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REPETIDOS
1
@juancaraguado juancarlos.aguado.franco@gmail.com
2 JUEGOS DINÁMICOS
Jugador nº 2
Jugador
I D
nº 1
A 1, 3 0, 0
B 2, 1 1, 2
Jugador nº 2
Jugador nº
I D
1
A 1, 3 0, 0
B 2, 1 1, 2
2
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JUEGOS DINÁMICOS 3
Los pagos que figuran al final son el resultado de sumar los obtenidos en cada una
de las etapas, en función por tanto de la elección realizada por uno y otro jugador en
ambas ocasiones.
Así, si en la primera etapa juegan el perfil de estrategias (A, I) ambos obtendrán
como pago 1 y 3 unidades respectivamente. Si vuelven a jugar en la segunda etapa de
la misma manera, volverán a ganar 1 y 3, por lo que los pagos finales que percibirán
serán 2 y 6. Igualmente, si en la primera etapa juegan el perfil de estrategias (A, I) y
en la segunda etapa cambian a jugar (A, D), los pagos que obtendrán serán los corres-
pondientes a sumar cero unidades a las que ambos consiguieron en la primera etapa.
Análogamente, si en la primera etapa juegan el perfil de estrategias (A, I) y en la se-
gunda etapa pasan a jugar (B, I), los pagos que percibirán se calcularán sumando los
pagos de la primera etapa 1 y 3 con los de la segunda etapa 2 y 1, lo que hace un
total de 3 y 4, respectivamente. Repetimos el proceso para todas las posibilidades
existentes, como se puede apreciar en el gráfico de la figura 61:
4 JUEGOS DINÁMICOS
I 2, 6
A D
1, 3
J. 1 J. 2
I 3, 4
B
D
I 2, 5
I 1, 3
A D
0, 0
J. 1 J. 2
D
I 2, 1
B
A D
1, 2
J. 1 J. 2
I 3, 4
B
A D
I 2, 1
J. 1 J. 2
I 4, 2
B
D D
3, 3
I 2, 5
A D
1, 2
J. 1 J. 2
I
B 3, 3
4 D
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2, 4
JUEGOS DINÁMICOS 5
Como se puede ver, este juego cuenta con cuatro subjuegos, que comienzan en el
momento en el que se ha acabado la primera etapa, ven el resultado que han obtenido
en ella, y tienen que elegir por segunda vez.
Para encontrar el E.N.P.S. resolveremos a continuación los cuatro subjuegos
ayudándonos de la representación matricial en las figuras 62 a 65, para calcular a
continuación el Equilibrio del juego en su conjunto, resolviendo por inducción hacia
atrás.
Jugador nº 2
Jugador nº
I D
1
A 2, 6 1, 3
B 3, 4 2, 5
Jugador nº 2
Jugador nº
I D
1
A 1, 3 0, 0
B 2, 1 1, 2
Jugador nº 2
Jugador nº
I D
1
A 3, 4 2, 1
B 4, 2 3, 3
Jugador nº 2
Jugador nº
I D
1
A 2, 5 1, 2
B 3, 3 2, 4
Jugador nº 2
Jugador I D
nº 1
A 2, 5 1, 2
B 3, 3 2, 4
El Equilibrio de Nash Perfecto en Subjuegos del juego sería, por tanto, el que re-
cogiera el desarrollo previsible del juego, así como el equilibrio de cada subjuego. En
la primera etapa, como vemos en la figura 66, optarán por el perfil de estrategias (B,
D), así como en cada uno de los subjuegos como hemos visto en las figuras 62, 63,
64 y 65. El Equilibrio de Nash Perfecto en Subjuegos será: (B, B, B, B, B; D, D, D,
D, D).
Ejercicio de autocomprobación 33
Suponga que dos individuos se enfrentan al juego representado a continuación, sabiendo
que consta de dos etapas y que conocerán el resultado de la primera etapa antes de jugar
la segunda.
Jugador nº 2
Jugador
I D
nº 1
A 2, 2 2, 1
B 1, 0 1, 2
Represente la forma extensiva del juego en su totalidad, y halle los Equilibrios de Nash
Perfectos en Subjuegos.
