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TÍTULO I
DE LA PERSONA Y DE LA SOCIEDAD
CAPÍTULO I
DERECHOS FUNDAMENTALES DE lA PERSONA
Defensa de la persona
Artículo 1
CONCORDANCIAS:
C.: arts. 2, 3;
C.C.: art. 1;
C.P.: art. 1;
C.N.A.: arts. 1, II;
D.U.D.H.: art. 1;
P.I.D.C.P: arts. 2, 10;
C.D.N.: arts. 2, 27, 37;
C.A.D.H.: arts. 1, 11
1
El segundo párrafo del artículo 3 de la Constitución italiana de 1947 es muy elocuente al
respecto cuando enuncia que: "Es deber "de la República remover los obstáculos de orden
económico y social, que, limitando de hecho la libertad y la igualdad de los ciudadanos, impiden
el pleno desarrollo de la persona humana y la efectiva participación de todos los trabajadores en
la organización política, económica y social del país". Es pues deber del Estado la defensa de la
persona humana y el respeto a su dignidad, para lo cual debe utilizar el ordenamiento jurídico
como un válido instrumento para coadyuvar a la remoción de dichos obstáculos.
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Si bien el antecedente sobre la calidad ontológica propia de la persona humana la encontramos
en el cristianismo y en algunos precursores, como Kant o Kierkegaard, su desarrollo fue asumido
por la escuela de la filosofía de la existencia. Así, Jean Paul Sartre expresa que "la libertad no
es un ser:
Es esta la calidad ontológica que distingue a la persona humana de los demás
entes del universo, los mismos que carecen de libertad. Si bien la persona
humana es parte de la naturaleza en cuanto pertenece a la especie de los
animales mamíferos, se diferencia de estos en que es el único mamífero que,
por ser libertad es, además, un ente espiritual capaz de conocer y vivenciar
valores, presididos por el valor supremo del amor en todas sus dimensiones y
manifestaciones. La vida del ser humano es la vida de su libertad.
Pero, para preferir, la persona debe valorar cada una de las opciones con las
que cuenta a fin de decidirse por alguna de ellas para proyectar su vida. El ser
humano es el único ente estimativo, es decir, el que posee la capacidad de
vivenciar valores. Los valores son "en" y "para" la vida del hombre y, como está
dicho, a través de ellos se ingresa al mundo del espíritu, que es privativo del ser
humano. El significado preponderante del concepto "persona" que se atribuye al
ser humano es, precisamente, el que se constituye como el único animal
mamífero que es "espiritual" por cuanto es un ser libertad Es esta calidad
ontológica la que lo hace único, singular, irrepetible, idéntico a sí mismo,
estimativa, proyectivo, no estandarizado, responsable.
es el ser del hombre" (El ser y la nada. Tomo III, Editorial Ibero-Americana, Buenos Aires,
1949, p. 20). Xavier Zubiri, por su parte, afirma que "la libertad es la situación ontológica de
quien existe desde el ser" (Naturaleza, Historia, Dios. Editorial Poblet, Buenos Aires, 1948, p.
343). Gabriel Marcel sostiene que "en última instancia, decir 'soy libre' es decir 'soy yo" (El
misterio del ser. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1953, p. 296).
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Sartre expresa, refiriéndose a los seres humanos, que "de hecho somos una libertad que
elige, pero no elegimos ser libres: nosotros estamos condenados a la libertad" (Ob. cit., p. 84).
4
Como expresa Xavier Zubiri "existir es existir 'con' -con cosas, con otros, con nosotros mismos-
. Este 'con' pertenece al ser mismo del hombre: no es un añadido suyo" (Ob. cit., p. 373). Por su
parte, Martin Heidegger enfatiza que "es inherente a! ser del 'ser ahí' el irle en su ser mismo el
'ser con' otros" (El ser y el tiempo. Fondo de Cultura Económica, México, 1951, p. 143). El "ser
ahí"" es para Heidegger "un ente que en cada caso soy yo mismo". Al "existente 'ser ahí' le es
inherente el ser, en cada caso, mío (...)" (Ob. cit. p. 62).
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Xavier Zubiri sostiene a! respecto que "el tiempo no es una pura sucesión, sino un ingrediente
de la constitución misma del espíritu" (Ob. cit., p. 334). Martín Heidegger expresa que "si la
temporalidad constituye el sentido origina! del ser del 'ser ahí', mas a este ente le va en su ser
este mismo, entonces tiene la cura que emplear 'tiempo' y por tanto contar con 'el tiempo" (Ob.
cit., P. 269). El autor manifiesta que "en prueba de que la temporalidad constituye el ser del 'ser
3. El artículo 1 de la Constitución, al enunciar que la defensa de la persona
humana es el fin supremo de la sociedad y del Estado, lo que prescribe es el
deber de todos y cada uno de los miembros de la sociedad, así como de los
diversos órganos del Estado, de proteger de una manera preventiva, integral y
unitaria a la persona.
Esta protección comprende tanto su estructura psicosomática como su libertad
proyectiva, fenoménica, hecha acto, conducta, comportamiento. Es decir, el
"proyecto de vida" de cada persona.
ahí', y de la forma en que lo constituye, se mostró que la historicidad, constitución del ser de la
existencia, es 'en el fondo' temporalidad" (Ob. cit., p. 464).
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FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. Daño al proyecto de vida. En: "Derecho". N° 50, órgano
de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, diciembre 1996,
y en "Studi in onore di Pietro Rescigno". Tomo V, Giuffre, Milano, 1998.
fenoménica, de su "proyecto de vida". Ello no obstante que en este se juega el
destino mismo de cada ser humano, el sentido y la razón de su existencia.
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Para una distinción entre "daño a la persona" y "daño al proyecto de vida" ver del autor de este
comentario el trabajo Deslinde conceptual entre "daño a la persona'; "daño al prqyecto de vida"
Y "daño mora/': En: "Foro Jurídico", Año 1, N° 2, Lima, julio 2003, y en "Revista Jurídica del Perú",
Año LIII, N° 50, Trujillo, septiembre 2003.
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FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. El daño al prqyecto de vida en la Jurisprudencia de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos. En: "Derecho", N° 56, órgano de la Facultad de
Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, junio 2003; en: "Estudios jurídicos
en homenaje al profesor Luis Díez-Picazo", Tomo IV, Civitas, Madrid, 2003; en:
"Responsabilidad Civil y Seguros", Año V, N° Iv, La Ley, Buenos Aires, julio-agosto 2003; y en:
"Revista Peruana de Jurisprudencia", Año 5, N° 31, Trujillo, septiembre 2003.
Los derechos fundamentales de la persona tienen como finalidad la protección
unitaria e integral de la persona en cuanto es un ser que posee dignidad. Es esta
dignidad la que justifica y explica los derechos fundamentales de la persona y le
sirve de fundamento. De ahí que el artículo 3 de la Constitución establezca que
los derechos de la persona no se circunscriben a solo aquellos expresamente
normados por el ordenamiento jurídico sino que su protección alcanza a aquellos
que, sin encontrarse en esta situación, "se fundan en la dignidad del hombre".
DOCTRINA