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REPRODUCCIÓN

Mihermoso!!12https://anfibios.paradais-sphynx.com/informacion/reproduccion-de-los-
anfibios.htm
En anatomía animal, la cloaca es una cavidad abierta al exterior, para la expulsión de
desechos, situada en la parte final del tracto digestivo, a la que confluyen también los
conductos finales de los aparatos urinario y reproductor. Está presente en determinadas
especies de vertebrados: en todas las aves, anfibios y reptiles, así como en algunos peces
(condrictios) y mamíferos (monotremas y marsupiales).1 También se le da ese mismo nombre
a la porción final del tubo digestivo de ciertos artrópodos.

La eclosión es el momento en que las crías de diversos animales comienzan a librarse de


su huevo o capullo una vez que han alcanzado el máximo nivel de su desarrollo y están listos
para nacer, como crías.1

Algo que diferencia los huevos de los anfibios al de los de reptiles y aves es que en este
caso no presenta ningún tipo de protección contra la desecación. Por ello, la puesta de
estos huevos se da frecuentemente en agua dulce, sin embargo hay algunos casos en los
que se realiza en tierra firme. Aunque no presenten protección frente a la desecación, los
huevos sí están envueltos por sustancias gelatinosas y varias membranas que los
resguardan frente a golpes o posibles depredadores. En los animales ovovivíparos, los
huevos permanecerán en el interior de su madre hasta la eclosión.

Fecundación de los anfibios


La fecundación en los anfibios puede ser interna o externa, pero en la mayoría de
especies es externa. En esos casos, tanto el macho como la hembra descargan
sus células sexuales en el agua y allí se unen para formar los embriones. Es
importante que esta liberación de células sexuales tenga lugar de manera
simultánea para asegurar el éxito, por lo que en muchas especies de sapos y
ranas el macho se agarra a la hembra fuertemente y cuando ésta sufre
contracciones y libera sus huevos es cuando él deposita sus espermatozoides;
esta forma de acoplamiento en la reproducción de los anfibios es característica en
anuros y se denomina “amplexo”.

En algunas familias, como en las salamandras, sí puede tener lugar una


fecundación interna. En este proceso, el macho se sitúa delante de la hembra y
libera sacos de espermatóforos. Entonces la hembra avanza hasta ellos y los
introduce en su cuerpo a través de su cloaca y, en ocasiones, ayudándose por sus
extremidades.

Desarrollo de los anfibios y la metamorfosis


En la reproducción de los anfibios el desarrollo que sufren los huevos fecundados
varía enormemente dependiendo de la especie. Lo que está claro es que el
desarrollo de los anfibios, salvo algunas excepciones en caudados, es indirecto,
puesto que las crías deberán pasar por varias fases larvarias antes de llegar a ser
adultos. En algunos casos, los huevos se quedan adheridos a las extremidades de
sus progenitores mientras que en otros casos se depositan en plantas acuáticas.

METAMORFOSIS

Los anfibios pueden tener 39 modos reproductivos, los renacuajos (fase larvaria)
llevan una vida acuática, mientras que los adultos son terrestres y únicamente
vuelven al agua en el momento de la reproducción.

Nacimiento de la larva: Después del huevo pasar un par de semanas en el agua,


nacen las larvas, las cuales consiguen liberarse; respiran por branquias externas y
no presentan la región de la cabeza diferenciada del resto del cuerpo, después de
unos días más se pueden alimentar de algas y materia vegetal porque a partir de
ese momento ya tienen boca bien formada.

Transformación de la larva en renacuajo :Se acaba la fase larval al desarrollarse


otras estructuras y empieza la fase renacuajo donde aparecen las aberturas nasales
y la abertura anal, crecen las extremidades, primero las patas posteriores y
después las anteriores. La cola empieza a reducirse hasta que la pierden.

Transformación del renacuajo en adulto:El animal abandona la respiración


branquial y adopta la respiración por pulmones.
Las larvas también son bastante diferentes entre las distintas especies, pero
reúnen algunas características comunes. En un principio todas dependen de las
reservas de nutrientes que les aporta el vitelo, también conocido como plasma
germinativo. Cuando este se agota, la cría deberá ser capaz de alimentarse por sí
misma. En todos los casos se trata de formas móviles que necesitan vivir en el
agua y que respiran mediante branquias y también mediante respiración cutánea.

