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Cohesión textual

Tipos de cohesión.

La cohesión de un texto viene determinada por los marcadores formales de relación entre las partes del mismo. Las
relaciones de cohesión más importantes son: referencia (relaciones entre un segmento del discurso y otro que está en
el mismo texto o fuera de él), sustitución, elipsis, y relaciones léxicas (por ejemplo: sustitución de palabras
pertenecientes a un mismo campo semántico).
Condiciones de la cohesión:
- La cohesión es esencial en la estructuración de un texto, aunque por sí misma no constituye el mismo. Todo texto
viene determinado por la cohesión interna y la externa. La estructura semántica externa e interna y la estructura formal
son lo que crean "el todo" del texto.
La cohesión oracional:
- La cohesión léxica: se puede dar mediante: repetición léxica, sustitución sinonímica, relaciones semánticas entre
términos (hiperónimos, antónimos, derivados - "la zapatería donde compro mis zapatos" -, proformas o asociaciones).
- Los relacionantes: es la cohesión mediante proformas: por ejemplo, la sustitución mediante pronombres (elementos
sustitutorios que evitan la repetición del nombre: "Juan las compró".).
- Otros elementos de cohesión: los artículos, los correlativos y distributivos (unos...otros...), y los elementos
pragmáticos o del contexto de la situación comunicativa.
Estructuras
Una forma estructural de cohesión sería ésta:
- Petición de opinión.
- Opinión.
- Petición de explicación.
- Explicación.
- Conclusión.
- Más explicación.
- Nueva explicación.
Estructuras supraoracionales :
Los párrafos: son marcadores formales de la estructura del texto. Son utilizados por el escritor para indicar los distintos
cambios del tema. No son unidades fijas ni sujetas a reglas, ni lingüísticas ni textuales, quedando al arbitrio personal de
quien las escribe. Suelen ir marcados por locuciones o expresiones que funcionan en el texto como marcadores
textuales entre las partes.
Los paratonos: su valor en el texto hablado es semejante al de los párrafos en el texto escrito. Los criterios en los que
se desarrollan son de tipo fonético: la entonación, la intensidad, las pausas...
Conectores y marcas de organización
Formas fundamentales. La cohesión se da mediante el empleo de los conectores supraoracionales, conjunciones,
adverbios y locuciones conjuntivas y adverbiales:
- La conjunción, elemento de conexión lógica que formalmente coordina o subordina.
- La disyunción: tiene valor exclusivo cuando solo un enunciado se realiza; el valor es inclusivo cuando los dos
resultados se presentan como alternativas posibles. La disposición disyuntiva asimétrica equivale a un condicional con
el antecedente negado.
- Contraste: expresa contradicción a lo que se espera de manera lógica.
- La relación causal o lógica entre dos ideas, de las cuales una es el motivo u origen de la otra.
- La relación de consecuencia: /a/ es consecuencia de /b/.
- La finalidad: relación causa ==> finalidad.
- Relación de condición: se presenta como condicional real o hipotética (como en las oraciones condicionales).
- Relación de concesión (como en las oraciones concesivas).
Funciones textuales y sus marcadores:
Aclaración, adición (es más, además), advertencia (cuidado con...), afirmación(evidentemente...), cierre discursivo (en
fin...), apertura discursiva (bueno, pues, el panorama se presenta así...), aprobación (está claro...).
En todas las lenguas existen procedimientos especiales para la constitución de textos. Estos presentan una
organización que los hace inteligibles, una cohesión, elegida por el escritor / hablante.
Cuando observamos un texto nos damos cuenta de que algunas de las oraciones que lo integran no podrían aparecer
aisladamente. Este fenómeno ha sido obviado por la gramática tradicional porque sobrepasaba los límites de la oración.
La moderna gramática del texto reivindica su estudio.

Propiedades del texto: coherencia y cohesión.


