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es
La pirámide de
Kefrén
Cleopatra VII
La última reina de Egipto
Culto y evolución
Iconográfica de Khepri
SOBERANAS
DE EGIPTO
Egiptología 2.0 | 1
Editorial
Bienvenidos al Nº 11 de la Revista Egiptología 2.0, corres-
pondiente al mes de abril de 2018. Abrimos este nuevo núme-
ro, con la primera parte de un artículo de María Isabel Cubas
Contreras: ‘‘Reinas-faraón: soberanas de Egipto’’.
Dirección
Moisés González Sucías La sociedad del Antiguo Egipto estaba dominada por la figu-
moibcn@hotmail.com ra del faraón, que debía ser por norma general un hombre.
Sin embargo, algunas mujeres de la realeza egipcia pudieron
llegar a reinar como faraón, principalmente en momentos de
Edición inestabilidad política y crisis dinásticas.
Moisés González Sucías (Barcelona).
Debemos tener claro que para los antiguos egipcios era funda-
Diseño gráfico y maquetación mental el respeto a Maat, es decir, el Orden establecido desde
David Claros Lozano el principio del tiempo. Y ese orden había establecido, ya con
Jordi Romera Sevillano los propios dioses, que sobre el trono egipcio debía sentarse
un hombre, y junto a él debía haber una mujer, la ‘‘Gran Es-
Documentación posa Real’’, dedicada a ejercer unas funciones sacerdotales
Sara López Caiz que contribuyen a mantener ese Maat, y por supuesto tener
al heredero. Por tanto, que una mujer fuese faraón no dejaba
Colaboradores de ser una ruptura de esa Maat, pero en ciertos momentos fue
preferible a que accediera al trono un hombre que no tuviera
Marian Romero Gil
sangre real. De ahí que ciertas mujeres de la realeza, con el
María Isabel Cubas Contreras apoyo de determinados cortesanos, accedieran brevemente
Verónica Reyes Barrios al trono en tiempos de inestabilidad política.
Cláudia Barros
Julio López Saco En la sección de entrevistas, hablaremos con Rosa Pujol. Pre-
Alfonso Daniel Fernández Pousada sidenta de la Asociación Española de Egiptología. Diplomada
Sandra Pajares Sotillo en escritura jeroglífica, profesora habitual de los cursos de la
Heródoto de Halicarnaso Asociación, conferenciante en multitud de cursos y semina-
Marta Pérez Torres rios, colaboradora en diversas publicaciones y páginas web y
José Luis Azorín Navarro miembro del equipo de coordinadores de Amigos de la Egip-
Lucía Inés Merino tología.
Hipólito Pecci Tenrero
Verónica Reyes nos hablará de la vivienda de los antiguos
Gerardo P. Taber
egipcios, Cláudia Barros nos desvelará todo lo referente al
Bartomeu Egea Resino perfume utilizado por los antiguos pobladores del Nilo, Julio
Sabina Espejel Nonell López Saco nos explicará las relaciones entre el Egeo, Egipto
y el Próximo Oriente en la Edad del Bronce, Alfonso Daniel
ISSN: 2444-6254 Fernández Pousada nos explicará qué repercusión tuvo el
ciclo de Calipo en el Calendario Alejandrino, de la mano de
www.egiptologia20.es Sandra Pajares, recorreremos todos los rincones de la pirá-
https://www.facebook.com/egiptologia20 mide Kefrén, Heródoto de Halicarnaso nos hablará de la gran
https://twitter.com/egiptologia20 Cleopatra VII, la última reina de Egipto, Marta Pérez Torres
nos deleitará con la música y la danza en el Antiguo Egipto,
Egiptología 2.0 es una marca registrada. José Luis Azorín nos comentará todo lo relacionado con el
Todos los derechos reservados. Esta publi- culto y evolución iconográfica de Khepri, conoceremos el sim-
bolismo de los escarabeos de la mano de Lucía Inés Merino,
cación no puede ser reproducida ni total ni
Hipólito Pecci Tenrero nos hablará del inicio de la estructura
parcialmente ni registrada o tramitada en nin- egipcia, con Gerardo P. Taber iremos tras el oro líquido de los
guna forma ni por ningún medio sin permiso faraones y recrearemos una cerveza del Antiguo Egipto desde
previo por escrito de la editorial. Egiptología la arqueología experimental, pasearemos por las salas de la
2.0 no se hace responsable de los juicios, crí- Biblioteca Museo Víctor Balaguer, visitaremos la exposición:
ticas y opiniones expresadas en los artículos ‘‘Músicas en la antigüedad’’ y finalizaremos viajando a Tuna
publicados. el-Gebel, la que fue necrópolis de Hermópolis Magna, donde
Bartomeu Egea nos mostrará todos los rincones menos co-
Egiptología 2.0 ha hecho lo posible por locali- nocidos.
zar los derechos de autor de todas las imáge-
nes. Cualquier posible omisión no es intencio- Todo ello junto con nuestros contenidos habituales y un artí-
nada y se agradecerá culaquier información culo especial de Sabina Espejel Nonell: Las visitas a las exca-
vaciones de G.A. Reisner durante la Primera Guerra Mundial.
sobre los mismos.
Imagen de portada: Detalle de una estatua arrodillada de Hatshepsut. Granito. 1479-1459 a.C.
2 | Egiptología
Contacto: 2.0
egiptologia2.0@hotmail.com Metropolitan Museum of Art, New York. | Metropolitan Museum of Art, New York.
Sumario
6. Entrevistas - Rosa Pujol: ‘‘Me gustaría hacer el mismo viaje que
hizo Amelia Edwards...’’
Entrevistas - Rosa Pujol.
10. Testimonios del Pasado - Estatua de Kaaper.
24. Vida cotidiana - Perfume en el Antiguo Egipto. Su uso en la Sociedad - Arquitectura en el Antiguo
sociedad, desde lo cotidiano hasta la religión. Egipto: La vivienda egipcia.
Vida Cotidiana - Culto y evolución Religión - Música y Danza en el Faraones - Amor y sexualidad en el
iconográfica de Khepri. Antiguo Egipto. Egiptología
Antiguo2.0 |3
Egipto.
La sociedad del antiguo Egipto estaba domi-
En portada nada por la figura del faraón, que debía ser
por norma general un hombre. Sin embargo,
algunas mujeres de la realeza egipcia pu-
dieron llegar a reinar como faraón, principal-
mente en momentos de inestabilidad política
y crisis dinásticas en los que, digamos, no
había un candidato masculino mejor.
Egiptología 2.0 | 5
Entrevistas
Marian Romero Gil
la atención y ese fue el segundo picotazo. El tercero y definitivo fue cuando dieron en la tele la película (no
demasiado buena) del mismo título Sinuhé el Egipcio. Al día siguiente comenté con una vecina que había mi-
rado en la Enciclopedia si el argumento tenía algo de fundamento. Mi vecina me miró asombrada y me dijo que
hablara con su marido. Lo hice y su marido (siempre hay alguien dispuesto a contagiarte) comenzó a prestarme
libros sobre Egipto y ya nada tuvo remedio. Estaba envenenada para siempre. Y lo que es más preocupante,
feliz de estarlo.
Eso fue en el año 1989 y lo recuerdo vívidamente. Lo había soñado tanto… había viajado allí tantas veces a
través de las páginas de los libros, que me parecía mentira estarlo viviendo y recuerdo mi impaciencia por que
aterrizara el avión y pisar el suelo. Hicimos un viaje muy completo cubriendo Assuán/Abu Simbel, Luxor y El
Cairo. Es cierto que entonces yo no tenía ni la cuarta parte de conocimientos que tengo ahora, y que en algunas
ocasiones no fui consciente de lo que veía. Pero me impactó igualmente. Luego en sucesivos viajes hasta la
docena que llevo actualmente iría aprendiendo a ver, a descubrir cosas, a investigar… Todo ello sin perder ni
6 | Egiptología 2.0
una pizca de la emoción que supuso mi primer viaje. donde todas las decisiones se toman entre todos. El
Siempre emociona regresar allí. ambiente entre nosotros es inmejorable y los socios
parece que aprueban nuestra gestión. Siempre tra-
¿Como llegaste a la Asociación Española de tamos de ofrecerles cosas atractivas y de estar cer-
Egiptología? canos a ellos, recogiendo sus sugerencias o quejas.
Con este equipo el trabajo es mucho más fácil.
Vas a decir que mi vida es muy cinematográfica, y
algo de eso hay. A la salida del cine donde vi otra ¿Recibís ayudas o como os vais manteniendo?
‘‘egipciería’’ llamada La Esfinge me dieron un folle-
tito de unos cursos del Profesor Almagro, a los que No recibimos ayudas de ningún tipo. Tan sólo nos fi-
me apunté. Ya andaba muy metida en Egiptología nanciamos con las cuotas de los socios y pagamos a
cuando una amiga me dio la información que ella re- los profesores con las matrículas. Aún así, podemos
cibió por medio del Colegio de Licenciados. Era un arañar algunos fondos para co-patrocinar excava-
tríptico de la Asociación Española de Egiptología. Yo ciones españolas en Egipto. En este momento es-
acababa de regresar de mi viaje soñado, y… allí me tamos apoyando al Dr. Jiménez Serrano en Qubbet
presenté. Se me abrió todo un mundo de posibilida- el-Hawa (Assuán) al Proyecto Djehuty del Dr. Galán,
des: aprender Historia, Arte, Religión, Vida Cotidia- y al Middle Kingdom Theban Project del Dr. Antonio
na, Jeroglíficos. No me lo podía creer. En el año Morales.
1992 viajé con ellos por primera vez a Egipto. Y ya
nunca me desvinculé de la Asociación, hasta llegar Rosa, tradujiste el libro de Amelia B. Edwards
al puesto que ahora ocupo. “Mil millas Nilo arriba”, yo se que hiciste un pe-
queño trabajo de investigación para conocer
Aparte de la Asociación Española de Egiptología, realmente la vida de Amelia, ¿Que te ha aportado
perteneces a otras asociaciones ¿verdad? la historia de su vida?
Si, pertenezco a la Internacional de Egiptólogos y a A veces pienso que entre Amelia y yo hay un hilo
la Egypt Exploration Society de Londres. invisible que nos ha hecho compañeras. He leído
mucho sobre ella, y le he rastreado la vida visitando
¿Como se lleva eso de ser la presidenta de la los lugares donde vivió, y me ha resultado muy gra-
AEDE? tificante. Ella fue una mujer adelantada a su tiempo
dedicándose a algo tan tradicionalmente masculino
La verdad es que cuento con un maravilloso equipo, como era la Egiptología entonces.
en el que cada uno es responsable de su cometido, y
En el terreno personal, he descubierto que ella y yo
compartimos las mismas filias y fobias, salvando la
distancia en el tiempo. A bote pronto se me ocurre
la animadversión que ella sentía por los camellos,
y que yo también experimento. No me veréis nunca
subida en uno de ellos.
Egiptología 2.0 | 7
cibiremos la visita del Dr. Antonio Morales quien nos
pondrá al día de los avances en su excavación en
Luxor Middle Kingdom Theban Project. También, la
ganadora de nuestra Beca AEDE nos expondrá las
líneas generales en que basará su investigación.
Rosa Pujol. | Rosa Pujol. De momento no tengo nada en cartera. Bueno sí,
pero necesita pulirse mucho aún. Ya os enteraréis.
Rosa de todas las conferencias que has tenido
Por lo pronto, sólo artículos, conferencias, comuni-
que dar, ¿cual es la que más te ha costado, y con
caciones en congresos…
cual has disfrutado más?
Hablando de libros ¿Cuales son tus libros de ca-
Me resultó particularmente trabajosa una que di so-
becera?
bre Los Vegetales en el Antiguo Egipto, ya que no
tengo formación en el campo de la botánica y tuve
En temática egiptológica ni se las veces que he leí-
que ponerme al día tanto en las propias plantas,
como en su simbología. El que me fuera trabajosa de
preparar no implica que me resultara antipática, más
bien al contrario, me sirvió para acometer otros mu-
chos estudios en los que las plantas tienen mucho
que ver. Además ahora me sé los nombres en latín.
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do el relato del descubrimiento de la tumba de Tutankhamón, me fascina. Y en cuanto a ficción o ensayo me
resultaría difícil escoger un solo libro como mi favorito, pero me gustan los libros gordos, tipo Pilares de la Tie-
rra, El Médico y cosas así. Pero he leído tanto, y muchos me han gustado tanto, que no podría escoger. Quizás
Memorias de Adriano me marcó mucho.
Acabas de volver de Egipto, ¿Cómo has visto la situación allí? ¿Hay tranquilidad para viajar al país de
los faraones?
La situación allí está absolutamente tranquila, con los egipcios encantados de volver a recibir turistas y muchas
cosas nuevas abiertas para las visitas. Hemos notado un gran incremento de visitantes este año respecto al
2017. Sobre todo asiáticos.
Ni este año ni el anterior hemos tenido problemas de ningún tipo. Se nota mucho la seguridad reforzada en
aeropuertos (controles interminables) y en lugares concurridos como el Bazar Khan el-Khalili.
Y si te sales de las rutas habituales, por ejemplo este año que hemos ido a Abydos, hay que llevar escolta poli-
cial. Pero esto no supone molestia alguna y te hace sentir más seguro.
Por otra parte ahora hay unos ‘‘Egypt Pass’’ que permiten visitar todos los monumentos de Egipto, incluidas
tumbas de Sethi I y Nefertari, por un precio asequible. Y se puede fotografiar pagando un suplemento aparte.
Eso fue hace muchísimo tiempo, allá por el 2000, cuando descubrí un ‘‘chat’’ sobre Egiptología muy divertido,
y poco a poco fuimos haciendo amistad, un día nos conocimos personalmente, y finalmente acabe formando
parte de ellos, bajo la sabia dirección del llorado Víctor Rivas, gran persona y amigo que nos dejó demasiado
pronto.
Se supone que con la edad cada vez te quedan menos sueños por cumplir, a mi aún me quedan una buena
cantidad. Pero sobre todo, me gustaría hacer el mismo viaje que hizo Amelia Edwards en una ‘‘dahabiya’’, na-
vegando por el Nilo sin prisa.
Rosa Pujol, presidenta de la Asociación Española de Egiptología, muchas gracias por haber pasado por
las páginas de Egiptología 2.0, te deseamos muchos éxitos.
Sobre el autor
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Testimonios del pasado
Sara López Caiz
Estatua de Kaaper
Localización actual: Museo egipcio de El Cairo
(El Cairo, Egipto).
Nº inventario: CG 34.
Objeto: Escultura.
10 | Egiptología 2.0
Cairo y a 17 de la ciudad de Guiza. Está al norte de La escultura, apareció acompañada de otra que re-
la pirámide escalonada de Zoser. presenta al propio Kaaper más joven y una escultura
femenina que probablemente represente a su espo-
Durante la excavación, los trabajadores egipcios sa.
desenterraron la estatua y, aparentemente impre-
sionados por su excepcional realismo, lo llamaron
Cheik-El-Beled (en árabe significa ‘‘el alcalde del
pueblo’’) probablemente debido a un cierto parecido
entre la estatua y su representante local.
Egiptología 2.0 | 11
4500 años.
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Mujer en el Antiguo Egipto
María Isabel Cubas Contreras
Reinas-faraón: soberanas de
Egipto, parte I
L a sociedad del antiguo Egipto estaba dominada por la figura del faraón, que debía ser por norma general un
hombre. Sin embargo, algunas mujeres de la realeza egipcia pudieron llegar a reinar como faraón, princi-
palmente en momentos de inestabilidad política y crisis dinásticas en los que, digamos, no había un candidato
masculino mejor.
Debemos tener claro que para los antiguos egipcios era fundamental el respeto a Maat, es decir, el Orden es-
tablecido desde el principio del tiempo. Y ese orden había establecido, ya con los propios dioses, que sobre el
trono egipcio debía sentarse un hombre (emulando al dios Osiris), y junto a él debía haber una mujer, la Gran
Esposa Real (que emula a Isis), dedicada a ejercer unas funciones sacerdotales que contribuyen a mantener
ese Maat, y por supuesto tener al heredero (Horus). Por tanto, que una mujer fuese faraón no dejaba de ser una
ruptura de esa Maat, pero en ciertos momentos fue preferible a que accediera al trono un hombre que no tuviera
sangre real y, por tanto, sangre divina. De ahí que ciertas mujeres de la realeza, con el apoyo de determinados
cortesanos, accedieran brevemente al trono en tiempos de inestabilidad política.
Egiptología 2.0 | 13
¿Cuántas mujeres llegaron a ser reinas-faraón y vestimenta femenina. Es posible, además, que fuera
qué diferencia hay con el rey masculino? propietaria de una de las pirámides de Mazghuna,
que por desgracia están muy deterioradas.
Las reinas faraón por lo general gobernaron en mo-
mentos de inestabilidad, y tuvieron reinados breves.
Las principales diferencias con los faraones masculi-
nos son, por una parte, que ellas no tuvieron cónyu-
ge durante su gobierno y, por otra parte, que al fina-
lizar sus reinados sufrieron la damnatio memoriae,
es decir, la persecución y eliminación de su memoria
por parte de sus sucesores, seguramente por lo que
ya hemos comentado: una mujer faraón iba en con-
tra de Maat.
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Hatshepsut (XVIII dinastía)
Hija del faraón Tutmosis I y de la Gran Esposa Real Amosis, la joven Hatshepsut se vio obligada como tantas
otras princesas a desposarse con su medio hermano Tutmosis II, quien no era hijo de la reina, sino de una es-
posa menor. Así, se convirtió ella misma en Gran Esposa Real y portadora del título religioso “Esposa del Dios”.
Sin embargo, con su marido sólo se conoce que tuviera una hija, de nombre Neferure. Fue de nuevo una espo-
sa menor del rey la que daría a luz al hijo varón y, por tanto, heredero: Tutmosis III.
Tutmosis II murió tras un breve reinado, cuando su hijo era todavía un niño pequeño de cuatro o cinco años. Le
correspondía entonces a la reina Hatshepsut actuar como regente de su sobrino-hijastro hasta que este tuvie-
ra la edad suficiente para gobernar en solitario; era una situación que se había dado en otras ocasiones de la
historia egipcia.
Pero no sabemos si Hatshepsut se consideraba con más derecho a ocupar el trono por ser hija de la Pareja
real, que el hijo de una esposa menor, que era hijo de otro descendiente de una esposa menor. En cualquier
caso, aproximadamente en el año séptimo de Tutmosis III, Hatshepsut abandonó definitivamente los títulos y
enseñas propios de las reinas y se hizo coronar, adoptando una titulatura real con cinco nombres, al igual que
los faraones varones. Esto fue posible gracias a la institución de la corregencia, en la que un rey asociaba a
otro al trono y gobernaban juntos durante un tiempo, a modo de aprendizaje y como legitimación del más joven.
Como hemos visto, Tutmosis III era apenas un niño, por lo que no debió ser mal visto que Hatshepsut, mujer
inteligente y astuta sin duda, fuera elevada a la condición de faraón.
de su muerte, lo que indica que Tutmosis la habría llevado a cabo no como una venganza por el odio que sentía
hacia su tía, sino como una manera de garantizar que una situación semejante no se volviera a repetir, pues
debemos recordar que la entronización de una mujer como faraón iba en contra de la ley de Maat.
Lo que diferencia el reinado de Hatshepsut del resto de mujeres-faraón es, en primer lugar, que no se produjo
en una época de decadencia e inestabilidad, sino todo lo contrario. En segundo lugar, el gobierno de esta reina
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Hatshepsut realizando ofrendas. Granito, 1479-
1458 a.C. Metropolitan Museum of Art, New York.
| Metropolitan Museum of Art, New York.
16 | Egiptología 2.0
fue largo, ya que se extendió por
más de dos décadas, en las cua-
les Egipto vivió una época de paz,
riqueza y prosperidad, durante la
que se fomentó el comercio con
países extranjeros, como el mis-
terioso país de Punt o la isla de
Creta, se realizaron nuevas expe-
diciones a las minas de turquesas
del Sinaí y se restauraron los mo-
numentos que habían sido daña-
dos durante la guerra de liberación
contra los hyksos.
El legítimo heredero de Merenptah fue Seti II, esposo de Tausert, quien vio usurpado su trono, al menos en el
sur del país, por un personaje de nombre Amenmose (o Amenmés) por un periodo breve de tiempo, de tres a
cinco años, a principios de su reinado. Los orígenes de este usurpador no están claros, pudiendo ser un hijo
de Seti II, o bien un miembro de una rama secundaria de la familia ramésida, tal vez uno de los muchos nietos
de Ramsés II.
Desaparecido Amenmose, Seti II reinó por un corto periodo de tiempo, dejando como heredero a un joven de
nombre Siptah, enfermizo y discapacitado de una pierna. Debido a su juventud se repitió la misma situación
acontecida unos siglos antes con Hatsepshut y Tutmosis III: el poder se confió provisionalmente a la regente, en
esta ocasión Tausert, madrastra de Siptah. Su juventud y mala salud dejaron el gobierno en manos de la reina
regente y de un canciller de origen sirio llamado Bay, “aquel que estableció al rey sobre el trono de su padre”,
según una inscripción.
Egiptología 2.0 | 17
Relieve con la representación de Tausert. Templo de Amada y supuesta momia. | Wikimedia Commons.
Después de un reinado efímero, el enfermizo Siptah murió y fue entonces cuando Tausert vio la oportunidad
para hacerse con el control absoluto de Las Dos Tierras, adoptando una titulatura real como los faraones varo-
nes. Su reinado duró unos dos años, a los cuales añadió los seis durante los cuales fue regente del reino.
Sus monumentos más destacados son su tumba, usurpada por su sucesor Setnakht, y el templo funerario que
empezó a construir cerca del Ramesseum, que quedó inconcluso. Sobre su final solo podemos especular.
Además de estas cuatro destacadas mujeres de la realeza, existen dudas sobre la posibilidad de que otras más
pudieran haber llegado también a ostentar el título de faraón. Lo veremos en el próximo número.
JACQ, C. (1997). Las egipcias. Planeta. Barcelona. Mª Isabel Cubas Contreras nació en la localidad tole-
dana de Talavera de la Reina en 1989.
ROBINS, G. (1996). Las mujeres en el antiguo Egipto.
Akal. Madrid. Su afición por el antiguo Egipto comenzó desde pe-
queña y fue lo que la llevó a estudiar la licenciatura en
BEDMAN, T. (2003). Reinas de Egipto, el secreto del Historia en la Universidad de Alcalá de Henares entre
poder. Alianza. Madrid. 2007 y 2012.
18 | Egiptología 2.0
Sociedad
Verónica Reyes Barrios
Arquitectura en el Antiguo
Egipto: La vivienda egipcia
¿ Cómo eran los hogares de los antiguos egipcios? Gracias a la arqueología podemos hacernos una idea
aunque, también se ha podido obtener información sobre las viviendas a través de la existencia de pequeños
modelos en madera pintada, pinturas murales de algunas tumbas y dibujos sobre papiros donde se muestran
los gustos estéticos y las estructuras de las casas. En principio, la población fue agrupándose, a lo largo del
Nilo, en pequeños pueblos que fueron uniéndose en las proximidades de los centros urbanos.
Haciéndonos una idea general de cómo se fueron asentados los egipcios, vamos a centramos en las viviendas.
Debemos decir que éstas eran denominadas (pr) y poseían características comunes ya que podían dividirse
según los distintos espacios de especialización es decir, de uso que se le diera a dicho espacio. Como material
de construcción solían usar adobe y las construcciones acababan con un techo plano en forma de azotea a la
que se accedía por unas escaleras. En la siguientes imágenes podemos ver las distintas divisiones de las que
hablamos. Éstas suelen ser las habitaciones estándares como cocina o dormitorio.
En esta otra imagen podemos ver una planta de una casa común. Ésta en concreto se halla en Deir el-Medina
pero nos sirve para hacernos una idea de la estructura que tenían.
Egiptología 2.0 | 19
Las características de las casas dependían, como es obvio, de su destinatario. Así, los señores y los grandes
personajes en general se esforzaban en tratar de imitar las viviendas y el lujo de las moradas reales, aunque
a una escala mucho más pequeña. Sus residencias ya fueran en la ciudad o en el campo eran rodeadas de
gruesos y elevados muros y franqueados por una puerta de piedra.
Las casas contaban con un jardín muy elaborado
con estanque, plantas ornamentales y flores. Los
jardines se cruzaban por avenidas de árboles (dati-
lera, palmera, jojoba, acacia, sauce…) y flores que
se cortaban perpendicularmente formando cuadra-
dos y rectángulos. Los jardines tenían un estanque
que solían ser cuadrado o rectangular. Éstos que-
daban cubiertos por nenúfares y era muy habitual
ver a patos nadando en ellos.
Las pocilgas y caballerizas estaban al norte y al este estaban la cocina y la panadería. Los locales que eran
para la servidumbre estaban alejados y se caracterizaban por ser “casuchas” de ladrillo. Las casas de los traba-
jadores estaban construidas con ladrillos y barro cocido que posteriormente era secado al sol. Solían construir-
se una casa contigua a la otra, al final las construcciones daban sensación de aglomeración. Aunque todas las
20 | Egiptología 2.0
parecían cajas con un pequeño respaldo hasta los asientos
más elaborados y elegantes cuyo respaldo era alto y con
dos brazos decorados con grabados y tratados con cuero,
oro, plata, cobre o piedras preciosas. En el suelo habían es-
teras extendidas y gran cantidad de cojines, si los asistentes
eran muy numerosos era los más jóvenes y los últimos en
llegar los que se sentaban en los cojines o en las esteras
directamente.
El comedor tenía asientos, mesas y estantes para ordenar la comida, jarras y vasos. Se caracterizaban por ser
muebles pequeños ya que solían comer solos o en parejas. La vajilla era de barro mientras que la de lujo era
de piedra aunque se utilizaban también de oro y plata. Las tumbas de Reino Nuevo han dejado importantes
vestigios. La cocina tenía mesas y recipientes de barro. Los hornos eran de barro refractario y los hornillos
metálicos.
En los dormitorios la cama era el mueble principal. Existían desde muy simples (marco de madera que sostenía
un trenzado) a más complejas. Las habitaciones tenían armarios de madera con incrustaciones. Se utilizaban
cajas de diversos tamaños para los elementos de aseo (espejos, peines, pelucas…) y pequeños cofres para
guardar los ungüentos y perfumes. Era normal, además, encontrar instrumentos musicales o juguetes en las
habitaciones de los niños. En aquellas casas más pobres el mobiliario era reducido a esteras y cacharros de
barro.
Egiptología 2.0 | 21
Los egipcios, tuviesen la condición económica que tuviesen, intentaban por todos los medios tener una vivienda
cómoda y cuidada. Trataban de defenderla de cualquier insecto, ratas, serpientes o aves de rapiña. Para ello
usaban algunas recetas caseras. Por ejemplo, en el ‘‘papiro médico Ebers’’ se considera que para eliminar los
insectos había que lavar la casa con natrón. Para las serpientes se podía usar natrón, tilapia nilótica o semillas
de cebolla en la entrada de su agujero. Para las moscas era útil la grasa de oropéndola y para las pulgas las
huevas. También se usaba grasa de gato para las ratas. Y para proteger el grano der las ratas se quemaban
excremento de gacela.
MONTET, P. (1993). La vida cotidiana en Egipto en Nació en 1987 en Las Palmas de Gran Canaria. Se
tiempo de Ramsés: una sociedad enigmática marcada graduó en Historia en la Universidad de Las Palmas
por la religión, la magia y la superstición. Ediciones de de Gran Canaria (ULPGC) y realizó un máster interu-
tema de hoy. Madrid. niversitario en Religiones y Sociedades en la Univer-
sidad Pablo de Olavide (UPO) y la Universidad Inter-
RAHEWILTZ, B. (1990). Los Antiguos egipcios: imá- nacional de Andalucía (UNIA).
genes, escenas y documentos de la vida cotidiana.
Plaza y Janes. Barcelona. En el trabajo fin de grado se centró en la figura de Se-
rapis; mientras que en el trabajo de fin de máster en la
STEAD, M. (1998). La vida en el antiguo Egipto. Akal. de Osiris. Actualmente, está realizando el doctorado
Madrid. Islas Atlánticas: Historia, Patrimonio y Marco Jurídi-
co en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
UPHILL, E. P. (2001). Egyptian Towns and Cities. Shi- (ULPGC).
re Egyptology LTD. Londres.
Su propuesta de tesis es realizar una comparación en-
tre los dioses Serapis y Osiris. Además, ha realizado
cursos sobre religión egipcia en el Centro de Estudios
del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía de la Uni-
versidad de Murcia.
