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RUTA NARANJA

Cerro Muriano

FICHA TECNICA
10 km / Aprox. 2 horas 30 minutos / Dificultad baja / Altura mínima y máxima: 120 >438 m. / Recomendable a pie o en bicicleta de montaña
/ En primavera, preferentemente. / Evitar las horas centrales del día en verano.

Línea N de autobús urbano: Córdoba–Cerro Muriano.


Salida de la Estación de Autobuses de Córdoba.

Camino Via Emerita Augusta

Caminar por la antigua Via Emerita Augusta entre verdes paisajes de amplias perspectivas bañados por numerosos arroyos
Estos lugares han sido desde nuestra más remota antigüedad paso obligado para los ejércitos, entre ellos las legiones romanas de César, lo
que motivó que discurriera por estos parajes la Via Emerita Augusta.
Tras la dominación árabe, Córdoba fue reconquistada por Fernando III, levantándose aquí el Santuario de Linares en el que dicho rey ubicaría
la Virgen que le acompañó en su contienda militar.
Se combinan en este itinerario todos los aspectos necesarios para ofrecer al caminante los alicientes científico, cultural y paisajístico.

Siguiendo los pasos de las legiones romanas de Julio Cesar en su entrada a la ciudad, visitaremos la ermita situada en el lugar donde
Fernando III acampó durante la conquista cristiana de Córdoba y atravesaremos uno de los yacimientos geológicos mas importantes del
Carbonífero en España.

Comenzamos el itinerario desde el barrio cordobés de Fátima, concretamente en el Arroyo de Pedroches y Puente Romano Molino de los
Ciegos (construido sobre la Vía Augusta). El sendero está repleto de elementos de alto valor arqueológico, como un antiguo acueducto
romano que, junto con el de Valdepuentes, abasteció a la ciudad de agua durante el siglo I. Se trata del Acueducto Aqua Nova Domitiana–
Augusta Col Pat .
Mientras caminamos podremos admirar unas excelentes vistas del Arroyo Pedroches, así como una hermosa franja de la sierra.
Cruzando la carretera, cerca de la estación de servicio Las Canteras , encontraremos una desviación hacia el Santuario de Linares.
Siguiendo la margen izquierda, por donde transita la Cañada Real Soriana, se divisa el Santuario de Linares , dibujado bajo el Cerro de San
Fernando.
Caminando por la margen del arroyo de Linares, rodeados de vegetación típica de ribera, llegamos hasta un puente romano , en óptimo
estado de conservación a pesar de sus diecinueve siglos de antigüedad.
El sendero asciende hasta llegar unas rocas en las que, a golpe de pico, fue excavada la calzada romana por la cual caminamos.
Más adelante hallamos unos estratos geológicos de alto interés científico. Desde aquí vemos el Cortijo de los Velascos . El paisaje adquiere en
este punto su imagen más salvaje.
Ascendemos por la calzada, que se confunde con la línea de estratigrafías que dibujan las rocas.
Atravesamos diversas zonas de estratos , que van desde los conglomerados del Carbonífero marino, pasando por el Devónico y el Silúrico,
hasta las areniscas del Cámbrico, haciendo un repaso de los diferentes periodos geológicos en la formación del Valle del Guadalquivir, de
origen marino.
Algo más arriba encontramos ya las primeras hue-llas de la Calzada de la Loma de los Escalones , que debe su nombre a los grandes
desniveles que tuvo que salvar esta vía romana en su construcción.
Pasamos junto a la gran planicie construida por una cantera que se viene explotando desde hace algunos años. Un gigantesco algarrobo, de
más de 500 años, contempla este desolador panorama.
Nuestro paseo termina en Villa Enriqueta , si bien puede continuar por un sendero que existe paralelo a la carretera N–432 hasta llegar a la
localidad de Cerro Muriano .

1: EL BRUSCO O RUSCO
El Ruscus aculeatus es un arbusto con rizoma de pequeño tamaño que alcanza hasta cincuenta centímetros de altura. Sus tallos son estriados
y de color verde oscuro; y sus flores, de color rojo intenso, aparecen de abril a septiembre para dar frutos de mayo a octubre. El rusco suele
aparecer alrededor de las encinas.

