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Figura 44-1
De acuerdo con lo anterior, si una armadura ha de desarrollar su capacidad
mecánica completa, su longitud en ningún caso podrá ser inferior al doble de su
longitud de anclaje. Esta longitud de anclaje es la que se define más adelante como
longitud neta (fig. 44-l).
En sentido estricto, la longitud de anclaje debería ser la expuesta en 43.5.1 dada
por la fórmula [43.5]. De hecho, muchos países lo hacen así en sus Normas y en
particular éste es el sistema adoptado por el MODEL-CODE (44.1) y el
EUROCODIGO EC- (44.2). La Instrucción EHE no lo hace así, debido a que, al
aceptar tensiones muy elevadas para la comprobación de adherencia en el ensayo de
homologación de Beam-Test, éstas no resultarían prudentes para desarrollar las
longitudes de anclaje.
311
El fallo de anclaje se produce, en general, a causa de la rotura por tracción del
hormigón, que envuelve a la barra, de forma que el hormigón que la rodea experimenta
una especie de hendimiento1. Los efectos favorables para el anclaje son los mismos
que mejoran la adherencia y que fueron expuestos en 43.2.2. Aunque la presencia de
armadura transversal ductiliza en alguna medida el fallo de anclaje, éste suele ser
esencialmente frágil (fig. 442), lo cual hace que sus condiciones deban ser siempre
estudiadas con especial prudencia.
Figura 44-2
Dos fallos típicos de anclaje se indican en las figuras 44-3 a) y b), aunque más
frecuentemente el fallo del anclaje se mezcla con un fallo a esfuerzo cortante
(fig. 44-3 c) y d) ).
Para las barras lisas, la forma ordinaria de anclaje era el gancho. En el caso de las
barras corrugadas, la forma habitual de anclaje es la prolongación recta, si es posible,
y más excepcionalmente el gancho o la patilla. Debe observarse que, en especial en las
condiciones de fuerte tensión de las barras corrugadas, cualquier anclaje con pequeño
radio de curvatura, encierra algunos problemas. La figura 44-4, tomada de MULLER
(44.3), indica los resultados de una investigación experimental sobre la distribución de
tensiones de anclaje en los ganchos. La fuerte concentración de tensiones en la
superficie interior de la zona inicial del gancho puede producir una deformación del
hormigón que suponga un corrimiento apreciable de la barra, bajo la fuerza de tracción
que la solicita, antes de que el final del gancho esté colaborando apreciablemente. La
figura 44-5 esquematiza el mismo problema, en el caso de un anclaje en nudo de
fachada con radio de doblado escaso. En este sentido, debe recordarse que la fuerza
última no es la única característica importante de un anclaje y que su “rigidez”,
entendida como relación entre fuerza aplicada y corrimiento experimentado, es
también muy importante.
312
w
Figura 44-3
Figura 44-5
Por tanto, y como norma general, si es posible, resulta preferible para barras
corrugadas el anclaje por prolongación recta. La figura 44-6 resume ensayos de RHEM
(44.4) que ponen bien en evidencia que un anclaje curvo no es siempre mejor.
J -b
0.01 0.1 1.0 (mm)
DESLIZAMIENTO DESLIZAMIENTO
Figura 44-6 Figura 44-7
313
El anclaje es también sensible a la posición de las barras durante el hormigonado,
de acuerdo con lo que vimos en 44.2.4 y le son, por tanto, de aplicación las posiciones
de adherencia 1 y II que vimos allí.
La figura 44-7, tomada también de la referencia (44.4), ilustra claramente el
comportamiento según la formación de la capa de mortero de débil resistencia bajo la
barra y la influencia de la dirección de tracción respecto a la de hormigonado.
La posición de la barra en la sección y la separación entre barras son importantes
en la resistencia del anclaje. La figura 44-8, tomada de los trabajos del C.E.B. (44.5)
indica formas típicas de “splitting” en anclajes y solapes.
Figura 44-8
al b)
Figura 44-9
314
en ningún caso, superior a 085 d en piezas con estribosl. La Instrucción EHE adopta
la solución, indicada en la figura 44-10, que, como dijimos, sólo es válida para piezas
de ancho constante y para ellas resulta conservadora el trasladar la ley de momentos el
canto d. Para ese caso particular de piezas de ancho constante, la regla de trasladar las
leyes de momentos flectores k, d + 0,8.-5 d es suficiente y conduce a economías
apreciables. (Se supone 8 > 4.5”).
ktd ktd
+
Figura 44-10
Lo anterior es válido para hormigón armado con 8 = 454 Para 8 # 4.5” y para
hormigón pretensado, véase el Capítulo 39.
315
TABLA 44.1
HORMIGÓN 1
j
H-250 12 15
H-300 10 13
H-350 9 12
H-400 8 ll
H-500 7 10
La figura 44- 1 recoge las longitudes básicas correspondientes, para barras rectas.
Figura 44-11
Los gráficos GT- 132 y GT- 133 recogen las tabulaciones correspondientes.
Las fórmulas [44.1] y [44.2] están basadas en experimentación española realizada
con motivo de los ensayos de homologación de adherencia. No debe olvidarse, sin
embargo, que en el ensayo de homologación de adherencia se emplea el método del
BEAM-TEST, que sitúa la barra a ensayar en unas condiciones de recubrimiento y de
armadura transversal bastante diferentes y mejores que en muchos casos reales.
316
b) Factor de corrección por forma del anclaje
Si el anclaje tiene forma diferente de la recta, la longitud básica debe
multiplicarse por el coeficiente k,,.
donde k,, viene dado por la Tabla T-44.2 de acuerdo con la figura 44.12.
