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Esta tarde no quiero solamente impartir una conferencia y dar información, lo que puede
ser realmente fastidioso para ustedes y para mí. En lugar de eso, me gustaría que este fin
de semana transcurriera, más bien, haciendo preguntas para todos e intentando
realmente pensar acerca de los asuntos involucrados en el tema. Déjenme exponer
algunas definiciones primero.
Primero, pienso que necesitamos examinar la idea de Verdienst. ¿Qué quiere decir
verdienen? ¿Verdienen quiere decir felicidad? ¿O quiere decir ganarse la felicidad, o
merecer felicidad? “Ganarse”1 significa que al tener un empleo se recibe una paga, así
que se ha ganado algo. De modo semejante, trabajamos en ser buenos y entonces nos
ganamos la felicidad. ¿Es esto de lo que se trata? ¿O quiere decir que merecemos la
felicidad? “Tengo derecho a ser feliz. Pagué mi dinero y ahora tengo el derecho de
obtener un buen producto. Si no consigo ese buen producto, he sido estafado.” Todas
estas ideas se mezclan con la palabra alemana verdienen. En verdad, como dije antes, no
es tan infantil como la idea de mérito en el sentido de obtener puntos y ganar un
certamen, porque de hecho éstos son en realidad asuntos muy serios. Consideremos
algunas cuestiones básicas acerca de las que me gustaría que pensaran y entonces
podemos intercambiar opiniones.
¿Tenemos derecho a la felicidad?
¿Es todo el mundo merecedor de un trato justo en la vida? Como el ideal socialista: todo
el mundo tiene derecho a un empleo, una buena casa, comida, etc. ¿Lo merecemos
simplemente por nuestra naturaleza búdica, o nos lo tenemos que ganar? ¿Tenemos que
hacer algo para conseguirlo? ¿Qué piensan ustedes? ¿Merecemos tener una buena casa y
felicidad? ¿Merecemos ser felices? En un nivel psicológico, algunas personas
consideran que no merecen ser felices, y no se permiten ser felices. ¿Por qué?
Se podría decir que todos tenemos derecho a ser felices, a tener una casa, etc., pero
cuando lo ponemos de ese modo otra vez nos compenetramos en la connotación del
verdienen alemán; Transmite la idea que alguien nos ha dado ese derecho. ¿Nos DIO
alguien el derecho a ser felices, o tenemos tal derecho naturalmente? ¿Por qué tenemos
derecho a disfrutar una buena casa?
Eso hace que surja la pregunta: ¿somos responsables de nuestras acciones? Por ejemplo,
en las anteriores sociedades comunistas de Europa Oriental y la anterior Unión
Soviética, todo el mundo tenía el derecho de recibir una paga, independientemente de si
trabajaba bien o no, y, consecuentemente, nadie trabajaba bien porque a nadie le
interesaba hacerlo. ¿Es eso en realidad lo qué queremos decir aquí?, ¿que todo el mundo
tiene el derecho a una paga y a tener una buena casa ya sea que trabaje o no? Si tenemos
el derecho a ser felices, entonces no tenemos que hacer nada. De esto se deduce que un
asesino tiene derecho a ser feliz; que alguien que hace trampa o roba una tienda tiene el
derecho de hacerlo porque quiere ser feliz. ¿Tiene tal persona realmente el derecho a
hacer eso?
Pueden decirme que el “derecho a ser feliz” o el “derecho a tener una buena vida” suena
como si alguien nos hubiera dado ese derecho y esto no parece correcto. Tal vez
podamos decir que todo el mundo tiene la posibilidad, la oportunidad, de ser feliz, pero
aun así tendríamos que hacer algo para obtener tal felicidad. La expresión inglesa “ser
merecedor”2de tener cosas queda bien aquí. No es tanto un derecho. Lo busqué en el
diccionario, pero “Recht” en alemán implica que alguien te lo otorga. En inglés
“merecedor” (entitled) no implica que alguien te lo otorgue. Porque, por ejemplo, la
cuestión también puede ser aplicada al medio ambiente: el medio ambiente merece
también ser respetado, recibir un trato justo. Es ser “merecedor” tan fuerte como tener
derecho, ¿como Recht?
