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Eva Perón

María Eva Duarte de Perón (Los Toldos o Junín,1 7 de mayo de 1919-Buenos Aires, 26 de
julio de 1952), más conocida como Eva Perón o Evita, fue una dirigente política y actriz argentina.
Se casó con Juan Domingo Perón en 1945 y tras la asunción de este como presidente de la Nación
Argentina el año siguiente, Duarte se convirtió en primera dama. Fue presidenta del Partido
Peronista Femenino, presidenta de la Fundación Eva Perón y fue declarada oficialmente "Jefa
Espiritual de la Nación" en 1952.2
De orígenes humildes, migró a la ciudad de Buenos Aires a los quince años donde se dedicó a
la actuación, alcanzando renombre en el teatro, el radioteatro y el cine. En 1943 fue una de las
fundadoras de la Asociación Radial Argentina (ARA), siendo elegida presidenta.3
En 1944 conoció a Perón, entonces secretario de Estado del gobierno de facto, en un acto de
recaudación de fondos para las víctimas del terremoto de San Juan. Ya casada con Perón, participó
activamente en la campaña electoral de su marido en 1946, siendo la primera mujer argentina en
hacerlo.
Impulsó y logró la sanción en 1947 de la ley de sufragio femenino. Tras lograr la igualdad política
entre los hombres y las mujeres, buscó luego la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria
potestad compartida con el artículo 39 de la Constitución de 1949. En 1949 fundó el Partido
Peronista Femenino, el que presidió hasta su muerte. Desarrolló una amplia acción social a través
de la Fundación Eva Perón, dirigida a los grupos más carenciados. La Fundación
construyó hospitales, asilos, escuelas, impulsó el turismo social creando colonias de vacaciones,
difundió el deporte entre los niños mediante campeonatos que abarcaron a toda la población,
otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas
facetas.
Adoptó una posición activa en las luchas por los derechos sociales y laborales y se constituyó en
vínculo directo entre Perón y los sindicatos. En 1951, para las primeras elecciones presidenciales
con sufragio universal, el movimiento obrero propuso a Evita, como la llamaba la población, como
candidata a vicepresidenta, sin embargo ella renunció a la candidatura el 31 de agosto, conocido
como el Día del Renunciamiento, presionada por las luchas internas en el peronismo y la sociedad
ante la eventualidad de que una mujer apoyada por el sindicalismo pudiera llegar a vicepresidenta.
Debido a un fulminante cáncer de útero, falleció el 26 de julio de 1952, a la edad de 33 años. Recibió
honores oficiales siendo velada en el Congreso de la Nación y en la central sindical (CGT), con un
reconocimiento multitudinario sin antecedentes en el país. Su cuerpo fue embalsamado y ubicado
en la CGT. La dictadura cívico-militar autodenominada Revolución Libertadora secuestró y profanó
su cadáver en 1955, ocultándolo durante dieciséis años.
Escribió dos libros, La razón de mi vida en 1951 y Mi mensaje en 1952 y recibió numerosos honores,
entre ellos el título de Jefa Espiritual de la Nación, la gran Orden de Isabel la Católica en España de
manos de Francisco Franco, la distinción de Mujer del Bicentenario, la Gran Cruz de Honor de
la Cruz Roja Argentina, la Distinción del Reconocimiento de Primera Categoría de la CGT, la Gran
Medalla a la Lealtad Peronista en Grado Extraordinario y el Collar de la Orden del Libertador
General San Martín, la máxima distinción argentina. Se han producido además numerosas
películas, musicales, obras teatrales, novelas y composiciones musicales sobre Eva Duarte de
Perón.

Buenos Aires: carrera como actriz y sindicalismo[editar]


Eva Duarte era una adolescente cuando llegó a Buenos Aires el 3 de enero de 1935 con quince
años. Ella fue parte de un gran proceso migratorio interno que comenzó después de la crisis
económica de 1929. Esta gran migración, en la historia argentina, tuvo como protagonistas a los
llamados cabecitas negras, un término despectivo y racista utilizado por las clases media y alta de
Buenos Aires para referirse a esos migrantes no europeos, diferentes de los que habían
caracterizado la inmigración en Argentina hasta ese entonces. La gran migración interna de las
décadas de 1930 y 1940 y los llamados cabecitas negras constituyeron la mano de obra que
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requería el desarrollo industrial en la Argentina y fueron la base social del peronismo a partir
de 1943.
A poco de llegar Eva Duarte obtuvo un empleo para actuar en un papel secundario en la compañía
teatral de Eva Franco, una de las principales de la época. El 28 de marzo de 1935 debutó
profesionalmente en la obra La señora de los Pérez, en el Teatro Comedia. Al día siguiente el
diario Crítica realizó el primer comentario público que se conoce sobre Evita:
Muy correcta en sus breves intervenciones, Eva Duarte.50
Durante los siguientes años Eva transitará un camino de escaseces y humillaciones, viviendo en
pensiones baratas, y actuando intermitentemente para las compañías de teatro. Su compañía
principal en Buenos Aires fue su hermano Juan Duarte, Juancito, cinco años mayor que ella, el
«hombre» de la familia, con quien mantuvo siempre una estrecha relación y que también había
migrado a la capital pocos meses antes de que lo hiciera Eva.51

En estos primeros años de sacrificios Eva estableció una estrecha amistad con otras dos por
entonces oscuras actrices como ella, Anita Jordán y Josefina Bustamente, que mantuvo por el resto
de su vida.53 Eva es recordada por la gente que la conoció entonces como una jovencita morocha,
muy flaca y débil, que tenía el sueño de convertirse en una actriz importante, con una gran alegría,
fuerza y sentido de la amistad y la justicia.
Lentamente Eva fue logrando un cierto reconocimiento, participando primero en películas como
actriz de segunda línea, también como modelo, apareciendo en la tapa de algunas revistas de
espectáculos, pero sobre todo comenzó una carrera exitosa como locutora y actriz de radioteatros.
En agosto de 1937 obtuvo su primer papel en un radioteatro. La obra, que se transmitía por Radio
Belgrano, se llamaba Oro blanco y estaba ambientada en la vida cotidiana de los trabajadores
del algodón en el Chaco.56

El peronismo[editar]
En los primeros días de 1944 Eva conoció a Juan Perón. En esa época la Argentina atravesaba un
momento crucial de transformaciones económicas, sociales y políticas.

