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NT-513: Lo Evangelios
Por
6 de mayo de 2018
TABLA DE CONTENIDO
Introducción .................................................................................................................................... 1
Conclusión .................................................................................................................................... 17
BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................................... 18
ii
Introducción
propósito e identidad ha sido debatido, habiendo muchas opiniones en cuanto a su persona: fue
un gran hombre, un profeta, un ángel, o es más que un hombre. Por lo tanto, es importante y vital
conocer la verdadera identidad y propósito de Jesucristo. Los evangelios como una narración de
los acontecimientos de la vida de Jesús, nos presentan la identidad de Jesucristo. Y si Cristo dijo
ser Dios, entonces conocer la verdad de su deidad es vital para que cada ser humano tome la
Para este trabajo de investigación se analizará, de qué manera, cada evangelio según su
propósito presenta a Cristo y su identidad como Dios. Se presentarán los milagros que realizó
como pruebas de su deidad. Los Títulos de deidad y afirmaciones de Cristo sobre sí mismo, en la
última parte las declaraciones de los testigos de sus hechos y se concluirá en base a las
Esta investigación es importante para poner un fundamento bíblico a las verdades que
confesamos, y tener la seguridad de que la declaración que hacemos, sobre la deidad de Cristo,
son las mismas que no han cambiado desde el principio del cristianismo, las cuales seguirán
1
2
El evangelio de Mateo fue escrito a los judíos con el fin de presentar a Jesucristo como el
Mesías prometido en el Antiguo Testamento. Mateo presenta a Jesús con atributos humanos y
divinos. Tuvo un nacimiento humano de la virgen María, pero es llamado “Emanuel” Dios con
nosotros; lleva el título “Hijo de David” e “Hijo del Hombre”, pero también “Hijo de Dios”. Por
un lado Jesús experimentó hambre, sed, cansancio y tentación; por otro lado Mateo termina el
Evangelio presentando a Jesús como el Cristo glorioso, resucitado y poseyendo toda autoridad en
el cielo y en la tierra (28:18). Como tal, la promesa de Dios de “establecer para siempre el trono
de David” tiene su cumplimiento en el Cristo. Este, como Rey, recibe de su Padre toda autoridad
Mateo señala una profecía de Isaías como señal de la venida del mesías prometido para
liberar a Israel de las amenazas de los enemigos dentro del plazo necesario para que una doncella
se casara, tuviera un hijo, y que ese hijo llegara a la edad para distinguir entre lo bueno de lo
malo.2 El nombre Emanuel, que significa Dios con nosotros, por tanto, con esto afirma que Jesús
es Emanuel, Porque en Jesús se cumplía la divinidad de ese Dios habitando en medio de ellos.
Jesús era ese Dios con nosotros, quien venía para salvar al mundo a quien luego se le llamo el
se conoce bien la identidad de los magos provenientes del oriente, pero viajaron con el propósito
de ver al Rey prometido y “adorarle” (2:2). Unos versículos más adelante, los magos, guiados
por una estrella se regocijaron con muy grande gozo al hallar al niño y “vieron al niño con su
1
Comentario Biblico Mundo Hispano, 34.
2
Ibíd., 48.
