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NOMBRE DE LA INSTITUCIÓN:
UNIVERSIDAD ANALÍTICA
CONSTRUCTIVISTA DE MÉXICO.
DOCTORADO EN CIENCIAS JURIDICAS Y
JUICIOS ORALES.
NOMBRE DEL ALUMNO: JOSÉ ANTONIO
TIRADO HERNÁNDEZ
NOMBRE DE LA ASIGNATURA: SISTEMAS
JURIDICOS CONTEMPORANEOS
NOMBRE DEL TRABAJO: PROPUESTA DE
MODIFICACION AL CNPP

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INTRODUCCIÓN

El presente ensayo tiene como propósito el hacer un par de propuestas de reforma al

Código Nacional de Procedimientos Penales en lo referente a la etapa de
investigación, en concreto al papel que desarrolla el policía como primer respondiente
en la investigación de los delitos.

También se hace mención en la parte de las obligaciones del policía en su numeral

132 unas modificaciones en algunas de sus fracciones.

Lo anteriormente mencionado ira de la mano con la parte de como la

profesionalización juega un papel preponderante en el desempeño del policía como
primer respondiente y la obligatoriedad de que el policía sea un profesionista tomando
en cuenta y como parámetro el artículo 115 del Código Nacional De Procedimientos
Penales, en el que nos hace mención de que el defensor deberá de ser Abogado o
Licenciado en Derecho titulado y con cedula profesional.

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 DESARROLLO

La investigación de los hechos probablemente constitutivos de un hecho que la ley

señale como un delito se ha convertido en la piedra de soporte para el vigente sistema
de justicia penal, ya que para que la representación social pueda hacer una imputación
debe de allegarse de elementos que sustenten su dicho, es decir que como
comúnmente decimos, tiene la carga de la prueba.

Para ello debe de recurrir a sistemas especializados de investigación, los cuales

aunados a las nuevas tecnologías y los conocimientos más avanzados en las áreas de
la criminalística y la criminología, tenderán a darle una certeza mayor al imputado y a la
víctima u ofendido de que se lleva a cabo un proceso justo para ambas partes y a nivel
institucional la garantía de que el Estado actuara con estricto apego a la ley, sin la
incertidumbre de manipulación de testimonios y evidencias que desvirtúen el propósito
de la certera impartición de justicia por parte de los operadores del sistema de justicia
penal.

Lo anteriormente mencionado, implica y ha implicado la profesionalización de los

operadores del sistema de justicia penal; los jueces, los ministerios públicos;
institucionalmente estos operadores se han venido profesionalizando ya sea por la
exigencia que les demanda el pertenecer a una institución o por iniciativa propia, el
mismo caso se presenta con los peritos de las procuradurías, pero, no, no he olvidado
mencionar a las policías, sobretodo, las policías preventivas, ya que a las policías de
investigación también su encargo le exige que se profesionalicen para el adecuado
desempeño de sus funciones, digamos que tanto jueces, ministerios públicos, peritos y
policías de investigación tienen una mayor formalidad en cuanto a lo que a la
capacitación se refiere ya que sus reglamentación interna así lo exige.

Pero que sucede con la policía preventiva, si al igual que los demás operadores del
sistema de justicia penal en su reglamentación interna también contempla la
capacitación en un tenor de obligatoriedad e incluso como requisito de permanencia
laboral, que cada cierto tiempo exige a los elementos de las corporaciones que asistan
a cursos de capacitación y actualización en la mayoría de los ámbitos que a su encargo
exige el conocimiento de cierta habilidades que el elemento policiaco debe de dominar
en los cuales se les practican evaluaciones continuas con el fin de indagar si los
elemento de las corporaciones se encuentran en condiciones de seguir perteneciendo
a dicha corporación. Esto es solo a lo que a la capacitación hace referencia, pero aunado
a ello no olvidemos mencionar los exámenes de control de confianza que

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periódicamente se realizan para revisar su situación patrimonial así como su estado de
salud y su aptitud para continuar en el servicio.