Axelrod (1981) establece cómo un juego repetido infinitas veces puede llevar a la
cooperación, mientras que si las repeticiones son finitas predominarán las actitudes no
cooperativas, que surgirán desde el primer encuentro y se repetirán hasta la última
repetición del juego. Este hecho ya lo habían analizado Luce y Raiffa (Luce y Raiffa,
1957).
Así, en un “Dilema del Prisionero”, dado que ambos jugadores tienen una estrate-
gia dominante la defección, el equilibrio de Nash será único, y será aquel en el que
cada uno de ellos obtendría un pago inferior al que podría haber obtenido si ambos
hubieran cooperado. Si el juego se desarrolla durante un número finito predetermina-
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JUEGOS DINÁMICOS 7
do de partidas, los jugadores seguirán sin tener ningún incentivo para cooperar (véase,
por ejemplo, Luce y Raiffa, 1957; Kreps et al., 1982; Axelrod, 1981; Sandler, 1997;
Andreoni y Miller, 1993).
En efecto, en la última partida eso será así, pues no hay partidas futuras que pue-
dan influir en su comportamiento. Ahora bien, en la penúltima jugada ambos preverán
lo que va a ocurrir en la última jugada que ninguno cooperará, por lo que tampoco
tendrán incentivos para cooperar. Esto mismo ocurrirá en la jugada antepenúltima, en
la anterior a ésta, etc.
Resolviendo por inducción hacia atrás, siguiendo con el mismo razonamiento,
llegaríamos a la conclusión de que ninguno de los jugadores optaría por colaborar en
ninguna de las etapas del juego.
En los Dilemas del Prisionero repetidos no existe una regla óptima de comporta-
miento que sea independiente de la estrategia desarrollada por el otro jugador. En
realidad, los jugadores no se encuentran en un conflicto total de intereses, de modo
que lo que es bueno para uno es malo para el otro y viceversa, como ocurre en una
partida de ajedrez, donde lo lógico es pensar que el otro actuando siempre en su bene-
ficio está haciéndolo siempre en contra de nuestros intereses lo que facilitaría la
toma de decisiones; en el “Dilema del Prisionero” ambos podrían, por ejemplo, ob-
tener el pago de la mutua cooperación, que es mayor que el de la mutua defección.
En el “Dilema del Prisionero” repetido, la mejor estrategia depende directamente
de la estrategia que esté llevando a cabo el otro jugador, y en concreto de si ésta favo-
rece la aparición de la mutua cooperación1.
Si, por ejemplo, es un “Dilema del Prisionero” repetido dos veces, ambos jugado-
res podrán calcular que para la segunda etapa tienen una estrategia dominante que es
la no cooperativa, pues C > P y T > R. Si esto es así, como hemos visto, ambos
podrán prever que en la última etapa el otro no va a cooperar, por lo que la estrategia
dominante en la primera etapa también será la de no cooperar.
Cada jugador considerará su elección estratégica en la primera etapa dada la mu-
tua ausencia de cooperación prevista de la segunda etapa en la que ambos obtendrán
un pago como C, del modo descrito por la figura 67.
Figura 67. “Dilema del Prisionero” en dos etapas considerado al inicio del juego.
Jugador nº 2
Cooperar No cooperar
Jugador
nº 1
Cooperar R + C, R + C P + C, T + C
No cooperar T + C, P + C 2C, 2C
1
Y esto siempre y cuando no se produzcan errores fortuitos a la hora de manifestar las elecciones. Wu y Axelrod
(1995) estudian la forma de solventar estos errores en los Dilemas del Prisionero Repetidos.
8 JUEGOS DINÁMICOS
Cada uno de los pagos representados en la matriz indica el pago total de los dos
periodos, suponiendo que se va a producir ese equilibrio no cooperativo en la segunda
etapa. El resultado global sigue siendo el mismo: existe una estrategia dominante para
cada uno de los jugadores no cooperar en la que el pago que perciben es siempre
mayor que siguiendo la otra estrategia cooperar.