Eva Duarte y Juan Perón se conocieron en 1944 y se casaron el 22 de octubre de 1945 en Junín.
Económicamente, el país en los años anteriores había cambiado completamente su estructura
productiva debido a un gran desarrollo de la industria. En 1943 la producción industrial había
superado a la producción agropecuaria por primera vez.
Socialmente, el país estaba viviendo una gran migración interna, del campo a la ciudad, empujada
por el desarrollo industrial. Ello llevó a un amplio proceso de urbanización y un notable cambio de
la población en las grandes ciudades, especialmente Buenos Aires debido a la irrupción de un nuevo
tipo de trabajador y trabajadora no europeos. Fueron llamados despectivamente cabecitas
negras por las clases medias y altas, debido a que usualmente tenían el pelo, la piel y los ojos más
oscuros que el de algunos inmigrantes europeos. La gran migración interna se caracterizó también
por la presencia de una gran cantidad de mujeres buscando ingresar al nuevo mercado de
trabajo asalariado que estaba creando la industrialización.63
Políticamente, el país vivía una crisis profunda de los partidos políticos tradicionales que habían
convalidado un sistema corrupto y abiertamente fraudulento fundado en el clientelismo. Ese período
es conocido en la historia argentina como Década Infame (1930-1943) y fue dirigido por una
alianza conservadora conocida como La Concordancia. Ante la corrupción del gobierno
conservador el 4 de junio de 1943 se produjo un golpe de Estado militar que abrió un confuso
período de reorganización y realineamiento de las fuerzas políticas. Al producirse el golpe militar el
teniente coronel Juan D. Perón, de 47 años, era un integrante de la tercera fila del nuevo gobierno.
En 1943, poco tiempo después de comenzado el gobierno militar, un grupo de sindicatos
mayoritariamente socialistas y sindicalistas revolucionarios, encabezados por el dirigente sindical
2
socialista Ángel Borlenghi, tomó la iniciativa de establecer contactos con oficiales jóvenes que
tuvieran simpatía por los reclamos de los trabajadores. Del lado militar, fueron los coroneles Juan
Perón y Domingo Mercante quienes encabezaron el grupo militar que resolvió hacer una alianza
con los sindicatos para impulsar el programa histórico que el sindicalismo argentino venía
proponiendo desde 1890.
La alianza militar-sindical encabezada por Perón y Borlenghi fue imponiendo grandes conquistas
laborales (convenios colectivos, Estatuto del Peón de Campo, jubilaciones, etc.) y ganando en
consecuencia un apoyo popular que le permitió comenzar a ocupar posiciones importantes en el
gobierno. El primer cargo lo obtuvo precisamente Perón, cuando fue designado al frente del
insignificante Departamento de Trabajo. Poco después obtenía que el departamento fuera elevado
a la importante jerarquía de Secretaría de Estado.
Paralelamente al avance de las conquistas sociales y laborales obtenidas por el grupo sindical-
militar dirigido por Perón y Borlenghi, y al creciente apoyo popular al mismo, comenzó a organizarse
también una oposición encabezada por los grupos patronales, militares y estudiantiles tradicionales,
con apoyo abierto de la embajada de Estados Unidos, que fue ganando apoyo en la clase media y
alta. Este enfrentamiento sería inicialmente conocido como «las alpargatas contra los libros».
Encuentro con Juan Domingo Perón[editar]
El 22 de enero de 1944, Eva (con veinticuatro años) conoció a Perón (de cuarenta y ocho años de
edad y viudo desde 1938) en un acto realizado en el estadio Luna Park por la Secretaría de Trabajo
y Previsión con el fin de condecorar a las actrices que más fondos habían recaudado en la colecta
de solidaridad con las víctimas del terremoto que asoló la ciudad de San Juan. Las actrices que
resultaron primeras fueron Niní Marshall y Libertad Lamarque.6465
En febrero Perón y Eva ya estaban viviendo juntos y aquel se mudaría a un departamento contiguo
al de ella en la calle Posadas.66 Mientras tanto, Eva siguió desarrollando su carrera artística. Ese
año trabajó en tres programas radiales diarios: Hacia un futuro mejor (10:30), donde difundía las
conquistas sociales y laborales que conseguía la Secretaría de Trabajo, el
radioteatro Tempestad(18:00) y Reina de reyes (20:30). También actuó en la película La cabalgata
del circo, con Hugo del Carril y Libertad Lamarque.67
El '45
El año 1945 fue clave para la historia argentina. La confrontación entre sectores sociales se agudizó
y la oposición entre alpargatas y libros se transformó en peronismo y antiperonismo. A lo largo del
año hasta los sucesos de octubre, el movimiento antiperonista se iría haciendo cada vez más fuerte,
organizándose en torno al embajador de Estados Unidos Spruille Braden y las cámaras
empresariales.
Evita por su parte continuó trabajando en la radio y el cine. En abril comenzó la filmación
en Córdoba de La pródiga, una película dirigida por Mario Soficci, en la que había conseguido su
primer papel protagónico. El rodaje terminó en septiembre,68 y cuando aún estaba en proceso de
postproducción, estalló el golpe de estado que provocaría la renuncia forzada de Perón, su posterior
detención y la célebre movilización obrera del 17 de octubreque obtuvo su liberación y llevó al
régimen a convocar a elecciones. En esas circunstancias y ya lanzada la campaña electoral, Perón
solicitaría a los estudios San Miguel que postergaran el estreno hasta después de las elecciones,
aunque luego tampoco se estrenó y recién se exhibiría públicamente en 1984.69 Ese fue su último
trabajo artístico. Evita mantendría un cariño especial por esa película, que vería varias veces en su
domicilio hasta los últimos días de su vida.70 El padre Hernán Benítez, su confesor desde varios
años antes, contó que Eva calificaba su propio desempeño artístico diciendo: «En el cine, mala; en
el teatro, mediocre; en la radio, pasable». Benítez pensaba también que Evita era excesivamente
dura consigo misma, «pero no muy distante de la verdad».71
El 8 de octubre a la noche se produjo un golpe de Estado dirigido por el general Ávalos que exigió
de inmediato y obtuvo la renuncia de Perón al día siguiente. Durante una semana los grupos
antiperonistas tuvieron el control del país pero no se decidieron a tomar el poder. Perón y Eva
permanecieron juntos, circulando por diversas casas, entre ellas la de Elisa Duarte, la segunda
hermana de Eva. El 12 de octubre Perón fue detenido en el departamento de la calle Posadas y
confinado en la cañonera Independencia, que zarpó hacia la Isla Martín García.
3
Ese mismo día Perón le escribió una carta a su amigo el coronel Mercante en la que le menciona a
Eva Duarte, llamándola Evita:
Le encargo mucho a Evita, porque la pobrecita tiene sus nervios rotos y me preocupa su salud. En
cuanto me den el retiro, me caso y me voy al diablo.
Juan D. Perón72
Por entonces parecía que Perón había sido definitivamente desplazado de la actividad política y
que, en el mejor de los casos, se retiraría con Eva, para vivir en la Patagonia. Sin embargo a partir
del día 15 de octubre los sindicatos comenzaron a movilizarse para exigir la libertad de Perón, hasta
desencadenar la gran manifestación del 17 de octubre que finalizó con su liberación, provocó la
recuperación de las posiciones en el gobierno que tenía la alianza militar-sindical y abrió el camino
para la victoria en las elecciones presidenciales.
La versión tradicional asignó a Eva Perón un papel decisivo en la movilización de los trabajadores
que ocuparon Plaza de Mayo pero actualmente los historiadores coinciden que su intervención en
esas jornadas fue muy limitado si es que tuvo alguna.74 En ese momento, Eva Duarte aún carecía
de identidad política, de contactos en los sindicatos y de apoyo firme en el círculo íntimo de Perón.
Los testimonios históricos son abundantes en señalar que el movimiento que liberó a Perón fue
organizado directamente por los sindicatos en todo el país y la CGT.75
El periodista Héctor Daniel Vargas ha afirmado que el 17 de octubre de 1945 Eva Duarte estaba en
Junín, seguramente en la casa de su madre, y menciona como prueba un poder firmado por ella
ese mismo día en esa ciudad. Al parecer podría haber llegado a Buenos Aires esa tarde.76
Como Perón había dicho en sus cartas, pocos días después, el 22 de octubre se casó con Eva
en Junín. El acontecimiento ocurrió en la escribanía Ordiales, que funcionaba en una casona que
aún existe en la esquina de Arias y Quintana, en el centro de la ciudad.15 El escritorio utilizado para
confeccionar el acta de matrimonio civil se encuentra actualmente expuesto en el Museo Histórico
de Junín. Un mes y medio después, el 10 de diciembre, celebraron el matrimonio católicoen la
iglesia de San Francisco —orden muy apreciada por Eva—, ubicada en la calle 12 y 68 de la ciudad
de La Plata, oficiando de padrinos Domingo Mercante y Juana Ibarguren, la madre de Eva.77
Carrera política[editar]

