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sostenible
Para comenzar, uno de los conceptos principales que se deben tomar en cuenta al
analizar y estudiar el contenido del referido instrumento, es establecer qué se
entiende por Desarrollo Sostenible. La referida denominación fue descrita por
vez primera en el año 1,987 dentro del Informe de la Comisión de Bruntland como
un “desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente, sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias
necesidades.”[1]
1- Fin de la pobreza
2- Hambre cero
3- Salud y bienestar
4- Educación de Calidad
5- Igualdad de género
14-Vida submarina
http://brujula.com.gt/la-importancia-del-desarrollo-sostenible/
Egrafia
https://map.gob.do/destacan-importancia-del-papel-del-
estado-y-sus-instituciones-para-lograr-los-objetivos-de-
desarrollo-sostenible/
Egrafia
http://www.fao.org/docrep/x5600s/x5600s05.htm
EL DESARROLLO SOSTENIBLE
Como una respuesta a ello a mediados de los 80 surgió el concepto de ecodesarrollo, que
considera que "se deben cambiar ciertos modelos y estrategias de desarrollo por otros que
permitan el uso sostenido de los recursos, respetando los plazos de los ecosistemas para su
regeneración biológica" (Crespo, 1994).
Si bien algunos sectores han abusado del concepto y éste ha sido apadrinado por quienes no
lo están poniendo en práctica, sino utizándolo publicitariamente con fines exclusivamente
de imagen y de presentarse dentro en las corrientes actuales, es importante destacar que
muchos organismos nacionales e internacionales hacen esfuerzos por avanzar dentro de este
nuevo estilo de desarrollo. Los esfuerzos por lograr el consenso y conceptualización del
desarrollo sostenible involucra a muchos sectores de una manera dinámica.
"Un nuevo estilo de desarrollo debe partir de un replanteamiento de valores que excluya
todo tipo de dominación sobre el entorno natural y los grupos humanos. Este nuevo modelo
deberá basarse en una redistribución justa de los recursos naturales y en mecanismos
participativos y democráticos que permitan la presencia activa de los diferentes sectores de
la población y el respeto a la autodeterminación de los pueblos.
El manejo adecuado del entorno natural permitirá satisfacer la necesidades básicas de las
mayorías sociales en lugar de responder a los intereses de los grupos dominantes que no
consideran la capacidad de carga de los ecosistemas e impiden la constitución de una
sociedad justa" (Fundación Natura y CEPLAES, 1992).
En la mayoría de los casos, en América Latina, a principios de los años setenta los
problemas ecológicos fueron analizados aisladamente; de ellos solamente se examinaban
sus síntomas, mas sus causas eran dejadas de lado. Actualmente, el debate alrededor del
tema se ha abierto e incluye el análisis de las interrelaciones del medio ambiente que
rodean y caracterizan la vida del hombre, por lo que tiene total correspondencia con la
situación socioeconómica. Es desde esta perspectiva global que se plantea una alternativa:
el modelo de desarrollo no debe explotar el entorno natural sino manejarlo; éste debe
proponer una utilización de los recursos naturales que permita la regeneración de los ciclos
ecológicos.
Hoy nos encontramos con una gama bastante amplia de entidades estatales y privadas,
grupos y movimientos preocupados por el tema, que tienen algún nivel de incidencia en la
concientización de la ciudadanía y en las definiciones de las políticas públicas y privadas.
La dinámica generada desde la sociedad civil parece tener algunos elementos que podrían
incluirse dentro de la definición de un movimiento social. Las diferentes instancias que se
insertarían en este movimiento tienen distintas raíces, perspectivas, orientaciones e
intereses.
A pesar de que esta crisis ambiental se veía venir, tanto en los países desarrollados como en
los del Tercer Mundo, en estos últimos países la euforia por el progreso no ha permitido
que se adopten medidas radicales que favorezcan la equidad en la población y la
sustentabilidad de los diferentes ciclos ecológicos.
