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BIG MIKE

Esta es la historia de un jugador de fútbol americano, allá en los Estados


Unidos. Un hombre llamado El Big Mike uno de los mejores jugadores de
todos los tiempos, ganador del trofeo Jayssman. Algo así como un Franco
Harris en posición de ala cerrada.

En los juegos se requerían hasta tres jugadores para poder derribarlo.


Cuando paso a las ligas profesionales, todos los equipos se peleaban por él.
Le ofrecían contratos en blanco, contratos millonarios. Anduvo en varios
equipos hasta que llego a firmar con los acereros de Pitsburg. Pero la
desgracia llego a la vida del Big Mike. Fue nombrado para ir a pelear a la
guerra de Vietnam. El no quería ir por que esa no era su intención, él decía:
¿por que matar a gente inocente? ¿Por que matar a otras gentes que tratan
de mejorar? Allá en Vietnam empezó como soldado razo pero a cuestión de
tanta dedicación, se preparo hasta que llego a tener soldados bajo su
responsabilidad.

Una noche explorando territorio enemigo, no se dieron cuenta y pisaron


campo minado. Las consecuencias no se hicieron esperar todos salieron
volando por los aires. Muchos estaban muertos, algunos otros agonizaban,
pero milagrosamente el Big Mike aun estaba con vida.

La televisión, la prensa, avisaban que el Big Mike había sido mal herido en
la guerra de Vietnam. Todos los periódicos, los medios de comunicación
estaban al tanto de las noticias. Las patrullas de rescate fueron a auxiliarlo,
cuando después de mucho tiempo, aun inconsciente, los médicos le dijeron:
Mike hemos hecho lo humanamente posible, olvida que algún día jugaste
fútbol americano, por que tus piernas están completamente destrozadas,
nunca volverás a caminar, si un milagro sucede podrás estar en silla de
ruedas.

Pero doctores eso no es posible. Yo tengo que salir de aquí no sé lo que


tenga que hacer, pero no quiero llevar una silla de ruedas, ni muletas. Y el
Big Mike profetizaba que volverá a caminar y jugar fútbol americano.
Ustedes ya hicieron su parte, ahora me toca hacer la mía. Ahí en el hospital
conoció a una enfermera que era la que lo cuidaba, la que lo bañaba, era su
enfermera de cabecera. Se encariño tanto con el que pronto de ese cariño
nació una bella relación y ahí dentro del hospital se casaron.

Ahora el Big Mike ya tenia una razón para lograr su meta y al pasar los
meses nació su primer hijo. Un pequeño al que le pusieron el nombre de
Little Mike. Ahora ya tenia dos razones para lograr su meta; su esposa y su
hijo. Y poco después ocurrió un acontecimiento que nadie podía creer,
médicos y enfermeras no daban crédito a lo que estaban viendo. Por
primera vez en Little Mike se ponía de pie, el mismo día que el Big Mike
se ponía nuevamente de pie, yendo en contra de la ciencia, yendo en contra
de la tecnología, yendo en contra de la biología, nuevamente el Big Mike se
ponía de pie. Los médicos aseguraban que esto era un milagro. El Big Mike
decía no, no es un milagro simplemente es el deseo de mejorar, el deseo de
salir adelante, de lograr una meta.

Cerca de su departamento en un parque todos los días se veía a la persona


de dos metros de estatura, delgada, acompañado de un sueño en la mano, el
pequeño aprendiendo a caminar y el otro volviendo a caminar. Al pasar el
tiempo ya se les veía caminando y finalmente correr como gacelas. Y
cuando el Big Mike se sintio seguro fue a pedir oportunidad a los equipos
que antes se peleaban por él. Pero que cínica es la vida ahora todos lo
rechazaban.

No Mike nosotros ya estamos completos.


No Mike tus días ya acabaron.
No Mike date una vuelta la próxima temporada.

Pero el no se desanimaba. El sabia que entre mas puertas tocara no todas


iban a estar cerradas que iba a ver una que le diera la oportunidad. Hasta
que llego a un equipo llamado Bahía Verde. El couch de ese equipo lo
estaba esperando y le dijo: "Mike yo sé por que estas aquí, sé lo de tu vida.
Sé que quieres volver a jugar con todos los equipos que te han rechazado.
Te admiro Mike, pero estamos completos, lo único que te puedo ofrecer es
que seas reserva de las reservas.

No importa couch, no importa gracias, tu dame la oportunidad de entrar


que yo me ganare la oportunidad de ser titular. Gracias couch. Nada mas
voy por mi esposa y mi hijo y empiezo inmediatamente a entrenar. Y cada
mañana en los campos de entrenamiento del equipo, se veía a una persona
de cuerpo atlético acompañado de un pequeño de la mano, lo llevaba, lo
subía a las gradas, le chiflaba y su hijo le decía: Aquí estoy papito ya te oí,
hechale ganas papi. Al siguiente día era lo mismo, lo llevaba, lo subía a las
gradas, le chiflaba y decía: Aquí estoy papito aquí estoy. Da tu mejor
esfuerzo papi, tú eres el mejor. Y así todos los días. Hasta que una ocasión
el Big Mike no llevaba a su hijo a los entrenamientos y sus compañeros
preguntaban por él. Dice que su esposa le pidió que no lo llevara, por que
lo iba a llevar al doctor, que gracias por preocuparse por él.