Participación de Eva en la campaña electora


comenzó abiertamente su carrera política acompañando a Perón, como su esposa, en la campaña
electoral con vistas a las elecciones presidenciales del 24 de febrero de 1946.78
La participación de Eva en la campaña de Perón fue una novedad en la historia política argentina.
En aquel momento las mujeres carecían de derechos políticos (excepto en San Juan) y las esposas
de los candidatos tenían una presencia pública muy restringida y básicamente apolítica. Desde
principio de siglo grupos de feministas, entre los que se destacaron personas como Alicia Moreau
de Justo, Julieta Lanteri, Elvira Rawson de Dellepiane, habían reclamado sin éxito el reconocimiento
de los derechos políticos para las mujeres. En general, la cultura machista dominante consideraba
una falta de feminidad que una mujer opinara de política.
Eva fue la primera esposa de un candidato presidencial argentino en estar presente durante su
campaña electoral y acompañarlo en sus giras.78 Perón venía proponiendo desde julio de 1945 que
había que reconocer el derecho al voto de las mujeres, pero pocos meses después la Asamblea
Nacional de Mujeres presidida por Victoria Ocampo y otros sectores conservadores se opusieron a
que una dictadura otorgara el voto femenino con el argumento de que estaban a favor del «sufragio
femenino, pero sancionado por un Congreso elegido en comicios honestos» y el proyecto finalmente
no logró imponerse.78

