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Reseñas 353

David Bushnell, Ensayos de Historia política de


Colombia, siglos XIX y XX, Medellín, La Carreta
Editores, La Carreta Histórica, 2006, 195 p.

David Bushnell, reconocido investi- serie de escritos del periodo


gador de los procesos políticos colom- grancolombiano en los que el autor ana-
bianos, es uno de los más importantes liza desde el rol de las políticas del ge-
estudiosos tanto de la producción neral Santander, entendidas a partir de
historiográfica decimonónica y contem- los distintos enfoques de la tradición
poránea como de las diferentes expre- historiográfica colombiana y de los mis-
siones institucionales e individuales que mos actores del momento, hasta el de-
formaron la historia política de la épo- sarrollo de la prensa de este periodo
ca grancolombiana. En esta obra, que implica las posturas que tomó el
Bushnell aborda una variedad de temá- gobierno dirigido por Santander estan-
ticas cuya naturaleza hace necesario do en la vicepresidencia de la Gran
2
un tratamiento acorde con la Colombia (1821-1827). Un segundo
historicidad misma de los objetos se- núcleo trata del impacto y caracteres
leccionados por el autor, por lo que la propios de la dictadura de Bolívar (ju-
adecuada dilucidación de estos distin- nio de 1828 a enero de 1830). Un ter-
tos contenidos históricos constituye el cer núcleo lo integran dos ensayos; en
objetivo primordial de sus ensayos. Por
tal motivo, En este libro se pueden iden-
tificar cuatro grandes núcleos temáti- del XX. Estos fueron escritos en distintos
1
cos; el primero está formado por una momentos y lugares. Aquí se agrupan en cuatro
núcleos temáticos por las relaciones de
interdependencia de sentido que existe entre los
1
El libro en realidad es una compilación de siete ensayos.
2
ensayos, cuatro del periodo grancolombiano y David Bushnell, EL régimen de Santander en la
otros tres que abarcan fundamentalmente desde la Gran Colombia, Bogotá, El Áncora Editores,
segunda mitad del siglo XIX hasta la segunda mitad 1985.

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el primero, Bushnell se pregunta cuá- gen liberal o incluso de izquierda co-


les son las presuntas condiciones cul- munista) y antisantanderistas (de ori-
turales y político económicas que ha- gen conservador tradicionalista o de
cen posible hablar de una apertura -o izquierdas populistas latinoamericanas),
reapertura- del país, no sólo a la eco- que aunque indagan la obra política de
nomía de mercado internacional sino Santander lo hacen más en función de
también al ‘comercio ideológico’, que exhibir su oposición con Bolívar, o la
según se sabe se efectuó de modo del Libertador con Santander, para jus-
amplio a mediados y finales del siglo tificar sus propias apologías de las ideo-
XIX y que parece estar reapareciendo logías de partido, ora liberales, ora con-
a fines del XX. En el segundo ensayo, servadoras, ora de izquierda que com-
examina la filatelia decimonónica co- piten entre sí en el campo político. El
lombiana, como un documento que da mismo Bushnell trata de situar estas ten-
pistas claves para comprender los cam- dencias en lo que él llama “El espectro
bios del pensamiento político o, al me- historiográfico: la gama de interpreta-
nos, para identificar los móviles simbó- ciones históricas” (p. 62).
lico-prácticos de las distintas retóricas
de los partidos o de sus ideologías polí- Como lo observa Bushnell, los fac-
ticas. Por último, un cuarto núcleo que tores que se han planteado para juzgar
consiste en un análisis del impacto de o valorar la obra política de Santander
la Guerra Civil Española (1936-1939) han sido: 1) su legalismo, 2) su política
en la política nacional, ya que se trata económica, 3) su reformismo, 4) su bajo
de explicar los cambios de las tenden- apoyo al militarismo. El primer factor,
cias políticas antes y después de la gue- dice Bushnell, no ha beneficiado mu-
rra. cho a Santander para lo que se podría
llamar su imagen actual, pues la voca-
Ahora bien, en el primer gran nú- ción legalista o la firme convicción de
cleo temático Bushnell discute algunas la legalidad constitucional “a la mayo-
interpretaciones de la historiografía co- ría de los colombianos hoy día les pa-
lombiana sobre la obra política del ge- recería el colmo de la irresponsabilidad”
neral Santander y su correspondiente (p. 21), la inconformidad e incredulidad
imagen. El autor menciona la existen- creciente del pueblo colombiano actual
cia de una concepción problemática que hacia la efectividad de las leyes, seña-
se tiene de Santander o de su imagen, la el autor, se debe al desfase existente
conocido como el Hombre de las Le- entre la Constitución de 1991 y las ex-
yes, que ha sido valorada tanto positiva pectativas optimistas de muchos entu-
como negativamente, lo que ha produ- siastas colombianos; lo cierto es que
cido algunos juicios anacrónicos (injus- para Bushnell en la época de Santander
tificados) y otros muchos más lúcidos esta actitud era bien recibida por las
y agudos, por parte de unas tradiciones tendencias liberales colombianas, lo que
historiográficas santanderistas (de ori- además reforzaba la legitimidad de una

