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. El billete que arde... ¡y no se quema!

Motivo de diversión: ¡Papá! ¡Mamá está quemando dinero! ¡fuego!


¡dinero!...
Qué enseña: Este divertido experimento ilustra el proceso de combustión y la
inflamabilidad de alcohol.
Qué necesitas:
 1 vaso con agua
 1 vaso con etanol (alcohol de farmacia)
 1 vaso vacío para hacer la mezcla
 3 trozos de papel 'tamaño billete'.
 1 billete de 5 € (no vaya a ser...)
 Una pizca de sal
 Unas pinzas de cocina (o de laboratorio si eres más 'pro', el fin es no quemarse
al prender el billete)
 Mechero
 Supervisión adulta

Pasos a seguir:
1. Con ayuda de las pinzas, coge un trozo de papel e introdúcelo primero en el
vaso de agua. Coge el mechero e intenta prenderle fuego. Como verás, no hay
combustión. Eso se debe a que el agua impide que el papel llegue a la
temperatura de ignición necesaria para arder. Pero, ¿qué ocurre si
añadimos una sustancia inflamable al juego?
2. Repite el paso anterior introduciendo el papel primero en el vaso de agua y
luego en el del alcohol (con las pinzas eh!, que nos conocemos). Al prenderle
fuego verás que esta vez sí arde. Lo primero que se prende es el etanol
(ignición a 78ºC) que es inflamable. El agua es el que se encarga de
'proteger' al papel (impide que llegue a una temperatura superior a 100ºC y
salga ardiendo).
3. Para darle más emoción al asunto, utiliza ahora el vaso vacío y el billete
de 5 €. Haz una mezcla al 50% de agua y alcohol y añádele una pizca de
sal (para que la llamarada sea más naranja y más vistosa). Impregna el papel
de ese líquido, cógelo con las pinzas y ¡fuego! El billete debería arder hasta
que se consuma el alcohol y después quedar intacto.
Vía | barefootinsuburbia.wordpress.com
Foto: Creative Commons (Flickr - por Mike Poresky)
.
La seguridad, el primer paso de la
ciencia
Durante el instituto, existen numerosos proyectos que tratan de adoptar un
enfoque más interesante en la enseñanza de la ciencia. Cada uno de
los experimentos y actividades que se realizan en el aula de ciencias tienen
un determinado objeto de estudio. Por eso, es fundamental que los alumnos
de secundaria tengan una atmósfera de aprendizaje idónea, segura y
constantemente supervisada en donde puedan realizar los ejercicios
científicos que hemos reunido a continuación.

Globo aerostático
¿Has subido alguna vez a un globo aerostático? Quizás te sorprenda su
funcionamiento. Con este pequeño experimento no podremos dar la vuelta
al mundo como Willy Fog, pero al menos entenderemos cómo la humanidad
surcó por primera vez los cielos. Su elaboración es muy sencilla y práctica: Lo
único que debes conseguir es una bolsa de plástico o de papel “china” y
montar una cruceta de cartón ligero pero consistente en la abertura de la
misma.

A esta cruceta la unimos un hilo o alambre asegurándonos que las puntas


estén bien ajustadas en los extremos de la bolsa. A continuación
cogemos papel higiénico, lo hacemos una bola y lo ponemos en el centro del
alambre suelto, doblando la punta para que quede bien sujeto. Acto seguido,
moja el papel con alcohol de 96º (la cantidad no debe ser escasa pero
tampoco debe gotear). Ahora solo queda prender el papel con un mechero
asegurándonos de que la bolsa está bien abierta y no se quema.

*El experimento debe realizarse en un lugar sin árboles cercanos, ya que el


globo puede descender y provocar un incendio.
Disección de animales

Aunque es un tema que ha generado mucha controversia, algunas escuelas


de Secundaria usan la disección de animales para enseñar anatomía y
filogénia. Debemos estar preparados para manejar los kits necesarios para la
disección así como el equipamiento de seguridad necesario.

Para este ejercicio se debe elegir un animal (como un sapo o gusano) y un


plan de lecciones apropiados a la hora de investigar cómo funciona el
organismo de un ser vivo. A medida que avanza el aprendizaje, se usan
animales más complejos como peces o mamíferos pequeños.

* El profesorado debe tener en cuenta la sensibilidad de cada alumno.

Lanzacohetes
Consigue una botella y sácale el corcho. Puedes hacer un cohete de papel y
pegarlo en la parte superior del corcho, mirando hacia arriba. Vierte una
cucharada grande de bicarbonato de sodio en un pedazo de papel de 10×10
cm, tendrás que usarlo en breves instantes. Mezcla en la botella ½ taza de
agua y ½ de vinagre, pero antes de meter el corcho deja caer dentro el papel
con bicarbonato. Puedes cerrar la botella todo lo fuerte que quieras, pero
aléjate porque el cohete está apunto de despegar.
* Asegúrate de que el techo es alto o realiza esta prueba al aire libre.

Huellas dactilares

¿Tienes madera de detective? Descubre cómo son tus huellas dactilares o las
de algún compañero gracias a este experimento científico. Presiona la yema
de tu dedo índice en un papel de filtro. En una pequeña cápsula de
porcelana, echa una pequeña porción de yodo sódico y caliéntalo bien con
un mechero bunsen de laboratorio. Apaga el fuego justo cuando comience a
brotar vapor violeta del yodo. Coloca el papel por el lado de la huella para
que absorba esos vapores y al cabo de unos segundos podrás ver tus huellas
perfectamente definidas.

* Este experimento debe estar continuamente bajo la supervisión de un


adulto.

Botellas que devoran huevos enteros,


efecto de la presión atmosférica
Este experimento resulta muy sencillo y divertido para los alumnos. En
primer lugar, necesitamos un huevo cocido pelado y una jarra o botella cuya
abertura tenga al menos 3.8 cm de diámetro. Una vez que tengas todo esto,
enciende una cerilla grande y métela en la botella, acto seguido coloca el
huevo en la abertura y espera unos instantes. El fuego de la cerilla quemará
el oxígeno del interior de la botella, ese “vacío” generará presión en la
botella y como consecuencia; esta absorberá el huevo sin dañarlo.

La magia del magnetismo; fabricar una


brújula
Un experimento de lo más curioso e ilustrativo orientado a los más
aventureros de la clase: Coge una aguja pequeña y frótala con un imán al
menos 50 veces en una sola dirección. Coge un pequeño corcho (de unos 10
mm) y fija la aguja en él con un poco de celo. Ahora llena un recipiente de
agua y pon el corcho a flotar en él; la aguja señalará el norte. Debemos tener
en cuenta que la Tierra y su “norte magnético” es como un gigantesco imán
para las personas que viven en ella.

Encender una vela con clase


Este experimento resulta muy sencillo de realizar y bastante curioso. Para
ello lo único que vas a necesitar es una vela y un mechero. Efectivamente,
vamos a prender la vela con el mechero, pero de una forma diferente.

Lo primero que debes hacer es encender la vela y esperar a que se derrita la


cera que está justo bajo la llama. Una vez suceda esto, lo que debes hacer es
apagar la vela con un soplido fuerte y corto, pues no queremos enfriar la cera
ni la mecha de la vela. Cuando apagues la vela, verás que se produce una
columna de humo que, si no hay condiciones de viento, asc

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