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VIDA Y MINISTERIO CRISTIANOS (23-29 ABRIL) MARCOS 3-4

Lectura de la Biblia
(Marcos 3:1-19)
3 Una vez más entró en una sinagoga, y allí estaba un hombre con una mano seca.
2
De modo que lo estaban observando detenidamente para ver si curaría al hombre
en sábado, para poder acusarlo.
3
Y él dijo al hombre que tenía la mano seca: “Levántate [y ponte] en medio”.
4
Entonces les dijo: “¿Es lícito en sábado hacer un hecho bueno, o hacer un hecho
malo?, ¿salvar un alma, o matarla?”. Pero ellos se quedaron callados.
5
Y después de darles una mirada en derredor con indignación, estando él
cabalmente contristado por la insensibilidad de sus corazones, dijo al hombre:
“Extiende la mano”. Y la extendió, y la mano le fue restaurada.
6
Visto aquello, los fariseos salieron e inmediatamente se pusieron a celebrar
consejo con los partidarios de Herodes contra él, para destruirlo.
7
Pero Jesús, con sus discípulos, se retiró al mar; y una gran multitud de Galilea y de
Judea lo siguió.
8
Hasta de Jerusalén y de Idumea y del otro lado del Jordán y de los alrededores de
Tiro y de Sidón, una gran multitud, al oír cuántas cosas hacía, vino a él.
9
Y él dijo a sus discípulos que le tuvieran dispuesta de continuo una barquilla para
que la muchedumbre no lo oprimiera.
10
Porque curó a muchos, y el resultado fue que todos los que tenían dolencias
penosas caían sobre él para tocarlo.
11
Hasta los espíritus inmundos, siempre que lo contemplaban, se postraban delante
de él y clamaban, diciendo: “Tú eres el Hijo de Dios”.
12
Pero muchas veces les ordenó rigurosamente que no lo dieran a conocer.
13
Y ascendió a una montaña y mandó llamar a los que quiso, y ellos se fueron a
donde él.
14
Y formó [un grupo de] doce, a quienes también dio el nombre de “apóstoles”, para
que continuaran con él y para enviarlos a predicar
15
y a tener autoridad para expulsar los demonios.
16
Y el [grupo de] doce que él formó fueron: Simón, a quien también dio el
sobrenombre de Pedro,
17
y Santiago [hijo] de Zebedeo, y Juan el hermano de Santiago (también dio a estos
el sobrenombre de Boanerges, que significa Hijos del Trueno),
18
y Andrés, y Felipe, y Bartolomé, y Mateo, y Tomás, y Santiago [hijo] de Alfeo, y
Tadeo, y Simón el cananita
19
y Judas Iscariote, que más tarde lo traicionó. Y entró en una casa.

TESOROS DE LA BIBLIA
“Jesús cura a un hombre en sábado” (10 mins.)
Mr 3:1, 2. Los líderes religiosos judíos buscaban una excusa para
condenar a Jesús (jy pág. 78 párrs. 1, 2).
(Marcos 3:1, 2) 3 Una vez más entró en una sinagoga, y allí estaba un hombre
con una mano seca. 2 De modo que lo estaban observando detenidamente
para ver si curaría al hombre en sábado, para poder acusarlo.

*** jy cap. 32 pág. 78 párrs. 1-2 ¿Qué está permitido hacer en sábado? ***
De nuevo es sábado, y Jesús va a la sinagoga, probablemente ya en Galilea. Allí
se encuentra a un hombre que tiene la mano derecha paralizada (Lucas 6:6). Los
escribas y los fariseos no le quitan los ojos de encima a Jesús. ¿Por qué? Se ve
cuáles son sus intenciones cuando le preguntan: “¿Está permitido curar a alguien en
sábado?” (Mateo 12:10).
Los líderes religiosos judíos creen que solo se puede curar a alguien en sábado
si su vida corre peligro, por lo que no está permitido hacer cosas como colocar un
hueso en su sitio o vendar una torcedura. Está claro que a estos judíos no les
preocupa realmente el sufrimiento de ese pobre hombre, sino que están buscando
una excusa para condenar a Jesús.

Mr 3:3, 4. Jesús sabía que ellos tenían un punto de vista extremista y


alejado de lo que dicen las Escrituras sobre la ley del sábado (jy pág. 78
párr. 3).
(Marcos 3:3, 4) 3 Y él dijo al hombre que tenía la mano seca: “Levántate [y
ponte] en medio”. 4 Entonces les dijo: “¿Es lícito en sábado hacer un hecho
bueno, o hacer un hecho malo?, ¿salvar un alma, o matarla?”. Pero ellos se
quedaron callados.
*** jy cap. 32 pág. 78 párr. 3 ¿Qué está permitido hacer en sábado? ***
Sin embargo, él conoce sus malas intenciones. Sabe que han adoptado un punto
de vista extremista y alejado de lo que dicen las Escrituras sobre lo que se considera
trabajar en sábado (Éxodo 20:8-10). Además, no es la primera vez que lo critican
injustamente por sus buenas obras. A continuación, Jesús hace algo que acaba
provocando un tenso enfrentamiento con ellos. Le dice al hombre: “Levántate y ven
aquí al centro” (Marcos 3:3).
Mr 3:5. A Jesús le entristeció muchísimo “la insensibilidad de sus
corazones” (nwtsty nota de estudio para Mr 3:5: “con indignación, estando
él cabalmente contristado”).
(Marcos 3:5) 5 Y después de darles una mirada en derredor con indignación,
estando él cabalmente contristado por la insensibilidad de sus corazones, dijo
al hombre: “Extiende la mano”. Y la extendió, y la mano le fue restaurada.
nwtsty nota de estudio para Mr 3:5
Con indignación, estando él cabalmente contristado:
Marcos es el único que describe cómo reaccionó Jesús en esta ocasión al ver que los
líderes religiosos tenían un corazón tan insensible (Mt 12:13; Lu 6:10). Es probable que
Pedro, un hombre que también tenía profundos sentimientos,
le contara a Marcos este detalle (vea el video Información sobre Marcos).
BUSQUEMOS PERLAS ESCONDIDAS
ATENCION ESPECIAL AL TEXTO Mr 3:29
. Mr 3:29. ¿Qué significa blasfemar contra el espíritu santo, y qué
consecuencias tiene? (nwtsty notas de estudio para Mr 3:29: “blasfema
contra el espíritu santo” y “culpable de pecado eterno”).
(Marcos 3:29) 29 Sin embargo, cualquiera que blasfema contra el espíritu santo
no tiene perdón jamás, sino que es culpable de pecado eterno”.

nwtsty notas de estudio para Mr 3:29

Blasfema contra el espíritu santo: Blasfemar es hablar de manera injuriosa, difamatoria o


insultante sobre Dios o sobre las cosas sagradas. El espíritu santo proviene de Dios
mismo, de modo que oponerse deliberadamente a dicho espíritu o no admitir que algo es
obra suya equivale a blasfemar contra Dios. Como leemos en Mateo 12:24, 28 y Marcos
3:22, los líderes religiosos judíos vieron el espíritu de Dios en acción al presenciar los
milagros de Jesús y, aun así, se los atribuyeron a Satanás.
Culpable de pecado eterno: Parece referirse a un pecado deliberado con consecuencias
eternas. No existe ningún sacrificio que pueda cubrir esta clase de pecados (vea la nota de
estudio blasfema contra el espíritu santo para este mismo versículo).
Mr 4:26-29. ¿Qué aprendemos del ejemplo del sembrador que duerme?
(w14 15/12 págs. 12, 13 párrs. 6-8).
(Marcos 4:26-29) 26 Y siguió diciendo: “De esta manera el reino de Dios es
como cuando un hombre echa la semilla sobre la tierra, 27 y duerme de noche
y se levanta de día, y la semilla brota y crece alta —precisamente cómo, él no
lo sabe—. 28 Por sí misma la tierra gradualmente fructifica: primero el tallo de
hierba, luego la espiga, finalmente el grano lleno en la espiga. 29 Pero tan
pronto como el fruto lo permite, él mete la hoz, porque ha llegado el tiempo de
la siega”.

*** w14 15/12 págs. 12-13 párrs. 6-8 ¿Entendemos el significado? ***
6
¿Qué aprendemos de esta parábola? Primero, aprendemos que no podemos
controlar el crecimiento espiritual de un estudiante de la Biblia. Ser modestos nos
ayuda a evitar la tentación de presionarlo para que se bautice. Hacemos todo lo que
podemos por ayudarlo, pero reconocemos humildemente que la decisión final de
dedicarse a Dios depende de él. Esa dedicación debe nacer de un corazón motivado
por el amor a Dios; es lo que Jehová se merece (Sal. 51:12; 54:6; 110:3).
7
Segundo, entender lo que nos enseña esta parábola nos ayuda a
no desanimarnos si al principio no vemos buenos resultados. Hay que ser pacientes
(Sant. 5:7, 8). Si hemos hecho todo lo posible por ayudar al estudiante pero la
semilla no da fruto, eso no significa que seamos malos maestros. Jehová solo
permite que la semilla de la verdad germine en corazones humildes que están
dispuestos a cambiar (Mat. 13:23). Por eso no deberíamos pensar que la eficacia de
nuestro ministerio se mide tan solo por los resultados. Jehová no juzga el éxito de
nuestra labor por la reacción de las personas a quienes predicamos, sino que ve
nuestro esfuerzo y lealtad (lea Lucas 10:17-20 y 1 Corintios 3:8).
8
Tercero, no siempre percibimos los cambios que ocurren en el interior de una
persona. Por ejemplo, un matrimonio que estaba estudiando la Biblia con un
misionero le dijo que los dos querían ser publicadores no bautizados. Él les recordó
que debían dejar de fumar si querían llenar los requisitos. Pero se llevó una grata
sorpresa cuando le dijeron que ya habían dejado el hábito hacía varios meses. ¿Qué
los motivó? Tras aprender que Jehová detesta la hipocresía y que podía verlos si
fumaban, tomaron una decisión: o fumaban delante del misionero o abandonaban
por completo el vicio. El amor que habían comenzado a sentir por Jehová los
impulsó a hacer lo correcto. Aunque el misionero no lo había notado, habían crecido
en sentido espiritual.