¿Por qué merecemos eso? Si asumimos que un poder exterior nos da ese derecho,
digamos ya sea Dios o las leyes dictadas por esta sociedad, entonces comienzan las
complicaciones. ¿Se nos puede despojar de tal derecho? Si somos merecedores de él tan
sólo por nuestra mera naturaleza, entonces ¿qué entraña esto? ¿Está, aun un criminal de
guerra, facultado para ser feliz? ¿Qué hay acerca del medio ambiente?
Se dice que todas las formas de vida merecen ser felices y ser tratadas bien, así que mi
pregunta es, ¿qué hay de las cosas inanimadas, como el aire o el océano? ¿Merece el
océano ser conservado limpio? ¿Merece el aire ser conservado limpio? ¿De dónde viene
tal derecho?
Digamos que salimos de vacaciones. ¿Merecen nuestras plantas ser regadas, y merece
nuestro gato ser alimentado? ¿Existe alguna diferencia entre ellos? ¿Merece nuestra
casa estar limpia?
Alex: Buena observación. Esto se está acercando a la idea budista de que la felicidad es
algo que requiere de nuestra voluntad. Necesitamos querer ser felices para llegar a serlo.
Algo importante al abordar el budismo es pensar acerca de todas estas cosas.
La motivación no es suficiente. Tenemos que hacer algo. Pero también puede ser que no
siempre exista una motivación... Supongamos que no tenemos intención de hacer feliz
ni de conocer a nadie, pero se da el encuentro y esto hace felices a los otros. Pienso que
es una combinación. El ejemplo que siempre me gusta usar es el de un ladrón que roba
el coche de una persona que está encantada porque así puede cobrar el seguro. Era un
coche horrible que no le gustaba.
Exploremos otra idea. Tenemos esta noción de mérito en el budismo como algo que
tiene que ganarse, tenemos que ganarnos la felicidad. Digamos que trabajamos mucho
todo el año, ¿nos hemos ganado una vacación o un aumento de sueldo? Ni uno ni otro.
¿Hemos ganado una vacación? ¿Hemos ganado un mejor sueldo? ¿Hemos ganado el
derecho a tener buenas condiciones de trabajo en nuestra oficina? Pienso que por la
palabra “ganarse,” tendríamos que decir: “Sí, nos hemos ganado eso.” Sin embargo,
podríamos irnos de vacaciones y aun así no ser felices. ¿Nos ganamos la felicidad? No
nos ganamos la felicidad. ¿Qué nos estamos ganando?
Participante: [traductor] Ella es madre y se considera una buena madre… Aun antes de
nacer, ya se espera que cumplamos con las expectativas de quienes nos dan la vida.
Alex: Es aún más complicado porque podríamos decir: “Soy una buena madre. Por ser
una buena madre, debería haberme ganado el respeto de mis hijos. Pero no me
respetan.”
Participante: [traductor] Éste fue justamente su caso. Nació exactamente nueve meses
tras la boda de sus padres, así que fue una niña deseada o planeada, y siempre
insistieron en que ella fuera agradable y linda y que fuera así o asado, y por eso hizo
todo lo que le ordenaron.
Alex: ¿Se ganan los padres el respeto de los hijos al ser buenos padres? Si ellos quieren
tal respeto, ¿entonces ya no se lo ganan?
Usted merece el respeto, pero no lo recibe. ¿Por qué? ¿Y podemos pretender que
alguien va a pagarnos lo que nos hemos ganado? ¿Es esto una expectativa justa? ¿Es así
como surte efecto el karma?
Alex: ...Pero la fuente de la felicidad es interna. Ahora nos estamos acercando a la idea
budista.
Alex: Debe ser más que simplemente la motivación. ¿Supongamos que alguien sale
herido o pierde a un ser querido, o es minusválido, como en su ejemplo, ¿merece
compasión tal persona?
Participante: [traducción] Así en Dharamsala, los niños tibetanos no tienen juguete
alguno u otras cosas, y sólo son.
Alex: Si se deshace del deseo de ser feliz, ¿será feliz? Piense en eso.
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Alex: Acumular potencial positivo solamente porque quiere ser feliz, no va a funcionar,
¿es lo que usted dice? “Voy a hacer una donación grande para el centro porque quiero
ser feliz. Quiero conseguir un mejor renacimiento.” ¿No dice el budismo que al hacer
toda clase de buenas acciones obtendremos un mejor renacimiento?
