viviendo el amor de Cristo en la vida fraterna solidaria. También es
acompañado y estimulado por la comunidad y sus Pastores para madurar en la vida del Espíritu” (Aparecida. Documento Conclusivo, n. 278, d). 1 3. Para el diálogo en grupo. Preguntas de reflexión. 1. ¿Somos conscientes de que para servir al Reino de Dios la fraternidad sacerdotal debe ser una realidad entre nosotros, aunque a veces parezca una utopía vivirla y practicarla, porque se interponen intereses, desacuerdos y lucha de poderes en medio de nuestras Diócesis, clero, parroquia, etc.? 2. ¿Al estar insertos en este tiempo privilegiado donde la ciencia y la técnica han dotado de infinidad de elementos para acercar a los hombres unos de otros, procuramos construir fraternidad y evitar la tentación de aislarnos en nuestros egoísmos? 3. ¿Somos conscientes de que la fraternidad solo es posible cuando reconocemos en todo un común origen y destino, como hijos de Dios Padre en Cristo y verdaderamente hermanos por esta paternidad común? ¿Rechazamos todo aquello que rompe con esta fraternidad: intereses egoístas, compensaciones, afán de dinero, deseos de sobresalir, etc.? 4. ¿Reconocemos que la pasión y muerte de Jesús ha destruido toda enemistad, y que nos compromete a abrirnos a los demás, a la fraternidad, a servir especialmente a quien más lo necesita?
4. Plenaria. En este punto del encuentro compartimos nuestros comentarios y experiencias.
5. A modo de compromiso. PASTORES QUE SE
La caridad fraterna en el sacerdote se fundamenta en la unidad con Cristo, con la Iglesia, con el propio Obispo, con los demás hermanos en SABEN HERMANOS. el sacerdocio y con los fieles. Esta unión naturalmente no ha de ser vista como una unión externa, que busca componer y armonizar entre sí diversas Fraternidad sacerdotal. facetas, si no que se encuentra en el mismo ser sacerdotal y reclama en Catequesis Pre-encuentro última instancia la unidad de vida. COMISIÓN DE MINISTERIOS Y VIDA CONSAGRADA • CONFERENCIA EPISCOPAL ECUATORIANA 1. Para la ambientación. Oración preparatoria1* verdad. No ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí. Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en Oh María, mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo Madre de Jesucristo y Madre de los sacerdotes: crea que tú me enviaste. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que acepta este título con el que hoy te honramos sean uno, como nosotros somos uno –yo en ellos y tú en mí– para que sean para exaltar tu maternidad perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado, y que yo y contemplar contigo los amé cómo tú me amaste. Padre, quiero que los que tú me diste estén el Sacerdocio de tu Hijo Unigénito y de tus hijos, conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, oh Santa Madre de Dios. porque ya me amabas antes de la creación del mundo” (Juan 17, 14 – Madre de Cristo, 24). que al Mesías Sacerdote diste un cuerpo de carne por la unción del Espíritu Santo ▪ “En virtud de la común ordenación sagrada y de la común misión, para salvar a los pobres y contritos de corazón: todos los presbíteros se unen entre sí en íntima fraternidad, que debe custodia en tu seno y en la Iglesia a los sacerdotes, manifestarse en espontánea y gustosa ayuda mutua, tanto espiritual como oh Madre del Salvador. material, tanto pastoral como personal, en las reuniones, en la comunión Madre de la fe, de vida, de trabajo y de caridad” (Lumen Gentium, n. 28). que acompañaste al templo al Hijo del hombre, ▪ “Los sacerdotes, constituidos por la ordenación en el orden del en cumplimiento de las promesas presbiterado, se unen todos entre sí por íntima fraternidad sacramental; hechas a nuestros Padres: pero especialmente en la Diócesis, a cuyo servicio se consagran bajo el presenta a Dios Padre, para su gloria, propio Obispo, forman un solo presbiterio” (Presbyterorum Ordinis, a los sacerdotes de tu Hijo, n. 8) oh Arca de la Alianza. ▪ “Les quiero recordar, mis queridos sacerdotes, que no pueden vivir ni Madre de la Iglesia, actuar en forma aislada. Con la ayuda de todos, diocesanos y religiosos, han que con los discípulos en el Cenáculo de construir un presbiterio como familia y como fraternidad sacramental, implorabas el Espíritu como lugar donde el sacerdote encuentre todos los medios específicos de para el nuevo Pueblo y sus Pastores: santificación y evangelización. Su presbiterio llegará a ser signo eficaz de alcanza para el orden de los presbíteros santificación y evangelización cuando se constaten en él las características la plenitud de los dones, del cenáculo, es decir la fraternidad apostólica con María la madre de oh Reina de los Apóstoles. Amén. Jesús” (SAN JUAN PABLO II, Discurso en la Catedral de Quito, 29 de enero de 1985). 2. Para entrar en el tema. Presupuestos bíblicos ▪ “Para que el ministerio del presbítero sea coherente y testimonial, éste y doctrinales. debe amar y realizar su tarea pastoral en comunión con el obispo y con ▪ “Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son los demás presbíteros de la diócesis. El ministerio sacerdotal que brota del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del Orden Sagrado tiene una «radical forma comunitaria» y sólo puede del mundo, sino que los preserves del Maligno. Ellos no son del mundo, ser desarrollado como una «tarea colectiva»” (Aparecida. Documento como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad: tu palabra es Conclusivo, n. 195). verdad. Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo. ▪ “Como los primeros cristianos, que se reunían en comunidad, el Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la discípulo participa en la vida de la Iglesia y en el encuentro con los hermanos, 1* SAN JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Post-sinodal Pastores dabo vobis, n. 82 .