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DE FARMACOVIGILANCIA DE MEDICAMENTOS
DE USO HUMANO
LOS PRIMEROS 25 AÑOS DEL SISTEMA ESPAÑOL
DE FARMACOVIGILANCIA DE MEDICAMENTOS
DE USO HUMANO
Coordinadores:
GLORIA MANSO
AGUSTÍN HIDALGO
ALFONSO CARVAJAL
FRANCISCO JOSÉ DE ABAJO
2010
© 2010 Ediciones de la Universidad de Oviedo
© Los autores
I.S.B.N.: 978-84-8317-830-0
D. Legal: AS-3.557-2010
Todos los derechos reservados. De conformidad con lo dispuesto en la legislación vigente, podrán
ser castigados con penas de multa y privación de libertad quienes reproduzcan o plagien, en todo o
en parte, una obra literaria, artística o científica, fijada en cualquier tipo de soporte, sin la preceptiva
autorización.
Índice
Sección I.
EL SISTEMA ESPAÑOL DE FARMACOVIGILANCIA
DE MEDICAMENTOS DE USO HUMANO:
ORÍGENES Y DESARROLLO
Capítulo 1
La situación actual del Sistema Español de Farmacovigilancia de
Medicamentos de Uso Humano
Manso G...................................................................................... 19
Capítulo 2
El programa de la Tarjeta Amarilla en España: sus orígenes
Capellà D .................................................................................... 25
Capítulo 3
El Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso
Humano: su historia en cifras
Madurga M, Lázaro E, Martín-Serrano G, Quiroga MC ........... 31
8 ÍNDICE
Capítulo 4
Bases epidemiológicas de la farmacovigilancia
de Abajo FJ ................................................................................. 47
Capítulo 5
Farmacovigilancia orientada a los pacientes: reflexiones de treinta
años de experiencia
Laporte JR................................................................................... 67
Capítulo 6
Los nuevos desafíos de la farmacovigilancia en España
Carvajal A ................................................................................... 81
Capítulo 7
La farmacovigilancia y los profesionales sanitarios
Salgueiro ME, Gil MA, Jimeno FJ,
Perez B, Sainz M, Esteban C....................................................... 93
Capítulo 8
Los Centros Autonómicos de Farmacovigilancia y el Comité Técni-
co del Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de
Uso Humano
Aguirre C, Tres JC, García M, Navarro C, Gomar MJ .............. 121
Capítulo 9
FEDRA. La base de datos del Sistema Español de Farmacovigilan-
cia de Medicamentos de Uso Humano
Madurga M, Lázaro E, Granados R, Martín-Serrano G ............ 131
Capítulo 10
Procedimientos de trabajo para la generación de señales en el Sis-
tema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso
Humano
Ibáñez C, Pedrós C, Maciá MA, Torelló J, Madurga M ............. 145
ÍNDICE 9
Capítulo 11
El Comité de Seguridad de Medicamentos de Uso Humano y su
contribución a la salud pública
Fuente C, Rodríguez A, de Abajo FJ, Vargas E, Moreno A ........ 157
Capítulo 12
La dimensión europea de la farmacovigilancia
Maciá MA.................................................................................... 171
Capítulo 13
La actividad científica del Sistema Español de Farmacovigilancia
de Medicamentos de Uso Humano
Hidalgo A .................................................................................... 181
Sección II.
CONTRIBUCIONES CIENTÍFICAS Y ESTRUCTURALES DEL
SISTEMA ESPAÑOL DE FARMACOVIGILANCIA DE
MEDICAMENTOS DE USO HUMANO
Capítulo 14
La farmacovigilancia en España:
organización, metodología y generación de señales .......................... 193
Capítulo 15
Documentos fundacionales y legislación ........................................... 215
ANEXOS............................................................................................ 221
Coordinadores
ORÍGENES Y DESARROLLO
1
Por lo tanto, deberíamos pensar: ¿es conveniente que los Centros de Far-
macovigilancia ubicados en hospitales y universidades desaparezcan?. Para
contestar a esta pregunta lo mejor es analizar lo que han aportado y aportan
al SEFV-H, y a la farmacovigilancia, en general, estos centros. En la sección
II de este libro se reproducen los resúmenes de algunos de los artículos publi-
cados por miembros del SEFV-H en estos 25 años. En su mayoría están escri-
tos por personas que han trabajado o trabajan en centros de farmacovigilan-
cia ubicados en hospitales o universidades. En estos artículos recogidos en la
sección II está reunida la información científica que ha sustentado la nueva
información sobre seguridad de los medicamentos comercializados detectada
en el SEFV-H. Esto es solo un ejemplo de lo que han aportado, y aportan,
estos centros a la farmacovigilancia en España.
La progresiva informatización y las mejoras y facilidades en las comuni-
caciones han cambiado radicalmente nuestra forma de trabajar. Hoy dispone-
mos de bases de datos conectadas, a las que se pueden aplicar sistemas auto-
matizadas para la generación de señales, que detectan nueva información
sobre la seguridad de los medicamentos comercializados. Alguien en este
entorno podría tener la tentación de creer que la actividad científica y la expe-
riencia clínica son cualidades obsoletas o innecesarias para la farmacovigi-
lancia del futuro. Por eso, quizás no esté de más recordar que los sistemas
informáticos y de automatización son solo herramientas, que la actividad fun-
damental, de momento, sigue estando en la mente humana, y que la expe-
riencia clínica, y la formación científica continuada aportan una visión insus-
tituible a una buena farmacovigilancia.
En actos como un 25 aniversario es habitual recordar y mostrar nuestra
gratitud a los pioneros y a las personas mas destacadas por sus aportaciones
durante los años transcurridos. Los que nos hemos incorporado más tardía-
mente al SEFV-H hemos encontrado una estructura establecida, sobre la que
es fácil poner en marchas actividades coordinadas. Eso no quiere decir que
esté ya todo hecho. No solo hay que mantener el SEFV-H, también hay que
mejorarlo. Y para eso quizás lo primero es decidir hacia dónde queremos ir.
LA SITUACIÓN ACTUAL DEL SISTEMA ESPAÑOL DE FARMACOVIGILANCIA DE MEDICAMENTOS DE USO HUMANO 23
Bibliografía
Tabla 1.
Algunos problemas de seguridad de medicamentos detectados o confirmados
con la tarjeta amarilla en España.3
bendazac hepatotoxicidad
bismuto encefalopatía
cefazolina + cefazolina-dibencilamina lesiones en el punto de aplicación
cincofeno hepatotoxicidad
cinepacida agranulocitosis
cinaricina parkinsonismo, temblor
citiolona disgeusia
cleboprida riesgo elevado de distonía aguda
droxicam hepatotoxicidad
flunaricina parkinsonismo, temblor, depresión
gangliósidos síndrome de Guillain-Barré
glafenina hipersensibilidad, hepatotoxicidad
Bibliografía
Figura 2. Distribución del total de notificaciones en FEDRA® (143.010) entre las Comu-
nidades y Ciudades Autónomas, y el Centro Coordinador de la AEMPS. Entre paréntesis
se indica el año de inicio de actividades en el SEFV-H.
Tabla 1.
Total de notificaciones en FEDRA®, según el tipo de notificación
(estándar E2B de ICH).
Total 143.010
36 Madurga M, Lázaro E, Martín-Serrano G, Quiroga MC
Tabla 2.
Total de notificaciones en FEDRA®, según la vía por la cual han sido
notificados al SEFV-H.
Varias vías:
Tarjeta amarilla + Industria 991
Tarjeta amarilla + Estudio profesional sanitario 68
Tarjeta amarilla + Revisión bibliográfica 5
Industria + Revisión bibliográfica 25
Industria + Estudio profesional sanitario 4
Tarjeta amarilla + Industria + Revisión bibliográfica 2
Tabla 3.
Total de notificaciones en FEDRA® según el tipo de notificador, según las categorías
actuales (estándar E2B de ICH).
Varios notificadores:
Médico +Farmacéutico 19
Médico + Otro profesional sanitario 1
Médico + Usuario 1
Médico + Desconocido 3
Farmacéutico + Desconocido 1
Farmacéutico + Otro profesional sanitario 1
Tabla 4.