Alex: En realidad, el budismo dice que el deseo por un mejor renacimiento es una
motivación inicial que al menos nos hace dejar de lastimar a otros, robar, etc., pero
necesitamos ir más allá de eso porque, aun si obtenemos la felicidad en un mejor
renacimiento, la vamos a perder. Realmente no vamos a ser felices. De hecho,
necesitamos dejar de querer ser felices para obtener la liberación.
Participante: [traductor] Creo que necesitamos hacer algo para ser felices; aun si es sólo
tirarnos al sol y relajarnos, eso ya es algo que necesitamos hacer. Así es que tenemos
que hacer algo, no obstante el resultado es incierto. El resultado deseado no es lo que
necesariamente viene a continuación. Hacemos algo, pero no somos necesariamente
felices a través de ello. De lo que trata esta plática es que la felicidad tiene más relación
con la estabilidad interior.
Alex: Consideremos otros dos aspectos de “merecer.” Veamos a la gente en Kosovo que
ha sido dañada. ¿Qué merecen? ¿Merecen recibir compasión? ¿Merecen ser recibidos en
nuestro país y ser alimentados? ¿Qué hicieron para merecerlo? ¿Merecen ser felices?
¿Merecen vengarse? ¿Qué hay de los soldados serbios que han matado a tantos de ellos?
¿Merecen nuestra compasión y nuestro perdón? ¿Qué han hecho para merecerlo?
¿Merecen ser castigados o matados? Podemos ver ahora el problema con el término
“merecer.”
Participante: [traductor] Esta es más bien una pregunta ética. Todo es posible. La
pregunta es ¿cómo se relaciona uno con esto?
[agregando:] Creo que preguntó qué es bueno y qué es malo. ¿Quién tiene el derecho de
decir que esto es bueno y esto es malo? ¿Qué significa para mí? Para mí personalmente,
significa algo interesante y algo para saber o...
Alex: No sé. El punto que quiero dejar claro con esto es que toda la idea de verdienen,
que es ganarse algo o ser merecedor de algo, y por extensión, nuestro concepto
occidental de lo mismo, es muy diferente del concepto budista de karma, de lo que trata
por entero esta discusión, el potencial positivo. Es algo muy diferente.
Lo podemos mirar de diferentes maneras. Desde un punto de vista, es justo que se acoja
a la gente en Kosovo en nuestro país. Desde otro punto de vista, podría decir: “Pues
bien, es justo para ellos vengarse y es justo para nosotros bombardear Serbia.” Es justo.
Desde otro punto de vista, es justo para nosotros perdonar a los soldados serbios pero,
por otra parte, también puede ser justo para nosotros meterlos en prisión. Así es que
tenemos esta idea de justicia y de que existe la ley. Esto no es limitado a occidente,
también existe en el pensamiento chino, pero no en el pensamiento tibetano.
En nuestra perspectiva occidental, esta ley o justicia, tomada de una perspectiva bíblica,
es debido a Dios. Dios es justo. Dios es recto. Aun si parece que es injusto que Dios se
haya llevado a mi bebé, tenemos que creer que Dios, en su sabiduría, fue justo. Por
consiguiente, una persona religiosa sólo tiene que confiar en que Dios supo lo que
estaba haciendo al llevarse a su bebé. Para aquellos occidentales que no son religiosos,
todo el concepto de ley y de justicia es tomado desde un aspecto muy político,
realmente originado en la cultura griega, de que al menos la sociedad debería ser justa.
Así, intentamos construir una sociedad justa a través de las leyes. Se consigue una
sociedad justa a través de políticas y leyes entonces, básicamente, logra ser justa, no por
Dios, sino por las personas que dictan las leyes. Nosotros la hacemos justa porque
nosotros elegimos a esas personas. Es interesante notar que los chinos, traducen la
palabra “Darma” como “ley.” Aunque la manera tradicional de pensar de los chinos es
que las leyes son simplemente parte del orden natural del universo. No son hechas por
Dios, ni hechas por las personas.