2
Madre María, y postrándose lo adoraron…” (2:11). Es verdad que el verbo usado en el original y
traducido aquí “adoraron” no siempre indica un acto de reverencia tributado a Dios el Creador y
Redentor, pero en tales casos, se observa claramente que es prohibido darles esa clase de
adoración aún a lo que se considera como que están en estrecha relación con Dios, sin embargo,
a los magos no se les dice que desistan. Ellos podrían haber progresado más en la verdadera fe
que lo que podemos comprender, bien podríamos pensar en ellos como hombres que tributaron a
Cristo el tipo de adoración que en un sentido muy real era agradable a Dios. En este niño ven a
Dios y lo adoran.3
como Dios en sus palabras y hechos. En el capítulo 9, Mateo nuevamente revela a Jesús como
Dios. Cuando se le presentó al hombre paralítico, Jesús le dijo: "Hijo, ten ánimo; tus pecados te
paralítico. Y también conoce los pensamientos más íntimos de los escribas y fariseos. Literalmente,
Jesús les pregunta: ¿Por qué pensáis malas cosas...? (v. 4b). Jesús procede a mostrarles a ellos, y
a los demás espectadores, que sus palabras no eran vanas. Realiza un milagro de sanidad para
completar la buena obra que había comenzado en el paralítico y para convencer a todos que su
autoridad no tenía límites. Los escribas y fariseos podían poner en tela de duda algo no comprobable a
la vista humana —perdonar pecados— pero no podían negar un milagro tan evidente y espectacular
como mandar caminar a un paralítico. La camilla sobre la cual el paralítico fue traído, ahora
cargada sobre los hombros del mismo hombre caminando hacia su casa, fue la prueba irrebatible de la
temor y gloria a Dios. Quizás reconocieron que el Hijo del Hombre (v. 6) era realmente divino (v.
8) y que su autoridad había venido de Dios. “Glorificar a Dios” significa esencialmente reconocer a
3
Hendriksen Mateo 133
2
Dios tal cual es y dejar que él se vea en nosotros y en nuestros hechos tal cual es. Dios fue glorificado
porque la gente pudo ver y reconocer la autoridad de Dios operando en la persona de Jesús. Los
4
Comentario Biblico Mundo Hispano. 89
2
Desde que se comienza a leer el primer capítulo del evangelio de Juan, nos damos cuenta
de su singularidad y diferencia a los demás evangelios, y al seguir con la lectura de los siguientes
capítulos podremos ver, que el propósito del apóstol Juan, es presentar la vida y ministerio de
Desde el primer capítulo podemos ver cómo el apóstol introduce a Jesucristo de una
manera diferente a los demás evangelios. Lucas y Mateo presentan la genealogía de Jesús y
Marcos lo presenta desde su bautismo pero Juan, en cambio, va más allá y lo presenta como el
Verbo (Juan 1:1) con la Palabra que es Cristo, revelando lo que Dios es el hombre y
describiendo su vida antes de su existencia terrenal, como cara a cara con Dios, significando la
comunión más estrecha posible con el Padre5. Por ello solo en el capítulo uno tenemos
declaraciones que deben ser interpretados a la luz de lo que el apóstol Juan describe: Jesucristo
del ser humano (Juan 1: 4), el mundo por él fue hecho (Juan 1:10).
5
Ibíd., 76.
3
En el versículo catorce, Juan introduce una verdad que debe ser considerada: el Verbo
preexistente se hizo carne (Juan 1:14), y llega a habitar entre los seres humanos para dar a
Estas son las declaraciones del apóstol Juan al comenzar el evangelio. Más adelante llega
el testimonio de Juan el Bautista, al reconocerlo como alguien de autoridad mayor que él y como
Continuamente en este evangelio vemos que la vida eterna esta en creer en Cristo cómo
la única solución de la separación del hombre de Dios, y de sus consecuencias eternas. El que
cree en él es hecho hijo de Dios (Juan 1:12) tiene la vida (Juan 3:36) no vendrá a condenación
(Juan 5:24) se le ofrece resurrección (Juan 11:12) por mencionar algunos ejemplos
dador de la vida eterna, la cual todo hombre anhela. Además, en ningún otro evangelio se
enfatiza más en las declaraciones de Jesús como el Yo Soy, para los judíos, un nombre
describen en el evangelio de Juan, nos muestran su identidad y propósito. Todos estos hechos
escritos por el apóstol Juan, como testigo ocular de los eventos reales, y como uno de los
Ya en la última parte del evangelio de Juan podemos ver el propósito de todo lo que
escribe el apóstol: para dar a conocer que Jesús, quien es el personaje principal del libro, como el
Cristo, el Hijo de Dios y que los lectores, por medio del testimonio y las evidencias que se dan,
6
Josh McDowell, Más que un carpintero (Miami: Editorial Unilit, 1997), 46.
