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PARA LA EVALUACIÓN,
ICFES
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1. Marco normativo..........................................................................................................7
1.1 Saber 3.°, 5.°, 7.° y 9.° .............................................................................................7
1.2 Saber Pro ...............................................................................................................7
1.3 Saber 11.° ..............................................................................................................8
1.4 Alcance de los exámenes de Estado ..........................................................................8
Apéndice ........................................................................................................................38
Referencias ....................................................................................................................39
Todo plan de estudios de pregrado del área de las ciencias sociales contempla algún tipo
de formación para la investigación, usualmente a través de cursos centrados en métodos,
técnicas o instrumentos de investigación. Adicionalmente, los trabajos de grado, las tesis y las
prácticas suponen la integración de conocimientos y habilidades teóricas o aplicadas, a través
de ejercicios de investigación de distintos niveles de exigencia. Los métodos de investigación
constituyen un área en la que pueden evidenciarse disputas disciplinarias sobre la filiación o
el rechazo a determinadas estrategias o enfoques, las tradiciones de los diferentes campos del
saber y los desarrollos prácticos que cada disciplina o profesión ha elaborado para construir su
conocimiento. En un sentido conservador, los métodos de investigación, las herramientas y los
fundamentos epistemológicos a partir de los cuales se indaga en las ciencias sociales cumplen un
papel fundamental en la constitución de fronteras disciplinarias y profesionales, y serían básicos
para la construcción de lo que algunos denominan la “identidad disciplinaria”.
A pesar de que esto último sigue operando, las ciencias sociales y las humanidades han
atravesado en las últimas tres o cuatro décadas por importantes revisiones de los supuestos
en los que se basan el saber científico y la producción de conocimiento. Dos importantes
consecuencias de estas reflexiones son 1) la difuminación de las fronteras disciplinarias, que se
pensaban estables y permanentes, y 2) la emergencia de nuevos intereses, programas y campos
de trabajo que no dependen exclusivamente de identidades disciplinarias, sino que demandan
de ellas la apertura y la innovación en el tipo de preguntas que los investigadores se hacen. En lo
que atañe a los propósitos de este documento vale anotar que, lejos de que se estén disolviendo
las disciplinas por el cuestionamiento a la formación privilegiada en determinados métodos y
técnicas de indagación, lo que ha ocurrido es una reconstitución del campo de las metodologías
de investigación, ya no desde la lógica de fronteras disciplinarias fijas, sino desde campos de
conocimiento en los que la hegemonía de una u otra disciplina se debe entender como algo
parcial, temporal y siempre en tensión con otros saberes académicos o no académicos.
En este sentido, la propuesta de este marco de referencia consiste en pensar la formación para la
investigación en ciencias sociales como un campo necesariamente inter y transdisciplinario, en el
que las particularidades de cada área de formación no riñen con un conjunto de saberes comunes
a las disciplinas y profesiones, y que incluyen tanto conocimientos teóricos como competencias
aprendidas en el pregrado. Las áreas que confluyen aquí aportan a la configuración del campo
de la investigación en ciencias sociales desde sus avances prácticos, sus desarrollos técnicos y
teóricos, pero también apelan a él como fuente de herramientas y perspectivas para plantear y
resolver problemas, ya sean estos cercanos a las tradiciones disciplinarias o ya sea que se trate
de preguntas emergentes que no pueden circunscribirse a un solo campo del saber.
Otro factor que necesariamente entra en juego en la perspectiva que se ha adoptado para
este marco de referencia es el problema de los niveles de formación en la educación superior
y la reconstitución de las carreras en Colombia en las últimas décadas, debido al incremento
progresivo de programas de posgrado. Además de esto, el país enfrenta también el aumento
Antes de comenzar, cabe anotar que, dado que la intención primordial del documento consiste
en establecer una base mínima sobre la cual diseñar las evaluaciones, no se aspira aquí a agotar
o sintetizar todo el campo de la investigación en ciencias sociales, sino indicar aquellos aspectos
que mínimamente deberían ser evaluados, procurando darle cabida a diversas perspectivas.
