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 La organización metódica y sistemática de los conocimientos
permite pasar del saber vulgar al científico.
 La ciencia es un saber que se apoya en observaciones metódicas
y procesos racionales claramente definidos, precisos y
ordenados. En este aspecto, el conocimiento filosófico es
exactamente igual al científico, con la diferencia de que
aborda problemas mas difíciles de resolver, objetos más
huidizos a la captación y que, además aplica permanentemente la
critica a sus propios métodos y principios. Critica también los
de todo tipo de saber y especialmente los de la ciencia, por
que la ciencia es una forma superior de conocimiento y sirve de
punto de partida a toda investigación racional de la realidad.
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 A la filosofía le interesa sobremanera determinar cual es la
estructura del conocimiento científico, cual es su fundamento y
cual es su alcance. Por eso la crítica de la ciencia es uno de
los capítulos más importantes y sugestivos de la filosofía. La
disciplina filosófica que realiza esta investigación crítica se
le llama Teoría de la Ciencia o Epistemología (palabra que
proviene de la voz griega “episteme”, que quiere decir
ciencia).
 La estructura de la ciencia. El resultado mas saltante a que ha
llegado la moderna epistemología, resultado sobre el cual puede
decirse que hay acuerdo universal, es que la estructura del
conocimiento científico esta integrada por dos elementos
fundamentales: un elemento descriptivo, proveniente de la
directa toma de contacto con el objeto que se conoce, y un
elemento lógico, racional, gracias al cual se adquieren nuevos
conocimientos y se explican o comprenden los objetos que han
sido presentados por la descripción.
 La presencia de estos dos elementos estructurales nos indica
que, según la ciencia, para comprender un objeto no basta
captarlo, no basta determinar como se da y cuales son sus
propiedades. Muchas veces, la aprehensión inmediata de un hecho
o una cosa despierta dudas o produce desconcierto, porque se
esperaba que el objeto fuera diferente o que se produjese un
suceso contrario.
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 El conocimiento científico completo de un objeto responde así a
dos interrogantes: al ¿cómo? y al ¿Por qué? La descripción
responde a la pregunta “¿Cómo es el objeto?” y la explicación,
esclarecimiento o comprensión responde a la pregunta “¿por qué
es así el objeto?”
 En términos generales, se puede decir que esta dualidad
estructural del conocimiento no es exclusiva del conocimiento
científico. Todo tipo de conocimiento racional presenta de una
u otra manera ambos aspectos.
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 La relación entre el aspecto descriptivo y el explicativo del
conocimiento, que de manera puramente espontánea e ingenua
realizamos diariamente cuando tratamos de comprender las cosa
que suceden en nuestra vida cotidiana, existe de manera
sistemática y universal en el conocimiento científico; es,
podemos decir, su base esencial, su estructura y esencia.
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 Objetos, sucesos o fenómenos estudia el conocimiento
científico.
 La descripción se basa por lo general en lo que hemos
denominado experiencia, mientras que la explicación o
comprensión se basa siempre en la razón.
 Toda ciencia, desde las matemáticas más abstractas hasta la
historia más concreta, debe partir siempre de la captación
directa de sus objetos.
 El punto de partida de un conocimiento cualquiera, sea cual sea
su tipo, debe ser algún objeto, algún hecho o fenómeno que se
capta directamente, que se aprehende tal cual es porque está de
alguna manera delante de nosotros. Esta aprehensión directa,
este conocer el objeto porque se le tiene delante de uno, es lo
que hemos llamado experiencia.
 El conocimiento científico se vale de todos los medios para
captar sus objetos y describirlos. Pero a diferencia del
conocimiento vulgar, que se basa en captaciones espontáneas y
vagas, el conocimiento científico se vale siempre de
captaciones precisas y organizadas. Para eso utiliza la medida
y emplea aparatos especialmente creados para aumentar el poder
captativo y la precisión de nuestros sentidos. Todos los
aparatos científicos que se emplean en el laboratorio no son
sino eso: medios para hacer que nuestra experiencia sensible
sea cada vez más precisa, rigurosa y amplia. De esta manera
captamos cada vez más objetos de manera directa, y los captamos
mejor, con mayor precisión y seguridad.
 A la captación sensorial se agregan la intelectual y la
psicológica, en las diversas clases de ciencias.