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sociedad civil auto-instituida, que ape- personas que lo mal interpretan como
nas estaba recién inaugurada y reque- opresor de los indígenas” (p. 22). Así,
ría todo un sistema jurídico fundado en Santander fue uno de los principales
los valores republicanos defendidos en iniciadores -aunque moderado- de la
las guerras de independencia. En lo que secularización de las instituciones, al
respecta a la política económica, el au- poner en acción una política anticlerical
tor señala que su imagen se ve deterio- -cierre de conventos menores, restric-
rada por haber favorecido y creído en ciones a las manos muertas- en bene-
el liberalismo económico que, aunque ficio del gobierno civil. Pero esto últi-
bueno para atraer capital, fue muchas mo, no le ha valido siempre a Santander
veces en detrimento de la clase traba- buenos juicios, al reprochársele “su
jadora y campesina, lo que no era pro- defensa de las prerrogativas civiles en
piamente la intención de Santander y contra de las pretensiones militares” (p.
quizá no podía serlo, pues las condicio- 23), pues se identifica un poco ingenua-
nes socioeconómicas de principios del mente al ejército con una institución
siglo XIX no son comparables en mu- favorable a los sectores populares, y
chos sentidos con las del XX; por tan- para acentuar las diferencias entre
to, Santander era “Un liberal de su pro- Santander y Bolívar se los relaciona de
pia época, creía sinceramente en las modo monótono como una oposición
ventajas del capitalismo de la libre em- entre civiles y militares, granadinos y
presa” (p. 21). Es decir, que sus es- venezolanos. Bushnell argumenta que
fuerzos iban encaminados a eliminar las Santander sí redujo el gasto militar y
trabas coloniales para el ejercicio de la desconfiaba un poco del militarismo (tal
necesaria actividad comercial, ya que vez por el peligro latente de reprimir
sin esta intención reformista no hubie- las libertades individuales) pero que de
ra sido posible la posterior emergencia todas maneras fue apoyado electoral y
de una economía moderna. El aspecto políticamente por militares -aunque po-
reformista de Santander, según cos- venezolanos y granadinos, además
Bushnell, no ha sido visto en toda su de algunos parlamentarios venezola-
3
magnitud por algunas interpretaciones nos. Por su parte, en opinión de
“críticas” que lo señalan como un bur- Bushnell, Bolívar sí apoyó con mucha
do opresor de las clases menos favo- más firmeza a los militares granadinos
recidas, y que desconocen sus ideas de o venezolanos en términos políticos,
tendencia liberal que dieron pie a la pues durante la dictadura amplió la base
educación pública, base de un proyec- de participación electoral de los secto-
to amplio para la formación de una na- res militares en medio de una demo-
ción moderna: “El apoyo de Santander cracia indirecta que seguía excluyendo
a la educación pública y a ciertas me-
didas que tendían a disminuir la riqueza
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y la influencia de la Iglesia habrían de Denominados por Bushnell como los
ganarle unos aplausos de las mismas Santanderistas venezolanos.