22 | Egiptología 2.0
Vida cotidiana
Cláudia Barros
Del Papiro Harris podemos citar un interesante pasaje: “He plantado para ti un rico
tributo de mirra, para ir por el templo con la fragancia de Punt para tu augusta nariz
por la mañana temprano”.
Estatuilla de Nefertem.
Siglo VII-IV. Museo del Plutarco, un historiador griego, en una de sus obras, nos cuenta que en los templos
Louvre, París. egipcios los sacerdotes quemaban incienso por la mañana, mirra al mediodía y
| Wikimedia Commons.
Egiptología 2.0 | 23
kapet por la tarde, además de que ungían las esta- los que este era utilizado.
tuas de los dioses con perfumes y ungüentos.
Shesmu, el dios del vino y de las prensas de aceite, a
Los egipcios se referían a los perfumes como las pesar de ser considerado un malo dios, cuando asu-
“fragancias de los dioses” (stj-ntr, palabra en la que mía una postura benéfica probaba el vino, el aceite,
la partícula stj se refiere a oler), indicando que estos particularmente el fino aceite de Ra, y el perfume de
fueron inicialmente usados como ofrendas religio- las restantes deidades.
sas.
Bastet, una de las diosas gato, está vinculada a la
Los dioses se asociaban a una fragancia específica, temática del perfume porque es la diosa de bas, del
que podía ser utilizada en rituales para invocarlos. envase de perfume. Fonéticamente su nombre signi-
fica “aquella del frasco de perfume”, y en jeroglífico
Sobek, el dios cocodrilo del Nilo, estaba muy liga- la palabra bas se escribe con una imagen de un fras-
do a la mejorana (hierva aromática muy parecida a co de perfume sellado.
los oréganos), y los propios egipcios le llamaban “la
hierba de Sobek”. En los rituales funerarios el perfume era muy utiliza-
do, pues era esencial para asegurar el renacimiento
La fragancia de la flor de loto azul era considerada del difunto y una vida después de la muerte de “éxi-
por los egipcios cómo el sudor de Ra, la esencia di- to” y gran suceso.
vina.
Este tomó la forma de resinas aromáticas, además
La mirra estaba muy arraigada a Horus, el dios hal- de los “siete aceites sagrados” empleados en el pro-
cón, y era conocida en la sociedad egipcia como “las ceso de momificación. Normalmente se aplicaban
lágrimas de Horus”. Su templo en Edfu, se cree que determinadas fragancias en las momias, que confe-
hubiese sido un laboratorio de perfume o incienso, rían “olor de divinidad” al difunto, además de confe-
dónde las fragancias eran almacenadas. rirles vida y hacerlas bastante agradables a las nari-
ces de los dioses.
Nefertem era el “lord de los perfumes y da esencia
sagrada del loto azul”, poseyendo una importante Un pasaje de los Textos de las Pirámides puede ilus-
función en todo lo que envolvía el perfume, así como trar esta situación: “Oh Rey, he venido y te traigo el
Hathor, muy ligada a varios festivales funerarios en Ojo de Horus que está en su recipiente, y su perfu-
24 | Egiptología 2.0
me está sobre ti, oh Rey. El perfume está sobre ti, el perfume del Ojo de Horus está sobre ti, oh Rey, y tendrás
un alma a través de él...”.
Hasta en los sarcófagos y ataúdes eran aplicados barnices aromáticos. Mismo del ajuar funerario formaban par-
te pequeños frascos con fragancias, detectadas en análisis hechas, cómo sucedió en la Tumba de Tutankha-
món. En el propio funeral, el loto azul hacia su aparición, debido a la agradable fragancia que libertaba.
Muchas veces, el faraón organizaba ceremonias de premiación a los oficiales del ejército, por su servicio pres-
tado al Reino, y les ofrecía perfumes caros, en forma de cono, que estos llevaban en sus cabezas. Estos, a
veces, también eran engrasados con ungüentos aromáticos.
Podemos, pues, garantizar que el perfume e su agradable esencia eran de extrema importancia en Antiguo
Egipto, y determinaban gran parte de la vida egipcia.
La búsqueda de las esencias divinas
Los ingredientes más comunes eran el cardamomo, la menta, el vino, la mejorana, el mirto, el loto azul, la miel,
la canela, el jazmín, la mirra y las flores de acacia y del arbusto de henna, que, a pesar de todo, aparecían so-
lamente en combinaciones más lujosas y complejas.
Muchas de las sustancias usadas, e importadas, son de difícil identificación en las fuentes históricas y arqueo-
lógicas; a pesar de que los egipcios las diferenciaban muy bien, muchas veces las identificaban con un término
genérico, como incienso.
Ante todo, era necesario iniciar la cosecha de las flores de los jardines. Enseguida, al aire libre o en talleres
propios, se picaban, aplastaban y presionaban los tallos o los frutos de la planta todavía fresca.
Después las flores o plantas eran prensadas, a través de lienzos muy finos, y molidas, y por fin se exprimía su
jugo.
La técnica más común de preparación de una fragancia pasaba por un intenso cocimiento de las materias pri-
Egiptología 2.0 | 25
mas, seguida de la mezcla de los extractos, después
de una constante filtración con agua, de las flores o
de esencias aromáticas, con aceites calientes que
servían cómo excipientes, así como algunas resinas,
raíces para aumentar el volumen del perfume.
BYL, S. A. (2013). The essence and use of perfume in Cláudia Barros estudia Arqueología en la Universida-
ancient Egypt. University of South Africa. de do Minho (Braga, Portugal). En este momento está
cursando el último año de la licenciatura.
MATA, P. P. (2009). El perfume en el Antiguo Egipto.
Boletín de la Asociación Española de Orientalistas, Su interés por el Antiguo Egipto, Mesopotamia y cultu-
pp. 185-192. ras Mesoamericanas y Andinas, apareció en 10º gra-
do, y fue lo que le impulsó a especializarse en Arqueo-
ROSE, M. (2012). O livro dos perfumes perdidos. Clu- logía. En un futuro inmediato desea especializarse en
be do Autor. Portugal. Egiptología, a pesar de que todavía no tiene decidida
una rama concreta.
SERRANO, P. G. (1996). El vestido y la cosmética en
Antiguo Egipto. Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, Uno de sus mayores sueños es tener su propia exca-
Historia Antigua, t.9, pp. 31-54. vación en Egipto, la antigua Mesopotamia, Perú, Boli-
via, México, o la Amazónia.
26 | Egiptología 2.0
Historia
Julio López Saco
Las rutas marítimas que unían centros neurálgicos de la cuenca oriental del Egeo, de Egipto a Creta, pasando
por el litoral sirio-palestino y la isla de Chipre, continuaría galvanizando el tráfico de mercancías, entre las que
destacaban materias primas varias y metales.
Egiptología 2.0 | 27
Posteriormente, el protagonismo cretense de parte o fabricados en la isla (una lanza de madera, dagas
del ámbito egeo dentro de tal red de intercambios en bronce, un arma con incrustaciones de lapislázuli
cedió paso a la presencia de los micénicos, espe- y varios vasos decorados. En uno de tales vasos se
cialmente a partir de mediado el siglo XV a.e.c., y mencionan unos zapatos que fueron obsequiados a
durante las dos centurias siguientes. Se acabarían Hammurabi.
imponiendo los productos micénicos en el mercado
internacional, desde Egipto a Oriente Próximo. Los Estos productos pueden ser de procedencia creten-
intercambios adoptarían distintas formas de expre- se, en tanto que en la Creta de la época de los pri-
sión, tanto un comercio impulsado, controlado y pro- meros palacios, se fabricaban espadas así como ob-
tegido por los palacios cretenses, que incluía el in- jetos suntuosos. En cualquier caso, no hay evidencia
tercambio formal de regalos regios entre dirigentes, testimonial de la presencia de una relación comercial
como una actividad, con cierta regulación, de parte directa entre Mari y Creta. De haberse dado, se ha-
de comerciantes individuales itinerantes. bría llevado a cabo por mediación de intermediarios.
Tal es así, que la factible presencia de cretenses en
Nos centraremos aquí en las referencias terminológi- Ugarit, a donde llegaría el estaño desde Mari, podría
cas y las transferencias iconográficas que permiten ser un indicio de la integración de Creta en la com-
observar el fenómeno de las relaciones existentes pleja red comercial en el Mediterráneo. Gracias a es-
entre estos ámbitos históricos. tos textos se conoce, además, que desde Kaptara se
exportaban a Ugarit y a Mari productos como aceite,
La constatación de relaciones (comerciales, políti- cereales, cerveza fermentada, tejidos y armas muy
cas, diplomáticas) entre los estados egeos y las mo- cuidadosamente decoradas. Parece muy probable
narquías orientales sufre un importante revés debido que la patria de los habitantes de Kaptara haya sido
a la ausencia en el mundo del Egeo de cartas regias, vista como un lugar remoto a las gentes orientales.
tratados o anales oficiales. Únicamente las tablillas En tal sentido, una tradición menciona que el dios
en lineal B pueden hacer algún aporte, aunque la in- de las habilidades de los artesanos, Kothar-wa-Ha-
formación que recogen se centra, mayormente, en sis, procedía de Caphtor, lo cual podría interpretarse
aspectos administrativos. como un indicio de la presencia efectiva de produc-
tos procedentes de la isla.
Las evidencias textuales, por lo tanto, hay que bus-
carlas en la documentación existente en Ugarit, Otro término, que aparece en las fuentes egipcias,
Egipto y los archivos de Mari. Pero también en estas y que es objeto de candorosos debates es Keftiu,
fuentes existen inconvenientes, pues principalmente generalmente asociado por una buena pare de la crí-
en las mismas se refieren topónimos, cuya identifi- tica historiográfica con la isla de Creta. No obstante,
cación con sitios o regiones específicas es una tarea también se han propuesto algunas alternativas, se-
compleja. Por otro lado, los términos pudieron haber ñalando que el vocablo se refiere a Cilicia, el norte
modificado sus acepciones con el tiempo o haber de Siria o a cierta zona “genérica” del Mediterráneo
quedado simplemente relegados de la memoria his- oriental que incluiría desde Creta hasta las costas
tórica local. cilicias en la Anatolia meridional.
Uno de los vocablos que habitualmente se asocia El término se constata por primera vez en el texto
con Creta es Kaptara o Kaphtor. El término era men- llamado las Admoniciones de Ipuwer, compuesto a
cionado en un tratado geográfico sobre el imperio de fines del Reino Medio aunque nos ha llegado en un
Sargón de Acad, aunque ha trascendido gracias a manuscrito de finales del Nuevo. Aquí se alude a un
una copia neoasiria de fines del siglo VIII a.e.c. A Egipto empobrecido; se menciona que ya no se im-
pesar de que los reyes orientales presumen en sus porta cedro de Biblos, y que no se destina tampoco
conquistas de llegar a la costa oriental del Medite- hacia Keftiu. En ciertos textos de la dinastía XVIII se
rráneo, la presencia de Creta en la esfera de control transliteraron fonéticamente palabras del lenguaje
acadio resulta bastante prematura. de los Keftiu. Es el caso de un encantamiento en el
Papiro Médico de Londres, de algunos nombres en
Más segura es la asociación del término con la isla una tablilla de uso escolar y de la inscripción del tem-
en los textos del archivo de Mari, de época del rey plo de Kom el-Hetan (Amenhotep III).
Zimri Lim (siglo XVIII a.e.c.). Uno de estos textos,
que refiere un inventario sobre el estaño recibido La palabra era conocida por los egipcios desde el
por la ciudad, se menciona la distribución del me- final del tercer milenio a.e.c., siendo mencionada,
tal en mercados occidentales, entre los que aparece aunque de manera esporádica, hasta la época de
señalado el propio de los habitantes de Kaphtor, re- Tutmosis III (primer tercio del siglo XV a.e.c.). Su
sidentes, con mucha probabilidad en Ugarit. En al- nombramiento desaparece después del reinado de
gunos otros listan objetos de procedencia cretense Amenhotep III, hacia 1375 a.e.c.
28 | Egiptología 2.0
Lo cierto es que la mayor frecuencia de aparición en
las fuentes egipcias coincide con la mayor parte del
período para el que se tienen mayores evidencias
de contacto minoico con Egipto. Un período que es,
asimismo, en el que se registran otras expresiones,
como la de “Islas en el medio del Gran Verde” o Ta-
naja, que tal vez aludan al ámbito geográfico egeo.
Más vocablos, tal el caso de a-ra-do-jo, tu-ri-jo y pe- En cualquier caso, una amplia mayoría de eruditos
ri-ta, podrían considerarse gentilicios que harían re- aceptan el vínculo entre el término hitita y la desig-
ferencia a las gentes de Arad, de Tiro y de Beirut, nación de los micénicos en los poemas homéricos:
Egiptología 2.0 | 29
achaiwoi. No obstante este posicionamiento, es muy sería el caso del tratado suscrito con el mandatario
difícil determinar la entidad geográfico-política con- de Amurru en el que el rey hitita, a la sazón, Tudaliya
creta a la que el vocablo hacía referencia. IV, impone un bloqueo marítimo a las naves de Ahhi-
yawa que tengan Asiria como destino.
Ni la arqueología ha demostrado la presencia de in-
dicios suficientes de una directa relación entre micé- En esta factible esfera de relaciones, normalmente
nicos e hititas, ni tampoco está nada claro que los hostiles entre el Imperio hitita y el ambiente micéni-
reinos micénicos del Egeo y de la Grecia continental co, debe incluirse la guerra de Troya. Este conflic-
configuraran en conjunto una potencia de determi- to adquiriría una nueva perspectiva si se admite la
nado prestigio como para ser reconocida por la can- identificación de Ilios-Troya con Wilusa-Taruisa que
cillería hitita como un poder igual, equivalente. No se menciona en los textos hititas. En este orden de
obstante, si asumimos que en uno de los textos se cosas, se han querido reconocer en determinados
alude al rey de Ahhiyawa como hermano de parte nombres que figuran en los textos hititas (Piyama-
del soberano hitita, podríamos entrever una diáfana radus, Tawagalawa, Attarisiya, Akagamuna o Alak-
indicación de estatus paritario, como se estilaba en sandus) sus equivalentes griegos (Príamo, Eteocles,
el ámbito de la diplomacia internacional. Atreo, Agamenón o Alejandro). Así mismo, siguiendo
la misma línea, se ha destacado que la ciudad o el
Por otra parte, aquellos que defienden la identifica- reino de Wilusa sufrió ataques armados en el siglo
ción de Ahhiyawa con los micénicos no logran asig- XIII a.e.c. en los que, tal vez, estuvo implicado el rei-
nar un lugar concreto a dicho reino. Se le ha que- no de Ahhiyawa. Sea como fuere, un inconveniente
rido instalar en ciertas islas del mar Egeo, caso de crucial tiene que ver con la precisa situación geográ-
Rodas, en zonas continentales y hasta en la propia fica de Wilusa. Únicamente se puede señalar su po-
Anatolia. sición relativa en relación a otros países del territorio
que están identificados, caso del área de los Lukka,
Por la contra, no es fácil pensar que hititas y micéni- dentro de la complicada geografía del Reino hitita y
cos se ignorasen entre sí, hasta el límite de no haber de Anatolia.
establecido alguna constancia escrita o material de
sus relaciones, del tipo que fuesen. Los objetos de Resulta arriesgado, sin duda, intentar delimitar espa-
factible, aunque no segura, procedencia micénica cialmente de modo preciso entre unas regiones y las
en la corte hitita solamente son dos: una espada de otras, en especial en lo tocante al oeste de Anatolia,
bronce con una dedicatoria en acadio del rey Tudali- lugar en el que tendrían que ubicarse los menciona-
ya a la divinidad de la tormenta, y el fragmento de un dos términos de Wilusa o Ahhiyawa.
cuenco que muestra la representación de un guerre-
ro micénico parecido a los que se pueden observar En función del estudio del contexto histórico y geo-
en el vaso de los guerreros de Micenas. Naturalmen- gráfico de la documentación hitita, se suele restringir
te, tampoco son abundantes los productos de pro- la condición de reino para Ahhiyawa a los textos hiti-
cedencia hitita que se han hallado dentro del ámbito tas de los reinados de Mursili III y Hatusilis III, como
egeo, pues no sobrepasan la docena. producto de sus intentos diplomáticos de conseguir
su apoyo y ayuda en contra de los elementos que
Por su parte, los documentos en Lineal B no aportan perturbaban la zona. Aunque el campo de interpreta-
menciones del Imperio hitita. Desde la perspectiva ciones permanece abierto y cambiante, en términos
hitita, los textos que mencionan el reino de Ahhiyawa generales pareciera que los hititas mantuvieron en
revelan la existencia de relaciones de tono hostil, en condiciones marginales a los reinos micénicos.
función de la continuada interferencia de dicho reino
en los asuntos anatolios. Las evidencias iconográficas que podrían, eventual-
mente, atestiguar la existencia de relaciones y con-
Una situación considerada capital a favor de la iden- tactos entre el mundo del oriente asiático y el ámbito
tificación de Ahhiyawa con los micénicos sería que egeo, presentan también ciertos inconvenientes de
uno de sus sitios de actuación fuera la ciudad de interpretación, y no siempre son evidencias seguras.
Millawanda, normalmente asociada con Mileto. Los
vínculos de esta ciudad con la civilización micéni- La pretendida presencia de elementos egeos en
ca han quedado arqueológicamente probados. Otro las pinturas murales de ciertas tumbas egipcias así
elemento favorable sería la supuesta lejanía de di- como en papiros, además del llamativo paralelismo
cho reino respecto de las zonas de control hitita. De estilístico, temático y técnico, entre los frescos des-
hecho, pareciera inalcanzable para las acciones mili- cubiertos en Egipto y en el Próximo Oriente, y los
tares terrestres hititas, de modo que se hace impres- hallados en Creta o Tera, ha propiciado interpreta-
cindible recurrir o bien a la diplomacia y al halago, ciones muy variadas. En diez tumbas de altos dig-
o bien a ciertas medidas de presión externa, como natarios egipcios de la dinastía XVIII, entre los rei-
30 | Egiptología 2.0
nados de Hapsetsut y Amenhotep III (siglos XV-XIV a.e.c.), aparecen representados en su interior varios per-
sonajes en procesión ceremonial que visten una indumentaria en apariencia egea. En sus manos cargan pro-
ductos de procedencia del ambiente egeo, probablemente al modo de tributo o de regalo al faraón. También se
observan representados otros extranjeros, lo cual hace plausible que los artesanos y pintores tebanos mezcla-
ran los rasgos de unos y de otros en el marco de un estereotipo más genérico, que simbolizaría al extranjero
que procede del otro lado del mar.
En la tumba de Rekhmire, visir de Tutmosis III, los personajes son calificados como Keftiu; en la de Menkhepe-
rreseneb, un sacerdote de Amón durante el reinado del mismo faraón, reciben por igual la misma etiqueta, aun-
que en esta ocasión acompañados de otros pueblos; en las tumbas de Amenemhat y Kenamum, de la época
de Amenhotep II, así como en la de Anen, del período de reinado de Amenhotep III, también se ve el vocablo
Keftiu, si bien se piensa que estas escenas son copias de otras de sepulcros más antiguos.
Sin embargo, a pesar del carácter estereotipado de las representaciones, las mismas revelan la presencia en
Egipto de dignatarios cretenses que, voluntariamente, acudían a la corte del faraón de turno a mostrar su re-
conocimiento. Para tal fin traían consigo regalos de gran valor, una actitud con la que testimonian de manera
fidedigna las convenciones ceremoniales al uso. No parece percibirse, en cualquier caso, en el marco de este
contexto, nada que permita hablar de una temporal sumisión del mundo egeo a la hegemonía egipcia. En rea-
lidad, tales testimonios parecen revelar la existencia de relaciones asociadas a los mecanismos de intercambio
de regalos, que suponían paridad y reciprocidad, no sumisión. El objetivo de las mismas sería, en consecuen-
cia, propiciar y consolidar contactos y relaciones de carácter político-económico entre ambas partes.
Otras evidencias que se orientan hacia esta misma en donde estuvo ubicada la antigua capital de los
perspectiva son la representación de un individuo de hicsos. Estos últimos frescos, del final del período
procedencia egea en una tumba menfita que perte- hicso, o de inicios de la dinastía XVIII, presentan lla-
neció a Horemheb, y los fragmentos de un papiro mativos paralelismos con las pinturas de Tera y con
pintado de Amarna que contenía una escena bélica determinados frescos de Cnosos, tanto en lo refe-
en la que unos probables guerreros micénicos, que rente a su técnica, estilo y a su iconografía.
portan cascos de colmillos de jabalí, aparecen en ac-
titud de correr en ayuda de un soldado egipcio caído. Representan escenas de saltadores de toros, en
Creta asociadas específicamente con Cnosos. En
Unas imágenes de distinto tenor son aquellas que una en concreto, se observa como trasfondo un la-
configuran la reproducción formal de escenas y pai- berinto visto cenitalmente. Otras escenas con para-
sajes típicamente minoicos. Se trata de los frescos lelos en el Egeo son la figura de un acróbata junto
descubiertos en localidades próximo-orientales, a una palmera, un leopardo, una falda de volantes
como Alalakh y Tell Kabri, o los procedentes de las minoica de una figura femenina, los retazos de una
excavaciones en Tell el-Dab’a, en el delta del Nilo, figura masculina con el cabello oscuro muy parecido
Egiptología 2.0 | 31
a las cabezas afeitadas de las figuras de Tera, pa-
piros azules con tallos marrones, semejantes a una
escena fluvial de Tera, parte de un ritón con un asa,
y un preciosista fragmento de un ala de grifo que re-
cuerda el ala del grifo que sostiene a la diosa sen-
tada de Tera. Estas pinturas formaron parte de una
construcción que fue devastada por Ahmose cuando
se produjo el saqueo de Avaris, hacia 1540 a.e.c.
32 | Egiptología 2.0
rostro que semeja ser minoico. No obstante, el más que probable origen anatolio de la esfinge, supondría que
podríamos estar delante de una transferencia simbólica; esto es, un símbolo de autoridad egipcio que despliega
tal función en el seno del contexto minoico.
Otros caso revelador tiene que ver con el hacha de Ahmose, el soberano que somete Avaris, y la daga de su
madre, Ahhotep, ornada con la figura de un león. Se conoce bien el carácter simbólico del hacha en la esfera
religiosa creto-minoica, probablemente adaptado en Egipto como un símbolo del poder político. Del mismo
modo, el león era un motivo extendido en el mundo egeo para expresar fuerza, poder.
Aún más ejemplos de transferencia iconográfica los hallamos en la pintura de plantas de papiro que se mues-
tran en la Casa de las Damas de Tera, en la punta áurea de un alfiler de plata de una tumba de Micenas, en
la que se representa a una diosa minoica con guirnalda de papiro y lirio, y en los palos que se adherían a las
fachadas de los santuarios minoicos (tal y como revelaron representaciones en vasijas de piedra, pinturas
murales y sellos con escenas de culto). Estos mástiles pudieron haber desempeñado la función de símbolos
del sol en Egipto. En cualquier caso, su valor simbólico, en Creta y en Egipto, habría consistido en servir de
señales del espacio sacro, un poco al modo de las dobles hachas en bronce que se ubicaban en mástiles en
los santuarios creto-minoicos.
ALVAR, J. (1989). Los Pueblos del Mar y otros movi- Julio López Saco (Caracas, 1966), es profesor e in-
mientos de pueblos a fines del Segundo Milenio. Akal. vestigador titular en la Universidad Central de Vene-
Madrid. zuela y en la Universidad Católica Andrés Bello.
BERMEJO BARRERA, J. C. (1990). El mundo del Ex-coordinador del Doctorado en Historia en la UCV y
Egeo en el II Milenio. Akal. Madrid. ex-coordinador Académico en la Escuela de Historia.
BRYCE, T. (2014). Ancient Syria. Oxford University Doctorado en Historia y doctor en Ciencias Sociales.
Press. Oxford.
Es miembro asociado activo de varios centros de in-
CAMPAGNO, M. & GALLEGO, J. & GARCÍA MAC vestigación, entre ellos el Centro de Estudios de Áfri-
GAW, C. G. (2009). Política y religión en el Medite- ca y Asia (ULA-Mérida), perteneciente a la Asociación
rráneo antiguo. Egipto, Grecia, Roma. Miño y Dávila. Latinoamericana de Estudios de Asia y África, y el
Buenos Aires. Centro de Investigaciones Filosóficas y Humanísticas
de la UCAB, además de autor de más de una decena
DEGER-JALKOTZY, S. & LEMOS, I. S. (2006). An- de libros y múltiples artículos en publicaciones perió-
cient Greece. From the Mycenaean Palaces to the dicas cuyas temáticas se centran en los ámbitos cul-
Age of Homer. Edinburgh University Press. Edinburgh. turales de la historia antigua.
GÓMEZ ESPELOSÍN, F. J. (2013). Memorias perdi- Se ha especializado en el estudio de las antiguas tra-
das. Grecia y el mundo oriental. Akal. Madrid. diciones míticas y sus referentes iconográficos, de-
sarrollando una línea de investigación que lleva por
GRIMAL, N. (1996). Historia del antiguo Egipto. Akal. nombre: El mito como sustrato de la cultura.
Madrid.
Enlaza con el autor
PARRA ORTIZ, J. M. (2012). El Antiguo Egipto. Socie-
dad, economía, política. Marcial Pons. Madrid.
Egiptología 2.0 | 33
Astronomía
Alfonso Daniel Fernández Pousada
Nos interesa, especialmente, el “Decreto de Canopo”, dado el destacable conocimiento científico que ofrece
en el campo de la astronomía, al proponer la reforma del calendario mediante la introducción de un sexto día,
sumado a los 5 epagómenos, al término de cada 4 años. Con esta medida, que nosotros conocemos como año
intercalar bisiesto y que aún conserva nuestro calendario gregoriano, buscaban los lágidas adaptar el calenda-
rio civil a la duración auténtica del año trópico, de 365’2422 días, al menos, en una fórmula aproximada hasta
el segundo decimal, con 365’25 días, cifra que demuestran conocer los sacerdotes astrónomos egipcios, a más
tardar, durante el periodo helenístico, y que seguramente habrían aprendido con bastante antelación, a juzgar
por el comportamiento anómalo de su calendario de 365 días.
34 | Egiptología 2.0
Cabe explicar que esta pequeña diferencia de poco en las excavaciones de Kom el-Hisn, mismo año en
menos de 6 horas sobre la duración total del año que Maspero localizaría en Saqqara la primera ver-
trópico, acumulada en grandes periodos de tiempo, sión de los Textos de las Pirámides. Por otra parte,
llegaría a ocasionar en la dilatada historia de Egip- en el Museo del Louvre, en la sala dedicada a la es-
to un desfase enorme entre las estaciones de Axt critura y los escribas del Egipto faraónico, se expone
(la inundación), prt (la siembra) y Smw (la recolec- la mitad de una estela de diorita, de casi 2 metros de
ción), con respecto a los fenómenos naturales que alto, encontrada en El Cairo durante el transcurso
servían para identificarlas, aspecto que no hubo de de la campaña napoleónica en Egipto y Siria. Más
pasarles desapercibido a sus habitantes, máxime al recientemente, el 16 de marzo de 2004, el equipo
tratarse de una civilización eminentemente agraria. germano-egipcio que trabaja en la región de Bubas-
De hecho, la disfunción provocó que los astrónomos tis como responsable del “Tell Basta Project”, se topó
procurasen, como subterfugio, la idea del calendario con este mismo decreto, bien visible para los devo-
deslizante, como una rueda que se desplaza a tra- tos, a la entrada del Gran Templo de la diosa Bastis,
vés de un gran engranaje, conocido como ciclo so- y a escasa distancia de las estatuas de Osorkon II y
tíaco: Sus 1460 años de duración vinieron a corres- su esposa. Por lo tanto y, como va dicho en función
ponderse con los que tardaba, de forma aproximada, de esta prolijidad de copias, no cabe atribuir la inapli-
en coincidir el día de año nuevo en el calendario civil cación a un posible desconocimiento del mismo.
egipcio de 365 días con el orto helíaco de Sirio (astro
que los griegos identificaron con el nombre Sotis, y
de ahí el nombre de este periodo de intercalación):
Egiptología 2.0 | 35
dó a Julio César la implantación del método se-
ñalado en el “Decreto de Canopo” para corregir el
desfase temporal existente en el calendario civil
romano, alumbrando el calendario juliano, cuya
reforma entró en vigor el 1 de enero del año 45
a. C. No se entiende que los egipcios, pese a im-
pulsar e incentivar la aplicación del “Decreto de
Canopo” en el ámbito latino, mantuviesen una ver-
sión obsoleta y negligente de su propio sistema de
medición del tiempo, a menos que existiese una
razón de peso para continuar esquivando la refor-
ma del mismo, a la espera de que se diesen las
circunstancias idóneas para llevar a buen puerto
su implementación. Siguiendo este razonamiento,
debemos preguntarnos qué motivo fue el que llevó
a los egipcios a perpetuar este error o, al menos, a
retrasar su reajuste hasta los tiempos de Octavio
Augusto, ya bajo la ocupación y dominación ro-
mana, cuando se puso en marcha la reforma ale-
jandrina, con la que se vino a pulsar el resorte de
inicio del calendario copto. De esta manera, en el
año 26-25 a. C. se instauraría oficialmente la dura-
ción del año civil en 365’25 días, provocando que
el año 22 a. C. contuviese, por primera vez en la
cultura nilótica, un sexto día epagómeno.
se trata de justificar la tozudez del pueblo egipcio ante el mandato impuesto por un faraón de naturaleza y ba-
gaje foráneo, helenístico. De hecho, no sería extraño vislumbrar en esta frustrada reforma la mano del también
griego Eratóstenes, matemático, astrónomo y geógrafo de origen cirenaico a quien Ptolomeo III Evergetes en-
comendó la dirección de la Gran Biblioteca de Alejandría, poco después de promulgar el “Decreto de Canopo”,
un empleo en cuyo desempeño se mantuvo entre los años 236 y 194 a. C., fecha de su muerte. Entre otros
logros, Eratóstenes inventó la esfera armilar y llevó a cabo la primera medición de la circunferencia terráquea,
situándola en 252.000 estadios griegos, un cálculo que se ajusta bastante a la realidad, aun habiéndose formu-
lado 1700 años antes de que los exploradores Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano demostrasen
la esfericidad del planeta con su expedición de circunnavegación, hecha entre 1519 y 1523.
