarse en una etapa (incuba­
se del suero problema. Posteriormente el siste­ ción simultánea de Ag libre y Ac-E) o en dos
ma se enfrenta contra el Ag específico. Si en el etapas secuenciales. En este caso, en la primera
suero habían Ac Ag-específicos de la clase o etapa se incuba el Ag libre con el Ac-E y en la
subclase, el Ag será capturado. Finalmente, só­ segunda etapa se incuba esa mezcla de reacción
lo resta poner en evidencia la presencia del Ag con el Ag inmovilizado en la fase sólida. ,
capturado en la fase sólida, para lo que se em­ Debido a que para este tipo de ELISA debería
plea alguno de los métodos discutidos en párra­ disponerse de un conjugado Ac-E específico pa­
fos anteriores (utilización de Ag marcado, reac­ ra cada Ag que se quiera cuantificar, se ha desa-
ción posterior del Ag capturado con Ac Ag-es- ■rrollado una variante que permite utilizar conju­
pecíficos marcados con enzima, etc.). gados Ac-E anti-inmunoglobulinas especie-es-
pecíficas para cuantificar diversos Ag. El esque­
3. Enzimoinmunoanálisis competitivos ma general de esta variante es el siguiente:
con Ac inmovilizado en fase sólida
Los enzimoinmunoanálisis competitivos (ya
sea por inmovilización de Ac o por inmoviliza­
I - - - A g + A g m u c stra + A C i - Ag-AC|

— A g + A g n iu e s tr a - A C |
+ A g in u e s tr a O

ción de Ag) tienen por objeto la cuantificación


de Ag. ■ — A g-Aci + A c 2-E —> H H — A g-A ci-A c 2-E

Los enzimoinmunoanálisis competitivos con


Ac inmovilizado en fase sólida se fundamentan donde Ac, es el Ac específico de Ag y Ac^-E es
en la competición entre el Ag marcado con en­ el conjugado anti-inmunoglobulinas de la espe­
zima y el Ag libre presente en la muestra (o en cie 1 ínarcado con enzima.
812 Metodologías

Fig. 38-7. D etección de IgM esp e­


cífica de A g p or E L ISA de cap tu ­
ra. En este en say o , se c a p tu ra la
IgM sérica total (m arrón) m ediante
la utilización de Ac anti-IgM inm o­
v iliza d o s en la fase só lid a (azul).
P o ste rio rm e n te la Ig M e s p e c ífic a
captura el Ag (verde) y finalm ente
se revela su presencia por alguno de
Anti-lgM IgM sérica los m étodos discutidos en páginas
inmobilizado anteriores.
en fase sólida IgM sérica

Revelado del
sistema con un
Ac anti-Ag
marcado con
enzima

Incubación con Ag

Nuevamente, la existencia de Ag libre se concentración conocida de Ag; por otro lado se


manifestará como una caída en la absorbancia puede informar la actividad de un suero en uni­
respecto del control incubado sin Ag libre dades arbitrarias. Esto se debe a que no es posi­
(“dosis cero”). ble informar el título de un suero en mg • m i'
de Ac específicos debido a la heterogeneidad
Procesamiento de datos y expresión de de clases, subclases y afinidades de los Ac que
resultados en ensayos inmunoenzimátieos componen los sueros. Este problema se presen­
ta también si se ciuiere comparar la reactividad
1. Cálculo del título de un suero del suero con la reactividad de un suero patrón
en un determinado ensayo, ya que ambos pre­
Los resultados de los ELISA pueden expre­ sentarán una curva dosis-respuesta propia.
sarse de dos formas. Por un lado es posible in­ El problema del procesamiento de resultados
formar la concentracicSn (molar, mg • mb’, etc.) en ELISA se presenta entonces con el cálculo
de un Ag por comparación e interpolación en la del título de Ac sét;icos específicos. En los pá­
zona de mayor pendiente (sensibilidad) de una rrafos siguientes se comentan algunos aspectos
curva de calibración hecha con una solución de relacionados a este problema.
Existen varios métodos para calcular el título
de sueros; cada uno presenta una serie de ven­
tajas y desventajas. Los más ampliamente utili­
zados:
a) el método de titulación a punto final;
b) la medida de la absorbancia de un suero a
dilución sitnple, y
c) el cálculo del título de un suero en unida­
des arbitrarias por comparación con un suero
patrón.

a) Titulación a punto fin a l

Fig. 38-8. C álculo del título de un suero por titulación El método de titulación a punto final consis­
a p un to final. Se puede observar que el título del suero te en analizar el suero problema en diluciones
depende del criterio elegido para calcularlo. Si se elige co­ seriadas en razón 2. Si se grafica la absorbancia
m o título la dilución del suero que produce una absorban­
cia igual al 50% de la absorbancia rnáxim a del sistem a se
en función del logaritmo de la inversa de la di­
ob tien e un valor (título A) que será diferente del obtenido lución del suero se obtendrá una curva sigmoi­
si se elige com o título la dilución del suero que produce dea. Si se elige una determinada absorbancia se
una absorbancia de 0,2 (título B). podrá calcular la dilución de suero que produce
ELISA 813

Existe un método alternativo que permite


DO calcular el título de un suero analizándolo a di­
1 lución simple. Para ello se construyen curvas
dosis-respuesta de un gran número de sueros
0,8 + (desde negativos hasta positivos altos) o de un
suero patrón altamente positivo y diluciones
0,6 -
del mismo en süero negativo. Se calcula el títu­
0 ,4 - lo de cada uno por el método de la titulación a
punto final. Luego se determina la absorbancia
0,2 de cada suero a una dilución simple (por ejem­
C . • • 2* plo, 1/1000). Se obtendrá para cada suero, pa­
log [titu lo ] res de valores (título; absorbancia a dilución
simple). Si se grafica esa absorbancia (en las
Fig. 38-9. C álculo del títu lo de un suero por m edida de ordenadas) en función del logaritmo del título
la absorbancia a dilución sim ple. Si se grafica la absor­ (en las abscisas) se obtendrá una curva sigmoi­
bancia de una dilución pre-establecida de sueros negativos
y positivos en función del logaritm o del título (por titula­
dea (fig. 38-9). Posteriormente se podrá anali­
ción a punto final) de esos sueros (puntos azules) se obten­ zar cualquier nuevo suero a la dilución simple
drá una curva sigm oidea (rojo) com o la de la figura. A sí se elegida y, por interpolación en esta curva sig­
podrá calcular el título de un suero problem a como si se lo moidea, calcular su título. Este método presen­
hubiese titulado a punto final, por interpolación en la curva
de la absorbancia de ese suero ensayado a dilución simple.
ta la ventaja de que se podrá calcular el título
de un suero analizándolo a dilución simple. Sin
embargo, presenta la desventaja de que se asu­
dicha absorbancia y este valor podrá ser toma­ me un paralelismo entre las curvas de titulación
do como el título de ese suero (fig. 38-8). El de los diferentes sueros, lo que en la práctica
problema está en elegir ese valor de absorban­ pocas veees ocurre. Además, el método es útil
cia. Algunos autores eligen como título la dilu­ sólo en las zonas donde la curva sigmoidea tie­
ción de suero que produce una absorbancia ne mayor pendiente, si bien existen artificios
igual al doble de la absorbancia producida por matemáticos para expandir el rango útil de la
el control incubado sin suero. Otros autores eli­ curva (por ejemplo, aplicando la función logit).
gen una absorbancia de 0,5 como valor para es­
tablecer el título de un suero, mientras que c) Título de un suero en unidades arbitrarias
otros prefieren elegir como título la dilución de p or comparación con un suero patrón
suero que produce un 50% de la absorbancia
máxima. Como es fácil de imaginar, estos cri­ El método de titulación y comparación con
terios brindarán títulos que no serán compara­ un suero patrón consiste en titular el suero pro­
bles entre sí. Lo importante es fijar un criterio blema y un suero patrón, al que arbitrariamente
de trabajo y respetarlo, de modo de poder com­ se le asigna una determinada cantidad de uni­
parar títulos de sueros a lo largo del tiempo. El dades • ml * como actividad de Ac. Partiendo
método de la titulación a punto final presenta la de la base de que una misma absorbancia es
ventaja de que se analiza la curva de titulación producida por cantidades equivalentes de Ac,
de cada suero. Esto permite obtener el título de será posible calcular la cantidad de unidades ■
sueros ya sean de bajo o de alto título. Sin em­ m l' del suero problema por comparación con
bargo, es un método laborioso y costoso, por lo el suero standard (fig. 38-10). Ese valor de ab­
que en muchos casos se prefiere el inétodo de sorbancia para realizar la comparación debe
la medida de la absorbancia a dilución simple. caer en la zona de mayor pendiente de las cur­
vas de titulación de los sueros. En caso de no
b) Medida de la absorbancia a dilución simple disponerse de un suero patrón será posible to­
mar como estándar una mezcla (“pool”) de sue­
El método de la absorbancia a dilución sim­ ros positivos, a la que se le asigna una determi­
ple consiste en tomar como título la absorban­ nada cantidad de unidades ■m l'. Este método
cia del suero a una dilución fija, elegida previa­ presenta la desventaja de que, para que sea po ­
mente. Si bien es un método sencillo y más eco­ sible comparar el comportamiento de los sue­
nómico que el anterior, presenta la desventaja ros, éstos deben originar curvas de titulación
de no ser útil para discriminar entre sueros de paralelas. Sin embargo, esta situación se da po­
bajo título (porque la absorbancia está demasia­ cas veees en la práctica.
do cercana a la obtenida en ausencia de Ac) ni
para discriminar entre sueros de alto título (por­ 2. Cálculo del valor de corte
que la absorbancia está cercana al máximo de
saturación del sistema, en muchos casos limita­ Un elemento esencial en todo ELISA cuanti­
dos por la capacidad del lector de policubetas). tativo es establecer el valor de discriminación
814 Metodologías

entre una muestra positiva y una muestra nega­ negativos en el ensayo


tiva. Este valor se denomina valor de corte o Especificidad o ID (-) = -------------------------------------- x 100
negativos en el ensayo
“cut'Off ’ y es independiente del método usado + falsos positivos
para el cálculo del título del suero.
En todo ELISA, los sueros negativos mues­ donde los positivos en el ensayo son las mues­
tran una comportamiento que se asemeja a una tras positivas que el ensayo detecta como posi­
distribución normal, pero presentan un sesgo tivas, los falsos negativos son las muestras que
positivo o tendencia a producir valores de ab­ en realidad son positivas pero que el ensayo
sorbancia o títulos mas altos que los esperados muestra como negativas, los negativos en el
si siguieran una distribución normal (véase fig. ensayo son las muestras negativas que el ensa­
38-11). yo detecta como negativas y los falsos positi­
Debido a este comportamiento, y desde un vos son las muestras que en realidad son nega­
punto de vista matemático, el uso de paráme­ tivas pero que el ensayo detecta como positi­
tros que surgen de muestras que siguen tal dis­ vas. Por supuesto, para poder calcular estos pa­
tribución no es formalmente correcto en este ti­ rámetros es necesario disponer de un lote de
po de ELISA. Sin embargo, el desvío estándar muestras positivas y negativas conocidas.
es un parámetro ampliamente utilizado en di­ La confiabilidad en la positividad [C(-i-)J o
versos ELISA para establecer el valor de corte valor predictivo es la probabilidad de que una
y puede calcularse como: muestra que el ensayo detecta como positiva
sea realmente positiva. Del mismo modo, la
D S= J i : ( x . - m ) ^ confiabilidad en la negatividad [C(-)] es la pro-
n- 1 babiUdad de que una muestra que el ensayo de­
tecta como negativa sea realmente negativa. En
donde n es el número de sueros negativos ana­ términos matemáticos, se pueden escribir como
lizados, m es el media aritmética y x¡ es la positivos en el ensayo
reactividad de cada suero. C(+) = X 100
El análisis de las muestras por duplicado o positivos en el ensayo + falsos positivos
triplicado mejora la confiabilidad del DS obte­
nido pero la distribución de la reactividad de negativos en el ensayo
los sueros negativos no cambia, al igual que C(-) = X 100
negativos en el ensayo + falsos negativos
ese sesgo positivo antes mencionado.
Para el caso de un número bajo de muestras Para ver el impacto de la prevalencia (núme­
negativas, la distribución que se aplica habi­ ro de individuos positivos por cada 100 indivi­
tualmente es la distribución t, la que presenta duos) sobre estos parámetros, veamos dos si­
un área mayor en las colas de la curva de distri­ tuaciones teóricas donde los ID(-t-) e ID(--) son
bución. del 90% y la prevalencia es del 2% en un caso
Otro aspecto a tener en cuenta cuando se rea­ y del 30% en el otro. En el primer caso, una
lizan ensayos serológicos en general y ELISA prevalencia del 2% significa que de cada 1000
en particular es la confiabilidad de un resulta­ m.uestras, 20 son positivas. Sin embargo, con
do, ya sea positivo o negativo. Esta confiabili­ unos ID del 90%, el ensayo sólo detecta a 18
dad depende de la prevalencia del Ag o Ac en como positivas (2 son falsos negativos) y a 882
la población. Para aclarar esto es necesario de­ como negativas (98 son falsos positivos). De
finir dos parámetros: el índice de detectabilidad todos los positivos detectados con el ensayo,
para muestras positivas [ID(-i-)] y el índice de sólo 18 son realmente positivos. Esto hace que
detectabilidad para muestras negativas [ID(-)]. la C(+) sea del 15,5%. Para las muestras nega­
El ID(-i-) es la medida de la habilidad del ensa­ tivas tenemos que de las 884 (882 + 2) detecta­
yo de mostrar como positiva a una muestra que das como tales, sólo 882 lo son realmente, lo
realmente es positiva (también conocido como que hace que la C(-) sea del 99,8%. Para el ca­
“sensibilidad”, término que no debe confundir­ so de una prevalencia del 30% la C(-i-) aumenta
se con la “sensibilidad del ensayo” -definida enormemente a 79,4%, mientras que la C(-)
anteriormente-); por otra parte, el ID(-) es la cae levemente a 95,5%.
medida de la habilidad del ensayo de mostrar El valor de corte del sistema debe ser tal que
como negativa a una muestra que realmente es minimicé los resultados falsos, ya sean positi­
negativa (también conocido como “especifici­ vos o negativos. En muchos casos existe una
dad”). En términos matemáticos se pueden es­ zona de solapamiento en la distribución de la
cribir como reactividad de sueros positivos (los de bajo tí­
tulo) y negativos, en donde no puede estable­
positivos en el ensayo
S ensibilidad o ID(-’r ) = X 100
cerse con certeza si una muestra que cae en esa
positivos en el ensayo zona de la distribución es positiva o negativa
+ falsos negativos (fig. 38-12). En estos casos se elegirá un valor
ELISA 815

de corte de manera tal de tener más falsos posi­ muy pequeños de los distintos inmunorreactan­
tivos o falsos negativos, según qué tipo de error tes. En general, en el TERELISA se emplean
produzca consecuencias menos graves. volúmenes del orden de los 10 |al por pocilio, a
Si se analiza un gran número de muestras, se diferencia de los ELISA convencionales, donde
puede establecer el valor de corte como la reac­ se emplea entre 50 y 200 |J,I por pocilio. Sin
tividad media de los sueros negativos -i- 2 o 3 embargo, este sistema presenta la desventaja de
DS. Si paralelamente se analiza la reactividad que no se han diseñado espectrofotómetros
de una muestra positiva standard y/o una mues­ (lectores de policubetas) aptos para leer la ab­
tra negativa standard, será posible expresar el sorbancia en estas placas, por lo que la lectura
valor de corte como un porcentaje de la reacti­ debe realizai'se a simple vista. Esto ha dificul­
vidad de estas muestras standard. De este mo­ tado la difusión y empleo masivo de este tipo
do, en ensayos subsiguientes se podrá calcular se sistemas.
el valor de corte analizando únicamente la
reactividad de estas muestras patrones y multi­
plicando por un factor obtenido aplicando la si­ 2. GEDELISA
guiente fórmula:
El GEDELISA es otra modalidad del ELISA
A, donde en una primera etapa se realiza una sepa­
ve = VCn X■ ración de una mezcla antigénica por electrofo­
Ao resis en geles de pohacrilamida en presencia de
dodecilsulfato de sodio (SDS-PAGE). A conti­
donde VC es el valor de corte para el día que nuación se eluye el antígeno o los antígenos de
se realiza el ensayo, VCq es el valor de corte interés, para lo cual el gel se corta en tiras de
calculado el día que se analizó un gran número unos pocos milímetros de espesor, las que se
de muestras negativas, A^ es la absorbancia del incuban con solución fisiológica durante tmo o
standard el día que se realiza el ensayo y Ag es dos días a 4°C. Este procedimiento tiene por
la absorbancia del estándar el día que se calcu­ objeto permitir la solubilización de los antíge­
ló el valor de corte por análisis de la reactivi­ nos en la solución fisiológica. Seguidamente,
dad de un gran número de muestras negativas. estos antígenos se emplean para la sensibiliza­
La relación VCo/A,, es el factor que habitual­ ción de placas de poliestireno y se prosigue con
mente proveen los fabricantes de reactivos co­ el ELISA tal cual se describió en páiTafos ante­
merciales de ELISA para el cálculo del valor riores. Este sistema permite detectar Ac contra
de corte. determinados componentes de una mezcla anti­
Este método de cálculo del valor de corte génica compleja separada por SDS-PAGE. Sin
permitirá ahorrar tiempo y dinero, además de embargo, la presencia del SDS provoca la des­
evitar las variaciones interensayo en los ELI­ naturalización de los antígenos separados, de
SA. modo que no se podrán evidenciar Ac contra
algunos epitopes que se vieron afectados por el
Distintas modalidades del ELISA tratamiento con SDS. Además, el remanente
del detergente que queda en la solución del an­
Se han desarrollado distintas modalidades tígeno extraído del gel es capaz de interferir en
del ELISA. Entre ellas, las más importantes la etapa de sensibilización de la fase sólida
son las siguientes: (véase “Inmovilización de inmunorreactantes
en fase sólida”).
1. TERELISA.
2. GEDELISA.
3. DIG-ELISA. 3. DIG-ELISA

En el DIG-ELISA (“diffusion-in-gel enzy-


1. TERELISA me-linked immunosorbent assay”) se realiza
una cuantificación de anticuerpos específicos
El TERELISA consiste en un ELISA con­ mediante la medición de su habilidad de formar
vencional realizado en placas de Terasaki, pla­ un gradiente de difusión sobre una superficie
cas habitualmente usadas para la tipificación de de poliestireno sensibilizada con el antígeno
alelos del complejo mayor de histocompatibili­ respectivo. La reacción Ag-Ac se visualiza en
dad por microcitotoxicidad en placa y que son una etapa posterior por empleo de un conjuga­
más pequeñas que las placas de plástico diseña­ do enzimático anti-inmunoglobulinas especie-
das para ELISA. La ventaja que presenta este específico.
sistema por sobre los ELISA descritos en pá­ En el DIG-ELISA se sensibiliza una placa de
rrafos anteriores es que requiere volúmenes Petri cón el antígeno en estudio. Luego de lavar
816 Metodologías

DO

a n a d « M l^iw níeiito

- ' 4

log dii

Fig. 38-10. C álculo del título de un .suero por com p ara­


ción con un suero p atrón . Si se dispone de un suero pa­ Fig. 38-12. G ráfico de frecuencia en función d el interva­
trón (curva azul) será posible calcular el título de un suero lo de ab so rb a n cia s de sueros n eg a tiv o s y positivo.s. Se
problem a (curva roja) en unidades arbitran'as/m l por com ­ puede observar que hay un solapam ieiito de las distribucio­
paración de las curvas de titulación de am bos sueros. nes de sueros positivos (rojo) y negativos (azul), lo que p ro ­
voca una incertidum bre en la clasificación d e un suero co­
m o positivo o negativo si su absorbancia cae en la zona de
e] exceso de antígeno no unido, se cubre la pla­ solapanriento.
ca con una capa de agar, en la que se practican
orificios a modo de pocilios. En estos pocilios
se siembra la solución con el anticuerpo, se de­ Dot-blot
ja difundir, se elimina el agar y se cubre toda la
placa con el conjugado enzimático. Luego de El Dot-blot es un método inmunoenzimático
esta incubación, se lava el exceso de conjugado en el que se inmoviliza un inmunorreactante en
y se cubre la placa con agarosa que contiene la una fase sólida compuesta por vm papel. Exis­
solución de sustrato. AI cabo de cierto tiempo ten varios tipos de papeles empleados en este
se desarrollará el color producido por la activi­ tipo de reacciones. Todos ellos presentan la
dad enzimática unida a la placa. El diámetro de atractividad de que sirven para inmovilizar
los halos de color formados será proporcional cantidades muy pequeiias de inmunorreactante.
al logaritmo de la concentración de anticuerpo Muchas de las consideraciones que se comen­
que había en la muestra. taron para ELISA son válidas para el Dot-blot.
El DIG-ELISA presenta la ventaja de que no El Dot-blot es una técnica ampliamente em­
se requiere de un lector de policubetas para una pleada para realizar el análisis de sobrenadan-
cuantificación de la reacción antígeno-anticuer- tes de cultivo de hibridomas (“screening”) o
po, ya que se mide la velocidad de difusión de para analizar la reactividad de un suero o anti­
estos anticuerpos en el agar. Sin embargo, la cuerpo purificado contra un panel de antígenos
complejidad operacional de estos sistemas diferentes.
conspira contra su implementación en la deter­ Mediante el empleo de distintos tipos de pa­
minación de anticuei*pos específicos en el labo­ peles es posible inmovilizar proteínas, ácidos
ratorio de serología diagnóstica. nucleicos, membranas celulares, fracciones y
organoides subcelulares y hasta células enteras.
Fwaieiwa
En los próximos párrafos se harán algunos co­
mentarios acerca de la inmovilización de pro­
teínas en papel.
El papel de filtro activado con bromuro de
cianógeno ha sido ampliamente empleado para
la- unión covalente de proteínas a la fase sólida.
Este tipo de sistemas es muy usado para la in­
^ ^ o p o s ttv o
movilización de alérgenos con el objeto de de­
tectar la presencia de anticuerpos específicos
en sueros de pacientes alérgicos atópicos.
A is o fte w a Sin embargo, el papel más ampliamente em­
pleado para la inmovilización de proteínas es la
nitrocelulosa. La unión es no covalente y la in­
Fig. 38-11. G ráfico de frecuencia en función del inter- teracción hidrofóbica parece ser la que gobier­
valo de absorbancias de sueros negativos. Se m uestra la
curva de distribución y el sesgo positivo (rosa) caracterís­ na el proceso de interacción proteína-nitrocelu-
tico de la distribución de absorbancias de sueros negativos losa. Esto hace que la presencia de detergentes
y la curva de di.stribución norm al (verde) que se obtendría en la solución de proteína interfiera el proceso
si los sueros negativos .siguieran dicha distribución. de unión. A pesar de esto, es posible inmovili­
ELISA 817

zar antígenos proteicos en solución de deter­ mucho tiempo sin que se altere la visualización
gentes, particularmente no-iónicos (tales como de los resultados.
Tritón X-100, Tween 80) y a una concentra­ A diferencia del ELISA, la lectura del Dot-
ción inferior al 0,01%. blot es visual y por lo tanto no sirve para reah­
Una ventaja que presenta la inmovilización zar cuantificaciones. Sin embargo, se pueden
de proteínas en nitrocelulosa es que la unión es realizar lecturas densitométricas (se requiere de
cuantitativa hasta cubrir la capacidad de satura­ densitómetros de reflexión) de la membrana de
ción del papel. Las proteínas inmovilizadas nitrocelulosa revelada y, si cada punto (dot) tie­
pueden revelarse por tinción directa con colo­ ne la misma área, tomar la altura de los puntos
rantes tales como el negro amido, el azul de como medida de la reactividad del anticuerpo.
Coomassie o el Ponceau-S.
Sin embargo, en la reacción de Dot-blot se Parte experimental
realizan incubaciones con anticuerpos específi­
cos y el sistema se revela mediante el empleo 1. Cálculo de la capacidad de saturación
de un conjugado enzimático. Antes de efectuar de placas de ELISA p o r el método
la incubación con cualquier anticuerpo es nece­ de la peroxidasa
sario bloquear los sitios de unión a la nitrocelu­
losa libres. Para ello se emplean soluciones ta­ Sensibilizar placas de ELISA con 100 )J,1 de di­
les como las empleadas en ensayos de ELISA. luciones seriadas de una solución de OVA u
El bloqueo puede realizarse con leche descre­ otro antígeno, desde 0,1 )0 .g/ml h asta 10
m ada al 0,5% d ilu id a en PBS o en N aCl |ig/ml, diluida en un “buffer” carbonato-bi-
0,15M, TrisHCl 0,05M, pH 7,4 (TBS), durante carbonato lOOmM pH ==9,2-9,4.
30 minutos a 37“C. Los anticuerpos (sueros, Incubar durante 18 horas a 4°C.
sobrenadantes de cultivo de hibridomas, líqui­ Lavar 3 veces con PBS.
dos ascíticos de anticuerpos monoclonales o Incubar 3 horas a 37“C con 100 p,l/pocillo de
anticuerpos purificados) y el conjugado enzi­ una solución de peroxidasa de 100 jig • m l'\
mático se diluyen en soluciones proteicas, sien­ Lavar 3 veces con PBS suplementado con
do la más empleada la solución de leche des­ 0,05% de Tween 20 (PBS-T).
cremada al 0,5% en PBS o TBS. Los lavados Incubar con 100 }.il/pocillo de una solución de
se realizan con PBS o TBS y en general se evi­ o-fenilendiamina de 1 mg/ml en un “buffer”
ta el empleo de detergentes en estas soluciones de ácido cítrico y fosfatos 0,1M pH = 5 y
con el objeto de evitar el despegado del Ag in­ H^O^ al 30% (1 ¡il • m i'), durante 30 minutos
movilizado en la nitrocelulosa. En caso de em­ en la oscuridad.
plearse un conjugado enzimático de peroxidasa Detener la reacción por agregado de 25 jj.1 de
es necesario utilizar diluyentes y soluciones de H,SO^ 4N a cada pocilio.
lavado a base de TBS, ya que el fosfato del Leer la densidad óptica a 490 nm en un lector
PBS interfiere en la etapa del revelado. de policubetas.
Los sustratos que se emplean en Dot-blot, a Graficar la densidad óptica en función del loga­
diferencia de los empleados en ELISA, generan ritmo de la inversa de la concentración de
un producto insoluble que se deposita sobre la OVA y calcular la concentración necesaria
nitrocelulosa en los sitios donde se localiza la para saturar la placa.
actividad enzimática. Para el caso de la peroxi­
dasa, los sustratos pueden ser el 4-cloro-l-naf- 2. Marcación de anticuerpos
tol o la diaminobencidina. El primero genera con peroxidasa
un producto azul oscuro que tiene un muy buen
contraste para casos en los que sea necesario Dialisar una solución del anticuerpo a marcar
fotografiar el Dot-blot. La diaminobencidina, (aproximadamente 5 mg/ml) contra “buffer”
por su parte, genera un producto marrón que no de carbonato-bicarbonato sódico lOOmM pH
tiene un contraste tan elevado para fotografía = 9,2 durante 18 horas a 4“C.
pero que tiene una detectabilidad superior al Disolver 2,5 mg de peroxidasa (de buena cali­
4-cloro-l-naftol. Para el caso del empleo de dad) en 0,25 mi de NaHCOj lOOmM en un
conjugados enzimáticos a base de fosfatasa se tubo de vidrio.
emplea como sustrato una mezcla de 4-nitro- Agregar 0,25 mi de NalO^ (p.a.) 12mM.
bluetetrazolium (NBT) y 5-bromo-4-cloro-3- Incubar 2 horas a temperatura ambiente en os­
indolilfosfato (BCIP), que generan un producto curidad.
insoluble azul oscuro. Mezclar la solución del anticuerpo dialisado
La actividad enzimática se detiene por lava­ con la peroxidasa y agregar una sexta parte
do de la nitrocelulosa con agua destilada. Una (peso/volymen) de Sephadex G-25 seco con
vez lavada, es posible secar la nitrocelulosa al el objeto de reducir el volumen de reacción a
aire y guardarla entre papeles de filtro durante la mitad.
818 Metodologías

Incubar 3 horas a temperatura ambiente en la una solución de leche descremada al 1% en


oscuridad. PBS-T.
Agregar 1/20 en volumen de una solución re­ Incubar 1 hora a 37°C.
cién preparada de NaBH^ (5 mg • mh' en Lavar 3 veces con PBS-T.
NaOH 0,lmM). Incubar con 100 |j,l/fosa de la dilución apropia­
Incubar 30 minutos a 4°C. da del conjugado anti— globuhnas de conejo
Agregar 1/10 en volumen de la solución de marcado con peroxidasa, diluido en una solu­
NaBH,. ción de leche descremada al 1% en PBS-T,
Incubar 1 hora a 4°C. durante 1 hora a 37°C.
Separación de la peroxidasa libre y del Ac no Lavar 3 veces con PBS-T.
conjugado: Incubar con 100 |il/fosa de una solución de o-
Precipitar con (NH^) SO^ al 50% de saturación fenilendiamina de Img/ml en un “buffer” de
(precipitan la IgG ubre y la IgG conjugada a ácido cítrico y fosfatos 0,1M pH = 5 y H^Oj
peroxidasa). al 30% (l|il/ml), durante 30 minutos en la os­
Incubar 1 hora y centrifugar durante 15 minu­ curidad.
tos a ó.OOOxg. Desechar el sobrenadante. Detener la reacción por agregado de 25 )ll de
Lavar el precipitado con (NH^j^SO^ al 50% de HjSO^ 4N a cada pocilio.
saturación. Desechar el sobrenadante. Leer la densidad óptica a 490 nm en un lector
Equilibrar el sedimento con una solución de de policubetas.
fosfatos 0,1M, NaCl 0,1M, pH = 7,2 o con un Graficar la densidad óptica en función del loga­
“buffer” de acetato sódico O,IM, NaCl IM, ritmo de la inversa de la dilución de suero de
CaCl^ ImM, MgCl^ ImM, MnCl^ ImM, pH = conejo analizado y calcular el título.
6 por diálisis o por pasaje por una columna de
Sephadex G-25. 4. ELISA de captura
Realizar una cromatografía de afinidad con
Sepharosa-Concanavalina A, con lo que la Sensibilizar placas de poliestireno de alta capa­
IgG libre eluye con el frente y se retiene el cidad de unión con el anticuerpo de captura
conjugado. Monitorear el proceso por lectura purificado, durante 18 horas a 4°C a razón de
de la absorbancia a 280nm. 2|ag por pocilio (50|i,l/pocillo), diluido en
Eluir la columna con una solución de a-metil • PBS.
manósido 10 a lOOmM en fosfatos 0,1M, Lavar 3 veces con PBS-T.
NaCl 0,1M, pH = 7,2 o en acetato sódico Bloquear la placa por incubación con 200|al/fo-
0,1M, NaCl IM, CaCL ImM, MgCL ImM, sa de una solución de leche descremada al 3%
MnCl^ ImM, pH = 6. en PBS durante 1 hora a 37°C.
Agregar un volumen de glicerina neutralizada Lavar 3 veces con PBS-T.
y guardar en congeladora de -18‘’C. Capturar el antígeno específico a partir de la
Titular por ELISA frente al antígeno específico fracción antigénica diluida en leche descre­
para comprobar la actividad del conjugado. mada al 1% en PBS, por incubación durante
1 hora a 37°C a razón de 50 |i/fosa. Dejar un
3. ELISA de amplificación (indirecto) grupo de pocilios sin antígeno capturado co­
para la titulación de sueros mo control del ensayo.
Lavar 3 veces con PBS-T.
Se describe un ELISA para la titulación de an­ Incubar durante 30 minutos a temperatura am­
ticuerpos anti-ovoalbúmina (OVA) en sueros biente y a razón de 50 ¡il/ fosa con una dilu­
de conejos inmunizados con OVA. ción apropiada (por ejemplo, 1/500) de los
Sensibilizar placas de ELISA con 100 |al de sueros a analizar. Diluir los sueros en leche
una solución de OVA de 1 |xg/ml (100 ng de descremada al 1% en PBS.
OVA/fosa), diluida en un “buffer” carbonato- Lavar 3 veces con PBS-T.
bicarbonato lOOmM pH = 9,2-9,4. Incubar durante 30 minutos a temperatura am­
Incubar durante 18 horas a 4°C. biente y a razón de 50 \iV fosa con una dilu­
Lavar 3 veces con PBS suplem entado con ción apropiada de anticuerpos anti-inmuno-
Tween 20 al 0,05% (PBS-T). globulinas e.specie-específicos marcados con
Bloquear la placa por incubación con 250 peroxidasa, diluidos en leche descremada al
¡al/fosa de una solución de leche descremada 1% en PBS.
al 3% preparada en solución fisiológica tam­ Lavar 3 veces con PBS-T.
ponada (PBS) durante Ihora a 37°C. Incubar con 50 |il/fosa de una solución de o-fe-
Lavar 3 veces con PBS-T. nilendiamina de 1mg/ml en un “buffer” de
Realizar diluciones seriadas en razón 2 del sue­ ácido cítrico y fosfatos 0,1M pH = 5 y H^O^
ro de conejo anti-OVA a analizar, en un volu­ al 30% (1 )il/ml), durante 30 minutos en la
men de 100 |J,l/fosa. Utihzar como diluyente oscuridad.
ELISA 819

Detener la reacción por agregado de 25 |xl de Graficar dicho porcentaje en función del loga­
HjSO^ 4N a cada pocilio. ritmo de la concentración de OVA de la solu­
Leer la densidad óptica a 490 nm en un lector ción patrón. Por interpolación del porcentaje
de policubetas. de inhibición producido por una muestra pro­
Graficar la diferencia entre la absorbancia pro­ blema se podrá calcular la concentración de
ducida por cada suero en la fosa con Ag y la OVA en la misma.
absorbancia producida por el mismo suero en
la fosa sin Ag. 6. Análisis de la distribución de reactividad
de sueros normales y cálculo del valor
5. ELISA de modulación de actividad de corte
para la cuantificación de antígeno
Se describe un ELISA de amplificación para el
Se describe un ELISA para la cuantificación de análisis de la distribución de reactividades de
ovoalbúmina (OVA) en diversas muestras. sueros humanos normales a dilución simple y
Sensibilizar placas de ELISA con 100 jil de cálculo del valor de corte del sistema frente a
una solución de OVA de 1 |ig • ml ■(100 ng un sobrenadante de 45.000xg de epimastigotes
de OVA/fosa), diluida en un “buffer” carbo­ de Trypanosoma cruzi lisados (fracción F45).
nato-bicarbonato lOOmM pH = 9,2-9,4. Sensibilizar placas de ELISA con 100 |al de la
Incubar durante 18 horas a 4°C. fracción F45, a razón de 10 ¡ag • m f, diluida
Lavar 3 veces con PBS-T. en un “buffer” carbonato-bicarbonato lOOmM
Bloquear la placa por incubación con 250 pH = 9,2-9,4.
|il/fosa de una solución de leche descremada Incubar durante 18 horas a 4°C.
al 3% en PBS durante Ihora a 37"C. Lavar 3 veces con PBS-T.
Lavar 3 veces con PBS-T. Bloquear la placa por incubación con 250|al/fo-
En un volumen de 50 |xl/fosa, realizar dilucio­ sa de una solución de leche descremada al 3%
nes seriadas en razón 2 de una solución pa­ preparada en solución fisiológica tamponada
trón de concentración conocida de OVA, par­ (PBS) durante 1 hora a 37<>C.
tiendo de una concentración de 10 |ig ■m f . Lavar 3 veces con PBS suplem entado con
Utilizar como diluyente una solución de leche Tween 20 al 0,05% (PBS-T).
descremada al 1% en PBS-T. Paralelamente, Realizar diluciones (1/500 o 1/1000) de al me­
realizar otra serie de diluciones de la/s mues- nos 30 sueros humanos normales y al menos
tra/s problema. Dejar una fosa sin OVA solu­ un suero de paciente chagásico (control posi­
ble ni muestra, que corresponderá al 0% de tivo). Utilizar como diluyente una solución de
inhibición. leche descremada al 1% en PBS-T. En cada
Agregar a cada fosa 50 )il del doble de la dilu­ fosa debe quedar un volumen de 100 | i l .
ción del suero de conejo anti-OVA que pro­ Incubar 1 hora a 37°C.
dujo una absorbancia igual al 90% de la ab­ Lavar 3 veces con PBS-T.
sorbancia máxima producida por ese suero, Incubar con 100 |al/fosa de la dilución apropia­
diluido en leche descremada al 1% en PBS. da del conjugado anti-y-globulinas humanas
Incubar 1 hora a 37°C, marcado con peroxidasa, diluido en una solu­
Lavar 3 veces con PBS-T. ción de leche descremada al 1% en PBS-T,
Incubar con 100 |J,l/fosa de la dilución apropia­ durante 1 hora a 37“C.
da del conjugado anti-y-globulinas de conejo Lavar 3 veces con PBS-T.
mai'cado con peroxidasa, diluido en una solu­ Incubar con 100 |il/fosa de una solución de o-
ción de leche descremada al 1% en PBS-T, fenilendiamina de 1 mg • m f en un “buffer”
durante 1 hora a 37°C. de ácido cítrico y fosfatos 0,1M pH = 5 y
Lavar 3 veces con PBS-T. HjOj al 30% (1 |al • m f ), durante 30 minutos
Incubar con 100 |J,l/fosa de una solución de o- en la oscuridad.
fenilendi amina de Img • ml * en un “buffer” Detener la reacción por agregado de 25 |J,1 de
de ácido cítrico y fosfatos 0,1M pH = 5 y HjSO^ 4N a cada pocilio.
H^Oj al 30% (1 }il • m l'), durante 30 minutos Leer la densidad óptica a 490nm en un lector
en la oscuridad. de policubetas.
Detener la reacción por agregado de 25|J,1 de Agrupar las absorbancias de los sueros en in­
HjSO,^ 4N a cada pocilio. tervalos de densidad óptica y graficar la fre­
Leer la densidad óptica a 490nm en un lector cuencia de cada intervalo en función del in­
de policubetas. tervalo.
Calcular el porcentaje de inhibición producido Paralelamente calcular la absorbancia media
por cada dosis de OVA soluble, tomando como (m) de los sueros negativos y el desvío están­
0% de inhibición la absorbancia obtenida en la dar (a^ |). Con estos parámetros calcular el va­
fosa incubada sin inhibidor (OVA soluble). lor de corte del sistema como m + 2 o 3 ,.
820 Metodologías

BIBLIOGRAFÍA Lutz H., H iggins J., P edersen N.C. and Theilen G.H. 1979.
The dem onstration o f antibody specificity by a new tech-
B u tler J.E. 1981. T he am phfied ELISA : principies o f and nique. T h e gel electro p h o re sis-d e riv ed en z y m e-lin k ed
aplications for the com parative quantitation o f class and im m unosorbent assay (G ED ELISA ) and its application to
subclass antibodies and the distribution o f antíbodies and antibodies specific for Eeiine Leukem ia V irus. J. H isto-
a n tig e n s in b io c h e m ic a l s e p a ra te s . IMeth. E n z y m o l. chem. Cytocheni. 27(8): 1216-1218.
73:482-523. M alvano R., B oniolo A., D ovis B. and Zannino M. 1982.
B u tler J.E., Ni L., N essler R., Joshi K .S., Suter M ., Rosen- ELISA for antibody m easurem ent: aspects related to data
berg B ., C hang J., Brow n W .R. and Cantarero L.A. 1992. exprcssion. J. Im m unol. M eth. 48:51-60.
T h e physical and functional behaviour o f capture antibo­ N ieto A., G ayá A., Jansa M ., M oreno C. and V ives J. 1984.
d ie s ad so rbed on po ly e sty ren e. J. Im m unol. M ethods, D irect m easurem ent o f antibody affinity distribution by
150:77-90. hapten-inhibition enzym e im m unoassay. M ol. Im m unol.
C an tarero L.A ., B utler J.E. and O sborne J.W . 1980. T he 21(6):537-543.
a d so rp tiv e c h a ra cte ristic s o f p ro te in s fo r p o ly e sty ren e N ieto A ., G ayá A., M oreno C., Jansá M. and Vives J. 1986.
an d th e ir s ig n ific a n c e in so lid -p h a se im m u n o a ssa y s. A dsorption-desorption o f antigen to polyestyrene plates
A nalytical C hem istry, 105:375-382. used in EL ISA . Ann. Inst. P asteu r Inim unol., 137:161-
Elw ing H., Lange S. and N ygrcn H. 1980. D iffusion-in-gel 172.
enzym e-linked im m unosorbent assay (D IG -E LISA ): op- N ieto A ., G ayá A., M oreno C. y Vives J. 1984. N uevo m é­
tim al conditíons for quantitation o f antibodies. J. Im m u- todo para determ inar la adsorción de proteínas a las p la­
riol. M eth. 39:247-256. cas de p o lie s tire n o u s a d a s en E L IS A . I n m u n o lo g ía ,
K em eny D .M . 1992. T itration o f antibodies. J. Im m unol. 3(l):25-28.
M ethods, 150:57-76, P ateraki E., G uesdon J.I.., Serie C. and A vram eas S. 198 L
K en n y G .E. and D u n sm o o r C .I.. 1983. P rin c ip ie s, pro- TERELISA : T he ELISA test perform ed in Terasaki p la ­
blem s, and strategies in the use o f antigenic m ixtures for tes. J. Im m unol. M eth. 46:361-368.
th e enzym e-linked im m unosorbent assay. J. Clin. M icro- Pesce A. and M ichael J.G. 1992. Artifacts and limitations of
biol., 17:655-665. enzyme im munoassay. J. Immunol. M ethods, 150:111-119.
L u tz H ., B ruggm ann S., C orboz L., M üller R., Lim acher Portsm ann T. and K iessig S.T. 1992. Enzym e-im m unoas-
W ., W eber H „ W issler K. and Theilen G.H. 1981. Com- say te c h n iq u e s. A n o v erv iew . J. Im m u n o l. M eth o d s,
bination o f polycrylam ide gel electrophoresis w ith enzy- 150:5-21.
ine-linked im m unosorbent assay: a sim ple m ethod for de- Tijssen P. 1988. Practice and theory o f enzym e im m unoas­
term ination o f antibody specificity and detection o f anti­ says. tm : Laboratory techniques in biochem istry and m o­
gens in com plex m ixtures. Vet. Im m unol. Im m nnopathol. lecular biology. Vol. 15. Eds. B urdon R.H. and K nippen-
2:425-440. berg P.H. Elsevier, A m sterdam , T he N etherlands.
Inmunoanálisis radiométrícos

EDGARDO POSKUS 39
INTRODUCCIÓN titutivos de los otros. En ese contexto las radio­
metrías han cedido posiciones, aunque conser­
Los inmunoanálisis radiométricos compren­ van un número de especificaciones de uso que,
den un conjunto de técnicas en las cuales las en ciertos casos, las torna como la mejor op­
moléculas implicadas como reactivos inmuno- ción disponible.
químicos se hallan marcadas radiactivamente. Dado que el radioinmunoensayo, o radioin­
Como guía general puede considerarse que la munoanálisis, es la técnica radiométrica proto­
determinación de los antígenos se efectúa con tipo y la que efectuó el mayor impacto históri­
anticuerpos específicos como reactivos y que, co relativo, comenzaremos a partir de ella la
inversamente, la detección de anticuerpos espe­ descripción de los métodos radiométricos de
cíficos se realiza con los correspondientes antí­ base inmunológica.
genos. También como modelo general puede
decirse que los reactivos de esos sistemas ana­
líticos son los que están marcados con un ra- RADIOINMUNOENSAYO
dionucleido, aunque como se verá principal­
mente en el radioinmunoanálisis, las técnicas El desarrollo del radioinmunoensayo {ra-
basadas en reacciones de competencia pueden dioimmunoassay, RIA) comienza en 1956 de
diseñarse de modo que se marca el mismo tipo forma un tanto desapercibida, con los trabajos
de molécula (se emplea, por ejemplo, antígeno de Yalow y Berson sobre el metabolismo de la
puro marcado para medir el antígeno frío que insulina. Esos autores hallaron que la cantidad
se haha en muestras desconocidas y luego ara­ de insulina marcada con átomos de iodo radiac­
bos interactúan con los anticuerpos específi­ tivo que se unía a una fracción de globulinas de
cos). individuos diabéticos (luego reconocida como
En la inmunología moderna, tras unas cuatro anticuerpos), se relacionaba con la concentra­
décadas de aplicación de estos recursos analíti­ ción de insulina fría existente. Tal observación
cos, se ha verificado una fuerte competencia constituyó la base de la detección de esa hor­
metodológica. Los principios inmunoenzimáti- mona plasmática y del posterior desarrollo de
cos y los análisis basados en quimioluminis- todos los métodos radioinmunológicos de satu­
cencia han disputado últimamente el campo de ración y desplazamiento. A partir de las prime­
aplicación con el radioinmunoensayo y sus su­ ras publicaciones en 1959 y 1960 que descri­
cedáneos. Hoy en día la elección de un método bieron explícitamente la determinación de insu­
de análisis aplicado a la inmunología, o valién­ lina plasmática sin previa extracción, resultó
dose de recursos que ella brinda, es un tema ampliamente reconocido que el RIA era un m é ­
complejo. Existen muchos factores que deciden todo ventajoso. Entre sus cualidades se hallan
esa elección: los económicos, los de seguridad la alta sensibilidad, su comparativa sencillez
operativa, los de accesibiUdad, etc. Pero, si se respecto de los métodos biológicos usados en
sopesan también las cuestiones referidas a re­ endocrinología, y su versatilidad para aplicarlo
producibilidad, exactitud y sensibilidad, debe a muestras de pequeños volúmenes y en gran­
admitirse que no existen métodos ideales y sus- des series. Esas propiedades lo convierten en
820 Metodologías

BIBLIOGRAFÍA Lutz H,, H iggins J,, P edersen N,C, and Theilen G,H, 1979,
The dem onstration o f antibody specificity by a new tech-
B u tler J.E. 198 L T he am plified ELISA : principies o f and nique, T h e gel electro p h o re sis-d e riv ed en z y m e-lin k ed
aplications for the com parative quantitation o f class and im m unosorbent assay (G ED ELISA ) and its application to
subclass antibodies and the distribution o f antibodies and antibodies specific for Eeline Leukem ia V irus, I, H isto-
a n tig e n s in b io c h e m ic a i s e p a ra te s . IMeth. E n z y m o l. chem, Cytochera, 27(8): 1216-1218,
73:482-523. M alvano R,, B oniolo A,, D ovis B, and Zannino M, 1982,
B u tler J.E., Ni L., N essler R., Joshi K .S., Suter IVl., Rosen- ELISA for antibody m easurem ent: aspects related to data
berg B ., C hang J., Brow n W .R. and Cantarero L.A. 1992. expression. ,1, Im m unol, M eth, 48:51-60,
T h e physical and functional behaviour o f capture antibo­ N ieto A,, G ayá A,, la n sa M ,, M oreno C, and V ives J, 1984,
d ie s ad so rbed on po ly e sty ren e. J. Im m unol. M ethods, D irect m easurem ent o f antibody affinity distribution by
150:77-90. hapten-inhibition enzym e im m unoassay. M ol, Im m unol,
C an tarero L.A ., B utler J.E. and O sborne J.W . 1980. T he 21(6):537-543,
a d so rp tiv e c h a ra cte ristic s o f p ro te in s fo r p o ly e sty ren e N ieto A ,, G ayá A,, M oreno C,, la n sá M, and Vives I, 1986,
an d th e ir s ig n ific a n c e in so lid -p h a se im m u n o a ssa y s. A dsorption-desorption o f antigen to polyestyrene plates
A nalytical C hem istry, 105:375-382. used in EL ISA , Ann, Inst, P asteu r Im m unol,, 137:161-
Elw ing H., Lange S. and N ygren H. 1980. D iffusion-in-gel 172,
enzym e-linked im m unosorbent assay (D IG -E LISA ): op- N ieto A ,, G ayá A,, M oreno C, y Vives I, 1984, N uevo m é­
tim al conditions for quantitation o f antibodies. I. Im m u- todo para determ inar la adsorción de proteínas a las p la­
tiol. M eth. 39:247-256. cas de p o iie s tire n o u s a d a s en E L IS A , I n m u n o lo g ía ,
K em eny D .M . 1992. T itration o f antibodies. J. Im m unol. 3(l):25-28,
M ethods, 150:57-76, P ateraki E,, G uesdon I,L ,, Serie C, and A vram eas S, 1981,
K en n y G .E. and D u n sm o o r C .L . 1983, P rin c ip ie s, pro- TERELISA : T he ELISA test perform ed in Terasaki p la ­
blem s, and strategies in the use o f antigenic m ixtures for tes, I, Im m unol, M eth, 46:361-368,
th e enzym e-linked im m unosorbent assay, J, Clin, M icro- Pesce A, and M ichael J,G, 1992, Artifacts and limitations of
biol,, 17:655-665, enzyme im munoassay. I, Immunol, M ethods, 150:111-119,
L u tz H ,, B ruggm ann S,, C orboz L,, M üller R,, Lim acher Portsm ann T, and K iessig S,T, 1992, Enzym e-im m unoas-
W „ W eber H „ W issler K, and Theilen G,H, 1981, Com- say te c h n iq u e s, A n o v erv iew . I, Im m u n o l, M eth o d s,
bination o f polycrylam ide gel electrophoresis w ith enzy- 150:5-21,
ine-linked im m unosorbent assay: a sim ple m ethod for de- Tijssen P, 1988, Practica and theory o f enzym e im m unoas­
term ination o f antibody specificity and detection o f anti­ says, Em: Laboratory techniques in biochem istry and m o­
gens in com plex m ixtures, Vet, Im m unol, Im m unopathol, lecular biology, Vol, 15, Eds, B urdon R,H, and K nippen-
2:425-440, berg P,H, Elsevier, A m sterdam , T he N etherlands,
Inmunoanálisis radiométrícos

EDGARDO POSKUS 39
INTRODUCCIÓN titutivos de los otros. En ese contexto las radio­
metrías han cedido posiciones, aunque conser­
Los inmunoanálisis radiométrícos compren­ van un número de especificaciones de uso que,
den un conjunto de técnicas en las cuales las en ciertos casos, las torna como la mejor op­
moléculas implicadas como reactivos inmuno- ción disponible.
químicos se hallan marcadas radiactivamente. Dado que el radioinmunoensayo, o radioin­
Como guía general puede considerarse que la munoanálisis, es la técnica radiométrica proto­
determinación de los antígenos se efectúa con tipo y la que efectuó el mayor impacto históri­
anticuerpos específicos como reactivos y que, co relativo, comenzaremos a partir de ella la
inversamente, la detección de anticuerpos espe­ descripción de los métodos radiométrícos de
cíficos se realiza con los correspondientes antí­ base inmunológica.
genos. También como modelo general puede
decirse que los reactivos de esos sistemas ana­
líticos son los que están marcados con un ra- RADIOINMUNOENSAYO
dionucleido, aunque como se verá principal­
mente en el radioinmunoanálisis, las técnicas El desarrollo del radioinmunoensayo {ra-
basadas en reacciones de competencia pueden dioimmunoassay, RIA) comienza en 1956 de
diseñarse de modo que se marca el mismo tipo forma un tanto desapercibida, con los trabajos
de molécula (se emplea, por ejemplo, antígeno de Yalow y Berson sobre el metabolismo de la
puro marcado para medir el antígeno frío que insulina. Esos autores hallaron que la cantidad
se haUa en muestras desconocidas y luego ara­ de insulina marcada con átomos de iodo radiac­
bos interactúan con los anticuerpos específi­ tivo que se unía a una fracción de globulinas de
cos). individuos diabéticos (luego reconocida como
En la inmunología moderna, tras unas cuatro anticuerpos), se relacionaba con la concentra­
décadas de aplicación de estos recursos analíti­ ción de insulina fría existente. Tal observación
cos, se ha verificado una fuerte competencia constituyó la base de la detección de esa hor­
metodológica. Los principios inmunoenzimáti­ mona plasmática y del posterior desarrollo de
cos y los análisis basados en quimioluminis­ todos los métodos radioinmunológicos de satu­
cencia han disputado últimamente el campo de ración y desplazamiento. A partir de las prime­
aplicación con el radioinmunoensayo y sus su­ ras publicaciones en 1959 y 1960 que descri­
cedáneos, Hoy en día la elección de un método bieron explícitamente la determinación de insu­
de análisis aplicado a la inmunología, o valién­ lina plasmática sin previa extracción, resultó
dose de recursos que ella brinda, es un tema ampliamente reconocido que el RIA era un m é ­
complejo. Existen muchos factores que deciden todo ventajoso. Entre sus cualidades se hallan
esa elección: los económicos, los de seguridad la alta sensibilidad, su comparativa sencillez
operativa, los de accesibilidad, etc, Pero, si se respecto de los métodos biológicos usados en
sopesan también las cuestiones referidas a re- endocrinología, y su versatiUdad para aplicarlo
producibilidad, exactitud y sensibilidad, debe a muestras de pequeños volúmenes y en gran­
admitirse que no existen métodos ideales y sus- des series. Esas propiedades lo convierten en
822 Metodologías

uno de los métodos analíticos de base inmuno- SECUENCIA EXPERIMENTAL DEL RIA
lógica de mayor importancia, con proyecciones
en medicina, veterinaria y en áreas no médicas Una vez cubierta la etapa de los requeri­
interesadas en la detección de muy bajas con­ mientos (obtención de antisueros, preparación
centraciones de compuestos orgánicos. Las va­ de los trazadores, selección de los métodos se­
riantes metodológicas acumuladas últimamente parativos, etc.) para la ejecución de un RÍA se
hacen que no exista un RIA en particular, sino efectúan dos ensayos fundamentales: 1) la titu­
un conjunto de procedimientos basados en un lación del antísuero, y 2) el ensayo de despla­
principio general que describiremos a continua­ zamiento o RIA propiamente dicho.
ción.
Ensayo de titulación o curva de calibración
PRINCIPIO GENERAL En esta etapa se efectúa un ajuste empírico
de la concentración de los anticuerpos específi­
La base del RIA consiste en la inhibición cos actuantes en el test. En la figura 39-1 se
competitiva de la unión de un antígeno radiac­ muestra un esquema del ensayo y la selección
tivo (trazador) a su anticuerpo específico por final de la dilución del antísuero para condicio­
parte del antígeno no marcado. El sistema ra- nes especificadas. En este caso se utilizó polie-
dioinmunológico descrito puede esquemati­ tílenglicol (PEG) como agente separativo del
zarse como una interacción reversible combi­ antígeno en sus formas libre, f* (del vocablo
nada; inglés universalmente adoptado, free) y unida,
b* (de bound). El PEG al 12,5% de concentra­
A g* Ac-A g*
Ac ( 1)
ción final y en frío, precipita casi exclusiva­
Ag A c-A g mente las inmunoglobulinas, estén libres o uni­
das a antígenos. Otros sistemas y recursos se­
donde Ac representa el anticuerpo específico; parativos también son aplicables según vere­
Ag* es el antígeno marcado (trazador) libre; mos en la parte final de Requerimientos. Me­
Ag es el antígeno libre no marcado de las solu­ diante la representación gráfica de alguna de
ciones patrones o de las muestras desconoci­ las variables con que suele expresarse la res­
das; Ac-Ag* es el complejo soluble entre el puesta (la más sencilla es la actívidad de los
anticuerpo y el antígeno marcado, y Ac-Ag precipitados), en función de la dilución del an­
es e! complejo soluble con el antígeno no mar­ tisuero, puede seleccionarse un valor apropia­
cado. do. Según se verá en la explicación teórica,
El proceso obedece a la ley de acción de ma­ puede optarse por aquella dilución que cause
sas y, además la distribución del trazador den­ aproximadamente un 50% de unión del antíge­
tro del antígeno total es indiscriminable por no radiactivo (fig. 39-1).
medio del anticuerpo de modo que, cuanto ma­
yor sea la cantidad de antígeno no marcado Ensayo de desplazamiento
presente, menor será la cantidad de trazador
que se une al anticuerpo. Bajo este principio se Este etapa consiste en la elaboración de una
puede determinar la concentración del antígeno curva patrón, empleando una dilución fija del
en muestras complejas de fluidos biológicos antisuero según se mencionó en la etapa de titu­
con suficiente sensibilidad y especificidad si se lación, frente a una serie de concentraciones co­
cumplen los siguientes requisitos: 1) el traza­ nocidas del antígeno frío. Obviamente el traza­
dor es altamente radiactivo y por lo tanto puede dor y los otros componentes y condiciones del
colocarse en concentraciones infinitesimales, sistema no se modifican respecto de la etapa de
pero cuantificables, y 2) el anticuerpo es alta­ titulación. En la figura 39-2 se muestra el es­
mente específico, posee muy alta afinidad y se quema general de un ensayo modelo. Luego del
halla en muy baja concentración. La justifica­ procesamiento de la información (cuadro 39-1)
ción teórica y el ajuste de las condiciones expe­ es factible calcular la concentración de mues­
rimentales en relación a esos postulados se tras desconocidas mediante la interpolación de
enuncian formalmente más adelante. las respuestas dentro de los mismos rangos.
Para efectuar las determinaciones que si­ Una mejor visualización de lo mencionado
guen, además de optimizar la calidad y la con­ antes se obtiene redefiniendo los componentes
centración de los componentes del sistema, es de los equilibrios presentados en (1) como si-
necesario aplicar algún método que permita se­ gue:
parar y medir el trazador libre y el trazador uni­ A g* A c-Ag*
do. Todas esas operaciones se realizan según (f*) (b*)
un diseño general cuya secuencia se da a conti­ Ac (2 )
(Q) Ag ^ A c-A g
nuación. (i) (b)
Inmunoanálisis radiométricos 823

R EACC IO N TuboN® 1 2 X y z

T R A Z A D O R 0,1 ml (10“ cpm)


D ILU Y E N TE 0,1 ml
A N TIS U E R O 0,1 ml

Dilución 1/103 1/2x10^ -1/1 OV 1/103 CT

SU E R O
IN C U BAC IÓ N 4°C, 1-5 días C O N TR O L
37“C, 2-18 horas NO IN M U NE

SEPAR AC IÓ N ------T u bos N® 1 - Y -

P olletilengllcol
(PEG 6000) 1 5 % .................... 1,5 ml (4»C)

A gitación
SN
C entrifugación
sepa ra ción y conteo

=Í>P

10
G R A FIC A C IÓ N
b*
(cpm X 1Cr^)

1/1Q3 1 / 10 “ 1/ 10 = 1/106

Dilución del antisuero


)
Fig. 39-1. C urva de titulación del antisuero o de calibración para la selección de la dilución apropiada en los ensayos p o s ­
teriores del R IA (en el m odelo: 1/2,5 x 10^; expresada com o dilución final será tres veces m ayor).
CT: control de cuentas totales adicionadas en todos los tubos. Las condiciones de incubación señaladas representan a l­
gunas de las variantes más usadás. El PEG actúa com o agente de separación pues precipita las inm unoglobulinas lib res y
las unidas al antígeno. T am bién existen otros métodos separativos.
La form a de la curva en el ám bito de las diluciones bajas y la unión incom pleta del trazador se deben a diversos facto res
que no se analizarán aquí. L os ensayos esquem atizados suelen realizarse po r duplicado o triplicado.

donde Q representa el anticuerpo libre o, ixtás distingue entre el antígeno genuino y el marca­
precisamente, el “sitio” ligante para un anti­ do, la distribución de antígeno frío libre y uni­
cuerpo considerado como univalente; f* repre­ do también es la misma (b*/f* = b/f). Vemos,
senta el trazador libre; b* es el trazador unido entonces, que en general el cociente definido
al anticuerpo; f es el antígeno frío libre, y b es por la concentración del antígeno total unido
el antígeno frío unido. Luego la curva patrón o (B) y la correspondiente al antígeno total libre
estándar que refleja la relación básica dosis- (FX resulta ponderado idealmente por este m e­
respuesta del RIA puede trazarse, por ejemplo, dio. Por ende, se puede prescindir, al confec­
representando b* u otras formas derivadas, en cionar las escalas, de toda referencia a la po­
función de la concentración de antígeno frío blación de m oléculas m arcadas. Esto es,
adicionado (cuadro 39-1 y fig. 39-3 A-D). En b*/f* = B/F.
particular la relación b*/f* es muy utilizada y En la práctica se han aplicado numerosas va­
ventajosa. Ese cociente puede obtenerse direc­ riantes para la representación gráfica de las res­
tamente de las actividades (cuentas por minuto) puestas medidas y de ellas hap surgido diferen­
determinadas para cada fase luego de separado tes tipos de curvas patrones, incluso otras río
el antígeno libre del unido. Pero, como además presentes en 1a figura 39-3. La representación
se parte del supuesto de que el anticuerpo no gráfica de cualquiera de esas variantes suele
824 Metodologías

REACCION T ubo N= 7 8 9 10

TRAZADOR 0,1 mi (10“ cpm)


ANTISUERO 0,1 mi (1/2,5 x lO^^)
ANTÍGENO 0,1 mi

conc. final O 0,026 0,052 0,833 MD CT


(ng/0,3 mi)

INCUBACION 4“C, 1-5 días


37“C, 2-18 horas

SEPARACIÓN -Tubos Ns 1 - 9-

Polietilenglicol
(PEG 6000) 1 5 % ...................1,5 mi (4“C)

Agitación
Centrifugación,
separación y conteo

PROCESAMIENTO V éase cuadro 39-1

F ig . 39-2. E squem a del desarrollo experim ental de un RIA para insulina. La dilución del antisuero em pleado es la hallada
p reviam ente en un ensayo de titulación (fig. 39-1).
antígeno en gran exceso para control de la unión inespecífica. A veces suele incluirse en su lugar un control com o el
del tubo “y” en la figura 39-1.
M D: m uestra desconocida. CT: control de cuentas totales adicionadas en todos los tubos. Las condiciones de incubación
son las m ism as escogidas para la titulación. Los ensayos esquem atizados suelen realizarse por duplicado o triplicado.