Los exámenes de Estado que realiza el ICFES están sustentados en la Ley 1324 de 2009. En esta
ley se establece que el objeto del ICFES es “ofrecer el servicio de evaluación de la educación en
todos sus niveles y adelantar investigación sobre los factores que inciden en la calidad educativa,
con la finalidad de ofrecer información para mejorar la calidad de la educación” (artículo 12.°).
Para estos efectos, en esta ley se le asigna al ICFES la función de desarrollar la fundamentación
teórica de los instrumentos de evaluación, así como las de diseñar, elaborar y aplicar estos
instrumentos, de acuerdo con las orientaciones que defina el Ministerio de Educación Nacional
—MEN— (artículo 12.°, numeral 2).
En este marco legal, el ICFES diseña, desarrolla, aplica, califica y entrega resultados de dos
exámenes de Estado, Saber 11.° y Saber Pro. Adicionalmente, realiza un examen nacional por
encargo del MEN para las pruebas de la educación básica, Saber 3.°, 5.°, 7.° y 9.°.
Cada una de estas evaluaciones tiene su respaldo en distintas leyes, decretos y normativas que
aplican para cada una de ellas. A continuación se describen brevemente las normas asociadas a
cada examen, a partir de lo dispuesto en la Ley 1324 de 2009.
1 En el apéndice que se encuentra al final del documento, se incluye un cuadro de la estructura general de este sistema.
Por otro lado, la asesoría académica y técnica también forma parte del desarrollo de las
evaluaciones. Como se decía, se estableció que el diseño y la estructura de los exámenes de
Estado tendrán una vigencia de por lo menos doce años. Los lineamientos para el diseño de
Entre de los principios rectores de la evaluación de la educación, la Ley 1324 de 2009 contempla,
entre otras cosas, la relevancia y la pertinencia de la evaluación (artículo 3.°). Un módulo de
competencias en investigación en ciencias sociales resulta relevante y pertinente en un examen
de Estado para la educación superior por múltiples motivos. A continuación ahondaremos en
estos dos principios en términos de tres factores: las relaciones entre la academia y el desempeño
profesional; el papel de las competencias para la investigación en ciencias sociales para la
generación de nuevas preguntas y problemas de investigación; y el carácter inter y transdisciplinario
de dichas competencias, así como su importancia en el contexto actual de las ciencias sociales
y humanas.
Según la Ley 1324, la pertinencia de las evaluaciones apunta a que ellas “deben valorar
de manera integral los contenidos académicos, los requerimientos del mercado laboral y la
formación humanística del estudiante” (artículo 3.°). En cuanto a la relevancia, la Ley habla de la
necesidad de “evaluar el grado de asimilación de un conjunto básico de conocimientos que sean
exigibles no solo en el contexto nacional, sino en el contexto internacional, de tal manera que un
estudiante pueda desempeñarse en un ámbito global competitivo” (artículo 3.°).
En este sentido, uno de los motivos por los que la formación en investigación es relevante y
pertinente para la formación de pregrado en ciencias sociales es que la investigación es uno
de los puentes más importantes entre las dimensiones teóricas y las prácticas de la formación
profesional. En este campo se encuentran unidos el saber como objeto y el saber hacer como
práctica. Ya sea que un egresado se dedique propiamente a la investigación académica, se
decida por la realización de un posgrado o se vincule al mercado laboral, la formación para la
investigación en el pregrado debe brindarle una base fundamental para trabajar con información
empírica. En esta tarea es fundamental que el estudiante sea capaz de identificar, recolectar y
pensar la información o los datos disponibles (Seidel, 1998). En el ámbito de la investigación
se esperaría que un egresado adquiera competencias básicas para vincular la información
con preguntas de investigación y teorías de las disciplinas o profesiones; en el de la práctica
profesional esas mismas competencias le permitirán hacer aportes a su trabajo e ir más allá de
las labores operativas. Finalmente, la formación en investigación fortalece la capacidad crítica
para formular nuevas perspectivas de análisis o trabajo y hace posible avanzar en la construcción
de nuevas preguntas o problemas.