La metamorfosis que sufre la larva es también diferente según la familia de


anfibios que se estudie. Por un lado están los anuros, formado por sapos y ranas,
que sufren una metamorfosis bastante completa. Mientras que la larva es de vida
acuática, el adulto es de vida terrestre, por lo tanto deberá perder las branquias y
adquirir pulmones, así como adaptar otras estructuras corporales al nuevo hábitat.
Los urodelos y ápodos también sufren cambios similares pero en un grado
bastante menor. Hay algunas especies de urodelos que no llegan nunca a sufrir la
metamorfosis y siempre viven en el hábitat acuático.
RESPIRACIÓN

Respiración cutánea de los anfibios

La piel de los anfibios es considerada un importante órgano de respiración, gracias


a su estructura altamente permeable y vascularizada que permite la difusión de los
gases, y que ofrece la mayor superficie para el intercambio gaseoso. Comprende
un importante aporte suplementario de oxígeno para la mayoría de los anfibios,
este tipo de respiración se puede apreciar tanto en salamandras, cecilidos y ranas.

La mayoría de las salamandras de la familia Plethodontidae carecen de pulmones


y de branquias, así que la respiración es principalmente es a través de la piel. De
igual forma, algunos anfibios incrementan su capacidad de respiración cutánea por
medio de capilares que penetran la piel o por proyecciones epidérmicas, como es
el caso de Trichobatrachus robustus, cuyas proyecciones incrementan la
superficie para la respiración. Otro tipo de adaptaciones para la respiración
cutánea de los anfibios, son las de la salamandra Cryptobranchus alleganiensis,
quién cuenta con extensos pliegues de piel vascularizados que permiten el 90%
de la absorción de oxígeno. O el caso de la Rana de Titicaca, Telmatobius culeus,
cuyos pulmones se han reducido y cuenta con numerosos pliegues en su cuerpo
para el intercambio gaseoso. Sin embargo, algunas ranas sacrifican su capacidad
de respirar por la piel para evitar la desecación por falta de agua en ambientes
terrestres o secos.

Las larvas de los anuros (renacuajos) presentan algún grado de respiración


cutánea en todas las especies. Cuentan con una piel altamente permeable,
frecuente en bufónidos y en algunas especies de ranas que no desarrollan
pulmones hasta la metamorfosis. De igual forma, las larvas de salamandras que
carecen de branquias, se ven obligadas a utilizar la piel como principal órgano
respiratorio.

Respiración branquial

Seguramente alguna vez te habrás preguntado cómo respiran los anfibios en el


agua, hay que destacar que las branquias son órganos respiratorios externos,
compuestos de numerosas evaginaciones cuya superficie se encuentra en
contacto con el agua y en la cual se lleva a cabo el intercambio gaseoso, debido a
esta estructura y al carecer de un soporte, las branquias son estructuras
exclusivamente acuáticas. Mientras mayor sea el número de filamentos
braquiales, mayor será la superficie dispuesta para el intercambio gaseoso. Estas
estructuras se encuentran presente en todas las larvas de anfibios, así como en
algunas salamandras con pedomorfosis y cuyo ciclo de vida se desarrolla
completamente en el agua.
En las salamandras, las larvas cuentan con una gran diversidad de branquias
tanto en tamaño como en estructura, dependiendo del ambiente acuático en
donde se desarrollan. Las salamandras que viven en estanques, ya sean larvas o
adultos perennibranquiados, presentan grandes branquias plumosas, mientras que
las que viven en arroyos o ríos tienen menor número de filamentos. Esto se debe,
a que las aguas someras tienen una menor cantidad de oxígeno disuelto, por lo
que al tener mayor número de branquias la superficie de respiración aumenta.

En el caso de los anuros, las larvas presentan branquias internas cubiertas por un
pliegue de piel llamado opérculo, aunque en su desarrollo temprano presentan
filamentos branquiales externos que posteriormente se atrofian. Estas branquias
internas son irrigadas por un mecanismo de bomba bucal; en el cual, el agua entra
por la boca, pasa por las branquias y salen por uno o dos espiráculos. Tras la
metamorfosis, los anuros pierden sus branquias, las cuales son remplazadas por
los pulmones como órganos respiratorios.