¿Qué le ha enseñado sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?

¿Qué otras perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica de esta


semana?

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MARCOS: 3
*** jy cap. 32 pág. 78 párrs. 1-4 ¿Qué está permitido hacer en sábado? ***
De nuevo es sábado, y Jesús va a la sinagoga, probablemente ya en Galilea. Allí
se encuentra a un hombre que tiene la mano derecha paralizada (Lucas 6:6). Los
escribas y los fariseos no le quitan los ojos de encima a Jesús. ¿Por qué? Se ve
cuáles son sus intenciones cuando le preguntan: “¿Está permitido curar a alguien en
sábado?” (Mateo 12:10).
Los líderes religiosos judíos creen que solo se puede curar a alguien en sábado
si su vida corre peligro, por lo que no está permitido hacer cosas como colocar un
hueso en su sitio o vendar una torcedura. Está claro que a estos judíos no les
preocupa realmente el sufrimiento de ese pobre hombre, sino que están buscando
una excusa para condenar a Jesús.
Sin embargo, él conoce sus malas intenciones. Sabe que han adoptado un punto
de vista extremista y alejado de lo que dicen las Escrituras sobre lo que se considera
trabajar en sábado (Éxodo 20:8-10). Además, no es la primera vez que lo critican
injustamente por sus buenas obras. A continuación, Jesús hace algo que acaba
provocando un tenso enfrentamiento con ellos. Le dice al hombre: “Levántate y ven
aquí al centro” (Marcos 3:3).
Entonces, mirando a los escribas y a los fariseos, les dice: “Si tienen una oveja y
esta se cae en un hoyo en sábado, ¿quién de ustedes no la agarra y la saca de ahí?”
(Mateo 12:11). Claro, una oveja es una fuente de ingresos, así que ninguno de ellos
la dejaría en un hoyo hasta el día siguiente, pues el animal podría morir, y perderían
dinero. Además, las Escrituras mandan cuidar de los animales domésticos
(Proverbios 12:10).
*** w95 15/6 págs. 15-16 párr. 12 ¿Qué lo motiva a servir a Dios? ***
12
Una vez Jesús curó por compasión a un hombre que tenía la mano seca. ¡Qué
feliz debió sentirse este hombre al experimentar la curación instantánea de una
dolencia que sin duda le había causado mucha molestia física y emocional!
No obstante, los fariseos no se regocijaron con él, sino que criticaron a Jesús por un
tecnicismo: prestó ayuda en sábado. Los fariseos estaban tan preocupados por su
interpretación técnica de la Ley, que perdieron de vista completamente el espíritu de
la Ley. Con razón Jesús estaba “cabalmente contristado por la insensibilidad de sus
corazones”. (Marcos 3:1-5.) Además, advirtió a sus discípulos: “Guárdense de la
levadura de los fariseos y saduceos”. (Mateo 16:6.) Los hechos y las actitudes de
aquellos hombres se exponen en la Biblia para nuestro provecho.
*** w97 15/10 pág. 30 Percibir los principios refleja madurez ***
) Y muchas de estas reglas de los hombres eran inhumanas. Cuando iba a curar
a un hombre que tenía la mano seca, Jesús preguntó a los fariseos que había
presentes: “¿Es lícito en sábado hacer un hecho bueno?”. Su silencio equivalía a un
sonoro no, lo cual dejó a Jesús “cabalmente contristado por la insensibilidad de sus
corazones”. (Marcos 3:1-6.) Los fariseos podían ayudar en sábado a un animal
doméstico que se había caído o estaba herido (pues era una inversión económica),
pero nunca a un hombre o una mujer, a menos que fuera cuestión de vida o muerte.
De hecho, estaban tan obsesionados con las reglas y los tecnicismos humanos que,
como hormigas que corretean sobre una pintura, no eran capaces de ver todo el
cuadro, es decir, los principios divinos. (Mateo 23:23, 24.)
*** it-1 pág. 505 Cólera ***
Jesucristo nos suministró el ejemplo perfecto cuando estuvo en la Tierra. En los
relatos de su vida no se registra ni una sola ocasión en la que tuviera un arrebato de
cólera descontrolada. Tampoco permitió que el desafuero, la rebeldía y el
hostigamiento de los enemigos de Dios alteraran su espíritu y le hicieran
encolerizarse con sus seguidores u otras personas. En una ocasión llegó a estar
“cabalmente contristado” debido a la insensibilidad del corazón de los fariseos y los
miró con indignación. No obstante, acto seguido efectuó una curación. (Mr 3:5.)
*** cf cap. 18 págs. 187-188 párrs. 15-16 “Continúa siguiéndome” ***
15
Hay otra situación que, sin lugar a dudas, enfurece a nuestro Rey: la falta de
amor que reina hoy en el mundo. Recordemos cómo se sintió Jesús cuando los
fariseos lo criticaron por curar en sábado. Tenían el corazón tan endurecido y eran
tan obstinados que no veían más allá de su estrecha interpretación de la Ley
mosaica y la ley oral. A ellos poco les importaban los inmensos beneficios que
producían los milagros de Jesús: cuánta alegría y alivio causaban, cuánto
fortalecían la fe. ¿Qué sintió Jesús ante su actitud? En cierta ocasión miró “en
derredor con indignación, [...] cabalmente contristado por la insensibilidad de sus
corazones” (Marcos 3:5).
16
En la actualidad, Jesús ve muchas más cosas que lo hacen sentirse
“cabalmente contristado”. Los líderes de la cristiandad están cegados por su
devoción a doctrinas y tradiciones que contradicen las Escrituras. Asimismo, están
enfurecidos por la predicación de las buenas nuevas del Reino de Dios, por lo que
han fomentado en muchas partes del mundo la persecución despiadada contra los
cristianos que se esfuerzan por dar a conocer el mensaje de Jesús (Juan 16:2;
Revelación 18:4, 24). Además, suelen animar a sus fieles a ir a la guerra y matar a
sus semejantes... ¡como si eso le agradara a Jesucristo!
*** it-1 pág. 1134 Herodes, Partidarios de ***
Debieron ser o bien partisanos judíos o partidarios de la dinastía de los Herodes,
que había recibido su autoridad de Roma. Durante el ministerio terrestre de
Jesucristo, encabezaba esta dinastía Herodes Antipas.
No se hace mención de los herodianos en la historia extrabíblica y en las
Escrituras hay poca información acerca de ellos. (Mt 22:16; Mr 3:6; 12:13.)
No obstante, es muy discutible que, como algunos opinan, los herodianos fuesen
sirvientes de la casa de Herodes, sus soldados u oficiales de su corte.
En sentido político los herodianos se encontraban en un terreno intermedio: por
un lado, con la oposición de los fariseos y los celotes judíos, que abogaban por un
reino judío completamente independiente del control romano; y por otro, con la de
aquellos que preferían que el Imperio romano absorbiera por completo Judea.
Algunos saduceos, que se tenían por librepensadores y moderados dentro del
judaísmo, quizás perteneciesen a la escuela herodiana. Se llega a esta conclusión
por los informes de Mateo y Marcos relacionados con la declaración de Jesús acerca
de la levadura. Según Mateo 16:6, Jesús dijo: “Guárdense de la levadura de los
fariseos y saduceos”, mientras que en Marcos 8:15 se registra: “Cuídense de la
levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes”. Al repetir la palabra
“levadura”, enfatizó que había una diferencia entre las enseñanzas corruptas de los
dos partidos. En algunos manuscritos —el Papiro de Chester Beatty núm. 1 (P45), el
Códice Washingtoniano núm. 1 y el Códice Koridethiano— lee en este último texto
“herodianos” en vez de “Herodes”. (The Interpreter’s Dictionary of the Bible, edición
de G. A. Buttrick, 1962, vol. 2, pág. 594; Our Bible and the Ancient Manuscripts, de
sir Frederic Kenyon, 1958, págs. 215, 216.)
Una cosa sí es segura: los partidarios de Herodes y los fariseos, aunque
abiertamente opuestos en sus puntos de vista políticos y religiosos, estaban unidos
en su oposición violenta a Jesús. Por lo menos en dos ocasiones estas facciones
opuestas tramaron juntas la mejor forma de deshacerse de su ‘enemigo’ común. La
primera ocasión de la que hay registro fue poco después de la Pascua de 31 E.C.,
durante el gran ministerio de Jesús por Galilea: cuando vieron que Jesús sanaba la
mano seca de un hombre en sábado, “los fariseos salieron e inmediatamente se
pusieron a celebrar consejo con los partidarios de Herodes contra él, para
destruirlo”. (Mr 3:1-6; Mt 12:9-14.)
*** w86 1/8 pág. 9 ¿Qué es lícito en día de sábado? ***
En vez de mostrar alegría porque la mano del hombre ha sido restaurada, los
fariseos se van e inmediatamente se ponen a celebrar consejo con los partidarios de
Herodes para matar a Jesús. Es patente que este partido político incluye a miembros