4
Tanto en el evangelio de Juan como en los demás evangelios, se nos da a conocer a Jesús
dándole un título o nombre que tiene que ver con su misión y propósito. Conocer lo que
mencionarlas u otorgarles tales títulos o nombres. Las personas que usaron estos términos
conocían lo que significaba al atribuírselos a Jesús. Además, Jesús afirmó alguno de esos títulos
y no los negó ni reprendió a los que lo usaban para dirigirse él. Los judíos entendían que estos
títulos solo le pertenecían a Dios y, por lo tanto, un hombre no debería reclamar tales títulos.
Veamos los títulos que Jesús se atribuye y otros más, que sus seguidores y testigos le dieron.
El Verbo
Juan empieza dando a conocer a Jesucristo como El Verbo (logos), término que tanto los
griegos y judíos como la perfecta revelación de Dios. Para los judíos ya el Verbo de Dios se
presentaba en el Antiguo testamento como persona, por la palabra de Dios se hizo los cielos y la
tierra.7 El Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios, claramente nos señala la eternidad de la
relación y la naturaleza de este Verbo que fue hecho carne, es decir Jesucristo.
La luz
La luz es usada con frecuencia para referirse a la presencia de Dios. Dios es la luz de las
naciones (Salmos 27:1, Isaías 60: 19-20)8. Juan da a conocer a Jesús como la luz verdadera que
alumbra a todo hombre. Jesús se refirió a sí mismo como la luz del mundo, la luz que venía al
7
William Hendriksen, “El evangelio según San Juan”. Comentario al Nuevo Testamento (Grand Rapids,
MI: Libros Desafío, 1981), 76
8
Ibíd., 46
5
El Dios del Antiguo Testamento declara que sólo él es Salvador y fuera de él no hay
quien salve (Isaías 43:11). La misión de Jesús era salvar a la humanidad del problema del
pecado, es el único que puede otorgar salvación al mundo por medio de su sacrificio perfecto.
Cando los samaritanos creyeron, lo reconocieron como el Salvador del mundo (Juan 4:42).
acerca a Dios mismo en su trono celestial y al que se le da autoridad y dominio universales. Eso
Hijo de Dios
Al darse a conocer a Jesús como Hijo de Dios, no se hace referencia a como muchos
pueden pensar, a la posición de Jesús con respecto a Dios Padre, como un ser originado e inferior
que Dios, más bien denota su semejanza y similardad de la naturaleza. Esto conlleva a la idea de
Yo soy
Jesús usó en muchas ocasiones este nombre, con el cual el Dios de Israel se dio a conocer
a Moisés. Así en el título de Jesús “Yo soy” en griego es el equivalente del hebreo Yahvé,
refiriéndose al eterno Yo soy.10 Jesús usa este título este título divino haciendo referencia a siete
9
Lee Strobel, El Caso de Cristo (Miami, FL: Editorial Vida, 2000), 34.
10
Josh McDowell y Bart Larson, Jesús, una defensa bíblica de la deidad de Cristo (Barcelona: Editorial
Clie, 1998), 24-25.
6
elementos que son necesarios para nuestras vidas. El pan de vida, la luz del mundo, La puerta, El
buen pastor, La resurrección y la vida, el camino la verdad y la vida, por último, la vid. Cada uno
Estos títulos nos dan una idea de lo que el evangelio de Juan nos quiere dar a conocer
sobre la identidad y naturaleza de Jesucristo. Jesús usó los mismos nombres y títulos que se le
dan a Dios en el Antiguo Testamento, eso es lo que entendieron los judíos de su época.
