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DELITOS CONTRA LOS DERECHOS

PATRIMONIALES DE AUTOR.
Ivonne Rizzo Esquivia.

Dr. Álvaro Villarraga Martínez


Universidad de Cartagena
DERECHOS PATRIMONIALES DE AUTOR.
La Corte Suprema de Justicia ha definido los Derechos Patrimoniales de Autor
como:

“El conjunto de facultades que le permiten al autor vigilar la explotación


económica que se haga de sus obras, a diferencia de los derechos morales, los
patrimoniales pueden ser transferidos por parte del autor, en consecuencia,
debe entenderse que estos derechos se encuentran en el comercio y son
susceptibles de negociación. Cuyo carácter puede entenderse netamente
económico y se refieren a la posibilidad de explotación o utilización de la obra
como a bien tenga el autor, bien sea cediéndola, enajenándola, autorizando,
prohibiendo o realizando directamente su reproducción, comunicación pública,
transformación, o cualquier otra forma de utilización.”

Por lo tanto, los derechos patrimoniales de autor son el conjunto de privilegios que
le permiten al mismo o a un titular derivado, controlar la explotación de la obra de
las formas que existan o lleguen a existir.

La legislación enuncia algunos de estos derechos:

 Reproducción: Facultad exclusiva de fijar la obra en un soporte material, o


realizar copias de la misma, total o parcialmente, por cualquier medio o
procedimiento, conocido o por conocer, incluyendo medios análogos o
digitales.
 Comunicación pública: Facultad exclusiva de divulgar la obra a una
pluralidad de personas reunidas o no en un mismo lugar, sin que exista
previa distribución de ejemplares de la creación.
 Distribución: Facultad exclusiva de disponer de la obra públicamente
mediante la venta, arrendamiento o alquiler de ejemplares.
 Transformación, adaptación o arreglo: Facultad exclusiva de modificar,
transformar o adaptar la obra.

VIOLACIÓN A LOS DERECHOS PATRIMONIALES DE AUTOR.


“ARTÍCULO 271. Violación a Los Derechos Patrimoniales de Autor y Derechos
Conexos. Incurrirá en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años y multa de veintiséis
punto sesenta y seis (26.66) a mil (1.000) salarios mínimos legales mensuales
vigentes quien, salvo las excepciones previstas en la ley, sin autorización previa y
expresa del titular de los derechos correspondientes:
1. Por cualquier medio o procedimiento, reproduzca una obra de carácter literario,
científico, artístico o cinematográfico, fonograma, videograma, soporte lógico o
programa de ordenador, o, quien transporte, almacene, conserve, distribuya,
importe, venda, ofrezca, adquiera para la venta o distribución, o suministre a
cualquier título dichas reproducciones.
2. Represente, ejecute o exhiba públicamente obras teatrales, musicales,
fonogramas, videogramas, obras cinematográficas, o cualquier otra obra de
carácter literario o artístico.
3. Alquile o, de cualquier otro modo, comercialice fonogramas, videogramas,
programas de ordenador o soportes lógicos u obras cinematográficas.
4. Fije, reproduzca o comercialice las representaciones públicas de obras teatrales o
musicales.
5. Disponga, realice o utilice, por cualquier medio o procedimiento, la
comunicación, fijación, ejecución, exhibición, comercialización, difusión o
distribución y representación de una obra de las protegidas en este título.
6. Retransmita, fije, reproduzca o, por cualquier medio sonoro o audiovisual,
divulgue las emisiones de los organismos de radiodifusión.
7. Recepcione, difunda o distribuya por cualquier medio las emisiones de la
televisión por suscripción”

El delito que se analiza es un tipo penal con sujeto activo indeterminado, lo que
quiere decir que puede cometer cualquier sujeto sin ninguna cualidad especial, en
tanto requiere de un único sujeto activo que desarrolle la conducta (mono-
subjetivo); es un tipo penal compuesto en tanto que el verbo rector de la
conducta que el legislador quiso consagrar, está determinado por la expresión
“reproducir” (comúnmente llamado “piratear”), los restantes verbos rectores como
“representar, ejecutar, exhibir, alquilar, disponer, utilizar, retransmitir, etc”, sirven de
complemento a esa acción, son accesorios, constituyen una modalidad de ese
comportamiento a través de los cuales es posible comercializar las reproducciones
ilícitas; también es un delito de resultado concreto y verificable, donde se debe
especificar qué fue lo que se reprodujo u ofreció y acreditarse el perjuicio generado
con la conducta, si no existe defraudación económica, bien del autor o conexos no
podría hablarse de vulneración al bien jurídico tutelado.
En cuanto al sujeto pasivo, sabiendo que se protegen los derechos patrimoniales
de autor y conexos, se tienen como tales al autor de la obra, a los artistas,
intérpretes o ejecutantes, al productor de fonogramas, a los organismos de radio
difusión, y otros que se tengan como titulares legítimos de los derechos, debido a
trasferencia o cesión de derechos por actos entre vivos, por mandato legal, o por
causa de muerte.