Aunque no son las únicas propiedades esenciales del texto (también existe la intencionalidad, la situacionalidad...), son
las que se refieren más directamente a su estructura interna. Aunque a menudo son conceptos que aparecen juntos no
hay que equivocarlos: la cohesión incluye aspectos sintácticos, la coherencia semánticos. La cohesión es un elemento
de la gramática superficial y la coherencia de la gramática profunda. La coherencia es uno más de los elementos que
integran el saber elocucional o la congruencia. Cohesión, sin embargo, estaría constituida por el conjunto de todos
aquellos procedimientos lingüísticos que indican relaciones entre los elementos de un texto. Esta característica
proporciona trabazón entre los constituyentes del texto, pero no garantiza por sí sola la coherencia del texto.
A la cohesión de un texto contribuyen múltiples y variados procedimientos, como la recurrencia (total o parcial) de
elementos o estructuras, la paráfrasis, la sustitución, la elipsis, así como los tiempos verbales, el aspecto, los
marcadores u operadores discursivos y, en el caso de los textos orales, la entonación.
En definitiva, la coherencia se refiere al contenido global y es la propiedad por la que todas las partes del texto aportan
un mensaje unitario.
La cohesión se refiere al modo en que está construido el texto. Es resultado de las relaciones que vinculan unos
elementos a otros, formando frases, oraciones o enunciados en el conjunto del discurso.

Procedimientos de cohesión textual.

La recurrencia.
Es la repetición de un elemento del texto en el texto mismo y se considera como uno de los procedimientos
fundamentales de cohesión textual. Existen distintos tipos:
- Mera recurrencia léxica. Se repite un elemento léxico en su identidad material y semántica.
Había un hombre sospechoso en la puerta. El hombre llevaba gabardina y sombrero.
- Repetición léxica sinonímica. Se reitera el significado de un elemento utilizando un sinónimo léxico. Son raros los
casos de sinónimos totales.
Había algunas estatuas en el jardín. Eran esculturas modernas.
- Antonimia: relación entre palabras del texto que tiene dos significados opuestos, por ejemplo:
Su padre tenía una casa grande. Él prefería una pequeña.
- Repetición léxica de lo designado. Se produce identidad referencial o coincidencia en la designación
extralingüística (correferencia): balón, esférico, pelota, cuero...
- Mediante hiperónimos, que son aquellas palabras cuyo significado engloba el de otra u otras, por ejemplo:
Llevaba unas rosas en la mano. Dejó las flores en un jarrón y se acercó.
- Mediante hipónimos, que a veces, para referirse a algo que ya ha aparecido antes, se evita utilizar la misma palabra. Se
recurre entonces a otra cuyo significado incluye el de la sustituida, por ejemplo:
Este calzado me aprieta. Voy a tener que cambiar de zapatos.

La recurrencia suele ir asociada a determinadas piezas lingüísticas con valoranafórico o catafórico: el artículo, los
demostrativos, elementos como tal, semejante, tanto...
El artículo que posee relevancia cohesiva es el denominado "uso anafórico asociativo" basado en el conocimiento
general del mundo y en el hecho de compartir unos mismos presupuestos culturales: Había un naranjo en el patio.
Tenía las ramas secas.
En la anáfora asociativa anterior se comportan de forma diferente el artículo determinado y los demostrativos: He
encontrado un libro antiguo; tenía las hojas deterioradas. *He encontrado un libro antiguo; tenía estas (unas) hojas
deterioradas.
La sustitución.
Consiste en la reiteración de una determinada unidad del texto mediante empleo de proformas de contenido muy
general, especializadas en esta función sustitutoria. Se distinguen entre proformas léxicas, pronombres y pro-
adverbios.
Proformas léxicas son lexemas especializados en la sustitución. Pueden tener un valor nominal (palabras baúl) o un
valor verbal (verbo hacer, etc.). El verbo hacer puede emplearse también con función catafórica: "¿Qué hace? Leer".
Sólo sustituye a verbos que significan acción pero no a los verbos caracterizados con el significado de estado.
Los hiperónimos son otro caso de sustitución léxica.
Pronombres personales. Sólo los de tercera persona pueden considerarse sustitutos textuales, es decir, sustitutos de
elementos ya aparecidos. "Ayer llegaron Elisa y Luis. Él estaba contento, ella no". Las formas él y ella anteriores
cumplen una función endofórica: remiten a unidades del texto. A veces pueden referirse a unidades que están fuera del
texto; serían unidades exofóricas: "Él dice que no".
Los pronombres personales de primera y segunda persona se usan siempre confunción exofórica, por lo que sólo se
consideran sustitutos textuales los de tercera persona.
También poseen función sustitutiva textual los reflexivos, recíprocos, relativos,indefinidos, posesivos y demostrativos.
Pueden darse casos de sustitución catafórica: "La solución es ésta: te encargas tú".
Proadverbios son aquellas formas que pueden emplearse para sustituir unidades lingüísticas del texto con función de
complemento circunstancial, por ejemplo: "Los encontramos en el monte. Allí estaba también Lola." El uso exofórico
carece de relevancia textual, pues nunca sustituye texto sino contexto.