Total de notificaciones en FEDRA® según el origen asistencial del notificador.
Tabla 5.
Total de notificaciones en FEDRA® según los criterios de gravedad
lario”, y además “pone en peligro la vida del paciente”. Por esta razón, el total
de casos con RA “graves” es una cifra mayor (53.114 casos), según el cóm-
puto de los distintos criterios que se describen en la tabla 5, que el total de
casos diferentes con RA “graves”, que son 41.970.
Tabla 6.
Total de notificaciones en FEDRA® según las categorías de “desenlace” global
(según el estándar E2B de ICH).
Evolución n %
Recuperado 110.927 78
En recuperación 623 0
No recuperado 11.522 8
Recuperado con secuelas 1.632 1
Mortal 3.082 2
Desconocido 15.224 11
EL SISTEMA ESPAÑOL DE FARMACOVIGILANCIA DE MEDICAMENTOS DE USO HUMANO: SU HISTORIA EN CIFRAS 45
Tabla 7.
Medicamentos retirados del arsenal terapéutico por motivos de seguridad, en los que
participó el SEFV-H, bien generando la señal, bien amplificándola.
En unos casos, las RA se asumen como riesgos del propio tratamiento, pero
en otros casos han servido para conformar nuevas señales sobre seguridad de
medicamentos, que finalmente han motivado medidas reguladoras. Estas medi-
46 Madurga M, Lázaro E, Martín-Serrano G, Quiroga MC
Bibliografía
Bases epidemiológicas
de la farmacovigilancia
de Abajo FJ
1. Introducción
sólo para resolver los problemas de causalidad, sino también para conocer
el impacto para la salud pública de la seguridad de los medicamentos y la
evaluación de la efectividad de las medidas de prevención o de minimiza-
ción de riesgos.
En el presente capítulo se revisan los conceptos fundamentales de la epi-
demiología aplicados a la evaluación de la seguridad de los medicamentos. En
primer lugar se repasarán las bases del razonamiento epidemiológico, a con-
tinuación se describirán los diferentes tipos de estudios, y finalmente se tra-
tará de forma sucinta la cuestión de las fuentes de información disponibles
para llevar a cabo tales estudios.
2. El razonamiento epidemiológico
2.3. Precisión
tro estimado (el RR, por ejemplo) en la población de la que deriva la muestra
en la que se ha hecho el estudio, con un grado razonable de confianza.
Siguiendo con el razonamiento: si el IC95% del RR o del OR no incluye el
valor nulo, el resultado se interpreta como estadísticamente significativo.
El investigador solo posee un arma para luchar contra la imprecisión: el
tamaño muestral, de ahí que su predeterminación sea un paso necesario en
todo estudio, aunque este aspecto esté también condicionado por los recursos
de los que se puedan disponer y por las propias limitaciones de la fuente de
información. Las estimaciones estadísticas de precisión o de significación
asumen que el estudio carece de errores sistemáticos y que el único error posi-
ble es el aleatorio. La precisión, por tanto, está supeditada a la validez.
2.4. Validez
Una vez que las medidas de asociación (vgr. RR, OR o riesgo atribuible)
se consideran suficientemente válidas y precisas el siguiente paso es conside-
rar si dicha asociación es de tipo causal. Para ello, deberá tenerse en cuenta
toda la información disponible y valorar los resultados del estudio en su con-
texto. Los criterios que apoyan la relación causal son los siguientes:
Tabla 1.
Tipos de estudios epidemiológicos
Estudios experimentales
Estudios observacionales
Controlados (o analíticos)
• Estudio de cohorte (o de cohortes)
• Estudio de casos y controles (o caso-control)
• Estudio caso-cohorteφ
• Estudios de casos autocontrolados (incluye estudios caso-cruzado)¶
No controlados (o descriptivos)
• Series de casos (registro de enfermedades)
• Series de expuestos (estudios de seguimiento de expuestos sin grupo control)
• Estudio de corte transversal (transversales o de prevalencia)#
Estudios ecológicos*
* En estos estudios la unidad de análisis no son los individuos sino grupos poblacionales.
φ Estos estudios se suelen considerar una variedad de los estudios de casos y controles
¶ Estudios que utilizan sólamente los casos. Se puede hacer una aproximación de tipo cohorte o
de tipo caso-control (ésta última recibe el nombre de caso-cruzado). Su mejor utilización es
cuando las exposiciones son intermitentes y los riesgos agudos y transitorios (ej. un infarto agu-
do de miocardio no mortal).
# Los estudios de corte transversal también podrían ser considerados como controlados cuando la
exposición cuyo efecto se desea medir es un rasgo invariable en el tiempo (el grupo sanguíneo,
por ejemplo).
En este estudio los casos son pacientes con la enfermedad y los contro-
les pacientes seleccionados aleatoriamente de la misma población fuente de
la que surgen los casos y que no presentan la enfermedad en el momento de
su selección. En ambos grupos se estudia la exposición a los medicamentos
de interés en un intervalo de tiempo (ventana de exposición) previo al ini-
cio de la enfermedad (día índice) para los casos o un día aleatorio para los
controles (cuando los controles están apareados con los casos el día índice
BASES EPIDEMIOLÓGICAS DE LA FARMACOVIGILANCIA 59
del caso puede servir como día índice de sus controles). La determinación
del día índice y de la ventana de exposición es crucial, y debe obedecer a
criterios clínicos y epidemiológicos. El método de obtención de la informa-
ción sobre la exposición, posibles factores de confusión y modificadores de
efecto deberá ser en todo igual en los casos que en los controles, para evi-
tar sesgos de información.
Este diseño es especialmente útil cuando se quiere estudiar aconteci-
mientos clínicos poco frecuentes o que requieren periodos largos de expo-
sición o inducción para producirse, ya que se garantiza la inclusión de un
número de casos suficientes sin que la muestra tenga que ser muy grande,
como ocurriría si se eligiera un diseño de tipo cohorte. Otra ventaja teórica
de los estudios de casos y controles es que permiten analizar la asociación
de la enfermedad con diversos factores simultáneamente, pero la validez de
esto dependerá del modo de selección de los controles. Es lo que tratamos
a continuación.
Como se ha dicho los controles deben ser una muestra de la población
fuente que da origen a los casos, pero lo difícil, a veces, es trasladar esta idea
a un procedimiento operativo de selección. Los estudios de casos y controles
se pueden conceptualizar como estudios de cohorte en los que se han mues-
treado los denominadores de incidencia, es decir, se ha tomado una fracción
f de la población en vez de haberla contabilizado en su totalidad. Si la frac-
ción f es independiente de la exposición, es decir f es la misma para P1 que
para P0, la distribución de la exposición entre los controles es representativa
de la distribución de la exposición en la población fuente de la que derivan
los casos (P1f / P0f = P1/P0) y se puede hacer una estimación no sesgada del
riesgo relativo en la población fuente sin conocer la incidencia en dicha
población. En los estudios de casos y controles sólo se puede medir el OR,
pero si los controles se han seleccionado de forma independiente de la expo-
sición, lo cual es obvio cuando se hace un muestreo aleatorio de la población
fuente, se demuestra fácilmente que el OR obtenido en el estudio de casos y
controles es una estimación no sesgada del riesgo relativo de la cohorte, si el
muestreo se hace de las personas que integran la población al inicio (a este
estudio a veces se le denomina como caso-cohorte), o de la razón de tasas si
el muestreo se hace de la experiencia tiempo-persona de la población.
60 de Abajo FJ
x = Casos
P = Población fuente
f = Fracción de muestreo
y = Muestra aleatoria de controles derivada de P
Figura 2. Estudio de casos y controles. La población fuente de la que derivan los casos
(P) estaría constituida por la suma de P1 y P0. La fracción f sería una muestra de la expe-
riencia tiempo-persona de P. El muestreo de P es independiente de la exposición; ésta se
determina una vez que se ha extraído la muestra. El investigador también selecciona los
casos sin conocer la exposición.