TABLA T-44.2
Valores de kb2
Prolongación recta 1 1
r
e b.net
1
0) PROLONGACION RECTA
c) PATILLA d) GANCHO EN U
Figura 44-12
1 Este factor no se aplica al anclaje de la armadura en apoyos, que se rige por lo que se expondrá más adelante.
317
2 y se corta en la sección 4, sea una fracción a de la sección total, es decir, que
su sección es a AS,‘.
a)
b)
Figura 44-13
La serie B tiene, por lo tanto, una sección (1 - a) A,,, El momento cubierto por
la serie A lo designaremos como8 MI y como (1 -J) M, el cubierto por la serie
B. Naturalmente, siempre se cumple a c J tal como se indica en la figura
44-14, que representa un diagrama típico momentos-áreas de armadura y a es
tanto más cercano aJ cuanto más baja es la cuantía correspondiente a M,. En
la práctica, es muy frecuente suponer a = JI, es decir, suponer
proporcionalidad entre momentos y armaduras, lo que equivale a suponer
constante el brazo mecánico z, para determinar los puntos de corte de barras.
Esto está, por supuesto, del lado de la seguridad en los casos de sección
constante *.
Figura 44-14
1 Se entiende que, para la determinación del punto 2, en que la barra deja de ser necesaria, ya se ha
tenido en cuenta el incremento de tracción en la armadura debido al esfuerzo cortante, tal como vimos
en el Capítulo 39.
2 Con los métodos actuales de cálculo, muy del lado de la seguridad, a veces.
318
Desde la sección 1 hasta la 2, todas las armaduras están perfectamente
ancladas y la tensión en todas ellas es la misma en cada sección. El esfuerzo
total de tracción en el conjunto de armaduras es:
144.41
[44.5]
Cr - 4
B4 - (1-a)A,,
Obsérvese que:
CT -
c M4
B4 - (1 -a)A,, = (1 -a)As,z4
319
1
M4>(I-@MI-
=2
F M
[44X]
cJ = (1 - a)A,, = (1 - a)q,z
F2 _ (l-PM,
õ A2=--
41 41z2
(l-P) 4
-OA2 _- 432
=(1-p)?
CT A l M ,
41 Zl
0 = Q,(I - p, 2 [44.9]
1 F;
Dependiendo de la variación de momentos o,, puede llegar al límite a valer Cr = A , o sea el
límite elástico de cálculo. SI
2 La teoría expuesta es simplificada, pero coherente con el planteamiento de la Instrucción EHE. Por
supuesto, la compatibilidad de deformaciones en la zona de anclaje es un fenómeno
insuficientemente conocido. La Instrucción EHE, siguiendo al MODEL CODE, especifica que, a
partir del punto donde deje de ser necesaria la armadura, se disponga la longitud de anclaje completa.
La Norma Norteamericana ACI-318-95 (que no traslada la ley de momentos, según vimos en el
Capítulo 39) especifica sólo un anclaje de d ó 12 @, lo que sea mayor, lo que parece muy poco. En
cambio la regla EHE es demasiado conservadora y, si ello se suma al hecho de desplazar la ley de
momentos siempre un canto, conduce a longitudes de anclaje excesivas.
320
siendo P, la longitud básica de anclaje dada por la Instrucción EHE y p la fracción de
momento cubierto por la serie que se ancla, respecto al cubierto por toda la armadura
existente en la sección.
Si el número de barras que no se anclan, o sea, las que siguen, es muy grande
respecto a las que se anclan, p = 0 y Q = &,, es decir, se está prácticamente en el caso de
un tirante anclado en un macizo de hormigón (fig. 44-15), en el que la tensión en el
punto A en que se inicia el anclaje es la máxima admisible (CT,, = fyd para Td = VT).
Figura 44-15
Si en el punto considerado se ancla toda la armadura porque ya no es necesaria
ninguna, tal como en el caso del punto 5 de la figura 44- 13, resulta p = 1 y,
por tanto, Q = 0 y rigen los mínimos prácticos recomendables establecidos por
EHE que se indican más adelante.
Si se supone a = p, es decir, proporcionalidad entre momentos y áreas de
armadura, la longitud de anclaje se transforma en:
Q = i!,( 1 - a) 1 [44.10]
1 Por supuesto [44.10] es evidente sin la demostración incluida. Se ha hecho así por visualizar el
problema de anclaje.
321
d) Longitud neta de anclaje de barras en tracción
La longitud neta de anclaje de barras en tracción viene dada por
4 bmt = t$, - kb, . k,, - k,, [44.12]
En la fórmula [44.12] se incluirán solamente los valores kbi que correspondan
a cada caso.
e) Longitudes mínimas absolutas de anclaje
La longitud neta [44.12] no será en ningún caso inferior a OJ 0, ni a 10 @
ni a 150 mm.
Estos valores mínimos tienen un origen de orden práctico, ya que por
tolerancias de ejecución, posibles corrimientos de la ley de momentos por
acciones horizontales imprevistas, asientos de apoyos, etc., resulta
conveniente establecer tales fronteras’.
A B = k, d + &,net 144.131
donde k, viene dado por [32.43] y Q,,,,, por [44.12]. Las barras que
sobrepasen el punto B se anclarán de la misma forma, pero el punto C en que
se interrumpan no debe distar del B menos que el valor de Qb,ner
correspondiente a las barras que se cortan en C (debido a que, según se
expuso en 44.3 c), la tensión de dichas barras en el punto B puede, en casos
extremos, alcanzar el límite elástico de cálculo).
Figura 44-16
322
b) Como norma general, las barras rectas no deben anclarse en zona de tracción
(es decir, a la izquierda del punto 1 de la figura). Si la armadura se ancla en la
zona de la cara superior que está en tracción, (cosa frecuente) debe cumplirse
una de las dos condiciones siguientes:
Figura 44-17
Las barras pueden por supuesto pasar a la cara opuesta, aunque esté en
tracción, si en lugar de anclarse continúan por la otra cara formando parte de
su armadura.