La introducción de los años bisiestos se arroga, finalmente, a Octavio Augusto, invocando una causa más bien
frívola: Que el aniversario de su entronización se celebrase en la misma fecha, ya fuese en el calendario juliano,
vigente en Roma, ya en el calendario alejandrino que implantó en Egipto, es de suponer que con más éxito y
tenacidad que su lejano antecesor en el trono. Sin embargo, es posible que la realidad histórica haya sido muy
distinta y que la decisión sopesada por Octavio Augusto gozase de la conformidad de los eruditos egipcios. En
otras palabras, que alguna circunstancia, seguramente de género astronómico, hiciera de esta reforma algo
grato, propicio, a los ojos de los dioses de Egipto. De hecho, una las primeras acciones de Octavio Augusto
como faraón fue rendir honores al hombre a quien los egipcios consideraban su libertador máximo frente a la
opresión extranjera, Alejandro Magno, visitando su tumba en la ciudad de Alejandría. Se hizo representar a la
manera de los faraones, nombrándose “Señor de las Dos Tierras”, respetando las viejas tradiciones y haciendo
ofrendas a los dioses antiguos, como se muestra en los relieves del Templo de Kalabsha. Alcanzaría, incluso,
cierta popularidad como gobernante: Así, entre los años 24 y 21 a. C., la labor llevada a cabo por su prefecto
en el país del Nilo, Publio Petronio, al remozar y despejar el deteriorado sistema de irrigación, vino a estimular
notablemente la agricultura, despuntando una coyuntura de especial bonanza económica. También repelió la
ofensiva de la candace etíope Amanirenas, quien durante su incursión en Egipto había llegado a esclavizar a los
tebanos, como se desprende del testimonio del historiador griego Estrabón. No parecen, ni mucho menos, los
36 | Egiptología 2.0
gestos de un tirano, de un déspota, ciego y sordo ante las
necesidades y costumbres egipcias. Más bien todo lo con-
trario. En consonancia, puede que exista una buena razón
para justificar también la reforma alejandrina.
El planteamiento de Calipo parte de la siguiente premisa: El sistema de Metón es defectuoso, por cuanto 235
lunaciones y 19 años solares no dan una solución “integral”, es decir, el número de días resultantes que confor-
man 19 años no suponen un número entero, sino fraccionario, de 6939,75 días. Para refinar el procedimiento,
Calipo procedió a multiplicar la cifra de años solares por 4, el mínimo múltiplo que, aparentemente, convierte
la cifra decimal en un valor exacto. De esta manera, creó la técnica que se basa en ciclos de 76 años solares
equivalentes a 4 ciclos metónicos menos un día. El “ciclo de Calipo”, que con este nombre pasó a denominar-
se el nuevo paradigma de correspondencia lunisolar, gozó de gran éxito entre los grandes astrónomos de su
tiempo y de las épocas venideras, como es el caso del Timócaris de Alejandría, hasta el punto de que Claudio
Ptolomeo tomó este ciclo como referente de gran parte de los numerosos cálculos y observaciones presentes
en su obra capital, Almagesto. Alexander Jones (2000:142-43) recoge, entre las que parecen ser aplicaciones
más tempranas de la cronología en base a los ciclos de Calipo, cuatro observaciones del astrónomo Timócaris
que reutilizaría Claudio Ptolomeo. A saber: El tránsito de la Luna por las estrellas de Scorpius, fechado el 16 de
paofi del año 36 del primer ciclo calípico (20-21 de diciembre de 295 a. C.); el tránsito lunar junto a la estrella
Spica, fechado el 5 de tibi del año 36 del primer ciclo (9-10 de marzo de 294 a. C.); el eclipse de las Pleiades
tras la Luna, fechado el 29 de athyr del año 47 del primer ciclo (29-30 de enero de 283 a. C.): y las posiciones
relativas de la Luna y Spica, fechadas el 7 de tot del año 48 del primer ciclo (8-9 de noviembre de 283 a. C.).
Muchos papiros astronómicos del Antiguo Egipto adoptaron esta fórmula cronológica para registrar las fechas
egipcias y el paso del tiempo. En este sentido, se puede llamar la atención sobre el Papiro Demótico de Berlín
13146+13147, cuyos textos contienen una relación de numerosas efemérides celestes, como es el caso de
equinoccios, solsticios e incluso eclipses lunares; en torno a los años 17 y 32 de una “era” cuyo nombre el pa-
piro no proporciona. A través de un cuidadoso estudio de los eventos señalados, Otto Neugebauer y su equipo
llegaron a la conclusión de que los fenómenos observados se pueden y deben inscribir en el periodo que abarca
los dieciséis años comprendidos entre 85 y 69 a. C. En base a este razonamiento, el especialista Alexander
Jones, de la Universidad de Toronto, cayó en la cuenta de que el año 85 a. C. se corresponde con el año 17
del cuarto ciclo calípico, la primera de las fechas recogidas en el papiro. El mismo autor desveló que los alinea-
Egiptología 2.0 | 37
mientos planetarios contenidos en un almanaque dría, advirtió el movimiento conocido Precesión de
egipcio, fechado en los años primero y segundo de los Equinoccios, producido por la oscilación del eje
una “era” no determinada, se pueden identificar con terráqueo y que provoca un cambio en la constela-
los años 1 y 2 del quinto ciclo calípico, al producirse ción que se encuentra en el punto vernal.
idénticas correlaciones astronómicas a las referidas
en el almanaque durante los años 26 y 24 a. C. Otro A mayores de este hecho, Hiparco de Nicea va a pro-
papiro, clasificado como pOxy LX1.4137, recoge la tagonizar una nueva reforma de la versión metónica
descripción fragmentaria de algún eclipse del siglo de los periodos lunisolares, con la intención de per-
primero de nuestra era, y que se puede relacionar feccionar el método de Calipo. En este sentido, el
con las posibilidades de coincidencia ofrecidas si se niño prodigio de la astronomía procedió a refinar las
considera su inserción en el sexto ciclo calípico (A. duraciones del año trópico y de la revolución sinódi-
Jones; 2.000:141 y ss.). Al margen de estas anota- ca de la Luna, estableciendo periodos de 365 días y
ciones, como prueba del claro prestigio y prepon- 6 horas (365’25 días para el año solar); y de 29 días,
derancia de la cual gozó esta fórmula en el Antiguo 12 horas, 44 minutos y dos segundos (29’5305787
Egipto, uno de los astrónomos de la antigüedad que días para el año lunar), respectivamente. En base a
mayor empeño depositó en la potenciación del ciclo lo cual, 235 periodos sinódicos equivalen a 6.939’686
de Calipo no fue otro que el ya referido Hiparco de días, cifra partitiva (ciclo de Metón); 940 revolucio-
Nicea, que residió gran parte de su breve pero pro- nes sinódicas equivalen a 27.758’744 días, núme-
digiosa existencia en la ciudad egipcia de Alejandría, ro igualmente incompleto (ciclo de Calipo); y 3.760
cuna de las ciencias. meses lunares alcanzan el valor de 111.034,99
días, cifra que prácticamente llega al valor ideal de
En los escritos del astrónomo y matemático Claudio 111.035 días, cuando 304 años solares suponen tan
Ptolomeo (Tebaida c. 100-Cánope c. 170), griego de sólo un día más, 111.036. Estas correcciones ponen
nacimiento pero egipcio de adopción, queda cons- a Hiparco en conocimiento de que los días del ciclo
tancia de gran parte de las averiguaciones de su co- calípico tampoco se identifican con un valor entero,
lega de profesión, Hiparco de Nicea (146-127 a. C.), procediendo el propio astrónomo a crear un nuevo
quien había recogido la observación de tres eclipses ciclo, compuesto por cuatro ciclos calípicos. Se trata
lunares en la Alejandría de los años 201-200 a. C. del periodo de 304 años, que aporta valores exactos
(Almagesto; 4,11). Ahora bien, la documentación de para la duración del año solar y de la suma de perio-
estas fechas es aportada por Hiparco en base a la dos sinódicos que lo componen, 3.760.
cronología calípica, al referirse a la plasmación de
estos fenómenos en los años 54 y 55 del segundo
ciclo calípico, en la versión egipcia del calendario ci-
vil, que difiere de la ateniense al establecer el día de
Año Nuevo en el solsticio estival y no en el equinoc-
cio vernal. Se podría decir, entonces, que Hiparco
“egiptianizó” el ciclo calípico, como revela el hecho
de que su observación de la posición solar del día
16 de epifi del año 50 del tercer ciclo calípico (5 de
agosto del año 128 a. C., Almagesto; 5,3) difiera de
la cronología calípica ateniense, la cual consideraría
el año como el número 51 del tercer ciclo.
38 | Egiptología 2.0
Existe un curioso hecho que ratifica el empleo con- tratados gozaban de gran prestigio entre los pasan-
sagrado del ciclo hipárquico en los círculos más se- tes de la Biblioteca de dicha ciudad. Es en el seno
lectos de la astronomía del Antiguo Egipto. Si avan- de esta institución donde surge la reforma que será
zamos 304 años desde el solsticio de verano del año denominada, precisamente, con el nombre de la me-
330 a. C., fecha de referencia tomada por Hiparco, trópoli. La transformación del calendario tradicional
podremos situarnos en una efeméride singular, el fi- era indispensable, ya que el método de Hiparco con-
nal del primer ciclo y el inicio del segundo. Se trata taba 304 años solares de 365’25 días y, para evitar
del año 26 a. C., que ya conocemos por correspon- el desfase entre el calendario civil egipcio y el ciclo
derse con el año en el que se materializa la reforma hipárquico, no cabía mayor solución que adoptar la
alejandrina (Sánchez Rodríguez; 2.000:66), y con la medida de reconocer la presencia de un nuevo día
que se intercala un año bisiesto cada 4 años para supernumerario al final de uno de cada cuatro años:
evitar la síncopa existente entre el calendario civil El sexto día epagómeno.
egipcio y la duración del año solar, en base al cálcu-
lo de 365’25 días. Como ya se ha visto, este cono- Como agente verificador de esta hipótesis acudire-
cimiento había permanecido en criogénesis durante mos a otro astrónomo y matemático natural de Ale-
casi 2 centurias, desde la redacción del “Decreto de jandría. Nos referimos a Teón, o Theon, padre de
Canopo”, en el año 238 a. C. Volvemos a pregun- Santa Hypatia (380-415 d. C.), que vivía en el siglo
tarnos: ¿Por qué esperar hasta el año 26 a. C. para IV de nuestra era y que fue miembro del Museum
materializar, finalmente, la reforma? ¿Guarda este de Alejandría, centro dedicado a la formación y a la
hecho alguna relación con la apocatástasis del pri- investigación. Curiosamente, Teón se refiere en sus
mer ciclo hipárquico? ¿Es la noticia astronómica que escritos a un gran ciclo egipcio cuyo término se pro-
favorecía, según los dioses, la implantación de un dujo durante el quinto año de Augusto, señalando
nuevo calendario? las fechas del 26 a. C. El cronógrafo árabe Al Biruni
(973-1048 d. C.) documenta esta tradición, defen-
Fin de ciclo diendo una teoría idéntica a la que postulamos en el
anterior párrafo:
Hasta el presente, los especialistas han considerado
que la elección del emperador de Octavio Augusto ’’Fue Augusto el que arrastró a las gentes de Ale-
se debió a la siguiente cuestión: La división existente jandría a abandonar su sistema de recuento anual
a la hora de celebrar el aniversario de su conquista basado en la no intercalación de años bisiestos, para
de Egipto. La caída de Cleopatra y la consecuente adoptar el sistema ideado por los Caldeos, método
entronización de Augusto como faraón tuvo lugar un que todavía se emplea en el Egipto de nuestros
6 de mesori del primer año de reinado de Octavio tiempos. Hizo esto en el año sexto de su reinado;
sobre Egipto, según el calendario egipcio, y en las desde entonces, ellos toman ese año como época
Kalendae Sextilis del año 724 de la fundación de de nuestra era (…) Augusto quiso de los egipcios
Roma, esto es, el 1 de agosto del año 30 a. C. El que intercalasen los años, para que siempre hubie-
caso es que los romanos disfrutaban desde la refor- se consonancia entre el tiempo de los griegos y de
ma juliana del año 45 a. C., aconsejada a Julio César los de Alejandría. En este sentido, y sin embargo,
por Sosígenes, el astrónomo de la corte de Cleopa- sería necesario hilar más fino. Y es que en aquellos
tra VII Filopator, de un calendario de 365 días a los tiempos, en aquellos precisos cinco años, las gentes
que cada 4 años añadían un día supletorio; mientras aguardaban el final de un Gran Periodo de Interca-
que los egipcios mantenían el método tradicional de lación. Por esto mismo, Augusto esperó a que trans-
obviar el desfase entre las efemérides civiles y sola- curriesen estos cinco años de su mandato y, enton-
res. Por este motivo, entre los años 2 y 4 del reinado ces, ordenó a los egipcios intercalar un día entre los
de Augusto sobre Egipto, el aniversario de su ascen- meses de cada cuarto año, de la misma manera que
so al trono coincidió con el día 7 de mesori. Ya en el hacen los griegos. Inmediatamente, dejaron el uso
quinto aniversario, el 1 de agosto del 26 a. C., la ono- de los nombres singulares de cada día porque, como
mástica se trasladaría al 8 de mesori. La tradición dice la gente, aquellos que los usaban y sabían de-
acepta que, para conciliar ambas fechas, Octavio berían haber inventado un nombre para el nuevo día
Augusto promovió la instauración del calendario ale- intercalar”
jandrino, que pondría fin a las desavenencias hasta
entonces registradas entre los métodos egipcio y ro- (Al-Biruni; 1879:33, 58).
mano. No obstante, la introducción de esta reforma
pudo deberse a motivos menos chovinistas. Algunas voces quieren, erróneamente, entrever en
este “Gran Periodo de Intercalación” una referencia
El año 26 a. C. fue un momento clave para el ciclo de al ciclo sotíaco, entendiendo que la afirmación del
304 años augurado por el astrónomo Hiparco, que cronógrafo girego Censorino al ubicar la conclusión
residió gran parte de su vida en Alejandría y cuyos de este periodo en el año 139 d. C. es un yerro más
Egiptología 2.0 | 39
Estatua de Cleopatra VII. 51-30 a.C. Metropolitan
Museum of Art, New York.
40 | Egiptología 2.0
| Metropolitan Museum of Art, New York.
de los numerosos gazapos que cometió en su De die Natali. No obstante, los ciclos cuya apocatástasis coinci-
den matemáticamente con el año 26 a. C. son únicamente el primer hipárquico y el cuarto calípico. La razón de
esta confusión entre los ciclos sotíaco, calípico o hipárquico hay que buscarla en el propio Teón, quien al depar-
tir sobre el primero de ellos aseveró que su apocatástasis tuvo lugar durante el quinto año bajo la soberanía de
Octavio Augusto, es decir, en el año 26 a. C.:
’’Dado que el año que nos han dado los griegos o los alejandrinos es de 365 ¼ días, y el de los egipcios es,
como hemos dicho, de sólo 365 días, es evidente que en el transcurso de cuatro años el año egipcio adelanta
al alejandrino en un día, y en el curso de 1460 años en 365 días, esto es, en un año egipcio. En ese momento,
los alejandrinos y los egipcios señalan de nuevo el inicio de su año juntos, así como de los días y meses […].
Este apokatástasis sucede cada 1460 años desde un comienzo ocurrido en el 5º año del gobierno de Augusto,
por lo que desde ese tiempo los egipcios han vuelto a ganar un cuarto de día cada año”
Según la costumbre de los egipcios, para que se produjese tal circunstancia, habría de resultar la coincidencia
entre el día de año nuevo, celebrado en la primera jornada del primer mes de Axt, con el orto helíaco de Sirio.
Sabemos, por el “Decreto de Canopo”, que tal efeméride astronómica cayó en el primer día del segundo mes de
Smw, que se corresponde con el día número 271 del calendario civil. A falta de 94 días para completar el año
y sabiendo que cada día tardaba a la sazón 4 años en acumularse, habría que esperar 376 años para llegar al
final del correspondiente ciclo sotíaco. Dado que el “Decreto de Canopo” fue promulgado en el año 238 a. C., su
apocatástasis tendría que ocurrir, a tenor de estos cálculos, hacia el año 138 d. C., lo cual armoniza a la perfec-
ción con los datos ofrecidos por el Censorino, donde el año 138 d. C. marca el final de un ciclo sotíaco, mientras
que el 139 d. C. supone el inicio del inmediato posterior; muy lejos del año 26 a. C. en el que Teón sitúa el final
de otro gran periodo de intercalación que, bajo la luz de estos datos, debe identificarse con alguno de los ciclos
lunisolares arriba estudiados, bien sea el calípico de 76 años, bien el hipárquico de 304, de los cuales existe
constancia de su utilización al menos entre los siglos V a. C. y III d. C., lo que se ofrece un abanico de más de
800 años; los 800 que transcurren entre el empleo extensivo del ciclo metónico y su legitimación en la cronolo-
gía pública, en el año 433 a. C., y la obra De die Natali del cronógrafo Censorino, fechada en la segunda mitad
del siglo III d. C., donde todavía se alude tanto al ciclo de Calipo como al de Hiparco (Patrick O’Mara; 2003:21).
AL-BIRUNI (1879). ‘‘The Chronology of Ancient Na- Alfonso Daniel Fernández Pousada se licenció en pe-
tion’’. Oriental Translation Fund, 73. Londres. riodismo por la Universidad de Santiago de Compos-
tela, profesión que ha ejercido en Radio Voz y Cadena
FERNÁNDEZ POUSADA, A. D. (2016). Dibujando COPE, emisora, ésta última, a la que está vinculado
Egipto sobre las Estrellas. Lulu Press. Carolina del desde 2005 y donde actualmente dirige un magazine
Norte. dominical.
JONES, A. (2000). “Calendrica I: A New Callipic Da- Su pasión por la egiptología le ha llevado a participar
tes”. Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik, 129, en diversos seminarios organizados por el Instituto de
pp. 141-58. Universidad de Colonia. Colonia. Estudios del Antiguo Egipto y a publicar un trabajo de
investigación sobre los adelantos astronómicos de la
LULL, J. (2004). La Astronomía en el Antiguo Egipto. civilización del Nilo.
Universidad de Valencia. Valencia.
Egiptología 2.0 | 41
Arquitectura
Sandra Pajares Sotillo
La pirámide de Kefrén
A unque en la actualidad muchos no podemos separar los nombres de Keops, Kefrén y Micerinos (gracias
a sus impresionantes pirámides en la meseta de Guiza), la historia del antiguo Egipto no quiso que estos
monarcas reinasen en este orden. Kefrén, hijo de Keops, no gobernó inmediatamente después de su padre,
sino que quien ocupó el trono de las Dos Tierras tras él fue otro de sus hijos, Djedefre, faraón de Egipto entre
2528-2520 a.C. Djedefre, menos conocido que los anteriores, también quiso para sí una pirámide, erigida en
Abu Roash (a unos 8 km al norte de Guiza). A su muerte sube al trono, esta vez sí, su hermano Kefrén (cono-
cido en el antiguo Egipto como Khaefre) quien vuelve a elegir la meseta de Guiza para levantar su monumento
funerario, la segunda de las pirámides de Guiza.
La meseta de Guiza con las pirámides de Keops (izquierda), Kefrén (centro) y Micerinos
(derecha). | Wikimedia Commons.
Una pregunta permanece en el aire, y es que, ¿por qué Kefrén eligió Gui-
za para erigir su complejo funerario? ¿Quizá para, según algunos, darle
importancia al propio culto de su padre? Y si es así… ¿por qué intentar
que su pirámide, sin serlo, pareciese más grande que la de su progenitor?
42 | Egiptología 2.0
este templo nos encontramos con el templo de la Esfinge.
Egiptología 2.0 | 43
Estatua de Kefrén entronizado con el
dios Horus. Museo egipcio de El Cairo.
44 | Egiptología 2.0 | Kairoinfo4u.
La calzada
El templo funerario
local revestida de granito rojo. El exterior poseía una franja de granito rojo en la parte inferior de los muros y
caliza blanca en el resto.
Desde que se edificó el templo funerario de Kefrén y hasta finales del Reino Antiguo, todos los templos fune-
rarios estarían compuestos de cinco elementos principales: una sala de entrada; un patio abierto; cinco nichos
para estatuas; almacenes; y un santuario.
Un corredor conectaba el templo funerario con el extremo oeste de la calzada, en cuya zona sur había dos
cámaras de granito. Desde aquí un pasadizo llevaba al vestíbulo, y desde él se llegaba a cuatro cámaras con
suelo y techo de alabastro. Este vestíbulo conectaba, a su vez, con la sala de entrada, de nuevo en forma de
‘‘T’’ invertida y repleta de pilares monolíticos de granito. La sala de entrada poseía, en cada extremo, dos largas
cámaras cuyo significado aún no conocemos.
En el muro oeste del patio existían cinco nichos, de gran profundidad, que
también habrían albergado estatuas del rey. Dos corredores, en el sur y en el
norte del patio, conectaban por un lado las estancias más sagradas del tem-
plo, al sur, y el recinto amurallado que rodeaba la pirámide de Kefrén, al norte.
Fuera del templo existen cinco pozos para barcos, dos en el norte y tres
Templo funerario de Kefrén. al sur, los cuales, al contrario que algunos de los del complejo funerario de
| Fabio Zannier. Keops, se encontraron vacíos.
Egiptología 2.0 | 45
Pirámide de Kefrén, 1850. Metropolitan Museum of
46 | Egiptología
Art, New York.2.0
| Maxime Du Camp.
La pirámide subsidiaria El interior de la pirámide de Kefrén
La pirámide de Kefrén, al igual que la de Keops, A su interior se accede a través de dos entradas en
cuenta con una pirámide subsidiaria, de la cual, ac- la zona norte de la pirámide, una esculpida en la roca
tualmente, se encuentra poco en el lugar, ya que fue madre de la meseta y otra a unos 12 m de altura
desmantelada para utilizar su piedra en otras cons- sobre su cara norte. De ellas parten unos corredo-
trucciones (del Egipto árabe de época medieval). res que se unen en su interior y llevan a la cámara
Pudo servir como lugar de enterramiento para las funeraria.
estatuas Ka de Kefrén.
La primera de las entradas se encuentra alejada
En su interior un corredor, que se extiende por deba- unos metros de la cara norte. Al acceder por ella pri-
jo de la pirámide, fue esculpido en la roca y sellado mero da paso a un pasadizo descendente, esculpido
con 3 bloques de piedra caliza. En él se excavó una en la roca, al cual le sigue otro horizontal y después
cámara que contenía una caja de madera con un
mueble en su interior. Este mueble pudo ser un san-
tuario, roto deliberadamente antes de ser guardado,
que habría servido para llevar una estatua del rey.
La pirámide de Kefrén
Egiptología 2.0 | 47
Reina’’ de la pirámide de Keops, o quizá una primera cámara funeraria que quedó inutilizada.
El corredor descendente que parte de la segunda entrada (situada en la cara norte de la pirámide) atraviesa
la pirámide hasta llegar a la roca madre de la meseta, donde continúa en horizontal hasta la cámara funeraria.
Algunos tramos de estos corredores fueron recubiertos de granito rojo.
La cámara funeraria, de algo más de 14 m de este a oeste y casi 5 m de norte a sur, tiene una altura de unos 7
metros. Parte de la misma fue excavada en la roca de la meseta, exceptuando su techo, realizado con piedra
caliza y con doble vertiente (con la misma inclinación que las caras de la pirámide).
Cámara funeraria de la pirámide de Kefrén y Grafiti realizado por Giovanni Battista Belzoni en el interior de
la cámara funeraria. | Jon Bodsworth.
El sarcófago, de granito negro pulido y situado casi en el eje central de la pirámide, se situó en la pared oeste
y estaba parcialmente embebido en el pavimento. De él aún se conserva su tapa, aunque partida en dos. Un
agujero en el lado sur de la cámara pudo ser utilizado para albergar las vísceras del faraón (de ser así sería el
primer cofre, o hueco para cofre, para vasos canopos descubierto en una pirámide).
El 2 de marzo de 1818 Giovanni Battista Belzoni fue el primero en entrar en la pirámide en época moderna.
A la pirámide y al complejo funerario de Kefrén habría que añadirle dos elementos más, la Esfinge de Guiza y
su templo (que ya aparecieron en el número 8 de esta publicación).
EDWARDS, I. E. S. (2011). Las pirámides de Egipto. Sandra Pajares se licenció en Arquitectura Superior
Crítica. Barcelona. mostrando especial interés por la Historia de la Arqui-
tectura. El antiguo Egipto es su mayor pasión, lo que
KEMP, B. J. (2008). El Antiguo Egipto. Anatomía de le ha llevado a realizar diversos cursos sobre el mun-
una civilización. Crítica. Barcelona. do faraónico (especialmente sobre su arte).
LEHNER, M. (2007). The Complete Pyramids. The Creadora del blog “Bajo las arenas de Kemet” donde
American University in Cairo Press. El Cairo. analiza y estudia la Arquitectura del antiguo Egipto.
PARRA, J. M. (2001). Las pirámides. Editorial Com- Especializarse en esta materia y un futuro Máster en
plutense. Madrid. Egiptología son dos de sus grandes metas.
48 | Egiptología 2.0
Faraones
Heródoto de Halicarnaso
Cleopatra VII era hija del soberano Ptolomeo XII (80 - 51 a.C.)
y su esposa y corregente Cleopatra VI Trifena. Su infancia, de
la que se conocen pocos datos, debió de estar marcada por la
inestabilidad política del reinado de su padre, una marioneta en
manos de los senadores de la República romana. Su política
exterior se basó siempre en impedir la anexión de Egipto como
una más de las provincias romanas. Para ello, se sirvió a me-
nudo de los sobornos a los políticos romanos más influyentes,
como Julio César o Pompeyo. El miedo de Ptolomeo XII a per-
der la independencia de su reino fue tal que ni siquiera manifes-
tó ninguna queja a los romanos cuando conquistaron el reino
de Chipre, donde gobernaba su hermano. Como resultado de
esta pasividad, tanto la Corte como la población de Alejandría
se rebelaron contra Ptolomeo y fue sustituido en el trono por su
hija, Berenice IV, hermana mayor de Cleopatra VII.
debía ser gobernado por sus dos hijos mayores: Cleopatra VII, de unos dieciocho años, y Ptolomeo XIII (51 - 47
a.C.), de diez años. Aprovechando que su hermano era demasiado joven para gobernar de forma autónoma,
Cleopatra VII se impuso y se presentó como única soberana de Egipto. Esto no gustó nada a los partidarios de
su hermano, que decidieron buscar la manera de apartarla del poder. En esos años había un gran descontento
popular por la excesiva presión fiscal y las hambrunas provocadas por las malas cosechas. La impopularidad
de la reina creció también por su política de apoyo a Pompeyo contra Julio César en la guerra civil romana. Este
Egiptología 2.0 | 49
clima finalmente fue el que uti-
lizaron sus enemigos para im-
ponerse y obligarla a huir de
Egipto en el 48 a.C. A diferen-
cia de su padre, Cleopatra VII
no viajó a Roma en busca de
ayuda, sino que se trasladó a la
provincia romana de Palestina
para reclutar un ejército propio
con el que recuperar su trono.
costa fue asesinado y decapitado por orden de Ptolomeo XIII, que buscaba congraciarse con la Roma del triun-
fal Julio César. Unos días después, cuando el propio César llegó a Egipto en persecución de su adversario,
unos consejeros del faraón le presentaron la cabeza de Pompeyo. A pesar de sentirse aliviado por el fin de su
rival político, César no podía dejar impune el asesinato a traición de un gran ciudadano romano. Por ello se
adentró en la ciudad de Alejandría y se apoderó del palacio real, desde el que mandó llamar a Cleopatra y a
Ptolomeo XIII.
