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Algunos de los preceptos de Froebel son:

"El maestro debe dirigir, encauzar, pero sin dañar jamás la naturaleza misma del
educando”
"La mejor educación es la que exterioriza las aptitudes innatas, la que saca afuera las
potencias en germen en el espíritu infantil".

Froebel fue el creador de la llamada Escuela Nueva o Educación Nueva, que se introdujo con
gran éxito en nuestro país por influencia de J.A. Núñez. Creó también los Métodos Activos y
ambas innovaciones se incorporaron a la educación chilena, como también la idea de los
kindergarten para los preescolares. El hecho de incorporar la naciente psicología infantil a la
pedagogía es la idea más potente que encontramos en la obra de ese pedagogo alemán.

El movimiento pedagógico de la Escuela Nueva se incorporó en las Escuelas Normales de


Chile e inspiró a generaciones de maestros en los principios de Pestalozzi y de su gran
discípulo Froebel, convirtiéndose las escuelas formadoras de maestros en líderes en su clase
en América Latina. Es importante hacer que este movimiento tiene una inspiración múltiple,
pues fueron numerosos los educadores que aportaron a esta línea filosófico-pedagógica, como
veremos en su momento.

Como captara tan certeramente Valentín Letelier, otro visitante en Alemania, los principios de
Froebel se pueden reducir a dos:
1. La educación debe favorecer el desarrollo integral del niño desde la más tierna edad,
para lo que existir un nivel pre-escolar;
2. La educación debe dirigirse a favorecer y no a contrariar las inclinaciones naturales
del niño, las cuales serían cinco:
a.- Al movimiento, lo que como señalara ya Rousseau, significa no impedir sus movimientos
(lo cual se hacía hasta el año en la época) y favorecer las actividades lúdicas. El juego es lo en
el adulto es el trabajo y el ejercicio.
b.- A palpar los objetos materiales: reconoce Froebel que el tacto es otro medio perceptivo
capaz de entregar conocimiento al niño y se aconseja que aprenda, por ejemplo, a reconocer
las formas geométricas por el tacto y no solamente por la vista. También señala que en un
orden evolutivo de desarrollo infantil, es el medio que más temprano aparece.
c.- A despedazar objetos: porque desea el niño conocer el mundo y el cómo están hechos los
objetos: pasa del todo a las partes y de ahí vuelve a integrarlas en un todo. Aconseja a modo
ejemplar, dividir en trozos las figuras geométricas para que el niño, jugando, reúna los trozos
en un todo con sentido.
d.- A cuidar algo: a través del sentido de propiedad el niño aprende a respetar los objetos y
posesiones de los demás. Por ejemplo, se le enseña a guardar sus cosas en su propio cajón y
respetará el de los otros niños. Se le incita a ordenar más que los demás y a nunca poner sus
manos en la propiedad ajena.
e.- A preguntarlo todo. Dice el maestro que los niños más preguntones son los más
inteligentes y que el que no interroga es un enfermo o es un demente. El niño normal tiene una
sed insaciable de conocimientos. A modo de ejemplo se indica que en el Kindergarten las
paredes deben estar cubiertas de mapas, de planos, de cartas zoológicas y botánicas, de
personajes históricos, de cuadros con escenas morales, acciones heroicas, paisajes naturales,
etc.
Estas ideas eran sumamente novedosas, casi revolucionarias, pues la antigua pedagogía
consideraba prácticamente pecados esos cinco postulados. Recordemos que los niños eran
fajados de manera que limitaran sus movimientos y solamente desde el primer cumpleaños se
les dejaban libres –en la noche- sus miembros; que no debían hablar delante de los adultos,
que no debían romper objetos y que eran incapaces de tener por sí mismos orden y disciplina
si no se les imponía mediante castigos físicos y gritos.
En cuanto a la idea del jardín de infantes, Froebel creía firmemente que el Kindergarten era un
jardín donde debía cultivarse la actividad creadora del niño, que éste manifiesta a través del
juego. Creatividad y juego son los elementos clave de la filosofía de estas aulas. El niño
aprendía, tal como ahora, mediante canciones, juegos, cuentos y materiales especialmente