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a la gran mayoría de los civiles sin pro- de válida y polémica oposición. Se dio
piedad o profesión independiente; a entonces inicio a la fecunda y longeva
pesar de esto, sólo los altos mandos del tradición del genuino periodismo políti-
ejército tenían lugar en los más altos co colombiano.
cargos del gobierno como funcionarios
públicos de primer orden y, estos mili- Según Bushnell, hacia 1823 la pren-
tares privilegiados, provenían por lo sa comenzaba a debatir abiertamente
general de oligarquías regionales que sobre política y problemas ideológicos,
respaldaban a Bolívar.
4 existían críticas a los procedimientos
gubernamentales, pero estas disiden-
Un reflejo patente de los enfoques cias no estaban unificadas en un frente
de las distintas tendencias políticas lo definido políticamente o bien diferen-
da el desarrollo mismo de la prensa en ciado ideológicamente, pues “la prensa
la Gran Colombia. Esta empezó por independiente de Bogotá fue general-
trascender a sus precursoras, las ga- mente de tendencia liberal, y su moda-
cetas coloniales que circulaban a fines lidad de liberalismo no estaba reñida con
del siglo XVIII. Tales gacetas, aunque una administración central potente con
muy reguladas o emitidas por la oficia- tal que el jefe del ejecutivo fuera otro
lidad ya hacían un incipiente uso públi- liberal granadino” (p. 31), como fue el
co de la razón científica e ilustrada, y caso de Santander y sus reformas libe-
en la época de la independencia ser- rales moderadas. Pero las tendencias
vían de órgano político para la difusión conservadoras tradicionalistas
y afianzamiento de los sentimientos emparentadas con la Iglesia católica
patrióticos republicanos que vinculaban eran claramente contrarias a las políti-
expresamente al ejército patriota con cas liberales anticlericales, y comenza-
la causa de la libertad. Después de con- ron a usar la prensa tardíamente para
solidado el régimen republicano, la ad- replicar a sus opositores ideológicos
ministración del vicepresidente públicamente; sobre todo se empeña-
Santander hizo de la prensa su órgano ban en refutar las ideas que trataban
oficial como medio del gobierno cen- de aplicar el utilitarismo de J. Bentham
tral para divulgar las leyes y medidas y de repeler la influencia masónica en
especiales. Pronto el periodismo colom- la sociedad. Hubo también un ímpetu
biano pasó el umbral de la simple y for- de algunos conservadores por defen-
mal oficialidad para entrar, por medio der el statu quo, tal como lo pedían o
de la prensa independiente, a cuestio- lo exigían al gobierno mediante la res-
nar las políticas del gobierno central y tauración del tributo indígena. Finalmen-
divulgar alternativas ideológico-políticas te, la prensa en la administración de
Santander -dice Bushnell- sólo llega a
tener una oposición unificada contra el
4
Es el caso del general Tomás Cipriano de régimen después de la llegada de Bolí-
Mosquera, nacido en el seno de una influyente
familia payanesa.
var del Perú, quien se dispuso a resta-