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 El conocimiento científico comienza siempre con descripciones.
 Las descripciones son proposiciones que enuncian las
propiedades de determinados objetos. Estos objetos se captan a
través de la experiencia, que pueden ser de tres clases:
sensible, psicológica e intelectual.
 Las descripciones que enuncian propiedades de objetos captados
a través de la experiencia intelectual se denominan axiomas o
postulados y definiciones constructivas.
 Después de muchas y profundas discusiones la mayoría de los
filósofos está de acuerdo en que existe algo así como la
intuición o experiencia intelectual que es la base de la
descripciones matemáticas; sin embargo, una poderosa minoría
sostiene que no existe algo semejante a la intuición
intelectual en matemáticas. Según estos pensadores, los axiomas
o postulados no describen objetos matemáticos sino que los
inventan, los crean al enunciarlos. Si esta posición filosófica
fuera la verdadera, no podría hablarse de una descripción
matemática basada en la experiencia intelectual. Pero siempre
habría un punto de partida descriptivo, un punto de partida
consistente en describir hechos pertenecientes a un mundo
inventado, así como en las novelas el novelista describe el
mundo que inventa y presenta como escenario de sus personajes.
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 La explicación puede considerarse como el aspecto racional de
la ciencia. Es el complemento necesario de la descripción.
Gracias a la explicación se puede completar el conocimiento
adquirido por medio del a descripción, se puede sistematizarlo
y desarrollarlo de manera progresiva y sin término.
 La explicación tiene como hemos dicho, dos funciones básicas:
permite aumentar nuestros conocimientos, y permite
esclarecerlos y llegar a entender los objetos formulados por
medio de la descripción. Pero realiza ambas funciones mediante
un solo procedimiento: la aplicación de las leyes de la
inferencia o deducción a los fenómenos que queremos comprender.
Y esta aplicación consiste en considerar la proposición que
describe el objeto que se pretende explicar, como el
consecuente de un principio lógico. Esto quiere decir que se
considera la proposición que describe dicho objeto como una
consecuencia que se deduce de ciertos antecedentes.
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 La explicación no sólo sirve para comprender mejor los objetos
explicados, sino también para descubrir nuevos objetos y
relacionar objetos ya conocidos con objetos aun no conocidos.
Mediante un mismo proceso lógico, que consiste en deducir la
proposición que se desea explicar de otra proposición, se llega
a comprender el hecho problemático y además se adquiere un
conocimiento completamente nuevo.
 Existe una doble relación entre la descripción y la explicación.
La descripción es el punto de partida y el punto de llegada. La
descripción permite formular el conocimiento de hechos
desconcertantes que deben ser explicados. Viene luego la
explicación, que consiste en deducir la proposición que describe
esos hechos de otra (u otras) proposición, que enuncia
hipotéticamente la existencia de un nuevo objeto con
determinadas propiedades. Cuando es posible hacer esta deducción
de modo correcto, se ha realizado un paso muy importante en la
marcha del conocimiento. No solamente se ha explicado el hecho
desconcertante, no solamente se ha podido comprender un
determinado aspecto de la realidad, sino que, gracias a la
proposición antecedente, se ha adquirido un nuevo conocimiento y
se ha realizado además una predicción. En efecto, si la
proposición antecedente o explicativa es verdadera, es indudable
que se podrán observar las propiedades del objeto que enuncia.
El objeto enunciado en la proposición explicativa, el objeto
enunciado por la predicción, debe ser observado, captado por la
experiencia. Vemos pues cómo la descripción, en tanto
proposición que enuncia los caracteres de un objeto captado
empíricamente, es el punto de partida y el punto de llegada del
conocimiento. Cuando se puede comprobar mediante una observación
por medio de la experiencia la verdad de la proposición
explicativa, se dice que se ha confirmado o verificado la
hipótesis o la predicción.
 No debe creerse por cierto que con la verificación de la
explicación termina el proceso del conocimiento. Porque la
proposición explicativa, una vez verificada por medio de la
observación, puede a su vez presentar problemas al conocimiento.
Será necesario entonces explicar esta nueva proposición, y esta
explicación producirá la necesidad de confirmarla y así
sucesivamente. El conocimiento científico es así un proceso sin
fin de descripciones y de explicaciones ligadas entre sí por la
necesidad de aprehender el mundo y de comprenderlo.