Es en este punto en donde se hace la reiteración de la importancia de este eslabón de

la cadena que conforma el sistema de justicia penal, el cual es de vital importancia por
su proximidad en el hecho que la ley califica como delito. Ya que es este operador quien
tendrá que llevar a cabo las primeras diligencias de donde parte el proceso penal, en la
etapa denominada de investigación la cual en este sistema ha cobrado una relevancia
fundamental para el esclarecimiento de los hechos ya que el sistema actual incorpora
elementos de la investigación científica en el área criminalística y criminológica para el
esclarecimiento de los hechos.

Lo anterior implica un nivel más alto de exigencia a los elementos preventivos de las
corporaciones policiacas, los cuales hasta el momento han llevado gran parte de la
carga de la mala percepción que tiene el gobernado del aparentemente mal
funcionamiento debido a la impunidad imperante en el tejido social y el ambiente de
inseguridad que los medios de comunicación se encargan de difundir de manera
indiscriminada haciendo énfasis en las faltas al debido proceso y a la puerta giratoria en
donde la delincuencia al parecer va ganando la batalla por motivos de percepción en
donde los policías siempre son los primeros en quedar mal parados, ya que son estos
los que primeramente dan la cara y son la punta de flecha del sistema de justicia penal.

Es por lo arriba mencionado que es pertinente hacer una propuesta de modificación al

Código Nacional de Procedimientos Penales, la cual nos lleve a ponderar la
capacitación aún más formal de los policías, es decir como vemos en el artículo 115 del
citado ordenamiento jurídico, el cual nos habla de la designación del defensor, para el
cual pone como requisito que deberá de ser licenciado en derecho o abogado titulado
con cedula profesional, ahora, si este requisito se exige para el abogado, que es de tan
vital importancia, porque no hacer lo mismo con los policías que, para poder ostentarse
como tales lleven a cabo una certificación y una titulación que les valla dando por
promoción la institución a la que pertenecen los elementos itinerantes de las
corporaciones que ya tienen años laborando en la institución y que a las nuevas
generaciones se les imparta la carrera policial con un perfil castrense que les dé un
sentido de pertenencia hacia su institución y salarios acorde a la exigencia de su
encargo. Todo lo anterior con el norte de lo que es el objetivo primario del sistema
acusatorio adversarial que es el esclarecimiento de los hechos, proteger al inocente,
procurar que el culpable no quede impune y que los daños causados por el delito se
reparen.

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Es en este mismo tenor, que vemos que para garantizar el buen desempeño de las
corporaciones policiales también debemos de hacer una modificación a lo que son las
obligaciones de este operador del sistema de justicia penal que está contemplado en el
numeral 132 del Código Nacional de Procedimientos Penales puntualmente a lo
referente a las fracciones VIII y IX. En la primera fracción mencionada el código en
comento no hace referencia a que el policía tendrá que dar aviso a la policía con
capacidades para procesa el lugar de la intervención, hecho al cual tendríamos que
omitir ya que si en el numeral antes mencionado hablábamos de los requisitos para ser
policía, se entiende que en el ámbito de su profesionalización el elemento policiaco
contara con todas las capacidades para hacer el procesamiento y la investigación
primaria del hecho con apariencia de delito, y poder garantizar así la mismidad de los
indicios.

Derivado de lo anterior se entenderá que la fracción siguiente da sustento a la propuesta

de que sea directamente el primer respondiente el responsable de hacer el
procesamiento el lugar de la intervención, ya que si somos objetivos, en este sentido ya
se ha venido procesando el lugar de la intervención al priorizar el procesamiento por
motivos de riego de la perdida de los indicios o de su alteración por motivos
meteorológicos.

En virtud de que es el primer respondiente quien tiene el contacto primario con el hecho
probablemente constitutivo de delito, es el quien puede garantizar una versión más
apegada a la realidad histórica de los hechos, ya que auxiliándose de la tecnología
(como pudieran ser cámaras de video filmación) este elemento sería de gran ayuda para
que el juez tuviera elementos más objetivos para poder dar un fallo lo más apegado a
lo justo.

