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Playa Lagunillas, es uno de los lugares más visitados en Paracas y caleta de pescadores.
Foto: Josue Hermoza CC 3.0
Proteger nuestro mar no solo es una cuestión de conservacionistas, cuidar los bellos
paisajes y animales va de la mano con el desarrollo económico. Entérate por qué nos
debe interesar que el Perú incremente la protección en sus dominios marítimos.
Despiertan en la oscuridad para ir al encuentro del amanecer en el mar. Los pescadores que
arriban al puerto de Lagunillas en la Reserva Nacional de Paracas saben bien que la
naturaleza es generosa, pero hay que invertir energía para obtener lo mejor de ella. Ellos
extraen conchas de abanico de los bancos naturales en las concesiones otorgadas a la
población en esta área natural protegida.
“Una reserva es como una mujer bonita, no es una más del montón, hay que saber
apreciarla, saber conservar", nos explica Edith Ramos en los acantilados de Paracas.
Esta experimentada maricultora es la presidenta de Proyecto 2000, una de las 29
asociaciones artesanales ubicadas en la bahía.
Pero reconoce que nada es gratis en la vida y que el cultivo planificado les asegurará
recursos e ingresos por mucho más tiempo. "No porque tengamos concesiones hacemos los
que nos da la gana, al contrario, de aquí debe salir un producto excelente. El pescador de
afuera puede sacar una concha de abanico chiquita, flaca, fea. Nosotros debemos sacar
calidad, algo que diga que viene de la Reserva Nacional de Paracas”, sentencia con la
seguridad de quien ha crecido frente al Pacífico.
El pescado es la segunda fuente de proteína para los peruanos, después del pollo, pues cada
año consumimos en promedio 15 kg por persona. La zona del mar del norte peruano provee
aproximadamente el 70% de la pesca de consumo humano directo en el Perú.
El mar nos provee de una importante fuente de alimento rico en proteína. Foto: Andina
4.Son un atractivo turístico que genera ingresos
El 80% de todo el turismo mundial está en zonas costeras, la protección de los espacios
marinos tiene un gran potencial turístico. En el Perú podemos admirar el vuelo de las aves
costeras, realizar pesca deportiva, nadar con tortugas verdes, avistar mamíferos marinos
como las grandes ballenas jorobadas, disfrutar de una caminata frente a paisajes
inolvidables.
En el Perú, durante el 2015 se registraron más de 1,6 millones de visitas a las áreas
naturales protegidas, un aumento de 22% respecto al 2014. Estas son definitivamente
un destino turísticomuy apreciado que genera oportunidades de desarrollo económico para
la población.
La pesca, cultura y turismo conviven en la Reserva Nacional de Paracas. Foto: Sandra
Otoya
5. Son fuente de salud:
El mar es alimento, pero también el aire que respiras, ya que generan la mitad del oxígeno
en la Tierra. No solo eso, protegen las regiones costeras ante desastres naturales y tienen un
papel importante en la regulación del clima al ser la mayor reserva de carbono del planeta,
pues absorben al menos un tercio de las emisiones de dióxido de carbono que producimos.
Crear un área marina protegida es una larga travesía en la que la población y la autoridad
deben remar juntos para lograr que los pescadores tengan abundantes faenas, que las
poblaciones locales florezcan con actividades económicas lucrativas y sostenibles y puedan
seguir disfrutando de un entorno sano y diverso.
La costa peruana esta llena de paisajes inolvidables y también nos brinda oxígeno y absorbe
carbono. Foto: Andina