Cuadro 39-1. Valores correspondientes al RIA ni >delo para insulina desarrollado en la figura
39-2
E xpresiones de los datos

D osis de
Tubo antígeno Respuesta
N" (ng/0.3 mi) b* (cpm) Bo

1 0 5.000 (b *) 0,50 1,00 1,00


2 0,026 4.500 0,45 0,90 0,82
3 0,052 4.000 0,40 0,80 0,67
4 0,104 3.000 0,30 0,60 0,43
5 0,208 2.000 0,20 0,40 0,25
6 0,417 1.500 0,15 0,30 0,18
7 0,833 1.000 0,10 0,20 0,11
8 oo 300 U N E 0,03 0,06 0,03
9 MD 3.500 0,35 0,70 0,54
10 CT 10.000 (T)

b^ : cuentas p ro m ed io d e d u p licad o s o trip lic ad o s un id o s a an ticu e rp o s. P o r re s u lta r p ro p o rcio n ales a las co n c en íra cio n es d ei an tíg en o un id o
(B ) en las ex p resio n es re la tiv a s a p a rec e d ire c ta m e n te este sím bolo,
an tíg en o en g ra n exceso.
U N E : unión n o esp e cífica . E se v alo r tam b ién p u e d e su strae rse a todos los dato s d e b* antes d e e fectu a r los cálculos.
Inmunoanálisis radiométricos 825

B B__ b*
B (cpm X 103)
T
0,5

0,4

0,3

0,2

0,1

Dosis (insulina, ng/0,3 ml)

Dosis (insulina, ng/0,3 ml) Dosis (insulina, ng/0,3 ml)

F ig. 39-3. Curvas estándar obtenidas del R IA m odelo para insulina (datos en cuadro 39-1). La concentración de an tíg en o
en la m uestra desconocida puede estim arse por interpolación según se indica en los gráficos. Las líneas cortadas p aralela s
al eje de abscisas indican la unión no específica. A, B, C, D son distintas form as de expresión gráfica. N ótese que en C y D
las dosis se representan en escala geom étrica, equivalente a una escala aritm ética de log [Ag]

dar resultados aceptables; sin embargo las cur­ ción de la curva estándar. Entre los más em ­
vas hiperbólicas de los datos sin transforma­ pleados se halla la transformación logit-log,
ción previa (fig. 39-3 A y B) pueden generar di­ donde el logit de la variable y se define según:
ficultades para interpolar con exactitud valores
extremos de concentración del antígeno en logit y = In
1- y
muestras desconocidas. Si la variable indepen­
diente se grafica sobre el eje de abscisas como para y = B/Bo,
el log de la concentración, y la variable depen­ B /B o
diente (en forma directa o en alguna de sus logit B /Bo = In
1 - B /B o
transformaciones) se representa linealmente en
ordenadas, se obtienen curvas sigmoidales donde B/Bo se obtiene como se indica en el
(fig. 39-3 C, D). cuadro 39-1, aunque previamente suele dedu­
Otros procedimientos de transformación de cirse la unión inespecífica y se calculan los co­
ambas variables se emplean para la rectifica­ cientes corregidos (B/Bo)^.
826 Metodologías

D o sis \ F ig. 39-4. Transform ación lo-


(n g /0 ,3 m l) \ b J , ^ \B , g it-lo g de la c u rv a está n d ar.
La recta ajustada a los puntos
0 ,0 2 6 0 ,8 9 2 ,0 9 experim entales puede ob ten er­
0 ,0 5 2 0 ,7 9 1 ,3 2 se con ca lcu la d o ras sen cillas
0 ,1 0 4 0 ,5 7 0 ,2 8 program adas p ara efectuar re­
0 ,9 9 0 ,2 0 8 0 ,3 6 0 ,5 8 g re s io n e s lin e a le s o c o n un
0 ,4 1 7 0 ,2 6 1 ,0 5 procesador y graficador en lí­
0 ,8 3 3 0 ,1 5 1 ,7 3 n ea con el c o n ta d o r g am m a.
MD 0 ,6 8 0 ,7 5 Los valores representados c o ­
rresponden a los datos del cu a­
dro 39-1 luego de co rrecció n
por la unión no específica (re­
cu ad ro inserto). La escala de
ordenadas de la izquierda y la
escala de abscisas son las h a ­
lladas en cartas lo g it-lo g im ­
presas. Los datos en ese caso
in g re s a n sin p r o c e s a m ie n to
previo.

0 ,0 5
0 ,0 4
0 ,0 3
0,02

10 ^ 10-0
D o sis (n g /0 ,3 mi)

En pocos casos se obtiene una rectificación afinidades y la capacidad de unión de los anti­
semejante a la ideal. En los contadores y auto­ cuerpos involucrados, así como una expresión
máticos provistos de un procesador programa­ formal de la reactividad cruzada de antígenos
do para esos cálculos, o mediante ordenadores alternativos en el ensayo, etc. Para todo ello se
en línea o independientes, puede obtenerse un requiere tratar previamente con cierta profundi­
gráfico con la recta de ajuste optimizado y sus dad la teoría básica del RIA, de la cual es posi­
parámetros estadísticos. ble calcular luego con cierta aproximación los
En la fig. 39-4 se muestra un ejemplo de rec- • valores de esos parámetros. Como se verá, esa
tificación de la curva estándar luego de la información también surge a partir de las cur­
transformación logit-log. Las desviaciones de vas de desplazamiento.
la linealidad observadas se deben a errores ex­
perimentales. Las más notorias suelen darse en
los rangos extremos de concentración de antí­ TEORÍA MATEMÁTICA DEL RIA
geno.
La teoría básica del RIA ha sido desarrollada
Cálculos de los parámetros fundamentalmente para el diseño racionalizado
de la interacción primaria de los procedimientos, para evaluar la cah dad y
la capacidad analítica y para la interpretación
Los procesamientos hasta aquí indicados de los resultados, todo lo cual implica poder
conducen ordinariamente al cálculo de la con­ medir la afinidad y la concentración de los an­
centración del antígeno en muestras desconoci­ ticuerpos en el ensayo. Por ello, para el trata­
das. Este es el objetivo esencial y rutinario de miento de este tema necesariamente deben re­
los RIAs como procedimientos de difundida visarse los principios básicos de la interacción
aplicación, por ejemplo en analítica clínica. Sin primaria antígeno-anticuerpo.
embargo, con otros propósitos de investigación Algunas de las ecuaciones fundamentales
básica puede requerirse la estimación de las dadas en el capítulo 8 vuelven a presentarse,
Inmunoanálisis radiométrícos 827

aunque ahora como variantes especialmente En el equilibrio y de acuerdo a la ley de ac­


adaptadas a esta metodología. Asimismo, las ción de masas de primer orden tenemos c¡ue:
representaciones gráficas han sido efectuadas [b*
en los sistemas de coordenadas más propicios, K* = - (5)
de modo de destacar ciertos efectos e implica­ 1^2 [f*:i íQ]
ciones de las curvas dosis-respuesta y derivar
ib]
las predicciones teóricas más relevantes. K= ( 6)
Inicialmente consideraremos en algún deta­ ^ 2 [fj [Q]
lle el modelo más sencillo de RIA y analizare­
mos sus propiedades. Luego trataremos en cier­ donde K* y K representan las constantes de
ta extensión algunos modelos más complejos y afinidad. En virtud de la suposición 3 del mo­
cercanos a las situaciones reales. delo básico K* = K. La concentración total de
antígeno unido ya había sido simbolizada antes
como B, la cual está dada entonces por:
A. El modelo básico B = [b*| + [b] (7)

El modelo más sencillo posible de RIA con­ En forma similar, la concentración total de
tiene un número de restricciones o postulados antígeno libre, F, está dada por:
que se enumeran a continuación: F = [f-M + [ f l (8 )

1, Tanto el antígeno como el anticuerpo son Luego, la relación de antígeno unido a libre
especies químicas homogéneas y univalentes, ya mencionada, B/F, puede expresarse según:
2, La interacción antígeno-anticuerpo obe­
dece a la ley de acción de masas de primer or­ [b*] [b]
(9)
den (con una cinética química de segundo or­ F |f*] [f]
den) sin que existan otros fenómenos alostéri-
cos o cooperativos, De (6) y (9) obtenemos.
3, El antígeno marcado radiactivamente B
(trazador) es indistinguible del antígeno inmo- K = --------- ( 10)
F • [Q]
dificado, desde el punto de vista de su inmuno-
rreactividad. Además, podemos definir la concentración
4, La condición final considerada luego de total de antígeno marcado. A*, como:
la reacción antígeno-anticuerpo es la del equili­ A* = [f*| + [b * ] ( ¡ 1)
brio,
5, Las formas libres y unida del trazador son y la de antígeno frío. A, como:
idealmente separables, sin perturbaciones del A = m + [bj ( 12 )
equilibrio y finalmente son medibles con exac­
titud. Finalmente, la concentración de antígeno to­
tal, A j se define como:
Aunque muchas de esas imposiciones no se A,,, = A* + A ( i3)
alcanzan en las situaciones experimentales rea­
les, el tratamiento que sigue provee una razo­ Por otro lado, definimos la concentración to­
nable aproximación a los sistemas de RIA apli­ tal de anticuerpo, q, como:
cados habitualmente. Luego, en forma progre­ q = [Q]-H [b*] + |b l (14)
siva iremos considerando las situaciones de in­
cumplimiento simple o combinado de esos pos­ Luego, de acuerdo a (7) tenemos que:
tulados. q = [Q] + B (15)
Para cada una de las interacciones represen­
tadas en (2) podemos escribir: Combinando (10) y (15) y reordenando, ob­
tenemos;

f* + Q íz > b* (16)
k,

f + Q (4) El gráfico de Scatchard


La ecuación (16) indica que existe una rela­
donde k, y k, ’ simbolizan las constantes cinéti­ ción lineal entre la relación B/F y la concentra­
cas de asociación, y k, y k^’, las constantes ci­ ción del antígeno unido, B. Esta rectificación
néticas de disociación. de la ley de acción de masas de primer orden
828 Metodologías

En la figura 39-5 se muestra un ensayo de


desplazamiento efectuado con un sistema antí-
1.5
geno-anticuerpo para el cual se cumplen con
suficiente aproximación los postulados del
modelo básico. En particular, el empleo de un
anticuerpo monoclonal decide que el gráfico
de Scatchard obtenido sea lineal (representa­
ción incluida en la misma fig. 39-5). La recta
obtenida tiene una pendiente de -K e intercep­
ta las abscisas en un valor de B igual a la con­
centración de sitios totales de anticuerpo, q.
En general, se requiere una medida indepen­
1,0 diente de la concentración de anticuerpos,
[Ac], para obtener mediante el cociente q/[Ac]
la valencia del anticuerpo en cuestión. Recor­
demos al respecto que puede obtenerse otra
forma de la ecuación de Scatchard según la
relación:
■= K ( n - r ) (17)

donde r se define como el número de sitios de


0,5 anticuerpo ocupados por el antígeno (B/[Ac]),
n se define como el número total de sitios li­
gantes por molécula de anticuerpo y c equivale
a la concentración del ligando libre que noso­
tros aquí simbolizamos como F.
Según la ecuación (17), de la pendiente de
un gráfico de r/c = f (r) también se obtiene -K,
pero de la intersección con las abscisas se ha­
lla n. O sea que, tanto a partir de la ecuación
(16) como de la (17), se requiere conocer la
-J- J- concentración de anticuerpo total por un pro­
1 2 3 4 cedimiento separado. La diferencia radica en
Dosis (hGH, ng/0,5 ml) que a partir de la ecuación (16) puede prescin-
dirse de esta determinación si sólo se desea
F ig . 39 -5 . A n álisis de d esp la zam ien to p ara el antígeno
medir K y la concentración de anticuerpos, ya
hG H (horm ona de crecim iento hum ana) y un anticuerpo sea en el ensayo (q) o en el fluido original sin
m onoclonal específico (Q A 68). El trazador em pleado fue diluir (concentración total original o capacidad
' “ I-hG H. (•): m edia de ios puntos experim entales. El grá­ de unión, en términos del antígeno total que
fico m enor insertado corresponde a un análisis de S cat­
ch ard cuya pendiente es igual a 2,5 x 10‘“ M ' y correspon­
potencialmente se puede ligar). El valor de n
de a -K . La proyección que intercepta las abscisas perm ite en muchos casos no es objeto de cálculo si se
calcular la concentración de sitios ligantes, totales (q) en el trata de una clase de inmunoglobulina “nor­
sistem a. D e ese dato y de la dilución del fluido ascítico en mal” (n = 2 para IgG e IgA y 5 o 10 para
q u e se h allaba el anticuerpo Q A 68 se pudo hallar la capa­
cidad de unión. A dem ás, a nartir de K y q y de los otros
IgM). En estos casos, q y [Ac] total se inter-
p arám etros fijados para el ensayo pudieron calcularse los convierten fácilmente. Pero, si en cambio se
valores de las resp u estis p m c u ü q u ie r valor de la dosis. trata de definir la valencia de anticuerpos asi­
Esos valores teóricos ti ish d ad o s nuevam ente al gráfico de métricos (p. ej., los definidos como coprecipi­
desplazam iento (o) m uestran la coherencia del tratam iento
tantes), donde obviamente n no puede presu­
ponerse, entonces, es imposible soslayar la de­
terminación de [Ac] totales para luego calcular
n con la ecuación (16) o (17) indistintamente.
fue originalmente desí ida por Scatchard, Esa equivalencia puede formalizarse reempla­
en 1949, para describir las interacciones entre zando F por c en la ecuación (16) y dividién­
proteínas y pequeñas moléculas. Posteriormen­ dola por [Ac] total. De ese modo, llegamos a
te fue aplicada al RIA por Berson y Yalow. la ecuación (17). Una ventaja para normalizar
La ecuación (16) constituye la forma más los datos en términos de r/c ha sido sugerida
simple y compacta para expresar la evolución cuando los ensayos de interacción primaria
de la relación B/F como una respuesta variable se hacen variando la concentración de anti­
en el RIA. cuerpo.
Inmunoanálisis radiométricos 829

E l cálculo de B A* + A = (T + D) ( 21 )
PM x V
Las concentraciones suelen estar expresadas
en moles por litro, consecuentemente los valo­ Pero, a su vez, T en la práctica puede expre­
res de K quedarán expresados en litros por mol sarse en términos de otras unidades. Estas son
(M"'). Si se emplea otra escala de concentracio­ la actividad colocada (a) en cpm, la eficiencia
nes, por ejemplo para q y B en la ecuación del contador (E) expresada en porcentaje (la
(16), se ve que se produce un cambio recíproco cual convierte las cpm en desintegraciones por
en las unidades de K. Para obtener los valores minuto, dpm) y la actividad específica (AE), la
de B en un gráfico como el de la figura 39-5 cual suele expresarse en |aCi/|J.g. Considerando
debemos considerar los datos de las dosis de que un Ci es igual a 2,2 x 10'^ dpm y requirién-
antígeno adicionado (variable independiente) y dose la conversión de las unidades de trazador
además los valores de las respectivas respues­ en nanogramos finales, se puede deducir otro
tas. Se puede hallar una expresión de B en fun­ factor de conversión igual a 4,54 x 1 0 De es­
ción de la concentración del antígeno total, te modo, la expresión explícita de T en nano­
y de B/F a partir de las ecuaciones (7), (8) y gramos será:
(11)-(13), de donde primero se deduce que;
T = 4,54 X 10^-2 (22)
B + F = A,, (18) ExA E

Luego, despejando F y dividiendo por B se Si se combinan las ecuaciones (21) y (22), se


obtiene: tiene la relación buscada para calcular la con­
A^ - 1
centración del antígeno total en moles por litro:
09) A^ = A* + A =
10-6 / , a \
y finalmente se llega a: = --------------------- ( 4 ,5 4 x 1 0 - ^ ----------- + D 1 (23)
PM x V y E X AE )
( 20)
Obviamente, si V, a, E, AE y D en forma in­
dividual o combinada se dan en otras unidades,
En forma análoga se deduce para F: deberán ajustarse los factores de conversión
respectivos.
A„ Al reemplazar el numerador de la ecuación
F = (20’)
(20) por su equivalente en la (23), puede hallar­
+ 1
F se 13 en moles/litro. Ese fue el procedimiento
seguido para calcular los valores de B en el
La ecuación (20) permite calcular B en con­ gráfico de Scatchard de la figura 39-5 a partir
centración molar cuando A.j, ingresa en las mis­ de los datos de la curva de desplazamiento.
mas unidades, ya que F/B es el cociente adi-
mensional que se obtiene de la determinación Revisión de conceptos para definir el nivel
de actividades según la ecuación (9). Sin em­ de “antígeno trazador”
bargo, en la práctica resulta más útil obtener
una expresión equivalente a la (20), donde las Las transformaciones hasta aquí señaladas no
concentraciones se convierten a las unidades significan solamente una ventaja para operar en
moles por litro a partir de otras unidades de uso los cálculos de B en concentraciones molares.
habitual en el RIA. Por ejemplo, en la curva de Además, para la deducción de la ecuación (23)
desplazamiento de la figura 39-5, la concentra­ se ha introducido el concepto de actividad espe­
ción del antígeno se expresa en ng/volumen de cífica del trazador, como un relación entre la
reacción; luego resulta útil ingresar en la ecua­ actividad y la m a p de la molécula marcada.
ción (20) el dato de dosis, D, directamente en Ese valor constituye una especificación relativa
nanogramos. El factor que permite esa conver­ al número y la calidad de átomos del nucleido
sión es lO'VPM X V, donde PM representa el con que se ha modificado el antígeno.
peso molecular del antígeno y V el volumen de Los conceptos básicos de radioquímica per­
reacción expresado en mililitros. Como en vir­ miten deducir una expresión compacta para el
tud de la relación (13) A^ puede desdoblarse en cálculo de la actividad específica teórica de un
los componentes marcado y frío (A* y A), ese trazador preparado mediante la incorporación
factor permitirá calcular inclusive A* si tam ­ de n átomos de nucleidos radiactivos. En parti­
bién la cantidad de trazador, T, se da en nano­ cular, para n = 1 se tiene que:
gramos.
Entonces, utilizando el factor común de con­ 1,88 X IQii
AE = (24)
versión, tenemos que: PM
830 Metodologías

donde ss el período de semidesintegración brar con ese parámetro sólo en términos de la


del isótopo radiactivo expresado en minutos. selección apropiada del anticuerpo dentro de
La AE resulta expresada entonces en [iCi/jig. un repertorio disponible. Pero q, sí es un pará­
Las unidades de tiempo pueden seleccionarse metro modulable, el cual puede ajustarse tenta­
para los distintos tipos de nucleidos según su tivamente en un experimento de titulación co­
estabilidad. Así, por ejemplo, para el cuyo mo el de la figura 39-1 o, en casos menos fre­
t ¡/2 es de unos 60 días, el factor de la ecuación cuentes, conocida la concentración por méto­
(24) se convierte en 1,30 x 10*. Por lo tanto, dos independientes, puede colocarse en los en­
expresando t,^j en días, la AE surge también en sayos directamente en el rango de concentra­
|iCi/|Xg. Otros factores pueden convertir esos ciones que darán una unión del trazador de un
datos en Ci/|imol, lo que representa otras uni­ 50%. Obsérvese que según la ecuación (25)
dades de AE de uso común. cuando B/F=l, q=l/K. Eso implica que, utili­
Las técnicas de marcación que permiten ob­ zando un trazador de AE suficientemente alta,
tener distintos valores de AE serán menciona­ un RIA puede ajustarse a una relación (B/F)^ =
das más adelante cuando se trate el tema de los 1 (respuesta “inicial” o valor de los “ceros”)
requerimientos del RIA. Pero en este punto es cuando la concentración de sitios iguala la in­
más importante definir cuál es el reflejo de la versa de la constante de equilibrio de asocia­
AE en las propiedades de un trazador. Para ello ción. Ello no implica que esa situación sea la
reconsideraremos un experimento de titulación óptima para todos los fines analíticos; sin em­
como el de la figura 39-1, donde sólo se coloca bargo, es conceptualmente importante y otorga
el trazador y el antígeno frío no interviene. En una adecuada referencia en el momento de ge­
este caso, la ecuación (23) únicamente incluirá nerar en forma racional un RIA optimizado.
el primer sumando. Se ve, entonces, que para También es importante el papel del trazador
una actividad apropiada en el ensayo (p. ej., para decidir el límite de detección del análisis.
a ~ 10“*cpm) la concentración del trazador, A*, Esa situación y otras, en las que la concentra­
guarda una relación inversa con la AE. Cuando ción del trazador (o del antígeno en general) no
la AE presenta un nivel relativamente alto (que es insignificante respecto de q, se analizan en
luego indicaremos en forma más precisa), por la parte siguiente.
virtud del nucleido seleccionado y el grado de
incorporación (ecuación 24), A* presentará un Análisis de curvas dosis-respuesta
valor relativamente bajo. Ello repercutirá en un
valor correspondientemente bajo de B según la Las deducciones efectuadas hasta aquí nos
ecuación (20) y, por último, en la (16), reorde­ llevaron a la ecuación más simple posible (la
nada según la relación: de Scatchard) para describir la evolución de la
respuesta en el RIA en términos de la variable
(1 6 ’) B/F. Sin embargo, aún no presentamos formal­
mente la evolución de la variable B/F respecto
Ahora resulta evidente que cuando B sea su­ de la dosis de antígeno total. Esto es, no deduji­
ficientemente bajo respecto de q, podrá igno­ mos aún la función que describe la curva de
rárselo, resultando: desplazamiento. En este punto también debe­
mos hacer un retorno a temas anteriores de la
-^ ^ K q (25) secuencia para reconsiderarlos más profunda­
mente.
Ese valor inicial de B/F también es designa­ Como punto de partida consideremos que la
do como (B/F)g. ecuación (16) relaciona B/F con los parámetros
Esa consideración que pudo introducirse in­ K,q y con la variable dependiente B. Pero ya
mediatamente después de definir la ecuación conocemos que B puede expresarse a su vez en
(16), gana ahora un significado formal más términos de A,, (ecuación 20). Sin embargo, es­
contundente, ya que es la cantidad relativa del ta última ecuación también incluye la variable
trazador empleado la que puede causar que la B/F. Si reemplazamos entonces B en (16) por
respuesta (B/F) sea función sólo de la afinidad su equivalente en (20) obtenemos luego de su­
y de la concentración de los sitios ligantes cesivos reordenamientos una ecuación de B/F
(K.q). La afinidad viene determinada por facto­ en términos de todas las variables implicadas:
res moleculares del paratope y del epitope, que
condicionan el nivel energético de la interac­ / B \2 B
j + [K (A,. - q) + i] — - K q = O (26)
ción. Ello a su vez es consecuencia, por parte
del anticuerpo, de factores inscriptos en la in­
munogenética del organismo que produjo tal Esta ecuación cuadrática ha sido deducida
variante de anticuerpo. Con ello se intenta de­ por distintos autores siguiendo diversas vías.
cir que el diseñador de un RIA podrá manio­ Constituye la llave de todas las relaciones do­
Inmunoanálisis radiométricos 831

sis-respuesta en los ensayos de “un anticuerpo ecuación (23) para calcular A,,, en términos de
y un antígeno”. Como la relación B/F puede los datos directos de los protocolos analíticos
expresarse en función de A*, A, q y K, es facti­ (PM, V, a, E, AE y D), tal como se hizo para
ble generar toda la diversidad de curvas dosis- B, y luego introducirlos ya normalizados en la
respuesta que se desee cambiando una o más (26). En la figura 39-7 se ofrece una serie de
de esas variables a la vez. Para ello basta con gráficos en los que se han alterado los paráme­
asignar los valores de las variables, conservan­ tros en forma aislada o combinada. El simple
do la coherencia en la unidades. Por ejemplo, análisis visual permite predecir qué consecuen­
A*, A y q en moles/litro y K en litros/mol. cias tendrían tales cambios en los ensayos res­
Luego, por practicidad pueden tabularse los pecto de una situación de referencia. De un
coeficientes a, b y c de la ecuación (26) para modo análogo se ha deducido la curva teórica
cada condición propuesta. de la figura 39-5. En este caso q se ha calcula­
Los coeficientes de la variable en cada su­ do previamente de modo de ajustar el valor de
mando son: (B/F)q al experimental. Eso se logró mediante
un reordenamiento de la ecuación (26) que per­
a= 1 mite despejar esa variable. Luego, proponiendo
b = K (A ,,~q) + l las dosis, D, se calcularon las respectivas rela­
c = -K q ciones B/F por el procedimiento habitual.

La solución de la ecuación puede hallarse se­


gún la expresión típica: Criterios de evaluación del RIA
JL = -b ± ^ r h T T '^ i c
F 2a
En general se considera que un RIA presenta
una buena curva cuando el ensayo arroja alta
Ese algoritmo puede aplicarse a todos los da­ exactitud, precisión y sensibilidad. Según los
tos tabulados (preferentemente con el auxilio objetivos que se persigan en cada caso analítico
de una calculadora manual programable o de se hará una diferente elección del sistema de
un ordenador), y finalmente obtener los gráfi­ coordenadas y también diferirá el criterio de
cos de desplazamiento simulados. En la figura evaluación. Varios son los parámetros que se
39-6 se muestra un modelo numérico para ilus­ han usado para tales evaluaciones. Entre ellos
trar en qué proporción se hallan todos los com­ se incluyen: 1) la pendiente: en general cuanto
ponentes del sistema antígeno-anticuerpo para más empinada sea la curva, mejor resultará el
una condición inicial fija (K y q establecidos) y ensayo, aunque la dispersión de los puntos ex­
dosis variables de trazador y de antígeno frío. perimentales, concordantemente, también será
Observando atentamente la figura 39-6 con­ mayor. 2) La intersección en el eje de ordena­
cluimos que para q = l/K el antígeno marcado das, (B/F)^: ya se explicó que este punto puede
cumple aceptablemente su función trazadora condicionarse sólo por la influencia de K y q
hasta valores de concentración vecinos a O, I K cuando el trazador es infinitesimal. También
(punto 3). Eso demuestra que no existe ventaja puede manipularse tal condición para otras si­
en reducir la traza debajo de esa cota por medio tuaciones mediante la orientación de una ecua­
de un incremento de la AE o de una disminu­ ción como la (26). Siempre es deseable que se
ción de la actividad aplicada. Fijada esa con­ parta de un valor apropiadamente alto. 3) Dosis
centración del trazador, una dosis igual del an­ media del rango: se refiere a la dosis de antíge­
tígeno frío disminuye poco la respuesta (punto no que modifica la respuesta a un valor igual a
4), y probablemente en los casos reales no sea la mitad de su magnitud inicial. Este valor tam­
discriminable de la anterior debido a la disper­ bién se puede obtener de la intersección en x de
sión de los valores experimentales. Cuando el la curva construida en un gráfico logit-log. En
antígeno total iguala a l/K, y por ende en este ese punto el logit B/Bo es cero y corresponde a
caso a q, la respuesta ha sufrido una variación B/Bo = 0,5. 4) Coeficiente lambda: se lo define
franca (punto 5), cercana al punto medio del en cada punto de la curva dosis-respuesta como
rango. Finalmente, cuando la concentración del la pendiente en ese punto dividida por la des­
antígeno supera 10 veces el caso anterior, la viación estándar calculada por la dispersión de
respuesta ha sufrido casi su máxima evolución. la respuesta en tal punto. Fls un parámetro esta­
Aquí se ha cubierto prácticamente todo el ran­ dístico que pondera la desviación estándar o el
go útil de ese RIA y nos hallamos cerca del coeficiente de variación de la respuesta estima­
ámbito de la unión inespecífica. da para una muestra desconocida en ese punto.
Si bien esta propuesta es suficientemente 5) ¡Dosis mínima detectable: este parámetro es
ilustrativa a los fines didácticos, en la práctica de capital importancia ya que muchas veces re­
resulta más útil aplicar una forma explícita de sulta crítico en biología detectar metabolitos,
la ecuación (26). Esto es, podemos retomar la hormonas o factores presentes en ínfimas canti-
832 Metodologías

F ig . 39 -6 . C u rv a de d esp lazam ien to teó rica


1,0 -------- 4 para un R IA ideal realizado con un anticuerpo
k = IQi» M-' hom ogéneo. L a tabla inferior ilustra encolum -
0,8 nadam ente la proporción d e m oléculas totales,
com binadas y libres de cada tipo (los valores
0,6 ta b u la d o s r e p r e s e n t a n c o n c e n tr a c io n e s
M X 10’'^ en núm eros integrales por sim plici­
0 ,4 dad) y finalm ente la relación B /F calculada.
A ju stad o el v alo r d e q a 1/K las relacio n e s
0,2 B /F se dedujeron em pleando la ecuación (26)
para cada dosis propuesta. P untos 1-3: traza­
O dor (A*) igual a 0,002/K , 0,01/K y 0,1/K , res­
10 - 10 - ' 2 10-1 10-10 10-9
pectivam ente. P unto 4: trazador igual a 0,1/K
m ás igual dosis d e antígeno frío (A). P untos
5-6: trazador igual a 0,1/K m ás antígeno frl^o
hasta antígeno total igual a 1/K y 10/K, re s ­
pectivam ente.

dades en los fluidos bajo investigación. La do­ cuando se fija la concentración de anticuerpos
sis mínima deteetable ha sido deñnida como la al valor 3/K y la concentración del trazador a
menor concentración de antígeno frío, la cual, 4/K, se obtiene la menor dosis deteetable posi­
cuando se adiciona a una solución carente de ble. En ese caso, además se predice que las cur­
él, produce un cambio significativo en la varia­ vas se iniciarán con un mismo valor de B/F = 1
ble que expresa la respuesta. Normalmente se para cualquier K propuesta. También se deduce
realizan réplicas de todos los puntos de la cur­ que, si sólo existe el error de conteo, esa rela­
va patrón, incluidos los controles sin antígeno ción de K, q y trazador provee el mejor coefi­
frío (ceros). Luego se calcula la media (X) y la ciente lambda para los ceros.
desviación estándar (DE) de las respuestas ex­ El térm ino sensibilidad, frecuentem ente
perimentales en cada punto. Para los ceros se mencionado en el área del RIA, ha generado al­
sustrae del valor medio el valor equivalente a 3 guna controversia respecto de la definición más
veces la desviación estándar y se lo proyecta apropiada. Nosotros aquí podemos definirla
hacia la curva dosis-respuesta, El valor corres­ tanto en términos de la dosis mínima deteetable
pondiente a ese punto en las abscisas determina como de la pendiente de la curva estándar do­
la dosis mínima deteetable. Como se advierte, sis-respuesta. Esta asimilación es válida si se
ese parámetro está muy influenciado por la pre­ supone que el error experimental no cambia
cisión, reflejando la variación causada por las cuando logra aumentarse la pendiente de un en­
micropipetas y dispensadores y los propios sayo y entonces esto se traduce en una reduc­
operadores. El control de la precisión puede ción de la dosis mínima deteetable. El siguiente
hacerse construyendo una curva o un perfil de ejemplo concreto puede servir para clarificar el
precisión a lo largo de la curva estándar. En or­ concepto: supongamos que la pendiente de una
denadas suele representarse el coeficiente de curva dosis-respuesta conduce a un cambio del
variación (CV % = DE x 100/X). La curva ob­ 10% en la respuesta para una dosis de xpg, y
tenida habitualmente tiene la forma de U. que el error estadístico en la determinación es
Según las recomendaciones de R. P. Ekins, del 10%. Entonces la cantidad mínima detecta-
Inmunoanálisis radiométrícos 833

T
A E = 3 0 0 n C i/jig
a = 5 .000 cpm
E = 70 %

K=10'“M -\ K=109M-'
K=10"M-' \q = 10-’“IVI \q = 10-9M
\ q = 10 -"M \ \

0,01 0,1 10

D o sis (insulina, ng/ml)

F ig . 39-7. C urvas de desplazam iento sim uladas em pleando las ecuaciones (23) y (26). E n A , B y C se varió un p arám etro
a la vez. E n D se variaron K y q recíprocam ente de m odo que K, = 1/q.. E n las curvas cuyo (B/F)^, es m en o r que 1 el tra z a ­
dor ya ejerce un efecto de “autodesplazam iento”. Para el m odelo seleccionado (insulina) las flecnas indican a m odo d e re ­
ferencia los valores más frecuentem ente em pleados. Las dosis aquí se refieren sólo a insulina fría. El trazador es '“ I-in su -
lina, por lo cual scgiín la ecuación (24) 1 átom o de '“ I p o r m olécula corresponde a ~ 380 H.Ci/|j.g.

ble estará en el orden de xpg. Si la pendiente nales de referencia y el sometimiento a progra­


puede mejorarse y alcanza un valor 10 veces mas regionales de control constituyen medidas
más alto (100% de cambio en la respuesta para adicionales para mejorar las prestaciones de los
la misma cantidad), entonces, para el mismo RIAs.
error supuesto en las determinaciones anterio­
res, la cantidad mínima detectable será x/10 pg. B. Ensayos en preequilibrio

Control de calidad en el RIA Hasta aquí sólo tratamos los aspectos teóri­
cos del RIA bajo los postulados del modelo bá­
Para los laboratorios que ejecutan rutinaria­ sico, uno de los cuales (número 4) suponía que
mente los RIAs con distintos fines, es necesa­ el estado final alcanzado era el de equilibrio.
rio documentar la exactitud y precisión de los Ahora bien, si los reactivos de un ensayo no se
análisis, de modo de controlar las propiedades agregan simultáneamente y las incubaciones se
y la estabilidad de los métodos aplicados. En el interrumpen antes de alcanzado el equilibrio,
área de los análisis clínicos, por ejemplo, esto entonces las consecuencias serán diferentes se­
contribuye a la reducción de los ámbitos difu­ gún las especificaciones seguidas. Si bien se ha
sos que separan los valores normales de los pa­ desarrollado una teoría matemática que predice
tológicos. La aplicación de métodos estadísti­ la cinética del RIA, nos limitaremos en este
cos y la confección de cartas de control permi­ punto a mencionar que uno de los recursos más
ten reconocer si una determinación se halla o empleados dentro de estas variantes es el de la
no dentro de los límites de las especificaciones adición demorada del trazador. Consiste en adi­
establecidas. El empleo de patrones internacio­ cionar anticuerpos y antígeno frío en los tubos
834 Metodologías

de reacción y luego incubar hasta que se alcan­ res, parece no producirse con los anticuerpos.
ce el equilibrio, o un estado cercano a él. Final­ Dicho en otros términos, en la mayoría de los
mente, se agrega el trazador y se comienza a casos no hay evidencias de que la ocupación de
tomar el tiempo de esta segunda incubación. un paratope disminuya la afinidad del otro en
Luego de un lapso preestablecido por un test la misma molécula por un efecto alostérico
empíricamente controlado, la reacción se detie­ (postulado número 2 del modelo básico).
ne con la ejecución de la etapa separativa. Los La base formal para analizar el modelo de
resultados esperados de un ensayo óptimo arro­ dos o más anticuerpos surge de considerar una
jarán un valor de (B/F)^ o (B/T)„ casi igual al de las ecuaciones, como la (10), para cada uno
de un test normal, pero a bajas dosis, la curva de ellos, reexpresándola en términos de q - B
del ensayo de “preequilibrio” exhibirá una ma­ en lugar de [QJ, resolviendo para cada B:
yor pendiente que la convencional. Además,
tanto el rango de trabajo como la dosis media K iq ¡ F
(28)
de ese rango mostrarán un desplazamiento ha­ 1 + K ¡F
cia la región de dosis bajas. Todo ello significa Entonces para la suma de concentraciones.
un aumento en la sensibilidad del ensayo cuan­
do no existen otros factores que aumentan la B Z y en particular para m = 2 :
dispersión de los datos respecto de un RIA nor­ i= l
mal.
K ,q ,F K ^ q .F
B = (29)
C. RIAs con multicomponentes 1 -l-K, F 1 -l-K, F

El siguiente nivel de complejidad que trata­ Si dividimos por F tenemos otra forma equi­
remos es el más habitual, o sea el de los siste­ valente en términos de la relación B/F:
mas en que intervienen mezclas de anticuerpos
de variada afinidad por el antígeno. Tal es el (30)
F 1 + K |F l+ K jF
caso de los sueros inmunes y también el de los
anticuerpos fraccionados y rotulados como Tanto en la ecuación (29) coino en la (30) F
“monoespecíficos” por reaccionar específica­ puede ser reemplazado en función de A Para
mente contra un solo epitope del antígeno. la ecuación (29), utilizando la relación (13), F =
Además, la heterogeneidad del antígeno en A-j, - B, y luego, reordenando la variable B sur­
otros casos también causa problemas de conta­ ge una ecuación cúbica. Para ingresar a la ecua­
minación, de reactividad cruzada o de inespeci- ción (30), F se calcula utilizando la relación
ficidad. (20’). Luego tenemos una expresión de B/F
A los fines didácticos sólo consideraremos también en términos de A^, y de los parámetros
en esta parte los modelos referidos a un antíge­ de afinidad y concentración, como se había he­
no frente a dos o más anticuerpos en el test y al cho para m = 1 (ecuación 26). Sólo que su ex­
de dos antígenos frente a un anticuerpo, con re­ presión reordenada para B/F genera una ecua­
ferencias a una generalización para los sistemas ción aun más compleja. Por ende, una solución
polielonales. Todos estos casos se inscriben más conveniente para resolver las ecuaciones
dentro de los modelos más cercanos a los rea­ (29) o (30) es el empleo de programas de com­
les, y representan, por ende, a los RIAs habi­ putación, donde K,, qj, y q^ ingresan como
tuales que no cumplen con el postulado número aproximaciones obtenidas de las tangentes grá­
1 del modelo básico. ficas (fig. 39-8) y se ajustan luego mediante
métodos iterativos. Otros sistemas de procesa­
Heterogeneidad en la afinidad miento de datos prescinden de tales valores
aproximados y calculan directamente los cuatro
En general los anticuerpos séricos causan parámetros con los datos experimentales.
curvas de Scatchard francamente contrastantes Si la mezcla de anticuerpos es más compleja
respecto de las mostradas por los anticuerpos que la seiialada, entonces el tratamiento analíti­
homogéneos. Mientras que en estos últimos se co hasta aquí efectuado no será estrictamente
obtiene una recta (véase el caso de un anticuer­ aplicable. Tal es el caso de muchos sistemas
po monoclonal en la figura 39-5), los anticuer­ constituidos por un antisuero y, como agravan­
pos heterogéneos causan gráficos curvados te, por un antígeno suficientemente voluminoso
(fig. 39-8). Los antisueros, por representar un como para permitir interacciones independien­
sistema heterogéneo de anticuerpos, suelen ex­ tes y no interactuantes con dos o más epitopes
hibir típicos gráficos de Scatchard con concavi­ a la vez. Ai respecto es ilustrativo mencionar
dad hacia arriba. Ese fenómeno, también po­ que macromoléculas globulares a partir de PM
tencialmente adjudicable a una cooperatividad 5-6 KDa (p. ej., la de insulina) ya presentan ra­
negativa, como la descrita para ciertos recepto­ dios de Stokes suficientemente importantes co-
Inmunoanálisis radiométricos 835

F ig . 39-8. G ráfico de S catchard curvib'neo produci-


do por u na m ezcla de dos anticuerpos con diferen- F K, = 6 , 9 x 1 0 '“M^'
tes afinidades. Ei análisis es estrictam ente aplicable K^q^+K^q,
q, = 2 , 6 x 10^” IVI
a un sistem a de un antígeno y dos anticuerpos rao- 2,0 K, = 9 , 5 x 10»M-i
n o c io n a le s e s p e c ífic o s c o n tra el m ism o epitope K iq, q2 = 3 , 0 x 1 0 ’' “M
(com parar con el sistem a análogo más sencillo de la R = 6 ,4 x 1 0 ® M
fig. 39-5). L a curva es una hipérbola cuyas tangen­
tes g ráficam ente trazadas con los puntos extremos
(líneas continuas) perm iten la estim ación algo ine­
xacta de las afinidades de cada anticuerpo. Por la
in tersecció n de las ab scisa s se p uede apreciar la 1.0
^ 1+^2
concentración total de sitios de anticuerpos (no se
discrim in a la contribución de cada sum ando). Un
an á lisis m ás e la b o ra d o , u tiliz a n d o el m étodo de
G auss-N ew ton de regresión no lineal pesada para el K jq j
ajuste de los datos experim entales, perm ite calcular
los cuatro parám etros KjQiKjqj. Con ellos es posi­
ble trazar las asíntotas (líneas cortadas). Estas rectas 0,1 0,2 0 ,3
corresponden a los gráficos de Scatchard de los dos i (h G H , nM )
com ponentes en que se descom pone la hipérbola.

mo para admitir la interacción simultánea con afinidad promedio mediante el gráfico de Sips.
dos inmunoglobulinas específicas. La forma­ En este caso, la constante apreciada es Ko.
ción de complejos cíclicos (Ac,, Ac^): 2Ag
conduce a un incremento de la afinidad aparen­ Heterogeneidad en el antígeno
te con deformación de los gráficos de Scat­
chard. Ésa es la base de un RIA cooperativo El RIA ha sido una herramienta importante
que utiliza dos anticuerpos monoclonales apro­ para estudiar no sólo los antígenos “genuinos”,
piados a la vez. relacionables a los inmunógenos, sino otros es­
A pesar de todo lo comentado, es frecuente tructuralmente vinculados y que exhiben una
hallar en la bibliografía conectada al tema, re­ reactividad cruzada frente a los mismos anti­
ferencias a tratamientos “para dos componen­ cuerpos. Este fenómeno, muy tempranamente
tes” aplicados a sistemas de anticuerpos poli­ descrito en inmunología, puede ser explotado
clonales contra antígenos proteicos. Es discuti­ con fines analíticos. Con anterioridad deben re­
ble si tal aproximación es lícita o no (incumpli­ conocerse sus dos variantes condicionadas por:
miento de los postulados números 1 y 2 del 1) la estructura naoleculav de ios antígenos, y 2)
modelo básico) en cada caso en particular. el grado de heterogeneidad de los anticuerpos.
El caso más sencillo es el de un anticuerpo
Afinidades promedio homogéneo reaccionando alternativamente con
dos antígenos. Podría incluirse dentro de este
Del gráfico de Scatchard curvilíneo pueden modelo hasta el propio sistema común de un
obtenerse gráficamente dos tipos de afinidades solo antígeno y su trazador, donde este último,
promedio. La más ampliamente usada es la debido a la modificación química sufrida puede
constante intrínseca promedio, Ko. En realidad, unirse al anticuerpo con menor afinidad que el
refleja con mayor exactitud el valor de la me­ antígeno inmodificado (incumplimiento del
diana que el valor denominado “promedio pe­ postulado número 3 del modelo básico). Siem­
sado de la afinidad”, K. Mientras este último pre y cuando el grado de deterioro de esa inte­
valor se calcula contemplando la concentración racción no determine la inutilidad del trazador,
m no habrá otras consecuencias en cuanto a la
y la afinidad conjuntamente (X K¡q/q^^^j,j), exactitud de los análisis, aunque sí en el cálcu­
i= 1 lo de la afinidad. En efecto, fue tempranamente
reconocido en la historia del desarrollo del RIA
el de Ko se obtiene calculando la pendiente de que su validez para ponderar antígenos depen­
la tangente en el punto de la curva donde B = de de la idéntica inmunorreactividad del están­
qi^^i,j/2. De este modo, la Ko resulta más difícil dar y de los desconocidos (o sea sus propieda­
de obtener gráficamente que la constante pro­ des para competir con la unión del trazador) y
medio pesado, ya que ésta surge simplemente no depende en cambio de la similitud en la in­
del cociente entre los puntos de intersección de munorreactividad del trazador respecto del es­
la curva en ambos ejes (fig. 39-8). tándar o de los desconocidos. Pero en esta sec­
Según se analiza en la teoría general de la in­ ción analizaremos otro tipo de experimento que
teracción primaria antígeno-anticuerpo (cap. 8), suele darse en la práctica del RIA: la determi­
para los antisueros heterogéneos puede calcu­ nación de un antígeno no homólogo competi­
larse un índice de heterogeneidad y un valor de dor, A2, en un ensayo realizado en principio
836 Metodologías

con un anticuerpo homogéneo anti-A, (induci­ pes, pero que causan su alteración topográfica
do por un inmunógeno A,) y un trazador A,* indirecta. Éso puede ocurrir durante las etapas
presente en concentración infinitesimal. Luego preparativas, de purificación, o de almacena­
nos referiremos al caso de un antisuero hetero­ miento de macromoléculas algo inestables y
géneo frente a los mismos antígenos. que luego se estudian mediante RIA como con­
Antes de entrar en los aspectos formales que trol de calidad. También surgen cambios du­
describen estos modelos, debemos justificar en rante la ruptura o la síntesis de antígenos pro­
qué situaciones de la práctica radioinmunoana- teicos sometidos a estudio de restricción de
lítica no se cumple el postulado número 1 del epitopes.
modelo básico, ahora por causa del antígeno.
El antígeno A^ puede presentar reactividad Base teórica del modelo anticuerpo
cruzada frente a ese anticuerpo anti-A, por cau­ homogéneo-tmzador homólogo-
sa de dos mecanismos diferentes: a) el epitope antígeno competidor
de no es idéntico al de A l porque comparte
sólo una fracción de los grupos funcionales; En la figura 39-9A se muestran esquemática­
b) los grupos funcionales son enteramente mente, a los fines comparativos, las curvas de
idénticos en A, y A^, pero en este último la es­ desplazamiento obtenidas en forma separada
tructura espacial presenta una conformación un para el antígeno homólogo A l (ensayo “nor­
tanto alterada. El caso a se da típicamente en mal”) y para el antígeno competidor A^, em­
los antígenos proteicos que constituyen las lla­ pleando el mismo trazador ideal, A,*, en am­
madas familias de proteínas filogenéticamente bos experimentos.
relacionadas y que presentan mutaciones a ni­ El simbolismo que utilizaremos aquí conser­
vel de uno o más residuos aminoacídicos. Tal va en lo posible las formas ya utilizadas e in­
es el caso de varias hormonas polipeptídicas corpora las del competidor, según el siguiente
que, según ias distintas especies animales, re­ listado:
sultan altamente homologas. Por ejemplo, la
q : concentración total de sitios de anticuer­
insulina porcina difiere solamente en un resi­ pos
duo respecto de la humana. Si al obtener anti­ [Q] : concentración de sitios de anticuerpos
cuerpos monoclonales inducidos por la insulina libres
porcina, el epitope involucrado incluye ese re­ A l : concentración de antígeno frío
A l* : concentración del trazador
siduo, puede ocurrir que la reactividad cruzada [fl*] y [bi*] : concentración del trazador libre y unido,
con la insulina humana sea algo menor (con respectivam ente
otros monoclonales, la reacción puede ser idén­ A 2 : concentración del antígeno com petidor
tica o nula). En ese caso, un RIA aplicando in­ [fa] y [b2] : concentración del antígeno com petidor
libre y unido, respectivam ente
sulina porcina trazadora puede permitir no sólo B [bi*] : relación de las concentraciones de radiac-
la determinación de la hormona humana sino = tividad unida/libre m edidas
que es factible determinar su constante de afi­ F [fl*] :
nidad. Además, es innecesario efectuar los es­ : constante de asociación para A]
K ^2 • constante de asociación para A 2
fuerzos para generar un trazador de insulina
humana o incluso para obtener anticuerpos mo^
nocionales vía ese inmunógeno. En este modelo se cumplen dos reacciones
Otra situación dentro del caso a, donde pue­ de equilibrio simultáneamente:
den verse involucrados dos antígenos relacio­
nados, es la de su coexistencia natural en un
mismo fluido biológico. Tal es el caso de la
hormona de crecimiento hipofisaria (hGH) y Q + (31)
del lactógeno placentario (hGS) en el suero de f,* b *
embarazadas. Ambas hormonas dan reactividad
frente a antisueros específicos o ante algunos
anticuerpos monoclonales inducidos por cual­ Puesto que [Q] = q - [b,*] - [b^], según la
quiera de ellas. La determinación específica de ley de acción de masas puede expresarse una
hGH en presencia de niveles considerables de relación para cada equilibrio:
hCS (hasta 10^ veces mayores) presenta un pro­
blema analítico que se considera a la luz de los [ b i* ]
modelos teóricos de competición que se verán K a, = (3 2 )
seguidamente. [ f i* ] ( q - ~ [ b ,* ] - [ b j)
El caso b se da típicamente en los antígenos
macromoleculares desnaturalizados o que per­ [bzl
dieron su conformación nativa por hallarse es­ K .,= (3 3 )
cindidos a un nivel que no involucra los epito­ [ f J (q - [b ,* l - [bj])
Inmunoanálisis radiométricos 837