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 El proceso del conocimiento científico se apoya pues
esencialmente en la estructura fundamental descripción –
explicación. Por eso, esta estructura se presta de manera
natural para clasificar las diferentes ciencias. En efecto, si
bien toda ciencia adquiere sus conocimientos y los organiza de
acuerdo a esta pauta, la manera como coordina el factor
descriptivo con el factor explicativo varia con respecto a la
índole de cada ciencia. Esta variación permite agrupar las
diferentes ciencias en tipos o especies claramente definidas y
comprender las maneras que ellas tienen de aprehender los
objetos.
 Se puede agrupar las ciencias en diferentes maneras. Alo largo
de la historia de la filosofía se han propuesto diferentes
clasificaciones de las ciencias, siguiendo diversos criterios o
principios de clasificación.
 Nos interesa más encontrar una clasificación que esté de acuerdo
con la variación que, según hemos visto, presentan los factores
descriptivo y explicativo que integran la estructura de todas
las ciencias y con las maneras que ésta tienen de aprehender sus
objetos.
 Si atendemos a los objetos que estudian, podemos advertir que
hay ciencias que se ocupan de relaciones abstractas, formas
geométricas, números, es decir, de instancias que no se dan en
la realidad espacio-temporal, ni se captan por la experiencia
sensible; éstas son las matemáticas.
 Hay otras ciencias que se ocupan de las realidades naturales,
del mundo físico, material; son las ciencias naturales.
 Hay finalmente otras que se ocupan de la vida psíquica humana,
de la sociedad y la cultura; son las ciencias humanas.
 Tenemos así tres clases de ciencias, que pueden distinguirse por
su objeto de conocimiento. Ahora bien, estas tres clases de
ciencias son claras y rigurosamente separables también
considerando la variación y funciones del factor descriptivo y
el explicativo del conocimiento, es decir, considerando sus
elementos estructurales.
 De acuerdo a la estructura del conocimiento, las ciencias se
pueden clasificar en tres grupos: 1) matemáticas; 2) naturales
y 3) humanas.
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 Las matemáticas, que son la ciencia más rigurosa y perfecta,


presentan una gran dificultad al análisis en su aspecto
descriptivo. La captación directa de su objeto no se realiza a
través de ningún sentido, sino a través de una actividad
puramente intelectual. Lo que provoca mayores problemas es que
esta experiencia o intuición intelectual no es la misma en
relación a todos sus objetos. Hay ciertos objetos matemáticos
que son captados por una intuición muy segura y clara, más
segura y clara que la experiencia sensible, mientras que hay
otros objetos matemáticos que son captados por medio de una
intuición que a veces es clara, pero a veces es oscura y hasta
engañosa.
 Los objetos matemáticos que se captan por medio de la
experiencia intelectual de manera clara y absolutamente
indubitable son los números y las relaciones entre los números.
En cambio, los objetos matemáticos captados por una experiencia
generalmente defectuosa son los objetos geométricos y sus
relaciones, es decir, las formas espaciales. Lo más intrigante
del caso es que ciertas relaciones geométricas son captados con
la misma claridad y seguridad que las relaciones numéricas. En
cambio, otras relaciones geométricas presentan enormes
oscuridades y son inclusive falsas.
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 El problema que presenta esta diferencia de eficacia y seguridad
de la intuición intelectual es, como se ve arduo.
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 Sea como fuere, las matemáticas deben también valerse de la
descripción de hechos. Y esta descripción de hechos es formulado
en los axiomas o postulados y las definiciones constructivas, es
decir, las definiciones que consisten en construir objetos
matemáticos por medio de elementos mas simples.
 Las ciencias matemáticas presentan la estructura más simple
porque en ellas la relación entre la descripción y la explicaron
es mas sencilla. La experiencia o intuición intelectual es la
base de las proposiciones descriptivas que son los axiomas o
postulados y las definiciones descriptivas. Lo esencial de estas
descripciones es su sencillez y precisión. Toda las teorías y
disciplinas matemáticas, como la geometría, la aritmética, el
algebra, el calculo infinitesimal, etc. tienen un punto de
partida descriptivo sumamente reducido. Una vez determinado este
punto de partida, lógicamente, mediante la inferencia o
deducción, de él se deriva una inmensa cantidad de teoremas. En
este procedimiento lógico, puramente deductivo, consiste la
esencia del conocimiento matemático no tiene la necesidad de ser
verificado empíricamente. Su valides es a priori, o sea
independiente de la experiencia, y su objetividad plena. Su
verificación es puramente lógica. Por eso las ciencias
matemáticas son tan precisas y seguras. Como no es necesario
verificar las expresiones por medio de observaciones
posteriores, no existe el peligro, como sucede en las demás
ciencias, de que, una vez hecha la explicación, haya después que
cambiarla.
