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Vinana Ge 10, tan Frecuentemen- 0 objeto de a que los manifies- 10 como género discursi cas de los manifiestos de los prin as entre modernidad, vanguardia y cultura popu de una estética que es parcialmente ansloga pe europea 31-70), y pirrafos breves, e vanguandia, Madrid, Rev. de Occidente, CartruLo I La vanguardia en América Latina como discurso cultural Hay e de 40 pisos para reflexionar en el izacin de un asunto que atraviesa la obra de cstudiosos como Perry Anderson, Sirgen Habermas 0 Theodor Adomo-, si ia cultural de la cidn desde el presente, Poster, por otto, sostiene que esos elementos, considerados como representan ruptuta sino reprodui . pari del consumo. En el marco del debate sobre el con- temporal de Ia modernidad, el movimiento de icas” represent cepto y Ia d PosTICAS DE 1A TRANSGRESION/ Viva Gi wzan excesi- poniendo a no atiende las ten ‘ca, sino sobre todo los proné: dos por Nietzsche y Baudelaire), el arte modemo, vietima de I siones que creé y desengaftado por Ia historia, acabé constituyé cen una tradi confinada a los museos y universidades. ambos estudios vemos que, aun partiendo de puntos de vista dife yescu como Compagnon presentan una visién jos movimientos de vanguardia que tiene menos que ver c The idea of the avant-garde” 8, part negativismo que Calinescu al Vancunnoin Ev Lam. ria de Peter Burge espejo de la Teoria estética de Adorno’ y considerando los niveles de producci6n, recepcién y finalidad de arte de vanguardia) iguardia es la reintegracién de la obra aute en de la produecién, la vanguardia tomé reconocibles tos, general, considerados ya como medios y no como lista vendrfa pues a negar en la sociedad burguesa a través de la exigencia de organizacién de una nueva prax publicd sue “vanguard concepto y las inaciones tem- era el campo jentos a partir de! vo; y oponerse re vanguardia y decadencia establecida por Lukées Burger, P. Teoria de fa ver Adorno, Th, Teoria estérca. Barcelona, Orbis, 1983, ‘Sur, Buenos Aires, 0°285, nov-dic, de 1963, pp. 1-23. El ces de 1962, POsTICAS DE LA TRANSGRESION / VIANA GELADO ceptos de arte de vanguai Al contrario de Poggi mo, caracterizéndolos a par rura popular o de ma nismo insistié en la separacién fico que Birger, en In medida en que esta preocupado por mo en rele alto grado en que el propio vanguardismo occidental de crecimiento y progreso”, por I: constructivista en In tecnologta y en la moderizac lama Ia atenci6n nedida en que ‘burguesa” (p. 18) eee Captreto La Vascuanoia ey Auéaica Lani ‘a de un presente al borde del fi total smo tiempo el debate sobre Ia conceptualizacién de la vanguardia se reficre a las contradicciones que propone la praxis vanguardista cuan- do se la contrasta con los programas y preceptos estéticos de los diver 08 grupos y cuando se la pone en relacién con determinaciones his- {6ricas y sociol6gicas. En este sentido, al referirse a las condiciones de produceién, Poggioli nota que la obra de arte vanguardista aparece en un clima d n politica, Est nte al caso del futurismo ruso en Europa, representa sin embargo, en el caso de América Latina, una verdad relativa. En el sentido de que, como lo apuntara Ana PizaiTo, es posible distinguir, de puesta: a) una postura militante antiimperialista y democritica (s ita, en Pert; del grupo de la de los Matos, en Puerto Rico o de la revista Indigene, ‘alismo antropofiigico del Modernismo brasileiio; 0 con el “meridiano intelectual” madrilefio desde la Martin Fierro, en Argentina y, desde Cuba, con Alejo Carpentier); ¢) una postura reactiva contra el discurso esclerosado sostenido por esiructuras arcaicas de pensamiento (es el caso, sobre 1c ‘ano, pero también el de Luis Vidales y el grupo colombiano de Los Nuevos y, en general, la propuesta de todos los grupos de vanguardia).!2 En el estudio de Ia vanguardia latinoamericana se plantea pues la necesidad de oper mas pertinentes. Por una parte, es op. ct. Pizarro, A. "Vanguardisme vanguardin ps ina! in: Araucaria de Cite. M evidente que existen aspectos raneés). Por otra parte, no in de los discursos, operada inente, se eviden= ivo y de renovacién fort jones del arte)-, de ni con la misma y que hace del concepto de ruptura cas ((deologia de Jo nuevo como absol frente a fa hi ciGn/ruptura. La adopcin de secuente concepci6n de un tiempo progresi con 1uum, no pueden dar cuenta, en ec como gesto de la periferia en general y, esp que nos ocupa: lez de esta espacia- 1mo esquema tigido-, por lo menos dos dad de las retaciones culturales con la panoamericana (en cuya act Rubén Darfo). Otra ser ceuropeas y de los nuevos esc inoamerica en una propues zacién cultural continent en México y de otros. 36 PoETICAS DE LA TRANSGRE wt GELADO, Carirvvo 1 La Vanouanon ex Auénuca Larva 37 En est otros que, impone el estudio de la vanguard En primer lugar (sin que esto implique una gradaci sino apenas la enunciaci6 foque pri sis en el presente trabajo critico), gcudl es el cardcter que reviste toda una corriente de valorizacién de 1o popular presente en la jemplo ~poniendo en “popular’-, en ciertos ide, en el universo discur- ‘También en este punto ¢s interesante penetrar el sistema de mutuos e producen nuevas ina, la “afirmacién de la del canon se configura evo periodismo qu tuna particular s idad receptora. Y, por otra, la paralela difusidn entre el gran ptiblico de las traduceiones al espaol de la literatura rusa, quista” del Estridentismo mexicano de “dinamitar las ciudades de maceaeinglesa (Dos los versos malditos, para que irrumpiera ta plebe de los corridos”, je por Yucatéin con José Vasconcelos, en Ia pintura de colores “caipiras” de Tarsi Amaral. En todos estos casos, izacién de lo popular pod interpretarse coma funcionando deste la periferia dk es su movimiento cultura y operando, en direccién al centro, como cuestionamiento y Existe entre los. ataque de lo que Biirger Hama el “arte como institucis el discurso narrativo opera en Macunai ade lo popular (aa ” pero también como “pesquis afirmacion renovada de la identidad frente a un arte acadén de lo popular. Lo popular, resemantizado y disfrazado en la parodia, puede asf acceder en mercado a un nuevo piblico lector. \éetico entre nacionalismo y cosmop\ stas de la vanguardia menos generalizada y cons identidad nacional, parad« refiere a ‘dentidad. Asf, por eje toma la leyenda que dara origen a su relato de Viajero europeo sobre una materia local, Von Roroima zum Orinoco de Theodor Koch-Griinberg"’. En otra regién, Borges proce- de, desde cin europea, a