Página Siete
SUMARIO Gustavo González Godina
Todos ganaron… según ellos
+ Los independientes sólo quitan tiempo-aire
+ Meade no levanta y Anaya se acerca a AMLO
Todos los candidatos a la Presidencia de la República
ganaron el primer debate. Según ellos, claro. Según yo
Margarita Zavala y el tal Bronco no tienen nada que
hacer ahí, excepto consumir el tiempo que debería ser
aprovechado por los otros tres. El de Nuevo León porque
sólo tiene ocurrencias, como la de cortarles la mano a
los corruptos, y para ocurrencias ya está ahí López
Obrador, con su dedito, su ternurita, etc. Y la esposa
del expresidente Calderón porque aun cuando trata de
ser elocuente, enfática, no tiene mucho que ofrecer en
cuanto a ideas. El hecho de ser la única mujer le podría
acarrear votos (si todas las mujeres votaran por Ella
ganaría), pero no los suficientes para alcanzar siquiera el
tercer lugar en la elección.
Esto significaría que por desgracia el experimento
de la supuesta apertura a candidatos independientes
fue un fracaso. Me parece que así lo planeó el sistema
para no dejar llegar a ninguno que fuera realmente
independiente, Margarita salió del PAN, el Bronco del
PRI y Ríos Piter -que ni siquiera estará en las boletas-
del PRD. Aun así el INE les puso toda clase de trabas, les
exigió demasiadas firmas en poco tiempo, ideó una app
que fue muy cuestionada por inservible, no les otorga la
misma cantidad de dinero que a los partidos, en fin, los
candidatos independientes están participando con una
gran desventaja. Y en el debate, sin ellos los otros tres
hubieran tenido más tiempo para exponer y sobre todo
para contestar los cuestionamientos de sus opositores.
En cuanto a los otros tres, me parece que José Antonio
Meade nomás no levanta y no creo que lo logre en lo
que resta de la campaña, que es la mayor parte, pero si
comienza los debates que faltan presentándose: “Hola,
soy José Antonio Meade” luego de que ya lo presentaron
quién sabe cuántas veces, pues no va a llegar a ningún
lado. Es el más preparado ciertamente, el que tiene
más experiencia, pero demasiado acartonado, no logra
conectar con el público, me parece que perdió puntos
en lugar de avanzar. Aunque ganó dos departamentos
que le ofreció AMLO si demostraba que estaban a su
nombre, lo que demostró Meade al día siguiente con los
certificados del Registro Público de la Propiedad. Pero
ya se rajó el viejito…
Ricardo Anaya en cambio, con todo y las acusaciones
en su contra, por lavado de dinero la más grave, es un
buen orador y supo aprovechar el debate para subir en
las famosas encuestas que sigo sin saber dónde las hacen
y a quién le peguntan. Pero se vio bien, especialmente
cuando sacó un libro que escribió López Obrador (ya ve
usted que el tabasqueño es escritor y vive de las regalías
por la venta de sus best seller) en donde el candidato de
Morena escribió en su momento que Alfonso Romo es un
corrupto, y ahora es de sus más allegados, tanto que tiene
pensado incluso que sea su jefe de gabinete. Le preguntó
Anaya al Peje si podría explicar esa contradicción, a
continuación la conductora le preguntó a López si quería
responder y éste dijo que no.
Fue éste un santo madrazo que se ve que sí le dolió
7 días Sábado 28 de abril de 2018
a López Obrador, porque después del debate, ya en su
despacho, ya más tranquilo, ya muy machito grabó un
video para decir que le hubiera gustado poder contestar a
las mentiras de Anaya, pero que ya será en otra ocasión.
Dijo además que lleva ya más de 50 puntos en las
encuestas, o sea que ya nadie le puede ganar…
A mí me parece que López Obrador ni subió ni bajó
en las encuestas, porque se defendió con las ocurrencias
de siempre, con “la mafia del poder”, con que va a vender
el avión presidencial, que ya hasta se lo ofreció a Donald
Trump; que la falta de seguridad y la violencia las va a
resolver creando una comisión en la que va a participar
hasta el Papa… y así por el estilo.
Un estudio de El Financiero dice que el 53% de los
consultados calificó el desempeño de Anaya como bueno
o muy bueno, más de lo que se esperaba, que era el 46 por
ciento. El 48% evaluó positivamente el desempeño de
Andrés Manuel López Obrador, cinco puntos por debajo
de Anaya, cuando antes del evento el 59% esperaba que
AMLO tendría un buen desempeño, así que estuvo muy
por debajo de las expectativas.