323
e) Debe prestarse atención especial a aquellas piezas en las cuales la tensión de
la armadura no es sensiblemente proporcional al momento, como por ejemplo
el caso indicado en la figura 44-18. Debido a la fuerte variación de canto, la
tensión del acero es muy próxima afyd hasta casi la punta del voladizo (línea
continua del gráfico de o,), mientras que con canto constante decrecería muy
rápidamente (línea de trazos del citado gráfico). En el primer caso, a poca
A
distancia del apoyo, Z= 1 , mientras que, en el segundo, AEo
As nec con
A s yeal A s.real
el consiguiente cambio en kh,.
Figura 44-18
b)
Figura 44-19
324
Si el pilar superior, en su sección M-M, tiene toda la sección comprimida
(fig. 44- 19), el anclaje de la zona de momentos negativos, aunque en Posición
II, puesto que M-M es una junta de hormigonado, está en situación
beneficiosa, aunque hoy por hoy no pueda cuantificarse con gran precisión ese
efecto beneficioso de la compresión transversal. La longitud de anclaje (en
Posición II) para barras corrugadas, puede empezar a contarse desde el punto
A y debe ser tal que, si se desarrolla toda ella en prolongación recta, su
longitud sea Qh,,let. Si es necesario doblar la barra, tal como AB en el caso de la
figura 44-21 a), debe probarse, en primer lugar, si la longitud disponible Q,
permite el anclaje con patilla o gancho, lo cual será válido si
Q, 2 Q7 Qb,net 144.141
Aquí llamamos Qb,net a la correspondiente a anclaje recto; por lo tanto
Q b,nrt =Q,, k,, de acuerdo con [44.3], donde Q,correspondiente a Posición II. Si no
se cumple [44.14] es necesaria la prolongación recta en vertical tomando
como radio mínimo interior el indicado en el Capítulo 5 1.
Si se dobla la barra, al ser el radio de la curva mayor que el de la patilla
normalizada, puede escribirse (fig. 44-21 a))
~+1,57(r+0,5~)+1,57(r+0,J~)+M=,
b nnet
0,7 2.0,7 2
En la expresión anterior se ha considerado el gancho dividido en dos zonas, de
45” de ángulo, una con pendiente superior a 4.5” y otra con pendiente inferior
a 4.54 situadas en Posiciones 1 y II respectivamente. Teniendo en cuenta que
n = Q, - Y - @ y que m = Q, - r - Cp y aceptando el caso pésimo r = 7 qb, se
obtiene
Q2 = (27 (Qb,,,er - Q,) + 4 @ [44.15]
En resumen:
- Si Q, 2 Qbner’
, . Anclaje por prolongación recta.
- Si 0,7 Qb,net _<Q, < Qb,ner : Anclaje por patilla o gancho.
- Si Q, < 0,7 Qh,net: Anclaje con prolongación vertical Q,, de acuerdo con [44.15].
325
Se recuerda que en todo este apartado f), el valor $,,,, es igual a P., kbI, siendo
4, la longitud básica de anclaje en Posición II.
El que la sección M-M esté toda comprimida debe verificarse, en todas las
hipótesis de combinación de acciones. Si el edificio está sometido a acciones
horizontales importantes de viento y/o sismo, la alternancia de cargas hace
que no sea prudente contar con el tramo horizontal del anclaje y la longitud
Qb,net debe conseguirse entre el codo y la prolongación recta vertical, siendo en
este caso 0 2’ = 0,70, nef l.
g) En los nudos de fachada de última planta, el problema no es de anclaje sino de
solape (fig. 44-20) y será tratado en 44.16.
Figura 44-20
326
Figura 44-21
T’=v, l-5
[1 [44.17]
Como vimos en 44.1, el menor valor posible de ;t en vigas es del orden de 0,IO
y, por tanto, el valor máximo de T, viene dado por [44.17] y simplificadamente
puede adoptarse, del lado de la seguridad
T, = 0,95 V, [44.18]
Tl = V, [44.19]
327
que puede organizarse en prolongación recta, patilla o incluso prolongación
vertical, si es necesariol.
Es recomendable que &, cumpla, en vigas, los mínimos establecidos de 0,3 Q,,
10 Cp y 150 mm. En losas y forjados aceptaremos valores menores en los
capítulos correspondientes.
- Apoyo continuo (Fig. 44.21 b)).
En este caso, al existir la cabeza comprimida de resultante C, = TI, se moviliza
una fuerza ascendente C, p, donde p es el coeficiente de corte-fricción que
vimos en el Capítulo 39 y que tomaremos igual a 1.
La fórmula [44.17] se transforma en
r ..T
T, =(V, -C,p) 1-G
L 1
Md
y como C, = z , con p= 1, se tiene:
[44.21]
[44.22]
T, = V, - Md [44.23]
0,9d
[44.24]
1 Obsérvese que, en este caso, la corrección por armadura superabundante va incluida en la fórmula y,
por tanto, para el cálculo de $,nprr debe tomarse k,,, = 2. Lo mismo ocurre en [44.24].
2 En [44.24] se emplea Pb y no ah,,,, p or q ue la corrección por armadura superabundante ya está tenida
en cuenta al tomar C = z y no C = Arf,&
328
d) Si la estructura se proyecta para resistir acciones horizontales, la armadura de
momentos positivos que estrictamente debe llegar a un apoyo de acuerdo con
44.5 b), debe anclarse para resistir su capacidad mecánica completa y no sólo
la fuerza prevista en 44.5 c). De esta manera, ante la inversión cíclica de
momentos, se asegura la ductilidad del enlace, lo que no se conseguiría con
más armadura a tensiones menores. Esto es especialmente importante en el
caso de acciones sísmicas.
e) En los casos en que la curva de momentos flectores tiene concavidud hacia la
directriz de la pieza, debe considerarse cuidadosamente lo siguiente
(Fig. 44-22 a) y b)).