4. Fuentes de información
sumen a demanda. Las bases de datos han permitido realizar estudios de cohor-
te con cientos de miles de individuos, algo realmente difícil, cuando no impo-
sible, con trabajos de campo. Por otra parte, simplifican de forma muy notable
el procedimiento de selección de controles en los estudios de casos y controles.
Como los estudios son siempre retrospectivos la única información que cabe
utilizar es la que ya está recogida en ellas y en ocasiones puede faltar informa-
ción importante para la definición de los casos o para la identificación y valo-
ración de posibles factores de confusión o interacciones.
Bibliografía
Farmacovigilancia orientada
a los pacientes: reflexiones
de treinta años de experiencia
Laporte J-R
Tabla 1.
Efectos indeseados de fármacos sin eficacia demostrada identificados
con la tarjeta amarilla: Los fármacos inútiles no son placebos
mias, acidosis lácticas,10 con alguna referencia a los ataques de asma grave
por estimulantes ß-adrenérgicos11 y a la enfermedad tromboembólica por
contraceptivos orales.12 Casi nada sobre hemorragia gastrointestinal, infar-
to de miocardio o cáncer. En los años setenta se publicaron los primeros
grandes estudios epidemiológicos sobre efectos indeseados de los medica-
mentos: primeros estudios de casos y controles sobre hemorragia gastroin-
testinal en relación al uso de ácido acetilsalicílico, enfermedad tromboem-
bólica y contraceptivos hormonales y adenocarcinoma vaginal y dietilestil-
bestrol.13 Estos últimos eran efectos de tipo A, relacionados con la acción y
el efecto farmacológico de los fármacos causantes. Poco a poco se fue com-
probando que eran precisamente estos efectos, no tan llamativos como los
inesperados de tipo B, los principales causantes de morbimortalidad de ori-
gen farmacológico. Los primeros grandes estudios observacionales exami-
naron riesgos de enfermedades más comunes, como cáncer,14,15 hemorragia
gastrointestinal,16 etc.
Los estudios epidemiológicos observacionales constituyen la farmacovi-
gilancia de segunda generación. Han contribuido a dar una perspectiva epi-
demiológica y sanitaria de los efectos adversos más frecuentes de los fárma-
cos (tabla 2).
Tabla 2.
Orden de magnitud de la incidencia anual de algunas patologías potencialmente
causadas por fármacos (incidencia por todas las causas)
Se tiende a pensar que, en lo que se refiere a métodos, por una parte los
ensayos clínicos evalúan los efectos beneficiosos, y por la otra las series de
casos (reunidas por notificación espontánea o en puntos específicos del siste-
ma de salud) y los estudios observacionales identifican y evalúan los efectos
adversos.
Las experiencias recientes desmienten esta simplificación.17-30 La intro-
ducción generalizada de los megaensayos clínicos y del metanálisis de ensa-
yos clínicos han permitido la evaluación e incluso el descubrimiento de efec-
tos indeseados de medicamentos que no eran conocidos o habían sido inade-
cuadamente apreciados. Esta estrategia tiene la ventaja de que se basa en
datos obtenidos por aleatorización de los tratamientos, con lo que esto tiene
de evitación de sesgos, y la desventaja de que los ensayos no fueron general-
mente diseñados para estudiar efectos adversos, y menos los inesperados; esto
último puede introducir sesgo de selección en los metanálisis. No obstante, en
los últimos años se han descubierto, apreciado o cuantificado varios efectos
adversos mediante el análisis cuidadoso de la información producida por
ensayos clínicos (tabla 3).
En mi opinión, estas novedades son significativas, y obligarán a las agen-
cias reguladoras y a las compañías farmacéuticas a incluir el seguimiento cui-
dadoso de los ensayos clínicos, y su metanálisis, entre los métodos de farma-
Tabla 3.
Efectos indeseados de fármacos identificados y cuyo riesgo ha sido evaluado
en ensayos clínicos y metanálisis de ensayos clínicos
En rigor, este estudio no aporta muchos nuevos datos. Se sabe desde hace
décadas que los AINE inhiben la excreción de sodio y agua y dan lugar a reten-
ción de líquidos. Por lo tanto, es de esperar que descompensen una IC o incluso
que pongan de manifiesto una IC asintomática. También pueden dar lugar a un
aumento de la presión arterial. Con mayor o menor fortuna, también se advierte
desde hace tiempo a los prescriptores de los riesgos de los AINE en pacientes
con IC. Los estudios en servicios hospitalarios de urgencias revelan sistemática-
mente casos de descompensación de IC en pacientes que toman AINE. El estu-
dio aporta también estimaciones de riesgo para diferentes AINE – siempre dis-
cutibles, sobre todo si se tienen en cuenta su naturaleza observacional y otras
limitaciones metodológicas – y nos recuerda que la prevalencia de la IC aumen-
ta con el envejecimiento de la población y que el uso de AINE es muy frecuen-
te. Además, descarta que haya un AINE en particular que sea seguro a este res-
pecto. Aunque este estudio no aporte mucha información nueva, constituye una
de tantas oportunidades de crear conocimiento en el sistema de salud.
Imaginemos que las historias clínicas de los pacientes se encuentran en
soporte electrónico. Imaginemos que podemos conocer los medicamentos pres-
critos a cada paciente. Imaginemos que podemos identificar a los que tienen IC,
bien porque en su historia consta un antecedente de ingreso hospitalario por esta
causa, o bien porque son identificables por la medicación que toman. Imagine-
mos que se pueden enviar mensajes a los prescriptores a través de la estación clí-
nica de trabajo. Pues bien, este futuro ya ha llegado. A pesar de que las historias
clínicas (en soporte electrónico) no contengan toda la información, a pesar de las
imperfecciones de cualquier sistema de información, la información “está allí”,
y va a estarlo cada día más. No sólo en bases de datos de algunos pacientes selec-
cionados, sino en las historias clínicas de toda la población.
Esta nueva situación permite el desarrollo de una farmacovigilancia
mucho más proactiva, más preventiva. En relación con el ejemplo citado ante-
riormente de los AINE y la ICE, se puede imaginar que, además (o en lugar)
de difundir notas informativas de manera general, se pueden enviar mensajes
FARMACOVIGILANCIA ORIENTADA A LOS PACIENTES: REFLEXIONES DE TREINTA AÑOS DE EXPERIENCIA 77
a los médicos en los que se les advierta de que sus pacientes fulanito y men-
ganito están recibiendo un AINE pero tienen IC, con una referencia al nuevo
estudio y una sugerencia de revisar su tratamiento.
En el futuro la farmacovigilancia debe orientarse no sólo a recoger infor-
mación, ya sea en forma de series de casos o de estudios controlados. Debe
prevenir, debe formar, debe invitar a la investigación, debe tomar una orien-
tación más individualizada para cada paciente y para cada prescriptor. Esta
será la farmacovigilancia del futuro, de tercera o cuarta generación.
Bibliografía
30. Drazen JM, D’Agostino RB, Ware JH, Morrissey S, Curfman GD. Eze-
timibe and cancer - An uncertain association. N Engl J Med
2008;359:1398-99.
31. Gislason GH, Rasmussen JN, Abildstrom SZ, Schramm TK, Hansen ML,
Fosbøl EL, Sørensen R, Folke F, Buch P, Gadsbøll N, Rasmussen S,
Poulsen HE, Køber L, Madsen M, Torp-Pedersen C. Increased mortality
and cardiovascular morbidity associated with use of nonsteroidal anti-
inflammatory drugs in chronic heart failure. Arch Intern
Med 2009;169:141-49.
6
de los sistemas de otros países, nos pueden poner sobre la pista de los retos
que se deben plantear y superar, no sólo para mantener nuestra labor actual
encaminada a procurar una mayor seguridad para los pacientes en relación
con los medicamentos, sino para que esa tarea obtenga las cotas de excelen-
cia que todos deseamos para nuestro sistema sanitario.