una biisqueda de la identidad nacio- M6 Mério de Andrade escribié dos prefacios para Ia primera edi 1920 y 1930, Buenos fos, Buenos Aites, Catélogos, 1985. ‘otras obras sobre las cuales iposicidn de Macunatma, y estable- 38, Poénicas DE 1a Teavscnestow / Viana Getavo nal limitada a las marcas de lo Ja Buenos Aires de ese momento, recuperando las orillas como espa- cio (marginal) en cayos pliegues persiste lo criollo. Arlt (en su inc6- egeménica y, por To tismo mexicano propone “cosmopoliticémonos” La respuesta més categ6rica al interrogante sobre el nuevo senti- do que adquiere Ia vieja relacién de dependencia cultural respecto de Europa (por la que parece pasar el contflicto entre nacionalismo y ‘cosmopolitismo) la da Oswald de Andrade con su Manifesto antro- péfago. Para él, “Tupy, or not tupy that is the question”."8 F1 impe= rativo sera, pues, conver para producir una nueva unidad ideolégico-cultural més fuerte y creativa. Unidad basicamente contradictoria, fingida en tanto que Unidad de ficcién, compleja figura inscripta en el punto de cruce diversas temporalidades. Ya en su Manifesto da Poesia Pau-Brasi Oswald de Andrade sefiala base dupla e presente = misto de ‘dorme nené que o poniendo “o contrapeso da ori iio académica”, “ser regional puro em su contradiceién 0 conti In insercidn del escritor en una estructura social compleja marca -mpre pendular entre poder/falta de poder (rls ier. Of "Ma pp. 253-265, Carinuto I= La Vancuaeon ax Avéitca Lana 39 tun marco de desarrollo linen no de Ia vangt sis de la mi Acste wal por un lado, de posibiliciad de resemant doja de fa ruptara), En el primero caso, y pa Papeles de trabajo! pp. 63-64. 40 PoéTICxs De LA TRANSGRESION / Viviana de ta Ballena en Venezuela? En esta apropiacién de elementos ter lindar algunos aspectos. Por una parte, la autorrepresentaci curso en la obra de vanguardia puede interpretarse también como for malizacién de la confluencia de discursos culturales en que, en e inserta e imprime el discurso literario. Mario de de escriturarios, sino porque ademas ci6n europea con respect storia latinoamerica- nas: la literatura de viajeros. Y asi produce un discurso que, a través al tiempo que se autortepresenta Iidicamente, altera la jn conflictiva entre magia y ciencia, cultura y naturaleza, té te “dans une perspective démysi ue, prophéti= sto aspecto importante en el rnnipresencia de la ciudad como espacio de confluencia discursiva en las obras del period La trama urbana, fuertemente marcada por to que Marsh Berman considera las heridas pero también los logros de In modernidad, proporciona lugares para la transacci6n de valores diferentes y el conflicto de intereses (pensados en el sentido més amplio: disputa esté cultural provocada por la inmigracién o jonales): el gran teatro de una cultura compleja, "4 para balaago’ 189, pp. 75-03, lo, B. “Modemnidad y_ mez: luzz0, A.M. de M., op. ei Capirevo 1 La Vancusnois ex Auéarca Lariva 41 udad como espacio de mezela cultural lo alude a la Buenos Aires postaluvidn inmigra- veinte, podria aludir, ciertamente con salveda- des, a Sio Paulo (politica y econémicamente hegeménica en la Ui sobre todo a partir de 1920) y a la Ciudad de México posterior a la Reyolucién. La ciudad se configura como espacio de la heterogenei- dad a. Ast, en el dmbito de las produceiones conere- tas, es evidente jerario més préximo a Tos actos de hat ngua concebida como un corpus abstrac- ue Jitvik designa como “discursos”). En la narrativa de Arlt es (0 que esta escritura en registro de habla esté en no solo con el underground porteiio como zona de contlic (criollo vs. inmigrante) sino también, y mis profundamente de fragmentos de distintos saberes ismo (aprendizaje como * 5, En este sentido, su escritura funcio- en términos de B. Sarlo)* de saberes legitimados ‘a hegeménica) como argumento de defensa de su obra mente en el prélogo a Los lanzallamas. En otto registro, ese mismo espacio urbano haré que Borges bus- ‘que las marcas de lo eriollo en las orillas. Solo en los pliegues de los mérgenes urbanos es posible a una identidad nacion paradgjicamente, no en la ciudad moderna sino en el pasado anterior a la “invasién” inmigeatoria. El registro de Borges, sin embargo, es diverso y sucesivamente En esa concurrencia de discursos de que se puebla el espacio urba- no se inscribe también la “Carta pras leamiabas” de Macunafma. Mas allé de la competencia escrituraria del “autor” de la carta, esta se cons tituye en un signo de la interpenetraci6n y superposicién discursiva y cemperador primitivo de la modernidad perférica 25. Salo, B. Una modemidad perifriea.. op. cit, p. 532. PorIcAs De ta TRANSGRESION / Vivian GELADO Frente a la encrucijada de la heterogenel fa como signo de mezcla cultural (respecto de la ‘como espacio ideal de lectura) y a los, asf puestos, imperativos de la modemidad, los movimientos de vanguardia mnos elabo- raron sus propuestas utdplens, aspecto que consitye el quinioy La mas importante de de Oswald de Andrade. Vehiculada sobre todo por Ia Revisia de base de las apropia- jones que operan, avant la let ta de Miri de Andrade y, posteriormente, el Mio Cid Campeador de Vicente Huidobro. Practicar la antropofagia cultural es digerir simbolicamente ta tradi- cin cultural para poder superar el modelo que ella impone y ct partir de una actitud eritica y desacratizadora, un modelo propio, un héroe, perezoso 0 atlé in el caso, que recupere tn discurso jguna manera, encontramos prop! ‘grupos de vanguardia. Por ejemplo, y en fiervistas argentinos ma nuestro ofdo, en nuestra capacidad La semejanza en las propuestas de los ifrenes grips dice TSE ccién con experiencias comunes a todos ellos tanto en lo estético com ‘en Io hist6rico-econdmico y En lo estético-cultural, Ja oswaldiana intenta resolver uno de los conflictos que uestra modemidad periférica y que ya apuntamos: el 0 daléetico entre nactonalsmo y costo 1 deseo \dicién originariamente represiva. En lo econémico y $0 to que provocaron con juntamente la industrializacion (mis temprana en 1a Argentin piente atin en ese momento en los demrs pafses del continente) en 3, alo 1 n° 4, mayo 15 de 1924, pp. 1-2, También ten Martin Fierro (1924-1927), ato. y 6. de B, Sarlo. Buenos Aires, Carlos 1p 275 HV:272-27; NOT:134-135; GVI35-38 y JS: Cavuto 1 La Vi economfa capitalista periférica y los movimientos inmigratorios importantes de europeos en el perfodo de posguerra junto con nume- i | campo a la ciudad, de gentes que van ‘una posibilidad de ascenso social. io y se propone, en el dmbito