Figura 44-22
0 lo que es lo mismo
e b,net Mu [44.25]
= -
Vd
329
El exceso de armadura, si lo hay, debe tenerse en cuenta para el cálculo
de @b,ner ’
M
1,bnef 5 kf-+e~ [44.26]
d
L L
Figura 44-23
b) Estribos
La forma de las patillas y ganchos en estribos se indicaron en 39.2.5 así como
sus condiciones de anclaje.
330
44.7 ANCLAJE DE ARMADURAS EN TRACCIÓN DE PILARES
Como ya dijimos en 44.4 g), el caso de nudo extremo en última planta
corresponde a una situación de solapo y se verá en 44.17. Análogamente, las
transiciones en plantas intermedias corresponden también a casos de solapo.
Un caso a considerar es, en cambio, el indicado en la figura 44-24. Si alguna barra
está en tracción, como se termina en patilla como mínimo, por razones constructivas,
llamando Qb,net la correspondiente a Posición 1, se tiene:
Figura 44-24
331
a) Factor de corrección por armadura superabundante
Si en la sección donde la barra deja de ser necesaria el área real de armadura
A s, real es superior a la estrictamente necesaria, AS,,,, la longitud básica debe
multiplicarse por el coeficiente
klh, = 4,m
- [44.28]
A ’ sreal
kh3 = (1 - a) [44.29]
[44.30]
1 De nuevo, EHE no indica nada sobre armadura transversal en la zona de anclaje. El EUROCÓDIGO
EC- indica, para este caso también, un área mínima de armadura transversal igual al 25% del área
de la más gruesa de las barras ancladas, pero la distribución de esta armadura debe seguir lo indicado
en la figura 44-39 b) para solapes.
2 Es tema muy opinable si en pilares la ley de momentos debe desplazarse la fracción k, d. En nuestra
opinión, no, salvo caso de flexiones claramente dominantes, con esfuerzos cortantes también
importantes.
332
Dos casos de anclaje de barras comprimidas, que requieren especial
consideración, son los indicados en la figura 44.25.
a) b) cl
Figura 44-25
1 Deben disponerse patillas, aunque no sean aquí eficaces para el anclaje, con el fin de evitar el “apoyo en
punta” de las barras.
333
de la viga no puede ser el necesario, varias disposiciones, conjunta o aisladamente
aplicadas, pueden contribuir a solucionar el problema. Dichas soluciones son las
designadas anteriormente como a), b) y c) para el caso indicado en la figura 44-30 a).
Debe prestarse especial atención a este punto en el caso de empleo de vigas planas.
(Véase el Capítulo 59).
[44.3 l]
Figura 44-26
En teoría, si Q, ‘es inferior a Qb nef, en secciones de pilar situadas por encima y
próximas a la cara superior del cimiento, la armadura no sería todavía eficaz
plenamente al no haber desarrollado la longitud de anclaje completa y, por lo tanto, en
esa sección el hormigón estaría más solicitado de lo debido.
334
Sin embargo, la situación real difiere de la teórica de manera considerable y debe
pensarse que las longitudes de anclaje de la Instrucción están pensadas para las peores
condiciones existentes en la práctica, probablemente la de las barras de esquina en
pilares o vigas con recubrimientos escasos en dos direcciones. Las barras del caso que
estamos analizando, en su longitud de anclaje en el cimiento están rodeadas por
amplias zonas de hormigón, de forma que el hormigón directamente solicitado por las
tensiones de anclaje está confinado por el hormigón que le rodea. Esto conduce a que
los requisitos reales de anclaje sean bastante menores que los establecidos en EHE con
carácter general.
f?l tema ha sido investigado por RODRÍGUEZ LÓPEZ (44.8)’ mediante ensayo
de zapatas rígidas y flexibles con diferentes diámetros de armadura. Las conclusiones
alcanzadas permiten establecer que, en el caso de zapatas y en general en cimientos, la
longitud de anclaje de las armaduras de espera puede ser $b , siendo &, el valor dado
por [44.1] de acuerdo con EHE. Lo anterior no es válido para armaduras de caras
exteriores de pilares de borde o de esquina, que han de regirse por la fórmula general.
Si la barra considerada está siempre en tracción, es válida la solución de su
prolongación horizontal para conseguir la longitud &,,,, calculándose la longitud
suplementaria Q i (fig. 44-27) a partir de Qb,net en Posición 1 con las mismas fórmulas que
expusimos en 44.7.
Figura 44-27
1 “Investigación experimental de las longitudes de anclaje de las armaduras de los pilares de hormigón
armado en los cimientos”. Tesis Doctoral realizada bajo la dirección de J. CALAVERA en la Escuela
de Ingenieros de Caminos, Universidad Politécnica de Madrid, 1987. (44.8).
335
Si las barras del grupo dejan de ser necesarias en secciones diferentes, a cada
barra se le dará la longitud de anclaje que le corresponda según el siguiente criterio
(fig. 44-28).
192 ati, net, si continúa una barra
ll3 ab,net, si continúan dos barras
Figura 44-28
[44.33]
336
donde fctd = k es el valor de cálculo de la resistencia a tracción.
qj =I,Opara @ I32mm
132-t)
-para#>32mm
% = 100
A
e b.net =a,~a,~a,~a,~a, -=--eb 2 ebsmin [44.35]
A sreal
337
- a, es un coeficiente que tiene en cuenta el grado de confinamiento
producido por el hormigón que rodea la barra.
- a, es un coeficiente que tiene en cuenta el grado de confinamiento
producido por la armadura transversal.
- a, es un coeficiente que tiene en cuenta la presión ortogonal al eje de la
barra, debida a reacciones de apoyo, cargas aplicadas, etc., dentro de la
longitud de anclaje.
- Q,, viene dado por [44.34].