La temática ambiental, tal como lo señala Sunkel, "...para que la acción ambiental sea
factible, es imprescidible que la consideración ecológica esté presente en los centros de
generación y adopción de decisiones. Esto no es posible si la perspectiva ambiental se
encuentra en la periferia, marginada de los centros de decisión fundamentales, en los que se
toman las decisiones cruciales sobre el desarrollo, que son inevitablemente las prioritarias"
(Sunkel, 1986).
Por otro lado, es necesario iniciar cambios estructurales en el estilo de desarrollo, que
permitan que las poblaciones vivan dentro de la capacidad de carga de los ecosistemas:
"debemos adoptar estilos de vida y pautas de desarrollo que respeten los límites de la naturaleza y
se desenvuelvan dentro de estos límites... Este nuevo enfoque deberá satisfacer dos requisitos
fundamentales. Uno es lograr un compromiso profundo y generalizado con una nueva ética, la
ética de vivir de manera sostenible, y materializar sus principios en la práctica. El otro consiste en
integrar la conservación y el desarrollo: la conservación que mantiene nuestras acciones dentro de
la capacidad de carga de la Tierra, y el desarrollo que permite a todo el mundo disfrutar de una
vida prolongada, saludable y satisfactoria" (UICN, PNUMA y WWF, 1991).
Sin embargo, a fin de conocer en qué contexto deben darse estos cambios creemos
necesario caracterizar la situación, dando información breve sobre la importancia ecológica
de la región, el desarrollo de ésta y los actores que participan.
El ecosistema amazónico
Desarrollo de la región amazónica
El ecosistema amazónico
El río Amazonas es uno de los sistemas fluviales más caudalosos del mundo, que permite la
existencia de la mayor extensión de masa vegetal, lo que convierte a la región amazónica en
un importante regulador de los niveles de O2 y CO2, condición que ha determinado se le
denomine, a manera de mito, "el pulmón de nuestro planeta". La Amazonía tiene, además,
gran importancia en el ciclo hídrico regional e influye directamente en el clima. Por otro
lado, es un refugio que cuenta con una variada flora y fauna.
La riqueza de los bosques tropicales no radica solamente en el inmenso banco genético que
éste constituye, es su presencia la que mantiene muchas cuencas hidrográficas de gran
importancia; además, este ecosistema es importante fuente de maderas valiosas, gomas,
tinturas, resinas, cerámicas, medicamentos contra diversas enfermedades, etc.
La estabilidad general del bioma selvático depende del mantenimiento del equilibrio de
estas características; afectadas, actualmente, por el avance de los asentamientos y
explotaciones humanas, que ven un enorme potencial económico en la región amazónica,
por su gran cantidad de minerales, milenarios bosques y una zona relativamente
despoblada.
A pesar de la importancia cultural y ecológica que tiene la Amazonía, en los diversos países
que comparten la cuenca amazónica se han desarrollado una serie de proyectos que, más o
menos, han seguido una misma línea: la explotación acelerada de los recursos naturales más
rentables y la colonización de esas tierras "baldías".
Las fuertes presiones económicas que aquejan a los países amazónicos -subdesarrollados y
dependientes- han favorecido la acelerada incorporación de los recursos naturales para un
uso productivo inmediato, la mayoría de las veces en función de una racionalidad externa,
con el consiguiente impacto en el entorno natural y humano.
Esto ha producido una serie de problemas ambientales de gran envergadura; los principales
factores causantes de esta situación son los siguientes: las actividades de explotación
petrolera y la dedicación de grandes extensiones a proyectos agroindustriales. Estas
actividades y proyectos conllevan otros efectos indirectos que tienen injerencia en el
deterioro del ecosistema natural y humano; a saberse: colonización, deforestación y
contaminación.
Este frágil equilibrio ecológico no sufrió cambios radicales mientras las poblaciones
aborígenes mantuvieron sus tradicionales procesos productivos, en base de la recolección
de frutos silvestres, caza de animales y cultivos itinerantes de pequeñas parcelas, por medio
de roza y quema, que permitía la posterior recuperación ecológica.