Si reparamos en que el objetivo último de la farmacovigilancia es el de
minimizar los riesgos asociados al uso de los medicamentos, una visión amplia
de esta actividad nos permite comprender que los riesgos no son sólo las reac-
ciones adversas asociadas a un único medicamento. A estas reacciones, habría
que añadir las consecuencias derivadas de las interacciones entre los distintos
medicamentos y de estos con los alimentos, las intoxicaciones, los errores de
medicación y la falta de eficacia –esta última también debe ser considerada
como problema–. Pero además, y con una visión amplia y actual, deberían con-
siderarse los problemas ocasionados a nuestro entorno: tanto los que se ocasio-
nan en el proceso de fabricación1 como en el proceso de desecho de los medi-
camentos2; no resulta descabellado pensar hoy en día que los daños que se infli-
gen al medioambiente pueden afectar a la población en un momento dado.
Mención aparte merecerían las consecuencias de su uso inapropiado3.
Aun aceptando las limitaciones propias y de la tarea en sí de anticipar los
desafíos de la farmacovigilancia, se pueden entrever cuatro áreas o espacios
en los que habremos de enfrentar esas nuevas tareas y los nuevos retos: los
problemas derivados del uso de nuevas moléculas medicamentosas con carac-
terísticas distintas a las habituales –los fármacos biológicos y los biosimila-
res–; el nuevo marco legislativo y social, las nuevas fuentes de datos y los
nuevos análisis y, finalmente aunque no menos importante, la incorporación
de la investigación. En la práctica, las cuatro áreas de expansión o de activi-
dad que se proponen tienen sus conexiones y no pueden concebirse por sepa-
rado. Dos de ellas resultan inevitables: los nuevos fármacos derivados de la
biotecnología y las nuevas fuentes de datos son ya una realidad. Sin embar-
go, el sentido de las nuevas normas y la forma en que se dé satisfacción a las
expectativas de la sociedad, al igual que la incorporación a la investigación,
serán decisiones que compete adoptar a todos los involucrados en la farma-
covigilancia, en particular a los responsables de las políticas sanitarias en este
campo, y que marcarán el sentido futuro de esta actividad en España.
LOS NUEVOS DESAFÍOS DE LA FARMACOVIGILANCIA EN ESPAÑA 83
Vacuna frente al virus del Prevención de las lesiones genitales Convulsiones Subrayar la seguridad de la vacuna y recordar que
papiloma humano, precancerosas, cáncer cervical y verrugas la aparición de síncope puede acompañarse de este
Gardasil® genitales externas provocadas por 4 tipo de convulsiones (16 y 19 de febrero de 2009)
tipos del virus del papiloma humano
Natalizumab, Tysabri® Esclerosis múltiple remitente-recidivante Leucoencefalopatía multifocal Recordar a los profesionales sanitarios las medidas
(anticuerpo humanizado en pacientes con elevada actividad progresiva (LMP) de precaución al respecto (14 de agosto de 2008)
recombinante –anti α4 de la enfermedad a pesar del
integrina–) tratamiento con interferón beta
Epoetinas Anemia en la insuficiencia renal crónica Incremento de la morbilidad Fijar como objetivo que los niveles de hemoglobina
cardiovascular y mortalidad no superen los 12 g/dl (27 de junio de 2008)
global
Insulina inhalada, Diabetes Cáncer de pulmón Recordar a los profesionales sanitarios las medidas
Exubera® de precaución al respecto; retirado en septiembre de
2008 (17 de junio de 2008)
Hormona de crecimiento Déficit de la hormona Uso indebido Paso a uso hospitalario (25 de abril de 2005)
LOS NUEVOS DESAFÍOS DE LA FARMACOVIGILANCIA EN ESPAÑA
Epoetina alfa, Eprex® / Anemia en la insuficiencia renal crónica Aplasia pura de hematíes Contraindicar la vía subcutánea
Epopen® (2 de diciembre de 2002)
Palivizumab, Synagis® Enfermedades respiratorias graves por el Anafilaxia Recordar a los profesionales sanitarios las medidas
(anticuerpo monoclonal virus respiratorio sincitial en niños de precaución al respecto (2 de diciembre de 2002)
IgG1 humanizado)
Infliximab, Remicade® Enfermedad de Crohn y artritis reumatoide Aumento del riesgo de Realización previa al tratamiento de las pruebas para
(anticuerpo monoclonal infecciones, especialmente identificar la tuberculosis; en caso de que aparezca,
quimérico) tuberculosis tratamiento adecuado (4 de febrero de 2002)
85
86 Carvajal A
retiró del mercado. La mayoría de las medidas se tomaron durante los cinco
años siguientes a la aprobación (71%); el tiempo promedio hasta que se tomó
una medida reguladora fue de 3,7 años. Se observó también, lo que resulta alen-
tador, que los primeros medicamentos biológicos tenían más probabilidades de
haber sido sometidos a medidas reguladoras que los que se comercializaron con
posterioridad. Los medicamentos biológicos aparecen asociados a un mayor
número de medidas reguladoras cuando se comparan con los no biológicos11.
En resumen, los medicamentos biológicos en general se asocian a un
mayor número de problemas; estos problemas revisten un carácter distinto a los
habituales. Parece, pues, que el necesario seguimiento de estas sustancias exige
nuevas estrategias y nuevos conocimientos; estos conocimientos se refieren tan-
to a la propia naturaleza de los medicamentos biológicos como a la fisiopatolo-
gía de las complicaciones graves que aparecen con su uso y que en ocasiones
constituyen un verdadero desafío para su correcta identificación. Cabría añadir
que la caducidad de las patentes de estos productos ha dado lugar a la aparición
de los llamados biosimilares que no guardan un paralelismo con los genéricos
y que exigen la comprobación de su eficacia y su seguridad12.
baja incidencia ni las reacciones que ocurren en pacientes distintos a los pacien-
tes incluidos en los ensayos clínicos. Debido a esto, el 51% de los medicamen-
tos autorizados en Estados Unidos deben introducir cambios en la ficha técni-
ca18 y entre un 3% y un 4% son retirados del mercado19. Se ha propuesto como
solución, arbitrar un periodo de aprobación condicional para los medicamentos
durante el cual se incluiría en el etiquetado una advertencia sobre el limitado
número de pacientes en el que se habría experimentado el fármaco que sólo des-
aparecería cuando el número se incrementara y pasara de 3.000 a 30.000 o
300.000 pacientes, dependiendo de los fármacos20. Si se llevara a cabo, esto sig-
nificaría que durante este periodo habría que poner en marcha programas “ad
hoc” de Farmacovigilancia; esto plantea un reto a la hora de elegir los métodos
más adecuados y, sin ninguna duda, una nueva carga de trabajo.
Por otra parte, los cambios sociales experimentados en las sociedades más
avanzadas que incluyen una mayor conciencia de los propios derechos exigen
un esfuerzo a las administraciones para lograr una mayor transparencia; en este
contexto se enmarcan las directivas de la EMA para hacer pública la informa-
ción sobre reacciones adversas recogidas por los sistemas de Farmacovigilan-
cia; esta será una de las tareas que, de forma inmediata y con resolución, ha de
abordar el SEFV-H. A esto, y por motivos similares, habría que añadir la orga-
nización de la notificación por parte de los propios pacientes. Al margen de la
posible utilidad de esta información, esto les otorgaría un mayor protagonismo
en relación con su enfermedad y, en definitiva, con su destino, respetaría el prin-
cipio de autonomía que debe regir sus decisiones y contribuiría a reforzar la
calidad y la cohesión del sistema sanitario. La relación con la prensa, el deber
de informar con celeridad y franqueza. La aceptación, en fin, del control públi-
co, serán todos ellos asuntos que habrá que abordar antes o después.
4. Incorporar la investigación
Tabla 2.
Marcadores genéticos que pueden predecir la aparición de reacciones
adversas relevantes29-32
Información exhaustiva sobre marcadores genéticos FDA en relación con fármacos aprobados por la
FDA, ver: http://www.fda.gov/cder/genomics/genomic_biomarkers_table.htm
90 Carvajal A
Epílogo
Bibliografía
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92 Carvajal A
La farmacovigilancia
y los profesionales sanitarios
Salgueiro ME, Gil MA, Jimeno FJ, Pérez B, Sainz M, Esteban C
Tabla 1.
Comparación de los casos de alopecia y estimación del riesgo con distintos fármacos
Tabla 2.
Casos de alopecia y estimación del riesgo con bisfosfonatos
Tabla 3.