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 El segundo grupo de ciencias es el de las ciencias naturales,
como la física, la química, la biología, la fisiología, y otras
más, como la genética, la paleontología, etc.
 Las ciencias naturales se distingue de las matemáticas porque
sus descripciones deben basarse en observaciones hechas mediante
los sentidos. La intuición sensible es pues necesaria, tanto
como punto de partida cuanto como elemento verificativo.
 Los fenómenos naturales son fenómenos que pertenecen al mundo
real, al universo que nos rodea; por eso para describirlos es
necesario que las proposiciones que los formulan funden su
verdad en la observación de los hechos. A diferencia de las
matemáticas, estas ciencias no son pues puramente racionales.
 Las ciencias naturales se subdividen en dos grandes subgrupos:
Las ciencias físicas y las ciencias biológicas.
 Las ciencias físicas, que comprende a la física propiamente
dicha, la química, la astronomía, la geología, etc., son
ciencias que estudian el aspecto inerte de la naturaleza, es
decir, aquellos objetos que no se manifiestan fenómenos vitales.
Las ciencias biológicas estudian en cambio los fenómenos de la
vida en sus más diversos aspectos, tal es el caso de la biología
general, la genética, la botánica, la zoología, la anatomía, la
fisiología, etc.
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 Las ciencias físicas son más simples y rigurosas que las
biológicas.
 Lo que caracteriza a las ciencias físicas es que todas sus
explicaciones, o sea, todas las proposiciones que se emplean
como antecedentes de una implicación para deducir las
proposiciones descriptivas que se quieren explicar, deben ser
verificadas por la experiencia. Pero el contenido de la
verificación es siempre muy simple. Lo que debe observarse en
física para determinar la verdad de una hipótesis explicativa
son siempre datos de sensaciones producidas por excitantes
físicos. Incluso en las verificaciones más sensacionales, las
que han confirmado las hipótesis más audaces, su contenido ha
sido una sensación. Muchas veces para lograr la verificación
deseada es menester construir aparatos gigantescos, maquinas
impresionantes. Pero la verificación consiste siempre en la
observación de puras sensaciones aisladas.
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 En suma, después de la matemática, la física es la ciencia más
rigurosa y segura, porque, debido a la simplicidad de las
verificaciones, es posible tener una seguridad bastante alta en
las hipótesis explicativas. Y por eso también pueden aplicarse
en ella las matemáticas.
 En las ciencias biológicas, las descripciones se realizan de
manera muy parecida a las de las ciencias física. Pero aquí hay
una mayor dificultad, pues muchas veces el material observado no
es ya un dato sensorial aislado, sino la conducta del organismo.
Y la conducta de un organismo, por más pequeño que sea, es algo
complejo. A causa de esto, las verificaciones y las
explicaciones son muy complicadas y laboriosas. Por otra parte,
para explicar algunos fenómenos biológicos, es necesarios
recurrir muchas veces al concepto de finalidad, lo cual aumenta
más aún la complejidad de la explicación, no sólo desde el punto
de vista lógico, sino también en relación a las observaciones
que deben hacerse para verificar la hipótesis. Pero, en
principio, a pesar de todo esto, el proceso de verificación es
el mismo de la física: se trata de captar por medio de la
observación ciertos contenidos sensibles. Estos contenidos son a
veces (aunque no siempre) más complicados que las simples
sensaciones que están en la base de la observación y la
verificación física, pero se trata siempre de contenidos que se
captan a través de los sentidos.
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 Con las ciencias humanas la situación cambia radicalmente,
porque no se trata ya de estudiar el mundo natural, la realidad
física que nos rodea, sino el mundo de la vida espiritual. Las
ciencias humanas, como la psicología, la sociología, la
economía, la antropología, la cultura, la historia, la
lingüística y el derecho, deben observar contenidos que
trascienden la pura actividad sensorial del sujeto que conoce.