En el punto medio del rango de ordenadas


(fig. 39-9) se cumple a partir de (34) y (25’)
que:

( 7). K A iq
K ., ( q ^ [ b , * ] ^ [ b j ) = (3 6 )

Resolviendo la ecuación (36) para [bj*], y


sustituyendo en la ecuación (34), tenemos que:
t T 4 ( 1 - K a i [f,* ]) = [ b j (3 7 )
X - 1 + q V ■' + Dosis (log)
X de A ,O A ,
Luego, resolviendo la ecuación (36) para q,
y sustituyendo en la ecuación (33), tenemos
B que:
[b,]
Trazador = A * K a2 [ b J = (3 8 )
q/2

Combinando las ecuaciones (37) y (38) obte­


nemos:
Ka2 = ^ ( 1 - K a , [fj* ]) (3 9 )
[Í2]
Por líltimo, de las ecuaciones (38) y (39) lle­
gamos a que:

An - ( l- K ., [f,*]) (4 0 )
de A, o
Esta ecuación nos demuestra que para B/F =
F ig . 39-9. A, R IA esquem ático para el inraunógeno, A l, (B/F)(/2, la concentración del antígeno compe­
y para un antígeno con reactividad cruzada, Aj, en un sis­
tem a de anticuerpos hom ogéneos. D e los valores de absci­ tidor puede ser función sólo de q y con la
sas en los puntos m edios de) rango de respuestas se p u e ­ condición de que [f,*] sea insignificante res­
den obtener relaciones en térm inos de y B, R IA pecto de l/K .,, luego K^ [f,*] es « 1 y puede
esquem ático para los m ism os antígenos ixente a dos h ipo­ ignorarse el ultimo factor de la ecuación (40),
téticos sueros heterogéneos. En un caso los anticuerpos d i­
fieren en sus afinidades determ inando una curva no p ara­ con lo que se obtiene:
lela (reactividad cruzada de tipo 1), E n el otro caso, la h e ­
terogeneidad se refiere a la especificidad por ios epitopes.
Al -- - (4 1 )
En la curva de A^ para el suero con reactividad cruzada de
tipo 2 sólo intervienen ios anticuerpos dirigidos hacia ep i­
topes com partidos por A, y A ,. El resto sólo reacciona es­
pecíficam ente con A, y su trazador. Además, por una vía mucho más sencilla,
para el modelo simple donde Aj = O y sustitu­
yendo en la ecuación (26) B/F por el valor del
La ecuación (32) puede reordenarse de modo
que resulte una expresión de B/F = [b,*J/[fj*] punto medio, (B/F)p/2 = tenemos que:
en función de [b,*] o de [f *]:
[b,*:i
Al —• + —
q (4 2 )
= K a , ( q - [ b ,* : | - [ b J ) (3 4 )

[b,*] Ka , ( q ^ f b j ) Como se advierte, las ecuaciones (41) y (42)


(3 5 ) son muy semejantes y permiten relacionar, en
[fi 1 + K a , [f,*]
los puntos de (B/F)y2 de cada curva de despla­
Luego se cumple que, para la condición en zamiento, los valores de dosis con las respecti­
que tanto A, como A^ tienden a cero, B/F al­ vas constantes de afinidad para un mismo y de­
canza un valor límite igual que el definido para finido valor de q.
la ecuación (25) del modelo básico: En la figura 39-9A se destacan las proyeccio­
nes de esos valores en el eje de las abscisas (x e
= (25’) y para A¡ y A^, respectivamente). Como esta­
mos comparando dos experimentos paralelos
838 Metodologías

con un mismo valor de q, despejando q/2 en las sarios (pero no suficiente) para demostrar iden­
ecuaciones (41) y (42) e igualándolas, tenemos tidad radioinmunoanalítica entre un estándar de
que: referencia y la muestra problema: el paralelis­
I I mo de sus curvas de desplazamiento frente a un
Ao - A , = ------------ --------- (4 3 ) suero policlonal específico.
La reactividad cruzada de tipo 2 puede ocu­
O sea que, determinando el valor de por rrir solamente si se da la llamada heterogenei­
los procedimientos ya descritos, el valor de dad de especificidad para diferentes determi­
puede obtenerse de la ecuación (43), donde - nantes. En este caso hay sólo una fracción de
A, representa la diferencia entre las dosis y y x . anticuerpos dentro del antisuero heterogéneo
Si bien la pendiente de la curva para A2 en que puede reaccionar con el competidor A^.
ese punto es menor que la de Al (analíticamen­ Luego el antígeno A^ no podrá causar un des­
te puede demostrarse que la diferencia se debe plazamiento completo como el A,, a ningún va­
a las distintas afinidades), en una escala loga­ lor de dosis (fig. 39-9/?). Nuevamente aquí po­
rítmica de abscisas resultan paralelas. Además, demos aplicar el concepto de especificidad co­
el competidor A^ puede lograr el total desplaza­ mo lo hicimos antes, sólo que para este caso
miento del trazador a concentraciones propor­ definiremos un suero como específico para el
cionalmente mayores que las de A,. Esas carac­ antígeno A, cuando sólo una mínima fracción
terísticas son propias de los llamados antígenos de sus anticuerpos pueda reaccionar contra A^.
con reactividad cruzada verdadera o de tipo 1. Por ejemplo, si sólo el 1% de los anticuerpos
En los sistemas con anticuerpos monoclonales anti-A| (sin mencionarse las afinidades) reac­
es la única clase de inmunorreactividad cruza­ ciona con un epitope compartido por A^, puede
da factible, a diferencia de lo que puede ocurrir decirse entonces que el antisuero es 100 veces
con los sueros heterogéneos, según veremos. más específico para A, que para A,^. Un RIA
Además, si definimos la especificidad como elaborado en estas condiciones arrojaría una
una propiedad en cierto sentido inversa a la de recta paralela al eje de las abscisas, sin indicar
reactividad cruzada, podemos considerar que desplazamiento perceptible para el antígeno A
un anticuerpo homogéneo será específico hacia
su antígeno homólogo A,, en presencia de un
contaminante A^, cuando la relación RIA HETERÓLOGO
sea suficientemente elevada. Se ha considerado
que un valor > 10^ es aceptable en los casos co­ En los casos anteriores los anticuerpos y el
munes para discriminar A, de A^. Para otras si­ trazador pertenecían a un sistema homólogo,
tuaciones extremas (como la ya señalada para esto es, el anticuerpo monoclonal o el antisuero
las hormonas séricas hGH y hCS que coexisten se habían inducido en una especie animal me­
en el embarazo en relación ~ 1:10^), ese índice diante un inmunógeno A, y el trazador también
debe ser aun mayor si se desea determinar con se preparaba con el mismo antígeno (A,*). En
un anticuerpo monoclonal “específico” el pri­ cambio, ahora definiremos como RIA “heteró-
mer antígeno sin la interferencia del segundo. logo” aquel en el cual el trazador se sustituye
por el del antígeno no idéntico, A^*, y el des­
Reactividad cruzada con anticuerpos plazamiento se efectúa con A^. Este modelo ha
heterogéneos sido propuesto en ciertos casos en que tal com­
binación permite obviar dificultades de especi­
Hay dos tipos de heterogeneidad en pobla­ ficidad mostradas por el RIA normal u “homó­
ciones de anticuerpos heterogéneos: 1) respecto logo”. El caso más típico es el del sistema FSH
de afinidades, y 2) respecto de la especificidad (hormona foliculoestimulante): anti-ESH, don­
por los determinantes. Si los anticuerpos son de estos últimos sueros suelen exhibir reactivi­
específicos por un único determinante pero he­ dad cruzada con otras glicoproteínas presentes
terogéneos en afinidad, estamos en presencia en la misma especie, tal como la hCG (gonado­
de un caso de reactividad cruzada de tipo 1. Sin trofina coriónica). Los procedimientos de ab­
embargo, las curvas de desplazamiento no re­ sorción de los sueros con hCG para lograr una
sultarán paralelas (fig. 39-9B). En ese modelo adecuada especificidad no suelen dejar sufi­
el tratamiento formal es bastante complejo y cientes anticuerpos de alta afinidad y realmente
puede concluirse que no será válido comparar específicos para FSH. Eso probablemente se
afinidades relativas en los puntos de (B/E)(/2. debe a que las regiones moleculares críticas pa­
De un RIA en estas condiciones a lo sumo pue­ ra la función hormonal de FSH son relativa­
de obtenerse una idea cualitativa con respecto a mente menos inmunogénicas que las regiones
que la constante de afinidad promedio del com­ homólogas con otras hormonas glicoproteicas
petidor A, es menor que la del antígeno A l. En de la familia. Cuando se aplica un RIA heteró-
este principio se basa uno de los criterios nece­ logo con un trazador de igual hormona pero de
Inmunoanálisis radiométrícos 839

otra especie, se está seleccionando la población ra la masa de insulina en unidades de actividad


de anticuerpos de especificidad requerida. Se biológica (lU = 41,67 |j.g). Luego es factible
espera en ese caso que los anticuerpos exhiban determinar la magnitud de la respuesta inmune
también una afinidad suficientemente alta por humoral específica hacia la insulina de la tera­
el trazador, aunque por otro lado deba emplear­ pia sustitutiva en los diabéticos, en términos de
se una concentración de suero mayor que para BC y expresada en U de insulina fijables por li­
el RIA homólogo. Por ejemplo, un RIA para tro de plasma. Esta magnitud es más fácilmente
FSH humana empleando suero anti-FSH ovina interpretable por los médicos diabetólogos para
y FSH humana marcada puede resultar tan es­ estimar la relación entre la dosis de insuhna ad­
pecífico y sensible como un RIA homólogo ministrada y la cantidad de anticuerpos poten­
ideal. La unión de la FSH humana a los anti­ cialmente secuestrantes de la hormona que el
cuerpos involucrados puede ser tan buena o valor de q total, ya que éste representa un dato
mejor que la del trazador y por ende la curva empírico de concentración molar de sitios en el
de desplazamiento no sufrirá disminución en la tubo del RIA.
pendiente asociada a cambios a la sensibilidad.
Utilización del ensayo de unión
de radioligando (RBA)
D E T E R M IN A C IÓ N D E A N TIC U ER PO S
Cuando los sueros poseen muy bajas con­
Los métodos radiométrícos para la determi­ centraciones de anticuerpos específicos hacia
nación de anticuerpos son varios. En esta sec­ un antígeno macromolecular soluble y bien ca­
ción nos ocuparemos del RIA en fase fluida racterizado, puede utilizarse para la determina­
clásico y de otras variantes relacionadas. ción rápida de esos anticuerpos el llamado test
de unión de radioligando o RBA (del inglés,
Utilización del RIA Radiobinding Assay).
El RBA consiste en un ensayo de fase fluida
En los RIAs el componente que se determina en el cual se enfrentan los sueros, en una dilu­
habitualmente es el antígeno. No obstante, en ción convencional orientada por las necesida­
ciertas ocasiones el objetivo analítico principal des, con una dosis fija de antígeno marcado ra­
es la determinación de los anticuerpos específi­ diactivamente. Luego de la incubación, hasta
cos para un antígeno en especial. Determinar alcanzar un estado cercano al de equilibrio, se
los anticuerpos estrictamente significa ponde­ procede a la separación de la marca unida y la
rar tanto los valores de concentración como los marca libre por los medios habituales. El méto­
de afinidad. Pero en situaciones prácticas de la­ do más empleado es la precipitación de los an­
boratorio de inmunología muchas veces basta ticuerpos y de los complejos inmunes con PEG
con tener una idea globalizada de “la potencia” al 12,5%.
de un suero, lo cual significa sencillamente te­ Este tipo de ensayo radiométrico así conce­
ner un título que incluye el producto de ambos bido posee un diseño idéntico al de la primera
tipos de parámetros. Ese dato emerge directa­ etapa del RIA (curva de calibración), aunque se
mente de la primera etapa del desarrollo de un ejecuta con una única dilución fija del suero.
RIA, como es la curva de calibración, según vi­ Es por ello que ocasionalmente se lo ha deno­
mos al comienzo. En cambio a veces puede re­ minado como “RIA”, en lugar de RBA. Es
querirse la determinación de la concentración conveniente, no obstante, mantener la distin­
total de anticuerpos específicos en un volumen ción de nomenclatura entre ambos métodos, ya
determinado de suero, lo cual debe derivarse que el primero sirve en general para la determi­
del valor de q o Xqi molares calculados de un nación de antígenos y en cambio el segundo se
ensayo de desplazamiento y del análisis de aplica para medir anticuerpos.
Scatchard o sus equivalentes. Esta vía conduce En el RBA la expresión final de los resulta­
en realidad a la concentración de los sitios de dos se efectúa en términos de porcentaje de
unión, según vimos, y de acuerdo al valor de la marca unida, lo cual representa una unidad re­
valencia (conocida o supuesta) se llega a la lativa, dependiente de las condiciones experi­
concentración de los anticuerpos. En ciertas mentales. En cambio, cuando se recurre al RIA
circunstancias las convenciones utilizadas exi­ para la determinación de anticuerpos específi­
gen la transformación de los datos de q o q to­ cos, por tratarse de un ensayo e saturación con
tal en términos del antígeno unido. Tal es el ca­ antígeno, las unidades de expresión son absolu­
so de la determinación de los anticuerpos an- tas e independientes de las condiciones experi­
tiinsulina por radiometría, utilizando como uni­ mentales.
dad de expresión la capacidad de unión, o BC FJ análisis teórico del RBA y su verificación
(de Binding Capacity). En estos casos además experimental permiten conocer la relación exis­
se requiere conocer el factor de conversión pa­ tente entre la unión porcentual específica del
840 Metodologías

trazador (B%) y la concentración de este últi­ constante), el B% evoluciona sigmoidalmente.


mo. Ese análisis teórico puede simplificarse si Por lo dicho anteriormente, se espera que este
lo asimilamos al del RIA, en particular comen­ tipo de representación sea la imagen invertida
zando de las curvas dosis-respuesta en térmi­ de la curva de desplazamiento y que se alcance
nos de B/F en función de concentración de an­ un valor plateau cuando el antígeno marcado
tígeno. Recordemos que la ecuación que des­ tienda a concentración cero (o su equivalente:
cribe esa relación para anticuerpos homogé­ cuando la AE alcance cierto valor óptimo).
neos es la (26). L,uego resta hallar una forma de El valor límite de la unión porcentual del tra­
conversión entre B/F y el B%, la cual se obtie­ zador (B%máx.) puede obtenerse de la ecuación
ne de las siguientes relaciones: B% -f- F% = 100 (44) donde B/F se sustituye por su equivalente
y B%/F% = B/F. Combinándolas y despejando para antígeno infinitesimal, Kq (ecuación 25):
B% se obtiene la siguiente expresión: 100
100 B% máx i (45)
B% = - ¡ ------ (44) -L + 1
— + 1 B
Se observa que, en efecto, para una AE sufi­
cientemente alta (en general la que resulta de la
la cual es semejante a la (20), donde el antíge­ incorporación de un átomo de por molécula
no se expresa en %. de antígeno), el B%máx. no resulta función de
A partir de la ecuación (44) podemos obte­ la concentración del antígeno y sólo depende
ner curvas de desplazamiento donde B/F es de la concentración y afinidad del anticuerpo.
reemplazado por el B% y su expresión gráfica Para sistemas polielonales Kq se reemplaza en
es como de la figura 39-3 C. Otra forma de ob­ la misma ecuación (45) por 2 Kiqi.
tener estas curvas, más directa y aplicable aun A diferencia de otras situaciones, donde el
a sistemas heterogéneos de anticuerpos, parte analito se detecta con máxima eficiencia utili­
de la ecuación (29) resuelta para B como se ex­ zando un exceso del reactivo (como en el RIA,
plicó en ese punto y luego convirtiendo su va­ donde se satura a los anticuerpos con antígeno
lor en B%. para determinar su concentración absoluta), en
Si volvemos a la búsqueda de la relación en­ el RBA se requiere un infinitésimo del reactivo
tre el B% y la concentración del trazador, vemos (el trazador) para lograr la máxima señal por­
que ésta se halla comprendida en la relación ge­ centual relativa. Este concepto tiene otra deri­
neral entre el B% y la concentración de antígeno vación: los cálculos de capacidad de unión
(esté o no marcado). Por lo tanto podemos (BC) no son factibles a partir del RBA (todo
reemplazar antígeno frío de las abscisas por an­ intento de cálculo de unión a partir del B%
tígeno marcado e incluso invertir el sentido de arrojará datos seudoabsolutos y de magnitud
la escala para expresar con mayor conveniencia muy inferior a la real).
la evolución de la AE para una actividad cons­ Otra aplicación de la ecuación (45) es que a
tante del trazador cargado en los tests. parür de ella se puede deducir cuál es el efecto
En la figura 39-10 se muestran las curvas del de cambiar la concentración del suero en el test
B% en función de la AE del trazador para dos (o sea la concentración de anticuerpos específi­
sueros con diferente nivel de anticuerpos espe­ cos). Para el sistema más sencillo de un anti­
cíficos. Se observa que, cuando la AE aumenta cuerpo monoclonal, se deduce que la relación
(y por lo tanto desciende la concentración de no es hneal. Esto es, si por ejemplo duphcamos
antígeno marcado para una carga de actividad la concentración de anticuerpo en el RBA

F ig . 39-10. Efecto en el R B A de
la A E d el tra z a d o r (a d ic io n a d o
c o n u n a a c tiv id a d c o n s ta n te de
10.000 cpm ) sobre la señal B % ,
re p re s e n ta d a p a ra dos su ero s de
alto nivel (suero I) y de bajo nivel
(suero 2) de anticuerpos antiinsu-
AE (iiCi/,ug)
lina.
Inmunoanálisis radiométricos 841

(q pasaría a ser 2q), la unión porcentual del tra­ A partir de todo lo discutido precedentemen­
zador puede no resultar duplicada (B% resulta­ te debemos enfatizar que el título de un suero
ría distinto de 2B%). En realidad se puede veri­ es una función combinada de las concentracio­
ficar que si el B% inicial es cercano a cero, el nes y afinidades de todos sus anticuerpos espe­
incremento de q, n veces, repercute en la unión cíficos. Si no se dispone de esos parámetros,
de tal modo que se alcanza el valor nB%. En determinables independientemente, no se pue­
cambio, si el B% inicial es cercano a 100% el de inferir solamente a partir del título si un sue­
incremento de q es nulo, lo cual resulta lógico ro dado es apropiado o no para determinados
por la saturación alcanzada por la señal del B% usos (por ej., para aplicarlo en un RIA de alta
desde el inicio. Entre esos dos extremos se dan sensibilidad). Tampoco es un parámetro total­
todas las situaciones intermedias. mente válido para la comparación de dos sue­
Una consecuencia práctica de este estudio ros con una misma especificidad.
teórico es qüe en el monitoreo de anticuerpos
en muy bajo nivel, como en ciertos períodos de RIAs en sistemas bifásicos
las enfermedades autoinmunes en que se ras­ (RIAs en fase sólida)
trean autoanticuerpos hacia antígenos bien ca­
racterizados, deben utilizarse protocolos de Una de las razones por las que han sido con­
RBA con la mínima dilución posible del suero. cebidos los “RIAs en fase sólida” (RIA-ES) fue
Además, deben efectuarse incubaciones a baja la de facilitar la separación de las fracciones li­
temperatura, para favorecer la mejor expresión bre y unida. El modelo más sencillo consta de
de la afinidad (el mayor valor posible de K) y una matriz sólida (dextranos, celulosa, vidrio,
durante el tiempo necesario para permitir que papel, plásticos) a la cual se han adsorbido o
se alcance un estado cercano al equilibrio (va­ unido químicamente los anticuerpos específi­
rios días, según los casos, para que el B% sea cos. Esta superficie activada se dispone en ge­
el máximo posible). Sin embargo, el incremen­ neral en forma de pequeñas esferas, discos o
to, de la concentración relativa del suero en el simplemente es la cara interna del propio tubo
ensayo debe balancearse en la práctica con el de reacción. En la figura 39-1 lA se muestra un
aumento progresivo de la unión inespecífica. esquema de la disposición de los componentes
Este inconveniente puede sortearse de todos del sistema y de las operaciones sucesivas en un
modos con la inclusión de ensayos de control, RIA-ES realizado en tubos plásticos. La separa­
confeccionados con sueros normales. ción de la marca unida a los anticuerpos de
A pesar de tratarse de un ensayo de equili­ aquella que se halla libre en la solución se reali­
brio en fase líquida, donde por ende no inter­ za, sin adiciones ni centrifugaciones, por medio
vienen efectos de amplificación de la avidez de simple decantación o aspiración de la mezcla
como veremos más adelante, el RBA ha sido de reacción. Luego se cuenta la actividad unida
indicado como el método de elección para mo­ a los tubos secos. Las ventajas de esta metodo­
nitorear ciertos autoanticuerpos. El enzimoin- logía son: la simplicidad, la rapidez, la omisión
munoanálisis, que exhibe ventajas en otros sis­ de etapas separativas sometidas al riesgo de
temas de detección, ha demostrado menor pre­ error, el ahorro de reactivos y la susceptibilidad
cisión y sensibilidad en estos casos. Al menos de automatización. Las desventajas de estos
cuando los anticuerpos son de afinidad mode­ métodos son el comparativamente alto consumo
radamente alta (en respuestas maduras contra de antisuero y la variación en las propiedades
antígenos macromoleculares), el RBA resulta adsortivas de una misma sustancia entre las dis­
más apropiado que los métodos enzimáticos al­ tintas partidas (aunque provengan de un mismo
ternativos. proveedor). Muchas veces, este último inconve­
niente se ha sorteado modificando la etapa de
Utilización del ensayo de titulación unión del anticuerpo al soporte mediante la
aplicación de films de otros polímeros o a tra­
Otra forma de medir por radiometría los anti­ vés de la unión covalente de las inmunoglobuli­
cuerpos específicos es la denominada “titula­ nas a los plásticos con reactivos como el gluta­
ción”. En realidad, no la consideraremos como raldehído o las carbodiimidas hidrosolubles.
una verdadera variante metodológica puesto que Los RIAs-ES se han optimizado ajustando
su principio es idéntico al de la etapa de calibra­ empíricamente no sólo las condiciones de fija­
ción del RIA (una serie de diluciones del suero ción de los anticuerpos sino las de aquellas
incubadas con la traza constante) o al del “RBA otras etapas críticas que constituyen el diseño
con varias diluciones”. El título se define luego básico: los lavados de exceso de antisuero, la
como aquella dilución del suero que alcanza una cobertura de las superficies activadas con otras
unión convencional (generalmente B% = 50; proteínas inertes, la reacción inmunoquímica
véase la fig. 39-1) o, menos frecuentemente, una propiamente dicha y los lavados finales antes
unión específica mínima arbitraria. de contar.
842 Metodologías

Los aspectos teóricos relacionados con estos otro, cambian los nombres. Por ejemplo, si tan­
sistemas bifásicos de interacción han contem­ to los antígenos como los anticuerpos se detec­
plado ciertos efectos de incremento en la afini­ tan a través de un anticuerpo antiinmunoglobu-
dad aparente. Sobre todo en aquellos modelos lina marcado, se los denomina “métodos indi­
donde se ha fijado el antígeno a la matriz sóli­ rectos”.
da, aparecen fenómenos de unión por puntos Estos son los principios que se usan para la
múltiples con anticuerpos que normalmente detección de inmunoglobulina E y de alérgenos
también son,bivalentes o multivalentes. Esas en el diagnóstico de alergias atópicas. Los tests
interacciones definidas como “monogámicas” denominados “PRIST” y “RAST”, respectiva­
conducen a uniones de carácter casi irreversi­ mente, se esquematizan en la figura 39-115 y
ble. Otro fenómeno que se suma al anterior está 39-1IC. En estos casos los ensayos se optimi­
relacionado con la alta concentración efectiva zan empíricamente y las dosis se expresan co­
local de sitios dispuestos en la superficie, com­ mo unidades relativas de IgE respecto de están­
parado con el mismo número de sitios dispues­ dares internacionales de referencia.
tos en solución. Esta situación es observable Además de los RIAs-FS basados en el prin­
aun con antígenos monovalentes frente a frag­ cipio de los “dos sitios” del antígeno, existen
mentos Fab, también univalentes. Las conse­ otros modelos de concepción semejante (anti­
cuencias de no respetar el principio básico por cuerpo adsorbido a una matriz: antígeno: anti­
el que los reactivos del sistema deberían estar cuerpo) pero que funcionan de manera distinta.
libremente distribuidos en solución, son las Eso ocurre cuando se dan las siguientes restric­
previsibles según otros modelos teóricos que ciones: 1) con antígenos macromoleculares y
no analizaremos aquí. Sólo debemos considerar antisueros heterogéneos, cuando tanto los anti­
que en estos casos los fenómenos de retención cuerpos en la fase sólida como los de la fase lí­
ejercidos por la alta concentración local de si­ quida reaccionan contra una misma área anti­
tios de unión pueden conducir a erróneas inter­ génica, o sea contra un mismo epitope o contra
pretaciones sobre los parámetros de interacción dos epitopes muy vecinos y excluyentes para
que intentan medirse. interaccionar simultáneamente con dos anti­
cuerpos. Esta situación no es frecuente. 2)
Variante del RIA-FS Cuando el antígeno es de pequeñas dimensio­
nes respecto de las áreas paratopes, de modo
Una serie de variantes radioinmunoanalíticas que la situación anterior es la única opción. 3)
en fase sólida han sido desarrolladas con dife­ Cuando en forma independiente del antígeno,
rentes propósitos en el curso de las últimas dos intervienen dos anticuerpos homogéneos selec­
décadas. Ello ha causado cierta confusión en la cionados (un mismo anticuerpo monoclonal o
nomenclatura e incluso ha complicado el pano­ dos de tipo excluyen te).
rama, pues esas variantes siguen pautas teóri­ En todos esos casos, si la molécula marcada
cas, prácticas y de optimización que difieren es el antígeno, la unión de aquélla a la fase só­
respecto de las correspondientes al RIA clási­ lida por medio del anticuerpo adsorbido puede
co. disminuirse competitivamente por la presencia
Dentro de esas variantes hay un grupo de del anticuerpo en la fase líquida. Este recurso
métodos que han sido designados genéricamen­ puede explotarse para la determinación de los
te como “inmunorradiométricos” y cuyo proto­ anticuerpos en la solución, ya que su potencia
tipo es el “ensayo inmunorradiométrico de dos inhibitoria (determinada conjuntamente por
sitios,” o simplemente IRMA (de Immunora- concentraciones y afinidades) puede estimarse
diometric assay). El objetivo de este procedi­ en relación inversa a la marca que subsiste en
miento es el uso de anticuerpos específicos so­ los tubos luego de la aspiración de sus conteni­
bre una fase sólida para extraer el antígeno de dos.
fluidos de donde se los purifica y concentra.
Mientras el antígeno permanece unido, un se­
gundo anticuerpo marcado se une a otro sitio REQUERIMIENTOS
sobre el antígeno. Así pueden efectuarse deter­
minaciones del antígeno en función de la canti­ Los requerimientos básicos del RIA en su
dad de anticuerpo marcado que se ha unido. Si versión clásica son el anticuerpo específico, el
los dos anticuerpos son diferentes, se aumenta antígeno marcado, el antígeno frío patrón y los
considerablemente la especificidad del sistema. componentes de la etapa separativa. Muchas de
Otros procedimientos se basan en acoples suce­ las especificaciones que deben cumplir estos
sivos de este tipo y han sido designados con­ elementos para lograr un RIA optimizado sur­
juntamente “técnicas en sandwich”. Según la gieron durante la discusión teórica precedente.
variante empleada, si se fija primero el antíge­ Nos limitaremos entonces a describir somera­
no o el anticuerpo, o si se intenta detectar uno u mente las fuentes, las formas alternativas de los
Inmunoanálisis radiométrícos 843

F ig . 39-1 1. A , esq u em a del


procedim iento RIA -FS en tu ­
bos plásticos desechables. B,
p rin cip io del m étodo P R IS T
(d el in g lé s : p a p e r d is k ra-
d lo Iw m u ñ o so rh e n t test) p ara
la determ inación de IgE total.
C , p r in c ip io d e l m é to d o
PR A S T o R A ST {paper disk
radioallergosorhent test) para
la determ inación de IgE espe­
cíficas. Aspiración,
trazador (®) lavado
Calibración de la adsorción Antígeno (o)
(Patrón
desconoc.)

IgE

Disco de Suero Incubación Adición de Incubación


papeleen 1 /2 -1 /1 0 lavado '^'^l-Anti-lgE lavado,
Anti-lgE conteo
unida

IgE

E s p e ^ ^ a j-^
O
E I3
Disco Inespecífica Adición de
de papel '25|-Anti-lgE
con alergeno Suero
unido

componentes y a recapitular sus propiedades Los regímenes de inmunización varían bas­


descollantes. tante según las distintas recomendaciones, pe­
ro en general emplean la inyección subcutánea
Los anticuerpos específicos de las emulsiones en multisitios de patas y lo­
mo de los animales. En lo posible se usan lotes
En el sentido más amplio, la sustancia ligan­ con un buen número de animales. Los interva­
te específica puede pertenecer a un sistema no los de inyección suelen ser de 2 a 3 semanas.
inmune. Por ejemplo, puede tratarse de un re­ El adyuvante de Freund completo suele em ­
ceptor celular, de un transportador plasmático plearse sólo en la primera inyección, luego se
de hormonas, de una enzima, etc. En ese caso, usa el incompleto.
en lugar de antígeno el ligando puede cambiar Las dosis de inmunógenos suelen ser sufi­
de nombre (p, ej,, sustrato) y el ensayo también cientemente bajas. Por ejemplo, para hormo­
(radioensayo competitivo). Limitándonos al nas proteicas alrededor de 10-100 |.ig por vez y
ejemplo típico del RIA, las macromoléculas li­ por animal. Eso está motivado por la necesi­
gantes son las inmunoglobulinas específicas in­ dad de inducir selectivamente los clones de
ducidas por uno o más antígenos en animales linfocitos productores de anticuerpos específi­
de experimentación. Los programas de inmuni­ cos de alta afinidad. Cantidades superiores a
zación se aplican a diferentes especies anima­ 1 mg pueden inducir, además de posibles fenó­
les, a veces seleccionadas por las diferencias menos de tolerancia o parálisis inmune según
estructurales conocidas del antígeno respecto los casos, una inducción de anticuerpos de ba­
de los componentes propios, si ése es el caso. ja afinidad.
El inmunógeno puede administrarse emulsio­ Luego de períodos de no inoculación (3-6
nado con adyuvante de Freund directamente, o meses) suelen hacerse reinmunizaciones con
previa conjugación a un soporte que incremen­ efectos notables en los títulos de anticuerpos.
ta sus propiedades estimulantes. Mediante sangrías exploratorias y ensayos con
844 Metodologías

trazadores radiactivos pueden controlarse los ción. De todos ellos, los más útiles para el RIA
títulos periódicamente. El criterio final de se­ son los isótopos del iodo, *^^I y ‘^*1, aunque en
lección de los sueros será, según se discutió particular el primero presenta especiales venta­
ampliamente, el de un ensayo para la afinidad. jas, según comentaremos.
Éste puede ser poco elaborado, observándose Otros isótopos ocasionalmente usados son
empíricamente la dosis mínima detectada, rela­ los siguientes: ^'“’Se, “’^Co (vitamina B^^) y '^‘T e.
cionada con la pendiente inicial de la curva de Para RIAs de algunos esteroides se ha emplea­
desplazamiento. Con estos ensayos puede indi­ do Tritio (^H), el cual no provoca los cambios
carse el descarte de los animales (sueros con estructurales que ocasiona la marcación con
baja afinidad) o la prosecución de las inmuni­ '251. El Tritio (t|/2 , 12,25 años) y el '^C (1,^^
zaciones (sueros con apropiada afinidad pero 5.736 años) son emisores ¡3 (electrones); con
bajos títulos). Muchos sueros suelen usarse en ellos se alcanzan menores actividades específi­
diluciones finales de 10'^-10'’, por lo cual pue­ cas y deben ser contados en un contador de
den conservarse sin diluir congelados, o en di­ centelleo líquido, lo cual representa alguna des­
luciones de reserva (-1/1.000) efectuadas con ventaja respecto de los isótopos que se cuentan
sueros no reactivos al 1-2% y con conservado­ en contadores gamma. Precisamente, el es
res (timerosal 1/5.000). De este modo se pre­ el isótopo de elección en muchos casos por
servan los anticuerpos diluidos de la adsorción presentar alta actividad específica en conjun­
a los tubos de plástico o vidrio. ción con su carácter de emisor de rayos gamma
También pueden usarse anticuerpos purifi­ de baja energía. Además, otra ventaja radica en
cados parcialmente por precipitación de las in­ la relativa simplicidad con la que se incorpora
munoglobulinas o específicamente por croma­ a residuos de tirosina e histidina en péptidos y
tografía de afinidad. Sin embargo, algunas proteínas. El '^'I que goza de las mismas pro­
ventajas respecto de la homogeneidad de los piedades químicas fue el isótopo de elección en
anticuerpos, contabilizando sólo la especifici­ los primeros años del RIA. Teóricamente, el
dad, se dan en los anticuerpos monoclonales ‘^'I otorgaría una mayor actividad específica a
surgidos de la tecnología de los hibrídomas. las moléculas a las que se incorpora respecto
Por otro lado, si se considera la afinidad apa­ del según se deduce de los valores de t,^
rente, relacionada a la sensibilidad de los (8,07 días y 60,14 días, respectivamente) apli­
RÍAs, los sistemas que combinan dos anticuer­ cados en la ecuación (24). Pero ocurre que el
pos monoclonales apropiados o sueros policlo­ '^’I suele proveerse con una pureza del 15-30%
nales, pueden presentar sensibles ventajas, se­ (el resto es '^’I) en comparación con la del
gún se mencionó. que es cercana al 100%. Además, en los conta­
dores gamma comunes la eficiencia para el '^*1
Los antígenos marcados es menos de la mitad respecto de la del (70-
75%). Todo ello hace que para la misma con­
Como se ha analizado exhaustivamente, el centración molar de ambos isótopos las cuentas
trazador como componente crítico del RIA leídas sean aproximadamente del mismo orden.
consiste en una cantidad minúscula del antíge­ Además, el '^'I junto a la emisión gamma pro­
no radiactivamente marcado. Se recomienda la duce una fuerte emisión beta que causa más rá­
adición de aproximadamente 10.000 cuentas pidamente un daño por radiación a los materia­
por minuto (error estadístico de conteo del les biológicos.
1%). El porcentaje de error de conteo se obtie­ Por todas esas razones, el resulta el isóto­
ne de la relación: error% = 100/Vcuentas. Así, po más conveniente. A pesar de ello, deben
para los puntos de la curva donde las cuentas considerarse ciertos fenómenos inherentes a la
han descendido a 1.000 cpm, el error es del marcación con ese isótopo y, en cierta medida,
3,2%. Si se comparan esas magnitudes con los los vinculados al grado de incorporación a las
errores de pipeteo, separación, etc., se observa moléculas de antígeno. Éstos son: 1) la dismi­
que los errores estadísticos debidos al conteo nución de la inmunorreactividad debida a la
son de mínima influencia. De este modo se per­ “catástrofe por decaimiento”. La energía libera­
mite la detección del antígeno marcado en el da es suficiente como para efectuar escisiones
nivel de los picogramos en la etapa final del moleculares; 2) el daño ocasionado al antígeno
ensayo. En los trazadores marcados para los fi­ durante la marcación y purificación (daño de
nes del RIA se ha incorporado un nucleido que preparación) y 3) el daño producido durante la
espontáneamente emite partículas o radiación reacción inmunoquímica en medios con proteí­
electromagnética, cambiando la composición nas plasmáticas (daño de incubación). Este últi­
de su núcleo (radionucleido). Son muy pocos mo es causado por enzimas proteolíticas sobre
los elementos radiactivos naturales (’^'C, ‘‘“K, los trazadores susceptibles.
^^'’Ra), de modo que los radionucleidos de inte­ El principio de marcación con (“ioda-
rés son preparados artificialmente por irradia­ ción”) se basa en la oxidación de por me­
Inmunoanálisis radiométricos 845

dio de oxidantes apropiados.* Probablemente reactivo se marca previamente con ‘“ I y luego


se genera iodo atómico con la siguiente trans­ luego se conjuga a los antígenos a través de
formación a iones iodonio ('^^1''). El agente oxi­ grupos amino de este último.
dante más conocido es la Cloramina-T, intro­ Luego de la marcación es casi siempre nece­
ducida por Hunter y Greenwood en 1962, la sario purificar los antígenos marcados de los
cual genera ácido hipocloroso. Por su inestabi­ productos de reacción y de las moléculas daña­
lidad sus soluciones deben prepararse a último das, Los métodos más empleados son los de fil­
momento. Junto con la sustitución electrofílica tración en Sephadex, los basados en adsorción
del iodo en los anillos de tirosina, o a veces de (columnas de celulosa) y los electroforéticos.
histidina, se puede producir la oxidación de re­ Ultimamente se han desarrollado métodos muy
siduos de cisteína y de metionina por parte de refinados basados en electroforesis en geles
ese enérgico oxidante. El empleo de protocolos discontinuos o multifásicos de poliacrilamida,
de “Cloramina-T limitante” permite disminuir en intercambio iónico y en cromatografía líqui­
las oxidaciones indeseadas. Los cambios con- da de alta resolución (HPLC de fase reversa).
formacionales que pueden generarse en el antí­ Con ellos se logra para ciertos antígenos protei­
geno son entonces debidos al iodo y a las posi­ cos la preparación de monoiododerivados ho­
bles reacciones paralelas, si éstas no son mini­ mogéneos (un solo residuo tirosilo modificado
mizadas. Suele emplearse un agente reductor e identificable). Los ejemplos más sobresalien­
para detener la reacción. El más comúnmente tes son los de trazadores homogéneos de la in­
usado es el metabisulfito de sodio. sulina: mono ’^^l-insulina modificada en su re­
El iodo se incorpora a pH óptimo (7-7,8) en siduo tirosilo número 14 o número 19 de la ca­
las tirosinas (posición 2 o 2 y 6) y a pH 8,4-9 dena polipeptídica A (designados “A14” y
en las histidinas. Cuando el residuo modificado “A19”, respectivamente) o número 26 de la ca­
es en particular el de un hapteno, el incremento dena B (“B26”).
del tamaño molecular puede ser considerable, Estos trazadores poseen varias ventajas, entre
ya que el iodo posee un volumen semejante al las cuales se destacan: 1) propiedades inmuno-
del anillo bencénico. Un diiododerivado triph- químicas inalteradas o al menos uniformes; 2)
cará entonces el volumen del grupo original. gran estabilidad (más de 6 meses de vida útil);
Además, el oxhidrilo fenólico es más disocia- y 3) declinación conocida de la actividad espe­
ble por el efecto de disminución de su pKa. Es­ cífica a través del tiempo. Este tipo de trazador
tos efectos pueden resultar críticos para las mo­ se prepara incorporando iiiicialmente relaciones
léculas pequeñas como la de los esteroides. El bajas de por molécula de antígeno (-0,1
resultado final observable podría ser un cambio átomo/molécula), que se logra mediante el ex­
apreciable en la afinidad de los anticuerpos ha­ ceso relativo del antígeno respecto del
cia el trazador respecto del antígeno inmodifi- Luego, la etapa de purificación elimina no sólo
cado. los componentes inútiles de la reacción, sino
A pesar de los inconvenientes mencionados, que separa las moléculas no marcadas y las for­
la cloramina-T es el oxidante más usado por su mas iodadas entre sí. Entre estas últimas están
simplicidad. Otros métodos oxidativos emplean las monoiodadas en distintas posiciones (que
lactoperoxidasa con adición directa de HjOj o presentan diferencias sutiles en su conducta ió­
con producción enzimática (glucosa oxidada/ nica) y cantidades bajas de diiodo y poliiodo
P-D glucosa), u oxidantes como el iodogen, derivados. Los monoiodo derivados poseen teó­
etc. Para péptidos o antígenos no peptídicos ricamente la alta actividad específica inicial que
que no poseen residuos tirosilo o histidilo se ha prevé la ecuación (24). Obsérvese que la activi­
empleado el reactivo de Bolton y Hunter. Este dad específica inicial de la mezcla de reacción
era 10 veces menor (método subestequiométri-
co). Si esos productos se purifican sólo por fil­
tración en geles, resultan heterogéneos y su ac­
* H ay que tener en cuenta que para la utilización de isó to ­ tividad específica calculada es la del promedio
pos radiactivos deben seguirse las norm as oficiales que re­
gulan su em pleo. En especial para la preparación de com ­ (además representa un valor relativo bajo). Co­
puestos radioiodados se requieren adecuadas instalaciones, mo ya se analizó, eso puede tener consecuen­
equipam iento y la participación de personal habilitado. Ei cias negativas en la sensibilidad de los ensayos.
principal problem a del constituye la volatilidad de su En cambio, serán trazadores estables, pues la
form a elem ental, sobre todo en las soluciones ácidas. La
glándula tiroides resulta la principal captadora luego de su baja incidencia de diiodo derivados generará
inspiración accidental. Se deben tom ar especiales precau­ pocas moléculas dañadas y radiactivas. Éstas
ciones en la etapa de extracción del Na'^^l (en m edio alca­ son causadas por la desintegración de uno de
lino) y d urante la oxidación. Luego no existen m ayores los átomos y la persistencia muy probable de la
riesgos en la m anipulación de las cantidades habituales en
el RIA . El em pleo de los “kits” com erciales im plica el uso marca debida al otro átomo.
de actividades bajas en todo m om ento, las cuales pueden Si se intenta elevar desde el inicio la activi­
m aniobrarse con razonable seguridad. dad específica por la incorporación de un áto­
846 Metodologías

mo de '“ I por molécula (método estequio métri­ los antígenos patrones. En efecto, debido a las
co) se obtendrá ese valor en promedio con una altas diluciones de las soluciones patrones en
distribución estadísdca de moléculas hiperioda- stock (20 ng/ml-1 |J,g/ml), y diluidas aun más
das y otras menos iodadas y frías. Estos traza­ durante los ensayos, se produciría su firme ad­
dores son útiles desde el punto de vista de la sorción a los recipientes y tubos de vidrio o
sensibilidad en los RIAs, pero resultan inesta­ plástico.
bles y muestran elevado daño a los pocos días
de guardados, aun a ~~20'’C y diluidos. Los mo- Técnicas separativas
noiodo derivados exhiben ambas propiedades a
la vez: alta .actividad específica y alta estabih- En muy raras ocasiones la separación de los
dad, dos características que se contraponen en antígenos libre y unido se logra directamente
los trazadores convencionales o clásicos. por precipitación espontánea de los inmuno-
De todo lo mencionado surge que es necesa­ complejos durante una simple centrifugación.
rio efectuar controles de cahdad sobre los tra­ Esto ha sido mencionado por ejemplo para el
zadores. Los más comunes son: 1) el test de antígeno australiano debido a sus dimensiones
unión a anticuerpos en diluciones conocidas de y concentración en los ensayos. En el caso de
estos últimos (establecidas mediante calibra­ antígenos más pequeños o diluidos, como
ciones con trazadores anteriores); 2) el test de acontece para las hormonas plasmáticas, los
daño por radiólisis por métodos electroforéti- complejos inmunes permanecen en solución.
cos o cromatográficos, y 3) la determinación de Por ende, se han desarrollado una serie de téc­
la actividad específica por técnicas de autodes- nicas separativas basadas en distintos princi­
plazamiento. Estas a veces incluyen el control pios y ejecutados según diferentes variantes.
de corrección por la máxima inrnunorreactivi- En el cuadro 39-2 se compendian las técnicas
dad real, puesto que parte de la marca puede aplicadas comúnmente. Las más frecuentes son
estar incorporada a moléculas no antigénicas. las técnicas de carbón (Norit A), las de polieti­
Puede obtenerse una medida de la eficiencia lenglicol, las de fijación de anticuerpos a fase
de la marcación y una estimación aproximada sólida y las de doííle anticuerpo (precipitación
de la actividad específica por métodos directos de los complejos inmunes por un antianticuer­
y sencillos cuando se purifica la mezcla de po). Las ventajas y hmitaciones de cada una de
marcación mediante columnas de Sephadex. ellas no son tan definidas como para favorecer
En esos casos se integran los valores de activi­ a una en particular.
dad en el pico correspondiente a la proteína (x) Respecto de esta etapa final de los RIAs
y se hace lo propio con el pico correspondiente puede comentarse que es factible contar una o
a la fracción de ioduro no incorporada (y). El ambas fases. En general, se recomienda contar
cálculo de eficiencia se hace a partir de la rela­ sólo una de ellas por razones de practicidad y
ción x/(x + y) y el de la actividad específica sin hacer concesiones apreciables a la precisión
promedio se obtiene de la relación x/masa de de las medidas. Puede aconsejarse contar, por
proteína marcada. En ese caso, x se expresa ejemplo, la fracción unida cuando ésta repre­
usualmente en jO,Ci y ia masa en |ag. senta menos del 50% de la actividad total. Para
los trazadores con emisión beta se prefiere con­
Los patrones de antígeno frío tar los sobrenadantes (marca unida o libre, in­
distintamente), pues los precipitados son difir
Se recuerda que para validar los procedi­ cultosos de suspender o disolver en los fluidos
mientos radioinmunoanalíticos los antígenos de de centelleo.
los estándares deben ser inmunoquímicamente
idénticos a los de las muestras desconocidas.
En cambio, no se requiere su identidad química OTRAS TECNICAS RADIOMETRICAS
o en términos de potencia biológica. Para los
fines comparativos es necesario que los distin­ Marcación nietabólica de proteínas
tos laboratorios posean preparaciones de refe­ e inmunoprecipitación
rencia comunes y accesibles al uso general.
Cuando esos casos no se dan, debe contarse al La marcación metabólica de proteínas segui­
menos con muestras de concentración conocida da de la inmunoprecipitación específica es un
para evaluar las soluciones desconocidas. método de considerable utilidad en varios cam­
La estabilidad y las especificaciones para la pos de la biología experimental, por lo cual ha­
conservación de cada tipo de sustancia patrón remos una somera descripción de esa estrategia.
deben seguirse según las recomendaciones que La marcación metabólica comprende la sus­
se difunden. En cambio, es un requisito genera­ titución de átomos naturales, frecuentemente
lizado el empleo de proteínas inertes o deter­ de las proteínas, por isótopos radiactivos que se
gentes no iónicos para prevenir la adsorción de incorporan durante la biosíntesis natural. El
Inmunoanálisis radiométricos 847

Cuadro 39-2. Técnicas empleadas en radioinmunoensayo para la separación del antígeno en sus
formas líbre y unida a anticuerpos

A ntígeno

P rincipio Variante Libre Unido

P recipitación de com ­ D oble anticuerpo


plejos antígeno-anti­ Polietilenglicol
cuerpo
-alco h o l
S olventes orogénicos | Sobrenadantes Precipitados
-d io x a n o

Precipitación salina

A dsorción de antígeno Carbón - S in tratam iento


libre a m ateriales só­ -R ec u b ierto con dextrano, albú­
lidos m in a ficoll, etc.

C elulosa -P o lv o -C rom atoelectro -


< foresis Precipitados S obrenadantes
-P a p e l -T iras de adsor­
ción

- -C o lu m n a

í -T a lc o
S ilicatos
l -Á c id o silícico y silicatos

-A n ió n ic as
R esinas intercam biadoras
-C atió n ic as

A dsorción o unión co­ T ubos í -P o lie stiren o


valente de anticuer­ -P o lip ro p ilen o
pos a polím eros [ -P o iie tilen o

P lacas (policubetas) -P lá stic o s varios

Partículas í -T e fló n Fase líquida Fase sólida


j -S ep h ad ex
t -B en to n ita

D iscos J -T e fló n
1 -P o lip ro p ilen o

A ntisuero polim erizado

Separaciones varias T am ices m oleculares


Eleetroforesis en papel

precursor más común para estas marcaciones frente a los anticuerpos específicos directamen­
es el aminoácido metionina, al cual se le coloca te o luego de una purificación. Este último paso
radiactivo, en lugar del isótopo normal. El es el que se conoce en general como inmuno-
^-“’S es un emisor (3 con un período de semide- precipitación. Las formas de separación de los
sintegración de 87,5 días. inmunocomplejos formados comprenden una
El cultivo de células eucariontes o proca- vai'iedad de procedimientos. Los principios ge­
riontes (modificadas genéticamente, para la ex­ nerales incluyen variantes en fase fluida (seme­
presión de una proteína seleccionada) en un jantes al RBA), y detecciones efectuadas en fa­
medio libre de metionina al cual se le agrega el se sólida tras procedimientos electroforéticos y
aminoácido radiactivo conduce a la marcación autoradiográficos. En este último caso además
de las proteínas. Ajustando las variables de es­ se pueden obtener datos estructurales del antí­
tas incubaciones (AE del aminoácido, concen­ geno, como su peso molecular.
tración, tiempo de incubación), se regula la ac­ Mediante estos procedimientos de marcación
tividad de los productos finales marcados. radiactiva e inmunoprecipitación se han estu­
Luego de una etapa preparativa, que incluye diado, de manera relativamente sencilla, tanto
la lisis celular y la separación de las proteínas antígenos como anticuerpos provenientes de
solubles, los productos marcados se ensayan mezclas complejas.
848 Metodologías

APÉNDICE Método subestequiométrico (<0,2 átomos


de ^^-7p o r molécula de proteína)
Técnicas modelo para un RIA de proteínas
(insulina): Este método intenta obtener mayor propor­
1. Marcación con ’^^I. ción relativa de mono-’^’I-derivados a expensas
2. RÍA en fase líquida. de una reducción de la actividad específica pro­
3. RIA en fase sólida. medio alcanzable (para la insulina, aproxima­
damente 10-50 ¡xCi/)ig), lo que conduce a una
Marcación con preparación de trazador de buena estabilidad a
la radiólisis y por ende puede usarse por perío­
Método “estequiométrico” (incorporación dos prolongados (1-2 meses). En caso de ser
de 0,2-] átomos de ‘^^1por molécula de proteí­ preciso puede incrementarse la actividad espe­
na) con cloramina-T limitante. cífica (hasta aproximadamente 380 |aCi/|Xg, co­
Este método conduce a la obtención de tra­ rrespondiente a 1 átomo de '^^I por molécula de
zadores de actividad específica relativamente insulina) mediante un procedimiento especial
alta (para la insulina aproximadamente 80-380 de purificación al final de la marcación que eli­
¡xCi/jig), pero que muestran apreciable radióli- mina la insulina fría. Véase por ejemplo la re­
sis luego de conservarse una o dos semanas, ferencia de S. Linde y col. en la bibliografía re­
aun en forma diluida y a -20°C. Por esa razón, comendada. Este tipo de trazadores monoioda-
luego de esos períodos puede requerirse la re­ dos y homogéneos puede utilizarse 6 meses o
purificación mediante cromatografía en colum­ más sin detectarse una radiólisis importante.
nas de Sephadex. Procedimiento: en un tubo como el descrito
Procedimiento: utilizar un tubo de vidrio (ti­ para el método anterior, adicionar sucesiva­
po hemólisis) siliconado y agregar sucesivamen­ mente; 10 )xl de la solución de reserva de insu­
te las siguientes soluciones: 10 jil de buffer fos­ lina de 1 mg/ml, correspondiente a 10 |j.g de in­
fato de sodio 0,5 M, pH 7,4 (BF); 2,5 ^1 de una sulina; 1 mCi de Na'^4 disuelto en la solución
solución de reserva de insulina de 1 mg/ml, co­ alcalina de origen; 10 )il de cloramina-T de
rrespondiente a 2,5 [ig de la hormona. La solu­ 0,88 mg/ml en BF. La mezcla de reacción se
ción de reserva se prepara con insulina porcina agita suavemente durante 45 segundos y se adi­
altamente purificada, 1 mg, disuelta en 100 jxl cionan 5 |li1 de m etabisulfito de sodio de
de HCl 0,01 N, diluida a 1 mg/ml por la adición 4,8 mg/ml en BF.
de 200 |al de NaOH 0,01 N y 700 |xl de BF; Los pasos sucesivos del ensayo de incorpo­
1 mCi (37 MBq) de Na'^^I (normalmente disuel­ ración, de adición de la SAB y de purificación
to en NaOH 0,1 N); 5 |il de cloramina-T de 30 en columna de Sephadex, son los mismos seña­
|Lig/ml en BF preparada recientemente (menos lados para el procedimiento anterior. Si en
de 15 minutos). Se agita con suavidad la mez­ cambio se opta por la purificación de la mezcla
cla, evitando proyecciones, durante 1 minuto. A de marcación mediante geles multifásicos de
modo de orientación puede efectuarse un con­ poliacrilamida, por intercambio iónico, o por
trol de incorporación de según lo indica J. técnicas de HPLC, la muestra ingresa directa­
Roth (véase la bibliografía recomendada). Este mente en esos sistemas sin la adición de SAB.
procedimiento, o el resultado de una marcación Este agente protector de la adsorción del traza­
preliminar, pueden sugerir la necesidad de ajus­ dor a los recipientes se agrega al final.
tar empíricamente las cantidades de cloramina-T
a adicionar. Finalmente, agregar a la mezcla de RIA en fase líquida
reacción 0,5 mi de una solución de seroalbúmi­
na bovina (SAB) de 1 mg/ml en BF 1:17. Incubaciones
Aplicar la solución a una columna (aproxi­
madamente de 0,9 X 60 cm) de Sephadex G-50 El siguiente procedimiento para el RIA de
equilibrada y eluida con BF 1:17/SAB. El flujo insulina se basa en la técnica propuesta por
se ajusta a 10-15 ml/h y se recogen fracciones Yalow y Berson. En el cuadro 39-3 se ofrece
de 0,5 mi. Para los ensayos de RIA se utiliza el un protocolo del ensayo. Conviene utilizar mi-
pico que eluye generalmente en una zona inter­ cropipetas y dispensadores de precisión con­
media entre el pico de los agregados (volumen trolada.
de exclusión, Vo) y el pico de no incorpo­ La dilución apropiada del anti suero utilizado
rado (volumen de inclusión total, Vo -t- Vi). (B/F~l) se puede obtener de un ensayo preli­
minar en idénticas condiciones, donde se inclu­
yen tubos con d iluciones seriadas desde
* El procedim iento debe ser realizado por personal autori­
1:1.000 hasta 1:512.000 (razón 1:2).
zado y bajo las norm as e infraestructura recom endadas p a ­ Obviamente, este ensayo sólo incluye el tra­
ra el m anipuleo de en el orden de los m ilicuries. zador y no el patrón de insulina fría.
Inmunoanálisis radiométricos 849

Cuadro 39-3. Protocolo modelo para un RIA de insulina en fase líquida. Los ensayos se efectúan
por duplicado o triplicado
"h-lns^
patrón Antisuero'^ '^-'Lp-lns"
Tubos D iluyente' (12,4 ng/m l) (l/x ) ( W - l f f > cp m )
N” ¡Jil m ¡il ' ¡ll

300 0 100 100


299 1 100 100
3 298 2 100 100
4 297 3 100 100
5 296 4 100 100
6 296 5 100 100
7 290 10 100 100
8 180 20 100 100
9 260 40 100 100
10 220 80 100 100
C ontrol de unión inespecífica 11 300-^ 100 100
Insulina en
análisis (suero
desconocido)
Suero desconocido 12 200 1000 100 100
C ontrol de suero desconocido 13 300 100" 100
C ontrol de cuentas totales 14 100

' D iluyente; b u ffe r barbital 0 ,0 2 M , p H 8,6, su p lem en tad o con su e ro norm al d e co b a y o 1% y s e ro alb ú m in a h u m an a 0 ,25% .
^ Patrón;- in su lin a h u m an a a ltam e n te purificada (e stá n d ar de re fe re n c ia ) dilu id a a p a rtir d e una so lu ció n sto ck de 0,1 fig /n il con d ilu y en te. L a
s erie apH cada d e b e ad o p ta rse a ca d a suero segtín su afinidad.
^ A ntisuero; d ilu ció n stock 1;] .000 en d ilu y en te y m erthiolate (l;5 ,0 0 t)), d ilu id a p a ra u s o según e n sa y o p revio h asta u n ió n de ~ 50% d e l tra ­
zador.
Trazador; in su lin a p o rc in a m arc ad a . Según el antisuero utilizado s e re co m ien d a u n a c o n c en tra ció n d e 2- iOO pg/m l,
^ C ontrol d e u n ió n in esp ec ífica: d eb e v erificarse que se ad ic io n a u n g ran ex ceso d e an tíg en o o b te n ién d o se el m áx im o d esp laz am ien to p o s i­
ble. P uede u s a rs e un p atrón m ás c o n c en tra d o en ese punto.
'' S ueros desc o n o cid o s; se e n sa y an en dilu cio n es finales de l; 10 h a s ta l;50.