de la secta religiosa de los saduceos. Normalmente, este partido político y los
fariseos se oponen abiertamente los unos a los otros, pero están firmemente unidos
en su oposición a Jesús. (Mateo 12:9-14; Marcos 3:1-6; Lucas 6:6-11; Proverbios
12:10; Éxodo 20:8-10.)
*** w08 15/2 pág. 28 párr. 6 Puntos sobresalientes del libro de Marcos ***
1:44; 3:12; 7:36. ¿Por qué no quería Jesús que se dieran a conocer sus
milagros? Él no quería que las personas llegaran a conclusiones basadas en
informes sensacionalistas o posiblemente distorsionados. Más bien, quería que
comprobaran por sí mismas que él era el Cristo y que tomaran su decisión en
consecuencia (Isa. 42:1-4; Mat. 8:4; 9:30; 12:15-21; 16:20; Luc. 5:14). Hizo una
excepción en el caso del hombre del país de los gerasenos que había estado
endemoniado, a quien curó y ordenó que fuera a contárselo a sus parientes. A Jesús
le habían pedido que abandonara aquella región, por eso tuvo muy poco contacto, si
acaso alguno, con sus habitantes. La presencia y el testimonio de un hombre al que
Jesús había curado podrían servir para contrarrestar cualquier comentario negativo
sobre la pérdida de la piara de cerdos (Mar. 5:1-20; Luc. 8:26-39).
*** w08 15/2 pág. 28 párr. 8 Puntos sobresalientes del libro de Marcos ***
3:5; 7:34; 8:12. ¿Cómo pudo Marcos conocer detalles relativos a los
sentimientos de Jesús? Marcos no era uno de los doce apóstoles ni tampoco un
amigo íntimo de Jesús. Según la tradición antigua, obtuvo buena parte de la
información de su gran amigo, el apóstol Pedro (1 Ped. 5:13).
*** w94 1/4 págs. 30-31 “Niégate a admitir los cuentos falsos” ***
Rechace el testimonio de los demonios
¿Qué hacer, no obstante, si las historias parecen verídicas? En ocasiones se
cuentan experiencias de espíritus o espiritistas que reconocen la supremacía de
Jehová y la veracidad de sus Testigos. ¿Deberían repetir los cristianos esas
historias?
No, no deberían hacerlo. La Biblia dice que cuando unos espíritus inmundos
clamaron que Jesús era el Hijo de Dios, este “les ordenó rigurosamente que no lo
dieran a conocer”. (Marcos 3:12.) De igual manera, cuando un demonio de
adivinación hizo que una muchacha identificara a Pablo y Silas como “esclavos del
Dios Altísimo” que publicaban “el camino de la salvación”, Pablo expulsó el espíritu
de ella. (Hechos 16:16-18.) Ni Jesús ni Pablo ni ninguno de los escritores de la Biblia
permitieron que los demonios dieran testimonio del propósito de Dios o de sus
siervos escogidos.
*** jy cap. 34 pág. 82 párr. 2 Jesús elige a 12 apóstoles ***
Ahora ha llegado el momento de que Jesús elija a sus apóstoles, quienes
colaborarán estrechamente con él y recibirán una preparación especial. Pero, antes
de elegirlos, Jesús sube a una montaña, tal vez una de las que están junto al mar de
Galilea cerca de Capernaúm. Allí pasa la noche entera orándole a su Padre,
probablemente pidiéndole sabiduría y su bendición. Al día siguiente, llama a sus
discípulos y elige a 12 de ellos para que sean sus apóstoles.
*** w86 1/9 pág. 8 Escoge a sus apóstoles ***
Ahora Jesús está listo para escoger a sus apóstoles. Estos llegarían a ser sus
compañeros íntimos a quienes suministraría instrucción especial. Pero antes de
escogerlos, Jesús sube a una montaña y pasa toda la noche orando, seguramente
para pedir sabiduría y la bendición de Dios. Cuando se hace de día, él llama a sus
discípulos y de entre ellos escoge a 12. Sin embargo, puesto que siguen siendo
alumnos de Jesús, todavía se les llama discípulos.
*** it-2 pág. 622 Pedro ***
Ministerio con Jesús. Su hermano Andrés —discípulo de Juan el Bautista— fue
quien lo dirigió a Jesús, y Pedro fue uno de sus primeros discípulos. (Jn 1:35-42.)
Precisamente en esta ocasión Jesús le dio el nombre Cefas (Pedro) (Jn 1:42; Mr
3:16), y es probable que este nombre fuera profético. Jesús, que pudo percibir que
Natanael era un hombre ‘en quien no había engaño’, también pudo discernir el
carácter de Pedro. Este, en efecto, manifestó cualidades comparables a las de una
roca, en especial después de la muerte y resurrección de Jesús, al convertirse en
una influencia fortalecedora para sus compañeros cristianos. (Jn 1:47, 48; 2:25; Lu
22:32.)
*** jy cap. 98 pág. 228 párr. 5-pág. 229 párr. 1 Los apóstoles de nuevo quieren
prominencia ***
La madre de los apóstoles Santiago y Juan, que probablemente es Salomé,
también viaja con ellos. Debido al carácter impetuoso de estos dos apóstoles, Jesús
les ha dado un nombre que significa “hijos del trueno” (Marcos 3:17; Lucas 9:54).
Hace algún tiempo que ellos desean ocupar un lugar importante en el Reino de
Cristo, y su madre lo sabe. Así que ella se acerca a Jesús y se inclina ante él para
pedirle un favor en nombre de sus hijos. Entonces Jesús le pregunta: “¿Qué es lo
que quieres?”. Ella le responde: “Manda que mis dos hijos se sienten contigo en tu
Reino, uno a tu derecha y otro a tu izquierda” (Mateo 20:20, 21).
En realidad, esta petición viene de Santiago y Juan. Así que Jesús, que acaba de
describir la situación tan vergonzosa y humillante que le espera, les dice: “Ustedes
no saben lo que están pidiendo. ¿Acaso pueden beber de la copa de la que yo estoy
a punto de beber?”. Ellos le responden: “Sí podemos” (Mateo 20:22). Sin embargo,
es probable que no comprendan lo que eso implica para ellos.
*** it-1 págs. 360-361 Boanerges ***
(Hijos del Trueno).
Expresión semítica que solo se encuentra, junto con su traducción, en Marcos
3:17. Jesús la usó como sobrenombre de los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan,
posiblemente porque reflejaba el entusiasmo ardiente de estos dos apóstoles. (Lu
9:54.) A diferencia del nuevo nombre de Simón, Pedro, no parece que el
sobrenombre Boanerges se usara con mucha frecuencia con relación a Santiago y
Juan
*** it-2 pág. 140 Juan ***
Jesús les dio a Juan y a su hermano Santiago el sobrenombre Boanerges (que
significa “Hijos del Trueno”) cuando comenzaron su ministerio como apóstoles. (Mr
3:17.) Este título denota que Juan no era un sentimentalista blando o pasivo, sino,
más bien, que tenía una personalidad dinámica. Cuando una aldea samaritana
rehusó recibir a Jesús, estos “Hijos del Trueno” estuvieron dispuestos a hacer bajar
fuego del cielo para aniquilar a sus habitantes. Con anterioridad, Juan había
intentado impedir que un hombre expulsara demonios en el nombre de Jesús. En
ambos casos, Jesús lo censuró y corrigió. (Lu 9:49-56.)
*** si pág. 256 párr. 1 Libro bíblico número 62: 1 Juan ***
JUAN, el amado apóstol de Jesucristo, amaba profundamente la justicia. Eso
contribuyó a que penetrara con perspicacia en la mente de Jesús. No nos sorprende,
pues, que el tema del amor domine en sus escritos. Sin embargo, Juan no era
sentimental, ya que Jesús lo llamó uno de los “Hijos del Trueno [Boanerges]”. (Mar.
3:17.) De hecho, Juan escribió sus tres cartas para defender la verdad y la justicia,
pues ya asomaba la apostasía que había predicho el apóstol Pablo. Las tres cartas
de Juan ciertamente fueron oportunas, puesto que ayudaron a fortalecer a los
cristianos primitivos en su lucha contra las intrusiones del “inicuo”. (2 Tes. 2:3, 4;
1 Juan 2:13, 14; 5:18, 19.)
*** it-2 pág. 155 Judas ***
3. Uno de los doce apóstoles, llamado también Tadeo y “Judas hijo de Santiago”.
En las listas de los apóstoles registradas en Mateo 10:3 y Marcos 3:18, se menciona
juntos a Santiago, el hijo de Alfeo, y a Tadeo; mientras que en Lucas 6:16 y Hechos
1:13 Tadeo no está incluido y en su lugar aparece “Judas hijo de Santiago”, lo que
lleva a la conclusión de que Tadeo era otro nombre con el que se conocía al apóstol
Judas. Es posible que a veces se emplease el nombre Tadeo para no confundir a los
dos apóstoles llamados Judas. Algunos traductores vierten Lucas 6:16 y Hechos
1:13 de la siguiente forma: “Judas hermano de Santiago”, ya que en griego no se
indica el grado de parentesco. No obstante, en la Peshitta siriaca se incluye la
palabra “hijo”. Como consecuencia, varias versiones optan por la lectura: “Judas,
hijo de Santiago [o, Jacobo]” (BAS; BI; FF; HAR; LT; NM; Val, 1989). La única
referencia bíblica en la que aparece el nombre de Judas solo es Juan 14:22. Este
versículo se refiere a él como “Judas, no el Iscariote”, lo que permite distinguir al
Judas del que se habla.
*** jy cap. 41 pág. 102 párr. 3-pág. 103 párr. 1 ¿Quién le da a Jesús el poder
para realizar milagros? ***