El estado
La empresa privada
Las misiones religiosas
Nacionalidades indígenas
Los colonos
El estado
Desde los sectores oficiales se fomentó la colonización amazónica como mecanismo para
ampliar la frontera agrícola y descongestionar regiones que tienen una alta densidad de
población y donde existe una fuerte presión del hombre sobre la Tierra.
La imagen del Estado-propietario de las "tierras baldías", así como de los recursos
naturales, ha constituido un obstáculo que durante mucho tiempo ha impedido que lo
relativo al desarrollo regional se convierta en tema de conocimiento y consulta de la
sociedad civil, especialmente de las organizaciones existentes en la Amazonía.
Los Estados han tenido poca planificación en el manejo de la región amazónica. Esta
carencia de decisiones se acentuará a medida que el fenómeno contemporáneo del
endeudamiento externo continúe. Del mismo modo, su actuación en áreas consideradas
como "estratégicas" de la economía nacional (explotación directa de los recursos naturales
y de la energía y manejo del recurso agua) ha sido restringida. Esto ha servido para que la
intervención de las potencias extranjeras sea más intensa. Esta se ha dado bien bajo la
modalidad de la inversión privada o bajo la apariencia de cooperación con instituciones
públicas. Ello está convirtiendo a la Amazonía en un espacio de disputa de intereses.
La empresa privada
Si bien desde comienzos de la conquista hay diferentes momentos históricos que cambian
el objetivo y enfoque de las misiones religiosas, este tema no será tratado en este trabajo.
Nacionalidades indígenas
La trayectoria de los pueblos indígenas los eleva hoy al estatuto de nacionalidades que
afirman su "diferencia" frente al Estado centralizador, homogenizador, que en muchos
casos los vio como residuos del pasado condenados a desaparecer.
Basados en un sistema socioeconómico y cultural de recolección, caza, pesca y agricultura
interinamente, las nacionalidades indígenas utilizaron su hábitat equilibradamente a través
del tiempo.
Actualmente se ven agredidos desde varios sectores que ponen en peligro su propia
supervivencia. Los Estados no reconocen su condición de nacionalidades étnicas y tratan a
cualquier precio de integrarlos a las economías de mercado. La empresa privada, en su afán
por apropiarse de los recursos naturales, con el franco apoyo del Estado, no ve límites a la
implantación de sus proyectos, obligando por cualquier medio al repliegue de los diferentes
grupos. Los colonos, en varias oportunidades, han tenido enfrentamientos con los sectores
indígenas, procesos que han respondido en muchas ocasiones a intereses de sectores
poderosos.
Estas permanentes agresiones, de las que han sido víctimas los indígenas de la Amazonía,
los han obligado a organizarse en centros, federaciones y otras formas que
desgraciadamente responden a un modelo "occidental". Si bien estas agrupaciones están
destinadas a afrontar todo tipo de problema que encaren los respectivos pueblos, la
motivación fundamental ha sido la lucha por la legalización de sus territorios ancestrales.
Los colonos
Este sector ha sido conocido injustamente como los "depredadores de la selva", cuando su
comportamiento solamente ha respondido a una necesidad de sobrevivencia, viéndose
obligados a deforestar para implantar monocultivos y desarrollar programas pecuarios que
deterioran el entorno, pues no poseen otros elementos que les permitan mantenerse y la
misma política estatal les impide actuar así. Atribuir a los sectores más pobres de la
sociedad la destrucción del medio amazónico es una forma de eludir el problema, y en
última instancia de distorsionar la realidad.
En este punto creemos que la radio puede jugar un papel fundamental, ya que superar la
situación de deterioro ambiental y de marginalidad de muchas poblaciones requerirá que la
población tenga un rol activo y participativo, que exija la conservación de los recursos
naturales y que demande prácticas adecuadas en el manejo de los mismos. En la región
amazónica esto deberá reforzarse logrando que los diferentes sectores de la población
conozcan cuál es la situación de su entorno inmediato y qué repercusiones tiene esto en su
vida. Programas radiales relativos a la problemática ambiental del sector que incluyan
alternativas de manejo y estrategias para implementarlas, serán un novedoso aporte que sin
duda tendrá gran acogida.