Los tubos con las mezclas de reacción se in­ Empleo de carbón recubierto
cuban a 4°C durante 3-5 días. También es usual (carbón-dextrano)
la incubación a 37“C durante una noche.
El comportamiento del carbón solo o recu­
Separación de las marcas libre bierto para lograr la adsorción selectiva de pép­
y unida (carbón) tidos no es bien conocido y ha originado cier­
tos conflictos de opinión. Algunos autores in­
Los .siguientes tratamientos se aplican a to­ terpretan que la adsorción parcial, indeseada,
dos los tubos indicados en el cuadro 39-3, ex­ de complejos antígeno-anticuerpo puede ser in­
cepto para el control número 14. hibida por un tratamiento del carbón con molé­
Si se sigue un procedimiento de separación culas de tamaño adecuado. De este modo, recu­
con adsorbentes, antes de su adición se coloca briendo los poros del carbón de gran tamaño y
suficiente cantidad de suero normal a todos los no los de pequeño diámetro, se lograría una ad­
tubos de los patrones como para igualar la con­ sorción selectiva del antígeno en cuestión sin
centración presente en las muestras desconoci­ captar los inmunocomplejos. Otros autores no
das. han avalado esta argumentación por no hallar
La separación con carbón no recubierto (No- diferencias entre carbón intacto o recubierto.
rit grado A) se efectúa con 0,2 ml de una sus­ Dé todos modos es bastante frecuente efectuar
pensión de 100 mg/ml en buffer barbital 0,02 un tratamiento con dextrano del modo que si­
M, pH 8,6. La cantidad de carbón agregada a gue: se prepara una suspensión de carbón al
cada tubo corresponde a 20 mg. Conviene eje­ 5% en buffer fosfato de sodio 0,03 M, pH 7,4 y
cutar estas operaciones en baño de hielo y utili­ se mezcla con partes iguales de dextrano (PM
zando un agitador Vortex para suspender la promedio 80 KD) al 0,75% en el mismo buffer.
mezcla de cada tubo durante unos segundos. Luego se .aplica a los tubos del ensayo en las
Luego se centrifugan los tubos a 3.000 rpm, a proporciones antes indicadas para el carbón sin
4°C, durante 15-20 minutos. tratamiento.
Los sobrenadantes pueden descartarse o pa­
sarse a otra serie de tubos numerados. De este RIA en fase sólida(en tubos plásticos)
modo, puede optarse por contar sólo los preci­
pitados con la marca libre adsorbida, los sobre­ Las etapas experimentales incluyen la si­
nadantes con la marca unida, o ambos tubos. guiente sucesión: 1) calibración de la adsorción
850 Metodologías

de antisuero a los tubos de reacción; 2) prepa­ tubos (15 minutos) con 200 |al del mismo
ración de un lote grande de tubos calibrados, y PBST, suplementado con 20% de suero huma­
3) ensayos de desplazamiento con patrones y no norm al tratad o con exceso de carbón
desconocidos. (PBST, SHN-C). Luego de la aspiración del
contenido de los tubos se realiza la siguiente
Calibración de la adsorción de antisuero etapa de incubación con el trazador.
a los tubos de reacción A todos los tubos se les agrega 100 )xl de la
solución PBST, SHN-C y 100 |i,l de una solución
Se pueden utilizar tubos plásticos desecha- del trazador '^^I-p-Insulina en el diluyente PBST
bles de poliestireno, polipropileno, etc. Es con­ (aproximadamente 5.000 cpm, actividad especí­
veniente que sean pequeños (aproximadamente fica 100-380 jxCi/ixg). Se incluyen dos tubos ex­
6 X 20 mm) de fondo U o cónico. tra, no tratados, a los que se aplica sólo 100 |al
Se coloca 200 |il de antisuero anti-p-insulina del trazador como control de cuentas totales.
diluido en buffer ácido bórico-borato de sodio La serie completa de tubos se incuba durante
0,013 M, pH 8 (BB) en una serie de tubos nu­ 17 horas a 37°C en cámara húmeda hermética.
merados cubriendo las diluciones 1:1.000 a Luego, todos los tubos, excepto los controles
1:64.000 (razón 1:2). Se incluye un control de de cuentas totales, se aspiran y se lavan dos ve­
suero normal de cobayo 1:1.000 en BB. Nor­ ces con 400 |xl de agua destilada, a 4“C, Final­
malmente este protocolo se sigue por duplicado mente se cuentan durante 1 minuto.
o triplicado. Realizando un gráfico de la unión del traza­
Se incuba a 37“C durante una noche (17 ho­ dor en función de la dilución del antisuero se
ras) en una cámara húmeda hermética. Tam­ facilita el cálculo de aquella dilución que efec­
bién puede optarse por incubaciones de 2 ho­ túa aproximadamente el 50% de captación del
ras. Luego se aspira el contenido de los tubos y antígeno.
se los lava y recubre con 400 )il de una solu­
ción de buffer fosfato de sodio 0,05 M, pH 7,4, Preparación de un lote grande
NaCl 0,15 M, N3Na 0,01%, Tween 20 0,05% de tubos calibrados
(PBST). Este tratamiento para recubrir los si­
tios de adsorción remanentes del soporte puede Una vez seleccionada la dilución apropiada
mejorarse si se repite la operación anterior con del antisuero se puede activar un lote importan­
PBST y luego mediante una exposición de los te de tubos en las mismas condiciones origina­

Cuadro 39-4. Protocolo modelo para un RIA de insulina en fase sólida. Los ensayos se efectúan
por duplicado o triplicado. Las incubaciones y las operaciones siguientes se realizan igual a lo
indicado para la etapa final del ensayo de calibración

Tubos '^^¡-p-Ins
(A ctivados con D iluyente h -ln s patrón (5.000 cpm, A E =
antisuero) PBST, SH N -C en PBST, SH N -C 100-380 n Ci/fig)
N° ni (iiH '/¡0 0 fil) ni

1 100 0 100
2 0,31 100
3 0,62 100
4 1,25 100
5 - 2,50 100
6 5,0 100
7 10,0 100
8 - 20,0 100
9 40,0 100
10 80,0 100
D iluyente Insulina en análisis
PB ST (suero desconoci­
do) |Xl
S uero desconocido 11 80 20 100
C ontrol de suero desconocido 12" 80 20 100
D iluyente
P B ST, SHN -C
C ontrol de unión inespecífica 13" 100 - 100
C ontrol de cuentas totales 143 “ “ 100

‘ L a ca n tid a d de in su lin a se d a d irec tam en te en u n id ad e s in te rn a c io n a le s (1 u U = 41,67 pg).


2 T u b o s tratados con suero n o rm al d e cobayo.
^ T u b o n o tratado.
Inmunoanálisis radiométricos 851

les. El número de tubos a procesar contemplará R IA heterólogo


los requerimientos analíticos del laboratorio M idgley, A R: H eterologous and hom ologous RIA s: sp e-
durante períodos suficientemente prolongados. •cies specificity considerations. En O dell, W D y D a u g h a ­
Esto puede hacerse así dado que la estabilidad day, W H (eds): P rincipies o f com petitive protein b in d in g
a ssay. L ip p in c o tt, F ila d e lfia y T o ro n to . V ol. 1: 4 1 9 ,
de los anticuerpos adsorbidos es muy buena 1971.
cuando se los conserva a -20“C en recipientes
bien tapados. E nsayos in m u n orrad iom étricos

H ales, C N ; W oodhead, JS: Labelled antibodies and th e ir


Ensayos de desplazamiento use in the im m unoradiom etric assay. En V an V u n ak is, H
con patrones y desconocidos y L angone, JJ (eds): M ethods in enzym ology, A cad em ic
Press, Estados Unidos. V ol. 70:334, 1980.
En el cuadro 39-4 se muestra un protocolo
D eterm inación de anticuerpos
modelo para el RIA en fase sólida de insulina.
Tal como se indicó para el RIA en fase líquida, R eeves, W G : Insulin antib o d y d eterm ination: th e o retical
la serie de tubos con antígeno patrón debe ajus­ and p ra c tic a l c o n s id e ra tio n s . D ia b e to lo g ia , 2 4 : 3 9 9 ,
tarse según las características del antisuero em­ 1983.
pleado. M arcación con 1251
La graficación de los resultados y el procesa­
miento de los datos puede efectuarse como se Roth, J: M ethods for assessing im m unologic and b io lo g ic
mencionó durante el desarrollo de este capítulo. properties o f iodinated pep tid e horm ones. En M eth o d s in
enzym ology, O ’M alley, B W y H ardm an, JG (eds): A c a ­
dem ic P ress, Estados U nidos. Vol. 37:223, 197.5.
B IB L IO G R A FÍA
M ono 1251-trazadores
General; T eoría del R IA
Linde, S y col: Tyrosine A 14 [1251] m o noiodoinsulin p re-
W ood, W G ; Sokolow ski, G: Radioim inunoassay, en T h eo ­ p a ra tio n , b io lo g ic p ro p e rtie s and lo n g -term s ta b ility .
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Metodologías básicas en biología molecular.
Técnicas de hibridizaeión y reacción
en cadena de la polimerasa (PCR)

GLORIA E. CERROME
LAURA MORELLI 40
TÉCNICAS BÁSICAS DE BIOLOGÍA El ADN (ácido desoxirribonucleico) que se
MOLECULAR encuentra en el núcleo de todas las células de
un organismo lleva la información para la sín­
Se puede considerar que el nacimiento de la tesis de todos los ARN (ácidos ribonucleicos),
Biología Molecular ocurrió en 1953 cuando algunos de los cuales codifican para la síntesis
Watson y Crick publicaron el modelo de la es­ de las proteínas de una célula. Recién en 1953
tructura en doble hélice del ADN. Desde en­ Watson y Crick proponen un modelo para la
tonces se ha producido una verdadera revolu­ estructura del ADN el cual indica que está for­
ción molecular debido al desarrollo de la tecno­ mado por dos cadenas de polinucleótidos heli­
logía de ADN recombinante, un conjunto de coidales con giro a la derecha dispuestas en do­
técnicas rápidas y sensibles para la manipula­ ble hélice alrededor de un eje central en forma
ción del ADN, ARN y proteínas que llevaron a de antiparalelas es decir que siguen direcciones
una explosión de actividades en todos los as­ opuestas. Los nucleótidos tienen una composi­
pectos de la genética humana tanto en la inves­ ción similar; todos ellos poseen un anillo de un
tigación como en la clínica. azúcar biológico (desoxirribosa) un grupo fos­
En el curso de estos cuarenta años se ha de­ fato y una base nitrogenada que en número de
sarrollado un arsenal metodológico, que nos cuatro (adenina, citosina, timina y guanina) es
permite en la actualidad comprender los meca­ la que otorga la variación a los correspondien­
nismos implicados en la expresión normal de tes nucleótidos. Estos se polimerizan por unio­
los genes, la detección directa de las mutacio­ nes fosfodiéster disponiéndose las bases nitro­
nes moleculares responsables de las enferme­ genadas en el interior de la hélice en forma per­
dades hereditarias y la producción de proteínas pendicular al eje helicoidal y las dos cadenas se
de interés médico y bioquímico. mantienen unidas por puentes de hidrógeno en­
En principio todas las enfermedades genéti­ tre las bases A y T (2 uniones) y entre C y G (3
cas pueden ser analizadas en términos molecu­ uniones) (fig. 40-1).
lares y algunas de ellas ser eventualmente trata­ Los cromosomas están conformados por nu­
das y/o curadas debido a la identificación mo­ merosos y ordenados plegamientos de ADN
lecular precisa de los defectos en el ADN y sus combinado con ciertas proteínas. Cada cromo­
consecuencias metabólicas. Existen además soma tiene un determinado número de secuen­
muchas enfermedades no heredadas asociadas cias denominadas genes que codifican para la
a cambios en el ADN de células somáticas co­ síntesis de proteínas. Cada célula humana con­
mo ocurre generalmente en los cánceres ; y se tiene aproximadamente 3 x 10® pares de bases
han encontrado evidencias crecientes de que que en conjunto constituyen su genoma; la in­
variaciones en los rearreglos del ADN que formación así almacenada se transmite de ge­
acompañan la diferenciación del sistema inmu­ neración en generación dando origen a nuevos
ne tienen efecto en la susceptibilidad de los in­ individuos con cai-acterísticas similares a las de
dividuos a diversos tipos de tumores o infec­ sus progenitores. Se considera que el 10 % del
ciones virales. genoma está ocupado por genes que codifican
Metodologías básicas en biología molecular 853

♦ Grupo fosfato

í/'
OH

dATP dGTP

OH
Adenina

Guanina
Azúcar biológico

Unión de dATP a dGTP

l/. ADN polimerasa


L

OH
Fig. 40-1. U nión entre nucleótidos. C ada uno de los nucleótidos (dA T P y dG TP) tienen un grupo OH unido al C3 y un
grupo trifosfato unido al C5. Cuando los 2 nucleótidos se unen por acción de la A D N polim erasa se fo rm a una unión fo s-
fodiester y se libera pirofosfato.

proteínas el resto está constituido por ADN no mas que reconocen secuencias específicas del
codificante, como el ADN repetitivo sin fun­ ADN y lo chvan) y unirlo a vectores e introdu­
ción conocida, el ADN centromérico o el ADN cirlos en bacterias para que éstas lo repliquen
telomérico. junto a su genoma. Así se puede obtener una
Existen métodos que permiten aislar el ADN biblioteca genómica que comprenda la colec­
celular para poder estudiarlo. Este puede ser ción de todas las secuencias contenidas en el
purificado a partir de cualquier tejido u órgano genoma en forma estable a partir de la cual se
debido a que la información génica es la misma puede aislar una determinada secuencia de
en todas las células de un organismo. General­ ADN en forma pura. También es posible cons­
mente se utiliza sangre periférica debido a la truir bibliotecas de ADN complementario que
facilidad en la obtención de. la muestra ya que son colecciones en las que están representados
es un procedimiento no cruento. todos los ARN mensajeros bajo la forma de
En el caso del estudio de ARN mensajeros ADN complementario o copia (ADNc) de un
que constituyen los componentes centrales de tipo celular dado (tejido) en forma estable.
la expresión de genes en organismos eucariotas Es una metodología laboriosa donde se de­
y procariotas es necesario elegir el tejido para ben cumphr tres grandes pasos: 1) la elección y
proceder a la purificación. preparación del material genético a clonar, que
La Biología Molecular nos ofrece varias he­ puede ser ADN genómico o ADN complemen­
rramientas y técnicas para el estudio de los áci­ tario, 2) el clonado (construcción de las biblio­
dos nucleicos. Considerando el gran tamaño tecas) y 3) la identificación y aislamiento de re-
del genoma eucariótico (3x10® pares de bases), combinantes para su estudio.
es necesario contar con métodos que nos per­
mitan aislar un gen para su estudio. Ensayos de hibridización
El clonado molecular permite aislar un úni­
co fragmento discreto de ADN de una pobla­ Existen técnicas basadas en la hibridización
ción de genes, purificar el segmento a homoge­ molecular que permiten analizar fragmentos de
neidad y la obtención de millones de copias del ADN. Para su correcta interpretación es nece­
mismo en forma pura para análisis químicos, sario aclarar ciertos conceptos básicos:
biológicos y genéticos. En condiciones fisiológicas, las dos hebras
Consiste en cortar fragmentos de ADN por de la doble hélice no pueden separarse espontá­
medio de endonucleasas de restricción (enzi­ neamente. Pero cuando éstas son expuestas a
854 Metodologías

temperaturas cercanas a 100“C o a condiciones do astringentes (exigentes) cuando las condi­


de pH extremas se separan, se desnaturalizan ciones se acerquen más al Tm del ADN en es­
en los dos componentes simple cadena. Las dos tudio.
cadenas complementarias pueden recombinarse A través de las técnicas de Biología Molecu­
entre sí para formar la doble hélice nativa cuan­ lar es posible identificar una secuencia deter­
do son llevadas a temperaturas menores. La re- minada de ácidos nucleicos en una muestra por
naturalización o hibridizaeión es muy especí­ hibridizaeión a una secuencia de ADN o ARN
fica y produce doble hélice sólo cuando las dos conocida. Generalmente la hebra conocida se
cadenas son exactamente complementarias u encuentra “ marcada” y se conoce como sonda
homologas, si bien a temperaturas menos exi­ o “probe”. Los procedimientos de marcación
gentes o astringentes (más bajas) pueden hi- habituales incluyen radionucleidos ^^S, o
bridizar moléculas no totalmente complemen­ marcas no isotópicas que se detectan por fluo­
tarias. Este término “astringencia” señala si las rescencia o colorimetría. La hebra no marcada
condiciones de hibridizaeión son favorables o en la muestra a analizar es homóloga de la son­
no para que se establezca la unión puente de hi­ da y se conoce como blanco o “target”. La
drógeno. presencia e intensidad de la señal hibridizada
¿Cuánta homología se necesita para que dos será función del grado de homología entre
hebras permanezcan hibridizadas? Si bien es blanco y sonda, la concentración de blanco, las
importante el porcentaje de homología, una condiciones de astringencia y la actividad espe­
variable importante es la localización dentro cífica de la sonda marcada.
de la secuencia; pares de bases adyacentes se Existen diversas técnicas de hibridizaeión
mantienen unidas más fuertemente que el mis­ molecular. Una variante es extraer el ADN ge­
mo ntímero disperso a lo largo de la secuencia nómico o el ARN de una muestra, desnaturali­
de ADN. Las hebras hibridizadas con bajo ni­ zarlo e inmovilizarlo en un soporte sólido para
vel de homología (alrededor del 10 %) tienden hibridizarlo con una sonda marcada. General­
a disociarse o desnaturalizarse rápidamente en mente la inmovilización se realiza en filtros de
la mayoría de las condiciones. Con un 50 % de nitrocelulosa o nylon depositando la muestra
homología la unión dependerá de las condicio­ en orificios que delimitan un punto y con la
nes de reacción dado que los puentes de hidró­ ayuda de un sistema de vacío, de allí la expre­
geno son el pegamento que mantiene unidas a sión “dot hibridization” (fig. 40-2).
las cadenas; diversos reactivos químicos (por Con el descubrimiento de las enzimas de res­
ejemplo la formamida) y las condiciones de tricción, en la década de 1970, se abrió un nue­
reacción (temperatura, presencia de sales etc.) vo panorama en el estudio de secuencias espe­
influyen en la misma. Trabajando en condicio­ cíficas. Estas endonucleasas de restricción fue­
nes de reacción exigentes o de alta astringen­ ron aisladas de bacterias, reconocen secuencias
cia sólo hibridizan las moléculas muy homólo- de 4 a 6 pares de bases de ADN y lo clivan en
gas. sitios específicos dentro de ellas.
Se llama temperatura de “melting” o de Las enzimas de restricción fueron utilizadas
fusión (Tm) a la correspondiente al punto me­ por E. M. Southern cuando desarrolló una téc­
dio de la curva de desnaturalización del ADN, nica revolucionaria que lleva su nom bre,
es decir, aquella a la cual la relación entre las “Southern blot”. Es una de las herramientas
hebras de ADN hibridizadas/desnaturalizadas más importantes y de mayor difusión para el
en la reacción es 0,5. Tm puede ser modificada estudio de la estructura de genes ya que permi­
según las condiciones de reacción: aumenta te la localización de una secuencia de ADN en
con el contenido de GC, con la astringencia sa­ particular.
lina (concentración de sales monovalentes El ADN a anahzar es digerido con enzimas
“M”), con la longitud de la cadena más corta de restricción generando una serie de fragmen­
del dúplex (“n”) y disminuye con la concentra­ tos que son separados electroforéticamente en
ción de agentes desnaturalizantes de la doble geles de agarosa o poliacrilamida de acuerdo a
hélice, como la formamida. su tamaño. Luego son desnaturalizados para
Es posible calcular la Tm de un híbrido de obtenerlos en forma de simple cadena y trans­
acuerdo a: feridos a un filtro o soporte sólido mediante un
flujo de buffer que eluye el ADN del gel hacia
Tm=81,5 “C + 16,6 log M -h 0,41 (%G+C) - el filtro sobre el que es inmortalizado conser­
- 500/n - 0,61 (% formamida) vando el mismo orden de pesos moleculares; es
decir, que se obtiene una réplica del ADN del
Cuando se hacen experimentos de hibridiza- gel en el filtro manteniéndose las mismas posi­
ción, se puede controlar el porcentaje de homo­ ciones relativas.
logía necesaria para que se formen híbridos La hibridizaeión con sondas de ADN o ARN
ajustando las condiciones de la reacción, sien­ marcados, específicas para el gen en estudio
Metodologías básicas en biología molecular 855

permite la identificación de bandas que indican comparado con el ADN desnudo pegado al fil­
el número y el tamaño de fragmentos que son tro en “dot” o “Southern blot”. Por otra parte
complementarios. Es posible así construir un los métodos de extracción y purificación de
mapa del gen, conformado por las posiciones de ADN confieren un efecto de concentración de
los sitios de restricción, el cual se puede utilizar secuencias no comunes de ADN.
para comparar con el mapa obtenido a partir de
otras muestras permitiendo, por ejemplo, la de­ Reacción en cadena de la polimerasa (PCR)
tección de rearreglos dentro del gen en estudio.
La técnica de “Southern blot” ha sido muy im­ En los últimos 10 años la metodología de
portante para la detección de grandes delecio­ Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR)
nes o rearreglos encontrados en varias enferme­ se convirtió en una herramienta básica y esen­
dades humanas, para comprender las recombi­ cial tanto en los laboratorios de investigación
naciones genómicas que dan origen a los anti­ como en la clínica. La técnica de PCR fue de­
cuerpos y los receptores de las células T y para sarrollada por Kary M ullis a mediados de
la detección de oncogenes modificados. 1980, revolucionando la genética molecular en
Al igual que en el caso del “dot blot” las virtud de su velocidad, sensibilidad, especifici­
sondas utilizadas pueden ser de ARN purifica­ dad y simplicidad, constituyendo una nueva
do, un cADN clonado o un oligonucleótido sin­ aproximación para el estudio de genes,
tético y los resultados son analizados luego de En el hombre el mayor problema en el análi­
una radioautografía del filtro hibridizado (fig. sis de genes está en la complejidad del genoma
40-2). humano que comprende alrededor de 100.000
“Northern blot” es una técnica utihzada para genes. La genética molecular provee muchas
analizar ARN. En este caso se purifica ARN técnicas para soslayar este problema, pero mu­
total o poli (A) ARN, se fracciona de acuerdo a chas de ellas demandan demasiado tiempo e in­
su tamaño en geles de agarosa, se transfiere a cluyen clonado y otros métodos para detectar
soportes sólidos como se indicó anteriormente una secuencia de ADN específica. La PCR
y se detectan las moléculas de ARN mediante cambió esto ya que permite producir gran can­
sondas apropiadas. Este procedimiento tan sim­ tidad de copias de ADN de una secuencia de­
ple puede indicar en qué tejidos o tipos celula­ terminada sin necesidad de clonar.
res se expresa un gen en particular o ios facto­ La ventaja principal es la capacidad de la
res que regulan su expresión. reacción para amplificar muy pequeñas canti­
En las técnicas de análisis de ADN, los teji­ dades de material hasta un millón de veces,
dos se destruyen imposibilitando cualquier co­ produciendo suficiente producto para analizar.
rrelación histológica, es por ello que se idearon El ADN o ARN que se quiere amplificar no ne­
otras técnicas de hibridización “in situ”, don­ cesita estar extremadamente purificado, debido
de el ADN no se extrae, sino que se mantiene a la especificidad de la reacción, que restringe
la célula intacta y allí se une la sonda. Es posi­ la actividad de la polimerasa a una determinada
ble determinar la ubicación cromosómica de un secuencia blanco. Su desarrollo rápido y de re­
gen, por hibridización “in situ” de un extendido lativamente bajo costo permite su aplicación a
cromosómico, con una sonda en estudio. Tam­ gran número de muestras.
bién ésta técnica sirve para detectar virus inte­ La PCR explota situaciones de la replicación
grados en un genoma. del ADN. La ADN polimerasa usa ADN sim­
Existe otra técnica de hibridización “in situ”, ple cadena como “templado” o molde para la
“touch blot”, que consiste en hacer repetidos síntesis de una nueva cadena complementaria,
toques con tejidos que se sospecha están infec­ requiriendo además una pequeña sección de
tados con un determinado parásito sobre un so­ ADN doble cadena para iniciar la síntesis
porte sólido, en el que se realiza directamente [“Primer” (Pr) o cebador].
la hibridización con una sonda correspondiente El principio en que se basa la PCR es la am­
al parásito en estudio (previa desnaturalización plificación enzimática de fragmentos de ADN
de la muestra). flanqueados por dos Prs oligonucleotídicos que
La diferencia más importante es el nivel de hibridizan con hebras opuestas de la secuencia
detección entre estas metodologías, por ejem­ “target”. Ciclos repetidos de desnaturalización
plo, sólo una copia de virus sobre un total de térmica del templado, acoplamiento de los Prs
100 células es suficiente para ser detectada por a su secuencia complementaria y extensión de
“Southern blot” mientras que son necesarias 20 los mismos con una ADN pohmerasa, resultan
copias por célula para la detección “in situ”. en la amplificación de un segmento de ADN
Esta disparidad se debe a varias razones, por un con un tamaño definido por la distancia entre
lado es más difícil para la sonda encontrar el los extremos 5’ de los Prs de PCR (fig. 40-3).
blanco puesto que debe atravesar el laberinto Para realizar una PCR se necesitan por lo
de las proteínas nucleares y ácidos nucleicos menos íos siguientes reactivos: A) muestras de
856 Metodologías

“Slot b lo f Fig. 40-2. A nálisis por h i­


b r id iz a c ió n en filtr o s . El
El ADN extraído se aplica sobre jo O O A D N ex traído de célu las o
un filtro mediante un sistema de vacío ¡0 0 0 tejidos se ap lica a un filtro
(slot o dot blot) o se tran s­
0 0 0 f ie r e d e s d e u n g e l a u n a
m em brana luego de separar­
Placa cribada conectada al vacío se e l e c tr o f o r é tic a m e n t e
(S o u th e rn b lo t). L a in f o r ­
m a ció n ac e rc a d el ta m añ o
del A D N target es evidente
en Southern blot pero no así
en slot blot.
Hibridización y posterior Muestras positivas
detección del ADN • i

“Southern hibridization”

El ADN extraído se separa


mediante electroforesis

Las muestras de ADN se


transfieren a un filtro

■20kb
Hibridización y posterior
detección de AON - 8kb
■ 3kb

ADN doble cadena, B) buffer con iones Mg, C) biopsias de carcinomas cervicales embebidas
la ADN polimerasa, D) los cuatro nucleótidos en parafina por más de 40 años e inclusive se
o dNTP (dATP, dTTP, dCTP y dGTP) y E) Prs ha logrado analizar por PCR material obtenido
específicos para el “target” que se quiere am­ de momias egipcias.
plificar. A partir de una gota de sangre sembrada en
A) La muestra para PCR puede ser ADN tarjetas de papel se puedo realizar la detección
simple o doble cadena, ARN. En el caso de neonatal de fenilcetonuria en muestras conser­
partir de ARN ya sea total o poliadelinado, se vadas durante muchos años. Es posible extraer
prepara ADNc previa a la PCR. Normalmente hasta 1 mg de ADN, cantidad más que sufi­
se utilizan concentraciones menores a nanogra- ciente para poder hacer análisis por PCR de ge­
mos en el caso de templados clonados o meno­ nes responsables de enfermedades hereditarias.
res a un microgramo para ADN genómico. La B) La composición más común del buffer
PCR está diseñada para amplificar simplemen­ que se utiliza en la reacción es la siguiente, en
te una molécula de “templado”. En estos casos una concentración lOx, siendo necesario diluir­
se deben tener extremos cuidados para evitar lo 1/10 en el momento del uso:
las contaminaciones biológicas a través de he­
rramientas de trabajo o del operador, debido a 100 mM de Tris - HCl pH 8,3
que muy pequeñas cantidades de material con­ 500 mM de KCl
taminante pueden traer serias consecuencias. 15 mM de MgCl^
Por ello es esencial que se realicen controles 0,1 % ( P/V ) de gelatina
negativos de cada reacción de PCR ya que pue­
den revelar la presencia de ADN contaminante La concentración final de MgCl2 puede ser
en los reactivos. variada en la mezcla de reacción, generalmente
Debido a que el ADN es un material muy en el orden de 0.5 a 5 mM. Los iones Mg^+ for­
noble es posible amplificar muestras conserva­ man un complejo soluble con los dNTP, que es
das durante largos períodos. Por ejemplo, se ha esencial para la incorporación de los nucleóti­
detectado ADN del virus papiloma humano en dos; además estimulan la actividad de la poh-
Metodologías básicas en biología molecular 857

Fig. 40-3. R eacción en cad en a


d e la p olim erasa. La figura ilus­
tra los diferentes m ecanism os de A-T-G-C-C-T-A-G-G-T-A-A-T-C-G-C-A-G-T-T
la re a c c ió n . D e s n a tu ra liz a c ió n ADN bicatenario
T-A-C-G-G-A-T-C-C-A-T-T-A-G-C-G-T-C-A-A
de ADN target de doble cadena,
h ib rid iz a c ió n de los p rim e rs y 5’
síntesis de ADN.

5’ 3’
A-T-G-C-G- G-G-T-G-A-A

Primer A Primer B

Desnaturaiizaión, hibridización y síntesis de ADN

5’ 3’
A-T-G-C-C-T-A-G-G-T-A-A-T-C-G-C-A-G-T-T
^ ________ T-C-C-A-T-T-A-G-C-G-T-C-A-A-
3’

Dirección de la síntesis

Dirección de ia síntesis
5’ 3’
A-T-G-C-C-T-A-G-G-T-A-A-T-C-G ------------»•
T-A-C-G-G-A-T-C-C-A-T-T-A-G-C-G-T-C-A-T
3’

merasa e incrementan el Tm de la interacción moléculas de ADN, y tolera los calentamientos


templado/Pr. La concentración de MgC12, pue­ repetidos a 95“C realizados durante el proceso
de tener una consecuencia dramática en la efec­ de amplificación. Actualmente existen varias
tividad y el rendimiento de la PCR. enzimas termoestables obtenidas por ingeniería
C) La enzima ADN polimerasa cataliza la genética de mayor pureza y reproducibilidad.
polimerización de nucleótidos en dirección 5’a D) Es necesario utilizar deoxirribonucleóti-
3’ a partir de los Prs que utiliza como cebado­ dos dNTP de alta pureza, los cuales son provis­
res. Para que ocurra la polimerización es nece­ tos comercialmente en soluciones stock indivi­
sario que exista un área de transición entre la duales o en mezclas de los cuatro nucleótidos.
doble cadena y la simple hebra, de manera que La concentración que se utiliza usualmente es
la enzima ocupe ese lugar y use la simple hebra de 100 m)a, debiendo ser ajustada em pírica­
parental como molde (fig. 40-4). Por lo tanto, mente para cada reacción de PCR.
como se trabaja con ADN bicatenario, el próxi­ Existen nucleótidos modificados que pueden
mo paso es desnaturalizar la muestra. Esto se ser incorporados con distintos fines, por ejem­
logra aumentando la temperatura a 94-95°C. plo, la incorporación de nucleótidos marcados
¿Cómo soporta la enzima una temperatura radiactivamente permite la localización de los
tan extrema? De hecho, el avance más signifi­ productos de PCR por radioautografía. Así es
cativo en la optimización de la técnica de PCR posible realizar, por ejemplo, secuenciación di­
ha sido el aislamiento de enzimas termorresis- recta, análisis de polimorfismos de conforma­
tentes capaces de ser biológicamente activas a ción en simple cadena, ensayos de protección o
temperaturas de desnaturalización del ADN. La “footprinting”. También se pueden adicionar
fuente de donde se obtiene comiínmente es una grupos fluorescentes o biotina, que permiten la
bacteria, Thermus aquaticus (de allí el nombre detección no isotópica del producto de amplifi­
de Taq, ADN, polimerasa) que habita en aguas cación.
calientes y fue aislada por primera vez en el E) Los Prs son secuencias cortas, de entre 20
Parque Nacional de Yellowstone (EE.UU). Esto y 30 nucleótidos simple cadena, que son com­
no significa que la enzima sea indestructible, si­ plementarios a los extremos de una determina­
no que soporta hasta cinco minutos a 95‘C , que da secuencia templado (quedando sus extremos
es el tiempo necesario para desnaturalizar las 3’ señalándose entre sí).
858 Metodologías

ADN target de doble cadena E)

A) 5’- _ — _3’ Hebras de tamaño


va ria b le ^
Separación de las hebras
y unión de los primers
Separación de las hebras
y unión de los primers
B) 5L .3 ’
— 3.
Primer 2 m ' Primer 1 F)
3”
. 5
,

" “ 5’

C)
Extensión de los primers ^

G)
Separación de las hebras
y unión de los primers

D) _ 5 ’
Nuevos primers Fragmentos deseados

_ _ 3 ,

Extensión de los primers


Multiplicación del
proceso

Fig. 40-4. D iferentes p asos de la P C R . Paso A ) S eparación de las hebras de A D N bicatenario. Paso B) U nión d e los p ri­
m ers. Paso C) Síntesis de las nuevas cadenas. Paso D ) S eparación de las hebras y unión de los prim ers. Paso E) Extensión
d e los prim ers y síntesis de hebras de tam año variable. Paso F) Separación de las hebras y uitión d e los nuevos prim ers,
Paso G ) Extensión de los prim ers y síntesis de hebras del tam año deseado.

Los juegos de Prs se diseñan a partir del aná­ teriormente y para cada reacción es preferible
lisis de la secuencia que se quiere amplificar, diseñar juegos de Prs en los que ambos tengan
para ello existe abundante literatura que detalla una Tm similar.
la secuencia parcial, y a veces total, de oncoge- Existen programas computados, para ayudar
nes, virus, etc. El par de oligonucleótidos nece­ en el diseño de Prs (OLIGO TM, Pr detective),
sario para amplificar un determinado fragmento que calculan la estabilidad del diiplex de ADN
de ADN debe contener, en lo posible, el mismo y analizan las zonas de complementariedad
ntímero de bases, evitando aquellas secuencias dentro de la secuencia y posibles estructuras
que poseen estructura secundaria. Además no secundarias que se deben evitar.
deben ser complementarios entre sí en sus extre­ Las temperaturas de apareamiento de Prs
mos 3’, ni intramolecularmente. Esta precaución con el “templado” están relacionadas con la
puede reducir la incidencia de formación de dí- Tm pero ésta sólo es una referencia para co­
meros de Prs, que es un artefacto de la técnica. menzar la experimentación. Es necesario deter­
La distancia entre los Prs cuando hibridizan minar empíricamente cuál es la temperatura
con el ADN generalmente es menor que 10 kilo- óptima de la reacción de apareamiento, eligien­
bases o k b . (lkb=1.000 pares de bases), si bien do aquella en la que se obtiene una amplifica­
se observa una disminución en la eficiencia de ción más específica.
síntesis para regiones que exceden las 3 kb. Durante el desarrollo de la técnica de PCR
Para algunas aplicaciones los Prs pueden no un punto importante fue la posibilidad de auto­
ser exactamente complementarios al templado. matizar los ciclos de temperatura a través de ci-
Por ejemplo en el caso de mutagénesis dirigida cladores termales, que constan de bloques tér­
por PCR una(s) base(s) mutada está usualmen­ micos programables, de manera de permitir un
te localizada en el centro del oligonucleótido. control adecuado y reproducible de la tempera­
Un parámetro importante a tener en cuenta tura en todas las reacciones. Los parámetros
en la selección de los Prs es la Tm. Ésta puede del ciclado en cuanto a temperatura y tiempo
ser calculada para un Pr en particular usando son críticos para alcanzar el éxito en la amplifi­
una serie de ecuaciones como la presentada an­ cación de productos de PCR.
Metodologías básicas en biología molecular 859

¿Cómo se llega a obtener un producto de C uadro 40-1. Amplificación por PCR de frag-
amplificación o amplícóii? Para ello se prepa­ m c n io s d e A D N
ra la mezcla de reacción con el ADN en estu­
dio, los Prs oligonucleotídicos específicos, el tic ciclos V«/7i(ríV).5
buffer de reacción con su correspondiente con­ doble c(i<lcna de ini<léail(is uii vei
centración de MgC12 la enzima ADN polime­ 1 0
rasa y los cuatro dNTP precursores. 2 0
El primer paso es la desnaturalización del
ADN por medio del calentamiento de la mezcla 4
.s X
de reacción a 94°C por 5 minutos. De esta ma­ '■ 16
nera se obtienen cadenas simples que serán el 32
“templado” para los Prs. Luego se disminuye la S 64
temperatura para permitir el apareamiento de 9 12H
10
los Prs a sus secuencias complementarias, ge­ 1i
nerando los templados adecuados para la ADN 12
polimerasa. La temperatura se lleva ahora a ¡.í
72°C, óptima para que la Taq polimerasa co­ 14 4096
1?
mience la síntesis incorporando nucleótidos y 16
extendiendo los Prs en dirección 5’a 3’. En el 17
siguiente ciclo la temperatura se lleva a 94®C IS 65536
sólo por 30 segundos para que se separen la 19 131072
nueva cadena sintetizada y el molde original 20 262144
21 524288
(fig. 40-4b). Estas hebras simple cadena consti­ 22 1048576
tuyen templados para una nueva ronda de sínte­ 2? 2097152
sis de ADN a través de ciclos que comprenden 24 4I94.504
el calentamiento para separar cadenas aparea­ 25 8388608
26 16777216
miento de Prs y síntesis de nuevas hebras. 27 i 33544432
El Pr producto de extensión resulta de la sín­ 2S 67108864
tesis sobre el templado original, por lo tanto no 29 .^4217728
tiene una longitud diferencial debido a que la ?() 268435456
.31 536870912
ADN poUmerasa continuará sintetizando ADN 32 1073741824
hasta que sea interrumpida por el comienzo de
un nuevo ciclo. El producto del segundo ciclo
de extensión también tiene un tamaño indeter­
minado; en el tercer ciclo se sintetizan fragmen­ moléculas doble cadena que son copias de la
tos de la secuencia target que tienen ya una lon­ secuencia de ADN entre los dos Prs. General­
gitud definida correspondiente a la distancia que mente la reacción se realiza por 30 a 40 ciclos.
separa ambos Prs en el templado original. Lue­ Es así que luego de 32 ciclos, por ejemplo, teó­
go, a partir del cuarto ciclo la secuencia es am­ ricamente se podrían producir 1.073.741.824
plificada exponencialmente (fig. 40-4). copias de una sola molécula original. El niíme-
Por lo tanto, al final de “n” ciclos, la reac­ ro de moléculas “target” amplificadas en rela­
ción contiene teóricamente un máximo de 2" ción a los ciclos aplicados se presenta en el

Desnaturalización de la muestra-
para separar cadenas
94-95 °C, 5’

Apareamiento de Prs
a la simple cadena
37 a 65 °C, 30"

Desnaturalización para Síntesis de nuevas cadenas


separar cadenas por Tap Polimerasa
a 95 °C, 30" 72 °C, 1 a 5’

F ig .4 0 -4 b
860 Metodologías

cuadro 40-1. La reacción no es 100% eficiente suficientemente limpias como para ser usadas
por lo cpe la práctica de rutina es amplificar en PCR. Debido a la extrema sensibilidad de la
entre 100 y 500 nanogramos para que pueda técnica es imprescindible limitar el problema
ser visualizado en geles de agarosa o acrilami- de las contaminaciones.
da teñidos con bromuro de etídio, si bien teóri­ La experiencia en el laboratorio ha enseñado
camente se podría amplificar hasta 0,01 pg. que el utilizar un conjunto de pipetas exclusi­
Se ha desarrollado el diagnóstico prenatal de vas para la reacción, manipular las enzimas en
enfermedades hereditarias a través del estudio áreas separadas y nunca preparar soluciones
por PCR, de pequeñas muestras de ADN obte­ “stock” disminuye efectivamente el grado de
nidas por amniocentesis o punción de vellosi­ contaminación. No es indispensable usar “tips”
dades coriónicas. con algodones o realizar las reacción bajo cam­
¿Qué ocurre si los Pr no sólo encuentran a la pana estéril. Como regla general es convenien­
secuencia “target” o a veces “equivocan” la se­ te utilizar material autoclavado o estéril (tubos,
cuencia a unir? Lamentablemente, los Pr pue­ “tips”, soluciones, etc.). El uso de guantes ayu­
den unirse a secuencias “no-target”, surgiendo da a evitar las contaminaciones con nucleasas y
como consecuencia el problema de la especifi­ ácidos nucleicos y productos de PCR del ope­
cidad de la reacción. Para contestar esto debe­ rador. Todos los procedimientos deben reali­
ríamos conocer con qué frecuencia se encuen­ zarse evitando la contam inación entre las
tra, en un ADN “no-target”, una secuencia de muestras o del equipamiento del laboratorio,
aproximadamente 20 bp exactamente comple­
mentaria a la del Pr. En realidad éste es un A. Preparación de ADN genómico a partir
evento muy poco frecuente. Pero si ello llegara de hisopados clínicos;
a ocurrir, existe otro mecanismo que protege a Este protocolo se diseñó para aislar ADN de
la ampUficación no específica; la helara resul­ muestras genitales pero puede emplearse con
tante debe poseer una región complementaria y cualquier tipo o cultivo celular que se obtenga
altamente homologa a la secuencia del otro Pr fácilmente por abrasión. El hisopo se sumerge
porque de lo contrario no se lograría una am­ en un tubo de 15 mi con 2 mi de SST/antibióti-
plificación geométrica de la secuencia “target”. cos (NaCl 0,15 M; buffer fosfatos 0,01 M; pe­
Debemos tener en cuenta también que el extre­ n icilina 0,06 mg/m l y estreptom icina 0 , 1
mo 3’del Pr podría aparearse en esa base y, por mg/ml). Las muestras pueden quedar a tempe­
lo tanto, originar un sitio de iniciación para la ratura ambiente o refrigerarse si no se procesan
síntesis de ADN. Esto se conoce como “mis- en el día. Se centrifuga a 2000-3000 rpm du­
priming”. Otra cosa que puede ocurrir con los rante 2 minutos y el precipitado se lava con
Pr es que se unan entre ellos (“Pr oligomer”), 1 mi de TE (Tris ImM, EDTA 10 mM) si es
evento que resulta altamente improbable consi­ que presenta rastros de sangre. Se repiten los
derando la concentración de Pr en la mezcla de lavados tantas veces como sea necesario hasta
reacción. obtener un precipitado limpio, el cual se resus-
De acuerdo a lo planteado a nivel teórico se pende en 4 mi de buffer de lisis (TE/Tween
pueden obtener tres tipos de información a par­ 0,5%/proteinasa K 100()j,g ■mi) incubándose a
tir del análisis de productos específicos de 55°C durante 1 hora. Se inactiva la proteinasa
PCR; K por calentamiento a 95°C, 10 minutos.

a) detección en el blanco de la secuencia espe­ B. Preparación de ADN genómico a partir


rada y sus posibles alteraciones. de tejido;
b) cuantificación del rendimiento de la reac­ El procedimiento incluye un paso de chsocia-
ción de PCR para determinar las cantidades ción utilizando homogenizador manual o mecá­
absolutas o relativas del blanco de ADN o nico (dependiendo de las características del te­
ARN original. jido) a fin de reducir el tejido a una suspensión
c) análisis de la secuencia amplificada por hi- lo más homogénea posible. Si los tejidos se en­
bridización con sondas o por secuenciación cuentran incluidos en parafina se deben despa-
directa del producto. rafinar (la parafina inhibe la amplificación).
Para ello se realizan 2 extracciones seriadas de
Metodología un minuto cada una en xileno (desparafinante)
y en etanol 95 % (elimina al xileno). La mues­
I. Preparación de la muestra tra se seca, se resuspende en agua, se hierve 5
minutos y luego se realiza el tratamiento con
Se han descrito diversos protocolos para la 200 p.g de proteinasa K.
obtención de ácidos nucleicos. Los más prácti­
cos no apuntan a una purificación extensiva de ■ C. Preparación de ADN genómico a partir
las preparaciones sino que son extracciones lo de linfocitos de sangre periférica;
Metodologías básicas en biología molecular 861

Fig. 40-5. A m pU ficación de A D N ge-


n ó m ic o p o r P C R . E le c tro fo re sis en
gel de agarosa de los productos d e am ­
p lific a c ió n con P rs esp ecífico s para:
dos exones del gen CFTR (afectado en
enferm edad fibroquística) y m a rc a d o ­
res de pesos m oleculares.

El fraccionamiento celular puede realizarse mM y de Pr 0,5 )0 ,M si bien, como se comentó


mediante el empleo de gradientes de Ficoll-Hy- previamente, es necesario determinar- empírica­
paque o bien aislando el “buffy-coat” (capa de mente la mejor concentración de cada uno para
linfocitos ubicada entre el paquete globular ro­ la reacción.
jo y el plasma, iuego de una centrifugación a
baja velocidad). Estas células se lavan en dos 3. Diseño de los ciclos
volúmenes de SST y se les añade el buffer de
lisis (100 (il por cada 5.000 células), se incuba Todos comienzan con un paso de desnaturali­
a 56°C durante 45 minutos y se calienta a 95“C zación seguido, en la mayoría de los casos, por
10 minutos para inactivar a la proteinasa K. el apareamiento de los Pr, extensión (síntesis de
la nueva cadena) y, de nuevo, desnaturaliza­
D. Utilización de sangre entera: ción. Los protocolos convencionales indican
Mezclar 50 |il de sangre entera antíeoagula- temperaturas entre 93 y 95“C para la desnatura­
da con EDTA con 0,5 ml de TE en un tubo de lización, entre 37°C y 65°C por 1-2 minutos pa­
1,5 ml, se centrifuga 10 segundos a 13.000 xg, ra el apareamiento y aproximadamente 72°C
se resuspende el sedimento celular en 100 )0 .1 de por 1-2 minutos para la extensión. Existen pro­
buffer de lisis de glóbulos blancos y se incuba tocolos más sencillos que otros y sólo la propia
como ya se describió. Usar 10 ¡al por cada reac­ experiencia del operador servirá para introducir
ción de PCR. Un recuento de glóbulos blancos modificaciones al protocolo original ajustándo­
en sangre normal oscila en 5.000 células • ¡il, lo a las necesidades particulares del laboratorio.
por lo que 50 |il de sangre contienen 250.000 o Para asegurar que la mezcla de reacción al­
más células nucleadas. cance la temperatura deseada en el menor tiem­
Es importante aclarar que en los procesos de po posible es indispensable utilizar tubos de
extracción de ADN se pueden utilizar deter­ paredes ultra finas de 0,5 ml y cubrir la mezcla
gentes compatibles con la Taq polimerasa co­ final con aceite mineral, a fin de evitar su eva­
mo el Laureth 12 o el Tween 20 al 0,5%. El poración.
NP40 debe usarse con cuidado puesto que inhi­ Se encuentran disponibles en el comercio
be a la Taq polimerasa cuando se usa al 0,1%. “kits” que incluyen enzimas, nucleótidos y buf­
El SDS no puede usarse con ninguna polimera­ fer listos para utilizar en las diluciones reco­
sa a pesar que completa excelentemente la ac­ mendadas. Una vez lista la mezcla de reacción
ción de la proteinasa K. se calienta el bloque del termociclador a 94°C y
La proteinasa K es de elección para la diges­ se colocan las muestras. Se da curso a los ci­
tión de núcleos o células enteras a fin de liberar clos (25-40) y una vez finahzados se conserva­
ADN y ARN para que sean accesibles a la ac­ ban las muestras a 4“C.
ción de la polimerasa. Tiene la ventaja de ser
termoestable entre los 50°C y 60"C y fácilmen­ 4. Detección de los productos
te inactivable a 95°C. amplificados

2. Preparación de la mezcla El método más simple para visualizar un


de reacción producto de amplificación consiste en realizar
electroforesis de una alícuota de la PCR en ge­
Puesto que las muestras de ADN pueden les de agarosa o poliacrilamida. Mediante la
contener inhibidores de la reacción (sangre, tinción con bromuro de etidio, un colorante
quelantes del Mg, exceso de Mg) y dado que es fluorescente que se intercala entre las bases del
una técnica extremadamente sensible es siem­ ADN, es posible observar el producto de am­
pre recomendable diluir la muestra 1/10 o 1/20 plificación por medio de transiluminación ul­
en el volumen final de la reacción. La concen­ travioleta. El gel puede ser fotografiado para
tración adecuada de Mg es aproximadamente 1 obtener un documento permanente del experi­
862 Metodologías

mentó. Para determinar el tamaño exacto del la detección comparados con la tinción con
amplicón se utilizan marcadores de pesos mo­ bromuro de etidio y además confirman la am­
leculares en el gel (fig. 40-5). plificación del producto esperado. Es posible
Una alternativa para visualizar las bandas de utilizar sondas oligonucleotídicas para la detec­
ADN es la tinción de los geles con plata lo cual ción de los productos de PCR las que general­
permite la visualización directa del mismo sin mente se marcan con ^^P por incubación con
transiluminación UV. g32p _ y ^ 4 polinucleótido quinasa. Tam­
Para productos de peso molecular pequeño o bién pueden realizarse marcaciones no isotópi­
para la detección de pequeñas diferencias de ta­ cas utilizando colorantes fluorescentes, digoxi-
maños, se pueden usai" geles de poliacrilamida genina, peroxidasa de rábano picante [horsera-
no desnaturalizantes o geles desnaturalizantes dish peroxidase) o fosfatasa alcalina.
de secuencia. Sin embargo el tamaño no puede Alternativamente, los productos de PCR
considerarse como único criterio de amplifica­ pueden marcarse durante la reacción de ampli­
ción específica. Puede ocurrir también que la ficación por la adición de nucleótidos o Prs ra­
eficiencia de la reacción no fuera óptima y que diactivos (^T), o bien marcados con biotina o
el producto final estuviera en concentraciones fosfatasa alcalina siguiéndose los correspon­
al límite de la detección con el bromuro de eti- dientes protocolos de detección.
dio (aproximadamente 50 ng de ADN). Es por Es posible también detectar los productos de
esto que a veces se emplean las técnicas de hi- amplificación, a través de hibridizaciones alelo
bridización descritas anteriormente, cuya sensi­ específicas, utilizando Prs diseñados especial­
bilidad es del orden de 0,1 pg de DNA, para la mente para analizar m utaciones puntuales
confirmación de la identidad de un producto de (ASO),
PCR utilizando sondas específicas radiactivas o La sensibilidad y especificidad de la amplifi­
no. Estos métodos aumentan la sensibilidad de cación, tanto de ADN como de ARN (ADNc),

Secuencia target Secuencia no-target

Productos de PCR
con el primer juegb de primers

Agregado del segundo juego de


primers complementarios a
secuencias internas específicas

Los primers internos no se unen


a la secuencia no-target por lo
tanto no la amplifican

La secuencia target es amplificada


usando primers internos

F ig. 40-6. Prs n ested aum entan la especificidad de la PC R . A partir de la secuencia blanco a estudiai-, se diseñan dos
ju eg o s de Prs, uno de los cuales son internos a la región am plificada por el prim er par . Los productos d e la prim er PCR
(Pr rosados) incluyen secuencias blanco y otras no deseadas. U na alícuota de la p rim er reacción es am plificada con un se­
gundo ju e g o de Prs internos (Pr grises). Solo se am plifican los fragm entos que son com plem entarios al segundo juego de
Prs.
Metodologías básicas en biología molecular 863

puede ser sumamente aumentada mediante el ]. ADN “target”: debe oscilar entre 100.000 y
método de nested PCR (PCR interna o anidada). 1.000.000 de moléculas. Un (|_Lg de ADN
El fragmento de ADN producido por PCR puede genómico de simple cadena, 10 ng de leva­
ser reamplifieado con nuevos Prs, internos a la duras o 1 (.ig de E. coli equivalen a 300.000
secuencia amplificada, llamados Prs “nested” o moléculas “target”.
internos. Esta técnica elimina los productos de 2. Pr: 20 pmoles de cada uno es lo recomenda­
amplificación inespecífica, debido a que éstos no ble.
serán complementarios de los nuevos Prs y, por 3. Buffer de reacción: generalmente se utiliza
lo tanto, no servirán como templado para una se­ uno 20 mM de Tris/CIH pH 8,3; 1,5 mM
gunda amplificación (fig. 40-6). MgCl; 25 mM Kcl dependiendo defa marca
comercial de la enzima.
4. dNTP: 50 |aM de cada uno; habitualmente
5. Optimización de la PCR se preparan a una concentración final 10
Desde que el método fue inventado se han mM y se conservan a -20°C. La estabilidad
desarrollado en la optimización de la técnica de los dNTP es aproximadamente del 50%
sustanciales mejoras, como el empleo de enzi­ luego de 50 ciclos. Los 4 dNTP deben usar­
mas termoestables y la automatización. Induda­ se a concentraciones equivalentes para mi­
blemente ningún protocolo único puede ser nimizar errores de incorporación.
aplicado a todas las situaciones. 5. Taq polimerasa: oscila entre 1-2 unidades
Los problemas con los que el operador se por cada 100|.il. Si la concentración es muy
encuentra habitualmente son: productos no de- alta aparece “background” de los productos
tectables, bajo rendimiento del producto desea­ no específicos y si es muy baja se produce
do, la presencia de “background” no específico una cantidad insuficiente del producto de­
debido a “mis-priming” o “mis-extension” de seado.
los Pr, la dimerización de los Pr y las mutacio­
nes o heterogeneidad debida a errores en la in­ Habitualmente se desnaturaliza la muestra 5
corporación de las bases. minutos a 94°C y se realizan entre 25 y 40 ci­
Para una eficiente optimización de la técnica clos con el siguiente perfil de temperatura: de­
el parámetro a considerar sobre los protocolos naturalización 94“/30 segundos, apareamiento
estándar es la concentración de los reactivos a de los Pr 55°C! 30 segundos, extensión 72“C/un
utilizar. Lo sugerido es: minuto. Los ciclos se terminan con una exten-

Síntesis “target” específica

- Región “target”
Taq
polimerasa T A T I C G
-Pr1
3’ 5’

Síntesis de “target” específica (“mispriming”)

-Región “target”
Taq
polimerasa J A T T ^ G
-P rt

Ollgomerizaclón de Pr

Taq 3’ Taq
P r2 P r2
polimerasa polimerasa
F ig . 4 0 -7 . P o s ib il id a d e s de ------- ►
a p a rea m ien to de los p rim ers. T A ■c T T
U nión “ta rg e t” específica, “ta r­
A T T G ____
g e t” no específica y o ligom eri- -P r 1
zación. "s
864 Metodologías

HSN Al comenzar la PCR la temperatura se incre­


menta hasta 94°C a una velocidad de un grado
por segundo, todo el ADN se encuentra como
simple hebra y es imposible que hibridice. Ma­
nejando el concepto de Tm se podrían diseñar
¡ i * * diversas cinéticas de hibridización de acuerdo a
las tres posibilidades descritas anteriormente.
En un modelo ideal, entre la temperatura am­
biente y los 55°C, el Tm debería ser máximo

i:,
para la unión de los Pr al ADN “target” y míni­
mo para la unión de los Pr a secuencias no “tar-
get” o entre sí.
El concepto de “hot start” PCR es simple; no
permitir a los Pr la oportunidad de unirse a una
G
T val hebra de ADN hasta que se haya alcanzado la
5728 temperatura crítica que sea desfavorable para
5589 !cy s las rutas no específicas. Una modificación al
protocolo habitual es añadir la Taq polimerasa
una vez que la mezcla de reacción haya llegado
Ggly
a los 80“C. De este modo se aumenta la especi­
ficidad y la sensibilidad de la PCR.
C ata
G
El protocolo manual para realizar una “hot-
A start” PCR es incorporar los Pr y/o la Taq y/o
Agio el Mg una vez que la mezcla llega a 80”C.
A Aunque este procedimiento no es difícil, resul­
C thr ta engorroso si se trabaja con un gran número
A
A de muestras. Existen modificaciones químicas
Cpro en la “hot- start” PCR que aumentan la especi­
ficidad como, por ejemplo, separar la muestra
de reacción que contiene los Pr de la Taq por
medio de una capa de cera. La cera funde a los
80“C permitiendo que la enzima se mezcle con
Fig. 40-8. Secu en ciación p or P C R de un fragm ento del los otros reactivos y la cera funcione luego co­
gen de tiroglobulina, que presenta 138 pares de bases dele-
cionadas (indicadas entre las flechas). mo barrera para evitar la evaporación. Otra
forma es incorporar a la mezcla proteínas que
se unan al ADN y, como resultado de la unión,
se desestabiliza la doble hebra proporcionando
sión final a 72°C por 5 minutos. La reacción se un sustrato para la amplificación. Se han des­
detiene enfriando a 4°C y/o por agregado de crito y caracterizado 2 proteínas, la derivada
EDTA 10 mM. del gen 32 del bacteriófago T4 y la SSB deri­
Existe un procedimiento diseñado para inhi­ vada de E. coíi. Estas proteínas se unen al
bir considerablemente la síntesis de ADN no ADN a temperatura ambiente disminuyendo
específico, el que se conoce como “hot-start obviamente el Tm del fragmento de ADN es­
PCR”. Ya se ha mencionado que la síntesis de pecífico. Por lo tanto la unión Pr-ADN no es­
ADN está predeterminada por los Pr y se co­ pecífico que posea la menor cantidad de puen­
mentó también que éstos no siempre se unen al tes H será más suceptible de ser destruida que
ADN “target” sino que pueden hacerlo entre la unión Pr-ADN específica que posee gran
ellos o bien hibridizar con secuencias no 100% cantidad de puentes H.
homologas. Es importante reforzar la idea que
la Taq polimerasa es extremadamente eficiente Aplicaciones de la técnica
y sólo necesita que los Pr se unan a hebras no
apareadas para que comience la síntesis de La gran versatilidad de la reacción de PCR
ADN. La fase limitante de la reacción no es la constituye una herramienta muy poderosa para
actividad enzimática sino la tem^peratura y el análisis de genes. Existen múltiples aplica­
tiempo de apareamiento de los Pr. Éstos tienen ciones, entre ellas;
tres posibilidades de unión; 1) hibridizar el
ADN “target” con el 100% de homología; 2) • Secuenciación directa de fragmentos de
hibridizar con zonas “no-target” sin homología ADN. Es posible determinar por PCR la se­
completa; 3) hibridizar entre ellos (véase fig. cuencia nucleotídica de un blanco sin necesi­
40-7). dad de recurrir al clonado (fig. 40-8).
Metodologías básicas en biología molecular

18q21 t(14;18) 14q32

(a) (b) (c)


Fig. 40-9. D etección de célu las cancerígenas por PC R . En linfom as foliculares existe un rearreglo entre los c ro m o so ­
mas 14 y 18. P arte del locus para cadenas pesadas de inm unoglobulinas JH en el crom osom a 14q32 es traslocado al lo cu s
para el oncogen BCL2 del crom osom a 18q21. Se diseñaron Prs que se aparean a los sitios 5 ’ y 3 ’ de ruptura de los c ro m o ­
som as 18 y 14 respectivam ente, b) la traslocación t (1 4 ;I8 ) (q32;21) perm ite que los Prs se apareen ju ntos en la m ism a
m olécula de A D N doble cadena. Cuando se am plifica A D N de pacientes que llevan la traslocación, se genera un frag m en ­
to de PCR de aproxim adam ente 300 pb que com prende la zona de unión de am bos crom osom as, este fragm ento de P C R es
perfectam ente difereneiable de los fragm entos de tam año variable obtenidos por am plificación de cada uno de los c ro m o ­
som as analizados (a y c).