Cuando la familia de Jesús se entera del alboroto que se ha formado, van hasta
allí para llevárselo. ¿Por qué?
Bueno, hasta este momento, los hermanos de Jesús no creen que él sea el Hijo
de Dios (Juan 7:5). Además, este Jesús, que al parecer está levantando tanto
revuelo, es muy diferente al que se crió con ellos en Nazaret, así que llegan a la
conclusión de que “se ha vuelto loco” (Marcos 3:21).
Pero ¿qué indican los hechos? Jesús acaba de curar a un endemoniado y ahora
el hombre puede ver y hablar. Como nadie puede negar eso, los escribas y los
fariseos tratan de manchar su reputación acusándolo falsamente. Dicen de él:
“Expulsa a los demonios por medio de Belcebú, el gobernante de los demonios”
(Mateo 12:24).
*** w87 15/2 pág. 8 Jesús, centro de controversia ***
Cuando los parientes de Jesús se enteran de la conmoción en torno de Jesús,
vienen a apoderarse de él. ¿Por qué?
Bueno, los propios hermanos de Jesús todavía no creen que es el Hijo de Dios.
Además, el alboroto y las disputas que él ha suscitado entre el público no son nada
típico del Jesús que conocían mientras crecía en Nazaret. Por lo tanto, creen que
Jesús padece de una enfermedad mental grave. “Ha perdido el juicio”, terminan
diciendo, y quieren llevárselo consigo.
*** it-1 pág. 297 Beelzebub ***
“Beelzebub” es una designación aplicada a Satanás, el príncipe o gobernante de
los demonios. Los líderes religiosos acusaron blasfemamente a Jesucristo de
expulsar demonios por medio de Beelzebub. (Mt 10:25; 12:24-29; Mr 3:22-27; Lu
11:15-19; véase BAAL-ZEBUB.)
*** jy cap. 41 pág. 103 párr. 5 ¿Quién le da a Jesús el poder para realizar
milagros? ***
Jesús les da la siguiente advertencia a estos enemigos: “A los hombres se les
perdonarán todas las cosas, sin importar qué pecados cometan ni qué blasfemias
digan. Pero quien blasfeme contra el espíritu santo jamás será perdonado. Será
culpable de pecado eterno” (Marcos 3:28, 29). Piense en lo que eso significa para
quienes le están atribuyendo a Satanás lo que claramente es obra del espíritu de
Dios.
*** it-1 pág. 360 Blasfemia ***
De la misma manera, como el espíritu santo o fuerza activa emana de Dios y está
relacionado íntimamente con Su Persona, Jesús pudo hablar de “blasfemia contra el
espíritu”, también conocida como pecado imperdonable. (Mt 12:31; Mr 3:28, 29; Lu
12:10.) La blasfemia se origina en el corazón (Mt 15:19; Mr 7:21, 22), de modo que la
condición de corazón, manifiesta en la voluntariedad implicada, tiene que estar
relacionada con la blasfemia contra el espíritu. El incidente que llevó a Jesús a decir
que tal pecado era imperdonable muestra que dicho pecado consistía en oponerse a
la acción del espíritu de Dios. Esta oposición no se debía a engaño, debilidad
humana o imperfección, sino que era consciente y deliberada. Los fariseos vieron
con claridad que el espíritu de Dios actuaba en Jesús para hacer el bien, pero por
razones egoístas atribuyeron este poder a Beelzebub, Satanás el Diablo, lo que
supuso una blasfemia contra el espíritu santo de Dios. (Mt 12:22-32; compárese con
Heb 6:4-6; 10:26, 27.)
*** it-1 pág. 731 Edad ***
El término griego “aión”. La expresión “edad” puede referirse también a un
período de tiempo de la historia humana, con límites fijos o sin ellos. Se usa con
frecuencia para traducir el término griego ai·ṓn (plural, ai·ṓ·nes) en algunas
versiones. Los lexicógrafos griegos dicen que la palabra significa “espacio de tiempo
claramente definido y señalado; época; edad”, y también “duración de la vida; vida”,
o “edad; generación”. Como una época o edad puede empezar y terminar o
prolongarse de forma indefinida, se deduce que ai·ṓn puede referirse a un período
de tiempo sin fin, aunque con principio. Por ejemplo, según se registra en Marcos
3:29, Jesús dijo que el que blasfemaba contra el espíritu santo era culpable de
“pecado eterno [perdurable; secular; perpetuo]”, es decir, un pecado que no podría
perdonarse en ningún tiempo futuro.
*** it-2 pág. 617 Pecado ***
Los que blasfemaron voluntariosamente y a sabiendas contra el espíritu de Dios
así manifestado, fuera de palabra o por su proceder, serían culpables “de pecado
eterno” y no tendrían ninguna posibilidad de perdón. (Mt 12:31, 32; Mr 3:28-30;
compárense con Jn 15:26; 16:7, 8.) Este podría ser el caso de algunos que se
hicieron cristianos y luego se apartaron deliberadamente de la adoración pura de
Dios. Hebreos 10:26, 27 dice que “si voluntariosamente practicamos el pecado
después de haber recibido el conocimiento exacto de la verdad, no queda ya
sacrificio alguno por los pecados, sino que hay cierta horrenda expectación de juicio
y hay un celo ardiente que va a consumir a los que están en oposición”.
*** w07 15/7 pág. 18 párrs. 8-9 ¿Ha pecado usted contra el espíritu santo? ***
8
Los líderes religiosos judíos del siglo primero que se opusieron con malicia a
Jesucristo pecaron contra el espíritu santo. Ellos veían el espíritu de Dios en acción
cuando Jesús realizaba milagros que honraban a Jehová, y sin embargo, atribuían el
poder de Cristo a Satanás. Según Jesús, los que blasfemaban de ese modo contra
el espíritu santo de Dios cometían un pecado que no se perdonaría “en este sistema
de cosas ni en el venidero” (Mateo 12:22-32).
9
Blasfemar es emplear expresiones difamatorias, injuriosas o insultantes contra
las personas o cosas sagradas. Como el espíritu santo procede de Dios, hablar
contra ese espíritu es lo mismo que hablar contra Dios. Quienes hacen tal cosa y
no se arrepienten no reciben perdón. Lo que Jesús dijo sobre ese tipo de pecado
muestra que él se refería a quienes se oponen deliberadamente a la actuación del
espíritu santo de Dios. El espíritu de Jehová estaba actuando mediante Jesús y, aun
así, los enemigos de Cristo atribuían ese poder al Diablo. De ese modo, cometieron
el pecado de blasfemar contra el espíritu. Jesús dijo al respecto: “Cualquiera que
blasfema contra el espíritu santo no tiene perdón jamás, sino que es culpable de
pecado eterno” (Marcos 3:20-29).
*** w87 15/2 pág. 9 Jesús, centro de controversia ***
Por consiguiente, Jesús advierte a estos opositores satánicos que “la blasfemia
contra el espíritu no será perdonada”. Pasa a explicar: “A cualquiera que hable una
palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado; pero a cualquiera que hable
contra el espíritu santo, no le será perdonado, no, ni en este sistema de cosas ni en
el venidero”. Esos escribas y fariseos han cometido ese pecado imperdonable
porque con mala intención atribuyen a Satanás lo que claramente es la operación
milagrosa del espíritu santo de Dios. (Mateo 12:22-32; Marcos 3:19-30; Juan 7:5.)
*** it-1 pág. 1123 Hermano, hermana ***
Hermanos de Jesús. Los cuatro evangelios, Hechos de Apóstoles y dos de las
cartas de Pablo mencionan a “los hermanos del Señor”, “el hermano del Señor”, “sus
hermanos”, “sus hermanas” y hasta dan el nombre de cuatro de los “hermanos”:
Santiago, José, Simón y Judas. (Mt 12:46; 13:55, 56; Mr 3:31; Lu 8:19; Jn 2:12; Hch
1:14; 1Co 9:5; Gál 1:19.) La mayoría de los doctos bíblicos aceptan las muchas
pruebas de que Jesús tuvo por lo menos cuatro hermanos y dos hermanas, y que
todos fueron fruto del matrimonio de José y María después del nacimiento milagroso
de Jesús.
Las teorías arbitrarias de que estos hermanos de Jesús eran hijos de un
matrimonio de José anterior o de un matrimonio de levirato deben considerarse fruto
de la imaginación, puesto que en las Escrituras no hay ningún hecho que lo confirme
y ni siquiera se insinúa algo semejante. La afirmación de que el término “hermano”
(a·del·fós) en este caso significa “primo” (a·ne·psi·ós) es una aseveración teórica,
una invención que se atribuye a Jerónimo y que se remonta, como muy pronto, al
año 383 E.C. Jerónimo no solo no aporta ningún apoyo para su hipótesis de nuevo
cuño, sino que, además, en escritos posteriores titubea en sus opiniones e incluso
expresa dudas sobre su “teoría de los primos”. J. B. Lightfoot comenta: “San
Jerónimo no alegó que la tradición confiriera autoridad a su teoría, y por ello la
prueba a favor de esta solo ha de buscarse en las Escrituras. He examinado las
pruebas bíblicas, y el [...] conjunto de dificultades [...] contrarresta con creces los
argumentos secundarios a su favor y, de hecho, llevan a que se rechacen”. (St.
Paul’s Epistle to the Galatians, Londres, 1874, pág. 258.)