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blecer el orden en Venezuela y a poder y mayoría de los aliados del Li-
“...hacer una pausa en el proceso de bertador. Así entonces, los hechos de
reformas liberales como manera de la dictadura son analizados por
superar las disensiones internas” (p. Bushnell y de ellos deduce una idea
33). Hecho que le dio a la Gran Co- central, que Bolívar tomó posiciones
lombia un giro -en las políticas de go- reaccionarias o se alió con las fuerzas
bierno- más hacia las tendencias con- retardatarias, no por una completa
servadoras, lo que abrió la posibilidad igualdad o coincidencia ideológica sino
(con esta reacción de Bolívar) de esta- por la convicción y misión auto-procla-
blecer un régimen con un ejecutivo más madas y reconocidas por una impor-
fuerte o incluso autoritario. Hasta aquí tante franja de la sociedad de mante-
el primer núcleo temático que se pue- ner unidas a las naciones hispanoame-
de destacar en el texto de Bushnell so- ricanas bajo la protección de un Esta-
bre los problemas de la imagen de do central fuerte o por lo menos bajo
Santander y el carácter de la prensa un mismo ideario de Estado nacional.
política grancolombiana. Por ese motivo político, cuando el cen-
tralismo de la República de la Gran
El segundo núcleo temático es el ad- Colombia legado por Bolívar a
venimiento de la dictadura de Bolívar. Santander entra en crisis por la disiden-
Según Bushnell fue ocasionada por el cia activa federalista o separatista Ve-
fracaso de un consenso político fran- nezolana, las soluciones de Bolívar van
co, abierto legítimamente por el gobier- a girar mucho más en torno a la bús-
no presidido por Bolívar en la fracasa- queda constante de una estabilidad en-
da Convención de Ocaña en 1828 y tre las élites regionales, que entran en
que, al parecer, por la intransigencia de conflictiva relación con un gobierno
las facciones políticas involucradas, tan- nacional débil pero que se muestra ge-
to las bolivarianas como las demás neroso y dispuesto a representar sus
(santanderistas, separatistas venezola- intereses con tal de mantener el Esta-
nos y federalistas de todo tipo), se vio do nacional en forma funcional. Esto
forzada a desmantelarse. Sin embar- es lo que en realidad nos enseña que a
go, la mayoría bolivariana se impuso por Bolívar no le interesaba tanto ser fiel a
otros medios políticos de carácter más una ideología que considere sus propios
represivo, lo que provocó un impacto principios como irreversibles sino más
negativo que diezmó la prensa en su bien ser fiel a una ideología flexible que
expresión, al igual que los opositores mantenga en pie un gobierno
políticos fueron atenuados debido al cohesionado y relativamente fuerte.

5
En busca del último objetivo men-
La prensa venezolana de tendencia liberal cionado, Bolívar contempló varias for-
abogaba por el federalismo, lo que la hacía contraria
al gobierno central y a la política del Libertador
mas de gobierno que mantuvieran su
(p. 37). convicción de unidad nacional

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panamericana, entre ellas la monarquía ‘premodernos’ de la sociedad demues-


constitucional, que fue desechada por tra la base oligárquica del apoyo del
los sentimientos antimonárquicos régimen, la misma que lo desmembra-
imperantes y porque generaba inesta- ría. Bolívar -según las tesis de Bushnell-
bilidad política, por lo cual se dedicó a tuvo que actuar de ese modo para man-
esbozar soluciones dentro del marco tener vivo el régimen, pues al delegar
republicano que contuvieran un gobier- un alto grado de autoridad a los jefes
no representativo equilibrado. Una de regionales, muchos de ellos militares y
estas soluciones fue la alianza con la ahora también gobernadores, la dicta-
Iglesia católica, que fue más de estra- dura tendía a mezclar las ramas del
tegia que de correspondencia ideológi- poder, así el punto clave de la dictadu-
ca, ya que según Bushnell, “las ra de un ejecutivo fuerte sólo servía en
contrarreformas eclesiales” (la deroga- este caso para decretar la concesión
ción de las medidas anticlericales) de oficial del poder a la clientela del régi-
Bolívar, más allá de las alabanzas retó- men que demandaba con fuerza su par-
ricas a la institución católica, tenían te del poder al Libertador. En palabras
como objeto real legitimar o simbolizar de Bushnell, “En fin de cuentas los es-
una alianza táctica de carácter político fuerzos de Bolívar para robustecer el
y no una entrega servil a la Iglesia: “En Estado no tuvieron éxito. A pesar de su
dicha etapa ni las reformas ni las énfasis retórico a favor de un gobierno
contrarreformas acaparaban toda la fuerte y de la unidad nacional, el siste-
atención de Bolívar, y en cuanto a la ma administrativo que implantó equiva-
Iglesia institucional sólo estaba intere- lía en realidad a un primer paso en el
sado en favorecerla en la medida en proceso de desmantelamiento de la
que esperaba obtener su apoyo para Gran Colombia” (p. 116).
robustecer el Estado” (p. 116). Otra
fórmula del Libertador de conservación El tercer núcleo temático versa so-
del Estado nacional era el apoyo a las bre el tipo de condiciones que acaecie-
oligarquías regionales, este paso era ron para la apertura político-cultural del
básico para Bolívar en la construcción periodo de los denominados Gólgotas y
y mantenimiento del gobierno, tal como sobre las debilidades críticas de este
lo había sido en la guerra de indepen- periodo político que llevaron a un cam-
dencia, pero el problema era que tales bio drástico en la cultura colombiana
oligarquías estaban prescindiendo de hasta la supuesta reapertura económi-
aquél. En esas circunstancias, Bolívar ca actual. Bushnell explica que la aper-
tuvo finalmente que dar privilegios eco- tura económica dada a mediados y fi-
nómicos y políticos a las élites de te- nes del siglo XIX se debía a la puesta
rratenientes -de estructuras más colo- en marcha de modo intensivo de algu-
niales- pasando, a veces, por encima nas ideas ya presentes en la Gran Co-
de los intereses de la Iglesia. Este inte- lombia, que por la fuerte reacción tra-
rés por estos dos sectores dicionalista fueron evadidas; por tal