“Constructivo” aquí, significa actuar en una forma que, desde el punto de vista de la
motivación, está libre de apego: “Quiero ser feliz, estoy haciendo esto para ser feliz,”
libre de enojo, libre de ingenuidad, etc. En nuestra mente, la motivación es: “No quiero
lastimar a nadie” y todo lo demás. “Quiero ayudar a los otros” también podría estar allí,
pero no es la característica decisiva más importante. Si queremos ayudar a alguien, ese
es un bono, un extra. La motivación fundamental es que está libre de actuar desde el
deseo, el enojo o la ingenuidad. Como la madre que usted describía: “Voy a tratar a mis
hijos muy bien porque quiero que ellos me respeten, me amen, se encarguen de mí en
mi vejez, me sirvan, etc.” En tal caso, ella puede estar tratando de ser amable con sus
hijos, pero su motivación es el apego. No vamos a obtener mucha felicidad de tal
actitud.
Ante todo, no estamos hablando de lo que experimentan los otros por nuestras acciones,
sino de lo que nosotros experimentamos a partir de ellas. Podríamos hacer una comida
maravillosa para nuestros amigos porque les amamos y queremos que sean felices, y
aun así ellos podrían odiarla de manera que no les cause felicidad alguna. Así que
nuestra acción constructiva no necesariamente producirá felicidad para alguien más. Eso
no es lo que significa que tal acción constructiva madure como felicidad.
Otro aspecto de lo mismo es que madurará en: “Soy feliz”, “me siento bien”, o “no me
siento bien”, lo cual puede darse realmente en cualquier circunstancia. Algunas
personas son muy ricas y tienen muchas cosas y aun así no son felices. Otros no tienen
nada pero son felices. Esto viene de rasgos de personalidad básicos. Pienso que
podemos comprender esto más fácilmente desde un punto de vista occidental. “Me
gusta la vida simple. Eso me hace feliz.” “Me gusta una vida estimulante y ocupada.
Eso me hace feliz.” Esto está muy conectado con nuestras preferencias, ¿verdad? “Me
gusta estar con esta clase de personas; No me gusta estar con esa otra clase de
personas.” Todas estas cosas son en realidad cómo se da la felicidad. Sin embargo, no
siempre estamos felices con alguien que nos gusta. Es muy importante entender que
todo este sistema de maduración en felicidad e infelicidad, el sistema entero de
potenciales positivos y negativos, es un sistema no lineal.
Por ejemplo, hay alguien herido, digamos uno de estos refugiados de Kosovo. Podemos
decir que la infelicidad que experimenta es el resultado del potencial negativo. Por
supuesto, esto es una cuestión difícil. Para empezar ¿por qué nació allí? Es un asunto
muy complicado. La idea entera de potenciales positivos y potenciales negativos sólo
tiene lógica en términos de una mente sin principio y el renacimiento. Sin estos
conceptos, no tiene ningún sentido. De otra manera, ¿por qué fue asesinado este bebé en
Kosovo? Si no vemos los potenciales del propio continuum mental como causa,
entonces tendría que ser la decisión de Dios. O fue simplemente mala suerte, lo cual no
es una respuesta muy útil: “Fue mala suerte que usted naciera en Kosovo. ¡Lo siento!”
Eso no es muy agradable. O podríamos decir: “Es culpa de los serbios.” Y a pesar de
eso, ¿por qué yo? Necesitamos alguna respuesta. No es una situación fácil. “¿Por qué
asesinaron a mi bebé?”
En el budismo, decimos que hay potenciales negativos y positivos sin principio. Esa es
otra forma de resolver la pregunta de por qué ocurren ciertas cosas. Lo realmente
interesante es que estamos hablando de si esta persona merece compasión y recibir el
status de refugiado en Alemania, o si tiene derecho de unirse al ejército clandestino y
cobrar venganza. El karma da una respuesta muy interesante a la idea de potenciales
positivos y negativos.
Obviamente, fue resultado de potenciales negativos el que estas personas perdieran sus
casas y sus familias fueran asesinadas. Pero si también tienen un montón de potenciales
positivos, entonces automáticamente recibirán compasión, o se les dará asilo en
Alemania. Ni siquiera tienen que exigirlo; porque podrían exigirlo sin conseguirlo si no
tienen el potencial positivo. Aun si tienen una cierta cantidad de potencial para recibir
ese status de refugiados aquí, podría existir otro potencial negativo que los hiciera ser
infelices en Alemania.