La elipsis.
El término elipsis designa un conjunto de fenómenos lingüísticos bastante heterogéneos. Se puede definir como "figura
de construcción" que consiste en omitir ciertos elementos en una unidad lingüística, sin que por ello los destinatarios
dejen de comprenderla. Existen varios tipos de elipsis:
La elipsis nominal.
Se da dentro de los límites del sintagma nominal. En el SN elíptico no se expresa el núcleo, y el sintagma queda
representado por los restantes modificadores: "Hoy vienen los alumnos de tercero; mañana los de segundo".
El SN elíptico ha de disponer, en el contexto verbal o en el de situación, de la información precisa para llenar la laguna;
por lo general la información está presente en el SN precedente. Si este otro SN estuviera en una oración distinta, la
elipsis sería cohesiva. Generalmente, en la elipsis, aparece el núcleo nominal, pero se dan casos como el que sigue:
"Tengo dos relojes digitales de cuarzo que me han traído. Te regalo uno".
A veces la selección de elementos retomados del sintagma antecedente por el sintagma elíptico depende también de
factores extralingüísticos. Por ejemplo en "No, gracias; ya tengo yo otro", se observa una escala de preferencias a la
hora de retomar algún elemento no nuclear del antecedente, escala que seguiría el siguiente orden de mayor a menor
probabilidad de ser retomado: modificador restrictivo (sintagma preposicional), adjetivo, cuantificador.
Todo SN elíptico contiene algo de información nueva que es justamente en lo que se diferencia de su antecedente. A
veces el énfasis fónico puede orientar el rechazo de un elemento del SN antecedente: - "Te fumaste veinte cigarrillos”.
- “Me fumé diez".

La elipsis comparativa.
Se establece generalmente omitiendo el término de la comparación, que enlaza cohesivamente con un segmento
precedente para su adecuada interpretación. Siempre, por tanto, que en una estructura comparativa se omite el término
de comparación por aparecer éste en el contexto verbal, se entabla un lazo cohesivo.
La elipsis verbal.
Existe elipsis verbal cuando el lugar que en una construcción corresponde a una forma verbal, sola o acompañada de
adyacentes, está vacío por presuponerse en el contexto verbal o situacional. Si como contexto actúa una oración
contigua, normalmente, la precedente, la elipsis tiene carácter cohesivo. Se pueden dar los siguientes tipos de elipsis
verbal:
- Vaciado y reducción de coordinada. Aparecen en casos de coordinación, por lo que deben ser considerados
fenómenos estrictamente oracionales. Engloban todas aquellas oraciones que presentan como características la elisión
del núcleo verbal y la realización léxica por lo menos de uno de sus complementos:
María estudia ruso desde 2007 y Pedro inglés desde 2005.
- Vaciado.
María estudia ruso desde 2007 y Pedro desde 2005.
- Reducción.
Los rasgos flexivos del verbo han de ser deducidos del contexto verbal. Mientras que las características temporales del
verbo elidido parecen quedar limitadas a las que presente el antecedente, los rasgos de persona y número admiten
cambios con respecto a aquel.
- Elisión del SV con partícula de polaridad. Se superna los límites de la oración y se convierte la elisión en un fenómeno
de ámbito textual como en: Luisa no tiene la culpa. Yo tampoco.
- La partícula de polaridad, si es afirmativa o negativa, está constituida por una forma adverbial relacionada con el
predicado anterior. Destacan también, tampoco, sí, no.