nos ayudan a reflexionar acerca del significado de sus palabras. Para muchos, su intención nunca
fue el de declararse más que un buen hombre o un gran profeta, para otros sus declaraciones iban
más allá de hacerse conocer simplemente solo como un hombre. Jesucristo llego paulatinamente
a revelar su identidad a sus discípulos. Por ello debemos tomar cada una de esas declaraciones, y
no solo interpretarlas, sino que a la luz de otros acontecimientos y el contexto en la cual hizo
esas declaraciones como fue entendido por aquellos que lo escucharon, tanto sus discípulos y los
que lo adversaban. Veamos cada una de las declaraciones que hizo acerca de sí mismo, el
Los discípulos fueron escogidos por Cristo para dar a conocer su misión y sus enseñanzas
para que fueran testigos de su obra. La relación de discípulo maestro que tuvieron por más de
tres años les dan las credenciales para proclamar las verdades que les fueron enseñados y además
de declarar quien realmente es Jesucristo. Por ello debemos observar las palabras que Jesucristo
7
usó para dar a conocer su misión y las enseñanzas en cuanto a su persona. Algunas de esas
declaraciones solo fueron dichas a ellos en secreto y luego proclamadas en público después de su
resurrección y ascensión.
Una de las primeras declaraciones de Jesús, lo encontramos al final del primer capítulo de
Juan, en la cual hace el llamado a Felipe y Natanael, quien declara, tu eres el Hijo de Dios, a lo
que Jesús responde: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y
descienden sobre el Hijo del Hombre (Juan 1:51). Esta declaración nos señala la misión especial
de Cristo como el que abre los cielos y el acceso a ella, es decir, Jesús es la verdadera escalera
entre el cielo y la tierra.11 Este término Hijo del Hombre, hace referencia al libro de Daniel,
donde el profeta describe a alguien con aspecto humano, quien recibía todo dominio, poder y
autoridad y toda nación y lengua lo adoraron (Daniel 7: 13-14). Pero esto fue el principio de
Desde el capítulo trece, Jesús habla más de su identidad en el contexto de las últimas
horas antes de la crucifixión y en medio de sus discípulos. Ahora es glorificado el Hijo del
Hombre, y Dios es glorificado en él, si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí
mismo, y en seguida le glorificará (Juan 13: 31-32). Él se declara uno con Dios el Padre, uno en
glorificación.
En el capítulo catorce hay una interacción entre Jesucristo y sus discípulos para darnos a
conocer verdades cruciales que tienen que ver con la identidad de Cristo. Uno de los versos más
conocidos, donde Jesús se da a conocer como camino, verdad y vida y única vía para conocer al
Padre y tener comunión con él (Juan 14:6). De allí en adelante les insiste a sus discípulos acerca
11
William Hendriksen, “El evangelio según San Juan”. Comentario al Nuevo Testamento (Grand Rapids,
MI: Libros Desafío, 1981), 107.
8
de la unidad que tiene con el Padre. A la pregunta de Felipe de: Muéstranos al Padre y nos basta,
Jesucristo declara; el que me ha visto a mí ha visto al Padre, Yo soy en el Padre y el Padre en mí.
Estas declaraciones deben ser analizadas. ¿A qué se refiere Jesucristo y qué entendieron sus
discípulos con esas declaraciones? ¿La unidad es solo de propósito o pensamientos o es una
unidad en esencia y naturaleza?, las obras de Cristo son las obras del Padre, la glorificación de
Cristo es la glorificación del Padre, el conocer a Cristo es conocer al Padre. Hay dos opciones,
darnos a entender que Cristo vino a hablar de Dios y enseñarnos sobre él y mostrarnos el camino
hacia él, para que por medio de sus enseñanzas y su obra llegáramos al Padre o se refiere a que
Las declaraciones de Jesús ante sus adversarios fueron respuestas ante sus enseñanzas,
sus milagros y su autoridad. Los judíos querían respuestas de si era el Cristo, el mesías anhelado
que vendría a reinar con poder y autoridad y sacarlos del yugo del dominio romano. Pero más
allá de una liberación política y terrenal, Jesús tenía la misión de salvar al mundo del problema
En muchas ocasiones Jesús fue claro de su identidad. En el capítulo cinco del evangelio
de Juan vemos el milagro hecho en el paralitico de Betesda, hecho en el día de reposo, por lo
cual lo judíos, dice la biblia, procuraban matarle, a lo que la respuesta de Jesús fue: Mi Padre
hasta ahora trabaja, y yo trabajo (Juan 5:17). Esta respuesta no le agrado a sus adversarios, más
bien aún más procuraban matarle. La biblia nos dice el motivo de su persecución, lo que habían
entendido de las palabras de Jesús, no solo porque quebrantaba el día de reposo, sino porque
decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios (Juan 5:18). En esta ocasión la
9
interpretación de las Palabras que declaró Jesús como lo entendieron sus adversarios es que se
hacía igual a Dios, para ellos no hubo duda de lo que Jesús dio a entender. Del mismo modo que
el Padre estaba trabajando continuamente, por lo que hay que entender el sostenimiento del
universo, Jesús dijo que Él también estaba trabajando, no como siervo obedeciendo al Padre.