Por otro lado, es fundamental realizar grandes campañas educativas y divulgativas que
favorezcan este cambio de actitudes y prácticas en la sociedad toda, para lo cual el enlace
con la radio puede ser un buen inicio.
A través de la radio deben difundirse las prácticas adecuadas que consideren las
características de los ecosistemas y las necesidades de la población. Por ejemplo, la
alimentación, que es una necesidad básica, puede solventarse a través de un manejo
adecuado de la tierra, con una agricultura de autoabastecimiento, basada en la rotación y
asociación de cultivos con abonos orgánicos; ésta mejoraría substancialmente su dieta
alimenticia. Ello, acompañado de una adecuada disposición de los desechos, disminuiría
notablemente las enfermedades gastrointestinales e infecciosas, que son las principales
causas de mortalidad en la región amazónica. Conservar las áreas naturales y lograr un uso
adecuado del bosque a través de reservas extractivas o programas de ecoturismo, permitiría
que las comunidades tengan ingresos económicos adicionales y se provean de los recursos
naturales básicos que tanta falta les hace en la vida cotidiana, como son: leña, semillas,
frutos, entre otros. En muchos casos solamente se trata de hacer explícito lo que está
implícito, porque el campesino conoce las posibilidades y cualidades de los ecosistemas,
conoce también cómo manejarlos, pero por diferentes circunstancias ha dejado atrás estas
prácticas.
Este nuevo estilo tendrá que contar también con un cambio de actitud por parte del Estado,
quien deberá hacer cumplir a todos los sectores de la población las normas y reglamentos
que garanticen la preservación de los recursos y apoyar, a través de una política adecuada,
este cambio de prácticas en el proceso productivo que asegure la permanencia de los
recursos naturales. Además, es importante que los demás sectores de la población, sobre
todo aquellos que contaminan directamente (industrias), se sensibilicen, busquen y apliquen
las tecnologías necesarias para mitigar los impactos. La población toda, urbana y rural,
debe exigir que se defina una política ambiental coherente.
Estas políticas, en muchos casos, se reflejan en un cuerpo de leyes bastante extenso, que
regulan sectorialmente el manejo y conservación del entorno natural y que muy pocas veces
son conocidas por los sectores marginales. A través de la radio se puede difundir las leyes
que amparan a la sociedad civil, a fin de que éstas se reconozcan y defiendan los derechos
de ciudadanía que el poblador amazónico tiene. Esto es fundamental en la medida en que en
muchos países de la región no existe una política ambiental nacional y menos regional, y
las leyes no se aplican adecuadamente o se las interpreta según las conveniencias. Las
regulaciones que permiten la conservación de los ecosistemas, así como las normas que
favorecen la protección de los recursos naturales se violan permantemente, incluso por
parte del mismo Estado.
"Las comunidades y los grupos locales son los canales más accesibles de que disponen las
personas para manifestar sus intereses y actuar para crear sociedades sostenibles basadas en
la seguridad... Las comunidades necesitan tener un control efectivo sobre sus propios
asuntos, incluido el acceso seguro a sus recursos y una proporción equitativa en el manejo
de éstos; el derecho a tomar parte en la adopción de decisiones; y la educación y la
capacitación... Las comunidades deben ser capaces de satisfacer sus necesidades esenciales
de manera sostenible, conservando al mismo tiempo su medio ambiente... Es necesario
capacitar y facultar a los gobiernos locales para que desempeñen su función en el cuidado
del medio ambiente. Las estrategias y políticas económicas nacionales deberían promover
la acción comunitaria en favor del cuidado del medio ambiente" (UICN, PNUMA y WWF,
1991).
Aunque sean pocos los sectores populares que hayan reivindicado lo ambiental, las
estrategias de desarrollo que busquen la sustentabilidad, en este caso la radio, deben
empezar rescatando esta experiencias positivas y difundirlas, como mecanismo para lograr
su replicabilidad. Por otro lado, a través de la radio y de actividades paralelas, se deben
crear espacios de participación que permitan canalizar las demandas y reivindicaciones
ambientales de los sectores marginados.