En estas ciencias se trata de conocer el mundo interior de los
individuos, el funcionamiento y estructura de los grupos
sociales, las instituciones, las creaciones culturales, en suma,
las varias formas de la actividad humana. Pero esta actividad no
es en nada parecido a los procesos puramente físicos. Ella
implica una conciencia, una motivación, una finalidad. Se trata
entonces de captar esta actividad con toda su riqueza de
elementos, y ello es una tarea muy difícil, que da un carácter
especial a la estructura y los métodos en las ciencias humanas.
 Resumiendo estas dificultades, diremos que, primer lugar, la
descripción en las ciencias humanas tiene que basarse en
observaciones muy complicadas y minuciosas, que deben tomar en
cuenta muchos elementos y factores. A diferencia de la
descripción física, aquí es imposible reducir la observación a
daos simples. La explicación resulta por consiguiente poco
precisa y segura, y lo mismo la verificación empírica de la
hipótesis.
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 En segundo termino, hay que señalar el termino de observación
queda base a las proposiciones descriptivas y que permite
verificar las hipótesis. Los datos sensoriales intervienen aquí
como elementos; pero, por si solos no bastan. Es necesaria
también la utilización de datos de la experiencia psicológica,
interna y externa. Pero, además, como se trata de captar el
sentido de los actos y los productos humanos, y como el sentido
o la significación de tales hechos no es nada físico,
intervienen también elementos de intuición intelectual. El
conjunto de todos estos datos y elementos forma el contenido de
las descripciones y verificaciones en las ciencias humanas.
Pero hay más todavía. Aquí, como no ocurre en ningún otro tipo
de conocimiento científico, el concepto de finalidad, las ideas
de propósito y de valor, constituyen elemento fundamental sin el
cual no se puede explicar la actividad humana. La motivación de
la conducta humana, que implica el concepto de un fin perseguido
y de un valor preferido, es así el centro de la explicación
científica del hombre. Sólo ella puede darnos la respuesta cabal
a la pregunta por el porqué de los hechos humanos. El porqué
está ligado al sentido de la acción o e hecho, y se aclara sólo
por la determinación de los motivos, valores y fines que el
sujeto o el grupo de sujetos participantes pueda haber tenido.
Esta operación que permite comprender o explicar los actos
humanos es la comprensión científica.
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 Otro factor importante en el conocimiento científico del hombre,
y que da a éste otra nota diferencial con respecto al
conocimiento natural, es el carácter histórico de los hechos
humanos, la condición de conformarse y evolucionar en el tiempo.
El ser humano es histórico y exige por ende un tipo de
conocimiento adecuado a esta esencia histórica. Los conceptos de
las ciencias humanas deben tener así un carácter dinámico, no
exacto. De allí la dificultad que hay para lograr descripciones
y explicaciones precisas y rigurosas de la actividad social y
del proceso de la cultura.
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 Las ciencias humanas se pueden dividir en dos subgrupos: Las
ciencias estructurales y las hermenéuticas. Las primeras
trabajan con realidades humanas presentes; tratan de describir y
explicar su conformación, su sentido interno. Dicho con otras
palabras: tratan de llegar a una compresión estructural de los
hechos y procesos humanos. La descripción y la verificación
pueden operar aquí, en porción considerable, con datos
inmediatos con contenidos directamente aprendidos. Este es el
caso de ciencias como la sociología, la etnología, la psicología
la economía política. En cambio, hay ciencias en las que este
elemento de descripción directa, de toma de contacto con las
estructuras presentes y de explicación y verificación de estas
estructuras, no es el característico. En ellas lo predominante
es más bien el estudio de ciertos fenómenos que tienen carácter
de productos, consecuencias, signos o expresiones de la
actividad humana. Este es el caso de la historia, la lingüística
el derecho. En ellas, para poder conocer la realidad humana, lo
previo e indispensable es interpretar documentos, ruinas,
símbolos, textos legales, es decir, describir que significan.
Sólo a partir de esta operación, se realiza la descripción y la
explicación científica de estos hechos humanos que no se pueden
captar directamente. “Hermeneia” quiere decir en griego
interpretación, y “hermeneutikos” significa referente a la
interpretación. Por eso puede darse el nombre de hermenéuticas a
las ciencias que estamos hablando.