- 4, mm es un valor mínimo introducido por las razones ya explicadas al tratar
del anclaje según EHE, y cuyo valor en este caso es
0,3e,
- Barras en tracción. El máximo de 20 (p [44.36]
100mm
338
TABLA T-44.2
Coeficientes a,, a, a3, a4, a,
Barra de armado
Factor de Tipo de
influencia anclaje en tracción en compresión
Barras soldadas --
transversales L-a a2 = 0,7 a, = 0,7
-
a3 = 18
Confinamiento
por hormigón q= l,o
confinamiento p o r - a4 = 1 - 0,04p
xesión transversal C--r
a) b) cl
Figura 44-29
339
La figura 44-30 indica los requisitos que deben cumplir las barras
transversales soldadas.
al b)
356
J l b,nclo
c) d)
Figura 44-30
AS
L
/ h As, , As\ :“;” i ‘s\ Tb;”
C-i I /
Figura 44-31
340
44.14.2. REGLAS PARA MALLAS CON ALAMBRES 0 BARRAS
CORRUGADAS.
La longitud de anclaje básica se calcula como en el caso de barras, con el número
mínimo de barras especificado en 44.13.1.
En el caso de mallas con alambres lisos o grafilados, el cálculo puede hacerse de
la misma forma, pero el número mínimo de cruces soldadas existentes en la longitud
de anclaje será
4wec
n=4.- [44.38]
A r real
UNIONES TANGENTES
Figura 44-32.1
341
a) BARRA PASANTE
b) B A R R A I N S E R T A D A c) B A R R A A T O P E
EN LA CHAPA SOBRE LA CHAPA
UNIONES TERMINALES
Figura 44-32.2
342
44.15.1 REGLAS DE ANCLAJE CON BARRAS TRANSVERSALES SOLDADAS’.
Este tema es de sumo interés en cuanto a anclaje, para el uso racional de las
armaduras. En ocasiones se dispone de poco espacio para anclar los extremos de las
barras por adherencia . Una solución es soldar en dirección transversal a la barra o
barras longitudinales a anclar, barras transversales existentes, o trozos de barra
dispuestos expresamente para ejecutar la unión por cruz soldada.
Esta solución se usa con frecuencia simplemente por el ahorro que supone la
supresión de la longitud de barra necesaria para el anclaje por adherencia.
C)
PLANTA b z 0,5d
PLANTA 7’
-h----d----+
d)
Figura 44-34
1 El texto que sigue coincide sensiblemente con los textos de JCALAVERA “ARMADURAS
PASIVAS PARA HORMIGON ESTRUCTURAL. RECOMENDACIONES SOBRE EL
PROYECTO, DETALLE, ELABORACION Y MONTAJE” Cuadernos Técnicos 1. CALIDAD
SIDERÚRGICA; Madrid 1997 (44.9) y con lo citado en el “MANUAL DE FERRALLA” de
J. CALAVERA; E. GONZÁLEZ VALLE; J. FERNÁNDEZ GÓMEZ; F. VALENCIANO; ANIFER.
Madrid 1998 (44.10).
2 Las fórmulas que siguen están basadas fundamentalmente en investigaciones realizadas por empresas
constructoras y empresas de ferralla en laboratorios finlandeses. Deben destacarse los trabajos de
Statens Tekniska Forskingscentral y los de Pekka Nykyri (44.11). Estos trabajos han sido incluidos
como Anejo en la versión final de la Parte 3 del Eurocódigo EC-2. (Concrete Foundations). (44.12).
343
l Barras con 16 I Q I 32 mm
El valor de cálculo de la capacidad de anclaje de una unión transversal soldada,
viene dado por la fórmula
Fbtd = Ltd * $T OTD ’ Fwd [44.39]
donde:
F bTd = Valor de cálculo de la capacidad de anclaje de la unión transversal
soldada.
fyd CL,
L, = 1,16& - _ [44.40]
õ Td
OTD =
[44.41]
x=22+1
@T
a
b)
Figura 44-35
344
Si se sueldan dos barras transversales sobre lados opuestos de la longitudinal, la
capacidad de anclaje, calculada mediante la fórmula anterior, se duplica
(figura 44-36 a)). En cambio, si se sueldan dos barras transversales paralelas a
separación mínima de 3 c#+. la capacidad se multiplica por 1,4 (figura 44-36 b)).
4 b)
Figura 44-36
Barras con C$J SG 12 mm
La capacidad de una unión transversal soldada, dentro de la masa de hormigón,
que es como mínimo superior en un 25 % a la de la resistencia de la unión soldada en
el ensayo habitual de unión desnuda. (Ensayo de arrancamiento).
El valor de cálculo de la capacidad de anclaje de una unión transversal soldada,
viene dado por la fórmula
i?$@$i-
+- rA~- ., . ‘*-,
, . ~. ~. ,: ~. ,: ~. ~,
-
Figura 44-37
345
TABLA T-44.3
CAPACIDAD DE ANCLAJE DE UNA UNIÓN TRANSVERSAL SOLDADA,
EN % DE A& DE LA BARRA LONGITUDINAL
@g :zrnrn /--qOL
mm tttttttrtttttttttttttttt c
%
La máxima resistencia considerada en la soldadura es un 50% de Asfyd de la
barra longitudinal
E!jfy+yyyy
16116 26% 30% 35% 39% 45% 50% 50%
346
TABLA T-44.4
CAPACIDAD DE ANCLAJE DE UNA UNIÓN TRANSVERSAL SOLDADA,
EN % DE AJ$ DE LA BARRA LONGITUDINAL
p:::;; 1 tttttttttttttttttttttttt
P,,,=
La máxima resistencia considerada en la soldadura es un 50% de Asfyd de la
barra longitudinal
fck = 25 N/mm2
$T fL (mm) 4% fL (mm)
(mm) 6 1 8 1 10 1 12 (mm) 6 8 10 12
6 50% 50% 46% 38%
8 50% 50% 50% 50%
10 50% 50% 50% 50%
12 50% 50% 50% 50%
4, k (mm) @T _ fL (mm)
(mm) 6 1 8 1 10 1 12 (mm) 6 8 10 12
1 6 I 50% I 50% I 50% I 43% I
8 50% 50% 50% 50%
10 50% 50% 50% 50%
12 50% 1 50% 1 50% 1 50%
347
EJEMPLO 44.1
Detallar los anclajes del nudo indicado en la figura 44-38. El hormigón de la
estructura es H-25. Acero B500 S. La armadura estrictamente necesaria para
momentos negativos es de 385 mm2 y el esfuerzo cortante en el apoyo es V, = 190 kN.