Análisis de genes. A través de éste método un indicador muy sensible para el médico on-
es posible estudiar la estructura génica; la cólogo (fig. 40-9).
identificación molecular precisa de un deter­
minado gen, de sus defectos, rearreglos o de-
leciones. En inmunología e inmunoparasito-
logía resulta muy títil para el estudio de los
genes de las inmunoglobulinas, sustancias
del complemento, antígenos de histocompati­
bilidad, etcétera.
Análisis de mutaciones. Permite analizar la
presencia de mutaciones moleculares conoci­
das responsables de enfermedades heredita­
rias o de tumores. Conocer la naturaleza de
las inutaciones en un paciente es importante
É
para el diagnóstico y la terapia de la enfer­
medad. Algunos cánceres se originan como
resultado de traslocaciones que envuelven
genes conocidos. En linfomas foliculares
existe una traslocación entre los cromosomas
14 y 18. Utilizando éstas mutaciones como
marcadores se pueden detectar células cance­
rígenas por Southern blot convencional si es­
tán presentes en una de cada 100 células nor­ Fig. 40-10. a. P edigrí de una fam ilia en la que se an alizó el
males. Por lo tanto, un paciente puede ser gen de la p globina por m edio de la am plificación de A D N
juzgado como libre del cáncer por este méto­ genóm ico con Prs específicos para el intrón 1 del gen d e P
do pero puede seguir conservando un ntímero globina (zona de m utaciones m ás frecuentes), b. R adioauto-
grafía correspo n d ien te a la h ib ridizaeión de los p ro d u cto s
significativo de células enfermas. En contras­ de P C R con A SO mutado. c. R adio au to g rafía co rre s p o n ­
te, la PCR es capaz de detectar hasta 1 célula diente a la hibridizaeión de los productos de PCR con A S O
cancerígena entre 10'> normales proveyendo normal.
866 Metodologías

XJ1.1 p87 J.Bir se une a sus secuencias complementarias. Exis­


I I I te un “kit” comercial para determinar alelos del
A ntígeno M ayor de H isto co m p atib ilid ad
(HLA).
l i l i Debido a que se puede realizar una co-am-
500 1000 1500 2000
plificación de varias secuencias en una misma
reacción de PCR se desarrolló el método de
multiplex. Este método permite el análisis ge­
nético de varios fragmentos de ADN de un gen
al mismo tiempo, a través de la combinación de
distintos juegos de Prs. Así es posible estudiar
un determinado gen mediante la amplificación
de varios exones en una sola reacción; de ma­
nera de poder determinar, por ejemplo, grandes
deleciones.
Es el caso del estudio de la Distrofia Muscu­
lar de Duchénne mediante una PCR multiplex.
Se diseñaron Prs para amplificar 9 regiones del
N ■
gen de la Distrofina que son las más frecuente­
mente delecionadas en ésta enfermedad (fig.
F ig . 40-11. P C R m u ltip lex. En u n a m ism a reacción .se 40-11).
am plifica con 9 juegos de Prs sim ultáneam ente y lo.s pro­
ductos de PCR son separados en geles de agarosa y teñi­
dos con brom uro de etidio. El p aciente 1 no tiene delecio- • Detección de una amplia gama de organis­
nes para ninguna de las regiones analizadas, m ientras que mos. La PCR es utilizada para monitorear in­
el paciente 4 presenta una gran deleción de 1000 pb. Los fecciones bacterianas o virales. Convencio­
otros pacientes presentan deleciones de tam año variable.
M: m arcador de peso m olecular. N : control negativo.
nalmente los métodos de diagnóstico están
basados en el crecimiento en cultivo de los
organismos o en la detección de su presencia
con anticuerpos. Las dificultades que presen­
Es posible, por ejemplo, estudiar la presen­ tan se deben a que se requieren varias sema­
cia de mutaciones puntuales en un gen respon­ nas para el diagnóstico en el primer caso y
sable de una determinada enfermedad genética. que existe la posibihdad de reacciones cruza­
Para ello se amplifica por PCR un fragmento das en el segundo. La PCR permite detectar
del gen que se quiere analizar, se realiza un dot con alta especificidad y sensibilidad pocas
blot y luego se hibridiza con dos sondas marca­ células infectadas dentro de una gran pobla­
das: por un lado con un oligonucleótido com­ ción de células no infectadas.
plementario a la secuencia normal y por el otro
con un oligonucleótido que detecta la mutación
conocida. De esta manera se realiza una hibri- BIB L IO G R A FÍA
dización con sondas alelo específicas o ASO
que permiten la detección de mutaciones pun­ W atson, H opkins, R oberts, Steitz, W einer. M olecular B io-
logy o f the Gene. F ourth Ed. T he B enjam ín Cum m ings
tuales (fig. 40-10). P ublishing Com pany (1987)
Recientemente se ha desarrollado la técnica Sam brook, F ritsch, M aniatis. M olecular C loning. S econd
reversa que permite analizar varias secuencias Ed. C oid S pring H arbour laboratory Press (1989)
en un solo ensayo. En este caso los distintos W atson, G ilm an, W itk w sk i, Z o ller. R ec o m b in a n t D N A .
Second Ed. Scientific A m erican B odks (1992)
ohgonucleótidos son unidos a una membrana y M ullís, K. and F. Faloona. “Specific synthesis o f D N A in
el material del paciente amplificado por PCR vitro via a p o ly m erase catalyzed chain reactio n ” M eth.
con dNTP marcado es usado como sonda que o f Enzym ol. 55: 1335’3,50 (1987)
METODOS
INMUNOQUÍMICOS

V
Métodos cromatográficos de fase
líquido-sólido (LSC) aplicados
a la purificación de proteínas

JULIANA LEONI
IRINA MATHOV
LEOPOLDO F. ABDON 41
1. CROMATOGRAFIA. La resolución cromatográfica de macromolé-
PRINCIPIOS GENERALES culas biológicas, en todos los casos excepto en
la cromatografía por exclusión molecular, es un
La característica que distingue a los métodos proceso mediado por la adsorción diferencial
cromatográficos de otros métodos ñ^sicos y quí­ de solutos a la superficie del material de empa­
micos de separación, es la presencia de dos fa­ quetamiento de la columna. La optimización de
ses mutuamente no miscibles (una móvil y otra una separación cromatográfica depende funda­
estacionaria) que se hallan en contacto. Una mentalmente de dicha adsorción.
muestra introducida en la fase móvil es trans­ Las macromoléculas biológicas difieren en
portada a lo largo de la columna, que contiene sus características fisicoquímicas: tamaño, for­
una fase estacionaria homogéneamente distri­ ma, carga, hidrofobicidad y arreglo de sus gru­
buida. Los diferentes componentes de la mues­ pos funcionales dentro de su estructura tridi­
tra experimentan repetidas interacciones entre mensional. Es lógico, por lo tanto, que los mé­
la fase móvil y la estacionaria. Al final del pro­ todos cromatográficos más comunes para el
ceso, los componentes separados eluirán en or­ fraccionamiento de estas moléculas sean: cro­
den creciente de interacción con la fase estacio­ matografía por exclusión molecular (discrimi­
naria. El componente que menos interactúa (el nación por tamaño y forma), cromatografía por
menos retenido) eluirá primero, el retenido más intercambio iónico (discriminación por carga),
fuertemente eluirá último. El reparto entre las cromatografía por interacción hidrolobica (su­
fases aprovecha las diferencias entre las propie­ perficie hidrofóbica), cromatografía en fase re­
dades fisicoquímicas de cada uno de los com­ versa (hidrofobicidad total), cromatografía de
ponentes de una muestra dada. Una separación afinidad por inmovilización de metales (histidi-
óptima entre dos componentes de una muestra nas accesibles en la superficie), y cromatogra­
se obtiene cuando el pico que eluye en segundo fía de afinidad (distribución de aminoácidos es­
término es lo suficientemente retenido como pecíficos en la superficie de las proteínas).
para impedir su superposición con el pico que
eluyó en primer término. 1.1. Clasificación
La columna de separación es el centro del de los Métodos Cromatográficos
cromatógrafo ya que proporciona una gran ver­
satilidad para los distintos tipos de análisis. Es­ Los métodos cromatográficos se clasifican
ta característica, debida a las posibilidades de de acuerdo a las características físicas de las fa­
selección de materiales para las fases móvil y ses móvil y estacionaria.
estacionaria, permite separar moléculas que di­ La fase móvil puede ser un gas o un líquido,
fieren muy poco en sus propiedades fisicoquí­ mientras cjue la fase estacionaria puede ser un
micas. En un sentido amplio, la distribución de líquido o un sólido. Cuando la separación invo­
un soluto entre las fases móvil y estacionaria es lucra un reparto simple entre dos fases líquidas
el resultado del balance de fuerzas entre las no miscibles, una móvil y la otra estacionaria,
moléculas del soluto y las moléculas de cada el procedo se llama cromatografía líquido-líqui­
fase. do (LLC). Cuando la fase estacionaria es un só-
870 Métodos inmunoquímicos

Cuadro 41-1. Clasificación de los métodos cromatográficos

Crom atografía de gases C rom atografía de líquidos

G as-Líquido G as-Sólido ¡Jquido-líquido Líquido-sólido


(GLC) (G SC) (LLC) (LSC)

No adsortiva Adsortiva

Exclusión Intercam bio iónico


Crom atoenfoque
A finidad
Fase reversa
H idrofobicidad

liclo y participan fuerzas físicas de retención la ro, mientras que las de menor tamaño, que pue­
crom atografía se denom ina líquido-sólido den acceder al Vi, eluirán más tardíamente de­
(LSC). Debido a la orientación de este libro, pendiendo de su tamaño y por lo tanto eluirán
nos abocaremos solamente al análisis de la cro­ en un volumen de elución (Ve) determinado
matografía líquido-sólido, ya que es la croma­ (figs. 41-1 y 41-2).
tografía más utilizada para la separación de En una cromatografía de filtración por geles
biomoléeulas de importancia inmunológica. se debe tener en cuenta el diámetro de los po­
En base a las caraeterístieas de la fase sólida ros de las esferas, el volumen interno de las
que se desea utilizar, en función de las propie­ mismas y el diámetro hidrodinámico de las mo­
dades fisicoquímicas de la muestra, la LSC se léculas proteicas que se desean separar. Este
divide en no adsortiva y adsortiva. La primera último se define como el volumen esférico que
incluye la de exclusión molecular y dentro de presenta una proteína en solución. Moléculas
la segunda podemos encontrar las siguientes cuyo diámetro hidrodinámico es menor que el
variantes: de intercambio iónico, de afinidad, promedio del diámetro de los poros de las esfe­
de cromatoenfoque, de fase reversa, y de hidro­ ras del gel, tendrán acceso a todo el volumen
fobicidad (cuadro 41-1). interno de la matriz, o sea, al volumen total de
la columna (Vt). Proteínas cuyo diámetro hi­
drodinámico sea comparable al promedio del
2. CROMATOGRAFÍA DE EXCLUSIÓN diámetro del poro tendrán acceso a parte del
(FILTRACIÓN POR GELES) volumen interno, que se describe como el volu­
men de elución (Ve). Proteínas cuyo diámetro
2.1. Funcjamentos hidrodinámico sea mayor que el promedio del
diámetro del poro no serán capaces de acceder
Dentro de las técnicas eromatográficas em­ al Vi, por lo tanto eluirán con el Vo de la co-
pleadas para la purificación de proteínas, la fil­
tración por geles es la única en la que el frac­
cionamiento se fundamenta en el tamaño y for­
ma de las proteínas.
La filtración por geles utiliza como soporte
cromatográfico esferas con poros de diferente ooo ooo
tamaño. Una columna construida con esta ma­
triz tendrá dos volúmenes medibles, el volu­
oo o®o oo
men externo (Vo), constituido por el líquido in­ ooo o®o®o 0.00
tersticial, y el interno (Vi) que es el volumen oo ®o o oo
de las esferas a los que los solutos y solventes
© © ©
pueden acceder cuando se introducen dentro de
aquéllas a través de sus poros. Las moléculas
que no pueden acceder al Vi, debido a que su
tamaño es mayor al del los poros, sólo se equi­ Q Partícula de gel filtrante
librarán en el Vo, mientras que las de menor ta­ 0 Soluto de alto peso molecular
maño se equilibrarán en ambos volúmenes.
» Soluto de bajo peso molecular
Cuando una mezcla proteica, disuelta en un pe­
queño volumen, es aplicada a una columna con
Fig. 41-1. Esquem atización de la filtración por geles. So­
estas características, filtrará a través de la mis­ lutos de m ayor tam año que el poro del gel no pueden acce­
ma. Las proteínas de mayor peso molecular der al interior de la esfera. Solutos de m enor tam año que
eluirán con el Vo y por lo tanto eluirán prime­ los poros penetran dentro del gel.
Métodos cromatográfíeos de fase líquido-sólido 871

temo de las esferas. Volilmenes de elución in­


termedios entre estos valores son designados Ve
y estarán situados en los voliimenes comprendi­
dos entre el Vo y Vo+Vi y ello dependerá del
Kd o coeficiente de distribución del soluto.
El Kd se define como la relación entre las
concentraciones de un soluto que puede distri­
buirse entre el Vo y el Vo -i- Vt. Para las sustan­
cias de mayor peso molecular, que no pueden
penetrar dentro de las partículas del gel, el valor
de su Kd será igual a O (cero), mientras que p a­
ra moléculas muy pequeñas dicho valor será de
1 (uno); entre ambos valores se sitiian sustan­
Vt-Vo cias de pesos moleculares intermedios. Tenien­
do en cuenta el Kd, el Ve de un soluto será:
Fig. 41-2. R epresentación esquem ática del Vo, Vi = V t-V o
y Vt de una colum na de exclusión m olecular.
Ve = Vo + Kd ■Vi

Si dos solutos de diferente peso m olecular


lumna. El orden de elución de una mezcla de forman parte de una misma solución, sus volú­
proteínas, cuando es aplicada a una columna de menes de elución dependerán de sus correspon­
exclusión molecular, es inversamente propor­ dientes Kd. Aquí debemos introducir el c o n ­
cional al diámetro hidrodinámico de aquéllas. cepto de volumen de separación (Vs), que es el
Esta discusión sólo puede ser aplicada a mez­ volumen que separa el frente de la curva de
clas proteicas, ya que se asume que la mayoría ambas sustancias (fig. 41-3). Si los dos solutos
de ellas adoptan una estructura globular. M olé­ presentes en la solución tienen valores de K ’d
culas no globulares eluirán en un volumen in­ y K”d respectivamente, sus volúmenes de elu ­
correcto, si se las compara con proteínas de pe­ ción serán:
so molecular similar. Éste es el caso de molé­
culas del tipo de los polisacáridos. Un perfil de V e’ = Vo Vi • K ’d (1)
elución obtenido por crom atografía de exclu­ Ve” = Vo -I- Vi • K”d
sión molecular se ilustra en la figura 41-3. Vs = V e’ ^ Ve” = (Vo -t- Vi K ’d) - (Vo -t- Vi ■K ”d)
El volum en de elución para moléculas ex­ Vs = V i ( K ’d - K ”d)
cluidas se designa como Vo (void) y representa
el volumen externo de la matriz. El volumen de De acuerdo a lo expresado, para la correcta
elución para moléculas totalmente incluidas se separación de dos solutos, el volumen de m ues­
denomina Vt y es igual a Vo + Vi, es decir, la tra a sembrar en una columna, multiplicado por
sumatoria del voluinen externo y el volumen in- el volumen de dilución que sufre la misma d u ­
rante la elución, no podrá ser superior al V s
(véase en la sección 2.3).
Cuando se trata de la separación de dos sus­
tancias cuyos valores de K’d = 1 y K”d = O, el
Vs = Vi, se puede calcular fácilmente el tam a­
ño de la columna a utilizar. Esto es lo que ocu­
rre generalmente cuando se desea desalar una
muestra empleando geles de poro pequeño, co ­
mo es el caso del Sephadex G-25. Como el v a ­
lor de Vi es aproximadamente igual al 50% del
Vt, el volumen de la muestra a filtrar no podrá
ser superior a la mitad del volumen de gel co n ­
tenido en la colum na. No o curre lo m ism o
cuando los valores de Kd son próximos. Si de
la ecuación (1) se despeja el valor de Kd:

Kd = V e - V o / V i o
Kd = Ve - Vo / Vs
Fig. 41-3. R epresentación del volum en de separación (Vs)
de dos solutos que eluyen a través de una colum na de ex ­ Debido a que, en la filtración por geles, el
clusión m olecular. El gráfico indica que el volum en de la
m uestra, luego de sufrir la dilución dentro de la colum na, volumen que ocupa la fase estacionaria es igual
en ningtin caso puede ser superior al Vs. a Vi, luego el Vs no podrá ser superior a dicho
872 Métodos inmunoquímicos

volumen. Como el Kd está relacionado con la tanto, todas aquellas moléculas que eluyen en el
fracción de volumen de la fase estacionaria dis­ Vo o en el Vt no podrán ser separadas entre sí.
ponible para la difusión de un determinado so­ Por todo lo dicho se desprende que no todas
luto, en la práctica, dicho volumen así definido las proteínas contenidas en una mezcla pueden
no es fácil de determinar. Por lo tanto es más ser separadas por este método, ya que ello de­
conveniente sustituir al Vi por Vt-Vo, lo que pende exclusivamente de su peso molecular. La
permite obtener: separación óptima de dos o más proteínas de
una mezcla se obtiene cuanto más alejados se
Kav = Ve-Vo/Vt-Vo hallen los valores de sus pesos moleculares.
Cuando se requiere la separación de moléculas
El valor Kav representa la fracción del volu­ de tamaño similar es necesario recurrir a otros
men que ocupa la fase estacionaria disponible métodos cromatográficos más efectivos (véase
para la difusión de un determinado soluto. Te­ más adelante).
niendo en cuenta que, a diferencia del Vi, el
valor de Vt -Vo no incluye el volumen de la 2.2. M atrices
matriz formadora del gel que es inaccesible a
todas las moléculas del soluto, el Kav no es un Las propiedades de las matrices más utiliza­
verdadero coeficiente de partición, aunque el das, tanto en cromatografía convencional como
volumen que ocupa la matriz es despreciable. en la de alta resolución (cromatografía líquida
No obstante, es un valor experim entalm ente de alta presión/resolución y cromatografía lí­
útil y, además, para cada gel existe una rela­ quida de alta resolución para péptidos/proteí-
ción constante Kav/Kd que es independiente de nas: HPLC y FPLC), se detallan en los cuadros
la naturaleza del soluto o sus concentraciones. 41-2 al 41-5.
Cuando se emplean columnas empaquetadas Las diferentes matrices comerciales que se
con geles filtrantes se puede calcular fácilmen­ utilizan en la crom atografía convencional se
te su Vt y su Vo, lo que permite determinar los distinguen por su relativo bajo costo, aunque el
Ve de los diferentes solutos. Con esos valores flujo y resolución alcanzados son también ba­
se pueden calcular los correspondientes Kav. jos. Estas matrices se comercializan en suspen­
La representación gráfica del coeficiente de sión o en polvo, lo que depende de las caracte­
partición en función al logaritmo del peso mo­ rísticas de cada matriz, siendo necesaria para su
lecular se muestra en las figuras 41-4A y 41- empaquetamiento una columna de tamaño con­
4B. Como puede observarse, la separación de veniente en relación al volumen de la muestra.
proteínas a partir de una mezcla, aplicando cro­ Los valores del flujo (ml/h) que deben apli­
matografía por geles filtrantes, será óptima en­ carse a cada gel normalmente se obtienen mul­
tre valores de Kav 0,2 y 0,8 ya que sólo dentro tiplicando el flujo lineal listado en el cuadro
de ese rango se observa una pendiente; por lo 41-3, por el área de la columna expresada en

C u ad ro 41-2. Matrices más utilizadas en LSC no adsortiva

E stalnlidad D iám etro ele


las partículas
N om bre M arca C om posición * Presentación pH Temp. C'C) (lím)

E n c ro m a to g ra fía convencional
Bio~Gel A Bio-Rad AG Suspensión 4-13 1-30 40-300
Bio-G el P Bio-Rad PA Polvo 2-10 10-80 40-300
Sephacyl HR Pharm acia DX /PA Suspensión 2-13 1-100 25-75
Sephadex G Pharm acia DX Polvo 2-10 1-100 20-300
Sepharosa Pharm acia AG Suspensión 4-10 1-40 45-200
U ltrogel A IBF AG Suspensión 3-10 2-36 60-140
E n c ro m a to g ra fía d e a lta reso lu c ió n (H P L C y F P L C )
Protein Pak W aters S Colum na emp. 2-8 1-90 10
Shodex Showa Denko s Colum na emp. 3-7,5 10-45 9
Superóse Pharm acia AG Colum na emp. 1-14 4-40 10-13
SynC hropak SynChron S C olum na emp. 2-7 1-60 5-10
Zorbax D upont s C olum na emp. 3-8,5 1-100 4-6
TSK -SW T oyo-Soda s C olum na emp. 3-7,5 1-45 10-13

* L o s sig u ien tes sím b o lo s son u sados para in d icar la c o m p o sició n q u ím ic a d e la m atriz; A G , e n tre cru zam ien lo de ag a ro sa; P A , entrecruza-
m ie n to de poliacrila m id a ; D X , e n tre cru zam ien lo de dex tra n o ; D X /D A , co p o lím ero de alil-d ex tran o y bisacrila m id a ; A G /P A , m ezcla de ag a­
ro sa y p o liacrilam ida; S, Sílica.
Métodos cromatográficos de fase líquido-sólido 873

Fig. 41-4. R epresentación de la resolución de una Volumen (ml)


m atriz de exclusión m olecular. En (A) se ilustra
un perfil de elución. El com ponente 1 no penetra O 20 40 60 80
dentro de la m atriz y eluye con el Vo de la colum ­
na; el com ponente 2 penetra parcialm ente dentro
d e la m atriz, eluyendo en un determ inado Ve; el
com ponente 3 es incluido totalm ente dentro de la
m atriz, eluyendo en el V t de la colum na. (B ) ilus­
tra la relación sigm oidal entre el Kav y el logarit­
mo del peso m olecular de los com ponentes. Como
se puede o bservar, las m oléculas que eluyen en
V o y el V t no pueden ser separados.

Peso molecular (10^'’)

cm^. Una columna puede ser empaquetada con muestras no pueden tener una concentración
un flujo aproximadamente cinco veees mayor proteica superior a 50 mg/ml y deben ser clari­
al usado durante la corrida cromatográfica. ficadas por centrifugación o filtración antes de
Las matrices para cromatografía de alta reso­ ser aplicadas a la columna para prevenir que el
lución se distinguen por su mayor resolución y material insoluble pueda retardar el flujo de la
rapidez, aunque su costo es mayor (ver más misma.
adelante). Las matrices para cromatografía de
alta resolución usualmente se comercializan en 2.2.1. Propiedades fisicoquím icas
columnas ya empaquetadas, debido a que de­ y estabilidad de las matrices
ben ser armadas a altas presiones. Las colum­
nas analíticas más pequeñas son de alrededor I. S e p h a d e x . E sta m atriz, fab ricad a p o r
de 8 X 300 mm y permiten el sembrado de po­ Pharmacia, es preparada por entrecruzamiento
cos mg de proteínas, operando a un flujo de de dextrano por epicloridrina. El alto contenido
aproximadamente Iml/min. Las columnas más de grupos oxhidrilos hace que el gel sea alta­
largas se utilizan para fines preparativos y son mente hidrofílico. Los diferentes tipos -G de
de aproximadamente de 20 x 300 mm y perm i­ Sephadex difieren en el grado de entrecruza­
ten la siembra de hasta 100 mg de proteína. Las m iento y se denom inan G -10, G-15, G -2 5 ,

C uadro 41-3. Parámetros de las matrices en polvo

Rango de V olum en del Tiem po de


fraccionam iem o g el hidratado hidratación (h) Flujo lineal
N om bre Código (kD) (m l/g) 20"C 90“C (em/h)"-'’

Bio-G el P-60 3-60 14 4 1 5


P -100 5-100 15 4 1 5
P -200 30-200 29 4 1 4
P -300 60-400 36 4 1 3
G -50 2-30 10 3 1 5
G-lOO 4-150 18 72 5 5
G -150 5-300 25 72 5 3
Sephadex G -200 5-600 35 72 5 2

“ L os valores lista d o s co rresp o n d e n a esferas de m alla m ediana.


El flujo lineal in d icad o , es el a p ro p ia d o p a ra u n a óptim a re so lu c ió n cro m a to g ráfic a. E l volum en del flu jo en m l/h se o b tien e m u ltip lic a n d o
el flujo lineal p o r el área de la co lu m n a en cm^.
874 Métodos inmunoquímicos

Cuadro 41-4. Parámetros de las matrices en suspensión


R ango de fraccionam iento Flujo Lineal"
Nom bre Código (líDa) (cm/h)

Bio-G el A -0,5 m <10-500 18


A - l,5 r a 10-1500 18
A~5 m 10-5000 18
Sephacryl S -200 HR 5-600 15
S-300 HR 10-1500 15
S -400 HR 20-8000 15
Sepharosa C L - 6B 10-4000 18
U krogel A6 25-2400 5
A4 55-9000 4
A cA 54 5-79 45
A cA 44 10-130 45
A cA 34 20-350 4
A cA 22 100-1200 25

" El flu jo lineal in dicado, es el ap ro p ia d o p a ra una ó p tim a resolución cro m a to g ráfie a. El vo lu m en del flujo en m l/h se o b tien e m u ltip iiean d o
el flujo lineal p o r el d iám etro d e u n a co lu m n a en cm^.

G-50, G-75, G-lOO, G-150 y G-200 a medida fino. El tipo G superfino sólo se usa para cro­
que dicho entrecruzamiento disminuye, lo que matografía en capa delgada (TLC) ya que, en
im plica que los poros de las esferas serán cada cromatografía en columna, el flujo sería dema­
vez mayores. En ello se basa el diferente rango siado lento. En el cuadro 41-6 se detallan las
de fraccionamiento de cada uno de los tipos G. características más importantes de los diferen­
Las esferas de los Sephadex con alto grado de tes tipos de Sephadex.
entrecruzam iento (G-10, G-15, G-25, G-50 y El Sephadex contiene, aunque pocos, grupos
G-75) son más rígidas y pueden aplicarse flujos carboxilos, lo que hace que un solvente de baja
rápidos, sin correr riesgo de un eiupaqueta- fuerza iónica pueda causar interacciones no de­
miento excesivo que im phcaría finalmente un seadas entre la muestra y la matriz. Por lo tanto
flujo sumamente lento. Las esferas con un gra­ sustancias con carga neta positiva podrán ser
do de entrecruzamiento menor (G-lOO, G-150 retardadas, mientras que aquellas con carga ne­
y G-200), son menos rígidas y por ende el flujo ta negativa eluirán en un Ye menor. Estos efec­
del solvente debe ser más lento (cuadro 41-3). tos pueden ser eliminados con el uso de solven­
Los Sephadex, dependiendo del tamaño de las tes con una fuerza iónica superior a 0,02 M.
esferas, se denominan grueso, mediano y fino y Los rangos de fraccionamiento de cada uno
en algunos casos, superfino. El tam año de la de los tipos de Sephadex no son modificados
partícula no influye demasiado en su rango de por los diferentes solventes crom atográficos,
fraccionamiento pero sí en la resolución, por lo pero un fraccionam iento puede no coincidir
tanto se aconseja la utilización del tipo G grado con lo esperado si se usan sales o detergentes

C u ad ro 41-5. Parámetros de las columnas pre-empaquetadas

P oro diám etro D iám etro largoX R ango


N om bre Código (nm ) (mm) de fra ccio n a m ien to

Protein Pak 60 50 7 ,8 x 3 0 0 1-20


125 125 2-80
300 300 10-500
Shodex W S 802,5 150 8 X 300 4-1,50
W S 803 300 10-700
W S 804 500 10-2000
Superosa 12 - 10x300 1-300
6 - 5-5000
SynChropak 60 60 7,8 X 300 5-30
100 100 5-130
300 300 15-800
5000 500 ■30-2000
TSK G 2000SW 125 7 ,5 x 3 0 0 5-60
G 3000SW 250 1-300
G 4000SW 500 5-1000
Zorbax G F-250 150 9,4 X 250 4-500
G F-450 300 5-900
Métodos cromatográficos de fase iíquido-sólido 875

Cuadro 41-6. Características de los diferentes tipos de Sephadex


D iám etro A gua em bebida Volumen, de lecho Volum en externo Rango d e
Tipo de la partícula (/Jmj (m l/g) (tnl'/g) (Vo) fra ccionam iento (IcDa)

Sephadex G -IO 40-120 2-3 0,9 0,7


Sephadex G -15 40-120 1.5 2,5-3,5 0,9 1,5
Sephadex G-25
grueso 100-300 2.5 4-6 1-5
medio 50-150 2.5 4-6 L5
fino 20-80 2.5 4-6 1-5
Sephadex G-50
grueso 100-300 5 9-11 1.5-30
m edio 50-150 5 9 -H 1.5-30
fino 20-80 5 9-11 1.5-30
superfino 10-40 5 9-11 1.5-30
Sephadex G-75
fino 40-120 7.5 12-15 3-80
superfino 10-40 7.5 12-15 3-70
Sephadex G-lOO
fino 40-120 10 15-20 4-150
superfino ' 10-40 10 15-20 4-100
Sephadex G -150
fino 40-120 15 20-30 5-300
superfino 10-40 15 18-32 5-150
Sephadex G -200
fino 40-120 20 30-40 5-600
superfino 10-40 20 ' 20-25 5-250

que alteren la eonformaeión de las sustancias a N ,N ’-metilen bisacrilamida unidas covalente­


separar. Los tipos de Sephadex G-IO y G-15 mente.
pueden ser utilizados en solventes orgánicos El diám etro de las esferas oscila entre 40-
como dim etilsulfóxido o dim etilform am ida. 105 |0,m con un promedio de 70 |im, C om o en
Mezclas de agua con baja concentración de al­ el caso del Sephadex, el diferente grado de en­
cohol pueden ser usadas en los Sephadex tipo trecruzam iento producirá diferentes tip o s de
G-10, G-15. G-25 y G-50. Los solventes orgá­ Sephacryl, por ejemplo, S-200, S-300, S-400,
nicos, aunque no dañen la matriz del gel, pue­ S-500 y S-1000, por ende el rango de fraccio­
den modificar su grado de humectación, por lo nam iento será diferente en cada caso (véase
tanto en estos casos se recomienda el uso de cuadro 41-4). El Sephacryl usualmente es utili­
Sepharosa CL (véase más adelante). zado en solventes acuosos, ya que los orgáni­
El Sephadex es insoluble en todos los sol­ cos pueden alterar el tamaño de los poros. Es
ventes; es estable en agua, soluciones salinas, insoluble en todos los solventes y puede ser
solventes orgánicos y soluciones de ácidos y usado en un rango de pH que oscile entre 3 y
álcalis débiles. Soluciones altam ente ácidas 11, ya que a un pH inferior a 3 las cadenas de
pueden hidrolizar las uniones glucosídicas de dextrano pueden ser hidrolizadas; el Sephacryl
la matriz; no obstante, el tratamiento con HCl tratado con NaOH 0,2 M durante 100 horas a
0,1 N durante 1-2 horas no produce efectos de- temperatura ambiente no presenta alteraciones
tectables. Los agentes oxidantes pueden alterar en sus características. Puede ser usado en sol­
su matriz. ventes que contengan SDS y en solventes de
Todos los tipos de Sephadex se comerciali­ alta densidad como clorhidrato de guanidina 6
zan en polvo, por lo tanto antes de su uso de­ M. Puede ser autoclavado en buffer de pH 7 a
ben ser adecuadamente hidratados. El tiempo 120“C.
para una perfecta hidratación, como se indica Dada su estructura quím ica las esferas del
en el cuadro 41-3, varía con la temperatura. Sephacryl son muy rígidas, por lo tanto colum ­
El Sephadex hidratado a pH neutro puede ser nas muy altas siguen manteniendo un buen flu­
esterilizado a 120°C durante 30 minutos. Si se jo, a diferencia de lo que ocurre con los Sepha­
lo conserva empaquetado en columnas puede dex de similar rango de fraccionamiento.
incorporarse al solvente un bacteriostático co­ Debido a la alta densidad de la matriz y por
mo aldheído fórmico al 5% , butanol al 20%, o p resen tar algunos grupos carboxilos, el S e ­
azida sódica al 0,05%. phacryl puede presentar problemas de adsor­
II . S ep h a cryl. E ste gel es fabricado por ción similares al Sephadex, por lo tanto no de­
Pharmacia y se prepara mediante el entrecru­ be ser usado con solventes de fuerza iónica me­
zam iento de m oléculas de alil-dextrano con nor de 0,05 M.
876 Métodos inmunoquímicos

IH . Sepharosa. Es una m atriz también fa­ Sepharosa es desulfatada por hidrólisis alcali­
bricada por Pharmacia y se prepara a partir de na, rindiendo un gel con muy bajos grupos io­
agarosa, la que debe ser previamente purifica­ nizados. Como en el caso de la Sepharosa,
da con el objeto de eliminar los polisacáridos existen tres tipos de Sepharosa CL: CL-2B,
con carga. El gel se forma cuando se enfría la CL-4B y CL-6B.
solución de agarosa previam ente calentada. La Sepharosa CL puede ser usada en un ran­
Existen tres tipos de Sepharosa: 2B, 4B y 6B go de pH que va de 3 a 14. Su estructura es
(2, 4 y 6 indican los porcentajes de agarosa uti- muy similar a la del Sephadex, pero las fibras
lizcidos en cada caso). El rango de fracciona­ que forman el gel son mucho más rígidas. Por
m iento dism inuye a m edida que aum enta el tal motivo se lo puede someter a mayor presión
porcentaje de agarosa usada en la preparación y así obtener un flujo más rápido sin modificar
del gel (véase cuadro 41-4). Es estable en agua las características del gel y la resolución de la
y soluciones salinas, dentro un rango de pH de cromatografía. Así mismo, el volumen de hu­
4-9 y en ausencia de agentes oxidantes. Debi­ mectación con solventes orgánicos no es dife­
do a la presencia de un azúcar poco común, el rente al volumen de humectación con solventes
3,6-anhidro-L-galactosa, la Sepharosa es alta­ acuosos. Puede ser esterilizada por autoclavado
m ente resistente a la degradación enzimática. a 120°C sin cambios aparentes en su estructura.
Si se somete a tem peraturas superiores a los La Sepharosa CI^ es el gel que menos efectos
49°C, puede ser irreversiblemente dañada, por de adsorción presenta.
lo tanto sólo puede ser esterilizada mediante La Sepharosa CL es el gel de elección para
tratamiento químico, por ejemplo con dietilpi- ser utilizado en cromatografía de afinidad (véa­
rocarbonato. se más adelante).
La extraordinaria apertura de la trama de la V. Ultrogel AcA. Estas matrices son fabrica­
Sepharosa permite que ésta sea utilizada para das por IBF por entrecruzamiento de poliacrila­
el fraccionam iento de proteínas de alto peso mida y agarosa. Debido a la rigidez de las partí­
molecular, de hasta 40.000 kD para la sepharo­ culas, las cromatografías realizadas con este gel
sa 2B. Pero la ausencia de estándares de tan al­ pueden ser de un flujo relativamente alto sin
to peso impide la confección de una curva es­ perder resolución (véase cuadro 41-7). La con­
tándar para la correcta caracterización de los centración de poliacrilam ida y agarosa en las
pesos moleculares de las diferentes proteínas a esferas de Lfltrogel varían de acuerdo a cada ti­
separar. po, la AcA34 por ejemplo, contiene 3% de po­
L a Sepharosa contiene, aunque pocos, gru­ liacrilamida (Ac) y 4% de agarosa (A). Debido
pos sulfato y carboxilos que pueden causar, a a su composición química estos geles pueden
b aja fuerza iónica, la adsorción de proteínas ser usados tínicamente entre 2°C y 36“C, por la
básicas. Este efecto puede ser eliminado utili­ tanto no pueden ser esterilizados por autoclava­
zando solventes de fuerza iónica superior a do. El Ultrogel es estable entre pH 3 y 10, de­
0,02 M. biéndose utilizar solventes de un pH dentro de
IV. Sepharosa CL. La Sepharosa CE se pre­ este rango. Altas concentraciones de agentes
para haciendo reaccionar Sepharosa con 2,3- desnaturalizantes, como clorhidrato de guanidi-
dibromopropanol en condiciones fuertem ente na y urea pueden alterar la matriz del gel, sin
alcalinas, produciendo un entrecruzamiento del embargo el clorhidrato de guanidina puede ser
gel que aumenta extraordinariamente su estabi­ usado hasta una concentración 2 M. Los deter­
lidad química, pero manteniendo la porosidad gentes como SDS y Tritón X-100 no producen
del gel original. Luego del entrecruzamiento, la cambios aparentes en la matriz, aunque dentro

C u ad ro 41-7. C'aracterísticas de los diferentes tipos de Ultrogel y Trisacryl

R ango de Lím ite de Tamaño de la


fraccionam iento exclusión partícula Resolución Flujo lineal
Nom bre (kOa) (kDa) (¡im) (plaíos/m ) (cm /h)

T rysacryl GF 05 0 , 2 -2 ,5 3 40-80 2500 4-4,5


Trisacryl G F 2000 10-15.000 20.000 40-80 2500 10
U ltrogel A cA 202 1-15 22 60-140 5000 4-4,5
U ltrogel A cA 54 5-70 90 60-140 2000 4-4,5
U ltrogel A cA 44 10-130 200 60-140 2000 ■4-4,5
U ltrogel A cA 34 20-350 750 60-140 2000 4-4,5
U ltrogel A cA 22 100- 1.200 3.000 60-140 2000 2,5
U ltrogel A 6 24-2.400 4.000 60-140 2000 5
U ltrogel A 4 55-9.000 20.000 60-140 2000 4
U ltrogel A 2 120-23.000 50.000 60-140 2000 3
Métodos cromatográficos de fase iíquido-sólido 877

de los diferentes tipos de Ultrogeles, los más en polvo, por lo tanto, también deben ser co ­
estables son AcA 54, AcA 202 y A6. rrectamente humectados antes del armado de la
VI. Trisacryl. Estos geles, manufacturados columna. El tiempo de humectación y tem pera­
por !BF, se diferencian del resto de las matrices tura para los tipo de Bio-Gel P más usados se
utilizadas en este tipo de cromatografía en que hallan en el cuadro 41-3.
son totalmente sintéticas, por lo tanto son más VIH . Bio-G el A. Esta matriz, también prepa­
resistentes a la contaminación microbiana. Los rada por BioRad, está constituida por agarosa
geles de Trisacryl son altamente hidrofílicos altamente purificada. Provee geles estables y el
por la presencia de amidas secundarias y gru­ volumen del lecho no cambia en gran m edida
pos alcohólicos prim arios. Son insolubles en con el em pleo de soluciones salinas de alta
todos los solventes comúnmente usados en cro­ concentración y algunos solventes orgánicos
matografía líquida. Son químicamente inertes y como dioxano o metanol. Puede ser usada en
resistentes a los agentes desnaturalizantes co­ un rango de pH 4-13. La temperatura a la que
mo urea 8 M y clorhidrato de guanidina 6 M, y puede operarse es de 2 a 30°C. A temperaturas
a detergentes tipo Tritón X-100 y SDS. El Tri­ mayores pierde consistencia y la congelación
sacryl es particularmente resistente a la hidróli­ colapsa su estructura.
sis ácida y a las altas temperaturas, por lo tanto Las características de los Bio-Gel P y Bio-
puede ser esterilizado por autoclavado. Gel A más importantes y su rango de fraccio­
Las características crom atográficas de los namiento se detallan en el cuadro 41-8.
dos tipos de Trisacryl que se comercializan se
hallan en el cuadro 41-7. 2.3. Preparación de la muestra
VIL B io-G el P. Esta matriz, preparada por
BioRad a base de poliacrilamida, es extremada­ Las muestras no pueden tener una concentra­
mente hidrofílica y casi libre de cargas. Sus ción proteica superior a 50 mg/ml. Deben ser
partículas son sumamente homogéneas y son clarificadas por centrifugación para elim inar
com patibles con ácidos orgánicos diluidos, todo material insoluble que pueda disminuir el
urea 8 M, clorhidrato de guanidina 6 M, agen­ flujo de la columna y fundamentalmente conta­
tes caotrópicos y detergentes. Para evitar posi­ minar la matriz de la misma.
bles efectos de adsorción, se recomienda utili­ Con el objeto de optimizar la resolución cro-
zar solventes con una fuerza iónica superior a m atográfica es necesario conocer el volumen
0,05 M. Solventes orgánicos m iscihles con de muestra a sembrar en relación al volumen
agua pueden ser usados hasta un 20% V/V, sin de gel. Esta relación se establece sobre la base
que las condiciones del gel se alteren. El pH de de cálculos experimentales previos, entre ellos
los solventes para uso crom atográfico puede el grado de dilución que experimenta en la co ­
variar entre 2 y 10, pudiéndose trabajar en un lumna un soluto de alto peso molecular. U na
rango de temperatura entre 4 y 80°C. Los Bio- sustancia muy usada con tal fin es el azul de
Gel P pueden ser autoclavados en soluciones dextrano 2.000, colorante de peso m olecular
buffer de pH 5,5-6,5. Como los Sephadex, los aproximadamente de 2 x 10'^ kDa. Para ello se
diferentes tipos de Bio-Gel P se comercializan siembra un pequeño volumen de colorante en

C uadro 41-8. Características más significativas de los distintos tipos de Bio-Gel P y Bio-Gel A

D iám etro de la partícula R ango de fraccionam ieiito Volumen de lecho hidratado


Producto hidratada (¡.Un) (kD a) (m l/g)

Bio-G el P GDG 90-180 1-6 1


Bio-G el P-2 40-80 0 , 1-1 3,5
Bio-G el P-4 80-1-50 0, 8- 1,8 5
Bio-G el P -6 150-300 1-6 7
B io-G el P-10 150-300 1,5-20 9
Bio-G el P-30 150-300 2,5-40 11
Bio-G el P-60 150-300 3-60 14
Bio-G el P-100 150-300 5-100 15
B io-G el P-150 150-300 15-150 18
B io-G el P-200 150-300 30-200 25
Bio-G el P-300 150-300 60-400 30
B io-G el A 0,5 m 150-300 10-500
B io-G el A 1,5 m 150-300 10-1.500
B io-G el A5m 150-300 10-5.000
B io-G el A 15 m 150-300 40-15.000
Bio-G el A 50 m 150-300 100-50.000
B io-G el A 150 m 150-300 100-150.000
878 Métodos inmunoquímicos

la columna, que luego es eluido. Si se utilizan rendir picos en forma de meseta, por lo que la
geles cuyo límite de exclusión está por debajo muestra corre el riesgo de ser eluida en un vo­
del peso molecular del colorante, el volumen lumen mayor, y la resolución será menor. El
de solvente que eluye hasta la aparición de co­ uso de partículas de menor tamaño o de un gel
lor corresponderá al volumen muerto de la co­ de rango más limitado pueden mejorar la reso­
lumna, o sea aquel en el que no habrá elución lución.
de proteínas, y el colorante eluirá en con el Vo 2. Flujo lento. Esto puede deberse a la con­
de la columna. La relación entre el líquido co­ tam inación del filtro o de m uestras no bien
loreado eluido y el volumen sembrado corres­ centrifugadas que contengan partículas en sus­
ponde a la dilución que sufre la muestra. Este pensión. La utilización de partículas muy finas,
valor es muy im portante ya que, si se utiliza com o el caso de los S ephadex G -25, G-50,
una columna cuyo volumen es inferior a la di­ G-75, G-lOO, G-150 y G-200 superfinos no son
lución que sufre la muestra durante el proceso recomendados para ser utilizados en columna
crom atográfico, la resolución de los com po­ ya que el flujo que se obtiene es muy lento, el
nentes no será óptima. No todos los geles dilu­ grado más recomendado es el fino. Los geles
yen una muestra en la mism a relación por lo una vez utilizados, si se desea mantenerlos em­
tanto este valor debe calcularse previamente al paquetados, deben lavarse en flujo reverso con
uso del gel de interés. En el caso de Sephadex agentes solubilizantes, como detergentes no ió­
G -150/200 es aproximadamente 20. nicos.
3. P icos de fo rm a no deseada. La causa
2.4. Solventes cromatográficos principal es la incorrecta aplicación de la mues­
tra. Para verificar la calidad de la aphcación, la
Los solventes usados en la cromatografía de muestra puede ser sembrada con un colorante
exclusión molecular deben reunir las siguientes inerte como azul de dextrano o dicromato de
condiciones: a) el pH debe ser compatible con potasio. Si la corrida presenta un frente irregu­
las propiedades fisicoquímicas de la matriz del lar, las moléculas de la muestra eluirán en pi­
gel; b) la fuerza iónica debe ser lo suficiente­ cos asimétricos. Las “colas” de los picos gene­
mente elevada como para impedir la adsorción ralmente son el resultado de adsorciones entre
inespecífica del soluto a la matriz por interac­ las proteínas de la m uestra y la matriz. Este
ciones electrostáticas o uniones Van der Waals, problem a puede solucionarse aum entando la
y dependerá de las características de cada gel. molaridad de la sal del solvente o utihzando sa­
Como la mayoría de las proteínas son estables les liotrópicas como perclorato de potasio. En
en soluciones salinas, el solvente generalmente el caso de la cromatografía de alta resolución
utilizado es solución salina tamponada (NaCl (HPLC o FPLC), las colas pueden deberse a
0,15 M, llevada a pH 7.5 con bujfer de fostato una pérdida de la sílica de la matriz, situación
de sodio). que requiere el cambio de la columna. Picos en
La mayoría de las proteínas son estables a forma de meseta pueden ser el resultado de un
tem peratura ambiente y sólo requieren bajas equilibrio dinámico entre diferentes estados de
temperaturas con el objeto de reducir la hidróli­ polimerización de la proteína. Cambios en el
sis catalizada por algunas enzimas proteolíticas pH, tem peratura o solvente crom atográfico
presentes en la muestra. Por lo general se utili­ puede llevar el equilibrio a un único estado de
za azida sódica 0,02%, lo que evita también la polimerización.
contaminación de la matriz. 4. Elución de la proteína en un Ve inco­
rrecto. Puede ocurrir por adsorción de la pro­
2.5. Problemas comunes a la cromatografía teína a la matriz del gel y eluir en un Ve no es­
de exclusión molecular perado o directamente eluir en el Vt de la co­
lumna. Puede añadirse al solvente un detergen­
Para obtener una correcta resolución se deben te no iónico que no absorba a 280 nm o, si la
tener en cuenta los posibles problemas que pue­ estabilidad de la matriz y de la misma proteína
den surgir durante la corrida cromatográfica: lo perm ite, usar clorhidrato de guanidina o
urea.
1. M ala resolución. Éste es un problem a
común a la cromatografía por exclusión mole­ 2.6. Aplicaciones de la cromatografía
cular, ya que es inherente al método. Sin em­ de exclusión molecular
bargo, cambios en algunos parámetros opera-
cionales pueden mejorar la resolución. El flujo Las aplicaciones más comunes de la croma­
y la resolución son inversamente proporciona-. tografía de exclusión molecular son:
les, por lo tanto una disminución del flujo pue­
de m ejorar la resolución; pero un flujo muy 1. Desalado de solutos. En este caso se uti­
lento puede producir difusión de la muestra y lizan geles cuyo tamaño de poro es pequeño.
Métodos cromatográficos de fase líquido-sólido 879

Por tal motivo, las proteínas no tendrán acceso


al Vi de la matriz, eluyendo con el Vo de la co­
lumna y sí lo harán las sales que se desean eli­
minar, eluyendo con el Vt de la columna. Las
matrices más utilizadas son los tipos de Sepha­
dex G-10, G-15 y G-25, Trisacryl GF05 y los
Bio-gel P-2 y P-4.
2. Caracterización de pesos moleculares.
Dentro de los métodos cromatográficos, la cro­
matografía de exclusión molecular es el único
que permite calcular el peso molecular de una
proteína dada. Para ello son necesarias proteí­
nas de peso molecular conocido, que se disuel­
ven en un pequeño volumen de solvente y lue­
go se siembran en la columna seleccionada. De
F ig . 4 1 -5 . R e p re s e n ta c ió n d e la s e p a ra c ió n d e Ig G y a lb ú ­
acuerdo al volumen de elución de cada proteína m in a h u m a n a s a tr a v é s d e u n a c o lu i r in a d e S e p h a d e x
estandar se calcula el Kav y se confecciona una G -2 0 0 .
gráfica representado el Kav versus el logaritmo
de cada uno de los pesos moleculares, como se
indica en la figura 41-4B. matriz. El Vi de la columna nunca deberá ser
3. Separación de solutos de pesos molecula­ inferior a dicho volumen; en general, para una
res diferentes. Es necesario recordar que en este in áx im a re so lu ció n se u tiliz a una re la c ió n
tipo de cromatografía ningún soluto es retenido 100:1 (V /V ) de colum na con respecto a la
por ]a matriz, por lo tanto la resolución de este muestra.
método cromatográfico es poco eficiente. En la figura 41-5 se muestra la separación de
Para optimizar la resolución de una muestra IgG de albúmina, mediante el uso de una co ­
se debe tener en cuenta: lumna de Sephadex G-200.

a) El peso molecular de la sustancia que se


desea purificar debe ser, por lo menos, la mitad o 3. C R O M A T O G R A FIA
el doble del resto de las moléculas de la mezcla. DE IN T ER C A M B IO IÓ N IC O
b) El rango de fraccionamiento del tipo de Y C R O M A T O E N FO C A D O
matriz a utilizar dependerá del peso molecular
del soluto de interés, cuyo valor debe hallarse Las separaciones obtenidas por estas m eto ­
en el punto medio del rango de fraccionamiento dologías se basan en las características de carga
de la matriz seleccionada. de las diferentes biomoléculas en solución. D e­
c) Si se utiliza una matriz en polvo, tipo Se­ bido a que la mayoría de las biomoléculas co n ­
phadex o Bio-gel P, se debe humectar previa­ sisten en subunidades con carga, por ejem plo
mente durante el tiem po adecuado para cada aminoácidos, sacáridos y nucleótidos, estas téc­
matriz y luego empaquetar la columna. nicas son aplicables a una am plia gam a de
En estos casos se debe conocer el volumen muestras.
de humectación/peso en g de polvo, dato que La clave de la resolución obtenida está dada
trae el envase de cada matriz. Para el armado de por la selectividad, determ inada por un gran
la columna, la matriz debe estar suspendida en número de variables. En cromatografía de in­
un exceso de volumen y a medida que el gel de­ tercambio iónico y cromatoenfocado, la selecti­
canta se debe eliminar el sobrenadante, tenien­ vidad se basa en las características fisicoquími­
do la precaución de que el gel no forme interfa- cas del solvente y de las mismas biomoléculas
ses. Durante todo el tiempo se debe trabajar a la que van a ser separadas. La utilización de di­
misma temperatura, de lo contrario se coire el chas variables ofrece innumerables posibilida­
riesgo de que se produzcan burbujas dentro de des para resolver los problemas de la separa­
la columna, en este caso se procederá a su nue­ ción y purificación.
vo armado. Para m inim izar este problema es
importante degasear previamente los solventes.
d) Como se verá más adelante, a mayor nú­ 3.1. C rom atografía de intercam bio
mero de platos teóricos, mejor será la resolu­ iónico
ción del cromatograma, por lo tanto la columna
deberá ser alta y de poco diámetro, por ejemplo 3.1.1. Fundamentos
Icm de diámetro por Im de altura.
e) Como se explicó más arriba, toda muestra La cromatografía de intercambio iónico tra ­
sufre una dilución que dependerá del tipo cada baja m ediante la unión de biom oléculas con
880 Métodos inmunoquímicos

F ig . 4 1 -6 . In te r a c c ió n e n tre ,
la re s in a in te rc a m b ia d o ra (en
el e je m p lo , u n a re s in a d e in ­
te rc a m b io a n ió n ic o ) y la b io -
m o lé c u la . L a in te r a c c ió n se
r o m p e m e d ia n te el a g re g a d o
d e io n e s sa lin o s.
\ ■

Intercambio aniónico
(ej, DEAE)

O '

%
O

una carga determinada a una matriz estaciona­ 3.1.2. Matrices 31 solventes


ria de carga opuesta (fig. 4]-6). La fuerza de
dicha unión puede ser modificada variando la La matriz puede estar constituida por silicato
concentración salina y el pH de la solución de aluminio, resinas sintéticas, polisacáridos
lampón (buffer) utilizada como eluyente. como la celulosa y el dextrano, etc., y la natu­
La separación de sustancias por resinas de raleza de los grupos cargados es la que deter-
intercambio iónico se consigue por un m eca­ rnina el tipo y la fuerza del ion intercambiador.
nismo de adsorción reversible. Consiste en la Dentro del grupo de resinas de intercambio ca-
fijación inicial a una resina estabilizada de las tiónico, las que contienen grupos carboxilos se
sustancias a fijar o unir, seguida de su rem o­ denominan de intercambio catiónico débiles, y
ción. Si las sustancias fijadas tienen diferentes las que contienen grupos sulfónicos, fuertes.
propiedades eléctricas, mediante la variación Lo mismo ocurre con las resinas de intercam­
del pH o la fuerza iónica del eluyente se conse­ bio aniónico: aquellas que contienen grupos
guirá que cada una de ellas eluya por separado. cargados constituidos por derivados diamina-
Las sustancias se unen a resinas de intercambio dos alifáticos o aromáticos se comportan como
iónico cuando tienen carga opuesta a la de los intercam biadores débiles, y como fuertes las
iones fijos de la resina siendo esta unión de ti­ que contienen aminogrupos cuaternarios (cua­
po electrostático y reversible. dro 41-9).