También podrían tener muchos más potenciales negativos. El potencial negativo que
proviene de haber matado puede dar como resultado estar en una situación en la cual los
seres queridos son asesinados. Pero si tal potencial negativo está todavía allí, entonces
continuará en el sentido que se tendrá la preferencia para querer vengarse, y entonces el
impulso surge y se tomará venganza, de manera que el potencial negativo que se tiene
será perpetuado. Ya que todo esto no es lineal, un día madurará una cosa y otro día otra.
Tenemos una combinación de todos estos tipos de cosas porque mientras alguien cobra
venganza, puede estar realmente feliz al hacerlo, pero también podría sentirse
terriblemente furioso o deprimido.
La idea principal es que queremos incrementar este potencial positivo a fin de obtener
circunstancias conducentes para lograr entendimientos profundos del Darma.
Tendremos la inclinación para compenetrarnos en tales circunstancias. Como resultado
del potencial positivo, ME GUSTA meditar. ME GUSTA pensar acerca de temas
profundos del Darma como resultado de hacer este tipo de prácticas. Porque nos gusta
hacer eso, el impulso a meditar o a pensar acerca de vacuidad surgirá cada vez más
frecuentemente. ¿Por qué recordamos la vacuidad? Es porque llega un impulso y la
recordamos. Como resultado del surgimiento de tales impulsos, de estas circunstancias
positivas que nos gustan, vamos a lograr entendimientos más y más profundos que
eliminarán la ignorancia y la falta de darnos cuenta, y cuando quitemos esto último,
eliminaremos la causa de nuestro sufrimiento. Entonces seremos REALMENTE felices.
Pero esto es una manera caótica, no lineal. ¡No es que tengamos ese entendimiento
profundo y ahora: “Huy!” La dicha sigue, y somos felices por siempre. El proceso es
también larguísimo.
Ese es el principal motivo por el qué queremos aumentar el potencial positivo, lo que
esto quiere decir y cómo surte efecto. Pienso que es realmente importante apartarse de
las connotaciones que tienen nuestras palabras occidentales ganarse la felicidad y
demás, la cual viene de la palabra alemana verdienen: “Somos merecedores de algo
porque pagamos por ello.”
Aunque sería bueno tener más preguntas acerca de nuestro potencial positivo, es
realmente tarde así que sólo terminaremos con una dedicatoria.
Dedicatoria
La dedicatoria calza muy bien con nuestro tema. ¿Qué hacemos con nuestra
dedicatoria? Lo que decimos es pensar: “Dedico el potencial positivo para que todos los
seres alcancen la iluminación rápidamente.” Suena como una oración para niños
recitada en el colegio. Para muchos de nosotros son simplemente palabras. ¿Qué quieren
decir en verdad?
Lo que decimos es: que cualquier comprensión que pudiéramos haber adquirido esta
tarde, profundice más y más. Que pueda integrarse a nuestra red de potenciales
positivos, a fin de que intensifique los aspectos diversos de nuestros potenciales para
actuar con comprensión, actuar con compasión, tener paciencia al experimentar
dificultades, ser paciente cuando vemos a otras personas sufriendo, etc. Que pueda
fortalecer los aspectos diversos de esta red a fin de que maduren y den lugar a más y
más impulsos para que actuemos con mayor comprensión, mayor compasión, etc. Que
maduren en una forma que, cuando algo ocurra, podamos entenderlo y podamos ser
felices. No va a deprimirnos, porque madurará como felicidad. Además, nos permite
actuar con mayor comprensión y mayor compasión hacia otros. En lugar de decir “Pues
sí, te lo merecías” cuando una persona se lastima, que el potencial positivo pueda
madurar en mayor comprensión de cómo ocurren estas cosas como resultado de
acciones destructivas y acciones y potenciales positivos.
Eso es lo que queremos decir con: “Adicionamos el mérito que obtuvimos durante esta
tarde para nuestra colección de mérito, a fin de que todos los seres sean felices”. Y
pueda la comprensión crecer más profundamente a fin de que fortalezca estas redes
positivas que tenemos. Que pueda traer felicidad y todo lo demás. No va a ocurrir en
una forma lineal. Ocurrirá en una forma no lineal. Si comprendemos esto, no saldremos
decepcionados o amargados porque no actuamos en una forma compasiva ayer cuando
ocurrió tal o cual cosa. No va a ser consistente, sin embargo, gradualmente, con el paso
del tiempo, surgirá un patrón más positivo. Así es cómo funciona.