Los pilares, en su enlace con el nudo, tienen toda la sección en compresión. yY =1,15.
Se supone que los 2 @ 20 son estrictamente necesarios.
Realizar el cálculo de acuerdo con EHE.
Figura 44-38
SOLUCIÓN
a) Armadura de momentos negativos:
Corresponde al primero de los casos analizados en 44.4 f). Calculemos, en
primer lugar, la longitud básica para Posición II, H-25 y B500S, que resulta
348
b) Armadura de momentos positivos
Estamos en el caso segundo del apartado 44.5.~) y, por lo tanto, debe aplicarse
la fórmula 44.21. Como en este caso AL 38.5. Ec.= 133913N
0,9d 1,lS
1,15
400
190.000- 3,85 -
como
100 385 .25 I/ 3.250.470
4 70.250
190.000
a = 0,79
T, = 33.933 N
Qb = 14@= 14~22=.560mm
k hl = 1
k h 2 = 1 (suponemos, por el momento, anclaje recto).
kb3 = no rige por tratarse de un apoyo
Por tanto
Q h.net =Qb = 560 mm
33.933
Q b,net = .%j” ’
4oo = 142 mm
385.-
1,15
400
2.314.-
1J5 = 0,li
co= 25
-* 250.470
1.5
349
a lo que, con el ábaco GT-82, corresponde y = O,ll.
350
/I ff/ Td
Td -b r!’ II I II I 450
ALI
b- Td
Td
al b)
Figura 44-39
Td = Asfyd [44.44]
La longitud del solape debe corresponder a la &,,, de la barra más gruesa de las
solapadas de acuerdo con lo que a continuación se detalla.
En la figura 44-40 se indican los esquemas de transmisión de fuerza a lo largo de
las barras en una zona de solape.
4,b 41342 ,
6, z 6, e s = eb,net
1 I * 42
a) b)
Figura 44-40
351
Caso a) de lowitud de solaue la corresnondiente a la barra mayor
Zona AB :
[44.45]
[44.46]
y por tanto:
B
ZonaC :
[44.48]
352
Si consideramos la figura 44-40 b), correspondiente a emplear como longitud de
solape la &ner de la barra de menor diámetro, es inmediato ver que en la zona CB, la
n CPI’
fuerza en la barra es inferior al valor 4’ & . Ello quiere decir que si el solape en
su punto de comienzo es estricto la regla está del lado de la inseguridad.
donde Qb,ner se definió mediante [44.12] y a viene dado por la tabla T-42.5.
TABLA T-44.5
Valores de coeficientes a
E 1
Distancia Porcentaje de barras solapadas Barras solapadas
entre los empalmes trabajando a tracción, con trabajando
más próximos relación a la sección total normalmente a
compresión en
. cualquier
porcentaje
a>lO$ 190
Figura 44-41
uc
b)
Figura 44-42
353
El área A,, puede distribuirse uniformemente en la longitud de solape 0,. Las barras
que se solapen pueden estar en contacto o bien separarse hasta un máximo de 4 @
(5 Q entre ejes). Si no están en contacto, deberán respetar las distancias entre sí y a los
paramentos que se indican en general en EHE y que se recogen en el capítulo 5 1, ya que,
si están muy juntas pero no en contacto, no quedan bien embebidas en el hormigónl.
Para la disposición de la armadura transversal al solape, A,v, debe tenerse en
cuenta que, de acuerdo con lo que se indica en la figura 44-41 a), una misma rama de
estribo es válida para coser varios solapes paralelos*. Por este motivo, en las A,y, es el
área de la barra solapada de mayor diámetro y no de la totalidad. El área A,*, si es Za
rama inferior de un estribo de corte, puede ser simultáneamente empleada para
resistir este esfuerzo.
-f-"-t
F e -
+
* .
Td
*
Td
t's-+
t's-c
a) b)
e- 0,s Is e= ls
cl d)
.
e= 1‘5 l5
Q)
Figura 44-43
Tal como se indica en la figura 44-41 a), las fuerzas radiales de transmisión
presentan resultante nula, motivo por el que una misma rama de armadura transversal
puede coser varios solapes. Sin embargo, la distribución de tracciones alrededor del
solape sigue el esquema simplificado de la figura 44-42 b), lo cual aconseja que el eje
de la armadura transversal sea paralelo al plano definido por los ejes de las dos
armaduras solapadas.
1 La razón de la solución usual de mantener las barras del solape en contacto , es para poder atarlas de
forma que no se muevan durante el hormigonado. La eficacia máxima en la transmisión se alcanza
para una separación entre ejes de 5 t$. Véanse los ensayos de HAMAD y MANSOUR (44.15) (y
también los de SAGAN, GERGELY y WHITE para el caso de cargas cíclicas (44.16). En caso de que
las barras no estén en contacto debe asegurarse bien su posición durante el hormigonado. La
resistencia del solape, aumenta con la separación hasta 4 @. Los solapes con barras separadas son
especialmente indicados en estructuras sometidas a cargas cícilicas.
2 Sobre la distribución de fuerzas Td existen trabajos importantes de TEPFERS (44.14) y
ELIGEHAUSEN (44.17).