Cleopatra y Julio César
Al año siguiente (47 a.C.) nació el hijo de la unión entre Cleopatra y Julio César,
que recibiría el nombre real de Ptolomeo XV “Cesarión”. Mientras tanto, el reparto
equitativo de poder no satisfacía a ninguno de los dos hermanos, y se podía espe-
rar la continuación de la guerra. Nuevamente, Cleopatra fue más inteligente al no
mover ficha y esperar la jugada de su hermano. Los partidarios de Ptolomeo XIII no
tardaron mucho en oponerse por las armas a la decisión romana, y por ello fueron
ejecutados, incluido el propio Ptolomeo XIII. Como resultado de la disputa, Cleopa-
tra, con veintidós años, se casó con otro de sus hermanos menores, de trece años,
Ptolomeo XIV para reinar conjuntamente.
Estatua de basalto ne-
gro en la que se repre-
En el otoño del 46 a.C., Cleopatra, su hijo Cesarión y su hermano-esposo Ptolomeo
senta a Cleopatra VII.
| George Shuklin.
XIV viajaron a Roma para visitar a Julio César. Éste se encontraba en el culmen de
50 | Egiptología 2.0
Busto de Cleopatra elaborado en arenisca.
Colección François Antonoich, Paris.
| Ángel M. Felicísimo. Egiptología 2.0 | 51
su poder gracias a su historial de victorias desde hacía
más de una década. El César instaló a la familia en una
villa situada al otro lado del río Tíber, y mandó construir
una estatua de oro de Cleopatra como Venus. Se que-
daron en la villa romana hasta el 44 a.C., año en el que
se produjo el asesinato de Julio César por los senadores
romanos en los idus de marzo.
52 | Egiptología 2.0
hijos con Cleopatra. Yendo más allá, en el año 36 a.C. Cleopatra daba a luz a su tercer hijo con Marco Antonio,
Ptolomeo Filadelfo.
Finalmente, el hecho que enemistó a la Roma de Octaviano con el Egipto de Cleopatra fue las llamadas Dona-
ciones de Alejandría. Marco Antonio organizó una ceremonia pública por la que los hijos de Cleopatra, incluido
Ptolomeo XV Cesarión, se convirtieron en los reyes de los territorios orientales devueltos a Egipto, y de los
territorios que se conquistaran hasta llegar a la India.
Egiptología 2.0 | 53
a ser utilizada por nadie. Convenció a Octaviano de
concederle una última cena en sus aposentos para
hablar con su esposa Livia con el objetivo de que in-
tercediera por la vida de sus cuatro hijos. Finalizada
la cena, Cleopatra se quedó a solas con dos de sus
sirvientas, Eiras y Carmión, y juntas se suicidaron
después de haber enviado un mensaje a Octaviano
con sus intenciones.
LARA, F. (1998). Diccionario biográfico del mundo an- Heródoto de Halicarnaso nació en Tenerife en 1990,
tiguo. Egipto y Próximo Oriente. Aldebarán. Madrid. mostrando desde pequeño su afición por el conoci-
miento de lo sucedido en el pasado. Se licenció en
SHAW, I. (2014). Historia del Antiguo Egipto. La esfera Historia por la Universidad de La Laguna en 2013,
de Libros. Madrid. mostrando interés sobre todo por la historia antigua
de Egipto y Próximo Oriente, la Historia del Siglo XX,
SCHULLER, W. (2008). Cleopatra. Una reina en tres la creación de la imagen real en la edad moderna, y la
culturas. Siruela. Madrid. Historia militar antigua y contemporánea.
TYLDESLEY, J. (2008). Cleopatra. La última reina de Desde febrero de 2014 lleva el blog “Historiae”, en
Egipto. Ariel. Barcelona. el que trata de enseñar la Historia de la Humanidad,
independientemente del nivel de conocimientos del
AUTORES, VARIOS. (2013). Egipto. National Geogra- lector, y de una forma en la que se trata de combinar
phic. RBA. Barcelona. el rigor, la profesionalidad y la veracidad, con la sen-
cillez, la amenidad y la visualidad. Además, es redac-
tor habitual en la sección de Historia de la web “Que
Aprendemos Hoy”.
54 | Egiptología 2.0
Vida cotidiana
Marta Pérez Torres
Música y danza en el
Antiguo Egipto
D esde el principio de la historia de la humanidad, la música ha estado presente siempre en sus diferentes
facetas, en celebraciones, en la vida cotidiana, y en rituales de todo tipo. La música es una de las facetas
más expresivas del espíritu de la persona. Sería muy interesante estudiar la historia de la música desde sus
orígenes prehistóricos, pero hoy, el tema que nos ocupa, es el Antiguo Egipto, donde la primera teoría musical
que se conoce data del 3150 a.C. Aunque, lógicamente, sufriría cambios a lo largo de los 3000 años de historia
de esta civilización, vamos a tratar de verla en sus rasgos más generales.
Arpista. Tumba de Najt. | Wikimedia Commons. Diodoro de Sículo, historiador del período romano,
nos decía que la música era muy cultivada por los sacerdotes egipcios, ya que éstos eran hombres de cien-
cia, de la que tenían grandes conocimientos. Según ellos, los orígenes de la música hay que buscarlos en los
dioses. Hay una amplia representación de músicos tocando gran variedad de instrumentos, en tumbas y en
templos.
Además, relacionan directamente a dioses concretos con la música, siendo Hathor la diosa de la música y la
danza (entre otros muchos epítetos), Osiris el creador de la Música, Thot y Ptah relacionados con algunos ins-
trumentos, o Meret la diosa del canto y la danza, como refiere Pérez Arroyo en su investigación sobre la música
en la era de las pirámides. (“Cultura, cosmos y dioses de la música”, La Música en la era de las pirámides,
Madrid, 2001, pág. 91.).
Según autores griegos, los egipcios enseñaban música a otros pueblos, entre ellos a los mismos griegos, sien-
do los músicos de Alejandría los más versados en esta disciplina.
Egiptología 2.0 | 55
Volviendo a la esencia de la música,
para los egipcios, ésta era la fuerza crea-
dora del Universo, por ello, los egipcios
no dejaban nada, tampoco en música,
al azar y a la improvisación, sino que
buscaban la perfección, esa perfección
que favorecía la “Maat”, tomada como
el equilibrio que regía toda la vida en el
Antiguo Egipto, y cuya salvaguardia era
el principal objetivo del rey.
Fue estudiada por personajes de la talla de Champollion, que encontró numerosos instrumentos, hoy en el
Louvre, y de Mariette, que realizó estudios de musicología egipcia y asesoró al propio Verdi para la creación en
la ópera “Aída”.
En primer lugar, una función religiosa. Es más que probable que, en los templos, las lecturas diarias, se reali-
zaran por medio de cánticos, siendo así la música el vehículo hacia los dioses. Además, se efectuaban cantos
y danzas muy diversas, dedicadas a estos dioses, por grupos de cantantes y bailarinas. Como he referido an-
teriormente, la música estaría también ligada a varios de ellos.
Dentro de esta función religiosa, incluiríamos la música producida para pedir la fertilidad, la crecida benéfica del
Nilo o y el buen término las cosechas. Recordemos que para los egipcios tenían mucha importancia las fuerzas
de la naturaleza y estaban relacionadas estrechamente con la religión.
En segundo lugar, la música también podía ser utilizada para animar, y marcar el ritmo del trabajo, especialmen-
te para los constructores, con ritmos de percusión, tambores y cánticos.
Otra función de la música era estar representada en el ámbito militar, no tal y como la conocemos en la ac-
tualidad, sino más bien como una forma de percusión, que sería una forma de comunicación, sobre todo en el
campo de batalla.
56 | Egiptología 2.0
Danzarina del Museo Egipcio de Turín. Piedra caliza, 1570-1070 a.C. | Scala Archives.
Papiro Médico de Kahun, el más antiguo sobre me- Ser representada en las fiestas. En las reuniones so-
dicina en el Antiguo Egipto, se hace referencia a la ciales, los músicos eran muy importantes, colocán-
influencia beneficiosa de la música, en todo el cuer- dose siempre en el centro del salón, alrededor de
po humano. ellos, los bailarines y bailarinas, y alrededor, el públi-
co asistente al evento. La música siempre iba unida
Igualmente importante sería la función educativa, ya a la danza, y se consideraban imprescindibles para
fuera directamente en el aprendizaje de esta discipli- cualquier fiesta que se preciara. Los restos que nos
na, aunque no como asignatura específica dentro de han quedado, nos presentan la danza en el Antiguo
los centros de enseñanza, ya fuera, según nos dice Egipto, a base de una serie de poses, figuras, en la
Estrabón, acompañando en el aprendizaje de las le- que los artistas, fueran hombres o mujeres, bailaban
tras o de las frases. Siglos después el filósofo Platón juntos o por separado, aunque normalmente prefe-
se referiría a la música como de gran utilidad por sus rían bailarinas, por considerarla más elegantes.
beneficiosos efectos, en la mente de los jóvenes, co-
rroborando a los egipcios. Aún hoy son conocidos Las primeras alusiones a la danza la vemos en va-
los beneficios de la música para la salud y la mente. sijas predinásticas, donde aparecen mujeres dan-
zando o, como hemos dicho anteriormente, tocando
Otra función de la música habría sido la de acom- crótalos.
pañamiento del difunto en todo el proceso hasta su
enterramiento. Después del ritual de momificación, Las Ibawt eran las bailarinas profesionales, seleccio-
en el que se realizaban oraciones y cánticos, co- nadas por sus dotes y cuya misión, más que trans-
menzaba la procesión funeraria hasta la tumba, a la mitir sus sentimientos, era provocar sentimientos y
que asistían los familiares y amigos del difunto, los reacciones en el público. Se conocen cargos como
grupos de plañideras (características de esta civiliza- “Supervisora del conjunto musical del Faraón”, “Su-
ción), y los músicos, entonando cánticos para ayudar pervisora de las bailarinas”, o “Responsable de los
al difunto a pasar al más allá y favorecer su resu- ornamentos de las bailarinas”.
rrección. En un plano más profano, otra función no
menos importante, era la de entretener y celebrar. Eran mujeres muy bien consideradas, que también
Egiptología 2.0 | 57
participaban en ritos funerarios y aparecían representadas en tumbas.
Si nos fijamos en los registros en relieves, vemos claramente algunos movimientos relacionados con la actual
danza egipcia: caída de cadera llamada drop, movimientos circulares de cadera, y algunos acrobáticos. La
danza estaba muy relacionada con los ejercicios gimnásticos.
Los estudiosos han llegado a diferenciar seis tipos de danzas: religiosas, no religiosas, de banquetes, de harén,
de combate y de la calle.
Bailaban dos tipos de ritmos: unos más lentos, que favorecían todos estos tipos de posturas, sensuales, ele-
gantes, más representados en fiestas privadas, y otros más rápidos, que iban al ritmo binario de crótalos, per-
cusiones y palmas. Algunas de las posturas eran semejantes al ballet clásico actual.
Las bailarinas podían ir vestidas con túnicas, tocados, pelucas, joyas, o simplemente iban desnudas con un fino
cordón alrededor de la cadera. Siempre bailaban descalzas.
No era frecuente que las clases más altas interpretaran danzas. Era algo reservado al pueblo, que se ganaba
el sustento bailando en las fiestas de los más adinerados. La música y la danza eran indispensables en estas
fiestas. También era frecuente enseñar música y danza a los sirvientes de las casas, quienes así podían entre-
tener en las fiestas familiares.
Los campesinos y las clases bajas, en sus propias celebraciones, realizaban danzas muy lejos de la elegancia,
y más de pantomima o burla.
-Danza de Hathor, donde bailarinas saltaban y giraban para celebrar que la diosa Hathor recibía al difunto.
También se realizaban las danzas hathóricas como cantos coreografiados en honor de la diosa. Otra ocasión
para danzar a Hathor era en los esponsales de la diosa con Horus. Una variedad era la danza de los espejos
(Mastaba Mereruka)
-Danza de la mesa de ofrendas, como parte del ritual funerario. Las bailarinas danzaban alrededor de la mesa
de ofrendas del difunto.
58 | Egiptología 2.0
-Danza del Opet, representada por bailarinas que bailaban en la procesión por la unión de Amón y Mut en el
templo de Karnak.
-Danza del Año Nuevo, que celebraba la llegada de la inundación. Se pretendía aplacar a Sejmet para que no
mandara enfermedades y calamidades.
Cuerda
-Liras, igualmente de forma y decoración muy variada, aunque bastante más pequeñas que las arpas y con
menor número de cuerdas. Se usaban como acompañamiento de la voz. Eran instrumentos de origen asiático
-Guitarras de tres cuerdas, llamada Nefer, tocada con un plectro, lo que nos lleva a pensar que podría tener
cuerdas metálicas en vez de orgánicos.
-Laúd, a partir del Imperio Nuevo, procedente de Próximo Oriente. Algunos estaban fabricados a partir de capa-
razones de tortugas de distintos tamaños.
Viento
-Flauta (ma.t) de caña. Instrumento que sonaba al ser soplado, y tenía entre dos y seis orificios para tapar y
obtener los sonidos.
-Flauta doble (ma´met), también llamada chimirria. Con una caña para los sonidos graves y otra para los agu-
dos. Era de origen asiático y generalmente era tocada por mujeres.
-Trompetas, sólo para ceremonias militares o religiosas. Creían que había sido un invento de Osiris, y se to-
caban en parejas. Surgieron, supuestamente, para elejar a los malos espíritus. Aparecieron trompetas que la
tumba de Tutankhamon, que fueron restauradas y grabado su sonido.
Percusión
-Panderetas, utilizadas sobre todo en contextos religiosos. Muy similares a las actuales, tanto en su forma,
como en el modo de tocarlas.
-Crótalos, que se utilizaron desde la época tinita hasta el final de la civilización, aunque variando en formas y
tamaños. Imprescindibles para las bailarinas, que hoy día los siguen utilizando en las danzas orientales.
Egiptología 2.0 | 59
-Varillas que chocaban entre sí,
de hueso, marfil, caña o barro
cocido. Sonidos binarios.
cha.
En definitiva, la música y la danza han ido unidas a la historia misma de la Humanidad. Sobre la música egipcia,
nos han llegado varias manifestaciones, la mayoría de ellas gracias a relieves, frescos o restos de instrumentos
musicales, pero sigue siendo un misterio cómo la interpretaban. Nos puede dar una idea los actuales cánticos
religiosos coptos, que han mantenido con bastante fidelidad la esencia de la música del Antiguo Egipto. Todo
un mundo por descubrir.
GARDNER WILKINSON, J (2002). Los Egipcios. Su Marta Pérez Torres, es profesora de pedagogía tera-
vida y costumbres. Biblioteca Historia. péutica en ejercicio desde 1990, aunque su gran pa-
sión es el Antiguo Egipto.
PÉREZ LARGACHA, A. (2003). Antiguo Egipto. Acen-
to. En 2002 comenzó, junto al coautor de su libro “Ne-
heh”, a escribir artículos y publicarlos en su página
ROBERTSON y STEVENSON, D. (1993). Historia web Egiptodreams. Durante los 15 años que lleva
General de la música l. Istmo. operativa la web, han ido creando blogs, foros y dife-
rentes comunidades.
GROUT, D. J. (2015). Historia de la música occidental.
Alianza. Ha realizado numerosos cursos de egiptología con
la UNED (Universidad de Málaga), CEPOAT (Uni-
PÉREZ ARROYO, R. (2001). La música en la era de versidad de Murcia), UB (Universidad de Barcelona),
las pirámides. Centro de Estudios Egipcios. Universidad de Manchester, Asociación Andaluza de
Egiptología, Instituto Virtual de Ciencias Humanas y el
DIODORO DE SÍCULO. (2003). Biblioteca Histórica. Instituto de Estudios del Antiguo Egipto.
Libros I-III, Egipto. Alianza.
Ha impartido diversas conferencias para múltiples
asociaciones e instituciones y talleres para niños de
secundaria y bachillerato.
60 | Egiptología 2.0
Mitología
José Luis Azorín Navarro
Culto y evolución
iconográfica de Khepri
E l dios Khepri era la forma del dios Sol que representaba al disco
solar cuando surgía por el horizonte oriental, es decir, era uno
de los tres aspectos de la divinidad solar durante el día: Khepri era
considerado el sol de la mañana, Ra el poderoso sol del mediodía
y Atum el sol anciano y moribundo del atardecer. Simbolizaban las
tres divisiones del día egipcio: la mañana, el mediodía y la tarde
(Tyldesley, 2010, 48). Tal es el caso, que los egipcios dejaron cons-
tancia de esta creencia, como vemos en una representación de
la tumba de Seti II (KV 15), con las tres mencionadas divinidades
encarnando la totalidad del día (Schulz y Seidel, 2012, 522).
Egiptología 2.0 | 61
cuando se dirige desde el poniente hacia el naciente…
pomorfo con cabeza de escarabajo o con otras combinaciones como veremos a continuación.
Comenzando con las representaciones de Khepri como escarabajo, puede ser representado como un escara-
bajo dentro de un “círculo”. En la tumba de Merenptah (KV 8) encontramos una imagen tripartita del dios sol,
simbolizando la totalidad del día con un eje simbólico este-oeste, como hemos mencionado anteriormente. En
este ejemplo el disco solar exterior está pintado de amarillo, mientas que otros ejemplos de la propia tumba
lo están en rojo, simbolizando momentos distintos del día (Wilkinson, 2003a, 88). Ejemplo similar es el de la
tumba de Seti II (KV 15) con las representaciones de Khepri, Ra y Atum como símbolos de la totalidad del día,
la mañana, la tarde y el ocaso respectivamente. Estos dos ejemplos se relacionan con la idea de pluralidad de
los egipcios. Estos asociaban la pluralidad al número tres, de ahí que, desde los primeros tiempos, la escritura
jeroglífica utilizara un grupo de tres determinativos gráficos, y después tres trazos ortográficos, como indicador
de pluralidad (Wilkinson, 2003a, 146s).
Otras de las formas en las que Khepri puede ser
representado es surgiendo de un “círculo”, como
observamos en el registro medio del techo de la
cámara G de la famosa tumba de Ramsés VI. Se
representa un gran disco solar, del que emergen,
en su parte superior, la cabeza de un carnero, y,
en su parte inferior, la cabeza de un escarabajo
que empuja un pequeño disco solar. Sobre la ca-
beza del carnero encontramos el verbo “ocultar”
(H3p), refiriéndose al dios sol del ocaso, Atum.
Con esto, volvemos a encontrarnos con una ima-
Imagen tripartita del dios sol. Tumba de Merenptah, Va-
gen tripartita del dios sol, simbolizando la totali-
lle de los Reyes, Tebas, dinastía XIX y tres formas del
dios sol, representando la totalidad del día. Tumba de dad del día.
Seti II (KV 15), dinastía XIX. Valle de los Reyes.
| Weeks, R. (2006) / Wilkinson, R. (2003). Una tipología similar encontramos en el muro iz-
quierdo (sur) de la cámara J de esta misma tumba. Khepri emerge del sol en su forma de escarabajo, estando
sus alas desplegadas. Esta escena pertenece a la quinta hora del Amduat, cuando Khepri se arrastra fuera de
su tumba. El disco solar está flanqueado por dos ureus, y estos, a su vez, por dos cadáveres que se encuentran
en sus santuarios. Además, un brazo sale de la tierra frente Atum con cabeza de carnero. Esta imagen simbo-
liza la conversión de Ra en Khepri (Minas-Nerpel, 2006, 220s). Es común que el arte egipcio presente al dios
Khepri como un escarabajo alado. Sin duda, uno de los ejemplos más célebres es un ornamento pectoral con
62 | Egiptología 2.0
Escena de Khepri alado emergiendo de Ra. Tumba de Ramsés VI (KV 9), dinastía XX. Valle de los Reyes.
| Minas-Nerpel, M. (2006).
forma de escarabeo perteneciente a Tutankhamón. Se piensa que el rey pudo llevar esta joya en vida. Mues-
tra la imagen de Khepri como dios del sol de la mañana. Sin embargo, el contenido pragmático del mismo va
mucho más allá, pues los signos superpuestos del disco solar, el escarabajo y las tres líneas colocadas sobre
un cesto no hacen otra cosa que reproducir el nombre de ny-sut-bity del rey, nb xprw ra, vinculando de esta
forma la persona del rey al recorrido del sol (Schulz y Seidel, 2012, 239). Dentro de este marco debemos situar
también la simbología del color. A menudo, como en esta ocasión, las joyas y pinturas muestran un color azul,
o incrustaciones de lapislázuli, para remarcar simbólicamente la asociación del escarabajo con el ámbito celes-
te, diferenciándose de las imágenes de los textos funerarios, donde el escarabajo aparece de negro, su color
auténtico (Wilkinson, 2003, 232).
Ornamento pectoral con forma de escarabeo, elaborado en oro con incrustaciones. Con unas medidas de 9 x 10,5
cm. Tumba de Tutankhamón (KV 62), dinastía XVIII. Museo egipcio de El Cairo. Título de ny-sut-bity de Tutankha-
món, nb xprw ra, “El Señor de las manifestaciones es Ra” y estela de un orfebre de Amón construida en arenisca.
Tiene unas medidas de 35,7 x 27 cm. Dinastía XVIII. Musées royaux des Beaux-Arts, Bruselas.
| Schulz, R. y Seidel, M. (2012) / Wikimedia Commons / Global Egyptian Museum.
En una estela de un orfebre de Amón, cuyo nombre no se ha conservado, encontramos como motivo central un
escarabeo alado. Sus patas delanteras sujetan un gran disco solar y su cuerpo está flanqueado por dos cobras
coronadas con un disco solar con cuernos de vaca. Estos símbolos remarcan el carácter solar del documento,
en el que se narra un pequeño himno dirigido al sol. Otro ejemplo de escarabajo alado lo encontramos en la
caja del carro de guerra hallado por H. Carter en la tumba de Tutmosis IV (KV 43) (López Grande, 2003, 62).
Egiptología 2.0 | 63
Escena de la tumba de Pesorisis con Khepri con
Dibujo de H. Carter sobre la decoración interna de la corona Atef. Tuna el-Gebel. Siglo VI a.C.
la caja del carro de guerra hallado en la tumba de | Minas-Nerpel, M. (2006).
Tutmosis IV (KV 43). Dinastía XVIII. Valle de los
Reyes. | López Grande, M. J. (2003). de la tierra, simbolizando la colina de la tumba de
Osiris, y tocando el borde del Sol. Alrededor de esta
Khepri también puede lucir atributos o partes de composición encontramos a las diosas Isis y Neftis
otros dioses. Una variante de la imagen del dios fu- en forma de aves funerarias. Este es el lugar donde
siona el cuerpo de un escarabajo con la cabeza de el Sol vence a la muerte y surge como un escarabajo
un carnero, simbolizando la unión de Khepri y Atum, renovado, aludiendo a esta forma de Khepri como
o la combinación del sol naciente con el sol del oca- dios del renacimiento, en busca de ayudar al avance
so (Wilkinson, 2003b, 232). Ejemplo de ello es este por el inframundo (Minas-Nerpel, 2006, 164).
motivo de un ataúd de la dinastía XXI (Minas-Men-
del, 2006, 324). En el Libro de la noche
encontramos a Khepri
como escarabajo junto al
signo pt, “cielo”. Esta es-
cena presenta una mesa
de ofrendas sobre la que
descansa un escarabajo
recostado. A su lado se
halla el signo pt empu-
jado por un escarabajo,
simbolizando la trans-
formación del difunto en
un ser rejuvenecido en-
carnado en la figura del
niño.
64 | Egiptología 2.0
Otro ejemplo de Khepri en su forma de escarabajo sobre una barca solar
nos lo proporciona el Papiro de Anhai. En este aparece el dios de pie en
una barca que está siendo arrastrada por Nun como la personificación del
caos acuático primigenio dirigiéndose a los cielos representando el mo-
mento de la creación (Wilkinson, 2003b, 231). La creación original también
se refleja en el cielo del amanecer diario del sol (Wilkinson, 2003b, 117).
Otro ejemplo lo encontramos en el motivo de un ataúd de la dinastía XXI
comentado anteriormente.
Egiptología 2.0 | 65
representaba el escara-
bajo a través de Khepri,
símbolo de renacimiento,
resurrección y vida eter-
na. Mediante la magia,
proporcionaba protección
a su portador, tanto en la
vida como en la muerte.
66 | Egiptología 2.0
Khepri momiforme. Tumba de Nanj. Dinastía XXI y Escena del Libro de los muertos con Khepri antropomorfo
con un escarabajo de tocado. | Minas-Nerpel, M. (2006).
Egiptología 2.0 | 67
cripciones propagandísticas…) como hemos podido comprobar. No obstante, debemos de entender que la reli-
gión egipcia es un fenómeno demasiado complejo para definirlo con etiquetas simples.
Es por ello por lo que en el presente estudio me he limitado al comentario iconográfico de las escenas en las
que aparece Khepri. El análisis del verdadero papel del dios, así como su completa simbología en cada una de
las escenas supondría un amplio y detallado estudio que saldría del marco fijado del presente trabajo.
Centrándonos en el plano iconográfico, si bien es cierto, que son numerosos los atributos que se asocian a
Khepri, este es un dios estrechamente vinculado a la imagen del escarabajo, en busca de asimilar la idea de
autocreación que tenían los egipcios de este insecto. Son numerosos los motivos asociados a Khepri, como
demuestran las diversas escenas del dios expuestas, tanto en su forma de coleóptero como en su forma antro-
pomorfa.
Barcas solares, alas, un alma ba o la corona Atef son ejemplos de ello. También son recurrentes sus repre-
sentaciones junto a otros dioses como Atum y Ra, representando la totalidad del día, o las composiciones que
combinan un cuerpo de escarabajo con la cabeza de un carnero, simbolizando la unión de Khepri y Atum, la
combinación del sol naciente con el sol del ocaso (Wilkinson, 2003b, 232).
LÓPEZ GRANDE, M. J. (2003). Damas Aladas del an- José Luis Azorín Navarro es Graduado en Historia por
tiguo Egipto: estudio iconográfico de una prerrogativa la Universidad de Valencia (2013-2017) y actual es-
divina. Fundació Arqueológica Clos. Barcelona. tudiante del Máster de Egiptología del IEPOA en la
Universidad Autónoma de Barcelona.
LURKER, M. (1995). An illustrated dictionary of the
gods and symbols of Ancient Egypt. Thames and Hud- Es miembro del Instituto Valenciano de Egiptología
son. Londres. (IVDE). Ha participado en variados cursos y semina-
rios de temática egiptológica y de Próximo Oriente, así
MINAS-NERPEL, M. (2006). Der gott Chepri. Untersu- como en excavaciones de civilización ibérica.
chungen zu Schriftzeugnissen und ikonographischen
Quellen vom Alten Reich bis in griechisch-römische Codirector de Explorando Egipto, página de divulga-
Zeit. Peetrers Publishers & Departament of Oriental ción del Antiguo Egipto y la Antigüedad (2013-actua-
Studies Bondgenotenlam. Lovaina. lidad), y redactor en Antrophistoria (2016-actualidad),
página de divulgación histórica.
