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Los cambios bruscos que venían sucediéndose en el transporte de mercancías, equipajes, traslados de
materiales químicos, inflamables, etc.; nacional e internacionalmente.
Las frecuencias de accidentes, asaltos y otras formas de pérdidas en el transcurso de estos bienes y
valores, sumándole a este flagelo el incumplimiento o evasión de impuestos al tesoro público surge la
necesidad de un control adecuado y sistemático responsable para garantizar una adecuada entrega y una
adecuada cultura tributaria que genere recursos para el estado mediante un impuesto.
Primeramente, varias fueron las propuestas para tal fin quedándonos hasta el presente con la Guía de
Remisión, documento que es emitido por un remitente. Con este documento hay respaldo de
responsabilidad en casos de asaltos robos o incendios de las unidades móviles que transportan dichos
bienes y/o valores.
2. GUIA DE REMISIÓN.
2.1. Conceptos:
Se denomina guía de remisión a aquel documento creado y regulado por la Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria (SUNAT) que sustenta el traslado de bienes por las pistas y
carreteras del país, no es el único, pero es el de uso más extendido.
Es un documento que solo tiene sentido o razón de su existencia, cuando se está efectuando el
traslado de bienes, por lo que, si se cometieran errores formales pasibles de sanción tributaria y
estos no fueran detectados por los controles tributarios, tales situaciones contingentes
desaparecerían con el arribo de la unidad de transporte a su punto de destino, ya que así se ha
eliminado la posibilidad de detección de la infracción en el momento del traslado y por
consiguiente de la imposición de sanción alguna. Sin embargo, si el error fuera detectado
mientras el traslado se estaba realizando la consecuencia hubiera sido una de dos posibles
alternativas: el comiso de los bienes o la imposición de una multa.
La guía de remisión forma parte del sistema de control tributario que permite la identificación de
actividades que se pueden estar realizando al margen de la legalidad y por consiguiente
evadiendo tributos. Esa es, en esencia, la bondad que ofrece este documento en la lucha a favor
del incremento de la recaudación fiscal. La obligación de su emisión complica los sistemas
organizados de evasión tributaria, es por ello, que se castiga con igual severidad los casos en los
que la guía de remisión se confeccione con errores, ya que los requisitos obligatorios que esta
debe contener son los que la Administración Tributaria ha establecido como los mínimos a
observar e impedir que con una cuasi formalidad se entorpezca el control del desplazamiento de
bienes que realizan los contribuyentes.
La guía de remisión es aprovechada por la contabilidad, quien la emplea como sustento de los
egresos de almacén vinculando así una salida de bienes que debe ser anotada en el Kardex o
libro de inventarios con el documento (la guía de remisión) en el que queda anotada el detalle de
lo remitido así como la conformidad u observaciones de quien recibió los bienes, por ello resulta
sumamente importante el compromiso del área contable en la determinación de las políticas que
permitan la conservación de tales documentos ya que estos servirían para demostrar la
fehaciencia de las operaciones en las revisiones tributarias.
El prestador de servicios cuando las condiciones contractuales señalen que este debe recoger
o entregar los bienes.
El traslado se realice bajo la modalidad de transporte público, debiendo indicar el número de RUC y
nombres y apellidos o denominación o razón social del transportista.
El traslado de encomiendas postales, debiendo indicarse el número de RUC y nombres y apellidos o
denominación o razón social del concesionario postal.
Muy importante de destacar es la disposición que señala que cuando el remitente es un obligado a
elaborar la guía de remisión remitente solo se deberá consignar la serie y número de este documento o
la serie y número del comprobante de pago que de acuerdo a lo que dispone el Reglamento permite
sustentar el traslado de los bienes, en aquellos casos, que se brinde el servicio a sujetos no obligados a
emitir guías de remisión remitente, el transportista se encuentra obligado a detallar el bien que se está
transportando (descripción, unidad de medida, cantidad).
Tomar en consideración que la guía de remisión del transportista se emite cuando se presta un servicio
de transporte, de modo que este tipo de entidades, cuando tengan que movilizar sus propios bienes,
deberán emitir una guía de remisión remitente, ya que, al no estar brindando ningún servicio, están
realizando un transporte privado.
4. FACTURA.
También conocida como factura de compra o factura comercial, es un documento que refleja toda la
información de una operación de compraventa porque muestra o detalla el producto comprado o
vendido.
4.1. Tipos de Factura:
Factura rectificativa. - es aquel documento que detalla alguna corrección en la factura
ordinaria o bien la devolución de la mercancía.