de lo social, abolir el patriar- stindose en el afio 374 “da ceglutigtio do bispo vestidae opressora,cadastrala por Freud ~ a r (des e sem peril Como lo habia hecho tam diana opera en 1a historia de solo imprimiendo un cambio en la direccionalidad de as” sino también, y mente, en 5 rela manifestacidn cultural. Este seré el asp; tro recorrido y en relacién con el cual procedentes de los otros cuatro. Para el anilisis, proponemos como corpus de base el vasto repertorio de manifiestos y textos programéti- el pesfodo, asf como su puesta en dé artes dan de los movimientos de vanguardia como discurso cultural _ Como vimios en la introduccisn a este trabajo y agregamos en este xo el manifesto -como género que constituye specto polémico que ele- en nuestro andlisis “Ia valorizacién de lo popu- ifesto antropéfago, op. ct. POETICAS DE LA TaANSGRESION / Viviana Getavo lar propuesta programiticamente por fos movimientos de vanguar- dia latinoamerieana considerados como discurso cultural no reci- bieron hasta el momento un tratamiento te6rico-critico de conjunto. Radica, pues, en esta doble razén Ia contribucién original de este tra- bajo. En el préximo capitulo apuntaremos las caracteristicas del mani- fiesto como género discursivo; sintetizaremos tas principales. pro- puestas de los movimienios de la vanguardia europea vehiculadas por ‘sus manifiestos; y desarrollaremos un andlisis formal de manifiestos de Ia vanguardia latinoamericana, sefialando, desde el punto de vista del anilisis contrastivo, aspectos andlogos y divergentes entre estos y aquellos. Carfruto I El manifiesto como género discursivo. Manifiestos de la vanguardia europea y latinoamericana Nunca fomos catequisiedos (Oswald de Andrade, Manifesto antropofago Pour lancer un manifeste il faut vouloir A.B.C. foudroyer comire I. 2. 3 s'énerver et aiguiser les alles pour conquer et répandre de petits et de grands abe. signer: erter rer arranger la prose sous une forme d'évidence absolue, iréfv ‘able, promer son nonplusulira et soutenir que la nouveauté ressemble & la vie comme la derive apparition dune cocotte proune lessentiel de Diet. {.-] Inposer son A.B.C. est une chose naturelle, ~dane regretiale.{...)I'éeris un ‘manifest ef je ne veux ren, je dis portant certaines choses et je suis par prin- cipe contre les manifestes, comme je suis aussi contre les principes (-) ‘Tristan Tzara, Manifeste Dada 1918 ‘a Hitérature ayann jusgu ici magnifia Vimmobitité pensive, Pextase et le som- ‘meil, nous voulons exaier le mouvement agressif,V'nsonmie fioreuse, le pas symmastique, le saut périlleux, la gifle et le coup de poing, BT, Marineti, Manifested Futurisme PoErIcas 0s LA TRaNsaRESON / Viviana GeLADO = ;Preparen! La nocién de manifiesto como género discursivo manifiesto como género demostrativo adyacente al panfleto y a Ia polémica, escritos con Jos cuales el manifiesto comparte la brevedad y el caricter de interpelacién. En este sentido, son earacte~ risticas funcionales comunes a estos tres géneros: la toma de posici6n de su(s) signatario(s); el consecuente requerimiento frente al publico de adherit 0 de explicitar el desacuerdo; el cariz performatico del dis- curso, que significa la asuncién de un riesgo y expresa un juramento (0 promesa por parte del (Ios) signatario(s); y Ia presencia de momen- {0s agonisticos 0 refutativos. Se trata, pues, de un discurso axiométi- co cuya estructuracién demostrativa exhibe un caricter “manifiesto”; un escrito “oi I’on pose un modele stratégique explicitant les relations essentielles de la pratique a laquelle le texte et I’énonciateur collectif se référent”.! fambién Renato Poggioli, sensible a ta importancia del manifiesto cen el perfodo de las vanguardias, distingue, en cl prélogo a su Teoria delarie de vanguardia, las nociones de “manitiesto” y “programa”. En ‘efecto, alude a los manifiestos como “documentos consistentes en pre- ‘ceptos de indole artistica y estética”;, mientras que los programas seri- an “las declaraciones ideol6gicas mas generales y més vastas, visiones de panoramas de conjunto”?. Este destinde, esclarecedor en términos te6ricos, tiene, sin embargo, una aplicacién prictica bastante proble- rmética, en Ia medida en que, en Ia praxis escrituraria vanguardista, ‘manifiesto y programa se articulan, en la mayorfa de los casos, indiso- Iublemente, Para resolver esta contradiccién teética entre manifiesto y programa, la definicién propuesia por Abastado resulta ms oper porque tiende un puente en direccién a la pragmética discursiva de estos textos. Segtin Abastado, el manifiesto “actualise un projet [... [il] est a la fois un programme et sa mise en ceuvre”?. F ni sbercodory minucios ob, Mare Aneto catia el [Angenot, M. La parole panphldtaire Paris, Payot, 1995, pp. 60-61 Poggioli, R., op. cit. p. 18. Abastado, C., op. cit p-5. Cariru.o It - Ex Masieresto como o&veKo DIscuRSIvO En la otra gran obra teérica sobre Ia vanguardia con que contamos, Peter Biirger, al referirse a la categoria de obra y a su problematiza- én desde los movimientos de vanguardia, ejemplifica esta proble- matizacién con los ready made firmados por Duchamp, caracterizdn- dolos como productos en los que “el acto de provocacién mismo cocupa el puesto de ta obra” (Esta misma afirmacién podria hacerse con relacién a los manifiestos de la vanguardia. Puesto que si los ‘manifiestos son interpretados apenas como declaracién de prineipios © enumeracién preceptiva de los valores estéticos defendidos por un grupo o autor individual, pierden buena parte de su poder cuestiona- dor de la instituci6n social del arte. Pierden también su valor espec' fico en tanto obra, en la medida en que son sometidos a un cotejo con Jas producciones posteriores de sus signatarios, se exige una coheren- cia ideol6gica entre ambas producciones y se interpreta el manifiesto ‘como simple promesa de una “obra” posterior. Por el contratio, inter~ pretados histéricamente (segtin el modelo de andlisis de la obra de arte vanguardista de Birger) se revelan como medio privilegiado de ata- que al fenémeno del arte en el seno de la sociedad burguesa. ‘Antes que Buirger, Mario de Micheli, al referirse a los manifiestos dadaistas, ya apuntaba que, puesto que el dadafsmo surgié en el esce- nario artistico después del cubismo, el futurismo y el abstraccionismo, en su “arte” son reconocibles elementos de los movimientos prece- Buirger, P, op. cit p- 13. Respecto de su “Portabotellas” (1914) deefe Duchamp que “A palavra ready- ‘made veio a mim naquele momento, e parecia bastante conveniente