DE QUE MANERA REPERCUTE EN EL APRENDIZAJE DE LOS NIÑOS EL

CONTEXTO FAMILIAR Y SOCIOCULTURAL

El contexto familiar y social en el que se desarrollan los alumnos ejercen un papel

muy importante en la trayectoria académica de los niños. Hay diversos estudios que
indican las repercusiones de estos contextos, dejando ver su influencia en el
desempeño cognitivo de los niños, así como de su motivación y rendimiento
educativo.

Por un lado, el ambiente social del hogar influye en la formación de ciertas actitudes,
genera el autoconcepto y fomenta las virtudes de la cultura del esfuerzo. Y por el
otro lado tenemos a la escuela que, proporciona oportunidades y refuerza
comportamiento para ejercer lo aprendido en el hogar. La familia tiene un papel
fundamental en las primeras etapas educativas de los infantes.

Ante el análisis de cualquier problema educativo conviene primero delimitar

conceptos. El rendimiento académico se puede definir como el resultado o producto
que dan los estudiantes en las escuelas siendo expresados en términos de las
calificaciones que son asentadas en sus boletas. Se estima que un alumno tiene
bajo rendimiento en su aprendizaje cuando no obtiene los resultados mínimos
esperados de acuerdo con sus capacidades y edad. Sin embargo, sabemos que
estos resultados no pueden solo atribuidos a la exclusiva acción del docente, sino
también a los factores de índole familiar y social.

Durante el desarrollo escolar de los niños, la escuela y la familia comparten la

función de enseñar a los niños adquieran las habilidades y actitudes que los
ayudaran a desenvolverse en la vida. Las familias bajo ciertas circunstancias
provocan interferencias con el progreso escolar normal de los niños. Algunas de
estas circunstancias son:

El nivel socioeconómico familiar: el nivel laboral del padre (que es quien marca
el nivel sociocultural familiar) y el nivel de ingresos de la familia definen esta
circunstancia. Los niños que pertenecen a familias más desfavorecidas
económicamente llegan a tener un nivel intelectual más bajo al igual que un ritmo
de trabajo más lento y su nivel de concentración escaso por lo que a menudo son
estos nuños los que más presentan problemas de bajo rendimiento académico.

La posición social de la familia diferencia la importancia que le dan los padres al

éxito escolar. Mientras más alto el nivel socio económico de los padres, mayor es la
importancia que estos le dan al éxito escolar de los niños. En cambio, en un
ambiente socioeconómico bajo la presión cultural por el éxito económico es bajo.
Los niños de familias con desventaja social y económica están menos preparados
y reciben menos ayuda en momentos difíciles, lo que implica un menor rendimiento.

Formación de los padres: Según el nivel intelectual de los padres, la familia

utilizará determinados temas de conversación. Si los padres son de nivel de
estudios medio a alto los comentarios, el vocabulario, la preguntas y la preocupación
de la educación de los hijos coincidirán con los de la escuela favoreciendo el buen
desarrollo académico de los niños.

Recursos culturales: Los progenitores pueden utilizar diferentes estrategias con

el fin de fortalecer la educación de los hijos. Por ejemplo, a través de la adquisición
de material educativo como enciclopedias, libros, clases particulares, entre otras
acciones. En cambio, no contar con estos apoyos, propio de entornos familiares
pobres socioculturalmente hablando provoca diferencias de rendimiento escolar de
sus hijos con aquellos que si cuentan con estos recursos educativos. La posición
social también influye en este aspecto pues a niveles bajos de esta, la cultura se
reduce al ambiente inmediato, por ejemplo, la televisión. Así que, si el ambiente
cultural es propicio, los padres ofrecerán a sus hijos una gran influencia en el
proceso de desarrollo de la personalidad, de la inteligencia y de la socialización
reflejándose en el rendimiento escolar.

Tamaño de la familia: las investigaciones al respecto indican que a mayor tamaño

de la familia el rendimiento escolar se ve reducido. Puede ser que al haber más
integrantes jóvenes y menos desarrollados el clima intelectual se ve reducido. La
falta de atención que los niños viven en este tipo de familias, así como sus
consecuencias sobre su rendimiento escolar, son similares a aquellas familias
tradicionales, en las que los padres trabajan mucho y no pueden estar al pendiente
de los niños.

Clima familiar: Se refiere a los rasgos, actitudes y comportamientos de los

miembros de la familia, principalmente los padres. Implica los intercambios
afectivos, motivacionales, intelectuales, estéticos, etc. que se viven en el seno de la
familia. Un ambiente familiar positivo se define por el respeto, el estímulo, la
comprensión y la exigencia razonable. Si el niño crece en un clima asi, se sentirá
integrado adatado a la familia, aceptando sus normas, actitudes y valores, lo que
ayuda y fomenta su entusiasmo por las tareas intelectuales y académicas.

Uso del tiempo libre: La forma de ocupar el tiempo libre está muy en relación con
el contexto sociocultural (clase social, lugar de residencia, etc.) y es otro de los
aspectos del clima familiar que más afecta al rendimiento. De forma general, la
ocupación del tiempo libre puede clasificarse de la forma siguiente: trabajar
(ayudando a los padres); realizar tareas escolares establecidas por la escuela, o
bien impulsadas por los padres, ya sea de forma directa o a través de cursos); jugar
(individualmente o en grupo); leer; ver programas de televisión; o descansar.

Interés de los padres en las tareas escolares: El interés con que los padres siguen
el proceso educativo de su hijo se puede manifestar de diferentes formas: contacto
frecuente con el centro, preocupación por la actividad escolar, creación en casa de
un ambiente adecuado para el estudio, adquisición de recursos culturales,
utilización conveniente del tiempo de ocio, presión ejercida sobre los hijos para que
lean y visiten museos y la ayuda en las tareas escolares. Todo esto, repercutiendo
en su rendimiento y desarrollo del aprendizaje académico.

En conclusión, la implicación familiar en la educación de sus hijos y la integración

social influye positivamente en los logros académicos. Sin embargo, muchos casos
de fracaso escolar tienen su principal origen, o un alto nivel de influencia, en
variables de exclusión social vinculados a situaciones familiares, socio económicas
y/o culturales desfavorables. Por otra parte, aunque la motivación y las expectativas
académicas entran en el grupo de los factores personales, no podemos obviar que
también están influenciadas por la familia y el entorno social.