Cuando el relato tiene que ver con un sobrino o un primo, en las Escrituras
Griegas no se usa la palabra a·del·fós. Más bien, al referirse a dicho parentesco se
dice: “El hijo de la hermana de Pablo” o “Marcos el primo [a·ne·psi·ós] de Bernabé”.
(Hch 23:16; Col 4:10.) En Lucas 21:16 aparece la palabra griega syg·gue·nṓn
(parientes, tales como primos) junto con a·del·fṓn (hermanos), lo que muestra que
esas expresiones no se usaban con imprecisión o indistintamente en las Escrituras
Griegas.
Durante el ministerio de Jesús, “sus hermanos, de hecho, no ejercían fe en él”, lo
que con toda seguridad los excluyó de ser sus hermanos en sentido espiritual. (Jn
7:3-5.) Jesús contrastó a estos hermanos según la carne con sus discípulos,
aquellos que creían en él y que eran sus hermanos espirituales. (Mt 12:46-50; Mr
3:31-35; Lu 8:19-21.) Esta falta de fe por parte de sus hermanos carnales impide que
se les identifique con los apóstoles del mismo nombre: Santiago, Simón y Judas;
además se les distingue de manera explícita de los discípulos de Jesús. (Jn 2:12.)
*** rs pág. 229 párr. 3 María (madre de Jesús) ***
Mar. 3:31-35, BJ: “Llegan su madre y sus hermanos, y quedándose fuera, le envían
a llamar. Estaba mucha gente sentada a su alrededor. Le dicen: ‘¡Oye!, tu madre, tus
hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan.’ Él les responde: ‘¿Quién es mi
madre y mis hermanos?’ Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a
su alrededor, dice: ‘Éstos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad
de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.’” (Aquí se hace una clara
distinción entre los hermanos carnales de Jesús y sus hermanos espirituales, sus
discípulos. Nadie arguye que la referencia que se hace a la madre de Jesús
signifique algo diferente de lo que dice. ¿Es consecuente, pues, razonar que sus
hermanos carnales no eran hermanos carnales, sino quizás primos? Para referirse a
parientes más bien que a hermanos, se usa otra palabra griega [syg·ge·nonʹ], como
en Lucas 21:16.)
*** w87 1/3 pág. 9 Jesús reprende a los fariseos ***
“¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?”, pregunta Jesús.
Extendiendo la mano hacia sus discípulos, dice: “¡Mira! ¡Mi madre y mis hermanos!
Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ése es mi
hermano y hermana y madre”. Así Jesús muestra que, prescindiendo de cuánto
estime él los vínculos que lo unen a sus parientes, mucho más estimada le es la
relación que tiene con sus discípulos. (Mateo 12:33-50; Marcos 3:31-35; Lucas
8:19-21.)
*** jy cap. 42 pág. 105 párr. 2 Jesús reprende a los fariseos ***
Mientras Jesús está hablando, llegan su madre y sus hermanos y se quedan
detrás de toda la gente. Así que algunos que están sentados cerca de él le avisan:
“Tu madre y tus hermanos están de pie afuera y quieren verte”. Entonces, Jesús
demuestra lo unido que está a sus discípulos, quienes son para él como hermanos,
hermanas y madres. Señalando a sus discípulos, afirma: “Mi madre y mis hermanos
son estos que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica” (Lucas 8:20, 21). Así
deja claro que, aunque valora los lazos familiares, el vínculo que tiene con sus
discípulos es todavía más valioso. A nosotros también nos anima mucho la estrecha
amistad que nos une a nuestros hermanos espirituales, sobre todo cuando otros
ponen en duda nuestras intenciones o nos critican por las cosas buenas que
hacemos
*** it-2 pág. 317 María ***
Jesús la amaba y respetaba. Después de su bautismo, Jesús no manifestó
favoritismo alguno por María; no se dirigió a ella como “madre”, sino simplemente
como “mujer”. (Jn 2:4; 19:26.) El uso de este término en el contexto de la época
no demostraba en ningún sentido falta de respeto. Su uso moderno tampoco tiene
por qué transmitir un sentimiento negativo. María era la madre de Jesús según la
carne, pero desde que se le engendró por espíritu en el momento de su bautismo,
fue principalmente el hijo espiritual de Dios y su “madre” era “la Jerusalén de arriba”.
(Gál 4:26.) Jesús puso de relieve este hecho cuando María y sus otros hijos le
interrumpieron en una ocasión, mientras estaba enseñando, pidiéndole que saliese
afuera, a donde ellos estaban. Jesús mostró que en realidad su madre y sus
parientes cercanos eran los miembros de su familia espiritual y que los asuntos
espirituales tenían prioridad sobre los carnales. (Mt 12:46-50; Mr 3:31-35; Lu
8:19-21.)
MARCOS: 4
*** kr cap. 7 pág. 68 párrs. 1-2 Métodos de predicación: Se usan todos los
medios disponibles ***
ESTANDO Jesús a la orilla de un lago, una gran multitud se le acerca para
escucharlo. Pero él se sube a una barca y se aleja un poco de la orilla. ¿Por qué lo
hace? Porque sabe que la superficie del agua amplificará el sonido de su voz y
permitirá que la gente escuche su mensaje con mayor claridad (lea Marcos 4:1, 2).
2
En las décadas previas y posteriores a 1914, los discípulos fieles de Cristo
siguieron su buen ejemplo y también usaron métodos innovadores para llevar el
mensaje del Reino a las multitudes. Siguiendo la dirección de su Rey, el pueblo de
Dios no se ha estancado en el tiempo. A medida que las circunstancias cambian y
surgen nuevas tecnologías, hemos ajustado los métodos de predicación. Nuestro
deseo es llegar a la mayor cantidad de personas antes de que venga el fin (Mat.
24:14).
*** it-1 pág. 1204 Ilustraciones ***
2) El sembrador (Mt 13:3-8; Mr 4:3-8; Lu 8:5-8). No hay ninguna clave en la
ilustración para poder interpretarla, pero la explicación se expresa claramente en
Mateo 13:18-23; Marcos 4:14-20 y Lucas 8:11-15. La atención se centra en las
circunstancias que afectan la tierra, o corazón, y las influencias que pueden estorbar
el crecimiento de la semilla, o palabra del Reino.
*** w06 15/2 pág. 19 Dios realiza su propósito mediante una administración ***
“El secreto sagrado del reino de Dios”
12
En uno de sus viajes de predicación por Galilea, Jesús señaló que el secreto
sagrado estaba íntimamente ligado a su Reino mesiánico. Dirigiéndose a sus
discípulos, dijo: “A ustedes se concede entender los secretos sagrados del reino de
los cielos”, o “del reino de Dios”, según Marcos 4:11 (Mateo 13:11). Un aspecto de
dicho secreto consistía en que Jehová seleccionaría un “rebaño pequeño” de
144.000 humanos que estarían asociados con su Hijo como parte de la
descendencia y que reinarían con él en el cielo (Lucas 12:32; Revelación 14:1, 4).
13
Puesto que los seres humanos fueron creados para vivir en la Tierra, Jehová
tendría que efectuar “una nueva creación” a fin de que algunos fueran al cielo
(2 Corintios 5:17). El apóstol Pedro, uno de los que abrigaba tan excepcional
esperanza, escribió: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
porque, según su gran misericordia, nos dio un nuevo nacimiento a una esperanza
viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, a una herencia
incorruptible e incontaminada e inmarcesible. Está reservada en los cielos para
ustedes” (1 Pedro
14
Otro elemento del secreto sagrado relacionado con el futuro Reino era que
Dios se proponía incluir a personas no judías en el pequeño grupo que reinaría con
Cristo en el cielo. Pablo explicó del siguiente modo esta faceta de la “administración”
de Jehová, es decir, de la manera como él realiza su propósito: “En otras
generaciones este secreto no fue dado a conocer a los hijos de los hombres como
ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas por espíritu, a saber, que
gente de las naciones hubieran de ser coherederos y miembros del cuerpo y
participantes con nosotros de la promesa en unión con Cristo Jesús mediante las
buenas nuevas” (Efesios 3:5, 6). A los “santos apóstoles” se les reveló esta parte del
secreto sagrado. Así mismo hoy día, si no fuera por la ayuda del espíritu santo,
resultaría imposible comprender estas “cosas profundas de Dios” (1 Corintios 2:10;
4:1; Colosenses 1:26, 27).
16
El propósito de Jehová es santificar su gran nombre y vindicar su soberanía
universal. Mediante su incomparablemente sabia “administración”, o forma de
manejar los asuntos, Jehová envió a su Hijo unigénito a la Tierra, donde fue probado
hasta el final. De igual manera, determinó que el Reino mesiánico de su Hijo
incluyera a seres humanos que también hubieran defendido su soberanía hasta la
muerte (Efesios 1:8-12; Revelación 2:10, 11).