Los cecilidos no cuentan con una fase larval, sin embargo, durante su desarrollo
presentan branquias que se degenerar en una de las etapas embrionarias.

Respiración bucofanríngea

Las membranas bucofaríngeas sirven como superficies respiratorias tanto en


salamandras como en algunos anuros. Este mecanismo o tipo de respiración se
caracteriza por la presencia de membranas permeables al oxígeno y al dióxido de
carbono tanto en la boca como en la faringe.

Los animales que utilizan este método, deben forzar la entrada de aire para
permitir el intercambio, el cual proporciona un pequeño porcentaje de oxígeno.
Este tipo de mecanismos se aprecia en algunas salamandras de la familia
Plethodontidae.

Respiración pulmonar de los anfibios

Los pulmones son los principales órganos respiratorios de los tetrápodos. En los
anfibios, los pulmones son sacos ovoides y elásticos, cuya superficie interna se
encuentra dividida por tabiques, que a su vez se encuentran subdivididos en
pequeñas cámaras aéreas denominadas alvéolos. Para llevar a cabo el
intercambio gaseoso, los anfibios requieren que el aire ingrese por medio de un
mecanismo de presión positiva. La base de la boca es baja, lo que permite que el
aire entre por las fosas nasales abiertas y se introduzca en la cavidad bucal en
donde se almacena temporalmente. Cuando el piso de la boca se eleva, las fosas
nasales se cierran y la glotis se abre, permitiendo el flujo del aire hacia los
pulmones. El bombeo bucal es un proceso continuo, a intervalos periódicos se
abre la glotis y el aire desoxigenado en los pulmones es expulsado rápidamente,
gracias a contracciones musculares de la pared del cuerpo y por su propia
recuperación elástica.

Este mecanismo de respiración se puede apreciar en la mayoría de las especies


de ranas y sapos, sobretodo en su etapa adulta cuando sus pulmones se
encuentra completamente desarrollados. También se puede apreciar en
salamandras que presentan una metamorfosis completa o en salamandras como
las de la familia Amphiumidae que presentan un ciclo de vida completamente
acuático, sin embargo, cuando llegan a la etapa adulta pierden las branquias y su
respiración es principalmente pulmonar, por lo que necesitan sacar sus narinas
fuera del agua periódicamente para respirar. La respiración pulmonar es un
mecanismo asociado con la etapa adulta de los anfibios.

OSMOREGULACIÓN

Osmoregulación en Anfibios.

Parecido a los teleósteos de agua dulce, pero con agravante de presentar una parte del
cuerpo con agua dulce y otra en el aire. Presentan una entrada de agua que les hidrata y
una pérdida de pasiva de sales con un efecto mayor en la zona aérea por poseer una piel
desnuda (pierde agua a igual velocidad que una masa de agua del mismo tamaño de la
piel). Para compensar orinan (riñones adaptados a la gran filtración) o presentan una
captación activa de sales por las células dispersas en la piel semejantes a las células de
cloruro. En el medio aéreo el problema está en la deshidratación, pudiendo aumentar la
velocidad de salida del agua hasta valores del 30% del peso corporal (50% en ambientes
desérticos) concentrándose osmóticamente. Los anfibios del desierto (Scaphiopus) actúan
en los momentos más húmedos y son tolerantes a la desecación importante. Son
amoniotélicos los acuáticos y urotélicos los aéreos. El animal enterrado con una alta
concentración de urea puede sacar humedad del ambiente al ser la urea hidrofóbica y si
hay poca evita el escape del agua. También acumulan altas concentraciones de orina
interna en riñones que son muy grandes, siendo almacenes de agua que puede
reabsorverse (50-60% del peso del riñón). Las ranas arborícolas, que sufren corrientes de
aire que les provocan desecaciones, presentan los máximos niveles de desecación
(Phyllomedusay Xerompelina) y presentan adaptaciones más cercanas a los reptiles, con
una piel más aislante (perdiendo sólo el 1% del agua corporal al día, niveles parecidos a
los reptiles de los desiertos) gracias a un recubrimiento de ceras y lípidos, también eliminan
por ácido úrico (uricotélicos) como aves y reptiles.

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