Esa tarde la esposa del Big Mike llega corriendo muy asustada. Con el
primero que se encuentra es con el couch. Couch, couch tiene que
ayudarme, a mi hijo lo han atropellado y no se como decírselo al Big Mike
si él era todo para mi esposo, su motivo para vivir. Cálmese señora, usted
vaya a arreglar lo que tenga que hacer, yo me encargo de avisarle al Big
Mike. Poco después el couch manda llamar al Big Mike. Si couch dígame
¿en qué le puedo servir? Te mande llamar por que te tengo una noticia
Mike. Dígame couch. No, no; mejor déjeme adivinar. Me va a dejar en la
reserva en la final de este domingo ¿verdad couch? No Mike, esa no es la
noticia que te tengo. Ya sé couch; me va a dar oportunidad de ser titular,
gracias. La noticia que te tengo no tiene nada que ver con el fútbol
americano, te ruego que tengas mucha fortaleza para escuchar lo que tengo
que decirte.

Vamos couch ¿a mí me pide fortaleza después de todo lo que he pasado,


después de lo de mis piernas? Ya dígame lo que tanga que decirme que me
pone nervioso. El día de hoy no trajiste a tu hijo. No, no lo traje ¿pero que
tiene que ver mi hijo con esto? Hace rato vino tu esposa y me pidió que te
diera un recado. Resulta que llevo al medico a tu hijo, después fueron al
mercado, poco después tenia que hacer una llamada telefónica. Empezó a
hablar y a tu hijo lo dejo a un lado. Cuando se percato tu hijo empezó a
caminar y alcanzo a bajar la banqueta. Tal parece que no vio nada por que
en ese momento paso un camión y lo atropello, pero eso no es todo Mike tu
hijo esta muerto. Y en ese momento sintió que un rayo le partía el alma. En
ese momento hubiera querido que la tierra se abriera a sus pies y se lo
tragara.

Eso no es cierto couch, mi hijo no esta muerto, no esta muerto. Por que a
mí, por que a mí, por que no te llevas a los asesinos, a los mal vivientes,
por que te llevas a gente inocente, me hubieras llamado a mí. Mi hijo no,
mi hijo no, a mi hijo no. Couch, couch quiero pedirte un favor. El que
quieras Mike. Este domingo se juega la gran final y quiero que me de la
oportunidad de ser titular. Pero Mike ¿qué no entiendes que tu hijo esta
muerto? Ya lo entendí, ya lo entendí y no quiero que me lo repita, por favor
couch; al primer error me saca del equipo. Mira Mike no lo entiendo, pero
si en eso te puedo ayudar cuenta conmigo. Y cuenta la historia de ese gran
jugador, que ese día que se jugaba la gran final, había una gran euforia en el
estadio de Tampa Florida.

Por tercera vez el Bahía Verde llegaba a una gran final y cuando nombraron
al numero 22 el Big Mike ala cerrada todos se pudieron de pie, muchos en
señal de estimación, otros aplaudían en señal de respeto. Hasta el equipo
contrario aplaudía al Big Mike por que sabían por todo lo que había
pasado. Y cuando salió del estadio fue la locura. El Big Mike agradecía
pero no sonreía.
Y cuenta la historia del fútbol americano que se paraba en el centro del
campo un hombre que alzaba la mirada al cielo y chiflaba, ese hombre era
el Big Mike. Que en ese partido nunca se había visto jugar a una persona
con tanto coraje, como jugo esa vez el Big Mike. Y cuando hizo su primera
anotación todo fue euforia, como consecuencia contagio a sus compañeros
de entusiasmo. Anotaba y alzaba sus ojos al cielo, anotaba y miraba al
cielo. Como era de suponerse el equipo al finalizar el partido resulto
campeón. Todos sus compañeros fueron a abrazarlo y felicitarlo a las
diagonales.

Ya estando en los vestidores fue el couch a felicitarlo y dijo: ¿pero donde


esta el Big Mike? Esta allá atrás cambiándose couch. En efecto una persona
en silencio estaba quitándose el equipo. Mira Mike, el dueño del equipo te
manda felicitar y te manda un contrato en blanco, dice que la posición que
quieras la escribas y cuanto quieres ganar. Estas contratado para las
siguientes temporadas.

Gracias couch, pero no lo quiero.


No seas tonto Mike, tómalo.
No couch, porque he decidido retirarme del fútbol americano.
Pero que tontería estas diciendo Mike.
Lo que oyó couch; que me retiro del fútbol americano.
Entonces si ya habías decido retirarte, ¿por qué jugaste como jugaste?
Por mi hijo couch, porque por primera vez mi hijo me vio jugar.
Pero que estas diciendo Mike, tu hijo siempre te veía jugar

No couch, por que hay algo que usted y muchos no saben. que mi hijo
cuando nació, nació ciego. Por eso no vio el carro que lo atropello. Por eso
cuando le chiflaba para que supiera que estaba ahí, por eso gritaba ya te oí
papi, ya te oí, nunca dijo ya te vi. Y hoy mientras jugaba veía sus ojitos en
el cielo, que me decía: Ya te vi papito, ya te vi, hechale ganas, tú eres el
mejor, da tu mejor esfuerzo papi... ya me voy papi, ya me voy, adiós...
adiós... adiós...

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