El bien jurídico tutelado es el provecho económico del cual es titular el autor de


una obra, en tanto dicho autor puede explotar y disponer de su obra de distintas
maneras, es decir, actividades valorables pecuniariamente, de manera que quien
pretenda afectarlos ha de obrar con ánimo de lucro y con la intención de lesionar
ese patrimonio para beneficio propio o de terceros. En ese sentido la Corte
Suprema de Justicia señala:
“Téngase en cuenta, por vía de ejemplo, que no puede ser punible la actuación
de quien realiza una copia de los discos compactos adquiridos legalmente para
utilizarla en el reproductor de su carro, o quien los copia para almacenarlos en
aparatos de uso personal como el MP3, es decir, en medios digitales con gran
capacidad de almacenamiento que le permiten al propietario disfrutar durante
horas la música de su preferencia”

En resumen, si a la conducta no la acompañan, el ánimo de lucro y la intención de


lesionar el patrimonio ajeno, la conducta será atípica.

Como la conducta se consuma en un solo momento, con la ejecución de la


reproducción ilícita, es llamado un tipo de conducta instantánea; de acción y
afecta diversos derechos patrimoniales de autor como lo son la reproducción,
distribución y comunicación pública de obras; así como ciertos derechos conexos,
entre los que se cuenta la reproducción y distribución de fonogramas y la fijación,
reproducción de la fijación y la retransmisión de las emisiones realizadas por los
organismos de radiodifusión, dándole el carácter de pluriofensivo; por otro lado
también es un tipo completo, el cual contiene un precepto y una sanción con
todos sus elementos constitutivos, de manera que no necesita complementarse
con el contenido de normas jurídicas diferentes.

Bajo este análisis es importante tener presente que todo aquel que desee utilizar
una creación protegida por el derecho de autor o los derechos conexos, requiere
de la autorización del respectivo titular, la cual debe ser previa, es decir, anterior al
momento en que se pretende realizar el uso; y expresa, no tacita. Precisamente,
constituye una autorización previa y expresa, la manifestación clara e inequívoca
del titular del derecho, a través de la cual se faculta a un tercero, para que a futuro
utilice una o varias de sus creaciones.

Dichas autorizaciones, normalmente, se ven reflejadas en la celebración de


contratos de licencia, en los cuales se pactan las condiciones de tiempo, modo y
lugar bajo las cuales se permite la utilización de la creación o prestación.

Al respecto, se debe advertir que las formas de utilización son independientes


entre sí, y, en consecuencia, la autorización para una forma de utilización no se
extiende a las demás; todos los usos que no se encuentren contemplados en una
licencia, necesariamente requerirán de otra autorización.

Viene a bien recordar que los derechos patrimoniales tienen un término de


duración limitado en el tiempo, el cual comprende, para los autores su vida y hasta
ochenta años después de su muerte, y para las personas jurídicas, cincuenta años
contados a partir de la realización, divulgación o publicación de la obra. Una vez se
agota este término de protección, la obra ingresa a lo que conocemos como
“Dominio Público”, lo cual implica que puede utilizarse por cualquier persona sin
necesidad de ninguna autorización, siempre y cuando se cumpla con el debido
respeto de los derechos morales.

De igual forma, pertenecen al dominio público las obras folclóricas y tradicionales


de autores desconocidos, aquellas cuyos autores hubieran renunciado a sus
derechos, y las obras extranjeras que no gocen de protección en Colombia. (Art.
187 Ley 23 de 1982.)

Ahora, no se puede pasar por alto la frase introducida en el artículo, “salvo las
excepciones previstas en la ley”, dado que el legislador previo la existencia de
conductas que no pueden considerase como lesivas. Las excepciones a las que
alude la norma tienen que ver con las limitaciones del derecho de autor, las cuales
se justifican porque la propiedad intelectual tiene, en todos los regímenes legales
como fundamento, el reconocimiento de un monopolio para la explotación de la
obra, sólo a favor del autor, pero el Estado es consciente de que para garantizar la
transmisión del conocimiento, se hace necesario que terceras personas, en
situaciones que la misma ley considera excepcionales, puedan tener acceso a
dichas obras sin necesidad de autorización del titular, como por ejemplo el derecho
de citas para fines académicos, científicos, de crítica, etc.

Según la Decisión 351 del Acuerdo de Cartagena, incluida en el Bloque de


Constitucionalidad, en su artículo 21 aclara que “Las limitaciones y excepciones al
Derecho de Autor” que se establezcan mediante las legislaciones internas de los
Países Miembros, se circunscribirán a aquellos casos que no atenten contra la
normal explotación de las obras o no causen perjuicio injustificado a los legítimos
intereses del titular o los titulares de los derechos.”

En este orden de ideas la Corte Suprema de Justicia ha establecido que:


“Para determinar si existe un uso justo o una infracción de derechos de autor
un juez frente a una disputa legal de esta naturaleza, debe tener en cuenta: 1)
El propósito y carácter del uso, incluyendo si tal uso es de naturaleza
comercial o si es para propósitos de carácter educativo y sin ánimo de lucro; 2)
La naturaleza de la obra protegida con derechos de autor; 3) la cantidad y
sustancialidad de la porción usada en relación con la obra protegida
considerada como un todo, y 4) El efecto del uso sobre el mercado
potencial o el valor de la obra protegida.”

BIBLIOGRAFÍA.
 Sentencia de la CSJ. Sala penal. 30 de abril de 2008 MP. José Leónidas
Bustos Martínez.
 http://derechodeautor.gov.co/documents/10181/11769/La+proteccin+del+
derecho+de+autor+y+los+derechos+conexos+en+el+ambito+penal+sep+
15+de+2010.pdf/75686fc1-c9be-4dc3-b1d5-efcd5f4be949

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