sino a la par con el Padre.12 Otra declaración que hizo Jesús ante los judíos, en el mismo
contexto
fue: para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al
Padre que le envió (Juan 5:23) entro otras, pero que aclaran más por qué sus adversarios lo
acusaban de blasfemia.
En capitulo ocho Jesús les da algunas respuestas a sus interrogantes, que son importantes,
que tienen que ver con su preexistencia y su identidad. ¿Quién te haces a ti mismo? Fue la
Abraham se gozó de que había de ver su día. Ante esto, Jesús les declara: Antes que Abraham
fuese, Yo soy. La reacción de los judíos fue el de apedrearlo, igual que la vez anterior, sus
palabras fueron tomadas en serio, y como blasfemias al usar el nombre con el cual se dio a
presente con el uso de Yo soy, en vez de, antes que Abraham fuese Yo era.13
Yo y el Padre uno somos (Juan 10:30) no sólo las palabras de Jesús son las que nos
indican lo que daba a entender, igualmente la reacción de los que los escuchaban, en este caso
12
Josh McDowell y Bart Larson. Jesús, una defensa bíblica de la deidad de Cristo (Barcelona: Editorial
Clie, 1998) 77.
13
Ibíd., 64.
9
sus adversarios declaran lo que habían entendido, al querer apedrearle ¿Cuál fue el motivo?
Respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia;
10
porque tú, siendo hombre, te haces Dios (Juan 10:33). Aquí tenemos algunas opciones, podría
sus adversarios haber entendido mal sus palabras o están calumniando. Jesús aquí no contradice
las palabras de sus adversarios, más bien confirma sus palabras diciendo: creed a las obras, para
que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre (Juan 10: 38)
En el evangelio de Juan vemos a Jesús relacionándose con los hombres y dándose a conocer
como la fuente de la vida eterna. Al acercarse, Nicodemo, para conocer más de sus enseñanzas,
Jesús le dice que la salvación es por medio de creer en su persona y aquel que rehúsa creer en él,
por tanto, recibirá la condenación por sus pecados. A la mujer Samaritana él le ofreció el agua de
vida que salta para vida eterna y que satisface la sed humana, esta misma verdad lo proclama en
la fiesta de los tabernáculos diciendo que el que crea en él, de su interior correrán ríos de agua
viva. A Marta, la hermana de Lázaro, Jesús se dio a conocer como la resurrección y la vida, y el
que crea en él, aunque este muerto vivirá (Juan 11:25). Esta declaración en el contexto de la
resurrección de Lázaro, demostrando así que sus palabras tenían autoridad divina aún sobre la
muerte, esta autoridad era delegada o era una autoridad que le pertenecía a sí mismo, vemos que
Para cumplir su propósito de presentar a Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios, Juan usa
las señales que Jesús hizo como evidencias que prueban sus declaraciones y daban autoridad a
sus palabras. Juan usa siete milagros o señales que se deben analizar para identificar quien es
Jesucristo. Estas señales son actos sobrenaturales, no son ilusiones o actos de magia, sino
11
auténticas obras que solo pueden ser explicadas como hechos de Dios. Estos hechos de Dios
fueron evidencias que demostraban la autoridad de un profeta. Hombres como Moisés y Elías
fueron acompañados por señales. Jesucristo también podría ser un profeta más que Dios envío
Jesucristo. Veamos brevemente cada milagro y cómo cada uno de ellos revela la identidad de
Cristo
El agua en vino
El primer milagro en este evangelio en las bodas de Caná, donde Jesús y sus discípulos
fueron invitados e igualmente María, su madre, se encontraba presente, sabiendo quien era Jesús,
solicita con humildad su ayuda en este inconveniente en el que el vino estaba faltando, por lo que
siguen las instrucciones de Jesús de llenar las tinajas con agua y al levarlos al maestresala,
cuando este lo prueba, el agua se había hecho vino. Dice Juan, fue el principio de señales que
Jesús hizo para revelar su gloria y sus discípulos creyeron en él (Juan 2:11). Cambia la
Además, honra el lazo matrimonial al realizar su primer milagro en una boda, derramando su
bendición.