Características generales de las sospechas de trastornos hepáticos inducidos
por acarbosa, desde 01/11/1992 hasta el 31/12/2008, notificadas al Sistema Español
de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano
Edad,
Mediana (n) 67 (29)
Rango 40 - 81
Sexo,
% (n) Femenino 69 (20)
Masculino 31 (9)
Dosis - día (mg),
Media + SEM (n) 221 ± 18
Gravedad,
% (n) No grave 58.6 (17)
Grave 41.4 (12)
Latencia (días),
Media + SEM (n) 118.4 ± 22.6 (27)
Recuperación (días),
Media + SEM (n) 105.4 ± 28.8 (19)
Fármacos sospechosos
% (n) Sólo acarbosa 82.4 (24)
Acarbosa
+ atorvastatina
+ atorvastatina + repaglinida
+ fluvastatina + codeína 17.2 (5)
+ glibenclamida + metformina
+ glisentida
Analítica*
AST, UI/l
Media ± SEM (n) 1047.8 ± 204.4 (13)
ALT, UI/l
Media ± SEM (n) 1616.5 ± 336.1 (13)
GGT, UI/l
Media ± SEM (n) 340.6 ± 66.6 (7)
FA, UI/l
Media ± SEM (n) 389.7 ± 120,4 (8)
Biltotal, mg/dl
Media ± SEM 6.6 ± 1.4 (7)
Bildirecta, mg/dl
Media ± SEM (n) 5.5 ± 1.5 (4)
* En los casos que incluían varias analíticas, se analizaron las que alcanzaron valores más altos. AST =
Aspartato aminotransferasa, ALT = Alanina aminotransfersa, GGT = γ-Glutamiltransferasa, Biltotal
Bilirrubina total, FA = Fosfatasa alcalina, Bildirecta = Bilirrubina directa
Características generales de los casos de hepatotoxicidad inducida por acarbosa publicados en la literatura médica
Casos 110 211 312 413 513 614 714 814 915 109 1116 1217 1318
Edad 65 40 57 45 54 52 62 53 59 57 73 74 57
Sexo F F F M F F F F M F M F F
Año
(publicación) 1996 1997 1998 1998 1998 1998 1998 1998 1999 2000 2001 2001 2006
País España España España España España Japón Japón Japón Francia España España Italia Taiwán
Dosis, (mg/día) 300 300 150 150 150 200 300 300 150 300 450 NC 300
Latencia,
(meses) 2 2 2 16 5 8 2.5 4 3 2 3 3 6
Recuperación,
(meses) 9 10 8 4 5 1 1 1 1.5 3 * 1 6
Latencia tras
reexposición,
(días) 30 6 27 14
Analítica
AST, (UI/l) 638 1938 1090 62 2436 486 1023 591 352 1150 1500 468 189
ALT, (UI/l) 690 2350 1580 127 2556 907 1837 1189 727 2778 2500 519 640
GGG, (UI/l) 156 NC 497 normal 601 NC NC NC 225.5 174 NC 506 109
FA, (UI/l) 221 325 normal 174 NC NC NC 121 624 NC 258 NC
Salgueiro ME, Gil MA, Jimeno FJ, Pérez B, Sainz M, Esteban C
AST = Aspartato aminotransferasa, ALT = Alanina aminotransfersa, GGT = γ-Glutamiltransferasa, FA = Fosfatasa alcalina, Biltotal =Bilirrubina total, NC = no consta; *
mejora al retirar pero no especifica cuánto tarda
LA FARMACOVIGILANCIA Y LOS PROFESIONALES SANITARIOS 105
Tabla 5.
Reacciones adversas psiquiátricas con montelukast notificadas espontáneamente
al Sistema Español de Farmacovigilancia (hasta el 19/3/2007)
* El término incluye excitabilidad, inquietud, irritabilidad, nerviosismo, temblor interno, temblor nervio-
so y tensión nerviosa
Tabla 6.
Reacciones adversas psiquiátricas con montelukast notificadas espontáneamente
al Sistema Español de Farmacovigilancia cargadas en FEDRA entre el 20/3/2007
y el 6/2/2009
Tabla 7.
Notificaciones registradas en FEDRA hasta diciembre de 2008
Gravedad
Fecha Notificaciones Reacciones Grave No grave
autorización (n) adversas (n)
GI. Trastornos gastrointestinales. HEM. Trastornos de la sangre y sistema linfático. DER. Trastornos de
la piel y tejido subcutáneo. REN. Trastornos renales y urinarios. SN. Trastornos del sistema nervioso y psi-
quiátricos. RESP. Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos. MUSC. Trastornos musculoesque-
léticos y del tejido conectivo. SENT. Trastornos oculares, del oído y del laberinto. CV. Trastornos cardía-
cos y vasculares. INF. Infecciones e infestaciones. HEP. Trastornos hepatobiliares. GRL. Trastornos gene-
rales y en el lugar de administración. OTROS. Trastornos de metabolismo, nutrición, sistema inmunoló-
gico, aparato reproductor, mama, embarazo y puerperio; lesiones traumáticas, intoxicaciones y complica-
ciones de procedimiento; exploraciones complementarias.
La tabla 8 recoge, para cada principio activo, las reacciones adversas más
notificadas. En general son conocidas, esperadas y coinciden con las que figu-
ran como habituales en sus fichas técnicas. Hay que destacar que, mientras la
reacción más notificada con cada molécula representa en torno al 7 % del
total, con levofloxacino los casos de diarrea suponen casi un 18 %, y aunque
este trastorno ha sido uno de los habituales con todas las FQ, en el resto solo
representa entre el 4-7 %. Además, el 38 % de estas notificaciones de levo-
floxacino fueron evaluadas como graves, mientras para el resto de las FQ solo
fueron graves entre el 9 y el 18 %. Sorprende también que para levofloxaci-
no reacciones como tendinitis, trastorno tendinoso y ruptura tendinosa han
sido de las más notificadas, que no figuran en el resto de las FQ. La tabla 9
recoge el número de notificaciones de sospecha de tendinitis, trastorno tendi-
noso, tenosinovitis y ruptura tendinosa para cada principio activo, el porcen-
taje que representa frente al total, y las evaluadas como graves. En la notifi-
cación de ruptura tendinosa de ofloxacino, en una de las de ciprofloxacino y
moxifloxacino y en 4 de las de levofloxacino, figura también tendinitis como
reacción adversa. El tendón de Aquiles fue el mayoritariamente afectado.
116 Salgueiro ME, Gil MA, Jimeno FJ, Pérez B, Sainz M, Esteban C
Tabla 8.
Reacciones adversas más notificadas para cada principio activo
Tabla 9.
Notificaciones de tendinitis, trastorno tendinoso, tenosinovitis y ruptura tendinosa,
asociadas a fluorquinolonas
Bibliografía
41. Ball P. Adverse drug reactions: implications for the development of fluo-
roquinolones. J Antimicrob Chemother. 2003;51 Suppl. S1:21-7.
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43. Morejón García M, Salup Díaz R. Actualización en Quinolonas. Electron
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ponible bajo suscripción en: http://www.thomsonhc.com/home/dispatch.
45. Fichas Técnicas: norfloxacino, ciprofloxacino, ofloxacino, levofloxacino y
moxifloxacino [Internet]: Agencia Española de medicamentos y Productos
Sanitarios; 2009 [acceso 10 de febrero de 2009]. Disponible en:
https://sinaem4.agemed.es/consaem/fichasTecnicas.do?metodo=detalleForm.
8
Los Centros Autonómicos de Farmacovigilancia
y el Comité Técnico del Sistema Español
de Farmacovigilancia de
Medicamentos de Uso Humano
Aguirre C, Tres JC, García M, Navarro C, Gomar MJ
1. Introducción
Tabla 1.