para essas coisas que néo erum obras de arte, nfio eram desenhos, e que nio se eneaixayam em nenhum dos termos aceitos no mundo artistico, Fo! por isso que fig tentado a fazé-lo,(..] & preciso chegar a qualquer coisa com ‘uma indiferenga tal, que vocé ndo tenha nenhuma emocio estétiea. A escolha {do ready-made & sempre baseada na indiferenca visual, € ao mesmo tempo, ‘numa auséneia total de bom ou mal gosto, (CF Cabanne, P. Marcel Duchamp: engenieiro do tempo peniida. Sto Paulo, Perspectiva, 1987, p. 80; y Dachy, M. The Dada Mouvement, 1915-1923, New York, Rizzoli, 1990, p.73, subs. esto), Por su parte, Behar y Carassou agregarén: “En exposant des read ‘made (..) Dada entendait prociamer qu'il n'existe pas de différence entre les ‘ures’ d'art et les objets de la vie de tous les jours”. (Cf. Béhat, H. y ‘Carassou, M, Dada: histoire d'wre subversion, Paris, Fayard, 1990, p. $3). POsTICAS DE LA TRANSGRESION / Visana GeLAo dentes. No obstante, estos elementos son utilizados como materiales para el ejercicio de una critica de base negativista (contra el positivis- ‘mo en el que atin apostaban los movimientos precedentes). Por esta raz6n, segin de Micheli, los dadaistas “no ‘crean obras’: fabrican objetos”. Dicho de otro modo, la suprema contribucién del dadafsmo para el arte moderno no esté tanto en la “obra” artistica (en el sentido atribuido a ella incluso por los movimientos de vanguardia preceden- tes), sino en el “significado polémico del procedimiento"®; expuesto, cn toda la acepcién de Ia palabra y de manera privilegiada, en el Manifeste Dada 1918". De la misma manera, el manifiesto se con: tuye en obra de vanguardia por excelencia en la medida en que arti- cla una propuesta estética critica (el antiarte) y, al mismo tiempo, es su praxis (gesto polémico y contestatario). Por su parte, en el capitulo dedicado al manifiesto en su bellisimo y perspicaz. libro O momento futurista, Marjorie Perloff expres ‘acuerdo con Giovanni Lista en Ia evaluacién que este hace de los mis de cincuenta manifiestos futuristas, enfatizando “a problemética da precedéncia do projeto em relagio & obra, da metalinguagem em rela- glo & criagao”, y hesita ‘Annovidade dos manifestos futurists italianos [..] € a sua atrevi- da recusa em permanecer no plano expositrio ou erica, ¢a sua compreensiio de que o pronunciamento de grupo, sufcientemente estetizado, aos olhos da audiéncia de massa, quase pode tomar 0 lugar da obra de arte prometida® © de Micheli, M. Las vanguardias artisticas de! siglo veinte. Cordoba (Argentina), Ed, Universitaria do Cérdoba, 1968, pp. 148-152. Las citas corresponden a lap. 150. Dada, Zurich, 1° 3, in: Dada, 1916-1922, Zurich-Paris. Paris, Jean Michel lace, 1981, pp. 142-144. Las tradueciones de este manifiesto circulant en portugues y espafiol siguen la edicién, posterior, de las CEuvres completes de Tara, GF Perloff, M, “Violéncia e preciso: o manifesto como forma de arte, in: 0 ‘momento futurista, Sao Paulo, Edusp, 1993, pp. 151-204. Las eitas corres ponden ales pp. 169 y 160, respectivamente (sub. nuesito). Captnyta 11 - Bt Mansrresro cow GéNekO DIscURSI-O Retomando el ensayo citado de Claude Abastado —introduecién a una publicacién importante dedicada al manifiesto en tanto género discursivo-, en él el autor establece deslindes entre el manifiesto y otros géneros y especifica las caracterfsticas y funciones de los mani- fiestos de la vanguardia historica. Estrictamente en to que se refiere a la extensiGn, formato, circulacién, tenor discussivo y destinatario(s) de este escrito, Abastado considera que le terme (manifest) s'applique [...] 8 des texte, souvent brefs, pubtigs soit en brochure, soit dans un journal ou une revue, au nom un mouvement politique, philosophique, litéraire artistique. [...] Un manifeste a toujours pour effet de structurer et d'affirmer tune identité, C’est acte fondateur d'un sujet collectif,[..] Cet intenté explique le rituel d’auto-destnation des éeritures manifes- taires: Jes signataires y informent et contemplent en elles une image spéculaire? ‘Asi, en Jo que respecta a la relacién existente entre el destinatario del manifiesto y Ia construccién de una identidad, podemos afirmar que el deseo de delineamiento de una identidad esta presente en Ia mayorfa de estos textos aun cuando, paradgjicamente, el sujeto colec- tivo piblico, ajeno al grupo de signatarios y al cual esa identidad harfa también referencia, no lo esté. En otras palabras, en el propio enun- cindo del manifiesto aparecen claramente definidos como interlocuto- res los perfiles de (id)entidades literarias y artfsticas, mucho més que tuna construccién discursiva representativa de un piblico receptor mas ampliojfel destinatario por excelencia del manifiesto es el arte como instivuci6n, Por otra parte, en la consideraciGn de la brevedad y el objetivo polemizador como elementos caracteristicos del manifiesto, también ‘Angenot y Adrian Marino coinciden con Abastado. Al respecto y citando a Tzara ~para quien “lle manifeste] est une forme littéraire dans laquelle on peut comprimer beaucoup de nos sensations et de nos YAbastado, C., op. cit, pp-3 y 7. POSTICAS DE tA TRANSGRESION / VIANA GeLapo pensées”=, Marino coneluye que “[le manifeste est une] forme conci- se, forme efficace, forme mititante..."!0 Continuando en este esfuerzo de caracterizacién del manifiesto como género diseursivo, en el ya citado articulo introductorio al niimero monogrifico de Littérature, Abastado también establece un contraste tipolégico y funcional con el prefacio y el relato, Con relaci6n al primero, el autor propone que manifiesto y prefa- cio pueden compartir su funcionalidad programética y polémica, aun- que las formas de surgimiento y circulacién de ambos sean diferentes. Un ejemplo paradéjicamente clisico de la referida funcionalidad pro- Cromwell de Victor Hugo, que asume un discurso de etapas heroicas (soledad creadora, incomprensién estéti- ca), privilegia la vida sobre las instituciones —caracteristicas estas comunes a los manifiestos vanguardistas~ y es consciente de su ugar marginal. Esta funcionalided autoriza, pues, la inclusién en nuestro corpus textual de prefacios de obras individuales y colectivas, por considerar que, estratégicamente, acabaron desempefiando la funcién programética y polémica reservada, prioritaria pero no exclusivamen- te, al manifiesto. En lo que se refiere a la comparacién entre manifiesto y relato, ‘Abastado postula que ambos géneros comparten la funcién de lugar privilegiado de lectura En este sentido, el relato serfa