C uadro 41-9. Tipos de resinas celulósicas de intercambio iónico

D esignación Form a iónica Tipo

A E (a m in o e til-) -0 C H 2 -C H j N H ,+ ' A m ó n ic a
D E A E (d ie tila m in o e til-) -0 2 2
C H - C H N H (C2H ,)2* A n ió n ie a
T E A E (trie tila m in o e til-) -0 2 2 2
C H -C H N íC jH ,) ," H N+ A n ió n ie a
G E (g u a n id o e ti)-) -0 2 2
C H -C H N H -C = N H 2 A n ió n ie a
C M (c a rb o x im e til-) 2
-0 CH C O - 2 C a tió n ic a
S M (su lfa m e li)-) 2
-0 C H S O , C a tió n ic a
S E (su lfo e til-) 2 2
- 0 C H -C H S O , C a tió n ic a
Métodos cromatográficos de fase líquido-sólido 881

La medida de la cantidad de iones contrarios do, será fácil elegir una resina anióniea o catió­
que puede intercam biar una resina constituye nica según las características de dicho grupo.
su capacidad, la que dependerá del número de En las sustancias anfotéricas, que poseen gru­
grupos cargados que la resina posea. La capaci­ pos cargados positivos y negativos, su carga
dad iónica total estará dada por la cantidad de neta dependerá del pH, pudiendo unirse, según
grupos cargados y potencialm ente cargados, el pH del medio, a resinas aniónicas o catióni-
mientras que la capacidad medible es la deter­ cas. En su punto isoeléctrico (pl), su carga neta
minada experimentalmente y depende de la ac­ será cero y no se fijará a ningún tipo de resina
cesibilidad de los grupos funcionales, de la intercambiadora. Como las proteínas son su s­
fuerza iónica, pH y tem peratura del eluyente, tancias que responden a estas características,
de la naturaleza de los iones contrarios, etc. Pa­ tienen capacidad para fijarse a resinas de am ­
ra las diferentes resinas su capacidad viene in­ bos tipos y podrán ser eluidas con soluciones
dicada en el envase y está expresada en mEq/g de determinado pH según el caso. Lo único que
o en los mg de una proteína determinada capa­ limita la elección es la desnaturalización que
ces de ser fijados por Ig de resina. estas proteínas podrían sufrir en las condicio­
Un intercambiador iónico fuerte es aquel que nes de trabajo (fig. 41-7).
no muestra variaciones en su capacidad inter­ Las resinas pueden ser activadas en form a de
cambiadora de iones (por ej. mmoles C f unidos H+ u OH;. El uso de una resina anióniea o ca­
por mi de gel) con un cambio de pH, ni posee tiónica depende de la carga neta de la proteína
la habilidad de tomar o ceder protones con las al pH del buffer a utilizar. Este debe ser tal que
variaciones de pH. En cambio, un intercambia­ perm ita la m ayor disociación de los grupos
dor iónico débil varía su capacidad de inter­ reactivos de la resina, de modo tal que su capa­
cambiar iones con los cambios del pH. cidad de adsorción sea máxima. Las resinas de
La elección correcta de la resina, en especial intercam bio aniónico interactúan con m olécu­
en lo que se refiere al grupo funcional, depen­ las cargadas negativamente, mientras que las
derá de la carga neta de la sustancia a separar. de intercambio catiónico interactúan con m olé­
Cuando ésta tiene un solo tipo de grupo carga­ culas cargadas positivamente.

a) intercambiador catiónico, b) intercambiador catiónico, c) intercambiador aniónico,


pH 3,0 pH 5,0 pH 11,0

A280 A280 A280

Intercambiador

pH

F ig . 4 1 -7 . C u rv a s d e titu ia c ió n d e tre s p ro te ín a s d is tin ta s y su s e p a ra c ió n p o r c ro m a to g ra fía d e in te r c a m b io ió n ic o . L a s z o ­


n a s re c u a d r a d a s in d ic a n d ó n d e u tiliz a r la s d istin ta s re s in a s .
882 Métodos inmunoquímicos

Las resinas más empleadas en el laboratorio La elución de una proteína fijada a una resi­
de inmunoquímica son la Dietilaminoetil Celu­ na intercambiadora puede conseguirse también
lo sa (D E A E ) y la C arbo x i M etil C elu lo sa por variación de la fuerza iónica del eluyente.
(CMC), intercam biadoras débiles, que deben A fuerzas iónicas bajas la competición por los
ser activadas previam ente a su uso. Existen grupos cargados de la resina es mínima, au­
también resinas de intercambio iónico que no mentando a medida que la fuerza iónica crece,
requieren activación previa (D E AE-Sepharo­ con lo que se consigue reducir la interacción
sa, D E A E -Sephadex G25, D E A E -Sephadex entre la resina y la muestra fijada, producién­
G 50, D E A E -S e p h a c e ll). A lg u n as de éstas dose su elución. En la separación de mezclas
combinan la separación por intercambio iónico de proteínas que no difieren mucho en su carga
con el efecto de tamiz molecular. Para el labo­ neta, el empleo combinado de variaciones de
ratorio de inmunoquímica que disponga de un pH y fuerza iónica permite obtener una mejor
equipo de FPLC, las resinas mas empleadas resolución.
son las QSepharosa y la S-Sepharosa (inter­ Los gradientes de elución, ya sea de pH o de
cam biadores fuertes), de P harm acia (véase fuerza iónica, pueden realizarse en forma conti­
más adelante). nua o en “saltos” (véase Metodología).
La carga neta de una proteína varía con el
pH, por lo que éste puede modificarse para su
elución según que la proteína se encuentre fija­ 3.2. Cromatoenfocado
da a una resina intercambiadora aniónica o ca-
tiónica. Si se encuentra fijada a una resina ca- 3.2.1. Fundam entos
tiónica (donde los grupos intercambiables po­
seen carga positiva) para conseguir su elución El cromatoenfocado es una técnica analítica
la variación del pH debe ir de su pK ’ 1 al punto o preparativa empleada para separar biomolé­
isoeléctrico, y en el caso de que estuviera fijada eulas de acuerdo a su punto isoeléctrico'(pl).
a una resina aniónica (grupos intercambiables En un gradiente de pH descendente, una es­
con carga negativa), desde su p K ’2 al punto pecie molecular existirá en tres estados de car­
isoeléctrico. El grado de diferencia entre las ga: negativo, neutro y positivo. La esencia del
curvas de titulación de dos proteínas indica qué cromatoenfocado es que las moléculas indivi­
posibilidad existe de que dichas proteínas pue­ duales cambian constantem ente su estado de
dan ser separadas por crom atografía de inter­ carga a medida que se desarrolla el gradiente
cambio iónico (fig. 41-7). de pH (fig. 41-8). Esto produce un efecto de

F i g . 4 1 - 8 . C i c lo q u e r e s u l t a r á e n u n
e fe c to d e e n fo q u e d u ra n te el c ro m a to e n ­
f o c a d o . L a s m o lé c u la s q u e se e n c u e n ­
tra n re tra s a d a s m ig ra n m ás rá p id a m e n te
q u e las d e l fre n te d e e lu c ió n , p ro d u c ie n ­
d o u n e s tr e c h a m ie n to d e la s b a n d a s d e
Eluyente e lu c ió n s e g ú n lo s d ife re n te s p u n to s i s o e ­
es rápido léc tric o s.
Métodos cromatográficos de fase líquido-sólido 883

enfocado, favorecido por el flujo del eluyente, de modo de eliminar la mayor cantidad posible
cuya velocidad es mayor que el desarrollo del de líquido y resuspender la resina húmeda en
gradiente de pH. Las m oléculas que se van 500 mi de HCl 0,5 N. Previa agitación, filtrar
cargando positivam ente son repelidas de la nuevamente por Buchner y lavar con agua des­
matriz (que tiene carga positiva) y son llevadas tilada hasta neutralidad. Suspender en el buffer
rápidamente al frente de la zona de la muestra. a usar en la elución, pero con una molaridad
En este desplazamiento al frente de la muestra, 5-10 veces superior, agitar, mantener en co n ­
las moléculas encuentran un incremento en el tacto 10-15 minutos y filtrar por Buchner. L a­
pH. Esto lleva a las moléculas sucesivamente var con agua destilada y suspender luego en el
de su form a positiva a la neutralidad y a su buffer de elución, efectuando cinco recambios
forma negativa. Cuando las moléculas se car­ con intervalos de 30 minutos, manteniendo la
gan negativamente, son retenidas por interac­ agitación. Introducir la resina activada en la co­
ción con la matriz, quedando nuevamente re­ lumna cromatográfiea y pasar a través de ella
trasadas en el flujo. Este intercambio de m olé­ su buffer de elución hasta que su pH y su con­
culas entre el frente y la cola de la muestra re­ ductividad igualen a las del eluido. Esta últim a
sulta en un continuo estrecham iento de esta operación puede hacerse por agitación d e la
zona hasta que la muestra eluye de la columna. mezcla en recipientes adecuados.
En este momento, el pH del efluente de la co­
lumna es aproximadam ente el pl del com po­ 3.3.2. Obtención de gradientes continuos
nente de interés. de elución

3.2.2. Matrices y solventes Para lograr un gradiente de elución, de m ola­


ridad o pH, puede usarse un dispositivo de va­
Los geles comúnmente usados son Polybuf- sos comunicantes. En el recipiente A se coloca
f e r in te rc a m b ia d o r P B E 94 y M ono P, de el buffer de menor molaridad o pH, según el
Pharmacia. Este último gel está sustituido con caso, y en el B, el de mayor molaridad o pH, en
varias aminas terciarias y cuaternarias, y se uti- volúmenes iguales. A medida que fluya buffer
hza con mejores resultados cuando los com po­ del recipiente A por la tubuladura de salida h a­
nentes de la muestra tienen carga negativa. Los cia la columna, pasará buffer del recipiente B a
buffers de elución más comunes son el Poly- través de la tubuladura comunicante hasta n ive­
bujfer 96 y el Polybujf'er 74 (Pharmacia) que lar volúmenes. Si mediante un agitador se ase­
contienen numerosas sustancias anfotéricas de gura la mezcla del contenido del recipiente A,
diferentes valores de pKa. Para obtener g ra­ en él se producirá una variación constante y
dientes lineales de pKa durante la elución de la progresiva de la molaridad o el pH.
columna se debe ajustar el pH del Polybujfer a En el caso de trabajar con un equipo tipo
uno ligeramente inferior al de la colunrna pre- FPLC, el gradiente se regula automáticamente.
equilibrada. El tipo de gradiente es programable, de manera
Componentes cuyos pl difieren hasta 0,02 que se puede establecer el tiempo en el que de­
unidades de pH pueden ser separados. Se pue­ be aumentarse el porcentaje del buffer de m a­
den utilizar intervalos amphos de pH (9-6, 7-4, yor molaridad.
etc.) para “screening” de las muestras, e inter­
valos más estrechos, de 0,5 a 2 unidades de pH
para obtener altas resoluciones. 4. C R O M A T O G R A F ÍA D E A F IN ID A D

3.3. M etodología 4.1. Fundamentos

3.3.1. Activación de resinas La purificación por cromatografía de afin i­


de intercambio iónico dad es una de las técnicas más poderosas para
el aislam iento de proteínas. Consiste en una
Para el caso de las resinas tipo D EAE o cromatografía de adsorción en la que se apro­
CMC, se debe proceder a su activación previa­ vecha la especificidad de interacciones biológi­
mente a su uso mediante el siguiente procedi­ cas entre proteínas aisladas, como lo es la inte­
miento: colocar en un vaso de precipitación 10- racción antígeno-anticuerpo, enzima-inhibidor,
15 g de resina y añadirle 500 mf de NaOH 0,5 hormona-receptor, lectina-hidrato de carbono,
N + NaCl 0,5 M. Agitar con agitador magnéti­ etc. M ediante la insolubilización de uno de los
co durante 20-30 minutos, decantar el sobrena­ reactivos se consigue una sustancia fijadora in­
dante y resuspender en 500 mi de NaCl. Agitar soluble con afinidad biológica para la sustancia
nuevamente y eliminar el sobrenadante; repetir a ser purificada. Es requisito indispensable que
el procedimiento hasta obtener un pH neutro. el componente insolubilizado retenga su cap a­
Filtrar- por Buchner sobre papel de filtro grueso cidad de unión específica.
884 Métodos inmunoquímicos

La purificación por cromatografía de afini­ por el antígeno debe ser también considerada,
dad puede ser dividida en tres pasos principa­ ya que determinará la cantidad de antígeno que
les: 1) preparación de la m atriz fijadora; 2) puede ser obtenida de una muestra. Para anti­
unión de la sustancia a purificar a la matriz fi­ cuerpos de alta afinidad (Ka >10** M^‘), un buen
jadora; 3) elución de la sustancia a purificar. resultado puede ser obtenido en menos de una
En el primer paso, se fija el ligante (anticuer­ hora. Aun en altas concentraciones de anticuer­
pos monoclonales o policlonales, o antígenos po, si estos son de baja afinidad (Ka < 10‘^M'),
según el caso) en forma covalente a una matriz nunca se podrá remover todo el antígeno de la
insoluble. Luego de la preparación de la matriz, muestra, la unión del antígeno será dificultosa, y
se realiza la unión no covalente de la sustancia se perderá parte de lo unido durante los lavados.
a purificar (ligando), y las m acrom oléculas El tercer factor que influenciará el resultado
contaminantes se eliminan por lavado. En un de una purificación por afinidad es la facilidad
tercer paso, la interacción ligando-ligante (por relativa con que un antígeno pueda ser eluido.
ejemplo, antígeno-anticuerpo) se rompe tratán­ El anticuerpo ideal a ser utilizado en cromato­
dolos con condiciones a veces drásticas, produ­ grafía de afinidad es aquel que posea una alta
ciéndose la elución de la sustancia a purificar. afinidad por el antígeno y cuya unión pueda ser
Los factores que contribuyen al éxito de una revertida por métodos suaves y simples como
purificación por afinidad son varios. Los tres por ejemplo, una variación en el pH, en la fuer­
más importantes son la concentración relativa za iónica, o por competencia. Las condiciones
inicial de la sustancia a purificar, la afinidad de elución no deberán afectar las propiedades
del ligando por el ligante (ej.: anticuerpo por el biológicas de la sustancia que se desea purificar.
antígeno), y la facilidad con que la interacción
puede ser desplazada, 4.2. M atrices y solventes
La concentración relativa de la sustancia a
ser purificada es el punto más im portante a La naturaleza de la matriz a la que se fijan
considerar para determinar la pureza del pro­ los ligandos es muy importante, ya que en las
ducto final. El grado de purificación obtenible condiciones experim entales debe ser física y
es limitado, y el uso de columnas de afinidad químicamente estable, no debe actuar como ta­
tiene algunos problemas de inespecificidad. Si miz molecular y además debe asegurar un buen
el producto a crom atografiar se encuentra en flujo durante la elución.
muy bajas proporciones en la muestra, esta me­ Existen numerosas matrices comerciales dis­
todología debe ser acompañada de pasos pre­ ponibles en su forma activada o sin activar para
vios de enriquecimiento. ser utilizadas como soporte para el anticuerpo o
Debido al carácter de este libro, esta metodo­ antígeno específico (cuadro 41-10). Asimismo,
logía se enfocará hacia la separación de antíge­ el inmunoadsorbente puede ser preparado en el
nos o anticuerpos. La afinidad del anticuerpo laboratorio mediante la insolubilización de pro-

C uadro 41-10. Algunas matrices aptas para su activación


Rango R ango de Grupos de Ejem plos
Matriz. E stabilidad quím ica depH tem peratura copulación A ctivadores comercicdes

A g a ro s a M a la . E v ita r a g e n te s c a o tró - 4 -1 0 4 - 3 0 “C -O H B ro m u ro d e c ia n ó - B io -G e l A (B io -
p ic o s , e x p o s ic ió n p r o lo n ­ geno Rad)
g a d a a u re a o g u a n id in a C a rb o n ild iim id a z o l S e p h a ro s a (P h a r­
m a c ia )
U ltra g e l A (IB E )
C ross-linked B u e n a . E v ita r e x p o s ic ió n 3 -1 4 4-1 2 0 » C -O H B ro m u ro d e c ia n ó - S e p h a ro s a C L
a g a ro sa p ro lo n g a d a a a g e n te s c a o - geno (P h a rm a c ia )
tró p ic o s C a rb o n ild iim id a z o l
C lo ru ro d e to silo

P o lia c rila m id a E x c e le n te . Á lc a lis fu e rte s 2 -1 0 4 - 1 2 0 “C -N H j G lu ta ra ld e h íd o B io -G e l P (B io -


c o n v ie rte n las a m id a s en Rad)
c a rb o x ilo s
C o p o lím e ro s M a la . E v ita r a g e n te s c a o tró - 4 -1 0 4-30»C -O H B ro m u ro d e c ia n ó - U ltra g e l A c A
d e p o lia c ri­ p ic o s , e x p o s ic ió n p r o lo n ­ -N H j geno (IB F )
la m id a y g a d a a u re a o g u a n id in a C a rb o n ild iim id a z o l
a g a ro s a G lu ta ra ld e h íd o
P o lia c rílic o E x c e le n te . Á lc a lis fu e rte s <1-11 - 2 0 - l 2 G “C -O H B ro m u ro d e c ia n ó - T ris a c ry l (IB F )
c o n v ie rte n la s a m id a s en geno
c a rb o x ilo s C a rb o n ild iim id a z o l
C lo ru ro d e to silo
Métodos cromatográficos de fase iíquido-sóiido 885

Cuadro 41-11. M étodos de copulación de anticuerpos a matrices


G rupo
¿A nticuerpo copulante en el
M étodo Variantes orientado? anticuerpo Ventajas D esventajas

Proteína A U nión directa Sí B uena orientación C aro


U nión m ediante anti- Sí Fácil
cuerpos anti-lg
M atrices activadas C arbonildiim idazol No -NH^ Económ ico El anticuerpo p u ed e
B rom uro de cianógeno No -NHj D isponibles en resultar d añado
Glutaraldeliído No fo rm a com ercial en la unión. M tíl-
H idrox i succinim ida No -NHj tiples pasos p a ra
Cloruro de tosilo No ~ N H ,, ~SH activar y u n ir
A nticuerpos activados Carbodiim idas No - N H j,- C O O H E conóm ico El anticurpo p u e d e
A gentes condensantes No resultar d añado
G lutaraldehído No -N H , en la unión. M ú l­
P eriodato Sí A zíicar tiples pasos p a ra
activar y unir
A nticuerpo biotiniiado No -N H , U nión en solución C aro
M atriz estreptoavidina

teínas, por ejemplo mediante el empleo de glu­ debido a que las moléculas de anticuerpo se
taraldehído (véase Metodología). unen por el Fe, el sitio de combinación con el
Existen numerosos métodos que pueden ser antígeno se encuentra orientado correctamente.
utilizados para unir covalentemente anticuer­ Los anticuerpos pueden ser unidos directa­
pos a una matriz de fase sólida que pueden ser mente a la proteína A, o ser unidos mediante
divididos en tres clases: 1) geles de proteína un interm ediario (un anticuerpo anti-inmuno-
A/G; 2) geles activados; 3) anticuerpos activa­ globulina). Aquellos anticuerpos cuyo Fe posea
dos. Los métodos más titiles son aquellos que alta afinidad por la proteína A pueden ser uni­
utilizan matrices que ya han sido modificadas dos directam ente; aquellos con baja afinidad
para que contengan reactivos secundarios que requieren del interm ediario. U na vez que los
unan específicamente a los anticuerpos. Una de anticuerpos se han unido a la proteína A, deben
las matrices más utilizadas es la de proteína A ser entrecruzados covalentemente a la m atriz
del estafilococo. Ésta une específicamente el con cualquier reactivo bifuncional. El más u ti­
Fe de los anticuerpos, y luego de la unión del lizado es el dim etilpimelim idato (DMP), que
anticuerpo se estabiliza por cross-linking o en­ tiene la ventaja de su bajo costo y fácil manejo.
trecruzamiento con un reactivo de unión bil\m- Los dos grupos del DMP se unen a aminos li­
cional. El segundo tipo de método directamente bres, por lo que anticuerpos con grupos aminos
une el Ac a una resina activada, por ejemplo libres en el sitio de coml3Ínación con el antíge­
Sepharosa CL 4B activada con CNBr. El tercer no no pueden ser unidos mediante este tipo de
método de unión consiste en activar en primer reactivos. Otros grupos bifuncionales de d ife­
lugar al anticuerpo, colocando el grupo reacti­ rentes largos pueden ser utilizados para el en­
vo en el anticuerpo soluble, para unirlo a la trecruzamiento.
matriz insoluble. Los diferentes métodos de co­ Debido a que la proteína A posee diferente
pulación se resumen en el cuadro 41-11. afinidad para las inmunoglobulinas de distintas
En cuanto a los solventes empleados, depen­ especies, clases y subclases, podría no ser p o si­
derán del método a utilizar. En general, se pue­ ble unir una alta concentración de cualquier an­
de decir que el solvente empleado para la fija­ ticuerpo a matrices de proteína A. Esto podría
ción del ligando difiere en su pH o concentra­ ser subsanado utilizando matrices de proteína
ción salina del que se utiliza para su elución. G del estreptococo, utilizando un anticuerpo in­
term ediario, o ajustando las condiciones de
4.2.1. Unión de anticuerpos a geles unión a la matriz (como sería el caso de unión
de proteína A/G para la separación de IgG, de ratón). Las columnas de proteína G
de antígenos se preparan de manera idéntica a las de proteí­
na A, pero tienen distinta afinidad por las dis­
Dentro de las utilizadas para la purificación tintas subclases de inm unoglobulinas, segíin
por cromatografía de afinidad, las matrices de puede verse en el cuadro 41-12.
proteína A/anticuerpo son una de las más ver­ Una precaución que debe ser observada es
sátiles. Las columnas son fáciles de preparar, y que, si la muestra de antígeno a purificar con-
886 Métodos inmunoquímicos

C u a d ro 41-12. A finidad de la proteína A/G 4.2.3. Columnas de afinidad preparadas


por anticuerpos de distintas especies con anticuerpos activados

A finidad A finidad Los anticuerpos purificados pueden ser acti­


Especie p o r proteína A p o r proteína G vados por tratamiento con reactivos bifuncio-
nales, con uno de los grupos unido al anticuer­
H um ano ++++ ++++ po y el otro libre para unirse a la matriz insolu-
C aballo ++ ++++
V aca ++++ ble. Los reactivos comúnmente usados para la
Cerdo +++ +++ unión indirecta son: carbodiimidas solubles en
O veja +/- ++ agua, agentes condensantes usados para la sín­
C abra ++ tesis de péptidos (como la N-etoxicarbonil-2-
C onejo
Pollo etoxi-1,2- dihidroquinolina), glutaraldehído o
H ám ster + ++ periodato. Luego de la activación pueden ser
Cobayo ++++ ++ unidos a las distintas matrices insolubles. Las
R ata + /~
Ratón ++ proteínas activadas con carbodiimidas o agen­
tes condensantes se unirán a ácido carboxílico,
mientras que las activadas con glutaraldehído o
periodato se unirán a aminas.
La principal ventaja que ofrece esta metodo­
tiene anticuerpos de mamíferos, estos serán se­ logía es que permite la elección de una amplia
parados junto con el antígeno. variedad de geles con diferentes espaciadores,
coinbinaciones que pueden ser importantes o
4.2.2. Inmunoadsorbentes preparados esenciales para purificaciones específicas. La
con Sepharosa única excepción son los anticuerpos activados
con periodato.
Es posible ligar covalentemente a las distin­
tas Sepharosas comerciales toda clase de pro­ 4.2.4. Cromatografía de afinidad
teínas y sustancias que contengan grupos ami- con lectinas
nos primarios. El método empleado para acti­
var una de las Sepharosas comerciales, la Se- La utilización de lectinas como reactivos p a­
p h a ro sa CL 4B, es m edian te el em pleo de ra la purificación de fracciones de glucoproteí-
CNBr. Si bien el mecanismo de reacción con el nas o para la caracterización de los azúcares
CNBr y la Sepharosa no es bien conocido, se terminales de distintas sustancias hidrocarbo-
presume que es debido a la formación de imi- nadas comenzó a popularizarse a principios de
nocarbonatos acíclicos y cíclicos. É stos, al la década del ’80. Las lectinas son proteínas
reaccionar con los aminogrupos primarios de provenientes de plantas, aunque existen ejem ­
las proteínas ligantes, originan uniones cova- plos de lectinas provenientes de otras fuentes,
lenles, las que aseguran una unión estable. que tienen la característica de unirse con distin­
Existen en el comercio derivados de la Se­ ta afinidad a determinadas secuencias de hidra­
pharosa 4B, conocidos con los nom bres de tos de carbono, más específicamente a los azú­
A U -Sepharosa 4B y CH -Sepharosa 4B, que cares terminales. El grado de afinidad varía se­
contienen grupos aminos y carboxilos libres, gún el tipo de unión entre los monosacáridos,
respectivamente. Ello permite que ligantes con pero se puede decir que en general la afinidad
grupos carboxilos o am inos, según el caso, es alta para su secuencia específica de hidrato
puedan ser unidos a la matriz insoluble, utili­ de carbono. La desorción de las lectinas se rea­
zando para ello la formación de una unión pep- liza siempre por competencia con el azúcar es­
tídica mediante el empleo de carbodiimidas. pecífico y, como el volumen requerido para la
Los productos comerciales tienen además la desorción es pequeño, ocurre una concentra­
ventaja de que los grupos amino y carboxilos ción de la glucoproteína que se quiere purifi­
están separados de la matriz por cadenas de 6 car. Se debe tener en cuenta, sin embargo, que
átomos de carbono (brazos espaciadores), lo la cromatografía de afinidad con lectinas rara­
que aumenta la capacidad fijadora del imnu- mente es suficiente para la purificación de una
noadsorbente. Esta mayor separación entre li­ g lu co p ro teín a determ in ad a, y que debe ser
gante y matriz elimina algunos impedimentos acompañada de procesos previos de enriqueci­
estéricos que pueden ocurrir cuando aquél se miento.
une directam ente a la matriz insoluble, espe­ Lectinas con diferente afinidad pueden ad­
cialmente si son sustancias polianiónicas. quirirse insolubilizadas por unión a Sepharosa
Para la purificación de proteínas de mayor o y conjugadas a enziinas, para ser utilizadas pa­
menor PM se usan Sepharosas con distinto gra­ ra cromatografía de afinidad o para detección
do de cross-línking o entrecruzamiento. de azúcares terminales.
Métodos cromatográficos de fase líquido-sólido 887

Cuadro 41-13. Algunos reactivos de elución utilizados en cromatografía de afinidad


Solución
Reactivo Soluciones sugeridas Solución de Lavado de recolección R eu tiliza ció n

A lto pH 100 m M trietilam ina, pH 11,5 10 m M fosfato, pH 8,-0 1/20 vol IM fosfato pH 6,8 F recuente
100 m M fosfato ácido, pH 12,5 10 m M fosfato, pH 8,0 1/20 vol IM fosfato pH 6,8 O casional
Bajo pH 100 m M glicina, pH 2,5 10 m M fosfato, pH 6,8 1/20 vol IM fosfato pH 8,0 Frecuente
100 m M glicina pH 1,8 10 m M fosfato, pH 6,8 1/20 vol IM fosfato pFI 8,0 O casional
A lta cc de sal 5 M LiC 1, 10 mM fosfato pH 7,2 10 m M fosfato, pH 7,2 N inguno F recuente
3,5 M gCl^ 10 m M fosfato pH 7,2 10 m M fosfato, pH 7,2 N inguno F recuente
D etergen 1:es ió­ 1% SDS solución neutra N inguno No
nicos 1% D O C solución neutra N inguno A lguna
A gentes diso­ 2 M urea solución neutra N inguno O casional
ciantes 8 M urea solución neutra Ninguno No
2 m guanidina solución neutra N inguno A lguna
A gentes caotró- 3 M tiocianato solución neutra N inguno A lguna
picos
Solventes o rgá­ 10 % dioxano solución neutra N inguno F recuente
nicos 50% etilenglicol, pH 11,5 solución neutra N inguno F recuente
50% etilenglicol, pH 8,0 solución neutra N inguno F recuente
A gua solución neutra N inguno F recuente

4.3. Solventes precipitados, al igual que una cromatografía de


intercambio iónico.
El solvente a ser utilizado para la elución de Teniendo en cuenta que durante la polim eri­
la proteína fijada a una colum na de afinidad zación sólo quedan expuestos aproxiinadamen-
dependerá del sistema empleado. En el cuadro te un 10% de los determinantes antigénicos de
41-13 se muestran algunos de los solventes re­ la proteína, cuando se hagan cálculos de n ece­
comendados. sidades de antígeno para una determinada can­
tidad de anticuerpos a adsorber, éstas deben
4.4. M etodología ser 10 veces superiores a las correspondientes
a la zona de eciuivalencia determinada por cu r­
4.4.1. Obtención de inmunoadsorbentes va de precipitación. Como en medios líquidos
po r insolubilización de proteínas para la mayoría de las proteínas antigénicas de
pesos moleculares 50-200 kD, la relación ó p ti­
Un método muy utilizado es la polimeriza­ ma mg Ac/mg Ag es aproximadamente 10, si
ción de proteínas con glutaraldehído, la cual se están polimerizadas, dicha relación no debe ser
facilita trabajando a pH próximo al punto isoe­ superior a 1.
léctrico de la proteína. Para albtjminas es reco­ Las proteínas p o lim erizadas pueden fija r
mendable el buffer aceto/acético 0,2 M, pH 5,0 grupos químicos, como dinitrobenceno (DNP),
y para gamaglobulinas, buffer de fosfato 0,2 M, sulfanil-azo, p-aminobenzoico, etc., y adquirir
pH 7,0. especificidad para ellos.
Para la polimerización, colocar en un vaso Los inmunoadsorbentes preparados con p ro ­
de precipitación los mililitros de proteína a pro­ teínas polimerizadas, previa desecación por lio-
cesar (solución de 40 mg/ml en el buffer co­ filización y pulverización por trituración en
rrespondiente). Añadir glutaraldehído al 2,5% mortero de vidrio, pueden conservarse en reci­
en el mismo buffer con agitación constante, en piente cerrado, a 4“C. Antes de su uso, deben
un volumen igual al 20% de la solución protei­ humectarse convenientemente.
ca. Dejar a 4“C durante 24 horas hasta comple­
tar la gelificación. Formado el gel, se rom pe 4.4.2. Unión del anticuerpo específico
con un homogeneizador de tejidos, se lo lava a matrices de proteína A en form a directa
varias veces con solución salina, con buffer de
disociación, y finalmente con la solución en la Esta técnica puede ser em pleada para unir
que se solubilizará el producto a adsorber. anticuerpos monoclonales murinos de las sub­
Para preparar las columnas de adsorción y clases IgG2a, IgG2b e IgG3 y anticuerpos p o li­
con el objeto de evitar el empaste, es conve­ clonales de ratón, conejo, humano, caballo, bu­
niente m ezclar el inm unoadsorbente con una rro, cerdo, cobayo, perro o vaca.
pequeña cantidad de Sephadex G-25, polvo de
vidrio u otro material inerte. La adsorción pue­ 1. Unión del anticuerpo a la proteína A. Los
de hacerse también por agitación en un vaso de anticuerpos con alta afinidad por la proteína A
888 Métodos inmunoquímicos

pueden ser unidos desde suero, sobrenadante 1. Unir el anticuerpo con especificidad anti-
de cultivo, ascitis o soluciones purificadas. Si inm unoglobulina al gel. Si los anticuerpos a
es fundamental conocer la concentraci(5n exac­ unir no fueron purificados previamente, saturar
ta de anticuerpo unido, éste debe ser purificado el gel de p ro teín a A (aproxim adam ente 20
previo a su uso. Unir 2 mg de anticuerpo por mg/ml). Si el anticuerpo a unir fue previamente
ml de gel humectado. Si se utilizan anticuerpos purificado por afinidad, emplear 2 mg/ml.
con baja afinidad, utilizar concentraciones ma­ 2. Agregar el anticuerpo específico en exce­
yores. Mezclar la solución de anticuerpo con el so, ya que la recuperación final del mismo esta­
gel en un vaso de precipitado con agitación rá dada por la cantidad de anticuerpo anti-in-
suave durante una hora a temperatura ambien­ munoglobulina que se haya unido en el primer
te. No utilizar una columna en este paso. paso. Mezclar en un vaso de precipitados e in­
2. Lavar el gel dos veces con 10 volúmenes cubar durante una hora a temperatura ambiente
de borato de sodio 0,2 M pH 9,0 por centrifu­ con agitación suave. Este paso puede realizarse
gación a 3000g durante 5 minutos. en columna, ya que se trabaja en exceso de an­
3. Resuspender el gel en 10 volúmenes del ticuerpo.
mismo bujfer de lavado. Guardar el equivalente
a 10 (xl de gel. Agregar DMP (dimetilpimelimi­ Los siguientes pasos son iguales a los ya in­
dato) en droga sólida para llevar a una concen­ dicados anteriormente (2 a 7) para la unión di­
tración final de 20 mM (el pH de la solución de recta del anticuerpo.
reacción debe ser mayor de 8,3).
4. Incubar durante 30 minutos a temperatura 4.4.4. Activación de Sepharosa CL- 4B
ambiente en un agitador. Guardar el equivalen­ con CNBr
te a 10 |J,1 de gel.
5. La reacción se detiene por lavado del gel Precaución: ésta técnica debe ser realizada
en etanolamina 0,2 M pH 8,0. Incubar durante bajo campana con extractor de aire y en un am ­
dos horas a temperatura ambiente con agitación biente bien ventilado, ya que el CNBr es extre­
suave en el mismo buffer. madamente tóxico.
6. Luego del lavado final resuspender el gel Lavar 30 ml de Sepharosa 4B con agua des­
en buffer fosfato/salino adicionado de 0,01% tilada y resuspenderla hasta un volumen final
de mertiolate o azida sódica. de 50 ml. Enfriar en baño de hielo y bajo cam­
7. C ontrolar la eficiencia de la unión por pana con extractor añadir un volumen igual,
SDS-PAGE al 10% en condiciones reductoras, e n fria d o , de C N B r en agu a d e s tila d a (50
hirviendo las muestras reservadas en su m o­ mg/ml). Mantener el pH a 11-11,5 por añadido
mento en buffer muestra. Correr el equivalente de NaOH 2N; controlando perm anentem ente
de Ifil de la muestra tomada en el punto 3 y 9 con pH-metro. La reacción se ha completado
jj,l de la muestra tomada en el punto 4. cuando el pH se mantiene constante sin añadi­
do de nuevas cantidades de álcali. Las partícu­
Si el anticuerpo que se desea unir es de la las de Sepharosa activada se lavan con agua
subclase IgG, de ratón, se deben observar las destilada fría, usando un filtro de vidrio poroso,
siguientes modificaciones: y luego con buffer frío de carbonato/bicarbona­
to o borato 0,1 M pH 8,3, conteniendo NaCl
1. Ajustar el pH de la solución de anticuer­ 0,5 M.
po a pH 9,0. Medir el volumen y agregar ClNa
para ajustar la concentración a 3 M. Controlar 4.4.5. Fijación de ligante a Sepharosa
el pH y volver a ajustar de ser necesario. Unir 4B activada con CNBr
el anticuerpo al gel. En estas condiciones, la
proteína A unirá aproximadamente 2-5 mg de Este gel puede ser adquirido ya activado, o
anticuerpo por ml dé gel. activarse según se indicó más arriba.
Los pasos siguientes son iguales a los ya in­
dicados para otros isotipos, con la salvedad de 1. Separar el gel de Sepharosa activada por
que el buffer de lavado del punto 2 consiste en centrifugación y añadirle un volumen igual de
borato de sodio 50 mM, NaCl 3 M pH 9,0. b u ffe r c a rb o n a to /b ic a rb o n a to 0 , 1M pH
8,3/NaCl 0,5 M conteniendo 5-10 mg de pro­
4.4.3. Unión del anticuerpo específico teína a fijar por cada 1 ml de gel. Mezclar por
mediante el empleo de un anticuerpo agitación en un rotor durante 2 horas a tempe­
intermediario ratura am biente o durante toda una noche a
4°C. No debe usarse agitador magnético.
Anticuerpos de cualquier fuente (suero, asci­ 2. Centrifugar, lavar con el mismo buffer y
tis, sobrenadante de cultivo, etc) pueden ser luego con glicina 0,2 M, pH 8,5 durante 2 ho­
unidos mediante esta metodología. ras, con el objeto de bloquear los grupos acti­
Métodos cromatográficos de fase líquido-sólido 889

vos residuales. Otra alternativa es suspender el aconsejable toda una noche en la refrigeradora
gel durante dos horas en buffer de Tris pH 8,0. o a temperatura ambiente.
3. Centrifugar, lavar con el buffer de fija­ 3. El producto final deberá ser lavado alter­
ción, luego con buffer acetato 0,1 M pH 4, con­ nativamente con buffer de pH alto y bajo, como
teniendo NaCl 0,5 M, seguido de buffer de fija­ se d escrib ió en Sepharosa 4B activada con
ción. El conjugado de Sepharosa/pmteína- está CNBr. Si para la fijación se usó m ezcla de
en condiciones de ser usado para la adsorción. agua y solvente orgánico, ésta debe emplearse
Puede conservárselo a 4“C. para el lavado final del producto. Lavar luego
Mediante ensayos piloto, utilizando alícuotas con agua destilada y finalmente con el buffer a
de Sepharosa 4B activada con CNBr y cantida­ usar en la cromatografía de afinidad.
des variables de proteína, puede establecerse
cuál es la concentración óptim a de ésta para Para la conservación del inm unoadsorbente
conseguir el máximo de fijación en las condicio­ es recomendable un buffer neutro o de pH lige­
nes ya indicadas. Determinando la concentra­ ramente ácido, adicionado de NaCl IM, y una
ción proteica de los sobrenadantes por lectura de tem peratura de 4®C. C onviene incorporar un
la DO a 280 nm, en comparación con los valo­ agente bacteriostático.
res de la solución proteica inicial, pueden calcu­
larse los correspondientes porcentajes de unión. 4.4.7. Fijación y elución de anticuerpos
en la cromatografía de afinidad
4.4.6. Fijación de ligantes a AH-Sepharosa
4B y CH-Sepharosa 4B La fijación de los anticuerpos puede hacerse:
a) por mezcla en recipiente adecuado del inm u­
La cantidad requerida de polvo de AH-Sep- noadsorbente con el antisuero, agitando con
harosa 4B o CH-Sepharosa 4B se mezcla con agitador magnético durante dos horas a 4°C, o
NaCl 0,5M y agita durante 15 minutos, filtran­ b) haciendo pasar el suero por una colum na
do luego por medio de filtro de vidrio poroso. crom atográfiea arm ada con el inm unoadsor­
Se continúan los lavados con la misma solu­ bente. Antes de la fijación del ligando, el inm u­
ción (aproximadamente 200 mi por gramo de noadsorbente debe ser estabilizado con buffer
material seco) y luego con agua destilada ajus­ de fosfatos 0,1M pH7, NaCl 0,25-0,5 M, ad i­
tada a pH 4,5 (aproximadamente 50 mi por gra­ cionado de Tween 20 al 1% para reducir las ad­
mo de Sepharosa). sorciones proteína-proteína no específicas.
La carbodiim ina a usar en la fijación debe Conviene diluir el producto a cromatografiar
ser soluble en agua, siendo una de las más em ­ en partes iguales con un buffer similar al ante­
pleadas el clorihidrato de N -etil-N ’-(3-dimeti- rior pero de doble concentración.
laminopropil) carbodiimina. Para la reacción, U na vez term inada la adsorción el in m u ­
es aconsejable carbodiimina a la concentración noadsorbente debe ser lavado con solución sa­
final de 10 mg por mi de gel. lina fosfatada hasta que los sobrenadantes o
La fijación del ligante a la matriz se efectúa eluidos no den lecturas de DO a 280 nm, con el
en agua destilada ajustada a pH 4,5-6. Si el li­ objeto de asegurar la eliminación de cualquier
gante no es soluble en agua, puede ser añadido proteína no fijada específicamente.
dioxano purificado o etilenglicol hasta concen­ La elución de los anticuerpos puede hacerse
tración final del 50% a la solución de fijación. con buffer glicina-HCl 0,1M pH 2,9, solucio­
En estos casos es conveniente controlar el pH nes de NaCl 2M o NaSCN 4M, o soluciones de
con papel indicador pues los solventes orgáni­ los correspondientes haptenos a concentración
cos pueden dañar los electrodos. 0,1M pH 7,4. Ein todos los casos las soluciones
de anticuerpos eluidas deben ser dialisadas en
1. Disolver el ligante en la solución de fija­ solución salina fosfatada, efectuando num ero­
ción controlando el pH. La concentración de sos recambios. El producto de diálisis debe ser
aquél debe ser en exceso respecto de la concen­ centrifugado a lO.OOOg para eliminar la p roteí­
tración de grupos reactivos de la matriz. Añadir na desnaturalizada y luego ha de ser co n v e ­
la solución de ligante al gel (una relación líqui- nientemente concentrado.
do/gel de 2:1 permite una adecuada agitación)
ajustando el pH entre 4,5 y 6. 5. CROMATOGRAFÍA
2. Añadir la carbodiimida en polvo, por p e­ POR INTERACCIÓN HIDROFÓBICA
queñas cantidades, o disuelta en agua a pH 4,5, Y EN FASE REVERSA
mezclando por agitación. El pH de la mezcla
reactiva decrece durante la primera hora, sien­ 5.1. Fundamentos
do necesario ajustarlo por el añadido de peque­
ñas cantidades de solución diluida de NaOH. Las interacciones hidrofóbicas son un fen ó ­
El tiempo de reacción depende del sistema. Es meno de gran significancia biológica siendo
890 Métodos inmunoquímicos

una de las principales fuerzas que estabilizan la drofóbicos como el triptófano y la fenilalanina
estructura tridimensional de las proteínas. Las entre otros. Por otra parte, las interacciones hi­
interacciones de este tipo participan en el man­ drofóbicas estabilizan las estructuras terciaria y
tenimiento de la estructura de la bicapa lipídica cuaternaria de las proteínas existiendo muchos
en las membranas biológicas y en las uniones aminoácidos hidrofóbicos expuestos en la su­
antígeno-anticuerpo y enzima-sustrato. perficie lo que le dará el grado de hidrofobici­
La hidrofobicidad puede definirse como la dad a una proteína en su estado nativo. La ca­
repulsión entre un com puesto no polar y un pacidad de una proteína de producir una inte­
medio polar como podría ser el agua. Las inte­ racción hidrofóbica en el estado nativo depen­
racciones hidrofóbicas no constituyen uniones de de los sitios hidrofóbicos en su superficie; y
de grupos hidrofóbicos entre sí, sino que estas estos sitios hidrofóbicos dependen de una es­
interacciones son “forzadas” sobre compuestos tructura terciaria y cuaternaria intacta. Esto de­
no polares por el medio polar que los rodea. be ser distinguido de la hidrofobicidad intrínse­
Podemos decir, entonces, que son las molécu­ ca de la proteína la cual depende solamente de
las del agua las que “fuerzan” las interacciones su estructura primaria. En conclusión, cuando
hidrofóbicas entre moléculas no polares disuel­ se use la hidrofobicidad como base para la se­
tas en una solución acuosa. Si variásem os la paración de proteínas, se deben tener en cuenta
composición de la solución acuosa disolviendo los caracteres de hidrofobicidad de la proteína
en ésta sales o solventes orgánicos, las interac­ que surgen de la estructura terciaria y cuaterna­
ciones hidrofóbicas se verían afectadas de al- ria y aquellos que surgen de su estructura pri­
glín modo. Las sales, al disolverse en agua, maria.
producen una disminución de la capa de solva-
tación que rodea a las moléculas en solución; 5.2. C ro m ato g rafía p o r interacción
de esta forma, se produce una disminución de hidrofóbica (H IC)
las interacciones hidrofílicas lo que favorece la
interacción hidrofóbica. Los solventes orgáni­ Este método cromatográfico permite la sepa­
cos producen una modificación de la constante ración de biomoléculas aprovechando su dife­
dieléctrica del medio acuoso, lo que también rente grado de hidrofobicidad. Es útil para el
llevará a una disminución de la capa de solva- fraccionamiento de proteínas solubles en agua,
tació n acuosa de las m oléculas siendo ésta así como de proteínas lipofílicas, y ofrece una
reemplazada por moléculas del solvente orgá­ opción para la separación de AcMo, suponien­
nico. do que los mismos sean estables a altas con­
Debemos tener en cuenta que todas las bio- centraciones salinas. Todas las inmunoglobuli­
moléculas tienen un cierto grado de carácter hi- nas presentan un cierto grado de hidrofobicidad
drofóbico. Este grado de hidrofobicidad depen­ que varía dentro de las distintas subclases.
de de la secuencia aminoacídica primaria de la Esta técnica hace uso de la presencia de si­
proteína o péptido; ciertos aminoácidos son hi­ tios hidrofóbicos expuestos en la superficie de

l:-:n:-3cc:on n.crofóoica ■í-orrjstie'.T


Matriz

—OH ^ : .-....... ^ Sitio


hidrofóbieo

—OH

— OH

F ig. 41-9. Interacción hidrofóbica verdadera. L a


proteína Pj , con un sitio Irdrofóbico expuesto, se
u n irá al lig an d o liid ro fó b ic o , m ien tra s q ue la
proteína P„ , sin sitio hidrofóbico expuesto, no
podrá hacerlo.
Métodos cromatográficos de fase líquido-sólido 891

las proteínas, que resultan en diferentes grados de las proteínas se hará disminuyendo la fuerza
de interacción hidrofóbica con una matriz no iónica del bujfer de elución.
cargada que contiene grupos hidrofóbicos co­ Por otra parte, proteínas con su sitio hidrofó­
mo alquilos, fenilos o aminoalquilos. bico rodeado por cargas negativas se unirán dé­
La cromatografía por interacción hidrofóbica bilmente a grupos alquilos pero podrán unirse
puede dividirse en dos grupos: la “cromatogra­ fuertem ente a grupos am inoalquilos pues se
fía hidrofóbica verdadera” y la “cromatografía verán envueltas fuerzas iónicas e hidrofóbicas
hidrofóbica anfifílica” . La prim era categoría en el proceso de adsorción produciéndose una
contiene aquellas separaciones que dependen “interacción compuesta” . En presencia de altas
sólo de la presencia de un residuo hidrofóbico concentraciones salinas, la proteína se unirá
inm ovilizado y la segunda, aquellos métodos fuertem ente como resultado de la interacción
separativos que dependen tanto un residuo hi­ hidrofóbica; pero a baja fuerza iónica, donde la
drofóbico como de uno hidrofílico (general­ interacción hidrofóbica es débil, la adsorción
mente iónico) inmovilizados en una matriz. será debido a la atracción iónica entre la p roteí­
En el caso de la crom atografía hidrofóbica na y la matriz cargada. Este es un ejemplo de
verdadera, si se aplica una proteína (P„) que no cromatografía hidrofóbica anfifílica (véase fig.
expone grupos hidrofóbicos en su superficie a 41-10). En este caso, la elución de la proteína
una matriz con grupos alquilos, no se producirá será difícil a menos que se haga a valores de
ningún tipo de unión, mientras que una proteí­ pH muy altos (donde la proteína no será esta­
na (Pj), con regiones hidrofóbicas expuestas, sí ble) o bien por elución con una solución acuosa
se unirá a ella (fig. 41-9). No obstante, como de alta fuerza iónica y con una polaridad dism i­
las interacciones hidrofóbicas son débiles, tal nuida con un solvente orgánico.
proteína se uniría muy débilmente o aun sería Un tercer tipo de interacción hidrofóbica es
sólo retardada en Ja crom atografía. Como la la llamíída cromatografía charge transfer o “n -
unión hidrofóbica se incrementa con el aumen­ 7t“ en )a cual el ligando alquil-hidrofóbico es
to de la fuerza iónica, la unión de esta proteína reemplazado por un ligando aromático, prefe­
al sustituyente hidrofóbico podrá aumentarse rentemente conteniendo un sustituyente atrac-
optimizando la concentración salina del solven­ tor de electrones como la fenil-agarosa o la di-
te cromatográfico. A partir de ello, la elución nitrofenil-agarosa.