El 8 de febrero de 1946, pocos días antes de finalizar la campaña, el Centro Universitario Argentino,
la Cruzada de la Mujer Argentina y la Secretaría General Estudiantil organizaron un acto en el
estadio Luna Park para manifestar el apoyo de las mujeres a la candidatura de Perón. Debido a que
Perón no pudo asistir por encontrarse agotado, se anunció que María Eva Duarte de Perón lo
4
reemplazaría en el uso de la palabra. Era la primera vez que Evita hablaría en un acto político. Sin
embargo la oportunidad resultó frustrada porque el público reclamó airadamente la presencia de
Perón e impidió que pudiera pronunciar su discurso.79
Durante la campaña electoral Eva no pudo ir más allá de su condición de esposa de Perón. Sin
embargo ya en ese momento era evidente que su intención era desempeñar un papel político
autónomo, incluso aunque las actividades políticas estuvieran prohibidas para las mujeres. Esta
visión que ella misma tenía de su papel en el peronismo, fue expresada claramente en su primer
discurso por radio, pronunciado el 27 de enero de 1947 y dirigido «a la mujer argentina»:
El 24 de febrero de 1946 se realizaron las elecciones triunfando la fórmula Perón-Quijano con un
54% de los votos.
Gira europea[editar]
Perón, Evita y otros dirigentes peronistas pensaron en una gira internacional para 1947, inédita en
aquel momento para una mujer, que pudiera ubicarla en el primer plano político.8182
La gira se extendió durante 64 días, partiendo el 6 de junio y regresando el 23 de agosto de 1947.
Durante la misma visitó España (18 días), Italia y el Vaticano (20 días),83 Portugal (3
días), Francia (12 días), Suiza (6 días), Brasil (3 días) y Uruguay(2 días). Su intención oficial era
oficiar de embajadora de buena voluntad y conocer los sistemas de ayuda social instalados en
Europa con la obvia intención de impulsarla a su regreso a hacerse cargo de un nuevo sistema de
obras sociales.84 En el cortejo viajó el padre jesuita Hernán Benítez, por quien ella se dejaba
aconsejar, y que tendría influencia, a su vuelta, en la creación de la Fundación Eva Perón.85
La prensa de la época bautizó la gira con el nombre de «Gira del Arco Iris», a raíz de una imagen
utilizada por Evita en uno de sus discursos en España, destinada a desmentir la versión sobre una
supuesta intención de su viaje, de establecer un eje belicista entre Buenos Aires y Madrid:8687
España, gobernada por el dictador Francisco Franco, fue la primera escala de su viaje. Francisco
Franco le expresó el reconocimiento público de toda España, confiriéndole su más alta
condecoración: la Gran Cruz de Isabel la Católica, que le fue impuesta por Franco en brillante
ceremonia. Estuvo en Villa Cisneros, Madrid, Toledo, Granada, Sevilla, Santiago de
Compostela, Pontevedra, Zaragoza y Barcelona.85 En reiteradas ocasiones Eva demostró su
desagrado sobre el modo que se trataba a los obreros y a las personas humildes en España, así
como por la falta de democracia y la existencia de presos políticos.90 Mantuvo una relación tirante
con la esposa de Franco, Carmen Polo, debido a su insistencia en mostrarle el Madrid histórico de
los Austrias y los Borbones en lugar de los hospitales públicos y los barrios obreros o «barrios de
chabolas».90 Durante su estadía en España recibió una carta del pequeño hijo de la
militante comunista Juana Doña, pidiéndole que intercediera ante Franco por su madre condenada
a muerte en esos días. Ante el pedido del niño, Evita gestionó y obtuvo la conmutación de la pena.91
De regreso en la Argentina, contaría:
A la mujer de Franco no le gustaban los obreros, y cada vez que podía los tildaba de «rojos» porque
habían participado en la guerra civil. Yo me aguanté un par de veces hasta que no pude más, y le
dije que su marido no era un gobernante por los votos del pueblo sino por imposición de una
victoria.92
El viaje continuó por Italia, donde almorzó con el ministro de Relaciones Exteriores, visitó guarderías
infantiles. Allí escribe en los diarios locales, alternando cenas con los máximos representantes del
gobierno o la sociedad civil y encuentros con obreros.9385
En la Ciudad del Vaticano fue recibida por el papa Pío XII, quien le entregó el rosario de oro y la
medalla pontificia que llevó en sus manos al momento de morir, después de mantener una reunión
a solas de 15 minutos. De lo que allí hablaron el Papa y Eva no ha quedado ningún testimonio
directo, con excepción de un breve comentario posterior de Perón sobre lo que su esposa le había
contado.94 El diario La Razón de Buenos Aires cubrió la noticia del siguiente modo:

Derechos de la mujer[editar]

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En la historia argentina existe un reconocimiento unánime sobre el hecho de que Evita realizó una
tarea decisiva para el reconocimiento de la igualdad de derechos políticos y civiles entre hombres y
mujeres. Durante su gira europea precisó con claridad su punto de vista frente a esta cuestión:

Sufragio femenino[editar]
Artículo principal: Ley 13.010 de sufragio femenino
El 27 de febrero de 1946, tres días después de las elecciones, Evita ―de veintiséis años de edad―
pronunció su primer discurso político en un acto organizado para agradecer a las mujeres su apoyo
a la candidatura de Perón. En esa oportunidad Evita exigió la igualdad de derechos para hombres
y mujeres y en particular el sufragio femenino:

El proyecto de ley fue presentado inmediatamente después de asumido el nuevo gobierno


constitucional, el 1 de mayo de 1946. La oposición de los prejuicios conservadores resultaba
evidente, no solo entre los partidos opositores sino incluso dentro de los partidos que sostenían el
peronismo. Evita presionó constantemente a los parlamentarios para que lo aprobaran, causando
incluso protestas de estos últimos por su intromisión.
A pesar de que era un texto brevísimo en tres artículos, que prácticamente no podía dar lugar a
discusiones, el Senado recién dio media sanción al proyecto el 21 de agosto de 1946, y hubo que
esperar más de un año para que la Cámara de Diputados sancionara el 9 de septiembre de 1947—
por unanimidad— la Ley 13.010, estableciendo la igualdad de derechos políticos entre hombres y
mujeres y el sufragio universal en la Argentina.106

Igualdad jurídica en el matrimonio y la patria potestad[editar]