el lugar privile- giado de lectura del imaginario de una cultura, mientras que el mani- fiesto seria el lugar de lectura de la pragmética de una sociedad, en la medida en que expresa las tensiones ideol6gicas, las relaciones polé- micas y las luchas por la conquista del poder simbélico dentro de la ‘misma, Estas caracteristicas estin presentes en muchos manifiestos de la vanguardia latinoamericana, pero son especialmente evidentes en los estridentistas después de 1922, en el de la revista Martin Fierro y en el Antropofago. ‘Abastado también compara el manifiesto con el relato ut6pico y el mito. En su opini6n, el pensamicnto manifestario tiene en comin con el relato ut6pico la amalgama de proyectos filos6fico, politico y esté- © Marino, A, “Le manifeste”, in: Weisgesber, J. (dit), Les avant-gardes litté- aires au XXe, sigele, Budapest, Akadémiai Kiad6, 1984, vol TI, p. 825 (Capirono 11 - Bt Maxteiesro COMO GENER DISCURSIVO tico: el deseo de instaurar una nueva vida, alterar el orden social y practicar nuevas formas de arte o, en otras palabras, el deseo de con- ‘quista del poder simbélico, el dominio politico y Ia hegemonfa estéti- ca. Al tiempo que, con el mito, e! manifiesto tendria en comin el tra~ tamiento maniquefsta de la temporalidad, estrechamente relacionado con la nocién de lo nuevo como absoluto, En este sentido, el pasado aparece caracterizado en el manifiesto como tiempo de la no-vida o ‘como tiempo de gestacién de la verdadera vida (serfa el caso del mani- fiesto del grupo puertorriqueio nofsta); o aun, dentro de una visién cfclica de la historia, como un tiempo de inocencia y pureza primiti- vvas que el futuro debe reconquistar (tal como lo postula el Manifesto antropéfago). Siguiendo esta linea de andlisis comparatista del manifiesto con otros géneros discursivos, Mangone y Warley lo comparan también con el relato ut6pico de los siglos XV y XVI y con el ensayo de los siglos XVI y XVIIL Segtin estos autores, el manifiesto tiene en ‘comiin con el relato ut6pico Ia explicitacién de expectativas y profe- cfas “a partir de una lectura de la historia”; al tiempo que comparte con el ensayo su funcionalidad como “arma ideol6gica” anterior a los panfletos revolucionarios del siglo XIX: /- Bl mnie os Iteratura de combat. Es Herat en nto re supone la utlizaci6n de recursos formales més o menos estabil zados. Es de cornbate porque se construye a partir de una necest dad de intervencidn pblica. Los manifiestos se producen por las turgencias de Ia lucha publica y se “escriben” desde un modelo genético! En a lectura de Ia historia, e! manifiesto pone el acento cn los aspectos eriticos que demandan de manera apremiante una reestructu- racién del campo ideol6gico. Llevando al limite Ia representacién dis- ccursiva de las tensiones histéricas, el manifesto serd, en términos de 1) Mangone, C. y Warley, J, EI manifiesto, un género entre el arte y la politica Buenos Aires, Biblos, 1994, p.9. POgTICAS DE tA TRAnscaesiON / Vivuna GELADO Marino, “la ‘forme’ par excellence de I’‘art’ de la négation et du ren- versement” 0, mas atin, Hegaré a ser “la forme vide d’ une négation”.2 jApuntent Aspectos formales y efectos de sentido del manifiesto como género discursivo y de los manifiestos de la vanguardia europea Coherente con la caracterizacién del manifesto como género de una “literatura de combate”, hecha por Mangone y Warley, este escri to se aproxima al discurso militar. Esto explica la presencia en dichos textos de lexemas, imégenes ret6ricas y miicleos teméticos comunes a tun espacio bélico que, en la modernidad, aparecen como formulacién del discurso caracteristico de la vanguard, Entre los aspectos formales'® y efectos de sentido enumerados por diversos criticos y que conttibuyen a esta caracterizacién y funciona- Tidad det manifiesto est Ja situacién enunciativa de un emisor que espectaculariza su lugar de enunciacién; la puesta en juego de un acto de legitimacién; Ia busqueda de una identidad colectiva; ‘una estrategia de conquista (Io que leva a Aba cen su anilisis del Manifeste Dada 1918, “le manifeste efficace est toujours un ‘cheval de Troie”*"4); elementos polifénicos préximos a la dlimensién polémica, tales como Ia construccién del otro como enemigo en una guerra verbal; el uso de formas de argumentaciGn mds ligadas 2 las espectfi- cas de la disputa polémica (empleo, entre otras, de Ia refutacién y la injuria), Marino, A., op. cit Respecto dela figuras retrieasuilizadas en dversos manifests, scompa- fades de ejemplos, of. bep:www.cafe.amontrealca/gentes/n-manit html ‘Abasiado, C. “Le “Manifeste Dada 1918": un tourniquet", in: Linéranure. Paris, n° 39, oct. de 1980, p. 46 Carirvvo II Bi Masirtesro como césveno piscuRsno — el uso de la andfora como componente didctico del texto. Ademés de estos, del cotejo de Ia bibliograffa e6rica citada y el corpus textual de manifiestos de la vanguardia europea que el lector encontraré en la bibliograffa final, surgen como caracteristicas fre- uentes en los manifiestos futuristasitalianos: tuna temitica comiin también a otros manifiestos de vanguar- dia: la modernidad, simbolizada por la innovacién tecnolégica, el desarrollo de Ios medios de comunicacién y transporte y la glorificacién de la velocidad y de la fuerza; el motivo de la epifania, que encuentra su correspondencia en o de carter inaugural; la inclusién de neologismos (sobre todo de términos técnicos). ausente en Ia actividad intelectual anterior; el culto a la méquina, ausente también en la actividad intelec- tual anterior: el vitalismo como consagracién de ta fuerza (a través de la glo- rificacién del deporte y de la guerra), y el consiguiente despre~ cio por la “debilidad sexual y racial” (representadas respectiva- mente por la mujer y las colonias). deol6gicumente opuesto al italiano, el Futurismo ruso propondrd un arte revolucionario, expresado, en textos como 150 millones 0 Canto a Lenin, a través de un discurso épico. Este discurso traduce ta coneiencia de participacién en una gesta histérica que absolutiza el tnundo articuléndolo antinémicamente Por su parte, el Dadafsmo serd el movimiento que produciré los Inanifiestos tal vez més enféticos, declamados espectacularmente en Jos cabarets. Este gesto, significado y significante, ponds en préctica cl eseéndalo como medio publicitario. Los medios expresivos de este cesedndalo ~ademés del grito, de la extravagancia indumentaria y de la puesta en escena!