SCHULZ, R. y SEIDEL, M. (2012). Egipto: El mundo
de los faraones. H.F. Ullmann. Postdam. Enlaza con el autor
68 | Egiptología 2.0
Amuletos
Lucía Inés Merino
Escarabeos: La simbología
egipcia y su significado
E n esta nueva entrega de nuestro recorrido por la
simbología egipcia, nos detendremos en uno de
los amuletos más conocidos del Egipto antiguo: el
escarabeo.
Dios Jepri. | Solo Egipto. Se han encontrado también esca- Pectoral de Tutankhamón. | Egipto18.
Egiptología 2.0 | 69
Escarabeo. Templo de Karnak. | Egiptoforo.
rabeos esculpidos en gran tamaño para registrar inscripciones, como por ejemplo el que se encuentra en el
templo de Karnak.
Durante el reinado de Amenhotep III numerosos escarabeos fueron enviados a los reyes vecinos anunciando
su matrimonio con Tiye, su primera Gran Esposa Real.
En nuestros días muchas personas mantienen la creencia de que el escarabeo funciona como un amuleto de
protección y buena suerte, y en los mercados de Egipto podemos comprar pequeños escarabajos tallados para
colgar del cuello o llevar en la cartera.
SAHW, I. (2007). Historia del Antiguo Egipto. La Esfe- Lucía Inés Merino nació en Buenos Aires, Argentina,
ra de los Libros. Madrid. en el año 1968.
70 | Egiptología 2.0
Religión
Hipólito Pecci Tenrero
El inicio de la
estructura egipcia
‘ ‘...Apenas había llegado a la excavación cuando un extraño silencio, producido por la detención de los traba-
jos, me hizo dar cuenta que había ocurrido algo fuera de lo común...”
La narración es bien conocida, los tres entraron, bajaron las escaleras y recorrieron el pasillo que les separaba
de la puerta cerrada y sellada con los chacales que formaban parte del sello de la necrópolis.
“...Por un momento que debió de parecer eterno a los otros que estaban esperando, quedé aturdido por la sor-
presa, y cuando Lord Carnarvon, incapaz de soportar la incertidumbre por más tiempo, preguntó ansiosamente
¿Puede ver algo? Todo lo que pude decir fue ¡Cosas maravillosas!...”
La sola mención de Egipto evoca este y muchos otros episodios análogos, aventuras y descubrimientos reali-
zados por personajes intrépidos, Giovanni Battista Belzoni, Auguste Mariette, Flinders Petrie, Theodore Davis,
el desciframiento de los jeroglíficos a manos de Jean François Champollion, etc.. investigadores, aventureros
Egiptología 2.0 | 71
que unieron su vida y su nombre eternamente, inexo- tituirán el punto de inflexión en estos grupos, como
rablemente, al País del Nilo. es el caso de la aparición de la rueda y, sobre todo,
el nacimiento de la escritura, episodio acaecido en
De la misma forma, al rememorar el Valle del Nilo, Mesopotamia, si bien, tras un largo proceso de desa-
acuden a la mente diferentes escenas protagoniza- rrollo, y con alguna que otra controversia, pues hay
das por poderosos faraones dirigiendo sus ejércitos, quién no se encuentra totalmente de acuerdo con
célebres arquitectos capaces de erigir las más impo- esta afirmación.
nentes construcciones o bellas mujeres que marca-
rían una época, Nefertiti, Nefertari... Indudablemente, el dominio de las técnicas agrícolas
y la estabulación del ganado permitieron reducir la
A pesar de todo, el todopoderoso estado egipcio no mano de obra en la búsqueda de alimento, aconte-
podría haber sobrevivido sin los verdaderos engra- cimiento que dio alas a una diversificación y espe-
najes de este cuerpo, quienes ponían en marcha, cialización del trabajo, amén de una intensificación
engrasaban y mantenían este mecanismo, y quienes de los contactos comerciales con los excedentes ali-
eran realmente los protagonistas de esta odisea, los mentarios y los productos artesanales.
campesinos, los cuales, con su trabajo otorgaban el
verdadero poder al monarca. La evolución se había ido abriendo camino, y con
ella, la aparición de asentamientos y poblados esta-
Es bueno recordar como comienza este episodio, bles, que comenzarían a mostrar los primeros ras-
en un periodo relativamente lejano de tiempo, para, gos, los primeros retazos de lo que más tarde se
alcanzar posteriormente a las tierras que rodean el asentaría como una forma de organización, la jerar-
Nilo. quización de la población, quizás debido a un com-
ponente esencial para el devenir del grupo, que no
Y es así como, durante el VIII mileno a.C., en el sería otro que el control sobre la producción y sobre
Próximo Oriente se asiste a un hecho hasta ese mo- los excedentes.
mento inimaginable, el ser humano ha desarrollado
las técnicas y la capacidad suficientes para hacerse Mientras estos avatares se desencadenaban en las
con el control de diferentes especies animales y ve- regiones en torno al Tigris y el Éufrates, ¿Qué estaba
getales, las cuales, milenios antes, no había tenido aconteciendo en el Valle del Nilo?
más remedio que cazar y recolectar.
El Valle del Nilo no sería ajeno a estos cambios, y
Con ello las poblaciones comienzan un proceso de de esta forma, al mismo tiempo que las poblaciones
sedentarización que transformará totalmente las for- ubicadas en Mesopotamia, “El País entre Ríos”, se
mas de vida hasta ahora conocidas. Y es en Jericó, transformaban en ciudades, a lo largo del Gran Río
un asentamiento situado en el Valle del Jordán, don- florecerían de forma análoga diferentes culturas,
de este hecho se evidencia nítidamente, porque es esto es, durante el IV milenio a.C., en lo que se ha
aquí donde se lleva a cabo por primera vez un cultivo dado por denominar Época Predinástica, habían ido
totalmente manipulado. aparecido una serie de entidades territoriales con
avances más o menos paralelos.
En consecuencia, ya no se trataba de una simple re-
colección intensiva, esta vez, la mano del hombre No obstante, a finales del milenio se evidencian di-
fue la responsable de la domesticación y labores de ferentes movimientos poblacionales procedentes del
siembra de diferentes especies vegetales. Sur, parece ser que, a partir de un núcleo central
que había conseguido aunar los diferentes territo-
Así, se presenta una situación nueva, pues durante rios australes, para avanzar hacia el Norte y, hacia el
los milenios siguientes, los cazadores dejan paulati- 3100 a.C., lograr imponerse sobre todo el territorio,
namente de vagar en pos de las manadas de anima- culminando la unificación del Alto y el Bajo Egipto en
les, para sufrir un proceso de sedentarización cerca la persona de Menes, fundador de la primera capital
de las zonas fértiles aledañas a los ríos, lo que impli- del reino, Menfis “El Muro Blanco”.
caba el surgimiento de poblaciones permanentes, y
con ello, un cambio drástico en la sociedad. Con este líder se originaba la I Dinastía, y con ella,
la Historia de Egipto, un Estado unido y fuertemente
Gradualmente, las concentraciones humanas se centralizado en la persona del Señor de las Dos tie-
afianzan y evolucionan hacia la creación de la ciu- rras, El Toro Poderoso.
dad, acontecimiento que se puede datar hacia me-
diados del IV milenio a.C., estando acompañado de Si bien, posiblemente toda esta historia es, cuanto
otra serie de novedades que marcarán el devenir menos, un tanto idílica, ya que la autoridad real so-
posterior de la evolución urbana, hechos que cons- bre todas las tierras que conformarían el posterior
72 | Egiptología 2.0
territorio egipcio, y los movimientos de pacificación estos últimos, a través de las donaciones, exencio-
seguirían produciéndose hasta mediados del Perio- nes fiscales, conocidas por medio de los papiros que
do Tinita, durante la segunda Dinastía (2800-2700 a. han llegado a la actualidad, Papiro Harris I, la Piedra
C. aprox.). Roseta o el Testamento de Ramses III, que recoge
las donativos entregados por este monarca a Atum y
Y es, quizás aquí, donde se podría encuadrar el Mito Ptah, baste como ejemplo las más de cuatrocientas
de Osiris, narración que, en sus diferentes versio- mil cabezas de ganado que obtuvieron en un periodo
nes, finaliza con el descuartizamiento de este dios, de treinta años, o los casi noventa barcos, y su papel
monarca legítimo durante la época mítica, en catorce cada vez más preponderante dentro de la economía
fragmentos y sus restos diseminados por diversas re- pasaron a conquistar verdaderas cotas de poder.
giones, por parte de su hermano Seth, que anhelaba
el trono, y la posterior búsqueda llevada a cabo por La verdadera riqueza de Egipto. Los campesinos
su esposa y hermana Isis, que conseguirá localizar
la inmensa totalidad del cuerpo, excepto los órganos Pero, si algo es importante en esta tierra, no es otra
genitales, que según la tradición habrían sido devo- cosa más que el Nilo, “Iteru”; la columna vertebral
rados por un oxirrinco, hecho por el que en algunas del país, de tal forma, que hasta el mismo nombre
localidades existía la prohibición de alimentarse con del país “Kemet, La Tierra Negra”, provenía y era
la carne de este pez. producto de la inundación vivificadora, que aportaba
el limo y el abono necesario para las cosechas del
El valor de este relato reside, según algunos estu- Valle, en contraposición con su perpetuo enemigo,
diosos, en el hecho de que podría estar recogiendo el desierto “Desheret, La Tierra Roja”, en el que sólo
o describiendo algún tipo de enfrentamientos acaeci- existía la muerte y desolación.
dos durante la Época Predinástica, y que condujeron
a la unificación de todo el territorio, el Alto y el Bajo El río, además de las vitales inundaciones, asimila-
Egipto, bajo la persona de un único soberano. das al dios Hapy, necesarias para fertilizar los cam-
pos, aportaba muchos otros beneficios a los habi-
Sea como fuere, durante estos primeros compases, tantes, proporcionando numerosa pesca y caza, ya
los monarcas se afanarían en crear un estado alta- que contaba con más de ciento cincuenta especies
mente centralizado, situación que se hace evidente de peces, además de patos, garzas, ocas, etc., junto
hacia finales de la Dinastía y sobre todo al inicio de a un producto, el papiro, cuyo uso ya se encuentra
la III Dinastía, con la que daría comienzo el llamado atestiguado hacia el 2500 a.C., llegando a tener tal
Reino Antiguo. importancia, que su producción y venta pasaría a ser
monopolio del Estado.
La organización territorial se basaría, en cierta medi-
da, en las regiones predinásticas, que ahora se esta- El papiro, término proveniente del griego, y conoci-
blecen como nomos o sepaut, es decir, una serie de do en latín como “cyperus”, podía llegar a alcanzar
los cuatro metros de altura. Se utilizaba para crear
provincias integradas por un núcleo urbano, los soportes de la escritura, cortándose de modo
“niwt”, y un territorio de labranza en torno a él, que longitudinal, para entrecruzarse y adherirse las tiras
abarcaba aproximadamente unos treinta o cuarenta gracias a su propio jugo, que servía como aglutinan-
kilómetros cuadrados. te, sin embargo, su uso no quedaba restringido a la
producción de hojas, ya que servía como material
Al frente de cada sepat se situaban una serie de para la manufactura de diferentes productos, ropa,
poderosas familias que constituían un peligro cons- estatuillas, cuerdas, e incluso la fabricación de bar-
tante para el soberano, puesto que la tendencia a la cos, por lo que es lógico que este material estuviera
acumulación de poder de estos nomarcas o gober- controlado por la Gran Casa.
nadores suponía una seria amenaza para el gobier-
no central, acrecentada sobre todo en los momentos Aparte de suministrar alimentos y sustentos para
de mayor debilidad real, como se hizo patente en los el escritorio, el Nilo era el encargado de marcar las
Períodos Intermedios. pautas en la vida de los egipcios a través de un ca-
lendario basado en las crecidas anuales.
Sin embargo, no sólo la existencia de estos nomos,
que en época histórica llegarían a ser cuarenta y De este modo, con su establecimiento a principios
dos, fueron la causa del debilitamiento real, puesto del III m. a.C. aproximadamente, el año se dividiría
que, aunque toda la tierra de Egipto pertenecía al en tres estaciones, las cuales, a su vez, se distri-
faraón, éste, como forma de recompensa, entregaría buían en cuatro meses cada una, contando con un
diferentes parcelas tanto a privados como a templos, total de trescientos sesenta días. Pero, los Textos de
acto que a larga se volvería en su contra, ya que las Pirámides aclaran que el año pudo completarse
Egiptología 2.0 | 73
Rio Nilo. | Hipólito Pecci Tenrero.
con cinco días más, conocidos como epagómenos o ban los tributos.
heru repenet (hrw rpnt), período en el que Nut con-
siguió dar a luz a sus hijos y de esta forma, se veía Los trabajos en el campo ya aparecen recogidos en
completado el año de trescientos sesenta y cinco el período Predinástico, por ejemplo, en la pieza co-
días. nocida como la Cabeza de Maza del rey Escorpión,
datada hacia finales del IV m. a.C.
Así, la salida de la estrella Sirio en el horizonte, re-
lacionada de alguna manera con Isis, coincidiendo Este objeto, elaborado en piedra caliza, que se en-
aproximadamente con el comienzo del periodo de cuentra en la actualidad en el Museo Ashmolean de
inundaciones, marcaba el inicio de la primera esta- Arte y Arqueología (Oxford, Inglaterra), y fue descu-
ción, Akhet, hacia el día diecinueve de junio. bierto en 1898 por Quibell y Green en el templo de
Horus en Hieracómpolis, representa a un jefe o mo-
En este periodo de tiempo las tierras del valle se narca portando una azada en la mano y en actitud
encontraban bajo las aguas, recibiendo el fecundo de abrir un canal de riego o comenzando los trabajos
limo, por lo que los campesinos abandonaban los te- del campo, posiblemente, esta imagen esté mucho
rrenos anegados para ocuparse en las obras reales más relacionadas con algún tipo de ceremonia de
y en los templos, hasta que el Nilo retiraba se retira- carácter religioso, que de una escena agrícola en sí
ba de las superficies ya fecundadas, dando paso a la mismo, no obstante, es uno de los primeros testimo-
estación de Peret, más o menos hacia el diecinueve nios de estas características con los que contamos
de octubre. en el Valle del Nilo.
Durante este ciclo, los cultivos comenzaban a despe- La división del tiempo, apoyada en las crecidas del
rezarse, germinando las semillas y desarrollándose río, había quedado totalmente establecida; con todo,
las plantas, para, cuatro meses después, hallándose aún faltaba por controlar la altura y el volumen de las
ya preparadas, proceder a segarlas, recolectarlas y aguas, para lo que se crearían los nilómetros capa-
transportarlas a los graneros y almacenes, ya en la ces de medir el nivel, y con ello poder prever el tama-
estación de Shemu, obteniendo dos cosechas anua- ño de la cosecha y, a su vez, controlar los impuestos
les, e incluso, durante el Imperio Nuevo, cuando la que se iban a recaudar.
situación era propicia llegó a producirse el doble de
ellas, siendo, a partir de su obtención, como se fija- Esencial era también la función del río como fuente
74 | Egiptología 2.0
Cabeza de maza del rey Escorpión. | El Murrial.
de riego de los campos, utilizándose, a manera de recipientes, simples odres que se llenaban y transportaban
hasta su destino.
A la altura de la Dinastía XVIII parece que esta situación cambia, adaptándose un utensilio de procedencia me-
sopotámica, que aparece atestiguado en representaciones del Imperio Nuevo, es el shaduf.
Este artefacto estaba formado por dos mástiles verticales clavados a la tierra y un tercero horizontal sobre el
que se sostenía una larga vara que poseía un contrapeso en uno de los extremos, mientras que del otro colgaba
un recipiente sujeto por una larga cuerda cuyo objetivo era extraer el agua del Nilo.
Tal como se comentaba
anteriormente, las repre-
sentaciones en diferen-
tes objetos han permitido
conocer, no sólo el uso
del shaduf, denominado
cigoñal en español, sino
también las actividades
y labores propias realiza-
das por los campesinos, y
que ya aparecen escenifi-
cadas en algunas piezas
predinásticas.
Avanzando en el tiempo,
numerosas tumbas ates-
tiguan la trascendencia y
la gran significación de la
agricultura, reproducien-
do diferentes frescos y
relieves en sus paredes,
en donde los dueños se
muestran trabajando los
campos, quizás del Más
Shaduf. Deir-el-Medina (TT217). | Wikimedia Commons.
Egiptología 2.0 | 75
Allá, con sus arados de madera y arrastrados por un par de bueyes.
Así, en la mastaba situada en Sakkarah del dignatario Metjen, que vivió al principio de la IV Dinastía, se muestra
su biografía, una de las más tempranas conocidas del Reino Antiguo, en donde se recogen todos los territorios
que recibió del monarca, entre ellos casas y propiedades con una extensión de dos mil aruras, medida de tierra
equivalente a dos mil quinientas o dos mil setecientos metros cuadrados cada arura.
Otro buen ejemplo puede observarse en la tumba de Menna (TT69), datada en la XVIII Dinastía, y que posee
diferentes frescos que narran escenas de la vida cotidiana, entre ellas diferentes trabajos en el campo, o la
tumba de Sennedjem, de la misma dinastía, que, en varios registros, ofrece la visión de la misma tarea.
Pero no solo hay evidencias de la actividad agrícola en piezas artísticas y monumentos, de la misma forma,
ya se plasma durante estos periodos tan tempranos, como son las épocas predinásticas, la existencia de una
ganadería totalmente establecida y organizada, y muestra de ello es la aparición, junto a escenas de cacería,
de estas labores en la tumba Cien de Hieracómpolis, con cronologías pertenecientes a la fase de Nagada II.
Con todo, aunque estos trabajos aparezcan estampados en diferentes obras de arte, las labores agrarias no
estaban nada bien consideradas, e incluso Heródoto en el siglo V a.C., o Diodoro de Sicilia cuatro siglos des-
pués ubicaban a los campesinos como pertenecientes a las clases más bajas de la sociedad, únicamente por
encima del empleo de porquero.
Aunque los pastores tenían una condición equivalente a los agricultores, sobre todo aquellos que se ocupaban
del cuidado de los cerdos, también es cierto que existía una figura dentro del escalafón conocida como el “Su-
perintendente de los Ganados del Rey”, aunque, posiblemente debía de ser un cargo honorífico,
El verdadero poder de Egipto emanaba de la fertilidad de sus tierras, provenía del trabajo de sus campesinos,
auténtico cimiento de una sociedad que comúnmente los rechazaba y normalmente los ignoraba “...El trabaja-
dor de los campos se queja más que la pintada, y sus gritos son más fuertes que los del cuervo. Sus dedos es-
tán hinchados, con un mal olor excesivo. Se fatiga en los pantanos, de forma que está molido. Se siente tan bien
76 | Egiptología 2.0
como puede sentirse un hombre entre leones; el sufrimiento es su destino, porque el trabajo es a menudo triple.
Cuando regresa a casa, por la tarde, el camino le ha destrozado...” (La Sátira de los Oficios, Papiro Sallier II).
ALDRED, C. (2005). Los egipcios. Oberon. Madrid. Doctor en Prehistoria y Arqueología por la Universidad
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Egiptología 2.0 | 77
Egiptología
Gerardo P. Taber
Vaso cónico con motivos espirales y vaso cónico de borde negro. 3500-3200 a.C., Naqada II, Período
Predinástico. Cerámica modelada y pintada. Museo Nacional de las Culturas del Mundo, México.
| José Luis Pérez Flores.
U na de las bebidas que más se consume alrededor del orbe es la cerveza; la cual, por lo general, se asocia a
momentos de relajación, festividad y camaradería. Este brebaje, que acompaña a la humanidad desde hace
varios milenios, cuenta con una larga y rica historia llena de leyendas y mitos que se pierden en la noche de los
tiempos. Al parecer, en su origen -probablemente entre los años 10,000 y 6000 a.C.- muchos de los pueblos
neolíticos del medio oriente desarrollaron métodos similares para fermentar cereales cultivados -y productos
derivados de ellos- y es probable que las cerveza se haya “descubierto” al elaborar pan, ya que parte de su
proceso de preparación es similar. En el caso del antiguo país del Nilo, esta bebida fue un importante elemento
de la dieta que aportó gran parte de la energía necesaria para que pudiese desarrollarse la cultura del Egipto
faraónico, y fue tan apreciada que incluso se deseó continuar consumiéndose en el Más Allá. Evidencia de ello
78 | Egiptología 2.0
se encuentra en las ofrendas funerarias que desde el Período Predinástico (c. 5300-3000 a.C.) incluyen conte-
nedores que se destinaron a preservar y servir h(n)kt (heneqet) “cerveza” para toda la eternidad. Ejem-
plos representativos de este tipo de artefactos son dos vasos cónicos de la fase Naqada II (c. 3500-3200 a.C.)
que fueron descubiertos en el cementerio de Mesaeed, Naga ed-Deir, en la gobernación de Sohag, Egipto, y
que se resguardan en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, en la Ciudad de México.
Cabe señalar, que esta bebida es uno de los logros gastronómicos más importantes del mundo antiguo y hasta
hace relativamente poco tiempo se investiga en su justa dimensión. Por tales motivos, en este texto, que cons-
tará de dos entregas, expongo algunos de sus rasgos más característicos -tanto simbólicos como técnicos- y
también presento, con el objetivo de comprender un poco más sobre sus procesos de manufactura, los pasos
de elaboración de una recreación de un tipo de cerveza del Egipto faraónico, desde la perspectiva de la llama-
da “arqueología experimental”, que realizó Oscar Sánchez Martínez, propietario de la Cervecería Artesanal 8
Almas, junto con quien estas líneas escribe.
Como ya se mencionó, el vocablo que los antiguos habitantes del país del Nilo utilizaron para designar a la
cerveza fue: h(n)kt (heneqet). Sin embargo, también existen muchos más términos que evidencian
variedades de esta bebida. En casi todos los casos relacionados a este líquido se encuentra presente como
determinativo el signo W22 de la lista de Gardiner: h(n)kt (heneqet) que representa a una jarra elaborada en
cerámica; cuyo significado, como logograma, también puede ser: krht (qerehet) “recipiente” (cfr.: Gardiner,
1957: 530). Resulta interesante que el mencionado jeroglífico hace alusión al contenedor especifico en el que
se conservaba este liquido justo antes de ser consumido, el cual era llamado: stt (sechet) “jarra para
cerveza”; aunque también existen las palabras: bi3t (biat) “vasija (o copa) para cerveza”,
kby (qeby) “jarra (o vasija) para cerveza” y wsmw (ushemu) “jarra de metal (y medida) para
cerveza”.
Los antiguos egipcios crearon una gran diversidad de tipos y estilos de esta nutritiva bebida fermentada, cuyas
características principales -en ocasiones- se pueden inferir a partir de los nombres que fueron registrados en
diferentes contextos; entre los más representativos se encuentran: nnmt (nenemet) “[cer-
(khamet) “[cerveza] khamet” y hnms (khenemes) “[cerveza] khenemes”. Además de estos cuatro
tipos, que al parecer servían para cubrir las necesidades nutricias de la población, también se elaboraron otras
bebidas para fines más específicos. Tal es el caso de la llamada: dsrt (djeseret) “[cerveza] sa-
grada” que, como su nombre lo indica, seguramente era destinada para el culto de los dioses. Por otra parte,
el nombre: h(n)kt 3k (heneqet aq) “cerveza infortunio” pudiera referirse a que esta variedad
contuviese más alcohol y, por lo tanto, el abuso en su consumo condujese a realizar actos desafortunados. Aun-
que otra posible traducción es: “cerveza [de la] muerte” y también pudiese indicar que es el tipo de bebida que
h(n)kt n(y)t h3w (heneqet nyt hau) “cerveza de ofrendas” y h(n)kt n(y)t h3(w) ht (heneqet
Egiptología 2.0 | 79
nyt hau khet) “cerveza de las cosas de ofrendas” que, como sus nombres indican, servían para ofrecerse en
distintos rituales. Sobre los estilos de esta bebida se pueden encontrar principalmente:
h(n)kt bnri (heneqet benri) “cerveza dulce”, h(n)kt b3 gnhbw (heneqet ba gene-
acuosa”. Al respecto de las dos últimas mencionadas, éstas se bebían con ayuda de un
dh3 (deha) “pajilla”; que funcionaba como filtro y sifón.
Estela que figura a un soldado-mercenario cananeo que bebe cerveza a través de una pajilla;
probablemente proviene de Tell el-Amarna. 1353-1336 a.C., reinado de Akhenatón, dinastía XVIII,
Reino Nuevo. Caliza tallada con restos de policromía. Ägyptisches Museum und Papyrussam-
mlung, Berlín. | Sandra Steiß, Staatliche Museen Preußischer Kulturbesitz.
80 | Egiptología 2.0
Para los antiguos egipcios la cerveza era una parte esencial de su dieta. Más que una bebida embriagante, ésta
era considerada; como reza un tradicional adagio alemán: Bier ist flüssiges Brot «la cerveza es pan liquido». Un
ilustrativo ejemplo de esta concepción es la petición que le hace Khunanup a su esposa Meret en la línea 1.6
de la historia del campesino elocuente (c. 1939+16-1760 a.C., dinastía XII):
“Hazme con el trigo y la cebada 6 heqat de pan y cerveza para todo el día y que pueda vivir con ello.”
En la cosmovisión egipcia el sustento que otorgaba la cerveza se relacionaba con las fuerzas divinas. En este
sentido, se consideró a hwthr (huthor) “Hathor” como la principal patrona de esta bebida. Esta diosa
también estaba presente en los procesos de renovación de la vida en el Más Allá y se creía que su poder ayu-
daría a que las ofrendas fuesen eficaces para toda la eternidad. De tal manera, se procuró que nunca faltase
cerveza en el ajuar funerario y, para tal efecto, se incluyeron tanto las propias jarras, o bien, modelos de ellas
siendo transportadas por sirvientes. Además de los relieves o maquetas de cervecerías -sobre las cuales tra-
taré en el siguiente artículo- que aseguraban, mágicamente, que siempre se produciría esta nutritiva bebida
fermentada.
Detalle de una sirvienta que transporta jarras de cerveza, parte del grupo escultórico “la procesión
de Bersha” de la tumba del nomarca Djehutynakht (N. 10) en Deir el-Bersha. 2080-1940+16 a.C.,
¿finales de la dinastía XI?, Reino Medio. Madera tallada y policromada. Museum of Fine Arts,
Boston, Massachusetts. | Museum of Fine Arts, Boston, Massachusetts.
Egiptología 2.0 | 81
Modelo de panadería y cervecería de la tumba de Meketra (TT 280) en Asasif. 1939-1910+16 a.C.,
reinado de Amenemhat I, dinastía XII, Reino Medio. Madera tallada y policromada. The Metropo-
litan Museum of Art, New York. | The Metropolitan Museum of Art, New York.
Antes de continuar cabe señalar un punto importante: la cerveza del Egipto faraónico no era exactamente como
la que conocemos hoy en día, ya que adolece de dos elementos que nuestros paladares contemporáneos re-
lacionan con esta bebida: no contiene lúpulo (Humulus lupulus) de cuyas flores se extrae la lupulina, ácido que
aporta el sabor amargo y los aromas característicos de las cervezas contemporáneas; además de que ayuda
a que éstas produzcan más espuma, la cual tampoco se encontraba tan presente en la egipcia; pues aunque
existía carbonación en el liquido procedente de la fermentación, la mayor parte del dióxido de carbono (CO2)
escapaba de los contenedores ya que no existía la tecnología para sellarlos herméticamente.