Asimismo, una programación periódica sobre temas que estén dentro del desarrollo
sustentable, servirá para asesorar a los sectores de base en la toma de decisiones que
permitan mejorar su calidad de vida en relación a un adecuado manejo de su entorno
natural.
A nivel mundial gran parte de los problemas ambientales son causados por las actividades
que generan estos sectores. En la región amazónica estas actividades han determinado un
uso exhaustivo de materias primas con la consecuente devastación de los ecosistemas, la
acumulación de desechos, y la contaminación de aire, suelo y agua por la eliminación de
gran cantidad de productos tóxicos.
En nuestros países y sobre todo en la región amazónica, sería deseable que el desarrollo de
los sectores empresarial, industrial y comercial, en primer lugar, establezca las verdaderas
necesidades de la población, para así determinar el rumbo a seguirse. Adicionalmente, hay
que propiciar mecanismos para que los sectores industriales implementen tecnologías que
no atenten contra las poblaciones locales y el entorno natural.
Por otro lado, las empresas que están en marcha tendrían que adoptar una tecnología
adecuada que garantice la conservación de los recursos naturales. Los gobiernos de turno,
junto con los diferentes sectores de la sociedad civil, tendrán que establecer plazos
adecuados para que estos cambios se den. En los países de la región amazónica, más que un
aumento del sector industrial, habría que tender a un mejoramiento en la calidad de los
procesos productivos.
A través de diferentes actividades, entre los que está la programación radial, se puede
propiciar la constitución de "comités de vigilancia" que monitoreen la gestión de estos
sectores, a fin de que no afecten su calidad de vida; propuestas como ésta han sido ya
puestas en marcha en Ecuador, en relación a la actividad petrolera.
A nivel mundial el proceso de migración hacia las ciudades sigue aumentando. Estos son
espacios que si bien ofrecen diferentes oportunidades para los grupos poblacionales, por
otro lado, conllevan una gran cantidad de situaciones nocivas: requieren inmensas
cantidades de agua, energía, productos alimentarios y materias primas y generan un elevado
índice de acumulación de desechos.
Por otro lado, está una aguda crisis económica que no permite dotar a las ciudades de los
servicios básicos necesarios y de grandes dificultades en la planificación y ejecución de
proyectos que den paso a un desarrollo urbano armónico, por lo que el encontrar soluciones
efectivas a estos puntos es fundamental para frenar el crecimiento desordenado de las
ciudades.
Esta destrucción del entorno natural, a más de degradar los ecosistemas, ha marginado aún
más a muchos grupos poblacionales que dependían de esos recursos naturales y ha
determinado un aumento de la pobreza en la región amazónica.
Frente a esta situación, se plantean algunos mecanismos que busquen sobre todo
satisfacerlas necesidades básicas de la población y que partan de una relación adecuada con
el entorno, para así favorecer un mejoramiento de su calidad de vida. Considerando que la
población rural depende directamente de los recursos naturales y que, hasta el momento, las
políticas de desarrollo no han incluido lo ambiental, se destaca la necesidad de
promocionar, a través de la radio, las actividades económicas desconcentradoras que
permitirán un manejo comunitario y a pequeña escala. Por otro lado, es necesario incentivar
la ejecución de proyectos que busquen el rescate cultural de los grupos que habitan la
región amazónica y aseguren la permanencia de tecnologías tradicionales que, a más de
considerar la capacidad de carga de los ecosistemas, pueden ser autosuficientes y
manejados por las mismas comunidades.
a) Agricultura y ganadería
El difundir prácticas agrícolas que armonicen con las condiciones ecológicas de la región
amazónica es un factor básico para lograr un mejoramiento en la calidad de vida. Es
indispensable buscar los mecanismos que permitan desplazar al monocultivo y dar paso a
prácticas sustentables como los policultivos, la agricultura orgánica y la agroforestería.