Matriz

- O - C - N - C 3H ,
H

N aC l + EtiengB osI ■

C1
Na
Matriz
F ig. 41-10. Interacción h id ro fó ­
bica anfifílica. U na p ro teín a con NH,
su sitio hidrofóbico ro d ead o por
cargas negativas se u n irá fu erte­
m ente a una m atriz sustituida con - O - C - N - C 3H ,
un g rupo a m in o alq u iio . L a e lu ­ H
ción se h a rá con una m e zcla de
una solución acuosa de alta fuer­
za iónica con un solvente orgáni­
co que d ism inuya la polaridad del
solvente crom atográfico.
892 Métodos inmunoquímicos

5.2.1. Matrices fuerza iónica, para disminuir la interacción ió­


nica, y con su polaridad disminuida mediante
Afortunadamente, a pesar de que los meca­ un solvente orgánico para desfavorecer la inte­
nismos de las interacciones hidrofóbicas son racción hidrofóbica.
complicados, las técnicas cromatográficas ba­ La mayoría de las estrategias de elución son
sadas en las interacciones hidrofóbicas son sen­ no desnaturalizantes. El uso de por ejem plo
cillas. solventes que dism inuyen la polaridad es, a
Las matrices utilizadas en la cromatografía menudo, el último recurso usado para la elu­
convencional (sin presión externa) son geles ción de proteínas unidas muy fuertemente pues
hidrofílicos como la agarosa o la Sepharosa este método frecuentemente es desnaturalizante
sustituidos con grupos no polares de cadena de proteínas.
corta como alquilos, aminoalquilos o fenilos.
En los sistemas de alta resolución como HPLC 5.3. Cromatografía en fase reversa (RFC)
se utilizan matrices de sílice sustituidas con
grupos fenilos o alquilos; en cambio, en los La RPC es otra de las técnicas cromatográfi­
sistem as tam bién de alta re so lu c ió n com o cas basadas en las interacciones hidrofóbicas
FPLC se utilizan matrices de Phenyl o Alkyl- entre una matriz sustituida y la molécula a se­
Superosa. parar. Su aplicación en sistemas de alta resolu­
Ante la elección de un gel para la separación ción como HPLC es muy importante pues per­
de una proteína no caracterizada, la mejor op­ mite el estudio analítico de mezclas proteicas.
ción para comenzar es generalmente una resina No ocurre lo mismo en sistemas de FPLC don­
fenil-sustituida, pues las proteínas fuertemente de se busca una alta recuperación de la activi­
hidrofóbicas no serán fácilmente eluidas de re­ dad biológica que no puede lograrse con la uti­
sinas altam ente hidrofóbicas como las octil- lización de la RPC (véase Sistemas de alta re­
sustituidas. La hidrofobicidad del ligando feni- solución).
lo es intermedia entre grupos n-butilo y n-pen- La cromatografía en fase reversa o inversa
tilo y se unirá a aminoácidos aromáticos a tra­ surge como método inverso a la cromatografía
vés de interacciones “ti - tí”. Resinas octil-sus- en fase normal. En un principio, la diferencia­
tituidas como la octyl-Sepharosa CL-4B puede ción entre los métodos fue hecho en base a la
ser usada para proteínas débilm ente hidrofó­ polaridad de la fase móvil. Los sistemas de fase
bicas. normal son aquellos en los cuales la matriz es
La unión de las proteínas al gel está influen­ sílice y la fase móvil un solvente no polar co­
ciada por: mo el hexano (véase Sistemas de HPLC en fase
normal). La RPC utiliza una matriz hidrofóbica
1. La hidrofobicidad del ligando: como vi­ de sílice sustituida usualmente con un grupo
mos anteriormente la phenyl-Sepharosa CL-4B funcional hidrofóbico y una fase móvil más po­
es menos hidrofóbica que la octyl-Sepharosa lar que la fase estacionaria, frecuentem ente
CL-4B. parcial o totalmente acuosa. Las sustancias po­
2. La fuerza iónica del buffer: aquellas sales lares corren en la fase móvil y eluyen primero.
que producen precipitación salina {salting out) Conforme aumente el carácter hidrofóbico de
como el S 0 ^(NH^)2 favorecen la unión de las los compuestos, la retención será mayor.
proteínas a los ligandos hidrofóbicos. La unión
a octyl- y phenyl-Sepharosa CL-4B es práctica­ 5.3.1. Matrices
m ente im posible a m enos que se usen altas
concentraciones de sales. La concentración sa­ Las matrices utilizadas como relleno en co­
lina debe ser ligeramente inferior a la usada pa­ lumnas para HPLC son derivados sustituidos
ra el salting out. de sílice (grupos alquilsilanos). El largo de ca­
3. Temperatura; se ha notado que la fuerza dena más efectivo para proteínas es de C^ (4
de unión hidrofóbica se reduce en un 20-30% carbonos) a Cg, mientras que las cadenas más
cuando la tem peratura dism inuye de 20°C a largas (C^ a C,g) son generalmente usadas para
4°C. péptidos pequeños.

5.2.2. Solventes cromatográficos 5.3.2. Solventes cromatográficos


A partir de lo descrito anteriormente, la elu­ La elución de las moléculas de la fase esta­
ción de la proteína de la matriz podrá hacerse cionaria se realiza con una mezcla agua/solven­
disminuyendo la concentración de iones en el te orgánico. Una buena selectividad en la RPC
buffer (gradiente negativo), dism inuyendo la se alcanza mediante la manipulación de la fase
temperatura, o bien en el caso de una interac­ móvil. En la RPC de proteínas el solvente en
ción anfifílica, utilizando un solvente de alta que se siembra la m uestra consiste en una solu­
Métodos cromatográficos de fase líquido-sólido 893

ción acuosa ácida, mientras que el solvente de interacciones entre moléculas hidrofóbicas de
elución lo constituye un solvente orgánico. una muestra y un grupo hidrofóbico insoluble e
El componente acuoso ácido de la fase móvil inm ovilizado (matriz). Como vimos anterior­
contribuye a la retención mediante; (1) su in ­ mente, estas técnicas crom atográficas surgen
fluencia sobre el estado iónico de la proteína, con la aplicación de sistemas de alta resolución
(2) el control de la ionización de los grupos si- como HPLC y FPLC (véase más adelante). En
lanol de la superficie del soporte, (3) la forma­ forma general la RPC es aplicada en HPLC y la
ción de pares iónicos entre los residuos de su­ HIC es u sad a co m ú n m en te en sistem as de
perficie de la proteína y el ácido y (4) su in ­ FPLC.
fluencia sobre la desnaturalización de la proteí­ Es de utilidad conocer las diferencias básicas
na. Por lo tanto, el pH de la fase móvil regula entre HIC y RPC. En la interacción hidrofóbica
los estados de ionización de la proteína y de los la m atriz es hidrofílica y está sustituida con
grupos silanol de superficie. Ciertos ácidos hi­ grupos no polares de cadena corta como fenilos
d ro fó b ico s com o el ácido triflu o ro a c é tic o u octilos. La fase móvil es usualmente una so­
(TEA) aumentan la hidrofobicidad de las pro­ lución acuosa salina. En cromatografía en fase
teínas mediante la formación de pares iónicos y reversa la matriz es sílice sustituida con largas
de esta forma se ve favorecida la retención de cadena de n-alquilos, comtínmente Cg (octilsi-
la misma. lil) o C,g (octadecilsilil). La m atriz es m enos
Los ácidos son usados en la fase móvil para polar que la fase móvil la cual generalm ente
incrementar tanto la recuperación como la reso­ está constituida por una mezcla de agua y un
lución de muchas proteínas. El TEA es el ácido modificador orgánico menos polar. Las separa­
más popularm ente usado debido a que es un ciones en HIC son usualmente hechas en solu­
buen agente solubilizante; no obstante, la sepa­ ciones acuosas salinas, las cuales brindan un
ración de proteínas de membrana u otras pro­ medio no desnaturalizante. Las separaciones en
teínas hidrofóbicas requieren la utilización de cromatografía en fase reversa son generalmente
otros ácidos como el ácido fórmico en concen­ realizadas en mezclas de agua y solventes orgá­
traciones entre 5 a 80%. nicos, los cuales generan a menudo condicio­
Los solventes más usados como componente nes desnaturalizantes.
orgánico de la fase móvil son acetonitrilo, m e­ Estos dos métodos explotan las diferentes
tanol, etanol y propanol. La elección del com­ fuentes de hidrofobicidad de las proteínas. La
ponente orgánico se basa en la solubilidad .de HIC depende de los grupos hidrofóbicos de su­
los solutos y en la viscosidad del solvente. D u­ perficie pues se lleva acabo en condiciones que
rante el proceso de elución la solubilidad de la permiten mantener la integridad de la molécula
proteína puede convertirse en un problema si se proteica. La RPC depende de la hidrofobicidad
produce la precipitación de la misma; en estos intrínseca de la proteína y se realiza bajo co n ­
casos, es en general el 2-propanol el solvente de diciones que hacen que esta exponga casi todos
elección. La importancia de la viscosidad de la los grupos hidrofóbicos hacia la matriz.
fase móvil aumenta cuando se trabaja a altas
presiones, pues el límite de presión permitido
podría ser excedido con una aumento de la vis­ 6 . CROMATOGRAFÍAS LÍQUIDAS
cosidad del solvente cromatográfico. El m eta­ DE ALTA RESOLUCIÓN
nol y el acetonitrilo son solventes populares
porque tienen baja viscosidad y son fáciles de Con el avance tecnológico, las técnicas cro ­
conseguir con excelente pureza. Los solventes m atográficas han sido perfeccionadas, tan to
de fuerza intermedia entre estos solventes y el desde el punto de vista de la eficiencia del m é­
agua se obtienen normalmente preparando m ez­ todo como en la rapidez. Dependiendo del tipo
clas. En este tipo de cromatografía los gradien­ de soluto que se quiera separar y/o caracterizar,
tes se generan con la disminución continua en se pueden diferenciar dos tipos de cromatogra­
la polaridad del eluyente durante la separación, fías líquidas de alta resolución: HPLC y FPLC.
por ejemplo aumentando gradualmente el con­
tenido de solvente orgánico en las m ezclas 6.1. Cromatografía líquida
(H 2 0 -TFA)/Metanol o (H 2 0 -TFA)/Acetonitrilo. de alta presión: HPLC

5.4. Diferencias entre Cromatografía La crom atografía líquida de alta p resió n ,


por interacción hidrofóbica identificada comúnmente con la sigla en inglés
y Cromatografía en fase reversa HPLC (H igh Presure or Perform ance L iq u id
Chromatography) es uno de los recursos analí­
La cromatografía por interacción hidrofóbica ticos más apreciados y difundidos para la p u ri­
(HIC) y la cromatografía en fase reversa (RPC) ficación y caracterización de todo tipo de su s­
son métodos separativos basados ambos en las tancias. Las ventajas principales son la v eloci­
894 Métodos inmunoquímicos

Bombas de
aita presión

Detector Registrador Controlador de gradiente

F ig. 41-11. Esquem a básico de un equipo de HPLC.

dad de análisis, alta sensibilidad y resolución, resolución y en la rapidez. R esum iendo: la


resultados cuantitativos y factibilidad de auto­ HPLC no es más que el resultado del avance
matización. En general la EIPLC es utilizada tecnológico, tanto en la teoría operacional co­
para la caracterización y/o separación de solu­ mo en la fabricación de los sistemas cromato-
tos, donde el solvente usado y la alta presión gráficos. Los sistemas de HPLC para la separa­
del equipo no altera la conformación tridimen­ ción de macromoléculas biológicas se diferen­
sional y por ende la actividad biológica de la cian fundamentalmente de la antigua cromato­
molécula en estudio. Para la separación de ma- grafía por tres motivos; a) Las partículas pue­
cromoléculas, donde las condiciones operativas den soportar presiones mucho más elevadas, b)
pueden modificar la conformación de la molé­ Su tamaño ha podido disminuirse más de 10
cula y por lo tanto la actividad biológica de la veces, aumentando de esta manera la cinética
misma (anticuerpos, enzimas, citoquinas, etc), de adsorción-desorción, c) El tiempo de la co­
es conveniente la utilización de la FPLC. Sin rrida cromatográfica ha disminuido entre 10 a
embargo algunos métodos de HPLC pueden ser 60 veces, debido a la alta presión que puede
aplicados para este tipo de proteínas sin el ries­ aplicarse a estas columnas. De hecho, el líqui­
go de desnaturalización de la molécula. do puede ser forzado a través de la columna a
El principio general de la HPLC no difiere una velocidad y presión controladas por medio
del enunciado para la cromatografía convencio­ de bombas de alta presión, la muestra es intro­
nal en sus diferentes variantes. La muestra en ducida en una estrecha tubuladura y mientras
estudio se di.stribuye en dos fases, una estacio­ que el sistema opera bajo presión, el efluente
naria y otra móvil, de modo tal que cada uno de de la columna puede ser monitoreado mediante
los componentes de una mezcla son selectiva­ la aplicación de espectrofotómetros de alta sen­
mente retenidos por la fase estacionaria. La di­ sibilidad y finalmente recolectado; simultánea­
ferencia principal de los sistemas de HPLC ra­ mente un graficador representa el cromatogra-
dica en el empleo de columnas de diámetro re­ ma (fig. 41-11).
ducido y rellenas de materiales pulverulentos
especiales y de un instrumental más sofisticado 6.1.1. Métodos cromatográficos utilizados
para su operación. En la década del ’60 fue in­ en H PLC
troducido el prim er materia] de em paqueta­
miento: era un gel de carbohidratos de partícu­ Los principios básicos de los métodos cro­
las inferiores a 50 |j,m. matográficos utilizados en HPLC son los mis­
Los avances en la instrumentación, la sínte­ mos que para la cromatografía convencional, a
sis de nuevos materiales y tecnología de empa­ diferencia de algunas metodologías que se han
quetamiento, que se pvodujerón durante la dé­ desarrollado para ser aplicadas en las cromato­
cada del ’70 permitieron la preparación de co­ grafías de alta resolución, como ser la cromato­
lumnas con un gel de menor diámetro de partí­ grafía de fase normal y cromatografía de fase
cula (5-10 |j,m), lo que permitió avanzar en la reversa.
Métodos cromatográficos de fase líquido-sólido 895

La cromatografía de fase normal utiliza una 6.1.2. Instrum entación del sistema HPLC
fase estacionaria polar (generalmente hidrofíli-
ca) y una fese móvil menos polar. La cromato­ Para la obtención de una efectiva resolución
grafía de fase reversa utiliza una fase estacio­ en la utilización de un método cromatográfico
naria con un enlace hidrofóbico, generalmente por HPLC, es importante tener en cuenta los si­
un grupo funcional octadecilo (C,g) u octilo guientes parámetros;
(Cjj) y una fase m óvil polar, frecuentem ente
parcial o totalmente acuosa (véase en FPLC). 1. En primer lugar se debe conocer el fu n ­
La cromatografía de pares de iones es otro cionamiento cada uno de los componentes m ás
método desarrollado en función de las técnicas importantes de un equipo de HPLC. En la figu­
erom atográficas de alta resolución. Su m eca­ ra 41-11 se ha esquem atizado un equipo de
nismo exacto no ha sido establecido claramen­ HPLC.
te. En primer lugar se postula que la molécula 2. En base a las características del soluto
del soluto forma un par iónico con el contrac­ que se desea caracterizar y/o separar, es nece­
ción de la fase móvil. Este par iónico se reparte saria una correcta selección de la colum na y
dentro de la fase estacionaria lipofílica. El se­ por ende del método cromatográfico y del sol­
gundo mecanismo postulado es que el contrac­ vente a utilizar.
ción se reparte en la fase estacionaria, o es 3. Los problemas que pueden surgir durante
“cargado” durante el empaquetado de la fase el desarrollo del método seleccionado.
reversa enlazada, con su grupo iónico orientado
hacia la superficie. En base a estos postulados Un equipo de HPLC está compuesto por:
puede ocurrir que: a) el material a cromatogra­
fiar sea atraído por el hidrocarburo unido a la a. Sistem a de bombas. Como el fundam ento
matriz de manera similar a lo que ocurre en fa­ de este método es la aplicación de altas p re­
se reversa o b) puede interaccionar a modo de siones, el sistema de bombas es un com po­
intercambio iónico. n ente v ital de to d o eq u ip o m oderno d e
En el cuadro 41-14 se detallan los métodos HPLC. Los requisitos esenciales son los si­
utilizados en HPLC, sus características y las guientes: I) El material de las bombas debe
columnas usadas en cada caso. ser químicamente resistente a toda fase mó-

C uadro 41-14. Características cíe los métodos p o r HPLC

M étodo/D escripciónJC olum na“ E jem p lo de la utilización del m étodo

F ase N orm al
Fase m óvil: m ezclas de solventes orgánicos B uen m étodo cuando fase reversa o pares d e iones son in efecti­
Colum nas: ciano, diol, am ino, sílice vos. M étodo de elección para m uestras hidrofílicas que no se
disuelven bien en aguíi/ m ezclas orgánicas y p ara m ezclas d e
isóm eros y para escala preparativa (con colum nas de sílice)
Pares de iones
Fase m óvil: agua/solventes orgánicos, un buffer co­ B uen método para com puestos iónicos o ionizables, especial­
mo control de pFI y un reactivo con un par de iones m ente bases o cationes
Colum nas: C l 8 , C 8, ciano

F a se reversa
Fase m óvil: agua/solventes orgánicos M étodo de elección p ara com puestos no ionizados que se d isu el­
Colum nas: C I 8, C 8, fenil, trim etilsilil, ciano ven en agUíi/solventes orgánicos

C rom atografía de exclusión m olecular


Fase móvil: utiliza siem pre solventes acuosos M étodo de elección para separar m oléculas de alto peso m o lecu ­
Colum nas: fase-diol sintéticos lar, com o proteínas y polím eros. Se utiliza p ara calcular pesos
m oleculares
C rom atografía de in tercam b io ión ico’’
Fase móvil: solventes acuosos con un buffer de iones M étodo de elección para separar m ezclas de proteínas, ácidos
para control de pH. • nucleicos y com puestos relacionados
Colum nas: intercam bio iónico o catiónico

C rom atografía de in teracción hidrofóbica'’


Fase m óvil: soluciones salinas S e utiliza para separar mezclas de proteínas
C olum nas: sim ilares a las de fase reversa pero mucho
m enos hidrofóbicas

T odas las c o lu m n as a q u í m e n c io n a d a s, excepto las de exclusión m o le c u la r son em p a q u e ta d a s con p artíc u la s de sílice a las que se le a c o p ló
eí esp a ciad o r c o rresp o n d ien te ,
^ P ara la .separación d e p ro te ín a s y de otras m o lécu la s b iológicas, d o n d e la actividad b io ló g ic a es fu n d a m e n tal, se re co m ien d an los m ism o s
m étodos p ero a p lica d o s en F P L C .
896 Métodos inmunoquímicos

vil utilizada. A lgunos equ ip o s antiguos de hasta 10 ml/min, se debe tener la precaución de
H PLC tenían bom bas construidas con acero realizar una buena mezcla de los solventes. Los
inoxidable que podían ser atacadas por solven­ diferentes tipos de sistemas de bombas más co­
tes altamente ácidos. En la actualidad los mate­ munes y sus características principales se deta­
riales de elección son el titanio y plástico de al­ llan en el cuadro 41-15.
ta resistencia. Los sistemas con bombas cons­ b - Amortiguador de los pulsos de presión.
truidas con estos materiales son generalmente El sistema de bombas que produce pulsos de
más caros que los construidos con acero inoxi­ flujo discontinuo requiere algún tipo de amorti­
dable, pero su vida media es mayor y los resul­ guador de estos pulsos. Se conocen dos tipos
tados más confiables; por otra parte su mayor de amortiguadores de pulso. Uno de ellos in­
duración hace que el mayor costo sea justifica­ corpora un tubo flexible sellado, dentro de un
do. II) El HPLC requiere generalmente el uso contenedor con líquido comprimible. Cuando
de dos bombas, por tal motivo se debe tener en se produce un pulso de flujo, éste es amortigua­
cuenta las variaciones de presión en cada una do por el tubo que se expande y la energía es
de ellas. Una variación de presión de más del absorbida por el medio. Otro sistema de amor­
1% puede causar una diferencia de 12 segun­ tiguación de pulsos usa un tubo chato de acero
dos en el tiempo de retención en una corrida de inoxidable de 1-3 m de largo que se expande
20 minutos. III) Debido al pequeño diámetro cuando recibe el pulso de presión. La desventa­
de las partículas de las columnas y la viscosi­ ja de este último es que proporciona un volu­
dad de los solventes, las bombas deben produ­ men m uerto dem asiado grande y los pulsos
cir una presión de por lo menos de 400 atm. continuos pueden resq u eb rajar el m aterial.
Como puede observarse en la ecuación. Amortiguadores de pulso electrónicos son mu­
cho más efectivos, rindiendo un correcto flujo
ISOvLri (l-e)2/dp2e2 continuo.
c - Sistema para la mezcla de los solventes.
la presión {P^) requerida para forzar un líquido La mayoría de los métodos para la separación
a través de la columna es función del flujo de de solutos, utiliza gradientes de diferentes sol­
la fase móvil (v), del diámetro de las partículas ventes. La función del mezclador es la mezcla
(dp), de la longitud de la colum na (L), de la de estos solventes sin que se produzcan modifi­
viscosidad de la fase móvil (ti), de la presión caciones en el gradiente. Se fabrican dos tipos
inicial (Pg) y de la porosidad interparticular (e). de mezcladores, uno dinámico y otro estático.
IV) Los solventes deben estar libres de conta­ El dinámico usa una barra magnética dentro de
minantes que puedan absorber la longitud de un recipiente, donde se produce la mezcla por
onda de trabajo, por lo tanto se debe a utilizar agitación m ecánica de ambos solventes. Este
so lv e n te s de alto g rad o de p u re z a (g rad o mezclador es el más versátil, pero tiene la des­
HPLC). Por otra parte, pulsaciones de presión ventaja de un volumen muerto de 1-3 mi dentro
en el envío del solvente pueden causar flujos del sistema de bombas. El mezclador estático
discontinuos a través de la columna y detecto­ consiste en un recipiente lleno de un material
res. Estas pulsaciones de presión también pue­ inerte que simula una columna cromatográfiea
den dañar el material de empaque de la colum­ de muy baja eficiencia, produciendo bandas an­
na. V) Debido a que generalmente se trabaja chas de difusión, las que permiten la mezcla de
con gradiente de solventes y que la velocidad los solventes. En efecto, este método de mez­
de la fase móvil puede variar desde 10 |il/min clado se basa en la difusión del solvente. La

C uadro 41-15. Características generales de los sistemas de bombas

Tipo de bomlya Ventajas D esventajas

Jeringa N o produce pulsaciones en el flujo La com presión del líquido altera el flujo
U tiliza grandes volúm enes

Pistón recíproco P erm ite un rápido cam bio de solvente. F alla del sellado de los pistones. Produce pulsaciones
B ueno para elución con gradientes en el flujo
Perm ite gran rango de flujo (0,1-10 m l/m in)

D iafragm a B ajos pulsos. B ueno p ara gradientes G ran volum en m uerto. N o eficiente para gradientes rá­
continuos. Presión constante. M uy bajos pidos. Costo elevado. Presión basal de la colum na,
pulsos en el flujo. Pre.sión constairte, viscosidad d e la fase m óvil y tem peratura deben
Econótnico. Correcto rango de flujo m antenerse constantes. Lim itado sum inistro de sol­
D urable ventes. Trabaja a presiones no m ayores de 2000 psi.
Inconvenientes en eluciones con gradientes
Métodos cromatográficos de fase iíquido-sólido 897

ventaja del m ezclador estático es que puede débil, es inyectada dentro de la columna, rete­
m ezclar pequeños volúmenes, pero solventes nida por la matriz de la mism a y desplazada
altamente viscosos son pobremente mezclados. por el solvente orgánico, lo que depende de la
d -D etectores. El avance tecnológico del correcta elección de los bujf'ers y del gradiente
HPLC se vio obstaculizado por la falta de de­ aplicado, el pico obtenido deberá ser estrecho.
tectores adecuados. El detector ideal es aquel Debido a los solventes utilizados no se re co ­
que cumple los siguientes requisitos: alta sensi­ mienda este método para la separación de pro­
bilidad, estabilidad, lectura continua y respues­ teínas, cuando se desea mantener la actividad
ta universal. Es al día de hoy que aún no existe biológica de las mismas. El HPLC es un p ode­
uii detector que cumpla con todos estos requisi­ roso método analítico para péptidos y m olécu­
tos. Sin embargo, al evaluar la elección de un las pequeñas. La fase estacionaria más utilizada
determinado detector en función a las caracte­ son derivados alquilsilanos de sílice. El largo
rísticas fisicoquímicas de las sustancias que se de las cadenas sustituyentes para proteínas son
desea analizar, se deberán tener en cuenta las de un rango corto (C^ a Cg), mientras que para
siguientes propiedades generales: péptidos y pequeñas moléculas son más largas
(Cj a C,g). Para la separación de proteínas tam ­
1. Respuesta. Puede ser general, de acuerdo bién se utilizan macroporos derivados de po-
a la capacidad que tenga el detector de generar hestireno-divinilbenceno.
una señal con todo tipo de muestra o con una El material de empaque para las columnas de
en particular. cromatografía de exclusión molecular debe ser
2. Sensibilidad. Se puede definir la sensibi­ neutro e hidrofílieo para minimizar todo efecto
lidad de un detector como la relación entre la de adsorción. Un método es fabricar m atrices
señal generada y la cantidad de muestra que con alto grado de entrecruzamiento, mecánica­
produce dicha señal. E sta señal no indica la mente estables. Con este fin se han usado aga­
cantidad m ínim a detectable, puesto que ésta rosa y dextranos, pero el proceso de entrecruza­
puede estar lim itada por el ruido de base del miento generalmente introduce grupos hidrofó­
instrumento. bicos; incluso con estas m atrices no pueden
3. Ruido. Es la variación de señal que puede emplearse presiones muy elevadas (no más de
detectar el instrumento que no es debida a la 30 atm). Los macroporos de sílice a los que se
muestra; puede ser producida por fallas electró­ les une polímeros orgánicos son las m atrices
nicas, variaciones de flujo o temperatura, fluc­ más efectivas.
tuaciones en el voltaje, burbujas de aire disuel­ Las columnas más utilizadas en los diferen­
tas en el solvente, etc. Por lo tanto un detector tes métodos de HPLC y sus características más
muy sensible, pero muy ruidoso puede ser m e­ im portantes se hallan resumidas en el cuadro
nos útil que uno poco sensible, pero con un ni­ 41-16.
vel de ruido más bajo. De acuerdo al método seleccionado y por en ­
4. Linealidad. Es la relación entre la señal de la columna a utilizar, es fundamental el tipo
generada por el detector y la concentración de de solvente a emplear. Las fases móviles id ea­
la muestra. Esta relación debe ser lineal. les para HPLC son aquellas que no dañan los
5. Estabilidad. Un buen detector debe ser sistemas de bombas. No deben emplearse su s­
poco sensible a los cambio de temperatura y a tancias que puedan absorber al UV. Todos los
la variación de flujo. En la actualidad, los de­ solventes, (inclusive H^O deionizada o bidesti-
tectores más comunes son los que miden; índi­ lada), buffers, ácidos o bases para ajustar el pH,
ce de refracción, fluorescencia, espectrometría deben ser altamente purificados. Todas las so­
de masa y luz ultravioleta. Los detectores para luciones deben ser pasadas a través de filtros
luz visible-UV son los más utilizados. Los de­ de 0,45 |am para rem over toda partícula que
tectores de diodo son particularmente atracti­ pueda dañar la columna; los solventes deben
vos, ya que pueden examinar el espectro desde ser previam ente degaseados, ya que m ínim as
200 hasta 600 nm en menos de un segundo. burbujas pueden alterar severamente la línea de
base del cromatograma. La fase móvil depende
e - Columnas. La cromatografía de fase re­ de la co lu m n a seleccio n ad a. En el c u a d ro
versa es la más utilizada en HPLC. La fase m ó­ 41-16 se detallan, de acuerdo al tipo de colum ­
vil inicial (comúnmente denominado buffer A) na, las características de las fases móviles reco ­
es débil y generalmente consiste en soluciones mendadas para cada caso.
de ácidos altamente diluidos como por ejemplo
el ácido trifluoracético al 0,1 % (TEA), m ien­ 6.1.3. Características del soluto
tras que la fase móvil eluyente es un solvente que se desea analizar y/o separar
orgánico como ser metanol, 2-propanol o ace­
tonitrilo (comúnmente denominado buffer B). Antes de seleccionar un método cromatográ­
Puesto que la muestra, disuelta en la fase móvil fico por HPLC es necesario conocer las carac-
898 Métodos inmunoquímicos

C u ad ro 41-16. Características de las columnas más usadas en los diferentes métodos por
HPLC

Colum na D escripción

F a se norm al
C N - (ciano) G rado de polaridad óptim o cuando éste es el m étodo de elección
M ás polar que la CN-
O H - (diol) A itam ente polar, m enos estable
N H ,- (am ino) Económ ica, m enos conveniente
S ílice

F ase reversa y p ares de iones


C 1 8 (ü c ta d e s iliiO D S ) A lto poder de retención. L a más utilizada
C 8 (octil-) S im ilar a la C 18, m enor poder de retención
C 3 ,C 4 M enor poder de retención. C olum na de elección para péptidos y proteínas
C -I (trim etil-silil, TiVIS) M enor poder de retención, m enos estable
Fenil M oderado poder de retención
CN - M oderado poder de retención. U tilizada en fase reserva y norinal
NH2- P oder de retención débil. U tilizada para carbohidratos. M enos estable

Poliestireno E stable con fase móvil en pH 1-3

E xclusión m olecular
S ílice A dsortiva
S ílice silanizada M enos adsortiva, gran com patibilidad con los solventes utilizados
U tilizada con solventes orgánicos
O H - (diol) M enos estable, utilizada con solventes acuosos
Poiiestireno U tilizada con solventes orgánicos, incom patible con solventes polares

Intercam b io iónico
C on uniones quím icas a la m atriz M enos estable y reproducible
Poiiestireno M enos eficiente, m ás estable, más repoducible

terísticas de la muestra a analizar y/o separar. 6.1.4. Problemas que pueden surgir durante
El éxito de la separación depende de esto, y los el desarrollo del método seleccionado
puntos principales que hay que tener en cuenta
son los siguientes: 1. Problemas con la línea de base. En las
separaciones isocráticas generalmente es posi­
1. La información sobre la muestra define el ble obtener una línea de base plana sin falsos
éxito de la separación picos ni otros disturbios. En las separaciones
2. ¿La muestra necesita un tratamiento pre­ con gradientes, una línea de base plana, por
vio a la separación cromatográfica? diversas razones, es más difícil de obtener.
3. Elección del detector Por lo tanto es imperioso realizar, previa in­
4. Selección del método cromatográfico, pa­ yección de la m uestra, una “corrida blanco”
ra luego estimar las mejores condiciones de co­ para tener la seguridad de una correcta línea
rrida. de base. Los falsos picos pueden deberse a
5. Optimización de las condiciones de sepa­ impurezas que son absorbidas a la mism a lon­
ración g itud de onda de trabajo, contenidas en los
solventes. El uso de solventes de alto grado de
Por otro lado, el éxito de una separación cro­ p u re z a p u ed e m im in iz ar esto s p ro b lem as.
matográfica incluye la-respuesta de las siguien­ T am bién es común observar artefactos si se
tes preguntas: utiliza el detector a una muy alta sensibilidad
y una longitud de onda demasiado baja. Por lo
1. ¿Se desea analizar la muestra o colectarla? tanto la corrida blanco debe realizarse bajo las
2. ¿Se conocen las características de todos mismas condiciones que se utilizarán durante
los componentes de la muestra? la separación de la m uestra. Un increm ento
3. ¿Se desea resolver todos los componentes demasiado pronunciado de la línea de base a
de la muestra o uno en particular? medida que se incrementa el solvente B, pue­
4. ¿Si se desea realizar un análisis cuantita­ de deberse a una diferente absorbancia del
tivo de la muestra, qué precisión se necesita? mismo con respecto al solvente A. Por lo tan­
5. ¿Es necesario más de un procedimiento to hay que controlar que ambos solventes ten­
cromatográfico? gan la misma absorbancia.
Métodos croma tográficos de fase líquido-sólido 899

C uadro 41-17. Materiales más utilizados para la producción de la fase estacionaria quím ica­
mente unida

Tamaño
N om bre Grupo unido Soporte de partícu la (¡Im) Marca

M icropacck CH O ctadecilo Lichrosorb 10 V arian A erograph


Lichrosorb R P-18 O ctadecilo Lichrosorb 5-10 E. M erck
B ondapack C - 18 O ctadecilo [i Porasil 10 W aters
ODS-Silx-1 O ctadecilo S iix-I 15 Perkin Elm er
Zorbax ODS O ctadecilo Zorbax-Sil 6 D upont
Portasil O D S '2 O ctadecilo Portasil 10 H ew lett Packard
Lichrosorb R P -8 Octilo Lichrosorb 5-10 E. M erck
Zorbax C -8 O ctilo Zorbax-Sii 6 D upont
|i B ondapack Phenyl Fenilo (.t Porasil 10 W aters
Lichrosorb R P-2 13imetilo Lichrosorb 5-10 E. M erck
C yano Silx-I Nitrilo Silx-I 15 Perkin Ehner
H, B ondapack CN Nitrilo ¡l Porasil 10 W aters
A m ino Silx-I A m ino Silx-I 15 Perkin Elm er
B ondapack NH^ A m ino |j, Porasil 10 W aters
Bondapack carbohidrato Am ino H Porasil 10 W aters
Z orbax N H, A m ino Zorbax-Sil 6 D upont
|j, B ondapack ácido graso H idrocarburo |l Porasil 10 W aters
B ondapack C18/Corasi! O ctadecilo Corasil 37-50 W aters

2. R esolución de los picos de interés. La rísticas fisicoquím icas totalm ente diferentes,
elección de una correcta fase móvil y de un como ser;
gradiente apropiado es lo que más influye en
resolución de una muestra, teniendo en cuenta a) C om puestos iónicos, com o a m in o áci­
que la colum na a utilizar es la apropiada. El d os, sa le s in o rg á n ic a s , á c id o s o rg á n ic o s,
cuadro 41-17 muestra los materiales más utili­ etcétera.
zados para la producción de la fase estacionaria b) Compuestos de alto peso molecular, co ­
y el cuadro 41-18 m uestra la influencia del mo polím eros, hidrocarburos p o linucleares,
cainbio de algunos solventes sobre resolución productos naturales, etc.
de una muestra. c) Compuestos termolábiles y no volátiles,
como vitaminas, pesticidas, esteroides, plastifi-
6.1.5. Aplicaciones de la cromatografía cantes, drogas y una gran variedad de produc­
líquida de alta presión tos farmacéuticos.
d) Separación de péptidos provenientes del
La gran versatilidad de la cromatografía lí­ clivaje enzimático o químico de proteínas para
quida de alta presión permite purificar y carac­ ser analizada su secuencia por microsecuencia-
terizar un sinníímero de sustancias de caracte­ ción.

C u ad ro 41-18. Influencia de las características de la fa se móvil en la resolución de una


muestra

Variable Cc>mentarios

Solvente orgánico En fase reversa, un cam bio de m etanol por acetonitrilo o tetrahidrofurano
(THE), puede aum entar la resolución. Cam bios sim ilares pueden realizarse
en fase norm al, usando cloruro d e m etileno, m etil-t-butil-eter (M TB E) o ace­
tonitrilo.

pH de la fase móvil Para m uestras que contienen ácidos o bases, un cam bio en el pH puede mejorar
la resolución.

Fuerza iónica del .solvente U n cam bio en la fuerza iónica puede significar un im portante cam bio en la re­
solución de la m uestra, tanto en fase reversa com o en fase norm al o pares de
iones. Es un buen sistem a para optim izar la resolución de una corrida crom a-
tográfica.

Tem peratura L a tem peratura pu ed e variarse entre 0 y 70”C. Sin em bargo tem peraturas entre
25 y 60”C son las má.s com unes. G eneralm ente no se usan variaciones de
tem peratura para optim izar las condiciones de una corrida crom atográfiea.
900 Métodos inmunoquímicos

Debido a que los contenidos de este texto pureza por SDS-PAGE se muestran en la figu­
son fundamentalmente inmunológicos tom are­ ra 41-12.
mos como ejemplo la purificación de péptidos 3. Clivaje enzimático y purificación de los
provenientes del clivaje enzim ático del frag­ péptidos obtenidos. Una vez separado el frag­
mento Fd de una inmunoglobulina. mento Fd de la cadena liviana se procede a su
Cuando se desea conocer la secuencia de clivaje enzimático. La elección de la enzima a
aminoácidos de una inmunoglobulina es nece­ utilizar depende del conocimiento que se tiene
sario realizar previamente la separación y frag­ respecto a la com posición de am inoácidos.
mentación de ambas cadenas. El equipo auto­ C ualquiera que sea la enzim a a utilizar hay
mático de secuenciación de aminoácidos puede que tener en cuenta que debe ser de un alto
procesar y por lo tanto dar información de no grado de pureza, y se las identifica como grado
más de 40 aminoácidos, en consecuencia, es HPLC.
imprescindible trabajar con péptidos no mayo­
res a ese tamaño. En este caso se seleccionó Lisina-C (Lys-C)
Los pasos a seguir para la obtención de una Endoproteinasa, enzima que d iv a uniones Lys-
secuencia de aminoácidos de una inm unoglo­ X dejando la Lys como aminoácido C-terminal.
bulina son los siguientes; Luego de la digestión, los péptidos fueron se­
parados por pasaje a través de una columna de
1. Obtención del fragm en to Fab. Para la fase reversa C,g, usando un gradiente linear de
obtención del fragmento Fab se puede utilizar 0-66% de acetonitrilo en TFA 0.1%. En la fi­
la digestión con tripsina y luego separación de gura 41-12A se muestra el perfil de separación.
los fragm entos obtenidos m ediante crom ato­ La composición de aminoácidos de cada uno
grafía de exclusión molecular. de los picos reveló que el pico K6 contenía un
2. A islam iento de la cadena L y el fr a g ­ péptido de gran tamaño y con alto contenido de
mento Fd. El fragmento Fab es parcialmente asparagina (Asn), por lo tanto se digirió nueva­
reducido con ditiotreitol 10 mM en un buffer mente. La figura 41-12B muestra el pico K6 di­
de 10 mM de Tris-HCl pH 8,2. Luego de 1 ho­ gerido con Asn-N, endoproteinasa que d iv a
ra a temperatura ambiente se procede a la al- uniones X-Asn y corrido en las mismas condi­
quilación con ácido iodoacético a una concen­ ciones que en el caso anterior.
tración de 22 mM con el añadido de •'^C ácido
iodoacético como trazador. La muestra es de­ 6.2. FPLC® (Fast Protein, Peptide
salada mediante el pasaje por una columna de and Polynucleotid Liquid Chromatography)
Sephadex G-25, estabilizada previam ente en
ácido acético IM . El material obtenido final­ El FPLC (desarrollado p osteriorm ente al
m ente se liofiliza. Luego se disuelve en tri­ HPLC) es un sistema de purificación de alta re­
fluoracético (TFA) 0,1% y se inyecta a una co­ solución compatible con sustancias biológicas.
lum na de HPLC de fase reversa C18, usando Este sistema desarrollado por Pharmacia traba­
un gradiente discontinuo de acetonitrilo en ja a presiones inferiores (10-20 atmósferas) a
TFA 0.1%. El perfil de elución de la cadena li­ las utilizadas en los sistemas de HPLC lo que
v ia n a y del frag m en to Fd y el c o n tro l de perm ite optim izar las condiciones de trabajo

F ig . 4 1 - 1 2 A . S e p a r a c ió n p o r
H PLC de la cadena liviana y dei
fragm ento Fd de u na inm unoglo­
b u lin a . L a c a d e n a liv ia n a y el
fragm ento Fd fueron separados a
partir del fragm ento F ab p arcial­
m ente reducido, p o r pasaje a tra­
vés de u n a co lu m n a de fase re ­
versa Cjg, usando un gradiente de
elu ció n disco n tin u o , (— ) % d e
bu ffer B. L a figura interior repre­
senta el SD S-PA G E de los picos
o b te n id o s , c o m p a ra d o s c o n el
Fab y los estándares de peso m o ­
lecular (M ). (Tom ado d e Leoni y
col. T h e prim ary structure o f the
F ab fragm ent o f a protein K A U ,
a m onoclonal im m unoglobulin M
co id a g g lu tin in . J. B io l. C h e m
T ie m p o (m in.)
266: 2836-2842, 1991).
Métodos cromatográficos de fase líquido-sólido 901

Tiempo (min)

F ig . 41-12B . S eparación por H PL C d e los péptidos d el fragm ento F d Kiego d e la d igestión con Endoproteinasa L y s-C .
Los péptidos fueron separados usando una colum na C |j de fase reversa, con gradiente linear de 0-66% de acetonltrilo en
0.1% de T F A .( — ) gradiente de buffer B; * péptidos radiactivos; la figura interior m uestra la separación de los p ép tid o s
resultantes del clivaje del péptido K5, po r acción de la Endoproteinasa A sn-N , utilizando las m ism as condiciones. (T o m a ­
do de Leoni y col. The priraary structureof the Fab fragm ent o f a protein K A U , a m onoclonal im m unoglobulin M coid ag-
glutinin, J. B iol. C hem 266; 2836-2842, 1991).

para mantener la actividad biológica e integri­ trabajo en estos sistemas permite utilizar m ate­
dad estructural de las biomoléeulas. riales más resistentes a la corrosión como c o ­
Este sistem a puede ser aplicado a técnicas lumnas de vidrio o tubuladuras plásticas, a di­
erom atográficas convencionales como la cro­ ferencia de los accesorios generalmente de ace­
matografía de intercambio iónico, la filtración ro, necesarios para las presiones a la que se d e ­
por geles, la cromatografía de afinidad y el cro­ be trabajar en sistemas de HPLC. Estos siste­
matoenfocado y a técnicas que fueron desarro­ mas son compatibles con buffers salinos y to ­
lladas a partir de estos sistemas como la croma­ dos los materiales en contacto con el eluyente
tografía por interacción hidrofóbica y en fase son totalmente resistentes a la corrosión por sa­
reversa. les, alto o bajo pH y a un amplio espectro de
Los sistem as de FPLC fueron diseñados y solventes orgánicos. Esto es debido a que los
desarrollados específicamente para la separa­ extractos biológicos son invariablem ente d i­
ción de moléculas biológicas y presentan algu­ sueltos en este tipo de soluciones para preser­
nas ventajas con las técnicas eromatográficas var su actividad biológica y estructura.
tradicionales y de alta perform ance (HPLC).
Algunas de esas ventajas son; 6.2.1. Matrices utilizadas en FPLC
• Alta recuperación de la actividad biológica Los sistemas de alta resolución emplean re ­
• Compatibilidad con buffers salinos y solven­ sinas con partículas de diámetro muy pequeño
tes orgánicos (3-15 |im ) lo que sumado a la baja difusión y la
“ Alta velocidad, alta resolución, alta capacidad presión empleada le permite obtener cromato-
• Escala analítica y preparativa. gramas con alto poder resolutivo.
La m ay o ría de las m atrices u tilizadas en
En la figura 41-13 puede verse un equipo de FPLC son a base de agarosa como la Sepharosa
FPLC fabricado por Pharmacia. La presión de o la Superosa. La utilización de estas resinas es
902 Métodos inmunoquímicos

d l‘* E — *fc.»
(7 ),

F ig . 41-13. Equipo de F P L C ” (Pliíirmacia): (1) graficador, (2) colector de fracciones, (3) colum nas, (4) m ezclador, (5) d e­
tector U .V., ( 6) bom bas, (7) program ador.

posible debido a que la presión de trabajo del te en escala preparativa, como la Q-Sepharosa
sistem a no es excesivam ente alta como para y la S-Sepharosa usadas en crom atografía de
que se produzca un apelmazamiento de la ma­ intercambio iónico y la P-Sepharosa usada en
triz. No ocurre lo mismo con los sistemas de cromatoenfocado. Esto representa una ventaja
HPLC donde las presiones usadas son mucho con los sistemas de HPLC donde las columnas
mayores por lo que se requerirán matrices más se adquieren únicam ente preempaquetadas lo
resistentes a base de sílice. que eleva los costos con respecto a las colum­
Las Monobeads son partículas de polímeros nas armadas en el laboratorio.
hidrofílicos monodispersos para cromatografía En la cromatografía de exclusión molecular
de alta velocidad y alta resolución. La estructu­ se utilizan columnas con matrices de Supero­
ra de estas resinas permite cromatografías alta­ sa. Se debe tener en cuenta que los sistemas de
mente resolutivas a bajas presiones debido a FPLC no han resultado de gran utilidad en este
que la gran uniformidad en su tamaño facilita tipo de cromatografía dado que no se ha obser­
el empaquetamiento del gel. La empresa Phar­ vado un aum ento considerable en la reso lu ­
macia ofrece en el comercio columnas preem- ción, principalm ente para m oléculas de alto
paquetadas para uso analítico como la Mono Q peso molecular como las proteínas. Esto hace
(intercam biador aniónico fuerte, con aminas que la cromatografía convencional, en el caso
cuaternarias como grupo funcional), M ono S de filtración por geles sea, en general, de elec­
(intercam biador catiónico fuerte, con grupos ción.
sulfónicos). M ono P (usada en crom atoenfo- La cromatografía en fase reversa no es tan
que, con aminas terciarias y cuaternarias como utihzada en estos sistemas como en HPLC. D e­
grupos funcionales) y la aliiyl- o phenyl-Supe- bido a la naturaleza de los solventes, esta técni­
rosa (usada en la cromatografía por interacción ca cromatográfiea es aplicada a proteínas cuan­
hiodrofóbica). do la pérdida de su actividad biológica no es
También pueden obtenerse en el comercio importante. Los geles usados en FPLC son el
resinas derivadas de la agarosa utilizadas para ProRPC en el caso de proteínas y el Pep RPC
el empaquetamiento de columnas, generalmen­ para péptidos de menor tamaño.
Métodos cromatográficos de fase líquido-sólido

6.2.2. Aplicaciones del FPLC nas, etc.; así mismo, es im portante el lavado
periódico de las columnas para lograr una m a­
Este sistema se utiliza principalmente para la yor vida útil de la misma.
purificación de biomoléculas en donde el man­ La figura 41-14 m uestra el perfil crom ato-
tenimiento de la actividad biológica de la m is­ gráfico de purificación de un AcMo de isotipo
ma es muy importante (enzimas, inmunoglobu­ IgGj a partir de una muestra de líquido ascítico
linas, etc). (LAT) previamente precipitada con S0 4 (NFI^)2
La p u rific a c ió n de A cM o co n stitu y e un al 50% de saturación, utilizando una colum na
ejemplo claro de la aplicación de esta metodo­ Mono Q.
logía. Una de las técnicas cromatográficas más En muchos de los LAT analizados se obser­
utilizadas en los sistemas de FPLC para la puri­ va que no toda la transferrina eluye de acuerdo
ficación de AcMo es la cromatografía de inter­ a su pl, probablemente debido a que la transfe­
cambio iónico la que, en general, ofrece una rrina eluye formando un complejo con la inm u­
separación rápida y de alta calidad. Es difícil noglobulina. Para disminuir la formación de es­
recomendar un procedimiento general de puri­ tos complejos, la precipitación salina se realiza
ficación, pues los AcMo poseen distintos pun­ durante 2 horas en frío y no durante una noche,
tos isoeléctricos, aun aquellos de una m ism a como es realizada comúnmente; de esta form a
subclase de inmunoglobulina. es posible ehminar gran cantidad de albúmina
La cromatografía de intercambio aniónico se y una cantidad apreciable de transferrina del
utiliza frecuentemente, particularmente en los LAT en estudio.
casos en que la muestra consiste en líquido as-
cítíco (LAT). La estrategia general consiste en 7. E V A LU A C IÓ N D E LO S P E R F IL E S
aprovechar la diferencia entre el punto isoeléc­ CROMATOGRÁFICOS: RESOLUCIÓN
trico (pl) de los AcMo (generalmente entre 6.0
y 8.5) y el pl de los principales contaminantes El resultado de una separación cromatográfi­
del LAT como la albúmina y la transferrina (pl ca es a menudo expresado como la resolución,
= 4.7-5.0). De esta manera, el AcMo es reteni­ es decir, la separación entre los picos de in te­
do débilmente mientras que los contaminantes rés. La resolución (Rs) es determinada a partir
son fuertem ente retenidos. El gradiente em ­ del cromatograma como se muestra en la figura
pleado para la elución se elegirá de manera tal 41-15.
que el AcMo eluya libre de contaminantes en La resolución entre dos picos se define m ate­
primer lugar. máticamente como la relación entre la distancia
La utilización de colum nas de alta resolu­ entre los picos máximos (V^-Vj) y el promedio
ción para cromatografías de intercambio anió­ d el a n c h o de la b a se de lo s dos p ic o s
nico {Mono Q) requiere una preparación de la {'W^+'W^/2). Los volúm enes de elución y los
muestra muy rigurosa, eliminando toda partícu­ anchos de los picos deben ser medidos con las
la por filtración y rem oviendo contaminantes mismas unidades para así obtener un valor de
que pudieran coagular como lípidos, lipoproteí- resolución adimensional.

- 100

0.2 -
IgG,
h

F ig . 4 1 - 1 4 . P e r f il d e
i A / Albúminá %B
T ran sferrina
e lu c ió n d e un A cM o ,/ A /
m urino del isotipo IgG I ,
por crom atografía de in ­
te rc a m b io a n ió n ico , de
u n a c o lu m n a M o n o Q
H R /5 5 ( P iia r m a c ia ) ,
B u ffer A: T ris /C IH 20
niM , pH 8,5; B u ffer B: 20 ; 46
buffer A + N aC l !M , p ll
8 ,5 . M u e s tr a ; 100 |il Tiempo{min)
L A T + 100 Lil de buffer
A. Flujo: 1 ml/m in.
904 Métodos inmunoquímicos

F ig . 41-15. D ete rm in a­
c ió n d e la R e s o lu c ió n
(Rs) entre dos picos.

V,-V,
■(W^ + W j / 2

Volumen

w.

Rs es lina verdadera medida de la eficiencia eficiencia, lo que llevará a una mayor resolu­
de una separación crom atográfica y es usada ción.
para determinar si es necesaria una mejor opti­ Por otra parte la eficiencia depende también
m ización del proceso. Si Rs = 1,0, se asume del flujo de la columna. En la cromatografía de
que el pico presenta aproximadamente un 98% exclusión molecular, un flujo muy lento hará
de pureza lo que surge a partir de la integración que las moléculas tengan más tiempo para di­
de las correspondientes áreas. De la misma for­ fundir dentro de la columna lo que producirá
ma, si Rs = 1,5 la pureza será del 100% (fig. una disminución de la eficiencia. Por otra par­
41-16). te, un flujo muy alto no permitirá que las molé­
Matemáticamente Rs es proporcional al pro­ culas entren en las partículas del gel, lo que
ducto de selectividad (a), eficiencia (N) y ca­ disminuirá la eficiencia. Luego existe un flujo
pacidad (k’) de la columna cromatográfica (1). óptimo donde la eficiencia será máxima.
Experimentalmente, la eficiencia se calcula a
(a - 1) k’ partir del cromatograma según la ecuación (2):
R s = 1/4 --------- (VÑ) ( 1)
(1 + k ’)
( 2)
La selectividad define la capacidad del mé­
todo crom atográfico de distinguir dos picos donde es el ancho del pico a la mitad de su
(distancia entre picos) mientras que la eficien­ altura.
cia está relacionada con el ancho y el área de La capacidad es una constante que está rela­
los picos, lo que se debe al fenómeno de difu­ cionada con el poder de retención de la matriz
sión dentro de la columna (fig. 41-17). cromatográfica. Una matriz con un alto factor
Del análisis de la ecuación (1) podemos de­ de capacidad hará que los componentes sean
ducir que una buena selectividad es más impor­ altamente retrasados. En la crom atografía de
tante que una alta eficiencia. exclusión molecular todos los picos aparecen
Teóricamente, la eficiencia se expresa como: entre el V„ el V„-i-Vj, luego la capacidad de este
método cromatográfico es baja. En cambio en
N = L/HEPT las técnicas adsortivas los picos pueden apare­
cer más allá del V^+Vj siendo la capacidad de
definiendo HEPT como la altura equivalente de estos métodos mayor.
un plato teórico, y L como el largo de la co­ Este factor no debe ser confundido con la
lumna. “capacidad de siembra” de la columna la cual
La altura de un plato teórico depende del ta­ es expresada como mg de muestra/ml de resina
maño de las partículas de gel. Cuanto menor en el caso de las técnicas adsortivas o en volu­
sea el tamaño de ésta, menor será la altura de men de muestra/ml de resina en el caso de téc­
un plato teórico y de esta forma será mayor la nicas no adsortivas.
Métodos cromatográficos de fase líquido-sólido 905

Buena selectividaci

- Aita eficiencia

■e
o
-— Baja eíiciencia

Volumen
2%B 2%A

Mala sslectlvldad

.... - Alta ef'ciencis

R„= 1.5

-Baja eficiencia

-1 0 0 % A -1 0 0 % r Volumen
Volumen

F ig . 41-16. R esultados de separaciones crom atográficas F ig. 41-17. Efecto de la selectividad y eficiencia en la r e ­
con diferentes resoluciones. solución.