La deixis.
La palabra "deixis" (término procedente del griego que significa "mostrar", "señalar) designa la propiedad que tienen
algunos elementos de las lenguas de remitir al espacio, tiempo y personas que enmarcan un acto concreto de
comunicación.
Llamamos deíctica a la forma lingüística que remite al contexto extralingüístico que engloba el acto de la enunciación.
Una de las funciones de los deícticos consiste en "anclar" el texto en su contexto: mediante los deícticos el texto se
implica con un contexto concreto.
Los deícticos tienen siempre un significado ocasional. Sólo significan plenamente cuando están actualizados en una
situación de discurso.
Algunos autores utilizan el término deixis para referirse a los elementos lingüísticos que señalan a otros elementos
lingüísticos dentro de un texto; dan a la deixis un alcance amplio que engloba a la anáfora y catáfora, y distinguen
deixis textual y extratextual. Otros distinguen deixis (unidades lingüísticas que remiten al contexto extralingüístico) de
anáfora y catáfora (elementos que remiten a otras unidades del texto, al contexto).
- Deixis de persona. Se realiza con elementos nominales (pronombres personales, pronombres posesivos) y con
elementos verbales (morfemas de persona del verbo).
El pronombre personal de 3ª persona puede ser deíctico o anafórico; es anafórico en "Ayer llegaron Luis y Elisa; él está
muy contento de volver". Es deíctico en "Él dice que no".
- Deixis de espacio. Mediante esta deixis se hace referencia a lugares en relación a su distancia a uno de los
protagonistas del acto comunicativo: hay elementos que designan el lugar de yo ("aquí", "este"); elementos que
designan el lugar de tú ("ahí", "ese") y elementos que designan un lugar tomando como referencia la 3ª persona él,
("allí", "aquel").
Como vemos las clases de palabras que desempeñan esta función deíctica espacial son los demostrativos (que también
pueden ser anafóricos o catafóricos) y los adverbios de lugar (anafóricos y catafóricos).
- Deixis de tiempo. Mediante los deícticos temporales situamos lo descrito en el discurso con relación al tiempo en que
tiene lugar el acto comunicativo; los deícticos nos permiten en este caso precisar si los hechos relatados en el texto
son anteriores, simultáneos o posteriores al momento de la enunciación.
Los elementos lingüísticos que expresan estas relaciones son:
- Adverbios de tiempo como "hoy, ahora, ayer".
- Los verbos, mediante la categoría gramatical de tiempo; así los tres tiempos absolutos son deícticos: presente, pasado
y futuro. Los tiempos relativos sitúan la acción con relación a un punto temporal que a su vez se relaciona con el
momento de la enunciación.
Anáfora y catáfora.
Estos términos, englobados en el concepto más general de foricidad, aluden a las relaciones existentes entre elementos
del texto. En la anáfora, la relación se mantiene entre un elemento del texto y otro formulado anteriormente. En la
catáfora, el elemento con significado ocasional precede en el discurso lineal al elemento al que hace referencia, por
ejemplo: "Mercedes le dijo a Pedro que volviera", "Juan se ha comprado un coche y no lo ha pagado".
Podemos clasificar los elementos anafóricos / catafóricos de las lenguas de la siguiente forma:
- Proformas gramaticales.
Se llaman así a los elementos especializados en la función de sustituto. Entre ellos están:
. La elipsis. Se trata de una forma especial de sustitución, en la cual el sustituto es (0). "Tengo un coche y tú no (0)".
. Los pronombres. Palabras especializadas en sustituir al nombre o a segmentos mayores. Los pronombres personales
de 3ª persona son anafórico/catafóricos, aunque también pueden actuar como deícticos, cuando señalan al contexto
extraverbal. Son anafóricos en: "A su hijo, lo crié", catafóricos "Le dije a su madre". El pronombre reflexivo "se", por
ejemplo: "María se lava". Los pronombres demostrativos. Son primariamente deícticos, pero pueden desempeñar
también funciones de anáfora y catáfora. Los neutros sustituyen oraciones. "Pedro y Juan son distintos, esto es...".
Pronombres relativos: "El libro que...". Posesivos de 3ª persona (los de 1ª y 2ª tienen función deíctica). "He visto a Juan,
su cara....". Pronombres indefinidos: "todos" puede actuar como anafórico o catafórico. "Todos estaban allí: su padre,
su madre...". "Había varios señores, algunos no....". Los interrogativos son catafóricos: entablan una relación textual
con un elemento que les sigue en el discurso. "Quién ha venido. Juan."
. Los proadverbios. Especializados en sustituir a adverbios o a complementos circunstanciales. Al igual que los
demostrativos son elementos primariamente deícticos, pero pueden dirigir su señalamiento a elementos intratextuales.
Los proadverbios de lugar se identifican con adverbios y complementos circunstanciales de lugar, como en: "Juan vive
en el campo; dice que allí".
. Los artículos determinado e indeterminado. Las formas del artículo determinado se adjuntan a un sustantivo ya
conocido, mencionado previamente por lo que tiene valor anafórico, al remitir a un elemento textual previo. Las formas
del artículo indeterminado acompañan a un sustantivo al cual se hará mención posteriormente en el texto. Tienen pues
valor catafórico: "Ayer llegó un turista.
El turista...."
- Proformas léxicas.
Se llaman con este nombre a los elementos con significado léxico que actúan como sustitutos de otras unidades
léxicas.
Hay elementos especializados en sustituir a sustantivos:
. Los sustantivos con el rasgo (+ humano) pueden reproducirse con la forma léxica "persona", por ejemplo: "Pedro y
Juan, cualquier persona..."
* . Los sustantivos con el rasgo (- humano) pueden sustituirse por "cosa", por ejemplo: “Compra caramelos o chicles,
cualquier cosa…”
*• Otros elementos léxicos sustituyen a verbos. Aquellos verbos con el rasgo semántico (+ acción), se sustituyen por
"hacer"; los que tienen el rasgo (+ estado o proceso) se sustituyen por "pasar o suceder".