Este panorama supone desafíos muy importantes para la formación de investigadores, lo cual
debe ser competencia y motivo de reflexión de las universidades. En lo que atañe a este marco
de referencia, esto es, la evaluación de la formación en investigación mediante una prueba
estandarizada, vale aclarar que se hacen necesarias reducciones y recortes de lo que puede
evaluarse, aun con la certeza de que se trata solo de una parte de lo que se enseña y que
debería someterse a evaluación. La importancia de evaluar los resultados de la formación para
investigación en ciencias sociales se basa también en la necesidad de contar con indicadores y
medidas comparables en el tiempo, que le permitan al país conocer la manera como se forman
sus futuros investigadores y que faciliten el diseño de políticas públicas en educación superior
Según la estructura actual del examen Saber Pro —como quedó estipulado en el artículo 3.° de
la mencionada ley— el módulo hace parte de las “competencias específicas comunes”, lo cual
supone la necesaria búsqueda de elementos que compartan las distintas disciplinas o profesiones
que eventualmente estarían implicadas en el tema de la investigación en ciencias sociales. En
este sentido, el trabajo para definir las especificaciones de la prueba ha seguido un proceso
participativo y de construcción colectiva, a través de la realización de reuniones de expertos de
diversas disciplinas y profesiones, tales como la psicología, la antropología, la sociología, el
trabajo social y la ciencia política. De entrada, esta labor supuso un trabajo interdisciplinario
que buscó resaltar y aprovechar los elementos comunes de los diversos campos del saber, para
lo cual se procuró incluir no solo las disciplinas y profesiones de los participantes, sino también
áreas que no participaron de manera directa en el diseño.
La historia de los métodos de investigación en ciencias sociales ha pasado por diversos momentos y
debates, en relación a lo cual cabe resaltar al menos las siguientes polémicas, que también estuvieron
presentes en las discusiones que llevaron a la definición del módulo y sus especificaciones: la de
la concepción de la investigación como un proceso lineal rígido o como un proceso circular y de
retroalimentación constante, y la de la elección de enfoques cuantitativos o cualitativos. En el fondo
de estas dos polémicas, y de muchas otras que podrían discutirse, se encuentra otra polémica más
profunda: la que se da entre quienes sostienen que el positivismo perdió el papel central que alguna
vez tuvo y quienes afirman que sigue teniéndolo (Bonilla-Castro y Rodríguez Sehk, 2005; Cresswell,
2003; Denzin y Lincoln, 2003, pp. 1-45). Sería insensato pretender que un examen de evaluación
de competencias en investigación, que debe buscar puntos comunes, excluya o privilegie una u otra
postura. Estas y otras tensiones estuvieron presentes en el proceso de diseño del módulo, pero se
ha buscado una solución lo más abierta posible que permita la inclusión de múltiples perspectivas.
En esta definición, la frase “con el fin de describir y comprender prácticas, discursos y problemas
sociales” establece el marco general en el cual se sitúan las capacidades específicas señaladas
en la primera parte. Al definir como centro de la evaluación del módulo las “prácticas, discursos
y problemas sociales”, se está hablando de aquellos asuntos de relevancia social que involucran
las instituciones, los “hechos sociales”, las personas en el ámbito de la sociedad o la cultura,
los comportamientos, las representaciones, los imaginarios o las prácticas de carácter colectivo.
Ahora bien, la intención primordial no es evaluar la formación para la investigación orientada
principal o exclusivamente a la intervención social, el individuo o los documentos escritos, aunque
no es el caso de que estos enfoques se excluyan de la evaluación. De esta forma, si se pretendiera
hacer una evaluación de competencias orientadas específicamente a problemas centrados en
tales objetos, sería necesario el diseño de los módulos correspondientes.
En cuanto a lo que se espera que el estudiante sea capaz de hacer con esas prácticas, discursos
y problemas sociales, se estableció que lo más adecuado para el nivel de pregrado es hablar
de “describir” y de “comprender”. De esta manera, la explicación o la construcción de modelos
teóricos están por fuera de lo mínimo que se le puede exigir a un estudiante de pregrado.