354
\ \ \ \ \ ‘\\ J -Fe - N T
Nd-a ‘3 d
Fe -’ ‘\ ‘1 ‘\ ‘\
+ - - - N d - - +
al b)
Figura 44-44
SOLAPO EN TRACCIÓN
al b)
Figura 44-45
144.501
355
Con ello, en definitiva, en cuanto a separación entre barras solapadas,
distanciamiento de solapos en sentido longitudinal y requisitos de armadura
transversal, trataremos en idéntica forma los solapes en tracción y en
compresión. Sin embargo, por lo que se refiere al solapo a tracción, es
recomendable distribuir A,, en la longitud de solapo (fig. 44-45 a)). Para el
solapo en compresión, si @ 5 16 mm, puede hacerse de la misma manera, pero
para # > 16 mm es recomendable disponer la mitad de A,, centrada en cada
extremidad del solape, con objeto de resistir las tensiones de desgarramiento
bajo las puntas de las barras (Fig. 44-44 b)). Véanse las referencias (44.14),
(44.18), (44.19), (44.20) y (44.21).
---dL------ al
)1,2lb,t
m
b)
Figura 44-46
150 mm
356
r n n n n 1
” 0 ” ”
al
, 0 CI n
n c-3
b)
Figura 44-47
I I BARRA 1
1 I
BARRA II
BARRA III
B A R R A IV
Figura 44-48
[44.5 1]
357
10 Cp (para barras dobles Cp, = Cp 4 )
150 mm
Para mallas superpuestas. La longitud de solapo si cuando la separación entre
elementos solapados sea igual o superior a 10 0, será:
[44.52]
teniendo 0+, el mismo significado que en [44.51], pero el solapo no contendrá
A
menos de 5 sllec barras transversales. Si la separación es inferior a 10 # el
A sreal
200 mm
TABLA T-44.6
358
Si se emplean barras dobles, debe tenerse en cuenta el incremento
correspondiente en 4, y, si C#J > 8,.5 mm, sólo se permite solapar en la misma sección el
60% de la armadura.
TABLA T-44.7
Valores del coeficiente aS
E 1
Porcentaje de barras 5 20 % 25 % 33 % 50 % > 50%
solapadas respecto a la
sección total de acero
valor de 4,. min viene dado por el mayor de 0,3 a&,, 15 @, 200 mm.
Para el valor a, , el porcentaje de armadura solapada es el comprendido en una
Fs
longitud 1,3 Q, de acuerdo con la figura 44-48.
c - - - - -
Figura 44-49
b) Barras en compresión
[44.54]
359
c) Armadura transversal en la zona de solapo
- Si el diámetro de las barras es inferior a 16 mm o si, siendo superior, el
porcentaje de barras solapadas en la misma sección no supera el 25%, las
armaduras transversales dispuestas por otros motivos (estribos, cercos,
armaduras de reparto, etc.) se consideran suficientes.
- Si @ 116 mm o el porcentaje de barras solapadas en la misma sección supera
el 25%, se adoptará una de las disposiciones siguientes:
c-l) Armadura transversal igual a la sección de la barra más gruesa solapada.
c-2) Si a 110 @ (Fig. 44-41) la armadura transversal debe disponerse en forma
de estribos.
La disposición de armadura transversal a lo largo del solape coincide con
lo especificado por EHE.
c-3) El MODEL CODE 90 permite separaciones entre barras solapadas
superiores a 4 @ pero exige que se cumplan las condiciones adicionales
siguientes:
- La longitud de solape I?, , debe incrementarse en una distancia igual a la
separación entre barras.
- La armadura transversal se calculará mediante un modelo de bielas y
tirantes y no será inferior a la expuesta en c).
d) Porcentaje admisible de barras solapadas en la misma sección. Viene dado
por la tabla T-44.8.
TABLA T-44.8
Porcentaje admisible de barras solapadas en tracción
en una sección, si no se dispone armadura transversal
Barras de
altaadherencia
360
44.21 EMPALMES MECÁNICOS. EMPALMES POR SOLDADURA
La clasificación de los empalmes, que no se realizan por adherencia, en
mecánicos y por soldadura, es ciertamente convencional, pero la mantendremos en lo
que sigue.
a) Empalmes mecánicos
La Instrucción EHE permite cualquier tipo de empalme mecánico, siempre
que los ensayos realizados demuestren que la unión posee, de forma
permanente, una resistencia a la rotura no inferior a la de la menor de las
barras empalmadas y que el deslizamiento relativo no supere 0,l mm bajo
cargas de servicio.
Exigir que la unión presente una resistencia no inferior a la de las barras parece
excesivo, ya que las barras no alcanzan esa tensión en el funcionamiento de
las piezas. Es evidente que no marcar ningún requisito por encima del límite
elástico podría conducir a fallos poco dúctiles. La Norma ACI 318-95
establece que la resistencia alcance el 125 % de la carga correspondiente al
límite elástico, lo que parece razonable.
Más importante que lo anterior es exigir al empalme que garantice que una
barra que lo contenga tenga un diagrama Fuerzas-Deformaciones por encima
del de una barra sin empalmar (fig. 44-49). Obsérvese que se habla de fuerzas
y no de tensiones, ya que en una barra con manguito no tiene sentido el
concepto de límite elástico al ser la barra de sección no constante.
MANGUITO CUÑA DE
CIERRE
al b) cl
Figura 44-50
Los tipos de empalmes más frecuentes son los que se roscan a ambas barras a
empalmar, los que materializan el empalme rellenando el espacio entre las
barras y el manguito con metal fundido, resina, etc., y los que conectan ambas
barras por aplastamiento del manguito contra los resaltos de ambas barras
según veremos en el Capítulo 50.
