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Renovarse o morir” reza el dicho procedente del naturalismo inglés, sin embargo,

cuando hablamos de innovación empressrial, muchas veces si no se lleva a


cabo, muchas de estas empresas se ven condenadas a desaparecer o a
fusionarse con otras entidades para poder subsistir. En un mundo tan competitivo
y cambiante como el actual, hay que mantenerse en el mercado y trabajar muy
duro sí se quiere ser rentable. Jobandtalent te cuenta ejemplos de empresas que
no supieron adaptarse a esos cambios y se quedaron atrás en su innovación
empresarial.
Grandes empresas como gigantes caídos
Lo que más caracteriza la innovación empresarial actual es la rapidez con la que
los cambios se suceden, muchos de ellos provocados de manera directa por
Internet y derivados del uso de las nuevas tecnologías. En un ámbito tan
competitivo como el de la empresa, si uno no sabe adaptarse a esos cambios
con rapidez, si pierde precisamente ese tren de la innovación empresarial, que
pasa a velocidades frenéticas, entonces ha perdido el tren de manera
irrevocable.
Uno de los casos más sonados de caídas de empresas gigantes es el de Kodak,
la multinacional dedicada al sector de la fotografía. Fue durante muchos años la
gran empresa dominante de este mercado, hasta que se produjo el temido salto
digital. El miedo a perder el sector de los carretes tradicionales y los productos
asociados al mismo, ya que eran la principal fuente de ingresos, les impidió ver
cuál era el camino más acertado para poner en marcha la innovación
empresarial. La tardanza en reaccionar fue lo que propició el descenso de ventas
en esta empresa, lo que la llevó a declarar la bancarrota en 2012. Sin embargo,
en septiembre del pasado año, consiguió salir de esa situación al anunciar su
reestructuración y los nuevos negocios a los que va a dedicarse, tales como
pantallas táctiles o impresoras de alta velocidad.
Más relacionado directamente con Internet y con todas las posibilidades que
ofrece, tenemos el ejemplo de Blockbuster, la empresa americana de alquiler
de películas y videojuegos, que en su época de mayor esplendor, en 2004 llegó
a contar con 60.000 empleados y con 9.000 tiendas, y que, sin embargo, once
años más tarde, todas ellas serían cerradas. ¿Cuál fue el problema?
Actualmente existen un gran número de webs que se dedican al visionado directo
o a la descarga de películas que convierten los negocios de alquileres de
películas en algo ridículo y obsoleto.
Si la empresa Blockbuster hubiera sabido reaccionar a tiempo aplicando la
innovación empresarial correspondiente, habiéndose convertido en el principal
competidor de estas páginas web, aprovechando su experiencia y la influencia
que tenía sobre sus clientes, sin duda no hubiera tenido que ponerle fin a su
imperio de una manera tan drástica y dramática.
La tiranía de los dispositivos electrónicos
Otro de los casos más destacados es el de la empresa de telefonía finesa Nokia,
que en años pasados fue la primera a nivel mundial en fabricación de dispositivos
móviles, pero que se negó a entrar en el negocio de los “smartphones”, en alza
desde hace unos años y que ya domina la telefonía mundial, lo que la fue
relegando cada vez más frente a los teléfonos inteligentes de Apple y la
surcoreana Samsung, hasta el punto de que en 2012 se empezó a especular
sobre su quiebra. En septiembre de 2013 fue absorbida completamente por el
gigante Microsoft para evitar su total desaparición. Mediante esta unión se confía
en la proyección de Microsoft en el sector de los dispositivos móviles, y en la
vuelta del reinado de Nokia.
Otro ejemplo de compra de empresas para evitar su desaparición fue el de Palm,
que durante unos años sus dispositivos móviles con un teclado semejante al de
los ordenadores supuso una auténtica revolución en el mundo de la tecnología.
Ahora pertenece a HP y trabaja con ella en la innovación empresarial de esta
última, investigando la mejora de sus dispositivos telefónicos.
En este sector, tan competitivo y cambiante debido a las numerosas
innovaciones que cada tiempo se producen, nos encontramos también a las
empresas japonesas Panasonic y Sharp, ambas inmersas en números rojos,
debido a su falta de reacción y de innovación empresarial ante los nuevos
televisores inteligentes y modernos de las empresas coreanas Samsung y LG,
que les han ganado ya mucho terreno. En el caso de Panasonic, hay que añadir
además su falta de iniciativa para entrar en el mercado de los “smartphones” y
haber podido desarrollar unos dispositivos móviles a la altura de las expectativas
de sus clientes.
Otra empresa tecnológica en grave peligro es RIM (Research In Motion), los
fabricantes de BlackBerry, que al igual que Nokia ha sido adquirida por un
grupo inversor el pasado año. Cuando Nokia comenzó a caer, la empresa
principalmente beneficiada fue precisamente BlackBerry, ya que supo adaptar el
email al teléfono móvil para que convergieran en un solo aparato.
En 2008 las acciones de RIM valían 138,9 dólares, y su gasto en I+D figuraba
entre los más altos del mundo. Además, sus ingenieros patentaban centenares
de innovaciones cada año. A pesar de tantas innovaciones, los empresarios de
BlackBerry no supieron ver las necesidades de sus clientes, que demandaban
tener todo el ordenador en su dispositivo móvil, a lo que había que añadir
cámaras de fotos y de video de gran calidad, reproductores de música y
películas, la posibilidad de leer periódicos o, ¿por qué no? Un juego en el que se
pudieran matar cerdos lanzando pájaros enfadados. Es decir, los consumidores,
cada vez más exigentes, demandaban los ya citados “smartphones”. RIM se
quedó mirando como los gigantes Apple y Samsung pasaban por encima de ella,
(este último ayudado por el sistema operativo de Google llamado Android), lo
que propició su caída.
Si en 2008 BlackBerry tenía el 45% del mercado de telefonía móvil, en 20013
tenía solo el 2,1%, y sus acciones han perdido nada más y nada menos que el
94% de su valor en tan sólo cinco años. En un desesperado intento de
mantenerse en lo más alto, RIM lanzó Blackberry PlayBook, una copia del IPad
que remontó en un 3,1% las acciones. Sin embargo, ninguna innovación
empresarial tardía fue suficiente para poder remontar el vuelo económico, por lo
que a finales de 2013, RIM fue comprada por Fairfax Finantial, una empresa de
origen canadiense dedicada a la venta de seguros, que poco o nada tiene que
ver con la actividad realizada por BlackBerry, aunque sorprende saber que esta
empresa canadiense era la principal accionista de la marca.

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