Juan especifica este milagro como la segunda señal que Jesús hace (Juan 4:54). Este
milagro fue la sanidad del hijo del oficial del rey, no se menciona el nombre de este hombre,
pero escuchó que Jesús había llegado de Judá a Galilea, sin dudarlo y sin importarle su posición,
demostrando así su disposición a someterse, le ruega a Jesús la sanidad de su hijo que estaba
enfermo y a punto de morir. Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Dice la Biblia que el hombre creyó en
la palabra que Jesús le dijo y al llegar, le dan la noticia de la sanidad de su hijo, y este pregunto
12
la hora cuando se había mejorado, al darse cuenta fue la misma hora en la cual se le había dado
la palabra. Aquí vemos igualmente la autoridad y el poder de la palabra de Jesús, sin ningún
ritual ni necesidad de su presencia para que la sanidad pudiera ser efectuada, solo con el hecho
de decir tu hijo vive, podemos ver que fue hecho como lo dijo Jesús. Esta palabra directamente
Esta sanidad fue hecha en un hombre que llevaba treinta y ocho años paralítico, con la
esperanza de poder obtener la sanidad, este hombre estaba en el estanque de Betesda, según la
narración, donde un ángel revolvía las aguas y el que primero entraba al agua después del
movimiento del agua quedaba sano. Jesús vio a este hombre y supo su problema, nadie se lo dijo,
sino que él conocía su situación por sí mismo. Le hizo la pregunta ¿quieres ser sano?, el paralitico
responde con su imposibilidad. Una vez más vemos a Jesús usando su autoridad, le ordena:
levántate, toma tu lecho y anda, al instante el hombre quedo sano. Esta sanidad fue hecha en un
hombre que por mucho tiempo estaba paralítico, para Jesús no había ningún límite de tiempo en
la cual ya no podía actuar y tampoco ninguna enfermedad que era difícil para Jesús. No había nada
difícil para él, demostrando que todo lo que el Padre hace, lo hace el Hijo igualmente (Juan 5:19)
Esta vez tenemos a cinco mil personas, siendo testigo de uno de los milagros en la que el
poder de Cristo fue manifestado. El evangelio narra que estaban como cinco mil varones, por lo
que se deduce que eran más de ese número si se incluyen mujeres y niños. Con solo cinco panes
de cebada y dos pececillos que trajo un muchacho, Jesús alimento a esa gran multitud
proveyendo para sus necesidades, demostrando que era el proveedor de nuestras necesidades
13
Cada señal que nos presenta el evangelio de Juan es diferente y único. Esta vez nos revela
sobre el poder que Jesús tiene sobre las leyes de la naturaleza. Cuando sus discípulos entraron en
la barca para cruzar y habían remado ya bastante, vieron a Jesús andar sobre el mar acercándose
a ellos y tuvieron temor. Su respuesta a ese miedo fue: Yo soy, no temáis, la relación que se hace
en esta circunstancia es que Jesús se revela a sí mismo como aquel que tiene el mismo poder
divino sobre la naturaleza al igual que YHWH (Jehová), el Dios del Antiguo Testamento.14
Este mismo nombre, Yo soy, como lo vimos anteriormente fue usado frente a los judíos
Esta señal fue hecha en un hombre ciego de nacimiento, en esta ocasión vemos como los
discípulos preguntan el motivo de su ceguera, a lo que Jesús les contesta que la ceguera no es un
castigo divino, como pensaban los discípulos, en cambio era para que las obras de Dios se
manifiesten en él (Juan 9:3). Aquí él se da a conocer como la Luz del mundo y lo demuestra a
través del peculiar milagro, ya que escupió en la tierra haciendo lodo y untando en los ojos del
ciego y le mando a lavarse en el estanque de Siloé quien regreso viendo. Esta vez no usó solo la
palabra, sino la obediencia de este hombre en seguir el mandato que le hizo de lavarse en el
estanque. Este hombre reconoció a Jesús como el Hijo de Dios y le rindió adoración, por lo que
la luz no solo fue física, también fue luz espiritual que fue otorgada a este hombre.