17
Jehová demostró su inmenso amor por los descendientes de Adán al enviar a su
Hijo a la Tierra y seleccionar de entre ellos a los coherederos de su Hijo en el Reino.
¿Cómo beneficiaría esto a los que han sido fieles a Jehová desde Abel en adelante?
Al nacer como esclavos del pecado y la muerte, los humanos imperfectos
necesitarían ser sanados física y espiritualmente y llevados a la perfección, de
acuerdo con el propósito original de Jehová (Romanos 5:12). ¡Qué consolador es
para todos los que anhelan la vida eterna en la Tierra saber que su Rey les mostrará
el mismo amor y comprensión que mostró a sus discípulos durante su ministerio
terrestre! (Mateo 11:28, 29; Hebreos 2:17, 18; 4:15; 7:25, 26.) ¡Y cuánta seguridad
les da comprender que los reyes y sacerdotes que estarán con Cristo en el cielo
fueron antes hombres y mujeres de fe que lucharon contra sus propias debilidades y
experimentaron cambios en la vida como todos nosotros! (Romanos 7:21-25.)

*** w80 1/11 pág. 13 párrs. 7-10 Sembrando con miras al reino de Dios ***
Pero los apóstoles de Jesús tenían el vivo deseo de aprender y entender. Por lo
tanto, se encargaron de pedir más que simplemente un bosquejo o los trazos
generales de las cosas. Por eso se les dio más de lo que esperaban. En su caso,
estas palabras de Jesús resultaron ciertas:
8
“A ustedes se les ha dado el secreto sagrado del reino de Dios, mas a los de
afuera todas las cosas ocurren en ilustraciones.”—Mar. 4:11.
9
Los de afuera se quedaron satisfechos con simplemente el bosquejo de las
cosas presentadas en las ilustraciones. Carecían del vivo deseo que los impulsara a
aprender los hechos que había detrás de las ilustraciones. Por lo tanto no
consiguieron entendimiento de las ilustraciones. No querían obrar en armonía con lo
que las ilustraciones enseñaban. Por eso evitaron la responsabilidad que viene con
el entendimiento, una responsabilidad mayor. Puesto que no les interesaba buscar
primero el reino de Dios, apreciaban más las cosas materiales que las espirituales,
“el secreto sagrado del reino de Dios.”
10
Por no haber estado dispuestos a valerse de la oportunidad que las
ilustraciones de Jesús pusieron a su disposición, los de afuera, en realidad, lo
perdieron todo. Lo que tenían a modo de familiaridad con las ilustraciones, o
parábolas, de Jesús
*** w87 1/4 pág. 8 Se benefician de las ilustraciones de Jesús ***
En realidad la mayoría de las personas solo se interesan en Jesús como hábil
narrador y como hacedor de milagros, no como alguien a quien servir como Señor y
a quien seguir con altruismo. No quieren perturbación en su manera de ver las cosas
ni en su modo de vivir. No quieren que el mensaje les afecte hasta ese grado. Esto
lleva a Jesús a decir:
“Por esto les hablo a ellos usando ilustraciones, porque, mirando, miran en vano,
y oyendo, oyen en vano, ni captan el sentido de ello;
*** it-1 pág. 1230 Inquietud ***
Sin embargo, tiene mucha más importancia el daño espiritual que una inquietud
desmesurada puede ocasionar. Jesucristo dijo que las inquietudes que suelen ser
parte de la vida en el presente sistema de cosas podrían ahogar el aprecio de una
persona por “la Palabra de Dios”. Tal como los espinos podrían impedir que una
planta se desarrolle y produzca fruto, la inquietud puede entorpecer el crecimiento
espiritual de la persona e impedir que produzca fruto para la alabanza de Dios. (Mt
13:22; Mr 4:18, 19; Lu 8:7, 11, 14.)
*** g 11/08 pág. 6 Seis consejos para alcanzar el éxito personal ***
El dinero no solo es un amo cruel, sino engañoso. De hecho, Jesucristo hizo
referencia al “poder engañoso de las riquezas” (Marcos 4:19). Es decir, el dinero
promete la felicidad, pero no la da; lo que hace es avivar el deseo de acumular más.
Ya lo dice Eclesiastés 5:10: “Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente” (Nueva
Versión Internacional).
*** w07 1/10 pág. 17 párr. 6 La búsqueda del verdadero propósito de la vida ***
6
Jesús habló del “poder engañoso de las riquezas” (Marcos 4:19). ¿En qué
sentido son engañosas? Porque parece que dan felicidad, pero no es así. “El que
ama el dinero nunca se satisface con lo que tiene”, reconoció el sabio rey Salomón
(Eclesiastés 5:10, La Palabra de Dios para Todos).
*** it-1 pág. 470 Cesta ***
Después de identificar a sus discípulos como “la luz del mundo”, Jesucristo les
dijo: “No se enciende una lámpara y se pone debajo de la cesta de medir, sino sobre
el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa”. Esta “cesta de medir” (gr.
mó·di·os) era una medida de capacidad de unos 9 l., pero Cristo la usó en el sentido
figurado de cubierta. Jesús animó a sus discípulos a que no escondieran su luz
espiritual bajo una “cesta de medir” figurativa, y luego los exhortó con las siguientes
palabras: “Resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres, para que ellos
vean sus obras excelentes y den gloria al Padre de ustedes que está en los cielos”.
(Mt 5:1, 2, 14-16; véase también Mr 4:21; Lu 11:33.)
*** it-2 pág. 185 Lámpara ***
Las lámparas que se utilizaban en los hogares y en otros edificios normalmente
se colocaban en un nicho en la pared o sobre una repisa que salía de una pared o de
una columna. También se colgaban del techo por medio de una cuerda, y a veces se
ponían sobre estantes hechos de barro, madera o metal. Tales lámparas iluminaban
toda la habitación. (2Re 4:10; Mt 5:15; Mr 4:21.)
*** w04 15/3 pág. 18 párr. 15 “Efectúa tu ministerio plenamente” ***
15
Puede que un estudiante de la Biblia no conozca alguna ilustración que se
halle en las Escrituras. Tal vez no comprenda, por ejemplo, lo que Jesús quiso decir
cuando habló de poner una lámpara en un candelero (Marcos 4:21, 22). Él se refería
a las antiguas lámparas de aceite que se encendían prendiendo una mecha y que se
colocaban en un soporte especial para iluminar cierta parte de la casa.
*** w87 1/4 págs. 8-9 Se benefician de las ilustraciones de Jesús ***
! Jesús quiere que sus ilustraciones se entiendan, para que impartan la verdad a
otros. “No se trae la lámpara para ponerla debajo de la cesta de medir, o debajo de la
cama, ¿verdad?”, pregunta. No, “se trae para ponerla sobre el candelero”. Por eso
Jesús añade: “Por lo tanto, presten atención a cómo escuchan”. (Mateo 13:10-23,
34-36; Marcos 4:10-25, 33, 34; Lucas 8:9-18; Salmo 78:2; Isaías 6:9, 10.)
*** jy cap. 43 pág. 110 párrs. 3-4 Jesús usa comparaciones para enseñar
verdades sobre el Reino ***
. Jesús hace un contraste entre la multitud de la playa y los discípulos, que sí quieren
aprender más cosas. Les dice:
“Presten atención a lo que están oyendo. La misma medida que ustedes usen será
la que se use con ustedes, y se les dará todavía más” (Marcos 4:24). Como los
discípulos están prestando atención a lo que Jesús les cuenta y mostrando mucho
interés en sus dichos, él les enseña más cosas. Por eso, cuando ellos le piden que
les explique la parábola del trigo y la mala hierba, Jesús les dice:
*** kc cap. 11 pág. 98 párrs. 4-6 Ilustraciones acerca del Reino ***
¡Sí, tendremos bendiciones y nuestro servicio sagrado a nuestro Dios realmente
se hará fructífero si recibimos la palabra en corazones llenos de aprecio y nos
gastamos a favor del reino de Dios!
OTRO “SEMBRADOR”
5
Entre los Evangelios, solamente el relato de Marcos sigue a esta parábola del
“sembrador” con una ilustración que envuelve a un “sembrador” diferente.
Precisamente antes de dar esta ilustración, Jesús dijo a sus discípulos
privadamente: “Presten atención a lo que oyen.” Entonces enlazó con esto la
parábola, al decir:
“De esta manera el reino de Dios es como cuando un hombre echa la semilla
sobre la tierra, y duerme de noche y se levanta de día, y la semilla brota y
crece alta, precisamente cómo, él no lo sabe.” (Marcos 4:24-27)
Es obvio que este “hombre” no es el glorificado Señor Jesucristo, porque Jesucristo
ya no necesita el sueño de una noche terrestre. Tampoco sería correcto decir que el
Hijo de Dios, quien trabajó con su Padre en la creación de todas las cosas, ‘no sabe’
cómo se produce el crecimiento. (Colosenses 1:16) Por eso, considerando el
contexto podemos comprender que el “hombre” se refiere al cristiano individual que
debe estar ‘prestando atención’ a los asuntos relacionados con “el reino de Dios.”
6
Cada “sembrador” debe vigilar con qué rasgos de la personalidad está
sembrando, y también el ambiente en el cual siembra. Sin que nos demos cuenta de
ello, el desarrollo de nuestra personalidad puede recibir influencia para bien o para
mal, según la “tierra” o clase de personas entre quienes nos asociemos mientras
procuramos desarrollar cualidades cristianas...
*** w80 1/11 págs. 12-13 párrs. 3-7 Sembrando con miras al reino de Dios ***
No sabemos cuántos de entre el auditorio reunido en la playa tenían esa clase de
oídos. Pero Jesús esperaba que sus discípulos, a quienes había dado la explicación,
tuviesen oídos que escucharan. Por medio de esa clase de oídos lo que le habían
oído decir tendría alojamiento permanente dentro de ellos y les proporcionaría
iluminación. ¿Quién de nosotros hoy día tiene esa clase de oídos que escuchan?
Eso nos ayudará a sembrar correctamente con miras al reino de Dios.
4
Si no tenemos “oídos para escuchar,” no vamos a prestar atención a lo que
Jesús enseñó. La atención es importante, porque el escritor bíblico Marcos pasa a
registrar: “También les decía: ‘Presten atención a lo que oyen.’” (Mar. 4:24) Nunca
debemos ser como la primera clase de tierra de la parábola de Jesús. Esta fue la
tierra a lo largo del camino. Estaba tan pisoteada y dura que no permitía que la
semilla penetrara en ella; la dejaba expuesta para que las aves se abalanzaran
sobre ella y se la comieran. (Mar. 4:4, 15) No queremos que Satanás el Diablo, por
medio de sus agentes, nos arrebate la verdad cristiana debido a nuestra falta de
atención. Eso revelaría falta de respeto a lo que el Maestro, Jesucristo, era y
actualmente es en el arreglo de Dios.
5
Una regla que oímos repetida con frecuencia es que sacamos de una cosa
determinada lo que dedicamos a ella. Jesús indicó el beneficio que obtendríamos de
prestar la atención merecida a lo que él decía. Lo indicó por medio de añadir las
siguientes palabras a su amonestación sobre la atención: “Con la medida con que
ustedes miden, se les medirá a ustedes, sí, aun se les añadirá. Porque al que tiene
se le dará más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.”—Mar. 4:24,
25.
6
Por consiguiente, si le medimos a Jesús poco interés y atención, no podemos
esperar que hayamos de recibir mucho de él, por lo menos de lo que está diciendo
para nuestra guía, para nuestro beneficio. Pero si mostramos que realmente le
tenemos aprecio como Maestro nuestro y le damos nuestra mayor medida de
atención, entonces él responderá por medio de darnos una cantidad comparable de
información e iluminación. Sin embargo, a este respecto, a él no le interesa
simplemente igualar las cosas y equilibrar las cuentas. Más bien, por su
generosidad, y en conformidad con su capacidad, nos favorece con más de lo que
esperamos. Así se nos enriquece y estamos en mejor posición para compartir con
otros nuestra abundancia, impartiéndoles el entendimiento de las cosas.
7
Es preciso que el discípulo favorecido tenga la humildad y la buena disposición
que se necesitan para aprender, sí, que tenga verdadero respeto para con su
Maestro y aprecio a lo que él enseña. Al mostrar esta disposición, se le dará más.
Por ejemplo, después del discurso que Jesús pronunció desde un barco, sus
discípulos íntimos no despidieron inmediatamente del pensamiento el asunto como
si solo fuera de interés pasajero. Retuvieron en mente su parábola. Más tarde,
privadamente, le pidieron que se la explicara. Debido a los esfuerzos adicionales
que hicieron por aprender lo que las enseñanzas de Jesús significaban, se les dio
más a ellos que al auditorio que había estado reunido en la
*** w14 15/12 págs. 12-13 ¿Entendemos el significado? ***
EL SEMBRADOR QUE DUERME
4
(Lea Marcos 4:26-29.) ¿Qué significa la parábola del sembrador que
duerme? El sembrador de la ilustración representa a cada uno de los
proclamadores del Reino. La semilla es el mensaje del Reino que se lleva a
personas sinceras. El sembrador sigue una rutina normal, “duerme de noche y se
levanta de día”. Por otra parte, desde que él planta la semilla hasta que llega la