2: SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LINARES


La Virgen de Linares, una talla de finales del siglo XIII, conocida también como Conquistadora y Capitana, y a veces como ‘invencible
generala’, está muy ligada al pueblo de Córdoba.
En 1236 Fernando III acampó con sus tropas en una colina, cara la ciudad, en la que había una antigua atalaya musulmana. En un hueco del
muro mandó colocar la Virgen. Era práctica común entre los monarcas castellanos depositar imágenes religiosas en ermitas o altares
improvisados durante sus batallas de conquista.
Los estudios más recientes apuntan que ‘Linares’ tal vez sea una castellanización del nombre árabe de estas atalayas que los árabes usaban
para avisarse haciendo señales con humo blanco o negro. El vocablo ‘Linares’ derivaría de al–narum, «donde se hace fuego».
El santuario se compone de diversas construcciones posteriores a la conquista cristiana adosadas a la atalaya del siglo IX. El conjunto tiene la
apariencia de un caserío rural andaluz de los siglos XVIII y XIX.
Cada primer domingo de Mayo se celebra la popular Romería al Santuario de Linares. El domingo siguiente la imagen es procesionada a
hombros de hermanos por los adelaños del santuario.

3: MESA DE LOS ESCALONES


Durante el Carbonífero, hace 300 millones de años, Andalucía estaba cubierta por mar y la Mesa de los Escalones era un cañón submarino.
Valiosos fósiles marinos y vegetales han sido encontrados en este paraje. Las estructuras geológicas de las rocas del Carbonífero y su
contacto discordante con el Mioceno (depositadas hace 10 millones de años) han sido objeto de estudio de geólogos de todo el mundo. A nivel
geológico y didáctico los alrededores del Santuario de Linares es uno de los lugares más interesantes de Andalucía.

4: LA LOMA DE LOS ESCALONES


Durante el Imperio Romano la Loma de los Escalones se integraba en una vía que unía Córdoba, capital de la provincia Bética, con Mérida,
capital de la Lusitania. Esta calzada tuvo que afrontar en su construcción el gran escalón que existe entre el valle del Guadalquivir y las
alturas de Sierra Morena. La enorme pendiente de algunos tramos provocó que la calzada hubiera de ser trazada, a cincel y martillo, en la
roca.
En el siglo XIII, esta vía, con escala en la nueva ermita de Linares, entró a formar parte del Camino Mozárabe o Vía de la Plata, formada por
los ramales de peregrinación, que iban surgiendo a medida que avanzaba la Reconquista, a Santiago de Compostela y que confluían en
Mérida.
Más recientemente transcurría por estos parajes la Cañada Real Soriana, la cual procede de Soria y muere en Sevilla. Las vías pecuarias
fueron durante siglos las más importantes vías de comunicación de España. Eran las ‘autopistas’ de la época y por ellas circulaban ganado,
costumbres y cultura.

5: LA MINERÍA EN LA HISTORIA DE SIERRA MORENA


La explotación minera en Cerro Muriano se remonta al Calcolítico. El subsuelo de la zona fue rico en cobre, hierro, plomo, plata y mercurio. En
el año 114 a.C. llegó desde Roma el pretor Sextus Marius, que acabaría convirtiéndose en el dueño de todas las minas de Sierra Morena y en
uno de los hombres más ricos de Hispania.
El sabio prehistoriador, geólogo y médico Juan Vilanova y Piera (1821–1893) afirma que la apoteosis y final de la actividad minera vino de la
mano de la reapertura de los pozos romanos por una empresa británica en el siglo XIX. El complejo minero de San Rafael es un claro
exponente de aquella infraestructura. El geólogo Eduardo Hernández Pacheco (1872–1965) relata que el cónsul inglés encargado de la
explotación, Ricardo E. Carr, llegó a reunir gran cantidad de objetos romanos de incalculable valor arqueológico. Junto al Pozo de San Rafael
permanece una enorme concentración de escoria denominada por los lugareños ‘gachas negras’.
Los bosques de estos parajes han sido utilizados desde la antigüedad como materia prima para la combustión necesaria en la actividad
minera. No es raro, pues, que la arboleda escasee en muchas zonas.
El Museo del Cobre de Obejo es visita obligada para conocer la influencia de la actividad minera en la comarca.

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