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ESTADO EN COLOMBIA

Aspectos macroeconómicos, políticos, sociales y culturales, modelo de desarrollo,


actividades educativas, entre otros, de modo que el fenómeno es complicado de estudiar
por su amplia visión general.
El principio bioético de justicia en Colombia, se ve influenciado no solamente por el hecho
de ser un principio filosófico responsable de la repartición de recursos, sino también en los
efectos sociales, culturales, políticos y económicos de su aplicación, claro ejemplo la ley
100 de 1993, que a pesar de lograr universalidad en el cubrimiento, existen entes en
desacuerdo por la citada ley (de acuerdo al desvío de recursos al destinarlos con fines
particulares, en vez de realmente implementar y mejorar la calidad en la atención de los
servicios y demás).

ESBOZO HISTÓRICO

Cambio estratégico a partir del año 50, en donde se pasó de un estado de beneficencia y
asistencia social a la de seguridad social, épica en la cual se crearon varias instituciones
con estos fines, capaces de sostener el cambio poblacional y epidemiológico que contraía
para Colombia el paso de la población rural a urbana.
Se instauró un cambio de problemática privada a colectiva, se instituyeron campañas de
enfermedades de interés en salud pública. Se considera el desarrollo de medicina estatal
en América Latina, orientada hacia la inversión en seguridad social, clara inspiración
Bismarckiana.
Se entendió luego del Frente Nacional y el Presidente J. F. Kennedy para las Américas,
que la salud como contribución al desarrollo. Retrospectivamente hablando se evidenció
que, a pesar de los intentos del uso adecuado de recursos, desafortunadamente las
prácticas de corrupción política y administrativa no permitieron su ejecución adecuada.

LA SITUACIÓN ACTUAL ANTECEDENTES INMEDIATOS

Antes de la constitución de 1991, los recursos destinados para la salud vinieron reduciendo
paulatinamente. Luego de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, se presentó la
descentralización y la municipalización de los recursos de salud. Se contempla el derecho
a la salud conexo a los derechos humanos de segunda generación. Posteriormente se
presentó y se aprobó la ley 100 de 1991, documento que estableció el nuevo sistema de
salud colombiano y sus efectos prácticos sobre el bienestar social, haciendo énfasis en el
criterio de justicia subyacente.
EL PANORAMA RECIENTE

No hay duda sobre la mala salud como uno de los aspectos que afectan más la calidad de
vida de amplios sectores de la población colombiana. La aplicación del principio de justicia
ha permitido disminuir la mortalidad infantil, homicidios, ha elevado la esperanza de vida al
nacer, entre otras, sin embargo, existen consistencias como la imposibilidad de acceso a
agua potable para toda la población, problemas de desnutrición. Es llamativa la inequidad
de regiones, por ejemplo, el Chocó presenta problemas más acentuados en todos los
órdenes.
Se documentó que según la ECOSOC en el año 41 de 100 colombianos se sentían
enfermos, tan solo 12% acuden al médico y 0,2% se hospitalizan. Además, el alto costo de
medicamentos, poca atención integral, poca disponibilidad de profesionales para la salud,
auguran un ajuste estructural. A pesar de la notificación, la aplicación de la ley sigue en
ritmo, desde su implementación hasta nuestros días, insistiendo en la distancia existente
entre la norma constitucional y la realidad en muchos órdenes.
El gasto social en áreas como la salud es precario, y eso de por si es una negación a la
equidad. Su privatización es un claro ejemplo de que el negocio de la salud es atractivo
para entidades financieras particulares, conectadas en algunos casos con el capital
internacional.
Es triste concluir que, contra la internacionalidad positiva de las normas, la expresión
cotidiana de la gestión en salud no representa propiamente el imperio de los Derechos
Fundamentales, sino de las carencias y estrecheces institucionales en un mercado que se
torna de forma gradual, en un teatro de accesos y perspectivas desiguales.

Reflexiones
Es importante destacar la relación que existe entre la justicia sanitaria y los derechos
humanos como se conocen en la actualidad, para alcanzar la dignidad humana; y aunque
es necesaria la creación de teorías filosóficas, económicas y políticas para la solución de
los problemas que se han mencionado anteriormente, no son suficientes para comprender
la problemática y más aún para transformar la realidad.
De igual forma, no podemos ver la salud solo como un negocio, como cifras estadísticas,
procesos administrativos, aunque es importante el esquema costo-beneficio, ver la salud
de esta manera, va a generar injusticias en muchas personas; no se puede olvidar que los
seres humanos somos morales y éticos.
También es importante reconocer la situación en salud, la inequidad y las injusticias que
vivimos en nuestro país, pero esto por si solo, no genera soluciones. Para llegar a una
solución, se requiere el dialogo claro y transparente entre las teorías, la experiencia técnica
y gerencial de forma individual en cada caso, sin dar respuestas generales, sino debatir
cada caso y llegar a acuerdos que sean afines a las necesidades de la sociedad.
De esta forma, no podemos ver la salud solo como el acceso oportuno a los diferentes
servicios; el proceso salud-enfermedad es complejo y tiene en cuenta la vivienda, situación
económica, laboral, familiar, entre otros de las personas. Por lo anterior, se insiste en dar
manejo integral y no estancarse en una justicia sanitaria curativa, por el contrario, es
esencial iniciar manejos integrales, que apliquen las bases de la promoción y prevención
de la salud, y así garantizar mejores condiciones de vida y mejor salud. Sin olvidar que los
avances tecnológicos en terapéutica son un apoyo para el tratamiento de las enfermedades.
Ante el aumento de los costos en salud, en algunos casos es necesaria la generación de
racionamientos, que deben ajustarse a las necesidades asistenciales, tener base en la
eficacia y efectividad, y de esta forma construir paquetes básicos de atención establecidos
en el costo-beneficio. Estos racionamientos deben estar bajo los principios de que sea
inicialmente comprobada su necesidad, no discriminar, ir en busca del bien común y darles
prioridad a las personas en desventaja. En el contexto geopolítico internacional, las
problemáticas de salud de los países menos favorecidos, concierne principalmente a los
países desarrollados y privilegiados.
Al hablar de los principios de la bioética, vemos que es imposible desarrollar uno sin
mencionar los otros; no se puede tener un sistema justo, sin referirse a ser beneficiente, no
maleficiente y respetar la autonomía. Hoy en día, en Colombia no se puede culpar
exclusivamente a la ley 100, se debe realizar un análisis de los diferentes niveles de la
sociedad y buscar siempre el bien común. A pesar de que, gracias a esta ley, muchos
fondos se pasaron al sector salud, no se lograron cumplir los objetivos que se esperaban,
dado en gran parte a la perdida de estos mismos recursos, en procesos burocráticos y en
la corrupción.

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