>-serén disparados por el uso de Ia hipérbole, nume- "5 J, Leenhardt sponta como caracterstica de Ins estratepis utilzadas por tos sovimientes de vanguaria su ligeeza y mebiliad, por oposicin als stra {ogias utilizadas por el mercado intelectual hasta entonces,centradas en el fan pbliso y que exigtan un gran dispendio de recursos yun fuerte aparato tie produccin, Cf "Vers une soeologie des mouvements avantgarde Maturation historgue des conditions eappartion des avan-pardes, in POETICAS DB LA TRANSGRESION / Viviana GELADO rosas interjecciones, anatemas, injurias, burl, i ocantes Come el Furimoltalieno, l Daafsmointrdctd en sis mance {os numetosos.neologismos (en correspordencia con la articulacién de un discurso inaugural) y Operaré una resemantizacion en extremo creativa de la Tenguarecibida, No obstante esto, y a pesar de la proli- feracin de elementos renovadores, la sintaxis de los. maniflestos dadafstas seré una sintaxis simple, deliberadamente contraria a una determinada idea del racionalismo y de las “complicaciones" I El otro gran movimiento de vanguardia europeo, el Surrealismo arremeterd desmitificadora y sistemsticnmente, como el Dadaismo, contra Ia instiuci6n del arte su correlato, la autonomia del lenguaie de arte como supuesto burgués; exaltard, como la Revolucién y el Futurismo rusos, le ruptura inaugural; propondré una legitimacién cautural del inconsciente, el predominio de lo onirico como temitiea pottica, el cultoa lo infantil, Ia ilusidn dela escritura autométiea yen Ultima instaneia, la hegemonia de la poesfa como génezo de la “vida” y la anulaciGn de las fronteras entre gest artstico-praxisvital-tot dad social. Como ef Dadafsmo, erearé un metalenguaje que explique el nombre creado (manifiesto de 1924) e introducird neologismos, diversamente del Dadafsmo, asumira una actitud predicativa, a través de la adopcién de una palabra autoprofética que parodia la palabra evangélica, Como el Futurismo, modelaré un relat epifnico, Mis «que ningin otro movimiento de vanguardia, propondré en sus mani estos na relectn del sistema erion ne ma CCapfruto 11 - EL Masirtesro como Gfvsno DiscuRsIv0 © jFuego! Caracterizacién de medios y estrategias utilizados por los manifiestos y textos programaticos y polémicos de vanguardia en América Latina Eltitulo El titulo de los manifiestos, proclamas, editoriales de revistas, pro- ‘gramas estéticos, etc, funciona como sintesis de ese programa, como su definicién o como un eslogan, y adopta, en la mayorfa de los casos, ‘una forma publicitaria, a la manera de los panfletos, carteles 0 letreros. ‘Asf, el ttulo se Jevanta en grandes caracteres en una hoja volante Actual = N°1, Hoja de Vanguardia, Comprimido Estridentista de ‘Manuel Maples Arce-, con una gran foto det autor; es izado ~BAl DERA- en rascacielos; se hace imperativo luciferino en Non ser- via; toma cuerpo en Anatomia de mi Ultra; muestra conciencia de si y de la causa por la que aboga en Amara La importancia del titulo es fundamental puesto que cifra lo medu- Jar de la propuesta de cada grupo. Ademis de su valor estratégico y performético instanténeo ~Gesto y de ta utilizacién euférica de los medios mecénicos de reproduccién tipogréfica disponibles que exhi- ben, los titulos gritan ~estridentismo— (a la manera como los vende- ‘ores de periédicos vociferan las noticias diarias 0 se anuncia Ia pre- ja de la méquina ~Klaxon-), desde la altura -atalayismo, “Andamios de vida''-, los vértices ~Proa, Prisma-, 0 los estados y stares extremos ~desvairismo, euforismo, ultrafsmo, minorismo, La exirema izquierda~ y escandalosos ~Manifesto antropdfago. Otros ‘agreden al piblico El hondern lanz6 la piedra, Granizada- y anun- cian el cambio ~Switeh a golpes de badajo ~Gong. Otros aun se eri- zon burlonamente en maxima antiautoridad ~Ligera exposicién y pro- lama de ta Anti-Academia nicaragitense. Materialmente, algunos utitizan, de manera explicita, estrategias publicitarias corrientes: circulan en forma de carteles w hojas volantes "1, del Estridentismo mexicano; Prisma, del Ultrafsmo \ Cartel runrinico, en Chile- y acaban excediendo el grito singular y transforméndose en publicaciones periédicas. POETICAS DE LA TRANSGRESION / Viana GELADO El tono predominamte es el de la agresién (aciistica, cromética, eléctrica, fisica, atmosférica) y la burla y cuestionamiento de un siste, ‘ma de valores culturales y politicos anquilosado. No obstante, es indu. able que cuando se compara el poder de fuego de la vanguardia lati. noamericana con el de grupos europeos empefiados en campatias semejantes ~como el Dadaismo, el Cubofuturismo ruso 0 el Surrealismo francés-, el tenor de los maniliestos, proclamas y textos Programéticos de la vanguardia latinoamericana es de una violencia ‘menor, Sobre todo en lo que se refiere a a violencia orientada directa. mente al piblico receptor. Asi, y a modo de ejemplo, el efecto en el destinatario de la agresividad contenida en titulos como El hondero fanz6 la piedra (1924) de Evatisto Ribera Chevremont y Bofetada en ¢! gusto del piiblico (1912) de tos eubotuturistas rusos!® es menos ditecto y, por lo mismo, menos contundente en el primero que en el Segundo, en Ia medida en que el segundo figura una lucha cuerpo a ‘cuerpo con el piiblico para obligarlo a abandonar la automatizacién en la lectura, mientras que la performance gestual del primero introduce un distanciamiento fisico espacial entre enunciador y destinatario, El Porgué de esta relacién menos direeta entre enunciador y receptor (obre ta que volveremos mis adelante) puede deberse, en parte, al cardecter difuso de la idea de quién desempefiarfa, en la sociedad la noamericana, el papel de un piiblico lector més amplio, En efecto, en luna estructura social tan fuertemente pola cana, el destinatario privilegiado del discurso vanguardista continua ba siendo Ia “minorfa selecta”, letra, recortada e (in)formada por el Modernismo en Hispanoamérica y por el Simbolismo y el Parnasianismo en Brast!”. BI perfil de un piblico més numeroso y 46 Reprod. en GMT:127-128, Uulizamos el témino “(in)formada” por considererio ins pertinente para designar la relacién que los poctas y prosistas de ese periodo establecincen con su piblico a través de Ia prensa. El uso de este medio ampli elective, ‘mente el especto del piblico lector de obras literarias. No obstante y par dgjicamente, mostr6 el fracaso del proyecto modernizacioren trming’ 3 for Imacidn de ese mismo piblico, en la media en que los valores estcticos pe. antes entre el pdblico continuaron siendo los prevedentes. Una tematinneia Prvilelada de esta paradoja (entre ta “pobreza sarcdstica del poeta” y Ia Cariroto H- Et Masartesro coo otveno oiscunsivo iversificado aparece bastante desdibujado en la mayorfa de los mani- fiestos de la vanguardia latinoamericana, cuando no como un descu- brimiento a ser hecho, en los casos de Terra roxa... e ouras terras y A revista. En consecuencia, el papel de la burguesta, como blanco pri- vilegiado de tos ataques de la vanguardia europea, es desempefido, en los manifiestos de la vanguardiaTntinoamericana, ya por poetas pasadisias y la burguesia provinciana ~Estridentismo, Ultraismo, Manifesto da Poesia Pau-Brasil, etc.