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 La relación entre la descripción y la explicación es la base del
conocimiento científico, es lo que hace posible que las
diferentes puedan adquirir conocimientos, organizarlos y
emplearlos. Por eso también todas las limitaciones que
encuentran las ciencias en su camino, todas las trabas que
impiden realizar su finalidad última, que es la adquisición de
la mayor cantidad posible de conocimientos de la manera más
rigurosa y mas evidente, dependerán de las dificultades que
encuentren para describir los objetos que aprehenden y para
explicarlos.
 Las matemáticas son una ciencia muy simple en que la descripción
se reduce a un mínimo y la explicación llega a un máximo, pues
la inmensa cantidad de sus conocimientos se adquieren en forma
deductiva. En matemáticas, cada nuevo teorema describe nuevas
propiedades y relaciones de los objetos matemáticos. Pero como
los teoremas se establecen por medio de la deducción, partiendo
de los axiomas y de los otros teoremas anteriores, en
matemáticas la descripción se confunde con la explicación. Por
ser lógica su esencia, los principales obstáculos que encuentra
el conocimiento matemático en su desarrollo y fundamentación son
obstáculos lógicos. En el curso de lógica se estudia la
existencia de ciertos tipos de inferencia que parecen seguros e
inconmovibles pero que sin embargo pueden llevar a
contradicciones, es decir a paradojas. Esto es justamente con el
conocimiento matemático. Por eso, el principal problema
filosófico relacionado con el conocimiento matemático es el
problema de la inferencia correcta y el establecimiento de
criterios y métodos que hacen imposibles las paradojas.(el
problema de fundamentación que plantea la intuición intelectual
ya lo hemos tocado)
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 Lo fundamental en las ciencias naturales es la sencillez de los
procesos descriptivos y verificativos. Esta simplicidad hace que
la verificación cabal sea siempre exigible en este tipo de
ciencia. Por eso las ciencias naturales especialmente las
físicas, que son las más simples, se distinguen por la
universalidad de los procesos de verificación. Toda hipótesis
física debe ser verificada empíricamente, de otra manera pierde
todo su valor aunque permita explicar los fenómenos
anteriormente observados. Esta exigencia universal de
verificación constituye justamente la principal dificultad del
conocimiento físico, porque hay ciertas descripciones que para
ser explicadas exigen hipótesis sumamente abstractas, tan
abstractas, que es imposible observar los fenómenos físicos
correspondientes. Ella permite explicar una inmensa cantidad de
observaciones, pero mientras no se verifique, su poder
explicativo es puramente hipotético, queda en suspenso. La
manera como los físicos han resuelto el problema es de un
ingenio notable. Como es imposible verificar dicho principio de
manera directa, es decir, por medio de la observación del
movimiento de un cuerpo aislado, habrá que realizar una
verificación indirecta. La verificación indirecta consiste en la
verificación de las consecuencias deductivas de la hipótesis
explicativa.
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 Problemas que también conciernen directamente a la
fundamentación de las ciencias naturales son los dos siguientes:
el de la inducción y el de la causalidad. En efecto, gran parte
de las proposiciones científicas de la física, la química y
otras ciencias naturales, se establecen de raciocinios
inductivos. Su valides depende pues del grado de seguridad que
pueda proporcionar la inducción. Ahora bien este grado de
seguridad ha sido muy discutido por lo investigadores de la
lógica y la teoría del conocimiento y, en consecuencia, se ha
puesto en duda muchas veces la firmeza de las conclusiones de
estas ciencias.
Pág. 98
 El problema de la causalidad afecta también muy profundamente al
fundamento de los conocimientos naturales. Esto se debe al hecho
de que las relaciones entre un fenómeno físico y otro son
generalmente de tipo causal y las explicaciones de estos
fenómenos se apoyan también constantemente en la relación de
causa y efecto. En general podemos decir que el conocimiento de
las leyes naturales y el orden y sistemas del universo suponen
la existencia de relaciones de causa y efecto, o sea, suponen la
validez del principio de causalidad.
 Pero ¿es el principio de causalidad evidente y seguro? ¿podemos
conocerlo y manejarlo científicamente sin problemas? No es ésta
justamente la situación. La causalidad provoca muchos problemas
que afectan hondamente el conocimiento físico y en general la
concepción de la naturaleza.