Lo anterior implica que las instituciones se comprometan a fondo con el tema

tecnológico, ya que esto tendría repercusiones positivas muy importantes si
consideramos que el uso de video filmaciones con sus respectivos candados de
seguridad los cuales limiten la posibilidad de editar o falsificar los videos, pueden dar
una narrativa más certera de los hechos, ya que recordemos que una imagen dice más
que mil palabras. Esto nos haría evolucionar al dejar el papel a un lado lo que lleva
consigo la engorrosa tramitología que llevan a cabo los elementos de las corporaciones
policiacas, lo cual lleva implícita la perdida de valioso tiempo que se tiene para llevar a
cabo la investigación de los delitos, tiempo que se reduce al verificar si la detención y
puesta a disposición se llevaron a cabo dentro de la legalidad establecida por la
constitución y el Código nacional de procedimientos penales.

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En relación a la fracción XII del numeral 132 vemos que se le está delegando una
responsabilidad muy importante al policía, la cual es la de dar la primera atención a las
víctimas del delito, lo que ello implica no es sino una capacitación que va acorde a la de
un profesionista en la materia de atención pre-hospitalaria de la cual en el momento se
carece, si bien la batería de materias que se lleva en la academia regional contempla
los primeros auxilios, esto no es suficiente para que se garantice la vida de una persona
que por ejemplo tenga una hemorragia de gran envergadura la cual requiera de atención
pre-hospitalaria de urgencia, como hemos mencionado, el perfil del primer respondiente
lo pone en situaciones en donde preponderantemente se encuentra en riesgo la vida de
algún ciudadano. Esto da sustento a lo mencionado en la parte de la profesionalización.

En la misma fracción XII apartado C nos hace la mención de que se procurara que
reciban atención médica y psicológica cuando sea necesario. Pero en este caso y
apegándonos a la realidad, es bien conocido el hecho de que los primeros momentos
en una situación de extrema urgencia son vitales para salvar la vida de una persona que
se encuentra en peligro de muerte, lo cual nuestro código en comento olvido agregar en
alguno de sus numerales. Esto sería humanamente posible si contáramos con la debida
capacitación del personal, la cual va más encaminada a las cuestiones de las
habilidades y las tácticas policiales que a lo referente a la atención pre-hospitalaria. Es
por ello que en líneas más arriba se hacía mención que la capacitación que se dé
debiera de ser sustentada en el ámbito castrense, en el cual en una unidad va el
personal necesario para cualquier eventualidad y entre ellos se encuentra un elemento
del servicio de sanidad militar el cual es un especialista en atención pre-hospitalaria
mientras que un elemento especialista en artillería vigila el perímetro muy bien armado
y así sucesivamente. Vemos que efectivamente es materialmente posible.

En relación a la fracción XIII del numeral 132 del código en mención, este quedaría de
la misma forma en que se encuentra ya que efectivamente tiene que ser el Ministerio
Publico quien se encargue de coordinar la investigación, ya que finalmente será la
representación social al encargada de reunir los elementos que le permitan
objetivamente el poder realizar una imputación con todos los elementos necesarios
derivados de una investigación científica que le aporten los peritos en las diferentes
disciplinas auxiliares del derecho penal o de cualquier otra que se necesite. En este
mismo sentido dar el debido cumplimiento a las consideraciones jurisdiccionales que se
soliciten, ya que es bien sabido que se solicita la participación del elemento de seguridad
pública mayormente en la audiencia de juicio.

En lo referente a la fracción XIV del numeral 132, vemos que es redundante en el sentido
de emitir un informe policial homologado, el cual podríamos omitir con el uso de la
tecnología, como ya habíamos comentado es un trámite que quita precisión a la

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investigación así como tiempo al Ministerio Publico para desplegar sus recursos en torno
a la investigación de los delitos y lo más importante es que debemos de recordar que
se está jugando una carrera en contra del tiempo ya que todo va sumando, si tomamos
en cuenta que desde el hecho en que se le restringe el derecho de libre tránsito al
ciudadano, desde ahí empieza a contar el acto de molestia a esto le sumamos el
transcurso del traslado para la inmediata puesta a disposición, de ahí valorar sus salud
al tiempo que desciframos el informe policial homologado más lo que se valla
acumulando, tenemos que en realidad el Ministerio Publico no cuenta en realidad con
las famosas veinticuatro horas que es el plazo de termino constitucional que tiene el
Ministerio Publico para determinar la situación jurídica del detenido o bien contar con
los elementos suficientes derivados de la investigación para poder hacer una imputación
o en su defecto ponerlo de inmediato en libertad.

