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TUBERCULOSIS DEL OLIVO (verrugas, agallas),

Pseudomonas savastanoi

TAXONOMÍA:
 Dominio: Bacteria.
 Reino: Proteobacteriae.
 Filum: Gammaproteobacteria.
 Clase: Enterobacteria.
 Orden: Pseudomonadales.
 Familia: Pseudomonadaceae.
 Género: Pseudomonas.
 Especie: Pseudomonas savastanoi.
 Sinónimos: Pseudomonas savastanoi pv. savastanoi,Bacterium
savastanoi Smith., Pseudomonas syringaesubsp.savastanoi

NOMBRE COMÚN: Tuberculosis del olivo, verrugas o agallas del olivo

DISTRIBUCIÓN: Encontramos esta enfermedad en todos aquellos lugares donde crecen sus
hospedantes (olivo, aligustre japonés, fresno común…). Muy común en la Europa meridional.
En España representa la tercera enfermedad en el olivo en cuanto a pérdidas económicas
producidas

BIOLOGÍA: La enfermedad es producida por la bacteria Pseudomosnas savastonoi que


penetra en el olivo a través de las heridas producidas por la poda, el vareo, las heladas, el
granizo… Las herramientas de poda o los roces producidos por el viento también contagian
la bacteriosis. Vientos húmedos en zonas costeras aumentan la probabilidad de infección. En
ausencia de heridas, la bacteria no puede penetrar por si misma la “corteza” de la planta.

Una vez dentro de los tejidos vegetales, las bacterias alteran el metabolismo celular
provocando desajustes hormonales que desencadenan en una proliferación de células
tumorales (las agallas) que se desarrollan en los brotes, las hojas, las ramas jóvenes
(especialmente en los puntos de inserción de las hojas nuevas). Los síntomas de la
enfermedad se asocian con elácido indolacético producido por las bacterias.

Las bacterias viven en los tumores y se alimentan de las sustancias nutritivas que extraen de la
planta. Una vez infectado un olivo la enfermedad puede propagarse simplemente con el agua
de lluvia. En el olivo, la P. savastonoi presenta una fase epifítica sobre las hojas, alcanzando la
máxima población a principios de primavera o principios de otoño. La infección está
directamente relacionada con la temperatura. La infección se produce con temperaturas
suaves, normalmente en otoño o primavera. Los calores y la sequedad del verano dificultan el
proceso infeccioso. Este patógeno presenta varias formas infectivas (patovares), cada una de
ellas especializada en una especie vegetal diferente.

SÍNTOMAS Y DAÑOS: Se trata de una bacteriosis fácil de detectar e identificar. La enfermedad


produce unos nódulos tumorosos de diferentes tamaños y forma globosa que se desarrollan en
las ramas jóvenes, brotes y hojas. También el tronco y las raíces pueden verse afectados. En
un principio, las verrugas son pequeñas, blandas, pardo-verdosas y lisas. Con el tiempo toman
el tamaño de una aceituna (incluso más) y se tornan leñosas, coriáceas, de color gris oscuro.
Las agallas se pueden presentar aisladas o formando grupos.

Normalmente el ataque no es
preocupante y el olivo puede seguir produciendo sin muchos problemas si se lleva un manejo
adecuado. Los brotes afectados detienen su crecimiento y terminan secándose. Sobre los
peciolos y nervios centrales de las hojas, se desarrollan pequeños nódulos que provocan
una abscisión prematura Si el ataque es grave, las ramas afectadas se debilitan y terminan por
secarse, afectando al árbol entero, que ve gravemente disminuida su productividad. Una gran
cantidad de frutos pueden caer al suelo antes de la madurez por falta de nutrientes. En las
infecciones severas , la calidad de las aceitunas se ve seriamente afectada, disminuyendo el
rendimiento en aceite. El aceite procedente de éstas presenta sabores extraños y es menos
aromático. Si persiste la fuerza del ataque, el olivo puede llegar a secarse y morir.

CONTROL: A la tuberculosis del olivo se la considera una enfermedad incurable. Una vez
infectado el árbol, la bacteriosis no se puede eliminar. Mediante un adecuado manejo podemos
controlarla, reduciendo los síntomas y los daños ocasionados. Se consigue que el descenso de
productividad no sea significativo y que la calidad de las olivas no se vea perjudicada. Un olivo
enfermo bien llevado puede seguir produciendo durante toda su larga vida.

Buenas prácticas culturales


 Se recomienda realizar una poda anual, preferiblemente cuando la bacteria está menos
activa. Algunos autores sugieren adelantar la poda a febrero. Otros prefieren el verano.
 La poda debe comenzar por los olivos que no presenten síntomas para terminar con
los infectados.
 En árboles muy afectados se pueden cortar ramas gruesas.
 También se pueden ir eliminando los brotes y las ramas jóvenes nada más presenten
los síntomas
 La poda ha de realizarse en tiempo seco y cuando no se prevean lluvias.
 Los restos de la poda han de ser quemados.
 Abonar en enero o febrero y moderar los aportes, sobre todo de nitrógeno.
 Un correcto nivel de potasio convierte al olivo en más resistente a las heladas y, en
consecuencia, a las infecciones.

Tratamientos químicos
Los bactericidas son excesivamente caros y no se ha terminado de comprobar que eliminen del
todo la enfermedad. Los compuestos cúpricos tampoco eliminan la enfermedad pero son más
económicos y ayudan a controlarla.
 Compuestos: oxicloruro de cobre, hidróxido cuprico, oxicloruro cuprocalcico, óxido
cuproso, sulfato tribasico de cobre, sulfato cuprocalcico, sulfato de cobre en piedra o
polvo, caldo bordelés...
 Tratramientos: se recomiendan dos tratamientos al año, uno a finales de otoño y otro
en primavera.

Tuberculosis del olivo


Nombre vulgar: “Verrugas o agallas del olivo”

Nombre científico: Tuberculosis: Pseudomonas savastanoi. (Bacteria)

Descripción:

Las bacterias causantes de la enfermedad sobreviven en las cavidades de los tumores y


en la parte aérea del olivo. Con la lluvia el patógeno se distribuye por el árbol
penetrando en el mismo a través de heridas de poda, recolección, heladas, granizos…
Una vez colonizados los tejidos el patógeno altera el sistema hormonal induciendo a una
multiplicación celular desordenada, lo cual origina las agallas en el olivo. En primavera
las infecciones dan lugar a las agallas en 1-3 semanas mientras que en las infecciones
otoñales o invernales no aparecen las agallas hasta la primavera siguiente.
Aunque ataca a todas las partes del olivo, las zonas más frecuentes suelen ser los brotes
jóvenes, los cuales pueden llegar a secarse.

Métodos de control:

-Utilizar material vegetal libre de la bacteria.


-Utilizar variedades de olivo más resistentes al patógeno, por ejemplo el picual es más
restistente que el hojiblanco.
-Eliminar las partes afectadas del olivo y quemarlas.
-Cuando haya heridas por granizos o cualquier otro motivo realizar tratamientos
cúpricos.
-Realizar las podas con tiempos secos desinfectando las heridas si es posible.
-Desinfectar las herramientas de poda, para no propagar el patógeno, con lejía diluida al
50%. La motosierra alcanza altas temperaturas y en teoría no debería propagar el
patógeno.
-Materia activa: KASUGAMICINA, fungicida con efecto bactericida que frena la
tuberculosis.

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