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¿Y protocolo?
Protocolo viene de una palabra en griego que significa “orden”. Son todos los elementos
que ayudan a mantener el orden y que son útiles en la resolución de problemas que se
generan producto de las relaciones humanas.
Así que la manera en que te vestís en el trabajo (ya sea que exista uniforme o no), tu firma
en el correo electrónico, las claves de la computadora, el uso del equipo y espacios de
trabajo, o los accesos que te dan para ingresar al parqueo o al edificio son algunos de los
detalles que están incluidos en la lista de etiqueta y protocolo de una empresa.
Por otra parte, existen otras normas sociales, de cortesía y buena educación, que se asume
que las personas conocen y practican. Si no es así, se irá generando un ambiente
desagradable entre jefes y compañeros, al punto de volverse insoportable el trabajo diario.
Para que no te suceda esto, nosotros te recordamos cuáles son esas sencillas normas que te
convertirán en una excelente compañía:
1. Saludá: es de buena educación saludar a todas las personas que te encontrés. Al guarda
de seguridad, al conserje, a la secretaria, a los compañeros de oficina, e incluso a aquellos
que nos son compañeros pero que te encontrás en el ascensor o en el comedor. Un saludo
no se le niega a nadie y tal vez alegre el día de alguien.
5. Mantené orden y limpieza: tené siempre tu área de trabajo ordenada y limpia. Y por
supuesto, respetá el área de trabajo de los demás. Aquí incluimos no solo el área de trabajo
sino también los espacios comunes como área de descanso, comedor, servicios sanitarios y
otras áreas comunes.
6. Practicá diariamente hábitos de cortesía: qué bonito cuando nos relacionamos con
personas respetuosas, amables y cálidas en su trato. Tomá nota de estos sencillos hábitos
que te harán una mejor persona:
1 – No comas en tu escritorio
Si compartes la mesa de trabajo con alguien más, o incluso aunque no lo hagas, que comas
en tu escritorio puede ser bastante incómodo para el resto de tus compañeros que tendrán
que soportar los distintos olores que emana tu comida. Nos referimos al almuerzo, claro,
porque un pequeño snack de colación no debería molestar a nadie.
Si vas a escuchar música en tu lugar de trabajo hazlo sin interrumpir a los demás utilizando
auriculares. Primero porque si no lo haces de ésta manera vas a desconcentrar al resto, y
segundo porque debes entender que no todos comparten tu gusto musical.
Tal como la música puede distraer, tener conversaciones personales frente a todo el resto de
tus compañeros también los hará perder su concentración. Atiende tu teléfono afuera o en el
pasillo. Respecto a esto también debes cuidar que tu teléfono esté en vibrador, ya que el
solo sonido constante (aunque no lo atiendas) resulta muy molesto.
4 – No digas groserías
Controla tus impulsos violentos frente al resto: no tienes derecho a expresarte de esta
manera en voz alta, ni siquiera aunque tengas problemas personales o un mal día. Si lo
haces solo estarás demostrando poco respeto hacia los demás y será comprensible que
ellos empiecen a tratarte de la misma manera.
Todo se trata de considerar que no estamos solos en el ambiente de trabajo, pero en este
punto nos referimos a cuestiones que tienen que ver con el aire acondicionado,
calefacción o abrir una ventana. Si los vas a prender o apagar consulta con el resto y
hagan la voluntad de la mayoría (salvo que alguien se esté sintiendo mal y necesite de
una cosa o la otra, por supuesto que lo primero a ser considerado es la salud).
Ponerle apodos a tus compañeros, que encima delaten un defecto de su personalidad, es una
pésima idea salvo que tengas demasiada confianza con la persona y sepas que de verdad no
le molesta. Lo mejor es llamar a todos por su nombre o el diminutivo de su nombre, pero
jamás por apodos peyorativos.
7 – Si tienes algo que decirle a alguien, que sea entre tú y esa persona
Claramente, marcarle un error o un defecto a otro compañero frente al resto es una pésima
idea que solo dejará en el aire una sensación incómoda y sofocante. Si tienes que hablar
algo con un colega hazlo en buenos términos y procura encontrar el momento y espacio
ideal donde solo estén los implicados en cierta situación.
Seguramente no duermes bajo el mismo techo que tus compañeros de trabajo, por lo que
cuando llegas como mínimo da los buenos días así como también conviene que te despidas
cuando te vas. Si no quieres ir uno por uno, con un saludo general es suficiente; pero no
entres o te vayas como si no hubiera nadie más en el espacio.
No solo por tu productividad: mantener tu espacio limpio es una señal de respeto hacia los
otros. Piensa en que si cada uno deja todo el tiempo sus residuos en sus escritorios o en el
lugar que ocupen el lugar será un caos y será invadido por todo tipo de insectos
indeseables.
Los chismes son malos en todos los ambientes y en el laboral crean pésimos climas, que al
final solo repercuten de forma negativa en cada uno de los integrantes y en la productividad
final de todos los equipos. Evita a toda costa engancharte o generar rumores.