—, ya por la “aristocracia intelee. tual” ~Postumismo- o por el poder politico grupo minorista La organizacién del texto En Ia organizacién del texto, uno de los trazos mas evidentes es su estructuracién sobre In base de la enumeracién. Como en L'Anttradition fururiste (1913), “manifeste=syathése” de Apollinaire, cen el que se offecen “rose” y “mer...de... 3 ¥ desafectos, Ia enumeracién determina la propia presentacién, mani- ” respectivamente a afectos (quea, de afectos y desafectos al movimiento en el Manifiesto estri- tentista de 1923, en el Manifesto de Martin Fierro de 1924, en el Primer congreso de poetas de vanguardia de 1928'%; es la espina dor- 2 N° 1) y del sal de la propuesta del Bstridentismo (Actual y Postumismo, en 1921; esume la propuesia del Euferisme, en 1922, entre ottos. En el caso particular de Actual - N° L, serd utilizada como opie Pe eter an een Fer ent ama Aga Put, Bar ‘racas, B, Ayacucho, 1977; y Ramos, J. “Limites de la autonomfa’, in: Srelnion tote deren iia Tee Meek FCB ES Gh SITE Rapa sya ope Tne eh PURI gece rie aves ara rt du tavaileur inlectucl placé sur le marché clluel”. Cf rls op chy. 1068 Eilts Etim fsa oe mse Mariel ber alon ence St Salt al tra gee tse ee tap pcan de spn ect Ds atte ceo ar Polo ligones enuliado préctic. primar coogeeso de. vanguard (o71 Wehr a oS POETICAS DE La TeANsGRESION / Viviana Getavo clomento aglutinador de propuestas contempordneas afines y expresi- vo del deseo cosmopolita del Estridentismo mexicano: Vil. Ya nada de creacionismo, dadaismo, paroxismo, expresionismo, sintetismo, imaginismo, suprematismo, cubismo, orfismo, [..] de ‘smos" més o menos teorizados y eficientes. Hagamos una sintesis {.- que resolviendo todas las ecuaciones del actual problema tée nico, [..]ilumine nuestro deseo maravilloso de totalizar las emo. clones interiores y sugestiones sensoriales en forma multénime y poligdrica.!” ‘Una forma paralela a la de la enumeracién de afectos es el trazado Ge lineas de filiacidn o listas de precursores, que invierten la direccién (le la linealidad temporal y fundan genealogfas sorprendentes: Fillaggo. © contato com o Brasil Caralbe, OH Villegaignon print ferre, Montaigne. © homem natural. Rousseau. Da Revolugio Francesa a0 Romantismo, & Revoluc8o Bolchevista, & Revolugio surrealista e a0 barbaro tecnizado de Keyserling. Caminhamos.29 La repeticién anaférica de estructuras precedidas por la preposi- ciGn contra “Manifesto antropéfago~ o por la locucién preposicional frente a —Manifiesto de Martin Fierro-, ast como ta reiteracién, a modo de refrén, de aserciones que adquieren el valor de esléganes, acaban produciendo un efecto estiistco aliado “2 une forte pulsion idGologique"?!. Esta estrategia discursiva tiene, pues, una fancién bublicitaria y didctica ~el manifiesto desea divulgar y ensefar la pro. Puesta estética que vehicula. Como en este ejemplo: Avit6ria, no caso, pertence a Arte Moderna, Para consegui-la ~ guerra aos preconceitos artistcos, Liberdade e Alegria. Guerra aos cédigosliterdrios, as formulas preestabelecidas. 1 Fragniento de ta hoja volante Actual -N* 1, lanzada en ta Ciudad de Mi tn diciembre de 1921. Reprod, en LMS:44; HV:90; NOT:104 y JS:168, 31 Andrade. O. de, Manifesco antropéfago, op. cit. Reprod. en GRIT.354 3 Marino, A. op. cit, p. 826, Cirvi0 It Ea Manteiesto como aéveRo biscuRsivo Guerra a0 parnasianismo, 20 gagaismo, ao acadernismo, a0 natu- ralismo da prosa, 20 virtuosismo, a0 conformismo, 20 copismo, 20 dicionarismo. Guerra aos “almofadinhas do soneto”, aos gramati- cos "Apteros", aos regionalistas sistemsticos. Guerra ao passadismo inatualizdvel. Guerra a axtetica absoluta, arte oficial pintura de pia. Guerra ao belo como o fim da arte. 7? Las enumeraciones sintéticas de los nuevos materiales y técnicas, pueden adoptar también un tono monétono, que facilita su aprehen- © equilibrio. © acabamento de carrosserie. Ainvengio. Uma nova perspectiva Uma nova escala.?> No es otto el efecto que produce Ia repeticién paroxistica y ‘eneantatoria” de una misma palabra: Roteiros, Roteiros, Roteiros. Roteiros. Roteiros. Rotelros. Roteiros Pel iefets alton ue Oral cai teniouaraen one nticamente la leta- tepitiendo aserciones que parodian e invierten seménticamente la le nif !Nunea fomos calequzatos":0“"A alegrin € prova dos nove" En estos dos itimos ejemplos ademis, el Enfasis est puesto, en el plano del significado, en enunciados fragmentarios que pueden fun- Inojosa, Joaquim, A arte moderna, reprod, en GMT:334. Fragmento de una ‘ayla-manifiesto del 5.1924. . Andrade, O. de, Manifesto da Poesia Pau-Brasil, op. cit, reprod. GMn328, 3 % Anutade, 0. de, Manifesto antrapafago, op. cit, reprod, en GMT:355. I, tid, GMT355-356 y 358-359, respectivamente Porticas ne 14 TeaxsoREsiow / Viviana Gaxano Gionar como alegorfa de la fragmentacién operada por los nuevos Imedios de (re)produccién técnica y estética (\ipogrética en general y, ene primero de ellos, cinematogrifica) y cuya materia esté constitur dla tanto por lo que hay de més avanzado en términos téenicos como Por dichos populares o hablas eotidianas; mientras que, en el plano del Significante, el énfasis se pone en la continuidad como efecto o resul- tado de los procesos posibilitados por esos mismos medios. A este res. ecto, es importante destacar que se encuentran diversas formas de Fragmentacién (adems de las citadas, el uso del espacio en blanco, las cnomatopeyas e interjecciones, la sintaxis entrecortada, ete), caracte. ristica de la obra de arte de vanguardia, ampliamente difundidas en la produccién de manifiestos, pero también en la obra poética de List Arzubide y Maples Arce, en México; asf como en la obra poética de Oliverio Girondo, en Argentina o de Oswald de Andrade, en Brasil, Para citar solo algunos, Por otra parte, y como veremos en el proximo capitulo, estas formas de fragmentacién pueden interpretarse también como significativas, en el plano de los discursos, de ia participaciGn desigual que caracteriza a la sociedad latinoamericana