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Síntesis

“Los Retos de México en la región Asia –


Pacifico: perspectiva en el siglo XXI”,
K. Ramírez, F. Lugo, J. Orozco.

Ricardo Salinas Zambrano


Mstra. Marianna Berrelleza
Grupo LNI 461
Comercio Internacional
México es catalogado como un país emergente y con un alto potencial no desarrollado, categorizándose
generalmente como una potencia media, que ha mostrado a través del accionar de sus diferentes
instituciones, que existe un real interés en generar y profundizar políticas de Estado, económicas y
comerciales, con el exterior.

No obstante, se discuten sus verdaderas gestiones en pro de una apertura como tal, esto principalmente
dado por el grueso del volumen del comercio y la inversión, que se realiza sólo con unos cuantos países,
minimizando sus beneficios. (K. Ramírez, F. Lugo, J. Orozco, 2015), como se muestra en la figura 1.

Figura 1.-

Fuente: The Observatory of Economic Complex, OEC.

Es por ello que se hace pertinente una revisión a las principales estrategias que México debiese alcanzar
para un acercamiento eficaz con un número mayor de regiones en el mundo, ampliando su espectro de
acción a nivel global.

El caso de la región Asia – Pacífico, una zona muy interesante desde el prisma del comercio internacional,
hace necesaria una revisión de lo hecho por México hasta ahora en materia de relaciones económicas a
nivel regional, ya que del correcto análisis y planes de acción que puedan derivar, el país podría utilizarlo
como herramientas para verse beneficiado en desarrollo y competitividad.
Para entender el contexto en el que se dan las relaciones de México y la región de Asia – Pacífico,
debemos entender qué es una región y si esta zona puede ser o no considerada una región, en base a
aspectos políticos, económicos, sociales y culturales. (K. Ramírez, F. Lugo, J. Orozco, 2015).

Según los autores de “Los Retos de México en la Región Asia Pacífico: Perspectivas en el Siglo XX1”, K.
Ramírez, F. Lugo, J. Orozco, se entenderá a la región como “algo más que un territorio o zona geográfica
que comparte atributos de fronteras físicas naturales: es aquella donde se suscitan altos niveles de
interacción (económica, política, social y cultural); es decir, posee un alto nivel de hiperactividad; en este
sentido, se destaca cómo son los contactos entre la población, aquellos que dan vida a la región”.

Si pudiésemos definir de qué clase de región es Asia-Pacífico, se debe puntualizar que es una región
única en su tipo y una zona dinámica que posee la política del regionalismo abierto. Posee una mezcla
compleja de organizaciones transpacíficas, esquemas regionales y procesos subregionales que
coexisten en sus diferentes modalidades, de acuerdo con las necesidades de cada uno de sus
participantes. (K. Ramírez, F. Lugo, J. Orozco, 2015). Cabe destacar la participación de China en Asia,
una de las economías más potentes del mundo.

Gracias a esto, el contexto Asia - Pacífico es la de una región con actores que poseen características
muy diferentes entre sí, ya sean culturales, económicas, geográficas. Además, es una región que posee
insuficiencias y periodos distintos; sin embargo, estos factores no limitan la unión y la integración con
base en asuntos complementarios y metas comunes.

Actualmente, sería lógico continuar fortaleciendo esta dinámica, ya que la economía mundial está
viviendo un verdadero afianzamiento, donde los bloques de integración regional son los principales
actores y protagonistas. (K. Ramírez, F. Lugo, J. Orozco, 2015).

A la hora de ver el papel regional de México, se puede considerar que el país se encuentra en torno al
dilema de ser un país dentro de dos regiones. Por un lado, en términos de identidad pertenece a la zona
de América Latina. Por el lado estratégico su lugar lo ha encontrado en la zona de América del Norte.
(Pellicer, 2016).

Si comparamos la participación de México en ambas instancias, no cabe duda que América del Norte ha
acaparado la atención del país, lo que se materializa con el Tratado de América del Norte (TLCAN) y el
Tratado de Seguridad Bilateral firmado entre Estados Unidos y México. Además, se encuentra el volumen
de comercio e inversión desarrollado en América del Norte, lo que con América Latina no se desarrolla.
Por otro lado, La relación México – Latinoamérica no encuentra base en una actividad multilateral
importante o en mecanismos o equipos de trabajo para este fin, salvo los ya establecidos con la bajo la
Organización de Estados Americanos (OEA). (K. Ramírez, F. Lugo, J. Orozco, 2015).

Con todo lo anterior, podemos definir que el principal objetivo que debería conseguir México es la
diversificación en torno a los tratados comerciales. El tener como principal socio comercial a Estados
Unidos, ha vuelto muy dependiente al país de este, limitando la actuación de México como potencia
emergente. (K. Ramírez, F. Lugo, J. Orozco, 2015), pudiendo estrechar lazos con China, y la misma Asia
– Pacífico.

Uscanga (2012), realizó las siguientes propuestas para convertir a México en una nación integral en la
región Asia – Pacífico.

1. Participar en los procesos de reforma de la APEC (Foro de Cooperación Económica Asia –


Pacífico), así como de otros mecanismos regionales;
2. Abrir espacios de diálogo con la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) en temas
políticos y de seguridad regional;
3. Ampliar las acciones de cooperación y diplomacia cultural con los países del sudeste de Asia:
4. Mejorar los potenciales beneficios en el marco de negociación del Acuerdo Transpacífico de
Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés)
5. Establecer acciones conjuntas con otros socios latinoamericanos para atender la iniciativa de
integración “Alianza del Pacífico”, conformada por México, Colombia, Chile y Perú.

Todas estas estrategias, deben construirse de propuestas realizadas por las empresas, la sociedad, y el
Gobierno.

México puede, sin duda alguna, seguir el ejemplo de otros países latinoamericanos que han tenido éxito
en sus estrategias de inserción en la región, como lo es el caso de Chile, el que por medio del
establecimiento de una estrategia político-económica —más que una estrategia geopolítica—, logró
estructurar una política exterior flexible hacia la región por medio de la convergencia de su sector privado,
público y académico, quienes han sido los constructores de una estrategia de vinculación con la región.
(K. Ramírez, F. Lugo, J. Orozco, 2015).
Bibliografía

 K. Ramírez, F. Lugo, J. Orozco (2015), “Los Retos de México en la región Asia – Pacifico:
perspectiva en el siglo XXI”, Portes, Revista Mexicana de Estudios sobre la Cuenca del Pacífico.
 Pellicer, O. (2006). Mexico a reluctant middle power? Friedrich Ebert Stiftung, Reseña.
 Uscanga, C. (2012). Hacia una agenda para el pacífico asiático, 2012-2018.
 The Observatory of Economic Complex, OEC., https://atlas.media.mit.edu/es/profile/country/mex/

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