El principal ingrediente de cualquier cerveza es -obviamente- el agua; la cual constituye del 85% al 92% de su
composición total. Los antiguos egipcios llamaron al liquido vital: mw (mu) “agua”, la cual se tomaba del
río Nilo. Sin embargo, lo más probable es que ésta se filtrase para retirar excesos de sedimentos que pudieran
afectar los procesos de fermentación y el sabor de la bebida. Aunque, por lo general, se requiere que el agua
que se utiliza para elaborar cerveza contenga un poco más de calcio, sulfatos y cloruros; ya que el primero ayu-
da a aumentar la extracción de los azucares y rebaja la opacidad de la mezcla, los sulfatos ayudan a inhibir la
82 | Egiptología 2.0
floculación alta, es decir la suspensión de las leva- estaba fermentada para otorgarle dulzor. Sin embar-
duras en el liquido, mientras que los cloruros otorgan
texturas más densas y refuerzan el sabor dulce. go, para conseguir la h(n)kt
bnri (heneqet benri) “cerveza dulce” se recurrió a la
Otro de los principales ingredientes de la cerveza
-antiguas y contemporáneas- es la cebada (Hordeum
vulgare), cereal que desciende de la cebada silves- w´h (uah) “algarroba”; fruto del
tre (Hordeum spontaneum) que es originaria del me- árbol de algarrobo (Ceratonia siliqua) el cual añadía
dio oriente. Los habitantes del antiguo país del Nilo un sabor almendrado a la cerveza. El lector atento
notará que uno de los determinativos de los dos úl-
timos términos es el mismo, el cual representa a la
nombraron a esta gramínea: it (it) “cebada” vaina que protege a estas aromáticas semillas y cuya
y también utilizaron diferentes logogramas y deter- recolección se plasmó en algunas tumbas como par-
te del programa iconográfico agrícola necesario para
minativos como: y que tenían el mismo contar con sustento para la eternidad. Continuando
valor fonético. Asimismo, hicieron distinción de dos con la búsqueda de sabores dulces, también se utili-
zaron los higos; de los cuales se nombran dos varie-
variedades cultivadas: it mhw (it mehu) “cebada
dades: los d3bw (dabu)
del Bajo Egipto” e it sm´ (it shema) “cebada del
Alto Egipto” las cuales, seguramente, tenían distin- “higos” y los k3w (kau) “higos
tos sabores debido a la diferencia de suelos y condi- de sicómoro”. Al parecer, los primeros se utilizaron
ciones climáticas de ambas regiones. Otro de los ce- más bien para la elaboración del vino -como lo su-
reales que se utilizaron para elaborar cerveza fue el: giere su determinativo- y los segundos; provenientes
swt (sut) “trigo”; vocablo que en realidad del nht (nehet) “sicómoro” (Ficus syco-
parece referirse a la escanda (Triticum dicoccoides) morus) probablemente no fueron tan utilizados en
también conocido como “trigo almidonero silvestre”. las cervezas “mundanas” ya que este árbol se con-
Sin embargo, los egipcios distinguieron, y utilizaron sideraba sagrado y se asoció a Hathor; razón por la
en mayor medida, un tipo de trigo llamado: espelta que parece que se utilizó como ingrediente para la
(Triticum spelta) “escanda mayor” al cual denomina-
h(n)kt n(y)t h3w (heneqet
ron: bdt (bedet) “trigo espelta”, grafía a nyt hau) “cerveza de ofrendas” que se presentaba
la que también podían añadírsele los determinativos junto a los propios higos de sicómoro como parte del
programa iconográfico de sustento y revitalización,
de cebada: . por parte de la mencionada diosa, en algunas tum-
bas. Por último, también se tiene constancia del uso
Los cereales anteriormente mencionados constitu-
yen el “cuerpo” de las cervezas pero, como ya se
señaló, los habitantes del país del Nilo elaboraron de los bnr (bener) “dátiles”, frutos de la palme-
una gran variedad de bebidas fermentadas con di- ra datilera (Phoenix dactylifera) o del árbol datilero
ferentes cualidades y sabores; cuyos ingredientes y del desierto (Balanites aegyptiaca). Los primeros tie-
preparación aún se siguen investigando, ya que la nen un contenido muy elevado en azúcar, de hasta
identificación de sus trazas químicas -que se han po- el 70% de su masa total, mientras que los segundos
dido recuperar de distintos artefactos- es un proceso son de un gusto más amargo.
sumamente laborioso y delicado (cfr.: Ishida: 2002,
2003 y 2005). Sin embargo, se tiene conocimiento Por mucho tiempo se llegó a pensar que éstos eran
-tanto por fuentes epigráficas como por los mencio- uno de los ingredientes esenciales en la cerveza
nados estudios- que los principales ingredientes que egipcia desde el Reino Antiguo (c. 2543-2120+25
se utilizaron para crear las variedades y estilos de a.C.) y que se maceraban en el mosto para pro-
porcionar azúcares para la fermentación. Sin em-
bargo, la evidencia de los restos arqueo-botánicos
las cervezas son: bit (bit) “miel”; que muestran que más bien se agregó, a partir del Reino
por su alta concentración de monosacáridos, como Nuevo (c. 1539-1077 a.C.), una especie de jugo de
la fructosa y la glucosa, se agregaba para elevar el dátil como caldo de cultivo para las levaduras que,
contenido de azúcares en el mosto con el fin de lo- en efecto, son responsables de la fermentación (cfr.:
grar un mayor contenido alcohólico. Aunque también Ishida: 2003: 2-7).
es probable que se añadiese una vez que la bebida
Egiptología 2.0 | 83
Mujer con su hijo recoge los frutos del algarrobo.
Detalle de pintura mural de la tumba de Menna
(TT69). 1400-1390 a.C., reinado de Thutmose IV,
dinastía XVIII, Reino Nuevo. Pigmentos minerales
sobre estuco. Necrópolis de Sheikh Abd el-Qurna.
| Wikimedia Commons.
84 | Egiptología 2.0
Higos en un sicómoro y en una mesa de ofrendas. Detalle de pintura mural de la tumba de User-
hat (TT56). 1425-1400 a.C., reinado de Amenhotep II, dinastía XVIII, Reino Nuevo. Pigmentos
minerales sobre estuco. Necrópolis de Sheikh Abd el-Qurna.
| Wikimedia Commons.
Tomando en cuenta los argumentos sobre la arqueología experimental, en especial los expuestos por Ruth
Tringham (1978: 171-180) y John M. Coles (1979: 28-35), se emprendió una iniciativa, auspiciada por el Museo
Nacional de las Culturas del Mundo, en la Ciudad de México durante los meses de Marzo y Abril del año 2018,
para realizar un experimento de recreación de un tipo de cerveza egipcia. Quien estas líneas escribe documen-
tó varios aspectos al respecto y se decidió tomar como modelo la receta presentada por Magda Mehdawy y Amr
Hussein en su obra: The Pharaoh´s Kitchen. Recipes From Ancient Egypt´s Enduring Food Traditions (2010:
125-129).
Los mencionados autores exponen varios aspectos históricos y gastronómicos del país del Nilo y llegaron a la
conclusión de que el proceso de elaboración de la Bouza, bebida fermentada de origen sudanés, es muy similar
al que se realizó en el Egipto faraónico. Curiosamente, en el distrito de Bab El-Shariya en la ciudad de El Cairo
aún se puede encontrar Bouza. Cabe señalar, que en la segunda parte de este texto discutiré sobre distintos
procesos de experimentación en la elaboración de cervezas y como éstos han puesto en la palestra académica
varias de las concepciones que se tienen sobre las bebidas fermentadas del antiguo Egipto. Como ya se men-
cionó, quien decidió aceptar el reto de realizar el experimentó fue Oscar Sánchez Martínez, enólogo y maestro
cervecero mexicano, y como se decidió modificar la receta y procedimiento presentados por Magda Mehdawy y
Amr Hussein, se bautizó a esta nueva cerveza como: h(n)kt b3 hmn (heneqet ba khemen)
“Cerveza 8 Almas”. Los ingredientes de esta receta son:
Una vez reunidos todos los ingredientes en un espacio amplio se procedió a realizar el experimento, siguiendo
este modo de preparación:
Egiptología 2.0 | 85
Experimento heneqet ba khemen de recreación de cerveza egipcia. Marzo de 2018. Ciudad Nico-
lás Romero, México. | Miguel Ángel Valdés Velasco.
En primer lugar se trituró la cebada germinada, el trigo germinado, el “trigo caramelo” y la avena arrollada -cada
uno por separado- en la piedra de molienda (ver figura 9). El objetivo de esta acción es romper la cáscara que
envuelve a los granos para que se pueda obtener la mayor cantidad de moléculas de azúcares fermentables
y nutrientes básicos para la levadura. Después, se mezclaron todos los granos triturados y se colocaron en un
bolsa de tela de lino grande -lo suficiente para soportar 10 kilogramos- y cuya trama fue lo suficientemente ce-
rrada para permitir el paso del agua pero sin dejar escapar el contenido.
Experimento heneqet ba khemen de recreación de cerveza egipcia. Marzo de 2018. Ciudad Nico-
lás Romero, México. | Miguel Ángel Valdés Velasco.
Después, se calentaron 60 litros de agua (a los que también se le añadieron 30 miligramos de óxido de calcio
para emular las condiciones de PH del agua del Nilo) en un perol de metal de paredes rectas. Es importante
que el agua alcance los 70º centígrados y que se mantenga a esa temperatura constantemente (para tal efecto
se monitoreó con un termómetro sumergible). Se colocó la bolsa con la mezcla de granos molidos en un con-
tenedor de plástico al que se le añadieron 30 litros de agua a 70º centígrados y se dejó remojando durante 60
minutos. Este proceso es el inicio de la maceración (o infusión) necesario para extraer los azucares fermenta-
86 | Egiptología 2.0
bles de los granos. Una vez obtenido un mosto (caldo azucarado) espeso se agregaron otros 30 litros de agua,
también a 70º centígrados, al contenedor con la bolsa con granos; esta última se movió y remojó continuamente
hasta que el grano en su interior quedó sin ningún sabor dulce.
Experimento heneqet ba khemen de recreación de cerveza egipcia. Marzo de 2018. Ciudad Nico-
lás Romero, México. | Miguel Ángel Valdés Velasco.
Egiptología 2.0 | 87
Los 60 litros de mosto resultantes de la maceración se trasladaron al perol de metal de paredes rectas y se
calentaron hasta el punto de ebullición (96.4º centígrados en la Ciudad de México, que se encuentra a 2240
msnm). En este punto se agregó la miel y el algarrobo molido, los cuales se mezclaron en el mosto, que se dejó
hervir durante 60 minutos.
Es importante señalar que durante este proceso se evaporaron de 5 a 6 litros de liquido, que aunados a otros
que se pierden durante los vertidos y accidentes dan como resultado una merma de cerca de 10 litros de mos-
to. En este sentido, los maestros cerveceros están consientes de esta perdida y calculan la proporción de los
ingredientes considerándola.
Experimento heneqet ba khemen de recreación de cerveza egipcia. Marzo de 2018. Ciudad Nico-
lás Romero, México. | Miguel Ángel Valdés Velasco.
Después de que la mezcla de mosto, algarrobo y miel hirvió por una hora, se dejó enfriar el tiempo necesario
hasta que ésta se encontró a 30º centígrados. Es muy importante revisar continuamente la temperatura antes
de inocular la levadura; ya que los organismos eucariotas como la “levadura de cerveza” (Saccharomyces
cerevisiae) mueren a temperaturas de 60º centígrados, pero tienen un mejor desempeño entre los 26º y 30º
centígrados.
Los 50 litros de mosto se vertieron en el contenedor de plástico, que en este caso también fungió como fer-
mentador; aunque también pueden utilizarse barricas de madera o de barro. En cualquiera de los casos, es
importante que el fermentador se pueda sellar bien y que al mismo tiempo cuente con un conducto de salida de
aire, para que pueda liberarse el dióxido de carbono (CO2) que se produce durante el proceso. Para “activar” la
levadura, se vierte un poco del mosto en un vaso, se agrega y agita la mencionada hasta que queda una mezcla
homogénea, la cual se vertió con cuidado en el fermentador.
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Experimento heneqet ba khemen de recreación de cerveza egipcia. Marzo de 2018. Ciudad Nico-
lás Romero, México. | Miguel Ángel Valdés Velasco.
Egiptología 2.0 | 89
Por último, se selló el fermentador y se colocó en un lugar que no recibía los rayos del Sol y que se mantenía
fresco durante todo el día, a una temperatura entre los 25º y 30º centígrados. Se dejó reposar por siete días,
tras los cuales se realizó una decantación y filtrado para retirar los sedimentos creados por las levaduras. El
fermentador se volvió a sellar por otros siete días más, tras los cuales, esta nutritiva bebida quedo lista para ser
embotellada y consumida. En palabras del propio Oscar Sánchez Martínez, el resultado de este experimento
fue:
Se creó una cerveza de color ámbar turbio, con poca actividad de presencia de CO2 y una graduación alcohólica de 4.5% ABV. Tiene
aromas a especies, provenientes del algarrobo, y en presencia en boca un sabor a trigo, levadura y notas a pan; su retrogusto tiene
algunas notas de sabor a miel. Cuenta con un gusto muy diferente a lo que conocemos hoy en las cervezas actuales. Recomendare-
mos acompañarla con unas tapas con cebolla caramelizada y mermelada de higo, para hacer el maridaje perfecto por sus ingredien-
tes que, sin duda, evocan a la tierra de los faraones. (Sánchez, 2018: comunicación personal).
Experimento heneqet ba khemen de recreación de cerveza egipcia. Marzo de 2018. Ciudad Nico-
lás Romero, México. | Miguel Ángel Valdés Velasco.
Comentarios finales
En este espacio, evidentemente, es imposible presentar todos los pormenores de la realización del experimento
h(n)kt b3 hmn (heneqet ba khemen) “Cerveza 8 Almas”. Pero cabe mencionar que para el
que estas líneas escribe fue una experiencia sumamente enriquecedora ya que, por lo general, el arqueólogo
o historiador sólo puede “probar” los alimentos y bebidas de las sociedades de la antigüedad por medio de la
filología o las escuetas descripciones que existen sobre ellas. En el caso del “oro líquido de los faraones” aún
falta mucho por descubrir, y discutir, ya que recreaciones como la anteriormente descrita aportan nuevos datos
que necesitan ser contrastados con el corpus de conocimientos que se tienen sobre el tema en cuestión. En la
próxima entrega de esta revista presentaré la segunda parte de este estudio, en el cual ahondaré sobre lo que
se conoce de los procesos de elaboración en las cervecerías del antiguo Egipto y de cómo se han analizado
desde varias perspectivas. Por mientras, sugiero al avezado lector recordar el ofrendar, de vez en cuando,
alguna “caña” -de preferencia teñida de rojo, para emular la sangre- a shmt (sekhemet) Sekhmet “la
90 | Egiptología 2.0
poderosa”, hija de r´ (ra) Ra, el dios Sol; para mantenerla contenta. Ya que puede apetecerle re-
petir el episodio descrito en el llamado Libro de la Vaca Divina e intente, nuevamente, aniquilar en una brutal
matanza a toda la humanidad.
COLES, JOHN M. (1979). Experimental Archaeology. Gerardo P. Taber realizó sus estudios de arqueolo-
Academic Press. Cambridge. gía en la Escuela Nacional de Antropología e Histo-
ria (ENAH) y se ha especializado en el estudio de las
GARDINER, ALAN HENDERSON. (1957). Egyptian culturas del antiguo medio oriente y el Mediterráneo,
Grammar. Being an Introduction to the Study of Hiero- con especial énfasis en el Egipto faraónico. Ha impar-
glyphs. (Tercera edición revisada, publicado original- tido numerosos cursos y conferencias sobre el arte, la
mente en 1927 por Clarendon Press). Griffith Institute. religión y el sistema de escritura del Egipto faraónico,
Oxford. así como de historia general e historia de los museos
en México, en diversas instituciones como: la ENAH,
ISHIDA, HIDETO. (2002). “Insight Into Ancient Egyp- ENCRyM, UNAM, UAM, UASLP, Universidad Pontifi-
tian Beer Brewing Using Current Folkloristic Methods.” cia de México, Universidad Anáhuac México Norte y la
en: Technical Quarterly Vol. 39 N. 2. Master Brewers Fundación José Ortega y Gasset México, entre otros.
Association of the Americas. Saint Paul.
También se ha desempeñado como investigador de
(2003). “Reconstruction of an Ancient Egyptian Beer las exposiciones internacionales: Persia fragmentos
Dates Back to the Old Kingdom Era.” en: Journal of del paraíso, tesoros del Museo Nacional de Irán en los
the Brewing Society of Japan Vol. 98 N. 1. PP 23-30. años 2005-2006; Isis y la Serpiente Emplumada, Egip-
The Brewing Society of Japan. Tokyo. to faraónico/México prehispánico en los años 2007-
2008; Pompeya y una villa romana, arte y cultura alre-
(2005). “Two Different Brewing Processes Revealed dedor de la bahía de Nápoles en los años 2009-2010;
from Two Ancient Egyptian Mural Paintings” en: Te- muestras que se presentaron en el Museo Nacional
chnical Quarterly Vol. 42 N. 4. PP. 273-282. Master de Antropología.
Brewers Association of the Americas. Saint Paul.
Actualmente se desempeña como investigador del
MEHDAWY, MAGDA & HUSSEIN AMR. (2010). The Museo Nacional de las Culturas del Mundo, en el área
Pharaoh´s Kitchen. Recipes from Ancient Egypt´s En- de investigación y curaduría del Egipto faraónico y el
during Food Traditions. The American University in Mediterráneo antiguo y se encuentra trabajando en
Cairo Press. El Cairo. el proyecto Kemet en Anáhuac, que busca analizar y
contextualizar las obras egipcias que se encuentran
SCHAWARTS, GEORGE. (2013). “A Pint of the Past: en México.
Assessing Authenticity in Modern Versions of Ancient
and Historic Ales.” en: Brewery History. The Journal Enlaza con el autor
of The Brewery History Society N. 154. PP. 17-30.
Brewery History Society. Carisbrooke.
Egiptología 2.0 | 91
Museos
Sara López Caiz / Moisés González Sucías
Biblioteca Museo
Víctor Balaguer
L a Biblioteca Museo Víctor Ba-
laguer, fundada en 1884 por el
político y escritor que le da nombre,
es uno de los museos más antiguos
y singulares de Cataluña. Mantiene
en buena medida la estética y las
colecciones originales del siglo XIX.
Historia
Durante el último cuarto del siglo XIX Vilanova vivió una importante
expansión urbanística gracias al impulso de la burguesía industrial, Fachada principal de la Biblioteca Museo
la que hizo llegar el ferrocarril ha la ciudad y promovió la edificación Víctor Balaguer. | Henri Bergius.
92 | Egiptología 2.0
de la mayor parte de los equipamien-
tos de uso público, hoy en día todavía
vigentes, que provocaron una fuerte
transformación en la fisonomía de la
ciudad.
su arquitecto sería Jeroni Granell. Se trataría del primer edificio creado de nueva planta en Cataluña para cum-
plir las funciones de biblioteca-museo. De hecho, la construcción de museos no era nada habitual en aquellos
años. Normalmente las colecciones artísticas se depositaban en antiguos palacios y conventos y no siempre se
encontraban abiertas al público.
El 7 de enero de 1882 , Víctor Balaguer compró formalmente a Francisco Gumà Ferran, promotor de la llegada
del ferrocarril ha Vilanova, un solar que comprendía una superficie de unos 3.000 m², destinado a la construc-
ción de la Biblioteca Museo, aunque ya se había colocado la primera piedra del edificio el 1 de enero del mismo
año. El proyecto ligaba también con el deseo de Balaguer de crear una institución de carácter nacional, pero
descentralizada de Barcelona. El fundador dedicó buena parte de su fortuna y de sus esfuerzos para hacer
realidad este proyecto.
El proyecto museístico se englobaba en las corrientes de revalorización y búsqueda de las artes aplicadas que
estaban surgiendo en Europa, con la creación de instituciones similares como el South Kensington Museum
de Londres o el Museo Austríaco de Artes Aplicadas de Viena. En su diseño también influyeron los museos de
reproducciones artísticas existentes en las principales capitales europeas. Es por este motivo que Balaguer re-
servó un espacio en la primera planta del edificio con el objetivo de habilitar una cátedra para el estudio de las
artes aplicadas que formara a futuros diseñadores y que se pudiera vincular con la creciente industria textil de la
zona. La cátedra sería dirigida por Tomás Moragas con la colaboración del profesor Josep Sugrañes. Balaguer
contó también con el apoyo económico de Antoni Samà, Francisco Gumá, Ramon Estruch, Josep Ferrer y Vidal
y su hijo Josep Anton Ferrer y Soler.
Edificio
El arquitecto encargado del proyecto fue Jeroni Granell Mundet, maestro de obras de prestigio que efectuó la
mayor parte de su producción en la ciudad de Barcelona y que en Vilanova i la Geltrú también realizó el Colegio
Samà. La Biblioteca Museo se construyó entre los años 1882 y 1884 y fue concebida como un templo clásico.
Una cúpula central coronaba el edificio y a ambos lados se extendían dos alas simétricas destinadas una a
biblioteca y la otra a museo.
El estilo seguía la corriente estética de la época, llamado eclecticismo, que se caracterizaba por la utilización
de estructuras y elementos decorativos extraídos del pasado (egipcios, griegos, medievales) de una manera
completamente libre. La finalización e inauguración del nuevo edificio data de 1884, según consta en una lá-
Egiptología 2.0 | 93
Construcción del edificio y edificio finalizado en 1884. | Rafael Areñas Miret.
nueva ampliación, la Sala Silvela (1919), que reunía la colección de pintura antigua y la sillería de la Sala de
Juntas. Entre 1920 y 1930 experimentó una nueva ampliación, dirigida en este caso por J.M. Miró y Guibernau.
En 1951 se reformó el interior de la pinacoteca. En 1979 se repararon las cubiertas bajo la dirección del arqui-
tecto Jordi Ambrós, reparaciones encargadas por el Ministerio de Cultura. En 1981 el Ayuntamiento de Vilanova
llevó a cabo algunas obras de reforma y acondicionamiento. Dos años más tarde la Generalitat se hizo cargo
de las obras de restauración de la Biblioteca, según proyecto del arquitecto Bonet y Correa. En 1996 tuvo lugar
la remodelación de la primera planta que permitió la utilización de espacios reservados anteriormente como al-
macenamiento para aumentar la superficie de exposición, a la vez que se volvía a disponer de la altura original
en la sala de la Pinacoteca. En esta última reforma se optó por recuperar el estilo inicial diseñado por Granell,
recuperando la luz natural en las salas, un proyecto realizado por o realizado por los arquitectos vilanovinos
Miquel Orriols y Òscar Valverde.
94 | Egiptología 2.0
La Biblioteca Museo Víctor Balaguer no ha parado por la baronesa de Wilson.
de crecer y de recibir donaciones durante sus años
de vida. El prestigio de sus colecciones la han con-
vertido en uno de los museos más destacados del
panorama del arte catalán. El fondo bibliográfico
que custodia está considerado como uno de los más
completos para el estudio de la sociedad del XIX.
Colección
Egiptología 2.0 | 95
Vista parcial de la sala que alberga la colección egipcia. | Visit Museum.
nasterio de Poblet.
96 | Egiptología 2.0
Keops. Se quedó en la antigua casa de Mariette du-
rante sus visitas a la región de Menfis y Saqqara.
Allí visitó la pirámide escalonada y las de Unas, Teti
y Pepi. Hizo calcos de los relieves de las mastabas
de Ti y Ptah-Hotep, quedó admirado por los enormes
sarcófagos para toros del Serapeum y pudo contem-
plar las pirámides de Dashur.
En su interior había veinte momias de las que sólo Es indudable que Toda quedó marcado por su es-
se pudieron salvar las nueve que estaban en sar- tancia en Egipto y su vocación egiptológica. Publi-
cófagos, y todo el ajuar funerario perteneciente al có varios títulos: Sesostris, La muerte en el Antiguo
propietario y su familia, un artesano llamado Sen- Egipto, A través del Egipto, y aún quedó inédito y sin
nedjem que vivió bajo el reinado de Ramsés II, en la publicar un manuscrito titulado El Antiguo Egipto.
dinastía XIX. Las espléndidas pinturas de la tumba
parecían recien pintadas y miles de años después, Debido al escaso apoyo que recibió en los ámbitos
siguen fascinando por su belleza a todo aquel que culturales de nuestro país, tuvo que ejercer su voca-
Egiptología 2.0 | 97
Debido al escaso apoyo que recibió en los ámbitos cultura-
les de nuestro país, tuvo que ejercer su vocación egiptoló-
gica particularmente. No obstante, allá donde le fue posible
siguió conectado a los círculos egiptológicos hasta su muer-
te en 1946.
catalán, y una de las cinco únicas momias que se conservan actualmente en los museos de Cataluña.
La primera referencia documental que tenemos de la pieza es del 29 de mayo de 1885, momento en que Víctor
Balaguer le notificó al bibliotecario, Joan Oliva i Milà, que Eduard Toda le había regalado la momia.
Eduardo Toda dio una conferencia el 16 de mayo de 1886 donde explicó en detalle los viajes que hizo por Egipto
y el significado y uso de los objetos que regaló al Museo Balaguer. Contó que en la expedición arqueológica al
Alto Egipto, dirigida por el profesor Gaston Maspero a Deir el-Medina, y cerca de los Colosos de Memnón, el 1
de febrero de 1886, se descubrió la tumba de Sennedjem, un hipogeo intacto desde hacía más de 3.000 años.
La cámara estaba intacta y conservaba las momias, los sarcófagos, las ofrendas y ajuares funerarios. De este
sepulcro pertenece la momia ‘‘Nesi’’. En la citada conferencia, el arqueólogo atribuyó esta momia a la dinastía
XX y tradujo los jeroglíficos de los cartonajes que tiene sobre el cuerpo.
Baqués sugiere que la atribución del nombre de ‘‘Nesi’’ podría explicarse si la momia hubiera poseído un sarcó-
fago, pieza que quizás Toda pudo ver pero que no compró por el posible mal estado de conservación de dicho
98 | Egiptología 2.0
sarcófago. Esta posibilidad quedó confirmada años
más tarde con el descubrimiento de la documen-
tación inédita de Toda dónde, por ejemplo, explica
que once momias estaban en sus cajas, pero que se
fueron deshaciendo antes de llegar al barco donde
tenían que transportarlas al museo de Boulaq.
Estoy aquí para protegerte y me extiendo sobre ti rechazando todos los males”. El cartonaje de la parte inferior,
que se encuentra sobre las piernas, dice: “Viva es tu alma, oh Osiris Nesi, justa de voz eternamente”.
Los estudios llevados a cabo por Llorenç Baqués determinaron que la transcripción del cartonaje sería: “Viva
es tu alma Osiris... justo de voz, eternamente”. La traducción quedaría incompleta, ya que en el cartonaje hay
un espacio en blanco, sin jeroglíficos y sin trazas. Seguramente este espacio en blanco estaría reservado al
nombre del difunto. A ambos lados de la columna de jeroglíficos hay dos registros simétricos, con un friso de
cobras y el chacal Anubis sobre una náos.
Debido a su fragilidad, en 1986 la Biblioteca Museo Víctor Balaguer, en colaboración con el ‘‘Getty Research
Institute’’ y la empresa ‘‘Método’’, procedieron a mantener la momia en una nueva vitrina, dado que sufría pro-
blemas de conservación. Sellada herméticamente, posee unos sensores que miden los niveles de oxígeno,
humedad relativa y temperatura. Además, dispone de gas inerte y se encuentra totalmente aislada, por lo que
todo el oxígeno queda absorbido, protegiendo la pieza de la putrefacción de la materia orgánica. El vidrio de la
vitrina dispone de un filtro ultravioleta y un colorante que evita los daños producidos por la luz.
Egiptología 2.0 | 99
Cartonaje que imita unas sandalias, 332-360 a.C. | Biblioteca Museu Víctor Balaguer.
Fragmento de sarcófago con figuras mitológicas, 1570-1320 a.C. | Biblioteca Museu Víctor Balaguer.
Los estudios llevados a cabo por Llorenç Baqués determinaron que la transcripción del cartonaje sería: “Viva
es tu alma Osiris... justo de voz, eternamente”. La traducción quedaría incompleta, ya que en el cartonaje hay
un espacio en blanco, sin jeroglíficos y sin trazas. Seguramente este espacio en blanco estaría reservado al
nombre del difunto. A ambos lados de la columna de jeroglíficos hay dos registros simétricos, con un friso de
cobras y el chacal Anubis sobre una náos.
Debido a su fragilidad, en 1986 la Biblioteca Museo Víctor Balaguer, en colaboración con el ‘‘Getty Research
Institute’’ y la empresa ‘‘Método’’, procedieron a mantener la momia en una nueva vitrina, dado que sufría pro-
blemas de conservación. Sellada herméticamente, posee unos sensores que miden los niveles de oxígeno,
humedad relativa y temperatura. Además, dispone de gas inerte y se encuentra totalmente aislada, por lo que
todo el oxígeno queda absorbido, protegiendo la pieza de la putrefacción de la materia orgánica. El vidrio de la
vitrina dispone de un filtro ultravioleta y un colorante que evita los daños producidos por la luz.
El Museo cuenta también, con una pequeña colección
de ushebtis de gran belleza y refinada elaboración de
varias épocas.
El museo conserva también una gran cantidad de amuletos de diversos materiales y épocas.