También es precisamente un tipo de factura que se emite para corregir algún error o
agregar algún dato que sea necesario
5.3. Devoluciones:
Una devolución de mercancías o mercaderías es el proceso mediante el cual un cliente que ha
comprado una mercancía previamente la devuelve a la tienda y a cambio, recibe efectivo por
devolución o, en algunos casos, otro artículo (igual o diferente, pero de valor equivalente) o un
crédito para usar en la tienda.1 Muchos minoristas aceptan devoluciones siempre que el cliente
tenga un recibo, ticket o factura como prueba de la compra, y siempre que se cumplan ciertos
requisitos que dependen de las políticas del minorista; entre estos encontramos normalmente
exigencias como que la mercancía esté en buenas condiciones (para revenderse), que las causas
del deterioro o pérdida de calidad no sea imputables al cliente, que no haya pasado más de una
cierta cantidad de tiempo después de haber realizado la compra o bien que se proporcione la
identificación de compra y de artículo.
Ocurren casos en los que por imprevistos, no es factible la entrega de los bienes en los puntos
pactados, esto puede atribuirse a causas como por ejemplo, que el vehículo sufra desperfectos,
que el establecimiento se encuentre cerrado, que haya paro en la carretera, rechazo de los
bienes, anulación de compraventa entre otros muchos.
En ese sentido, lo que podría ocurrir es que se cambie el destino de los bienes o que simplemente
se retornen al almacén del vendedor, según sea el caso. En estos casos al momento en que se
produzca el hecho que genere dicha imposibilidad, deberá consignarse en la misma guía de
remisión del transportista -en el caso de transporte público- o del remitente -en el caso de
transporte privado- que sustentaba el traslado interrumpido, los nuevos puntos de partida y de
llegada, indicando el motivo de la interrupción del traslado:
En el supuesto que un taller de confección sea el encargado del recojo de los bienes que
posteriormente transformará, dicho contribuyente se encuentra obligado a emitir la
correspondiente guía de remisión – remitente. Si la modalidad de transporte a emplear es la
pública, adicionalmente el transportista debe emitir la guía de remisión – transportista.
En el caso que el propietario de los bienes efectúa la entrega de sus propios insumos para la
transformación de éstos y posteriormente recoge los bienes transformados, éste se encuentra en
la obligación de emitir la correspondiente guía de remisión – remitente.
Las notas de crédito y las notas de débito deben consignar la serie y número del
comprobante de pago que modifican.
Las copias de las notas de crédito no deben consignar la leyenda "COPIA SIN
DERECHO A CRÉDITO FISCAL DEL IGV".
Desde el punto de vista de la empresa, la nota de débito significa un ingreso para ésta, y la nota
crédito significa una erogación.
Por ejemplo, si se le cobran intereses a un cliente por incurrir en mora en el pago de sus obligaciones,
la empresa emite una nota debito por el valor de los intereses, intereses que son un ingreso financiero
para la empresa. En este caso, para el cliente la nota debito se convierte en un egreso puesto que con
ella se le está efectuando un cobro de intereses. Caso contrario, si por error, al cliente se le cobró por
las mercancías que se le vendieron, un valor mayor al real, la empresa emite una nota de crédito
mediante la cual disminuye la deuda
del cliente por el valor cobrado en exceso. Esta nota crédito es una erogación para la empresa puesto
que se debe disminuir el valor que inicialmente se registró como venta. Desde el punto de vista del
cliente, como su obligación se disminuye con la nota crédito, ésta se convierte en un ingreso en la
medida en que disminuye el valor de las mercancías que adquirió inicialmente a un mayor valor. En la
Conciliación bancaria, es común confundirse con el concepto de la nota de débito y crédito, puesto
que el banco envía a la empresa propietaria de una cuenta de ahorros o corriente, una nota de débito
y la confundimos como un ingreso para la empresa, pero en realidad lo que el banco ha hecho con
esa nota debito es disminuir el saldo de la cuenta bancaria por conceptos como la cuota de
mantenimiento de cuenta, que es un ingreso para el banco (Recordemos que la nota debito es un
ingreso sólo para quien la emite, para el que la recibe es un egreso).
En el caso de las cuentas bancarias, la nota crédito que emite el banco, sí es un ingreso para la
empresa, puesto que con ésta el banco ha consignado en la cuenta valores como por ejemplo los
intereses ganados por el dinero depositado en la cuenta. (Caso contrario a la nota de débito, la nota
de crédito es un egreso para quien la emite y un ingreso para quien la recibe).