Cifras de actividad de los Centros de Farmacovigilancia de Navarra,
Aragón y País Vasco (2004-2008)
Los CAFV tienen como misión supervisar, evaluar, prevenir los riesgos
potenciales de los medicamentos y promover su buen uso. Para garantizar
estas misiones, los responsables de los Centros de Farmacovigilancia deben
coordinar y controlar el conjunto de actividades de Farmacovigilancia6. En el
apartado anterior, se han comentado las actividades que llevan a cabo los
CAFV, directamente relacionadas con el programa de la tarjeta amarilla, pero
sus actividades son más amplias, y además realizan otras encaminadas a
informar y formar a los profesionales sanitarios, asesorar e investigar en
materia de Farmacovigilancia. Se describen a continuación:
Tabla 2.
Reacciones adversas detectadas por el SEFV-H que han generado
medidas reguladoras en el período 2000-2008
coordinación, se ha de velar para que todos los CAFV adopten los mismos
métodos de trabajo y criterios de codificación y evaluación de las sospechas
de reacciones adversas a medicamentos, de acuerdo con las normas que vaya
desarrollando y aprobando el propio Comité, al igual que las recomendacio-
nes nacionales e internacionales que se dictan sobre farmacovigilancia.
Bibliografía
1. Primeros pasos
sión XML pueden optar a cargar on-line los ICSR. Un esquema global se pue-
de ver en la figura 1.
3. Funcionalidades de FEDRA®
1. Autorización a Procesos X
2. Auditoría de Procesos X
3. Mantenimiento Diccionarios: X
–Productos X
–Publicaciones X X
–Grupos Empresariales X X
–Responsables X X
4. Envíos de Datos: X X
–EMEA X X
–OMS X X
–Industria RAM graves X X
–Industria por petición X X
–Conversión Num. Industria X X
–Transmisiones-e X X
5. Notificaciones: X X
–Consultas/ Informes X X X X X
–Categorías MedDRA X X
–Notificaciones solicitadas X X X X X
6. Mantenimiento: X X
–Alta X X X X X
–Baja / Modificación X X X X X
–Validación Notificaciones XML/On-line X X X
–Validación pendientes de aceptar X X X X X
7. Consultas a Diccionarios: X X
–MedDRA X X X X X
–Productos X X X X X
FEDRA. LA BASE DE DATOS DEL SISTEMA ESPAÑOL DE FARMACOVIGILANCIA DE MEDICAMENTOS…
–Laboratorios X X X X X
–Poblaciones INE X X X X X
–Consumo medicamentos X X X X X
–Publicaciones X X x x X
139
140 Madurga M, Lázaro E, Granados R, Martín-Serrano G
Bibliografía
Otras publicaciones
1. Modelos estadísticos
en que se analiza la posible señal (véase tabla 1). A partir de esta tabla se
calcula el CI, el PRR y la ROR, con sus respectivos intervalos de confian-
za, y la Chi2. El resultado de este análisis, realizado por los técnicos del
SEFV-H, forma parte de la evaluación de cada una de las señales que se dis-
cuten en el Comité Técnico del SEFV-H.
3. Casos prácticos
Señal
Asociación Registro Fecha N LiROR LiCI LiPRR Chi2
Nimesulida-
hepatotoxicidad Nov-96 Nov-99 10 1,86 0,54 1,75 16,5
Infliximab-
tuberculosis Sep-99 Sep-00 4 IND 0,42 IND 832
Cerivastatina-
rabdomiolisis Abr-98 Abr-99 7 22,88 1,52 18,66 238
Cisaprida-QT largo
o torsade de pointes Nov-90 Ago-02 1 1,49 - 1,22 1,48 3,4
Cisaprida-trastornos
del ritmo Nov-90 Ago-02 14 1,37 0,30 1,32 10,1
Dobesilato-
agranulocitosis 1968 Ene-98 4 6,01 0,64 5,54 51,8
Li: límite inferior del intervalo de confianza al 95%. ROR: odds ratio de notificación. CI: compo-
nente de información. PRR: relación entre las proporciones de notificación. N: número de notifica-
ciones con la asociación. Fecha: Intervalo en el que la señal es significativa. IND: Indeterminado.
Registro: fecha de comercialización del medicamento en España.
3.6. Comentarios
Con el fin de ensayar el método cuantitativo que forma parte del proce-
dimiento de generación de señales del SEFV-H se han seleccionado alertas de
seguridad, que recogen los tres tipos de RAM graves que dan lugar con más
frecuencia a medidas reguladoras relevantes adoptadas por motivos de segu-
ridad. Las alteraciones hepáticas, hematológicas y cardiovasculares son las
causas más frecuentes de retiradas de medicamentos por problemas de segu-
ridad. Se seleccionaron también dos alertas que implican RAM que rara vez
los médicos asocian a fármacos y que en el caso concreto de la tuberculosis
es muy específica de un reducido grupo de fármacos.
La hepatotoxicidad es una reacción frecuentemente notificada al SEFV-
H; el 2,4% de las notificaciones de FEDRA® recibidas entre noviembre de
1996 y agosto de 2002 recogían cuadros de hepatitis, alteración de la función
hepática, necrosis hepática o insuficiencia hepática. Aún así, con sólo 10 noti-
ficaciones de hepatotoxicidad por nimesulida se podía detectar la señal al año
de comercialización del medicamento. En este ejemplo, cualquiera de los esti-
madores indicaban desproporcionalidad, que sugería la posible señal relacio-
nando hepatotoxicidad y nimesulida.
La infección tuberculosa representa la situación opuesta, en tanto que
sólo aparece en el 0,17% de las notificaciones incorporadas a FEDRA entre
septiembre de 1999 y agosto de 2002. En determinados momentos de ese
periodo, el 100% de los casos estaban asociados a infliximab. Este tipo de
reacciones adversas tan específicas, en las que en todos los casos de la reac-
ción existe exposición al fármaco, no permiten el cálculo de la ROR ni del
PRR. Sin embargo, utilizando el CI, la señal se hubiera generado al año de
comercialización con sólo 4 casos notificados.
La rabdomiolisis es una enfermedad poco frecuente, asociada a un grupo
reducido de fármacos, aunque de gran prevalencia de uso alguno de ellos. Es
además una RAM asociada a todas las estatinas, que siempre es detectada y
154 Ibáñez C, Pedrós C, Maciá MA, Torelló J, Madurga M
Bibliografía
1. Introducción
El CSMH está formado por 15 miembros. Excepto los tres vocales desig-
nados por razón de su cargo, los miembros de este Comité forman parte del
mismo durante un período de 4 años. Se diferencian en función del cargo u
organismo que los propone:
Tabla 1.
Conclusiones científicas y decisiones reguladoras en la evaluación
de un problema de seguridad
RA: reacción adversa a medicamentos; DH: diagnóstico hospitalario; H: uso hospitalario; ECM:
medicamento de especial control médico
Tabla 2.
Principales medidas sobre seguridad de medicamentos, adoptadas por la AEMPS a raíz de recomendaciones del CSMH
Principales medidas sobre seguridad de medicamentos, adoptadas por la AEMPS a raíz de recomendaciones del CSMH
Tioridazina Potencial arritmogénico 2001 Restricción de indicaciones a tratamiento de segunda línea, modificación de
la ficha técnica. Inclusión como medicamento de Diagnóstico Hospitalario.
Posterior revocación de la autorización de comercialización.
Astemizol Arritmias ventriculares 2002 Revocación de la autorización de comercialización
Nefazodona Hepatotoxicidad 2002 Revocación de la autorización de comercialización
Nimesulida Hepatotoxicidad 2002 Suspensión de la autorización de comercialización
Tetrabamato Hepatotoxicidad 2002 Revocación de la autorización de comercialización.
Ácido acetilsalicílico Síndrome de Reye 2003 Revocación de la autorización de comercialización de las presentaciones
pediátricas, contraindicación en procesos febriles, gripe o varicela.
Prescripción médica para todos los medicamentos con menos de 500 mg
de ácido acetilsalicílico.
Amoxicilina/ Hepatotoxicidad 2004 Comunicación Información del riesgo a profesionales sanitarios.
clavulánico y
hepatotoxicidad
Risperidona Accidentes cerebrovasculares 2004 Restricción de indicaciones. Comunicación del riesgo a profesionales
sanitarios. Actualización de la ficha técnica.