Se denomina amuleto a aquel objeto que en la mentalidad primitiva se creía acumulador de energía y cuya
misión principal era proteger al portador del mismo de las fuerzas malignas, o de atraer hacia su entorno algo
positivo, todo ello con un pensamiento que hacía de este objeto algo mágico.
Existían una gran diversidad de dichos objetos, como por ejemplo reproducciones de parte del cuerpo, cuya
finalidad era proteger la parte reproducida en el, devolver las funciones a los difuntos, en el caso de amuletos
encontrados en momias, y otra diversidad de protecciones... Los materiales en los que se forjaban dichos amu-
letos eran muy diversos y también cabe constatar que dependía de las posibilidades económicas del individuo,
las clases más pudientes podían utilizar para su creación oro, plata (huesos y cabellos de los dioses según la
creencia), bronce, hierro. piedras preciosas... y las clases menos favorecidas, podían utilizar por ejemplo loza,
un material de bajo coste.
Las formas de portar los amuletos eran muy diversas, pudiendo ir en el cuello, en forma de collar, atados en las
Anubis, 664-395 a.C. Thot, 664-343 a.C e Isis, 332-30 a.C. | Biblioteca Museu Víctor Balaguer.
Al lado hay una pluma Maat y tres figu- Fragmento de sarcófago con la representación del ‘‘Ba’’, 1567-
ras momiformes acompañadas de jero- 1320 a.C. | Biblioteca Museu Víctor Balaguer.
glíficos. El hecho de que Amenhotep I aparezca representado bajo la forma de esfinge se debe a que era con-
siderado fundador del Valle de los Reyes.
Otra de las piezas destacadas de la colección, es un fragmento de sarcófago con la representación del ‘‘Ba’’ del
difunto. Realizado en madera, es de forma rectangular, curvado, estucado y pintado, mostrando decoración en
ambas caras.
En la cara interior se representa el ‘‘Ba’’ o alma del difunto, con cabeza de mujer mirando de perfil, y cuerpo de
pájaro con largas alas extendidas. La cabeza está flanqueado por dos ojos ‘‘Udjat’’. Detrás del de la derecha se
puede apreciar una cobra con el cuerpo ondulado.
En la cara exterior aparecen representados tres registros, el primero presenta un friso de ‘‘uraeus’’ coronadas
con el disco solar, las otras dos presentan una alternancia del nudo de Isis y de la pilastra ‘‘Djed’’, símbolo de
Osiris.
Completan la colección,
varios restos humanos y
animales momificados,
diferentes tipos de cerá-
mica, máscaras funera-
rias, cartonajes, reposa-
cabezas, telas de lino o
conos funerarios, entre
otros.
Músicas en la
antigüedad
L a música y los sonidos embrujan, seducen, con-
suelan, asustan y estimulan los sentidos desde
tiempos ancestrales; también están presentes en
los grandes acontecimientos de la vida pública y
privada. El origen de nuestras sonajas, flautas,
arpas, platillos, órganos, castañuelas y un sinfín
de instrumentos modernos se remonta a miles de
años atrás.
antiguo del mundo que se conoce hasta la fecha. La exposición recorre tres mil años de historia y es fruto de
la alianza estratégica con el Museo del Louvre para la organización conjunta de exposiciones en nuestro país.
Oriente, Egipto, Grecia y Roma: ‘‘Músicas en la antigüedad’’ muestra la importancia de la música en las socie-
dades antiguas, así como los últimos hallazgos en el campo de la arqueomusicología. La exposición, presenta
la música como un lenguaje universal que atraviesa los siglos, supera conflictos y guerras, y acerca culturas.
Desvela los aspectos específicos de cada civilización, así como sus influencias, intercambios e hibridaciones.
Comisariada por Hélène Guichard, Violaine Jeammet y Ariane Thomas, conservadoras del Museo del Louvre,
junto con otros cinco expertos de distintas instituciones y universidades francesas, la muestra podrá visitarse
en CaixaForum Barcelona, hasta el próximo 6 de mayo de 2018.
Desde Irán hasta la Galia, los vestigios milagrosamente conservados de instrumentos, los fragmentos de nota-
ciones musicales y las múltiples representaciones de intérpretes que han llegado hasta nuestros días evocan
los sonidos de tres mil años de historia (del 2900 a.C. al 395 d.C.).
Tablillas mesopotámicas, estelas egipcias, cerámicas griegas, relieves históricos romanos y una colección de
instrumentos antiguos de música cuyo estado de conservación a menudo sorprende. En total, se presentan 373
piezas, 278 de ellas pertenecientes al Musée du Louvre. Las obras proceden también de la Bibliothèque natio-
nale de France, el Metropolitan Museum de Nueva cialistas de las músicas de la antigüedad, que solo
York, el Museo Nacional de Atenas, el Museo Ar- disponen de elementos incompletos, tanto en lo que
cheologico Nazionale de Nápoles, los Musei Capi- respecta a las pocas ‘‘partituras’’ existentes como a
tolini, la Centrale Montemartini de Roma, el Museo los instrumentos que se han hallado fragmentados
Nazionale Romano y el Museo Nacional de Arte Ro- en tumbas, casas o santuarios. Existen, eso sí, nu-
mano de Mérida, entre otros centros. merosos textos y miles de imágenes que muestran
escenas de la vida musical y a partir de los cuales
El hecho musical se aborda desde distintas pers- los especialistas recomponen el entorno sonoro de
pectivas. Los trabajos llevados a cabo recientemen- cada cultura, gracias también a los últimos avances
te en el campo de la arqueología experimental han en el ámbito de la investigación. Aunque las socieda-
permitido recuperar sonidos que se creían perdidos. des antiguas parecen compartir ciertos instrumentos
También se presenta el contexto eminentemente re- musicales y ciertas prácticas, hay en ellas una serie
ligioso de la música, así como el sociocultural. La ex- de formas de expresión musical que les son propias.
posición recupera las leyendas sobre el origen divino
de sonidos e instrumentos. El oído de los dioses
La música interviene en todas las facetas de la vida: En las sociedades donde lo sagrado está presente
exalta el poder de los soberanos, acompaña en la en todos los momentos de la vida cotidiana, todo
guerra y es omnipresente en la escena cívica y en pretexto vale para intentar atraer la atención de los
el vínculo con lo divino. Está ligada a todas las eta- dioses y, así, obtener su benevolencia: oraciones,
pas de la vida: la infancia, la juventud, la madurez y cantos, hechizos, himnos y murmullos rituales. En el
la muerte. Alrededor del hecho musical se crean ofi- ámbito de lo sagrado, la música es parte integrante
cios, desde el de lutier hasta el de maestro de músi- del rito a través de los sacrificios, las procesiones y
ca, mientras que algunos intérpretes extraordinarios las fiestas religiosas. Se considera una gran inter-
han alcanzado una gran fama en este campo. mediaria, ya que a algunas divinidades se las asocia
estrechamente con los sonidos. En Mesopotamia, el
Ámbitos de la exposición dios Ea inventa los encantamientos, las invocacio-
nes mágicas. En Egipto, la diosa Hathor preside las
La exposición se estructura en los siguientes ámbi- fiestas al son del sistro y de la pandereta. En la ci-
tos: vilización grecorromana, Apolo con su lira es el dios
músico y poeta por excelencia. El instrumento musi-
Los sonidos antiguos: ¿un mundo desaparecido cal es, a menudo, un atributo o incluso una invención
para siempre? de la deidad y, como tal, se suele depositar como
exvoto en los santuarios.
Imaginemos que, dentro de 2.000 años, tan solo
quedasen como muestra de lo que fue la música Los sonidos del poder
occidental algunas partituras de Mozart, pequeños
fragmentos de las canciones de Brel e instrumen- El sonido forma parte del ceremonial del poder y de
tos musicales dañados o rotos. En cierto modo esta la puesta en escena de la autoridad. Así pues, hay un
es la situación a la que se enfrentan hoy los espe- gran número de músicos y músicas al servicio de los
En la práctica musical se distingue claramente entre La antigua cultura egipcia era una civilización emi-
el músico amateur y el profesional, cuya actividad nentemente agrícola, así pues, los instrumentos que
tiene las características de un verdadero oficio: el primero hacen su aparición, tenían un objetivo prác-
músico sigue un aprendizaje, asimila las técnicas y tico antes que artístico. Consistían en dos palos de
los gestos necesarios, transmite sus conocimientos madera que entrechocaban, con el propósito de ahu-
y recibe una gratificación. Entre los músicos profe- yentar las plagas de langosta y también como ritual
sionales, hay que distinguir entre ‘‘las estrellas’’, que para favorecer la fertilidad de las tierras de cultivo,
son recompensadas por soberanos y ciudades, y los
simples ejecutantes, cuya función básica es partici- Hacia el año 3.500 a.C. encontramos la primera re-
par en los ritos o animar los banquetes. Las mujeres presentación de un instrumento musical, se trata del
también pueden vivir de este arte, pero a menudo seba, un instrumento parecido a una flauta que toca-
tan solo pueden tocar en los palacios de Oriente y ban dos danzarinas.
en los templos de Egipto. Algunas consiguen hacer
de ello su profesión, en ocasiones a costa de forjarse En el Imperio Antiguo, aparece un instrumento de
una dudosa reputación. En lo que respecta al oficio percusión que tuvo una gran importancia, se trata del
de lutier, tan solo se documenta en el mundo greco- sistro (sakhm), consistía en una lámina de metal en
rromano, pero la observación de los vestigios mues- forma de herradura. Entre los dos brazos de la herra-
tra la increíble destreza de los artesanos y la riqueza dura se insertaban unas varillas metálicas que eran
mayor evolución, así en el Imperio Nuevo ya se en- Una de las piezas más llamativas de la exposición es
cuentran arpas de doce cuerdas y con alturas de dos el sarcófago de Madja. La decoración pintada en el
metros. lado derecho ilustra una etapa del ritual de su entie-
rro: el día de los funerales.
En la antigüedad los egipcios empleaban la música
en diversas actividades cotidianas, pero fue en los Dos hombres tiran de un trineo, sobre el cual está
templos y en su ceremonial donde tuvo un desarrollo colocado el sarcófago, en dirección a la tumba; dos
más intenso. No se conoce con exactitud cómo era mujeres, de pie, la acompañan con sus lamentos.
la música egipcia, porque no se escribía, sino que se Son las plañideras que reproducen los gestos y los
trasmitía oralmente. lamentos que Isis y Neftis, esposa y hermana de Osi-
ris, ejecutaron por primera vez por el dios asesinado.
El Antiguo Egipto en la exposición
Llevan el pelo cubierto con una tela y van vestidas
Aunque la muestra no está propiamente dedicada con una túnica de un solo tirante. Con ademán de
en exclusiva al Antiguo Egipto, podemos encontrar esperar la llegada del cortejo, dos plañideras más,
multitud de piezas de gran belleza y calidad, con las con la misma túnica, el brazo levantado y la mano
que podemos acercarnos al uso y la importancia que a la altura de la cabeza, están representadas en la
los antiguos pobladores del valle del Nilo daban a la actitud codificada de las plañideras que se describen
música y conocer así algunos de sus instrumentos en los ‘‘Textos de las Pirámides’’ del Antiguo imperio
musicales más populares. ‘‘Isis sentada con la mano en la cabeza’’.
Finalizamos el repaso por algunas de las obras más sa Hathor, y esta escena musical de naturaleza eró-
destacadas de la muestra, con una escena de baile tica, en la que el hombre desnudo podría adoptar el
con música, elaborada en piel de cabra. papel de Bes, está claramente relacionada con el
culto a la diosa de la fertilidad y de la música.
El refuerzo y el lazo de cuero rojo todavía presentes
en el ángulo inferior de este fragmento de tapiz de Oriente, Egipto, Grecia y Roma: ‘‘Músicas en la anti-
piel pintada indican que debía estar colgado en una güedad’’ muestra la importancia de la música en las
pared o tendido sobre un mueble. sociedades antiguas.
La escena que aparece en él se sitúa en un empa- La exposición nos permite conocer la música como
rrado: un hombre desnudo, cuyos atributos viriles un lenguaje universal que atraviesa los siglos has-
ostensibles se balancean hacia atrás por efecto del ta casi los orígenes de la humanidad. Los últimos
movimiento, baila al son de los acordes de una gran hallazgos en el campo de la arqueomusicología han
arpa arqueada que toca una mujer arrodillada. permitido, por ejemplo, que en ‘‘Músicas en la anti-
güedad’’ puedas escuchar el canto más antiguo del
En hombre tiene en la mano una curiosa ristra no mundo que se conoce en la actualidad.
identificada que podría ser algún tipo de instrumento
de percusión. El estudio de la música permite desvelar los aspec-
tos singulares de cada civilización, así como sus in-
El objeto fue descubierto no lejos del templo de Deir fluencias, intercambios y mestizajes, en un completo
el-Bahari, donde había una capilla dedicada a la dio- viaje de tres mil millones de años.
Que ver
Tuna el-Gebel fue la necrópolis de Hermópolis Magna o Khmun (situada a 5 km), a la izquierda del río Nilo.
En la región se produjeron enterramientos entre el 2000 a.C. y el 200 d.C. El cementerio ocupa unos 3 km².
La parte más moderna es el sur (Al-Fassagi). Las estructuras y tumbas mejor conservadas son las del periodo
grecorromano (algunas tumbas tenían su templo o capilla).
Petosiris, también llamado Anjefenjonsu, fue un dyw wr, sumo sacerdote de Thot en Hermópolis Magna, al ser-
vicio de los dioses Sejmet, Khmun, Amón-Ra y Hathor. Hijo de Sishu y Neferrenpet, fue un funcionario de alto
rango en el siglo IV a.C., durante el periodo de transición entre el periodo aqueménida y el macedónico. Además
era escriba real y lesonis del templo de Thot.
Exterior y decoración interior de la tumba de Petosiris. | Roland Unger / Bartomeu Egea Resino.
Tumba de Isadora
Datada en el siglo II. Isadora era una joven de la ciudad de Hermópolis muy estimada por su belleza y bondad,
que se enamoró de un chico de Antinoópolis (hoy Sheikh Ibadíes); su padre desaprobó la relación; un día, cuan-
do cruzaba el río Nilo para ir a ver a su novio, naufragó y se ahogó; el padre se negó a pagar el entierro y fue
el novio quien pagó, pero para hacerlo se tuvo que vender él mismo como esclavo; en su dedicatoria el padre
asimila a su hija a una diosa. La momia de Isadora todavía está en el lugar.
Vista general y entrada de la tumba de Isadora. | Roland Unger / Bartomeu Egea Resino.
En sus 1.100 metros de longitud de pasillos con infinidad de celdas o nichos podemos ver un babuino con sar-
cófago, que fue dedicado al dios Thoth. Son llamadas las “catacumbas sagradas de Thoth”, y son un elemento
destacado de Tuna el-Gebel, como un Serapeum en miniatura, siendo bastante inhabituales en Egipto. Contie-
ne un templo de época ptolemaica (Alejandro IV) y en la parte de las cámaras se han encontrado cerámicas,
estatuas de bronce, momias y otros objetos que en general se encuentran en el museo de Mallawi. Destacan
los papiros arameos del período de ocupación persa dentro de unas jarras encontradas en las catacumbas. Al
lado de la entrada existe una segunda puerta que guarda una mesa de momificaciones, varias herramientas y
restos.
Estela A de El-Amarna
A unos 2 km del recinto de Tuna el-Gebel hay una estela que marcaba los límites de la ciudad de Akhetatón
(Tell el-Amarna) donde la familia del faraón (y este mismo) están representados en varias posiciones, se trata
de una capilla excavada en la roca.
El cristal o mampara que protegía en conjunto fue destruido en 2011 cuando la revolución, así mismo algunas
estatuas sufrieron daños.
Vista general de la capilla excavada en la roca y detalle de la Estela A. | Bartomeu Egea Resino / Roland Unger.
Recomendaciones
Esta zona del país, del llamado Egipto medio, entre los meses de marzo y abril, es azotada por unas periódicas
tormentas de arena, llamadas Chamsin o Jamsin (cincuenta en árabe) se refiere a un viento local polvoriento,
seco y cálido que sopla en Egipto similar al siroco o al simún.
En Egipto, el jamsin normalmente llega en abril pero ocasionalmente acontecen en marzo y mayo, llevando
grandes cantidades de arena y polvo de los desiertos, con una velocidad de hasta 140 kilómetros por hora, y
una subida de las temperaturas de hasta 20°C en un poco lapso de tiempo. Se cree que sopla “a intervalos
durante alrededor de 50 días”, de ahí su nombre, aunque raramente acontece “más de una vez a la semana y
dura sólo unas pocas horas cada vez.”
Durante la Primera Guerra Mundial, miles de soldados, enfermeras y voluntarios australianos se enlistaron para
apoyar a Gran Bretaña y los aliados. Los barcos que partían de Australia paraban primero en Colombo, Sri
Lanka, luego en Adén, Yemen, y finalmente navegaban por el mar Rojo hasta Suez en Egipto. Allí permanecían
unos meses en campos de entrenamiento antes de partir al frente.
El siguiente artículo está basado en los diarios, fotografías, postales y cartas, de algunos de estos soldados,
contrastados con los diarios de excavación del egiptólogo norteamericano George A. Reisner que coincidió con
ellos en Egipto.
Dr. Reisner, 1936. | Bob Davis Gracias a una explicación escrita por Ralph E. Goode, en la parte
(New York Sun). posterior de la postal, sabemos que las tiendas rectangulares
Fotografía anónima tomada en diciembre de 1914. En ella aparecen el 9º y 10º Batallón de infan-
tería australiana en el Campo Mena con las pirámides de Giza al fondo. Muchas unidades milita-
res australianas se hacían acompañar con mascotas, como el canguro de la foto. La mayoría fue-
ron regaladas al Zoológico del Cairo cuando partieron rumbo a Galípoli. | Australian War Museum.
Postal de 1915 del Campamento militar de Mena. Reginal Jeffrey Millard fue director del Hospital militar
Perteneció a Ralph E. Goode, camillero de la 2ª australiano instalado en el Hotel Mena House.
Unidad de la Australian Field Ambulance.
| Yarra Regional Museum, Australia. Nació en 1868, en Newcastle, Australia. Estudió medici-
na en la Universidad de Sídney en
1890 y un diplomado en Salud Públi-
ca en la Universidad de Cambridge,
Inglaterra. Trabajó en el Coast Hos-
pital hasta que se enlistó en el ejérci-
to al comienzo de la Primera Guerra
Mundial.
Regresó a Australia al terminar la Fotografía de 1915 del Hotel Mena House convertido en Hospital militar
Primera Guerra Mundial, en 1919, y base del ejército durante la Primera Guerra Mundial. Fotografía dona-
donde siguió practicando medicina da al Australian War Museum por el Teniente Coronel A.M. Martyn.
hasta su muerte en 1943. | Australian War Museum.
De acuerdo con las anotaciones en el diario del coronel Millard, el Dr. Reisner
los paseó por el yacimiento, les mostró los últimos descubrimientos y les co-
mentó que tenía la obligación de dejar el 50% de los objetos desenterrados
en el Museo del Cairo.
No se menciona cuál era el destino del otro 50%, pero podemos suponer que
era enviado a Estados Unidos para repartirse entre el Peabody Museum of
Archaeology and Anthropology de la Universidad de Harvard y el Fine Arts
Museum de Boston, puesto que ambas instituciones patrocinaban las excava-
ciones y a la fecha una parte importante de las colecciones de ambos museos
Coronel Reginal J. Millard.
están formadas por objetos procedentes de las necrópolis de Giza, excavada
| Australian War Memorial.
en la Península del Sinaí para dificultar aún más cualquier intento de invasión.
Millard y Bird comenzaron a hacer conjeturas sobre el número de camellos que necesitaba el ejército turco para
cruzar el desierto del Sinaí. Reisner interviene para explicar que él ha cruzado el desierto y que se necesitan
al menos dos camellos por persona para completar el trayecto con éxito. Eso limitaba aún más al ejército turco
pues si planeaba atacar con un gran ejército necesitaba una enorme cantidad de camellos.
A pesar de las dificultades, los turcos atacarían Egipto en varias ocasiones. Un primer intento ocurrirá entre el 2
y 3 de febrero de 1915, exactamente un mes después de la conversación entre Reisner y Millard.
Antes de volver al campamento, Millard y Bird se disculpan con Reisner por los problemas que le han causado
los soldados australianos, a pesar de que el ejército les ha prohibido que se paseen en sus ratos libres por las
excavaciones. A lo que Reisner respondió que no tenían por qué disculparse, por el contrario, les estaba muy
agradecido puesto que la amenaza de una invasión turca hacía peligrar la continuación de sus excavaciones.
Con la llegada de tropas aliadas esa amenaza había desaparecido y podía continuar trabajando.
Probablemente por educación, Reisner no quiso mencionar los serios problemas que había tenido con los sol-
dados. El 13 de diciembre de 1914, por ejemplo, señala en su diario que tuvo que construir un muro y trincheras
para evitar que los soldados continuaran robándose objetos de las excavaciones.
Las únicas excavaciones que se suspendieron durante la Primera Guerra Mundial fueron las de los alemanes
y austriacos. De hecho, el 16 de septiembre de 1914, Ronald Storrs, oficial británico de la British Foreign and
Colonial Office, llegó a insinuarle a Reisner la posibilidad de entregarle las excavaciones de Tell el Amarna,
dirigidas por Ludwig Borchardt del Deutsche Orient Gesellschaft.
Unos días más tarde, el Dr. Reisner apuntó en su diario la posibilidad de pedir que le entregaran no solo Tell
Pero el 8 de enero de 1915 el comité de arqueología envió una notificación a Reisner en la que se le informaba
que que se había decidido dejar en stand by las concesiones austriacas y alemanas hasta el final de la guerra.
R. J. Millard anota al final que el Dr. Reisner es de descendencia alemana (su familia era originaria de Wurms)
y quizás eso le generó al principio cierta desconfianza. Pero después aclara que Reisner estaba en contra de
Alemania y que tenía un acento totalmente yanqui.
Millard y Reisner volverán a encontrarse por última vez unos meses más tarde, en Luxor, el 14 de marzo de
1915 en el Palace Hotel, donde ambos se hospedaban. Reisner y su esposa volvían de Sudán, donde habían
estado excavando seis semanas. El boletín de la Universidad de Harvard, publicado en junio de 1922, señala
que el Dr. Reisner excavaba en Sudán desde 1913.
Foto del 11º Batallón de Infantería retratado junto a las pirámides. Tomada el 10 de ene-
ro de 1915. Donada al Australian War Memorial por el el coronel K. McLennan en 1930.
| Australian War Museum.
La visita la podemos corroborar en una carta escrita por Gertrude a su madrasta, Dame Florence Bell, fechada
el 10 de enero de 1916, en la que menciona que había pasado una tarde muy agradable con Reisner.
Gertrude Margaret Lowthian Bell (1868-1926) fue una británica graduada en Historia Moderna por la Univer-
sidad de Oxford. Su basto conocimiento de Oriente Medio hizo que, durante la Primera Guerra Mundial, fuera
contratada por Gran Bretaña como consejera y espía, principalmente. En 1915 la invitaron a formar parte del
Arab Bureau en el Cairo. Uno de sus objetivos era fomentar un levantamiento de los pueblos árabes que vivían
en Medio Oriente para debilitar al Imperio turco, misión que compartía con T.E Lawrence.
Australian Imperial Force unit war diaries. 1914-1918. Sabina Espejel Nonell es licenciada en Historia por la
https://www.awm.gov.au/collection/C1338583 Universidad de Barcelona (UB). Y cursó un posgra-
do de Egiptología en la Universidad de Macquarie en
Gertrude Bell Archive. http://www.gerty.ncl.ac.uk/let- Australia en donde también tomó cursos de dibujo ar-
ter_details.php?letter_id=141 queológico y epigrafía del antiguo Egipto.
Reisner, G. A. Excavation Diaries. Vol.8, vol.9 y vol.10. Ha participado en proyectos arqueológicos como el
1914-1915. http://giza.fas.harvard.edu/sites/2870/fu- yacimiento medieval de L’Esquerda con la UB y en
ll/#diary varias campañas de arqueología subacuática con
el Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña
(CASC). Entre el 2006 y el 2010 fue miembro del Mon-
temhat Project, un proyecto de excavación, estudio y
restauración de la tumba de Montemhat (TT34) en
Egipto.
Y hasta que no se solucione la avería, las clausuras se volverán a suceder una y otra vez, ya que el Real De-
creto sobre ‘‘recomendaciones relativas a las condiciones de seguridad en los lugares de trabajo’’ especifica
que los empleados públicos deben trabajar en espacios donde las temperaturas se encuentren por encima de
los 17 grados centígrados y por debajo de los 30. Precisamente, por las bajas temperaturas que se registran
en su interior, desde el pasado 28 de noviembre el Templo impide la entrada a los miles de turistas nacionales
y extranjeros que acuden a visitarlo a diario.
El Ayuntamiento de Madrid presupuestó ya en 2016 una partida de 200.000 euros para renovar el ‘‘obsoleto’’
circuito de ventilación del Templo. No obstante, todavía no se han acometido los trabajos. Según justifican
fuentes del área de Cultura y Deportes, que ahora encabeza la propia alcaldesa Manuela Carmena, la prórroga
de 46 días que demoró la aprobación de los presupuestos municipales para 2017 hasta el Pleno del pasado
febrero ocasionó el primer retraso. El proyecto se incluyó dentro de una de las Inversiones Financieramente
Sostenibles (IFS) de 2017, que se sufragan con cargo al remanente de tesorería, es decir, con el excedente de
los presupuestos del año anterior.
La prórroga de las cuentas del Ayuntamiento demoró meses la tramitación del proyecto. El pliego técnico se
licitó en mayo y, según habían anunciado desde el Consistorio, las obras, que durarían cuatro meses, iban a
comenzar el pasado noviembre. El objetivo era que el Templo dejase atrás los problemas de climatización a
partir de marzo.
Sin embargo, según excusan de nuevo desde el Ayuntamiento, la partida destinada al Templo fue una de las
que quedó bloqueada por la suspensión cautelar decretada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid
(TSJM) a instancias de un recurso de la Delegación del Gobierno en medio de la ‘‘guerra’’ con el Ministerio de
Hacienda a cuenta de la regla de gasto. Una vez descongeladas estas inversiones, el Consistorio prevé ahora
comenzar las obras el 1 de marzo y concluirlas tres meses más tarde. En verano, por tanto, está previsto, si
esta vez se cumplen los plazos, que se termine el letargo del monumento egipcio. Más tarde, ya para el próximo
otoño se estrenará la nueva museo grafía del Templo.
Marta R. Domingo.
Zahi Hawass, el que fuera el omnipotente ministro de Antigüedades de Egipto y responsable durante años del
Consejo Superior de Antigüedades en la era de Hosni Mubarak, ha iniciado una excavación que puede volver a
catapultarlo en el Olimpo de la Egiptología.
Tal y como publica en su página web, acaba de empezar una excavación con el objetivo de encontrar una
nueva tumba real en Luxor, nada más ni nada menos que la de la esposa del famoso faraón Tutankhamón,
Anjesenamón. Los trabajos se centran en una área cercana a la tumba del faraón Ay, quien fuera asesor de
Tutankhamón antes de sucederlo. De hecho, este personaje muy próximo a la casa real esposó a la viuda para
ambos eran muy jóvenes y aún llevaban al dios Atón en sus nombres, conocidos en ese momento como Anje-
senpatón (la que vive por Atón) y Tutankatón (imagen viva de Atón).
Recordemos que el llamado faraón hereje Akenatón proclamó a Atón como dios principal y pasó a perseguir el
culto a Amón. Se considera que el polémico rey proclamó un monoteísmo en un país acostumbrado a adorar a
multitud de dioses, lo que provocó tras su muerte que sufriera la damnatio memoriae que también persiguió a
su sucesor.
Anjesenamón y Tutankhamón reinaron durante diez años, un periodo en el que restauraron el culto a Amón, que
contaba con un poderoso e influyente clero. Al morir el faraón, Anjesenamón se casó con Ay, que posiblemente
era su propio abuelo materno.
Tras este momento, se desconoce qué ocurrió con esta reina, que llevaba consigo el linaje real pero que no dejó
a ningún hijo que accediera al trono. Si la tumba que excava Hawass fuese la de esta reina, podría dar mucha
información sobre uno de los periodos más misteriosos e intrigantes del antiguo Egipto.
La Vanguardia.
EFE.
Después de sobrevivir a miles de años de guerras, invasiones y voracidad por los materiales de construcción,
los esplendores del antiguo Egipto podrían haber encontrado finalmente un adversario peor. ‘‘Tenemos miedo
al cambio climático’’, asegura Mostafa Ghaddafi Abdel Rehim, un alto funcionario de antigüedades en Luxor.