cosecha, pasa cierto tiempo, durante el cual la semilla “brota y crece alta” por sí
misma, de manera gradual y por etapas. De manera similar, el crecimiento espiritual
ocurre de forma gradual y por etapas. Cuando alguien progresa hasta el punto de
decidirse a servir a Dios, da fruto en el sentido de que dedica su vida a Jehová y se
bautiza.
5
¿Por qué usó Jesús esta parábola? Para ayudarnos a entender que Jehová
es quien hace que la verdad crezca en el corazón de las personas que tienen una
buena actitud hacia el mensaje (Hech. 13:48; 1 Cor. 3:7). Nosotros plantamos la
semilla y la regamos, pero no podemos forzar ni acelerar su desarrollo. Al igual que
el hombre de la comparación, no sabemos cómo se produce el crecimiento. Muchas
veces ocurre sin que nos demos cuenta, mientras seguimos con nuestra rutina
diaria. Pero, con el tiempo, la semilla del Reino puede dar fruto: un nuevo discípulo
que colabore con nosotros en la obra de la siega (Juan 4:36-38).
6
¿Qué aprendemos de esta parábola? Primero, aprendemos que no podemos
controlar el crecimiento espiritual de un estudiante de la Biblia. Ser modestos nos
ayuda a evitar la tentación de presionarlo para que se bautice. Hacemos todo lo que
podemos por ayudarlo, pero reconocemos humildemente que la decisión final de
dedicarse a Dios depende de él. Esa dedicación debe nacer de un corazón motivado
por el amor a Dios; es lo que Jehová se merece (Sal. 51:12; 54:6; 110:3).
7
Segundo, entender lo que nos enseña esta parábola nos ayuda a
no desanimarnos si al principio no vemos buenos resultados. Hay que ser pacientes
(Sant. 5:7, 8). Si hemos hecho todo lo posible por ayudar al estudiante pero la
semilla no da fruto, eso no significa que seamos malos maestros. Jehová solo
permite que la semilla de la verdad germine en corazones humildes que están
dispuestos a cambiar (Mat. 13:23). Por eso no deberíamos pensar que la eficacia de
nuestro ministerio se mide tan solo por los resultados. Jehová no juzga el éxito de
nuestra labor por la reacción de las personas a quienes predicamos, sino que ve
nuestro esfuerzo y lealtad (lea Lucas 10:17-20 y 1 Corintios 3:8).
8
Tercero, no siempre percibimos los cambios que ocurren en el interior de una
persona. Por ejemplo, un matrimonio que estaba estudiando la Biblia con un
misionero le dijo que los dos querían ser publicadores no bautizados. Él les recordó
que debían dejar de fumar si querían llenar los requisitos. Pero se llevó una grata
sorpresa cuando le dijeron que ya habían dejado el hábito hacía varios meses. ¿Qué
los motivó? Tras aprender que Jehová detesta la hipocresía y que podía verlos si
fumaban, tomaron una decisión: o fumaban delante del misionero o abandonaban
por completo el vicio. El amor que habían comenzado a sentir por Jehová los
impulsó a hacer lo correcto. Aunque el misionero no lo había notado, habían crecido
en sentido espiritual.
*** it-1 págs. 1200-1201 Ilustraciones ***
Las Escrituras emplean pa·ra·bo·lḗ en un sentido más amplio que la palabra
española “parábola”, como lo muestra Mateo 13:34, 35, donde Mateo señala que se
había predicho que Jesucristo hablaría en “ilustraciones” (NM), “parábolas” (BJ, CI).
El Salmo 78:2, citado por Mateo, se refiere a un “dicho proverbial” (heb. ma·schál), y
para esta expresión el evangelista empleó la palabra griega pa·ra·bo·lḗ. Tal como
indica el sentido literal de la voz griega, la pa·ra·bo·lḗ era un medio de enseñar o
comunicar una idea, un método para explicar una cosa ‘colocando al lado’ algo
semejante. (Compárese con Mr 4:30.) Muchas versiones se limitan a traducir el
término griego por la forma españolizada “parábola”. Sin embargo, esta traducción
no siempre transmite el significado pleno.
*** it-1 pág. 1205 Ilustraciones ***
4) El grano de mostaza (Mt 13:31, 32; Mr 4:30-32; Lu 13:18, 19). Se dice que el
tema es “el reino de los cielos”. Como se desprende de otros pasajes, esta parábola
puede referirse a algún aspecto relacionado con el Reino. En este caso, la parábola
resalta dos ideas: en primer lugar, el sorprendente crecimiento en la cantidad de
personas que han aceptado el mensaje del Reino; y en segundo lugar, la protección
que estas reciben.
El grano de mostaza es diminuto, de modo que podía usarse para aludir a algo
extremadamente pequeño. (Lu 17:6.) Algunas plantas de mostaza alcanzan una
altura de 3 a 4,5 m. cuando están plenamente desarrolladas, y tienen ramas
gruesas, por lo que se asemejan a “un árbol”, como dijo Jesús. De forma parecida, la
congregación cristiana tuvo un comienzo modesto en el Pentecostés del año 33 E.C.
Pero en el siglo I E.C. creció rápidamente y, en nuestros tiempos, las ramas del
simbólico árbol de mostaza se han extendido mucho más allá de lo esperado. (Isa
60:22.)
*** kr cap. 9 pág. 90 párrs. 11-12 Resultados de la predicación: “Los
campos [...] están blancos para la siega” ***
11
La parábola del grano de mostaza. Cierto hombre siembra un grano de
mostaza. Este crece y llega a ser un árbol en el que se cobijan las aves (lea Mateo
13:31, 32). ¿Qué aspectos del crecimiento de la semilla se destacan en esta
parábola? 1) La magnitud del crecimiento es asombrosa. “La más pequeña de todas
las semillas” se convierte en un árbol con “grandes ramas” (Mar. 4:31, 32). 2) El
crecimiento está garantizado. “Cuando [la semilla] se ha sembrado, sale.” Jesús
no dice que tal vez salga; él dice que “sale”. Nadie puede impedir que crezca. 3) El
árbol que brota de la semilla ofrece albergue. “Vienen las aves del cielo” y hallan
“albergue bajo su sombra”. ¿Cómo se cumplen estos tres aspectos en la cosecha
espiritual de hoy día?
12
1) La magnitud del crecimiento: La parábola destaca la difusión del mensaje
del Reino y el crecimiento de la congregación cristiana. A partir de 1919 fueron
entrando cosechadores entusiastas en la congregación cristiana purificada.
Al principio eran pocos, pero la cantidad aumentó rápidamente. De hecho, su
crecimiento desde principios de la década de 1900 hasta el día de hoy ha sido
espectacular (Is. 60:22). 2) El crecimiento está garantizado: Nadie ha podido
impedir que la congregación cristiana crezca. A pesar de la gran oposición que los
enemigos de Dios han ejercido contra la minúscula semilla, esta ha ido superando
los obstáculos y ha seguido creciendo (Is. 54:17). 3) El árbol ofrece albergue: “Las
aves del cielo” que hallan albergue en el árbol representan a los millones de
personas sinceras de unos 240 países y territorios que han respondido al mensaje
del Reino y han llegado a ser miembros de la congregación cristiana (Ezeq. 17:23).
En ella encuentran alimento, descanso y protección espirituales (Is. 32:1, 2; 54:13)
*** g96 8/8 pág. 22 La mostaza añade gusto a la vida ***
El “grano de mostaza” negra es sorprendentemente minúsculo. En tiempos de
Jesús era la más pequeña de las semillas utilizadas comúnmente en Israel. (Marcos
4:31.) Tiene un diámetro de un milímetro, lo que justifica que el Talmud la emplee
como la unidad de medida más pequeña. (Berajot 31a.)
*** w92 15/5 pág. 5 Prueba de que la Biblia es la dádiva inspirada por Dios ***
Botánica: Algunos han concluido erróneamente que la Biblia es inexacta porque
Jesucristo dijo que el “grano de mostaza” es “la más pequeña de todas las semillas”.
(Marcos 4:30-32.) Es probable que Jesús se haya referido a la semilla de la planta
de mostaza negra (Brassica nigra o Sinapis nigra), que mide solo de 1 a
1,6 milímetros (0,039 a 0,063 de pulgada) de diámetro. Aunque hay semillas más
pequeñas, como las de la orquídea, las cuales parecen partículas de polvo, Jesús no
estaba hablando a personas que cultivaran orquídeas. Aquellos judíos galileos
sabían que de los diversos tipos de semillas que los agricultores locales sembraban,
la semilla de mostaza era la más pequeña. Jesús estaba hablando del Reino, no
estaba dando una lección sobre botánica.
*** w87 15/3 pág. 9 Enseña mediante ilustraciones ***
Explica que “el reino de los cielos” es como un grano de mostaza que cierto
hombre siembra. Aunque es la más pequeña de todas las semillas, dice él, se
desarrolla en la mayor de todas las legumbres. Llega a ser un árbol al cual las aves
vienen porque hallan albergue entre sus ramas.
Hoy algunos presentan la objeción de que hay semillas que son más pequeñas
que las de la mostaza. Pero Jesús no está enseñando botánica. De las semillas que
les son conocidas a los galileos de su día, la semilla de la mostaza en realidad es la
más pequeña. Por eso ellos comprenden el asunto del crecimiento fenomenal que
Jesús ilustra.
*** g96 8/8 págs. 22-23 La mostaza añade gusto a la vida ***
En estado silvestre, la mostaza negra crece en terrenos pedregosos y a orillas de
los caminos y ríos de África, la India y Europa. También florece en las verdes laderas
del mar de Galilea (Israel). Si se cultiva bien, madura rápido, y llega a alcanzar “en el
Oriente, y aun en el sur de Francia, la altura de nuestros frutales”. (Dictionnaire de la
Bible, de Vigoroux.)
El marcado contraste entre la menuda simiente de la mostaza y la planta crecida,
añadió sentido a la explicación que dio Cristo del crecimiento de un “reino de los
cielos” que llegaría a albergar a las aves de los cielos. (Mateo 13:31, 32; Lucas
13:19.) Cristo también destacó con una estimulante parábola a dónde puede
llegarse con un poco de fe; dijo: “En verdad les digo: Si tienen fe del tamaño de un
grano de mostaza, [...] nada les será imposible”. (Mateo 17:20; Lucas 17:6.)
*** jy cap. 44 pág. 113 párrs. 1-2 Jesús calma una tormenta en el mar ***
Jesús ha tenido un día largo y agotador. Al caer la noche, les dice a sus
discípulos: “Crucemos a la otra orilla”, refiriéndose al lado contrario de donde está la
ciudad de Capernaúm (Marcos 4:35).
En la costa este del mar de Galilea, adonde se dirigen, está la región de los
gerasenos, que es parte de la Decápolis. Las ciudades de la Decápolis son centros
de la cultura griega, aunque también viven allí muchos judíos.
*** w87 1/5 pág. 9 Se impone silencio a una tormenta aterradora ***
JESÚS ha estado muy activo este día, entre otras cosas enseñando a las
muchedumbres en la ribera y después explicando las ilustraciones en privado a sus
discípulos. Cuando viene la noche, dice: “Pasemos a la otra ribera”.
Al otro lado, en la ribera oriental del mar de Galilea, está la región llamada la
Decápolis, de los términos griegos dé·ka, que significa “diez”, y pó·lis, que quiere
decir “ciudad”. Las ciudades de la Decápolis son un centro de cultura griega, aunque
no hay duda de que allí también viven muchos judíos.
*** w15 15/6 pág. 6 párr. 13 Cristo es “el poder de Dios” ***
. Un estudioso de la Biblia comenta lo siguiente sobre la palabra griega que
corresponde a esta expresión: “Se usa para hablar de una tormenta o un huracán.
No se trata de una simple brisa fuerte, sino de nubes negras cargadas de agua,
fuertes vientos y relámpagos. Se trata de un huracán que deja inundaciones y
destrozos a su paso”. El Evangelio de Mateo dice que se trataba de “una gran
tormenta” (Mat. 8:24, La Palabra de Dios para Todos).
*** w00 15/2 pág. 18 párr. 14 ¿Tenemos “la mente de Cristo”? ***
14
Recordemos también el relato de Marcos 4:35-41. En aquella ocasión, Jesús y
sus discípulos subieron a una barca y se dirigieron hacia el este, al otro lado del mar
de Galilea. Poco después de zarpar, Jesús se recostó en la popa y se durmió
profundamente. Sin embargo, pronto “estalló una grande y violenta tempestad”.
Tales tormentas no eran raras en el mar de Galilea. Debido a su poca altitud (unos
200 metros bajo el nivel del mar), el aire es mucho más caliente allí que en las zonas
circundantes, lo cual crea perturbaciones atmosféricas. Además, por la cuenca del
Jordán bajan vientos fuertes procedentes del monte Hermón, situado al norte. A un
momento de calma bien puede seguirle una violenta tormenta.
*** w87 1/5 pág. 9 Se impone silencio a una tormenta aterradora ***
Pero este viaje no va a ser fácil. Debido a que la temperatura en la superficie del
lago —que está a unos 210 metros (700 pies) bajo el nivel del mar— es caliente, y el
aire de las montañas cercanas es frío, a veces bajan vientos fuertes que de repente
crean violentos ventarrones en el lago. Esto es lo que ocurre ahora. En poco tiempo
las olas empiezan a azotar la barca, y el agua entra en ella, de modo que la barca
está en peligro de hundirse.
*** w05 15/8 pág. 8 En el mar de Galilea ***
En el mar de Galilea