diseñados para ellos, tan libremente como crecen las flores en un jardín.
Si bien la puesta en marcha de los Métodos Activos se anunciara en Rousseau y fueran
definidos por John Dewey (1859-1952) fueron una realidad con Froebel, quien los basó en el
respeto al niño y la estimulación del desarrollo de la personalidad del menor, para que pueda
tomar sus propias decisiones con responsabilidad. En ello consiste el aporte y la innovación
pedagógica Froebeliana.
No le fue muy bien a Froebel en su patria, pues como dice bien el refrán nadie es profeta en su
tierra, ya que habiendo inaugurado el primer kindergarten en 1837, en la localidad de
Blakenburg, en el año 1848 fue cerrado por el gobierno prusiano, quien calificó de liviandad el
realizar ese tipo de educación, que parecía contrario a la dureza del militarismo de Prusia de la
época, que deseaba que la educación obligatoria sirviera para dar un nivel óptimo para la
rápida formación que requerían los reclutas y no gastaran los esfuerzos de los maestros en
enseñar a los párvulos.
Aforismos de Froebel:
• Nada llega sin un conflicto. La lucha no crea nada por sí misma, sólo limpia el aire.
Deben plantarse nuevas semillas para que germinen y crezcan, si es que queremos
que florezca el árbol de la humanidad. No podemos arrancar el presente del pasado o
del futuro. Pasado, presente y futuro son la Trinidad del tiempo. ¡En los niños están las
semillas del futuro!
• Los niños son como pequeñas flores; son variados y necesitan atención, pero cada
uno es hermoso solo, y glorioso cuando se encuentra en comunidad con sus pares.
• Para responder a la pregunta "cuál es el propósito de la educación", comencé
partiendo de la observación del hombre que vive en un mundo de objetos que lo
influencian y a los que él quiere influir, y por lo tanto este hombre debe conocer estos
objetos en sus características, en su esencia y en su relación con otros objetos y con la
humanidad.
• El juego es la más alta forma del desarrollo humano en la niñez, porque es en sí
mismo la más libre expresión de lo que habita en el alma del niño.
• El destino de las naciones descansa mucho más en las manos de las mujeres, las
madres, que en las de los poseedores del poder, o en las de aquellos innovadores que
en su mayoría ni siquiera se entienden a sí mismos. Debemos cultivar a las mujeres,
que son las educadoras de la raza humana, o la nueva generación nunca podrá
cumplir su destino.
• Un niño que juega y trabaja a pleno, con perseverancia, hasta que la fatiga física le
impide continuar, seguramente será una persona determinada, activa y capaz de
grandes sacrificios.
• La unión de la familia y la escuela es un requisito indispensable para la educación... si
es que los hombres quieren librarse alguna vez de la carga opresiva y vacua del mero
conocimiento que se comunica tan sólo para ser acumulado en la memoria.
• Sólo el tranquilo y aislado santuario de la familia puede devolver a la humanidad su
bienestar.
• Protejamos a la nueva generación: no los dejemos crecer en el vacío y la nada para
eludir el trabajo duro, para la introspección y el análisis sin acciones o para los actos
mecánicos sin pensamiento ni consideración. Guiemos a los jóvenes lejos de la
búsqueda dañina de las cosas exteriores y del malsano amor por la distracción.

Nuestra corriente Filosófica tiene como hipótesis fundamental la de que: “El


Ser Humano tiene dentro de sí la capacidad de desarrollar todas sus
potencialidades, siempre que se le brinde un margen relación interpersonal
positiva e incondicional” (Carl R. Rogers)

. El Colegio Buenaventura se cataloga como de tipo particular, pagado y laico. La


filosofía y corriente espiritual cristiano que lo anima, no constituye una exigencia para
las personas que integran su comunidad: profesores, alumnos y apoderados. Lo anterior
no impide que un deseo profundo del Colegio consista en aspirar a que muchas personas
que integren su comunidad participen de medios de formación que permita a cada uno
crecer en virtudes humanas y cristianas que eleven a las personas a su verdadera
identidad: ser hijos de Dios.

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