La igualdad política de hombres y mujeres, se complementó con el impulso de Eva a la reforma
constitucional de 1949 que estableció la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad
compartida que garantizó el artículo 37 (II.1), así como los derechos del niño y de la ancianidad,
estos últimos propuestos por la propia Eva Perón.116117
El golpe militar de 1955 abolió la Constitución, y con ella la garantía de igualdad jurídica entre el
hombre y la mujer en el matrimonio y frente a la patria potestad, reapareciendo la prioridad del
hombre sobre la mujer. La reforma constitucional de 1957 tampoco reincorporó esta garantía
constitucional, y la mujer argentina permaneció discriminada legalmente hasta que se sancionó
la ley de patria potestad compartida en 1985, durante el gobierno de Alfonsín.118
Evita también propuso reconocer el valor económico del trabajo de mantención de los hogares y
crianza de los niños, realizado principalmente por mujeres, por medio de algún método retributivo
que debería estudiarse.119
Relación con los trabajadores y los sindicatos[editar]
Eva Perón estableció una fuerte relación, estrecha y a la vez compleja, con los trabajadores y
los sindicatos en particular, que la caracterizó.120
En 1947, Perón ordenó disolver los dos partidos que lo sostenían, el Partido Laborista y la Unión
Cívica Radical Junta Renovadora, para crear el Partido Peronista. A partir de ese momento los
sindicatos fueron reconocidos como la «columna vertebral» del movimiento peronista, lo que en la
práctica implicó que el Partido Peronista tomara la forma de un partido cuasi-laborista. Con la
creación del Partido Peronista Femenino, el movimiento peronista se organizó en tres ramas
autónomas: la rama política, la rama sindical y la rama femenina.
En este esquema de poderes heterogéneos y muchas veces en conflicto que confluían en el
peronismo, entendido como un movimiento abarcador de múltiples clases y sectores, Eva Perón
ocupó un papel de vínculo directo y privilegiado entre Perón y los sindicatos, que les permitió a
estos últimos consolidar una posición de poder, aunque compartido.120

6
Por esta razón fue el movimiento sindical el que impulsó la candidatura de Eva Perón a
vicepresidente, en 1951, candidatura muy resistida, incluso dentro del Partido Peronista, por los
sectores que querían evitar un avance del sector sindical.
Evita tenía una visión sumamente combativa de la lucha por los derechos sociales y pensaba que
«la oligarquía», «el capitalismo deshumanizado» y «el imperialismo» actuarían incluso
violentamente para anularlos.121 Consecuentemente Eva impulsó junto a los dirigentes sindicales la
formación de milicias obreras y, poco antes de morir, compró armas que entregó a la CGT.122
La estrecha relación entre Evita y el sindicalismo quedó evidenciada en la donación que la
Fundación Eva Perón hizo a la CGT del edficio donde instaló su sede ―contiguo a la nueva sede
de la fundación― y por la decisión de establecer a su muerte, que su cadáver embalsamado
permanecería en la central obrera hasta que se construyera el monumento dedicado a su
memoria.123
Acción sindical[editar]

Eva desarrolló una intensa tarea sindical desde la Secretaría de Trabajo y Previsión (STP)
―transformada en Ministerio en 1949― gestionando todo tipo de iniciativas y reclamos,
organizando nuevos sindicatos, participando en las negociaciones colectivas, asistiendo a las
asambleas en las fábricas, o simplemente recibiendo donaciones de los sindicatos para su
«cruzada», que cada vez se hicieron más numerosas. Todos los miércoles, Evita acompañaba a la
delegación de la CGT que se reunía con el presidente. Dice Marysa Navarro que la tarea sindical
de Evita resultó decisiva para la «peronización de los sindicatos».124
Para la primera mitad de 1948, Evita ya es reconocida por los dirigentes sindicales como una gestora
decisiva de las conquistas laborales y del poder alcanzado por el movimiento obrero dentro del
gobierno, circunstancia que explica su aparición ese año, junto a Perón, en las dos principales
movilizaciones obreras, la del 1 de mayo y la del 17 de octubre.125
La Fundación Eva Perón y la ayuda social[editar]

La actividad por la cual Evita se destacó durante el gobierno peronista fue la ayuda social orientada
a atender la pobreza y otras situaciones sociales de desamparo. Tradicionalmente en Buenos Aires
esa actividad estaba en manos de la Sociedad de Beneficencia de la Capital Federal, una antigua
asociación cuasi-estatal creada por Bernardino Rivadavia a principios del siglo XIX dirigida por un
selecto grupo de mujeres de la clase alta.126 Ya en la década de 1930 comenzó a ser evidente que
la Sociedad de Beneficencia y otras instituciones similares en otras partes del país, así como
la beneficencia, se habían vuelto obsoletas e inadecuadas para la sociedad urbana industrial.126 A
partir de 1943, las organizaciones de beneficencia comenzaron a ser reorganizadas y el 6 de
septiembre de 1946 la entidad capitalina fue intervenida. El peronismo reorganizó completamente
la acción del Estado en materia de asistencia social. Parte de esa tarea fue desarrollada a través
del exitoso plan de salud pública que llevó adelante el Ministro de Salud Ramón Carrillo;127 parte
fue desarrollada a partir de las nuevas instituciones de previsión social como la generalización de
las jubilaciones y pensiones; y parte fue desarrollada por la Dirección Nacional de Asistencia Social
creada en septiembre de 1948,126 que con el tiempo llegaría a organizarse como ministerio, bajo
diversos nombres, como «Bienestar Social» o «Desarrollo Social». En ese contexto apareció
la Fundación Eva Perón (FEP), con el fin de organizar institucionalmente la acción social que Eva
venía realizando en la Secretaría de Trabajo y Previsión (STP), tarea que la prensa denominaba su
«Cruzada de Ayuda Social», y las donaciones sindicales que habían comenzado a multiplicarse.128