tanto en el Plano objetivo de los recursos como en el de la produccién y consa- ‘mo de bienes simbolicos. Volviendo a las formas que reviste la enumeracién, podemos verla fambién funcionando como pauta de una argumentaciGn. Tales el caso de la nota editorial en que Maridtegui, desde Ia materialidad elemen. tal de diversas clases de palabras (sustantivos, adjetivos, adverbios), coneluye: [J Confesamos, sin escrdpulo, que nos sentimos en los dominios de lo temporal, de to histérico [...] Dejemos con sus cuitas estériles ¥ sus lacrimasas metafsias, a los esptitus incapaces de aceptar y ‘comprender su época. EI materialismo socialista encierra todas las Posibilidades de ascension espiritual, éticay filos6fica. ¥ nunca nos Sentimos més rabiosa y eficaz y religiosamente idealistas que al asentar bien la idea y los pies en la materia.26 % Aniversario balance {de Amauta. Publicado cigiariamente en Amauta Ras ilo Ti. 17. set de 1928, pp. 1-3. La cita eomesponde ala p. 3 Reprod. en NOE319y J8:310, Owirt10 I Et Masuesesro como Genero eiscuesio 61 Somejante a la divisién maniquea de afectos y desafectos a los ovimientos ya meneionada es la enumeracién en columnas paralelas tle “otiquetas” alusivas a los grupos de Boedo y Florida realizada por Mariant en La extrema izquierda. Diversamente del uso dado por Maridtegui, recién citado, Mariani afirma con sarcé Hind que se trata de un “procedimiento cémodo y ficil” que puede ser Ullizadlo “hasta desfallecer por falta de argumentos”27 Otra forma de la enumeracién reconocida por Marino es la de las flrmulas “casi algebraicas”. Como sahemos, el Futurismo fue el Movimiento que utiliz6 més extensamente esta formulacién y también ino le los mals conocidos y de mayor poder de deflagracién de polé- Injoas entre los grupos de vanguardia latinoamericanos y, antes, entre ®s y los asi Hamados “pasadistas”. No obstante esto, y aunque Valios movimientos de vanguardia en América Latina incorporaron esloganes futuristas en sus manifiestos, no sucedis 10 mismo con el 110 de las fOrmulas. El cuestionamiento de las “complicaciones” lig 11s se ofectué a través del uso de una sintax i nas nominales o estructuras frasales simples. Los manifiestos fir- thados por Oswald de Andrade son un ejemplo contundente de esta (s)oloceidn. Es decir que, aungue la recepcién del Futurismo por parte tle la vanguardia latinoamericana haya sido bastante amplia, el reeur- 101 0110 tipo de téeniea de cuestionamiento parece significative de la «leetividad ~consecuencia del conocimiento- con que la vanguardia Jilinoamericana recibié las innovaciones formates operadas pot los Movimientos europeos de vanguardia en su conjunto. En particular, en 1 iliseurso de Oswald de Andrade la simplificacién sintictica puede ‘nlorpretarse como significativa de un cuestionamiento del discurso Higieo y bachileresco en tanto (rama de argumentos que encubren tizones y relaciones cotoniales de apropiacién’® Mationi, R., La extrema icquierda. Publicado originariamente en la Pyposicidn de la actual poesia argentina (1922-1927), org. pot P-1. Vignale yC Tiempo, Buenos Aires, Minerva, sf, pp. X-XI. Reprod, en NOT:230, GY210 y IS474 * La snion “suma” utlizada por Oswald de Andrade en sus manifestos spare £0 en el Manifesto Antropsfago significativemente, al referitse a °O pater POENICAS DE LA TRAYSGRESION /ViviaNs GELADO Con todo, hubo efectivamente un poeta brasilefio que usé, aunque raramente, este tipo de formulacién; fue él ademés quien se ocupé de estudiar més seriamente los movimientos de renovacién esiética: Mirio de Andrade; y con una gran preocupacién: el primitivismo, La fuente citada, no futurista, seré el director de L'Esprit nouveaus Lirismo + Arte = Poesia. Formula de P, Dermée. (N. do A.) Esta fSrmula serd retomada por Mério mis tarde, en A eserava que nido é Isaura: ‘Quem conhece os estudos de Dermée sabe que no fundo &le tem razBo. Mas errou a formula, [..] Corrigida a receita, eis 0 marron- glacé: Lirismo puro + Critica + Palavra = Poesia en capitulo que se inicia con una “conta de somar”: “Necessidade de expressio + necessidade de comunicagio + necessidade de acgao + necessidade de prazer = Belas Artes” 29 Las diversas modalidades de la enumeracién y la articulacién, expresa del entimema al opos dan ala ret6rica del manifiesto un carie- & maiaco + snimento de storia stn pole co eee »pofagi 10 I, n° 1, maio de 1928, p. 7. También. 38:368-375. Sobre la recepeiGn del Futrismo en Brasil ve Fabris, A-O fin 110 I Et Mantrusro couo Géveno brscunswo 63 ler de “continuidad explicita”®®, Por otra parte, este énfasis en la util wwi0n de Ia enumeracién de adversarios y novisimos precursores, de Insloriales y téenicas nuevas, de rotulos definidores, de formulas que ‘onvdensan propuestas estéticas contribuye a polarizar el campo inte- Jeclual y a faclitar a aprehensidn de las diversas propuestas estética. Jin palabras de Perloff, “a enumeragdo implica que os autores tém em Jnr os negécios, que os objetivos —todos eles partes da mesma verda- ile 1 sorem alcancados sao praticos espectficos”.>! Contribuye tam- Hh daral manifiesto un estilo que Marino define como “le style de verbal, de réquisitoire, calqué sur le mod@le officiel” taalelamente al belicismo de este estilo de requisicién, hay en el Jetfodo un espiritu de rebelin y oposicion que se traduce en Ia uti facién de formas verbales del imperativo, metiforas combativas 0 Jnfamatorias, aserciones negativas, injurias, formas de exhortacién Inveetiva, provocaciones, boutades, toda suerte de paradojas, adver- Iiion asertivos, ete. Veamos. Hi modo imperativo agtega al estilo de requisicién la perentorie- ‘dud on el cumplimiento de lo impuesto, Asf, los estridentistas pauta- ‘iin stl segundo manifiesto en dos partes introducidas por verbos en Imporativo ~“afirmemos” y “eaguémonos”=, enfatizados por el uso de veralitas, que conminan “a la juventud intelectual” a proclamar ‘vomo tnica verdad Ia verdad estridentista” y a “defender nuestra ver- enn intelectual Kiel Manifiesto de Martin Fierro, el imperativo tendr4, ademés de ela luncidn, la de imitar el discurso publicitario: {Simpatiza Ud. con “MARTIN FIERRO"? |Colabore Ud. en "MARTIN FIERRO"! iSuseribase Ud. a "MARTIN FIERRO"! 3* Anonot, M., op. cit, p. 61 Hloll, M., op. eit, p. 176. Marino, A. op. cit, p. 826 Hoja moral anzada en Puebla, el 194.1923. Reprod. en LMS:49-50; HV:94- 95; NO’ 16 J8:170-171 Manifesto de Martin Fierro, op. eit, p. 2. Reprod. en HV-273; NOT:135; GVIV7-38 y ISHN14,

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