Su interés es claro en el caso de barras de gran diámetro y el proyectista deberá
informarse a fondo de las características exactas del tipo a emplear, así como
de los resultados experimentales disponibles. En particular debe conocer con
precisión la separación mínima admisible entre barras paralelas a la vista del
361
diámetro del manguito y de la necesidad de manejo de la herramienta para
inyección, extrusión, etc., con el fin de disponer la adecuada posición de las
barras y de los manguitos en el proyecto.
Un caso especial importante es el de empalme de barras siempre comprimidas por
contacto directo entre ellas. El corte debe ser ortogonal al eje de las barras. EHE
no contempla este caso. ACI 318-95 admite una tolerancia de 15” en el corte
(fig. 44-50) y de 3” en la alineación. Es conveniente colocar algún dispositivo que
asegure durante el hormigonado la inmovilidad de la unión. La solución 44-45 c)
corresponde a una patente norteamericana, no fabricada en España.
al E M P A L M E A T O P E b) EMPALME cl EMPALME
POR SOLAPE POR SOLAPE
EX&NTRICO CENTRADO
Figura 44-51
Figura 44-52
362
La soldadura a tope tiene la ventaja de que la barra soldada tiene
prácticamente el mismo diámetro que la barra sin soldar, lo que evita la
congestión típica de las zonas de solapo o de otros tipos de soldadura. Su
inconveniente principal es que es un tipo de soldadura muy difícil de hacer “in
situ”, requiriendo casi siempre la realización en taller.
La solución b) de solape excéntrico es simple y puede hacerse sin problemas
en obra. En ella tomada de los ensayos de CALAVERA y SEGURA (44.23) se
aprecia su inconveniente principal, que es que, al alinearse las barras
solapadas bajo la acción de la fuerza, producen esfuerzos transversales en el
hormigón que deben cubrirse con la adecuada armadura transversal.
La soldadura de solape centrado, indicada en la figura 44-51 c), no presenta
ese inconveniente aunque ocupa más espacio.
En cualquier caso, el proyecto debe especificar la posición de las soldaduras y
la técnica a emplear y prever los controles de aptitud y durante la ejecución,
que especifica la Instrucción EHE.
El proyectista debe recordar que las barras deformadas en frío y las de dureza
natural presentan problemas de soldadura muy diferentes y requieren técnicas
de soldeo distintas. Toda esta información debe ser proporcionada por el
fabricante del acero.
Una publicación interesante sobre soldadura de barras es la realizada por la
Comisión Permanente VII del C.E.B. “Recommendations for welded splices
in reinforcing bars” (44.24) y la Norma UNE 3683 1 (44.25). Véase el Capítulo
50 para más detalles.
EJEMPLO 44.2
En un pilar de 400 -400 mm, armado con 4 @ 25 de acero B 400s comprimidas,
se solapan las armaduras con las 4$32 que suben de la planta anterior. El hormigón es
H-25. Recubrimientos 35 mm. Estribos @ 10 a 250 mm de B 400s. “/c = 1,5; x = 1,15.
Proyectar el empalme por solape, sabiendo que el área estricta de armadura en la zona
de 4@ 32 es de 3020 mm2.
Solución
La solución básica de solape es la de 4 32 en Posición 1.
0, = 12 .3,22 = 123 cm
De acuerdo con [44.49], para a = 1.
3020
l, = 123.- =116cm
3215
La armadura transversal necesaria, será
~-32~
4, =:-z 804 mm2
4
363
En 116 cm existen estribos que proporcionan
Il6
--79 = 367 rn& (Se considera una sola rama)
25
BIBLIOGRAFÍA
364
(44.14) TEPFERS, R. “ A theory of bond applied to Overlapped Tensile Reinforcement Splices
for Deformed Bars”. Chalmers University of Technology. Division of Concrete
Structures. Goteborg. 1973.
(4. 15) HAMAD, BS.; MANSOUR, M.Y.; “Bond strength of noncontact lap splices”. ACI
Structural Joumal. May-June. 1996.
(4. 16) SAGAN, V.E.; GERGELY, P; WHITE, R.N.; “Behaviour and design of no contact lap
splices subjected to repeated inelastic tensile loading”. ACI Structural Joumal. July-
August 1991.
(44.17) ELIGEHAUSEN, R. “Ubergreigungsstösse zubeanspruchter Rippenstabe mit geraden
Stabenden”. Deustcher Ausscchuss für Stahlbeton. Heft 301. Emst & Sohn. Berlin
1979.
(44.18) ARTHUR, P.D.; CAIRNS, J.W. “Compression laps of reinforcement in concrete
columns”. The Structural Engineer. March 1978.
(44.19) CAIRNS, J.; ARTHUR, PD. “Strength of lapped splices in Reinforced Concrete
Columns”. ACI Joumal. February 1979.
(44.20) CAIRNS, J. “An Analysis of the Ultimate Strength of Lapped Joints of Compression
Reinforcement”. Magazine of Concrete Research. March 1979.
(44.21) PFISTER, J. F.; MATTOCK, A.H. “High Strength Bars as Concrete Reinforcement,
Part 5. Lapped Splices in Concentrically Loaded Columns”. Joumal of the PCA
Reserach and Development Laboratories. May 1963.
(44.22) “Recommendations for mechanical splices of reinforcing bars”. C.E.B. TG-VII 6
Permanent Commissions VII. Bulletin 201. 1990. (Existe traducción española del
GEHO).
(44.23) CALAVERA, J.; SEGURA, M. “Resultados de ensayos de soldadura a tope y por
solape, con electrodo, de barras de aceros estirados en frío”. Informes de la
Construcción ti 208. 1968.
(44.24) “Recommendations for welded splices in reinforcing bars”. C.E.B. Bulletin 186. 1988.
(44.25) UNE 36821 “Armaduras pasivas de acero para hormigón estructural - corte, doblado y
colocación de barras y mallas. Tolerancias. Formas preferentes de armado”.
365