También midió El Financiero -dice- las opiniones
negativas acerca de los candidatos, que en el caso de
López Obrador pasaron de 22% a 39% (muchas más),
mientras que las de Anaya se redujeron ligeramente de
31 a 28 por ciento.
José Antonio Meade y Margarita Zavala también
bajaron en la evaluación favorable luego del debate:
Meade tenía antes el 41% de expectativa positiva y bajó
a 35%. Mientras que Margarita Zavala pasó de 36 a 30%
de positivos.
El Bronco casi salió tablas en porcentaje positivo
(27% antes y 29% después), pero las opiniones negativas
acerca del él crecieron de 33% a 50%, quizás por su
jalada de mocharles la mano a los funcionarios corruptos.
Esto son los porcentajes de las opiniones acerca de
cómo vieron a los candidatos en el debate, no se trata
de una encuesta que indique los puntos que lleva cada
quien, esto se sabrá hasta que se publiquen las más
recientes (a la hora de redactar este comentario aún no
se había publicado ninguna), aunque ya se sabe que cada
casa encuestadora tiene a su favorito y que éste saldrá
ganador. Lo que no puedo creer es que López Obrador
lleve ya más de 50 puntos, y lo que sí creo en cambio es
que Ricardo Anaya se le va a acercar bastante. Meade
seguirá en un lejano tercer lugar, y si no ocurre nada
extraordinario el voto útil antipeje será para el panista.
Faltan dos debates y dos tercios de la campaña, pero
difícilmente cambiarán las cosas, excepto entre AMLO
y Anaya, éste puede rebasar a aquél si lo vuelve a
zarandear como el domingo pasado. Veremos…
Lo último que vi: Anaya retó a López Obrador a un
debate sólo entre ellos dos, y AMLO contestó dando
brinquitos y diciendo, cantadito: “Toco madeeera, toco
madeeera, toco madeeera”. Cualquiera que haya visto
esa escena creo que no votaría por Él.
Los demás
Ahora que comienzan las campañas
electorales, vale la pena –si queremos-,
detenernos a observar a quienes acompañan
a las y los candidatos a alcaldes, en todos los
municipios de Jalisco.
Quienes encabezan las planillas tienen su
propia historia, se han posicionado entre la gente
y, por alguna razón, las dirigencias de sus partidos
o de sus grupos de poder, les han colocado como
aspirantes a dirigir al municipio.
Ya tendremos oportunidad de escuchar las
propuestas que cada aspirante tiene para atender
al pueblo. Tendremos dos meses para escucharles.
En tanto llega el momento de escucharles
y de votarles –según la conveniencia de cada
quien-, vale la pena observar quienes van en cada
equipo, pues de ellos, más que del candidato o
candidata, dependerán las acciones de gobierno.
La cabeza de las planillas sirve, sí, para
darnos ideas de cómo serían ya instalados en el
gobierno, pero también, la experiencia nos dicta,
que los cuerpos edilicios pesan, construyen
o desbaratan; concilian o pelean; detentan o
pretextan.
Si lográsemos analizar las opciones que
tenemos de “armar” el próximo Ayuntamiento,
si nos diéramos la oportunidad de observar la
carta de vida de cada candidato a regidor (ellas
o ellos) y entonces ver a futuro y entender
cómo serían cada uno en lo individual y cómo
serían en bloque. Cómo serían con mayoría
o en la oposición. Si lográramos comprender
la importancia de nuestro voto reflejado en
la representación mayoritaria o proporcional,
entonces estaríamos dando un paso importante
por la verdadera democracia.
Pero no, no lo hacemos, no nos detenemos
a analizar; el impulso nos gana; “las redes” nos
imponen criterios, temas, agendas; sean reales
o ficticias. Ahora cuenta la inmediatez, ahora
pesa lo trivial; ahora ya no se oyen discursos,
ahora vemos “memes”; ahora no vamos a plazas
públicas, a mítines, lo de hoy es hacer cadenas de
mensajería instantánea, “postear”, “compartir”,
“darle like”.
Esa es la realidad hoy; pero no será la realidad
mañana.
Las campañas ayudan a difundir muchas cosas
de los equipos que aspiran a gobernar. Algunas
de esas “muchas cosas” resultan inútiles, fatuas.
Ojalá nos demos el tiempo suficiente para medir,
para pesar, para contrastar propuestas y perfiles.
Que gane el mejor.
Que abran la puerta y limpien el ruedo, que
las campañas han de comenzar…
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