DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA: GRUPO F

GONZALES GÓMEZ, MARCELA

MONJA PAICO, KEVIN NICK
SECLÉN DÁVILA, GABRIELA
SILVA CUBAS, KEVIN
VILLEGAS MARTÍNEZ, SAMANTHA

 Actividad: Desarrollo de Actividad

 Tipo de actividad: Cuestionario
 Fecha de entrega: 07 de Abril 2018

CUESTIONARIO

1. ¿Qué es la DSI?
La Doctrina Social de la Iglesia es la reflexión política, económica y social
desarrollada en las encíclicas, documentos conciliares, discursos pontificios,
documentos de los distintos dicasterios de la Iglesia, en un momento histórico
concreto, cónsona con la tradición humanista cristiana que en cada país
corresponderá a las respectivas Conferencias Episcopales hacer las aplicaciones
a las realidades particulares.

2. ¿Cuál fue el aporte de la encíclica Rerum novarum?

La « Rerum novarum » es, ante todo, una apasionada defensa de la inalienable

dignidad de los trabajadores, a la cual se une la importancia del derecho de
propiedad, del principio de colaboración entre clases, de los derechos de los
débiles y de los pobres, de las obligaciones de los trabajadores y de los patronos,
del derecho de asociación.

La encíclica es especial ante todas las demás, ya que aporta al género humano, las
normas más fiables para la consecución de la “paz” y poder asentar los cimientos
necesarios para la construcción de un nuevo orden social que confronte y supere
los problemas de convivencia resultantes de “la cuestión social” y del
enfrentamiento entre los que poseen el capital y los que “solo” tienen la fuerza de
su trabajo.

3. ¿De qué manera la Iglesia defendió a la persona ante los maltratos

sociales? Fundamenta tu respuesta apoyándote de 03 papas.

 La denominada cuestión obrera, es decir, el problema de la explotación

de los trabajadores debido a la nueva organización industrial del trabajo
de matriz capitalista y el problema no menos grave de la
instrumentalización ideológica (socialista y comunista) de las justas
reivindicaciones del mundo del trabajo se convirtieron en un punto de
atención urgente para la solicitud pastoral de la Iglesia. Las res novae,
conformadas por aquellos eventos, constituían un desafío para sus
enseñanzas. Es así que el 15 de mayo de 1891, el papa León XIII promulga
la primera encíclica social, la Rerum novarum, en la que examina la
situación de los trabajadores asalariados.
Doctrina Social de la Iglesia – Grupo A
Nombre de la actividad NOMBRE Y APELLIDOS

 El papa Francisco viaja a diferentes países dando un mensaje claro de

construcción de paz y la búsqueda de una reconciliación sincera, además
en sus discursos dedica una parte a defender a las mujeres tanto en el seno
de la Iglesia como en la Sociedad. Las defiende de los estilos patriarcales
y machistas y de la violencia patente.
Como bien se sabe la violencia física, psicológica y verbal se ha expandido
cada vez más entre mujeres, hombres y niños.
Francisco, recalca que es bueno anunciar que el Evangelio comienza
subrayando mujeres que marcaron tendencia e hicieron historia.

 En la carta encíclica Rerum novarum, promulgada por el papa León XIII

en 1891, en respuesta a los abusos cometidos contra la gran masa de
asalariados al inicio de la revolución industrial, abusos que llevaron al
Sumo Pontífice a levantar su voz y denunciar ante el mundo los maltratos
a los que eran sometidos los trabajadores asalariados. Luego, se analizan
los documentos pontificios posteriores que tratan también sobre el tema
del trabajo, los cuales han sido publicados por los Papas en ocasión de
conmemorarse algún aniversario de la Rerum novarum:
(a) encíclica Quadragesimo anno, del papa Pío XI;
(b) el discurso La Solennitá radiomensaje del papa Pío XII;
(c) la encíclica Mater et Magistra, del papa Juan XIII;
(d) la constitución apostólica Gaudium et Spes, fruto del Concilio
Vaticano II;
(e) la encíclica Populorum progressio y
(f) la carta apostólica Octogésima adveniens.
Estas últimas fueron propuestas por Pablo VI.

 La «Dignitas personae» es una instrucción pastoral sobre cuestiones de

bioética presentada por la Congregación para la Doctrina de la Fe y
aprobada expresamente por el Papa Benedicto XVI, motivo por el cual,
como se explica en el número 37 de la misma, debe ser acogida «con
asentimiento religioso» por parte de los católicos.
Y es que la explosión de avances en el campo de las ciencias biomédicas
ha sido tal, que el Vaticano ha visto necesario actualizar las enseñanzas de
la instrucción «Donum Vitae», escrita en 1987. En la introducción de este
nuevo documento de 36 páginas, se remarca que el reconocimiento de la
dignidad de la persona en todas las fases de su vida representa «un gran
"sí" a la vida humana» e insiste en que este principio «debe ocupar un
lugar central en la reflexión ética sobre la investigación biomédica».
La primera parte del texto hace referencia a aspectos antropológicos,
teológicos y éticos. De esta manera, se aclara que los avances en el
conocimiento de la vida humana y de los estadios iniciales de su existencia
«son positivos y merecen apoyo cuando sirven para superar o corregir
patologías y ayudan a restablecer el desarrollo normal de los procesos
generativos». Sin embargo, «son negativos» cuando «implican la
supresión de seres humanos, se valen de medios que lesionan la dignidad
de la persona o se adoptan para finalidades contrarias al bien del
hombre».
En base a estas premisas, en la segunda y tercera parte de la Instrucción
se afrontan algunas cuestiones relativas a la procreación y a los problemas
que salen a la luz con los avances científicos. En relación con la
procreación artificial, el documento rechaza cualquier tipo de
fecundación heteróloga (en la que la fecundación se obtiene a raíz de
gametos procedentes de un donador distinto a los esposos) y también la
homóloga (cuando los gametos proceden de los esposos) ya que

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Doctrina Social de la Iglesia – Grupo A
Nombre de la actividad NOMBRE Y APELLIDOS

sustituyen el acto sexual, y, en ambos casos, el embrión se convierte en un

«producto». Como solución, se expresa el deseo de que, a través de
medidas legislativas, se aliente el recurso a la adopción, así como la
búsqueda y la inversión destinadas a la prevención de la esterilidad.
Sobre la fecundación «in vitro» y la eliminación voluntaria de embriones,
la Instrucción denuncia el «número altísimo de embriones sacrificados»,
superior al 80%, y critica que «cada vez son más frecuentes los casos de
parejas no estériles que recurren a las técnicas de procreación artificial
con el único objetivo de poder hacer una selección genética de sus hijos».
Además, se denuncia el uso meramente «instrumental» de los embriones
y se acusa a los investigadores que, «carentes de referencias éticas y
conscientes de las potencialidades de progreso tecnológico», ceden «a la
fuerte presión económica propia de este campo».
En cuanto a los millares de embriones congelados que suelen resultar de
los programas de fecundación «in vitro», el documento considera
inaceptable su utilización «para la investigación o destinarlos a usos
terapeúticos», ya que tratan a los embriones como mero «material
biológico» y comportan su destrucción.