El 8 de julio de 1948 se creó la Fundación Eva Perón, presidida por Evita, que desarrolló una
gigantesca tarea social que llegó prácticamente a todos los niños, ancianos, madres solteras, y
mujeres que eran único sustento de familia, pertenecientes a los estratos más carenciados de la
población
La Fundación realizó un amplio espectro de actividades sociales, desde la construcción de
hospitales, escuelas, hogares de tránsito y de ancianos, colonias de vacaciones, proveedurías
7
populares, hasta el otorgamiento de becas para estudiantes, ayudas para construir viviendas
populares, un plan agrario de apoyo a los pequeños productores rurales, entregas masivas de
máquinas de coser y promoción de la mujer en diversas facetas. Construyó las modernas viviendas
obreras de Ciudad Evita, doce avanzados policlínicos en todo el país, donde la atención fue
completamente gratuita y dirigió la Escuela de Enfermería. La Fundación realizaba anualmente los
famosos Juegos Nacionales Evita, en los que participaban cientos de miles de niños y jóvenes de
sectores humildes, que a la vez que promovía el deporte permitió también realizar masivos controles
médicos. La Fundación entregaba también masivamente, cada fin de año, sidra y pan dulce a las
familias más carenciadas, hecho este último muy criticado por los opositores antiperonistas. La
Fundación empleaba 14 000 personas, entre ellas 850 enfermeras que eran uno de sus principales
emblemas. Evita atendía además personalmente cada carta y cada reclamo.131
Los principales colaboradores de Eva en la FEP fueron el prestigioso cirujano Ricardo Finochietto,
el padre Hernán Benítez que instaló su parroquia en el barrio obrero de Saavedra construido por la
Fundación, Atilio Renzi, Alfredo Alonso y Ramón Cereijo.132
Los fondos de la Fundación provenían de diversas fuentes: impuestos provenientes de loterías,
casinos y carreras (leyes 13941 y 14044), donaciones personales, cuotas establecidas en los
convenios colectivos, los salarios del 1 de mayo y 12 de octubre (Resolución 266/1950), aporte del
2 % del aguinaldo (Ley 13992), excedente del seguro de vida en espectáculos públicos, recargo en
las entradas cinematográficas (convenio cinematográfico), ingresos de los hoteles y colonias, los
recursos presupuestarios no ejecutados por los ministerios, etc. Siguiendo la tradición argentina en
materia de beneficencia, el Estado no solo aportó fondos, sino también inmuebles, personal y
medios de transporte.133134

La Fundación realizó también ayudas solidarias para diversos países como Estados
Unidos, Israel, Perú, Ecuador y Colombia.135136 En 1951, Golda Meir, por entonces Ministra de
Trabajo israelí y una de las pocas mujeres que en el mundo habían alcanzado una posición política
destacada en democracia, viajó a la Argentina para entrevistarse con Eva Perón y agradecerle las
donaciones a Israel en los primeros momentos de su creación.137
La Fundación Eva Perón funcionó en varios edificios y depósitos, mientras que Evita instaló su
despacho en una oficina ubicada en el primer piso del Ministerio de Comunicaciones, actual Centro
Cultural Kirchner donde la habitación se mantiene como museo. A fines de 1950 el Congreso de la
Nación donó a la FEP un terreno sobre el Paseo Colón al 800, al lado del nuevo edificio de la CGT,
donde comenzó a construirse la sede, un gran edificio en estilo neoclásico, con grandes estatuas
alegóricas de Leone Tommasi en su parte superior.138 La destrucción de documentación por parte
de la Revolución Libertadora ha impedido saber exactamente cuándo Eva Perón comenzó a
atender en el nuevo edificio, pero hay coincidencia en que fue durante muy poco tiempo.138 En 1955
el edificio sería asaltado por los grupos golpistas, destruyendo la documentación y las estatuas de
Tommasi; poco después fue entregado a la Universidad de Buenos Aires, que instaló allí la Facultad
de Ingeniería. En 2011 el edificio fue declarado monumento histórico nacional por Ley 26714.138
La escritora Aurora Venturini, que trabajó en la Fundación Eva Perón como psicóloga, ha dejado su
recuerdo sobre Evita en ese ámbito:

Derechos de la ancianidad[editar]
El 28 de agosto de 1948, Eva publicó su Decálogo de los Derechos de la Ancianidad, una iniciativa
mundialmente precursora en la lucha por el reconocimiento de las personas de la tercera edad. 139
El decálogo estableció los siguientes derechos: a la asistencia, la vivienda, la alimentación, el
vestido, la salud física, la salud moral, la recreación, el trabajo, a la expansión y al respeto.
Ese mismo año Argentina llevó el decálogo a las Naciones Unidas, proponiendo a la Asamblea
General aprobar una norma reconociendo los derechos humanos de las personas ancianas. Por
entonces las Naciones Unidas aún no había aprobado el primer instrumento de derechos humanos,
que recién sería aprobado como mera «declaración» no obligatoria, en diciembre de ese año, luego
de sortear varios inconvenientes. En apoyo del reconocimiento universal de los derechos de la

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ancianidad, Evita publicó dos artículos en periódicos franceses: «El mundo no puede ser insensible
a la suerte de los ancianos» en Ce Matin y «Emoción cristiana y justicia social» en la revista Le
Tribune des Nations.117
Los derechos de la ancianidad elaborados por Evita y propuestos por Argentina, finalmente no
fueron incluidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos ni aprobados como una
declaración complementaria. Deberían pasar 43 años para que la temprana propuesta argentina,
finalmente llevara a la aprobación por las Naciones Unidas de los Principios de las Naciones Unidas
en Favor de las Personas de Edad, mediante la Resolución 46/91 de la Asamblea General del 16
de diciembre de 1991.139
En 1949 la Convención Constituyente incorporó el Decálogo de la Ancianidad elaborado por Evita
y lo incorporó al nuevo texto de la Constitución como artículo 37, III.
Candidatura a la vicepresidencia[editar]