Como podemos darnos cuenta la intervención de la policía en el sistema de justicia

penal es de suma importancia y de hecho es uno de los ejes rectores que dio pauta a
la actual reforma procesal penal, las constantes violaciones a los derechos humanos
fueron otra de las causas para impulsar la actual reforma, es por ello que no debemos
de minimizar a la institución policial, ya que bien encaminada puede ser la espada que
habrá brecha en la impartición de justicia, ya que se sustenta en la investigación
científica.

En la actualidad se vive un ambiente de incertidumbre, motivado por la información

errónea o falsa que circula en las redes sociales, o bien por el amarillismo que nuestros
medios de comunicación se encargan de difundir y si a esto le aunamos la realidad de
la falta de compromiso y capacitación de los operadores des sistema de justicia penal
estamos en proceso de tocar fondo, el cual en un proceso normal nos llevaría a empezar
a repuntar cuesta arriba.

Se han hecho críticas severas al actual sistema de justicia penal, procesal penal para
ser más puntuales, hasta el grado de llegar a decir que el sistema ha fracasado que es
una puerta giratoria para los delincuentes, que la delincuencia tiene más garantías que
las victimas del delito. En fin son muchas las críticas que se hacen, derivadas en parte
a las faltas al debido proceso provocado por la poca preparación y falta de compromiso
institucional del personal operario encargado de hacer cumplir la ley.

Debemos de tomar en cuenta de que es relativamente poco el tiempo que lleva

operando el actual sistema de justicia, ya que desde mi particular punto de vista este
sistema en su inicial implementación está diseñado para la mayoría de los delincuentes
que efectivamente son culpables queden impunes y se vallan a seguir delinquiendo,

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pero una vez perfeccionado el sistema está diseñado para que el que es en realidad
culpable de la comisión de un hecho que ley califique como delito pague su pena y que
a la víctima u ofendido le sea reparado su daño, todo esto en relación con la
profesionalización del personal y la implementación al sistema de la tecnología más
novedosa de última generación en materia de video grabación e investigación de los
delitos.

CONCLUSIÓN.

A manera de conclusión mencionare que la propuesta a la reforma del Código Nacional

de Procedimientos Penales es que en el artículo 115 en donde es obligatorio que el
defensor sea abogado o licenciado en derecho con título y cedula profesional se anexe
una fracción en donde se obligue a que el personal de la policía de igual manera sea
profesionista, para garantizar el desempeño profesional de sus funciones ya que
considero que no es de menor importancia su labor. Lo anterior desembocara en una
mayor objetividad en su participación y aportación de elementos que ayuden al juez a
tomar una decisión justa apegada a la objetividad del derecho.

Siguiendo el mismo orden de ideas, tomamos en cuenta el numeral 132 referente del
Código Nacional a las obligaciones del policía, en relación a la fracción VIII en donde
hace mención de que el primer respondiente dará aviso a la policía con capacidades,
esto lo omitimos, ya que considero que no es necesario la existencia de este tipo de
policía ya que como menciones en su momento con la profesionalización de la policía
será el primer respondiente el encargado de hacer todas las diligencias pertinentes y
quien más si no el, quien tuvo el contacto primario con el suceso quien lleve las riendas
de la investigación y que sea el de viva voz el encargado de ilustrar al Ministerio Publico
y al Juez de los hechos que se suscitaron y que el tubo participación directa y no
dejárselo a terceras personas con el riesgo de viciarse la información, que sea el primer
respondiente el directamente responsable del lugar de la intervención hasta la
conclusión de la cadena de custodia y la entrega recepción con el Ministerio Publico.

Esas son mis propuestas de reforma, pero también hago énfasis en la profesionalización
no solo de las policías sino también de todos los operadores del sistema de justicia
penal.

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