Todo comenzó con la temperatura. Las grandes extensiones de Egipto, donde abundan los templos, siempre
han sido zonas sofocantes durante el verano, pero nunca tanto como ahora o durante tanto tiempo, confirman
los lugareños y los arqueólogos. Algunas jornadas de excavación han tenido que interrumpirse ya que los tra-
bajadores se sobrecalientan y deshidratan en las zanjas de abiertas al sol.
En otros casos, las condiciones cambiantes incluso han obligado a los arqueólogos a alterar la forma en la que
documentan los jeroglíficos en los muros. ‘‘Solíamos hacer cianotipos utilizando la luz solar natural, pero des-
de hace unos 20 años nos resulta cada vez más difícil grabar la imagen en el papel’’, comenta Ray Johnson,
director de la Encuesta Epigráfica de la Universidad de Chicago; la institución académica estadounidense lleva
casi un siglo trabajando en los monumentos y restos arqueológicos de la ciudad de Dyamet, situada en la orilla
occidental del río. ‘‘Nos dimos cuenta de que los muros se estaban poniendo cada vez más grises’’. En Karnak,
una pequeña población localizada en la ribera oriental del Nilo, el colosal complejo que domina el acceso sep-
tentrional a Lúxor, el sol deslumbrante ya ha robado el color a la mayoría de las paredes.
Alrededor de Asuán, por su parte, la ciudad más meridional de Egipto, que se halla a varias horas de viaje en
tren al sur de Lúxor, las temperaturas, que a veces superan los 40° C, están agrietando lentamente muchas de
las estructuras de granito rosa, material que se expande con el sol diurno y luego se contrae durante la noche
gracias al aire fresco, explica Johanna Sigl del Instituto Arqueológico Alemán de El Cairo. En su excavación,
en el extremo inferior de la isla Elefantina, en medio del Nilo, varias inscripciones casi han desaparecido como
consecuencia, se lamenta Sigl.
‘‘En algunos casos, estos lugares son los cimientos de una industria del turismo que aporta muchos beneficios
a la población local. Pero luego hay muchos edificios que están en el medio de la nada, y allí la situación es
mucho más difícil a la hora de tomar decisiones sobre la conservación de sitios históricos vulnerables’’, recalca
en una nota Mette Wilkie, directora de la División de Ecosistemas de ONU Medio Ambiente.
Sin embargo, el mayor daño ocurre durante el invierno. Los aguaceros cada vez más frecuentes están destru-
yendo antiguos edificios de adobe, la mayoría de los cuales han durado tanto tiempo debido a la escasez de
lluvias. ‘‘Cada año notamos que crece este problema’’, subraya Christian Leblanc, jefe de la Misión Arqueológi-
ca Francesa en Tebas occidental.
En 1994, una tormenta monstruosa demostró la devastación que la lluvia puede causar. Numerosas tumbas en
los Valles de los Reyes y Reinas se inundaron; el Templo de Seti se transformó en un lago y cientos de casas
tradicionales de adobe se derrumbaron. En Deir al-Bakhit, por ejemplo, un monasterio cristiano primitivo, la
lluvia cayó tan furiosamente que dejó huellas en forma de gota en el adobe.
El crecimiento de la población también está perjudicando el patrimonio arqueológico de Egipto. Más perso-
nas implican más agricultura, recuerdan desde ONU Medio Ambiente, por lo que los campos alrededor de los
templos, en lugar de permanecer secos durante una parte del año, ahora están en constante cultivo. Esto ha
elevado el nivel freático algunos puntos y se inundan los cimientos de los templos con mucha más agua de lo
que estaban diseñados para manejar. ‘‘A medida que aumenta la población en Egipto -que alberga a más de
95 millones en la actualidad-, los tesoros faraónicos tienen que compartir su espacio con cada vez más casas
y cultivos de caña de azúcar’’, añade Leblanc.
ABC.
¿Por qué fue mal estratega? En aquella batalla los hititas -los enemi-
gos de los egipcios- engañaron al joven rey para que luchara contra
ellos, lo que lo llevó a poner impetuosamente en peligro una división
de su ejército. Solo cuando las otras tres divisiones de su ejército
Ramsés II. Fragmento de un relieve finalmente lo rescataron pudo escapar, ‘‘pero sin territorio ganado’’,
del templo de Ramsés II en Abydos. recuerda Nielsen. De hecho, perdió el control de gran parte de la Siria
| Olaf Tausch. actual después de la batalla.
‘‘Cuando te das cuenta de que Ramsés reescribió monumentos dedicados a otros, de modo que parecía que
estaban celebrando sus logros, te das cuenta de lo que era un vendedor ambulante de noticias falsas. Su nom-
bre a menudo se talló tan profundamente, que era imposible eliminarlo, preservando así su legado. Y como en-
gendró a 162 niños y gobernó Egipto durante 69 años, su propaganda tuvo muchas oportunidades para echar
raíces’’, concluye el experto.
ABC.
E ncuentran el ataúd del rey Ptolomeo IV. entierro tallados en las rocas, dentro de los cuales
se encontraron ataúdes de madera, vasijas y envol-
turas para preservar las entrañas, lo más probable,
Un grupo de arqueólogos ha descubierto cuatro de animales.
ataúdes, de los cuales uno tiene tallada una inscrip-
ción con el nombre del rey Ptolomeo IV, que gobernó Por su parte, el director del sector de Antigüedades,
en Egipto de 221 a 203 a.C. El hallazgo se ha produ- Ayman Ashmaui, indicó en el texto que el primer pozo
cido en la zona de Abu Sir, al sur de las Pirámides de lleva a una pequeña cámara funeraria, donde halla-
Guiza, en el suroeste de El Cairo. ron dos ataúdes rectangulares pequeños, en malas
condiciones, y dentro descubrieron dos momias pe-
En un comunicado del Ministerio egipcio de Antigüe- queñas ‘‘probablemente de dos aves’’. Asimismo, los
dades, explicó que fueron hallados tres pozos de arqueólogos egipcios encontraron rollos de forma
esférica donde se hallan las entrañas de las momias y 22 vasijas simbólicas de fayenza, material cerámico de
acabado exterior vítreo.
Según estudios preliminares, en el primer ataúd está tallado el nombre del rey Ptolomeo IV en un cartucho,
mientras que el segundo cuenta con escritos jeroglíficos con tinta negra, aunque no son legibles, indicó el texto.
Dentro del segundo y tercer pozo hay partes de otros dos sarcófagos donde hallaron dos momias de aves, en-
cima de las cuales hay una lámina de resina negra en buenas condiciones de conservación.
El responsable concluyó que todos los descubrimientos arqueológicos fueron depositados en el almacén del
museo de la zona para su restauración y mantenimiento.
EFE.
sejo Supremo de Antigüedades y responsable de la expedición, la tumba albergó el descanso eterno de Hetpet,
una alta funcionaria del palacio real de cuya biografía apenas quedan certezas.
Tan solo las que proyecta el mapa del lugar en el que arrancó su vida de ultratumba, con elementos arquitec-
tónicos característicos de la dinastía en la que desarrolló su existencia. El lugar presenta un corredor que con-
duce hasta un santuario en forma de L con una especie de lavabo para la purificación. En el extremo oeste se
ubica una arcada rectangular con incienso y ofrendas.
El equipo ha rescatado la miniatura de un barco que ha extraviado la estatua de la propietaria de la tumba. Uno
de los tesoros de la sepultura se preservan aún en sus muros, decorados con pinturas en “muy buen estado de
conservación” que dibujan a Hetpet en diferentes escenas de caza y pesca o sentada ante una amplia mesa de
ofrendas recibiendo las dádivas de sus hijos.
“Aparecen estampas de la cosecha de frutas, la fundición de metales o la fabricación de cuero y papiros así
como actuaciones musicales y baile”, detalló El Waziri. Una de las escenas más singular de la tumba muestra a
dos monos -consideradas mascotas en aquel período- en diversas posiciones. En la primera de las estampas,
el simio recolecta fruta mientras que en la segunda danza en frente de una orquesta.
Un repertorio similar al desenterrado en otras tumbas del antiguo Egipto que datan de diferentes periodos
históricos. ”Es el primer hallazgo anunciado en 2018”, indicó El Anani prometiendo nuevas sorpresas en una
Egiptología que guarda aún infinidad de enigmas.
Francisco Carrión.
La pirámide, una mole de 138 metros de altura, 230 de base y 2,3 millones de bloques de piedra caliza y granito,
es las más antigua de las siete maravillas del mundo. Su tamaño y sus dimensiones muestran que fue cons-
truida con una exquisita perfección (aunque también es cierto que está ligeramente inclinada). En un estudio
publicado recientemente en Journal of Ancient Egyptian Architecture, investigadores han concluido que el per-
fecto alineamiento de la pirámide con los puntos cardenales se logró porque los constructores se valieron del
equinoccio de otoño, el día en que la duración de los días y las noches es casi la misma.
‘‘Los constructores de la gran pirámide de Keops alinearon el gran monumento con los puntos cardinales con
una precisión superior a cuatro minutos de arco o, lo que es lo mismo, la quinceava parte de un grado’’, escribió
Glen Dash, coautor del estudio, fundador de una organización que lleva su nombre para el estudio arqueológico
de las pirámides, tal como ha recogido Live Science. Y no es la única. Tal como ha dicho Dash, tanto la pirámide
de Khafre como la pirámide roja también están alineadas con gran precisión. ‘‘Las tres exhiben el mismo grado
de error; están rotadadas ligeramente en contra de las agujas de reloj en relación con los puntos cardinales’’.
Durante un siglo los egiptólogos han tratado de averiguar cómo fue posible que los constructores alcanzasen
tal grado de precisión. En el actual artículo, Dash ha propuesto un método que, según él, pudo ser usado por
los egipcios. La prueba es que al emplearlo, se obtiene el mismo error presente en las pirámides. Tal como ha
informado Live Sience, Glen Dash puso a prueba el método en Connecticut, Estados Unidos. El 22 de septiem-
bre de 2016, el día del equinoccio de otoño, clavó una estaca en el suelo sobre una plataforma de madera, y
marcó las posiciones de la sombra de la madera a lo largo del día.
‘‘En el equinoccio, el observador verá que la punta de la sombra recorre una línea casi perfecta del Este al Oes-
te’’, dijo Dash para Live Science. Este error es leve y desplaza los puntos cardinales predichos en contra de las
agujas del reloj en relación con los reales, al igual que se observa en las pirámides egipcias. Además, otro de
los argumentos a favor de que este fuera el método empleado, es que la técnica es sencilla y solo requiere de
un día más o menos despejado, lo que es más que habitual en Guiza.
El investigador ha reconocido que es imposible saber si los egipcios llegaron a usar este método o no, porque
sus diseños y planos no han llegado hasta nuestros días. ‘‘Los egipcios, por desgracia, nos dejaron pocas pis-
tas. No se han encontrado ni documentos ni planos sobre cómo alinearon los templos o las pirámides’’, escribió
Dash en el artículo. Puede ser incluso, que llegaran a usar varios métodos distintos. Al menos, la técnica del
equinoccio de otoño tiene dos grandes ventajas: es muy sencillo y muy preciso.
ABC.
Precisamente, Los diez mandamientos de Cecil B. DeMille, con Charlton Heston y Yul Brynner, tienen mucho
que ver con que Alejandro Jiménez, esté estos días de nuevo a más de 3.500 kilómetros del Santo Reino. ‘‘Mi
pasión comenzó tras ver la película y preguntarme cuándo había vivido Ramesses II. En mi casa había algún
libro muy general sobre Egipto y me lo aprendí (las letras estaban muy presentes, su padre era Profesor de
Filología Griega en la Universidad de Jaén y su madre maestra en un colegio público). Desde entonces no he
dejado de comprar libros sobre Egipto antiguo. Claro está, ahora son más específicos’’, apuntaba.
Uno se lo quiere imaginar a él y los investigadores de la UJA en la décima campaña en la necrópolis de Qubbet
el-Hawa, en Asuan, así, como una suerte de intrépidos ‘‘Indianas Jones’’, aunque su trabajo lógicamente requie-
re mucho menos de látigo o de correr delante de una bola gigante. Es más concienzudo y de estudio, lo que
no le resta un ápice de emoción. Hablamos de entrar en el Egipto de los faraones, en otro mundo, en lugares
donde ningún hombre ha estado en milenios.
con fondos públicos más importante de España en Egipto. El lema del proyecto, que ‘‘usamos constantemente’’,
es: ‘‘Problema, solución’’.
Cuando uno entra en una tumba lo primero que piensa, asegura, no es en las pelis de la Momia (servidor discre-
pa), sino ‘‘en hacerlo lo mejor posible, que no se te olvide documentar ningún detalle para que las generaciones
futuras no nos critiquen’’. ‘‘Lo primero que llama la atención es el fuerte olor a madera’’, apuntaba. El olor de los
ataúdes. No es fácil entrar a este tipo de enterramientos. En algún caso, hay pozos de trece metros de profun-
didad y tienen que descender atados y usar motores para sacar el material.
Su equipo ha conseguido seguir excavando pese a los recortes. 35 investigadores de universidades españolas
y europeas y otros cinco egipcios. Dos tercios pertenecen a la UJA. Entre sus grandes objetivos, la confirmación
e investigación de la tumba intacta de Shemai (QH34bb), hermano de uno de los gobernadores más poderosos
de Egipto, Sarenput II.
Su ‘‘viaje’’ se inició en año olímpico, en 1992. Tras terminar la Selectividad su madre le regaló su primero a
Egipto, ‘‘un momento que siempre recordaré’’, afirmaba.
Fue en 2004 cuando Jiménez, que trabajaba en Londres, aprovechó un programa de la Junta para el retorno de
doctores a centros de investigación andaluces. Empezó a trabajar en la UJA y a tener contactos en el Servicio
de Antigüedades Egipcias. Cuando tuvo la oportunidad de trabajar en la primera misión que iba a volver al ce-
menterio de Asuan desde 1984, que era italiana, no se lo pensó. Cosas de la vida, las relaciones entre egipcios
e italianos se deterioraron y los egipcios le ofrecieron a él seguir trabajando. ‘‘Son trenes que pasan una vez
en la vida’’, valoraba. Y lo cogió.
La investigación sirve para reconstruir ‘‘todo’’. Las grandes construcciones o el oro, que pudo cegar a gentes
toy en Jaén. Además, es una forma de compensarlas por estar tanto tiempo siempre fuera de casa’’.
Su sueño es ‘‘descubrir un texto de relevancia histórica’’, como una biografía de un gobernador. ¿Qué resta por
descubrir en Egipto? ‘‘Mucho. En nuestra necrópolis, que conocemos cien tumbas, no llevaremos ni un 30%. Me
moriré y no veré el final de la excavación. Son 3.000 años de Historia’’, apuntaba. Y ahí está él contribuyendo a
reconstruirla, un jienense haciendo Historia.
Sarcófago de madera que contenía los restos de un Una misión arqueológica egipcia empezó a ex-
alto sacerdote del dios Thot. | Samer Abdallah / pictu- cavar en el cementerio en 2017 para descubrir
re-alliance / dpa / AP Images / Gtres. la sección dedicada a la antigua provincia 15
del Alto Egipto, cuya capital era la localidad de Al Ashmunein. Esa provincia estaba dedicada al dios Thot y, de
hecho, parte de las tumbas y de los enseres encontrados en ellas pertenecen a sacerdotes de esta divinidad,
que tenía cabeza de pájaro y que los griegos posteriormente denominaron Hermes.
Los expertos han identificado una de las tumbas como la de un alto sacerdote llamado Hersa-Essei, con trece
sepulcros en su interior y multitud de ushebtis de pequeñas dimensiones que acompañaban al difunto y debían
servirle como sus súbditos en el más allá.
Unos 1000 ushebtis se encuentran en un óptimo estado de conservación, mientras que el resto de piezas halla-
das se encuentran fragmentadas y serán reconstruidas por el equipo de expertos, detalló en una nota el minis-
terio. Además, fueron encontrados cuatro vasos canopes de alabastro con el rostro de los hijos del dios Horus,
que se encuentran muy bien conservados y todavía contienen los órganos momificados del difunto.
EFE.
Dos mil años después de muerto, una noche de junio de 2016, Nespamedu llegó a la puerta de urgencias de
la clínica Quirónsalud de Madrid. Unos pocos testigos vieron cómo le llevaban, con sumo cuidado, envuelto en
las vendas con las que había sido enterrado. Llegó junto a otras tres momias y los especialistas les llevaban
con tanto cuidado que iban en contenedores especiales con ambiente controlado, en aquella medianoche de
primavera, elegida también porque la meteorología era perfecta, ni muy húmeda ni muy cálida.
La escena se aprecia en un documental de RTVE que fue presentado el pasado mes de febrero y que muestra
cómo fue la salida del museo en un camión de transporte especializado. En pantalla, el personal del MAN relata
cómo vivió el traslado, con mucha emoción, porque era un momento histórico y porque todos intuían la inmensa
cantidad de información que saldría de aquel proyecto.
En el documental, vemos pasar el vehículo por delante de la Puerta de Alcalá y cómo, cargado con las momias,
cruza muy lentamente por Cibeles y la Gran Vía, a esas horas de aquel domingo sin apenas tráfico. Y luego
la salida de la capital en dirección al hospital. Fue un traslado tranquilo, una escapada perfecta para aquellos
pasajeros tan singulares. Hasta urgencias.
de despegar las capas de misterio y de tiempo que le acompañaron en el reino de los muertos. También fueron
estudiadas con los mismos métodos no invasivos las momias de dos mujeres egipcias.
Los resultados son espectaculares, tal y como reconoce Carmen Pérez Die, egiptóloga del MAN, donde se
presentó el documental ‘‘La historia secreta de las momias: la momia dorada’’, producido por RTVE y dirigido
por Regis Francisco López. Rodado entre Madrid, Luxor y El Cairo, es una notable obra de divulgación de este
proyecto científico en el que han participado decenas de personas, médicos, egiptólogos, historiadores y foren-
ses, y que ha sido capaz no solo de ‘‘resucitar’’ el rostro que Nespamedu tenía en el tiempo en que vivió, la era
ptolemaica, sino algunos detalles sobre el proceso de embalsamamiento totalmente desconocidos hasta hoy.
Los doctores han encontrado muchas pistas sobre del historial médico y nutricional de las momias, al estudiar
los huesos y los dientes que, por ejemplo, registraban abrasiones debidas seguramente a una dieta en la que
era frecuente encontrar arena en las verduras y frutas, entre otros motivos.
En cuanto al estudio cultural de la momia, Carmen Pérez Die explica que desde el primer momento detectaron
en el escáner unos objetos en la frente y el cuello que resultaron ser amuletos, adheridos a la primera capa del
vendaje, muy cerca de la piel.
El proceso de momificación más ‘‘lujoso’’, solo al alcance de los poderosos, como era Nespamedu, duraba 70
días y comenzaba con el vaciado de las vísceras que se embalsamaban en los vasos canopos y el largo trata-
miento del cadáver, durante 40 días en natrón, la sal mineral que deshidrataba los tejidos. Después era envuelto
con resinas y aceites aromáticos. En el final del proceso y en algunos momentos importantes, el sacerdote se
ponía la máscara de Anubis. Al cumplirse el día 70, la momia se introducía en el ataúd.
Los médicos de la clínica Quirónsalud tuvieron que esforzarse para contrastar unas débiles imágenes en las
que se apreciaban unas manchas que luego fueron los amuletos hallados en el cuerpo de Nespamedu. Casi
no se apreciaban porque son de cartón y parecen realizados por el mismo artesano que decoró los cartonajes
dorados del exterior de la momia. Hasta los dibujos coinciden. Se trata de una diadema que representa el es-
carabeo alado, Jepri, símbolo de eternidad. También un collar ‘‘Usej’’, pulseras y brazaletes como símbolos de
poder. Y sandalias, para caminar por la eternidad.
De los 15 amuletos, dos estában en las piernas y el resto rodeando el cuerpo. Son dos ‘‘Udjat’’, ojos de Horus,
y también dos juegos de sus cuatro hijos: Amset (humano), Hapi (babuino), Duamutef (chacal) y Kebeshenuef
(halcón), que son los guardianes de las vísceras embalsamadas en los vasos canopos. Se suman los amuletos
que representan a Isis y Neftis, las plañideras, esposa y hermana de Osiris. Y para terminar la colección, Thot,
el dios sanador del ojo de Horus y escriba y medidor del tiempo.
El cuerpo del faraón representaba a Egipto, sus dolencias tenían consecuencias en el reino. Nespamedu estu-
dió largos años en el Asclepeión de Saqqara antes de convertirse en el médico del monarca. Y cuando murió,
soñando con lograr la eternidad, fue embalsamado en ese rito que duraba 70 días. Durante siglos, la eternidad
no era más que ese sueño para él. Pero ahora, gracias a la investigación del escáner y la publicación de los
resultados, su historia ha sido completada, sus últimos secretos desvelados.
Una nueva investigación ha revelado los primeros tatuajes figurativos del mundo en dos momias egipcias de
hace 5.000 años y que se encuentran en el British Museum, incluido el ejemplo más antiguo conocido de tatua-
jes femeninos. Los hallazgos completos se han publicado en el ‘‘Journal of Archaeological Science’’.
Utilizando tecnología infrarroja, se identificaron tatuajes figurativos de un toro salvaje y una oveja en el brazo
superior de una momia masculina, mientras que se identificaron motivos lineales y en forma de ‘‘S’’ en la parte
“El uso de los últimos métodos científicos, incluida la exploración por CT, la datación por radiocarbono y la ob-
tención de imágenes por infrarrojos, ha transformado nuestra comprensión de las momias de Gebelein. Solo
ahora estamos obteniendo nuevos conocimientos sobre las vidas de estos individuos notablemente preserva-
dos. Increíblemente, con más de 5.000 años de edad, han retrasado la evidencia del tatuaje en África en un
milenio”, declaró en un comunicado Daniel Antoine, experto en Antropología Física del British
Estos individuos momificados naturalmen-
te son del periodo predinástico de Egipto,
la era anterior a la unificación del país por
el primer faraón alrededor del 3100 a.C.
Toda la piel visible de estas personas mo-
mificadas fue examinada en busca de sig-
nos de modificación corporal como parte
de un nuevo programa de conservación e
investigación.
ven (18-21 años de edad) cuando murió de una herida de arma blanca en la espalda.
Manchas oscuras en su brazo, que se veían como débiles marcas bajo la luz natural, habían permanecido sin
examinar. La fotografía infrarroja reveló recientemente que estas manchas eran, de hecho, tatuajes de dos ani-
males con cuernos que se superponían un poco. Los animales con cuernos se han identificado como un toro
salvaje (cola larga, cuernos elaborados) y una oveja de Berbería (cuernos curvos, hombro jorobado). Ambos
animales son bien conocidos en el arte egipcio predinástico. Los diseños no son superficiales y se han aplicado
a la capa de la dermis de la piel, el pigmento se basa en el carbono, posiblemente algún tipo de hollín.
La aplicación de tatuajes al cuerpo humano disfrutó de una historia larga y diversa en muchas culturas antiguas.
En la actualidad, los ejemplos más antiguos que sobreviven son los tatuajes principalmente geométricos de la
momia alpina conocida como Ötzi (cuarto milenio antes de Cristo), cuya piel fue preservada por el hielo de los
Alpes tiroleses. Según las fechas de radiocarbono, los tatuajes de Gebelein son aproximadamente contempo-
ráneos con Ötzi (3370-3100 a.C) y, por lo tanto, se los puede considerar como uno de los primeros tatuajes que
sobreviven en el mundo.
Estos hallazgos demuestran de forma concluyente que el tatuaje se practicó durante el período predinástico
Una cabeza y la parte del pecho de una estatua de Ramsés II, el tercer faraón de la dinastía XIX, han aparecido
en el Templo de Kom Ombo, en Asuán, al sur de Egipto, según reveló el pasado mes de marzo el Ministerio de
Antigüedades de Egipto.
La cabeza está muy deteriorada, aunque se distingue la corona egipcia y, en la frente, el espacio que debía
de ocupar el uraeus, el emblema protector en forma de cobra. Los restos de la estatua de Ramsés II han sido
descubiertos durante un proyecto para proteger el sitio arqueológico de las aguas subterráneas.
Ramsés II fue coronado en el año 1279 a.C. y su
reinado fue duradero, activo y muy prolífico: a lo lar-
go de 66 años dirigió varias expediciones militares y
acometió un programa constructivo sin precedentes.
Sarcófago donde se halló la momia. La parte frontal muestra la cabeza de una figura cuya cara desa-
| Reuters. fortunadamente falta, con los restos de un abanico directamente
detrás. Huellas de jeroglíficos también están presentes por encima de la cabeza. La iconografía de la pieza in-
dica que representa a un gobernante de Egipto, particularmente con la presencia del uraeus (cobra) en la frente
de la figura. ¿Quién es este misterioso faraón y de dónde se originó el fragmento?
Una búsqueda en los registros del Egypt Centre no proporciona información sobre la procedencia original o el
lugar de hallazgo del objeto. Lo que se sabe es que llegó a Swansea en 1971 como parte de la distribución de
objetos pertenecientes a Sir Henry Wellcome (1853-1936), empresario farmacéutico con sede en Londres. Los
fragmentos tienen menos de 5 centímetros de grosor y se han extraído claramente de la pared de un templo o
tumba, como se puede ver en las marcas de corte en la parte posterior.
Tras haber visitado Egipto en más de cincuenta ocasiones, Griffin reconoció rápidamente que la iconografía era
similar a los relieves del templo de Hatshepsut en Deir el-Bahri (Luxor), que se construyó durante el apogeo del
Imperio Nuevo. En particular, el tratamiento del cabello, la diadema con la cobra enroscada y la decoración del
abanico son bien conocidos en Deir el-Bahri.
Se tomaron muchos fragmentos de este sitio a fines del siglo XIX, antes de que el templo fuera excavado por el
Egypt Exploration Fund (ahora Egypt Exploration Society) entre 1902-1909. Desde 1961, la Misión Arqueológi-
ca Polaca en Egipto ha estado excavando, restaurando y registrando el templo.
Sin embargo, el misterio del precioso hallazgo no termina allí. En la parte posterior del fragmento superior, se
representa la cabeza de un hombre con una barba corta. Inicialmente no hubo explicación para esto, pero aho-
ra está claro que el fragmento superior se había eliminado y se había vuelto a tallar en tiempos más recientes
para completar la cara del fragmento inferior. El reemplazo del fragmento debajo de la figura también explicaría
el corte inusual del fragmento superior. Probablemente lo hizo un vendedor de antigüedades, un subastador o
incluso el propietario anterior de la pieza para aumentar su valor y atractivo. Eventualmente se decidió en una
fecha desconocida pegar los fragmentos en el diseño original, que es como ahora aparecen.
Si bien Deir el-Bahri parece la procedencia más probable para este artefacto, se necesita más investigación
para confirmar esto e incluso puede ser posible algún día determinar el lugar exacto desde donde se originaron
los fragmentos.
Dada la importancia del objeto, la cabeza de Hatshepsut ahora se ha expuesto en una posición prominente
dentro de la House of Life en el Egypt Centre para que los visitantes puedan apreciar el relieve.
Madrid Press.
L os Ángeles acoge una exposición con más de 150 objetos de la tumba de Tutankamón.
Los Ángeles acoge desde el pasado mes de marzo en el California Science Center la exposición “King Tut:
Treasures of the Golden Pharaoh”, una muestra que presenta más de 150 objetos reales relacionados con el fa-
raón Tutankhamón en conmemoración del centenario del descubrimiento de su tumba. La muestra, que estará
en la ciudad californiana hasta enero de 2019, presenta la mayor colección de objetos procedentes de la tumba
del “faraón niño” que se haya exhibido de forma pública fuera de Egipto.
De hecho, el 40 por ciento de esas piezas han salido por primera vez de tierras egipcias para esta ocasión y
será la última vez que lo hagan antes de que regresen definitivamente al Gran Museo Egipcio, actualmente en
construcción, para ser parte de una muestra permanente.
“Hay piezas que el mismo Howard Carter, quien descubrió la tumba en 1922, puso en vitrinas en el Museo de
El Cairo y nunca habían sido abiertas”, explicó Andrés Numhauser, director del proyecto. “La exposición pre-
senta una combinación de la maravilla de los objetos con la tecnología de hoy. Es una experiencia única para
el visitante”, agregó el responsable de contenido de la exposición, que destacó la inclusión de visualizaciones