La descripción se refiere a un ejercicio que puede variar entre el simple recuento organizado y
Aunque pueda parecer que la comprensión resulta ser más compleja que la descripción, no existe
un grado de mayor o menor importancia entre ambas; en realidad, la descripción es la base
para cualquier procedimiento de análisis y resulta indispensable en la construcción de la teoría
(Strauss y Corbin, 2002, pp. 17-28). En un examen como Saber Pro resulta imposible evaluar
todas las competencias que serían necesarias para hacer buenas descripciones o demostrar
la capacidad para comprender un problema social específico. Sin embargo, las competencias
de escritura, evaluadas en uno de los módulos genéricos del examen, tienen relación con la
capacidad para hacer buenas descripciones, y en este módulo pueden medirse habilidades
relacionadas con la organización de la información o la identificación de regularidades y
patrones. Algo similar ocurre con la comprensión.
Una vez expuesto este marco, a continuación se detallarán los componentes más específicos
incluidos en la definición de las competencias para la investigación en ciencias sociales. Sin
embargo, para esto resulta pertinente exponer, previamente, cómo es la estructura formal de las
especificaciones de las pruebas Saber. Para la evaluación de las competencias de los estudiantes,
el ICFES diseña las especificaciones de cada prueba a partir del modelo basado en evidencias.
Conforme a este modelo, se define lo que se quiere evaluar según una estructura de tres niveles
formales: afirmaciones, evidencias y tareas.
Desde el ámbito de la sociología, C. Wright Mills planteó una de las discusiones clásicas sobre
“problemas”, en La imaginación sociológica (1997). Mills diferencia entre aquello que los intereses
institucionales definen como un “problema público”, que debe ser resuelto de manera práctica
para solucionar dificultades concretas; lo que sería una “inquietud personal”, relacionada con la
biografía y la experiencia individual; y lo que es propiamente un “problema de investigación” (pp.
27-30 y 215-217). Los dos primeros son objetos de análisis para las ciencias sociales, antes que
algo que deban ellas resolver. Un problema de investigación se refiere entonces a un asunto que
el investigador construye y decide estudiar desde una postura teórica y metodológica y que apunta
a la construcción de un saber o un conocimiento referente a su objeto. Este conocimiento puede
ser o no aplicado u orientado a resolver un problema social, pero ello será algo distinto de lo que
lo define como problema de investigación. Aunque potencialmente cualquier práctica, discurso
o problema social podría ser objeto de investigación para las ciencias sociales, la particularidad
de la apuesta por construir conocimiento, las posturas teóricas, metodológicas y éticopolíticas
del investigador, así como las convenciones de las disciplinas y profesiones, que establecen lo
que entra dentro de su campo o no, ayudan también a diferenciar el problema de investigación
de aquello que no lo es.
De acuerdo con Cresswell (2003), existirían tres maneras o estilos para definir la orientación del
proyecto: las hipótesis, los objetivos y las preguntas. Las hipótesis son más cerradas, y suponen la
existencia de ciertas certezas, así como el uso de variables e indicadores precisos. Las preguntas
son más útiles para situaciones más complejas en las que están involucrados diferentes factores
y el establecimiento de variables o categorías precisas no permitiría describir un panorama
social complejo. Los objetivos constituyen una forma intermedia, en la que se pueden formular
categorías flexibles, sin cerrar la búsqueda a la confirmación o rechazo de una hipótesis, pero sin
abrirla tanto como con las preguntas (pp. 105-117). El uso de objetivos en los proyectos es una
exigencia común en muchos formatos de proyectos que conviene saber utilizar, a pesar de que
tengan mucho de convención y de que es posible formular proyectos de otras maneras.
Unos de los productos más notorios de la construcción de conocimiento son la teoría y los
conceptos, que permiten describir, comprender, explicar y, en general, pensar los fenómenos
sociales. Las teorías y conceptos constituyen cajas de herramientas, y la habilidad de un estudiante
para usarlos debe ser objeto de evaluación. Del mismo modo en que los componentes de un
proyecto deben estar adecuadamente ajustados, así mismo, para dar cuenta de las preguntas
y objetivos de una investigación, deben escogerse herramientas teóricas y metodológicas
adecuadas. Esto no quiere decir que preguntas particulares impliquen tipos únicos de conceptos
y métodos; pueden usarse diversas herramientas o procedimientos de análisis, pero siempre es
posible prever de manera preliminar cuáles serán los más adecuados para determinado tipo de
objetivo y cuáles se ajustan mejor a los conceptos y categorías del estudio. Del mismo modo, las
teorías, conceptos y métodos no deben asumirse como herramientas completamente definidas
y acabadas; siempre será necesario adaptarlas o combinarlas con otras para poder responder
preguntas particulares.
Como categorías básicas que sirven de referente para la construcción de preguntas de las
evidencias de esta afirmación del módulo, se sugiere tener en cuenta una o algunas de las
acepciones de: prácticas, discursos, democracia, participación, representación, movimiento social,
acción colectiva, institución, posición social, estatus, género, etnia, raza, capital social, capital
cultural, clase social, movilidad social, burocracia, gobierno, Estado, nación, política, poder,
Entre los conceptos asociados a los métodos de investigación en ciencias sociales, se sugiere
considerar en el diseño de las preguntas: historia de vida, encuesta, entrevista en profundidad,
observación, construcción de una base de datos, análisis de estadísticas e indicadores, muestreo,
establecimiento de correlaciones, investigación documental, grupos focales, estudios de caso,
etnografía, observación, trabajo de campo, investigación histórica, investigación comparada,
investigación empírica, sentido común, análisis de contenido, análisis narrativo, codificación e
interpretación3.
Posiblemente lo que determina un buen análisis de antecedentes para una investigación sea
la combinación entre el sentido crítico respecto a la bibliografía y la información existente, y la
capacidad para imaginar nuevas preguntas y posibilidades. Esto se traduce en la habilidad para
identificar vacíos, construir posturas novedosas y formular nuevos interrogantes que contribuyan
al conocimiento de un problema de investigación o un campo del saber. Esta se relaciona con
una de las competencias genéricas del examen: la lectura crítica, pero situada en el contexto de
la formulación de problemas y el diseño de propuestas para responder preguntas de investigación
concretas.
Una competencia fundamental para la investigación relacionada con estas capacidades, y que
puede evaluarse solo parcialmente en esta prueba, es la habilidad para proponer y construir
códigos y categorías emergentes, derivados de fuentes bibliográficas, de material empírico o del
proceso de diseño de las herramientas. Estas categorías son productos concretos del análisis de
información y también son fundamentales en el diseño de encuestas y herramientas cuantitativas.
El equipo de diseño de las especificaciones de la prueba consideró necesario incluir preguntas
2 Selección hecha por el equipo de diseño de las especificaciones, complementada posteriormente con términos tomados de Serje,
Suaza y Pineda (2002), Giddens (1998) y Kottak (1997).
3 Selección hecha por el equipo de diseño de las especificaciones, complementada con términos tomados de Strauss y Corbin
(2002), Coffey y Atkinson (2003), Padua (1993), Galindo (1998), y Bonilla-Castro y Rodríguez (2005).
Evidencias
Existen tres vías posibles para hacer un análisis de datos o de información: los procedimientos
deductivos, que privilegian la construcción de categorías y análisis desde una teoría
predeterminada, esto es, desde una perspectiva más general hacia una particular; el análisis
inductivo, que hace énfasis en la construcción de categorías emergentes derivadas de los datos,
es decir, en construir “desde abajo” categorías y asociaciones más generales; y la combinación
de ambos, en el sentido de combinar procedimientos de análisis inductivo con procedimientos
Las técnicas de análisis, por su parte, también se deben evaluar en función de su coherencia y
utilidad respecto a un problema, una pregunta y unos objetivos de investigación. Más allá de la
definición de procedimientos para recoger la información, un correcto diseño metodológico debe
establecer también procedimientos, categorías y perspectivas de análisis. Una manera de recoger
información también suele estar vinculada a formas posibles de análisis. Dado que los bancos de
información no están predeterminados, sino que son construidos también por el investigador, la
recolección orienta también el análisis y, en este sentido, hay técnicas de análisis más o menos
adecuadas.
Evidencias
Todo investigador debe tomar decisiones respecto a la investigación, tanto en el diseño como en
el trabajo de campo o en la divulgación del estudio. Estas decisiones prácticas se refieren muchas
veces al uso de los resultados de la investigación académica que, como ya se señaló, no siempre
tiene por objetivo principal la aplicación del nuevo conocimiento o la solución práctica de un
problema social concreto. Uno de los primeros usos de los resultados de la investigación es la
formulación de nuevas preguntas y problemas de investigación, pero otros apuntan a asuntos
más prácticos, como el diseño de políticas públicas, la intervención directa del Estado en un
problema social o la evaluación de programas y proyectos, por mencionar algunos. Además de
la identificación de posibles usos de los resultados, se espera de un estudiante de pregrado que
sepa justificar por qué resulta adecuado determinado uso de los resultados de una investigación.
Se trata de una habilidad que, de nuevo, está vinculada al proceso de diseño de proyectos,
pero que en este caso lo desborda, puesto que se refiere concretamente a las relaciones entre
el conocimiento y las prácticas académicas con el conocimiento y el ejercicio profesional en
campos concretos.
Otra dimensión del uso de los resultados de la investigación tiene que ver con su socialización
entre audiencias, instituciones, actores o grupos de interés para los cuales el trabajo podría tener
implicaciones prácticas. De esta manera, el equipo de diseño definió evidencias relacionadas con
la pertinencia de la divulgación, la protección de los derechos fundamentales de las personas y las
posibles consecuencias de la investigación. Estas evidencias fueron definidas luego de considerar
distintas versiones de lo que inicialmente se orientó a evaluar: las capacidades del estudiante
en relación con las implicaciones éticas de un estudio. Sin embargo, dado que se trata de un
Evidencias
Así las cosas, para terminar vale la pena señalar brevemente cómo es la distribución porcentual
aproximada de los ítems que conforman la prueba por cada afirmación. A la primera afirmación
corresponde un 20 % de los ítems; 20 % corresponde a la segunda afirmación; 30 % a la tercera;
y 30 % a la cuarta.
Para finalizar este marco de referencia, conviene sintetizar las competencias académicas para
la investigación en ciencias sociales que se espera que haya adquirido un estudiante que
culmina su proceso de formación de pregrado. Este perfil se formula de manera independiente
a la posibilidad de evaluarlo en un examen como Saber Pro y en relación con el desempeño
adecuado que resulta deseable para un recién egresado de un pregrado de ciencias sociales.
Así, se espera que un egresado de pregrado de cualquiera de las ciencias sociales o humanas
esté en capacidad de:
• Divulgar, aplicar o derivar propuestas prácticas a partir de los resultados de una investigación.
A continuación podrá encontrarse una serie de ejemplos de preguntas del módulo de Gestión
financiera de Saber Pro. Estas preguntas son de selección múltiple con única respuesta; están
conformadas por un enunciado y cuatro opciones de respuesta, de las cuales solamente una
es correcta y válida respecto a la situación planteada en el enunciado. Para cada ejemplo de
pregunta se ha incluido una tabla en la que se expone la siguiente información: la clave, o
respuesta correcta; la afirmación y la evidencia a las que corresponde la pregunta; y la justificación
de la clave.
Pregunta 1
Clave A
Clave B
7 GUÍAS
La pregunta que orienta una investigación social es: ¿Qué cambios se han
producido en la vida cotidiana de una población campesina tradicional
que está dedicada, desde hace un año, al cultivo exclusivo de palma
africana?
Clave D
Módulo de 8
Investigación en Ciencias sociales
A. Densidad poblacional.
B. Democracia representativa.
C. Movimiento social.
D. Clase social.
Clave C
9 GUÍAS
Así las cosas, ¿cuál de las siguientes investigaciones previas puede ofrecer
información más pertinente para abordar esta pregunta de investigación?
Clave B
Módulo de 10
Investigación en Ciencias sociales
Clave A
11 GUÍAS
Clave A
El estudiante analiza e interpreta la información recogida de acuerdo
Afirmación
con los objetivos y conceptos establecidos.
Módulo de 12
Investigación en Ciencias sociales
Clave B
13 GUÍAS
Clave C
Módulo de 14
Investigación en Ciencias sociales
Clave B
15 GUÍAS
Razonamiento
Matemáticas Matemáticas Matemáticas Matemáticas
cuantitativo
Pensamiento
Ciencias naturales Ciencias naturales Ciencias naturales científico (módulo
específico)
Comunicación
escrita
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