El deslizamiento de laderas se encuentra entre los fenómenos más peligrosos que puede experimentar el hombre (Alcántara, et al., 2001). Cada año se identifican múltiples casos de daños asociados al movimiento de tierras. Son múltiples las causas que generan el deslizamiento, desde rasgos geológicos, hasta aquellos producidos por la actividad humana; de una u otra manera, la sincronía de causas genera daños cuantiosos. La identificación oportuna de los riesgos asociados a deslizamientos brinda una herramienta eficaz para la atención del problema. La localidad de Metztitlán, Puebla, al situarse sobre una ladera de material no consolidado, es propensa a la ocurrencia de movimientos de tierra. La mayor parte de los deslizamientos en México están asociados a inestabilidades en suelos y rocas (Mendoza, et al., 2002). La ubicación de Metztitlán sobre un estrato de roca sedimentaria de 30cm, resbalando sobre una capa de arcillas, confirma la tendencia de movimiento de tierras en México. En el año de 1991 hicieron aparición grietas alrededor del convento de la localidad, generando daños tanto en la construcción principal, como en construcciones aledañas, generando al paso de tiempo, la evacuación de áreas afectadas. Los estudios realizados en la localidad revelaron la trasformación de grietas principales y secundarias en escarpes de 6 y 10 metros de longitud. La formación gradual de escarpes confirmó la hipótesis de un deslizamiento rotacional, razón por la cual desde entonces se ha puesto interés especial en la observación de los procesos que conducen el fenómeno. Causas naturales como la topografía, la estructura geológica y la presencia de agua, han sido identificadas como procesos de deslizamiento; sin embargo, uno de los factores que influye de manera cuantiosa es la actividad humana. Datos sobre la tala de árboles en las inmediaciones de la localidad arrojan a la luz el peso del factor humano en la tendencia al deslizamiento de tierras. La filtración de agua adicional, producida por la ausencia de materia vegetal, propicia el resbalamiento de la ladera. Las áreas con tendencia natural al deslizamiento deben ser monitoreadas, especialmente aquellas afectadas por la actividad humana. La sincronía de factores aumentan el riesgo y los daños derivados del movimiento de tierras, razón por la cual, antes de erigir un asentamiento en una zona propensa al movimiento, debe contemplarse todo factor que influya en su posterior deterioro. Diversas instancias se ocupan de evaluar áreas como Metztitlán, con la finalidad de evitar desastres. El CENAPRED es un claro ejemplo de ello, siendo que en uno de sus fascículos se encarga de la problemática sobre deslizamiento de tierras, poniendo como ejemplo el caso de Metztitlán, resaltando la importancia de los estudios geotécnicos. Fuentes:
Alcántara., Irasema. et al. (2001). Inestabilidad de laderas.CENAPRED.1-39.
Mendoza, J., Manuel. et al. (2002). Monitoreo de laderas con fines evaluación y alertamiento.CENAPRED.13-22. Cuanalo, A., Oscar. et al. (2006). Sismos y lluvias, factores detonantes de deslizamientos en las regiones montañosas de Puebla, México. E-Gnosis Vol. 4, Art 13. 1-14.