EN Marcos 4:35-41 se relata que Jesús y sus discípulos subieron a una barca
para atravesar el mar de Galilea. Leemos: “Ahora bien, estalló una grande y violenta
tempestad de viento, y las olas seguían lanzándose dentro de la barca, de modo que
faltaba poco para que la barca se llenara. Pero [Jesús] estaba en la popa, durmiendo
sobre [la] almohada”.
Este es el único pasaje bíblico en el que se encuentra la palabra griega para
“almohada”, motivo por el cual los especialistas no pueden precisar su significado en
este contexto. Casi todas las Biblias la vierten como “almohada”, “cojín” o “cabezal”.
Pero ¿qué tipo de almohada era? Al emplear el artículo definido (la almohada),
Marcos da a entender que formaba parte de los accesorios de la embarcación. Una
barca encontrada cerca del mar de Galilea en 1986 ha arrojado luz sobre el posible
significado del vocablo griego.
La investigación revela que esta embarcación pesquera de ocho metros
[26 pies] de eslora se propulsaba mediante velas y remos, y tenía una cubierta en la
popa donde iba la amplia y pesada red de pescar. Sus restos datan de entre el año
100 antes de nuestra era y el 70 de nuestra era, y tal vez sea representativa del tipo
de barca que utilizaron Jesús y sus discípulos. Shelley Wachsmann, quien participó
en las tareas de excavación y escribió el libro The Sea of Galilee Boat—An
Extraordinary 2000 Year Old Discovery (La barca del mar de Galilea: extraordinario
descubrimiento de dos mil años de antigüedad), supone que la “almohada” sobre la
que Jesús dormía era un saco de arena que servía de lastre. Un pescador de la
ciudad de Jaffa con experiencia en la pesca con red dijo: “Las barcas en las que
trabajé de joven en el Mediterráneo llevaban siempre uno o dos sacos de arena. [...]
Estos servían de contrapeso, y cuando no se utilizaban, se guardaban bajo la
cubierta de popa. De este modo, si alguien estaba cansado, se arrastraba debajo de
la cubierta y se ponía a dormir usando el saco de arena como almohada”.
*** w89 15/10 pág. 30 Joyas del Evangelio de Marcos ***
Jesús efectuó uno de sus milagros a bordo de una barca cuando calmó una
tempestad de viento en el mar de Galilea, después de ser despertado de su sueño
sobre “una almohada” (4:35-41). Parece que la almohada no era del tipo suave que
se usa ahora para recostar la cabeza en la cama. Puede que haya sido un simple
vellón sobre el cual se sentaban los remeros, o un almohadón o cojín que servía de
asiento en la popa.
*** g86 8/8 pág. 9 ¿Son los desastres “obras de Dios”? ***
Lo que Jesús hizo en la Tierra ejemplifica la ayuda que él prestará a sus súbditos
en el sistema de cosas que se aproxima. ¿Y qué se puede decir en cuanto a si habrá
protección de desastres naturales? Recuerde que en cierta ocasión Jesús evitó un
desastre al calmar una tempestad de viento. Sus discípulos estaban espantados y
se decían unos a otros: “¿Quién, realmente, es éste, porque hasta el viento y el mar
le obedecen?”. (Marcos 4:37-41.)
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