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motivo, Bushnell afirma que “...una de tanto en el campo educativo como en


las causas de la apertura fue un cam- el político. Esta cultura política liberal
bio generacional que llevó al poder a generó una “apertura” democrática al
los primeros líderes nacionales educa- inaugurar la democracia directa con el
dos íntegramente en escuelas republi- sufragio universal de varones, pero con
canas en vez de coloniales y expuestos la Carta de 1863 se evadió volviendo a
directamente a una gama más amplia la tendencia de la democracia indirec-
de ideas extranjeras...” (p. 120). A par- ta en los diferentes Estados.
tir de la doctrina económica del dejar
6
hacer -dice Bushnell- se formó un El proteccionismo sólo se vuelve a
modelo de crecimiento económico ha- abrazar con la Regeneración en 1880;
cia fuera que fortaleció el comercio con ella regresa un nuevo centralismo
exterior. Así, el énfasis está en el mer- administrativo o político económico
cado exterior más que en los propios (Banco Nacional) y un reconocimiento
nexos del mercado interior; estos nue- oficial de la religión católica como la
vos “líderes nacionales” adoptan una encargada de la educación nacional,
organización político administrativa fe- pues el anticlericalismo es considerado
deralista descentralizada con un gobier- por Núñez como desestabilizador del
no nacional raquítico, cuyas formas de orden social que llevó a la nación a cier-
expresión constitucional son la Carta de to anarquismo político reflejado en la
1858 que creó la Confederación Gra- Constitución de 1863. La Regeneración
nadina y la de 1863 que es aún más marca el cierre de las reformas libera-
descentralizada y que dio origen a los les decimonónicas con la Constitución
Estados Unidos de Colombia. Así, el de 1886. Estos cuatro aspectos, la reli-
país abandonó el proteccionismo, e in- gión, la descentralización, la democra-
cluso el partido conservador en la dé- tización y la política económica hacia
cada de 1850 coincidía en este punto afuera son comparados por Bushnell
con la agenda liberal, además de admi- con el llamado gobierno neoliberal para
tir en 1858 el federalismo (Bushnell lla- esclarecer si con la Constitución de
ma este consenso entre partidos, libe- 1991 hay una verdadera reapertura
ralismo genérico), mas no llegan jamás cultural como la descrita arriba.
a un consenso sobre la política ecle- Veamos. En primer lugar, dice
siástica, pues los conservadores no ad- Bushnell, la diferencia más notoria en-
miten en su ideario el anticlericalismo tre las Constituciones de la segunda
que tiende a separar Iglesia y Estado mitad del siglo XIX y la de 1991 reside
en el problema religioso, pues la nueva
Constitución proclama la igualdad ante
6 la ley de todas las religiones e Iglesias,
Potenciada por el ministro de hacienda de
Mosquera, llamado Florentino González, a pesar de la vigencia del Concordato
equiparado por Bushnell con Rudolf Hommes, con la Iglesia católica que da cierta at-
ministro de César Gaviria (p. 121).