* Estas palabras comodín no las recomiendo (espero que no las empleen. En caso de emplearlas, se puede hacer como último remedio
en el caso de que estén “muy apurados”). Como ya saben, son aquellas que se usan para definir muchas cosas y su significado es
poco exacto. Muestra que la persona que las utiliza posee un vocabulario limitado y están encuadradas en el nivel vulgar de la lengua.

Marcadores textuales que dan cohesión al texto.

Causa - efecto y contraste (para contraponer, matizar o argumentar en contra):


A diferencia de, no obstante, en oposición a, en cambio, contrariamente, porque, ya que, puesto que, debido a que, a
raíz de que, por eso, por ello, de ahí que, por esta causa, por lo dicho, por esta razón, por contraste, a pesar de eso, a
pesar de que, por el contrario, al contrario, en contra de lo anterior, hay que tener en cuenta, sin embargo, en
contraposición, aún así, en oposición, a pesar de lo dicho, más bien, por otra parte, al mismo tiempo, aun con todo, si
bien, pese a que, aún cuando, aunque, empero, etc.
Finalidad: para, con el propósito de, con la finalidad de, con el objetivo de, a fin de, en procura de, a efecto de, amén de,
etc.
Ampliación: Añadamos a esto, además, y/e, o (con valor de copulativo), de la misma manera, paralelamente,
conjuntamente, etc.
Tiempo: Antes, anteriormente, días atrás, la víspera, después, posteriormente, a continuación, luego, más tarde, ahora,
ya, hasta ahora, de este mismo modo, actualmente, mientras, mientras tanto, cuando, simultáneamente, en tanto, tiempo
después, pasando un tiempo, en poco tiempo, al principio, pronto, entonces, en esa época, en el pasado, finalmente,
etc.
Espacio: Aquí, allí, allá, ahí, al lado, cerca, en la cercanía, junto a, detrás, enfrente, lejos, más lejos, arriba, abajo, al
costado, en este lugar, donde, debajo, dentro, encima, en otros lugares, en la parte posterior, a la derecha, etc.
Condición: Si, siempre y cuando, en caso que, siempre que, con la condición de que, toda vez que, etc.
Concesión (para admitir algo): Sin duda, naturalmente, admito que, aunque esto puede ser, seguramente, por supuesto
que, reconozco que, con seguridad, cierto que, admitiendo, etc.
Manera o modo: Así, de modo como, conforme a, tal como, de la manera como, a diferencia de, según, etc.
Ejemplificación: Así, de este modo, en otras palabras, es decir, esto es, con otras palabras, de esta manera, del mismo
modo, por ejemplo, para ejemplificar, o sea, lo que quiere decir, de forma semejante, así como …así…, asimismo, de
igual forma, igualmente, etc.
Orden: En primer lugar, previamente, a continuación, anteriormente, luego, a posteriori, a priori, más adelante, etc.
Conclusión: Finalmente, por tanto, para resumir, brevemente, entonces, en síntesis, por último, en definitiva, para
terminar, para concluir, para acabar, para finalizar, sintetizando, así, en conclusión, abreviando, en resumidas cuentas,
etc.

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