Los bosques representan un recurso natural renovable, pero siempre y cuando exista un
manejo adecuado, porque una explotación acelerada puede ocasionar su pérdida. La
destrucción de los bosques ha afectado a otros recursos básicos como el agua, el suelo y el
aire. Por otro lado, su pérdida ha afectado también a las comunidades que dependían de la
conservación de estos ecosistemas. Por lo que su conservación y/o restablecimiento son
fundamentales.
Además, existen en la región amazónica muchas áreas que, si bien no han sido consideradas
dentro de la Estrategia de Parques Nacionales y Areas Afines, es importante conservarlas,
en la medida en que son verdaderos bancos genéticos y, además, porque muchas
comunidades dependen de estos recursos naturales.
La divulgación de programas radiales que contemplen este tema puede favorecer estas
prácticas a fin de que se mejoren las condiciones de vida de estos grupos poblacionales y
para mantener estos importantes ecosistemas. Por otro lado, se deben incentivar otras
actividades adicionales que también favorezcan a la población y al entorno natural; una
estrategia para ello puede ser el ecoturismo (Boo, 1990).
El camino a seguir
Las previsiones indican que en la región los gobiernos seguirán impulsando políticas
económicas que promuevan actividades depredadoras. El modelo de desarrollo, tal como se
ha implementado hasta el momento en la región amazónica, no tiene salida; es fundamental
establecer las pautas necesarias que conduzcan a que los procesos productivos se lleven a
cabo considerando los límites de la naturaleza. Esto no se puede dar si no hay un cambio
desde lo personal basado en una modificación de actitudes y prácticas individuales,
comunitarias, regionales y planetarias.
Por otro lado, el desarrollo debe partir de una nueva ética que, a más de considerar la
capacidad de carga de los ecosistemas, se base en parámetros humanos y establezca como
prioridades la satisfacción de las necesidades básicas de la población, no en términos
económicos sino reales.
Los organismos comprometidos con el desarrollo social y ambiental tienen por delante un
gran desafío. Son ellos los llamados a seguir buscando espacios, propuestas y proyectos
participativos que permitan la inserción de planteamientos novedosos, en un camino hacia
un desarrollo sustentable. Las organizaciones no gubernamentales (de desarrollo y
ambientalistas) deben seguir buscando mecanismos que motiven a la población marginada
en la instrumentación participativa de alternativas de desarrollo que estén en armonía con la
naturaleza.
ALER y el FTPP creemos que este primer encuentro entre las dos propuestas (radio y
desarrollo sustentable) tiene un enorme potencial y hacemos votos para que las
organizaciones de base y las ONGs acojan esta inicitiva y potencien la viabilización del
desarrollo sustentable a través de múltiples mecanismos; el que proponemos en este trabajo
es la utilización de la radio.
Las propuestas del desarrollo sustentable, lejos de ser un romántico empeño por salvar la
naturaleza, son novedosas y priorizan entre otras cosas las consideraciones del largo plazo,
la autogestión comunitaria de los recursos, la viabilización de tecnologías propias de bajo
impacto ambiental, el respeto a los valores culturales, la recuperación y enriquecimiento
científico de prácticas tradicionales que se adapten a las demandas de los ecosistemas y la
planificación participativa.
El FTPP y ALER a través de un trabajo conjunto que se inicia con esta investigación,
quieren basar sus cambios en un estilo de pensamiento que destaque la importancia de los
procesos ecológicos dentro del desarrollo y que resalte la importancia de la participación en
su concepción y puesta en práctica.
Tal como lo señala Fernando Mires, "la ecología no es, ni puede ser, un tema secundario en
América Latina, sobre todo si se tiene en cuenta que la preservación de la naturaleza tiene
que ver, antes que nada, con la sobrevivencia material y cultural de la mayoría de los
habitantes del continente. No obstante esa preservación será posible si la ecología avanza
desde los laboratorios más especializados hacia el mundo de las discusiones y de las
decisiones políticas... lo que será posible con la participación activa de las propias víctimas
de la modernización" (Mires, 1990).