14
Lee Strobel, El Caso de Cristo (Miami, FL: Editorial Vida, 2000), 33.
14
La resurrección de Lázaro
El ultimo milagro que el evangelio de Juan nos narra, es uno de los más evidentes frente a
los allegados de Lázaro y los judíos que los acompañaban. Jesús fue avisado por sus hermanas de
que su amigo Lázaro, al que él amaba, estaba enfermo, con la esperanza que llegara a tiempo y
evitara su muerte. Pero Jesús iba a demostrar un poder mucho más grande que los judíos habían
presenciado hasta el momento, una señal que debería hacer tomar una decisión en cuanto a sus
declaraciones. Cuatro días ya había pasado de la muerte y sepultura de Lázaro, ya Jesús sabía lo
que iba a hacer al declarar que la enfermedad de Lázaro no era para muerte, sino para la gloria de
Dios y el Hijo de Dios sea glorificado por ella (Juan11: 4). Marta conociendo el poder de Jesús,
sabía que si hubiera llegado a tiempo podría haberlo sanado y los judíos igualmente pensaban lo
mismo. Jesús declara: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque este muerto,
vivirá (Juan 11:25). No solo fue una declaración, sino que iba a demostrarlo con esta señal, de
que no solo eran meras palabras. Él tenía poder sobre la muerte, mandando quitar la piedra, oró
al Padre y clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!, y el que estaba muerto salió envuelto en un
sudario. Muchos creyeron en él a causa de esta gran señal que demostraba que Jesús era quien
decía ser.
A los testigos de Cristo, nos referimos a aquellos testigos oculares, quienes presenciaron
los hechos y escucharon las declaraciones de Jesús. Narraciones de cómo reaccionaron y qué
dijeron acerca de lo que estaban presenciando, tanto aquellos discípulos cercanos como sus
adversarios, expresaron opiniones acerca de él, pero tenían las evidencias frente a ellos para
decidir.
15
¿Deberían creer en él solo como un hombre bueno, un profeta? ¿O era realmente más que
un hombre? Lo que, si es cierto, habían entendido claramente lo que Jesús decía de sí mismo,
El primer testigo que presentamos es Juan el bautista, era primo de Jesús, Su nacimiento
fue anunciado por el ángel Gabriel, y su misión era preparar el terreno para la entrada del
Mesías, dar testimonio de la luz (Juan 1:8). Humildemente acepto su papel, declarando que él no
era el Cristo. Juan dio testimonio de él reconociendo que el que venía después de él, es antes de
él; porque era primero que él (Juan 1:15). Cuando lo vio acercarse lo presento como el Cordero
de Dios, que quita el pecado del mundo (Juan 1:29) y como el Hijo de Dios, expresando así la
Con estas declaraciones, Juan ofrecía reverencia y respeto ante el verdadero salvador y
redentor de la humanidad, y al darlo a conocer como Hijo de Dios, dio a conocer la naturaleza de
su identidad. Felipe, uno de sus primeros discípulos testifica de Jesús como aquel de quien
escribió Moisés en la ley, así como los profetas (Juan 1:45) y Natanael al conocerlo y escuchar a
Jesús que lo había visto antes que Felipe lo llamara, debajo de la higuera, exclamó: tú eres el
Nicodemo, un fariseo, igualmente fue testigo de sus señales al reconocer que nadie hace
las señales que Jesús hacía si no está Dios con él (Juan 3:2)
La mujer samaritana fue testigo de que Jesús es el salvador, al ver que él le había dicho
todo acerca de su vida y muchos samaritanos creyeron en Jesús a través de la mujer, declarando
los samaritanos de Jesús, este verdaderamente es el Salvador del mundo, el Cristo (Juan 4:42)
15
William Hendriksen, “El evangelio según San Juan”. Comentario al Nuevo Testamento (Grand Rapids,
MI: Libros Desafío, 1981), 99.
