sin armas, sin arte, sin temor, sin cobardía, aferrada en el tesoro que llevaba en su vientre sigue compartiendo sus ilusiones todavía.
Esa mujer que en sus brazos me sostuvo
es el bastión paladín de mi ideal todo ha dado y nada quiere en recompensa con el más puro y tierno amor maternal. Ella iluminó el rumbo de mi vida con su alma y su amor que reverbera por sus sabios consejos y enseñanzas es mi ángel, mi maestra, mi lumbrera.
Es la inefable luz de primavera
que ha marcado huellas imborrables en mi vida por el fuego abrazador de sus caricias es mi estrella desde el cielo bendecida.
Esplendorosa perla de azucenas revestida
corazón más santo de pureza cristalina en mi pensamiento tu rostro está presente. y mi alma la llevo grabada eternamente.
Sus ojos son dos luceros que me miran tiernamente
y me transmiten su ilusión y su cariño porque soy el amor de sus amores con esmero me ha cuidado desde niño.
Con qué puedo comparar su inmenso amor,
si en el mundo no hay tesoro que le iguale ni .la flor con ser flor iguala su hermosura jamás habrá otro ser que la vida nos regale.
Se ha mostrado tan inquieta, tan activa,
soñadora y hacendosa de excelencia por sus logros alcanzados en la vida yo le admiro y le juro reverencia.
Por la grandeza de esa flor inmarcesible
el mundo ha proclamado con orgullo su existencia por ser la protagonista de mi vida y bañar con sus perfumes mi inocencia.
Padre Nuestro que estas en el cielo, santificado sea Tu Nombre, benga a nosotros Tu reino, hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también.pdf