Terapia hormonal
de sustitución Nuevos datos de seguridad 2004 Restricción de indicaciones en la prevención de osteoporosis como
de la Fuente C, Rodríguez A, de Abajo FJ, Vargas E, Moreno A
en relación con el riesgo tratamiento de segunda línea. Comunicación del riesgo a profesionales
cardiovascular, sanitarios y usuarias. Actualización de la ficha técnica
tromboembolismo venoso
y cáncer de mama
Bisfosfonatos Osteonecrosis del maxilar 2005 Comunicación del riesgo a profesionales sanitarios.
Actualización de la ficha técnica.
Tabla 2 (continuación).
Principales medidas sobre seguridad de medicamentos, adoptadas por la AEMPS a raíz de recomendaciones del CSMH
Carisoprodol Casos de abuso y 2005 Actualización de la FT Comunicación del riesgo a profesionales sanitarios.
dependencia Estudio sobre farmacocinética y farmacodinamia
Posterior suspensión de la autorización de comercialización
Veraliprida Reacciones de retirada 2005 Revocación de la autorización de comercialización.
Ketorolaco Riesgo gastrointestinal / 2006 Paso a medicamento de Uso Hospitalario
reevaluación del balance Comunicación del riesgo a profesionales sanitarios.
beneficio/riesgo
Tabla 3.
Componentes de libre designación del CSMH y de la CNFV desde su creación en 1985
Bibliografía
La dimensión europea
de la farmacovigilancia
Maciá MA
desde noviembre de 2007. Por otra parte, el Reglamento (CE) nº 726/2004 del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 31 de marzo de 2004, por el que se esta-
blecen procedimientos comunitarios para la autorización y el control de los
medicamentos de uso humano y veterinario y por el que se crea la Agencia
Europea de Medicamentos3, regula los medicamentos autorizados por la Comi-
sión Europea con arreglo al procedimiento centralizado. A la farmacovigilan-
cia de medicamentos de uso humano está dedicado particularmente el capítu-
lo 3 del titulo 2. Esta legislación básica se apoya en una serie de guías que, en
lo que respecta a la farmacovigilancia de medicamentos de uso humano se
encuentran recogidas en el denominado Volumen 9-A4 de las normas que regu-
lan los medicamentos en la UE (Eudralex), que también aprueba y publica la
Comisión, y que se actualizan periódicamente. Desde el punto de vista organi-
zativo, el sistema europeo de farmacovigilancia cuenta con la EMA y con la
Red de Agencias Reguladoras de Medicamentos como referentes.
Existe, por tanto, una base legal y organizativa en la UE que sustenta
acciones de farmacovigilancia coordinadas, que se detallan a continuación.
a las autoridades sanitarias. Para todas estas funciones deben contar, a nivel
europeo, con una persona cualificada en materia de Farmacovigilancia como
referente (Qualified Person Responsible for Pharmacovigilance, QPPV).
El instrumento básico establecido para informar periódicamente a las auto-
ridades reguladoras de la nueva información sobre seguridad y actualizar la eva-
luación del balance beneficio-riesgo del medicamento, es el Informe Periódico
de Seguridad (Periodic Safety Update Report, PSUR). Realizados en plazos
pre-establecidos, los PSUR son evaluados por los equipos de Farmacovigilan-
cia dependientes de las agencias reguladoras europeas. Para los medicamentos
autorizados por procedimientos coordinados europeos, el Rapporteur (autoriza-
ción centralizada) o el Estado miembro de referencia (autorizaciones por reco-
nocimiento mutuo y descentralizado), prepara un único informe de evaluación
del PSUR que luego es avalado por el resto. Para los medicamentos autoriza-
dos por procedimiento nacional, aunque en este momento no existe una exi-
gencia legal para la emisión de un solo informe de evaluación europeo del
PSUR, se está desarrollando un procedimiento para conseguir este objetivo
(Heads of Medicines Agencies. Working Group on PSUR synchronisation)7.
Cuando como consecuencia de la evaluación de un PSUR se considera
relevante debatir posibles medidas reguladoras, el asunto es remitido al Gru-
po de Trabajo de Farmacovigilancia para su discusión.
El rol de los TAC en la Farmacovigilancia de sus productos ha adquirido
una nueva perspectiva con el requerimiento para la puesta en marcha de los
Planes de Gestión de Riesgos. Su objetivo es comprometer a los TAC en acti-
vidades de Farmacovigilancia planificadas desde el momento en que el medi-
camento es autorizado. Para ello el TAC debe presentar un documento, el Plan
de Gestión de Riesgos (Risk Management Plan, RMP) del medicamento, jun-
to con el dossier de registro del medicamento, que es aprobado formando par-
te del dossier. El RMP debe luego actualizarse apropiadamente.
El RMP tiene como punto de partida una descripción detallada de los
riesgos identificados y potenciales que pueden ser relevantes para el balance
beneficio-riesgo del medicamento, sobre la base de las características farma-
cológicas, resultados de estudios preclínicos y del desarrollo clínico, así como
un reconocimiento de las poblaciones y condiciones de uso en los que la
información es más escasa. A este apartado del RMP se le denomina especi-
LA DIMENSIÓN EUROPEA DE LA FARMACOVIGILANCIA 177
Bibliografía
Una opinión muy extendida es que el papel más importante del SEFV-
H y de los órganos competentes de los que depende es mantener un buen
nivel de seguridad en el uso de los medicamentos disponibles. Y así es. El
primer beneficiario de la actuación de la Farmacovigilancia debe ser el
entorno donde son detectados los problemas de seguridad de medicamentos
por lo que el objetivo principal ha de ser utilizar dispositivos de alerta efi-
caces dirigidos al profesional sanitario y al usuario y asegurarse, mediante
estudios y otras intervenciones, de que sus mensajes son interpretados ade-
cuadamente e incorporados tanto a la práctica profesional como a su acervo
cultural.
Si bien esto es así, estimamos que la actividad científica y la difusión de
sus resultados son necesarias por una serie de razones:
Estas actividades que forman parte del quehacer académico deben ser
asumidas también por los órganos de gestión sanitaria y asociados a las acti-
vidades propias del funcionamiento administrativo. Incrementos presupuesta-
rios discretos pueden contribuir a incrementar de forma importante la activi-
dad científica en la Farmacovigilancia española si, además, se utiliza todo el
potencial que tienen y se dinamiza el entorno. Corresponde a las administra-
ciones central y autonómicas tomar las medidas oportunas.
Figura 2. Distribución por CCAA de la actividad científica del SEFV-H. Algunas publi-
caciones han sido atribuidas a más de una CA por tratarse de trabajos en colaboración.
Los temas que han abordado los investigadores españoles pueden incluir-
se en dos grandes bloques: 1) organización y metodología y 2) generación de
señales y toma de decisiones. Cabe resaltar que un número considerable de
estas publicaciones están relacionadas con descripción de casos o series de
casos y los resultantes del análisis de la base de datos FEDRA para dar res-
puesta a diferentes preguntas. En cambio, las publicaciones referidas a estu-
dios son muy limitadas: sólo fueron identificados 2 estudios piloto, 2 de casos
y controles, otros 2 observacionales y 1 estudio de cohortes.
Por último, el análisis de la colaboración entre investigadores en las publi-
caciones nos permite afirmar que es muy escasa. Sólo pueden identificarse 3 artí-
culos de colaboración entre investigadores de diferentes Centros Autonómicos lo
que sugiere que, si bien el sistema está descentralizado y coordinado en cuanto
a sus procedimientos, no hay problemas de investigación comunes a todo el
SEFV-H sino que la identificación y abordaje de los mismos es muy autónoma
de cada centro y bien pudiera darse, en gran medida, fuera del mismo. Un dato
indicativo de esta singularidad es que hay más publicaciones de colaboración
internacional, mayoritariamente con investigadores franceses, que nacional.
Entendemos que debe corregirse tan precario índice de colaboración.
Decíamos antes que existe un número apreciable de líderes científicos y dina-
188 Hidalgo A
Bibliografía
La farmacovigilancia en España:
organización, metodología
y generación de señales
1. Organización y metodología
• de Abajo FJ, Frías J, Lopo CR, Garijo B, Castro MA, Carcas A, et al.