Podríamos haber llegado a la misma conclusión si el juego se hubiera repetido un
número mayor de veces, siempre y cuando éste número fuera conocido por parte de
los jugadores, simplemente mediante la resolución del juego por inducción hacia
atrás.
Lo mismo ocurrirá si suponemos que los individuos pueden utilizar estrate-
gias condicionadas, según las cuales podrán actuar en la segunda etapa en función de
cuál haya sido el comportamiento del otro jugador en la primera etapa. Para verlo
vamos a utilizar un ejemplo empleado por Shubik (1982), en el que presenta la repre-
sentación matricial de un dilema del prisionero como la de la figura nº 68.
C NC
C 5, 5 -10, 10
NC 10, -10 0, 0
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JUEGOS DINÁMICOS 9
NC; NC, C 20, -20 10, -10 20, -20 10, -10 5, 5 -10, 10 5, 5 -10, 10
NC; NC, NC 20, -20 10, -10 20, -20 10, -10 10, -10 0, 0 10, -10 0, 0
Ejercicio de autocomprobación 34
Suponga que dos individuos se enfrentan al juego representado a continuación, sabiendo
que consta de dos etapas y que conocerán el resultado de la primera etapa antes de jugar
la segunda.
Jugador nº 2
Jugador
I D
nº 1
A 2, 2 0, 3
B 3, 0 1, 1
Represente la forma extensiva del juego en su totalidad, y halle los Equilibrios de Nash
Perfectos en Subjuegos.
Sin embargo, la intuición nos indica que no siempre se cumple este comporta-
miento de los individuos dado que la solución que se alcanza es la más desfavorable
para ellos.
En efecto, si los jugadores decidiesen cooperar obtendrían mejores pagos. Para
ello tendrían que llegar a un acuerdo... y cumplirlo (téngase en cuenta que las decisio-
nes que adoptan los jugadores se comunican por separado, y no es posible “obligar” al
otro a cumplir sus promesas).
Al considerar los pagos que se producen en distintas etapas, en ocasiones se tiene
en cuenta el valor de éstos en el tiempo.
En efecto, el futuro cuenta menos que el presente por al menos dos motivos: por-
que damos menos valor a los pagos futuros que a los actuales, y menos cuanto más
alejados del momento presente estén por una motivación claramente económica de
que damos menos valor al consumo futuro que al consumo presente; y porque siem-
pre existe la posibilidad de no volver a encontrarnos en el futuro, es decir por la exis-
tencia de incertidumbre, ya que no tenemos certeza de que en el futuro realmente nos
vayamos a encontrar en esa misma situación.
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JUEGOS DINÁMICOS 11
X Y Z
A 5, 5 0, 6 0, 1
B 6, 0 3, 3 0, 2
C 2, 0 0, 0 1, 1
Los Equilibrios de Nash con los que cuenta este juego son (B, Y) y (C, Z), como
se puede apreciar a continuación, en la figura 71, cuando subrayamos en la matriz los
pagos correspondientes a la estrategia óptima de cada jugador dada la estrategia del
otro.
12 JUEGOS DINÁMICOS
X Y Z
A 5, 5 0, 6 0, 1
B 6, 0 3, 3 0, 2
C 2, 0 0, 0 1, 1
8, 8 1, 7 1, 2
7, 1 4, 4 1,3
3, 1 1, 1 2, 2
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JUEGOS DINÁMICOS 13
8, 8 1, 7 1, 2
7, 1 4, 4 1,3
3, 1 1, 1 2, 2
Podemos encontrar, por tanto, como vemos en la figura 73, en los juegos repeti-
dos en los que existe más de un Equilibrio de Nash en la formulación del juego para
cada etapa, Equilibrios de Nash Perfectos en Subjuegos que impliquen no jugar un
Equilibrio de Nash en alguna de sus etapas.
Ejercicio de autocomprobación 35
Suponga que dos individuos se enfrentan al juego representado a continuación, sabiendo
que lo van a jugar durante dos etapas y que conocerán el resultado de la primera etapa
antes de jugar la segunda.
X Y Z
A 1, 0 8, 1 2, 2
B 0, 8 7, 7 1, 1
C 5, 5 2, 1 0, 0
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