B IB L IO G R A F ÍA 4. A ntibodies. A Laboratory M anual. E d H arlow y D av id


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Eleetroforesis en gel de poliacrilamida;
isoelectroenfocado; inmunotransferencia
(“immunoblotting”)

RICARDO MARGNI
EMILIO L. MALCHIODI
MÓNICA G. CHIARAMONTE 42
ELECTROFORESIS EN GEL dicales libres a partir del persulfato, lo que en
DE POLIACRILAMIDA definitiva inicia la polimerización. En este me­
canismo interviene la base libre TEMED, por
Es un método analítico de alto poder resolu­ lo que la acidificación retarda la polim eriza­
tivo que com bina la m igración en un campo ción. Cuando se usa riboflavina, para que la
eléctrico y el tamizado molecular a través de polimerización se inicie se requiere luz; ésta,
un gel de corrida. origina radicales libres al fotodescomponer la
El poro del gel desempeña un papel funda­ riboflavina.
mental. En algunos geles, como los de agarosa, El oxígeno inhibe la polimerización; ello ha­
los poros son suficientem ente grandes como ce que los reactivos a emplear deban ser pre­
para no retener a la mayoría de las moléculas viamente desgasificados.
proteicas que migran, por lo que aquí la separa­ El tamaño del poro del gel decrece a medida
ción dependerá fundamentalmente de la carga que la concentración de acrilam ida total au­
neta de éstas. Además, dado que se trata de un menta. Para una determinada concentración de
producto natural, sus poros no son hom ogé­ acrilamida monomérica, el tamaño del poro de­
neos. En el caso de los geles de poliacrilamida penderá del entrecruzamiento producido.
pueden conseguirse poros de diferentes diáme­ Experimental mente, la eleetroforesis en gel
tros según las condiciones de la polim eriza­ de poliacrilamida puede efectuarse en tubos o
ción; como consecuencia, para un gel de deter­ en placas. En el primer caso se utiliza un ciUn-
minado poro, el tamaño molecular y la carga dro de gel para cada muestra a analizar mien­
neta serán los factores determinantes de la se­ tras que cuando se emplean placas, pueden co­
paración de las moléculas de una mezcla. rrerse en form a sim ultánea, en una sola de
Los geles de poliacrilam ida resultan de la ellas, varias muestras. Este procedimiento re­
polimerización en largas cadenas de la acrila- sulta útil para separar proteínas de una mezcla,
mida monomérica (CH^ = CH— CO— NH^) y las que pueden ser aisladas por simple cortado
de su entrecruzam iento por interm edio de la del gel y posterior elución. Si bien las cantida­
N,N-metilenbisacrilaÍTiida (CH, = CH — CO— des recuperadas son pequeñas, muchas veces
NH — CH^ ^ NH — CO ™ CH = CH^), co­ son suficientes para el análisis de algunas de
rrientemente designada bisacrilamida. El poro sus propiedades o para usarlas como inmunó-
del gel formado dependerá de las concentracio­ genos.
nes relativas de ambos reactivos durante la po­ La eleetroforesis en geles de poliacrilamida
limerización. puede desarrollarse también usando soluciones
La polimerización de la acrilamida necesita buffer que contienen sustancias disociantes, en
de un iniciador del proceso. Los más común­ especial detergentes iónicos. Una de las más
mente usados son el persulfato de amonio y la usadas es el dodecilsulfato de sodio (SDS). Las
riboflavina. Se añade, además, como acelera­ proteínas a analizar son hervidas a 100°C en
dor, N ,N ,N ’,N ’-tetram etiletilendiam ina (TE­ presencia de un exceso de SDS y 2-mercaptoe-
MED). En el sistema persulfato de amonio-TE- tanol. En esas condiciones el tiol rom pe los
MED, este último cataliza la formación de ra­ puentes disu lfu ro que pudieran e x istir y el
Electroforesis en gel de poliacrilamida 907

agente desnaturalizante hace que la proteína se mo ella es inversamente proporcional al campo


desdoble en sus polipéptidos constitutivos, los de fuerza, esta zona genera un gradiente de vol­
que fijan SDS en una relación constante (1,4 g taje mayor que acelera la migración hacia ella
de SDS por g de polipéptido). A causa de ello de la glicina, la que se aproxim a a los iones
la carga intrínseca del péptido se hace insignifi­ cloruro, creándose un estado de uniformidad en
cante ante el exceso de carga negativa del SDS; el que los productos de movilidad y gradiente
como consecuencia, la carga de todas las molé­ de pH de ambos iones es igual. Éstos se m u e­
culas será prácticamente idéntica. Su desplaza­ ven ahora a la misma velocidad, con un estre­
miento en un campo eléctrico, en el que el so­ cho límite de separación entre ellos. M ientras
porte de corrida es un gel de determinada poro­ se desplazan a través de la muestra y del gel de
sidad, dependerá exclusivamente de su tamaño stacking, un gradiente de bajo voltaje se mueve
molecular. Este método, conocido como elec­ antes que ellos y otro de alto voltaje, después.
troforesis en gel de pohacrilamida en presencia Cualquier proteína que se mueva por delante de
de SDS o SDS-PAGE, permite, por compara­ la banda iónica es rápidamente atrapada ya que
ción con sustancias de peso molecular conoci­ su movilidad es menor a la de los iones cloru­
do que han sido corridas simultáneamente, de­ ro, pero mayor que la de la glicina. Como co n ­
terminar el peso molecular relativo de los pro­ secuencia es concentrada en una delgada ban­
ductos en análisis. Se lo utiliza en forma rutina­ da. Las diferentes proteínas se irán apilando
ria con tal finalidad, y para ello sólo son nece­ unas sobre otras en una banda delgada por d e­
sarias ínfimas cantidades de muestra. trás de los iones cloruro y por delante de la g li­
La electroforesis en gel de poliacrilam ida cina, acumulándose finalmente en el límite del
puede desarrollarse usando sistem as b u ffer gel de resolución. En ese momento, al aum en­
continuos o discontinuos. En el primer caso, tar el pH (gel de resolución: pH 8,8) la glicina
los iones que constituyen el buffer durante todo incrementa su disociación y su movilidad efec­
el recorrido de la muestra (gel, reservorios) son tiva sobrepasa a la proteína y migra junto a los
los mismos y el pH es constante. En algunas si­ iones cloruro. Al mismo tiempo, al disminuir el
tuaciones sólo puede variar la concentración tamaño del poro del gel, las moléculas protei­
iónica en los vasos de contención o reservorios. cas se m ovilizarán en una zona uniforme de
Cuando se usan estos sistemas, las muestras a gradiente de voltaje y pH pero con un despla­
analizar se siembran directamente en el gel de zamiento regulado por sus respectivas cargas y
resolución. En los sistem as discontinuos, el tamaños moleculares, lo que hace posible la se­
buffer de los geles y el de los reservorios de los paración de diferentes especies m oleculares
electrodos son diferentes. Normalmente los pH dentro de una m ezcla. En el caso del SD S-
de ambas soluciones buffer son también distin­ PAGE, la carga neta de las diferentes m olécu­
tos. I^as muestras a analizar se siembran en un las es prácticamente la misma por lo que la se­
gel de poro grueso (gel de paso rápido, apila- paración será sólo por tamaño molecular.
miento o stacking) en buffer Tris-HCl, pH 6,8, Existen otros sistemas de electroforesis en
al que se ha hecho polimerizar por sobre el gel ausencia de SDS. En este caso, el sistema está
de corrida (pH 8,8). El buffer del recipiente diseñado de tal forma que se mantienen la co n ­
que contiene el cátodo es Tris-ghcina pH 8,3. formación nativa de las proteínas, las interac­
E llo perm ite que volúm enes apreciables de ciones entre sus subunidades y su actividad
muestras diluidas de proteínas puedan ser ana­ biológica. La separación de las proteínas en e s­
lizadas, ya que al ser sembrados en un gel de tado nativo ocurre de acuerdo al tamaño y la
este tipo en el que los iones y el pH de los buf­ carga intrínseca. Uno de los inconvenientes ra ­
fer son diferentes, las moléculas se desplazarán dica en que la determinación del peso m olecu­
a través del gel y se concentrarán en una zona lar sólo es válida si los patrones de peso m ole­
estrecha, en el límite correspondiente al gel de cular usados tienen la misma conformación, el
corrida, previo a su separación en éste. mismo grado de hidratación y el mismo volu­
Al pH del gel de apilamiento, o stacking, y men parcial específico, con lo que este sistema
de la m uestra (pH 6,8), la glicina que forma no será el de elección si se quiere determinar el
parte del buffer del reservorio catódico está peso molecular de una proteína en particular.
muy poco disociada ya que éste es próximo a La resolución de una m ezcla de proteínas
su pKa, por lo que su movilidad en el campo que puede lograrse utilizando geles de pohacri­
eléctrico será reducida. Los iones cloruro, en lamida puede ser mejorada por varios factores:
cambio, a ese pH tendrán una movilidad mayor el uso de pequeñas cantidades de muestra, el
dado su grado de disociación y la movilidad de uso de sistemas de buffers discontinuos y la re ­
las proteínas ocupará una posición intermedia. moción de altas concentraciones de iones de las
Cuando se aplique un voltaje los iones cloruro muestras.
migrarán alejándose de la ghcina, dejando tras La separación está influida por el pH del gel
de ellos una zona de menor conductividad. C o­ (solo en el caso de electroforesis de proteínas
908 Métodos inmunoquímicos

nativas) y por la concentración del gel. Esta de etanol hirviendo; filtrar en caliente y recris­
concentración debe ser tal que no se produzca talizar a 4“C. Separar los cristales por filtra­
una total exclusión del gel o que las proteínas ción, lavar con etanol y secar.
migren con el frente de corrida.
En el caso de una m ezcla heterogénea de 2. Soluciones de reserva
proteínas la concentración elegida del gel de
resolución será aquella que produzca un ade­ a) Acrilamida-bi.mcrilam.ida (30:0,8).
cuado perfil de todos los componentes de inte­ Acrilamida ............................................ 30 g
rés. B isacrilam ida........................................ 0,8 g
Es importante destacar que la relación entre Agua destilada c s p ...............................100 mi
el log,Q del peso molecular y la movilidad rela­
tiva de las proteínas es lineal en un rango limi­ Disolver, filtrar y conservar en frasco oscuro a
tado de peso molecular. Como regla general 4°C.
para SDS-PAGE la relación se mantiene en los b) TEMED. Conservar a 4°C.
siguientes rangos: 15% acrilamida para 12-45 c) Persulfato de amonio al 1,5%. Conviene
kD; 10% acrilamida para 15-70; 5% acrilami­ preparar pequeños volúm enes (10 mi) en el
da, 60-200 kD. momento de usar.
Una alternativa para el análisis inicial de una d) SDS al 10%. Se prepara una solución al
mezcla de proteínas por SDS-PAGE es utilizar 10% en agua (P/V). Conservada a 4°C es esta­
geles de resolución en gradiente, en los cuales ble varias semanas. No conviene preparar gran­
la concentración de acrilamida aumenta, con la des volúm enes. C om o a bajas tem peraturas
disminución consecuente del tamaño de poro, cristaliza, es necesario calentar a 37°C antes de
en la dirección de la migración eléctrica. Esto su uso.
permite, por un lado, el fraccionamiento en un e) B u ffe r p a ra g el de apilam iento, p o ro
rango de peso molecular más amplio del que se grueso o stacidng. Tris-HCl 0,5 M, pH 6,8.
logra con una concentración uniforme y, ade­ Disolver 6 g de Tris en 40 mi de agua desti­
más, el empleo de un gradiente en el tamaño lada y llevar a pFI 6,8 con HCl 1 N (+48 mi).
del poro provoca una mayor agudeza y defini­ Completar a 100 mi con agua, filtrar y conser­
ción de las bandas durante la migración. Los var a 4“C.
gradientes lineales más comúnmente utilizados f) Buffer para gel de resolución. Tris-HCl 3
para un anáhsis inicial por SDS-PAGE son de M, pH 8,8
5-20% o 6-18%. Disolver 36,6 g de Tris en 48 mi de HCl 1 N.
Ajustar pH y llevar a 100 mi con agua destila­
da. Filtrar y conservar a 4°C.
PARTE EXPERIMENTAL (para el método g) Buffer para los reservorios. Tris 0,25 M-
discontinuo desarrollado a pH alto) ghcina 1,92 M, pH 8,3.
Disolver 3,03 g de Tris y 14,4 g de glicina
R eactivos en 60 mi de agua destilada. Ajustar a pH si fue­
ra necesario. Completar a 100 mi, m ezclar y
1. Purificación de drogas conservar a 4“C. Si el buffer va a ser usado en
SDS-PAGE, añadirle 1% de SDS.
Las drogas comerciales acrilamida, bisacrila­ h) Geles de poro grueso para apilam.iento
mida y dodecilsulfato de sodio (SDS) pueden (stacking) y de resolución. El gel de poro grue­
ser repurificadas antes de su uso, si fuera nece­ so es el mismo en todos los casos. El gel de re­
sario. solución puede tener diferentes concentracio­
nes de acrilamida-bisacrilamida, lo que signifi­
a) Acrilamida. Disolver 70 g de acrilamida ca geles de poros diferentes, en el cuadro 42-1
en 1 litro de cloroformo calentado a 50°C. Fil­ están indicadas las cantidades de los diferentes
trar en caliente y recristalizar a -2 0 “C. Separar reactivos a mezclar para lograr los geles desea­
los cristales por filtración al vacío en Buchner, dos.
lavar con cloroformo frío y secar al vacío. i) Solución fijadora. A gua-m etanol-ácido
Nota: cuando se trabaje con las manos acri­ acético (5:5:2).
lam ida o bisacrilamida, deben usarse guantes j) S o lu c ió n c o lo ra n te. C o o m assie B lue
descartables pues son neurotóxicas. La acrila­ R250 al 0,1%, disuelto en solución fijadora.
mida polimerizada no es tóxica. k) Solución decolorante. Resulta útil la si­
b) Bisacrilamida. Disolver 10 g en 1 litro de guiente mezcla:
acetona calentada a 50“C, filtrar en caliente y
recristalizar a — 20°C. filtrar y lavar con aceto­ Isopropanol............................................. 12,5 mi
na fría; secar al vacío. Ácido acético .......................................... 10 mi
c) SDS. Disolver 200 g de SDS en 3 litros Agua destilada c s p ................................. 100 mi
Eleetroforesis en gel de poliacrilamida 909

C u ad ro 42-1. Mililitros de reactivos de reserva necesarios para preparar el gel de apilamiento


(stacldng) diferentes geles de resolución

G eles de resolución
Gel de (concentración fin a l en % de acrilam ida)
apilam iento
Solución de reserva (stacking) 20 17,5 15 12,5 10 7,5

A crilam ida-bisacril am ida (30:0,8) 2,5 20,0 17,5 15,0 12,5 10,0 7,5 5,0
B uffer para gel de apilam iento
(stacking) 5.0
B uffer para gel de resolución 3.75 3,75 3.75 3,75 3,75 3,75
P ersulfato de am onio al 1,5% 1.0 1,5 1,5 1,5 1,5 1,5 1,5 1,5
A gua destilada 11,5 4.75 7,25 9.75 _ 12,25 . 14,75 17,25 19,75
TE M E D 0,015 0,015 0,015 0,015 0,015 0,015 0,015 0 ,0 1 5

V olum en final (mi) 20 30 30 30 30 30 30 30

C u an d o se d ese e h a c e r S D S -P A G E , añ a d ir a los com ponentes in d ic a d o s 0 ,2 m i d e S D S al i 0% ai gel d e a p ilam ien to (sta kin g ) y 0,3 m ] a lo s
g eles de re so lu c ió n , los que serán desc o n ta d o s d el volum en d e ag u a a añ a d ir in d icad o e n el cuadro.
C om o co n se cu en c ia de las d ilu cio n es, las co n c entraciones fin ale s do las diferen tes so lu cio n es b u ffer s erán las siguientes: a) en el gel d e a p i-
laraiento: T iis-H C l 0 ,125 ]VI, p H 6,8; b ) en el gel d e resolución: T ris -H C l 0,375 JVI, pH 8,8. La solución d e re serv a del b u ffe r d e los re s e rv o -
rios se dilu y e 1:10 e n agua d estilad a para su uso, p o r lo que la co n c e n tra c ió n d u ra n te la co rrid a será T ris 0,025 M , g licin a 0 ,1 9 2 M, pH 8,3

3. Preparación de la muestra para La cantidad de muestra a sembrar es im por­


SDS-PAGE tante, dado que un exceso puede llevar a una
distorsión de las bandas de esa calle y de las
La muestra debe ser procesada previamente calles adyacentes en el caso de geles en placa,
a su análisis, para lo cual será mezclada con un mientras que una cantidad en defecto puede lle­
volumen igual de Tris-HCl 0,125 M, pH 6,8, var a que componentes en pequeñas cantidades
conteniendo 4% de SDS, .10% de 2-mercaptoe- no puedan ser detectados. Por lo tanto es co n ­
tanol, 20% de sacarosa y 0,002% de azul de veniente probar varias concentraciones de la
bromofenol. Inmediatamente después se la c a ­ muestra a anaUzar para determinar cuál es la
lienta en baño de agua hirviente por 3 minutos correcta. En general en el caso de una m ezcla
para desnaturalizar los componentes proteicos compleja 50-100 |Tg es suficiente para un buen
de la muestra y se la deja enfriar a temperatura análisis. Respecto al volum en sembrado, d e ­
ambiente antes de usar. penderá del sistema empleado; en un sistem a
Como no siempre se hace tratamiento de la continuo es deseable un volumen tan pequeño
muestra con 2-mercaptoetanol, es recomenda­ como sea posible para una mejor resolución.
ble proceder de la siguiente manera. Disolver En cambio en el caso de sistemas discontinuos,
0,1512 g de Tris en 4 mi de agua destilada y el em pleo de un gel de apilam iento (gel de
llevar a pH 6,8 con HCl 1 N. Añadir 0,4 g de stacking) hace que nos independicemos del v o ­
SDS, disolver, añadir 2 g de sacarosa, disolver lumen, excepto por la capacidad de la calle.
y completar a 9 mi. Añadirle 0,1 mi de una so­ Previo a la aplicación en el gel es importante
lución de 2 mg de azul de bromofenol disueltos eliminar por centrifugación, cualquier material
en 1 mi de agua destilada. Conservar a 4°C. Si insoluble, de lo contrario podría producirse una
se desea incorporar el agente reducción 2-mer­ especie de “chorreado” durante la corrida elec-
captoetanol, se añaden 50 jal de éste a 0,5 mi de troforética.
muestra a analizar, mezclados con igual volu­
men de la solución buffer indicada. En caso 4. Eleetroforesis
contrario se elimina el 2-mercaptoetanol y la
solución b u ffer se m ezcla con un volum en La eleetroforesis en gel de poliacrilamida y
igual de la muestra a analizar. En ambos casos, la SDS-PAGE pueden desarrollarse en peque­
previo a la siembra, la mezcla es hervida por 3 ños cilindros o en placas. En las figuras 42-1;
m inutos y enfriada luego a tem peratura am ­ 42-2; 42-3; 42-4; 42-5 y 42-6 pueden observar­
biente. se las características correspondientes a lo s
Si la corrida en SDS-PAGE va a ser desarro­ equipos usados en ambos casos y resultados
llada junto con patrones de comparación de pe­ obtenidos en las corridas.
sos moleculares conocidos con el objeto de de­
terminar los PM relativos de las muestras en /. Eleetroforesis en tubos cilindricos. G ene­
análisis, aquéllos deben ser previamente proce­ ralmente los equipos tienen capacidad para 8
sados de la misma manera que lo fueron éstas. tubos cilindricos de 80 mm de alto y 5 mm de
910 Métodos inmunoquímicos

F ig . 4 2 - 1 . E sq u e m a .s d e
e le c tr o f o r e s is en g e le s d e
p o li a c r i la m i d a , A . a y b ,
cubas de corrida, con buffer;
c, e le c tr o d o s d e p la tin o o
carbón; d, tubos de corrida.
B, repre.sentación esquem á­
tica d e electroforesis en gel
de p o liacrilam id a en placa.
1. Gel de poliacrilam ida pa­
ra el ap ilad o o s ta ck in g de
las p roteínas de la m uestra.
2, G el de resolución. 3 y 4.
R e se rv o rio s q u e co n tien en
las soluciones buffer. 5 y 6 .
Electrodos.

diámetro interno. Para conseguir después de las sólo al fin a liz a r la o p e ra c ió n se añ ad e el


.corridas electroforéticas un buen desprendi­ TEMED el cual se incorpora por agitación sua­
miento del gel, los cilindros de vidrio deben ser ve. El gel así preparado está en condiciones de
previam ente siliconados. Para ello, preparar ser usado.
una solución de silicona en isopropanol-tolue- Para el llenado de los tubos de vidrio con los
no (10:90) con la que se llenan los tubos previa geles, obturar su extremo inferior y mantener­
obturación de uno de sus extremos usando pa- los en posición vertical. Para tubos de 80 mm
rafilm o cualquier dispositivo adecuado. Dejar de alto introducir gel de resolución hasta 65
en contacto unos minutos, volcar la solución, mm de altura, utilizando pipeta Pasteur y evi­
desobturar los tubos y ponerlos en estufa a tando inclusión de burbujas de aire. Para evitar
50°C para eliminar los restos de solventes. la formación de menisco cubrir el gel con agua,
El volumen de gel de poro grueso y de reso­ con cuidado, sin mezclar. Dejar gelificar a tem-
lución a preparar depende del número de tubos.
Establecida la cantidad mezclar todos los reac­
tivos indicados en el cuadro 42-1, excepto el
TEMED. Desairear por aspiración con vacío, y

F ig . 42-2. Fotografía del equipo usado p ara electroforesis F ig. 42-3. Fotografía de una corrida electroforética en gel
en gel de p oliacrilam ida en tubo. de poliacrilam ida en tubo.
Electroforesis en gel de poliacrilamida 911

F ig . 42 -4. A , esq u em a del equipo


p ara electroforesis en gel de p o lia­
crilam ida en placa; B y B ’, vidrios
usados para el arm ado de las placas
de gel de poliacrilam ida; C y C ’, se­
paradores de acrílico para los bordes - 12,8 cm-
la terales e in fe rio r; D , p e in e p ara
elaborar las cam aritas de siem bra, y
E , sujetadores metálicos.

-19cm -
1 cm

-18cm -
11,5 cm

0,5 cm 0,7 cm

á fc - " 1 8 5 c m ^ ^ ^ ^ 5

peratura am biente evitando vibraciones, que ánodo: reservorio inferior). La intensidad de


pueden alterar la calidad de los poros. Si la co­ corriente debe ser de 4 mA por tubo durante el
rrida electroforética no se realiza el mismo día, empaquetamiento de las proteínas en el gel de
conservar los tubos en cámara húmeda. apilamiento o stacking y de 6 mA cuando se
Producida la gelificación, volcar el agua por desplazan en el gel de resolución. La corrida se
inversión y añadir una capa de 5-10 mm de es­ da por fin alizad a cuando el colorante lib re
pesor de gel de poro grueso; cubrir con agua y (azul de bromofenol), que en las condiciones
dejar gelificar como en el paso anterior. Inm e­ de la corrida se desplaza por delante de las p ro ­
diatamente después se arma el equipo y se co­ teínas, llega al extremo inferior del tubo. Para
nectan los tubos con el gel. las condiciones especificadas, el tiempo de co ­
La cantidad de muestra a sembrar puede os­ rrida es ele 2-2,5 horas.
cilar entre ÍO-100 |J,1, dependiendo ello de la Se desarm a el aparato y se procede a d es­
concentración de los diferentes componentes prender el gel contenido en los cilindros de v i­
presentes. Entre 1 y 10 |ig pueden ser bien de­ drio. Ello se consigue con un mandril adecua­
tectados, considerándose 100 |ig en total, una do, operando debajo del agua en un recipiente
cantidad aceptable cuando se trata de una m ez­ apropiado, para evitar que el gel se rompa. El
cla compleja. Efectuada la siembra, se comple­ desprendimiento se ve facilitado si los tubos de
ta el llenado de los tubos con buffer del reser- vidrio fueron previamente siliconados. Los ci­
vorio (solución de reserva diluida 1:10 en agua lindros de gel se transfieren a tubos de 120x10
destilada). Ambos reservorios, el superior y el mm con solución fijadora, la que luego de 30
inferior, en los que se hacen penetrar los extre­ minutos es sustituida por solución colorante.
mos inferiores de los tubos, son llenados con el Después de 8-10 horas de tinción se procede a
buffer correspondiente (diluido 1:10). Inmedia­ decolorar para eliminar el colorante no retenido
tamente después se conectan los electrodos a la por los componentes de la muestra analizada.
fuente de poder (cátodo: reservorio superior, y Se efectúan varios recambios del decolorante.
912 Métodos inmunoquímicos

En el comercio existen equipos especiales


que permiten cuantificar por densitometría los
diferentes componentes sometidos a análisis.
Dada su mayor laboriosidad, actualmente el
uso de la eleetroforesis en tubos cilindricos está
restringido a los fines preparativos, cuando se
desea aislar y recuperar del gel algunas de las
proteínas sometidas a la separación electroforé-
tica, ya sea por elución con agua destilada o
por eíectroelución. Los geles cilindricos tienen
capacidad para sembrar mayores voMmenes de
muestras, por lo cual son mejores para estos fi­
nes.
La eleetroforesis empleando geles cilindri­
cos es actualmente más utilizada en las técnicas
de eleetroforesis en 2 dimensiones, donde la
mezcla de proteínas se separa en una primera
dimensión segiín sus pL en un gel cilindrico
(en general un tubo capilar), el cual se adosa
luego a un gel en placa para realizar otra sepa­
ración electroforética en una segunda dimen-
F ig . 42-5. Fotografía del equipo usado para eleetroforesis
en gel de acrilam ida en placa.

II. Eectroforesis en placas. Los elementos


dándose por finalizada la operación cuando se necesarios para esta clase de eleetroforesis
observen las bandas proteicas bien teñidas, li­ son:
bres de colorante de fondo.
a) Geles y soluciones buffer: los indicados
para eleetroforesis en tubos.
b) Placas de vidrio: su formato depende del
aparato. Las utilizadas normalmente son de 20
cm X 1 5 cm. Una de ellas posee una escotadu­
ra, que le permite al gel ponerse en contacto
con el buffer del reservorio superior. Para deta­
lles véanse figuras 42-15, 42-4 y 42-5.
e) Separadores: pequeñas láminas de acríli-
co de 1 cm de ancho y de largo tal que permi­
tan cubrir el perím etro correspondiente a las
"Í-. partes laterales e inferior de las placas. El espe­
m m sor de los separadores (1-1,8 mm) será el que
determinará el espesor del gel.
d) Sembrador: para construir en el gel de
poro grueso o apilamiento las pequeñas fosas
que habrán de contener las muestras a sembrar,
se utiliza el dispositivo en forma de peine indi­
cado en la figura 42-4.
e) Sujetadores metálicos: son indispensables
para mantener unidas las placas de vidrio que
conforman la cámara plana que contiene el gel
y para el mantenim iento de éste en contacto
con los reservorios catódicos y anódico.
f) Reservorios: existen diferentes modelos.
El de las figuras 42-4 y 42-5, es usado en nues­
tros laboratorios y está construido en placas de
acrílico de 4 mm de espesor.

Armado del equipo y corrida electroforética.


C olocar sobre una superficie lisa y nivelada
F ig . 42-6. Fotografía de corridas electroforéticas en placas
correspondientes a Usados de diferentes especies de E nte­
una de las placas de vidrio, haciendo deslizar
robacterias. por los bordes laterales e inferior una banda fi-
Electroforesis en gel de poliacrilamida 913

kD kD

116-----
97,4----- 116-
97,4^
6 6 ----

4 5 -----

2 9 ----- «a 45-

m 29-

IJ C l! r b c d e f

Fig. 42-7. Sepai-ación por SD S-PA G E de distintos estadios de Trypanosom a cruzi. A . G el de resolución al 10% de acrila-
m ida-bisacrilam ida. a. Patrones de peso m olecular; b. tripom astigotes m etacíclicos; c. am astigotes; d . tripom astigotes sa n ­
guíneos; e. epim astigotes. B. G el de resolución al 7,5% de acrilam ida-bisacrilam ida. a. Patrones de peso m olecular; b -f.
tripom astigotes obtenidos luego de diferentes días de cultivo. La tinción se realizó con C oom assie B lue R2,‘)0. A la iz­
quierda se indica la m asa m olecular relativa en kD de los patrones de peso m olecular.

liforme de agar (2,5% en agua) fundido en ba­ der. Para una placa de 15 cm x 15 cm x 1,8
ño de agua liirviente. Apoyar sobre ella los se­ mm se aplica una corriente de 32 mA cuando la
paradores de modo de formar un marco con el muestra se desplaza en el gel de poro grueso o
borde inferior y los laterales. Distribuir agar apilamiento, y de 45 mA cuando lo hace en el
sobre los separadores, de manera igual a la des­ gel de resolución.
crita, apoyando inm ediatam ente la otra placa Como en el caso de la electroforesis en tu ­
de vidrio, presionando y fijando con los sujeta­ bos, la posición del colorante en la placa será la
dores metálicos. que indicará cuándo la corrida se dará por con­
Gelificado el agar, probar, mediante llenado cluida. Finalizada ésta desarmar el equipo, reti­
con agua, que la cámara formada no tiene pér­ rar la placa de gel y, colocándola en una cuba
didas. Escurrir el agua y llenar con gel de reso­ de vidrio adecuada, proceder a la fijación, la
lución hasta una altura de 15 cm. Cubrir con coloración y la decoloración, de igual m anera
agua y dejar gelificar. Producida la gelifica- que la indicada en electroforesis en tubos.
ción, volcar el agua y cubrir con gel de poro Una de las ventajas más importantes de los
grueso o apilam iento, introduciendo en él el geles en placa es que varias muestras, incluidos
sembrador, de modo que al gelificar se formen los marcadores de PM, pueden ser corridos en
las pequeñas camaritas de siembra. Dejar geli­ las mismas condiciones en un solo gel y por lo
ficar, retirar el sembrador y el separador corres­ tanto los patrones de bandas son directamente
pondiente a la parte inferior de las placas, de comparables, hecho que no se cumple en el ca­
modo que cuando sean introducidas en el reser­ so del sistema que utiliza geles cilindricos, ya
vorio correspondiente, el gel pueda ponerse en que mínimas diferencias en la eficiencia de po­
contacto con el buffer de corrida. A rm ar el limerización, largo del gel y diámetro hace que
equipo haciendo que la placa que presenta la los geles cilindricos, aun de las mismas m ues­
escotadura se conecte con el reservorio supe­ tras, raram ente sean idénticos (figs. 4 2 -6 y
rior. Conviene colocar entre ambos una junta 42-7). Existen otras ventajas adicionales com o
de goma o plástico para asegurar un buen con­ por ejemplo: el uso de geles en placas perm ite
tacto y al presionar evitar pérdidas de buffer. una mejor disipación del calor, disminuyendo
Introducir la parte inferior de la placa en el re­ la distorsión de las bandas, la forma de los g e­
servorio anódico y fijar adecuadamente. les hace más fácil la densitometría y fotografía
Introducir las diferentes muestras en cada y pueden secarse para guardarse o para hacer
una de las camaritas de siembra, completando autorradiografía.
su llenado con buffer para los reservorios (so­ A ctualmente varias firmas comerciales han
lución de reserva diluida 1:10 en agua destila­ diseñado aparatos que permiten desarrollar la
da). Llenar los reservorios con el mismo buffer electroforesis en geles de p oliacrilam ida en
y conectar los electrodos con la fuente de po­ placas de dim ensiones más pequeñas. E sto s
914 Métodos inmunoquímicos

nuevos sistemas de “mini-geles” perm iten un aumentar la sensibilidad se recomienda que los
análisis más rápido de muestras de proteínas o primeros 5 min el gel se exponga a una luz in­
ácidos nucleicos y que pueden ser desarrolla­ tensa y uniforme).
dos en la mitad o el tercio del tiempo empleado 6. Enjuagar rápidam ente 2 veces con una
en los sistemas convencionales, manteniéndose solución desarrolladora conteniendo 0,28 M de
una resolución comparable. Estos nuevos siste­ carbonato de sodio y 0,5 ml/1 de formol y luego
mas están diseñados de manera tal que pueden dejar incubando en esta solución hasta que las
realizarse al mismo tiempo dos geles en placas, bandas adquieran una tonalidad marrón amari­
analizándose hasta 30 muestras diferentes. llenta. La tinción de fondo aum enta con el
En cuanto a las dimensiones de las placas de tiempo, por lo que la operación debe interrum­
vidrio, depende de la marca comercial pero en pirse en el m om ento adecuado, m ediante el
general tienen apro x im ad am en te 8,3 cm x agregado de 1% AcH.
10,2 cm con un tamaño de gel de 7 cm x 8 cm. Los volúmenes a utilizar de todas estas solu­
Por lo tanto, el volumen de reactivos para un ciones dependerá del tamaño del gel, para el
gel de este tamaño es considerablemente me­ caso de geles de 7 cm x 9 cm, serán suficientes
nor, con la consiguiente reducción en los costos 100-150 mi de cada una de las soluciones para
de cada corrida. De acuerdo al espesor del gel, cubrirlo perfectamente.
que se ajusta según los separadores utilizados Nota: Se debe trabajar con guantes descarta-
(de 0,5 mm a 1,5 mm), los volúmenes pueden ir bles para evitar impregnaciones exógenas del
desde 2,8 a 8,4 mi. La cantidad de muestra a gel. Los recipientes a usar deben estar bien lim ­
sembrar también será menor (desde 5 a 50 ^il), pios y enjuagados con agua destilada.
dependiendo de la concentración disponible. B) Tinción con reactivo de Sciiiff-ácido p e ­
riódico (PAS). Algunas glucoproteínás con alto
Coloración por Coomassie Blue contenido en hidratos de carbono no fijan ade­
cuadamente el Coomassie Blue. En estos casos,
Este colorante permite detectar de 0,2 a 0,5 0 cuando interese establecer la presencia de
|j.g de cualquier proteína en una banda fina. Da­ glucoproteínás, puede realizarse una reacción
do que el colorante está preparado en una solu­ de PAS. El método usado en nuestros laborato­
ción conteniendo ácido acético, la fijación de rios es el que sigue.
las proteínas y su coloración ocurren en el mis­
mo momento. 1. Las proteínas separadas en el gel de polia-
crilamina son fijadas por inmersión en solución
Coloraciones alternativas de etanol al 40% y ácido acético al 5% en agua
destilada, durante 18 horas, efectuando cam ­
a) Tincióñ'areéntica. bios periódicos de la solución.
La coloración\on Coomassie Blue no es su­ 2. Transferir a una solución de ácido periódi­
ficientemente sen^ble para detectar proteínas co al 0,7% durante 2-3 horas.
en trazas o bajas doncentraciones. Como alter­ 3. Tratar con solución de m etabisulfito de
nativa la coloración con plata permite la detec­ sodio al 0,2% en ácido acético al 5%, durante
ció n de p ro te ín a s en el ra n g o de lo s ng 2-3 horas, con un recambio luego de los prime­
(2-10 ng). ros 30 minutos.
La técnica descrita por Merril y col., emplea­ ' 4. Incubar con reactivo de Schiff 12 a 18 ho­
da en nuestro laboratorio es la siguiente: ras y guardar los geles a 4”C, en el mismo reac­
tivo y en la oscuridad.
1. Colocar el gel en un recipiente contenien­ Se recom ienda registrar los resultados por
do una solución al 50% de metano! y 12% de fotografiado, inm ediatamente después de ter­
ácido acético por un tiempo mínimo de 20 mi­ minada la coloración.
nutos para la fijación de las proteínas (puede 5. Se puede intensificar el color por transfe­
dejarse toda la noche). rencia a una solución de metabisulfito de pota­
2. El exceso de SDS del gel es removido por sio al 0,2% en ácido acético al 5%. Después de
3 lavados de 10 min cada uno, con agitación, 2 horas de permanencia de los geles en la solu­
con una solución al 10% de etanol y 5% de áci­ ción, la coloración de las bandas se hace más
do acético. intensa.
3. A g re g a r u n a so lu c ió n d e 0 ,0 0 3 4 M
KjCrO^ y 0,0032 N ácido nítrico e incubar du­ Preparación del reactivo de Schiff. Disolver
rante 5 min. 2,5 g de fucsina básica en 200 mi de agua des­
4.Realizar 4 lavados con H^O destilada, de tilada caliente; enfriar y agregar 50 mi de HCl
30 seg cada uno, con agitación. 1 N y 4,25 g de metabisulfito de sodio, comple­
. 5. Agregar una solución de 0,012 M de ni­ tando 500 mi con agua. Agitar hasta la decolo­
trato de plata e incubar durante 30 min (para ración.
Eleetroforesis en gel de poliacrilamida 915

D e t e r m in a c ió n d e p e s o s m o l e c u l a r e s
R E L A T IV O S M E D IA N T E E L E C T R O F O R E S IS
EN G E L D E P O L IA C R IL A M ID A E N P L A C A

Si se corren en diferentes calles de una m is­


ma placa péptidos de pesos moleculares cono­
cidos que previamente fueron hervidos 3 m inu­
tos en presencia de SDS y 2-mercaptoetanol y
sustancias cuyo PM se desconoce, previamente
sometidas al mismo tratamiento, es posible co­
nocer los pesos moleculares relativos (M r) de
esas sustancias o las de sus péptidos constituti­
vos. Ello puede hacerse determinando la m ovi­
lidad relativa de la proteína que interesa m i­
diéndola con referencia a una proteína estándar
o a un colorante trazador. Generalmente se ha­
ce respecto del colorante marcador que norm al­
mente se incorpora al gel.
D istancia m igrada por la p ro teín a
M ovilidad
relativa (Rf)
D istancia m igrada por el co lo ran te

Si se determina el R f de diferentes péptidos


de PM conocido, con los datos obtenidos es po­
sible graficar log PM versus Rf. Conociendo el
Rf de una sustancia en análisis, puede calcular­
se su PM relativo o M r por interpolación en la
curva (fig. 42-8).
Las sustancias de referencia más usadas fi­
guran en el cuadro 42-2.
F ig. 42-8. D eterm inación de pesos m oleculares relativos
(M r) por eleetroforesis en gel de acrilam ida en placas. C a­
lles: a, patrones de pesos m oleculares conocidos; b. IgG ; c,
albúm ina; d , IgG reducida y alquilada (cadenas H y L); e, C u ad ro 4-2. Pesos moleculares de p olipépti­
suero hum ano norm al.
dos estándar

P e so
m o lec u la r
Poner en contacto con carbón activado pre­ Polipépüdo (líD)
viamente lavado con ácido clorhídrico y agua.
Cadena pesada de m ioslna (m úsculo de conejo) 212
Eliminar el carbón por centrifugación, ya que Subunidad P de ARN polim erasa (E. colí) 155
el uso de papel de filtro (por ser celulosa) colo­ p-galactosidada (E. colí) 130
rea la solución. Filtrar por lana de vidrio, de­ F oslórilasa a (m úsculo de conejo) 92
biendo quedar el filtrado incoloro. Seroalbúm ina bovina 68
C atalasa (hígado de bovino) 57,5
Conservar a 4°C en frascos oscuros. Piruvatoquinasa (m úsculo de conejo) 5 7 ,2
G lutam atodehidrogenasa (hígado bovino) 53
Secado de los geles F um arasa (hígado de cerdo) 4 8 ,5
O voalbúm ina 43
Enolasa (m úsculo de conejo) 42
Luego de la corrida electroforética los geles 41
A lcoholdeshidrogenasa (hígado de caballo)
pueden conservarse por tiem po indefinido a A ldolasa (m úsculo de conejo) 40
través del secado de los mismos. Este procedi­ Subunidad de ARN polim erasa (£. coli) 39
miento es posible con geles de un espesor no L actatodeshidrogenasa (corazón de cerdo) 36
mayor a 1,5 mm. Pepsina 35,5
A nhidrasa carbónica 29
Existen aparatos diseñados para tal fin, de Q uim otripsinógeno A 2 5 ,7
forma tal que se aplica calor al gel y al mismo T ripsina 24
tiempo vacío, para evitar la rotura irreversible Inhibidor d e tripsina (soybeun) 2 0 ,!
IVIioglobina (corazón de caballo) 16,95
del mismo. Para evitar que el gel reduzca su ta­ a-lactoalbúm in a (leche bovina) 14,4
maño, éste se coloca sobre un papel de filtro y Lisozim a (clara de huevo) 14,3
sobre el gel un papel de celofán. Dependiendo C itocrom o c 11,7
el espesor del gel este procedimiento puede lle­
var aproximadamente de 2 a 4 horas. N ota; to d o s los p roductos ind.icados p u ed e n adquirirse c o in c rc ia l-
m enlc.
916 Métodos inmunoquímicos

Para calcular PM conviene hacer dos corri­ Diferentes sustancias han sido experimenta­
das en geles de diferente porosidad. En ambos das como anfolitos. Aminoácidos, polipéptidos
casos los resultados deben ser eoincidentes. sintéticos y proteínas hidrolizadas no han dado
En el mercado existen mezclas de proteínas, resultados aceptables. Pharmacia ha consegui­
ya listas para usar, de masa molecular relativa do elaborar mezclas d e productos que funcio­
conocida, en un rango de alto o bajo peso mo­ nan muy bien con esa finalidad y que abarcan
lecular, eligiéndose la más conveniente, lo que diferentes rangos de pH. Se los conoce comer­
depende de la concentración de gel de resolu­ cialmente con el nombre de Pharmalyte y se
ción que vaya a utilizarse y de las proteínas de obtienen por copohmerización de aminas selec­
interés analizadas. Se encuentran disponibles cionadas con epiclorhidrina. El producto se ca­
también marcadores preteñidos, lo cual permite racteriza por no contener zonas de reducido po­
ir evaluando la corrida electroforética a medida der buffer o pobre conductividad, hecho obser­
que va ocurriendo. Hay tam bién otro tipo de vado en otros anfolitos.
mezclas denominadas “rainbow ” (arco iris) o Si bien las proteínas y los anfolitos son sus­
caleidoscopio, donde los marcadores constituti­ tancias anfotéricas, las primeras, por su mayor
vos están preteñidos con diferentes colores ca­ tamaño, tienen un coeficiente de difusión me­
da uno, lo que permite una identificación rápi­ nor. Además, la capacidad buffer de las proteí­
da de los mismos, evitándose malas interpreta­ nas, por unidad de peso, es menor. Esto signifi­
ciones de las bandas obtenidas. ca que, si ambos productos están presentes en
cantidades similares, el gradiente de pH será
determinado por el anfolito, prácticamente sin
ISO E L E C T R O E N FO C A D O modificaciones debidas a la acción buffer de la
proteína. Como consecuencia de sus mayores
El isoelectroenfocado es una técnica de se­ coeficientes de difusión y zonas de sobreposi-
paración por electroforesis muy usada en el ción, resulta prácticam ente imposible separar
análisis de proteínas, la que es desarrollada en dos anfolitos con pl próximos, cosa que se lo­
un gradiente de pH establecido entre dos elec­ gra con proteínas.
trodos y estabilizado por anfolitos transporta­ Inicialmente el isoelectroenfocado se desa­
dores. Mediante esta técnica las proteínas mi- rrolló en medio líquido en gradiente de sacaro­
gran hasta alinearse en la zona del gradiente de sa. Actualmente se prefieren los medios gelifi-
pH correspondiente a su punto isoeléctrico (pl). cados como la agarosa o el gel de poliaerilami-
Aquí la proteína no posee carga neta y la mi­ da, siendo éste el de preferencia.
gración cesa. Es una técnica de alto poder reso­ Para ensayos analíticos los geles de agarosa
lutivo; pueden separarse componentes que di­ y de poliacrilam ida en bajas concentraciones
fieren en 0,001 unidades de pH. (3%), son buenas matrices para realizar el isoe-
Los anfolitos usados para isoelectroenfocado lectroenfoque, dado que no constituyen un me­
deben ser sustancias con una gran capacidad dio tamizador, por lo tanto el tamaño molecular
buffer. Ello significa que estas sustancias son de las proteínas no será un factor determinante
las que deben establecer las características del de la movilidad al someterse a un campo eléc­
pH de un gradiente, aun en presencia de altas trico. La agarosa tiene la ventaja de tener poros
concentraciones de sustancias que se compor­ grandes pero también la desventaja de que pue­
tan como anfolitos, como lo son las proteínas. de tener grados variados de cargas negativas
Cuando un anfolito se halla a un pH superior residuales de grupos sulfatos. Por esa razón, los
al de su pl, está cargado negativamente, y su geles de poliacrilamida son los geles de elec­
carga será positiva en caso contrario. En un ción.
campo eléctrico con pH variable migrará hasta Las muestras de proteínas para isoelectroen-
la zona correspondiente a su punto isoeléctrico, foque deben estar libres de material insoluble y
donde se concentrará. Para que una sustancia de sales, por lo tanto, previo a su aplicación las
funcione como un buen anfolito debe poseer muestras deben desalificarse, dializarse contra
cierta capacidad buffer en su pl. Para ello, sus agua destilada, o contra una solución al 2% de
pKj y pKj deben estar lo más próximos posible anfolitos o al I % de glicina.
y pl-pK no deben diferir en más de 0,5 unida­
des. Debe formar, además, un pequeño plateau
de pH alrededor de su máxima concentración. PARTE EXPERIMENTAL
Si se dispone de una mezcla de anfolitos con pl
próximos que responden a esas características, El isoelectroenfoque con poliacrilamida co­
se originará un gradiente de pH. mo gel puede hacerse en cilindros o placas. A
Las proteínas, por ser anfotéricas, migrarán continuación se describe la metodología y los
y se focalizarán de la misma manera, alineán­ m ateriales necesarios para realizar iso elec­
dose en sus correspondientes pl. troenfoque en “mini-geles”.
Electroforesis en gel de poliacrilamida 917

Con este sistema el gel se pone en contacto C u ad ro 42-4. Soluciones de electrólitos reco­
(en form a invertida) directam ente sobre los mendadas para usar con Pharmalyte cuando el
electrodos de grafito conectados directamente electroenfocado se hace en geles en placas
al ánodo y al cátodo. El gel tiene un tamaño de
125 X 65 X 0,4 mm Pharm alyte
Intervalo Solución Solución
a) Reactivos de p H ánodo (+ ) cátodo {—)
1. Solución de reserva de poliacrilamida. 2 ,5 - 5 H jS O .O .l M L,-histidina 0,2 M
24,25% P/V acrilamida 0 N aO H 0,1 M
0,75% P/V bisacrilamida 4 - 6,5 Á cido glutám ico (DL) L -histidina 0 ,2 M
Esta solución puede almacenarse a 4°C y a 0,04 M
5 -8 A cido glutám ico (DI^) N aO H 1 M
resguardo de la luz durante 1 mes. 0,04 M
2. Riboflavina 0,1% P/V. 6 ,5 - 9 H EPES* NaOH 1 M
3. Persulfato de amonio 10% P/V (preparar 0,25 M
en el momento) 8 - 10,5 H EPES* NaOH 1 M
0,25 M
4. Glicerol 25% P/V. 3 - 10 A cido aspártico (I5L) NaOH 1 M
5. TEMED 0,04 M

Á cido N -2 h id ro x iclil p ip era /,in a -N ’-2-ctanesulf()nico,


Se prepara la solución de po liacrilam ida
conteniendo los anfolitos de la siguiente forma.

HjO destilada ........................................... 5,5 mi catalizador de la reacción. Como el gel es de


Sol. reserva de poliacrilamida .............. 2,0 mi 0,4 mm de espesor se arma sobre una m em bra­
Glicerol ..................................................... 2,0 mi na especial denominada “Gel Bond”.
Anfolitos (40% en H^O destilada)......... 0,5 mi La aplicación de las muestras es más conve­
niente utilizando sem bradores especiales que
Esta mezcla se desairea durante 5 minutos y permiten sembrar cantidades de 0,5 a 2 |a,l; se
luego se agrega la solución iniciadora conte­ deja difundir durante 5 minutos y el gel se co ­
niendo: loca directamente sobre los electrodos en fo r­
ma invertida.
Persulfato de amonio (10% P /V ) ........... 70 |iJ b) Soluciones buffer para los reservorios. En
Riboflavina (0,1% P /V ) .......................... 50 |al el cuadro 42-3 están indicadas las soluciones
TEMED ..................................................... 5 |J,1 anódicas y catódicas a usar cuando el isoelec-
troenfocado se hace en tubos cilindricos. En el
Luego esta mezcla se coloca rápidamente en cuadro 42-4 están indicadas las soluciones a
el aparato diseñado para el ensamblado del gel usar cuando la electroforesis se hace en placas
y se irradia con una fuente de luz fluorescente de 1 mm de espesor.
durante 45 minutos para permitir la polimeriza­ c) C ondiciones de corrida. El enfoque se
ción dado que en este caso la luz actúa como realiza a voltaje constante que se va aumentan­
do en forma gradual. Se comienza con 15 m i­
nutos a 100 voltios, luego se aumenta a 200
C uadro 42-3. Soluciones de electrólitos reco­ voltios por 15 minutos y finalmente se aumenta
mendadas para usar con Pharmalyte cuando el a 450 voltios durante 60 minutos adicionales.
electroenfocado se realiza en geles cilindricos Finalizada la corrida se desarma el equipo,
se seca el gel (adherido al “Gel Bond”) a 37°C
Pharm alyte
y luego se colorea en la forma indicada p ara
Intervalo Solución Solución SDS-PAGE.
de p H ánodo (+) cátodo f - j

2,5 - 5 A cido am inoacético HEPES*


0,01 M
IN M U N O TR A N SFER EN C IA
0,01 M
4 ^ 6,5 A cido glutám ico (DL) H istidina (Im m unoblotting)
0,01 M 0,01 iVI
5 -8 A cido glutám ico (DL) Etanolam ina La transferencia de componentes separados
0,01 M 0,01 M por electroforesis en un medio soporte gelifica-
6,5 - 9 H EPES* Etanolam ina
0,01 M 0,01 M do, como la agarosa, a otro en el que los p ro ­
8 - 10,5 HEPES* Etilendiam ina ductos transferidos pudieran dar una unión fir­
0,01 M 0,01 M me con el soporte, como lo son las membranas
3 - 10 A cido im idoacético Etilendiam ina
0,01 M
de nitrato de celulosa, fue descrita inicialmente
0,01 M
por Southern para híbridos de ARN-ADN. En
Á cido N -2 h id ro x iclil p ip e ra z in a -N ’-2-etanesulfónico. este caso la transferencia se hace por sim ple
918 Métodos inmunoquímicos

contacto del gel de agarosa, en el que se ha rea­ toallas de papel absorbente, así, el buffer atra­
lizado la separación electro fo rética, con la viesa la membrana hacia las toallas de papel.
membrana de nitrato de celulosa. Los produc­ Estos métodos de difusión son más eficientes
tos fijados a ella se identifican por tinción di­ con geles de agarosa, que tienen poros grandes
recta. y no está limitado el movimiento de moléculas
Poco tiempo después fue descrita, para sus­ grandes. Con este procedimiento una transfe­
tancias antigénicas, una técnica similar a la an­ rencia eficiente se realiza en tiempos de 90 min
terior en la que los componentes de una mezcla a 2 horas, aunque puede dejarse toda la noche
son separados por SDS-PAGE, y la transferen­ sin inconvenientes.
cia a las membranas de nitrato de celulosa tiene Los geles de poliacrilamida, tanto en condi­
lugar mediante el paso de corriente eléctrica, a ciones nativas como disociantes, tienen poros
pH alto. Como consecuencia, las m oléculas más pequeños, lo c]ue limita el movimiento de
proteicas se movilizan y contactan con la mem­ moléculas más grandes, por lo tanto la transfe­
brana de nitrato de celulosa, donde se fijan. Las rencia por capilaridad no es eficiente. La trans­
moléculas antigénicas transferidas son identifi­ ferencia del gel a la membrana en este último
cadas por interacción con anticuerpos específi­ caso se lleva a cabo mediante el paso de co­
cos. Los complejos Ac-Ag formados pueden rriente eléctrica.
ser identificados desarrollando sobre el com ­ En cuanto a las membranas empleadas hay
p le jo fo rm ad o u na re a c c ió n c o lo re a d a de de varios tipos aunque la de nitrocelulosa es la
ELISA (fig. 42-9). La identificación de antíge­ más utihzada. El mecanismo de unión a la ni­
nos en la forma descrita ha sido denominada trocelulosa es debido fundamentalmente a inte­
inm unotransferencia o immunoblotting segtin racciones del tipo hidrofóbico. Las membranas
la literatura inglesa. de nitrocelulosa de un tamaño de poro de 0,45
Un método para la transferencia por difusión |0.m es la más empleada para la mayoría de los
consiste en crear un flujo de solvente desde el propósitos, aunque polipéptidos de bajo PM
gel a través de la membrana por capilaridad. pueden pasar sin unirse, lo que puede ser solu­
Esto se logra poniendo la membrana sobre el cionado con m em branas de 0,1 |im de poro.
gel y sobre ésta papel de filtro y una pila de Una desventaja de la nitrocelulosa es su baja
capacidad de unión, cerca de 80 |ag/cm^.
Hay otro tipo de m em branas disponibles,
como las catiónicas de nylon (por ej,, Z eta
kD Probe'^, Bio-Rad), que son más resistentes y
no se rompen al secarse, lo que ocurre con la
n itro celu lo sa. E stas m em branas tien en una
mayor capacidad de unión de proteínas (hasta
500 ¡Jg/cm^), aunque esto es dependiente de la
concentración. Sin embargo, esta alta capaci­
131 dad de unión se vuelve una desventaja ya que
-1 2 5 estas m em b ran as tien d en a un ir p ro te ín a s
— 116 inespecíficamente, lo que resulta en altas se­
\ 1 1 ñales de fondo, aun luego del bloqueo con
proteínas inertes.
En cuanto a los buffers para la transferencia,
el más utihzado contiene 25 mM tris, 192 mM
ghcina, pH = 8,3. El agregado de metanol pre­
viene el hinchamiento del gel durante la trans­
ferencia y aumenta la unión de las proteínas a
la membrana, aunque reduce la eficiencia de
51 elución de las proteínas del gel.
1— 45
43 Si las moléculas transferidas van a ser identi­
b f ficadas con un antisuero, un anticuerpo mono­
clonal o alguna otra sonda es importante blo­
F ig . 42-9. Reactividad por “im m unoblotting” de sueros de quear los sitios libres de la membrana para evi­
pacientes chagásicos y leishm aniásicos frente a epim asti- tar uniones inespecíficas de estas sondas. Los
g o tes de T ry panosom a cruzi sep arad o s p or S D S -P A G E
con geles de resolución al 7,5% de acrilam ida-bisacrilam i-
bloqueantes utilizados dependen del tipo de
da. [a-cj. Sueros de pacientes leishm aniásicos; d-g. Sueros membrana y de la sensibilidad del sistema em­
de pacientes chagásicos. En este caso se em pleó un conju­ pleado. Es importante recordar que estos blo­
gado antí-y globulina hum ana-peroxidasa y H , 02 -4 -Cl, 1- queantes no deben tener reactividad cruzada
naftol com o sustrato/crom ógeno. A la derecha se indica la
m asa relativa (en kD ) de los antígenos característicos reco ­
con ninguno de los reactivos utilizados en las
nocidos por los pacientes chagásicos. etapas posteriores.
Electroforesis en gel de poliacrilamida 919

En general puede emplearse cualquier tipo método, además, es aproximadamente 3 veces


de proteína o mezcla de proteínas que resulten más sensible que el uso de sustancias eromogé-
inertes en el sistema. Por ser barata y accesible, nicas, y combina la rapidez y seguridad de los
la leche descremada es muy utilizada, además sistemas enzimáticos con la sensibilidad de los
se obtienen bajas señales de fondo. Una con­ radioisótopos.
centración adecuada sería de 0,5%. Se ha com ­ Para evaluar la transferencia a la membrana
probado que concentraciones mayores (1-3%) es aconsejable hacer una tinción no específica
pueden producir un mayor despegado de las de las proteínas luego de la transferencia. Los
proteínas unidas a la membrana. Los detergen­ colorantes que pueden em plearse son: negro
tes no-iónicos pueden también utilizarse como amido, fast green, Coomassie Blue. Todos es­
bloqueantes, pero su mayor desventaja consiste tos colorantes son irreversibles y la membrana
en que producen una considerable pérdida de no puede utilizarse para identificar a las m olé­
proteínas y las señales de fondo tienden a ser culas adsorbidas a ella con reactivos específi­
más altas. En el caso de utilizar membranas ca- cos. En cambio el colorante Ponceau S tiene la
tiónicas (p. ej., Zeta Probe'^) dada su mayor ca­ propiedad de teñir en forma reversible, por lo
pacidad de unión, se necesitan condiciones más tanto, puede utilizarse para ver la eficiencia de
estrictas para el bloqueo, con concentraciones la transferencia y realizarse luego la reacción
más altas del bloqueante y tiempos y tempera­ inmunoenzimática, dado que durante la incuba­
tura de incubación mayores. ción con la solución de b

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