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 En los sistemas racionalistas, el concepto de causalidad era
concebido como un concepto racional, evidente, cuya aplicación a
la naturaleza no ofrecía ninguna duda. Se podía decir así que
todo efecto, todo cambio en la naturaleza tiene una causa
necesariamente (con una necesidad comparable a la lógica). Este
es la posición de la filósofos racionalista tales como Descartes
y Spinoza, y en general la dominante en el pensamiento
tradicional. Los filósofos empiristas criticaron esta concepción
y uno de ellos, el más radical, David Hume, sostuvo con muy
buenas razones que no es posible conocer por experiencia la
causalidad. Como para él-pues era un empirista y ya sabemos que
los empiristas no admiten sino el conocimiento perceptivo- no
había otra manera de mostrar la validez del principio del
principio de causalidad, sacó la conclusión de que no podía
afirmarse la existencia objetiva de las relaciones de causa y
efecto. ¿Qué sentido tenia entonces, según él, las palabras
causa y efecto? ¿por qué las usamos y pensamos en ésta relación
entre los fenómenos? Hume da una respuesta muy ingeniosa a esta
cuestión: por hábito, como resultado de la costumbre de ver unos
hechos anteceden a otros, ligamos mentalmente la representación
de unos hechos con la de otros, decimos que uno es la causa del
otro y afirmamos que cada vez que uno aparece debe seguir
necesariamente el otro. Pero esta seguridad, esta necesidad no
tiene ningún fundamento real. Nosotros vemos que muchas veces
unos hechos siguen a otros, que el hecho A antecede al hecho B,
pero no podemos asegurar, no tenemos ninguna base para decir que
necesariamente va ocurrir así, que necesariamente B es producido
por A. Si alguna vez sucede lo contrario, nada de ilógico y
absurdo habría en ello. No nos quedaría otra cosa, piensa Hume,
que cambiar nuestras asociaciones mentales.
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 La crítica de Hume comprometía enormemente a la ciencia. Si ella
era fundada, la ciencia perdía una de sus bases fundamentales y
la naturaleza no podría ser considerada como un sistema con
leyes estrictas, como un orden en el cual todos los sucesos y
cosas están bien determinados. El determinismos de las ciencia
quedaría pues muy afectado con la tesis de Hume. Por esta razón,
la tesis de Hume ha sido muy combatida. Representantes de
diversas escuelas han tratado de fundamentar la causalidad,
aunque teniendo en cuenta los puntos firmes de la crítica de
Hume, es decir, sin volver a la posición anterior según la cual
la causalidad era un principio racional evidente. Una de estas
doctrinas mediadoras es la de Kant. Para el filósofo alemán, las
relaciones de causa y efecto no pueden aprehenderse por
experiencia, no forman parte de los datos de la percepción, sino
que son conceptos que la mente científica utiliza para organizar
los hechos descritos y alcanzar una explicación racional del
proceso de la naturaleza. Son conceptos, no datos sensibles ni
hechos naturales, pero conceptos necesarios, válidos en
cualquier ciencia posible.
 En general, se puede decir que hoy los científicos utilizan el
principio de causalidad, pero no lo consideran como un principio
rígido y simple. Los grandes cambios producidos en la física
atómica, además de la crítica filosófica, han determinado una
revisión y una ampliación del concepto de causalidad,
indispensables para hacerlo apto para explicar tanto los
fenómenos atómicos cuanto los fenómenos del mundo visible.
Veamos un caso. Cuando el físico estudia los fenómenos
perceptibles, las cosas y las substancias que están al alcance
de nuestros sentidos, es decir, los objetos que tienen una
medida normal, a escala del hombre, o también aquellos objetos
que superan nuestras dimensiones (como los cuerpos del espacio
cósmico), entonces puede aplicar un concepto de causalidad que
permite determinar de manera precisa la relación que hay entre
un hecho A (causa) y otro B (efecto). Pero en un mundo atómico,
cuando se trata de conocer electrones, protones, partículas
imperceptibles y emisiones infinitesimales de energía, la
situación varía radicalmente. No es posible fijar al mismo
tiempo la posición y el impulsote una partícula atómica y, por
consiguiente, no es posible decir con precisión cuales son los
efectos o los cambios que se van a producir a causa de ello. Lo
que cabe hacer es determinar lo que ocurrirá con grupos de
fenómenos, establecer estadísticamente la conducta de conjuntos
de corpúsculos y, a base de estos, formular los probables
efectos y las previsiones sobre los hechos futuros.