16
Simón Pedro igualmente declaró: a quien iremos Señor, si solo tú tienes palabras de vida
eterna, y nosotros hemos creído que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente (Juan 6:70)
Muchas personas al ver las señales creían en Jesús como el Cristo, y reconocían que nadie más
podría hacer más señales de las que Jesús estaba haciendo (Juan 7:31)
Cuando Jesús halló al ciego de nacimiento que había sanado, le preguntó: ¿Crees tú en el
Hijo de Dios? Y se le presenta como el que habla contigo, el ciego sanado creyó y le adoró,
recibiendo Jesús la adoración. En esta ocasión hay que preguntarse porque Jesús merecía la
adoración, ¿acaso no es solo a Dios a quien debemos adorar? Ningún hombre o ningún ángel
entender que, Jesús siendo hombre se hacía Dios (Juan 10: 33) procurando así apedrearlo.
Marta, la hermana de María dijo a Jesús yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de
Tomás, después que había dudado de su resurrección, al estar frente a Jesús resucitado le
dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! ¿Podríamos decir que Tomás se refería a Jesús como Dios? o ¿era
una expresión? Para aclarar esto, no hay dudas de que las palabras de Tomas fueron dirigidas a
Jesús, quien no lo reprendió, más bien acepto esos títulos de deidad. Tomas uso los dos títulos
Estos son algunas de los testigos, quienes confesaron a Jesús con diferentes títulos,
16
Josh McDowell y Bart Larson, Jesús, una defensa bíblica de la deidad de Cristo (Barcelona: Editorial
Clie, 1998), 67.
17
Ibíd., 30.
17
Conclusiones
El evangelio de Juan nos da el propósito por el cual fue escrito, cada señal, cada
declaración, cada narración fue escogida con el mismo propósito, el de presentar evidencias
claras sobre la naturaleza e identidad de Jesucristo. Al presentar cada una de las evidencias que
nos da Juan, los hemos examinado brevemente para tomar una decisión, la decisión que Juan nos
presenta es creer en que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Hemos dado las declaraciones de
Jesús acerca de sí mismo, usando los títulos de Dios y presentándose a los hombres como uno en
naturaleza y esencia con Dios, así lo entendieron los contemporáneos de Cristo, quienes lo
aceptaban lo adoraron y los que lo rechazaban querían apedrearlo por hacerse igual a Dios. pero
declaraciones. Las obras y señales confirmaban la verdad de sus palabras y sus declaraciones de
su deidad
gloria del Padre en el Hijo (Juan 1:14) hicieron declaraciones de asombro, exclamaron y le
dieron a Jesús títulos de divinidad, reconociendo que era más que sólo un profeta, la imagen
Solo al observar el primer capítulo nos damos cuenta de que el Verbo, que estaba en la
eternidad con Dios y era Dios, se encarnó y habito entre nosotros dándonos a conocer al Padre, a
quien nadie lo vio Jamás, pero Jesús siendo el unigénito Hijo, es decir, de la misma naturaleza
Por todos estos hechos que el evangelio de Juan nos describe, lleno de declaraciones
sobre la divinidad de Cristo, nuestra confesión es la misma que muchos han declarado a través de
BIBLIOGRAFÍA
Hendriksen, William. El evangelio según San Juan. Comentario al Nuevo Testamento. Grand
Rapids, MI: Libros Desafío, 1981
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