Adverse reactions to drugs as a reason for consulting the emergency
services of a general hospital. Med Clin (Barc) 1989; 92:530-5.
The reports from the emergency service of La Paz General Hospital
were daily reviewed for 4 months to investigate the number of con-
sultations which, on the judgement of the physician on care, were
due to adverse reactions to drugs. An overall number of 11,326
patients consulted. In 438 (3.9%) it was considered that the consul-
tation was due to one or more definite, likely or possible adverse
drug reactions. In 69 patients (15.8%), the reactions were conside-
red to be severe, and 54 (12.3%) required admission; 59 reactions
(13.4%) were moderate, and 310 (70.8%) were mild. The most com-
mon localizations were the skin and its appendages (37.7%) and
gastrointestinal tract (25.3%). The most commonly implicated phar-
macologic groups were analgesic and non-steroidal anti-inflamma-
tory drugs (33.6%) and antimicrobials (22.1%). The incidence of
adverse reactions was significantly higher in women (4.4% vs 3.3%
in males, p less than 0.01). Depending on the age groups (14-29, 30-
59, greater than or equal to 60 years) the incidence of nonallergic
adverse reactions was significantly higher in patients aged 60 years
or more (1.5%, 2%, 2.9%; chi 2 = 15.2, gl = 2, p less than 0.001).
In presumably allergic adverse reactions, the incidence was signifi-
cantly higher among those under 30 years (2.9%, 2.2%, 0.5%; chi 2
= 50.2; gl = 2, p less than 0.0001). The incidence of severe adverse
reactions was significantly higher in patients over age 60 years
(0.2%, 0.6%, 1.2%, chi 2 = 29.2, gl = 2, p less than 0.001). In 32%
of cases the adverse reactions might have been prevented.
Spanish and French drug surveillance systems are rather similar, but
with some variations in the data analysis and differences between
causality algorithms used. Spontaneous reporting in two drug sur-
veillance centres, Aquitaine (Bordeaux, France) and in the Spanish
Basque Country (SBC) (type of reports, reporting form) is compared.
Reports received by the two centres during the year 1992 are pre-
sented. The SBC Centre has received more reports and differences in
the source and type of effects were observed.
than moderate (863; 473-1575) and mild (1209; 973-1503) ones. The
under-reporting rate was lower for drugs recently marketed (706;
406-1230) and slightly lower for unlabelled effects (1031; 641-1657)
The under-reporting rate of ADRs is considerable, though not homo-
geneous for the different cases. This should be taken into account
when comparing adverse effects (AEs) for different drugs. Under-
reporting seems to be positively selective, as it involves mainly the
less severe and better-known effects, preserving the value of sponta-
neous reporting for signal detection.
published in the years before (2003) and after (2005) the recom-
mendations were issued. The following data elements were analy-
sed: sex, age, dose, disease treated with the suspected drug, length
of treatment and adverse drug reaction, temporal sequence, with-
drawal effect, and alternative causes. The results of the 2 years were
compared. The information in the case reports published between
years 2003 and 2005 was not significantly different. The data ele-
ments more often incomplete were dose, length of treatment, as well
as length of adverse reaction. Approximately one third of the publis-
hed case reports included full information. There seems to be a need
to improve the data elements content of published adverse drug
reactions case reports, so that such documentation can contribute to
improve the assessment of alert signals.
(range 23-55) in the first period to 224 (range 98-248) in the second
period. In the first period, the monthly number of reported ADRs was
stable (3.47 per month; 95% CI 1.90, 5.03), but in the second period
the number increased progressively (increase of 0.74 per month; 95%
CI 0.62, 0.86). In the second period, the proportion of reported serious
ADRs increased nearly 2-fold (63.1% vs 32.5% in the first period). The
absolute number of previously unknown or poorly known ADRs incre-
ased 4-fold in the second period (54 vs 13 in the first period). There was
also an increase in the absolute number of suspected pharmacological
exposures to new drugs (97 vs 28) and in the number of different new
drugs suspected of causing ADRs (50 vs 19). A continuous intervention
based on healthcare management agreements with economic incenti-
ves and educational activities is associated with a quantitative and
qualitative improvement of spontaneous reporting of ADRs by hospital
physicians.
used to improve our knowledge about the safety profile of this vac-
cine. An inquiry was carried out to the Regional Centers of the Spa-
nish Pharmacovigilance System to know the number of vaccinated
people and the type and number of suspected cases of adverse reac-
tions. There were 133 identified cases of suspected adverse reactions
associated with meningococcal A and C vaccine until June 1st, 1998.
Most of them affected the skin (25,3%) or nervous system (similar
proportion). Those of allergic reactions accounted for 35,2%. Two
cases were considered as severe, although they were resolved
without secuelae. Serious risks were not detected. The Spanish Phar-
macosurveillance System as an epidemiological surveillance resour-
ce has been useful to know the safety problems associated with anti-
meningococcal vaccine in the community.
204 cases. They were compared with 1314 controls. Eleven patients
(14 cases, 6.9%) and zero controls had been exposed to pyrithyldio-
ne. The adjusted OR was 200.11 (CI 95% 22. 62-infinity). All
patients were female; none had a fatal outcome; three exhibited
positive rechallenge; and all had concomitantly taken other drugs.
Although pyrithyldione was a prescription-only medicine, only 8%
had been dispensed with medical prescriptions. Assuming the worst
case, i.e. that all the exposed cases could be attributed to pyrithyl-
dione, the incidence was 35.6 cases per 100, 000 patient-years (95%
CI, 18.9-60.9), which gives a risk ratio estimate of 109.6 (57.5-
191.5) if compared with the incidence of agranulocytosis among the
non-exposed population [3.26 cases (CI 95% 2.83-3.71) per 10(6)
inhabitants and per year]. Pyrithyldione was viewed by pharmacists
as a mild hypnotic, and apparently this had conferred to this drug an
unjustified image of safety. The National Commission of Pharmaco-
vigilance recommended to the Ministry of Health its withdrawal
from the market when eight cases of agranulocytosis had been iden-
tified. However, it took more than 2 years to withdraw it, and six
additional cases occurred in the study area. This illustrates the need
for quick regulatory action when pharmacoepidemiological data
suggest an unfavourable benefit/risk ratio.
lance System database; for exposure, we have used data from drug
sales to the Spanish National Health System. The estimated reported
incidence did not show major differences for the antidepressants stu-
died, ranging from 1.28 cases per 100,000 patient-years for sertra-
line to 4.00 for clomipramine, except for nefazodone, which was the
agent that had the highest incidence with 28.96 cases per 100,000
patient-years. The reported incidence of hepatic adverse reactions to
nefazodone seems to be higher than that estimated so far. Given the
high prevalence of depression and the widespread use of antidepres-
sants, physicians should be alert to the possibility that these medi-
cations cause hepatitis and consider early discontinuation of an
antidepressant if the condition is suspected.
• Macià MA, Carvajal A, del Pozo JG, Vera E, del Pino A. Hepatoto-
xicity associated with nimesulide: data from the Spanish Pharmaco-
vigilance System. Clin Pharmacol Ther 2002;72:596-7.
tis’ were the most frequent terms coded. In 38% of the reports rela-
ted to cyproterone acetate, 18% of those related to flutamide and
33% of those related to bicalutamide the patient had simultaneously
received other hepatotoxic drugs. The disproportionality analysis of
hepatitis showed a strong association with flutamide and a weak
association with bicalutamide and cyproterone acetate. Mean doses
of flutamide and bicalutamide were very close to their defined daily
dose (DDD) to treat prostate cancer, although in the case of cypro-
terone acetate it was slightly higher. The latency period of hepatitis
was between 3 and 10 months for the three antiandrogens, and the
recovery period was shorter (0.5-3 months). The majority of the
reported cases of hepatitis evolved favourably. Our results highlight
the hepatotoxic potential of flutamide compared to cyproterone ace-
tate. The data related to bicalutamide should be cautiously conside-
red due to the smaller number of reports.
• Sainz M, del Pozo JG, Arias LH, Carvajal A. Strontium ranelate may
cause alopecia. Br Med J 2009; 338:1210.
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Relación de documentos: