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¿ES EL SEXO DON DE DIOS?

Esta pregunta puede contestarse de diversas maneras.


Con la ayuda del Señor y la guía del Espíritu, se tratará de considerar el tema a la luz de la
Palabra de Dios.
Entendiendo que el asunto es algo privado personal y muy delicado, la idea es compartir con el
pueblo de Dios solo un punto de vista teniendo en cuenta que sólo en parte conocemos
(1 Corintios 13:9) y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe
saberlo (1º Corintios 8:2)

Si bien la iglesia Católica Romana ha hablado sobre el asunto en escritos papales y en el


catecismo, su mensaje actual es en general en contra del aborto, del divorcio y del uso de
métodos anticonceptivos aunque no toca el tema del sexo en el matrimonio. Pero desde
muchos púlpitos de iglesias cristianas evangélicas de diferentes denominaciones, se predica
abiertamente que “el sexo es don de Dios” y que “dentro del matrimonio está todo
permitido” sin dar más detalles sobre el particular generando diversas expectativas a muchos
cristianos jóvenes y mayores, tanto casados como solteros.
Este tipo de mensajes podría desnaturalizar a la sexualidad como don de Dios en su
función reproductiva permitiendo a los esposos utilizar dicho don según su conveniencia
ya que “dentro del matrimonio el sexo es permitido” sin considerar los propósitos de Dios.
Por un lado es verdad que el sexo es un don de Dios, pero quizás no cualquier uso de ese
don es conforme a Su voluntad.
Dijo Dios en Génesis: fructificad y multiplicaos (Génesis 1:28 y 9:1); procread
abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella (Génesis 9:7) y nos dio el don de
reproducirnos a través de las relaciones sexuales conyugales.
Algunos autores cristianos se apoyan en Proverbios 5: 18,19 "Sea bendito tu manantial,
Y alégrate con la mujer de tu juventud, Como cierva amada y graciosa gacela.
Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre. " y en pasajes
del Cantar de los Cantares para transmitir la idea de que los esposos cristianos pueden
tener relaciones sexuales solo para sentir placer y/o prodigarse amor. Pero la Biblia no se
acaba en los Proverbios, y en el caso del libro de Los Cantares, su significado espiritual
principal no es la relación entre esposos !!!
Dios ha querido, que el sexo sea placentero y sirva para dar y recibir amor “eros1” pero no
podemos hacer del ello el motivo principal del acto.
El placer es una consecuencia agradable de la procreación pero utilizar la procreación sólo
como fuente de placer alteraría el objetivo inicial del don, el cual era para fructificar
multiplicarse y procrear abundantemente, como consta más arriba.
Comer para alimentarnos nos causa también cierto placer, pero utilizar los alimentos nada más
que como fuente de ese placer y no como elementos de nutrición, pervierte el sentido de los
mismos y crea desordenes alimenticios y sobrepeso (Ejemplo: Bulimia)
De un modo similar utilizar algún método anticonceptivo (que no sea el natural consistente en
conocer los días fértiles y abstenerse) para que las relaciones sexuales conyugales solo
persigan fines amorosos y placenteros, pervierte también su destino original el cual debería ser
la procreación y no solo el placer y el amor “eros”
Si en la actualidad la idiosincrasia es (a diferencia de en la antigüedad) controlar la natalidad
por motivos económicos u otras cuestiones, los esposos cristianos deberían considerar algunos
pasajes de la escritura, los cuales no niegan que el sexo es un don de Dios, pero tampoco
sugieren que mediante métodos anticonceptivos se puedan tener relaciones maritales solo por
motivos amorosos y/o para satisfacer deseos y apetitos naturales, simplemente porque “el sexo
está permitido dentro del matrimonio”
La Biblia dice:
"Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación;... ; que cada uno de vosotros sepa tener su
propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles
que no conocen a Dios". (1º Tesalonicenses 4:3-5)

Este consejo apostólico para los varones de Tesalónica es muy grafico, claro y de fácil
interpretación para aquellos que son de Cristo y han crucificado la carne con sus pasiones y
deseos (Gálatas 5:24)
Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el
Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. (Gálatas 6:8)
Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne (Romanos 8:5) entre los
cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne,
haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos (Efesios 2:3); pero los que son del
Espíritu, piensan en las cosas del Espíritu. (Romanos 8:5) ... y los que viven según la carne
no pueden agradar a Dios (Romanos 8:8).
Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. (Gálatas 5:16)
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos
se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. (Gálatas 5:17)
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: ..., inmundicia, lascivia, (Gálatas 5:19) mas
vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu. (Romanos 8:9)
Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; (Romanos 8:12)
sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. (Romanos 13:14)
Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba (Romanos 14:22)
así que si una pareja de esposos cristianos estiman que pueden tener relaciones conyugales
usando cualquier tipo de anticonceptivo para poder sentir amor y placer sin procrear porque
“el sexo es don de Dios” y su corazón no le reprende (1º Juan 3:21), solo su Señor puede
juzgarlos (Romanos 14:4) aunque de lo expuesto se podría considerar que tales relaciones
sexuales solo para sentir placer o expresar amor aún sin barreras anticonceptivas, no sea
quizás del todo, la voluntad de Dios
Todos los verdaderos creyentes tienen el Espíritu Santo (1º Corintios 6:19) y la unción del
santo y no necesitan que nadie les enseñe, porque la unción misma les enseña todas las
cosas (1º Juan 2:27) pero también la Palabra de Dios permite aprender y conocer Su voluntad
y en todo lo escrito hasta aquí no hay conceptos ni ideas personales sino solo la pura y santa
Palabra de Dios.

Para finalizar y como se mencionó, la intención no es enseñar ni ofender la fe de ningún santo


hijo de Dios lavado por la preciosa sangre del Señor Jesús sino tratar de dar con humildad,
temor y temblor una perspectiva diferente sobre “el sexo en el matrimonio” para que imitando el
ejemplo de los creyentes de Berea, los lectores escudriñen cada día las escrituras para ver
si esto es así (Hechos 17:11), examinarlo todo y retener lo bueno (1º Tesalonicenses 5:21)

Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla (Hebreos 13:4)

1
La palabra griega para amor sexual o amor apasionado es eros, de la cual obtenemos palabras tales como “erótico.” Cuando eros era
utilizado como nombre propio, se refería al dios griego del amor. La palabra griega eros no aparece en el texto bíblico

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