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 Consideremos finalmente lo que ocurre en las ciencias humanas.
Ya hemos dicho que aquí gran dificultad y complicación en la
descripción y la explicación. Además, según sabemos, la
aprehensión del como y el porque de los fenómenos exige el
manejo de conceptos como los de motivación, finalidad, sentido,
conceptos que no siempre están bien precisados. Todo lo cual da
origen a un conjunto de oscuridades que afectan el rigor de
estas ciencias. Por eso se puede decir que el principal problema
de las ciencias humanas es el problema del rigor. Debido a la
complejidad de los fenómenos es muy difícil describir con
precisión los hechos sociales e históricos, y debido a esta
imprecisión y a la enorme complicación del proceso deductivo, se
hace muy difícil realizar deducciones rigurosas. Por eso,
comparada con las ciencias matemáticas y las ciencias físicas,
las ciencias sociales dan la impresión de ser menos
“científicas”, de cumplir en menor grado con las exigencias de
conocimiento científico. Empero, en estos últimos años se ha
progresado enormemente gracias a la elaboración de un nuevo
aparato matemático que permite estudiar con precisión un numero
cada vez mayor de fenómenos humanos, tanto psicológicos, como
sociológicos y especialmente económicos. Esta conquista
matemática de las ciencias humanas está permitiendo rigorizar
cada vez más las ciencias humanas en su aspecto estructural.
Como es comprensible, esta aplicación de las relaciones
matemáticas al mundo humano tiene un límite, con lo cual queda
también limitado el proceso de vigorización de que hemos
hablado.
 Particularmente las ciencias hermenéuticas presentan en grado
máximo la dificultad principal de las ciencias humanas: la falta
de rigor. Porque no sólo los hechos que estudian son muy
complejos, sino que ni siquiera pueden observarse a través de
los sentidos y tienen que ser determinados por medio de
interpretaciones de textos o enseres, monumentos, etc. el
concepto de motivación interviene tanto en las ciencias
jurídicas como en las historias de manera mucho mas frecuente y
sistemática que en las ciencias estructurales. Y por último, por
lo menos en las ciencias históricas, la verificación estricta es
imposible, puesto que no puede observarse, por principio, ningún
hecho del pasado. Pueden a veces hacerse ciertas predicciones
referentes al descubrimiento de tal o cual documento o de
determinados restos arqueológicos, pero la posibilidad de que se
verifiquen estas predicciones es siempre escasa. Por otra parte,
en relación a la hipótesis explicativa, las verificaciones son
mucho más indirectas que en las ciencias físicas, lo cual afecta
en mucho su validez.
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 Pero hay otro factor importante que aumenta el problema de las
ciencias humanas. La conducta del hombre, por no ser mecánica
sino finalista y motivada, por implicar reflexión y apreciación
de valores, comporta un fundamental elemento de elección y
decisión. Dicho con otras palabras, el comportamiento de los
hombres supone la libertad. Pero este esencial elemento de
libertad parece oponerse a una determinación estricta de los
hechos y sucesos según las leyes causales, esto es, a esa
ordenación y encauzamiento de los procesos sociales y culturales
que serían exigidos por el conocimiento científico. La ciencia
pierde orden y regularidad, gracias a los cuales pueden fijarse
y preverse los hechos. Pero la libertad parece oponerse a
cualquier fijación y previsión de la conducta. ¿Es posible en
estas condiciones una ciencia en sentido estricto?
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 Ala misma interrogación problemática nos lleva la
caracterización del hombre como ser histórico, es decir, como un
ser que no está hecho sino que constantemente está construyendo
su ser a través del tiempo. Este fluir, esta transformación
constante de la humanidad, parece imposibilitar también una
ciencia estricta. Vemos pues que la libertad y la historia son
factores muy importantes del problema de las ciencias humanas.
Sin embargo, cabe poner en duda la existencia de tales factores.
Esto es un tema fundamental que debe abordar la investigación
filosófica del ser humano.

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