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mósfera de incompatibilidad. En segun- Además de las comparaciones en-


do lugar, para Bushnell, la nueva Carta tre la operatividad ideológica liberal en
contiene ciertas provisiones descentra- dos épocas distintas, Bushnell ensaya
lizadoras (siendo el país administrado un método historiográfico que conside-
por un gobierno central) pues se am- re como documento histórico las colec-
plía un poco la autonomía departamen- ciones filatélicas. Según esta perspec-
tal y municipal. En tercer lugar, el au- tiva, el que haya una predilección del
tor habla de una “apertura” política que gobierno de turno por algún prócer en
sería contraria a la de los Gólgotas al la emisión de las estampillas indica al-
ofrecer una representación a unos gru- gún cambio en el pensamiento político
pos determinados, como el de los indí- o revela cierta afinidad entre modelos
genas, en contravía de la igualdad de- políticos. En la Regeneración, el presi-
mocrática pura de la suma de indivi- dente Núñez prefirió emitir la imagen
duos que se supone conforman la so- de Bolívar (y la de él mismo) tal vez
ciedad, pero que de todos modos se la por sus políticas personalistas o por su
considera una apertura importante a común centralismo, y omitió la imagen
estos grupos marginados de la política. de Santander por la mencionada oposi-
Por último, Bushnell dice que la políti- ción entre los próceres o por la identifi-
ca económica neoliberal, al igual que cación -con razón o sin ella- de los
los gobiernos Gólgotas decimonónicos, Radicales con aquél. Además, y como
redujo las protecciones o los derechos muestra de las diferencias ideológicas
de aduana y demás aranceles que obs- expresadas por medio de las estampi-
taculizaban la vinculación con la eco- llas-documento, se sabe que los libera-
nomía global para promover así la les Radicales no emitieron en su go-
privatización que busca la bierno sino estampillas impersonales
competitividad y la eficiencia. La críti- alusivas al escudo nacional y no hubo
ca recibida por los Gólgotas fue su des- en ellas ningún personaje notable con-
cuido por los artesanos, y el de los temporáneo o pretérito. Bushnell argu-
neoliberales el abandono de la produc- menta que la influencia de la conme-
ción agrícola y su deficiencia en el cum- moración y celebración del centenario
plimiento de nuevas y complicadas ga- en 1910 expresó una especie de recon-
rantías sociales, como la del derecho al ciliación póstuma de los próceres, pues
trabajo, que para efectuarse, según Santander aparece ahora en las estam-
Bushnell, requiere que el papel del go- pillas junto con Bolívar y Nariño, re-
bierno en la economía general no se presentando “los prohombres que le-
reduzca demasiado, así que el punto de vantaron los cimientos de la nación”.
más afinidad de los neoliberales para
con los liberales de mediados y fines El último núcleo temático para re-
del siglo XIX es su ideología económi- señar o destacar es el que intenta dilu-
ca que “...habría sido del agrado de los cidar las repercusiones perdurables de
Gólgotas” (p. 138). la Guerra Civil Española en el ámbito

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colombiano. Para empezar, Bushnell Partido Liberal, pues aunque apoyaba