Las elecciones generales de 1951 fue la primera vez que las mujeres pudieron presentarse, no solo
para votar sino como candidatas. Debido a su gran popularidad, la Confederación General del
Trabajo propuso la candidatura de Evita al cargo de Vicepresidenta de la Nación, acompañando a
Perón, un hecho que no solo implicaba llevar una mujer al Poder Ejecutivo Nacional, sino fortalecer
al sector sindical en el gobierno peronista. La audaz jugada desató una aguda lucha interna en el
peronismo e intensas gestiones de los grupos de poder, en la que los sectores conservadores
presionaron fuertemente para evitarlo. Simultáneamente a este proceso Evita desarrolló un cáncer
de útero que acabaría con su vida en menos de un año.140
En ese contexto, el 22 de agosto de 1951 se produjo el Cabildo Abierto del Justicialismo convocado
por la Confederación General del Trabajo.140 La reunión convocó a cientos de miles de trabajadores
y trabajadoras en la esquina de Moreno y Nueve de Julio y constituyó un hecho histórico fuera de
lo común.140 En su transcurso los sindicatos le pidieron a Evita que aceptara la candidatura a
vicepresidente. Tanto Perón como Evita tomaron sucesivamente la palabra para sugerir que los
cargos no eran importantes y que ya Evita ocupaba un lugar superior en la consideración de la
población. A medida que las palabras de Perón y Evita ponían de manifiesto las fuertes resistencias
que despertaba su candidatura, la multitud empezó a exigirle a Evita que la aceptara allí mismo. 140
Incluso en algún momento alguna voz en la multitud le exigió a Perón:
La razones y presiones que llevaron a la renuncia de Evita son objeto de diversos análisis. Entre
ellas resultó ser un factor importante su salud, que era notable en ese momento y que le causaría
la muerte menos de un año después. Sin embargo ello no impidió que la propuesta de la CGT
pusiera en evidencia las luchas internas en el peronismo y en la sociedad, ante la eventualidad de
que una mujer apoyada por los sindicatos pudiera ser elegida vicepresidenta y eventualmente
incluso presidenta de la Nación.143 La biógrafa Marysa Navarro destaca el papel jugado por los
prejuicios de género en el renunciamiento, que llevaron incluso a que uno de los principales
escritores argentinos, Ezequiel Martínez Estrada, llegara a cuestionar a Perón y Evita diciendo: «En
realidad, él era la mujer y ella el hombre».144145

Menos de un mes después del renunciamiento de Evita se produjo un fallido golpe de Estado cívico-
militar, que involucró a altos dirigentes políticos y militares, que fue derrotado por la enérgica
reacción del gobierno y la rápida movilización de la CGT, declarando la huelga general. 122 Al día
siguiente del golpe, Evita reunió a los máximos dirigentes sindicales y al jefe del Ejército, para
organizar milicias obreras capaces de defender la democracia, en caso de que se produjera un
nuevo golpe.122
El 17 de octubre, ya consciente de su estado de salud, Evita habló en el acto de conmemoración
en Plaza de Mayo del Día de la Lealtad, pidiéndole al pueblo que, «si no llegara a estar por mi
salud», «cuiden a Perón», agregando: «Yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como
bandera a la victoria». En ese momento estalla en llanto y se abraza a Perón, escena que quedó
registrada en una histórica foto. El discurso que Evita pronunció ese día ha sido considerado como
uno de sus testamentos políticos.146

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Al momento de realizarse las elecciones, el 11 de noviembre de 1951, Evita hacía seis días que
había sido operada del avanzado cáncer de útero que la afectaba, debiendo votar en la cama del
hospital en el que estaba internada.147
Enfermedad y muerte[editar]

Eva Perón enfermó de cáncer de cuello uterino.148 En enero de 1950 había sido operada
de apendicitis y los médicos Oscar Ivanisevich y Abel Canónico han relatado que los primeros
síntomas podrían haber aparecido en ese entonces.148149150
El 15 de octubre de 1951 publicó su libro La razón de mi vida, sobre el que venía trabajando desde
hacía tres años y que fue escrito con la ayuda del periodista español Manuel Penella y el escritor
argentino Raúl Mendé, entre otros.151 Un mes antes de su muerte, el gobierno de la provincia de
Buenos Aires decidió utilizarlo entre los libros de la materia Educación Cívica en las escuelas,152 y
dos semanas después fue el Congreso Nacional el que dispuso lo mismo mediante la Ley 14.126.153
El 6 de noviembre de 1951 fue intervenida quirúrgicamente por el famoso
médico oncólogo estadounidense George Pack en el Hospital Policlínico «Presidente Perón»
de Avellaneda (actual Hospital Interzonal General de Agudos «Presidente Perón»), construido por
la propia Fundación Eva Perón.
Por esa época Eva Perón empezó a dictar su último libro, conocido como Mi mensaje, dictado al
joven sindicalista docente Juan Jiménez Domínguez y finalizado pocos días antes de morir. Se trata
del texto más encendido y emocional de Evita, uno de cuyos fragmentos fue leído después de su
muerte, el 17 de octubre de 1952, en el acto de plaza de Mayo, y que luego se extravió, para ser
hallado en 1987. Sus hermanas sostuvieron entonces que se trataba de un texto apócrifo, iniciando
un juicio que finalizó en 2006 estableciendo que se trata de un texto auténtico.156 Los siguientes
fragmentos de Mi Mensaje, dan una idea de la naturaleza de su pensamiento en los últimos días de
su vida:

Murió a la edad de 33 años, el 26 de julio de 1952. El certificado de fallecimiento indica que falleció
a las 20:25.158 Algunas publicaciones sostienen que falleció dos minutos antes, a las 20:23.159
A las 21:36, el locutor J. Furnot leyó por la cadena de radiodifusión:
Cumple la Subsecretaría de Informaciones de la Presidencia de la Nación el penosísimo deber de
informar al pueblo de la República que a las 20.25 horas ha fallecido la Señora Eva Perón, Jefa
Espiritual de la Nación. Los restos de la Señora Eva Perón serán conducidos mañana, en horas de
la mañana, al Ministerio de Trabajo y Previsión, donde se instalará la capilla ardiente...160
Tras su muerte la CGT declaró tres días de paro y el gobierno estableció un duelo nacional de 30
días. Su cuerpo fue velado en la Secretaría de Trabajo y Previsión hasta el 9 de agosto que fue
llevado al Congreso de la Nación para recibir honores oficiales, y luego a la CGT. La procesión fue
seguida por más de dos millones de personas y su paso por las calles recibió una lluvia de claveles,
orquídeas, crisantemos, alhelíes y rosas arrojados desde los balcones cercanos.
Su cuerpo fue embalsamado y mantenido en exposición en la CGT. Mientras tanto, el gobierno
empezó las obras del Monumento al Descamisado, que se había proyectado con base a una idea
de Evita y que, según un nuevo plan, sería su tumba definitiva. Cuando la Revolución Libertadora
derrocó a Perón el 23 de septiembre de 1955, el cadáver fue secuestrado y hecho desaparecer
durante 14 años.

El secuestro del cadáver de Evita[

.Durante la dictadura militar llamada Revolución Libertadora (1955-1958) que derrocó al presidente
Juan Perón, durante la noche del 22 de noviembre de 1955, por órdenes directas del dictador Pedro
Eugenio Aramburu, un comando de marinos al mando del teniente coronel Carlos de Moori Koenig
entró por la fuerza en el edificio de la CGT, derribó el busto de Evita que se encontraba en el primer
piso y con armas forzaron la puerta de la capilla del segundo piso. Allí quemaron las banderas
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argentinas dispuestas sobre el cadáver y orinaron sobre el mismo, antes de llevárselo. Durante tres
días, el cuerpo recorrió diferentes puntos de la ciudad, a fin de no levantar sospechas, dentro de un
camión.162 El relato del exmayor Jorge Dansey Gazcón difiere, ya que asegura que fue él quién lo
trasladó.163 Desde ese momento se estableció un itinerario macabro y perverso.164
Moori Koenig puso el cadáver dentro de una camioneta y lo mantuvo en su interior durante varios
meses, estacionándola en distintas calles de Buenos Aires, en depósitos militares, o incluso en la
casa de un militar. Una noche incluso, los militares llegaron a matar a una mujer embarazada
confundiéndola con un comando peronista que pretendía recuperar el cadáver. Moori Koenig instaló
en su oficina el féretro, con el cadáver de pie. Una de las personas que vio en esas circunstancias
el cadáver de Evita fue la cineasta María Luisa Bemberg.164
Aramburu destituyó a Moori Koenig y le encomendó al coronel Héctor Cabanillas sepultarlo
clandestinamente. La llamada Operación Traslado fue diseñada por el entonces teniente coronel —
y luego también dictador— Alejandro Agustín Lanusse, con la ayuda
del sacerdote Francisco Paco Rotger, a cargo de quien recayó la responsabilidad de obtener la
complicidad de la Iglesia a través del superior general de la orden de los paulinos, el padre Giovanni
Penco, y el propio Papa Pío XII.165
El 23 de abril de 1957 el cadáver fue trasladado en secreto en el barco Conte
Biancamano a Génova (Italia) en un ataúd que se explicaba pertenecía a una mujer llamada María
Maggi de Magistris y fue enterrado bajo ese nombre en la tumba 41 del campo 86 del Cementerio
Mayor de Milán.164
Las versiones se multiplicaron y el mito se agrandó. Hay versiones que sostienen que los militares
mandaron realizar tres copias de cera de la momia, y que las enviaron a otro cementerio italiano,
uno en Bélgica y otro en Alemania Occidental.166 En 1970 la organización
guerrillera Montoneros secuestró a Aramburu, exigiendo entre otras cosas la aparición del cuerpo
de Evita.164
En septiembre de 1971, el general Lanusse, dictador por entonces del país, le ordenó al coronel
Cabanillas organizar el «Operativo Retorno». El cuerpo de Evita fue entonces desenterrado de la
tumba clandestina en Milán y devuelto a Perón en Puerta de Hierro (Madrid). En tal acción participó
el brigadier (R) Jorge Rojas Silveyra, embajador argentino en España. Al cadáver le faltaba un dedo
que le fue cortado intencionalmente y presentaba un leve aplastamiento de la nariz, pero estaba en
buenas condiciones generales.164
El 17 de noviembre de 1974 la presidenta María Estela Martínez de Perón trajo el cuerpo de Eva al
país, y lo ubicó en la quinta presidencial de Olivos; ese mismo día apareció el cadáver del
expresidente Aramburu que los Montoneros retenían desde hacía un mes antes.164 El gobierno
comenzó a proyectar el Altar de la Patria, un gran mausoleo que albergaría los restos de Juan
Perón, Eva Duarte de Perón, y todos los próceres de la Argentina, como símbolo de unión del
país.167
En 1976 la dictadura militar que tomó el poder el 24 de marzo le entregó el cuerpo a la familia
Duarte, que dispuso que fuera enterrada en la bóveda que su familia posee en el Cementerio de la
Recoleta de Buenos Aires, donde se encuentra desde entonces.168
El conocido cuento del escritor Rodolfo Walsh, titulado Esa mujer, tiene como tema el secuestro del
cadáver de Evita.169

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