afirma que antes, durante y después de diplomática y retóricamente a los re-
la guerra la opinión colombina estuvo publicanos españoles, se quejaba tam-
dividida, pero en el momento en que bién de los excesos de violencia a los
estalló, el Congreso colombiano adop- que podían llegar, atribuyéndolos a su
tó por unanimidad resoluciones de so- alianza con las izquierdas radicales. Así
lidaridad con el gobierno republicano, pues, había unos liberales anti-lopistas
en razón de que los liberales eran afi- y abiertamente pro-capitalistas, como
nes a la causa republicana española. también una facción liberal centrista
Sin embargo, el partido conservador era que desconfiaba de los marxistas pero
más afín a la causa nacionalista espa- que no retiraba al menos su apoyo for-
ñola, por lo que había decretado la abs- mal a López, como fue el caso de
tención electoral. A esto se suma que Eduardo Santos, presidente entre 1938
el partido liberal ha vuelto al gobierno y 1942.
después de una larga hegemonía con-
servadora. Los conservadores se subdividían en
derecha y “extrema derecha”; la pri-
Ahora bien, lo importante para re- mera fue característica de Laureano
saltar aquí es que se pueden estable- Gómez, de quien por su apoyo explícito
cer similitudes entre las corrientes po- a Franco en la parte final de la guerra
líticas españolas y las colombianas. De se ha dicho, y se dijo en aquel momen-
hecho, en aquel momento los mismos to, que repudiaba las formas democrá-
actores políticos colombianos se com- ticas y la existencia de la república, lo
paraban entre sí con miedo y, a veces, cual era inapropiado, según Bushnell,
con orgullo con los movimientos espa- pues antes de la guerra la derecha con-
ñoles. Tal como ocurrió con el gobier- servadora representada por Laureano
no del presidente Alfonso López Gómez había apoyado a la derecha
Pumarejo (1934-1938) que con la “Re- parlamentaria española y al hablar mal
volución en Marcha” llegó a aceptar el de los republicanos o de su régimen no
apoyo del pequeño Partido Comunista rechazaban la república en sí misma.
colombiano (y su apoyo oficial a la Ya con el advenimiento de la guerra,
sindicalización de los trabajadores) an- Gómez apoya expresamente a los na-
tes que una coalición con las facciones cionalistas como también lo hace la
conservadoras; estas últimas, como Iglesia católica colombiana, por su co-
réplica, compararon el proyecto lopista mún opinión de que la Guerra Civil Es-
“...con los males perpetrados por la pañola era un caso extremo o una
alianza de republicanos moderados e “...cruzada para desterrar del cuerpo
izquierdistas que conformaban el Frente político las corrupciones marxistas y
Popular en España” (p. 149). Con esta para reivindicar los valores católicos tra-
retórica los conservadores crearon un dicionales” (p. 156). Gómez y la Igle-
ambiente de tensión entre el mismo sia católica pensaban que Franco al

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menos había salvado a España de la Finalmente, se puede concluir que a


anarquía y el ateísmo. En tanto que los pesar de que el libro no tiene una
de la “extrema derecha” conservado- linealidad expresa en el examen de los
ra estaban “...dispuestos a desechar “el temas debido a su carácter de compi-
método democrático republicano” por lación (de siete ensayos realizados en
considerarlo irremediablemente deca- diversos momentos de la vida acadé-
dente y corrompido y se sentían atraí- mica del autor), esto no impide que los
dos por las alternativas autoritarias y ensayos ofrezcan una coherencia al
corporativistas fascistas o lector, ya que se logra captar en el tex-
protofacistas” (p. 152). to completo cierta estructura temática
general, no sólo cronológica sino tam-
Estos son a grandes rasgos los ma- bién lógica. Esto último se debe al em-
tices políticos que Bushnell señala para peño mismo del autor, quien por am-
decirnos que el impacto perdurable de pliar sus análisis logra captar de modo
la contienda española fue la creación orgánico los umbrales lógicos de las
de un ambiente de desconfianza hacia transiciones históricas de la política
la izquierda colombiana, y no la favo- colombiana en su devenir temporal.
reció este conflicto, pues hizo patentes Todo ello hace lícito este ejercicio de
las tendencias a la división que estaban relacionar entre sí, en forma de núcleos
latentes en el sistema político del país. tematizados, las variadas consecuen-
Este fenómeno conllevó al difícil perio- cias historiográficas originadas de las
do de la historia colombiana conocido explicaciones históricas del autor en su
como la época de La Violencia, según relación con las fuentes, y así poder
Bushnell: “Resulta, por lo demás tenta- juzgar el valor de tales argumentos
dor pensar en La Violencia como un como un serio aporte analítico al con-
equivalente colombiano de la guerra junto histórico-político colombiano.
civil española” (p. 194). Aunque la re-
solución colombiana a este conflicto fue
menos traumática (Frente Nacional).
Bushnell afirma que paralelo a España Santiago Pérez Zapata
el ambiente de la post-violencia “...pro- Estudiante de octavo semestre de
dujo un alto grado de inmovilismo y de la carrera de Historia, Universidad
apatía política” (p. 195), además de no Nacional de Colombia, Sede
resultar benévolo para la izquierda. Medellín.

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